UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA No. 589
MEDELLÍN, JULIO DE 2010
ISSN 1657-4303
SISTEMA DE COMUNICACIONES http://almamater.udea.edu.co
almamater@arhuaco.udea.edu.co
EDUCACIÓN en el gobierno de Santos
La Universidad es un patrimonio de la sociedad, y su función primordial es la academia
Páginas 16 a 19
"Existe en la actualidad un ambicioso plan para el año 2016 y se diseñó una propuesta de Plan Decenal de Educación Superior con la participación ciudadana y de los sectores educativos. Esta propuesta tiene diez estrategias a las cuales se les debe dar continuidad, por el esfuerzo realizado": Jaime Restrepo Cuartas
El Consejo Superior y el Consejo Académico piden a los estamentos universitarios restablecer las actividades académicas en el pregrado y buscar la solución de los conflictos a través del entendimiento, Páginas 2 y 3 la concertación y el diálogo
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Nº 589 • Medellín, julio de 2010
Preocupación de Ex Rectores por la suspensión indefinida de las actividades académicas Página 3 "La reivindicación de la democracia en la Universidad y la dignificación del trabajo académico y docente requiere del diálogo, la confianza, la concertación y la negociación de sus diferencias y sus conflictos", afirma la Asociación de Profesores Página 4
"Los retos que se avizoran son múltiples y los desafíos abundan, mucho más cuando en los 8 años del gobierno Uribe, la Educación Superior y las universidades públicas fueron las grandes damnificadas": Marco Antonio Vélez Vélez
Páginas 14 y 15
Los perdedores del Mundial 1 Páginas 12 y 13
Foto tomada de: http://www.josesaramago.org
Derrame de petróleo en el Golfo de México
Convocatoria
Homenaje a SARAMAGO En homenaje de la Universidad de Antioquia al escritor portugués José Saramago, ALMA MATER reproduce el discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura que le fue concedido en 1998 Páginas 43 a 48
Página 42
Misión universitaria por HAITÍ Páginas 36 y 37
Homenaje de la Universidad de Antioquia a Eafit Páginas 32 a 34
¿Qué antropología hacer para Colombia hoy?
Páginas 20 a 23
Una institución sin solidez en sus normas está condenada al caos y al fracaso
Campus
El Consejo Superior Universitario proclama que la Universidad constituye por esencia un patrimonio de la sociedad, y que su función primordial es la academia. El Consejo Superior Universitario ha actuado con desvelo en la delicada crisis que hoy padece la Universidad, pero de manera igual ha procedido con el tacto y con la prudencia que la grandeza de la Institución y los múltiples elementos confluyentes exigen. La responsabilidad con la comunidad universitaria, con la sociedad y con el gobierno, impide que decisiones trascendentales para la vida de la Alma Máter se adopten con premura, sin extremar los cuidados para no afectar la institucionalidad. En ningún momento de este proceso el doctor ALBERTO URIBE CORREA ha interrumpido su comunicación con esta Corporación, y siempre ha procedido de consuno en los pasos que se han dado con miras a encontrar la salida al conflicto que nos aqueja. Pensar de otra manera sería pretender resquebrajar la solidez y la firmeza en la que se levanta la Institución. La dignidad de la Universidad de Antioquia impide que en ella se acepten tácticas anónimas descalificadoras e insultantes que pretendan menoscabar la autoridad del Rector, y que busquen tender mantos de duda sobre su idoneidad, su compromiso, y sobre la rectitud de sus actuaciones. Estas estrategias son indignas y reprochables en una sociedad y en una institución que se precian de su liderazgo regional y nacional, y, más que afectar a quien se dirigen, hablan mal de los que se ocultan en ellas para desfogar oscuros intereses personalistas. El Consejo Superior Universitario proclama que la Universidad constituye por esencia un patrimonio de la sociedad, y que su función primordial es la academia. El Consejo Superior Universitario y el Rector son autoridades legítimamente constituidas que, en tal sentido, se acogen al marco normativo que señala sus competencias y sus atribuciones. Una institución sin solidez en sus normas está condenada al caos y al fracaso. Reitera el llamado vehemente para que, retornando a sus actividades, los estamentos defiendan este invaluable patrimonio que, insiste, pertenece a toda la sociedad. Y de manera indiscutible ofrece su respaldo al Rector, y descalifica los intentos por desconocer su indeclinable compromiso con la Alma Máter de los antioqueños. Medellín, 29 de junio de 2010 Firman: HUMBERTO DE JESÚS DÍEZ VILLA, Presidente; MANUEL SANTIAGO MEJÍA CORREA, Representante del Presidente de la República; ELMER DE JESÚS GAVIRIA RIVERA, Representante de las Directivas Académicas; GABRIEL AGUDELO VIANA, Representante de los Profesores; MANUEL ANTONIO BALLESTEROS ROMERO, Representante de los Egresados; LUIS FERNANDO ARANGO ARANGO, Representante del Sector Productivo; LUIS JAVIER ARROYAVE MORALES, Representante de los Ex Rectores; LUQUEGI GIL NEIRA, Secretario
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Comité Editorial
Martiniano Jaime Contreras Luquegi Gil Neira Olga Castaño Martínez Eufrasio Guzmán Mesa Hernán Mira Fernández Alberto González Mascarozf
Editor: Alberto González Mascarozf (AGM) Jefe Departamento de Información y Prensa Redacción: Luis Javier Londoño Balbín (LJLB), Alberto González M. Diagramación y Coordinación Archivo Fotográfico: Juan Camilo Vélez Rodríguez Fotografía: Luis Javier Londoño B., Archivo ALMA MATER Corrección: Luis Javier Londoño B. Secretaria: María Mercedes Morales Osorio
Departamento de Información y Prensa – Secretaría General Ciudad Universitaria, Calle 67 N° 53-108, Bloque 16 oficina 336, Medellín Teléfonos (4) 2195023 y 2195026 Fax (4) 2331627 E-mail: almamater@arhuaco.udea.edu.co http://almamater.udea.edu.co
La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política República de Colombia) Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política República de Colombia) CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Alfredo Ramos Botero Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Alberto Uribe Correa Rector • Manuel Santiago Mejía Correa Representante del Presidente de la República • Gabriel Burgos Mantilla Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elmer de Jesús Gaviria Rivera Representante del Consejo Académico • Gabriel Agudelo Viana Representante Profesoral • Manuel Antonio Ballesteros Romero Representante de los Egresados • Luis Fernando Arango Arango Representante del Sector Productivo • Luis Javier Arroyave Morales Representante de los ex Rectores • Luquegi Gil Neira Secretario General
CONSEJO ACADÉMICO
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Alberto Uribe Correa Rector • Jairo Humberto Restrepo Zea Vicerrector de Investigación • Óscar Sierra Rodríguez Vicerrector de Docencia • María Helena Vivas López Vicerrectora de Extensión • Rubén Alberto Agudelo García Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno Decano Facultad de Artes • Sara María Márquez Girón Decana Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas Decano Facultad de Ciencias Económicas • Frank Uribe Álvarez Decano Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Luz Stella Correa Botero Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edison Neira Palacio Decano Facultad de Comunicaciones • Hernán Darío Vergara Mesa Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Sandoval Casilimas Decano Facultad de Educación • María Isabel Lalinde Ángel Decana Facultad de Enfermería • Elkin Libardo Ríos Ortiz Decano Facultad de Ingeniería • Élmer de Jesús Gaviria Rivera Decano Facultad de Medicina • Álvaro Cardona Saldarriaga Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Carlos Mario Uribe Soto Decano Facultad de Odontología • Luz Marina Carvajal de Pabón Decana Facultad de Química Farmacéutica • Olga Castaño Martínez Representante Profesoral Consejo Académico • Luquegi Gil Neira Secretario General
Invitados Martiniano Jaime Contreras Vicerrector General • Hernando Velásquez Echeverri Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo Director de Planeación • Claudia María Rivera Osorio Directora de Control Interno • Sebastien Longhurst Delorme Director de Relaciones Internacionales • Ana Lucía Sánchez Gómez Directora de Bienestar Universitario • John Jairo Arboleda Céspedes Director Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano Directora Escuela de Microbiología • María Teresa Múnera Torres Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz Director Escuela de Idiomas • Fanny Mejía Franco Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Eufrasio Guzmán Mesa Director Instituto de Filosofía • Iván Darío Uribe Pareja Director Instituto de Educación Física y Deporte
Posición del Consejo Académico frente al actual conflicto
La asamblea permanente como medida de presión perturba la posibilidad de dar un debate, con la profundidad, la seriedad y la ecuanimidad que se requieren EL CONSEJO ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, en sesión 435 celebrada durante todo el día jueves 17 de junio de 2010, y continuada el miércoles 23, llama la atención sobre los puntos que en el actual momento considera de vital importancia para la Universidad y para los universitarios. 1. La buena marcha de la Institución, y la realización plena de las actividades misionales, no se contraponen con el compromiso de encontrar una solución al actual conflicto. Por el contrario, extremar las medidas de presión afecta profundamente a nuestra Universidad, y ante la sociedad le quita méritos y credibilidad que con tanta consagración se han logrado. 2. Los esfuerzos por mejorar la Alma Máter deben realizarse sin dañar la institucionalidad. Resolver los conflictos sin el uso del diálogo es desconocer que ésta es la forma inteligente por excelencia para resolver diferencias, y que, como académicos, y ante todo como profesores, nos corresponde difundir y enseñar con el ejemplo. 3. La democracia y la participación, en tanto principios estatutarios, deben ser respetados en los términos que las propias normas universitarias le han dado forma. La discusión sobre el contenido y el alcance de la democracia en nuestra Institución siempre será necesaria, pero el uso prolongado y generalizado del mecanismo de la asamblea permanente como medida de presión perturba la posibilidad de dar un debate, con la profundidad, la seriedad y la ecuanimidad que se requieren. 4. Por unanimidad, el Consejo Académico respalda al Rector de la Universidad, recuerda que tanto él como esta Corporación no han escatimado, ni escatimarán esfuerzos, para hallar una salida a la crisis tan prolongada que enfrentamos, y deplora que se aproveche la actual coyuntura para lanzar ataques injuriosos y calumniosos en su contra. w COMUNICADO 074. Medellín 25 de junio de 2010
La discusión sobre el contenido y el alcance de la democracia en nuestra Institución siempre será necesaria, pero el uso prolongado y generalizado del mecanismo de la asamblea permanente como medida de presión perturba la posibilidad de dar un debate, con la profundidad, la seriedad y la ecuanimidad que se requieren.
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FRANCISCO LONDOÑO OSORNO, Decano Facultad de Artes. SARA MARÍA MÁRQUEZ GIRÓN, Decana Facultad de Ciencias Agrarias. MAURICIO ALVIAR RAMÍREZ, Decano Facultad de Ciencias Económicas. FRANK URIBE ÁLVAREZ, Decano Facultad Ciencias Exactas y Naturales. LUZ STELLA CORREA BOTERO, Decana Facultad Ciencias Sociales y Humanas. EDISON DARIO NEIRA PALACIO, Decano Facultad de Comunicaciones. HERNÁN DARÍO VERGARA MESA, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. CARLOS ARTURO SANDOVAL CASILIMAS, Decano Facultad de Educación. MARÍA ISABEL LALINDE ÁNGEL, Decana Facultad de Enfermería. ELKIN LIBARDO RÍOS ORTIZ, Decano Facultad de Ingeniería. ELMER DE JESÚS GAVIRIA RIVERA, Decano Facultad de Medicina. ÁLVARO CARDONA SALDARRIAGA, Decano Facultad Nacional de Salud Pública. CARLOS MARIO URIBE SOTO, Decano Facultad de Odontología. LUZ MARINA CARVAJAL DE PABÓN, Decana Facultad de Química Farmacéutica. RUBÉN ALBERTO AGUDELO GARCÍA, Vicerrector Administrativo. ÓSCAR SIERRA RODRÍGUEZ, Vicerrector de Docencia. MARÍA HELENA VIVAS LÓPEZ, Vicerrectora de Extensión. JAIRO HUMBERTO RESTREPO ZEA, Vicerrector de Investigación. LUQUEGI GIL NEIRA, Secretario.
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Preocupación de Ex Rectores por la suspensión indefinida de las actividades académicas Invitan a los estamentos universitarios y a la administración de Odontología a retomar el diálogo, a superar las diferencias y a deponer los intereses personales en bien de la Facultad y de la Universidad Los ex rectores de la Universidad de Antioquia, reunidos el día 28 del presente mes, y preocupados por la parálisis de las actividades de los programas de pregrado y por las situaciones que afectan la seguridad y la convivencia, consideran su deber universitario manifestar lo siguiente: La suspensión indefinida de las actividades de los programas de pregrado menoscaba la principal labor que desarrolla la Universidad, esto es, la formación de los jóvenes de menores recursos que ven en la Institución el futuro de ellos y el de sus familias; a su vez, las actitudes y las acciones que como universitarios desarrollamos deben contribuir a la buena marcha de la Institución y no la deben paralizar de manera innecesaria. La Universidad no pertenece a ninguna persona, estamento o entidad en particular; esta Institución es patrimonio bicentenario de los antioqueños y pertenece a la sociedad en su conjunto. Lanzamos un llamado a los estamentos y a la administración de la Facultad de Odontología, para que sean sensatos, retomen el camino del diálogo, superen las diferencias, y depongan los intereses personales en bien de la Facultad y de la Universidad.
Expresamos nuestra preocupación por la venta y por el consumo de sustancias psicoactivas en el campus, y por la proliferación de otras conductas que afectan la convivencia, como las ventas informales e ilegales. Solicitamos a las autoridades universitarias que apliquen las normas que la propia Institución se ha dado para evitar estos fenómenos, y a las autoridades departamentales y municipales que, en ejercicio de sus funcionales constitucionales y legales, actúen de manera decidida para que los comportamientos ilegales del orden externo no afecten el normal desarrollo de la Universidad. Manifestamos nuestro apoyo a la labor que ha realizado el Rector, doctor Alberto Uribe Correa, y estimamos que en la actual coyuntura todos los estamentos debemos permanecer atentos a respaldar las iniciativas que surjan desde la Rectoría para lograr el avance de la Universidad. w Medellín, 29 de junio de 2010 Firman: LUIS PÉREZ GUTÍERREZ, SANTIAGO PELÁEZ VALDÉS, SAÚL MESA OCHOA, LUIS CARLOS MUÑOZ URIBE, ANTONIO YEPES PARRA WILLIAM ROJAS MONTOYA, LUIS JAVIER ARROYAVE MORALES
Comunicación abierta a la comunidad universitaria
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Campus
Junta Ampliada de Profesores Universidad de Antioquia La Junta Directiva de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia en reunión ampliada con representantes profesorales, celebrada el […] jueves 24 de junio de 2010, después de hacer un balance de la situación de la Universidad esta semana, posterior a la Asamblea de Profesores del martes 22 y a la Asamblea Multiestamentaria del miércoles 23, considera que las informaciones emitidas en el sentido de que el movimiento actual fue levantado son tendenciosas porque malinterpretan las decisiones de la Asamblea, buscan confundir y afectan el movimiento adelantado alrededor de la defensa de la democracia en la Universidad; por el reconocimiento de las consultas para el nombramiento de sus directivas (rector, decanos, directores de escuela e instituto y jefes de unidades académicas); por la reforma de la Resolución Superior 1098; y por el retiro del actual decano de Odontología, nombrado por tercer período consecutivo por parte del Consejo Superior Universitario. Ratificamos que el movimiento profesoral se mantiene y sigue vigente; acogemos y respetamos la decisión de la Asamblea Multiestamentaria de continuar en Asamblea Permanente. Cerramos filas en defensa de la Universidad, de su carácter público y de la misión universitaria con la ciudad y el país. La Asociación vela por los intereses de la comunidad universitaria y confía en que el Señor Rector Uribe Correa y su equipo rectoral sabrán encontrar la mejor salida para superar el problema que actualmente atraviesa la Universidad representado en la situación de la Facultad de Odontología. Sostenemos públicamente que rechazamos cualquier comunicación en contra del Rector Alberto Uribe Correa. Es nuestro Rector en ejercicio y lo aceptamos y defendemos como tal. Respaldamos plenamente el movimiento profesoral de la Facultad de Odontología, estamos convencidos que la solución del problema de esta facultad abre las puertas para replantear la democracia en la Universidad y recuperar la gobernabilidad de sus unidades académicas. El daño producido por el profesor Carlos Mario Uribe Soto no se supera únicamente con su salida, que es el primer paso e indispensable, sino que además debe ser acompañado por el apoyo de las instancias administrativas y académicas de la Universidad para reconstruir la Facultad de Odontología y el proyecto de facultad que docentes, trabajadores y estudiantes apuestan por desarrollar por encima del profesor Uribe Soto. Respetamos la decisión del Claustro de Profesores de la Facultad de Ciencias Económicas de adelantar la consulta para el nombramiento del decano de dicha facultad, pero no la compartimos; el movimiento profesoral desde hace cinco semanas ha sido claro en su postura de suspender las consultas profesorales y sugerir al Consejo Superior detener la designación de decanos y directivas de la Universidad hasta que se dé la renuncia del decano de Odontología y la reforma de la Resolución Superior 1098 sobre nombramiento de decanos. Llamamos la atención sobre el hecho que la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia y el movimiento que adelantamos actualmente se aparta radicalmente de cualquier expresión de violencia venga de donde viniere; llama a la civilidad, porque la reivindicación de la democracia en la Universidad y la dignificación del trabajo académico y docente requiere del diálogo, la confianza, la concertación y la negociación de sus diferencias y sus conflictos. Es la convivencia y la paz el ambiente adecuado para la labor universitaria. Rechazamos categóricamente la vinculación de nuestro movimiento con expresiones de violencia, de delincuencia y de actos vandálicos en la Universidad. Este tipo de vinculación nos afecta directamente en nuestra labor y deteriora el ambiente del campus universitario. En esta misma dirección nos oponemos a las medidas de presión que algunas directivas están ejerciendo sobre los profesores de cátedra, afectando su contratación y obligándolos a dictar las clases pasando por encima de las decisiones de las anteriores asambleas de profesores y de la pasada Asamblea Multiestamentaria de mantenernos en Asamblea Permanente. Estamos abiertos al diálogo, queremos analizar en mayor profundidad la problemática que actualmente nos ocupa. Esperamos que el Consejo Superior pueda presentar un balance de su gestión alrededor de los compromisarios designados para resolver la situación de la Facultad de Odontología y que el Señor Gobernador nos aclare por qué no ha cumplido con el pago de sus obligaciones a la Universidad en lo que va corrido del año. Desde hoy mismo convocamos a todo el profesorado de la Universidad de Antioquia a que, luego del receso de mitad de año, nos encontremos en Asamblea General para el miércoles 14 de julio, con el fin de realizar un balance del movimiento profesoral, recibir los informes de los comisionados, de los compromisarios, del Consejo Superior y de las diferentes instancias involucradas, para tomar las decisiones que sean pertinentes. Esperamos su asistencia. w Medellín 24 de junio de 2010
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SARA YANETH FERNÁNDEZ MORENO. Vicepresidenta JORGE ARISTIZÁBAL OSSA. Secretario
Sostenemos públicamente que rechazamos cualquier comunicación en contra del Rector Alberto Uribe Correa. Es nuestro Rector en ejercicio y lo aceptamos y defendemos como tal.
Llamamos la atención sobre el hecho que la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia y el movimiento que adelantamos actualmente se aparta radicalmente de cualquier expresión de violencia venga de donde viniere; llama a la civilidad, porque la reivindicación de la democracia en la Universidad y la dignificación del trabajo académico y docente requiere del diálogo, la confianza, la concertación y la negociación de sus diferencias y sus conflictos.
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Opinión
Del dicho al hecho
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Mientras más ópticas participen en la comprensión de una realidad, más probabilidades habrán de transformarla. Importa que la Universidad no sólo intente pensarse a sí misma sino que sea sensible a cómo se la ve desde diferentes instancias. Digo esto desde mi situación actual: llevo a cabo una investigación de año sabático. La peculiaridad de esta óptica me empuja a decir: ¡Qué triste resulta una universidad funcionando a media máquina, o casi paralizada! Este sentimiento quiere volverse aquí reflexión: ¿Qué me hace pensar ese estado de cosas? Sorprende que una y otra vez, con la implacable lógica de Sísifo, la universidad repita hasta el absurdo la alteración de las actividades académicas (asambleas permanentes, paros). Preocupa que esos procesos pasen del debate a la protesta, de la ebullición a la parálisis. Y entre tanto cunde la indiferencia, campea la deserción, cada quien se dedica mal que bien a lo suyo. Es mejor no engañarse: esta tendencia casi atávica nos hace a todos un daño irreparable. Los compromisos se adormecen, las responsabilidades se relajan, los académicos se dispersan. Aquello que nos mantiene juntos, que nos ha hecho una comunidad vigorosa y creativa, se va sumiendo en el desencanto. Días y días de pesada quietud, asambleas sin quórum, aulas cerradas sin conocimiento ni inteligencia. Se me dirá que soy ingenuo, que los motivos son justos y las actitudes comprometidas. A eso replico: no hay razón para que nos encerremos en un punto de vista según el cual para resolver nuestros conflictos hay que paralizar y, en la práctica, frenar en seco la universidad. Muchas de las ópticas que mencioné se hacen esta reflexión: ¿Por qué en la Universidad de Antioquia van de paro en paro? ¿Acaso no está ella destinada a demostrar que el diálogo y el estudio riguroso de los problemas son la base de la construcción del sentido de la vida social y el camino más lúcido para hacerle frente a las dificultades? Creo que quienes piensan así están en lo cierto. Su inquietud debería dolernos como un aguijón. Es un hecho que se hacen esfuerzos, que por momentos las partes se acercan y debaten y proponen. Pero en estas situaciones la universidad suele ser muy lenta y se vuelve terca y unos con otros tendemos a la intransigencia. Además de argumentos con sentido,
Carlos Vásquez Profesor Instituto de Filosofía Universidad de Antioquia
Como profesor afectado en mi ser de universitario, pido a los sectores que en la actualidad dirimen conflictos, que sean generosos, que depongan cualquier radicalismo, que se sienten a la mesa y abran caminos inmediatos que nos devuelvan plena nuestra universidad. Sorprende que una y otra vez, con la implacable lógica de Sísifo, la universidad repita hasta el absurdo la alteración de las actividades académicas (asambleas permanentes, paros). nuestras acciones deben estar imbuidas de responsabilidad: con nosotros mismos, pero, sobre todo, con los ciudadanos para quienes vernos una y otra vez empujar la piedra de los paros, se les vuelve desencanto y a veces, con razón, inconformidad y reclamo. Preocupa y duele que la misión que los ciudadanos nos encomiendan, que no es otra que la de crear conocimiento, custodiar las tradiciones culturales, transformar las costumbres y los saberes, termine estancada en el marasmo de los días. Todos sabemos lo fácil que es parar la universidad, en cualquier momento salta entre nosotros esa chispa. Y también sabemos lo
difícil que es volver a caminar, regresar a las aulas, habitar el campus con el vigor de las conciencias despiertas. Entre tanto los objetivos que animan la protesta arriesgan con volverse círculos viciosos. Hay algo que resulta triste por irónico: la mayoría de estos conflictos terminan siendo de universitarios contra universitarios. Fuera de la universidad todo el mundo lo dice: los que pagan el pato son los estudiantes, la universidad extravía su rumbo, las oportunidades para que los jóvenes accedan a una educación superior de excelencia se vuelven cada vez más exiguas. Uno querría decir: ¡basta! ¿Qué mal endémico es éste? ¿Por qué aceptamos como un ritual periódico esta tendencia al aquietamiento? Qué bueno sería convencernos de una vez por todas que para ser críticos no hay que inmovilizarnos, que para protestar no hay que conculcar los derechos. Lo que creo es que el derecho a la protesta se ha vuelto imperioso e impone una violencia contra el derecho sagrado al estudio, el más revolucionario de todos los caminos para transformar una sociedad. Como profesor afectado en mi ser de universitario, pido a los sectores que en la actualidad dirimen conflictos, que sean generosos, que depongan cualquier radicalismo, que se sienten a la mesa y abran caminos inmediatos que nos devuelvan plena nuestra universidad. Una actitud así nos haría admirar su inteligencia, agradecer su espíritu universitario. Pero que sea ya y no mañana, esto no da tiempo, creo que se ha abusado de un mecanismo infructuoso que mina la fuerza de la academia, empobrece su forma de hacer política y hace que pierda su autoridad intelectual y ética ante los ciudadanos. Sé que lo que se discute es un asunto crucial: la democracia en la universidad. Ello supone una inmediata y constante deliberación en la que participemos todos. Pero no por las vías de hecho que nos empujan en la práctica a posiciones irreconciliables. La participación en la universidad tiene un instrumento precioso: la palabra que da sentido. Sólo así la democracia invocada fortalece la misión de la universidad: el cultivo del conocimiento al servicio de los oprimidos en una sociedad sin equidad. Ningún motivo justifica la terrible injusticia de estancar cada rato la universidad y hundirla en la desidia y la inoperancia. Hay que ser coherentes, es lo que creo, no provocar que entre el dicho y el hecho haya tanto trecho. w 25 de junio de 2010
Ágora Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
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Opinión
Fortalecimiento de la democracia participativa
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En el contexto de la Universidad de Antioquia, fortalecer la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA significa DESPERTAR. Los estamentos de la Universidad han estado sumidos en una especie de “sueño cataléptico” durante muchos años, frente al proceso de autodeterminación y ejecución del proyecto universitario en el cual estamos comprometidos; sueño inducido por muchos factores, entre ellos: la eliminación de la formación sociopolítica para todos los universitarios, que les permitía una participación consciente en los procesos sociales; la acción del miedo generado mediante el señalamiento, la descalificación, las amenazas y las acciones de retaliación contra quienes protestan, discrepan o constituyen una minoría ideológica; la pérdida paulatina del concepto colectivo de la RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD; la pérdida de credibilidad de los estamentos directivos frente a la estructura organizativa de la Universidad; la falta de confianza en las acciones de los cuerpos colegiados de la Universidad; la descalificación y la instauración de un régimen de relaciones poco constructivas al interior de la Universidad; la ausencia de liderazgos individuales y colectivos; la ausencia de pensamiento consensuado sobre aspectos fundamentales de la misión universitaria; el manejo inadecuado de la información que atañe a la Universidad como conglomerado social importante; la ausencia de una presentación de la gestión administrativa y rendición de cuentas sobre las tareas encomendadas, los programas y proyectos desarrollados, con indicadores reales de sus impactos y consecuencias; la pérdida de credibilidad en el poder del pronunciamiento, en el poder de los argumentos; la ausencia de mecanismos de control de la acción directiva, administrativa; la ausencia de mecanismos de elección de las propias directivas en un contexto participativo y democrático; la línea del menor esfuerzo como consecuencia lógica del peligro que representa participar, tener la responsabilidad por la misión universitaria, asumir las consecuencias de las acciones transformadoras. Y otras muchas razones que podrían sumarse a este listado, tal vez hablado en palabras muy amplias y generales y aun carentes de datos verificadores; sin embargo, básico para adelantar un auto-examen y proponer un debate sobre el tema que ahora nos convoca: la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA. Construir democracia sólo es posible con una ciudadanía activa y consciente; y la participación es una herramienta formativa de primer orden para este propósito.
Jorge Enrique Posada Ramírez Profesor Facultad de Ingeniería
Para construir democracia en cualquier sociedad, comunidad, grupo, institución, se requiere participar; ser o hacer parte; integrarse a la estructura; contribuir a la dinámica grupal; compartir los objetivos, los programas y proyectos, disponer conjuntamente de los recursos y asumir colectivamente las tareas. Participar requiere crear y fortalecer espacios de formulación, concertación, diálogo y evaluación, en el marco del respeto y la inclusión (perspectiva étnica, género, generacional, poblacional), bajo los criterios de eficiencia, eficacia y efectividad, que permitan abordar todos los temas que afectan a la sociedad, la comunidad, el grupo o la institución, garantes de la libertad de decidir y actuar, lo que significa mantenerse alerta y manifestarse, y cuando sea necesario impedir las desviaciones por parte de los dirigentes. Participar implica agruparse y hacer alianzas como una herramienta valiosa para la construcción de capital social, por cuanto favorecen el desarrollo y fortalecimiento de estas habilidades sociales y los valores asociados a ellas. Participar requiere la creación de grupos veedores y el establecimiento de relaciones constructivas con ellos. Participar, además, reclama la condición de ser tenido en cuenta, ser escuchado, recibir respuestas. Esta es una invitación a participar en la construcción democrática de nuestra Universidad. Las premisas anteriores pueden servir de marco a la Carta abierta a la comunidad universitaria, suscrita por varios profesores del Departamento de Ingeniería Industrial, la cual transcribo: “Los profesores del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Antioquia vemos con preocupación la pérdida, cada vez más notable en nuestra institución, de los espacios de participación de los diferentes estamentos de la comunidad universitaria. Al respecto de la elección del Jefe de Departamento de Ingeniería Industrial, fuimos consultados por el señor Decano de la Facultad de Ingeniería y en un proceso de votación el actual Jefe del Departamento obtuvo once votos contra tres que consiguió el otro candidato. No obstante el resultado de la consulta, que fue formalizado en una carta enviada al
señor Rector Alberto Uribe Correa y al Decano de la Facultad de ingeniería firmada por el grupo mayoritario que apoya la permanencia en el cargo del actual Jefe, el señor Decano recomienda al Rector el nombramiento del otro candidato. Dentro de las razones que se argumentan para tal recomendación están el concepto del Comité de Decanato, la consulta a los profesores, la consulta a los egresados y los objetivos y plan de acción de la Facultad de Ingeniería. El proceso de designación del nuevo Jefe fue apresurado y en él ninguno de los candidatos a la Jefatura fue indagado acerca de su eventual gestión y, por ello, no podría justificarse la recomendación de uno u otro candidato por su afinidad con la línea de trabajo que se traza la Facultad de Ingeniería. Mucho menos se podría justificar con la imposición del mismo por parte de una asociación gremial que desconoce en gran medida el estado actual de nuestro Departamento, sus procesos académicos, sus dinámicas y su cultura. Creemos que esta clase de acontecimientos desafortunados deterioran el clima laboral en nuestro Departamento, pero además envían un mensaje negativo a la sociedad. Cuando en la Universidad, centro de pensamiento y pilar de la democracia, las decisiones administrativas dejan de filtrarse a través de los argumentos y adquieren un carácter autoritario e impositivo se irradia hacia la comunidad la idea de que las opiniones de los ciudadanos no son importantes y se genera una pérdida de la confianza en las instituciones. Enviamos a la sociedad el mensaje de que cualquier decisión ejecutiva está justificada por el rango o el poder del cargo de quien la toma y que la verticalidad en nuestra organización sigue guiando todos nuestros procesos, contrario a la formación ciudadana que nuestra Universidad debiera compartir y de la que debiera ser ejemplo. Respaldar estos hechos da pie a la construcción de una nueva cultura que no es coherente con los principios universitarios. Por esta razón, solicitamos el respaldo y la solidaridad de la comunidad universitaria, pues consideramos que este hecho podría repetirse en el futuro, en otras dependencias o niveles de nuestra Institución. Por consideración con las personas que día a día llevamos a cabo la tarea de entregarle a la sociedad educación y formación de la más alta calidad, exigimos el respeto a la participación en los procesos y reclamamos de las directivas universitarias esfuerzos suficientes y persistentes en la conservación de nuestra Alma Máter como bastión de la democracia y la participación ciudadana. Por fuera de estos ideales pierden sentido nuestros objetivos misionales de docencia, investigación y extensión”. w
Democracia: un concepto vacío Freddy Salazar P. Instituto de Filosofía. Universidad de Antioquia
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... el reconocimiento de las condiciones que hacen posible la democracia, obligaría a plantearse interrogantes sobre la forma y sobre las metas y estrategias de la acción política. Pretender un ejercicio de la democracia independientemente de las circunstancias históricas y sociales de la sociedad, puede resultar tan desorientado como arreglar un computador con martillo y cincel.
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¿Qué haríamos sin el lenguaje? ¿Qué sería de nosotros sin esa “casa del ser” de la que habla Heidegger? Sencillamente no seríamos nosotros. Seríamos los más débiles y desprotegidos de los animales; nuestros comportamientos y relaciones serían instintivos, no podríamos nombrar las cosas y la relación con ellas estaría determinada por lo que instintivamente se considere nocivo o bueno para la subsistencia. Sin el lenguaje no habría nada de lo que actualmente existe como producto del hombre. No existiría esa huella del hombre que se llama cultura: ciudades, países, gobiernos, derechos, deberes, ciencias, técnica, artes. Ni nevera, lavadora, teléfono, televisor, carro, ni siquiera bicicletas. Tan sólo naturaleza y unos seres con códigos genéticos adaptados a ella. Afortunadamente esa hipótesis de la inexistencia del lenguaje es irrealizable. No hay manera de dar marcha atrás en la evolución biológica. Podemos estar tranquilos. Pero ¿qué sucedería si el lenguaje se desvirtuara y estando ahí, no cumpliera sus funciones? ¿Si ya no sirviera para nombrar las cosas y decir lo que son sino para ocultarlas? ¿Si no pudiéramos acudir a las palabras para comunicarnos porque no hay reglas que establezcan cuándo el discurso corresponde a la realidad o no,
cuándo es coherente o contradictorio, verdadero o falso? En ese caso tendríamos el lenguaje pero no serviría para comunicarnos, para ponernos de acuerdo, emprender tareas conjuntas, hacer un mundo amable para todos. Sería un instrumento, en cambio, para engañar, someter, dominar. Su existencia haría imposible la convivencia y habría que acudir a las vías de hecho para hacernos entender. Aunque no sería objetivo afirmar que hemos llegado a esa situación, hay que reconocer, empero, que con frecuencia y con respecto a múltiples sujetos, los conceptos están tan desvirtuados que no conservan un sentido que los haga comprensibles y, sobre todo, que corresponda a la realidad que pretenden designar. Es el caso, en mi opinión, de conceptos tan importantes y tan de uso común como democracia, libertad, igualdad y justicia. Han sido tan manoseados y se les usa tan fuera de contexto, que han perdido su sentido, es decir, ya no designan nada de la realidad a la que pretenden referirse. ¿Quién en Colombia, por ejemplo, no se reconoce como demócrata y usa el concepto de democracia como una especie de comodín que le permite justificar y argumentar a favor de las acciones más dispares y aún completamente contrarias a la democracia? ¿Quién conoce a algún político, guerrillero, para-
militar, policía, militar, profesor, estudiante, patrón, explotador, maestro o padre de familia que diga que no es demócrata? Nadie se sometería al descrédito que ese reconocimiento podría acarrearle. Pero, entonces, ¿qué puede significar ese concepto cuando se adapta a todas las posiciones posibles? No significa nada o mejor, tiene un sentido completamente abstracto con el cual se ha identificado el concepto sin tener en cuenta para nada las circunstancias históricas y los condicionamientos sociales de los individuos o de la sociedad a la cual se aplica. Gracias a esa abstracción de las condiciones sociohistóricas a las cuales se refiere el concepto, cualquiera lo puede utilizar como le venga en gana, aún para imponer arbitrariamente su autoridad o justificar el ejercicio del poder en contra de los intereses comunitarios. La democracia es un ideal político y, sin exagerar, se puede decir que es el ideal político de nuestro tiempo. Uno de los pocos que permanece. Como ideal político no se confunde con una forma de gobierno particular. Es más bien un objetivo que habría que realizar y que como meta, se convierte en un instrumento regulador de las prácticas políticas y de las relaciones humanas. Detrás de dicho ideal se esconde, como su fuente y fundamento, el reconocimiento de la
persona como un ser libre e igual y, en consecuencia, como un ser autónomo, es decir, alguien que se da sus propias normas. En el concepto de democracia subyace esa idea de autonomía y de libertad y de igualdad. Porque el hombre es un ser libre e igual, nadie lo puede dominar ni le puede imponer normas sin su consentimiento. Este es el sentido de la democracia: un ideal de gobierno en el que el pueblo o la comunidad se impone sus formas de poder y se dicta sus normas. Aparece, entonces, que la democracia tiene prerrequisitos sin los cuales no pasa de ser una palabra vacía: la existencia de hombres libres e iguales. Ello quiere decir que la democracia sólo puede darse en sociedades en donde se ha logrado un desarrollo comunitario tal, que los hombres sean conscientes de su dignidad, concepto con el cual expresamos también la autonomía, la libertad y la igualdad. Cabe entonces preguntarse, cuál sería el desarrollo comunitario que hace posible el ejercicio de la democracia. Sería aquél que le permite al hombre tomar conciencia de su dignidad: una comunidad en donde sus miembros tienen sus condiciones básicas de existencia satisfechas; en donde se han resuelto los problemas de salud, vivienda, trabajo y educación para todos. Cuando se carece de esas condiciones la dignidad, la autoestima, la conciencia de la libertad y de la igualdad de los seres humanos son algo abstracto, de lo que se puede hablar pero cuyo sentido estaría oculto para los miembros de la sociedad. En esas circunstancias la democracia es un término vacío de contenido. Su ejercicio y aplicación en las actividades políticas lleva a creer en la posibilidad de ser libres tan sólo por obra de los políticos o por el ejercicio del voto. De ser iguales, independientemente de las condiciones sociales y económicas y de ser justos sólo en las aspiraciones. En esas circunstancias, para ser demócratas, basta hablar de la democracia, promulgarla, rasgarse las vestiduras ante aquéllos que la violan pero sin mencionar las inconsecuencias y el desdobla-
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miento de la realidad de los cuales todos somos responsables. Hablar de democracia en un país como el nuestro, lo mismo que de libertad, igualdad, dignidad de la persona, independientemente de las circunstancias concretas de olvido, miseria e ignorancia en que vive la mayor parte del pueblo colombiano, es una trampa porque nos crea la conciencia de estar haciendo algo y de poder estar tranquilos, sin tener que cambiar nada en las condiciones concretas de vida de los colombianos. Y en esa pérdida de sentido de los conceptos, los intelectuales tenemos una responsabilidad innegable. A fuerza de colocarlos en contextos especializados, que se defienden como cotos de caza y se enarbolan como motivo de gloria, se les ha ido atribuyendo un sentido que no tiene nada que ver con aquél que tienen en el lenguaje cotidiano. Y antes de que alguien se rasgue las vestiduras porque siente amenazado su saber especializado con esta referencia al lenguaje cotidiano, hay que precisar que no se trata de volver a la ingenuidad del sentido común, sino al reconocimiento de la función primera del lenguaje de ser nuestra manera de ubicarnos en el mundo y de convivir con las cosas. Por el lenguaje entramos en armonía con la realidad.Y cuando esa armonía se rompe, aparecen los estados patológicos, esquizoides, que requieren del diván del psicoanalista para corregir los desfases que llevan a que la vida vaya por un lado y lo que se dice por otro. Con razón los representantes del humanismo renacentista italiano contemplaban como un ideal del hombre el rescate del lenguaje cotidiano que, decían, permitía expresar el acontecer mismo de la vida, en su particularidad y movimiento. Queda sin decir que el reconocimiento de las condiciones que hacen posible la democracia, obligaría a plantearse interrogantes sobre la forma y sobre las metas y estrategias de la acción política. Pretender un ejercicio de la democracia independientemente de las circunstancias históricas y sociales de la sociedad, puede resultar tan desorientado como arreglar un computador con martillo y cincel. w 24-06-2010
Responsabilidad con el espacio y con las reglas en la vida universitaria Eufrasio Guzmán Profesor Instituto de Filosofía
Según la abundante tradición universal y los maestros de la sabiduría, educar es conducir, primero mediante el ejemplo, segundo mediante la palabra, tercero mediante las acciones que permitan lograrlo. Las acciones que se planean y realizan son tan importantes como el ejemplo y la palabra, es decisivo exigir unas condiciones para el ingreso, aceptar un ordenamiento expresado en unas reglas, realizar rutinas, seguir pasos, repetir experiencias, establecer horarios, delimitar las áreas, prohibir acciones contrarias a los fines, exigir comportamientos que acerquen las metas, estimular la excelencia. Contemporáneamente las direcciones del educar se plasman en visiones y misiones, siempre se han expresado en lemas, principios, reglamentos y cultura corporativa. Es tan grande la forma como estos factores modifican a los individuos que se exhiben con orgullo: soy egresado de tal, pasé por, soy parte de… A su vez, los establecimientos educativos tienen en sus egresados su mayor satisfacción; sin la Academia, Aristóteles hubiera sido diferente y Newton está vinculado para siempre al Colegio que lo albergó. Desarrollar la misión es una responsabilidad compartida y es piramidal, tienen más responsabilidad quienes rigen que quienes apenas comienzan. Quienes están empezando nunca olvidan su primer contacto y se recibe en la institución educativa enorme cantidad de información y se aprenden maneras de tratarla, formas de reproducirla y hacerla visible. Esto requiere recogimiento, espacio y tiempos. Es por ello que los predios escolares son como las moradas, los hospicios: de cierta manera cerrados y con modos propios, pero no totalmente –hay que advertirlo–, en este punto se asemejan a las ciudades y tiene sus plazas, sus patios para el juego, sus escenarios para el deporte y el arte y hay unos modos de habitar y de seguir la acción educativa que se realiza. En nuestra Universidad de Antioquia, en su sede central, asistimos estupefactos a un desborde periódico de la actividad educativa. A su deterioro por múltiples factores pero el primero es la violencia de diversas formas e intensidades, la utilización posesiva de mesas destinadas al estudio por parte de vendedores que así las privatizan para su ex-
clusivo uso y lucro; la violenta y aparentemente lúdica apropiación de amplios sectores del campus para el uso de drogas. La violencia más visible y grave es el copamiento del campus por grupos de violentos que usan la bomba, el amedrentamiento y la asonada para, supuestamente, crear nuevas formas de la conciencia crítica y denunciar los atropellos que padecen. Lo que casi siempre logran es la perturbación profunda en la marcha de toda la institución. En esta Universidad hemos llegado a un acostumbramiento sin precedentes a la acción violenta, aceptamos el exabrupto y lo propiciamos con la expectativa pesimista de los cierres y los desalojos repentinos. Hemos llegado a aceptar sin más esta perturbación, como si fuera un aguacero o un movimiento telúrico imposible de conjurar. Las violencias silenciosas merecen un tratamiento reglamentario. Las violencias explosivas y destructoras de la anormalidad y la convivencia merecen acciones más contundentes. Es muy paradójico y hasta perverso que estas minorías que supuestamente denuncian lesiones a sus intereses lo hagan mediante el atropello violento, es injustificable desde cualquier punto de vista que esos grupos usen ese maltrato a la comunidad para denunciar supuestos excesos. Hay muchos mecanismos de violencia silenciosa que los miembros de una comunidad pueden ejercer sobre ella para buscar fines propios, es crucial que se busquen resultados por medio de las reglas y mecanismos de participación establecidos. Es claro y deseable que en una democracia y en toda institución, más en las educativas, se expresen los intereses; sin esa diversidad ni la misma sociedad sería posible; desde el punto de vista social y biológico es imprescindible la diversidad y la diferencia. Por el contrario, la violencia pone en jaque eso que permite el encuentro de lo múltiple. Todas las violencias son erradicables o conducibles por el bien común de la continuidad de una buena vida en la institución. Las distintas formas de violencia y coacción tienen a nuestra Universidad de Antioquia en alto riesgo de daño en el logro de las actividades misionales, por la forma como se erosiona la vida universitaria. En el campus impera ya un nivel muy enrarecido de incertidumbre por la ausencia de una mínima seguridad en la disponibilidad del espacio. Es responsabilidad compartida recuperar nuestro campo vital. La responsabilidad en esta recuperación es tan importante como la confirmación de nuestro sistema de reglamentaciones y el ordenamiento institucional. La forma por excelencia de la convivencia armónica es el respeto por las reglas que hemos producido en nuestros años de existencia y es totalmente deseable que quienes lo hacen no se sientan solos como en un barco a punto de naufragio. w
Una sentencia para seguir neutralizando nuestras (amargas) verdades
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Colombia no debería estar celebrando o repudiando condenas. Debería estar lamentando la inmadurez de su cultura. La respuesta que le estamos dando a nuestros problemas sociales y a nuestro conflicto armado al considerar al derecho penal como única respuesta, nos condena a seguir comportándonos como adolescentes impulsivos que eluden su responsabilidad y se la enrostran a los otros, y que esperan que un juez penal les resuelva sus problemas de personalidad o identidad.
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Ha sido proferida sentencia condenatoria de primera instancia contra el Coronel retirado Alfonso Plazas Vega, por su supuesta participación en la desaparición de varias personas en la retoma del Palacio de Justicia hace ya casi veinticinco años. Aunque la sentencia ha producido vigorosas reacciones y ha encendido polémicas muy saludables en la medida en que atañen a un asunto público de suma importancia, a ellas mismas se les ha dado unos tonos y unas connotaciones que parecen exagerados y peligrosos para la independencia judicial, el equilibrio de los poderes y el futuro inmediato de la institucionalidad colombiana, siempre tan precaria. Aun cuando no es algo completamente inusual, no deja de llamar la atención que la sentencia sólo se profiera ahora, un cuarto de siglo después de ocurridos los hechos. No es posible en este breve espacio intentar una explicación sobre este punto, pero una sentencia tan alejada en el tiempo no deja de producir una cierta sensación de inoportunidad. Es bueno recordar, que al parecer, todos los miembros del grupo guerrillero que participaron directamente en la toma del Palacio de Justicia, murieron allí, o por lo menos ninguno de ellos ha aparecido vivo y por lo tanto la amnistía que se concedió a los demás integrantes del grupo, frente a esos hechos, era por su pertenencia al grupo y por no su participación en el asalto. Y también, como se ha informado prolijamente, al Coronel Plazas Vega no se le ha condenado por haber retomado el Palacio de Justicia, sino por la desaparición de algunas personas que sobrevivieron en el
Julio González Zapata Docente Facultad de Derecho y Ciencias Políticas juliogzapata@yahoo.com
episodio. Cuando no se tiene claridad sobre estos hechos, la discusión necesariamente se tergiversa y se hace imposible un acercamiento razonable a los acontecimientos. Hace veinticinco años en Colombia, y probablemente en el mundo, no tenía tanta importancia la comunidad internacional como un garante de los derechos humanos y no habían sido fijados esos estándares sobre verdad, justicia, reparación y no repetición que hoy en día se han vuelto tan familiares y que ponen en duda inclusive algunos principios del derecho penal, como la existencia de una ley que previo al hecho, lo haya definido como delictuoso, y como la intangibilidad de la cosa juzgada. No existía la Corte Penal Internacional y escasamente se hablaba de delitos de lesa humanidad con las connotaciones que hoy día se le dan: imprescriptibilidad e improcedencia de amnistías e indultos. Este fallo se produce en un momento de agrios enfrentamientos entre el poder judicial y el Presidente de la República, motivados entre otras razones por la llamada “parapolítica”. Un enfrentamiento que ha llevado a denuncias penales del Presidente contra algunos magistrados; a que el mismo Presidente, de una manera constante y agresiva descalifique a los funcionarios judiciales y sus decisiones, cuando éstas afectan personas cercanas a él; a que la Corte Suprema de Justicia no haya nombrado todavía Fiscal General de la Nación en propiedad; a que el candidato con mayores opciones de llegar a la Presidencia proponga que el Fiscal General de la Nación dependa directamente del Ejecutivo; a que se hable de una reforma a la justicia penal militar “que le devuelva la moral a la tropa”, etc. Todos estos episodios recuerdan el trabajo de dos criminólogos norteamericanos, David Matza y Gresham Sikes, quienes en un artículo que titularon “Juvenile delinquency and subterranean values”, publicado en 1961, presentaron un dispositivo teórico que denominaron técnicas de neutralización. Con este concepto pretendían tomar parte en el debate sobre las subculturas criminales, que ha sido tan importante en la sociología criminológica norteamericana. La tesis de Matza y Sykes es
que los criminales (juveniles) comparten los valores de la cultura mayor, y que las técnicas de neutralización les sirven para autojustificarse cuando actúan de una manera contraria a los valores de esa cultura. Rápidamente la explicación fue extendida a la delincuencia de adultos y el concepto es aceptado hoy ampliamente. Esas técnicas son básicamente cinco: 1. Negar su responsabilidad en la comisión del delito (“no he hecho nada”, “me he acogido a lo que dice la ley”, “me he limitado a cumplir mi deber”). 2. Negar la existencia del daño producto del delito (“qué importa lo que he sustraído de allí, si el propietario de eso tiene mucho”; “no he robado nada, sino que he tomado prestado”; “esto no es una extorsión sino una contribución a la causa”). 3. Negar la existencia de la víctima (en campañas de eso que se suele denominar como “limpieza social”, para referirse a la víctima pueden ser típicas fórmulas como: “era una «gonorrea»”, o “finalmente, no era más que un delincuente”. O también por ejemplo, en relación con agresiones sexuales: “ella ha consentido” o “era una prostituta”). 4. Condenar a los que te juzgan (“los jueces son unos deshonestos y los policías son unos corruptos, unos vendidos”; “la acusación es un complot de mis enemigos políticos”, “la investigación es una persecución política”). 5. Apelar a lealtades superiores (“una fuerza irresistible me ha impulsado a hacerlo”; “era necesario salvar al país del terrorismo y la delincuencia”). Es difícil encontrar un ejemplo más paradigmático de esa última técnica de neutralización, que el caso que nos ocupa. Probablemente generaciones enteras de colombianos recordaremos aquellas palabras de Plazas Vega cuando los tanques entraban al Palacio de Justica: “Para salvar a la democracia ¡Maestro!”. Pero creo que la cuestión que nos debe ocupar no es si estamos frente a alguien que ha utilizado una técnica de neutralización, sino que deberíamos preguntarnos si es que tenemos una (sub)cultura -tan juvenil- que todavía tiene que apelar a técnicas de neutralización frente a asuntos públicos de tanta importancia. La sociedad colombiana no ha escapado al gran optimismo punitivo que recorre todo el mundo como un gran tsunami. Como nunca antes parece que creyéramos que la justicia tiene que ver sólo con el castigo, con la ausencia de impunidad y que la mejor forma de defender los derechos humanos es sancionando a alguien de manera definitiva. “Para que se pudran en la cárcel”, dicen por
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ahí. Como afirman cínicamente algunos cultores del neoretribucionismo norteamericano, es necesario “encerrarlos y botar las llaves”. Me temo que este optimismo punitivo compartido por el Presidente de la República -por lo menos cuando no se trata de sus allegados-, por la Corte Suprema de Justicia, por tantos políticos que ya no ven posible mantenerse vigentes sino ofreciendo más castigo como única promesa electoral, por organizaciones no gubernamentales, asociaciones de víctimas, defensores de derechos humanos y la fantasmagórica comunidad internacional, etc., nos esté llevando precisamente a la sin salida de cerrar la puerta y tirar las llaves. Tenemos un largo conflicto en el cual, como dice la sabiduría popular, casi ninguno de sus actores puede tirar la primera piedra. Y alejarnos del callejón sin salida al que nos está conduciendo este optimismo punitivo, no significa dar marcha atrás en los precarios avances que hemos conseguido en la protección de los derechos humanos, ni desconocer el dolor de las víctimas 0 el derecho que les asiste a una adecuada reparación y a un conocimiento cabal de la verdad, ni renunciar a la obligación que tienen los actores del conflicto, frente a la sociedad, de admitir condiciones de no repetición de la barbarie. Lo que debe buscar la sociedad colombiana, en razón de la duración, la complejidad y la barbaridad de sus conflictos, son soluciones diversas a las del sistema penal. Cualquier sistema penal tiene unas cotas irreducibles de ilegitimidad y de violencia: pretende proteger unos derechos, vulnerando muchos otros; responder a una violencia, con otra violencia que por demás, en el caso colombiano, suele ser tan difícilmente domesticable como aquella a la que se enfrenta. Una sociedad que le apuesta al sistema penal como su tabla de salvación está condenada a seguir utilizando técnicas de neutralización para escamotear sus más lacerantes verdades, a la manera de adolescentes que justifican sus pilatunas. De esta manera lo único que puede esperarse es que esas verdades se escapen definitivamente, que las víctimas sean revictimizadas, que la reparación sea imposible y que, en lugar de garantizar que la violencia no se repita, se estimule su recreación indefinida. Colombia no debería estar celebrando o repudiando condenas. Debería estar lamentando la inmadurez de su cultura. La respuesta que le estamos dando a nuestros problemas sociales y a nuestro conflicto armado al considerar al derecho penal como única respuesta, nos condena a seguir comportándonos como adolescentes impulsivos que eluden su responsabilidad y se la enrostran a los otros, y que esperan que un juez penal les resuelva sus problemas de personalidad o identidad. Es aborrecible la muerte violenta de tantas personas, también la de quienes perecieron durante y después de la toma y retoma del Palacio de Justicia; es plausible que se determinen responsabilidades y que nuestro repudio como sociedad se haga explícito, y es comprensible que sigamos insistiendo en la construcción de una versión documentada sobre los hechos y que las víctimas tengan acceso a formas diversas de reparación. Pero igualmente, es lamentable que nuestra imaginación logre apenas llegar hasta donde comienzan las más estériles formas de mostrar nuestra indignación, exigir responsabilidades, reconstruir los hechos, incorporar y resarcir a las víctimas: las formas penales. No es fácil decirlo, pero más allá de algunas satisfacciones inmediatas, o inclusive más allá de la indignación y del susto presidencial, seguimos construyendo una sociedad reunida apenas en torno del dolor. w
No importa que el Derecho haga más dispendioso el cumplimiento del deber. No puede existir ningún atajo, ninguna salida ilegal, ninguna disculpa para el estricto cumplimiento de la Constitución y de la Ley, que es más rigurosa con los servidores públicos que con los ciudadanos comunes y corrientes.
¡¡¡NO TODO SE VALE!!! Juan Carlos Amaya Castrillón Profesor Asociado y ex Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Antioquia
En fecha reciente se ha informado de manera profusa en diferentes medios de comunicación 1 sobre la sentencia en la que se condenó al coronel retirado del ejército, Alfonso Plazas Vega, por el delito de desaparición forzada agravada, a la pena principal de 30 años de prisión y seguramente una serie de condenas accesorias que desconocemos. La sentencia generó reacciones encontradas (a favor y en contra) en la ciudadanía, pero especialmente, unas manifestaciones de los militares en retiro y de los militares activos que en reunión con el Presidente de la República analizaron el sentido del fallo y se habló del desestímulo que ronda entre ellos por la decisión. Creo que resulta necesario y oportuno opinar sobre el tema, no sin dejar de reconocer que el asunto es problemático (más aún sin conocer el proceso y los fundamentos de la sentencia), precisamente por encontrarse involucrados los militares que, si bien es cierto no son en teoría deliberantes, si son actores políticos importantes en cualquier sociedad. La nuestra no es la excepción, entre otras cosas por el protagonismo que desde hace muchos años (por lo menos desde los años de la década de 1960) tienen en el manejo del “orden público”, la capacidad de influencia que tienen no solamente en la toma de decisiones importantes del Estado (no todas ellas directamente relacionadas con los temas del “orden público”) y por el hecho de ser nada más y nada menos quienes, en nombre del Estado mismo, ejecutan el monopolio de las armas que los estados modernos (aún los fallidos o fracasados) reivindican como expresión del poder, al menos a nivel interno. Pero, más que las calidades de los involucrados, el interés es, o al menos es deseable que lo sea, de toda la sociedad. No en vano, de por medio está la forma de comprender el trabajo de estos servidores públicos y el alcance que se le da al cumplimiento de su misión. El punto de partida debe ser la Constitución Política que, en un primer lugar, desde el preámbulo establece que la finalidad del pueblo al establecer esa Constitución es “… asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad…” y por otro lado en el artículo 1º se establece que Colombia está “fundada en el respeto de la dignidad humana…” y luego en el artículo 2º le asigna al Estado, entre otros fines, el de “servir a la comunidad… y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución… y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”. Luego el mismo artículo dice que “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes creencias y demás derechos y libertades…”. Por su parte el artículo 6º de la misma norma superior establece que “Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma razón y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones”.
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Por otro lado, el artículo 11 establece “El Derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”. Finalmente, el artículo 12 dice “Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” (subrayas fuera de los textos). Estas normas de la Constitución explican el fundamento de la sentencia del juez de la capital de la República que condenó al exmilitar. Ningún funcionario público (militar o no) puede extralimitarse en el ejercicio de sus funciones (seguramente ningún ciudadano “ordinario” tampoco puede violar la ley, lo cierto es que el fundamento de su responsabilidad es bien distinta). Si se extralimita el servidor público, esto es, si por ejemplo mata (como en el caso de los mal llamados falsos positivos, que no son otra cosa que delitos de homicidio en persona protegida, en los términos del actual Código Penal, esto es, la Ley 599 de 2000, artículo 135) o desaparece (artículos 165 a 167), como en este caso, o comete otro tipo de delito, esto es, peculado (artículos 397 y siguientes), cohecho (artículos 405 y 406), prevaricato (arts. 413 a 415), falsedad (273 y siguientes), etc., pues puede y debe ser declarado responsable, con aplicación del debido proceso y con reconocimiento de todas las garantías del caso. Por otro lado, y sin abordar la discusión que puede darse respecto de la supuesta “bondad” de la finalidad perseguida –clásicamente referida en una frase escueta del mismo militar ahora condenado en primera instancia, en el momento de la “recuperación” del Palacio de Justicia, cuando afirmaba que lo que estaba haciendo era “defender la democracia maestro!!!”–, creo que no se requiere de mayores análisis para rechazar esa justificación única y estrictamente, en esta oportunidad, desde la perspectiva jurídica (otros análisis éticos y filosóficos son posibles y podrían llevar a la misma conclusión). Las normas citadas, a las que se puede agregar ahora el artículo 217 constitucional cuando dice que “Las fuerzas militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional” (se resalta), no dan ninguna cabida a los servidores públicos para la realización de delitos, menos aún delitos contra los derechos fundamentales. Las normas constitucionales establecen el límite de actuación del Estado y de sus agentes y a ellas se debe someter cualquiera que actúe en nombre del Estado, sea cual sea la modalidad de su inclusión en esta condición, según los términos de los artículos 123 y especialmente 124 ibídem. Estas normas descartan el motivo de preocupación de las fuerzas armadas, pues ningún miembro de ellas puede extralimitarse en el ejercicio de sus funciones, esto es, no puede matar y tampoco desaparecer, pretextando el cumplimiento del deber, o la orden de autoridad superior. A lo sumo podría aceptarse una legítima defensa, que, a no dudarlo, en el caso que generó la sentencia contra el ex coronel Plazas Vega no se daba, pues no se trataba de un combate, sino de personas capturadas, esto es, dominadas, sometidas, que ya poco o ningún peligro ofrecían (en el evento de que frente a algunas de ellas se pudiera pensar que se trataba de guerrilleros que habían participado en el cruento asalto). Más aún si se trataba de modestos empleados de la cafetería del edificio, o de magistrados auxiliares, como el caso del Dr. Carlos Horacio Urán Rojas. Por lo demás, así fueran alzados en armas, ello no les quita sus derechos fundamentales, tal como lo ha reconocido ampliamente la Corte Constitucional. Creo que la sentencia lo que hace es recordar a los militares (servidores públicos) cuál es el límite de sus acciones. Y un límite evidente es el de los derechos fundamentales. No se requiere de mayores elaboraciones ni de mayores conocimientos para entender este asunto, que no es otra cosa que el reconocimiento de que estamos en un Estado de Derecho y que ello significa, entre otras cosas, que no hay espacio para la ausencia de controles y que la actuación del Estado y de sus agentes, se somete al Derecho. No importa que el Derecho haga más dispendioso el cumplimiento del deber. No puede existir ningún atajo, ninguna salida ilegal, ninguna disculpa para el estricto cumplimiento de la Constitución y de la Ley, que es más rigurosa con los servidores públicos que con los ciudadanos comunes y corrientes. Por lo demás, esos ciudadanos comunes y corrientes pagan los impuestos con los que se financia el Estado, son los destinatarios
de las funciones y los servicios que ofrece el Estado y no tiene ninguna presentación que sea precisamente el Estado el que viole sus derechos fundamentales. No debe olvidarse que el Estado no es un fin en sí mismo, sino que está creado para ponerse al servicio de las personas. Tampoco queda bien, ni habla bien de su compromiso con la legalidad, que el Presidente de la República y que los mismos militares salgan “en defensa de la moral de las tropas” para cuestionar esa sentencia que condena a una persona que un juez declara responsable penalmente de un delito. Si vamos a ser muy racionales en la ponderación de derechos, frente a la vida de una persona cualquiera, más aún de una persona inerme, la moral militar está muy por debajo. Más aún entendiendo que este es un servidor público limitado en su accionar, tal como se ha visto. Esto no significa desconocer la importancia y la validez del trabajo que hace la fuerza pública. Ni más faltaba deleznar su trabajo. Pero su función debe estar siempre dentro del marco de la Constitución y la Ley, como servidores públicos y agentes del Estado que son. Cuando hay extralimitación en el ejercicio de sus funciones, como ocurre (o debe ocurrir) con cualquier servidor público, él debe ser sancionado, sea o no militar, sin exclusiones de ninguna clase. Tampoco resulta oportuna la propuesta de ampliar la cobertura de la Justicia Penal Militar para “tranquilizar” a las tropas. Nuevamente el mensaje es inconveniente, pues los militares tendrán (y tienen) plenas garantías en la justicia ordinaria y la sociedad puede tener más confianza en el juzgamiento de sus conductas que cuando ellas son juzgadas, en no pocos casos, por compañeros, amigos o incluso subalternos, con lo que ello implica en el debilitamiento, si no formal, por lo menos real de la independencia y la imparcialidad del juzgador. Da la impresión que el mensaje que quiere llevar el Presidente a toda la sociedad es que, cuando se defiende al Estado, o cuando se defiende al Gobierno (que es claro que no son la misma cosa) cualquier cosa se vale, cualquier extralimitación procede, porque por encima está “la institucionalidad” o incluso, como se dice con frecuencia, “la democracia”. Creo que no puede ser de esa manera, y el Estado constitucional nos exige pensar así…. ¡¡¡Aunque a algunos no les guste!!! Por lo pronto, lo que se debe hacer es rodear a la Justicia. Apoyarla. Que haga su trabajo. Que aplique la Ley, que es lo que la sociedad espera. Caiga el que caiga. Obviamente, existe todavía la segunda instancia, además de los controles penales y disciplinarios propios de la función pública. Allí el ex militar y sus abogados podrán defender sus intereses y posiciones. Confiemos en los resultados imparciales. Si de los análisis de los hechos y de las pruebas recaudadas se llega a una conclusión distinta, también esa decisión debe ser aceptada, aunque sea también susceptible de críticas. Finalmente, se argumenta que resulta una injusticia que los “héroes de la patria” resulten siendo sancionados mientras los autores de los hechos que dieron origen a esta sentencia estén libres e incluso actuando en la vida política colombiana “muy orondos”. En primer lugar, esa fue una decisión política del Gobierno y del Congreso de la época. El no incluir a los militares en la amnistía tenía seguramente dos fundamentos: no era necesario porque se consideraba que ellos no cometían delitos de esa naturaleza, o que si los cometían, tenían la justicia penal militar para que se encargara de ellos. Hoy las condiciones jurídicas y políticas a nivel nacional e internacional han cambiado. Por ello el diferente tratamiento. Pero ello no es responsabilidad de la Justicia. Lo será de los gobiernos y los congresos que son los que toman las decisiones políticas. A ellos les corresponderá (no a la Justicia) idearse una solución que respete no solamente los derechos humanos (que obligan especialmente a los funcionarios del Estado) sino también, y muy primordialmente, los compromisos internacionales adquiridos por el Estado. En ese escenario sí es muy claro que ¡¡¡NO TODO SE VALE!!!. w Notas 1 Por ejemplo puede verse el periódico “El Colombiano” del pasado 10 de junio del año en curso, que en la primera página le da un gran despliegue a la noticia y al día siguiente editorializó sobre el tema. El periódico “El Espectador” hizo lo propio en junio 10 e igualmente el periódico “El Tiempo”. Adicionalmente, en fechas siguientes se ha informado de comentarios de diferentes personalidades de la vida nacional, columnistas, etc. Igualmente, la revista Semana correspondiente a junio 14 a 21 dedica la carátula y el artículo central de la edición número 1467 al mismo tema.
Los perdedores del Mundial Tercera convocatoria
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Opinión
INVESTIGACIÓN EN GOBIERNO Y POLÍTICAS PÚBLICAS
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OBJETIVO. Apoyar proyectos de investigación presentados por estudiantes de pregrado de la Universidad de Antioquia que reciben clases en Medellín y en las sedes subregionales. De esta manera, no sólo se avanza en la consolidación de la visión institucional de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de Antioquia sino en uno de los objetivos misionales de la Universidad de Antioquia en cuanto a investigación. Se apoyará la realización de 12 investigaciones relacionadas con las siguientes líneas temáticas: • Autonomía y descentralización • Políticas públicas • Gobernabilidad, gestión y participación • Desarrollo local y regional y control • Transparencia y rendición de cuentas También se aceptarán propuestas asociadas a temáticas contempladas en el Plan de Desarrollo de Antioquia 20082011 o a planes de desarrollo de municipios antioqueños. Cada propuesta podrá ser financiada hasta por cuatro millones de pesos ($4.000.000). Informes sobre términos de la convocatoria, requisitos, duración del proyecto, rubros financiables, limitaciones, recepción de proyectos y cronograma: Olga Lucía Zapata Cortés, Coordinadora Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de Antioquia. Teléfonos: 219 98 55 ó 219 98 54 investigaciones@ escuelagobierno.org www.escuelagobierno.org
Sudáfrica es hoy el segundo país del mundo con más protestas por habitante. Una extensa red de movimientos sociales y asociaciones comunitarias mantiene vivas las promesas de que con el fin de la segregación la vida sería mucho mejor para todo el mundo. En este sentido el Mundial quizás es una oportunidad para ejecutar planes de desarrollo elitista, pero también lo es para que el mundo vea la capacidad de resistencia del pueblo sudafricano. Por: Joan Canela i Barrull* En la puerta hay un pequeño piquete de vigilancia que pregunta a dónde vas. “Tengo una cita con el obispo”. “Un momento”, responde el improvisado guarda antes de mirar en una lista para comprobar que se espera a un periodista a esta hora. La Catedral Metodista de Johannesburgo es un colosal edificio construido con la mentalidad de mostrar la gloria y poder de su iglesia en el mismo centro de negocios de la ciudad. Pero hoy su tamaño se ha aprovechado para otros fines, pues es capaz de albergar hasta 2.000 refugiados africanos –sobre todo zimbabuenses, aunque también los hay de países como el Congo, Ruanda, Sudán o Somalia– “apadrinados” por el obispo Paul Verryn. Verryn es un viejo conocido de las luchas sociales sudafricanas desde los años ochenta, cuando era pastor de una pequeña parroquia de Soweto y se dedicaba a oficiar los entierros de los activistas asesinados por la policía. Quizás porque ya las ha visto de todos los colores no se le ve para nada preocupado ante la orden de destitución del Consejo Metodista Sudafricano. “El Consejo se ha doblegado ante las presiones del Gobierno al que le molestan los refugiados –cuenta, a pesar de la prohibición expresa de hablar con la prensa–, pero toda la congregación está muy unida en torno a este proyecto y van a fracasar”. Verryn y “sus refugiados”, como los llama la prensa local, son en realidad víctimas del Mundial. Y además no son las únicas. Por todo el país hay miles de personas, sobre todo las más pobres, que han sido desplazadas por la construcción de infraestructuras directa o indirectamente relacionadas con el evento, que han visto cómo su forma de vida pasaba a ser criminalizada o que, como en el caso de los refugiados de la Catedral Metodista, sencillamente “molestaban”. Se trata de la otra cara del Mundial, de la gente que difícilmente tendrá algo que celebrar aunque la selección de su país lograse llegar a la final y levantar la codiciada copa. “Hace más de seis años que mantenemos nuestro programa de asistencia a refugiados e indigentes sudafricanos y no sólo nunca hemos tenido ningún problema, sino que hemos recibido numerosas muestras de apoyo por parte del Gobierno”, continúa Verryn, pero a medida que se acercaba el Mundial las cosas empezaron a cambiar. “Su argumento es que quieren reducir la inseguridad, ¿pero con esto están diciendo que los pobres son todos criminales? –se pregunta–. En realidad lo que pretenden es esconder la pobreza como si fuera polvo que se barre bajo la alfombra. No quieren que el mundo conozca la verdadera Sudáfrica”.
Un mercado vivo Durban, a unos 600 kilómetros al sudeste de Johannesburgo, es el mayor puerto de África oriental y plaza
fuerte de la comunidad india que habita el país. Es una ciudad moderna y con una economía dinámica y pujante, cuyas playas son objeto de culto para los amantes del surf de todo el mundo. Como en la mayoría de las grandes metrópolis sudafricanas, tras el fin del apartheid, el centro urbano fue tomado por la población negra que trataba de acceder a un puesto de trabajo allí donde se encontraban. Aquí se encuentra el Early Morning Market –el Mercado de Temprano por la Mañana– el mercado tradicional más grande de esta parte del continente. En él se puede encontrar desde la fruta y la verdura que producen los agricultores locales hasta productos de plástico made in China, pasando por discos y películas piratas, un plato de comida o las hierbas necesarias para preparar remedios tradicionales. Y todo a unos precios asequibles para los más pobres. Aunque ninguna guía lo recomiende –en Sudáfrica todo lo que huele a africanidad rápidamente se asocia a peligroso– un paseo por el mercado es un goce para los sentidos y un verdadero chapuzón de cultura sudafricana. El mercado es un verdadero hormiguero que nunca para y que invade las calles contiguas en un magma sin control aparente. Pero lo que aún es más importante, el Early Morning Market representa el sitio de trabajo de entre 7.000 y 10.000 personas, la mayoría de las cuales difícilmente encontrarían otro empleo. “No se puede subestimar la importancia del mercado –asegura Richard Dobson, coordinador de la ONG Asiye Etafuleni– pues la mayoría de los ingresos que consiguen las mujeres del mercado se gastan luego en los townships [los barrios obligatorios para los negros durante el apartheid] donde viven, convirtiéndose en un dinamizador increíble de la economía de una gran parte de la población de la ciudad”. Pero el mercado –situado en el centro de la ciudad y justo al lado de las estaciones centrales de ferrocarril y autobús– es demasiado estratégico para dejarlo en manos de los pobres. O al menos esto debían de pensar los responsables de Isolenu, un potente grupo inversor que propuso al Ayuntamiento crear un moderno centro comercial para “dignificar” el centro de la ciudad pensando en los miles de turistas que van a visitarla. Obed Mlaba, alcalde de la ciudad, declaró que no se podía “desaprovechar la oportunidad que implicaba la inversión de 400 millones de rands [40 millones de euros]”. Para Harry Ramla, presidente de la asociación de vendedores del Early Morning Market, todo esto no es más que una excusa para “dejar este espacio fabuloso a un puñado de grandes empresas, aún a costa de que se
pierdan miles de empleos y se destruya el edificio centenario” que alberga parte del mercado y está calificado de interés cultural. “El Mundial se ha convertido en una excusa formidable para imponer planes de desarrollo de consecuencias desastrosas para los más vulnerables –cuenta Pat Horn, coordinadora de StreetNet, una red internacional de vendedores callejeros– y privatizar los centros de las grandes ciudades en beneficio de una economía globalizada que excluye a una mayoría de las personas humildes”.
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Desalojos cero
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En el extremo sur del continente se encuentra Ciudad del Cabo, bastión “blanco” de la nación del Arco Iris. Este es el único gran municipio y provincia que no está gobernado por el Congreso Nacional Africano, sino por la Alianza Democrática (DA, en sus siglas inglesas), el partido heredero de los opositores moderados al apartheid y que hoy agrupa los votos de la minoría blanca. Ciudad del Cabo es también uno de los centros de peregrinaje del jet set internacional que acostumbra a dejarse ver en sus restaurantes de lujo y en sus tiendas más exclusivas. Por poner un ejemplo, Victoria Beckham alquiló un espacioso apartamento con una piscina que cuelga espectacularmente de un acantilado sobre el mar para pasar el Mundial. Pero aquí también se encuentran los peores “asentamientos informales” –un eufemismo local que designa los campos de chabolas– de todo el país. Se trata de un verdadero anillo de pobreza, violencia y desesperación que literalmente rodea la ciudad formal. En estos barrios no hay alcantarillado, ni agua corriente ni luz eléctrica que no provenga de algunos cables conectados ilegalmente a las torres de alta tensión. A pocos kilómetros de la piscina de Victoria Beckham es imposible encontrar un baño con una cadena. Un asedio que se ha estrechado tanto que para poder construir el Green Point –el modernísimo estadio en primera línea de mar y con capacidad para 70.000 espectadores, edificado exclusivamente para el Mundial a un coste de 440 millones de euros– hubo que desalojar a centenares de residentes. Y los antiguos habitantes de Green Point no son los únicos afectados. “Los desalojos se han multiplicado en los últimos años –cuenta Tshawe, dirigente comunitario de Joe Slovo, uno de estos “asentamientos”, nombrado así en honor al histórico dirigente comunista sudafricano– en parte por el aumento del precio de la tierra y en parte porque el Ayuntamiento no nos quiere tan cerca del centro, donde los turistas pueden vernos. La Campaña Anti Desalojos, una red local que coordina a las diferentes comunidades afectadas, cifra en “decenas de miles” las personas desahuciadas desde el año 2000, cuando se fundó la organización. En el caso de Joe Slovo el “problema” se encuentra en su proximidad a la autopista, que revaloriza los terrenos donde se erigen sus barracas. “Pero es que nosotros tampoco nos instalamos aquí por casualidad. Si nos vamos a un sitio dejado de la mano de Dios, ¿cómo vamos a poder acceder a un puesto de trabajo?” se pregunta Tshawe.
En los últimos años el país entero ha hecho una “puesta a punto” y hoy puede presumir de carreteras, aeropuertos, estadios y centros urbanos totalmente remodelados, cuando no directamente nuevos. “El problema es que se ha hipotecado gran parte del presupuesto público en unas infraestructuras que refuerzan el modelo de desarrollo neoliberal en vez de centrarse en una apuesta social y sostenible –cuenta el profesor de economía de la Universidad de Kwa Zulu Natal, Patrick Bond–...
Tres historias de resistencia Aunque los antiguos dirigentes de la lucha antiapartheid sean hoy los gestores del Mundial y de una buena parte de los proyectos que dificultan la vida de los más pobres en Sudáfrica, también es cierto que la cultura de la resistencia que creó aquel conflicto sigue hoy profundamente arraigada en la conciencia popular […] Cantando viejas canciones de lucha los comerciantes del Early Morning se encerraron en su mercado y quemaron neumáticos hasta que la empresa inversora, viendo que ya era imposible inaugurar el centro comercial para el Mundial, tiró la toalla, al menos de momento. El Obispo Paul Verryn también es optimista: “en enero de 2009 ya trataron de asaltar policialmente la iglesia y detener a 1.500 personas. Sólo la presión mediática internacional logró pararles los pies. A día de hoy, con más tensión informativa que nunca, ya no se atreverán a dar otro paso similar”. Sudáfrica es hoy el segundo país del mundo con más protestas por habitante. Una extensa red de movimientos sociales y asociaciones comunitarias mantiene vivas las promesas de que con el fin de la segregación la vida sería mucho mejor para todo el mundo. En este sentido el Mundial quizás es una oportunidad para ejecutar planes de desarrollo elitista, pero también lo es para que el mundo vea la capacidad de resistencia del pueblo sudafricano.
Un mundial neoliberal “Éste es un país donde sorprenden los niveles de riqueza y pobreza puestos de forma contigua. La Copa del Mundo, lejos de ayudar a cambiar esta situación es sólo una lupa que amplifica todos los defectos de este sistema post-apartheid”. Esta frase, contra lo que podría parecer, no proviene de ningún activista social o un académico marxista, sino de Dave Zirin, uno de los periodistas deportivos más famosos de los Estados Unidos. Pero es que Sudáfrica es, desde el año pasado, el país más desigual del mundo y es imposible que a ningún visitante mínimamente curioso se le escape el contraste entre los hoteles de cinco estrellas y los inmensos barrios de chabolas de cartón y lata. Y a medida que se acercaba el evento deportivo –el más grande celebrado nunca en todo el continente– fueron en aumento las voces que denunciaban que el Mundial ha acentuado aún más estas desigualdades en vez de, como prometía el Gobierno, desarrollar el país y ayudar a la gente a salir de la pobreza. Según datos ofrecidos por Pravin Gordhan, Ministro sudafricano de Economía, del 2,5% de crecimiento del PIB calculado para 2010, un 0,5 estará relacionado directamente con la organización del Mundial. Pero es que este tirón sólo se explica por una colosal inversión pública. En los últimos años el país entero ha hecho una “puesta a punto” y hoy puede presumir de carreteras, aeropuertos, estadios y centros urbanos totalmente remodelados, cuando no directamente nuevos. “El problema es que se ha hipotecado gran parte del presupuesto público en unas infraestructuras que refuerzan el modelo de desarrollo neoliberal en vez de centrarse en una apuesta social y sostenible –cuenta el profesor de economía de la Universidad de Kwa Zulu Natal, Patrick Bond– cuando no se han dedicado directamente a instalaciones totalmente inútiles como son los estadios, que en conjunto han costado 3.000 millones de rands [300 millones de euros]. Y éste es un dinero que ha salido de las partidas para agua potable, vivienda social, sanidad o educación”. O tal y como expresaba el recientemente fallecido Dennis Brutus, considerado una de las estrellas deportivas nacionales, “si quieren ayudar al deporte que hagan canchas en los colegios”. w
* informativo@attac.org INFO Nº 555, 14 de junio de 2010 http://attac-info.blogspot.com
Fotos tomadas de: http://www.greenpeace.org
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Por: Lía Isabel Alviar Ramírez Profesora en las facultades de Ingeniería y Derecho y Ciencias Políticas. Universidad de Antioquia liaisabel@udea.edu.co “Yo no sabía que el azul mañana es vago espectro del brumoso ayer” Porfirio Barba Jacob
Breve cronología. El 20 de abril del presente año, la plataforma petrolera Deepwater Horizon, contratada por la British Petroleum (BP) de Inglaterra, ubicada en el Golfo de México, explotó y se incendió, provocando la desaparición de once trabajadores. Dos días más tarde se hundía la plataforma dejando una mancha de crudo de 8 kilómetros de circunferencia; al cabo de seis días la mancha llegaba a 965 kilómetros, equivalentes, en promedio, a 1.000 barriles/día. El 9 de mayo la BP anunció que trataría de detener el vertido inyectando a presión neumáticos y pelotas de golf, pero anunció que una falla en este intento significaría que se doblaría la velocidad del derrame para ese momento. A principios de mayo, la Comisión de Energía del Senado norteamericano declara el desastre como fruto de una serie de errores humanos, técnicos y regulato-
Apuntes sobre el derrame de petróleo en el Golfo de México rios. A mediados del mismo mes el petróleo llegaba a las frágiles marismas de Luisiana y a una poderosa corriente oceánica, lo que presagiaba su arribo a la Florida. El 26 se anunció la aplicación del procedimiento “top Kill”, consistente en inyectar al pozo fluidos pesados y otros materiales; tres días después anuncian el fracaso de dicha operación; en cambio proponen otro mecanismo, utilizando una cúpula y robots, que a la postre lograrían bombear a un barco 1.000 barriles/día; sin embargo, continúan derramándose 19.000 barriles/día. En la primera semana de junio, Estados Unidos dice que se prepara para lo peor y que el derrame irá hasta el mes de agosto; el Almirante de la Guardia Costera de Estados Unidos declara que tomará años mitigar el daño medioambiental ocasionado por el derrame. Asuntos técnicos. El mecanismo de seguridad antiexplosiones BOP (del inglés blowout preventer) falló por unos centímetros, incrementando la presión del gas, lo que culminó en explosión. Ahora bien, mu-
Con cada desastre se aviva la esperanza de aprender para actuar en pro de la salud humana y ambiental, sin embargo cada desastre evidencia que aún se privilegia sobre las anteriores, la voracidad del sistema económico. chas plataformas cuentan con un sistema de doble guillotina, justo como precaución; sin embargo, la Deepwater Horizon no contaba con el mencionado mecanismo, lo que había llevado a los ingenieros a señalar que el pozo era una “pesadilla”, debido a las altas concentraciones de gas de la capa petrolífera, de lo cual esperaban sacar un gran partido. Asuntos humanos. La agencia federal hizo caso omiso a las opiniones de los ingenieros y por tanto a los protocolos de seguridad. Además, la prospección, es decir, la exploración del subsuelo en búsqueda de yacimientos, tenía semanas de retraso, que implicaban altísi-
mas pérdidas económicas; en consecuencia, en los días anteriores al accidente se habían acelerado las operaciones y por tanto incrementado los riesgos. Dos datos se conocen hoy: en primer lugar, una investigación del Congreso de Estados Unidos da a conocer que el funcionario de Minerals Management Service MMS, no pidió pruebas a la BP, en términos del funcionamiento correcto de los mecanismos de seguridad. En segundo lugar, testigos directos de la tragedia, entre ellos un trabajador, declaró a la BBC que el mecanismo de seguridad había presentado inconvenientes semanas antes del incidente. Los hechos y los ecos. Los
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¿qué será de las comunidades humanas que viven de la riqueza ictiológica? y, si logran pescar algo… ¿qué carga de contaminación pasará del músculo de los peces al cuerpo humano?
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La plataforma Deepwater Horizon, ubicada en el Golfo de México, explotó y se incendió, provocando la desaparición de once trabajadores. hechos han sido descritos en forma sucinta en los párrafos anteriores, en tanto los ecos, teniendo en cuenta una de las acepciones que la Real Academia Española presenta para la esta palabra: cosa que está notablemente influida por un antecedente o que procede de él, puede intentarse un somero análisis. El costo del desastre, entre el inicio y el 25 de junio ha sido estimado en 2.300 millones de dólares; tal cantidad ha sido distribuida a grandes rasgos así: limpieza marítima, demandas
presentadas, esfuerzos para la contención. Debe tenerse en cuenta, además, que se movilizaron 37.000 expertos, 4.500 embarcaciones y 100 aeronaves. La BP está utilizando dispersantes, según señalan expertos de Greenpeace y el conservacionista marino norteamericano doctor Rick Steiner. Tal medida hace que el petróleo en lugar de flotar se sumerja; por tanto, si se dejara en la superficie es arrastrado hasta las orillas donde ocasiona la muerte a un sinnúmero de aves, pero
si se queda en el agua, hace exactamente lo mismo con los peces. En cualquiera de los casos ecológicamente hablando se afecta la cadena alimenticia y, en consecuencia, el ecosistema; pero, económicamente hablando, la empresa se hace un ahorro, pues contrata menos barcos pesqueros para recoger petróleo y como se pierde de vista buena parte del problema, sicológicamente hablando, se podría argumentar una intervención “verde” para el problema, y congraciarse un poco con la comunidad humana que hoy reprocha la indolencia. Los ecosistemas del Golfo se verán seriamente afectados; difícil será para la naturaleza ser resiliente a este suceso; humedales y pantanos cubiertos de petróleo hacen imposible que las raicillas prosperen o que larvas, pichones y cachorros logren llegar a edades reproductivas, perecerán o ya han perecido en el espeso caldo del combustible fósil. Por si fuera poco ¿qué será de las comunidades humanas que viven de la riqueza
ictiológica? y, si logran pescar algo… ¿qué carga de contaminación pasará del músculo de los peces al cuerpo humano? Es imposible sustraerse a la cadena trófica; es imposible sustraerse al cordón umbilical que ata nuestra especie a la naturaleza; a pesar de ello, la concepción económica que orienta el destino de la humanidad, ha persistido en tener destapada la caja de Pandora… de la tecnología y de la mala administración de los recursos naturales. Con cada desastre se aviva la esperanza de aprender para actuar en pro de la salud humana y ambiental, sin embargo cada desastre evidencia que aún se privilegia sobre las anteriores, la voracidad del sistema económico. Pero… por qué no decirlo, voces que argumentan con independencia y fundamentación científica se van sumando en la búsqueda de una alternativa de administración planetaria que exalte el tejido vital como piedra fundamental del desenvolvimiento social, político y económico. w
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Propuestas en EDUCACIÓN del gobierno de Santos musical, animación digital, video y artes visuales, diseño, ingeniería web, redes sociales, medio ambiente, etc.). Los dos últimos años de educación secundaria podrán ser de educación técnica, a escogencia del estudiante.
Nueva educación para el nuevo siglo La educación del siglo pasado no se ajusta a las necesidades del siglo XXI. En lugar de homogenizar y estandarizar valores imperantes en la educación del pasado, desarrollaremos una educación que estimule los talentos y la riqueza individual de los niños y jóvenes colombianos, liberando su creatividad y permitiéndoles descubrir su vocación, para que hagan el máximo uso de su potencial y sus habilidades. Los educaremos para la incesante flexibilidad mental y formativa que demanda el nuevo siglo.
Atenderemos integralmente a los niños en su primera infancia
Exigiremos calidad a través de los padres de familia
Es prioritario que todos nuestros niños reciban una atención integral y digna desde la gestación y durante sus primeros años de edad, a fin de potenciar su desarrollo físico, socio-emocional y cognitivo. Articularemos al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) con los Ministerios de Educación, Salud/Protección Social, Cultura y Comunicaciones, promoviendo un alto estándar educativo y de atención para los niños y niñas menores de seis años.
Convertiremos a los padres de familia en interventores de la calidad de la educación impartida a sus hijos. El desempeño de los colegios se medirá por las pruebas Saber e ICFES, y se establecerán metas de mejoramiento. La información de seguimiento a las metas será provista directamente a los padres de familia por parte del Gobierno Nacional. Los colegios con desempeños insatisfactorios entrarán en “Consejos de Mejoramiento”, donde recibirán atención específica en las áreas críticas.
Educación gratuita para los más necesitados Un tema central es el establecimiento, a nivel constitucional (Artículo 67), de la gratuidad de la educación básica para los niños de hogares pobres. Haremos cumplir este mandato, y lo sufragaremos con el 1% del Sistema General de Participaciones para Educación.
Un pupitre y un computador para cada joven Para que el país dé el gran salto en calidad de sus graduados, promoveremos que en las escuelas y colegios del país haya disponibilidad de computadores con acceso a Internet para el
No más brechas educativas entre los colombianos
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia para el periodo 2010-2014. uso de los estudiantes y personal docente. Aspiramos a que cada estudiante de octavo grado en adelante, además de su pupitre, tenga un computador con acceso rápido a Internet.
Educando emprendedores Nuestros centros educativos deben crear no sólo empleados, sino fomentar “empresarios”, capaces de transformar su creatividad y talento a favor de la sociedad y el medio ambiente. A través del SENA y los colegios ofreceremos programas en nuevas tecnologías asociados con el emprendimiento, de alta proyección para el país (producción
Cerraremos las cuatro brechas inadmisibles: La primera, los años de educación entre las zonas urbanas y las rurales. La segunda, diferencia los logros educativos entre estudiantes de ingresos altos y bajos, y entre colegios públicos y privados. La tercera brecha es en el acceso a los bienes complementarios que requiere la educación. La última, afecta a las poblaciones afro-descendiente, indígena, población desplazada, y personas con discapacidad
Inglés para comunicarnos con el mundo Con el fin de familiarizar a los niños con el inglés desde la primera infancia, entregaremos a cada madre comunitaria, a los jardines infantiles y a las escuelas y colegios, televisiones dotadas con acceso a Internet con material pedagógico de programas en ese idioma. También formaremos profesores, y apoyaremos al ICETEX y a las regiones para financiar programas de estudio
Un nuevo balance en la educación superior colombiana
Duplicaremos la oferta universitaria
Equilibraremos el porcentaje de oferta educativa para los bachilleres: hoy, el 70 por ciento de la educación superior es universitaria, y solamente el 30 por ciento es técnica o tecnológica. En los países con los que competimos, esa proporción favorece la formación técnica. Se estimulará la educación técnica y tecnológica, y se buscarán más caminos para que graduados de estos programas puedan avanzar también a programas profesionales.
Para que un joven con vocación académica y profesional pueda avanzar, necesita acceso a la educación universitaria. La meta del país debe ser duplicar durante la próxima década el número de alumnos inscritos en las universidades, objetivo al cual dirigiremos nuestros más decididos esfuerzos. De otro lado, los veinte mejores bachilleres de cada departamento recibirán cada año un subsidio para que realicen sus estudios pos-secundarios en los establecimientos del país que ellos escojan.
Los retos de la educación superior y el gobierno de Santos de lenguas en el exterior. La meta a nivel nacional será que en diez años, cinco millones de niñas y niños tengan comando leído, hablado y escrito del inglés.
De vuelta al colegio, ayuda para reiniciar cada año lectivo Para los padres de familia colombianos más necesitados, el reinicio de las clases, al comenzar el año escolar les plantea el problema de cómo cubrir los costos de libros, cuadernos y útiles para los colegios. A las familias más vulnerables se les ayudará parcialmente a sobrellevar esta dura temporada para las finanzas familiares.
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Educación universitaria de calidad para todos
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Es inadmisible que en Colombia hoy sólo 16 de las 282 instituciones de educación superior estén acreditadas por el Consejo Nacional de Acreditación. Propenderemos porque al final de esta década la mayoría de las universidades del país estén acreditadas. Como soporte a esta política ampliaremos el programa de doctorados en universidades colombianas y la financiación para estudios en el exterior.
Apoyo a la literatura técnica y especializada Para ser competitivos en el entorno universitario internacional necesitamos que nuestra literatura técnica y especializada no se quede arrumada. Apoyaremos decididamente las editoriales universitarias, incrementando el número de revistas académicas indexadas y de artículos publicados por nuestros académicos, mejorando el ranking de nuestras universidades en el escenario internacional. Apoyaremos los doctorados nacionales, en pos de la calidad de la docencia y la investigación en Colombia. w
Marco Antonio Vélez Vélez Presidente Asociación de Profesores Universidad de Antioquia
No bien el electo Presidente Juan Manuel Santos empieza a desplegar sus banderas y a convocar a un gobierno de Unidad Nacional –como reedición transformada del Frente Nacional, aunque con la diferencia de que el pacto propuesto lo asumirán unos partidos tradicionales moribundos–, los interrogantes sobre el estilo y la forma de gestión en el campo de lo educativo se abren y más específicamente, en relación con el tema de la educación superior. ¿Qué traerá el gobierno Santos para las universidades del país, en especial, para las públicas, y para las instituciones de educación superior? Los retos que se avizoran para el nuevo gobierno son múltiples y los desafíos abundan, mucho más cuando en los 8 años del gobierno Uribe, la educación superior y las universidades públicas fueron las grandes damnificadas de una ausencia de políticas sistemáticas y coherentes para el sector. La pretendida reforma del artículo 87 de la Ley 30 propuesta a las volandas en la última fase de este gobierno apenas pretendía medrosamente llenar el vacío de una política pública integral para este importante campo de la acción del Estado. La crisis de financiación, el tema de la autonomía universitaria, las garantías para la democracia universitaria, fueron algunos de los temas que se agitaron en el gobierno que hoy fenece. Pero más que balances se trata de mostrar el panorama de aquello que como escenarios se perfilan ante el gobierno que se insinúa. Y quizá, no es tanto la novedad de dichos escenarios lo que llama la atención, como la necesidad de enfrentarlos imaginativamente. El nuevo ministro del ramo –ya se barajan nombres, algunos de no muy grata recordación para el movimiento universitario– tendrá que considerar como prioritarios algunos de los siguientes desafíos: 1. El enfrentarse a una educación superior y a unas universidades públicas puestas a girar cada vez más en la órbita de los mercados. Y ello como designio de un neoliberalismo globalizado que visualiza desde fines del siglo pasado a la universidad como un campo abierto a la mercantilización, cuando no como un nuevo mercado operante1. Formación, pues, de un mercado trasnacional de la educación superior, regulado ya no por las políticas del conocimiento sino por las exigencias de la OMC. 2. Recibir como política de los estados contemporáneos un descompromiso con la financiación de la educación pública y de las universidades públicas. Según un perfil de reducción de recursos del Estado dado que las urgencias neoliberales no ven en la educación y mucho menos en la educación superior un derecho, sólo se ve el potencial de mercado que allí subyace y la posibilidad
de encontrar, más que estudiantes, clientes y consumidores del servicio educativo. 3. El déficit de financiación de las universidades públicas del país plantea un reto no menor al próximo gobierno. Este faltante ronda el medio billón de pesos según lo denunciaron las organizaciones gremiales del profesorado universitario, en la reciente discusión sobre la reforma del artículo 87 de la Ley 30. Aquí el movimiento universitario ha lanzado varias propuestas, desde las que enuncian un incremento del orden de la tasa anual del crecimiento del IPC más 9 puntos porcentuales, hasta las que postulan un incremento de la financiación según crecimiento real de la canasta educativa2. 4. El problema quizá más grave en términos de la situación de las universidades públicas en el país es la carencia de una concepción clara, de una idea de universidad que permita reorientar los rumbos de la educación superior. Una concepción ligada a una idea de sociedad para la cual esa universidad puede fungir como generadora de una visión de horizonte. O en otros términos, que la idea de universidad sea un proyecto colectivo aupado por la comunidad nacional, en la perspectiva de una inserción en la sociedad del conocimiento, por más que se pueda pensar, que esta última es una exigencia para los países llamados avanzados. Los países periféricos no están menos concernidos por ella. 5. La democracia universitaria emerge como un tema de gran relieve y como una exigencia que, en términos de universidad pública, está atrasada o por lo menos aplazada en su concreción. Reformar la estructura de los consejos superiores universitarios en consonancia con una mayor apertura a la sociedad civil, hacer más democrática la elección de decanos y directivas académicas –vía consulta a los estamentos–, lograr que la comunidad en general, los padres de familia, las organizaciones sociales participen más activamente de la vida de las universidades; este conjunto de objetivos caben perfectamente en el campo de un ideal de democratización de las universidades públicas. 6. La revitalización del tema de la autonomía universitaria como imperativo de independencia financiera, curricular, en cuanto a la idea de convivencia cívica al interior del campus; en la posibilidad de trabajar sobre la base del disenso civilizado y racional como garantía de una confrontación razonable de idearios sociales y políticos. 7. El pensar la idea de autoevaluación y de calidad con reales connotaciones académicas y no simplemente de rendimiento de estándares educativos. La autoevaluación en perspectiva de la acreditación debe trabajar sobre un modelo de excelencia cognitiva y no de resultados o de
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meros indicadores de gestión basados en el eficientismo del uso de los recursos. 8. Retomar sobre las bases de la sociedad del conocimiento y la información, la concepción de una universidad como campo de los saberes, de las disciplinas y de la investigación científica, incluso con fines desinteresados –más allá del mercado–, pues, sólo así podremos rebasar la idea de la universidad-empresa que para algunos es el único modelo de universidad posible hoy. Se trata, efectivamente, de la universidad produciendo conocimiento y no generando subalternidad cognitiva como ocurre en los países de la periferia. Este conocimiento puede ser, como sugiere Edgar Morin, pluridimensional y transdisciplinar3. 9. Un desafío más para el movimiento universitario que para el gobierno entrante es el de la forma y expresión del pensamiento crítico en la universidad pública. La Unidad Nacional como proyecto de gobernabilidad concita la idea de un pensamiento único que busca desactivar cualquier sombra de oposición y disenso; esto en sí mismo es negativo para el desarrollo de la democracia en la universidad. La democracia exige la crítica, la deliberación, la diferencia. El unanimismo como bandera sólo propicia desecar las fuentes del uso público de la razón. 10. La internacionalización de la universidad pública en el contexto de la globalización no se puede reducir a definir sus opciones en términos de mercado de consumidores del servicio educativo. El paradigma debe ser el del disfrute de un derecho a la educación y un desarrollo de potencialidades de conocimiento nuevo y de nueva información. La internacionalización debe guiarse por la idea de la sociedad del conocimiento y la formación de los trabajadores del conocimiento. Este conjunto de enunciados –para remarcar sólo algunas tareas centrales para una agenda posible– trazan los retos que el nuevo gobierno deberá enfrentar en el campo de la educación superior pública. De su capacidad de interpretarlos y darle curso a una idea de universidad acorde con las exigencias del nuevo siglo, dependerá el que la agenda de este nivel de lo educativo no siga siendo una tarea pendiente para el Estado colombiano. No basta el abstracto llamado a la Unidad Nacional para recomponer el camino tortuoso –por el déficit de acción del Estado en los años recientes– de una política pública que enrute los desarrollos futuros de la universidad pública en Colombia. w Notas 1. Ver: Boaventura de Sousa Santos. La universidad en el siglo XXI. En: Revista Mientras Tanto, Barcelona, Icaria, N° 110-111. 2009. 2. Hay que cuantificar con precisión esta canasta educativa que involucra: crecimiento de cobertura, de infraestructura, de recursos para investigación, extensión y ampliación de planta profesoral, salario docente atrayente y equitativo, regionalización, internacionalización y en general todo aquello que cubre la presencia de la universidad en el mundo de hoy. 3. Por ello este autor llama, ya no a la universidad, exige pasar a la multiversidad. La primera depende de una figura de lo uno, la otra de una figura del pluralismo y lo múltiple. Ver: Edgar Morin. La cabeza bien puesta. Repensar la reforma, reformar el pensamiento. Buenos Aires, Nueva Visión. 2002.
Un programa educativo para el Plan de Desarrollo del Presidente Santos Jaime Restrepo Cuartas Representante a la Cámara Ex Rector Universidad de Antioquia
Las siguientes son consideraciones centrales de la propuesta del representante del Partido de la U, Jaime Restrepo Cuartas, en torno al eje de la educación durante el gobierno del presidente electo Juan Manuel Santos Colombia, en América Latina, y muy particularmente en los últimos ocho años ha puesto un énfasis fundamental en la educación. A ella dedica un poco más del 5% del Producto Interno Bruto (PIB). Haberle dado continuidad durante el Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez a un Ministro de Educación, sin antecedentes en la historia del país, ha permitido obtener logros significativos y trazar metas a mediano y más largo plazo, como se presentó en la propuesta de revolución educativa en el año 20021. Existe en la actualidad un ambicioso plan para el año 2016 y se diseñó una propuesta de Plan Decenal de Educación Superior2 con la participación ciudadana y de los sectores educativos. Esta propuesta tiene diez estrategias a las cuales se les debe dar continuidad, por el esfuerzo realizado. Allí se contemplan los siguientes puntos: fines y calidad de la educación desde la globalización y la autonomía; educación para la paz, la convivencia y la ciudadanía; renovación pedagógica desde el uso de las TIC; ciencia y tecnología integrada a la educación; más y mejor inversión en educación; desarrollo infantil y educación inicial; acceso, permanencia y equidad; liderazgo, gestión, trasparencia y rendición de cuentas; desarrollo profesional, dignificación y formación de docentes y directivos; y relación con otros actores más allá del sistema educativo. El cumplimiento de estas metas debe ser un propósito del próximo gobierno, para darle continuidad a la política trazada por el Presidente Álvaro Uribe Vélez3, y así mismo para imprimirle, al propósito de la continuidad, la definición de prioridades del próximo gobierno del doctor Juan Manuel Santos4, con base en los criterios de hacer más ágiles los propósitos del plan y con el objeto de establecer una conceptualización armónica… Por tal razón, se le debe dar un orden diferente a las metas y prioridades en el próximo gobierno. Para ello proponemos el siguiente orden.
Más inversión en educación Colombia ha venido invirtiendo en educación un poco más del 5% del PIB5 y la meta para el 2016 debería ser la de llegar al 7%. Eso será posible lograrlo en la medida en que se controlen los índices de violencia, sea exitosa la continuidad de la política de seguridad democrática y se mejore el desarrollo económico del país.
Desarrollo infantil y educación inicial La meta es lograr acabar la desnutrición infantil en Colombia en los próximos diez años (2019). Para ello se iniciará la aplicación de la Ley 1295 de 2009, de una manera progresiva, primero con los sectores más vulnerables del nivel 1 del Sisbén, y luego de los niveles 2 y 3, hasta lograr el cubrimiento global.
La educación desde la globalización y la autonomía El fin último de la educación debe ser la formación a lo largo de la vida, para tener ciudadanos comprometidos con el conocimiento y la transformación del país y con
la solución de los problemas existentes, de acuerdo con las fortalezas y debilidades que se tienen a nivel regional y nacional... Con el fin de avanzar en la internacionalización es necesario que el país sea bilingüe y para ello se debe fomentar la enseñanza de otros idiomas, en especial el inglés, y fortalecer la formación de los maestros en otros idiomas. El objetivo es formar bachilleres que en sus dos últimos años tengan orientación hacia un oficio particular, formar profesionales idóneos capacitados para el empleo y fomentar en ellos la autonomía, el emprendimiento y la competitividad.
Acceso, permanencia y equidad El acceso a la educación debe garantizarse para todos los colombianos. Las coberturas deben ampliarse de manera continua hasta lograr la totalidad del acceso, pero siempre buscando la calidad, y la equidad entre las regiones y entre las áreas urbanas y las rurales. El gobierno del Presidente Uribe ha logrado cifras altas en cobertura como el 100% para la educación básica primaria, el 80% para la educación media y el 36% para la educación superior. A
este gobierno le compete mantener la línea de mejorar coberturas pero privilegiando la formación técnica y tecnológica, disminuyendo la brecha entre las áreas urbanas y rurales por medio de la regionalización de las universidades y fomentando la capacitación para el empleo, y sobre todo y de una manera prioritaria, mejorando la calidad. Las metas de coberturas en educación deben entonces superarse. Se debe mantener la cobertura total en educación básica primaria, llegar a cobertura total en educación media con los dos últimos años del bachillerato para formar en un oficio, y lograr un 50% de cobertura en educación superior en el año 2016. La meta para la formación técnica y tecnológica a través del SENA y de las instituciones de educación técnica y tecnológica o de las universidades que lleguen a las regiones debe ser del 50% de la matrícula en el 2016. Para ello se fomentará la educación por ciclos propedéuticos6.
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Educación para la paz, la convivencia y la ciudadanía
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Metas para el 2016: desarrollar en el ciclo de competencias pedagógicas o en programas paralelos de educación formal y no formal procesos de formación integral en donde se incorporen los elementos para la paz, la convivencia y los valores ciudadanos, así como el acompañamiento de las familias en el proceso formativo y la atención psicológica en todos los planteles educativos.
Renovación pedagógica desde el uso de las TIC Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) juegan cada vez más un papel preponderante en la enseñanza, favorecen la calidad, promueven las coberturas, en especial para las regiones aisladas, fomentan la autonomía y la responsabilidad y nos introducen en el mundo de la globalización. Las metas deben incluir la adecuada dotación de todas las escuelas urbanas y rurales en el país, con las modernas tecnologías educativas y con los equipos necesarios, para que los estudiantes tengan acceso al conocimiento universal y se permita el desarrollo de capacidades autónomas.
Ciencia, tecnología e innovación integrada a la educación El sistema educativo tiene que apuntalar las bases para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Hay que despertar en los niños el interés por la ciencia y esto se logra no sólo con el fomento y la participación en los centros de divulgación de la ciencia como Maloka o el Parque Explora, sino introduciendo contenidos en los planes educativos institucionales que motiven el interés por el conocimiento y por el método científico. Ser investigadores debe ser un interés de los niños y niñas y ello se logra mostrando el camino de la ciencia como una oportunidad, como un modo de vida. Colciencias, el SENA, las universidades, los parque tecnológicos, los grupos y centros de investigación, las instituciones de divulgación de la ciencia, las incubadoras de impresas de base tecnológica y todos los actores del sistema de ciencia, tecnología e innovación, deben articularse con el Ministerio de Educación para que los niños tengan las puertas abiertas a las posibilidades de investigar. Deben además construirse comunidades científicas con la participación de los estudiantes y estos deben formar parte de los grupos de investigación y participar en las investigaciones que se desarrollen. La formación en investigación no es un objetivo sólo de las universidades, sino además de todas las instituciones de educación, incluidas las de formación técnica y tecnológica, las que deben propender por apoyar los procesos de investigación en su nivel y de acuerdo con las necesidades específicas de las regiones y del país. Necesitamos una investigación pertinente para las necesidades, para la solución de los problemas específicos del país. La política de fomentar el desarrollo científico incluye estimular la formación de maestrías y doctorados para contribuir con la construcción de una comunidad científica y fomentar las relaciones con el sector social y productivo para el logro de una investigación requerida por cada sector. Toda universidad o institución educativa acreditad en alta calidad debe tener formación en maestrías y doctorados Del mismo modo, se debe estimular la producción de artículos en revistas arbitradas, el fomento a la producción de revistas y libros de divulgación científica, la innovación, el desarrollo tecnológico, la producción de patentes y registros, el emprendimiento empresarial, la capacidad competitiva y la incubación de empresas nuevas de base tecnológica. Las metas deben ser concordantes con las del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias, para lograr que la inversión en ciencia, tecnología e innovación sea por lo menos del 1% del Producto Interno Bruto, PIB, en el año 2014, y llegar al 2% en el 2019. Asimismo, alcanzar el objetivo de iniciar el proceso de formación de 3.000 nuevos doctores para el año 2014 y que por lo menos un 20% del profesorado universitario tenga el título de doctorado y un 5% de los profesores de educación media. Lograr que el programa Ondas de Colciencias esté en todos los planteles educativos del país, que todas las universidades e instituciones de educación superior tengan grupos de investigación reconocidos y que todas las ciudades capitales posean por lo menos un centro de divulgación de la ciencia7.
Liderazgo, gestión, trasparencia y rendición de cuentas Las metas para el 2014 deben incluir la certificación en calidad del 100% de las instituciones educativas en gestión, la certificación de condiciones mínimas de funcionamiento también del 100%, la acreditación institucional de por lo menos el 30% de las universidades y el 100% de las universidades debe tener por lo menos un programa acreditado en alta calidad. El 100% de las instituciones educativas debe tener sistemas de información adecuados.
Desarrollo profesional, dignificación y formación de docentes y directivos Las metas para el 2016 deberán incluir que el 100% de los maestros y profesores participen de los procesos de capacitación y educación continua. El ingreso a la carrera docente será siempre por concursos que garanticen la idoneidad y el 100% de los profesores y maestros deberán estar en carrera. Por lo menos un 50% de ellos
deberá tener competencia en una segunda lengua y todos tendrán que ser competentes en las TIC. El 50% de los maestros y profesores de educación básica deberán tener formación en maestrías y un 5% en doctorados. Habrá pasantías a nivel internacional para un 5% de los docentes de básica y el 20% de las universidades. En educación superior un 100% de los profesores deberá tener posgrado del tipo de especializaciones, un 60% maestrías y un 20% doctorados. Un 80 % deberán tener competencias en una segunda lengua y todos deberán tener participación en investigación y hacer uso adecuado de las nuevas tecnologías educativas. La selección de profesores será siempre por concurso de méritos.
Relación con otros actores más allá del sistema educativo La familia debe hacer parte esencial del proceso formativo de los alumnos, ayudar y complementar la labor docente, por eso deben establecerse las escuelas
de padres, en las que estos deben tener un papel protagónico. La vinculación de los profesores con el sector social es esencial para buscar la solución de los principales problemas del país, al igual que la relación con el sector productivo para el logro de la innovación a partir de la investigación y la creación y desarrollo de patentes, registros, desarrollos tecnológicos y nuevas empresas de base tecnológica8. w Notas 1. Cecilia María Vélez White. La revolución educativa. Cartagena, agosto de 2002 2. Plan Decenal de Educación 2006-2016. Ministerio de Educación Nacional 3. Plan Nacional de Desarrollo Educativo. Informe de gestión junio del 2008 a noviembre del 2009. Bogotá 4. Programa del candidato a la Presidencia de la República de Colombia, doctor Juan Manuel Santos Calderón, Bogotá, abril de 2010 5. Ana María Iregui, Ligia Melo y Jorge Ramos. Evaluación y análisis de la eficiencia de la educación en Colombia. Banco de la República. Bogotá febrero de 2006 6. Ley 749 de julio de 2002. Por la cual se organizan los ciclos propedéuticos 7. Francisco Miranda M. Colombia construye y siembra futuro. Política nacional de fomento a la investigación y la innovación. Bogotá, febrero de 2008 8. Comités Universidad Empresa Estado. CUES. Logros en el 2007
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Título Honoris Causa de Doctora en Ciencias Sociales Fotos Luis Javier Londoño Balbín
Posgrado / Investigación
Alicia Dussán de Riechel-Dolmatoff
Una de las tragedias actuales es el exterminio de las culturas indígenas, que son el mayor tesoro humano que pueda tener el país, dice Alicia Dussán de Reichel-Dolmatoff, quien en la entrega del título honoris causa también fue homenajeada por la comunidad emberá chamí de Cristianía.
E
stá próxima a cumplir noventa años y sigue tan campante, tan inquieta, tan lúcida, y tan crítica como lo ha sido siempre en su ya dilatada y fructífera vida como antropóloga y como intelectual de tiempo completo, buena parte de cuyo trayecto lo hizo al lado y con el también muy reconocido profesor, colega y compañero de viaje Gerardo Reichel-Dolmatoff. Categórica, pero también con su característico muy buen sentido del humor nos dijo que odia la vejez y que no se siente vieja, ni mucho menos. Y así es. Pionera en su campo y desde su campo, le señaló caminos al país, a las comunidades afrodescendientes, a los pueblos indígenas y a las mujeres. Pero no le gusta el feminismo. Afirma que en su trasegar nunca ha sentido discriminación por su condición de mujer y considera que el feminismo no sólo tuerce la realidad, sino que además es ridículo. Y tras su legado, de muchos estudios, de muchos viajes y denuncias, hoy sigue demandando un rol más decisivo y protagónico de la antropología y de los antropólogos, a quienes les encomienda velar por la preservación de nuestras riquezas étnicas, por las culturas negras e indígenas, y develar los atropellos a los que han estado y siguen sometidas.
El rector Alberto Uribe Correa toma el juramento de rigor a la profesora Alicia Dussán de Reichel-Dolmatoff, al recibir el título que la acredita como digna egresada del Alma Máter. A la derecha, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Luz Stella Correa Botero. Que la Universidad de Antioquia le tribute un homenaje al otorgarle el Título Honoris Causa de Doctora en Ciencias Sociales comporta para Alicia Dussán de Reichel-Dolmatoff especial significado y mucha emoción, como lo dejó dicho al final de su intervención en el Paraninfo, el 15 de junio pasado. “Para mí es una alegría y una interrogación: cómo una universidad para la que yo no he hecho nada sí
se recuerda que yo vivo y me corona de una manera tan especial. Estoy muy feliz de que haya esa gratitud de Antioquia”, expresó.
Deuda En ese sentido, el rector de la Universidad de Antioquia Alberto Uribe Correa concibió la entrega del Título Honoris Causa como la oportunidad de saldar una deuda histórica de la academia colombiana con una de las primeras mujeres
de nuestro país que decidió transitar por la senda de la ciencia. “Lo hacemos al ser la primera universidad en otorgarle un Doctorado Honoris Causa; en este caso, el de Doctora en Ciencias Sociales. Y digo que saldamos una deuda histórica porque se trata de una pionera de la antropología colombiana, considerada la primera arqueóloga del país, área en la que se destacó junto a su esposo Gerardo Reichel-Dolmatoff.
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También sobresalió en campos de la antropología como la urbana, la física, la aplicada y la médica, y fue precursora de la antropología del género en Colombia”. Mediante su ejercicio antropológico –resaltó el rector–, Alicia Dussán contribuyó a cambiar la mentalidad tradicional de segregación racial y étnica existente en Colombia antes de 1950, por una más democrática y equitativa; apoyó la titulación de los territorios indígenas. Muy importantes fueron sus diálogos con los constitucionalistas sobre el reconocimiento y la participación de las comunidades indígenas y afrocolombianas en la formulación de la Constitución de 1991. Así mismo, su membresía en la Academia Colombiana de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y en la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, permitieron a la mujer colombiana ocupar un lugar en instituciones científicas del más alto nivel. “Por eso –observó Uribe Correa–, para el Alma Máter de los antioqueños y para la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas constituye un verdadero orgullo concederle este título, Doctora Alicia Dussán de ReichelDolmatoff, en reconocimiento por toda una vida dedicada a la antropología. Estamos convencidos de que usted es y será un referente para nuestros antropólogos y profesionales de las ciencias sociales y del conocimiento en general”.
Perfil Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Luz Stella Correa Botero, esbozó algunos trazos del perfil académico-científico y humano de la profesora Alicia Dussán, una mujer que desde muy niña –dijo–, en medio de su vida familiar y escolar, cuando estudió en el gimnasio moderno, se empezó a interesar por la diversidad cultural. Y agregó: "Alicia Dussán recorre en su vida un camino en que su ser, sentir y vivir como mujer, se entrecruza en un proyecto de vida de ser esposa, madre y profesional, siendo este último con el que soñó desde niña: ser mujer profesional con un doctorado internacional. Ella construye este proyecto de vida profesional y de familia
con el apoyo incondicional en el más amplio sentido de la palabra de su madre, quien con su convicción y generosidad permitió que existiera en el campo de la antropología un equipo de investigadores y una pareja de esposos como Alicia Dussán y Gerardo su esposo. (…). Ha sido una mujer con una visión de lo internacional, tanto en relación con la diversidad cultural en el mundo, como con todo lo que tiene ver con el ejercicio profesional articulado con la comunicad académica internacional. Alicia Dussán, como antropóloga e investigadora, preguntándole un día sobre qué pensaría ella para compartir con las nuevas generaciones de estudiantes y profesionales de la antropología, comenta: estar atentos con el tema de las publicaciones, mantener una conexión permanente con el debate internacional de la antropología y de otras ciencias sociales; además de que evoca la importancia de participar activamente en eventos académicos con ponencias presentando resultados de sus investigaciones; y a propósito de lo internacional, Alicia Dussán menciona el decisivo papel que tiene el manejo de otros idiomas. Su vida profesional como antropóloga siempre ha estado conectada con equipos de investigación interdisciplinar, como dan cuenta sus trabajos en el campo de la antropología médica y antropología urbana, así como en el ámbito de los museos y de la educación. Alicia Dussán es ejemplo de una antropóloga pionera en su ejercicio profesional, proyecto este que se volvió de vida, construido este con el esfuerzo por el logro de metas y de sueños en un momento en el que el lugar de las mujeres no estaba pensado en el terreno de la antropología y menos del trabajo de campo por todo el país. Construye su vida profesional entre el mundo del derecho, la sociología y la antropología, en espacios que para la época estaban dominados por la presencia de los hombres. Alicia Dussán se desempeñó de forma integral en el ejercicio de una antropología que la llevó a trabajar tanto en la docencia,
Aunque en 70 años se han graduado miles de antropólogos colombianos, y se han hecho miles de investigaciones y publicaciones que han contribuido al conocimiento del país, es triste reconocer que nuestros pueblos indígenas están desapareciendo, y que nuestra cultura campesina y afrodescendiente sigue en la pobreza y la inequidad. Estamos perdiendo todo sentido de identidad y de pertenencia: Alicia Dussán. como en la investigación y la extensión y la gestión con entes internacionales para los apoyos a proyectos en el país. Allí ha sido pionera en la creación de metodologías de investigación, de instrumentos de registro de información en campo, así como del tema de la antropología visual como estrategia comunicativa fundamental en la investigación. Así mismo, en el campo de estudios de género lideró estudios de género en la costa Caribe, orientados a la nutrición, la familia, el ciclo vital, las industrias caseras femeninas y la salud. Otro aspecto importante de su formación y de su persona ha sido la generosidad para entregar sus conocimientos, su trabajo y compartirlo con los otros sin restricción de afectos, credos ni ideologías, es así que le agradecemos el haber donado al departamento de Antropología uno de sus informes fotográficos de su investigación en antropología urbana en barrios de Bogotá, material significativo de su experiencia en el CINVA y el tema de vivienda de interés social. Esta donación es una muestra de su generosidad y de con-
fianza, a la cual esperamos no defraudar y estar a la altura de su gesto y custodiar su legado, siendo utilizado como material docente para las nuevas generaciones, en donde se resalte y recalque la importancia de la fotografía en la formación y el ejercicio antropológico. Es a la persona, a la mujer, a la investigadora, a la científica, que por más de 70 años ha dedicado su vida a la comprensión de las sociedades campesinas, indígenas y urbanas de Colombia, así como a su historia, presente y futuro a quien hoy la Universidad de Antioquia a solicitud, del Departamento de Antropología, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, le otorga hoy el Doctorado en Ciencias Sociales. Como decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas –concluye Correa Botero– y en nombre de la Universidad de Antioquia, permítame darle las gracias por recibir este título que se le otorga y por ser ejemplo de una mujer tenaz, que para su época siempre estuvo adelantada con la capacidad amplia de comprender y explorar diferentes dimensiones en el mundo académico y personal". w (LJLB)
Palabras de la profesora Alicia Dussán de Reichel-Dolmatoff, luego de recibir el Título Honoris Causa de Doctora en Ciencias Sociales, conferido por la Universidad de Antioquia el 15 de junio de 2010 en el Aula Máxima del Paraninfo.
S
eñor Rector, miembros del Consejo Superior Universitario, miembros del Consejo Académico, colegas del Departamento de Antropología, amigas y amigos. Me siento muy honrada y profundamente agradecida por este Doctorado Honoris Causa, que ustedes tan generosamente me confieren. Agradezco también las amables palabras de cada uno de ustedes. Este gran homenaje cierra un ciclo en mi larga trayectoria antropológica, un ciclo de casi 70 años, tarea llevada en parte con mi esposo y colega Gerardo Reichel-Dolmatoff. Tengo casi 90 años. En 1941 recibí el primer diploma de An-
tropología (Etnología) de manos del Presidente Eduardo Santos en el Palacio de Nariño, o sea que soy parte de la primera promoción de estudiantes del Instituto Etnológico Nacional. Yo estaba en tercer semestre de Derecho en la Universidad Nacional en Bogotá, pero cuando supe que el profesor Paul Rivet había llegado a Colombia y estaba fundando el Instituto de Etnología Nacional, me interesé más en saber sobre el origen y la evolución de las culturas colombianas. Rivet era el padre de la antropología francesa y había sido el fundador del Museo del Hombre en París. Era un Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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¿Qué antropología hacer para Colombia hoy?
intelectual de izquierda socialista que escapaba del nazismo en Europa y llegaba a Colombia exiliado. Él tenía la convicción de que la antropología era un medio singular para lograr la convivencia entre los pueblos y el respeto entre las culturas. Rivet se hizo apóstol de una etnología concebida como una disciplina que él llamaba “de vigilancia”, donde la etnología debía ser una escuela de optimismo, y donde era prioritario una inversión en una misión social, cultural y política de construcción; así como de una nueva manera de educación de los pueblos para reformar mentalidades. Él creía que los científicos deberían ser adalides de la sociedad y que teníamos una responsabilidad con nuestros conciudadanos, debíamos estar atentos al conocimiento, atentos a los eventos políticos y siempre alertas acerca de los peligros que amenazan la concordancia social y humana. En sus cursos él nos formó bajo esta filosofía, esta responsabilidad y esta misión. Lo más importante para él era que tuviéramos el conocimiento necesario para luchar contra toda forma de discriminación, racismo e intolerancia. ¿Qué he visto durante estos
últimos 70 años de la antropología colombiana? Se ha pasado del origen de la antropología y arqueología a su evolución en distintas escuelas y paradigmas. También hemos logrado la profesionalización en departamentos de antropología y en instituciones de investigación. Pero también vemos que de la gran diversidad cultural de Colombia y en especial de sus 90 grupos etnolingüísticos amerindios hay muchas culturas indígenas que están cada vez más amenazadas por la discriminación, la indiferencia, el conflicto armado, y además del desplazamiento forzado de sus culturas y territorios milenarios. Aunque en 70 años se han graduado miles de antropólogos colombianos, y se han hecho miles de investigaciones y publicaciones que han contribuido al conocimiento del país, es triste reconocer que nuestros pueblos indígenas están desapareciendo, y que nuestra cultura campesina y afrodescendiente sigue en la pobreza y la inequidad. Estamos perdiendo todo sentido de identidad y de pertenencia. ¿Qué antropología hacer para Colombia hoy y en el futuro? ¿ Hace sentido sólo seguir las grandes corrientes de la antropo-
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¿Por qué apenas en los últimos años el país la viene a reconocer su trayectoria académica y científica de 70 años? —Mi esposo hizo ene trabajos, otros los hice yo y otros los hicimos en conjunto y en las citaciones bibliográficas, especialmente las mujeres, hablan de Gerardo [Reichel-Dolmatoff] y me borran. Dentro del mismo círculo de mujeres tienen un comportamiento machista…Es curioso y digno de estudio. Me siento muy feliz de haber logrado tanto reconocimiento afuera y tantas publicaciones, y este reconocimiento del título honoris causa es lo más maravilloso, porque en las universidades o lugares en donde realmente trabajé es la tierra del olvido de Carlos Vives, me han borrado, y me duele mucho que donde yo trabajé y mi esposo trabajó y formamos juntos tantos antropólogos se les olvidó que existimos, entonces este homenaje tiene mucho significado que sea en Antioquia y en esta universidad. ¿En qué dirección debe trabajar la antropología? —Debe examinar por qué Colombia está como está, que el país no acabe de exterminar los grupos indígenas, que no acabe con el medio ambiente y luche contra el racismo. Dónde ven ustedes un arzobispo negro o un gobernador negro, seguimos con las mismas taras. ¿Qué perspectivas le ve a las nuevas generaciones de antropólogos que se están formando? —No tengo la menor idea, mis colegas me han marginado, hace tiempos nos dieron por muertos, entonces el año pasado y éste ha habido muchos homenajes para mí, pero, cómo te digo, es como honrar a una momia, porque salimos de la Universidad de los Andes de un departamento que fundamos
hace como cuarenta años y desde ese momento no hubo ninguna universidad de Colombia que dijera ‘venga, los necesitamos’, entonces tuve que trabajar en muchas cosas interesantes, pero no porque escogiera. A mi marido no le dieron desde el año 70 ninguna posibilidad de trabajo en Colombia y yo trabajé en el ministerio de Educación, en Salud, en mil campos porque necesitábamos comer y porque a mi marido no le dieron un chance desde el momento en que salimos de Los Andes hasta que murió en Colombia. ¿Qué le gusta, qué le preocupa y entristece del país? —Me gusta la calidad humana, el paisaje, pero me aterro de ver que no solamente este siglo, sino primero la conquista, semejante matanza de gente, la colonia que hizo estratificaciones, que solamente los de sangre pura, los españoles, podían dominar, esa escala tan terrible de discriminación entre más oscura la piel de la gente. Pero el punto es que hace dos siglos que nos llamamos independientes y son dos siglos de violencia. La historia del siglo XIX está llena de guerras, yo me crié con esas historias de todas las guerras, donde habían matado a todos mis parientes liberales, donde mi familia se había arruinado; luego vino una pequeña pausa que creíamos de paz en el país, pero toda la vida ha sido violencia y es un país donde el Estado no lo percibo y hay un fracaso muy grande del catolicismo, de la Iglesia, porque los principios más básicos del cristianismo no los conocemos o no los aplicamos. Es muy triste y pensar que Colombia se ha globalizado, pero por la droga, no por el nivel académico, ni por los descubrimientos. Es muy doloroso ver que el país es conocido por las drogas y por las matanzas. ¿A qué atribuye las violencias nuestras? —En Suramérica desde la independencia nuestra historia ha sido de las más violentas. No sé cuál es la causa. Mucho es la injusticia social y últimamente la droga. ¿Cómo ha hecho para conservar tanta vitalidad y lucidez a sus 90 años? —Primero, odio la vejez y los viejos. Me parece horrible ser vieja, no me siento vieja. Y creo que mis mejores amigos son jóvenes, por ejemplo Carlos Vives. ¿Y la clave? —No sé, tal vez todo el camino que llevé, tan extraño para mi época y que leo y he viajado muchísimo.
logía internacional de las últimas décadas tales como el estructuralismo, el posmodernismo (o posestructuralismo), o la más reciente antropología evolutiva? Hoy es relevante la ‘antropología de reverso’ o la endoantropología donde por ejemplo los conceptos y enfoques en las investigaciones no serían solamente los de la antropología científica occidental sino, ante todo, los de las mismas comunidades y sociedades, que enriquecerían con ello la comprensión y el respeto por las diferencias culturales existentes y las críticas que las diferentes posiciones postulan desde la condición de sus sociedades. Y dado que actualmente Colombia vive una encrucijada tan grave, ¿es necesario construir una antropología totalmente nueva que sea relevante a las condiciones del país en que vivimos?
rales. Esa antropología también debe llegar a los colegios, a los medios de comunicación, y a los nuevos medios como el internet, y al público en general. Estas deben hacerse con actividades que permitan construir o reconstruir culturas de paz y de tolerancia. Esa antropología requiere redefinirse también en los museos donde el indígena no siga siendo expuesto como gente del pasado, e inexistente en el presente y el futuro. Segundo: una antropología que contribuya a que logremos el progreso en Colombia sin que destruyamos el medio ambiente, pues estamos degradando ecosistemas, biodiversidad y fuentes de agua; o sea una antropología que entienda y aplique el logro del desarrollo sostenible, que como ustedes saben es lograr que presentes y futuras generaciones logren no sólo la sustentabilidad eco-
No tengo la respuesta pero les daré unas pistas. Creo que sí, sí hay que construir una antropología diferente para Colombia. Una antropología que no sólo analice sino que contribuya a la construcción de una Colombia mejor. Una antropología que de manera interdisciplinaria e intercultural no se enfoque meramente a desarrollar estudios puntuales, sino que se enfoque al logro de soluciones a los problemas de Colombia. Por ejemplo: Primero: una antropología que contribuya a que logremos vivir en paz en Colombia. Esa antropología requiere no sólo de una investigación aplicada que defina las causas de los problemas y conflictos y sus posibles soluciones, sino también requiere llegar a los sectores que toman las decisiones políticas, sociales y cultu-
nómica, sino la sustentabilidad social y ambiental. Ya sería muchísimo si la antropología colombiana, en el contexto de un enorme esfuerzo interdisciplinario e intercultural, lograra contribuir a esas dos grandes metas que harían tanto por Colombia. Estando ya al final de la vida, me voy con el convencimiento del deber cumplido y de haber contribuido a sentar las bases de una antropología aplicada e interdisciplinaria. Tengo la certeza que ustedes, mis colegas y amigos, que tienen la calidad profesional y el sentido de responsabilidad, son el futuro de la nueva antropología que necesita el país. Confío en ustedes, y sé que desde la Universidad de Antioquia ustedes pueden contribuir a liderar el cambio que necesita Colombia. Muchas gracias, estoy muy emocionada. w
Reconocimiento a la labor del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias
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Investigación
Por José Luis Franco Coordinador del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias
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En reconocimiento a la trayectoria del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, la Fundación Jeffrey Modell nos ha seleccionado este año como el nuevo Centro Nacional y Regional de Referencia para el Diagnóstico y la Investigación Jeffrey Modell Diagnostic Center for Primary Immunodeficiencies en la Universidad de Antioquia; esta iniciativa cuenta con el apoyo económico de Laboratorios Baxter®. La apertura de este Centro en Colombia, además de exaltar y apoyar la labor del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias y de la Fundación Diana García de Olarte para las Inmunodeficiencia Primarias en el país y el mundo, nos posiciona como el tercer grupo en su categoría en recibir esta distinción en América Latina. Este Centro será un pilar fundamental para continuar con nuestra tarea de fomentar el conocimiento y el diagnóstico temprano de las IDP y garantizar el acceso de los pacientes afectados a una adecuada atención médica con una visión integral. Reseña del Grupo Las inmunodeficiencias primarias –IDP– son enfermedades congénitas (o adquiridas) causadas por alteraciones en genes que afectan la producción y/o función de moléculas necesarias para el desarrollo, mantenimiento y regulación del sistema inmune y las respuestas inmunes. Hasta ahora se han descrito más de 200 cuadros clínicos de IDP de los cuales se han definido la causa molecular de más de 150. Sin embargo, se estima en más de mil los genes que participan directamente en la respuesta inmune y que al fallar, podrían, bajo ciertas circunstancias, conducir a un fenotipo clínico de IDP. La frecuencia de estas enfermedades es de aproximadamente 1 en cada 2.000 nacidos vivos con una prevalencia estimada de alrededor de 1 en 5.000 1:10.000 en la población general. La manifestación clínica más relevante de las IDP es la alta susceptibilidad a infecciones usualmente moderadas a severas, que característicamente son recurrentes, persistentes, debilitantes y crónicas y causadas por diferentes tipos de microorganismos. No obstante, algunas de estas enfermedades también se asocian a manifestaciones alérgicas e inflamatorias crónicas y autoinmunes y a una mayor incidencia de ciertos tipos de cánceres. Estas enferme-
dades se asocian a alta morbilidad y mortalidad porque el intervalo de tiempo en el que la enfermedad se manifiesta clínicamente por primera vez y el momento en que se confirma el diagnóstico puede llegar a ser incluso de años. No existen cifras concretas en Colombia acerca del costo que representan estas enfermedades en el Sistema de Salud, no obstante la Jeffrey Modell Foundation ha realizado estudios para determinar el impacto económico de las IDP no diagnosticadas en el Sistema de Salud de Estados Unidos, el cual se calcula en 40.000.000 millones de dólares por año; es decir, se estima que en un año, un paciente con una IDP no diagnosticada le representa al Sistema de Salud de ese país más de 100.000 dólares, mientras un paciente diagnosticado y tratado adecuadamente cuesta aproximadamente 22.696 dólares. De esta manera, con un diagnóstico y tratamiento apropiados el ahorro anual es de casi 80.000 dólares por paciente. Con el fin de propender por el diagnóstico y manejo clínico más adecuado de los pacientes con IDP, en el año 1980 y mediante la gestión de la Doctora Diana García de Olarte (Pediatra, Infectóloga e Inmunóloga) y del Doctor Helí Salgado Vélez (Pediatra e Inmunólogo), se creó en la Facultad el Servicio de Inmunodeficiencias Primarias. El éxito casi inmediato
Para continuar en su labor holística de atención integral a nuestros pacientes, el GIDP con el apoyo de los pacientes y sus familiares constituyeron legalmente en el año 2006 la Fundación Diana García de Olarte para las Inmunodeficiencia Primarias –FIP– de esta iniciativa trajo consigo el aumento progresivo en el número de pacientes atendidos y puso en evidencia las dificultades que existen alrededor de estas enfermedades, no solo por la falta de conocimiento acerca del sistema inmune y las IDP en la comunidad médica, sino también las dificultades a las que se enfrentan los pacientes afectados a la hora de recibir un tratamiento integral adecuado en nuestro país. Los avances en las áreas clínicas y de investigación de este servicio y el trabajo incansable de sus miembros, así como el apoyo decidido de la Universidad de Antioquia, llevaron finalmente a la consolidación de esta iniciativa con la creación del Grupo de Inmunodeficiencias Primarias –GIDP–, el cual, hoy en día, es catalogado por Colciencias como Grupo “A” y es reconocido en los ámbitos nacional e internacional por su labor de investigación en IDP. Dichas investigaciones se han divulgado en más de 50 publicaciones internacionales y más de 70 nacionales, así como su participación activa en eventos científicos de índole nacional e internacional, lo cual ha merecido el reconocimiento de instituciones tan prestigiosas como la Fundación Alejandro Ángel Escobar –Premio de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales–, así como el reconocimiento de la Universidad de Antioquia –Premio a la Investigación–, entre otras. El GIDP actualmente cuenta con un área de atención clínica en la IPS Universitaria y un laboratorio clínico especializado en inmunología y medicina molecular,
y realiza investigación básica y clínica en IDP en la Sede de Investigación Universitaria (SIU) de la Universidad de Antioquia; además, es centro de entrenamiento en inmunología para estudiantes de pre y posgrado en áreas básicas y clínicas, con el servicio más reconocido de entrenamiento formal en inmunología en el país para residentes de pediatría y otras especialidades médicas. El GIDP tiene como eje central de trabajo la atención clínica, la docencia y la investigación en estas enfermedades y en aras de expandir todos sus programas a la comunidad general, desarrolla múltiples actividades con miras al fomento del conocimiento para la la detección y el manejo integral de estas enfermedades en Colombia. Para continuar en su labor holística de atención integral a nuestros pacientes, el GIDP con el apoyo de los pacientes y sus familiares constituyeron legalmente en el año 2006 la Fundación Diana García de Olarte para las Inmunodeficiencia Primarias –FIP– (www.fundacionfip. org.co), una entidad de índole profesional, cultural, social y benéfica sin ánimo de lucro, que busca asegurar el presente y futuro de las personas que padecen IDP, mediante acciones avanzadas de promoción, asesoría clínica, asistencia e investigación, llevadas a cabo por talento humano idóneo y comprometido con los valores de la Fundación. Hoy, esta organización es la única en Colombia dedicada al cuidado integral de los pacientes con IDP y es igualmente la única organización de pacientes
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Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico
Foto Archivo Periódico ALMA MATER
aceptada por la International Patient Organization for Primary Immunodeficiencies –IPOPI–, una organización con sede en Londres (Inglaterra) y que alberga a fundaciones de pacientes de 33 países, trabajando globalmente para promover el acceso al diagnóstico temprano y tratamiento y cuidado óptimo de pacientes con IDP (www.ipopi.org). La Fundación Jeffrey Modell –JMF (su sigla en inglés)– Es una organización global sin ánimo de lucro con sede en Nueva York (Estados Unidos) y fue establecida en 1987 por Vicki y Fred Modell en memoria de su único hijo Jeffrey, quien murió a la edad de 15 años por las complicaciones derivadas de una inmunodeficiencia primaria (www.info4pi.org). La JMF apoya el estudio, diagnóstico y manejo de estas enfermedades, mediante el soporte a la investigación, la educación médica continuada y la concientización de la comunidad médica y general en IDP. Para avanzar en su misión, la JMF ha venido desarrollando una prestigiosa red mundial de apoyo a entidades que trabajan en IDP en el mundo, y hoy esta red ya representa más de 70 Centros de Diagnóstico e Investigación Jeffrey Modell Diagnostic and Research Centers y más de 180 centros de referencia en lo que se denomina la Jeffrey Modell Centers Networks en 191 ciudades de 55 países alrededor del mundo. w
Luis Fernando García, líder del Grupo de Inmunología Celular e Inmunogenética 7PM es la abreviatura del Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico. Con una duración de siete años (2007-2013) y un presupuesto de más de 50.000 millones de euros, 7PM es un instrumento fundamental
para cubrir las necesidades de Europa en materia de incremento de competitividad y mejorar el liderazgo en una economía mundial basada en el conocimiento. La mayor parte de este dinero se destina a subvenciones para agentes de la investigación de toda Europa y fuera de ella, con el fin de cofinanciar proyectos de investigación, acciones de coordinación y apoyo, desarrollo tecnológico, proyectos de demostración científica y becas de movilidad internacional para investigadores senior y junior. Las becas de investigación 7PM exigen la movilidad entre países. Las actividades financiadas deben tener un “valor añadido europeo” como la transnacionalidad de muchas acciones: los proyectos de investigación son realizados por consorcios en los que participan diferentes países comunitarios y extracomunitarios. Cabe recordar que muchos retos de la investigación (por ejemplo, la investigación sobre la fusión, el espacio, nanotecnologías, etc.), revisten tal complejidad que solamente se pueden afrontar a escala comunitaria e internacional.
La Universidad y el 7PM La Universidad de Antioquia participa en iniciativas aprobadas como la acción de apoyo EUCO-Net, con la presencia del Grupo de Inmunología Celular e Inmunogenética de la Facultad de Medicina, dirigido por el profesor Luis Fernando García Moreno, acción cuyo objetivo es proporcionar una visión global del estado del arte en el VIH y la tuberculosis y el manejo de la enfermedad en los distintos países socios. Para el segundo semestre del año 2010 se tiene previsto en la Sede de Investigación Universitaria –SIU–, la realización de un taller sobre formulación de propuestas, dirigido a investigadores y gestores con potencial de participación en las oportunidades del 7PM, en tanto se espera llevar a cabo un nuevo taller temático en salud para finales de año y uno temático en energía para inicios del 2011. Fuente: Dirección de Relaciones Internacionales Universidad de Antioquia
VI simposio internacional
21 al 23 de julio de 2010 • Centro Internacional de Convenciones Aves María • Sabaneta- Antioquia, Colombia Con el objeto de promover el intercambio de experiencias para identificar alternativas y posibilidades que permitan afrontar la crisis energética mundial, el Ministerio de Minas y Energía, el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas –IPSE– y la Corporación Académica Ambiental de la Universidad de Antioquia, en asocio con la Alcaldía de Envigado y el grupo Monarca, realizarán el VI Simposio Internacional de Energía y Frontera Tecnológica en el Sector Rural. En consideración a la inestable dinámica de los mercados petroleros, se hace urgente y muy necesario acelerar cambios regulatorios para estimular el desarrollo de las energías renovables como la solar, la eólica o las de
origen agrario: biomasa, bioalcohol, biodisel, entre otras, con el propósito de acelerar procesos de investigación, desarrollo, innovación, además de apropiación tecnológica tratando de complementar la canasta energética. En este evento se ofrecerán las temáticas: cambio climático, energización rural, frontera tecnológica e investigación aplicada. Así mismo, continuará la estructuración del Observatorio de Energías Renovables para América Latina y el Caribe, el cual pondrá a disposición de los países de la región una plataforma de conocimiento y facilidades técnico-financieras que permitirán a los agentes compartir tecnologías aprobadas e implementar acciones y proyectos específicos para el desarrollo de las energías renovables.
Contará con la presencia de ponentes de talla internacional provenientes de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y Asia, tal como se evidenció en la versión del año anterior, en donde además se contó con delegaciones de 25 países. Adicionalmente se realizará una muestra empresarial en un espacio paralelo al Simposio, con empresas del sector energético y ambiental que exhibirán sus productos y servicios. Dentro de la estructura metodológica del Simposio está programada una mesa de discusión diaria en la que se debatirán temas energéticos, ambientales y de la actividad agrícola, liderados por los ministros de la cartera respectiva, con las entidades del sector.
Informes: Medellín: Corporación Académica Ambiental Universidad de Antioquia. Teléfono (4) 2195195. Fax 2195196. Correo electrónico: coramextension@quimbaya.udea.edu.co. Bogotá: Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas (IPSE). Teléfono (57) (1) 6449300 extensión 344. Correo electrónico: simposioenergia@ipse.gov.co • http://www.ipse.gov.co/
Inscripciones: http://reune.udea.edu.co
Colombia y el talento de sus investigadores
Una de las metas de la saliente directora de la Escuela de Microbiología, Ángela María Arango Rave, fue el fortalecimiento de la actividad investigativa en dicha unidad académica y la consolidación de relaciones con la comunidad científica nacional e internacional. En el marco de tales propósitos, los investigadores en Biología Molecular Gustavo Gámez y Sven Hammerschmidt visitaron la Universidad de Antioquia e intercambiaron conocimientos y experiencias con profesores y estudiantes. El comunicador Gabriel Jaime González Flórez habló con ellos sobre sus logros y expectativas.
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l profesor Gustavo Gámez, de 32 años, natural de Maicao, en La Guajira, culminó en 1994 sus estudios de bachillerato en Ciencias Naturales en el Liceo Nacional Marco Fidel Suarez de Medellín. Entre 1995 y 2002 estudió el pregrado en Biología con énfasis en Genética y Biología Molecular en la Universidad de Antioquia. Posteriormente viajó a Paris donde realizó una pasantía en Terapia Génica. Al regresar a Colombia, inició en 2003 la Maestría en Biología, culminándola en 2006. En la versión 2004 del “Concurso Público de Méritos Universidad de Antioquia 200 Años”, presentó su candidatura y logró ganar la plaza que la Escuela de Microbiología ofrecía para vincular a un docente en el área de Biología Molecular e Ingeniería Genética. Desde entonces ha contribuido al desarrollo investigativo de la Escuela y de la Universidad. En calidad de becario del programa alemán DAAD-ALECOL y en comisión de estudios concedida por la Universidad de Antioquia, inició sus estudios de PhD en Biología Molecular en la Universidad Ludwig Maximilians de Munich, al sur de Alemania, donde por su desempeño logró un Teaching/Research Assistant. Ahora se encuentra culminando dichos estudios en la Universidad Ernst-Moritz-Arndt de Greifswald, al norte de Alemania, liderando cinco proyectos de investigación en Biología Molecular de Streptococcus pneumoniae, bajo la asesoría y supervisión del doctor Sven Hammerschmidt. —¿Cómo se siente con el estado actual de su carrera profesional y cuál es su satisfacción al investigar en ciencias? —Me siento muy feliz y satisfecho por las cosas que he logrado. Soy un investigador en proceso de formación con muchas ganas, sueños y objetivos. Como estudiante en la Universidad de Antioquia tuve la oportunidad de aprender demasiado en Biología Molecular e Ingeniería Genética con excelentes profesores y, ahora, con el profesor Hammerschmidt en su laboratorio tengo todas las herramientas necesarias para desarrollar aún más mis habilidades en la investigación. Recombinar moléculas de DNA, clonarlas, diseñar y construir nuevos vectores de clonación e idear nuevas estrategias para la producción de proteínas recombinantes específicas y construcción de cepas bacterianas mutantes, es algo que me apasiona y que estoy seguro que realizaré por mucho tiempo en mi vida al servicio del Alma Mater de Antioquia.
Foto cortesía Escuela de Microbiología
Investigación
Somos como bacterias en cultivo, luchando contra todos los antibióticos
Gustavo Gámez y Sven Hammerschmidt —De acuerdo con sus experiencias como investigador en Colombia y en Europa, ¿cuál es su percepción de las diferencias existentes? —Definitivamente, y aunque no tengo una amplia experiencia como la puedan tener otros, considero que la principal diferencia en investigación entre Colombia y los países de Europa es el apoyo económico, logístico y administrativo que se le otorga a la misma. En Europa hay más dinero para investigar, las empresas y casas comerciales quedan a la vuelta de la esquina y los sistemas jerárquicos de administración de la investigación son muy eficientes. De Colombia solo puedo decir que estamos mejorando y que lo único que nos consuela es que tenemos talentos innatos para asegurar la calidad de nuestras actividades cotidianas y profesionales. La investigación en ciencias no es la excepción. Colombia tiene muchos genios. Pero es preocupante saber que en pleno siglo XXI, donde las facilidades de comunicación y el internet homogenizan el conocimiento mundial, nuestros talentos deban desplazarse a otras latitudes para buscar nichos apropiados para el desarrollo de sus habilidades. Por muchas razones, tales como la carencia de recursos económicos, la baja oferta de becas y la competencia a muerte por el cupo único que ofrecen las existentes, e incluso la pobre comunicación en otro idioma, salir al exterior sigue siendo aún privilegio de “muchos-pocos”. Me explico: somos muchos, pero seguimos siendo pocos y esto sacrifica la masa crítica potencial con la que cuenta el país. Jóvenes que se quedan atrás con sueños que los empujan hacia adelante, pero que los procesos de selección los condenan a quedarse. Somos como bacterias en cultivo: tenemos el potencial para crecer rápido y ser habilidosos; lástima que nos toque luchar contra todos los antibióticos. —¿Qué mensaje le quiere dejar a los estudiantes, docentes e investigadores de la Universidad de Antioquia? —Mi mensaje claro para la comunidad universitaria en general es uno solo: somos buenos en lo que hacemos y seguimos mejorando, pero nos toca vivir la realidad de los pocos recursos. Consideremos y aprovechemos más las oportunidades que se nos generan en el seno de la Universidad. Interesémonos más por las actividades académicas y, ante la presencia de expertos e investigadores, autoridades en temas específicos, no solo hagamos presencia, participemos además de las actividades. Para ello es necesario considerar también que el nivel de comunicación en otros idiomas juega un papel esencial en nuestro desarrollo personal, profesional y colectivo. Solo así podremos comunicar y demostrar lo competitivos que somos y mostrarnos ante el mundo como un conjunto sólido y no como buenas individualidades. w
SVEN HAMMERSCHMIDT
El inglés es básico en la transmisión de conocimientos de investigación de punta
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uego de participar como conferencista y experto invitado en el curso Biología Molecular de Streptococcus pneumoniae, realizado en la Escuela de Microbiología, el profesor alemán Sven Hammerschmidt –Universidad Ernst-Moritz-Arndt, en Greifswald, Alemania–, resaltó la participación activa de los estudiantes en este tipo de encuentros académicos de carácter internacional e hizo un llamado a los docentes para que brinden un acompañamiento permanente a sus alumnos en tales actividades. El contacto para llegar a Colombia estuvo a cargo del profesor Gustavo Gámez, uno de sus estudiantes de Doctorado en Alemania y profesor vinculado de la Escuela de Microbiología. El doctor Sven Hammerschmidt, nacido en Wolfenbüttel - Alemania, realizó estudios de Biología en la Universidad Técnica de Braunschweig, entre 1987 y 1992, y luego de posgrado (MSc y PhD) entre 1993 y 1996 en la Escuela Superior de Medicina de Hannover, donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias (Dr. rer. nat). Ha realizado importantes trabajos de investigación en Alemania y Australia y tras su paso por diferentes universidades alemanas, tales como Würzburg y Ludwig Maximilians de Munich, logró su posición como Profesor W3. Se radicó junto con su grupo de investigación en la Universidad Ernst-Moritz-Arndt de la localidad de Greifswald, ciudad donde trabaja actualmente. —¿Cuál es su mayor satisfacción profesional? —Esencialmente mi mayor satisfacción profesional es haber culminado mis estudios en Biología, los cuales combinan la Biología Molecular y la Microbiología. La neumonía causada por Streptococcus pneumoniae es responsable de más de un millón de muertes por año en el mundo. Es necesario buscar soluciones que nos permitan evitar que las personas sufran de este tipo de enfermedad y lleguen a la muer-
“Pude notar que, a pesar de que la Universidad de Antioquia cuenta con los mejores recursos, sus estudiantes y sus profesores no se pueden comunicar con los expertos por la falencia de la herramienta básica de comunicación en la ciencia que es el inglés”
te. Por esta razón, haber creado mi grupo de investigación para trabajar con este importante patógeno humano y aportar en la búsqueda de dichas soluciones, es para mí un motivo más de satisfacción profesional. —Cuál es la importancia de este tipo de encuentros para la comunidad universitaria y en especial para la Escuela de Microbiología? —Este tipo de actividades académicas en donde participan expertos internacionales, independiente del tema o de la dependencia, es bastante relevante para la Universidad, ya que le permite a su comunidad de estudiantes, profesores e investigadores elevar el nivel académico con respecto al tema y les genera los espacios y la confianza necesaria para que se motiven a realizar estudios de doctorado en el exterior en sus diferentes áreas, en pro del desarrollo de la propia universidad. —¿Qué recomendaciones tiene para la Universidad luego de su experiencia con nosotros? —Según la experiencia que me otorga el desarrollo del curso, la motivación, la participación y el nivel académico mostrado por los estudiantes es una gran ventaja con la que cuenta la Universidad. Pero yo recomendaría que, además de la participación de los estudiantes, se cuente también con más apoyo y participación por parte de la institución y de sus profesores porque definitivamente este tipo de actividades constituyen la transmisión de
conocimientos de investigación de punta, la cual, en definitiva genera muchos más avances que cualquier otro tipo de conocimiento consignado en los libros. Adicionalmente, pude notar que, a pesar de que la Universidad de Antioquia cuenta con los mejores recursos, sus estudiantes y sus profesores no se pueden comunicar con los expertos por la falencia de la herramienta básica de comunicación en la ciencia que es el inglés. Por ello, considero importante y necesario recomendar la introducción del inglés en los cursos existentes y el incremento del número de cursos de áreas específicas,
cuyos contenidos se transmitan en dicho idioma. Este factor será definitivamente clave para elevar la competitividad a nivel internacional y el número de publicaciones científicas. - Cuál es su opinión de Colombia y en especial de Medellín? —Desafortunadamente no tuve el tiempo para informarme y leer más acerca de la ciudad y de Colombia en general antes del viaje. Pero a pesar de ello y de mi corta estadía, mi percepción es bastante positiva. Me esperaba otra cosa y me voy gratamente sorprendido. Medellín es una ciudad muy moderna y excitante. La Universidad de Antioquia cuenta con excelentes espacios para el desarrollo de la investigación y de las actividades académicas. Todo el tiempo he estado expectante. ¡Qué país. Lo tienen todo! Espero regresar pronto. w
XI Congreso Colombiano de Genética Humana
La Asociación Colombiana de Genética Humana (ACGH) promueve y desarrolla iniciativas que contribuyen eficazmente a la generación y consolidación de la comunidad científica en el área de la genética. Para desarrollar dicho objetivo actualmente se encuentra organizando el XI Congreso Colombiano de Genética Humana, el cual se realizará del 6 al 8 de octubre de 2010 en el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de la ciudad de Medellín. La realización de este certamen será de especial trascendencia académica ya que contará con la presencia de expertos internacionales y nacionales en las distintas disciplinas de la genética humana, quienes disertarán sobre los avances en el diagnóstico,
asesoramiento genético y la utilización de las nuevas tecnologías en este campo. El aporte de tales conocimientos será de notable impor tancia para realizar una mejor atención de los pacientes, proponer guías de manejo de aquellos con defectos congénitos y contribuir al debate de temas bioéticos de mucho interés en el ámbito de la genética.
El XI Congreso Colombiano de Genética Humana será el espacio donde estudiantes y profesionales de la salud podrán recibir información actualizada de las diferentes aéreas de la genética al proporcionar la suficiente capacitación y motivación para la investigación, asistencia, docencia de las mismas y establecer convenios con pares internacionales.
Informes: Teléfonos (57-4) 3239384, 2196930 y 2196526 informacion@congresoacgh2010.org • www.congresoacgh2010.org
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omo acontece en el universo google, no es sino teclear ‘eduin h serna’ y saz, aparece una lista de vínculos que ya empieza a hacerse voluminosa, y todo por cuenta de las andanzas científicas en las que se ha encumbrado, a pesar de (o precisamente por) su juventud y a pesar del encriptado campo en el que de un tiempo para acá decidió incursionar. Su más reciente aparición –en la web también registra cuentas de facebook y similares– fue en la prestigiosa publicación International Journal of Universal Computer Sciences (Vol.1-2010/Iss.2), en cuyas páginas investigadores de la Universidad de Marruecos y de la Academia Hassan II de Ciencias y Tecnología, encabezados por Mohamed Elboukhari, publicaron el artículo Quantum key distribution protocols: a survey, en el que presentan el estado del arte de la criptografía cuántica, un área del conocimiento tan relativamente reciente y determinante en el mundo moderno, como estratégica en el inmediato futuro tecnológico y ajena para la mayoría de la gente. Y en esa reseña de los más populares protocolos de distribución de claves cuán-
Foto Luis Javier Londoño Balbín
Aunque Eduin H. Serna tenía confianza en los réditos del trabajo científico sobre criptografía cuántica que desarrolló en los últimos dos años en la Universidad París XI, lo tomó por sorpresa que su formulación apareciera en una publicación internacional como uno de los seis protocolos de distribución cuántica de claves susceptibles de ser llevados a la práctica, pues hasta entonces su modelo sólo lo había ‘subido’ a la base de datos los Álamos, en agosto de 2009.
Eduin H. Serna, en la frontera de la criptografía cuántica ticas aparece, por supuesto, el trabajo de Eduin H. Serna, hasta hace poco un aventajado estudiante de física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia y quien, por cierto, no culminó ese pregrado –sólo le faltó la tesis para graduarse– y decidió, más bien, probar ‘suerte’ en Europa. Antes de su ‘retirada’ al viejo continente, en el ámbito universitario ya se conocían sus búsquedas científicas, entre las que se recuerda el proyecto de sonoluminiscencia, que quiso impulsar con un puñado de compañeros del Alma Máter tan inquietos como él, pero que no prosperó por falta de apoyo efectivo, pese al respaldo de uno que otro profesor que advirtió el potencial de la propuesta y el entusiasmo del grupo de estudiantes que la sustentaba.
Así que, un día, no hace mucho, se vio cursando la Licenciatura en Sistemas e Información en Tecnología, en la Universidad París XI, en Orsay, Francia. Esa experiencia le valió acumular valiosos contactos, muy importantes en la ciencia, dice, y tras los diversos ofrecimientos que la misma institución le presentó para especializarse en alguna área, se decidió por la física cuántica, que siempre le interesó y que la define como una física no muy tangible para cualquier observador.
Protocolo Serna Después de documentarse sobre experimentación cuántica, Serna se concentró en la computación cuántica y en cómo contribuir al ya inveterado problema de producir abundantes cálculos en tiempos mínimos.
A diferencia del computador ‘normal’, explica, que funciona por leyes matemáticas –por unos y ceros o bits–, el computador cuántico funciona, no por el sistema binario, sino por leyes físicas o qubits, con la gran ventaja de que, por tratarse de entidades físicas –fotones, electrones y demás– no se pueden clonar, permitiendo enviar información por algún canal con seguridad; y si por algún motivo alguien intercepta la comunicación es posible detectar la anomalía y la clase de tecnología de la cual dispone el espía. Fue gracias a toda la investigación en computación cuántica que surgió la criptografía cuántica, una serie de protocolos de comunicación que surgieron en la década de los 80’s y 90’s, algunos tan visionarios e ideales –observa Serna– que todavía no se dispone de
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Escuela de Microbiología pone en práctica acuerdo con el INTA de Argentina En diciembre de 2009 la Universidad de Antioquia y el Instituto de Tecnología Agropecuaria de Argentina, INTA, firmaron un convenio de cooperación científica y tecnológica para el intercambio de investigadores y la formulación conjunta de proyectos de investigación, entre ellos lo relacionado con la aplicación de la tecnología inmunoglobulina Y (IgY, de yema de huevo de gallinas ponedoras). En desarrollo de dicho acuerdo, del 5 al 11 de junio, el profesor Horacio Raúl Terzolo, de Mar del Plata, Argentina, visitó el Alma Máter, dio una conferencia sobre las generalidades de la IgY, con la participación de profesores de diferentes dependencias de la Universidad y estudiantes de la Escuela de Microbiología. De igual manera Terzolo, quien es médico veterinario de la Universidad de Buenos Aires, y PhD en microbiología veterinaria de la Universidad de Edimburgo, Escocia, realizó un conversatorio con el grupo de investigación Microbiolo-
Foto Luis Javier Londoño Balbín
la tecnología adecuada para ponerlos en práctica. Entre los protocolos de comunicación existentes –descritos en International Journal of Universal Computer Sciences–, el más mencionado es el BB84 (por las iniciales de sus creadores y el año de formulación), que por ser el más antiguo es el que muestra más desarrollos a su alrededor, y le sigue el B92. En su indagación, Serna se interrogó cómo era posible que en veinticinco años sólo hubiese dos protocolos prácticos, funcionales, y entonces puso manos a la obra y, tras ocho meses de estudio intenso, estableció un protocolo con claves privadas y públicas, que usa dos canales cuánticos y ofrece la misma seguridad que los anteriores. Entonces, precisa, “formalicé el ‘protocolo de distribución cuántica con claves públicas y privadas”, que son los dos modos existentes en criptografía. “A diferencia del protocolo BB84, que usa un canal, el protocolo que postulo usa dos canales cuánticos, es decir, es un protocolo exclusivamente cuántico, no se utiliza información clásica o canales clásicos como internet, celulares, papeles”, explica. En la actualidad, Serna se encuentra adelantando un doctorado en información y computación cuántica en la misma Universidad París XI, en un proyecto de investigación gubernamental vinculado a los Laboratorios Bell, de Alcatel-Lucent, quizá la mayor empresa en el mundo en desarrollo de comunicaciones. Por cuenta de ese trabajo y de su sorpresiva aparición en el mencionado estudio centrado en los protocolos más funcionales o con posibilidades de ser llevados a la práctica, hoy en día el joven científico Serna tiene que poner un poco más de cuidado en su agenda porque de muy diversos lugares del mundo lo están invitando para que conferencie sobre el tema. Después de Ucrania, Londres, Polonia, Australia, los países y ciudades por donde ha seguido su periplo de charlas, Eduin H. Serna continuará trabajando en comunicación directa y seguridad cuántica, que muestra mucho más potencial que la criptografía cuántica. w (LJLB)
La profesora de la Escuela de Microbiología, Cecilia María Martínez D. (la segunda de derecha a izquierda) con algunas de las participantes a la conferencia del profesor visitante argentino, Horacio Raúl Terzolo (centro), experto en microbiología veterinaria. gía Veterinaria, cuyos integrantes son profesores y estudiantes de la Escuela de Microbiología y de la Facultad de Ciencias Agrarias. Justamente este grupo trabajará a partir del año entrante en el desarrollo de la tecnología IgY, la cual tiene grandes aplicaciones en la salud humana y animal y en el mejoramiento de pruebas diagnósticas. Y por supuesto, al frente estará el profesor Terzolo, quien trabaja con el Instituto de Tecnología Agropecuaria en el Laboratorio de Bacteriología, Grupo de Sanidad Animal, Departamento de Producción Animal, Estación Experimental Agropecuaria de Balcarce. w
Científico desde siempre Eduin H. Serna se inició en el mundo científico en el grupo de astronomía de su natal Urrao, doce años atrás, cuando en el país no había estudios formales de astronomía como el pregrado que ahora existe en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. En la Universidad de Antioquia se presentó a Ingeniería Mecánica, pero pronto desistió y se encaminó hacia la física. Luego tomó contacto con Francia y la Universidad París XI, donde actualmente cursa un doctorado en información y computación cuántica, después de haber culminado allí mismo la Licenciatura en Sistemas e Información en Tecnología. Considera que la ciencia no debe asumirse como trabajo sino como pasión, como disfrute, tal como él la asume a la hora de sumergirse en los problemas de la física, de los que suele separarse en las madrugadas sólo cuando el cansancio lo vence. “Es lo que necesita el mundo, gente apasionada por lo que desarrolla”, dice, y reconoce que por fortuna él ha tenido muy buenos apoyos para su trabajo, como los estudios en Francia, la aprobación del proyecto que le abrió las puertas en Laboratorios Bell, los ofrecimientos de estudios doctorales. Y desde luego, siempre se ha sentido científico, porque siempre se ha preguntado por la naturaleza de las cosas, por el cómo funciona el mundo. “En ciencia no vale el porqué, propio de la filosofía –dice–, sino el cómo”. Y considera que Colombia aporta muy poco, teórica y experimentalmente, a la ciencia en el mundo, pese a contar con reconocidos científicos. Parte del problema, señala, es que en Europa, Estados Unidos y Asia hay apoyos reales e infraestructura para hacer ciencia, y pagan mucho mejor el trabajo.
Fotos Luis Javier Londoño Balbín
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William F. Pérez T. Docente del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia
Estas líneas forman parte de la ponencia “Seguridad ¿democrática?”, presentada en la Cátedra Pública “Héctor Abad Gómez”, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, el 11 de junio de 2010.
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osotros sabemos que es muy difícil adentrarnos en el enjambre de hechos y de información sobre los hechos de inseguridad que diariamente se producen en nuestro entorno. La velocidad con que ocurren, nuestros prejuicios, la limitadísima exposición de contextos y pormenores, hacen que fácilmente nos sintamos alarmados, más que preocupados; genéricamente notificados, más que adecuadamente informados, o que seamos selectivamente fervorosos, más que cautelosos. Nuestras reacciones en relación con este y otros temas se suelen producir así, en medio del vértigo y la exaltación, y a partir de la selectividad con la cual normalmente tratamos de aproximarnos al berenjenal de hechos y de discursos sobre los hechos. Pero aunque en términos generales sea imposible alcanzar la
Seguridad ¿democrática? mesura adecuada, por lo menos algunos públicos podrían ser críticos con temas como el de la seguridad. Por ejemplo, públicos que cuentan con el privilegio de pertenecer a una comunidad universitaria, que tienen acceso a ciertos bienes de la cultura y que cuentan con algún instrumental para hacer indagaciones más detenidas, podrían abordar preguntas del tipo: ¿son las que se dice que son, las principales fuentes de nuestra inseguridad?, ¿hay sólo una manera de responder a la inseguridad?, ¿hay unas inseguridades de las que otras dependen?, ¿cómo o en qué medida unos grupos sociales contribuyen a la seguridad de otros?, ¿tenemos todos las mismas probabilidades de padecer los mismos efectos y los mismos episodios de inseguridad? O, finalmente: si las decisiones sobre el contenido de los programas de seguridad, como cualquier tema político, implica la selección de unos objetos de protección y no de otros: ¿cuáles son los bienes y grupos sociales beneficiarios?, ¿cuáles son los sujetos que entienden e inciden –y en qué grado– sobre la escogencia de unos tales bienes: los electores, los movilizadores de clientelas, los financiadores de campañas electorales, la prensa, los gobiernos locales, los nacionales, otros gobiernos?
Algunos públicos en fin, podríamos hacer como si la fe fuera insuficiente; examinar contextos, efectos, justificaciones, factores asociados, énfasis o recursos públicos involucrados. La inseguridad no surge de la nada, sus protagonistas no son extraterrestres, sus manifestaciones y fuentes no son iguales en todas partes; las comunidades no cuentan con los mismos factores de riesgo y protección, ni se benefician por igual de las mismas decisiones. Y aunque sabemos que la seguridad plena no pertenece a este mundo, es evidente que sobre la inseguridad ha de actuarse. Pero ni la violencia –institucional o no– tiene que ser prioritaria en esa tarea, ni son ineluctables los dispositivos de sospecha, desconfianza y recompensa que, entre otras cosas, fácilmente incrementan los niveles de inseguridad o la hacen más peligrosa. No deberíamos olvidar que los discursos radicales sobre la “seguridad” logran consensos sociales incondicionales, en la misma medida en que son despolitizadas las amenazas a las que se refieren; es decir, en la misma medida en que las presumimos completamente ajenas, naturales o incondicionadas. Por eso es que cuando la inseguridad y la “mano dura” no son
suficientemente explicadas, sino inteligentemente publicitadas, nos percibimos rápidamente miembros de una y la misma comunidad, desaparece la deliberación sobre nuestras diversas aspiraciones y condiciones, nos sentimos amenazados todos por los mismos peligros y en la misma medida, expuestos por igual a tenebrosos agentes cuyas acciones, además, parecieran no guardar relación alguna con las formas de organización, distribución y funcionamiento de nuestra sociedad. Es de esperarse que una palabra como “seguridad”, con tales virtudes, aparezca siempre en los discursos de políticos y gobernantes. Tampoco deberíamos perder de vista que hay una especie de “escala de la amenaza” que incorpora y clasifica algunos fenómenos al ritmo de su construcción o sublimación como manifestaciones de una inseguridad convenientemente acotada. Se trata de una escala en la que no cualquier cosa cabe, ni en cualquier momento. Es realmente imposible encontrar tasados allí riesgos o peligros para la seguridad de las personas, como por ejemplo la frágil capacidad estatal de intervención en el mercado, la precarización del trabajo, las limitaciones a la seguridad social, la mercantilización de la salud y
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Por eso es que cuando la inseguridad y la “mano dura” no son suficientemente explicadas, sino inteligentemente publicitadas, nos percibimos rápidamente miembros de una y la misma comunidad, desaparece la deliberación sobre nuestras diversas aspiraciones y condiciones, nos sentimos amenazados todos por los mismos peligros y en la misma medida, expuestos por igual a tenebrosos agentes cuyas acciones, además, parecieran no guardar relación alguna con las formas de organización, distribución y funcionamiento de nuestra sociedad.
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la educación, las dificultades de acceso a una vivienda propia… y tantas causas de incertidumbre y de angustia que implican, por lo menos, un peligro de descenso social o de permanencia en una situación de exclusión y extrema precariedad. La única inseguridad que pareciera pues importar, es la que se asocia con el delito. Pero aún así, no cualquier delincuencia figura en la escala como una fuente destacada de nuestra inseguridad. Por eso es que es difícil encontrar allí formas de criminalidad en las cuales confluyen grandes poderes criminales, económicos e institucionales. La fina gradación de nuestra inseguridad no repara usualmente en las acciones de estos grandes poderes que dañan seria y masivamente bienes decisivos no sólo para la vida de las personas, sino para el propio mantenimiento de un sistema que se pretenda democrático. Aunque tal vez eso ocurra precisamente porque una tal delincuencia se encuentra inserta en el funcionamiento normal de sociedades como la nuestra. En términos generales hay un extenso listado de delitos que la escala de las amenazas no asimila y que, por tanto, no asociamos con la inseguridad. Si un encuestador nos pregunta ahora mismo “qué delito es el que más afecta la seguridad ciudadana”, jamás nos pasaría por la mente responder, por ejemplo: “manejo ilícito de microorganismos nocivos”, “contaminación ambiental por explotación de yacimiento minero o hidrocarburo”, “provocación de inundación o derrumbe”; “contaminación de aguas”, “corrupción de alimentos, productos médicos
o material profiláctico”, “acaparamiento”, “especulación”, “ofrecimiento engañoso de productos y servicios”, “soborno transnacional”... O también, a la pregunta “¿se siente usted más o menos inseguro?”, difícilmente responderíamos teniendo en mente delitos como “violación ilícita de comunicaciones”, “omisión de medidas de protección a la población civil”, “detención arbitraria especial”, “prolongación ilícita de privación de la libertad”, “violación de habitación ajena por servidor público”, “tráfico de influencias”, “peculado”, “celebración indebida de contratos”, “abuso de función pública”… O es muy probable que ninguno de nosotros haya conocido mediciones de inseguridad referidas a delitos como “daño en materia prima, producto agropecuario o industrial”, “favorecimiento del contrabando”, “utilización indebida de información oficial privilegiada”... O también: ¿a quién le han dicho que la inseguridad se incrementó porque se incrementaron en el último año comportamientos delictivos como “intervención en
política”, “corrupción de sufragante”, “constreñimiento al sufragante”, “voto fraudulento”, “fraude en inscripción de cédulas”, “mora en la entrega de documentos relacionados con una votación” o “alteración de resultados electorales”? Adecuadamente asumidos, enfatizados y realimentados por los discursos de políticos, gobernantes y exitosos grupos de presión, pero también por la encuesta, la urna virtual, el tema del día, la voz del oyente y la opinión del lector, los objetos de nuestros miedos y de nuestra inseguridad dependen bastante de la escala de la amenaza que esas agencias finalmente configuran, y la que, por supuesto, se consolida con nuestra decidida contribución. Como se sabe, aunque gobiernos y políticos pueden incidir en la modulación de las actitudes ciudadanas, estas pueden ser determinantes también para modular las decisiones de esos mismos agentes. Nuestras vidas discurren entre diversas amenazas y peligros, y es comprensible que tomemos precauciones. Aquí no se discute ese dato. Lo que aquí interesa es más bien llamar la atención sobre la necesidad de precavernos también contra la escogencia de esas amenazas y la gradación de esos peligros, y resaltar el hecho de que la violencia no es la única manera de responder a la inseguridad que encierra nuestra existencia. No hay contradicción entre admitir que “algo hay que hacer”, y aceptar así mismo que habrá muy poco que hacer por nuestra seguridad en todos los ámbitos, si los consensos y la cohesión social sólo se activan por un sentimiento colectivo de inseguridad frente al delito. w
EDICTOS LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor VICTOR NICOLÁS FLÓREZ JIMÉNEZ fallecido el 16 de mayo de 2010. Se ha presentado a reclamar la señora MARÍA CECILIA HENAO BETANCUR en calidad de cónyuge y en representación de Laura María Flórez Henao en calidad de hija. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor MIGUEL ÁNGEL ZAPATA MONSALVE fallecido el 3 de mayo de 2010. Se ha presentado a reclamar la señora LILIANA VARGAS CALDERÓN en calidad de cónyuge y en representación de Juan David, Melissa y Vanessa Zapata Vargas en calidad de hijos. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor CARLOS HERNANDO GONZALEZ ORTIZ, quien falleció el 20 de abril de 2010. Se ha presentado a reclamar la señora CÉFORA INÉS ORTIZ DE GONZÁLEZ en calidad de cónyuge. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor GUSTAVO HERNÁN SEPÚLVEDA VALDÉS, fallecido el 20 de diciembre de 2009. Se ha presentado a reclamar la señora GERTRUDE MARTÍN LAPRADE en calidad de compañera permanente y en representación de Tomás y Silvio Sepúlveda Martín Laprade y Camila Valentina Sepúlveda Álvarez en calidad de hijos. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de las prestaciones sociales del señor JOSÉ JAVIER RAMÍREZ MONTOYA, fallecido el 9 de mayo de 2010. Se ha presentado a reclamar la señora BLANCA STELLA ORREGO ATEHORTÚA en calidad de cónyuge y en representación de Jorge Mario Ramírez Orrego en calidad de hijo. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor HERIBERTO CAMPUZANO CARMONA, quien falleció el 18 de mayo de 2010. Se ha presentado a reclamar la señora MARÍA GILMA CASTAÑEDA CASTAÑEDA en calidad de cónyuge. Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Homenaje de la Universidad de Antioquia a Eafit
Lo recibimos como un reconocimiento de hermanos: Juan Luis Mejía Fotos Luis Javier Londoño Balbín
Académicas
L
a entrega de una moción de felicitación, la reproducción de una obra del muralista Pedro Nel Gómez y un breve recital lírico con la cantante Jenny Lorena Restrepo, constituyeron el homenaje sencillo y afectuoso que la Universidad de Antioquia le tributó a la Universidad Eafit al conmemorar ésta cincuenta años de fundación. “El proceso mayéutico de la Escuela de Administración y Finanzas e Instituto Tecnológico, como todo nacimiento, constituyó un tímido asomarse al paisaje del conocimiento y a un medio social que exigía respuestas a sus inquietudes y a sus necesidades. Y hoy nos sorprendemos de ver una universidad joven en su edad, madura en sus logros, pujante en sus metas, solvente en la lealtad con su misión, fiel a sus compromisos con la sociedad, clara en sus derroteros, contagiada de hilaridad por una juventud que otea seguridad en el futuro. La Universidad de Antioquia se abraza con alborozo fraterno a la Universidad Eafit, y rinde un sentido y profundo homenaje de reconocimiento para los gestores de esta empresa del saber, y para quienes en el transcurso de estos cincuenta años han invertido esfuerzos e infundido dinámicas que auguran un futuro pletórico de frutos”, dice en uno de los apartes la moción suscrita de manera conjunta por los consejos Superior y Académico del Alma Máter. El texto, leído por el secretario general Luquegi Gil Neira en el acto especial que se cumplió el 17 de junio, resalta también el papel cumplido por el actual rector de Eafit, el ex ministro de Cultura Juan Luis Mejía Arango. “Su profunda raigambre humanística –señala la moción– le ha permitido insuflar de manera armónica las ciencias sociales y artísticas a las ofertas institucionales. Su afirmación de que “El gran papel del maestro y de la universidad es enseñar a aprender a aprender, bajo el disfrute de la lectura”, con énfasis en que “el conocimiento, para que pueda ser permeado y permear la sociedad, tiene que ser agradable, goce y disfrute”, ofrece una ruptura y una posición vanguardista en la pedago-
Además de la moción de felicitación, el rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa, le entregó al rector de Eafit Juan Luis Mejía Arango, una reproducción de “La lucha de la vida y la muerte”, un fragmento del mural de Pedro Nel Gómez, ubicado en la Biblioteca Central del Alma Máter. gía, una didáctica envuelta en las redes del juego poético”. Y concluye: “Con él hemos debido compartir muchas batallas en una armada comprometida con las mismas causas, y con él sabremos responder ante las generaciones futuras por la universidad que les legamos, donde la libertad y la razón ejerzan su dominio. Que los dioses tutelares señalen camino seguro para muchos años más a la Universidad Eafit”.
Institución hermana En la misma dirección se expresó el rector Alberto Uribe Correa al manifestar que el Alma Máter de Antioquia quiso rendirle un sentido homenaje a Eafit en el cincuentenario, “una institución hermana, una institución amiga, que comparte con nosotros muchos sentimientos y que ha contribuido al desarrollo de Antioquia y del país, buscando la equidad y la excelencia académica”.
Recordó Uribe Correa que el Ministerio de Educación acaba de reconocerle la acreditación de alta calidad por ocho años, “esmero de los fundadores visionarios de la necesidad de una institución como Eafit que apoyara el desarrollo empresarial, hoy cada vez más comprometida con las artes, las humanidades y las áreas sociales”. “Como rector de la Universidad de Antioquia, como representante de la comunidad universitaria del Alma Máter queremos en este sentido y sencillo homenaje resaltar los cincuenta años de labores y estamos seguros de que va a cumplir muchos más en busca de la excelencia, porque el camino ya está recorrido, todos los estamentos están convencidos de que es con equidad y con excelencia como sacamos a este país del atraso”, dijo.
Relacional A su turno, el rector de Eafit, Juan Luis Mejía Arango, destacó que lo más significativo de la celebración de los cincuenta años ha sido sentir a la sociedad volcada hacia la Universidad. “Nos hemos sentido verdaderamente agobiados de afecto, de cariño, de admiración hacia Eafit, y yo creo que ese es un valor incalculable para cualquier
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En el homenaje de la Universidad de Antioquia a Eafit por las cinco décadas de labores, los rectores ratificaron el convenio específico de cooperación que facilita la realización de estudios de posgrado del personal docente y administrativo (o no docente) en ambas instituciones, para lo cual la una pone a disposición de la otra, y viceversa, cinco cupos por año en los respectivos programas de maestría y de doctorado.
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organización hoy en día”, dijo, al tiempo que señaló que quizá el activo más importante de la institución en estas cinco décadas de existencia es la capacidad relacional con la que cuenta, es decir, su capacidad de relacionarse con las distintas esferas de la sociedad. “Hemos sentido que en estos cincuenta años Eafit ha logrado incrustarse en esta sociedad”, afirmó. “Y si nos han emocionado todos los homenajes que nos han hecho –continuó–, el de hoy tiene
un profundo significado, señor Rector, porque reconocemos en la Universidad de Antioquia nuestra alma máter; reconocemos desde esta universidad a la Universidad de Antioquia como la universidad de la región”, y subrayó que es impensable la región sin la bicentenaria institución de educación superior, “sin un centro académico en donde uno en cualquier aspecto que toque de la historia de esta sociedad está atravesado por la Universidad de Antioquia”. “Nos sentimos realmente
con una gratitud reverencial ante este homenaje que nos hace el Alma Máter de la raza”, dijo Mejía Arango, al tiempo que señaló los puntos de coincidencia en los que se encuentran ambas universidades. En ese sentido, señaló que ambas instituciones se encuentran en el ideal de la excelencia y, por tanto, no es casual que en septiembre de 2003 la Universidad de Antioquia y la Universidad Eafit hayan recibido del Ministerio de Educación el certificado de la acreditación institucional. Pero también comparten los valores de la solidaridad y de la equidad. “Esta universidad ha tenido un gran cambio, porque está obsesionada también por generar equidad social”, aseguró. Recordó el rector Mejía Arango que Eafit y la Universidad de Antioquia participan en innumerables foros comunes para beneficio de la sociedad, como el Comité Universidad-Empresa-Estado. “Uno de los grandes valores e intangibles de esta sociedad es su capacidad de asociatividad, de unirnos y trabajar juntos en proyectos comunes. Ahí nos encontramos tanto la Universidad de Antioquia como la Universidad Eafit”. Dijo que también es punto de encuentro el G8, la reunión mensual de las grandes universidades de la región. De esas ocho universidades –anotó–, seis ya están certificadas, lo cual es muy significativo porque Medellín cuenta con el mismo número de universidades acreditadas que la capital de la Re-
pública. “Son hechos significativos que nos llenan de optimismo y de entusiasmo de que esta sociedad es capaz de salir adelante y de superar tantas barreras”, dijo. “A mí me encanta que ya esa división que existía entre universidad pública y universidad privada se ha roto. Hoy nos encontramos son las universidades que estamos en búsqueda de la excelencia y las que no. El punto de encuentro de las universidades es la academia, la investigación. El convenio que acabamos de firmar no es un papel. Tanto la Universidad Eafit como la Universidad de Antioquia nos estamos enriqueciendo mutuamente, estamos capacitándonos mutuamente, en una serie de vasos comunicantes que nos enriquecen”, afirmó. Asimismo, mencionó que otro lugar de confluencia es Tecnnova, que ya está generando resultados, y en donde se encuentran universidad y empresa, que habían tomado caminos diferentes y que ahora por fortuna para la sociedad han encontrado un sendero común. “Recibimos señor Rector y señores vicerrectores este reconocimiento que nos hacen como un reconocimiento de hermanos, lo sentimos con una cercanía filial entre dos universidades que tienen objetivos y acciones conjuntas, y un fin común, el progreso y el desarrollo de esta región”, dijo, y concluyó: “Amigos de la Universidad de Antioquia que nos acompañan hoy, les decimos gracias con el alma”. w (LJLB)
Nuevos directivos académicos en la Universidad de Antioquia El Consejo Superior Universitario designó al profesor Ramón Javier Mesa Callejas decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, para el período 2010-2013. Economista, Especialista en Política Económica y Magíster en Ciencias Económicas, el nuevo directivo académico reemplaza en el cargo al profesor Mauricio Alviar Ramírez, quien cumplió el periodo estatutario. En el ejercicio de su carrera profesional, Mesa Ramón Javier Callejas se ha desempeñado como director del Mesa Callejas Centro de Investigaciones Económicas y Consultorías –CIC– de la Facultad de Ciencias Económicas, docente de pregrado y posgrado en diferentes universidades del país, y coordinador de diferentes proyectos de investigación en el área de política cambia-
ria y macroeconomía. Es autor de dos libros y de más de cien artículos difundidos en importantes publicaciones nacionales e internacionales y en los principales medios de comunicación del país. En la Universidad de Antioquia también ocupó los cargos de jefe del Departamento de Economía y coordinador de la Maestría en Economía y del Grupo de Investigación en Macroeconomía. De otro lado, el rector Alberto Uribe Correa Liliana Marcela designó para la Dirección de la Escuela de Ochoa Galeano Microbiología a la profesora Liliana Marcela Ochoa Galeano, en reemplazo de su colega Ángela María Arango Rave, cuyo periodo estatutario venció. Y en la Dirección del Instituto de Educación Física y Deporte el rector ratificó para un nuevo periodo al profesor Iván Darío Uribe Pareja.
Foto Luis Javier Londoño Balbín
Juan Luis Mejía Arango, rector de Eafit
Queremos ser una universidad de tercera generación
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Académicas
Es decir, aquella que no solamente está en formación y en investigación, sino también en generación de riqueza y desarrollo en la región donde estamos
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En diálogo con el periódico ALMA MÁTER, el rector del cincuentenario centro de educación superior reitera que la única diferenciación con sentido es entre las universidades que buscan la excelencia y las que no, y confiesa que su desafío personal es superar el imaginario según el cual Eafit es una universidad de ‘ricos’. ¿Cada vez tiene menos sentido la división entre universidad pública y privada? —La denominación exacta sería universidades estatales y privadas, porque incluso las privadas somos universidades públicas. Eafit no es de nadie, pertenece a la sociedad. Ejercemos una función pública por mandato del Ministerio de Educación Nacional. Y contribuimos a cumplir el derecho constitucional de la educación. De manera que esas diferencias se van diluyendo, sobre todo en los objetivos comunes. Lo que nos debe unir es qué universidades estamos verdaderamente por la excelencia académica, por la excelencia investigativa, por generar desarrollo a la región y las que no. Este homenaje que nos hace la Universidad de Antioquia es una actitud, un hecho que recibimos con una profunda emoción, que la da el reconocimiento entre colegas. ¿Qué se ha ganado y qué le falta a la conjunción de las universidades públicas y privadas? —A veces quisiera que la relación Universidad-Empresa-Estado tuviera más Estado. Quisiera también que esa relación fuera más estrecha, que las preguntas de la empresa fueran más rápidas, más efectivas, porque tengo la sensación de que el mundo va tan rápido, que la generación de conocimiento y de nuevas tecnologías va tan rápido que a veces nos demoramos demasiado en debates y en hechos y yo quisiera que fuéramos más rápido. Pero es significativo estar sentados juntos; ojalá pudiéramos generar empresas spin off comunes, de ambas instituciones, y me gustaría que pudiéramos hacer acciones conjuntas internacionales, que pudiéramos unirnos con más fortaleza en investigaciones que llamamos de dos orillas, que tanto las capacidades de la Universidad de Antioquia y de Eafit juntas pudieran vincularse a investigaciones de universidades de otras latitudes. ¿Cuáles logros destaca de Eafit en los últimos años? —El paso que dio el Consejo Superior en su momento es muy valiente. Es un caso atípico de una Escuela de Negocios que se transforma en una Universidad con vocación de universalismo. Haberle incorporado el elemento humanístico desde hace unos diez años o un poco más le ha dado una identidad, le ha dado una orientación nueva y sobre todo la ha enriquecido de una manera sustantiva. Toda universidad que se precie de tal tiene que tener incorporado el humanismo, nuestro fin no es formar grandes profesionales sino magníficos seres humanos.
¿Hacia dónde debe mirar Eafit en los próximos cincuenta años? —No me atrevo a decir a cincuenta años. Esto está cambiando tan rápido que es imposible imaginar, incluso, qué va a pasar dentro de diez o quince años, pero sí tenemos unas rutas muy claras: una, consolidarnos como una universidad de docencia con investigación; fortalecernos en la formación en segundos y terceros ciclos, en maestrías y doctorados; ampliar nuestro radio de acción fuera de Colombia: ya tenemos algunos pinitos en Centroamérica, y también fortalecer nuestra presencia en Bogotá y Pereira; incorporar nuevas áreas de conocimiento –posiblemente iremos hacia biológicas–, y sobre todo lo que queremos es ser una universidad de tercera generación, es decir, aquella que no solamente está en formación y en investigación, sino también en generación de riqueza y desarrollo en la región donde estamos. En encuentros como los de la Unesco o el de rectores en México recientemente, se invocan los mismos objetivos y desafíos a la educación superior como si no avanzáramos… —Sí hemos avanzado. Yo soy muy optimista. Yo miro a Eafit, yo miro a la Universidad de Antioquia y la transformación es total. La misma actitud, el mismo lenguaje…este acto hace quince años era impensable. Hoy es un acto natural, hoy es un acto de afecto. Creo que la universidad ha avanzado, obviamente nos falta un gran campo. Yo comparo estos cincuenta años de Eafit como un escalador que ha logrado llegar a una cima muy difícil, muy ardua, y mira hacia abajo y se siente profundamente satisfecho por haber llegado a este lugar, pero cuando voltea la montaña se encuentra con otro lugar mucho más agreste, mucho más grande y siempre estamos en eso, siempre tenemos retos y eso es lo maravilloso de la universidad, siempre tiene al frente montañas escabrosas por escalar y eso es parte del rol natural. Durante mucho tiempo hizo carrera el estereotipo según el cual Eafit era la universidad de ricos y para ricos… —El gran reto que hemos tenido es cambiar ese imaginario social de convertirnos de universidad de una élite económica en una de élite académica. Es un reto profesional que yo tengo, y que poco a poco lo vamos logrando. Eafit ha cambiado profundamente en su composición social. Efectivamente esta era una universidad de estratos 5 y 6. Hoy el 12% de los estudiantes tienen una beca. Acabamos de hacer un ejercicio interesantísimo de cómo ha sido la transformación de la procedencia de los estudiantes. Hasta hace quince años todos los estudiantes provenían de Laureles y El Poblado. Hoy la mancha se irradia por toda la ciudad, los estudiantes vienen de todas las procedencias y de todos los estratos de la sociedad; esa es una de las grandes transformaciones, que ha enriquecido de una manera profunda a Eafit y que nos llena de orgullo. w (LJLB)
En torno a cuatro ejes desarrolla la Universidad de Antioquia las Relaciones Internacionales
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Internacional
Hace más de un año se inició un nuevo periodo rectoral en el cual se decidió impulsar un desarrollo importante de la internacionalización de la Universidad de Antioquia. Gracias a un incremento de recursos y de personal a principios del 2010, la Dirección de Relaciones Internacionales, responsable de coordinar esta labor, amplió sus servicios a la comunidad universitaria y fortaleció su acompañamiento a las dependencias académicas en la gestión de su vida internacional. Esta estrategia se organiza alrededor de cuatro ejes principales.
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1. Fortalecimiento estructural Luego de haberse trasladado al Edificio de Extensión a finales del año 2009 (6. Piso, oficina 608), la Dirección de Relaciones Internacionales amplió su equipo con 4 colaboradores nuevos que entraron a fortalecer los ejes de cooperación académica, cooperación científica, administración y comunicaciones. Adicionalmente cada dependencia académica designó una persona responsable de dinamizar su internacionalización, creando una red de 21 coordinadores de relaciones internacionales que se reúne mensualmente para recibir capacitación y establecer estrategias comunes con la Dirección. Un resultado inmediato de este trabajo fue la reducción del subregistro de las actividades de carácter internacional de cada dependencia, permitiendo un mayor control y provecho de las mismas. 2. Cooperación académica Dinamizar la internacionalización de la Universidad implica estrechar lazos con nuestros socios internacionales. Una consecuencia directa de esta labor es la posibilidad de ofrecer más oportunidades de movilidad estudiantil y docente, la cual, gracias a la Campaña de Movilidad Internacional 2010, debe alcanzar este año cifras muy positivas: estudiantes y docentes salientes y estudiantes entrantes. En este campo se destaca, por ejemplo, el programa Erasmus Mundus COOPEN que aportó a la Universidad de Antioquia 20 becas de movilidad por un valor total de 500 millones de pesos, y el intercambio con la Universidad Nacional Autónoma de México a través del cual llegarán 10 estudiantes mexicanos a la Universidad de Antioquia. Otro logro institucional importante fue la inauguración del Instituto Confucio de Medellín en colaboración con la Universidad EAFIT y la Alcaldía de Medellín, del cual nuestra Escuela de Idiomas es uno de los operadores.
3. Cooperación científica al desarrollo Los ejes de la cooperación científica al desarrollo han sido tradicionalmente asociados a la labor internacional de la institución. La Universidad de Antioquia continúa el liderazgo con Colciencias para un mejor conocimiento del Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la Unión Europea. Se creó además una nueva línea de servicio en la Dirección, orientada a la difusión de oportunidades de
Consúltelo en:
financiación internacional de la investigación y acompañamiento en elaboración de proyectos colaborativos internacionales. La Universidad de Antioquia sigue desempeñando un papel clave en la gestión de cooperación internacional al desarrollo en la región. Acompañamos y participamos en la conformación de la Red Antioqueña de Cooperación Internacional que tiene como objetivo coordinar acciones y concertar prioridades entre las instituciones de la región activas en este sector. Otro logro reciente fue la aprobación del proyecto de evaluación nacional de aplicación de los principios de la Declaración de París sobre efectividad de la ayuda al desarrollo, ejercicio único en Colombia y Bolivia para el caso de América Latina, en el cual la Universidad de Antioquia es responsable de la zona occidente. También se destaca la aprobación de segundas fases de proyectos de cooperación al desarrollo de carácter departamental en los cuales participa la Universidad, como el Programa Antioquia-Medellín-Bizkaia -Bilbao (AMBBI), administrado por el Programa de Cooperación Internacional de la Facultad de Ciencias Económicas, o el Programa ERICA financiado y coordinado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID). Finalmente es importante resaltar la participación de la Universidad de Antioquia en la presentación de 5 proyectos en la convocatoria ALFA III –cooperación universitaria entre Europa y América Latina– en temas académicos (deserción, emprendimiento, currículo) como científicos (biotecnología, salud pública). 4. Información y comunicación Para permitir una mayor difusión de las oportunidades internacionales y los servicios de la Dirección se fortaleció la estrategia de información y comunicación. Se creó entonces el boletín virtual “Alma Global”, que se difunde mensualmente a toda la comunidad universitaria y a nuestros socios nacionales e internacionales. También se creó un menú internacional en el Portal Universitario en el cual se presenta información sobre servicios y trámites internacionales, así como los convenios internacionales de la Institución, las becas y otros programas en los cuales participa. Finalmente para garantizar una atención de calidad al público, se establecieron horarios de atención para consultas personalizadas. En el primer año de este periodo rectoral, las relaciones internacionales de la Universidad se han fortalecido y dinamizado mediante varias acciones concretas. Si bien permitieron multiplicar las oportunidades para la comunidad y presentar una oferta de servicios clara, evidenciaron también la necesidad de reformar y consolidar varios procesos relativos a la internacionalización. Sistematizar la gestión administrativa y académica de la movilidad internacional, fortalecer los servicios en las regiones, mejorar los servicios de gestión de cooperación científica internacional y elaborar una fuerte estrategia de internacionalización del currículo (cursos en varios idiomas, fortalecimiento de la perspectiva internacional en la formación, docentes extranjeros) son algunos de los retos que tiene la Institución para los años que vienen. Contando con el compromiso de la administración central y de las dependencias académicas, podremos afrontarlos con confianza y llevar la Universidad de Antioquia hacia un grado de internacionalización cada vez mayor. w
Fotos cortesía de la misión
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Con el dominio del español los jóvenes traductores haitianos permitieron un diálogo fluido de la misión de la Universidad de Antioquia con la población del sector de Carrefour, Puerto Príncipe, en donde por ocho días, previo el análisis del contexto social, ambiental y de salud pública, se sentaron las bases para un plan de acción posterior de recuperación de la comunidad duramente golpeada por el sismo.
Misión universitaria por HAITÍ Objetivo: construir tejido intrainstitucional desde las distintas disciplinas
C
omo parte de la expresión solidaria de la Universidad de Antioquia con el pueblo haitiano desde el momento mismo en que se produjo el sismo en el país caribeño a principios del año, otro contingente de profesores y estudiantes de las facultades de Salud Pública, Enfermería y Medicina y de la Escuela de Nutrición y Dietética estuvo entre el 5 y el 15 junio en Haití, con el fin de valorar in situ las necesidades de la población vulnerada por el terremoto y, conforme con las capacidades y saberes del Alma Máter, elaborar un plan de acción que coadyuve a la restauración de condiciones dignas y adecuadas para quienes sobrevivieron al fenómeno natural. La misión de la Universidad de Antioquia desplegó su trabajo en el sector Carrefour, Puerto Príncipe, entre la comunidad de Quintini, grupo poblacional en el área de cobertura de la Universidad Adventista de Haití y la Agencia
Adventista para el Desarrollo y Recurso Empresarial, ADRA, entidades que apoyaron la labor del grupo interdisciplinario durante su estadía y con las cuales, de acuerdo con la propuesta y plan de acción puestos a consideración del rector Alberto Uribe Correa, la Universidad espera aportar, desde la formación y transferencia de conocimientos en salud pública y ambiente, a la consolidación de un tejido social incluyente y transformador, realizando acompañamiento en el mediano y largo plazo. Con el soporte humano y logístico propiciado por la comunidad adventista, la misión universitaria pudo adelantar sin mayores contratiempos el diagnóstico de las necesidades de la población visitada desde la salud pública y el ambiente, para determinar las acciones prioritarias, la consolidación de redes de apoyo y cooperación interinstitucional y proponer soluciones a mediano y largo plazo.
Actividades Margarita María Gómez Builes, docente de Nutrición y Dietética e integrante de la ‘Misión Haití’, destacó entre las actividades y los logros alcanzados durante los ocho días de trabajo, la preparación y presentación de la propuesta de convenio marco de docencia-asistencia entre la Universidad Adventista y la Universidad de Antioquia. Tras agradecer el apoyo de la Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad en la traducción al francés del acuerdo, manifestó que del convenio sólo queda pendiente lograr el compromiso de las directivas de la Universidad Adventista en Medellín, para poder viabilizar las pasantías de los estudiantes de Haití en nuestra sede universitaria. Los profesores Iván Darío Rendón y Margarita Montoya, de la Facultad de Salud Pública, analizaron las posibilidades de sembrar de manera extensiva
el árbol de moringa, con el fin de utilizar a futuro las propiedades vegetales de la planta como fuente de nutrientes para complementar la alimentación de la población y procurar su industrialización para extraer aceite y utilizar la madera en la reconstrucción de viviendas. Los profesores de Salud Pública presentaron tales beneficios a estudiantes universitarios de biología, a productores agrícolas, a los directivos y empleados de ADRA y a un grupo de madres; además, asumieron el compromiso de analizar la semilla de la moringa haitiana y acompañar el cultivo y posterior utilización del árbol. Por su parte, la profesora Ruth Marina Agudelo y el estudiante Daniel Pinzón, ambos también de la Facultad Nacional de Salud Pública, tras el primer recorrido por el campamento de la Universidad en el sector de Quintini en Carrefour, precisaron los problemas ambientales en el entorno y definieron pautas de acción relativas al cuidado de la fuente de agua, el manejo del reciclaje, la capacitación a empleados, líderes y estudiantes de la Universidad Adventista. Asimismo, adelantaron tareas de motivación para la conformación de la cooperativa de recicladores, y de orientación para la recolección de aguas lluvias. “El lograr que se recogiera gran cantidad de material y se reciclara; la búsqueda y obtención de compradores de este material; la presentación de un informe con el análisis de alternativas para mejorar el tratamiento del agua que se distribuye para el consumo humano, hicieron parte del inmenso trabajo realizado en esta área”, señala la profesora Gómez Builes, tanto que despertó el interés y el compromiso de los funcionarios de ADRA, para que de manera inmediata se enviara una persona de la Universidad, con formación en ingeniería ambiental, para darle continuidad al trabajo iniciado y orientado por la profesora Agudelo. Por supuesto, la atención humana también fue preocupación fundamental de la misión, para transferir conocimientos en la formación de personal de salud en el diseño y puesta en marcha de actividades educativas que
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permitan una atención colectiva de familias y la preparación para el autocuidado. En este campo, la enfermera Dora Lucía Noreña y la nutricionista dietista Margarita María Gómez diseñaron y realizaron conjuntamente un seminario para 71 estudiantes de los años tres y cuatro de enfermería de la Universidad Adventista, en la promoción de la salud y la prevención de la salud, desde la educación de las madres. Con dichas estudiantes se realizó un diagnóstico rápido participativo con 70 familias distribuidas en las 12 zonas en las cuales se encuentra organizado el campamento, a partir del que se determinaron 10 problemas de los cuales se priorizaron cinco: alimentación, hábitos higiénicos; manejo de la diarrea, infección respiratoria y cuidado del medio ambiente cercano. Del mismo modo, con las estudiantes se preparó y realizó un carrusel de la salud, al cual asistieron 135 madres, 2 líderes de campamento e infinidad de menores que no se registraron. Las madres –observa Gómez Builes– permanecieron varias horas recorriendo las ocho estaciones en las que se organizaron los grupos de estudiantes de acuerdo a los problemas priorizados. En cuanto a la atención hospitalaria, las profesoras Silvia María Echeverri y Dora Lucía Noreña realizaron entrenamiento a las enfermeras de la Fundación ADRA y a algunos de los estudiantes de enfermería, sobre atención de los niños en los programas de infección respiratoria aguda y enfermedad diarreica aguda, en un curso de 16 horas teórico prácticas. Además, en asocio con la profesora Gómez Builes, reorganizaron la farmacia de la clínica de la Fundación, separaron la droga vencida y dejaron como producto de este ejercicio una guía para el manejo de los medicamentos, la cual incluye el diseño de la distribución de estanterías en el espacio físico, el orden para clasificar y ubicar los medicamentos, la frecuencia de realización de inventarios y el control de la distribución. La profesora Echeverri, presentó, además, a las autoridades de la universidad, la fundación y autoridades locales, los benefi-
cios del programa de atención biosicosocial a las víctimas de desastres. A partir de esta experiencia, y con el apoyo de la Facultad de Medicina, se detectó la necesidad de desarrollar un proyecto para atender la demanda de formación de un grupo de líderes y de dotar la ciudad con un aula móvil de simulación que permita formar el número suficiente de técnicos para atender la población afectada. Asimismo, se detectó en las visitas al hospital y la clínica, la necesidad de transferir conocimientos en gestión hospitalaria. “La experiencia nos permitió hacer una propuesta de proyección de presencia de la Universidad de Antioquia en el largo plazo y también definir algunos socios estratégicos, que desde el sector público y privado pueden contribuir con recursos para la transmisión de conocimientos apropiados a los problemas del pueblo haitiano, que necesita de los aprendizajes que nuestra situación social y proceso de desarrollo nos han permitido hacer y que gracias a su gran resilencia ellos sabrán aprovechar”, asegura Gómez Builes y concluye que la población haitiana demanda de manera urgente que se los apoye en la formación y construcción de una verdadera salud pública, incluyente y participativa, ya que su formación y experiencia ha sido con enfoque asistencialista. “Esta propuesta se entregó al Rector de la Universidad, el pasado 25 de junio”. w (LJLB)
La dinámica de los docentes de la misión, permitió su participación en un sinnúmero de actividades, labor que fue reconocida por las directivas de la Fundación ADRA; durante la estadía cada noche, bajo la coordinación de la misión de la profesora Silvia María Echeverri González, de la Facultad de Medicina, se realizó la evaluación de actividades y la programación del día siguiente.
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Libros y Revistas
Inserción de la salud en el comercio de servicios
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Una de las vías de interacción entre la salud y los sistemas de comercio imperantes es el comercio internacional de bienes y servicios de salud, el cual trae implicaciones directas sobre la salud, al convertirla en un sector económico más o en parte del sector económico principal. No hay duda de que la globalización “aumenta la internacionalización de la producción y el consumo de bienes y servicios de salud, la inversión extranjera en el sector de la salud y el movimiento de los trabajadores de salud entre los países”1. Sin embargo, algunos autores2 consideran que el comercio en servicios de salud es mínimo, sobre todo cuando se compara con otros servicios comercializados, pero presenta un crecimiento que puede dispararse gracias a la información y a la comunicación tecnológica, y cuando los sistemas de salud sean liberalizados y disminuyan las barreras, como efectivamente viene sucediendo. La integración económica global se ha manifestado con la aparición de nuevos organismos y acuerdos, en los cuales se deben incluir aspectos de salud: negociaciones sobre inclusión de prioridades de salud, evaluación del impacto de los acuerdos del comercio sobre el sector salud, y otros temas relacionados con la cooperación internacional de salud. Los aspectos hasta aquí mencionados sirven para corroborar que lo que antes era casi un tabú, hoy es una realidad que se afianza cada vez más: los servicios de salud se convierten en bienes comercializables y, gracias a la
El siguiente texto, “Inserción de la salud en el comercio de servicios”, es un fragmento del libro Salud global. Política pública, derechos sociales y globalidad, escrito por el profesor Álvaro Franco Giraldo, ex Decano de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. globalización, ya no son solo servicios de salud a nivel local sino también a escala internacional. Pero así mismo, el incremento comercial se traduce en efectos negativos sobre la salud. Para resarcirlo, y como contraprestación, el desarrollo tecnológico y otros aspectos del comercio mundial, éticamente, deben ser puestos al servicio de la asistencia médica o la atención sanitaria. Se requiere, entonces, participar activamente desde el sector salud en las negociaciones del comercio internacional, dado el aumento del interés del comercio por la salud. Por ejemplo, se deben negociar temas sanitarios, ambientales y nutricionales, que han de ser considerados en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). Como efecto importante de la globalización sobre el sector salud se debe señalar la derivación de recursos del sector público a áreas del sector privado que resultan más rentables para el mercado externo, al cual solo tiene acceso una élite. Otras consecuencias son la reducción de la calidad de la atención y el desmejoramiento de las condiciones de los salarios del sector público. En general, las implicaciones sobre los servicios de salud dependen de las especificidades de los sistemas nacionales de salud, de su capa-
cidad regulatoria y de las políticas gubernamentales. Algunos problemas derivados de esta circunstancia son nuevos, y en otros casos se agravan otros ya existentes;3 entre ellos se pueden mencionar los siguientes: • Generación de nuevos patrones de consumo de bienes y servicios de salud. • Mejoramiento tecnológico de productos farmacéuticos, pero encarecimiento e inaccesibilidad para los países más pobres. • Desplazamiento de las industrias farmacéuticas, con sus empresas filiales, a países en desarrollo, gracias a la protección de la propiedad intelectual; esto trae ajustes en el precio de los medicamentos. • Incremento de nuevas prácticas en los servicios de salud, atinentes a la promoción de la salud. • La salud toma fuerza como derecho humano fundamental, sobre todo como una manera de enfrentar las nefastas consecuencias de la globalización sobre la salud. • Incremento de la prevalencia de la obesidad y el exceso de peso por el consumo de nuevos productos baratos pero con bajo contenido nutricional. • Incremento de las enfermedades crónicas y su impacto económico y organizacional sobre los sistemas de salud.
• Aumento en la producción y el consumo de drogas, uno de los riesgos más notorios para la salud. • Generación de mayor inequidad, al no lograrse el desarrollo social esperado ni eliminarse las desigualdades entre países y grupos humanos, con exclusión de muchos y beneficio de minorías privilegiadas. • Incremento de productos perjudiciales para la salud. • Surgimiento de nuevas pandemias, que siempre se han expandido por medio del comercio: sida, Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SRAG), gripa asiática, gripa aviar, etc. • Degradación medioambiental. La relación entre comercio y salud es biunívoca y contradictoria. Es una relación de doble vía que podría traer beneficios no solo al comercio sino también al sector salud; sin embargo, por cuenta de las desiguales relaciones internacionales, los beneficios se derivan hacia el comercio, y los efectos negativos se descargan principalmente sobre la salud y los sectores sociales, dadas las asimetrías que se presentan en el comercio, como consecuencia de las reglas de juego establecidas en el mundo a partir de la globalización. Es conveniente partir de esta premisa y trabajar en la búsqueda de alternativas coherentes, que le brinden una perspectiva de salud pública a las relaciones comerciales. El entrecruzamiento de los temas de salud y comercio es múltiple, y serían varios los ejemplos que materializarían esta relación: la salubridad de los alimentos, el reglamento sanitario internacional, el comercio de servicios de salud, y la comercialización de productos farmacéuticos y productos biológicos.4 De ahí que en la intersección de la salud con el comercio aparezcan
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muchos actores, organizaciones, procedimientos, visiones y concepciones axiológicas diversas que es necesario conocer y, en ocasiones, enfrentar. Es el caso de los acuerdos de comercio y servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que en uno u otro sentido pueden afectar la salud. Sin duda, el tema del acceso a los medicamentos es el que más preocupación ha despertado en la relación entre comercio y salud. Se inscribe en una relación de desigualdad en el mundo, en la cual solo unos pocos privilegiados pueden conseguirlos. El tema ha desatado todo tipo de debates, sobre todo por el incremento de epidemias como la del VIH/sida, la tuberculosis, la malaria, entre otras que azotan con mayor fuerza a los países en desarrollo. La mayoría de estos países no pueden garantizar a sus poblaciones los medicamentos adecuados, dadas las condiciones impuestas por el comercio injusto en el mundo, responsable del gran problema de disponibilidad,
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costo, calidad y utilización de medicamentos en países pobres. Aunque desde 1975 la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó el concepto de “políticas farmacéuticas nacionales” y de “medicamentos esenciales”, los problemas no se han resuelto y gran parte de la población mundial carece de acceso a los medicamentos esenciales.5 Referencias: 1 Organización Panamericana de la Salud (OPS)-Organización Mundial de la Salud (OMS), “Globalización y salud”, Sesión 132del Comité Ejecutivo, Washington, 2003. 2 Woodward D, Drager N, Beaglehole R, Lipson D, “Globalization, global public goods, and health”, en: Drager Nick, Vieira César, Trade in Health Services. Global, regional, and Country perspectives, Washington, PAKO, 2002, p. 226. 3 Chanda R, “Trade in health services”, en: Drager Nick, Vieira César, Trade in Health Servces. Global, regional, and country perspectives. Washington, PAKO, 2002, pp. 35-44. 4 Velásquez G, Correa C, El acceso a los medicamentos. En el contexto de los acuerdos internacionales de comercio y las nuevas reglas sobre propiedad intelectual, Bogotá, CINEP, 2008, p. 10. 5 Ibíd., p. 9.
Seminario Conservación Preventiva de Colecciones Historia de la conservación, causas y consecuencias del deterioro de objetos patrimoniales, inspección e instrumentos de registro y manipulación de piezas, parámetros legales y criterios de la conservación, condiciones de exhibición, y prevención de bienes culturales, serán algunos de los conocimientos que se abordarán en el programa académico.
Bajo la coordinación de la profesora de la Universidad Nacional de Colombia, Graciela Esguerra Gouffray, profesional con amplia experiencia en el sector a nivel nacional e internacional, el Seminario está constituido por cinco sesiones en las que se realizarán lecturas, análisis y discusión de documentos, y ejercicios prácticos sobre los conceptos impartidos durante las aulas. Las inscripciones estarán abiertas hasta el próximo 12 de julio, en la Coordinación de Educación del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, teléfonos (4) 2195185 y 2334406 • comunicacionesmuseo@quimbaya.udea.edu.co
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...cuando el desbalance entre poder político y poder ciudadano es tan enorme como […] en Colombia, es difícil que un país pueda narrar su historia, o si se quiere, sus múltiples historias.0 Y esa ausencia de poder ciudadano es sencillamente equivalente a la ausencia de una idea clara de ciudadanía, porque el poder –sea político o ciudadano– solo proviene del reconocimiento de quién se es. …Del conocimiento de nuestra historia triste nace otra cosa, tal vez algo más genuino, tal vez más parecido al amor. Editorial, revista Arcadia, Bogotá: Semana, Nro. 56, 19 de mayo a 15 de junio, pg. 3
Los historiadores urgimos la paciencia infinita de un anciano como el santo Job y la de un niño ingenuo como Simón el Bobito para no dejarnos embrollar en los berenjenales de tanta charada que busca mantener el orden de cosas en nombre de emancipaciones, seguridad, inversión económica y progreso. Y lograr el “reconocimiento de quién se es” sólo es posible con la terquedad de las ciencias, en particular de la investigación histórica, siempre tomando distancia de las emociones inmediatas y de los mundos felices por venir, del culto a los seres humanos elevados a condición de héroes, de las presiones circunstanciales, provenientes unas de la sociedad, otras de las ambiciones personales. Y este ejercicio que exige gran esfuerzo es el que emprendimos setenta y tres profesionales, con sus estudios de Maestría o Doctorado, un gran número de realizadores y productores de radio y televisión, con el auxilio oportuno y ágil de
Eduardo Domínguez Gómez Director Académico TODOS SOMOS HISTORIA. Historiador. Profesor Titular en la Universidad de Antioquia. Miembro Correspondiente de la Academia Antioqueña de Historia. Director del Grupo de investigaciones Comunicación, periodismo y sociedad” de la Facultad de Comunicaciones.
doce estudiantes de historia en los pregrados de la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional. Contamos con el respaldo incondicional de nuestras universidades, con el acompañamiento esmerado de entidades públicas y privadas que deciden apoyar las excavaciones en nuestro pasado, con el ánimo de entender nuestros modos de ser. En el estudio preliminar a nuestra obra colectiva TODOS SOMOS HISTORIA, recordamos que las conmemoraciones se convierten en un ejercicio efectivo, una estrategia para actualizar el conocimiento sobre lo que realmente es “digno” de
recordarse o es memorable; pero también se trata de “hacer memoria” común, es decir, de convocar a los pueblos a enriquecer su pensamiento y sus sentimientos con interpretaciones acerca de los hechos del pasado para contribuir a la compresión de sus modos de ser actuales. Así, cada conmemoración se puede comprender desde una óptica que revela un interés por reafirmar o construir una identidad y, otra, que tiene una intención pedagógica.
Nutrir la conciencia Gracias a la oportunidad que dan las conmemoraciones, la
conciencia de los ciudadanos y de los investigadores también se modifica. Ese “equipaje mental” del que hablaron los historiadores, compuesto por mentalidades, ideologías, representaciones colectivas e imaginarios, se verá interrogado por la información hasta entonces desconocida. Y, unas veces se empecinará en que los nuevos datos ratifican sus convicciones (conservacionistas), otras veces abdicará de cualquier costumbre y se apegará sin condiciones a las verdades que acaban de ser postuladas (esnobistas); pero en otras ocasiones, hará una buena reflexión, criticará, comparará, elegirá y, por sindéresis, hará síntesis renovadoras para identificar nuevos significados. Es aquí donde el oficio del historiador se practica en las conmemoraciones como ejercicio que reconoce las herencias del pasado, sin promover la nostalgia ni la mirada idolátrica que paraliza a un pueblo y lo convierte en esclavo del ayer.
Fotos TODOS SOMOS HISTORIA
A cambio, busca renovar su lenguaje, sus técnicas, sus relaciones políticas y sus convicciones para desarrollar una mirada prospectiva. El historiador invita a rescatar la capacidad humana de intervenir en el propio destino.
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Hay opositores
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Hoy, las corrientes postmodernas se empecinan en decir que los estudios históricos son prescindibles, que la humanidad puede abolir sus intentos de relatar en grandes o en pequeñas obras los distintos aspectos del pasado, porque los pueblos viven un presente continuo, engolosinados por la desilusión que le causan los “metarrelatos”, debido a sus falsedades, su inevitable naturaleza ideológica y el uso mitificante y manipulador por parte de los poderosos. Sin embargo, los promotores de este escepticismo siguen escribiendo para tratar de entender la procedencia de sus propios modos de ser y de existir. No dejan de preguntarse por las raíces de su idioma, sus costumbres o sus creencias. Sólo que nos previenen –con sobrada razón por la experiencias amargas que ha tenido la humanidad– contra las versiones únicas de la historia. Contra la verdadera e irrefutable versión
definitiva. Porque ellos han comprendido, como lo propuso el más clásico pensamiento moderno, que el ser humano no es ser de razón única. Y tampoco es un ser sólo de razón. Emoción, sentimiento, desmesura, delirio y pasión agresiva son inseparables de su búsqueda de cordura, serenidad, reflexión, apoyo mutuo o cariño. Bronca y afinidad conviven.
Tres momentos La historiografía colombiana, posterior al Grito de Independencia del 20 de julio de 1810, se construyó –como era la costumbre en esos tiempos– sobre bases que buscaban reflejar sólo hechos políticos y econó-
micos que los analistas consideraban más significativos, junto con los personajes destacados que promovieron con sus pensamientos y acciones la idea de la independencia frente a España, y lideraron las decisiones en la construcción de la que después se llamaría República de Colombia. Muchas de esas versiones históricas, conocidas como Historia Patria, carecieron de pruebas suficientes o estuvieron plagadas de inconsistencias, atendiendo a intereses particulares, enfoques partidistas o simplemente al entusiasmo narrativo y la buena voluntad de sus autores. Hacia mediados del siglo XX empezó un cambio de enfoque, conocido como la Nueva Historia,
que buscó superar las versiones bélicas, caudillistas y heroicas, en beneficio de una comprensión social y cultural de nuestro pasado. En ese contexto aparecieron investigaciones renovadoras que condujeron a la creación de los estudios profesionales de Historia en las universidades y exigió a las Academias de Historia, fundadas desde la última década del siglo XIX, una mayor rigurosidad en sus análisis y elaboraciones. La historia se asumió a partir de entonces como una práctica de investigación que debía nutrirse de las ciencias sociales y a la vez como recurso para enriquecerlas. Por los años ochenta del siglo XX tomó fuerza la historia cultural como género historiográfico que explora las manifestaciones “oficiales” o “formales” de la cultura producidas en una sociedad (artes, literatura, filosofía, etc.) pero también se ocupa de las expresiones populares, episódicas o cotidianas, como las fiestas, las creencias, las tradiciones. Por este motivo, no puede ser considerada como un apartado más de la historia general que explora determinadas temáticas. La historia cultural estudia hechos, tópicos, ideas o creaciones en una perspectiva diferente a la historia política; lo hace buscando las relaciones entre distintos órdenes de poder (no solo político-estatales) y los modos en que las personas y las organizaciones a las que pertenecen, perciben el mundo en que viven y el mundo (o los mundos) en que creen; entienden su sociedad, interpretan los hechos y construyen sus comprensiones, normas y condiciones de existencia. No prescinde del ambiente subjetivo de opiniones y creencias, temores y saberes, dentro del cual se forman las significaciones que determinan su comportamiento social. A este campo pertenece nuestro proyecto educativo multimedial. Y a disfrutar este manjar es que los invitamos a partir del momento en que empieza nuestra serie. Porque si tenemos anhelo de ciudadanía, podemos construirlo cuando comprendamos que TODOS SOMOS HISTORIA. w Apartes del capítulo introductorio a la obra TODOS SOMOS HISTORIA
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En cumplimiento de nuestro compromiso misional y para fortalecer uno de los postulados del Plan de Desarrollo Institucional, Interacción Universidad-Sociedad, la Universidad de Antioquia por medio de la Resolución Rectoral 30135 del 10 de mayo de 2010, convoca a la comunidad universitaria y a los públicos externos a la sexta versión del certamen científico, académico y cultural EXPOUNIVERSIDAD, bajo el lema Innovación: un encuentro con la creatividad y la ciencia, que se realizará del 13 al 21 de octubre de 2011 en el Centro de Exposiciones y Convenciones Plaza Mayor de Medellín. De manera especial, la Universidad convoca a sus profesores, estudiantes, empleados, trabajadores, jubilados, egresados y a los familiares de todos ellos, para que se sumen con entusiasmo y creatividad a este noble propósito, igual a como lo han hecho en las anteriores versiones de EXPOUNIVERSIDAD. Este proyecto desarrollará las siguientes actividades centrales: 1. Feria – Exposición • 2. Seminario Académico • 3. Talleres de la Creatividad • 4. Jornadas Culturales
Temáticas • Salud y Vida • Tecnología • Biotecnología • Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible • Educación, Artes y Cultura Requisitos mínimos Los proyectos deberán cumplir uno o más de los siguientes requisitos: • Grupos o personas que desarrollan gestión del conocimiento • Grupos o personas que tengan alianzas: sector académico y productivo • Redes con otras universidades nacionales e internacionales • Redes para la generación de conocimiento con énfasis en innovación (social, tecnológica y otras) • Grupos o personas que desarrollan proyectos que hayan logrado patentes o que estén en proceso • Empresas de base tecnológica (emprendimiento) • Interdisciplinariedad
Procedimiento para la preinscripción de los Proyectos 1. Cada grupo o persona debe presentar los proyectos en el formato de preinscripción. 2. Los proyectos se inscribirán en dos categorías, Extensión o Investigación y deberán indicar el estado del proyecto, en ejecución o terminado. 3. Todo proyecto debe contar con la participación, por lo menos, de un profesor responsable del mismo. 4. Cada proyecto de investigación presentado debe incluir la participación de estudiantes de pregrado y posgrado. 5. Aquellos grupos de trabajo que establezcan relaciones académicas permanentes con pares nacionales e internacionales, en lo posible podrán presentar los desarrollos conjuntos y/o los más recientes resultados de la investigación de sus pares. 6. En el correo electrónico expouniversidad2011@udea. edu.co, puede solicitar la ficha de preinscripción y después de diligenciada debe enviarla a este mismo correo y además, entregar una copia impresa en la oficina 705 del Edificio de Extensión, calle 70 No 52 – 72.
Infor mes : EXPOUNIVERSIDAD 2011: Universidad de Antioquia, Edificio de Extensión, Calle 70 Nº 52-72, Oficina 705. Teléfono (57-4) 2195350 E- mail: expouniv er s idad2011@ude a. e d u . c o
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Perdónenme si les pareció poco esto que para mí es todo En homenaje de la Universidad de Antioquia al escritor portugués José Saramago –quien falleció el pasado 18 de junio en su casa de Lanzarote (Islas Canarias, España), a la edad de 87 años, víctima de una larga enfermedad–, el Periódico ALMA MATER reproduce el discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura que le fue concedido en 1998.
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l hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer. Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de nuestra aldea de Azinhaga, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a la cama. Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin senti-
mentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable. Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo
a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madruga-
da, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado. Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: “José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera”. Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera. Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea. Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios
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singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba. Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, introducía en el relato: “¿Y después?” Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo. Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa. Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: “No hagas caso, en sueños no hay firmeza”. Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa
Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a la cama. no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: “El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir”. No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de
irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver. Muchos años después, escribiendo por primera vez sobre éste mi abuelo Jerónimo y ésta mi abuela Josefa (me ha faltado decir que ella había sido, según cuantos la conocieron de joven, de una belleza inusual), tuve conciencia de que estaba transformando las personas comunes que habían sido en personajes literarios y que ésa era, probablemente, la manera de no olvidarlos, dibujando y volviendo a dibujar sus rostros con el lápiz siempre cambiante del recuerdo,
coloreando e iluminando la monotonía de un cotidiano opaco y sin horizontes, como quien va recreando sobre el inestable mapa de la memoria, la irrealidad sobrenatural del país en que decidió pasar a vivir. La misma actitud de espíritu que, después de haber evocado la fascinante y enigmática figura de un cierto bisabuelo berebere, me llevaría a describir más o menos en estos términos un viejo retrato (hoy ya con casi ochenta años) donde mis padres aparecen. “Están los dos de pie, bellos y jóvenes, de frente ante el fotógrafo, mostrando en el rostro una expresión de solemne gravedad que es tal vez temor delante de la cámara, en el instante en que el objetivo va a fijar de uno y del otro la imagen que nunca más volverán a tener, porque el día siguiente será implacablemente otro día. Mi madre apoya el codo derecho en una alta columna y sostiene en la mano izquierda, caída a lo largo del cuerpo, una flor. Mi padre pasa el brazo por la espalda de mi madre y su mano callosa aparece sobre el hombro de ella como un ala. Ambos pisan tímidos una alfombra floreada. La tela que sirve de fondo postizo al retrato muestra unas difusas e incongruentes arquitecturas neoclásicas”. Y terminaba: “Tendría que llegar el día en que contaría estas cosas. Nada de esto tiene importancia a no ser para mí. Un abuelo berebere, llegando del norte de África, otro abuelo pastor de cerdos, una abuela maravillosamente bella, unos padres graves y hermosos, una flor en un retrato ¿qué otra genealogía puede importarme? ¿en qué mejor árbol me apoyaría?” Escribí estas palabras hace casi treinta años sin otra intención que no fuese reconstituir y registrar instantes de la vida de las personas que me engendraron y que estuvieron más cerca de mí, pensando que no necesitaría explicar nada más para que se supiese de dónde vengo y de qué materiales se hizo la persona que comencé siendo y ésta en que poco a poco me he convertido. Ahora descubro que
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estaba equivocado, la biología no determina todo y en cuanto a la genética, muy misteriosos habrán sido sus caminos para haber dado una vuelta tan larga. A mi árbol genealógico (perdóneseme la presunción de designarlo así, siendo tan menguada la sustancia de su savia) no le faltaban sólo algunas de aquellas ramas que el tiempo y los sucesivos encuentros de la vida van desgajando del tronco central. También le faltaba quien ayudase a sus raíces a penetrar hasta las capas subterráneas más profundas, quien apurase la consistencia y el sabor de sus frutos, quien ampliase y robusteciese su copa para hacer de ella abrigo de aves migratorias y amparo de nidos. Al pintar a mis padres y a mis abuelos con tintas de literatura, transformándolos de las simples personas de carne y hueso que habían sido, en personajes nuevamente y de otro modo constructores de mi vida, estaba, sin darme cuenta, trazando el camino por donde los personajes que habría de inventar, los otros, los efectivamente literarios, fabricarían y traerían los materiales y las herramientas que, finalmente, en lo bueno y en lo menos bueno, en lo bastante y en lo insuficiente, en lo ganado y en lo perdido, en aquello que es defecto pero también en aquello que es exceso, acabarían haciendo de mí la persona en que hoy me reconozco: creador de esos personajes y al mismo tiempo criatura de ellos. En cierto sentido se podría decir que, letra a letra, palabra a palabra, página a página, libro a libro, he venido, sucesivamente, implantando en el hombre que fui los personajes que creé. Considero que sin ellos no sería la persona que hoy soy, sin ellos tal vez mi vida no hubiese logrado ser más que un esbozo impreciso, una promesa como tantas otras que de promesa no consiguieron pasar, la existencia de alguien que tal vez pudiese haber sido y no llegó a ser. Ahora soy capaz de ver con claridad quiénes fueron mis maestros de vida, los que más
En cierto sentido se podría decir que, letra a letra, palabra a palabra, página a página, libro a libro, he venido, sucesivamente, implantando en el hombre que fui los personajes que creé. Considero que sin ellos no sería la persona que hoy soy, sin ellos tal vez mi vida no hubiese logrado ser más que un esbozo impreciso, una promesa como tantas otras que de promesa no consiguieron pasar, la existencia de alguien que tal vez pudiese haber sido y no llegó a ser.
intensamente me enseñaron el duro oficio de vivir, esas decenas de personajes de novela y de teatro que en este momento veo desfilar ante mis ojos, esos hombres y esas mujeres, hechos de papel y de tinta, esa gente que yo creía que iba guiando de acuerdo con mis conveniencias de narrador y obedeciendo a mi voluntad de autor, como títeres articulados cuyas acciones no pudiesen tener más efecto en mí que el peso soportado y la tensión de los hilos con que los movía. De esos maestros el primero fue, sin duda, un mediocre pintor de retratos que designé simplemente por la letra H., protagonista de una historia a la que creo razonable llamar de doble iniciación (la de él, pero también, de algún modo, la del autor del libro, protagonista de una historia titulada Manual de pintura y caligrafía, que me enseñó la honradez elemental de reconocer y acatar, sin resentimientos ni frustraciones, sus propios límites: sin poder ni ambicionar aventurarme más allá de mi pequeño terreno de cultivo, me quedaba la posibi-
lidad de cavar hacia el fondo, hacia abajo, hacia las raíces. Las mías, pero también las del mundo, si podía permitirme una ambición tan desmedida. No me compete a mí, claro está, evaluar el mérito del resultado de los esfuerzos realizados, pero creo que es hoy patente que todo mi trabajo, de ahí para adelante, obedeció a ese propósito y a ese principio. Vinieron después los hombres y las mujeres del Alentejo, aquella misma hermandad de condenados de la tierra a que pertenecieron mi abuelo Jerónimo y mi abuela Josefa, campesinos rudos obligados a alquilar la fuerza de los brazos a cambio de un salario y de condiciones de trabajo que sólo merecerían el nombre de infames. Cobrando por menos que nada una vida a la que los seres cultos y civilizados que nos preciamos de ser llamamos, según las ocasiones, preciosa, sagrada y sublime. Gente popular que conocí, engañada por una Iglesia tan cómplice como beneficiaria del poder del Estado y de los terratenientes
latifundistas, gente permanentemente vigilada por la policía, gente, cuántas y cuántas veces, víctima inocente de las arbitrariedades de una justicia falsa. Tres generaciones de una familia de campesinos, los Mal-Tiempo, desde el comienzo del siglo hasta la Revolución de Abril de 1974 que derrumbó la dictadura, pasan por esa novela a la que di el título de Alzado del suelo y fue con tales hombres y mujeres del suelo levantados, personas reales primero, figuras de ficción después, con las que aprendí a ser paciente, a confiar y a entregarme al tiempo, a ese tiempo que simultáneamente nos va construyendo y destruyendo para de nuevo construirnos y otra vez destruirnos. No tengo la seguridad de haber asimilado de manera satisfactoria aquello que la dureza de las experiencias tornó virtud en esas mujeres y en esos hombres: una actitud naturalmente estoica ante la vida. Teniendo en cuenta, sin embargo, que la lección recibida, pasados más
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de veinte años, permanece intacta en mi memoria, que todos los días la siento presente en mi espíritu como una insistente convocatoria, no he perdido, hasta ahora, la esperanza de llegar a ser un poco más merecedor de la grandeza de los ejemplos de dignidad que me fueron propuestos en la inmensidad de las planicies del Alentejo. El tiempo lo dirá. ¿Qué otras lecciones podría yo recibir de un portugués que vivió en el siglo XVI, que compuso las “Rimas” y las glorias, los naufragios y los desencantos patrios de Os Lusíadas, que fue un genio poético absoluto, el mayor de nuestra literatura, por mucho que eso pese a Fernando Pessoa, que a sí mismo se proclamó como el Súper-Camoens de ella? Ninguna lección a mi alcance, ninguna lección que yo fuese capaz de aprender salvo la más simple que me podría ser ofrecida por el hombre Luis Vaz de Camoens en su más profunda humanidad, por ejemplo, la humildad orgullosa de un autor que va llamando a todas las puertas en busca de quien esté dispuesto a publicar el libro que escribió, sufriendo por eso el desprecio de los ignorantes de sangre y de casta, la indiferencia desdeñosa de un rey y de su compañía de poderosos, el escarnio con que desde siempre el mundo ha recibido la visita de los poetas, de los visionarios y de los locos. Al menos una vez en la vida, todos los autores tuvieron o tendrán que ser Luis de Camoens, aunque no escriban las redondillas de Sôbolos rios. Entre hidalgos de la corte y censores del Santo Oficio, entre los amores de antaño y las desilusiones de la vejez prematura, entre el dolor de escribir y la alegría de haber escrito, fue a este hombre enfermo que regresa pobre de la India, adonde muchos sólo iban para enriquecerse, fue a este soldado ciego de un ojo y golpeado en el alma, fue a este seductor sin fortuna que no volverá nunca más a perturbar los sentidos de las damas de
Vinieron después los hombres y las mujeres del Alentejo, aquella misma hermandad de condenados de la tierra a que pertenecieron mi abuelo Jerónimo y mi abuela Josefa, campesinos rudos obligados a alquilar la fuerza de los brazos a cambio de un salario y de condiciones de trabajo que sólo merecerían el nombre de infames. palacio, a quien yo puse a vivir en el teatro en el escenario de la pieza de teatro llamada ¿Que farei con este livro? (¿Qué haré con este libro?), en cuyo final resuena otra pregunta, aquélla que importa verdaderamente, aquélla que nunca sabremos si alguna vez llegará a tener respuesta suficiente: “¿Qué harás con este libro?”. Humildad orgullosa fue ésa de llevar debajo del brazo una obra maestra y verse injustamente rechazado por el mundo. Humildad orgullosa también, y obstinada, esta de querer saber para qué servirán mañana los libros que vamos escribiendo hoy, y luego dudar que consigan perdurar largamente (¿hasta cuándo?) las razones tranquilizadoras que quizá nos estén siendo dadas o que estamos dándonos a nosotros mismos. Nadie se engaña mejor que cuando consiente que lo engañen otros. Se aproxima ahora un hombre que dejó la mano izquierda en la guerra y una mujer que vino al mundo con el misterioso poder de ver lo que hay detrás de la piel de las personas. Él se llama Baltasar Mateus y
tiene el apodo de Siete-Soles, a ella la conocen por Bilmunda, y también por el apodo de Siete-Lunas que le fue añadido después porque está escrito que donde haya un sol habrá una luna y que sólo la presencia conjunta de uno y otro tornará habitable, por el amor, la tierra. Se aproxima también un padre jesuita llamado Bartolmeu que inventó una máquina capaz de subir al cielo y volar sin otro combustible que no sea la voluntad humana, ésa que según se viene diciendo, todo lo puede, aunque no pudo, o no supo, o no quiso, hasta hoy, ser el sol y la luna de la simple bondad o del todavía más simple respeto. Son tres locos portugueses del siglo XVIII en un tiempo y en un país donde florecieron las supersticiones y las hogueras de la Inquisición, donde la vanidad y la megalomanía de un rey hicieron levantar un convento, un palacio y una basílica que asombrarían al mundo exterior, en el caso poco probable de que ese mundo tuviera ojos bastantes para ver a Portugal, tal como sabemos que los tenía Bilmunda para ver lo que
escondido estaba. Y también se aproxima una multitud de millares y millares de hombres con las manos sucias y callosas, con el cuerpo exhausto de haber levantado, durante años sin fin, piedra a piedra, los muros implacables del convento, las alas enormes del palacio, las columnas y las pilastras, los aéreos campanarios, la cúpula de la basílica suspendida sobre el vacío. Los sonidos que estamos oyendo son del clavicornio del Doménico Scarlatti, que no sabe si debe reír o llorar. Esta es la historia del Memorial del convento, un libro en que el aprendiz de autor, gracias a lo que le venía siendo enseñado desde el antiguo tiempo de sus abuelos Jerónimo y Josefa, consiguió escribir palabras como éstas, donde no está ausente alguna poesía: “Además de la conversación de las mujeres son los sueños los que sostienen al mundo en su órbita. Pero son también los sueños los que le hacen una corona de lunas, por eso el cielo es el resplandor que hay dentro de la cabeza de los hombres si no es la cabeza de los hombres el propio y único cielo”. Que así sea. De las lecciones de poesía, sabía ya alguna cosa el adolescente, aprendidas en sus libros de texto cuando, en una escuela de enseñanza profesional de Lisboa, andaba preparándose para el oficio que ejerció en el comienzo de su vida de trabajo: el de mecánico cerrajero. Tuvo también buenos maestros del arte poético en las largas horas nocturnas que pasó en bibliotecas públicas, leyendo al azar de encuentros y de catálogos, sin orientación, sin alguien que le aconsejase, con el mismo asombro creador del navegante que va inventando cada lugar que descubre. Pero fue en la biblioteca de la escuela industrial donde El año de la muerte de Ricardo Reis comenzó a ser escrito. Allí encontró un día el joven aprendiz de cerrajero (tendría entonces 17 años) una revista –Atena era el título– en que había poemas firmados con aquel nombre y, naturalmente, siendo tan mal
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conocedor de la cartografía literaria de su país, pensó que existía en Portugal un poeta que se llamaba así: Ricardo Reis. No tardó mucho tiempo en saber que el poeta propiamente dicho había sido un tal Fernando Nogueira Pessoa que firmaba poemas con nombres de poetas inexistentes nacidos en su cabeza y a quien llamaba heterónimos, palabra que no constaba en los diccionarios de la época, por eso costó tanto trabajo al aprendiz de las letras saber lo que ella significaba. Aprendió de memoria muchos poemas de Ricardo Reis (“Para ser grande sê inteiro/Põe quanto és no mínimo que fazes”), pero no podía resignarse, a pesar de tan joven e ignorante, a que un espíritu superior hubiese podido concebir, sin remordimiento, este verso cruel: “Sábio é o que se contenta com o espectáculo do mundo”. Mucho, mucho tiempo después, el aprendiz de escritor ya con el pelo blanco y un poco más sabio de sus propias sabidurías se atrevió a escribir una novela para mostrar al poeta de las “Odas” algo de lo que era el espectáculo del mundo en ese año de 1936 en que lo puso a vivir sus últimos días: la ocupación de la Renania por el Ejército nazi, la guerra de Franco contra la República española, la creación por Salazar de las milicias fascistas portuguesas. Fue como si estuviese diciéndole: “He ahí el espectáculo del mundo, mi poeta de las amarguras serenas y del escepticismo elegante. Disfruta, goza, contempla, ya que estar sentado es tu sabiduría”. El año de la muerte de Ricardo Reis terminaba con unas palabras melancólicas: “Aquí donde el mar acabó y la tierra espera”. Por tanto no habría más descubrimientos para Portugal, sólo como destino una espera infinita de futuros ni siquiera imaginables: el fado de costumbre, la saudade de siempre y poco más. Entonces el aprendiz imaginó que tal vez hubiese una manera de volver a lanzar los barcos al agua, por ejemplo mover la propia tierra y ponerla a navegar mar adentro. Fruto inmediato del resentimiento colectivo portugués por los
desdenes históricos de Europa (sería más exacto decir fruto de mi resentimiento personal), la novela que entonces escribí –La balsa de piedra– separó del continente europeo a toda la Península Ibérica, transformándola en una gran isla fluctuante, moviéndose sin remos ni velas, ni hélices, en dirección al Sur del mundo, “masa de piedra y tierra cubierta de ciudades, aldeas, ríos, bosques, fábricas, bosques bravíos, campos cultivados, con su gente y sus animales”, camino de una utopía nueva: el encuentro cultural de los pueblos peninsulares con los pueblos del otro lado del Atlántico, desafiando así, a tanto se atrevió mi estrategia, el dominio sofocante que los Estados Unidos de la América del Norte vienen ejerciendo en aquellos parajes. Una visión dos veces utópica entendería esta ficción política como una metáfora mucho más generosa y humana: que Europa, toda ella, deberá trasladarse hacia el Sur a fin de, en descuento de sus abusos coloniales antiguos y modernos, ayudar a equilibrar el mundo. Es decir Europa finalmente como ética. Los personajes de La balsa de piedra –dos mujeres, tres hombres y un perro– viajan incansablemente a través de la Península mientras ella va surcando el océano. El mundo está cambiando y ellos saben que deben buscar en sí mismos las personas nuevas en que se convertirán (sin olvidar al perro que no es un perro como los otros). Eso les basta. Se acordó entonces el aprendiz que en tiempos de su vida había hecho algunas revisiones de pruebas de libros y que si en La balsa de piedra hizo, por decirlo así, revisión del futuro, no estaría mal que revisara ahora el pasado inventando una novela que se llamaría História do Cerco de Lisboa, en la que un revisor trabajando un libro del mismo título, aunque de historia, y cansado de ver cómo la citada historia cada vez es menos capaz de sorprender, decidió poner en lugar de un “sí” un “no”, subvirtiendo la autoridad
de las “verdades históricas”. Raimundo Silva, así se llamaba el revisor, es un hombre simple, vulgar, que sólo se distingue de la mayoría por creer que todas las cosas tienen su lado visible y su lado invisible y que no sabremos nada de ellas, mientras no les hayamos dado la vuelta completa. De eso precisamente trata una conversación que tiene con el historiador. Así: “Le recuerdo que los revisores ya vieron mucho de literatura y vida. Mi libro, se lo recuerdo, es de historia. No es propósito mío apuntar otras contradicciones, profesor, en mi opinión todo cuanto no sea vida es literatura. La historia también. La historia sobre todo, sin querer ofender. Y la pintura, y la música. La música va resistiéndose desde que nació, unas veces va y otras viene, quiere librarse de la palabra, supongo que por envidia, pero regresa siempre a la obediencia. Y la pintura, mire, la pintura no es más que literatura hecha con pinceles. Espero que no se haya olvidado de que la humanidad comenzó pintando mucho antes de saber escribir. Conoce el refrán, si no tienes perro caza con el gato, o dicho de otra manera, quien no puede escribir, pinta, o dibuja, es lo que hacen los niños. Lo que usted quiere decir, con otras palabras, es que la literatura ya existía antes de haber nacido, sí señor, como el hombre, con otras palabras, antes de serlo ya lo era. Me parece que usted equivocó la vocación, debería ser historiador. Me falta preparación, profesor, qué puede un simple hombre hacer sin preparación, mucha suerte he tenido viniendo al mundo con la genética organizada, pero, por decirlo así, en estado bruto, y después sin más pulimento que las primeras letras que se quedaron como únicas. Podía presentarse como autodidacta producto de su digno esfuerzo, no es ninguna vergüenza, antiguamente la sociedad estaba orgullosa de sus autodidactas. Eso se acabó, vino el desarrollo y se acabó, los autodidactas son vistos con malos ojos, sólo los que escriben versos o historias para distraer están autorizados a ser autodidactas, pero yo para la creación literaria no tengo habilidad. Entonces métase a filósofo. Usted es un humorista, cultiva la ironía, me pregunto cómo se dedicó a la historia, siendo ella tan
grave y profunda ciencia. Soy irónico sólo en la vida real. Ya me parecía a mí que la historia no es la vida real, literatura sí, y nada más. Pero la historia fue vida real en el tiempo en que todavía no se le podía llamar historia. Entonces usted cree, profesor, que la historia es la vida real. Lo creo, sí. Que la historia fue vida real, quiero decir. No tengo la menor duda. Qué sería de nosotros si el deleatur que todo lo borra no existiese, suspiró el revisor”. Escusado será añadir que el aprendiz aprendió con Raimundo Silva la lección de la duda. Ya era hora. Fue probablemente este aprendizaje de la duda el que le llevó, dos años más tarde, a escribir El Evangelio según Jesucristo. Es cierto, y él lo ha dicho, que las palabras del título le surgieron por efecto de una ilusión óptica, pero es legítimo que nos interroguemos si no habría sido el sereno ejemplo del revisor el que, en ese tiempo, le anduvo preparando el terreno de donde habría de brotar la nueva novela. Esta vez no se trataba de mirar por detrás de las páginas del Nuevo Testamento a la búsqueda de contradicciones, sino de iluminar con una luz rasante la superficie de esas páginas, como se hace con una pintura para resaltarle los relieves, las señales de paso, la oscuridad de las depresiones. Fue así como el aprendiz, ahora rodeado de personajes evangélicos, leyó, como si fuese la primera vez, la descripción de la matanza de los Inocentes y, habiendo leído, no comprendió. No comprendió que pudiese haber mártires de una religión que aún tendría que esperar treinta años para que su fundador pronunciase la primera palabra de ella, no comprendió que no hubiese salvado la vida de los niños de Belén precisamente la única persona que lo podría haber hecho, no comprendió la ausencia, en José, de un sentimiento mínimo de responsabilidad, de remordimiento, de culpa o siquiera de curiosidad, después de volver de Egipto con su familia. Ni se
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Ciegos. El aprendiz pensó “Estamos ciegos”, y se sentó a escribir el Ensayo sobre la ceguera para recordar a quien lo leyera que usamos perversamente la razón cuando humillamos la vida, que la dignidad del ser humano es insultada todos los días por los poderosos de nuestro mundo, que la mentira universal ocupó el lugar de las verdades plurales, que el hombre dejó de respetarse a sí mismo cuando perdió el respeto que debía a su semejante.
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podrá argumentar en defensa de la causa que fue necesario que los niños de Belén murieran para que pudiese salvarse la vida de Jesús: El simple sentido común, que a todas las cosas, tanto a las humanas como a las divinas, debería presidir, está ahí para recordarnos que Dios no enviaría a su hijo a la Tierra con el encargo de redimir los pecados de la humanidad, para que muriera a los dos años de edad degollado por un soldado de Herodes. En ese Evangelio escrito por el aprendiz con el respeto que merecen los grandes dramas, José será consciente de su culpa, aceptará el remordimiento en castigo de la falta que cometió y se dejará conducir a la muerte casi sin resistencia, como si eso le faltase todavía para liquidar sus cuenta con el mundo. El Evangelio del aprendiz no es, por tanto, una leyenda edificante más de bienaventurados y de dioses, sino la historia de unos cuantos seres humanos sujetos a un poder contra el cual luchan, pero al que no pueden vencer. Jesús, que heredará las sandalias con las que su padre había pisado el polvo de los caminos de la tierra, también heredará de él el sentimiento trágico de la responsabilidad y de ella la culpa que nunca lo abandonará, incluso cuando levante la voz desde lo alto de la cruz: “Hombres, perdónenlo, porque él no sabe lo que hizo”, refiriéndose al Dios que lo llevó hasta allí, aunque quien sabe si recordando todavía, en esa última agonía, a su padre auténtico, aquel que en la carne y en la sangre, humanamente, lo
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engendró. Como se ve, el aprendiz ya había hecho un largo viaje cuando en el herético evangelio escribió las últimas palabras del diálogo en el templo entre Jesús y el escriba: “La culpa es un lobo que se come al hijo después de haber devorado al padre, dijo el escriba, Ese lobo de que hablas ya se ha comido a mi padre, dijo Jesús, Entonces sólo falta que te devore a ti, Y tú, en tu vida, fuiste comido, o devorado, No sólo comido y devorado, también vomitado, respondió el escriba”. Si el emperador Carlomagno no hubiese establecido en el norte de Alemania un monasterio, si ese monasterio no hubiese dado origen a la ciudad de Münster, si Münster no hubiese querido celebrar los 1200 años de su fundación con una ópera sobre la pavorosa guerra que enfrentó en el siglo XVI a protestantes anabaptistas y católicos, el aprendiz no habría escrito la pieza de teatro que tituló In Nomine Dei. Una vez más, sin otro auxilio que la pequeña luz de su razón, el aprendiz tuvo que penetrar en el oscuro laberinto de las creencias religiosas, ésas que con tanta facilidad llevan a los seres humanos a matar y a dejarse matar. Y lo que vio fue nuevamente la máscara horrenda de la intolerancia, una intolerancia que en Münster al-
canzó el paroxismo demencial, una intolerancia que insultaba la propia causa que ambas partes proclamaban defender. Porque no se trataba de una guerra en nombre de dos dioses enemigos sino de una guerra en nombre de un mismo dios. Ciegos por sus propias creencias, los anabaptistas y los católicos de Münster no fueron capaces de comprender la más clara de todas las evidencias: en el día del Juicio Final, cuando unos y otros se presenten a recibir el premio o el castigo que merecieron sus acciones en la tierra, Dios, si en sus decisiones se rige por algo parecido a la lógica humana, tendrá que recibir en el paraíso tanto a unos como a otros, por la simple razón de que unos y otros en Él creían. La terrible carnicería de Münster enseñó al aprendiz que al contrario de lo que prometieron las religiones nunca sirvieron para aproximar a los hombres y que la más absurda de todas las guerras es una guerra religiosa, teniendo en consideración que Dios no puede, aunque lo quisiese, declararse la guerra a sí mismo... Ciegos. El aprendiz pensó “Estamos ciegos”, y se sentó a escribir el Ensayo sobre la ceguera para recordar a quien lo leyera
que usamos perversamente la razón cuando humillamos la vida, que la dignidad del ser humano es insultada todos los días por los poderosos de nuestro mundo, que la mentira universal ocupó el lugar de las verdades plurales, que el hombre dejó de respetarse a sí mismo cuando perdió el respeto que debía a su semejante. Después el aprendiz, como si intentara exorcizar a los monstruos engendrados por la ceguera de la razón, se puso a escribir la más simple de todas las historias: Una persona que busca a otra persona sólo porque ha comprendido que la vida no tiene nada más importante que pedir a un ser humano. El libro se llama Todos los nombres. No escritos, todos nuestros nombres están allí. Los nombres de los vivos y los nombres de los muertos. Termino. La voz que leyó estas páginas quiso ser el eco de las voces conjuntas de mis personajes. No tengo, pensándolo bien, más voz que la voz que ellos tuvieron. Perdónenme si les pareció poco esto que para mí es todo. w NOTA: El título de este texto es responsabilidad del Periódico ALMA MATER, no del autor.