Nº 651 Medellín, marzo de 2016
SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Investigadores y estudiantes de la Universidad de Antioquia encontraron una nueva especie de frailejón en el Páramo de Sonsón Página 11
Adiós al inquisidor de Alessandria Renato Barilli: Una aproximación nueva al arte y a su historia Página 5
Foto: cortesía del proyecto
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Xibelly, la primera astrónoma Hallado ecosistema coralino en punta Caribana, Necoclí Página 10
Foto: cortesía del proyecto
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Por ANDRÉS VERGARA AGUIRRE*
U
mberto Eco (Alessandria, Piamonte, Italia), el maestro que durante sus 84 años de vida se adentró por tantos vericuetos del saber, fue en esencia un gran inquisidor. Pero vamos por partes. Primero hay que aclarar que el joven Eco, formado en un colegio salesiano, militó en los movimientos juveniles de Acción Católica, y tras obtener su título en filosofía y letras con una tesis sobre el problema estético en Santo Tomás de Aquino en 1954, comenzó a descreer hasta que abandonó definitivamente los rediles del catolicismo y renunció a toda manifestación mágica o divina del mundo, para encaminarse por la ruta de la indagación y la comprobación, principios básicos del investigador; así llegó a ser uno de los humanistas más destacados de finales del siglo xx y comienzos del siglo xxi. Él mismo se refirió a lo paradójico de que el encuentro con el “doctor angélico” haya enmarcado su alejamiento del catolicismo: “Se puede decir que él, Tomás de Aquino, me curó milagrosamente de la fe”. De todos modos, a pesar de su gran escepticismo, hay que reconocer que el maestro de la semiótica se doblegaba ante ciertos efectos mágicos, como lo hizo en sus últimos diez años, cuando aceptó que no podía fumar pero tampoco podía renunciar a ese inofensivo efecto placebo, e insistió en mantener entre sus labios un cigarro Café Crème apagado, como una señal de resignación. El profesor Eco fue un gran inquisidor, si pensamos en la acepción del término que alude a “el que inquiere”, es decir, el que “indaga, averigua o examina cuidadosamente”; en síntesis, un investigador. Pero él también estaba dispuesto a echar a la hoguera a las “legiones de idiotas” obnubiladas por ciertos aparatos “mágicos”; por él, arderían en las llamas expiatorias quienes renuncian a la larga duración de la investigación silenciosa para entregarse a la inmediatez prometida por la magia, inmersos en la ruidosa vorágine de los tiempos contemporáneos. Lo mágico, según dijera, es incompatible con una mente científica: “la magia ignora la larga cadena de las causas y los efectos y, sobre todo, no se preocupa de establecer, probando y volviendo a probar, si hay una relación entre causa y efecto. De ahí su fascinación, desde las sociedades primitivas hasta nuestro renacimiento solar y más allá, hasta la pléyade de
sectas ocultistas omnipresentes en internet”.
La vorágine tecnológica “Legiones de herejes idiotas y compulsivos ante la magia de la tecnología, ¡a la hoguera!”. Esto habría sentenciado el inquisidor de Alessandria, y con distintas palabras lo dijo algunas veces, aunque no fuera en serio, porque le gustaba hacer bromas inteligentes, e incluso hay quienes dicen que uno de sus juegos intelectuales era inventar chistes para divertir a sus amigos. A lo largo de su vida, sobre todo en las últimas décadas, una de las discusiones más incisivas del crítico fue contra los idólatras de los nuevos medios: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes solo hablaban en el bar después de tomar un vaso de vino, sin hacer daño a nadie. Antes eran rápidamente silenciados y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles”. ¿Y el teléfono celular? Este aparato le ocasionó aversión. Tanto, que en julio de 2015 afirmó: “los usuarios compulsivos de teléfonos deben ser estrangulados al nacer, pero no todos los días hay un Herodes. Y aun cuando castiguemos a estas personas en su edad adulta, probablemente nunca comprenderán las profundidades del abismo en el cual han caído. Al final, persistirán en su molesto hábito sin importar lo que nosotros hagamos”. Y fue insistente con el tema,
Umberto Eco, 1932-2016
Adiós al inquisidor de Alessandria porque en verdad le aterraba el modo como este instrumento invadió la vida cotidiana y aceleró lo que él llamara esta gran vorágine contemporánea: “apenas sostenemos ya conversaciones cara a cara; ni reflexionamos sobre los
temas apremiantes de la vida y la muerte, o siquiera vemos hacia el campo cuando pasa frente a nuestra ventanilla. En vez de ello, hablamos obsesivamente en nuestros teléfonos celulares, rara vez sobre algo particularmente
Umberto Eco y la misión de la universidad Hace un par de años, en marzo de 2014, en una teleconferencia ofrecida desde Milán para varias instituciones de América Latina, el pensador Eco se refirió a la función de las universidades. En esa ocasión sorprendió con una cita bíblica del Libro de los Reyes (I, 19): “Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el señor no estaba en el fuego”. ¿Y eso? Nos preguntamos. Era solo el recurso de un escéptico consumado para afirmar: “No es posible consustanciarse con Dios en el bullicio, en el ruido, en la vorágine. Dios solo se encuentra en el silencio. Dios no está en los mass media. Dios no está en las primeras páginas de los periódicos. Dios no está en la televisión. Dios no está en Broadway. Dios está donde no hay agitación. Esta máxima es valedera también para quienes no creen en Dios, que piensan que en cualquier parte existe una verdad para descubrir, o un valor para crear: no se puede encontrar verdad y creatividad en un terremoto; solo en la investigación silenciosa y metódica. En la vorágine diaria del mundo actual, los únicos lugares de silencio, a excepción de los de meditación religiosa, son las universidades, que aún son de los escasos sitios donde es posible una dialéctica racional sobre diversas visiones del mundo”. Siempre fue un convencido de que los universitarios somos los llamados a confrontar los diversos poderes, y por ello afirmó que “la universidad representa siempre un peligro para todas las dictaduras”. Asimismo, en aquella charla mostró su pesimismo ante la actitud irrespetuosa que suele mostrar el hombre frente al “otro”: “Mientras los antropólogos nos enseñaban a reconocer y respetar comportamientos culturales, religiones y costumbres étnicas diversas a las nuestras, el mundo occidental redactaba los Protocolos de los Sabios de Sión [libelo antisemita], y los primeros medios de comunicación de masas, a través de las novelas populares y los filmes de Hollywood, difundían las ideas de los «otros» como «malos»: el indio feroz, el negro estúpido…”. Y ante esta reflexión, nos dejó otro llamado: “La universidad es el único lugar en el que se puede aplicar correctamente una aproximación unificada a la diversidad”. Finalmente, en aquella charla se refirió a la que, según él, es una tarea urgente y fundamental para la universidad: inventariar y conservar la memoria histórica.
Foto: Sarah Lee para the Guardian, tomada de http://www.theguardian.com
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urgente, mientras malgastamos la vida en un diálogo con alguien a quien ni siquiera podemos ver”. Y fue persistente en su diatriba: “¿Puede ser que haya una conexión entre quienes prometen una cura instantánea para el cáncer, místicos como el Padre Pío, los teléfonos celulares y la reina malvada en Blanca Nieves? En cierto sentido la hay. La mujer [que iba abstraída en una conversación telefónica mientras caminaba por la calle] estaba viviendo en un universo de cuento de hadas, encantada por el teléfono celular que llevaba al oído en vez de un espejo mágico”. Al ganador del Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades en el año 2000 lo mortificaban los alquimistas contemporáneos: “¿Por qué la gente se ha inclinado tanto hacia las prácticas mágicas a lo largo de los siglos? La prisa. Las promesas mágicas de que se puede saltar instantáneamente de la causa al efecto –del punto A al punto B– a través de una especie de cortocircuito, sin dar ningún paso intermedio. Pronuncio una fórmula y transformo el hierro en oro. Convoco a los ángeles y envío mensajes a través de ellos. La fe en la magia no se desvaneció con el advenimiento de la ciencia. No, nuestro deseo de inmediatez simplemente se transfirió a la tecnología. Si uno presiona un botón en su teléfono celular en Roma, en segundos está hablando con un amigo en Sidney”. Claro que este Sabio de la Unesco también tenía un celular, ni más faltaba, pero solo lo usaba para pedir el servicio de taxi. Eso dijo, y aclaró que no aceptaba convertirse en “un cretino que
camina por la calle hablando solo. Estamos obsesionados por los medios de comunicación que, ciertamente, son uno de los males de nuestro tiempo. Son un mal como en un tiempo eran las epidemias. La peste”. Y para concluir el tema, una apostilla: el celular “tiene poco que ver con los grandes temas de la vida y de la mente”. Sin embargo, para que no quede la idea de que nuestro inquisidor es un hombre absolutamente visceral frente a la tecnología, él también reconoció que la internet ha beneficiado a la humanidad, pues ha facilitado la divulgación inmediata de la información periodística, y asimismo reconoció una ventaja del celular: permite la conexión con la red. Cuando emergió su esposa, la maestra alemana de artes visuales Renate Ramge, con quien se casó en 1962, fue una sorpresa, porque desde que supimos que en su casa-biblioteca tenía más de treinta mil volúmenes, nos lo representábamos a imagen y semejanza de Asterión, el minotauro en el cuento de Borges, ese gran escritor argentino que también lo deslumbró y con el que, como lo dijo alguna vez, se identificó desde la primera vez que leyó sus Ficciones, porque “fue amor a primera vista”. Y quizá no era tan inexacta esa comparación con Asterión, pues un día, unos cuatro meses antes de su adiós, reflexionó: “A fin de cuentas, nosotros somos nuestro propio minotauro”. Para decirle adiós al maestro, su viuda ha puesto de fondo “La follia”, de Arcangelo Corelli, que lo acompañó en algunos de los momentos más importantes de su vida. Una pieza del barroco muy propicia para despedir al inquisidor de Alessandria. Al fin de cuentas, lo demostró durante toda su vida y lo confirmó con sus palabras, siempre fue un nostálgico, convencido de que “paradójicamente, la vida solo sirve para recordar el pasado”. Quizá, como lo pueden sugerir obras del tono de El nombre de la rosa y El péndulo de Foucault, por ejemplo, él era un hombre atrapado en una época ajena. Quizá se hubiese sentido más cómodo en los tiempos de la inquisición, lejos del mundanal ruido contemporáneo, a salvo de los desesperantes artilugios tecnológicos, a prudente distancia de una hoguera en la que arderían, si no los herejes, al menos sí tantas “legiones de imbéciles”. * Coordinador del pregrado Letras: Filología Hispánica, de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia.
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“Nadie acabará con los libros”: Umberto Eco
Por LUIS GERMÁN SIERRA J.
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sta frase, dicha por Umberto Eco en 2009 durante la larga conversación sostenida con el cineasta y ensayista francés Jean-Claude Carrière, y que da título al libro que en español publicó la Editorial Lumen (Bogotá) en 2010, producto de dicha conversación, podría sintetizar su pensamiento sobre el espinoso tema de si algún día desaparecerá el libro tal y como lo conocemos desde la invención de Gutenberg, vencido por las tecnologías cada vez más accesibles y cada vez más eficientes que prescinden del objeto de papel y tinta. Pero la frase no se debe a una defensa más o menos bobalicona del libro, producto de una terquedad a ultranza. Eco a menudo demuestra, además con sorna y con humor, en varios de sus numerosos ensayos, que ese tinglado montado por “avezados” futurólogos, donde se disputan la primacía del libro de papel o la primacía del libro electrónico, es un falso debate. O por lo menos si uno de los dos “defensores” pretende convencer al resto de que su opción es la verdadera, la única. Podría decirse que con Umberto Eco (Italia, 5 de enero de 1932 - 19 de febrero de 2016) murió una de las miradas más perspicaces de la sociedad contemporánea, una de las voces más incómodas para aquellos medios de comunicación que, del lado de los poderosos, manipulan y mienten sin medida y sin rubor (el domingo 28 de febrero leímos en El Espectador la última de sus siempre despiertas columnas periodísticas, llamada “Denuncia de un encubrimiento”, que apoya perfectamente lo que digo). Pero también murió un gran novelista y un ensayista por antonomasia (¡61 libros publicados, entre novelas y ensayos!). Eco hizo del ensayo ilustrado y de la opinión lúcida e irreverente dos atractivos poco comunes entre quienes son llamados, casi siempre olímpicamente, intelectuales. Para muestra, un fragmento de su “Discurso Alexandrino”, pronunciado en 2003, en Egipto, durante la inauguración de la imponente Biblioteca de Alejandría, reemplazo de la incendiada en el siglo III d.C.: Hasta ahora, los libros siguen encarnando el medio más económico, flexible y fácil de usar para el transporte de información a bajo costo. La comunicación que provee la computadora corre delante de nosotros; los libros van a la par de nosotros, a nuestra misma velocidad. Si naufragamos en una isla desierta, donde no hay posibilidad de conectar una computadora, el libro sigue siendo un instrumento valioso. Aun si tuviéramos una computadora con batería solar, no nos sería fácil leer en la pantalla mientras descansamos en una hamaca. Los libros siguen siendo los mejores compañeros de naufragio. Los libros son esa clase de instrumentos que, una vez inventados, no pudieron ser mejorados, simplemente porque son buenos. Como el martillo, el cuchillo, la cuchara o la tijera. Llegados a este punto podemos preguntarnos por la supervivencia de la figura del escritor y de la obra de arte como unidad orgánica. Y simplemente quiero informarles a ustedes que estas ya se vieron amenazadas en el pasado. El primer ejemplo es el de la comedia dell´arte italiana, en la que, sobre la base de un canovaccio —un resumen de la historia básica—, cada interpretación, según el humor y la imaginación de los actores, era diferente de las demás, de modo que no podemos identificar ninguna pieza de ningún autor individual que corresponda con Arlequino, servidor de dos patrones, y, en cambio, solo podemos registrar una serie ininterrumpida de interpretaciones, la mayoría de ellas definitivamente perdidas y cada una de ellas, por cierto, diferente. Otro ejemplo sería el de la improvisación en jazz. Podemos creer que alguna vez hubo una interpretación arquetípica de “Basin Street Blues” y que solo sobrevivió una sesión posterior, pero sabemos que esto es falso. Hay tantos “Basin Street Blues” como interpretaciones hubo de la pieza, y en el futuro habrá muchos que aún no conocemos. Bastará con que dos o más intérpretes se encuentren y ensayen su versión personal e inventiva del tema original. Lo que quiero decir es que ya nos hemos acostumbrado a la idea de ausencia de autoría en relación con el autor popular colectivo, en el que cada participante aporta lo suyo, a la manera de una historia sin fin muy jazzística. Pero es necesario señalar una diferencia entre la actividad de producir textos infinitos y la existencia de textos ya producidos, que pueden ser interpretados de infinidad de maneras, pero son materialmente limitados. En nuestra cultura contemporánea aceptamos y evaluamos, de acuerdo con estándares diferentes, tanto una nueva interpretación de la Quinta Sinfonía
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de Beethoven como una sesión jazzera del “Basin Street Blues”. En este sentido, no veo cómo el juego fascinante de producir historias colectivas e infinitas a través de la red pueda privarnos de la literatura de autor y del arte en general. Más bien nos encaminamos hacia una sociedad más liberada, en la que la libre creatividad coexistirá con la interpretación del conjunto de textos escritos. Me gusta que sea así. Pero no podemos decir que hayamos guardado el vino nuevo en odres viejos. Las dos potencialidades quedan abiertas para nosotros. El zapping televisivo es otro tipo de actividad que no tiene el menor vínculo con el consumo de una película en el sentido tradicional. Es un artilugio hipertextual que nos permite inventar nuevos textos y no tiene nada que ver con nuestra capacidad de interpretar textos preexistentes. Traté desesperadamente de encontrar un ejemplo de situación textual ilimitada y finita, pero me resultó imposible. De hecho, si tenemos un número infinito de elementos con los cuales interactuar, ¿por qué tendríamos que limitarnos a producir un universo finito? Se trata de un asunto teológico, de una especie de deporte cósmico en el que uno —o el Uno— podría establecer las condiciones de toda acción posible, pero en el que se prescribe una regla y de ese modo se limita, generándose un universo muy pequeño y simple. […] Un libro nos ofrece un texto abierto a múltiples interpretaciones, pero nos dice algo que no puede ser modificado. Supongamos que estamos leyendo Guerra y paz de Tolstoi. Anhelamos con desesperación que Natasha rechace el cortejo de Anatoli, ese despreciable sinvergüenza; con la misma desesperación anhelamos que el príncipe Andrei, que es una persona maravillosa, no se muera nunca, y que él y Natasha vivan juntos para siempre. Si tenemos Guerra y paz en un CD-ROM hipertextual e interactivo, podremos reescribir nuestro propio relato; podríamos inventar innumerables Guerra y paz, uno en el que Pierre Besujov consigue matar a Napoleón o, si preferimos, uno en el que Napoleón derrota en toda la línea al general Kutusov. ¡Qué libertada! ¡Cuánta excitación! ¡Cualquier Bouvard o Pécuchet puede llegar a ser Flaubert! Desgraciadamente, con un libro ya escrito, y cuyo destino está determinado por la voluntad represiva del autor, no podemos hacer nada de eso. Nos vemos obligados a aceptar el destino y a admitir que somos incapaces de modificarlo. Una novela hipertextual e interactiva da rienda suelta a nuestra libertad y creatividad, y espero que esta actividad inventiva sea implementada en las escuelas del futuro. Pero con la novela Guerra y paz, que ya está escrita en su forma definitiva, no podemos ejercer las posibilidades ilimitadas de nuestra imaginación, sino que nos enfrentamos a las severas leyes que gobiernan la vida y la muerte. […] Eso es lo que nos dice cada libro verdaderamente grande: que Dios pasó y que pasó tanto para el creyente como para el escéptico. Hay libros que no podemos reescribir porque su función es enseñarnos la necesidad; solo respetándolos tal como son pueden hacernos más sabios. Su lección represiva es indispensable si queremos alcanzar un estadio más alto de libertad intelectual y moral. Es mi esperanza y mi deseo que la Bibliotheca Alexandrina continúe albergando este tipo de libros, para que nuevos lectores gocen de la experiencia intransferible de leerlos. Larga vida a este templo de la memoria vegetal. (Tomado de Leer y Releer N.° 36, Sistema de Bibliotecas, Universidad de Antioquia, junio de 2004).
Foto tomada de www.diariodecultura.com.ar
El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del tiempo... Quizás evolucionen sus componentes, quizás sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es. —Umberto Eco—
La humedad de las lágrimas
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Por JUDITH NIETO*
l viernes 9 de octubre de 2015 el mundo amaneció con la noticia de que por primera vez la Academia sueca reconocía y premiaba un reportaje periodístico conseguido por la obra de una mujer. La nueva Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, escritora bielorrusa, obtuvo tal galardón dado que su trabajo periodístico y literario, además de ahondar en el dolor y el sufrimiento humano, da cuenta de aquello que en términos de muerte y destrucción sobrevino a los habitantes y sobrevivientes de Ucrania, Rusia y Bielorrusia (o Belarús) luego del desastre de Chernóbil. Al parecer, aún está por contarse la historia y lo ocurrido a los bielorrusos luego del mayor desastre tecnológico del siglo XX, cuando varias explosiones destruyeron el reactor y el edificio del cuarto bloque energético de la Central Eléctrica Atómica de Chernóbil, apenas pasada la medianoche del 26 de abril de 19861. Se trata de una historia rodeada de voces, nombres y palabras que salen de la pluma de la premiada periodista S. Alexiévich, quien con sensibilidad y coraje cuenta al mundo cómo fue el cataclismo que sorprendió al pequeño país de Belarús, por demás, ajeno a central atómica alguna. Una historia que dio a conocer también el nombre de la periodista que hizo saber al mundo lo ocurrido luego del incendio de Chernóbil. Belarús es un pequeño territorio netamente agrícola, sobrecogido por el accidente, y en consecuencia, convertido en receptor del 60% de los radionúclidos arrojados a la atmósfera. ¿Los efectos? Por una parte, la casi total destrucción de la tierra cultivable de un país antes eminentemente rural; por otra, las cifras crecientes de enfermos de cáncer, de habitantes con deficiencias mentales y padecimientos de disfunciones neurológicas, así como de mutaciones genéticas. Solo la muerte y la enfermedad pasaron a ocupar a Belarús —tierra ignorada, aún por descubrir, según la autora—. Ese lugar se revela a través de voces solitarias y monólogos llevados a las páginas por una periodista, quien con el rostro humedecido por las lágrimas empezó a contar la historia de los bielorrusos. No en vano al momento de ser confirmada como ganadora del Nobel, Svetlana Alexiévich expresó: “Con este premio, el régimen de Minsk ‘estará obligado a escucharme’”2. Minsk es el sitio donde reside la Nobel gran parte del año, donde el sistema autoritario establecido por Alexander Lukashenko impide la aparición pública de la escritora-periodista y, desde luego, de sus obras. De Chernóbil, que en poco tiempo pasó a ser un problema para todo el mundo, habla periodís-
tica, literaria y trágicamente luego de escuchar los testimonios de sobrevivientes a la catástrofe. Alexiévich recoge las voces repartidas, regadas, confinadas en hospitales, en casas con enseres abandonados, en calles por donde deambulan afectados que se resisten a creer en lo ocurrido y en escuelas de las que fueron arrancados los muchachos para la construcción de un cuartel. Son los monólogos de quienes pudieron hablar antes de morir. En Voces de Chernóbil se leen de modo audible todas aquellas expresiones que habitaron el oído de quien con sensibilidad y maestría supo llevar a la letra, a la página y luego a la obra las palabras y los testimonios de víctimas atrapadas en una espiral de sufrimiento, enfermedad, soledad y muerte; quienes volvieron un decir profundo, el inmerecido dolor y la muerte prematura. El libro, de 406 páginas, abre y cierra con dos conmovedores testimonios femeninos antecedidos por un título común —“Una solitaria voz humana”—, tras el que dos mujeres cuentan la forma como perdieron a sus jóvenes esposos, muertos luego de colaborar para conjurar el fuego de la planta incendiada. Sus palabras y la inútil espera del ser perdido son una imposible catarsis, de ahí la inevitable humedad de las lágrimas, en el rostro de ellas y, sin duda, en el del lector. A través del testimonio de tono literario, la periodista bielorrusa convoca a los lectores para que se acerquen al horror nuclear en 39 monólogos y 3 coros: “coro de soldados”, “coro del pueblo” y “coro de niños”. En estos apartados, las víctimas narran sus historias de inmerecido dolor, sufrimiento y pérdida; narraciones que pueden leerse gracias al tejido bien hilado con las voces integrantes de la crónica múltiple y de una sinfonía del abatimiento, seguidas del silencio que se desvanece para dar lugar a la palabra y al tener qué decir: “Apunte usted — me decían—. No hemos comprendido todo lo que hemos visto, pero que queden nuestras palabras. Alguien las leerá y entenderá. Más tarde. Después de nosotros…” (p. 47). Es la señal enviada por uno de los tantos afectados, quien antes de morir dispuso su prueba para que la historia y el mundo impidieran tapar con hormigón la memoria de quienes presenciaron y padecieron los efectos de un accidente nuclear, de otra materialización del mal, que es imposible pasar al olvido. 1. Svetlana Alexiévich, Voces de Chernóbil, Bogotá, Penguin Random House, 2015. 2. ADN, “Alexiévich ganó. Es Nobel de literatura”, ADN, 9 de octubre de 2015, p. 21. * Doctora en Ciencias Humanas. Profesora del área de comunicación, de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Microbiología, Universidad de Antioquia.
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Renato Barilli:
Una aproximación nueva al arte y a su historia Por CARLOS ARTURO FERNÁNDEZ U.*
A
lo largo de una extensa e intensa actividad docente, investigativa y crítica, Renato Barilli (Bolonia, Italia, 1935) ha buscado desarrollar una metodología de aproximación a las obras de arte, a la crítica y a la historia del arte a través de la cual se puedan superar muchos de los paradigmas tradicionales en estos campos y, en consecuencia, se abran nuevas posibilidades de interpretación y de comprensión.
Barilli ha sido profesor de la Universidad de Bolonia, la más antigua del mundo, desde 1970, primero en el área de la estética, más adelante como docente de historia del arte contemporáneo y a partir de 1980 en el terreno muy particular de la fenomenología de los estilos. En 2011, después de más de 40 años de trabajo, alcanzó la edad de retiro pero continúa prestando sus servicios a la Universidad desde la condición de Profesor Emérito. Y, de manera especial, sigue investigando, discutiendo e interpretando la situación contemporánea, desde la crítica de las artes visuales, de la literatura y de la actualidad política y social de su país. De hecho, mantiene un blog en su página www.renatobarilli.it en el cual semanalmente expresa sus puntos de vista en estos tres campos. Adicionalmente, retomando uno de los intereses de su primera juventud, ha regresado al ejercicio directo de la pintura, exponiendo y sometiéndose él mismo al juicio crítico de los demás. Una manifestación concreta de esa actividad incesante es su presencia en la Universidad de Antioquia a finales de febrero de 2016 donde, invitado por la Facultad de Artes, desarrolla un seminario de posgrado en el cual discute ampliamente sus métodos e ideas de trabajo. Pero, adicionalmente, este seminario sirve como marco para llamar la atención sobre su libro Ciencia de la cultura y fenomenología de los estilos, traducido al español y publicado por la Editorial Universidad de Antioquia en 2014, casi al mismo tiempo que la traducción al inglés.,
Foto: cortesía
Una vida de trabajo académico
La circunstancia es realmente especial porque en muchos de sus textos Renato Barilli insiste en el hecho de que este libro es la más clara exposición de sus conceptos y propuestas, que en primera instancia puso en práctica para analizar los procesos del arte contemporáneo, pero que luego fue extendiendo a otros momentos de la historia del arte. En un movimiento hacia el pasado, tras el arte actual, analizó los antecedentes de la contemporaneidad que descubre entre finales del siglo 18 y la mitad del 19; más tarde enfrentó el arte del siglo 16, el Manierismo, que con mucha frecuencia ha sido relacionado con las ideas que mueven la producción artística del presente. Sin embargo, tampoco descuidó este presente que fue objeto particular de su atención en un seminario sobre el arte “posmoderno” que dictó hace algunos años a los estudiantes de la Maestría en Historia del Arte de la Universidad de Antioquia, que se ofrece en extensión en Cartagena, textos que ya fueron publicados en Italia. Por lo demás, se obligó a producir un texto de síntesis de la historia del arte occidental en el cual plantea nuevas perspectivas de interpretación. Ese libro, Arte y cultura material en Occidente. Del arcaísmo griego a las vanguardias histó-
ricas, espera todavía su traducción al español.
Las posibilidades de un método Partiendo de una simplificación muy grande, puede decirse que a lo largo de los últimos dos siglos la comprensión del arte y de su historia se movió casi siempre entre dos extremos. Por una parte, se planteaba su dependencia absoluta de los sistemas materiales de producción, lo que convertía al arte en un mero reflejo que se limitaba a repetir mecánicamente, en un nivel diferente y, en realidad, menos importante, las condiciones de la infraestructura económica. En otra versión de la misma tendencia, el arte se consideraba solo como manifestación del medio físico y social en el que aparecía. Contra estas propuestas se lanzaba desde el otro extremo la idea de un arte independiente y autónomo, solo comprensible desde sí mismo y del cual lo único que podía conocerse era su propia estructura formal, sin posibilidad de establecer vínculos válidos con la realidad circundante. La propuesta de Renato Barilli parte de la consideración de la cultura como una realidad esencialmente ligada al universo material, realidad que se desarrolla a través
de las extensiones que creamos de nuestra corporalidad y que, en definitiva, son las diversas tecnologías con las cuales actuamos en el mundo. Así considerado, el hombre es un “animal tecnológico”, en un nivel que compartimos en cierta medida con los demás animales. Pero, a diferencia de ellos, el hombre tiene la capacidad de imaginar, lo que nos permite definirnos, al mismo tiempo como “animales simbólicos”. Es claro que la producción artística, literaria, filosófica o científica se ubica en esta dimensión, pero, al mismo tiempo, según Barilli, es algo que no puede ser entendido sin el marco de la cultura material. Acude, entonces, a dos referentes teóricos que le permiten articular su metodología de estudio. Por una parte, las ideas de Marshall McLuhan quien insiste en el hecho de que el mundo moderno aparece con un invento tecnológico concreto que fue la imprenta de Gutenberg, tecnología luego superada por los desarrollos de la tecnología eléctrica y electrónica que definen el presente. A partir de la incitación original de McLuhan, Barilli busca encontrar los contextos tecnológicos en los cuales se despliega la actividad simbólica y artística del hombre. Por otra parte acude a la noción de “homología” desarrollada por el filósofo francés Lucien Goldmann, para insistir en que los productos simbólicos no son un mero reflejo de la estructura económica y material ni están unidos a ella de manera causal. La homología establece, en primer lugar, la igual dignidad de los dos momentos entre los cuales se pretende establecer una relación. Y, en segundo lugar, señala que la paridad entre ambos momentos no es identidad ni semejanza externa, no es reflejo especular, sino que se desplaza de los aspectos exteriores a la lógica del funcionamiento; por eso, cada sector mantiene su independencia. Las posibilidades que de aquí se derivan tienen que ver con un nuevo tipo de historia sociológica del arte en la cual se reivindica la más profunda relación entre arte y procesos tecnológicos y culturales. * Profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
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El destierro y sus duelos La reconstrucción de la vida tras el desplazamiento forzado
Por VICTORIA EUGENIA DÍAZ FACIO LINCE
ASTRID NATALIA MOLINA JARAMILLO
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l panorama del desplazamiento forzado en Colombia es altamente complejo; en él se entrecruzan variables múltiples que atraviesan la historia de la violencia del país. Cientos de miles de colombianos se ven forzados a huir cada año de sus hogares a causa de la vulneración constante de sus derechos por parte de los diferentes actores del conflicto. La magnitud del problema no solo está reflejada en las crecientes cifras de víctimas —6.300.422 hasta julio de 2015, según el Registro Único de Víctimas (RUV)—, sino también en las múltiples consecuencias que esta forma de violencia trae para las personas desarraigadas, quienes ven fracturadas todas las áreas de sus vidas. El destierro causa una ruptura de sus vínculos con los lugares de origen y, con ella, cuantiosas pérdidas —materiales y simbólicas— de lo que es amado y valorado, y de todos aquellos referentes que son las bases para configurar la identidad. Los afectados llegan a los nuevos lugares con las huellas de la violencia marcadas en sus historias, con múltiples ausencias a las que deben hacer frente y con el imperativo de restablecerse en una ciudad complicada, en la que no les es fácil hallar los recursos necesarios para reconstruir la vida. Este panorama muestra la importancia de estudiar las múltiples afectaciones que el desplazamiento forzado causa en la vida de quienes lo han padecido, y nos motivó, como investigadoras de las ciencias sociales y humanas, a emprender un estudio cuyo propósito fue indagar por los significados que las personas construyen en torno a su experiencia de destierro. Particularmente, nos centramos en las formas en que tales personas
hacen frente a las diversas pérdidas causadas por este tipo de violencia y por las posibilidades y los límites para los procesos de elaboración del duelo. Para alcanzar nuestro objetivo, nos enfocamos en comprender el destierro como una experiencia vital a la que solo podíamos acercarnos por medio de los relatos de los afectados, los cuales están colmados de los sentidos que le otorgan a lo acontecido. Si el desarraigo es un evento generador de indudables cambios para quienes lo sufren, era preciso indagar los significados que las personas atribuyen a estos cambios, si les otorgan o no el carácter de pérdidas y, de ser así, cuáles son los movimientos particulares o colectivos que facilitan u obstaculizan la elaboración de los duelos y la reconstrucción de sus vidas. Asumimos que es en la narración configurada por cada persona frente a su experiencia de destierro donde la pregunta por el duelo puede hallar respuesta. El texto presentado recoge los resultados de la investigación “Significación de la experiencia de pérdidas y duelos en personas desplazadas de la ciudad de Medellín”, realizada entre el 2012 y el 2014 por el Grupo de Investigación
en Psicología Social y Política de la Universidad de Antioquia. En ella realizamos un acercamiento de tipo cualitativo que apuntó a una comprensión de los significados de las experiencias para entender de manera profunda el fenómeno en su contexto. Para ello buscamos acceder a “la vida de la gente, las experiencias vividas, los comportamientos, las emociones y sentimientos”1, sin olvidar que estos surgen en contextos de interacción y de valoración sociocultural. En la comprensión de las experiencias del desplazamiento hicimos uso del método fenomenológico-hermenéutico, que destaca el énfasis sobre lo individual y la experiencia subjetiva como formas de acercarse a los núcleos significativos de un fenómeno. Este método permite la descripción del significado de una experiencia a partir de la perspectiva de quienes han pasado por ella; supone, además, que la experiencia vivida es, en sí misma, un proceso esencialmente interpretativo.2 Esperamos que el libro sea de interés para investigadores y profesionales de las ciencias sociales, las ciencias políticas y la salud pública. Igualmente, en tanto aporta elementos conceptuales y reflexivos en torno a la experiencia del destierro y sus duelos, puede ser útil para las instituciones públicas y privadas encargadas del diseño y la aplicación de políticas públicas y de la atención a la población desplazada por el conflicto armado en Colombia. 1. Strauss, Anselm y Juliet Corbin (2002), Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y métodos para desarrollar la teoría fundamentada, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, p. 12. 2. Morse, Janice (ed.) (2003), Asuntos críticos en los métodos de investigación cualitativa, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia.
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Seminario de estudios socioespaciales “Nuevos mapas y contra-mapas” Haciendo visibles las geografías del conocimiento; apropiación y contestación de las cartografías expertas y oficiales; viviendo en un mundo georreferenciado; los mapas como producción de espacialidades y como instrumento de poder; el mapeo como práctica artística de producción de conocimiento, son algunos de los temas que abordará el IV Seminario internacional de estudios socioespaciales “Nuevos mapas y contra-mapas”, del 16 al 18 de marzo de 2016. El evento, que tendrá como sede el auditorio principal del Parque de la Vida, es organizado por la Red de Estudios Socioespaciales, desde el Instituto de Estudios Regionales —Iner— de la Universidad de Antioquia. “Los mapas ya no son únicamente asunto de expertos; son de interés de usuarios de internet, de teléfonos celulares y de otros instrumentos tecnológicos cada vez más cotidianos. La realización de mapas ya no es sólo un proceso técnico; se ha convertido paulatinamente en campo de actuación propicio para colectivos sociales, instituciones e individuos con formaciones e intereses diversos”, dicen los organizadores del seminario. La conferencia inaugural “El mundo entero en las manos de un pequeño rey, cartografía e imperio en el siglo XVI”, el miércoles 16 de marzo, a las 9:00 de la mañana, está a cargo del profesor Mauricio Nieto, de la Universidad de los Andes. Se hablará también del laboratorio de artes, de cartografías sociales, de cartografías críticas, y de mapas y contra-mapas. El Iner ofrece dos programas de formación en posgrado: la Especialización en Teorías, métodos y técnicas de investigación social, y la Maestría en estudios socioespaciales; participa activamente en discusiones nacionales e internacionales sobre procesos sociales y brinda servicios de formación social y comunitaria en metodologías y teorías críticas para el análisis social y territorial.
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Xibelly, la primera astrónoma del país Después de siete años de creado, el pregrado de Astronomía graduó a la primera mujer en esa disciplina del conocimiento
Por JAIME ZAPATA VILLARREAL
Astrónoma número uno Si bien para Xibelly Mosquera Escobar, primera astrónoma del
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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orge Iván Zuluaga sabe, ahora más que nunca, que una idea suelta puede llegar a convertirse en una realidad. Lo sabe porque en 2006 el entonces vicerrector General le propuso crear un pregrado de Astronomía en la universidad, que sería único en Colombia. La idea, arriesgada y fascinante, pensó Zuluaga, había surgido de unos cursos básicos de astronomía y astrofísica dictados por él y otros físicos los sábados en la universidad, en 2004; uno de los alumnos más motivados, precisamente, era el médico Martiniano Jaime Contreras. “Él nos dijo: esos cursos que ustedes tienen son un pregrado. Son muy buenos y tienen gran nivel. ¿Por qué no forman uno?”, recuerda Zuluaga, ahora director del pregrado de Astronomía. Todos los trámites empezaron en 2007 y solo en 2009, después de varias evaluaciones y recomendaciones, se aprobó y acogió la primera cohorte 2009-2 de este programa en el país; un hecho histórico. “Ya era necesario crear un pregrado de astronomía en Colombia. Un país en desarrollo no puede pasar por alto su potencial científico en materias que ofrecen tantas respuestas claves para la sociedad como la astronomía y la astrofísica”, comenta Juan Carlos Muñoz, docente del pregrado desde 2012. “Es un nicho que no se había explotado con la seriedad que requiere y qué bueno que la Universidad de Antioquia haya dado el primer paso”, agrega. Con cuatro egresados desde su constitución, hace siete años, el pregrado de Astronomía mantiene una perspectiva de crecimiento continuo. Zuluaga aspira a mantener el ritmo de producción investigativa y formativa que han forjado. “Estamos pendientes de qué se viene para los recién egresados —dice—; al ser este un pregrado tan joven es muy complicado hacer una evaluación plena del trabajo hecho, pero el desempeño de estos primeros profesionales nos ayudará a crear un panorama de lo que se puede ajustar y de lo que ha hecho bien hasta ahora”.
En su hogar Xibelly aprendió la trascendencia del estudio y la disciplina como herramientas para lograr sus objetivos. “Y aunque mi papá fuera mecánico y mi mamá ama de casa, para ellos era fundamental que sus hijos estudiaran, que se vieran a sí mismo con otras perspectivas de futuro, con otra realidad en la cabeza”, recuerda. Siempre fue una estudiante destacada. Aunque algunas veces el matoneo era tal que tuvo que pasar por varios colegios por la incomodidad que suscitaba, en algunos compañeros, su desempeño escolar. “Para mí lo más importante fue desarrollar una armadura contra esas provocaciones, y creo que no me fue mal”, asegura Xibelly, con más tranquilidad, y recuerda cuán determinante fue el apoyo de sus padres y profesores para superar esa situación. Pero contrario a lo que se pensaría, Xibelly no nació con una pasión desmesurada por la astronomía; eso se fue cultivando, pacientemente, en el seno de su hogar, con la compañía de su padre como primer maestro. “Con él empecé a ver programas en Discovery Channel —recuerda— sobre el universo y su constitución. Fue un descubrimiento que fue sembrando en mí una inquietud y unas ganas de conocer más eso que se siente tan inmenso e ilimitado”. país y la más reciente egresada del pregrado, la carga académica en algún momento fue apabullante y sin salida, “algunas veces pensaba: cómo voy a hacer con todo eso, es demasiado”, dice, también cree que sin esta exigencia y disciplina su desempeño para el futuro como investigadora y docente en astronomía sería mediocre. “Uno se da cuenta de que viene con muchos vacíos del colegio —cuenta Xibelly— y que tiene
que ponerse a la par con lo que demanda un pregrado en el que la autoexigencia y el rigor son claves, porque nadie va hacer nada por ti”. Algo de esto ha evidenciado Jorge Zuluaga en sus años como docente y director del pregrado: si no se tiene buena aptitud y actitud para las matemáticas y la física, es imposible mantenerse. “Y hablo de actitud porque vos podés ser muy bueno en estos campos, pero si no tenés la disciplina, los ánimos
y la seriedad para desarrollar tu trabajo poco o nada sirven tus conocimientos en bruto”, puntualiza Zuluaga, para quien también es indispensable, en el perfil de un estudiante de astronomía, una vocación para el análisis y la investigación científica. Muñoz, como profesor de los últimos cursos del pregrado y asesor de tesis, asegura que la calidad de los pocos egresados es impecable y que esto lo corroboran las buenas impresiones que todos ellos han dejado en sus procesos en el exterior con pares de países más avanzados en la materia. “Y para mantener ese nivel necesitamos más recursos —explica Muñoz—, más docentes, más espacios adecuados para la práctica de la astronomía. No solo es el talento humano, se trata también de generar un ambiente propicio para la investigación y la enseñanza, y estamos trabajando para eso”. “Un programa como el pregrado de Astronomía requiere instalaciones especializadas para hacer observación y entrenar a sus estudiantes”, dice Zuluaga, quien ha mantenido diálogos constantes con el área de Planeación de la Universidad para ver si es posible construir un observatorio dentro del campus. “Esa ha sido, técnicamente, una de las dificultades más persistentes para el desarrollo de nuestro trabajo. Lo hemos podido suplir gracias a un convenio con el ITM, pero urge, para más facilidad de nuestros estudiantes, contar con un observatorio propio”, agrega Zuluaga. Más allá de las dificultades, Xibelly, ahora como docente de cátedra y a punto de iniciar la Maestría en Física en la Universidad de Antioquia, es optimista con el presente y el futuro del pregrado. “La universidad ha sido un gran apoyo y eso lo puedo resaltar en mi caso particular con la maestría que estoy cursando —asegura Xibelly—. Hay que seguir proyectando el pregrado como una ventana no solo para el desarrollo de la Universidad, sino también del país”. Muñoz es aún más enfático en sus expectativas: él espera que el país, en algún momento, empiece a reconocer la importancia que tiene para su desarrollo la formación y el apoyo científico en áreas como la física y la astronomía.
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Por EDISSON CUERVO MONTOYA*
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icen Nuria Pérez y José Contreras en el libro Investigar la experiencia educativa, que nosotros “… pensamos porque algo nos ocurre; pensamos como producto de las cosas que nos pasan, a partir de lo que vivimos, como consecuencia del mundo que nos rodea, que experimentamos como propio, afectados por lo que nos pasa” (2010). Así que a propósito de narrativas y los 20 años del Programa de Regionalización, es mi deseo compartir una particular mirada desde mi experiencia de docencia en el marco de dicho programa universitario, proyecto formativo con el que la Universidad de Antioquia se ha venido extendiendo desde hace un buen tiempo, logrando así, influencia académica en toda la geografía del departamento antioqueño. Lo anterior, ha sido posible a través de sus distintos programas de docencia en pregrado y posgrado, investigación y extensión, espacios en donde muchos docentes hemos tenido la oportunidad de acompañar la formación de los futuros profesionales o posgraduados, en distintas áreas del conocimiento. En mi caso particular, la experiencia la emprendo desde la seccional del Bajo Cauca, municipio de Caucasia, donde aparte del calor y las enormes ganas de aprender con los estudiantes, acompañan la academia unos curiosos itinerantes verdes, que ejecutan su libre trasegar por todas las locaciones de la sede. Es difícil ocultar la sorpresa que me causó este animal en los primeros viajes realizados allí, cuando pude compartir en el curso de “Teorías curriculares y contextos educativos” con jóvenes estudiantes de Licenciatura en Ciencias Naturales. Pero mi sorpresa y curiosidad no estribaba en el animal en sí, por supuesto que ya las conocía de antes, cuando viví algún tiempo en la costa, así mismo en una o dos ocasiones que las pude ver de cerca en algún zoológico. Lo que me causaba sorpresa en ese momento era la cercana presencia de tan exótico animal en un espacio de educación superior, en las puertas del aula… Esto, además de las rupturas que causó en mi cuadriculada noción de academia, toda vez que venía de una citadina formación universitaria en Medellín y en Valencia (España), razón por lo cual, no me encajaba compartir de cerca, las teorías del currículum, noción eminentemente anglosajona y venida originariamente de la fría Escocia, con las miradas y el silente deambular en cálidas tierras, de aquellas verdes compañeras de docencia. Después supe el porqué de mi desconcierto, o por lo menos eso creí. Y es que como profesor novel en el Programa de Regionalización, asistía por aquel entonces a la
Sede de la Universidad de Antioquia en Caucasia, Seccional Bajo Cauca.
Currículum e iguanas
Otras miradas sobre educación en las subregiones materialización de varios años de lectura en mi formación en filosofía y educación, metido entre libros y alejado, en parte, de la vida cotidiana y la singular realidad que se presenta de facto ante el ser que le modela y sitúa, en un universo simbólico concreto (Caucasia y sus particularidades curriculares). El hecho es, que por tejerse en mí una academia netamente citadina, no me permitía equiparar, incauto por aquel entonces, las amplias relaciones que existen entre los sentidos del sujeto y su entorno socio-cultural y curricular. Cabe mencionar en mi defensa y novatez de aquellas fechas que, por supuesto, ya de estos asuntos relacionados con currículo y cultura había leído e indagado teóricamente. Entre otros, los aportes de Clifford Geertz en términos de cultura; Ángel Pérez Gómez en cuanto a la cultura escolar; Tomaz Tadeu da Silva con sus tesis de los estudios culturales, poscolonialismo y currículum, entre otros. Pero, precisamente, puedo decir hoy que por aquel entonces carecía de la experientia como prueba o ensayo, de la relación directa de mi ejercicio profesional docente, en un contexto como el del Bajo Cauca antioqueño. No olvidemos, pues, que quien experimenta, prueba y ensaya; por tanto, en aquellos viajes académico-formativos, en donde unas verdes pasantes pudiesen
sorprender alguna vez, es seguro que su presencia determinara en mí, particularidades curriculares y contextuales. Puedo decir, que cerca de las aulas universitarias de aquel municipio, experimenté, probé, y gusté en términos reales, toda esa teoría aprendida en contextos de ciudad, que de una manera hegemónica, se cernía sobre mi comprensión del currículum y sus implicaciones en la formación del sujeto de la región del Bajo Cauca, errándome leer rápidamente otra cultura. Para mí, en realidad, fue un verdadero laboratorio curricular asistir al contraste entre el dictamen de normalización del conocimiento, que se hace desde una academia alejada de sus contextos, anclada en los discursos foráneos de doctos intelectuales del currículum, que no comparten su día a día con iguanas, pero también, con temas tan diversos y cotidianos como lo pueden ser la violencia social, la pobreza o el cambio climático, entre otros. En aquel momento, debo reconocer, no fui un profesor común, fui uno más de la cátedra que se enseña no-oficialmente en esa región, para quienes estábamos en la sede de la Universidad, con sus múltiples matices, colores y sabores… Aprendí mucho más de lo que pude enseñar en esa ocasión en Caucasia; aprendizajes a los que daría continuidad en otras sedes
y regiones que visité. Claro está, por esas fechas sólo tenía teoría en mis manos y un universo entero que descubrir en otros territorios de Antioquia. No obstante, la diferencia estribaba en que después podría hacerlo con diferentes miradas del currículo, teniendo como legado lo que estudiantes y sus contextos supieron enseñarme con serenidad. Se trata, pues, del día a día que posibilita experimentar otras lecturas de la educación superior, y subvertir los papeles de quienes son enseñantes, quienes son aprendices, y en donde está realmente el conocimiento. El currículum es mucho más que planes de estudio rígidos y definidos, es la posibilidad de pensar en todo el contenido que circunscribe los escenarios educativos. Ya Shirley Grundy nos hacía caer en la cuenta de ello desde el año 1987, en su texto Producto o praxis del curriculum, cuando planteaba que: “El currículum no es un concepto, sino una construcción cultural. Esto es, no se trata de un concepto abstracto que tenga algún tipo de existencia fuera y previamente de la experiencia humana. Más bien es un modo de organizar una serie de prácticas educativas…” * Doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia, España. En la actualidad se desempeña como coordinador de la unidad de asuntos curriculares de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Antioquia.
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El futuro de las transformaciones curriculares Por RODRIGO JARAMILLO ROLDÁN*
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na transformación curricular que no esté sustentada desde un auténtico proyecto educativo está condenada al fracaso. Se entiende por transformación curricular un conjunto de acciones asociadas a procesos de enseñanza-aprendizaje que se caracteriza por su construcción colectiva, la cual es pertinente en tanto se adapta e interpreta según los tiempos y los contextos de los seres humanos a los cuales está destinada. El proyecto educativo, por su parte, se comprende como soporte, eje de sentido y de contenido de las transformaciones curriculares. En su condición de construcción colectiva, un proyecto educativo articula acuerdos de comunidad, actos de comunicación y ejercicios de valoración de las personas como individuos y como colectivos. Es por ello que este tipo de proyecto se convierte en una reivindicación de lo humano. Pensar un proyecto educativo, cualquiera sea su ámbito de cobertura, implica comprometer un amplio grupo de actores sociales. Al referir actor, se considera a un ser social activo, propositivo, participante y deliberante. O sea, todo lo opuesto a un mero funcionario. Más bien, todo aquél que es definido en el marco de una comunidad educativa, según lo define la ley general de educación colombiana de 1994. Como proceso social y de incumbencia colectiva, la educación tiene injerencia en la preservación del patrimonio cultural, en los procesos de autonomía individual y colectiva, en la formación para la solidaridad y la convivencia social, como posibilidad máxima para avanzar hacia niveles mayores de humanización. Con esta visión del proyecto, se apuesta a su potencialidad como marco de posibilidades y generación de nuevas búsquedas. Es sueño, inconclusión, proyección,
Un proyecto educativo auténtico es contrario a los ejercicios de planeación estratégica que propugnan por el agendamiento meticuloso y la estandarización de los tiempos y los espacios de las personas, por cuanto tiene como eje la formación de seres humanos, los cuales aspiran a su realización a través de la educación. En su carácter social, el proyecto educativo se devela como reivindicación humanista, por ser espacio de concreción de la autonomía, la participación, el respeto por la diferencia y el reconocimiento de la diversidad. utopía, virtualidad, incertidumbre. La riqueza del proyecto radica en que es más futuro que presente. Un proyecto educativo auténtico es contrario a los ejercicios de planeación estratégica que propugnan por el agendamiento meticuloso y la estandarización de los tiempos y los espacios de las personas, por cuanto tiene como eje la formación de seres humanos, los cuales aspiran a su realización a través de la educación. En su carácter social, el proyecto educativo se devela como reivindicación humanista,
por ser espacio de concreción de la autonomía, la participación, el respeto por la diferencia y el reconocimiento de la diversidad. Para que el proyecto educativo sea valorado en su justa medida, requiere examinarse en su sentido original, como gestión participativa de la comunidad educativa, producto de la construcción colectiva y permanente de los actores, que cumple la función de desarrollar y concretar los fines plasmados en la ley como estrategia conducente a un proyecto de nación
e implica un nuevo concepto de escuela. Es dinámico, de público conocimiento, obedece a procesos autónomos y su centro de acción es la comunidad. Aunque lo común y cotidiano es que poderosas fuerzas se oponen a la construcción de un auténtico proyecto educativo es entendible, más no justificable, que sus principales obstáculos tengan que ver con todo lo que contribuya a la realización humana. En el caso de la autonomía, hay que reconocer que las estructuras macroeducativas que se imponen responden a criterios eminentemente estandarizadores. He ahí un primer obstáculo a superar. El caso de la participación es aún más complejo, en la medida que se confunde reiteradamente con la mera presencia o con la sola posibilidad de emitir una respuesta positiva e inmediatista. La autonomía, por su parte, tiene serios inconvenientes en cuanto requiere de actos pedagógicos para su instauración, sobre todo cuando se trata de aprender a argumentar y ser consecuente con la primacía del diálogo. El respeto por la diferencia y el reconocimiento de la diversidad son imprescindibles en un acto dialógico y hacen parte de una compostura autónoma. Mientras que el respeto por la diferencia denota profunda valoración por el otro como ser humano y elevado nivel de racionalidad crítica en la que el otro sea también muy importante para la existencia de la especie humana. De lo anterior puede colegirse que un auténtico proyecto educativo le da contenido, no solo a una transformación curricular, sino además a una sociedad que pretenda fundarse desde la convivencia pacífica. * Doctor en ciencias de la educación. Magister en Educación. Sociólogo. Profesor Titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. Coordinador del grupo Calidad de la Educación y PEI y de la red de maestros investigadores de las Normales Superiores de Antioquia.
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Por LINA MARCELA GALLO BENÍTEZ
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Algas, esponjas y corales en los bajos de la Punta Caribana
Hallado ecosistema coralino en Antioquia Son 395.214 metros cuadrados de área arrecifal explorada con gran diversidad marina. Según el docente Juan Diego Correa, sin duda, los registros de especies de peces, algas y esponjas marinas y cnidarios representan “un gran hallazgo, pues por primera vez en Antioquia podemos hablar de comunidades marinas con características coralinas; sin embargo, debemos guardar prudencia en el uso del concepto, estamos todavía conociendo el área, este
es un escenario ambiental muy especial, no es el típico escenario del arrecife coralino que se desarrolla en las aguas cristalinas del Caribe, con bajas concentraciones de nutrientes y alta transparencia, donde el sol puede llegar hasta el fondo y facilitar el desarrollo de estas comunidades”. Aguas con transparencias medias a reducidas, debido a los aportes de sedimentos que llegan desde el río Atrato y otros ríos de la costa oriental del Golfo de Urabá;
Restos coralinos encontrados en playas de la Punta Caribana
Fotos: convenio Corpouraba - UdeA
l registro de 38 especies de algas marinas, 15 especies de esponjas marinas y 14 especies de cnidarios en punta Caribana, ubicada al norte de Necoclí, da cuenta de la diversidad marina —desconocida hasta la fecha— de este sector del Golfo de Urabá. El hallazgo hace parte de los resultados que arroja la investigación adelantada en virtud del convenio entre Corpourabá y la Universidad de Antioquia. “La primera vez que hicimos una inmersión en el sitio nos recibieron grandes cardúmenes de peces de todo tipo, incluyendo peces coralinos típicos como el pez loro, pez ángel, pez mariposa, pez damisela; realmente es un acuario natural muy hermoso”, describe Juan Diego Correa Rendón, docente de la Seccional Urabá y coordinador del Grupo de Estudios Oceánicos —GEOC—, mientras continúa enumerando la diversidad de peces, esponjas y corales hallados en punta Caribana. La caracterización biológica de los fondos duros biogénicos de la punta Caribana es el objeto del convenio de cooperación entre Corpourabá y GEOC, adscrito a la Corporación Académica Ambiental de la Universidad de Antioquia, suscrito en septiembre de 2015 y cuyos hallazgos llaman la atención entre académicos e investigadores de las zonas marinas y costeras del Golfo de Urabá. Tras la decisión de trabajar en conjunto por el conocimiento de la zona, Corpourabá como autoridad ambiental de este territorio, y la Universidad de Antioquia, con su capacidad académica y científica representada en los docentes, investigadores y estudiantes que han estudiado durante años las zonas marinas y costeras de Urabá, se conformó un equipo de profesionales con experiencia en investigación marina con la ecóloga de zonas costeras Diana Andrade, coordinadora de la Unidad Ambiental Costera UAC – Darién de Corpourabá, mientras que por parte de la Universidad de Antioquia participaron el biólogo marino Fernando Parra, especialista en esponjas marinas; la ecóloga marina Lizette Quan, especialista en algas marinas; el ecólogo de zonas costeras Fabio Chaverra, la estudiante de biología Sara Eilyn Guzmán y Juan Diego Correa, coordinador del proyecto. Los bajos de la punta Caribana son una proyección a nivel submarino del Cerro del Águila, la elevación más importante en el norte de Necoclí; es decir, son producto de una continuación de ese relieve en el mar y sus niveles de profundidad oscilan entre uno y diez metros.
alta concentración de nutrientes asociados al nitrógeno, en contraposición a los arrecifes coralinos se reconocen por su capacidad de desarrollarse en aguas oligotróficas —con bajas concentraciones de nutrientes— y la diversidad biológica hallada, que denota gran complejidad trófica, son las características que hacen que esta comunidad marina se desarrolle bajo unas condiciones que captan la atención de los investigadores. “Aún en ese escenario estas comunidades marinas están logrando desarrollarse en algún equilibrio y eso para nosotros representa un gran potencial de investigación”, subraya Correa. Durante las salidas de campo también se encontraron varios ejemplares del tiburón Nodriza, un depredador tope que indica la existencia de representantes de todos los niveles tróficos. Tanto para Corpourabá como para la Universidad de Antioquia se hace necesario entonces continuar ahondando en el conocimiento de la diversidad biológica hallada en los bajos de la punta Caribana: “Debemos ahora precisar los intereses más urgentes de investigación para que este conocimiento se vea reflejado en los instrumentos y políticas en el manejo y conservación de estos ecosistemas”, puntualiza Juan Diego Correa.
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El nuevo guardián del Páramo de Sonsón Una nueva especie de frailejón se suma al inventario de la flora de las zonas límites con la nieve perpetua
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espués de seis años de reconocimientos y desarrollos científicos, que incluyeron salidas de campo, trabajo con colecciones y estudios sobre la biota del Páramo de Sonsón, los investigadores y estudiantes de la Universidad de Antioquia encontraron una nueva especie de frailejón que hace parte de ese ecosistema. Su hallazgo tan sorprendente como inesperado, se realizó en el cerro Las Palomas y también —en menor cantidad— en “La Vieja”, otra de las alturas que hacen parte del empinado Páramo de Sonsón, a 3.350 metros sobre el nivel del mar. De acuerdo con el profesor del Instituto de Biología, Fernando Alzate Guarín, todavía se busca cómo nombrar a la nueva especie y se adelanta la nominación o reconocimiento oficial ante la comunidad académica, así como la publicación de sus características en una revista internacional. ”Lo que se detectó a primera vista fue que era distinto y tras los análisis morfológicos y estudios moleculares de su ADN se refrendaron las hipótesis, de tal forma que con esta nueva especie en Antioquia se tienen cuatro de las 70 especies que hay en Colombia, Venezuela y Ecuador.
La especie nueva sólo se ha encontrado en Sonsón y es intermedia entre Espeletia hartwegiana, el frailejón que habita la zona del Nevado del Ruiz y Espeletia occidentalis que se conoce del Páramo de Belmira, en la cordillera central. Entre las características que se han estudiado y definido para validar la nueva especie se consideró la inflorescencia, es decir, la disposición de sus flores sobre las ramas. Lo que los investigadores hallaron es que las inflorescencias de la nueva especie son comparativamente más cortas que las desarrolladas por los restantes frailejones encontrados en Antioquia. Esta condición obliga a pensar que su relación con los polinizadores (aves e insectos), es distinta del
resto de las especies reconocidas. Al destacar lo maravilloso que resulta encontrar una especie micro endémica, el profesor del Instituto de Biología señaló que el hallazgo asombra, porque se trata de una especie que se aleja morfológicamente de las conocidas y que resulta ser producto de un evento evolutivo muy particular y ocurrido en una pequeñísima zona. Lo que también señala a las evidencias de la riqueza natural de este paramo tutelar del suroriente antioqueño, apenas considerado como tal desde 2010, gracias a que, en ese año, se realizaron los estudios cartográficos detallados. La ocurrencia de la nueva especie en un área tan pequeña y en la cual
se puede contar el número de individuos de este taxón, eleva a un alto riesgo de peligro de conservación a esta especie, sumado al efecto perjudicial del cambio climático sobre las especies de alta montaña. Los estudios morfológicos y moleculares mediante marcadores y secuencias de ADN, han demostrado la rareza de este frailejón y esto se ha logrado gracias al trabajo científico que desarrollaron los investigadores del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia bajo el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. En este empeño que inició en 2014-2015 se realizó una caracterización biológica para concluir el inventario de biodiversidad tanto de los cerros contiguos como de los corredores naturales que habitan y transitan especies de flora y fauna, donde los frailejones, como guardianes de los páramos, crecen densamente, son la especie más productora de biomasa o carbohidratos y permiten una mayor acumulación de agua, convirtiéndose en importantes reservorios de agua.
Zonas protegidas
Fotos: Fernando Alzate Guarín
Por ELIZABETH CAÑAS
“Donde hay páramos hay frailejones y estos pueden estar relacionados con más de 200 animales vertebrados sin contar miles de insectos”, dijo el profesor de la Universidad de Antioquia, al comentar que adicionalmente, los frailejones que reciben su nombre común por parecer frailes en la nubosidad de los páramos y el nombre científico “Espeletia” se dio en homenaje al Virrey de la Nueva Granada en 1789, José Manuel de Ezpeletia y Galdeano. Los páramos actúan como nichos que alojan los yacimientos de agua y constituyen las fuentes del agua del país. Este año y por decisión de la Corte Constitucional están excluidos de la explotación minera en Colombia y se reconoce públicamente que no obstante la gran diversidad de esas alturas está subexplorada. Los frailejones que son habitantes inherentes a los páramos están allí a la custodia de esas alturas para contribuir gracias a su estructura de liberación de agua y pueden alcanzar un tamaño hasta de 10 metros; tienen capacidades para reducir los efectos de la erosión de los suelos e incluso algunas propiedades medicinales.
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Estudiantes diseñaron dispositivo que alerta sobre falla cardiaca
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os estudiantes de Ingeniería Electrónica, próximos a graduarse, Fabián Cataño Sánchez, Licet Estrada Sánchez y Jorge Andrés López, realizaron como trabajo de grado para aspirar a su título profesional de ingenieros el “Prototipo de un dispositivo de ayuda temprana para personas con problemas cardíacos”. El objetivo de la propuesta fue “construir un dispositivo de alerta temprana para personas con problemas cardíacos, con el fin de establecer la ubicación del paciente por GPS y enviar una alerta combinando tecnología GSM (mensaje de texto) y GPRS (Internet) a una entidad de urgencias y a un familiar inmediato del usuario en caso de problemas cardíacos”, explican los diseñadores. El dispositivo funciona con batería y simcard (como un celular común), y puede ir conectado a un electrodo, pulsómetro o marcapasos, dependiendo del usuario. En esta propuesta inicial el desarrollo se adelantó a partir de bases de datos ficticias y pruebas simuladas en computador; de ahí que uno de los objetivos específicos de este trabajo fue “determinar la forma de manejar los datos simulados de pacientes con paros cardíacos”, observa Licet Estrada.“Este desarrollo tiene un componente tecnológico y social de los más avanzados que se han realizado en el Departamento de Ingeniería Electrónica, específicamente en el área de automatización y control. Todavía falta ajustar algunos detalles, pero en el aspecto de comunicación y seguridad es muy completo”, opina el ingeniero Orlando Carrillo Perilla, asesor del trabajo de grado. Como parte de los detalles técnicos, los estudiantes lograron diseñar el dispositivo de manera que sea lo más portable posible por los usuarios,; también definieron la forma de envío del mensaje de alerta, y al mismo tiempo establecieron la forma de aplicación de la tecnología GPS en el dispositivo de ayuda temprana, además de construir y manejar una base de datos de contacto de pacientes con tecnología web que les sirvió para llevar a cabo su adelanto científico. Al revisar antecedentes y hacer un estudio del arte de su pro-
Estudiantes de Ingeniería Electrónica diseñaron un software y un dispositivo que ayudan a ubicar a través de GPS a los pacientes con deficiencias cardíacas en caso de una urgencia. puesta, los estudiantes constataron que en el mercado aún no hay un dispositivo que funcione de una manera tan específica como el de ellos; “sin embargo, hay dispositivos de uso deportivo (relojes) que miden la frecuencia cardíaca y se valen del GPS para determinar la velocidad del sujeto”, precisa Licet.
¿De dónde surgió la idea? Con base en bibliografía en el área de la salud los estudiantes hallaron indicadores interesantes para darle rienda suelta a su propuesta; por ejemplo, algunos datos muestran que la enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en el mundo, la cual en 2008 produjo 17 millones de muertes; en Colombia, en el mismo año, representó el 28% de las muertes. Adicionalmente, la enfermedad cardíaca es una de las 10 causas de discapacidad de la población colombiana, con una cifra de 104.5 personas por cada mil habitantes; situación que genera “grandes costos para el sistema de salud, en atención, rehabilitación y seguimiento”, indican los diseñadores del proyecto. A pesar de que existen medicamentos que ayudan a reducir los casos de muerte por la enfermedad, las cifras todavía son altas, por ello la propuesta de los jóvenes ingenieros se enfoca en ayudar a la detección de los pacientes que pueden tener señales de riesgo cardíaco en su vida cotidiana. La metodología empleada por los estudiantes para la construcción del dispositivo y el software fue determinar la base de datos para el estudio (la cual es gratuita) y procesar la señal de ésta, definir el microcontrolador que requería el sistema, diseñar un entorno gráfico de gestión de datos, un servidor web y finalmente generar el mensaje de alerta, que es uno de los elementos esenciales del proyecto. Un aspecto fundamental en este desarrollo fue la base de datos que contiene 549 registros Foto: Facultad de Ingeniería
Por MAURICIO GALEANO QUIROZ*
de pacientes de ambos sexos con un promedio de edad de 50 años, de los cuales se hacen diagnósticos como: infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, bloqueo de rama, Dysrhythmia, hipertrofía miocárdica, enfermedad cardíaca valvular, miocarditis, misceláneos y controles sanos. Fabián Cataño explica que eel hardwaro del proyecto lo integras el microcontrolador con una tarjeta de acoplamiento, y un módulo celular que es el componente de comunicaciones del sistema. Además tiene una antena embebida y un chip GPo. En cuanto al software, se trata de un sistema que siempre está procesando una señal electrocardiográfica, y cuando detecta algún problema de paro cardíaco en el usuario se produce una alerta que genera un protocolo de comunicación con el servidor web para proporcionar los datos necesarios que envían el mensaje a una entidad de salud o al familiar del paciente. Los estudiantes también diseñaron un entorno gráfico para PCs que consiste en una interfaz de simulación para generar datos que se remiten al microcontrolador. El servidor para alojar la base de datos de los pacientes se obtuvo de manera gratuita en internes. Los datos que contiene son: nom-
bre de los usuarios, dos números telefónicos de las personas a las que se les envía el aviso de alerta, y la posición (latitud y longitud del paciente) dónde se produjo la emergencia. “Cuando la alarma se activa y el dispositivo envía la señal, la persona o la entidad lo recibe junto con un link, el cual da la ubicación del paciente que sufrió la emergencia cardíaca. Pero el sistema también hace una llamada perdida para que los receptores sientan el celular y revisen el mensaje de alarma. Si la persona destinataria no revisa el mensaje, entonces el dispositivo lo reenvía cada tres minutos hasta que verifique el link”, explica Jorge Andrés López. Carrillo Perilla considera que “esta propuesta es innovadora y tiene posibilidades de llevarse a escala industrial, si se cuenta con el respaldo de entidades de salud. ¡Es un excelente trabajo de investigación y desarrollo!”. El trabajo de grado obtuvo una buena calificación y fue destacado por el Departamento de Ingeniería Electrónica. Por ahora Licet y Jorge cumplieron con su investigación final de pregrado, pero Fabián está empeñado en continuar con esta propuesta como una iniciativa de emprendimiento a mediano plazo. *Coordinador de la Unidad de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería.
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Control cuántico a partir de la mecánica Por ÁNGELA AGUDELO RESTREPO
Naturaleza cuántica El investigador sostiene que si se quieren obtener efectos cuánticos de un sistema físico, se necesita enfriarlo; porque es la manera de aislarlo del universo y permitir que revele su naturaleza cuántica. Según él, “cada vez que un átomo, una molécula, un fotón, interaccionan con el ambiente que lo rodea, empieza a compartir su identidad”. “Este proceso —explica— lo conocemos como entrelazamiento cuántico y en él se comparten características cuánticas. La idea es evitar eso. ¿Por qué? Porque los físicos estamos haciendo la promesa de una nueva revolución tecnológica: la computación cuántica. Una vez tengamos el poder de abordar este tipo de computación, habrá un cambio de paradigma en la manera cómo vemos la tecnología”. Agrega que: “necesitamos que aquellos objetos con los que pensamos realizar las tareas de información cuántica se puedan llevar a ese régimen donde ellos dicen ‘sí, yo me comporto según la mecánica cuántica’”.
Foto: Ángela Agudelo
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as investigaciones que desarrolló el profesor Leonardo A. Pachón Contreras en el marco de su primer proyecto de investigación financiado por la Universidad, “Enfriamiento de resonadores mecánicos: efectos de la dinámica no-markoviana en el control óptimo cuántico”, no paran de generar productos de nuevo conocimiento. “Esta semana recibimos respuestas positivas; si esto llega a resultar, sería el primer artículo hecho en Colombia por colombianos, publicado en esta revista”, dijo el investigador, del Instituto de Física, a propósito del artículo que está próximo a salir en Physical Review Letters, una de las revistas más importantes de física en el mundo. El proyecto, con el que se formaron dos estudiantes de maestría y uno de pregrado, llevó al profesor Pachón Contreras, coordinador de los programas de Posgrado de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, a ganarse el Premio de Investigación Universidad de Antioquia 2015, primera categoría.
“Decidimos enfocarnos en los nano-resonadores mecánicos, consistentes en una lámina metálica diminuta, de un tamaño de 10-18 kilogramos, más pequeña que una millonésima de milímetro”, cuenta. Según Pachón Contreras, los nano-resonadores son dispositivos que se usan como una interfaz entre las dos tecnologías cuánticas que existen: la óptica y la electrónica, y se construyen a partir de la optomecánica, “que es la tercera tecnología cuántica que se desarrolló, con la ventaja de ser capaz de acoplar las otras dos”. El ambicioso proyecto, desarrollado entre febrero de 2013 y febrero de 2015, requirió de las colaboraciones de las universidades de Toronto (Canadá), Harvard (Estados Unidos) y Zaragoza (España), que exploraron diversos elementos para luego condensarlos en el artículo. “Fuimos capaces de explicar, por ejemplo, un fenómeno que se llama control coherente asistido por baños térmicos, y estudiamos un proceso que se llama sincronización cuántica en resonadores mecánicos; allí encontramos que es más difícil sincronizar en mecánica cuántica que en mecánica clásica. Colegas en Japón, del NTT Basic Research Laboratories, ya cuentan
con la tecnología necesaria para verificar algunas de nuestras ideas y resultados”, observa el investigador Pachón. Uno de los resultados principales de la investigación fue el diseño de una estrategia para enfriar resonadores hasta una milésima de una millonésima de grado, es decir, hasta 1 nano-Kelvin. Para diseñar esta estrategia, se combinó el control óptimo con disciplinas como la física estadística, la termodinámica, el control coherente de sistemas optomecánicos. Dentro de la investigación, se publicaron diez artículos que abordan aspectos individuales del problema, entre ellos el control coherente de sistemas optomecánicos, los efectos de memoria (o de la dinámica no-markoviana), la termodinámica y la estadística, que constituyeron por su parte investigaciones cuyos resultados más relevantes aparecen en el informe final, que se envió a finales del año pasado para ser incluido en Physical Review Letters.
La física como lenguaje El profesor Leonardo A. Pachón es físico de la Universidad Industrial de Santander y doctor en Física de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. A sus 33 años, ha
publicado más de 30 artículos científicos y realizado posdoctorados en las universidades de Toronto y Harvard. “La ciencia es la construcción social más refinada y elaborada que tiene la humanidad y que ha pasado de generación en generación por más de 2000 años. La física es un lenguaje que hemos construido para hablar con la naturaleza. Cuando uno logra combinar todo, explota la creatividad. Por eso, hay que estar abierto a todo; no es justo quedarse con un solo pedacito de lo que hemos construido”, señala. Destaca que en sus clases, “tiendo a transmitir el interés por lo que estamos haciendo más que el conocimiento mismo; el conocimiento está en todas partes; si los alumnos están interesados, ellos mismos van y lo buscan”. Este año, junto con los profesores Jorge Zuluaga, coordinador del pregrado de Astronomía, y Jaime Osorio, director del Instituto de Física, el profesor Leonardo A. Pachón quiere ir a los colegios y a la plaza pública, para contar qué es lo que hace un físico y cómo sus habilidades de abstracción analítica y de formulación de modelos pueden servir en muchas actividades de la vida diaria.
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Foto: Sergio Alzate
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Juan Diego investiga el grafeno, el material del futuro Por SERGIO ALZATE
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uan Diego Zapata Caro es docente investigador del Grupo de Ingenierías y Telecomunicaciones Aplicadas (GITA) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia. Como parte de los estudios de doctorado que adelanta en ingeniería electrónica entre 2013 y 2015 realizó una pasantía en el Instituto de Nanomateriales y Nanotecnología MackGraphe de Brasil. La pasantía surge como una interacción entre el grupo de investigación GITA, a través de la profesora Ana María Cárdenas, orientadora de Juan Diego, y profesores de las universidades brasileras de Campinas y de Mackenzie. “En un inicio la pasantía era de sólo seis meses. Ya después, gracias a mi desempeño en ese semestre inicial, el centro a través de su coordinador me propuso quedarme otro año y medio”, cuenta el investigador que durante su estadía en el vecino país investigó las posibles aplicaciones para un material que está revolucionando el mundo de la tecnología: el grafeno. “El grafeno es un material superlativo, por encima de los demás materiales existentes, porque, además de ser transparente, tiene una alta conductividad eléctrica”, dice
Juan Diego. Estas características se traducen en nuevas posibilidades para las tecnologías táctiles de los dispositivos móviles y de cómputo de la actualidad, cuyas pantallas están hechas con base en óxido de titanio, material costoso y escaso en la naturaleza. También poco flexible y, por consiguiente, dado a quebrarse ante impactos o golpes, limitándose así la vida útil de las pantallas de celulares o tabletas. El grafeno se muestra entonces como una alternativa atractiva, dada su flexibilidad y conductividad, “permitiendo mejorar estas tecnologías actuales, haciéndolas más flexibles y resistentes de lo que alguna vez lo han podido ser”. Pero esta dimensión no es la única que puede verse impactada por la utilización del grafeno. En medicina, por ejemplo, podría servir para la construcción de aparatos como sensores magnéticos y eléctricos que permitirían sensar pequeñas moléculas, como moléculas sanguíneas. Igualmente, la secuenciación de ADN en biología sería más práctica gracias a las características del grafeno. En cuanto al área de comunicaciones, este material puede usarse como modulador para mejorar señales, como fuente de pulsos cortos o como receptor. “El sector de las comunicaciones fue donde yo trabajé e investigué durante mi pasantía”, dice Juan Diego, “y allí construí un láser de fibra a bajo costo, pues es necesario optimizar recursos para producir
avances baratos, estables y funcionales que impacten la manera de transmitir datos”. Las comunicaciones vía fibra óptica necesitan de láseres transmisores de información, también llamados portadora. En ocasiones es indispensable una gran cantidad de láseres para llevar diferentes datos. Entonces —explica Juan Diego —, “si vos tenés cuarenta láseres, necesitás cuarenta modulares y esto se convierte en un sistema complejo, cada vez que tenés que transmitir una nueva información por una determinada portadora”. Sin embargo, gracias al láser producto de su investigación, se podría sustituir los cuarenta láseres por uno solo, capaz de transmitir por cuarenta canales la información que se necesita llevar de A a B. Este láser se traduce en un ahorro de costos, además de ser una herramienta versátil que podría impactar también en la biología y en la química por su posibilidad de ver en el espectro del infrarrojo procesos de absorción de y de emisión. “Si quisieras ver el avance de un cáncer, podrías hacerlo mediante un análisis de espectroscopia, el cual utiliza láser para analizar la región en la que se está gestando la enfermedad”, resalta Juan Diego como uno de los tantos posibles usos que su avance podría tener en áreas diferentes a la comunicación. La patente para este láser todavía está en trámites en Brasil. “Este trámite es un poco tedioso, un poco demorado, pero la idea es pa-
tentar el láser allá, entre la Universidad de Antioquia y el Instituto de Nanomateriales y Nanotecnología Mackgraphe”, cuenta Juan Diego. Pero su interés investigativo no termina allí. En Medellín ha estado realizando pruebas de un polarizador basado en grafeno, para compensar algunos fenómenos en los sistemas de transmisión de largo alcance a altas tasas de repetición. “Por fortuna, los primeros ensayos realizados funcionaron bastante bien y hay interés de producir este dispositivo masivamente”, explica. De conseguirse este objetivo, la patente sería radicada en Colombia y sería exclusiva de la Alma Máter. “Es importante tener lo que en portugués se conoce como parcerias científicas: asociaciones de centros, asesores y personas externas que estén evaluando tu trabajo y que estén viendo la importancia de él, encaminándolo hacia un objetivo específico”, dice Juan Diego. Gracias a su estancia en Brasil, Juan Diego logró gestionar contactos con investigadores de países como Singapur, Inglaterra, Portugal y, por supuesto, Brasil. “Se nos abrieron de esta manera una infinidad de puertas. Esto es una red que se tiene que ir tejiendo conjuntamente, basada en desempeños óptimos y en la importancia de las parcerias”. Adicional a esto, tuvo la oportunidad de publicar los resultados de sus investigaciones en revistas internacionales como Scientific Reports, ACS Nano y The Journal of Lightwave Technology.
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Académicos se benefician con exención de visa Por ANDREA QUINTERO CARDONA
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l Acuerdo de exención de visa suscrito por Colombia con la Unión Europea en diciembre de 2015 abrió las puertas para un tránsito más libre hacia este continente y, aunque los beneficiados son todos los colombianos, para la comunidad académica esta medida facilita su participación en cursos, investigaciones y eventos internacionales por menos de 90 días, reduciendo los costos y los trámites que antes representaban un obstáculo. Según este Acuerdo, los ciudadanos colombianos pueden realizar visitas de corta estadía, en los 30 países miembros, siempre que sus fines sean turísticos, de negocios, para tratamientos médicos y visitas familiares, deportivos, de intercambio cultural, cubrimiento de medios de comunicación, asistencia a eventos y estudios de corto plazo. Esta última modalidad contempla cursos cortos de invierno o verano, cursos de idiomas, misiones académicas y algunas pasantías de investigación, rotaciones médicas y prácticas profesionales. De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia (Cancillería), esta exención puede contribuir al posicionamiento de la calidad académica de Colombia a nivel internacional, ya que “el acuerdo contempla la posibilidad de realizar estudios cortos en distintas disciplinas, de este modo el aprovechamiento de dichos espacios es ahora un reto para las instituciones educativas del país, para que promuevan el intercambio cultural y académico tanto de sus estudiantes como de profesores. El logro que significó la firma del Acuerdo de eliminación de visa de corta de estadía con la Unión Europea se traduce en beneficios para la libre movilidad de todos los colombianos”. Existen actividades que no hacen parte de las posibilidades que ofrece la exención, como los intercambios académicos, los programas completos de pregrado o posgrado, las dobles titulaciones y las estancias posdoctorales. Estos estudios suelen desarrollarse en 120 días o más y, por tanto, se debe solicitar una visa de larga duración o residencia. Además, según la Cancillería, “en la actualidad ningún acuerdo de exención de visa de corta estadía prevé una ampliación ni de plazos ni de actividades a desarrollar en el país de destino”. Una lectura de las cifras de internacionalización de la Univer-
sidad de Antioquia señala que la comunidad académica opta, en la mayoría de las ocasiones, por los tipos de movilidad contemplados en este Acuerdo. Del total de estudiantes de pregrado y posgrado que viajaron al exterior en 2015, el 55% lo hicieron en un tiempo igual o inferior a los 90 días permitidos y bajo las modalidades de cursos cortos, rotaciones, prácticas, misiones y pasantías. En cuanto a los docentes que se movilizaron, casi el 100% participó en cursos cortos,
pasantías de investigación y como profesores invitados. Así mismo, 20 países de la Unión Europea donde aplica la exención de la visa fueron elegidos por los estudiantes y profesores de la Universidad como destinos académicos durante 2015. Entre los más recurrentes están España, Italia, Alemania, Francia y Suiza. “La exención de visa facilita la movilidad de los colombianos en 30 países del mundo que nos abrieron sus puertas desde el 3 de diciembre
El Acuerdo de exención de visa aplica para: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca (sin Groenlandia ni las Islas Feroe), Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia (sin los territorios de ultramar), Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, Suecia y Suiza. Sobre los territorios de ultramar de Países Bajos, Aruba la eliminó desde el 3 de diciembre de 2015, en tanto que Curazao descartó el requisito de visado desde el 1 de agosto de 2015. Ni Irlanda ni el Reino Unido se encuentran dentro del Acuerdo, por lo que es necesario solicitar una visa para ingresar.
de 2015; siendo actualmente 75 países los que eximen de visa a los connacionales y promueven el intercambio cultural, académico y deportivo”, resalta la Cancillería.
Recorrer el continente Uno de los objetivos de la movilidad académica es propiciar el intercambio cultural, razón por la cual es además beneficioso que se puedan realizar entradas múltiples a los países miembros. Sin embargo, no se puede olvidar contabilizar los días de permanencia dentro de los territorios, ya que el período total de la estancia no debe exceder los 90 días, continuos o no, dentro de un periodo de 180 días. También es importante recordar, sobre todo para aquellos jóvenes que viajan al continente europeo como “mochileros”, que entre algunos estados se realizan controles fronterizos o policiales, por lo que se debe mantener la documentación en regla y, aunque haya exención de visa, es necesario presentar soportes para la estadía como reservas de hotel, cartas de invitación y recursos económicos. Los estados miembros del Acuerdo comprueban que los ciudadanos colombianos cuenten con los recursos económicos suficientes para permanecer en cualquiera de ellos, para regresar al país de origen o para realizar un tránsito a otro territorio. No existe un presupuesto mínimo ni máximo, éste depende directamente de los lugares que se pretendan visitar y del tiempo de la estadía. Para probar los medios de subsistencia suficientes las embajadas se basan en los montos que las personas poseen en efectivo, cheques o tarjetas de crédito, recursos familiares o documentación que certifique que son beneficiarios de una beca, la cual puede ser emitida por las universidades o por las mismas instituciones que ofrecen la financiación. Debe tenerse en cuenta que la exención no permite trabajar en los territorios visitados, ya que todos las naciones involucradas exigen un visado para realizar cualquier actividad remunerada, incluso si es por menos de 90 días. Es importante ponerse en contacto con la embajada o consulado de cada país con el fin de conocer la normatividad para los estudiantes internacionales, en cuanto al lugar, la actividad y al tiempo autorizados para trabajar. Consulte mayor información en www.cancilleria.gov.co, ingresando al botón “Información clave para viajar a Europa sin visa”.
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Por Grupo de investigación Aliados con el Planeta*
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omo tantas cosas en la vida que cuajan al fragor del tiempo, en 2009, un grupo de estudiantes de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería, quienes venían afianzando sus afinidades académicas, decidieron aunar esfuerzos en torno a un tema que les permitiera no solo crecer en sabiduría, sino también pulirse como personas. Para lograr ser profesionales integrales, hallaron en el concepto huella ecológica la disculpa aglutinante. Podría decirse que desde la década del sesenta ciertas manifestaciones contraproducentes de la naturaleza, al ser interpretadas por la ciencia, pusieron en evidencia que algunas de ellas tenían la autoría de la especie humana. Países, organizaciones y personas iniciaron, casi a contracorriente, luchas para frenar o atenuar tal situación. Desde entonces reuniones, cumbres, declaraciones, entre otros mecanismos han venido promoviéndose, todos ellos echando mano de la producción científica que respalda la veracidad de las causas, y posibilita encausar decisiones y actividades en pro de la salud del ecosistema planetario. Una vez acuñado el concepto de desarrollo sostenible (Declaración de Río, 1992), muchos Estados han encontrado en él la forma propicia para alcanzar una relación armónica especie humana-naturaleza, en tanto se propende por el desarrollo. En consecuencia, es menester diseñar herramientas fiables para analizar qué tan sostenible puede ser el modelo de desarrollo. Una de dichas herramientas es el indicador huella ecológica, diseñado por Mathis Wackernagel en su tesis doctoral (1998), con la asesoría del profesor Willam Rees de la Universidad de British Columbia. Dicho indicador estima los requerimientos de una determinada población, en cuanto a consumo de recursos y asimilación de desechos, expresados en área de tierra productiva y agua demandada. Existen hoy datos de huella ecológica de países y regiones, de tal forma que se pueden establecer comparaciones y corroborar lo que la observación científica encontraba evidente: los países industrializados superan varias veces la capacidad biológica de sus ecosistemas, con lo cual merma el disfrute a plenitud de la presente y las futuras generaciones. A modo de ejemplo; quienes habitan la ciudad de Medellín (328 km²), no obtienen los productos alimenticios del propio territorio sino que deben traerlos, en el mejor de los casos, de los municipios vecinos, con lo cual se ocupa un área mayor para proveer de
Pesquisas y cálculos: la huella ecológica de la U Yo no sabía que el azul mañana es vago espectro del brumoso ayer… —Del poema Lamentaciones de octubre, de Porfirio Barba Jacob—
Ilustración: Lía Isabel Alviar Ramírez
alimentos a sus habitantes. A su vez, los desechos producidos por las actividades de la población se entierran lejos de la ciudad, en otro municipio, y por tanto se está ocupando más territorio que los 328 km² mencionados. En esta inequidad invisibilizada por el modelo de desarrollo, el cual desatiende el minúsculo detalle de que tanto la naturaleza como
el ecosistema terráqueo tienen límites, y que la especie humana está irremediablemente suscrita a ellos, el grupo de investigación Aliados con el planeta encontró un filón de conocimiento y un núcleo de solidaridades, de tal suerte que entre pesquisas y cálculos, entre agobios académicos y efímeras vacaciones, paso a paso logró, en forma bastante minuciosa, establecer la huella ecológica del campus principal de nuestra Universidad, para el año en el cual nacieron las inquietudes. Aun cuando hayan transcurrido seis años, tanto la información como la experiencia son válidas; la comparación es una herramienta clave del conocimiento y con esta línea base, la Universidad podrá mirarse periódicamente y asumir responsabilidades nuevas en pro de la salud del planeta, necesidad urgente y ya bien documentada.
Resultados La sede central cuenta con un área total de 237.498 m², de los
cuales 156.594 m² están destinados a edificaciones y 80.904 m² a zonas verdes (árboles y jardines). El hecho de estar ubicada en un bosque húmedo premontano o tierra cafetera, hace de su ecosistema un lugar proclive a conformar redes ecológicas con otros espacios verdes, estratégicos de la ciudad. En consecuencia es refugio, lugar de paso y sitio de alimentación de aves, mamíferos y reptiles. A su vez, la colección de árboles, como se verá más adelante, es importante en cuanto a captura de dióxido de carbono, gas contribuyente con el calentamiento global. Si se parte de una huella ecológica teórica definida a nivel mundial de 1.8 ha/persona. Considerando que todo cuanto atañe a la actividad de educación superior se desenvuelve dentro de los claustros el 30% de la vida, dicha huella ecológica teórica sería de 0,54 ha/ persona. Ahora bien, aplicando tal razonamiento a quienes habitan la Universidad, para el año de estudio y sabiendo que en aquel entonces el campus contaba con una población de 30.081 personas entre estudiantes, docentes empleados y visitantes, la huella ecológica calculada fue de 0,048 ha/personaUdeA, lo cual significa que se requerirían 1.426,15 ha o dicho de
otro modo, 60,16 campus, para sostener la mencionada población. Para establecer la huella ecológica de 0,048 ha/personaUdeA, se llevaron a cabo ingentes pesquisas encaminadas a cuantificar en términos de hectáreas, las actividades propias del discurrir universitario; grosso modo se presentan a continuación: —Servicios públicos: consecución de los datos del consumo de energía eléctrica y gas; a su vez, del consumo de agua potable y la cantidad de agua residual. —Transporte: se indagó sobre el tipo de vehículos (Metro, bus, taxi, bicicleta...); si se usaba transporte público, institucional o privado, así como también las distancias recorridas y la clase de combustible (diesel, gasolina extra y corriente). —Alimentación: previa encuesta realizada a las cafeterías de la Universidad, se establecieron las siguientes categorías: frutas y verduras, bebidas, fritos, arepas, granos y abarrotes, carnes y productos fríos, helados, panadería, comidas rápidas, y chucherías. Se halló para cada categoría la productividad, es decir, la cantidad de producto que anualmente se puede cosechar de una hectárea de terreno. En este ítem se considera además el transporte desde el lugar de origen.
—Cigarrillos y productos desechables: además de cigarrillos, se contabilizaron los utensilios de plástico e icopor. —Papel: el cálculo se basó en el consumo en peso, hecho por la Librería, la Tienda Universitaria, la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz y los diferentes centros de documentación, la imprenta, la administración, más la valoración de otras formas de consumo. —Residuos sólidos: fueron evaluados todos los aspectos de las diferentes categorías de este tipo de residuos; los sólidos orgánicos merecieron especial atención, dada la actividad de compostaje que se lleva a cabo en los predios de la Universidad. Si bien es cierto que el indicador huella ecológica hallado para el campus evidencia que serían necesarias 60 áreas iguales para sostener sus usuarios y actividades, lo cual es de hecho preocupante, también es cierto que la sede realizó acciones encaminadas a mejorar el ecosistema Universidad. Dos de tales acciones fueron valoradas en términos de lo que podría llamarse contrahuella: —Colección de árboles: una población de 2.282 individuos de diferentes especies, con los cuales se obtiene una captura de CO2 de 298,89 toneladas. —Las 344,5 toneladas de residuos orgánicos producidas durante el año en cuestión, fueron compostadas y utilizadas como abono en el propio campus, con lo cual se evitan emisiones de CO2 ocasionadas por el transporte y uso de fertilizantes, por no ser transportadas hasta el relleno sanitario y obviamente por no ocupar un área en éste; dicho en números, se habla de 876,85 toneladas de CO2 confinadas. Sumada la captura de dióxido de carbono de las actividades anteriormente mencionadas, y puestas en términos de área, cual es la forma de presentación de la huella ecológica, se encuentra que equivalen a un campus UdeA es decir, a 237.498 m². En consecuencia, vale la pena cuidar los bosques urbanos con sus peculiaridades de manejo y ser responsables con la rutina de separación de residuos sólidos. Dice la filósofa española María Zambrano que el método es el camino… Pues bien, caminando despacio y firmemente, el grupo de investigación Aliados con el planeta halló no solo la Huella Ecológica de la sede central de la Universidad de Antioquia, sino también, en medio de las pesquisas pudo bosquejar un camino para futuros cálculos que posibiliten la toma de consciencia de quienes disfrutan del campus y la toma de decisiones de quienes lo administran. * El grupo está integrado por estudiantes de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería.
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Foto: Alejandra Carmona
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Robinson busca soluciones amigables Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA
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obinson Aguirre Ocampo, egresado de Ingeniería de Materiales, ganó el Premio a la Investigación Universidad de Antioquia 2015 por su trabajo “Obtención de nanotubos sobre titanio C.P mediante la técnica de anodizado empleando soluciones ambientales amigables”. El proyecto nació en el Centro de investigación, innovación y desarrollo de materiales de la Facultad de Ingeniería, donde Aguirre era auxiliar de investigación. Él hizo eco a la propuesta de uno de los profesores que los incentivó a trabajar más el método en el que el grupo de investigación ya tenía bagaje en la técnica de anodizado. La técnica de anodizado —explica Aguirre-— es la que genera la formación de los nanotubos que, como su nombre lo indica, son estructuras tubulares muy pequeñas. Esta técnica consiste en hacer crecer, en el titanio, una capa de óxido artificial por medio de la adición de flúor con mejores propiedades que la natural que el titanio tiene la capacidad de formar. La nueva capa artificial genera soluciones ambientales amigables, en contraste con los nanotubos que se hacían con ácido fluorhídrico, un reactivo peligroso y de difícil manejo. “Lo que hicimos fue reemplazarlo por dos sales: fluoruro de sodio y de amonio, que son sólidos y no son tan corrosivos. Con estos, se obtuvieron morfologías y recubrimientos muy similares a los que se obtienen por ácido fluorhídrico”, dice Aguirre. Otra de las utilidades del trabajo, tiene que ver con el aprovechamiento que se le ha dado al titanio, utilizado como implante en aplicaciones biomédicas. El
problema es que alrededor del 50% de los implantes de titanio se rechazan. “Lo que se ha estudiado es que aunque el titanio tenga muy buenas propiedades, a veces la interacción entre las células del hueso y el material se dificulta por la superficie del mismo. Lo que hacemos con nuestra técnica es cambiar la morfología superficial del material, esa capa artificial que, a diferencia de la natural, sí ha tenido muy buena interacción con las células del hueso”, precisa Aguirre Ocampo. Para el Ingeniero, una de las mayores complicaciones en la realización del proyecto es que en Colombia se ha trabajado muy poco el tema, ya que para los trabajos de nanotecnología, es fundamental el apoyo de la microscopía. Los equipos son muy escasos en el país y sin estos, las microestructuras no se pueden visualizar. “Uno —asegura— al principio es ciego, diverge mucho y no sabe hacia dónde ir. No hay con qué comparar para saber si uno va bien. Traer los conocimientos de los artículos a la realidad es muy complicado porque nuestras condiciones son diferentes a las de otros países. Cuando uno ve resultados es muy satisfactorio, de eso se trata la investigación, de aventurarse a un mundo nuevo todos los días. Se puede investigar toda la vida sobre un tema y nunca es lo mismo. Siempre hay nuevas fronteras para vencer. Es muy interesante y divertido, te saca de la rutina”. Robinson Aguirre empezó como monitor en el Laboratorio de Materialografía. Después fue Joven Investigador UdeA. Se graduó y empezó a estudiar la maestría en Ingeniería de Materiales; al terminar el primer semestre, ganó la beca de Colciencias para hacer su doctorado en la misma disciplina, al que se dedica en la actualidad.
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Foto: Archivo Dirección de Regionalización
Universidad y enfoque territorial para la paz:
Hacia un proyecto geoeducativo
Por ALEJANDRO PIMIENTA BETANCUR*
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n los diálogos de La Habana se ha reconocido que el conflicto colombiano es territorial y regional, en el sentido que tiene expresiones diferenciadas a lo largo y ancho de la geografía colombiana. Pero un análisis más detallado sobre el sentido de ese reconocimiento en el Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y las Víctimas, a los acuerdos logrados en cada punto de negociación y a la agenda de posconflicto que viene anunciando el Gobierno Santos, permite identificar que lo territorial y lo regional es entendido como contexto, entorno o circunstancia alrededor del hecho o fenómeno de conflicto, de paz o de posconflicto. Sin embargo, se puede superar esa idea simplista y entender al territorio y la región como una producción social cuando pensamos lo que puede implicar la idea transversal de los acuerdos que dice que
la paz tiene un “enfoque territorial”. Llevar a cabo ese enfoque, materializarlo y situarlo es lo que debe interpelar a los actores sociales e institucionales como las universidades, porque es la forma de darle contenido al posconflicto y a la construcción de paz. Entonces, si a la Universidad de Antioquia le corresponde aportar a construir proyectos políticos territoriales desde su quehacer, en cumplimiento de sus ejes misionales, tal como se puede comprender en los documentos institucionales, justamente ese puede ser su proyecto geoeducativo para la construcción de paz y posconflicto: que el territorio sea un derecho, en el sentido que permita la experiencia de justicia espacial en sus habitantes. Un proyecto político es una producción de un orden socioespacial, que se concreta mediante todo un conjunto de ideas, concepciones, reglas, objetos y acciones, que dan pie a que unas prácticas políticas específicas sean prácticas espaciales articulatorias de un orden, en tanto permiten que la forma de hacer y significar particular del proyecto tome el lugar de la totalidad. En un proyecto geoeducativo lo que le da sentido
a ese orden espacial es el derecho al territorio. En un proyecto geoestratégico como los que promueve el gobierno Santos, la lógica es de un uso corporativo del territorio, es decir, la primacía del mercado y de los actores globales más poderosos. En un proyecto y otro el posconflicto significa y se materializa de diferente forma, es decir, el posconflicto no es un nuevo proyecto sino que es una agenda que se va incorporando a los proyectos políticos que vivimos en Colombia. Eso implica que lo que está en juego no es tanto la definición del posconflicto y de toda la familia de significantes que lo acompañan, como educación para la paz, sino con qué se articula, es decir, en cuál cadena de significación y acción lo vamos a poner a jugar. La universidad no puede quedarse como espectadora. El enfoque territorial de la universidad es su proyecto geoeducativo, lo cual implica: 1. Entendiendo que el espacio regional ya no es un espacio de la contigüidad con lógica zonal cuya forma de acción está a la expectativa de lo que pasa en otras escalas. No puede ser un espacio
subordinado de lo cosmopolita global. El concepto de región y de regionalización que puede alimentar un proyecto geoeducativo de universidad es el que entiende que en el periodo actual los espacios se configuran de manera discontinua, en la lógica de las redes, con diversos grados de movilidad y superposición, que le dan a la región una configuración relacional con diferentes espacios y escalas. La regionalización por tanto no puede tener una idea esencializada de la región y debe incorporar una significación más política y espacial que reconozca la regionalización como una práctica de inclusión/exclusión. Dicho de otra manera, la regionalización es una práctica articulatoria y en este caso, su acción debe estar significada con sus principios políticos y educativos. Por tanto, no hay otra opción, sin negar su propia naturaleza, que la universidad asuma a la acción de regionalización como la práctica que busca la justicia espacial, es decir, el derecho al territorio que tiene la ciudadanía. La única opción para una universidad pública es excluir de su práctica de regionalización toda lógica que coincida con un uso corporativo
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*Profesor del Instituto de Estudios Regionales, Iner, Universidad de Antioquia
Construir sociedad, el reto
Foto: Ángela Agudelo
y hegemónico del espacio y que haga del espacio un conglomerado de exclusión. 2. El proyecto geoeducativo entiende la dimensión escalar y relacional del espacio y, por tanto, reconoce formas diferenciadas de relación entre la Universidad de Antioquia en Medellín y la Universidad de Antioquia en las regiones. El debate no es entre descentralización y autonomía, aunque eso hace parte del problema. El centro de la cuestión es la relación entre escalas, para revisar que el proyecto geoeducativo no reproduzca la lógica del acontecer jerárquico, en que los comandos de operación están localizados en otro tiempo y espacio. No es caer en el exceso del lugar, en el cual la razón local se opone sin más a la razón global, en la que tampoco hay una perspectiva relacional. La única manera de crear las condiciones para un proyecto geoeducativo de universidad para el posconflicto es tomando decisiones que permitan el incremento de las capacidades en las regiones, que por nuestra naturaleza universitaria, es lo que llamamos comunidad académica, es decir, garantizando interlocutores. 3. Involucrando la experiencia. La universidad acumula un conocimiento sobre el conflicto armado, la construcción de paz y la formación ciudadana desde un mirada territorial y espacial, lo cual debe ser puesto a disposición del proyecto geoeducativo. Es decir, la universidad en el posconflicto no es la nueva universidad, o la universidad de la calidad, y mucho menos la universidad profesionalizante. Es la universidad que reconoce su experiencia y conocimiento, y que cumple con su ethos de construcción de lo público. Dicho de otra manera, no hay que reinventar la universidad, simplemente actuar ética y con sentido de lo público, que no es otra cosa que coherencia entre el deber ser y el hacer. Así, no hay dicotomía para decidir si la universidad apoya los procesos corporativos del territorio o apoya el derecho al territorio y la justicia espacial. 4. Finalmente, ese es el horizonte de sentido para una educación para la paz, y para articular propuestas que hacen los políticos, como la cátedra de la paz. Eso es formación ciudadana, entendida como la categoría más amplia que articula todo tipo de procesos educativos que tienen en común el propósito de cualificar el hacer político. Por supuesto hay muchas intencionalidades y formas porque cada proyecto político tiene su forma de entender a la formación ciudadana. Pero, por lo dicho, en el proyecto geoeducativo la formación ciudadana es espacial, situada, para la praxis política, de manera que aporte a la justicia espacial.
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¿De qué hablamos cuando hablamos de paz? fue el eje de la conversación que sostuvieron los expertos (de izq. a der.) Marta Villa, Jorge Giraldo y Germán Valencia. La Mesa Universitaria por la Paz fue moderada por Adrián Restrepo. Por ÁNGELA AGUDELO RESTREPO
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na vez se firme el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, la tarea que sigue será pensarnos como sociedad y empezar a construirla, a partir de la implementación de cada uno de los cinco puntos de esa agenda acordada, coincidieron en afirmar los expertos invitados a la quinta sesión de la Mesa Universitaria por la Paz “¿De qué hablamos cuando hablamos de paz?”, el 16 de febrero en la plazoleta Barrientos de Ciudad Universitaria. “El Gobierno considera que es una etapa que puede demorar unos 10 años; y va a tener unos primeros dos años que son neurálgicos, porque son años en los que hay que ganar confianza de las partes, confianza de la ciudadanía”, expresó Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Humanidades de Eafit y uno de los 12 expertos que integraron la Comisión histórica del conflicto y sus víctimas. El académico es optimista respecto de las capacidades que tiene Colombia, pues el país “en el concierto mundial, siempre se ha visto como una especie de promesa secularmente postergada; somos como la promesa que la comunidad internacional hace muchos años está esperando que se realice”, observó. En la Mesa Universitaria por la Paz que promueve la Universidad de Antioquia también participaron Marta Villa Martínez, directora de la Corporación Región, y los profesores Germán Valencia Agudelo y Adrián Restrepo Parra, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.
Oportunidad histórica La directora de la Corporación Región ve el proceso de paz con las Farc “con esperanza, porque creemos que es un paso histórico en este país; no porque ahí se esté jugando todo, no porque ahí se vaya a resolver todo, no porque lo que sigue sea el paraíso”. Según Villa Martínez, este acuerdo será la oportunidad de solucionar una confrontación armada de décadas por la vía de la negociación política. Resaltó, asimismo, el acotamiento de la agenda: “si bien lo que se está negociando en La Habana es un conflicto armado, la implementación de los cinco puntos del acuerdo conlleva a otros factores y a otros sectores más allá de Gobierno-Farc”. “Es una negociación que nos está interpelando como sociedad, en términos de los imaginarios que tenemos, por ejemplo, en el tema de justicia social”, indicó. Además de que demuestra “que es posible en este país ejercer la política a través de la palabra, a través de los espacios que la Constitución y el estado de derecho establecen”. En el tema de víctimas destacó que precisamente la Corporación trabaja con la Universidad de Antioquia en un proyecto sobre el informe “Medellín Basta Ya”, que “es una investigación sobre el conflicto armado y las violencias que ha habido en Medellín de los años 80 hacia acá. En ella queremos dar cuenta de qué es lo que ha pasado, porqué ha pasado, qué afectaciones ha generado, y cuál es un poco la perspectiva de reparación de la ciudad”. Y agregó: “en muchos de los ejercicios de memoria, de ejercicios con víctimas, de contar lo que pasa, que hemos hecho, creo que hay una invitación y una interpelación a la sociedad para que seamos capaces de escuchar lo que nos están contando. Es un poco la reflexión que hace María Teresa Uribe de la necesidad de que
esa palabra de las víctimas, de que ese sufrimiento tenga un lugar en el escenario público”.
Entender el conflicto Una de las explicaciones de que las negociaciones de La Habana estén siendo exitosas, según Jorge Giraldo, es el diseño que tuvo la agenda de negociaciones, enfocado a los factores que se considera que permitieron la prolongación y la persistencia del conflicto armado. El profesor Germán Valencia, por su parte, resaltó que se ha empezado, justamente, a trabajar en los aspectos que llevaron a que este conflicto armado durara más de 50 años. “La concepción que se maneja en La Habana es como punto de partida: callemos los fusiles (…), pero sigamos trabajando en estos otros elementos que consideramos son fundamentales para el campo, para el desarrollo, la participación política”. La lección que deja este proceso de paz, según Valencia Agudelo, es “que es posible la negociación, que es posible una agenda, y que es posible pensar en un sistema democrático, donde la gente pueda escuchar, dialogar; nos está mostrando una sociedad que ha evolucionado en tramitar sus conflictos”. En opinión de Giraldo Ramírez, “vamos a tener lo que yo he llamado a veces ‘la prima de la paz’, es decir, la gente le va a dar un compás de espera. Y por eso es tan importante que en los primeros dos años después de firmado el acuerdo, la población colombiana vea que efectivamente están ocurriendo unos cambios: que esos procesos de justicia transicional se ponen en marcha, que los programas de desarrollo territorial empiezan a mostrar frutos, que los programas de sustitución de cultivos tienen éxito, y que algunos miembros de las Farc pueden acceder a espacios políticos si no de manera inmediata, por lo menos sí segura”.
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La regionalización universitaria, canal para la construcción de paz Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO
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a celebración de los 20 años de regionalización ha sido un pretexto para deliberar, explorar y evaluar los alcances, los logros y los aprendizajes que ha dejado el programa para la institución y las subregiones donde la Universidad no solo ha hecho presencia sino que ha permanecido para contribuir al fortalecimiento del tejido social y al desarrollo de las comunidades y los territorios. En ese sentido, la Dirección de Regionalización promovió en febrero el foro académico “Construcción de paz y educación superior”, que giró en torno a la pregunta ¿Cuál es el papel de la regionalización universitaria en la construcción de paz? Uno de los invitados, el exrector de la Universidad Nacional de Colombia Víctor Manuel Moncayo, conceptuó que “Los espacios regionales no son pasivos, son un resultado de las transformaciones del orden productivo. En la actualidad la universidad en regiones está cumpliendo el papel que debería tener el Estado en relación con esas comunidades, ya que se ha desdibujado la imagen del Estado como ente benefactor”. Desde sus sedes y seccionales, en estas dos décadas la Universidad ha conversado con los habitantes de los 125 municipios antioqueños y ha conocido las dinámicas rurales, las problemáticas y potencialidades de cada subregión, lo cual le ha permitido redimensionar su papel por fuera del área metropolitana de Medellín. Las acciones y escenarios que la Alma Máter ha propuesto en las regiones han fortalecido procesos de convivencia y formas de entender al otro.
Conflicto y Universidad El resultado de los diálogos de La Habana es el reconocimiento de un conflicto complejo, múltiple, multicausal, que va más allá de la pura criminalidad, lo cual da luces sobre cómo abordar el componente de justicia y reparación de víctimas. La Universidad, a través de su proceso de regionalización ha estado inmersa en varios puntos planteados en la agenda de los diálogos: el tema agrario, la participación política de los pueblos, el
Fotos: Diego Jaramillo Giraldo
intento de resolución de los efectos del conflicto en las víctimas, “de ahí que sean los integrantes de la universidad pública los encargados de la vigilancia del cómo se ejecutará la paz en el posacuerdo”, indicó Víctor Moncayo. Pensar en el fin de un conflicto con múltiples vertientes supone unos elementos que hay que construir de manera específica con cada comunidad y ante ello la regionalización puede aportar desde su experiencia. En esa dirección, Moncayo sostiene que “El proceso de regionalización de la universidad ha tenido que ver con la calificación de la fuerza laboral, la formación de las élites de la formación jurídica de la sociedad, ha participado en los métodos de transmisión y refuerzo de los valores políticos y culturales inherentes a nuestra organización social, ha representado un importante papel en la recepción de la ciencia, de la técnica y las artes”.
Nuevas concepciones de los territorios Cada generación tiene una manera de entender las espacialida-
des. Los avances tecnológicos han posibilitado interconexiones que hacen que el mundo parezca más pequeño. Nuestra manera de ver el mundo está ligada a nuestros lugares de origen, pero también a las dinámicas que han instaurado las nuevas tecnologías en el diario vivir. “Las universidades, por naturaleza, son universidades de todos, una construcción acumulada de quienes hemos transitado por ellas a lo largo del tiempo. Hoy, con las transformaciones de esta sociedad, hemos desdibujado lo público de lo privado y han cambiado las concepciones de territorio”, señala el exrector de la y profesor emérito de la Universidad Nacional. La visión romántica de la región, asociada a personas que aman sus ríos, sus historias de vida y sus tierras ha cambiado, porque, en su mayoría, los jóvenes ya no se quedan en sus municipios de origen, sino que buscan recorrer el mundo. “Algunos de los colectivos que están presentes en las regiones tienen doble o triple pertenencia: nacieron en Sonsón, son de Antioquia, y también sienten que perte-
necen al mundo. Lo que más nos debe importar son los integrantes de esos colectivos y su manera de vivir el territorio”, expresa Moncayo, y señala que actualmente los Estados no pueden sujetar ni controlar a sus habitantes. Nos encontramos entonces ante la tarea de comprender cómo las nuevas miradas al territorio posibilitan alternativas de desarrollo para las comunidades. Sin nombrar la paz, la regionalización ha generado estrategias para que las regiones encuentren alternativas ante los conflictos. Según la directora de Regionalización, Claudia Elena Montoya Aguirre, “La universidad ha ido más allá de una oferta de cursos de formación y extensión y ha participado activamente en el devenir de los territorios en los que está presente, ha sido testigo de las problemáticas de cada región y, a través de su equipo humano, ha ejecutado programas para que los jóvenes encuentren nuevos proyectos de vida y puedan pensar en cambiar las condiciones de sus entornos”. La universidad pública es una alternativa de transformación. Los procesos que ha tejido la universidad para la convivencia son una apuesta por la paz, así como la oportunidad que les ha brindado a los estudiantes para que procuren el desarrollo y la potenciación de las fortalezas territoriales. Aunque la forma armada del conflicto termine, las relaciones de injusticia e inequidad seguirán existiendo, entonces la universidad tiene la misión de perdurar como escenario de diálogo que posibilite un mejor futuro y, de otro lado, ayude al cumplimiento del fin del conflicto.
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Desarrollo rural
Foto: cortesía del proyecto
Un diagnóstico necesario para el posconflicto
En medio del proceso de paz entre las Farc y el gobierno nacional, conocer las problemáticas de las comunidades rurales resulta vital para emprender acciones que garanticen la no repetición del conflicto en los territorios. Una investigación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas realizó un diagnóstico socioeconómico en tres corregimientos de Ovejas, Sucre donde la confrontación armada interfirió durante muchos años en la comunidad. Por JULIANA ECHAVARRÍA RESTREPO
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lor del Monte, La Peña y San Rafael son tres corregimientos del municipio de Ovejas, Sucre, con aproximadamente 5.000 habitantes, hasta donde se desplazaron estudiantes y profesores del Semillero de estudios políticos rurales perteneciente al Grupo de investigación en gobierno y asuntos públicos de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, para realizar el diagnóstico socioeconómico de esas comunidades, en el marco de la celebración de los 20 años de los acuerdos de paz y el balance de la desmovilización de la Corriente de Renovación Socialista del ELN. De esta corriente surgió la Corporación Nuevo Arcoiris que escogió a la Facultad para realizar un diagnóstico participativo de las condiciones socioeconómicas de las comunidades, identificar problemas y necesidades y, a partir de allí, plantear lineamientos de políticas públicas con enfoque de desarrollo territorial rural y sugerir intervenciones prioritarias que se puedan emprender en favor de las comunidades desde las organizaciones de la sociedad civil o el Estado local, regional y nacional.
El Semillero de estudios políticos rurales, conformado por estudiantes de Economía, Antropología, Ciencia Política, Derecho y Sociología, eligieron como concepto central la desigualdad, entendida como un factor que afecta la promoción de capacidades inherentes a las personas de un sector considerable de la población en beneficio de otro más reducido. Este concepto se evidenció en la observación, las entrevistas semiestructuradas, los grupos focales, los talleres de cartografía social y las fichas bibliográficas y de contenido usadas como instrumentos cualitativos con los que se recolectó la información en las tres salidas de campo realizadas. El diagnóstico rural participativo arrojó como principal problema el agua. “En los tres corregimientos la falta de agua potable trae consecuencias en cadena. La primera es la contaminación de los alimentos que conlleva problemas de salud, que no pueden ser resueltos en la comunidad pues, aunque tiene un centro de salud deteriorado, no cuenta con médicos ni enfermeras”, explicó María Rocío Bedoya Bedoya, investigadora principal. Uno de los instrumentos aplicados en el trabajo de campo fue la cartografía social, denominada por el equipo de trabajo “Tejiendo el territorio”. A través de mapas de Google Earth la comunidad identificó su espacio y se dio cuenta de
que “hay ojos de agua pero ubicados en predios ganaderos y de grandes terratenientes”, contó Alix Bibiana Gómez, coinvestigadora. El trabajo de campo también permitió identificar las peculiaridades de la comunidad y el territorio en el que no está presente el Estado con la fortaleza necesaria para desarrollar proyectos acompañados de la institucionalidad. El Estado ha llegado a través del Sena con visiones asistencialistas, al igual que muchas organizaciones de cooperación internacional; presencias que en las comunidades llevaron a liderazgos fraccionados y conflictivos, pues cada uno trabaja por su lado y mientras dure el presupuesto del proyecto. Para los estudiantes la experiencia “les permitió bajarse de altos niveles de abstracción teórica para entender la realidad y poder explicar fenómenos reales. Fue muy interesante preguntarle a la teoría y replantearse las categorías de análisis al llegar al territorio”, contó la profesora Alix Bibiana. Sebastián Quintero, de sexto semestre de Ciencia Política, resaltó que “a pesar de los acuerdos formales de paz, no hubo cambios sustanciales en la comunidad porque el Estado no ha cumplido su labor de hacer presencia y acompañar procesos desde hace 20 años. Abandono que no se debe repetir en el actual proceso de paz en La Habana”. Además, está convencido de la necesidad de “que la Facultad y la Alma Máter salgan de su espacio para que la relación sociedad - universidad sea realmente fuerte y ayude a transformar las comunidades y territorios”. La profesora María Rocío manifestó que “investigaciones como la realizada en Ovejas evidencia la profundidad del conflicto social en un territorio que ha padecido con gran rigor la violencia de los distintos actores responsables de la guerra en Colombia”. Además, ella explica que “el papel de la academia es contribuir en la comprensión de los problemas y socializar los resultados de nuestras investigaciones para que quienes disponen de recursos y tienen voluntad política implementen las acciones, o políticas públicas necesarias para la resolución de los problemas que hemos encontrado y señalado en nuestra investigación”. Finalmente, la Corporación Nuevo Arcoiris obtuvo recursos de países europeos, y tomando en cuenta el diagnóstico, intervendrá los problemas del agua y del saneamiento básico, dos de las prioridades a solucionar en la comunidad.
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Simposio internacional Justicia transicional y derecho penal internacional Martes 8 de marzo de 2016 Auditorio 1, piso 2. Edificio de Extensión (Calle 70 N° 52-72) Universidad de Antioquia Programación • 2:00 - 2:30 p.m. Conferencia: Justicia transicional y derecho penal internacional RiLG Prof. Dr. Dr. h.c. Kai AmbosGeorg-August-Universität Cöttingen, Alemania • 2:30 - 2:45p.m. Conferencia: Jurisdicción especial para la paz. John Zuluaga LL.M. GeorgAugust-Universität Cöttingen, Alemania • 2:45 - 3:00 p.m. Conferencia: Entre reconciliación y castigo. Prof. Dr. Gabriel Ignacio Gómez Universidad de Antioquia • 3:00 - 3:15 p.m. Conferencia: Amnistía, impunidad y paz Prof. Dr. Francisco Cortés Rodas - Universidad de Antioquia • 3:15 - 4:00 p.m. Discusión Moderador: Felipe Piedrahíta Universidad de Antioquia Entrada libre con previa inscripción en http://reune.udea.edu.co en el campo de servicios seleccionar Instituto de Filosofía y el nombre del evento. Organiza: Instituto de Filosofía Grupo de Investigación de Filosofía Política Apoyan: - Doctorado en Derecho Procesal - Universidad de Medellín Grupo de Investigación en Derecho Procesal - Centro de Estudios de Derecho Penal y Procesal Penal Latinoamericano (CEDPAL) Informes: Instituto de Filosofía Calle 67 N° 53-108 Bloque 12, oficina 434 comunicacionesfilosofia@udea. edu.co - http://filosofia.udea.edu.co Medellín, Colombia
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
Acerca de la ideología disfrazada de técnica y los efectos de la soberbia Por Delegados de la Asamblea General de Profesores de la Universidad de Antioquia a la Comisión del Acuerdo Académico 480 de 2016*
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igámoslo sin ambages: lo que está en juego en el proceso de aprobación, aplicación y revisión del Acuerdo 480 de 2015 es un modelo de universidad que hay que develar. El Rector Alviar lo esbozó en su campaña logrando la aceptación y designación por parte del Consejo Superior Universitario. Se sustenta en los conceptos de meritocracia, focalización, eficientismo, tecnocracia y autosostenibilidad. Estos principios inspiraron la reforma al examen de admisión, en su contenido y en su proceso de aprobación. Meritocracia, focalización y una mal entendida eficiencia, a través de la selección de los “mejores” aspirantes, aunque se sepa que no todos tienen el mismo punto de partida. Y aunque se sacrifiquen principios fundamentales para una universidad pública como su papel en la reducción de brechas y desigualdades sociales, es decir, equidad y justicia social. Tecnocracia, como fuente privilegiada para la toma de decisiones, a partir de una pretendida objetividad en los análisis por parte de los “expertos” —aunque no pase de ser técnica al servicio de una ideología— y una descalificación de la política en el ámbito universitario. Por eso se piensa que no es necesario abrir espacios de debate y se restringe la democracia en la Universidad. El planteamiento del Rector Alviar se resume en la siguiente proposición: para aumentar la cobertura hay que disminuir la deserción y para disminuir esta última hay que aumentar la calidad a través de la selección de los mejores aspirantes. Como mecanismo para conseguirlo, propuso (¿impuso?) un nuevo examen de admisión. Sin embargo, uno a uno los argumentos se fueron desgranando. Intentamos resumir:
Argumentos técnicos • El examen de admisión sí
genera sesgos a favor de los estratos 4, 5 y 6, lo cual modifica la composición de la población admitida teniendo en cuenta que estos efectos son acumulativos. • La doble opción afecta seriamente el tema de la vocación. En Instrumentación Quirúrgica fueron admitidos el 98% de los estudiantes por doble opción. Situación crítica también en Microbiología y Nutrición y Dietética. • Sobre la vocación, el Comité Rectoral sostiene que lo más importante es admitir a los aspirantes con mejores puntajes con el argumento que los estudiantes por su juventud aún no tienen clara su vocación (!!!) • Lo anterior ya generó deserción precoz. Aproximadamente el 60% de los admitidos no se matriculó en Nutrición y Dietética y lo mismo sucedió con el 40% de los admitidos a Instrumentación Quirúrgica. Estos hallazgos son graves si se tiene en cuenta que una de las justificaciones del cambio en el examen era disminuir la deserción. • El aumento de los puntajes brutos en esta cohorte ha sido cuestionado y por ende el supuesto aumento en la “calidad” de los admitidos. El análisis de otras cohortes mostró que los puntajes fluctúan y de hecho ha habido cohortes con mayor puntaje con el modelo de examen previo. Además el puntaje de corte depende del número de admitidos y se ha demostrado que se ha disminuido la cobertura (a menor número de admitidos, mayores puntajes de corte).
Argumentos políticos • La aprobación del Acuerdo 480 de 2015 se hizo sin la debida participación de la comunidad universitaria y de forma apresurada. Algunos la califican incluso de “improvisada”. • En realidad no hubo tal “Acuerdo”. La decisión fue muy dividida y podría decirse que se impuso la
visión del Comité Rectoral ya que varios de sus miembros tienen voto en el Consejo. Hubo argumentos bien sustentados y dudas razonables contra esta aprobación en el seno mismo del Consejo. • Las distintas unidades académicas se han manifestado contra el Acuerdo y sus argumentos no han sido escuchados. • El cambio en el proceso de admisión ha generado gran malestar y nos tiene en un conflicto de varios meses que llevó a la declaratoria de paro estudiantil, asambleas profesorales, a la cancelación de semestre o cursos en varias facultades y de contratos de los profesores de cátedra. • La Comisión triestamentaria creada por el Consejo Académico con el fin de estudiar el Acuerdo 480 de 2015 y contribuir a la resolución de la crisis alrededor de este tema fue subestimada por el Comité Rectoral restándole legitimidad, al punto que no se le entregó la información completa para sus análisis lo que sí hicieron con una comisión de expertos contratados. Por lo tanto, la decisión de modificación del Acuerdo 480 de 2015 que tomó el Consejo Académico en la sesión del 11 de febrero no consultó ninguna recomendación de esta Comisión. Llamamos la atención sobre el hecho que los profesores delegados de la Asamblea General a la fallida Comisión 480 de 2015 no recomendamos modificaciones al Acuerdo. De hecho, varios análisis no sólo estadísticos sino políticos sustentan la solicitud de su derogatoria. Mantener el Acuerdo con todo lo mencionado, ¿qué otra cosa sería sino soberbia? * Remberto Rhenals Monterrosa, de la Facultad de Ciencias Económicas; Jorge Mahecha Gómez, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales; Edwin Rolando González Marulanda, de la Facultad Nacional de Salud Pública; Armando Luis Calle Calderón y Sandra Milena Gómez Santamaría, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales de la señora LUZ ÁNGELA CASTAÑEDA BEJARANO fallecida el 17 de octubre de 2015. Se presentó a reclamar el 50%, el señor JOHN JAIRO CASTAÑEDA BEJARANO en calidad de hermano. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Escenaria 2016 La palabra sin fronteras, teatro, danza… artes escénicas Del 27 de marzo, día internacional del teatro, al 29 de abril, día mundial de la danza
Conflicto armado:
Discurso político y posconflicto en Colombia Por JAIME ZAPATA VILLARREAL
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urante un año el profesor de lingüística de la Universidad de Antioquia, Manuel Morales, ha centrado su investigación sobre el conflicto armado en Colombia en la representación que hacen los medios, mediante el discurso y el uso de un lenguaje característico, de la realidad del país. Se trata, para el académico, de analizar cómo las palabras configuran un imaginario del conflicto en Colombia dependiendo de los medios que las formulen. El discurso aquí está como centro: el poder de las palabras, la reiteración de muchas de ellas en el día a día y cómo esto arraiga en la opinión pública una idea alterada —o al menos incompleta— de lo que pasa realmente. El profesor Morales comparte una síntesis de las reflexiones suscitadas a raíz de las conclusiones de su investigación. ¿Cuál cree que es el papel de los investigadores para desentrañar las complejidades del conflicto? —Hay que entender algo primero: la paz no es simplemente la consecuencia de apagar los fusiles. La paz tiene que mirar esas causas, muchas de las cuales generaron el conflicto armado en Colombia; lo que nos convoca, no solamente al Estado sino a todas las instituciones que tenemos que ver con la academia, con la investigación, con el país, a crear propuestas, a estudiar esas realidades que tenemos y con ayuda de esas propuestas mirar hacia la tierra, hacia el campo, mirar hacia el campesino, tener en cuenta grandes proyectos de salud, proyectos que generen empleo,
educación, en fin, todo esto al lado de un gran proyecto que es levantar el nivel moral, ético y de conciencia de nuestra sociedad, porque en el actual momento, cuando uno mira el panorama político del país, no ve si no conflictos que tienen que ver con la moral, con la ética y ahí todos los que trabajamos con la educación tenemos un deber muy importante. ¿Cuál es la importancia del lenguaje en el contexto del conflicto y posconflicto en Colombia? —Yo trabajo el tema de la representación discursiva porque justamente la palabra está en el centro. Sabemos que el lenguaje es el eje que atraviesa no solo a las personas como individuos, sino que atraviesa las sociedades y también las ciencias, y es que no se concibe ninguna ciencia por fuera del lenguaje. En ese sentido, el lenguaje se convierte en una expresión de lo que somos como individuos, de lo que somos como colectivo, de lo que somos como personas que entramos en conflicto. En el trabajo logro observar que en este país, en los medios, se representa el lenguaje de la guerra de las palabras, porque no solo la guerra es de las armas físicas sino que la guerra también puede hacerse desde las palabras. Por ejemplo observa uno expresiones que venían de diferentes grupos como: llegamos para quedarnos; o por ejemplo dejar una lápida en una casa; o también cuando en una forma muy agresiva en el mismo gobierno se escuchan expresiones sobre las personas que delinquen como: esos forajidos, esos terroristas. Es un lenguaje demasiado duro que se cruza en los discursos diarios. Ese lenguaje está develando lo que hay al interior de las personas que habitamos este país. La palabra devela. Se está
develando una desazón interior, una crisis muy grande de valores. ¿Los medios moldean mediante su lenguaje y discurso la opinión del país? —Cuando hablamos de opinión estamos indicando que los sujetos expresamos la forma en que miramos el mundo. Sabemos que la opinión es un juicio de valor, pero no necesariamente tiene un sustento de verdad, de cientificidad. El problema es cuando esas opiniones se convierten en corpus que viajan a través de los medios y llevan opiniones que muchas veces son sentencias muy duras y severas. Aquí estamos acostumbrados a enjuiciar al otro. A condenarlo en una forma muy tajante sin tener en cuenta su contexto. Podríamos decir que este país se alimenta de opinión. Y la mayoría de medios del país representan muy bien ese juego: enjuician con rabia, más desde sus intereses y posturas ideológicas que desde la contrastación de opiniones, la ponderación de otras voces que ayuden a enriquecer la discusión sobre temas como el conflicto armado. ¿Cuál es la fuerza de ciertas palabras, ya reiteradas, que utilizan los medios para referirse al conflicto y a las negociaciones? —El problema es que el colombiano promedio se alimenta de ese tipo de discurso conflictivo y sesgado. Y ese discurso se construye con esas palabras que se reiteran hasta el hartazgo y así volverlas una verdad irrefutable: terroristas, impunidad, vendidos, etc. La palabra es peligrosa. Y más en un país que ha sufrido mucho y que está, por eso mismo, cargado de odio. Hay que trabajar para encaminar esos sentimientos en soluciones más productivas para el fin del conflicto.
El Departamento de Artes Escénicas, además de posicionarse en los contextos universitario, local, nacional y mundial, hace un reconocimiento a las dinámicas formativas, de investigación y de extensión, con el evento ESCENARIA 2016, la palabra sin fronteras, teatro, danza… artes escénicas. Escenaria es la plataforma que ha creado el Departamento de Artes Escénicas con el fin de establecer los flujos de la creación, la producción, la gestión y la extensión de la actividad académica para materializar la misión social y cultural de la institución. De esta manera, se pretende articular nuestra práctica académica (coreografías, puestas en escena, ejercicios de la danza, la actuación, la técnica vocal, la expresión corporal, entre otros), con clases maestras y prácticas escénicas de reconocidos artistas locales, nacionales e internacionales, a partir de experiencias significativas con una mirada crítica. El país invitado es México, en particular la Universidad Autónoma, con la que recientemente se participó en la cooproducción de las puestas en escena Dirección Gritadero del autor…. dirigida por Felipe Caicedo (Colombia), Mare Nostrum bajo la dirección de Laura Uribe (México) con estudiantes de las universidades UNAM y de Antioquia, y con la participación especial de la obra Había otra vez: Blanca Nieves, dirigida por la docente Luz Dary Alzate, con los estudiantes del nivel VII de actuación de los programas de Arte Dramático y Licenciatura en Teatro de nuestro Departamento, todas ellas participantes en el marco de Festival Internacional de Tetro FITU, realizado en la UNAM en febrero del presente año. En esta ocasión Escenaria presentará seminarios, puestas en escena, talleres; realizará la feria del emprendimiento de las artes escénicas con egresados que llevan a cabo proyectos empresariales en nuestra ciudad, debates académicos sobre diversos tópicos de las artes escénicas, como también clases abiertas de danza y coreografías en el campus. Organiza: Departamento de Artes Escénicas, Facultad de Artes, con el apoyo de la Dirección de Extensión Cultural y la Universidad Autónoma de México –UNAM, invitado especial.
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La paz que plantea las Farc Por GERMÁN VALENCIA AGUDELO Profesor del Instituto de Estudios Políticos
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a paz, aunque es una palabra simple, tiene muchos significados. Su contenido depende de la persona o grupo social a la que se le indague. La respuesta de un niño del campo colombiano puede ser muy distinta, por ejemplo, a la de un niño japonés; mientras que el niño que ha sufrido el horror de los fusiles asocia la paz con acabar con la guerra, el segundo la puede pensar como el estar bien con su familia o sus amigos del colegio. Así, cada persona le da contenido a esta palabra dependiendo del contexto, el momento y su mundo vivencial. La paz también es cultural. Siguiendo con el ejemplo del personaje colombiano, que pertenece a la cultura occidental, o el japonés, que hace parte de la oriental, encontramos que la concepción de la paz se distancia. Mientras nosotros los occidentales generalmente asociamos la paz como una situación externa, social, objetiva y observable, donde prima la ausencia del uso de la violencia explícita, para los orientales el punto de partida de la paz está en cada uno, es una paz interior que emana de la conciencia; además asocian el estar bien con uno mismo y con el estar en paz con los demás. En este sentido se dice que la paz tiene un carácter multívoco. Puede ser sentida, percibida y pensada desde múltiples experiencias, momentos, espacios y ámbitos. El no reconocer esta situación personal y cultural de la paz ha provocado y podría provocar discrepancias profundas en Colombia. Muchos piensan que la paz que se negocia
actualmente con las Farc en La Habana no es la correcta y que a esa paz no le apuestan. Piden justicia, y arrancan por exigir cárcel a los excombatientes e indemnización para todas las víctimas. Incluso hay quienes van más allá y exigen igualdad social y económica. Estas diferencias conceptuales sobre el contenido de la paz que coexisten en la sociedad colombiana ratifican una vez más la idea inicial. La paz es subjetiva, personal, vivencial, singular; y al mismo tiempo cultural, colectiva y particular. Cada persona y cada población le dan su propio contenido. Mientras muchos campesinos colombianos piensan la paz como el dejar trabajar la tierra o permitir que los hijos asistan a la escuela, otros están pensando en aquella como un asunto de acabar con la corrupción estatal o la desigualdad económica, o en cambiar los tratados de libre comercio o democratizar la propiedad privada. Entonces preguntamos por cuál paz es la que hablan las Farc; y la respuesta la encontramos, precisamente, en sus actos y en la forma como han planteado y ejecutado el actual proceso de paz. En principio las Farc asocian la paz con el hecho de callar los fusiles y dejar las armas. Por eso han tomado la decisión de un cese unilateral al fuego y de hostilidades; además hablan de manera decidida de una dejación pronta de las armas. Esta conducta inicial ha llevado a pensar que la paz fariana es una paz mínima, que consiste en acabar la guerra. Esa paz mínima fue, precisamente, la que decidieron apostarle las ocho organizaciones armadas que en la década de 1990 se desmovilizaron en Colombia. El M-19, el EPL y la CRS, por ejemplo, reconocieron que el uso de las armas no era el camino para cambiar la realidad colombiana; las transformaciones sociales que deseaban podrían conseguirse en la civilidad. Esto los llevó a tomar la decisión de dejar las armas y pedir a cambio el perdón de los delitos y de las penas;
además solicitaron el acogimiento político, mediante la participación en la Constituyente de 1991 o en las elecciones democráticas. Pero la paz que plantean las Farc va más allá de la paz mínima. La agenda de negociación deja ver claramente que, además de plantearse la dejación de las armas (punto tres de la agenda) y acabar la guerra, hay otros asuntos fundamentales ya acordados como el desarrollo integral rural y la participación política. Esto denota un interés de la organización armada por ponerle otro contenido a la paz. Buscan mejorar las condiciones de los habitantes del campo que han sufrido los horrores de guerra; quieren avanzar en erradicar la problemática social, política y económica que dio origen al conflicto. En síntesis, la paz de las Farc representa un avance significativo en la cultura de la paz en Colombia. Es distinta a la que se logró pactar con los grupos desmovilizados en la década de 1990 y muy diferente a la firmada con las AUC. Las Farc hablan de dejar las armas como cuota inicial para iniciar el camino que anhelamos todos los colombianos de construcción de paz, en especial las víctimas; pero también de una paz maximalista, que intenta reducir la desigualdad social, política, económica y cultural; tarea que arranca con algunas reformas que se proponen en el acuerdo. Para finalizar quiero destacar un aspecto que considero fundamental en las actuales negociaciones con las Farc. Tanto el gobierno como la guerrilla han querido defender la paz como un proceso. Para ellos la paz es camino que no finaliza con la firma del acuerdo y la dejación de armas. Al plantear la paz como proceso han buscado dejar las puertas abiertas para que todas las personas de manera singular y grupal puedan participar en una o varias fases. Advierten que el posconflicto será una responsabilidad compartida: una paz territorial donde tendrán voz y voto las experiencias personales, cotidiana y culturales.
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XII CIHELA: la historia de la educación le habla al presente y al futuro El Grupo de investigación Historia de la práctica pedagógica en Colombia, la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia en asocio con la Red Colombiana de Historia de la Educación y la Pedagogía, coordinan el “XII Congreso Iberoamericano de Historia de la Educación, CIHELA 2016”, el cual se llevará a cabo los días 15, 16, 17 y 18 de marzo de 2016 en Medellín, con la presencia de 700 participantes provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, entre otros. La comunidad iberoamericana de historiadores de la educación y la pedagogía se encuentra nuevamente para compartir los resultados y avances de sus últimas investigaciones, estudios, reflexiones y propuestas formativas. Los ocho ejes temáticos del Congreso permiten tener un acercamiento caleidoscópico a las historias educativas, escolares y pedagógicas de nuestra América: desde la historia de la escolarización, las políticas educativas, las otras educaciones, los maestros y su formación, los movimientos pedagógicos y sociales, los saberes escolares, el conflicto, la paz y las violencias, las formas de hacer y escribir historia, y las infancias y juventudes. Los invitados nacionales e internacionales pondrán en el horizonte general de discusión algunas reflexiones y desafíos en torno a las instituciones, saberes y prácticas pedagógicas, y sobre las tensiones entre historia de la educación y la pedagogía, y las luchas, memorias e historias de las otras educaciones. De igual modo, se llevarán a cabo cuatro talleres con reconocidos investigadores de Brasil, Colombia y México. Así las cosas, nuestro presente problemático, paradójico y complejo se verá interpelado, analizado y proyectado, a partir del conocimiento riguroso, profundo e inteligente de la historia de la educación y la pedagogía, con sus múltiples y ricas conexiones con la cultura, la sociedad, la política, la economía, la sensibilidad, los cuerpos, las instituciones escolares, las universidades, los niños y jóvenes, los pueblos indígenas y afroamericanos, los maestros y maestras, los militantes e intelectuales, los saberes escolares, etc.
Comité editorial: Carlos Vásquez Tamayo • Roberth Uribe Álvarez • Alma Nury López Patiño Directora: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, Jaime Zapata Villarreal, Sergio Andrés Alzate Sepúlveda, María Alejandra Carmona Valencia, Andrea Orejarena Tamayo • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio
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Comprender la guerra para construir la paz Por ADRIÁN RESTREPO PARRA* Profesor del Instituto de Estudios Políticos
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na sociedad sin guerra es diferente a una sociedad sin violencias. El Estado en la guerra ejerce una forma de violencia que, entre otros motivos, lo convierte en actor central de la misma. Tal y como se aprecia en la confrontación armada entre el Estado Colombiano y la guerrilla. En estos términos, la paz inicialmente es la ausencia de ese tipo particular de violencia, no el cese de todas las demás. Esta paz es la que se gesta en La Habana. Ella cuenta entre sus componentes con una serie de reformas de “arranque” para construir la paz, como la atención especial a las víctimas, quienes han padecido más los horrores de la guerra. La paz empieza entonces por atender las heridas y pérdidas que la violencia política ha causado a miles de personas en el país. Querer escabullir la realidad de la guerra puede conducir a la moda de la paz y al fracaso de la paz posible, la imperfecta. La paz de La Habana intenta saldar el uso de la violencia como mecanismo para lograr fines políticos. Proscribir el uso de la violencia en el campo político no suprime la existencia de otras formas de violencia en la sociedad. Querer poner de moda la paz como condenación de toda forma de violencia es un propósito loable que corre el riesgo de tomar el camino de “la paz es todo” y terminar así olvidando la paz concreta, la imperfecta entre guerrilla y Estado, la paz de La Habana. Y bajo el lema “ninguna violencia”, suponer que todos somos víctimas de la guerra, dejando en segundo plano a quienes la han padecido directamente. La línea de base para entender el alcance de la paz en estos
momentos de Colombia pasa por tener presente, sin ánimo enfermizo de martirio, la crueldad de la guerra, las realidades que “tornó”, las emociones que ha instalado en las maneras de relacionarnos —como el miedo y el odio—, en las formas de percibir al otro, al diferente. Aspectos de incidencia en los territorios donde la guerra ha golpeado más a la población. Para avanzar en este tipo de paz, que significa ausencia de guerra, pero no de conflictos ni de otro tipo de violencias, la comprensión de la guerra y sus alcances aparece útil para construir paz. Por ejemplo: la indiferencia y la oposición de un sector considerable de la sociedad al proceso de paz puede explicarse por el desconocimiento de los contenidos de los acuerdos, haciéndose necesario así un tipo de pedagogía de la paz que informe e ilustre a los ciudadanos. Pero existe otra posibilidad de entender tal escepticismo: las acciones de guerra de la guerrilla, especialmente las de tinte terrorista, la condujeron a su desprestigio. A esta segunda opción debe agregarse la imagen del enemigo que cuelga del cuello de las Farc, el odio hacia ella, que resulta significativa a la hora de comprender las “resistencias” al proceso de paz. Conviene considerar en el análisis de la guerra del país y en el tránsito territorial hacia la paz los impactos de 15 años de plan Colombia y la continuidad de la política de la seguridad democrática que fortaleció, entre otros aspectos, la imagen de la guerrilla como “narcoterroristas” y la publicitó como “la consumación del mal”, “el problema de problemas” del país. Los mismos Estado Unidos, que respalda el proceso de negociación, mantendrán a la guerrilla en la lista de terroristas hasta cuando la paz sea un hecho. Y, en esta situación, el gobierno colombiano espera que la gente salga masivamente a votar por unos acuerdos que suscribe una parte aún señalada y percibida
Comprender las tramas de la guerra permite orientar el tejido de la paz en los lugares concretos donde la violencia política toma cuerpo, historia y llanto. En los territorios ¿qué podemos hacer con el odio cultivado en la guerra, el odio al enemigo? La paz del país requiere “desmontar” las imágenes del enemigo y construir las del opositor político, esa arquitectura puede tener mejor suerte al recordar los resultados de la confrontación armada. Por supuesto, los retos de construir la paz son enormes, pero difícilmente podremos asumirlos si los impactos de la guerra quedan menospreciados en la moda de la paz.
como terrorista. Ante este hecho, la pedagogía de la paz tiene un reto que va más allá de ir a contarle a la gente que la paz es importante. Comprender las tramas de la guerra permite orientar el tejido de la paz en los lugares concretos donde la violencia política toma cuerpo, historia y llanto. En los territorios ¿qué podemos hacer con el odio cultivado en la guerra, el odio al enemigo? La paz del país requiere “desmontar” las imágenes del enemigo y construir las del opositor político, esa arquitectura puede tener mejor suerte al recordar los resultados de la confrontación armada. Por supuesto, los retos de construir la paz son enormes, pero difícilmente podremos asumirlos si los impactos de la guerra quedan menospreciados en la moda de la paz.
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Convocatoria Madres lactantes para investigación con leche materna
Los grupos de investigación Química y Medio Ambiente de la Universidad de Cartagena, Catálisis Ambiental de la Universidad de Antioquia y Energías, Materiales y Ambiente de la Universidad de La Sabana convocan a madres lactantes a participar, de manera voluntaria, en la caracterización de la calidad de la leche materna en Colombia, a partir de la investigación Fuentes, rutas de exposición y valoración del riesgo asociado a los contaminantes emergentes: polibromados de difenileteres (PBDEs) en Colombia, mediante la cual buscan mejorar las condiciones de la salud de los infantes. “La participación —subrayan los investigadores— es voluntaria, si eres madre lactante primeriza menor de 30 años con un bebé menor de 10 semanas, residiendo en el mismo sitio por más de un año en el Área Metropolitana de Medellín, Bogotá o Cartagena”. Asimismo, garantizan a las participantes “absoluta reserva y que la toma de muestra no le generará ningún problema al bebé”. Contactos en Medellín: • Oscar Fabián Ríos Márquez oscar.rios@udea.edu.co Teléfono 301 578 6155 • Aída Luz Villa Holguín aida.villa@udea.edu.co Teléfonos: 2196605, 2198535 Grupo Catálisis Ambiental Departamento de Ingeniería Química Universidad de Antioquia
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Franco Giraldo, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
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Sobre la reforma tributaria Por JORGE BARRIENTOS MARÍN*
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n el año 2012 el Congreso de la República expidió la Ley 1607, que contenía la primera gran reforma tributaria del Presidente Santos. No es por supuesto el primer intento de organizar el sistema tributario del país, pues Colombia ha tenido doce reformas tributarias en las últimas dos décadas. Esto muestra indudablemente que el país requiere una reforma tributaria que sea realmente estructural, que en la medida de lo posible no esté sujeta a la coyuntura económica nacional e internacional. Queda la sensación de que la Comisión de expertos (para la equidad y competitividad tributaria) nombrada por el Gobierno en 2015, trabaja en una reforma que responde a tal coyuntura, esto es, a la perspectiva de una gran disminución en el recaudo debido a la caída de los ingresos fiscales — en un contexto de desaceleración económica mundial y el desplome de precios del petróleo— y a los compromisos adquiridos por el gobierno en materia de inversión social futura, como lo es la financiación del posconflicto, además de las habituales responsabilidades en materia de salud, educación, justicia, defensa, etc. A tres años de expedida la Ley 1607 de 2012 se hace necesaria otra reforma tributaria, pues el Gobierno no tiene otra opción. No hay que desgastarse discutiendo en su necesidad, es un imperativo. El punto importante es como se llevará a cabo y el “cómo” implica entender las debilidades del sistema tributario colombiano en la actualidad: es inequitativo, es regresivo, muy complejo adminis-
trativamente, es insuficiente y todo esto lo hace ineficiente e ineficaz. Los principios con los cuales trabaja la Comisión son de una visión estructural, integral y de largo plazo; algunas de las recomendaciones se resumen en: simplificar los regímenes, ampliar las bases, revisar las tarifas, racionalizar beneficios, exenciones y tratamientos especiales (esto es trasladar o eliminar cuando sea el caso), eliminar “hasta donde sea posible” impuestos anti-técnicos y modernizar la DIAN. Pero pese a esa visión integral, algunas de las recomendaciones generan dudas, o, cuando mínimo, son inconsistentes con la visión. Por ejemplo, en cuanto a impuestos directos (renta, Cree, riqueza) la Comisión plantea reducir la carga impositiva de las empresas, pues el sistema es complejo e inequitativo al existir múltiples regímenes, privilegios y evasión; además, buena parte de la carga recae sobre las sociedades (lo que castiga la inversión y, claro está, el empleo). Lo anterior plantea, de un lado, eliminar un tributo anti-técnico como el impuesto a la riqueza de las sociedades, pero, por otro lado, sugiere mantener un impuesto indirecto y anti-técnico como el 4x1000. Frente a tributación de las personas naturales, la Comisión plantea cambios importantes pues el panorama es más inequitativo aún, puesto que sólo dos millones de personas son sujeto de pago de impuesto a la renta, y muchos de los que contribuyen logran eludir una parte del pago, de modo que su contribución no siempre es en función de la capacidad. Lo que hace la distribución del ingreso más inequitativa. Pero además de la complejidad, el sistema no es eficiente en su administración debido
LEY ESTATUTARIA EN SALUD
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a los regímenes simultáneos como el ordinario, el Imas y el Iman. La Comisión propone que las personas naturales tributen a partir de ingresos equivalentes a dos salarios promedio (actualmente es a partir de 3 salarios), lo que incluiría entre los tributantes a cerca del 10% de los pensionados. A este respecto, sería ideal que todo el mundo declarara renta y pagara según la capacidad, pero el argumento para no disminuir más el umbral de ingreso sujeto a impuesto a la renta es que para ciertos niveles de ingreso el recaudo es marginal, pero entonces el principio de equidad invocado por la Comisión no es del todo aplicable. Respecto a los impuestos indirectos como el IVA, el impuesto al consumo, el gravamen a los movimientos financieros (GMF) y los combustibles, la Comisión propone modificarlos casi todos; por ejemplo, propone incrementar el impuesto al consumo en tres puntos porcentuales; frente al IVA propone ampliar la base gravable de bienes, establecer cuatro categorías de bienes y servicios gravados, gravar la mayoría de la canasta básica con el 5% y aumentar la tarifa general al 19%. Así, esta propuesta no parece equitativa, pues es claramente más regresiva que la actual, y no es eficiente porque no unifica tarifas, que es lo otros expertos siempre han sugerido. Si se trata de simplificar y tener criterios técnicos en la reforma tributaria, entonces lo más racional y equilibrado es ampliar la base de bienes y servicios sujetos del IVA, pero aplicando una tarifa única y más cercana al 16% que al 19%. Respecto a mantener el 4x1000 solo tiene un criterio: el de la facilidad del recaudo, esto es inconsistente con el espíritu de la reforma, pese a todos los argu-
mentos de que este es un tributo anti-técnico, ya que desincentiva la bancarización y estimula el uso de efectivo. Este hecho da lugar a pensar que la Comisión, de alguna manera, se ve en la obligación de trabajar en virtud de una coyuntura que hoy es desfavorable para las finanzas del país (pero no durará para siempre) y no en una reforma tan estructural como quisiéramos. Los combustibles es otro tema importante en la propuesta de reforma; se plantea un incremento en los impuestos del 30% e igualar la sobretasa del diésel al de la gasolina, con el argumento de la protección medioambiental —aunque por un mejor ambiente bien podría producirse un diésel de mejor calidad—. Claramente es un incremento justo para quienes usan transporte privado, pero esto afecta a miles de ciudadanos que usan transporte público, y no hay que olvidar que el 70% de la carga que se mueve por el país aún se hace en camiones (que usan diésel). Un apunte final que está muy relacionado con el esfuerzo fiscal que le espera al país en el año 2017. Estamos de acuerdo: la paz es un deseo nacional y es, naturalmente, un compromiso de todos financiarla, la cuestión definitivamente es cómo hacerlo. Una reforma tributaria estructural es muy importante para lograr parte del objetivo, sin embargo, la emisión de deuda debe ser quizá el mecanismo principal, pues de la paz no solo disfrutarán la generación actual sino las futuras. Una transmisión intergeneracional de la responsabilidad de financiación de la paz es la manera más inteligente de enfrentar este enorme compromiso con la historia. * Profesor Ph.D. de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia
¿otra ilusión normativa?
Por JAIME GAÑÁN RUIZ*
in duda, la Ley 1751 de 2015 —Ley Estatutaria de Salud— marcó un hito jurídico, histórico, social y político en el tema de la transmutación conceptual y formal de un derecho que, como el de la salud, había sido considerado en muchas oportunidades como uno de los derechos típicamente de carácter social, asistencial o programático con las consecuencias jurídicas y sociales que de tal concepción se derivaban. Efectivamente, la Ley Estatutaria en su artículo primero consideró la salud, por lo menos desde lo formal, como un derecho fundamental autónomo en lo individual y en lo colectivo. Es en este punto temático que podría decirse que la Ley Estatutaria en Salud 1751 de 2015 dirime de una vez y por toda la discusión, a veces mortal, de si la salud era o no un derecho fundamental, o si lo era por conexidad o por extensión con otros derechos fundamentales, o por vía de la transmutación de los derechos objetivos en subjetivos, o lo era en un caso sí y en otro no de acuerdo con los criterio de avanzada social o no del operador jurídico.
Quizás allí, está una de las mayores ganancias sociales, históricas y jurídicas, toda vez que en adelante no se tendría que analizar la iusfundamentalidad del derecho a la salud para efectos de aplicar o no la acción de tutela, sino que los jueces y operadores jurídicos solo tendrán que analizar si ha sido vulnerado o amenazado para proceder en consecuencia, evitando así demoras en su protección, las cuales en muchos casos implicaron el agravamiento o muerte de las personas que buscaban, precisamente, la garantía del derecho a través de tal acción constitucional. No obstante lo anterior, con la entrada en vigencia, hace ya un año, de la Ley Estatutaria en Salud y su lectura bajo la óptica de la Sentencia C-313 de 2014, muchos de nosotros esperábamos que hubiese una ganancia mayor en términos del goce material y del acceso efectivo del derecho humano y seriamente fundamental de la salud con base en su eficacia real y no solo formal. En tal sentido, esperábamos que los caros principios consagrados en dicha Ley, lógicamente en nuestra Constitución Política y en los instrumentos internacionales que hacen parte del llamado bloque de constitucionalidad en salud, a más de las múltiple y profusa jurisprudencia en defensa de tal derecho, emanadas en forma principal de la Corte Constitucional, se hicieran
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*Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, Doctor en Derecho de la Universidad Externado de Colombia.
Bancada antioqueña le apuesta a la calidad
Foto: Ángela Agudelo
por fin parte esencial, respetada y garantizada por todos los actores involucrados en la materialización digna de tal derecho. Por ello, principios tan importantes como el Pro Homine, la equidad, la continuidad, la oportunidad, la prevalencia de derechos, la solidaridad, la dignidad humana; más los elementos esenciales de disponibilidad, accesibilidad, calidad y aceptabilidad, que aunados a las importantes nociones de integralidad y a los determinantes estructurales y sociales de la salud, eran la garantía conceptual del cumplimiento de la promesa constitucional y legal de una verdadera vida digna y con calidad. Pero la realidad de un Sistema General de Salud anclada en principios del mercado, de la competencia regulada y del pluralismo estructurado, creado por la Ley 100 de 1993 y afinado por leyes como la 1122 de 2007 y la 1438 de 2011, más múltiples, casi incontables hoy, decretos, resoluciones, circulares, conceptos, que no solo enmarañan y complejizan el “Sistema” sino que lo fortalecen en su sentido mercantil y de ánimo de lucro desmesurado, demuestra que la Ley Estatutaria en Salud, la propia Constitución Política y los instrumentos internacionales son en muchas veces, letra muerta y pedazos de papel que solo parecen servir para fines poéticos. En tal sentido, los continuos hechos notorios y las innumerables noticias de dolor y muerte por falta de atención oportuna, por falta de una concepción integral e integradora del derecho humano y seriamente fundamental a la salud, son muestras indignas para Colombia que se reputa como un Estados SOCIAL de derecho, como el caso de los niños y niñas con cáncer, el caso de los niños y niñas de la Guajira, el caso de ayer de una señora que muere en urgencias por falta de atención oportuna, la que muere en un calle por la posible negligencia y la dilación en la realización de un examen especializado, la salud de los reclusos, la de los profesores, la crisis hospitalaria y tantos y tantos casos que ni siquiera llegan a la noticias, aunque sea para volverse en estadísticas de indignidad social. En ese orden de ideas, la Ley Estatutaria parece haber sucumbido ante la fuerza del Sistema. En nuestro criterio, respetando siempre otras posiciones, mientras el Sistema actual no sea transformado por otro modelo basado en las propias concepciones del ser humano como centro, de la dignidad humana como faro, de la solidaridad basada en el valor del otro como ser humano y no solo en cuestiones de lucro económico; mientras no se realice una pedagogía real de la Ley, mientras algunas entidades y personajes públicos la sigan desconociendo, con toda seguridad que no será más que otra ilusión normativa. Sería una gran pérdida social si el reconocimiento del derecho a la salud como fundamental no conlleva acciones positivas para la protección, respeto y cumplimiento real del mismo, y en tal propósito, en favor de todas las personas, por ello también será importante que la sociedad se apropie de tal Ley y exija su cumplimiento integral.
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iez congresistas de la bancada antioqueña se reunieron con el equipo rectoral con el fin de conocer de primera mano los proyectos que contempla la Universidad de Antioquia de cara a los desafíos del conocimiento. Los legisladores quedaron, en palabras del senador José Obdulio Gaviria, “muy contentos; el solo hecho de tener contacto con la Universidad es para nosotros muy placentero. Y vamos a apoyarla, tanto presupuestalmente como desde el punto de vista de la solidaridad con su causa”, dijo. “Hoy salimos con un enorme compromiso; porque hay proyectos muy grandes, hay unos temas de fondo de financiación, y nosotros como bancada antioqueña tenemos una enorme responsabilidad con el Alma Máter”, expresó por su parte la senadora Paola Andrea Holguín. De ahí la propuesta, según el representante a la Cámara Nicolás Echeverry, si se da una nueva reforma tributaria, de buscar a través del IVA, un punto o medio que posibilite resolver el déficit y tener el crecimiento en cobertura y en mejoramiento de la calidad de la educación superior. En la reunión participaron los senadores Nidia Osorio, Paola Andrea Holguín, Alfredo Ramos y José Obdulio Gaviria, y los representantes a la Cámara por Antioquia Víctor Correa, Iván Darío Agudelo, Nicolás Echeverry, Óscar Hurtado, Santiago Valencia y María Regina Zuluaga. “Es hora de hablarle al futuro, de nuevos propósitos, de nuevos escenarios, de nuevas construcciones, no solamente físicas sino construcciones mentales, con cambios que incorporen los desafíos y los retos del ingreso de la ciencia, de la tecnología, de la capacidad de exportación de conocimiento”, observó el representante Echeverry. “Por eso —agregó—, el que converjan allí parques tecnológicos en una propuesta, el
que converjan especializaciones como las ingenierías y potenciarlas; que converjan cambios de modelo para hacer selecciones e invitaciones a la comunidad educativa mucho más fuertes y ponderantes, son dignas de apoyar”.
Respaldo institucional El representante a la Cámara Iván Darío Agudelo expresó su apoyo total a la institucionalidad de la Universidad de Antioquia en cabeza del rector, pues “sabemos el gran compromiso de un rector como el doctor Mauricio Alviar, un hombre conocedor de la Universidad, un hombre académico totalmente”, explicó. Coincidió con el senador Alfredo Ramos, para quien “el rector está haciendo un gran papel; es hombre técnico, serio, trabajador, muy comprometido con la calidad. Yo creo que hay que entrar a unas mesas de reflexión, donde la comunidad estudiantil debe ponerse la mano en el corazón y mirar que esa calidad es algo que nos afectará positivamente a todos”. Y con el representante a la Cámara Óscar Hurtado, en el sentido que “esperamos que con el liderazgo de la administración aquí en la Universidad, del mismo gobernador de Antioquia, y con los estudiantes se pueda llegar a una rápida salida de la crisis, que yo creo que tiene solución y puede ser pronta”. En la misma línea, el senador Obdulio Gaviria consideró “atinado lo que está pensando la administración de la Universidad. El tema de la admisión debe ser calificado, debe ser mejorado y en eso, pues, todos los estamentos ganan”. “Esperemos que por el bien de la Universidad, despersonalicemos cualquier actuación político-administrativa”, observó, entre tanto, el representante Nicolás Echeverry. “Lo importante es poner sobre el nivel de discusión hoy la educación superior”, concluyó.
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Olimpiadas para estimular y desarrollar el pensamiento matemático Por PEDRO HERNÁNDEZ RIZZO*
Las Olimpiadas La ORM promueve un ambiente de sana competencia en el cual sus participantes, sin tener una formación matemática rigurosa, puedan disfrutar de las matemáticas resolviendo problemas. Además, la ORM proporciona espacios de interacción entre profesores y estudiantes de matemáticas. De esta forma el Instituto de Matemáticas se articula y aúna esfuerzos hacia la formación básica secundaria para enriquecer y mejorar los conocimientos y prácticas matemáticas de sus integrantes. Como ha sido la dinámica en los últimos años, la ORM consiste de una prueba clasificatoria y una prueba final. La primera prueba la presentan la totalidad de los ins-
Foto: cortesía del proyecto
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n octubre de 2015 se celebró en Ciudad Universitaria la segunda ronda de pruebas de la Olimpiada Regional de Matemática —ORM—. Los mejores estudiantes de varias regiones de Antioquia fueron premiados en el Parque Explora. El Instituto de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia interesado en ser gestor y difusor determinante en la formación de estudiantes y maestros de la región, pretende con iniciativas como la Olimpiada fortalecer el vínculo universidad-escuela, articulando lo mejor de su capital humano y académico a partir de estrategias que le permitan la divulgación, socialización y proyección hacia la comunidad escolar de la región antioqueña. Como resultado de esta iniciativa, a finales del año pasado concluyó con éxito la décimo tercera versión de la ORM, con la inscripción de 5.600 estudiantes provenientes de diversos municipios de Antioquia como Amalfi, Segovia, El Peñol, Venecia, Apartadó, Puerto Berrío, Medellín, así como de municipios de Córdoba, Tolima y la participación inédita del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. La ORM es solo una de las iniciativas de extensión del Instituto que coordina el Grupo Kernel, orientado a la formación de maestros y estudiantes de la red escolar con calidad, que pretende incentivar el estudio por las matemáticas y áreas afines, así como formar profesionales mejor cualificados en la región.
critos y consiste de 20 preguntas de selección múltiple clasificadas en grandes áreas específicas de la matemática, como por ejemplo geometría, lógica, teoría de números, álgebra, combinatoria y conteo. La segunda prueba, que presentan los mejores estudiantes por región de la primera prueba, consta de 10 preguntas divididas en 6 de selección múltiple y 4 de desarrollo. Las características técnicas de cada pregunta es que esta debe limitarse al uso de las 4 operaciones básicas, propiedades básicas de triángulos y conocimiento básico de funciones y relaciones. Con esto se pretende direccionar la formación de los estudiantes en etapa escolar hacia el aprendizaje de técnicas y estrategias en la solución de problemas en matemática, tanto hacia el desarrollo de competencias de lectura como el análisis de situaciones problema. Para ir labrando este último objetivo, el programa ofrece talleres de “entrenamiento” previos a cada prueba. Antes de la primera prueba, a cada institución interesada se le ofrece el apoyo de los “entrenadores”, quienes son estudiantes avanzados del programa de matemáticas o profesores del semillero en matemáticas y, a su vez, han recibido un entrenamiento previo en técnicas y estrategias de resolución de problemas en matemáticas. En los talleres la prioridad es incentivar y generar ambientes diferenciados que aseguren que los asistentes aprendan lo que son verdaderos problemas en matemática, nuevos caminos de análisis, así como estrategias y solución de los mismos. Los talleres para la fase final de Olimpiadas, se realizan en la ciudad Universitaria y son orientados por profesores con re-
conocida experiencia y trayectoria en el desarrollo de las mencionadas habilidades a partir de la solución de problemas donde participan los estudiantes con desempeño destacado en la primera fase. Todo el material en estos talleres ha sido elaborado por profesores con destacada formación y experiencia en la fabricación de materiales ‘tipo Olimpiada’, entendiendo por esto, problemáticas en donde no se conoce de antemano un camino hacia la solución pero, en efecto, con una respuesta posible, dirigidas a incentivar el análisis crítico, consciente y de reconocimiento de herramientas y estrategias que guiarán al lector a la solución. Los talleres son gratuitos para las instituciones participantes y el material de apoyo a estos está disponible en: www.gkmath.com/ material_practica.html
Construcción de la prueba y análisis de resultados Los exámenes están clasificados por niveles: nivel 1 para grados 6° y 7°, nivel 2 para grados 8° y 9° y nivel 3 para grados 10° y 11°. Esta clasificación obedece a la estructura de las preguntas para el examen, que debe limitarse al uso de conocimientos básicos en matemática. Y más aún, nos permite ir descubriendo una de las competencias más importantes para la construcción del pensamiento matemático que es la madurez en los raciocinios. Además, la estructura también es acorde con los modelos de evaluación de la mayoría de olimpiadas que se aplican en el mundo. Por otro lado, cada examen es confeccionado por profesores expertos en esta tipología de pruebas y revisados por otro
cuerpo de profesores del Instituto (la mayoría con grado de Doctor en Matemática). A continuación cada examen es sometido, después de aplicada la prueba, a un riguroso análisis de discriminación por item vs dificultad por item, empleando el software desarrollado por el grupo ANFI, grupo de Análisis Numérico y Finanzas adscrito al Instituto de Matemáticas. Adicionalmente, este tipo de análisis proporciona 3 elementos necesarios en la confección de este tipo de exámenes: primero, análisis profundo de desempeño individual, por institución y por cada región participante. Segundo, el perfeccionamiento en el diseño y el poder discriminativo del examen. Finalmente, apoyados en ciertos análisis de ponderación de resultados, identificar las regiones donde se encuentran estudiantes talentosos y, por el contrario, también clasificar e identificar virtudes y falencias en instituciones y estudiantes participantes. Al centrarnos en los resultados, para la primera ronda cada participante recibe, además de su puntuación total, un reporte de su desempeño de acuerdo con las competencias evaluadas en cada versión. Este tipo de reportes también le proporcionan a la institución interesada una ayuda invaluable cuando se tienen procesos de formación continua. Por otro lado, cada respuesta a las preguntas de desarrollo de la fase final es sometida a un minucioso análisis para ponderar su valor total, debido a que los raciocinios de los estudiantes en muchos casos son originales, novedosos y sorprendentes. Toda esta información está disponible en: www.gkmath.com/resultado.html * Además del profesor Pedro Hernández Rizzo, hacen parte del comité organizador de las Olimpiadas los profesores Ricardo Restrepo, Gabriel Uribe y Edwin Zarrazola.
Foto: cortesía del proyecto
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Los mejores profesores son aquellos a quienes realmente les importa la docencia. Bain (2007)
Amar las matemáticas Con estrategias derivadas de investigaciones de maestría y doctorado 500 docentes serán formados en la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas Por DIANA GÓMEZ ZAIDA MARGOT SANTA RAMÍREZ
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ualificar en el saber pedagógico y disciplinar a docentes de preescolar, básica y media del área de matemáticas, en municipios que cuenten con parque o ciudadela educativa, es el objeto del proyecto que comenzará la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, en el marco de un contrato suscrito con la Gobernación de Antioquia-Secretaría de Educación, en los municipios de Necoclí, San Pedro de Urabá, Cáceres, Zaragoza, Hispania, La Pintada, Entrerríos, Amalfi, San Roque, Puerto Triunfo, Marinilla, Nariño y el Carmen de Viboral y lugares aledaños. Se aspira a dar acompañamiento a quinientos docentes de matemáticas mediante la aplicación de estrategias diseñadas a partir de tesis doctorales y de maestría, de los profesionales quienes hacen parte del grupo de investigación Educación Matemática e Historia, EDUMATH (UdeA-EAFIT), el cual busca fundamentalmente fortalecer el desarrollo profesional docente a través de colectivos de profesores y resignificar las maneras de acercar a los estudiantes a las matemáticas a partir de estrategias innovadoras de las prácticas pedagógicas y didácticas para permitir que “reconstruyan y potencien sus prácticas de aula” (MEN, 2012, p.11).
Transformaciones La gran proliferación de métodos para los procesos de enseñanza y aprendizaje, como el desarrollo y uso de las tecnologías de la información y la comunicación en el aula de clase, han puesto en marcha algunas transformaciones en las prácticas pedagógicas de los profesores. Sin embargo, analizando prácticas en años anteriores y las de muchos colegas (tanto en la universidad, como en las instituciones educativas de Medellín o de Antioquia), la clase de corte tradicional sigue permeando sus acciones y, por ende, la forma en que los estudiantes se acercan al conocimiento. Sin demeritar los métodos tradicionales, que si bien han permitido aprendizajes, en una sociedad actual atravesada totalmente por la era digital, probablemente, este tipo de enseñanza no sea la más apropiada ahora. Incluso, la situación de desmotivación hacia la formación, evidenciada en la alta deserción escolar y, la falta de desarrollo de competencias básicas y ciudadanas, percibida en los resultados de las pruebas Saber 2014, ha mostrado que se necesita una verdadera revolución educativa en el país. Lo que lleva a inferir que se requiere de una transformación de las prácticas pedagógicas y, a su vez, de una significación del desarrollo profesional docente (Ponte, 2012) en los procesos de formación. De tal manera que se pueda establecer una manera diferente de acercar a los estudiantes a las matemáticas y generar en ellos mayor pasión.
Algunos esfuerzos mancomunados entre universidades, municipios, departamentos o, incluso, la nación, no han arrojado, todavía, los resultados esperados; por lo tanto, esto se convierte en una motivación del grupo de investigación EDUMATH que busca darle un nuevo significado a la formación de profesores, de tal manera que permita al profesor no solo apropiarse de la formación integral de sus estudiantes, sino de su proceso de formación propio, construyendo su identidad e investigando sobre su misma práctica pedagógica, con el fin de lograr aprendizajes verdaderos y el desarrollo de competencias básicas en los estudiantes.
Matemáticas en contexto La oferta se materializa en el diploma “Matemáticas en con-
texto”, lo que incluye un análisis propio de la región en la que se va a intervenir para fortalecer el saber específico en conceptos relevantes asociados al objeto de estudio matemático, dada su natural complejidad, y favorecer la innovación en la construcción de estrategias metodológicas sin alejarse de las particularidades del contexto como principal recurso didáctico en el proceso formativo. El diploma tendrá una duración de 160 horas, con una metodología bimodal y la construcción colectiva de unidades didácticas las cuales podrán ser publicadas. El inicio será el 2 de abril. Ya están abiertas las inscripciones. Para mayores informes podrá recurrirse al Departamento de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
EDUMATH El grupo de investigación Educación Matemática e Historia (UdeA - Eafit) fue creado en julio de 1997 por Andrés Felipe de la Torre Gómez. En la actualidad es coordinado por el profesor Carlos Mario Jaramillo López, Doctor en Ciencias Matemáticas de la Universidad Politécnica de Valencia, España. Se ha venido consolidando en un esfuerzo académico, mediante los programas de Maestría y Doctorado en Educación Matemática, además de la producción de artículos nacionales e internacionales y los convenios inter-institucionales con universidades como EAFIT, de Medellín, Estadual de Sao Paulo y Politécnica de Valencia. Este grupo asume esta reflexión para que la actividad académica se visualice en el desarrollo de estudios que han transformado prácticas pedagógicas en la educación matemática, a partir de distintas perspectivas que indagan, problematizan y proponen estrategias de formación de recurso humano de alto nivel. Es así como a partir de estudios doctorales y de maestría, se fortalece una comunidad académica al interior de la Universidad, que pretende proyectarse en las prácticas pedagógicas del departamento.
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Fotos: Mónica Palacio
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Un total de 200 rectores participaron en el X Congreso internacional de educación superior Universidad 2016, que reunió en Cuba a más de 4.500 asistentes provenientes de 60 países. La delegación de la Universidad de Antioquia la encabezó el rector Mauricio Alviar Ramírez, en la foto de la derecha acompañado por el Rector de la Universidad Ton Gji, China, y la Directora de Relaciones Internacionales, Ministerio de Educación de Cuba.
UdeA participa en Congreso universitario, en La Habana
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a participación de la Universidad de Antioquia en el X Congreso internacional de educación superior Universidad 2016, que se cumplió del 15 al 19 de febrero, en Cuba, y que congregó a doscientos rectores de universidades de sesenta países, dejó un balance positivo no solo por el papel que desempeñó cada uno de los integrantes de la delegación que representó a la institución, sino por los vínculos que propició la cita mundial. Tras participar en el foro de rectores sobre universidad, innovación y desarrollo, donde el rector Mauricio Alviar Ramírez describió la experiencia de la Universidad y de la ciudad en la materia, con el programa de gestión tecnológica, el Comité Universidad Empresa Estado, Ruta n, Tecnnova y demás, se despejaron las posibilidades de estrechar nexos estratégicos concretos con la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre, Brasil, cuya rectora expresó un claro interés en celebrar un convenio con el área de la salud nuestra por el reconocimiento que tiene en el ámbito nacional e internacional en medicina, nutrición, microbiología, etc. “Ya me presentaron el borrador del convenio, y la idea es establecer pasantías de doble vía para estudiantes, profesores e investigadores”, informó el rector y agregó que también hubo acercamientos con la Universidad Veracruzana del
estado de Veracruz, México, que tiene una estructura similar a la de la Universidad de Antioquia y trabaja, así mismo, la responsabilidad social universitaria. Además de resaltar en el foro la articulación de la investigación que hacen nuestros estudiantes y profesores con problemáticas reales de nuestra sociedad, de un lado, y del otro la articulación interinstitucional de las universidades públicas y privadas reunidas en el llamado grupo G8, Alviar Ramírez participó en el panel sobre educación superior y posgrados, donde la directora de Posgrado, Sandra Turbay también presentó ponencia. “A veces, por el afán de diseñar doctorados, se confunden los temas de investigación con los campos de conocimiento, y ese es un asunto delicado porque tiene implicaciones serias sobre la calidad de los programas de posgrado”, planteó Alviar Ramírez. En el Congreso, organizado por el Ministerio de Educación Superior y las universidades de Cuba, con el auspicio de la Unesco y el Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe, el rector también intervino como observador en el Consejo Latinoamericano y del Caribe para la Educación Superior, de la Unesco, alrededor del reconocimiento de títulos entre los países miembros. “El convenio existe desde 1974 y durante esos 46 años no se ha aplicado, de manera que como
observador debía señalar las restricciones de los países para homologar títulos. Se hicieron varias propuestas, porque en septiembre será el encuentro de ministros de educación de Iberoamérica y la idea es proponer una modificación a ese convenio, con un marco más elaborado para las homologaciones”, señaló. Mónica Palacios Salazar, coordinadora del Programa de Responsabilidad Social y directora (e) del Programa de Egresados, presentó la ponencia Responsabilidad social universitaria: un aporte territorial, mediante la cual explicó la labor de responsabilidad social universitaria en el ámbito local, regional y nacional, y mencionó cómo se vincula al trabajo internacional desde el Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina de la Unesco, en el cual la Universidad de Antioquia es coordinadora de la Sede Andina. La ponencia se dio a conocer en los talleres de internacionalización de educación superior, “un espacio para dar a conocer las relaciones internacionales de la universidad desde, en este caso, la responsabilidad social sobre el papel que estamos cumpliendo en el Observatorio de la Unesco”, explicó Palacios Salazar. Lo que se quiere lograr a futuro, según Mónica Palacios, es que la gente conozca todo lo que se ha logrado desde la construcción colectiva de políticas públicas y desde el trabajo con las diferentes de-
pendencias; “la construcción de la política pública de responsabilidad social que pronto se va a exponer al público, por ejemplo. Queremos que todo lo que hemos realizado se convierta en un elemento para trabajar a nivel del Observatorio y a nivel, no solo nacional, sino internacional”, concluyó.
Participación estudiantil Nataly Zapata, quien cursa sexto semestre de Derecho, y Andrés Felipe Echavarría, estudiante de la Licenciatura en educación-artes plásticas, expusieron en las mesas de discusión la ponencia Educación: proceso constituyente y paz, la universidad y su rol en estos acuerdos. “Se trata de mirar cuál es el papel de la universidad en un escenario pos-acuerdo en los territorios rurales de las zonas rojas del territorio colombiano”, explicó Nataly, quien ha trabajado durante varios años con las comunidades en ruptura y resistencia. Por su parte, Andrés Felipe ha desarrollado el tema de la educación rural. Ha trabajado con las comunidades bajo el modelo Aprendizajes por proyectos, donde se abordan áreas específicas del conocimiento alrededor de necesidades básicas de la región. Por ejemplo, “cómo se aprende geometría a partir de qué es una hectárea, cómo se aprende matemáticas con los productos de la región, cómo se aprende una regla de tres alrededor de cuántos plátano son cuánta plata”, explica.
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Biblioteca Médica, uno de los espacios renovados de la Facultad de Medicina Por MARÍA CAMILA SALDARRIAGA B.
• Es una de las bibliotecas médicas híbridas más completas del país
Fotos: María Camila Saldarriaga Bustamante
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espondiendo al Plan Maestro de Recuperación y Restauración de su infraestructura, la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia entrega a la comunidad algunos de los espacios renovados del Edificio Central, entre ellos la Biblioteca Médica, que se posiciona a nivel nacional como una de las bibliotecas híbridas más completa en el área de la salud, con 22 bases de datos a las que tanto estudiantes como especialistas pueden acceder remotamente las 24 horas del día, una completa colección de libros físicos y la Sala de Historia de la Medicina más importante del país. El programa de alfabetización informacional es uno de los desarrollos más importantes de la Biblioteca Médica, concretado con la inclusión de la cátedra Informática médica en el nuevo currículo del pregrado de Medicina, paso definitivo para el reconocimiento de la información como área fundamental en la formación del profesional de la salud. “La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios e Instituciones (IFLA) el año pasado entre 337 instituciones de educación superior colombianas, destacó el Programa de Informática Médica de la Facultad de Medicina como pionero en su implementación en el ámbito nacional e iberoamericano”, cuenta Olga Gómez, coordinadora de la Biblioteca Médica. También la adecuación tecnológica de este espacio pone a disposición de sus usuarios 40 puntos de red, dos puntos de acceso para garantizar internet wifi, 60 computadores portátiles y una pantalla de 65 pulgadas acompañada de sistema de sonido HD para reproducción de material audiovisual didáctico. La entrega de este espacio hace parte de la tercera fase del proceso de renovación de espacios, en el que después de intervenir los edificios patrimoniales Manuel Uribe Ángel y Andrés Posada Arango, se comenzó a restaurar el Bloque Central de la Facultad construido en 1949, ante la necesidad de cumplir con las normas de sismo resistencia para los edificios considerados de primera necesidad en casos de desastres, como en este caso lo son las universidades. “Después de un diagnóstico en vigas y columnas, se consideró ne-
cesario hacer una repotenciamiento estructural en el ‘esqueleto’ del edificio que asegurara la solvencia de la edificación y a partir de este trabajo se hizo la remodelación de áreas internas y ampliación de espacios, siempre respetando sus forma iniciales y materiales originales”, explica Clemencia Wolff Idárraga, arquitecta restauradora, líder de Infraestructura Física de la Universidad de Antioquia, quien dirigió el proyecto. La intervención total del edificio tiene un costo estimado de 25.000 millones de pesos, por lo cual se desarrollará por etapas mientras se gestionan recursos para ir priorizando áreas. “La parte de la obra que hoy entregamos es el ala noroccidental del Edificio Central, la cual fue sometida a repotenciamiento de estructura, también por la necesidad de espacios que tenemos latente; se construyó un cuarto piso y se adecuaron espacios como la Biblioteca Médica, la cual se estrena como una de las más completas bibliotecas híbridas del país; dos aulas con capacidad para 70 estudiantes, dos aulas más con capacidad de 40 estudiantes; 4 salas de reuniones para 20 personas; dos aulas flexibles de cómputo para responder a las actividades de la educación virtual y 2 laboratorios docentes de fisiología y microbiología. En esta parte de la adecuación invertimos $4.000 millones de pesos”, dijo el decano de la Facultad de Medicina, Carlos Alberto Palacio Acosta.
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“Mi lengua significa espiritualidad”
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l patrimonio cultural que constituyen las 68 lenguas habladas en Colombia está amenazado con desaparecer, en un país donde se ha privilegiado el conocimiento escrito sobre los saberes orales y tradicionales. Más allá de su celebración anual, ¿qué sentido tiene hablar de las lenguas nativas? Mientras se hablen y aunque algunas de ellas no se escriban, las lenguas nativas están vivas, a pesar de que solo se celebre, cada 21 de febrero, su día nacional. Están vivas y son dinámicas, ingeniosas y supervivientes, a pesar de la imposición de una lengua europea como el idioma nacional. Y están vivas en la Universidad, aunque la academia privilegie al español y promueva al inglés como las lenguas más apropiadas para la socialización del conocimiento. “Mi lengua significa espiritualidad”, dice Diana Guapacha, “es la tradición oral y el poder comunicarnos con nuestros ancestros. Por ejemplo, es cómo le damos nombre a una planta y esta tiene espíritu y vida, pero por los procesos de evangelización y desplazamiento, muchos de nosotros escuchamos nuestras lenguas pero no las hablamos”. Según Selnich Vivas, la lengua nativa es la que se habla desde épocas remotas en un territorio. “Es literalmente un parto de la tierra porque sus sonidos son hijos
de los ecosistemas” (Komuya uai, 2015). De las 68 lenguas nativas colombianas, 65 lenguas son habladas por comunidades indígenas, sumadas a la lengua criolla de San Basilio de Palenque, al creole sanandresano y a la lengua rom de los gitanos. Esta diversidad lingüística representa una riqueza, subestimada a través de la historia. En 2014, según el Instituto Caro y Cuervo, de estas lenguas “más de la mitad tienen menos de mil hablantes y están por lo tanto en una situación de preocupante precariedad. Las otras lenguas, algo más habladas, tampoco están en condiciones de menor riesgo. De igual forma, en términos numéricos, la población que habla lenguas nativas en Colombia es escasa, pues posiblemente no pase de ochocientas cincuenta mil personas”. Una situación que es preocupante para Wilson Tapia, indígena del pueblo de los pastos en Nariño: “hemos perdido casi la totalidad de la lengua materna, aunque se conservan muchas raíces ancestrales, porque a través de nuestra historia milenaria atravesamos traumatismos y mestizaje con los pueblos colonizadores”. Tapia, vicegobernador del Cabildo Indígena Universitario, agrega que los líderes y taitas mayores de su pueblo están haciendo un esfuerzo por recuperar lo que se ha perdido. También explica que el Cabildo agrupa a los distintos estudiantes para fortalecer el proceso de resistencia de los pueblos, aspira a desarrollar una cátedra indígena universitaria y sirve de apoyo a los compañeros que recién llegan a la ciudad.
En el proceso de migración a Medellín y de ingreso a la vida universitaria de los indígenas, Wilson Tapia reconoce el choque cultural que representa el desconocimiento de las lenguas nativas por parte de la academia y su preponderancia del español. “Esa es una de las luchas que han venido liderando nuestros pueblos porque para nosotros es importante buscar el conocimiento, sin limitar la procedencia, sea occidental o sea originario, lo que sí es un limitante es que el conocimiento académico trate de opacar u omitir al conocimiento ancestral”. De ahí que cobre fuerza la preocupación por los sistemas de educación propia, “¿cómo se debe educar el indígena?”, cuestiona Wilson Tapia. Esta experiencia significó para Diana Guapacha enfrentarse a un mundo más individualista, cambiar su alimentación y la imposibilidad de recurrir a plantas medicinales que no se consiguen en Medellín.
Fotos: Juan Diego Restrepo
Por JUAN DIEGO RESTREPO TORO
“En la comunidad —observa— pensamos en el otro, tenemos el contacto con la naturaleza; acá todo se vende, no se cultiva”. Ante esto, valorar su lengua materna representa una manera de resistir y preservar la cultura, por eso el Cabildo representa un punto de apoyo. En ese sentido, hablar de las lenguas nativas implica entender a la cultura en su sentido amplio y diverso. Por eso la Semana internacional de las lenguas nativas incluyó diversas actividades culturales, entre ellas muestras culinarias, talleres de simbologías, obras de teatro, una salida a la comunidad La María, Valparaíso, para articular este proceso con las comunidades de origen y el evento Círculo de palabra ¿cuál es el país que queremos en paz?, este último un tema vital de cara al posconflicto, teniendo en cuenta que los diálogos de paz solo se dan entre quienes hablan español.