Nº 675 Medellín, mayo de 2018 Vigilada Mineducación
Foto: Tatiana Puerta
DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Ciénaga de Ayapel, protegida por convención internacional
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Por una Universidad para el desarrollo integral, social y territorial Página 2
Cómo va la educación superior en el morral de los presidenciables Página 4
“El nuevo presidente deberá tomar atenta nota de la importancia de la Universidad”
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Desafíos de las ciencias sociales en contextos de conflictoposconflicto y paz
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Campus
Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • John Jairo Arboleda Céspedes, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Ana Milena Gualdrón Díaz, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Gabriel Agudelo Viana, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Hernán Moreno Pérez, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los exrectores • Clemencia Uribe Restrepo, Secretaria General. CONSEJO ACADÉMICO John Jairo Arboleda Céspedes, Rector • Sergio Cristancho Marulanda, Vicerrector de Investigación • Lina María Grisales Franco, Vicerrectora de Docencia • Pedro Amariles Muñoz, Vicerrector de Extensión • Ramón Javier Mesa Callejas, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • Gloria Eugenia Giraldo Mejía, Decana (e) Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edwin Carvajal Córdoba, Decano Facultad de Comunicaciones • Luquegi Gil Neira, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Jesús Francisco Vargas Bonilla, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •José Pablo Escobar Vasco, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Ángela María Franco Cortés, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • Clemencia Uribe Restrepo, Secretaria General. Invitados: Elmer de Jesús Gaviria Rivera, Vicerrector General • Dora Ángela Hoyos Ayala, Directora de Posgrado • Jorge Iván Gallego Mosquera, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Planeación y Desarrollo Institucional • Marcela Garcés Valderrama, Directora de Relaciones Internacionales • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora de Bienestar Universitario • José Agustín Vélez Upegui, Director Jurídico • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Directora de Auditoría Institucional • Patricia Nieto Nieto, Directora (e) de Comunicaciones.
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“Los invito a hacer parte de esta tarea. Necesito de ustedes, de su voluntad y de su acción, pues se trata de conseguir que la Universidad despliegue su capacidad en beneficio de todas las personas que conforman nuestra sociedad”, dijo el rector Arboleda Céspedes en el acto protocolario de posesión.
Por una universidad para el desarrollo integral, social y territorial
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a visión de una “universidad de excelencia para el desarrollo integral, social y territorial”, una administración dedicada a fortalecer a la Universidad de Antioquia en seis líneas estratégicas necesarias para honrar la historia y el compromiso social de la Alma Máter, fueron los fundamentos que compartió el 9 de abril pasado el rector de la Alma Máter, John Jairo Arboleda Céspedes, al tomar posesión de su cargo para el periodo 2018-2021. El directivo sustentó que la ruta de su administración se fundamenta en seis puntos estratégicos: el conocimiento como elemento esencial; la responsabilidad social y ambiental; el ser humano como centro de la construcción social; la relación de la Universidad con la sociedad; la ciencia, la tecnología y la innovación; la gestión institucional y la comunicación estratégica. Asimismo, hizo énfasis en los 215 años de historia de la Alma Máter y el compromiso de “formar integralmente a los jóvenes en diversas áreas del saber con altos niveles de excelencia profesional y notables criterios de análisis para que se conviertan en actores protagónicos en la generación de nuevos conocimientos, en la preservación y revitalización de nuestra cultura y en la transformación de la sociedad en pos del ejercicio pleno de la democracia”. Considera que para cumplir con esta y las demás tareas misionales, requiere del trabajo en equipo y asumir “el conocimiento desde la entrega del mismo a los estudiantes y a la sociedad, y del que se
apropia como reto para mejorar día a día. Por ello, argumento que es necesaria una institución tras la búsqueda de conocimientos universales y en coherencia con el mundo”. De acuerdo con Arboleda Céspedes, la Universidad debe “entender los retos que nos imponen las trasformaciones sociales, los descubrimientos tecnológicos y las discusiones sobre educación superior en el mundo”. También adaptarse para lograr eficacia universitaria a nuevos esquemas organizativos, de gobierno y financieros, que estarán acompañados de una gestión transparente, dispuesta a facilitar la toma de decisiones administrativas y académicas desde un modelo participativo. El rector subrayó que promoverá la vinculación de la Universidad a los territorios como una estrategia colaborativa, en cohesión con diversos sectores y para beneficio del país, por eso “el reto es romper las barreras que separan las áreas del saber y crear escenarios abiertos, dinámicos e incluyentes para el ejercicio de la investigación y del debate académico”. Explicó que la Alma Máter es fundamental para el país, los procesos de paz y para el posacuerdo y, de manera particular, debe ser modelo de tolerancia e inclusión, así como de la gestión para el trabajo colectivo y de la apropiación del conocimiento para la transferencia a la sociedad. El gobernador de Antioquia y presidente del Consejo Superior
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CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO
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Universitario, Luis Pérez Gutiérrez, al rememorar los inicios de la regionalización de la Universidad, destacó las bondades del programa que tiene presencia en las 9 subregiones de Antioquia y convocó al rector a facilitar que “las alas de la Universidad cobijen todo el territorio antioqueño” y para ello, ofreció el apoyo gubernamental. Exaltó a la Alma Máter y pidió a Arboleda Céspedes consagrarse a ella. Igualmente facilitar la unión de la Universidad de Antioquia al Politécnico Jaime Isaza Cadavid y al Tecnológico de Antioquia, alrededor del proyecto Universidad Digital de Antioquia, programa con el cual, —dijo el mandatario—, “se espera ampliar la cobertura en educación y que los estudiantes inscritos en las tres instituciones puedan cursar de manera digital el 30 por ciento de las materias, para abrir 24 mil nuevos cupos presenciales”. Pérez Gutiérrez pidió al nuevo rector atender la situación de la IPS Universitaria, marcada por la crisis del sector salud y la defensa de la autonomía universitaria y al finalizar, a manera de entrega de la dirección de la Universidad —que considera “la joya de la corona del territorio antioqueño”—, le dijo con vehemencia al nuevo rector que quería ver a la institución en un punto más alto.
Nuevos directivos universitarios La gestión en el próximo trienio del rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda
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Adriana Echavarría Isaza, decana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Algunos miembros del Consejo Superior Universitario, encabezados por su presidente, el gobernador Luis Pérez Gutiérrez, asistieron al acto de posesión del rector Arboleda Céspedes.
Céspedes, estará acompañada por el Comité Rectoral, integrado así: Vicerrector General Elmer de Jesús Gaviria Rivera. Médico, anestesiólogo. Secretaria General Clemencia Uribe Restrepo. Abogada. Vicerrectora de Docencia Lina María Grisales Franco, microbióloga y laboratorista clínica, doctora en educación. Vicerrector de Investigación Sergio Cristancho Marulanda. Psicólogo, doctor en dirección de empresas. Vicerrector de Extensión Pedro Amariles Muñoz. Químico farmacéutico, doctor en farmacia. Vicerrector Administrativo Ramón Javier Mesa Callejas. Economista, doctor en dirección de empresas. Directora de Posgrado Dora Ángela Hoyos Ayala. Ingeniera química, doctora en ciencias químicas. Directora de Bienestar Universitario
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Liliana Marcela Ochoa Galeano. Laboratorista clínica, y microbióloga y bioanalista, magíster en ciencias básicas biomédicas. Director Jurídico José Agustín Vélez Upegui. Abogado, magíster en derecho. Director de Planeación y Desarrollo Institucional Jaime Ignacio Montoya Giraldo. Ingeniero de sistemas, magíster en administración. Directora de Relaciones Internacionales Marcela Garcés Valderrama. Médica y cirujana, magíster en salud pública. Director de Regionalización Jorge Iván Gallego Mosquera. Biólogo, magíster en educación. Directora (encargada) de Comunicaciones Patricia Nieto Nieto. Periodista, doctora en comunicación. Directora de la Oficina de Auditoría Institucional Adriana Astrid Zea Cárdenas. Contadora pública, especialista en revisoría fiscal.
El Consejo Superior Universitario, en la sesión de abril, designó a la profesora Adriana Echavarría Isaza como decana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Doctora en ciencias químicas, magíster en ciencias químicas, e ingeniera química de la Universidad de Antioquia, la nueva directiva reemplaza en el cargo a la profesora Nora Eugenia Restrepo Sánchez, quien estuvo al frente de la dependencia dos periodos. Echavarría Isaza ha sido profesora de la Universidad de Antioquia, de cátedra y ocasional desde 1994 y, desde 2002, vinculada. Actualmente ostenta la calidad de Profesora Asociada. Fue coordinadora de Investigación y Posgrado en Ciencias Químicas del Instituto de Química entre 2012 y 2016.
Gloria Eugenia Giraldo Mejía, decana encargada de Ciencias Agrarias En reemplazo del profesor John Jairo Arboleda Céspedes, y en calidad de decana encargada, asumió el liderazgo de la Facultad de Ciencias Agrarias la profesora Gloria Eugenia Giraldo Mejía, médica veterinaria, con maestría en ciencias animales —énfasis patología animal— y doctorado en educación de la Universidad de Antioquia. Ha estado vinculada a la Universidad como asistente de la Dirección de Regionalización; directora de la Escuela de Medicina Veterinaria; coordinadora del Comité de Currículo del programa de Medicina Veterinaria y ha participado entre otros procesos, en la autoevaluación para la acreditación institucional y del programa de Medicina Veterinaria. En la Facultad, su labor profesoral se enfoca en las áreas de histología, patología y sociohumanística y en la coordinación de la línea en educación veterinaria de la Maestría en Ciencias Veterinarias.
Comité editorial: Elmer Gaviria Rivera • Clemencia Uribe Restrepo • Patricia Nieto Nieto • Diana Carmona Hernández • Ángela Milena Rojas Rivera • Liliana Marcela Ochoa Galeano • Luis Javier Londoño Balbín Directora de Comunicaciones: Patricia Nieto Nieto • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Elizabeth Cañas R., Pedro Correa O., Fredy Ramírez C., Luz Marina Restrepo U., Andrea Quintero C., Stiven Arias H. • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio
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Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)
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Campus
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Cómo va la educación superior en el morral de los presidenciables
Gustavo Petro
Humberto De la Calle
Jorge Trujillo
Germán Vargas
Iván Duque
Sergio Fajardo
En la revisión de las propuestas de los seis candidatos a la presidencia de Colombia que quedan en contienda, la financiación, la cobertura, el programa Ser pilo paga y el Icetex, son apuestas claves en educación superior. Por PEDRO LEÓN CORREA OCHOA Periodista leon.correa@udea.edu.co
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n la contienda electoral la educación superior no solo es un tema necesario por su vinculación al desarrollo social y económico, sino también por las problemáticas estructurales que contiene. En junio pasado, los 32 rectores que integran el Sistema Universitario Estatal —SUE—, en una carta enviada al Ministerio de Educación, reiteraron su preocupación por el hueco financiero de las universidades oficiales. Solicitaron una revisión de “la estructura de financiamiento de la educación superior pública y que se establezca un esquema que considere el crecimiento y la evolución de las universidades estatales en casi tres décadas”. La población que rodea a la educación superior tiene gran peso en el potencial electoral. Según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior —SNIES—, en 2016 (último año actualizado) había 2’260.317 matriculados en instituciones oficiales de educación superior; 117.663 docentes; y
27.933 empleados administrativos. Esa población suma casi el 14% de los votantes del 11 de marzo pasado. Sin duda, estudiantes, docentes y empleados conforman un grupo informado cuyas percepciones pueden mover con fuerza el péndulo de las opiniones electorales. Pero, ¿de qué hablan los candidatos cuando hablan de educación superior? Al menos en la mayoría de los programas publicados en los sitios web oficiales de sus campañas, educación superior es una bandera sobresaliente. Germán Vargas Lleras nombró su propuesta “Educación, un pacto de todos”; Humberto de la Calle la llamó “Educación para la vida”; Sergio Fajardo plantea “la educación como motor de la transformación de Colombia”; mientras que Gustavo Petro propone un “Sistema de educación superior pública gratuito”. Jorge Trujillo promete “más educación y menos corrupción”; y de las 162 propuestas de Iván Duque para el futuro de Colombia, cuatro se refieren directamente a la educación superior. Dos propuestas se destacan por su estructura académica y amplitud en su presentación: las de Vargas Lleras y De la Calle; diagnostican, comparan y recurren a cifras históricas y actuales. Fajardo también presenta algunos datos de contexto. Los demás candidatos, en cambio, se caracterizan por enunciar lo “que haremos”.
Pese a ello, se identifican asuntos coincidentes. La financiación es uno de estos. Fajardo plantea un gran pacto nacional por la educación, que convocaría el apoyo de privados; y advierte, sin alternativas, que los recursos de las IES no pueden seguir creciendo al ritmo del IPC. Vargas Lleras señala también que es necesario incrementar la financiación para mejorar la calidad. Sin embargo, no especifican cuánto destinarían a educación superior. Mientras que Fajardo advierte que “el gasto del Gobierno Nacional en educación crecerá cada año, como mínimo, un 10%”, Vargas Lleras promete que el presupuesto para educación pasará del 4,5 al 6,0 % del PIB. Petro también promete que el presupuesto “se incrementará progresivamente a un 7% del PIB al final del gobierno”, aunque en la misma bolsa mete educación, ciencia, cultura, deporte y protección de la primera infancia. Iván Duque, en su propuesta 60, señala lacónicamente que “establecerá un vehículo financiero para el fortalecimiento de las universidades públicas”. La cobertura también les preocupa. De la Calle propone el programa “Universidad para todos” y advierte que la universidad pública es “un patrimonio que no podemos dejar marchitar”; su apuesta es el diseño de un sistema de becas integrales para estudiantes de bajos recursos. El “Sistema de educación superior
pública gratuito”, de Petro, articulará una red de nuevas universidades públicas regionales integradas con colegios, el Sena y las universidades de calidad. En ese sentido, sin precisar mecanismos, garantizaría la permanencia con programas de alimentación, transporte escolar y apoyo económico. Fajardo, cauteloso, señala que se debe avanzar hacia la universalidad, la alta calidad y la gratuidad. Según él, en 2022 la cobertura en educación superior será del 65%. Para lograrlo promete expandir el apoyo de sostenimiento y transporte para estudiantes, y, para evitar la deserción, reforzar competencias mediante el programa “Vamos pa la U”. La cobertura en zonas rurales también concentra la atención de los candidatos. En ciudades pequeñas, Vargas Lleras propone crear distritos universitarios con el acompañamiento de universidades consolidadas. Esa estructura tiene coincidencias con la propuesta de Fajardo, pero este la llama sistema público de educación superior (universitaria y tecnológica). Petro, sin detalles, habla de la educación rural y la formación ciudadana como prioridad en todos los niveles educativos; y De la Calle señala que si los colombianos no pueden ir a la universidad, esta irá a sus casas mediante programas en línea. Las propuestas de Duque y Trujillo, no hacen referencia directa a la ruralidad.
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El rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes, plantea los asuntos que deben ser prioritarios para el nuevo mandatario nacional en relación con la universidad pública.
En cuanto a Ser pilo paga, Vargas, De la Calle, Fajardo y Trujillo, dan a entender que conservarán el programa, aunque con intervenciones. Vargas transformará la distribución de recursos; De la Calle afirma que el programa dejará de ser única ruta de acceso a la educación superior para pobres; y Fajardo lo vincularía a las Olimpiadas del conocimiento, programa que ya impulsó en Antioquia. Jorge Trujillo, por su parte, se compromete a crear la Agencia nacional de asistencia educacional que, dice, tendría 100 mil beneficiarios al año de Ser pilo paga. Petro, por su parte, convertiría Ser pilo paga en “Ser joven da derechos”, buscando que hasta un millón de jóvenes adicionales ingresen a la educación superior pública y gratuita. E Iván Duque, sin referirse directamente al programa, en su propuesta 56 promete fomentar “el ahorro programado accesible para que la clase media garantice la culminación de sus estudios”. Sobre el Icetex Duque plantea condonar parcialmente la deuda de aquellos estudiantes que se gradúen con honores; De la Calle lo transformaría en el Banco de la inteligencia, con un carácter social. Fajardo sugiere eliminar la capitalización de intereses mientras el estudiante sigue matriculado y una nueva modalidad de préstamos contingentes al ingreso. Y las propuestas de Gustavo Petro y Vargas Lleras no tienen referencias directas sobre esta entidad. Con todo lo anterior, al menos una cosa queda clara: la educación superior es un tema relevante en la contienda electoral. El domingo 27 de mayo, la primera vuelta electoral convoca a 36’025.318 de colombianos. Cumplir esa cita inspirados en una evaluación juiciosa de las propuestas, más que en posturas polarizantes, constituye un primer paso para la supervisión ciudadana al próximo periodo presidencial. Solo así las propuestas trascenderán las promesas vacías y los votos incautos.
* Información basada en las propuestas publicadas en: petro.com.co/programa-educacion/ sergiofajardo.co/2018/03/la-propuesta-educacion-fajardo/ www.humbertodelacalle.co/educacion www.jorgetrujillopresidente.com/home/ www.mejorvargaslleras.com/propuestas/mejoreducacion www.ivanduque.com/propuestas/educacion/3
El nuevo presidente deberá tomar atenta nota de la importancia de la universidad Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ Periodista elizabeth.canas@udea.edu.co
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orregir la desfinanciación estructural e histórica de las universidades públicas debe ser una prioridad de quien resulte electo presidente de la República en la contienda electoral en curso, sostiene el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes. El directivo señala que después de 25 años y las necesidades de la Universidad actual, es difícil responder a las condiciones que fijó la ley 30 de 1992 y la cual organiza la educación pública en el país. Especialmente en materia de financiamiento dado que la Universidad se quedó corta y la UdeA por ejemplo, ha duplicado los cupos y asumido los costos de la aplicación de otras normas legales. El rector de la UdeA plantea la necesidad de aplicar, contario a lo que sucedió cinco lustros atrás, un incremento superior al IPC al presupuesto de la educación superior en el país y que se refleje, tanto en las cifras como en compromiso, la valoración de la formación superior, de tal modo que se compense a las universidades. “Por ejemplo —explica— no se han considerado los costos de actualización en tecnología que asumió cada una de las instituciones; la inversión en infraestructura, —en especial, la correspondiente a universidades del orden territorial, departamental y municipal que no reciben recursos del orden nacional para inversión. En el caso de la UdeA, que tiene un campus de cincuenta años, son muchas las necesidades de hacer adecuaciones, reformas y mantenimiento de las instalaciones, lo cual implica altos costos”. Tampoco —agrega Arboleda Céspedes— se han subsanado los recursos destinados al pago de la nómina de profesores en las universidades públicas con títulos de doctorado lo cual, en la Alma Máter, representa pagos adicionales por encima del IPC para más del 50% de los docentes titulados como doctores, en correspondencia con su producción académica y científica, como debe ser. Mientras en 1994, señala el rector, la Alma Máter contaba con 58 profesores con doctorado, actualmente son 738 los profesores vinculados con ese grado de formación, lo cual, además de deseable, es una exigencia en los procesos de acreditación institucional. Tal situación demanda recursos, hasta ahora sufragados por la institución, para hacer efectivo el reconocimiento salarial a la mejora en la calidad docente y a la producción científica.
El rector de la Alma Máter aboga para que la dirigencia política atienda la necesidad de la calidad en todos los niveles educativos. “El nuevo presidente de Colombia deberá tomar atenta nota de la importancia de la universidad”, manifiesta y, desde esta perspectiva, aunque comparte la intención de favorecer económicamente a estudiantes de bajos recursos y buen desempeño académico, sostiene que las inversiones en el programa “Ser pilo paga”, cuyo presupuesto para 2018 es de $860.000 millones, “no deben salir de la misma bolsa del presupuesto de las universidades públicas”. Además —complementa—, “porque hay una política dirigida a la financiación de la demanda, que va en contravía de la consolidación y el fortalecimiento de las universidades públicas, atentando contra la sostenibilidad de nuestras universidades”. Respecto de Colciencias, Arboleda Céspedes comparte la desazón y las expectativas de la comunidad científica para que la entidad opere como un ente autónomo y agencie soluciones a las dificultades del sistema, de la ciencia y de la tecnología en el país. “Seguimos lamentando la desfinanciación y los recortes que se hacen a la ciencia, a la innovación y a la tecnología en el país. El nuevo gobierno debe acoger la importancia de estos asuntos y reconocer que que en cualquier parte del mundo son enormes las contribuciones e inversiones en esos frentes, porque se regresan con sobradas razones y beneficios a la sociedad”, dice, y añade: “Esperamos que los recortes cesen y que Colciencias se consolide como la institución que debe representar el país, que fomente la formación doctoral y la investigación, que cuente con recursos”. Al mismo tiempo, indica la necesidad de definir la política de educación terciaria, en el marco de la cual, “las instituciones técnicas y tecnológicas y formadoras del talento humano para el trabajo deben, más que convertirse en universidades, dedicarse a hacer muy bien y con altísima calidad esa clase de formación; al tiempo que se debe fortalecer al Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena; y facilitar a las universidades hacer bien lo que sabemos, como se ha demostrado a lo largo de la historia del país”. El Rector de la Universidad de Antioquia espera que entre las prioridades que asuma el futuro presidente y la clase dirigente del país, se incluya aumentar la cobertura, lo cual demanda invertir en la universidad pública, en el entendido de que “en un país con tanta desigualdad e inequidad se puede demostrar lo bien que rinden los recursos de la universidad devueltos en formación, extensión e investigaciones, de cara a la sociedad”.
Posgrado
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Foto: Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
El Grupo de investigación en intervención social, con la participación de los grupos de investigación en Estudios interculturales y decoloniales, Cultura política y desarrollo social, Medio ambiente y sociedad y Psicología social y política, lidera la Maestría en Intervención Social, que iniciará la primera cohorte en el segundo semestre de 2018.
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Actividad realizada por docentes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas con víctimas del conflicto armado en el municipio de Granada, Antioquia.
Desafíos de las ciencias sociales en contextos de conflicto-posconflicto y paz Por MARTHA INÉS VALDERRAMA BARRERA* Docente-investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
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as instituciones de educación superior enfrentan hoy serios desafíos en razón de las agudas conflictividades por las que transita el país y el mundo. Estos retos en el área de ciencias sociales están asociados con la generación de conocimiento y de intervención que permitan orientar el tratamiento de los conflictos, la recuperación del tejido social y el establecimiento de nuevos referentes de ordenamiento de la vida y del vínculo social y territorial. En este contexto, las propuestas formativas reclaman currículos en lo social que interpelen estas otras realidades de la sociedad en la contemporaneidad y que permitan asumir, como núcleo estructurante de la formación, la intervención social en tanto categoría científica, interdisciplinar y profesional, fundamentada teórica y metodológicamente. Implica promover en los profesionales de las ciencias sociales el desarrollo de habilidades, conocimientos y competencias para interactuar de manera adaptativa en contextos tanto rurales como urbanos, que posibiliten a los diferentes grupos poblacionales construir otras rutas de trabajo, organización y proyección de la vida social, fundamentadas en la recuperación de las memorias; en el acompañamiento
a procesos de desarrollo territorial; en la intervención con las víctimas del conflicto socio político armado, desde sus diversidades sociales, culturales y territoriales; en los procesos de construcción de la verdad orientada a la justicia y a la reparación, y en el establecimiento de formas de organización y movilización social centradas en el tratamiento de conflictos por la vía de la concertación. Se trata, entonces, de generar conocimiento y ofertas formativas que permitan desde las ciencias sociales desarrollar los perfiles profesionales y los contenidos formativos que reclama hoy el país, la sociedad y las instituciones. Bajo estos lineamientos, el presente artículo pretende ofrecer un marco de fundamentación sobre el cual vincular la categoría “intervención social” en la formación de profesionales de las ciencias sociales, para aportar a los desarrollos curriculares y a los desafíos que plantean los contextos vigentes de conflicto, posconflicto y paz. De igual manera, se presentan los referentes orientadores de la Maestría en Intervención Social que lidera el Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, bajo el liderazgo del
Grupo de investigación en intervención social y la participación de los grupos de investigación en Estudios interculturales y decoloniales, Cultura política y desarrollo social, Medio ambiente y sociedad y Psicología social y política, y cuya primera cohorte iniciará en el segundo semestre de 2018. La Maestría en Intervención Social con énfasis en Posconflicto y Paz, se configura como un proyecto académico interdisciplinario, que involucra docencia e investigación articulada a procesos y dinámicas sociales e institucionales con proyección territorial. Su intencionalidad se concreta no solo en la formación de profesionales con sentido crítico y capacidad para comprender y enfrentar los problemas, dinámicas y fenómenos que demanda la reconfiguración de la sociedad en la contemporaneidad, en el propósito de aportar a la construcción de la paz; también se interesa en la consolidación de comunidad académica y en la producción de conocimiento que tenga como propósito el desarrollo científico en torno a la intervención social como categoría central de estudio, y en la producción de conocimiento y
Inscripciones a posgrados Hasta el 30 de mayo de 2018 se encuentran abiertas las inscripciones para los programas de posgrado de la Universidad de Antioquia. Consulte la oferta académica en la página web www.udea.edu.co/posgrados La U. de Antioquia ofrece 28 doctorados, 63 maestrías, 43 especializaciones y 48 especializaciones médicas en Medellín, y 10 maestrías y 21 especializaciones en regiones.
documentación de experiencias de paz que se impulsan mediante iniciativas de organizaciones sociales. Todo ello bajo la pretensión de lograr que el conocimiento producido en el marco de esta propuesta formativa, tenga como fin último la apropiación social para la resignificación del tejido social. Así, la intervención social como categoría científica y área de formación profesional enfocada hacia el posconflicto y la paz, constituye un ámbito de desarrollo de las ciencias sociales, cuyas concreciones permiten a los profesionales y a las instituciones redimensionar los procesos de interacción con las sociedades del posconflicto. Así la intervención social estará basada en una sólida fundamentación teórica y metodológica para interactuar con los diferentes actores y procesos sociales, con sentido ético-político, crítico, propositivo. Ello implica orientar el ejercicio profesional e institucional en lo social bajo parámetros que pretendan una intervención situada en cuanto se respalda en el conocimiento profundo y sistemático de los contextos sociohistóricos, económicos, políticos, culturales y ambientales en los cuales se inscribe la acción profesional, logrando así potenciar los procesos de organización y movilización social hacia la construcción de la paz en los territorios, bajo lógicas participativas fundadas en el reconocimiento de las diversidades territoriales, sociales e interculturalidades locales y regionales. *Integrantes del Grupo de Investigación en Intervención Social, Universidad de Antioquia.
Extensión
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Foto: cortesía del proyecto
Encuentro con mesas ambientales de Occidente, municipio de Santa Fe de Antioquia, octubre de 2017.
Mesas ambientales y saberes territoriales Aportes a la gestión ambiental del territorio Por LIDA SEPÚLVEDA LÓPEZ CÉSAR ANDRÉS OSPINA Docentes investigadores del Instituto de Estudios Regionales
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Los procesos de ordenamiento tienen validez desde el momento en que se involucran las comunidades, teniendo en cuenta las particularidades, vivencias y problemáticas que hay en cada territorio. El ordenamiento se debe mirar desde las particularidades de cada territorio con el fin de recoger elementos y minucias que puedan ser proyectadas hacia un desarrollo que realmente esté acorde a las necesidades de las comunidades”. (Darío de Jesús Hernández, líder ambiental de mesa ambiental corregimental San Cristóbal, Medellín). Don Darío es uno de los líderes ambientales que participaron en el proyecto Red de participación en la gestión ambiental del territorio, Red Pégate, liderado por Corantioquia. Con el acompañamiento del Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia, durante 2017 se fortalecieron 99 mesas ambientales del departamento en temas de participación ciudadana y ordenamiento territorial. En desarrollo del proyecto, se encontró que desafíos como construir territorios ambientalmente más justos, equilibrados y políticamente responsables, hacen parte de los intereses y luchas que movilizan las mesas ambientales en sus territorios, para contrarrestar las incidencias y afectaciones
producidas por lógicas y modelos dominantes de pensar, hacer, relacionarse y proyectar el territorio, basados principalmente en aspiraciones instrumentales y extractivistas del patrimonio ambiental. Con el propósito de aportar al tratamiento de estos desafíos, se introduce el enfoque territorial como apuesta para entender, con las mesas ambientales, que las realidades y dinámicas ambientales son parte constitutiva de la vida en el territorio, visto este desde las acciones de quienes lo habitan y, al mismo tiempo, desde los poderes que inciden en su presente y futuro. La relación entre territorio y ambiente fue una diada que motiva la comprensión de que el territorio es, como nos propone la geógrafa Blanca Ramírez, una unidad de relaciones que se transforma conjuntamente con los procesos y agentes que se vinculan con él en escalas diferenciales, y cuyas diferencias internas se conjuntan para generar, en muchas ocasiones, visiones diversas del vivir, habitar y transitar en el mundo. Hay una multitud de relaciones con la naturaleza, de usos, apropiaciones y transformaciones que pueden estar no solo en oposición sino además afectando la vida en los territorios. Así lo evidencian las mesas ambientales, que ven ante sí cómo distintos procesos territoriales
transforman la vida en sus municipios, como la aparición, expansión y consolidación de la minería en todas sus expresiones (legal, ilegal, criminal, informal y tradicional); la construcción de grandes obras de infraestructura vial y energética; la expansión de la frontera agrícola, etc.; a estos procesos se asocia una constelación de problemáticas que han agudizado aún más la cuestión. Tal envergadura reafirma en las mesas ambientales el valor que tienen sus saberes territoriales en los análisis y actualizaciones de las dinámicas socioambientales para la comprensión de los procesos de ordenamiento territorial. En este proyecto les escuchamos reivindicar su idea del ordenamiento territorial como un instrumento, pero también como un proceso en el que entran en tensión una mul-
tiplicidad de intereses y miradas sobre el territorio, haciendo evidente el desafío de querer y poder construir colectivamente desde la diferencialidad, cuál es ese orden y modelo de territorio deseado y, así mismo, el de construir un ordenamiento territorial en un país donde el conflicto ambiental es el tema del día a día. El territorio se convierte, así, en una fuente de conocimiento legítimo y necesario para su gestión y transformación, en la medida que al ser una creación social abierta, plural y dinámica sólo desde su propia trayectoria creativa puede surgir conocimiento válido y adecuado para solucionar sus conflictos, definir un futuro incluyente y sostenible y, como dice don Darío, un desarrollo que realmente esté acorde con las necesidades de las comunidades.
Derecho/ambiente
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En la actualidad, estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas que participaron en la acción de inconstitucionalidad del artículo 37 del Código de Minas adelatan un proyecto de investigación próximo a culminar, y que tiene relación con el análisis de la sentencia C-273 de 2016, enfocado al caso de un territorio particular, el municipio de Támesis. El propósito es identificar cuáles son los lineamientos de formación jurídico política básica para las comunidades y para las autoridades territoriales que podrían existir a partir de dicha sentencia. Municipio de Támesis, Suroeste antioqueño.
Foto: Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Autonomía territorial en la minería, un debate jurídico y político vigente Por CAROLINA SÁNCHEZ ÁLVAREZ Periodista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas pcarolina.sanchez@udea.edu.co
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Deben los municipios adoptar decisiones en relación con el subsuelo cuando se afecta su territorio o se amenaza de manera significativa la vocación para el uso del suelo, o le concierne exclusivamente a la nación estos asuntos? ¿Pueden las autoridades locales, seccionales o regionales excluir sus territorios de la minería? Las cuestiones están vigentes en el debate político y jurídico sobre la autonomía territorial y las decisiones sobre los usos del suelo y los modelos económicos locales, especialmente en el sector minero, a la espera hoy de eventuales pronunciamientos del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional, orientados a fijar un precedente claro a los tribunales superiores que no han seguido la línea jurisprudencial unificada que existe en la materia.
Desde hace años el asunto viene buscando cauce, como cuando, después de tres sentencias fallidas de la Corte Constitucional, en una acción pública de inconstitucionalidad interpuesta por estudiantes de la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia se logró que la Corporación declarara inconstitucional, mediante la sentencia C-273 de 2016, el artículo 37 del Código de Minas que establecía una prohibición a las autoridades locales, seccionales o regionales para que se les permitiera excluir sus territorios de la actividad minera. La sentencia, recuerda Diana Carolina Sánchez, profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y coordinadora del semillero Estudios sobre minería, planteó otros aspectos relacionados con la necesaria participación que tienen que tener los municipios en la regulación de los usos del suelo”. Además, se recobró el valor político y público de la acción pública de inconstitucionalidad “para reabrir un debate jurídicopolítico que considerábamos era
y sigue siendo muy importante en el Estado y que tiene que ver con principios relativos a la configuración estatal”, añade. Una vez eliminada la referida prohibición en el ordenamiento jurídico se le dio vía libre a la realización de consultas populares en esa materia; a partir de entonces, muchos municipios recurrieron a este mecanismo y a la expedición de los acuerdos municipales que prohíben o regulan la minería en sus territorios, como es el caso, en Antioquia, de los pertenecientes al suroeste antioqueño. Luego la Corte Constitucional expidió otras sentencias como la T-445 de 2016, que específicamente precisa que los municipios tienen competencia para la regulación de los usos del suelo. Los acuerdos municipales emitidos antes y después de la sentencia han sido, sin embargo, demandados, y se encuentran, en el caso del Departamento, a disposición del Tribunal Administrativo de Antioquia o del Consejo de Estado. Otros tribunales, como el Tribunal Administrativo del Huila, han reconocido la validez de este
tipo de acuerdos, como el que prohibió la minería en el municipio de San Agustín. La Universidad de Antioquia, con el liderazgo del semillero Estudios sobre minería, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, participa activamente en el debate nacional, no solo con las investigaciones académicas, sino con la elaboración de conceptos e intervenciones en la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y el Tribunal de Antioquia, en el caso de los procesos de los acuerdos municipales que han sido expedidos prohibiendo la minería en el territorio. También ha participado en casos similares en el país como Cumaral, Meta; Pasca, Cundinamarca, y San Lorenzo, Nariño. Pese a los avances en materia jurisprudencial, los proyectos de minería —algunos con títulos mineros otorgados con anterioridad— siguen en los territorios que la prohibieron mediante acuerdos municipales, y la discusión sobre la validez de los acuerdos todavía está abierta en el Consejo de Estado.
Investigación
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Foto: Álvaro Wills
Ciénaga de Ayapel, en listado internacional de conservación
Según el profesor Fabio Vélez, para la recuperación paulatina de la biodiversidad en la Ciénaga el trabajo social relacionado con la producción sostenible es fundamental, pues “las personas deben vivir de algo y hay que armonizar el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental”.
El sistema cenagoso de Ayapel en Córdoba entró en 2018 en el listado de la Convención Internacional, Ramsar, de la ONU, que busca la conservación y el uso racional de los recursos en ecosistemas valiosos y vulnerables. Los investigadores de la Universidad de Antioquia, que por más de 15 años han estudiado el territorio, celebran la declaratoria, pero llaman la atención sobre las problemáticas socioambientales que enfrenta.
Periodista de la Corporación Académica Ambiental
CARLOS HERNÁNDEZ Escuela Ambiental
A
yapel era conocida como la ciénaga que más pescado producía en la cuenca del río Magdalena; hoy en día la pesca no da ni para el sustento, como lo advierte Jesús María Viloria Mesa, pescador de 87 años quien, en siete décadas de relación con la ciénaga, ha sido testigo de sus transformaciones y decaimiento. Ahora se ha convertido en el décimo sistema de humedales de Colombia en entrar al listado Ramsar, mientras los investigadores de la Universidad de Antioquia se suman a la preocupación de las comunidades locales y señalan las amenazas que enfrenta este ecosistema. Fabio Vélez, coordinador del grupo de investigación Geolimna de la Universidad de Antioquia, explica que “la ciénaga cuenta con importantes problemas en su funcionamiento natural, como la explotación minera, la ganadería extensiva, la sobrepesca y las inundaciones”. Agrega que entre los años 2010 y 2013 el ecosistema estuvo en vilo al romperse un dique que contenía las aguas del río Cauca. La Universidad de Antioquia lleva trabajando en Ayapel alrededor de 15 años. Las primeras investi-
gaciones, en la década de 1990, se deberán desarrollarse iniciativas 2013, analizó con ella el significado de una posible declaratoria. concentraron en los impactos de sobre buenas prácticas mineras; la minería en la zona; en 2004 el proyectos productivos y turísticos Los resultados de los trabajos grupo GAIA presentó a Colciencias sostenibles e investigaciones para de investigación, el trabajo de Yael proyecto “Análisis de la relación la restauración de las condiciones rín Puerta, el apoyo del Ministerio Río-Ciénaga y su efecto sobre la naturales. Por lo mismo, la Corde Medio Ambiente para definir producción pesquera en el sisteporación Autónoma Regional de los límites del área protegida y el ma cenagoso de Ayapel”; en 2012, los Valles del Sinú y del San Jorge acompañamiento de CorpoAyapel profesores de la Escuela Ambiental deberá diseñar un plan de manejo condujeron a la declaratoria que de la Facultad de Ingeniería proambiental ajustado a las nuevas permite aplicar a recursos internamovieron la creación del “plan de condiciones de conservación. cionales para hacer investigación manejo ambiental de la ciénaga”. básica y aplicada que permita reLa Ciénaga de Ayapel es estratécuperar el sistema natural. Cerca de 40 personas con divergica porque es la zona de apertura sos perfiles participaron en estas de la Depresión Momposina y la La declaratorio identifica a la investigaciones, con la asistencia Mojana; está en el vértice sur del Ciénaga de Ayapel en el mundo logística de CorpoAyapel. Para ese delta de esa desembocadura, y es como un hábitat de importancia año ya se habían realizado alredeun paso obligado de migración de para las aves acuáticas y limita la dor de 100 trabajos de grado, de aves. Allí, las investigaciones de la asignación de nuevos títulos minepregrado y posgrado, en ingeniería, Universidad de Antioquia han enros dentro o cerca del área protebiología y otras áreas del conocicontrado más de 60 tipos de peces. gida. Lo anterior significa que allí miento. “En Ayapel se entrecruzan la gobernanza del agua, la investigación y los grupos locales, y el hecho de que un sistema tan grande y de tal complejidad haya entrado en el listado evidencia eso”, dice la profesora de la Escuela Ambiental, Esnedy Hernández. Yarín Tatiana Puerta, ingeniera ambiental integrante del grupo Geolima, recopiló información para postular la ciénaga como sitio Ramsar. Consciente del papel de los habitantes en la protección del ecosistema, involucró a Luz Fernanda Jiménez, doctora en biología y especialista en peces dulceacuícolas, ve en la declaratoria una oporla comunidad local y du- tunidad para el renacer de la Ciénaga, “pero se necesita la presencia del Estado, que ha sido muy poco eficiente rante cada visita, desde en proteger los humedales continentales”. Foto: Tatiana Puerta
Por LINA MARCELA GALLO BENÍTEZ
Investigación
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Estudian a niños afectados por la violencia
Por FREDY ALONSO RAMÍREZ CALLE Periodista alonso.ramirez@udea.edu.co
Foto: cortesía del proyecto
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a población infantil ha sido uno de los grupos más afectado por la violencia en Colombia. Según datos del ICBF, entre enero y junio de 2017 se registraron 7.106 casos de maltrato infantil, 29 casos diarios. En el mismo período se registraron 7.540 casos de abuso sexual, un promedio de 31 diarios. Y en lo que va de 2018, el organismo ha recibido 1.828 denuncias por maltrato infantil. Varias generaciones han sufrido desde temprana edad las secuelas del horror de la violencia, puesto que han sido víctimas de secuestro, asesinatos, desplazamiento, desapariciones, maltrato, abandono, acoso sexual, bullying. Para identificar los efectos y el funcionamiento cerebral en niños y adolescentes con trastorno por estrés postraumático, la Universidad CES y la Universidad de Antioquia adelantan un estudio, con el apoyo de Texas Tech University y Colciencias. La investigación está enfocada en hallar alteraciones neurobiológicas en 25 menores víctimas de violencia, a partir de la evaluación neurosicológica y el estudio con neuroimagen funcional, que incluye el uso de resonancia magnética funcional, difussion tensor image (tractografía) y resting state (actividad cerebral y sus estados de reposo). Los datos obtenidos se comparan con 25 niños que no han sufrido ningún tipo de violencia y que tienen las mismas características demográficas. En el estudio, explica el sicólogo y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia, Mauricio Barrera Valencia, “a los infantes se les aplica escalas para identificar alteraciones asociadas a eventos traumáticos, evaluación psicológica y psiquiátrica y el protocolo de evaluación neurosicológica, la cual incluye los dominios de atención, memoria y función ejecutiva”. Según la líder del estudio, la docente de la Universidad CES Liliana Calderón Delgado, “cuando se habla desde la perspectiva neuropsicológica, los dispositivos del aprendizaje se ven afectados en los niños que han sido víctimas de violencia, alterando su capacidad para concentrarse, analizar y planificar el trabajo. Además, si no se interviene oportunamente, pueden sufrir más adelante de depresión, aislamiento y baja escolaridad, y
Evaluación neurosicológica de los niños víctimas y no víctimas de violencia a partir de neuroimagen funcional
dificultad para ser felices. También encontramos problemas de identidad, desconfianza, conductas infractoras y delictivas”. Barrera Valencia, quien es magíster en neuropsicología y PhD. en neurociencia, sostiene que “en el estrés postraumático, el lóbulo frontal deja de funcionar bien; el menor empieza a tener dificultad para controlar las emociones; la sensación de los chicos es que el mundo es inseguro; la sensación es de alerta constante”. Además, agrega, con frecuencia les viene el recuerdo de lo que vivieron, van perdiendo interés en la vida, y con ello aparecen síntomas como ansiedad, depresión, agresividad, resentimiento y apatía. El profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, psicólogo y Ph.D en sicología Alberto Ferrer Botero, dice que el efecto en la mente de una situación traumática que el niño sufrió, es altamente amenazante y desde el punto de vista fisiológico produce una herida en el cerebro. “Cuando un niño tiene una situación traumática —explica— se forma un esquema de amenaza, queda aprendido y bloqueado en su cerebro, y cualquier cosa que se le asemeje a eso, va a activar el esquema”. Por tanto, observa, “se hacen terapias de exposición
cognitiva reviviendo la situación del trauma, que le permita resignificar la experiencia traumática, ayudando a su recuperación mediante técnicas que le enseñan a manejar su experiencia emocional”. Si no se atiende a estos niños, pueden evolucionar negativamente, con repercusiones en el ámbito cognitivo, emocional y de comportamiento, la propensión al consumo de drogas y el riesgo de embarazos tempranos en las niñas. “Ya llevamos 20 niños estudiados y hemos tenido algunos con tentativa de suicidio y depresión severa”, afirma Calderón Delgado, quien además es Ph.D en neurociencia y especialista en salud mental del niño y del adolescente. El reconocimiento del trauma sicológico en la infancia es relativamente reciente. Solo a partir de los años 90 se empezó a registrar el estrés postraumático como categoría diagnóstica, junto con sus reacciones emocionales y conductuales que se derivan de afrontar una experiencia traumática. “Dado que a nivel mundial existen pocos estudios sobre los efectos cerebrales del trauma psicológico en niños, los datos que se están obteniendo desafían de alguna manera lo que se conocía en relación con estos efectos en población infantil. Así, en caso que
logremos confirmar estos resultados previos, se podría ofrecer explicaciones alternativas asociadas a los mecanismos cerebrales que se ven involucrados en el trastorno de estrés postraumático infantil”, dice Barrera Valencia. Las intervenciones clínicas que los investigadores vienen efectuando son la cognitivo-conductual, enfocada en el trauma y el tratamiento con medicación cuando el psiquiatra lo considera. Otra intervención es con terapia familiar, porque no solo se afecta el niño sino toda la familia. Este enfoque, más integral, está teniendo un impacto positivo sobre la salud mental de los participantes y una mejora en la calidad de vida de sus familias. “El aporte que hacemos a la sociedad es grande, porque con esta investigación identificamos cómo funciona el cerebro de un niño víctima de violencia, y nos va a permitir ver dónde y cómo debemos trabajar”, concluye la líder del estudio. Los resultados preliminares de la investigación fueron presentados en Brasil; además, este año el estudio fue seleccionado para participar en un congreso internacional sobre el tema en Praga. Al finalizar este año, los investigadores tendrán los datos definitivos del estudio.
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Foto: cortesía SIU
El bioterio: ciencia con conciencia Por STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.aria@udea.edu.co
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l bioterio, cuyo significado etimológico es “lugar para la vida”, es un espacio acondicionado para el cuidado y bienestar de animales de laboratorio, y como tal es una notable contribución a la investigación en ciencias médicas y veterinarias. La Universidad de Antioquia cuenta con un bioterio en la Sede de Investigación Universitaria, SIU. El trabajo experimental que tiene lugar allí, en la edificación para la ciencia que en 2018 cumple quince años, cuenta con el aval del Comité de Ética en Experimentación Animal —CEEA— de la Alma Máter. La naturaleza de los trabajos adelantados en el bioterio dista mucho del imaginario producido por los ensayos con animales en algunas industrias. En el caso de Colombia, el artículo 25 de la Ley 84 de 1989 establece que el Ministerio de Salud solo autorizará modelos de experimentación animal “siempre y cuando esté demostrado que los resultados experimentales no puedan obtenerse por otros procedimientos o alternativas, y solo cuando sean necesarios para controlar, prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades que afecten al hombre o al animal”.
Propósito El médico veterinario José Ignacio Calle, actual coordinador del bioterio, recuerda que la filosofía inicial del proyecto fue “dar a la SIU características que resultaran atractivas para los investigadores en respuesta a sus necesidades científicas”. Así, grupos de investigación como el Programa para el estudio y control de enfermedades tropicales —Pecet—, Grupo Neurociencias de Antioquia —GNA—, Grupo investigador de problemas en enfermedades infecciosas — Gripe—, Bcei, y el Programa de ofidismo y escorpionismo, fueron dotados de un espacio idóneo para sus proyectos científicos. Antes de mudarse a la SIU algunos de estos grupos ya tenían animales de laboratorio, como el Pecet, que los albergaba en la locación de Prado Centro, donde hoy se sitúa la Corporación académica para el estudio de patologías tropicales. En contraste, otros grupos, radicados en la ciudad universitaria, no contaban con las mejores condiciones y los espacios para sus animales. Por entonces, varios investigadores proyectaban estudios con animales libres de patógenos específicos (SPF por sus siglas en inglés), los cuales deben estar en condiciones macro y micro ambientales sumamente controladas por las características de las investigaciones, lo que incluye variables como la temperatura, la humedad, la calidad del aire, etc. Gripe, por
ejemplo, adquirió en su momento el primer equipo para microaislar animales en la Facultad de Medicina, en procura de las condiciones ambientales apropiadas para animales SPF. El bioterio se diseñó, entonces, con una zona para animales convencionales y otra para animales SPF. La infraestructura se completa con puertas de acceso controlado con tarjetas electrónicas; zonas para el cambio de vestuario; cámaras para el cuidado de las especies y los equipos; estanterías, camas, cajas y cuartos especializados para el mantenimiento y cuidado del animal de laboratorio; lavadoras, secadoras, esterilizadoras y otras tecnologías para el mantenimiento de ratones, ratas, hámster, conejos, gallinas, caracoles e insectos. Las especies llegan por donación durante las pasantías de los investigadores locales en el exterior o a través de importaciones de distintas cepas, transacciones que a 2017 sumaban aproximadamente 290 animales. Los investigadores deben seguir estrictos protocolos antes de ingresar a las zonas de estudio y experimentación, como ducharse y cambiarse de ropa para no ingresar partículas contaminantes, especialmente al bioterio SPF. Esto permite mantener las condiciones ambientales y tecnológicas requeridas, lo cual posibilita el consistente aporte del bioterio de la SIU a la investigación, que incluso trasciende las fronteras regionales.
Aportes “Toda mi investigación gira alrededor de los modelos experimentales de enfermedades neurodegenerativas en el bioterio, desde el modelo de infarto cerebral en ratas hasta el modelo de Alzheimer en ratones transgénicos”, señala Gloria Patricia Cardona, investigadora del GNA, y precisa que todo el trabajo está orientado a conocer las enfermedades para procurar en el futuro tratamientos en humanos. Marlene Jiménez, también del GNA, observa que el grupo también ha trabajado con extractos de aguacate para evaluar el modelo ambiental de Parkinson inducido por neurotoxinas y con modelos con alteraciones específicas causales de la misma enfermedad. “Realizamos un tamizaje de varios compuestos para identificar cuáles tienen mayor potencial antioxidante y restauradora de la capacidad motriz”, explica. Por su parte, Sara Robledo, investigadora del Pecet, sostiene que sin la experimentación con animales no sería posible justificar estudios con humanos. “Es indudable el aporte del modelo animal para la investigación clínica. Por ejemplo he trabajado con modelos de infección por malaria, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, y la evaluación de biomateriales con potencial para implantes óseos e implantes cardiovasculares, logrando incluso el desarrollo de medicamentos”, afirma.
Investigación Invitación pública para conformar banco de hojas de vida para docencia En cumplimiento del Acuerdo Superior 253 del 18 de febrero de 2003, artículo 5, parágrafos 1 y 2, se invita a profesionales de diversas disciplinas con formación de posgrado, experiencia en el sector salud y salud pública en docencia, a enviar o actualizar sus hojas de vida para conformar el banco de hojas de vida de los docentes ocasional y de cátedra de la Facultad Nacional de Salud Pública, para los programas académicos de pre y posgrado, en: —Tecnología en: medio ambiente, saneamiento ambiental, administración en servicios de salud, gestión de servicios de salud, sistemas de información en salud; —Profesional en: administración en salud con énfasis en gestión de servicios de salud y énfasis en gestión sanitaria y ambiental; administración en salud, administración ambiental y sanitaria, gerencia de sistemas de información en salud; —Especialización en: auditoría en salud, administración de servicios de salud, salud ocupacional, salud internacional, ergonomía, salud mental comunitaria; —Maestría en: salud pública, salud mental, salud ocupacional, epidemiología, administración hospitalaria; —Doctorado en: salud pública, epidemiología. Quien ya esté inscrita debe actualizar su hoja de vida para ser tenido en cuenta para los próximos dos años, junio 2018- junio 2020. Las inscripciones o actualizaciones de las hojas de vida se realizarán entre el 1 y el 30 de mayo de 2018, ingresando al enlace: http://saludpublicavirtual.udea.edu.co, posteriormente al Banco Único de Hojas de Vida, Buho, donde encontrará un manual con las instrucciones de ingreso. Si tiene inconvenientes con el registro, favor escribir a: atecnologicasp@gmail.com
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Vivir con una enfermedad rara Por LUZ MARINA RESTREPO URIBE Periodista luz.restrepou@udea.edu.co
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icolás empezó a padecer otitis asociadas a bronquitis y gastritis. Tania presentó pérdida de peso y gastritis hasta llegar a una septicemia, una infección muy grave y generalizada. Ellos tienen una “enfermedad de base”, pero, a menudo, los médicos y especialistas tratantes no lo saben. Se trata de pacientes con inmunodeficiencias primarias o “enfermedades raras” que, por lo mismo, resultan difícil de diagnosticar. Las inmunodeficiencias primarias son producidas por defectos genéticos, también conocidos como errores innatos de la inmunidad, que afectan el sistema inmune en una proporción de 1 por cada 2.000 nacidos vivos. La causa exacta de estas enfermedades sigue siendo desconocida; en muchos casos el problema se pudo originar en mutaciones en un gen que posiblemente ha pasado de generación en generación. Para la doctora Claudia Trujillo , del Grupo de investigación en inmunodeficiencias primarias de la Universidad de Antioquia, “estas enfermedades son potencialmente mortales o debilitantes a largo plazo, de baja prevalencia y alto nivel de complejidad; es decir, requieren del concurso de varias especialidades médicas”, y añade que la mayoría son de origen genético, aunque también hay cánceres poco frecuentes, enfermedades autoinmunitarias, malformaciones congénitas o enfermedades tóxicas e infecciones, entre otras categorías. La investigadora advierte que la genética es un factor, pero que hay otros como los ambientales, la dieta, el fumar y la exposición a químicos o fármacos que inciden en las inmunodeficiencias primarias, diferentes de otros problemas inmunológicos denominados inmunodeficiencias secundarias, como la infección por el virus de inmunodeficiencia adquirida, VIH.
Largo camino Todas las historias de pacientes que padecen inmunodeficiencias primarias tienen en común el largo camino que tuvieron que recorrer hasta encontrar el diagnóstico de la “enfermedad de base”, es decir, la que propicia la aparición de otras potencialmente mortales, para así obtener el tratamiento que les permita llevar una vida digna. El diagnóstico lo hacen los médicos inmunólogos mediante la búsqueda de ciertos signos y síntomas
Historias de vida de pacientes con inmunodeficiencias primarias, publicadas por la Fundación Diana García de Olarte para las Inmunodeficiencias Primarias. y las pruebas de laboratorio para evaluar el sistema inmune; en los recién nacidos se hace con pruebas de tamización neonatal. Acceder a un diagnóstico oportuno facilitará adelantar el tratamiento más adecuado, que, según las necesidades del paciente, puede incluir desde antimicrobianos y suplemento de inmunoglobulina, hasta trasplante de células madre para reducir las complicaciones y secuelas, y mejorar la calidad de vida. Según un reporte del Ministerio de Salud, en el mundo hay identificadas entre 6.000 y 7.000 enfermedades huérfanas, como también se conocen las “raras”. En Colombia existen cerca de 1.920 y en Antioquia y la zona cafetera se hay reportados alrededor de 900 pacientes diagnosticados con inmunodeficiencias primarias. Sin embargo, para la doctora Claudia Trujillo estas cifras hablan más de un subregistro, por cuenta de las dificultades para acceder a poblaciones en áreas rurales remotas y barrios marginales. Para el doctor Pablo Patiño, uno de los pioneros en el diagnóstico y manejo de pacientes con inmunodeficiencias primarias del Grupo de investigaciones de la Universidad de Antioquia, “una de las principales dificultades con las que tropiezan estos pacientes es con los elevados costos de los exámenes de laboratorio y de los tratamientos, a lo que se suma la crisis del sector salud, que en
muchos casos obliga a estas personas a suspender los tratamientos, poniendo en serio peligro su vida”. En la actualidad se llevan a cabo investigaciones en varios países para encontrar tratamientos que curen definitivamente las inmunodeficiencias primarias; en este sentido, plantea que “algunos de estos procedimientos se relacionan con trasplantes de médula ósea y terapia genética de reemplazo molecular”. Por su parte, la doctora Claudia Trujillo indica que el Grupo de investigación en inmunodeficiencias trabaja en la actualidad en dos proyectos: la caracterización genética de enfermedades de inmunidad innata y la tamización neonatal de linfopenias congénitas. Para apoyar la atención integral en salud de pacientes con inmunodeficiencias primarias se constituyó la Fundación Diana García de Olarte para las Inmunodeficiencias Primarias, FIP, una iniciativa del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias de la Universidad de Antioquia, los pacientes y sus familiares, creada en 2006 para asegurar el presente y el futuro de las personas que padecen estas enfermedades en Colombia. La Fundación cuenta con siete nodos o grupos de trabajo ubicados en Bogotá, Cali, Bucaramanga, Sincelejo, Medellín y Eje Cafetero, y promueve distintas actividades en el marco de la semana mundial de inmunodeficiencias primarias que se realiza cada año del 21 al 29 de abril.
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Por ANDREA QUINTERO CARDONA Periodista andrea.quinteroc@udea.edu.co
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i en algo coincidimos los latinoamericanos es que somos maíz. Esta planta de fácil transformación y accesible durante todo el año, integra la canasta básica familiar y pone sobre la mesa cientos de recetas que si bien son propias de un país, circulan los Andes o atraviesan de norte a sur nuestra región del continente. Tortillas, pupusas, tamales, empanadas, locro, humitas, mote, chicha, mazamorra, arepas… Parece inimaginable que estos productos desaparezcan alguna vez, pero, ¿podría suceder? Según un estudio de Nielsen en 2016, el 73% de los colombianos incluye una arepa en su desayuno, convirtiéndola en el tercer alimento más consumido en el país, luego de los huevos y el pan. Además, el 69% de las harinas precocidas de maíz son consumidas en las poblaciones de estratos 1, 2, y 3. Por lo menos en Colombia, estadísticas de esta magnitud disipan el temor con respecto a la ausencia de la arepa y de otras preparaciones a bases de maíz, de las cocinas nacionales. Sin embargo, durante la feria cultural y gastronómica “La arepa invita”, realizada en Medellín en el marco del evento “Camina pa’l Centro”, distintos investigadores manifestaron sus preocupaciones por los cambios en la producción y el consumo de estos alimentos. “La arepa hecha a mano tiende a desaparecer. Vivimos en una sociedad completamente obnubilada en el afán, que hace que este ícono de la identidad antioqueña cambie de una forma galopante. Ya los niños piensan que las arepas salen de la nevera, y ¿cómo no?, si la industria ha opacado su producción tradicional”, sostiene Julián Estrada Ochoa, antropólogo investigador de la Universidad de Antioquia, y agrega que cuando se vive con afán se pierden muchos procesos que están detrás de la calidad culinaria. La disminución en el consumo de arepas artesanales guarda relación con los obstáculos que enfrenta el maíz en Colombia, donde se registran más de 70 recetas nacionales. De acuerdo con Estrada Ochoa, quien tiene trabajos sobre la cocina popular colombiana, cada vez hay menos campesinos y cultivos dedicados a esta planta; están creciendo las importaciones para alimentar no solo humanos sino animales, con rapidez están desapareciendo variedades de semillas vernáculas, al tiempo que aumentan los granos transgénicos, y debido al glifosato y otras sustancias químicas, el daño a la tierra linda con los límites de lo irreparable.
Fotos: Andrea Quintero Cardona
¿Sobrevivirá la arepa? Las dificultades no se detienen ahí. La caída vertiginosa de la oferta de arepas artesanales es el resultado de una tendencia excesiva hacia la asepsia, donde los productores campesinos van perdiendo la contienda contra multinacionales y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamento, Invima. Al respecto, Carlos Humberto Villegas Montoya, antropólogo y cocinero, profesor de la Universidad del Cauca, señala con ironía que mientras la arepa puede que sí tenga futuro, los que van a perecer son aquellos que insistan en comer productos industrializados. Villegas afirma que “Nuestras semillas tienen en común un enemigo pagado por el Estado: el Invima, una cantidad de personas con la buena intención de velar por la salud de los colombianos, pero que en el proceso atacan a los cocineros artesanales y a los conservadores de semillas, mientras favorecen a la gran industria de alimentos, que es finalmente la que nos está enfermando. Detrás de cada persecución al artesanado culinario, siempre está un poderoso económico pagando por aumentar las prohibiciones”.
Cuando se crece se cambia Debatir la producción de maíz y el consumo de arepas artesanales en Colombia, conlleva inevitablemente a preguntarse por el valor de la tradición. Otros investigadores participantes de “La arepa invita” argumentaron el carácter variable y paradójico de este producto tan casero, siempre dependiendo de la producción y el intercambio de técnicas, ingredientes, gustos y costumbres. “El aumento de arepas industrializadas posibilita que la arepa
Breve historia de la arepa Arepa significa pan de maíz o yuca, y es una receta indígena heredada por los campesinos desde el siglo XVI, cuya verdadera relevancia se debió a un proceso hispánico. Antes de que los españoles llegaron a América, los indígenas consumían y preferían el maíz líquido: chicha y mazamorra. Incluso la saliva (durante el mascado de la chicha por parte de las mujeres) era un elemento más congregante que el fuego (utilizado en la cocción). Pero como los españoles privilegiaban el pan y asemejaron al maíz con el trigo, empezaron a demandar preparaciones sólidas, como las arepas. De acuerdo con Saldarriaga, conocer esta historia ayuda a identificar como un constructo histórico a los elementos constitutivos del poder y de la cultura que han hecho que apreciemos la arepa. Es decir, una parte de lo que hemos entendido como afecto (“la arepa es nuestro ícono”), se desprendió inicialmente de un ejercicio de poder, casi nunca agradable. artesanal se vuelva una delicatessen. Hay que tener en mente que las arepas van a cambiar, y sin pedir permiso. Hace 400 años, cuando les repartían arepas a los indios pescadores de perlas, una arepa pesaba una libra y tenía el diámetro de la cayana donde se hacía. Cada manifestación cultural de un producto está acorde con su tiempo, con sus posibilidades y necesidades”, destaca Gregorio Saldarriaga Escobar, historiador investigador de la Universidad de Antioquia.
Para perdurar, entre las fortalezas de la arepa está su sabor básico y su posibilidad morfológica, es decir, presentarse de otras maneras, sumándosele ingredientes y vinculándola a diferentes cocinas. Para Saldarriaga, ahí se evidencia finalmente la riqueza del maíz: contiene la posibilidad de enriquecerse con nuevas tradiciones. “Hay que reconocer la tradición y al tiempo no sacralizarla. Reconocer lo que existe y pensar lo que no existe”.
Economía
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Internacionalización de las empresas colombianas: la era de las multilatinas Por RAMÓN JAVIER MESA CALLEJAS* Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas ramon.mesa@udea.edu.co
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os últimos 20 años han marcado el despegue de la internacionalización de las empresas colombianas. De un inventario de 50 compañías denominadas multilatinas (definidas así por tener su origen en el continente americano, en este caso Colombia, y por desarrollar operaciones por fuera de su país de origen más allá de las exportaciones), las cuales incluyen grupos empresariales que podrían aumentar este número a cerca de 80 firmas nacionales con esta denominación, cerca del 62% realizó su primera inversión directa en el exterior entre los años 2000-2015, el 26% lo hizo entre 1990-1999, y sólo el 12% lo realizó antes de los años noventa. Factores como las reformas estructurales introducidas en Colombia en los años noventa basadas en la liberación de los mercados, junto con unas condiciones macroeconómicas favorables a nivel doméstico e internacional en la primera década de este siglo, impulsaron activamente el boom de inversiones de estas empresas en el exterior y contribuyeron de manera importante al crecimiento del país, sobre todo hasta los años previos a la crisis de los precios de petróleo (2014-2016). Para muestra, al cierre de 2014, las ventas registradas por las multilatinas nacionales ascendieron a unos US$10.000 millones y generaron alrededor del 2,5% del producto interno bruto del país en ese año (Dinero, 2015).
dependiendo del sector económico al que pertenecen. Por ejemplo, en el caso de las empresas de origen manufacturero, además de las exportaciones, sobresalen como principales modos de entrada las estrategias de fusiones y adquisiciones e inversiones en nuevas plantas; mientras en el caso de las empresas de servicios, además de exportaciones, fusiones y adquisiciones, se destaca de manera relevante el uso de las franquicias. Frente al patrón de localización de estas compañías, predomina la cercanía geográfica, la afinidad cultural y el idioma como principales ejes de la estrategia de internacionalización. En especial, los países de América Latina y el Caribe ofrecen condiciones de mercado y sistemas legales compatibles a nivel político y económico que favorecen la adquisición de empresas ya posicionadas, dados los bajos costos de transporte, los menores riesgos y el aprovechamiento de los acuerdos comerciales y las relaciones históricamente cimentadas.
Perfil y beneficios de la internacionalización Con el apoyo del Comité de apoyo para la investigación, CODI, de la Universidad de Antioquia, el grupo de investigación en Macroeconomía Aplicada, de la Facultad de Ciencias Económicas, lideró la investigación para analizar patrones de expansión, beneficios alcanzados y riesgos e incertidumbre derivados de la inversión en el exterior de 14 empresas colombianas de diferentes sectores productivos.
Basados en la metodología de casos, los hallazgos más significativos destacaron un perfil de expansión para la mayoría de las multilatinas colombianas influenciado por fenómenos como: (i) el aprovechamiento de las condiciones del entorno macroeconómico; (ii) el apoyo derivado de la política de apertura y el impulso de los acuerdos comerciales; (iii) el mejoramiento de la productividad empresarial; (iv) el desarrollo de estrategias empresariales impulsada por las capacidades de gestión del recurso humano de las organizaciones; y (v) la influencia de las empresas multinacionales extranjeras a través de la presión que ejercen en los mercados. Sobre los beneficios resultantes de la internacionalización de las multilatinas observadas, los aprendizajes asociados con mejoras significativas de productividad en las compañías representan una base importante de sus procesos de expansión global. Estas mejoras están representadas por nuevo conocimiento, cualificación de personal, nuevas innovaciones, modernización administrativa y cambio tecnológico. En tal sentido, las ganancias de este aprendizaje experimental entre las nuevas filiales y la empresa base en Colombia, fomentan la expansión de la empresa y generan derrames positivos para la economía en su conjunto. De la misma manera, la reinversión de utilidades que hacen la mayoría de las multilatinas representa un mecanismo de financiación directa y permanente, el cual ha garantizado la sostenibilidad del proceso de internacionalización de estas compañías.
Consolidar la presencia global Uno de los mayores riesgos de la internacionalización es la concentración de inversiones a nivel del continente americano, lo cual puede incidir de manera adversa en la rentabilidad de largo plazo de estas empresas, en vista de que enfrentan de manera recurrente en la región entornos políticos, sociales y económicos complejos. Bajo este escenario, sostener la presencia en el exterior se convierte en el principal reto que enfrentan las multilatinas colombianas, especialmente cuando las condiciones del entorno son complejas, se acrecienta la fuerte competencia global y el proteccionismo amenaza la dinámica del comercio mundial. En tal sentido, el liderazgo empresarial y la calidad del talento humano que conforman estas organizaciones son claves para no sucumbir en el intento de mantener la internacionalización de las compañías nacionales. En función de lo anterior, los estudios de caso realizados para 14 multilatinas nacionales permitieron establecer nueva evidencia que facilita referenciar, además de la gestión en relación con las estrategias empresariales impulsadas para el mercado global; demostrar la importancia de estas empresas para el desarrollo regional en aspectos como la generación de empleo, el recaudo tributario y el crecimiento económico. * Es docente del Departamento de Economía y actual Vicerrector Administrativo de la Universidad de Antioquia.
Colombia: Las 11 principales multilatinas nacionales por ventas totales, 2016 (en millones de US)
Modos de entrada y localización
RK
Empresa
Sector
En general, la inserción internacional de las multilatinas comienza con las exportaciones, luego, basadas en esta experiencia, avanzan a la fase de adquisición de instalaciones de producción en el extranjero por la vía de la compra de acciones, adquisición directa o fusiones, y el establecimiento de estrategias de marketing y ventas en los países donde llegan a través de la modalidad de licencias y franquicias, especialmente. Se destacan diversas etapas o modelos en la internacionalización de estas empresas, casi siempre
1
Ecopetrol
Petróleo/Gas
2
Bancolombia
3
Ventas
Ventas exterior
% exterior
14.382,1
7.478,7
52,0
Finanzas
4.867,9
1.486,4
30,5
Grupo SURA
Finanzas
4.430,0
1.936,0
43,7
4
Terpel
Petróleo/Gas
4.429,5
479,0
10,8
5
Avianca-Taca
Aerotransporte
4.361,3
3.227,4
74,0
6
Grupo EPM
Multisector/Energía
4.333,0
1.523,4
35,2
7
Grupo Argos
Cemento
3.821,7
1.650,0
43,2
8
Grupo Nutresa
Alimentos
2.895,8
1.098,7
37,9
9
Interconexión Eléctrica-ISA-
Energía eléctrica
1.640,0
1.117,4
68,1
10
Grupo EEB
Energía eléctrica
1.064,0
199,5
18,7
11
Colombina
Alimentos
581,1
194,5
33,5
Fuente: América Economía. Ventas 2015.
Opinión / Análisis
Nº 675, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, mayo de 2018
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Es por esto que las ideologías más rotundas, prolijas y simples son las más poderosas, como la xenofobia, el nacionalismo o el populismo o las ideologías específicas que reducen el mundo complejo a reglas básicas desconociendo otras ideologías, acrecentando el optimismo hacia adentro y el pesimismo hacia afuera.
Ideologías
*
Por FABIO HUMBERTO GIRALDO JIMÉNEZ** iep.fabio@gmail.com
C
onviene adentrarnos más en las entrañas de lo que es y cómo funciona una ideología, porque definirla como un conjunto de ideas que singulariza a una persona o a un grupo social, describe solamente un ideario organizado con unos valores ya instalados, pero no la forma como se va moldeando y cambiando con la historia individual y colectiva, en la casa con sus intimidades, en la escuela con sus diversos grados de roce social y cultural, en la calle con su explosión de experiencias y pluralidades y en el trabajo con sus rutinas. Una definición de diccionario no alude al hecho de que los valores ideológicos, como los morales, se construyen por ensayos y errores, consensos y disensos consuetudinarios; es decir, por medio del uso y la costumbre, aunque después de adoptados den la impresión de que son eternos y absolutos. La ideología comparte con la ciencia la curiosidad y la necesidad de explicaciones, pero se distinguen porque aquella es como una esponja que asimila y la ciencia como un repelente. La ideología procede por inclusión, porque su función es tranquilizar desasosiegos e inquietudes, descifrando mediante saberes y opiniones satisfactorias sucesos maravillosos, enigmáticos, angustiantes o trágicos. Mientras que las ideologías rivalizan con otras que ponen en peligro la seguridad de sus opiniones, la ciencia procede por exclusión, porque su rival son los hechos que contrastan sus hipótesis.
Evitar el error es el asunto de las ciencias, mientras que errar en las descripciones o en las predicciones es indiferente para las ideologías, aun esquivando la realidad en aspectos sobre los cuales la ciencia es sinceramente cruel, porque afirmar creencias es el cometido de las ideologías, en tanto que asumirlas como obstáculos epistemológicos es el de la ciencia. La ideología cree en sí misma, la ciencia duda de sí misma, y es por ello que las opiniones ideológicas asumen la forma de excusas, justificaciones o disculpas. Más que seguridad epistemológica, lo que pretende toda ideología es seguridad emocional como la que puede brindar un hogar cómodo en el cual la simpleza de las explicaciones brinda cobijo. En la medida en que se expande el habitáculo y las costumbres se hacen complejas y extrañas, se pierde mayor seguridad explicativa y, por tanto, emocional; crece el vacío. Es por esto que las ideologías más rotundas, prolijas y simples son las más poderosas, como la xenofobia, el nacionalismo o el populismo o las ideologías específicas que reducen el mundo complejo a reglas básicas desconociendo otras ideologías, acrecentando el optimismo hacia adentro y el pesimismo hacia afuera. Además, porque, frente a la complejidad, inconmensurabilidad, inefabilidad y no poca artificiosidad volátil del mundo complejo, volver a la simpleza del hogar es como volver a un resguardo seguro en el cual una buena ideología puede brindar consuelo para el desamparo, maná para el hambre, resignación para la pobreza, solidaridad para la indiferencia, saciedad para el vacío, sosiego para el desamor y aún también belleza para la feura, alivio para un dolor de muelas, justificación para la mentira y motivos para la guerra, así estalle por la rebatiña
sobre un florero, por el robo de una gallina o por llegar a la presidencia de Colombia. Aunque toda ideología permite definir lo bueno y lo malo, lo legal y lo ilegal, lo útil y lo inútil, el éxito y el fracaso, es decir, establecer valores, raseros y modelos de pensamiento y de acción, lo puede hacer partiendo de dos polos diametralmente opuestos. Asumiendo unos valores éticos como rectores de toda acción y de toda decisión, con independencia de cualquier resultado que produzcan o con la intención de que esos principios sean tan inminentes y patéticos que tengan efecto directo sobre sus múltiples consecuencias y sobre el comportamiento de cada uno de los miembros del grupo. O desde el polo de los resultados a los cuales asume como fin último, con total indiferencia de valores morales o asumiendo como valor moral el éxito por resultados. Y existen las ideologías que se sitúan en un punto entre estos dos extremos. Las primeras son ideologías típicamente moralistas; las segundas son típicamente cínicas, amorales y aun inmorales, para las cuales la ideología son los hechos, no los valores; y las terceras son ideologías pragmáticas. Huelga decir que hay mucha hipocresía en el uso de las ideologías, sobre todo porque se usan las moralistas para lograr lo que pretenden las cínicas, y porque las que se sitúan en un punto intermedio terminan mezclando idearios contradictorios y mintiendo en ambas direcciones para satisfacer emociones, concitar voluntades o dominar almas tominonas. *Texto publicado en El Mundo, el 17 de abril de 2018 **Exdirector del Instituto de Estudios Políticos y de la Dirección de Posgrado de la Universidad de Antioquia.
Antioquia es amiga de la política tradicional, pero a “los alternativos” no les fue tan mal Por LEYDER HUMBERTO PERDOMO RAMÍREZ De Viva la Ciudadanía e integrante de la Plataforma para el seguimiento político en Antioquia, SEPA
S
in duda, la mayoría del electorado en Antioquia es amigo de la política tradicional y de los políticos tradicionales. Una vista al top 5 de los partidos más votados para el Senado de la República en las pasadas elecciones muestra al Centro Democrático como una fuerza avasallante en el Departamento, a los partidos Liberal, Conservador y de la U en el segundo lote de competidores y a una tímida Alianza Verde en el quinto lugar. A ello se suma que entre los cinco partidos más votados no están los partidos de izquierda,
el Polo Democrático Alternativo, la coalición Lista de la Decencia y las Fuerzas Alternativas Revolucionarias del Común, que respectivamente se ubican en el séptimo, décimo y décimo cuarto lugar. (Ver tabla 1). El panorama parece de derrota para los partidos, activistas y militantes de las opciones democráticas de centro-izquierda y de izquierda en el Departamento. Sin embargo, el análisis de los resultados en la competencia por el Senado arroja varios elementos para afirmar que a “los alternativos” no les fue tan mal. En primer lugar, el partido Alianza Verde logró que dos de sus candidatos de origen antioqueño se hicieran a una curul en el Senado: Iván Marulanda Vélez y Juan Luis Castro Córdoba resultaron elegidos.
En segundo lugar, a diferencia de los votos para los tradicionales, el voto de los electores
Tabla 1 Partido
Votos obtenidos en Antioquia
Centro Democrático
591.332
Conservador
254.639
Liberal
228.480
Partido de la U
143.550
Alianza Verde
121.724
Elaboración propia con base en los resultados del preconteo publicados por la Registraduría Nacional del Estado Civil.
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Opinión / Análisis
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La privacidad y el uso de las tecnologías Por JOHN FREDDY DUITAMA MUÑOZ Profesor de la Facultad de Ingeniería john.duitama@udea.edu.co
¿
Permitiríamos a un amigo que encontremos en el supermercado revisar todos los productos que llevamos en el carro de compras? Los sitios de ventas online lo hacen. ¿Permitiríamos a un extraño que nos siga a cada lugar que visitamos? Los celulares recopilan nuestras rutinas diarias. Como consecuencia de las nuevas tendencias sociales hemos adquirido nuevos hábitos respecto de la privacidad e incluso hay un cambio cultural entre generaciones respecto a cómo entenderla. Al mismo tiempo, la potencial amenaza que la tecnología genera a la privacidad ha planteado reflexiones en diversos ámbitos. Debates sobre las regulaciones estatales que protegen al ciudadano y establecen normas a las empresas que manejan nuestros datos; cómo lograr una mayor conciencia en la sociedad sobre las implicaciones individuales y colectivas de usar este tipo de medios; cómo lograr que cada ciudadano tenga un mayor conocimiento sobre las tecnologías que usa y sus riesgos. El país ha avanzado en normatividad. La ley 1581 de 2012 tiene por objeto la protección de los datos personales que afectan la intimidad del titular o cuyo uso indebido puede generar su discriminación por su origen racial o étnico, su orientación política, sus convicciones religiosas o filosóficas, la pertenencia a sindicatos, organizaciones sociales, de derechos humanos; así como los datos relativos a la salud, a la vida sexual y los datos biométricos. Adicionalmente, la ley 1273 de 2009 creó como bien jurídico “la información y los datos” y estableció las penalidades para delitos informáticos como los atentados contra la confidencialidad, la integridad, la disponibilidad de los datos. Estas normas obligan a todas las empresas que manejan datos sensibles a informar a los
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de los partidos alternativos no fue un voto regionalista, sino que tuvo un carácter nacional: Así, entre el partido Alianza Verde, Antanas Mockus obtuvo 37.988 votos en el Departamento, la lista de ese partido otros 24.613 y Angélica Lozano 10.996 más, los dos candidatos de origen bogotano y juntos por encima de los dos senadores antioqueños que resultaron elegidos por ese partido. Por el Polo Democrático Alternativo la cosa fue parecida: Jorge Enrique Robledo Castillo obtuvo 50.958 votos, secundado por Víctor Correa Vélez, Representante a la Cámara por Antioquia que quiso saltar al Senado y alcanzó 7.789 votos, seguido de cerca por Iván Cepeda Castro, senador bogotano que obtuvo 7.530. En la coalición Lista de la Decencia, el primer lugar en Antioquia fue para el listado total, con 6.802 votos, seguido de Gustavo Bolívar, con 4.856 votos y Aída Abella con 3.063; apenas en el cuarto lugar de esa coalición se ubicó Olmedo López, dirigente sindical antioqueño que alcanzó 1.852 votos.
ciudadanos sobre la manera como utilizan la información. Sin embargo, todavía hay situaciones por cubrir. Aunque la Constitución Política defiende el derecho a la intimidad, el país ha firmado acuerdos internacionales de comercio — de obligatorio cumplimiento— que contradicen este principio. Se requiere además una mayor iniciativa de los organismos internacionales y del Estado colombiano para lograr una mejor regulación internacional y para desarrollar estrategias de información y educación a los usuarios sobre sus derechos. Es necesario establecer pautas a las empresas de tecnología para que faciliten a sus usuarios el uso y la configuración de las opciones de privacidad. También hay vacíos respecto a qué controles deben tener los organismos de inteligencia del Estado que recopilan información de los ciudadanos. En varios países, las agencias de inteligencia han creado vulnerabilidades secretas en las aplicaciones de las grandes compañías de tecnología para obtener información de los ciudadanos, violando las leyes establecidas. En Colombia, hechos recientes como los hackers de pasadas campañas políticas y las chuzadas a los magistrados de las cortes son clara evidencia de ello. Uno de los impactos sociales más relevantes de Ia tecnología es la autonomía comunicativa que ofrece. Las publicaciones de los ciudadanos en Internet son una fuente de noticia alternativa a los medios de comunicación; el ciudadano de a pie puede controvertir las versiones “oficiales” de los gobiernos, medios de comunicación o grupos de poder; grupos de ciudadanos apoyados en las redes sociales se han organizado contra su gobierno. Estas experiencias evidencian alternativas para mejorar el ejercicio de la democracia. Sin embargo, este impacto positivo está amenazado de diversas maneras: grupos de interés que usan Internet para difundir las noticias falsas en las redes sociales; usar las redes sociales para atentar contra la intimidad de las personas; las empresas que usan técnicas avanzadas de inteligencia artificial para influir en los ciudadanos
en los resultados electorales. Cómo contrarrestar estas amenazas es una pregunta sin resolver. ¿Debemos redefinir el concepto de privacidad? ¿Hasta dónde el gobierno y las corporaciones pueden hacer uso de nuestros datos personales? ¿Cuál debe ser el código de ética de los ingenieros encargados de construir este tipo de tecnologías? ¿Deberían las empresas que ofrecen servicios “gratuitos” a cambio de recopilar información de sus usuarios comprometerse a tratar la información que recopilan de manera transparente y a mantenerlos informados de los usos que hagan de ella o incluso repensar su modelo de negocio? La autorregulación sobre las noticias falsas y la sanción social a los infractores es un buen camino; igualmente, la nueva normatividad sobre la regulación de protección de datos europea, que entra en vigencia este 25 de mayo, puede ser un buen referente. Como ciudadanos también tenemos un rol por jugar. Debe ser claro para todos que cualquier cosa que hagamos con dispositivos electrónicos se puede detectar por un tercero. Por eso vale la pena dedicar tiempo a conocer cómo restringir la recolección de información privada que realizan las aplicaciones instaladas en nuestro celular. Cada sitio que visitemos también puede recopilar información; vale la pena entonces dedicar algunos minutos a leer los términos y condiciones antes de usarlos. Otros temas que deben ser nuestra preocupación son: ¿Reenviamos sin verificar su autenticidad las cadenas de noticias que recibimos en las aplicaciones de mensajería? ¿Hacemos uso del control parental de las aplicaciones que permiten ejercer una tutoría sobre los hijos menores de edad?. Estas y otras acciones que tomemos en lo individual o en lo colectivo seguramente ayudarán a mejorar los mecanismos de autorregulación frente a la privacidad y de esta manera hacer cumplir lo establecido en el artículo 15 de nuestra Constitución Política: “Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar.”
Así, entre los candidatos de origen antioqueño más votados en los partidos y movimientos alternativos, solo se encuentran Luis Iván Marulanda, Juan Luis Castro, Víctor Correa Vélez y Olmedo López, que juntos suman 26.037 votos, apenas el 10.3% del total que obtuvo la centro-izquierda y la izquierda en Antioquia. En suma, los electores de esos movimientos y partidos políticos prefirieron los candidatos con representatividad nacional. A la idea de que a “los alternativos” no les fue tan mal en Antioquia se suma que sus votos no fueron pocos. Si se juntan los resultados del partido Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo, la coalición Lista de la Decencia y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, esas fuerzas políticas suman un total de 251.048 votos, cantidad nada despreciable, que ubicaría a estos partidos y movimientos en el tercer lugar de las fuerzas políticas del Departamento, muy cerca del partido Conservador y por encima de los partidos Liberal y de la U. Esas cuentas resultan esperanzadoras para las aspiraciones de poder de los sectores alter-
nativos de la política en el Departamento, sin embargo existen dos escollos nada fáciles de superar para esa aspiración. Por un lado, es necesario que el partido Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo, la coalición Lista de La Decencia y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común superen la timidez e impulsen de manera decidida la conformación de cuadros políticos con una representatividad social amplia, en la que las ciudadanas y los ciudadanos antioqueños se sientan recogidos. Ello, además, les permitiría lograr mejores resultados en la Cámara de Representantes, en la que “los alternativos” apenas alcanzaron 2 de las 17 curules en disputa. Por otro lado, superando la tara histórica que han cargado la centro-izquierda y la izquierda política en Colombia, es necesario que esos partidos y movimientos políticos tiendan puentes de unidad programática y electoral para próximas ocasiones; por ejemplo, que desde ya gesten alianzas para las elecciones locales de 2019. De lo contrario, deberán resignarse a continuar siendo la eterna oposición.
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Contra el odio Por JUDITH NIETO Profesora de la Facultad de Medicina judith.nieto@udea.edu.co
E
n una sociedad en la que prosperan simultáneamente los discursos de inclusión y las prácticas de segregación, estas se dirigen a quienes se han insubordinado al “mandato establecido” por una hegemonía patriarcal, y que se proponen vivir en una comunidad imaginada, según lo explicado por Benedict Anderson en su estudiada obra Comunidades imaginadas (2011). Allí se argumenta que, aunque es imposible conocer las opiniones y actuaciones de la mayoría de los compatriotas, en la mente de cada uno sí se tiene el sentimiento de comunión, y de tal sentimiento se valen partidos y tendencias políticas e ideológicas para impedir, como complementa Emcke, que “cualquier voz o perspectiva contraria a su constructo de nación o pueblo homogéneos” (2017, p. 125) sea escuchada y se haga visible. En Contra el odio, obra de la filósofa, periodista y escritora alemana Carolin Emcke, la autora continúa diciendo que: “cualquier manifestación opuesta a lo establecido incomoda” (p. 125). Este postulado retrata muy bien la realidad política mundial de la actualidad, en cuyo estandarte
sobresalen las consignas del rechazo al otro: se aísla por color político, lugar de procedencia, credo religioso o elección sexual. Así, ese otro es conminado al constante castigo, materializado en burlas, insidias y, principalmente, en un odio extremo y pasional, capaz de anular los discursos en pro de la diversidad, paradójicamente también propagados hoy día. Las reflexiones de estos párrafos tienen origen en diversos motivos: el ambiente preelectoral en Colombia, la situación política mundial y principalmente la lectura de Contra el odio, una radiografía del odio cultivado en el mundo contemporáneo. Entonces, ante una pasión fabricada y promovida por medio del mecanismo del desprecio a lo distinto y a los “diferentes”, surge un particular modo de mirar desde dónde se cataloga a los visibles y a los invisibles, a los aceptables y a los amenazantes, a quienes su nombre y su rostro se les tachan o se exponen en la agonía de un “muro imaginado” que nadie quiere financiar. Un muro que, sin ser realidad, retorna por momentos inesperados y amedrenta a quienes parecen no escapar de su condición de hundidos y sometidos al estado de odiados. Contra el odio es una reflexión adelantada a partir de oportunas fuentes literarias, filosóficas, de las ciencias sociales y de las artes visuales, que le permiten a la autora avanzar con su disertación sobre los cimientos contemporáneos del odio, y sobre los medios para oponerse a esa
emoción “aprendida”. Es un trabajo profundo, cuya construcción en tres capítulos —el último, dedicado a un brillante elogio de lo impuro— está guiada por fuentes diversas literarias, como Ellison, Shakespeare y Hesíodo. Estas referencias iluminan a Emcke desde la creación y la poesía, para aclarar el cuidado que representa pensar y escribir sobre el odio en un mundo en que las sociedades están cada vez más fragmentadas. Por ello, acude a la obra de arte, precisamente porque los contenidos recreados por ella, y en particular por los autores mencionados, dan cuenta del cultivo histórico de la abominación, que salió de la caja de Pandora y dejó en el fondo las esperanzas. Así, en el mundo actual, y en particular en Colombia, asistimos a las más diversas manifestaciones de lo execrable. Luego de los acuerdos de La Habana, la sociedad ha quedado fragmentada en dos bandos visibles: quienes se niegan al restablecimiento de la tranquilidad y quienes aspiran a la reconciliación, pese a la emergencia del odio generador de un estado de inquietud y de zozobra, que imposibilita actuar de manera deliberada y sensata. Referencias Benedict, A. (2011). Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión sobre el nacionalismo, México D. F.: Fondo de Cultura Económica. Emcke, C. (2017). Contra el odio, Bogotá: Taurus.
Hacer trizas el partido Por ADRIÁN RESTREPO PARRA Profesor del Instituto de Estudios Políticos adrian.restrepo@udea.edu.co
S
i nos atenemos a la definición que algunos líderes de la FARC daban de su organización como un partido político en armas, entonces podríamos considerar que el Acuerdo de paz eliminó la parte de las armas quedando el partido. Ahora en el posacuerdo, la dinámica política tanto externa como interna parece querer terminar justamente con lo que queda de la exguerrilla: el partido político. Desaparecida oficialmente la guerrilla, el proceso de reincorporación política de los excombatientes bajo la figura de un partido político unificado parece hacerse agua. Una serie de factores externos han contribuido hacerle difícil a los miembros del Común la participación política partidista, por ejemplo, carencia de recursos para realizar una campaña electoral, saboteo a los actos de campaña y, entre otros, el entorno mismo de violencia sobre sus militantes. Entre estos factores externos, los sectores del uribismo y el santismo coinciden en el propósito de impedir la consolidación del partido FARC. Con sus propios medios y estilos, el resultado buscado es el mismo porque consideran que así evitarán que el comunismo tome al país. Santos desarmó a la guerrilla y con su candidato Vargas
Lleras quiere terminar, en democracia, con el partido que ésta creó. En la tarea de acabar el partido participan más actores, porque no quieren ni guerrilla ni partido comunista, como Duque el candidato de los uribistas. Esta intención externa de hacer trizas el partido del Común se conjuga con aspectos internos de la misma organización exguerrillera. La unidad del “ejército del pueblo” parece entrar en discusión cuando las armas desaparecen. Sin el fantasma de un juicio revolucionario conducente a la muerte, las tendencias políticas internas afloran más abiertamente y con ellas, en ciertas ocasiones, los conflictos. Por supuesto, la coyuntura de la captura de Santrich agudiza la situación interna actual de esta organización porque, tal como van las cosas, con testigos en contra como el infiltrado de la DEA y el testigo “estrella” Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez, pierde peso la hipótesis que el caso pueda ir a la Justicia Especial y, de ser así, pasaría a la justicia ordinaria. En ese escenario, existen tres posibilidades: a) tráfico de drogas con el propósito de enriquecimiento personal, b) tráfico con el fin de beneficiar un sector de excombatientes (los que tiene a su mando) y c) tráfico con el objetivo de financiar todo el partido. Políticamente hablando, la primera opción sería la menos grave para el partido del Común mientras que las otras dos son de mayor compromiso para la organización, porque irían más allá de la opción personal de un individuo, así este haya obrado con el propósito colectivo de encontrar “soluciones extra rápidas”, para atender la situación que viven los miembros de la organización en los espacios territoriales de capacitación y reincorporación.
Jurídicamente hablando, Santrich en las tres posibilidades tiene problemas graves porque la sindicación es la misma: narcotráfico. Para que el proceso judicial incluya más miembros del Común tendría que comprobarse que Santrich dirigía una red de producción y distribución conformada por miembros de la exguerrilla. En cuyo caso las capturas serían individualizadas, es decir, diferenciando entre quienes cumplen con el Acuerdo y quienes no. Claro está, entre más capturas mayor costo político para la exguerrilla, porque se entendería que no está cumpliendo con lo acordado que es, en palabras de su máximo líder, “el principal patrimonio que debemos cuidar como la niña de los ojos”. Visto así, ese posible costo político podría conducir a fraccionar el partido entre quienes quieren cumplir cabalmente el Acuerdo y quienes desean hacerlo parcialmente. Si la conjugación de los factores externos e internos conducen al partido FARC a su desintegración, esto ratificaría la tendencia histórica en Colombia con los procesos de paz entre Estado y guerrillas: los excombatientes después de una negociación han querido convertir la organización armada en una organización política unificada y han fracasado. Y como en esos procesos, la participación política tal vez quede referida a la conformación de otros partidos según tendencias y fracciones internas, a la participación en partidos políticos ya conformados o solo a ejercer el voto. Sin embargo, el mayor riesgo de hacer trizas el partido es que la dispersión de los excombatientes redunde en el robustecimiento de las violencias que todavía perviven en el país y las cuales el Acuerdo de paz prometió sofocar.
Opinión / Análisis
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Presencia del egresado* Estamos en presencia de un auto-eco-sistema de formación, información y desinformación que funciona a la velocidad de la luz, y en donde los viejos vicios capitales fornican a granel, en particular vanagloria u orgullo, pereza o desesperanza, envidia, crueldad o ira.
Combatir la posverdad, un desafío planetario
Por NELSON VALLEJO GÓMEZ**
“
Los mercaderes de verdades falsas son peligrosos porque pueden convencer a todo aquel dispuesto a escucharlos, sin importar que hagan daño o beneficio” Platón, Protágoras o de los Sofistas (siglo IV a.c.)
Comparo la posverdad con la Hidra de Lerna, aquella terrible figura de la mitología griega, porque esta aparece con tantas razones como aquella con cabezas. Cada que se corta o explica una surge otra, y así sucesivamente. A la posverdad no le importa tener razón, sino poner lo verosímil a disposición de quien lo quiera creer. Desde hace veinticuatro siglos, un vigía del pensamiento enseñaba en Atenas a cazar sofismas; lo hacía con preguntas y argumentos, cazaba mercaderes de falsedades. Sus diálogos filosóficos, entre los cuales figura el llamado “Protágoras o de los Sofistas”, han constituido el renacimiento del pensamiento europeo y el fundamento pedagógico de todo sistema educativo serio. Tanto ayer como hoy se requieren vigías, pero vigías mentales en cada NosOtros, porque el origen de los errores y las ilusiones está en la mente humana; es pues en la mente de cada cual que se les debe combatir, empezando por ver, sin piedad, la viga en el ojo propio. ¿En qué consiste ser vigía mental? Puede haberlos de todo tipo, pregonan los sofistas. Por eso es mejor preguntar: ¿y quién es educador de vigías? Sócrates, quien lo fuera, se presentaba de entrada como ignorante sabio, es decir, quien sabe que saber conlleva un punto de fuga o un ojo ciego. De ahí, el lema famoso de la filosofía socrática: “yo sólo sé que nada sé”. El saber de la ignorancia
Por DIEGO ALBERTO SALAZAR MONCADA* Profesor de la Facultad de Ciencia Agrarias
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a evaluación y la autoevaluación son inherentes al ser humano y tan cotidianas como mirarse en un espejo y sacar conclusiones. Incluso, en la evolución natural de las especies pareciera suceder fenómenos similares, cuando los organismos, ante un cambio en el entorno, toman giros para adaptarse a un ambiente y perpetuarse. En el aseguramiento de la calidad en la educación superior sucede algo parecido, cuando se proponen, implementan y modifican políticas, lineamientos y estrategias adecuadas para garantizar y sostener la calidad en las instituciones y los programas.
es un ignorante saber, una paradoja que permite tener presente lo mucho y lo poco que es el conocimiento humano. Lo propio de la tarea educativa reside en lograr que cada infante se convierta en un vigía mental de paradojas, en un ciudadano responsable, es decir, en una persona capaz de verificar, en su fuero interior, el equilibrio sutil que cada mente al juzgar elabora ideas y teorías con percepciones, impresiones, sentimientos. Es un ecosistema cognitivo que Edgar Morin llama “caldo de cultivo” y para entenderlo propone una “antropología del conocimiento” (cf. El Método 3, El conocimiento del conocimiento, Paris, 1986). En efecto, cuando se dice que una persona es culta o educada y tiene la capacidad de aportar por sí misma respuesta y razón de un hecho o juicio, se hace referencia, implícitamente, a dicho ecosistema cultural. La cultura explica o explicita un contexto, pero no lo justifica. La justificación de un hecho es cuestión de ciencia y, la de un juicio es cuestión de arte y razonamiento. De nuevo, ciencia, arte y razonamiento son hilos y trama del sistema educativo. El entramado cultural y en contexto de saberes tradicionales, modernos y en curso de experimentación, innovación y emergencia, que llamamos cultura y educación, vive una mutación paradigmática enorme, una disrupción cognitiva, pues la revolución digital trajo consigo el advenimiento de una red planetaria o Internet, que interpela de entrada a cualquier sistema educativo. Esta red digital resulta ser el mejor amigo y el peor enemigo de la gestión, organización y producción de informaciones necesarias al sistema educativo y al tejido cultural de una sociedad. Estamos en presencia de un auto-eco-sistema de formación, información y desinformación que funciona a la velocidad de la luz, y en donde los viejos vicios capitales fornican a granel, en particular vanagloria u orgullo, pereza o desesperanza,
envidia, crueldad o ira. El algoritmo en juego parece un cerebro biónico que, en casos específicos, sustituye la producción natural de conocimientos. La red funciona como memoria digital a la manera de testigo, para arreglárselas con los recuerdos propios y ajenos. Relatos individuales y colectivos se arman y desarman; se hacen y deshacen historias y reputaciones. Cada cual se fabrica identidades digitales de paso, y un muro Facebook en forma de bitácora de viaje por otras identidades contemporáneas. Es como si cada uno de los humanos tuviese su doble internauta. Ahí, se malnutre, noche y día, la Hidra posverdad y se engendran mil y una fake-news. El desafío reside en saber si emergen o no conocimientos inéditos y dignos de generar categorías y teorías que lleven una cultura responsable y solidaria, y tengan base común para el desarrollo sostenible de la humanidad. No se espera moralidad o inmoralidad en la red, pues toda tecnología, por sofisticada que sea, es abstracta, fría e indiferente. Por eso, el mayor riesgo de la ciencia, alerta Edgar Morin, está cuando hay ciencia sin conciencia. Con lo cual, se requiere ética digital, es decir, lógica de confianza que aspire a lo mejor, en vez de sucumbir a la lógica de suspicacia que se alimenta de miedo, mentalidad complotista y estigmatizadora, maniquea y diabólica. *Columna promovida por el Programa de Egresados de la Universidad de Antioquia. **Bachiller egresado del Liceo Antioqueño de la Universidad de Antioquia (1980), con Licenciatura y Maestría en Filosofía de la Sorbona-Paris IV, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Caldas, y actual asistente del ministro de Educación en Francia.
Egresado, para recibir información de la Universidad de Antioquia, actualice sus datos (nombre completo, cédula, correo, celular y teléfono fijo) en programaegresados@ udea.edu.co o en el teléfono (57-4) 2198995
La autoevaluación de los En la primera mitad de la década de los 90 se hizo una reingeniería al proceso de inspección, vigilancia y control, plasmado en la Ley 30 de 1992, modificada por la Ley 1740 de 2014. En la actualidad, los dos procesos que velan por garantizar la calidad de los programas académicos son el registro calificado, de obligatorio cumplimiento, y la acreditación, que no es obligatoria, con excepción de los programas de licenciaturas. A lo largo del tiempo, los procesos de aseguramiento de la calidad también han sufrido modificaciones, en respuesta a las exigencias globales y la búsqueda propia por generar una cultura del mejoramiento continuo de la educación. El registro calificado tiene como objetivo demostrar que un programa académico cuenta
con las condiciones mínimas de calidad para su oferta, mientras que la acreditación certifica una acreditación de alta calidad. Aunque el alcance es diferente, ambos procesos tienen un elemento común, la autoevaluación. Adicionalmente, contar con la acreditación de un programa logra articularse con el registro calificado al otorgarse, este último, de oficio, lo cual no es nuevo, pues está contemplado en el Decreto 1295 desde 2010. Si bien la norma vigente es el Decreto 1075 de 2015, ha faltado claridad en su ejecución, situación que aspira ser resuelta con la aplicación de la Circular 07 de febrero de 2018. Para la comunidad académica esto es importante, puesto que evita reprocesos, pero, a mi modo de ver, hay que prestar atención a la forma como algunos programas abordan la autoevalua-
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Colombia requiere de un organismo, con la financiación apropiada, que promueva y fomente políticas públicas para el desarrollo de la Nación, que establezca las estructuras necesarias para el flujo del conocimiento hacia la micro, la pequeña, la mediana y la gran empresa. Para lograrlo se requiere la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI).
Colombia requiere Ministerio de ciencia, tecnología e innovación Por FANOR MONDRAGÓN PÉREZ Profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales fanor.mondragon@udea.edu.co
E
l desarrollo social y económico de Colombia será posible si tenemos una economía con muchos sectores que sean competitivos en los mercados internacionales. Esto conlleva a tener empresas con capacidad para producir productos de calidad de manera eficiente. Una forma de hacerlo es tener la capacidad de atraer capitales extranjeros que traigan tecnologías avanzadas al país. La otra forma de lograrlo es que las 2.500.000 empresas que hoy tiene Colombia tengan capacidad de asimilar, transformar y producir tecnologías de acuerdo con los cambios del contexto mundial, de tal manera que nuestras empresas puedan exportar productos de mayor valor agregado y que Colombia deje de depender exclusivamente de la venta de materia primas en el mercado mundial. La pérdida de competitividad de la industria manufacturera aparece con mucha frecuencia en los diarios nacionales y en las revistas económicas especializadas. Fedesarrollo en 2015 realizó un estudio sobre el problema y una de sus conclusiones es que Colombia carece de políticas públicas cuyo principal objetivo sea el desarrollo de una industria manufacturera con proyección de competitividad internacional. Colombia es un país muy rico en tierras con abundante agua, biodiverso, rico en recursos naturales, lo que le permite disponer, entre otras ventajas, de materias primas y energía a costos relativamente bajos, comparado con otros países. Sin embargo, carecemos de suficiente talento humano, de tecnología y de productos innovadores que sean atractivos en los mercados mundiales.
La Asociación Nacional de Industriales (ANDI) es consciente de esta situación y en su “Estrategia para una nueva industrialización del país, 2015”, plantea que la solución debe involucrar al sector privado, al sector público, a la academia y a los trabajadores. Colombia requiere de estrategias coordinadas desde el Estado para la generación de empleo calificado. Hoy, alrededor del 60% de los trabajadores está sub-empleado, sin las debidas condiciones de bienestar. El país necesita políticas de desarrollo industrial en el corto, mediano y largo plazo, tanto para las empresas existentes, como para las nuevas que surjan del conocimiento generado en las investigaciones científicas en las universidades o en los institutos de investigación, como son las spin-off. Las empresas requieren políticas públicas para acceder al conocimiento en su área de desarrollo, lo que demanda que el país cuente con sólidos institutos nacionales sectoriales de investigación, que brinden el apoyo técnico-científico requerido por las empresas colombianas. Estos institutos han sido claves para el desarrollo de los que hoy son denominados países avanzados. Los institutos que proveen conocimiento por lo general son financiados por el Estado, con requisitos de muy alta calidad tanto en la investigación como en el progreso de las industrias del sector que apoyan. Dependiendo del sector y del tipo de empresa, en las etapas iniciales el apoyo sería muy operativo; la complejidad del apoyo cambia a medida que se superen esas condiciones iniciales. Los institutos son entidades, dotados de las tecnologías más avanzadas en su área de especialización, jurídicamente independientes que se ubican en todas las regiones del país, según sea la vocación industrial de la región. En los institutos trabajan técnicos, profesionales, magisters y doctores, pensando todo el tiempo los problemas del sector. Pueden trabajar en colaboración con investigadores de las universidades y son espacios donde los estudiantes pueden realizar
investigación aplicada a la solución de problemas específicos. Igualmente son estructuras donde los técnicos y profesionales de las empresas pueden recibir entrenamiento avanzado. Los institutos nacionales sectoriales deben dar soluciones oportunas y eficientes a las necesidades del sector, para que sean competitivos a nivel internacional. El no tener este tipo de políticas públicas hace que nuestras empresas no tengan crecimiento económico y sean cada vez menos competitivas en los mercados internacionales, al no tener capacidad de competir con productos de innovación exclusivos. No se trata de promover la libre competencia per-se; si nuestras empresas no tienen acceso al conocimiento, es imposible que sean competitivas internacionalmente. Colombia requiere de un organismo, con la financiación apropiada, que promueva y fomente políticas públicas para el desarrollo de la Nación, que establezca las estructuras necesarias para el flujo del conocimiento hacia la micro, la pequeña, la mediana y la gran empresa. Para lograrlo se requiere la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI). No se trata de la transformación de Colciencias, lo que se propone es la creación de un nuevo sistema de CTeI para Colombia coordinado desde dicho Ministerio, que tenga una unidad que administre la investigación básica, base de la innovación y, una unidad que administre y regule las políticas sobre innovación y emprendimiento, donde estarían adscritos los institutos nacionales sectoriales de investigación. El éxito de estas iniciativas será posible solo si el próximo gobierno lidera proyectos de ley (política de Estado) y hace, concomitantemente, la asignación presupuestal requerida para su implementación, de tal manera que su financiación no dependa del gobierno de turno. Se requiere con urgencia una nueva institucionalidad, un ministerio soportado en un pacto nacional por la CTeI.
programas académicos ción con fines de acreditación. Por ejemplo, se descansa del proceso por un periodo similar al tiempo de acreditación otorgado; se retoma el plan de mejoramiento cuando corresponda la renovación de la acreditación y se asignan tiempos para el proceso, pero no se entregan productos, entre otros. Una de las consecuencias es que se arriesga la renovación de la acreditación y se pone en riesgo la renovación del registro calificado. Esta preocupación nos debe conducir por el camino de una autoevaluación permanente, muy fácilmente mencionada en muchos contextos, pero un poco más complicado interiorizarla en los programas e instituciones. En este sentido, el plan de mejoramiento es la clave para lograrla; dicho de otro modo, es la piedra angular que articula el resultado de una autoevaluación y la
superación de muchos de los aspectos a mejorar, tanto del programa como de aquellos que requieran escalarse a instancias superiores. El plan de mejoramiento es uno de los productos que se evalúa en una renovación de acreditación y será menos traumático cuando el tiempo otorgado sea de 4 años; sin embargo, para una acreditación con un tiempo mayor, el programa o la institución no pueden permitir este lapso sin demostrar continuidad en el proceso. Para este caso, existen diversidad de estrategias, unas poco prácticas como la de realizar una autoevaluación con todos los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación cada determinado tiempo, coincida o no con la renovación de la acreditación, o, por el contrario, diseñar un modelo de autoevaluación propio que per-
mita ajustes a la naturaleza del programa y que responda a garantizar su calidad. Lo importante, después de culminar con el balance de un plan de mejoramiento, es iniciar un nuevo ejercicio de autoevaluación, para que de manera cotidiana se garantice un proceso de autoevaluación permanente que conduzca al mejoramiento continuo del programa y por ende a la sostenibilidad de la calidad. Este nuevo ejercicio no es ajeno a la naturaleza de la Universidad, que puede y debe cumplir un papel protagónico en el aseguramiento de la calidad como respuesta al compromiso que tiene con la sociedad. * Doctor en biología y asesor en procesos de autoevaluación en la Universidad.
Opinión / Análisis
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La debacle ambiental
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Por JORGE EDUARDO SUÁREZ GÓMEZ** Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
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n los últimos meses se presentaron dos crisis socio-ambientales a nivel local y nacional de magnitudes catastróficas. La local sucedió en el Valle de Aburrá a finales de marzo, cuando se dio una nueva alerta sobre la contaminación del aire. Según El Colombiano1, 12 de las 21 estaciones de monitoreo estaban en color naranja, lo que de acuerdo con el índice que utiliza el Área Metropolitana (ICA2) significa mala calidad ambiental (“dañina para grupos sensibles”), por lo que debían restringirse actividades físicas en exteriores. En esa misma fecha, dos de esas estaciones estaban en rojo, lo que significa que la calidad del aire era nociva para la salud de todos, sin distinción. Una de esas estaciones estaba sin datos y las otras en amarillo, lo que significa que la calidad del aire era “regular”. Las autoridades ambientales de la ciudad reaccionaron ampliando la restricción del “pico y placa”. La nueva alerta indica que este no es un fenómeno pasajero. Al parecer, la nube gris que nos acompaña en los últimos meses cubrirá por un buen tiempo el cielo antioqueño oscureciendo la “eterna primavera”. La crisis ambiental de orden nacional fue el derrame continuo e incontrolado de petróleo durante un mes en el pozo La Lizama 158, administrado por Ecopetrol en Santander. A principios de abril, cuando por fin pudo contenerse el escape, el crudo ya había ocupado 24 kilómetros en las quebradas La Lizama, Caño Muerto y en el Río Sogamoso. Las escenas de peces, reptiles, aves, mamíferos y plantas ahogados en crudo fueron sobrecogedoras, al igual que las caras de los pescadores artesanales privados de su oficio ancestral. De acuerdo con Semana, el derrame de los 24 mil barriles de crudo implicó la reubicación de 21 familias, la afectación de 3.157 árboles, la muerte de 2.000 animales y el rescate de otros 1.4293. Para el exministro Manuel Rodríguez, “este podría ser el daño ambiental más grande de Ecopetrol en su historia”, que además era evitable dado que la Contraloría había emitido una alerta que al parecer no fue atendida oportunamente por MinAmbiente. Ambas crisis tienen en común que generan perplejidad e impotencia entre las comunidades afectadas y en el resto de país, en la medida en que son fenómenos advertidos y por ende evitables. Una crisis ambiental tras otra en Medellín, y la sempiterna nube gris que han dejado, muestran
que algo grave sucede. La nuestra es la ciudad más contaminada de Colombia en la medida en que presenta las concentraciones más altas de material particulado nocivo para la salud humana. De acuerdo con el médico Elkin Martínez López, quien hace parte del grupo de investigación en Epidemiología de la Facultad Nacional de Salud Pública de la U. de Antioquia, la tasa de mortalidad por esta razón “es 3,4 veces la de Bogotá y 2,7 veces la de Colombia4. La dimensión de la debacle ambiental es tal, que de acuerdo el citado profesor “en Medellín muere una persona cada tres horas por causas relacionadas con la contaminación del aire”. En su investigación encontró que, de 15.000 muertes registradas en 2012, al menos 3.000 fueron reportadas como consecuencia de esos factores” (ambientales). Ampliar el pico y placa no es suficiente. Hay algo en el modelo de ciudad que, literalmente, huele muy mal. Se precisan regulaciones de otro orden que no se están desarrollando pero que son posibles. Lo mismo puede decirse del caso del pozo Lizama 158. En Colombia el petróleo representa únicamente el 4,4 % del PIB, pero la contaminación que genera su explotación y consumo está destruyendo con crueldad ecosistemas e incidiendo en la degradación de núcleos urbanos como Medellín, dado que el 80% de la contaminación proviene del uso de sus derivados. Sin embargo, seguimos aferrados a ese modelo con regulaciones muy laxas para su explotación. Por el momento solo queda perplejidad e impotencia, potenciada por aquellos que, en vez de plantear soluciones frente a esta crisis ambiental, proponen desarrollar técnicas depredadoras como el fracking para aumentar la producción de petróleo y sus derivados. Desde la institución pública más importante de los antioqueños, urge debatir con tono científico en torno a este tópico del que depende la vida. 1. Benavides, D. (2018). El jalón de orejas de un tribunal a Medellín por la calidad del aire. Disponible en: http://www.elcolombiano.com/antioquia/calidad-del-aire-en-medellin-y-el-valle-deaburra-GB8443594. 2. Índice de Calidad del Aire proveído por Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Tomado de: http://www.calidaddelaire.co/ preguntas-frecuentes.php 3. Derrame de petróleo pozo La Lizama Ecopetrol. (2018). El triste panorama que dejó el derrame de petróleo en el pozo La Lizama. Disponible en: http://www.semana.com/nacion/articulo/ derrame-de-petroleo-pozo-la-lizama-ecopetrol/562150. 4. Medellín sufre un problema crónico de contaminación. (2018). Medellín sufre un problema crónico de contaminación. Disponible en: http://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/ articulo/contaminacion-del-aire-en-medellin-es-un-problemacronico/38650. *Texto correspondiente a la columna Ágora, responsabilidad de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea. **Secretario de Asoprudea.
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Admitidos 4.738 aspirantes a la U. de Antioquia Del total de 34.975 aspirantes que presentaron el examen de admisión a la Universidad de Antioquia el 16 de abril, fueron admitidos 4.730. Los nuevos estudiantes de la Alma Máter empezarán su formación en el segundo semestre de 2018.
• 3.715 admitidos adelantarán programas de pregrado en las sedes de Medellín.
• 1.015 estudiarán en
las sedes y seccionales de la Universidad en las regiones del Departamento. • De los nuevos admitidos
44% son mujeres y 56% hombres. • El 58% de los estudiantes
admitidos pertenecen a los estratos 1 y 2; quienes cumpliendo algunos requisitos mínimos de índole académico podrán acceder a una beca del 100% de su matrícula.
• El 33.6% de admitidos pertenecen al estrato 3
• 6% de los admitidos pertenecen al estrato 4
• 2% de los admitidos pertenecen al estrato 5
• 0.4% de los admitidos pertenecen al estrato 6
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de la sustitución pensional por el fallecimiento de la señora GABRIELA RUIZ GRAJALES. CC 21.341.018, quien falleció el 18 de mayo de 2017. Se ha presentado a reclamar la señora LIRIA RUIZ GRAJALES en calidad de hermana. Las personas que se consideren con igual o mejor derecho, deberán presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación, en el bloque 22 oficina 340, Gestión Pensiones. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor JUAN JOSÉ PAVÓN PALACIO, fallecido el 10 de enero de 2017. Se han presentado a reclamar el señor ALEJANDRO ANTONIO PABÓN TORRES y la señora AMPARO DEL SANTÍSIMO PALACIO, en calidad de padres. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor CARLOS ARTURO MORALES VALLECILLA, fallecido el 22 de febrero de 2018. Se han presentado a reclamar la señora DIBER MARCELA RAMÍREZ MONROY, en calidad de cónyuge; DAVID ALEJANDRO y JULIANA MORALES RAMÍREZ en calidad de hijos. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
Perfil
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Fernando, Fernandito: dos espíritus en un solo cuerpo Periodista leon.correa@udea.edu.co
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ombrar al hijo del sargento Pabón implica ya un cierto conflicto: ¿Fernando o Fernandito? El primero deja entrever su estatus de director de la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia. El segundo, el de trombonista guapachoso, está en nuestra memoria musical gracias a ese grito de combate en las canciones del Combo de las estrellas: “¡Y vuelve otra vez!, Fernanndito Pabónnn”. No es fácil moverse entre la música de culto y la popular comercial. Y ese no solo ha sido el reto de Fernando —y el de Fernandito—, sino también la virtud de un músico que ha participado en 2.600 obras registradas en la Asociación Colombiana de Intérpretes y Productores, Acinpro. Los Pabón crecieron tan sonoros como su apellido. Hijo de un policía apasionado por la música; hermano de acordeonero, trompetista, cantante de salsa y rockero; Fernandito creció en un régimen musical con una dotación de instrumentos en casa. Los días de descanso, el sargento Pabón, además, escuchaba tangos, vallenatos, porros y obras impresionistas de Claude Debussy. Fernandito ingresó a la Banda Juvenil de Vientos de la Universidad de Antioquia a los 11 años —hoy tiene 54—. En su adolescencia, también llevó la música protesta a su casa. “¡Oliva!, nos van a allanar”, gritaba el agente Pabón a su esposa, atormentado por las letras contestatarias. Pero el sargento Pabón se salió con la suya. Desde que el cuarto de sus nueve hijos ingresó a la Banda de Vientos —dirigida por el maestro Pedro Nel Arango—, lo conminó a dedicarse al trombón. Descartada la zootecnia, también entró al preparatorio de música, al que dedicó año y medio, y luego, en su casa, se consagró dos años más a la embocadura y las varas del instrumento.
Su virtuosismo le dio renombre. Era un personaje particular: trombonista de pelo largo y pinta de rockero. “A mis 21 años Jorge Cottes me invitó a grabar Tú lo mataste, una canción que le dio la vuelta a Latinoamérica”, recuerda. Y aunque por algún tiempo se negó a trabajar en agrupaciones tropicales, su trombón sonó con protagonismo en el Ekhymosis Unplugged, en 1996. Y acompañó en el escenario a Richie Ray, Diane Shurl, Dave Valentin, y también estuvo filado en los vientos de la Filarmónica de Medellín, del Quinteto de Bronces y las big band de Medellín y del Caribe. Experimentó, incluso, con su propia agrupación, llamada Fernandito Pabón & la familia. Entre conciertos y giras, Fernandito se certificó como artista profesional con el Ministerio de Cultura. Y durante los viajes con el Combo de las estrellas, aprovechó para asistir a congresos de música. Así, su trombón resonaba en noches de rumba y, en el día, en la Banda Sinfónica de la Alma Máter, a la que ingresó a los 24 años, cuando presentó
Foto: Pedro León Correa Ochoa
Por PEDRO LEÓN CORREA OCHOA
un concurso abierto nacional para trombonista. Esa relación con la música comercial, ha favorecido interesantes fusiones con la Banda; así, en 2007 Pabón ejerció como productor general del Tributo a Rafael Escalona, que Iván Villazón hizo junto a la Banda; y también en el montaje Fruko Sinfónico, en 2010. Con 30 años en la Sinfónica, Fernando construyó su camino: de trombonista a productor; y de subdirector, en 2014, a director musical. A este último llegó en 2016, luego de que su antecesor, el maestro Marco Antonio Castro, alcanzara su jubilación. Aunque ha sido la mayor experiencia de su vida, recibir la batuta no ha sido fácil en un entorno universitario en el que
el liderazgo musical es sinónimo de élite académica. “Sonaba imposible —recuerda— que Fernandito Pabón, el trombonista de una orquesta tropical y popular, fuera director de una sinfónica. Pero me preparé para la no autoconmiseración. Sabía lo que había hecho en mi carrera”. La Banda Sinfónica es un ícono cultural de Antioquia. “Somos embajadores de una institución esencialmente social”. En eso, Fernandito, el popular, le da lecciones a Fernando, el maestro. En los conciertos dominicales en el Parque Bolívar se le ve sortear la euforia de borrachos de plaza. Y también, con el carisma de músico apasionado, conjuró inquinas entre las agrupaciones musicales de los hinchas del Nacional y del Medellín, a las que el año pasado puso a sonar, junto a la Sinfónica, en el ensamble El Clásico: así suena el fútbol. Esos dos espíritus en un solo cuerpo —el del popular Fernandito y el de maestro Fernando—, le dan a la Banda una bocanada de experimentación musical en un momento en el que los esquemas administrativos parecen sofocarla. “Salvaguardarla es un acto de urgencia. Somos 14 músicos oficiales y 40 estudiantes. Es una banda de estudiantes con responsabilidad profesional. Si no se hace un trabajo serio y responsable, se acaba”, sentencia. Hoy, dice, se buscan nuevas estrategias para garantizar esa continuidad. Su reto es mantenerla vital. “He puesto mi vida para sostener ese tanque de oxígeno; un compromiso desde lo artístico hasta lo administrativo”. Y en ese propósito, dice, resuena en su mente la enseñanza de Rodolfo Pérez, uno de sus maestros: “desafínate en una nota —decía—, pero jamás pierdas la intención de la música”. Y esa es una condición que ni Fernandito ni Fernando, están dispuestos a perder.
Publicaciones y literatura
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Libros del Fondo Editorial FCSH en acceso abierto Por DIANA PATRICIA CARMONA HERNÁNDEZ* Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas diana.carmona@udea.edu.co
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on la publicación abierta y gratuita de cuatro de sus libros, el Fondo Editorial FCSH se une a la política institucional sobre acceso abierto. Desde su nacimiento en 2014, el Fondo Editorial FCSH, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, ha tenido interés por implementar el modelo de acceso abierto para las revistas y libros. Hoy el 100 % de las revistas están en acceso abierto. El debate entre la sostenibilidad del proyecto editorial —en parte posible por la comercialización de los textos— y el principio de divulgación abierta y gratuita del conocimiento científico, fue y sigue siendo un tema central, atravesado, a su vez, por dos tendencias imbricadas en la naturaleza de este proyecto institucional: el compromiso de divulgación y apropiación social del conocimiento generado por la Universidad y el carácter público de la institución. Ahora, el Fondo hace visible y efectiva su filiación a la tendencia mundial sobre el acceso abierto y a la recién aprobada Política institucional de acceso abierto a la producción académica de la Universidad de Antioquia. Esta tendencia mundial, a todas luces va a contracorriente de las lógicas del mercado monopolizado cada vez de manera más fuerte por las empresas editoriales, que han encontrado en el ámbito de los libros y las revistas académicas un nicho próspero, generando ganancias no solo por las ventas directas, sino también por el cobro a los autores para la publicación de sus productos de investigación, la venta de información a las instituciones universitarias (bases de datos) y la adquisición de publicaciones y sellos editoriales más pequeños, entre otras estrategias. Al contrario de esta tendencia, el acceso abierto promueve la circulación de la información, científica en este caso, sin ningún tipo de restricción para el usuario; mayor es esta apuesta en el ámbito de las instituciones universitarias de carácter público, cuyo principio apunta a la divulgación y apropiación social de los conocimientos generados mediante inversión también pública. Con la adhesión a la Declaración de Berlín sobre acceso abierto, uno de
los contextos pioneros de este movimiento, la Alma Máter ha aprobado recientemente la Política institucional de acceso abierto a la producción académica de la Universidad de Antioquia, coherente con su propósito institucional de “crear, desarrollar, conservar, transmitir y utilizar el conocimiento para solucionar con independencia los problemas y necesidades locales, regionales y nacionales; propiciar el desarrollo investigativo del país y su integración con las corrientes científicas mundiales; y difundir información científica, tecnológica, literaria y artística, mediante el uso de los distintos medios de comunicación”.1
Importancia del acceso abierto Un reciente informe realizado por Simba Information, “Open Access Book Publishing 20162020”, indica, por ejemplo, que en 2015 los libros de acceso abierto crecieron un 30 % respecto al año anterior, lo cual representa un aproximado de 10.000 libros científicos disponibles en Internet para los usuarios de todo el mundo; este crecimiento, según el informe, permite advertir que para 2020 el número de libros científicos en
acceso abierto equivaldrá al 30 % del total de libros publicados. Estas cifras son nada despreciables, especialmente si tenemos en cuenta que el área de ciencias sociales se ubica entre las primeras en la publicación de textos en acceso abierto, en parte por la dificultad de entrar en ciertos cánones establecidos por políticas y editoriales internacionales, y en parte por una motivación ética, la de impactar directamente en las poblaciones y públicos objeto de estudio de las diferentes disciplinas. Otro hecho a resaltar es que, en el caso de las ciencias sociales, el libro representa el formato de escritura más apreciado, si bien la tendencia general de investigación se ha marcado en los últimos años hacia la consulta y utilización de revistas académicas. Los atributos expresivos, argumentativos y de composición que posibilita el formato libro son mucho más cercanos a las particularidades disciplinares y a las necesidades de divulgación de los distintos campos discursivos propios de estas ciencias; no es posible obtener el mismo grado de extensión, descripción, contraste ni retórica en un artículo que en un libro, y esto marca una diferencia sobre todo cuando de exposición de resultados de investigación se trata. Por otro lado, el incremento en la difusión, representado por la accesibilidad de distintos públicos
y desde diversas latitudes, es una de las principales motivaciones de publicación en acceso abierto para los autores, los grupos de investigación y las instituciones en general. La posibilidad de generar nuevos lectores a los que quizás nunca llegaría el libro impreso —bien por motivos económicos, bien por cuestiones de visibilidad— es una importante motivación para las editoriales universitarias ya que permite, a su vez, incrementar el índice de descargas, menciones y citaciones. En este sentido, algunos estudios arrojan datos sobre el incremento en la descarga de libros en acceso abierto, evidente sobre todo durante los primeros cuatro años; en las menciones en redes sociales, blogs y otros espacios digitales durante el primer año de publicación en acceso abierto, aumenta hasta 10 veces en relación con los textos impresos; y en el porcentaje de citaciones, la cifra se calcula en un 50 % más para los libros en acceso abierto. Por último, esta modalidad de publicación, acompañada de un juicioso proceso de alojamiento en importantes y estables repositorios regionales y mundiales, permite la longevidad del texto, alarga su vida más allá de la limitada vida comercial. *Editora Fondo Editorial FCSH 1. Objetivos institucionales. Disponible en portal web de la Universidad de Antioquia.
Libros del Fondo Editorial FCSH en acceso abierto Los títulos ¡A teatro camaradas! Dramaturgia militante y política de masas en Colombia; Del chontal al ladino. Hispanización de los indios de Antioquia según la visita de Francisco de Herrera Campuzano, 16141616; Enemigos públicos. Contexto intelectual y sociabilidad literaria del movimiento nadaísta, 1958-1971 y Antropólogos, maestros e investigadores. 50 años del Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia, se encuentran a partir del 23 de abril, día del libro, disponibles en acceso abierto a través del Repositorio Institucional UdeA y de diversos repositorios regionales y mundiales, algunos de ellos especializados en el área de ciencias sociales. Los libros están acompañados de licencias creative commons (cc) que permiten a los lectores descargar completamente el texto y compartirlo con otros lectores, a cambio del reconocimiento expreso de su autoría.
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Nietzsche y la escritura* Por JORGE ALBERTO NARANJO
A
caso ningún escritor decimonónico como Nietzsche tuvo un contacto más doloroso y personal con las potencias inconscientes que mueven a escribir. ¿Quién escribe? No el autor, que verdaderamente solo es una causa a posteriori, una cuasi-causa, el sujeto ficticio de un acto que se produjo en su ausencia y del que —como autor— solo es un acto reflejo. El autor es el pastor legal de un río de voces y palabras que echaron a correr por cuenta propia. Nadie es el autor de un libro no escrito, de una obra no realizada. Pero el autor no es quien escribe el libro o realiza la obra. ¡Ay, qué lejos del hombre que escribe sus palabras ya echadas al viento! ¡Qué difícil reconocer en ese que vuelve a empezar al que ya supo concluir muchas veces! ¡Cuán probable que quien se adentre en los laberintos escriturales pierda la senda presupuesta, y transformado, se encuentre con que es otro al regresar! ¡Qué nuevo cada vez ese desierto!, ¡cómo se yerguen esfinges tras esfinges!, ¡cómo fluyen esas caravanas de signos herméticos, esas “cortezas de palabras que caen” y se hunden, otra vez, en el silencio! ¿Quién escribe? Esta pregunta fascina a Nietzsche, y así no sepa responderla a ciencia cierta, sí está seguro de que no es él quien escribe: es más bien el combate de los instintos, “un instinto que se queja de otro instinto”, nos dice en Aurora; es el Cuerpo, el sabio abscóndito, Selbst, nos indica Zaratustra; es una fuerza plástica inconsciente, que opera “cuando ya no se obra voluntariamente”, sugiere en Más allá del bien y del mal. Y escribir —nos dice en una carta— quizá solo sea garabatear en el papel trazos hechos por un poder desconocido “para ensayar una nueva pluma”. El escritor es un médium, un canal de expresión de poderes que lo trascienden, que lo arrastran incluso y pueden llegar a perderlo. Las primeras obras de Nietzsche, las que corresponden al llamado período helenístico, se desarrollan en un estilo académico de exposición continua. Fueron libros
concebidos como unidades, abarcando un movimiento de ideas planeado globalm e n t e , con una intención prefigurada. Libros de tesis, con soportes textuales y referenciales más o menos bien conocidos por las escuelas filológicas —sin incluir en esta caracterización las Consideraciones intempestivas, las cuales marcan un punto de inflexión en la obra del “profesor Nietzsche”—. Por discutibles que fueran las tesis del joven helenista —Wilamowitz atacó acremente el libro sobre la tragedia—, era indudable la buena horma filológica de esos trabajos. Y de proseguir por esa vía no cabe duda de que Nietzsche hubiese encontrado los pares intelectuales que respaldaran sus apreciaciones con nuevos argumentos. El examen de los cuadernos de estudio sobre los griegos, y de las notas de preparación de las clases, nos muestran con toda certidumbre que Nietzsche iba en camino de convertirse en sapientísimo especialista, digno sucesor de Ritschl. Los sinsabores que le causaran ciertas críticas bien los podían compensar los estímulos de un Burckhardt, un Rohde, un Deussen. Si unos libros lo distanciaban, otros lo acercaban a los contradictores. Las diferencias teóricas parecían perfectamente admisibles dentro de los grados de libertad de la filología académica. El libre examen de las razones bien parecía capaz de pulir los elementos más ariscos de las tesis del joven profesor. Él mismo, de haber tenido tiempo, hubiese sido capaz de hacer los pulimentos. Pero la vida casi nunca fue amable con Nietzsche. Pocos años después de iniciada la promisoria carrera docente empezaron a manifestarse los síntomas de la enfermedad que, siendo aún estudiante, pescase
en un burdel. Los diagnósticos equivocados, las terapias desenfocadas, los remedios inútiles, las interrupciones de su actividad docente y las largas temporadas de incapacidad, por una parte; y luego, el rumor creciente, el aislamiento progresivo de su comunidad académica, la sospecha de que la enfermedad era grave, en fin, todas las circunstancias se confabularon para que Nietzsche abandonase la vida académica. Los años del camello se quedaron atrás casi sin Nietzsche darse cuenta, y su laboriosa construcción de investigador del helenismo se fue desmoronando en el curso de varios años a los golpes de la enfermedad. Finalmente, Nietzsche se encontró sin horizontes. Las Consideraciones intempestivas deben pensarse, en tal sentido, como el testamento pedagógico de Nietzsche, el informe hondo y detallado de su experiencia profesoral, y la última concesión que Nietzsche hace a la escritura académica. Claro que el acento puesto en los efectos de la enfermedad no debe silenciar otras causas profundas que operaron en el distanciamiento de Nietzsche con la universidad. Nietzsche mostró desde el comienzo de su trabajo filológico que aspiraba a un conocimiento excedente, a unos fines filosóficos a cuyo servicio juzgaba conveniente poner la filología. Esto es legible desde su discurso inaugural. En su libro sobre la tragedia no se cuida de hacer citas ni referencias, así el estudioso no tenga dificultad para identificar los autores y obras en que Nietzsche se apoya; en su libro sobre los presocráticos ya borra toda seña referencial. Nietzsche va presto, vivace. Ya es mucha concesión de su brío ir llevando paso a paso los
argumentos, hilar los relatos según las cronologías. ¿Caminar donde se puede danzar? ¿Renquear, como el sabio, y calcular cada paso, en lugar de ver lejos y saltar de cumbre en cumbre, como el filósofo? Nietzsche recalca esa diferencia de velocidades como si tratara con dos tendencias dispares que lo acosan ya desde los primeros tiempos de su profesorado. Y poco a poco se perfila más y más honda la distancia entre sus apetitos intelectuales y vitales y los de los profesores alemanes. En las Consideraciones intempestivas ya el abismo luce insalvable. Posiblemente no haya un retrato más despectivo de la universidad y sus sabios que el hecho por Nietzsche en esas páginas. El verdadero educador resulta ser, ahora se lee con toda nitidez, el filósofo, Schopenhauer ante todo, entendido este como espíritu libre contrapuesto al espíritu académico. Podría parecer que Nietzsche, como Zaratustra, salió dando un portazo de la casa de los sabios: que se preparó para partir y que, en un momento dado, por un gesto de soberbia espiritual, rompió lazos con la universidad. Esta representación no es, en todo caso, adecuada, si no logra integrar las modulaciones de la afección orgánica en los procesos intelectuales que se desarrollaban paralelamente. La fatal intromisión de la enfermedad en el proceso da a la preparación de Nietzsche para partir de Basilea un cierto carácter de compensación y autodefensa. Esos juicios extremos que profiere acerca de la universidad en las Consideraciones intempestivas llevan la huella de un abandono doloroso, y en un sentido trágico, son las racionalizaciones del infortunio, los rugidos del león por encima del mugir de los rebaños. Sea lo que sea, a partir de ese momento se constatan profundos cambios en la escritura de Nietzsche. […] *Fragmento del libro Nietzsche y Artaud: estudios de filosofía del arte, de Jorge Alberto Naranjo, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia.
Cultura
Nº 675, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, mayo de 2018
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Ciudadela Universitaria: patrimonio, memoria e identidad En 2013, la Ciudad Universitaria fue declarada Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional por el Ministerio de Cultura (Resolución 1115). Esta declaración —señala Pabón Carvajal—, se otorga a un bien material inmueble por contar con condiciones históricas, estéticas o simbólicas excepcionales. “El campus, sin lugar a dudas —afirma—, cuenta con valores que lo hacen un patrimonio nacional. Desde el aspecto histórico, da cuenta de un momento de trasformación de la ciudad y su incursión en el urbanismo moderno, derivado del concepto ‘ciudad jardín’ que se estaba viviendo en Europa en la época”. También señala que la disposición estratégica de sus edificaciones, sus generosos jardines, espacios públicos y paisajismo perfectamente diseñado, hacen al campus parte fundamental de la historia urbana de la ciudad y del periodo moderno en Colombia. Ya en 2009, el Concejo de Medellín había declarado el campus Patrimonio Ecológico y Paisajístico de la ciudad, por el conjunto de bienes y riquezas constituidos por zonas verdes de valor histórico y cultural.
Por FREDY ALONSO RAMÍREZ CALLE Periodista alonso.ramirez@udea.edu.co
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l campus de la Universidad de Antioquia es reconocido en el país por la belleza y generosidad de sus espacios, las obras escultóricas y pictóricas de notables artistas y la riqueza ecológica. En sus cincuenta años, ha sido, además de referente arquitectónico, cuna de pensadores, científicos y líderes sociales. En 1966 comenzó la construcción, bajo el liderazgo del rector Ignacio Vélez Escobar y el equipo de arquitectos que integró para el proyecto, César Valencia, Juan José Posada, Raúl Fajardo, Ariel Escobar, Augusto González y Édgar Isaza. “Trabajamos con todo el criterio arquitectónico, con materiales como teja de barro, cubiertas y ladrillos hechos en la ciudad. Hicimos uso de materiales del subsuelo, ‘cueviábamos’ en partes donde no íbamos a construir y extraíamos de ahí cascajo, gravilla y arena”, recuerda Edgar Isaza. En 1968 comenzó el traslado a Ciudad Universitaria de las escuelas y facultades que estaban diseminadas en Medellín, conforme iban terminando los bloques. El primero fue el de ciencias básicas. El último edificio en terminarse fue la Biblioteca porque, según Isaza, había que hacerle más ‘cariñitos’ y acabados, dada la premisa de que sería el símbolo de la Universidad. En 1969, en un acto sencillo, se inauguraron los 287.467m² de superficie.
Felipe Cardona Naranjo, jefe del Herbario de la Universidad de Antioquia, observa que la Ciudadela Universitaria tiene más árboles que el Jardín Botánico de Medellín. “Más de 3.000 árboles, 300 especies de plantas, significan que tenemos una riqueza grande de lo natural; en estos 50 años es importante lo que significa paisajísticamente en la ciudad y el beneficio que brinda al ser un filtro del material particulado que genera la combustión y la contaminación”, afirma. Para Jairo León Zapata Martínez, director de la Corporación Académica Ambiental, “la Ciudad Universitaria constituye un pulmón verde por las diferentes plantas y árboles que ayudan a mitigar los impactos ambientales, regulan el clima, absorben dióxido de carbono y reducen el ruido, generando así espacios reproductivos para muchos organismos y produciendo oxígeno para todos aquellos seres que visitan diariamente el campus”. La Ciudadela Universitaria es un ecosistema urbano, ya que hace parte de un corredor biológico y un sitio de refugio, permanencia y alimentación de fauna silvestre; además, sirve como espacio de almacenamiento y conservación de
especies vegetales que, al proveer alimento y hábitat, convierten el campus en una reserva de fauna, especialmente para aves, insectos, reptiles y mamíferos como el tití gris, primate endémico que se encuentra en vía de extinción. La Ciudad Universitaria es un referente de ciudad donde converge la pluralidad y diversidad de pensamientos, un espacio para resguardar bienes y tradiciones de alto valor patrimonial en diversas áreas como el patrimonio plástico, arquitectónico, urbano, ecológico, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico y antropológico. En síntesis, dice la directora de la Fundación Patrimonio para el Desarrollo, “el campus es receptáculo de la memoria e identidad de los antioqueños y colombianos del pasado, pero especialmente del futuro”. En ese sentido, concluye el jefe del Herbario, “el pulmón verde en que se ha convertido el campus, necesita ser preservado y sostenido en el tiempo, para que otras generaciones puedan sentir y vivir lo que durante 50 años hemos podido recrear”.
Los alrededor de 134.000 m² de área construida, tienen una constante relación artística con las obras de maestros reconocidos. “Desde el punto de vista estético, cuenta con una arquitectura de gran calidad por su forma y espacialidad, dada por los juegos de volúmenes, la riqueza de sus texturas y el equilibrio de los materiales; además, cuenta con elementos artísticos de gran valor. Su fuente, esculturas y murales dan ese carácter místico de templo de conocimiento”, expresa Mónica María Pabón Carvajal, directora de la Fundación Patrimonio para el Desarrollo.
Foto: Iván Puerta Arboleda
Bien de interés cultural
Vista aérea del campus de la Universidad de Antioquia