Alma Mater 664

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Nº 664 Medellín, mayo de 2017 SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

Vigilada Mineducación

Plan de Desarrollo Institucional 2017-2026, a consideración del Consejo Superior Universitario Página 2

Son las universidades las que antes, durante y después del pacto de paz tienen el compromiso de generar argumentos cualificados sobre la importancia de pactar la paz y sostenerla en un país que se ha desangrado durante más de medio siglo y en el que la guerra ha servido para justificar exclusiones e injusticias.

Construcción de paz y universidad

35.390 inscritos aspiran a ingresar a la UdeA • Un total de 35.390 aspirantes inscritos en el proceso 2017-2 presentaron el 2 de mayo el examen de admisión a la Universidad de Antioquia. Del total, 28.597 se inscribieron a los programas académicos de Medellín, 6.793 a los programas que la institución ofrece en las sedes y seccionales en las subregiones del Departamento y 1.362 a los programas en formación virtual. • El 57,5% de los inscritos son mujeres, o sea, 20.353. Mientras que los hombres suman 15.037, el 42,5%. • El 65,3% está en los estratos 1 y 2. El 29% de aspirantes está en el estrato 3. • El 75% de los aspirantes inscritos egresaron de colegios públicos y el 25% de colegios privados. • Se inscribieron 395 indígenas y 681 miembros de la población afro. Además de 22 aspirantes con discapacidad visual, 20 con discapacidad motriz y 1 con discapacidad auditiva.

Foto: cortesía del proyecto

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

Páginas 3 y 4

¿Cómo reducir los impactos de la minería en el Chocó? Página 12

Ser pilo paga: movilidad social precaria, subsidio a la demanda y desfinanciamiento de las universidades públicas Página 7


Planeación

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Ana Milena Gualdrón Díaz, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Carlos Arturo Morales Vallecilla, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • David Hernández García, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • Carlos Alberto Palacio Tobón, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edwin Carvajal Córdoba, Decano Facultad de Comunicaciones • Luquegi Gil Neira, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Jesús Francisco Vargas Bonilla, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •Ruth María Agudelo Cadavid, Decana (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Ángela María Franco Cortés, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • David Hernández García, Secretario General. Invitados: Álvaro Franco Giraldo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Ana María Gutiérrez Giraldo, Directora de Gestión Logística y de Infraestructura • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.

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Plan de Desarrollo Institucional, PDI, 2017-2026, a consideración del CSU Posgrados con excelencia, mayor cobertura y articulados a pregrados, una meta Por LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO Periodista del PDI periodismo.pd@udea.edu.co

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a propuesta del PDI 2017-2026, que se entregó para la revisión del Consejo Académico, plantea “programas de posgrado articulados alrededor de núcleos problemáticos interdisciplinares, que interroguen problemas globales y locales”, así como una “cobertura de posgrados aumentada con criterios de excelencia académica”. De cara a la aprobación del PDI, que el Consejo Superior Universitario considerará en las sesiones de mayo y junio, la directora de Posgrado, Sandra María Turbay Ceballos, habló sobre los desafíos de la Universidad en esta área para la próxima década. ¿Cómo se deben abordar los posgrados en la UdeA durante los próximos 10 años? —En los 90 la Universidad dio un salto hacia la investigación y así como esta creció, crecieron los posgrados, pues ambos van de la mano. Esto se acentuó en el Plan de Desarrollo 2006-2016. En los últimos 10 años los posgrados aumentaron y actualmente tenemos 27 programas de doctorado (4 acreditados), 65 de maestría (12 acreditados) y 47 de especialización (7 acreditados). La meta ahora será garantizar la calidad de los posgrados, ya que tenemos muy pocos con acreditación de alta calidad, porque son muy nuevos y aún no llenan todos los requisitos exigidos por el CNA (número de cohortes y de egresados). La próxima meta, entonces, es estabilizar el número de posgrados. Ya tenemos doctorados en casi todas las áreas y maestrías en todas las áreas. De acuerdo al avance de la ciencia y el surgimiento de temas nuevos, vamos a abrir nuevos posgrados. ¿Qué estrategias se implementarán para que más estudiantes accedan a los posgrados? —Hay un programa nuevo que financiará estudiantes: Colombia

científica. Los investigadores se están preparando para presentarse, pero allí decidieron financiar doctorados únicamente en las 500 universidades que están en el ranking de Shanghái, es decir, personas que irán a estudiar al exterior porque de Colombia es más difícil que estemos en ese ranking. Estamos haciendo solicitudes a los ministerios para que se cambie esto y permitan también formar estudiantes de doctorado en el país. Tenemos la figura del estudiante instructor, con 105 plazas en este momento. A ellos la Universidad les da ciento por ciento de exención del derecho de matrícula y un salario mínimo y medio de sostenimiento mensual a cambio de seis horas de clase a la semana. La mayor parte de los estudiantes de posgrado tienen alguna ayuda, pero necesitamos más apoyo. El 42% del profesorado hoy tiene título de doctorado. ¿Qué se espera con respecto a la planta docente? —No hemos llegado a la fase de establecer indicadores para profesores doctores hacia 2026. La Universidad quisiera que todos sus profesores tuvieran doctorado, pero hasta ahora lo que existe es que si se jubila un doctor, hay que reemplazarlo con un doctor. Pero si se jubila alguien que es magíster, se puede reemplazar con un magíster o con un doctor. En Colombia hemos pensado que los doctores se forman para dar clase en la Universidad, y hasta ahora la mayoría sí, pero va a llegar un punto en que la Universidad se va a saturar porque esas plazas se van a llenar. En Europa, la mayor parte de los doctores no trabaja en universidades, sino en empresas o en el sector público. Pero aquí no es así, pues las empresas no tienen

departamentos de innovación, de investigación ni de desarrollo. No tienen los recursos económicos para pagar el salario de un doctor. Necesitamos crear ecosistemas de investigación y desarrollo o un sistema nacional de ciencia y tecnología donde no estemos solamente las universidades, sino que haya estímulos al sector productivo para hacer más investigación de manera que surjan más empresas de base tecnológica. ¿Es viable que los egresados de doctorados y maestrías se inserten al mercado laboral en el país? —Se justifica estudiar en un posgrado porque el retorno es rápido. Un estudiante que tenga un posgrado gana dos veces más que el que tiene un pregrado. Si sale con un pregrado gana aproximadamente un millón setecientos mil pesos. En algunos casos, dos millones y en otros tres, pero estos son pocos, principalmente los médicos. Si tiene un doctorado, sale con 5 millones y medio de pesos y si tiene maestría, tres millones novecientos mil pesos. Son datos reales del Observatorio Laboral del Ministerio de Educación. Entonces la gente ve que se justifica hacer un posgrado. Muchos hacen especializaciones. Esta modalidad no existe en otros países, pero en Colombia sí y a las empresas les gustan mucho los especialistas. Si queremos salir de este atraso que tiene la economía colombiana, hacer innovación y ser competitivos, necesitamos más doctores. Colombia solamente está sacando en este momento seis doctores por millón de habitantes. Brasil tiene más de 60 y los países europeos, hasta 250 doctores por millón de habitantes.

Durante el período 2006-2016 se matricularon 3.220 estudiantes en posgrado. La meta hacia 2016 era alcanzar una cifra de 2.000, por lo cual se superó en más del 150 por ciento. De estos, 611 estudiantes se matricularon en doctorados (la meta era 500). Se planteó la apertura de 20 programas de doctorado y se cumplió en forma exacta con 20. Se abrieron 43 maestrías y la planeación fue de 30. Se abrieron 10 especializaciones médico-quirúrgicas. Además, mientras que en pregrado la Universidad aumentó el número de estudiantes entre 2005 y 2015 en 21%, en posgrado fue 103%.


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¿Son las universidades colombianas las aliadas estratégicas en este azaroso camino de transición de la guerra a la paz que Colombia —¡al fin!— ha empezado a trasegar? ¿Se constituirán las universidades en actores capaces de participar en la apropiación y sostenimiento de la agenda de construcción de paz en los territorios? Por DEICY HURTADO GALEANO** Directora de la Revista Estudios Políticos deicy.hurtado@udea.edu.co

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

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a paz no solo se pacta o se negocia sino que se construye. Es una sentencia en la que se viene insistiendo desde 1992, cuando el secretario general de la ONU, Boutros BoutrosGhali, posicionó en la agenda del organismo que la paz había que establecerla y mantenerla —diría yo, cuidarla— como vía para no sucumbir de nuevo al conflicto armado interno en aquellos países en transición de la guerra a la paz. Y esto se ha dicho porque tanto la guerra como la paz no son procesos que incumban solamente a los actores enfrentados en armas —Estado-guerrillas—, pues en ellos está involucrada la sociedad civil —organizaciones sociales, iglesias, gremios económicos, academia, actores internacionales—, bien sea como víctimas o agentes de resistencia y contención durante el conflicto armado, o como actores legitimadores y veedores de las estrategias adoptadas para la superación de los conflictos durante la transición, tal como lo ha estipulado el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno colombiano. Como han dicho los expertos en el tema, la sociedad civil es la “aliada no armada” en los esfuerzos de construcción de paz (Rettberg, 2002): las organizaciones no gubernamentales que desde finales de la década de 1980 han desplegado acciones cada vez más sistemáticas en pro de la paz; algunas iglesias que han posicionado la necesidad de superar el conflicto armado mediante programas e instituciones que, en las regiones de Colombia agobiadas por los “señores de la guerra”, han acompañado a las comunidades en su resistencias y duelos; y, por

Construcción de paz * y universidad supuesto, la academia —aunque tímidamente— que desde 1995 empezó a hacer los estudios pioneros sobre paz y resolución de conflictos, y que al despuntar el nuevo milenio empezó a consolidar agendas investigativas sobre estudios de paz negociada.1 Y es justo en ese último actor que quiero detener la mirada a partir de unas preguntas: ¿son las universidades colombianas las aliadas estratégicas en este azaroso camino de transición de la guerra a la paz que Colombia —¡al fin!— ha empezado a trasegar? ¿Se constituirán las universidades en actores capaces de participar en la apropiación y sostenimiento de la agenda de construcción de paz en los territorios? Sin duda lo deberían ser. De hecho, algunas

lo vienen siendo incluso antes del actual proceso de paz, cuando a la par que estudiaban los orígenes, modalidades y consecuencias del conflicto armado, se atrevían a avizorar los retos del país en un eventual posconflicto como la construcción de paz, la resolución de conflictos, los procesos de verdad, justicia y reparación a las víctimas, la restitución de tierras, la sustitución de cultivos ilícitos, la reintegración de excombatientes, la memoria, las pedagogías para la paz, el desarrollo sustentable y la justicia social. En efecto, si entendemos que la paz no se reduce a silenciamiento de fusiles y a la disminución de los homicidios atribuibles a la confrontación armada —¡lo que no es nada desdeñable!—, sino

que ella debe estar soportada en transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas que permitan superar los detonantes del conflicto, las universidades tienen un compromiso insoslayable con la construcción de una paz estable que impone el reto de hacer lecturas pertinentes de los contextos nacional y local donde se implementarán las estrategias pactadas para la paz; es decir, que son ellas, en cooperación con actores locales, las que mejor podrían hacer el análisis de las condiciones culturales, económicas, sociales, infraestructurales, ambientales, institucionales y políticas que obstaculizan o viabilizan lo pactado. Son las universidades las que antes, durante y después del pacto de paz tienen el compromiso

Comité editorial: Álvaro Franco Giraldo • David Hernández García • Alma Nury López Patiño • Ximena Forero Arango • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Liliana Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Líder de Comunicaciones: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, María Alejandra Carmona Valencia, Paulina Mesa Loaiza, Luis Alfredo Bonza Ramírez • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

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Opinión / Análisis de generar argumentos cualificados sobre la importancia de pactar la paz y sostenerla en un país que se ha desangrado durante más de medio siglo y en el que la guerra ha servido para justificar exclusiones e injusticias. Se trataría pues de reconocer que el conocimiento científico y académico construido en las universidades colombianas — nacionales y regionales— en sus distintas áreas —exactas y naturales, salud, sociales, humanidades y artes— constituye un acervo importante que podría hacer grandes contribuciones —a la sociedad, al Estado y al sector productivo— en la reconstrucción de la infraestructura territorial requerida, en los diseños institucionales que la transición política supone, en las propuestas para el desarrollo económico de las regiones y municipios; así como en la recuperación, fortalecimiento o construcción del Estado social de derecho, en las transformaciones educativas y culturales, o en el fortalecimiento de la ciudadanía que un país como Colombia requiere para que la paz, y no la resolución violenta de los conflictos, tenga asiento en nuestras mentalidades, en las actitudes y comportamientos con los que asumimos la vida cotidiana. En hora buena, el mismo Acuerdo involucra a la Universidad Nacional de Colombia y a la Universidad de los Andes —junto con otros centros académicos internacionales, Foro Nacional por Colombia, Viva la Ciudadanía y el Cinep— en asuntos de rediseño institucional para la participación política electoral y para el fortalecimiento de la sociedad civil, y deja las puertas abiertas para que las prácticas profesionales y los programas de extensión solidaria se involucren en los procesos de participación ciudadana, así como en los de control y veeduría en la implementación del Acuerdo. De igual manera, con este se convoca a las universidades y centros de investigación para que presenten propuestas a la Comisión de implementación, seguimiento y verificación del acuerdo final de paz y de resolución de diferencias (CSVR). Tal llamado a las universidades me lleva a nuevos interrogantes: ¿las universidades regionales, en especial la Universidad de Antioquia, tendrán la voluntad de participar en la consolidación progresiva de las estructuras institucionales y culturales, en los ámbitos locales y regionales, que urgen en esta sociedad transicional para no retornar a las dinámicas del conflicto? Me pregunto si más allá de ver esta coyuntura política como una oportunidad para acceder a recursos públicos de la nación y de la cooperación internacional, ¿los actores universitarios asumirán el compromiso ético y político de liderar intelectualmente la construcción de un país y unas regiones en los que la justicia social y la paz sean su horizonte de posibilidad? Mientras la Universidad de Antioquia toma la decisión de instalar y darle cuerpo a la mesa universitaria por la paz, mientras decide si es pertinente que esta institución haga presencia en los espacios de ciudad para hablar de paz y ayudar a construirla en Medellín y en las regiones, mientras se despejan las dudas de algunos sobre si la paz debería ser o no un eje estratégico de su plan decenal de desarrollo; mientras todo esto se discute… la revista Estudios Políticos, tal como lo hizo en 2012 cuando apenas se instalaba la Mesa de Negociación de La Habana, vuelve a abrir sus páginas a quienes han tenido la osadía de construir conocimiento sobre la paz negociada, un tema urgente y pertinente, pero poco “taquillero” en la región antioqueña. Con esta edición y su sección temática sobre estudios de paz, la revista Estudios Políticos celebra sus 25 años de participación en la construcción de comunidad académica, y lo hace con la esperanza de que este joven campo de conocimiento en Colombia llegue a ser tan prolífico como ha sido el de la guerra y la violencia. 1. Por ejemplo, el Programa de investigación sobre conflicto armado y construcción de paz (ConPaz) del Departamento de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes, nació en 2003. También la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, que desde 2011 propuso a la comunidad universitaria y a la sociedad la Cátedra Manuel Ancízar “Construir paz: aportes desde la Universidad Nacional de Colombia”. Referencias bibliográficas Rettberg, Angélika. (2002). La construcción de paz bajo la lupa: una revisión de la actividad y de la literatura académica internacional. Estudios Políticos, 42, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia, pp. 13-36. * El texto corresponde a la editorial con la que la actual directora presenta los 25 años de la Revista Estudios Políticos, número 50. ** Socióloga. Magíster en Filosofía Política. Cómo citar este artículo: Hurtado Galeano, Deicy. (2017). Editorial. Construcción de paz y universidad. Estudios Políticos, 50, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia, pp. DOI: 10.17533/udea.espo.n50a01

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Aspecto del foro “El panorama de la negociación con el ELN”, convocado por la Mesa Universitaria por la Paz, a finales de abril en la UdeA. Participó el gestor de paz Carlos Velandia, Luis Emil Sanabria de Redepaz, el profesor de la Universidad Nacional Víctor Currea y los profesores de la Universidad de Antioquia Sara Fernández y Germán Valencia.

La violencia de la guerra contra las drogas Por ADRIÁN RESTREPO PARRA Instituto de Estudios Políticos adrian.restrepo@udea.edu.co

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n un país como Colombia, avanzar en la construcción de paz significa el apaciguamiento de diferentes violencias. La paz firmada con las Farc, por ejemplo, debe conducir al cese de la violencia propia de una confrontación contrainsurgente. Sin embargo, el cese de este tipo de violencia no equivale al destierro inmediato de las otras violencias que también hacen parte de la realidad colombiana. Los asesinatos de líderes sociales preocupan a diferentes instancias porque se entienden como un contrasentido de la paz en construcción. La paz sangrienta no es paz, pero que los hechos de violencia continúen no es igual a que sus motivaciones sean las mismas o que el Acuerdo no funcione. En aras de sostener el Acuerdo de paz es necesario constatar que la violencia ejercida contra esos liderazgos no proviene ni convive con las fuerzas del Estado. Por eso es prioritario esclarecer quiénes son los autores de los asesinatos, porque conocer los responsables reales despeja toda duda sobre el papel del Estado y de la contraparte del Acuerdo. Asegurar que efectivamente cesó la guerra contrainsurgente por parte del Estado y de ciertos sectores de la sociedad contra las Farc convertida en partido político afianza el proceso de paz, como lo hace que la guerrilla cumpla su parte; pero no es suficiente para consolidar la paz, si

de ella esperamos la ausencia absoluta de violencias. Entre las violencias que subsisten en el país está la violencia proveniente de la guerra contra las drogas, una política consignada en el mismo Acuerdo de paz. Según el Acuerdo, es posible terminar con la guerra contra las Farc y, a la vez, con la guerra contra las drogas. Lo cual equivale a poner en el mismo cesto dos cuestiones relacionadas pero distintas. Sin Farc el narcotráfico pervive. Y no solo eso, además existen unos ejércitos privados al servicio de redes de poder que obstaculizan violentamente la implementación del Acuerdo, porque este supone acabar con el negocio del tráfico ilegal de drogas, según el contenido establecido en el punto sobre solución a las drogas ilícitas. La construcción territorial de la paz, como propone el Acuerdo, debe diferenciar las distintas violencias que padecen los territorios, porque posiblemente en algunos de ellos están viviendo la violencia de la guerra contra las drogas y no la violencia tradicional, la contrainsurgente. En Antioquia, por ejemplo, existen territorios donde puede hablarse de paz, pero no de sustitución de la coca. En otros lugares, por los riesgos consabidos, no puede hablarse siquiera de paz, porque es asociada inmediatamente con el punto de la erradicación de cultivos ilícitos. En el posconflicto, sin la sombra de la guerra entre guerrilla y Estado, la violencia derivada de la guerra contra las drogas aparece en toda su dimensión. En Colombia, por distintos motivos, la guerra contrainsurgente terminó relacionada con la guerra contra las drogas. La guerra desata violencia, la guerra contra las drogas


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Negociar la paz con el ELN mirando el retrovisor Debemos recurrir al pasado histórico y recoger las lecciones de la paz negociada con el ELN, caracterizada por al menos tres elementos: 1) la estructuración de una agenda que incluya el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo social, 2) la inclusión de la sociedad civil tanto en la elaboración de la agenda como en su negociación y 3) la participación de la comunidad internacional. Fotos: Luis Javier Londoño Balbín

no es la excepción. Recordemos, por ejemplo, que México, sin tener una guerra contra insurgente como en Colombia, tiene una guerra contra las drogas que ha hecho evocar a nuestro país en su peor época en la guerra contra los carteles, confrontación que, dicho sea de paso, continúa aunque con variaciones. La guerrilla existente en México no juega un papel preponderante en la guerra contra las drogas y aun así ese país vive con todo rigor una guerra: los ejércitos privados de narcos contra las fuerzas estatales y contra ellos mismos. Escenario en el cual también mueren inocentes. En Colombia estamos intentando dejar una guerra, la contrainsurgente, pero tenemos la de las drogas, una guerra que hemos vivido por años amalgamada con otras violencias. Para avanzar en la construcción territorial de la paz es menester caracterizar los tipos de violencias asentadas localmente. Diferenciar sus dinámicas puede contribuir a esclarecer las vías de solución. En el caso del narcotráfico, tendríamos que considerar su expresión local y también el hecho de que la solución al problema de las drogas ilícitas, tal cual está en el Acuerdo, consiste en consolidar la presencia territorial del Estado persistiendo en la guerra contra las drogas; y esa guerra, como toda guerra, genera violencia. Posiblemente allí radique parte del problema: en la violencia de la política de la guerra contra las drogas. Y por eso mismo sea necesario pensar en vías como la recientemente utilizada por el gobierno de Canadá, que pretende legalizar el consumo de marihuana. El primer ministro, Justin Trudeau, justificó esta opción porque permite “proteger a menores y eliminar una fuente de financiación de organizaciones criminales”. Quizás la legalización, la formalización de este tipo de economía, posibilite avanzar con menor violencia en la construcción de una paz estable y duradera.

Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO Profesor del Instituto de Estudios Políticos german.valencia@udea.edu.co

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egociar la paz es una tarea mucho más difícil que hacer la guerra. Desde 1990, cuando el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se sentó por primera vez a buscar la paz de forma dialogada y, hasta la fecha, se contabilizan, entre reuniones de acercamiento y negociación, 16 momentos en donde se ha intentado alcanzar tal propósito. Cifra que es más elevada si se tiene en cuenta el acuerdo final al que se llegó con la Corriente de Renovación Socialista, CRS, –una fracción del ELN– al final del gobierno de César Gaviria (9 de abril de 1994). Son, pues, más de dos décadas y media intentando llegar a un acuerdo de paz con el ELN. Esta larga experiencia de negociaciones con el ELN ha dejado muchos aprendizajes y hoy, cuando en el país se intenta, una vez más, pactar la paz con esta organización política armada, debemos recurrir al pasado histórico y recoger las lecciones de la paz negociada con el ELN, caracterizada por al menos tres elementos: 1) la estructuración de una agenda que incluya el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo social, 2) la inclusión de la sociedad civil tanto en la elaboración de la agenda como en su negociación y 3) la participación de la comunidad internacional. El reconocimiento de estos asuntos, sin duda, podría incrementar la probabilidad de éxito en el logro de este importante objetivo colectivo. El primer intento por negociar la paz, como se dijo, lo realizó el ELN entre 1990 y 1992, cuando en compañía de otros grupos armados conformó la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, CGSB, con el único objetivo de negociar la paz. En aquel año, el país cumplía una década de búsqueda de salida negociada al conflicto armado, y esta organización guerrillera había sido la única que se había mantenido al margen de este tipo de procesos. Fue el momento tan especial que vivía el país entorno a la Asamblea Nacional Constituyente y el inicio de desmovilización de varios grupos guerrilleros, entre ellos el M-19 o el EPL, el que motivó, por primera vez, a comprometerse con una agenda de paz. Dicha agenda, como se sabe, nunca se desarrolló, pero dejó claro el ideario reformista que

tiene el ELN y la importancia que le da a la inclusión en la agenda de negociación de temas como el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo social. Tuvieron que pasar seis años para que el ELN de nuevo se sentara a negociar la paz. Fueron tres episodios los que se dieron en 1998, en donde el Gobierno Nacional, en compañía de la sociedad civil, realizaron acercamientos para humanizar la guerra e insistir en una salida negociada al conflicto. Para el primer encuentro se designó a la Comisión de Conciliación Nacional; al segundo, al Comité Operativo de la Convención Nacional; y finalmente, se le dio la responsabilidad al recién creado Consejo Nacional de Paz. A pesar de que tampoco en esa ocasión se logró el objetivo de la desmovilización, el ELN dejó claro con los encuentros que su apuesta en la elaboración de una agenda de paz y en el proceso de negociación sería siempre involucrar a la sociedad civil. Luego le siguió el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) quien, de forma paralela a las negociaciones con las Farc, buscó de nuevo acercarse a un acuerdo de paz con el ELN. Entre 1999 y 2002 se ejecutaron siete eventos de acercamiento y dos de negociación. Allí se logró avanzar en el diseño de una futura agenda de negociación, se construyó un marco de entendimiento, se logró acordar una convocatoria de países amigos y facilitadores y se conformó una Comisión de Verificación para las Zonas de Distensión y un reglamento para estas. En este período, el ELN dejó claro que para negociar la paz se requería del apoyo de la comunidad internacional: tanto para realizar por fuera del país las negociaciones como el carácter de garantes y acompañantes de este actor. Finalmente, durante el doble período presidencial del gobierno Uribe y el actual de Santos se han presentado cuatro episodios más de paz. En el primer gobierno se tuvo dos eventos de acercamiento, en donde se involucró la sociedad civil y a la comunidad internacional, pero no se logró avanzar debido a las discrepancias entre las partes por la agenda. Y en el segundo se realizó una larga etapa de acercamiento que duró 42 meses y otra de negociación en proceso que inició el pasado 7 de febrero, donde de nuevo se nota la presencia de los tres elementos destacados, que se pueden resumir en una insistencia del ELN en la participación de las organizaciones de la sociedad civil en el diseño de la agenda y su negociación, además del componente internacional. En conclusión, gobierno y sociedad civil deben ser conscientes de la importancia que tiene la discusión actual del primer punto de la agenda, donde se abordan los mecanismos de participación de la sociedad civil en la construcción y discusión de una agenda conjunta de negociación.


Opinión / Análisis

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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

Por JORGE ARISTIZÁBAL OSSA Profesor de la Facultad de Ingeniería Secretario de Asoprudea

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l pasado 29 y 30 de marzo se celebró en la ciudadela de la Universidad de Antioquia el IV Encuentro nacional de unidades de salud universitarias, con la asistencia de siete de ellas, representados en 51 delegados, actividad promovida por la Asociación de Pensionados y Jubilados de la UdeA, Apenjudea. Durante esos dos días se hizo un balance de sus situaciones, problemáticas y finanzas. De sus debates, propuestas y conclusiones podemos extraer múltiples aspectos que, aprovechando esta columna, divulgamos a la comunidad universitaria y a la opinión pública. Todas ellas viven enfrentadas a la tendencia de ser liquidadas o quebradas por la presión de las EPS privadas que no aceptan que una población de más de 40.000 usuarios, 24.000 de ellos aportantes, con salarios promedios que superan los cuatro salarios mínimos mensuales sigan teniendo un régimen excepcional, y no

Las unidades de salud universitarias, un modelo a defender estén bajo su control los miles de millones de pesos mensuales de sus aportes. En la mayoría de ellas, los aportes recaudados son mayores que los altos gastos que significan, en general, los excelentes servicios de salud prestados pudiéndose constituir fondos patrimoniales que hoy llegan a los $70.000 millones en la Universidad Nacional, $45.000 millones en la UIS y $18.000 millones en la Universidad de Antioquia. Es de resaltar que esos fondos alcanzaron cifras del doble en estas universidades, pero que se han reducido, además del costo del envejecimiento de sus usuarios, por una tendencia que se está dando de disminuir el número de afiliados jóvenes. Lo que no se pudo saber es si esta tendencia hace parte de una política general de las administraciones para lentamente languidecerlas y liquidarlas. Donde ha primado el manejo racional, austero, justo y adecuado a la calidad exigida se presentan muy buenos servicios y los dineros de

los aportes sobran holgadamente. Donde ha primado el clientelismo y la corrupción, la politiquería en general, esas unidades de salud están con déficits acumulados, casos de las universidades del Atlántico y Córdoba. En la Universidad se denunció que juegan ambos factores. Fue unánime, al tocar tangencialmente el tema pensional, que los universitarios no aceptan, en la reforma pensional en trámite, la eliminación del régimen de prima media con prestación definida, dejando solo a los fondos privados de pensiones, y el apoyo al proyecto de ley que disminuye el aporte de salud de los jubilados del 12% al 4% con el Estado como garante de esa rebaja del 8%. De los informes presentados se concluye que los programas de salud están más enfocados al tratamiento de la enfermedad, por lo que se llama a enfatizar la promoción y prevención. Se debe buscar una atención completa,

integrada y continua con la debida coordinación entre los niveles de complejidad y modos de atención en salud. Eso se está haciendo ya en algunas de ellas. Dadas las similitudes que tienen las universidades públicas, se buscará que las administraciones universitarias den los pasos necesarios para asumir los gastos de los servicios en salud de las convenciones colectivas firmadas con los trabajadores oficiales, paguen los salarios de los empleados administrativos y técnicos de los programas de salud, entreguen los aportes respectivos de las cátedras internas de los docentes, de los empleados activos y de los jubilados, realicen y entreguen los cobros de los aportes de los segundos empleadores y cobren a las EPS privadas o a Colpensiones los aportes de los jubilados que aportan a esas instituciones pero que reciben los servicios de salud, no de ellas, sino de las unidades de salud. En el caso de la Universidad

El futuro de la seguridad social Por JOHN JÚPITER MORALES V. Periodista de la Facultad de Ciencias Económicas jjupitermorales@gmail.com

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l 2017 trae consigo grandes retos para la seguridad social en Colombia, la implementación de la Ley Estatutaria de Salud y los problemas que afronta el sistema pensional. Uno de los aspectos que más preocupa es la financiación, ya que según datos del Banco de la República y el Ministerio de Hacienda, actualmente entre salud y pensiones el Estado colombiano gasta alrededor de un 10% del PIB. Desde febrero entró en vigencia el plan de beneficios definido en la Ley Estatutaria de Salud, que plantea la autonomía médica para recetar tratamientos, sin los límites del POS, salvo lo expresamente excluido. Pero persisten las dudas acerca de la sostenibilidad. “Los estimativos más conservadores, como los del Ministerio de Hacienda,

no superan los dos billones de pesos como recursos necesarios a partir de 2017 para garantizar lo que antes era denominado No POS, pero la cifra puede ser mucho mayor y superar los seis billones de pesos, algo cercano al 1% del PIB”, advierte Jairo Humberto Restrepo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdeA y coordinador del Grupo de Investigación en Economía de la Salud, GES. Puntos de vista más optimistas sostienen que el sistema cuenta con los recursos financieros suficientes, siempre y cuando sean reorientados y controlados de manera rigurosa. Para evitar el gasto injustificado de los recursos, es fundamental elaborar una lista pública de servicios excluidos con base en criterios como: tratamientos en el exterior que puedan ser realizados en Colombia, tratamientos experimentales, procedimientos cosméticos o métodos que no tengan evidencia científica (se respetan los tratamientos de las comunidades indígenas, pero sólo en el caso de ser aplicados a sus integrantes).

Pensiones Otro reto que tiene la seguridad social en Colombia es la mejora del sistema pensional. En las condiciones actuales existe el riesgo de que las próximas generaciones no puedan acceder a la prestación social en la vejez. Un hecho relevante es el aumento en la expectativa de vida y la relación entre la cantidad de pensionados y la cantidad de personas en edad de trabajar que aportan a pensión. Hace 50 años había 11 trabajadores activos por cada adulto mayor, pero actualmente la relación es de 6 a 1 y se estima que para 2060 será de 2 a 1. Para el sostenimiento del actual sistema pensional son necesarios los recursos que el Estado adiciona a los fondos que se nutren de los aportes hechos por los trabajadores; sin embargo, son frecuentes las quejas frente a las deudas que el gobierno nacional tiene con entidades como Colpensiones, a la cual se le debe alrededor de un billón de pesos.

La informalidad del mercado laboral colombiano tampoco ayuda, pues aproximadamente un 70 por ciento de la población económicamente activa no hace aportes para pensiones, y de quienes aportan, sólo la mitad alcanzan acreditar el número de semanas necesarias. Además, casi un 65 por ciento de los recursos estatales se destinan al subsidio de las pensiones del 20 por ciento de los jubilados con ingresos más altos. Si bien en el país hay un programa de ahorro para la vejez como los beneficios económicos periódicos, BEPS, es dudosa su efectividad para satisfacer las necesidades de los adultos mayores. Por ejemplo, un hombre de 24 años que hoy empiece a ahorrar en BEPS y que durante 38 años haga un aporte de $82.500 mensuales —el máximo permitido—, recibiría en su vejez $479.600 cada dos meses. “Estaría muy por debajo del salario mínimo, que es el que da las condiciones para sobrevivir en la última etapa de su vida cuando ya no puede producir”, opina la profesora de la Facultad de Derecho de la UdeA, Bertha Osorio.


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de Antioquia se buscará que la Universidad traslade los aportes respectivos de la subrogación de la cuenta especial al Programa de Salud de la UdeA. Se buscará, como propuestas para las administraciones de las unidades, una estrategia unificada para enfrentar los retos de los altos costos de los medicamentos al promover la compra unificada de ellos, ojalá, por todas las unidades de salud, el negociar una póliza común para las enfermedades de alto riesgo, promover y extender los convenios entre las unidades de salud para atender a los servidores universitarios en cualquier ciudad del país cuando haya desplazamientos académicos y que las universidades asuman el pago de la tasa de vigilancia y control de la Superintendencia. Con el criterio de la defensa irrestricta de las unidades y de los programas de salud universitarios se llamó al uso racional de los servicios de salud, a promover la masiva afiliación de los servidores que se encuentran afiliados a las EPS privadas, a eliminar los manejos clientelistas y burocráticos de todas ellas, a exigir a las administraciones respectivas la no tercerización de las plantas de cargos, tanto de las unidades de salud como de las instituciones y a seguir siendo un ejemplo palpable de que se pueden brindar excelentes servicios de salud con los recursos que los servidores aportan, cosa que detestan las EPS privadas y por ello su anhelo de que sean liquidadas pues no resisten la comparación.

El Estado debe preparse mejor para garantizar la protección en la vejez, dice la sicóloga y magíster en salud pública de Universidad de Antioquia, María Isabel Zuluaga, y añade que “las familias cada vez son más verticales y hay menos disponibilidad de cuidadores; en especial cuando las personas mayores tienen dependencia física, la situación familiar y social que viven puede agudizar el deterioro”. Tales problemáticas fueron debatidas el 27 de abril en el seminario: “Retos de la seguridad social en Colombia”, donde además se abordó la necesidad de garantizar el funcionamiento de los programas de reintegración de desmovilizados, la reparación a la víctimas y la seguridad social en el campo en el contexto del posconflicto. El evento académico, realizado en el marco de la semana de la seguridad social, contó con la presencia de delegados del Ministerio de Salud y Protección Social, la OIT, la CEPAL y expertos académicos en las áreas del derecho, la salud y las ciencias económicas.

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Ser pilo paga Movilidad social precaria, subsidio a la demanda y desfinanciamiento de las universidades públicas Por CARLOS ARTURO MORALES VALLECILLA Representante profesoral principal ante el Consejo Superior Universitario, Universidad de Antioquia carlos.morales@udea.edu.co

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ientras que los rectores del Sistema Universitario Estatal, SUE, se ponen de acuerdo sobre qué posición asumir como sistema frente al polémico programa gubernamental Ser pilo paga, SPP, (algunos rectores ya lo avalan), el gobierno del presidente Santos gana terreno en su pretensión de establecerlo como política de Estado o política pública, materializándose, de ser así, una más de esas ideas que el profesor Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, denomina “ocurrencias” de nuestros gobernantes. No han sido suficientes los argumentos presentados en múltiples artículos y columnas por expertos en educación superior, que muestran con las mismas cifras estatales, la inconveniencia de este programa, dada la poca correspondencia y proporcionalidad que guarda con las verdaderas necesidades y las prioridades de la educación superior colombiana, en el marco de una situación financiera preocupante que raya en la casi inviabilidad funcional de las 32 universidades públicas del país, como lo dice inclusive, recientemente, la calificadora internacional de riesgos Fitch Ratings. En este escenario me animo a contribuir al debate con los siguientes planteamientos: Para empezar, mi tesis sobre el concepto de “movilidad social precaria” se fundamenta en un hecho que, a mi modo de ver, es irrefutable desde la perspectiva empírica: si SPP se analiza aislándolo del contexto en el que se desarrolla (y que más adelante explicaré), resulta difícil decir, en principio, que no genera movilidad social en el grupo beneficiado. Esta circunstancia, por cierto, es la que hace tan costosa, en términos políticos, la crítica al mismo, de cara a una opinión pública desprevenida y fuertemente presionada e influenciada, primero, por la falta de oportunidades que tienen sus hijos de acceder a una educación superior de calidad y que ve en SPP una excelente y generosa solución, y segundo, por las campañas gubernamentales difundidas por los medios masivos de comunicación, institucionales y privados, que muestran sus bondades. Este programa es lo que en la sociología del lenguaje colombiano actual llamamos “vitrinero” (“fácilmente vendible”). Ahora bien, ¿por qué movilidad precaria? Es aquí donde aparece el contexto. Recordemos algunos datos relacionados con SPP: 1) cubre apenas alrededor del 1,5 % de los egresados de la educación secundaria cada año; 2) es un préstamo condonable, no una beca plena, que cubre la matrícula pero es muy limitada para los gastos de sostenimiento, situación que se hace más crítica en el caso de los

estudiantes de la provincia que tienen que desplazarse a las grandes capitales, donde está la mayoría de universidades incluidas en SPP. A este respecto es bueno decir que hasta el momento ni el Icetex ni el Ministerio de Educación Nacional han dado cifras sobre la deserción en SPP, pues dicen que los estudiantes cuentan hasta con un año para retomar sus estudios antes de declarar la deserción. Pero, a manera de ejemplo, si como dice el rector de la Universidad de Los Andes, la tasa de deserción en los pilos, en esta universidad, se comporta de forma parecida a la de los estudiantes no pilos (30%), tarde o temprano en ésta (que al momento cuenta con 1.729 pilos y recibirá 49 mil millones de pesos por ello), resultará que un número aproximado de 500 estudiantes pilos, independientemente de las causas, habrá abandonado sus estudios y lo que al comienzo era una beca, se le convertirá en una pesada deuda que difícilmente podrá pagar; 3) el 86% de los pilos han optado por las universidades privadas, situación que tiene su origen en diferentes causas asociadas a la percepción que tienen éstos y sus padres sobre dichas universidades, entre las que se cuentan el valor de las matrículas (el estudiante lo percibe como un mayor rédito social y económico), la potencial empleabilidad, la internacionalización, el supuesto ascenso social y sus beneficios, y la nula ocurrencia de ceses de actividades. Recordemos que el valor de las matrículas en las universidades públicas son sustancialmente bajas con relación a las universidades privadas. En la Universidad de Antioquia, por ejemplo, los estudiantes de estratos 1 y 2 no pagan matrícula. Mientras que las universidades oficiales reciben alrededor de cuatro millones por estudiante de SPP, en las universidades privadas acreditadas la matrícula semestral cuesta en promedio entre 7 y 15 millones de pesos; 4) el programa solo incluye las universidades acreditadas, por lo cual la mayoría de universidades de provincia no reciben recursos de SPP, haciendo más crítico el círculo vicioso de su desfinanciación, ya maltrecho por cuenta de la política estatal de entregar una parte de los recursos a las universidades públicas con base en sus indicadores de gestión. Sin repetir aquí, por falta de espacio, las cifras ya conocidas sobre la crisis financiera por la que atraviesa la educación pública superior colombiana, es claro que el programa SPP y el deseo del actual gobierno nacional de convertirlo en política de Estado, resulta ser una “ocurrencia” asimilable a querer curar un cáncer con un acetaminofén, mientras que por otro lado no se intervienen las causas estructurales del problema, originadas entre otras en la misma Ley 30 de 1992. Pero lo anterior no es extraño, cuando se analizan a profundidad los lineamientos del Acuerdo por lo Superior 2034 de 2014, mediante los cuales se fortalece la tendencia hacia la autofinanciación de la educación superior estatal, se fomenta el subsidio a la demanda y se transfieren buena parte de los recursos públicos al sector privado. Y mientras tanto, ¿el SUE qué dice? ¿Amanecerá… y veremos otra política de Estado?


Opinión / Análisis

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Por CAMILO ANDRÉS MORALES Asistente de la Vicerrectoría de Docencia Universidad de Antioquia camilo.morales@udea.edu.co

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

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no de los cantos que ha gozado históricamente de mayor reconocimiento y referencia de la Odisea de Homero es aquel en el cual se presenta a Sísifo, quien era “presa de recias torturas” y, además, “iba a fuerza de brazos moviendo un peñón monstruoso y, apoyándose en manos y pies, empujaba su carga hasta el pico de un monte; más luego, llegado ya a punto de dejarla en la cumbre, la echaba hacia atrás su gran peso; dando vueltas la impúdica piedra, llegaba hasta el llano y él tornaba a empujarla con todas sus fuerzas” (Homero, Odisea, Canto XI, 593). No está de más, a propósito del debate generado en el país en torno a la propuesta del Sistema nacional de educación terciaria, Snet, contenida en el Plan de Desarrollo 2014-2018, traer a colación la figura de Sísifo, que parece ser la personificación de la gestión y comprensión de lo que sucede con el sistema educativo colombiano. El actual Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 definió la creación del Snet con el objetivo de resolver algunas de las falencias de la educación en Colombia. No obstante, además de las dificultades metodológicas que ha enfrentado la propuesta del Snet existen otras tantas, de fondo a mi parecer, de las cuales aún no se vislumbra un panorama claro de solución, con lo cual se han generado numerosas incertidumbres, entre las cuales vale la pena destacar las siguientes: Tanto el marco general como el catálogo de cualificaciones buscan ordenar y orientar “las cualificaciones por campos ocupacionales y niveles de aprendizaje” con el objetivo de “actuar como referente no sólo para el diseño de la oferta académica, sino también para el reconocimiento de las cualificaciones y para la transparencia y comparabilidad” (MEN). Instrumentos como estos generan preocupaciones y reparos en la comunidad educativa, toda vez que la gestión curricular y académica de las instituciones educativas de cualquier tipo es un asunto anclado a la autonomía universitaria, fundamentada ésta tanto en disposiciones constitucionales como en particularidades, dinámicas

Educación terciaria entre Sísifo y la incertidumbre y tradiciones epistemológicas y pedagógicas. En este sentido, la clasificación y la organización de herramientas para promover y facilitar el tránsito entre los distintos niveles de formación que componen un sistema educativo no deben ser el resultado de decisiones administrativas, sino de acuerdos académicos e institucionales en los cuales debe prevalecer no sólo un análisis cuantitativo de cara a la transferencia y acumulación de créditos, sino la claridad sobre los objetivos de formación de cada nivel, entre otros. Si bien la articulación entre la educación superior y la sociedad es siempre una tarea pendiente en lo que tiene que ver con su fortalecimiento, la creación de niveles asociados con la educación técnica y tecnológica no equivale a una

solución inmediata para problemas como la falta de reconocimiento cultural, económico y social de los cuales dicha educación adolece. Algo similar sucede con la movilidad al interior de cada pilar y entre los distintos pilares del Snet, la cual, al estar basada en la adquisición de competencias, habilidades y destrezas, no da cuenta de los demás objetivos de la formación: integralidad, ciudadanía, humanismo, etc. Por tal razón, bien vale llevar a cabo reflexiones sobre preguntas del tipo ¿la creación de niveles educativos soluciona las necesidades históricas de la formación técnica y tecnológica? ¿Se agotan dichas necesidades en el diseño y confección de currículos a partir, exclusivamente, de los requerimientos de algunos sectores de la sociedad?

¿Cómo pensar y contribuir con la solución de las demás necesidades formativas —no instruccionales— de los jóvenes de nuestro país que eligen los programas técnicos y tecnológicos como una opción de vida? Estas son solamente algunas de las incertidumbres y temas pendientes que aún hoy perviven en torno al proyecto de Snet. Tal vez como a Sísifo, este intento de modificación y mejora, tanto por asuntos de forma como de contenido, permanezca por algún tiempo sólo en las líneas del Plan de Desarrollo Nacional y, para algunos, en el recuerdo como un intento más que, en virtud del peso de las incertidumbres, tendrá que volver a comenzar una cuesta inclinada no sólo por el objeto a reformar sino por las implicaciones estructurales que tal reforma implica. En cualquier caso, ante la incertidumbre es necesario construir y no decretar, dialogar además de socializar. Más que una reforma administrativa o formal, al igual que sucede con la financiación y promoción de la ciencia en Colombia, nuestro sistema educativo requiere una revisión de fondo en la cual los actores que intervienen en la misma sean voces activas y determinantes. La academia y la sociedad, de la mano de los órganos gubernamentales, tienen en sus manos no sólo la superación de la imagen mítica de Sísifo como referente de lo sucedido con los procesos de transformación de nuestro sistema educativo, sino también, y de manera fundamental, la materialización de aquello que Wilhelm von Humboldt, en el siglo XIX, reclamaba para la formación en general: “Hay, en el peor de los casos, ciertos conocimientos que tienen que ser generales e, incluso, una cierta formación de la sensibilidad y del carácter que a nadie le debe faltar. Cada uno es entonces solo un buen artesano, vendedor, soldado u hombre de negocios cuando en sí mismo y sin referencia a su oficio particular, es un buen ciudadano y un hombre ilustrado según su clase” (Humboldt). Nota: una versión ampliada de este artículo puede ser consultada en el portal web www.udea.edu.co y en el número 76 de la Revista Debates de la Universidad de Antioquia.


Investigación

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• Otra situación que aporta a la aparición de susperbacterias tiene que ver con el uso para la cría de ganado, cerdos y pollos para el consumo humano, industria que utiliza los antibióticos para promover el crecimiento acelerado o prevenir la aparición de enfermedades en los animales. • Según la OMS más del 50% de las prescripciones de antibióticos que hacen los médicos no son necesarias.

Oficina de Comunicaciones IPS Universitaria sandra.montoyah@ipsuniversitaria.com.co

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cinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa o Enterobacteriaceae, son nombres que para el común de las personas no significan nada, pero para la Organización Mundial de la Salud, OMS, encabezan la lista de las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana. Precisamente, este año con motivo del día internacional de la higiene de manos que se conmemora el 5 de mayo, la OMS ha centrado su campaña con el mensaje: “La lucha contra la resistencia a los antibióticos está en sus manos”. Las superbacterias o bacterias multirresistentes como también se le conocen, son microorganismos que han desarrollado resistencia a varios grupos de antibiótico. Un informe del Banco Mundial reveló que para 2050 las superbacterias afectarán a 28 millones de personas. Recientemente, el Centro de Control de Enfermedades estadounidense (CDC) publicó el caso de una mujer que murió en septiembre de 2016 en un condado de Reno (Nevada, USA) por las complicaciones provocadas por la bacteria klebsiella pneumoniae, resistente a 26 medicamentos. Ante la magnitud de esta problemática, el llamado de alerta de la OMS no solo se centra en mantener buenas prácticas, tanto en la higiene de manos como en el uso responsable de los antibióticos; además, señala acciones concretas al trabajador sanitario, administradores de hospitales y líderes en prevención y control de infecciones.

Detectar, tratar y sensibilizar Este tipo de bacterias se encuentran principalmente en los entornos clínicos donde se atienden pacientes con patologías de alta complejidad. El reservorio principal de estos microorganismos es el paciente y, en ausencia de adecuadas técnicas de higiene y aseo, el ambiente se contamina a través de las manos. Según Carlos Restrepo Castro, médico infectólogo de la IPS Universitaria, los grupos de pacientes con mayores riesgos son las personas con enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades renales, hipertensión), con un sistema inmunológico debilitado, con mala nutrición, con estancias hospitalarias prolongadas, con tratamientos invasivos (uso de sondas y catéteres) y alto consumo de antibióticos. Al ser resistentes a distintas clases de tratamientos farmacéuticos, este tipo de bacterias pueden producir mayores complicaciones en la salud de los pacientes e incluso aumentar la probabilidad de muerte. “Las superbacterias pueden ser peligrosas por dos aspectos. El primero es que si no se cuenta

Poster de la OMS promocional

Por SANDRA MONTOYA HINCAPIÉ

del día mundial de higiene de mano

s 2017

Superbacterias, otro reto para la salud pública

con medidas de manejo adecuadas, pueden diseminarse fácilmente en los espacios de atención sanitaria; de ahí la importancia de la higiene de manos y de una constante campaña que involucre al personal asistencial, médicos y cuidadores. Segundo, su misma naturaleza resistente hace muy difícil su tratamiento médico, incluso con antibióticos de última generación”, señala Restrepo.

Mitos y verdades • Si se toma un antibiótico cuando tiene una infección viral como la gripe, el medicamento no afectará al virus causante de los síntomas. En lugar de eso destruirá una amplia variedad de bacterias en su cuerpo, incluyendo algunas de las bacterias “buenas” que lo ayudan a digerir los alimentos, combatir las infecciones y mantenerse sano. • Las susperbacterias son multirresistentes al manejo antibiótico, pero el sistema inmunológico de una persona en condiciones normales de salud puede hacer frente a este tipo de microorganismos. • Una persona que ha padecido una infección por bacteria multirresistente puede recuperarse, llevar una vida normal y no ser portadora de la bacteria. • La gripa, el dengue y el zika se curan sin antibióticos. • Los antibióticos no son vitaminas, no sirven para aumentar de peso, no alivian los dolores ni rebajan la fiebre. • No se deben adquirir antibióticos sin receta, no se deben guardar para usarlos más adelante, no se deben compartir con otras personas ni consumir sobrantes.

Uso responsable de los antibióticos Una de las causas de las superbacterias resistentes a los medicamentos se debe al uso indiscriminado de antibióticos, tanto en el ámbito hospitalario como en el ambulatorio, pues atacan la flora bacteriana intestinal destruyendo el equilibrio de poblaciones bacterianas, lo que favorece la aparición de superbacterias. Los antibióticos se encuentran entre los medicamentos que más comúnmente se recetan a las personas y son eficaces contra las infecciones bacterianas, pero no deben ser usados contra los virus, como los que causan los resfriados o la gripe. Por tanto, su prescripción innecesaria para patologías que no lo ameritan, fallos en las dosis, en el tiempo de consumo, no cumplimiento por parte del paciente de las indicaciones médicas a la hora de ingerirlos, crean el escenario perfecto para los patógenos resistentes. Datos del Centro Europeo


Investigación para la Prevención y el Control de las Enfermedades señalan un aumento significativo en la capacidad de los patógenos para sobrevivir a los tratamientos, incluidos los considerados “de última línea” entre 2012 y 2015. Por otro lado, la producción de antibióticos por parte de la industria farmacéutica ha venido disminuyendo y en este sentido Carlos Restrepo explica que cada vez es menor el número de alternativas en medicamentos para la atención de bacterias multirresistentes. Por ello, el personal asistencial debe enfocarse principalmente al manejo moderado y vigilado de antibióticos y en la implementación de medidas como la higiene de manos, que se convierten en barreras claves para evitar su diseminación.

El trabajo de la IPS Universitaria La IPS Universitaria no es ajena a esta realidad y una gran parte de su población consultante tiene muchos de los factores de riesgo para la generación de infecciones por este tipo de bacterias. El Grupo de Enfermedades Infecciosas y el equipo de trabajo de Vigilancia en Salud Pública y Control de Infecciones de la institución, trabajan permanentemente en la implementación de estrategias para la atención de estos casos. Estas medidas contemplan sistemas de detección temprana con pruebas de laboratorio, definición de procedimientos rigurosos, espacios de aislamiento, estrategias terapéuticas tempranas, personal asistencial debidamente entrenado y capacitado, sistema de vigilancia en el uso de antibióticos por parte de médicos infectólogos, además de un trabajo periódico sobre la consolidación de una cultura de la higiene de manos. Gracias a la implementación de estas medidas, la IPS Universitaria cuenta con importantes logros en este aspecto, uno de ellos se ve reflejado en la disminución de las tasas de infección por enterobacterias con patrón de resistencia a los carbapenémicos —antibiótico— que pasaron de 0.24 por 1.000 días estancia en 2010 a 0.12 por 1.000 días estancia en 2016.

Centro de excelencia en la atención de infecciones En la plataforma estratégica a 10 años, la IPS Universitaria tiene como objetivo convertirse en centro de referencia en varios de sus servicios, uno de los cuales es el manejo de infecciones de gran complejidad. Para ello el trabajo mancomunado con la Universidad de Antioquia será clave no sólo en la generación de alianzas estratégicas para actividades como las ayudas diagnósticas con pruebas de laboratorio, sino con el fortalecimiento de actividades de investigación y participación de estudiantes de posgrado.

Equipo SEM

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Fotos: cortesía de la SIU

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Los equipos robustos de la SIU, al servicio de la ciencia Por STIVEN ARIAS HENAO Comunicador de la SIU comunicacionessiu@udea.edu.co

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a Sede de Investigación Universitaria, SIU, cuenta con una serie de equipos robustos que han potenciado el desarrollo de investigaciones en diferentes áreas del conocimiento y contribuido para que el Alma Máter siga fortaleciéndose como referente de la investigación en el ámbito nacional e internacional. Algunos de los equipos de más reciente adquisición, que como los precedentes apoyan la labor científica de la región y del país, son:

Centro de Microscopía Avanzada, unidad administrativa y estratégica Creado en 2016, su objetivo es ofrecer a investigadores de diferentes instituciones un servicio eficiente de microscopía, gracias a la unidad administrativa integrada por el microscopio electrónico de barrido (SEM), el microscopio electrónico de transmisión (TEM) y el microscopio de fuerza atómica (AFM). Estos equipos fueron adquiridos hace 10, 2 y 1 año, respectivamente. Sus nombres responden a sus siglas en inglés.

Aunque el principio de operación del SEM y el TEM es similar, sus alcances difieren. El primero analiza la morfología y composición química de superficies de materiales utilizando electrones. La toma de muestras y la obtención de resultados son relativamente rápidos. El segundo registra imágenes con mayor resolución, trascendiendo de la superficie al interior de la materia. Es el equipo más potente en el país para el estudio de materiales. La adquisición de estos equipos era necesaria por dos razones. La primera es que la microscopía electrónica se ha convertido en una herramienta fundamental en investigación, y la segunda consiste en el interés creciente del entorno por la nanotecnología y el compromiso que asumió la Universidad de contribuir al liderazgo de la ciudad en este campo. Por su parte, el AFM es un equipo que complementa funcionalmente muy bien a los anteriores. Tiene un principio operativo diferente: la fuerza interatómica entre las partículas. Puede realizar análisis de superficies, de efectos magnéticos, eléctricos y lumínicos por radiación de diferentes longitudes de onda, entre otros estímulos.

Laboratorio de Prototipaje: una puerta hacia la industrialización de compuestos químicos El objetivo del Laboratorio,

cuya instalación e inauguración se prevé para los próximos meses, es sintetizar compuestos químicos a escalas superiores a las obtenidas en un laboratorio convencional. La síntesis química consiste en la producción de compuestos químicos en un laboratorio siguiendo el modelo natural que se da, a menor escala, en las plantas. Se llama Laboratorio de Prototipaje porque allí se genera el prototipo —o versión inicial— del producto para su posterior industrialización. Gracias a ello, medicamentos, agroquímicos y otros productos derivados de investigaciones científicas podrán ser sintetizados para avanzar en su industrialización y comercialización a menores costos. Su diseño resulta de la experiencia acumulada durante más de 15 años por investigadores de los grupos de Química Orgánica de Productos Naturales y del Pecet, los cuales identificaron una clara necesidad en el campo, pues hacer hoy este proceso de síntesis implica buscar industrias internacionales que pueden cobrar hasta 10 mil dólares por escalar un compuesto químico de miligramos a gramos, limitando a menudo el desarrollo de dichos compuestos, a pesar de su potencial, y dejando la investigación en un punto muerto. Sin embargo, gracias al servicio que brindará el Laboratorio, será posible producir, caracterizar y purificar compuestos, impulsando la innovación y el desarrollo de investigaciones de alto impacto.


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El grupo GIBIC recibe patente por neuronavegador El Grupo de investigación en bioinstrumentación e ingeniería clínica, Gibic, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, recibió en marzo del presente año una patente de invención gracias al trabajo insistente en su sistema de navegación quirúrgica.

Por LEIDY JOHANA QUINTERO MARTÍNEZ johana.quintero@udea.edu.co

Equipo TEM

L Próxima novedad: NAPXPS, primera de su tipo en Latinoamérica La plataforma NAP-XPS incluye un espectrómetro fotoelectrónico de rayos X que permite realizar análisis químicos en superficie para una amplia gama de materiales y en un amplio rango de presiones y temperaturas. Esto incluye la determinación de la composición elemental, estados químicos y electrónicos de los elementos que componen la superficie, así como las interacciones que puede tener con su entorno a nivel cualitativo y cuantitativo. Desde hace más de 50 años los equipos convencionales de XPS han sido pieza fundamental en investigación y desarrollo de materiales a nivel mundial. No obstante, hace una década nace una nueva tecnología que permite caracterizar las superficies a condiciones casi reales de trabajo para una gama mucho más amplia de materiales, incluyendo muestras biológicas. Solo existen alrededor de 25 equipos de esta clase en el mundo, y el que se inaugurará a finales del presente año en la SIU será el primero en Latinoamérica. Las posibilidades de realizar estudios con la plataforma NAP-XPS incluyen aplicaciones de interés para la industria minera, electrónica, medioambiental, farmacéutica, cosmetológica, energética, alimenticia, de catálisis, polímeros, recubrimientos y biomateriales, entre otras.

os investigadores de la Universidad de Antioquia se han caracterizado no solo por sus capacidades intelectuales, sino también por la calidad de los desarrollos científicos. Una muestra es la más reciente patente de invención concedida por la Superintendencia de Industria y Comercio al Grupo de investigación en bioinstrumentación e ingeniería clínica, Gibic, del programa de Bioingeniería de la Facultad de Ingeniería, por el “Sistema de navegación quirúrgica en computador basado en imágenes”. El desarrollo ya cuenta con el registro de marca que nombraron “Daubara”, que en la lengua embera chamí significa “ver más allá de lo evidente”. El equipo de investigadores eligió este nombre porque quieren rescatar la tradición indígena; por medio de un equipo de antropólogos el grupo de investigación se comunicó con dicha comunidad, le explicó de qué se trataba el proyecto y los indígenas lo reconocieron como el “Daubara”. De acuerdo con sus inventores, se trata de un “dispositivo electrónico que, conectado a un computador con un software desarrollado por el equipo de investigadores, permite realizar cirugías guiadas por imágenes diagnósticas previamente registradas. El equipo le facilita al cirujano la ubicación del instrumental quirúrgico sobre las imágenes diagnósticas y sobre la reconstrucción tridimensional lograda a partir de las mismas. Adicionalmente, facilita la marcación de eventos con el apoyo de un pedal conectado al computador para que el médico pueda registrar las coordenadas de puntos de interés durante la cirugía”. El sistema de navegación fue diseñado específicamente para cirugías de cerebro; sin embargo, con los años ha evolucionado y actualmente se usa para entrenamiento médico en cirugías funcionales, biopsias, resección de tumores, parkinson, entre otros procedimientos. Si bien este desarrollo busca facilitar el trabajo de los cirujanos, los principales beneficiados son los pacientes, pues “cuando el neurocirujano tiene una herramienta de estas características hay mayor seguridad en el entorno quirúrgico, porque el médico tiene más información respecto a dónde está el instrumental; no sólo brinda seguridad en la marcha sino que la herramienta le permite planear la cirugía, pues en unas imágenes tridimensionales el cirujano podrá identificar lo que debe hacer en el

procedimiento”, observa el investigador principal del proyecto, el ingeniero Alher Mauricio Hernández Valdivieso. De acuerdo con el documento oficial que presenta la patente “esta invención permite realizar la planeación de la cirugía marcando las zonas de interés con la ayuda de un pedal y visualizándolas inmediatamente sobre las imágenes diagnósticas, lo cual resulta más práctico que marcar zonas de interés con un mouse o el teclado de un computador. En cuanto a la seguridad del paciente, la presente invención facilita al médico la toma de decisiones, debido a que puede contar con información funcional del paciente sobrepuesta a las imágenes de navegación”. La patente fue posible gracias al compromiso de los investigadores, pero también al apoyo financiero de diferentes entidades institucionales y nacionales como el Comité para el Desarrollo de la Investigación, Codi, y el Programa de Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia; la Unidad de Gestión de Crecimiento Empresarial del gobierno nacional iNNpulsa, el Sistema Nacional de Regalías y Ruta N. En los nueve años que han transcurrido en el proceso de esta invención muchos estudiantes, profesores e investigadores han aportado a su desarrollo y perfeccionamiento, sin embargo los investigadores principales y quienes han participado en la mayor parte de creación y desarrollo son Alher Mauricio Hernández Valdivieso, director del Gibic; Juan Diego Lemos Duque y John Fredy Ochoa, profesores del programa de Bioingeniería y estudiantes de doctorado; Daniel Estrada y Jhon Jairo Velásquez, bioingenieros y estudiantes de Maestría, y Andrés Felipe Vallejo, ingeniero I+D. Esta patente para facilitar la cirugía de cerebro es la segunda que obtiene el grupo Gibic; la primera la recibió en 2013 y se trata de un “dispositivo autónomo para la medición de presión plantar e identificación del arco del pie”. También cuenta con otras dos patentes radicadas y a la espera de resultados; además se encuentra en la redacción de dos nuevas solicitudes de patente de invención. Para los integrantes del Gibic recibir esta patente es “muy satisfactorio, pues se reconoce el trabajo de nueve años; además esto nos abre las puertas para extender la patente a otros países y por medio del Programa de Gestión Tecnológica de la Universidad buscar la comercialización”, agrega el investigador Mauricio Hernández. La nueva patente también cuenta con una solicitud de Tratado de cooperación en materia de patentes al Sistema Internacional de Patentes, radicada en abril de 2016, la cual permitirá extender su protección a otros territorios donde se pueden encontrar aliados comerciales.


Investigación

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La minería de oro a cielo abierto genera un alto impacto en los ecosistemas especialmente en departamentos como el Chocó. Frente a esta actividad extractiva, Lady Vargas realizó un trabajo de investigación para optar al título de Magíster en Ciencias Ambientales de la Corporación Académica Ambiental, que arroja resultados y recomendaciones para el sector académico, productivo y las autoridades ambientales, con el propósito de reducir la alteración biológica ocasionada en los cuerpos de agua. La falta de planeación genera mayores disturbios cuando el rendimiento del entable minero no es el esperado. “Hemos visto que la gente se pierde, ya no reconoce los lugares. Es mayor el daño al ambiente que lo que se obtiene cuando no se hace una planeación. Nosotros no satanizamos la minería, estamos buscando herramientas para reglamentar y orientar esta actividad pues sabemos que la minería no se va a acabar”, precisa Giovanny Ramírez.

Por LINA GALLO BENÍTEZ Periodista de la Corporación Académica Ambiental comunicacionesambiental@udea.edu.co

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n sol inclemente es avivado por el paisaje rojizo de las áreas degradadas por minería en Jigualito, corregimiento de Condoto en el Chocó. En este escenario Lady Vargas, ingeniera ambiental y sanitaria, evaluó, en distintos momentos, la calidad ecológica de cuatro fuentes hídricas que han sido afectadas por la minería a cielo abierto. Analizó escenarios donde la minería está activa y otros en los que esta actividad se realizó hace cinco, diez y hasta treinta años atrás. Con sus compañeros y asesores de trabajo Giovanny Ramírez, subdirector de Investigaciones del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, IIAP, y Esnedy Hernández Atilano, doctora en biología e investigadora del Grupo de Investigación Geolimna de la Universidad de Antioquia, usó como indicador biológico las algas perifíticas, algas microscópicas que están adheridas a su medio. El hecho de haber nacido en Quibdó, más la experiencia como investigadora del IIAP desde 2008

¿Cómo reducir los impactos de la minería en el Chocó? recorriendo los siete departamentos del Chocó biogeográfico, le dio a Lady Vargas la información suficiente para inferir un hecho ignorado: “una vez se acaba la minería y pasa el tiempo, se reduce la turbiedad en el agua, pero eso no quiere decir que el ecosistema se recuperó, que es lo que la gente y los mineros piensan”, observa. La recuperación de áreas degradadas por minería se ha enfocado en la reforestación y no existen suficientes estudios sobre cómo tratar el agua para que vuelva a las condiciones previas a la intervención de la minería, con las características necesarias para la vida. “En el Chocó tenemos muchas dificultades asociadas al agua: el saneamiento básico, el abastecimiento; además la gente hace uso directo de las fuentes hídricas tanto para el uso doméstico como para la alimentación, cuya base es la pesca”, señala la investigadora. Para demostrar su hipótesis, Lady realizó cuatro muestreos entre mayo y octubre de 2015, tres

en épocas de lluvias altas y uno en época de lluvias bajas. “Las algas perifíticas están en la base de la biología de estos ecosistemas, lo que significa que hay flujo de materia y de energía para el resto de plantas y animales de la cadena trófica”, explica Lady. Un aspecto que permitió comprender el estado ecológico de los escenarios estudiados, fue el análisis de los nutrientes y la temperatura como factores que revelan cómo cambia el disturbio a través del tiempo. En los ecosistemas donde hay actividad minera vigente, los nutrientes son muy bajos y las temperaturas muy elevadas, y a medida que pasa el tiempo comienza a aparecer nuevamente la vegetación y en estos procesos los nutrientes y la temperatura cambian. Los resultados técnicos de la investigación evidencian que en los escenarios donde es mayor la degradación del hábitat por deforestación, erosión y aumento de la temperatura se genera mayor estrés para el desarrollo de las algas

perifíticas, y a medida que el tiempo va pasando se reduce la contaminación y aumenta la diversidad y riqueza de algas; sin embargo los cuerpos de agua nunca vuelven a su estado inicial. “Los efectos que genera el disturbio se pueden percibir hasta 30 años después de la extracción”, precisa Lady, e indica que el índice de calidad ecológica mostró mayores niveles en los escenarios sin intervención y más bajos en aquellos donde hay operación minera actual. La explotación de oro a cielo abierto en el Chocó ha crecido de la mano de los grupos armados. “En Colombia la minería ilegal es del 60%, pero para el Chocó es del 90%; de toda la minería solo hay tres títulos mineros y la demás es ilegal”, advierte Giovanny Ramírez. ¿Cómo se pueden recuperar los cuerpos de agua? Con base en los resultados obtenidos, la investigadora recomienda “prestarle atención al control de vertimientos y evitar que el cauce natural sea modificado porque no hay manera de volver a


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Cesáreas, o de cuando la salud pasó a un segundo plano Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO

Foto: cortesía del proyecto

Periodista del Departamento de Información y Prensa angela.agudelor@udea.edu.co

reconformarlo como estaba, ni en forma, ni en pendiente, ni en ancho, ni en tamaño, ni en caudal, nada va a volver a ser igual”, afirma. Otra recomendación valiosa es realizar exploraciones previas para identificar dónde está el metal, pues aumenta la problemática ambiental. “Llevamos años trabajando en herramientas contextualizadas que posibiliten la recuperación de los cuerpos de agua tras la actividad minera; en el Chocó el agua es más importante que el bosque”, enfatiza Giovanny Ramírez. Si el daño ya está hecho, la investigación sugiere revisar estudios previos y conocer en qué condiciones estaba ese hábitat antes de la intervención, hacer un dragado que permita eliminar los sedimentos y favorecer el desarrollo de la cobertura vegetal. “Más que reforestación es evitar el estancamiento y la modificación del cauce; lo vegetal finalmente crece solo. En cambio el dragado y la reconformación de estos cauces no se da naturalmente”, concluye Lady.

Los fallecimientos entre los recién nacidos parecen estar incrementándose por las cesáreas innecesarias al no dejar llegar a término muchos embarazos que podrían llegar a éste naturalmente”, afirma el investigador de la Facultad Nacional de Salud Pública Iván Darío Arroyave, a propósito del artículo “Health insurance coverage, neonatal mortality and caesarean section deliveries: an analysis of vital registration data in Colombia”, que publicó en The Journal of Epidemiology and Community Health (Volumen 71), junto con los profesores Tanja Houweling, Alex Burdorf y Mauricio Avendaño de Erasmus MC en Rotterdam, Holanda. La investigación se hizo con el apoyo del proyecto Eracol y en el marco del proyecto “Inequidades socioeconómicas en mortalidad y salud neonatal en Colombia, tendencias temporales, seguro de salud y transferencias territoriales”, aprobado en la Convocatoria 725 de 2015 de Colciencias para proyectos de investigación en temáticas priorizadas en salud. Y se basó en datos de registro de nacimientos obtenidos en el Dane) entre los años 2008 y 2011, abarcando 2’506.920 nacimientos y 17.712 fallecimientos antes de los 28 días de edad. En Colombia, la proporción de cesáreas pasó del 27% al 43% entre 1999 y 2011, coincidiendo con un importante incremento del aseguramiento en el mismo periodo. No obstante, para dar una idea del desbordamiento de la tasa de ocurrencia, el profesor Arroyave resalta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2015) —que se basan en que las tasas de cesáreas de más del 10% no reducen la mortalidad—, según las cuales la ocurrencia de este tipo de intervención no debe superar el 15% de los partos.

Infortunadamente el estudio no contó con datos sobre si las cesáreas habían sido médicamente esenciales u optativas; pues este tipo de intervención quirúrgica podría estar relacionada también, al menos parcialmente, con un menor riesgo de prevalencia de nacimientos de bebés muertos en el caso de los embarazos de alto riesgo. Qué motiva las cesáreas Los autores sugirieron hacer más estudios que permitan establecer la razón por la cual pertenecer al régimen contributivo está conduciendo paradójicamente a un incremento innecesario de cesáreas, y si es por el hecho de hacer esta intervención cuando no está indicada, que la mortalidad neonatal se ha incrementado en ese régimen de seguro de salud e incluso en el subsidiado, por encima de la de los bebés de madres que no están aseguradas. Las evidencias señalan la urgencia de analizar por qué esta práctica se ha vuelto más común. En opinión del director general del Hospital Pablo Tobón Uribe, Andrés Aguirre Martínez, “es un fenómeno que hay que abordar y mirar cuáles son las causas que están conduciendo a eso, y volver a recuperar la senda de lo que debe ser”. Observa, por ejemplo, que la cesárea normalmente “hace que no tenga que ser en un turno a medianoche o en un fin de semana, y eso le evita, llamemos, incomodidades a las personas que están atendiendo”. “El hecho de tener ciertos aseguradores o estar afiliado es un riesgo, y que lo remitan a uno a ciertas instituciones de prestación también es un riesgo, por faltas de calidad”, reconoce el médico, a lo que agrega que “estamos en una sociedad hedonista, también en la sociedad de lo inmediato”, pues los médicos coinciden en que son probados los beneficios del parto natural para la madre y del hijo. “Eso está entre el médico y la misma madre; porque hay no pocas cesáreas que son programadas también porque la mujer pide que eso sea así”, apunta, por su parte, la médica Olga Lucía Acosta, asesora regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.

La experta advierte, no obstante, que este tipo de intervenciones quirúrgicas, que no deberían ser normales dentro de un sistema de salud, “pueden llegar a ser perjudiciales para la salud, y más costosas”.

Mortalidad en alza Al analizar la relación entre el tipo de afiliación, la mortalidad neonatal y la práctica de cesáreas, la investigación mostró que si bien la mortalidad neonatal de hijos de madres aseguradas bajo el régimen contributivo sigue siendo menor que la de los hijos de madres no aseguradas, la mayor mortalidad neonatal que pudo ser causada por cesáreas innecesarias en las primeras habría contribuido a reducir las diferencias de dicha mortalidad entre las madres del régimen contributivo y las no aseguradas. Valga anotar que las cesáreas no indicadas clínicamente, que se asocian con nacimientos prematuros y mayor mortalidad neonatal, son más frecuentes entre las madres que están en el régimen contributivo. En dicho estudio, los bebés que nacieron con menos peso mostraron ser 20 veces más propensos a fallecer, coincidiendo con la evidencia existente, según la cual la prematuridad es la causa principal de muertes de recién nacidos en el mundo, y los partos que ocurren entre la semana 37 y la 39 tienen peores desenlaces en términos de salud. De ahí que no se recomiende practicar la cesárea antes de la semana 39, a menos que sea médicamente indispensable. El profesor Iván Darío Arroyave sugiere que un tópico de investigación sobre el cual es importante recabar evidencia para tomar decisiones de política claras, es si en un modelo fundamentado en el flujo de recursos entre actores como el colombiano, existen estímulos pecuniarios o de otro tipo que estén induciendo a la realización de procedimientos, actividades e intervenciones, e incluso prescripciones farmacológicas, que no son clínicamente indicados, acciones todas “que si bien producen pingües beneficios al oferente, pueden ser potencialmente peligrosos para la vida y la salud del paciente”.


Extensión

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Por GISELA POSADA Y PEDRO CORREA gisela.posada@udea.edu.co león.correa@udea.edu.co

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Un barrio de todos, una apuesta universitaria Precisamente, fue el rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez, quien desde principios de 2016 convocó a un grupo de entidades del centro para trabajar conjuntamente por el

Los niños al centro reunió a 500 niños en la Plazuela de San Ignacio.

Foto: Sergio González - Caminá pa’l Centro

Foto: cortesía Corpocentro

i algo caracteriza al centro de Medellín es su noción de pluralidad, de convergencia de intereses disímiles. Esa es la inaprensible materia de la que parece estar hecho, disperso como un rompecabezas. Sin embargo, algo en él, quizá su extinta vocación pública, su riqueza al servicio de todos —como el agua, el aire, los árboles, la historia común, la memoria colectiva, las tradiciones—, hace que se renueve siempre de manera positiva. Ese pulso vital se sintió con fuerza entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2017, con la cuarta versión de Caminá pa’l centro, un programa en el que participan cerca de 60 entidades y colectivos —la Universidad de Antioquia entre ellas—, que si se quiere podría reconocerse como un laboratorio de ciudad, donde la cultura es materia de experimentación ciudadana, a partir de una red de confianza que tiene como premisa el “¡mejor juntos!”. Esta versión de Caminá, que coincidió como conmemoración de su primer aniversario, demostró su capacidad expansiva como iniciativa ciudadana. Y la demostró no solo por su generosidad en expresiones artísticas, de convivencia y de encuentro ciudadano, sino también por la formalización de un acuerdo de voluntades sui géneris en el país: la Alianza cultural por el centro, que fue firmada por una treintena de instituciones, entidades y colectivos ciudadanos, en un acto público el 31 de marzo en el Banco de la República. Bajo este modelo de articulación, las entidades firmantes se comprometieron a trabajar conjuntamente para impulsar y gestionar iniciativas que apunten al cumplimiento de dicho propósito, para el cual se plantean compromisos de orden financiero, organizativo, técnico, operativo y de orientación académica, como aporte al bienestar ciudadano y a la revitalización de un sector de la ciudad con grandes complejidades y, al mismo tiempo, con incuestionables potencialidades.

El rector, Mauricio Alviar Ramírez, con el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, en la presentación del Plan urbano y ambiental del centro.

Abrir las puertas… sector. Hoy, esta convergencia que se ha consolidado desprovista de protagonismos, se materializó en la Alianza cultural por el centro, elemento sustantivo que parece vislumbrar transformaciones de fondo y que empezó, desde el 26 de abril, a madurar la metodología con la que actuará. Pero, además de su activo liderazgo en la Alianza, la Universidad de Antioquia viene actuando con firmeza y compromiso por dotar al centro de una agenda con visión académica, que incorpore contenidos culturales para la formación y cualificación de la opinión pública y ciudadana. Esto, a través de un equipo de profesionales con

presencia física en el Paraninfo, dispuesto para la gestión cultural mediante el proyecto llamado Cultura Centro, acompañado por el Departamento de Extensión Cultural. Las señales de esa activación universitaria son notables. Entre las casi 150 actividades programadas en la cuarta versión de Caminá pa’l centro, la Universidad —en convenio con el claustro de Comfama— le apostó a darles a los niños un lugar privilegiado. El evento Los niños al centro congregó en la Plazuela de San Ignacio a 500 estudiantes de la Institución Educativa Antonia Santos. Con los Guías Culturales y el Museo Universitario como anfitriones, los pequeños participaron

en un carrusel de actividades artísticas, acompañados de teatrales personajes como Pedro Justo Berrío y Fray Rafael de la Serna, narradores del valor patrimonial e histórico de la Universidad. El Paraninfo, como pocas veces, se vio de puertas abiertas, como lo que es: un patrimonio público. Pero más allá de esa coyuntura, otras apuestas enmarcadas en el proyecto Cultura centro buscan dotar de mayor vida este recinto universitario. Entre ellos Ciudad al centro, espacio de reflexión y opinión que modera el escritor Juan Diego Mejía; “Filosofía a la calle, pensar el presente”, propuesto por el Instituto de Filosofía; así como la Facultad de Artes, que viene apostándole a la Retreta del Parque de Bolívar, a Tardes de piano en el Paraninfo y a Conciertos didácticos en la Plazuela de San Ignacio. Y desde ahora se proyectan valiosas apuestas con la Escuela de Microbiología y con el Herbario, que dispone su conocimiento para los Bautizos botánicos en las calles y parques del centro. Esas son señales iniciales de la Alma Máter y su apuesta no solo por aportar significativamente, sino también por reconquistar su actividad cultural en el centro. El momento es más que oportuno, si se tiene en cuenta que justamente el 30 de marzo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, presentó el Plan urbano y ambiental del centro, y también firmó la Alianza cultural por el centro. Sin duda, es el momento del centro. Es hora de trabajar juntos y abrazar un territorio, amado y temido, en el que cotidianamente miles de ciudadanos se juegan sus anhelos del porvenir.


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Diálogo de saberes y Nexus, con el Nordeste antioqueño Periodista de la Vicerrectoría de Extensión diana.rivera@udea.edu.co

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l Nordeste antioqueño, ubicado en la cordillera central, es un territorio de inmensa biodiversidad de especies silvestres de plantas y animales, vastas extensiones de bosques naturales, recursos hídricos provenientes de los cuatro ríos que lo rodean, entre ellos el Río Porce, y una gran cantidad de materiales preciosos como el oro, que se cobijan bajo capas de tierra y roca. Esta riqueza natural es fuente de actividades como la minería aurífera, la pesca, la explotación de madera y la producción agrícola, base de la economía de la subregión, conformada por los municipios de Amalfi, Vegachí, Yalí, Yolombó, Santo Domingo, San Roque, Maceo, Caracolí, Remedios y Segovia; así como de las localidades aledañas del Bajo Norte como Anorí, Carolina, Gómez Plata y Guadalupe. Nutriéndose de las aguas del Río Porce, en el territorio se encuentran dos de las centrales hidroeléctricas más importantes de EPM: Porce II y III, que generan parte de la energía que se consume en el país, y que también han anclado el desarrollo de proyectos con la Universidad de Antioquia desde hace más de 15 años en la zona de embalses y sus municipios de influencia. Rescate de hallazgos arqueológicos, caracterización de fauna y flora, y vigilancia epidemiológica son algunos de esos proyectos, a los qus se suman otras investigaciones y proyectos de extensión en torno a la cultura y las literaturas del Nordeste, los Derechos Humanos, la minería del oro y el uso de mercurio. Una de las dependencias con más trayectoria en el territorio es la Facultad Nacional de Salud Pública, con proyectos de vigilancia epidemiológica, entomológica y capacitación en salud pública, que ha desarrollado en Porce II y III entre 1996 y 2000, y desde 2004 a la fecha. Actualmente son más de 82 mil personas las que se benefician a través de un trabajo en diferentes frentes, como el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia municipales, el saneamiento, la prevención de enfermedades transmitidas

por vectores y la sensibilización ambiental. La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales también ha tenido presencia en la región durante más de una décads. Allí, con la participación de más de 50 expertos en plantas, peces, anfibios y reptiles, mamíferos y aves, y en convenio con EPM, ha monitoreado, caracterizado y divulgado la riqueza de la fauna y flora que se encuentra en el cañon del Río. Desde otra disciplina, un estudio realizado entre 2015 y 2016 por el Semillero de Derecho Penitenciario de la Facultad de Derecho, sobre la situación normativa y de Derechos Humanos de las personas privadas de la libertad en la cárcel de Segovia, reveló que, comparándola con los centros penitenciarios del Inpec, paradójicamente existen dificultades más severas para que las normas lleguen a esos establecimientos que son más pequeños “Por ejemplo, no estaban separados los hombres y las mujeres”, afirmó Juan David Posada, coordi-

nador del semillero, quien anunció que con la creación del semillero en la sede de Amalfi en marzo de este año, también planean realizar la investigación en la cárcel de ese municipio. Nexus y Diálogo de Saberes y Oportunidades de Región Los detalles y resultados del estudio en la cárcel de Segovia, así como de otros proyectos de la Universidad en el Nordeste, se presentarán durante un encuentro académico y cultural que se realizará del 24 al 27 de mayo en Amalfi. El evento integra por primera vez dos programas institucionales: Diálogo de Saberes y Oportunidades de Región, y Nexus. Diálogo de Saberes se realiza desde 2011 en alianza con la Universidad Nacional, y tiene como objetivo construir propuestas para las regiones a partir de las capacidades de investigación y extensión de las unidades académicas. A la fecha se ha realizado en Medellín, Bajo Cauca, Suroeste, Oriente lejano y Oriente. Es liderado por el historiador Eduar-

Foto: cortesía Alcaldía de Amalfi

Por DIANA ISABEL RIVERA H.

do Domínguez, con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión. Por su parte, Nexus es un programa de esta misma dependencia que reúne a todas sus áreas: Innovación, Museo, Extensión Cultural, Responsabilidad Social Universitaria y Egresados, con el fin de contribuir al fortalecimiento de las comunidades, generar bienestar y aportar a la formación integral de los agentes y actores de las subregiones. Ambos programas responden a la visión estratégica que tienen la Vicerrectoría de Extensión y la Dirección de Regionalización de potenciar los procesos de extensión en las regiones. En esta oportunidad se llevarán al Nordeste dado el interés de Sergio Rodríguez, director de la sede universitaria en Amalfi, la cual ya cumple 12 años de fundación y cuenta con 319 egresados, 220 estudiantes y 10 programas académicos. Refiriéndose al evento, el alcalde de Amalfi, Román Monsalve Sánchez, indicó que es la primera vez que atestigua un “despliegue tan importante de profesionales, estudiantes e investigadores universitarios interesados en contribuir a la implementación del Plan de Desarrollo municipal y de las grandes iniciativas regionales que se avizoran”. Entre esas iniciativas regionales se encuentra el proyecto de constituir las zonas del caudal del Río Porce en la provincia MineroEnergética del Nordeste. “Este es un sueño regional. Tendríamos oportunidades gigantescas para conseguir recursos y desarrollar proyectos de infraestructura, turísticos, ambientales, agroindustriales, pesqueros y forestales, entre otros. Será un referente muy importante para la transformación del Nordeste y el Norte”. Precisamente sobre este tema, el alcalde dialogará durante el encuentro, en el que también habrá talleres, conferencias, títeres y un concierto de piano a cargo de Ana María Orduz. Participan Extensión Cultural, el Museo, el Programa Niñez y las facultades de Comunicaciones, Artes, Derecho, Enfermería, Ciencias Agrarias, Ciencias Económicas, Educación, Ingeniería, Medicina, Salud Pública, Ciencias Exactas y Naturales y el Programa para el estudio y control de Patologías Tropicales. También se unen Corantioquia, la Corporación para el fomento de la educación superior de Antioquia, EPM y el municipio de Anorí.


Formación

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Por PAULINA MESA LOAIZA Estudiante de Periodismo paulina.mesal@udea.edu.co

Ambiente escolar En un estudio realizado por Colombia Diversa, con un total de 581 estudiantes lgbti entre los 13 y 20 años de edad, con una edad promedio de 16 años, en la mayoría de departamentos de Colombia, el 67 % informó que se sintió inseguro/a en su colegio debido a su orientación sexual, el 54.8 % se sintió inseguro/a debido a la manera como expresa su género, el 68.9 % manifestó haber escuchado a otros estudiantes hacer comentarios homofóbicos con frecuencia o siempre y el 76.1% de los estudiantes escuchó “eso es muy gay”, “no seas gay” o “eres muy gay” siempre o con frecuencia en el colegio. Para Michael, una solución para minimizar este tipo de discriminación es educar el pensamiento desde la escuela, para lograr un diálogo más abierto sobre la libertad de género, pues implementar

Foto: Paulina Mesa Loaiza

Una vez íbamos mi compañero y yo agarrados de la mano y a veces nos abrazábamos; pasamos por una construcción y alguien nos dijo locas, una de las palabras universales para referirse de una forma ofensiva hacia nosotros”, comentó Michael Castro, estudiante de comunicación audiovisual y multimedial de la U de A. Personas como Michael a diario se ven enfrentadas a este tipo de comentarios discriminatorios y ofensivos, que a veces pasan a la agresión física y la muerte. Un estudio realizado por Colombia Diversa, Caribe Afirmativo, Santamaría Fundación y el Sistema de información de violaciones de derechos humanos de personas lgbti en Colombia, afirma que en los últimos cuatro años se han registrado 405 homicidios de personas lgbti. En Antioquia se presentó el mayor número de homicidios en 2015. La homofobia, un fenómeno mundial, se refiere al rechazo, sentimiento de repugnancia, prejuicio o discriminación hacia personas que se reconocen como homosexuales. Ha estado presente tanto en ámbitos familiares como en ámbitos sociales y educativos. “Partiendo de la familia hay ciertas palabras y ciertos términos que son homofóbicos al enterarse de que tienen un hijo homosexual y en la escuela se vive mucho la homofobia, pues no hay una educación previa sobre la homosexualidad”, dice Michael.

Pedagogía y homofobia herramientas educativas permite que las personas reconozcan que existe la diversidad sexual. En esa dirección, la Red iberoamericana de educación lgbti realizó el 20 de abril en la Universidad de Antioquia el foro “Ni el mundo, ni la escuela son de color rosa”. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Hernando Muñoz Sánchez, observa que la Red se creó con la participación de cinco países (Uruguay, Chile, Perú, España y Colombia), para trabajar la educación y la diversidad sexual en la escuela, “pero cuando hablamos de escuela no nos referimos solo a la primaria”, precisa.

En el foro se habló sobre la situación de la homofobia en la escuela y las herramientas pedagógicas para su abordaje, con ponentes como José María Cote (Uruguay), Ramón Gómez (Chile), Sara Ramírez (Perú), José María Núñez (España) y Marcela Sánchez (Colombia). “El foro es un espacio para visibilizar y lo que pretendemos es mostrar las distintas acciones que los países miembros de la red llevan a cabo para trabajar la transfobia desde el ámbito educativo y específicamente en combatir el bullying por homofobia”, explica José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, España.

La educación cumple un papel esencial para alcanzar la convivencia sin discriminación y trato igualitario en cuanto a derechos se refiere, por eso uno de los objetivos del foro fue “concientizar a la comunidad universitaria para que también defienda los derechos de la población lgbti, pero es importante resaltar que es necesario que todo ese objetivo se trabaje desde la educación, puesto que esta puede mejorar la convivencia de la ciudadanía”, añade José María Núñez. Según Ramón Gómez, director del movimiento MovilH, Chile, “estos espacios contribuyen a profundizar principios como la igualdad, la no discriminación y el respeto a la diversidad, pues existe demasiada ignorancia sobre diversidad sexual y la única manera de conseguir igualdad es aminorando los prejuicios por medio de la educación, para que el otro pueda entender por qué soy un sujeto de derecho y merezco igualdad”. Núnez añade que “es importante trabajar la homofobia en la educación pues aún existe discriminación y situaciones de acoso; en definitiva aún no se vive con total libertad o igualdad y es necesario que se hable de esto en la escuela, porque de lo que no se habla, no existe”. Para José María Núñez, una de las soluciones para hacer frente a esta problemática es desarrollar planes legislativos y educativos que reconozcan la diversidad y que combatan la discriminación y el acoso. Para Ramón Gómez, se trata de apelar a la igualdad de derechos y reconocer la diversidad, sin perder de vista que ser diferente no significa tener menos derechos que otro, mientras que Michael Castro asegura que cuando se educa y se implementan nuevos términos para definir género, sexo y sexualidad, hay una mayor aceptación. Aunque las cifras demuestren que el panorama de aceptación de las personas homosexuales aun es desalentador, la implementación de estos foros, conferencias y charlas que se dictan en torno a la no discriminación está orientada a crear un ambiente seguro e igualitario en todos los ámbitos. “Apuntamos a que ser lgbti sea absolutamente irrelevante y que cuando nos refiramos a ellos pensemos lo mismo que cuando pensamos en un heterosexual y que esto no significa nada más que una orientación sexual, que no me define como persona, ni política ni socialmente”, concluye Ramón Gómez.


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¿A qué sabe la U?

Comer es más que alimentarse Por CARLOS MARIO TABARES FERNÁNDEZ y RAMIRO DELGADO SALAZAR Departamento de Antropología1 calostabares12@gmail.com ramiro.delgado@udea.edu.co

Ilustraciones: CMT

I

ndudablemente una ciudad es una buena referencia para dimensionar un universo particular del complejo mundo de la vida humana, y qué más pertinente que ver la urbe a la luz de las prácticas que realizan sus habitantes o transeúntes o viajeros para comer y beber día a día. Hablar de la Ciudad Universitaria del Alma Máter en clave de comidas y comensales, es una ventana que nos permite sentir la ciudadela como el lugar de confluencia de miles de migrantes que día a día viven ahí decenas y decenas de horas y por lo tanto resuelven su comer minuto a minuto desde antes de las 6:00 de la mañana hasta pasadas las 8:00 de la noche. Siguiendo a Sara Yaneth Fernández, docente universitaria en su frase “La memoria del migrante es su estómago” dimensionamos la realidad que se vive ahí alrededor de quienes día a día esta es su primera casa. La Ciudad Universitaria tiene años y esto permite hablar de su memoria culinaria que le daba tonos y tintes propios a lo que se podía comer y beber allí, en donde convivían el hoy con el ayer, las comidas del momento con las memorias culinarias de los mayores, de los parientes, de los paisanos, de ese universo de cocinas que allí se podían comer. Una rica, generosa y olorosa torta de chócolo de Pastorita, o una torta de pescado seco donde Hugo, pero también el muy propio pastel de pollo de Tronquitos son algunas preparaciones entre tantas cocinas locales, que convivían con las contemporaneidades de esa época en las distintas cafeterías; ya hoy se ven esas cocinas regionales y locales al lado de lo saludable, lo contemporáneo en relación a lo atractivo o lo de moda, interactuando con otras nuevas dimensiones del comer y el beber, y estableciendo el debate del valor simbólico del comer rico y sabroso y el valor nutricional del alimentarse bien. Por ello, el ir caminando la Universidad abre un universo de formas de comer, de aquello que las personas traen de casa, de lo que compran, de los lugares y de las compañías o soledades que frecuentan para hacerlo. Nada más

Jardinera Plazoleta Barrientos

sincero que ver la comida que trae alguien de casa; allí se aprecian las formas de cocinar, la histórica culinaria, la cultural y su capital económico, pues se es lo que se come y en la medida que se come se muestra lo que es cada cual. Todo esto se aprecia cuando se pasa por plazoletas, zonas deportivas, pasillos y jardineras de la universidad. Allí se come lo que se trae de casa, lo que el dinero permite comprar y lo que la historia de cada cual le dice que debe comer. El deseo de no pasar hambre es lo primero que viene a la cabeza y claro, lo que se puede comprar o lo que no, de la cantidad de opciones para picar o de las limitantes que se tienen para hacerlo, de las personas con las cuales se van a departir los momentos y los lugares que se frecuentan para hacerlo. Ahí en cada lugar se fragua una lucha entre lo que se tiene y lo que se quiere, en la búsqueda de comidas de bajo costo que sacien y den tranquilidad orgánica. La realidad vivida por las personas dentro de la Universidad está trazada por su realidad económica y su historia de vida. Para la mayoría su existencia se basa en lo que come, en el deseo de hacerlo; la comida no es buena o mala, es la cultura quien hace que esto o aquello lo sea, por ello al seleccionar lo que se come se hace desde lo aprendido, razón por la cual las personas comen alimentos que no son comida y comidas que no son alimentos. Los aprendizajes

Pasillo Antiguo Guayaquilito plazoleta Barrientos están en la crianza, en la publicidad de los diversos medios que incitan a un consumo de adecuados hábitos alimentarios, pero la realidad es que la multiplicidad étnica, religiosa, social, cultural y económica existente en la Universidad de Antioquia determinan la gracia y el sentido de comer. El sabor de la Universidad es un camino que se viene explorando, las rutas de sus cocinas y sus comidas, estables, móviles, efímeras, pasajeras pero reales en términos de ser acordes a la idea de universo, universidad, ciudad; los mundos simbólicos cargados de valores identitarios y culturales de un universo universitario. A propósito del inicio en el semestre 2017-2 del nuevo pregrado en Ciencias Culinarias en la articulación de la Escuela de Nutrición y

Dietética, la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, varios de los componentes del plan de estudios están atravesados por la reflexión sobre cocinas locales y regionales, en un franco contrapunteo entre tradiciones e innovaciones en términos de procesos culturales. Ciudad Universitaria es un plural encuentro de sazones y saberes culinarios, tras las cuales conocemos desde la lectura cultural del comer quienes habitamos esta ciudadela. 1. Carlos Mario Tabares Fernández es estudiante de antropología con trabajo de grado en curso titulado “Cómo se come en la Ciudad Universitaria de la Universidad de Antioquia” y Ramiro Delgado Salazar es Antropólogo de la Universidad de Antioquia y docente del Departamento de Antropología, y Director del Laboratorio de Comidas y Culturas.


Internacional

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Músicos de la UdeA en escenarios internacionales

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Por ANDREA QUINTERO CARDONA

a música es un lenguaje universal que recoge influencias de las culturas más variadas y reúne a personas con diferentes religiones, lenguas e ideologías. No sorprende entonces que la movilidad internacional apoye la consolidación de repertorios musicales, el estudio de un instrumento, un estilo musical o el pasaje de una obra, y que en general motive el diálogo entre escuelas y comunidades académicas para fortalecer su crecimiento. En función de tales actividades, a los músicos de la Universidad de Antioquia es posible encontrarlos en la actualidad en el extranjero como concertistas, profesores invitados, en residencias para artistas, participando en conferencias y como integrantes de delegaciones institucionales. En 2016 seis estudiantes del Departamento de Música viajaron en intercambios académicos a universidades y conservatorios en Bélgica, Argentina y México, gracias a los convenios específicos que mantiene el programa.

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Asistente de comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales comunicacionesinter2@udea.edu.co Foto: cortesía Dirección de Relaciones Internacionales

Debido a su larga experiencia en distintos festivales e instituciones de Estados Unidos, Singapur, Malasia y Chile, la coordinadora del área de piano del pregrado de Música, Ana María Ordúz Espinal, es un ejemplo excelente de la demanda internacional que tienen los miembros del Departamento. Ella estudió su pregrado, maestría y doctorado en Estados Unidos, obteniendo los dos últimos títulos en la Universidad de Iowa. “Conocer el trabajo de otros artistas ha sido una inspiración para mí y desde hace años comencé a consolidar proyectos artísticos y formativos que me han permitido viajar por el mundo. Cada experiencia ha traído nuevas invitaciones, le ha abierto las puertas a colegas y estudiantes, y me ha dado la oportunidad de compartir el trabajo que desarrollo en la Universidad”, dice Ana María.

Por su parte, tres profesores de oboe, clarinete y flauta de la Facultad de Artes viajaron a Bélgica en 2015 no solo con el objetivo de consolidar un convenio de cooperación entre la UdeA y la Escuela Superior de las Artes en Mons (ciudad al suroeste), sino para ofrecer un concierto sobre compositores colombianos, así como algunas clases maestras a jóvenes belgas y asiáticos. Yadilton Zorrilla Ramírez es un estudiante de contrabajo de octavo semestre que a su vez ha participado en varias clases como éstas, quien posee una larga trayectoria en escenarios internacionales y es un representante habitual en el extranjero de la Universidad y de Colombia. En 2016 fue parte del Pacific Music Festival celebrado en Japón, uno de los mejores festivales de música clásica para compartir, donde fue invitado a integrar una

orquesta de músicos de diferentes orígenes y de talento destacado. “Percibo actualmente que los estudiantes que egresan de la Universidad tienen un nivel mucho más balanceado con las realidades formativas de otros países, y las experiencias recogidas hasta ahora por la comunidad dan prueba de este alto rendimiento académico”, destaca el jefe del Departamento de Música, Diego León Gómez Pérez, maestro en flauta traversa y con estudios superiores y de perfeccionamiento en el Conservatorire Regional du Grand Nancy, en Francia. Aunque la formación musical en Colombia es tardía en comparación con la temprana edad que poseen algunas poblaciones extranjeras cuando inician sus estudios formales de música, al parecer del Jefe del Departamento, los músicos colom-

Francia, protagonista en De país en país 2017

l programa institucional De país en país ha permitido el acercamiento de la Universidad de Antioquia, por casi dos décadas, a las tradiciones más populares y significativas de distintas naciones del mundo, y en este 2017 la comunidad universitaria no debe esperar menos, en una nueva versión dedicada a Francia. Se trata de un país elegido por su dinamismo y diversidad cultural, además de una consistencia académica e investigativa que ha sobrepasado sus fronteras terriroriales debido a desarrollos relevantes en derechos humanos, ciudadanía y libertad, nanotecnología, telecomunicaciones, manifestaciones artísticas variadas, entre otros temas. Del 1° al 8 de septiembre la Alma Máter podrá disfrutar de estas riquezas y otras experiencias gracias a De país en país: Francia 2017, con una programación académica y cultural que pretende involucrar saberes tan variados como el deporte, la ingeniería, la biomedicina, la filosofía, las ciencias exactas y naturales, entre otros; al tiempo que se suma al Año Cruzado Francia Colombia promovido por los gobiernos de ambos países. Esta estrategia de internacionalización en casa es ejecutada por la Dirección de Relaciones Internacionales con el apoyo de unidades académicas y administrativas de la Universidad, e instituciones públicas y privadas de Medellín. Hasta la fecha son varios los temas comunes que existen entre la Alma Máter y la academia francesa, entre ellos el bilingüismo, la concreción de políticas lingüísticas y todo lo relacionado con la francofonía que concierne a la Escuela de Idiomas; proyectos de estudio e investigación en antropología, psicoanálisis, economía, política y construcción de democracia; y los programas de doble titulación de la Facultad de Ingeniería con la Escuela Nacional de Ingeniería de Metz, la Escuela Nacional de Ingeniería de Valle de Loeira, la Escuela Nacional de Ingeniería de Tarbes, la Universidad de Limoges y la Universidad de Maine. El Instituto de Filosofía se une a esta versión del programa con el Colloque de Philosophie en Français, que contará con la participación de los invitados interna-

cionales Christian Plantin de la Universidad Lyon II y la investigadora Mireille Delbraccio de los Fondos Paul Ricoeur, además de estudiantes y egresados del Instituto, teniendo en cuenta que un gran número de estos obtienen, por medio de su programa académico, un nivel avanzado en el manejo de la lengua francesa. Debido a la estrecha relación entre Colombia y Francia a nivel empresarial, De país en país tendrá también un espacio destacado en el Comité Universidad-Empresa-Estado a través de una intervención que realizará la Cámara Colombo Francesa, aparte de contar con iniciativas de participación de otras empresas francesas como POMA, líder mundial en el sector de transporte por cable que llegó a nuestro país en 2003 para ser pionero junto al Metro de Medellín en la adaptación de los teleféricos a un sistema masivo de transporte urbano en América Latina. La comunidad universitaria puede esperar también conciertos de la Banda Sinfónica y actividades realizadas junto a la Alianza Francesa de Medellín, como la exposición de los artistas plásticos Olivier Debré y Jean-Gabriel Thénot. De igual forma, se tendrá la oportunidad de conocer más sobre el cine francés y participar en un conversatorio con el escritor Pablo Montoya, galardonado en 2015 con el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos y en 2017 con el premio Casa de las Américas. Acompáñenos en septiembre a descubrir a Francia en sus más importantes facetas y aprovechemos este encuentro intercultural para que nuestros invitados internacionales descubran los potenciales académicos, científicos, comerciales y culturales de Colombia. Con una programación que se está robusteciendo y consolidando, la Dirección invita además a profesores, investigadores, artistas y otros profesionales de la UdeA a formularnos sus propuestas vinculadas con grupos académicos de instituciones francesas, que le permitan a nuestra institución estrechar sus lazos de cooperación. Los esperamos.


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Más de 650 estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas se han visto beneficiados por los cursos que contribuye a realizar la Corporación.

Egresados ayudan a estudiantes a ser más competitivos

bianos inician sus estudios con tal determinación y deseo de trabajar que rápidamente se nivelan con el rendimiento que encuentran en otras academias del mundo.

Repertorios con música latina Hace varios años el Departamento de Música de la Facultad de Artes se dio a la tarea de transitar hacia una reflexión que partiera de la música tradicional y popular para acercarse a la música académica colombiana y latinoamericana. Con la movilidad internacional de sus profesores y estudiantes, actualmente se pretende que esta reflexión no tenga un carácter solitario y anquilosado, sino que refleje las dinámicas musicales del mundo. Según Diego León, entre las cátedras más exitosas del Departamento están aquellas con docentes que tienen una movilidad importante a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, Esneider Valencia Hernández, profesor y primer graduado en saxofón de la UdeA, con estudios de maestría y doctorado en Estados Unidos, regresó en 2017 a la Universidad de Miami para ofrecer una clase maestra y un concierto. Visitó además otras instituciones como la Universidad de Carolina del Sur y la Universidad de Shenandoah, donde realizó un concierto con la orquesta, a partir de su proyecto de investigación de doctorado sobre la música de cámara del compositor venezolano Aldemaro Romero. La movilidad de estudiantes y profesores a nivel internacional genera encuentros interculturales que permiten comparaciones, críticas y análisis sobre asuntos pendientes de la academia, y que favorecen la integración y el desarrollo de propuestas de extensión, docencia e investigación. Para darle continuidad al diálogo entre las músicas tradicionales de América Latina y el mundo, la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia ofrecerá pronto la Maestría de Músicas de América Latina y el Caribe.

Por LUIS ALFREDO BONZA RAMÍREZ Estudiante de Periodismo luis.bonza@udea.edu.co

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a Corporación de Egresados de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, Corpeceuda, opera como un grupo de entusiastas y altruistas exalumnos quienes, aparte del financiamiento de cursos, hacen aportes económicos mensuales para apoyar la formación académica de los actuales estudiantes de la unidad académico administrativa. Uno de los propósitos de Corpeceuda, creada en 2013, es facilitar a los estudiantes de Administración, Contaduría y Economía la incorporación al primer empleo, mediante la mejora de competencias académicas y cualitativas, a partir de cursos, conferencias y de la Escuela de líderes. Oscar Arrubla, de la junta directiva de la Corporación, dice que la idea “nació con el fin de devolverle a la Facultad un poco de lo que ella nos dio a nosotros. Le debemos mucho a la Universidad de Antioquia, en especial a la Facultad de Ciencias Económicas”. Para los estudiantes, los cursos que se ofrecen gracias a la Corporación son una oportunidad para ser más competitivos. No están dentro del programa de la Facultad, pero buscan darles bases más sólidas para enfrentar el mundo laboral. “Queremos que el egresado de nuestra Facultad sea fuerte en determinada área y que se diferencie del economista, administrador o contador de otras universidades porque tiene un plus”, afirma Arrubla. La Universidad es la encargada de decidir cuáles son esos cursos en que los estudiantes podrían mejorar sus competencias. El costo del programa lo define la Facultad, que asume el 45% de su valor, la Corporación, el otro 45% y el estudiante paga solo el 10% restante. Los cursos tienen que ver con manejo de software, Excel, matemáticas financieras, habilidades para la consecución del primer empleo, cómo hablar en público, entre otros, que han contribuido a la formación de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas.

Darío Jaramillo, presidente de la Corporación, precisa que hacer parte de ella no representa ningún beneficio directo para sus integrantes, ni lucro alguno. “La intención es procurar que el egresado le devuelva a la Facultad mucho de lo que ella les ha dado”, coincide, y añade que cualquier egresado de la Facultad puede participar de Corpeceuda, para lo cual los invitan permanentemente a los encuentros, la asamblea o la tertulia musical. Escuela de líderes Como parte de los programas que ayudan a financiar la Corporación está la Escuela de líderes. Funciona como un espacio de formación integral extracurricular y surge, en palabras de su coordinadora y profesora, Angélica López, como “producto de un proceso de transformación curricular en el que se planteaba que era muy necesario trabajar el liderazgo y fortalecer la conexión del programa con la realidad”. El 24 de marzo se graduaron 28 estudiantes que hicieron parte de la primera generación de líderes. Los estudiantes hacen parte de los tres programas que se ofrecen en Medellín, Administración de Empresas, Contaduría Pública y Economía. El apoyo para financiar el proyecto, en la primera generación, fue en gran parte gracias a recursos frescos de la Corporación. “Ha sido clave porque creyeron en el proyecto desde el principio, lo han apoyado económicamente y con experiencia, visitándonos, compartiendo sus vivencias”, señala López. Para la Corporación ha sido relativamente fácil lograr una buena relación egresado-Universidad. Ha contado con un apoyo muy grande de las directivas de la Facultad y eso ha posibilitado desarrollar múltiples actividades orientadas todas a mejorar las competencias actuales de los estudiantes, tanto de la ciudad como de las diferentes regiones, destaca el presidente de la Corporación. Para la profesora María Claudia Saavedra Restrepo, secretaria de la junta directiva, la Corporación es el resultado del esfuerzo y compromiso de muchas personas, pero también representa un reto hacia el futuro. El propósito es continuar avanzando y tratar de que este modelo no solo se consolide, sino que sirva de referente para otras unidades académicas y pueda fortalecer toda la vida institucional en lo que tiene que ver con el papel de los egresados.

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Bienestar

Foto: Ángela Agudelo

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El Parque Norte es uno de los lugares en los cuales la Universidad presta el servicio de alimentación a los estudiantes beneficiarios.

Apoyos socioeconómicos para estudiar Por ÁNGELA AGUDELO Periodista del Departamento de Información y Prensa angela.agudelor@udea.edu.co

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os servicios de apoyo socioeconómico para estudiantes de pregrado, canalizados a través del sistema de Bienestar Universitario, se han venido fortaleciendo en los últimos años con el apoyo de entidades externas, dentro de las cuales participa activamente el sector de la economía solidaria. Los beneficiario deben avanzar en su proyecto académico como muestra de corresponsabilidad. En 2016, el Servicio de alimentación estudiantil registró 3.021 beneficiarios en Medellín y 148 más en la Sede de Estudios ecológicos y agroambientales, en Carepa. Asimismo, 1.011 estudiantes accedieron a becas del programa Solidaridad en Acción, 3.333 al Sistema de estímulos académicos, 2.473 al Fondo EPM, 3.116 a los incentivos de Jóvenes en Acción, 132 al programa Sueños de Paz, 238 a Ser pilo paga y 1.888 más al Fondo Alianza Medellín Antioquia para la educación superior - AMA. Por su parte, tuvieron exención de matrícula 18.511 estudiantes de estrato 1 y 2, y otros 114 que hicieron parte de grupos culturales y deportistas destacados. Y reci-

bieron apoyos mediante el Fondo Patrimonial de Bienestar 474 estudiantes de las sedes de Medellín, junto a 337 más de las sedes y seccionales regionales. Alrededor de 52 instituciones, entre cooperativas, fundaciones, ONG y otras entidades, aportaron $3.203 millones de sus excedentes para que más estudiantes con necesidades identificadas accedieran a estos servicios de apoyo social, que se han potenciado gracias a la gestión de la Dirección de Bienestar Universitario con estas entidades cooperantes.

Vocación e impacto El estudiante Julián Gallo García, que reingresa al pregrado de Ingeniería Industrial para el semestre 2017-2, fue beneficiario del Sistema de estímulos académicos durante 2014, como monitor de Deportes en street workout. “A mí me sirvió totalmente esa experiencia, no sólo porque con esa plata que recibía de la monitoría me pasajeaba, comía y sacaba fotocopias, sino porque me cambió la vida”, comenta. Gracias a este primer trabajo, pudo emplearse como profesor del Inder en un momento en el que su familia estaba necesitando su apoyo y debió abandonar los estudios. “Uno como usuario del Servicio de alimentación no dimensiona su valor, en el sentido de cuidar este recurso para que llegue a toda la gente a la que le puede llegar”, dice, por su parte, Eyder Isaza Betancur, egresado de Ingeniería

de Alimentos, de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, y quien fue uno de los primeros beneficiarios de este servicio cuando, en 2009, pasó de brindarle un complemento alimentario a proveerle un almuerzo con todos los requerimientos nutricionales. “Fue muy gratificante estar ya detrás de ese programa y saber qué es lo que el estudiante necesita, pues había sido usuario del servicio desde 2006 hasta 2011, año en que egresé”, expresa, al recordar que como ingeniero de alimentos del Servicio, entre febrero y diciembre de 2016, hizo parte del proceso de ampliación de cobertura y de optimización de los recursos.

Apoyo solidario “Nuestros beneficiarios son estudiantes que reciben apoyo social, manifiesto tanto en becas y servicios como en los escenarios que hemos podido intervenir con estos recursos”, afirmó la directora de Bienestar Universitario, Adriana Patricia Arcila, durante la rendición de cuentas que hizo la Alma Máter al sector solidario. “Sabemos que con cada joven que nosotros ayudemos estamos transformando este país, para que sean profesionales que lleven esa consigna de ser un egresado de la Universidad de Antioquia y ser unos embajadores de paz; es decir, que las acciones que ellos hagan a través de su profesión sean para el bien, sean desde la ética, sean desde la moral y sean desde la construcción y desde el progreso para

todos”, expresó el coordinador nacional de la línea de educación de la Fundación Bancolombia, José Luis Carvajal. “Nosotros hemos invertido casi $1.000 millones a lo largo de estos tres años con estos becarios, y tenemos una proyección de un poquito más en el tiempo dentro de los compromisos que tenemos con los becarios”, agregó. Durante la reunión de las directivas de la Universidad con todas las entidades externas que cooperan con la Institución para el apoyo a estudiantes, en marzo, el gerente general de la Cooperativa Nacional de Transportadores Coonatra, Orlando Pérez Guerra, destacó la economía solidaria como misión principal de las cooperativas, que busca que los beneficios que estas obtienen los disfrute también “el resto de la sociedad, en este caso la Universidad de Antioquia, que desarrolla una tarea de gran aporte para la sociedad”. Al manifestar su intención de seguir apoyando a la Alma Máter y a otras universidades, propuso que los empresarios y las cooperativas creen un banco de proyectos en el que tengan cabida muchas necesidades concretas para desarrollar la industria. “Ese banco no existe, y seguramente por eso se pierden muchas iniciativas de investigación en las universidades; porque nos quedamos con las necesidades guardadas y no expuestas en los escenarios adonde debiéramos llevarlas”, indicó.


Perfil Por ANDRÉS VERGARA AGUIRRE Docente Facultad de Comunicaciones Director revista Estudios de Literatura Colombiana avergaraeditor@gmail.com

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Alberto González Mascarozf, intensa-mente

Intensa-mente periodista Si hubiera que definirlo en una palabra, resultaría pertinente decir que Alberto González Mascarozf (qepd) es un hombre intenso. Siempre hay intensidad en su modo de actuar, tanto en sus relaciones personales como en sus actividades laborales. Desde que se graduó de comunicador socialperiodista en la Universidad de Antioquia, ha vivido centrado en el oficio del periodismo. Tanto en su paso por el periódico El Mundo en los años ochenta, y en sus oficios como asesor de comunicaciones del Pascual Bravo a finales de esa década, como en los veintiún años que estuvo al frente de la Oficina de Información y Prensa de la Universidad de Antioquia, siempre ha mostrado su convicción de que el periodismo es un oficio que se ejerce de modo permanente. De cierto modo, Alberto en muchos aspectos se parece a un niño hiperactivo, que no puede quedarse quieto, porque su mente parece en constante ebullición. Por eso en cualquier momento, aunque sea a la hora del almuerzo, o cuando está a punto de tacar para buscar su próxima carambola de tres bandas, o de beber un trago de la botella de cerveza o del vaso de ron con hielo, de pronto se detiene, y se descubre un brillo particular en su mirada antes de que él diga: “estuve pensando un tema buenísimo para una crónica”. Y después de contar algunos detalles de su idea, podría concluir renegando, también a su modo: “Yo no sé los periodistas por qué dejan pasar los mejores temas, si están ahí a la vista de todos. Ojalá yo tuviera tiempo de escribir de todas esas cosas”. Así es el intenso Alberto, un hombre urgido de contar y de contarse, un enamorado del periodismo y de la fotografía.

Intensa-mente de la Universidad “Los lectores de este mensaje comprenderán que una institución de la trayectoria histórica como la Universidad de Antioquia […] tiene que […] erradicar en sus funcionarios actitudes y comportamientos propios del oscurantismo medieval”. Con estas palabras concluyó Alberto su carta abierta “¿Y por qué echaron a Mascarozf de la Universidad de Antioquia?”. En aquella carta que Alberto puso a circular en la Universidad días después de que lo declararan insubsistente, a finales de 2012, él expresa toda su indignación por aquel hecho, que considera

Foto: archivo Alma Máter

injusto, entre otras razones porque está convencido de que el despido es una manera de censura, pues uno de sus detonantes fue la publicación de un artículo en el periódico alma mater. Y no nos adentraremos más en los detalles de aquel proceso, pero sí había que mencionarlo aquí, porque Alberto pasó la mayor parte de su vida profesional al servicio de la Universidad de Antioquia, al frente de la Oficina de Información y Prensa, desde donde cumplió una importante labor como editor del periódico alma mater, en el cual, acorde con sus convicciones de periodista, procuró el ejercicio de una labor sin censuras, donde primara la libertad de expresión de las distintas voces universitarias. Él amaba la Universidad, y por eso aquel despido le significó uno de los eventos más dolorosos en su vida, un trago amargo del que no tuvo tiempo de reponerse, como lo dijeron sus palabras y también sus gestos en las últimas ocasiones en que nos vimos.

Intensa-mente de familia Alberto también es un hombre de contrastes, voluble, demasiado emotivo, y por ello impredecible. En síntesis, es muy humano. De él no puede esperarse que sea condescendiente con la opinión

del otro. Argumentará con firmeza hasta el final, y si llega a concluir que está equivocado mejor se callará antes que reconocerlo. El orgullo es parte de su profunda humanidad. Y está muy ligado a la vanidad que se le nota en cada poro, o digamos más bien en cada músculo, pues en parte por su obsesión por la salud, que tal vez se ha acentuado desde que su hermano murió por problemas cardíacos, él pone más atención a su cuidado físico, pero asimismo se muestra orgulloso de su cuerpo de 61 años tonificado por el trabajo en el gimnasio, y por las sesiones de trote bajo el sol del mediodía en la Universidad —cuando todavía era empleado aquí—. Pero su principal motivo de orgullo es su familia. En este punto no hay lugar a dudas: con una lealtad férrea por su esposa, cada que tiene la oportunidad deja ver el gran amor que siente por María Elena y por sus tres hijos, Sara, Sebastián y Santiago. Eso se notaba en la alegría y el orgullo con la que hablaba de ellos; y también en el entusiasmo que mostraba como abuelo: Sofía y Angélica eran un nuevo motivo de orgullo y de alegría para él. En todos ellos, su familia, estaba pensando hace unos dos meses cuando, en la última ocasión en

que nos encontramos en el billar, nos contó que había decidido retirarse de LANetwork, donde estuvo trabajando después de que culminó sus labores como asesor en la unidad de comunicaciones del exalcalde Aníbal Gaviria. “Me voy a dar un sabático”, dijo con la satisfacción y la esperanza del hombre que estaba a punto de jubilarse; el 13 de julio cumpliría los 62 años. Siempre tuve la sensación de que su expresividad cuando Javier Londoño y yo coincidíamos con él en el billar, no era solo por la alegría de ver a sus amigos y antiguos compañeros de labores: era una especie de reencuentro con un compatriota en el exilio. Aquella noche también nos recordó que teníamos pendiente volver a visitarlo en su finca de Jardín, en familia. El pasado 4 de abril, un infarto fulminante interrumpió los planes del intenso Alberto González Mascarozf. Al rendirle homenaje en este adiós, vale la pena evocar aquella carta abierta, en la que él se despide de todos nosotros cuando advierte que la carta “va dirigida también a la bella comunidad universitaria, como retribución a la despedida que me han brindado con abrazos, estrechones de mano, palabras solidarias y hasta con lágrimas que sé brotan del alma”.


Cultura

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El cine nació en corto Por ERNESTO CORREA HERRERA* Profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia

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os Premios Nacionales de Cultura de la Universidad de Antioquia, que este año llegan a su versión 49, convocan el 13° Premio Nacional de Comunicaciones en busca de estimular y reconocer la producción audiovisual colombiana, en esta oportunidad en la modalidad de cortometraje. Cuando el 28 de diciembre de 1895 en el café de París los espectadores, entre atónitos y aterrorizados, vieron aquella gran locomotora que se les venía encima, no existía una noción de lo que con los años sería llamado cortometraje; y sin embargo, lo que se proyectó era precisamente ello, piezas de muy poca duración que hacían estremecer al público con realismo y magia al mismo tiempo. El cine nació en corto, como experimento, como atracción, que ponía frente a los ojos imágenes en movimiento que representaban la realidad. Con el tiempo empezaron a aparecer las fantasías, los actos de magia y toda suerte de experiencias visuales que no hubieran sido posibles sin el invento del cinematógrafo. El cine había nacido para convertirse en uno de los grandes relatos de la humanidad, como medio de expresión y experimentación y, con el tiempo, en una gran industria. Durante muchos años no existió una categorización de las películas, no se hablaba de documental o ficción y menos de la diferenciación entre el corto y el largometraje. Como lo recuerda Javier Cossalter: En los comienzos, el cine era breve porque el metraje de las bovinas era corto. Pero no se lo denominaba cortometraje. El largo llegó, la industria se formó, y la película de corta duración fue arrojada a los márgenes; a esos bordes que la condenaron al sacrificio pero que le permitieron al mismo tiempo expulsar su máximo potencial. (Cossalter, 2012, pp. 1-14). Así mismo, la investigadora Annemarie Meier, en su libro “El cortometraje: el arte de narrar, emocionar y significar”, afirma que: “El cortometraje se renueva y transforma de manera continua como un cine que busca y encuentra nuevas formas de narración y significación, justamente a partir de su condición de cine marginal y relativamente independiente de la industria” (Meier, 2013, p.7). Esa cierta marginalidad a la que fue condenado el cortometraje le

ha permitido estar menos condicionado temática y narrativamente por las leyes del mercado. Al no ser un producto de consumo ni de distribución masiva, permite a los realizadores espacio para la experimentación, para la expresión libre de su mirada sobre el entorno. El cortometraje desde entonces hasta ahora ha sido refugio para las formas diferentes de expresarse que no tienen cabida en la institución cinematográfica. Ha sido el espacio donde muchos de los grandes directores han forjado su estilo, su lenguaje y su punto de vista sobre el mundo que después han buscado plasmar en otras producciones. El corto es la semilla, es la mirada renovadora, es el formato más antiguo pero que siempre permanece joven. Es el espacio de la libertad dentro las formas narrativas del audiovisual. Hoy, el cortometraje ha encontrado un espacio de visibilización que nunca antes tuvo, desplazado siempre por el cine de largometraje o por la televisión. En el

mundo actual, donde la brevedad y la inmediatez son cada vez más importantes, este formato logra tener protagonismo y se mueve entre la producción profesional y la aficionada; el consumidor se vuelve productor y artista, rompiendo los límites tradicionales y dando razón a la afirmación de García Canclini citado por Martin-Barbero: La modernización reubica el arte y el folclor, el saber académico y la cultura industrializada, bajo condiciones relativamente semejantes. El trabajo del artista y del artesano, se aproximan cuando cada uno experimenta que el orden simbólico específico en que se nutría es redefinido por la lógica del mercado. Cada vez pueden sustraerse menos a la información y a las iconografías modernas, al desencantamiento de sus mundos autocentrados y al reencantamiento que propicia la espectacularización de los medios. (Martín-Barbero, 1993:59-68) El cortometraje tiene condiciones narrativas propias. Se trata de un formato breve, pero no de un

género menor y puede, incluso, ser más impactante que otros formatos audiovisuales. El cortometraje, en su especificidad estética y narrativa, rompe permanentemente con la tradición de las formas y discursos hegemónicos, renovando de manera permanente las estéticas, las poéticas y las miradas del cine. Como lo plantea Paulo Pécora, el cortometraje tiene también un carácter de espacio de resistencia y ruptura, que no está determinado únicamente por la duración de la película (Pécora, 2008). Si bien este es uno de los factores que lo caracteriza, no es el único; aspectos como la simplificación de la trama y el número de personajes le dan un carácter propio, y así como lo sostienen Pat Cooper y Ken Dancyger: “El cortometraje suele utilizar pocos personajes, casi nunca más de tres o cuatro, y la propia trama está poderosamente simplificada en relación al nivel de elaboración que alcanza en un largometraje” (Cooper y Dancyger, 1998, p.13). Pero esta simplificación no implica una falta de profundidad o una debilidad del cortometraje frente a otros formatos audiovisuales. Por el contrario, el cortometraje, con muy limitados medios de producción, con poco tiempo y espacio, logra un efecto que perdura en el espectador. Nelson Carro en su texto “El cortometraje mexicano”, establece una comparación entre el cortometraje de ficción y el cuento. [...] Tanto el cortometraje de ficción como el cuento necesitan de una concentración y rigor extremos, no permiten la menor distracción ni el mínimo exceso. Una palabra de más o de menos puede hacernos tambalear y, en consecuencia, derrumbar toda la estructura. (Carro, 1997) El cortometraje es obra, es arte, es cultura con narrativas y estéticas que lo han hecho ser el más prolífico desde el nacimiento del cine y nos permite reflexionar sobre las diversas formas en las que la cultura se representa en él, un universo de producciones que ha sido muchas veces olvidado. Por tanto, es urgente volver la mirada sobre él, reconocer lo que de este país hay en sus cortos para podernos mirar a los ojos y reconocernos. Para ver lo que muchas veces dejamos de lado durante años y reconciliarnos con la imagen de lo que somos. *Coordinador del 13º. Premio Nacional de Comunicaciones Universidad de Antioquia. Comunicador Social periodista de la Universidad de Antioquia, Especialista en Semiótica y Hermenéutica del Arte de la Universidad Nacional de Colombia, candidato a Doctor en Artes de la Universidad de Antioquia. Docente e investigador en el área audiovisual.


Publicaciones

Territorios colectivos. Proceso de formación del Estado en el Pacífico colombiano (1993-2009). Fondo Editorial FCSH. Medellín, 2017 Autor: Marta Isabel Domínguez Mejía. ISBN: 978-958-5413-10-8 ISBN E-book: 978-958-5413-09-2 Descripción: 296 págs. Tamaño: 17 x 23 cms. Disponible en e-pub

Territorios colectivos propone pensar el proceso de formación del Estado en el Pacífico colombiano a partir de una mirada etnográfica centrada en la cotidianidad de los actores que intervienen en las múltiples escalas de la acción estatal, tanto en la escala local, donde las comunidades negras se organizan según los parámetros que especifica la ley para poder titular colectivamente sus tierras, como en la escala “central”, donde múltiples actores confluyen en la contienda por expedir leyes y decretos y por la operación de mecanismos formales e informales para volverlas efectivas y lograr sus intereses. En el fondo, este libro plantea la necesidad de pensar el Estado como un sistema complejo, de fronteras porosas, en el que confluyen múltiples actores, con intereses y capacidades políticas muy variadas, pero un Estado que, a su vez, logra establecer órdenes territoriales a escala local, involucrando a los ciudadanos en procesos de simplificación y legibilidad de población, territorio y recursos.

Lo humano como ideal regulativo. Imaginación antropológica: cultura, formación y antropología negativa. Fondo Editorial FCSH. Medellín, 2017 Autor: Juan David Piñeres Sus. ISBN: 978-958-5413-12-2 ISBN E-book: 978-958-5413-11-5 Descripción: 316 págs. Tamaño: 17 x 23 cms. Disponible en e-pub

Lo humano como ideal regulativo… plantea que, aunque no es una cosa en sí, lo humano funciona como un ideal regulativo capaz de sistematizar nuestra experiencia, y de hacer posible no un conocimiento sobre el hombre sino la diversidad de imágenes que a él están asociadas. Precisamente por esta razón, constantemente nos imaginamos a los otros y a nosotros mismos como siendo algo. Si se quiere, nos vemos obligados, y obligamos a otros, a ocupar una ontología. Esta actividad que se toma lo humano por objeto y que pretende determinar normativamente sus formas de existencia es llamada en el texto imaginación antropológica. Se considera aquí que, en general, todas las formas de exclusión y de abyección, bien sea en términos de raza, etnicidad, sexo, género, clase, etc., obedecen a distintos modos de imaginar a los seres humanos, al punto de que unos ocupan un lugar privilegiado en nuestras formas culturales y normativas de inteligibilidad antropológica, mientras que otros quedan sometidos a zonas de indiferenciación en cuyo seno sus vidas no son reconocidas completamente como humanas.

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Como esos juegos con sombras* Derivas, de Carlos Vásquez Por CARLOS CIRO

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s el alba. Líneas de sombra delatan la ventana sobre el suelo, anuncian que algo más puede abrirse si se levanta la vista, si se la deja vagar entre el aire. Tal vez, a lo lejos, un árbol tiemble aún movido por un viento tranquilo. Acaso escribir sea eso: prestar atención a la sombra más leve, al ser de las cosas que se escapa a la luz, que es luz sin luz. La escritura es siempre un azar, una señal sin prisas del paso de algo, de algo que pasa mientras pasamos con él. Las derivas de Carlos Vásquez son como las tenues líneas de humedad en una playa donde las olas no dejan de venir. En este libro, cada deriva es la suma de todas las derivas y es ella misma y única; pero es también, la deriva por venir. Como la playa que no retiene las olas que la bañan, Carlos Vásquez sabe que cada deriva es huidiza, que en cada ola el mar o el río fue siempre otro y que la brisa siempre ajena. Derivas es un libro innumerable en su cifra, mil derivas que son el incesante latido de todo, de la nada en todo. Como afirma René Char «El poeta no retiene lo que descubre: una vez transcrito, lo pierde enseguida. En eso residen su novedad, su infinito y su peligro.». Derivas es un libro de poesía, un libro en el que la poesía toca con lo esencial de su ser, con ese saber que no sabe nada, con esa visión que no es ver, que, más que ver y descubrir, es escuchar. El poeta escucha, ausculta instantáneamente cada voz que llega a su playa, cada ola, no para entender o explicar nada sino para implicarse, para abismarse en ella y mantener su oído firme sobre las perforaciones que horada el agua. El poeta sabe que apenas transcribe, que «Escribe con la rabia de ya no tener.» (p. 48), «Porque escribir es perderlo dos veces.» (p. 28). La poesía, ha escrito también Carlos Vásquez, es una respuesta a una pregunta no formulada, pero también, a una pregunta tranquila, a una pregunta que acepta su errancia, que sabe que no va hacia una verdad, que no busca revelar ni ocultar, una pregunta que cuida y protege aquello que aún se oculta y tiembla entre lo revelado: el misterio, dice: «Si uno pregunta responden. La voz no ha superado el reflejo.» (p. 22); se trata de «Preguntas que no guardan espinas.» (p. 22), preguntas que no se demoran, preguntas que son la poesía y su reflejo, la respuesta sin bordes ni aristas, instantánea, fugaz pero permanente, que no asciende ni desciende, que cruza sin atravesar. Al decir de René Char, «La poesía es, de todas las aguas, la que se entretiene menos en los reflejos de sus puentes.» «Como esos juegos con sombras» (p. 74), escribe el poeta con total entrega, implicado hasta la médula; para él, el lenguaje no es un juego, cada palabra es un amasijo de sombras que hace su luz, son las sombras las que encienden palabras y no las palabras las que iluminan la sombra. Entre ellas, «La soledad se llena de manos.» (p. 43), manos que buscan entre las sombras su calor perdido, la voz que ha horadado el silencio, que ha logrado «Hacer fuego con tanta sombra junta.» (p. 25), rescatar, uno a uno, los latidos bajo las voces idas, que ha logrado hacer de ellos, frases, derivas. Y sabe que hay que preservarlas, mantener sus contornos sin filos ni puntas, que hay que llevarlas sin que apenas se junten, «Que las frases se toquen. Más no.» (p. 106), que se acompañen cada una en su distancia y en su soledad de pequeñas piedras pulidas sobre la arena: rastros de sombras. Las derivas se escriben borrando, pero no con un borrar que silencia y proscribe sino con un borrar que preserva y atesora, un borrar que sigue la ruta del corazón de cada frase, hasta que su palpitar se haga audible, hasta que se cuele por las fisuras que abre en el misterio cada letra. «Borrar hasta que salga alguien.» (p. 116), pero hacerlo como el río, como la ola, que transcurre mientras ocurre; borrar «Como se borran las nubes sin darse cuenta.» (p. 119). Hay que aguzar el oído, un oído hecho de todos los sentidos, un oído que nos deje saber si nos hemos despojado lo suficiente para que alguien llegue, para que su voz cruce la grieta sin quebrarse. Aquí la poesía aprende el pasar, encarna el ideal del Ricardo Reis pessoano que dice: «Pasa, nube, pasa y enséñame a pasar.» y sabe que lo que queda es ser huéspedes del paso, vivir en él sin nada esperar, atender cada pálpito. Mil derivas son mil corazones y, «Cuántos latidos de uno en uno.» (p. 120) Medellín, octubre de 2016

*Comentario del libro Derivas, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia.


Publicaciones

Nº 664, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, mayo de 2017

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Para mí, el amor es el sentimiento más importante de la humanidad Apartes de la conversación del profesor y director de la Editorial Universidad de Antioquia Carlos Vásquez con la poeta Maruja Vieira, en el programa radial Diálogos: arte y conversación, de la Emisora Cultural de la Alma Máter de Antioquia. que todo ser humano debe tener. Entonces, lo que pasa es que la poesía ha cambiado mucho de temas al cambiar la mujer de situación y de enfoque en la sociedad. En este momento tenemos mujeres que están en política; como bien lo vemos, tenemos candidatas presidenciales, tenemos ministras, tenemos embajadoras. Es lógico que ese enfoque también lleve a la poesía las vivencias que no son exclusivamente del amor, pero que sí es la más importante de las funciones de la poesía. CV. Vea, poeta Maruja Vieira, vengo acá a expresarle una conmoción que tuve visitando su página. Y tiene que ver con eso del poeta como el custodio de las ausencias del amor, de las ausencias que la vida va imponiendo. Y me conmoví por eso de “el poeta es capaz de vencer a la muerte”. Sí, y la vence precisamente trayendo a los infortunadamente idos a la palabra y, en la palabra, a la liberación del sentimiento; ese poder inmenso que en nombre de todos los hombres, el poeta es capaz de encarnar para vencer a esa enemiga, a esa intrusa, a la muerte. Y entonces, quiero que hablemos de esa conexión, de esa función tan esencial de los poetas en la vida de las comunidades humanas: esa de derrotar a la muerte por la vía de la palabra. MV: El poeta vence a la muerte por la vía de la palabra, como bien tú lo dices. Y el caso mío concreto, con mi compañero José María Vivas Balcázar, un gran poeta, un ser humano único que murió en 1960 y yo todavía lo amo. Yo le voy a decir, mi querido amigo, unas palabras al respecto: “Todavía la frágil quemadura de una lágrima borra la luz del árbol. Todavía cerca del corazón se detiene la vida cuando te nombra alguien. Todavía no encuentro las palabras para decir la ausencia de tus manos. Todavía te amo”. Y Ómar Cuestas llegó a decir, del gran cariño que me tiene, en algo que escribió, que él mío es el amor eterno. Y sí, es el amor eterno. Yo sé, yo sé además, porque lo conozco; yo sé que él me está esperando. Por eso, tengo otro pequeño poema que dice: “Estarás aguardando en el umbral. Tú y nadie más bajo la luz final. Y sonreirás, como en el tiempo del amor”.

Maruja Vieira Nacida en Manizales (Colombia) en 1922. Poeta, periodista, catedrática y ensayista. Es Académica de Honor y Numeraria en Colombia de la Academia de la Lengua, así como Correspondiente Hispanoamericana de la Real Academia Española. Su primer libro, Campanario de lluvia, fue publicado en 1947, y desde entonces han visto la luz otros 15 títulos, el más reciente de 2010, lo que configura una vida completa dedicada a la poesía. Entre esos títulos están: Los poemas de enero, Poesía, Palabras de la ausencia, Clave mínima, Mis propias palabras, Tiempo de vivir, Sombra del amor, Los nombres de la ausencia, Todo lo que era mío, Rompecabezas y Tiempo de la memoria. Su obra poética ha sido traducida al inglés, francés, húngaro, griego, alemán, ruso, portugués e italiano, y figura en numerosas antologías de poesía hispanoamericana. En 2010 Maruja Vieira fue homenajeada, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, como la poeta viva más importante del país.

Foto: Olga Lucía Jordán

CV. Poeta Maruja Vieira, quiero que me dé su opinión acerca de esa postura de Dulce María Loynaz, según la cual hay cosas en poesía que sólo pueden ser dichas por mujeres. M.V. Yo creo que el sentimiento, la sensibilidad, puede en un momento dado ser igual en una mujer y en un hombre. En este momento, por ejemplo, veo que hay muchas mujeres que están escribiendo una poesía fuerte, casi —diríamos— descarnada, lo mismo que podría escribir un hombre; y también hay muchos hombres —le puedo mencionar a Andrés Gómez, mi vecino— que son tan sensibles como un Juan Ramón Jiménez y que no habría una diferencia en cuanto a estructura, en cuanto a sonoridad, en cuanto a sentido de entre un tema tocado por un hombre o una mujer. Porque yo creo que los hombres tienen ternura, los hombres tienen sensibilidad, y que si hay alguien que conozca el amor, es el hombre; porque precisamente él es el que lo trae como una bandera en alto; nosotras somos un poco más medidas. Ustedes sí son los dueños del amor. CV. Y es una preciosa manera de matizar el punto de vista de la poeta Dulce María Loynaz; el punto de vista que usted acaba de plantear yo lo comparto. MV. Exactamente como ves, en desacuerdo. CV. En desacuerdo; exactamente. Y qué desacuerdo más hermoso, más claro, y bellamente dicho. Y entonces, quiero pasar al segundo punto del fragmento de Dulce María Loynaz, que nos permite contextualizar este encuentro, y es precisamente el del amor. Dulce María Loynaz dice que el amor es casi el corazón de la poesía, y somos poetas porque hay que decir el amor. Entonces, yo que sé que su poesía es rebosante de expresión amorosa y de culto al amor, quiero invitarla a hablar de la poesía, su poesía y el amor. MV. Normalmente, todo poeta, hombre o mujer, empieza por hablar del amor. Las mujeres tenemos la tendencia a tener el amor como lo más importante de nuestra vida y, por consiguiente, en muchas oportunidades como en la mía, en el amor se finca la mayor parte de la producción que realmente se escribe. Para mí, el amor es el sentimiento más importante de la humanidad. El amor tal como Cristo lo predicó, es la norma real

Promesa Está mi voz creciendo, buscando bajo tierra el júbilo del agua, del trigo y la violeta. Sube por las raíces milagrosas de un sueño hacia el aire y la nube desde la oscura greda. Nacerá como un árbol de ramas florecidas que ceñirán la frente del espacio en sus dedos. Y alargarán mi sombra por un camino eterno, más allá de la imagen borrosa de mi cuerpo.


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