Nº 658 Medellín, octubre de 2016
SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
La Universidad en la construcción de paz Página 2
Trece estudiantes, destacados con los mejores trabajos de grado Otto de Greiff Página 3
Cajas de herramientas para la investigación Página 6
Los escolares y los videojuegos con contenido sexual Página 8
Plazoleta central de la Universidad de Antioquia, campus principal
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La Universidad en la construcción de paz
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on reflexiones en torno a la nueva etapa de reconciliación que vive el país y un concierto de canciones y ritmos colombianos brindado por la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia, la Alma Máter celebró el 26 de septiembre la firma formal en Cartagena del acuerdo final de paz alcanzado entre el Gobierno nacional y la guerrilla de las Farc. El teatro Camilo Torres Restrepo registró una gran afluencia de universitarios, quienes respondieron al llamado del rector Mauricio Alviar Ramírez para celebrar el hecho histórico para el país. Allí, los asistentes siguieron los pormenores del acontecimiento transmitido por televisión desde la ciudad amurallada, al tiempo que expresaron opiniones sobre el momento que puede cambiar el rumbo de Colombia, desde el campus principal en Medellín y los descentralizados en Oriente, Suroeste y Bajo Cauca antioqueños. “Tomamos posición sin miedo a ser señalados por quienes han detentado el poder político y militar, aplicándolo contra su propio pueblo; tomamos posición en defensa de las reformas necesarias y aplazadas desde siempre”, dijo la estudiante de pregrado Maritza Agudelo, quien leyó el “Manifiesto estudiantil por la paz con justicia social”. El rector Alviar Ramírez compartió varias preguntas formuladas por profesores, entre ellas ¿cómo explicar que a la Universidad hoy como a muchas otras víctimas, le baste con lamentar sus pérdidas, con repudiar la violencia o con no querer la guerra, para que se le acuse enseguida de ser demasiado parcial?, al tiempo que reiteró su convicción de que la educación tiene todo para darle a la construcción de paz. “Espero que la academia también esté preparada y dispuesta a innovar, a abrir nuevas investigaciones que nos digan, por ejemplo, cómo construimos ciudadanía, Estado y mercado donde antes estaban los poderes de facto que queremos reemplazar”, había expresado ya en video la senadora Claudia López, después de un foro en el campus. En el evento especial intervinieron los delegados de Naciones Unidas Otto Rivas y Rodolfo Zapata, y el coordinador territorial Carlos Iván Lopera. “Nosotros vamos a estar trabajando en esta área por un período de 12 meses, para determinar y verificar que lo acordado se cumpla tal y como está estipulado”, indicó el también coronel del Ejército de Guatemala, Otto Rivas, integrante del componente internacional de la Misión de monitoreo y verificación de la ONU. Los asistentes al Camilo Torres Restrepo celebraron con alborozo la transmisión por televisión de la firma del Acuerdo. “Yo esperaría que con alguna sensatez los ciudadanos digamos que cualquier apuesta para la paz, aunque sea paz a medias, vale más que una flamante guerra”, dijo la profesora Bernardita Pérez, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
A su manera, sectores estudiantiles de la Universidad de Antioquia han expresado su opinión por la paz del país.
Estudiantes, profesores, empleados, egresados, jubilados y directivas coincidieron en el teatro universitario, en el acto que se realizó, previo a la firma protocolaria en Cartagena de los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las Farc.
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Por CAMILO MORALES* camilo.morales@udea.edu.co
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on el nombre de uno de los intelectuales del siglo XX colombiano, Otto de Greiff Haeusler (1903 - 1995), hermano del conocido poeta León de Greiff, la Universidad Nacional de Colombia, en asocio con la Universidad de Antioquia, la Universidad de los Andes, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Eafit, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Norte, la Universidad del Rosario, la Universidad Industrial de Santander y la Universidad del Valle, crearon hace 20 años el Concurso Nacional Otto de Greiff. El Concurso premia, luego de un proceso de evaluación riguroso llevado a cabo por profesores e investigadores del país, los trabajos de grado realizados por los estudiantes de los distintos programas de pregrado de las universidades asociadas, que se destacan por sus valores académicos e investigativos. En esta ocasión, y en el marco de la celebración del vigésimo aniversario del Concurso, la Universidad de Antioquia logró, gracias al trabajo académico de sus estudiantes y de la actividad investigativa y formativa de los profesores de la Alma Máter, un desempeño destacado: el mejor en los 20 años de existencia del Concurso. De los 14 trabajos postulados por la Universidad al Concurso, 9 de ellos resultaron ganadores entre los 85 trabajos de las 9 universidades del país que participaron en esta versión. De los trabajos postulados por la Alma Máter, 4 de ellos obtuvieron el primer puesto en 4 de las 6 categorías establecidas, 3 el segundo puesto y 2 el tercero. Además de los presentados por la Universidad de Antioquia, en el concurso participaron trabajos de la Universidad de los Andes, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Norte, la Universidad del Rosario, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad del Valle y la Universidad Nacional de Colombia. El balance, no sólo evidencia desarrollos formativos e investiga-
El rector Mauricio Alviar Ramírez acompañó a los estudiantes de la Universidad de Antioquia a recibir el reconocimiento, que en esta oportunidad fue entregado en San Andrés Isla.
Trece estudiantes, premiados con el Otto de Greiff tivos sobresalientes en todas las áreas del conocimiento, sino que reafirma la convicción que se tiene en la Universidad por trabajar, desde sus diferentes ejes y dinámicas, en pos de la formación de calidad de los jóvenes del Departamento y del país.
Área de Ciencias Naturales Primer puesto: Evolución dinámica debida a mareas gravitacionales en sistemas planetarios múltiples, del egresado Bayron Portilla Revelo del programa de Astronomía de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Tercer puesto: Variabilidad genética de Anopheles punctimacula s.I. en dos localidades de la zona endémica para la malaria en el Bajo Cauca y Alto Sinú, de Paula Andrea Urrea Aguirre, egresada del programa Microbiología y Bioanálisis de la Escuela de Microbiología.
Sierra de la Macarena 2000-2014, de Karen Xiomara Marín González, egresada del programa de Ciencias Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
Tecnologías apropiadas Segundo puesto: Estudio de la mojabilidad del aluminio en sistemas refractarios, de John Edison Rodríguez Arroyave, egresado del programa de Ingeniería de Materiales de la Facultad de Ingeniería.
Desarrollo sostenible y medio ambiente Primer puesto: Evaluación y determinación del índice de tolerancia a la contaminación atmosférica para cinco especies arbóreas ubicadas en el Valle de Aburrá, de Daniela Velásquez Ciro, egresada del programa de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería.
Área de Ciencias Sociales
Creatividad y expresión en artes y letras
Primer puesto: Entre vecinos: lógicas de la victimización horizontal en la guerra colombiana. Estudio de caso
Primer puesto: Cartilla virtual Colombia tierra de mil sonidos, de Cristian Leandro Gómez Ospina,
Daniel Andrés Yepes Mejía y Juan Pablo Yepes Mejía, egresados del programa Licenciatura en Música de la Facultad de Artes. Segundo puesto: La odisea de Telémaco o de la travesía de las jóvenes lectoras por el campo de la investigación literaria, de María Alexandra Ruiz Mosquera, egresada del programa Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Humanidades Lengua Castellana de la Facultad de Educación. Tercer puesto: Aquí me quedé, de Juan Fernando Foronda y Jenny Alejandra Echavarría Robledo, egresados del programa de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones.
Ciencias de la salud Segundo puesto: Prácticas sexuales y uso del preservativo en adolescentes escolarizados de Medellín, 2014, de Ana María Toro Taborda y Karen Stefanía Restrepo Velásquez, egresadas del programa Microbiología y Bioanálisis de la Escuela de Microbiología. * Asistente de la Vicerrectoría de Docencia
Examen de admisión a la Universidad de Antioquia 18 y 19 de octubre de 2016 Impresión de credenciales: 6 al 13 de octubre Publicación de resultados: 1°. de noviembre Total de inscritos: 47.328 • Mujeres: 27.891 (59%) • Hombres: 19.437 (41%) • Inscritos por estrato 1, 2 y 3: 44.631 (94.3%) • Inscritos provenientes de colegios públicos: 35.598 (75.22%) • Inscritos provenientes de colegios privados: 11.730 (24.78%)
Programas con más inscritos en primera opción: • Medicina: 9.437 • Ingeniería Civil - Medellín: 2.130 • Psicología - Medellín: 2.110 • Derecho: 1.801 • Medicina Veterinaria - Medellín: 1.671 • Enfermería: 1.639
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Por CLARA EUGENIA ESCOBAR DE G.**
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l conmemorar sus primeros 75 años de historia y presencia social es oportuno destacar los principales hitos históricos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia. Entre 1918 y 1919 el doctor Abel Uribe Jaramillo hizo los primeros intentos de formación odontológica en la institución, en lo que se conoció como el Colegio Dental de Medellín. En 1923, durante el gobierno de Miguel Abadía Méndez, se expidió una ley por la cual se acreditaban y reconocían los títulos expedidos por este Colegio. Sin embargo, por la escasez de alumnos y la falta de una adecuada financiación tuvo que cerrar sus puertas. En 1932 fue creada la Escuela Dental de Medellín como una dependencia académica adscrita a la Universidad de Antioquia, la cual, por las mismas razones que le ocurrieron al Colegio Dental, tuvo que cerrar sus puertas en 1935, luego de haber entregado la primera promoción de egresados, entre quienes, vale destacar, recibieron su título las primeras mujeres profesionales del país, a saber: Marianita Arango, Rosa María Navarro, Berta Restrepo y Amanda Güendica. El director del claustro era el doctor Jorge Luis Isaza M. Tres años más tarde (1938), bajo la dirección del doctor Luis Ángel Rico R., volvió a abrir sus puertas, con la iniciativa de formar profesionales de la odontología de una manera organizada y metódica. A partir de 1941 la Universidad de Antioquia elevó la Escuela Dental de Medellín a la categoría de Facultad. En la década de los años cuarenta la Facultad dedicó sus esfuerzos a la formación de odontólogos generales, preparados con un programa de influencia europea, mientras que en la década de los cincuenta realizó cambios con la asesoría de la Universidad de Pensylvania. Los seminarios de la Asociación Latinoamericana de Facultades de Odontología —Alafo—, y diferentes asesorías, fueron creando en las directivas y profesores de la Facultad la necesidad de un cambio radical, lo cual condujo en 1963 a la introducción de disciplinas nuevas al plan de estudios para la formación de un profesional más pertinente a la realidad del medio, líder de la comunidad y con un enfoque preventivo. La década de los sesenta, bajo las sucesivas decanaturas de los doctores Óscar Javier Restrepo Naranjo, Alberto Arango Botero y Alpidio Jiménez Gómez, es reconocida como la época dorada de la Facultad por sus múltiples desarrollos, avances e innovaciones curriculares, entre los
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Facultad de Odontología conmemora 75 años* La profesión odontológica en Colombia y el ingreso de la mujer a la educación superior está ligada a la historia de la Facultad de Odontología, en cuyos claustros se graduaron las primeras mujeres profesionales del país. Para celebrar los 75 años de formación e investigación al servicio de la sociedad, el rector Mauricio Alviar Ramírez y la decana de la Facultad de Odontología Clara Eugenia Escobar Güendica invitan a la ceremonia conmemorativa el viernes 7 de octubre de 2016, a las 2:00 p.m. en el auditorio principal de la Facultad de Odontología.
Programación académica
Día Panamericano de la Odontología Viernes 7 de octubre 1:00 p.m. Conferencia: Control de infecciones en odontología, buenas prácticas en seguridad del paciente, Resolución 2003 de 2014. Conferenciante: Diego A. Gil Alzate, odontólogo UdeA, máster en seguridad del paciente de la Universidad Miguel Hernández, España. Auditorio principal. 2:00 p.m. Acto conmemorativo 75 años. Auditorio principal
3:30 p.m. Conferencia: Tratamiento de pacientes con labio y paladar hendido. Conferenciante: Nataly Lopera Restrepo, odontóloga U de A, ortodoncista UNAM, México. Auditorio principal. 3:30 p.m. Conferencia: El manejo del mercurio en odontología. Ingeniero metalúrgico Gabriel Jaime Gómez Mejía, analista de gestión tecnológica New Stetic. Auditorio alterno. 20 y 21 de octubre de 2016. 45°. Simposio internacional actualización en ortodoncia. Auditorio principal Centro Comercial Almacentro.
Informes: teléfono 2196760. Correo: educacioncontinuaodontologia@udea.edu.co Inscripciones: servicios.udea.edu.co
Además de las 3 clínicas especializadas, la Facultad adelanta su labor formativa asistencial con prácticas académicas por fuera del claustro. cuales se destacan: la creación del primer departamento de odontología preventiva y social de América Latina, la formación de personal auxiliar (higienista dental y auxiliar de odontología social). De gran reconocimiento e impacto mundial fue la investigación sobre incorporación del flúor en la sal de cocina para la prevención masiva de la caries dental, investigación que se realizó durante diez años en 4 poblaciones cercanas a Medellín, con el apoyo de las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud. Por lo anterior, la Facultad fue considerada “El Faro de América Latina”. La comisión que en 1965 elaboró las modificaciones al plan de estudios estableció los objetivos para la formación de un odontólogo general, consciente del paciente como unidad psico-biológica y so-
cial, con la prevención como base de su actividad. En la década de los setenta se dio gran impulso a la preparación de profesores en el exterior, se formalizó la educación continua y se establecieron con más claridad los pilares fundamentales del currículo. En 1985 se le imprimió una concepción integral a la formación de posgrado, surgiendo los programas: Odontología Integral del Niño, Odontología Integral del Adulto y Estomatología y Cirugía. En 1985 se identificó la necesidad de formular una doctrina que motivara el cambio. En 1988 se formuló el marco conceptual de la Facultad, con el cual se fue evidenciando poco a poco que lo que el currículo de la Facultad requería era toda una transformación curri-
cular para formar un profesional de la odontología nuevo y forjar una nueva profesión odontológica como alternativa a las necesidades concretas de Colombia y de América Latina. Desde entonces, la Facultad ha tenido la impronta de la transformación curricular, todo ese proyecto ético social con el cual se pretende provocar una gran ruptura conceptual, actitudinal, metodológica y estructural del modelo tradicional, con una presencia social más significativa y trascendente. A comienzos de los noventa el Icfes aprobó el cuarto programa de posgrado, Odontología Integral del Adolescente, que más adelante cambiaría su nombre a Odontología Integral del Adolescente y Ortodoncia. En 1993 se inició el proceso de transformación curricular del programa de pregrado y en 1996 el de los programas de posgrado. Se trata, sin duda, de un proyecto ambicioso y complejo, pero al mismo tiempo, de una búsqueda ética irrenunciable para la Facultad cumplir su misión. Al conmemorar estos primeros 75 años de historia y presencia social de la Facultad, expresamos nuestro agradecimiento a todos aquellos que le han aportado: sus 24 decanos, sus profesores, estudiantes, empleados, egresados, jubilados, su inmensa comunidad de pacientes, proveedores y entidades que de diversas maneras se han vinculado con este proyecto. * Información tomada de los archivos de la Facultad de Odontología. ** Decana de la Facultad de Odontología, U. de Antioquia
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Ingeniería Industrial celebra cinco décadas Hoy el Departamento suma 2.350 egresados en pregrado
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La Universidad de Antioquia celebra el día clásico
Por ERIC CASTAÑEDA GÓMEZ* industrialnivel1@gmail.com
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ajo el lema “La ingeniería industrial ante los nuevos retos de la responsabilidad social” se pondrán en diálogo la experiencia de los egresados, las necesidades de la industria y los saberes de la academia. Pero esta actividad académica, que se llevará a cabo del 12 al 14 de octubre, en el auditorio principal del Edificio de Extensión, también servirá para celebrar los 50 años del Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ingeniería, de la U. de Antioquia. En 1966 se creó el Departamento de Ingeniería Industrial en la, entonces muy joven, Facultad de Ingeniería. La premisa definida era formar profesionales con capacidad de apoyar el desarrollo industrial de la región y del país, emergente en aquella década y con alto componente manufacturero, desde el estudio del trabajo y sus métodos para lograr el mejoramiento de la calidad de vida de las personas en las organizaciones y la optimización en el uso de los recursos físicos, financieros y, por supuesto, en el tiempo. Con énfasis en las herramientas cuantitativas, pero sin dejar de lado las complejas dimensiones cualitativas que rodean a los seres humanos, se dio inicio a la tarea en aquel año de 1966. Fue el segundo programa de esta rama de la ingeniería en el país. La primera ceremonia de grado fue en 1970, donde se entregó el título de Ingeniero Industrial a los cinco primeros egresados. Hoy la cifra de egresados llega a los 2.350. Así mismo, desde 2005 cuenta con una modalidad virtual, que con 11 años de experiencia ya tiene 74 graduados. En 1992 inicia la Especialización en finanzas, preparación y evaluación de proyectos; luego se abre la Especialización en alta gerencia y la Especialización en logística integral. Actualmente son más de 1.000 egresados de especialización y clara presencia en las subregiones de Urabá, Oriente y Bajo Cauca. En la década siguiente se inició la Maestría en ingeniería en líneas de
En 2016 la Alma Máter de los antioqueños cumple 214 años de historia. El día clásico, celebrado tradicionalmente el 9 de octubre, en esta oportunidad se cumplirá el viernes 7 de octubre, a las 3:00 de la tarde, en el Paraninfo, Edificio de San Ignacio. En la efeméride, la institución reconoce el trabajo destacado de los universitarios —estudiantes, profesores, investigadores, empleados, jubilados y egresados— en el campo científico, académico, cultural, deportivo y de servicio a la sociedad.
Distinciones • Premio a la investigación estudiantil • Premio a la investigación profesoral la ingeniería industrial y en 2011 se tuvo la primera cohorte de Maestría en logística integral. En la actualidad son 15 los graduados en el nivel de maestría y se abrió la primera cohorte de la Maestría en gerencia de proyectos. En la década actual también se dio el surgimiento y la consolidación de los grupos de investigación. El Departamento de Ingeniería Industrial cuenta con cuatro grupos dedicados a diversas temáticas de interés de la ingeniería industrial: Gesta —Emprendimiento, finanzas y gestión organizacional—, Gestión de la calidad, Ingeniería y sociedad e Incas —Innovación y gestión de cadenas de abastecimiento—. Que sea esta la oportunidad para invitar a estudiantes, profesores, egresados, empresarios y
comunidad universitaria en general para que participen de la celebración de los 50 años del Departamento. La agenda de los tres días incluirá conferencias a cargo de invitados nacionales e internacionales, conversatorios con empresarios y egresados sobre temáticas y retos actuales de la ingeniería industrial, presentación de los resultados de los proyectos de investigación y extensión más recientes, actividades culturales, entre otras. La inscripción es gratuita y puede realizarse a través del portal universitario en: goo.gl/ VS4Cde Informes: pregradoingindustrial@udea.edu.co * Jefe del Departamento de Ingeniería Industrial
• Premio mérito universitario Alma Máter • Presencia de la Universidad en la sociedad • Premio a la extensión Universidad de Antioquia • Premio Francisco Antonio Zea • Distinción José Félix de Restrepo al egresado sobresaliente • Mejores estudiantes avanzados por programa
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Por AAAAA AAAAAAAA AAAA
Cajas de herramientas para la investigación Acercar a los jóvenes a la ciencia, una razón Por XIMENA FORERO ARANGO* vicedecacomunicaciones@udea.edu.co
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Qué es la investigación? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se hace? Las Cajas de herramientas para la investigación son una iniciativa de trabajo colaborativo del Comité TIC del área de ciencias sociales y humanas de la Universidad de Antioquia, conformado por 5 facultades, 2 escuelas, 3 institutos y el programa de Integración de Tecnologías a la Docencia, que se ha venido materializando como repositorio de recursos educativos. Esta iniciativa empezó a crearse en 2015 y pretende poner al servicio de la Universidad los conocimientos de profesores investigadores expertos en diversos temas. Del Comité surgieron las 6 cajas de herramientas, primero 5 que trataban sobre el proceso de investigación desde la búsqueda de información, pasando por la formulación del problema, la aplicación de métodos cuantitativos y cualitativos, hasta la divulgación de resultados. Luego apareció la caja cero, en la que, a manera
de introducción, reconocidos investigadores de la Universidad cuentan desde su experiencia por qué y para qué es importante la investigación, cómo la han hecho y qué han aprendido, con el fin de motivar a los estudiantes que apenas empiezan a descubrir el tema. Hasta el momento, las Cajas de herramientas para la investigación cuentan con la participación de 30 profesores investigadores de las facultades de Artes, Comunicaciones, Derecho y Ciencia Política, Educación, Ciencias Sociales y Humanas, las escuelas de Idiomas y de Bibliotecología, los institutos de Estudios Regionales, Estudios Políticos y Filosofía, y el Programa de Integración de Tecnologías a la Docencia. Son en total 53 recursos digitales que se espera sigan aumentando, a partir de los nuevos aportes de profesores y estudiantes, en la lógica de crear una comunidad de aprendizaje en torno a la investigación, pero también de “desmitificarla” de algún modo”. La formulación de un tema transversal para el área de ciencias sociales y humanas de la Universidad se dio en las reuniones del Comité TIC, que quiso trabajar en dos frentes: uno problematizador que ha derivado en la formulación de lineamientos para uso de TIC en la docencia, y otro de aplicación, mucho más práctico, que busca mostrar resultados en corto plazo
del trabajo colaborativo y del aporte que hacen las TIC al proceso de formación universitaria. Fue así como se definió la investigación como tema de interés común, y se unieron fuerzas para contactar a los profesores expertos en diversos temas, áreas y metodologías de la investigación, para que aportaran desde su experiencia su conocimiento al respecto. Todos los recursos son abiertos, con licencias creative commons, producidos y editados en la Facultad de Comunicaciones, diseñados y alojados en la plataforma Aprende en Línea. Cada caja tiene un grupo de responsables de varias dependencias: la Escuela de Idiomas, junto con el Instituto de Estudios Políticos se hicieron cargo de la caja 0, que busca un trabajo de sensibilización frente al tema. La Escuela de Bibliotecología es la responsable de la caja 1, por tratarse de la búsqueda de información y los gestores bibliográficos para la construcción de referentes conceptuales. La Facultad de Comunicaciones es la encargada de la caja 2, que aborda la delimitación del problema de investigación y la construcción de los objetivos. Las Facultades de Educación y de Ciencias Sociales y Humanas asumieron la responsabilidad de las cajas 3 y 4, que abordan las metodologías cualitativas y cuantitativas, y las facultades de Artes y de Comuni-
caciones se responsabilizaron de la caja 5, que trata el tema de divulgación y difusión de los resultados de investigación, no solo a través de informes y artículos académicos, sino también de otros formatos como multimedias, audiovisuales, performances, obras de teatro, entre otros. No obstante las responsabilidades específicas, esta experiencia es una muestra de trabajo colaborativo de un Comité que está conformado por miembros de 11 dependencias, que tienen diversos roles y tipos de vinculación con la Universidad: algunos son profesores de cátedra, otros ocasionales, otros de carrera, otros jefes de producción y medios de sus dependencias, bibliotecólogos de centros de documentación o comunicadores. Las Cajas de herramientas para la investigación pueden encontrarse en el enlace http://aprendeenlinea.udea. edu.co/lms/investigacion/, (Área de Ciencias Sociales) y se espera que contribuyan a la integración de tecnologías de información y comunicación a la docencia, a la construcción de nuevas formas de trabajo para la comunidad académica, y a motivar la creatividad para futuras propuestas de recursos o iniciativas de uso libre. * Profesora y Vicedecana de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Explora la UdeA
10 años desencadenando preguntas Por SERGIO A. URQUIJO MORALES sergio.urquijo@udea.edu.co
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De las preguntas nace la ciencia “Profe, espere, ¿eso también es una célula?”. Sebastián, del colegio Fe y Alegría, no estaba dispuesto a que su visita al laboratorio del Grupo de Fisiología y Bioquímica — Physis—, en las instalaciones de la
Una carrera viable y muy pertinente
Foto: Sergio Urquijo
ayana está apenas en sexto grado, y ya disfruta del sabor de la ciencia. En un proyecto de su colegio, el Pedagógico Integral, con el que participa en el programa Ferias CT+I del municipio de Medellín y Parque Explora, estudia los ciclos ecológicos de las hormigas. “Averiguamos y observamos cuántas especies hay, para qué sirven y cómo nos relacionamos con ellas”, contó. En septiembre, durante la sexta edición del programa Explora la UdeA, Dayana y sus compañeros visitaron la Universidad de Antioquia para conocer cómo trabajan los grupos de investigación. Para su grata sorpresa, le tocó visitar al grupo de Entomología y su colección de artrópodos. “Vi muchas especies de hormigas, que no conocía, aunque no vi las que estamos estudiando en el colegio. Fue muy emocionante”, expresó. Los seis años de Explora la UdeA se suman a cuatro ediciones de Universidad abierta y cercana, programa que entre 2004 y 2007 trajo estudiantes de colegios a conocer el mundo de la ciencia y la investigación profesional. Hoy, más de 1.000 estudiantes de secundaria conocen un poco más sobre la investigación, y de primera mano. También en el Pedagógico Integral, Juan David, estudiante de octavo grado y apasionado de la química ambiental, participa en un proyecto donde estudia las formas de convertir residuos en energía. Con Explora la UdeA visitó justamente el laboratorio del Grupo de Estudios Moleculares, Giem. “Me sentí como un niño en una dulcería; veía los implementos, los materiales; nos explicaban los procesos y métodos, me sentí muy identificado”, comentó. La profesora guía del colegio, Neila, estaba tan emocionada como sus mejores alumnos. “Esta visita es lo mejor; quisiera contactar grupos para hacer visitas más frecuentemente”, señaló. Los muchachos se van llenos de preguntas. Y es por eso que los aliados de Parque Explora denominan al recorrido “visita desencadenante de preguntas”.
En los propios laboratorios, los profesores investigadores comparten con los estudiantes experiencias y búsquedas científicas.
Facultad de Medicina, terminara sin haber aclarado las dudas que surgían en su mente al ver el trabajo con la espectroscopía fluorescente para detectar proteínas en células. Sebastián quiere ser arquitecto, y en la UdeA se enteró de que también hay investigación en artes y el diseño, como lo comprobaron quienes estuvieron con el grupo Didáctica de las Artes. Allí, la profesora Ángela Chaverra les explicó con sencillez la base misma de la investigación: “resolver las preguntas que más nos apasionan de una manera organizada y profunda”. “Abrirle las puertas de la Universidad, y muy particularmente de los grupos de investigación, es darles a oportunidad de que piensen en la investigación y la ciencia como una opción de vida”, afirma la investigadora Luz Marina Restrepo, coordinadora del Grupo Ingeniería
de Tejidos y Terapias Celulares de la Alma Máter y asesora de las Ferias CT+I. “En contacto con los investigadores y con los jóvenes investigadores, ven que pueden convertirse en científicos desde el pregrado y hacer un proyecto de vida interesante”. “Para estos estudiantes, Explora la UdeA es un escenario de apertura a la vida académica y profesional”, señala por su parte Vanessa Arias Gil, coordinadora científica de Ferias CT+I. “Es un espacio inspirador en el que la Alma Máter y sus grupos de investigación abren las perspectivas de conocimiento de nuestros niños y jóvenes, mediante la comunicación de sus saberes y procederes, pero sobre todo mediante el intercambio de preguntas y de la posibilidad de participación en espacios nunca antes imaginados por ellos”.
El mejor ejemplo para los visitantes fueron sus guías: jóvenes investigadores UdeA, estudiantes de pregrado que ya comenzaron una carrera en la investigación. Como Juan Pablo Arango, del Grupo de Estudios Moleculares. “Siempre fui muy curioso. Siempre quería saber por qué las cosas son como son e ir más allá de la explicación básica que le dan a uno”, comentó. “Por eso disfruto ser guía para los que vienen a Explora la UdeA, y les recomiendo que se animen, porque la ciencia es un campo maravilloso. Al inicio a uno se le abre un panorama muy grande, pero poco a poco uno va viendo en qué está más interesado”. Además, en las visitas los colegiales interactúan directamente con investigadores de talla internacional, quienes también disfrutan esta oportunidad. La profesora Esperanza López, coordinadora del Grupo de Investigación en Materiales y Recubrimientos Cerámicos, ha participado en varias ediciones del programa. “Me gusta mucho, porque hay que mostrarles a los estudiantes lo que hacemos en la U y que en la investigación hay un futuro, que es una posibilidad para el desarrollo del país. Uno nota en ellos el interés y el asombro”. Asombro como el de Sofía, de la Institución Educativa Aures, quien quedó impresionada porque nunca había visto un microscopio tan potente como el del grupo y las maravillas que este revela. O el de Juan Pablo, de grado once del Pedagógico Integral, quien comienza a estudiar las causas del cáncer, con “el sueño de algún día combatirlo mediante procesos de ADN y robótica de nanotecnología”. Para Natalia Suaza Muñoz, profesional científica de las Ferias CT+I, a estos niños y adolescentes “Explora la UdeA no solo les propone un encuentro de saberes, sino, también, la oportunidad de recorrer uno de los espacios más representativos de nuestra ciudad”. Lo que puede nacer en la mente de estos adolescentes queda resumido en una frase de Juan Pablo Arango, el joven investigador del GIEM: “La ciencia da respuestas a todo lo que se busque bien, pero primero hay que soñar y saber lo que se desea, y confiar en esos sueños”. * Periodista de la Vicerrectoría de Investigación y docente de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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¿Juegan los escolares videojuegos con contenido sexual implícito? Por MÓNICA ISABEL TAMAYO ACEVEDO* LUCÍA STELLA TAMAYO ACEVEDO**
lucia.tamayo@udea.edu.co
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pesar de las políticas nacionales en salud sexual y reproductiva, con línea de acción específica para adolescentes, los programas que en ella se asientan han sido poco efectivos, en parte por las estrategias educativas tradicionales empleadas en educación sexual, que han mostrado ser de bajo impacto y asimilación por los jóvenes, especialmente cuando se desconoce el rol de éstos como nativos digitales que recurren a nuevos productos culturales, como los videojuegos, en búsqueda de un aprendizaje dinámico, emocionante y significativo, donde pueden ser co-constructores del conocimiento a partir de la interacción y la inmersión. Es así como las cartillas, plegables, volantes o caricaturas diseñados como material educativo se vuelven obsoletos y limitan las posibilidades de apropiación consciente de conceptos, actitudes y prácticas inherentes a la sexualidad por parte de los adolescentes, en forma individual o colectiva. El bajo impacto de las estrategias educativas tradicionales se evidencia en la continuidad de la disminución de la edad del primer coito, la exposición a comportamientos de riesgo, entre ellos, el no uso de condón, las múltiples parejas, el cambio frecuente de parejas, los deficientes conocimientos en salud sexual; todo lo cual, unido al consumo y abuso de bebidas alcohólicas, tabaco y sustancias psicoactivas, conllevan al aumento de las infecciones de transmisión sexual —VIH, PVH, hepatitis B, sífilis, clamidiasis, etc.—, al embarazo no deseado y a abortos en los adolescentes. Ante este panorama, y motivadas por generar conocimiento útil para la implementación de nuevas estrategias en comunicación y educación sexual en el aula, la familia y los espacios de ocio, las investigadoras Mónica Tamayo, de la Universidad de Medellín, y Lucía Tamayo, de la Universidad de Antioquia, se dieron a la tarea de resolver la pregunta: ¿Cuál es la percepción y el uso de los videojuegos con contenido sexual implícito que tienen
Imagen del videojuego Grand Theft Auto San Andreas. Tomada de: http://www.hobbyconsolas. com/guias-trucos/gta-san-andreas
taran social, cultural, geográfica y económicamente la situación de los escolares de la ciudad. Los escolares respondieron una encuesta con preguntas sobre condiciones socio-demográficas, uso y apropiación de los videojuegos, conocimientos en salud sexual y comportamiento sexual.
Hallazgos los estudiantes de secundaria de instituciones educativas públicas de Medellín? Para ello, realizaron el proyecto de investigación El videojuego como medio para desarrollar estrategias en comunicación para la salud: una propuesta para fomentar cultura de prevención y autocuidado de la salud sexual en los jóvenes de Medellín-Colombia, apostando por el videojuego, entre las diferentes formas de aprendizaje virtual, por su relevancia como producto cultural de gran impacto, por su masiva producción, por su férreo uso y apropiación por los niños y jóvenes, y por su aplicación en diversos entornos, como una estrategia educativa para la salud sexual.
El estudio El estudio se hizo entre 2013 y 2015, utilizó una metodología mixta, con un componente cualitativo que consistió en el análisis de las narrativas audiovisuales de treinta videojuegos comerciales a través de las categorías: prototipos de género, personajes-relaciones, relatos-narraciones, imágenes y textos sexuales; y un componente cuantitativo basado en un estudio descriptivo transversal en el que participaron 1.124 adolescentes matriculados entre los grados octavo y undécimo de cuatro instituciones públicas de Medellín, ubicadas en las comunas de Aranjuez y Belén, que represen-
En el componente cualitativo, al hacer el análisis de los treinta videojuegos comerciales, se encontró que en la mayoría de ellos se evidencia desigualdades de género, manifestadas en los prototipos y roles diferenciadores asignados a hombres y mujeres. Los hombres son representados, gráfica y conceptualmente, como viriles, fuertes, intrépidos, rebeldes, con músculos desarrollados e indumentaria que evoca poder, con sentido de justicia y habilidades para desenvolverse en diferentes situaciones y resolver problemas. Las mujeres, por su parte, son personificadas con rostros armoniosos, cuerpos voluptuosos, haciendo énfasis en los senos y
Control por los adultos del tiempo de juego y contenidos de los videojuegos
Gráfico 1
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Imagen del videojuego God of War III. Tomada de: http://www.hobbyconsolas.com/guias-trucos/ god-war-iii/sexta-parte-diosa-afrodita-olimpico-efesto
caderas, con atuendos escasos y ajustados al cuerpo, atendiendo a patrones culturales asociados a lo erótico, sensual y provocativo; ellas se muestran sumisas, complacientes, incapaces de valerse por sí solas, y cumplen, en muchas ocasiones, el rol de seducir y ser el premio para el hombre. De igual forma, en las acciones y comportamientos de algunos de los personajes se observan actitudes machistas y de violencia de género con la presentación de hombres agresivos con las mujeres, que son menospreciadas al ser consideradas débiles, tratadas como objetos sexuales y utilizadas para lograr ciertos objetivos masculinos, propios del juego. En algunos casos, el sexo se convierte en el premio por alcanzar metas dentro del juego, y las mujeres, con su lenguaje corporal y verbal, muestran un proceder insinuante para alcanzar este objetivo.
Las escenas que incluyen mujeres desnudas son encubiertas por el juego de cámaras y los desplazamientos en el espacio escenográfico, y en las escenas que el sexo es explícito se hace uso de imágenes simbólicas como cupidos y lanzas, e imágenes sonoras como gemidos, suspiros y sonidos onomatopéyicos. En los discursos es recurrente el uso de palabras con doble sentido y con contenido sexual. Los relatos de los videojuegos atienden a personajes cotidianos y mitológicos que, vinculados a hechos históricos y de ficción, luchan entre el bien y el mal, poniendo en juego valores y antivalores. Las relaciones que se dan entre los personajes son de amistad, conquista, sexuales y de rivalidad.
Los videojugadores El componente del estudio descriptivo contó con la participación
de 1.124 adolecentes, con promedio de edad de 15 años, en su mayoría mujeres (53,1%); el 40,4% de familias nucleares, el 65,4% procedente de la zona nororiental de la ciudad donde predominan estratos económicos bajos y el 30,2 % de la suroccidental, de estratos medio y bajo; el 10% con algún tipo de trabajo informal remunerado; el 54/% manifestó bajo rendimiento académico. Frente al uso de videojuegos, el 63,9% de los escolares juegan videojuegos, predominando su uso en hombres, en menores de 15 años, del grado octavo y de estratos socioeconómicos bajos. De quienes juegan videojuegos, el 64,7% son hombres y el 35,7% mujeres. En promedio recuerdan haberse puesto en contacto con los videojuegos a los 8,3 años de edad. El 82% juega diariamente, el 88% utiliza videojuegos comerciales y ninguno conoce videojuegos educativos en salud sexual. El 12,5% reconoce que juega videojuegos con contenido erótico y sexual. Los videojuegos comerciales con contenido sexual implícito de mayor uso son: GTA San Andreas, God of War y Call of Duty. El 48,2% no tiene ningún control en horas de juego y el 65,3% en contenidos por parte de los adultos. (Gráfico 1) En cuanto a la finalidad en el uso de los videojuegos por parte de los adolescentes, se observa con mayor relevancia el poder alcanzar metas, y la menor, vivir romances. Los hombres evidencian una actitud más competitiva al tener como finalidad el superar el propio récord, 33,6%, y el de los amigos, 32,9%. Pese a que alcanzar metas es la finalidad destacada en el uso de videojuegos por parte de los
¿Qué concluye el estudio? • Un alto porcentaje de adolescentes consume videojuegos con contenido sexual implícito, que contrasta con el desconocimiento de videojuegos educativos. • Independientemente de la clasificación en género de los videojuegos, hay gran contenido sexual implícito en ellos, que se evidencia en el diseño de sus imágenes visuales y en la estructuración de las narrativas de los mismos, lo que posiblemente puede perpetuar estereotipos culturales e influir en la forma como los adolescentes vivan su sexualidad. • Los adultos, al desconocer los contenidos sexuales de los videojuegos, permiten que los jóvenes accedan a juegos que no están diseñados y clasificados para su edad, desatendiendo así las catalogaciones establecidas por sistemas como el ESRB, PEGI y CERO, que etiquetan los productos de entretenimiento audiovisual en función de su contenido para orientar a los padres y adultos en la adquisición de éstos. • Al ser los adolescentes nativos digitales no se puede desconocer la importancia que tienen los videojuegos en sus dinámicas sociales cotidianas, lo que conlleva la necesidad de sensibilizar a padres y maestros para reconocer y valorar las posibilidades y efectos positivos de estos nuevos productos culturales. De igual forma, se propone la renovación de formas tradicionales de enseñanza-aprendizaje por otras que incluyan los videojuegos como estrategia para la apropiación de conocimientos y la adquisición de prácticas saludables en salud sexual. • Para el grupo de investigación Salud sexual y cáncer en la promoción de salud es desde la educación guiada por estrategias didácticas innovadoras donde se puede intervenir con mayor impacto los problemas relacionados con la salud sexual y motivar las prácticas saludables bajo enfoques de los derechos sexuales y reproductivos y el de género.
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jóvenes, en esta investigación se reconoce el valor que los adolescentes le dan a éstos como medio para adquirir ciertas habilidades y destrezas. Según los estudiantes, los videojuegos mejoran la agilidad mental (64,3%), los reflejos (54,1%), la capacidad de atención (39,3%), potencializan la imaginación (29,4%) y capacidad de análisis (23,4%). Para los hombres es más importante el desarrollar reflejos y tomar decisiones que para las mujeres. En cuanto al contenido sexual implícito en los videojuegos, los adolescentes lo identifican en la forma de vestir de los personajes (29,6%), el lenguaje verbal y corporal (27,9%) y la apariencia de los personajes (27,2%). Entre los elementos importantes para determinar el contenido sexual, para las mujeres es la forma de vestir de los personajes y para los hombres los escenarios en que se desarrolla el juego. Para ambos sexos, el lenguaje verbal y corporal, junto con la apariencia de los personajes son igual de relevantes. Los adolescentes perciben entre los personajes relaciones de amistad (31,2%), sexuales (30,9%) y de rivalidad (26,5%); los hombres ven más importante las relaciones de apoyo y las mujeres las sexuales.
¿Qué caracteriza a los adolescentes en su comportamiento sexual? El 40,9% de los adolescentes había iniciado relaciones sexuales, en promedio a los 15,2 años, más tempranamente lo hicieron los hombres (13,5 años) que las mujeres (14,8 años), como se ha mostrado en otros estudios realizados en Medellín. En el 20,9% las relaciones sexuales eran frecuentes, el 43% no utilizó condón en la última relación coital, el 30,3% sostenía relaciones sexuales con parejas diferentes a la formal, en el 19,5% sus parejas eran diez años mayores y en el 7,1% las relaciones eran por dinero. Entre las condiciones para inducir a relaciones sexuales inseguras, en algún momento de su vida, el 57,2% había consumido bebidas alcohólicas, el 9,2% tabaco y el 8,1% marihuana. Las diferencias de estos comportamientos por sexo son con frecuencias más altas para los hombres en cuanto a: relaciones sexuales con otras parejas, con parejas diez años mayores y el consumo de tabaco; y para las mujeres el no uso del condón en la última relación coital y relaciones sexuales frecuentes, lo que nuevamente indica las diferencias de género en términos de desigualdad. * Maestra en artes plásticas, Msc. en historia del arte, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Medellín y de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. ** Enfermera, Msc. en epidemiología, PhD. en ciencias médicas, profesora de la Escuela de Microbiología de la Universidad de Antioquia.
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Fotos: VANT
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En el Golfo de Urabá habitan especies de plantas y de animales que van desde los invertebrados (inclusive organismos unicelulares) hasta los peces. De estos últimos se estima que hay casi un centenar de especies. Todavía se conserva una gran zona primitiva en el delta del río Atrato y las bahías de Marirrío y Colombia.
Erosión en Punta Coquito (izquierda). Manglar rojo talado
El Golfo de Urabá requiere protección Por ÁNGELA AGUDELO* angela.agudelor@udea.edu.co
¿
Cómo conservar la riqueza natural del Golfo de Urabá? Es la pregunta que se hacen académicos de las Universidades de Antioquia, Nacional de Colombia y Eafit, ante la coyuntura que plantea la construcción de tres puertos en esta región antioqueña. El Golfo tiene una longitud aproximada de 80 kilómetros y una amplitud promedio de 25 kilómetros, según el profesor Juan Felipe Blanco, del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia; destaca su condición de confinamiento —en forma de u— y la presencia allí del estuario más grande del Caribe colombiano por la desembocadura del río Atrato, así como el legado histórico que recoge desde cuando el istmo de Panamá comunicó las Américas, un contacto que produjo extinciones pero incrementó el número de organismos de diferentes especies. El investigador señala dos caras de esta región: una salvaje y con poca presencia humana, en la parte suroccidental sobre el río Atrato, y otra más antropizada, en las costas oriental y norte, con usos ganaderos, agrícolas, industriales y urbanísticos del suelo, y actividad portuaria. En la cara antropizada —observa— se hace visible una historia de casi 100 años de deforestación y un desarrollo a expen-
sas de los recursos naturales, con “cultivos y potreros en la orilla del mar, donde deberíamos encontrar manglares y algunos humedales de agua dulce”.
Manglares en peligro
cional y regional. Por ejemplo, el municipio de Turbo —cuenta— ha crecido sobre humedales y es tal la demanda allí de madera, que ya hay agotamiento del recurso. Específicamente, el mangle rojo, la especie de mayor demanda, se ha extinguido en algunas localidades, o los pocos árboles que persisten en otras no crecen hasta las tallas que deberían, porque son talados prontamente. Los manglares del delta del río Atrato en el sur y occidente, en cambio, son los más extensos (3.846 hectáreas y más de 100 kilómetros de línea costera), y albergan áreas dominadas por árboles del mangle rojo, que alcanzan diámetros de hasta 50 centímetros y de cuyas copas caen aproximadamente 14 toneladas de hojarasca por hectárea al año que sirven como fuente de alimento para peces
En el Golfo, según Blanco, ha habido tala rasa de bosques naturales (manglares y humedales de agua dulce), sean terrestres o inundables, así como entresaca de especies, entre ellas la tagua y el cativo, que prácticamente desapareció de la costa oriental. Respecto a los manglares de la costa oriental del Golfo, advierte que hay especies “que si las cortamos, no tienen de dónde venir; o sea que las perdemos para siempre”, y resalta la presencia de dos franjas: una de mangle rojo, en la orilla, muy estrecha, y otra de mangle negro, en el interior, más extensa. El Puerto Antioquia, planeado en Bahía Colombia, estaría en una zona de interés para la conservación; a pocos kilómetros de la desembocadura del río León, y al norte de la reserva forestal protectora de los ríos León y Suriquí, por lo cual coincidiría con la zona de manglares mejor conservados. Blanco lamenta que se aplique muy poco la Convención de Ramsar para la protección de los humedales en el Golfo, por fuera de las áreas protegidas dentro de los sistemas estatales na- Reserva forestal río León - Suriquí
y camarones, lo cual se ha establecido gracias a un proyecto de investigación en curso financiado por el Fondo de Ciencia y Tecnología del Sistema General de Regalías y la Secretaría de Agricultura de la Gobernación de Antioquia, explica el profesor Blanco. “En las zonas rurales y en los consejos comunitarios negros, como el corregimiento de Bocas del Atrato y Leoncito, y el corregimiento de El Roto, ha habido una coexistencia más armónica con los manglares. Hoy hay garantías para que en algunas de estas áreas los manglares y sus especies sigan como legado para las próximas generaciones”, resalta Juan Felipe Blanco. Precisamente, en 2009-2010, la Expedición estuarina Golfo de Urabá, financiada por la Gobernación de Antioquia y apoyada por
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la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpourabá), hizo un inventario de especies biológicas a lo largo de 609 kilómetros de litoral del Caribe Sur, entre Cabo Tiburón, en Acandí (Chocó), y la quebrada Peñoncito, en Arboletes (Antioquia), a partir de la recolección de muestras de foraminíferos (amebas), moluscos y gusanos poliquetos, extraídas de los sedimentos y de las raíces de mangles. “Todo cumple un engranaje dentro de la naturaleza”, sostiene el biólogo, al señalar la importancia, en el ámbito de todo el Caribe colombiano, de los manglares del Golfo, pues se ubican en una región de transición de una zona seca a otra húmeda. “Así en una cara estén en un estado de conservación menor, necesitamos conservar esos manglares que están siendo amenazados; mientras en el Atrato sostienen la pesca de todo el Golfo, cerca de Turbo ellos son salacunas de algunas especies”, agrega. Recuerda que hace tres años, debido al choque de dos barcos en Bahía Colombia, una mancha de petróleo llegó hasta la costa. “Hay que pensar que esos derrames de combustible no llegan a playas desnudas, sino a los manglares, es decir, a sitios que son salacunas de peces, camarones y cangrejos, de importancia comercial para una gran cantidad de pescadores del Golfo. Hablamos de un censo de 2.000 pescadores con sus familias”, dice.
Diálogo con la naturaleza A esto se suman evidencias de un proceso intenso de erosión del litoral, que ha destruido infraestructura y permitido el avance del mar sobre la tierra, y de levantamientos y hundimientos diferenciales de terrenos a lo largo de la costa oriental del Golfo, una zona tectónicamente muy activa, como lo advierte el profesor Iván Darío Correa, de la Universidad Eafit. Según Blanco, esa erosión natural se exacerbaría con el incremento del tráfico de buques de gran calado. En opinión de Correa, geólogo y director del grupo de investigación en Ciencias del Mar de Eafit, “la construcción de infraestructuras importantes en y cerca del mar debe tener en cuenta que la evolución morfológica de la franja litoral este del Golfo está muy influenciada por el fenómeno del diapirismo (extrusión) de lodos, el cual debe evaluarse al máximo detalle posible, dadas las amenazas y riesgos asociados”. Agrega que el ascenso del nivel del mar y sus posibles impactos (como aceleración de la erosión, salinización de suelos y acuíferos, y aumento en la extensión y recurrencia de inundaciones) deben también considerarse como una limitante potencial para la ubicación de desarrollos urbanísticos e industriales cerca de la frontera tierra-mar del litoral antioqueño. Para Andrés Fernando Osorio, ingeniero oceanográfico y director de Investigación y Extensión de la Universidad Nacional de Colombia
es necesario articular los intereses de los empresarios, el Gobierno y la comunidad, porque si no, el que va a sufrir es el ecosistema. En ese sentido, recordó que “la ingeniería del futuro necesariamente tiene que estar en diálogo con los recursos naturales, para mantenerlos en una condición igual o mejor que como los encontró”.
- Sede Medellín,
* Periodista del Departamento de Información y Prensa
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Pssst, pssst… este asunto requiere tu atención —SOS por el aire— Por LÍA ISABEL ALVIAR RAMÍREZ lia.alviar@udea.edu.co
E
l aire que respira la ciudad de Medellín, como otras ciudades del planeta, pone tanto a las autoridades como a la ciudadanía a atender las causas de la contaminación que padecen. Será otro el espacio en donde converse la academia con las autoridades y que hoy sea la ciudadanía la que acceda a algunos argumentos para reflexionar sobre los límites del confort. Se torna sencilla la vida cuando al consumir alimentos fuera de casa nos presentan el juego de cubiertos de plástico, que garantiza higiene y por ende seguridad. Igual sucede con vasos de plástico o de icopor, así como recipientes que hacen de fiambrera, con pitillos y mezcladores. Si bien tales instrumentos ahorran en la cocina responsables y tediosas actividades de aseo, lo cierto es que van al bote de basura. Se torna sencilla la vida y ¡hasta elegante!, cuando en reuniones emperejiladas o no, lucen botellas con agua dispuestas a aliviar el sistema fonatorio de quienes hacen de conferenciantes. Se torna sencilla la vida cuando al salir de compras no hay que ocuparse de alguno de los tantos utensilios destinados para empacar, pues la bolsa plástica está a libre disposición en tiendas y supermercados, aun cuando después se le bote porque su servicio finiquitó. No pasaría de ser una descripción de la realidad si no se compartiera con las personas lo que la ciencia ha encontrado; dicho de forma comprensible: sucede que el material descrito, es decir, el plástico, traza un recorrido por el ecosistema planetario hasta llegar a los océanos, donde se calcula que hay cien millones de toneladas de partículas en suspensión, de un promedio de cuatro milímetros, y billones de toneladas de micropartículas que ingresan en la cadena alimenticia, por tanto menguan la calidad de vida de los animales, taxón que acoge a la especie humana. Se torna sencilla la vida cuando alimentos, bebidas y otros productos llegan de lugares más o menos lejanos, debido a que el transporte ha apuntalado el estilo de vida que damos por cierto, adecuado y duradero. Obsérvese: de la llamada bandeja paisa producimos chorizo, chicharrón y aguacate; el maíz para la arepa llega de Canadá, Estados Unidos y Argentina; los fríjoles vienen de Canadá, la carne de Argentina, los huevos de Alemania y el plátano de Ecuador… Se torna sencilla la vida cuando se desatiende el hecho de que Colombia importa anualmente 10 millones de toneladas de alimentos, con toda la contaminación por transporte que tal despropósito conlleva. Sin embargo, de los 8.5 millones de hectáreas aptas para agricultura, 7.1 se destinan a cultivos para exportar (café, palma de aceite, caña de azúcar), en tanto 5 millones de campesinos colombianos producen el 43% de la dieta en solo 1.4 millones de
hectáreas, malviviendo con poco menos de un tercio del salario mínimo, en medio de escasas posibilidades de estudio y seguridad social. Se torna sencilla la vida cuando el costo de carros y motos es relativamente asequible a muchos personas, las cuales valoran trasportarse con independencia, algo de tranquilidad y seguridad, música individualizada, aire acondicionado... Sin embargo vale hacer notar que para proporcionarse ese placer individual, la atmósfera está recibiendo, según el vehículo, entre 124 y 455 gramos de bióxido de carbono por kilómetro, en tanto que un bus produce 31 gramos de ese mismo gas, por persona, en igual distancia… Se torna sencilla la vida cuando la cantidad de carros particulares congestionando las calles no alerta a la ciudadanía en términos de espacio sino que permite y alienta a las autoridades a proporcionar nuevas vías, en una espiral ascendente que parece, a pesar de las evidencias, no tener fin; 16 carros parqueados ocupan el espacio necesario para que jueguen 10 niños o para parquear 276 bicicletas. Cada persona puede disponerse a revisar sus actividades y actitudes si tiene la posibilidad de comprender la bondad intrínseca de una orientación; no se cambia de hábitos porque se emita una norma, el cambio con compromiso sobreviene después de un análisis concienzudo de argumentos. El confort tiene límite… ese punto donde un individuo o un colectivo empiezan a estrujar el espacio de otro o de otros; es ese punto en el cual la naturaleza empieza a manifestar averías que van menguando la calidad de vida. Medellín solicita un SOS por el aire. En consecuencia, no resulta inútil invitar a llevar consigo, de igual forma que se hace con el teléfono móvil, la botella de agua o el frasco de gel desinfectante, una bolsa de tela y una cuchara. Tampoco resulta inútil, pero sí arduo el camino, proponer una revisión frente el carro particular… recoger compañeros de trabajo o de estudio, coordinar tiempos para hacer uso de menos carros por familia; exigir mejorar el transporte público en términos de mayor respeto a las personas que lo usan, lo cual incluye reeducación de parte y parte en pautas simples y humanas de urbanidad. Incrementar el uso de las piernas y de la bicicleta en pro de la salud personal y ambiental. Y como la alimentación según lo planteado es clave en la contaminación por transporte, es necesario volver la mirada hacia la comunidad campesina para protegerla con el mercado justo, de tal forma que ella pueda protegernos con productos de calidad ecológicamente cultivados, sanamente empacados y localmente comercializados. La responsabilidad de la calidad de vida es asunto de conciencia colectiva, es decir, de la sumatoria de las claridades y decisiones individuales. * Profesora de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería, U. de Antioquia
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La influencia del contexto en la calidad de la educación Por INGRID OTÁLVARO*
A menudo pronunciamos deliberadamente que los jóvenes son el futuro del país y, pese a la importancia que cobran, no siempre hay claridad sobre los aspectos fundamentales de su formación. En la Universidad de Antioquia, el Grupo de Investigación de Macroeconomía Aplicada, adscrito al Centro de Investigaciones y Consultorías —CIC— presentó un análisis al respecto. Ante la demanda por parte de la Gobernación y la Secretaría de Educación de contar con información veraz, oportuna y confiable en torno a lo que se entiende como calidad de la educación, el Grupo de Investigación de Macroeconomía Aplicada de la U. de Antioquia realizó una investigación que da cuenta de ello. Según el profesor Mauricio López González, el proyecto adelantado con recursos de regalías pretendía contar con una unidad de análisis y de investigación en torno a factores que explican la calidad de la educación en el departamento de Antioquia. Al iniciar el proyecto, se identificó que habían diferentes concepciones respecto a la calidad de la educación, y los diferentes estudios que abordan dicho tema tienden a simplificar las ideas alrededor de lo que es el logro académico, organizando los resultados tipo pruebas saber, es decir, de manera estandarizada para explicar diferentes factores. Para explicar la calidad, más allá de alcanzar el logro académico, se consideraron aspectos como las condiciones sociales y económicas de los estudiantes, las características o condiciones de los profesores y de las mismas instituciones educativas y el entorno en el que se desenvuelven los estudiantes, entre otros aspectos. Resultados Entre los hallazgos que arrojó la investigación, se encuentra que la calidad de la educación se entiende también como el éxito que tienen los estudiantes cuando avanzan en una estancia de la educación superior, llámese técnica, tecnología o carrera universitaria; del mismo modo, puede referirse así a la incorporación al mercado laboral, incluso aunque se suspendan los estudios; y por último, al hecho de que los estudiantes no deserten del sistema educativo. De este modo, diversos elementos complementan y determinan en síntesis una medida efectiva de la calidad de la educación. Para el desarrollo de la investigación, el Grupo de Macroeconomía, adelantó un trabajo arduo e interdisciplinario tanto para la caracterización del proyecto, como para la estadística, elaboración de indicadores, compilación y sistematización de los datos. Entre los resultados que arrojó la investigación se encuentra que el rendimiento de los estudiantes sí puede verse afectado por factores sociales y económicos determinantes, como el estrato socioeconómico, la formación académica de los padres, la posibilidad de acceder a la información, el número de hermanos, el municipio donde se encuentra la institución, entre otros. Estudiar la economía de la educación resulta importante porque “posibilita aportar con políticas públicas que precisamente se dirigen a mejorar la calidad de la misma”, concluyó el profesor López. En el Grupo de Macroeconomía Aplicada convergen investigadores y profesores del área de la macroeconomía, en las líneas de macroeconomía y prospectiva, coyuntura y políticas económicas, economía y deporte, historia del pensamiento macroeconómico, políticas y finanzas públicas, estudios financieros, y asesoría en comercio internacional; elementos que se han convertido en la base principal de la agenda de investigación del grupo. Más detalles sobre las líneas de investigación y las consultoría del grupo de investigación en Mauricio.lopez@udea.edu.co * Comunicadora de la Facultad de Ciencias Económicas, U. de Antioquia
Foto: Sergio Urquijo
ingrid.otalvaro@udea.edu.co
Laboratorio del grupo Biología y control de enfermedades infecciosas
Investigadores capacitan a profesionales de Vichada
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omo parte del proceso de implementación de un laboratorio de referencia para enfermedades transmitidas por vectores en el departamento de Vichada, que se realiza con el apoyo científico de la Universidad de Antioquia, dos bacteriólogos adscritos a la Secretaría de Salud del departamento llanero se capacitaron en serología en los laboratorios del grupo Biología y control de enfermedades infecciosas, BCEI. “La idea con las visitas de la Secretaría de Salud del Vichada es que se capaciten y estén listos para enfrentar el problema directamente allá en la región y hacer sus propios diagnósticos”, comentó el investigador Omar Triana, coordinador del BCEI. “Vinimos a capacitarnos en técnicas serológicas para mejorar el diagnóstico de Chagas y leishmaniasis, pues en el Vichada teníamos ese diagnóstico muy débil”, indicó la laboratorista clínica Karen Cárdenas, quien se entrenó en métodos como las pruebas Elisa e inmunofluorescencia indirecta, de gran precisión en el diagnóstico de dichas dolencias. Su colega Sergio Méndez, que por años ha trabajado con ella en la identificación de patógenos que transmiten el dengue, la malaria, el mal de Chagas y la leishmaniasis, entre otras enfermedades, explicó que luego vendrá un proceso de transferencia de dichos conocimientos “a los microbiólogos y médicos rurales, que son quienes están en zonas donde están todas las condiciones de riesgo”. El biólogo del BCEI Omar Cantillo, encargado del proyecto con el Vichada, resalta que estas capacitaciones, en las que más adelante participarán otras tres personas, es parte de un proceso de transferencia tecnológica “que permitirá que las pruebas diagnósticas de esas enfermedades se hagan en el mismo departamento, con equipos y técnicas de última generación, y así no tener que depender del envío de muestras a Bogotá u otras ciudades muy distantes”.
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Vamos para la universidad
Por REINALDO ZAPATA* comunicacionesudearroba@udea.edu.co
un programa que crece y se fortalece
Fotos: cortesía del programa
M
ás de 23 mil estudiantes de instituciones públicas de Antioquia, ubicados en el área urbana y rural, y 2.600 estudiantes matriculados en los parques educativos están mejorando sus competencias en matemáticas, lectoescritura, inglés y física a través del programa Vamos para la universidad. Este proyecto tuvo sus inicios en 2009 con el programa “Los bachilleres estudian en la UdeA”, con una prueba piloto que se desarrolló en el municipio de Jericó. Posteriormente, entre 2009 y 2014, participaron cerca de 700 estudiantes de municipios como Fredonia, Sonsón, Santa Bárbara, Santa Rosa de Osos, Caucasia, Alejandría, Santo Domingo, Santuario, Yarumal, Puerto Berrío y Medellín. Una alianza 2014 con la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia le permitió al programa tener un crecimiento sin precedentes, logrando la participación de 1.582 estudiantes; desde ese momento el programa se denominó “Vamos para la universidad”. Desde el inicio, esta estrategia se ha enfocado en mejorar las competencias de los estudiantes en matemáticas, lectoescritura, inglés y física, con el objetivo de mejorar las oportunidades de acceso y permanencia en la educación superior. Las clases son ofrecidas por profesores de la Universidad de Antioquia desde las salas de videoconferencia, un sistema que fue implementado por la Alma Máter desde 2005 para apoyar los procesos de enseñanza-aprendizaje en pregrado y posgrado. Actualmente la Universidad está desarrollando el montaje de 51 salas de videoconferencia en igual número de municipios. La Universidad tiene instaladas 17 salas de videoconferencias ubicadas en las sedes y seccionales en el Departamento. En 2015, se logró un convenio entre la Facultad de Ingeniería, el programa Ude@ y la Gobernación de Antioquia, que permitió extender el programa a 12 mil estudiantes en el primer semestre y a más de 19 mil en el segundo. En total, participaron 105 municipios de las nueve regiones del departamento de Antioquia. En 2016, la Gobernación de Antioquia tomó la determinación de apoyar de nuevo el programa y, a través de recursos de regalías, estableció una inversión de más de 20 mil millones para continuar el programa en las instituciones educativas y los parques educativos y ciudadelas educativas que se integraron por primera vez.
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Se destaca que actualmente los 2.600 estudiantes con grado de bachiller que asisten a los parques y ciudadelas educativas son recibidos, independientemente de su edad, de manera gratuita, para que mejoren sus competencias en inglés, matemáticas, lectoescritura y física, con profesores de alta calidad de la Universidad de Antioquia y, lo más importante, sin necesidad de moverse de sus municipios. Vamos para la universidad es una estrategia que ha logrado impactar de manera positiva la educación del departamento, en aspectos como la calidad, la inclusión, el desarrollo territorial y la orientación vocacional. El crecimiento está ligado a diversos factores, entre ellos haber logrado la incorporación de los maestros de las instituciones educativas al programa, quienes además de facilitar el proceso de aprendizaje de sus estudiantes, también sienten que el programa les permite mejorar sus competencias académicas y profesorales. Muestra de lo anterior es que la población inicial de maestros que se sumó al programa en 2014-2 fue únicamente de 50 maestros. En
La estrategia, que inició en 2009 con 95 inscritos en el municipio de Jericó, en la actualidad cuenta con más de 23 mil estudiantes y 2.600 bachilleres en Antioquia. 2015 se sumaron 472 y en 2016 ya cuenta con 545 maestros. “Hay una correlación entre el crecimiento que hay de estudiantes vinculados al programa con el número de maestros de las instituciones educativas que apoyan el programa”, complementa el profesor Guillermo Ospina Gómez, coordinador del programa. Esta estrategia es ahora una de las principales apuestas de la Alma Máter y el gobierno departamental para atacar el problema de la deserción y el vacío con el que
“El programa contiene muchos elementos fundamentales para mejorar la calidad académica de los estudiantes. Uno de ellos es la credibilidad que posee la Universidad de Antioquia y el profesionalismo de sus docentes; también destacamos los contenidos, ya que se adaptan perfectamente a nuestro plan de estudios y son afines a los requerimientos actuales del Ministerio de Educación”. Duglar Diego Patiño Salazar Rector I. E. Cardenal Aníbal Muñoz Duque. Municipio de Santa Rosa de Osos. “Este proyecto garantiza que tantos jóvenes de instituciones educativas de nuestra región puedan tener la suficiente educación precedente para llegar a la Universidad de Antioquia. La experiencia de más de 30 mil estudiantes, evidencia que el impacto es contundente y que seguirlo haciendo es parte de la responsabilidad de nuestra Alma Máter”. David Hernández García Decano Facultad de Comunicaciones
muchos estudiantes se enfrentan al examen de admisión de la Universidad de Antioquia, fenómeno que afecta gravemente el acceso a la educación superior, y sobre todo su permanencia, en todas las regiones de Antioquia. Así mismo, resalta el coordinador Ospina, “el impacto más importante de Vamos para la universidad es que además de crecer, ha logrado mayor estabilidad por parte de quienes entran al programa. Tenemos todavía problemas de conectividad muy grandes. Hay muchos colegios que aún no tienen buena conectividad pero no se retiran del programa. También hay instituciones rurales sin conectividad pero igual se suman y acceden a los cursos a través de clases grabadas”. En el panorama del posconflicto, Vamos para la universidad es una estrategia que está contribuyendo a que la Universidad de Antioquia se consolide como una institución líder en este tema, pues muchos de los municipios a los que se está llegando fueron afectados por el conflicto. * Periodista del programa
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Por SERGIO URQUIJO MORALES* sergio.urquijo@udea.edu.co
El asunto de las familias La presunción de donación está en consonancia con la tendencia mundial. Cada vez más países reemplazan las antiguas legislaciones, que exigían que el paciente en vida se reconociera como donante, por otras donde este debe indicar que no quiere serlo. Pero quitar a las familias cualquier potestad conlleva dilemas que deben debatirse. “Hay que ser muy cuidadosos y delicados cuando se habla del cuerpo. Mientras esta ley considera un soma, que es solo lo
Foto: Sergio Urquijo
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ada década se va asentando más en la conciencia de los ciudadanos que donar órganos es una de las más claras formas de solidaridad. Pero en el país continúa un déficit de hasta un 70% de órganos y tejidos requeridos (lo que incluye arterias, piel, córneas, huesos y otros). El problema se encarado por el lado más corto: la legislación. A partir de agosto rige en Colombia la ley 1805 de 2016, que modifica la anterior ley sobre donaciones y trasplantes. La nueva disposición indica que una persona mayor de edad es considerada donante en el momento de su fallecimiento, excepto si en vida dejó constancia notariada de su oposición. Si la persona no ejerció ese derecho a oponerse, su familia no podrá hacerlo. Luz Marina Restrepo, investigadora de la Alma Máter, quien coordina el Biobanco de la IPS Universitaria (donde se conservan solo tejidos, pues los órganos deben trasplantarse casi inmediatamente después del deceso) recordó que la ley aún debe reglamentarse: “En el caso de los bancos de tejidos, aunque aparentemente sí se generarían más donantes, la implementación de una nueva ley toma su tiempo. La infraestructura estatal no está todavía preparada y hace falta aún afinar los procesos”. Para quienes trabajan directamente con la captación y conservación de tejidos, algunas exigencias pueden ser innecesarias. “La reglamentación que define el funcionamiento de los bancos de tejidos obliga a los bancos a tener personal médico entrenado en la captación, aunque en algunos casos personas con un perfil menos exigente, pero bien entrenadas, podrían hacerlo perfectamente”, señaló la profesora Restrepo. “Esa exigencia encarece los procesos y finalmente esto dificulta posteriormente la distribución de los tejidos al usuario final: el paciente que los necesita para mejorar su calidad de vida”.
Contenedores criogénicos de tejidos en el Biobanco de la IPS Universitaria
Presunción legal de donación de órganos y sus implicaciones biológico, la cultura considera un cuerpo, que es un soma cargado con significaciones, valoraciones y sentidos”, comentó la antropóloga e investigadora Timisay Monsalve, antropóloga y coordinadora del grupo de Investigaciones Sobre el Cuerpo, Giscuerpo. Por eso, estas medidas pueden ser socialmente contraproducentes, más aun cuando la ley no ha sido aún bien difundida. “Para las familias, el cuerpo del recién fallecido no es un cadáver, sino que todavía es su pariente. Los deudos enfrentarán esta disposición justo en el inicio del duelo, por lo que puede haber una reacción negativa contra los trabajadores de la salud, las instituciones y el Estado mismo”, complementó la profesora Monsalve. Debe recordarse que los órganos solo pueden captarse de personas con muerte cerebral, en los que el resto del cuerpo sigue funcionado pero con ayuda artificial. Esta situación se da principalmente en casos de accidentes o actos violentos, que implican para las familias una inmensa carga emocional. En fallecidos por paros cardiacos (caso de enfermedades letales), solo se pueden captar tejidos.
La nueva norma puede hacer menos urgente la promoción de la donación, pero eso no significa que el trabajo con la ciudadanía sea innecesario. “Aunque la ley establezca que todos somos donantes (a menos que en vida manifestemos lo contrario) el conflicto con las familias siempre seguirá existiendo, y en nuestra cultura lo que digan las familias —y en el caso de Antioquia, las madres—, sigue teniendo mucha relevancia”, indica Luz Marina Restrepo, quien insiste en que “para los bancos de tejidos en particular es muy importante contar con la aprobación de la familia para la donación efectiva”.
Colombianos, siempre prioritarios En un país donde la gente con dinero tiene privilegios en casi todos los aspectos, algo notorio en el sistema de salud, las listas de espera por componentes anatómicos son una de las pocas esperanzas de equidad. La norma deja claro que, si dicho tráfico ocurre, será fuera de la legalidad. Los ciudadanos colombianos, residentes y cónyuges de colombianos tendrán siempre prioridad en las listas de espera, lo que
busca evitar el turismo médico que ha sido denunciado en otros países y privilegia a quienes con sus impuestos sostienen el sistema de salud nacional. Solo se puede beneficiar a un extranjero cuando no haya ningún nacional en la lista de espera. También se aumentan las penas por tráfico de órganos, que está prohibido en todos los sentidos, incluso si el donante en vida o su familia se mostraron de acuerdo. En el caso de los únicos órganos que pueden donarse en vida (riñones y pulmones) y de tejidos como piel y médula ósea, es ilegal recibir una compensación económica. Bancos de tejidos, instituciones de salud y la sociedad civil deberán estar atentos para que la implementación de esta nueva ley conlleve una buena estrategia de difusión. Como lo expresa la profesora Restrepo, “es importante continuar haciendo campañas de promoción y sensibilización, para que el acto de donar siga siendo un acto realmente altruista y una expresión de la generosidad, y no tanto una imposición del Estado”. * Periodista de la Vicerrectoría de Investigación y docente de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Invidentes, en intercambio en España
La discapacidad visual de María Cristina Cardona Rendón y David Arcila Romero no es obstáculo para que hoy puedan adelantar un semestre de intercambio académico en la Universidad de Valladolid, España. Por ANDREA QUINTERO CARDONA* comunicacionesinter2@udea.edu.co
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aría Cristina Cardona Rendón y David Arcila Romero, dos estudiantes con discapacidad visual de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, obtuvieron beca para intercambio académico del Consorcio Eurica, que pertenece al programa Erasmus Mundus y es financiado por la Unión Europea. Su perseverancia es un ejemplo para la comunidad académica. De acuerdo con Joyce Fonders, coordinadora del Consorcio Eurica de la Universidad de Groningen, si las personas con discapacidades cognitivas y sensoriales se enfrentan tradicionalmente al reto de acceder a una buena educación, es difícil que realicen movilidades académicas en el extranjero, por razones socioeconómicas, pocos servicios de apoyo u otras circunstancias. Sin importar los desafíos, María Cristina y David viven en España desde agosto, mientras realizan un semestre de intercambio en el programa de Educación Primaria de la Universidad de Valladolid. Después de ser evaluados, tanto por la UdeA como por la institución extranjera, recibieron la beca, que incluye matrícula, pasajes aéreos y manutención, gracias a su excelencia académica y a la atención que presta Eurica a quienes son parte de grupos vulnerables. Para María Cristina, estudiante de Licenciatura en Matemáticas y Física, este intercambio complementa su formación académica de manera extraordinaria. “Como docente y multiplicadora de cono-
cimientos es posible encontrarse en el aula con alumnos de distintas culturas, y en ese momento cobrará importancia haber tenido experiencias de interculturalidad como éstas, pues hará que comprenda mejor las necesidades del alumno, y de acuerdo con ello oriente la enseñanza”. El intercambio —opina— le permite igualmente ampliar sus perspectivas de análisis, ya que le exige interactuar con diversos saberes, opiniones y costumbres; así como poner en perspectiva la manera propia de vivir y de pensar, cuestionando, aceptando y entendiendo las diferencias.
Reconocer la diferencia Muchas instituciones de educación superior en el mundo asumen una filosofía de reconocimiento de la diversidad. Esto significa entender las diferencias inherentes a todos los actores de una comunidad universitaria, intentando construir una cultura y prácticas institucionales que permitan la identificación de factores de riesgo de deserción, pero también de potencialidades o capacidades: Según la decana de la Facultad de Educación, Elvia María González Agudelo, no se trata de mirar como exótico “el logro” de estos estudiantes por su situación de discapacidad. “Esto —dice— sería caer en discriminación positiva, lo que resulta incoherente con nuestra perspectiva de la diversidad, pues el énfasis no se ubica en los déficits sino en las capacidades de todos los estudiantes”. Para la Decana, el logro de estos jóvenes estriba en los criterios de flexibilidad curricular que se aplican en las universidades, y en que son estudiantes de la UdeA que podrán ampliar sus horizontes formativos y culturales, mientras representan
con excelencia la institución en la que estudian. Experiencias con el transporte, la casa o la comida son novedades que confrontan al estudiante y traen consigo aprendizajes y satisfacciones. “Antes de volver a Colombia tengo muchas cosas que hacer por aquí. Aunque lo que más extraño de mi país es un buen sudado o unos frijolitos, yo soy un fiel amante a la comida y en Valladolid he estado probando de todo un poco: salpicón de mariscos, fabada, paella, ensalada rusa, carne de ternera, queso de oveja”, comenta David Arcila, estudiante de Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana. La presencia en la Universidad de Antioquia de María Cristina y David, así como de otros estudiantes con discapacidades, representa su tenacidad para integrarse en un sistema educativo aun poco preparado para ellos. Laura Jaramillo Hernández, coordinadora del Servicio para personas con discapacidad visual del Sistema de Bibliotecas, señala que le pidió a María Cristina y a David identificar todos los apoyos que brinda la institución y la ciudad españolas a personas con discapacidad visual, en aras de mejorar el servicio en la UdeA. “Aquí los retos más grandes han sido vivir solo, encajar en un lugar nuevo y conocer de la ciudad lo que más se frecuenta: la cafetería para almorzar, el mercado y la facultad. Vivo en una residencia estudiantil muy cómoda pero un poco apartada de la ciudad, por lo que casi no encuentro cosas cerca, a lo sumo dos supermercados y dos cafeterías”, indica David. La calidad académica de la universidad española y lo pequeña, apacible y segura que es la ciudad de Valladolid, han contribuido al
proceso de adaptación de ambos estudiantes. Hasta el momento ninguno ha conocido a otros invidentes, y para movilizarse reciben un apoyo de voluntarios de la Organización nacional de ciegos españoles, que los acompañan en los trayectos hacia la residencia o las clases. “Los voluntarios aquí no buscan tanto que conozcas el campus y puedas moverte de manera independiente, sino que trabajan a partir de un acompañamiento constante. He insistido en que solo necesito que me enseñen los itinerarios, pero ellos pretenden llevarme y traerme. Extraño lo adecuada que está la UdeA con las guías en el suelo, que tanto nos sirven para ubicarnos, y el Servicio para invidentes de la Biblioteca”, dice María Cristina. A pesar de la distancia, el Sistema de Bibliotecas sigue en contacto permanente con los estudiantes, gracias a aplicaciones como WhatsApp, Facebook y desarrollos propios como Tiresias, desde donde digitalizan, editan y envían información académica que los alumnos requieren. Hoy la Dirección de Relaciones Internacionales tiene el reto de apoyar la movilidad internacional de más estudiantes en situación de discapacidad. Sus esfuerzos y el de iniciativas institucionales como el Servicio para personas con discapacidad visual del Sistema de Bibliotecas y el programa de Permanencia con equidad en su línea de inclusión, de la Vicerrectoría de Docencia, aportarán al bienestar y la calidad de la formación profesional de estos miembros de la comunidad universitaria. * Asistente de comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales, U. de Antioquia
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raíz de algunos destacados programas como Cultura E, Parque E, Ruta N, Tecnnova y del reconocimiento internacional otorgado a la ciudad de Medellín hace tres años como “la ciudad más innovadora del mundo”, el concepto de innovación ha logrado instaurarse de tal manera en nuestro contexto local y regional que no es extraño encontrarnos frecuentemente con él en ambientes de diversa índole: académico, institucional, empresarial, político, administrativo, social y cultural. En el imaginario común, la innovación se ha venido asociando claramente con áreas como la investigación, la gestión empresarial, la gerencia, el desarrollo técnico y tecnológico, la robótica, la electrónica, etc. Por otro lado, es sabido que desde hace ya varias décadas las dinámicas económicas globales y las políticas nacionales e internacionales relativas a estas, han venido haciendo de la innovación un principio de acción, un criterio de medición de calidad y un fin plausible que debería perseguir todo país e institución en materia de ciencia, educación y desarrollo. No sobra decir, ni tampoco constituye algo inédito, el hecho de que, a pesar de las bondades que estos programas y políticas puedan haber traído y produzcan aún para la ciudad, para los campos y las disciplinas a los que están especialmente dirigidos, el concepto innovación, que es el lema o bandera de estos, ha generado también numerosas resistencias y críticas por parte de aquellas otras disciplinas y sectores sociales que no se sienten reconocidos en él. Es así como por innovación estos últimos entienden básicamente políticas públicas, modelos económicos, procesos, enfoques, fines y contenidos que tienen un marcado carácter capitalista, neoliberal, reduccionista, alienante, cosificante, cientificista, tecnicista o meramente gerencialista. Tales concepciones y percepciones han provocado, especialmente dentro de las áreas de las artes y de las ciencias sociales y humanas, diversas resistencias y prevenciones que cierran el camino a nuevas posibilidades de tratamiento e interpretación del concepto y sus prácticas. Ante este panorama, resulta acertada la aseveración de que un intento o esfuerzo local por incentivar inicialmente una nueva concepción y nuevos usos de la innovación desde áreas críticas y humanistas como la pedagogía, no podría resultar en modo alguno una tarea fácil de saldar o exenta de grandes retos epistémicos, disciplinares y hasta políticos. Menos fácil aún resultaría si la propuesta de resignificar dicho concepto y proponerlo como principio de acción u orientación para el desarrollo y la evaluación de procesos y asuntos propios de cada uno de los
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¿La innovación como transformación * curricular? “La innovación no viene a ser otra cosa que la consideración del currículum bajo la perspectiva de su dinamicidad, cambio, alteración y mejora permanente” —Juan Manuel Escudero—
centros de formación e investigación de la Universidad, proviniese precisamente de un estamento académico-administrativo, cuyo rol, desde el punto de vista de las relaciones de poder, carga consigo el peso de la autoridad y las resistencias. Es el caso particular de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Antioquia y, en especial, de su Unidad de Asuntos Curriculares. Sin embargo, a pesar de este reto, la Unidad de Asuntos Curriculares, desde un punto de vista y marco conceptual distintos a las dos concepciones o sentidos de innovación aludidos (los del imaginario común y los de la crítica y la resistencia), pero respondiendo concretamente a ellos, toma partido por una propuesta teórica del cambio educativo en Hispanoamérica que se remonta varias décadas atrás (años 70s) y que bebe, por su puesto, de la tradición anglosajona en currículo, lo que ha cosechado importantes frutos en materia educativa. En tal propuesta, la innovación se refiere a los cambios que las instituciones introducen en sus procesos y en sus funcionamientos buscando la mejora en relación con los objetivos misionales definidos por ellas mismas. Son cambios intencionales, planificados y deliberados, que buscan consolidarse mediante una institucionalización que impida emparentarlos con proyectos aislados y puntuales. Parten del análisis de las necesidades particulares de los centros educativos y de un trabajo colectivo para generar ejercicios de autoevaluación, planificación y acción dirigidos a la mejora institucional en su totalidad o en algunos de sus componentes. Tal noción, entonces, se suma al loable esfuerzo por vindicar tanto para las ciencias sociales y humanas como en especial para los espacios y experiencias educativas
y formativas de la Universidad, procesos amplios, claros, reflexivos y sistemáticos de innovación. Así, a la luz de dicha tendencia educativa —lastimosamente poco conocida en Colombia—, como del contexto local, nacional e internacional, y sobre la base de su objeto inmediato de estudio (el currículo), se permite proponer al tiempo, una concepción integral, procesual y abierta de las transformaciones curriculares en la Universidad, apropiándose y haciendo uso de un concepto de innovación que responde y se ajusta a las necesidades, dinámicas, fines, fortalezas y dificultades académico-administrativas inherentes a cada unidad académica de la Alma Máter. Esta “nueva” concepción de innovación, o para ser ya más precisos, este nuevo concepto de innovación curricular que se propone, se caracteriza y debe definirse, por tanto, por ser esencialmente democrático, crítico, flexible, abierto, plural, integral, deliberativo y humanista. Así las cosas, y a la luz del anterior panorama, la apuesta por una concepción de innovación con tales propósitos y características, no se puede oponer a los esfuerzos por la cualificación de procesos, experiencias, saberes y sistemas que bien han logrado desarrollar los programas mencionados arriba, sino que, por el contrario, los integra y potencializa como parte de los principios de desarrollo de la Universidad, como uno de sus ejes misionales y como forma misma de proyección teórico-práctica del currículum. Por otra parte, en respuesta a las formas o consecuencias negativas de la innovación que son señaladas y denunciadas por las resistencias y críticas de sectores y disciplinas sociales y humanistas, esta concepción de innovación curricular propuesta, tal como se refiere arriba, no solo
estimula sino que pone como condición de una transformación curricular válida, el que todo cambio en los contenidos, las formas, las dinámicas, la organización o la orientación de los espacios y componentes educativos de la Universidad, se haga de una manera tal que recoja y reconozca, en la medida de lo justo y posible, todos los intereses legítimos de los agentes o actores que cohabitan y constituyen a ésta. Vale la pena señalar que, como muestra y resultados parciales de este gran esfuerzo en la materia y sentido descritos, la Unidad de Asuntos Curriculares de la Vicerrectoría de Docencia, publicará dos textos propuestos para la reflexión y el debate conjunto en la Alma Máter: las Orientaciones para la gestión de las innovaciones curriculares en la Universidad y las Orientaciones para la creación y renovación de programas académicos —documento maestro—. Estos dos textos, sumados a las Orientaciones para la creación de proyectos educativos de programa —PEP—, publicado en diciembre del año pasado, vendrán a constituir una
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Reflexiones sobre rendimiento y reglamento Por ERIC CASTAÑEDA GÓMEZ* industrialnivel1@gmail.com
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trilogía de documentos de apoyo para todas las unidades académicas de la Universidad en sus distintos niveles de formación. Documentos que, sumados a otros esfuerzos para la gestión curricular en la Universidad de Antioquia, han llevado a la organización del 1er Seminario internacional de currículo y educación superior, el 27 y 28 de octubre de 2016 en Medellín, en el marco del 8° Encuentro de experiencias pedagógicas innovadoras, el cual es organizado en asocio con Universidad Pontificia Bolivariana; contará con la participación de expertos internacionales y nacionales en gestión e innovación curricular, facilitando un espacio para reintroducir y continuar posicionando al currículum como eje neurálgico en el quehacer de la educación superior de nuestro país. * Por Andrés F. Hurtado Blandón, Natalia Ramírez Agudelo, Susana Yepes Cardona, Julián Alberto Uribe García, María Eugenia Gutiérrez González, Jorge Ignacio Gómez Sánchez y Edisson Cuervo Montoya. (Unidad de Asuntos Curriculares – Vicerrectoría de Docencia).
na alta proporción de consultas en el servicio de Bienestar a estudiantes en la Universidad de Antioquia, orientado al apoyo psicopedagógico, está asociada a categorías de riesgo por el rendimiento académico. Términos como “periodo de prueba” o “repitencia” de cursos, son cercanos a la sanción derivada de la categoría de insuficiencia académica en pregrado, que se resume en un impedimento de cinco años para pertenecer a cualquier programa de pregrado en la Universidad. El Reglamento Estudiantil de Pregrado (REP) de la Universidad de Antioquia fue establecido mediante el Acuerdo 1°. de 1981. Es una de las pocas normas universitarias que no se restructuró luego de la Constitución de 1991, y tampoco se modificó con base en el Estatuto General de 1994. Mediante actos administrativos, tipo acuerdo o resolución, se han incorporado actualizaciones en algunos tópicos, por ejemplo, en la evaluación del aprendizaje en 1993. En ese mismo año, los cursos de la modalidad regionalizada se asociaron a la figura de cursos de “destreza especial”, y en 2000 se actualizó lo relacionado con la asistencia a clases y a actividades evaluativas. En 2010 se avanzó en un ejercicio importante de actualización, el cual se suspendió en medio de otros temas de mayor prioridad en la agenda. Es así como el REP, al día de hoy, no ha sido actualizado mediante un mecanismo sistemático, deliberado y amplio, que permita transitar el futuro de una Universidad en un contexto de alta movilidad nacional e internacional. Es necesario que dicha actualización tenga un enfoque hacia la responsabilidad social y una orientación a mejorar las condiciones de equidad entre las subregiones de Antioquia. El Capítulo VIII del REP describe en 13 artículos, del 126 al 138, los principales criterios para definir la situación académica de los estudiantes de pregrado. De acuerdo con el resultado del rendimiento académico semestral, quien no pierda su calidad de estudiante, podrá matricularse en alguna de las tres categorías definidas como sobresaliente, normal y periodo de prueba. La categoría sobresaliente está reservada para estudiantes que han obtenido promedio semestral igual o superior a 4,00, en una escala que va de 0,00 a 5,00 con una carga académica de 20 créditos o su equivalente, lo que se podría estimar como una dedicación al trabajo académico de 60 horas semanales. En la categoría normal se agrupa a los estudiantes que en su gran mayoría obtiene rendimiento semestral inferior a 4,00 pero igual o superior a 3,00, o superior a 4,00 pero con menos de 20 créditos. La categoría periodo de prueba está destinada a los estudiantes que obtuvieron rendimiento académico semestral inferior a 3,00 pero superior a 2,50. En este punto, el artículo 133 del REP hace dos salvedades: la primera es que para estudiantes de primer semestre la frontera es de 2,80, y para los demás estudiantes se aplica un cálculo aritmético que implica el cómputo con el rendimiento del semestre inmediatamente anterior para definir un resultante, mecanismo que se aplica como un paliativo para
mitigar el impacto del cálculo que provee un solo semestre. Para el caso de la Facultad de Ingeniería, con base en los resultados históricos, se estima que al finalizar un semestre, es probable encontrar que las proporciones para estas tres categorías son: 7% sobresaliente, 75% normal y 6% periodo de prueba, y allí se explica el 88% de la población. El restante 12% está explicado, para la Facultad de Ingeniería como unidad académica, por aquellas personas que perdieron su calidad de estudiantes, algo más de 500 personas por semestre, luego de la aplicación rigurosa y vigilante del REP. Desde una medición desprevenida por periodo, parece pequeña y manejable una proporción que, por poco, supera el 10%. No obstante este valor se magnifica cuando se expresa como una medición de cohorte, que finalmente resulta más realista, ya que analiza longitudinalmente el conjunto de estudiantes que inician en un periodo académico y su evolución en el tiempo, y lo que se traduce en un significativo 51% de cada cohorte; este dato se puede confirmar con el aplicativo Spadies del Ministerio de Educación Nacional usado desde 2005 para analizar la permanencia y graduación en educación superior. En este punto surgen preguntas como: ¿Es aceptable que una proporción tan alta de personas que obtiene aprobación en las pruebas de ingreso no logre sobrevivir al proceso formativo? ¿Será un asunto de reglamento, de currículo, de metodología o de tradición? ¿Podremos hacer algo al respecto o es mejor naturalizar la costumbre de considerar el no logro de algunos estudiantes como criterio de calidad de una profesión? ¿Es responsabilidad institucional o una decisión de cada unidad académica analizar e intervenir? ¿Será un asunto de mejorar y hacer más específico el proceso de admisión? Es probable que las respuestas a estas preguntas requieran amplias discusiones y análisis de mayor profundidad a los realizados hasta ahora en población universitaria. De otra parte, existen hoy en día técnicas como derivadas de la dinámica de sistemas que permiten simular el flujo de los estudiantes en el proceso formativo, definido por una malla curricular, en la que se establecen requisitos para el avance y la culminación con base en los criterios de cada unidad académica. Así, apoyados en la información histórica que aportan los datos acumulados y con herramientas de apoyo en la toma de decisiones como la mencionada, se puede avanzar en análisis cada vez más detallado sobre la población estudiantil, lo que podría orientar hacia la definición de nuevas categorías para motivar la mejora permanente de la calidad académica, además, proveer mejores formas de comprensión sobre la evolución de nuestros estudiantes en diferentes modelos curriculares y comprobar mecanismos de actualización en las normas que promuevan el desempeño exitoso y la culminación de los estudios, donde poblaciones que representan minorías étnicas y socioeconómicas vulnerables no se vean más afectadas por esquemas asimétricos de evaluación, permanencia y graduación.
* Jefe del Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ingeniería e integrante del Grupo Ingeniería y Sociedad, línea de trabajo: educación e ingeniería.
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Por LUANDA SITO*
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a diáspora africana se constituyó en la oportunidad de diálogo de saberes locales e internacionales, en el marco del proyecto de convergencia social y académica “Diálogo universidades - comunidades hacia el fortalecimiento de capacidades de liderazgo y creatividad para la sostenibilidad en tres contextos rurales diversos: afro, indígena y campesino” (2015-2016). Los alcances del proyecto, coordinado por la profesora de la Facultad de Educación Zayda Sierra, y auspiciado por el Banco universitario de programas y proyectos de extensión (BUPPE) de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia, se dieron a conocer en el evento “Educación, equidad y diversidad: perspectivas afrodiaspóricas”. El proyecto está enmarcado en las investigaciones del Grupo de investigación en educación y diversidad internacional (EDI) ytuvo como pregunta clave: ¿Qué nuevas propuestas educativas podemos construir de manera conjunta para responder a los desafíos de la inequidad en la educación? Se miraron diferentes escenarios de la educación con aportes desde las perspectivas de la diáspora africana, con el fin de construir un diálogo de saberes en la Universidad de Antioquia con organizaciones de base nacionales y entidades internacionales que trabajan junto con poblaciones rurales; así mismo se establecieron alianzas con universidades extranjeras que buscan aprender-enseñar con enfoque comunitario. Esto permitió, en una construcción interdisciplinar conjunta, una propuesta curricular para desarrollar un programa de pregrado desde la Facultad de Educación, orientado a las comunidades rurales. Esta construcción como programa hermano de la Licenciatura Pedagogía de la Madre Tierra, inició con la realización de diplomas y espacios de formación y acercamiento a las comunidades, desde la escucha sensible y la experiencia de trabajo con poblaciones rurales afrodescendientes, indígenas y campesinas, cuyo principal objetivo fue promover el diálogo intra e intercultural en el país y derivar propuestas educativas más pertinentes.
Liderazgo educativo: tejiendo enlaces para la paz Se comprende que una educación de calidad que responda de manera adecuada a las necesidades y expectativas de las poblaciones que habitan la Colombia rural, debe contribuir con sus sueños por una vida digna y sostenible, en una relación respetuosa con la naturaleza y reconociendo la diversidad étnica presente en su territorio. Por ello, la apuesta es por una formación universitaria con carácter comunitario para fortalecer los liderazgos educativos que se tejen en los territorios. En un contexto de acuerdo de paz, y un horizonte amplio de oportunidades para reconstruir la historia del país, nada más pertinente que el fruto de la elaboración colectiva de un programa de formación que se orienta a la ruralidad y al fortalecimiento comunitario, con el apoyo de organizaciones de base, de distintos territorios nacionales. Este proyecto ha contado, además, con el auspicio de la Embajada de Francia, de la Fulbright-Colombia y WWF Colombia. * Docente de la Facultad de Educación, U. de Antioquia
Competencias en educación superior Por RUTH QUIROZ*
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a formación superior basada en competencias implica un nuevo rol tanto para estudiantes como para docentes; busca un cambio en el proceso enseñanza y aprendizaje que mejore las capacidades profesionales de los estudiantes. La sociedad actual, con nuevas tecnologías y retos, exige que los profesionales tengan novedosas formas de educación, que les permita comprender los contextos, teorizar y analizar las situaciones pertinentes de su campo de formación, además que combinen las competencias genéricas y las específicas; las primeras deben ser transversales a lo largo de su vida académica, y las específicas, para un mejor desempeño en su área del conocimiento. En Colombia, las diferentes universidades, tanto públicas como privadas, llevan alrededor de dos décadas en investigaciones y trabajos relacionados con competencias. La Universidad de Antioquia adelanta el proyecto de cooperación internacional “Enseñanza aprendizaje basado en competencias en la educación superior”, con la Universidad de Vechta, Alemania,y la Universidad Técnica del Norte de Ecuador. El proyecto sobre competencias en educación superior inició en 2014. Su objetivo principal es “el desarrollo e implementación de la enseñanza y
aprendizaje basada en competencias” en las universidades participantes, propósito que se está logrando gracias a las diferentes actividades que se han venido realizado, tales como la formación para docentes, administradores, empresarios y estudiantes; igualmente se ha presentado el intercambio de experiencias de docentes y estudiantes en países como Alemania, Ecuador y Colombia, buscando mejorar la enseñanza y aprendizaje con innovación en los enfoques y métodos activos, para mejorar las competencias y aumentar la empleabilidad en la región. A propósito, en octubre se llevará a cabo el seminario “Competencias y didáctica de las ciencias sociales”, con la participación de invitados internacionales. Será una oportunidad para discutir e intercambiar experiencias en el campo de las competencias. Se busca que los participantes, ponentes e invitados, enriquezcan la discusión a través de la cual se pretende mejorar el trabajo sobre el tema y presentar diferentes perspectivas desde las ingenierías y las ciencias sociales. El seminario, organizado por las facultades de Educación y de Ingeniería, se realizará el 6 de octubre, desde las 8:00 a.m. en el auditorio principal de la Sede de Investigación Universitaria, SIU, de la Universidad de Antioquia. * Docente de la Facultad de Educación, U. de Antioquia
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En Bojayá los habitantes enfrentan el conflicto con prácticas cotidianas Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA aleja2779@hotmail.com
Fotos: cortesía
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ace 14 años, un dos de mayo, las Farc lanzaron un cilindro bomba en la iglesia de Bojayá, Chocó. Acabó con la vida de 79 personas. El atentado, conocido como “La masacre de Bojayá”, se dio en el marco de los enfrentamientos entre las Farc y los paramilitares por quedarse con el control del territorio. Natalia Quiceno, antropóloga y docente investigadora del Instituto de Estudios Regionales de la Universidad, se fue a Bojayá para realizar su tesis doctoral en antropología: “Vivir sabroso: poéticas de la lucha y el movimiento afroatrateño en Bojayá, Chocó”, una investigación sobre los movimientos derivados de la guerra: cuando la gente se tuvo que desplazar después de la masacre, luego retornar a su lugar de origen y reubicarse. Este trabajo recibió mención de honor en el área de ciencias sociales y humanas en los premios que entrega la Fundación Alejandro Ángel Escobar en octubre. Quiceno hizo trabajo de campo en la región durante un año, al principio con cierta dificultad, pues ya había llegado mucha gente a preguntar por lo que había pasado. “Era duro porque con la masacre no terminó el conflicto, ni los paramilitares ni los guerrilleros pararon los enfrentamientos. Cuando yo llegué vivimos varios paros armados y la gente no podía salir a coger pescado, ni ir al monte por la comida. Yo llegué con una pregunta de investigación clara y me encontré con que había muchos silencios. Por otro lado, no se trataba de hablar de la guerra como el pasado, era algo que todavía se estaba viviendo y transformaba completamente su cotidianidad”, recuerda. Por lo mismo, la antropóloga no solo se basó en la conversación y la entrevista, sino también en la observación y la participación del diario vivir de ellos, lo que le permitió entrar en las dinámicas cotidianas y advertir que en esa vida marcada por la guerra no solo estaban involucradas fuerzas como las armas, el ejército o los derechos humanos, sino otros elementos como los santos, los muertos, las plantas, la espiritualidad y la relación con los parientes. “Estos factores se suelen abordar de una manera más culturalista, como que esa es la identidad o lo que caracteriza al grupo étnico. Yo me encontré con que todo operaba
La investigadora Natalia Quiceno con habitantes de Bojayá para interpretar, asimilar y resistir la guerra, como un sistema cosmológico que se basa en prácticas cotidianas, pero que también les sirvió para enfrentar el conflicto”, explica Quiceno. Una de las prácticas importantes para los bojayaseños es la posibilidad de moverse. Como pueblos ribereños que son, la vida gira alrededor del río: el desplazamiento es vital ya que pueden ir a visitar a los parientes, buscar las plantas curativas y la comida. También les gusta viajar para llegar a Raspadura, un gran centro espiritual cerca a Quibdó, donde está el santo Ecce Homo, uno de los más importantes de la espiritualidad afro en el Chocó. Allá van a pagar promesas o a buscar un algodón que haya tocado el santo para curar a algún enfermo. El cristo mutilado que quedó después de la masacre ha servido a los pobladores para resignificar la guerra y los daños causados. “Ellos dicen que ahora el cristo hace milagros. Lo que hago en el trabajo es analizar esa relación con los santos y cómo a través de las fiestas y las promesas la gente activa la vida y vuelve llena de fuerzas”, dice Quiceno. Las plantas, muchas de ellas asociadas a los santos, son un dispositivo terapéutico que tiene que ver con la espiritualidad; entonces mezclan plantas y palabras de santos para curar heridas como mordeduras de serpientes o fracturas. Con estos elementos, la antro-
póloga muestra cómo la gente ha resuelto, con maneras muy creativas, vivir en medio de la selva en un contexto de guerra, reconociendo el sentido político de ser víctimas pero no con esa marginalización constante que los ha negado. “Su bandera es la defensa de la vida y el territorio”, anota. Con el proceso de paz, en Bojayá se creó un comité de víctimas que empezó a ser el interlocutor directo con las Farc y el Gobierno en la mesa de conversaciones de La Habana. Gracias a eso reivindicaron su lugar y la necesidad de una reparación colectiva. El acto más visible fue el seis de diciembre de 2015, en el que las Farc manifestaron el deseo de pedirle perdón a la
gente de Bojayá. Los habitantes del municipio decidieron aceptar esa propuesta bajo dos condiciones: primero, que lo hicieran allá, en su territorio y, segundo, que no se llamara un “acto de perdón” sino de reconocimiento de responsabilidades, porque ellos entienden el perdón como un acto individual. Quiceno cuenta que ha sido un proceso muy valioso y de gran impacto en las víctimas, porque los dignifica y permite que los actores que más daño les han hecho se les paren al frente, acepten su responsabilidad y se comprometan con que nunca va a pasarle lo mismo a nadie. * Estudiante de periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia
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El cataclismo de la salud* Por MARTINIANO JAIME** martinianojaime@gmail.com
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o hay día del año en que los ciudadanos de este país no nos enteremos por los medios de comunicación de las innumerables dificultades y vicisitudes vergonzantes que viven miles de compatriotas en medio de la impotencia y la humillación que les ocasiona la ausencia de una atención médica digna y oportuna para los males que los aquejan, a pesar de estar afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud que estableció en Colombia la Ley 100 de diciembre de 1993, de la cual fue ponente el entonces senador Álvaro Uribe Vélez durante el gobierno de César Gaviria. Son demasiadas las víctimas mortales de enfermedades prevenibles y curables que no reciben una atención oportuna, diligente y humanitaria, lo cual desnuda la penosa y cruel realidad de un sistema de salud que privilegia, por encima del derecho fundamental a la salud, los intereses económicos de unos pocos. En efecto, gran parte de los recursos de la salud ($ 40 billones en 2015) se destina a acrecentar sus patrimonios en medio de la indolencia, la indiferencia y la permisividad de las autoridades de salud que no ejercen vigilancia ni control sobre las denuncias diarias de los colombianos. La Ley 100 de 1993, mediante la cual se creó el sistema de la seguridad social del país, pero que, en realidad, no es más que un sistema de aseguramiento comercial, cumplió veintidós años y hace uno que se sancionó la ley estatutaria que consagró la salud como un derecho fundamental. Sin embargo, la atención de la salud que reciben los colombianos es deplorable, inoperante, deshumanizada y en muchos casos simplemente no existe, porque las empresas promotoras de salud (EPS) —creadas por la Ley 100 de 1993, pero que actúan como simples intermediarios financieros— ponen trabas y la atención se aplaza de manera
indefinida, así el paciente padezca una enfermedad grave. Los pacientes (‘clientes’, según las EPS) tienen que esperar un tiempo prolongado, que toma hasta meses, por una cita o por la autorización para una interconsulta o para un procedimiento diagnóstico o quirúrgico. La consabida excusa ante la solicitud de la respectiva autorización es “no hay agenda”. Y así, de semana en semana, y de excusa en excusa, terminan condenados a la intratabilidad o a la muerte, carentes de la debida atención oportuna y eficiente. Ello quiere decir que para estos pacientes la atención de su salud, salvo la ilusión que les da tener un carné de afiliación, es inexistente. Cuando no es el apocalipsis de La Guajira con niños que mueren por causa de la desnutrición y que nos margina de los objetivos del milenio dictados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entonces son los casos inusitados de enfermedades transmisibles y prevenibles, como el dengue, el chikungunya y ahora el zika, los que hacen estragos en la población general y ponen a las mujeres embarazadas en alto riesgo de malformaciones fetales graves. Un ejemplo de la mala atención de la salud es la forma como se están enfrentando epidemias como la del virus del zika. Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Salud, existen en el país 83.889 casos de infección por este virus, de los cuales 15.038 corresponden a mujeres embarazadas, se han confirmado cinco casos de microcefalia asociados al virus, los dos primeros en Cundinamarca y Norte de Santander; se esperan 300 casos de niños nacidos con microcefalia a septiembre de 2016. Oficialmente también se reportaron 97 casos de enfermos con síndrome de Guillain-Barré asociado al virus del zika, de los cuales seis corresponden a la población costera de Turbo, Antioquia; tres de ellos fallecieron. Más allá del subregistro, que es lo usual en el país, el análisis de las cifras en conjunto con el dengue y el virus del chikungunya habla a las claras de una devastación por causa de estos tres virus de cerca de la mitad de la población colombiana que vive en climas cálidos y tropicales. Esta vorágine que vivimos los colombianos solo es explicable por la ausencia de políticas serias de salud pública, por carencia de vigilancia epidemiológica y de medidas masivas y efectivas de control del vector, y revela la falta
de liderazgo de las autoridades de salud en cabeza del Ministerio, lo cual no tiene excusa puesto que todo fue advertido por la OMS con suficiente antelación. La respuesta de las autoridades de salud a este problema ha sido deplorable y limitada: nada más allá de enviar tardíamente unos mosquiteros a Cali y pedirles a las mujeres no embarazarse. La ineficiencia en acciones rápidas y eficaces en la cadena epidemiológica nos condenó a perder la batalla en el control, no la erradicación, del mosquito Aedes aegypti. Los riesgos a que estamos sometidos por estas enfermedades, así como la pérdida económica por los años de incapacidad laboral, son de proporciones gigantescas, aunque se intente soslayar la magnitud de tan grave problema. Es muy seria la responsabilidad que tienen las autoridades de la salud pública por la ausencia de campañas efectivas contra el vector común que las transmite. Es vergonzoso asistir a la iliquidez y cierre inminente de los hospitales, públicos y privados, que son los actores principales en la prestación de los servicios de salud del país. Las clínicas y hospitales agonizan en medio de una crisis sin precedentes, condenados por el sistema que que no hace nada por su suerte y privilegia y defiende a los aseguradores, los verdaderos y directos responsables de brindar respuestas a la demanda de salud de los ciudadanos. Las empresas aseguradoras desconocen la deuda billonaria con los hospitales, que son los que reciben y acogen a los pacientes, y los que pagan al personal médico y paramédico, a los proveedores de materiales médicos y quirúrgicos, medicamentos, reactivos de laboratorio, servicios de alimentación y otros. Hoy, las EPS adeudan a las entidades prestadoras de salud (clínicas y hospitales) la bicoca de más de $ 12 billones por servicios médicos prestados meses y hasta años atrás, y estos a su vez adeudan a sus proveedores muy altas sumas, ante un Ministerio y una Superintendencia de Salud que muestran una actitud complaciente y sin la voluntad política para hacer cumplir la ley a los verdaderos responsables del cataclismo de la salud en Colombia. Una muestra del desatino y de la forma como se manejan las políticas de salud por el Ministerio de Salud y Protección Social y que cuestiona la coherencia y la ética de sus funcionarios, fue lo ocurrido
hace pocos meses con los usuarios de Saludcoop cuando, de una manera casi intempestiva, fueron afiliados a Cafesalud, EPS que hasta entonces permanecía sancionada por la Superintendencia Nacional de Salud, con la prohibición expresa de afiliar nuevos usuarios, pero que, por arte de magia y mediante una resolución ministerial, termina con la responsabilidad adicional de cuatro millones más de afiliados. Hace días, en la primera página de un reconocido periódico de la capital del país, se denunciaba el caso indignante pero muy ilustrativo de la magnitud deshumanizante de la crisis de salud que padecemos los colombianos: la odisea de una anciana de 82 años quien, con un fractura grave del fémur, es hospitalizada por orden de su EPS en un emblemático motel de Sincelejo, donde a los días fallece. No podemos caer más bajo en nuestra dignidad, martiriza la indolencia y la permisibilidad, duele la falta de asombro a donde hemos llegado, la apatía y la conformidad de las autoridades encargadas constitucionalmente de promover y vigilar la salud de los colombianos. Para todos los colombianos que anhelamos la paz, que por más de medio siglo nos ha sido esquiva, y que soñamos con construir y ver nacer un nuevo país que nos permita doblegar la violencia que tanto dolor y muerte ha traído, cuesta imaginarnos un periodo de posconflicto y reconciliación, donde todavía nuestros conciudadanos mueran deambulando de oficina en oficina, de taquilla en taquilla, en los pasillos de los hospitales, sin atención oportuna acorde con los avances de la medicina y la ciencia; donde nuestros niños desnutridos mueren por cualquier clase de gérmenes oportunistas, en un sistema que, aunque con recursos sustanciales, propicia la inequidad y el enriquecimiento de unos pocos a expensas de la enfermedad y la muerte de los más humildes que viven en condiciones precarias y desfavorables y, que no tienen, al menos, la oportunidad de ser atendidos oportuna y dignamente cuando la enfermedad atenta contra su integridad física y su misma existencia. Tal es la profunda crisis en que nos hallamos, el debacle de la salud, ¡un verdadero cataclismo! *El artículo fue publicado este año por el autor en la Revista de la Sociedad Colombiana de Cirugía ** Profesor de la Facultad de Medicina, U. de Antioquia
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Consulta popular en Envigado Aprendizajes y desafíos para Colombia ... es necesario reconocer que algunas personas y grupos de ciudadanos prefieren los mecanismos informales sobre los formales, ya que les permite mantener sus redes y relaciones comunitarias de manera más cercana y sencilla. Por OLGA LUCÍA ZAPATA CORTÉS* JHARRY MARTÍNEZ** Miembros de la Plataforma para el seguimiento político en Antioquia-SEPA
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l pasado 10 de julio, Envigado convocó a la ciudadanía a una consulta popular con el fin de votar a favor o en contra del ingreso de este municipio al Área Metropolitana del Valle de Aburrá. La pregunta fue: ¿Está usted de acuerdo con que el municipio de Envigado haga parte integrante del Área Metropolitana del Valle de Aburrá? Además de los resultados y efectos políticos y administrativos, la importancia de este evento radica en que este mecanismo, a pesar de su poco uso en nuestro país, puede aportar al fortalecimiento de la democracia, en tanto permite la consulta a la ciudadanía de manera abierta y directa en la toma de decisiones. La consulta popular es un mecanismo de participación en el que se le pregunta al pueblo para que se pronuncie sobre un asunto de interés nacional o subnacional, y es regulado por las leyes 134 de 1994, 1625 de 2013 y 1757 de 2015. Esta última ley, permitió la invocación del mecanismo por parte de los ciudadanos, lo cual era exclusivo del ejecutivo. Aunque la gama de temas es amplia, existen asuntos que de manera obligatoria deben ser sometidos a consulta popular, estos son: la creación de nuevos departamentos, la conformación de áreas metropolitanas y la vinculación de los municipios a las mismas, el ingreso de un municipio a una provincia ya constituida, la modificación de límites intermunicipales y cuando el desarrollo de proyectos
turísticos, mineros o de otro tipo, generen cambios significativos en el uso del suelo o de las actividades tradicionales de un municipio. Por otra parte, existen asuntos no susceptibles de consulta popular, tales como los que sean de iniciativa exclusiva del presidente, gobernadores o alcaldes, los presupuestales, fiscales o tributarios, las relaciones internacionales, la concesión de amnistías o indultos y la preservación y restablecimiento del orden público. De esta manera, para el ingreso de municipios a áreas metropolitanas, la norma establece un umbral del 5% del censo electoral para la validez de la consulta, que para el caso de Envigado correspondió a 11.541 votos. Según los datos reportados por la Registraduría Nacional del Estado Civil, los resultados de la votación fueron (ver cuadro 1) Al obtenerse 40.395 votos, se superó el umbral requerido por ley; además ganó el sí con 24.507 votos, por lo que la decisión de ingresar al Área Metropolitana es obligatoria para las autoridades envigadeñas. Se destacan, además, los 15.364 votos por el no en la consulta y un porcentaje de abstención del 82,5%, equivalente a 190.418 votos. Y aunque este tipo de mecanismos consultivos están enfocados a fomentar la participación en los asuntos públicos, también presentan riesgos y delitos electorales asociados a irregularidades con el voto libre, la inscripción de cédulas, publicidad en el sitio de votación, restricción del ingreso de los observadores electorales y la falta
de instrumentos como sobre voto no utilizado, sobre votos válidos, sobres para claveros, sobre para delegados, acta de instalación E13 y acta de conteo de votos, tal como lo evidenció la MOE Antioquia durante la jornada electoral. A pesar de que no fue posible constatar una inscripción de las campañas por el sí o el no, algunos ciudadanos se movilizaron por el no en redes sociales; y se observó una movilización de actores estratégicos por el sí, como por ejemplo: la administración municipal, el director del Área Metropolitana, el alcalde de Medellín y el presidente del Concejo de Envigado. Inclusive se recurrió a personajes locales (Juan Luis Mejía, rector de Eafit; Álvaro Uribe, expresidente de Colombia). Ahora bien, la consulta popular realizada en Envigado genera aprendizajes y retos a superar para la aplicación de este mecanismo en Colombia: 1) es necesario regular la financiación, los grupos promotores y las campañas a favor del sí o del no, especialmente cuando se aplique la consulta en municipios de categoría 5 y 6 con escasos recursos, cuando la consulta sea convocada por la ciudadanía, o cuando vaya en contra de proyectos propuestos por las autoridades; 2) se requiere mayor pedagogía alrededor del mecanismo y de los asuntos que se consultan, no se trata de que la gente tome posición por un sí o un no, se trata de entender las consecuencias de las decisiones tomadas; 3) también se debe regular la participación y postura frente a la consulta de los funcionarios públicos; 4) es necesario el registro de campañas, rendición
de cuentas, reporte a cuentas claras y un registro de libros de contabilidad, así como conocer la procedencia y destinación de los recursos aplicados no solo a la a la promoción del mecanismo de participación ciudadana, sino a las campañas; 5) es preciso avanzar en la regulación de garantías para acceder en igualdad de condiciones para realizar campañas a favor o en contra; 6) avanzar en la prevención de posibles manipulaciones o mal uso de la consulta popular, de manera que se evite aplicar este mecanismo para legitimar asuntos que no pasan necesariamente por la participación ciudadana. En conclusión, la participación ciudadana no se reduce a los mecanismos formales establecidos por la norma; existen otras formas, informales, válidas, que deben articularse con lo formal de la participación. En ese sentido, es necesario reconocer que algunas personas y grupos de ciudadanos prefieren los mecanismos informales sobre los formales, ya que les permite mantener sus redes y relaciones comunitarias de manera más cercana y sencilla. En ese sentido, el llamado es a replantear la importancia de los mecanismos formales, ya que, por ejemplo, el no ser común las revocatorias de mandato no significa que hayan buenos gobernantes, sino poca comprensión de este mecanismo o poco interés en aplicarlo debido al desgaste que genera.
* Profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, U. de Antioquia. ** Asesor Regional Antioquia. Corporación Viva la Ciudadanía.
Sí
No
Votos nulos
Votos no marcados
Total votos
Abstención
24.507 (61 %)
15.364 (38 %)
366 (1 %)
158 (0.03%)
40.395 (32,6%)
190.418 (82.5%)
Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil, comunicado de prensa N°. 0098 de 2016.
Cuadro 1
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
El Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia y la visión de universidad Por MARCO ANTONIO VÉLEZ VÉLEZ*
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a construcción y discusión sobre el Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia 2017-2026 ha pasado por diversas fases o momentos: 1. En un primer momento, el rector de la Universidad, Doctor Mauricio Alviar, presentó ante el Consejo Superior Universitario —CSU—, unas bases estratégicas generales para la configuración del Plan. Bases cuyo escaso nivel de desarrollo, en cuanto a verdaderas líneas estratégicas para la Universidad de Antioquia, demandaron una ampliación en su formulación. Así lo exigió el CSU. El Rector en tres sucintas páginas hablaba de temas como: el calentamiento global, las urgencias de la tecnología y la innovación, las demandas de los saberes y la cultura, todo ello cruzado por las funciones misionales de la Universidad. Faltaba allí, sobre todo, una auténtica visión de Universidad a diez años y situada en el contexto complejo de la globalidad y del país. 2. En un segundo momento, luego de devueltas estas bases estratégicas para una reelaboración, se pasa a una fase que podemos caracterizar de hipertrofia metodológica. Se formula un plan de recolección de información, de ideas y concepciones de la Universidad, desde un diseño que la investigadora Claudia Puerta denominó, metodología de interlocución. Se trataba —y se trata—, de abordar a los estamentos universitarios desde mesas de diálogo, en las
Queda así planteado para el equipo que direcciona la construcción del Plan de Desarrollo 2017-2026, el dar cabida a las visiones de universidad que circulan entre los estamentos de la Universidad y darle cuerpo a un proyecto estratégico que cumpla con los objetivos de pensar: una universidad globalizada, en construcción democrática y de paz...
cuales, el tema de qué tipo de universidad queremos debe salir a flote. Este diseño se acompañó de los diagnósticos rápidos participativos —DRP— conducidos por profesores de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y cuya primera aplicación se llevó a cabo en algunas subregiones del Departamento. 3. El tercer momento busca presentar unos resultados parciales de los conceptos emitidos por los estamentos universitarios, sobre la idea de universidad. Se ha mostrado, por parte de la Oficina de Planeación Institucional, informes sobre temas recurrentes y emergentes, producto de las mesas de interlocución y los DRP. No se puede infravalorar el esfuerzo metodológico, de hecho ha sido profusamente presentado en el portal universitario. Lo que se debate es hasta dónde se avanza en la construcción de una visión de universidad no solamente para los próximos diez años, sino además una visión de universidad pública situada frente a los retos del posacuerdo y la construcción de la paz en Colombia. 4. En la Universidad de Antioquia confluyen diversas ideas y
visiones sobre lo que ella debe ser en el futuro próximo. Las mesas de interlocución lo han empezado a poner de presente. ¿Vamos a apostarle a una universidad de investigación como se lo planteaba el anterior Plan Decenal de Desarrollo, privilegiando la investigación aplicada?, ¿o, queremos una universidad que recupere el papel de los pregrados y la formación y no olvide la proyección social solidaria?, ¿es una universidad con vocación centralizada, o una que se abre a la equidad y equilibrio con el desarrollo de las regiones y sub-regiones del departamento?, ¿cómo se articulará ella, con los desafíos de la globalidad?, ¿cómo pensará, desarrollará y pondrá en juego currículos pertinentes en función del posacuerdo de paz?, y, ¿cómo se financiará todo este proyecto de universidad en el largo plazo? Son, estos, temas de gran calado que el Plan de Desarrollo debe abocar y poner en perspectiva de unas líneas estratégicas. 5. El Foro “Qué tipo de universidad para qué tipo de sociedad” llevado a cabo en el auditorio de Extensión el pasado 30 de agosto, en el que participaron: el rector Mauricio Alviar, el filósofo Jorge
Antonio Mejía, el doctor Pablo Patiño, el ingeniero Andrés Amell Arrieta y quien estas líneas escribe, mostró lo que ya he enunciado y que será el resultado de cruzar, igualmente, todo lo encontrado en las mesas de interlocución y en los DRP: tenemos distintas visiones de universidad, cuyas líneas básicas debemos buscar que converjan para avanzar en un plan de desarrollo de mediano y largo plazo. Quizá lo que emergió como consenso no buscado, allí, en el Foro, fue la idea reiterada de plantearse un equilibrio de las funciones misionales de la Universidad. No apostarle solo a una de ellas en detrimento de las demás —ya se dijo como el anterior Plan Decenal, asumió el reto de convertirnos, en universidad de investigación—. 6. Queda así planteado para el equipo que direcciona la construcción del Plan de Desarrollo 20172026, el dar cabida a las visiones de universidad que circulan entre los estamentos de la Universidad y darle cuerpo a un proyecto estratégico que cumpla con los objetivos de pensar: una universidad globalizada, en construcción democrática y de paz, en perspectiva de asumir los retos del posconflicto y que pueda equilibrar sus funciones misionales, abierta además a la reestructuración de los saberes y los conocimientos en el contexto de la sociedad del conocimiento.
* Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, U. de Antioquia
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor MARLON HERLEY ZAPATA MONTOYA fallecido el 15 de julio de 2016. Se presentó a reclamar la señora CAROLINA ZAPATA GIRALDO en calidad de hija. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Consejo Superior Universitario aprobó las bases estratégicas para el PDI Por LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO* plandedesarrollo@udea.edu.co
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as directivas y el equipo metodológico presentaron el 27 de septiembre al Consejo Superior Universitario, CSU, el documento que servirá de insumo para la formulación del Plan de Desarrollo Institucional 2017 – 2026, esto es, las bases estratégicas que consignan una nueva visión y seis temas estratégicos en los que deberá enfocarse la Universidad durante los próximos 10 años. El documento es consolidado después de tres tertulias, un foro con distintos actores institucionales y más de doscientas reuniones a lo largo del presente año, en las que la participación de los docentes, el personal administrativo, los estudiantes, los egresados, los jubilados y las directivas de la Alma Máter ha sido decisiva para configurar una hoja de ruta que le marque el norte a la institución en los próximos años. En ese sentido, cerca de 2.200 personas de la Universidad de Antioquia y externas a ella han aportado a la construcción de las bases estratégicas, piedra angular para la formulación del documento final del Plan de Desarrollo Institucional, que estará finalizado para el primer trimestre de 2017.
Temas estratégicos Un conjunto de seis temas clave integran las bases estratégicas en torno de las cuales se centrarán el interés, los recursos y el trabajo académico-administrativo entre 2017 y 2026. Tema estratégico 1: Formación integral de calidad de ciudadanos para la preservación y el fomento de las culturas, generación y divulgación de conocimiento para el avance de las ciencias y las artes para el impacto pertinente, innovador y transformador en los territorios, en interacción con el mundo, mediante la articulación y el desarrollo de las funciones misionales. Tema estratégico 2: Promoción de los ciclos de vida académicos y laborales de la comunidad universitaria. Tema estratégico 3: Consolidación de la democracia y el gobierno universitario, fortaleciendo la participación responsable, el juicio crítico informado y los espacios de deliberación que contribuyan a la construcción de una ética de lo público y de la convivencia. Tema estratégico 4: Fortaleci-
Hasta el momento se han realizado más de 200 actividades en torno al Plan de Desarrollo Institucional con participación de casi 2.200 personas pertenecientes a distintos grupos y comunidades de la universidad. miento de una gestión universitaria sostenible, transparente, eficiente y eficaz al servicio de los requerimientos misionales con normativa y estructura pertinente, sistemas de comunicación e información integrados, infraestructura y soporte tecnológico adecuado para una universidad pública de calidad. Tema estratégico 5: Compromiso de la Universidad con la construcción de paz con equidad
e inclusión. Tema estratégico 6: Contribuciones de la Universidad al cuidado del ambiente y la biodiversidad.
Financiación y construcción de paz en la Alma Máter Respecto a estos temas, miembros del Consejo Superior Universitario y de la comunidad univer-
Visión para el próximo decenio En el documento de bases estratégicas quedó consignada también una idea sobre la visión que tendrá la Universidad en los próximos 10 años. La visión propuesta refiere a que “en los próximos 10 años la Universidad de Antioquia se consolidará como una universidad humanista e innovadora, gestora del conocimiento y de las artes; reconocida por la excelencia académica y la pertinencia de la investigación, la docencia y la extensión; que fomenta la ética de lo público, el pluralismo, el respeto y la igualdad. Comprometida con la construcción de paz, el desarrollo territorial, la equidad y el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad”.
sitaria han expresado en distintos espacios posturas sobre lo que debería ser el futuro de la Universidad. “Necesitamos financiación de las universidades públicas y esto es un deber que le compete al Estado”. Así lo manifestó María Rocío Bedoya, representante profesoral ante el CSU, quien agregó que la Universidad tiene un compromiso de construir paz con equidad e igualdad, no solo en los territorios rurales donde tiene presencia la institución, sino también a nivel local y nacional. En el mismo sentido, Miguel Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República ante el CSU, afirmó que los recursos actuales son insuficientes para las grandes necesidades y retos que tiene la Universidad en el ámbito local, departamental y nacional, por lo cual la institución está llamada a participar en el cambio de políticas que se producirá en el país con la implementación del acuerdo de paz con las Farc. “Deben disminuir los recursos destinados a la guerra para que sean invertidos en educación”, aseveró Yepes, y añadió que es importante la participación de las regiones donde la institución tiene sus sedes, además de comprometer a la alcaldía de Medellín en la financiación de la Universidad, ya que un gran porcentaje de estudiantes son de la ciudad. Se requiere “más dinero para la educación superior pública que, indudablemente, necesita mayores recursos”, concluyó Yepes. Por último, Juan Guillermo Londoño, representante del sector productivo ante el CSU, dijo que la relación entre dicho sector y la Universidad de Antioquia, como institución pública, debe ser bidireccional, esto es, encaminada a lograr un beneficio mutuo. Según Londoño, las empresas deben estar atentas a que desde el Estado se destinen buena parte de sus impuestos a entidades como Colciencias y a regalías para la academia. “En particular, el tema de las prácticas universitarias, tanto de estudiantes como de profesores, son una forma de vinculación de cara a los próximos 10 años. Otro campo es el de la investigación, pues la Universidad debe ajustar sus conocimientos hacia actividades de orden social y científico para que el sector productivo los capitalice en términos de un desarrollo económico, equitativo y sostenible”, finalizó. * Periodista del Plan de Desarrollo Institucional
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Por ÓSCAR CALVO ISAZA* oscar.calvo@udea.edu.co
Mauricio Celis. “Camelot”. 2016. (técnica mixta)
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l espionaje es un tema que cautiva la atención del público, porque recrea en nosotros el afán de descubrir algo oculto. El espionaje no es en estricto sentido lo mismo que la inteligencia, un anglicismo con acento hermético, pero ayuda a entender de qué se trata. La inteligencia se refiere siempre a la información sobre un enemigo, sobre alguien clasificado como el otro, obtenida por medios abiertos o encubiertos —legales pero a menudo también ilegales—, que es evaluada y procesada por organismos de seguridad para informar decisiones políticas o militares del Estado. El secreto y el engaño con fines políticos son motivos comunes en la producción cultural contemporánea, aparecen con fuerza en películas como La vida de los otros, series televisadas como The americans o docudramas al estilo de Operación Jaque. También sirven de inspiración a obras ambientadas en la época de la guerra fría, novelas de acción como El espía que surgió del frío de John le Carré o, con algo más de humor, Nuestro hombre en La Habana de Graham Greene. A cuentagotas, con cierta distancia, nos enteramos por los periódicos internacionales de un nuevo tipo de activismo en la sociedad de la información: los whistle-blowers, informantes o topos cibernéticos como Chelsea Manning o Edward Snowden, soldados o mercenarios del sector defensa decepcionados que han filtrado grandes colecciones de información secreta para denunciar la hipocresía de las guerras y los nuevos métodos
Secretos de Estado La Universidad de Antioquia realiza el primer evento público en Colombia sobre historia de la inteligencia política. El simposio internacional Secretos de Estado es organizado por el Instituto de Estudios Políticos y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, con el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
—legales e ilegales— de vigilancia sobre la población por el gobierno de Estados Unidos. De la mano de hackers y whistle-blowers, organizaciones como Wikileaks han logrado situar en el debate internacional,
aunque por ahora con muy poco impacto en Colombia, la crítica del secretismo, la incapacidad de rendir cuentas al público y la poca trasparencia de los gobiernos de las potencias mundiales.
Investigación: obligación ética y política de la UdeA con la sociedad colombiana El simposio Secretos de Estado es resultado de un proyecto de investigación aprobado en la convocatoria Conflictos y violencias en Colombia del Comité para el Desarrollo de la Investigación de la Universidad de Antioquia, Codi. En la sesión 659 de junio 18 de 2013, el Codi abrió esta convocatoria a la comunidad universitaria invocando “la obligación ética y política que tiene la Universidad de Antioquia de contribuir con su conocimiento a la comprensión y a la solución del más grave y acuciante problema que padece la sociedad colombiana. Con toda la atención puesta y la esperanza abierta en las posibilidades de que los diálogos de paz actualmente en curso lleguen a resultados positivos, es además responsabilidad de la Universidad contribuir con todo su saber a analizar todas las posibilidades negativas y positivas que enfrenta una sociedad aventada a la tortuosa experiencia de la violencia en sus múltiples manifestaciones”. La investigación “Guerra sorda: la población civil en Antioquia observada por la inteligencia del Estado (1959-1971)”, es realizada de forma conjunta por los grupos Historia social (Facultad de Ciencias Sociales y Humanas) y Hegemonías, guerras y conflictos (Instituto de Estudios Políticos). El proyecto explora cómo fue observada, clasificada y analizada la distinción entre población civil e insurgencia por los organismos de inteligencia civil y militar del Estado en Colombia. La investigación fue encabezada por los profesores Óscar Calvo Isaza de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y Juan Carlos Vélez Rendón del Instituto de Estudios Políticos, con la participación de una decena de estudiantes de pregrado y posgrado.
La historia de la inteligencia política en Colombia es, en apariencia, poco glamorosa, pero en realidad, fuera de los libros y las películas, ninguna lo es. La nuestra hace parte del repertorio, más bien macabro, de la historia de los servicios de seguridad apoyados por el gobierno de Estados Unidos en América Latina en la confrontación con el comunismo internacional que caracterizó la época de la guerra fría. De hecho, diversas organizaciones sociales llevan décadas denunciando el papel determinante de la inteligencia civil y militar del Estado colombiano en violaciones graves a los derechos humanos. Los asesinatos del humorista Jaime Garzón y el profesor universitario Alfredo Correa de Andréis son, según las autoridades judiciales, ejemplos de una participación todavía no suficientemente esclarecida de agentes de inteligencia del Estado en crímenes contra disidentes políticos en el contexto del conflicto armado en Colombia. Los medios de comunicación colombianos han publicado durante años noticias sobre escándalos de las instituciones de seguridad del Estado, tramas de interceptaciones telefónicas, ciberespionaje, seguimientos legales o ilegales,
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operaciones encubiertas y vínculos con organizaciones criminales. Pero este asunto solo quedó al descubierto por la vigilancia ilegal de los cuales fueron objeto magistrados de la Corte Suprema de Justicia, parlamentarios de oposición y defensores de derechos humanos por la inteligencia civil al servicio del gobierno colombiano entre 2006 y 2010. En consecuencia en 2011 la agencia de espionaje criolla, el Departamento Administrativo de Seguridad, el DAS, fue liquidada, algunas de sus funciones trasferidas a otras instituciones y sus archivos parcialmente destruidos o depurados. Entonces se promulgó una nueva legislación de inteligencia y contrainteligencia, de la mano de una no tan nueva institución de fachada, la Dirección Nacional de Inteligencia. La persistencia del conflicto armado hace que este sea un tema del que no se puede hablar, en el que se ha impuesto en Colombia no solo el secreto y el engaño sino el silencio. El historiador
A 50 años del proyecto Camelot Hace un poco más de cincuenta años, en 1965, hubo una gran polémica en América Latina por la filtración de información del proyecto Camelot, entonces considerado como el plan más ambicioso de investigación social aplicada financiado por el Ejército de Estados Unidos. A través de esta filtración, en América Latina se hizo evidente que el gobierno de Estados Unidos empleaba las ciencias políticas y sociales para valorar sistemáticamente los efectos del cambio social y el potencial subversivo en los países del Tercer Mundo. Con este simposio la Universidad de Antioquia quiere hacer presente el significado histórico para América Latina de este acontecimiento. El proyecto Camelot está en el corazón de la historia de las ciencias sociales y políticas contemporáneas, pues de él se desprenden temas con una vigencia indudable: la autonomía o inter-
De la mano de hackers y whistle-blowers, organizaciones como Wikileaks han logrado situar en el debate internacional, aunque por ahora con muy poco impacto en Colombia, la crítica del secretismo, la incapacidad de rendir cuentas al público y la poca trasparencia de los gobiernos de las potencias mundiales. Marco Palacios llamó la atención sobre los precedentes históricos de este episodio del DAS a partir de interceptaciones telefónicas y supuestos complots internacionales que pudo documentar en 1950, para señalar, sin disimular la ironía, que “a veces la historia parece repetirse”. Así Palacios apuntó que lejos de ser un asunto aislado, de un solo gobierno, el miedo a la subversión y la implementación de las políticas de seguridad convirtieron a la inteligencia del Estado en un factor fundamental de la política colombiana en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, existe poca reflexión pública sobre el lugar de los organismos de inteligencia del Estado en la vida cotidiana de los colombianos, su papel en el sistema político y su intervención en el conflicto armado que ha vivido el país en los últimos cincuenta años. La realización en la Universidad de Antioquia del simposio Secretos de Estado busca incentivar el discurso público sobre un tema hasta hora olvidado, que es hoy posible enunciar porque debe hacer parte del debate de la sociedad colombiana sobre la guerra y la paz.
dependencia de la ciencia frente al poder, el empleo del conocimiento social como inteligencia al servicio de la guerra y el papel de las instituciones técnicas, académicas o científicas en los proyectos de dominación imperial. Secretos de Estado es mucho más que un acto de memoria centrado en el proyecto Camelot o en otras iniciativas de inteligencia implementadas en América Latina por el gobierno de Estados Unidos. Esta es una oportunidad para el debate crítico sobre el papel de la inteligencia del Estado en nuestras sociedades y su significado para la historia del conflicto armado en Colombia. El simposio también constituye un espacio para repensar el papel de los programas de inteligencia, definidos por la producción de conocimiento científico social, en el desarrollo de las relaciones internacionales durante la guerra fría. Finalmente, este evento invita a discutir críticamente las implicaciones políticas de la organización de los archivos de los derechos humanos en América Latina. * Integrante del Grupo de Investigación en Historia Social
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La compasión fundamento en la humanización de la atención en salud
Por DIEGO A. GIL ALZATE*
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esulta paradójico que se hable de “humanizar los servicios de salud” cuando la esencia de éstos precisamente es el ser humano y el origen de las instituciones de salud se gestó en la necesidad de que alguien atendiera al enfermo1. Desde tiempos antiguos, el ejercicio de la salud se enmarca en las dimensiones científicas y culturales de una sociedad, sin tener que ver exclusivamente con los juicios de qué es bueno o qué es malo, o qué es correcto o incorrecto. A Hipócrates, en la antigua Grecia, se le atribuye la máxima “primun non nocere”, que se interpreta como “antes que nada… no se debe hacer daño”, y en la actualidad dicho concepto fundamenta el entendimiento de que el ejercicio profesional no debe ser exclusivo a lo patológico, sino que es la interrelación, el encuentro, la aceptación, la relación y hasta un conjunto de sentimientos por otro ser humano. Hoy en día, la atención en salud es un reto; múltiples adelantos técnicos y científicos, cambios políticos y sociales, debilidades y/o fortalezas en el acceso a los servicios, mayores exigencias en calidad, en fin... innumerables variables y exigentes condiciones determinan un sinuoso camino para todos los actores, lo que ha ocasionado una pérdida de valores fundamentales y ha hecho que la atención, en muchos casos, sea deshumanizada. Humanizar no es exclusivamente “ser” humano, no es saber únicamente la diferencia entre dolor y sufrimiento, ni la interacción científico técnica en la satisfacción de necesidades y expectativas; es creer, comportarse, actuar, motivar y disciplinarse en estructurar la vida con un propósito sensible: cuidar, brindar generosidad, ofrecer relaciones confiables, tener un alto grado de vocación y sobre todo de compasión por los otros.
... humanizar es un asunto ético que tiene que ver con los valores que orientan la conducta. Cuando los valores llevan a diseñar políticas, programas, realizar cuidados y velar por las relaciones asociadas con la dignidad de todo ser humano, hablamos de humanización. Según la Real Academia Española (RAE), compasión es un sentimiento de pena o de interés para darle importancia a algo o a alguien, es sentir ternura e identificación ante los males de cualquiera, para lo cual, según Aguirre M., se requiere cultivar la capacidad de ver y verse en el relato de la vida del otro, no juzgar su dolor como la condena que debe padecer por sus malas acciones y omisiones, saber que lo que al otro le sucede, puede suceder en uno mismo y que la compasión debe sentirse no solamente por quienes son allegados o con quienes hay un vínculo.2 En consecuencia, todos los actores de la atención en salud deben tener compasión hacia y por el otro; humanizar es un asunto ético que tiene que ver con los valores que orientan la conducta. Cuando los valores llevan a diseñar políticas, programas, realizar cuidados y velar por las relaciones asociadas con la dignidad de todo ser humano, hablamos de humanización.3 * Docente de la Facultad de Odontología, U. de Antioquia. Odontólogo de la Universidad de Antioquia, máster en seguridad del paciente y calidad asistencial, especialista en gerencia de la calidad y auditoría en salud. 1. Webgrafía: http://www.asmetsalud.org.co/ news/show/title/humanizacion-de-los-servicios-de-salud/src/@random53d80945c5a25 2. El acto de compadecer, Aguirre M. Andrés, Director general, Revista Hospital Pablo Tobón Uribe (HPTU). 3. José Carlos Bermejo Higuera, Director del
Centro de Humanización de la Salud de Madrid, Doctor en Teología Pastoral Sanitaria y Magister en Bioética
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El modelo que no se negoció CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Edna Rocío Vanegas Rodríguez, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • María Isabel Lopera Vélez, Secretaria General. CONSEJO ACADÉMICO Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Franco Giraldo, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • María Isabel Lopera Vélez, Secretaria General. Invitados: Edison Neira Palacio, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Ana María Gutiérrez Giraldo, Directora de Gestión Logística y de Infraestructura • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
Por JORGE MAHECHA G.* jorge.mahecha@fisica.udea.edu.co
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l jefe de la delegación del gobierno en las conversaciones de paz con las Farc, Humberto De La Calle, dice con orgullo que no se negoció el modelo político, el modelo económico, la doctrina militar, ni la doctrina de relaciones internacionales imperantes en Colombia. Con ello quiso tranquilizar a quienes creen que los acuerdos implican alteración del statu quo, especialmente que el gobierno pactó la adopción del llamado “modelo castrochavista”. Por eso creo conveniente enfatizar en el verdadero alcance de los acuerdos. Innumerables datos de la realidad de Colombia permiten concluir que el país no se rige por un modelo establecido racionalmente, es decir adoptado con conocimiento informado por los ciudadanos. Entonces no es difícil deducir que la guerra sea un desenlace inevitable del modelo. Innumerables datos de la realidad de Japón o Finlandia, por ejemplo, permiten concluir que allí se tiene justicia social y existen leyes simples que la mayoría de los ciudadanos cumplen de manera voluntaria, por lo tanto no es difícil predecir que la paz social sea un hecho inevitable en esos países. Los acuerdos entre el Estado colombiano y las Farc se enmarcan en el siguiente dilema implícito que refleja los intereses de las dos partes. Para los representantes del Estado (el “establishment”) el logro de las conversaciones consistió en que los insurgentes entreguen las armas a cambio de concederles algunos privilegios personales a los líderes sin alterar los privilegios del grupo que domina en el gobierno (las partes aprobaron excluir de la discusión temas considerados “tabú”: el modelo político, el modelo económico, la doctrina militar, las relaciones internacionales). Los líderes de las Farc podrían tener dos motivaciones inconfesables y contradictorias. Por una parte, obtener privilegios personales similares a los que en el pasado el
establishment concedió a personajes (en ese momento de la oposición) como Luis Garzón, Angelino Garzón, Antonio Navarro, Gustavo Petro, por ejemplo, a cambio de callarse respecto a los temas tabú mencionados. Por otra, el sueño de que sus contradictores (las “castas” y dinastías en el poder) se autoaniquilen, renuncien a sus privilegios, acepten la justicia social y se comprometan con el interés general. La causa de la guerra no es el capricho, sino ser instrumento para competir, acumular riquezas, imperar, definir jerarquías, conseguir privilegios y establecer dinastías. Es una realidad que la casta dominante en Colombia logró imponerse (desde hace siglos) sobre el resto y que es ingenuo creer que renunciará a su posición privilegiada. Respecto a los acuerdos, deben considerarse los siguientes aspectos: 1. La posibilidad de que la sociedad colombiana busque mecanismos para defenderse de la casta dominante, dentro de un ambiente de tolerancia y, por qué no, de colaboración entre ésta y las castas inferiores. No es utópico creer que la función del Estado sea proteger a los más débiles de la sociedad y no la función actual, que se deriva del modelo económico y político (adoptado no se sabe cómo, ni cuándo, ni dónde, ni por quiénes), de proteger a los más fuertes y ayudarlos a imponerse sobre el resto. 2. Posibles mecanismos para que las castas perdedoras logren una mayor participación. Al menos, que se les reconozca el derecho a influir parcialmente en la definición del modelo político, el modelo económico, la doctrina militar, las relaciones internacionales. 3. El establecimiento de instituciones que reconozcan formalmente la existencia de las dos castas y la necesidad de su tolerancia y colaboración. Podría pensarse en dos cámaras con composición, origen e intereses reconocidos explícitamente: Cámara de las élites económicas y de las corporaciones, y Cámara de la sociedad. 4. La implementación de canales de participación ilustrada de los ciudadanos, la asamblea constituyente, por ejemplo. Los principios requeridos serían: la tolerancia, el entendimiento de las causas sociales en el sentido discutido por William Ospina en su comentario ¿Qué hay detrás de todo esto? (http://www.elespectador. com/opinion/hay-detras-de-todocolumna-433448), el entendimien-
to de la inutilidad de unos acuerdos circunscritos a las guerrillas, la necesidad de soportarse en el interés general. En efecto, a los ciudadanos se les convocó para tratar temas que son importantes, con carga comunicacional grande, pero no de interés general. En 2003, por ejemplo, se hizo un referendo para modificar la Constitución en temas específicos (ciertamente importantes), pero no referentes a los modelos generales: muerte política de los funcionarios corruptos, responsabilidad de las personas elegidas, suplencia en las curules, presupuesto participativo, funciones administrativas del Congreso, composición del Senado y la Cámara, causales de pérdida de investidura, “megapensiones”, la Contraloría General de la República, auxilios parlamentarios y de otra índole, supresión de contralorías y personerías territoriales, ingresos provenientes de las regalías, incremento de gastos de funcionamiento, cuantía de incrementos de salarios y pensiones, personería jurídica de partidos. La única pregunta aprobada fue la norma de “muerte política” porque pasó el umbral del 25% del censo electoral (¿el 75% restante qué?). El 2 de octubre de 2016 se realizará el plebiscito para aprobar o desaprobar los acuerdos entre gobierno y Farc. Se tramitan iniciativas de referendo o plebiscito acerca de, por ejemplo: pena de muerte para violadores, prohibición de las corridas de toros, etc. Incluso temas de la vida privada de los ciudadanos, por ejemplo, que sólo pueda adoptar un niño una pareja heterosexual. Puede entenderse que la pregunta del plebiscito de octubre de 2016 se circunscriba específicamente al Acuerdo final para la terminación del conflicto y no al modelo. Pero vale recalcar que nunca se le ha preguntado a la sociedad si aprueba o no los mencionados principios tabú. Ni en la Constitución de 1991, ni en el referendo de 2003, ni en la consulta que se realizará próximamente. Pese a mis objeciones anteriores, yo votaré sí. Porque quiero entender que al aprobarse “construcción de una paz estable y duradera” se está aceptando la necesidad de replantearse el modelo con la participación masiva de los ciudadanos (no sólo del 13%). * Profesor del Instituto de Física, U. de Antioquia
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Por CARLOS MARIO MARTÍNEZ* mario.martinez@udea.edu.co
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ablar de historia, de memoria, de momentos claves para el desarrollo de la Alma Máter de los antioqueños, nos remite al día a día de nuestra institución, a la tarea que han construido hombres y mujeres a lo largo de dos siglos de existencia de la Universidad de Antioquia. Allí nuestros archivos, los lugares de la memoria y espacios patrimoniales, salen a relucir para contarnos y enseñarnos cómo se ha construido nuestra institución, convirtiéndose en uno de los proyectos referentes de Antioquia. Entre los archivos y sitios patrimoniales de la Universidad encontramos espacios como la Fonoteca, responsable de procesos y actividades encaminadas a la conservación, preservación, documentación, divulgación y acceso de las colecciones sonoras que tiene la Emisora. En la actualidad cuenta con 26.000 registros sonoros, en diversos soportes: cintas magnetofónicas o de carrete abierto, casetes, discos de larga duración, minidiscos, discos compactos y dispositivos de almacenamiento masivo para las producciones digitales. El Museo es el encargado de custodiar el archivo fotográfico del Museo Universitario, conformado por la Colección de Historia creada en 1989 con la recolección de fotografías de rectores; en la actualidad cuenta con cerca de 300 fotografías de temas antropológicos y 10.000 más que versan sobre rectores, construcción de ciudad universitaria, eventos, mosaicos, personajes, tarjetas de visita, daguerrotipos, fotografías en vidrio, el Liceo Antioqueño y las facultades. En el Herbario, desde su fundación en 1969, se documentan miles de especies en una colección de más de 200.000 especímenes, producto de expediciones realizadas por estudiantes, profesores e investigadores de diferentes generaciones. Alberga especímenes de todo el mundo, pero en especial está representada la flora antioqueña que comprende el 60% de la colección. Esta suerte de “biblioteca” de plantas, es el insumo de información para otras ciencias básicas y aplicadas, cuya materia prima u objeto de estudio son las plantas: biotecnología, etnobotánica, antropología, fitoquímica, farmacia, alimentos, medicina y toxicología. El Departamento de Administración Documental, con el Archivo Central
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Nuestros archivos, nuestra memoria, nuestro patrimonio “(...) el documento remite a la huella y la huella al acontecimiento” (Paul Ricoeur, La memoria, la historia, el olvido)
y el Archivo Histórico, se encarga de la gestión documental institucional y de establecer lineamientos desde la producción documental, hasta su disposición final. Entre sus objetivos está el custodiar y procurar la conservación, preservación e integridad permanente de los documentos, estableciendo procedimientos que aseguren, después de su ciclo vital, la disposición final en el Archivo Histórico. También están las Colecciones Patrimoniales del Sistema de Bibliotecas, que agrupan documentos antiguos de gran valor histórico, cultural, científico y académico, relevantes por sus contenidos, encuadernación, tamaño, antigüedad, rareza y calidad física, buena parte de ellos publicados antes de 1960; cuentan con ediciones especiales, documentos antiguos y facsimilares, revistas nacionales y extranjeras de contenido histórico, algunas revistas de pueblos de Antioquia, textos heredados de los frailes franciscanos fundadores de nuestra Universidad, además de 19 archivos personales sobre algunos personajes ilustres de la región; entre otras joyas patrimoniales. Otro acervo valioso es la Colección
Historia de la Medicina, ubicada en la Facultad de Medicina, que alberga unos diez mil volúmenes entre libros, revistas y tesis de medicina correspondientes al siglo XIX y primera mitad del XX, donde se reúnen obras de la medicina europea, colombiana y una sección especial de autores antioqueños. Por su parte, la Colección Patrimonial de Veterinaria y Zootecnia, ubicada en Ciudadela Robledo, tiene unos 219 títulos entre libros y revistas, publicados entre 1800 y 1950, que cubren temas como la nutrición humana, el desarrollo agropecuario, la medicina veterinaria y otros temas relacionados. En su mayoría son textos heredados en 2003 por el médico veterinario Manuel Molina, así como algunos traslados desde la sala Historia de la Medicina y otras donaciones de egresados y benefactores. Estos espacios de patrimonio propician campos de investigación y apropiación del conocimiento, y a través de los ejes misionales de la Universidad —docencia, extensión e investigación— se articulan con otros contextos culturales y patrimoniales de la región, el país
y el ámbito mundial. Allí se les brinda a los estudiantes, profesores, empleados, jubilados y a la comunidad en general la posibilidad de interactuar con nuestros archivos y patrimonios, además de recibir respaldo académico de los diferentes departamentos, institutos, escuelas y facultades de la Universidad.Y para darle una visibilidad a todos estos lugares que cuentan nuestra historia se celebra en el país el Día Nacional de los Archivos, gracias a que: “… Durante una investigación efectuada en el Archivo General de Indias en España, se encontró la Cédula Real expedida en Valladolid el 9 de octubre de 1549, que ordena la creación de Archivos en la Real Audiencia y demás ciudades del Nuevo Reino de Granada. Esto motivó a que el Gobierno de Colombia, expidiera el Decreto 3666 del 8 de noviembre del 2004, que consagra el día 9 de octubre como el Día Nacional de los Archivos y los Archivistas...”1 Para conmemorar esta fecha, el Departamento de Administración Documental adscrito a la Secretaría General, la Dirección de Regionalización, la Escuela Interamericana de Bibliotecología, El Departamento de Historia, el Museo Universitario y el Sistema de Bibliotecas nos unimos a la gran fiesta nacional con una programación especial del 10 al 14 de octubre, donde los archivos y las personas que laboran en ellos, nos recrean, comparten y visibilizan las joyas patrimoniales que poseen, ya que una de las funciones básicas que cumplen los archivos y los sitios patrimoniales es la salvaguarda y conservación del patrimonio que tiene la institución, para servicio de la institución y de la sociedad, para el conocimiento y disfrute del patrimonio documental que se conserva en cada uno de ellos. Los archivos son la memoria institucional. 1. http://www.archivogeneral.gov.co/noticias/colombia-conmemora-el-d%C3%ADanacional-de-los-archivos
Comité editorial: Edison Neira Palacio • María Isabel Lopera Vélez • Alma Nury López Patiño • Ximena Forero Arango • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Página 2
Líder de Comunicaciones: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, Sergio Andrés Alzate Sepúlveda, María Alejandra Carmona Valencia, Andrea Orejarena Tamayo • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio
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Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)
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¿Cómo mejorar la calidad de las revistas científicas colombianas? • Comentarios al documento: Política para mejorar la calidad de las publicaciones científicas nacionales, Colciencias, 2016. Por JUAN CAMILO CALDERÓN* jcalderonv00@yahoo.com
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ace casi dos décadas contamos en el país con un sistema de indización y clasificación de revistas nacionales e internacionales que ha tenido importantes implicaciones en el quehacer científico colombiano: ordena la información en un ejercicio de bibliometría que nos ha puesto a la par de otros países, sirve de referencia para evaluar la productividad científica y hacer ajustes salariales, impacta la clasificación de grupos y mejora la visibilidad e impacto de la ciencia que se hace en el país. Sin embargo, este sistema ha recibido diferentes críticas por parte de los investigadores en múltiples escenarios. Nuestro grupo ya había sugerido formalmente que muchas de nuestras revistas tienen serios problemas editoriales y científicos que afectan seriamente su calidad (Calderón, 2011). Este año Colciencias presentó un documento que, además de profundizar en el diagnóstico de la situación de las revistas científicas colombianas, hace propuestas concretas que apuntarían a mejorar la calidad de las mismas (Colciencias, 2016). Este nuevo modelo de clasificación incluye diferentes indicadores de impacto o prestigio, como el factor de impacto (IF) (Garfield, 1955; 2006), el Scimago Journal Rank (SJR) (González-Pereira et al. 2010) y el índice H (H5) (Hirsch, 2005), lo cual reduce las limitaciones de un modelo que se base sólo en uno de ellos. Además, incluye indicadores de política editorial a la hora de clasificar una revista. La propuesta se puede considerar viable, interesante y lo más importante: posiblemente depure la lista de revistas indizadas en Publindex. Sin embargo, el documento presentado por Colciencias contiene inexactitudes y errores conceptuales que sugiero se deben abordar desde ahora. En algunos casos enuncio sugerencias al respecto de las acciones propuestas por Colciencias. Mejorar la calidad de las revistas colombianas no significa mejorar la calidad de la ciencia en Colombia, ni mejorar la visibilidad de nuestras revistas significa que hacemos ciencia de mayor impacto, como se sugiere en algunos apartes del documento. La calidad de la ciencia y de las subsiguientes publicaciones depende de la calidad de los proyectos y los resultados científicos obtenidos. Esto último a su vez depende del grado de formación de los recursos
humanos, de los recursos tecnológicos y de infraestructura, así como de los recursos económicos invertidos en investigación y desarrollo (Smith et al. 2014; González-Brambila et al. 2016). Para mejorar la calidad de la ciencia necesitamos más doctores, mejores laboratorios y más dinero para investigación, con énfasis en investigación en ciencias básicas. Y, sobre todo, es imperativo hacer eficientes los procesos administrativos relacionados con la ejecución de los recursos económicos de los proyectos. Esta propuesta no aborda estos puntos, por lo que no es una propuesta que vaya a mejorar la calidad científica del país ni responde adecuadamente al acertado diagnóstico que hace el documento: hay una “limitada contribución del país a la generación y divulgación de conocimiento a nivel mundial”. Colciencias considera equivocadamente que el asunto de calidad de la ciencia que se hace en Colombia, así como el impacto de las publicaciones, es de colaboraciones con laboratorios extranjeros. Aunque es cierto que los trabajos colaborativos internacionales tienen mayor impacto, en este sentido hay particularidades sobre las cuales se debería profundizar, como la especialización de cada país al hacer ciencia o su productividad (Smith et al. 2014; González-Brambila et al. 2016). Limitarse a favorecer contactos con grupos extranjeros para mejorar la calidad científica del país y de sus revistas es, como mínimo, reduccionista (véase González-Brambila et al. 2016). Es evidente que muchas revistas colombianas perderán su clasificación actual (o desaparecerán de Publindex), y eso afectará comunidades científicas locales o regionales, pero el documento no incluye medidas que se tomarán para minimizar ese impacto. Algunas podrían ser: i) Llevar a cabo reuniones con editores para empezar un proceso que permita optimizar los recursos, incluso fusionando revistas. ii) Se debe evitar que los pares evaluadores de calidad valoren de forma equivocada la existencia de revistas como criterio de calidad en su visita a instituciones o programas académicos. Esto quitará presión a las instituciones que pierdan sus revistas, les ofrecerá la posibilidad de enfocar sus esfuerzos y recursos hacia otros objetivos, y desestima la proliferación de revistas de bajo perfil. iii) Finalmente, se debe generar conciencia en investigadores que publican en revistas de baja categoría, sobre la importancia de publicar en revistas de mayor impacto. La vigencia de la clasificación de revistas colombianas debería ser al menos de dos a tres años por varias
razones: i) una publicación de nuestro Grupo (Calderón, 2011) mostró que el tiempo que toma el proceso editorial en varias de las revistas más importantes en ciencias biomédicas en Colombia es, en promedio, de 341 días. De este modo, el proceso editorial de un artículo podría llevarse a cabo, eventualmente, en una revista clasificada en dos categorías distintas. Ante esta incertidumbre, algunos investigadores hemos decidido limitar el número de artículos que se publican en revistas nacionales. En este sentido, se propone considerar, tal vez en la fase II de la implementación del nuevo modelo de clasificación, el tiempo desde que las revistas reciben un manuscrito hasta que el artículo sale publicado, esperando que este número de días se reduzca; ii) frecuentemente hay revistas con su clasificación vencida y esto reduce el número de manuscritos que reciben, con impacto en su sostenibilidad y visibilidad; iii) el desgaste administrativo que implica procesar la información cada año hace ineficiente el modelo. Colciencias debería demostrar cambios importantes en la clasificación de las revistas año a año para justificar la continuación del modelo de evaluación anual. Con respecto a la propuesta para la nueva homologación de revistas surgen varios puntos: i) la necesidad de la nueva homologación está sólo mencionada, no sustentada. “Tener un referente de los autores vinculados a instituciones colombianas que están publicando artículos científicos” no justifica una nueva homologación de revistas. Esta información se puede obtener, por ejemplo, usando la herramienta Scimago o la información que cada investigador colombiano incluye en su CvLac. ii) Algunos aspectos en relación con la homologación son poco claros: el Decreto 1279 no habla de “redes de colaboración” ni de “áreas o temáticas de producción de los artículos” para reconocer la productividad de artículos científicos. iii) De cualquier forma, al homologar se debe evitar el error de clasificar la versión impresa de una revista en una categoría y la versión digital de la misma (con el mismo contenido que la impresa) en otra categoría. Algunas revistas muy importantes en el mundo incluso ya abandonaron la forma impresa y sólo están disponibles en forma virtual. iv) Si se demostrara la necesidad de una nueva homologación de revistas, la vigencia de esta también debería ser al menos de dos a tres años. Debe recordarse que Web of Science, por ejemplo, presenta los FI del año anterior con al menos 7 meses de retraso. Esto ha generado burocracia para los profesores y las instituciones que tramitan documen-
tos para autorizar la devolución del dinero reconocido por productividad científica si, a veces apenas un mes después, la revista cambiara de categoría. La homologación podría, por ejemplo, tener vigencia un año adelante del último FI publicado, para evitar que la lista de homologación esté permanente desactualizada, como sucede ahora. Un análisis de los FI entre 2011 y 2015 de 15 revistas internacionales de 5 categorías biomédicas mostró un cambio de apenas 2,3±5,2% año a año, con una probabilidad de cambio de cuartil de apenas 3/(15X4)=0,05 de un año al siguiente (cálculos propios). En este sentido, con los FI publicados en 2016, que corresponden a 2015, se debería homologar una revista hasta 2017 ó 2018. Se sugiere evaluar si este panorama se repite en otras áreas del conocimiento. El nuevo modelo debería tener unos indicadores que sirvan para evaluación y seguimiento, y se debe proponer un cronograma para su futura revisión. Finalmente, es importante sugerir a Colciencias que se diseñen los aspectos procedimentales para la implementación de esta política teniendo en cuenta siempre la eficiencia, simplicidad, celeridad y competitividad que se deben tener como principios rectores de todo lo que se haga en el ámbito científico. Lo que origine burocracia atenta contra la calidad de la ciencia, y por tanto sería contraria al objetivo de una política para mejorar las publicaciones científicas colombianas. * Profesor de la Facultad de Medicina, U. de Antioquia. MD. PhD. Integrante del Grupo PHYSIS Referencias • Calderón JC. Science and scientists face administrative delays in Colombia. Colombia Médica 2011; 42(3):406-7. • Colciencias, 2016. Política para mejorar la calidad de las publicaciones científicas nacionales. Disponible en: http://www.colciencias.gov.co/sites/default/files/upload/paginas/ politica-publindex-colciencias.pdf. Consultado en agosto de 2016. • Garfield E. Citation indexes for science. Science 1955; 123:108-111 • Garfield E. The history and meaning of journal impact factor. JAMA 2006; 295:90-93 • González-Pereira B, Guerrero-Bote V, Moya-Anegón F. A new approach to the metric of journals´ scientific prestige: the SJR indicator. J Informetrics 2010; 4:379-391. • González-Brambila C, Reyes-González L, Veloso F, Pérez-Angón M. The Scientific impact of developing nations. PLOS One 2016; 11(3):e0151328. • Hirsch J. An index to quantify an individual’s scientific research output. Proc Natl Acad Sci USA 2005; 102:16569-16572. • Smith M, Weinberger C, Bruna E, Allesina S. The scientific impact of nations: journal placement and citation performance. PLOS One 2014; 9(10):e109195.
Nº 658, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2016
Por ALEJANDRO URIBE auribe.bibliotecologia.udea@gmail.com
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ntre el 24 y 30 de octubre de este año tendrá lugar la Semana internacional del acceso abierto (http:// www.openaccessweek.org/), con la cual se busca que desde diferentes sectores de la sociedad se tome conciencia de la importancia del acceso abierto, como el derecho de cualquier persona a poder “leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o enlazar los textos completos de los artículos científicos y usarlos con cualquier otro propósito legítimo”1, máxime cuando esos textos han sido resultado de la financiación pública o de organizaciones sin ánimo de lucro, como las instituciones de educación superior. Para las universidades es vital avanzar en la formulación y aplicación de políticas y reglamentos que protejan este derecho, en beneficio de toda la comunidad universitaria y la sociedad. En Colombia, solo las universidades Icesi, Nacional de Colombia, de La Sabana y del Rosario reportan desde RoarMap2, el sitio especializado para registrar dichas políticas y reglamentos, y donde ya más de 700 instituciones del mundo así lo han hecho. En el caso de la Universidad de Antioquia, desde 2015, gracias a una comisión creada desde el Comité para el desarrollo de la investigación —CODI—, y con la participación de diferentes dependencias y expertos, se llegó a la propuesta de una política y reglamento, pero aún está pendiente de ser tramitada ante los consejos Académico y Superior Universitario.
Rutas En nuestra Universidad, hemos tenido un desarrollo dispar y relegado en las dos rutas del acceso abierto, producto del proceso disgregado en cuanto al acceso abierto que hemos tenido desde hace varios años. En la parte de la ruta dorada del acceso abierto (las revistas), aunque con dificultades, se ha logrado que las mismas estén en http:// aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/, pero no se ha aprovechado todo el potencial de visibilidad e impacto. Y en la ruta verde, que implica los repositorios institucionales, como lugares garantes de la historia (patrimonio) y del acceso a la producción científica y académica (investigativa y docente) de la Universidad, su desarrollo no ha sido el idóneo, por la falta de la política, del reglamento y del apoyo decidido a la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, tanto en personal, tecnología y recursos financieros, para que toda nuestra producción esté allí.
Acceso abierto, un derecho de todos Esto lleva a que, en la actualidad, solo se encuentren 1.903 productos de investigación (artículos, libros, capítulos), lo cual es un porcentaje mínimo de la producción de la Alma Máter, a lo que se le adiciona que un 80% de los mismos son aportados desde los centros de investigación del área de ciencias sociales, humanas y artes. ¿Y las otras áreas de la Universidad qué? Por tanto, no es de extrañar el lugar relegado que ocupa el nuestro en los repositorios institucionales —puesto 13 en el país y 80 en América Latina3—, en parte por la ausencia de una política y reglamento de acceso abierto vinculante, como sí sucede en otras universidades de prestigio. Además, tal como lo demuestran los datos que arroja el proyecto de investigación que un grupo de expertos4 está realizando para identificar otras maneras de visibilidad e impacto para la Universidad, iniciando por los grupos e investigadores de la SIU, al considerar nuestra producción de gran visibilidad e impacto, asumiendo las revistas que están indexadas en las dos principales bases de datos del mundo como son Web of Science y Scopus, aunque no las únicas desde una perspectiva más integral y contextual (RedAlyc, Scielo, etc.), se observa que los autores con afiliación a la Universidad de Antioquia, integrando lo
que está presente en ambas bases de datos (WoS y SC.), registran un total de 9.938 artículos, pero de estos, solo 3.110 están en revistas de acceso abierto, lo cual implica que un 69% de nuestra producción (más específicamente el 84% de nuestros artículos en WoS no es de acceso abierto), ni está en nuestro repositorio (aunque sea en su versión pre-print), ni está en revistas que permitan nuestra consulta, sin tener que pagar costosas bases de datos o suscripciones. Es decir, directa o indirectamente, consciente o inconscientemente, estamos privatizando más de las dos terceras partes de nuestra principal producción científica y académica, de nuestra propia producción de conocimiento, y con ello afectando: 1) el acceso a la información y el conocimiento a nuestra comunidad de estudiantes y profesores (no siempre se puede acceder a dichas bases de datos y revistas, a todos los artículos) y a la sociedad en general; 2) el presupuesto de la Universidad (los costos de estas bases de datos y suscripciones son altísimos y dependen del dólar, lo cual ya está poniendo en aprietos su continuidad) o el tener que pagar el APC (article processing charge), que puede ir desde un par de dólares hasta US$4.000 o más5; y 3) nuestro patrimonio científico y académico (muchas veces, para poder publicar con dichas revistas
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clasificadas en los principales cuartiles, éstas obligan a entregar los derechos patrimoniales, no solo los de autorización de publicación, e incluso más recientemente, los datos de investigación). Por tanto, es urgente para todas las universidades del país, y específicamente para la Universidad de Antioquia, definir y oficializar la política y reglamento de acceso abierto, que haga que nuestra producción esté en nuestro repositorio institucional, y que cuando vayamos a publicar, sea en la revista e idioma que prefiramos, o la que sea más pertinente o que dé más puntaje, protejamos el derecho al acceso abierto que todos tenemos y el patrimonio científico y académico de la propia Universidad. Además, si somos más pragmáticos, estar en acceso abierto, sea en ruta dorada o verde, es clave, ya que cada vez más estudios de gran alcance, demuestran que el estar en abierto es una ventaja que puede posibilitar que hasta se duplique o triplique la citación6. En esta dirección, en la Semana internacional del acceso abierto diferentes universidades y organizaciones de la ciudad, el país y el exterior, nos hemos unido para crear una programación conjunta presencial y virtual (vía streaming), que permita a todos tener más conocimientos de estos temas y promover su implementación en nuestras universidades: (http:// www.openaccessweek.org/events/ semana-virtual-acceso-abiertomedell-n-colombia-iberoam-rica), y crear en Colombia comunidad en defensa del derecho al acceso abierto (http://www.openaccessweek.org/group/acceso-abiertoen-colombia), más allá de las acciones, todavía muy iniciales, del Sistema nacional de acceso abierto al conocimiento —Snaac—, que aún no permiten visualizar una política nacional que defienda este derecho, como ya la tienen otros países de América Latina (Argentina, México y Perú)7 o la Unión Europea (con su plan Horizonte 2020)8 o Estados Unidos (cuando la investigación y la publicación es resultado de los fondos públicos)9.
1. https://dialnet.unirioja.es/info/ayuda/oai 2. http://roarmap.eprints.org/view/country/ un=5Fgeoscheme.html 3. http://repositories.webometrics.info/es/ Latin_America_es/Colombia 4. Gabriel Jaime Vélez, FCSH, U.deA.; Diego Restrepo, Instituto de Física, U.deA.; Jorge Robledo, Facultad de Minas, UNAL, y Alejandro Uribe Tirado, EIB, UdeA., además de personal administrativo y de apoyo de la SIU. 5. http://bit.ly/2cuzb51 6. http://sciencemetrics.org/oaca-openaccess-citation-advantage/ 7. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/ se/20150722110704/HechoEnLatinoamerica.pdf 8. http://proyectos.bibliotecas.csic.es/sp/ subjects/faq.php?coll_id=10#faq-3 9. http://libraries.mit.edu/news/obamaadministration/10736/
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25 años Centro de Investigaciones Sociales y Humanas – CISH El Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, CISH, nació mediante el Acuerdo del Consejo Superior 162 de 1990, con el propósito de apoyar e impulsar la investigación de profesores y estudiantes de pregrado y posgrado de las diferentes áreas académicas de la Facultad. Hasta ese momento los trabajos de investigación eran esfuerzos personales e individuales de los docentes; con la creación del CISH se generó un espacio de encuentro y formación de los investigadores de la Facultad, agrupando esos esfuerzos en un centro de gestión y promoción de la investigación. En la actualidad el CISH reúne a 21 grupos de investigación con más de 60 proyectos en ejecución en las áreas de psicología, trabajo social, historia, antropología, psicoanálisis y sociología. Su misión es contribuir con el diseño de políticas de investigación que conlleven a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, asesorando y formulando proyectos, promocionando la divulgación de las ciencias sociales y fomentando la apropiación social del conocimiento. Para estos fines el CISH ha implementado estrategias de acceso abierto como el repositorio digital FCSH y el Centro de Documentación, que atiende a estudiantes, docentes e investigadores. Ante la necesidad de visibilidad y divulgación de la investigación, la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas creó el Fondo Editorial FCSH, una política editorial coordinada por el CISH que en su primer año de labores editó 13 títulos, 9 de ellos en la colección Investigación; en la actualidad prepara 8 nuevos textos. En sus 25 años el Centro de Investigaciones Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia hace una fuerte apuesta por el fomento de la investigación, la creación del conocimiento y, sobre todo, su transferencia a la sociedad.
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Publicaciones recientes del Fondo Editorial FCSH de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia El ser y la tortura Muriel Montagut Prólogo de Marcelo Viñar Coedición Fondo Editorial FCSH - Editorial Uniandes, 2016 El ser y la tortura propone una reflexión sobre la tortura y el sistema torturador que la permite. Los analiza desde un punto de vista sociopolítico además de psicológico, lo que hace posible ver las lógicas del sistema, comprender lo que está en juego. La práctica de la tortura es el culmen de la voluntad de deshumanización y sitúa «fuera del lazo social» al ser humano que la ha sufrido. Preguntas como ¿es realmente posible liberarse de sus efectos?, ¿cómo altera la tortura al ser que la ha sufrido? son las que Muriel Montagut intenta responder en este libro, que parten del reencuentro con antiguos pacientes víctimas de torturas años después de finalizado el acompañamiento terapéutico. Había dejado personas llenas de esperanza, abiertas al futuro, pero las encontró en medio de una lucha cotidiana, siempre presas del sistema torturador. Su influencia se había ido apaciguando con el tiempo, pero las dejó marcadas con el sello del desasosiego. La edición original de El ser y la tortura, publicada por Presses Universitaires de France (puf), en el 2014, ganó el Premio Le Monde a la Investigación Universitaria.
Mercado, ganado y territorio: haciendas y hacendados en el Oriente y el Magdalena Medio antioqueños (1920-1960) José Roberto Álvarez Múnera Esta es una explicación del origen y formación de empresas rurales en Antioquia y toma como casos las haciendas y hacendados en la ganadería vacuna de leche en el Oriente y sus pares en la ganadería vacuna de carne en el Magdalena Medio. El periodo de estudio es 1920 y 1960, años de expansión de un mercado urbano como Medellín, cuyos efectos fueron notorios en nuevas formas de alimentación. La demanda por leche y carne motivó acciones empresariales que significaron opción de negocio para quienes tenían interés o vínculos con el mundo rural en esos territorios. Con una metodología de la historia social, compara dos regiones para identificar y comprender diferencias en las formas organización y los modelos empresariales de haciendas. Las conclusiones trascienden las investigaciones de la historia empresarial en Colombia, circunscritas mayoritariamente al capitalismo industrial y comercial. Este estudio, expone razones por las cuales fueron extendidas y promovidas prácticas capitalistas y modernizantes en la organización de las haciendas ganaderas en Antioquia y cómo estas, al operar con criterios empresariales, activaron redes de negocio para proveer y comercializar sus productos; al igual que generaron una transformación productiva y social del territorio.
La literatura testimonial como memoria de las guerras en Colombia. Siguiendo el corte y 7 años secuestrado Jorge Eduardo Suárez Gómez En este trabajo se analizan dos libros testimoniales sobre las guerras en Colombia, Siguiendo el corte y 7 años secuestrado. Estudiados como memoria, discurso testimonial y narración, se evidencian entre los textos diferencias y puntos de encuentro. Los dos condensan la subjetividad de algunos testigos representativos que, desde diversos lugares de enunciación y ubicaciones temporales, narran su experiencia en medio de diversas guerras. Las obras así analizadas y complementadas con otras referencias testimoniales, periodísticas y académicas, se ubican en otras discusiones “extratextuales” relacionadas con la memoria, el conflicto y la literatura testimonial en Colombia.
Fundamentos de Psicología Clínica. Medellín, 2016 Gloria Patricia Peláez Jaramillo Este libro es resultado de un estado del arte sobre los ejes fundamentales de la psicología clínica y de su campo. Consta de cuatro capítulos: el primero está dedicado a la clínica y su demarcación epistemológica en el campo de la psicología general; se encuentran allí aspectos que tal demarcación debe tener en cuenta para identificar y diferenciar cada uno de los campos de aplicación propios de la psicología. El segundo capítulo recoge, de manera sintética, el nacimiento de la clínica en la historia de las ciencias, resaltando el origen de la psicología clínica. El tercer capítulo está conformado por tres unidades y aborda los conceptos clínicos psicológicos fundamentales alrededor de tres temáticas: fines, objetos y concepto de salud y psicopatología, y evidencia el proceso clínico y sus constantes: evaluación, diagnóstico e intervención, trabajo comunitario e investigación. El capítulo cuarto se propone mostrar un panorama general sobre los problemas actuales de la psicología clínica.
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Bia ‘Buma
Feria del Libro U. de Antioquia La Editorial Universidad de Antioquia invita a la comunidad universitaria y al público a la 28°. Feria del Libro Universidad de Antioquia, que este año se une a la celebración del primer quinquenio de la Librería Universidad de Antioquia y será la puerta de entrada de las jornadas universitarias. Durante veintiocho años y de forma ininterrumpida, la Editorial Universidad de Antioquia ha venido realizando esta feria que, con criterios de accesibilidad, calidad editorial y fomento de la lectura, ofrece a la comunidad universitaria y al público de la ciudad las principales novedades del mundo editorial con significativos descuentos. En la Plazoleta de la Universidad de Antioquia se ubicará una variada oferta editorial a la cual los visitantes podrán acceder con precios y descuentos especiales y diferentes formas de pago desde el martes 4 hasta el viernes 7 de octubre de 9:00 a. m. a 5:00 p. m. y el sábado 8 de octubre de 9:00 a. m. a 1:00 p. m. Además se celebrará el aniversario de la Librería Universidad de Antioquia con dos conversatorios organizados con el apoyo del Departamento de Extensión Cultural: Las narrativas del periodismo hoy: martes 4 de octubre a las 5:00 p. m. con la participación de Juan José Hoyos y Patricia Nieto. Edificio de Extensión, auditorio segundo piso. Tomás Carrasquilla su obra, su época: jueves 6 de octubre a las 5:00 p. m. se realizará una conversación entre Álvaro Pineda y Leticia Bernal, con la moderación de Nicolás Naranjo. Edificio de Extensión, auditorio segundo piso. También con la Facultad Nacional de Salud Pública, la Editorial Universidad de Antioquia presentarán el libro Bia ´Buma. El VIH/sida en los Embera Chamí de Cristianía, Colombia, una novedad editorial per teneciente a la Colección Investigación. Este evento será el miércoles 5 de octubre a las 10:30 a. m. en el auditorio 3 de la Facultad Nacional de Salud Pública. Además los visitantes compradores de esta Feria podrán participar en la rifa de bonos para la compra de libros en la Librería Universidad de Antioquia y paquetes de libros del sello Editorial Universidad de Antioquia.
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El vih/sida en los Embera Chamí de Cristianía, Colombia* Las ideas que aquí se presentan han sido resultado de la experiencia Bia ‘Buma (“estar bien” en lengua embera), y podrían representar a futuro la consolidación de un plan de acción que involucre diferentes actores y estamentos públicos y privados preocupados por la salud indígena en Colombia, y, por qué no, que suscite la generación de políticas públicas en beneficio de este grupo poblacional.
E
l vih ha comenzado a ser reconocido, cada vez con mayor frecuencia, en los diferentes pueblos indígenas de América y amenaza con convertirse en un problema de salud pública en el futuro cercano. La situación de pobreza, inequidad y marginación en la que viven la mayor parte de los pueblos indígenas, y la pérdida progresiva de su cultura, los hace más vulnerables al vih. Lo anterior, sumado a inequidades de género y a la tendencia en aumento de la transmisión heterosexual del vih que hacen que las mujeres indígenas estén especialmente en riesgo. La situación de los pueblos indígenas de Colombia en relación con el vih se desconoce, en razón de que los sistemas de información y vigilancia en salud pública para vih no incluyen la variable etnia, lo cual ha impedido identificar el impacto que está teniendo la progresión de la epidemia en grupos étnicos como los indígenas y los afrodescendientes. Esto ha impedido que las autoridades de salud y las propias autoridades indígenas puedan visibilizar este problema, a la vez ha facilitado que algunos sigan afirmando, de manera errónea, que el vih es una enfermedad “de blancos y de las ciudades”, que no afecta a los indígenas. De la mano de la comunidad Embera Chamí de Cristianía, sus líderes y las mismas personas infectadas con el virus, y desde la mirada de investigadores indígenas y no indígenas, fue posible plantearse preguntas y alternativas que develaron el interés por potenciar la salud de la comunidad en dos vías específicas: la prevención del vih/sida y la atención integral a las personas infectadas. Entre las preguntas principales se plantearon las siguientes: ¿Por qué en aproximadamente doce años de presencia del vih/sida en la comunidad, un 50% de las personas infectadas con el virus murieron? ¿Cuál tiene que ser el compromiso y la respuesta de la comunidad, las entidades de salud y las organizaciones indígenas para reducir las muertes por sida y la infección por vih/sida? ¿Cómo avanzar en la reducción y la erradicación de la doble situación de discriminación que viven las personas infectadas con el virus de Cristianía, por ser indígenas y
estar infectados? ¿De qué manera puede garantizarse el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno con antirretrovirales? Las ideas que aquí se presentan han sido resultado de la experiencia Bia ‘Buma (“estar bien” en lengua embera), y podrían representar a futuro la consolidación de un plan de acción que involucre diferentes actores y estamentos públicos y privados preocupados por la salud indígena en Colombia, y, por qué no, que suscite la generación de políticas públicas en beneficio de este grupo poblacional. Uno de los propósitos de este estudio fue contribuir al mejoramiento de las condiciones de acceso y calidad de la atención de las personas del resguardo infectadas con el virus, así como lograr la sensibilización y el empoderamiento de las personas de cara a esta realidad; en consecuencia, cada paso dado se hizo de la mano de los indígenas embera chamí, porque desde el inicio del proyecto “Epidemiología, prevención y control del vih/sida y las infecciones de transmisión sexual en una comunidad indígena de Colombia” se planteó la necesidad de generar acciones ajustadas a la realidad local, en donde los protagonistas fueran los miembros de la comunidad y las instituciones que los acompañan. Por ello, entre los objetivos del proyecto se planteó “comunicar los resultados y aprendizajes a todos los sectores involucrados, para que fueran tenidos en cuenta en la toma de decisiones y en la formulación de políticas para la prevención de vih e infecciones de transmisión sexual en comunidades indígenas”.
Esto posibilitó la vinculación de manera directa, y desde la perspectiva de la interinstitucionalidad, del hospital municipal de Jardín Gabriel Peláez Montoya, la Dirección Local de Salud de Jardín, el Cabildo Indígena, la Entidad Promotora de Salud Indígena Asociación Indígena del Cauca y la Organización Indígena de Antioquia, bajo el liderazgo de la Universidad de Antioquia. Como punto de partida, y previo a las ideas que aquí se exponen, es importante precisar qué se entiende por plan de acción y la pertinencia a la hora de transformar determinadas realidades en el interior de una comunidad, por ser esta una de las maneras de materializar la intención de esta experiencia. El plan de acción puede definirse como un espacio colectivo para discutir qué, cómo, cuándo y con quién se van a realizar las acciones que permitirán la implementación de una estrategia. Es decir, el plan define detalladamente las actividades que contribuirán a los resultados a los que una localidad aspira, así como los responsables de llevarlas a cabo y los tiempos específicos con que cuentan. No obstante, contar con un plan de acción no garantiza de forma automática la prevención, el diagnóstico, el cuidado y el tratamiento del vih, puesto que “el plan tiene que demostrar que funciona por su relevancia y focalización en actividades encausadas hacia los resultados más importantes”. El plan es un instrumento de evaluación continua que permite monitorear el progreso de las actividades y el desempeño de cada actor; además posibilita la visibilización de “cuellos de botella”. Asimismo, un buen plan brinda lecciones acerca de lo que funciona y lo que no, para que una vez identificadas las fortalezas e inconsistencias se dé paso al rediseño. Esto es fundamental, porque en casos como el vih, una epidemia que es dinámica, la respuesta tiene que ser igual de activa. […] * Fragmento del libro Bia ‘Buma: El vih/sida en los Embera Chamí de Cristianía, Colombia, de Carlos Alberto Rojas Arbeláez, Diana María Castro Arroyave, Natalia Gómez Valencia, Sandra Yaneth Patiño Londoño, Mauricio Lozano Méndez, Gladis Yagarí, Pedro Pablo Yagarí †, Mónica Lucía Soto Velásquez y Sara Claudia París Ángel, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia (colección Investigación).
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Pablo Montoya nació en Barrancabermeja, estudió en Tunja, en Bogotá y en París. Vivió en Francia, trabaja como profesor e investigador en la Universidad de Antioquia y ahora recorre países cosechando los frutos de su obra literaria que escribió y publicó durante varios años sin obtener el reconocimiento esperado. El año pasado obtuvo la edición XIX del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos con el libro Tríptico de la infamia y este año recibió el premio José Donoso, reconocimiento que galardona toda una vida en las letras de los autores hispanoamericanos. En diálogo con Alma Máter, el escritor Pablo Montoya habla de su literatura, de los premios, del proceso de paz y de su futuro en la docencia y en la Universidad.
¿
Cómo recibe este premio después de poco más de un año de haber obtenido el Rómulo Gallegos? —Los premios siempre son motivos de alegría, de entusiasmo, de mucho ánimo y de sorpresa también. Yo creo que este premio José Donoso —que se le da a la obra del escritor galardonado— es un reconocimiento que ratifica lo que había hecho el Rómulo Gallegos. Me siento muy honrado, pues son dos premios muy importantes. A la vez, me siento muy agradecido con los miembros del jurado que tuvieron la amabilidad de leerse mi obra y premiarla. Su producción literaria estuvo en el silencio y en las sombras. ¿Qué ha cambiado después de estos premios? —Ha cambiado que los libros míos a nivel nacional están más visibles. No todos, por supuesto, pues a mí me dieron el premio Rómulo Gallegos con el libro número 20; es decir, hay 19 libros detrás, que algunos se consiguen relativamente fácil acá en Colombia, pero no se consiguen en América Latina ni en España. Ha cambiado también el hecho de que tengo muchas más invitaciones a eventos. Ya me consideran para las ferias del libro, antes era Medellín y Bogotá y ahora soy un escritor proyectado a otras ferias internacionales. También ha cambiado un poco mi relación con la docencia, pues he tenido que disminuir un poco los cursos, pero igual me sigo ocupando de los estudiantes que yo dirijo, sigo ocupándome de la investigación literaria que siempre he hecho desde que trabajo en la Universidad. Aunque se ha vuelto más pública mi figura literaria, sigo vinculado con la Universidad y más adelante veremos si continúa esta proyección que los premios dan. ¿Seguirá como docente? —Yo creo que hasta el momen-
Foto: Andrea Orejarena
Por ANDREA OREJARENA TAMAYO* andreaorejarena@gmail.com
La literatura como un arma de denuncia
to no existe ningún motivo que me haga pensar en retirarme. Yo en la Universidad llevo catorce años trabajando y he estado muy vinculado con los programas de literatura, con el doctorado que ayudé a conformar y sigo con los estudiantes dirigiéndolos. Tengo que mirar muy bien cómo organizo las clases porque es lo que más me ha dado dificultad con los premios. ¿Cuánto tiempo más vamos a contar con usted en el aula, ante los compromisos que da la visibilidad? —Es verdad. Es un punto muy neurálgico. Si esto sigue así, me van a solicitar bastante en muchos espacios. De hecho mi agenda en estos momentos hasta el fin de año está muy copada, tengo por lo menos unas quince ciudades para visitar, ferias del libro, simposios universitarios, compromisos con la Cancillería colombiana. Es una cosa como de locos, por decirlo así. Tendría que mirar muy bien con mi decano, con mis colegas, que han sido muy comprensivos conmigo; tendría que por supuesto hablar con el rector, que también se ha manifestado muy solidario conmigo. Por el momento nos hemos ingeniado la cátedra pública Tomás Carrasquilla: cinco conferencia de literatura que dicto en la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz. También brindo asesoría a estudiantes que hacen su tesis de maestría y de doctorado. Tengo a mi cargo aproximadamente cinco
estudiantes, más la investigación literaria que siempre ha sido parte de mis labores. Yo creo que todavía seguiré perfilándome en el espacio de la Universidad. ¿Los premios lo han movido a usted en su concepción del arte, la literatura? —Yo creo que mi paso por Francia ha sido muy importante en el sentido de que la literatura francesa y el escritor francés le han aportado mucho a la sociedad. Yo siempre he estado muy preocupado por los asuntos relacionados con los derechos humanos, con la dignidad humana, con abrir espacios a sociedades más equitativas, más democráticas. Siempre he pensado la literatura como un arma de denuncia. Eso me lo ha enseñado la literatura francesa y por supuesto la literatura latinoamericana, donde el escritor, desde el siglo XIX hasta nuestros días, siempre ha sido una figura que se proyecta a nivel social. Ahora, por supuesto, la visibilidad que me han dado estos premios hacen que mi voz sea más escuchada, pero yo —si ustedes se ponen a registrar lo que he escrito o las cosas que he dicho— siempre he estado en función de esa proyección hacia la sociedad en la que vivo. La obra literaria mía sigue igual, obedece a preocupaciones estéticas muy particulares y no se inserta a los populares consorcios de la literatura comercial. Creo que de ese modo yo le aporto un poco al ho-
rizonte de la literatura colombiana y creo, además, que el premio José Donoso dio el distintivo que tienen mis libros y eso me regocija mucho. A propósito de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc, ¿qué pueden hacer la literatura y los escritores para ayudar a cambiar nuestra historia de violencias? —En principio debemos apoyar los procesos de paz y debemos aprovechar la apertura de estos espacios de diálogo político-democrático. Eso es lo que debemos hacer los escritores: seguir trabajando para que esos procesos de paz sean en lo posible lo más transparentes. La literatura desde hace años está tratando de reunir al público para que lea más, para que sea más culto —en el buen sentido de la palabra—, para forjar lectores más activos, más inteligentes, más polémicos. Entonces, yo creo que los escritores estamos ahí, no solamente para apoyar diálogos, sino también para ejercer el oficio en el posconflicto. Yo creo que hay que ejercer el oficio de la memoria. Es un proceso muy arduo, pero espero que todos los escritores colombianos contribuyamos a hacer un mapa real de lo que ha sido Colombia durante estos últimos años para que podamos, de alguna manera, exorcizar tantos males que han caído sobre nuestras espaldas. * Estudiante de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia