Nº 659 Medellín, noviembre de 2016
SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
El grupo de investigación Malaria y el Herbario de la U. de Antioquia, buscan en el conocimiento etnobotánico claves contra el paludismo Página 8
Los educadores proponen que los niños empiecen la jornada a las 9:00 de la mañana
Justicia transicional, condición indispensable para la no repetición y una de las formas de hacerle justicia a las víctimas
25 años de la Constitución Nacional, una utopía política
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Páginas 24 y 25
La Universidad de Antioquia entregó los Premios Nacionales de Cultura 2016
El grupo de danza afrocontemporánea Wangari intervino en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, que en su versión 48 entregó los reconocimientos a los ganadores en literatura —modalidad poesía—, artes visuales y gestión cultural.
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
Páginas 16 y 17
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Expedición científica a los arrecifes más recónditos
Fotos: Paula Quiceno y Ana Judith Giraldo
Serrana es el complejo de arrecifes más recóndito de Colombia. Los expedicionarios de Seaflower, entre los que están investigadores de la U. de Antioquia, encontraron alta biodiversidad marina y costera, pero también preocupantes cantidades de plástico y de otros materiales recolectados durante la travesía.
Las reservas de biósfera son ecosistemas terrestres, marinos o costeros reconocidos a nivel mundial y destinados para la conservación, la investigación, la educación ambiental y la variación genética.
Por LINA GALLO* comunicacionesambiental@udea.edu.co
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a Expedición Científica Seaflower 2016 Isla Cayo Serrana comenzó en Providencia en agosto, con 113 expedicionarios del país, quienes navegaron 150 kilómetros durante once horas en dirección al noreste a bordo del buque oceanográfico ARC Providencia de la Armada Nacional de Colombia. El propósito, identificar la ecología insular y la conectividad de los ecosistemas marinos y costeros, para lo cual instituciones públicas y privadas del país conjugan recursos y saberes que se materializan en 22 proyectos de investigación en curso. Isla Cayo Serrana es un complejo de arrecifes que comprende, ade-
más, cinco cayos más pequeños y cuatro bancos de arena. Hasta allí llegaron oceanógrafos, biológos marinos, geológos, ingenieros y demás expertos en diversas áreas del conocimiento. Con una extensión de 180.000 kilómetros de área marina, Seaflower alberga la tercera barrera coralina más grande del mundo; a su vez, representa el 75% de las áreas coralinas tropicales del país. En 2000 fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y se estima que en ella habitan más de 400 especies de formas de vida: corales duros y blandos, reptiles, aves, medusas, moluscos, crustáceos y peces, lo que la convierte en una de las reservas de biósfera más grandes del mundo. Se trata de una
zona con alto valor ecológico que apenas comienza a descubrirse. La Universidad de Antioquia, a través de la Corporación Académica Ambiental, el Grupo de investigación en gestión y modelación ambiental, Gaia, y el grupo de investigación Limnobase y Bio-
tamar, se articuló a la Expedición Seaflower 2016 con dos proyectos de investigación: el primero, encaminado a comparar la diversidad ecológica y funcional de macroalgas, equinodermos, poliquetos, crustáceos y larvas de bivalvos entre Isla Fuerte y Cayo Serrana, y
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Durante el recorrido los expedicionarios recogieron 60 kilos de plástico, pero en realidad la cantidad se hubiera incrementado de haber contado con más bolsas para colectar los desechos que traen las corrientes oceánicas.
el segundo, que busca responder la pregunta ¿Está la Isla de Cayo Serrana ausente de polución marina?
Proyecto 1 Ya en 2015, en la II Expedición Científica Seaflower la Universidad de Antioquia visitó Cayo Roncador para demostrar por qué Colombia es más biodiversa de lo que se estima. En la actual expedición, y con la información recolectada en años anteriores en Isla Fuerte y Cayo Roncador, los docentes de la Universidad de Antioquia Paula Andrea Quiceno Cuartas, Mario Hernán Londoño Mesa y Jairo León Zapata Martínez; y de la Universidad CES, Lizette Irene Quan Young y María José Sanín, compararán la diversidad de especies en Cayo Roncador y Cayo Serrana, “que son islas oceánicas, con Isla Fuerte, que es una isla continental; de esta forma veremos la influencia que tiene el continente sobre la isla”, explica Londoño Mesa.
Proyecto 2 El segundo proyecto enmarcado en esta expedición fue liderado por la profesora Ana Judith Giraldo y Michael Gómez, estudiante de maestría en ingeniería ambiental y nativo de la isla de San Andrés. Según Giraldo, se trata de algo novedoso e innovador para el país, pues es la primera vez que se analiza el efecto antropogénico de los residuos sólidos o polución marina flotante y su impacto negativo en los ecosistemas, un problema global en aumento y del que no se libra Isla Cayo Serrana por las corrientes interoceánicas. La polución marina, especialmente la descarga indiscriminada de plástico al mar, se ha considerado un problema emergente en la salud de los océanos y el efecto negativo que está produciendo en todos los niveles de la cadena
trófica marina. En ese sentido, la investigadora Giraldo señala que uno de los resultados preliminares que más los impactó fue la recolección de 60 kilogramos de residuos sólidos en Isla de los pájaros, uno de los cayos del sistema de unos 200 metros cuadrados, que se encuentra en la parte más septentrional de la Isla Cayo Serrana. Según Michael Ezequiel Gómez, las cinco especies de aves que allí anidan, que no son migratorias sino residentes, utilizan restos de suelos de chanclas para hacer sus nidos y posiblemente estén ingiriendo esas basuras. “Si hubiéramos llevado 60 bolsas más de basura, estoy seguro de que las hubiéramos llenado. Encontramos principalmente botellas plásticas y de vidrio de todas partes del mundo, desde Jamaica, Trinidad y Tobago hasta Colombia, además icopor, espuma y sandalias de todos los tamaños, estilos y colores”, comenta Gómez. La docente Quiceno advierte que la principal amenaza de estos ecosistemas es el desconocimiento de su biodiversidad: “si no conocemos, no podemos proteger y si no protegemos, podemos perder esta riqueza. Somos un país megadiverso en aves, mamíferos, vertebrados, anfibios y mariposas; tenemos dos océanos y la diversidad allí puede ser mayor que la megadiversidad encontrada en la tierra, de ahí la importancia de conocerla”. El trabajo a seguir por parte de los investigadores incluye los análisis comparativos y la clasificación del material colectado, tanto de las especies como de los residuos sólidos. Todo el equipo se prepara desde ya para la próxima expedición que visitará Cayo Serranilla. *Periodista de la Corporación Académica Ambiental, U. de Antioquia
Entidades La Expedición Seaflower se enmarca en una estrategia nacional liderada desde la Presidencia de la República que le apunta al ejercicio de la soberanía en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; a la vez, procura fortalecer el manejo y la conservación de la reserva de biósfera Seaflower. Articula entidades como la Armada Nacional (ARC), la Dirección General Marítima (Dimar), la Gobernación de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, a través de su Secretaría de Agricultura y Pesca, el programa Colombia Bio de Colciencias, la Comisión Colombiana del Océano (CCO), la Universidad de los Andes y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), en el propósito de avanzar en el conocimiento de este importante reservorio de vida para la humanidad.
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Cecilia Zumajo, ganadora en el área de ciencias exactas y naturales, en el laboratorio del Jardín Botánico de Nueva York donde realizó parte de la investigación.
Ganadores del Premio a la Investigación Estudiantil Por ANDREA OREJARENA TAMAYO*
Foto: cortesía
andreaorejarena@gmail.com
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ecilia Zumajo estudió biología y este año fue galardonada, junto con otros estudiantes de diferentes dependencias académicas, con el Premio a la Investigación Estudiantil Universidad de Antioquia, reconocimiento que se otorga a los estudiantes de pregrado con las mejores investigaciones que aporten en el ámbito científico, tecnológico o académico. La investigación de Cecilia contribuye al desarrollo de plantas. Estudia especies no-modelos para entender procesos biológicos como la floración y la maduración de frutos en especies de interés agronómico. El gen APELATA2 (AP2) fue el centro de su investigación. Este gen “controla la identidad de sépalos y pétalos y regula la maduración del fruto en la especie modelo de plantas Arabidopsis thaliana”, explica Cecilia. Después de un análisis filogenético se demostró que el número de copias cambia en diferentes grupos de plantas y que la mayoría de especies no comparten el mismo complemento genético que la especie Arabidopsis. Para la egresada del Instituto
de Biología, premiada en el área de ciencias exactas y naturales, el pensamiento investigativo se debe desarrollar desde los primeros semestres. “Esto, aunado a profesores con conocimientos y métodos de investigación innovadores, son sin duda aspectos fundamentales que influyen en la motivación para llevar a cabo investigaciones de gran impacto, tanto para la ciencia básica como para la ciencia aplicada”, explica. La investigación en la Universidad es uno de los pilares fundamentales que la mantienen como un referente nacional, dice Juan David Castro, egresado del programa de Ingeniería Civil y galardonado, junto a Roberto José Marín, en el área de ingeniería y tecnologías. “La investigación debe ser vista como la forma de generar nuevos conocimientos y de poner al servicio de la comunidad los beneficios de la ciencia y el desarrollo”, agrega. El trabajo con el que obtuvieron el reconocimiento evalúa la influencia de la vegetación — principalmente los árboles— en la ocurrencia de deslizamientos generados por lluvias. Juan David explica que el propósito del traba-
jo es “reflejar la importancia que tienen los árboles para la disminución de deslizamientos superficiales que pueden ser perjudiciales en comunidades de laderas”. En la misma área, pero en segunda categoría, fue premiada Carolina Valencia, del programa de Ingeniería Ambiental. El objetivo del trabajo, buscar dos mapas de disponibilidad hídrica en una microcuenca del Valle de Aburrá. “La idea era llevar estos dos mapas a un lenguaje comprensible para las comunidades y así lograr campañas de sensibilización que generen cultura en torno al agua”, explica. Carolina asegura que los grupos de investigación deben incentivar a los estudiantes para que realicen trabajos que generen impacto social. “Tener una experiencia investigativa para una persona de pregrado es fundamental para fortalecer un pensamiento crítico-reflexivo y para adquirir herramientas para la solución de problemas”, complementa Dorian Ignacio Ospina, ganador en primera categoría. Dorian participó en el área de ciencias médicas y de la salud con una investigación que fue el resultado de un diálogo con las autoridades en salud del munici-
pio de Ciudad Bolívar, Antioquia. Mediante un enfoque empírico, utilizando una técnica de muestreo tiempo-lugar, el estudiante logró constituir un insumo para planificar el desarrollo de políticas públicas en un campo, según él, bastante olvidado del quehacer en la salud pública del país. Uno de los principales hallazgos de la investigación es que, aunque los trabajadores informales se consideran como una población homogénea, “en su interior subyacen niveles de precariedad laboral. En el caso del municipio se identificaron dos subgrupos: los pequeños comerciantes y productores agrícolas, y los subasalariados”, agrega Dorian Ignacio. Stephany Castañeda y Yessica Henao, galardonadas también en el área de ciencias médicas y de la salud en segunda categoría, participaron con una investigación que busca medir el clima de seguridad del paciente; es decir, “se realizaron 120 preguntas sobre el clima laboral a enfermeros, administrativos y personal asistencial para entender cuál es el clima de seguridad del paciente en el hospital y cómo este clima contribuye a mejorar la calidad de los servicios y los
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Trabajos ganadores en primera categoría • ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD Trabajo: “Desigualdades en las condiciones de trabajo y en el modo de vida de trabajadores informales del municipio de Ciudad Bolívar, Antioquia 2015”. Estudiante: Dorian Ignacio Ospina Galeano Programa: Gerencia de Sistemas de Información en Salud, Facultad Nacional de Salud Pública.
• ÁREA DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES Trabajo: Evolution of the APETALA2 Gene Lineage in Seed Plants. Estudiante: Cecilia Zumajo Cardona Programa: Biología, Instituto de Biología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
• ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANANIDADES Y ARTES Trabajo:“Ampliación léxica y participación discursiva: ensanchamiento funcional de la terminología en un contexto escolar”. Estudiantes:Franklin Yessid Arias Bedoya, María Alejandra García Romero y Ana Carolina Ruiz Villada. Programa: Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades Lengua Castellana, Facultad de Educación.
• ÁREA DE INGENIERÍA Y TECNOLOGÍAS Trabajo: “Efecto de los árboles en la ocurrencia de deslizamientos superficiales en una cuenca del Valle de Aburrá”. Estudiantes: Roberto José Marín Sánchez y Juan David Castro Sánchez Programa: Ingeniería Civil, Facultad de Ingeniería.
Trabajos ganadores en segunda categoría • ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD procesos que se llevan dentro de la institución”, explica Stephany. La medición del clima de seguridad del paciente se debe realizar en todos los hospitales de Colombia cada dos años, con el fin —dice Stephany— de mejorar la actitud del personal frente a todos los sucesos de salud que se presentan. Para la egresada de la Facultad Nacional de Salud Pública, la investigación se debe incentivar en los estudiantes desde el primer momento en que ingresan a la universidad, pues es el mecanismo que pone en práctica todos los temas teóricos de la carrera. “No solamente es ingresar a la institución a estudiar, sino que hay vivir la universidad, investigar, desarrollar los temas propuestos en clase e ir más allá de lo que piensan los profesores y darle un valor agregado al compromiso estudiantil”, concluye Stephany. En la primera categoría del área de ciencias sociales, humanidades y artes fue premiada la investigación desarrollada por Franklin Yessid Arias, María Alejandra García y Ana Carolina Ruiz. El trabajo —que busca enriquecer el léxico de un grupo estudiantil determinado— se basó en “dos hipótesis fundamentales: la primera sostiene
que hay una conexión directa entre lengua y pensamiento (relativismo), y la segunda plantea que la lengua es multiforme y se instaura como mecanismo de exclusión o acceso a ciertas situaciones comunicativas”, explican los investigadores. Franklin, María Alejandra y Ana Carolina aseguran que, aunque el trabajo es experimental, pone la mirada sobre la conexión olvidada pero necesaria entre lingüística y pedagogía, lo que aporta insumos al campo de acción del docente desde la perspectiva funcional e investigativa. Los noveles investigadores, pertenecientes a la Facultad de Educación, creen que todos los procesos académicos deben estar orientados a la búsqueda de nuevos conocimientos y de nuevas formas de comprenderlos. “La universidad debe buscar influir en la sociedad a partir de la investigación, no solo en el plano real (ciencias exactas y de la salud), sino también en el nivel simbólico, mediante la implementación de estrategias y proyectos para la reivindicación socio-cultural de los sujetos”, concluyen. *Estudiante de periodismo, Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia
Trabajo: “Clima de seguridad del paciente Hospital General de Medellín 2015”. Estudiantes: Stephany Carolina Castañeda Jaramillo y Yessica Henao Mazo. Programa: Administración en Salud Gestión Servicios de Salud, Facultad Nacional de Salud Pública.
• ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES Y ARTES Trabajo: “Significación y discurso en el found footage colombiano”. Estudiante: Alejandro Marulanda Giraldo Programa: Comunicación Audiovisual y Multimedial, Facultad de Comunicaciones.
• ÁREA DE INGENIERÍA Y TECNOLOGÍAS Trabajo: “Didactización de los resultados generados por un modelo de disponibilidad hídrica para fortalecer la gobernanza del agua en una microcuenca”. Estudiante: Carolina María Valencia Tobón Programa: Ingeniería Ambiental, Facultad de Ingeniería.
• ÁREA DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES Trabajo: “Low-redshift effects of local structure on the Hubble parameter in presence of a cosmological constant EPJC Directional dependence of the local estimation of HO and the nonperturbative effects of primordial curvature perturbation EPL”. Estudiante: Sergio Andrés Vallejo Peña Programa: Física, Instituto de Física, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
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Foto: cortesía
El biólogo Camilo Sánchez, invitado al Jardín Botánico de Missouri Por ELIZABETH CAÑAS* elizabeth.canas@udea.edu.co
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amilo Sánchez, egresado del pregrado de Biología de la Universidad de Antioquia, es uno de los investigadores que ganaron este año una de las becas del Jardín Botánico de Missouri. Recién en septiembre desempacó sus maletas en Saint Louis, con el fin de sumar evidencias que permitan aumentar la solidez en la investigación sobre el género de plantas al que pertenecen los aguacatillos (el género Persea de la familia lauraceae). Al compartir su conocimiento con los investigadores de esta importante institución, que es referente en investigación botánica a nivel mundial y figura entre las 10 más importantes en la materia en el planeta, se podrá ahondar en reconocer más a ese fruto que tiene forma esférica y que en su interior tiene una sola semilla. Los aguacatillos, si bien están emparentados con el aguacate por pertenecer al género Persea, no son necesariamente parte de la alimentación humana; especialmente, porque su tamaño es muy inferior al de este reconocido fruto, dado que generalmente alcanzan hasta los dos centímetros de diámetro. Sin embargo, su importancia es muy relevante biológicamente, si se tiene en cuenta el aporte biótico, dado que constituyen un alimento para la fauna silvestre y por tanto facilitan la repoblación y la recuperación de los ecosistemas boscosos. Estas condiciones, entre otras, motivaron a Camilo Sánchez para dedicarse durante su pregrado al estudio de las lauráceas (familia de la canela, de los laureles, del aguacate y de los aguacatillos). Mediante el estudio de las colecciones de diez herbarios nacionales logró el hallazgo de ocho especies nuevas para la ciencia de aguacatillos, una de ellas compartida territorialmente con Ecuador. Posterior a su graduación, incorporó a los hallazgos otra nueva especie. Según Sánchez, los frutos de los aguacatillos, en general, son similares en sabor al del aguacate y hacen parte del “plato silvestre” que comen las ardillas, las aves y los roedores que habitan los ecosistemas montanos o bosques de niebla; igualmente, al estar localizados en zonas de recuperación
del bosque, constituyen especies vitales para el crecimiento del mismo, pero no han sido tan investigadas hasta el momento pese a su importancia. De la mano del experto en la familia de los aguacatillos en el mundo e investigador asociado del Jardín Botánico de Missouri, Henk van der Werff, Camilo espera ratificar no sólo la importancia de la investigación emprendida, sino, además, expandir los alcances de un trabajo que hasta el momento no ha sido actualizado, el cual data de 1966, con los desarrollos investigativos logrados por la experta en aquel entonces Lucille Kopp, del Jardín Botánico de Nueva York, quien reconoció para esa época 81 especies para todo el territorio americano y, en su momento, 13 nuevas para la ciencia. Adicionalmente, los casos donde se ha actualizado información se refieren a algunos tratamientos taxonómicos que aplican para otros países como Costa Rica y Nicaragua en los años 90 y en Venezuela en 2013. En el caso de Colombia, la información no era del todo apropiada porque no todas las plantas que crecen en esos países tienen asiento en el territorio nacional y además estaba disgregada. “Se actualizará el registro de especies del género Persea para el país, actualizando además los datos regionales, los que se espera que se incrementen. Estos datos eran, en especial para el caso de Colombia, deficitarios. Además, una revisión taxonómica puede incluir trabajo de campo, pero en este caso, el estudio ha sido enfocado en revisión de herbarios, teniendo como centro el Herbario de la Universidad de Antioquia (HUA, por sus siglas que le permiten reconocerse ante la comunidad científica), por su representatividad de la flora departamental y nacional y el buen estado de la curaduría de sus colecciones”, observa Sánchez. Esa labor facilitó la identificación de muestras de las tres cordilleras, de regiones tales como el eje cafetero, la amazonia y el sur del país. Queda pendiente realizar colectas de la región Caribe y de la región Pacífica. Camilo explicó que una especie nueva se describe a partir de
Camilo Sánchez atiende indicaciones de van der Werffen en el Herbario del Missouri Botanical Garden, frente a unas muestras de lauraceae. un ejemplar de herbario, llamado holotipo (principal ejemplar de herbario que sirve como referencia para la descripción de una especie nueva) y que descubrir una nueva especie no es una tarea fácil, porque requiere de considerable esfuerzo y estudio. El biólogo contó además con el acompañamiento del profesor Ricardo Callejas Posada, del Instituto de Biología de la U. de Antioquia, y del profesor Juan Carlos Penagos de la Universidad de Yale en Estados Unidos. Ahora tiene entre los retos revisar “con lupa” inventarios, listas de especies para la zona o áreas aledañas y constatar en sus colecciones la veracidad de los datos, hallando caracteres consistentes que permitan identificar y separar las especies unas de otras, y “espulgar” esos territorios promisorios que son los herbarios, donde algunos grupos de plantas permanecen aún sin estudiar. Destaca para su trabajo la importancia de los herbarios de las universidades Nacional de Colombia- sede Medellín, del Valle, del Cauca, de Caldas, de Nariño, e ICESI; del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe; del Instituto Alexander von Humboldt en Villa de Leyva; del Herbario Amazónico Colombiano; centros de estudio que también son parte de los territorios
vírgenes para la investigación de la biota colombiana, donde hay mucho por hacer.
Las especies Del total de especies nuevas, hasta el momento seis de ellas tienen al menos parcialmente distribución en el territorio antioqueño, tres de estas muy probablemente endémicas para Antioquia, dos más endémicas para el territorio nacional y una compartida con el territorio del Ecuador. Las especies posiblemente endémicas para el departamento de Antioquia han sido registradas para los municipios de Betulia, Yarumal, Briceño, Valdivia, Anorí y San Luis. Todas estas se encuentran en áreas relativamente pequeñas. Para el caso de las especies halladas en Betulia y Anorí no han sido registradas en áreas donde se asegure su conservación, lo que hace que su continuidad en la historia biológica del planeta esté en vilo. Hay una especie hallada inicialmente en el municipio de Frontino, en el alto de Murrí, donde en ocasiones anteriores y recientemente han sido descubiertas por parte de otros investigadores otras especies de plantas nuevas para la ciencia. * Periodista de la oficina de Relaciones Públicas, U. de Antioquia.
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Foto: cortesía del proyecto
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El trabajo directo y pedagógico con la comunidad ha sido fundamental para el éxito del proyecto
Proyecto para control biológico del dengue recibe15 millones de dólares Por ÁNGELA AGUDELO*
Wolbaquia en París
angela.agudelor@udea.edu.co
Diez meses después de haber concluido la liberación de mosquitos Aedes aegypti con Wolbaquia al norte del Valle de Aburrá, Vélez Bernal indicó que el 90% de los mosquitos portan la bacteria y, por tanto, no pueden desarrollar ni transmitir el virus del dengue. “Ya la transmisión local del dengue es mínima, casi nula”, aseguró. Actualmente, el proyecto impacta a unas 40.000 personas que viven en el barrio París central. Antes de su implementación, se visitaron más de 5.000 familias que habitan el área de estudio, el 94.8% de las cuales dieron su consentimiento para que se adelantara la investigación en campo. “Le decimos a la gente que no tenga miedo, que este mosquito no transmite el virus del dengue y que además es seguro para las personas, el ambiente y las mascotas”, expresó la dinamizadora comunitaria Olga Monsalve. Simon Kutcher, de la Universidad de Monash, Australia, quien administra el proyecto para Colombia y Brasil, resaltó el hecho de que esta primera fase piloto hubiera logrado llegarle a la comunidad, explicarle el programa claramente y obtener su apoyo, pues “no es fácil llegar a una comunidad y decirle que le vamos a liberar mosquitos”. “El equipo del proyecto y la
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a Fundación Bill y Melinda Gates, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional —Usaid— y la Fundación Wellcome, del Reino Unido, aportaron 15 millones de dólares para el proyecto “Eliminar el dengue, desafío Colombia”, lo que permitirá que la iniciativa, que en el país coordina el Programa de estudio y control de enfermedades tropicales —Pecet— de la Universidad de Antioquia, pueda ampliar su radio de acción, más allá del barrio París de Bello donde comenzó. Según el investigador Iván Darío Vélez Bernal, director del Pecet y líder del proyecto que busca erradicar el dengue en el país mediante el control biológico con la bacteria Wolbaquia, “está demostrado por estudios hechos aquí y en otros países como Australia, que el mosquito Aedes aegypti, cuando tiene esta bacteria, no transmite dengue, ni zika, ni chikungunya ni fiebre amarilla, enfermedades de las cuales es vector”.
comunidad han trabajado todos juntos muy bien para generar un proyecto exitoso. Ahora estamos frente a un reto mucho más grande, que debemos asumir desde diferentes frentes”, afirmó Kutcher, al tiempo que observó que “Eliminar el dengue, nuestro reto” lleva ya 10 años, los primeros cinco en un laboratorio en la Universidad de Monash, y desde 2011 liberando mosquitos cultivados con Wolbaquia, primero en Australia y después en Vietnam, Indonesia, Brasil y, por último, en Colombia en 2015. “Creo que con estos fondos adicionales podemos demostrar de manera apropiada que el método
de la Wolbaquia es adecuado para detener la transmisión del dengue”, agregó el experto australiano. El objetivo, según el director del Pecet, es implementar el proyecto en un área más grande en Bello y otros municipios del Valle de Aburrá, de modo que se liberen entre 1 y 2 mosquitos por casa, para poder medir la eficacia de este control, que cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud y las secretarías de Salud de Bello y Antioquia. * Periodista del Departamento de Información y Prensa, U. de Antioquia.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por el Aedes aegypti, un insecto que se cría en aguas limpias, pica de día, genera fiebre, dolor en los huesos, a veces erupción o salpullido en el pecho y en la parte superior del cuerpo, y dolor en los ojos. Está presente en unos 100 países y, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, al año ocurren entre 50 y 100 millones de casos. “En Colombia existen cuatro serotipos o variedades del virus. Cuando uno sufre de dengue por primera vez crea inmunidad contra una variedad; pero si se infecta con otra, es en esa segunda vez cuando puede haber complicaciones, lo que llamamos el dengue hemorrágico. El paciente presenta muchas petequias (manchas en la piel), hemorragias y la infección puede llevar a un shock y a la muerte”, explicó el director del Pecet, Iván Darío Vélez Bernal.
Investigación
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Conocimiento tradicional amazónico en el control de la malaria Por SERGIO A. URQUIJO MORALES* sergio.urquijo@udea.edu.co
El tesoro de la etnobotánica En el pueblo cubeo del Vaupés Medio, el amplio conocimiento sobre la malaria está en riesgo, pues cada vez menos jóvenes de la comunidad aprenden el idioma y los saberes ancestrales que este preserva. Respaldado por los sabedores de su comunidad, Otoniel Ramírez vio la importancia de documentar estos conocimientos y decidió hacer su pregrado en biología. En su trabajo de grado, con el Herbario universitario, Otoniel inventarió los usos de plantas reportadas por cinco comunidades cubeo. Ya en su trabajo de maestría, expandió la muestra a 10 comunidades. “Con los sabedores miré cómo se colectaban las plantas y
Fotos: cortesía del proyecto
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En el fondo de una cachivera o raudal de Yuruparí había unas vasijas de barro donde estaban contenidos el vapor o espíritu de una enfermedad que debilita y mata. Un día un sabedor tradicional rompió las vasijas y los espíritus comenzaron a contaminar el agua, las plantas, los animales y todo lo que consumía el ser humano, y a enfermar a las personas”. Así narra el biólogo Otoniel Ramírez la visión tradicional de su pueblo, el pueblo cubeo del Vaupés, sobre el origen de la malaria o paludismo, una de las enfermedades infecciosas más letales en el mundo y que en Colombia afecta principalmente a habitantes de zonas cálidas y húmedas, como la selva y las sabanas. Para la ciencia occidental, la malaria es también un espíritu de las aguas, liberado por parásitos unicelulares del género plasmodium y transmitido por un mosquito, que se aloja y crece en el hígado duramente dos semanas antes de asaltar los eritrocitos (glóbulos rojos), reproducirse en ellos y luego romperlos para salir, disminuyendo así la llegada de oxígeno a las células, causando una fuerte infección y, a veces, incluso la muerte. Ambos conocimientos parecen distantes, hasta que con los métodos de la ciencia moderna se miran los tratamientos antimaláricos que por siglos han desarrollado las comunidades indígenas de la Amazonia y que son atesorados por los sabedores. Hoy, el grupo Malaria y el Herbario de la U. de Antioquia, buscan en el conocimiento etnobotánico claves para un beneficio que llegue a todos.
para qué las usan. Ellos reconocen varios tipos de plantas efectivas contra la malaria (principalmente el tallo) porque son aquellas que están presentes durante toda la temporada; la enfermedad puede aparecer en cualquier instante y las preparaciones son específicas”, señala Ramírez. Como complemento al estudio etnobotánico, investigadores del grupo Malaria, coordinados por las profesoras Silvia Blair y Adriana Pabón, hicieron una evaluación de la actividad antiplasmódica (de detener al parásito de la malaria) y citotóxica (de dañar las células humanas) de estas plantas. “Hicimos los ensayos con 35 plantas que informaron los curanderos de 10 comunidades del Vaupés Medio, y mediante la preparación de extractos evaluamos si tenían actividad. Fue una gran sorpresa, pues encontramos extractos con actividad superior a la cloroquina, un fármaco antimalárico que se usa como control”, comenta Adriana Pabón. El proyecto hizo parte de la línea “Búsqueda de antimaláricos a partir de plantas medicinales”, y tuvo importante apoyo de Colciencias. En el estudio actual, las especies usadas por los sabedores son árboles del Vaupés que difícilmente crecen en la zona andina. “La información que logramos en el proyecto etnobotánico fue de familias de plantas, por lo que rastreamos y seleccionamos especies diferentes a las reportadas en la comunidad, pero de las mismas familias, que están, por ejemplo, en el Jardín Botánico de Medellín, y vimos que también tienen esas propiedades antiplasmódicas”,
explica la profesora Pabón. “Todo esto es posible gracias a la investigación en etnobotánica”.
Conocimiento inmerso en los conocimientos Para esta evaluación, a cultivos in vitro de parásitos de la cepa Plasmodium falciparum (la más agresiva) se les aplican diferentes concentraciones de los extractos o de las moléculas que se aíslen de las plantas. “Para medir la efectividad se evalúa qué cantidad de sustancia se necesita para matar el 50% de los parásitos de una muestra”, explica la profesora Pabón. También se evaluó la citotoxicidad, es decir, si estos mismos extractos causan daño a las mismas células que buscan salvar. Los resultados son prometedores. El 5% de las plantas evaluadas tienen una alta capacidad antimalárica y la gran mayoría (85%) no presentan ninguna citotoxicidad. Para los investigadores, esto demuestra que en la etnobotánica hay inmensos campos para explorar en busca de curas, y por tanto ahora hacen parte de un macroproyecto de desarrollo de medicamentos, financiado con recursos del Sistema General de Regalías. Algo interesante es que los investigadores no pretendieron validar la efectividad de esas plantas, sino solo las propiedades de sus extractos. “Sabemos que para los cubeo funcionan. No podemos mirar in vitro algo que se usa en la
comunidad de una manera diferente, acompañado de rituales. Solo estamos mirando el efecto antimalárico de ciertos extractos en un cultivo en laboratorio”, señala Pabón. “El proceder de los sabedores tiene que ser visto desde una perspectiva holística”, explica a su vez Otoniel Ramírez. “La preparación de la bebida, los rituales y rezos que se hacen alrededor son parte integral del tratamiento, y no se pueden sacar conclusiones sin tomar todo eso en cuenta”. Además, como parte de los compromisos adquiridos por el equipo con las comunidades durante la consulta previa, se está generando una cartilla bilingüe sobre los resultados del proyecto, en cubeo y español. La búsqueda de antimaláricos, y de otros medicamentos, a partir de plantas, es una urgencia de la humanidad, y la ciencia occidental continúa aprendiendo a leer, hoja a hoja, la enciclopedia más rica y sabia del trópico: la selva y los saberes de sus gentes. * Periodista de la Vicerrectoría de Investigación, U. de Antioquia.
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Por MARÍA CAMILA SALDARRIAGA* boletinesmedicina@udea.edu.co
Fotos: cortesía del proyecto
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nte los problemas históricos y reiterados del sector de la salud, y en particular como una alternativa a las barreras geográficas y sociales para el acceso a los servicios de atención que padece buena parte de la población, en Antioquia desde hace cuatro años el sistema general de regalías priorizó el proyecto Desarrollo de soluciones en CTi para telesalud en el departamento de Antioquia, que adelanta la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, con el acompañamiento de Ruta N. Este modelo de telesalud, que sigue los lineamientos de la ley 1419 de 2010 que regula la materia, se ha implementado en alianza con instituciones como la Secretaría de Salud de Medellín, Savia Salud, Cruz Roja Seccional Antioquia, Universidad CES, Universidad Pontificia Bolivariana, Canal U y Obiquo Telemedicina, con impacto en casi la totalidad de los municipios del departamento, desde las diferentes líneas en las que se desarrolla la telesalud: telemedicina, teleasistencia prehospitalaria, teleasistencia domiciliaria y teleeducación. En la actualidad, los hospitales de 104 municipios de Antioquia cuentan con canal dedicado de internet y acceso a una plataforma en telemedicina, la cual permite acercar la atención de médicos especialistas a las zonas más alejadas del departamento, resolviendo las necesidades en salud de los pacientes sin tener que desplazarse a hospitales de alta complejidad; así mismo, permite al equipo de salud de los municipios conocer el plan de manejo de los especialistas para cada uno de sus pacientes, en un trabajo coordinado de alta calidad que mejora, a su vez, la condición de salud de cada municipio. “Con este modelo de telemedicina, las esperas de dos y tres meses para citas con especialistas se reemplazan por una oportunidad de respuesta de cinco a siete días. También es posible el encuentro sincrónico entre el especialista y los pacientes de zonas alejadas, mediante las teleconsultas para tratar problemas prioritarios”, observa Nora Luz Salazar Marulanda, coordinadora del Living Lab Telesalud de la Facultad de Medicina. Así, por ejemplo, en municipios como Andes, Guadalupe y Támesis ya se están atendiendo en esta modalidad pacientes con depresión, de un lado, y del otro, residentes y estudiantes de internado ya incursionan en estas operaciones e incorporan en su formación los fundamentos teóricos y prácticos de la telesalud. Mario Alejandro Cadavid Cadavid, gerente del Hospital San Juan de Dios del municipio de El Peñol,
Así llega la telesalud a los municipios
resalta la cercanía que genera esta herramienta entre el especialista y la población de la zona, “campesinos, gente humilde que no tiene muchos recursos para acceder a especialistas” y agrega que “hoy hay gente feliz y pacientes muy bien manejados gracias al acompañamiento de todo este programa”. Otra de las líneas es la teleasistencia domiciliaria, que mediante diversas formas de acompañamiento y seguimiento en casa a pacientes con enfermedades crónicas, permite mantener controlado el nivel de riesgo y disminuir hospitalizaciones, servicios de urgencias y citas prioritarias. Por su parte la teleasistencia prehospitalaria fortalece el sistema de emergencias de la ciudad a través de la dotación tecnológica de la flota de ambulancias, para una mejor monitorización y oportunidad en la atención de los pacientes. La formación del talento humano de primer y segundo respondiente permite la estandarización de los protocolos de atención y manejo de pacientes prehospitalarios de forma oportuna.
La teleeducación, con enfoque de promoción y prevención, permite desarrollar programas educativos a distancia por medio de las TIC, dirigidos tanto a la comunidad general como a los profesionales de la salud. Exige, eso sí, que los saberes de la academia “hablen” con la comunidad en un lenguaje amigable y cercano, mediante productos educativos digitales, como lo hace este macroproyecto en la plataforma www.atulado. co en componentes de acompañamiento a la familia gestante, cuidado perinatal y neonatal, desarrollo integral de los niños y vida saludable. En ese sentido, Carlos Alberto Palacio Acosta, decano de la Facultad de Medicina, afirma que “la telesalud no se limita a la tecnología en la implementación extensiva de modelos de atención; el reto hoy es alrededor de la gestión del cambio y en las competencias en telesalud que se desarrollen en el personal de la salud desde la academia, a nuestros estudiantes y egresados, y la apropiación social desde el trabajo comunitario”.
La Facultad de Medicina también cuenta con otros modelos en telesalud, tales como los del Centro de información y estudio de medicamentos y tóxicos —Ciemto—, que ha desarrollado herramientas que benefician la autorregulación médica y la transparencia del médico a la hora de prescribir racionalmente medicamentos, que propenden por la preservación de la vida de los pacientes y mejores tratamientos médicos mediante la farmacología y toxicología. Una de las herramientas es la línea Salvavidas 3003038000, que mediante asesorías en prevención, orientación y diagnóstico de intoxicaciones y problemas relacionados con medicamentos, ha salvado cerca de 1.414 vidas. Por sus características y múltiples beneficios, los promotores de la telesalud en Antioquia no dudan de las opciones que ofrece para fortalecer y acompañar las rutas del modelo integral de atención en salud —MIAS—, las cuales se enfocan en la promoción y mantenimiento de la salud, la identificación oportuna de factores de riesgo de la población y su intervención, y acciones de recuperación, rehabilitación y paliación. Al respecto, Alejandro Gaviria Uribe, ministro de Salud y Protección Social, resaltó la pertinencia de estas estrategias implementadas en Antioquia para el MIAS. “Es una estrategia interesante que demuestra cómo mediante el uso de las regalías de ciencia y tecnología se pueden financiar innovaciones que redunden en el bienestar social. Es una buena propuesta que puede apoyar los problemas financieros del sistema”, afirmó el Ministro, quien aseguró que esta experiencia debe ser conocida en Colombia. *Periodista de la Facultad de Medicina, U. de Antioquia
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¿La educación en su laberinto? Entre el 27 y 28 de octubre la Universidad de Antioquia convocó en Medellín a expertos nacionales e internacionales para incentivar el debate en torno al currículo y la educación superior. Un día antes del seminario internacional, que congregó a más de 400 directivos universitarios del país, el profesor José Gimeno Sacristán, de las universidades Complutense de Madrid y de Salamanca, dio la conferencia “La educación en su laberinto: ¿qué hemos perdido en el camino?”. Alrededor de esa pregunta ALMA MÁTER conversó con él y con los también conferencistas invitados María Isabel Belausteguigoitia, directora de las orientaciones interdisciplinarias del posgrado en crítica cultura y estudios de género de la Universidad Autónoma de México, y José Tejada Fernández, del Departamento de pedagogía aplicada y director del grupo de investigación Colectivo de investigación en formación ocupacional de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los fines de la educación Profesor JOSÉ GIMENO SACRISTÁN, ¿por qué la educación está en un laberinto? —Esta metáfora quiere decir que en la educación estamos despistados de los grandes fines y de los métodos más importantes, y nos estamos centrando en minucias que no nos ayudan a salir del laberinto. ¿En qué fines debería estar pensando la educación hoy? —Los fines generales son los de siempre. Me parece que actualmente hay una reconversión hacia los factores de dominancia económica, cuando el saber también es contemplación, sosiego, discusión, diálogo, y eso se está perdiendo de las universidades. ¿Qué es aquello que no le permite a la educación pensarse? —En primer lugar, las políticas no aclaran esto, solo las relaciones de implantación casi anónimas, que no son fácil discutirlas. En segundo lugar, los fines están cambiando, pues la sociedad está creciendo. En la educación se acentúan los valores pragmáticos y no lo espiritual, lo humano. Y se está cambiando hacia una ideología de mercado y allí lo importante es su valor de cambio. Aunque, después, hay un alto nivel de paro (desempleo) en los jóvenes. ¿Demasiado caso a los organismos multilaterales? —Los gurús de los organismos internacionales parece que son
José Gimeno Sacristán en el teatro Camilo Torres Restrepo
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
... actualmente hay una reconversión hacia los factores de dominancia económica, cuando el saber también es contemplación, sosiego, discusión, diálogo, y eso se está perdiendo de las universidades. los gobernadores universales de la educación y lo que hacen es someter la educación a las pautas económicas que predominan. ¿Qué otra cosa se podría hacer sino orientaciones y directrices hacia el sentido económico que se quiere implantar? ¿La educación perdió el sentido crítico? —La educación ha perdido el papel de ser un motor de la sociedad, porque la sociedad lo que más requiere es una escolarización universal para funcionar con la situación económica dominante. Entonces, el querer apoyar a la educación requiere de un entrenamiento altruista, solidario, que no cultivan las doctrinas neoliberales que están proliferando desde hace más de veinte años. ¿Hacia dónde dirigir los esfuerzos? —Se debe hacer docencia de calidad e investigación de calidad. Habría que ir a Finlandia para darse cuenta de lo que le pagan a los profesores, de cómo trabajan, de cuánta colaboración tienen de las familias, del nivel cultural y de lectura que hay. Finlandia no es un milagro: es un trabajo histórico desde principios del siglo pasado.
¿Por qué no se termina de dar el salto hacia esos caminos de la calidad? —La inversión en España, por ejemplo, para educación ha caído un punto y medio. Es decir, han desaparecido miles de profesores del sistema universitario. Y los que están, están contratados con sueldos insignificantes. El 70% de los profesores valencianos son provisionales. Con estas cifras no se le puede pedir un alto rendimiento al profesorado, y a los profesores hay que comprometerlos porque sin ellos se puede entender muy poco el cambio. La educación no es solo escolaridad, sino también madurez, costumbres, hábitos de ejercicio democrático y eso no se gana de la noche a la mañana. La cultura viene de cultivo y cultivo es lograr lo mejor posible de las cosas que plantamos. ¿Qué debe caracterizar al docente? —Un docente debe ser un agente cultural, debe ser un promotor de la igualdad, debe ser alguien quien denuncie las injusticias de la sociedad. Ese sujeto tiene que ser molesto, por tanto no creo que lo dejen ser. Los profesores necesitan ilusión, necesitan satisfacción, suplir importantes carencias. Ne-
cesitan un apoyo de los jóvenes, de la familia, de la sociedad en general. Y necesitan estar al día en su formación pedagógica y puntual. Necesitamos maestros que sean personas muy preparadas en el ámbito cultural en el cual trabajen.
La salida es la educación Profesora MARÍA ISABEL BELAUSTEGUIGOITIA, ¿cómo ve el panorama de la educación en Latinoamérica? —Yo creo que la salida es la educación y el laberinto no es más que nuestros problemas sociales y la forma en la que se ha llevado la política en nuestros partidos, en nuestras políticas de Estados. Por eso no creo que la educación sea el laberinto: la educación es la salida. Y lo que el doctor Gimeno está queriendo decir es que la educación se tiene que torcer, tiene que encontrar caminos, tiene que invertirse de la cabeza a los pies para encontrar soluciones a las urgencias sociales tan grandes. Si la educación o las pedagogías o las formas de pensar o la universidad están en crisis, es una crisis
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primero vencer convenciendo; convenciendo de la importancia que tiene que la universidad multiplique su poder público de contacto, de contagio, de creación de nuevos pactos; la universidad pensando qué problemas son sustanciales para la región, de qué forma atacamos tanta violencia y separación y tanta discriminación.
Aulas sin paredes
En primera fila, los profesores María Isabel Belausteguigoitia y José Tejada Fernández, expertos invitados al seminario internacional sobre educación superior y currículo, y asistentes a la cátedra pública que dio el profesor Gimeno Sacristán el 26 de octubre en la Universidad de Antioquia.
Lo que yo entiendo es que el pensamiento sobre el currículo, que es esta estructura del saber universitario, nos tiene que devolver a la universidad pública como el espacio de la crítica, de la consolidación, del contacto con lo más disímil, con lo más diferente, con lo más complejo para salir de la violencia en que estamos metidos. muy bienvenida, porque lo que está en crisis es nuestra convivencia, nuestra seguridad. En muchos países, como Colombia y México, estamos enfrentando a la muerte, y no la muerte simbólica. Está pasando en toda Latinoamérica. ¿Y el currículo? —Lo que yo entiendo es que el pensamiento sobre el currículo, que es esta estructura del saber universitario, nos tiene que devolver a la universidad pública como el espacio de la crítica, de la consolidación, del contacto con lo más disímil, con lo más diferente, con lo más complejo para salir de la violencia en que estamos metidos. Por eso, pensar en estos momentos en un currículo es pensar en preguntas y salidas de los problemas tan graves que tenemos; no solamente el paro laboral o el uso de tecnologías en el pensamiento humanista de las ciencias sociales, sino cómo construimos una sociedad equitativa, solidaria, que esté en contacto con las clases sociales, con los géneros. Lo que nosotros tenemos que pensar es cómo la educación superior, cómo el currículo nos ayuda a tener contenidos, acciones, materias, orientaciones que nos hagan pensar como país de forma distinta y que tengamos maneras
de hablar, de dialogar, de ver cómo salimos de tanto problema. ¿Qué hacer para mejorar el actual modelo educativo? —Invertir el aula, hacer de los espacios más privados aulas expandidas. Que la universidad salga y no tenga sus posgrados, sus escenarios contenidos en los muros de su campus, sino que invente programas de extensión, de creación de aulas por toda la nación. Y aulas donde se vean contenidos sociales, políticos y económicos. Se deben crear grupos multidisciplinarios. Tendríamos un currículo profesionalizante, pero cruzado por cuestiones jurídicas, artísticas y pedagógicas. ¿Qué actitudes ponen en jaque a la universidad? —Yo creo que hay una tendencia, la higienización del pensamiento académico, si lo pensamos parcelado, por disciplinas, por niveles. Y lo de ahora debería ser contagiar. Contagiar a los de licenciatura con los de posgrados, que piensen juntos. Contagiar a los de neurociencia con la gente de historia. Y hay una muy fuerte pasión separatista que piensa, como un positivismo renovado, que un pensamiento lineal, jerárquico e higiénico nos va a llevar al progreso. Se trata de
regenerar a la universidad y con ella al tejido social, y de verdad redefinir lo que realmente significa un aula. El aula pedagógica tiene que desplazarse y ser ambulante, para obligar a pensar al país y ordenar las urgencias sociales. ¿Qué obstáculos impiden este propósito? —El primero es la burocracia universitaria. Esto es algo tremendo. Escuchando al jefe de Asuntos Docentes, veo que la Universidad de Antioquia tiene muchas propuestas. Ahora, tienen que convencer a la administración y a la burocracia universitaria. Y después la burocracia universitaria tiene que convencer a la burocracia estatal. Y la burocracia estatal tiene que convencer a la burocracia nacional. Existen trincheras y muros que hay que derribar, y que tienen mucho que ver las técnicas burocráticas y, finalmente, políticas. En la UNAM hay 350 mil estudiantes y decenas de miles de profesores, y en medio de esto una administración difícil, ya no tanto ideológica sino de veras burocrática. La burocracia es tremenda y tiene secciones políticas, pero también tiene secciones de sí misma que se reproducen. Entonces, tenemos que ser muy ágiles y muy creativos de cómo
Profesor JOSÉ TEJADA FERNÁNDEZ ¿qué caracterización hace usted de la educación superior? —No podemos obviar que estamos hablando de formación de profesionistas con responsabilidad social, que también son ciudadanos y con espíritu de transformación y de implicación en la mejora social. Desde ese punto de vista, hay que entender que la universidad tiene que estar íntimamente conectada con el mundo social, cultural, laboral y demás, para que sus egresados sean capaces de insertarse como ciudadanos y profesionales en esa sociedad que les toca vivir. Estoy muy preocupado profesionalmente por el tema del seguimiento de egresados y del acompañamiento de inserción, porque no podemos olvidar que la educación universitaria también es una formación de profesionales. Resalto esto porque mi línea de investigación es la formación para el trabajo. ¿Qué debería de hacerse y de potenciarse para que los profesores, la educación superior y la universidad en general realmente ayuden a transformar a la sociedad? —Yo creo que la transformación viene por cómo tengamos de cerca a la sociedad y el aula. El aula de hoy en día no puede tener paredes. Hoy todos los problemas tienen que estar repercutiendo en el aula. Incluso, hay toda una estrategia en la formación por competencias que va muy ligada, y conozco dos o tres currículos a ese nivel, donde toda la formación se hace con base en problemas profesionales. Todo se articula a partir de traer la realidad del ejercicio profesional al aula. No solo ya una biblioteca, aunque, obviamente, se sigue necesitando. Hay que saber estar en contexto y eso no lo estamos dando en la universidad. Tenemos profesionales que saben de un tema pero no saben dirigir grupos, ni estar en un quirófano, ni gestionar residuos en el ámbito de un hospital, ni colaborar con otras áreas de la información.
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Foto: Luis Javier Londoño Balbín
¿Por qué volver a conversar sobre currículum hoy? Por EDISSON CUERVO MONTOYA* edisson.cuervo@udea.edu.co
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e entrada pareciera que la pregunta con que titulamos esta columna es de orden netamente retórico. Inquietud que se resolvería con escuetas respuestas del tono: “pues porque nos toca, porque lo indica la ley, porque es con lo que tenemos que ver cotidianamente en educación, etc, etc…”. Pero para poder justificar el planteo de dicho título y la intención de este escrito, debemos referir que en muchos casos, al hablar del currículum en educación superior, pareciera ser que estamos hablando de un lenguaje vacío e impronunciable, indecible. Un breve texto del profesor Jorge Larrosa, “Una lengua para la conversación” (2006), a propósito de asuntos de lenguaje, nos permite hacernos entender en tales alusiones críticas a la supuesta vaciedad e impronunciabilidad del lenguaje curricular. La estrategia argumental, entonces, tiene que ver simplemente con agregar la palabra currículum, donde el profesor Larrosa en su texto refiere al término lenguaje, encontrándonos como resultado, con la siguiente expresión:
“Cuando digo que ese lenguaje [del currículum] parece vacío, me refiero a la sensación de que se limita a gestionar adecuadamente lo que ya se sabe, lo que ya se piensa, lo que, de alguna forma, se piensa sólo, sin nadie que lo piense, casi automáticamente” (Larrosa, 2006) Y en ese sentido nos cuestionamos en cuántas ocasiones damos por sentado (casi que automáticamente) que cuando hablamos del currículum todas las personas con las que nos estamos relacionando profesionalmente tienen claro el concepto. Dándose por supuesto que cuando de este concepto se trata, exclusivamente estamos hablando, con dichas personas, de los planes de estudio o de los listados de materias de un programa académico de pregrado o posgrado. Pasando en muchos casos a concebir el término, volviendo a parafrasear a Larrosa, como algo de lo que ya se sabe y que termina pensándose solo, sin que nadie lo piense: “[...] Cuando digo que ese lenguaje [del currículum] se está haciendo impronunciable, me refiero, por ejemplo, a su carácter totalitario, al modo como convierte en obligatorias tanto una cierta forma de la realidad [...] como una cierta forma de la acción humana” (Larrosa, 2006) En qué medida hemos dejado que este lenguaje que circunscribe
al currículum se haga impronunciable, desde los rasgos totalitarios que pueden acompañarle, en términos de la obligatoriedad de lo que a el mismo le atañe en las dinámicas académicas y en la planificación de los ejercicios educativos en educación superior, tanto de la enseñanza y el aprendizaje, como de las estructuras conceptuales y formales que se objetivan en los “Documentos maestros” de los distintos programas, los “Proyectos educativos de programa”, las modificaciones por vía de acuerdo de unidad académica a los “Planes de estudio”, o las directrices que debemos emitir desde los consejos de cada unidad académica, para el desarrollo cotidiano de lo formativo en la Alma Máter. Debemos pues proponer conversaciones en torno al currículum en educación superior hoy, para que este concepto no se convierta (o continué en algunos casos) como algo vacío y netamente técnico y formal, de lo que no hablamos porque ya se sabe qué es (el plan de estudios) y que no hace parte de nuestras conversaciones cotidianas porque ya es algo congelado, casi que un corsé o una camisa de fuerza, que delimita las formas de la realidad educativa. Deviniendo en el peor de los casos en el “totalitarismo” de las experiencias de formación o rígidas formas de gestión administrativa y curricular
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de la vida académica de nuestra Universidad. Tal como referíamos desde la pregunta del título inicial, los asuntos curriculares deben de suyo aludir a lo plural y a las respuestas conjuntas…; la pregunta inicial nos devuelve la responsabilidad de que sea resuelta colectivamente, como Universidad, toda vez que la respuesta a las razones de por qué volver a conversar sobre currículo, debemos construirla las personas que estamos involucrados en la academia, esto es, estudiantes, profesores, directivos y la sociedad en general. Los asuntos curriculares no son exclusivos de especialistas, deben ser parte de nuestras conversaciones cotidianas sobre la pertinencia de la formación y las maneras de estructurar las trayectorias formativas de los futuros profesionales de las diferentes áreas de conocimiento; itinerarios formativos que deben estar en sintonía con los retos contemporáneos en educación superior, como lo son, entre otros, las estrategias curriculares para escenarios multicampus, el fortalecimiento del eje misional de investigación en pregrado, los incentivos de prácticas profesionales o tempranas como ejercicio pleno de formación, el fortalecimiento de competencias en lengua extranjera desde el pregrado, las dobles titulaciones en pregrado y posgrado, la integración pregrado-posgrado a manera de cursos co-terminales, la flexibilización del currículo en toda la Universidad, la incorporación de las TIC como mediadores efectivos del aprendizaje, el diseño de ciclos básicos generales y, por supuesto, la formación política y ciudadana para la paz. Responder por qué debemos volver a conversar de currículo en las instituciones de educación superior de Colombia nos lleva hoy a reconocer junto con Gimeno Sacristán en una entrevista realizada con antelación, y que fuera titulada “Conversando con José Gimeno Sacristán” (2011), que en la actualidad se debe conversar sobre currículo para procurar “un currículum justo, [...] un currículum sincero moralmente, que habla de los problemas reales y no de las nubes estratosféricas; [...] sincerarse en el sistema educativo y para ello no hace falta hacer una rebelión contra el sistema o una denuncia política, que saldrá indudablemente del proceso, sino simplemente tratar lo que es real afuera (del sistema educativo) y convertirlo en análisis discursivo dentro, pertrechar al alumno de ideas, si fuera posible de actitudes, que es lo más complicado, y de sentimientos favorables a los derechos del ciudadano [...].
* Doctor en ciencias de la educación de la Universidad de Valencia (España). Asesor curricular de la Vicerrectoría de Docencia.
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Carta abierta al Ministerio de Educación A propósito del próximo plan decenal de educación para Colombia Los directivos de las unidades académicas de la Universidad de Antioquia que tienen la responsabilidad de formar docentes en saberes específicos y sus similares de otras universidades dirigen una comunicación al MEN en la que exponen su particular manera de cómo debe ser la educación en el país.
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tivas se incorpore la enseñanza basada en problemas, que se materialice en l Ministerio de Educación Nacional de Colombia está invitando por redes sociales a los conciudadanos a participar en una gran proyectos, para que se interprete lo real desde la imaginación… la repetición encuesta denominada “Sueña la educación”, como parte de necesita abandonar las escuelas. la metodología de construcción del Plan Nacional Decenal de • Los espacios escolares y sus dotaciones se construyan teniendo en Educación 2016 - 2025. cuenta las necesidades actuales de las niñas y niños del país donde el desNosotros aceptamos esta invitación y en vista que a toda realidad la pliegue de sus cuerpos, el deseo, el gusto y la imaginación sean privilegiados, precede un sueño, nuestro gran sueño es que las niñas y los niños sean es decir, dejar atrás las aulas rectangulares tradicionales y la uniformidad de felices haciendo lo que les guste: la felicidad, la actividad y el gusto son la formas, ambientales y colores. esencia del ser para estar en paz consigo mismos y con los demás, por tanto • Las artes, las ciencias y los deportes sean enseñadas por maestros creemos que para lograrlo en todas las escuelas del país se necesitaría por con vocación y profesionales en dichos campos del conocimiento y se les lo menos que: ofrezca actualizaciones permanentes y situaciones en los problemas que • Las niñas y los niños puedan dormir lo suficiente antes de iniciar su enfrentan hoy la educación. jornada escolar, como recomiendan los endocrinólogos para su buen creci• Las profesoras y los profesores tengan un salario que le permitan dismiento físico y mental. Por tanto sugerimos que los horarios en la primera frutar la vida dignamente. infancia y hasta cuarto grado de básica primaria, inicien a partir de las 9:00 a.m. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los adultos, Así: durmiendo, respetando, manejando otros lenguajes, jugando haciencomo reza la ley. do ejercicio, desarrollando talentos, imaginando, solucionando problemas, reflexionando en sí mismo y en los otros, conviviendo en paz, con espacios • Las niñas y los niños aprendan a valorar tanto la biodiversidad como libres, bien dotados y bellos, con maestros idóneos y bien remunerados nuestra inmensa riqueza cultural, a proteger y a respetar tanto a los seres podemos esperar procesos educativos de excelencia en las generaciones vivos como los artefactos productos de nuestra civilización. por venir y de esta manera soñar con otra Colombia… • Las niñas y los niños puedan tener un desarrollo sicomotor adecuado que les permita disfrutar, conocer y manejar su cuerpo y el de los demás. Incorporar rutinariamente, en los entornos que le ofrece la cotidianidad, la actividad Firman: física, el ejercicio, el deporte y la adquisición de hábitos de vida saludable, Elvia María González Agudelo, decana de la Facultad de Educación; como elementos esenciales en la construcción de sus proyectos de vida. Francisco Londoño Osorno, decano de la Facultad de Artes; Gloria María Sugerimos que estas actividades sean programadas al finalizar las jornadas Castañeda Clavijo, directora del Instituto de Educación Física y Deporte; escolares, con el fin de que tengan espacios de descanso al regreso a casa. Paula Andrea Echeverri Sucerquia, directora de la Escuela de Idiomas y • Las niñas y los niños tengan la oportunidad de familiarizarse con múltiFrancisco Cortés Rodas, director del Instituto de Filosofía, de la Universiples lenguas para desarrollar su competencia comunicativa en otra lengua. dad de Antioquia; Sandra E. Posada, decana de la Facultad de Educación El desarrollo de la literacidad se facilita en edad temprana, sin afectar el de la Universidad San Buenaventura; Elkin Alonso Ríos Osorio, decano de aprendizaje de múltiples lenguas. la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Oriente; Claudia • Las niñas y los niños tengan la posibilidad de adquirir otros códigos, Puerta Guzmán, decana de la Facultad de Educación de la Universidad como el lenguaje de la programación, para que habiten el mundo que les ha Cooperativa de Colombia; Olga Cecilia Vásquez, decana de la Facultad de tocado vivir sin restricciones de analfabetismo alguno. Educación de la Fundación Luis Amigó, Funlam. • Las niñas y los niños puedan Foto: Ángela Agudelo identificar tempranamente sus talentos, en las artes, en las ciencias y en los deportes, las múltiples inteligencias necesitan habitar nuestras instituciones educativas; los espacios curriculares de la jornada única serían exclusivamente para permitirlo. • La filosofía permee la infancia y la adolescencia, pues los problemas de la humanidad son en su mayoría problemas de la existencia… ¿Quién soy? ¿Por qué nací? ¿Qué hago con la vida? ¿Qué futuro me espera? ¿Quién me quiere? • Las niñas y los niños puedan jugar en clase, lo que se aprende jugando no se olvida, en el juego se comparte y se incorpora el cumplimiento de la norma. • Las niñas y los niños realicen las tareas durante la jornada escolar, es decir, las tareas se hacen en clase. • En todas las instituciones educativas labore, además de los psicólogos, trabajadores sociales que aporten a la solución de conflictos al interior de la escuela y que generen una convivencia en paz. • En todas las instituciones educa- La Universidad de Antioquia realizó la Semana de la niñez, como parte del programa Buen comienzo
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En torno a la reforma tributaria ohbedoyam@gmail.com
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nquietud, incertidumbre, melancolía, y no sé qué más, me genera el proyecto de reforma tributaria, presentado al Congreso en octubre de 2016. Y lo expreso, básicamente, por el fondo del proyecto o, como diríamos en términos legales, por la exposición de motivos. Nos presenta el ejecutivo un proyecto de reforma estructural, que de estructural solo tiene el nombre. Una reforma estructural, en cualquier sector, y más en el
tema tributario, requiere la participación efectiva de las partes, es decir, el ejecutivo y la contraparte, formada por Congreso, gremios, académicos, sindicatos y representantes de otros sectores, para que entre todos se llegue a propuestas razonables, discutidas, analizadas. Uno de los mayores problemas para lograr ese propósito es el tiempo y la oportunidad, pues el trámite legislativo, y específicamente en materia tributaria, incluye ponencia, comisión económica, de Cámara y Senado, y plenaria de Cámara y Senado, para dar cumplimiento a la formalidad exigida por la Constitución.
¿Cómo y a qué horas se discutirá, con todas las de la ley, un proyecto de 311 artículos, presentado por el Gobierno como reforma tributaria? ¿Dónde quedará la participación de la contraparte, sus recomendaciones, sugerencias, alternativas?
Cuadrar caja
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
Por OMAR BEDOYA MARTÍNEZ*
Esta reforma está dirigida a cubrir un déficit fiscal, que oscila entre los 20 y 25 billones, para poder mostrar solidez y fortalecimiento financiero a las organizaciones mundiales como la Organización para la cooperación y el desarrollo económicos —Ocde—, el Fondo Monetario Internacional — FMI—, el Banco Mundial —BM—, y las aseguradoras, que darán un buen parte a la comunidad internacional de ese país suramericano llamado Colombia. Por eso, la reforma está enfocada al problema de caja, descociendo el clamor nacional, aún de la comisión por el mismo gobierno escogida, que le sugiere una reforma estructural. La comisión le entregó al gobierno sus recomendaciones desde diciembre de 2015 y apenas ahora, en octubre de 2016, se da a conocer al Congreso y a la opinión pública. El incremento del IVA, al pasar del 16% al 19 %, como tarifa general, castigará en gran medida el consumo de las clases media y baja, porque hay bienes y artículos con este gravamen que no son de opción, sino que hay que consumirlos sí o sí. Para los de mayores ingresos es seguro que el valor del IVA pasa inadvertido por la suficiente capacidad de pago que tienen; en cambio, para las personas con menor capacidad de pago, cualquier incremento porcentual afectará el precio del bien o servicio. Es decir, el IVA afecta de manera directa el consumo y la calidad de vida del colombiano de menores ingresos. Y que no nos vengan con el cuento de que no se afecta la canasta familiar, pues hay un sin número de bienes que quedan gravados. Y en cuanto al impuesto a la renta, la reforma es muy dura con la clase trabajadora, ya que hoy deben declarar renta quienes ganen $3.471.000, mientras que en 2018 serán quienes ganen $2.683.000; es decir, se reduce el umbral para declarar, y se limita el número y el valor de las deducciones, pues deducciones reales como intereses por vivienda, salud prepagada, dependientes económicos, serán tema del pasado, incidiendo desfavorablemente en la liquidación de la renta líquida gravable.
Considera el gobierno que con el descuento de los aportes obligatorios a la seguridad social, más un 35 % como renta exenta, incluido ya el 25% de renta exenta laboral, el asalariado cubre sus gastos personales y familiares, desconociendo la realidad económica de nuestro entorno y la incidencia de lo que el Estado mismo está creando con la tarifa del 19 % en el IVA. Se eliminan el IMAN y el IMAS, que en buena medida beneficiaban a los asalariados de clase media y media baja, dejando como única opción de depuración de la renta el sistema ordinario, con las consecuencias económicas que esto representa para este sector de la población. También es preocupante, aunque el proyecto no lo plasma de manera directa, lo que tiene que ver con los profesores de las universidades públicas, ya que hasta ahora hemos tenido como renta exenta hasta el 50% del salario, y se lo considerada gastos de representación, y adicionalmente podemos imputar la pensión obligatoria y las voluntarias, siempre que, con la suma de los aportes AFC, no superen el 30 % del ingreso laboral. ¿Cuál será el impacto para los profesores de las universidades públicas, en cuanto al beneficio de las rentas exentas, si el gobierno está poniendo en la reforma tributaria como límite de las mismas el 35 % del salario? Y quedan más inquietudes: ¿Qué ha hecho el gobierno para recuperar los dineros dilapidados en este sistema de corrupción aberrante que afecta nuestra economía? ¿Qué otros mecanismos, que no sean impuestos, pueden cubrir el faltante de liquidez, afectado por la caída de los precios del petróleo? Y vuelve el tema de tanta discusión: privatizar empresas que han sido rentables en el país, ¿si ha cumplido con su objetivo? ¿Por qué se elimina el impuesto a la riqueza, si de verdad este impuesto sólo lo cancelan los que tienen patrimonio, los que tienen riqueza? ¿Cómo ha incentivado el gobierno la capacitación de los profesionales, en conocimiento y tecnología, para que podamos generar renta? Con la reforma se le está dando un apoyo directo a las transnacionales, por mandato de organismos como la Ocde, y se le traslada toda la carga tributaria a la clase media y media baja, con las implicaciones que esto conlleva. *Docente investigador del Departamento de Contaduría de la Facultad de Ciencias Económicas, U. de Antioquia. Contador público, abogado, magister en tributación y política fiscal, especialista en gestión tributaria.
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Por CAROLINA MUÑOZ MONTALVO* comunicacionesfca@udea.edu.co
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olombia es el cuarto productor de leche en América Latina con un volumen aproximado de 6.500 millones de litros anuales, superado sólo por Brasil, México y Argentina. De acuerdo con Pedro Valderrama Salazar, secretario técnico del Consejo Nacional Lácteo, “en Colombia la producción de leche se hace en su mayoría a bajas escalas de producción y bajos niveles tecnológicos, por tanto, gran parte de la leche producida no tiene altos niveles de calidad y además su costo de producción y comercialización es muy alto”. Asegura, además, que ante la creciente competencia con productos lácteos internacionales, el sector lácteo colombiano “tiene que establecer sistemas productivos manejados empresarialmente, con altos niveles de calidad, bajos costos de producción, incluyentes socialmente y protegiendo el medio ambiente”. Para Carlos Alberto Estefan Upegui, gerente general de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, es necesario contar con el apoyo del sector público y privado. “Por parte del Gobierno, las medidas que se han tomado para enfrentar los retos de la apertura económica, los retos de los TLC, son bienvenidas pero transitorias, ejemplo de ello es el Conpes lácteo que, se suponía, en 2015 debía arrojar un resultado muy claro en cuanto a la organización de la ganadería colombiana, sin embargo no es así”. Reitera que, además del compromiso con la calidad de la leche, es necesario “reducir los costos de producción, buscar la forma de posicionarse en el mercado”.
Regulación La comercialización de leche cruda en Colombia está regulada por la Resolución 017 de 2012 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Este sistema tiene como
Foto: cortesía Facultad de Ciencias Agrarias
Aportes a la competitividad del sector lechero principal propósito que el pago de la leche en Colombia se haga con base en la calidad. Los parámetros de calidad que se miden para el pago son grasa, proteína, sólidos totales (calidad composicional), unidades formadoras de colonia. Se otorgan bonificaciones cuando la leche proviene de hatos libres de enfermedades como brucelosis y tuberculosis y certificados en buenas prácticas ganaderas, según explica Valderrama Salazar. Otros parámetros como el recuento de células somáticas, que dan una idea del estado de salud de la glándula mamaria, son aun voluntarios para el pago de bonificaciones. Dicha Resolución estableció que a partir del 1°. de enero de 2016 solo serán válidos para el pago de calidad de leche los resultados de laboratorios acreditados en NTCISO/IEC 17025:2005.
Laboratorio certificado El Laboratorio de calidad e inocuidad de leche de la Facultad de Ciencias Agrarias inició en 2014 el proceso de acreditación de sus ensayos. Hoy en es uno de los dos laboratorios con acreditación bajo
la norma de calidad en Colombia. El Congreso Analac que se cumplió en Corferias- Agroexpo fue el marco preciso en el que el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia, Luis Guillermo Palacio Baena, hizo un recuento de las diferentes actividades que lidera la unidad académica en la cadena láctea a nivel regional. Allí también se presentó el avance en la implementación del Laboratorio de calidad e inocuidad de la leche. El Laboratorio cuenta con equipos automatizados de última generación y un equipo de trabajo altamente calificado que permiten realizar análisis con una alta confiabilidad. Mensualmente se analizan alrededor de 20.000 muestras. A la fecha se están procesando muestras de leche de más de 20 empresas acopiadoras, ganaderos, del Programa nacional de mejoramiento genético liderado por la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas. Desde sus inicios ha contado con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Secretaría de Agricultura y De-
sarrollo Rural de Antioquia, el acompañamiento de Corpoica y de los grupos de investigación de la Facultad como GaMMA, GRICA, Biogénesis y Centauro. El proceso de acreditación del Laboratorio de calidad e inocuidad de la leche en la norma de calidad NTC-ISO/IEC 17025:2005, constituye un aporte importante que hace la Universidad al sector lechero, pues genera una gran confianza en los productores y en la industria, porque su metodología de trabajo permite garantizar la calidad de los resultados de los análisis que hace y que permitirán fomentar una mayor productividad y rentabilidad para el productor de leche y el acceso a un insumo de mayor calidad para la industria acopiadora. Consolida, además, los vínculos entre la Universidad y los diferentes sectores productivos. Informes: Carrera 75 65-87, bloque 46, 202, Ciudadela Robledo, Medellín. Teléfono 2199138. Correo: labcalidadleche@udea.edu. co. Sitio web:agrarias.udea.edu.co *Comunicadora de la Facultad de Ciencias Agrarias, U. de Antioquia
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Liliana Correa
Fernando Rendón
Juan Guillermo Sánchez
Confluencia de voces en los Premios Nacionales de Cultura Por ÁNGELA AGUDELO angela.agudelor@udea.edu.co
su autor, Juan Guillermo Sánchez, radicado en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Agua y poesía
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a Alma Máter entregó el 13 de octubre los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, que este año, en su versión 48, reconoció a los mejores creadores del país en literatura, artes visuales y gestión cultural. En esta edición se vio “una vez más la avidez de los habitantes de las localidades por procesos generadores de otras perspectivas, otros diálogos, nuevos sentidos y mejores logros para las tareas culturales que se adelantan con gran esfuerzo y también siempre inusitada creatividad”, señaló el coordinador de Extensión Cultural, Oscar Roldán. “Altamar”, libro ganador entre 80 participantes del 34º Premio Nacional de Literatura, modalidad Poesía, incluye al comienzo un “largo poema” y es “un homenaje a los abuelos y abuelas, activistas y escritoras que han protegido con su propia vida el agua pura de sus territorios. Ya el lector encontrará los nombres y lugares. El poema es puente, no fin”, sugirió
Sobre sí mismo, dijo: “yo soy Juan, solamente. Nací en los Andes. Llevo seis años en la diáspora. No es mucho ni poco. Así debía ser. Mi bisabuelo se
Grupo de danza afrocontemporánea Wangari
llamaba Carlos Altamar y venía de la costa. Mis otros bisabuelos eran de Zipaquirá y Tabio-Tenjo. Crecí entre el mar y la montaña. Adolescencia en los 90’s. Bakatá, punk, bombas. Desaprendiendo y descolonizando mi propia historia, empecé a indagar. Como a muchos, la poesía me lanzó al viaje”.
De “Altamar”, el jurado destacó “el carácter rítmico de los poemas, la confluencia de voces indígenas de diversas lenguas americanas, la voz poética que oscila entre arraigo y desarraigo, los cuadros familiares que enaltecen lo cotidiano, la crítica sutil al menoscabo ambiental generado por el desarrollo y la confluencia
Fotos: Luis Javier Londoño Balbín
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entre sencillez y profundidad, entre otros”.
Artes visuales El 43º Salón Nacional de Artes Visuales aborda la noción de las lenguas y culturas nativas, y la conexión con la tierra y la tradición de los diferentes pueblos que habitan en Colombia. Su propósito es aprovechar el arte contemporáneo como espacio en el que estas culturas adquieren una voz y, a través de ellas, “expresan sus aportes a ese eterno cuestionamiento acerca de quiénes somos y cuál es nuestro origen”. Entre 14 obras seleccionadas, que estarán expuestas en el Museo Universitario hasta el 16 de diciembre, el video “Dojura, las Jaï del agua” fue reconocido como la obra ganadora del Premio. El jurado destacó, entre otras razones, su profundidad y delicadeza en el trato de un tema ancestral de vital importancia para las culturas embera. Su realizadora, Liliana Patricia Correa, agradeció a la Universidad por ayudar a “que desde el arte podamos hacer llamados”. Dedicó el premio del 43º Salón a la comunidad embera chamí Marcelino Tascón, de Valparaíso (Antioquia), para la que urgió desarrollar programas de recuperación o preservación de su memoria oral, pues “hay muy pocos abuelos”. “De alguna manera mi propuesta —explicó Liliana— buscó encontrar esa relación con el agua desde la espiritualidad; se ancla al proceso de sanación y a la ceremonia de la noche del Jaï, donde el jaibaná a través de un trance de sanador absorbe el mal o absorbe la enfermedad del paciente y es ayudado por las Dojura (seres míticos)”.
Conexión social El 2°. Premio Nacional de Gestión Cultural fue otorgado al Festival internacional de poesía de Medellín, un proyecto que “llega a toda la ciudad, tiene lugar en teatros y espacios públicos, va a los distintos barrios y tiene gran presencia en los medios”. El jurado destacó que “el festival va mucho más allá de los recitales; es todo un complejo que incluye talleres, conferencias, redes, procesos de formación para todas las edades, publicaciones, divulgación y difusión de la poesía, dando cuenta de
Las obras finalistas del Salón Nacional de Artes Visuales estarán expuestas en el MUUA hasta diciembre.
la complejidad y alcance de la gestión cultural”. Su cofundador y director, Fernando Rendón, expresó que “este premio no es para mí sino para mis compañeros y para la juventud en la ciudad de Medellín y para la gente que en este momento, en el nombre del amor, de la reconciliación, de la dignidad, de la belleza, de la justicia social y de la paz, está marchando por las calles de este país, sentido profundo de nuestra lucha desde 1991, año en que el terror recorría como un fantasma la ciudad y el país”. Fernando Vicario Leal, miembro del jurado en esta categoría, destacó la necesidad de “reconocer el valor de la gestión cultural como elemento de conexión y dinamización social”. Para Rendón, este premio “es un reconocimiento a la paz, al espíritu del amor que ha impregnado cada acción del Festival internacional de poesía de Medellín, y un reconocimiento a la labor de la poesía, la transformación del espíritu de la ciudad, mucho más allá que el rostro, la sangre, el alma, el sueño y la vida de Medellín”.
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Colombia y el proceso de paz Nudos políticos o procesos políticos inconclusos… Por RAFAEL RUBIANO MUÑOZ* rafael.rubiano@gmail.com
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n una conferencia de 1910, titulada “Problemas nacionales”, al cumplirse los cien años del inicio de las independencias expresó públicamente Rafael Uribe Uribe: “El pueblo de Colombia es el pueblo más polemista de la tierra; su natural es propenso a la agresión, a la crítica y a la burla. En el mundo que tengo recorrido, no he hallado raza más quimerista y amiga de peloteras”. El colombiano no es dado a discutir en franca lid; es para medir la fuerza de su arrogancia o para anteponer por encima de los argumentos válidos y racionales, la egolatría o la vanidad. No existe la fuerza de los argumentos. En este país el debate abierto, la confrontación sincera, la discusión pública, pero en especial mantener principios o convicciones, incluso valores de la libertad o de la democracia, son olvidados o premeditadamente utilizados cuando convienen en lo personal o en lo colectivo, cuando dan votos o cuando la petulancia no lo permite. Lo que da como resultado del no, es el país del odio, de la incertidumbre y del enmascaramiento, un país en el que ante la posibilidad de la reconciliación —la unidad nacional— es mejor dejarlo a la deriva, colocando bajo el manto de lo indescifrable procesos políticos inconclusos o, como muy bien lo expresó un colega, “el país de los nudos políticos”, esto es, donde el desacuerdo se tramita con el enredo y con la violencia, así sea por medios o mecanismos democráticos. El “nudo” persiste porque no interesa desatarlo; mientras más “nudos” hayan más sumisión, delegación y sometimiento habrá por unas elites, en el que el pueblo es un convidado de piedra para refrendar de modo salvaje y bárbaro, el país de lo inconcluso, de lo enmohecido, del pantano y del fracaso que destruye el progreso y lo mejor. En nuestro país, convivir con la diferencia es más aceptar que el único acuerdo es el desacuerdo; respetar y luchar por la divergencia, no es posible. Porque, es un país de máscaras, las máscaras de lo político, porque soy hoy liberal, mañana
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
conservador, días después anarquista, comunista o se retrocede al fascismo. Aquí la incertidumbre no pone a pensar lo político sino a sopesar lo vulnerable de nuestros bolsillos, nuestros intereses e incluso nuestras expectativas en el corto o mediano plazo. Somos cortoplacistas en lo político, pero absolutamente retrógrados en lo social y cultural que implica lo político pensado a largo plazo o el egoísmo de un mundo mejor imaginado en lo posible que desestructura lo imposible de la realidad. Enmascarar es una ideología de la derecha latinoamericana, consignas, frases, slogan, pero además odios y resentimientos cifrados en una ambición que se traduce en la opacidad del lenguaje. El no es un
triunfo una vez más del país donde lo inconcluso es el hábito o la normalidad de la política colombiana, desde arriba y desde abajo. Desde la Guerra de los Mil Días (1899-1902) hasta domingo pasado del presente año, triunfó el pactismo y el oportunismo, no el compromiso. En últimas, la política como la cotidianidad pasa por lo esquizofrénico en este país, la realidad y la irrealidad no tiene fronteras ni límites; lo absurdo se combina con lo sensato, lo lógico con lo inaudito, la renuencia o el inconformismo mimético con lo aplastante de un orden político social violento y la ilusión se mezcla con la uniformidad, la unidimensional, sin mediación o alternativa. El país del “enredo”, porque lo fácil
es mejor hacerlo difícil, en fin, es el país en el que progreso o avance, desarrollo y cambio, son palabras huecas que se vacían con lo inalterable, con el miedo o la mentira que es útil para la política. Clasismo, exclusión, marginación, desprecio, e incluso la apatía hacen parte del “nudo político”. En nuestro país, el no enmascaró la democracia en lo insoluble, en lo enrevesado, sin mediación ni alternativas; son los extremos de una cultura política que respira del revanchismo, la venganza y la pugnacidad, que se muestran como “las únicas alternativas”. La conclusión es que el no constituye una deslegitimidad del gobierno Santos, pero abre, a un mismo tiempo, la legitimidad de los muertos insepultos (la derecha uribista y sus feligreses), que ahora tienen más vida y más pulmones hasta llegar al 2018. Refrendar la paz no fue un compromiso, el no es el resultado de un pulso político hacia el 2018. Colombia mostró todo su potencial “autodestructivo”. Mostró una sociedad cuyos principios están fundamentados en la relación del extremismo, de la polarización y de “quien no está conmigo está contra mí”. Una ciudadanía que pese a las oportunidades o las posibilidades de darle el giro a la historia hacia adelante, prefiere torcer las manecillas del reloj, porque, sencillamente, el rencor es la base política de lo electoral, voto porque no estoy convencido de la democracia y de sus procedimientos, voto porque detesto a todo lo que me es diferente y la diferencia trastorna mi ideal y mi imaginario de un intocado e incólume país. En Colombia se vota de modo habitual sin convicciones, se vota por el enemigo toda vez que supuestamente va a destruir un mal peor. El no del 2 de octubre de 2016 no es un triunfo de una nueva democracia, no es la renovación de lo electoral en el país, no es la imaginación o el deseo de un nuevo orden político, es sencillamente la agonía política del país de lo inconcluso, la tierra política de los puntos suspensivos…. * Sociólogo. Magíster en ciencia política. Profesor titular de la Universidad de Antioquia.
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor CARLOS ENRIQUE RESTREPO BERMÚDEZ fallecido el 26 de agosto de 2016. Se presentaron a reclamar el señor Martín Gerardo Restrepo Araque y la señora María Del Carmen Bermúdez Tabares en calidad de padres. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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¿Cómo educar para la democracia? Por IVÁN DARÍO ARANGO* ivan.arango@udea.edu.co
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ste ensayo busca la respuesta de la filosofía política a la pregunta “¿Cómo educar para la democracia?” que era el tema de la última conferencia del doctor Carlos Gaviria, el 11 de marzo de 2015, en el Gimnasio Moderno de Bogotá. El régimen nazi intentó romper el vínculo que une a la humanidad, cuando señaló al pueblo judío como una amenaza infecciosa para la raza aria: una locura que gran parte de los alemanes creyeron cierta. También en Colombia hubo épocas en que se consideró a los liberales y a los comunistas como verdaderas amenazas para la integridad moral de la nación. Es por esto, por lo que se requiere tener presentes los argumentos sobre la profunda semejanza que existe entre los seres humanos, independientemente de los estratos y las distinciones sociales: es preciso tener presentes las transformacio-
nes conceptuales y emocionales que dieron lugar a una mentalidad abierta y democrática, porque siempre es posible volver a la barbarie de la discriminación y las exclusiones, pues el odio y la polarización son motivos muy fuertes y útiles para la actividad política, sobre los cuales tenemos ejemplos en nuestra historia reciente. La multitud tiende naturalmente a la unidad cerrada de “nosotros” frente a los “otros”; obedece a las bajas pasiones y es fácilmente manipulable por líderes carismáticos y por demagogos. El pueblo, por el contrario, es plural y corresponde a la diversidad de los sectores sociales, su identidad se define por la conflictividad natural de los intereses encontrados entre los que mandan y los que obedecen, y se reconoce por la deliberación pública. Alexis de Tocqueville realizó contrastes entre la mentalidad tradicional y la mentalidad democrática, para aclarar que en la primera de ellas no existía la idea de semejanza entre los diferentes sectores sociales, pues siempre había un hombre superior por quien se sentía lealtad y un respeto sagrado.
Pero quizás ninguno de los más grandes filósofos políticos haya insistido tanto en la semejanza entre los seres humanos como lo hizo Rousseau, no únicamente con buenos argumentos conceptuales, sino también emocionales. Son muy conocidos los conceptos de su teoría del contrato social y sus objeciones a Hobbes y a Locke; se sabe bien que su acuerdo fundamental es de asociación y que esa asociación constituye la identidad política del pueblo que vigila las actuaciones de los gobernantes. Pero aparte de su teoría, sus observaciones sobre la capacidad de empatía de los seres humanos, como aparecen en su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, no son tan conocidas, aunque la empatía es en último término el apoyo emocional que explica la capacidad que tienen los hombres para realizar acuerdos de forma recíproca. A pesar de las diferencias entre los sexos, Rousseau considera en su Discurso que los hombres primitivos encontraron afinidades entre ellos y concluyeron que “la manera de pensar y de sentir de sus semejantes era en todo conforme a la suya propia”, lo que correspon-
de a la base de los compromisos mutuos que son tan ventajosos desde los comienzos de la cultura. También aclara que la idea de ser considerado por los demás es un resorte motivacional fundamental para explicar el sentimiento de comunicación afectiva entre seres semejantes, según sus ideas y sus emociones innatas. Es sobre la base de tal idea innata de semejanza como la democracia organiza la discusión sobre las diferencias, que por cierto pueden llegar a ser muy profundas y radicales, debido a las diferentes formas en que están organizadas las desigualdades políticas. La agresividad y la pérdida dolorosa de la empatía entre nosotros se explican por la forma excluyente de nuestra sociabilidad, la cual heredó su estructura jerárquica y piramidal no únicamente de la Iglesia Católica, sino también de la tradición militarista de la cultura española, de donde provienen nuestras costumbres e instituciones. * Profesor del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, y autor del libro Bases conceptuales de la democracia, (2013), publicado por la Editorial Universidad de Antioquia.
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Movimientos sociales, una posibilidad Por ÁNGELA AGUDELO* angela.agudelor@udea.edu.co
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as conversaciones de paz entre el Gobierno nacional y la guerrilla de las Farc en La Habana, Cuba, que habían avanzado por primera vez en la historia de Colombia de las etapas de acercamiento y de negociación hasta un acuerdo final, sufrieron un revés. La expectativa que habían generado los acuerdos para ponerle fin al conflicto interno más largo de América Latina y empezar a construir paz, se tornó en incertidumbre y decepción, luego del resultado inesperado del plebiscito pasado. “Es muy doloroso y muy triste que los jóvenes que nunca habían participado en política sientan la decepción tan profunda cuando ganó el no el 2 de octubre. Ellos, que piensan que el actual es un momento histórico político y que creyeron que su voto iba a contar, han sufrido un desencanto doble; no solo su voto no contó sino que se dieron cuenta, por boca del propio gerente de la campaña del no, de la cantidad de triquiñuelas que ésta hizo para ganar”, afirma el profesor Jhon Mario Lopera, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
Votación típica En opinión de Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Eafit, “la participación en el plebiscito del 2 de octubre, aunque se hubiera esperado que fuese excepcional, mayor de la que habitualmente se expresa en elecciones presidenciales, no fue baja”. Según su análisis, “quienes votaron por el no son ciudadanos que tenemos que presuponer votaron si no muy razonablemente, sí lo hicieron con niveles a priori muy similares a los de quienes votaron por el sí”. De ahí que mire con simpatía las manifestaciones en las calles y espacios públicos que claman por una aprobación expedita de los acuerdos, pero al mismo tiempo llame a no sobredimensionar el papel que estas expresiones pueden cumplir para salvarlos. Contrario a esta posición, el profesor Jaime Rafael Nieto, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia, considera que la amplia movilización ciudadana que se ha desencadenado desde el plebiscito, podría ser una posibilidad de salvar el arreglo alcanzado entre estos dos actores armados si ésta se sostiene en el tiempo e involucra a nuevos ciudadanos con pedagogía. “De mantenerse las posiciones el Centro Democrático, principal promotor del no, es muy probable que el cese al fuego bilateral se ponga en un umbral de rompimiento, y que en vez de cumplirle a la ciudadanía volvamos a un escenario de guerra”, advierte. Las respuestas de los líderes de ese partido político —sostiene Nieto— hacen creer que no hay realmente la posibilidad de que apoyen los Acuerdos de La Habana o de que se puedan producir unos nuevos y de este modo cerrar el ciclo de la guerra con la aprobación ciudadana. “Las objeciones del Centro Democrático son sobre justicia transicional y participación política, que son la nuez de los Acuerdos; sobre ellos, las distancias son siderales para llegar a un nuevo arreglo por lo menos en el corto plazo. El Gobierno y las Farc se tomaron 1 año o año y medio para ponerse de acuerdo, pues en el primer tema, los Acuerdos cambian la idea de justicia en términos de propender, más que por el castigo, por la reparación a las víctimas; el centro son las víctimas”, agrega.
Una nueva cultura Para Nieto, Colombia vive un momento de quiebre en su cultura política, detrás del cual están reverberando nuevas formas de expresión política. “No debemos mirarlo como algo puramente de apatía”, dice al recordar que la Constitución de 1991 no se ha podido realizar desde su mismo nacimiento debido a que las viejas estructuras políticas siguieron incólumes, y a que su creación coincidió con la implementación de un modelo económico neoliberal y la entrada en una guerra civil por la confrontación de cuasi-ejércitos”. “Esta guerra ha significado el cierre del espacio público físico y democrático para la deliberación franca, autónoma, en el que se pueda hablar sin sentirse coaccionado y sin temor a perder la vida por hacerlo. Todo eso significó el cierre de la democracia; hemos sido un país con el mayor cierre del espacio público democrático”, explica. La readecuación de la institucionalidad estatal en respuesta a la apertura económica promovida a comienzos de los años 90, implicó más pobreza y exclusión social. “Los sindicatos que hasta entonces habían tenido un papel protagónico, se convirtieron en una especie rara (hoy no pasan de representar al 6% de los trabajadores en Colombia), y se ha dado una desestructuración creciente de los actores sociales en el campo y la ciudad”, recuerda. Nieto interpreta el actual momento como la inauguración de una nueva cultura política colombiana, y coincide con la hipótesis que plantea su colega Jhon Mario Lopera, para explicar el resultado del plebiscito: “los partidos y el Gobierno no hicieron tanta campaña por el sí porque creían que ganaría el sí, pero más que todo porque si la votación era muy masiva hacia el sí, el impacto político para las Farc o para los movimientos sociales podía ser muy positivo”. En opinión del profesor Lopera, “de hecho, los puntos que hay en el Acuerdo con las Farc no son nada más que el cumplimiento de nuestro estado social de derecho”. * Periodista del Departamento de Información y Prensa, U. de Antioquia
Semillero Estudios críticos sobre democracia El semillero Estudios críticos sobre democracia, adscrito a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, participó en la mesa sobre democracia y ciudadanía en el XII Congreso chileno de ciencia política: democracia, territorio y desafíos a la representación política, que se cumplió del 19 al 21 de octubre de 2016 en la sede de la Universidad de la Frontera en Pucón, Chile. El certamen es organizado por la Universidad Católica de Temuco, y en esta oportunidad contó con 288 expositores, 120 estudiantes y 30 asistentes, provenientes de Rusia, República Checa, Mozambique, Cuba, México, Perú, Colombia, Uruguay, Argentina, Estados Unidos, Costa Rica y Brasil. El semillero, coordinado por la profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas María Dolly Cuartas Henao, ha participado en diferentes eventos nacionales e internacionales desde 2012. Su objetivo es promover la investigación y la escritura en los estudiantes de los programas de Ciencia Política y de Derecho. Las ponencias presentadas corresponden a resultados parciales de investigación, cuya centralidad está en la re-conceptualización de categorías que permitan explicar e identificar las dinámicas del Estado contemporáneo. En esta ocasión, los integrantes del semillero que participaron presentaron las ponencias: Democracia ¿un falso bienestar?, por Juan Fernando Cañola Rojas; Los medios de comunicación y su desafío para la ciencia política, por María Isabel Pérez Hincapié; ¿Cómo se le garantiza el rol político a un actor venido de la insurgencia?, por Vanessa María Zapata Trejo, y El ejercicio de la ciudadanía: entre la presencia y la virtualidad, por María Dolly Cuartas Henao. La participación de la institución en estos eventos es invaluable en tanto las conversaciones generadas en las diferentes mesas, por las ponencias de cada participante, permiten constatar las direcciones e investigación, considerar argumentos nuevos o viejos presentados de manera diferente y renovada, además de las relaciones que se establecen entre los estudiantes en una doble vía que puede facilitar los intercambios académicos. Y, claro, la riqueza personal que trae el acercamientos a otras culturas y formas de ver y experimentar el mundo”, expresó Cuartas Henao, al tiempo que destacó el apoyo con el que contó el semillero por parte de la Vicerrectoría Administrativa, la Dirección de Relaciones Internacionales y la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
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Justicia transicional, condición indispensable para la no repetición
También es una de las formas de hacerle justicia a las víctimas
Las razones de quienes apoyaron el SÍ y particularmente el NO, la opción finalmente triunfadora, no fueron homogéneas y por lo tanto nos parece un elemental ejercicio democrático que esas voces sean oídas y tenidas en cuenta en la medida en que no desvirtúen la estructura fundamental de los Acuerdos que, entendemos, son el inventario de unas reformas inaplazables que se hacen necesarias para construir un país mejor. Adicionalmente, no debe desvirtuarse el modelo acordado de justicia transicional, que tal como está concebido, representa una gran oportunidad para que el país finalmente reconozca y redignifique a las víctimas, entendiendo que ellas son el eje de esta forma específica de hacer justicia, y por lo tanto no puede haber lugar a resucitar viejas formas retributivas, que casi siempre están emparentadas con la venganza y que se convertirían, sin lugar a dudas, en un obstáculo para lograr la reconciliación entre todos los colombianos.
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n una carta abierta fechada el 14 de octubre de 2016, los profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, reunidos en claustro el 12 y 13 de octubre del presente año, manifestaron al presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón no solo el apoyo sino una serie de apreciaciones y preocupaciones sobre el estado actual de la discusión en torno a los Acuerdos del proceso de paz. En la misiva, el claustro de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas reconoce “los grandes esfuerzos que han hecho el gobierno que Usted preside, sus comisionados y los de las FARC-EP, que culminaron en los Acuerdos que fueron hechos públicos ya en forma completa hace algunas semanas y firmados en la ciudad de Cartagena el pasado 26 de septiembre. Esos Acuerdos han sido el fruto de una negociación relativamente larga y sumamente compleja, en la cual las partes se hicieron concesiones mutuas, con el propósito de terminar el conflicto armado que han mantenido, durante varias décadas, el Estado colombiano y las FARC-EP.” Para los profesores, a pesar de los resultados del plebiscito del 2 de octubre, es claro que:
Tal vez uno de los mayores méritos que le vemos a los Acuerdos, es que abren la posibilidad para que todas las corrientes de opinión puedan hacer política sin armas, y dejar atrás el conflicto que tantas víctimas, dolor y tragedia nos ha ocasionado; asimismo, el modelo de justicia transicional acordado, que permitiría saber la verdad sobre lo sucedido, es condición indispensable para la no repetición y una de las formas de hacerle justicia a las víctimas. Creemos que los resultados del plebiscito hacen parte de un conjunto complejo de hechos políticos que deben analizarse de manera integral. Nos parece importante resaltar el mapa de las votaciones en aras de entender la complejidad de la democracia en Colombia, pues no es gratuito que en muchas de las poblaciones en donde más se ha sufrido el conflicto armado haya ganado la opción del SÍ. Además con una diferencia nacional mínima entre el SÍ y el NO, y con poblaciones muy afectadas que tanto en las urnas como en la calle claman por la paz, no se puede desconocer las voces del SÍ. Usted, como Presidente de la República, conserva sus facultades y responsabilidades constitucionales como máxima autoridad en el manejo del orden público y en la búsqueda de la paz, derecho fundamental de todos los colombianos. En su
reelección, señor Presidente, Usted recibió un mandato para llegar a un acuerdo de paz con los grupos alzados en armas y el plebiscito como hecho político por excelencia, debe ser valorado como tal y por lo tanto, hay que atender a las condiciones políticas que su misma realización ha generado, como haber reactivado el propósito de la paz, en amplios sectores que no se habían pronunciado anteriormente. Los Acuerdos de La Habana contienen, en muchos de los compromisos que allí se han consignado, una manera de cumplir las promesas que los colombianos nos hicimos como Nación, en la Constitución de 1991 y por lo tanto, esta es una oportunidad para hacer realidad gran parte de esas promesas incumplidas. Los Acuerdos de La Habana, si bien son perfectibles, no deben desestructurarse porque sería perder una oportunidad que seguramente no volveríamos a tener en mucho tiempo, como tampoco sería deseable que una eventual renegociación birlara derechos y garantías ganadas en la Constitución de 1991. Confiamos, entonces, en que la tenacidad y los riesgos políticos que el país y Usted como Presidente han corrido en la construcción de este proceso de paz no sean desatendidos ahora, y que una vez hechos los ajustes que la mesa de La Habana estime necesarios, estos sean puestos en marcha como la gran oportuni-
dad para el futuro de nuestro país. Es obvio que estos Acuerdos no son la paz, sino apenas el comienzo de un largo y seguramente difícil camino hacia su construcción. La democracia no consiste en la unanimidad ni tampoco en una pretendida sociedad sin conflictos. La paz consiste, básicamente, en que podamos tramitar nuestros conflictos sin la apelación a las armas y, sobre todo, en una sociedad tan inequitativa como la nuestra, en brindarle oportunidades a aquellos que siempre han sido relegados y desconocidos. Solo así podremos construir un país de verdaderos ciudadanos en el que nos aproximemos a una igualdad material y donde cada cual pueda expresar sus ideas, sin el temor de que las armas sean los árbitros de las disputas. Nuestro más profundo convencimiento es que los Acuerdos son el primer paso para la construcción de ese país que tanto hemos soñado y que ahora parece posible alcanzar. En este sentido reiteramos nuestro apoyo y le solicitamos entonces, en su calidad de Jefe de Estado, no permitir dilaciones en el desarrollo de este proceso. Atentamente, CLAUSTRO DE PROFESORES Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Antioquia
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Los intelectuales y la guerra
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El desacuerdo de paz
Por JUAN GUILLERMO GÓMEZ GARCÍA* punctumed@yahoo.com
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Por ADRIÁN RESTREPO PARRA*
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adrian.restrepo@udea.edu.co
n su autobiografía intelectual, Descargo de conciencia (1930-1960), Pedro Laín Entralgo describe su laberíntica formación desde la infancia en un pequeño pueblo del Bajo Aragón hasta su participación activa en el periódico falangista Arriba España, al iniciarse la Guerra civil española. Los años anteriores lo habían llevado como una veleta en pos de una vocación indefinida como bachiller en Soria, licenciado de ciencias naturales de la Universidad de Valencia, médico de la Universidad de Madrid (donde conoció a las eminencias Gregorio Marañón y Carlos Jiménez Díaz) y un posgrado en psiquiatría en una Viena en donde el círculo de españoles leía y se actualizaba en todos los neurólogos y psiquiatras austriacos de ese momento (Otto Pötzl, Schilder, von Economo, Gerstmann, Kauder, Dattner, etc.), menos en Freud y Adler. Luego, como practicante de médico, Laín Entralgo estuvo en los malignos humedales de la Andalucía rural atacando el paludismo y como loquero en el Manicomio de Valencia. Seguía perdido. Solo el estallido de la Guerra civil en 1936, que lo encontró hacia sus treinta años dando una conferencia en Santander (Cantabria), definió su indecisa vocación, entre la medicina, la filosofía, la antropología y la literatura. Su colaboración en Arriba España, en un círculo estrecho en el que intercambiaba ideas con Antonio Tovar, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Gonzalo Torrente Ballester y Dionisio Ridruejo (todos autores de primera línea en la posterior política cultural del franquismo), le concedió lo que su vida andariega y de vocación difusa de intelectual marginal no le había dado: una razón de ser para la acción y la lucha intelectual definida. Ahora no solo Laín Entralgo se encontraba así mismo como “escritor y ensayista” (pág. 253, Alianza Editorial), gracias a la Guerra, sino que redefinía su visión de España como nación “asuntiva y superadora”. El relato autobiográfico de Laín Entralgo es estimulante para nosotros. Insinúa la idea de que no fue la paz sino la guerra, no la República modernizadora de Azaña sino el franquismo el marco de posibilidades para definir una tarea intelectual, dotar a las ideas de contenidos no abstractos y difusos, que acercan a los intelectuales además a los altos círculos de poder. Se hacen así las ideas no solo concretas, materiales, sino poderosas y actuantes. Estas ideas, sacadas del caletre de los intelectuales, se traducen en instituciones culturales influyentes, como periódicos, revistas y otras más (como el posterior Instituto de Cultura Hispánica, de tanta influencia en toda Hispanoamérica, en los años cincuenta). Creo que también la cruzada anti-Farc que emprendió Uribe Vélez al iniciarse este lacerante siglo XXI para Colombia, definió o ayudó a definir muchas vocaciones intelectuales entre nosotros. La transformación algo indecisa que un cierto número de militantes de la vieja izquierda de los años sesenta y setenta, habían iniciado hacia finales de los años ochenta y principios de los noventa (por ejemplo en la Corriente de Renovación Socialista), encontró al fin la ocasión para rectificar su torcida visión de la historia nacional con la promesa de una Colombia nueva sin subversión. A diferencia del círculo de la nómina de muy respetables profesores españoles, que rodeaban a Laín Entralgo, nuestros menesterosos intelectuales emprendieron una labor de zapa en nuestras universidades. Si no se propusieron aniquilar de frente la perversa influencia marxista-leninista, estimularon algunas de sus fichas para ascender a los cargos directivos, a las rectorías y decanaturas de muchas universidades. Desde el poder se lograría hacer el cambio del no cambio. El dominio del poder universitario fue, pues, una estrategia sustitutiva de sus antiguos sueños revolucionarios. La reacción política de Uribe Vélez, la fuerza derivada de su carisma de caudillo de derecha, los atrajo como antes los habían cautivado las imponentes figuras de Lenin, Mao o Fidel Castro. La figura de Uribe Vélez, no solo para el común de la gente, sino para muchos intelectuales de la vieja izquierda marxista-leninista-maoísta-trostkista (su diferenciación ideológica es a la luz de las décadas la diferencia que hay entre una gota de agua y otra), fue cautivante por su personalidad y su poder. Se arrimaron a la sombra del gran caudillo anti-farciano, y muchos de ellos prosperaron, pelecharon, ascendieron en la administración universitaria, en la vida política y hasta la figuración pública. El uribismo fue su camino de redención intelectual. Muchos de nuestros intelectuales, al modo de Laín Entralgo, encontraron pues no en la paz, sino en la guerra, en el río revuelto de un país en campaña militar y un espíritu autoritario castrense, su lugar en el mundo, su cálido encuentro en el seno de una realidad que habían, sin cesar, buscado años antes. Sustituyeron el sueño del asalto del Palacio de Invierno (el próximo año se cumplen los 100 años de la gesta de la Revolución de octubre) por el nombramiento como decano, como rector, como ministro (aunque solo uno de ellos lo haya conseguido). Sabemos que la cabeza de esos intelectuales universitarios es José Obdulio Gaviria. Él mismo alardea públicamente que ha alentado, estimulado a estos círculos. Los llama muy colombianamente: nuestros “think tanks”. De modo que no fue la paz sino la cruzada violenta de exterminio, que cobró más víctimas civiles inocentes que propiamente guerreros, el destino manifiesto de muchos de nuestros intelectuales. ¿Qué harán estos en este filo de la navaja tras el No a los Acuerdos de paz? ¿Seguirán su marcha triunfante en medio de esta amenaza de caos nacional?
n el marco de renegociar ajustes y modificaciones al Acuerdo de paz, Humberto de la Calle afirmó que la discusión tiene como punto de partida lo pactado en la mesa de La Habana. Para considerar la situación con las Farc, la delegación del gobierno lleva, según alocución presidencial, más de cuatrocientas propuestas, discutidas particularmente con diversos representantes del no. El gobierno advirtió que no todas las propuestas recibidas se llevarán a La Habana ni todas las que se lleven quedarán seleccionadas y finalmente incorporadas. El resultado depende en estos momentos de la negociación entre el gobierno y la guerrilla. Con este panorama de partida, algunos sectores del no han expresado su reclamo. Ante el hecho de que no todas las propuestas podrán ser aceptadas, hay quienes ven allí el intento de desconocer el resultado del plebiscito; sin embargo, intentar recoger todas las propuestas del no, como algunos esperan, tiene sus dificultades. Desde sus inicios el no ha sido variopinto, contiene diferencias y divergencias, muestra de ello es que los distintos partidarios de esta opción formaron varios comités para la campaña plebiscitaria y en las reuniones con el gobierno para presentar propuestas de modificación al Acuerdo las han hecho de forma separada e independiente. Algunos intentan obrar como bloque para situaciones particulares, pero cuando aprecian que es necesario marcar distancia con alguno de sus aliados entonces actúan de manera individual. Además, entre distintos sectores del no existen posturas contradictorias entre sí, por ejemplo, algunos de ellos consideran que Colombia sí ha vivido una guerra mientras otros piensan que no. Otros no tienen reparos con los ejes centrales del Acuerdo mientras que otros sí. También hay un sector del no que considera que la Constitución debe regir el país mientras otro sector también del no considera que debería ser la biblia. El disenso es inevitable. ¿Para negociar el Acuerdo de paz entonces habría que esperar primero a que los del no negocien entre ellos? Tal como se han dado las cosas, cada sector del no ha venido presentando y discutiendo sus propuestas de forma separada con el gobierno. Los matices e interés del espectro del no harán que unas propuestas puedan ser incluidas en la renegociación y otras no. De seguir las cosas así, esta paz difícilmente será la paz del acuerdo nacional, si por ese acuerdo estábamos esperando un consenso entre todas las partes. El disenso político se mantendrá. De no presentarse ningún sobresalto de los que Colombia ha vivido desde el 2 de octubre, entonces puede perfilarse el escenario de un consenso mayoritario a favor de la paz: gobierno, el sí, algunos sectores del no y la comunidad internacional, por supuesto siempre y cuando se realice una renegociación entre el gobierno y la guerrilla. Tal situación implicaría la existencia de una minoría, para el caso aquellos representantes del no que manifiesten su insatisfacción con lo finalmente acordado. De darse esta situación, la relación entre una mayoría a favor del Acuerdo de paz y una minoría que lo rechaza, este disenso en la forma de lograr la paz y en algunos de sus contenidos conduciría a la oportunidad de profundizar las formas democráticas para tratar el disenso o a continuar el conocido método de combinar armas y política. Ambos caminos son paradójicos en este momento. El primero porque requiere que el tratamiento del disenso parta de un acuerdo fundamental entre las partes: el disenso no se resuelve por medio de la violencia. En otras palabras, esta perspectiva demanda aceptar que esta guerra terminó y que las diferencias que perviven, incluidas las generadas con la nueva renegociación, se tramitarán por las vías institucionales, por la competencia política en el marco de la democracia. El segundo camino es conocido y sería en este caso también otra paradoja: la paz sangrienta. Una forma radical de oponerse a la paz consistiría en que algunos de los sectores más insatisfechos con el nuevo Acuerdo decidan sabotear la implementación del mismo. Situación extrema que viene pasando, por ejemplo, con el caso de varios líderes reclamantes de tierra que han sido asesinados, víctimas re-victimizadas. Esta sería una situación de guerra sorda, un país oficialmente en paz, pero realmente inmerso en la violencia política que se supone cesaría con el Acuerdo. ¿El desacuerdo con el Acuerdo de paz nos retornará a la violencia? o ¿El desacuerdo con el Acuerdo de paz podrá tramitarse por las vías institucionales y fortalecer la democracia?
* Profesor de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia
*Profesor investigador del Instituto de Estudios Políticos, U. de Antioquia
Nº 659, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, noviembre de 2016
Directivos de las instituciones universitarias de Antioquia —U. de Antioquia, Unal sede Medellín, Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Eafit, entre otras—, encabezaron las manifestaciones de los universitarios que, como la mayoría de los colombianos abogan por una salida negociada al conflicto que sufre el país.
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Foto: Luis Javier Londoño Balbín
Mantener el proceso Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO* valencia.gd@gmail.com
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asta el domingo 2 de octubre de 2016 el proceso de paz con las Farc iba sobre ruedas. Los tiempos establecidos en los cronogramas del Acuerdo final, dados a conocer una semana antes, ya estaban corriendo. Para el día de la consulta, el programa de desarme, desmovilización y reinserción acordado en el punto tres sobre el fin del conflicto ya habían pasado seis días. Y de haberse refrendado el Acuerdo ese domingo, en pocos días el grupo guerrillero habría tenido que entregar a la delegación de las Naciones Unidas una primera lista de armas y explosivos inestables para que comenzara su pronta destrucción. Sin embargo, a partir de las cuatro de la tarde de ese domingo, el camino que siguió el proceso de paz con las Farc fue otro. Al ganar el no en la refrendación, la solidez y claridad que tenía el proceso comenzó a disolverse. Al terminar el conteo de los votos no era claro para nadie qué pasaría con el futuro del Acuerdo final. Las especulaciones previas a la consulta planteaban que de ganar el no se podría volver a una situación de guerra, similar a la que se tenía al
inicio del proceso de paz; y que el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo podría romperse con facilidad. Afortunadamente en esos momentos de incertidumbre política se presentaron dos hechos importantes que acallaron los temores. Primero fue la declaración del comandante de la Farc, Timoleón Jiménez, quien con contundencia ratificó el compromiso que la organización armada tiene con la paz; y en este sentido, su férrea convicción de mantener el cese al fuego y de hostilidades. Segundo, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, una hora después, reconoció públicamente que el no había obtenido la mayor votación y que debido a este resultado el Acuerdo final requería algunas revisiones e introducir las voces que lo criticaban. A pesar de esta doble coincidencia, entre Farc y Gobierno, el primer domingo de octubre el proceso de paz sufrió definitivamente una fractura. La consulta ciudadana —con la que se buscaba imprimir legitimidad a lo acordado, preparar la ciudadanía para asumir los retos del posconflicto y ratificar la importancia de la ciudadanía en el sistema democrático— finalmente lo que generó fue un incremento en el grado de incertidumbre política y jurídica. Situación que con el pasar de los días se mantiene. Así, la solidez que había rodeado el proceso
desde el anuncio del Acuerdo final, en agosto de 2016, comenzó a diluirse con el plebiscito. Un mes después de aquel domingo es claro para el país y la comunidad internacional que el proceso de paz con las Farc continúa, al menos en lo que se refiere a la fase de negociación. Sin embargo, hay muchas preguntas aún sin resolver, y las respuestas que se dan llevan al surgimiento de otras preguntas. No es claro aún el rumbo que las negociaciones podrían tomar. Podrían ocurrir cambios que definitivamente desvanezcan toda la solidez que se alcanzó con seis años de acercamientos y diálogos. En particular, preocupa la posibilidad de realizar cambios en los temas operativos y procedimentales. Sería trágico, por ejemplo, que fruto de la presión de la oposición o de los líderes del no se cambiara las reglas de juego de la mesa de negociación. Inquieta mucho la idea que tienen algunos de ampliar el número de actores con presencia directa en la mesa. Un cambio como este podría fácilmente provocar que alguna de las partes se levante de la mesa y finalice la negociación; también podría hacer que los diálogos se dilaten indefinidamente en el tiempo y no se llegue pronto a un nuevo acuerdo final. La historia colombiana sobre procesos de negociación de la paz evidencia que una composición plural en las comisiones de
negociación no ha funcionado. Las grandes comisiones que han representado al Gobierno no han logrado el objetivo de desmovilizar a la insurgencia. Así pasó con las primeras tres comisiones de paz durante el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) y con el Consejo Nacional de Paz durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998). Estas organizaciones se caracterizaron por una composición múltiple, con representantes de los distintos partidos políticos, la Iglesia Católica, sindicatos, sectores económicos, organizaciones campesinas, indígenas y comunidades negras. En este sentido se puede afirmar que uno de los grandes activos del actual proceso de paz con las Farc ha sido el diseño normativo que ha regido las negociaciones. De allí que cuando se habla de la posibilidad de un cambio en estas reglas de juego se podría estar haciendo un boquete por donde se introduciría una serie de problemas y la posibilidad de un final fallido. En breve, lo que se ha querido plantear aquí es la idea de la necesidad que se tiene en Colombia de rodear el proceso de paz, con el propósito de defender las reglas de juego que se han construido. Si estas normas sufrieran modificaciones podría ponerse en alto riesgo la continuidad del proceso y su éxito futuro. *Profesor del Instituto de Estudios Políticos, U. de Antioquia.
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La Constitución quedó en manos de una dirigencia política que, efectivamente, aplicó la constitución que quería Por CAROLINA SÁNCHEZ* karoline.323@gmail.com
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a violencia generalizada del país, la lucha contra el narcotráfico, la desmovilización del M-19, la persecución a la Unión Patriótica, la campaña política más sangrienta del país con tres candidatos asesinados entre 1989 y 1990, y un sistema presidencialista que asfixiaba las libertades y desconocía los derechos fundamentales, fueron parte del trasfondo que derivó en la Asamblea Nacional Constituyente, de la cual surgió en 1991 la nueva Constitución Política de Colombia, con la expectativa de propiciar la paz. La Carta consagró el Estado Social de Derecho, garantías para el respeto de los derechos fundamentales, limitaciones a los poderes del Ejecutivo y los estados de excepción; el país reconoció acuerdos y convenios sobre derechos humanos y se insertó de una manera más decidida en la comunidad internacional. A la Constituyente llegaron, con los tradicionales, algunos partidos que incursionaban en la escena política: 25 del partido liberal, 19 del M-19, 11 de Salvación Nacional (un sector de los conservadores), 9 del partido conservador, dos cristianos, dos indígenas, y dos de la lista de la vida, como recuerda Aída Avella Esquivel, quién fue representante por esta última lista en la Comisión Primera y es hoy presidenta nacional del partido Unión Patriótica. Para ella, nuestra Constitución es una de las cartas políticas más avanzadas en derechos humanos de América Latina; pero —observa— Colombia también es el país con la violación de derechos humanos más alta de la región. “Hay que decirle a los colombianos que podemos tener muchos derechos escritos en la Constitución, pero que es necesario hacerlos efectivos”. En ese sentido, Mario Montoya Brand, jefe del área de derecho público de la Universidad Eafit, afirma que “las normas jurídicas no prometen nada ni las constituciones se autoaplican, pues estas las aplican los actores políticos en cuyas manos quedan y no se puede pensar que nos prometió algo un libro con unas letras que pueden estar muertas o vivas”, y aseveró que “la Constitución quedó en manos de una dirigencia política
espíritu con el que fue planteada en su momento. “Se necesita una ciudadanía más empoderada de la Constitución, más conocedora de sus deberes y derechos, una ciudadanía que propenda por el cambio para erradicar prácticas clientelistas y corruptas y que participe más en la vida política de la Nación haciendo uso de sus mecanismos”.
Constitución para la paz
Ilustración: Laura Ospina
que, efectivamente, aplicó la constitución que quería”. María Cristina Gómez, profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, entiende que si bien las constituciones no transforman mentalidades o culturas rápidamente, sí las posibilitan. “En nuestro caso no creo que la Constitución haya creado un paso previo para el desarrollo de la democracia. En este sentido la Constitución, si bien reconoció el pluralismo, no propició el diálogo entre actores. Eso la convirtió en una constitución litigiosa, y que se utilizó para fragmentar más la sociedad”. Siguiendo esta línea, la profesora María Luisa Rodríguez Peñaralda, de la Universidad Nacional, es más radical al señalar que la Constitución abandonó desde el primer momento la posibilidad de tener políticas públicas y sociales incluyentes, reales y efectivas, focalizando a los colectivos y sujetos y fragmentando la sociedad, para que “desde distintas posiciones y esencialismos de los grupos se disputen puestos entre unos y otros como si fueran casos particulares y no problemáticas de la sociedad en su conjunto, pues las necesidades son comunes y es básicamente la pobreza”.
Cual metáfora, para ella “la constitución es un plato servido para el cual no nos disponen cubiertos, y lo que nos dice es que si queremos comernos ese plato tenemos que ensuciarnos las manos litigando. A todos nos volvió litigantes, todos interponemos tutelas, derechos de petición, y eso es convertir a unos ciudadanos en burócratas y leguleyos”. Avella Esquivel concuerda al recordar que en la Constituyente se discutió el derecho de tutela como un mecanismo que cualquiera pudiera utilizar de manera escrita o verbal, en cualquier parte donde se registrara una injusticia. “La discusión fue que no necesitáramos para todo un abogado, y ahora parece que hubiera sido lo contrario. Hay una constitución escrita y otra real que no tiene que ver nada con la anterior, por eso es necesario que todos los sectores de la sociedad hagamos de Colombia un Estado Social de Derecho.” Para el exconstituyente Jaime Fajardo Landaeta, la idea era que el desarrollo legislativo se hiciera en el espíritu que plantea la norma constitucional, pero por el contrario se ha regresado en aspectos a la Constitución de 1986; por lo que se genera es una expectativa de cuándo se va a lograr desarrollar la Constitución completamente con ese
Según María Cristina Gómez, la Constitución estableció cuatro condiciones fundamentales para logar la paz. Una fue el reconocimiento de la propiedad colectiva y la democratización de la propiedad, teniendo en cuenta que el problema de la tierra ha sido uno de los orígenes de la guerra. En segundo lugar, propicia la democracia de participación, lo que supone que el pueblo va a estar directamente implicado por medio de diversos mecanismos en todos los procesos que se quieran adelantar. Tercero, acepta, en un sistema electoral de partidos políticos, la creación de un estatuto de la oposición política y, finalmente, promueve la defensa de los derechos fundamentales, particularmente el de las personas en la oposición, en el entendido que no se diera el estatuto mencionado. En este sentido, señala la profesora, no se necesitaría crear una nueva constitución para implementar acuerdos en pro de lograr la paz. Coincide Avella Esquivel, quien considera que gran cantidad de las cosas concertadas en La Habana están ya en la Constitución de 1991, lo que refuerza la idea de Gómez. Según Landaeta, la de 1991 se la catalogó como una constitución para la paz, pero “el Congreso no ha sido capaz de desarrollar la Constitución, la realidad es que esperamos escenarios como los procesos de paz para poder lograr este objetivo”. Sin embargo, difiere en que si bien para la refrendación de unos acuerdos de paz no habría necesidad de una asamblea constituyente, no descarta que más adelante para la implementación de los acuerdos pueda ser convocada, pues el legislativo está muy limitado para cumplir con esa tarea. *Estudiante de periodismo, Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia
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Fotos: Luis Javier Londoño Balbín
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propósito del acto conmemorativo de los 25 años de la Constitución Política que promovieron la Universidad de Antioquia y la Universidad Eafit en octubre, ALMA MÁTER le preguntó a la exconstituyente Aída Avella Esquivel y a los profesores María Luisa Rodríguez, Bernardita Pérez y Mario Montoya Brand si, ante el balance deficitario de la participación democrática en los últimos cinco lustros y la coyuntura actual que busca aclimatar la paz en el país, se llegó la hora de una nueva constituyente. Los expertos coincidieron en responder que no se necesita una nueva asamblea constituyente. Por el contrario, ponderaron las conquistas logradas a partir de la carta magna firmada en 1991. “Tenemos que lograr la paz, tenemos que hacer los acuerdos, que pueden desarrollar en buena parte la Constitución”, dijo Avella Esquivel. Gracias al orden constitucional instaurado desde el 91, se han generado unas identidades y unas satisfacciones, agregó Mario Montoya Brand, coordinador del área de derecho público de la Universidad Eafit. “Sin duda en Colombia las diferencias son importantes y llegan a ser extremas con frecuencia, pero me parece que la Constitución es un buen punto de convergencia. Lo que hay que trabajar es cómo lograr que la gente reconozca al otro —que se supone es el mensaje de la Constitución—, cómo lograr trabajar esas cinco claves que yo mencionaba: acabar con la guerra, disminuir —como decía Julio César Turbay Ayala— la corrupción a sus justas proporciones, resolver los problemas de la democracia y la representación y, por supuesto, distribuir la riqueza”, señaló el profesor de Eafit. En la misma línea, se pronunciaron también las profesoras María Luisa Rodríguez, de la Universidad Nacional, y Bernardita Pérez, de la Universidad de Antioquia.
Profesores Mario Montoya, María Luisa Rodríguez y María Cristina Gómez, con la exconstituyente Aída Avella Esquivel
¿Se necesita otra constituyente? todos los niveles; por supuesto, desde aquellos que son nuestros representantes en primer lugar — desde el Congreso de la República, las altas cortes, los gobiernos…—, pero también necesita un espaldarazo muy fuerte de la ciudadanía y en Colombia no existe ciudadanía”. Avella Esquivel fue enfática en señalar que en los acuerdos de paz de La Habana no había nada nuevo. “Eso es la Constitución y el desarrollo de algunos puntos que ellos (los políticos) nunca han querido ver, centralizados en muy pocos, en la tenencia de la tierra y la participación política de otros sectores”, expresó. Como aspectos positivos desarrollados a la luz de la Constitución,
la exconstituyente destacó “el capítulo de los derechos, todos los artículos que tienen que ver con mujer, con niño, con familia; también hay cosas muy interesantes del ambiente”.
Utopías suficientes Frente a la actual coyuntura de incertidumbre por el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, todos los académicos expresaron su esperanza de que éste se apruebe. “El Acuerdo de paz no está perdido; estamos en una posibilidad de que en unos seis meses se tiene que definir, y lo que estamos es en un momento que parece pasmoso, que no sucede nada, pero está pasando, y lo que hay
Para el desarrollo María Luisa Rodríguez destacó la complementariedad del Acuerdo de paz con la Constitución del 91. Este acuerdo “era como justo el pedazo que hacía falta de la Constitución”, señaló, citó como ejemplo los nuevos principios que se establecían de territorialidad, “con un enfoque de priorización en aquellas zonas del país donde había habido históricamente violencia y había faltado la presencia del Estado”. La constitucionalista Bernardita Pérez opinó que “una constitución realmente es una utopía política a realizar. Entonces, la realización de esos proyectos, de esas utopías políticas no son ‘hágase la luz y la luz se hace’, ‘hágase la paz que ella se hace’, sino que requiere una profunda acción ciudadana desde
Las universidades de Antioquia y Eafit convocaron en octubre en Medellín a profesores constitucionalistas y exconstituyentes para conmemorar los 25 años de la Constitución y hacer un examen a las promesas cumplidas e incumplidas de nuestra carta política.
es que confiar en que finalmente el acuerdo sea aprobado, tiene que ser aprobado”, dijo la profesora Luisa Ramírez. En opinión de la profesora Bernardita Pérez, “tenemos unas utopías suficientes, valiosísimas y realizables. Necesitamos es construir decididamente el ciudadano colombiano, y eso se hace en la política de la mano de la educación, de la civilidad, pero también de sacar a las personas del ostracismo en que se encuentran, sumidas en la postración de la necesidad, de tener que solucionar sus problemas cotidianos de subsistencia y no poder pensar más allá de lo que tienen que buscar y calmar el hambre de hoy por la noche. Para eso se necesita la construcción de un Estado con ciudadanos”. De ahí que sea urgente escuchar, “porque si algo falta en Colombia es escuchar a los ciudadanos. Entonces, construyen ideas espantosas, y por eso tenemos una Colombia olvidada”, observó Avella Esquivel, y agregó: “ojalá se retiraran los políticos de siempre para poder hacer la paz”. En ese sentido, Bernardita Pérez, recordó que “la política es para los políticos, que somos todos. Tenemos que arrebatarla de esa clase mezquina, corrupta, avara, ambiciosa, expropiadora de nuestros bienes públicos, que ha sido históricamente una profesión que se hace: ‘yo soy político, soy hijo de político, heredo el puesto político y yo me usurpo todo lo que está a mi alrededor’. Eso lo tenemos que cambiar; algunos países del mundo lo han logrado”.
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu. co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
Las buenas intenciones Por JUAN ESTEBAN PÉREZ MONTES* esteban.perez@udea.edu.co
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a inmersión de las palabras en el lenguaje es fascinante, cómo perduran y se asientan en la lógica comunicativa; sin embargo, aunque las usamos habitualmente no somos conscientes de su origen, de la carga histórica asociada a su desgaste, es más, prevalecen y se asientan con matices, pero su génesis marca el contexto en que actúan. Teniendo en cuenta lo anterior, es notable cómo en el ecosistema educativo se torna recurrente el uso de palabra estrategia, término que surge en la antigüedad, en los tiempos en que el ejercicio bélico marcaba la historia, tal como ahora. Con esta palabra se define la acción militar calculada, dirigida, previsora, por tanto a su acción le son afines la jerarquía y el mando. La educación, como actividad que se realiza en lo común, por comunidades, es sujeto de tensiones que surgen con base en los idearios, visiones, intenciones y acciones de los participantes y, en nuestro caso, inmersos en un modelo posindustrial, parece ser que parte de las tensiones, en este caso para los docentes, pueden resolverse con la regulación, la reglamentación y la normalización del flujo de conocimiento, lo que deriva en que las mismas comunidades educadoras establezcan o acepten sistemas de administración de la acción pedagógica, con ajustes a moldes de gobiernos regionales o nacionales. Las políticas que sirven de fundamentos a los sistemas de administración de la educación, aparecen con la influencia de los modelos administrativos prevalentes, incluso por moda. No en vano en el ámbito de la educación asoman figuras gerenciales amoldadas al espectro productivista y, más grave aún, que su aparición sea bienvenida. Cabe la pregunta, ¿hay necesidad en la educación de autoridades gerenciales? Es imposible desconocer la importancia que puede tener la planificación, sin embargo también es necesario reconocer que la idea de la planificación surge de pensar que para el ser humano es posible predecir el futuro; es más, podemos verla como uno de los mitos con los cuales hemos pactado nuestra inmersión en el mundo y en nuestro tiempo, un mito con el que tratamos de explicar cómo se han construido y desarrollado proyectos sociales, naciones que identificamos como exitosas, la hemos instalado en el mundo de lo mítico. Es necesario tener en cuenta que el tamaño de nuestro mundo depende de amplitud y complejidad de la malla de relaciones que habitamos, planificar en los ámbitos familiares y en los pequeños agregados sociales, con base en el cálculo, pocas acciones, partiendo de escasos recursos y proyectar con un restringido número de metas, puede que no sea complicado; los individuos participantes pueden tener claridad en cuanto qué soy, qué somos, qué queremos. En conglomerados complejos, tal como es la comunidad educativa y en ella la universidad pública, la tarea de planificar con estrategia es monumental teniendo en cuenta la multiplicidad de visiones e intereses; definir como universidad qué somos y para qué somos, ya es una tarea ardua, estas preguntas no tienen respuestas contundentes, permiten el amplio debate. Es muy probable que haya un acuerdo en entender a la universidad como un grupo social que produce, transmite y aplica conocimiento, las dificultades aparecen cuando se desea establecer el modelo, el cómo hacer, ¿qué es lo más conveniente, qué es los más práctico? En la búsqueda de modelos y autorreferenciación, es posible ajustar la educación superior, la acción de la universidad, a modelos externos ya conocidos, modelos que fueron importantes para el crecimiento universitario, en otros tiempos, en otros lugares, pero que no responden en este momento histórico; sin embargo estos modelos presentan la seducción del camino recorrido, que evidenciaron su estrategia y sus bondades en el momento. De otro lado, se promueve la deriva a una estructura fundamentada en investigación, sea esta básica o aplicada, que sirva como soporte a la docencia y que en sí misma sea la extensión universitaria. Entre ambos extremos hay voces discordantes, pero es necesario que se oigan, se reconozcan y se armonicen, porque mientras tanto seguir respondiendo a las necesidades de un sistema nacional de educación con terribles fracturas entre sus niveles, reticente a la estructuración de políticas equitativas e incluyentes de educación, es un inmenso riesgo para nuestra función social.
*Presidente de Asoprudea, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias, U. de Antioquia.
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Ciencia y tecnología como políticas de Estado Por EUFRASIO GUZMÁN MESA* tirtamo@hotmail.com
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n nuestra nación es frecuente que lo urgente le quite peso a lo importante. Pasado el plebiscito, tenemos al frente una construcción de nación de gran envergadura. Independiente de la polarización, deberíamos tener metas comunes a los gobiernos y los partidos y de importancia para toda la nación. Metas comunes de fondo son las políticas de Estado. La equidad, la salud y la educación para todos son básicas y aquí en Colombia son una ilusión apenas, un sueño. Hay una grave ausencia de sólidas políticas educativas, de salud, educación y acceso a los bienes más significativos del mundo contemporáneo. En una sociedad justa y desarrollada, eso debería ser el pan de cada día, tal como pensaban Descartes o Hobbes para la razón hace varios siglos. No nos podemos resignar a una Colombia atrasada en todos esos aspectos, tan preocupante como el déficit social de esos bienes es la carencia nacional de conocimiento e información de alta calidad. Los medios de comunicación controlados por empresas privadas, muchas de ellas transnacionales y también voraces, proveen mucha información de baja utilidad pública, a veces perversa e interesada, y al servicio de grupos económicos que ejercen a escala mundial un egoísmo destructivo. La deficiencia nacional de ciencia y tecnología se expresa en limitados recursos económicos y se demuestra con el pobre espacio en los medios para la divulgación, limitada circulación o incluso inexistencia de revistas de ciencia y tecnología de alta calidad y circulación nacional; exiguas separatas en los grandes periódicos, pocas revistas universitarias sobre el tema, apenas unas páginas en la prensa universitaria casi doméstica son pruebas adicionales de una carencia que nos tienen desorientados en el punto que trata esta columna: Colombia es una nación que no tiene claro el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el mundo actual.
Protuberantes atrasos en materia de tecnología y conocimientos actualizados nos tienen peleando por la tierra. Y la tierra sola no produce nada, tierra sin tecnología es casi desierto seguro; el trabajo solo apenas logra el milagro cotidiano de la supervivencia, esa es la magia que nuestros campesinos llevan siglos realizando; de eso se sobrevive, pero no superaremos los mínimos que tampoco tenemos cubiertos; un porcentaje muy alto de la población padece hambre en un territorio lleno de sol y agua, pero sin conocimientos productivos. En todo el mundo se está produciendo ciencia y tecnología para el progreso y aquí somos la patria boba que sigue discutiendo leyes y protocolos mientras el control mundial sobre conocimientos y riqueza crece ante la mirada complaciente de los gobiernos de las naciones desarrolladas. Los monopolios de información, ciencia y tecnología se expanden, las patentes son la barrera efectiva para el acceso y quedamos rezagados en nuestra capacidad de crear e innovar. Los poderosos acaparan ciencia, tecnología e innovación y nosotros creemos que la clave es una industrialización de recorta y pega y un desarrollo agropecuario manual y parcialmente ignorante de lo que lo hace productivo y eficiente. Por eso es urgente una política de ciencia y tecnología, no como paño de agua tibia, sino como política de Estado, igual que en Costa Rica o Kenia, de lo contrario vamos a seguir peleando por cómo salir de la pobreza, cuando la ciencia y la tecnología mostraron el camino hace ya más de dos siglos. Producir conocimientos de alta calidad es vital y similar a la importancia de la salud y la educación para todos.
* Profesor del Instituto de Filosofía, U.de Antioquia
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Foto: Ricardo Rodríguez Pérez
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a Cooperación Sur-Sur es un instrumento de política exterior e integración regional que pretende fortalecer el relacionamiento entre naciones con niveles de desarrollo similares. En ella, los países establecen iniciativas conjuntas bajo el principio de la demanda y la oferta, diversifican escenarios y oportunidades de gestión de recursos técnicos y financieros, e inciden en temas estratégicos de la agenda internacional. A través de la Comisión Mixta, un mecanismo de negociación de Cooperación Sur-Sur para el intercambio de conocimientos técnicos y científicos, Colombia y Paraguay tienen un proyecto aprobado bilateralmente por el cual las investigadoras de la Universidad de Antioquia, Luz Mariela Manjarrés Correa y Diana Cárdenas Sánchez, brindarán asesoría técnica al Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición, Inan, de Paraguay. El proyecto apoya el diseño, elaboración, aplicación y análisis del componente de ingesta alimentaria de la Encuesta nacional de alimentación y nutrición de Paraguay, y se inscribe en la Unidad de evaluación y consumo de alimentos, perteneciente al Grupo de investigación en alimentación y nutrición humana, Gianh, de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad. “Decidimos pedir este apoyo con base en la importante experiencia que ha adquirido Colombia en la implementación de encuestas de este tipo; y es de nuestro interés poder contar con el conocimiento y experticia de quienes llevan bastante tiempo trabajando en este campo, sobre todo desde la mirada de las lecciones aprendidas y de los logros alcanzados”, destaca Susana Sánchez Bernal, directora de Nutrición y Programas Alimentarios del Inan. El trabajo conjunto entre la institución paraguaya y la Universidad fue gestionado por la Agencia presidencial de cooperación internacional de Colombia, APC, coordinador técnico de la cooperación extranjera que ofrece y recibe el país, el cual, tras identificar la experiencia de la Escuela en la materia propuso, en el marco de la
Investigadoras del GIANH, Luz Mariela Manjarrés Correa y Diana Cárdenas Sánchez, responsables de la asesoría técnica al INAN de Paraguay.
UdeA+ Paraguay, ejemplo de Cooperación Sur-Sur Por ANDREA QUINTERO CARDONA* comunicacionesinter2@udea.edu.co
Cooperación Sur-Sur, un proyecto con rigurosidad metodológica y valor agregado como sello nacional. ¿Cómo funcionan las encuestas? Las encuestas nacionales sobre alimentación son un mandato de las organizaciones mundiales, ya que aportan una línea base para el diagnóstico de la situación alimentaria y nutricional del país. Este trabajo permite orientar las acciones y atacar las problemáticas de manera más óptima, facilitando que las mismas se traduzcan en una mejor asignación del presupuesto, y que su aplicación se realice de manera eficaz y eficiente en favor de las poblaciones más vulnerables. Las encuestas incluyen una visión muy amplia del estado nutricional de una sociedad: indicadores antropométricos que evalúan factores como el sobrepeso y la obesidad; indicadores bioquímicos para conocer los niveles de ciertos nutrientes en la sangre; una evaluación sobre la percepción de la seguridad alimentaria, es decir, si lo ingerido se percibe como suficiente o no; y el componente de ingesta dietética, evaluado por el método de recordatorio de 24 horas, que consiste en preguntar lo que cada persona comió, bebió e ingirió de suplementos durante el día anterior.
Para la evaluación de ingesta el Gianh creó desde 2005 un sistema que permite cuantificar la cantidad de alimentos ingeridos y sistematizar las encuestas con un software que calcula el aporte de energía y nutrientes para cada individuo. Estas bases de datos son compatibles con otros programas desarrollados por expertos internacionales, y sirven para hacer ajustes estadísticos y obtener la mejor aproximación a la ingesta usual de energía y de nutrientes de las poblaciones, dividida por grupos de edad, sexos y regiones. “El componente de ingesta es el más complejo de evaluar porque es un método impreciso de por sí, cualitativo, que hay que convertir en cuantitativo. Pero lo que hacemos y la forma en la que lo hacemos marca una diferencia, y por eso nos buscan organizaciones nacionales y extranjeras. Si yo quiero conocer la verdadera realidad alimentaria de mi país tengo que estar abierta a lo que aparezca, y tener unas herramientas igualmente flexibles”, dice la investigadora y profesora Luz Mariela Manjarrés.
Universidad-EmpresaEstado Particularmente, este proyecto de Cooperación Sur-Sur es un
reflejo del aporte representativo de la academia a políticas públicas de desarrollo nacional, pues a partir de las metodologías creadas por las investigadoras de la Escuela de Nutrición y Dietética, es posible fortalecer técnicamente a las autoridades de Paraguay en la recolección y análisis de información nutricional para un mejor direccionamiento de sus políticas públicas en seguridad alimentaria. “Instamos a las instituciones educativas colombianas a pensar la internacionalización más allá de los convenios de intercambio internacional de docentes y estudiantes, y abrir la perspectiva a procesos de Cooperación Sur-Sur y triangular que promuevan la vinculación de la academia con las agendas de desarrollo territoriales a fin de complementarse, sumar esfuerzos, participar en mecanismos de coordinación de la cooperación en los departamentos e instancias sectoriales y evitar la duplicidad de acciones”, señala Ivonne Ramos Héndez, directora de Coordinación Interinstitucional de APC-Colombia. La cooperación entre naciones potencia al país receptor en el fortalecimiento o mejora de sus estrategias públicas, mientras el país colaborador expande sus aprendizajes y experiencias. En ambas direcciones se obtienen beneficios y, en el caso de esta modalidad de cooperación internacional, se logra también mirar a Latinoamérica como un todo, con un enfoque global que respeta la cultura e idiosincrasia de cada sociedad. De acuerdo con la investigadora Manjarrés, cuando un grupo de académicos tiene experiencia con la investigación, debe poner sus descubrimientos al servicio del desarrollo de otros pueblos, sobre todo en América Latina. “Hay que compartir el conocimiento, ¿para qué más publicaciones, si podemos ir a contar personalmente nuestra experiencia, con aciertos y errores, para que otros avancen y seguramente en su camino encuentren cosas por mejorar? Si lográramos hacer esto, seríamos un continente diferente”, concluye. *Asistente de comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales, U. de Antioquia.
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Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Edna Rocío Vanegas Rodríguez, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • María Isabel Lopera Vélez, Secretaria General.
CONSEJO ACADÉMICO Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Franco Giraldo, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • María Isabel Lopera Vélez, Secretaria General. Invitados: Edison Neira Palacio, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Ana María Gutiérrez Giraldo, Directora de Gestión Logística y de Infraestructura • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
Foto: cortesía
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO
En más de diez reuniones en las sedes de Yarumal, Segovia y Amalfi, así como en las seccionales de Oriente, Occidente, Urabá, Bajo Cauca, Suroeste, y Magdalena Medio, la comunidad universitaria ha venido aportando ideas para configurar el Plan de Desarrollo 2017 - 2026 de la Universidad de Antioquia.
Las regiones y el PDI 2017 - 2026 Por LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO*
Descentralización
periodismo.pd@udea.edu.co
César Tulio Acuña, estudiante de Trabajo Social en Caucasia, considera que el plan marca un inicio para que se implemente la autonomía de las sedes regionales, tanto en lo administrativo como en lo académico. “El Bajo Cauca necesita desarrollarse durante los próximos años en áreas como la ingeniería y la agricultura, por lo cual deben incluirse estos campos en lo que ofrece la Universidad para que las regiones vean reflejados sus potenciales económicos”, afirmó. En este sentido, el director de la Seccional Urabá, Jorge Humberto Quiroz, aseveró que “es importante que este PDI se construya desde las regiones hacia la Universidad, no desde la Universidad hacia las regiones”. Según Daniela Monsalve Tobón, estudiante de Tecnología en Artesanías en la Seccional Oriente en El Carmen de Viboral, debe vincularse más a los habitantes de la región para que haya una mayor apertura, pues hay muchas posibilidades de ser parte de la Universidad de Antioquia sin estar cursando un pregrado o tener un vínculo directo. “Hay pregrados especialmente diseñados por la UdeA para el Oriente antioqueño y que no se ofrecen en ninguna otra universidad. Si la institución le sigue apos-
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partir de la metodología integradora que se ha seguido para la construcción del Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia, estudiantes, docentes, empleados, egresados, jubilados y directivos de las seccionales de Bajo Cauca, Urabá, Suroeste, Magdalena Medio, Oriente y Occidente, y de las sedes de Yarumal, Amalfi, Segovia y Sonsón plantearon las necesidades y desafíos de la institución en los territorios del Departamento en el próximo decenio. Los planteamientos en torno a la descentralización y el fortalecimiento de la institución en Antioquia, para mejorar la educación y las condiciones económicas y sociales de las regiones, han de tenerse en cuenta para la formulación del documento final del Plan de Desarrollo Institucional, PDI, que deberá ser aprobado por el Consejo Superior Universitario en el primer trimestre de 2017.
tando al desarrollo de la región, seguirá entre las mejores del país”, advirtió Monsalve. María del Carmen Geney, coordinadora académica de la Seccional Bajo Cauca, dijo que “se deben reflejar más los profesionales de la región en la Universidad, pues hay personas que se han graduado con alto nivel académico en la institución, pero se ven obligadas a trabajar en otras entidades e, inclusive, universidades, porque la U. de Antioquia no ha pensado en ellas”. De acuerdo con la coordinadora, de esta forma se podría ahorrar, en contraste con los costos que implica trasladar docentes desde Medellín semanalmente. El director de la Sede Distrito Minero Segovia - Remedios, Andrés Isaza, manifestó que se debe examinar la contratación del personal, que genera incertidumbre entre los trabajadores y los propios directivos. Isaza explicó que si se requiere un empleado todo el año, pero se lo contrata cada tanto a pesar de demostrar idoneidad, se genera inequidades y se crea indisposición en las sedes. “Es necesario revisar cómo podemos cambiar la normatividad para que estas personas no queden provisionales y se logre avanzar en la vinculación”, dijo. *Periodista del Plan de Desarrollo Institucional
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La innovación en la Universidad como disrupción… social*
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n las sociedades del conocimiento, innovación social y creación de conocimiento tienen una íntima relación; así lo señalan Arocena y Sutz (2013), de manera que cada vez la innovación social viene siendo incorporada en los asuntos de las políticas sociales más que en las económicas. En ese sentido, innovación es disrupción, transformación de las condiciones de inercia de una situación problemática para la sociedad y, desde el punto de vista de la innovación y las sociedades del conocimiento, justamente conocimiento es lo que se necesita para la disrupción. Una mezcla de investigación, saberes, redes, voluntades y voluntad para la experimentación y el cambio vinculante y construido de manera colectiva entre la universidad y la sociedad. Ahora, si consideramos que la disrupción sólo puede provenir de sujetos educados, creativos, dispuestos a la experimentación y a cambiar sus condiciones, el papel de una política de innovación institucional o gubernamental definitivamente debe ser social. Las grandes transformaciones sociales o tecnológicas que han permitido romper con encadenamientos perjudiciales para el buen vivir, han provenido siempre de sociedades transformadas por sus aparatos educativos. La difusión de innovaciones tan simples como hervir el agua para evitar enfermedades gastrointestinales, hasta el descubrimiento de nuevas formas de participación a través de las redes digitales, ha tenido en medio conocimiento y diálogo de saberes que permitieron su realización. Es allí donde el vínculo universidad-sociedad juega un papel fundamental en el diálogo de saberes, la difusión de conocimiento y su apropiación. En Latinoamérica, pensar la creación de conocimiento para
... si consideramos que la disrupción sólo puede provenir de sujetos educados, creativos, dispuestos a la experimentación y a cambiar sus condiciones, el papel de una política de innovación institucional o gubernamental definitivamente debe ser social.
transformar realidades desde y con la sociedad no es un tema nuevo; Orlando Fals Borda (1961) o Paulo Freire (1967) ya proponían una visión de la importancia de trabajar con las comunidades para transformar sus condiciones sociales. En otras palabras, era una actitud para llevar acciones que crean soluciones a condiciones adversas o no atendidas por el Estado o los organismos encargados de generar unas mínimas garantías para lograr el desarrollo adecuado de las personas en el territorio que habita. En realidad, la misma esencia de la innovación social reclama una pluralidad en los actores que participan y una responsabilidad ética en torno a las acciones que se implementan, para llegar a dar soluciones creadas de manera colaborativa y que puedan ser usadas en un territorio con problemáticas similares acudiendo a la libertad del conocimiento y el valor que puede llegar a generar su uso y replicación. Acorde con lo anterior, la innovación no puede ser vista únicamente como el motor de la economía, se constituye sólo en uno de sus aspectos. No es raro encontrar que el concepto comience a ser discutido primero por la sociología que la economía. Gabriel Tarde, en 1903, dedica uno de sus textos más importantes a discutir el papel de la imitación y la disrupción innovativa en la conformación de las sociedades mismas. Más tarde, Joseph
Schumpeter y otros economistas descubren su papel fundamental en la generación de riqueza, pero siempre como una acción de naturaleza social como espíritu transformador en el seno del mismo espíritu moderno. Ya Everett Rogers (1981) introducía el papel de las redes y la colaboración en su institucionalización a través de modelos de difusión de innovaciones, básicamente sociales, y que luego la economía asumiría como redes de conocimiento productivas. Esto definitivamente lleva a pensar que en nuestra Alma Máter, además de tener un Sistema Universitario de Investigación —tan fuerte como puede en las condiciones actuales de la financiación de la investigación en el país—, una institucionalidad para la extensión y la docencia deba, pensando de cara a los retos del nuevo Plan de Desarrollo 2017 - 2026, crear un sistema mucho más sólido de vinculación con el entorno que, definitivamente, contenga el concepto de innovación. Innovación social, innovación tecnológica, innovación económica, innovación ambiental, abierta, inclusiva, colectiva, en fin, innovación que vincule los procesos de investigación, docencia y extensión en programas y proyectos especiales que incentiven el diálogo de saberes, la generación de procesos de difusión y apropiación social del conocimiento y la creación de redes académicas y sociales. Un
sistema multilateral universidadempresa-estado-comunidad-organizaciones… entre otros sectores. En consecuencia, hemos de instalar como universitarios aceptación a la diversidad y la pluralidad, lo que implica la disposición de diálogos entre el acceso abierto y la protección de la propiedad intelectual, el interés privado y los bienes públicos, el diálogo de saberes y el conocimiento especializado, la financiación pública y la financiación privada, la apuesta por sociedades de conocimiento y economías del conocimiento para promover proyectos en pro de la innovación, con participación en agendas de política pública, el debate sobre la financiación de la investigación en la Universidad y la generación de mecanismos jurídicos facilitadores de las interacciones con el entorno, esto es, un sistema universitario de innovación. Bibliografía Arocena, R., & Judith Sutz. (2013). Innovación y democratización del conocimiento como contribución al desarrollo inclusivo. In Sistemas de innovación para un desarrollo inclusivo: la experiencia latinoamericana (pp. 19–34). México, D.F: Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC. Recuperado de:https://www.researchgate.net/publication/301805107_Ciencia_tecnologia_e_innovacion_para_un_desarrollo_inclusivo_en_ Colombia Fals-Borda, O (1961). La transformación de América Latina y sus implicaciones sociales y económicas. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Sociología. Freire, P (1989). La educación como práctica de la libertad. Introducción Francis C. Weffort. Río de Janeiro: Paz e Terra, 19 ª ed, 150 p. Rogers, E., & Kincaid, D. L. (1981). Communication networks: toward a new paradigm for research. New York: The Free Press. Tarde, G. (1903). The laws of immitation. New York: Henry Holt & Company. * Texto escrito por Robinsson Cardona Cano (robinsson.cardona@udea.edu.co) del Programa de Gestión Tecnológica; Gabriel Vélez Cuartas (gjaime.velez@udea.edu.co) de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y Eliana Martínez (eliana.martinez@udea.edu. co) de la Facultad Nacional de Salud Pública.
Comité editorial: Edison Neira Palacio • María Isabel Lopera Vélez • Alma Nury López Patiño • Ximena Forero Arango • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Líder de Comunicaciones: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, Sergio Andrés Alzate Sepúlveda, María Alejandra Carmona Valencia, Andrea Orejarena Tamayo • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)
La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)
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Alfabetización escolar, ¿qué papel les toca a los maestros?
Bacteriología médica Con base en casos problema*
Por VANESSA RAMÍREZ TAPIAS*
Alfabetización escolar, ¿qué papel les toca a los maestros? Este cuestionamiento es recurrente entre todos los docentes. Para la exministra de Educación y Culturas de Ecuador Rosa María Torres del Castillo, la problemática de la alfabetización en Colombia y América Latina se evidencia en los bajos resultados en las pruebas que la Unesco y la Ocde realizan en escuelas públicas y privadas para medir la calidad de la educación. Tal situación es generada por las malas decisiones y falsas prioridades de las políticas educativas, que no abren espacio al debate y se encuentran aisladas de las políticas culturales, sociales y económicas, sostuvo la pedagoga e investigadora ante 725 docentes del Departamento que se dieron cita en el teatro Camilo Torres Restrepo de la Universidad de Antioquia, en el Encuentro con las letras promovido por la Red de lenguaje de Antioquia. Torres del Castillo afirmó que la alfabetización escolar no es responsabilidad exclusiva de los maestros y de las instituciones educativas y, por tanto, si no hay un ambiente apropiado en el hogar y no se cuenta con condiciones básicas de nutrición, trato digno, etc., difícilmente el niño estará motivado para aprender. Fue enfática en que la escuela por sí sola no puede producir buenos lectores, necesita de la interacción con la familia, el entorno y el Estado. Por otro lado, invitó a los maestros a empoderarse como ciudadanos, estudiar todas las variables que juegan en el campo educativo, exigir otra clase de políticas educativas y autoexigirse para ejercer mejor su rol. Rosa María Torres finalizó con el ejemplo de la educación en Finlandia, donde los niños comienzan a estudiar a partir de los 7 años, es decir, cuando su cerebro está mejor preparado para ello; además, no llevan tareas a sus casas y toda la familia lee y va a las bibliotecas por gusto y no como castigo. En cuanto a los maestros, ellos son seleccionados mediante un riguroso proceso, cuentan con formación de alto nivel y ejercen con autonomía su rol en diálogo constante con la familia de los estudiantes. * Comunicadora de la Red de Lenguaje de Antioquia
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Generalidades bacterianas Como estudiantes y como profesionales del área de la salud, nos enfrentamos a un gran número de datos e información sobre los agentes infecciosos y las enfermedades que producen. ¿Cómo manejar esta gran cantidad de material? Dada la magnitud de la tarea, la memorización fragmentada de la misma sería difícil y poco productiva. Por fortuna, es posible desarrollar un mapa conceptual que contenga una multitud de hechos. Este debe hacerse con base en las características generales y en los mecanismos de patogenicidad de las bacterias. El mapa conceptual nos permite conocer cómo los microorganismos patógenos causan daño en el hospedero y tomar decisiones de qué hacer al respecto. Por ejemplo, las características de la anatomía y del metabolismo bacteriano han sugerido blancos específicos para el desarrollo exitoso de antibióticos. De igual forma, desentrañar detalles de las estructuras y el metabolismo de los microorganismos ha permitido la producción de vacunas y el inicio de la terapia antimicrobiana. Por otro lado, aunque el lector necesita conocer solo las bacterias más prevalentes a nivel clínico, aun esto comprende una gran lista de agentes. Sin embargo, conocer la taxonomía bacteriana ayudaría a realizar un diagnóstico importante y decidir sobre el tratamiento adecuado. Por ejemplo, es útil saber que Streptococcus spp. y Staphylococcus spp. pertenecen al grupo de los cocos grampositivos; que Escherichia coli se clasifica entre las bacterias entéricas gramnegativas, y que el bacilo tuberculoso pertenece a las bacterias ácido-alcohol resistentes. El cuerpo humano normalmente contiene miles de especies de bacterias, tanto inofensivas como patógenas, y un pequeño número de virus, hongos y protozoos. La gran mayoría son organismos comensales, en otras palabras, conviven con nosotros sin causar daño. La cantidad de microorganismos de la microbiota normal cambia con el tiempo; no obstante, su número en cualquier momento es formidable. Cada uno de nosotros posee un espectro individualizado de especies y cepas bacterianas, y utilizando las palabras de los antiguos romanos, suum cuique, “a cada uno lo suyo”.
Importancia de las bacterias Las bacterias son células sencillas, unice-
lulares, que se reproducen por fisión binaria y carecen de núcleo verdadero y de organelas internas recubiertas por membranas bilipídicas, y se encuentran en todos los ecosistemas. Son la forma de vida más abundante en el planeta, en términos de biomasa y número de especies, y su importancia se manifiesta en diferentes niveles: — A nivel clínico, son las responsables de muchas enfermedades infecciosas y de la muerte de millones de personas alrededor del mundo, en la actualidad y a lo largo de la historia de la humanidad, razones que han impulsado el desarrollo del conocimiento a nivel básico y clínico de los agentes infecciosos para mejorar la calidad de vida de las poblaciones. — A nivel epidemiológico, son un problema de salud pública en países en vías de desarrollo. Las enfermedades infecciosas bacterianas han producido grandes epidemias, con consecuencias nefastas para la población y altos costos económicos para el sistema de salud del país. Entre las que aún se producen se encuentran la difteria, el cólera, la tuberculosis (TB), la sífilis, el tétanos, la tos ferina, el tifus y la fiebre tifoidea, entre otras. — A nivel benéfico, la microbiota normal es importante para el hospedero porque está implicada en diversas funciones; por ejemplo, la del tracto gastrointestinal ayuda al recambio del epitelio intestinal, modula el sistema inmune, facilita el movimiento intestinal, participa en el metabolismo de medicamentos, la destoxificación de toxinas y carcinógenos, la síntesis de micronutrientes, y en la fermentación, colabora en la absorción de electrolitos y minerales, y evita la colonización de agentes patógenos para el hospedero. La actividad metabólica de las bacterias es valiosa, porque se asocia con la obesidad. Estas son capaces de extraer calorías de los alimentos ingeridos y almacenarlas en el tejido adiposo del hospedero, para su uso posterior en la proliferación bacteriana. — A nivel ambiental, son capaces de metabolizar diferentes elementos y compuestos de la naturaleza como, por ejemplo, la fijación de N (convierten nitrógeno gaseoso en amonio), la fijación de CO2, la producción biológica de metano (CH4), la reducción de Fe y S, y la degradación de plaguicidas clorados e hidrocarburos. — A nivel industrial, sirven en la producción de alimentos, bebidas alcohólicas, antibióticos (como bacitracina, cefalosporina, cloranfenicol, penicilina, entre otros); vitaminas (B12 y riboflavina); aminoácidos (ácido aspártico, fenilalanina, ácido glutámico y lisina, entre otros), y en la producción de enzimas bacterianas que se emplean en la elaboración de jarabes edulcorantes, detergentes, ablandadores de carnes, etc. — A nivel de biología molecular, porque a partir de ellas se ha desarrollado la ingeniería genética. Esta utiliza las bacterias para la producción de vacunas virales, como la del citomegalovirus, la hepatitis B, el sarampión y la rabia, entre otras; en la producción de proteínas y péptidos, y en la aplicación médica, como la insulina, el factor estimulante del crecimiento, el interferón-α y el –ß (INF-α, INF-ß, respectivamente), y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α, tumour necrosis factor); en el desarrollo de vegetales y animales transgénicos, y en la última década, en terapias génicas para el tratamiento de enfermedades. * Fragmento del capítulo 1 de la obra Bacteriología médica. Con base en casos problema (pp. 4-6), de Alonso Martínez, publicada por la Editorial Universidad de Antioquia®.
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Hace cuarenta años Gonzalo Arango Por LUIS GERMÁN SIERRA J.* german.sierra@udea.edu.co
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onzalo Arango tenía 45 años cuando murió el 25 de septiembre de 1976 en un accidente de tránsito en Gachancipá, Cundinamarca, camino a Villa de Leiva en compañía de Angelita, su mítica novia, quien sobrevivió a la embestida del camión. Había nacido en el municipio de Andes, Antioquia, el 18 de enero de 1931. Y se había hecho muy famoso porque en 1958 fundó el estruendoso movimiento nadaísta, al lado de un puñado de poetas casi adolescentes, algunos de los cuales, andando el tiempo, también se harían famosos. Unos por ser buenos poetas, otros por haber pertenecido a ese movimiento que irrumpió irreverente y atrevido en una sociedad provinciana, solapada y bastante conservadora (características que, muy probablemente, persisten a la luz de hoy). Al momento de su muerte, Gonzalo Arango se había convertido, como era su voluntad, en un hombre más o menos común y corriente. Sus ojos habían cambiado de dirección y ahora se dirigían hacia Dios (como la gran mayoría de sus compatriotas), había hecho declaraciones públicas a favor de egregios personajes de la política nacional (de ingratísima recordación, como casi todos) y aparecía en fotos con altas personalidades a las cuales se arrimaba para encontrar reconocimiento (o al contrario, ya que él era una figura nacional), o por el solo hecho de ceder al imán que acompaña a los poderosos (como ocurrió con otro famoso literato del país). Pero Gonzalo Arango seguía teniendo alma de niño. Escribió cartas (escribió muchas cartas) bellísimas a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos. En las cartas a sus padres les pedía perdón por no ser un hombre importante de verdad (decía él) y también le pedía la bendición a su mamá. Y hablaba de sus mundos y de sus dudas con el tono íntimo y sincero que alcanzan las palabras en las cartas. Un ser desnudo e inocente como un niño. Su mejor poesía.
Toda ciudad es una aventura religiosa. El hombre levanta su morada para el amor, el trabajo y los sueños. Frente a su morada funda un templo para orar a sus dioses y consagrarles sus ilusiones o sus terrores. En torno a este templo crecen nuevas moradas, infinitud de moradas. Este animal solitario que no soporta la soledad, se congrega, se une a otros para defenderse de sí mismo. He aquí la ciudad pequeña, grande, colosal, que resplandece, que no cesa de crecer, y se agiganta bajo los dominios del cielo. Ella misma es un cielo donde se refugian los hombres, donde se salvan de la soledad. Semeja, sobre la ruda costra de la tierra, un arañazo de Dios o su caricia. Semeja una interrogación de piedra al misterio. Es rumorosa como un vientre, en su dolor y en su dicha; en su gemido de hierro, en sus cantos líricos; asombrosa en su silencio o en el estruendo. La ciudad es este planeta desesperado y anhelante, hecho por el hombre para rivalizar en belleza con los planetas de Dios. El espíritu del hombre iluminado da sentido al barro, haciéndole poesía y oración. ¡Oh, la ciudad! En cada piedra de sus cimientos vive en silencio la historia. Nada en ella se hizo para el olvido. (Gonzalo Arango, fragmento de “La ciudad y el poeta”, en la revista Cromos N.° 2.505, Bogotá, 13 de septiembre de 1965, p.72)
Y fue un excelente cronista, uno de los mejores, sin duda. Su vena periodística, natural, resalta en reportajes de antología a lo largo y ancho del país, por donde pasaron las gentes más representativas de una cultura pacata y conservadora, que él mostró con maestría y a ve-
ces con sorna; y pasaron también por sus crónicas otras gentes que pensaban a contrapelo de lo que planificaban y ordenaban las élites y los políticos: artistas, periodistas y poetas, por ejemplo. Pero siempre, en todo caso, mediante la mejor narrativa periodística, en la cual
se batía como un maestro. Dúctil, ameno, inteligente, humorístico. La Universidad de Antioquia recopiló y publicó sus reportajes y columnas de periódicos en dos libros que demuestran con creces lo anterior: Reportajes (dos tomos) y Última página, como se llamaba su columna en la revista Cromos. En 2016 tres universidades de Medellín se unen y publican de nuevo (¡aleluya!) Última página, pero esta vez escogen 35 de las 75 columnas que contenía el primer libro. Al comienzo de su prólogo, Jaime Jaramillo Escobar cita un aparte (el prologuista habla brevemente de cada título) de “Confesiones de un seductor” de Gonzalo Arango, incluido en el libro: “Estos pensamientos que he pensado sobre el amor son la respuesta a una pregunta furtiva de una mujer burguesa. Ella quería saber qué era para mí el amor: si una pasión sexual o un sentimiento del espíritu. Yo le dije, con sumo respeto: —Señora, son las dos cosas, pero en la cama”. Obras de Gonzalo Arango Sexo y saxofón (1963), cuentos La consagración de la nada (1964), cuentos Los ratones van al infierno (1965), cuentos Prosas para leer en la silla eléctrica (1966), textos periodísticos Providencia (1972), poemas Fuego en el altar (1974), poemas Obra negra (1974), prosas Correspondencia violada (1980), cartas Memorias de un presidiario nadaísta (1991), prosas Reportajes, volumen I y II (1993) Oleajes de la sangre (1997), cartas Última página (2000 y 20169), columnas periodísticas Después del hombre (2002), novela Cartas a Aguirre 1953-1965, (2006 y 2016), cartas a Alberto Aguirre * Coordinador cultural de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz.
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Por ANDRÉS VERGARA avergaraeditor@gmail.com
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uan José Hoyos Naranjo (Medellín, 1953) puede ser considerado uno de los egresados de la Universidad de Antioquia más destacados en el campo de las humanidades en sus distintas facetas, como periodista, escritor, profesor e investigador sobre la historia de la prensa en Colombia.
El periodista Egresado entre las primeras generaciones de periodistas formados por la Universidad de Antioquia (1975), en los inicios de su ejercicio profesional se destacó como reportero, y se desempeñó como corresponsal y enviado especial del periódico El Tiempo, donde cumplió una labor social importante al informar, en crónicas de gran factura, sobre diversos hechos relacionados con las violencias que asediaban al país en aquella época, entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Algunas de esas crónicas fueron publicadas en el volumen Sentir que es un soplo la vida (Universidad de Antioquia, 1994), el cual se convirtió en un referente sobre el periodismo narrativo. Otro libro de su autoría es El libro de la vida (2006), una selección de crónicas. También fue director y editor de la Revista Universidad de Antioquia. En esta misma universidad fue cofundador del pregrado en Periodismo, de la Especialización en Periodismo, y de la revista Folios, especializada en este campo. Asimismo, ha sido un destacado columnista del periódico El Colombiano.
El investigador Una de las labores más destacadas de Hoyos Naranjo como profesor de la Universidad de Antioquia fueron sus actividades de investigación en torno a la historia de la prensa en Colombia. Fruto de esa labor se pueden resaltar Un pionero del reportaje en Colombia. Francisco de Paula Muñoz y El crimen de Aguacatal, (Hombre Nuevo Editores, 2002). Asimismo, ocupa un lugar importante la voluminosa obra La pasión de contar (Universidad de Antioquia, 2009, 968 páginas), que presenta un recorrido por la historia del periodismo narrativo en Colombia desde 1638 hasta el año 2000, acompañado de una compilación de los relatos de algunos de los periodistas más destacados en Colombia en ese periodo estudiado. Otra obra importante es El oro y la sangre, que obtuvo el premio de periodismo Germán Arciniegas en 1994, concedido por la editorial Plane-
La Universidad de Antioquia le entregó en octubre la distinción Egresado sobresaliente José Félix Restrepo a Juan José Hoyos Naranjo. ALMA MÁTER publica la semblanza que del formador de periodistas hizo el profesor de la Facultad de Comunicaciones Andrés Vergara.
Foto: Andrés Vergara
Juan José Hoyos Naranjo en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia
¡Gracias Juan José! ta, y donde se relatan las luchas de grupos Emberá en torno a una mina de oro.
de oro, sobre todo en reconocimiento a su labor como maestro, en el año 2014.
El profesor
El escritor
A juicio de muchos de los que fuimos sus discípulos de periodismo en las aulas de la Universidad de Antioquia, Juan José Hoyos merece el apelativo de maestro, por la pasión que logró transmitirnos por el periodismo, por la literatura y por el arte de narrar. Merece un lugar destacado su Seminario de Periodismo y Literatura, en el que logró inspirar a muchos de sus estudiantes, algunos de los cuales se convertirían en destacados periodistas en Colombia. Fruto de su ejercicio docente es una de sus obras más destacadas, Escribiendo historias: el arte y el oficio de narrar en el periodismo (Universidad de Antioquia, 2003), que también se convierte en una obra referente de la formación de periodistas, y que es, en síntesis, una profunda reflexión, basada en las obras de algunos de los más grandes maestros del periodismo, sobre las técnicas de producción de los géneros periodísticos narrativos. Desde 1981, durante 27 años, Juan José Hoyos también inspiró a sus estudiantes para que fueran periodistas críticos y aprendieran a escudriñar las verdades detrás de las apariencias. La Universidad de Antioquia le impuso el escudo
Juan José Hoyos conquistó un lugar destacado en las letras colombianas gracias a obras de gran factura, especialmente por sus obras Tuyo es mi corazón (Planeta, 1984) y El cielo que perdimos (Planeta, 1990). Esta última gira en torno al modo como las violencias transversales a la historia de Colombia inciden en la cotidianidad de las gentes, especialmente la del narcotráfico. Tuyo es mi corazón, que hace un juego magistral con el modo como la música marca el ritmo de vida de la gente, marcó toda una época a mediados de los ochenta, cuando fue llevada a la televisión en una telenovela dirigida por Julio César Luna y protagonizada por Amparo Grisales y Carlos Vives, y con un reparto en el que se contaban los más destacados actores de la televisión colombiana. Algunos estudiosos de la literatura destacan el juego que logra el autor al mostrar la cotidianidad de los personajes en el ámbito urbano. Un reconocimiento importante como escritor fue su participación como escritor invitado en el Internacional Writing Program de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, en 1987. Pero por encima de todos esos
méritos, Juan José es uno de los maestros más queridos por varias generaciones de periodistas que pasamos por sus cursos de géneros periodísticos narrativos en la Universidad. Allí, en un lenguaje sencillo, sin ampulosidades, nos presentó a algunos de los mejores en el oficio de narrar, como Capote, Hemingway, Mailer, por poner tres ejemplos, y descubrió los méritos de unos larvarios relatos, para motivarnos a avanzar en la búsqueda de nuestro propio estilo. Y, por supuesto, merece mención especial el Club de Lectura John Reed, un “curso extramuros” auspiciado por la Universidad, donde las lecturas de algunos de los consagrados del periodismo, mezcladas con nuestros propios borradores, fueron un buen pretexto para celebrar la pasión por el periodismo y por la vida. Así, en lugares como Este lugar de la noche, el viejo Jordán u Homero Manzi, siempre con música de fondo, a menudo de bandoneón, y con cerveza como bebida ritual, recibimos algunas de las mejores clases. Por todo ello, y por aquellas tertulias que se prolongaron hasta la madrugada con grupos de discípulos que fraguábamos proyectos, pero también celebrábamos el milagro de la supervivencia en aquellos tiempos tan violentos, ¡gracias Juan José!