DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES
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VIGILADA MINEDUCACIÓN
ISSN 1657-4303
N.º 683
FEBRERO MEDELLÍN 2019
BIOSENSOR FACILITARÍA EL DIAGNÓSTICO DEL ZIKA
P. 6-7 PALABRAS PARA «LA PROFE» MARÍA TERESA
P. 8-9 LISTA LA LEY, ¿QUÉ SIGUE PARA EL MINISTERIO DE CIENCIA?
P. 20 LOGROS DEL MOVIMIENTO POR LA EDUCACIÓN SUPERIOR PÚBLICA EN COLOMBIA
P. 23
Nuevas láminas para el álbum de la biología Hasta ahora, Bio Anorí le deja a la biología 18 nuevas especies. La expedición en la que participaron profesionales de varias instituciones, líderes campesinos y excombatientes de las Farc, exploró una región durante años blindada por el conflicto armado. Además de los nuevos hallazgos, el registro de 1022 especies evidencia allí un gran potencial biótico.
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Entre 15 y 20 mil casos de maltrato animal se registran cada año en el país. Con una prueba piloto y la app Silvia, la academia avanza en el diagnóstico y promoción de la protección animal en Medellín y Antioquia.
JENNIFER RESTREPO DE LA PAVA Periodista jennifer.restrepo@udea.edu.co
#BIENESTARANIMAL
Silvia vigilará el maltrato animal en Medellín La violencia
física y emocional, el abuso sexual, la negligencia, la explotación y el biocidio, son los delitos más comunes contra los animales en Colombia. Pese a que las leyes 84 de 1989, 1774 de 2016 y el nuevo Código de Policía sancionan las agresiones contra la vida y la integridad física y emocional de la fauna doméstica, los animales de campo y la fauna silvestre y exótica, el maltrato animal es una criminalidad que va en aumento en Colombia y el mundo. Con el fin de brindar atención y prevención oportuna, el Programa sociojurídico de protección jurídica a los animales, adscrito al Departamento de Prácticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, iniciará a partir de marzo de 2019 la prueba piloto del Observatorio de violencias contra los animales y violencias interrelacionadas en Medellín.
La abogada Luz Elena Henao Isaza, coordinadora del proyecto, explicó que el Observatorio tiene como propósito establecer cuáles son, cómo son y en dónde se dan geográficamente las violencias contra los animales y las violencias interrelacionadas con los humanos en la ciudad. La prueba piloto que se realizará en la comuna 1 Popular y la comuna 10 La Candelaria, busca identificar estas conductas a través de diagnósticos rápidos participativos con la comunidad y una aplicación móvil. «El diagnóstico, sistematización y gestión de la información, permitirá tener un panorama real de la situación de los animales en la ciudad, identificar las necesidades y ofrecer respuestas y soluciones idóneas. Visibilizará, además, la importancia de la
Tipos de maltrato
«Hemos conocido casos donde a los perros les amarran el hocico con cinta para que no ladren, donde están confinados en espacios pequeños, sin alimentos o a la intemperie. Herir, punzar, enterrar, ahogar, no alimentar, no llevar al veterinario, es causar sufrimiento y se considera como una violencia directa», recalcó Chica Castaño. Además de la fauna doméstica, estas libertades también cobijan a la fauna silvestre y exótica. Organizaciones internacionales a favor de la protección de los animales han referenciado como maltrato animal las siguientes prácticas: Tauromaquia. Zoológicos. Experimentación científica. Animales criados para consumo. Caza deportiva, para consumo y extracción de pieles y partes del cuerpo. Tráfico ilegal. Uso para trabajo pesado. Instrumentalización de animales para la guerra y delitos. Criaderos de animales para la venta.
Esta será la imagen de la aplicación móvil Silvia: Sistema de Información y Localización de Violencias Interrelacionales Aplicativas.
Corte de orejas y cola. Foto: Cristina Ruiz Pérez. Comité editorial: Elmer Gaviria Rivera · Vicerrector General Clemencia Uribe Restrepo · Secretaria General Carlos Mario Guisao Bustamante · Director de Comunicaciones Patricia Nieto Nieto · Profesora de la Facultad de Comunicaciones Diana Carmona Hernández · Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
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Portada Pedro León Correa Ochoa Diseño: Víctor Aristizábal Giraldo Coordinación de edición Ilustraciones: Carolina Rivera. John Sebastián Otálvaro Pérez Cortesía Expedición Bio Anorí. Corrección de texto Víctor Aristizábal Giraldo Diseño y diagramación Las opiniones expresadas en ALMA MATER son responsabilidad de los autores y solo a ellos compete.
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protección animal y el impacto que produce el maltrato en los contextos sociales», agregó la profesora Henao. Según la investigadora, la información se convierte en insumo para los ciudadanos, las ONG, la academia y los operadores de las normas jurídicas que se encargan de la protección de los animales, también para las instituciones del Estado que hacen control preventivo o sancionan el maltrato. El Sistema de Información y Localización de Violencias Interrelacionales Aplicativas —Silvia, es la aplicación móvil que se lanzará a la par con el programa piloto y permitirá a la comunidad tener acceso a los servicios del Observatorio y capacitarse sobre temas relacionados con el maltrato animal. «Necesitábamos algo más integral y una aplicación amigable, fácil de manejar; tiene la capacidad de generar cifras, datos y análisis en términos cualitativos. Los ciudadanos podrán alertar de las violencias contra los animales y quiénes son los agresores, con absoluta reserva. También les dirá qué hacer ante un caso de maltrato», detalló Luz Elena Henao.
«Descosificar», primer paso
Plumas, púas, pelos, escamas, cerdas, lana y hasta la piel desnuda. Pese a que nos vemos distintos, la diferencia entre un animal y un humano es poca, ambos tenemos necesidades básicas y sentimos dolor. Para los expertos, hay que partir del hecho de que todos somos animales: animales humanos y animales no humanos. «Entender eso nos permite generar empatía hacia los animales no humanos y eso genera respeto. Debemos “descosificar” a los animales, dejarlos de ver como un objeto de nuestra propiedad, ahora no hablamos de mascotas sino de animales de compañía. Es nuestro deber ético no causarles dolor ni sufrimiento», expresó Luz Elena.
Libertades para el bienestar animal
Cualquier maltrato se constituye en una violencia. De acuerdo con el politólogo y miembro del Observatorio, Gabriel Chica Castaño, el artículo 6 de la Ley 84 de 1989 hace referencia al maltrato con unos verbos rectores que van desde la «a» hasta la «z». «Cortar, punzar, ahogar, golpear, enterrar vivo; el maltrato se da por acción u omisión, es generar daño físico o emocional. Cuando se lesiona cualquiera de las cinco libertades que son propias del bienestar animal, se está generando un daño y, por ende, un acto de maltrato», resaltó el abogado. 1 2 3 4 5
Libres de hambre, sed y desnutrición. Libres de dolor, lesiones o enfermedades. Libres para comportarse de acuerdo a sus características biológicas. Libres de miedo, estrés o sufrimiento. Libres de incomodidades físicas o térmicas.
Infografía: Mónica Valencia Arismendy.
Violencias interrelacionadas
Las violencias interrelacionadas son aquellas que se causan a los humanos usando los animales como un instrumento. «Se conjugan violencia física, psicológica, sexual, social o económica contra un animal y simultáneamente de manera relacionada con un humano, por ejemplo, amenazar o hacer daño al propietario a través del animal o generar temor o violentar a la comunidad con un perro de raza potencialmente peligrosa», señaló la abogada. Según la fundación internacional AnimaNaturalis, la violencia hacia los animales podría tener un valor predictivo de violencia hacia los humanos. En uno de los artículos publicados
por la fundación, Núria Querol Viñas, reconocida especialista en crueldad hacia los animales, explica que el FBI conoce la relación entre ambas violencias y la usa para elaborar perfiles de asesinos en serie. Estudios comparativos han mostrado una mayor incidencia de criminalidad y violencia en presidiarios que cuando eran niños presentaron antecedentes de abuso a animales, respecto a un grupo de hombres no violentos, no encarcelados. «Se encontraron también antecedentes de crueldad con animales en exhibicionistas (30 %), acosadores sexuales (36 %), acosadores sexuales encarcelados (46 %), violadores convictos (48 %) y asesinos adultos (58 %)», contextualizó la experta.
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Bryan Sánchez M. es referente del tatuaje en Latinoamérica. El artista plástico, egresado de la Universidad de Antioquia, ha encontrado en el arte herramientas para la transformación social.
NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO Periodista natalia.piedrahita@udea.edu.co
#ARTE
Bryan Sánchez: el sello de un artista en la piel Bryan interviene lienzos, muros y piel. En esta última
ha desplegado su proyecto de vida: convertir su talento en el sello propio de un tatuador con vocación social. La sensibilidad y estilo de este artista plástico, egresado de la Universidad de Antioquia, lo han convertido en un referente en el campo del tatuaje en Latinoamérica y el mundo. Desde que realizó el primer trazo, a los 16 años, supo que esa sería su ruta para explorar el mundo, su manera de expresarse. Era entonces 1999, una época en la que el acceso a internet no era masivo y el tatuaje se consideraba sinónimo de marginalidad. «Nunca practiqué en cáscaras de naranja o en tocino, como se recomendaba. Mi acción fue directamente en la piel de un primo que quería ser el lienzo», recuerda Sánchez. Desde entonces se enfrentó al reto de perfeccionar su técnica y buscar un estilo. Su experiencia en publicidad y los estudios en la Universidad de Antioquia lo impulsaron a explorar nuevos aprendizajes. Decidió, entonces, vivir en Argentina, donde cursó un programa de dirección de arte. Allí se dio cuenta de que la publicidad era un terreno efímero ante las expectativas y el campo de acción en el que quería desempeñarse. A su regreso a Colombia, en 2001, creó Sudaka Tattoo, estudio de tatuajes. Eligió ese nombre para declarar el orgullo que siente de ser latinoamericano, pues el término «sudaca» es usado de manera despectiva, especialmente en España, para referirse a los inmigrantes de origen suramericano. «Ante ello mi contestación: ¡Soy sudaca y qué!». Pareciera como si esa convicción se trasladara a su obra: sus trazos no definen fronteras entre los elementos que comprenden sus dibujos; el color trasciende los límites y su obra se convierte en un juego entre claros y oscuros, entre formalismo y abstracción. A sus 34 años, Bryan se ha convertido en referente del estilo watercolor, por ello ha participado como conferencista en importantes convenciones de tatuaje en diferentes países. Pero fue en 2017, mientras trabajaba en Miami, cuando dimensionó el aporte de su obra al body art: Eternal Ink., marca líder de tintas para tatuajes, realizó un set de matices con su nombre como sello. Con esto se convirtió en el primer artista latinoamericano en tener un set de tintas de esa marca.
A través de sus apuestas sociales ha buscado que otros vean el arte como ruta para romper paradigmas. Foto: Juan Pablo Hernández Sánchez / Andrea Henao Jaramillo.
De la piel a las comunidades
La intervención en la piel, tan cercana a la acuarela, es solo una de sus facetas. Su trabajo artístico también se enfoca en las comunidades vulneradas por la inequidad. Sánchez fue uno de los promotores del proyecto «El arte salvará el mundo», con el que convoca a diferentes artistas a donar sus obras para financiar procesos de formación de jóvenes y niños involucrados en problemáticas sociales. «Comencé dándole clases de pintura a un grupo de diez jóvenes que hacen parte del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes. Por diversos problemas solo uno finalizó el curso, pero valió la pena, porque cuando una persona cambia, el mundo deja de ser lo que era», advierte. Aunque a través de sus apuestas sociales ha buscado que otros vean el arte como ruta para romper paradigmas, afirma que son muchos los aprendizajes que le han dejado las comunidades. «Estamos en una burbuja de ciudad, en un país polarizado donde o la guerrilla es la mala o el Estado es el malo. Pero a través del diálogo he comprendido que por cada persona hay un conjunto de historias, y que cada persona tiene un talento singular». En el barrio Trece de Noviembre, ubicado en el centro oriente de Medellín, Bryan promovió sinergias entre la comunidad para pintar las fachadas de las casas: «Con ello buscamos que los habitantes comprendieran que las transformaciones también dependen de ellos y de su voluntad». Su más reciente experiencia fue con la comunidad de Curbaradó, en Chocó, allí en compañía de un grupo de jóvenes excombatientes, en octubre de 2018, intervino las fachadas de las casas. «Pintamos la flor de maracuyá, porque es testimonio natural de la trasformación: cuando la flor muere nace el fruto», declara. Una marca a través de la cual la comunidad puede recordar que para renacer hay que cambiar de piel.
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Tras varios meses de movilización social, estudiantes y profesores volvieron a las aulas. Se estima que los acuerdos logrados sumarían unos 140 000 millones de pesos para la Universidad de Antioquia en los próximos cuatro años.
PEDRO CORREA OCHOA Periodista leon.correa@udea.edu.co
#INSTITUCIONAL
«Los recursos serán muy bien utilizados»: John Jairo Arboleda Multitudinarias marchas,
aulas vacías y un largo proceso de negociación hicieron parte de los más de dos meses de movilización por la educación superior pública. El 14 de diciembre, líderes universitarios y el Gobierno nacional firmaron el acuerdo que le asegura a las universidades públicas 1 billón 359 mil millones de pesos de base presupuestal para los próximos cuatro años. John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia, hace un balance de la participación de la Universidad de Antioquia en esta coyuntura.
Después de estos meses de movilización social, ¿cuál es la situación actual de la Universidad de Antioquia? Hicimos la reprogramación del semestre 2018-2, empezamos el 4 de febrero con una respuesta muy positiva pues tenemos plena actividad en los programas de pregrado. Estamos contemplando irnos hasta la tercera semana del mes de mayo para iniciar el semestre 2019-1. Queremos tramitar el semestre 2019-1 sin recortes de tiempo ni contenidos, pues más que definir si hacemos dos o tres semestres este año, estamos ocupados en hacer una buena programación para que los estudiantes avancen en sus procesos. ¿Qué va a pasar con cerca de 5 mil admitidos que esperaban iniciar sus carreras este semestre? Estamos desarrollando estrategias para no tener que esperar hasta mayo para vincular a nuestros estudiantes admitidos, la idea es utilizar la virtualidad, algunas facultades están avanzando en ello. Además, estamos pendientes de reprogramar el calendario de admisiones 2019-2, y que esta situación afecte lo menos posible a esa población importante que está esperando que la Universidad los convoque para su admisión. Pese a esos retrasos, hubo logros importantes de la movilización social. ¿Cuáles son los beneficios concretos para la Universidad de Antioquia? Lo primero es destacar el trabajo de estudiantes y profesores que lograron poner en la agenda pública y política la desfinanciación
de la educación superior pública. También el Gobierno nacional hizo un enorme trabajo, teniendo en cuenta la situación fiscal del país, con un presupuesto ya en déficit y aun así incrementar los presupuestos. La Universidad en los cuatro años de gobierno del presidente Duque, tendría entre 140 000 y 148 000 millones de pesos adicionales de base presupuestal, comparado con el 2018. ¿Cómo se utilizarán? Estos recursos no resuelven todos los problemas, pero de cara al futuro podrían dar un flujo de caja para ampliar la planta de profesores, mejorar la infraestructura, las condiciones laborales de los profesores de cátedra y las condiciones de bienestar de los estudiantes. Según ha dicho, la creación de plazas nuevas será clave… Sí, tenemos déficit en el número de profesores, desde 1998 a ninguna universidad pública del país le dan recursos de la base presupuestal para poder garantizar la vida laboral de profesores vinculados, es decir, crear plazas; eso tiene que ser autorizado por un acuerdo del Consejo Superior y para eso se necesita base presupuestal. En el Plan de Desarrollo de la Universidad (2017-2027) se definió crear 300 plazas nuevas en 10 años. Ya se crearon las primeras 30 en 2017, en el 2018 se crearon 10 y tenemos proyectada la creación de 30 para 2019. ¿Qué saldos rojos quedan por discutir? Por supuesto que esta no es la solución al déficit que vienen arrastrando las universidades públicas, son 26 años de vigencia de una ley
John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia. Foto: Alexander Monsalve.
(Ley 30) que nos tiene en una situación financiera difícil. Pero sí es el comienzo a la solución de ese problema. Ahora, la tarea importante está en seguir trabajando en reformarla, en especial los artículos 86 y 87, para asegurar que los recursos crezcan por encima del IPC. Tenemos todo el compromiso de participar en todos los escenarios, en las discusiones y mesas accidentales creadas desde el Congreso para utilizar esa conciencia que se ha creado para lograr modificar la ley. ¿Qué aprendizajes resaltaría de toda esta movilización por la educación superior? Además de destacar el compromiso de los profesores y estudiantes, en especial de nuestra Universidad, creo que se demostró que es posible generar grandes cambios sin recurrir a la violencia, con marchas joviales y pedagógicas, y eso permitió que el tema se mantuviera en la agenda pública y trascendiera a la agenda política. Lo otro es llamar la atención sobre que siempre va a ser posible mantener la actividad académica y participar activamente de este tipo de movilizaciones.
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Un sensor pequeño, portátil y de bajo costo permitirá la detección del zika, virus que afecta a la población de las zonas tropicales y que se ha extendido a otras áreas por los efectos del cambio climático.
JUAN DIEGO RESTREPO TORO Periodista juan.restrepo16@udea.edu.co
#INVESTIGACIÓNAPLICADA
Biosensor facilitaría el diagnóstico del zika Una innovadora herramienta para diagnosticar el virus
del zika fue desarrollada por el Grupo tándem Max Planck en Nanobioingeniería, se trata de un dispositivo que puede ser usado en sitios remotos y por cualquier persona. El biosensor, además de detectar si una persona puede estar infectada, facilita que el diagnóstico no sea confundido con otros virus homólogos como el chicungunya y el dengue, con los que el zika comparte sintomatología. Este desarrollo de los investigadores de la Universidad de Antioquia se dio gracias al estudio de la materia a escala nanométrica, es decir, a un tamaño mil veces más pequeño que una célula. «Desarrollamos herramientas de nanobioingeniería para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas», dijo Jahir Orozco Holguín, director del Grupo de Nanobioingeniería, un equipo de investigadores que trabajan en paralelo con la Sociedad Max Planck de Alemania, y que se denomina tándem porque trabaja en la misma línea de acción. El proyecto para este desarrollo se inició en conjunto con el Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales —Pecet, en el 2016, cuando hubo un brote importante de zika
en Colombia y en el mundo. Ese mismo año la Organización Mundial de la Salud —OMS, declaró una emergencia global por el virus. Según advirtieron los investigadores, detectar y diferenciar el zika a tiempo tiene gran relevancia, especialmente en mujeres embarazadas, porque si la enfermedad avanza podría generar defectos congénitos en el feto, como la microcefalia o el síndrome de Guillain-Barré. La OMS estima que cada año mueren cerca de 9.5 millones de personas por cuenta de enfermedades infecciosas, siendo el zika apenas una de estas. Pero la mayoría de estas enfermedades carecen de herramientas de diagnóstico que puedan ser usadas en regiones apartadas, de manera simple, incluso en casa. «Queremos que este biosensor sirva en lugares vulnerables y de difícil acceso a los sistemas de salud», indicó Sebastián Cajigas Bastidas, estudiante de la maestría en Ciencias Químicas de la Universidad de Antioquia. Virus como el del zika pueden reemerger de repente, por lo que es necesario que las instituciones de salud estén preparadas y dispongan de herramientas diagnósticas que estén validadas.
A varias manos batallan contra las enfermedades infecciosas STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
Los ecosistemas colombianos favorecen el desarrollo de
enfermedades infecciosas causadas por mosquitos que habitan en las zonas rurales y urbanas. Frente a tal panorama, investigadores de la Universidad de Antioquia colaboran con la Sociedad Max Planck de Alemania para combatir las enfermedades infecciosas. En una cruzada como esta es imprescindible conocer la naturaleza del problema a enfrentar. Si muchas de las enfermedades que afectan a cientos de colombianos son transmitidas por mosquitos, entender cómo se da la reproducción de estos es, a todas luces, una misión más que inaplazable. Con esa premisa trabajan, desde 2016, los tres grupos tándem Max Planck que tienen presencia en la Universidad de Antioquia. Además del Grupo de Nanobioingeniería, están los grupos de Biofísica de Enfermedades Tropicales y de Biología Reproductiva de los Mosquitos. «De los 550 investigadores asociados a Max Planck en América Latina, 104 son colombianos», señaló Andreas Trepte, director de la Oficina de Enlace para América Latina de la Sociedad Max Planck.
Aedes aegypti, especie que centra el interés científico. Foto: cortesía Pecet
Entender la reproducción
Son tres las especies de mosquitos en las que concentran sus estudios los científicos del Grupo de Biología Reproductiva de los Mosquitos. Una de ellas, la Anopheles albimanus, es una de las tres especies que trasmiten malaria en Colombia, explicó el coordinador del grupo, Frank William Ávila. El doctor en
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En esencia, este es un nanobiosensor electroquímico. Es decir, combina los componentes físicos de los sensores con otros de naturaleza biológica, como los bioreceptores, y sirve para medir parámetros físicos, químicos o biológicos en una escala muy pequeña. Imagine el tamaño de un nanómetro, que es una millonésima parte de un milímetro. La nanociencia es un campo de investigación científica relativamente nueva y emergente, además, es considerada de alto impacto para áreas como la salud, el medio ambiente o los alimentos. A través de herramientas bioinformáticas, el grupo de investigación seleccionó una secuencia génica (de ADN) del virus, entre 891 secuencias halladas. «A partir de esa secuencia diseñamos las sondas de captura y de señal para ensamblar el biosensor. Hemos comprobado experimentalmente que las sondas seleccionadas son específicas del virus y que detectan diferentes concentraciones de ADN sintético del mismo», añadió Jahir Orozco. Después de caracterizar el biosensor resultante, el grupo pretende probarlo con muestras reales de pacientes infectados con el virus para compararlos con muestras de individuos sanos. El dispositivo realiza una detección in vitro, es decir con una muestra de suero del paciente. El prototipo fue presentado en Leticia, capital del Amazonas, en un curso para su diseño, desarrollo y uso, que el Grupo de Nanobioingeniería le ofreció a trabajadores y estudiantes del área de la salud, el 29 y 30 de noviembre del 2018, con apoyo de la Secretaría de Salud de Amazonas.
Genética de la Universidad de Columbia, en Nueva York, señaló que su equipo estudia «la interacción entre machos y hembras a partir de la convergencia de sus armónicos antes de la copulación». El que macho y hembra emitan el mismo sonido significa que copularán, y los investigadores consiguieron describir este comportamiento. Con las otras dos especies de mosquitos, Aedes aegypti y Aedes albopictus —transmisores de dengue, zika y chicungunya—, el trabajo se enfoca en describir las interacciones que se dan a nivel molecular y que generan cambios en la hembra después de la copulación. Todos los cambios moleculares producidos se deben a proteínas específicas del fluido seminal del macho. En ambas especies hay más de 200 proteínas. Los científicos pretenden identificar la proteína específica que incide, por ejemplo, en que la hembra pueda poner huevos. Identificar dichas proteínas y las moléculas de la hembra con que interactúan, permitiría entender cómo se protege la vida de los espermatozoides tras la copulación. En este marco avanza una colaboración con la Universidad Cornell, en Estados Unidos.
Computación para medicamentos
Un frente de acción complementario concentra la atención del Grupo de Biofísica de Enfermedades Tropicales. Sus investigadores desarrollan métodos computacionales para caracterizar proteínas provenientes de distintas fuentes y de experimentos con proteínas. El objetivo final es diseñar medicamentos. Pero ¿cómo es esto posible para un grupo teórico? La investigadora líder, Pilar Cossio Tejada, física de la Universidad y doctora en Biofísica de la Escuela Internacional de
Pruebas con el biosensor en el laboratorio. Foto: Juan Diego Restrepo Toro.
Estudios Avanzados, en Italia, explicó que registran imágenes de las proteínas con microscopía electrónica y desarrollan «métodos matemáticos para extraer información de esas imágenes bidimensionales y reconstruir la estructura tridimensional de las proteínas». A partir de allí se pueden diseñar moléculas que se adhieran a las proteínas y las inhiban. Los científicos ya produjeron seis artículos científicos en publicaciones internacionales de alto impacto. Dos de ellos están relacionados con la proposición de medicamentos desde modelos computacionales, cuya efectividad fue validada por investigadores experimentales. Hoy, el grupo trabaja en algoritmos para el diseño eficiente y preciso de péptidos con un complejo que active el sistema inmune como base para diseñar vacunas. El director de la Oficina de Enlace para América Latina de la Sociedad Max Planck, Andreas Trepte, se mostró esperanzado en la posibilidad de fortalecer colaboraciones científicas de esta clase cuando dijo, en una visita reciente a la Universidad, que se espera conformar una red con los nueve grupos de investigación colombianos que colaboran actualmente con Max Planck, de universidades como la de Antioquia, la Nacional de Bogotá y la del Valle. El eje temático sería biodiversidad y enfermedades tropicales. «Estamos en diálogo con las universidades y con Colciencias para ver cómo se puede desarrollar esa red —sostuvo el directivo alemán—. La investigación interdisciplinaria es un reto para Colombia, pues sus universidades conservan una estructura muy tradicional según disciplinas y facultades; el reto es constituir institutos interdisciplinarios donde grupos de distintas instituciones puedan ser componentes».
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Su agudeza intelectual convirtió a María Teresa Uribe en una de las académicas indispensables para interpretar los complejos entramados sociales y políticos de Colombia. Homenaje a la maestra, a la grandiosa universitaria, quien murió el 1 de enero de 2019.
#HOMENAJE
Palabras para «la profe» María Teresa
La última
vez que María Teresa Uribe visitó el Teatro Universitario Camilo Torres, recordó con emotividad su llegada como profesora de sociología, en 1973, a la Universidad de Antioquia. «Supe que este era mi lugar —le confesó al público que la escuchaba—, que solo la universidad pública me permitiría encontrar el sentido de mi vida y el de la sociedad que me tocó vivir». Para muchos de sus alumnos, haber asistido a alguna de sus clases, representa una fortuna académica inolvidable. Dos de sus discípulas, dedicadas hoy a la docencia universitaria, recuerdan el valor de las enseñanzas de «la profe» María Teresa.
El universo que nos mostró
Una mujer con estatura intelectual y académica
Enseñar le era propio y la generosidad con el conocimiento, su más grande atributo. Pero hoy, simplemente, quiero nombrar el universo que nos mostró cuando se preguntó por la ética en una sociedad como la nuestra. Casi treinta años atrás María Teresa señalaba que precisamente en los momentos de crisis emergía la pregunta por la ética. Y llevaba sus preguntas al desafío que suponía en Colombia la construcción de lo público y la imperiosa necesidad de transformar nuestras prácticas políticas. Treinta años atrás, cuando la vorágine de la guerra sentenció muchas veces que estábamos «tocando fondo», cuando el escepticismo sobrevino a las expectativas frustradas del cambio constitucional, cuando ese pacto social no erradicó las violencias, María Teresa encontró nuevas formas de abordar un viejo problema, renovó sus preguntas y nos invitó a volver la mirada sobre las condiciones históricas de una violencia endémica que inhibía la construcción de lo público. En ese horizonte buscó las razones que podían explicar nuestra incapacidad para darle trámite no violento a los conflictos. Ahora que resulta inevitable asumir su ausencia, la imposibilidad de acudir a ella para escucharla, no podemos olvidar el compromiso que tenemos de leer nuevamente sus palabras y constatar la grandeza de su trabajo, vigente, precisamente, en estos días de nuevas turbulencias. Hoy, como hace treinta años, la relación amigo-enemigo se reinstala en el ejercicio de la política, trastoca los valores ciudadanos y condiciona el trámite de los conflictos. Nada más oportuno, entonces, que recuperar sus enseñanzas, volver sobre el sentido de lo público y coadyuvar a la construcción de una ética ciudadana.
La imagen que me viene a la memoria es la de la profesora que, detrás de su apariencia serena, tenía gran rigor y audacia académica e inspiraba una mezcla de respeto, confianza y admiración. La conocí contribuyendo a crear el Iner, luego la reencontré como mi profesora y directora de tesis en la Maestría en Ciencia Política. En ese entonces, no advertía la estatura intelectual y académica de esa mujer afable, de infaltables mochilas, cigarrillo y cuaderno de clase, que nos presentaba de manera amena la historia sociopolítica de Colombia. Destaco de la trayectoria vital y académica de María Teresa su capacidad visionaria, representada en una amplia producción académica, para descifrar las claves y proponer nuevas categorías teóricas acerca de, entre otros temas, la configuración de la Nación y de las ciudadanías en Colombia, la historia social y política del país —con especial interés en el siglo XIX—, la constitución conflictiva de territorios, regiones y de un orden político violento, y la investigación sobre las poblaciones excluidas. Además, menciono la generosidad para compartir, con todos los públicos, sus conocimientos con la misma pasión y compromiso: desde estudiantes, colegas, académicos reconocidos, partidos políticos alternativos, movimientos y actores sociales, hasta organizaciones comunitarias. Esta es una muestra de su talante democrático. Finalmente, su entereza para continuar trabajando a pesar del exilio, al cual la obligó la intolerancia de quienes consideraban su lucidez académica y política una amenaza.
Adriana González Gil Profesora del Instituto de Estudios Políticos.
Esperanza Echeverry López Profesora de la Facultad de Salud Pública.
María Teresa Uribe de Hincapié nació en Pereira, Risaralda, el 9 de febrero de 1940. Fue socióloga de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y magíster en Planeación Urbana de la Universidad Nacional de Colombia. Entre 1973 y 2005, se desempeñó como profesora e investigadora del Instituto de Estudios Políticos, el Instituto de Estudios Regionales y del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia. En 2015, la Universidad de Antioquia le otorgó el titulo honoris causa de doctora en Ciencias Sociales. También fue galardonada con la condecoración Antioqueña de Oro y el Premio a la Investigación de la Universidad de Antioquia. Entre sus publicaciones se hallan los libros Urabá. Región o territorio (1992); Nación, ciudadano y soberano (2001); y fue coautora de los libros Las palabras de la guerra. Un estudio sobre las memorias de las guerras civiles en Colombia (2006); Cien años de prensa en Colombia, 1840-1940 (2002); Universidad de Antioquia. Historia y presencia. 1803-1999 (1999); Las raíces del poder regional: el caso antioqueño (1998); y Poderes y regiones: problemas en la constitución de la nación colombiana 1810-1850 (1987).
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MANUEL ALBERTO ALONSO E. Profesor del Instituto de Estudios Políticos manuel.alonso@udea.edu.co
La obra invaluable de una gran maestra María Teresa Uribe de Hincapié desarrolló su trabajo docente e investigativo en la Universidad de Antioquia entre 1973 y 2005. Fue profesora del Departamento de Sociología, adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y profesora e investigadora en el Instituto de Estudios Regionales y en el Instituto de Estudios Políticos. Su obra no solo es rica por la pluralidad de los enfoques teóricos que utiliza y por la multiplicidad de las temáticas que aborda, lo es también por las hipótesis que ofrece y pone a prueba. En sus trabajos se puede constatar tanto la versatilidad teórica y metodológica de alguien que ha renunciado a un enfoque hiperespecializado, como la agudeza intelectual de una autora que ofrece categorías analíticas propias con evidentes desarrollos en el estudio de los fenómenos políticos y sociales en Colombia. Sus trabajos de investigación muestran una profunda versatilidad metodológica y un uso profundo y radical de la transdisciplinariedad. En ellos siempre sobresale la relectura, y en algunos casos el distanciamiento de teorías, modelos y conceptos fijos y predeterminados, su afán por aproximar la teoría y la investigación empírica, y su capacidad para aproximarse metodológicamente a dicotómicos difíciles de aprehensión como dominación/obediencia, legitimidad/legitimación, conflicto/consenso, público/privado o integración/exclusión, o para aproximarse a nociones polisémicas como ciudadanía, soberanía y nación. Entre los lectores y estudiosos de la obra de la maestra Uribe existe un acuerdo más o menos explícito cuando, señalan que otro de sus aportes centrales al pensamiento político colombiano fue el estudio de los conflictos bélicos y el proceso de formación del Estado colombiano desde una mirada que involucra los estudios del territorio y el desarrollo exhaustivo de la perspectiva regional. Tomando como horizonte las explicaciones ubicadas en la larga duración, sus investigaciones muestran la lucha por el dominio sobre el territorio, la población y los recursos existentes en él, y la manera como esa pugna ha incidido concretamente en la configuración urbana de Medellín, en la formación regional de Antioquia y en la configuración histórica de la nación. En este ejercicio académico ha demostrado que tales procesos, más que lineales, progresivos, inclusivos y acabados, han sido experiencias heterogéneas, desiguales, excluyentes, inconclusas y conflictivas.
Este texto hace parte de la sustentación compilada de la obra y vida de la profesora María Teresa Uribe de Hincapié, elaborada con la colaboración de la profesora Clara Aramburo, para sustentar la solicitud del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Sociales, que le fue entregado a la maestra Uribe por la Universidad de Antioquia en octubre de 2015.
El otro gran tema presente en la obra de María Teresa Uribe corresponde a los estudios sobre los fenómenos de violencia y de guerra en Colombia, en la perspectiva de su larga duración. Daniel Pécaut, en su texto Atrocidades e indiferenciación en la violencia actual, advierte que, consciente o inconscientemente, los «historiadores están condenados a realizar un vaivén incesante entre el presente y el pasado. Las preguntas que plantean sobre el pasado están marcadas por las interrogaciones del presente, incluso cuando pretenden restaurar el pasado en su dimensión de pasado» . Para Pécaut, ningún trabajo evidencia tan deliberadamente ese vaivén como el de María Teresa Uribe, pues ella se ha encargado de mostrar las indiscutibles continuidades entre las guerras civiles del siglo XIX y los fenómenos de violencia de los siglos XX y XXI. Por supuesto que esas guerras civiles fueron diferentes y complejas, se desarrollaron sobre una trama de conflictos desiguales y plantearon encrucijadas diferentes. Sin embargo, María Teresa Uribe muestra que esas guerras plantean cuestiones aún presentes dos siglos más tarde: la precaria construcción de la nación, la definición de las bases de un orden político legítimo, la articulación del territorio, la disputa por la soberanía, el enfrentamiento entre órdenes societales y políticos y los mecanismos de dominación.
María Teresa Uribe de Hincapié. Ilustración: Juan Andrés Álvarez / Andrea Henao.
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Medicina y biología son algunas de las ciencias que han recurrido a la microscopía electrónica para estudiar auténticas y colosales maravillas en formas diminutas.
STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
#CIENCIA
Los asombrosos mundos que caben en un punto
Imágenes: cortesía investigadores SIU / Intervención con color: Felipe González Giraldo.
¿Caparazones de tortugas?, ¿un devastado balón de fútbol?, ¿una fruta exótica? No. Estos son los organismos que componen el fitoplancton. Las imágenes dejan ver las formas de la pared celular de estas microalgas que, en conjunto, parecen encajar una en la otra con la precisión de un rompecabezas.
«Los mejores
perfumes vienen en envases pequeños». Muchas personas bromean con esa expresión para exaltar su baja estatura. Y, aunque parezca más un berrinche que un argumento, algo de razón tienen. Existen, por ejemplo, hermosos e increíbles «mundos» —dignos de la más fascinante exploración— tan minúsculos, tan diminutos, que no se pueden percibir a simple vista. Muchos, incluso, caben en el punto que cierra este párrafo, y todavía quedaría espacio. Algunos de estos «mundos» han sido estudiados en la Universidad de Antioquia gracias a una prodigiosa herramienta: la microscopía electrónica. Hablamos de microscopios que utilizan electrones para visualizar elementos y objetos que están más allá de nuestra imaginación. Uno de estos equipos es el microscopio electrónico de barrido —SEM (por sus siglas en inglés), que reposa en la Sede de Investigación Universitaria —SIU. Por su lente han pasado sobresalientes avances científicos.
La medicina entra al ruedo
La tesis doctoral en Ciencias Básicas Biomédicas de Sergio Estrada Mira, fue la justificación perfecta para que en la Universidad de
Antioquia se incursionara en el análisis de muestras biológicas con el SEM. Si bien en el mundo han acontecido muchas exploraciones de esa naturaleza, las del profesor e investigador del Grupo de Ingeniería de Tejidos y Terapias Celulares fueron las primeras en este campo en la Alma Máter. Todo inició en 2013. Estrada Mira tomaba partes de la membrana del esófago de un cerdo para regenerar tejidos en otras especies animales, como la vejiga en conejos y ratas. Estos avances permitieron estudios posteriores en regeneración de tejidos animales evaluando unas microesferas de fibrina, producidas por otros investigadores del grupo. La fibrina es una proteína de la sangre. Los investigadores también han producido desarrollos útiles en reconstrucciones odontológicas. En todos los casos, la caracterización y el estudio de las muestras biológicas se hizo con microscopia electrónica. En muchas de las visualizaciones, las muestras tuvieron que ser ampliadas unas 5 mil, 6 mil, 10 mil, y hasta 40 mil veces su tamaño real. Algunos elementos observados eran, por ejemplo, de 20 micras. Una micra es una de las mil partes iguales en las que se puede dividir un milímetro.
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Zoom a organismos de agua dulce
Entre los organismos de agua salada y dulce más pequeños que existen están los que componen el fitoplancton. Se trata de varios grupos de microalgas con una importante función ecológica: ser la base de la cadena alimenticia, además de producir oxígeno. Los dinoflagelados, uno de los tantos grupos existentes de estas microalgas, pueden tener entre 20 y 300 micras de tamaño. Precisamente estos son el objeto de investigación de Carolina Bustamante Gil, candidata a doctora en Biología de la Universidad e investigadora del Grupo LimnoBasE y BiotaMar. Las dos líneas de estudio de este grupo son la limnología —ciencia que estudia los sistemas de agua dulce, como ríos, lagos y ciénagas— y la biología marina. La investigadora busca identificar mediante el SEM las características de estos minúsculos organismos unicelulares, cuya pared celular está compuesta por unas placas. «Estas placas están formadas de celulosa, y se articulan igual que las piezas de un rompecabezas para darles una estructura particular. Necesitamos saber el patrón de esas placas y su ornamentación; cuántas son, cómo están configuradas y cómo se relacionan entre ellas», explicó Bustamante. ¿Por qué caracterizar a los dinoflagelados? Por su importante papel ecológico y porque, a veces, producen florecimientos, es decir que crecen exponencialmente. Cuando eso pasa en sistemas de agua dulce, la calidad del agua se ve afectada. Pero cuando pasa en los mares, esos florecimientos pueden ser tóxicos y afectar la cadena alimenticia, e incluso al hombre. Los campos de la medicina y la biología no son los únicos que han utilizado esta tecnología. Numerosas investigaciones relacionadas con áreas, como ingeniería de materiales, también se han valido de las bondades y ventajas de la fascinante microscopía electrónica. Además de ayudar en la cosecha de grandes logros científicos para el hombre, esta herramienta tecnológica es una llave poderosa que abre nuestros ojos a un sinfín de mundos que no vemos, aunque los tenemos todo el tiempo ante nosotros.
• Las imágenes fueron registradas en blanco y negro en el SEM de la Universidad de Antioquia. Para esta publicación se les agregó color con la orientación y autorización de los investigadores. • La Universidad tuvo antes otro microscopio electrónico para el análisis de muestras biológicas, que se empleó hasta hace aproximadamente tres décadas. La Alma Máter cuenta hoy con otro microscopio electrónico además del SEM, también en la SIU: el microscopio electrónico de transmisión —TEM.
Parece un sol u otro cuerpo celeste —perfectamente bordeado— que impactó con alguna clase de superficie. Pero, realmente, la esfera es un condrocito. Los condrocitos son células productoras de colágeno, el cual a su vez forma el cartílago. El colágeno es la proteína más abundante en los mamíferos, y el cartílago está presente en muchas estructuras del cuerpo humano, como en las articulaciones. Todo lo que rodea la célula en esta imagen es cartílago.
No son arrecifes coralinos en los que pronto aparecerá Nemo. La imagen corresponde a ¡la superficie de una tráquea de cerdo! Lo que parecen fideos son, en realidad, cilias, estructuras celulares móviles que «barren» los cuerpos extraños pequeños que ingresan a las vías respiratorias. Las estructuras aplanadas corresponden a células caliciformes, que producen moco. Así también se ve la superficie de la tráquea humana.
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Biólogos, excombatientes de las Farc y líderes comunitarios exploraron los bosques de Anorí, en el Nordeste antioqueño. La bioexpedición deja 18 nuevas especies y un gran potencial biótico por explorar.
JUAN PABLO FERNÁNDEZ ÁLVAREZ Periodista jpablo.fernandez@udea.edu.co
#BIODIVERSIDAD
Nuevas láminas
para el álbum de la biología 02
01
04
Chelyocarpus sp nov Arecaceae.
03 El Nyctomys es un pequeño ratón arborícola cuyas características morfológicas demuestran que es una especie endémica de los bosques de Anorí. Su cuerpo mide 11 centímetros y su cola tiene la misma longitud.
Schefflera sp nov 3 Araliaceae, es un arbusto bejucoso de seis metros de altura con botones florales verdes en la base y granate en el ápice. Tiene brácteas de color verde.
Melastomataceae-Alloneuron sp nov es un arbusto de 0.7 metros de altura con pedúnculo de color morado y flores de color rosado.
Juan Fernando Díaz Nieto cuenta la anéc-
dota con tono de revancha: «en el año 2001 trabajé en ese municipio cuando cursaba el pregrado de Biología en la Universidad de Antioquia e hicimos una pequeña expedición. En ese entonces el ELN nos sacó del territorio, pero en el poco tiempo que estuvimos hubo hallazgos fantásticos, por esto sabíamos que la zona albergaba muy buen potencial biótico». El municipio que menciona Díaz es Anorí, situado en la subregión Nordeste de Antioquia. Hasta allí regresó en julio del 2018, acompañado por otros investigadores de la Universidad de Antioquia, Eafit, CES, EPM, Colciencias y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo —PNUD. El grupo de profesionales de la expedición Bio Anorí arribó al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación —ETCR, de la
vereda La Plancha, a una hora y media de la cabecera municipal. Allí los esperaban otro grupo de excombatientes de las Farc —que llevan su proceso de reincorporación en ese ETCR—, elegido para acompañar a los científicos expedicionarios monte adentro. Los exguerrilleros conocen la zona como la palma de su mano: durante décadas la patrullaron como territorio de control e interés del grupo armado. La presencia de las Farc y de otros actores armados, así como las confrontaciones que ello provocó, hicieron de esta zona una especie de «agujero negro» para la biología colombiana. Sin embargo, la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc abrió las puertas de esa porción de territorio colombiano, para que investigadores que habían fichado los bosques
de Anorí como un campo de alta riqueza biótica, pudieran cumplir el anhelo de explorarlo. Díaz Nieto —ahora convertido en profesor de la Universidad EAFIT— pudo hacerlo en calidad de coordinador académico de la Bio Anorí. Durante 14 días, La Plancha se convirtió en un salón de clases: campesinos, excombatientes y biólogos aprendieron unos de otros. La amplia exploración dejó un registro de 1022 especies de animales y plantas recolectadas, entre las que se presentan, hasta la fecha, 18 nuevas especies. Anfibios, reptiles, mamíferos, plantas, aves e insectos constituyeron los grupos bióticos de interés en las observación y recolección de muestras. Con eso en mente, los expedicionarios recorrieron buena parte de las 52 000 hectáreas que componen este bosque húmedo tropical.
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«Como país debemos permitirnos que se reemplace la construcción de campamentos guerrilleros en el campo, por estaciones científicas» Juan Camilo Salazar, jefe técnico de la alianza EPM-PNUD. 07
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Dos especies de cucarrón: Perelleschus y Cyclanthura (en la imagen). Su naturaleza de nueva especie fue verificada con la ayuda de la literatura científica disponible y de expertos entomólogos de Colombia y Brasil. Foto: Camilo Flórez. Epidendrum sp nov Orchidaceae.
Pleurothallis sp nov Orchidaceae.
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Melastomataceae-Allomaieta sp nov. es un arbusto de dos metros de altura con flores compuestas de pétalos de color rosa pálido más claros hacia la base. Contiene estambres de color amarillo y frutos de color verde.
El de Anorí es apenas el 0.08 % del total de bosques del país. Los investigadores catalogan este como una rica zona en biodiversidad, debido a la confluencia de los Andes junto con el Chocó biogeográfico, convirtiéndose en uno de los grandes «puntos calientes» biodiversos. Para Juan Camilo Salazar, representante del PNUD y jefe de la alianza que permitió esta expedición, el éxito del proceso lo otorgó el trabajo en conjunto con los excombatientes y su compromiso. «Al hablar con ellos —afirmó Salazar— nos encontramos con que hay añoranza y un sentido de pertenencia por la que siempre ha sido su casa, el campo. Ellos compartían ese propósito trascendental de esta expedición, que era visibilizar esa riqueza y la necesidad de protegerla de las nuevas amenazas que traen las economías ilegales».
El reptil Ptychoglossus pertenece a la familia Gymnophthalmidae, caracterizada por su gran diversidad en formas, tamaños y especies en el neotrópico, principalmente en países andinos.
Un tesoro que sigue en estudio
La identificación de nuevas especies podría ser mayor, pues aún hay individuos recolectados que se encuentran bajo análisis científico en los laboratorios de las universidades participantes. Además, el Programa de Ictiofauna y Recursos Ecosistémicos, en el marco del convenio de Gestión Integral de Biodiversidad de la Universidad de Antioquia y EPM, no solo logró listar los peces que habitan la cuenca del río Anorí y sus alrededores, sino también caracterizar el hábitat, las condiciones de las quebradas e identificar las amenazas a la conservación por las modificaciones en los cauces, por construcciones de embalses y minería. «La paz también le ha abierto las puertas a economías ilegales de la minería y a otros
grupos armados al margen de la ley. Debemos generar conciencia, brindar otras oportunidades y alternativas económicas en la región», advirtió Luz Fernanda Jiménez, coordinadora general de este convenio por parte de la Universidad de Antioquia. El camino a recorrer no solo representa retos para la biología, también desde el componente social se esperan grandes resultados. «Estamos trabajando en cambiarle la cara a Anorí como uno de los espacios territoriales de reincorporación que están priorizados para desarrollar iniciativas turísticas —dijo Salazar—. Se está preparando el territorio para comenzar a recibir visitantes y plantar, en un espacio preservado por la guerra, la posibilidad de quitarle la zozobra a los bosques colombianos».
Ilustraciones: Carolina Rivera. Cortesía Expedición Bio Anorí.
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La perovskita híbrida es un material sintético que es capaz de absorber la luz y transformarla en energía. Con impacto mundial, investigadores de la Universidad de Antioquia la estudian como alternativa para la fabricación de celdas solares.
JENNIFER RESTREPO DE LA PAVA Periodista jennifer.restrepo@udea.edu.co
#DESARROLLOENERGÉTICO
Perovskita, alternativa de energía limpia y eficiente Atributos como su bajo peso y espesor,
su fácil procesamiento a bajas temperaturas y sus bajos costos, hacen a la perovskita híbrida un mineral altamente atractivo para un aprovechamiento más eficiente y económico de la energía solar. Pese a su potencial, este material que es explorado por científicos del mundo desde hace seis años aproximadamente, presenta dos retos importantes para su aplicación en celdas solares: su eficiencia y estabilidad. En la búsqueda para obtener más propiedades, composiciones y otros materiales del mineral, Daniel Esteban Ramírez Zora, miembro del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de Materiales —Cidemat, de la Universidad de Antioquia, lideró dos investigaciones en el 2017 que marcaron un hito en la evolución de esta tecnología solar emergente.
Más estable y eficiente
La eficiencia se traduce en la transformación de la radiación solar en electricidad, para suplir la demanda energética de un electrodoméstico, un celular y hasta de un carro. «Las celdas de perovskita, para ese entonces, se encontraban con una eficiencia de alrededor del 19 %, con la investigación logramos alcanzar el 21 %, esta eficiencia nos posiciona de manera competitiva por encima de muchos laboratorios del mundo. Adicionalmente, uno de nuestros trabajos explica aspectos fundamentales del funcionamiento de los dispositivos o celdas solares», explicó el doctor en Ingeniería de Materiales, cuya investigación realizó en conjunto con las universidades de Oxford y Cambridge. La perovskita, además, tiende a degradarse con el tiempo, contrario a lo que se requiere para ser resistente a las condiciones climáticas como el sol y la lluvia. Con el fin de que sea más estable, los investigadores de la Universidad de Antioquia y la Universidad
de Oxford desarrollaron un material con unas particularidades inexploradas anteriormente. «La principal característica del material para las aplicaciones en celdas solares es el plomo, hicimos una reducción en la composición del plomo por estaño, eso normalmente disminuye la estabilidad del dispositivo, por ello, le adicionamos otro compuesto y logramos incrementar la estabilidad en cerca de un 60 % con respecto a los materiales de referencia», explicó Ramírez.
Celdas solares flexibles
De acuerdo con el coordinador del Cidemat, Franklin Jaramillo Isaza, la perovskita ha llamado el interés de la comunidad científica no solo por alcanzar eficiencias de conversión energética considerables en poco tiempo, sino también por ofrecer la posibilidad de ampliar el espectro de aplicaciones de esta tecnología. La perovskita, como recalcó Jaramillo, brinda la posibilidad de tener celdas solares flexibles que se puedan incorporar en superficies que no sean planas o rígidas. «La flexibilidad es una característica que se obtiene de fabricar las celdas a baja temperatura sobre sustrato flexible. Como son capas muy delgadas, el material puede depositarse en plástico, la celda solar final se convierte en un dispositivo flexible», agregó el investigador Daniel Ramírez. Actualmente, los científicos de la Universidad de Antioquia trabajan en el escalamiento de esta nueva tecnología de celdas solares para aplicarla en Colombia y en la integración de los dispositivos a cualquier aplicación, como celulares, ropa, mochilas, entre otros. El Cidemat es pionero en Colombia y Latinoamérica en la investigación y desarrollo de celdas solares de perovskita, con investigaciones colaborativas con universidades de distintos países y cerca de 20 publicaciones recientes en revistas científicas internacionales.
Perovskita híbrida en diferentes composiciones. Laboratorio de Celdas Solares, Universidad de Antioquia. Foto: Juan Pablo Hernández Sánchez.
• Las celdas solares de silicio tienen entre 50 y 100 micras de espesor. La perovskita tiene entre 300 y 500 nanómetros de espesor, lo que la hace más pequeña y manejable. • Desde que iniciaron los estudios con este material, la perovskita ha pasado del 0 % al 23 % en eficiencia de conversión energética, lo que ha llamado la atención de la comunidad científica internacional. • En el 2016, también el Foro Económico Mundial incluyó las celdas fotovoltaicas de perovskita en la lista de las 10 tecnologías emergentes. «Es un nuevo tipo de célula solar que es mucho más eficiente en la generación de energía. El desarrollo rápido de estas células solares podría proporcionar una fuente confiable de energía limpia en todo el mundo», destaca el documento.
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Tres o cuatro personas pueden habitar la misma casa, pero una o dos de ellas reciben más picaduras de mosquito que las demás. ¿Por qué?, la genética arroja pistas.
STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
#INVESTIGACIÓN
Picaduras de mosquitos: ¿por qué a mí? Ronchas por aquí, ronchas por allá, ronchas por doquier… los mosquitos llegan, «chupan» nuestra sangre y se marchan, dejándonos bultitos colorados y mucha comezón para recordarnos que fuimos su cena. ¡Qué plaga! A veces, sin embargo, nos dejan más que recaditos cutáneos. El Aedes aegypti, por ejemplo, es responsable de transmitir dengue, zika y chicungunya. Pero, con tantos cuerpos a disposición, ¿por qué algunas personas son más «dulces» o propensas a sus picaduras que otras? Las abuelas suelen atribuirlo al consumo compulsivo de «aguapanela», pero un estudio que concluyó en 2018 el Grupo Genética Molecular —Genmol, de la Universidad de Antioquia, sugirió que un gen del Aedes aegypti influye en la selección que este hace de su restaurante. Los investigadores exploraron un receptor de olor en esta especie, llamado Receptor odorante tipo 4. La idea fue averiguar si había diferencias en un gen específico de ese receptor de olor en poblaciones del mosquito de distintas subregiones antioqueñas, en municipios como Anzá, Cisneros, San Rafael y Medellín, y ver si tenía relación con la elección del hospedero. «De este gen encontramos siete formas, o expresiones, con tres de ellas los mosquitos
Foto: cortesía Pecet.
prefirieron humanos antes que animales. Entender cómo cambia esa genética en las poblaciones de mosquitos podría servir para entender cómo y por qué prefieren picar a determinados humanos, y evitarlo», dijo Sebastián Pino Bustamante, quien realizó su tesis de la maestría en Biología de la Universidad de Antioquia con esta investigación. Otros estudios han asociado las preferencias del mosquito con el color de piel de la persona, su metabolismo, su dieta, su nivel de actividad física, su masa corporal y hasta el uso de ciertos medicamentos. Todo esto influye en que nuestros cuerpos emanen algunos olores que los atraen, especialmente uno producido por una sustancia química llamada sulcatona, que se intensifica cuando sudamos. Humanos y animales producimos sulcatona, pero es su concentración la que estimula directamente el Receptor odorante tipo 4 del mosquito, haciéndonos irresistibles. Los científicos de la Alma Máter emplearon una versátil herramienta para sus análisis: el curioso olfatómetro, un conducto de acrílico transparente en forma de Y, de dos metros de largo. Durante los experimentos ubicaban a dos personas frente al aparato, una en cada extremo de la bifurcación. En cada tanda del
ejercicio ingresaban 20 mosquitos por la base del olfatómetro para circular en él por ocho minutos, evidenciando su predilección por alguna de las personas. Durante los ensayos, variables como la temperatura, el flujo del viento y la humedad relativa fueron controladas. Para Winston Rojas Montoya, profesor e investigador del Genmol, el futuro podría traer estrategias de control con estímulos de olor que atraigan a los mosquitos, valiéndose de esta nueva ruta de investigación. Eso sí, recalca que primero hay que validar estos resultados con exploraciones a mayor escala bajo condiciones controladas de laboratorio.
Mosquitos que colonizan y resisten
Este estudio hizo parte de una investigación del Genmol que arrojó conclusiones significativas. Una de ellas es que las poblaciones de Aedes aegypti están colonizando tierras antioqueñas, en buena medida gracias a actividades humanas relacionadas con comercio y transporte. Al evaluar la composición y la estructura genética de varias poblaciones de Aedes aegypti en el departamento, los científicos esperaban encontrar diferencias proporcionales a la distancia geográfica entre las mismas, pero no fue así. De hecho, «hay más similitud genética entre poblaciones de Urabá, Apartadó, Medellín y Puerto Berrío, que entre poblaciones cercanas de Urabá. Eso es señal de que la dispersión del mosquito está siendo propiciada por actividades humanas», señaló Rojas Montoya. También se encontró que el uso de algunos insecticidas genera niveles variables de resistencia en los mosquitos, a estos y a otros insecticidas con modos de acción comunes. Como varios de los insecticidas que se abordaron no se usan actualmente en campañas de control químico, la pregunta por resolver que plantea Rojas Montoya es: ¿cómo puede el uso de agroquímicos en otras áreas, como la agricultura, estar favoreciendo esta situación? Pero este no sería el único efecto. Algunos tipos de insecticidas, incluso, afectaron otros atributos del ciclo de vida del mosquito, como su tasa sexual. Debido a ello se estarían produciendo más machos que hembras, lo cual reviste importancia por su posible trascendencia epidemiológica.
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Tres mil colombianos, entre ellos 300 habitantes de las subregiones de Antioquia, expusieron cuáles son, para ellos, los factores que le ayudan o le dificultan a un estudiante graduarse de la universidad. Los hallazgos dan pistas para enfrentar la deserción regional.
PEDRO CORREA OCHOA Periodista leon.correa@udea.edu.co
#REGIONES
¿Por qué los universitarios de las regiones abandonan las aulas?
Seccional Oriente de la Universidad de Antioquia, municipio de El Carmen de Viboral. Foto: Fernando López Quiceno.
Si para
miles de jóvenes que habitan las grandes ciudades colombianas —pese a las facilidades y oferta educativa en estas— graduarse como profesionales es ya un reto, el asunto para aquellos que viven en municipios y zonas rurales del país es mucho más complejo. Algunos de ellos desfallecen en el intento y abandonan las aulas sin lograr un título. Entender los porqués de esa decisión ha sido desde hace años un reto en la Universidad de Antioquia, institución que desde 1994 le viene apostando a la regionalización para llegar a distintos rincones del territorio antioqueño, para ofrecer allí carreras que les permita a los habitantes formarse y también conseguir un empleo como profesionales. «Encontramos que asuntos como el narcotráfico, los abusos de los recursos naturales como la minería ilegal, la pobreza, la persistencia del conflicto armado pese a los acuerdos de paz, la poca diversificación de la producción agropecuaria y el latifundismo, son las principales amenazas para la permanencia estudiantil en las regiones». Así lo afirmó Lina
María Grisales Franco, vicerrectora de Docencia de la Universidad de Antioquia. Un total de 2776 colombianos expusieron cuáles eran, para ellos, las situaciones que ponen en riesgo el proyecto profesional de los jóvenes de las regiones. Lo hicieron como parte de los «Foros regionales: voces por la permanencia», un proceso realizado en el segundo semestre del 2018. Esta apuesta de la Universidad no solo arrojó pistas relevantes para que la institución pueda construir alternativas que fortalezcan la permanencia estudiantil en las regiones antioqueñas, sino que devela situaciones que pueden estar viviendo muchos otros jóvenes del país que sueñan con graduarse como profesionales. «En el semestre 2016-2, la deserción de estudiantes matriculados en las regiones fue del 10.28 %. Si bien la retención fue alta, nos preocupa el porcentaje de estudiantes que no se gradúa», advirtió Grisales Franco. Para construir colectivamente alternativas que le hagan frente a esa situación, la Universidad convocó —el 2 de noviembre del 2018— a 300 habitantes de Antioquia para que participaran simultáneamente en foros subregionales. Fortalecer y articular los procesos preuniversitarios y las estrategias de formación de docentes para mejorar su lectura, escritura y oralidad, así como las de los estudiantes, fue una de las principales propuestas que salió de esa participación colectiva. «También es necesario —dijo Grisales — diseñar procesos de formación para los maestros de la educación básica, dirigidos a proponer nuevas alternativas para la orientación vocacional y a la creación de hábitos de estudio en sus alumnos. Y otro reto es diseñar un espacio virtual de acompañamiento y orientación vocacional para los jóvenes». En el caso particular de la Universidad de Antioquia, también se identificaron urgencias. Según recalcó la directiva, los participantes señalaron que hay que repensar los procesos de enseñanza-aprendizaje, investigación y extensión en las regiones, a la luz de la mirada local y global.
«Tenemos que replantear las ofertas de los programas académicos de pregrado y posgrado en colaboración con las unidades académicas. Además, con la Dirección de Bienestar Universitario, hay que identificar los retos a trabajar en conjunto con la Unidad de Educación Virtual de la Vicerrectoría de Docencia para temáticas relacionadas con violencia, desplazamiento, pobreza, abandono familiar, prostitución o drogadicción», señaló Grisales Franco.
Otros retos para la permanencia • Mejorar la calidad de la de la educación básica, primera y secundaria. • Flexibilizar los programas académicos en tiempos o metodologías. • Potenciar la conexión del docente con la región. • Articular las instituciones educativas y culturales de la región para potenciar la permanencia universitaria. • Mejorar las habilidades lecto-escriturales de los estudiantes. • Vincular la empresa a los procesos académicos y de formación. Los «Foros regionales: voces por la permanencia» se realizaron en Urabá, Oriente, Magdalena Medio, Suroeste, Bajo Cauca y Occidente, y en las sedes de Sonsón, Segovia y Yarumal.
En las 8 regiones:
estudiantes matriculados
6769 para el semestre 2018-2. 75 % pertenece a estratos 1 y 2 39 y 28 % tienen Sisbén 1 y 2, respectivamente.
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El ingreso de jóvenes campesinos a las universidades públicas es, para muchos, una «hazaña». La calidad en la educación secundaria y la implementación de políticas públicas son claves para superar barreras.
STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
#EDUCACIÓNSUPERIOR
De la escuela rural a la universidad: una travesía inconclusa Lograr un cupo en las universidades públi-
cas colombianas es, para muchos, un golpe de suerte. Para los jóvenes aspirantes provenientes de instituciones educativas rurales el reto resulta mayor. Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares, del Dane, en 2015 cerca de 595 mil jóvenes bachilleres entre 17 y 25 años vivían en el campo, alrededor de 427 mil de estos nunca ingresaron a instituciones de educación superior, o lo hicieron, pero desertaron. De acuerdo con el Plan Rural de Educación Superior —publicado en 2018 por el Gobierno nacional—, en 2016 el 64.8 % de la población colombiana en educación superior se concentraba en una ciudad y cuatro departamentos: Bogotá, con el 33 %; Antioquia, con el 13.6 %; Valle del Cauca, con 7.5 %; Atlántico, con el 5.7 %; y Santander, con el 5.4 %. El documento deja ver que una razón para el bajo acceso suele ser la no culminación del bachillerato, pues de 653 mil bachilleres graduados ese año, apenas 98 917 procedían del campo.
Barreras y desafíos
A través de las tecnologías informáticas se busca cerrar la brecha, sin embargo, algunos académicos evalúan de manera crítica esas alternativas. Para Melisa Giraldo González —profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia e investigadora del Grupo de historia de la práctica pedagógica en Colombia—, no basta con tener recursos técnicos para ofrecer
programas virtuales de educación superior en el campo; la enseñanza virtual exige formar a los maestros en relación con las narrativas digitales. Otro problema asociado es la conectividad. «Más o menos el 63 % de los colegios de Antioquia están sin Internet. Entre los rurales, casi ninguno tiene», dijo Guillermo Ospina Gómez, coordinador de Proyectos especiales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia. No obstante, aún sin esa dificultad, «no por el hecho de tener un computador con Internet significa que uno sepa usarlo, y menos para algo tan complejo como es aprender», enfatizó Jorge Fernando Zapata Duque, profesor de la Facultad de Educación e investigador del grupo Didáctica y Nuevas Tecnologías de la Alma Máter. Un aspecto más urgente de abordar que la dotación tecnológica en escenarios rurales, según Giraldo, es la carencia de una política rural desde la educación básica que genere las condiciones para que los bachilleres ingresen, después, a la educación superior. «La Ley General de Educación y el Decreto 1860 dispusieron que todos los centros educativos rurales pertenezcan a una institución educativa, donde el niño que se gradúa de primaria tendría que llegar para continuar. Pero, por el territorio, el conflicto, el trabajo infantil y otras razones, no todos los niños pueden desplazarse a la cabecera municipal diariamente», dijo Giraldo.
Por otro lado, la educadora sostiene que la oferta educativa de las universidades para la ruralidad no siempre es pertinente. En parte lo atribuye a las políticas nacionales de acreditación universitaria que establecen que, para mantener sus registros de alta calidad en municipios no centrales, las universidades deben mantener indicadores de investigación, infraestructura y planta docente, difícilmente sostenibles en esas regiones.
Semestre Cero Como una estrategia para hacer frente al bajo acceso a la educación superior en el Departamento, nació en 2014 el programa de la Alma Máter de los antioqueños, Vamos para la Universidad. Su propósito ha sido mejorar las competencias de estudiantes de grados 10 y 11 de regiones rurales, en áreas como matemáticas, lectoescritura, inglés y física. Hasta el 2018 un total de 357 instituciones educativas había participado en este programa. Gracias a él, 10 de los 22 estudiantes de la I. E. Rural El Guayabo, que aspiraron recientemente a las universidades de Antioquia y Nacional de Colombia, sede Medellín, fueron admitidos; siete de ellos estarán en la Alma Máter. Se trata de un caso sin precedentes en esta institución, ubicada a seis kilómetros del casco urbano del municipio de Santa Bárbara. Resultados como estos condujeron a que, el pasado 14 de diciembre, la Asamblea Departamental de Antioquia aprobara replicar la apuesta a mayor escala a partir del segundo semestre de 2019, con el nuevo programa Semestre Cero.
Estudiantes de la I. E. Rural El Guayabo admitidos a las universidades de Antioquia y Nacional: Yuliana Cortés Bedoya, Edith Yohana Díaz Herrera, Ana María Álvarez Baena, Eric Joan Perea Rodríguez, Laura Daniela López Quirama, Iván Darío Tabares Muñoz (rector), Ana María Hernández Blandón, Maryori Yurlei Montoya Corrales, Laura Patricia Román Betancur, Yurany Vélez Vargas, Johanna Palacio Castaño. Foto: cortesía programa Vamos para la Universidad.
El sucesor de Vamos para la Universidad se desarrollará en instituciones educativas antioqueñas con estudiantes de grados 9, 10 y 11. De pasar el examen de admisión, los estudiantes ingresarán a segundo semestre de la carrera que eligieron, excepto Artes, según explicó Ospina Gómez, coordinador del programa.
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
Investigadores analizaron las singularidades del perfil genético de los antioqueños y su relación con el cáncer colorrectal. Los hallazgos podrían dar pistas a los oncólogos para tratamientos más oportunos.
ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ Periodista elizabeth.canas@udea.edu.co
#INVESTIGACIÓNYSALUD
Nuevas coordenadas sobre cáncer colorrectal Cólicos, sangrados, pérdida de peso, diarreas o estre-
ñimiento. Presentar varios de estos síntomas podría indicar el avance de cáncer colorrectal, una enfermedad que, aunque se desarrolla de manera similar en todas las personas, tiene orígenes genéticos particulares. Un estudio con pacientes antioqueños identificó que la enfermedad en esta población tiene singularidades. La Unidad de Genética Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, estudió a más de 150 pacientes en los últimos cinco años. A partir de ello, cruzaron estudios genéticos e investigaciones biológicas que dan cuenta de que el perfil genético de los antioqueños —es decir la información que contiene su ADN—, podría estar influenciado por el ambiente y el estilo de vida, y que estos factores poblacionales hacen la diferencia frente a la evolución de la enfermedad. La investigación realizada tiene importancia clínica para el diagnóstico genético, para el pronóstico de los pacientes con este tipo de cáncer y para orientar a los oncólogos en la selección de terapias anti-tumorales más eficaces.
Infografía: Mónica Valencia Arismendy.
«Al cruzar la información se reconocieron subgrupos moleculares diferentes a los encontrados en otras poblaciones. Se reconoció también cómo el perfil genético marca singularidades en el comportamiento del cáncer entre los mismos pacientes, comparado con otras poblaciones en el mundo», explicó Carlos Mario Muñetón Peña, biólogo y profesor vinculado a la Unidad de Genética Médica. Muñetón Peña aclaró que, sin embargo, dichas variantes genéticas no significan que los antioqueños sean más susceptibles a padecer cáncer colorrectal, sino que se caracterizan por mutaciones genéticas distintas a las que se han conocido en otras poblaciones en el mundo. El investigador destacó, por ejemplo, la influencia de los hábitos alimenticios, la falta de ejercicio físico, las dietas, el tabaquismo, consumir carnes rojas, y la exposición a sustancias que pueden producir modificaciones genéticas por inhalación, ingestión o penetración cutánea. Estas condiciones podrían producir, en general, alteraciones genéticas hereditarias o aumentar su frecuencia. Por ello, insistió el profesor Muñetón Peña, «es necesario considerar la inclusión de pruebas genéticas exhaustivas para el tratamiento de cáncer y entender las condiciones vinculantes como los factores étnicos y el estilo de vida de los pacientes, porque pueden afectar la expresión, activación o inactivación de genes comprometidos en la enfermedad». El investigador destacó que, además de las evaluaciones que arrojan preliminarmente pruebas diagnósticas como la colonoscopia y endoscopia, se debería realizar a los pacientes pruebas genómicas, ahora conocidas como «paneles», que permiten evaluar múltiples genes para lograr un diagnóstico preciso. Al dar prioridad a la relación de la enfermedad oncológica con las causas epigenéticas, es decir, con los efectos ambientales que alteran la expresión genética, el estudio es pionero en Colombia y uno de los pocos en su género en Latinoamérica, donde solo se ha abordado en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Por ello, fue acogido como insumo para un estudio del síndrome de cáncer colorrectal en Latinoamérica, que adelantan pares en la Universidad de Oslo y el cual se nutre con registros de la genética del carcinoma.
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
El 40 % de las gestantes colombianas tienen exceso de peso, condición que a menudo heredan a sus recién nacidos. Investigadores proponen declarar esta situación como indicador de salud pública.
STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
#SALUD
Exceso de peso:
herencia materna que pide atención La noticia
de un nacimiento viene, casi siempre, seguida de una pregunta: ¿y cuánto pesó el niño? Sin embargo, un bebé «gordito» —popular indicador de la buena salud del recién nacido—, es una condición que merece mayor atención, sobre todo si la madre presentó exceso de peso durante la gestación. Así lo advierte el Grupo de Investigación en Alimentación y Nutrición Humana —Gianh, de la Universidad de Antioquia. Para la coordinadora del Gianh, Sandra Lucía Restrepo Mesa, es preocupante el panorama que plantea la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia 2015 —Ensin, según la cual el 55 % de las mujeres en edad reproductiva y el 40 % de las gestantes tienen sobrepeso u obesidad. Muchas, incluso, padecen la «doble carga de la malnutrición»: exceso de peso y, simultáneamente, déficit de micronutrientes trascendentales para la salud materna y el desarrollo del feto durante la gestación. Según el Gianh, el 71.2 % de las gestantes de su estudio que ganaron más peso del que se esperaba cuando iniciaron sus embarazos, tuvieron bebés con macrosomía fetal. La expresión «macrosomía fetal» describe a un recién nacido significativamente más grande que el promedio. Los científicos revisaron 6 millones de nacimientos a término —es decir, aquellos que se dieron luego de la semana 37 de gestación— ocurridos en Colombia entre 2002 y 2012. Encontraron que el 4.5 % de los neonatos tenía macrosomía, pues pesaban más de 4000 gramos, en contraste con el 3.8 % que tenía bajo peso: menos de 2500 gramos. Por ello, los investigadores cuestionan que el sistema de salud nacional solo asuma como indicador de vigilancia de salud pública al bajo peso en los neonatos, pero no cuando estos presentan sobrepeso. Después de todo, parte del problema radica en la herencia materna. Según la Ensin 2015, Colombia tiene más del doble de gestantes con sobrepeso u obesidad frente a las que tienen bajo peso.
Consecuencias
Los partos de gestantes con exceso de peso suelen requerir cesárea. Estas madres «son más proclives a ser anémicas con la pérdida de sangre normal del parto y posparto, pudiendo presentar hemorragias y morir», señaló Beatriz Elena Parra Sosa, investigadora del Gianh, para quien no se puede descartar que el niño macrosómico también desarrolle anemia. Según Parra Sosa, estas gestantes acumulan más adipocitos —células con capacidad casi ilimitada de almacenar grasa—, y suelen transferir esa condición al recién nacido, aumentando las posibilidades futuras de que sufra hipertensión o diabetes.
Foto: cortesía Leonardo Guzmán Giraldo.
Otros efectos descritos de la macrosomía fetal son hipoxia, fractura de clavícula, distocia de hombros y desproporción cefalopélvica, explicó Restrepo Mesa. Según Parra Sosa, algunos análisis sugieren que cuando una mujer con exceso de peso está gestando una niña, los óvulos en formación son programados intrauterinamente. Como resultado, la tercera generación —el nieto de la gestante— estaría predispuesto también al exceso de peso. Sin embargo, no se puede confirmar una relación causa-efecto.
Medidas sugeridas
La evidencia científica internacional señala que la macrosomía fetal es producto de mujeres diabéticas, mayores, con muchos hijos y bajo nivel educativo. «Nosotros encontramos localmente pocos casos con esas características», observó Restrepo Mesa, para quien este problema suele tener como trasfondo la falta de vigilancia en el control prenatal. Los programas de control prenatal y los profesionales involucrados —dijeron los investigadores— deben brindar atención diferencial y contextualizada; promover la educación nutricional, la actividad física acorde a la salud materna y el compromiso de las mujeres con su cuidado prenatal; así como realizar intervenciones dietéticas para una adecuada ganancia de peso durante la gestación. Los científicos proponen establecer unos protocolos para entidades, generadores de políticas en salud pública, instituciones de salud y profesionales. El propósito es orientar la oportuna intervención del problema y prevenir la ganancia excesiva de peso gestacional, independientemente del índice de masa corporal —IMC pregestacional de las mujeres. Dada su relevancia para Antioquia y Colombia, estos resultados serán tomados por los académicos como insumo para solicitar a las entidades encargadas en el ámbito nacional que la macrosomía fetal sea declarada indicador de salud pública.
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co
La implementación del MinCTeI en Colombia tiene luz verde. Consultamos con académicos y expertos, cuáles serán los desafíos organizativos, institucionales y financieros en esa tarea.
#CIENCIAENCOLOMBIA
Lista la Ley, ¿qué sigue para el Ministerio de Ciencia? Es un
hecho: en máximo un año Colombia tendrá un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación —MinCTeI. Tras meses de ponencias, debates y deliberaciones, la firma de la Ley 1951 del 24 de enero de 2019 garantizó el nacimiento de la cartera. Pero, ¿qué falta para que el futuro ente rector de la ciencia nacional trascienda del papel y la tinta?, ¿cuáles son los retos para su implementación?, las miradas son plurales y diversas. Algunos coinciden en que la promulgación de la Ley creó una suerte de cascarón con numerosas expectativas, pero que permanece vacío. El principal reto consiste en dar carne a ese esqueleto legislativo que necesita de «un modelo de gestión y una estructura ministerial que corresponda a los retos de tener un MinCTeI», dijo el vicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia, Sergio Cristancho Marulanda. No es para menos. A la configuración de tal estructura le cabe el calificativo de «desafío», uno que requiere del protagonismo de la comunidad científica. Por ello, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales —ACCEFyN, está construyendo una propuesta para la conformación organizativa del despacho ministerial, según el científico Fanor Mondragón Pérez, exvicerrector de Investigación de la Universidad de Antioquia. Por otro lado, es claro que pensar en la conformación del futuro MinCTeI es preguntar,
tácitamente, por el futuro de Colciencias, ente que lidera la ciencia en Colombia desde 1968. Moisés Wassermann Lerner —académico y exrector de la Universidad Nacional de Colombia— enfatizó, por ejemplo, en que la Ley 1951 no significa la conversión de esta entidad en un ministerio, pues son dos instancias distintas.
la promulgación de la Ley creó una suerte de cascarón con numerosas expectativas, pero que permanece vacío.
Para Mondragón, Colciencias debería ser una agencia que administre los proyectos y las convocatorias del nuevo Ministerio. Además, opinó que este último debería tener dos viceministerios: «uno para políticas y aspectos de ciencias básicas, y otro para aspectos de innovación, emprendimiento, competitividad, empresarismo y ciencias aplicadas». Cristancho insistió en que deben existir otras áreas que se encarguen de atender frentes estratégicos en esta instancia ministerial, como «la formulación, el seguimiento y la evaluación de las políticas públicas, y el relacionamiento con las universidades, los institutos de investigación, el sector productivo, las comunidades de base y la comunidad internacional». La conformación del Ministerio —de acuerdo con el directivo de la Alma Máter— debe responder a criterios de meritocracia, Foto: cortesía Sede de Investigación Universitaria de la Universidad de Antioquia —SIU.
austeridad y eficiencia. En ese sentido es clave designar un ministro con formación y vocación científica, trayectoria en administración de la ciencia y reconocido por la comunidad de investigadores, como lo recalcó el investigador de la Universidad de Antioquia, Pablo Javier Patiño Grajales. Otro de los retos que el MinCTeI trae consigo es establecer una comunicación clara e ilustrativa con la sociedad, como lo señaló el autor del proyecto de Ley del Ministerio, Iván Darío Agudelo Zapata, senador del Partido Liberal. Esto incluye, según Wassermann, un diálogo con todos los sectores interesados: educación, salud, industria, agricultura, infraestructura, comunicación, medio ambiente, entre otros. Un diálogo de esa naturaleza debería reunir insumos para la generación de políticas en CTeI que proyecten, nacional e internacionalmente, la investigación de las universidades y los institutos colombianos.
¿Y los recursos?
En el horizonte se asoma otra dificultad: la financiación. La creación del MinCTeI no contará con recursos superiores a los asignados a Colciencias para 2019. El alcance que proyecta para la nueva cartera ha motivado a la ACCEFyN a trabajar de la mano de una comisión de economistas en la formulación de propuestas en esa materia —explicó Mondragón—, que esperan socializar próximamente. Que la ciencia tenga asiento permanente en el Consejo de Ministros esperanza a los investigadores ante la pregunta por la financiación. Pero, según Patiño, para tener éxito el despacho ministerial primero deberá investir de mayor credibilidad y respaldo a la ciencia frente a los poderes ejecutivo y legislativo del país. Desde luego, mucho dependerá del aporte de la academia al proceso de construcción del nuevo ente rector de la ciencia en Colombia. Con esa premisa, investigadores de la Universidad de Antioquia contribuyeron a posicionar la idea de que la ciencia en Colombia necesitaba un giro, cuando la discusión frente a un eventual MinCTeI apenas empezaba. «Como una de las principales universidades en investigación del país —afirmó Cristancho— nos implica la enorme responsabilidad de acompañar este proceso en un momento histórico para el país».
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
Con una investigación para monitorear la minería ilegal en la Amazonía, Juan Miguel Gutiérrez Chaparro, estudiante de Astronomía, ganó el premio de innovación de la Agencia Espacial Europea, en Padua, Italia.
JUAN DIEGO RESTREPO TORO Periodista juan.restrepo16@udea.edu.co
#PROTECCIÓNAMBIENTAL
Tecnología satelital para salvar la Amazonía
Deforestación en los afluentes del río Amazonas. Departamento de Madre de Dios, Perú. Foto: cortesía madrededios.com.
La fiebre del oro ha contaminado ecosistemas americanos
desde la época de la Conquista. La liberación intencional de mercurio en la minería está documentada desde hace más de 450 años en este continente. En las selvas y ríos de la Amazonía, el delirio por la extracción mineral ha contaminado 55 áreas naturales protegidas, y se han encontrado 2312 puntos y 245 áreas de extracción no autorizada de oro, diamantes y coltán, según lo denunció la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada —RAISG, en diciembre del 2018. Imágenes aéreas, gracias a la tecnología satelital de observación terrestre, muestran el impacto de la minería ilegal. Con esta tecnología es posible obtener información especializada de esta actividad en lugares remotos. En esto consiste el proyecto de investigación «Save the Amazon Rainforest» —Salvar la selva amazónica, en español—, en el que participa Juan Miguel Gutiérrez Chaparro, estudiante del pregrado de Astronomía de la Universidad de Antioquia, junto a los profesores italianos Roberta Bertani y Francesconi Alessandro. «Nos preocupa la destrucción de las fuentes hídricas por intoxicación de mercurio, sus consecuencias en la salud pública de poblaciones vulnerables y la deforestación de selva tropical», señaló Gutiérrez, quien se encuentra de intercambio en Italia, gracias a una beca para estudiar Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Estudios de Padua. El proyecto pretende desarrollar una aplicación para dispositivos móviles con el fin de brindar información que le permita a organizaciones públicas y privadas, cuantificar los riesgos y acceder a datos actualizados de zonas de riesgo, en las que se detecten altas concentraciones de mercurio. La herramienta evitaría, por ejemplo, el consumo de agua y de pesca con niveles no permisibles para la salud humana. Los investigadores utilizan las bases de datos de la constelación de satélites Sentinel, que hacen parte del proyecto Copernicus, desarrollado por la Agencia Espacial Europea para responder a los desafíos ambientales y sociales asociados con el cambio climático. Por la iniciativa se hicieron merecedores del premio de innovación Esa-Esrin App Camp 2019, que les permitirá desarrollar la aplicación para septiembre del 2019. El uso de los satélites ha facilitado mayor precisión y resolución en el monitoreo de la Tierra. «Se puede ver más y mejor», indicó Julián Arenas Adarve, coordinador del programa de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Antioquia, porque se pueden observar, periódica y permanentemente,
fenómenos de meteorología y ecología, como cambios en los suelos, las capas vegetales y las aguas. Incluso permite hacerle seguimiento a procesos sociales como las migraciones, la minería ilegal o los asentamientos en las laderas de las ciudades. Los satélites Sentinel no solo toman fotos, tienen distintos sensores, como los infrarrojos. Mediante los instrumentos de detección uv —espectrómetro electrónico y detector de clorofila—, se puede evaluar el impacto sobre la capa vegetal y rastrear el mercurio en las zonas de práctica de minería ilegal y su expansión a lo largo de los ríos. «Con el detector de porcentaje de clorofila en un área determinada, elaboramos un mapa histórico de comparación en función del tiempo y evolución en el terreno», indicó Juan Miguel. El impacto ambiental es evidente, puesto que el satélite arroja valores anómalos de clorofila. Los nuevos brotes de minería ilegal quedan evidenciados porque en los sitios contaminados con mercurio se destruye totalmente la generación de vida. «La minería en la Amazonía no se debe permitir, es un pulmón verde. Tampoco en lugares como el Páramo de Santurbán o el Macizo Colombiano, donde nacen distintos ríos y se abastece de agua el país», advirtió Jairo Ruiz Córdoba, investigador del Grupo de Materiales y Preciosos —Mapre. «No se trata de no sacar oro. Se pueden hacer las cosas bien sin afectar al ambiente. Es posible llegar a buenas prácticas», dijo Ruiz, para quien es necesario diferenciar la minería ancestral, artesanal, informal o a pequeña escala, que no ha sido una tradición en la Amazonía, de la minería ilegal, realizada por colonos, multinacionales o estructuras armadas. Ante el peligro de los grupos armados, el uso de la tecnología satelital es una opción más segura y menos costosa que rastrear en el territorio con aviones o personal en campo.
Los nuevos brotes de minería ilegal quedan evidenciados porque en los sitios contaminados con mercurio se destruye totalmente la generación de vida.
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
La creciente desconfianza global y las tensiones comerciales, pronostican un 2019 de incertidumbre económica.
RAMÓN JAVIER MESA CALLEJAS Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas - Vicerrector Administrativo ramon.mesa@udea.edu.co
#ANÁLISISACADÉMICO
La economía global y los riesgos de una nueva desaceleración El desempeño de la economía mundial en los últimos 10 años, después de la crisis financiera mundial en 2008-2009 y de los conflictos de la deuda pública en las economías de la eurozona entre 2010 y 2012, muestra una época de cambios drásticos. En promedio, pese al optimismo de los organismos internacionales y a los buenos deseos de los gobiernos, el producto mundial y el comportamiento del volumen del comercio mundial no superó los niveles alcanzados en 2010. Las cifras preliminares alcanzadas para 2018 y las proyecciones para este año confirman que la herencia de la poscrisis se sigue sintiendo en estos dos motores de expansión económica (ver tabla). Factores detonantes
Para empezar, el cierre de 2018 no fue halagador y revivió los fantasmas de una nueva desaceleración. Varios asuntos pueden explicar este comportamiento. Por un lado, los efectos de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, la cual afectó el ritmo de crecimiento que traía el volumen del comercio, de tasas que alcanzaban el 5.3 % al inicio del período, a niveles del 4.0 % al cierre de año. Las tensiones comerciales entre estas dos naciones vienen fomentando políticas proteccionistas que, de mantenerse, tendrían un efecto negativo sobre las exportaciones a escala global por la imposición de nuevos aranceles. Del mismo modo, la política fiscal impulsada por los recortes de impuestos, y el aumento del gasto en la economía norteamericana, estimularon una rápida expansión de la demanda interna y mayores presiones inflacionarias, generando una creciente incertidumbre en los mercados financieros debido a los impactos sobre las tasas de interés y la volatilidad de los flujos de capital. La fortaleza de esta economía y el alza en su tasa de interés ha impulsado la apreciación del dólar, conllevando a la depreciación de muchas monedas de economías de mercados emergentes, entre ellas la colombiana, derivando en presiones sobre la deuda externa de esas economías. Por otro lado, la inestabilidad que registran los precios de los alimentos y las materias primas, así como la alta dependencia de los ingresos de estos bienes en muchos países emergentes, sigue poniendo al descubierto sus fragilidades en términos de comercio, finanzas públicas y crecimiento económico. Mientras no existan otras fuentes de expansión diferentes a sectores ligados con productos primario-extractivos —los cuales representan cerca del 40 % de los ingresos de exportación para el caso latinoamericano—, la continua volatilidad de los precios de estos bienes seguirá siendo una fuente permanente de incertidumbre sobre los resultados económicos de estas economías.
Panorama de la economía mundial 2010-2019. Fuente: FMI (enero, 2019).
El peso de la deuda
Un asunto que preocupa son los efectos del elevado endeudamiento que registra la economía mundial. Después de 10 años de la crisis, el legado de deuda excesiva sigue cobrando importancia, especialmente por los altos niveles de deuda corporativa y gubernamental acumulados. Según el Fondo Monetario Internacional —FMI, la deuda global ha alcanzado un máximo histórico de US 184 billones, el equivalente al 225 % del PIB en 2017. En comparación con 2009, el mundo tiene ahora más de 11 puntos porcentuales del PIB más endeudado. De no mediar un cambio de perspectiva, el bajo crecimiento global y la elevada incertidumbre, en un escenario de mayores tasas de interés, depreciación de las monedas nacionales y reducción de los ingresos de exportación, podrían acrecentar un mayor endeudamiento.
Cómo enfrentar la desaceleración
Fruto de lo anterior, 2019 se presenta como un año cargado por una creciente desconfianza global. Además, el liderazgo negativo que vienen ejerciendo algunos presidentes de importantes economías, genera un panorama complejo para las relaciones internacionales. Urge una mayor dinámica de la cooperación internacional, que supere el discurso individualista y promueva el impulso de políticas que eviten el desempleo masivo y el deterioro de la actividad económica. Por ejemplo, el uso de medidas monetarias y fiscales que eleven los multiplicadores del gasto, eviten los riesgos inflacionarios y permitan una mayor expansión del producto. Adicionalmente, el manejo adecuado y prudente de las finanzas por parte de hogares, empresas y gobiernos, será importante para frenar el endeudamiento excesivo.
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El acuerdo firmado el 14 de diciembre por líderes universitarios y el Gobierno promete mejoras para la educación superior pública. En esta columna de opinión, John Mario Muñoz Lopera, integrante de la Mesa de diálogo, expone los logros y desafíos.
JOHN MARIO MUÑOZ LOPERA Presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antiquia jhonmalopera@yahoo.com
#OPINIÓN
Logros del movimiento por la educación superior pública en Colombia La movilización
por la educación superior pública en los últimos meses no tiene parangón, no solo por lo logrado para la financiación del sector, sino por el valor político y simbólico de las luchas y el devenir de propuestas más profundas e integrales para la universidad pública. Los trazos marcados por este movimiento deben de verse como el inicio y no como el final del proceso. La política contemporánea está llena de símbolos que representan los avatares de la sociedad en una coyuntura o particularidad concreta. Los símbolos, que ya no son los grandes metarrelatos y los discursos teóricos y epistémicos de la política, se surten más de acontecimientos, de hechos, de actos, que mueven emociones y capturan la esquiva subjetividad política individualista, propia de la economía del mercado que nos rodea. Uno de los logros importantes del movimiento por la educación fue poner en el centro de la agenda pública la problemática y politizar a miles de jóvenes y sectores sociales, generando una defensa pública, una política de acción, una ciudadanía comprometida con el devenir de la educación superior. Los jóvenes están delineando la política de una forma diferente,
más activa, más participativa, más creativa, más pacífica, construida en el ciberactivismo o la ciberpolítica. En lo financiero y normativo se lograron suscribir tres documentos con el Gobierno nacional: el acta de los acuerdos, la creación por resolución ministerial de la Mesa de diálogo para la construcción de los acuerdos para la educación superior pública, y, por último, las garantías académicas, laborales y de movilización. Los recursos nuevos conseguidos, producto de la negociación en la Mesa de diálogo, si bien no resuelven el problema estructural de la desfinanciación, son necesarios para apalancar el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Gracias al movimiento se lograron recursos por 5 billones 871 130 millones de pesos, discriminados como se ve en la tabla. Como parte de los acuerdos, también quedó adelantarse, vía Plan de Desarrollo 2018-2022, un proyecto de ley que modifique los artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992, para que la financiación de la educación superior pública sea una política de Estado y no solo de Gobierno. Así mismo, la modificación de la Ley 1911 de 2018.
Resumen de los acuerdos en cifras (billones)
Tabla: Elaboración del columnista.
El desafío es capitalizar los logros políticos, simbólicos y presupuestales, para potenciar el movimiento y alcanzar una educación gratuita, con calidad y permanencia. Igualmente, se acordó un cambio estructural al Icetex, vía comisión sexta del Congreso, el concurso de diversos sectores y la Mesa nacional. Otro logro significativo fue la devolución del derecho a la exención en la declaración de renta de los gastos de representación que teníamos los profesores y rectores antes de la reforma tributaria 1819 de 2016. Después de una lucha ardua en la Mesa y el Congreso, liderada por Asoprudea, se obtuvo la aprobación de una proposición en la Ley 1943 de diciembre de 2018, así: «Los gastos de representación de los rectores y profesores de las universidades públicas, los cuales no podrán exceder del cincuenta (50 %) de su salario»; al texto se le agregaron dos parágrafos para hacer más explícita la proposición y, de esta forma, recuperar el derecho. El movimiento por la educación superior pública llenó las calles de color, canto, alegría, diversidades, y consiguió capturar la atención y la sensibilidad de la sociedad. El desafío es capitalizar los logros políticos, simbólicos y presupuestales, para potenciar el movimiento y alcanzar una educación gratuita, con calidad y permanencia. El referendo por la educación que se lanzará pronto es la ruta. Ojalá cuente con el concurso de todos.
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N.º 683 · febrero de 2019 · Universidad de Antioquia
Las estampillas son para nuestra época el sello romántico que acompaña los documentos epistolares, una manera sutil de fijar un símbolo. La figura del maestro Carlos Gaviria Díaz ahora vivirá en la correspondencia de los colombianos.
NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO Periodista natalia.piedrahita@udea.edu.co
#CULTURA
Carlos Gaviria Díaz en la memoria filatélica A través de la emisión postal Carlos Gaviria Díaz 1937-2015, el Gobierno na-
cional y Servicios Postales Nacionales 4-72 honran la vida y obra del maestro Gaviria Díaz, por su compromiso con la ética, la democracia y su aporte a la labor académica y jurídica en Colombia. Son cuatro estampillas en las que se visualiza el rostro de Gaviria Díaz y tres de sus libros —Temas de introducción al derecho, Sentencias: herejías constitucionales y Mito o logos. Hacia La República de Platón—, además de un sobre de primer día y un matasello. El concepto se determinó a través del testimonio de la familia Gaviria Díaz, que seleccionó las imágenes. «Con su familia decidimos cuáles eran las imágenes más representativas del maestro, que fue un apasionado por las cartas, los libros y el arte, entonces encontramos las fotografías y obras para destacar», explicó Martha Lucy Giraldo Duque, jefa nacional de Filatelia Servicios Postales Nacionales 4-72. Desde el 17 de diciembre de 2018 comenzaron a circular estos elementos, que se desarrollaron en cumplimiento de la Ley de Honores 1783, del 23 de mayo de 2016, mediante la cual el Gobierno nacional decretó doce parágrafos que promueven siete acciones para enaltecer el legado de Carlos Gaviria. Esta es la primera materialización de lo anunciado en esta Ley. Estos archivos serán presentados oficialmente al país en febrero de 2019. El invaluable aporte de Gaviria Díaz al patrimonio nacional abarca, desde las discusiones y leyes que impulsó como magistrado de la Corte Constitucional y senador del Frente Social y Político, hasta las anotaciones y producción literaria sobre arte, historia y literatura que desarrolló en vida. Buena parte de este legado reposa en la biblioteca principal de la Universidad de Antioquia, que con honor lleva su nombre. «Las estampillas son el mejor medio para difundir el patrimonio natural y cultural de la Nación y guardan de manera cronológica la historia de un país», destacó Giraldo Duque. En este caso, Colombia proyectará la figura del maestro Gaviria Díaz ante los 192 países que hacen parte de la Unión Postal Internacional —UPO, desde la circulación de cartas, encomiendas y paquetería que se mueve a través de 4-72. En total circularán 50 000 estampillas de esta colección, cada una tendrá un valor facial o precio de COP 500; sus medidas son de 30 x 30 mm y están pintadas con una tinta fluorescente invisible. Para Natalia Gaviria Gómez, su hija, estos archivos «materializan una selección de aquellos momentos y obras que son altamente valiosos para la familia, ya que son capturas de su sobrino Guillermo Pineda Gaviria, en las que se le ve en lugares que eran de su gusto: su biblioteca, su escritorio, su casa. Son símbolos para todos los herederos de la lucha por los derechos humanos y la justicia».