Nº 660 Medellín, diciembre de 2016
SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Sustancias xenobióticas, compañeras invisibles
Educación para el posconflicto Página 18
Foto: cortesía Escuela de Microbiología
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Laboratorio de Microbiología
Premio fomento a la investigación 2016 La reubicación de Trabajo Social, un retroceso Página 21
El aporte de los profesores extranjeros Página 26
Profesores y estudiantes sobresalen en la edición 11 de Medellín Investiga que promueve la Alcaldía • María Patricia Arbeláez Montoya, Una vida dedicada a la investigación • Gustavo Forero Quintero, premio a la Investigación de mayor impacto para la ciudad/región • Yesenia Madrigal Bedoya, Génesis Palacio Cortés y Cindy Tatiana Pineda Aristizábal, Jóvenes investigadores de pregrado destacados en investigación Página 10
Definidos los líderes de los grupos UdeA-Max Planck para investigar enfermedades infecciosas
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Aportes a la investigación sobre el infarto cerebrovascular
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Cuando las bacterias se resisten a los antibióticos Página 9
Nº 660, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, diciembre de 2016
Respetable audiencia: El mundo en que vivimos nos recuerda la noción de infierno. José Donoso, que se apoya en Christopher Marlowe, nos lo recuerda en el inicio de ‘El lugar sin límites’. Habitamos unas coordenadas debajo del cielo y en ellas somos torturados con frecuencia. Por los otros, por ese complejísimo mecanismo que hemos inventado y al que llamamos sociedad y por nosotros mismos. De hecho, creo que si hay un escritor de nuestra lengua que trazó una obra siguiendo la consigna de que edificamos sin descanso un universo mortificante es José Donoso. Roberto Bolaño, tan certero, se refiere a ese universo como un cuarto oscuro donde pelean bestias. Me apoyo pues en José Donoso, ahora que el premio de las letras que lleva su nombre ha valorado mi obra, para compartirles algunas reflexiones. Y trataré de hacerlo desde esa condición particular que significa ser actualmente un escritor colombiano. Seré directo y quizás incómodo. Alguna vez Borges dijo que ser colombiano significa un acto de fe. Pero de aquellos días de “Ulrica”, su hermoso cuento que alude a Colombia, a los nuestros, muchísimas aguas han corrido bajo los puentes. Y los pilares de estos están carcomidos y aquellas increíblemente ensangrentadas. De tal manera que yo diría que ser colombiano es, más bien, portar sobre los hombros el peso de múltiples ignominias. Cuando he escrito sobre mi país, lo he hecho bajo esta certidumbre. No es fácil hacerlo. Pero quién ha dicho, por un lado, que escribir, desde Homero hasta Gabriel García Márquez, desde Grecia hasta Colombia, es un acto nimbado por la facilidad. Y quién ha afirmado, por el otro, que ser parte de un país tan convulso significa una bendición o poseer en el pecho aquel pueril sentimiento de orgullo nacionalista. Quisiera decirles que Colombia, a pesar de sus paisajes majestuosos y pródigos y sus gentes alegres, hospitalarias e imaginativas —paisajes, hay que aclararlo, cada vez más arrasados por la voraz acción de las multinacionales de la minería y gentes cada vez más manipuladas por sus dirigentes políticos y religiosos—, es como ese cuarto oscuro al que se refiere Roberto Bolaño. O esa gran “casa insondable”, similar a la que ausculta, meticuloso y delirante, José Donoso en ‘El obsceno pájaro de la noche’. Por supuesto, sé que un país como Colombia es muchos países. Pero uno de ellos me parece inobjetable: es un espacio lleno de espectros, de torturados, asesinados y desaparecidos. No
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Intervención del escritor y profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia Pablo Montoya Campuzano al recibir el Premio José Donoso, en Chile, el 9 de noviembre de 2016. EL ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos el año pasado acaba de ser nombrado miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua.
Colombia es una morada con grietas vergonzosas ignoro que para muchos, sin embargo, ese espacio representa la especial morada, el refugio único, el albergue distinguido que les ha permitido residir en la Tierra. Reconociendo lo que sienten unos y otros, me atrevo a decir que Colombia es una morada con grietas vergonzosas. Me dirán que todos los países, las naciones, los imperios lo han sido a lo largo de los siglos. Con todo, esta circunstancia jamás debería imponérsenos como una excusa para dejar pasar de largo la situación aterradora que ha caracterizado a mi país. Y la pregunta que terminamos por hacernos los escritores que, como dice Borges en un acto de fe nos llamamos colombianos, es esta: ¿para qué sirve escribir en medio de ese albergue horadado? O esta otra: ¿qué puede hacer hoy un escritor cuyas raíces se hunden en una tierra tan aporreada por la insensatez humana? Por supuesto, no pretendo proponer sendas únicas en un panorama, como el de la literatura, en que deben predominar las vías diversas; ni ponerme como paradigma ante coyunturas que urgen, justamente, de muchos paradigmas. Pero lo que sí sé, lo que he comprobado a lo largo de estos años en que he ido escribiendo mi obra, es que la palabra es tan fundamental como necesaria en medio de la calami-
dad y el infortunio. La palabra del cuento, del ensayo, de la novela, de la pieza de teatro, de la crónica, de la palabra escrita y oral, en fin, esa palabra poética que las comprende a todas. Y estoy convencido de que al ser portadores de ella, hacemos lo que hace Sísifo con su piedra: enfrentar, en medio de la condena y la esperanza, la iniquidad y el horror. Porque, créanme, ser colombiano es estar implicado, aunque debería decir desorientado, en esas coordenadas. Sé que estas palabras (iniquidad, horror, mal) levantarán reproches aquí y allá. Vivo en un país donde muchos se mienten a sí mismos. Un país en el que una parte de sus habitantes no quiere mirarse en el espejo tallado por nuestras innúmeras degradaciones. Negarse a reconocer como propia la imagen turbia que le reflejan los espejos, demuestra que somos un país anómalo. Tal vez no debería hacerlo. No debería macular este recinto honorable de las letras con eventos y cifras que definen el tamaño de nuestra condición. Pero debo justificar la certidumbre que poseo como escritor: soy parte de un país fallido y cruel. Fallido porque la mayor parte de sus habitantes no ha apurado su breve tiempo con dignidad. Y cruel porque hemos ultrajado al otro a través de prácticas siste-
máticas que, cuando las conocemos, actúan como un abanico sombrío que, en vez de prodigar el aire vivificante de que urgimos, lo reduce hasta asfixiarnos. Colombia, desde que existe como república, no ha cesado de hacerse la guerra a sí misma. Agresivas guerras de independencia y caóticas guerras civiles durante el siglo XIX. Uno de esos períodos, incluso, lo hemos llamado “Patria boba” como para decirnos, en un instante de sarcástica claridad, que nuestra historia libertaria está anclada en la estupidez. Luego sucedió la guerra de los Mil días, una nueva inútil conflagración en la que hubo más de cien mil muertos y que dejó un panorama aciago de dos bandos, los humillados y los humilladores, que habrían de odiarse con un fervor especial. Nuestro siglo XX empezó con esta herida formidable que se enlaza con la que tenemos ahora, igualmente descomunal. Después hubo otro período denominado Violencia partidista que comprendió los años 40 y 50 y dejó un saldo de trescientos mil muertos, según unos, o de quinientos mil, según otros. Allí se enfrentaron con una brutalidad devastadora los partidos tradicionales colombianos de entonces, que son más o menos los mismos de ahora aunque tengan otros nombres,
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Foto: archivo Alma Máter/Andrea Orejarena
Estoy seguro de que la escritura literaria es como esa inmensa playa llena de una humanidad denigrada y, al mismo tiempo, estremecida por una recordación reparadora. Los escritores colombianos, desde las líricas protestas elevadas en la selva hasta las injurias frenéticas lanzadas en la urbe, desde la indagación fiel del pasado hasta la carnavalesca distorsión de ese mismo ayer, desde el amargo testimonio familiar hasta la lúcida reflexión ensayística, hemos hecho, y seguiremos empeñados en hacerlo, cada uno a su modo, esa dificilísima tarea.
los conservadores y los liberales. Y luego vino una repartición del poder entre esos mismos partidos viciados, y se creó una suerte de monstruo, aparentemente civilista y democrático, llamado Frente Nacional. Para unos este Frente, que gobernó al país entre 1958 y 1974, logró cesar la horrible noche de la violencia partidista y frenar la otra que significa toda dictadura militar. Pero, sí hizo esto, también abrió irresponsablemente la caja de Pandora para que sobre Colombia cayeran, como hienas hambrientas, los ejércitos estatales, los ejércitos guerrilleros comunistas, los ejércitos paramilitares anticomunistas y los ejércitos del narcotráfico. Y de nuevo, esas guerras nefastas, que son el mejor indicio para definir nuestra democracia maltrecha, habrían de defecar sus muertos. Dicen los que trabajan sobre esas cifras mortuorias que en este último período se han producido otros doscientos cincuenta mil asesinatos. Pero es en los últimos treinta años de la historia colombiana que han ocurrido los exterminios más dolorosos. Exterminios que bastarían para ponernos en el pináculo de la deshonra universal. Y si me atrevo a mencionarlos aquí, no lo hago para empantanar una alta ceremonia de la cultura, o por placer sadomasoquista, o por mero ensañamiento contra ese país que me marca idiosincráticamente ante el mundo, al modo de los hijos indignados que señalan a sus progenitores como los culpables de su padecimiento. Lo hago, repito, porque así es como entiendo el papel que la literatura y los escritores deben asumir
frente a sus pútridas patrias, para utilizar la expresión de W. Georg Sebald. En los años ochenta, las instituciones militares del Estado, en colaboración con terratenientes, empresarios y escuadrones de la muerte, eliminaron aproximadamente a cinco mil miembros de un partido de oposición de izquierda llamado Unión Patriótica. En la primera década del siglo XXI nos enteramos, abrumados, de una operación llamada falsos positivos. Ella consistió en mostrar, en el contexto de una temible política de seguridad democrática, como trofeos de guerra, los cuerpos de inocentes que el ejército colombiano hizo pasar por guerrilleros caídos en combate. Cerca de cinco mil jóvenes desavisados, muchos de ellos con retrasos mentales. Muchachos desamparados, provenientes de barrios pobres, que fueron aplastados en el cuarto oscuro de Colombia por las bestias del militarismo y por esas otras bestias, ataviadas de saco y corbata, que hoy siguen gobernando. Y para completar esta cartografía del equívoco social, mi país se lleva el honor de tener en su seno la mayor cantidad de desplazados en el mundo. La cifra de casi siete millones de campesinos, indígenas y afrodescendientes que han abandonado sus tierras acosados por la guerra y el miedo y que malviven en su “propia” Colombia, unida a la de los seis millones de exiliados que viven en regiones extranjeras, es suficiente para enmudecernos. Y eso que aún no conocemos el número de los desaparecidos que han dejado estos últimos tiempos y sus nombres y sus vidas ultimadas siguen desorientados en el limbo de nuestra perversa desidia. Pero lo más deplorable es que, enterada de estas circunstancias, nuestra clase política no asume las responsabilidades debidas, sino que, por sus maquinaciones económicas, se cubre de pies a cabeza, realizando una coreografía irrisoria que parece no terminar nunca, con la baba repugnante de la corrupción. Ante un paisaje así, que abochorna no solo la condición
de los colombianos sino la de la humanidad, muchos se enorgullecen de la estabilidad de nuestra democracia y de sus bondades financieras en un continente, como el latinoamericano, que ha sido azotado por las dictaduras militares y las bancarrotas de sus gobiernos civiles. Empero, esos son lenitivos engañosos que intentan soliviantar en vano la dolencia de una geografía vapuleada por el mal. ¿Qué tipo de respetabilidad y de credibilidad puede tener una democracia, como la colombiana, que ha estado sostenida por sus diferentes ejércitos aniquiladores y cuya impronta está signada por tan inmensa cantidad de víctimas? Pero las cifras que he dicho corren el riesgo de volverse obscenas si no materializamos, en nuestra frágil conciencia, a los innumerables asesinados, torturados y desaparecidos cuyos victimarios, es necesario manifestarlo, no han sido castigados. Porque “obscenidad” es el término al que acudo cuando sabemos que más del 95% de estos asesinatos sigue en la impunidad. De este tipo es pues, apreciado auditorio, la infamia que nos llega hasta las sienes. Una de las formas en que Albert Camus aconsejaba comprender la magnitud de la muerte de los otros, es la de alinear a esas personas a lo largo de un playa, e irles dando, al uno y al otro, así sean miles y miles, una mirada de reconocimiento. Reconocimiento que llegará como un alivio a las familias y seres queridos de quienes han sido golpeados por la sevicia. Estoy seguro de que la escritura literaria es como esa inmensa playa llena de una humanidad denigrada y, al mismo tiempo, estremecida por una recordación reparadora. Los escritores colombianos, desde las líricas protestas elevadas en la selva hasta las injurias frenéticas lanzadas en la urbe, desde la indagación fiel del pasado hasta la carnavalesca distorsión de ese mismo ayer, desde el amargo testimonio familiar hasta la lúcida reflexión ensayística, hemos hecho, y seguiremos empeñados en hacerlo, cada uno a su modo, esa
dificilísima tarea. La literatura colombiana ha realizado una labor ejemplar de resistencia que, a mi juicio, ha sido dual. Por un lado, ha dicho ante el olvido que nos puede devorar, que en Colombia sí ha pasado algo y que ese algo es pavoroso, como nos lo recuerda el episodio de Cien años de soledad sobre la masacre de las bananeras. Y, por el otro, que hay una literatura que, al traducirse unas veces en textos de altos valores estéticos, y otras en simple y llana denuncia, cuestiona hasta desmontarlo el erróneo orden de cosas que hemos llamado nación colombiana. Como ustedes han comprendido, me he referido varias veces al mal. Y se sabe, como lo explica Rüdiger Safranski, que no es necesario acudir al diablo para entender su esencia. El mal del cual he estado hablando, como ha sucedido en la historia intrincada de las civilizaciones, tiene que ver con el drama de la libertad humana. Y este drama, al banalizarse, al cubrirse con las capas del desdén y la desmemoria, está convirtiéndose, a cada instante en Colombia, en una tragedia y en un crimen. Por ello mismo es que, en tales coordenadas del agravio y la ineptitud, es importante que nosotros, los escritores, aparezcamos. Quisiera, por último, agradecer de todo corazón al respetable jurado que escogió mi obra, a la Universidad de Talca, al Banco Santander y al pueblo chileno esta honrosa distinción que me otorga. Y pedirles que creamos en la divisa de José Donoso. Él, que combatió encarnizadamente los fantasmas de su personalidad y de su sociedad, creía que escribir era una manera de salvar al mundo. Yo quisiera solicitarles, en nombre de su memoria, que creamos una vez más en el poder de la palabra. Ante el mundo que, cotidianamente, es agraviado por las bestias del mal, protejamos y reparemos con el firme consuelo de la palabra. Pablo Montoya Santiago de Chile, 9 de noviembre de 2016
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Fragmento de un cuento de Machado de Assis* Luís Soares I Cambiar el día por la noche, decía Luís Soares, significa restaurar el imperio de la naturaleza corrigiendo la obra de la sociedad. El calor del sol indica a los hombres que deben procurar sueño y descanso, mientras que la frescura propia de la noche es la verdadera estación en la que se debe vivir. Libre en todas mis acciones, no quiero sujetarme a ninguna ley absurda que la sociedad me imponga; velaré de noche y dormiré de día. Contrariamente a varios ministerios, Soares cumplía este programa con un escrúpulo digno de toda gran conciencia. La aurora, a sus ojos, era el crepúsculo y el crepúsculo era la aurora. Dormía doce horas consecutivas durante el día, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. Almorzaba a las siete y comía a las dos de la mañana. No cenaba. Su cena se limitaba a una taza de chocolate, que el criado le daba a las cinco de la mañana, cuando entraba de regreso a su casa. Soares se tomaba el chocolate, fumaba dos puros, bromeaba con el criado, leía alguna página de una novela y se acostaba. No leía periódicos. Después de la Cámara de los Diputados, las obras de los poetas y las misas, Soares creía que el periódico era la cosa más inútil de este mundo. No por esto Soares era ateo en la religión, la política y la poesía. Solo era indiferente: observaba las grandes cosas con la misma cara con la que observaba a una mujer fea. Podía llegar a ser un verdadero perverso, pero hasta entonces solo era un gran inútil. Gracias a la buena fortuna que le dejó su padre, Soares podía disfrutar de la vida que llevaba, eludiendo todo tipo de trabajo y sumido, solamente, en los instintos de su naturaleza y en los caprichos de su corazón. Decir corazón quizá signifique mucho. No es claro que Soares tuviese uno; él mismo lo decía. Cuando alguna dama reclamaba su amor, Soares respondía: —Querida mía, nací con la ventaja de no albergar cosa alguna dentro de mi pecho o de mi cabeza. Aquello a lo que llaman juicio y sentimiento son para mí completos misterios. No los comprendo, porque no los siento. Soares agregaba que la fortuna había suplantado a la naturaleza, arrojándole a la cuna en que nació una gran cantidad de contos de réis.1 Sin embargo, olvidaba que la fortuna, aunque generosa, es exigente, y pide, de sus propietarios, algún esfuerzo particular. La fortuna ciertamente no es Danaide.2 Cuando ve que un tonel agota toda el agua que se le pone dentro, lleva los cántaros a otra parte. Soares no pensaba en esto. Confiaba en que sus bienes fuesen renacientes como las cabezas de la Hidra de Lerna.3 Gastaba sin mesura, y los contos de réis, tan difícilmente acumulados por su padre, se escapaban de sus manos como pájaros sedientos de aire libre. Por lo tanto, cuando menos lo esperaba, se vio sumido en la pobreza. Un día, en la
mañana, es decir, a la hora del avemaría, los ojos de Soares vieron escritas las palabras fatídicas del festín babilónico.4 Era una carta que le entregó el criado, diciendo que el banquero de Soares la había dejado durante la medianoche. El criado hablaba como el amo vivía: al mediodía lo llamaba medianoche. —Ya te lo dije —respondió Soares—, solo recibo cartas de mis amigos o de… —Alguna mujer, ya lo sé. Por eso no le he dado las cartas que el banquero ha traído durante un mes, pero hoy el hombre dijo que era indispensable que usted leyera esta. Soares se sentó en la cama y preguntó al criado, un tanto alegre, un tanto enojado: —¿Eres tú entonces mi criado o el de él? —Señor, el banquero dijo que se trata de un inminente peligro. —¿De qué peligro se trata? —No lo sé. —Déjame ver esa carta. El criado entregó la carta. […] *Cuentos escogidos de Machado de Assis, selección, traducción y notas de Jhony Alexánder Calle, prólogo de Elkin Obregón, Editorial Universidad de Antioquia, 2016. Notas: 1. Contos de réis es una expresión usada en Brasil y en Portugal para denominar un millón de réais, siendo réais el plural de real, que significa: de pertenencia del Rey. 2. Aquí se refiere al antiguo mito griego de Dánao, en el que Dánao concede sus cincuenta hijas en matrimonio a los hijos de su hermano gemelo, pero las instruye para asesinar a sus esposos en la noche de nupcias. Todas, excepto Hipermnestra, llevan a cabo su cometido. Por haber matado a sus esposos, cuarenta y nueve Danaides fueron castigadas, en el Hades, a lavar sus pecados llenando continuamente un jarro ahuecado, por donde el agua volvía a salir. 3. En el mismo mito de las Danaides, las cabezas de los cuarenta y nueve esposos degollados fueron arrojadas al pantano de Lerna y, cuando hubieron podrecido, crearon el policéfalo monstruo Hidra de Lerna. 4. Se refiere al último rey de Babilonia (556-538 a. C.), quien ofreció un gran festín en la última noche de su reinado, en el transcurso del cual aparecieron en la pared tres palabras: Mené, Tequel, Perés. En esa misma noche Baltasar murió.
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UdeA ofrecerá Doctorado en Derecho El Ministerio de Educación otorgó registro calificado al programa de Doctorado en Derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, mediante la Resolución 20237 del 26 de octubre de 2016, que da vía libre para que se pueda ofrecer el posgrado durante los próximos siete años. El doctorado, el segundo de su tipo que se ofrece en una universidad pública —el primero lo adelanta la Universidad Nacional, sede Bogotá—, es la consolidación de un proceso académico que ha comprometido la voluntad, el conocimiento y el esfuerzo de muchas personas y que lograron la puesta en marcha del pregrado de Derecho en regiones en 2004, la Maestría en Derecho en 2005, la reforma curricular de 2010. El camino que hoy desemboca en el doctorado en derecho inició oficialmente en 2012 con un comité que se propuso consolidar un documento maestro con los requisitos del Ministerio de Educación Nacional, MEN, que fuera el resultado de las discusiones acerca del enfoque que se debía dar al programa. Cuando se consideró que estaba listo, los pares amigos revisaron el trabajo e hicieron una visita en el segundo semestre de 2015 para aportar observaciones y recomendaciones y, finalmente, se sometió a dos debates en el Consejo Académico, quien lo aprobó y lo envió al MEN. El Consejo Nacional de Acreditación nombró los pares evaluadores que hicieron una visita en abril de este año para verificar que se cumplieran las condiciones de calidad. “Su concepto fue favorable, pues si bien la sala pidió un ajuste en dos puntos, estos se cumplieron a tiempo y nos dieron el registro; lo cual es un logro grandísimo para la universidad pública que es la única de la región que va a cumplir las expectativas doctorales en derecho”, afirmó la decana Clemencia Uribe Restrepo. De esta manera, el programa de educación avanzada en derecho que surge es un posgrado interdisciplinario, pluralista en lo teórico y metodológico, y con una fuerte orientación crítica. A diferencia de otros doctorados, no se inicia con el proyecto de investigación sino que va a tener unos seminarios durante un año que promueven el diálogo con ciencias sociales. Serán cuatro: epistemología de ciencias sociales y derecho como relacionándolo con derecho y sociedad, métodos de investigación, teorías críticas del derecho y un cuarto sobre los procesos de formación del derecho, explica el profesor Gabriel Ignacio Gómez Sánchez, miembro del Comité y líder del Grupo de Investigación Derecho y Sociedad. “Este es un proceso que puede durar 8 semestres más o menos. La idea es que sea un doctorado de pocas personas, es decir, unos 4 o 5 estudiantes que estén de tiempo completo dedicados a la investigación y a este proceso, entendiendo que el programa no es para abogados prácticos sino para investigadores que utilizan el derecho en un contexto latinoamericano y colombiano”, recalca Gómez Sánchez.
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Vilma María Piedrahita primera toda la vida “Las mujeres éramos excepciones raras en las universidades. Cinco mujeres entre más de cien hombres. Nos veían rarísimo...”
Fotos: Luis Javier Londoño Balbín
Por SERGIO ALZATE* sergio.alzate91@hotmail.com
C
on ochentaidós años, Vilma María Piedrahita sigue activa dentro del mundo de la nefrología. Hace poco viajó a Bucaramanga para asistir y hablar en un simposio sobre este campo especializado de la medicina. Unas semanas antes de ese viaje, en el Día Clásico de la Universidad de Antioquia, ella recibió la distinción Orden al Mérito Universitario Francisco Antonio Zea, categoría oro. “Con mucho honor la recibí, porque creo que esto no es una distinción para mí sola, sino para todas las mujeres que no pueden ser homenajeadas y que en mi nombre la reciben”, dice la profesora, quien durante más de cinco décadas formó médicos en la Alma Máter. “Es que esto es reconocer que acá fuimos capaces de sobrepasar esa idea que había de que las mujeres solo podíamos ser amas de casa, cuidando los niños y al marido. Demostramos que podíamos ser todas las cosas: profesionales, esposas, madres, ciudadanas”, agrega. La historia de Vilma María Piedrahita, una de las primeras mujeres en estudiar medicina en la Universidad de Antioquia y primera nefróloga del país, comienza en 1952, cuando con dieciocho años decide estudiar medicina. “Las mujeres éramos excepciones raras en las universidades. Cinco mujeres entre más de cien hombres. Nos veían rarísimo, pero luego nos trataron igual que a los muchachos”, cuenta, mientras explica que el apoyo de sus padres y la apertura de la Universidad de Antioquia fueron fundamentales para hacerle
frente al estigma que decía que la mujer, en esas épocas, era un ser cuyos dominios empezaban y terminaban en el hogar. Luego vendría una estancia en Valparaíso, Chile, por recomendación del médico salubrista Héctor Abad Gómez, que la haría plantearse la posibilidad de especializarse en pediatría. En 1962 se graduó como pediatra en la Universidad de Antioquia y, gracias a una beca, estudió nefrología en la Universidad
de Harvard, mientras asistía al hospital infantil de Boston y aprendía sobre todo lo relacionado con el riñón. En 1967 le ofrecieron quedarse como nefróloga del hospital, pero Vilma María respondió “no, si vine a aprender una especialidad que en mi país no hay es para regresar a Colombia y poner al servicio de la comunidad este conocimiento”. Medellín en los años setenta era una lucha constante para modernizar la infraestructura de la ciudad,
En el acto de reconocimiento que le tributó la Universidad de Antioquia en el Paraninfo, su nieta no la desamparó un solo segundo.
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para así impactar positivamente en la salud pública de sus habitantes, en especial en la de los niños. “Por la falta de higiene en las aguas o en la leche, teníamos muchos niños con diarrea en las salas pediátricas. Había que poner mucho suero para rehidratar”, recuerda la pediatra. “Y cuando llegué con el conocimiento de la nefrología, hubo mucho interés por esto nuevo, por aprender cómo ayudar a los niños con esas enfermedades del riñón y evitar que se convirtieran en situaciones crónicas, que requieren diálisis o trasplantes”, relata. Cuenta que la mayor dificultad era la falta de implementos para desarrollar las investigaciones y atender los casos. Pero, gracias a su esfuerzo y al aporte de una ONG estadounidense, fundó el Servicio de Nefrología Infantil del Hospital Universitario de San Vicente Fundación. También recorrió Colombia enseñando nefrología. Estas acciones en pos de la medicina para el país, además de su trayectoria como docente, decana de la Facultad de Medicina —primera y única mujer hasta el momento en ese cargo— y rectora encargada de la Universidad, le permitieron recibir a la profesora Vilma María la Orden al Mérito Universitario Francisco Antonio Zea. Igualmente, también en 2016, la Gobernación de Antioquia la resaltó como la “Antioqueña de Oro”, por sus aportes en favor de la sociedad. “Pero yo pienso que el honor más grande es ser maestro de maestras, porque si uno educa una persona, lo que uno está educando es a una familia, una sociedad”, dice, y resalta que en el pasado recibió de la Facultad de Medicina la distinción ‘Maestra de maestros’. “De manera que cuando yo educo a un nefrólogo, le estoy sirviendo a una cantidad de niños que tienen problemas y que se los pueden solucionar bien solucionados. Ningún honor se compara con el de ser maestro. Maestro es una palabra linda”, agrega. La profesora Vilma María no cree que todo pasado haya sido mejor, que las antiguas maneras sean superiores a las generaciones actuales, que los jóvenes hoy sean despreocupados o indolentes. “Si la gente quiere, aprende, no importa lo difícil que sea. Las facultades se han modernizado y a través de internet, la gente está al día. Los médicos y la Universidad de Antioquia están haciendo las cosas bien”, opina. Ella cree que la responsabilidad de sobresalir ya no es una cuestión de un único género. Desde su óptica, el papel de la mujer debe ser igual al del hombre y viceversa: “cumplir bien las obligaciones y ser una persona capaz de estar al día y hacer las cosas bien hechas, con ética y amor”. * Estudiante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Admitidos a la UdeA 2017 - 1
Grupos UdeAMax Planck
Admitidos por estrato socioeconómico
Por SERGIO URQUIJO*
Y Admitidos por género
Admitidos por tipo de colegio
COLEGIOS PÚBLICOS CON MÁS DE VEINTE (20) ADMITIDOS EN EL SEMESTRE 2017-1 Colegio
Municipio
Admitidos
Centro Formativo de Antioquia Cefa Medellín
90
Inem José Félix de Restrepo
Medellín
69
I.E. Liceo Caucasia
Caucasia
55
I.E. San Luis
Yarumal
51
I.E. de María
Yarumal
43
I.E. Técnico Industrial Santiago de Arma
Rionegro
39
I.E. Escuela Normal Superior María Auxiliadora
Copacabana
37
I.E. Concejo de Medellín
Medellín
32
I.E. Normal Superior de Envigado
Envigado
32
I.E. Fray Julio Tobón B.
Carmen de Viboral
31
I.E. La Paz
La Ceja
29
I.E. Lola González
Medellín
25
Liceo Antioqueño
Bello
25
I.E. Josefina Muñoz González
Rionegro
24
I.E. San José
Itagüí
23
Instituto Técnico Industrial Pascual Bravo
Medellín
22
I.E. La Inmaculada Concepción
Guarne
22
I.E. Instituto Técnico Industrial Jorge Eliécer Gaitán
Carmen de Viboral
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I.E. San José Obrero
Medellín
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sergio.urquijo@udea.edu.co
a comienzan a conformarse los tres grupos tándem (conjuntos) que la Universidad de Antioquia instituyó gracias al convenio firmado hace un año con la Sociedad Max Planck de Alemania, la Universidad Nacional de Colombia y Colciencias. La Alma Mater se encargó de la investigación en enfermedades infecciosas, uno de sus fuertes históricos. Los directores de cada grupo, elegidos en una rigurosa convocatoria internacional, están comprometidos con expandir las fronteras de la investigación y generar redes con otros grupos de la Institución y del mundo. En el momento se encuentran evaluando los perfiles de quienes aspiran a hacer parte de los equipos de trabajo en posiciones de maestría, doctorado y posdoctorado. Los grupos tendrán el soporte científico de la Sociedad Max Planck, una red de 72 institutos de investigación básica de Alemania, una de las más importantes del mundo. Así se garantizará la movilidad de investigadores entre ambos países y se buscará construcción de redes que fortalezcan el papel de Colombia en la ciencia mundial. El estadounidense Frank William Ávila Cruz dirige el grupo Mosquito reproductive biology (Biología reproductiva de los mosquitos). Biólogo y genetista hawaiano, tiene un amplio recorrido en biología reproductiva de insectos; en la universidad Cornell logró dilucidar mecanismos de almacenamiento del fluido seminal en moscas Drosophila melanogaster. Ávila Cruz se presentó a la convocatoria llevado por la búsqueda de un lugar estable para desarrollar y ampliar sus investigaciones. “Además, mi esposa es colombiana, y tenía hace años ganas de volver al país, por lo que para los dos era una oportunidad excelente”, comenta. Su plan de investigación en el grupo es conocer los parámetros de almacenamiento de semen en los mosquitos Aedes aegypti, transmisores del dengue, el zika y el chikunguña, con énfasis en ciertas proteínas esenciales para muchos aspectos de la fertilidad y reproducción de estos organismos. Las mosquitos hembra de Aedes almacenan fluido seminal del macho para posterior fecundación, de los huevos. “Si conocemos cómo funcionan las proteínas de este fluido se podría entender cómo disminuye la fertilidad de una especie que transmite varias de las enfermedades más extendidas en el mundo”, explica el investigador. Pilar Cossio Tejada dirige el grupo Biophysics of tropical diseases (Biofísica de enfermedades tropicales). Es física de la Universidad de Antioquia, e hizo su doctorado en la Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati —SISSA—, en Italia, y realizó destacadas estancias posdoctorales en los Institutos Nacionales de Salud —NIH— de Estados Unidos y en el Instituto Max Planck de Biofísica. Allí conoció y se postuló al proyecto del cual es hoy directora. El suyo es el más teórico de los tres grupos. Con métodos analíticos y computacionales, busca explorar las estructuras y dinámicas de las proteínas, esas máquinas biomoleculares esenciales para la estructura y función de todo ser vivo. “Entre mis objetivos centrales está desarrollar un modelo integrativo que combine simulaciones e imágenes, para integrar la estructura de las proteínas y sus dinámicas”, comenta la investigadora. Su enfoque busca además integrar la teoría con las simulaciones y observaciones experimentales. Cossio Tirado confía en que su trabajo en el grupo contribuirá significativamente al avance de la ciencia en Colombia y del área en general. “Los resultados que obtengamos pueden determinar mecanismos biológicos que causan disfunción en las proteínas, e identificaremos características moleculares importantes para el diseño y desarrollo de biomateriales”, señala la investigadora. Jahir Orozco Holguín es químico egresado de la Universidad de Antioquia y dirige el grupo Nanobioengineering (Nanobioingeniería). Tras terminar su doctorado en la Universidad de Barcelona y en el Instituto de Microelectrónica de la capital catalana, con una mención de honor europea, investigó en Estados Unidos, Francia y España, hasta toparse con la convocatoria de los grupos tándem. “Luego de catorce años fuera del país, sentía la necesidad de establecerme, y qué mejor lugar que mi casa, donde puedo revertir en mi propia gente todos estos años de investigación”, expresa Orozco Holguín. Ya en Medellín, el objetivo central del grupo es desarrollar sistemas rayanos en la ciencia ficción: nanomotores, máquinas diminutas que usando reacciones químicas, nanomateriales y biorreceptores, pueden moverse y funcionar a través de células y tejidos y podrían ser usadas para evaluar la interacción entre patógenos y hospederos (es decir, entre el agente que causa la enfermedad y el organismo que la sufre), hasta llevar medicamentos o atrapar a los patógenos (por ejemplo, bacterias). Como ejemplo, Orozco Holguín está comenzando un proyecto para desarrollar un dispositivo electroquímico que permita detectar confiable y rápidamente un virus de dengue y diferenciarlo de sus semejantes: el zika y el chikunguña.
* Periodista de la Vicerrectoría de Investigación, U. de Antioquia.
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Avances en polímeros naturales
De izquierda a derecha: materia prima (capullo del gusano Bombyx mori); polímero obtenido (Carragenina); algunas aplicaciones (Scaffold de Polihidroxialcanoato).
johana.quintero@udea.edu.co
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os polímeros son grandes moléculas constituidas por la unión de moléculas más pequeñas denominadas monómeros, las cuales se organizan formando enormes cadenas, y se pueden clasificar como naturales y sintéticas. Los polímeros naturales se pueden extraer de plantas, hongos y animales y tienen diferentes aplicaciones. Tradicionalmente se han usado los polímeros sintéticos, pero el Grupo de Investigación en Biomateriales, adscrito al pregrado de Bioingeniería de la Universidad de Antioquia, ha adelantado diferentes proyectos de investigación relacionados con los polímeros naturales para aplicaciones médicas, con algunos de los cuales “se pueden hacer membranas, pomadas, ungüentos, hidrogeles, además sirven como sensores y purificadores de agua, entre muchos otros usos”, observa Diana Marcela Escobar Sierra, coordinadora del Grupo. Este interés surgió al conocer todas las características e importancia del uso de estos polímeros, en los cuales los estudiantes de posgrado de Biomateriales adelantan sus investigaciones: “todos se obtienen de fuentes que se consideran desechos, además se pueden cultivar y son renovables; en el proceso de extracción no se provoca un daño ecológico sino que se puede aportar a la ciencia a partir de algo que generalmente se bota o contamina”, agrega Escobar Sierra. Desde su creación en 2003, el grupo de investigación trabaja con polímeros como quitosano, extraído de los caparazones de crustáceos; a partir de 2006 se empezó a extraer de otras fuentes como el hongo Ganoderma lucidum y el Pleurotus ostreatus, con los cuales se trabajaron varios proyectos hasta llegar a las aplicaciones de dicho material en usos médicos.
sano, el grupo de Biomateriales desarrolló un proyecto con el Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales –PECET– de la Universidad de Antioquia, que consistía en el desarrollo de un hidrogel para el alivio de la leishmaniasis, una de las 17 enfermedades clasificadas como olvidadas por la Organización Mundial de la Salud. En esta oportunidad usaron el quitosano y el alcohol polivinílico –PVA– para crear sensores con respuesta a los cambios de temperatura. El quitosano —observa la profesora Escobar— “también lo hemos aplicado en la agroindustria, creando hidrogeles que ayudan al crecimiento y sostenimiento de las plantas, al control de agentes patógenos; también lo hemos trabajado como sensor para detectar cambios de color y de temperatura; hemos hecho membranas faciales y todo lo relacionado con cosmetología; hemos encapsulado medicamentos, entre otros proyectos”. Pero el grupo de investigación también ha utilizado y ensayado con otros polímeros que también tienen importantes propiedades en los campos médico, agroindustrial, alimenticio, como la carragenina, la fibroína, la lignina, entre otros. En la actualidad, el grupo trabaja
Fotos: cortesía del proyecto
Por LEIDY JOHANA QUINTERO MARTÍNEZ*
Uno de los resultados obtenidos de este proceso se trata de plataformas de crecimiento de células (scaffolds) que, según explica la investigadora Claudia Patricia Ossa Orozco, “son cuerpos tridimensionales que tienen porosidad y esos poros están conectados entre sí; cuando la célula está en la superficie de este material ingresa en los poros y así se forma un tejido”. El trabajo con hongos se desarrolló en conjunto con el grupo de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, que ya había patentado el proceso para el crecimiento del hongo Ganoderma lucidum. En 2013, gracias a ese trabajo de extracción de quitosano, el grupo recibió apoyo del Ministerio de Agricultura para desarrollar un proyecto de recubrimiento de frutas. “En éste se buscaba crear una película protectora del banano para que tuviera un menor deterioro durante el transporte, además de conservar las mismas propiedades organolépticas (sabor y textura)”, cuenta la profesora Ossa Orozco. El propósito se logró con el quitosano y la adición de algunos aceites esenciales, retardando el proceso de deterioro. Posteriormente, y continuando con la línea de trabajo del quito-
Integrantes del Grupo de Investigación Biomateriales
en el proyecto de sustitutos óseos inyectables a base de dos polímeros naturales: la fibroína (extraíble del capullo del gusano de seda Bombyx mori), y la carragenina (extraíble de algas rojas), que funcionan como sustitutos combinados con nanobarras de hidroxiapatita (cerámico con características similares a las del mineral óseo). Ossa Orozco, investigadora principal de este proyecto, cuenta que surgió en 2014 trabajando con estudiantes de pregrado de la Facultad de Ingeniería. “Inicialmente nos dedicamos a conocer y optimizar el protocolo de extracción de la fibroína del capullo del gusano. Pasamos luego a la fabricación de los sustitutos óseos inyectables y hasta ahora hemos tenido muy buenos resultados con el proceso que ha optimizado la estudiante de maestría Maritza Buitrago Vásquez”, explica. Hasta el momento se ha logrado generar la formulación de los sustitutos óseos, se han evaluado propiedades como la inyectabilidad (inyección manual del producto en el hueso del paciente), la estabilidad, además se ha verificado la conservación del pH para que el sustituto no dañe las células. En el marco de este proyecto, la estudiante de doctorado Jazmín Icelly González Ocampo realizará en 2017 una pasantía de investigación en la Universidad Northwestern, Boston, Estados Unidos, para profundizar en la evaluación de la relación del sustituto utilizado con las células; además, se espera crear convenios con otras instituciones interesadas en este campo. Este proyecto es financiado por Colciencias y cuenta con la vinculación de la empresa Gentech, que según la profesora Diana Marcela “ha aportado mucho al correcto desarrollo del proceso de investigación, participando en las áreas de desarrollo, escalamiento y futura comercialización de los resultados”. *Comunicadora social – periodista de la Unidad de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería, U. de Antioquia
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Aportes a la investigación sobre el infarto cerebrovascular Por ANDREA OREJARENA TAMAYO* andreaorejarena@gmail.com
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ientras realizaba el doctorado en el Instituto Cajal en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, Gloria Patricia Cardona Gómez, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y miembro del Grupo de Neurociencias de Antioquia, incursionó en el tema del infarto cerebral. En su estancia compartió conocimientos con el docente de la Universidad del Valle, César Arango, y al regresar al país ambos continuaron estudiando la problemática, “pues el infarto cerebral es un asunto con gran pertinencia; en Colombia, por ejemplo, las enfermedades cerebrovasculares (donde se incluye el infarto cerebral) es la tercera causa de riesgo y la primera que genera discapacidad física y mental en el mundo”, asegura la docente. Acompañada de estudiantes de posgrado y de pregrado, Cardona Gómez ha realizado varias investigaciones en torno a las enfermedades cerebrovasculares. Una de ellas, “Unidad neurovascular en el infarto isquémico cerebral: un análisis de recuperación funcional por terapia génica”, fue ganadora en primera categoría del Premio a la Investigación Universidad de Antioquia 2016. Al presentarse un infarto isquémico cerebral, dice la investigadora, se forma un trombo o ateroma (coágulo) que se acumula en las paredes de las arterias y obstruye la circulación de sangre y de nutrientes. Cuando esto ocurre se daña la unidad neurovascular. “Esta unidad está conformada por astrocitos: células que realizan la regulación metabólica y que brindan soporte de glucosa y de nutrientes. Todas ellas trabajando de manera coordinada se encargan de las funciones de cada área del cerebro”, explica. Esta enfermedad es más propensa en personas con vida sedentaria, con una mala calidad de ingesta o una alimentación muy cargada de carbohidratos y de
Foto: cortesía
Profesora Gloria Patricia Cardona Gómez grasas. La profesora explica que un paciente con infarto cerebral desarrolla un cuadro clínico que incluye la alteración motora y del lenguaje, también puede sufrir depresión, pérdida de memoria y de aprendizaje y, con el tiempo, puede desarrollar demencia tipo Alzheimer. Cuando se presenta la falta de oxígeno y posteriormente se suelta el trombo —afirma la investigadora—, la sangre llega al cerebro cargada de nutrientes, generando un evento conocido como excitación (en este caso sobreexcitación). La investigación propone, por medio de la terapia génica (que es una manera de abordar la expresión de ciertos genes alterados), intervenir los genes implicados en la sobreexcitación para evitar la propagación del daño a otras áreas del cerebro y prevenir el deterioro motor y cognitivo que es, a largo plazo, la consecuencia del infarto cerebral. “Con la terapia génica, ejecutada desde un tipo de abordaje molecular, se disminuye o se apaga la expresión de un gen patogénico implicado en el deterioro de la unidad neurovascular. Con esto no solo se pretende que las proteínas encargadas de las conexiones no se pierdan, sino que se busca que
toda la unidad neurovascular funcione correctamente y permita la función motora, emocional y cognitiva. Es como si estuviéramos conteniendo esa onda de expansión”, asegura la docente Gloria Patricia. La investigación —publicada en diferentes revistas internacionales— ha sido probada en ratas y ratones. ¿Qué se hace en el modelo animal? Según la profesora, se asciende un hilo intraluminal por la carótida y se simula un trombo que obstaculiza la arteria. Después de una hora sin riego sanguíneo se destapa la cavidad permitiendo el paso de sangre cargada de oxígeno, generando la onda de excitación exacerbada que provoca el deterioro. Durante el periodo de observación se evidencia que a los ratones se les apagan los párpados, tienen problemas de movilidad en las patas delanteras y traseras y hacen movimientos en círculos si se les levanta la cola. “Hemos logrado demostrar que estos animales se recuperan o se previene en ellos todo el deterioro neurológico y por esto es que es una terapia potencialmente trasladable a humanos”, asegura. Sin embargo, ensayar en personas lo logrado en animales es un
proceso difícil y de alto costo porque se necesitaría un laboratorio más especializado, afirma Cardona Gómez. “Para lograr este paso tenemos que alinear intereses y debe ser, además, un proceso interdisciplinario, no solo en el aspecto académico y científico, sino también de la parte del gobierno o de la empresa que pueda invertir y financiar”, explica. Que el paciente se logre recuperar del todo es un reto importante, dice la docente investigadora, y asegura que el paso a seguir es conectar intereses para lograr hacer un primer ensayo clínico en un paciente y evaluar el efecto a corto, mediano y largo plazo. “Todavía hay muchas cosas que mejorar, pero yo diría que parte de los logros que hemos obtenido, el avance de la investigación que hemos logrado ha sido gracias al respaldo institucional, tanto de la Universidad de Antioquia como de la Facultad de Medicina y toda la logística y la manera como funciona la Sede de Investigación Universitaria”, concluye. *Estudiante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Por ANDREA OREJARENA TAMAYO* andreaorejarena@gmail.com
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a resistencia bacteriana se ha convertido en un problema silencioso de salud que no diferencia entre países y comunidades. El problema es tan grande que la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea, la Organización Panamericana de Salud, la Casa Blanca y otras instituciones han hecho un llamado para visibilizar la problemática e intentar que se tomen medias al respecto. Atendiendo el llamado mundial, Judy Natalia Jiménez Quiceno, profesora de la Escuela de Microbiología de la Universidad de Antioquia y coordinadora del Grupo de Microbiología Básica y Aplicada —Microba—, junto con otros docentes y estudiantes de posgrado y pregrado realizaron la investigación “Desarrollo de un sistema de apoyo a la vigilancia basado en epidemiología molecular para el control de la resistencia a carbapenémicos en Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumanni y Enterobacter cloacae en instituciones de alta complejidad de la ciudad de Medellín”. Los carbapenémicos, dice la investigadora, son antibióticos de última línea dentro de la familia de los betalactámicos, el grupo más importante de antibióticos y más empleados en la práctica clínica. “Trabajamos con las bacterias que causan mayor infección en los hospitales, entre ellas cuatro importantes que son las que se nombran en el título de la investigación. Estas bacterias son un problema hoy porque han aumentado su frecuencia y adicionalmente hay muy pocos antibióticos para tratarlas”, agrega. De acuerdo con los datos de vigilancia de la resistencia, Colombia es uno de los países en Latinoamérica y el mundo con los mayores porcentajes de resistencia a carbapenémicos; en el país, por ejemplo, se presenta el 25,4% de resistencia de Klebsiella a los carbapenémicos, superando los porcentajes en otros países: Argentina (4%), Brasil (4,9%), México (7%) y Chile (8,9%). “El Instituto Nacional de Salud señala que el departamento de Antioquia presenta los porcentajes más altos de resistencia a carbapenémicos en Klebsiella en unidades de cuidados intensivos, UCI, y servicios no-UCI”, observa Jiménez Quiceno, reconocida junto a la profesora Helena del Corral Londoño con el Premio a la Investigación Universidad de Antioquia 2016, en la segunda categoría. En la capital antioqueña se encontró por primera vez en Latinoamérica una cepa de Klebsiella resistente a los carbapenémicos: el mecanismo de resistencia no se
Estudiantes en laboratorio de Microbiología
Foto: cortesía Escuela de Microbiología
Cuando las bacterias se resisten a los antibióticos quedó en esta bacteria sino que pasó a otras especies y géneros bacterianos. Con Pseudomonas aeruginosa también se presentó una situación particular. Estas bacterias también han tenido un mecanismo de resistencia a nivel mundial, pero la investigación arrojó que las cepas encontradas en la ciudad tenían un mecanismo de resistencia proveniente de Klebsiella. “Klebsiella y Pseudomona son dos géneros diferentes de bacterias que pueden causar una amplia variedad de cuadros clínicos como neumonía, infecciones en heridas y quemaduras, meningitis, entre otras enfermedades. Las cepas de Klebsiella y de Pseudomona de nuestra ciudad tienen la capacidad de recibir mecanismos que las hacen resistentes a un gran número de antibióticos y su frecuencia va en aumento”, asegura Judy Natalia. La investigación, publicada en diferentes revistas nacionales e internacionales, pretende hacer una vigilancia en las instituciones y analizar cómo se comportan estas bacterias en el tiempo. “Para estudiarlas no podemos hacerlo con los métodos convencionales que se utilizan en los laboratorios, sino que usamos lo que nosotros llamamos epidemiología molecular y hacemos un estudio, con ayuda de la biología molecular, que nos
permite conocer las características de las bacterias a nivel de su genoma”, explica la docente investigadora. Aunque Colombia tiene unas frecuencias muy altas en resistencia bacteriana, la investigadora explica que este es el primer estudio detallado en torno al tema, pues anteriormente se reportaba únicamente lo conocido en hospitales, pero no se estudiaban sus características. “Lo primero que hicimos fue un acercamiento para saber qué tenemos y así poder manejarlo”, dice. Algunas bacterias pueden tener la resistencia naturalmente, pero muchas otras la generan por presión del antibiótico. Es por esto que una de las grandes conclusiones de la investigación es que, al existir tanta diversidad de bacterias capaces de generar mecanismos de resistencia, es porque existe un abuso de antibióticos. Así lo explica la docente investigadora y dice que una posible solución es cuidar el recurso que se tiene y conservar los más potentes para los casos necesarios. La investigación también busca hacer un llamado a la ciudadanía para que se informe y brinde un mejor manejo del recurso. “La idea es llevar a la comunidad este mensaje para alertar, porque nuestra
inquietud ha sido no quedarnos solo en lo académico, sino que queremos hacer entender que el problema es tan grande que todo el mundo lo tiene que conocer”, expresa la docente y principal investigadora del proyecto. Con la idea de llegar a todas las comunidades, de la investigación se derivó un libro para formar al personal de salud en resistencia bacteriana, para que realice un mejor diagnóstico y manejo de las infecciones. “El mecanismo para generar conciencia es la educación: educar a las madres, a los colegios y no solo a los trabajadores de la salud. Es un problema muy grave que todos deben estar enterados”, asegura. La docente concluye con preocupación que “este problema se convirtió en una batalla: las bacterias muy fuertes, volviéndose muy resistentes, y nosotros tratando, con las pocas herramientas que tenemos, de manejar los pacientes. Digo pocas herramientas porque hemos llegado a una situación donde pasamos de una época dorada con un enorme desarrollo de antibióticos a una época donde hay muy pocas opciones”. *Estudiante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO* angela.agudelor@udea.edu.co
Latina”, y Lina Marcela Hoyos, de la Universidad Pontificia Bolivariana (investigación en prótesis cardiovasculares). Para Forero, “es un honor que la Corporación de Ciencia y Tecnología de Antioquia y Sapiencia me hayan concedido el premio, porque es un reconocimiento al trabajo en el marco de los estudios literarios y las ciencias humanas, un área que no ha sido valorada en su verdadera utilidad en el marco de urgentes transformaciones sociales”. También es un reconocimiento “a la importancia de la reflexión en torno al sentido del crimen en las sociedades contemporáneas, tomando como base la novela negra”, agregó. “Apoyos como este implican el reconocimiento a toda una estrategia académica de colaboración desde los estudios literarios con las distintas vías de solución de conflictos. Si la criminalidad ha estigmatizado a una ciudad como Medellín y al país en general, resulta necesario emprender espacios de transformación de imaginarios para el establecimiento de una nueva identidad ciudadana”, dijo.
La ceremonia de proclamación de todos los ganadores del Premio de fomento a la investigación Alcaldía de Medellín “Medellín Investiga 2016”, será el martes 6 de diciembre, en el Museo de Arte Moderno de Medellín, a las 10:00 de la mañana.
Foto: Ángela Agudelo Restrepo
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os profesores María Patricia Arbeláez, vicerrectora de Investigación, y Gustavo Forero, del área de Literatura de la Facultad de Comunicaciones, y las estudiantes Yesenia Madrigal (del pregrado Biología), y Génesis Palacio y Cindy Tatiana Pineda (del pregrado Microbiología y Bioanálisis) son los investigadores de la Universidad de Antioquia reconocidos por el Premio de fomento a la investigación Alcaldía de Medellín “Medellín Investiga 2016”. Este año se postularon 128 trabajos y candidatos al Premio, una cifra que va en ascenso, con la participación de siete instituciones nuevas. El premio “Una vida dedicada a la investigación 2016” se otorgará a la vicerrectora de Investigación de la Alma Máter, María Patricia Arbeláez, médica y cirujana de la Universidad Pontificia Bolivariana y quien fue decana de la Facultad Nacional de Salud Pública Héctor Abad Gómez, miembro del Consejo Nacional de Salud y consultora de la Organización Panamericana de la Salud. La vicerrectora resaltó que no asume el premio personalmente sino en la dimensión de la Universidad, pues “estas distinciones son fruto de procesos que han sido socialmente construidos”. Recordó que la investigación se hace no solo en el laboratorio, sino también en contacto con las realidades de la población, y que desde ella se participa en la generación de conocimiento. “Ser investigador involucra muchas facetas; es trabajar por una gobernabilidad del sistema de ciencia, tecnología e innovación para el país, es hacer gestión frente a las políticas públicas, es demandar mayor financiamiento”, dijo la directiva, que precisamente está al frente del proceso de normalización e institucionalización de la dinámica investigativa de la Universidad de Antioquia.
Investigación estudiantil
María Patricia Arbeláez Premio a una vida dedicada a la investigación Si Colombia quiere apostarle a un mejor desarrollo, tiene que tener en cuenta el conocimiento como un eje fundamental de la formación de nuevas personas, del impulso a procesos académicos de excelencia y de generación de las transformaciones que la sociedad requiere
“Si Colombia quiere apostarle a un mejor desarrollo, tiene que tener en cuenta el conocimiento como un eje fundamental de la formación de nuevas personas, del impulso a procesos académicos de excelencia y de generación de las transformaciones que la sociedad requiere”, dijo.
Investigación de mayor impacto El premio “Investigación de mayor impacto para la ciudad/región” este año fue para los profesores Gustavo Forero, de la Alma Máter, por su investigación “La anomia en la novela de crímenes en América
Asimismo, tres estudiantes de la Universidad de Antioquia estarán entre los 10 “Jóvenes investigadores de pregrado destacados en investigación 2016”. Génesis Palacio trabajó tres años en “Estudios in-vitro sobre la efectividad y sensibilidad a los compuestos anti-leishmaniasis en especies de leishmaniasis del nuevo mundo transfectadas con la proteína verde fluorescente”, una investigación que involucró la realización de diferentes experimentos para conocer mejor esta enfermedad desatendida; y en la misma línea estuvo Cindy Tatiana Pineda con su trabajo de grado “Construcción de Leishmania tarentolae fluorescente y su utilidad en la evaluación de medicamentos con actividad leishmanicida en laboratorio de bioseguridad nivel I”. Por su parte, Yesenia Madrigal obtuvo el primer transcriptoma (banco de genes) de una orquídea neotropical, que además es la flor nacional de Colombia, la especie Cattleya trianae, depositado en el repositorio de genes del Centro Nacional de Secuenciación Genómica, de la Sede de Investigación Universitaria de la Universidad de Antioquia, en el marco de su investigación “Evolución y expresión de genes candidatos de identidad de perianto Apetala3-like y de la simetría floral TCP-like en Asparagales con énfasis en Orchidaceae”. *Periodista del Departamento de Información y Prensa, U. de Antioquia.
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Red de observación y monitoreo de la atmósfera y los cielos departamentales
“Monica” entusiasma a alcaldes en Antioquia Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO* mediosregionalizacion@udea.edu.co
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El profesor Jorge Iván Zuluaga (foto superior) es un divulgador de la ciencia y promotor de la iniciativa que entusiasma a jóvenes y adultos, estudiantes y campesinos por los fenómenos celestes.
Fotos: cortesía Dirección de Regionalización
as sedes y seccionales del Alma Máter son espacios estratégicos para el monitoreo atmosférico y astronómico, así como para el desarrollo de proyectos que desde la investigación integren los ejes misionales universitarios e impulsen nuevas metodologías para enseñar la ciencia en las regiones. Algunos fenómenos del cielo pueden ser observados desde cualquier lugar del planeta, pero cada región ofrece vistas únicas sobre los cúmulos de estrellas, las nubes, los tránsitos de meteoros y planetas. A través de una serie de charlas sobre astronomía denominadas Antioquia mira al cielo, se reconoce que nuestro departamento cuenta con una ubicación privilegiada para la observación astronómica por tener acceso a los dos hemisferios celestes y por las condiciones de oscuridad que ofrecen las regiones. Desde octubre, la Dirección de Regionalización y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales vienen desarrollando este espacio en el que los habitantes de diferentes municipios antioqueños han podido despejar sus dudas sobre el universo, desde la conversación sobre aspectos relacionados con asteroides, bólidos, estrellas, lunas y nebulosas; esta interacción ha aflorado también los saberes de los campesinos respecto al cielo. “¿Para qué observar el cielo? Aparte de la importancia que esta práctica tiene para los científicos, es importante que las comunidades antioqueñas sean conscientes de sus cielos y de la relación entre astronomía y medio ambiente, que nos sirve para vigilar y analizar los vientos, las nubosidades, el clima, entre muchos otros factores”, dice el coordinador del pregrado de Astronomía, Jorge Iván Zuluaga. Antioquia es observada por satélites meteorológicos que registran aspectos climáticos del departamento, pero poco sabemos acerca de lo que sucede en nuestros cielos, por ello, además de las charlas, se han desarrollado reuniones con los alcaldes de los municipios sedes de la Universidad,
para el establecimiento de la Red de observación y monitoreo de la atmósfera y los cielos departamentales —Red Monica—, a través de pequeñas estaciones instaladas en y cerca de las seccionales y sedes. “Aparte de la gran importancia que tendría para la Universidad, la Red Monica posibilitará el desarrollo de programas relacionados con la apropiación social del conocimiento, el medio ambiente y la tecnología por parte de diferentes entidades territoriales”, destaca Zuluaga. En torno a la iniciativa no solo se han aliado alcaldías como las de Campamento, Caucasia, Yarumal y Puerto Berrío, sino que han surgido propuestas para desarrollar nuevas capacitaciones y charlas en otros municipios. “Esta es también una oportunidad de conversación entre las ciencias naturales, las ciencias sociales y las administraciones locales, lo cual posibilita el reconocimiento de las potencialidades regionales para el desarrollo de nuevos programas académicos y de extensión”, dice el director de
Regionalización, Luis Alfonso Escobar Trujillo.
Experiencias Esperanzados en cazar un bólido, con los ojos fijos en el firmamento y acompañados de binoculares y telescopios, los integrantes de Antares, club de astronomía de la Sede Norte, en el municipio de Yarumal, se desplazan a la ribera del río Nechí, a un lugar llamado Mallarino, que está entre los municipios de Angostura y Yarumal. Allí, lejos de la contaminación lumínica y del ruido, observan las constelaciones y hablan sobre el significado de abandonarse al cielo abierto y sentirse diminuto en medio de ese espectáculo de luces y materia oscura. “Este es un privilegio como pocos, por eso perseguimos los fenómenos que sugieren los calendarios astronómicos y tratamos de encontrar buenos lugares para las observaciones”, manifiesta Yeyson Betancur Restrepo, coordinador del club. Él y treinta personas más integran este equipo que surgió
hace seis años y que en medio de conversaciones, disfruta de las veladas nocturnas y los escenarios rurales antioqueños, que ofrecen increíbles vistas celestes. Para incentivar estas iniciativas y hacer más cercana la ciencia a los pobladores, profesores y estudiantes de Astronomía promueven charlas y talleres en las regiones, como la que dió el profesor Zuluaga —De las estrellas fugaces al origen de los planetas— en la Sede Norte, sobre los exoplanetas, la vida extraterrestre y viajes en el tiempo; o el taller sobre un sistema solar a escala, a cargo del profesor Álvaro José Cano Mejía, en el que absuelve preguntas del auditorio. O la charla Rocas que caen del cielo, en la Seccional Magdalena Medio (Puerto Berrío), o en el Bajo Cauca (Caucasia), donde se reunieron líderes culturales, dirigentes de instituciones educativas, estudiantes y docentes, para abordar la Astronomía, como ciencia del futuro. “Es tiempo de que los jóvenes vean que la ciencia está en su día a día y asimismo que los docentes reevalúen sus pedagogías y estructuren sus clases de matemáticas y física basados en la dimensión encantadora de los fenómenos y no solo en la retórica”, afirma Zuluaga. Después de estas charlas, se ha consolidado un equipo de estudiantes del programa de Astronomía que ha continuado la dinámica de capacitaciones y conversatorios dirigidos a estudiantes y maestros de las instituciones educativas de los municipios de Yarumal y Puerto Berrío, donde quedó expresa la necesidad de conocer otros modos de enseñar la ciencia. “Los docentes de nuestras comunidades nos han hablado de la urgencia de enseñar temas relacionados con matemáticas y ciencia de otra manera, para así poder generar un real interés en los niños y los jóvenes y a través de este proyecto se está cubriendo una parte de esas necesidades”, explica la directora de la Sede Norte, Claudia Juliana Correa Correa. El ciclo termina el periodo 20162 con la charla Asteroides y meteoritos, de paseo por el sistema solar, que se desarrollará para el oriente antioqueño en la Casa del Árbol Centro Creativo, La Ceja. En febrero y marzo de 2017 se retomarán las charlas, esta vez para las regiones Nordeste, Suroeste y Urabá. *Periodista de la Dirección de Regionalización, U. de Antioquia
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Foto: cortesía Facultad de Ciencias Agrarias
Nº 660, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, diciembre de 2016
La hacienda Vegas de la Clara cuenta con ganado criollo blanco orejinegro, BON, y búfalos doble propósito.
Hacienda Vegas de la Clara, certificada en BPG Por CAROLINA MUÑOZ* comunicacionesfca@udea.edu.co
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l Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, otorgó a la hacienda Vegas de la Clara de la Universidad de Antioquia certificaciones en buenas prácticas ganaderas, BPG, para el sistema de producción de leche con búfalas y para el sistema de producción de carne con ganado criollo blanco orejinegro, BON. Adscrita a la Facultad de Ciencias Agrarias, la hacienda está ubicada en el municipio de Gómez Plata, Nordeste antioqueño. Trabaja en la producción de leche de búfalas, buenas prácticas de ordeño, mejoramiento genético para venta de reproductores bufalinos y bovinos BON, pasantías y prácticas de estudiantes de pregrado y posgrado. De acuerdo con el informe de entrega del ICA, los predios de la hacienda están libres de brucelosis y tuberculosis bovina, cuenta con
un adecuado plan sanitario, apropiadas prácticas de ordeño y asegura el bienestar animal, procesos que respaldan las buenas prácticas ganaderas implementadas en el centro de formación. El profesor Mario Fernando Cerón Muñoz recuerda que el hato bufalino se inició en 2012 con el apoyo de la administración y el grupo de investigación GaMMA de la Facultad de Ciencias Agrarias, con el objetivo de fomentar el uso de genética superior para cantidad y calidad de leche. “Predios que promueven el uso de genética superior deben ser los pioneros en la certificación de BPG, porque con el cumplimiento de la normativa se garantiza en buena medida la trazabilidad dentro del sistema de producción, mediante el uso de la identificación de los animales, manejo de registros, control de enfermedades zoonóticas, inocuidad de la leche, control de costos de producción y bienestar animal”, asegura Cerón Muñoz. La certificación también aporta a la calidad de la formación de los estudiantes de la Facultad, pues involucra la apropiación del conocimiento y el desarrollo de
procesos que mejoran las condiciones de la producción animal que garantiza productos inocuos para el consumo humano. “Mejoramos las prácticas ganaderas en el sistema de producción de leche doble propósito y producción de ganadería de carne para que con la certificación seamos referencia para nuestros estudiantes y los productores de municipios como Barbosa, Gómez Plata, Santa Rosa de Osos, Yolombó y Santo Domingo, y así replicar los procesos por medio de la docencia y extensión”, asegura Sebastián Pineda Sierra, administrador de la hacienda.
Liderazgo en buenas prácticas ganaderas La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia ha generado un desarrollo social y económico del sector rural antioqueño a través de la ejecución de proyectos tendientes a la implementación de buenas prácticas ganaderas y monitoreo de rebaños dedicados a la producción de leche y carne. Los proyectos contemplan el acompañamiento en control geren-
cial de hatos, con un apoyo contundente al Instituto Colombiano Agropecuario en la certificación en hatos libres de brucelosis y tuberculosis (más de 100 predios), identificación de animales (más de 20.000 animales), implementación de BPG (en más de 700 predios) y certificación en BPG (57 predios), localizados en más de 70 de los 125 municipios del departamento de Antioquia, con apoyo a la comunidad rural en los procesos sociales y ambientales para la sustentabilidad de los sistemas productivos. La Universidad, a través de la Facultad de Ciencias Agrarias, se ha convertido en una de las entidades públicas con más trayectoria en el país en la implementación BPG y el trabajo conjunto con el ICA, según el cual hasta 2015 se han logrado certificar en Antioquia 247 predios para BPG en ganadería de leche, de los cuales 103 (el 42%) han participado de algún proyecto con la Universidad de Antioquia y de estos 57 (el 23%) se han certificado con el apoyo directo en proyectos ejecutados por la Universidad. *Periodista de la Facultad de Ciencias Agrarias, U. de Antioquia.
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Contemporáneas e invisibles compañeras: las sustancias xenobióticas Por LÍA ISABEL ALVIAR RAMÍREZ* lia.alviar@udea.edu.co
Fotos: cortesía
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ucedió: —Doctora, en términos generales ¿qué diferencia bioquímica, fisiológica, anatómica y metabólica existe entre una persona de África, de América Latina y de Europa? —Ninguna… —Si no hay diferencias ¿por qué razón su empresa produce la sustancia xenobiótica X para África o América Latina y no para Europa? —Mercado. Y ese no es problema de nuestra empresa sino de ustedes y sus gobiernos; si ellos nos compran, nosotros vendemos… La contundente claridad en la respuesta, da cuenta de la forma a través de la cual sustancias ajenas a la naturaleza, o xenobióticas, se han ido acomodando en el devenir bioquímico que hace posible la vida. Por ahorrar gastos de mantenimiento en la fábrica de plaguicidas Union Carbide, moléculas como el isocianato de metilo, contenidas en grandes recipientes, escaparon a la atmósfera; pero como la química está en todas partes, reaccionaron produciendo diferentes gases que el viento transportó hasta el poblado y, como cesar de respirar no es una opción, en la primera semana murieron entre 7.000 y 10.000 personas; otras sintieron los ojos quemarse… en fin, alrededor de 600.000 padecen las consecuencias, ceguera, sordera y varias enfermedades crónicas. En nuestra querida Colombia, un día de graduación en 1967, el rutinario desayuno con pan quitó la vida a 78 personas, en su mayoría jóvenes y chiquitines… dicho producto había sido amasado, por accidente, con otra sustancia xenobiótica llamada comúnmente folidol. El médico toxicólogo de la Universidad de Antioquia, Darío Córdoba Palacio, entonces señaló que al meter el pan al horno, después de haber homogenizado la masa, el calor produjo el gas paraoxón, que fue inhalado por quienes ingerían el pan, con los resultados ya descritos. Innumerables son los sucesos dolorosos que podrían traerse a colación para persuadir a la sociedad de la necesidad de evitar ligerezas en el uso de muchas de las sustancias que invisiblemente acompañan el paso de cada ser humano por la vida. La ignorancia en este aspecto proporciona grandes
La naturaleza puede controlar poblaciones de insectos perjudiciales para los cultivos; la biodiversidad propicia el parasitismo, como esta larva de mariposa, poblada de capullos del insecto parásito.
La naturaleza puede controlar poblaciones de insectos perjudiciales para los cultivos; la biodiversidad propicia la depredación, como esta larva consumidora de pulgón, llamada mariquita o vaquita de San Antonio. réditos a las empresas productoras, que en no pocas ocasiones, sin escrúpulos, estimulan su consumo amparadas en la ignorancia o el desinterés de autoridades y consumidores. Sin embargo, la invisibilidad de las sustancias puestas bajo análisis en este artículo, toma visos más preocupantes cuando se hace conciencia en el hecho de que algunas son de uso permitido en pequeñas dosis… que sumadas ocasionan preocupantes efectos, muchas veces hasta difíciles de relacionar. La tartrazina y el triclosán, para no ir muy lejos, dado que son de uso cotidiano, se pueden estar expresando en la salud humana desde sus efectos crónicos: La tartrazina es un colorante nítrico bastante utilizado, el cual
se ha encontrado relacionado con reacciones alérgicas como prurito, asma, rinitis, entre otras. El triclosán es un antimicrobiano, cualidad por la cual se le usa desde 1997, cuando fue aprobado por la Food and Drug Administration, FDA, misma agencia que hoy señala que se encuentra realizando su revisión científica. La duda que recae sobre este ingrediente es su implicación en daños al hígado. Antes de la Declaración de Río (1992), la industria producía una nueva molécula y el mercado la posicionaba de acuerdo con sus bondades; si más tarde se observaban efectos nocivos, entonces se procedía a investigar la certeza de la relación molécula-daño, actividad que tardaba años mientras la ciencia lograba certezas y los
intereses del mercado se reorganizaban para evitar pérdidas. La Declaración de Río propone, con su principio de precaución, atajar la malsana costumbre de encarar un desacierto solo porque lo ha hecho visible el padecimiento de una porción significativa de la humanidad. Aquí cabe una lamentación: si bien en estricto sentido temporal y de manejo de los tiempos verbales, el pasado sería la forma adecuada de presentar el párrafo precedente, en virtud a la realidad, la redacción en pasado no se ajusta al acontecer… se continúa como antes de la Declaración y la razón como diría la doctora es: “mercado”. El mercado ha ponderado la higiene y el ahorro en tiempo del uso de utensilios plásticos, haciendo caso omiso a que una vez terminado su servicio, es depositado en el bote de la basura, para iniciar un recorrido que a la postre termina como partículas invisibles, en el mar. Hoy ellas suman billones y hacen parte del material consumido por diferentes organismos, con lo cual se instalan en el metabolismo tanto de los seres vivos como del planeta, esparciendo sus efectos tóxicos. Puestas las cosas así, amerita traer a cuento un sencillo ejercicio numérico, pues según el corriente criterio, “tocar el bolsillo, convence…”. Sucede que un vaso plástico desechable para tomar tinto cuesta 100 pesos, tiene un tiempo de uso de 15 minutos y tarda en degradarse 70 años… Sabiendo que 70 años son 36’792.000 minutos y cada minuto cuesta 0,15 pesos, la naturaleza cobraría 5’518.800 pesos por degradarlo… ¿habría quién se animara a pagar esa cantidad por usar ese tipo de material? La presencia casi invisible de las sustancias xenobióticas ha cambiado la faz de la Tierra; sus efectos, algunas veces agudos, la mayor parte de las veces crónicos, deben ser debatidos por la comunidad humana, lo que implica educar para pensar en sentido colectivo. La economía y su alter ego, el mercado, deben plantearse en términos de hasta dónde se puede ejercer un derecho como individuo o grupúsculo y desde dónde ha de sujetarse tal derecho a aquellos que son consustanciales a la especie humana y a la vida. * Profesora de la Facultad de Ingeniería, U. de Antioquia.
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Relevos en los directivos CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Edna Rocío Vanegas Rodríguez, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • David Hernández García, Secretario General.
Elvia María González Agudelo
Álvaro Franco Giraldo
David Hernández García
Carlos Alberto Palacio Tobón
CONSEJO ACADÉMICO Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • Carlos Alberto Palacio Tobón, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Ximena Forero Arango, Decana (e) Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Natalia Gaviria Gómez, Decana (e) Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •Ruth María Agudelo Cadavid, Decana (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • David Hernández García, Secretario General. Invitados: Álvaro Franco Giraldo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Ana María Gutiérrez Giraldo, Directora de Gestión Logística y de Infraestructura • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
Ximena Forero Arango
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n sesión ordinaria del 17 de noviembre, el Consejo Académico designó a la decana de la Facultad de Educación, Elvia María González Agudelo, como representante de las directivas académicas en el Consejo Superior de la Universidad de Antioquia, CSU, para el periodo 2016-2018. González Agudelo, quien reemplaza al saliente decano de la Facultad de Artes Francisco Londoño Osorno, es licenciada en español y literatura, especialista en literatura latinoamericana, magíster en educación en procesos curriculares y doctora en ciencias pedagógicas. Profesora titular de la Universidad de Antioquia, se ha desempeñado como docente en educación básica, en pregrado y posgrado, asesora y consultora en diseño de modelos pedagógicos, y directora de la Seccional Suroeste los últimos tres años.
Comité rectoral Al equipo rectoral también han llegado en el último mes nuevos directivos. En la Secretaría General tomó posesión el 9 de noviembre el hasta entonces decano de la Facultad de Comunicaciones, David Hernández García. Releva en el cargo a la abogada María Isabel Lopera Vélez.
Ruth Marina Agudelo Cadavid
Natalia Gaviria Gómez
A partir del 16 de noviembre la Vicerrectoría de Extensión fue asumida por el profesor Carlos Alberto Palacio Tobón, quien se desempeñaba como decano de la Facultad de Ingeniería. Reemplaza al profesor José Edinson Aedo Cobo. Desde el 1° de diciembre está al frente de la Vicerrectoría General el profesor Álvaro Franco Giraldo, hasta entonces decano de la Facultad Nacional de Salud Pública. Reemplaza en el cargo al profesor Edison Neira Palacio.
Ángela María Franco Cortés
Otros cambios Por su parte, la profesora Ximena Forero Arango fue encargada del decanato de la Facultad de Comunicaciones; en la Facultad de Ingeniería fue encargada del decanato la profesora Natalia Gaviria Gómez, mientras que en el decanato de la Facultad Nacional de Salud Pública fue encargada la profesora Ruth Marina Agudelo Cadavid. A su vez, el Consejo Superior Universitario, en sesión del 8 de noviembre, designó decana de la Facultad de Odontología a la profesora Ángela María Franco Cortés, y decano en la Facultad de Artes al profesor Gabriel Mario Vélez Salazar; así mismo, en la sesión del 29 de noviembre designó decano en propiedad para la Facultad de Ingeniería al profesor Jesús Francisco Vargas Bonilla, quien tomará posesión del cargo el año entrante.
Gabriel Mario Vélez Salazar
Jesús Francisco Vargas Bonilla
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Foto: Luis Carlos Padilla Berrío
Avanzan mesas de interlocución
Claudia Puerta, orientadora metodológica del PDI, explicó que, una vez finalizada esta etapa, se recogerán las propuestas generadas por la comunidad universitaria, entendiendo los consensos y disensos existentes entre los distintos actores institucionales. Luego se procederá al establecimiento de acuerdos comunes que se traducirán en acciones, las cuales serán consignadas en un documento final del PDI. Este será analizado por el Consejo Académico para, finalmente, ser entregado al CSU.
Por LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO* periodismo.pd@udea.edu.co
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studiantes, egresados, docentes, jubilados y personal administrativo de la Universidad de Antioquia tienen como objetivo acordar las directrices que se incluirán en el documento final del Plan de Desarrollo Institucional, PDI, que deberá ser aprobado por el Consejo Superior Universitario, CSU, durante el primer trimestre de 2017 y regirá hasta 2026. Seis mesas de interlocución, con 30 participantes cada una, abordan los seis temas estratégicos que contemplan las bases estratégicas del PDI aprobadas por el CSU en septiembre pasado. Desde el 1° de noviembre hasta el 10 febrero de 2017 se realizarán las ocho sesiones previstas para cada una de las mesas de interlocución. Mesa 1: Formación integral y generación de conocimiento para el impacto pertinente, innovador y transformador en los territorios, en interacción con el mundo. Los ejes misionales de la Universidad (docencia, investigación y extensión) son las temáticas centrales abordadas en esta mesa. El uso de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC, la cobertura institucional, la relación Universidad - Empresa - Estado y el vínculo de la institución con la sociedad
son algunos de los subtemas que se han tratado en este espacio. Para Laura Isaza, estudiante de Pedagogía Infantil, es de vital importancia escuchar la voz de los estudiantes en la construcción del Plan. “En la docencia es muy importante el asunto de la formación integral, que se debe fortalecer, teniendo en cuenta algunos deseos de los estudiantes, de manera que nosotros podamos participar en el proceso de investigación en la Universidad”, afirmó. Mesa 2: Ciclos de vida de la comunidad universitaria. Diversos asuntos intervienen en la deserción de un estudiante y uno de los que tiene mayor impacto es el tema vocacional. Los asuntos que cobran mayor relevancia son el ingreso, la permanencia y el egreso estudiantil; la labor docente y administrativa, así como la relación que establece la Alma Máter con egresados y jubilados. Al respecto, el profesor de la Facultad de Educación, William Estrada, dijo que “los profesores de cátedra no tenemos voz ni voto en la Universidad. Una propuesta para solventar este problema es que el docente de cátedra tenga participación, no solo en la docencia, sino también en la investigación y la extensión”. Mesa 3: Gobierno, democracia y convivencia. Entre los temas están la seguridad en la Institución y la sana convivencia de los actores
universitarios. Además, varios de los asistentes concuerdan en que es necesario realizar reformas al Estatuto General de 1994 de la Universidad de Antioquia. William Fredy Pérez, docente del Instituto de estudios Políticos, manifestó que en la Universidad se pueden distinguir fenómenos de informalidad, de ilegalidad y de delincuencia. Los miembros de la mesa coincidieron en que es necesario separar estos conceptos. Mesa 4: Gestión universitaria y del financiamiento. Algunos de los asuntos tratados en este espacio son la normatividad institucional, la infraestructura física y dotación de la Alma Máter, la gestión administrativa y financiera, la labor de las comunicaciones en las relaciones institucionales y el avance tecnológico. Humberto Franco, coordinador de la IPS Universitaria, advirtió que hay que revisar qué pasa con el gobierno universitario ante el fracaso financiero de algunas corporaciones con las que la Institución establece convenios y alianzas. “Se corren riesgos cuando la Universidad de Antioquia tiene que salir a responder por estos recursos”, apuntó Franco. Mesa 5: Construcción de paz con equidad e inclusión. “Cuando perdemos el equilibrio y la alegría, en ese momento perdemos la paz. La formación para la paz es encontrarnos primero a nosotros
mismos, quiénes somos, no es solamente hablar del conflicto, sino del ser humano”. Con estas palabras, Abadio Green, coordinador del Programa de Educación Indígena, hizo una crítica más allá de las armas y la muerte. “La paz no es la ausencia de conflicto, pues este es inherente a la vida misma”. En esta mesa se incluyeron asuntos en torno a la formación para la paz y la convivencia en el marco del posconflicto. También quedaron de manera explícita las políticas de equidad e inclusión para todos los actores universitarios sin distinción de etnia, sexo, ideología política, confesión de fe o capacidades físicas diferenciales, entre otros ámbitos abarcados dentro de la población universitaria. Mesa 6: Contribuciones de la Universidad a la gestión del ambiente y a la biodiversidad. Ana Mercedes Montoya, coordinadora del área de Gestión Ambiental, advirtió que la Universidad no tiene un plan de gestión ambiental en estos momentos. “A pesar de que se han generado propuestas, estas no han sido aprobadas”, dijo Montoya. Los miembros de esta mesa están de acuerdo en que la Alma Máter tiene un deber con la preservación del ambiente, tanto dentro como fuera de sus instalaciones, pues hay serios problemas de contaminación que afectan la salud de la comunidad universitaria. *Periodista Plan de Desarrollo Institucional
Comité editorial: Edison Neira Palacio • David Hernández García • Alma Nury López Patiño • Ximena Forero Arango • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Líder de Comunicaciones: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, Sergio Andrés Alzate Sepúlveda, María Alejandra Carmona Valencia, Andrea Orejarena Tamayo • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)
La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)
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Departamento de Información y Prensa Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108, Bloque 16, oficina 336, Medellín Teléfono (4) 2195026 • E-mail: dircomunicaciones@udea.edu.co / almamater@udea.edu.co
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Desafío: poner en marcha el nuevo plan de desarrollo y mejorar los ingresos
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n el balance del año que culmina y las perspectivas en 2017 para la Universidad de Antioquia, el rector, Mauricio Alviar Ramírez, no dudó en señalar la elaboración del plan de desarrollo institucional 20172026 como una de las tareas más importantes que ha acometido en 2016 la administración y la comunidad universitaria, tanto por el proceso de configuración conjunta a partir de la metodología integradora que ha facilitado la participación de una porción representativa de estudiantes, profesores, empleados, egresados y jubilados de todas las sedes, como por el alcance, ni más ni menos que la definición del norte que guiará a la Alma Máter en la próxima década. “Es un proceso importantísimo, tal vez sin antecedentes en la Universidad, que dio como resultado un ejercicio bien interesante de construcción de las bases estratégicas”, dijo el rector, al tiempo que recordó que ahora se cumple la segunda fase, que es la elaboración del plan propiamente dicho, con el trabajo de las seis mesas de interlocución en los aspectos misionales —docencia, investigación, extensión—, financiero, medio ambiente y paz, gobierno universitario, infraestructura y tecnologías. Apartes del diálogo del rector Alviar Ramírez con los medios universitarios, sobre la problemática financiera de la Universidad de Antioquia en particular y del Sistema de Universidades Estatales en general, y los principales logros en frentes como regionalización e infraestructura.
Financiación —En cuanto a la financiación, el problema central de las universidades públicas, incluyendo la Universidad de Antioquia, está en el funcionamiento. Es decir, si bien la Universidad necesita recursos para expandir y mejorar su infraestructura, el meollo del
asunto y lo que ha generado el déficit estructural es el funcionamiento, fundamentalmente la nómina, porque los ingresos crecen al IPC [los recursos que la Nación gira con destinación específica], mientras los gastos crecen cuatro puntos por encima del IPC, en gran medida debido al aumento de la productividad del profesorado y del número de profesores con título de doctorado que implica un aumento salarial significativo. Por el artículo 86 de la Ley 30 de 1992 el Gobierno Nacional no reconoce esos aumentos en productividad, lo que ha generado un hueco muy grande en todas las universidades públicas y, en particular, en la Universidad de Antioquia.
Gestiones —Hemos desplegado una campaña muy grande en el Congreso de la República, en la Asamblea Departamental y en el Concejo Municipal de Medellín para explicarles a los congresistas, a los diputados y a los concejales cuál es realmente la problemática. Necesitamos que el Gobierno Nacional nos reconozca los recursos que las universidades públicas hemos invertido en los últimos 15 años, por el orden de $750.000 millones, por el aumento de la productividad. Estamos solicitando un aporte adicional extraordinario por una sola vez y que, a partir de allí, los ingresos de las universidades aumenten el IPC más cuatro puntos porcentuales. En el ámbito departamental, estamos solicitando a la Asamblea de Antioquia que considere la posibilidad de aumentar el presupuesto para la Universidad de Antioquia, es decir, pedimos más recursos que hagan base presupuestal, para poder garantizar que el déficit se vaya cerrando poco a poco. Hemos propuesto una gradualidad, porque entendemos las dificultades fiscales del Departamento y de la Nación. Y lo propio hemos hecho también con el Municipio de Medellín.
Como parte de las gestiones y de las estrategias para mejorar el presupuesto de la Universidad, hicimos una labor también de convencimiento al Congreso para que no se nos fuera a quitar la estampilla a las universidades, porque sería un golpe muy duro a las finanzas. Gracias a los recursos por estampilla, la Universidad de Antioquia ha podido mejorar toda la infraestructura, realizar investigación, apalancar créditos de Findeter. Hemos logrado que en la reforma tributaria no se vaya a tocar la estampilla. Y lo mismo en el Departamento de Antioquia: hicimos una presentación a la Asamblea Departamental, mostrando todas las bondades que ha tenido la estampilla para la Universidad de Antioquia. A propósito, hay una buena noticia y es que el Municipio de Rionegro ha recuperado la estampilla para la Universidad de Antioquia, que desde 2013 se había suspendido. Con el alcalde Andrés Julián Rendón y el Concejo Municipal de Rionegro se logró recuperar la estampilla y hay otros municipios, como es el caso de Yolombó, que han mostrado interés en establecer la estampilla pro-Universidad de Antioquia.
Descentralización —Uno de los temas que a mí más me interesa y me preocupa es la consolidación de la Universidad en los territorios. ¿Qué hemos avanzado? Lo primero es, como está en nuestro plan de acción institucional, redefinir el modelo de regionalización, tratando de lograr que la Universidad tenga una presencia en las regiones que consulte las capacidades y dotaciones de cada uno de los territorios, que se logre ir formando una comunidad académica en los territorios, como viene sucediendo por ejemplo en el caso de Urabá, donde ya contamos con 25 profesores de tiempo completo. Hemos empezado a estructurar un modelo de regionalización
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
en donde esa comunidad académica se organice en torno a grandes temas del conocimiento. Para Urabá también tenemos este año ya la posibilidad de contar con unos recursos adicionales provenientes del Cree, para terminar la sede de Apartadó. Lo mismo en Caucasia, se lograron unos recursos para avanzar en la mejora de la infraestructura de la seccional Bajo Cauca. En Oriente, ya se ve mucho más cerca la dotación de los laboratorios de Ingeniería y Ciencias Exactas. En Sonsón, gracias al apoyo y a las donaciones que nos ha hecho el doctor Gabriel Isaza, vamos a poder mejorar también la infraestructura física: el Municipio acaba de entregarle a la Universidad los predios donde está la sede. En el Nordeste tenemos un proyecto con EPM muy importante, en donde estaba ubicado el campamento del Tablón; estamos en las gestiones para que esa infraes-
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Misión Japón A finales de noviembre el rector Mauricio Alviar Ramíres hizo parte de una misión colombiana a Japón, invitada por la Embajada del Japón en Colombia, para buscar mecanismos y formas de cooperación académica, científica y cultural en todas las áreas del conocimiento. El viaje incluyó la visita a la Agencia de Ciencia y Tecnología Japonesa, a la Universidad de Tsukuba, la Universidad de Sofía, a la Agencia Aeroespacial del Japón y al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. “Encontramos toda la disposición, recursos humanos y financieros del Japón para desarrollar proyectos con la Universidad de Antioquia, no solamente de movilidad estudiantil y profesoral, sino también de cooperación científica, en áreas como la biotecnología, con nuestro nuevo programa de Ingeniería Aeroespacial, y en temas sociales con la Universidad de Sofía a través del Instituto Iberoamericano”, informó el rector. “La tarea importante que quedó de esta misión —agregó— es que en junio del año entrante va a venir una misión japonesa, de científicos de las áreas de biotecnología, ingenierías, en particular de materiales, y de la Universidad de Sofía, también de directivos de la Agencia de Ciencia y Tecnología Japonesa, van a venir a la Universidad de Antioquia, con el apoyo de Colciencias, el Ministerio de Educación e Icetex, a hacer una serie de talleres en Colombia, Bogotá y Medellín, para empezar a trabajar en proyectos concretos de cooperación científica, y pasantías de profesores y estudiantes a esas instituciones del Japón.
deportiva y de Bienestar, como la modernización de la dotación del gimnasio multifuncional en el Coliseo y la remodelación de las canchas de tenis, y hemos empezado la construcción de un gimnasio al aire libre en la zona aledaña al estadio, con el ánimo de hacer también una contribución al deporte y a la formación integral de nuestros jóvenes. tructura pueda ser utilizada por la Universidad con el apoyo de todos los municipios de la región. En el Suroeste, la Fundación Julio C. Hernández ha puesto a disposición las instalaciones modernas que tiene en La Pintada, donde la Universidad ya empieza a tener una oferta que queremos consolidar en lo que podríamos llamar una especie de multicampus: tenemos nuestra sede propia en Andes, pero vamos a tener esa sede alterna en La Pintada, y eso también fortalece mucho la presencia de la Universidad en el Suroeste.
Infraestructura —Definitivamente la Universidad de Antioquia tiene que dar un salto grande en los próximos años en infraestructura, en particular en la Ciudad Universitaria. En este campus ya no cabemos, está completamente saturado; ya
se llegó la hora de ampliar estos espacios, y estamos en la búsqueda de opciones. ¿Qué se tiene por ahora muy avanzado? Lo que yo he denominado el Distrito de la salud, en el lote que había adquirido la Universidad en los antiguos talleres de la Editorial Bedout hace unos años, para el traslado de la Facultad Nacional de Salud Pública. La idea es adquirir toda la manzana para construir una infraestructura para toda el área de la salud, todo un complejo de salud para la ciudad, para la región y para el país, que obedezca a un modelo académico y a una visión que estamos planteando con toda el área de la salud como un mecanismo de integración de los saberes. Pero también con otros recursos que se gestionan por fuera, como la Fundación Universidad de Antioquia y la CIS, hemos logrado avances significativos en infraestructura para el área
Paz —El compromiso de la Universidad de Antioquia con el proceso de construcción de paz es absoluto, no solamente desde la reflexión, desde los estudios que hace la Universidad, sino desde la participación directa en muchos proyectos que involucrarán inclusive la participación de excombatientes. Es el caso del proyecto que tiene que ver con la empresa agroindustrial “Antioquia siembra”, donde vamos a poner la investigación, el conocimiento científico, al servicio de la mejora de la productividad en las áreas rurales, con un ejercicio piloto en la Hacienda La Candelaria, en Caucasia, que va a ser un laboratorio permanente de producción agrícola en cacao, cítricos y otros productos, ganaderías, bosques. Va a implicar la formación, la capacitación, no sólo de nuestros estudiantes, sino también de productores rurales, y muy probable-
mente también de excombatientes de la región. También hay una gran expectativa con los procesos de paz con las Farc y el ELN, sobre todo por la reducción de los disturbios en la Universidad y por la opción de generar, por la vía del diálogo, un ambiente mucho más propicio para la academia. Eso lo hemos visto este año, en el cual realmente el número de disturbios ha sido mínimo. Y yo estoy convencido de que en eso ha tenido que ver el resultado del proceso de diálogo en La Habana, y ojalá logremos lo mismo con el ELN.
Responsabilidades y retos Para 2017 tenemos que tener sin lugar a dudas el Plan de Desarrollo Institucional, y no solamente tener el plan sino empezar a implementarlo. Lo otro es avanzar fuertemente en el Plan de Acción Institucional, en lo que nos habíamos propuesto de reformas, de normas universitarias importantes, que hay que ajustar, de acuerdo a cómo evoluciona el conocimiento, la sociedad. Y otro tema que para mí es fundamental es consolidar la presencia de la Universidad en las regiones con todos estos cambios que queremos introducir de fortalecimiento de la presencia académica en los territorios.
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Foto: archivo Alma Máter
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Educación para el posconflicto Por ÁNGELA AGUDELO* angela.agudelor@udea.edu.co
“
Las personas que conforman la sociedad en Colombia son el producto de nuestras escuelas y de lo que hacemos en la educación formal, no formal e informal. Ese es el gran problema de este país”, sostiene la decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, Elvia María González. Su propuesta es que “debemos recorrer toda la Constitución y armar nuestros currículos desde esa visión de país y no seguir entrenando los niños solamente en matemáticas y en español; no podemos creer que solamente con esas dos asignaturas los niños pueden ser felices y tener una vida que aporte a la sociedad”. La decana de Funlam, Olga Cecilia Vásquez, piensa que el mayor esfuerzo del Ministerio de Educación Nacional se debe centrar en la formación de sujetos políticos, desde el conocer y desde el ser. De ahí que sea necesario “unir el tema de la formación de maestros a la formación de cara al posconflicto y al reconocimiento de la historia del país”. En la misma línea, la profesora Dora Inés Arroyave, de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura, insiste en la urgencia que hay de formar a los maestros en ejercicio y a aquellos de formación inicial para el redireccionamiento de las prácticas pedagógicas. “Debemos pensar
que nos necesitamos reinventar y que necesitamos el apoyo de otros profesionales sensibles frente a la situación de los adolescentes, sean víctimas o victimarios, para aportar a la reconstrucción del tejido social desde ese rol social”, dice. Plantea que en el proceso educativo, las instituciones del sector no pueden trabajar de manera aislada sino mancomunadamente, con la sociedad, la empresa, el Estado y las comunidades, para formar sujetos diferentes, mediante unas apuestas de país pero también de los maestros. La directora de la Escuela de Idiomas de la Alma Máter, Paula Andrea Echeverri, habla de vincular dos escenarios de enseñanza: los espacios que los maestros comparten con los estudiantes y los mismos currículos, para promover la interculturalidad tanto con otros países como con las comunidades colombianas. “Me tengo que poner en la perspectiva del otro para poder decir que nos entendemos”, observa, para explicar que más que del uso de unos nuevos códigos, se trata es de fomentar la convivencia en cada espacio y con diferentes grupos étnicos mientras se aprende a hablar otras lenguas.
Acceso y atención En ese sentido, la directiva de la Universidad Cooperativa, Claudia Puerta, señala frente a las nuevas realidades del posconflicto, que un reto es generar el marco general de cualificación para acceder, desde los distintos campos, a la educación: formación para el trabajo,
educación superior y articulación con la educación básica media; es decir, la operativización de la educación terciaria”. Advierte que “si se cierran las puertas a la virtualidad, se pone en jaque toda la flexibilidad de los programas de licenciatura en la ruralidad”, al tiempo que resalta la importancia de que haya una pedagogía de la alternancia, pues “las personas reinsertadas a la vida civil tendrán que combinar las opciones laborales con las opciones de formación, y ¿cuál es el sitio para eso? La ruralidad”. Por su parte, el jefe del Departamento de Extensión y Educación a Distancia de la Facultad de Educación de la Alma Máter, Hugo Buitrago, plantea que el Ministerio de Educación Nacional “tendría que definir una política pública muy clara de formación de maestros en atención educativa a los niños y niñas víctimas del conflicto armado”, con propuestas pedagógicas, didácticas y metodológicas. Pero falta estructura. “Sin las estructuras, los presupuestos, los docentes, será muy poco lo que se puede hacer”, lamenta el exdecano de la Facultad de Artes de la misma institución, Francisco Londoño. Expone el caso del profesor de artes plásticas que al no contar con la formación y las didácticas de las artes, lo que hace en el salón de clases es poner a los niños a colorear un dibujo. El directivo señala que las estructuras de formación artística en el país son bastante precarias. “La educación artística debería ser parte esencial de la formación de
los niños y jóvenes; pero en este país no lo es. Entonces, de ahí partimos”, agrega. El Plan Decenal de Educación debería disponer “más tiempo para que las instituciones educativas puedan implementar programas que verdaderamente impacten el desarrollo del estudiante en educación física, deporte educativo, actividad física y salud, recreación y artes”, áreas que en otros países se consideran esenciales en el desarrollo integral del ser humano, agrega la directora del Instituto Universitario de Educación Física, Gloria Castañeda. Precisamente la propuesta para que todos los niños y jóvenes del país tengan una jornada única de estudio, planteada por los decanos y directores en una carta abierta al Ministerio de Educación a propósito del Plan Decenal de Educación para Colombia 2016-2025, busca contribuir a que los estudiantes identifiquen sus múltiples inteligencias mientras habitan las instalaciones educativas. Una jornada estudiantil más larga brindaría más posibilidades de realización de actividades complementarias al proceso formativo y el descubrimiento de talentos en las artes, las ciencias y el deporte. “¿Cómo no va a ser mejor que los niños estén estudiando a que estén vagando?”, pregunta el decano frente a fenómenos como “la aculturización que sufren nuestros niños por las presiones de la globalización y de los medios”. *Periodista del Departamento de Información y Prensa, U. de Antioquia.
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Discapacidad y educación superior Panoramas y desafíos Por MARIELA RODRÍGUEZ ARANGO*
Otra de las problemáticas más críticas es el derecho a la educación, el 33,3% no tiene acceso a la educación, pero del 66.7% que accede, el 29,1% no logra terminar la primaria, tan solo el 2,34% ingresa a algún nivel de educación superior, se gradúa solo el 1% y únicamente el 0,1% logra realizar estudios de posgrado. Según esto es confirmatorio el análisis del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), al considerar que el nivel educativo de las personas con discapacidad en el país es mucho menor comparativamente con el resto de la población.2 No obstante, para el año 2014, los datos estadísticos muestran algunas modificaciones en educación superior, pues según el Ministerio de Educación Nacional se estima 5.4% en acceso, aunque deberemos avanzar en garantizar el mismo porcentaje para graduación3.
mariela.rodriguez@udea.edu.co
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En la UdeA En la Universidad de Antioquia, según el sistema de información institucional MARES (Matrícula y Registro Estudiantil, 2016-1), se encuentran matriculados en pregrado 129 estudiantes con discapacidades relacionadas con limitaciones sensoriales y motrices. En discapacidades sensoriales 90 estudiantes distribuidos en: 1) discapacidades visuales 73, clasificados en 62 con baja visión y 11 “invidentes”, y 2) discapacidades auditivas con 17 estudiantes con hipoacusia. En discapacidades motrices se han identificado 39 estudiantes, 24 con “compromiso de miembros
las actitudes negativas y falta de formación del profesorado y de los demás compañeros acerca de la discapacidad, las barreras en las prácticas pedagógicas, didácticas, curriculares, de enseñanza y evaluación, la incorporación de la TIC, las innovaciones pedagógicas y el vacío político, pues pese a la existencia de marcos normativos específicos, estos no se traducen aun en realidades para su cumplimiento en el reconocimiento de los derechos específicos como personas con discapacidades y muy especialmente en su trascendencia hacia marcos de referencia en la diferencia y la diversidad no excluyente. 1. Hall, Stuart (2003): “¿Quién necesita ‘identidad’?”, en Stuart Hall y Paul du Gay, Cuestiones de identidad cultural, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 13-39. 2. Panorama de la inclusión en la Educación Superior en Colombia. Agosto 26/2013. Centro virtual de noticias de educación Ministerio de Educación Nacional. 3. Ministerio de Educación Nacional, INCI e INSOR. Orientaciones Generales para la atención educativa de las poblaciones con discapacidad en el marco del derecho a la educación. Documento de Trabajo, 2012. Págs. 26 y 56. Boletín No 6. Observatorio Nacional de Discapacidad - junio - diciembre de 2014. 4. Datos tomados de documento Vicerrectoría de Docencia. Proyecto CREE UdeA 2015-2018. Vigencia 2015-2016.Elaborado por Patricia Estrada. Coordinadora Programa Permanencia con Equidad. *Docente de la Facultad de Educación. Coordinadora de la línea de acción en inclusión del Programa Permanencia con Equidad de la Vicerrectoría de Docencia. Licenciada en educación especial, magíster en educación, énfasis en cognición y doctoranda en ciencias sociales de la Facultad de Ciencias Sociales, U. de Antioquia.
Foto: archivo Alma Máter
l concepto de discapacidad es un concepto blando, caracterizado por su opacidad y por una dura tensión ética, epistémica, científica, teórica, política, cultural y social, verdaderamente poco solidario en sus aportes y significados pedagógicos que, pese a estas tensiones, nombra a colectivos de personas categorizadas bajo taxonomías médicas diagnósticas, representando así connotaciones sociales estigmatizantes y discriminadoras. Paradójicamente, y como diría Stuart Hall (2003)1 del concepto de “identidad, se trata de un concepto necesario en el plano social, educativo y político, pero que requiere transformaciones, pues en sentido pragmático, cumple una importante función al visibilizar condiciones de vida y realidades sociales por lo general asociadas a inequidades a nivel mundial, posibilitando reconocer retos en derechos e inclusión social y educativa. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo el 10% de la población mundial presenta alguna discapacidad (650 millones de personas), “la mayor minoría del mundo”. La Organización Mundial de la Salud habla aproximadamente de 1.000 millones de personas, para América Latina un estimado de 85 millones, reconociendo por lo general la dupla discapacidadpobreza y múltiples situaciones de desigualdad social en cuanto a oportunidades. En Colombia, según el censo general de población —Departamento Nacional de Estadísticas— (DANE, 2005), de cada 100 habitantes, 7 presenta alguna discapacidad (3.000.000 de personas), lo que equivale a un 6.3% de la población, en una gama de limitaciones para el movimiento, la comunicación, las interacciones sociales, pensar y aprender, escuchar, ver, entre otras, e igualmente afectadas por las mismas situaciones reconocidas a nivel mundial: el 52% se encuentra en edad productiva, pero dadas las restricciones para la inclusión social y laboral, solo el 15,5% desempeña alguna actividad laboral, con ingresos inferiores a un salario mínimo(2.5%).
superiores” y 15 con “compromisos de miembros inferiores”4. En el momento no tenemos estimada ni caracterizada población estudiantil relacionada con discapacidades-limitaciones del desempeño o funcionamiento intelectual, tema que cobra especial importancia para las proyecciones, no solo a nivel interno, sino en general para la educación superior en el país, pues las limitaciones relacionadas con la cognición y la inteligencia representan uno de los mayores retos para el sistema educativo y, por supuesto, para las universidades en general, especialmente en el tema de educación inclusiva y educación superior inclusiva, perspectivas que son recientes en el país; por lo tanto también la emergencia de responder a condiciones equitativas, y de igual forma demandas y desafíos para los desarrollos investigativos en el tema, que a pesar de lo recientes, coinciden en sus conclusiones al identificar tendencias sobre las principales barreras educativas derivadas esencialmente de los modelos mentales acerca de la discapacidad, muy significativamente las barreras actitudinales, que derivan en barreras físicas, comunicativas, para el aprendizaje y la participación, expresadas por ejemplo en las concepciones de discapacidad, especialmente el modelo biomédico centrado en el déficit y en la confusión con la etiología, la atribución de la discapacidad como un rasgo personal naturalizado, mas no como una construcción social,
La Universidad de Antioquia despliega diversas acciones para atender a las personas en situación de discapacidad, como cuando los aspirantes presentan el examen de admisión con la ayuda de un intérprete de lengua de señas.
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Foto: cortesía
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El Plan de Fomento a la Calidad 2015-2018, desde el Proyecto CREE: Permanencia Estudiantil, a través de Vicerrectoría de Docencia, financia las Cátedras UdeA Diversa, dentro de ellas la Cátedra Manuel Zapata Olivella, las mentorías étnicas, Soy capaz en la UdeA, la enseñanza del inglés para indígenas estudiantes, la sistematización crítica del Cabildo Indígena Universitario y los Círculos de Lenguas de la Madre Tierra. En este contexto, permanencia estudiantil significa reconocimiento y valoración de la diversidad.
2017, por la diversidad epistémica*
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n 2017 germinará la diversidad epistémica en la UdeA. Tendremos 16 espacios de formación en torno a la paz, la discapacidad, la cultura y la sociedad, los géneros y las sexualidades, y al pensamiento indígena, raizal y afrodiaspórico. Por primera vez tendremos seis cursos de lenguas ancestrales ofertados por Multilingua (minika, ye´pá mha´sã, wayuunaiki, gunadule, êbêra chamí, kriol) y con una nueva versión de la Semana de las lenguas nativas. El sueño de las comunidades ha sido transformar la episteme dominante que sostiene el abismo entre universidad y sociedad, hombres y mujeres, seres y ecosistemas. Necesitamos una universidad capaz de acoger otros saberes, sentires, sabores, metodologías, visiones de mundo y humanidad. Una que no espere la adaptación de las personas a la especificidad de las disciplinas, sino que esté dispuesta a escuchar e incorporar la gran diversidad de la vida. Ese deseo ya ha amanecido y se inscribe en una agenda de formación para la interculturalidad. Gracias a las voces numerosas es posible pensar en espacios de convivencia en los que se cante, camine, escuche, eleve el espíritu y teja desde otras orillas del conocimiento. A esas voces reunidas les llamamos el Árbol de las Cátedras UdeA Diversa. Desde este árbol esperamos mover cimientos, raíces y certidumbres de la universidad. Expandir la formación más allá del canon de las ciencias permite el reconocimiento
sustantivo de lenguas, culturas, prácticas, modos de ser y estar en nuestro planeta. La universidad se puede reinventar a sí misma con la participación de estudiantes, comunidades e historias de origen. El ejercicio es realizable: basta cambiar el paisaje curricular mediante una perspectiva transversal, fundada en el afuera de la universidad. Queremos que las disciplinas incorporen herramientas accesibles, ancestrales, equitativas, que se abracen con las comunidades, colectivos y organizaciones de las calles, montañas, selvas, islas y ríos. Nuestro árbol no es un aula ni un monólogo donde prima la autoridad y la erudición de la ciencia. Es una madre acogedora que, con afecto y cariño, comparte el deseo de volver y permanecer en la universidad. De la raíz a la copa, este árbol cree que es fundamental retornar a la Madre Naturaleza. En él se va a cocinar, tejer, danzar por el respeto de las mujeres y culturas. Los frutos de este árbol alimentarán a las nuevas generaciones, para que abandonen la idea de que la universidad reproduce la vida de las ciudades. Colombia no es exclusivamente las grandes ciudades ni el territorio continental; es también mar, islas, selvas, ríos, campos. Y en cada uno de estos lugares hay sabedoras dispuestas a compartir con nosotras sus cantos sanadores, sus maneras de convivir en dulzura dentro de un territorio. Ellas encarnan las alternativas al conocimiento que harán más agradable y útil la defensa de la vida.
Una universidad urbana construye barreras que impiden la libre movilidad y el acceso de personas en sillas de ruedas, con bastones y perros guía, de talla baja y hasta de culturas y lenguas distintas, como la lengua de señas. Esa universidad es normalizadora, desde el examen de admisión hasta los programas de curso. Allí prima una idea masculina, occidentalizada y antropocéntrica del saber, en la cual el ser sufre un destierro de sí mismo, pierde su identidad ancestral y se priva del vínculo solidario. Nuestro árbol quiere disponerse como una experiencia en comunidad. Desde la ley de origen, somos seres sembrados y ombligados que cosechan convivencia armónica con todas las especies. Defendemos los derechos a existir en la tierra. Por eso invitamos a revisar la historia. Lejos de verla como una línea de tiempo progresiva, la sentimos como un camino colectivo, en espiral. La lengua êbêra nos sugiere una idea distinta de vida. La vida es okama, es decir, el camino que tejemos juntos. Ese es el canasto de la vida o la komuiya uai, palabra de germinación y armonía entre los minika. Asimismo, la lengua kriol nos recuerda que es necesario superar el dolor y las degradaciones. Una población sometida a la esclavización durante siglos fue capaz de reinventar el mundo a partir de la imaginación: Iina dih Sientandruuan Kriol, dih word dem chienj ahn muuv tuu ahn fro tuh dih siem ridm ah fih wih myuzik, dih siem ridm dih sii transfaam dih koral dem iina dih hyuj uoshan. Fih
wih langwij no ongl kanek wih tuh dih lan, bot ih also kanek ah wih as komyunity tuh dih sii, fih wih sii. En el kriol sanandresano, las palabras cambian y se modifican al mismo ritmo que nuestra música, al ritmo que el mar trasforma los corales en el inmenso mar. Nuestra lengua no nos une solo a la tierra; también une a un pueblo con su mar. Este tránsito de una lengua a otra ilustra a la perfección la capacidad humana para cambiar la historia del sometimiento en una defensa de la vida. El árbol frondoso que sembramos hoy nace también desde una ética sudafricana, expresada en el ubuntu: soy por que somos. En 2017 germinará la diversidad epistémica en la UdeA. Tendremos 16 espacios de formación en torno a la paz, la discapacidad, la cultura y la sociedad, los géneros y las sexualidades, y al pensamiento indígena, raizal y afrodiaspórico. Por primera vez tendremos seis cursos de lenguas ancestrales ofertados por Multilingua (minika, ye´pá mha´sã, wayuunaiki, gunadule, êbêra chamí, kriol) y con una nueva versión de la Semana de las lenguas nativas. Soñamos una universidad para todas nosotras (hombres y mujeres). Ella nos visitó en sueños y nos pidió un país en paz y armonía, donde todas estemos juntas, conservando nuestras diferencias. Las puertas están abiertas; la decisión es tuya, nuestra. * Colectivos y profesoras de Cátedras UdeA Diversa udeadiversa.cree@udea.edu.co
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Clasificación del programa de Trabajo Social en salud, un retroceso El ejercicio disciplinar y el desarrollo profesional del trabajo social avanza en la región y en el país gracias a la articulación epistemológica, metodológica, política y social de las ciencias sociales a las cuales pertenece desde su origen, para abundar en recursos que fortalezcan la intervención social, su base de trabajo y su razón de ser. Por SARA YANETH FERNÁNDEZ MORENO*
esta profesión hace parte de las ciencias sociales. Cabe advertir que si bien salud y bienestar hacen parte de las áreas de intervención profesional del trabajo social, no son las únicas áreas en las cuales la profesión ha crecido, se ha desarrollado y ha logrado a la fecha avances significativos, imagen y reconocimiento nacional e internacional, especialmente en el contexto colombiano, cuando ha asumido un papel protagónico en el análisis, la investigación y el acompañamiento al conflicto colombiano, a las organizaciones y movimientos sociales, a la población desplazada, desterrada y vulnerada en sus derechos humanos fundamentales; ha aportado con metodologías de intervención
sara.fernandez@udea.edu.co
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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l pasado 28 de diciembre de 2015 el Ministerio de Educación expidió la Circular 79 en la cual se refiere a la nueva composición y estructura de las salas de evaluación de la Comisión nacional intersectorial de aseguramiento de la calidad en la educación superior, Conaces, con la cual pretende apoyar al Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, en la Clasificación internacional normalizada de la educación, Cine, adaptada para Colombia. Esta determinación afecta el trámite de registro calificado de todos los programas vigentes, dentro de los cuales se encuentra Trabajo Social. El programa de Trabajo Social es sustraído de la Sala de evaluación de ciencias sociales para ser trasladado a la Sala de evaluación de salud y bienestar, lo cual representa un claro retroceso para el pregrado que, dicho sea de paso, fue el primero en la Universidad de Antioquia en acreditarse en dos oportunidades, en la actualidad revisa el proceso interno de renovación de la acreditación, ha asumido una destacada transformación curricular, adecúa actualmente el sistema de créditos, fue uno de los primeros programas en proyectarse a las regiones y se ha ganado su presencia y proyección universitaria en la sociedad antioqueña y en el país en general. Trabajo Social, de acuerdo con la reglamentación del mismo Ministerio de Educación Nacional, MEN, está situado en el área de las ciencias sociales, según la resolución 466 de 2007 “por la cual se definen las características específicas de calidad para la oferta y desarrollo de programas académicos de formación profesional en humanidades y ciencias sociales”; desconoce también la reglamentación profesional —Ley 53 de 1977 y el decreto 2833 de 1981— a través de la cual se regula el ejercicio profesional del trabajo social en Colombia, reiterando que
articuladas a la investigación social en las comunidades, colectivos y territorios donde se desenvuelve y ha fortalecido su oferta de profundización académica en la problemática social contemporánea con destacados logros y reconocimientos por parte de la comunidad de pares académicos nacionales e internacionales. El ejercicio disciplinar y el desarrollo profesional del trabajo social avanza en la región y en el país gracias a la articulación epistemológica, metodológica, política y social de las ciencias sociales a las cuales pertenece desde su origen, para abundar en recursos que fortalezcan la intervención social, su base de trabajo y su razón de ser. No hay problemática social vedada
Estudiantes del programa de Trabajo Social de la U. de A.
para el trabajo social, ninguna, y desde las reformas curriculares, realizadas por el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia, se ha fortalecido la investigación como base orientadora de la intervención social, núcleo central de la extensión social y la articulación de la profesión con otras disciplinas, en abordajes interdisciplinarios en diálogo de saberes y en reconocimiento pleno de su estatus como programa perteneciente al área de las ciencias sociales, de importante proyección e incidencia social en el medio. La reubicación retrocede años el desarrollo logrado por la profesión, significa una marcha atrás inconveniente e injustificada, que afecta a todos los estamentos universitarios, al desempeño profesional, la contratación laboral, el reconocimiento y el estatus de nuestros egresados y egresadas. Las entidades y asociaciones nacionales e internacionales de rango latinoamericano y mundial que regulan el funcionamiento disciplinar y profesional, ratifican justamente la pertinencia del trabajo social en Colombia y en Antioquia de forma particular, en la vigilancia y exigibilidad de los derechos humanos de múltiples sectores poblacionales, confirmando la amplitud de su campo de conocimiento y acción en el ámbito de las ciencias sociales, que trasciende por supuesto el de la salud y el bienestar que propone el MEN y el Dane con la medida anunciada en la circular 79 ya citada. Es cuestionable y preocupante que el MEN y el Dane prioricen la homologación internacional de los programas como Trabajo Social, que tiene como resultado a la vista el retroceso y el detrimento profesional, con efectos en el mercado laboral de nuestros egresados y egresadas, en sus salarios y su desarrollo profesional a futuro. Mucho más cuestionable, justo ahora que la realidad nacional reclama las fortalezas y los avances en el campo profesional y disciplinar del trabajo social en el área de ciencias sociales de la cual proviene, a la que pertenece y de la cual no debe y no puede salir. *Profesora del Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, U. de Antioquia.
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Radio consultorio jurídico forma ciudadanías
Por CAROLINA SÁNCHEZ* derechoypolitica@udea.edu.co
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l Programa Radio Consultorio Jurídico que hace parte de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, fue reconocido por la Universidad de Antioquia con el premio “Presencia de la Universidad en la Sociedad” categoría Oro, por su trabajo de proyección social a través de la enseñanza del derecho por medios masivos de comunicación. La resolución 3073 de 2016 destaca la práctica Radio Consultorio Jurídico por su trayectoria y potencial expansión, al tiempo que la resalta por ser “evidente su naturaleza socioeducativa y su contribución a la solución de problemas de orden jurídico de la población objeto, cumpliendo a cabalidad con las exigencias de las prácticas y la sistematicidad y el impacto que las mismas deben tener en la sociedad”. El Radio Consultorio Jurídico, que desde sus inicios contó con el apoyo de la Emisora Cultural, nació como resultado de la permanente búsqueda que tiene la Universidad en sus procesos de aprendizaje por tratar de establecer un puente entre el saber de las comunidades y el de la academia. Cuando la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas comenzó a implementar el Consultorio Rural, surgió también el interés de que la educación jurídica básica tuviera la mayor difusión posible. Se entendió, entonces, que la radio era el instrumento adecuado por su accesibilidad, pensando sobre
todo en los entornos rurales y comunitarios, recuerda la profesora Isabel Puerta, una de las promotoras iniciales de este proyecto. “Nosotros a través de la radio hacemos educación jurídica y política básica, y lo que estamos diciendo es que este país necesita ciudadanos activos: usted es ciudadano pero necesita activarse como ciudadano. Eso quiere decir que no solamente conozca sus derechos y sus deberes sino que sepa, en un momento determinado, dinamizar las herramientas que el Estado facilita para reestablecer sus derechos en caso de que sean vulnerados”, dice Puerta. La construcción de ciudadanías activas es uno de los propósitos más importantes del Radio Consultorio, llegando con un lenguaje muy sencillo a las bases de la comunidad para entablar una relación que les permita entender que pueden ser participantes activos. En esa interrelación se establece un diálogo de saberes entre las comunidades, para cualificar algunas de sus experiencias, y los estudiantes, para fortalecer sus procesos formativos. Para David Arango, estudiante de Derecho que realizó práctica en el Radio Consultorio, “el trasfondo social de los programas son los que verdaderamente dotan de sentido este consultorio alternativo, los programas que emitimos, tanto “Frecuencia jurídica”, como “Derecho a la carta” y nuestras emisiones en vivo de la Emisora Cultural, son una forma de llegar a la comunidad con el derecho, de dotarlos de conocimiento en algunos temas específicos o, por lo menos, incitarlos a que indaguen por las temáticas que se tratan”. Para David, lo que permite el Radio
Ilustración: Laura Ospina
Foto: cortesía
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Consultorio es “acercar a la comunidad conceptos que le puedan servir en la vida diaria, para sí mismos, la familia, los amigos; el derecho a fin de cuentas es para y por la gente, y en este consultorio alternativo, sí que seguimos esa filosofía, y buscamos ayudar, llegando a la mayor gente posible, con programas que los empoderen como ciudadanos y les permitan reconocer, ejercer y defender sus derechos”, concluye. El programa se emite con la presentación de uno o varios personajes invitados que desarrollan un tema planeado dentro de un ciclo, previamente estructurado de un área específica del derecho o las ciencias políticas. El equipo de trabajo está conformado por la asesora Maribel Carrillo Pineda, los estudiantes que realizan la práctica, el personal técnico y humano de la Emisora Cultural Universidad de Antioquia y las emisoras comunitarias Contacto 10 y La Once Radio, que desde el semestre pasado
se vincularon al proceso. En este espacio los practicantes de Derecho ofrecen formación jurídica básica en temas relacionados con asuntos de género, acciones constitucionales y paz, derecho civil, derecho de familia y derecho laboral y de la seguridad social. Actualmente, el programa se emite en directo todos los lunes hábiles, entre las 4:00 y las 5:00 de la tarde, en el dial 1.410 AM de la Emisora Cultural Universidad de Antioquia. Adicionalmente, salen al aire entre 20 y 25 minutos semanales, programas pregrabados por las emisoras virtuales comunitarias Contacto 10 y La Once Radio. Este reconocimiento fue recibido con orgullo por parte del Departamento de Prácticas y en especial por los profesores y estudiantes que han hecho parte del Radio Consultorio durante toda su historia. *Practicante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Creciendo en familia ha acompañado a 3.468 familias de Medellín con el ánimo de superar las situaciones de vulneración de derechos de los niños en los hogares. Aquí se presentan los aprendizajes de esta estrategia de Crecer con dignidad.
Por SARA CASTILLEJO DITTA* VERÓNICA BETANCUR**
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Para la madre es una triste historia la razón por la que ingresó su hija al proyecto Crecer con dignidad y no quiere repetir o rememorar la situación”, así describe el informe Tejiendo experiencias para crecer en familia, producto del proceso de sistematización de la experiencia de Creciendo en familia, un encuentro con la mamá de una niña víctima de abuso sexual. “Desde el primer día que he estado con la profesional del proyecto ha sido súper chévere, ella ha sido consejera en los asuntos relacionados con mi hija”, agrega el informe. Anualmente pasan por Crecer con dignidad niños, niñas y adolescentes que atraviesan situaciones de vulneración. Algunas de tales vulneraciones tienen que ver con el abuso o la explotación sexual, el maltrato intrafamiliar, el consumo de sustancias psicoactivas, las amenazas de combos delincuenciales. En este contexto, atendiendo al enfoque de protección integral exigido por la Ley 1098 de 2006, se hace necesario un trabajo no solo desde lo individual, sino en articulación con los escenarios de socialización en los que transitan los niños, niñas y adolescentes. Creciendo en familia es un proceso misional del proyecto Crecer con dignidad que hace parte de la Unidad de Niñez de la Secretaría de Bienestar Social de Medellín. Nació como una apuesta por entrar a los hogares para fortalecerlos como entornos protectores para los niños, niñas y adolescentes. Aunque al principio ha sido difícil abrir la puerta a los psicólogos y trabajadores sociales, las estrategias utilizadas, basadas en el diálogo, la escucha activa y el respeto por la palabra, han facilitado el acompañamiento de puertas pa’ adentro. A través de un plan familiar, que reconoce las potencialidades del grupo familiar, los profesionales acompañan el recorrido por nuevas rutas en las que los integrantes descubren caminos diferentes a los de la vulneración y se empoderan en la búsqueda de sus sueños. Si bien el plan reconoce las historias de vida, permite resignificarlas para construir el presente. Es un
Fotos: cortesía del proyecto
sorditta@gmail.com
Crecer con dignidad, de puertas pa’ adentro
proceso en el que remembrar los lamentos, suspiros, enseñanzas y esperanzas es fundamental para aventurarse a crecer en familia.
Derechos y responsabilidades “El acompañamiento no va impedir que nuestros hijos e hijas se metan en problemas o en dificultades, porque el acompañamiento es un consejo. Nosotros los padres debemos acompañar a nuestros hi-
jos para evitar situaciones de riesgo, no solamente quedarnos con lo que hacen las personas que nos visitan”, así lo explica un participante en el grupo focal. Esta idea explica el principio de la co-responsabilidad de las familias, el cual es necesario para preservar las condiciones de protección. Así, las familias estarán preparadas para emprender procesos de exigibilidad frente a la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Abrir las puertas y ventanas de los hogares por parte de las familias y tejer confianza no es tarea fácil; el acompañamiento entonces es la oportunidad privilegiada para entrar de manera respetuosa en las vidas de las personas a partir de sus historias, reconociendo los caminos por los que han transitado y en especial despertando aquellos asuntos que tal vez se pueden potenciar en aras de avanzar en actitudes que les permitan verse también en dimensiones comunitarias, para incidir en la transformación de situaciones colectivas.
Todo con amor “Yo digo que fue muy positivo el acompañamiento, porque una persona que nos hable y nos aconseje
con amor es muy importante. Para todo se necesita amor, hasta para cocinar”, expresa un miembro de una familia entrevistada. En el acompañamiento, la palabra es la posibilidad de expresión y de intercambio, en la medida en que nos conecta con lo subjetivo al estar íntimamente relacionada con aquello que es personal y habita en lo interno del ser. Cuando la palabra aflora, nos ponemos frente al mundo y develamos ante el otro y la otra aquello que está en el orden de nuestros pensamientos. Cuando alguien habla, debe haber alguien dispuesto a la escucha, una escucha sanadora, re-significadora, no juzgadora; una escucha que en ocasiones debe olvidar lo que sabe desde el rol profesional, para llevarse las tristezas y construir nuevos caminos, del lado de la protección y el cuidado de los niños, niñas y adolescentes. “Me dan consejos, me escuchan, me han dado alegrías se han llevado las tristezas, los problemas, que nunca faltan, pero hoy somos otra familia, estamos preparados para afrontar los problemas del hogar”, expresa otro participante en un grupo focal. Aun cuando el proceso de Crecer en familia se ha implementado en más de tres mil grupos familiares, anualmente el 4% de los hogares destinados al acompañamiento le cierran la puerta.
* Estudiante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia. ** Politóloga
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aleja2779@hotmail.com
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arbanzo, lenteja, blanquillo, fríjol. Alimentos tan comunes en nuestra cultura, están siendo repensados. Estos granos secos, además de ser ricos en carbohidratos, proteínas, minerales y fibra, funcionan como antioxidantes que previenen el cáncer y enfermedades cardiovasculares. De ahí que este 2016, que ya está a punto de terminar, fue declarado por las Naciones Unidas como el año internacional de las leguminosas. La ONU hizo la declaración con el fin de darle fuerza a las leguminosas para que se retome su consumo, disminuido a raíz de que han sido consideradas por algunos como alimentos de baja categoría y hay mitos que las definen como granos pesados que caen mal en el organismo produciendo flatulencia o inflamación. Ángela Franco Castro, nutricionista dietista y líder de la Unidad de promoción y prevención del Programa de Extensión de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Antioquia, asegura que el malestar que muchas personas sienten al consumir fríjoles, por ejemplo, se debe a la mala preparación. “Es muy importante remojar las leguminosas mínimo doce horas, ojalá 24. La gente cree que ese proceso es solo para ablandar y muchas veces las ponen en agua caliente por un rato y ya. Es fundamental porque mediante el remojo estos productos pierden las sustancias antinutricionales, de ahí que tampoco sea adecuado cocinarlos en la misma agua en que fueron remojados”, explica. Las leguminosas son alimentos de bajo costo y por su gran riqueza nutricional pueden ayudar a solucionar muchos problemas de seguridad alimentaria en el país, justamente por ser más asequibles. Jhon Fredy Gómez, nutricionista del Programa de Extensión, dice que el problema es que se ha satanizado su consumo y hasta los médicos en ocasiones recomiendan sacarlas de la dieta. “Hay que desmitificar los supuestos daños que causan en la salud. Debemos aprovechar sus beneficios como el fácil acceso y la disponibilidad. Anteriormente las familias eran más numerosas y por tradición o economía, comían fríjoles todos los días. Eso se ha venido perdiendo y dadas las condiciones sociales que tenemos, el consumo de leguminosas solucionarían muchos problemas de seguridad alimentaria”, asegura. Según el Centro Internacional de Agricultura Tropical, el fríjol es el grano más importante para el consumo humano dentro de las leguminosas; sus propiedades, al-
La hora de las legumbres
Fotos: cortesía
Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA*
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tamente nutritivas, permiten considerarlo como un pilar fundamental en la alimentación. “Se promueve mucho el consumo de fibra y siempre identificamos la avena o los productos integrales como alimentos ricos en esto; aunque eso es cierto, mientras en una porción pequeña de fríjol puedo tener ocho gramos de fibra, en un paquete de galletas integrales solo encuentro dos. La fibra es muy importante en la dieta porque ayuda al tránsito intestinal y específicamente la de los fríjoles da más saciedad. Inclusive pueden ayudar en el control del peso, porque estamos mucho más tiempo satisfechos y al final del día tendremos un menor consumo de alimentos”, precisa Franco Castro. Todas las leguminosas pueden reemplazar la carne con un condicionante, y es que debe consumirse simultáneamente con un cereal como el arroz, la arepa, el maíz, la pasta. Además son aptas para los diabéticos porque tienen bajo índi-
“Leguminosas con otro sabor” Ceviche de fríjol rojo, albondigón de fríjoles, pan a base de harina de fríjol y shot de mousse de fríjol dulce, fueron las preparaciones impensadas por los consumidores y en las que el fríjol fue el invitado estelar a “Leguminosas con otro sabor”, un taller de la Colegiatura Colombiana que contó con la asesoría de la Escuela de Nutrición y Dietética y del US DryBean Council, una empresa dedicada a la promoción de leguminosas a nivel mundial. El taller buscó posicionar el fríjol como eje de la cultura alimenticia en nuestro país. Además de sus propiedades nutricionales, este grano se origina con mucha facilidad, pues a nivel de productividad resiste sequías y puede sembrarse en cualquier terreno. Ensaladas, pan, postres, carnes. Las leguminosas tienen un sabor muy neutro, lo que permite que podamos darles el sabor que queremos. Debido a nuestra cultura, solamente las conocemos saladas y aliñadas. Se trata de descubrir estos granos sin el sabor tradicional de la sal y aventurarse a hacer todo tipo de preparaciones. ce glicémico y eso significa que, a pesar de ser altas en carbohidratos, no elevan tanto el azúcar como otros alimentos. También tienen un impacto ambiental positivo. Para producir un kilo de carne de res se necesitan 15.000 litros de agua. Para Franco Castro, es importante que cada uno
adopte la costumbre de tener un día sin carne, ya que al juntar en el plato arroz con lentejas, garbanzos o fríjoles, se puede prescindir de esta y ya se está haciendo un aporte significativo al medio ambiente. * Estudiante del pregrado de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones, U. de Antioquia.
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Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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Primer encuentro nacional universitario por la equidad de género en la educación superior
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Performance en campus central de la Universidad de Antioquia en el Día internacional de acción en contra de la violencia hacia las mujeres
Declaración final
eunidas alrededor de ochenta personas provenientes de más de veinte instituciones de educación superior de todo el país en Medellín los días 23, 24 y 25 de noviembre, queremos informar a la opinión pública que hemos conformado la Red nacional universitaria por la equidad de género en la educación superior en Colombia, con miras a la construcción y consolidación de la política de equidad de género en todas y cada una de las IES del país. Estamos convencidas de la urgencia y necesidad de promover la inclusión, el ingreso y las mejores condiciones de las mujeres en la educación superior, asegurar su permanencia, incrementar su calidad de vida y desarrollar todas sus habilidades para su proyección y participación social. Una política de este tenor debe velar porque los ejes misionales de la universidad construyan ciudadanía, erradiquen todas las formas de violencia o discriminación y fomenten la convivencia, el respeto a la diferencia y la inclusión. En este contexto, causaron sorpresa y preocupación las declaraciones de la ministra de Educación, Yaneth Giha, frente a la no priorización del tema de equidad de género durante su mandato para darle prelación al programa de “Ser pilo paga”. Al respecto, hay que recordar que el Ministerio suscribió en 2014 el contrato 878 con la Universidad Nacional de Colombia (Escuela de Estudios de Género) cuyo objetivo y resultado fue la “Construcción de un enfoque de género y diversidad sexual para los lineamientos de educación superior inclusiva”. Desde entonces, estamos a la espera de su divulgación, asunto que atañe directamente al Ministerio, instancia que a la fecha no se ha pronunciado sobre el particular. Llama la atención el sentido de esta declaración, en contravía de los acuerdos y las obligaciones derivados de la normatividad vigente y de las acciones de otras dependencias del Estado que paradójicamente contemplan la equidad de género dentro de sus prioridades. Igualmente advertimos que el Plan Decenal de Educación requiere incluir el enfoque de género en sus lineamientos, como parte de los compromisos del país con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en concordancia con los retos que plantea la educación inclusiva. Señora Ministra, en su calidad de funcionaria pública, usted tiene la obligación legal de hacer cumplir la Sentencia T-141 de marzo de 2015, por medio de la cual, la Corte Constitucional ordenó al Ministerio, en un lapso de seis meses ajustar los “Lineamientos Política de Educación Superior Inclusiva” con el fin de abordar la situación de las personas que sufren discriminación en razón de su género, raza, identidad y orientación sexual. Esta tarea implica la elaboración de un protocolo para la prevención, atención, reparación y manejo de casos relacionados con diferentes formas de discriminación en el contexto de la educación superior. Igualmente, el artículo sexto de la Ley 1257 de 2008, afirma que el Ministerio de Educación Nacional deberá promover programas y estrategias que contribuyan a sensibilizar y capacitar a la comunidad educativa (estudiantes, docentes y administrativos) sobre las violencias contra las mujeres, establecer procesos y mecanismos de
selección, admisión y matrícula que posibiliten el acceso y permanencia de las mujeres víctimas de violencias a la oferta académica y, por último, crear y fortalecer líneas de investigación sobre género y violencias contra las mujeres. En este sentido, es una obligación del Ministerio ocuparse no solo de la equidad de género sino también de la prevención, detección, y atención de todos los tipos de violencias generados al interior de la IES. Para dar cumplimiento a la ley y garantizar derechos a una vida, al menos universitaria, libre de violencias, se debe contar con presupuesto y promover su articulación entre las IES, mediante los planes de desarrollo, los planes de acción y las mallas curriculares; y en el MEN, a través de los planes de medición de la calidad, acreditación y certificación. Aguardamos por lo tanto la conformación y articulación del Sistema nacional de educación integrado, ya que su ausencia ha permitido que se den hechos de confrontación en redes sociales con estudiantes, profesores y administrativos en razón de su identidad, orientación sexual, opción política o académica en la Universidad. Algunos casos como el de la Universidad de los Andes alertan sobre los alcances y efectos que produce no contar con mecanismos de autorregulación y control de expresiones lesivas para las personas y los colectivos, y no tener garantías para el disfrute pleno de los derechos humanos fundamentales de quienes integran las comunidades académicas. La decisión de culminar este encuentro el 25 de noviembre, día internacional de acción en contra de la violencia hacia las mujeres, expresa nuestro compromiso de atender desde la docencia, la investigación y la extensión la problemática de las violencias de género. Buscamos sensibilizar a las directivas universitarias y capacitar al profesorado, estudiantado y personal administrativo mediante cátedras de estudios en género que incluyan la construcción de indicadores relacionados con violencias y brechas de género y contribuyan a aplicar los correctivos correspondientes desde las oficinas mismas de planeación de las IES. Como universitarias y universitarios, asumimos la responsabilidad de sensibilizar a la comunidad y a la sociedad en general sobre la importancia de la equidad de género como principio de acción y de trabajo de las IES y como obligación rectora de instituciones inclusivas, respetuosas y garantes de derechos. Como Red nacional universitaria por la equidad de género en la educación superior en Colombia nos arrogamos desde ya la tarea de hacer un riguroso seguimiento al cumplimiento de la ley y los deberes que asisten tanto al Ministerio de Educación como a quien asume la cartera educativa en este período de gobierno. A la par, asumimos nuestro compromiso, con las regiones y con el país, y en cada lugar en el cual tenemos presencia, de desarrollar una agenda de trabajo con miras a lograr la formulación de la política de equidad de género en las IES, con proyección a la sociedad colombiana en general. Firman Más de 25 universidades, colectivos, sindicatos y asociaciones.
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Luisa Friederici durante una clase de Comunicaciones.
Fotos: cortesía
El aporte de los profesores extranjeros a la UdeA Por ANDREA QUINTERO* comunicacionesinter2@udea.edu.co
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n una política de internacionalización universitaria, la planta docente debe estar compuesta por profesionales que tengan estudios en el extranjero. Esto significa contratar colombianos formados en instituciones académicas internacionales, así como profesores de distintas nacionalidades. Con el objetivo de brindar una formación integral y humanista, la Universidad de Antioquia cuenta actualmente con 134 profesores extranjeros vinculados, de cátedra y ocasionales. La estrategia permite que los estudiantes tengan una perspectiva amplia de las discusiones teóricas mundiales, al tiempo que descubren el valor de la diversidad cultural. Por medio de ejemplos y experiencias propias, los docentes consiguen ampliar la visión académica y social de los estudiantes. Los docentes internacionales también ejercen una gran influencia en su comunidad académica, a partir de sus estilos de vida, convicciones políticas, maneras de afrontar los problemas y formas de investigar. Yordan Rodríguez Ruiz, profesor cubano vinculado a la Facultad Nacional de Salud Pública desde 2014,
resalta continuamente en sus clases los valores y principios que sustentan a la sociedad en Cuba, así como sus tradicionales niveles de exigencia y los aportes que hace su población al desarrollo nacional, por medio del trabajo académico y profesional. Por su parte, la profesora francesa del Instituto de Filosofía, Joëlle Gallimard, no solo recurre en sus seminarios a una amplia variedad de autores franceses, sino que inculca en sus alumnos el deseo de ser un ciudadano del mundo. Ella llegó a Colombia gracias a una beca del Icetex, y se vinculó a la Universidad hace 20 años. “A pesar de tener la nacionalidad francesa, quienes me conocen saben que no me siento ni de acá ni de allá, sino del planeta, e intento transmitir sobre todo la tolerancia, la importancia de tener excelentes relaciones humanas y la paciencia. Un docente sin estas cualidades no sirve, a pesar de los conocimientos que posea”, manifiesta Gallimard.
ceder a financiación para su primer proyecto de investigación. También existe un fondo de la Dirección de Posgrado para que cada programa de maestría o doctorado invite al menos a un académico nacional o extranjero por semestre. A parte, hoy la Universidad debe pensar en nuevos privilegios e incentivos que favorezcan la llegada de más docentes. “El primer reto de la Universidad para convocar
profesores internacionales es el bajo salario de enganche. Nuestros salarios no son competitivos, considerando que exigimos mucho en el perfil de ingreso”, señala la directora de Posgrado, Sandra Turbay Ceballos. De forma paralela, entre las dificultades que enfrentan los profesionales para residir en Colombia está conseguir una visa de trabajo, un codeudor para adquirir una vivien-
Los 134 profesores extranjeros que en la actualidad trabajan en la Universidad de Antioquia proceden de Albania, Alemania, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, China, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, India, Irán, Italia, Japón, México, Nigeria, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, El Salvador, Ucrania y Venezuela.
Convocatoria La principal estrategia de la Universidad de Antioquia para atraer a docentes extranjeros es hacer una convocatoria pública de méritos que esté expuesta en la web durante un tiempo suficiente, sin restricción de nacionalidad y difundida por medio de redes internacionales académicas y científicas. Entre los incentivos que ofrece la Institución está el Fondo de apoyo al primer proyecto de la Vicerrectoría de Investigación, que permite a los profesores nuevos ac-
Blendi Kajsiu asesorando a estudiante de Ciencias Políticas.
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da, una cuenta bancaria, e incluso agilidad en el trámite de la cédula. También existe el reto de estar lejos de familiares y amigos, el cambio de geografía y hablar en español. “Aprender el idioma ha sido difícil, pero agradable al mismo tiempo. Por ahora puedo comunicarme con mis estudiantes, pero cometo muchos errores gramaticales y aun me queda bastante por aprender”, dice el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Blendi Kajsiu, quien llegó desde Albania hace dos años, junto a su esposa colombiana. Las experiencias internacionales previas de estos profesionales han sido determinantes en su proceso de adaptación. Igualmente, buscan un apoyo constante en sus comunidades académicas de origen y fortalecen nuevas redes universitarias e investigativas que posibilitan nuevas oportunidades para los colombianos.
¡Quiero ser UdeA! El carácter ecléctico y liberal, la diversidad de estratos económicos y la posibilidad de expresar opiniones de forma abierta y directa, son algunas de las cualidades institucionales que más convocan a extranjeros a la Universidad de Antioquia, paralelo a las amplias posibilidades de desarrollar investigaciones, encontrar un buen nivel académico en las aulas y contar con variados convenios con instituciones extranjeras. “Desde que empecé a estudiar la Maestría en Lingüística de la Universidad, siempre quise trabajar aquí, porque me parece un lugar muy especial, donde hay libre expresión, se vive el arte y se puede escapar de las exigencias e ideales del mundo capitalista. Además, en Alemania toda la educación es gratis, por lo que moralmente me cuesta apoyar la educación privada”, dice la profesora alemana de la Facultad de Comunicaciones, Luisa Friederici, quien reside en Colombia desde 2012. Para muchos docentes internacionales otro factor decisivo es la calidez de las personas en Medellín, una ciudad pequeña donde es posible hacerse a un círculo de amistades rápidamente, en medio de un buen clima, una buena gastronomía y muchos destinos turísticos. “La actitud servicial y cariñosa paisa contrasta con la inequidad social que puede percibirse, la violencia o algunas filosofías oportunistas. Aun así, es posible adaptarse a estos contrastes y uno se va colombianizando, sin perder la esencia de la propia cultura. Estar aquí me ha enriquecido y puedo decir que mi forma de pensar, mi conocimiento y mi visión sobre el mundo se han transformado”, dice Yordan Rodríguez. * Asistente de comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales, U. de Antioquia.
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Trump: poco que ver con el populismo Por BLENDI KAJSIU* blendi.kajsiu@udea.edu.co
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a gran mayoría de los periodistas y analistas políticos, especialmente en el mundo anglosajón, nos dicen que Donald Trump no es nada más que un populista de la derecha. Su discurso nacionalista y anti-elite, su liderazgo carismático y personalista parecen indicar que Trump es en esencia un Perón, Fujimori o Chávez gringo. Por tanto, el trumpismo no es una amenaza nueva a la democracia. Por lo menos nada que la democracia occidental no pueda sobrevivir. Sin embargo, una mirada más cuidadosa nos muestra que el trumpismo tiene poco que ver con el populismo de América Latina y mucho más con el neofascismo. A parte del anti-elitismo (presente en el discurso de Trump), tres elementos esenciales del populismo son el pueblo como la única fuente de legitimidad, el enaltecimiento de los valores populares y la movilización de los sectores populares o marginalizados. Es difícil encontrar estos elementos en el proyecto político de Trump. Durante su campaña, Trump casi nunca hacía referencia ni al pueblo ni a sus valores. Mientras denunciaba la corrupción de la clase política y hablaba mucho de hacer América grande otra vez él casi nunca alababa los valores del norteamericano común y corriente. Lo que no es de sorprender, dado que como un multimillonario, hijo de un multimillonario, él no tenía nada que ver con el estadounidense común y corriente. El discurso de Trump no fue centrado en el “pueblo” en general, sino en un grupo muy particular que él movilizó: la clase media trabajadora blanca (blue collar). De hecho, un día antes de las elecciones declaró que iba a ganar porque “the working class will strike back!” (“la clase trabajadora se alzará!”). Y la clase trabajadora blanca se alzó y voto Trump a la presidencia. Pero esta no es una clase popular o marginalizada, sino una clase media y media-baja que gana más del promedio nacional estadounidense de 50.000 USD al año. Los marginalizados y las clases populares como los afro-americanos y latinos votaron para Hillary Clinton, quien ganó el voto popular. En este sentido, Trump es muy diferente de los populistas latinos, de la derecha y la izquierda, que llegaron y se mantuvieron en el poder, principalmente con el apoyo de las clases populares. Mientras que hay pocos elementos populistas en Trump, uno encuentra varios elementos típicos del fascismo como la glorificación de la violencia, el culto del líder, un machismo descarado, un ultranacionalismo blanco y, sobre todo, un discurso racista. Por tanto, para entender a Trump, deberíamos compararlo con Jörg Haider del Partido de Libertad Austriaca, o con Jean Mari le Penn, el líder racista del Frente Nacional francés, quien afirma que las razas humanas no son iguales. El nacionalismo blanco fue y sigue siendo un elemento central del fenómeno Trump, quien empezó su carrea política en 2012 como fundador y líder del movimiento racista “birther movement”, que ponía en duda la identidad norteamericana del primer presidente afro-americano Barack Obama. El elemento central de su campaña electoral fueron ataques racistas contra los mexicanos, a quienes calificó como una enfermedad que producía crimen, drogas y desempleo
entre los blancos, y contra los musulmanes, a quienes quería prohibirles la entrada en EEUU. Además, durante la campaña presidencial, Trump propuso la creación de un registro que identificaba de manera específica los musulmanes estadounidenses, algo demasiado reminiscente del registro de los judíos en la Alemania nazista. Por ende, no es ningún secreto que los movimientos neonazi y el Ku Klux Klan respaldaron y se regocijaron en la victoria de la candidatura de Trump. No es coincidencia que el gerente de su campaña y su consejero principal ahora es Steve Bannon, un nacionalista supremacista blanco. Tampoco es coincidencia que durante el fenómeno Trump los crímenes de odio racial, islamofobia y antisemitismo han aumentado en EEUU. Otro elemento central del movimiento Trump que lo asocia con el neofascismo es el culto del líder macho y fuerte. En su discurso de investidura como candidato presidencial del Partido Republicano, Trump declaro que “solo yo puedo arreglar el sistema”. Este es un líder bastante diferente del líder populista cuya legitimidad deriva del pueblo. Trump no se legitima a través del pueblo sino a través de su carácter, fortaleza, machismo, coraje y capacidad de defender una visión racial de Estados Unidos. Trump no necesita el pueblo, es el pueblo el que necesita a Trump. No hay que sorprenderse que Trump no ganara el voto popular en las elecciones de 2016. Finalmente, el trumpismo es un movimiento político que glorifica la violencia y la fuerza, un elemento esencial del fascismo. En sus mítines electorales Trump alimentaba abiertamente el uso de la violencia contra protestantes anti-Trump. De manera consistente criticaba la clase política estadounidense por ser demasiado débil. Como parte de su política doméstica contra el terrorismo él abogó por el uso de la tortura, mientras que la esencia de su política internacional contra el terrorismo fue el uso desproporcionado de la fuerza. Aquí es importante resaltar que, a diferencia de populistas clásicos como Perón, Gaitán, Cárdenas o Getulio Vargas, Trump no es producto del proceso de modernización. A diferencia de neo-populistas como Fujimori en Perú o Carlos Menem en Argentina, Trump tampoco es el producto del auge del neoliberalismo. Al contrario, el trumpismo es producto de la crisis actual del capitalismo neoliberal. En este sentido, el fenómeno Trump nos trae a la memoria la Europa de entreguerras más que América Latina. En los años 1930, después de la Gran Depresión, los movimientos fascistas se fortalecieron por doquier en Europa. Hoy en día, a raíz de la Gran Recesión de 2008, somos testigos del surgimiento del neofascismo en toda Europa y en los EEUU. Las similitudes entre los dos periodos son bastante inquietantes. Infortunadamente, muchos europeos y estadounidenses no quieren aceptar esta realidad perturbadora. Por tanto, están buscando escape en conceptos como populismo o neopopulismo, para explicar fenómenos tan desconcertantes como Trump en EEUU, Le Penn en Francia, o Haider en Austria. Sin embargo, para entender a Trump uno debería enfrentar el pasado fascista de Europa en lugar de cobijarse bajo conceptos como el populismo latinoamericano. *Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, U. de Antioquia y analista internacional
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
Reforma tributaria “estructural”: prima la retórica Por REMBERTO RHENALS MONTERROSA* remberto.rhenals@udea.edu.co
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l gobierno ha presentado con bombos y platillos un proyecto de reforma tributaria que califica como “estructural”. Según la presentación del Ministerio de Hacienda, “estructural” significa simplicidad, equidad y competitividad. Y se necesita con el fin de “proteger la inversión social y el empleo”, así como para fortalecer la lucha contra la evasión y la elusión fiscal. La simplicidad no va mucho más allá de corregir la mayor complejidad del sistema impositivo introducida con la reforma tributaria de 2012 (Iman, Imas y Cree). Sin embargo, el sistema cedular propuesto resulta más sencillo. La competitividad descansa en la reducción de las tasas nominales de tributación sobre la renta de las empresas, en la deducción plena del IVA de bienes de capital y en la eliminación del impuesto a la riqueza, lo que estimularía también la inversión y el empleo. El proyecto de reforma tributaria intenta corregir la trepada de las tasas nominales corporativas realizada a la topa tolondra en la última reforma tributaria. No obstante, cabe señalar que la inequidad horizontal entre las empresas y los beneficios tributarios excesivos explican parcialmente la reducida tasa de tributación efectiva del conjunto de las empresas. Y, en estos aspectos, el proyecto se queda corto. Eduardo Lora estima que la tasa de tributación efectiva actual del capital ronda el 14%. Como señala Salomón Kalmanovitz, la competitividad tributaria es un
criterio falaz que tiende a imponer un rasero bajo para el capital. El objetivo de equidad ha estado presente en prácticamente todas las reformas tributarias de los últimos tiempos, pero el sistema tributario colombiano es inequitativo. El proyecto de reforma destaca como columna vertebral el desbalance entre personas jurídicas y naturales en materia de recaudos del impuesto sobre la renta. Pero hay otra realidad también del sistema tributario colombiano: según un estudio del BID, en algunos países de América Latina (incluyendo Colombia), los ingresos de los asalariados tienen tasas efectivas de tributación que ascienden a aproximadamente el doble de las de las ganancias del sector empresarial. En cuanto al IVA, ocurre algo similar, pero más protuberante. La participación del IVA en los recaudos totales en Colombia es mayor que en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, y menor que en América Latina. En cambio, como proporción del tamaño de la economía es más baja que en estos dos grupos de países. Por su parte, la tarifa estatutaria general del IVA en Colombia es prácticamente similar a la del conjunto de los países de América Latina (16% y 15%, en su orden), pero inferior a la del conjunto de los países de la Ocde (19%). Sin embargo, la productividad del IVA es claramente más baja en Colombia que en América Latina, aunque no muy diferente con respecto a la Ocde. En cambio, la eficiencia del IVA es claramente menor en relación con ambos grupos de países. En consecuencia, puede lógicamente deducirse que el principal problema colombiano es la baja recaudación del IVA (en relación con el tamaño de la economía) y no el nivel de la tasa estatutaria general. En otras palabras, el problema principal tiene que ver con la estructura, la co-
Las estimaciones de los recaudos adicionales de la reforma tributaria reportados por el Ministerio de Hacienda muestran que el IVA aporta la mayor parte; mientras que el resto proviene del 4 por mil, de los combustibles y de una supuesta mejor gestión de la Dian. En materia del impuesto de renta, los menores recaudos esperados de las empresas se compensarán con los mayores recaudos de las personas. bertura y los niveles de evasión del IVA. El proyecto, “extrañamente”, propone elevar la tasa estatutaria general de 16% a 19%. Las consideraciones anteriores permiten entender la afirmación reciente de Juan Ricardo Ortega, ahora exdirector de la Dian: “Todos sabemos que los impuestos (en Colombia) los pagamos los asalariados, los consumidores, las empresas públicas y algunas empresas grandes”. Y el proyecto de reforma tributaria no va a cambiar en forma importante esta realidad, aunque probablemente estas “empresas” registrarán un alivio en materia tributaria. Las estimaciones de los recaudos adicionales de la reforma tributaria reportados por el Ministerio de Hacienda muestran que el IVA aporta la mayor parte; mientras que el resto proviene del 4 por mil, de los combustibles y de una supuesta mejor gestión de la Dian. En materia del impuesto de renta, los menores recaudos esperados de las empresas se compensarán con los mayores recaudos de las personas. La lucha contra la evasión y elusión fiscal ha sido también un propósito importante de las reformas tributarias colombianas. Y, sin embargo, la evasión continúa siendo anormal y relativamente alta en Colombia. Con probablemente algunos efectos, la evasión no registrará cambios significativos, pese a las amenazas penales. Ho-
racio Ayala señala que en lo relativo a las ESAL, los sistemas de control propuestos ya se ensayaron en Colombia y fracasaron. Y, en cuanto a las rentas de capital, no se observan medidas para prevenir la evasión del impuesto a través de las sociedades. Como han señalado algunos organismos internacionales, las reformas tributarias en América Latina deben apuntar al corazón del problema, la evasión, puesto que particularmente constituye el gran desafío para el fortalecimiento del impuesto sobre la renta. Las razones de que la mayoría de las reformas tributarias en América Latina requeridas para mejorar significativamente los niveles de tributación, eliminar los impuestos que alteran la neutralidad económica y reducir las fuertes inequidades en la distribución de la carga impositiva no se hayan llevado a cabo tienen que ver, en forma importante, con cuestiones de economía política. Finalmente, el proyecto puede significar un guarapazo fuerte para los profesores, debido a que en la práctica elimina en gran parte los gastos de representación como renta exenta, al limitar el conjunto de las rentas exentas a un máximo de 35% de los ingresos totales netos de los ingresos no constitutivos de renta. *Docente investigador de la Facultad de Ciencias Económicas, U. de Antioquia
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor CARLOS ENRIQUE RESTREPO BERMÚDEZ fallecido el 26 de agosto de 2016. Se presentaron a reclamar el señor Martín Gerardo Restrepo Araque y la señora María Del Carmen Bermúdez Tabares en calidad de padres. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Reforma tributaria: entre la necesidad y la impopularidad Por RAMÓN JAVIER MESA CALLEJAS* EDWIN ESTEBAN TORRES GÓMEZ** ramón.mesa@udea.edu.co
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o hay tema que genere tanta controversia hoy en el país que la discusión del nuevo proyecto de reforma tributaria que entraría a regir a partir de 2017, especialmente, por lo complejo de la coyuntura caracterizada por la desaceleración que registra la actividad económica, el no cumplimiento de las metas de inflación y, por supuesto, la fuerte caída de la renta petrolera que desapareció la fuente de ingresos más importante del Gobierno colombiano. Si a esto se le suma el ambiente político que se generó por los resultados del plebiscito por los acuerdos de paz, no cabe duda del entorno difícil que caracteriza la discusión de este importante proyecto para las finanzas públicas del país. En medio de estas dificultades, un hecho interesante que hay que tener en cuenta en este primer borrador de proyecto de 311 artículos que se presentó para su discusión en el Congreso el pasado 19 de octubre, es que se tuvieron en cuenta en un porcentaje muy alto (cerca del 70%), las observaciones de la Comisión de Expertos Tributarios creada el año pasado para estudiar y allegar al Gobierno Nacional un documento con las recomendaciones para una reforma tributaria estructural. Los hallazgos de esta Comisión representan un insumo muy importante de analizar y sirven de contexto para darle cierto grado de objetividad al debate que se viene, porque después de más de 13 reformas tributarias en los últimos 25 años, ya era hora de proponer cambios importantes para intentar dejar atrás un Estatuto Tributario plagado de descuentos, beneficios tributarios, exenciones, diversidad de tasas, inequitativo horizontalmente, poco competitivo y difícil de administrar. La necesidad de esta reforma está anclada en la pérdida de los ingresos fiscales en los últimos años a consecuencia de la prolongada caída en los precios del petróleo, cerca de $20,3 billones de pesos entre 2013 y 2016, algo así como el 20% de los ingresos por la renta petrolera, la cual le generó un enorme hueco a las finanzas del Estado. Esto tiene consecuencias negativas porque aumenta el déficit fiscal y la deuda pública, comprometiendo con ello la sostenibilidad fiscal, las metas de la regla fiscal y la es-
tabilidad macroeconómica de los próximos años, sobre todo por el mayor costo que representa, en materia de pago de intereses de la deuda, la pérdida de calificación de grado de inversión a la economía colombiana por parte de las firmas internacionales evaluadoras de riesgo. Ante este escenario, mucho más preocupante resulta esto en materia social, porque los menores recursos limitan las posibilidades de que el Gobierno siga financiando programas importantes para reducir la pobreza, mejorar la calidad de la educación, atender la salud y reducir la informalidad, entre otros temas. Esto sin contar que se viene una nueva etapa en materia de gasto para el país y es la de financiar los acuerdos de paz con los grupos guerrilleros. A juicio de muchos analistas, este proyecto tiene características de ser estructural, porque modifica por lo menos la mitad del Estatuto Tributario actual afectando casi todos los impuestos. Desde una perspectiva global, sin entrar en detalles por lo corto de este espacio, destacamos algunas de las principales modificaciones: (i) En el caso de los impuesto de renta sobre las personas jurídicas se propone una tarifa general del 32% a partir de 2019, eliminando para las grandes empresas impuestos como el Cree, la sobretasa de este, el impuesto a la riqueza y al patrimonio. Igualmente, la eliminación de los beneficios de la Ley 1429 referentes a la progresividad en el pago del impuesto sobre la renta y otros descuentos. También, la eliminación de gran parte de las rentas exentas y la creación de nuevos impuestos a los dividendos, del 35% para personas naturales residentes y no residentes. Así mismo, el aumento de los impuestos a las zonas francas y la penalización a grandes evasores de impuestos que cometan omisión dolosa de activos o realicen una presentación dolosa de pasivos inexistentes. (ii) En el caso de los impuestos de renta sobre personas naturales, para destacar: la eliminación de los sistemas de renta Imas e Iman por un sistema simplificado denominado de rentas cedulares para rentas del trabajo, pensiones, rentas de capital, rentas no laborales y dividendos. En este punto, un tema polémico especialmente para quienes descuentan gastos de representación en el pago de impuesto de renta, las rentas laborales quedan especialmente afectadas al no permitirse que las rentas exentas superen el
35% de los ingresos laborales (hoy está en el 50% para los profesores universitarios y los rectores de las universidades oficiales). En general, se plantea ampliar la base de las personas naturales obligadas a declarar renta, reduciendo el umbral de ingresos mensuales de $3.4 millones a $2.7 millones, lo que implicaría que un estimado del 2.7% de los colombianos ocupados que no declaraban, ahora tendrían que hacerlo, de acuerdo con cifras de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH, 2015), o dicho de otra manera, el número de contribuyentes se duplicaría (aunque no siempre declarar implica pagar). De igual forma, se amplía el rango de los pagos laborales sujetos a retención en la fuente, la creación de un impuesto del 5% a los dividendos en cabeza de personas naturales y de un impuesto denominado monotributo, para reemplazar el impuesto de renta e IVA para personas cuya actividad corresponde a comercio al por menor y peluquería y otros tratamientos de belleza. (iii) En el caso del impuesto de renta para entidades sin ánimo de lucro, Esal, dos asuntos llaman la atención, uno el de las cooperativas, que aunque ya tributan el 20% de sus excedentes por la vía de trasladarlos directamente a entidades educativas, universidades e Icetex, la propuesta es que estos recursos vayan de una al presupuesto nacional para que de ahí sean repartidos a las universidades públicas. Para las Esal, se instauran mayores medidas de control con la idea de que tributen, especialmente aquellas que generan beneficios y no lo hacen. (iv) La ampliación del IVA del 16 al 19% para todos los bienes, excepto para los bienes de la canasta básica que consumen mayormente los grupos de menores ingresos como los servicios de salud, educación, transporte público, alimentos como la carne, el huevo, la leche, el pollo y otros. Adicionalmente, se establece un impuesto del 5% para la venta de vivienda nueva por cuantías superiores a los $800 millones y se grava con el impuesto nacional al consumo, los servicios de expendio de comidas y bebidas que involucren actividades bajo franquicias, concesiones o regalías. Por otra parte, se mantiene como impuesto permanente el 4x1000 anulando la progresividad de este impuesto a las transacciones financieras. Podría decirse que las modificaciones de este grupo de tributos son las que representan el mayor descontento en la población, aunque a
la vez son las que implican mayor facilidad en el recaudo. (v) Los nuevos impuestos asociados con: el consumo de bebidas azucaradas, las gaseosas y el tabaco, bajo la idea de combatir problemas de salud pública ligados con la diabetes, la obesidad infantil y el cáncer, y con la intención de apalancar el sostenimiento del sistema de salud. Otros como el impuesto al carbono y la contribución parafiscal al combustible. Estos dos últimos tienen impacto en el precio del galón de gasolina. En este grupo de productos hay un trade off o dilema generalizado para los hacedores de política, pues la intención de estos tributos es reducir el costo de los problemas de salud pública en el mediano y largo plazo, pero el objetivo de los gobernantes en el corto plazo normalmente se enfoca en el mayor nivel de recaudo, y para esto debe haber un consumo más alto; de modo que el éxito de esta medida radica en que los entes territoriales no dependan significativamente de estos tributos para que pueda tener éxito como política de salud pública. En términos generales, a pesar de lo ambicioso que puede resultar este proyecto para superar los rezagos de las reformas tributarias del pasado y modernizar la estructura impositiva del país, de cara a la generación de recursos y la competitividad de las empresas, el grado de aceptación de este conjunto de modificaciones no ha sido el mejor, y aunque se reconoce su necesidad, la lluvia de críticas que ha suscitado desde todos los sectores de la sociedad colombiana le da un estatus de impopular bastante elevado, máxime si tenemos en cuenta que este gobierno tiene niveles muy bajos de favorabilidad. Por ejemplo, los gremios de la producción sostienen que al sumar la tarifa única propuesta del 32%, más la tributación sobre los dividendos, quedarían pagando más impuestos que con la reforma anterior, con lo cual se acrecienta la brecha de desigualdad frente a la tasa de tributación del resto de países en la región, incentivando la salida de capitales productivos nacionales y desmotivando la entrada de inversión extranjera al país, no sólo por la alta tarifa impositiva, sino también por el aumento de los impuestos a las zonas francas, que tradicionalmente representaban una figura favorable en términos tributarios para las empresas extranjeras con vocación exportadora. En suma, las quejas se acrecientan cuando se discute
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la pertinencia de crear nuevos impuestos, especialmente si se tiene en cuenta que el 82% del impuesto de renta lo pagan las empresas frente a un 18% que pagan las personas. Estos porcentajes están lejos de la media internacional; en el caso de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, la tributación de las empresas asciende al 30.5% frente a un 69.5% de las personas. Uno de los puntos álgidos es el relacionado con los impuestos a las personas naturales y al aumento del IVA. En efecto, en un país de bajos salarios como el nuestro, donde el 49.7% de la población ocupada gana menos de un salario mínimo, el 40.6% entre un salario mínimo y $3 millones de pesos y sólo el 9.7% declaran renta por tener ingresos por encima de $3 millones de pesos mensuales, los efectos de una ampliación del IVA en un escenario de mayor inflación como se registra en 2016 y de fuerte desaceleración económica, afectaría el bolsillo de las familias colombianas de bajos ingresos, dado que más del 60% de los productos de la canasta familiar pagarían IVA. Desde la academia las posiciones son diversas, hay quienes piensan que se debería gravar con algún IVA los productos básicos y otros que se debió aumentar más la tarifa con la idea de poder devolver estos recursos por la vía del financiamiento de los programas sociales. De todos modos, en el contexto internacional seguimos teniendo bajo recaudo por este concepto, apenas un 5% del PIB, 2,5 puntos menos del promedio de países como Chile, Argentina, Brasil y Perú. Lo cierto del caso es que valdría la pena pensar cómo recuperar cerca de $14 billones de pesos que se pierden por la evasión de este impuesto y casi $26 billones por la evasión del impuesto de renta; de seguro esto nos ahorraría cerca de 4 reformas tributarias. En resumen, no hacer la reforma tributaria pondría en dificultades mayores a la economía ante la pérdida de los recaudos, sería imposible mantener la inversión social y en infraestructura. Igualmente, el costo por perder la calificación de grado de inversión ascendería a $32 billones de pesos anuales y el déficit fiscal podría superar el 6% del PIB. Sin duda, esto podría terminar con el mayor activo alcanzado por la economía colombiana en la última década, la estabilidad macroeconómica, la cual nos ha evitado que transitemos por los malos senderos de las economías vecinas como Venezuela, Argentina y Brasil. Es cierto que nadie quiere pagar impuestos, principalmente cuando estamos acostumbrados a las exenciones, los beneficios tributarios, a no castigar la corrupción, a la cultura de la evasión y a cómo hacerle trampa al fisco; sin embargo, hay que pensar como país, no pretender que las familias de bajos ingresos asuman el mayor costo, ni tampoco que las empresas sigan siendo los mayores tributadores a costa de castigar la inversión y el empleo. La receta no sabemos cuál sea, lo único claro es que debemos creer en la sabiduría de nuestros congresistas para aprobar una reforma que le convenga a Colombia y no una reforma que beneficie a los mismos de siempre y que pague favores. *Profesor del Departamento de Economía y exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas, U. de Antioquia. **Profesor del Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, U. de Antioquia.
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El perdón es una forma de renunciar a la venganza Por JUDITH NIETO* judithnieto48@gmail.com
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as circunstancias actuales del país, ocupado y preocupado por alcanzar la paz, nos han llevado a pensar en hechos posteriores a los acuerdos, entre los que sobresale uno: el perdón. En estas líneas se darán a conocer algunos planteamientos de pensadores destacados sobre el perdón; acepción trabajada por figuras como Derridá, Reyes Mate y Hannah Arendt, quienes coinciden en afirmar que el perdón está por fuera de toda obligación, no es una imposición, “ni un olvido, es un gesto gratuito porque nadie puede obligar a la víctima a concederlo” (Mate, 2012-2013, p. 10). Reyes Mate indica que el perdón es un acto voluntario, que se otorga si se da por fuera de toda imposición. La víctima, en todos los casos, tiene vivas las huellas de un pasado con sangre inocente, con daño impuesto, de ahí que ella se pueda reservar el derecho de perdonar y no lo conceda; así el criminal asuma delitos que enlutan y hayan hecho fúnebre la vida de ciudadanos, a quienes el conflicto les ha dejado señales imborrables. Es importante tener presente con Derridá que las sucesivas escenas actuales en las que se pide perdón tienen un significado: un afán por la memoria, lo que implica “volverse hacia el pasado. Y ese acto de memoria, de autoacusación, de ‘contrición’, de comparecencia, […] hay que llevarlo más allá de la instancia jurídica y de la instancia del Estadonación” (2008, p. 114). Esto mismo lleva a apreciar la importancia del deber de la memoria, de considerar que ella conduce a pensar la historia, a mantener vivas sus huellas presentes en la memoria colectiva. En esta proporción, perdonar involucra volver atrás, abrir archivos previamente clausurados y disponerse a la reactivación de la memoria. Para Hannah Arendt, el perdón tiene su sustento en la naturaleza de la acción. En tal sentido, el perdón y la acción implicada en él se encargan de mostrar el actuar humano. Este planteamiento conduce a una experiencia de vida a la que subyace lo político. Así, la filósofa alemana sostiene que el gesto del perdón trasciende de lo religioso a lo político. Para esta autora, la idea de indulgencia se sustenta en que esta obedece a una acción de orden interpersonal, cuya pretensión consiste en corregir las faltas, máxime cuando ellas fueron cometidas por actos llevados en contra de otra humanidad. Así, lo esencial del perdón es que su acción se dirige a la persona y no al hecho llevado a cabo por esta; sin que por tal motivo se quiera subvalorar o hacer desaparecer el carácter negativo del acto. Si se trata de fortalecer los planteamientos relacionados con el sentido de la voz perdón, intención de esta breve meditación, es importante preguntar:
¿qué es el perdón? y ¿por qué es importante el perdón? Sobre el primer interrogante, interesa retomar a Hannah Arendt, quien en sus reflexiones sustentó el paso del perdón como noción y acto divino al ámbito estrictamente humano y de alcance político. Sobre el perdón como acción humana e interpersonal, expone: “El perdón (ciertamente una de las más grandes capacidades humanas y quizá la más audaz de las acciones en la medida en que intenta lo aparentemente imposible, deshacer lo que ha sido hecho y lograr dar lugar a un nuevo comienzo allí donde todo parecía haber concluido) es una acción que termina con un acto único” (Arendt, 1999, p. 29). Me detengo en la idea de “dar lugar a un nuevo comienzo allí donde todo parecía haber concluido” para destacar lo impredecible del actuar humano, carácter que da lugar a la necesidad de acudir al perdón en el terreno en el que se produce la acción que lo demanda, pues el rasgo de “impredecibilidad” de quien comete la falta, según Arendt, le otorga el derecho a invocar perdón. Ahora, ¿por qué es importante el perdón? Hannah Arendt y Reyes Mate coinciden en afirmar que el perdón es una forma de renunciar a la venganza. El perdón es una acción que evita las retaliaciones de la víctima contra el victimario. En un mundo donde la violencia y la falta son constantes, la pensadora alemana acude a la disyuntiva del perdón o la venganza. En una dirección similar, Reyes Mate cita a Robert Antelme, superviviente de los campos nazis, para quien la víctima debe evitar invocar la venganza para desestimar el perdón. Así, proceder por la vía de la represalia, además de confundir al agresor con el acto ejecutado —acción denegada por la posición humana del perdón defendida por ambos pensadores—, es una forma de no ponerse en el lugar del antes criminal. El perdón, por tanto, es un acto de humanidad y de justicia, entendida esta como “el primer requisito cultural” (Freud, 2007, p. 87), condición freudiana que remite al punto primordial de la fundación de la cultura —o de la vida humana—. Un acto de justicia, entendido en el contexto trabajado, es el del perdón, que lleva a la construcción de una sociedad sin dominios ni imposiciones de unos sobre otros; sin ningún tipo de sometimientos, máxime si estos ocurren por la vía de las armas. ¿A qué aspirar, entonces? Al deber de la memoria para el alcance del perdón, como acto indicado y procedente de la acción humana, y a la justicia como acción fundacional; ambos pasarían a ser terreno propicio para consolidar el acto de perdonar como otro de los gestos fundamentales de la condición humana. Referencias Arendt, H. (1999), De la historia a la acción, Barcelona, Paidós. Derridá, J. (2008), “El perdón”, El perdón, virtud política. En torno a Primo Levi, Barcelona, Antrhopos. Freud, S. (2007), El malestar en la cultura, Madrid, Alianza. Mate, M.-R (2012-2013), “De la memoria a la reconciliación, una elipse incómoda”, Pasajes. Revista de pensamiento contemporáneo, Valencia, Universidad de Valencia. Doctora en ciencias humanas, mención: literatura y lingüística. Profesora de la Facultad de Medicina, U. de Antioquia.
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El perfeccionamiento en los acuerdos finales de paz Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO* german.valencia@udea.edu.co
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s evidente que el país ha madurado en la elaboración de acuerdos finales de paz con la guerrilla. Una revisión de los textos que se tienen de este tipo en Colombia, desde aquel primer acuerdo con el M-19, el 9 de marzo de 1990, hasta el más reciente con las Farc-Ep, el 24 de noviembre de 2016, muestra un progresivo conocimiento alcanzado en el diseño de estos acuerdos. En los nueve acuerdos finales de paz que se tienen hasta el momento con los grupos subversivos se nota un creciente avance tanto en los derechos individuales y colectivos como en los derechos jurídicos, políticos, económicos y sociales. El primer acuerdo firmado entre el Gobierno, los partidos políticos y el M-19, por ejemplo, se caracterizó por ser un texto corto y poco explícito en sus pretensiones. En tan solo un par de páginas, las partes se comprometieron a implementar una serie de asuntos básicamente políticos y jurídicos. Allí se estableció la legalización del partido político Alianza Democrática M-19, el respaldo en una propuesta de reforma electoral, un plan de seguridad para excombatientes y la participación en la Asamblea Constituyente; además del indulto y de la creación de una Comisión asesora para la reforma integral de la justicia. Y diez meses después, el 25 de enero de 1991, cuando se dio a conocer el segundo acuerdo final de paz, esta vez con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), quedó evidenciado que el Gobierno y la guerrilla querían tener acuerdos más claros, explícitos y que abarcaran más derechos. De allí que, además de contener los avances iniciales con el M-19, el nuevo acuerdo le dio al PRT una vocería permanente en la Asamblea Constituyente, promovió el proceso y proyecto político de la agrupación en medios de comunicación y presentó un plan de seguridad detallado. Igualmente, se otorgaron importantes apoyos económicos a los desmovilizados, como subsidios de vida mensual y recursos para salud, educación, capacitación y programas comple-
mentarios, con los que se buscaba una reincorporación a la vida social digna a los excombatientes. Algo similar continuó sucediendo con el acuerdo final con el EPL. En el nuevo texto se explicitaron las responsabilidades de cada entidad encargada del programa de implementación, se plasman estrategias para asegurar una mayor sintonía por parte de la comunidad y se propone la creación de Comités operativos de promoción del proceso de paz. El EPL logró negociar dos voceros en la Asamblea Nacional Constituyente, la legalización como partido político y la promoción del proyecto político y el proceso de paz en medios de comunicación, más la publicación de un libro. Además de la apertura de Casas de la democracia para la promoción del proceso, recursos para la fundación “Progresar” y planes regionales para las zonas de influencia del EPL. Otras maduraciones acumuladas se encuentran en los acuerdos con la CRS, la MPM y el MAQL. Con el primero se asumió el compromiso de realizar un foro sobre derechos humanos en Colombia y un Programa de desarrollo regional, con complementos en materia de vivienda y de tierras. Con el segundo se pactó proyectos de inversión social en las comunas, obras de infraestructura vial y de servicios, y equipamientos colectivos. Y con el tercero, el compromiso de promover y defender los derechos humanos en las comunidades indí-
genas y realizar obras regionales de desarrollo para ciertos municipios. Todo este acervo de conocimiento recolectado por más de tres décadas entre el gobierno y las guerrillas fue aprovechado recientemente para elaborar el acuerdo de paz con las Farc. Cuando se compara el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera con los demás acuerdos firmados con la guerrilla, se evidencia el esfuerzo de las partes por desarrollar con claridad lo pactado, por considerar tanto los derechos individuales como colectivos y por incluir tanto los tradicionales derechos políticos y jurídicos como los más reciente económicos y sociales. En los derechos políticos, por ejemplo, el Acuerdo final con las Farc prioriza la realización de reformas fundamentales para el sistema políticos como un estatuto de la oposición y una reforma al régimen electoral. En lo judicial se avanza al proponer un Sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición, un tribunal para la paz, una sala de reconocimiento de la verdad, de responsabilidad y de determinación de los hechos y conductas, una sala de definición de situaciones jurídicas y una unidad de investigación y acusación. Y en lo económico y social se habla de una organización de Economías sociales del común (Ecomun), un Consejo nacional de reincorporación (CNR), un Fondo de tierras para la reforma rural integral, al
igual que programas de desarrollo con enfoque territorial, planes nacionales para la reforma rural integral, estímulos a la producción agropecuaria y economía solidaria y cooperativa, y programas de sustitución de cultivos de uso ilícito. En síntesis, desde la firma de aquel primer acuerdo con el M-19 hasta el acuerdo final con las Farc se nota un avance progresivo en términos de los derechos individuales y colectivos de los reinsertados y de las comunidades afectadas por la violencia. Es claro que en este nuevo acuerdo se consideran asuntos jurídicos y políticos, como el perdón del delito o de la pena, pero también se incluyen otros económicos y colectivos. Se pasó de pensar en solo programas y acciones que atendían y buscaban mejorar a los excombatientes, como asistencia física y psicológica o educación y formación profesional, a construir programas más amplios y ambiciosos, que atienden a las comunidades afectadas por el conflicto y las víctimas, y que promuevan el desarrollo rural y sostenible. Y, finalmente, se evidencia el salto en el diseño de programas de corto plazo, aquellos que se desarrollaban en pocos meses, a reformas sociales en el mediano y largo plazo, con los que el país buscará consolidar los procesos de construcción y establecimiento de la paz sostenible. *Profesor del Instituto de Estudios Políticos, U. de Antioquia
Colombia: Acuerdos finales de desmovilización firmados entre el Gobierno y nueve organizaciones guerrilleras entre 1990 y 2016 Fecha del acuerdo
Número de desmovilizados
Movimiento 19 de abril –M-19–
9 de marzo de 1990
900
Partido Revolucionario de los Trabajadores –PRT–
25 de enero de 1991
200
15 de febrero de 1991
2.000
Movimiento Armado Quintín Lame –MAQL–
27 de mayo de 1991
157
Comandos Ernesto Rojas –CER–
20 de marzo de 1992
25
9 de abril de 1994
433
Milicias Populares de Medellín –MPM–
26 de mayo de 1994
650
Frente Francisco Garnica –FFG–
30 de junio de 1994
150
24 de noviembre de 2016
Más de 9.000
Organización
Ejército Popular de Liberación –EPL–
Corriente de Renovación Socialista –CRS–
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –Farc-Ep– Fuente: Presidencia de la República
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“Recuperar” —insisten algunos—, no es el verbo que se debe usar para nombrar la intervención que hoy necesita el centro. Se trata de habitarlo, de dotarlo de nuevos sentidos y encontrar la forma de contrarrestar sus males en ascenso, que son los mismos de la sociedad que encarna: inseguridad, contaminación, caos en la movilidad y la privatización del espacio público.
Cultura al centro
Foto: cortesía Alcaldía de Medellín
Foto: cortesía Alcaldía de Medellín
Por GISELA SOFÍA POSADA MEJÍA* gisela.posada@udea.edu.co
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ás de un millón de personas transitan por las calles, esquinas y aceras del centro de Medellín. Sus casas viejas fueron convertidas en parqueaderos de motos, “guardaderos” de chazas, o moteles. Las once iglesias, entre las cuales se encuentran las de San José y Basílica Metropolitana, se disputan un lugar al lado de los altos edificios cubiertos de hollín. Las palomas abren vuelo entre las bocanadas de humo de los cientos de vehículos que atestan sus vías. Algunas entidades que antes habitaban el centro se trasladaron a otras zonas. Quedó el emblemático edificio Coltejer como una aguja clavada en el corazón de la ciudad, allí donde antes se erigió el bello teatro Junín, la joya arquitectónica de la naciente metrópoli. En los años anteriores, por sus céntricas avenidas pasaron los desfiles de Mitos y leyendas y de Silleteros.
Diariamente el centro recibe más de un millón de vehículos particulares y públicos. El espacio público por habitante es de 3,8 m2. La Organización Mundial de la Salud recomienda mínimo 9 m2. “Recuperar” —insisten algunos—, no es el verbo que se debe usar para nombrar la intervención que hoy necesita el centro. Se trata de habitarlo, de dotarlo de nuevos sentidos y encontrar la forma de contrarrestar sus males en ascenso, que son los mismos de la sociedad que encarna: inseguridad, contaminación, caos en la movilidad y la privatización del espacio público. Muchos de los que viven y le aportan al centro nuevas dinámicas sostienen que el reto es borrar el lastre de una época que marcó a Medellín. El narcotráfico se ensañó con la ciudad y el centro vivió una aciaga época que obligó al cierre de establecimientos; un aire fantasmal y de temor generalizado cubrió las calles. “Medellín fue la ciudad más violenta del mundo y ese carga sigue viva, porque aún el bien privado es un valor por encima de la decencia y de la vida”, dice Sergio Restrepo, director del Teatro Pablo Tobón Uribe. Hace esa afirmación, pese a que con su orientación el teatro es prueba de que es posible devolverle la esperanza al centro, pues “El Pablo” es hoy un escenario
cultural abierto y de convergencia de la acción pública y política. Con el liderazgo de Restrepo se abrieron las rejas físicas y mentales para hacer realidad el sueño de que el centro sea el barrio de todos, “habitarlo de manera potente. Disfrutar sus bares, las agendas de los centros culturales como el tradicional teatro Matacandelas o la fuerza de convocatoria de la Pascasia”. “El centro es una escuela de ciudadanía”, concluye Restrepo. “Al centro hay que quitarle ruido y contaminación, así como el ambiente que te agrede. Somos una ciudad que tiene muchos muros invisibles, entre ellos los de la violencia y las llamadas fronteras sociales”, dice Pilar Velilla, gerente del centro. Su reflexión se fija en la labor de las administraciones municipales que se han concentrado en atender las contingencias, afirma. Su labor está enfocada a entender sus complejidades y ampliar las oportunidades para que el centro sea un espacio al que tienen derecho todos los ciudadanos. Para 2017, anuncia la peatonalización de la avenida La Playa. Dado que el comercio informal no respeta la institucionalidad, el manejo del espacio público es el principal problema del centro. Por ello, para Jorge Mario Puerta, director de Corpocentro, rediseñar el modelo de control y gestión del
espacio público es la prioridad. Puerta argumenta que la falta de políticas públicas en el uso del espacio se traduce en beneficio a la informalidad y no estimula el empleo formal. “Hay 900 puestos ambulantes con pipetas en el centro de Medellín”, lo que representa un peligro para sus habitantes y transeúntes. “La herencia del POT anterior no permitió la construcción de vivienda en el centro y la que hay se ha ido envejeciendo (…) se necesita estimular nuevos nichos de habitantes para generar nuevas dinámicas y hacer que sea un atractivo sitio turístico”. Entre las 105 instituciones de educación superior que conviven en el centro y que concentran la más grande oferta educativa de la ciudad, se encuentra la Universidad de Antioquia con su Antigua Escuela de Derecho, el Edificio la Naviera y sus edificios y casas dispersas en varias cuadras. Ahora al histórico claustro de San Ignacio llega el proyecto “Cultura centro”, para fortalecer la cultura como un bien público, y sumarse a las salas de teatro, cafés, librerías, lugares de música, encuentro y conversación que hoy resisten, persisten y le dan vida al centro de Medellín. *Del proyecto “Cultura centro”, iniciativa estratégica de la Rectoría y el Departamento de Extensión Cultural, dependencia adscrita a la Vicerrectoría de Extensión.