PERIÓDICO ALMA MATER 579 AGOSTO 2009

Page 1

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA MEDELLÍN, AGOSTO DE 2009

ISSN 1657-4303

Conclusiones de la Segunda Conferencia Mundial

almamater@arhuaco.udea.edu.co

El diálogo, no la ofensiva militar, es la salida al conflicto y el camino a la paz

La

Dijo el ex secuestrado Óscar Tulio Lizcano en la Cátedra de Formación Ciudadana Héctor Abad Gómez, la cual abordará el próximo 14 de agosto el tema del intercambio humanitario con la senadora Piedad Córdoba

Páginas 28 a 30

Foto Luis Javier Londoño Balbín

No. 579

SISTEMA DE COMUNICACIONES http://almamater.udea.edu.co

Foto Luis Javier Londoño Balbín

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Páginas 13 y 14

•Encuentro con EMPLEADOS, TRABAJADORES Y JUBILADOS 5 de agosto de 2009 / 2:30 – 4:30 p.m.

1

•Encuentro con EGRESADOS 10 de agosto de 2009 / 5:00 – 7:00 p.m.

“Aunque vivimos en medio de situaciones de violencia que en ocasiones dificultan el ejercicio de la disertación razonada, es compromiso de los universitarios y de la sociedad constituir caminos que nos permitan hacer de la diferencia inherente a los seres humanos, una posibilidad de vida en común, por una universidad que se constituye en patrimonio público de los ciudadanos y en la que no tengan cabida el delito, la intimidación, el miedo”: Alberto Uribe Correa, Rector. Páginas 4 y 5

Colciencias puso freno a la grupomanía El número no es el problema, el problema es la calidad de los grupos de investigación, afirma el director de la entidad Francisco Miranda Páginas 19 y 20

FLA y la Universidad de Antioquia sellaron alianza por la competitividad y la excelencia Páginas 16 y 17

Si no juntamos nuestras capacidades y nos volvemos más colaborativos y asociativos, no vamos a poder competir Página 18


Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Espíritu Crítico y Compromiso Social

Cátedra de Derecho Económico

Profesora Amaya Querejazu, Abogada Universidad Católica Boliviana, Máster en Relaciones Internacionales y docente de la Universidad de Antioquia.

Martes 4 de agosto de 2009 Hora: 6:00 p.m.

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Panorama

Lugar: Edificio Antigua Escuela de Derecho. Auditorio 202 (Calle 49 No. 42 A-39 –Ayacucho con Girardot–) ENTRADA LIBRE

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor GILDARDO RODRÍGUEZ ACERO, fallecido el 19 de junio de 2009. Se ha presentado a reclamar la señora MARÍA ROSALBINA ACERO BUITRAGO en calidad de madre. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión de jubilación que percibía el señor RUBEN ANTONIO CASTAÑO DIEZ, quien falleció el 4 de junio de 2009. Se ha presentado a reclamar la señora MARIA LUCILA YEPES DE CASTAÑO en calidad de cónyuge. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor LUIS ALFONSO NARANJO MOTTOA, fallecido el 25 de febrero de 2006. Se ha presentado a reclamar el señor Gilberto Velásquez Penagos, en calidad de Curador de la señora María Luciana Naranjo Muñoz.

2

Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.


CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Alfredo Ramos Botero

Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación

Alberto Uribe Correa

Rector

Manuel Santiago Mejía Correa

Representante del Presidente de la República

Gabriel Burgos Mantilla

Representante de la Ministra de Educación Nacional

Elmer de Jesús Gaviria Rivera

Representante del Consejo Académico

Gabriel Agudelo Viana

Ingrese al Portal Universitario, www.udea.edu.co

Representante Profesoral

Manuel Antonio Ballesteros Romero

Representante de los Egresados

Luis Fernando Arango Arango

Representante del Sector Productivo

Luis Javier Arroyave Morales

Representante de los ex Rectores

Carlos Vásquez Tamayo

Secretario General

CONSEJO ACADÉMICO Alberto Uribe Correa

Rector

Jairo Humberto Restrepo Zea Vicerrector de Investigación

Óscar Sierra Rodríguez Vicerrector de Docencia María Helena Vivas López Vicerrectora de Extensión

Rubén Alberto Agudelo García

Vicerrector Administrativo

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Francisco Londoño Osorno

3

El Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Universidad de Antioquia realiza actualmente un estudio acerca de la percepción y expectativas sobre los medios que forman parte del Sistema de Comunicaciones de la Institución. Éste abarca, en su primera fase, tres campos de aplicación: radio, prensa y televisión. Para evaluar el Periódico Universitario ALMA MATER, fue diseñada por el CEO una encuesta que se encuentra disponible en el Portal Universitario (www.udea.edu.co), cuyo objetivo es, además de evaluar la pertinencia de la publicación, fortalecerla a partir de las opiniones de los lectores. Los pasos a seguir son: 1. Ingrese al Portal Universitario, www.udea.edu.co 2. Haga clic en la ventana “Estudio de percepción sobre los medios de comunicación de la Universidad de Antioquia” 3. Diligencie la encuesta Periódico Universitario ALMA MATER 4. Introduzca su correo electrónico en los datos del encuestado 5. Al terminar de diligenciar la encuesta, haga clic en enviar

Decano Facultad de Artes

Sara María Márquez Girón

Quienes diligencien la encuesta participarán en el sorteo de tres premios correspondientes a la Obra de Tomás Carrasquilla, publicada por la Editorial Universidad de Antioquia.

Decana Facultad de Ciencias Agrarias

Mauricio Alviar Ramírez

Decano Facultad de Ciencias Económicas

Frank Uribe Álvarez

Decano Facultad de Ciencias Exactas y Naturales

Luz Stella Correa Botero

Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Edison Neira Palacio

Decano Facultad de Comunicaciones

Hernán Darío Vergara Mesa

Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Marta L. Salinas Salazar

Decana Facultad de Educación

Beatriz Ospina Rave

Decana Facultad de Enfermería

Elkin Libardo Ríos Ortiz

Decano Facultad de Ingeniería

Elmer de Jesús Gaviria Rivera

Decano Facultad de Medicina

Germán González Echeverri

Decano Facultad Nacional de Salud Pública

Carlos Mario Uribe Soto

Decano Facultad de Odontología

Luz Marina Carvajal de Pabón

Decana Facultad de Química Farmacéutica

Jorge Luis Sierra Lopera

La Secretaría General y el Departamento de Información y Prensa agradecen a los LECTORES la participación en este estudio que redundará en beneficio mutuo

Representante Profesoral Consejo Académico

Carlos Vásquez Tamayo

Secretario General

Invitados

Divulgar lo que hacemos es un deber constitucional Conocer lo que hacemos es un derecho ciudadano

Martiniano Jaime Contreras

Vicerrector General

Hernando Velásquez Echeverri

Director de Posgrado

Jaime Ignacio Montoya Giraldo

Director de Planeación

La Vicerrectoría Administrativa de la Universidad de Antioquia informa que, mediante Resolución Rectoral 28372 del 29 de julio de 2009, se dio apertura al proceso de oferta pública para contratar el suministro de tiquetes aéreos. Venta de pliegos: 3 al 14 de agosto de 2009 Fecha de cierre y entrega de propuestas: 24 de agosto de 2009, entre las 16:30:00 y las 17:00:00 horas, únicamente. Presupuesto: $10.500.000.000 Duración del contrato: dos años Para consultar los pliegos y demás condiciones realice los siguientes pasos: 1. Ingrese al portal de la Universidad de Antioquia: http://www.udea.edu.co 2. En la barra de la izquierda busque la opción “Contratación y Convocatorias” 3. En la lista que se despliega, ingrese a “Invitación a Cotizar”.

Encuentro de Egresados del Liceo Antioqueño Fecha: 6 de agosto de 2009 Lugar: Paraninfo de la Universidad de Antioquia Hora: 5:00 de la tarde Conferencista: Doctor Eufrasio Guzmán, Director del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia Informes: Luis Javier Castro Naranjo exdecano@hotmail.com

Pastor Acevedo Herrera

Director de Asesoría Jurídica

Joaquín Cuervo Tafur Director de Control Interno

Sebastien Longhurst Delorme

Director de Relaciones Internacionales

Ana Lucía Sánchez Gómez

Directora de Bienestar Universitario

John Jairo Arboleda Céspedes

Director Programa de Regionalización

Ángela María Arango Rave

Directora Escuela de Microbiología

María Teresa Múnera Torres

Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología

John Jairo Giraldo Ortiz

Director Escuela de Idiomas

Fanny Mejía Franco

Directora Escuela de Nutrición y Dietética

Eufrasio Guzmán Mesa

Director Instituto de Filosofía

Iván Darío Uribe Pareja

Director Instituto de Educación Física y Deporte


Los dos encuentros próximos se realizarán con empleados, trabajadores y jubilados el 5 de agosto, y con egresados el 10 del mismo mes. Fotos Luis Javier Londoño Balbín

Campus UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

4

Con el propósito de debatir en forma colectiva las principales problemáticas de la Universidad de Antioquia y con el espíritu de que ello conduzca a mejorar la convivencia y la gobernabilidad, lo mismo que a la creación de un observatorio de la vida universitaria, la Rectoría puso en práctica a partir del pasado 24 de julio el programa Encuentros por la Universidad, “un espacio para compartir conceptos y visiones con el más genuino sentido de pertenencia”. El primer encuentro en el Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo reunió al profesorado y a los miembros del Comité Rectoral y el Consejo Académico, bajo el liderazgo del rector Alberto Uribe Correa. La segunda cita acogió al estudiantado, el 30 de julio. Los dos encuentros próximos se realizarán con empleados, trabajadores y jubilados el 5 de agosto, y con egresados el 10 del mismo mes. El tema que concentra el interés en esta primera fase de Encuentros por la Universidad, es la incidencia nefasta de la violencia en el devenir del Alma Máter de los antioqueños, cuyo ambiente interno se ha visto afectado en los últimos tiempos por reiteradas situaciones de violencia que se expresan en atentados, amenazas e intimidaciones a la vida de miembros de la comunidad universitaria; en delitos como robos de bienes personales y patrimoniales, violaciones, venta de sustancias psicoactivas; en ataques con explosivos a cajeros electrónicos y máquinas dispensadoras de dulces; y en enfrentamientos entre grupos de personas encapuchadas y la fuerza pública, que generalmente conllevan a la suspensión abrupta de las actividades institucionales y a la evacuación apresurada del campus por efecto de la agudeza de la confrontación en la que se utilizan “bombas papa”, piedras, bastones de mando y gases lacrimógenos. Hubo una petición expresa para que en caso de agresión sexual a mujeres dentro de las instalaciones de la Universidad, éste hecho sea considerado de primer orden y al que se le dé la importancia debida.

El rector Uribe ha reiterado que “aunque vivimos en medio de situaciones de violencia que en ocasiones dificultan el ejercicio de la disertación razonada, es compromiso de los universitarios y de la sociedad constituir caminos que nos permitan hacer de la diferencia inherente a los seres humanos, una posibilidad de vida en común, por una universidad que se constituye en patrimonio público de los ciudadanos y en la que no tengan cabida el delito, la intimidación, el miedo”. Pero la definición de una temática específica no ha sido obstáculo para que en los encuentros realizados, profesores y estudiantes se refieran a otros asuntos que desde


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

El Consejo Académico y los Encuentros por la Universidad

5

el punto de vista particular o gremial ellos consideran que deben ser tratados en las agendas del Comité Rectoral, el Consejo Académico y el Consejo Superior Universitario. En el encuentro con los profesores se le urgió a las directivas universitarias dignificar la labor de los docentes y definir el problema salarial que, en concepto del propio rector Uribe, está afectando la estabilidad y está estimulando la fuga de los mejores maestros e investigadores hacia otras instituciones con mayores niveles salariales. Para la IPS se planteó definir una normatividad que guíe el proceso de contratación del personal médico y que esté acorde con el funcionamiento que tendrá en fecha próxima el complejo hospitalario de la Clínica León XIII. Asimismo se dijo que es urgente considerar el currículo como eje para trabajar arduamente y para lograr resultados que contribuyan el desarrollo de la Universidad. Uno de esos resultados debe ser la formación de los estudiantes con capacidad de liderazgo, para que como egresados se distingan como profesionales comprometidos con la solución de los problemas de la sociedad. También hubo argumentos en pro de que se ejerza una acción decidida para que las funciones administrativas estén al servicio de la academia y no al contrario como en muchos casos ocurre en la actualidad. En ambos encuentros se reclamó mayor presencia del Consejo Superior en la vida universitaria y se consideró como vital que sus miembros, en cabeza del Gobernador y Presidente de la Corporación, acompañen los Encuentros por la Universidad, toda vez que allí se da la posibilidad de una interlocución directa con los estamentos universitarios. Los estudiantes, además de reclamar mecanismos y

Un encuentro por la Universidad debe ser la expresión de nuestro sentido pertenencia y de nuestra identidad en torno al respeto por un espacio público, el campus universitario, común a la cotidianidad y convivencia académica entre profesores, estudiantes, empleados y egresados. El debate en estos encuentros busca llegar a compromisos por la convivencia y por el funcionamiento normal de la Universidad. Éstos, no son posibles sin un acuerdo que conlleve a hechos en los que se refleje la voluntad de respeto por la palabra que los inspira. El campus universitario no está aislado de los conflictos y transformaciones de su entorno urbano, pero su misión, su responsabilidad está entonces en ser superior en tolerancia, diálogo y respeto por la vida. Superior, porque los ciudadanos que lo habitan, somos beneficiarios del más alto nivel de educación, gracias a una sociedad comprometida con ella. Nuestro acuerdo conlleva a una reflexión pragmática que acepta la diferencia, se orienta al bien común y al respeto y protección de éste. Este encuentro busca fortalecer nuestra racionalidad y capacidad de escucha, pero además, su finalidad debe ser la disposición permanente del campus para el cumplimiento de los objetivos misionales y el debate permanente de las ideas. El campus universitario debe asumirse como la máxima expresión del bienestar general, contrario a toda imposición autoritaria, a toda manifestación delincuencial o de coacción a la libertad. Comunicado 069 Medellín, 23 de julio de 2009

espacios de participación, cuestionaron de forma frontal la eficiencia y eficacia de la empresa privada que presta los servicios de vigilancia y demandaron de las directivas un pronunciamiento en torno a los allanamientos de la fuerza pública a la Ciudad Universitaria. Consideran que la seguridad y la convivencia no se logran con medidas represivas ni con la instalación de cámaras. Argumentaron que el término seguridad también debe involucrar el concepto de seguridad alimentaria, porque son muchos los estudiantes que viven en condiciones económicas difíciles. Esta discusión puso sobre la mesa el tema de un restaurante universitario, cuya viabilidad está en estudio por parte de la Rectoría y de la Dirección de Bienestar Universitario. El rector Alberto Uribe aclaró que a los estudiantes que han sido detenidos y encarcelados por razones políticas o como consecuencia de acciones de protesta, la Universidad les ha brindado asistencia oportuna, siempre en el marco del respeto a las decisiones judiciales y a los mandatos constitucionales y de ley. El programa Encuentros por la Universidad se realizará en forma trimestral, aunque profesores y estudiantes aducen que deben producirse en menor tiempo, dada la complejidad de los problemas y el deseo de que éstos sean solucionados en forma colectiva. w


La universidad necesita que profesores y estudiantes nos encontremos. Nos pongamos a hablar, construyamos relatos con sentido, tanto en la formación disciplinar como en la vida cotidiana.

¿Qué se hizo la universidad?

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Opinión

Texto leído el pasado 15 de julio en la jornada de inmersión a profesores recién vinculados a la Universidad, mediante Concurso Público de Méritos

6

Colegas: me piden que comparta con ustedes unas ideas en el momento de su ingreso a la vida universitaria. Momento en el que, además, y por invitación del señor rector, nos disponemos a intentar espacios de encuentro. Se me ocurre proponer un borrador, especie de manifiesto ético, en el que ofrezco la percepción que tengo de nuestra presencia y, en algunos casos también, ausencia. Profesor: etimología posible: alguien que profesa la fe en la verdad (Jacques Derrida). ¿Ello qué exigencias trae? ¿Estamos siendo fieles a esa fe, la encarnamos? Y los profesores, ¿a qué se debe que guardemos por lo general tanto silencio? Acaso estemos presos en la red de los proyectos, embelesados con la producción de indicadores, atraídos por el canto de sirenas de un nuevo conocimiento. Pero, ¿es que acaso el saber duerme dentro, se queda dentro, se reduce a los márgenes del proyecto? No queda tiempo para nada más, el tiempo se agota, se angosta. Entre tanto, hay algo que se va quedando fuera. ¿Qué es? ¿Quién no logra entrar? No podemos ocultarlo, los estudiantes lo saben, lo sienten, se resienten porque lo padecen. Sobre todo aquellos que no alcanzan a entrar en el círculo hechizado de la sociedad, la secta, el grupo. Es eso, los grupos: mónadas más que células. Cerrados como los entes de Leibniz, sin ventanas, ni puentes ni vasos comunicantes. La universidad pensó que los grupos iban a irrigar comunicación y ahora

Por Carlos Vásquez Secretario General Universidad de Antioquia Profesor Instituto de Filosofía

resulta que el riesgo es el autismo, la exclusividad, la exclusión de las élites. No es asunto de democratizar la investigación, eso podría ser demagógico. Que investigue el que pueda, el que quiera. Siempre y cuando a uno lo dejen. Es asunto de oportunidades y habrá qué ver hasta qué punto es incluyente el sistema. Inflación de la palabra ‘investigación’: sirve muchas veces para decir cualquier cosa. Y eso, ¿por qué? Es el lenguaje de los tiempos, el que no la diga parece estar en nada. Pero, ¿eso cómo se hace? Hay algo que preocupa y es que creemos por momentos estar inventando una forma de universidad sin reparar de dónde venimos, lo que hemos sido hasta el presente. Hubo un tiempo en que enseñar era escribir y estudiar, dialogar y volver desde ahí a lo que importa. Hubo un tiempo en que el profesor pasaba con entera naturalidad de lo que escribía a lo que enseñaba. Ahora todo se ha sofisticado, las funciones se han estratificado: en la cima el investigador hacedor de puntos y proyectos. Y a partir de ahí, subordinados, los estudiantes, si son ‘buenos’, si van en la misma dirección, si auxilian sus intenciones. Los demás son los otros, extraños sin consideración ni atractivo. Es un hecho: a un buen número de investigadores le

interesa cada vez menos la enseñanza. Está encerrado en su torre. Todo lo demás le resulta un fardo. El plan de trabajo así lo delata: en el centro el proyecto, el resto parece ser una carga. Eso pone en peligro algo esencial. La comunidad académica. ¿Qué forma de comunidad es ésa? ¿Qué relaciones, acciones, interacciones reclama de nosotros? Hay algo ineludible: el individuo, su autonomía, el acceso pleno y creativo a sus derechos. En una palabra su libertad, su realización en y para la libertad. Y más aún aquí, en nuestro país, donde casi nada apunta hacia eso, no quedan sino libertades conculcadas, voces amordazadas, comportamientos infames. Ni libertad, y mucho menos justicia. La verdad, profesión de fe de los universitarios, debe velar por ello. Un cultivo de la verdad sin vocación por la justicia es un saco vacío. Más un cerco que una posible salida o, si de quiere, un saco lleno de miedo. Y es aquí donde uno querría oír la voz de los profesores. La academia no es un hecho cumplido: entre nosotros, más bien, un camino lleno de abrojos. Violencia y más violencia, extremismos, lenguajes hechos, palabras huecas y mortíferas. Mientras más excelente el investigador, más necesaria su presencia y su voz. En la universidad pasan cosas, cómo no. ¿Acaso no resulta el profesor íntegro, maestro por vocación, esencial para una sociedad desangrada como la nuestra?

Si nos descuidamos, ser profesor investigador se podría volver un privilegio odioso. Para que sea amable, amado, amante, el investigador tiene que darse a ver, dejarse oír, proponer. No es algo incidental, secundario en relación con la importancia de sus tareas. No cabe decir de él: por sus hechos le conoceréis. Que se pronuncie, que empiece por decir: hay una ética del conocimiento, unas exigencias que el ciudadano le plantea. Eso no vulnera su autonomía, la vuelve responsable. En los mejores tiempos de la universidad, los profesores se han jugado ante la opinión pública y lo han hecho sobre lo que importa: la justicia y la igualdad, la libertad y el bien común. Y como eso casi nunca se da, pues han criticado el estado de cosas. El profesor universitario está llamado a forcejear con la mordaza que impide que se oiga la voz de los ciudadanos. Eso lo hace un intelectual. No porque esté obligado a decir la verdad en nombre de quienes la ignorarían, sino porque debe conectar la suya, fruto del estudio y la indagación, con aquella que da el dolor y la necesidad. Es así como un conocimiento se hace pertinente: allí donde una verdad hace eco de la otra. Y eso debe empezar por casa. La universidad, la nuestra, está aquejada por el silencio de los sabios. En medio de la algarabía de los lugares comunes, muchos profesores no dicen casi nada, hacen y hacen cosas. Y esas cosas no tienen voz o no dejan que se oiga la de sus hacedores. Entre tanto pulula un lenguaje mortífero, repetido, un sonsonete de causas y resentimientos. Decimos lo mismo hace mucho tiempo. Y ni siquiera la imaginación


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

7

ha dado para inventar nuevas narrativas. Eso no sólo en los saberes humanistas: también las llamadas ciencias exactas deberían inventar nuevos relatos. Entrar en el lenguaje como única posibilidad de apartar la muerte. Para eso es la universidad: explora nuevas formas de decir la realidad que es el mejor camino para cambiarla. La clásica distinción: ‘hasta ahora hemos pensado la realidad, se trata ahora de transformarla’, ya no nos basta. Dado que, entre tanto, hemos entendido que decir es hacer, que la distinción entre palabra y acción no es sino eso: una metáfora. ¿Pero acaso creemos en eso los profesores? Entre tanto, acecha la indiferencia, la vocación se hunde en la profesión o, lo que es peor aún, en las ínfulas y las poses. A veces, como universitario, me digo: ¡qué discurso tan desierto, qué opinión tan plana, qué diversidad tan homogénea! Y no es que haya que dividirse: entre el rigor de las disciplinas y las exigencias éticas y políticas. Una sin otra arrastra el saber al vacío y la confusión. Sin humanidad no hay saber que valga, disciplina que convenza, inteligencia que guíe. Más aún si ella, ya no regida por un espíritu ilustrado que en muchos casos ha servido de máscara para alguna barbarie, busca ser amparada. El saber es un salvavidas que debemos lanzar para que no se ahogue el ideal de humanidad. Pero, ¿es acaso un ideal? Más bien, es lo que tememos, la humanidad es una luz en la oscuridad, una voz que se modula en medio del rugido de lo inhumano. Ensordecen las fuerzas del mal y es como si no nos preocupase ya la razón, en su acepción lúcida y libertaria, esa que se supera siempre a sí misma. Una razón que, para ser convincente, tiene que ser consecuente con la condición humana, desgarrada hasta lo intolerable. ¿Y los estudiantes? Pienso que constituyen un grupo muy activo e inquieto. El riesgo está en la fascinación que ejerce sobre algunos de ellos un cierto remedo de slogans.

Es un hecho: a un buen número de investigadores le interesa cada vez menos la enseñanza. Está encerrado en su torre. Todo lo demás le resulta un fardo. El plan de trabajo así lo delata: en el centro el proyecto, el resto parece ser una carga. Eso pone en peligro algo esencial. La comunidad académica. ¿Qué forma de comunidad es ésa? ¿Qué relaciones, acciones, interacciones reclama de nosotros? ¿Por qué será que su compromiso sincero con la libertad y la justicia se calza tan fácil con discursos ya hechos? Muchos crean poco, tienden más a creer, poco se atreven a escribir la realidad de varias maneras. Cuando lo plausible sería esperar de ellos capacidad para renovar la simbólica de la universidad y por esa vía los imaginarios sociales. Hay estudiantes devotos a sacerdotes de turno. El credo es un camino fácil para llegar a los hechos sin pasar por las palabras. La acción que no se filtra en palabras con sentido, arriesga sumirse en la oscuridad de la violencia. Es lo que nos pasa, lo que nos está pasando. Y por allí se cuelan las emociones del rencor o la desconfianza. La universidad no puede sumirse en el resentimiento. Esa emoción vela la realidad y lo vuelve a uno injusto en los hechos. Cuando se habla de la crítica y la protesta uno espera que profesores y estudiantes sepamos acercar pensamiento y acción. ¿Por qué se jerarquizan de modo tan excluyente el estudio y la crítica, la reflexión y la protesta? Estudiar es un verbo que, entre nosotros, tiene que ser el eje. ¿Acaso se ha ido volviendo secundario? No puede apagarse la pasión, estudiar es una vocación de vida. No puede ser más importante el activismo. Estudiar introduce mediaciones con el fin de evitar las soluciones fáciles. Estudiar es distinguir, discutir para decidir, escoger en medio de verdaderos dilemas. Con frecuencia en nuestra universidad no se oye sino una sola voz, un coro cansado y sin vida. Eso ya no convence a nadie, vence las inteligencias y las pone a repetir estribillos. Ya va siendo hora que profe-

sores y estudiantes recuperemos la voz para crear cosas nuevas. Las causas de los males que nos aquejan son las mismas. Pero con refriegas estridentes, gritos ensordecedores, amenazas de parte y parte, la realidad se parte y la justicia, por desgracia, no aparece ni se comparte. La universidad necesita que profesores y estudiantes nos encontremos. Nos pongamos a hablar, construyamos relatos con sentido, tanto en la formación disciplinar como en la vida cotidiana. Por eso reconforta que el rector llame y reclame la presencia de los universitarios. Los espacios de diálogo no son naturales, se cultivan como todo aquello que vence la humana propensión a volver por la senda de la barbarie. La universidad es el filtro para tanto aire viciado,

la irrigación de la sangre derramada, la voz de la justicia, el corazón para la libertad, el amor por la verdad que transforma y crea vínculos nuevos. Manos y cerebros a la obra. La universidad ha de volver una y otra vez al cultivo de ciertas palabras: verdad y justicia, libertad y autonomía, responsabilidad y compromiso. Su ética debe estar inspirada en la generosidad y la entrega. Esas son las palabras eco de humanidad. En nuestro caso, están en los estatutos y en las normas. De hecho, el Acuerdo superior que reguló el ingreso de ustedes a la vida universitaria contiene y recrea esas palabras. Los invito a que ese texto sea para ustedes como un espejo en que de tanto en tanto se miren. No podemos olvidar que la universidad es un baluarte ético, un espacio para resistir lúcidamente los embates de la desgracia. Detrás de cada una de esas palabras repta la sombra temible de una tiranía, el monstruo insaciable de la crueldad y la codicia. Esas palabras hacen recordar que el lenguaje está para crear lo que ya existe (Georges Steiner). w

Facultad de Medicina

DIPLOMADO EN BIOÉTICA La Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, mediante su Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, pone a disposición de la comunidad académica y de los profesionales del área de la salud y de las ciencias sociales y humanas, una propuesta para formación en el campo interdisciplinario de la bioética. Objetivo Reflexionar desde distintas disciplinas sobre los dilemas más frecuentes de la bioética y analizar la dimensión ética del desarrollo científico y tecnológico, de forma que se respeten los valores inherentes a la persona humana, a la verdad integral sobre el mundo y a la visión holística del ser humano y de la sociedad. Fechas: 5 de septiembre a 21 de noviembre de 2009 Horario: sábado de 8:00 a. m. a 5:00 p. m. Duración o intensidad horaria: 104 presenciales Lugar: Facultad de Medicina. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública Informes: Teléfonos (4) 2196040 y 2196042 mpysp@medicina.udea.edu.co • secpreventiva@medicina.udea.edu.co Inscripción: abiertas a partir del 3 de agosto de 2009 en http//:reúne.udea.edu.co (seleccione la opción: realizar preinscripción. Luego en servicios elija Decanatura de la Facultad de Medicina y escoja Diplomado en Bioética.


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Opinión

Pensar colectivamente, otra vez, la Universidad

8

Lo que no estaba en el suelo, muy pronto caería. Esa parecía ser la sensación colectiva de pesadumbre en la Universidad de Antioquia de hace menos de tres décadas. Y, a esa pesadumbre, se unía el vacío del sentimiento de orfandad, porque los problemas de este reducto de edificios enmallados, ya no atraían la atención de una región aturdida y de un país atemorizado por una embestida de bombas y de muertes selectivas y aleatorias, ordenadas por una mafia sanguinaria y ambiciosa. La muerte de la Universidad, entonces, era asumida como otra más. Simplemente como otra más. La década del noventa comenzó para nosotros aquí en estos predios de la Universidad –hace apenas 19 años y ocho meses–, con el trastocado convencimiento de hallarnos o en una sala de velación o en el hastío del ambiente de un local para condenados a cadena perpetua. Algunos intentos en los setenta, algunos intentos más en los ochenta, fueron encomiables pero resultaron en vano. Nadie daba con el conjuro o con los rezos exorcizantes para salir del atolladero, o, como lo dice el Estatuto General expedido hace 15 años, para sacar a la Universidad “de la postración y decadencia en que se hallaba”. Sólo una acción conjunta, pensada, planificada e, incluso, fervorosa –hasta cabría el calificativo de amorosa–, entre los años 1992 y 1994, liderada desde la rectoría del economista Rafael Aubad López, logró abrirle las compuertas a una represa de malos y trágicos momentos, acumulados durante décadas, que comenzaron así a fluir y a fluir, despejando el camino de las posibles soluciones. Era necesario reorientar el rumbo y comenzar a dejar en las páginas de los diarios el rastro de una Universidad que se pareciera a sí misma y no a la imagen oscura de quienes, para destruirla o postrarla, habían pretendido suplantarla. Aubad, su equipo de colaboradores y todos los que aquí y los de afuera se unieron a la causa, sólo necesitaron de unos cuantos meses (menos de 24) para cumplir la tarea. Y si el tiempo no fue el laxo que necesitan tantas tareas en el sector público, fue porque a ella le imprimieron voluntad y convicción. Voluntad significa que un domingo también se trabajaba. Convicción significa que la tarea no le fue encomendada a una firma de expertos externos que trabajan más por la paga que por gana. La transformación de la Universidad que hoy tenemos se hizo con las manos de artesanos del terruño, con arcilla de la tierra de la que brotamos y pisamos a diario, sin modelos importados ni prestados. Se hizo porque se necesi-

Por Alberto González Mascarozf Jefe Departamento de Información y Prensa Universidad de Antioquia

taba y quienes la lideraron lo hicieron porque entendieron que se necesitaba. Actuaron sin necesidad de bambalinas. Actuaron sin cálculos mezquinos, o políticos, que es lo mismo. Pero no se trata de alabar la obra de un rector ni de nadie en particular. Ése era su deber. Para eso lo nombraron a él y para eso él nombró el equipo que le secundaría. La mejor forma de saber que lo hicieron bien es que no hay ninguna placa labrada en bronce como en las iglesias o en mármol como en los cementerios adherida a ningún muro de este campus, como es lo usual cuando se quiere dar testimonio público de una mentira. La mejor forma de saber que lo hicieron bien está en las decisiones que tomaron y en los documentos que las soportan: Bases estratégicas para el desarrollo de la Universidad; Estatuto General; Estampilla Pro-Universidad; Plan Institucional Decenal de Desarrollo, fundamentales para la labor de las subsiguientes administraciones universitarias que han sabido reconocer el acierto. Pero volver la mirada al pasado en este escrito –si es que a las vivencias de hace apenas treinta o veinte años se les puede llamar pasado, sobre todo cuando muchas de ellas las seguimos padeciendo–, sólo tiene la intención de insistir en la necesidad de pensar colectivamente, otra vez, la Universidad y analizar, en detalle y sin cálculo alguno, todos los fenómenos ajenos a su misión, a su filosofía, a su identidad, a su objeto, a sus principios, a su estructura de poder y de gobierno, que hoy la afectan y la mantienen injustamente anclada en un punto fijo, como un barco viejo en un puerto solitario, yendo y viniendo sólo hasta donde lo permite la cadena que lo ata. ¿Nos satisface la Universidad que tenemos hoy? ¿Hemos expuesto nuestros puntos de vista ante quien corresponde, o han sido lamentos de afán en un pasillo o en una cafetería? ¿Hemos sido explícitos o acaso tímidos al exponerlo? ¿Nos satisface el nivel de compromiso que ejercemos hacia la Universidad desde nuestras responsabilidades como funcionarios? ¿Cumplimos nuestros deberes sólo al pie de la letra o nuestros deberes son una

posibilidad de ejercer la libertad de pensamiento, de cátedra, de opinión? También cabe como interrogante desde el ámbito de nuestras tareas de periodistas y comunicadores, ¿por qué la Universidad de Antioquia zanjó profundas diferencias y acordó espacios de diálogo, periódicos y fructíferos, con la empresa privada y con la dirigencia política regional y nacional –en otros tiempos nuestros acuciosos fiscales–, y no ha podido lograr lo mismo o algo similar con la comunidad universitaria, representada por profesores, estudiantes, empleados, trabajadores, jubilados y egresados? Ese vacío debería constituirse en una de nuestras principales preocupaciones y acciones, como también lo deberían ser aquellos sectores que “habitan” este campus, pero que no hablan con la palabra sino con la explosión intimidante de los petardos, con el rostro encubierto de la capucha, con el graffiti escrito a la carrera en un muro, con el panfleto que señala, ataca, injuria y también dice verdades que otros y nosotros mismos no nos atrevemos. Igualmente lo deberían ser aquellos que se mimetizan entre nosotros y que nos ven como presas de caza para despojarnos de nuestras pertenencias y de los bienes públicos que tenemos en custodia. Y, aquellos que, sin respeto alguno, sólo ven la Universidad como forma de explotar para sí, a través del comercio ilícito, las adicciones de muchos a las drogas psicoactivas. Estos que menciono son, entre otros, problemas que permanecen inmutables, por más logros en investigación, en extensión, en docencia, en transformaciones administrativas, en reconocimientos nacionales e internacionales, en adopción de nuevas tecnologías, en construcción de espacios físicos, en planes de desarrollo, en relaciones públicas, en ceremoniales, en creación de medios periodísticos. Logros que, en efecto, son reales a partir del último proceso de transformación institucional, iniciado hace apenas quince años. Lo extraño, lo paradójico, lo inentendible, es que permanezcan inmutables, mientras nos preciamos de habitar los territorios de la razón, la argumentación, de la lógica, el diálogo y todo aquello que le da sentido a la universalidad de la Universidad. Creo que no hay momento y sitio como éste, el de la Universidad de Antioquia, ni actividad como ésta, la de nosotros, comunicadores y periodistas, donde el dinosaurio de Augusto Monterroso se encuentre más pleno de salud, porque, después de la resaca de tanto triunfo institucional, exaltado por nosotros y por otros, hemos despertado y el reptil prehistórico sigue ahí, retándonos. w


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

9

Los medios de comunicación deben trascender su labor instrumental y atender desde el insumo de la información las demandas sociales. He ahí el reto más interesante que debemos asumir con una comunicación entendida como un conjunto de actitudes y comportamientos de los servidores públicos al valorarla como un asunto que afecta el interés común. En su concepto más amplio, la comunicación fortalece el sentido de lo público, afianza su valor y dignidad y, en el caso de la Universidad de Antioquia, se constituye en área fundamental de su gestión e impacto en la sociedad. Su innegable incidencia en los procesos culturales y su aporte en la construcción de comunidad la ubican como práctica esencial en los procesos de participación en una entidad democrática y hecha para la educación. Es así como el compromiso de la comunicación debe estar enfocado a elevar los niveles de rigor y calidad, desde criterios de universalidad, transparencia, celeridad, oportunidad y relevancia informativa; ello en el entendido de que la comunicación es un bien público, una tarea que debe ser asumida por los individuos y los colectivos y, sobre todo, una labor tutelar para los organismos de decisión y gobierno en los campos académico y administrativo. En el caso de la Universidad de Antioquia, el papel de la comunicación parece claro al tratarse de una comunidad dispuesta a las transformaciones culturales y sociales; máxime cuando hace más de una década vislumbró la importancia de “desarrollar un sistema de comunicación integral que defina la política de comunicaciones y, a su vez, modernice, desarrolle y coordine los medios de comunicación de todas las dependencias” (Acuerdo Superior 070 de marzo 9 de 1996), objetivo que se percibe tímido en su aplicación ya que carece de la voluntad política necesaria o de la comprensión institucional suficiente para insertarse, con la fuerza que

Reflexiones sobre comunicación pública en la Universidad de Antioquia Por Gisela Sofía Posada Asistente de Relaciones Públicas Rectoría Universidad de Antioquia

requiere, en los procesos misionales con la articulación y cohesión esperadas.

Nuestro ámbito universitario Es apenas justo destacar el compromiso que, en el fortalecimiento del sentido de lo público, han tenido medios universitarios como el periódico Alma Máter, la Emisora Cultural, el Departamento de Servicios Audiovisuales y el Portal Universitario; son indiscutidos referentes y en el caso específico de la Emisora Cultural-Sistema de Radio Educativa, hay que destacar el esfuerzo por llegar a las nueve subregiones del departamento y aportar en la apertura de espacios de comunicación más incluyentes. Al observar un panorama más amplio en los medios de divulgación y conocimiento de la universidad, encontramos programas como Cátedra Pública, creada para dar a conocer las diversas corrientes del pensamiento y fortalecer la crítica en la Universidad; el programa de televisión La Fuerza de los Argumentos, programa semanal de debates con personalidades de la ciencia, la educación, la política, etc. y la Editorial Universidad de Antioquia difusora de textos académicos, de arte, de literatura, etc. de muy buena calidad. En esta suerte de inventario no se pueden ignorar unidades de formación como la Facultad de Comunicaciones que con iniciativas como Altaír (canal hipermedial) y el Sistema de

Comunicaciones De la Urbe (periódico, internet…), presenta avances en laboratorios de experimentación conducentes a la cualificación de la comunicación desde la investigación y el rigor periodístico. No obstante, sin perder de vista lo anterior, estamos en mora el reconocer quiénes son y qué productos de comunicación existen en la Universidad, toda vez que ella va más allá del ámbito de los grandes medios y que existen áreas académicas y administrativas que asumen retos y demandas en atención a sus propias dinámicas y del entorno. Saber dónde está el otro y qué hace, ha de ser el primer paso para integrar el talento humano a objetivos comunes que afiancen una capacidad de acción más grupal, lo que se inicia compartiendo y socializando experiencias y expectativas, como un ejercicio básico de comunicación interna. En los últimos años hemos observado una proliferación de medios que atienden más a un asunto de información que a estrategias elaboradas y sistemáticas de comunicación institucional. Evidencia de ello es que contamos con un valioso número de profesionales que atienden las demandas locales pero que no están articulados al objetivo estratégico 6, en el ítem de acciones estratégicas, que en este punto reza: “Consolidar el papel de los medios y la red de comunicadores en el fortalecimiento del sentido de pertenencia e identidad institucional, en la proyección social de la Universidad, en el desarrollo académico y en la gestión administrativa”. Es urgente, a partir de lo anterior, la definición de unos mínimos acuerdos en Comuni-

cación Pública que deriven en acciones y mecanismos prácticos que ayuden a enfrentar retos cotidianos como el manejo de la información; la proyección de la imagen institucional y la identidad universitaria, estrategias de divulgación académica, científica y cultural; las relaciones con los medios internos y externos; el tratamiento de contenidos digitales y definición del papel de la comunicación en momentos críticos. Lo anterior supone la identidad en el pensar y en el actuar para llegar a esos mínimos que se construyen colectivamente y deben tener como punto de inspiración referentes como el Estatuto General, el Plan de Desarrollo Institucional, el Plan de Acción, entre otras políticas, normas y reglamentaciones universitarias. Aunque la descentralización de las unidades permite autonomía y agilidad en los procesos, no puede desligarse de caminos colaborativos y de armonía institucional conducentes a una labor con capacidad de articulación misional y administrativa.

Hacia unos mínimos acuerdos Los mínimos acuerdos de comunicación pública en la Institución deben partir de una unidad de criterios en temas y asuntos esenciales de la vida universitaria en su compromiso con lo público y la sociedad, desde la comprensión de su papel como integradora, y menos de “uso” para individuos, sectores o intereses que la limitan o circunscriben a un asunto mediático de informar o trasmitir. El Sistema de Comunicaciones, adscrito a la Secretaría General, debe allanar caminos conducentes a su protagonismo en una labor editorial con capacidad de generar canales de acompañamiento, asesoría


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Opinión

Reflexiones sobre comunicación pública en la Universidad de Antioquia

10

a las dependencias y énfasis en los temas de comunicación que requieran seguimiento por su incidencia social tanto interna como externa. En esa perspectiva, la comunicación no será un asunto rutinario sino que se ubicará como estrategia articuladora en las dinámicas de la Universidad. Desde la Dirección del Alma Máter debe encarar el compromiso de integrarse a la naturaleza de las dependencias en materia de comunicación, con una mirada más cercana a la experiencia de los profesionales en ese campo, para articular intereses y cooperaciones en una Red de Comunicaciones que, en asocio con el Sistema, estaría en capacidad de liderar lo consignado en el Plan: “Implementar la comunicación pública como elemento que propicie la rendición de cuentas a la sociedad, la transparencia y la veeduría ciudadana”. Abordar el complejo reto de configurar una política de comunicación es entender que ésta es el resultado de una construcción colectiva y no una directriz determinada por un solo sector, como si fuera el único interesado, más allá de la autoridad y de las urgencias administrativas. Las políticas deben dar cuenta de una intención de grupo que se traduzca, cotidianamente, en identidad con las necesidades universitarias. En dicha construcción es clave la estrategia de crear espacios de diálogo con el fin de lograr reconocimiento entre los universitarios y de éstos con la sociedad.

Recomendaciones • Fortalecer las iniciativas de comunicación que aporten a la configuración de una opinión pública informada y que fomenten la participación ciudadana. • Propiciar la rendición de cuentas a la sociedad, mediante el fomento de la cultura de la transparencia y la veeduría ciudadana con información clara, oportuna, actualizada y de libre acceso a los ciudadanos, aprovechando al máximo los

recursos para actuar en forma no coyuntural. • Realizar encuentros con estamentos universitarios, diseñar una agenda de reuniones con los sectores gubernamental, productivo, académico, de opinión, entre otros, a fin de establecer puentes e interlocución directa. • Consolidar foros temáticos dirigidos por las áreas de conocimiento (definidas en el Estatuto General), con el fin de consolidar la participación y la democracia, desde una genuina base de compromiso de profesores, estudiantes, administradores y directivos. • Desde un acercamiento más concreto y con un mapa claro sobre el quehacer de la comunicación en la Universidad, en virtud de su naturaleza, características y necesidades, propongo circunscribir las siguientes áreas de trabajo, con el ánimo de delimitar campos que actúen con autonomía e interdependencia: • Información institucional desde la Universidad con los universitarios y con la sociedad (producción permanente de noticias, acontecimientos y decisiones de orden académico y administrativo que impactan la vida pública en los ámbitos interno y externo). • Medios de Comunicación Universitarios (medios masivos de divulgación que, además de informar, participen de la interpretación de la realidad, con narraciones y apreciaciones de la vida local, nacional e internacional). • Proyección institucional e identidad universitaria (programas, estrategias, eventos, certámenes y campañas que aporten al quehacer universitario, afiancen el sentido de pertenencia y ayuden a la compresión de la gestión pública e institucional) • Cualificación de la opinión pública desde la Comunicación (programas e iniciativas de alto componente participativo, pedagógico y de comunicación desde insumos con gran valor intelectual, científico y cultural)

• Divulgación de la ciencia y la cultura (área de conocimiento específico con capacidad de liderazgo, conocimiento y creatividad en la labor de divulgación de los sucesos de la ciencia y la cultura, así como los hallazgos del conocimiento de alto impacto social). Las relaciones y los caminos colaborativos que se establecen entre dichos campos, requerirían de un consenso en principios básicos, tales como: 1. En la Universidad la comunicación es un bien público que se asume desde criterios de universalidad e interés general. 2. Los medios y la información universitaria proyectan y velan por una imagen coherente de la Institución en la sociedad de acuerdo con las líneas estratégicas que marca la misión universitaria. 3. La información que se irriga por medios internos y externos se rige por un tratamiento editorial que parte de la valoración académica y uni-

versitaria, su trascendencia e impacto social y público. 4. La alta dirección define los conductos y procedimientos para comunicar a la opinión pública las medidas adoptadas en situaciones coyunturales o de crisis. 5. Los medios de comunicación dispondrán de manuales de procesos y de procedimiento como herramientas de orientación, aplicación y uso por parte de los universitarios 6. Las solicitudes de comunicación de impacto institucional deben presentarse a la dirección universitaria para estudio, asesoría y recomendaciones por parte del Sistema de Comunicaciones o Comité Editorial de Comunicaciones. 7. El diseño de estrategias de comunicación, tanto de unidades académicas y administrativas como de la dirección, atiende parámetros de finalidad, trascendencia y beneficio, buscando el equilibrio entre el principio de austeridad y la efectividad en la proyección institucional. w

Gracias a la suscripción de un convenio marco de colaboración entre la Universidad de Antioquia y la Universidad de Alicante (España), la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de Antioquia –programa del Alma Máter, la Gobernación de Antioquia y el IDEA–, realizará la segunda versión del Seminario Internacional sobre Modernización, fortalecimiento institucional del Estado y de los Gobiernos y Administraciones Locales. La primera versión de este certamen se realizó entre el 5 y el 7 de diciembre de 2007 en las instalaciones del Centro de Convenciones Plaza Mayor, con desarrollo de temas centrales sobre la gobernabilidad y modernización local territorial, en un fluido intercambio de experiencias sobre políticas públicas para el desarrollo local y regional en América Latina y Europa. En esta oportunidad el evento propondrá una agenda de discusión en torno a cuatro mesas centrales, las cuales contarán con la participación de expositores de España, Costa Rica, Ecuador, entre otros países. Temas como el liderazgo de la mujer en la gestión pública local, el papel de las universidades en la promoción de la excelencia, las redes académicas de apoyo al desarrollo territorial, los retos de los gobiernos locales, todas estas avaladas por experiencias de éxito en materia de gestión y fortalecimiento de la realidad pública, serán el escenario que permita un diálogo entre distintas experiencias. Para lograr dicho propósito, la Universidad de Antioquia, Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de Antioquia y el Observatorio Lucentino de Administración y Políticas Públicas Comparadas de la Universidad de Alicante, concentran su atención en la planeación y organización del Seminario. El evento que será totalmente gratuito para los participantes, se llevará a acabo los días 20 y 21 de agosto del presente año en las instalaciones del nuevo Edificio de Extensión de la Universidad de Antioquia y estará dirigido a estudiantes y docentes universitarios, investigadores, líderes comunitarios, empresarios y servidores públicos. Las inscripciones serán habilitadas en el sitio web www.escuelagobierno.org Mayor información en los números telefónicos (4) 2199853 y 2199854


Ágora

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Acerca de la salud mental integral del profesor universitario

11

Este escrito intenta esbozar el estado actual de bienestar de los profesores, con el propósito de plantear una ruta hacia una posible mejor salud mental integral de los mismos. Se parte de la concepción de que la salud mental integral se enmarca en cambios ontológicos (procesos mentales complejos), culturales, políticos, económicos, tecnológicos y ambientales. Dependiendo del grado de desarrollo en estas dimensiones se entiende que la salud mental incluye los posibles modelos de bienestar de los profesores. Un ejemplo es tener interacción armónica y permanente con la comunidad académica universitaria para participar en las decisiones que lo afectan para llegar a acuerdos y a desacuerdos. Asimismo, se parte de la hipótesis según la cual a una mejor calidad de interacción, mayor impacto positivo en el bienestar de los profesores. En este sentido, la salud mental no es sólo la ausencia de alteración de los procesos psíquicos, es también la necesidad de que los profesores tengan un bienestar integral y puedan disfrutarlo en la cotidianidad de su desempeño docente: docencia, investigación, extensión y administración en el escenario de conflictos de la Universidad de Antioquia, cada vez menos humanos, reflejo de un contexto nacional. Los profesores, para tener salud mental integral, necesitan de una gama de posibilidades de su desarrollo armónico y un alto grado de satisfacción en su desempeño docente, las cuales representan sus potencialidades y capacidades para autodesarrollarse e interactuar en la comunidad académica, donde el tipo de interacción va a influir a su vez en la visión que éstos tengan de sí mismos y del mundo. La gama de posibilidades depende del desarrollo y formación integral de los encargados de las políticas públicas y acciones posibles para una mejor salud mental, sin supeditar ésta a lo meramente técnico, de creer que ella se consigue con psicofármacos únicamente o programas o eventos discontinuos. Se necesita partir de dos premisas esenciales: una, la relación de cada profesor en su subjetividad; y otra, las condiciones que deben existir para poder relacionarse con otras personas y con su entorno en un escenario y contexto lleno de sentidos, significados, conflictos e intereses de carácter más particular que colectivo. En esta perspectiva, se observa que la salud mental de los profesores de la Universidad de Antioquia cada día se desmejora de manera

Flor Ángela Tobón Marulanda Profesora Facultad de Química Farmacéutica Universidad de Antioquia

...se observa que la salud mental de los profesores de la Universidad de Antioquia cada día se desmejora de manera significativa, según los datos obtenidos de encuestas sobre clima organizacional realizadas por la administración central. De otro lado, se evidencian exiguas medidas de intervención contundente en el Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia 2009-2016, que no son coordinadas y articuladas con el Plan de Acción de cada una de las unidades académicas. significativa, según los datos obtenidos de encuestas sobre clima organizacional realizadas por la administración central. De otro lado, se evidencian exiguas medidas de intervención contundente en el Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia 2009-2016, que no son coordinadas y articuladas con el Plan de Acción de cada una de las unidades académicas. De los escasos datos que se conoce de dicha información oficial, relacionada con el clima organizacional, el bienestar y el servicio de atención en diversos subsistemas de la Universidad de Antioquia, se infiere que entre las principales causas para el aumento de alteraciones mentales como estrés, depresión, desmotivación, miedos, sentimiento de inseguridad, dificultad para expresar lo que se siente, timidez, sensación de rechazo, miedo al fracaso, desmotivación, sensación de soledad y farmacodependencia, están las variables psicosociales que están enfrentando los profesores en lo cotidiano, tales como: el aumento de las cargas emocionales fruto del deterioro de las condiciones para unas adecuadas relaciones académico-administrativas con el jefe inmediato; la ineficacia de la mayoría de reuniones que los jefes imponen como obligatorias, porque ellos no proponen, ni discuten ni analizan acciones efectivas posibles prioritarias que resuelvan las necesidades de los profesores y de la institución; el ambiente físico de las oficinas colectivas en hacinamiento es poco saludable, sin ergonomía, poca intimidad,

no facilita el estudio; algunos administradores de forma muy sutil favorecen peticiones, necesidades o toman decisiones de manera inequitativa, sin tener en cuenta argumentos de diálogo y competencias para satisfacer a ciertos profesores, sólo por su perfil de enlace afectivo o político, desconociendo la institucionalidad y la objetividad del Alma Máter; la sobrecarga académica en contravía con la excelencia académica por el aumento de cobertura con la misma planta física y el insuficiente número de profesores idóneos de planta con calidad, deficientes materiales de estudio y equipos necesarios de punta para un buen desempeño práctico de grupos numerosos de estudiantes. A esto se le suma el desarrollo de currículos no pertinentes y metodologías pedagógicas inadecuadas, no acordes para un buen proceso de enseñanza-aprendizaje significativo de grupos grandes; esto no los motiva a investigar, pero sí los obliga a vincularse a demasiadas actividades, lo que les impide centrarse en pocas cosas a profundidad. Hay descontento por no encontrar auxilio para medicamentos no POS; es cada vez más evidente la exclusión en los planes de beneficios establecidos en el Sistema General de Seguridad Social en Salud, a las personas que de alguna manera presentan un tipo de trastorno mental, el cual afecta la convivencia y la calidad de vida. Los profesores tienen muy poco acceso oportuno a los servicios de psiquiatra, principalmente en los casos de urgencia, al psicólogo, o a ambos, y a exámenes especializados. Inconformidad por la prescripción de tratamientos a largo plazo, por años, sólo con psicofármacos que no resuelven las variables psicosociales desencadenantes de la alteración mental, pero sí producen efectos no deseados, que en algunos casos pueden agravar la enfermedad mental de base, como la farmacodependencia. No existe un proceso riguroso, sistemático, coordinado y articulado de planeación operativa anual entre la administración central y cada unidad académica que permita construir una agenda del Sistema de Bienestar, que evite duplicidades en la oferta de programas y eventos, que defina las metas para cada año y permita el seguimiento periódico a lo que se hace, de acuerdo con las necesidades identificadas. Llama la atención que algunos profesores opinan que el Sistema de Bienestar Universitario no les ha beneficiado en nada. Esta afirmación lleva a procesar las siguientes hipótesis: quienes lo manifiestan no han recibido


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Opinión

Las reglas académicas

12

ningún servicio, o lo han recibido pero no saben que es de Bienestar, o quizá lo han recibido pero sienten que no obtuvieron ningún beneficio. Límites y trámites complicados para acceder a servicios de bienestar y una comunicación poco efectiva sobre actividades no articulada a la comunicación de cada unidad académica. Esto se debe a que falta una visión amplia de lo que significa comunidad académica y responsabilidad social universitaria de carácter público. Se concluye que dichas variables psicosociales pueden estar aumentando las perturbaciones mentales o están agravando las ya existentes, también relacionadas con acoso laboral y psicológico de los jefes y algunos compañeros. Al igual que pueden estar asociadas a que algunos servicios no están siendo utilizados por los profesores (eventos, actividades físicas, artísticas y culturales). Además, algunos profesores desertan de algunos servicios de salud, al encontrar que éstos no son pertinentes según sus necesidades y condiciones de salud. En consecuencia, dichas alteraciones mentales generan un impacto negativo en la tolerancia, en la convivencia y en el desempeño docente, lo que a su vez afecta categóricamente la productividad académica de la Universidad y del país. Se recomienda investigar por qué existe en la Universidad de Antioquia una demanda significativa de servicios en atención en salud mental y cuáles son las posibles causas de las alteraciones mentales antes enunciadas. Al respecto, es urgente caracterizar los diversos factores relacionados con dichas alteraciones mentales, en especial con la farmacodependencia: establecer el grado de intoxicación con sustancias psicoactivas por automedicación y por prescripción. Al igual que identificar los factores que facilitan la comercialización de éstas. Se demanda del Consejo Superior, del Rector, de Salud Ocupacional y de Bienestar Universitario de la Universidad de Antioquia, encargados de las políticas de bienestar, de salud ocupacional y de los servicios de acceso de atención en salud mental, no hacer caso omiso de esta situación, por el contrario, es una necesidad inaplazable que indaguen minuciosamente sobre la prevalencia de los trastornos mentales y la brecha de tratamientos no óptimos, que está dada por la diferencia entre las tasas de prevalencia verdadera y las personas que han sido tratadas, que en algunos casos es significativa y grave; y pese a la sugerencia de tratamientos alternativos eficaces menos tóxicos que los psicofármacos, se opta por éstos, probablemente por los altos costos o la falta de formación integral y competencia del profesional sanitario para atender la complejidad de las alteraciones mentales en los escenarios y contextos actuales. Se requiere adoptar nuevas políticas más eficaces de salud mental o que se actualicen las existentes y desarrollar investigaciones que tengan en cuenta las características de los profesores y con base en sus resultados hacer otras ofertas específicas, acorde con las necesidades y realidades particulares del profesor, procurando incluir en ellas la extensión de los programas y servicios; así como proporcionar un acceso más oportuno a dicha atención con calidad en torno a: 1) garantizar mejor los intereses de los profesores que necesitan ser escuchados, 2) formular programas alternativos de intervención diferentes a los psicofármacos hasta donde sea posible, que busquen el equilibrio entre la mente, lo físico y las emociones y 3) adjudicar recursos en conformidad con las necesidades observadas, considerando que el objetivo es mejorar y mantener la salud mental de los profesores, para lo cual es fundamental tener un ambiente físico adecuado y un uso del tiempo libre: planeado, dirigido y controlado por un equipo transdisciplinario. w

Por Salomón Kalmanovitz Decano de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano*

También ha habido progresos: la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia abrieron concursos internacionales de profesores que permitieron su diversificación y hacerse algo más cosmopolitas; en ellas, los concursos docentes son más serios que en las universidades públicas de provincia, lamentablemente clientelizadas. La mejor calidad docente y la selección de la crema de los mejores estudiantes del país explican por qué continúan siendo líderes.

Existe un interesante debate sobre la pobreza de las publicaciones universitarias que surge de los malos incentivos que permean la actividad académica en la universidad pública colombiana, muchos de los cuales también existen en las universidades privadas. La calidad de la investigación de ambas ha sido pobre, por decir lo menos. Si la misión de la universidad es la búsqueda de la verdad, entonces la investigación constituye su savia, su actividad fundamental y la mejora de calidad debe ser su meta, por encima de otras consideraciones. Se trataría entonces de una institución meritocrática que dispone de los mejores profesores y estudiantes. Idealmente, los profesores deben hacer una carrera basada en el logro como investigadores y docentes; el Estado o su empleador privado deben pagar unas remuneraciones justas y crecientes que reflejen sus aportes: investigaciones, consultorías y docencia de buena calidad. Desafortunadamente, los doctores están muy mal remunerados en las universidades públicas, lo cual va a conducir a que los pierdan frente a las universidades de élite y los centros de investigación privados. La universidad debe ser gobernada en sus aspectos académicos por sus profesores, quienes deben decidir qué y cómo se enseña. Eso no quiere decir que decidan también sobre su propia estabilidad laboral ni sobre el proceso de contratación. Aunque las razones son obvias, no se aceptan en Colombia. Una estabilidad a toda prueba impide seleccionar a los buenos profesores y salir de los incompetentes, deteriorando la calidad de la educación. El control de la contratación, a su vez, degenera en el endogenismo, que reproduce las taras y vicios existentes entre el cuerpo profesoral de manera exponencial. El sistema universitario público colombiano se desarrolló sin ponerle límites a la estabilidad. Hay una visión humanista y sindical que la defiende a ultranza, que impide la conformación incluso de comités de ética o disciplinarios para los profesores que, como están las cosas, pueden cometer abusos contra estudiantes o colegas sin consecuencia. El período de prueba efectivo no existe y una vez firmado el contrato el profesor sabe que puede jubilarse. No puede darse entonces el llamado “tenure” o contrato vitalicio que se lo gana el profesor que ha producido una obra destacada después de un período razonable de tiempo en las buenas universidades del mundo. Acá todos son vitalicios. Hay casos de alto riesgo moral en las universidades públicas que ofrecen estudios doctorales a sus profesores; bajo el manto del colegaje, obtienen sus títulos con facilidad sin capacitarse mínimamente. A éstos se les conceden generosas descargas académicas y hay casos en que los títulos se obtienen al borde de la jubilación: la universidad pierde de esta manera sus inversiones en “capacitación” y además incrementa su carga pensional. También ha habido progresos: la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia abrieron concursos internacionales de profesores que permitieron su diversificación y hacerse algo más cosmopolitas; en ellas, los concursos docentes son más serios que en las universidades públicas de provincia, lamentablemente clientelizadas. La mejor calidad docente y la selección de la crema de los mejores estudiantes del país explican por qué continúan siendo líderes. w * Texto publicado el 26 de julio de 2009 en la edición on line de El Espectador, lo mismo que el 27 de julio en la edición impresa del mismo diario


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

13

El diálogo, no la ofensiva militar, es la salida al conflicto y el camino a la paz Foto Luis Javier Londoño Balbín

No es por la vía de la guerra, de la confrontación sin tregua contra las Farc que Colombia va a alcanzar la paz, sostuvo el ex secuestrado Óscar Tulio Lizcano en la cátedra pública Héctor Abad Gómez, el 17 de julio en la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. En torno a tal afirmación, que ha defendido consistentemente en sus columnas de opinión y en los espacios nacionales e internacionales donde ha sido invitado para hablar de su dramática experiencia tras casi nueve años de cautiverio por parte de la guerrilla de las Farc, coincidió en que si el país persiste en resolver con las armas el conflicto interno, los colombianos seguiremos, en cierto modo, secuestrados, y continuaremos atrapados en el juego cruzado y en la disyuntiva de seguir el camino de la confrontación o procurar el diálogo y el acuerdo humanitario. “Si no llegamos a la paz vamos a estar secuestrados todos los colombianos y no vamos a poder disfrutar de ese sueño que durante muchos años hemos tenido. Considero que hay que seguir luchando, no podemos desfallecer, porque los costos de mantener la guerra se pagan con el incremento de la pobreza y de la desigualdad social”, dijo. Lizcano recordó que el ejercicio de la palabra le fue esquivo durante los más de 3.000 días que estuvo secuestrado, solo y aislado en las selvas del Chocó, hasta que el guerrillero ‘Isaza’ – Wilson Bueno Largo–, su carcelero, huyó con él. Al relatar los rigores del secuestro que padeció desde el 5 de agosto de 2000 cuando un frente de las Farc lo retuvo por los lados de Riosucio, Caldas, calificó su experiencia como una lucha persistente por la vida, al afrontar con estoicismo y con imaginativas estrategias “lo más deshumanizante”, la falta de contacto humano, la soledad. El ex congresista y actual

•Desde la perspectiva del Estado –aseguró Óscar Tulio Lizcano– ésta es quizá la última oportunidad de dialogar con el Secretariado de las Farc, talvez los únicos con quienes es posible una interlocución, dada la formación ideológico-política de sus integrantes. profesor universitario, confesó que en el cautiverio no tuvo tristeza, más sí depresión a veces por estar lejos de sus hijos y su esposa Marta. Pero, eso sí –afirmó–, nunca perdió la lucidez y, en cambio, en su lucha minuto a minuto por la vida, puso a “hibernar la mente” –dijo–, como mecanismo para poder sobrellevar la situación y el aislamiento al que fue sometido, y echó mano de cuadernos, lápiz, radio para escuchar los mensajes de su Barquerita, y de la poesía y la escritura y, claro, de las clases que con mucha asiduidad y tozudez dictó a los árboles y chamizos que plantó y tuvo como sus alumnos interlocutores. Con entereza superó ocho paludismos, uno de ellos cerebral que le paralizó medio cuerpo, y el umbral del dolor físico y espiritual que experimentó, no sólo por las enfermedades y las sacadas de muela a sangre fría a las que se sometió, sino también por

el inmenso dolor y desazón que le causó enterarse en pleno cautiverio del secuestro de su hijo menor Juan Carlos a manos de un frente guerrillero del EPL que solía matar a los secuestrados y, sin embargo, seguía extorsionando a los familiares por la supuesta liberación.

Contexto político Todas ésas, que llamó pruebas de vida en el cautiverio, y los esfuerzos mayúsculos por no desfallecer, a los 62 años, Lizcano no deja de verlas como experiencias inmersas en el contexto político colombiano, “enmarcadas en los diálogos del Caguán, hasta el día que me fugué, ocho años, tres meses, y hasta el día en que está la política de seguridad democrática”, dijo. Tras hacer un recuento de cómo se configuraron las Farc, su origen de autodefensas campesinas, luego movimiento guerrillero, después

su adscripción ideológica al comunismo y más recientemente su vinculación, por conveniencia –aseguró– al ideario de Bolívar, después de la desintegración del bloque de países rusos y de la caída del muro de Berlín, Lizcano afirmó que el grupo insurgente experimenta una brecha ideológica. Precisó que en el nivel de los mandos de dirección del Secretariado están personas que fueron de la UP, que hicieron ejercicio parlamentario como Iván Márquez, como Alfonso Cano, como Joaquín Gómez, “y para mí el más intelectual de todos, historiador, serio y riguroso, Pablo Catatumbo, que lo tienen de muy bajo perfil”. Aseveró que ante la opinión las Farc manejan un discurso, pero internamente hay una brecha, en la medida en que –aseguró– más del 90% de sus integrantes son campesinos analfabetas, niños que llegan sin conciencia política, que a los tres meses les dan unas botas, un radio, un fusil y un uniforme. “Si ciertos mandos no tienen una base académica mínima, cómo van a montar un proyecto político-ideológico que resista una discusión frente a un Estado que lle-


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Opinión

‘Cátedra ambiental’

14

“Frente a un Estado indolente, insensible –que es el que tiene la capacidad de maniobra– es muy difícil mover [el intercambio humanitario y la liberación de los secuestrados]… Si no se pudo mover lo de nosotros, cuando había presión internacional, ahora mucho menos, pero no vamos a desfallecer, porque se trata de seguir luchando por el general Mendieta, por los policías y militares y por Moncayo”: Óscar Tulio Lizcano

Fotos Luis Javier Londoño Balbín

van combatiendo más de 40 años”, dijo, como también dijo que las Farc están de espaldas al pueblo –y las marchas en contra del secuestro son una manifestación de ello y del desgaste frente al fallido acuerdo humanitario–, y que el Estado, por su lado, es responsable frente al conflicto, por la marginalidad y pobreza a la que están sometidos los niños y jóvenes, expulsados a la guerra. Ante ese panorama, reiteró su convencimiento de que la salida al conflicto colombiano es el diálogo. “Militarmente no se derrota a la guerrilla, particularmente a las Farc; les han dado muy duros golpes, pero militarmente es imposible, porque ellos tienen una cultura muy desarrollada de la guerra vietnamita y de todas sus estrategias, y todavía siguen factores muy determinantes como la pobreza”, dijo, e insistió en que buscar la paz es muy difícil, pero es la única salida mediante el diálogo. “Creo que la paz está más cerca ahora que nunca. El Secretariado, que puede soportar una discusión ideológico-política con el Estado, con sus enemigos de clase como ellos dicen, son gente que de alguna manera hicieron un ejercicio político en su vida civil, o como digo yo, se montaron a un ascensor. Si la paz o los diálogos no se hacen con esta gente –lo digo desde la perspectiva del Estado–, va a ser más difícil con los que vienen, que es una generación nacida en la guerra, criada en la guerra y con una cultura para la guerra”, concluyó. Y añadió, del otro lado, que el péndulo y el contexto latinoamericano le es favorable a las Farc, por los gobiernos progresistas, democráticos en la región, “y ellos ahora más que nunca tienen la oportunidad histórica de salir a buscar el diálogo, para poderse blindar y mover por todos estos países, porque lo que temen ante todo es que al entregar las armas los masacren como pasó con la UP”, planteó. w (LJLB)

Los primeros días, los dos meses iniciales de mi secuestro yo mantenía la esperanza de que iba a salir, además porque tenía una particularidad de que todavía persistían en el gobierno de Pastrana los diálogos en el Caguán, entonces las esperanzas de que saliéramos eran muy próximas. Pero cuando vino el gobierno de Uribe, esas esperanzas cada vez más se iban alejando, entonces esa noche me puse a rezar el rosario y entendía que uno dice una parte, el otro responde y así entre dos personas se rezaba el rosario y empecé a rezarlo y me respondía. Se me vino la idea: tengo que utilizar algo similar. Voy a dictar clases, es la única manera de salir de esta soledad, de esta rutina, de este tedio, variables que me afectaban muchísimo. Al otro día tomé la decisión de coger unas chamizas, unos palos, unas ramas y enterrarlas. Creo que fueron seis o siete y arrancaba hojas del cuaderno y les ponía una ruanita y les ponía los nombres de quienes fueron mis alumnos en la Universidad Nacional, en la Autónoma, en la Universidad de Manizales: Juan, Pedro, Guillermo, Alejandra. Y preparé la clase. Estaba muy nervioso, porque había un problema, era que no me respondían y yo tenía que responderme, y la palabra ya me era extraña. La lengua se me hacía muy pesada. Recuerdo que yo oía el programa de Diana Uribe, que

se transmite por Caracol, y era sobre la Revolución Francesa. Yo tomaba notas. Y empecé. Cuando estaba de guardia un muchacho que se desmovilizó hace ocho días y que le dicen Pelusa, se puso a mirarme. Oí que soltó una carcajada y dijo ‘oiga cucho, aquí no vamos a comer de locos’, entonces yo suspendí las clases, me acosté, me cogió una depresión, un insomnio, porque yo dormía bien, la verdad es que yo allá dormía bien. Empecé a sentir algo muy interno y a decir ‘yo soy capaz, yo necesito eso’. Entonces se me vino a la mente Bolívar, como ellos son bolivarianos yo tengo que convencerlos de que yo no estoy loco, de que yo estoy bien, no aguanto esas ironías. Me tengo que quitar eso de encima, entonces por la mañana empecé a preparar una cátedra elemental sobre Bolívar. Ya habían arrancado las ramas, las habían votado,

ya habían quitado los alumnos. Volví con rabia, con mucha entereza y las volví a enterrar. Empecé a hablar de Bolívar en voz alta. Ya había otro guardia. Se acercaban. Callados. Yo empecé a encontrarme a mí mismo, a tener identidad, a sentirme como persona. Creo que fue las primeras veces que me tocaba como persona. Vi que se quedaban sorprendidos. Terminé la clase con una inmensa satisfacción y esa noche se me venían las lágrimas de la emoción porque dije: ‘les gané’. Ya no me volvieron a decir nada. No estaba tan loco como ellos creían. Empecé a aflojar más la lengua. Ya las ramitas me las dejaban. Ya declamaba poesías. Y sí, ese fue uno de los mecanismos que tenía para romper la soledad. El otro es oír los mensajes. Ese sí es para todos los secuestrados un alimento para el alma, para el enriquecimiento espiritual, para la fortaleza. w


La antidemocracia en la Universidad de Antioquia

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Por Edwin Mauricio Villamil Garzón Estudiante de Historia Universidad de Antioquia Integrante de la Federación Universitaria Nacional - Comisiones edwin1898@hotmail.com

15

En la última década, diferentes sectores tanto internos como externos a la Universidad de Antioquia, han rechazado constantemente la propuesta emanada por parte del estudiantado, en torno a elección con voto universal y directo de rector, decanos y jefes de departamento. Del mismo modo, ha sido objeto de burlas la exigencia de hacer partícipes a todos los estamentos en discusiones sobre reforma académica, reformas estatutarias, composición de los órganos de dirección, el acceso a la información, el uso de los medios de comunicación, entre otros. Los comentarios que recibimos es que dicho planteamiento es vulgar populismo, que son consignas trasnochadas de la izquierda no materializadas en la década del setenta, o que simplemente la Universidad debe estar dirigida de manera plutocrática y que eso no se discute. La pérdida de legitimidad de una universidad no se da por simples ceses de actividades, se presenta por la incapacidad de la institución de hacer partícipes a amplios sectores en la toma de decisiones, por el manejo de feudos que se da a las facultades, por actos de corrupción, por considerar a algunos estamentos como los trabajadores y estudiantes como sectores incapaces de argumentar, proponer y discutir. En ese sentido, es diciente lo que argumenta Julio César Cañón, profesor de la Universidad Nacional de Colombia: “la desconfianza en la capacidad de los estudiantes para intervenir seria y decisivamente en la discusión de los asuntos de interés institucional contrasta de manera notoria con la retórica de considerarlos como protagonistas de su proceso de formación y pone en duda la sinceridad institucional en las periódicas invitaciones a participar en las consultas empleadas para validar decisiones como las relacionadas con la designación de directivos, en una peregrina

modalidad de seudodemocracia cuya pertinencia y continuidad conviene evaluar con rigor y seriedad pensando siempre en el efecto que todas las actuaciones institucionales tienen en la formación de los estudiantes”. Lo expresado por el profesor Cañón nos remite el siguiente interrogante: ¿por qué los espacios amplios de debate con la administración no tienen acogida entre los estudiantes? Hay cuatro razones básicas: primero, la interlocución con los directivos en estos espacios no es decisoria. En segundo término, las medidas emanadas de dichos encuentros nunca se cumplen o no se llevan a cabo. El tercer aspecto a resaltar es que son discusiones que no tienen continuidad, que carecen de peso institucional. La cuarta razón para desconocerlos, se da por ser utilizados en un sinnúmero de ocasiones, para legitimar decisiones trascendentales e inconsultas que son mostradas como una apertura “desinteresada” de parte de las directivas. Si a lo anterior le sumamos que la mayoría de veces son desconocidos por el Consejo Superior Universitario y el Consejo Académico, terminan siendo una buena idea para recibir críticas, escuchar propuestas, aplacar los ánimos y definir nada.

En la Universidad de Antioquia desde que se promulgó en 1994 el Estatuto General, sólo dos estudiantes han hecho parte del Consejo Superior Universitario, que es el máximo órgano de dirección de la Universidad. Es cierto que la Asamblea General de Estudiantes determinó en el año 2003 que la asistencia del gremio quedaba suspendida; ante esta determinación habría que preguntarse: ¿por qué los estudiantes decidieron retirarse del Consejo Superior Universitario y del Consejo Académico? ¿Qué proporción tiene el voto del estudiante en el Consejo Superior Universitario y en el Consejo Académico? ¿Quiénes toman las decisiones hoy en el Alma Máter? En el Consejo Académico la proporción del voto del estudiante es de 20 a 1, en el Consejo Superior Universitario es de 8 a 1. Es evidente que en las dos instancias más importantes de la Universidad los estudiantes son una minoría, su papel hoy sería el de simple espectador o veedor. ¿Acaso no es una composición desigual? ¿Serán desequilibradas las intervenciones, el impulso de iniciativas y la toma de decisiones? La misma condición de subordinación se presenta en los consejos de facultad, escuela e instituto, por tal razón, no es extraño que los estudiantes no reconozcan las representaciones estudiantiles como medio de interlocución con la administración. Esta determinación es fruto de las normas antidemocráticas que rigen la Universidad, el aislamiento y maniqueísmo al que se somete

al estamento más grande, el desprecio con el que se ve a los estudiantes y las iniciativas que de ellos provengan. Una de las metas fundamentales que se debería trazar cualquier administración universitaria es lograr que instancias formadas por la base profesoral y estudiantil como los claustros, colegiaturas y consejos estudiantiles sirvieran como “un primer, incipiente y defectuoso mecanismo de participación y gobierno, que en su desarrollo puede llegar a garantizar la construcción colectiva de la Universidad desde la heterogeneidad, si realmente se le garantiza su incidencia en la orientación de la institución [...]”. Por tal razón, el llamado al estudiantado de la Universidad de Antioquia, es a exigir órganos de dirección más democráticos, que se nos respete por lo que somos: el estamento más grande de la Universidad. Finalmente, debemos discutir sobre: ¿cómo garantizar derechos fundamentales como el de asociación y huelga? ¿Cuál es el mejor mecanismo para la toma de decisiones en la Universidad de Antioquia? ¿Cómo hacer que la Universidad sea más democrática? y ¿cómo restarle protagonismo en las decisiones a sectores ajenos a la dinámica universitaria? Leopoldo Múnera, “El gobierno universitario”, Upinión. No. 19, Bogotá, febrero, 2006. w


Fotos Luis Javier Londoño Balbín

Gestión Administrativa UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

16

El convenio se firmó hasta el final de este gobierno como muestra de la confianza en la Universidad de Antioquia, sin duda el primer centro educativo del Departamento y diría que del país, dijo Luis Alfredo Ramos Botero (centro), gobernador de Antioquia. Al lado, el rector de la Universidad de Antioquia Alberto Uribe Correa y el gerente de la FLA Andrés Isaza Pérez.

Fábrica de Licores de Antioquia y la Universidad sellaron alianza por la competitividad y la excelencia

H

asta diciembre de 2011 estará vigente el acuerdo marco suscrito entre la Fábrica de Licores de Antioquia –FLA– y la Universidad de Antioquia, mediante el cual ambas instituciones estrecharán los vínculos para lograr un modelo productivo sustentado en la ciencia, la tecnología y la innovación, que genere valor agregado a los productos y servicios que ofrecen las dos entidades. Claro que el propósito de las partes es que, para entonces, ya haya tantos desarrollos y avances en las metas propuestas que faciliten la prórroga por tiempo indefinido del convenio, que se venía impulsando desde mucho tiempo atrás y que por diversas dificultades hasta ahora no había fructificado, a pesar de los nexos interinstitucionales sostenidos en distintas áreas del conocimiento a través de convenios específicos. Por esta circunstancia, aunada a las posibilidades que en adelante tendrán diversos grupos de investigación de la Universidad de poner a prueba sus conocimientos científicos en la producción no sólo de licores y de alcoholes, sino de otros productos, el rector Alberto Uribe Correa consideró de

especial significación el convenio protocolizado el 14 de julio en la Gobernación de Antioquia. Tras señalar que el convenio marca el encuentro de dos grandes instituciones del Departamento –la Fábrica de Licores que tantas contribuciones ha hecho en la consecución de los recursos necesarios para el desarrollo de Antioquia y la Universidad de Antioquia, a la cual se le ha delegado la responsabilidad del desarrollo científico y académico de la sociedad antioqueña y del país–, el rector declaró que es satisfactorio para el Alma Máter contribuir, desde la investigación, con el desarrollo integral del Departamento y la producción limpia que mejore el medio ambiente. Otro valor desde el punto de vista social de la alianza –observó– es el aporte de la Universidad, con el conocimiento que ha desarrollado en el área ambiental, para que la FLA también sea más competitiva en su comportamiento con la naturaleza, con el medio ambiente. Uribe Correa resaltó el componente interdisciplinario que comporta la puesta en marcha del acuerdo, “la forma como hoy en día –dijo– se genera conocimiento y a partir de lo cual vamos a mos-

trarle a Antioquia antes del 31 de diciembre todo lo que podemos hacer en esta alianza UniversidadEmpresa-Estado”. Precisó que, al juntar las fortalezas de ambas instituciones, lo que se pretende es aportar valor agregado a los productos de la FLA, para que sea cada vez más eficiente y productiva por la vía de la innovación. “Creo que hoy estamos dando un paso histórico y es llevar a la Fábrica de Licores todo el potencial que tiene la Universidad de Antioquia para que la investigación, la ciencia y la tecnología traigan muchos frutos a la empresa más rentable de Antioquia y del país”, dijo el gobernador Luis Alfredo Ramos Botero. Resaltó que sin ser la más grande en su género esté dando los mejores réditos, máxime cuando se trata de una entidad pública. Por lo mismo, dijo, la FLA “necesita tomar una serie de medidas que la proyecten hacia el futuro, y nos alegra mucho que la Universidad esté al frente de los laboratorios, de la investigación, de la biotecnología y de los procesos de calidad en la Fábrica de Licores, lo cual le da un sello de garantía adicional”. El mandatario seccional expresó que la FLA queda con el reto de sa-

carle el máximo provecho a todo lo que van a ejecutar los profesionales de la Universidad de Antioquia, para seguirla proyectando como una empresa modelo. “Si la Fábrica de Licores de Antioquia vende casi la mitad de los productos de los licores nacionales en el país, podrán comprender cuál es el reto que tienen sus directivos, porque es eficiente y ahora tendrá el sello de calidad y de excelencia que le va a dar la Universidad de Antioquia con sus investigaciones en el manejo de sus alcoholes, de sus insumos y del laboratorio que va a empezar a funcionar”, reiteró. Andrés Isaza Pérez, gerente de la FLA manifestó que el acuerdo marca el inicio de una relación que involucra el aparato productivo de la compañía, tanto de licores como de recursos para el Departamento, en conjunción con el principal centro de pensamiento de la región. “Como primer proyecto –señaló– tendremos la construcción y puesta en marcha de un centro de investigación y desarrollo único en el país, el CIDFLA, el cual estará enfocado al desarrollo de nuevos productos, innovaciones en biotecnología, fermentación, destilación, entre otros procesos”.


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

El convenio sigue el plan estratégico de la Gobernación en investigación tecnológica, para mejorar los procesos, hacerlos más óptimos y desarrollar nuevos productos y procesos que converjan en mejores rendimientos para el Departamento. Estamos pensando ampliar el portafolio, no sólo con nuevos licores, sino con otros productos. Y en el aspecto ambiental, la FLA tiene desechos sólidos y líquidos que pretendemos investigar para generar más capital, señaló Germán Schäfer, subgerente de producción de la Fábrica de Licores de Antioquia, quien, además, agregó que, en principio las partes dispusieron cada una de $500 millones para poner en marcha los proyectos, pero en el transcurso del semestre se precisarán los montos para el funcionamiento futuro.

17

Agregó que tales desarrollos brindarán a la FLA y al Departamento soluciones prácticas que repercutirán en las utilidades reinvertidas en la sociedad a través de la Gobernación. “Este es un paso para nosotros muy importante, porque necesitamos una Fábrica de Licores de los antioqueños que permanezca dentro de los antioqueños generando recursos para el Departamento”, dijo.

Bases para la consolidación de una política interinstitucional en ciencia, tecnología e innovación Además de las acciones previstas en el artículo 2º de la Ley 29 de 1990 y la ley 115 de 1994, las políticas interinstitucionales –de la Fábrica de Licores de Antioquia y de la Universidad de Antioquia– en materia de estímulo y fomento de la ciencia, la tecnología y la innovación, estarán orientadas por los siguientes propósitos: 1. Incrementar la capacidad científica, tecnológica, de innovación y de competitividad de las instituciones, para dar valor agregado a los productos y servicios que ofrecen y elevar el bienestar de la población en todas sus dimensiones. 2. Incorporar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación a los procesos productivos, para incrementar la productividad y la competitividad que requieren las instituciones.

3. Establecer los mecanismos para promover la transformación y modernización del aparato productivo del Departamento de Antioquia-Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia, estimulando la reconversión industrial, la creación de empresas con alto contenido tecnológico y dando prioridad a la oferta de servicios de la Universidad de Antioquia para la investigación y la innovación. 4. Integrar esfuerzos de las diversas facultades, escuelas, institutos, grupos y centros de investigación, para impulsar áreas de conocimiento estratégicas para el desarrollo de las partes. 5. Fortalecer la capacidad de las partes para actuar de manera integral en el ámbito internacional en aspectos relativos a la ciencia, la tecnología y la innovación. 6. Promover la calidad de la educación formal y no formal, particularmente en la técnica y superior para estimular la participación y desarrollo de las nuevas generaciones de investigadores, emprendedores, desarrolladores tecnológicos e innovadores. 7. Promover el desarrollo de estrategias regionales para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación, aprovechando las potencialidades en materia de recursos naturales, lo que reciban por su explotación, el talento humano y la biodiversidad, para alcanzar una mayor equidad entre las regiones del país en competividad y productividad. w (LJLB)

ALTAIR, medio de comunicación digital de la Universidad de Antioquia, celebrará en el Museo de Arte Moderno de Medellín, el próximo jueves 6 de agosto, nueve años de evolución digital, con el lanzamiento oficial de su nuevo concepto y filosofía: “ALTAIR Libre”, que da continuidad a la historia que comenzó en 2000, cuando inició como la primera emisora digital universitaria de Latinoamérica, abriendo un espacio en Medellín para la producción de radio en Internet. Aunque en estos nueve años el laboratorio se ha concentrado en la producción de NetRadio, no ha dejado de lado otras formas de comunicación hipermediales. Toda esta experiencia se ha completado con la docencia universitaria y la capacitación en diferentes comunidades sobre NetRadio. Programación 4 pm. Apertura de la muestra alterna de proyectos amigos que trabajan con la LibreCultura y el las licencias Creative Commons.- Lanzamiento del concurso de fotografía y video: ¿Cómo ves la libertad? 5 pm. - Conversatorio “¿Qué sabés de LibreCultura?” con la moderación de Carolina Botero Cabrera, líder en Colombia de Creative Commons. 6 – 8 pm. “Territorio Sonoro” - Presentación de las bandas Pulso y Reptil 6 – 7 pm. Emisión en vivo del programa Radio U del Canal U. Informes en el teléfono 2195923. O visite: http://altair.udea.edu.co

Espacio de comunicación y de negocios para el encuentro de grupos de investigación de las principales universidades, empresarios, entidades gubernamentales y otras organizaciones

Septiembre 14 y 15 de 2009 Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor • Medellín Organiza e invita: Corporación TECNNOVA-UEE

Informes: http://www.tecnnova.org/ • Leonor Hidalgo C. • lhidalgo@tecnnova.org Carrrera 46 No. 56-11 piso 10 Medellín Teléfono (4) 293 03 06 / 576 05 40


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

18

Fotos Luis Javier Londoño Balbín

Gestión Administrativa

C

omo una gran manifestación concreta de lo que se puede hacer en una alianza público privada calificó el presidente del Consejo Privado de Competitividad, Hernando José Gómez Restrepo, al Comité Universidad – Empresa – Estado, al que estuvo invitado en la última sesión, y cuyas reuniones se cumplen por lo general los primeros viernes de cada mes. En este espacio –explicó– se pueden presentar iniciativas tanto de las universidades como de las empresas, del sector público regional y nacional; permite informarse mutuamente y de aquí se derivan proyectos concretos que se materializan a través de Tecnnova, o de la misma universidad, o de convocatorias de la Alcaldía o del Departamento. “Creo que este es un punto de encuentro donde se muestra que si las partes interesadas tienen un espacio de diálogo y de información pueden surgir muchas cosas de avance concreto y unificación de la visión de lo que queremos para cada región y departamento”, dijo. Gómez Restrepo celebró el liderazgo que la Universidad de Antioquia ha ejercido desde la creación del Comité, con un criterio pluralista y abierto a todas las instituciones, acorde con los asuntos y exigencias de la competitividad, la ciencia, la tecnología y la innovación y la apropiación del conocimiento. “Así tiene que ser por las economías de escala, por las economías externas que hay de conocimiento; cuando uno está compitiendo contra el resto del mundo, contra universidades que tienen millones de dólares, que tienen mucho más personal, más docentes, si no juntamos nuestras capacidades y nos volvemos más colaborativos y asociativos no vamos a poder competir en el mundo actual; evidentemente esta apertura de la Universidad de Antioquia es fundamental para potenciar los recursos, en un esquema gana-gana para todos”, dijo. Al mismo tiempo, el dirigente reconoció que el Comité UEE está en la entraña de la competitividad, precisamente porque lo que buscan las políticas de competitividad –dijo– es mejorar la productividad y el bienestar colectivo. “La productividad es hacer más con los mismos elementos y la manera como se logra esto, con los mismos insumos de capital y

Si no juntamos nuestras capacidades y nos volvemos más colaborativos y asociativos, no vamos a poder competir de trabajo, es por la vía del conocimiento, de la innovación, de proyectos productivos, y eso es lo que precisamente busca este comité”, precisó. En esa dirección, el presidente del Consejo Privado de Competitividad se comprometió a impulsar en otras regiones del país alianzas público privadas, como las que se han gestado en los últimos seis años a instancias del Comité UEE de Antioquia. “Vamos a empezar por Bogotá y a través de la Corporación Tecnnova vamos a armar una versión del tipo de feria UEE como la que hacen los antioqueños acá, para conectar más al sector privado del resto del país con las universidades, para que el sector privado conozca cuáles son las capacidades investigativas aplicadas que tienen las universidades y para que las universidades del resto del país también entiendan las necesidades del sector productivo y podamos generar mayores puentes de comunicación y proyectos específicos de mutuo beneficio, que redunden en mayor productividad y competitividad”, dijo. En ese propósito, asimismo, Gómez Restrepo reconoció que hace falta más diálogo entre las entidades, ministerios y departamentos del alto gobierno, si bien señaló que cada región va definiendo su vocación productiva, cuáles

sus apuestas, cuáles son los clúster que quiere desarrollar. “Y de ahí –complementó– se derivan las necesidades de desarrollo de grupos de investigación y de capacidades tanto en los establecimientos de educación superior universitario como los técnicos y tecnológicos, y eso ayuda a los mandatarios locales para saber por dónde deben enfocar sus esfuerzos de inversión en educación, en infraestructura, en conectividad. Creo que todo eso finalmente lo que busca es darle unas fortalezas particulares y sostenibles a cada región y eso es lo que estamos buscando al extender esta experiencia al resto del país”, afirmó. Al estimar que no es exagerado pensar que experiencias como las promovidas por el Comité UEE es un germen de lo que está pidiendo el mundo, el presidente del Consejo Privado de Competitividad hizo énfasis en que Colombia tiene que ubicar nuevos sectores, en áreas con mayor valor agregado, con mayor incorporación de conocimiento, con mayor crecimiento en su demanda en los mercados internacionales para darle sostenibilidad a las alternativas. “No podemos seguir produciendo bienes que tengan baja tecnología y bajo valor agregado, porque entonces nos toca empezar a competir con países que tienen salarios

El presidente del Consejo Privado de Competitividad, Hernando José Gómez Restrepo, concuerda en que han sido acelerados y significativos los desarrollos del Comité Universidad-Empresa-Estado, y es un orgullo al haber llegado ya a la reunión número 70, “donde la gente hace cola para presentar su proyecto, para presentar su experiencia, donde cada vez el nivel, la calidad de lo que aquí se presenta es mayor, muy aterrizado, enfocado a proyectos concretos y en ese sentido debo decirle que tienen toda mi admiración y respeto”, manifestó. muy bajos como Bangladesh, la India o la China. Tenemos que buscar nichos de mercado que respondan más a las necesidades de demanda nacional e internacional, con más valor agregado, más conocimiento y de esa manera se vuelvan más sostenibles en el tiempo”, dijo. Tal propósito es –observó– un gran reto, porque implica cambiar los modelos mentales y los modelos de negocios para hacerlos sostenibles. “Hasta hace poco se decía que con la crisis internacional se iría a repensar o que estaba enterrada la globalización; no, los flujos, las tendencias, las fuerzas más profundas de la globalización siguen para adelante, este año la China va a crecer 7% en medio de la peor crisis internacional después de los años 30 y los países asiáticos mostraron que ya no dependen de lo que pase en los Estados Unidos o de lo que pase en Europa para seguir jalonando la economía mundial, entonces nosotros tenemos que observar y aprender de esa evolución en la economía global”, sentenció. w (LJLB)


Colciencias puso freno a la grupomanía

19

E

l economista Juan Francisco Miranda Miranda, director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación –Colciencias–, frente a la polémica desatada en la comunidad académica nacional a raíz de la nueva clasificación de grupos de investigación, dijo en diálogo con el periódico ALMA MATER que lo que debe preocupar a una institución de conocimiento no es el número sino la calidad de los grupos. Citó como ejemplo el caso del Centro Nacional de Investigación de Café –Cenicafé–, “el centro de investigaciones autónomo más importante de Colombia y el cual sólo tiene tres grupos de investigación”. En su concepto, algo que afectó al país fue la grupomanía, o sea la creencia de que una institución era mejor entre más grupos de investigación tuviera, sin importar el alcance de la producción científica ni la capacidad de investigación, “que son las que dan fortaleza a los grupos”. Interrogado sobre si Colciencias está rectificando una anomalía patrocinada durante muchos años por la misma entidad, dijo que no lo considera así, porque “lo que se ha hecho evidente es el proceso de madurez del sistema y de la comunidad científica colombiana que cada vez es más crítica consigo misma”. “Considero que la evaluación que hemos dado a conocer, refleja de manera bastante cercana la realidad de lo que está ocurriendo en el país en materia de investigación, a la vez que nos hace muchas preguntas sobre qué es lo que estamos haciendo, cuál es la estrategia de los grupos, cuál es la

Cada vez es más claro en Colombia la importancia que para el desarrollo tiene el conocimiento, sobre todo si se viven momentos de crisis.

Fotos Luis Javier Londoño Balbín

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Investigación

El número no es el problema, el problema es la calidad de los grupos de investigación, afirma el director de la entidad Francisco Miranda

Intervención de Juan Francisco Miranda en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia estrategia para el desarrollo de la investigación, qué es lo que sucede al interior de un grupo y cómo se esfuerza éste para tener y demostrar su producción”, explicó. El profesor Juan Francisco Miranda, quien estuvo en Medellín como invitado especial de las Jornadas de Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, explicó que la preocupación por la clasificación de los grupos fue expuesta hace dos años por las propias universidades y el Ministerio de Educación, que le pidieron a Colciencias efectuar una revisión a fondo. “A partir de ahí –precisó– se hizo un trabajo y se invitó a especialistas ajenos a Colciencias a que repensaran el tema”, teniendo en cuenta que “la clasificación de grupos que hace Colciencias tiene como objeto fundamental allegar información para podernos comparar” y “velar por tener una estructura lo suficientemente seria y rigurosa”.

Al nuevo escalafón optaron más de 9.000 grupos, pero sólo a 3.489 se les acreditaron las características exigidas para la clasificación. En el último mes, Colciencias ha dado respuesta a las 1.700 reclamaciones de inconformidad, entre ellas las correspondientes a grupos de tradición que no aparecen registrados en el sistema. “Hay ejemplos concretos sobre cinco grupos que ya sabemos que hay un error que se debe corregir”, dijo Miranda Miranda. El proceso que condujo a la nueva clasificación también corrigió “un problema serio que tenía el sistema”, consistente en el reporte del mismo producto por parte de distintos grupos pertenecientes a una sola institución. “Detectar eso es de una gran magnitud, y en algunas instituciones afectó el 30% de la producción reportada. No revisar eso, era absolutamente injusto con los

investigadores y las instituciones”, dijo el directivo. De otro lado, en su intervención en el auditorio de la Facultad de Medicina, el profesor Miranda celebró que el presidente Obama, no obstante la crisis que afecta a Estados Unidos y en general al mundo entero, haya tomado la decisión de incrementar del 2% al 3% la inversión en investigación, pero con la condición de que la comunidad científica norteamericana enfrente el reto de cambiar cuanto antes la forma de consumir la energía. En el caso de Colombia, anotó, las decisiones que se han tomado en los últimos meses para favorecer el sistema de ciencia, tecnología e innovación, lleva a considerar “que nosotros tenemos que construir propuestas de país, tenemos que producir


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Investigación

Colciencias puso freno a la grupomanía

20

propuestas de conocimiento, tenemos que tener escuelas de pensamiento, tenemos que formar una nueva generación que irrumpa seriamente en el ámbito nacional con nuevos paradigmas. Ese es el reto”. En el seno del Consejo de Ministros, dijo, al director de Colciencias se le plantea la inquietud de que si a la investigación se le otorga el 1% del PIB, cuál será entonces la retribución que obtendrá el país. “No hay duda de que ésta y otras inquietudes deben llevar a la comunidad científica colombiana a definir nuevos proyectos y nuevas estrategias, lo mismo que ha mejorar las que ahora tenemos”, precisó. El director de Colciencias felicitó a la Universidad de Antioquia por el proceso de transformación iniciado hace veinte años: “En aquellos años no hay nada parecido a lo que es hoy esta Universidad, donde abundan ejemplos y retos muy valiosos para mostrarle al país y para exponer a nivel internacional”. Uno de esos ejemplos, dijo, “es la alianza Universidad-EmpresaEstado, cuyo dinamismo sorprende a cada momento porque cada vez da muestras de acciones conjuntas y cada vez es más claro para los empresarios que la universidad es una aliada de confianza y para los investigadores es cada vez más claro que a la empresa pueden ir a discutir proyectos”. w (AGM)

Tenemos que ser cada vez más exigentes con nosotros mismos El conocimiento es un elemento demasiado fundamental en el quehacer de las sociedades. No es una actividad ajena al quehacer económico y social. No es solamente el interés académico, no es simplemente la búsqueda de más ideas lo que hay detrás del desarrollo del conocimiento. Colombia tiene en frente de sí la urgencia de invertir en conocimiento, lo mismo que el reto de cómo utilizarlo. Bajo tales consideraciones, el país ha dado pasos importantes y ha reforzado el convencimiento de que el conocimiento le es vital para su desarrollo. De ahí que hayan aparecido decisiones estratégicas como la de implementar una transformación productiva que tiene como base el conocimiento. Esto cambiará la forma de producir, al amparo de nuevas políticas de competitividad. La pregunta que hoy se le hace a Colciencias es una muy concreta: ¿cómo debemos desarrollar conocimiento para hacer esa trasformación productiva? Para responder a este reto, Colciencias propuso una política de investigaciones que desarrollará conocimiento para generar riqueza. Pero eso no es suficiente. También necesitamos resolver los problemas de equidad en la población colombiana. Esto irremediablemente conduce no a meras preguntas que indaguen cómo generar mayor productividad, mejores productos o mejores servicios, sino a preguntas complejas desde el punto de vista de la investigación, y a estrategias para resolverlas, que propicien un desarrollo acorde con las necesidades y características especiales de la población. La tecnología no es ajena a la sociedad en la cual se genera. El tipo de soluciones que tenemos que empezar a dar son soluciones que respondan a las realidades concretas y específicas de la sociedad. Esto no significa que ahora sólo se requiera investigación aplicada para resolver problemas concretos. No, nosotros creemos que un problema fundamental de la política científica es la generación de nuevas ideas, de nuevo conocimiento, y esa es una marcha que tenemos que apurar. Tenemos que ser cada vez más exigentes con nosotros mismos. ¿Qué es lo que producimos? ¿Qué es lo que formulamos? ¿Cuáles son las estrategias? Colombia acaba de idear un modelo de transformación productiva para generar riqueza, pero ello implica fortalecer la capacidad del país para producir conocimiento, lo que, a la vez, exige fortalecer la capacidad de las universidades, de los centros de investigación y de las empresas para hacer investigación. O sea que estamos ante la exigencia de una estrategia para la formación de recursos humanos. La situación del país es inmensamente precaria en ese campo. Juan Francisco Miranda, director de Colciencias


La nueva medición de grupos de Colciencias

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Análisis e implicaciones para la Universidad de Antioquia

21

El Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación —Colciencias— publicó recientemente los resultados de la medición y clasificación de grupos de investigación del país, iniciada en octubre del año anterior, luego que los investigadores y líderes de grupo actualizaran la información sobre producción científica para el período 2004-2008. Aunque hace falta que estos resultados queden en firme, en la medida en que Colciencias resuelva las reclamaciones de los grupos de investigación (66 en el caso de la Universidad de Antioquia), y si bien es importante contar con un análisis crítico de los datos suministrados por los investigadores, que incluya una auditoría o verificación para garantizar mayor transparencia, rectitud y trato igual para todos los participantes, la información disponible al momento es relevante y elocuente para apreciar la dinámica del sistema universitario de investigación —SUI— y alimentar la discusión sobre los cambios que éste necesita para adaptarlo a las nuevas realidades de la Universidad y su entorno regional, nacional y mundial.

El contexto de la medición de grupos Si bien los grupos de investigación aparecen como una realidad, vista en actividades como una reunión de trabajo o la elaboración a varias manos de proyectos y productos de nuevo conocimiento, ellos también significan una abstracción, una categoría analítica elaborada para explicar una forma de hacer ciencia. Desde mediados de la década de 1990, cuando el discurso reconocía principalmente a los centros como espacios propicios para el desarrollo de la investigación, se inicia en Colombia un reconocimiento de los grupos como un conjunto de investigadores que trabajan en torno a un líder y en una infraestructura física como el laboratorio, en la que se comparten espacios, materiales y equipos, sin que necesariamente sus integrantes se hayan preocupado por reconocerse a sí mismos como grupos. Comienza entonces, desde la observación de lo que hacen estos sujetos de la ciencia, los intentos por definir su agrupación y estandarizar alguna técnica de medición de su

Jairo Humberto Restrepo Zea Vicerrector de Investigación Universidad de Antioquia

Cuadro 1:

trabajo. Entre estos intentos, y como prueba de que se trata de una abstracción, en una convocatoria de medición se llegó a reconocer que un grupo puede ser una persona. Al darle fuerza a la idea de los grupos, reconociendo su desarrollo espontáneo y la informalidad que los caracteriza, la noción de centros pierde importancia y en la actualidad el discurso transita entre los grupos y las instituciones del sistema de ciencia, tecnología e innovación, aunque se mencionen los centros de excelencia como un concepto diferente de los anteriores centros. Este tránsito de los centros a los grupos, visto en el plano del reconocimiento oficial, puede verse rápidamente con los siguientes datos: en 1996, Colciencias reconoció 30 grupos y 27 centros; en 1997, 33 grupos y 14 centros, y en 1998, 736 grupos y 102 centros; en cambio, hoy no se habla de centros. El grupo adquiere pues el reconocimiento como unidad básica del sistema de investigación, con posibilidades de recibir recursos para apoyar sus actividades y referido en las convocatorias de proyectos y programas como beneficiario principal o exclusivo de ellas. Es así como la abstracción acerca de lo que es un grupo, que en cierta for-

ma partió de la observación sobre unas agrupaciones consolidadas y con gran trayectoria, a quienes muy pronto se les denominó grupos de excelencia (A) y consolidados (B), se quiso llevar al plano real mediante la imitación o el intento por llenar requisitos o formatos establecidos para el reconocimiento y la medición de los grupos. Se desata así una grupomanía que a la postre llevaría a la proliferación de grupos, en muchos casos sin garantías de estabilidad ni capacidad para desarrollar actividades de ciencia y tecnología, a veces formados de manera artificial o en todo caso sin la vocación propia de lo que significa un grupo de investigación. Un aspecto delicado en esta historia fue la presión que el aumento de grupos ejerció sobre el sistema para reconocer a los nuevos y permitir que ellos alcanzaran las categorías que antes parecían un asunto de élite. Esto llevó a que la proliferación de grupos estuviera acompañada, particularmente entre 2004 y 2008, de un mayor peso de los grupos A y B, generando una cierta ilusión en el sentido que resultaba muy fácil concretar aquella abstracción del grupo, transitar velozmente hasta alcanzar la cúspide de la excelencia y reclamar los

beneficios que ostentaban sólo unos pocos. De esta visión, reforzada por el esquema de incentivos que mantuvo la Universidad de Antioquia, se siguió una irremediable división o separación de grupos, en algunos casos como estrategia para multiplicar indicadores de gestión o acceder a más recursos, en otros como un camino equivocado que partía de llenar campos o espacios en algún software o solicitud para recibir algún apoyo, pero también en ciertos casos esto sucedió como producto de la falta de cohesión al interior de los grupos o rupturas entre sus miembros por conflictos de derechos de propiedad. Pero no puede desconocerse que en medio de la aspiración por ser reconocidos y acceder a recursos, algunos grupos asumieron el reto a partir de la formulación de agendas investigativas y estrategias de trabajo, con una clara vocación de formación y producción de conocimiento en grupo, lo que les ha permitido consolidarse y ascender en el escalafón de grupos. Desde el punto de vista técnico, la mayor proporción de los grupos A y B se dio principalmente como resultado de dos características de los modelos de medición. Primero, en la distribución de la producción científica, ordenando los grupos desde los que obtienen una menor producción hasta los que alcanzan la mayor, se amplió el rango para ubicar estos grupos, de modo que inicialmente (año 2000) los grupos A se ubicaban en el decil superior de la distribución, es decir, que respondían por el 10% de la producción en el nivel superior; además, se exigía a los grupos A tener al menos tres productos como artículos internacionales o patentes, y de no tenerlos y pese a estar ubicados en este decil, no eran reconocidos como A. Por su parte, los grupos B se encontraban entre el 70% y el 90% de la producción, y deberían tener al menos un producto como los anteriormente citados. Sin embargo en 2004, ya no con la idea de los deciles sino mediante el índice Scienticol, la ubicación de los grupos A se amplió para un índice entre 8.0 y 10, mientras los grupos B se ubicarían entre 5.0 y 7.9, con el resultado obvio de aumentar el número de grupos en estas categorías, sin advertir que


La nueva medición de grupos de Colciencias Cuadro 2: Universidad de Antioquia: Grupos A, B y C por área, 2004-2008 Grupos 2004

Ciencias

Salud

Sociales

Total por categoría

A

20

18

8

46

B

13

11

6

30

C

4

9

10

23

Total 2004

37

38

24

99

A

33

34

25

92

B

15

20

12

47

C

7

11

5

23

Total 2006

55

65

42

162

7

53

cuales se suponían en un cuarto del total de productos pero resultaron ser superiores a dos tercios, lo que constituye una razón de mucho peso para explicar el alejamiento o el descenso de muchos grupos, frente a las categorías superiores que ostentaron de manera transitoria hasta 2008.

Principales resultados nacionales

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Investigación

Grupos 2006

22

Grupos 2008 A

17

29

B

23

16

10

49

C

10

14

15

39

Total 2008

50

59

32

141

Nota: Para 2008 se toma la suma de los grupos A1 y A como grupos A.

conceptualmente no se trataba de las mismas denominaciones previas de grupos de excelencia y consolidados; he ahí una primera razón que dio lugar a la ilusión de haber aumentado el número de los mejores o más productivos. La segunda característica de los modelos de medición está relacionada con los umbrales, referidos a la producción mínima que debería alcanzar un grupo para ser reconocido en las diferentes categorías. En 2000 se estableció, a manera de umbral teórico, que un grupo típico de cuatro investigadores podría alcanzar la excelencia si lograba producir al menos dos productos de nuevo conocimiento por año, y esta referencia se mantuvo fija, sin reconocer los resultados reales y en particular que la producción de los grupos superaba muy fácilmente el umbral, así que una segunda razón para la ilusión de ser grupo A o B estuvo representada por el hecho de superar este límite un mayor número de grupos. En resumen, los grupos A y B aumentarían de manera automática al ampliarse el intervalo de ubicación de ellos en la distribución de la producción científica, y al exigir unos mínimos de producción fáciles de cumplir. El modelo de medición aplicado en 2008 retoma en buena medida las características de una década atrás, pues establece la categoría A1 para los grupos con un índice Scienticol igual o superor a 9.0,

podría decirse que equivalente a los anteriores grupos A; la categoría A, para un índice entre 7.0 y 8.9 (los anteriores grupos B), y la categoría B, para un índice entre 4.0 y 6.9. Además, en esta oportunidad se acaban los umbrales teóricos o que estaban fijos durante cerca de diez años y se hizo un cálculo a partir de la propia información suministrada por los grupos, lo que resulta mucho más ajustado a la realidad y que daría sorpresas interesantes al evidenciar que la producción mínima no es de dos productos de nuevo conocimiento por año sino superior a cinco; más aún, se encontró una mayor participación de los denominados productos de nuevo conocimiento tipo A, los

Dadas las consideraciones anteriores, la nueva medición de grupos puede reubicar al sistema en una senda natural de crecimiento, comparado con lo que se tenía en 2004 y años previos. Esto significa una menor participación de los grupos A1 y A, cuya proporción seguramente ahora resultará similar a la que se tenía entonces. Para la convocatoria de 2008, Colciencias recibió la inscripción de 5218 grupos que de manera voluntaria quisieron someterse al proceso de medición. Sin embargo, 1729 grupos (33%) no cumplían los requisitos mínimos para reconocer su existencia, así que fueron clasificados 3489 grupos. Entre éstos, a diferencia de lo que se tuvo en las dos convocatorias previas, la participación de los grupos A (incluidos en esta categoría los grupos A1) y B se redujo de manera importante, mientras se tuvo mayor participación de los grupos C y D. El gráfico 1 ilustra esta situación, a manera de un cambio piramidal: en 2006 (la barra blanca) la mayoría de grupos eran de categoría A, y el número de ellos descendía en la medida en que se pasaba a las categorías B y C; en cambio, en 2008 (la barra gris) se tiene la mayoría de grupos

Gráfico 1: Colombia: grupos de investigación A, B y C en 2006 y 2008

Nota: Para 2008 se toma la suma de los grupos A1 y A como grupos A.

en categoría C, y a medida que se sube a categorías superiores se tiene un menor número de grupos. En cuanto a los grupos D, ahora representan cerca de la mitad de los grupos clasificados (1707). En el marco de estos cambios, se aprecia que la participación de los grupos de excelencia no es uniforme en el país. Se tienen diferencias por áreas del conocimiento, por regiones y por tipo de instituciones, entre otras variables. En cuanto a la distribución de los grupos entre instituciones, se aprecia que solamente seis universidades concentran el 71,9% de los grupos A1 y un poco más de la mitad de los grupos A y B, cuando su participación en el total de grupos del país es del 15,5%. En el cuadro 1 se presentan estas universidades, ordenadas por número de grupos y separando a la Universidad Nacional por tres sedes (Bogotá, Medellín y otras). A partir de estas cifras se encuentra un indicador de comparación interesante, referido al peso que tienen los grupos A1 y A en el total de grupos de cada universidad. Dos cálculos de este índice ubican a la Universidad de Antioquia en el primer lugar: por una parte, en el total de grupos reportados por Colciencias en su plataforma Scienti, la Universidad de Antioquia registra el 28% de sus grupos en categorías A y A1, seguida de la Universidad Nacional con el 22%, las demás universidades por debajo del 20%, y el promedio nacional cercano al 8%. Por otra parte, si se toman los datos del cuadro 1, el peso de los grupos A1 y A sobre la suma de estos grupos y los grupos B, la Universidad de Antioquia alcanza el 52% y le sigue la Universidad Nacional sede Bogotá con el 44%, y para las demás el indicador es cercano al 30%.

Resultados en la Universidad de Antioquia En el caso de la Universidad de Antioquia, fueron 254 los grupos que se sometieron a la medición de 2008. De éstos, inicialmente 193 fueron reconocidos y clasificados: 30 en categoría A1, 23 en A, 49 en B, 39 en C y 52 en D; de modo que 61grupos (25%) quedaron sin clasificar, especialmente por no reunir los requisitos mínimos de existencia. Como sucedió a nivel nacional, la suma de los grupos A1 y A redujo su participación en el total de grupos clasificados, aunque para la


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

23

Universidad esta reducción fue menor, habiendo pasado de 92 grupos A en 2006 a 53 grupos A1 y A en la nueva clasificación, es decir, del 57% al 27% de los grupos clasificados en uno y otro año. En cambio, en la categoría B prácticamente no hubo cambios (de 47 a 49), y en las categorías C y D se produjeron aumentos de importancia (de 23 a 91 grupos), para un resultado final de aumento de grupos clasificados para la Universidad de Antioquia, de 162 grupos en 2006 a 193 en 2008. Ahora bien, al mirar el comportamiento de los grupos por categoría (A, B y C) y por área (ciencias exactas y naturales, ingeniería y ciencias económicas -ciencias-; salud, y sociales) entre 2004 y 2008 (cuadro 2), se encuentra que en salud el aumento de grupos es sostenible, con una pequeña reducción de los grupos A y B entre 2006 y 2008, y un aumento sostenido de los grupos C, manteniendo más o menos constante la participación de los grupos A entre la suma de las tres categorías (47% en 2006 y 49% en 2008); en cambio, en el área de ciencias se tuvo un menor crecimiento en el número de grupos entre 2004 y 2008 y se registró una fuerte reducción de los grupos A entre 2006 y 2008, ubicándose en el último año por debajo del valor de 2004, lo que implicó que la participación de estos grupos en el total de las tres categorías analizadas cayó del 54% en 2004 al 34% en 2008; por último, el área de sociales presenta un comportamiento similar al de ciencias, aunque la reducción de los grupos de las categorías A fue inferior y su participación en el total de grupos pasó de 33% en 2004 al 21% en 2008. Esta área mantiene la menor participación entre los grupos A de la Universidad (30%), y en la clasificación actual no presenta ningún grupo A1, mientas los grupos de salud representan el 60% de los grupos A1 y cerca de la mitad de los grupos A, y el área de ciencias participa con el 40% de los grupos A1 y un 20% de los grupos A. Considerando que los principales cambios se dieron entre los grupos A, al menos en cuanto a su número, un examen sobre la dinámica que han tenido los grupos de esta categoría (A1 o A) permite corroborar la idea de haber retomado el rigor de la medición y clasificación de grupos, al tiempo que da cuenta de la sostenibilidad de los grupos de excelencia. Se tiene así que de los 30 grupos A1 de la clasificación de 2008, la mitad de ellos tienen una gran trayectoria y han mantenido la categoría A desde 2000 o años anteriores; ocho alcanzaron

Los resultados de esta clasificación corroboran el liderazgo de la Universidad de Antioquia en materia de investigación, el mismo que resulta más fuerte en ciertas áreas del conocimiento y programas nacionales de ciencia y tecnología. Aunque en número de grupos la Universidad ocupa el segundo lugar en el país, si se toman los grupos de mayor categoría (A1) ocupa el primer lugar y también es la institución líder en cuanto al peso que tienen en su interior los grupos A1 y A. la categoría A desde 2004, cinco recibieron la categoría A ó B en 2006, y dos aparecieron sólo como registrados en 2006. Por su parte, la mayoría de los 23 grupos A han tenido un recorrido más corto y en general se aprecia el crecimiento desde 2000 o 2004 para llegar a la categoría A. En cambio, para la mayoría de grupos que estuvieron clasificados en la categoría A en 2006 y ahora se encuentran en B o categorías inferiores, unos 40 grupos, corresponden a grupos con una corta duración y menor estabilidad que los anteriores. Este análisis debe complementarse con el examen de los grupos que habiendo conservado durante varios años la categoría A, descendieron a categoría B o inferiores.

Discusión e implicaciones Los análisis y sugerencias que aparecen en este texto aún son generales. Hace falta, más aún cuando se ponga en firme la medición de 2008, analizar los resultados del país por área del conocimiento o programa de ciencia y tecnología de Colciencias, así como los resultados de la Universidad por facultad y considerando algunos rasgos característicos de los grupos, como su tamaño, forma predominante de investigación y la vinculación a programas de posgrado. Así que partiendo de este esquema de análisis, de las hipótesis y afirmaciones planteadas, se motiva también a que cada grupo o dependencia académica realice el análisis de su situación y asuma de manera crítica y autocrítica los resultados, por mucho que puedan verse afectadas sus expectativas. Los resultados de esta clasificación corroboran el liderazgo de la Universidad de Antioquia en materia de investigación, el mismo que resulta más fuerte en ciertas áreas del conocimiento y programas nacionales de ciencia y tecnología. Aunque en número de grupos la

Universidad ocupa el segundo lugar en el país, si se toman los grupos de mayor categoría (A1) ocupa el primer lugar y también es la institución líder en cuanto al peso que tienen en su interior los grupos A1 y A. Al tomar otro tipo de indicadores, que por ejemplo ponderen estos resultados por variables referidas a la capacidad (como el número de profesores, el presupuesto o el número de estudiantes), probablemente la Universidad ocupe con mayor ventaja el primer lugar entre las universidades del país. Este hecho sugiere examinar muy bien la experiencia de los grupos de mayor trayectoria y formular políticas y acciones que apoyen la consolidación y la excelencia de los grupos existentes, con una máxima como “buenos grupos, así sean menos, es mejor”. Definitivamente, la principal reflexión que emerge de este análisis es la conveniencia de tener muchos grupos y fomentar la creación de nuevos grupos. Recordando el dilema entre abstracción y realidad, la experiencia permite documentar las razones del éxito y del fracaso para la sostenibilidad y el alcance de la excelencia. La Vicerrectoría de Investigación asumirá un estudio sobre el particular, que permita formular una metodología para orientar la elaboración de planes estratégicos de los grupos, articulados con el plan institucional de investigación e innovación. Al presentarse una nueva composición de los grupos según sus categorías, luego de unos cinco años de haber asumido el crecimiento de los grupos A y B sin asimilar muy bien el modelo de medición que había dado lugar a esos resultados, y al retomar los niveles de excelencia mediante el índice Scienticol igual o superior a 7.0 (grupos A1 y A), se sigue la revisión y estructuración de los programas y estrategias de apoyo a las actividades de investigación de los grupos e investigado-

res. Es importante fortalecer unos mecanismos, como la estrategia de sostenibilidad, el programa jóvenes investigadores y los centros de excelencia, que reconozcan mayor autonomía a los grupos de excelencia y ofrezcan apoyo para mantener y mejorar sus resultados en materia de investigación y apoyo a los posgrados. Además, para los grupos en formación o que mantienen una categoría inferior a las anteriores, es importante fortalecer las convocatorias de proyectos y diseñar algunas estrategias adicionales para impulsar su crecimiento, consolidación y sostenibilidad. Pese a los aspectos positivos que trae esta nueva medición, en cuanto al fortalecimiento del sistema nacional, existen debilidades sobre la confianza entre los investigadores, las instituciones y Colciencias. Para mejorar el ambiente, de parte de Colciencias es importante definir claramente la periodicidad de este tipo de mediciones, procurar una metodología estable y respetar las fechas de las convocatorias. En cuanto a la periodicidad, parece conveniente que sólo sea cada dos o tres años. Otro aspecto se refiere a la exigencia de calidades mínimas, además del índice, para ser reconocido como grupo y alcanzar las máximas categorías; por ejemplo, para ser grupo A1 debería exigirse, dependiendo del número de investigadores, tener publicaciones internacionales indexadas, apoyo directo a doctorados nacionales y acceso a recursos externos, nacionales o internacionales; en el caso de los grupos A, podría exigirse al menos una publicación internacional o su equivalente en publicaciones nacionales, el apoyo a maestrías nacionales y el acceso a recursos de entidades o empresas nacionales. De este modo, se logra además una mayor coherencia entre la política y la medición de grupos y las actividades de ciencia y tecnología. Por su parte, a las instituciones y los grupos, y en general a la comunidad de los investigadores, también les cabe un compromiso para lograr que se cumplan los calendarios, y ser capaces de proponer y asumir unas reglas que no estén hechas a la medida de cada uno, buscando favorabilidad para su grupo, institución o área; más bien, propiciar y participar en un debate con mucha altura que tome le excelencia y la calidad académica como puntos de referencia a la que todos aspiren llegar. Finalmente, a todos corresponde brindar información veraz y generar mecanismos que permitan validarla. w


Primer Simposio de Coloides y Superficies

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Investigación

20 y 21 de agosto de 2009 • Hotel San Fernando Plaza de Medellín

24

Diferentes grupos de investigación y empresas del sector productivo colombiano emplean las superficies, los sistemas coloidales y sus propiedades para controlar los procesos, la funcionalidad de los productos o la creación de nuevos materiales. Esto requiere un adecuado entendimiento de los procesos de elaboración y caracterización de sistemas coloidales y superficies mediante un trabajo interdisciplinario e interinstitucional, donde confluyan de forma sinérgica el sector académico y el sector productivo colombiano. El Primer Simposio de Coloides y Superficies se propone crear en Colombia un espacio académico que propicie la discusión, el intercambio de conocimiento y el trabajo de investigación sobre los sistemas coloidales y la fisicoquímica de superficies. Está dirigido a profesionales vinculados con la academia y el sector productivo que trabajan, investigan o están interesados en el estudio y aplicación de los sistemas coloidales, la química de superficie y el desarrollo de materiales. Para este primer Simposio se han seleccionado previamente ponencias orales por los coordinadores del evento y listados en la programación. Se contará con la participación de cuatro conferencistas internacionales en cuyas plenarias se trabajarán temas de interés general para los asistentes al evento. Conferencias plenarias —Una mirada global a la ciencia de los coloides. Profesor Brian Vincent, Universidad de Bristol, Inglaterra. —Potencial zeta y tamaño de partícula como herramientas para el desarrollo de productos. Dr. Dave Dolak, Nanometrics Group Product Manager, Malvern Instruments, USA. —La reología y su correlación con propiedades coloidales de emulsiones y suspensiones. Dr. Fred Mazzeo, Rheology Product Manager, Malvern Instruments, USA. —Análisis de sistemas coloidales por resonancia magnética nuclear. Dr. Youssef Espidel, Universidad de Bristol, Inglaterra. —Avances recientes en microscopía de fuerza atómica. Dr. Klauss Vicaro, Agilent, Brasil. Conferencias cortas —Reflexiones sobre la investigación

en coloides y fisicoquímica de superficies en Colombia. Dr. Herley Casanova, Universidad de Antioquia. —Relevancia del estudio coloidal en la industria colombiana de polímeros. Dra. Carolina Quintero, Andercol S.A. —Estudio coloidal y de química de superficies del proceso de polimerización en emulsión. MSc. Hugo Martinez, Colorquímica S.A. —Caracterizacion de nanopartículas magnéticas usadas en ferrofluidos. Dr. Alvaro Morales, Grupo de Estado Sólido, U. de A. —Reforzamiento de materiales poliméricos con nanopartículas. Dr. Luis Fernando Giraldo, Grupo de Ciencia de los Materiales, U. de A. —Química supramolecular en dos dimensiones. Dr. Oscar Giraldo, Universidad Nacional sede Manizales. —Efecto de las cargas superficiales en la sedimentación de suspensiones

de caliza: un estudio reológico. MSc. Carlos Orozco, Argos S.A. —Química coloidal del cemento, Qco. Albeiro Cadavid, Sika S.A. —Modificadores reológicos en sistemas acuosos. MSc. José A. Orrego, Pintuco S.A. —Efecto electroviscoso de las partículas coloidales de arcillas y su influencia en las propiedades reológicas de suspensiones cerámicas. MSc. Gabriel Aguilera, Sumicol-Organización Corona. —Estudio coloidal del proceso de formación de películas en pinturas. Ing. John Wilson Peláez, Andercol S.A. —La simulación como herramienta de análisis de sistemas coloidales. MSc. César Pérez, Grupo de Coloides, Universidad de Antioquia.

Herley Casanova, profesor del Instituto de Química y director del Grupo de Coloides de la Universidad de Antioquia —Variables coloidales relevantes al reforzamiento de materiales dentales. Ing. Henry Rodríguez, Newstetic S.A. —Elaboración y uso de microcápsulas en alimentos. MSc. Seneida Lopera, Grupo de Estudios de Estabilidad de Medicamentos, Alimentos y Cosméticos, Universidad de Antioquia —Fenómenos coloidales asociados al proceso de formación y remoción de depósitos en redes de agua. MSc. Juan Carlos Gonzalez, EPM.

Informes: http://quimica.udea.edu.co/~coloides/principalespanol.html http://quimica.udea.edu.co/~coloides/simposio/ Teléfono (574) 2198650. Fax: (574) 2330120

Primer Taller de Sistemas Coloidales y Superficies 19 de agosto de 2009 Lugar: Laboratorio de Coloides Universidad de Antioquia, Ciudad Universitaria, Bloque 2-326

Para los equipos de caracterización de sistemas coloidales y superficies lograr un mayor conocimiento de los sistemas coloidales, las superficies y sus procesos de elaboración, se requiere una adecuada caracterización de sus propiedades mediante técnicas instrumentales. Entre las técnicas más empleadas para la caracterización de sistemas coloidales, se encuentran la dispersión de luz en análisis de tamaño de partícula y potencial zeta, la reometría y la microscopía. Para superficies e interfaces existe una amplia gama de técnicas de caracterización, destacándose la tensiometría, la determinación de ángulo de contacto, la microscopía y la espectroscopia fotoeléctrica de rayos X (XPS). Las empresas del sector productivo y los grupos de investigación colombianos han realizado o planean la adquisición de equipos para la caracterización de sistemas coloidales y superficies. El uso de estos equipos requiere un adecuado entendimiento de cada técnica de caracterización y las posibles correlaciones de los resultados obtenidos mediante varias técnicas. De esta forma se logra estandarizar y potencializar los resultados generados Dirigido a: Profesionales vinculados con la academia y el sector productivo que trabajan, investigan o están interesados en el estudio y aplicación de los sistemas coloidales, la química de superficie y el desarrollo de materiales.

Las técnicas a emplear para la caracterización serán: Tensiometría: determinación de tensión superficial, interfacial, ángulo de contacto y perfiles de sedimentación. Dispersión de luz dinámica y estática: determinación de tamaño de partícula y potencial zeta. Reometría: análisis de viscosidad, tixotropía, creep y recuperación, pruebas oscilatorias. Equipo a emplear: Reómetro HRNano (Malvern Instruments). Microscopia óptica: Determinación de tamaño de partícula, morfología y estabilidad coloidal. Las técnicas a emplear en la elaboración de emulsiones serán la homogenización de alta presión y la inversión de fase. Las técnicas a emplear en la elaboración de suspensiones serán la molienda y la nucleación. Informes: http://quimica.udea.edu.co/~coloides/taller/ Teléfonos (00574) 2198650 (Coordinador), (00574) 2198651 (Laboratorio). Fax 2330120 coloides@quimica.udea.edu.co • coloides@gmail.com


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

25

Fotos Luis Javier Londoño Balbín

A

pesar de su carácter, el Congreso Nacional Avances en Cirugía traspasa las fronteras, puesto que sus alcances trascienden el país no sólo por los méritos reconocidos de la cirugía colombiana que una vez más estarán en primer plano, sino también por el selecto grupo de especialistas de ese campo de la medicina que estarán presentes en el certamen que, por segunda vez, se realizará en su trigésima quinta versión, en Medellín. A la cita de la Asociación Colombiana de Cirugía, del 18 al 21 de agosto, han respondido de manera afirmativa, entre otros, los invitados extranjeros Charles Balch, Morris Flanklyn, Gabriel Hortobagyi, Marvin López, Roger Jenkins, Timothy Counihan, John Kelly y Patricio Petrone, de Estados Unidos; Alberto Chousleb y Alfonso Gerardo Pérez Morales, de México; Fabio Ferreira y Sergio Santoro, de Brasil, y Carol Swallow y Allan Okrainec, de Canadá. Es una oportunidad muy importante –dijo el director ejecutivo del Congreso, Hernando Abaunza Orjuela–, para mostrarle no solamente a los médicos colombianos sino a los médicos visitantes el momento actual de la ciencia y del arte de la cirugía en el país. Entre los treinta expertos internacionales invitados, Abaunza Orjuela destaca la presencia de Hortobagyi, médico de familia húngara quien se formó en Colombia y en la actualidad, además de ser jefe de oncología quirúrgica en la Universidad de Houston, es reconocido como autoridad mundial en cáncer mamario. Franklyn, de San Antonio, Texas, también es otro destacado visitante, por sus conocimientos en una de las técnicas quirúrgicas más avanzadas no invasivas, la notes –natural orifice transluminal endoscopic surgery–, mediante la cual él y su grupo de colaboradores han introducido en el armamentario quirúrgico la mayor parte de las operaciones abdominales como la vesícula, el estómago, el colon, el apéndice, por orificios naturales como la boca, el recto y la vagina. “Ya en Colombia se está comenzando a notar cierto afán para que los jóvenes cirujanos aprendan esta tecnología, que va muy unida al advenimiento de nuevo instrumental y de nuevas adquisiciones

Hernando Abaunza Orjuela

Martiniano Jaime Contreras

Medellín, de nuevo será escenario del máximo

médicas, y que tiene la ventaja de que no hay incisiones y por tanto no hay dolor, un asunto que durante siglos el cuerpo médico y quirúrgico del mundo despreció, cuando el ser humano no tiene por qué aguantarse el dolor, y ese es el auge de la cirugía mínimamente invasiva”, observó el director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Cirugía. Abaunza Orjuela precisó que al Congreso vendrá una pléyade de cirujanos en las áreas de cáncer, nutrición, trauma, como los profesores de las universidades de Harvard y de Boston Marvin López, autoridad en cáncer, Timothy Counihan, en colón, lo mismo que Carol Swallow, y Charles Balch, ex presidente de la Asociación Norteamericana de Cirujanos Oncológicos, considerado como quien más sabe de melanoma en el mundo y actual jefe de Cirugía del Hospital John Hopkins, cuya cátedra de cirugía es percibida como una de las más ‘cotizadas’. “O sea que vamos a tener un verdadero banquete intelectual y espero una gran audiencia de médicos y cirujanos colombianos, porque –reiteró– también

se va a ver en qué va la cirugía colombiana, ya que la mayoría de universidades y de hospitales universitarios tienen su cuota, van a mostrar sus experiencias”.

Máximo foro El presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía, Martiniano Jaime Contreras, conceptuó que el Congreso es el máximo foro académico y científico que propicia la revisión anual del estado del arte de la cirugía en el país y el mundo y, por lo mismo, facilita la actualización en los distintos campos quirúrgicos y la comparación de nuestros cirujanos con los del exterior. “En la práctica, lo que ha garantizado es que la cirugía colombiana sea muy reconocida por su alta calidad y actualidad y por estar en concordancia con los avances mundiales”, dijo. Jaime Contreras, quien además es vicerrector General de la Universidad de Antioquia, dijo que la cirugía antioqueña siempre se ha distinguido en el ámbito nacional e internacional por ser pionera, y que los grandes atrasos de principios

del siglo pasado se debían fundamentalmente al atraso de la ciencia y de la cirugía en el mundo. Antes de Pasteur –explicó–, no había un concepto adecuado de la microbiología, de los gérmenes, de las bacterias, de la importancia de la infección, de la sepsia y de la antisepsia, de los antibióticos y menos de todos los adelantos de la cirugía moderna, de la nutrición, de la cirugía mínimamente invasiva, de la aplicación robótica en la cirugía de precisión o de la cirugía por orificios naturales. “Los fracasos de antes era porque en esa época la ciencia no había todavía resuelto el manejo de la infección y la prevención de la infección quirúrgica, y entonces la mayoría de los pacientes operados se morían víctimas de la infección”, dijo. Y que se haga en Medellín –relevó Jaime Contreras– es un reconocimiento a la cirugía antioqueña y sirve para mostrarse ante el mundo y para dar a conocer otras facetas desconocidas por la estigmatización de ciudad violenta que ha dejado el narcotráfico. “Con el Congreso seguiremos demostrando que Medellín es una ciudad de grandes universidades, de grandes progresos y de hecho la cirugía antioqueña se muestra con mayor relevancia porque nos conocen en el mundo por la cirugía de trasplante y de trauma, y todo eso contribuye a un reconocimiento a lo que es el departamento de Antioquia, a Medellín y a su academia y nivel científico de los cirujanos antioqueños". Por último, el presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía insistió en que espacios como el 35 Congreso permiten que los cirujanos de todo el mundo hablen de lo que están haciendo. “Es posible enterarse en la literatura médica sobre los adelantos médicos en el mundo, pero poder interactuar con los protagonistas dinamiza la posibilidad de crecer en el conocimiento quirúrgico. Hay el concepto de que la cirugía no ha cambiado, al contrario, ya no es la misma de antes, el paradigma cambió y hoy en día es la cirugía que menos lesión produce como acto quirúrgico y más beneficios obtiene y es más científica porque está basada en la revisión estadística y epidemiológica de los resultados”, expresó. w (LJLB)


Investigación UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

26

Buscar los grupos de investigación, así no hayan contemplado la posibilidad de ser investigadores, es la recomendación que Yúrika Paola López Alarcón le hace a los jóvenes universitarios, para conocer más allá del saber aprendido en las aulas, “y si se enamoran de ello –expresa–, que le hagan para adelante, que les abre puertas para la vida”.

La facilidad de acceder a recursos para investigar, a becas y pasantías ha sido una de las ‘ganancias’ de pertenecer al grupo de investigación del Iner, dice Guberney Munetón Santa, quien ya ha publicado artículos en revistas de México y nacionales, y adelantado proyectos sociales con la alcaldía de Medellín y la Gobernación.

Aurelio Mejía Mejía le sugiere a los interesados en la investigación que se aventuren por ese camino porque van a encontrar muchas más oportunidades de las que tendrían como estudiantes de pregrado: asistir a congresos, conocer qué hacen otros investigadores, cómo aplicar los conocimientos aprendidos en la carrera y definir el perfil profesional.

R

ecién llegada a su carrera de Medicina, en segundo semestre de 2004, ingresó al semillero de investigación, luego en 2005 se vinculó como joven investigadora hasta noviembre del año pasado, pero ahora, en su año de internado, antes que dejar de lado su aventura científica sigue vinculada al grupo de investigación que la acogió en su momento, Inmunología Celular e Inmunogenética, que coordina el profesor Luis Fernando García Moreno. Y sigue asistiendo, dice Yúrika Paola López García, por una simple razón, le gusta la investigación, pero también por todo lo que su paso por uno de los mejores grupos de investigación del país le ha dejado. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora para la vida, porque uno aprende una disciplina, aprende estadística que no le enseñan a fondo en la carrera, aprende a pensar, a escribir, tiene contacto con otros modelos, por ejemplo empecé trabajando con tuberculosis y ha sido muy bueno poder verla de otra forma que no sea la parte clínica con el paciente”, manifiesta. Yúrica coincide con quienes como ella están o han seguido el camino de la investigación desde un momento temprano de la vida universitaria y su testimonio confirma los propósitos y logros de quienes desde el ámbito local como nacional han impulsado y evaluado los programas respectivos de jóvenes investigadores.

En particular, el objetivo del programa de la Universidad de Antioquia, por el que han pasado más de 900 universitarios desde 1997, es proporcionar una pasantía de entrenamiento en investigación a estudiantes excelentes de los programas de pregrado, entrenamiento que les permita, por una parte, vincularse al desarrollo de actividades de investigación, en el marco de la ejecución de un proyecto bajo la tutoría del investigador principal, y, por otra, participar activamente en la dinámica del grupo al cual se vinculan. Lo que se propone, en últimas es crear un espacio propicio para que los jóvenes con talento para la investigación tengan la oportunidad de conocer, en la práctica misma, las dinámicas del trabajo investigativo en grupo y de confrontar su perfil como investigadores, de tal manera que puedan iniciarse como jóvenes investigadores. A su vez, el programa ofrece facilidades para que los grupos seleccionados desarrollen su propia estrategia de formación de investiga-

dores, como una alternativa para la sostenibilidad y el fortalecimiento de sus capacidades científicas. En el caso de Yúrika esos objetivos y propósitos se han alcanzado con creces, tanto que apenas su tutor en tuberculosis Mauricio Arias se fue para la Universidad de Londres, decidió trabajar en autoinmunidad con la tutora Gloria Vásquez, la línea que, confiesa, “la tiene completamente enamorada”, y por la que está pensando especializarse en reumatología, para continuar en la ruta de la investigación y, a la vez, aplicar sus conocimientos en medicina. Al respecto, señala que el programa de jóvenes investigadores también contribuye a elegir el futuro profesional –ya sé que quiero ser en mi vida, dice–, aunque lo cierto es que ella ya tenía muy signado su rumbo, pues desde las clases de biología en el colegio sabía qué quería ser y más tarde lo reafirmó cuando le escuchó a la científica Ángela Restrepo Moreno sobre la importancia de la investigación para la sociedad.

A pesar de su juventud, Mabel Alejandra Ruiz Restrepo ya se siente investigadora, no sólo por el hábito y la disciplina que ha adquirido en el grupo de investigación de Ingeniería que la acogió, sino porque en la clase o en donde quiera que esté siempre quiere saber más, de dónde y por qué suceden los fenómenos. Otro tanto revela Mabel Alejandra Ruiz Restrepo, estudiante de Ingeniería Química en octavo semestre, quien tres semestres atrás ya había estado vinculada como joven investigadora y ahora retoma el camino que había suspendido por una pasantía en la Universidad de Colima. Desde su ingreso –anota– ha participado en distintos proyectos que adelanta con EPM el grupo de investigación que la acogió, Procesos Fisicoquímicos, como los referidos al diseño, montaje y evaluación de reactores en plantas de tratamiento, y la calidad del laboratorio. “Me ha gustado mucho la experiencia como joven investigadora, he tenido la oportunidad de aprender muchas cosas y me parece que vamos un paso adelante de muchos estudiantes que no tienen esta posibilidad, conocemos muchos equipos, aprendemos de quienes están haciendo maestría o doctorado porque se vuelve un grupo de trabajo”, dice. Reconoce que desde que entró a la Universidad le dio por conectarse con la investigación ‘por gomosa’ y gracias al programa cumplió con su encarrete, pero, además, ha adquirido hábitos de estudio, habilidad en la optimización del tiempo, y manejo de otros idiomas, que no sólo del inglés. “La parte experimental es muy fácil, pero al momento de expresar el trabajo en palabras y de escribir para publicar en las revistas hay que esforzarse más”, observa.


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Como formadora de científicos en el país, la profesora e investigadora de la Corporación para Investigaciones Biológicas, Ángela Restrepo Moreno motivó a los jóvenes investigadores seleccionados en la reciente convocatoria adelantada por el CODI, para que se apasionen por la ciencia, la que considera una tarea compleja, pero necesaria para una mejor comprensión del mundo. Integrante de la llamada Misión de Sabios que en la década de los noventa trazó una serie de recomendaciones en el ámbito educativo y científico para que el país se adentrara en la senda del desarrollo y la modernización, la bacterióloga se mostró “absolutamente optimista del futuro porque el país cuenta con recursos, con unos jóvenes que están apenas para explotar; es increíble la capacidad de estos jóvenes y de estas muchachas para salir adelante, para ingresar al mundo de la ciencia y para superar todos los obstáculos en busca de esa pasión por la investigación”, manifestó. Y si hay algo que a ella le apasione, aparte del amor por sus ‘bichitos’ de laboratorio como les dice a los microorganismos, es ver salir adelante a sus estudiantes. “Para mí no hay placer más grande que ver que alguien a quien yo inspiré o que si es posible formé hizo su carrera en ciencia y se convirtió en un investigador; no hay placer más grande que el ver cómo progresan estos muchachos en el campo de la ciencia”, dice. Aurelio Mejía Mejía, docente ocasional y coordinador de Economía de la Salud, ingresó precisamente a este grupo de investigación cuando cursaba séptimo semestre de Economía, donde permaneció como joven investigador del programa que coordina el Comité para el Desarrollo de la Investigación en la Universidad de Antioquia, Codi, y luego se vinculó al programa similar que promueve Colciencias. Ambos conservan el mismo espíritu y quizá la diferencia mayúscula radique en que el programa nacional está dirigido a profesionales, exige dedicación exclusiva y cuenta con una mejor remuneración. A Mejía Mejía, reconoce, le picó el bicho de la investigación porque quería ver cómo podía poner en práctica los conocimientos adquiridos en el pregrado, y los grupos, precisa, son el espacio adecuado porque permiten trabajar con instituciones, secretarías, empresas, y aplicar todo lo aprendido a un problema concreto. “Esta pasantía me permitió inte-

Y con qué es que ella intenta inocular en los jóvenes el gusto por la ciencia. Con estudio –responde–, "porque un investigador tiene que ser un estudiante toda la vida, y tener pasión por entender el fenómeno de la madre naturaleza, ser aplicado, disciplinado y resistente a la frustración y a las dificultades que se encuentran en el camino”.

Solicitudes

res de la Universidad del Rosario, los presentó Muñetón Santa en el reciente encuentro que promovió la vicerrectoría de Investigación para darle la bienvenida al grupo de jóvenes investigadores seleccionados en la última convocatoria del Codi. Por lo mismo, reitera, su vinculación con el INER resultó muy valiosa, por las conexiones de los grupos por fuera, la Universidad del Rosario, el Ministerio de Educación que respaldó el proyecto de investigación, en últimas, “por todas las opciones de conocer redes, capital social, que me permitió darme cuenta cómo trabajaban y por ese mismo camino planteé mi trabajo de grado”, precisa. Y no sólo eso, como la mayoría de quienes han transitado por el camino científico como jóvenes investigadores, su horizonte está puesto en la continuidad de los estudios y por eso, una vez concluya la maestría en Economía en la que es candidato, procurará estudiar en Estados Unidos su doctorado. w (LJLB)

los aprendizajes que se derivan de la pasantía dependen en buena medida de la calidad del grupo de investigación que acoge al estudiante…“si tiene muy buenos contactos y se preocupa por tu aprendizaje, porque si no –precisa– el trabajo se vuelve muy etéreo y uno puede pasar inadvertido”. Justamente, como miembro del grupo Estudios del Territorio, que coordinaba la profesora Clara Inés García y ahora la profesora Clara Aramburo, participó en un proyecto de investigación “Interacción entre el capital humano, el capital intelectual y el capital social: una aproximación a la medición de recursos humanos en ciencia y tecnología. Estudio de caso sobre la formación de recursos humanos para la investigación y el tránsito hacia comunidades científicas. Estudio de caso: Programa de Jóvenes Investigadores Universidad de Antioquia”. Los resultados de ese valioso trabajo, liderado por el profesor ya fallecido Jesús María Álvarez, y que contó con el apoyo de investigado-

Jóvenes Investigadores UdeA 1997-2008

Jóvenes Investigadores 2009 Solicitudes

27

ractuar mucho con otras disciplinas y definir mi línea de especialización como profesional, economía de la salud”, dice, mientras apunta que, como beneficiario de una beca Colfuturo, prepara maletas para irse a cursar una maestría en la Universidad de York, Inglaterra. Por su parte, el también egresado de Economía y actual docente de cátedra e investigador asociado del Instituto de Estudios Regionales, INER, Guberney Munetón Santa, sintetiza el cúmulo de aprendizajes de su experiencia investigativa como estudiante en formación que fue en las posibilidades que se le abrieron para desarrollar su vida profesional. “Ahí lo que vos tenés es otra escuela al lado, donde te muestran el cómo de la vida laboral y académica, mientras que en la carrera te dicen el qué”, expresa, y reafirma, en otros términos, que “si no hubiera pasado por el grupo [el INER] hubiera sido difícil conseguir empleo”. Eso sí, advierte, el éxito de todos

Fotos Luis Javier Londoño Balbín

Pasión por la ciencia

Resultados (*)

Año

# Grupos

Recursos asignados ($ millones)

Número estudiantes

Grupos

Cupos

Grupos

Cupos

Grupos A

65

151

52

101

Grupos B

17

31

6

11

2000

20

132

82

32

304

134

1997-1998

15

174

58

1999

24

206

77

Total

82

182

58

114

2001

Solicitudes por un cupo

21

21

6

6

2002

15

62

43

Solicitudes por dos cupos

19

38

16

27

2003

28

264

129

Solicitudes por tres cupos

41

123

35

79

2004

47

290

208

2007

54

146

73

Total

82

184

58

114

2008*

58

300

125

(*) Sin atender posibles reclasificaciones de grupos.

* Resultados a julio 17 de 2009, cuando se han asignado 96 cupos.


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Problemática Universitaria

Conclusiones de la Segunda Conferencia Mundial

28

La

Educación Superior

es un bien público y un derecho humano fundamental La educación superior no sólo tiene que proporcionar unas buenas capacidades para desenvolverse, sino también contribuir en la educación de ciudadanos éticos y comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia. La autonomía universitaria es un requisito imprescindible para llevar a cabo la misión de cada institución a través de la calidad, la relevancia, la eficacia, la transparencia y la responsabilidad social. La Segunda Conferencia Mundial sobre Educación Superior realizada en París entre el 5 y el 8 de julio pasado fue concluyente. Expedida la declaración final, las determinaciones están ahora en el campo de los gobiernos. La educación superior es un bien público y un derecho humano fundamental; la educación superior debe ser accesible para todas las personas, con base en sus méritos; los gobiernos deben mantener e incrementar la inversión en educación superior; como bien público, la educación superior es un imperativo estratégico para todos los niveles de educación y la base para la investigación, la innovación y la creatividad. Estos compromisos, con carácter de responsabilidad, hacen parte de la declaración que, al igual que en 1998, con ocasión de la Primera Conferencia, recalcó el convencimiento de que el fomento de la educación superior y la investigación contribuye a erradicar la pobreza y fortalece el progreso y el desarrollo sostenible. “En ningún momento de la historia ha sido más importante invertir en la enseñanza superior como vector importante de la construcción de una sociedad del conocimiento diversa e integradora y del progreso de la investigación, la innovación y la creatividad”, dice el documento aprobado en la sesión de clausura, presidida por el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, quien afirmó que “en un contexto complejo y en rápida evolución, hemos trazado orientaciones para el futuro porque compartimos una visión común de las responsabilidades éticas y estratégicas de la sociedad mundial de nuestros días”. “Las instituciones de enseñanza superior desempeñan un papel estratégico en la búsqueda de soluciones a los problemas más importantes que se plantean hoy en los ámbitos de la salud, la ciencia, la educación, las energías renovables, la gestión del agua, la seguridad alimentaria y el medio ambiente”, dijo el directivo. La declaración expedida por la Segunda Conferencia acogió las recomendaciones de las seis conferencias regionales sobre educación superior de la Unesco celebradas en Cartagena de Indias, Macao, Dakar, Nueva Delhi, Bucarest y El Cairo. Los más de mil delegados presentes en la Conferencia –ministros, rectores de universidades, profesores, estudiantes universitarios, así como representantes de alto nivel del sector privado y de organismos regionales y multilaterales, procedentes de 120 países– conceptuaron que “la actual crisis económica puede agrandar la brecha en el acceso y la equidad entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, así como las diferencias dentro de los países, y presenta desafíos en los países en los que el acceso a la educación superior ya es restringido”.

La Unesco divulgó las siguientes conclusiones de la Conferencia en cada uno de sus ejes temáticos:

La responsabilidad social de la educación superior 1. La educación superior es un bien público, y como tal, es responsabilidad de todos, especialmente de los gobiernos. 2. En un mundo de cambios globales, la educación superior debe liderar la generación de un conocimiento multidisciplinar desde perspectivas social, económica, cultural y científica. Esta generación de conocimiento debe dar respuesta a desafíos globales como la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública. 3. Las instituciones de educación superior, a través de sus funciones principales (investigación, formación y servicios a la comunidad) y en un entorno de autonomía institucional y libertad académica, deben promover el pensamiento crítico y la acción ciudadana encaminados a alcanzar el desarrollo sostenible, la paz, el bienestar y el desarrollo y el respeto de los derechos humanos, entre los que se incluye la igualdad de género. 4. La educación superior no sólo tiene que proporcionar unas buenas capacidades para desenvolverse, sino también contribuir en la educación de ciudadanos éticos y comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia. 5. Se debe potenciar la información y la transparencia tanto en la misión como en la actividad de las instituciones de educación superior. 6. La autonomía universitaria es un requisito imprescindible para llevar a cabo la misión de cada institución a través de la calidad, la relevancia, la eficacia, la transparencia y la responsabilidad social.

Acceso, equidad y calidad 7. Se han hecho grandes esfuerzos para mejorar el acceso a la educación superior desde la I Conferencia Mundial de 1998. Ahora, el esfuerzo debe enfocarse también en garantizar el éxito de los alumnos y evitar el abandono de los estudios. 8. La mayoría de los estados miembros de la UNESCO han priorizado el acceso a la educación superior, sin embargo todavía hay grandes desigualdades entre grupos de población. Los gobiernos e instituciones deben fomentar el acceso de las mujeres a la educación superior, así como su participación en todos los niveles educativos, garantizando a su vez el éxito a lo largo de sus estudios. 9. La educación superior debe perseguir los objetivos de equi-


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Las instituciones de educación superior, a través de sus funciones principales (investigación, formación y servicios a la comunidad) y en un entorno de autonomía institucional y libertad académica, deben promover el pensamiento crítico y la acción ciudadana encaminados a alcanzar el desarrollo sostenible, la paz, el bienestar y el desarrollo y el respeto de los derechos humanos, entre los que se incluye la igualdad de género.

29

dad, relevancia y calidad simultáneamente. La equidad implica también una participación exitosa y completa de los estudiantes en las instituciones de educación superior, así como asegurar su bienestar de los estudiantes. Se hace necesaria, por tanto, una financiación y una educación adecuadas para los estudiantes procedentes de comunidades marginales. 10. La sociedad del conocimiento necesita de una gran diversidad en los sistemas de educación superior, tanto en el número de instituciones como en la diversidad de sus alumnos, tanto en instituciones públicas como privadas. 11. Todo el sector de la educación superior debe garantizar mecanismos de calidad y regulación, que promueven el acceso y crean las condiciones necesarias para garantizar el éxito. 12. Para conseguir el objetivo de Educación Para Todos (EPT, o EFA en sus siglas en inglés), requiere de un aumento de profesores en todo el mundo. La educación superior debe potenciar la formación de los profesores, tanto en su formación inicial como continua, con unos currículos que les proporcionen los conocimientos y habilidades necesarios para el siglo XXI; esto implicará adoptar nuevos enfoques, como la educación abierta y a distancia y el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. 13. A este objetivo también contribuirá una buena preparación para los responsables de la planificación de la educación y una investigación que sirva para mejorar los actuales enfoques pedagógicos. 14. Los enfoques de la educación abierta y a distancia, así como el empleo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), suponen nuevas oportunidades para ampliar el acceso a una educación de calidad, especialmente cuando el software educativo es compartido por varios países e instituciones. 15. La aplicación de las TIC a la educación tiene un gran potencial para mejorar el acceso, la calidad y garantizar el éxito. Gobiernos e instituciones deben garantizar la introducción de las TIC en la educación superior, trabajando juntos, compartiendo experiencias y políticas, así como fortalelciendo las infraestructuras, especialmente la banda ancha. 16. Las instituciones de educación superior deben invertir en la formación de su personal para conseguir la evolución necesaria de los sistemas de aprendizaje y enseñanza. 17. Es vital para todas nuestras sociedades dotar de un mayor impulso a las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como en las ciencias sociales y humanas. 18. Los resultados de la investigación científica deben ser más accesibles gracias a las TICs y a los recursos educativos abiertos (OER). 19. La formación superior debe responder y anticipar las necesidades de la sociedad; esto incluye la promoción del desarrollo y el uso de las nuevas tecnologías, así como asegurar una formación técnica y vocacional, educación para el emprendimiento y programas de formación permanente. 20. Garantizar la calidad es imprescindible para las instituciones de educación superior, y debe implicar a otros agentes. Asegurar la calidad requiere por una parte establecer sistemas de calidad y modelos de evaluación, y por otra, promover la cultura de la calidad entre las instituciones.

21. La calidad debe motivar la innovación y la diversidad; para conseguirlo es importante reconocer, atraer y conservar al personal docente e investigador cualificado, motivado y con talento. 22. Las políticas e inversiones deben atender a una gran diversidad de educación superior/post-secundaria e investigación: universidades, nuevos enfoques de enseñanza aprendizaje, y deben responder a las necesidades cambiantes de un alumnado nuevo y diferente. 23. La sociedad del conocimiento requiere de una creciente diferenciación de los papeles entre las instituciones y sistemas de educación superior: redes de excelencia investigadora, innovación en enseñanza y aprendizaje, y nuevos enfoques para los servicios a la comunidad.

Internacionalización, regionalización y globalización 24. Las instituciones de educación superior del mundo tienen la responsabilidad social de ayudar a disminuir la brecha del desarrollo incrementando la transferencia de conocimientos, especialmente hacia los países en desarrollo, y trabajando para encontrar soluciones comunes para fomentar la circulación de cerebros, evitando el impacto de la fuga de cerebros. 25. Las redes internacionales de universidades partenariadas son una parte de esta solución, y ayudan a mejorar la comprensión mutua y la cultura de la paz. 26. Es necesario asegurar la equidad en el acceso y el éxito, promover la calidad y el respeto a la diversidad cultural, así como la soberanía nacional. 27. La globalización ha hecho evidente la necesidad de sistemas de acreditación y calidad nacionales y promover su trabajo en red. 28. Las iniciativas transfronterizas de educación superior pueden ofrecer educación de calidad, promover valores académicos, y de relevancia, además de respetar los principios básicos del diálogo y la cooperación, reconocimiento mutuo y respeto por los derechos humanos, la diversidad y la soberanía nacional. 29. Con las iniciativas transfronterizas crece también la amenaza de la proliferación de expendededores de formación superior de baja calidad, amenaza que debe ser combatida nacional e internacionlamente. 30. La cooperación internacional en la educación superior debe estar basada en la solidaridad, el respeto mutuo y en la promoción de los valores humanísticos y el diálogo intercultural. Como tal debe ser potenciada a pesar de la crisis económica. 31. Son necesarias las acciones concertadas a nivel nacional, regional e internacional para asegurar la calidad y la sostenibilidad en los sistemas de educación superior en todo el mundo, en particular en el África Subsahariana, pequeñas islas estado, y otros países menos desarrollados. Esto debe incluir la cooperación Sur-Sur, Norte–Sur–Sur. 32. Los partenariados para la investigación y el intercambio de estudiantes y profesores promueven la cooperación internacional. El apoyo a una movilidad equilibrada y mayor


Problemática Universitaria UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

30

debe estar integrado en los mecanismos que garantizan la genuina colaboración multinacional y multicultural. 33. Los partenariados deben cultivar además el desarrollo de las capacidades y de conocimiento nacional en todos los países implicados, ya que aseguran unas fuentes más diversificadas de investigación inter pares de calidad, así como la producción de conocimiento a escalas regional y global. 34. Es deseable una mayor cooperación regional en áreas como el reconocimiento de titulaciones, la calidad, el buen gobierno, la investigación y la innovación.

Investigación e innovación 35. Dada la necesidad de una creciente financiación para la investigación y el desarrollo en muchos países, las instituciones deben buscar nuevas formas de co-financiación para estas, a través de partenariados con otros agentes, incluyendo PYMES. 36. Es necesario mantener un equilibrio saludable entre la investigación básica y la aplicada. Los sistemas de investigación deben estar organizados de forma más flexible con el fin de promover la ciencia y la interdisciplinariedad al servicio de la sociedad. 37. El profesorado debe tener oportunidades de investigación y becas, que garanticen la calidad y la integridad del conocimiento. La libertad académica es un valor fundamental que debe ser protegido en un contexto global volátil. 38. Las instituciones de educación superior deben buscar áreas de investigación y enseñanza enfocadas al bienestar de la población así como establecer unos cimientos sólidos para una ciencia y tecnología localmente relevantes. 39. Los sistemas de conocimiento indígena pueden aumentar nuestra comprensión de los desafíos emergentes; la educación superior debe crear partenariados con comunidades y sociedad civil que faciliten compartir y transmitir un conocimiento apropiado. 40. Se promoverá la exploración y el uso de recursos de librerías electrónicas y herramientas que soporten la enseñanza, el aprendizaje y la investigación, para facilitar los partenariados con socios de escasos recursos. w NOTA: este informe fue elaborado con base en los diferentes reportes difundidos al mundo por la UNESCO (www.unesco.org)

Concurso Público de Méritos y el docente universitario para una sociedad globalizada

En 1992 el ex dirigente soviético Mijail Gorbachov manifestó ante las Naciones Unidas: “El siglo XXI debería ser el siglo de la civilización del hombre, concebida como una forma de existencia cuyo principal criterio de desarrollo va a ser el hombre mismo y su autorrealización”. El gran reto de la educación para el presente siglo será convertir en realidad el paso de un modelo de desarrollo económico a uno de desarrollo humano que incluya un profundo respeto por los derechos humanos; para lograrlo, el individuo tendrá que incorporar en su formación cuatro aspectos fundamentales de la educación: aprender a ser, aprender a saber, aprender a hacer y aprender a comunicarse. Para el desarrollo de las naciones, el conocimiento será el insumo principal y la educación la que marque la diferencia entre naciones desarrolladas y naciones pobres. En este sentido, la universidad para el siglo XXI será pertinente en la medida en que participe como protagonista de primer nivel en la solución a los grandes problemas de la sociedad y para esto será necesario que logre gran eficiencia en la generación y divulgación del conocimiento. Para lograrlo, la universidad deberá establecer directrices claras que permitan definir las características del docente para un mundo globalizado y altamente competitivo. La Universidad de Antioquia debe pensar de manera seria y profunda en las características que deben tener sus docentes para dar respuesta a un modelo de desarrollo social basado en el conocimiento. La Universidad, en el Acuerdo Superior 342 del 30 de octubre de 2007, estableció los principios y los criterios generales para la selección de docentes y reglamentó el Concurso Público de Méritos para la carrera docente. En esta resolución se establecen una serie de elementos valorativos y teleológicos de la función docente que deben ser tenidos en cuenta para la selección de los aspirantes a profesores de la Universidad de Antioquia. Estos elementos incluyen: ser ante todo maestro, tener sentido de responsabilidad, ser un profesor integral,

Por Juan Guillermo Londoño Cardona Especialista en Obstetricia y Ginecología Jefe Departamento de Ginecología y Obstetricia Universidad de Antioquia obstygine@medicina.udea.edu.co

ser humanista, ser racional, ser interdisciplinario, ser un formador de ciudadanos, ser teórico-práctico, tener sentido de la democracia, ser sensible a lo público, ser autónomo y participativo. El mencionado Acuerdo establece que estas orientaciones axiológicas se deben constituir en puntos de referencia necesarios para que los órganos de selección dispuestos en dicho Acuerdo valoren el mérito y los perfiles generales de los aspirantes a profesor. Se establece igualmente en el documento mencionado que la selección de profesores de la Universidad de Antioquia estará determinada por la demostración de las calidades académicas, profesionales y éticas que se consagran en las normas universitarias y las previstas en dicho Acuerdo. Con respecto al sentido de lo público, el Acuerdo Superior 342 establece que los procesos de selección evaluarán mediante instrumentos idóneos que se diseñen para tal efecto el grado de compromiso de los aspirantes hacia la protección, conservación y consolidación de la Universidad como institución pública y que todos los ciudadanos sin discriminación ninguna que acrediten dichos requisitos podrán participar en las convocatorias. Los criterios y principios generales consignados en el Acuerdo Superior 342 contrastan con el instrumento con el cual los miembros del jurado calificador del concurso califican al aspirante. En este documento se evalúan la prueba académica que incluye un trabajo escrito de índole académica en el área específica para la cual se concursa, la sustentación oral del trabajo de índole académico, el aporte a la dependencia y a la Universidad por parte del aspirante y la sustentación oral de esta propuesta. Estos aspectos suman un total de 60 puntos, la hoja de vida tiene como elementos a con-


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Los concursos públicos de méritos para la selección de docentes en la Universidad de Antioquia deberían considerar además de lo establecido en los formularios de evaluación, competencias humanísticas o del ser y no sólo aspectos de carácter técnico, académico, experiencia docente y disciplinar, publicaciones e investigaciones. Si se pretende que el docente cuente con elementos valorativos y teleológicos que cualifiquen su función, es necesario implementar otro tipo de herramientas que evalúen además la personalidad, aspectos humanos, éticos y sentido de pertenencia corporativa.

31

siderar en la evaluación: la formación académica que incluye los estudios en el área, los cursos de extensión y educación continua, las distinciones, la capacitación pedagógica y la participación activa en eventos académicos. Todo para un total de 20 puntos. En la calificación de la hoja de vida se incluye además la experiencia profesional como docente universitario y la profesional certificada en el área, la productividad académica que incluye las publicaciones de artículos y libros relacionados con el área. El documento diseñado para la evaluación no incluye ni establece puntuación a los elementos valorativos y teleológicos de la función docente que se deben tener en cuenta para la selección de aspirantes a docentes de la universidad. Es decir, las competencias humanas o del ser que requiere el perfil de quienes aspiran a profesores de la Universidad. ¿Cómo se evalúan hoy los aspectos éticos del aspirante y el sentido de pertenencia a lo público? Cuando los aspirantes entregan a la Vicerrectoría de Docencia los documentos que los acreditan como “idóneos” para aspirar al cargo de profesor de la Universidad, aportan elementos técnicos en formación universitaria, experiencia docente y productividad académica, pero no elementos que confirmen sus cualidades humanísticas y éticas como lo establece el Acuerdo Superior 342 del año 2007. No existe en los instrumentos que evalúan al futuro docente elementos que garanticen que cumple con los lineamientos establecidos en éste. Por lo anterior, un individuo ilustrado, con capacidades técnicas, experiencia en su disciplina y docente, con publicaciones e investigaciones, pero con grandes deficiencias en competencias del ser y

severos cuestionamientos éticos, puede perfectamente hacer parte del equipo de docentes responsables de la formación del recurso humano que la Universidad le entrega a la sociedad y ésta a su vez confía plenamente en la idoneidad del recurso que recibe y en su capacidad para enfrentar los grandes retos que una sociedad globalizada conlleva. Consecuentes con el Acuerdo Superior 342 del 30 de octubre del 2007, los concursos públicos de méritos para la selección de docentes en la Universidad de Antioquia deberían considerar además de lo establecido en los formularios de evaluación, competencias humanísticas o del ser y no sólo aspectos de carácter técnico, académico, experiencia docente y disciplinar, publicaciones e investigaciones. Si se pretende que el docente cuente con elementos valorativos y teleológicos que cualifiquen su función, es necesario implementar otro tipo de herramientas que evalúen además la personalidad, aspectos humanos, éticos y sentido de pertenencia corporativa. En este sentido, podríamos integrar al sistema de selección pruebas que midan, entre otros, los siguientes aspectos: sociabilidad, habilidad para la solución de problemas, estabilidad emocional, dominancia, impetuosidad, responsabilidad, empuje, sensibilidad, suspicacia, imaginación, diplomacia, seguridad y trabajo en equipo. Las tendencias generales en la formación universitaria tienen en cuenta el cambio acelerado del conocimiento que implica la necesidad de adquisición de competencias para el aprendizaje durante toda la vida como lo propuso la Comisión de Sabios: “Por una educación desde la cuna hasta la tumba”. Es necesaria la formación en ciencias básicas, sociales, económicas y humanísticas y en nuevas competencias como comunicación, gestión, uso de tecnologías de información y comunicación y aspectos jurídicos. Los docentes de hoy son los agentes que manejan el conocimiento y la secuencia del aprendizaje y son los responsables de acompañar al estudiante en el proceso de explorar y cuestionar; deben guiarlo en la adquisición de su capacidad para usar el conocimiento y las habilidades en el mundo real y los procesos de evaluación deben certificar esta capacidad y no el conocimiento como tal. Se requiere una transformación en la forma de educar, en los docentes y en los currículos. Los programas de desarrollo docente deben estar articulados y ser pertinentes a los planes de acción y desarrollo de las dependencias; su cumplimiento debe ser un insumo necesario en la evaluación de los profesores e incluir aspectos como la estrategia pedagógica, las competencias disciplinares, éticas, humanísticas y las nuevas tecnologías de comunicación e información –tics–, necesarias para

Los docentes de hoy son los agentes que manejan el conocimiento y la secuencia del aprendizaje y son los responsables de acompañar al estudiante en el proceso de explorar y cuestionar; deben guiarlo en la adquisición de su capacidad para usar el conocimiento y las habilidades en el mundo real y los procesos de evaluación deben certificar esta capacidad y no el conocimiento como tal. proveer información, aportar recursos pedagógicos, asesorar y facilitar la adquisición de competencias. El docente además se debe capacitar para planificar la enseñanza, evaluar, ser guía emocional, establecer nexos interdisciplinarios. Todo lo anterior a través de programas incluidos en sus planes de trabajo que garanticen su formación continua a través de toda su carrera universitaria. Las reformas curriculares deben ir de la mano de la transformación de los docentes. Para esto se requieren incentivos económicos que garanticen permanencia y dignidad de la profesión, educación continua pertinente, carrera docente, además de procesos de selección transparentes y adecuados a una sociedad globalizada. En el proceso de desarrollo se debe hacer énfasis a todos los docentes en la adquisición de competencias para el desarrollo de estrategias pedagógicas, algunas ya implementadas en la Facultad de Medicina, como el aprendizaje basado en problemas, el análisis de casos, la simulación, uso de TIC´S, trabajo autónomo, tutorías, etc. La capacitación permanente en estos aspectos fundamentales será además insumo para la evaluación del desempeño profesoral y para la asignación de incentivos económicos que hagan más competitiva la carrera docente en la Universidad de Antioquia y ésta vuelva a ser un verdadero proyecto de vida para los mejores profesionales de cada disciplina. La Universidad para el presente siglo tiene que tener un nivel alto de exigencia para docentes y dicentes y este sólo será posible si la selección, el desarrollo permanente y el bienestar de sus docentes se convierten en la columna vertebral de una verdadera cultura de la calidad que debe caracterizar al primer centro de estudios superiores de Antioquia, que vaya más allá del papel. Lo anterior en caso de que pretendamos conservar un liderazgo seriamente amenazado por la migración de muchos de nuestros mejores profesores. w


Bases filosóficas de la medicina

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Salud

Jaime Borrero Ramírez Profesor Emérito Facultad de Medicina Universidad de Antioquia Co-fundador Grupo de Trasplantes

32

La salud y el bienestar son aspiraciones fundamentales de los seres humanos y las naciones más avanzadas gastan enormes sumas de dinero en ingentes esfuerzos para lograr algún tipo de bienestar en un medio que es a la vez frágil y cambiante. La crisis de la medicina moderna radica en la carencia de una filosofía de la práctica en la cual los factores inconmensurables puedan tratarse con la misma atención que los indicadores clínicos de enfermedad. En toda cultura la medicina se apoya en una subestructura de conceptos que determinan su carácter; esto es, sus métodos y prácticas así como sus creencias, valores éticos e ideología para justificar las expectativas de médicos, pacientes y sociedad, pero también para conformar una imagen del ser humano, que inevitablemente fluye, así como la medicina, para permear toda la sociedad. Salud y enfermedad Estos dos conceptos son los pilares de la lógica médica, en ellos se apoyan los juicios del conocimiento, que al organizarse constituyen el diagnóstico. El médico entra en tres relaciones: una de responsabilidad con el enfermo, otra con la enfermedad -¿en qué consiste? ¿qué debo hacer?– y otra con la sociedad. Esta última comprende el bienestar general, la prevención, la investigación y las causas y efectos de la enfermedad. En circunstancias normales nos identificamos con nuestro cuerpo, enfrentando el mundo y actuando como unidad esencial. En la enfermedad, el cuerpo se interpone entre nosotros y la realidad, impidiendo nuestros actos: en lugar de servirnos nos hace sus esclavos, erosionando la imagen del yo, que laboriosamente hemos construido y que balanceamos frente a las exigencias del diario vivir. Adicionalmente, perdemos libertades que son esencialmente humanas, como el elegir entre alternativas. Voluntariamente o no, el enfermo pasa a depender del profesional de la salud, quien tiene los conocimientos

y destrezas para curar, pero también para hacer daño. La salud y el bienestar por otra parte se caracterizan por orden y balance en el organismo, sin percepción o necesidad de ayuda. Se puede decir que la medicina es un arte, pues el organismo es como un producto artístico, en el que el artífice es el médico, quien hace un acto de profesión al declarar que tiene conocimientos y destrezas para curar y no vulnerar.

La medicina La razón de ser del médico y de la medicina es el individuo enfermo. La condición de estar enfermo corresponde a sentir la propia humanidad herida, el tener que enfrentar la propia vulnerabilidad. Se comprometen nuestros mecanismos existenciales básicos y nos enfrentamos a la amenaza del bienestar y de la vida misma, que nos obliga a cuestionarnos si la vida merece vivirla, lo que da una especial dimensión a la angustia de la enfermedad. Una definición simplificada de la medicina pudiera ser entonces una relación de consenso mutuo, que afecta a cada individuo en

su bienestar personal, al trabajar en, con y a través de su organismo. También se puede definir la medicina como una interrelación, en la que los conceptos de salud y enfermedad, conocidos por el médico, establecen el campo clínico donde se examinan sus fundaciones conceptuales, teniendo en cuenta la ideología y convicciones del ser humano. La medicina es una teoría práctica de la realidad humana. El encuentro médico-paciente es el eje central de la medicina, cuya dimensión afecta a dos personas en su momento socio-histórico: el paciente que se presenta con su humanidad herida, por haber perdido parte de su libertad al acudir al médico y aceptar sus consejos y prescripciones. El médico, que al recibir el paciente, se compromete a buscar su bienestar en todo momento y evitar lesionarlo. La ciencia médica se convierte en medicina cuando es modulada y dirigida por la humanidad de médico y paciente.

¿Por qué y para qué una filosofía de la medicina? La filosofía de la medicina es fundamental por lo que sig-

nifica el ser humano, y porque le proporciona mecanismos de reflexión. La filosofía de la medicina es una ciencia que considera a la medicina como un todo; estudia su posición en la humanidad, la sociedad, el estado y en la misma escuela médica. Analiza la totalidad de su historia; estudia los problemas de la filosofía y la biología; analiza las formas metodológicas del pensamiento médico, explicando los errores lógicos cometidos en la medicina. Estudia la psicología y la metafísica, el conocimiento y las ideas de toda la medicina; discute sus valores principales, para formular los principios de la ética y la deontología médica. La filosofía en medicina se refiere a la aplicación de los métodos de la filosofía: reflexión crítica, razonamiento dialéctico y su propósito. Los interrogantes que comparte con la filosofía de la ciencia incluyen: el análisis y la significación del lenguaje médico, las variantes de las teorías médicas, la noción de causalidad, la lógica de la investigación y las limitaciones de los análisis estadísticos. La filosofía demanda clarificación al paciente de concepto de unidad de cuerpo y mente. La medicina y la filosofía deben apoyarse mutuamente para enfrentar las concepciones de salud y enfermedad, curación e incapacidad. La filosofía de la medicina se necesita para organizar el rápido avance de la ciencia, para integrar las resquebrajadas especialidades y para ofrecer una explicación racional y científica de sus métodos. Pero quizás lo más importante es clarificar los fines de la medicina frente a una civilización tecnológica.

La revolución en la enseñanza de la medicina En 1910 aparece en los Estados Unidos el informe de Abraham Flexner, que puede resumirse en una frase: “Aprender en la práctica, en-


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

33

señar como disciplina científica, e integrar la Facultad de Medicina con el hospital”. Se impuso rápidamente en Norte América y luego en todo el hemisferio occidental y fue el germen de la medicina científica centrada en grandes centros hospitalarios. En Colombia, se hace un énfasis cada vez mayor en la investigación descuidando al individuo, que sufre y habita los sectores marginados. Simultáneamente, se ha producido una escisión en la práctica: en las grandes ciudades los hospitales disponen de las más sofisticada tecnologías y los médicos más brillantes, mientras en el campo y en la periferia de las mismas ciudades, escasamente se cuenta con lo elemental. Debemos reconocer que nuestro modelo de educación médica, centrado en hospitales universitarios de alta complejidad, da al futuro médico una visión meramente biológica del fenómeno salud-enfermedad, descuidando los aspectos psicosociales del entorno del individuo. Con razón dijera Ortega y Gasset, “Yo soy yo y mis circunstancias”. La medicina individual está desapareciendo progresivamente, tomando su lugar la atención por grupos cada vez más especializados (y despersonalizados) que dependen de tecnologías más sofisticadas. Creo firmemente que los educadores deben replantear la formación de pregrado del futuro médico, para que cumpla sus funciones en el nivel primario y entienda el fenómeno de salud-enfermedad dentro de un enfoque biopsicosocial enraizado en los principios filosóficos de la medicina y con sustento en las causas más frecuentes de enfermedad y muerte. Su quehacer debe ser integrado con las disciplinas de enfermería, psicología, educación y servicio social, en equipos de salud que trabajen con las comunidades de base implementando una medicina epidemiológica cimentada en los principios integrales de Sigerist:

Los economistas introdujeron en la práctica médica los conceptos de “costo-beneficio”, “empresas de salud” y “usuarios” y denominaron a los médicos “proveedores de salud”, tergiversando el acto central de la medicina. Entre aquellos conceptos económicos se integra a la salud como empresa para producir una mayor cantidad de servicios a menor costo y se introduce en la medicina el concepto de “gestión gerencial” que implica el imperativo de un beneficio económico para la empresa y la generación de presiones al médico para limitar su capacidad de acción. 1. Promoción de la salud del hombre y del medio (educación). 2. Prevención de la enfermedad. 3. Diagnóstico precoz y tratamiento oportuno de la enfermedad 4. Rehabilitación del enfermo. La formación de este médico se haría primordialmente en unidades de salud periféricas y su duración no debe ser mayor de 4 años ya que su campo de acción sería la atención primaria. Al final del entrenamiento el nuevo médico recibirá el título de “Médico General”. La formación ulterior de este médico, si existieren el interés y las aptitudes de su parte, sería vertical por especialidades, previo examen de admisión. Dicha formación tendría lugar en los hospitales de tercer nivel, y su duración sería variable de acuerdo al programa. Pienso que de esta manera se corregiría la escisión mencionada anteriormente, donde el médico general tiene una formación basada en tecnología sofisticada, que pocas veces está a su alcance en el nivel primario de salud, y se garantizaría acceso a esa alta tecnología a aquellos que demuestren interés por, y aptitudes para un programa de especialización. Las universidades y sus facultades de ciencias de la salud debieran ofrecer a sus aspirantes un abanico de programas, con base en preferencias, capacidad intelectual individual y procesos de selección:

1. Medicina tradicional, o general, de 4 años. 2. Currículo de enseñanza vertical, de duración variable, para quienes demuestren preferencia definida por una especialidad. Por último no se debe omitir que la filosofía de la medicina, en tanto arte y ciencia de la vulnerabilidad de la humanidad, amerita que se inculque en el médico general el que ponga a disposición de nuestras comunidades su conocimiento antes de pasar a la formación ulterior. Pues es necesario que la elección del programa de especialización sea alimentada y fundamentada en la vivencia y convivencia con nuestras realidades sociales.

Siglo XXI: máquinas, velocidad y economía de mercado El extraordinario avance tecnológico de la bioingeniería ha permitido a la medicina lograr avances diagnósticos y terapéuticos de hondas repercusiones –por lo general benéficas– en todas las ramas de la medicina. La ciencia y la tecnología han hecho progresar a la medicina a pasos agigantados, pero el médico enfrascado en esta economía de consumo y deslumbrado por la máquina, ha olvidado que su razón de existir es el ser humano que sufre, cayendo en lo que el profesor Iván Darío Vélez llamara el “incentivo perverso” que lo lleva a realizar

exámenes o procedimientos que el paciente no requiere, para aumentar los costos del acto médico con fines lucrativos inaceptables. Sin embargo, la tecnología considerada como un medio y no como un fin, es la mano derecha de la ciencia y ha traído grandes beneficios al género humano. De otro lado, los economistas introdujeron en la práctica médica los conceptos de “costo-beneficio”, “empresas de salud” y “usuarios” y denominaron a los médicos “proveedores de salud”, tergiversando el acto central de la medicina. Entre aquellos conceptos económicos se integra a la salud como empresa para producir una mayor cantidad de servicios a menor costo y se introduce en la medicina el concepto de “gestión gerencial” que implica el imperativo de un beneficio económico para la empresa y la generación de presiones al médico para limitar su capacidad de acción. La acción benéfica y correcta en interés de un paciente, guiada por principios científicos y técnicos, selecciona lo que es bueno y digno para cada individuo y no admite considerar el costo que lleva implícito, de manera hipócrita, el incentivo de lucro. Simultáneamente, la asignación de tarifas muy bajas al accionar médico, ha generado inconformidad y frustración, dada la erosión en la remuneración de su ejercicio profesional. Las condiciones económicas y laborales de los médicos generales en Colombia se han deteriorado progresivamente: hace unos 15 años, el ingreso mensual de un médico general era de 20 salarios mínimos; hoy, difícilmente alcanza los 4 o 5 salarios mínimos. Si labora en cooperativas de trabajo asociado, puede ser sólo de 2 salarios mínimos, situación que lo obliga a trabajar en varios sitios y someterse a extensas jornadas laborales que terminan afectando su salud y su eficiencia. w


Por qué hay que leer

Historia de la revolución de la República de Colombia de José Manuel Restrepo

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Cultura

Por Beatriz Patiño Millán Profesora Departamento de Historia Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Universidad de Antioquia

34

En 1986 el historiador Germán Colmenares escribió un artículo en el cual señalaba que el libro Historia de la revolución de la República de Colombia, escrito por el abogado antioqueño José Manuel Restrepo –­ cuya primera versión fue publicada en París en 1827 y la segunda, que ampliaba el proyecto original incorporando la historia del período de la Gran Colombia (1819-1832), fue editada también en Francia en 1858–, se había convertido en una prisión historiográfica para los estudiosos de la época de la independencia.1 Sustentaba su argumento en dos aspectos fundamentales: el primero, que al ser una historia escrita apenas ocurridos los hechos que narra se había convertido en una proyección de esos hechos, y que el prestigio que los hechos narrados le confería había terminado por paralizar todo sentido crítico. El segundo era que, aun para sus contradictores, el libro constituía un repertorio fijo e inalterable de sucesos, susceptibles sólo de reacomodarse en una interpretación diferente. Después de un señalamiento de este tipo, cabe preguntarse por qué se debe leer un libro que dada su extensión debe ser publicado en varios tomos, si a la postre puede ser un obstáculo más que un incentivo para el conocimiento de una época decisiva de nuestra historia. Para contestar empezaré con una razón esgrimida por el propio Germán Colmenares. Aunque el tema de la Historia de la revolución sean los aspectos político-militares de la independencia, en este libro están insinuados muchos temas sociales, económicos y culturales de investigación. Al leerlo se hace evidente que en la época de la independencia se entrecruzan acontecimientos, coyunturas y procesos de larga duración que todavía no han sido suficientemente estudiados.2 Otro argumento es que el libro ofrece una versión sintética del período de la independencia. Es importante señalar que el autor logró dar una unidad interpretativa a la narración de un sin número de acontecimientos a pesar de que la participación directa que tuvo en muchos de los episodios narrados le impidiera tener una perspectiva imparcial. Después de Restrepo, los historiadores, profesionales y no profesionales, que han estudiado esta época, han centrado su atención en un período (la Patria Boba, la campaña libertadora), una región (la costa Atlántica, Santander, Antioquia, Cauca), un tema (el ejército libertador, la guerra de guerrillas, la participación de las

mujeres) o un personaje (Santander, Bolívar, Nariño, Córdoba), siendo muy pocos los que han intentado dar una interpretación global de la época. José Manuel Restrepo, siguiendo los cánones establecidos en los siglos XVIII y XIX para la escritura de la historia, organizó la narración en una estricta sucesión cronológica. Esto ha sido criticado por algunos autores, ya que en la obra se rompe continuamente la unidad de los relatos para hablar de acontecimientos que son contemporáneos pero que ocurrieron en otro lugar o se refieren a otro tema. Sin embargo, a un estudioso de la época el libro de Restrepo le brinda una secuencia cronológica de los hechos, que le permite ubicarlos en el momento y el contexto en que ocurrieron. Poder contar con este marco temporal es muy importante porque la reconstrucción de los eventos a partir de los documentos que se conservan en nuestros archivos es una tarea altamente dispendiosa en la que es necesario emplear muchas horas de trabajo. Al respecto es importante tener en cuenta que Restrepo invirtió 6 años (de 1820 a 1825) en la elaboración de la primera versión del libro y 10 años (de 1839 a 1848) en la segunda versión.3 Es de anotar que aunque hoy en día no compartamos la interpretación de Restrepo sobre la participación popular en algunos sucesos, sus comentarios muestran las contradicciones y recelos presentes en algunos momentos cruciales. Cuando uno lee que después de los sucesos del 20 de julio “El pueblo de Santafé al que se había lisonjeado con las ideas de libertad que no entendía, y con el título de soberano, tuvo el mando por algunos días en toda su plenitud”, 4 o que en noviembre de 1811 en Cartagena “la gente de color, que era numerosa en la plaza, adquirió una preponderancia que con el tiempo vino a ser funesta a la tranquilidad pública”, 5 no puede dejar de pensar que las élites ilustradas neogranadinas estaban muy lejos de compartir los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que una versión idealizada de nuestra historia patria nos ha hecho creer. La versión que de estos hechos da Restrepo nos muestra lo que se pensó o creyó en ciertos círculos, de allí que sea más real y a la postre menos sujetiva que otras posteriores. Los personajes de la independencia en la obra de Restrepo no son presentados en la forma idílica que una versión de la historia patria posterior ha difundido. Lejos de mostrar a estos héroes como prototipos de virtudes, amor por la patria, abnegación ante los infortunios, como modelos a seguir por las generaciones posteriores, el autor nos señala las razones personales y de grupo que a su juicio los llevaron a actuar de una determinada manera. Así, por ejemplo, la imagen que


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

35

nos da de la participación de Antonio Nariño en las luchas por el poder en el Estado de Cundinamarca en 1811 es la de un enemigo peligroso e insatisfecho por ocupar un cargo subalterno, que en sus escritos en el periódico La Bagatela usaba la táctica de abultar los peligros ante las masas que quería conmover.6 José María Córdoba, con quien Restrepo compartió la gobernación de Antioquia entre septiembre de 1819 y mayo de 1820, es presentado en su lucha contra Bolívar en 1829, como un militar valiente pero ambicioso, engreído por las glorias obtenidas en los campos de batalla de Pichincha y Ayacucho, que quería tener el poder en la Nueva Granada. Aunque no se comparta la opinión negativa o positiva que Restrepo nos da de algunos personajes, es de señalar que su visión se aproxima más a la de unas personas de carne y hueso, con sus virtudes y defectos, que a las figuras de bronce idealizadas que hoy decoran nuestras plazas, avenidas y lugares públicos. La escritura de la obra de Restrepo se enmarca dentro de la tradición de pensamiento racionalista del siglo XVIII; al respecto no debe olvidarse que leyó al ilustrado español Benito Jerónimo Feijoo, al francés François-Marie Arouet (Voltaire) y a los ilustrados escoceses William Robertson y David Hume.7 Este tipo de historia, escrita por hombres de talento para hombres de talento, fue duramente criticada por los románticos de mediados del siglo XIX por carecer de colorido y despreciar lo pintoresco.8 De allí que se deba advertir al lector que en Restrepo encontrará una prosa elegante, pero no un relato emocionante. El estilo contenido de la narración se puede deber a la pretensión del autor, no siempre lograda, de ser “imparciales, y no dejarse arrastrar por las pasiones contemporáneas de los partidos políticos que reinaron en Colombia”.9 Este carácter no le resta méritos a esta Historia, y sólo lo señalamos para que el lector sepa a qué atenerse cuando tome en sus manos la reedición que con motivo del bicentenario de nuestra independencia ha hecho la Editorial Universidad de Antioquia. Si la importancia de una obra histórica se mide por la riqueza de información que brinda, por el interés que despierta, tanto en quienes la aceptan como en quienes la rechazan, por la interpretación que da de los hechos referidos, por su permanencia a través del tiempo, no hay duda que la Historia de la revolución de la República de Colombia de José Manuel Restrepo es uno de los libros claves de la historiografía colombiana. Las razones anteriores nos llevan a invitar a leer juiciosamente este libro, pues aunque no compartamos muchas de las ideas en él expuestas, ellas han tenido un peso decisivo en la conformación de la visión que hoy tenemos de la historia del país. w Notas 1. Colmenares, Germán. “La Historia de la revolución por José Manuel Restrepo: Una prisión historiográfica”, en La independencia. Ensayos de historia social. Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1986, pp. 8-23. 2. Ibíd., p. 23. 3. Restrepo Saenz, José María. “Doctor José Manuel Restrepo”, en Gobernadores de Antioquia. 1819-1873. Editorial Lumen Christi, Bogotá, 1970, pp. 39-114. 4. Restrepo, José Manuel. Historia de la revolución de Colombia. Editorial Bedout, Medellín, 1969-1970, tomo I, p. 136. 5. Ibíd., p. 189. 6. Ibíd., pp. 182-187. 7. Melo, Jorge Orlando. “La literatura histórica de la república”, en Historiografía colombiana. Colección Autores Antioqueños, Medellín, 1996, p. 46. Restrepo, José Manuel. “Biografía de José Manuel Restrepo”, “Diario del viaje que hice de la ciudad de Rionegro en la provincia de Antioquia, a la de Kimgston, en la isla de Jamaica. Año de 1816”, Autobiografía, Bogotá, Editorial Incunables, 1985, pp. 8, 101. 8. G Lefebvre, El nacimiento de la historiografía moderna, Barcelona, Ediciones Martínez Roca, 1974, pp. 129-130, 141. 9. José Manuel Restrepo, Historia de la Revolución de Colombia, Tomo I, p. 13.


Fotos Luis Javier Londoño Balbín

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Cultura

E

36

n consonancia con el proceso que en los últimos tres lustros la Universidad de Antioquia ha venido adelantando en las regiones del Departamento en el ámbito académico, investigativo y de extensión, desde 2007 el Departamento de Extensión Cultural puso a andar el proyecto Circuitos culturales. La propuesta, contemplada tanto en el plan de desarrollo institucional como en el plan de cultura del Alma Máter, busca el fortalecimiento de la cultura regional a través de la generación de espacios que propicien el diálogo y la integración cultural. En el caso específico de los circuitos culturales, se trata de espacios que posibilitan el encuentro de artistas profesionales de reconocida trayectoria en la escena cultural en Medellín y los universitarios y público general de los municipios en los cuales la Universidad de Antioquia hace presencia directa con programas de pregrado, posgrado e investigación. Como su nombre lo indica, los circuitos están concebidos para rotar por todas las sedes y seccionales de la Universidad la programación artística y académica, con el con-

curso de los directores y coordinadores de bienestar o de extensión de cada sede, quienes se hacen cargo de la divulgación interna, y del contacto con las entidades públicas y privadas locales para facilitar la posterior gestión del Departamento de Extensión Cultural. Presentaciones artísticas, talleres de teatro, música y otras expresiones artísticas, y conversatorios hacen parte de las acciones desarrolladas en las visitas a las subregiones. Narración oral, títeres, música y pantomima han sido hasta ahora las áreas con las que los diferentes grupos y artistas de Medellín han interactuado en sus presentaciones con las respectivas de los grupos locales, la mayoría vinculados a las casas de la cultura. Asimismo, los grupos y artistas deben realizar un taller de cuatro horas dirigido a los artistas de la subregión, docentes de artística, monitores de las casas de la cultura y estudiantes pertenecientes a los grupos artísticos de las instituciones educativas. Y después de las presentaciones se propicia un diálogo de los artistas visitantes con los artistas de la región a fin de compartir expe-

El compromiso de los directivos, empleados y universitarios de las sedes con la realización de los circuitos culturales es total y definitivo para su buena marcha.

riencias, ahondar en inquietudes o preguntas que surgieron de los talleres y prestar asesoría.

Resultados Desde la puesta en marcha de la iniciativa a la fecha el Departamento de Extensión Cultural ha realizado ocho circuitos culturales en los municipios de Yarumal, El Carmen de Viboral, Caucasia, Puerto Berrío, Amalfi, Ciudad Bolívar, y el más reciente, en julio pasado, en Santa Fe de Antioquia, en los que los participantes en los eventos culturales y los talleres superan los cinco mil. El consolidado de actividades realizadas también registra 27 eventos culturales en danza, música, narración oral, pantomima y títeres; 25 talleres en iniciación a la pantomima, ¿cómo cocinar un cuento?, guitarra clásica y popular, percusión, música antillana, creación de títeres, expresión corporal para el teatro, entre otros, a las cuales se vincularon 19 municipios. Asimismo, se realizaron alianzas locales con las secretarías de Educación y Cultura, casas de la cultura, escuelas de música, Comfenalco y empresas privadas.

Demanda creciente El proyecto es innovador, sostiene Adriana Rendón Ríos, coordinadora cultural del Departamento de Extensión Cultural, no sólo porque descentraliza el quehacer cultural así como la institución ha venido descentralizando lo académico, lo investigativo y la extensión solidaria, sino también por la manera en que ese proceso se cumple y las alianzas que el Departamento de Extensión Cultural celebra con dependencias de la propia Universidad –la Dirección de Regionalización hace parte de los circuitos en la medida en que los coordinadores de sede y seccional coadyuvan en la realización) y con las instituciones locales. Otro aspecto relevante, tanto o más que la ejecución misma de los circuitos culturales, es la evidencia de la necesidad que queda en las regiones de cualificar los procesos culturales y la demanda de que la Universidad sea acompañante y protagónica en dicha cualificación. Rendón Ríos, que tiene como profesión de base trabajo social, señala que en los municipios existen muchas deficiencias y dificultades, directores de cultura que no tienen

Las feria del libro y empresariales se articulan de manera natural con las demás actividades de los circuitos.


Cuando hay circuitos la energía en las sedes cambia y el municipio se imbuye de esa energía, las gentes se toman la universidad, que permanece de puertas abiertas para niños, jóvenes y adultos, señala Adriana Rendón Ríos, coordinadora cultural del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Antioquia.

adelanta el gobierno departamental desde la Dirección de Fomento a la Cultura de Antioquia, pues “no somos ejecutores de la política cultural departamental, pero sí cumplimos en nuestra relación con las localidades una labor de acompañamiento”, precisa. Agrega que la iniciativa responde a una necesidad contemplada en el diseño del plan cultural de la Universidad, pero al responder de manera gradual surgen otras demandas de la regionalización. Al mismo tiempo, el contacto con los agentes y gestores culturales locales a través de los circuitos ha generado beneficios de doble vía. De un lado –señala la coordinadora cultural– una ganancia ha sido la formación de públicos y la oportunidad de mostrarles otras opciones, otro teatro, otra música, tanto que niños, madres comunitarias y profesores derivan de las presentaciones artísticas pautas para trabajar. “Los docentes, por ejemplo,

ven que en el arte encuentran herramientas para su labor con los estudiantes y los muchachos, a su vez, descubren opciones de vida en el arte”, afirma. De otro lado, la experiencia ha exigido a los grupos profesionales y al equipo de Extensión Cultural aguzar el oído para captar no sólo las demandas, sino para aprender de la gente en las regiones. “Para nosotros –dice Rendón Ríos– está claro que no nos podemos alejar de la gente y que hay que aprender a escuchar la crítica”. De hecho, en la marcha, los grupos musicales y los talleristas han ajusta-

Fotos cortesía Extensión Cultural

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

37

un perfil adecuado o el acompañamiento de la administración local a los agentes culturales es parco. Y cuando llega el circuito –observa– los artistas locales se sienten visibilizados, reconocidos y perciben que su saber tiene un sabor local, un sentido, una importancia, pero al mismo tiempo se dan cuenta que necesitan más apoyo, más capacitación. Y si bien es cierto que los circuitos son un abrebocas y como tal comportan una intención de provocar y motivar, lo cierto es que tanto los estudiantes, como los artistas, docentes y empleados que participan de los talleres y presentaciones requieren no sólo una provocación, sino que demandan programas permanentes, continuos, que generen procesos e influencias en la formación de públicos. “Ahí queda el reto para la sede y para la Universidad en su política cultural y regional”, anota Rendón Ríos, pero aclara que ello es así, sin perjuicio de las acciones que

do el trabajo metodológico y adecuado el lenguaje para llegar de la mejor manera a los interlocutores en las regiones, que es –subraya la coordinadora cultural– “gente que trabaja con las uñas y, por tanto, muy recursiva, ha aprendido cómo hacer mucho con poco, con pasión por el arte”. w (LJLB)


En los Suramericanos 2010, todos jugamos Por Juan Guillermo Montoya Marulanda Director Regional CARACOL Radio

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Cultura

L

38

o peor sería pensar que unos Juegos Suramericanos son simple y llanamente, un evento deportivo que sólo tiene relación con aquellas personas aficionadas y por lo tanto, pendientes de cuanto pasa en las canchas o en las pistas. Nada más equivocado. Un certamen de esta naturaleza trasciende lo deportivo para convertirse en un evento de ciudad-región. Es de hecho, una oportunidad para unirnos en torno al objetivo común de proyectar una buena imagen y una oportunidad para sentirnos orgullosos de los valores que tenemos y que se constituyen en la condición básica para ser excelentes anfitriones. Con ese mismo fin, cientos de ciudades del mundo buscan la posibilidad de servir de sedes a grandes eventos deportivos. Hace apenas un año, Beijing se dio el lujo de organizar los Juegos Olímpicos. No sólo se trataba de albergar a unos deportistas y contar con los escenarios adecuados para unas competencias; la importante urbe china buscaba mostrar su mejor cara ante el mundo. Y lo logró, con creces. Las autoridades locales señalaron, al término de las diversas pruebas y cuando apenas caía el telón de la magnífica ceremonia de clausura, que después del evento, “el mundo nos va a comprender mejor”. Y tal vez no haya ningún vehículo más propicio para esa proyección de la imagen y la cultura de los pueblos que el deporte, que a su vez ha trascendido los límites de las canchas para convertirse en un fenómeno social de gran alcance. El deporte es, sin duda, una actividad cultural imprescindible para la sociedad contemporánea. En los últimos tiempos se ha constituido en un factor prodigioso por su carácter masivo, su fuerza movilizadora, su influencia y sus implicaciones en los más diversos ámbitos de la vida diaria. Es innegable el papel preponderante del deporte en nuestra sociedad. El deporte es una fuente formativa desde los valores como un aporte fundamental a la estructura moral de niños y jóvenes. En su manifestación colectiva, alienta el trabajo en equipo, fortalece el espíritu y es un canto a la solidaridad. Desde hace ya varios años, Medellín está empeñado en una interesante campaña de internacionalización que nos obliga a abrir puertas para congresos, seminarios, ferias y, claro, eventos deportivos de alto nivel, que sirven para que el mundo nos vea con otros ojos. Medellín ha tenido un proceso de transformación que aplauden propios y extraños. La ciudad es hoy un destino que muestra al mundo su transformación física, social, educativa y cultural

y que se ha convertido en un punto de encuentro para actividades económicas, turísticas, investigativas, culturales y deportivas. De allí la importancia de certámenes como los Juegos Suramericanos que propician la presencia de miles de personas quienes, una vez abandonan la ciudad, se constituyen en multiplicadores y promotores de esa nueva imagen que hoy nos enorgullece. Por eso, en ese esfuerzo cabemos todos o, lo que es mejor, la ciudad-región nos necesita a todos. No es una responsabilidad única del Alcalde, ni de los dirigentes de los Juegos, o de los deportistas. De ninguna manera. Si bien sobre sus hombros recae en alto porcentaje el éxito de la misión, ellos necesitan que quienes habitamos esta tierras nos pongamos la camiseta de los Suramericanos para tomar parte activa en la realización de los mismos. Ahora bien, si un evento deportivo sirve para mostrar nuestros valores, la universidad sí que juega un papel activo en ese lucimiento. Los centros de educación superior y, en especial, la Universidad de Antioquia, tienen mucho para mostrar. En la universidad se preparan los futuros profesionales y líderes de la región y del país y es allí, en los claustros, donde se gestiona el conocimiento que nos permite ser más competitivos cada vez. Hace muchos años, las universidades entendieron que su papel no tenía ningún sentido si no se enfocaba a la sociedad circundante. Fue cuando nació el término de extensión con el cual se agrupan todas las tareas mediante las cuales los centros de formación superior generan interacción con la sociedad. Y claro, dentro del concepto de extensión se considera lo que hace la universidad para apostarle al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad. Es decir, que los Juegos Suramericanos de 2010 son un escenario perfecto para poner la universidad al servicio del pueblo paisa y para contribuir a que el evento internacional sea un éxito rotundo. La universidad tiene programas de formación

en ámbitos como la gestión deportiva y otras ciencias con aplicación en el deporte. La materia prima de las universidades es el conocimiento del cual se nutren las diversas actividades para mejorar en competitividad. En los Juegos se pueden poner en práctica las tendencias. Por su parte, los Juegos también han propiciado los escenarios para que ese conocimiento haga parte de la organización. Mediante concursos dirigidos a estudiantes o profesores universitarios se construyó la imagen gráfica del evento y se definieron diseños para varios de los coliseos que van a albergar las competencias. En el caso específico de la Universidad de Antioquia, uno de sus docentes, Juan Francisco Gutiérrez, está al frente de la capacitación de los voluntarios en funciones que desempeña gracias a un convenio interinstitucional. Y es precisamente ese ambiente del voluntariado donde los universitarios tienen un papel prioritario ya que en ese cuerpo se necesitan personas preparadas y con una serie de habilidades que abundan en estudiantes de nuestros centros docentes. Hay incluso otros ámbitos como el de las comunicaciones, vitales para el éxito de los Juegos Suramericanos, donde se requiere un voluntariado con características más sofisticadas para desarrollar la tarea. Ese tipo de personal sólo se encuentra en las universidades que cuentan con programas de comunicación en cualquiera de sus enfoques. La Universidad, con sus directivas, docentes o estudiantes tiene que hacer sentir su peso en la sociedad. En una palabra, todos los estamentos de los Juegos Suramericanos deben contar con la presencia activa de personal procedente de las universidades dispuesto a poner al servicio sus conocimientos. La universidad actualiza tendencias y prácticas en todos los órdenes. Pues bien, esos conocimientos sólo adquieren su real importancia cuando se contrastan con la realidad al servicio de una causa como los Juegos. Pero eso no es todo. Las universidades deben aprovechar la realización de unos Juegos Sura-


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

39

mericanos para hacer partícipe a la comunidad deportiva de sus conocimientos en las diversas áreas aplicadas al deporte. No hay mejor época que la de un certamen internacional para que podamos conocer el resultado de investigaciones en ciencias aplicadas al deporte tales como la administración, la preparación física, la medicina, la comunicación, para sólo citar algunas. Bien vale la pena la realización de un evento académico de alto nivel en alianza con la propia organización de los Juegos Suramericanos. Paralelamente con las competencias en canchas y pistas, debe socializarse el conocimiento que va a enriquecer el mundo del deporte o la estructura de la ciudad para la recepción de otros importantes eventos de esta naturaleza. Hay también temas menores como permitir que los campos deportivos de las universidades puedan servir como escenarios de práctica de los seleccionados foráneos, presencia que además sirve de disculpa para que los visitantes puedan conocer esa dinámica vida universitaria que tenemos en Medellín y en Antioquia. La universidad pues, tiene múltiples escenarios para hacer parte de los Juegos Suramericanos. No puede quedarse simplemente con la idea de que muchos de los deportistas que nos van a representar en las justas hacen parte de su comunidad educativa. Se necesita un papel proactivo para que los centros de educación superior hagan sentir en las comisiones o en programaciones alternas todo el peso de su experiencia y de su conocimiento. Estamos a unos ocho meses de los Juegos. En Medellín y en los municipios de Bello, Copacabana, Rionegro, Itagüí, Envigado, Guarne, Guatapé y Sabaneta tendremos a casi tres mil quinientos deportistas disputando las medallas correspondientes a 31 disciplinas. Alrededor de esos atletas habrá dirigentes, técnicos, ayudantes, periodistas, ansiosos de conocer a fondo esta tierra que tras años con muchos problemas que se convirtieron en malas noticias mundiales, hoy trasciende gracias a su transformación evidente. Estamos ante un compromiso de gran importancia. Ya hemos pasado la prueba con otros eventos deportivos como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1978 o con otros certámenes de la categoría de una Asamblea del BID este mismo año. Están dadas todas las condiciones para que, una vez más, la ciudad-región despierte el aplauso cerrado por parte de los visitantes. Pero a esas condiciones hay que sumarle actitud y participación. Parodiando a Kennedy, debemos preguntarnos: “¿qué puedo hacer por los Juegos Suramericanos?” y una vez definida la respuesta actuar en concordancia. Ningún estamento ni sector puede quedarse por fuera de un evento que, como señalábamos anteriormente, trasciende el ámbito deportivo para convertirse en un evento de ciudad. Y claro, la universidad tiene que ser protagonista de la cita fijada para el 2010. Que se lleven medallas, que se lleven una imagen positiva de esta tierra y de su gente. Y que se lleven de las universidades lo que constituye su materia prima: conocimiento. Para definir las estrategias de su transferencia, hay tiempo suficiente. w

Universidad de Antioquia • Instituto Universitario de Educación Física

Diplomados en Metodología de Educación Experiencial: Indoor/Outdoor Training Organizacional y en Fitness Inscripciones: hasta el 6 de agosto de 2009 Dirigido a: profesionales de diferentes áreas del conocimiento Este diplomado busca desarrollar habilidades que le permitan al facilitador y/o consultor entender y transformar los contextos y conflictos organizacionales a partir del trabajo en equipo

Informes Centro de Extensión Instituto Universitario de Educación Física, Ciudadela Robledo, Oficina 45-113, teléfono (4) 2199279. Lic. Marlon Andrés Amaya Cadavid E-mail: marlonama@gmail.com • http://educacionfisica.udea.edu.co


Seminario Especializado

DISEÑO DE EXHIBICIONES PARA MUSEOS

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 579 • Medellín, agosto de 2009

Cultura

Diseño industrial, museografía, adecuación de espacios, interpretación de marcas y mensajes de comunicación en programas de exhibición, serán algunos de los conocimientos que abordará el programa académico, el cual estará orientado por el diseñador industrial y experto en diseño de espacios de exhibición César Augusto Zapata, profesional con amplia experiencia en diferentes proyectos en Estados Unidos. El objetivo es involucrar a los asistentes con la estética visual y el diseño de espacios de exhibición. Para ello, se realizarán lecturas, análisis y discusiones en clase, visitas a exposiciones y ejercicios prácticos sobre los conceptos adquiridos durante las aulas. Inscripciones: Museo de la Universidad de Antioquia, Bloque 15 de la Ciudad Universitaria Informes: Oficina de Comunicaciones Museo Universitario, teléfonos (4) 2195185 y 2334406 comunicacionesmuseo@quimbaya.udea.edu.co

Comité Editorial

Martiniano Jaime Contreras Carlos Vásquez Tamayo María Helena Vivas López Hernán Mira Fernández Alberto González Mascarozf

Editor: Alberto González Mascarozf (AGM) Jefe Departamento de Información y Prensa Redacción: Luis Javier Londoño Balbín (LJLB), Alberto González M. Diagramación y Coordinador Archivo Fotográfico: Juan Camilo Vélez Rodríguez Fotografía: Luis Javier Londoño B., Archivo ALMA MATER Corrección: Jhon Esteban Ardila Espinosa Secretaria: María Mercedes Morales Osorio

Ciudad Universitaria. Calle 67 N° 53-108. Medellín Departamento de Información y Prensa – Secretaría General Ciudad Universitaria, Bloque 16 oficina 336 Teléfonos (4) 2195023 y 2195026 Fax (4) 2331627 E-mail: almamater@arhuaco.udea.edu.co http://almamater.udea.edu.co

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política República de Colombia)

40

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política República de Colombia)


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.