UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA No. 577
MEDELLÍN, JUNIO DE 2009
ISSN 1657-4303
SISTEMA DE COMUNICACIONES http://almamater.udea.edu.co
almamater@arhuaco.udea.edu.co
En el Oriente de Antioquia se construirá la Universidad del Siglo XXI “Ese rápido crecimiento, la gran aceptación y la demanda de los programas de la Universidad nos obligó a pensar en grande, como debe ser, y hoy tenemos un área igual a la ciudadela universitaria de Medellín, y si ésta fue la ciudadela de la Universidad de Antioquia del siglo XX, la de Oriente tiene que ser la ciudadela universitaria del siglo XXI”: Alberto Uribe Correa Páginas 20 a 22
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 577 • Medellín, junio de 2009
Daniel PÉCAUT Colombia está abocada a esclarecer el drama de lo que ha sido la guerra sucia Páginas 4 y 5
Debate sobre el futuro de la Clínica León XIII
¿Cuál es entonces la razón para que sintamos que la participación o, más bien, la no participación, se haya vuelto un problema importante en nuestra Universidad? Julio González Zapata Profesor Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Evaluado a sus quince años de vigencia, el Estatuto General de la Universidad acusa un preocupante vacío en los mecanismos de participación directa y de representación de los estamentos universitarios. Tulio Chinchilla Herrera Profesor Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Estructuralmente la universidad es una organización colegiada, está integrada por un cuerpo vivo y dinámico de docentes, discentes y administradores. Todos integrados equilibradamente... Jorge E. Posada Ramírez Profesor Facultad de Ingeniería
Páginas 12 a 15
Páginas 16 a 19
Sin censura 1
Página 6
Cortapisas a la libertad de expresión Páginas 6 a 8
Páginas 38 y 39
El Consejo Nacional de Rectores del SUE fija criterios con respecto a proyecto de ley Popayán, Mayo 4 de 2009.
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Campus
Doctor PEDRO VICENTE OBANDO Cámara de Representantes. Bogotá. D.C. Estimado Representante y amigo: Conocido el texto del Proyecto de Ley 106/08 S y 004/08 C “Por la cual se fijan parámetros y criterios para organizar el sistema de evaluación de resultados de la calidad de la educación, se dictan normas para el fomento de una cultura de la educación y se conceden Danilo Reinaldo facultades extraordinarias para reorganizar el sistema Vivas Ramos y el ICFES, en procura de facilitar la inspección y vigilancia del Estado”, que cursa actualmente en el Congreso de la República, previo análisis del mismo con algunos rectores del Sistema Universitario Estatal, y ventilado el tema en varias reuniones del Consejo Nacional de Rectores de las Universidades Estatales, me permito hacer llegar a usted el punto de vista que comparten la mayoría de los rectores del Sistema con respecto al Artículo 10° y que hace referencia a las labores de fomento a la educación superior y al destino de los recursos del 2% del presupuesto de las universidades públicas que estaban asignados al ICFES, instancia nacional que desempañaba dichas labores y que el Proyecto de Ley se las asigna totalmente al Ministerio de Educación Nacional: ARTICULO 10° Transferir, a partir de la vigencia de la presente Ley, los recursos equivalentes al 2% del Presupuesto de las Universidades Públicas, deducidos desde 1992 para sostenimiento del ICFES y el desarrollo de políticas de fomento a la educación superior, a las universidades públicas a fin de que ellas, en el amparo de su autonomía, los destinen a aspectos relacionados con el cumplimiento de su misión institucional. Esto sin perjuicio del desarrollo de políticas de Fomento a la Educación Superior por parte del Ministerio de Educación Nacional, que por su naturaleza constitucional le corresponden, para lo cual el Gobierno Nacional hará las respectivas transferencias. Argumentos: Los rectores de las universidades públicas consideramos como argumentos de peso, para presentar la citada reforma al Artículo 10° del mencionado proyecto de Ley, los siguientes: 1. Para los rectores es claro que el momento que está viviendo la universidad pública, de un progresivo desfinanciamiento, debido al congelamiento de sus recursos (Artículo 86 Ley 30/92), y el crecimiento y desarrollo alcanzado por parte de las universidades tanto en cobertura como en calidad, correspondiendo a las políticas y directrices trazadas en estos campos por el Gobierno Nacional, llegando varias de ellas al límite de uso de su capacidad instalada, lo cual amerita la asignación de más recursos para su funcionamiento e inversión, uno de ellos puede ser el reembolso del 2% que se ha venido descontando para el apalancamiento del Fomento a la Educación Superior. 2. La situación económica mundial actual y sus repercusiones en la economía colombiana generarán poco o nulo crecimiento en los próximos años, viéndose prácticamente imposible aplicar el Artículo 87 de la Ley 30/92, que ha venido favoreciendo el desarrollo de nuestras instituciones. Presento a usted, en nombre del Consejo Nacional de Rectores del Sistema Universitario Estatal, nuestro especial reconocimiento por su preocupación permanente por el desarrollo de la educación superior pública de nuestro país. Estaremos atentos a la evolución del Proyecto de Ley en su tránsito por el Congreso de la República. Universitariamente, DANILO REINALDO VIVAS RAMOS Rector Universidad del Cauca. Presidente Sistema Universitario Estatal
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Con Copia: Consejo Nacional de Rectores Sistema Universitario Estatal Dr. GABRIEL BURGOS MANTILLA. Viceministro de Educación Superior
Vicerrector de Investigación El economista de la Universidad de Antioquia Jairo Humberto Restrepo Zea, tecnólogo en Administración Municipal de la Escuela Superior de Administración Pública –ESAP– y Magíster en Gobierno y Asuntos Públicos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO– de México, fue designado por el rector Alberto Uribe Correa nuevo Vicerrector de Investigación, en reemplazo del profesor del Instituto de Filosofía Alfonso Monsalve Solórzano. Restrepo Zea es docente de la Facultad de Ciencias Económicas hace trece años y desde entonces dicta cursos en pregrado y posgrado y participa en la actividad investigativa, principalmente en el área de Economía de la Salud. Además, ha sido jefe del Departamento de Economía, director del Centro de Investigaciones Económicas, representante del Consejo Superior en la Junta Directiva de la IPS Universitaria y jefe de Planeación de Metrosalud. En años anteriores fue miembro del CODI, primero en calidad de representante del área de ciencias exactas y naturales y luego de los grupos de investigación catalogados por Colciencias en 2000 como promisorios. Es el presidente de la Asociación Colombiana de Economía de la Salud –ACOES–, para el período 2009-2011. También es reconocido como evaluador par en Colciencias y par académico por el Consejo Nacional de Acreditación. Autor de publicaciones nacionales e internacionales.
Vicerrectora de Extensión La profesora María Helena Vivas López asumió la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia, en reemplazo de la bacterióloga Margarita Berrío de Ramos. Comunicadora Social, Periodista, Especialista en Gerencia de Relaciones Industriales y Magíster en Filosofía (línea Política), Vivas López es profesora universitaria desde 1993, en las áreas de Opinión Pública, Teorías de la Comunicación, Comunicación Organizacional, Relaciones Públicas, Planeación de la Comunicación, Gerencia de Proyectos de Comunicación e Investigación en Comunicación. Ha ejercido los cargos de vicedecana y decana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia (1998-2004), cargos desde los cuales participó en diferentes desarrollos académicos como la Especialización en Comunicación Organizacional, la transformación curricular para la creación de los pregrados de Comunicaciones, Comunicación Audiovisual Multimedial y Periodismo. Recientemente coordinó el proyecto de Maestría en Comunicaciones y fue directora de la Revista Folios de investigación en comunicación y periodismo de la Facultad de Comunicaciones. Es coautora del proyecto para la creación del Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo – CLAEP – auspiciado por el BID y la Sociedad Interamericana de Prensa. Par académica inscrita en el Consejo Nacional de Acreditación –CNA– para los programas de Comunicación y Periodismo.
Designación de Decano para la Facultad Nacional de Salud Pública
El Consejo Superior Universitario, presidido por el gobernador Luis Alfredo Ramos Botero, designará el próximo 24 de junio al Decano de la Facultad Nacional de Salud Pública, para el periodo 2009-2012. Conforme lo dispone el Estatuto General de la Universidad, los candidatos pueden ser presentados por el Rector, los profesores, los estudiantes o los egresados de la respectiva Facultad. El Acuerdo Superior 024 del 10 de octubre de 1994 (reglamentado por la Resolución Superior 1098 de 2004), estable el procedimiento para la designación. Éste puede ser consultado en el portal www.udea.edu.co (documentos jurídicos).
Representante El científico Germán Poveda Jaramillo (foto) fue designado por el Consejo Superior Universitario “representante de las personalidades eminentes de la ciencia, la tecnología y la cultura ante la Junta Rectora de la Fundación Universidad de Antioquia”, en reemplazo del ex rector William Rojas Montoya. LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor JOSÉ LUIS BETANCUR CHAVERRA, fallecido el 31 de marzo de 2009. Se ha presentado a reclamar la señora Elvia Cecilia Rivera Gallego en calidad de cónyuge. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales de la señora LUZ MERY DUEÑAS ALUMA, fallecida el 17 de agosto de 2008. Se han presentado a reclamar el señor David Augusto y Ángela María Prada Dueñas en calidad de hijos. Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
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Mensaje
COMUNICADO
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El Claustro de Profesores de la Facultad de EL Claustro de Profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia quiere hacer Derecho y Ciencias Políticas de la Univerpúblicas las siguientes reflexiones. sidad de Antioquia reitera su compromiso Antecedentes: con los valores del Estado Social y Demo1. El día 12 de mayo del presente año, fue ampliamente divulgado por algunos medios de comunicación social, un crático de Derecho y, por lo tanto, censura documento de la Agencia de Prensa IPC (Instituto Popular de Capacitación), que da cuenta de un informe de intelicualquier práctica que lesione derechos gencia preparado por el Cuerpo Técnico de Investigaciones fundamentales tales como el derecho a (CTI), en coordinación con la IV Brigada del Ejército, en el cual se señala, entre otras, a algunas organizaciones sola asociación, a la libre expresión de las ciales, políticas, culturales, sindicales, defensoras de los ideas, a la libre militancia en cualquier derechos humanos, de hacer parte del organigrama del Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC). partido político, al disenso, a la libertad de 2. A partir de dicho informe, “desde el pasado 3 de cátedra y al debido proceso, entre otros. abril y por cuenta de la reapertura del proceso penal han sido vinculadas 13 personas, de ellas 4 comparecieron libremente para definir su situación jurídica. Otras 4 han sido capturadas en las últimas semanas. Todos están sindicados del delito de rebelión”1. 3. Al parecer dicho informe ha tenido como sustento principal, dos testigos que fungen como desmovilizados y “lo particular de la versión de ambos testigos en este proceso es que ratificaron los informes de inteligencia militar sobre las presuntas relaciones de las organizaciones no gubernamentales y estudiantiles con el PC3, sindicando a profesores de diversas Facultades, en particular de de Derecho, así como a investigadores del Instituto de Estudios Regionales (INER) y a las directivas universitarias, entre ellas al actual rector Alberto Uribe Correa y varios de sus vicerrectores”2. 4. Según el informe de prensa de la Agencia de Prensa IPC, “los abogados defensores están a la espera que se determine el procedimiento por el cual se debe continuar con la investigación, pues hasta el momento se ha hecho bajo las normas consignadas en la Ley 600 de 2000, que le permite a la Fiscalía actuar sin el control de un juez de garantías […] Los juristas que asisten a los procesados pretenden que el proceso se tramite siguiendo los postulados de la Ley 906 de 2004, toda vez que los hechos que se investigan tuvieron ocurrencia en la ciudad de Medellín con posterioridad al primero de enero del 2006”3. 5. El día 16 de mayo del presente año, se conoció un pronunciamiento público de la Corporación Jurídica Libertad, donde se denuncia que está circulando por internet un documento en el cual se han impostado el logotipo de la institución y las firmas de dos de sus integrantes y donde se señala a personas y organizaciones sociales como integrantes de las Farc y del Eln”4. 6. Es de público conocimiento que tres jueces de la República declararon ilegales las capturas contra varias personas que fueron aprehendidas en los predios de la Universidad de Antioquia, el día 20 de marzo del presente año. Frente a estos hechos, queremos afirmar lo siguiente: 1. El Claustro de Profesores de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia reitera su compromiso con los valores del Estado Social y Democrático de Derecho y, por lo tanto, censura cualquier práctica que lesione derechos fundamentales tales como el derecho a la asociación, a la libre expresión de las ideas, a la libre militancia en cualquier partido político, al disenso, a la libertad de cátedra y al debido proceso, entre otros. Nos parecen censurables e incompatibles con esos valores, prácticas como las de valerse de testigos interesados; que se persigan, como si fueran conductas punibles, actividades tan loables y necesarias como la defensa y promoción de los derechos humanos y que se censuren personas por ejercer libremente su profesión. El Claustro afirma la legitimidad del Estado para perseguir y juzgar los hechos punibles, siempre y cuando se haga respetando los principios y valores constitucionales. 2. Nos parece, igualmente, que prácticas como el reciente allanamiento a las instalaciones universitarias, sin respetar las formas legales, como lo han reconocido varios jueces de la República, constituyen un atentado contra la autonomía universitaria y un grave riesgo para los derechos de todos los miembros de la comunidad universitaria. Un Estado de Derecho no puede tolerar, que por razones de eficiencia, y con el pretexto de combatir algunas manifestaciones de criminalidad, se ponga en duda el buen nombre y la integridad física y moral de todos los universitarios y mucho menos que autoridades que no son legalmente competentes para ello, promuevan y ordenen allanamientos indiscriminados e ilegales. 3. Consideramos que las máximas autoridades universitarias le prestarían un gran servicio a la autonomía universitaria, si mostraran una posición clara y contundente frente al procedimiento que dio como resultado la captura ilegal de algunas personas en sus predios el día 20 de marzo de 2009. 4. A nuestro juicio, procesos penales montados sobre dichos y medios de prueba sin fundamento, y donde se confunde actividades legítimas con hipótesis delictivas, además de atentar contra el Estado de Derecho, crean una gran zozobra en la comunidad universitaria y perturban gravemente el funcionamiento de la Universidad, que en el caso de nuestra Facultad, tiene su fundamento en el “Espíritu crítico y el compromiso social”. Medellín, 18 de mayo de 2009. Notas 1. Informe de Prensa IPC. Ver: http://www.ipc.org.co/page/index.php?option=com_content&task=view&id=1433&Itemid=30 2. Ibídem. 3. Ibídem. 4. Pronunciamiento Público de la Corporación Jurídica Libertad, del 16 de mayo de 2009.
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Alfredo Ramos Botero
Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación
Alberto Uribe Correa
Rector
Manuel Santiago Mejía Correa
Representante del Presidente de la República
Gabriel Burgos Mantilla
Representante de la Ministra de Educación Nacional
Elmer de Jesús Gaviria Rivera
Representante del Consejo Académico
Gabriel Agudelo Viana
Representante Profesoral
Manuel Antonio Ballesteros Romero
Representante de los Egresados
Luis Fernando Arango Arango
Representante del Sector Productivo
Luis Javier Arroyave Morales
Representante de los ex Rectores
Carlos Vásquez Tamayo
Secretario General
CONSEJO ACADÉMICO Alberto Uribe Correa
Rector
Jairo Humberto Restrepo Zea Vicerrector de Investigación
Óscar Sierra Rodríguez Vicerrector de Docencia María Helena Vivas López Vicerrectora de Extensión
Rubén Alberto Agudelo García
Vicerrector Administrativo
Francisco Londoño Osorno
Decano Facultad de Artes
Sara María Márquez Girón
Decana Facultad de Ciencias Agrarias
Mauricio Alviar Ramírez
Decano Facultad de Ciencias Económicas
Frank Uribe Álvarez
Decano Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Luz Stella Correa Botero
Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Edison Neira Palacio
Decano Facultad de Comunicaciones
Hernán Darío Vergara Mesa
Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Marta L. Salinas Salazar
Decana Facultad de Educación
Beatriz Ospina Rave
Decana Facultad de Enfermería
Elkin Libardo Ríos Ortiz
Decano Facultad de Ingeniería
Elmer de Jesús Gaviria Rivera
Decano Facultad de Medicina
Germán González Echeverri
Decano Facultad Nacional de Salud Pública
Carlos Mario Uribe Soto
Decano Facultad de Odontología
Luz Marina Carvajal de Pabón
Decana Facultad de Química Farmacéutica
Jorge Luis Sierra Lopera
Representante Profesoral Consejo Académico
Carlos Vásquez Tamayo
Secretario General
Invitados Martiniano Jaime Contreras
Vicerrector General
Hernando Velásquez Echeverri
Director de Posgrado
Jaime Ignacio Montoya Giraldo
Director de Planeación
Pastor Acevedo Herrera
Director de Asesoría Jurídica
Joaquín Cuervo Tafur Director de Control Interno
Sebastien Longhurst Delorme
Director de Relaciones Internacionales
Ana Lucía Sánchez Gómez
Directora de Bienestar Universitario
John Jairo Arboleda Céspedes
Director Programa de Regionalización
Ángela María Arango Rave
Directora Escuela de Microbiología
María Teresa Múnera Torres
Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología
John Jairo Giraldo Ortiz
Director Escuela de Idiomas
Fanny Mejía Franco
Directora Escuela de Nutrición y Dietética
Eufrasio Guzmán Mesa
Director Instituto de Filosofía
Iván Darío Uribe Pareja
Director Instituto de Educación Física y Deporte
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El académico Daniel Pécaut –francés de nacimiento y colombiano por adopción– reiteró, en diálogo con el Periódico ALMA MATER, durante una visita a la Rectoría de la Universidad de Antioquia, que es partidario de una salida política al conflicto armado de Colombia, aunque es consciente de la dificultad que para el logro de este objetivo significa “la pujanza que sigue teniendo la narcoeconomía”. —Profesor Pécaut, Colombia pareciera ser un país sin solución a la vista. ¿Considera usted que hay elementos que agudizarán más la problemática colombiana y que impedirán una solución de corto o mediano plazo? —Difícil de contestar. La situación ya no es la misma de hace ocho años. Como dice el gobierno, ya no hay tantos homicidios, no hay tantos intelectuales como el profesor Hernán Henao asesinados, ya no hay toda esa presencia de grupos sicariales. Creo que, de por medio, el drama de Colombia ha sido y sigue siendo que el narcotráfico permea muchas cosas y entonces ha tenido impacto no sólo para ayudar y favorecer a los varios grupos en armas, sino que realmente fue un factor poderoso para la corrupción de muchas instituciones en este país. Yo siempre he sostenido que hasta los años setenta Colombia era un país muy poco corrupto en comparación con los otros países de América Latina. Uno de los mayores problemas del presente es el grado de corrupción que sacude a muchas instituciones y a mucha gente en Colombia. O sea que la salida no puede ser a muy corto plazo. En otras oportunidades se ha demostrado que Colombia pudo salir de problemas mayores. Colombia se salió de la violencia de los años cincuenta por medio del Frente Nacional, que fue una fórmula política con todas sus limitaciones y sus posteriores efectos perversos, pero al menos ayudó a solucionar un poco los problemas de violencia durante algún tiempo. No
Foto Giovanny Castaño Blanco
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Opinión
En mi concepto, la ley de justicia y paz está dando algunos resultados, ya que a pesar de que muchos de los paramilitares no han hablado, muchas cosas han salido a la luz pública, muchas cosas se han ido conociendo poco a poco… Ahora, para los responsables de millares de crímenes como es el caso de algunos de los paramilitares, yo creo que tarde o temprano, puede ser dentro de veinte años que es el plazo estipulado, tendrán que rendir cuentas a la justicia internacional si la justicia colombiana no puede hacerlo.
Daniel PÉCAUT Colombia está abocada a esclarecer el drama de lo que ha sido la guerra sucia Es fundamental hacer trabajo investigativo. La ignorancia sobre todo lo que ha ocurrido es inmensa. Incluso poco se sabe sobre el periodo de la violencia de los años cincuenta
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hay que olvidar que hasta el año sesenta y cinco, Colombia tenía un grado de violencia sumamente bajo… La corrupción y el narcotráfico son problemas cuya solución supone bastante tiempo, supone que en un momento dado se requiere una conciencia pública y un esfuerzo público para salir adelante. —Para usted, ¿el problema hoy de las Farc está más cerca del problema del narcotráfico o más cerca del problema político? —Yo creo que el gran problema de las Farc en el momento es mantener su cohesión. Esta organización está bastante debilitada, muchos frentes sumamente metidos en el narcotráfico, a veces mezclados con los llamados nuevos grupos paramilitares. Y si el problema es mantener cierta cohesión, no me parece casualidad que vuelvan a mandar cartas con más significado político que en los años recientes. Necesitan hacer política. Mi respuesta a la pregunta es: siguen siendo en su dirección una organización con metas políticas pero con muchos problemas de los combatientes que están mezclados con problemas de narcotráfico. La unidad misma de las Farc está bastante debilitada. —¿Colombia está llegando al punto de ponerle fin a las organizaciones ilegales armadas? —Creo que no porque hay otros factores que siguen alimentando el conflicto. En primer lugar hay todas esas bandas emergentes donde hay mucha gente. En segundo lugar tienen recursos financieros que proceden del narcotráfico. Entonces, el problema colombiano mayor ya no me parece que sea el de las Farc. Ése es un problema que hay que tomar en cuenta. Yo estoy a favor de buscar una salida política. La experiencia prueba que en muy pocos países del mundo se ha podido terminar con un problema de este estilo sólo por la vía militar. Creo que tarde o temprano, en un momento dado, hay que hablar, hay que descubrir una salida política. Hoy estamos frente al hecho de que con la
pujanza que sigue teniendo la narcoeconomía son muchos los factores que dificultan esa salida política. —¿Cree factible una salida política con el actual gobierno? —Esa pregunta es para un político y yo soy historiador. Hablo del pasado. —Como historiador, y desde una visión académica, ¿cree que hay condiciones en el gobierno actual que orienten el camino hacia una solución política o será siempre militar? —No puedo opinar. Es decir, hasta el momento depende de lo que quiere el gobierno. Uno no sabe. En el momento el gobierno está muy preocupado con la posibilidad de reelección. Depende de lo que le parezca mejor para una posible reelección: si mantener la mano dura o si tratar de buscar una posibilidad de discusión con los grupos en armas. Como lo hizo con los paramilitares, puede hacerlo un día con la guerrilla. Hasta el momento el problema no ha sido planteado por el gobierno. —Pero usted ha afirmado que gobiernos duros terminan negociando. —Sí. Hay varios casos históricos en que quien podía negociar eran gobiernos que tenían la fama de ser sumamente duros. Además, son gobiernos que tienen más o menos la confianza de varios sectores. Y a veces es más fácil para los grupos insurgentes negociar con quien ha sido su enemigo. Fue en el gobierno del presidente De Gaulle cuando se logró la independencia de Argelia. Él había tenido una mano dura durante mucho tiempo. Y no es sólo el caso de Francia. Ha pasado en muchos países. Ahora, no sé si eso pueda ser el caso de Colombia. Depende de lo que piensa, opina o quiere hacer el presidente Uribe. —Hay quienes consideran que en Colombia se están dando condiciones para que en un futuro actúe como juez la Corte Penal Internacional. —Es muy diferente al caso colombiano la situación de una dictadura militar,
como fue el caso de Argentina con muchas torturas, con miles de desaparecidos y miles de muertos… Además, en Colombia hay una ley de paz y justicia. Realmente no son muchos los países que aún en medio de los conflictos hacen una ley que define penas limitadas pero que permite condenas hasta ocho años. Uno puede decir que ocho años es muy poco. Es cierto que es muy poco en relación con la dimensión de los crímenes cometidos… Creo que en un conflicto del estilo colombiano no se puede pensar en una ley que ordena una condena de una vez por todas. En mi concepto, la ley de justicia y paz está dando algunos resultados, ya que a pesar de que muchos de los paramilitares no han hablado, muchas cosas han salido a la luz pública, muchas cosas se han ido conociendo poco a poco… Ahora, para los responsables de millares de crímenes como es el caso de algunos de los paramilitares, yo creo que tarde o temprano, puede ser dentro de veinte años que es el plazo estipulado, tendrán que rendir cuentas a la justicia internacional si la justicia colombiana no puede hacerlo. —Para un docente en ciencias políticas y humanidades como lo es usted, ¿la sociedad colombiana es consciente del conflicto que ha vivido el país y es consciente de lo que nos falta por vivir, o somos, en definitiva, una sociedad adormecida? —Es que en Colombia hay varias sociedades. Es cierto que muchos han podido vivir todos esos años en las ciudades sin darse cuenta de mucho. Los secuestros sí tocaban a muchos y de ahí el miedo en las ciudades. Ahora, creo que la sociedad en su conjunto, incluso las gentes que viven en las grandes ciudades como Bogotá, está dándose cuenta de lo que ha pasado, que todavía no se sabe en profundidad. Un informe reciente dijo que no más en el Oriente antioqueño había 2.200 NN. Hace poco el señor Mancuso habló de hornos crematorios. O sea
que poco a poco se están descubriendo las verdades y la sociedad colombiana no podrá hacerse la de la vista gorda sobre lo que ha acontecido. Yo creo que los años venideros serán los de la toma de conciencia. —¿Por qué un ejército que en Colombia tiene respaldo gubernamental y social y además está bien dotado tiene que acudir a algo tan repugnante como los “falsos positivos”? —Es claro que en Colombia ha habido una guerra sucia. Guerra sucia con muchos protagonistas, en la cual los militares acudieron en muchos casos a la colaboración de los paramilitares. Y de un conflicto sucio, con falsos positivos, es muy difícil salir. Ése va a ser también un trabajo muy delicado que no es propio de Colombia. Todos los países que han tenido conflictos internos fuertes, incluso Francia con su guerra contra Argelia, han participado de unas guerras muy sucias. Ése es un trabajo de veinte o treinta años para tomar conciencia de todo lo que ha pasado. Colombia está abocada a esclarecer el drama de lo que ha sido la guerra sucia en la que los militares también han hecho parte. —De cara a semejante responsabilidad, ¿qué papel le corresponde jugar a la intelectualidad y a la universidad colombiana? —Esclarecer, conocer, generar conocimiento. Es muy poco lo que se conoce. Es fundamental hacer trabajo investigativo. La ignorancia sobre todo lo que ha ocurrido es inmensa. Ése es otro trabajo largo. Incluso poco se sabe sobre el periodo de la violencia de los años cincuenta. No hay trabajos sintéticos, no hay trabajos académicos de conjunto. Eso hace falta. En algo se ha ido progresando porque hay muchos estudios chiquitos que esclarecen puntos muy importantes. Espero que pronto haya análisis sintéticos con una buena información, un buen conocimiento y un buen diagnóstico. Desde el punto de vista intelectual eso es fundamental. w (AGM)
Sin censura
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Opinión
Por Heiner Castañeda Bustamante Profesor Facultad de Comunicaciones. Universidad de Antioquia
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Dice el artículo 20 de nuestra Constitución que “se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación”. Afirma también que “éstos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”. Sí, estoy seguro de que todos los que asistimos hoy a este conversatorio sabemos que teóricamente estamos cobijados por ese propósito constitucional, y estoy además convencido de que la mayoría de los presentes han escuchado una y otra vez la perorata acerca de la violación de este derecho. Incluso, me inquieta que de tanto manosearlo se haya vuelto una norma difusa sólo retomada en disertaciones académicas en las que una y otra vez diagnosticamos el mal como un mero ejercicio discursivo, mientras la amenaza, la detención ilegal, el asesinato, los atentados, el exilio, la obstrucción, el secuestro o el trato inhumano permanecen vigentes, como lo denuncian a diario la Fundación para la Libertad de Prensa y otras organizaciones del orden nacional y e internacional. Por eso, ante un panorama que parece no cambiar, o que empeora, se hace entonces necesario insistir en la dificultad de ejercer libremente el periodismo en un país que como el nuestro se ha acostumbrado ya a la sumisión de los medios masivos, a escuchar respuestas de preguntas no hechas, a adivinar evasivas frente a interrogantes trascendentales, a soportar diatribas contra los críticos del estatus quo, a vigilar la vida privada de quienes desnudan los pecados públicos, al recurso retórico como contraargumento a verdades penosas, al escarnio de quienes se salen de la fila de la unanimidad, al fomento de de una prensa ventrílocua, y en fin, a toda una maquinaria perfectamente montada para hacer de la información oficial la única verdad confiable. Pienso que estas prácticas son tan graves como los disparos que le han quitado la vida a los 136 periodistas que han sido asesinados en Colombia durante los últimos 30 años, o como las 615
violaciones contra 829 periodistas registradas por la FLIP desde el 2004 hasta hoy. Sin embargo, mientras la radio sigue encendida, la televisión muestra su concepción de país y los periódicos rediseñan sus discursos, la información sigue matizada por el cálculo que implica buscar los favores de un gobierno que reparte milimétricamente los trozos de un dulce que nadie se quiere perder, y que al hacerlo provee la libertad y la quita bajo el recurso de la autocensura fomentadora de intereses particulares, al tiempo en que los grupos armados de una u otra ideología siguen al asecho de quienes contravienen sus concepciones de país. Así, evaluar el significado de Libertad de Expresión implica, más allá del párrafo consignado en el artículo 20 que nos convoca, un compromiso que como periodistas y ciudadanos debemos mantener, porque si no lo hacemos estaremos en riesgo continuo de sentirnos cómodos en un ambiente enrarecido en el que sólo durante el año anterior 94 periodistas fueron amenazados, 58 recibieron un trato degradante, a 23 les obstruyeron su trabajo, 2 tuvieron que irse del país y uno fue víctima de secuestro. Otro síntoma de la ausencia de la libertad de expresión está referida a hechos recientes como el asalto a la casa del periodista Gustavo Álvarez Gardeazábal, el atentando contra el periodista de Manizales Hugo Cuartas, el asesinato del corresponsal de Radio Súper en Popayán, José Everardo Aguilar, y la presión contra aquellos que ven los claroscuros de la Seguridad Democrática. Sin embargo, lo más grave es la indiferencia ataráxica de los medios y sus periodistas. Tal vez sea cierto que hace falta formación de criterio y capacitación continua sobre los preceptos teóricos del buen periodismo y la defensa del derecho a informar y estar bien informados, pero lo que es demasiado evidente es percibir que los medios son cínicamente conscientes de las faltas que cometen y del riesgo que corren si anteponen los principios éticos al interés particular signado por los réditos económicos. Una actitud así no hace más que convertir en anécdota cualquier intento por debatir con juicio un asunto de esta envergadura, porque no hay un atisbo de voluntad por parte de quienes consideran que el periodismo no es más que otra actividad empresarial en la que todo vale, en contraposición a todos los que insistimos en esgrimir la Constitución como herramienta en la que duerme silente el verdadero sentido de lo que significa la libertad de expresión. Planteada la discusión, le doy la palabra a nuestros invitados, Salud Hernández y Antonio Morales, a quienes agradecemos por acompañarnos, convencidos de que al menos en este recinto sí es posible expresar libremente las ideas. w
Cortapisas a la libertad de expresión Por Luis Eduardo Ospina Estudiante de Periodismo Universidad de Antioquia La libertad de expresión en Colombia, así como la dinámica del periodismo de opinión, son temáticas que hay que analizar con lupa. En un contexto como el actual, de conflicto armado, una exacerbada polarización política y una influencia enorme de los emporios económicos, es válido y necesario hacer una reflexión sobre estos aspectos.
Con motivo del Día de la Libertad de Expresión, el programa de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, el Programa de Egresados de la misma institución y la Asociación de Periodistas de Antioquia (APA), realizaron una jornada académica el pasado 7 de mayo en la que intervinieron como conferenciantes los periodistas Antonio Morales y Salud Hernández. A partir de dos conversatorios –uno en la Facultad con estudiantes
de periodismo y otro en el Paraninfo con entrada libre– el periódico ALMA MATER reproduce a continuación preguntas del público y opiniones vertidas por Morales y Hernández. —La libertad de expresión es un derecho consagrado en la Constitución que lo define y lo protege, pero ¿en la realidad colombiana se está cumpliendo? Antonio Morales. Evidentemente en Colombia hay una libertad de prensa consagrada por la Constitución, pero al
pensar en la libertad de expresión uno tiende a creer que dadas las circunstancias de la realidad nacional, lo que hay es una cierta libertad de empresa y de fundar medios, siempre y cuando se tenga la capacidad de convocatoria económica y política. A lo que nos enfrentamos los periodistas es al problema real de la libertad de expresión, que en la vida diaria no se cumple ya que existen muchas limitaciones. Salud Hernández. En la realidad colombiana existen
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varios condicionamientos que pueden ser cortapisas a la libertad de expresión. Cuando me preguntan si hay libertad de expresión yo digo que en primera instancia es necesario poner sobre la mesa los condicionantes propios del contexto colombiano. —¿En el país cuáles son los aspectos que condicionan la libertad de expresión? Salud Hernández. Para mí se hace muy difícil la libertad de expresión en un escenario en donde hay poca diversidad de medios. Es imposible que exista libertad de expresión, si todos los medios pertenecen a grupos empresariales que tienen una sola visión del país. Ese es uno de los condicionantes principales. Otro elemento que condiciona la libertad de expresión es la presión de las fuentes. Cuando hay un periodista que, por ejemplo, siempre se encarga de cubrir a los mandos militares y necesita información constante de estas fuentes, no tiene la posibilidad de proponer un análisis de corte crítico frente a ellas. Si hace un análisis o una denuncia, posteriormente ya no va a tener el acceso a estas fuentes. Ellas mismas se lo van a negar. Con ello se llega a la siguiente lógica: en la medida en que el periodista publica información benéfica a la fuente, ésta le sigue ayudando con su trabajo. Es un juego
Foto Luis Eduardo Ospina Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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Salud Hernández y Antonio Morales en el conversatorio realizado en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia y la Facultad de Comunicaciones
Conversatorio en el Paraninfo organizado por el programa de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, el Programa de Egresados de la misma institución y la Asociación de Periodistas de Antioquia (APA) de compensaciones, donde el periodista ya no es un fiscalizador de las labores de los funcionarios del Estado, sino que pasa a ser un amigo de estos funcionarios, con intereses afines, no porque quiere, sino porque le toca. Un último elemento que hay que recalcar es el aspecto económico, es decir, a mayor independencia económica, tanto de los medios como de los periodistas, mucha más libertad de expresión. Los periodistas y los medios pueden ejercer su libertad de expresarse si tienen las “espaldas cubiertas”. Entonces mientras más independencia económica mayor libertad de expresión. Esto está ligado a la pauta publicitaria, que
puede convertirse en otro de los condicionamientos posibles. Tanto en Colombia como en el resto del mundo es poco probable que un medio de comunicación se meta a denunciar asuntos que tienen que ver con sus empresas anunciantes, al fin y al cabo ésta es la fuente de ingresos de los medios y hacer una denuncia puede desembocar en un recorte en publicidad. Antonio Morales. No olvidemos el conflicto armado, que concretamente es el factor más trascendente en el condicionamiento de la libertad de expresión. Los grupos armados son poderosos impedimentos contra la libertad de prensa en el país, ya que son quienes más ame-
nazan. Una amenaza siempre tiene un efecto, ya sea que el periodista tenga que huir del lugar donde vive, que la amenaza se haga efectiva por no callar, o que tenga que callar. En todos los casos se coarta la libertad. Este problema se vuelve más agudo en los lugares apartados de las ciudades centrales, pues es allí donde el periodista convive de una manera directa con los actores de los grupos armados que lo conocen y que pueden tomar represalias. —¿Cómo se afianza la libertad de expresión? Salud Hernández. Es claro que la libertad de expresión se fortalece cuando existe diversidad de medios. En Colombia no tenemos esa diversidad. Más aún, los pocos medios que tenemos tanto en prensa escrita como en radio y televisión, parece que transmiten una misma voz, la oficial. Es un mismo esquema de pensamiento. Por ejemplo, en los canales nacionales de televisión la información siempre está orientada hacia lo institucional, los temas a tratar coinciden muchas veces y el tratamiento a la información es similar. Es un problema que sólo existan dos opciones, pero más problemático es que sean similares. —Antonio Morales afirmó en el conversatorio que era bastante importante hacer una diferencia entre el periodista y el político. ¿Por qué? Antonio Morales. El periodista por ser periodista siempre tendrá relaciones públicas. Es parte de la política y debe asumir esa parte con libertad e independencia de criterio. Su responsabilidad como profesional implica tomar distancias y no dejarse tocar por el poder político. Para el político la objetividad es su propia concepción del mundo. El político a través de sus capacidades de convocatoria, de su trabajo de masas y de su arraigo popular, puede convertir en valores objetivos y colectivos sus ideas, y ese es su trabajo, esa es su forma de ver el mundo y de actuar. Esta labor ha producido grandes problemas colectivos pero también enormes bienestares y soluciones
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Opinión
Cortapisas a la libertad de expresión
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colectivas. Pero el periodista debe tener otro concepto de esa objetividad. Para el periodista la realidad no puede ser ni personal, ni subjetiva, sino totalmente colectiva, porque se debe a ella y con ella trabaja. Él no sectoriza sino que abarca todas las instancias y posibilidades de un colectivo, de una nación y una sociedad. Eso es lo que diferencia el accionar de estas dos labores: el político accede a la colectividad a través de la subjetividad y el periodista accede a la sociedad a través de sí misma, de su realidad y actúa sobre ella en un trabajo colectivo. Sabiendo que el periodista no está llamado a transformar directamente la realidad, el político sí. —Al periodismo se le ha tildado de cuarto poder, por el papel fiscalizador frente a los poderes públicos. ¿Qué papel juega el periodismo colombiano actual frente al poder? Antonio Morales. La estrecha cercanía de los medios con el poder, y sobre todo con el poder político en general hace que, en alguna medida, se responda a intereses de quienes concentran el poder y no de la gente. Desde principios de los años noventa en nuestro país se viene dando un entroncamiento entre el periodista y el político, es un fenómeno curioso pues algunos periodistas pasan a tener cargos en el Estado, mientras que muchos políticos se vinculan como jefes de redacción en los grandes medios. Ahí surge una nueva figura: “periodistas burócratas”, que ligados a una fracción del poder, claramente hacen productos más propagandísticos que informativos. Aquí es donde hay que hacer una distinción entre la información periodística, la netamente informativa y la propaganda. La problemática central en el país consiste en que se vende un tipo de información propagandística como si fuera informativa. En este sentido, el gran problema acá no es que no podamos informar, el problema es qué tipo de información se está produciendo, qué tipo de país se está reflejando.
Salud Hernández. El papel de los grandes medios masivos frente al poder es cuestionable, pues muchos medios colombianos hoy están ligados al poder. Lo ideal sería que no todos estuvieran vinculados. A mí lo que me gustaría es que existieran medios en el otro lado, con una visión diferente a la oficial, a la del poder. Es decir que hubiera variedad, alternativas. Lo importante es que el ciudadano tenga la opción tanto en radio como en prensa y televisión de irse a uno o a otro lado. Los medios tienen intereses, manejan un tipo de ideología y la objetividad es relativa o inexistente. Eso es claro. Lo necesario hoy es la diversidad. —¿El periodismo actual está cumpliendo su papel de informar sobre la realidad cercana? Antonio Morales. Aquí es válido puntualizar el tema de la agenda informativa, pues en últimas los medios definen qué es noticia y qué no. Eso es otro de los aspectos que obedece a intereses. Esta agenda muy pocas veces va en la misma vía que la realidad del país. Es decir, las problemáticas propias de las personas del común no se reflejan en los productos de los medios, la gente del común está más interesada en buscar cómo comer, cómo subsistir, que en saber cuáles han sido los últimos viajes del presidente con sus ministros. Yo estoy seguro que para el noventa por ciento de los colombianos es mucho más difícil y mucho más cercano el problema de su supervivencia que el problema mismo del poder. La realidad que se vive en los pueblos y ciudades es diferente a la que aparece en los medios. —Últimamente las grandes denuncias se están haciendo desde el periodismo de opinión, puesto que el resto de espacios periodísticos no se toma la molestia de investigar. ¿Qué tienen que decir a este respecto? Antonio Morales. Me parece perverso que el periodismo no esté investigando en aras
de hacer denuncias y esta importante labor se vuelva del lado de algunos columnistas. La investigación es un aspecto consustancial al periodismo. No concibo periodismo sin investigación y este fenómeno refleja la perversión de la prensa colombiana, no por el hecho de que los columnistas investiguen, sino porque los medios ya no lo hacen. —Los columnistas de opinión pueden dar su punto de vista sobre lo que sea. Ellos pueden entrar en sofismas, o no desarrollan una idea con la suficiente argumentación. ¿Es válido que exista alguna figura en los diarios que vele por mantener unos textos sin sofismas y bien argumentados? Antonio Morales. No es-
toy de acuerdo con eso. Si existiera un ente que fuera protector de la moral en los medios de comunicación, eso vendría siendo lesivo para la libertad de expresión. Precisamente el espacio de opinión en los medios es un escenario que está concebido para la multiplicidad de ideas, allí pueden converger opiniones diversas y muchas veces contradictorias. La moral no es sólo una, existen muchos tipos de moral y en ese sentido supervisar los textos de los opinadotes bajo parámetros de argumentación, puede ser perjudicial para la autonomía de quienes escriben, para la libertad de expresión. w
La responsabilidad de las bibliotecas es crucial: deben formar lectores críticos • Balance del Segundo Congreso Internacional de Investigación en Ciencia de la Información Por: María Teresa Múnera Torres. Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología. Universidad de Antioquia
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en torno a las dos temáticas que se constituyeron en ejes conductores del mismo y su acontecer en los países a nivel de Iberoamérica. Entre algunas de las conclusiones más relevantes se pueden señalar las siguientes, acordes con la sistematización efectuada por la profesora jubilada de la Escuela, Martha Alicia Pérez Gómez: “Sin duda, la democratización está ligada estrechamente al acceso a la información como condición fundamental para el despliegue de la libertad y de la dinamización de la esfera pública; y a la formación de lectores críticos, responsables y conscientes del valor de la información para el desarrollo de la sociedad. Ello debería tener lugar en el marco de una política de información. Al respecto se señala un asunto crucial de nuestro tiempo: la inclusión vs. la exclusión social: de un lado están los ciudadanos incluidos en el sistema social que acceden a todos los bienes y servicios, son alfabetos y tienen acceso a la información y, de otro lado, los excluidos, los que prácticamente no tienen acceso a nada. Como conclusión habría que romper esa barrera y posibilitar el acceso a la información. En ese sentido, la responsabilidad de las bibliotecas es crucial: deben formar lectores críticos, rigiéndose por la máxima: “aprender a aprender” y contribuir a la formación de ciudadanos puesto que nadie es competente solo (todo
hombre es un ser social) y las nuevas estructuras sociales funcionan como redes.” (Pérez Gómez, 2009). “Se plantea también el hecho de cómo el desarrollo de habilidades informativas requiere de mayor investigación y de discusión conceptual y terminológica, así como de mayor difusión de las diferentes experiencias que tienen lugar en diversos lugares del mundo y se hace énfasis en la necesidad de que en las escuelas de bibliotecología se incluya en el currículo el desarrollo de competencias pedagógicas, por lo que se hace necesario repensar el modelo educativo de nuestras instituciones docentes. Y el reto para las bibliotecas es dinamizar la información y apropiarse de su rol docente, educativo.” (Pérez Gómez, 2009) En síntesis, el balance del 2º. Congreso Internacional de Investigación en Ciencia de la Información deja por una parte grandes satisfacciones entre los organizadores y participantes del mismo y por otra una serie de interrogantes y de retos frente a la responsabilidad de quienes de una forma u otra actúan en ese gran escenario que es el mundo de la información y en el cual se generan día a día otras formas de lograr mayores intervenciones interdisciplinarias que jalonen nuevas propuestas de trabajo interrelacionado entre la academia y el desempeño profesional, a fin de contribuir con la construcción de una mejor sociedad. w
Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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l llevar a cabo la segunda versión del Congreso Internacional de Investigación en Ciencia de la Información, entre el 4 y el 6 de mayo en el Parque Biblioteca de Belén, fue la oportunidad no sólo de convocar a destacados expertos internacionales en el campo de la terminología y los usuarios de la información, tales como Emir José Suaiden, Sueli Mara Soares Pinto Ferreira, Ivette Kafure, Felipe Goncalves y Alejandra Aguilar Pinto del Brasil, Jesús Lau Bio, Patricia Hernández Salazar y Catalina Naumis Peña de México, Luisa Orera Orera, Miguel Angel Marzar García-Quismondo y Mercé Lorente de España, Luis Fernando Jaen García de Costa Rica, Johan Pirela Morillo de Venezuela, María del Carmen Ladrón de Guevara y Gabriela del Valle Cuozzo de Argentina, entre otros, además de vincular a importantes empresas en torno al desarrollo de este evento académico, tales como la misma Universidad de Antioquia e instituciones de naturaleza pública y privada. En términos generales, el Congreso se constituyó en un gran escenario que propició la presentación del estado de la investigación en el campo de la terminología y los usuarios de la información en Iberoamérica, además de posibilitar el conocer experiencias significativas en estas áreas y de propiciar espacios de encuentro entre expertos y profesionales de la información de
Medellín, Colombia y el exterior. Así mismo se generaron nuevas formas de trabajo cooperado entre profesores y académicos de diferentes universidades, situación que en esencia, es uno de los componentes más significativos de este tipo de realizaciones. El hecho mismo de que la Universidad de Antioquia hiciera presencia en el Parque Biblioteca de Belén, a través de la Escuela Interamericana de Bibliotecología y la misma Facultad de Artes, con su Banda Sinfónica dentro de los actos de instalación del Congreso, se constituyen en acciones de gran significado dentro de los procesos de proyección de la Universidad en las diferentes comunidades de la sociedad y en particular en la de Medellín. Y es que la realización de un congreso de investigación amerita también el que esta función misional de la Universidad penetre en las nuevas dimensiones de ciudad y se articule con las perspectivas de desarrollo educativo y cultural que se vienen gestando por parte de las últimas administraciones municipales. Por su parte, y en lo que tiene que ver con el componente académico, el objetivo propuesto por la Escuela Interamericana de Bibliotecología, su Centro de Investigaciones CICINF y a su vez el Grupo de Investigación, Información, Conocimiento y Sociedad, se alcanzó en gran medida, debido a que se lograron espacios de reflexión
Para la realización del congreso internacional, la Escuela Interamericana de Bibliotecología contó con el apoyo de Comfenalco, EPM, Alcaldía de Medellín, Corporación Interuniversitaria de Servicios, Cotrafa, Red de Bibliotecas, Libros & Libros S.A., Confiar, Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana – ACI, Subsecretaría de Turismo, Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Instituto para el Desarrollo de Antioquia – IDEA-, Metro de Medellín, Fábrica de Licores de Antioquia, Editorial Norma, Dagata S.A., Panamerican Tecnology Group S.A.
Los textos de las páginas 10 y 11 se enmarcan en una reflexión que un grupo de universitarios adelanta acerca de la ética universitaria, reflexión enraizada en nuestro vivir cotidiano, en nuestros problemas y nuestras aspiraciones. Intentan contribuir a alentar entre los universitarios una deliberación continua acerca de lo que somos como comunidad de saber, nuestros compromisos y convicciones.
Anotaciones sobre Ética y Universidad
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Por Eufrasio Guzmán Mesa Director y Profesor del Instituto de Filosofía. Universidad de Antioquia
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En el marco de las actividades que venimos desarrollando en un grupo de trabajo de profesores de Ética, convocado por el MECI*, asumimos nuestra tarea como grupo de intelectuales que desea ser un promotor de la deliberación sobre asuntos cruciales de la vida universitaria y con estas anotaciones iniciales aspiramos a convertirnos en una voz, la expresión de un grupo de profesores que quiere hablarle a la comunidad universitaria y a la ciudadanía, intentando un diálogo en el cual se converse de manera pública y abierta sobre asuntos esenciales para hacer posible la tarea indeclinable de la búsqueda del bien común y en particular el fortalecimiento de la Universidad de Antioquia, patrimonio cultural, espiritual y material de la región y del país. Como institución educativa, como primera universidad de la región, por la naturaleza misma de su ser, producto del esfuerzo de más de dos siglos por construir una entidad educativa con capacidad de generar recursos humanos y moldear aspectos cruciales de la vida social, consideramos de primera importancia en la universidad la discusión sobre la búsqueda del bien común, lo más deseable, el progreso como ahora lo podemos comprender, la consolidación de la democracia, el desarrollo del conocimiento, el fortalecimiento de la cultura; por todo ello es indispensable pensar colectivamente problemas urgentes que tienen que ver con el ethos, la dimensión moral de la vida de los universitarios, su papel en la sociedad como generadores de bienestar. Pensamos que la sociedad le puede justamente reclamar a la universidad, lo que los universitarios le reclamamos y recibimos satisfechos, cuando se presentan por parte de las
autoridades universitarias y de todos los universitarios: posiciones claras, procedimientos abiertos a la participación, argumentos visibles, no evasivas o dilaciones; todos nos merecemos como ciudadanos narrativas claras, direcciones conscientes. Está claro que en una institución educativa dejar hacer sin opinar no es bueno y eso viene pasando con mucha frecuencia en nuestra universidad. Se la copa de muchas maneras y nadie dice nada. Alguna vez parece un garito, una marejada de mesas dominadas por el ocio y los negocios dudosos, otra vez la controlan mediante la violencia minorías excluyentes. Es por lo menos ingenuo pensar que la universidad colombiana no responde a intereses y es imprescindible que esos intereses y las fuerzas que los llevan a su punto actual puedan reformularse y confrontarse vivamente. Y, sobre todo: que puedan convivir los estamentos en un pacto de confluencia, de dejar ser y fluir lo que nos congrega. Siento personalmente que lo que se afirma con tanta frecuencia quizás está por demostrarse históricamente: que la universidad es de todos y para todos. Ahora estamos en el tiempo de las redefiniciones y de los ajustes y veo con preocupación que algunos universitarios están utilizando expresiones claramente sofísticas para no comprometerse, para proteger o mantener actitudes inadecuadas frente a la anomia y el caos. En la universidad casi siempre la autoridad procede del conocimiento y la experiencia; ella no es igual a la que se logra en algunos juegos de poder propios de la democracia y tampoco es equivalente a la que se obtiene por la violencia y el escamoteo que realizan oscuras fuerzas. Esas fuerzas y esos juegos pareciera que quieren destrozar la sociedad
colombiana para apoderarse de los restos y del futuro. Hay que vivir para ver hasta dónde llegan las narrativas de los poderosos, hasta dónde los intereses de una minoría que impone rumbos a la economía y a la riqueza, marca a fuego las universidades. Hay que querer una universidad incluyente, sensible a la historia, valiente y reacia al despojo y, sobre todo, es rechazable una universidad sirviéndole sólo a unos cuantos. Necesitamos una universidad interesada, genuina y no retóricamente, en la búsqueda de soluciones nacionales a la tragedia humana que vive la nación con millones de víctimas del desplazamiento que están sin voz, y, ahora como ayer, igual, miles de indígenas que son vulnerados en sus derechos elementales. Quiero aquí pensar en público como profesor y adelanto estos elementos o anotaciones sobre un código mínimo del universitario. Sobre la democracia. Inexacta, voluble, pueril, manipulable, injusta, por esencia pervertible. Eso y más podemos decir de la democracia. No es sorprendente. Los mismos calificativos podemos decir sobre la naturaleza y la condición humana. Esos calificativos, por lo demás, son frecuentes, abundantes y obscenos en las situaciones concretas de diferencia o distancia en asuntos humanos y eso no nos resuelve el problema. Un valor que está en la base de la democracia es el respeto por la dignidad de la persona humana. El individuo concreto cuenta no sólo por su capacidad de elegir sino porque su ser le da sentido al conjunto de las reglas que dan lugar a esta forma de gobierno y de conducción de la sociedad. El ser humano es único, inconmutable, insustituible, singular como su huella y centro y fin de una sociedad democrática. Respeto por las reglas. Las reglas, vulneradas algo o
mucho, son sin embargo las reglas. En nuestra condición histórica de latinoamericanos y colombiana o un signo demoledor de inmadurez e insensatez que riega de sangre nuestros campos y ciudades es ese arrojar las reglas al fuego, ese vociferar que no acepta derrotas ni cambios en la hoja de ruta y prefiere ignorar cualquier regla para sumirnos en un caos sin orilla. Igual podría decirse como colombianos de su proclamación permanente para no respetar casi ninguna. Argumentar en cada situación. El universitario, investigador, profesor, estudiante, administrador, debe explicarse y ayudar a comprender, ha de persuadir de modo razonable, es decir, con razones que se puedan exponer libremente y se haga explícitos los valores que están en la base. Por la libertad completa. Denunciar toda forma de sectarismo. Es imprescindible erradicar ese sectarismo incapaz de ver en los argumentos del adversario una brizna de verdad o la posibilidad de ser convencido por argumentos opuestos sobre algo. El universitario se debe basar frente a la sociedad en una actitud incluyente, aglutinadora, integradora. Las desgracias de nuestra nación y de la universidad parecen pasar por la macabra alianza entre dogma, fanatismo mesiánico y megalomanía destructiva. Sobre la confianza. La confianza es un valor ético que emana de un sentimiento y un afecto humano que se tiene o no se tiene. No se puede obligar a una persona a tener confianza en otra por la fuerza o con halagos, zalamerías, llanto o con presiones físicas o psicológicas. Es un sentimiento que se da o no se da, como la atracción o la simpatía que tampoco se pueden imponer, pero si se pueden lograr por distintos medios. Yo me puedo ganar la
Para un Manifiesto Ético
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La democracia, más que una forma de gobierno, es una forma de vida. ¿Si vivimos democráticamente en la universidad? Se promulga que la universidad es un espacio para la libertad. La ética es, también, una reflexión sobre la libertad. ¿Deliberamos y debatimos a fondo, como deber esencial de la academia, sobre esa libertad? Si un clima ético es un ambiente de análisis, reflexión, deliberación, sobre las normas, principios y valores de una comunidad, ¿qué clima ético tenemos entre nosotros? ¿Existe una política universitaria, más allá del currículo, para el trabajo académico de la ética o, al menos de la ética civil, como es obligación de una universidad pública? En la democracia se gobierna lo público en público. ¿Así lo hacemos y practicamos? La universidad tiene que formar ciudadanos. ¿Qué ciudadanos estamos formando? Si el objetivo de la Universidad de Antioquia es “formar integralmente a los estudiantes sobre bases científicas, éticas y humanísticas” (Art. 27b, Estatuto General), ¿lo estamos cumpliendo cabalmente? ¿Sí estamos siendo “paradigma ético en la región y el país” (Art. 27d)?
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confianza y puedo llegar a ser confiable para alguien después de un proceso largo en el cual doy muestras permanentes y duraderas que hacen que inspire confianza. Pero observemos que la sola expresión “inspirar confianza” habla de un cierto origen instintivo o irracional de la confianza. Pero al mismo tiempo la confianza se origina en la observación de conjuntos de hechos, en trayectorias, en la experiencia humana concreta. Podemos construir confianza y podemos defraudar la confianza obtenida. Podríamos afirmar que en este sentimiento humano la mente actúa siguiendo los mismos principios o procedimientos que utiliza en el caso de la investigación científica. Un sólo hecho aislado no alcanza a refutar una hipótesis pero la observación de un conjunto de hechos reiterados pueden llevar a la mente a un convencimiento muy fuerte de que las cosas son de una determinada manera u obedecen a una cierta visión. No podemos olvidar que de los funcionamientos de la mente éste es uno de los más definitivos y, valga la expresión, confiables, pues nos ha permitido como especie el desarrollo de los conocimientos que están en la base de los automóviles, de la industria
química o de la carrera espacial. La confianza, entonces, no es una cosa baladí o superflua y es parte de nuestro éxito o fracaso como habitantes del planeta. En el caso de nuestra universidad y de nuestra patria, la desconfianza profunda es un ingrediente importante del conflicto que vivimos todos los colombianos y, por añadidura, podemos decir que construir confianza es uno de los métodos más definitivos para fortalecer los vínculos sociales. Ningún reglamento supera la ausencia de confianza. Solidaridad con la sociedad colombiana expresada en el respeto por el otro y por todos los conciudadanos, desarrollada y afinada en la manera de establecer prelaciones y jerarquías en los problemas. Desde este valor podemos decir que utilizar lo público, lo que es de todos, para mi egoísta y exclusivo interés es una conducta delicada que atenta contra un bien común; apropiarse de una silla o una mesa para comerciar o tomarse toda una parte de la zona deportiva o inmediaciones de una facultad para el consumo abierto de estupefacientes es un acto poco solidario e imponen esas prácticas el egoísmo feroz de minorías. Un
Por Hernán Mira Fernández Profesor Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia
¿Administración al servicio de la academia, o academia al servicio de la administración? ¿Docencia borrada por la investigación, o investigación para la docencia y la sociedad? Es urgente repensarlo, redefinirlo, exigirlo. Así como hay una clara política Universidad-Empresa-Estado, debería haber una primordial Universidad-Sociedad. ¿Se difumina, diluye, ensombrece y borra, la extensión solidaria? ¿Cuál es el objetivo primario en la investigación: el renombre y los puntos salariales, las empresas, el Estado, los males sociales que agobian? ¿Existe una política universitaria de humanismo, o sólo es un adjetivo que aparece en los derroteros como adorno? ¿Qué tan humanista es la Universidad: “investigadora, innovadora y humanista”? ¿Dejamos de lado el humanismo en beneficio de la investigación e innovación?
concepto en el cual debemos profundizar es el del campus como patrimonio común que se disfruta mediante reglas, y no se puede olvidar que quien se apropia férreamente de un espacio para su uso exclusivo tiene una distorsión tan lesiva como la de su uso para fines comerciales ilegales. Sobre la verdad. Es difícil el autoconocimiento. No somos capaces de vernos con la severidad que utilizamos con los otros. Nos engañamos sobre el curso de nuestros pensamientos y sentimientos. No es sólo como decía Papini la presencia del “astuto amor propio, la pícara vanidad, el calculador interés, la temerosa vergüenza, la descarada soberbia”, también hay otra dimensión. Los seres humanos estamos fascinados con las ficciones de nuestra mente, eso es mitomanía. Tal como lo experimentó Platón, es una fuerte inclinación del ser humano. Y como además estamos hechos de palabras, ellas nos pueden ayudar a nuestra comprensión o desviarnos. Ellas, dijo Leo Rosten, son “el opio de la raza humana” pero igualmente son herramientas del conocimiento. Son un narcótico poderoso, un estimulante al corazón y al cerebro; pueden
ser evocativas, alucinatorias o mortales como en el anuncio que aniquila a quien lo recibe. Las palabras sirven para enseñar, comunicar y también para herir, glorificar, enardecer o degradar. Las palabras comunican almas y sociedades. Pero las palabras del universitario tienen que estar marcadas con la indeclinable búsqueda de la verdad. Por la verdad renace la vida. Ella es núcleo decisivo de seres conscientes. Dada la tendencia a engañarnos, a adoptar mitos y teorías como tablas de salvación, es necesario recordar que la cultura occidental le concede a la verdad valor de moralidad y supervivencia. La verdad tiene valor terapéutico fuerte. La verdad total vulnerará la cortesía, lastimará los sentimientos. La verdad y la elegancia obedecen a propósitos humanos diferentes. La elegancia es un don del espíritu apreciable en la percepción de lo bello y en muchos casos orienta la simulación. La verdad, en cambio, transforma el sentido de la existencia y libera de los lastres de la ignorancia y de la fantasía loca. w * Modelo Estándar de Control Interno (MECI)
Foto Luis Javier Londoño Balbín
Opinión
¿Cuál es entonces la razón para que sintamos que la participación o, más bien, la no participación, se haya vuelto un problema importante en nuestra Universidad?
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Versión de la participación en la Cátedra de Formación Ciudadana Héctor Abad Gómez, celebrada en la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, el 8 de mayo de 2009
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Podría parecer muy obvio y hasta innecesario hablar de la participación en la Universidad de Antioquia. Estamos en un país cuya Constitución dice que es democrático, la participación es un derecho fundamental de los ciudadanos y los estatutos de la universidad tienen prevista la participación estudiantil y profesoral en sus más importantes instancias administrativas. ¿Cuál es entonces la razón para que sintamos que la participación o, más bien, la no participación, se haya vuelto un problema importante en nuestra Universidad? Mi propósito es intentar proponer un breve diagnóstico de la situación de la Universidad de Antioquia frente a la participación estudiantil y profesoral, que eventualmente nos pudiera servir para vislumbrar alguna respuesta; debo advertir que estas reflexiones no son el resultado de una búsqueda sistemática ni de un estudio documentado, sino que responden a las percepciones de un profesor que siente los problemas de la Universidad con un interés vital. ¡Y qué mejor ocasión para hacer públicas estas inquietudes, que esta cátedra que mantiene vivos el recuerdo, la vida y las ideas de Héctor Abad Gómez, una de cuyas pasiones más intensas fue su Alma Mater!
Por Julio González Zapata Profesor Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Antioquia
Problemas 1. Durante mucho tiempo los estudiantes se han negado a participar en los organismos más importantes de la Universidad. En sólo una ocasión han tenido representante ante el Consejo Superior desde la expedición del actual Estatuto General. Hasta donde sé no han participado en el Consejo Académico sino de manera episódica y a título de voceros. Los profesores cuestionan la forma de elección de su representante ante el Consejo Académico y su participación en asambleas, votaciones y otros eventos no es suficientemente nutrida. En algunos Consejos de Facultad, Escuela e Instituto no participan los estudiantes ni profesores. 2. Hay un sentimiento bastante generalizado de que la participación reconocida estatutariamente es bastante mezquina y con un contenido altamente simbólico. El voto de un profesor y de un estudiante contra los de los administradores representados en número abrumador. 3. Hay un escepticismo creciente sobre la representación. La crisis de la representación no es un problema meramente universitario sino un fenómeno muy común en las democracias occidentales, que a su vez refleja problemas muy serios tales como la credibilidad en los partidos políticos, que han dejado de ser aglutinantes de programas e ideas, para convertirse en empresas electorales, sometidas a profundos procesos de reingeniería, en cada certamen electoral. Varias décadas de neoliberalismo le han hecho perder al ciudadano la confianza en el Estado y a lo sumo le apuestan a un líder con ribetes más o menos mesiánicos.
4. No es un secreto que la Universidad de Antioquia ha cambiado profundamente desde la promulgación de su actual Estatuto General, hace aproximadamente quince años. Ha sido un cambio cuantitativo y cualitativo que no se ha reflejado en su Estatuto General y que difícilmente era previsible para los redactores del mismo. Ha aumentado significativamente el número de estudiantes y profesores; los programas de extensión, la investigación y los posgrados, así como los profesores de cátedra tienen hoy una presencia en la Universidad, apenas sospechable a principios de los años noventa. Los diplomados y otros programas de extensión parecen encaminados no a estudiantes propiamente dichos sino a clientes en medio de un mercado sumamente competitivo. La mayor parte de los programas de posgrado, extensión y diplomados, se diseñan teniendo una vigilante atención sobre la rentabilidad económica, una idea que en los años ochenta resultaba herética en una universidad pública. 5. Las normas, la dinámica y la composición estudiantil y profesoral de los posgrados parecen haber ido diseñando sutilmente dos universidades. Una de alto rendimiento, con cronogramas precisos, estudiantes “cátedra” que van a la Universidad a realizar estrictamente sus tareas y que ven la Universidad, no tanto como espacio de conocimiento sino como una entidad que les presta un servicio en condiciones de mercado; otra, la del pregrado, con un estudiantado muy heterogéneo, con asambleas, problemas con la policía, interrupciones constantes y llena de incertidumbres. Desafortunadamente esta última es percibida por unos pocos pero poderosos sectores universitarios y extrauniversitarios como una amenaza y un obstáculo para la marcha regular de la Universidad. 6. Es además notoria la pérdida de la
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autonomía universitaria. Y no me refiero a esa hermosa y probablemente nostálgica disputa acerca de la intangibilidad del campo universitario por parte de la fuerza pública. Aludo a la posibilidad de la Universidad para pensarse, diseñarse y desarrollarse por su cuenta. Procesos como la globalización, la internacionalización, la estandarización de programas y procesos, la acreditación, han hecho que la Universidad tenga que mirar primero hacia afuera a la hora de pensar en sus actividades cotidianas y que su propia realidad y la de sus estudiantes y profesores sea apenas un dato, que si se tiene en cuenta es para ajustarlo a las presiones del medio externo. Muchas veces las unidades académicas comprometen su futuro de corto y mediano plazo para poderse acoplar a los requerimientos de unos pares que se guían por unos parámetros construidos en otra parte. Mediante “tareas mejoradoras” se compromete el futuro por varios años: hasta la espera de otra visita, que impondrá otras condiciones. De esta manera los procesos de acreditación y reacreditación, sustraen gran parte de las iniciativas propias de las unidades académicas y estar acreditado parece ser un fin en sí mismo. 7. Bajo los lineamientos de las políticas fiscalistas, se le imponen a las universidades cada vez más condiciones sobre su manejo presupuestal. Los planes de desarrollo nacionales, en lo tocante a educación y recursos, crean camisas de fuerza insoslayables. Y dentro de la Universidad, el plan de desarrollo controla poderosamente las unidades académicas de tal manera que difícilmente alguna se puede salir de la fila. Y esta falta de autonomía se refuerza por la necesidad de estar mostrando indicadores uniformizantes, casi de una manera obsesiva. 8. Una de las amenazas más serias a la autonomía universitaria hoy proviene de los ECAES. Desde fuera se les mira como una prueba ineludible de la calidad académica de los diversos programas. La Universidad de Antioquia, hasta donde yo sé, no ha hecho un estudio serio sobre ellos y los ha asumido no sólo acríticamente sino que da por sentado la bondad de sus resultados cuando le son favorables. En lo tocante a Derecho, por ejemplo, los exámenes son bastante cuestionables. Imponen un tipo de conocimiento sobre el derecho que supone la existencia de una respuesta verdadera a los problemas, mezclan el conocimiento con una dudosa “ética” de obediencia a los valores establecidos, aparte de que sus preguntas, en no pocas ocasiones, están mal formuladas. Lo más preocupante de todo esto es que puede generar una práctica en la cual las actividades y los programas de las diversas facultades se orienten de tal manera que los estudiantes puedan salir bien librados en unas pruebas que tienen, también, un inocultable tufillo uniformizante. No es descartable que en un futuro no muy lejano, estos exámenes se
conviertan en un requisito para ejercer las profesiones y, ahí sí, la homogenización será delirante. 9. Esta pérdida de la autonomía universitaria es sin duda un factor que alimenta profundamente el escepticismo sobre la participación. Cuando se sabe que los problemas serios e importantes no se pueden discutir y mucho menos decidir en la Universidad, difícilmente resulta atractiva una participación que en el mejor de los casos apenas sí influye en aspectos secundarios o simplemente le da el ropaje de democrática a “decisiones” que ya se han tomado en otra parte. 10. Es muy difícil en la Universidad borrar la barrera entre administradores y administrados. Todavía existe un recelo mutuo que hace que sus relaciones tengan cierto carácter reivindicativo y cunde por doquier cierta ideología de la conjura: detrás de cualquier petición estudiantil o profesoral se tiende a buscar motivos inconfesables o estrategias desconocidas y las decisiones de los administradores se miran, muchas veces, como trampas que hay que desentrañar minuciosamente. Todo esto dificulta el diálogo y hace crecer los problemas injustificadamente. 11. Creo que en ese ambiente tensionado y complejo se agrega una dificultad adicional: la indefinición de las materias que son objeto de las decisiones en la Universidad. Es obvio que hay ciertos temas que no pueden ser objeto de decisiones de las que se estila en las democracias. El valor de una teoría o la consistencia de un concepto, se definen mediante procedimientos muy diferentes a las mayorías o las meras opiniones. Pero el hecho de que organismos como el Consejo Académico o los Consejos de Facultad se tengan que ocupar de los asuntos académicos de más hondo calado pero también de la marcha administrativa, de decisiones operativas, y hasta de asuntos disciplinarios, hace que se incurra en confusiones irremediables entre los asuntos académicos y las políticas de la Universidad. Y así como es apenas obvio que los asuntos académicos se decidan entre las comunidades académicas, los asuntos políticos sobre la academia y la marcha de la Universidad, tienen que ser más abiertos, más participativos.
Algunos elementos para elaborar propuestas Partiendo del supuesto de que la participación es un valor imprescindible en la vida de una universidad pública y un elemento imprescindible para la sostenibilidad de las universidades públicas, creo que se pueden aventurar algunas ideas para una discusión seria sobre los problemas de participación en la Universidad. Esa discusión podría pasar por los siguientes puntos. 1. Un inventario serio sobre aquellas cosas que podemos decidir en la Universidad y aquellas que ya se nos han
escapado de las manos bien sea por el avasallamiento de las fuerzas externas o por nuestra propia indolencia. En otras palabras, es una invitación a repensar qué ha quedado de la autonomía universitaria, qué podemos recuperar de ella y qué se nos ha perdido definitivamente. 2. Hacer una separación clara de cuáles son los asuntos académicos y cuáles son los asuntos políticos. Es claro que esto representa un desafío descomunal porque sus bordes no estarán nunca nítidamente separados pero tampoco estamos absolutamente huérfanos de instrumentos para intentar algunas separaciones. Como lo decía, hay algunas cosas que sólo la comunidad académica puede legítimamente decidir sin apelación a mecanismos democráticos ni a las reglas de las mayorías, pero los asuntos sobre la política académica, sobre la marcha de la Universidad, de sus relaciones con el Estado, con las regiones, entre sus miembros y con la sociedad, no pueden convertirse en feudos accesibles sólo a los especialistas. 3. Esto puede implicar la reforma de algunos organismos de la Universidad que hoy lucen demasiado paquidérmicos, que concentran muchas funciones heterogéneas y que verticalizan la administración de la Universidad. Inclusive habría que discutir si la homogenización de las unidades académicas, a partir de programas como es el SUGI son deseables en la Universidad y hasta dónde este tipo de programas, bajo el pretexto de la eficiencia, no ahogan la democracia y la participación. 4. En resumen e intentando concluir, creo que es necesario que repensemos la Universidad sin apegos formalistas a sus normas, que después de quince años sin duda ya han sido sobrepasadas por la realidad. Me temo que la respuesta que le hemos dado ha sido una abundante normatividad especializada que, en lugar de evocar unas reglas estables y confiables, parece el producto de una solución de emergencia. Debemos saber con claridad qué no es dado hoy en día decidir entre nosotros y sobre qué problemas tenemos que buscar la solución por fuera de la Universidad. Estas claridades son imprescindibles en cualquier discusión porque permiten saber cuál es el interlocutor adecuado para cada problema. Diferenciar claramente sobre cuáles son los asuntos académicos y cuáles son los políticos y los administrativos, me parece un paso imprescindible para retomar lo que aún existe de autonomía universitaria, para ensancharla, y para que todos los universitarios reasumamos el papel de interlocutores imprescindibles en la construcción de la Universidad, que seguramente todos, con la mejor buena fe queremos, pero que no alcanzamos a vislumbrar en medio de los afanes cotidianos y de enormes confusiones, de las cuales he bosquejado sólo algunas. w
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Evaluado a sus quince años de vigencia, el Estatuto General de la Universidad acusa un preocupante vacío en los mecanismos de participación directa y de representación de los estamentos universitarios.
Paradójicamente, mientras la Carta de 1991 elevaba la participación ciudadana a rango de valor supremo y principio fundamental de convivencia en todos los ámbitos de la vida, nuestra normatividad legal y estatutaria, en cambio, se limitó a ofrecer, como concesión caritativa, un pobre repertorio de formas puramente representativas de participación estudiantil y profesoral. Brillan por su ausencia las vías, hoy constitucionalizadas, de ejercicio directo o semi-directo de la ciudadanía universitaria: consultas, pronunciamiento directo de los estamentos vitales de la comunidad académica, asambleas deliberativas, revocatoria del mandato, etc. La representación profesoral y estudiantil, reducida a su mínima expresión, vuelve insignificante y puramente simbólico el derecho de participación. La capacidad que tienen los voceros de la comunidad académica de incidir en la formación de la voluntad institucional de la Universidad tiende a cero. Es tal la sobrerepresentación del aparato del Estado y de sectores externos a la academia, que parece cobrar vida aquel grafiti de la Universidad de Berkeley: “yo participo, tú participas, él participa, nosotros participamos, ellos deciden”. Aunque la Ley 30 de 1992 (régimen de la educación superior) sienta el principio de que en los organismos de autogobierno universitario público estarán representados en forma equilibrada el Estado y la comunidad universitaria (Art. 63), sin embargo la configuración del Consejo Superior Universitario rompe ese equilibrio y otorga sobre-representación apabullante a las instancias gubernamentales: dos delegados del gobierno nacional (representación diferenciada del Presidente y del Ministro de Educación como si fueran
Por Tulio Chinchilla Herrera Profesor Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Universidad de Antioquia
dos poderes separados); presidencia del Gobernador y delegado del “sector productivo” (¿qué será esa entelequia?), nombrado por el Gobernador; “representación de los ex rectores” (como si su respetable experiencia los convirtiera en estamento representable); representación de la administración académica a través de uno de los decanos, y representación de los egresados (Art. 64). Así las cosas, los 37.000 estudiantes y los 4.700 profesores de la Universidad –cada uno de tales estamentos con un vocero– tienen el mismo peso decisorio que los diez ex rectores, los egresados y el sector productivo. Pero si la Ley 30, con tono presidencialista y fiel a un modelo napoleónico de universidad (apéndice científico del poder ejecutivo), subordinó la comunidad universitaria al Estado, nuestro Estatuto General fue más allá e instituyó una estructura jerárquica de la gestión académico-científica. Concepción que empieza por negar la existencia de una comunidad universitaria a ser representada, reemplazando esta noción por la de “personal universitario”, lenguaje propio de los jefes de personal en las empresas (Arts. 18 y 19). Y no sólo exigió calidades excelsas a la representación estudiantil y profesoral a los Consejos Superior y Académico, sino que redujo a un vocero la representación del estudiantado y el profesorado en los consejos Académico y de Facultad (Arts. 29, 34 y 57), aunque el marco legal le permitía una vocería plurinominal. Olvidó también que un universo de tantos miles de individuos pide una pluralidad de representación como reflejo de la diversidad de visiones de bien común. Inexplicablemente el Estatuto mediatizó la participación de tales estamentos al otorgar el derecho de elegir representantes ante el Académico en manos de los representantes a los consejos de Facultad, lo cual privó a los ciudadanos universitarios de un importante espacio de discusión sobre políticas académicas. Pero en cambio, mientras la ley sólo exige sólo una “repre-
Foto Luis Javier Londoño Balbín
Opinión
Déficit de participación y representación en el Estatuto de la Universidad de Antioquia
sentación” de los decanos en el Académico, la norma interna los incluye a todos con voz y voto permanente, amén de sobre-representar al equipo rectoral con la presencia del Rector y sus tres Vicerrectores, e ignorar la presencia –autorizada por ley– de los jefes de programas. En este contexto, ¿qué poder de incidir en la adopción de las decisiones colectivas –esencia y valor de la democracia– otorga una representación tan nimia de uno contra 21 en el organismo rector de las políticas académicas? Configuraciones estas que contravienen los principios constitucionales de autogobierno universitario y democracia académica (autonomía universitaria); que ofrecen menores espacios de representación decisoria que el llamado cogobierno universitario, adoptado por norma de excepción en los años setentas; que acusan cierta ilegalidad por la presencia del delegado ministerial en los consejos superiores de universidades departamentales y municipales. El Estatuto desmejoró la representación estudiantil de dos cupos en el Consejo Académico de Facultad, garantía ganada en los años setenta. Además, con poco realismo nuestra normatividad hace caso omiso de algunas instancias estudiantiles y profesorales que han venido imponiéndose (con cierta legitimación) como sujetos interlocutores y espacios deliberativos en el diario discurrir de la vida académica: asambleas generales, claustros de docentes, “comisiones argumentadoras”, entre otras. Todo ello sin considerar que en la escogencia de Rector y Decanos la participación se circunscribe a un ius postulandi, y en cuanto a los segundos, a darles condición de elegibles si los respalda el 10% en la consulta estamental (Acuerdo Superior 1098/04). w
Ágora
La Universidad requiere estamentos participativos Por
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Jorge E. Posada Ramírez Profesor de la Facultad de Ingeniería Afiliado a la Asociación de Profesores
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La universidad como una organización compleja alberga en su seno múltiples corrientes de pensamiento político, vive un proyecto abierto y cambiante; su gobierno está sujeto a pulsos de poder; cuenta con sistemas estructurados de información que funcionan articulada y desarticuladamente en forma simultánea; admite y estudia infinidad de problemas para los que formula alternativas de solución; no profesa fidelidades ni lealtades específicas, religiosas o políticas; constituye un cuestionamiento constante a los sistemas de valores individuales y sociales; es en todo momento un espacio de convivencia en el cual se viven los contactos, las tensiones, los debates, las defensas de tesis y razones, la argumentación social, económica y política, las manifestaciones artísticas y culturales, el compartir generoso del conocimiento, la protesta y también la confrontación por el poder: estructuralmente la universidad es una organización colegiada, está integrada por un cuerpo vivo y dinámico de docentes, discentes y administradores. Todos integrados equilibradamente con funciones específicas necesarias para la vida universitaria. Es una organización plural y divergente que admite todas las formas de pensamiento y razón. La energía vital de su hacer brota de sus profesores. Son ellos quienes desarrollan las funciones fundamentales de elaboración y transmisión del conocimiento, a través de la investigación y la docencia, interactúan con la sociedad y aportan sus desarrollos a través de la estructura administrativa necesaria para regular adecuadamente la relación con la universidad. La universidad, entendida de este modo, requiere una estructura de gobierno que inspire y permita formular y reformular su misión de manera dinámica, que construya colectivamente su visión como proyecto colectivo, que diseñe los objetivos de acuerdo con la interacción con la sociedad a la cual se debe. Una universidad como la planteada se construye mediante el esfuerzo colectivo de todos sus actores, de todos sus miembros, de todos sus integrantes, de todos sus estamentos actuando proactivamente, participando de esa vida universitaria en todos los niveles, integrando e integrándose al gran proceso vivo de hacer la universidad. Es aquí y de esta manera donde nacen los grupos, las asociaciones, las posiciones grupales, los equipos y mesas de trabajo, los diferentes movimientos que construyen y defienden la identidad individual y colectiva; y es aquí donde la universidad cobra significado como institución, en el compromiso de sus estamentos, en la representación efectiva de esos estamentos en los diferentes niveles de decisión de la universidad. Pero, ¿qué pasa cuando no se cuenta con esta vivencia universitaria? Es claro que para el funcionamiento de las estructuras administrativas se nombran personas sin tener en cuenta la importancia del gran cuerpo social, sin tener en cuenta lo que aportan sus elementos para el desarrollo integral, solamente bastan las ideas del grupo dominante, solamente bastan las relaciones de poder, las condiciones de poder y, como reza el refrán, el poder es pa’ poder. La gobernabilidad entonces se convierte en una imposición cuya respuesta es la sumisión y el desinterés. La definición de la misión institucional, la configuración y caracterización del perfil de universidad que pretendemos construir, los procesos de planeación que supone la realización de los proyectos, y tareas, el marco del proyecto formativo institucional, son los escenarios en los cuales se construye la gobernabilidad. Solamente cuando todos los actores de la universidad contribuyen con la definición de estos escenarios, en forma colectiva, se puede contar con su compromiso, participación y la plenitud de sus aportes. Cuando esos mismos escenarios son construcciones externas
La definición de la misión institucional, la configuración y caracterización del perfil de universidad que pretendemos construir, los procesos de planeación que supone la realización de los proyectos, y tareas, el marco del proyecto formativo institucional, son los escenarios en los cuales se construye la gobernabilidad… Cuando esos mismos escenarios son construcciones externas que se adaptan y se adoptan, cuando son expresiones de sabios o expertos externos que señalan los nortes y se imponen a fuerza de decretos, estatutos, reglamentos y órdenes, entonces se pierde la mística por el proyecto; se trabaja con apatía bajo los criterios de otros… que se adaptan y se adoptan, cuando son expresiones de sabios o expertos externos que señalan los nortes y se imponen a fuerza de decretos, estatutos, reglamentos y órdenes, entonces se pierde la mística por el proyecto; se trabaja con apatía bajo los criterios de otros, los resultados generalmente advierten que toda la energía no se encuentra en el desarrollo de los proyectos, se hacen las cosas bajo la mirada del supervisor, bajo el esquema del patrón, bajo el régimen industrial de las empresas de producción. La universidad es otro mundo, en el cual las personas vinculadas realizan su vida de una manera diferente a simplemente trabajar. Cuando los representantes de los profesores ante el Consejo Académico deciden congelar su participación, denunciando una mecánica de funcionamiento obsoleta, centrada en la solución de los problemas urgentes, sin opción de ser escuchados y por lo tanto sin la opción de contribuir a la construcción colectiva de lo académico en nuestra universidad, simplemente realizan un acto de coherencia con el verdadero papel que deben jugar en el ámbito universitario. Los profesores de la Universidad de Antioquia no podemos desconocer la naturaleza colectiva de los procesos de formación de profesionales en todos los campos del saber; no podemos renunciar al aporte individual que adquirimos como obligación cuando decidimos trabajar en ella; no podemos reducir al mínimo nuestra incidencia en todos los espacios; no podemos quedarnos impertérritos ante las avalanchas de eventos y sucesos, de toda índole, que constituyen hoy por hoy la vida universitaria. Cada uno con su actitud permite que la gobernabilidad sea una práctica dinámica que engrandece la universidad o simplemente admite que los espacios libres de problemas no necesariamente son productivos ni conducen a las metas que se escriben en los planes de desarrollo, pero que permiten que la inercia de una institución tan grande y pesada la mueva. También es importante señalar que dicho acto de congelación de la participación de los profesores en el espacio de trabajo especial que representa el Consejo Académico impone una nueva responsabilidad para ellos; se trata de permanecer activos en el conocimiento de las cosas que pasan al interior del Consejo, de su divulgación, de la promoción de los debates y discusiones entre los profesores, en todos los espacios de la universidad; los representantes de los profesores deben canalizar la voz de quienes representan, recolectar sus argumentos y divulgarlos a través de los diferentes medios de comunicación de que se dispone; aún más, deben enviar al Consejo Académico informes estructurados sobre cada uno de los asuntos que se ocupe este ente rector, así como cada una de las peticiones y propuestas que a bien tengan formular los profesores. La universidad requiere estamentos participativos. w Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22 Oficina 107. Teléfonos 2195360. Fax 2636106. Página web. http//Asoprudea.udea.edu.co
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Salud
Posición del Decano de Medicina, Elmer Gaviria Rivera, frente al funcionamiento de la Clínica León XIII
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En calidad de decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, profesor de dicha unidad académica y representante del Consejo Académico ante el Consejo Superior Universitario, el médico Elmer Gaviria Rivera respondió los siguientes interrogantes del Periódico ALMA MATER sobre el funcionamiento futuro de las Clínicas León XIII: —Doctor Gaviria, ¿cuál es su concepto sobre el funcionamiento actual y futuro de las Clínicas León XIII, adquiridas por la Universidad y administradas por la IPS Universitaria? —Para mí, el proyecto de las clínicas universitarias es uno más de los proyectos académicos grandes que tiene la Universidad de Antioquia. En él tienen cabida todas las áreas del conocimiento, con una relevancia muy grande para el área de la salud y específicamente para medicina, debido a que la Facultad de Medicina ofrece 3 programas de pregrado y 42 de posgrado. Esto nos convierte en actores de primer orden. Apenas en diciembre pasado se pudo finiquitar el contrato de compra del ciento por ciento de las Clínicas, pero desde hace más de un año con una comisión profesoral y las bases profesorales y estudiantiles hemos venido efectuando un análisis riguroso. Comparto plenamente
la mayoría de las posiciones a las que ha llegado dicha comisión, muy especialmente la que se refiere a la necesidad de revisar las formas de contratación. Pensamos que debe priorizarse la presencia universitaria por medio de sus profesores en la prestación de los servicios. De ahí que se plantee un interrogante muy grande sobre la presencia de cooperativas. Yo ya pertenecí a cooperativas y estuve en otros modelos de contratación y siempre he planteado que tenemos que mirar la deslaboralización a la que llevan. No estoy en contra de ellas porque apoyan el funcionamiento de la clínica, al punto de que en la actualidad son miradas por el Ministerio de la Protección Social y la Presidencia de la República como una forma exitosa de manejo de la clínica que estaba prácticamente quebrada; lo que no significa que no estemos en la obligación de revisar ese modelo. Creo que nuestros profesores, salubristas, enfermeras, odontólogos y de personas de las demás áreas del conocimiento, se deben insertar en la clínica con el objeto de cumplir en ella los aspectos misionales de la Universidad. Es entendible que la universidad no puede ofrecer coberturas asistenciales durante las 24 horas del día, entonces se tendrán que estudiar otras formas de contratación que la garanticen. Las cooperativas no están en capacidad de cumplir los aspectos misionales de la universidad pues responden a otros intereses que no siempre coinciden con los de la universidad. —¿Cómo combinar en una misma entidad la existencia de un hospital universitario y la existencia de un ente que presta servicios asistenciales con viabilidad financiera? —Ahí creo que hay una confusión. El hecho de que una institución como ésta sea un centro universitario de prácticas y que en esa dinámica se
convierta en un hospital universitario, en ningún momento habla de que no sea autosostenible, de que no pueda generar recursos. Como profesor de clínicas, que he trabajado en grupos especializados y que logro mezclar la presencia del pregrado, de un estudiante de posgrado y a veces de otras áreas del conocimiento, descubro que hay una desviación de la atención en el sentido de que cuando uno participa en esos procesos obtiene como resultado el despilfarro o la no viabilidad económica. Yo pienso lo contrario, porque ese modelo puede ser eficaz y eficiente en la gestión del manejo de lo público. Eso lo ha mostrado el Hospital Universitario San Vicente de Paúl en todo el proceso de la Ley 100. Este Hospital no está en quiebra y al lado de la Universidad de Antioquia siempre ha estado en los máximos niveles de calificación en investigación, en docencia y en extensión. Entonces las nuevas clínicas para ser sostenibles deberán contar con una muy buena administración, una muy buena gerencia y una perfecta integración con la academia, que respalden una rentabilidad académica, social y financiera. —¿Hay fracturas en la relación entre la Universidad de Antioquia y el Hospital Universitario San Vicente de Paúl? —Yo diría que no. En todos estos procesos de cambio y de trasformación, entre ellos, la adquisición de la Clínica León XIII, se hizo necesario analizar y modificar el convenio docencia servicio que teníamos vigente hasta el 31 de enero del 2009. El 24 de abril se firmó uno nuevo por tres años, el cual contempla, como era de esperarse, numerosos cambios en la forma como las dos instituciones se relacionarán en el futuro; relación que será diferente pero no fracturada ni peor o mejor. Tengo una concepción muy clara: el Hospital Universitario San Vicente de Paúl es fundamental para la Universidad y
es fundamental en los proyectos de formación en pregrado y posgrado de la Facultad de Medicina. Considero que debemos encontrar los caminos para que podamos desarrollar proyectos estratégicos en las dos instituciones, en los cuales tendremos que seguir manteniendo una presencia cooperadora y complementaria en los años por venir. —¿Cómo darle solidez al proyecto de las clínicas y al mismo tiempo solidez a la relación con el Hospital? —Básicamente analizando unidades estratégicas. El nuevo convenio firmado es producto de una amplia, rica y amable discusión entre las dos instituciones, que establecen la importancia que cada una tiene para la otra y el respeto por el derecho que asiste a cada una de establecer sus prioridades y manifestarle a la otra su capacidad de comprometerse o no con ellas. De lo que estoy convencido es que la Facultad de Medicina y la Universidad de Antioquia están comprometidos en dar su máximo aporte tanto a la Clínica Universitaria como al Hospital Universitario San Vicente de Paúl, para que esas dos instituciones sean reconocidas como las mejores del país. —Además de la crítica que se le hace a las clínicas por acoger cooperativas, ¿qué otros cuestionamientos hay? —No son cuestionamientos. Es todo un proceso de aprendizaje y de acompañamiento a esa institución. Yo soy un defensor del proyecto de clínica universitaria. Estamos acompañándolo desde la Facultad de Medicina y desde otras dependencias en las posibilidades de inserción en proyectos estratégicos. Mediante una convocatoria se indagó qué proyectos se podían desarrollar allá y se recibieron 42 propuestas, de las cuales el Consejo de la Facultad consideró que 21 eran pertinentes. Somos universitarios y por consiguiente nuestra labor
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diaria es reconocer desacuerdos y trabajar en acuerdos que los solucionen, la naturaleza asistencial de la IPS universitaria y la naturaleza académica de la Facultad de Medicina provocan que con frecuencia se presenten tensiones en torno a proyectos o programas que produzcan aparentemente efectos asimétricos en ambas instituciones. Es nuestra tarea encontrar soluciones satisfactorias para ambas partes. —¿Qué busca la consultoría contratada por la IPS Universitaria? —Busca contestar numerosos interrogantes que a la fecha no tienen respuesta: definir el tamaño, el número de camas hospitalarias, la naturaleza jurídica, las necesidades del medio en relación con la oferta y la demanda de los servicios asistenciales y muchas otras. Es preciso definir qué áreas estratégicas podemos desarrollar, ya sea el trauma, el cuidado intensivo, la pediatría, la medicina interna, los trasplantes u otras. Es necesario también definir qué tipo de administración se va a implementar. Es claro que estamos en un punto A, pero no podemos continuar ahí, tenemos que cambiar la forma como hasta hoy la tenemos, porque siendo la Universidad propietaria del ciento por ciento de la clínica, hay que tener en cuenta que nosotros tenemos unos acuerdos con el Ministerio de la Protección Social para funcionar en red con las Clínicas de Itagüí y con las Clínicas de Bello. Debe revisarse el sistema administrativo para adecuarlo a ese funcionamiento en red y al cumplimiento de las metas y estrategias que en el inmediato tiempo por venir definan la Rectoría y el Consejo Superior Universitario. —En síntesis, ¿cuál debe ser la rentabilidad del proyecto? —Este proyecto tiene que tener básicamente tres rentabilidades: una social, una académica y una económica. Tenemos que entender que ya pasó la época en la cual se creía que instituciones de salud en quiebra podían prestar servicios útiles a la comunidad y a las universidades con la máxima calidad. Precisamente en persecución de la calidad, como objetivo máximo del quehacer universitario, es que hay que defender esas tres rentabilidades. w
Posiciones de la Comisión Profesoral
Conformar una organización de conocimiento al servicio de la investigación y la formación Con el fin de fijar pautas “para la inserción de la Facultad de Medicina en las prácticas académicas en las Clínicas de la Universidad”, el decano de dicha Facultad, Elmer Gaviria Rivera, designó una comisión, a principios del año pasado, integrada por los profesores Álvaro Sanín Posada, Augusto Quevedo Vélez, Carlos Alberto Giraldo Giraldo, Francisco Gómez Oquendo, Diana Díaz Hernández, Astrid Helena Vallejo Rico, Luis Eybar López y Carlos Yepes. La comisión elaboró una serie de cinco informes que están publicados en el portal de la Universidad de Antioquia (http://www.udea.edu.co / Dependencias Académicas / Facultad de Medicina), en los cuales están consignados aspectos como los que se refieren a continuación: • La lógica con la que se le encomendó la Clínica León XIII a la Universidad de Antioquia, fue que dado el baluarte moral que significa la Universidad podría ser la alternativa a la desadministración y politiquería en la que se postró la ESE Rafael Uribe Uribe. • Adicionalmente, como la Facultad de Medicina tenía un sueño, se le dieron “facilidades” para la compra de la ESE mencionada a la Universidad de Antioquia, para que el sueño fuera realizado. El gobierno tenía un sistema de seguridad social público en crisis y la Universidad tenía un sueño, la coincidencia perfecta para salirle al paso a la crisis. • Llama la atención que a pesar de la definición, en la que coinciden muchas opiniones, de que este es el proyecto más importante de la Universidad en la actualidad, y de la advertencia que ha surgido de todos los sectores de que dado lo riesgoso de la iniciativa, es necesario manejar con tino este proyecto, los factores esenciales de confusión no parecen haberse disuelto. • Un factor de confusión agregado es la forma como se ha tramitado la iniciativa. Hay distintas instancias abordándola, sin que sea clara la articulación entre ellas: interviene el Consejo Superior, por obvias razones; interviene el comité interventor designado por el Rector y compuesto por el Vicerrector Administrativo, el Decano de Medicina y el jefe de la Oficina Jurídica; interviene la Junta Directiva de la IPS Universitaria por razones estatutarias, hace lo propio el equipo de dirección de la IPS Universitaria que siente que debe cuidar su territorio; interviene la comisión de los profesores de Medicina nombrada por el Decano, con el fin de mantener el espíritu académico del proyecto; toma decisiones la comisión de sostenimiento, mixta en su composición, pero con injerencia en las decisiones. Todas ellas han contribuido a potenciar la confusión propia del sueño existente desde antes de que se intentara hacerlo realidad. • Asuntos centrales postulados por la Comisión Profesoral: cómo hacer el tránsito de la ESE Rafael Uribe Uribe a una clínica universitaria, cómo articular la IPS Universitaria a ese proyecto y cómo constituir una
organización de conocimiento al servicio de la investigación y la formación. • Si éstos conforman el fin, lo demás se constituye en los medios y debe supeditársele. • Si otros intereses subalternos priman, el conocimiento como interés no tendrá lugar, en tanto el conocimiento no puede estar supeditado. • El hecho es que cuando se somete a examen esa premisa, no parece haber objeciones; éstas aparecen en la práctica cuando cada quien obra según su libreto y sus prioridades. • En la fundamentación teórica y empírica aparece el hospital como epicentro de las relaciones entre agentes, instituciones y procesos en la producción de conocimiento dentro de las áreas de profesionalización y de investigación clínicas. • De allí que el entendimiento, valoración y medición del capital de conocimiento de las instituciones hospitalarias sea el eje central de discusión en el contexto de mercados segmentados. • Desde el primer informe la Comisión recomendó que se debía trabajar en forma articulada por parte de la Universidad, sus facultades o escuelas de ciencias de la salud y el operador de la clínica adquirida, para la creación de un Centro Universitario de Prácticas en Salud (CUPS), el cual desarrolle programas integrados que no hagan diferenciación entre la prestación de servicios y la formación del personal. • Para la Comisión es claro que las clínicas adquiridas al ISS deben cumplir objetivos esencialmente universitarios según los ejes misionales de extensión, docencia e investigación. • La Universidad como tal no debe ser la administradora ni manejadora directa de las Clínicas. Debe buscar una figura jurídica y empresarial que le permita conservar la independencia patrimonial pero manteniendo el control de las políticas misionales. • Es conveniente, y en eso se ha avanzado un poco, agilizar y apoyar todas las iniciativas que propendan por definir cuanto antes las áreas y programas que podrán funcionar en
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las Clínicas, para prever y solucionar, en lo posible con suficiente antelación, los conflictos que de ello se deriven con otras instituciones en convenio con la Universidad. • Consideramos riesgoso para la Universidad que la demora en tomar decisiones esté favoreciendo que se den situaciones de hecho, que a más tiempo que pase serán más difíciles de deshacer si se encuentran incompatibles con el sistema que finalmente se adopte. • La Facultad de Medicina y la Universidad deben hacer todo lo posible por lograr que este campo de prácticas no sea un eslabón más de un sistema de seguridad social que convierte la salud en mercancía, que envilece la práctica de las profesiones y que ignora su deber de defender la generación de bienestar y la promoción de la salud, sino, que por el contrario, muestre nuevos caminos y alternativas en términos de modelos de salud, de prestación de servicios, de administración y de relaciones laborales. Consideramos que falta mayor compromiso para evidenciar avances concretos en tal sentido. • La demora en definir la situación jurídica de las Clínicas ha permitido la realización de contratos que, a pesar de que debieran ser transitorios, se han ido estableciendo en el tiempo, constituyéndose en situaciones de hecho, que cada día pueden limitar el funcionamiento de las Clínicas desde un interés primordialmente universitario. • En ese mismo sentido, consideramos que se debe hacer un mayor esfuerzo de apropiación de las dependencias de la Universidad en las Clínicas, para lo cual ya se cuenta con el concepto técnico de las diferentes propuestas presentadas, y con el apoyo por parte de la Facultad para su puesta en funcionamiento. • La Comisión considera que la modalidad administrativa actual de la IPS Universitaria tiene las siguientes desventajas para los programas y rotaciones académicas que se desarrollan en la actualidad en las Clínicas: • La Universidad no tiene el control académico de las cooperativas (ni la IPS Universitaria), ya que funcionan como rueda suelta y no obedecen a líneas académicas universitarias. • La Universidad no tiene injerencia sobre el proceso de admisión de los integrantes de las cooperativas y, por ende, de su excelencia y calidad académica. • La Universidad no tiene injerencia en la calidad y formación pedagógica de los profesionales de las cooperativas que funcionan en la IPS. Son las leyes del mercado y la IPS Universitaria quienes definen prioridades en los programas, con lo que es muy probable que programas de interés social, comunitario y de extensión solidaria se debiliten o simplemente no se tengan en cuenta. • No existe unidad ni acercamiento en los protocolos de atención que tienen las cooperativas y los departamentos. • No existe un programa de bienestar universitario dentro de la IPS que vele por la calidad en las condiciones de participación de los estudiantes y residentes en la IPS. • La investigación, uno de los pilares de la formación en posgrado, no está cooperativizada. • Los modelos múltiples de contratación y tercerización van en contravía de un modelo integral de bienestar laboral defendido por Vicerrectoría Administrativa de la Universidad, elemento que puede distorsionar el ambiente de trabajo y las condiciones para la docencia. • Más que la definición puntual del modelo de trabajo asistencial de los docentes, estudiantes y residentes en las nuevas Clínicas Universitarias, la Facultad de Medicina debe centrarse en un modelo general para aplicar en todos sus centros de práctica. w
La IPS Universitaria y la gestión de dos años en la Clínica León XIII El equipo directivo de la IPS Universitaria considera que esta entidad se consolidó en el país como “líder en transformación hospitalaria por su gestión en la Clínica León XIII”. Dos mil puestos de trabajo generados por la IPS Universitaria, lo mismo que un porcentaje de satisfacción entre los usuarios superior al 90%, “son sólo dos cifras que dan cuenta del cambio positivo Jaime Poveda de la Clínica León XIII, luego de que la IPS Velandia, director Universitaria asumiera el reto impuesto el Ministerio de Protección Social de la IPS por hace dos años, de transformar la entidad Universitaria hospitalaria en una de las mejores instituciones de atención en todos los niveles”. Según los directivos de la entidad, “cuando la IPS Universitaria recibió la Cínica León XIII el 15 de febrero de 2007, hasta entonces administrada por la ESE Rafael Uribe Uribe, sólo había dos quirófanos funcionando y hoy cuenta con 12 activos, 3 de ellos 24 horas; había cinco pisos cerrados en el área de hospitalización y hoy el servicio está en toda su capacidad con 600 habitaciones, 144 de ellas individuales y un total de 582 camas”. Asimismo, “la Unidad de Cuidados Intensivos del séptimo piso estaba cerrada y actualmente opera en toda su capacidad y está dotada con lo último en tecnología; el banco de sangre, el área de alimentación, los servicios de obstetricia y el laboratorio clínico no funcionaban y tenían investigaciones de la Contraloría por falta de condiciones, y hoy todos operan bajo la normatividad, en tanto que el laboratorio cuenta con un reconocimiento nacional por sus avances tecnológicos; el servicio de urgencias operaba en el 50% de su capacidad y hoy se atienden 5.000 urgencias por mes, manteniendo su capacidad en un 100%, y haciendo parte de la Red de Emergencias Departamental”. De otro lado, afirman los directivos, “en dos años de administración de la Clínica León XIII, la IPS Universitaria ha invertido más de 11.000 millones de pesos en infraestructura, mantenimiento y adecuación de servicios, cerca de 5.000 millones en equipos biomédicos, además de recuperar un patrimonio histórico de Medellín, pues la presencia de la IPS Universitaria en la Clínica potenció la compra de la unidad hospitalaria por parte de la Universidad de Antioquia, y hoy apunta a ser el principal centro de prácticas del Alma Máter, contando con más de 2.500 estudiantes, la mayoría de ellos en especializaciones del área clínica”. También destacan “la influencia positiva de la Sede Clínica León XIII en el sector aledaño del barrio Sevilla, en materia de seguridad y trabajo social con las entidades educativas y de atención a población vulnerable”. En conclusión “con estas cifras la IPS Universitaria demuestra ser una institución líder en prestación de servicios de salud, inversión en infraestructura e investigación, dejando la huella de dos años de transformación positiva y sembrando la semilla para un futuro promisorio”. w
La Clínica León XIII como PROYECTO UNIVERSITARIO
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 577 • Medellín, junio de 2009
Por Carlos Alberto Giraldo G. Profesor Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia Miembro de la Comisión Universitaria Clínica León XIII
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Han pasado dos años largos desde que la Universidad de Antioquia asumió la administración de la Clínica León XIII. Como resultado de la crisis de la Empresa Social del Estado Rafael Uribe Uribe, el gobierno nacional, en cabeza del Ministro de Protección Social, decidió liquidar la que otrora fuera símbolo del desarrollo de la seguridad social en Colombia. En ese entonces se decía que la Universidad cumplía intempestivamente un viejo sueño de los profesores, particularmente de los del la Facultad de Medicina, de tener una clínica propia para la enseñanza de la Medicina y las demás profesiones de la salud. Cuando la Universidad se dio cuenta de que eso de hacer de la Clínica León XIII una institución universitaria no se daba por generación espontánea, nombró una comisión de profesores con el fin de que trazara los lineamientos para que eso fuera una realidad. A pesar de que esa comisión ha sido muy acuciosa en hacer los planteamientos y las propuestas, los resultados son precarios. Teniendo presente que cuenta con el apoyo de las autoridades universitarias, el espíritu universitario –tal como esa comisión lo ha formulado en diferentes escritos–, no logra prevalecer sobre los otros espíritus y fantasmas que rondan la Clínica León XIII. Aunque el hecho de ser campo de práctica no es la única ni la fundamental justificación para que la universidad tenga una clínica de su propiedad –también lo son el que desde allí deben generarse opciones académicas, de servicio, de administración y de investigación que le muestren alternativas a una seguridad social camino del colapso–, como campo de práctica la Clínica León XIII no se diferencia de otros campos que no son propiedad de la Universidad. Es más, con todas las dificultades reales e imaginarias que se dan en la relación entre el Hospital Universitario San Vicente de Paúl y la Universidad de Antioquia, le va mucho mejor a la Universidad y sus proyectos académicos allí que en la Clínica León XIII. Si bien las razones pueden ser muchas, lo claro es que hay una incomunicación, hasta ahora insalvable, entre la propuesta que surge orgánicamente de la Universidad –desde una comisión que tiene un carácter oficial– y el proyecto que encarnan las personas que actualmente dirigen el proyecto de la IPS Universitaria en su condición de arrendataria de la Clínica León XIII. Por lo tanto, no se trata de poner la discusión en términos de buenos y malos, sino de develar el desencuentro que se da entre el proyecto académico y el proyecto asistencial de la Clínica León XIII que hace que se produzca un saldo en rojo en la intención de hacer de la clínica un proyecto genuinamente universitario o que se corrobore la expresión de que “los sueños, sueños son”. Desde la Universidad se ha planteado que la inspiración filosófica de la Clínica León XIII tendrá que ser hacer de ella una organización del conocimiento. Esto quiere decir que su justificación, su hacer y su sostenibilidad debe cimentarse en hacer de ella una organización al servicio de la formación y de la investigación. Pero esto no basta con declararlo, hay que diseñar las formas organizacionales en función de la transmisión del conocimiento, la actividad científico-investigativa y el desarrollo del conocimiento y la innovación al servicio de la comunidad. Para lograrlo dispone en esa dirección la interacción entre los diversos funcionarios y agentes y de éstos con los procesos para lograr una articulación interactuante entre ellos, en respuesta a los contextos. Existe una fundamentación teórica y empírica que ubica al hospital como epicentro de las relaciones entre agentes, instituciones y procesos en la producción de conocimiento dentro de las áreas de profesionalización y de investigación clínicas. De allí que la valoración de una institución de esta naturaleza se da en razón del entendimiento, la valoración y la generación de capital de conocimiento. La vocación de la IPS Universitaria es la de ser una institución de prestación de servicios; para eso fue creada. Es más, cuando el gobierno nacional le entregó en administración la Clínica León XIII y luego propició la compra, fue con el fin de salirle al paso a la crisis de oferta de servicios que se generaba con la liquidación de la ESE Rafael Uribe Uribe. Lo de sus efectos sobre las prácticas académicas era un valor agregado, un pretexto. Por otra parte, de manera implícita, la Universidad le pedía a la administración de la IPS que conjurara los riesgos económicos que para ella podía implicar ser propietaria de una clínica en el marco de un sistema de salud altamente volátil desde el punto de vista financiero. El efecto es el desencuentro que se da entre la forma de pensar que quiere hacer de la Clínica León XIII una institución universitaria, una organización del conocimiento, para el que la prestación de servicios es un medio y no el fin: y otra que sostiene la clínica como un proyecto asistencial, para la que la prestación de servicios es el fin y en la que la Universidad tendrá uno de sus campos de práctica. w
Convocatoria 2009 Los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, edición 2009, se convocan en las siguientes modalidades: — Premio Nacional de Cultura por Reconocimiento — Premio Nacional de Literatura, modalidad Novela — VII Premio Nacional de Artes, modalidad Danza — VIII Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad Medios Audiovisuales CRONOGRAMA Presentación de las obras Evaluación
Hasta las 18:00 horas del 30 de junio de 2009 Entre el 13 de julio y el 10 de septiembre de 2009
Deliberación del jurado
10 de septiembre de 2009
Rueda de prensa para proclamar a los ganadores
11 de septiembre de 2009
Entrega de los premios
8 de octubre de 2009
Informes: www.udea.edu.co/premiosnacionalesdecultura Ciudad Universitaria, Calle 67 53-108 – Bloque 22, oficina 204 Correo electrónico: premiosudea@quimbaya.udea.edu.co Teléfonos: (57-4) 2630011 extensión 5175, y 2105175
Fotos Luis Javier Londoño Balbín
Regionalización UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 577 • Medellín, junio de 2009
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Ciudadela Universitaria de Oriente, la Universidad de Antioquia del siglo XXI En un área similar a la que tiene la sede central de Medellín, en los terrenos actuales y aledaños de la Seccional Oriente se construirá una ciudadela universitaria para 12.000 estudiantes.
D
espués de Medellín y el Valle de Aburrá, el Oriente antioqueño es la región del Departamento con la cual la Universidad de Antioquia ha mantenido por más años vínculos académicos y de servicios, principalmente hospitalarios. Así, en 1993 puso en marcha en Rionegro el Programa UNI –una nueva iniciativa– con el apoyo de la Fundación Kellogg’s y los hospitales de la zona. En esa misma municipalidad, en 1998, se inauguró la sede del Alma Máter en Oriente con la oferta de dos programas de posgrado. Dos años después, el Ministerio de Educación Nacional le otorgó el carácter de seccional, tras evaluar la proyección y crecimiento, que fue tal que en 2004 alcanzó la máxima ocupación y fue necesario trasladarla a la actual sede campestre en El Carmen de Viboral. Luego, en 2006 se inauguró la sede en Sonsón para atender a la comunidad del suroriente antioqueño. El crecimiento paulatino salta a la vista si se miran las cifras recientes según las cuales de los 4.452 estudiantes matriculados en el primer semestre de 2009 en las doce sedes de la Universidad en las regiones, 1.410 son de la seccional Oriente –540 de los cuales son nuevos–, erigiéndose de lejos en la sede con el mayor número de universitarios, en 24 programas académicos y 53 grupos activos.
Los hechos y las cifras respaldan la decisión de las directivas de construir en el futuro mediato en los predios aledaños a la sede actual la ciudadela universitaria que, como dijo el rector Alberto Uribe Correa a concejales y comunidad de El Carmen de Viboral, debe convertirse, más que en la regional de Oriente, en la universidad del siglo XXI. “Ese rápido crecimiento, la gran aceptación y demanda de los programas de la Universidad nos obligó a pensar en grande, como debe ser, y hoy tenemos un área igual a la ciudadela universitaria de Medellín, y si ésta fue la ciudadela de la Universidad de Antioquia del siglo XX, la de Oriente tiene que ser la ciudadela universitaria del siglo XXI”, dijo el rector Uribe. En la sesión abierta y descentralizada del Concejo de El Carmen de Viboral, que se efectuó el 16 de mayo precisamente en la sede, el rector aseguró que la ciudadela universitaria del Oriente deberá contar con las nuevas tecnologías, estar adaptada a las nuevas formas pedagógicas y de aprender de los jóvenes. “El Presidente de la República, el Gobernador de Antioquia, el Alcalde de Medellín y el Consejo Superior Universitario tenemos todo el empeño de construir la ciudadela universitaria en este nuevo periodo rectoral”, afirmó, y añadió que, en tal dirección, no sólo ya hay diseños y el proyecto ya está escrito, sino que también ya
se habló con el Banco Interamericano de Desarrollo y su director, el colombiano Luis Alberto Moreno, así como con Luis Guillermo Echeverri y con Iván Duque, representante de Colombia ante esa entidad. Tras señalar que, aún así, no es fácil el financiamiento del megaproyecto educativo, el directivo subrayó que lo más importante es la apropiación de la Universidad por parte de todas las gentes del Oriente. “El rector, los directivos, los profesores lo que hacemos es cumplir las necesidades de la región; con ese principio se creó el programa de regionalización de la Universidad de Antioquia, que en apenas catorce años de existencia ha sido exitoso, tanto que el Ministerio de Educación Nacional lo ha tomado como una experiencia digna de replicar en otros departamentos, y de Honduras y Guatemala han venido a mirar
cómo opera para implementarlo en sus respectivos países”, dijo. Reiteró el rector que la actual (y futura ampliada) es mucho más que la sede de Oriente, es la Universidad de Antioquia del siglo XXI, entre otras razones porque la conectividad de la zona y los proyectos que se están adelantando van a hacer que mucha gente de Medellín y del Valle del Aburrá quieran, venirse a estudiar a la región. “Si vamos a repetir en la región lo que estamos haciendo en Medellín no tiene sentido; el programa tiene que responder al desarrollo regional, a la vocación propia de la zona, y el Oriente ha mostrado el liderazgo en pensar en grande y a futuro en hacer un desarrollo para el departamento, en beneficio del capital más valioso que es el capital humano, los jóvenes, que ven en la de Antioquia su opción”, dijo.
El director de Regionalización, Jhon Jairo Arboleda Céspedes, presentó a los concejales del municipio de El Carmen de Viboral el balance del Programa en 14 años y los planes para la seccional Oriente.
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Avances
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A su turno, el director de Regionalización, John Jairo Arboleda Céspedes, manifestó que lo que viene haciendo la Universidad consistentemente desde hace catorce años en las regiones es saldar una deuda histórica con el departamento. Hasta entonces, precisó, la Universidad, que se llama de Antioquia, le servía solamente a Medellín y el Valle de Aburrá. “A partir de 1995 la institución decidió volverse Universidad de Antioquia al hacer presencia en todas las regiones del Departamento”, dijo, y señaló que, el bicentenario centro de educación superior en estos momentos merece tal nombre no sólo por cuanto ya cuenta, además, con sedes en Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Suroeste, Oriente, Occidente, Norte y Nordeste, sino principalmente por los logros y avances que allí se han alcanzado en poco más de una década de actividades y programas académicos, investigativos y de extensión. De la seccional Oriente precisó que ésta cuenta con dos sedes –El Carmen de Viboral y Sonsón– por demanda, por desarrollo y por necesidades específicas. En general, observó que los 4.452 estudiantes matriculados en este semestre en todas las regiones son una cifra que supera con creces las metas trazadas en el plan decenal de desarrollo institucional, pues sólo estaba contemplado alcanzarlas en 2011. Arboleda Céspedes señaló que, a más de los casi 1.500 estudiantes matriculados en la actualidad en Oriente, también son indicadores significativos del progresivo avance de la seccional los 534 egresados, la mayoría de los cuales está trabajando en la misma región, así como los programas especialmente creados para la zona, el más reciente de los cuales es Tecnología en Artesanías (ver página 23), conforme
a la vocación productiva, pero también los proyectos de investigación y de extensión. “Después de cinco años –señaló– tenemos en las regiones 37 proyectos de investigación aprobados, alrededor de problemas netamente regionales, con actores de la región, por una inversión de más de 360 millones de pesos, que son recursos de la Universidad dispuestos para tratar de encontrarle solución a los problemas detectados; otra tanto sucede con los proyectos de extensión, que son 38 aprobados por más de 285 millones de pesos”. Todos esos datos relevantes, aunados al hecho cierto de que Oriente es la sede regional que cuenta con más estudiantes, le dan pie al director de Regionalización para afirmar que la seccional es tan grande como muchas de las universidades promedio del país, e incluso supera en número de alumnos a reconocidas instituciones de educación superior. Tal afirmación la refrenda, además, los resultados recientes de inscritos y admitidos de la región en el proceso de admisión que adelantó la Universidad para el segundo semestre. Así, fueron 551 los inscritos para presentar prueba de admisión en Oriente, de los cuales 270 se inscribieron a los dos nuevos programas ofrecidos en la Seccional –Tecnología en Artesanías y Sociología– y 281 se inscribieron para programas ofrecidos en Medellín. De esos totales, 71 fueron admitidos a Tecnología en Artesanías (41) y Sociología (30), y 88 a los programas ofrecidos en la sede central.
Dificultades y retos A pesar de la solidez y del empuje que ha mostrado, Oriente también ha enfrentado no pocas dificultades –como ha sucedido con las demás seccionales y sedes–, las mismas que se convierten en
Rector Alberto Uribe Correa
Secretaria de Educación Luz M. Moreno A.
desafío tanto para la propia Universidad, como para los gobiernos locales, departamental y nacional. Parte de esas dificultades tienen que ver con la baja calidad de la educación básica y media, que se refleja en el pobre rendimiento de los aspirantes en el examen de admisión y en la vida universitaria, a lo cual la Universidad ha respondido con diversas estrategias y programas orientados a mejorar en los bachilleres procesos lectoescriturales y lógico – matemáticos, a articular la educación superior con los niveles precedentes, a ofrecer orientación vocacional en los últimos grados de secundaria. En ese sentido, tanto el rector como el director de Regionalización solicitaron a los concejales y al alcalde mantener y consolidar el apoyo a iniciativas como los semilleros en ciencias básicas, el programa formador de formadores para los docentes de educación básica y media, al Programa de Inducción a la Vida Universitaria –PIVU– en los colegios oficiales, el préstamo de bicicletas y subsidios al transporte y la matrícula; en fin, se trata de fortalecer el trabajo interinstitucional, la relación intermunicipal y el carácter de subregión, el sentido de pertenencia por la región entre los estudiantes, todo con el ánimo de contrarrestar la deserción y facilitar los medios para la permanencia y el aprendizaje adecuado de los universitarios.
Presidente del Concejo Juan C. Osorio García
Convenio con el Banco Mundial Sobre el particular, la secretaria de Educación, Recreación y Deporte de El Carmen de Viboral, Luz Marina Moreno Acosta, anunció que la localidad firmó un convenio con el Banco Mundial que permitirá girar recursos a cinco instituciones educativas del municipio con el propósito de fortalecer la media académica en ciencias naturales, física y química, matemáticas, bilingüismo, tecnología e informática. La funcionaria precisó que mediante ese acuerdo, que es un programa piloto en el Departamento, en el que también participan Don Matías, Yarumal y Santa Rosa de Osos, los estudiantes de décimo y undécimo se capacitan en dichas materias en horario extra. Adicionalmente, y para contrarrestar las falencias formativas, Moreno Acosta señaló que la secretaría viene promoviendo la realización de los preicfes y preuniversitarios. “También vamos a presentar un acuerdo al Concejo para colaborarles a los muchachos con subsidio de transporte y la otra estrategia que venimos implementando es el cruce de cuentas del municipio con la Universidad –aquel la exime de pagar impuesto predial–,
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Regionalización
Ciudadela Universitaria de Oriente, en clave de región El alcalde de Rionegro, Alcides Tobón Echeverri, no duda en respaldar la ciudadela universitaria para el Oriente en Carmen de Viboral, y la califica como el proyecto más importante de infraestructura universitaria que se estaría pensando en el país y la ciudad. “Así como estamos con el Hospital San Vicente de Paúl metidos de frente respaldando ese propósito de construir una sede en el Oriente con alta tecnología, del mismo modo respaldamos la construcción de la ciudadela de la Universidad de Antioquia, con lo cual se va generando todo un modelo de prestación de servicios en el área de la salud, en el área de la educación”, dice. Y agrega que esa ciudadela se convierte en un orgullo y en un honor para los rionegreros y demás municipios de la zona, la cual están dispuestos a respaldar con una perspectiva de región, más allá de los intereses localistas. “Uno mira este valle y aquí no pueden haber fronteras. Yo soy talvez de los alcaldes que más insisto en el tema regional; aquí la frontera entre La Ceja, El Carmen de Viboral se pierde. La misma Universidad, el mismo recinto de Quirama hacen que esas fronteras desaparezcan y tienen que desaparecer sobre todo de la mentalidad, porque el territorio es ancestralmente uno, no nos podemos poner en disputas territoriales que no conducen a nada y hoy el mundo no pide áreas metropolitanas, ni provincias, sino regiones productivas y competitivas”, asegura.
mediante el cual 107 estudiantes de la sede son beneficiarios del no pago de matrícula, pero compensan con 40 horas de servicio social en instituciones oficiales donde contribuyen con su formación académica, humana y profesional a mejorar procesos”. Agregó que con los recursos del Banco Mundial –cerca de dosmil millones de pesos durante cinco años– se dotarán bibliotecas y laboratorios, se proveerá últimas tecnologías y se incentivará el bilingüismo en las instituciones educativas. Respecto de la presencia de la Universidad de Antioquia en la región y su inminente expansión, la Secretaria de Educación, Deporte y Recreación expresó que era un privilegio contar con la institución en el municipio, que
Presencia VIVA en las regiones 14 años de servicio Balance 1995 — 2009/1 Sedes y Seccionales
11
Matriculados 2009-1
4452
Egresados 1996-2009
2116
Programas activos 2009-1
40
Grupos activos 2009-1
207
Programas creados especialmente para las regiones
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ha contribuido al desarrollo social, económico, cultural, a través de los estudiantes beneficiados por las carreras que ofrece, y cuyo impacto se percibe por el creciente número de bachilleres que se presentan para acceder a un cupo. “El estudiante está en once y tiene la visión: qué bueno estudiar en la Universidad de Antioquia por la calidad y el profesionalismo de los egresados; es un honor y un reto poder ingresar, se ve la transformación porque el estudiante es más consciente que tiene que seguir estudiando, que no se puede quedar con el bachillerato y por eso realiza esfuerzos para poder pasar”, dijo. Por su parte, el presidente del Concejo Municipal de El Carmen
8 (Ecología Zonas Costeras, Ecología y Turismo, Ing. Acuícola, Ing. Agropecuaria, Tec. en Administración de Empresas, Tec. en Archivística, Gestión Cultural, Tec. Artesanías)
Beneficiarios Programa Especial de Ingreso
674
Convocatoria de Investigación (2004 - 2008)
37 Proyectos aprobados Más de 360 millones
Convocatoria de Extensión (2005 - 2008)
38 Proyectos aprobados Más de 285 millones
“Ojalá empecemos la construcción de la ciudadela universitaria rápido para que podamos brindar a todos los carmelitanos y orientales la totalidad de los programas que tiene la Universidad de Antioquia”, expresa el alcalde de El Carmen de Viboral, Joaquín Darío Duque Zuluaga. “Esperamos que se genere un espacio más amplio para que se puedan proyectar otros programas que le interesa a la comunidad. La Universidad es uno de los grandes orgullos que tenemos y por eso desde la administración municipal no sólo nos queda respaldarla en todo, sino acompañarla para que cada día se vuelva más fuerte”, afirma. El mandatario local reitera la disposición de su administración a colaborar “en todo lo que podamos ya que hemos encontrado una respuesta muy positiva en las directivas y cada que hemos demandado algún servicio o algún favor siempre hemos encontrado una respuesta favorable”, y subraya la necesidad de pensar el proyecto de ciudadela universitaria con una perspectiva de región. “Nosotros tenemos que pensar en la subregión porque si pensamos individualmente no vamos a llegar a ninguna parte. Acá estamos pensando en proyectos que beneficien a la región para que más tarde seamos una fortaleza, por eso con el alcalde Alcides de Rionegro y otros alcaldes tenemos un gran compromiso y es luchar conjuntamente para salir adelante en el Oriente y darle a la comunidad mejor calidad de vida”, afirma.
de Viboral, Juan Camilo Osorio García, conceptuó que la comunidad carmelitana no ha dimensionado lo que significa la Universidad para la localidad y la región. “Sin lugar a dudas no nos hemos dado cuenta del tesoro que tenemos acá; municipios como Rionegro, con un presupuesto como el que maneja, se sueña con tener una universidad en su jurisdicción. Es un beneficio que El Carmen no ha aprovechado y pienso que el Concejo debe propiciar espacios para que la comunidad se convenza de que la Universidad es nuestra”, dijo. Egresado de Bioingeniería y actual estudiante de Derecho en la sede central de Medellín, Osorio García coincidió en que la Regionalización ha
sido un éxito por los programas de impacto para las regiones, como la Tecnología en Artesanías que recién comienza en el municipio. Asimismo, el Presidente ratificó que los cabildantes y la administración municipal se la van a jugar con la construcción de la ciudad universitaria del Oriente, convencidos de que la educación es la base fundamental del progreso y única forma de erradicar la inequidad que se presenta en el territorio. “Como Concejo Municipal y de la mano con la Alcaldía vamos a poner todo lo que esté en nuestras manos para que este sueño de universidad del siglo XXI en el Oriente antioqueño sea una completa realidad”, dijo. w (LJLB)
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Tecnología en Artesanías, los énfasis los pone la región
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Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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espués de haber incursionado con acierto con el pregrado en Gestión Cultural en Urabá, Bajo Cauca y Oriente antioqueños, la Facultad de Artes ahora vuelve a las regiones con una nueva propuesta académica. Se trata de la Tecnología en Artesanías, que busca formar tecnólogos capa- La idea de la Facultad de Artes es llegar a las regiones con tecnologías, porque ces de moverse entre la ve que, en principio, es la forma más adecuada de llevar las disciplinas artístitradición y la tecnología, cas, y en ese sentido también está trabajando en el diseño de una tecnología de potenciar las riquezas en músicas tradicionales. del entorno mediante el aporte académico del arte, la investigación y el emprendimiento, de aprovechar y mejorar los saberes tradicionales y de preservar y promocionar el patrimonio cultural. Luego de una excelente acogida de la propuesta, evidenciada en el alto número de aspirantes y posteriormente de admitidos que aprobaron el reciente examen de ingreso a la Universidad, la Tecnología iniciará actividades en la Seccional Oriente, con un énfasis dirigido a fortalecer rescatar las mejores expresiones arconocimientos acumulados por cerca una vocación regional muy fuerte tesanales y colocarlas en los mejores de tres décadas en el ámbito de la en el Carmen de Viboral como lo escenarios del mundo. plástica, la pedagogía artística y demás es la cerámica. manifestaciones del arte. “Si no existiera una sistematizaSegún el decano de la Facultad de ción de ese tipo, entonces el trabajo Con todo, el decano precisó que Artes, Francisco Londoño Osorno, artesanal permanecería en la región, el aporte específico de la Tecnología se trata de un programa que perdesconocido y corriendo el peligro es la posibilidad que brinda de profemite llegar a las regiones y atender de desaparecer, pues si los jóvenes sionalizar a las personas que, en sus necesidades específicas porque está no se interesan, no queda quien lo respectivas actividades, tienen de diseñado por énfasis. aprenda, quien lo haga. Y lo otro, nos hecho un oficio. En ese sentido, anunció que, adeinteresa abrirles nuevos mercados a “Al cualificarlos y darles un título les más de Oriente, la Tecnología también la artesanía”, dijo. estamos permitiendo ingresar en un se extenderá en lo inmediato al muniA su vez, el decano reconoció que panorama más propicio para acceder a cipio de Barbosa, donde el énfasis será no es fácil llegar a las regiones, entre otros niveles de educación. Con la Tecel trabajo con fibra natural, concretaotras razones porque, dijo, hay que nología en Artesanías cualificamos la mente el fique, y la joyería. cumplir una labor ardua para motivar labor de los artesanos y los vinculamos “De este modo, la Universidad a estudiar a los jóvenes y, en el caso a la tradición formativa, pero también llega a la región con un programa que de artes, los programas requieren de nos permite rescatar valores tradicioatiende pertinentemente la necesidad locación y dotación especiales. nales de los artesanos y vincularlos a la y la vocación de la zona, lo que los formación de los jóvenes, que es una Más allá de esas vicisitudes, la jóvenes conocen, lo que ha sido la gran dificultad de la artesanía, cómo Facultad de Artes, como las detradición artesanal y la vocación prose transmite el conocimiento de los más dependencias académicas y ductiva de la región”, dijo, y agregó maestros”, señaló. administrativas de la Universidad, que el programa es versátil en tanto quiere, en últimas, impactar favoraLondoño Osorno también supermite llegar a los jóvenes con una blemente en la región y por eso ha brayó el rescate que propicia el propuesta artística, que hasta entonpuesto en contacto sus profesores programa del aspecto patrimonial ces no había en la región, en el área de de trayectoria con los artesanos o de los oficios, cómo se perpetúan, la plástica y del diseño, pero también maestros conocedores de las técse sistematizan y se transmiten a las por las posibilidades de adaptarse al nicas específicas, para hacer más nuevas generaciones. entorno según los énfasis. Tanto que, fructífera la labor formativa, pero La Tecnología, dijo, “nos va a por ejemplo, un programa de joyería también para afinar los quehaceres permitir que no se pierdan oficios y podría ser distinto según la zona en investigativos y de extensión. conocimientos que se han trabajado el que esté inscrita la Tecnología, “Para el programa de fique en por periodos largos en las regiones y porque en una región puede haber Barbosa estamos haciendo un traque los jóvenes se interesen en ellos. tradición de filigrana y en otra no. bajo de investigación con maestros Otro aspecto en el que pensamos El éxito de la iniciativa está aseguespecializados en las aplicaciones que el programa será importante rado no sólo por la concepción flexidel fique a la moda, a las artesanías, es la introducción de aspectos del ble y pertinente, sino también por las a los empaques, para ofrecerle a los diseño y la modernización de la demandas expresas de las comunidaestudiantes alternativas productivas artesanía al servicio de nuevas necedes del programa y por el bagaje de la y laborales”, dijo, y añadió que en sidades creativas”, a la manera como Facultad de Artes, con experiencia y esa localidad al extremo norte del Artesanías de Colombia ha logrado
Para el decano de la Facultad de Artes, Francisco Londoño Osorno, los 37 admitidos a la Tecnología en Artesanías en la Seccional Oriente es una muy buena señal del enfoque del programa que, en el caso de El Carmen de Viboral, permitirá que los artesanos se consoliden en su oficio y formación artística y puedan marcar el desarrollo de la cerámica en la región. área metropolitana hay más de cien joyeros, a quienes la Facultad está invitando a inscribirse en el programa, si tienen título de bachiller y pruebas Icfes, para impactar con esta formación a la comunidad con jóvenes artesanos que introduzcan en sus trabajos el diseño. “Uno de los valores agregados del programa –agregó– es buscar que el artesano no siga repitiendo diseños ya conocidos, sino que sea creativo y haga nuevas propuestas con los materiales que él trabaja”. Todo, con el concurso de la Alcaldía, de la empresa privada como la Compañía de Empaques y un equipo docente integrado tanto por profesores de la sede central como artesanos y estudiantes expertos en los oficios. w (LJLB)
Fotos Luis Javier Londoño Balbín
Docencia UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 577 • Medellín, junio de 2009
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“Mis palabras tienen como fin unirme al coro de reconocimientos a los maestros del Alma Máter, con una frase que compartí en este valioso recinto universitario, en la pasada posesión como Rector, al afirmar que las Universidades son la llama inextinguible de la utopía de los pueblos y agrego a dicha significación diciendo que son los maestros, la fuerza vital que hace posible que esa llama sobreviva y vierta su luz sobre las sombras del desconocimiento, en la conquista del saber, como la forma de sublimar la experiencia del hombre sobre la tierra”, dijo el rector Alberto Uribe Correa en el tributo a los profesores. “Ser maestro es una condición de honrosa dignidad, máxime cuando no hay relación humana más viva y perdurable que aquella que se establece entre el maestro y el discípulo. Allí se crea un poderoso puente de comunicación, una reflexión de largo aliento, una complicidad atemporal que cultiva el crecimiento del espíritu”, expresó el rector de la Universidad de Antioquia Alberto Uribe Correa en la ceremonia solemne en la que el Alma Máter exaltó las calidades humanas y pedagógicas de los profesores distinguidos con la Excelencia Docente y en la que también se tributó un sentido homenaje a las profesoras María Teresa Uribe de Hincapié y Beatriz Restrepo Gallego. Al entregar la Distinción a la Excelencia Docente y rendir homenaje de reconocimiento a una labor que se constituye en la forma como se
• En el Día del Maestro la Universidad reconoció la Excelencia Docente a los profesores destacados y también rindió homenaje a las profesoras María Teresa Uribe y Beatriz Restrepo Gallego irriga el pensamiento –dijo el rector–, la institución lo hace desde la convicción de que sólo mediante ese ejercicio de compromiso con la calidad es posible la reafirmación del sentido de Universidad en una sociedad y, sobre todo, en un entorno como el nuestro carente de oportunidades y equilibrios para hacer de la educación un derecho legítimo de los ciudadanos.
“Nos reunimos para exaltar a los docentes que por sus aportes a la ciencia y a la cultura se hacen merecedores del reconocimiento público; además se constituye en una oportunidad de ubicar sus vidas como ejemplos, dado que su ejercicio ético lo ha alentado un conocimiento al servicio de los demás”, manifestó. Más que destacar los desarrollos académicos y las vastas hojas de
vida de los homenajeados, visibles para la comunidad universitaria y la sociedad por la contundencia de los hechos y obras que las respaldan, el rector Uribe Correa resaltó la inteligencia, la voluntad y el compromiso de espíritu, sin tregua, de los profesores exaltados. En esa dirección, del médico CARLOS JOSÉ JARAMILLO GÓMEZ, distinguido por el área de la salud, resaltó su espíritu afable y desinteresado, así como su protagónico papel durante muchos años en la Facultad de Medicina, que lo ha llevado por largo tiempo a ganarse un nombre y un respaldo unánime en la comunidad.
Don Guillermo Hincapié (al fondo en la foto izquierda) recibió en nombre de la profesora María Teresa Uribe de Hincapié el Escudo de Oro con el que la Universidad quiso reconocer la prolongada y fructífera trayectoria de la reconocida docente investigadora de la ciencia política en Antioquia y el país, y quien por motivos de salud no pudo asistir a la ceremonia, pero envió, en cambio, una significativa reflexión, la cual fue leída por una de sus hijas (ver columna en frente).
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“Sin grandilocuencia ni pretensiones desmesuradas que sé que en este caso comprenderían plenamente, estas dos mujeres son la expresión del más alto significado de SER MAESTRO y de los retos que ello entraña. No se puede enseñar lo que no se conoce y más aún no se puede transmitir pasión por lo que no se ama”, expresó Uribe Correa.
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“Usted –dijo– representa la personificación de una ética que habla desde el ejemplo, haciendo de la formación de los alumnos una mística y todo un apostolado coherente con el juramento hipocrático para equipar de significado una profesión que batalla entre los dictámenes del mercado y la frágil pero muy poderosa comprensión del valor de la vida humana. No es fortuito que se le considere un formador de formadores y un ciudadano de nobles convicciones, inspirador de afectos y de las mejores evaluaciones al ejercicio docente”. Del filósofo JOSÉ JAIRO ALARCÓN ARTEAGA, distinguido por el área de ciencias sociales y humanas, observó que al encontrarse con él se sucede una especie de viaje a los mejores escenarios del diálogo griego. “Usted hace de la genialidad una expresión natural fuera de poses y es un contemplador de la cotidianidad con apreciaciones que van más allá de los límites que la realidad presenta. Sus méritos intelectuales, su natural agudeza de razón lo ubican como un maestro con mayúscula, merecedor del aprecio de sus alumnos y de la admiración de sus colegas. Su manera de ser y su trasegar en el conocimiento lo hacen único en la diversa y compleja comunidad universitaria. En suma, profesor Alarcón, usted hace del filosofar un ejercicio compartido de la alegría de vivir”, expresó Uribe Correa. Al economista RAFAEL DARÍO MURIEL FORONDA, Excelencia Docente por el área de ciencias exactas y naturales, economía e ingeniería, y a quien por quebrantos de salud en días pasados se le tributó en el íntimo lugar de su familia un fraternal homenaje con motivo de la distinción, en nombre
de los universitarios el rector exaltó y reconoció en él su perseverancia y compromiso con el conocimiento que lo ha llevado a entregar hallazgos muy genuinos en su área de trabajo, la ingeniería ambiental. “Su producción intelectual se sustenta en una construcción que le ha merecido el respeto y aprecio de sus alumnos y colegas, quienes le profesan un inmenso sentimiento de afecto y admiración”, dijo.
María Teresa y Beatriz Con igual regocijo y beneplácito, el 15 de mayo, en el Aula Máxima de la Universidad, el Paraninfo, el rector celebró el afecto y reconocimiento que los universitarios también quisieron brindarle a dos mujeres talentosas y entrañables maestras de la ciencia, la cultura y el conocimiento: MARÍA TERESA URIBE DE HINCAPIÉ y BEATRIZ RESTREPO GALLEGO. “Sin grandilocuencia ni pretensiones desmesuradas que sé que en este caso comprenderían plenamente, estas dos mujeres son la expresión del más alto significado de SER MAESTRO y de los retos que ello entraña. No se puede enseñar lo que no se conoce y más aún no se puede transmitir pasión por lo que no se ama”, expresó Uribe Correa. Las ilustres profesoras –agregó– se han constituido para nuestra Universidad en almas tutelares y, aunque para ellas por su modestia resulte exagerado, en pilares en los que hemos encontrado luces en momentos de oscuridad, reflexiones oceánicas en tiempo de crisis o incertidumbre. Sin duda –continuó– ellas, en su silencioso camino, han materializado con sus vidas una moral que las hace ciudadanas que se definen con voz propia, y tienen la autoridad que sólo da el conocimiento. Porque más allá de las posturas académicas han sabido enseñar con su vida aquello que hemos llamado agudeza de razón y de actuación, responsabilidad intelectual, disciplina académica y amor por la Universidad. “Para nosotros –expresó– es un orgullo poder tributar este homenaje a los profesores distinguidos como a las ilustres profesoras ya que con ello nos permiten acercarnos al sentido de nuestra misión como universidad pública, que como dice la profesora María Teresa Uribe, en uno de sus múltiples escritos La Universidad es el último reducto que le va quedando a esta sociedad para que el encuentro con la diferencia sea posible y ésta como se sabe es la condición primaria para la construcción de cualquier proyecto democrático que pueda llamarse así”. w (LJLB)
La Universidad, el único lugar donde se respira democracia y donde se puede soñar con las más desafiantes utopías Mi mayor timbre de orgullo es haber pertenecido al cuerpo docente de la Universidad de Antioquia, el proyecto cultural más importante de la región en toda su historia. Aquí llegué hace algo más de treinta años con un pequeño equipaje lleno de algunos conocimientos, pero sobretodo de propósitos académicos y deseos de perseguir el esquivo rostro del saber. El ámbito de la Universidad pública con su espíritu libertario y su condición de igualdad para todos los que hacemos parte de ella, me permitió, como a muchos otros, encontrar las mejores condiciones para el desenvolvimiento de proyectos de vida que en otros lugares quizás no hubiesen podido ser. Esta es la gran virtud de la Universidad pública y la razón por la cual es necesario resguardarla y preservarla pues en los tiempos que corren es tal vez el único lugar donde se respira democracia y donde se puede soñar con las más desafiantes utopías. Quiero dedicar esta condecoración a los estudiantes que son sin lugar a duda la razón de ser de la Universidad, aquellos que fueron compañeros de viaje en algún momento de este largo trasegar por la academia, donde fuimos descubriendo juntos los enigmas de la ciencia y el para qué de los saberes sociales. El propósito fue contribuir a que se formasen como excelentes profesionales, buenos ciudadanos y mejores seres humanos. Agradezco profundamente a las directivas por este inmerecido homenaje y mis mejores deseos son para que la Universidad bajo la conducción de ustedes siga siendo el lugar donde todas las diferencias puedan convivir y todos los discursos se expresen sin tabúes ni estigmatizaciones. Muchas gracias, María Teresa Uribe de Hincapié Medellín, mayo 15 de 2009
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Compartir con los alumnos sus sueños, una de las tareas del auténtico educador
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Buenas tardes! Ocasiones como ésta son una oportunidad para repasar la propia trayectoria vital, tratando de discernir en ella qué hay que pudiera haber merecido este reconocimiento; y para terminar –casi siempre, como es mi caso hoy– descubriendo que en este acto, más que merecimiento en quien lo recibe, hay generosidad en quien lo otorga: la Rectoría de la Universidad en cabeza del Señor Rector, Alberto Uribe Correa. Y como todo don exige reciprocidad, mi respuesta a esta distinción no puede ser sino –además de mi gratitud– un renovado esfuerzo por continuar en la misma línea de acción en que he venido, de acción humana en el sentido de Hannah Arendt, mientras la vida en sus condiciones mentales y físicas, me lo permita. Creo poder cumplir este compromiso porque he tenido la fortuna de “llegar a la vejez con mis sueños incólumes”, tomando del Cardenal Carlo M. Martini S.J., esta bella expresión. En efecto, no he desvirtuado mis sueños buscando hacerlos compatibles con los intereses de los poderes de turno; ni los he cambiado por ofertas más populares o cortoplacistas; tampoco los he abandonado por desaliento, escepticismo o desesperanza. He podido llegar a la vejez con mis sueños intactos, repito, a pesar de bastantes decepciones y uno que otro fracaso. Mis sueños, empero, no han sido tocados por ellos y han podido mantenerse impertérritos frente a su amenaza, porque no han sido sueños individuales: en este caso serían meras fantasías, imaginaciones mías solamente. Ellos han sido sueños colectivos, de un nosotros muy amplio que en estos días ha desfilado morosa y entrañablemente por mi memoria. Como dice Octavio Paz, en mis sueños “no hay yo… siempre somos nosotros”. Y este largo nosotros empieza por mi familia y el patrimonio genético, social, moral y religioso que de ella he recibido, a partir del cual he ido construyendo paciente y dedicadamente la identidad que hoy subyace bajo mi nombre, identidad en cuya conformación el papel de compañeros infatigables e indoblegables, de colegas respetables y rectos, de amigos entrañables y de hermanos en una fe que hemos querido viva y actuante, ha sido absolutamente determinante. Traigo a la memoria, es decir, revivo en este momento con gratitud y afecto, primeramente, a mis colegas educadores (especialmente aquellos en el Instituto de Filosofía de la Universidad), empeñados, por una parte, en darle un lugar en nuestro medio a la filosofía, entendida como un ejercicio tanto de la razón teórica necesaria al conocimiento y a la ciencia, como de la razón práctica, fundante de la acción política y moral; y, por otra, comprometidos con la educación como formación, en la cual nuestro papel ya no es el de agentes, sino el de acompañantes, interesados y respetuosos, de los procesos de autoformación y búsqueda de sentido de los jóvenes estudiantes. Luego, a mis compañeros en muchas ONG y organizaciones sociales (particularmente al equipo técnico del PLANEA, conducido por un gran hombre cuya muerte insensata recordamos hace apenas unos días) que me han acogido y permitido compartir sus esfuerzos por reducir las diferencias originales fruto de la inequidad y los desequilibrios territoriales resultado de la exclusión y por ofrecer oportunidades al desarrollo integral y sostenible de la población del Departamento. También a mis comunidades de base (especialmente al Centro de Fe y Culturas, comunidad de laicos inspirada en la espiritualidad ignaciana) en las que nos hemos acompañado en una vivencia de la fe en la cotidianidad personal y en las culturas en las que se está inmerso. Entre todos éstos, finalmente, traigo también a la memoria a tantos amigos entrañables, a quienes me unen vínculos afectuosos y profundos, porque no hay nada que cree relaciones más gratificantes que la interacción humana dirigida hacia los altos ideales políticos y morales que han inspirado las más importantes tareas humanas. Estos han sido mis compañeros de ruta a lo largo de 40 años de vida laboral, más de la mitad de los cuales han estado insuflados por el aliento generoso y estimulante de nuestra Alma Máter. Y los sueños que conjuntamente hemos construido, compartido y acariciado no son distintos de los sueños que han venido movilizando las aspiraciones de muchos colombianos desde hace tantos años: la existencia de una sociedad incluyente, efectivamente regida por principios de justicia y solidaridad (J.Rawls); la vigencia de un Estado social de derecho, soportado por una ciudadanía activa y participante; el establecimiento de una comunidad moral en la que cada uno de sus miembros pueda desarrollar sus competencias morales básicas de autodesarrollo (según su proyecto de
...no he desvirtuado mis sueños buscando hacerlos compatibles con los intereses de los poderes de turno; ni los he cambiado por ofertas más populares o cortoplacistas; tampoco los he abandonado por desaliento, escepticismo o desesperanza. He podido llegar a la vejez con mis sueños intactos, repito, a pesar de bastantes decepciones y uno que otro fracaso. vida) y de autodeterminación (en el ejercicio responsable de su libertad); y la instauración necesaria de un modelo económico que además de la producción de riqueza se interese por su distribución equitativa. A pesar de evidencias en contrario y de claros retrocesos en muchos aspectos, no sólo no he renunciado a estos sueños, sino que he tratado de mantenerlos intactos, porque –lo dice también el cardenal Martini– en la vejez hemos de entregar nuestros sueños a las nuevas generaciones. Esta ha sido siempre una de las tareas del auténtico educador: compartir con sus alumnos sus sueños. Más ahora cuando de la sociedad sólo reciben sueños de consumismo y acumulación, causantes de los graves desequilibrios sociales, económicos y ambientales que agobian el planeta. En este momento, cuando trato de preservar el sentido educativo en todas mis actividades, percibo con claridad que el peso de la prueba se traslada de lo discursivo y teórico a lo testimonial, una dimensión inherente a la educación que, a veces en las afugias del día a día, pude haber descuidado. A estas alturas de la vida, no es sólo con la palabra sino con la vida misma como validamos ante los jóvenes la pertinencia y justeza de nuestros sueños. Y en el caso de mis sueños colectivos que, en definitiva, buscan hacer realidad en nuestro país el reconocimiento y el respeto universales por la dignidad de todo ser humano y por los derechos que en ella encuentran su fundamento último, ciertamente ellos propenden como ningún otro, por un mundo distinto y mejor para las generaciones futuras, en el que sea posible un nuevo paradigma de humanidad. Es por esto que me he incorporado a la corriente indomable de quienes creen que otro mundo es posible y han configurado estos sueños desde tiempo atrás, tratando de reescribir en mi propia caligrafía y de expresar en mi propia voz, nuestro sueño común. Me he sentido parte de una “comunidad ideal” (el término es de Apel), aquella que cree que otro mundo es posible y que la realidad puede ser cambiada, más allá de las condiciones históricas en que nos sentimos atrapados. Para mí, por mi formación y convicciones, la primera herramienta para mantener vivos estos sueños, es la educación; los fines que con ellos busco no pueden ser otros que los políticos y morales que han alentado toda gran gesta humana y alimentado nuevas esperanzas; la fuerza para no dejarlos corromper deriva del ejercicio permanente e irrenunciable de la racionalidad en su función argumentativa y dialógica (Habermas), como la mejor manera de resolver los conflictos propios de toda interacción humana; y, por último, según mis creencias, el sentido último de esta búsqueda, deriva de una fe que me lleva a buscar descubrir la presencia de Dios en mi accionar como ciudadana, como actor social y como persona moral. De los sueños que con tantos otros he construido y que he comunicado a quienes han querido escucharme, puedo decir, finalmente, que han vivido en mí a lo largo de mi vida activa y la han impulsado; espero, cuando muera, ser yo quien viva en ellos. (Agradezco a la Universidad este acto, entrañable y conmovedor para mí, en el que he podido hacer presente –con una memoria ya serena pero siempre agradecida– las fuentes que han nutrido mi vida y, seguramente, la de muchos de ustedes.) w Muchas gracias. Beatriz Restrepo G. Medellín, mayo 15 de 2009
Fotos Luis Javier Londoño Balbín
“Es mentira que el amor sea compartir la precariedad. También es un argumento falaz el que los hombres de mi edad le hemos entregado la juventud a la Universidad. No. Es la permanencia en la Universidad la que ha hecho muy felices mis años”. Con estas categóricas palabras, el profesor José Jairo Alarcón Arteaga no sólo puso punto final a su intervención, sino que también fue el culmen de una memorable y sentida ceremonia en la que los universitarios del Alma Máter rindieron sinceEconomista Rafael ro reconocimiento a los profesores que han hecho de la docencia un modo de ser y vivir la vida. Después de rememorar su niñez, en la plenitud de la madurez el profesor Alarcón confesó también que hoy tiene la certeza de que no equivocó el camino y que la docencia y el amor por la cultura han sido su vida. Tras observar que Karl Raimund Popper señaló hace mucho tiempo que habían tres mundos, el mundo físico, el mundo de las disposiciones conductuales y el mundo de la memoria de la humanidad, y que si se perdía el mundo de la memoria de la humanidad ésta sucumbiría porque no tendría de donde aprender, el profesor distinguido por el área de ciencias sociales y humanas con la Excelencia Docente aseguró que todos pertenecemos honrosamente a ese mundo de la memoria de la humanidad. “El profesor es un investigador nato que es también un buscador de mundo porque mueve y remueve las viejas teorías aparentemente obsoletas para tratar de entender la realidad, para tratar de entender el mundo, que no ha sido explicado y constantemente necesita ser dilucidado”, dijo. Por eso –añadió–, el profesor es un humilde investigador que prepara muy bien sus clases, con diversos niveles de eficiencia y hace de su recinto un evento excepcional de comunicación intelectual y humana, y por ello también la libertad de cátedra le es inherente al docente porque tiene que investigar y no hay tema vetado para él ni escuela proscrita. “El profesor es garante de la memoria de la humanidad y por ello estoy seguro que tiene una acción humana muy importante, invaluable y difícil de descifrar, que además bordea la archivística y el teatro, porque también somos inventores de estrategia para mover las pasiones del otro y para tratar de trasladar al otro nuestras pasiones”, expresó. A su vez, en el acto solemne que se cumplió en el Paraninfo el 15 de mayo, pidió a los rectores y demás directivos universitarios allí presentes que se fundara otra vez la cátedra de sentido y visión de la universidad, que –dijo– fue muy importante en la década de los sesenta. “Sobre la universidad escribieron Don José Ortega y Gasset, Martin Heidegger y Karl Jaspers, entre otros. Porque es el mundo, esa entidad externa a nosotros, el que ha cambiado y nosotros tenemos que saber muy bien qué está llegando a hacer la universidad en relación con ese mundo que ya no puede definirse con los parámetros ni siquiera de la primera modernidad”, afirmó.
Darío Muriel Foronda
Filósofo José Jairo Alarcón Arteaga
Médico Carlos José Jaramillo Gómez
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El profesor es garante de la memoria de la humanidad
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Respeto por los alumnos El profesor Carlos José Jaramillo G., Excelencia Docente por el área de la salud, expresó que recibir una distinción de estas permite reavivar encuentros con muchos de los amigos, familiares, compañeros de labor y alumnos y, de paso, recibir mensajes, “que han llegado a las fibras más profundas de mi ser y que obligan a no desfallecer en la realización de lo que estoy comprometido por vocación y misión y al mismo tiempo me han hecho sentir que los esfuerzos han valido la pena”. Al manifestar agradecimientos para con los universitarios que se han cruzado en su camino y para con la misma Universidad, el médico cirujano de la Facultad de Medicina manifestó también “la fortuna de hacer sentir alegría a una de las responsables de lo que pueda tener yo como meritorio: mi madre, quien está en este recinto, verdadera maestra de maestros, ella sabe más que nadie el significado de ver evolucionar por buen camino a quien ha sido su alumno”. A más de agradecer a sus profesores, Jaramillo Gómez también expresó gratitud a los pacientes “que muy generosamente nos permiten acercarnos a ellos con nuestros estudiantes” y por ser el quehacer clínico esencia de lo que él cumple en la docencia. Aseguró, además, que cualquier estrategia didáctica por muy elaborada que sea y novedosa, no supera en efectividad al encuentro profesorpaciente-alumno, en donde, más que entregar conocimientos en ese nexo el alumno se expone a un testimonio de relación entre seres humanos, de observación científica, de aplicación de conocimientos, de formulación de preguntas de investigación, de formulación de propuestas de soluciones, de búsqueda de nuevas alternativas , a la aplicación de estrategias y a su seguimiento. Tras evidenciar lo placentero que es mirar cómo se iluminan los rostros de los alumnos y de los pacientes que recuperan la esperanza y sienten la cercanía de sus congéneres interesados y afectuosos, el profesor reiteró las gracias a todos sus estudiantes. Son ellos –dijo– quienes le ponen el reto de
todos los días para presentarles los conocimientos de una manera sencilla, lógica, significativa, estética, agradable y resonar con sus motivaciones y fortalezas interiores para apoyarlos en su desarrollo personal. “Si algo he aprendido en estos muchos años de docencia es lo trascendente en la relación profesor-alumno, de la demostración hacia cada uno de ellos de un profundo respeto, empezando por la preparación responsable del encuentro, sin improvisación ni repeticiones desgastadas. Reconociendo que se está frente a otro ser humano con muchos conocimientos y experiencias, lleno de anhelos y deseando que lo seduzcan”, dijo. El profesor Rafael Darío Muriel Foronda también dedicó este homenaje de la Distinción Excelencia Docente, a sus compañeros y colegas de trabajo, a sus estudiantes de pregrado y posgrado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, a las directivas y familiares. “Es un honor para mí compartir con ustedes esta distinción la cual es fruto de mi dedicación y trabajo durante más de 30 años como docente universitario. Esta labor la he desempeñado con mucha energía, pasión y amor, lo que me ha permitido disfrutar cada día del ejercicio docente y el aprendizaje al lado de mis estudiantes”, dijo. Asimismo, agregó también como un honor compartir la publicación del trabajo de investigación que realizó para obtener el título de economista “Colombia: Comercio y Transportes 1850-1929”, la cual fue publicada por la Editorial Pi, en abril de este año. “Reitero nuevamente mis agradecimientos a mis compañeros docentes, estudiantes y amigos de la Universidad y quiero que sepan que siempre me he trazado cumplir a cabalidad con mis propósitos educativos y pedagógicos en la formación de ingenieros en el área ambiental”, insistió. Y recomendó a los demás profesores “que la bella labor que realizan siempre la ejerzan con amor y entrega por esas personas que reciben nuestro conocimiento: los estudiantes que aplicarán lo aprendido en las aulas de clase para llevarlo a la práctica en su profesión y contribuir al desarrollo de la región y el país”. w (LJLB)
Un alto en el camino
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Una política de reconversión pedagógica en la Universidad
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Queremos para la Universidad de Antioquia tres claves de ingreso al siglo XXI: anticipación, innovación, excelencia. Algunos son visionarios. Algunos son líderes. Algunos son gerentes. Algunos, seguidores. Sólo necesitamos equipos constituidos por todos ellos.
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ien por la Universidad, la continuidad del rector Alberto Uribe Correa, y bien por la región. En su propuesta de campaña a la comunidad universitaria tuvo el acierto de proponer: 1- La convivencia, 2- La docencia, 3- La articulación de los diferentes niveles de formación que ofrece la Universidad, 4- El desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, 5- La extensión, etc. Sobre la convivencia y la docencia, el doctor Uribe expresó: “En la vida universitaria uno de los temas más sensibles y que merece el mayor interés es, sin duda, la convivencia, teniendo en cuenta que ésta es un valor connatural a la universidad, debido a la interacción de todos los estratos sociales y al principio de pluralidad que en ella rige. Por ello debemos dar a la convivencia un carácter práctico y real, acompañado con la formación de profesionales idóneos, críticos, reflexivos y con el fortalecimiento de espacios para hacer más fuerte su condición de institución abierta, dialogante y participativa”. Y en cuanto a la docencia, el doctor Uribe la considera “eje fundamental, la relación básica entre el docente y el estudiante alrededor del conocimiento, la cual, articulada en un contexto potenciador, permite no sólo a la relación esencial de entrenamiento y aprendizaje, sino también la creación de nuevo conocimiento por medio de la investigación, permitiendo la más alta formación
José Ramiro Galeano Londoño Coordinador Colegio de Currículo. Miembro Grupo CHHES. Facultad de Educación. Universidad de Antioquia jrgaleano@une.net.co
¿Cuántos docentes han recibido formación en reconversión pedagógica en los últimos tres años? ¿Cuál es la calidad pedagógica de la universidad? ¿Qué decir de los docentes ocasionales y de cátedra, a quienes la Universidad no les ofrece ni les exige de forma directa reconversión pedagógica, cuando representan el 75% de la población profesoral? ¿Cuál es el valor agregado humanizador de la universidad?
del estudiante y el crecimiento del docente en razón de una mejor condición para la sociedad”1. Como lo afirma la Asociación de Profesores, “la calidad académica se debe convertir en un debate serio y necesario en nuestras instituciones educativas, es decir, contribuir a la humanización del hombre”. También es preocupación del CESU2 la formación docente en las universidades, como lo expresa la profesora Zanabria, representante profesoral a este organismo en las reuniones para la reglamentación de la Ley 1188 de 2008.
Los profesores Durante las últimas décadas, las políticas educativas han tenido como soporte el “mejoramiento de su calidad”, de la cual es garante la Universidad de Antioquia, pero aún, tal vez falta establecer una relación más directa entre la calidad de la universidad y la calidad docente; igualmente su dignidad salarial: su condición de vinculados: regulares, ocasionales y de cátedra. La Universidad de Antioquia cuenta con 1.721 profesores, así: vinculados 965, aspirantes 221, ocasionales 535. Este total se encuentra distribuido así: 1.547 ejercen como profesores universitarios, 75 en cargos administrativos, 99 en dedicación exclusiva. Los profesores de cátedra no son menos de 5.000, los cuales fluctúan semestre a semestre, es decir tres veces más que los vinculados. Aparte de los que
ingresan al escalafón universitario, la mayoría son formados sólo en el objeto de conocimiento. Es sano preguntar, ¿cuántos docentes han recibido formación en reconversión pedagógica en los últimos tres años? Es de observar que para los más numerosos, los de cátedra, no hay política expresa de requerimiento de formación pedagógica para su ingreso a la universidad. “El representante profesoral en la última sesión del CSU3 llama la atención sobre la carencia de incentivos para nuestros profesores de planta, ocasionales y por hora cátedra. Estamos ofreciendo con profesores de cátedra gran parte de la actividad docente y ello indiscutiblemente afecta la calidad. Hemos duplicado cupos, pero el presupuesto no se modifica. Un profesor con título de Doctor ingresa a nuestra universidad con un salario de enganche de $2.700.000, mientras que en la Universidad EAFIT, el salario de enganches es a partir de $5.000.000. ¿Cómo piensa financiar el gobierno nacional y departamental la capacitación de los Profesores Auxiliares, lo cual demanda comisiones de estudio durante tres o cuatro años?” 4 y ¿cómo piensa actualizar, reconvertir los 6.721 que tiene actualmente? Es pertinente afirmar que el problema no es sólo de presupuesto, de dinero, también es de política educativa. Bien por la generación de relevo, los doctores que se han formado y se siguen formando en el exterior y por los que reciben el curso pedagógico para ingreso al escalafón universitario, aunque uno y otro requieren revisión, ¿pero qué decir de los docentes ocasionales y de cátedra, a quienes la Universidad
no les ofrece ni les exige de forma directa reconversión pedagógica, cuando representan el 75% de la población profesoral? ¿Cuántos doctores requieren formación pedagógica? La profesión de profesor universitario encierra una misión compleja en relación con otras profesiones, implica transitar por los espacios claves de la vida de los jóvenes: la cotidianidad, la humanización de la vida, los esquemas de pensamiento, la ciencia, la tecnología, la política, la creatividad, la imaginación, etc. Esto implica una continua reconversión de esquemas de pensamiento para interactuar con el joven de hoy, saber hacia dónde dirigir el timón en el momento de orientar una clase magistral, un ambiente de aprendizaje, un taller, una investigación, una práctica de extensión, un proyecto de innovación; no es sólo la relación con el conocimiento como doctor, es una relación con seres humanos que quieren formarse como personas, como profesionales. La situación es compleja, al profesor universitario para su ingreso le exigen formación como doctor en el conocimiento, en tanto que para el gran número de profesores universitarios (contratistas y por hora cátedra) no hay una política clara de formación pedagógica.
Los estudiantes De otra parte los estudiantes siguen preguntando por los contenidos del currículo, por la nota, pero no desde la cotidianidad, la humanización de la vida, los problemas de la región o del país, o de la globalización, sin mostrarse como mentes creativas, críticas y emancipadas, sin darle a la investigación una presencia
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Y así como la comunidad ha reconocido con generosidad la gestión del señor Rector en los dos períodos anteriores, entre otros asuntos, por la construcción de los edificios de extensión, investigación, ingenierías, posgrados, de alcantarillados, aire acondicionado, etc., el nuevo período que inicia puede ser de reconversión pedagógica, es decir, de modernización con modernidad.
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en las aulas y hacerla propósito de la universidad. Todo esto hace necesaria la pregunta. ¿Cuál es la calidad pedagógica de la universidad? ¿Qué tanta presencia tienen en diseño y en el desarrollo curricular saberes como la filosofía de la educación superior, la epistemología, la sociología, la pedagogía para adultos, el currículo universitario, la didáctica universitaria, la gestión universitaria, la investigación, la evaluación en la educación superior, el uso cotidiano de las Tic? Tendremos que darnos cuenta que estamos frente a una generación nueva. Estamos presenciando una ruptura, los jóvenes nos están haciendo una revolución y los adultos no sabemos cuál. Los padres de hoy no hemos tenido la oportunidad de mandar –cuando hijos nos mandaban los padres–, ahora cuando padres los hijos no obedecen. Los usos de la tecnología han cambiado todo –ahora se compra lo desechable–, estamos en una cultura de liquidez. Es posible que las instituciones educativas de hoy estén educando en la modernización sin modernidad, esto es preocupante por cuanto se puede estar contribuyendo a tener “personajes exitosos” en sociedades fracasadas. En las instituciones educativas se sigue dando mucha información que no es conocimiento, sin provocar el deseo de aprender. El lenguaje digital está en lógica binaria que es la que organiza la mirada sobre la imagen y no sobre las letras, los profesores adultos somos lentos y vemos de forma lineal, de esta forma diseñamos y desarrollamos el currículo, en la mayoría, somos de causa- efectos, es decir, positivistas.
No buscar la excelencia puede considerarse un sacrilegio. Los docentes directivos y no docentes también requieren reconversión y actualización para un mejor desempeño. Con las nuevas tecnologías, las formas de trabajo cambian. No buscar la excelencia puede considerarse un sacrilegio. Queremos para la Universidad de Antioquia tres claves de ingreso al siglo XXI: anticipación, innovación, excelencia. Algunos son visionarios. Algunos son líderes. Algunos son gerentes. Algunos, seguidores. Sólo necesitamos equipos constituidos por todos ellos. El carácter humanizador de la universidad, es parte clave en la propuesta del señor rector. Lo interpretamos como si quisiera parafrasear a Ernesto Sábato “Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido”. Preguntamos ¿Cuál es el valor agregado humanizador de la universidad? Y no puede ser otro que, la misma calidad de sus actores, del reconocimiento entre ellos. Una universidad humanizada es aquella en donde la democracia se defina “no por la primacía de la opinión mayoritaria, sino por la manera como interpreta la diferencia y por el sentido que da a la desigualdad”. Tendríamos entonces aquí un importante aporte a la construcción de una cultura democrática, a una sociedad de la convivencia. Pecados contra la “areté” universitaria. En la universidad tenemos una ideología que nos lleva a dividir el mundo entre un “nosotros, por dentro” y un “ellos, por fuera”, y a distribuir valores entre los dos mundos: lo “próximo” es valorado en términos positivos y lo “exterior” es considerado ajeno y extraño en el marco de un dualismo excluyente; lo que no reconocemos “como propio” lo arrojamos al exterior y le asignamos un origen distinto al que suponemos en “lo nuestro”. Hay que intentar, que desde un carácter humanizador sea posible la inclusión en la universidad, el reconocimiento al que piensa distinto, a las minorías. Que en la universidad cada día haya menos pecadores contra la “areté” universitaria, pecados como la incompetencia, la ignorancia, la arrogancia, y aún la misma presunción por estar cubiertos con el manto de las mayorías. Esto abriría puertas a la convivencia entre el profesorado, a un mejor clima laboral, a una mejor estrategia organizacional. Los valores básicos fundamentales para una reconver-
sión pedagógica. En la filosofía de la calidad sobre la cual venimos trabajando, son bien importantes las cifras de cobertura, el número de programas académicos con registros de calidad, la ubicación de egresados con buen puntaje en pruebas ECAES; también el fortalecimiento de los valores básicos fundamentales para humanizar nuestras acciones diarias –confianza, respeto, dignidad, compromiso, integridad y responsabilidad–. En una palabra, reconocimiento. La calidad de la universidad depende del reconocimiento y la responsabilidad social del docente, por un lado, y del reconocimiento y responsabilidad social del estudiante, por el otro. Una política de humanización, reconocimiento y participación por parte de la rectoría de la Universidad. La búsqueda de la calidad es un trabajo de equipo. “Si deja de percibirse el vínculo necesario entre verdad, humanidad e investigación libre, ya no existe la idea de Universidad”5. La universidad no se salvará si no se persigue la aventura intelectual bajo el doble signo de la libertad y el reconocimiento de profesores y estudiantes. “La investigación no es solamente aquello que acontece en los sectores de vanguardia, no es solamente el descubrimiento o la innovación; es la mentalidad misma de la universidad… porque a pesar de todas las críticas contra la universidad y de sus compromisos con el “sistema”, ella es la única institución donde pueden efectivamente expresarse los espíritus más críticos de nuestro tiempo… Ser reformista hasta el extremo en la universidad, equivale a ser, a mediano y largo plazo, revolucionario para la sociedad entera”6. Si como estamos nos sentimos bien, asunto manifiesto al votar la
¿Qué tanta presencia tienen en diseño y en el desarrollo curricular saberes como la filosofía de la educación superior, la epistemología, la sociología, la pedagogía para adultos, el currículo universitario, la didáctica universitaria, la gestión universitaria, la investigación, la evaluación en la educación superior, el uso cotidiano de las Tic?
reelección del actual rector, al hacer estos cambios estaríamos mejor: una universidad reconocida por sus investigaciones, extensión, regionalización, internacionalización etc. También una universidad con mayor presencia en la sociedad por el alto desempeño de sus egresados en el sentido humano y social, es decir, la universidad que siempre hemos querido ser, lo que nos diferencia de otras universidades. Se recuerda el año 1997 como el año de la renovación curricular en la Universidad, declarado por el rector de entonces; hoy, doce años después, los currículos ya no son los mismos, dejaron de ser perennes para pasar a ser situados, integrados, contextuados, pertinentes y flexibles; es ahora cuando reconocemos que una renovación curricular es permanente, no sólo para cumplir la norma, sino también para cumplirle al país. Esto ameritaría conocer los resultados de la investigación realizada y publicada en la Facultad de Educación –Grupo CHHES–, “Innovar en el currículo universitario, un observatorio de objetos curriculares”, para darnos cuenta qué tanto se ha innovado en el currículo en la Universidad. Con una política de reconversión pedagógica, humanización, reconocimiento y participación por parte de la Rectoría de la Universidad, ganaríamos en convivencia, calidad docente, calidad estudiantil, calidad de vida para los que habitamos la Ciudad Universitaria, la cual generaríamos desde nuestro ser para la sociedad. Para que estos cambios ocurran, la Universidad debe propiciarse, ella misma, su educación. La Universidad viene haciendo su renovación generacional al exigir títulos de doctor para el ingreso a la docencia. También necesita reconversión hacia una pedagogía universitaria. Y así como la comunidad ha reconocido con generosidad la gestión del señor Rector en los dos períodos anteriores, entre otros asuntos, por la construcción de los edificios de extensión, investigación, ingenierías, posgrados, de alcantarillados, aire acondicionado, etc., el nuevo período que inicia puede ser de reconversión pedagógica, es decir, de modernización con modernidad. w Notas 1. ASOPRUDEA, La palabra No 24, marzo 2009. 2. Consejo de Educación Superior 3. Consejo Superior Universitario 4. ASOPRUDEA La Palabra No 42 mazo 2009 5. Ricoeur, Paul, 2006 6. Ricoeur, Paul, 2006
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¿Creer o no creer? Al examinar el papel que desempeñan los medios de comunicación en la divulgación de información relacionada con ciencia y tecnología surge una inquietud: ¿Se puede dar credibilidad a la información sobre ciencia y tecnología, (C&T), que suministran los medios masivos de comunicación? Pero antes de intentar una respuesta es necesario especificar a qué medios de comunicación alude la pregunta que se acaba de formular, y, aún a riesgo de incurrir en una riesgosa generalización, se podría contestar que la referencia es a los medios de comunicación que, en consenso, y por razón de su trayectoria y envergadura, se pueden considerar serios y responsables: los grandes diarios, las grandes cadenas de radio y televisión, y, más recientemente, algunos de los mayores portales de la Internet. En resumen, aquellos medios que por su tiraje y cobertura llegan a los más amplios sectores de la población y cuentan en su nómina con una plantilla de comunicadores profesionales, y asesores expertos en cada uno de los temas que abordan. En nuestro país se podría incluir en este grupo a un par de los mayores diarios de circulación nacional, y a dos, o tres, cadenas de radio y de televisión del sector privado. Sin entrar en la discusión de si algún medio regional de menor envergadura se pudiera incluir en el grupo antes mencionado –muy posiblemente sí–, quiero enfocar la atención sobre aquellos medios que –con algún grado de confianza– se podría considerar paradigmáticos, de tal manera que lo que de ellos se diga sea aplicable a todos los demás que se les pudieran equiparar. No incluyo en este grupo a los medios de comunicación oficiales, que, por su condición, tienen más el carácter de portavoces gubernamentales que de medios
Ciencia y credibilidad en los medios de comunicación Por Guillermo Pineda Profesor Instituto de Física. Universidad de Antioquia gpineda@quimbaya.udea.edu.co. Foto Luis Javier Londoño Balbín
Investigación
Asegurarse de que la información que se suministra al público sea confiable, o que en el caso de que sea debatible se aporten todos los elementos objetivos de juicio, es la mayor responsabilidad de los medios de comunicación y de sus agentes para con la ciudadanía. Es una cuestión de ética y de supervivencia.
independientes de información; ni a los medios pertenecientes a instituciones académicas, como emisoras, periódicos y canales de televisión universitarios, por sus bajos índices de sintonía y cobertura, sin que ello signifique desconocer la importante labor pedagógica y cultural que realizan en los segmentos de la población a los que están orientados.
La aldea global Es importante destacar que en el estado de aldea global altamente interconectada que ha alcanzado la humanidad, la información que proporcionan los medios sobre hechos relacionados con C&T es cada vez más abundante y significativa, y en la actualidad, sin llegar a ser dominante, sí ocupa un mayor porcentaje de la información total, que el que nunca ha tenido en ningún otro momento de la historia, salvo, posiblemente, cuando existió la posibilidad real de que el planeta fuera arrasado por una conflagración nuclear, durante la guerra fría. Unido a este hecho también es importante considerar los resultados de recientes investigaciones sobre difusión cultural que indican que la mayor parte de la información a la que acceden las personas en el transcurso de sus vidas no proviene de la educación básica y, o, de la formación académica profesional, sino del denominado aprendizaje por libre elección, en el cual los medios de comunicación juegan un papel primordial, comple-
mentado, en menor medida, por instituciones culturales como los museos y los parques temáticos, y, aún en menor grado, por la formación autodidacta.
De las ilusiones frustradas Volviendo a la cuestión inicial sobre el grado de credibilidad que se le puede dar a la información relacionada con C&T que difunden los medios de comunicación, es necesario destacar la superficialidad, unida, por lo general, con la brevedad, como una característica común a la información que éstos difunden, sin que esto signifique un señalamiento, sino, más bien, una descripción, puesto que no tendría ningún sentido exigir de este tipo de publicación la profundidad y el detalle propios de un texto académico, aunque sí su rigor y precisión. Pero, posiblemente, sea esta característica la que constituye la mayor debilidad de los medios masivos de comunicación al momento de difundir información relacionada con C&T, pues la superficialidad se suele confundir con ligereza, y ésta ocasiona desinformación. Tampoco se puede desconocer el hecho de que los medios participan en una dura competencia por captar la atención del público en medio de una abrumadora oferta de información, lo que lleva a que se caiga con frecuencia en la facilidad del sensacionalismo. Son innumerables los casos que servirían como ejemplo de la anterior situación, pero quiero referirme a uno en
particular que toca nuestra realidad, y que podría tener importantes consecuencias, tanto para la credibilidad de los más importantes medios de comunicación nacionales, como para el quehacer de nuestra comunidad científica y académica: el supuesto descubrimiento de hace un par de décadas de una vacuna contra la malaria. Hace ya más de veinte años fue anunciado con gran despliegue por parte de la prensa nacional, y con alguna repercusión de la prensa internacional, el descubrimiento de la anhelada vacuna que podría salvar millones de vidas, y su autor fue objeto de un cubrimiento y una atención por parte de los medios como no la ha tenido ningún otro personaje del mundo científico y académico nacional, en ningún momento de la historia. Por supuesto, no faltó el visionario que daba por descontado el otorgamiento del premio Nobel para el destacado investigador, quien, dicho sea de paso, sí fue objeto de importantes reconocimientos nacionales e internacionales, aunque sin llegar al galardón más estimado. Pero después de un par de décadas las promesas de entonces no se han materializado, y la prensa y el gran público se han ido olvidando del tema. Recientes artículos sobre la posible elaboración de una vacuna sintética contra la mencionada enfermedad no hacen referencia a los supuestos logros de nuestro galardonado investigador, de quien leí, en días recientes, que de nuevo anun-
ciaba que para el año próximo ya sí estaría disponible el tan esperado aporte. No hay duda de que los logros en el campo de la ciencia no son fáciles ni gratuitos, y que cada uno de ellos demanda una gran entrega, dedicación y persistencia, como la que, sin duda, se le debe reconocer al investigador en cuestión, pero de allí a confundir expectativas con realizaciones hay un gran diferencia, porque al final lo que cuenta son los resultados positivos, y los esfuerzos de los investigadores, por meritorios y sacrificados que hayan sido, no tienen ningún valor si no están reivindicados por el éxito. Es un mundo cruel, pero así es como es.
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Publique o publique
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En un país como el nuestro, sin tradición científica y con una población de muy bajo nivel cultural y de educación, donde se le dedica al rubro de la investigación –o a lo que por tal cosa se entiende en nuestro medio– un porcentaje apenas simbólico del presupuesto nacional, es comprensible que los investigadores tengan que acudir a los más bizarros métodos de promoción de sus trabajos, y a prometer el oro y el moro para conseguir la financiación que requieren sus proyectos de investigación. Pero si bien lo anterior explica el recurso a métodos extraacadémicos y extracientíficos para la consecución de fondos de investigación, no se puede aceptar como una excusa, por los precedentes que se crean. La institucionalización de tales prácticas nos aleja cada vez más de la creación de una verdadera cultura científica, y más bien perpetúa algunos de los peores aspectos de nuestra tradición política. Por el contrario, sería de una gran utilidad en la construcción de una perspectiva objetiva del mundo la adopción por parte de los medios de comunicación de criterios de objetividad para el análisis de la información propios de la práctica científica, entre los cuales, y por excelencia, se destaca la evaluación por pares. En la época en la que se inició el “boom” de la vacuna, se plantearon, por parte de destacados investigadores y de especialistas de enfermedades tropicales, serias críticas a los métodos y supuestos resultados que se anunciaban con tanto entusiasmo por parte de los medios de comunicación, pero no recuerdo que sus opiniones hayan trascendido a través de los medios, o que dichos investigadores hubieran sido consultados por éstos.
Habemus genio Por desgracia no es infre-
En un país como el nuestro, sin tradición científica y con una población de muy bajo nivel cultural y de educación, donde se le dedica al rubro de la investigación –o a lo que por tal cosa se entiende en nuestro medio– un porcentaje apenas simbólico del presupuesto nacional, es comprensible que los investigadores tengan que acudir a los más bizarros métodos de promoción de sus trabajos, y a prometer el oro y el moro para conseguir la financiación que requieren sus proyectos de investigación. cuente encontrar en los medios casos en los que –como en el ya mencionado– un supuesto genio criollo recibe la oportunidad de hacer una amplia e incuestionada exposición de sus logros a través de medios de comunicación supuestamente serios, acompañado por un presentador de gran prestigio, pero que, por lo general, exhibe un casi total desconocimiento del tema en cuestión. Recuerdo el caso, ya un poco añejo, de la elogiosa presentación que el escritor colombiano Eduardo Caballero Calderón hiciera de una novedosísima teoría sobre las causas de la gravitación universal, planteada por un ingeniero retirado y desconocido por la opinión pública, a quien el famoso escritor no dudaba en señalar como el sucesor de Newton. Mucho más cercano en el tiempo está el caso de un sucesor local de Einstein, autor de un libro que, según los periódicos locales, daba cuenta de todo lo que el padre de la teoría de la relatividad no había podido lograr. Pero ni las refritas teorías del ingeniero amigo del consagrado escritor, ni las imaginativas elaboraciones del émulo envigadeño de Einstein soportaron el más mínimo análisis de los físicos locales, y la espuma muy pronto se disipó.
Epidemia Pero lo que hace algunos años eran casos aislados, hoy en día se ha vuelto una verdadera epidemia que se ha propagado en todos los medios, en los que proliferan espacios tipo publirreportaje, en los que se anuncian curas milagrosas para todo lo habido y por haber, con láseres, flores o vidrios de colores, o con la imposición cuántica (???) de las manos, en los que el entrevistado no se cansa de repetir el teléfono y la dirección de la clínica en la que, por un precio
muy favorable, el interesado puede obtener su respectivo milagro. Con alguna frecuencia, el mismo presentador que acaba de entrevistar a un charlatán bien relacionado, entrevista al día siguiente a un médico serio que da valiosos consejos sobre cuestiones de salud pública. El problema que le queda a la audiencia es cómo distinguir la paja de la mies. Porque lo que vende es el formato. Cuando en el mismo espacio periodístico, el mismo presentador, con el mismo tono, presenta sucesivamente a dos personajes tan disparejos como los que acabo de mencionar, el oyente tiende a creerle a los dos, porque a quien realmente le cree es al medio, personificado en el presentador. Algo similar a lo anterior sucede en espacios de canales televisivos de carácter cultural, supuestamente dedicados a la divulgación científica, que inmediatamente después de presentar un programa sobre, por ejemplo, el origen del universo y las evidencias que aporta la astronomía telescópica a la teoría que lo soporta, presenta un programa sobre abducciones extraterrestres, o apariciones sobrenaturales. De nuevo el espectador poco avisado, como suele ser la mayoría, no tiene muchos criterios para elegir, y asume, por principio, que la información que está recibiendo es confiable.
Publicidad pre pagada Aunque no es difícil advertir segundas intenciones –además de la urgente necesidad de capturar audiencia exacerbando emociones fáciles–, en la proliferación de espectáculos sobre cuestiones sobrenaturales o extraterrestres –que para algunos son la misma cosa–, la
Pero lo que hace algunos años eran casos aislados, hoy en día se ha vuelto una verdadera epidemia que se ha propagado en todos los medios, en los que proliferan espacios tipo publirreportaje, en los que se anuncian curas milagrosas para todo lo habido y por haber, con láseres, flores o vidrios de colores, o con la imposición cuántica (???) de las manos, en los que el entrevistado no se cansa de repetir el teléfono y la dirección de la clínica en la que, por un precio muy favorable, el interesado puede obtener su respectivo milagro.
creencia en lo sobrenatural y en la posibilidad de lograr milagros por demanda, va de la mano de la superstición y el mesianismo. La credulidad llena los espacios vacíos que ocupa la ignorancia. Unido a lo anterior hay que señalar el hecho de que los grandes medios de comunicación suelen estar asociados, o pertenecen, a grandes conglomerados de poder, que suelen inducir sesgos en sus opiniones. Todo lo contrario de lo que sucede con el conocimiento científico, mucho más humilde en sus aspiraciones, y de carácter probabilístico y provisional, pero verificable, en sus afirmaciones sobre el mundo.
De vida o muerte La información sobre C&T que recibe el público a través de los medios no es inocua, y puede llegar a tener consecuencias profundas en la vida de las personas. Quienes vivimos en un mundo altamente tecnificado como el actual, estamos supeditados de manera continua a tomar decisiones sobre cuestiones técnicas que habrán de afectar nuestro espacio vital en el corto, mediano y largo plazo, con todo tipo de consecuencias. Pero la mayor parte de este tipo decisiones se toman con base en nuestro conocimiento y nuestra formación. Desde situaciones tan aparentemente banales como decidir si se tiene, o no, un receptor de televisión en la alcoba, y de qué clase; hasta aquellas otras tan dramáticas como: a qué tipo de terapia someterse para el tratamiento de una enfermedad de alto riesgo –¿flores o quimioterapia?–, la apreciación que se tenga de la situación, y la confianza en uno u otro tipo de profesional, depende, en alto grado, de lo que se conoce sobre el tema, y de en quién, o a qué, se le tiene confianza. Es por esta razón que los medios de comunicación juegan un papel de primordial importancia en la formación de una cultura que ponga a disposición de la ciudadanía elementos críticos, objetivos y confiables para tomar decisiones. La cuestión de la credibilidad de la información que sobre C&T proporcionan los medios de comunicación puede llegar a tener una importancia vital. Asegurarse de que la información que se suministra al público sea confiable, o que en el caso de que sea debatible se aporten todos los elementos objetivos de juicio, es la mayor responsabilidad de los medios de comunicación y de sus agentes para con la ciudadanía. Es una cuestión de ética y de supervivencia. w
Ana Cecilia Martínez Henao, directora operativa de Competitividad y Productividad; Juan Alberto García García, secretario de Hacienda, y Alcides Tobón Echeverri, alcalde de Rionegro. Los acompañan John Jairo Arboleda Céspedes, director de Regionalización, y Jorge Jaramillo Pérez, director del Programa Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia.
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Fotos Luis Javier Londoño Balbín
Extensión
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e la misma manera que en los últimos años Medellín se ha empeñado en promover la cultura del emprendimiento entre diversos sectores de la población, especialmente entre los universitarios, el municipio de Rionegro, en el oriente antioqueño, también le apuesta a brindar a sus habitantes herramientas que les permitan vislumbrar sus propias opciones de trabajo. Empresarios con futuro es el programa estratégico de la Alcaldía de Rionegro que propende por el fomento de la cultura emprendedora y el mejoramiento de las condiciones sociales y económicas de la región, en el que pueden participar emprendedores, estudiantes y profesionales egresados de las instituciones de educación superior de la localidad. El programa es operado por la Unidad Emprendimiento Empresarial de la Universidad de Antioquia, adscrita al Programa Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión, merced al convenio suscrito con el municipio de Rionegro en diciembre pasado. En la primera fase, la Unidad Emprendimiento Empresarial viene adelantando una serie de actividades culturales, artísticas, lúdicas e informativas para promover la participación de los destinatarios directos del programa, un propósito que está bien encaminado no sólo por la experiencia del operador del convenio en procesos de sensibilización, formación y acompañamiento a empresas con alto valor agregado, sino también, y principalmente, por la disposición de la municipalidad de darle continuidad a la iniciativa que ya venía andando desde la anterior administración, con una visión regional. Así lo confirma el actual alcalde de Rionegro Alcides Tobón Echeverri, quien no duda en valorar como muy importante y acertada la propuesta, tratándose de una localidad
Rionegro prepara Isabel empresarios Cristina Echeverri con futuro Ramírez, gerente del y de una región como el Oriente antioqueño, en plena expansión. “Esta ya es una política no de un alcalde sino de orden municipal, por la continuidad que se le ha dado de una administración a otra; sentimos la importancia del emprendimiento y creemos que desde el mismo preescolar se debería empezar a formar la mentalidad del empresarismo, para no programar a nuestros muchachos a llevar una hoja de vida a una empresa, después de culminar quince o veinte años de estudio, sino que en esta escasez de fuentes de empleo, empiecen a pensar en la generación de sus propios ingresos”, dijo. De hecho, la administración local viene impulsando el emprendimiento, no sólo a través del programa Empresarios con futuro, sino también con las asociaciones rurales productoras de frutas, de hortalizas y leche, las cuales se han convertido en modelo de cómo lograr cadenas productivas a partir de la sumatoria de voluntades públicas y privadas.
El restaurante escolar –explicó el mandatario local– es el motor de la economía agrícola en este momento, dado que el municipio le está comprando a dichas asociaciones 44 mil kilos de fruta y hortalizas, 10 mil litros de leche, 40 mil huevos, con los cuales está alimentando a 11 mil escolares y, de paso, está eliminando intermediarios en la comercialización de los productos, a favor de los campesinos y del mismo Rionegro. Al confirmar que el empeño es mantener y consolidar Empresarios con futuro, el alcalde coincide en que de nada sirve procurar que los jóvenes incursionen en sus propios planes de negocios si no hay un respaldo efectivo de los sectores productivos de la sociedad, incluido el sector gobierno, como lo viene haciendo la administración de Rionegro con el programa y con las asociaciones de productores de la zona y los pequeños comerciantes. “Les hemos dicho a muchos ciudadanos que han venido traba-
programa
jando en forma particular: para un municipio es más fácil trabajar con asociaciones, con organizaciones constituidas, solucionar el problema individual es muy complicado; cuando vemos a los lecheros, a los productores agrícolas unidos, a los lustrabotas o a los dueños de talleres de mecánica organizados, es más fácil para el municipio fortalecer esas asociaciones”, señaló. Isabel Cristina Echeverri Ramírez, gerente de Empresarios con futuro, recordó que el programa empezó en 2007 y como fruto de esa primera experiencia se logró poner en marcha cinco empresas del sector salud preseleccionadas por la incubadora de empresas Génesis, a las cuales se les hizo acompañamiento en el campo comercial, financiero y de personal. “Son empresas del sector salud
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y una más orientada a la investigación que estamos buscando vincularla a nuestro proceso de Universidad-Empresa-Estado a través de la Unidad de Transferencia de Tecnología”, dijo. Echeverri Ramírez resaltó la alianza con la Universidad de Antioquia, la cual ha permitido identificar de manera puntual los requerimientos del municipio de Rionegro en el ámbito del emprendimiento y, a su vez, mostrar a la alcaldía el trabajo realizado en Medellín con Cultura E. “Buscamos cómo esas buenas prácticas operadas por nosotros podrían hacer parte de una estrategia para el programa Empresarios con futuro”, señaló, y recalcó que cuando se habla de innovación y de proyectos de valor agregado lo que se busca es que tengan una diferenciación y una oportunidad en el mercado. “Somos enfáticos en resaltar, buscar, acompañar y asesorar al emprendedor para que analice los componentes de valor en toda la cadena, que mire su modelo de negocie e identifique cómo generar valor no solamente en el producto o servicio final. Hay muchas necesidades y cosas pendientes en Rionegro, de manera que con un buen acompañamiento y direccionamiento hacia un modelo de negocio que nos permita identificar los componentes de valor podremos hablar de un futuro interesante para Rionegro en el campo empresarial”, aseguró. El director del Programa de Regionalización de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes, celebró la alianza estratégica con el municipio de Rionegro y la decisión de la Alcaldía de convertir en política pública el fomento del emprendimiento, fundamental para el desarrollo económico y social de la región. El directivo planteó que programas como el de Empresarios con futuro es una muestra del ingreso de la Universidad en una nueva fase del conocimiento, la de la innovación y el emprendimiento, acorde con los desafíos del mundo actual. “La Universidad considera muy acertada la decisión del municipio de apoyar el emprendimiento y el empresarismo, dado que es vital para convertir en realidad las potencialidades locales y de la región”, dijo, y en tal sentido invitó a los empresarios, a la Cámara de Comercio y a las demás municipalidades para que se sumen a la iniciativa, que dispone de saberes aprendidos con la experiencia exitosa en Medellín. w (LJLB)
Carta de gratitud a la Universidad Como una ofrenda, para devolver un poco de ese todo que me ha dado la Universidad de Antioquia, quiero expresar mi gratitud a Dios por confortar siempre mi alma e invocar la memoria de mis ancestros que contribuyeron a forjar esta magna institución; a mi padre Pedro Justo, graduado en Leyes en esta casa del conocimiento, quien me dejara como legado la impronta de su pasión por el saber, y la desinteresada vocación de servicio a los demás, iluminado siempre por la supremacía del bien común sobre el interés particular; a mi madre, Inés, quien me iniciara en el mundo de las matemáticas y me enseñara el profundo significado de la línea recta; a mi familia, por su infinita paciencia y por permitir que compartiera mis afectos con la Universidad; a mis maestros y a mis colegas; a mis alumnos de hoy y de ayer, razón de ser de mi ejercicio profesional; a todos aquellos que integran la comunidad universitaria. De manera especial, expreso mi gratitud y reconocimiento a los miembros del Consejo Superior Universitario, del Consejo Académico y del Comité Rectoral; al Señor Rector Alberto Uribe Correa, por depositar su confianza en mí para contribuir, desde la extensión, al fortalecimiento del Alma Máter en su vínculo universidad-sociedad; a mi célula madre, la Escuela de Microbiología; a la Vicerrectoría de Extensión que en virtud de las personas que la integran, engrandece esa función sustantiva de la misión institucional; a ese talento humano de académicos, administrativos y científicos que anteponen su inteligencia y capacidad para alcanzar la anhelada equidad social en nuestro territorio; a los egresados, por su comprensión y afecto por la Universidad que construyen país con mística y espíritu crítico; a los gestores de la alianza Universidad-Empresa-Estado, por su compromiso y visión para trazar sendas de prosperidad para una Antioquia más justa, más competitiva e incluyente. A todos, gracias por permitirme compartir el maravilloso viaje que alimenta la búsqueda de las utopías y el acceso a un mundo de nuevas alternativas para nuestra Universidad. Ustedes, maestros y amigos, me evocan inspiración, felicidad y superación. Al culminar este nuevo ciclo de vinculación a la Universidad y valorar los múltiples intereses que nos han unido en la noble misión de dotar de sentido y significado nuestro quehacer cotidiano, en la perspectiva de contribuir al engrandecimiento de este valioso patrimonio educativo y cultural de los antioqueños, el Alma Máter, hago propias las palabras de Albert Schweitzer, Premio Nobel de Paz en 1952: “…Trazar un surco con el arado significa hacer algo beneficioso pero destinado a desaparecer. Cuando después de la siembra, las espigas se muevan dulcemente con el viento, ¿Quién podrá ver los surcos en los que fueron sembradas sus semillas? Y aquel que contemple ese campo dorado y ondulante, ¿Qué podrá saber del hombre que trazó los surcos? Pero ese hombre existió bajo un cielo nublado de otoño que amenazaba tormenta y ese hombre trazó los surcos con el arado, movido por la esperanza…” Margarita Berrío de Ramos. Vicerrectora de Extensión Medellín, 30 de abril de 2009
La Universidad destina $1.000 millones para apoyar nuevas empresas innovadoras Esta decisión la convierte en inversionista del Fondo de Capital de Riesgo, Capital Medellín A partir del segundo semestre de este año se podrá disponer de la partida de $1.000 millones que destinó la Universidad de Antioquia al Fondo de Capital de Riesgo, Capital Medellín, según las proyecciones del coordinador del Programa Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión, ingeniero Jorge Alberto Jaramillo Pérez. La Universidad de Antioquia, la Alcaldía de Medellín, Comfama y Créame son las entidades que conforman el grupo inicial de inversionistas de Capital Medellín, con un monto total de $3.000 millones para apoyar ideas de negocio innovadoras y empresas con no más de cuatro años de constitución que cumplan las demás exigencias. Capital Medellín se constituye en un fondo con una vocación decididamente emprendedora que busca apoyar proyectos con altos estándares de innovación que requieran inversiones no mayores a $200 millones, y, en casos especiales, hasta un monto máximo de $400 millones.
La Universidad de Antioquia ingresa a este fondo gracias al aporte que la administración del ex alcalde Sergio Fajardo Valderrama realizó como parte del Plan de Desarrollo, para fomentar la cultura emprendedora en Medellín, en alianza con la Universidad de Antioquia. De ese dinero (en total $5.000 millones), la administración municipal solicitó que $1.000 millones fueran destinados para un fondo de capital de riesgo que le permitiera a los emprendedores de la capital antioqueña contar con los recursos necesarios para poner en marcha sus planes de negocio. Según el ingeniero Jorge Jaramillo, la participación de la Universidad de Antioquia en Capital Medellín se constituye en un hito, pues trasciende los objetivos tradicionales de las Instituciones de Educación Superior, evolucionando de la mera profesionalización a la vinculación de los resultados de investigación con la construcción de unidades productivas, y propiciando el desarrollo del tejido social y empresarial del país.
Además, considera que este es otro escenario en donde la triada Universidad-Empresa-Estado evidencia su importancia para contribuir con el desarrollo del territorio. La Universidad se convierte en pilar de emprendimiento e innovación, y jalona en compañía del gremio empresarial y del Estado los procesos de cambio para enfrentar las exigencias del mundo actual. A la fecha, Capital Medellín ha recibido más de 102 proyectos aspirantes a los recursos, de los cuales cuatro empresas, tres de ellas de base tecnológica y una más de desarrollo de complementos alimenticios biotecnológicos, han sido las beneficiarias. Gracias a los $1.000 millones adicionales aportados por la Universidad de Antioquia, serán muchos más los planes de negocio que podrán aspirar a obtener el apoyo financiero, además de acompañamiento en mercadeo, y soporte legal y administrativo. w
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omo en anteriores oportunidades, la Universidad de Antioquia tributó un reconocimiento a los miembros de los comités de autoevaluación y acreditación de los programas Psicología, Tecnología en Regencia de Farmacia, Administración en Salud con Énfasis en Gestión de Servicios de Salud y Gestión Sanitaria y Ambiental, Instrumentación Quirúrgica y Sociología, los programas de pregrado que obtuvieron en el último año la acreditación de alta calidad por parte del Consejo Nacional de Acreditación y el Ministerio de Educación Nacional. En el acto, que se cumplió el 13 de mayo, en el Paraninfo, Edificio San Ignacio, los directivos respectivos de las unidades académicas a las cuales están adscritos los pregrados reconocidos recibieron la Medalla Luis López de Mesa, con la que el gobierno nacional reconoce el esfuerzo de los programas académicos por mejorar cada día la calidad educativa. En el breve repaso del proceso que ha seguido la institución, el rector Alberto Uribe Correa recordó que la ley 30 de 1992 estableció el Sistema Nacional de Acreditación como una estrategia para fortalecer la calidad del sistema nacional de educación superior, fundamentado en el reconocimiento del logro de altos niveles de calidad con el fin de garantizar a la sociedad educación superior de excelencia. “Una vez se estableció el Sistema Nacional de Acreditación –dijo–, las principales universidades públicas y privadas del país, incluida la Universidad de Antioquia, conformaron el llamado “Grupo de las 10”, con el fin de establecer los parámetros y estándares necesarios para la instrumentalización del mismo”.
Posgrados, el paso siguiente de la acreditación de la calidad Uribe Correa explicó que el trabajo realizado por el “Grupo de las 10” –integrado por universidades públicas y privadas– se tomó como insumo en la creación de los lineamientos adoptados por el Consejo Nacional de Acreditación, CNA, para la acreditación de programas. De igual forma, la Universidad de Antioquia tuvo un papel protagónico en la difusión nacional del proceso de acreditación de programas en el país, así como en la formación de la primera generación de gestores y pares académicos del sistema. “En la actualidad apoyamos con la experiencia acumulada en autoevaluación de programas de especialización, maestría y doctorado, la construcción final del documento de lineamientos para la acreditación de posgrados, próxi-
mo a ser propuesto a la comunidad académica por el Consejo Nacional de Acreditación”, informó. En el mismo recuento, el rector agregó que en 1994 la Universidad acogió como uno de sus principios fundamentales la autoevaluación de los programas académicos, en consonancia con directrices del Sistema Nacional de Acreditación y propuso, en el artículo 16 del Acuerdo Superior Nº 1 de ese año (Estatuto General), que “la autoevaluación, la actualización científica y pedagógica, el mejoramiento continuo de la calidad y la pertinencia social de los programas universitarios, son tareas permanentes de la Universidad y parte del proceso de acreditación.” Después de iniciado el proceso, los frutos comenzaron a verse en Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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Posgrado
• A todos los asistentes quiero agradecer su presencia y entusiasmo por asistir a esta exaltación y en especial a aquellos que la hicieron posible mediante su juicioso trabajo de realizar la autoevaluación de los programas acreditados, el mantenimiento de los planes de mejoramiento y en especial a los administradores de los programas y a la alta dirección universitaria, que sigue creyendo e impulsando los procesos de acreditación de alta calidad, dijo el rector Alberto Uribe Correa.
1999 cuando la institución obtuvo la primera acreditación de calidad de un programa académico, Trabajo Social; cuatro años después, en 2003, obtuvo la acreditación institucional por 9 años, la más alta otorgada por el Sistema Nacional de Acreditación a una institución. Para ese mismo año, la universidad contaba ya con 22 programas acreditados. Uribe Correa subrayó que el compromiso de la calidad sigue vigente en la institución, y reflejo de ello es la declaración de tal propósito en el plan de desarrollo institucional 2006-2016 al consignar que “reconoce como parte de las fortalezas de la Universidad sus procesos académicos e institucionales de calidad como la acreditación institucional y de programas de pregrado.” En esa dirección, señaló que entre los nuevos retos institucionales está la acreditación de programas con extensión en las regiones y el aporte a la construcción de los lineamientos para la acreditación de posgrados. “Aunque el CNA no ha establecido los lineamientos para la acreditación de posgrados, la experiencia acumulada en nuestra institución en los procesos de autoevaluación de los programas de especialización, maestría y doctorado así como las evaluaciones internacionales de algunos de estos programas, nos ha permitido contribuir significativamente en la construcción de los parámetros de acreditación de
programas de posgrado próximos a ser establecidos por el Consejo Nacional de Acreditación, precisó.
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Aprendizajes
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Jonny Vahos Arias, del programa de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, consideró que lo más significativo que queda una vez emprendido el camino de la autoevaluación con miras a la acreditación es precisamente lo que la Universidad ha planteado a los programas y a las unidades académicas, examinarse internamente para consolidar los aciertos y mejorar los puntos débiles. “Se trata más de un proceso interno, de autoevaluación permanente. Acreditar un programa abre más retos que lo que deja el proceso atrás, porque se están mirando las fortalezas, pero los desafíos son los que ponen a cada programa y a la Universidad a pensar”, dijo. Entre las fortalezas de Sociología, Vahos Arias señaló la trayectoria del programa en la ciudad, la pertinencia del trabajo del sociólogo en el ámbito local y la investigación que realizan los egresados. Alberto Ferrer Botero, coordinador del comité de autoevaluación y acreditación del programa de Psicología calificó como muy interesante el proceso de acreditación por cuanto propicia aprendizajes. “Uno aprende a hacer planeación por objetivos, aprende a hacer evaluaciones. Creo que en realidad es un proceso de aprendizaje y es lo que queda: aprendemos a ceñirnos a unas normas de alta calidad, a tener una cultura de alta calidad y a implementarla en nuestras unidades académicas”, dijo. Ferrer Botero destacó como un
gran aprendizaje la autoevaluación. “Cuando uno se mete en estos programas de calidad empieza a ceñirse a ciertas normas, a seguir parámetros, de manera que lo mejor que nos ha quedado es aprender a hacer evaluaciones concretas y específicas de procesos”, insistió, y destacó del pregrado, al lado de la reforma curricular, el diseño plural y amplio del programa de Psicología que en la actualidad ofrece la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, que da lugar a las distintas corrientes psicológicas, dotadas de un discurso científico coherente y serio. Gladys Arboleda Posada, jefa del Departamento de Ciencias Específicas de la Facultad Nacional de Salud Pública, a más de los siete años de acreditación de la calidad otorgados por el CNA al programa de Administración en Salud con sus dos énfasis en Gestión de Servicios de Salud y Gestión Sanitaria y Ambiental, consideró como lo más rescatable del proceso de autoevaluación y acreditación la recomendación de convertir precisamente en programas independientes los énfasis, y haber recuperado la relación con los egresados. En ambos énfasis el pregrado suma cerca de 600 estudiantes, 870 egresados en Medellín, y unos cuantos más en las regiones. María Cecilia Gómez Serna, de Tecnología en Regencia de Farmacia, valoró del proceso la posibilidad de aportar luces respecto de en qué está el programa, cómo lo están haciendo las directivas, los profesores, estudiantes y egresados y sobre todo, cómo mejorar. “Es un diagnóstico donde uno definitivamente se conoce un poco o mucho; con todas las características y todos los factores que se
Cada año el comité de acreditación institucional realiza un análisis de las acciones mejoradoras y las presenta al comité rectoral con el fin de que se realice el análisis de la misma para correcciones inmediatas. Es de destacar el esfuerzo realizado institucionalmente para atender debilidades identificadas como la mejora de la estructura académico administrativa, el mejoramiento en las tasas de retención de estudiantes, el aumento en la vinculación de docentes de las más altas calidades, los currículos más flexibles, un mayor fortalecimiento de la investigación, la docencia y extensión, el mejoramiento de los sistemas de gestión, información y registro, así como una mayor vinculación del sector productivo y gubernamental con las acciones institucionales. También debe destacarse el mantenimiento de fortalezas como las estrategias institucionales para la obtención de los logros propuestos en materia de las funciones sustantivas de la Universidad a través de acciones como el plan de desarrollo y los planes de acción, así como acciones para la formación integral y la conformación y fortalecimiento de una comunidad académica. También el fortalecimiento de la carrera docente, el bienestar estudiantil, el mantenimiento de la cultura de la evaluación, la vinculación con la comunidad académica internacional, la vinculación cada vez mayor del sector productivo y gubernamental y la existencia de políticas y de estructura organizativa coherentes con las exigencias de las leyes colombianas y con la magnitud y complejidad de la Institución: David Fernández Mc Cann, jefe de Programación Académica y coordinador del comité de acreditación institucional.
evalúan uno puede abarcar tanto el medio interno como externo y mirar las falencias y las fortalezas y trazar un plan de mejoramiento constante”, señaló. Y añadió que, tras adelantar sendos procesos de autoevaluación tanto en el programa de Química Farmacéutica como en la Tecnología de Regencia de Farmacia, lo fundamental es el componente humano. “Sin el trabajo con las personas no se puede lograr la calidad de los programas y los procesos académicos respaldados por el compromiso estudiantil”, expresó. La jefa del pregrado Instrumentación Quirúrgica, Viviana Arcila Olmos, consideró muy positivo el balance del proceso, por el trabajo mancomunado con los distintos estamentos de la Facultad de Medicina, unidad académica a la cual está adscrito el novel programa. “Este proceso nos permitió unirnos como grupo de trabajo, ha
fortalecido los vínculos con otras unidades académicas, ha potenciado el trabajo de investigación como uno de los ejes misionales y para nosotros ha sido un placer porque fuimos el primer pregrado de instrumentación quirúrgica en el país acreditado, lo que nos da solidez en el proceso de formación del talento humano y en el interior de la facultad que tiene una larga historia nos ha permitido trabajar procesos y proyectos de manera conjunta con toda la administración”, dijo. Arcila Olmos resaltó como fortalezas del programa las prácticas académicas, el grupo humano profesoral y estar en una facultad con mucha historia. Asimismo, consideró que ya se han venido subsanando los aspectos por mejorar como la vinculación de docentes directos en las áreas profesionales a través del trabajo con la IPS Universitaria, el fortalecimiento de la investigación y del plan teleológico trazado. w (LJLB)
Salir a cazar un león
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En nuestras vidas “todos tenemos que cazar un león”, le dijo Gabriel García Márquez al periodista Plinio Apuleyo Mendoza, quien estaba escribiendo el libro Aquellos años con Gabo. Y puntualizó: “Algunos hemos llegado a hacerlo pero temblando”. El escritor colombiano recordaba un episodio de uno de los cuentos que más admira: “La breve vida feliz de Francis Macomber”, de Ernest Hemingway. García Márquez, no hay duda, atrapó a su león interior escribiendo Cien años de Soledad, El Otoño del Patriarca o El coronel no tiene quien le escriba; y a su león de las praderas escribiendo las cuatro mil páginas de artículos periodísticos que hasta ahora han sido recopilados por los comentaristas de su obra. No se escriben cuatro mil páginas impunemente. En Colombia incluso los estudiosos han olvidado que el acta del jurado del Premio Nobel de Literatura que García Márquez recibió en 1982, decía: “por su obra literaria y periodística”. Todos los periodistas tenemos una cacería pendiente. Todos. Algunos, los menos, atrapan a su presa; otros apenas logran identificarla; la mayoría sólo la ve pasar o la deja ir. Pero quien no atrapa a su león –o a su tigre o a su fiera de cualquier pelambre que ésta tenga– corre el riesgo de ser devorado por él. Y la cacería periodística –como lo dice el reportero mexicano de Univisión, Jorge Ramos Ávalos– casi siempre implica un reto al poder, al conocimiento, a la irreverencia, al temor, a la
timidez, al tiempo, a la falta de recursos o de espacio en los distintos medios… A veces la caza del león requiere conseguir una entrevista exclusiva, otras, denunciar la corrupción a través de una noticia o de un informe; o descubrir una trampa, una mentira, un complot…y a veces, aunque debería ser todas las veces, la cacería del león consiste en descubrir al ser humano que ocultan los datos noticiosos, las estadísticas y el mismo lenguaje cifrado, simple y simplificador, del periodismo informativo. Descubrir al ser humano que se desvanece en esas noticias estadísticas, decir quién es, qué hace y cómo hace lo que hace es la cacería más noble y más útil (quizá la única permitida para no alterar el equilibrio ambiental) que podemos hacer los periodistas. Y esa cacería empieza cuando el periodista deja su casa o la sala de redacción y sale a la calle para empezar su jornada como reportero… “Reportero es lo único que volvería a ser en mi vida…Una de las ocasiones en las que más he lamentado no estar en Colombia fue cuando ocurrió el envenenamiento colectivo de Chiquinquirá, Boyacá (uno de los sucesos más patéticos de la historia de los plaguicidas en Colombia, ocurrió el 25 de noviembre de 1967); yo hubiera ido gratis a cubrir ese acontecimiento”, destacó García Márquez en su autobiografía Vivir para contarla. **** Primero en los cursos de Juan José Hoyos en la Universidad de Antioquia, luego en el periódico El Mundo, después en La Hoja de Medellín, y desde hace una década como periodista independiente –exiliada en los libros como diría Alberto Donadío– Patricia Nieto, esta mujer menuda y de apariencia frágil, ha tenido la gran oportunidad de ejercer como reportera y recibir una de las primeras y
Foto Archivo Periódico ALMA MATER
Cultura
Foto Luis Javier Londoño Balbín
Por Carlos Mario Correa Soto Periodista. Profesor Universidad EAFIT
“Este trabajo esforzado de reportería, entonces, es el primer acierto y valor que tiene el libro de Patricia Nieto, Llanto en el paraíso: crónicas de la guerra en Colombia. Sus historias, no me quedan dudas, fueron reporteadas personaje tras personaje, hasta penetrar dentro de sus vidas de tal manera que los lectores los vemos desde adentro, igual que en las novelas”. más importantes lecciones que deben conocer quienes pretendan dedicarse profesionalmente al periodismo como uno de los más importantes oficios del comunicador social. Una lección que quizás no se pueda tener de parte de los profesores en las aulas universitarias. A los periodistas, “esas moscas de la carne” como los define el escritor norteamericano Tom Wolfe, en general nadie los está esperando en ninguna parte para contar su vida. El periodista es quien debe acercarse a la gente y a su mundo; es quien debe tomar contacto, sumergirse en la cotidianidad y en el estilo de vida de los demás y desde allí dar cuenta de su complejidad. El otro ejercicio del periodismo, el que se hace a partir de las llamadas telefónicas, de los cuestionarios enviados por los reporteros y devueltos por las fuentes testimoniales de información vía fax o mail; el de los boletines de prensa, el de las ruedas de prensa, el de los portales de Internet, el de los balances empresariales y los sumarios judiciales, etc., no siendo fácil de hacer, está más al alcance de muchos….
Hacer periodismo no es sólo escribir bien, con amenidad, inclusive con cierta sensualidad y colorido sobre lo que ocurre en el mundo y en el mundo especial de las personas, sino ese descubrimiento de cosas inadvertidas en la vida diaria donde el arte no es tanto de escritura sino de reportería. O de “repostería” como me escriben muchos estudiantes descuidados en sus análisis sobre la teoría periodística que les suelo pedir en los cursos universitarios, porque la palabra reportería no está en el diccionario que tiene la computadora y ésta –en su sabiduría de máquina– se las cambia de inmediato por “repostería” y como tal me la presentan. Pero bueno, más o menos, la labor de reportería se parece a esa de la “repostería”, puesto que viene a ser como el dulce que le da un sabor especial a una noticia, a una crónica o a un reportaje. Sin ese ingrediente, en el que el pastelero pone todo su amor y el periodista todo su sudor, pasteles y noticias tendrían la misma simpleza de una tostada como postre del almuerzo… Para no parecerse a otro
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periodista –lo cual es una fatalidad en un campo tan competitivo como el suyo– es necesario ser mejor reportero que los demás. Pues ahí es donde está una de las principales claves para sobresalir en su profesión siendo distinto, ya que en el periodismo hay escuelas, tendencias, estilos y métodos de escritura, como el noticioso, por ejemplo, los cuales son universales y uniformadores. Es una idea irrefutable en la práctica periodística: a una mayor reportería corresponde una mayor producción informativa, más auténtica y de mejor calidad. Ese contacto del periodista con las fuentes testimoniales de información es único e intransferible; define en gran parte la supervivencia laboral de un periodista. Es una ocasión en la cual se mezclan toda suerte de sensaciones: miedo, prevención, predisposición, prejuicio, preocupación… Si el periodista no las enfrenta por sí mismo le será muy difícil llegar a un nivel de madurez que le permita alcanzar mejores oportunidades profesionales. “Antaño ser reportero era el principal referente de la profesión periodística, el máximo ideal a cumplir. Ahora las nuevas costumbres y medios han condenado a muerte a esta parte del oficio”, aseveró Riszard Kapuscinski, el periodista más importante del siglo XX. Una de las cosas que ha alterado el trabajo del reportero en detrimento de la calidad del periodismo es su total dependencia de las agencias y oficinas de comunicación y prensa. A muchos de ellos todo les llega listo a las salas de redacción y así lo publican. De tal manera que estos periodistas se convierten en el correo postal de los comunicados oficiales. Un buen periodista es un testigo que debe estar pegado a la gente y no a las instituciones y sus comunicados. Este trabajo esforzado de reportería, entonces, es el primer acierto y valor que tiene el libro de Patricia Nieto, Llanto en el paraíso: crónicas de la guerra en Colombia. Sus historias, no me quedan dudas, fueron reporteadas personaje tras personaje, hasta penetrar dentro de sus vidas de tal manera que los lectores
los vemos desde adentro, igual que en las novelas. **** Como se estableció en el acta del jurado, la estructura narrativa del libro Llanto en el paraíso –y éste es el segundo asunto que quiero destacar de éste como otro acierto de su autora y valor del mismo–, está soportada en tres historias mayores contadas por voces de mujeres del campo que relatan episodios en los que se entrecruzan todas las formas de la violencia colombiana. Las voces acaban formando un coro trágico que estremece al lector. Sin embargo, en medio del dolor, la narración también rescata el heroísmo, el amor a la vida, la alegría y la transparencia del alma de estas mujeres. Sus historias están zurcidas con fino cáñamo de origen literario y conforman un circuito de vasos comunicantes el cual, aunque es complejo en su polifonía, está elaborado con tal paciencia e ingenio que el lector no ve ni palpa las costuras y por eso se puede deslizar por el libro como por una pista de esquí… Lejos está el trabajo de Patricia Nieto de esa literatura de casette –esto es, grabar y desgrabar– que caracteriza a la mayoría de los libros de testimonio que se están publicando en el país… En el suyo, al contrario, hay una escrupulosa labor de edición y de narración; y además de traducción que de verdad le permite a las protagonistas de sus historias purificar sus muchas fatigas y dolores causados por la guerra que degrada al país en las narices de un gobierno obcecado con lograr la paz a los tiros… El trabajo de Patricia Nieto deja ver claramente una propuesta de negociación entre oralidad y escritura que implica un complicado mecanismo de narración y transcripción textual, que sin duda, y esto es lo importante, problematiza las formas tradicionales del periodismo y de la literatura de ficción que buscan dar cuenta así mismo de muchas de las experiencias vitales en el mundo de hoy… en el que se advierte una hibridación de géneros en casi todas las expresiones artísticas y de una manera notable en el periodismo narrativo de crónica. **** El tercer asunto que quiero resaltar –entre otros que sobresalen de la forma y el contenido del libro– es el valor
y la exclusividad de los testigos, en este caso mujeres, que contactó Patricia Nieto para reforzar la memoria de las víctimas de la guerra en Colombia y contrarrestar el impacto del discurso hegemónico de los victimarios, entre ellos el paramilitarismo, la guerrilla y la fuerzas armadas estatales…que cada cuanto se inventan una y otra influenza cual apocalíptica peste y cortina de humo para favorecer el olvido, enterrando o incinerando a la verdad y birlando reparación… “En la madrugada, recuerda Luz Marina Ruiz, ‘en este pueblo no había alguien que no llorara’, y nadie que no mirará horrorizado los letreros dejados por los asesinos donde se identificaban como un grupo de autodefensas campesinas: ‘Muerte a los sapos de la guerrilla’: Accu”. “Yo me acuerdo de tantas cosas, no sé por qué. Yo les pregunto a mis hijos por cosas y ellos dicen que no se acuerdan. Es como si no hubieran existido (…). Mi tío Virgilio muerto, mis primos muertos, mis familiares muertos. Yo estoy aquí sola, desprendida de mi Orobajo. Yo soy la única capaz de contar la historia porque a los viejos los mataron”. Dice la última descendiente del Cacique Nutabe, del norte de Antioquia. Son testimonios que mortifican como una marca de fuego contra la peste del olvido. Y aquí debo destacar la importancia de la capacidad verbal del testigo o informante. Hay experiencias únicas de personas que no tienen la capacidad verbal de contarlas, de transmitirlas. Pero las mujeres abordadas por Patricia Nieto tienen un don natural de “cuentistas”. Así que la selección tan acertada de sus testigos me lleva a una observación final: Gay Talese, el reportero de los reporteros, cuenta en su libro Vida de un escritor, que cree en la necesidad del contacto directo con los personajes de sus historias porque, además del diálogo, le interesa hacerse a una idea visual de los rasgos y gestos del entrevistado, así como tener la oportunidad de describir la atmósfera del lugar en que se da la reunión. “He pasado –explica Talese– semanas enteras negociando entrevistas con personas reticentes que, cuando por fin hablan conmigo, no revelan nada informativo. He viajado cientos y miles de kilómetros
siguiendo pistas que, al final, no me llevan a ninguna parte. Ochenta por ciento de la información que consigo a través de la gente termina en el cubo de la basura. No obstante, no podría haber descubierto el 20 por ciento que me resulta útil si no me hubiese abierto camino a través del otro 80 por ciento que, en el análisis final, resulta inservible”. Es oportuno –especialmente en la enseñanza universitaria del periodismo– atender a la metodología de trabajo de Talese y de Patricia Nieto, en estos tiempos de periodistas sin raza y de periódicos saturados de opinadores, algunos de los cuales sin mucho rubor aseguran que “la opinión es noticia” tirando por la borda su propia historia de periodismo investigativo y de crónica, y la historia del periodismo informativo moderno. La multiplicación indiscriminada de los opinadores en los diarios y revistas, y de los conversadores, entretenedores, “botadores de corriente”, los chistosos y los chismosos en los noticieros y magazines de radio y televisión, así como en los ilimitados espacios de Internet, son un síntoma de la crisis de la reportería y la investigación periodística. Una metodología en la que tanto el padre de los reporteros norteamericanos, en sus grandes libros sobre los vencidos en muchas batallas, como nuestra reportera Patria Nieto en sus dolorosos y al mismo tiempo sublimes testimonios de las víctimas de la guerra en Colombia, se han gastado todos sus diamantes y la suela de todos sus zapatos en la cacería del león, para entregarnos reportajes en los que resaltan las que podríamos afirmar son las principales “con-diciones” para hacer periodismo investigativo de jerarquía, tanto en el contenido como en la forma: contactar, con-ocer, con-firmar, con-trastar y con-tar. Y es por esto que Patricia Nieto, en Llanto en el Parasiso, le devuelve el alma al periodismo. w Texto leído en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia, el 19 de mayo pasado, durante la presentación de los textos ganadores de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia 2008: Llanto en el paraíso (Periodismo) de Patricia Nieto; Lomos de sábalo y otros relatos (Cuento) de Javier Ignacio Saldarriaga; y Tratado de cielo para jóvenes poetas (Poesía, por concurso), de Jorge Hernando Cadavid.
La primera vez que el escritor Mario Benedetti estuvo en Colombia fue en julio de 1979, invitado por el Consejo Superior de la Universidad de Antioquia y el Gobierno Departamental, a dictar una charla académica en el programa Martes del Paraninfo y a ofrecer un recital poético en el Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo. Con su disertación se dio inicio al ciclo Literatura en América Latina, al que posteriormente acudieron, entre otros, Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Eduardo Galeano. El Periódico ALMA MATER reproduce un fragmento de la charla de Benedetti, muerto el pasado 17 de mayo a la edad de 88 años. Asimismo ofrece a los lectores la presentación que hiciera del escritor uruguayo su colega antioqueño Manuel Mejía Vallejo.
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Siempre al frente
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Me parece que esta presencia tan abundante de público eximiría cualquier obligación de presentar a Mario Benedetti. Tal vez parezca extraño el que un país tan pequeño territorialmente y tan escaso en población, haya dado para América algunas de las voces más destacables en todo el continente. En la infancia de todos nosotros existió el pregón de José Enrique Rodó. Éramos pequeños todavía cuando recitábamos algunos versos de Juana de Ibarbourou, llamada tantas veces Juana de América. Estábamos adolescentes cuando nos estremecíamos con los cuentos de Horacio Quiroga, quizás uno de los que siguen permaneciendo de aquella época en todos nuestros territorios. Llegó la época de Juan Carlos Onetti y su obra desgarrada. La de Felisberto Hernández. La de tantos que han dado a este continente un sentido distinto, por la originalidad, por la rebeldía, por ese afán de solidaridad en esta América indígena, mulata, mestiza. Yo no sé si será reiteración de lo que cada cual está callando, si una presentación de Mario Benedetti convenga en este momento. De todas maneras será infinitamente corta. Es un profesional de la literatura, pero, más que todo, su profesión ha sido la de ser hombre. Un hombre que ha sabido jugársela cuando su tierra estuvo en peligro y cuando las ideas de América han seguido estando en peligro. Él siempre al frente, en su modo de ser multifacético, porque es conferenciante, editor, prologuista, ensayista, autor teatral, poeta, cuentista, novelista, dentro de una lucha infatigable que ha servido de ejemplo para muchos en América Latina. Estén de acuerdo y no estén de acuerdo con sus ideas, ha sido un hombre que siempre se ha presentado en la hora de la brega por una América Latina mejor. Creo, pues, que la presencia de Mario Benedetti sigue estableciendo un hermoso vínculo entre los países de América. Y sé que Antioquia en particular, y Colombia en general, están contentos de que este hombre inteligente y generoso esté hoy entre nosotros. MANUEL MEJÍA VALLEJO
Tomado de EL MUNDO, 4 de julio de 1979
Q
uiero agradecer las generosas palabras de mi amigo Manuel Mejía, con quien en otras oportunidades hemos compartido momentos muy agradables y cordiales. Ese breve pero exagerado retrato que ha hecho de mí, sólo lo admito en el sentido de que la amistad hace ver las cosas color de rosa. También, antes de entrar en materia, quiero hacer dos aclaraciones. Una, que el tema de este trabajo podría haber sido la acción y la creación intelectual en América Latina. En realidad verán ustedes que en buena parte del mismo es ése el sentido que tiene. Si en general me he limitado a la creación literaria, sencillamente se debe a que es el campo que conozco mejor. Y, otra, pienso que el tema tiene que ver directamente o indirectamente con las relaciones humanas y, en consecuencia, aunque no siempre se las mencione, tal convicción estará presenten el subsuelo de las sucesivas consideraciones. Empecemos por señalar que ni siquiera el realismo en materia de arte es sinónimo de rigor científico. La ciencia debe casi obligatoriamente llegar a la certeza. Ésa es su culminación, su desenlace. En la ciencia, la duda es apenas un permitido y casi indeseable estado intermedio. La encrucijada es urgente dejarla atrás, ya que el rigor científico exige reconocer prontamente la opción segura, la ruta de la certeza. En arte, por el contrario, la duda, la incertidumbre, pueden no sólo apuntalar la fantasía sino también el realismo. La duda en arte puede ser realismo. En cambio, puede no ser realismo la absoluta certeza. Así podría pensarse que una novela que aborde la soledad del individuo no va a estar vinculada a las relaciones humanas y, en consecuencia, va a contradecir un rasgo esencial del género… Sin embargo la soledad es quizás la más dolorosa asunción de las relaciones humanas. Es, por así decirlo, un homenaje al prójimo. Aún en los casos de más excluyente soledad que pueden rastrearse en la literatura universal, las relaciones humanas no dejan de ejercer su presión. Más que nunca brillan por su ausencia. La soledad de un personaje literario que vive en prisión, de El conde Montecristo en adelante, está poblada e iluminada por odios y amores, es decir, por prójimos. Aún en una obra maestra como la de García Márquez, las soledades de un siglo no sólo tienen en cuenta otras circundantes y cercanas, sino también las soledades del pasado y del futuro, y con ellas se comunican por sobre los lindes y los almanaques.
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Las relaciones humanas están, pues, en el meollo de la narrativa y del arte en general. Pero la función del narrador no es siempre la de seguir su huella, sino más bien la de imaginar pasos futuros o, quizás, como hizo Carpentier, pasos perdidos. Probablemente la realidad es hoy por hoy la Para el político crudamente conservador, influencia más notable sobre la novela latinoamericana, pero es una realidad a partir de la reaccionario, el intelectual y el artista son cual el novelista prolonga coordenadas, imagina casi siempre un estrobo, ya que aún en los desenlaces, suspende testimonios, retrocede en el más prudentes de los casos formulan intetiempo, avanza en el pronóstico. La realidad es un rrogantes de engorrosa respuesta, siembran territorio por el cual casi inevitablemente el novedudas incómodas, generan rebeldías. lista pasa, pero en el cual casi nunca se queda. Una vez que se impregna del aire real, del olor real, Para el demócrata liberal, en cambio, el del tacto real, del suelo real, una vez que recarga intelectual puede llegar a ser un elemento allí sus baterías procede a invadir otros territorios decorativo, poco más que un florero, cuya donde habrá de crear otro aire, otro aroma, otro amistad otorga cierto lustre y por añadidura tacto, otro suelo, inevitablemente contagiados de lo real pero que no serán lo real. da fama de hombre sensible y de buen gusto. No otra cosa acontece con las relaciones El político reaccionario generalmente reprime humanas. A veces, un solo amor de la realidad al intelectual. El demócrata liberal, en camle basta al novelista para procrear diez amobio, lo usa o por lo menos trata de usarlo. res de ficción, o quizás, seis amores y cuatro desamores. Otras veces un solo y lejanísimo También en los sectores progresistas apacombate se convierte en un fascinante capítulo recen a veces prejuicios, desconfianzas y con el narrador situado en el cruce de todos los fuegos. La narrativa más que un análisis de las resquemores con respecto al intelectual. relaciones humanas puede ser una destrucción o una reconstrucción de las mismas. En esos casos, cuando el mismísimo novelista extrae la lupa o tal vez la computadora, o acaso Foto cortesía Periódico EL MUNDO. Medellín un manual también inventado, para hacer el análisis de las relaciones humanas, no nos confundamos. Por más rigor científico que simule o proclame no estará También en los sectores progresistas aparecen a veces prejuicios, desconllevando a cabo un estricto diagnóstico de relaciones entre hombres y mujeres fianzas y resquemores con respecto al intelectual. Pero no suelen darse como de carne y hueso, sino entre hombres y mujeres de ficción, sin perjuicio de suspicacias genéricas sino más bien como aprensiones subjetivas. que esa carne y esos huesos intangibles nos parezcan a veces más tangibles Puede decirse que quien acepta y ejerce en las izquierdas una ardua respony reales que los brindados por la circunscrita y llana realidad. sabilidad política, que en América Latina se da por lo común en circunstancias Precisamente el innegable atractivo que el arte ejerce sobre el hombre, riesgosas y a veces hasta clandestinas, es normal que asuma contemporánease debe en gran parte a que las relaciones humanas que desarrolla y a veces mente una postura de amplitud y comprensión hacia el creador intelectual. analiza, si bien se asemejan inquietantemente a aquellas en que todos de Pero también ocurre que otros integrantes de los partidos, movimientos o alguna manera estamos inmersos, no son ni pueden ser las mismas. Y por grupos políticos, tienen ante el artista y el intelectual una actitud recelosa de eso nos absorben o nos espantan, nos sorprenden o nos confunden, nos la que no siempre son conscientes. [Debido] a que por motivos fácilmente muestran avaramente una rendija de lo posible o nos abren de par en par comprensibles, por ejemplo, más oportunidades de obtener un aceptable nivel las puertas de la esperanza. de cultura, la mayoría de esos creadores ha surgido de la clase media o de la Ahora bien, si queremos referirnos, por ejemplo, a la cultura del hombre pequeña burguesía, siempre hay militantes políticos que los miden con inevitable de acción, creo que previamente habría que definir a ese hombre de acción desconfianza y, así, el calificativo de pequeño burgués aflora casi cotidianamente y, antes aún, enfocar la acción en sí y sus vínculos y relaciones con la creación para caracterizar a un escritor, un pintor, un universitario. intelectual. Sólo entonces adquirirán su sentido los párrafos anteriores, ya que También hay que reconocer que en muchas ocasiones la suspicacia tiene su la acción es, como dijimos al comienzo, un problema de buenas o malas relabien fundadas razones, ya que hay intelectuales que no quieren o no pueden ciones humanas, y es así mismo el instante en que esas relaciones y la realidad sobrepasar su origen de clase y mantienen tanto en su obra como en su vida misma se ponen en tensión. de relación una actitud elitaria, autosuficiente y hasta menospreciativa hacia los Por lo pronto hay numerosas acepciones para el término acción en su sectores populares. Sin embargo –tales casos son afortunadamente excepciones correspondencia con la creación intelectual. Debe identificarlo con la obra en América Latina–, la mayoría de nuestros escritores, artistas, universitarios, misma del escritor, ya que ésta es su acto de expresar hasta definirla como la se sienten identificados con sus pueblos y asumen una coherente y consecuente extrema práctica revolucionaria, pasando por una amplia gama de instancias defensa del hombre y de sus derechos y libertades. De modo que el prejuicio laborales, sociales y políticas. No creo que sea la primera acepción el mero acto generalizado contra el intelectual suele ser una actitud injusta y arbitraria. de expresar lo que hoy movilice o monopolice el tema, pero aún así conviene A veces parecería que el único expediente de que dispone un intelectual dejar una breve constancia. para que tales prejuicios y desconfianzas se transformen en confianza política y crédito moral, es pagar ese arduo certificado con su vida. En esos En nuestros países suele darse una actitud particular en relación con el casos sí, el tránsito de pequeño burgués a mártir es instantáneo. Pero, en intelectual. El hombre de acción –término que a veces se identifica con el de verdad, no resulta demasiado estimulante que el aval de revolucionario hombre político–, en sus relaciones con el intelectual suele oscilar entre una llegue junto con la partida de defunción. Cabe recordar que en su época exaltación superficial y una indiferencia casi menospreciativa. el propio Martí sintió cómo esa injusta desconfianza le rozaba y, al parecer, Para el político crudamente conservador, reaccionario, el intelectual y el hasta [hubo quien] se atrevió a decirle que sólo hacía la guerra desde el artista son casi siempre un estorbo, ya que aún en los más prudentes de los escritorio. Quizás por eso el deber fue para él una obsesión. Pocos meses casos formulan interrogantes de engorrosa respuesta, siembran dudas incóantes de su muerte en combate le escribe a Federico Henríquez y Carvajal modas, generan rebeldías. y habla de quien “predicó la necesidad de morir y no empezó con poner Para el demócrata liberal, en cambio, el intelectual puede llegar a ser un en riesgo su vida… Yo evoqué la guerra: mi responsabilidad comienza con elemento decorativo, poco más que un florero, cuya amistad otorga cierto ella, en vez de acabar. Para mí la patria, no será nunca triunfo, sino agonía lustre y por añadidura da fama de hombre sensible y de buen gusto. y deber”. Y ya en vísperas de su muerte le escribe a Manuel Mercado: “Ya El político reaccionario generalmente reprime al intelectual. El demócrata estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, puesto que lo entiendo y tengo ánimos para realizarlo”. liberal, en cambio, lo usa o por lo menos trata de usarlo.
La Nada Luminosa A continuación, un fragmento del libro LA NADA LUMINOSA, de Carlos Vásquez, en que dialoga con el poema XLIX de Alberto Caeiro, heterónimo de Fernando Pessoa:
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 577 • Medellín, junio de 2009
Cultura
Me meto para dentro y cierro la ventana. Traen el quinqué y dan las buenas noches, y mi voz contenta da las buenas noches. Ojalá mi vida sea siempre esto: el día lleno de sol, o suave de lluvia, o tempestuoso como si se acabase el mundo, la tarde suave y las cuadrillas que pasan miradas con interés desde la ventana, la última mirada amiga al sosiego de los árboles, y después, cerrada la ventana, el quinqué encendido, sin leer nada, ni pensar en nada, ni dormir, sentir la vida correr por mí como un río por su lecho, y ahí afuera un gran silencio como un dios que duerme.
El final. Lo que viene al final. El paso de las horas que lleva al fin. Poemas hechos de luz, palabras luz que llevan el pensamiento hasta apagarse en el último. Casi se puede tocar esa luz final. Es un poema que guarda la luz que nombra. Pero la luz se acaba, se apagan las palabras para entrar en la oscuridad. Porque no bastan las palabras del corazón para entrar en el corazón de las Carlos Vásquez. palabras. Alguien va a decir eso, Doctor en Filosofía toca eso que se va. La palabra en la línea de fugaz que destella lo último. Poética, Universidad Javeriana. Profesor Estoy viendo el poema. Lo siendel Instituto de to entero titilar. Palabras grávidas Filosofía de la del silencio que tocan. Lo estoy Universidad de sintiendo apagarse a la luz de Antioquia una lámpara. Voy a hablar de ese poema. Busco por donde entrar, un verso que sea como una puerta, un verso ventana para abrir y cerrar. Veo alguien a punto de cerrarla. Me quedo fuera. Esa luz es lo único que me queda. Fuera en las cosas. No tan callado. En ese silencio que no me oye. iQué voy a decir? En este instante en que el silencio está hecho de aire. Palabras aire sin cobijo, palabras huecas en el mutismo que llevan.
Comité Editorial
Martiniano Jaime Contreras Carlos Vásquez Tamayo María Helena Vivas López Hernán Mira Fernández Alberto González Mascarozf
Este libro, del Fondo Editorial Universidad Eafit, es resultado de un proyecto de investigación en el Grupo de Filosofía y Literatura, del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Siento que llegan hasta mi las palabras del poema. Un viento en la voz y no la voz del viento. Es eso, emanación que sale de la boca ausente, el labio frío que nadie repite. Es mi poema, la palabra solitaria que quema mi sangre. Lo he estado buscando, con el silencio que se quiebra en la voz. Un poema sin ruido. Voy a dejar pasar el último poema por el corazón. El corazón de las palabras con las palabras del corazón. Intento pensar en él, en Caeiro. El poema sin voz sin aliento. El poeta de palabras silenciosas. Palabras para mirar que no tienen eco. Voy a envolverme en esa luz para fingir que vivo. Alguien trae una lámpara. Ilumina a medias la habitación. El poeta se deja llevar, siente pasar el tiempo como rebaños. Dice ‘buenas noches’, oye el contento de su voz quien sabe dónde.
Editor: Alberto González Mascarozf (AGM) Jefe Departamento de Información y Prensa Redacción: Luis Javier Londoño Balbín (LJLB), Alberto González M. Diagramación y Coordinador Archivo Fotográfico: Juan Camilo Vélez Rodríguez Fotografía: Luis Javier Londoño B., Archivo ALMA MATER Archivo Digital: Esneida María Tejada Puerta, estudiante de Bibliotecología Secretaria: María Mercedes Morales Osorio
Que sea esto. Que siempre sea esto. Luz y día y alguien mirando. Acabo de verlo por última vez. Un árbol, un grupo de campesinos que regresa del campo. Un coche en lo alto de la colina. Compruebo sin turbación la distancia inabarcable. Me quedo quieto. Oigo al que habla del ultimo poema y se ha quedado fuera. Quizás el pueda decir con propiedad lo que tal vez estos poemas signifiquen. Con el tiempo que da quedarse fuera. Entre tanto, arde callada la luz que trajeron. No hago nada. No pienso en nada y no espero nada. El tiempo va pasando. Los instantes se suceden y me atraviesan. No me sorprende tanta quietud, que la confusión dentro fuera eso. En verdad no siento sino eso. Faltaba oír el corazón para saber. Que los latidos no sean espera ni inquietud. Que la sangre no lleve alegría ni pena. El sosiego talla en mí el alma que no visto. Como si hubiera alguien que se hubiese quedado fuera. Alguien que quiere escribir sobre mi, que se afana por saber lo que no vivo. ¿Que? ¿Por qué ese silencio no logra decir nada? ¿Si no es un dios entonces que es? Digo un dios, el sueno de un dios. ¿Por qué entonces afuera tanto sosiego? Esto que digo no es un sueno mío. Ni siquiera estoy seguro que pueda dormir. No voy a pensar más en quien se quedó fuera. Tanta insistencia en no pensar es mi manera de estar solo.
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