Nº 665 Medellín, junio de 2017 Vigilada Mineducación
SISTEMA DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Por la actual política financiera de educación superior
el futuro de la universidad pública es incierto Consejo Académico de la Universidad de Antioquia
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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Al costado este del río Medellín que cruza el Valle de Aburrá, en la base de la comuna nororiental de la ciudad, está ubicada la ciudad universitaria de la Universidad de Antioquia
Gestión
Nº 665, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, junio de 2017
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Nuestro principal propósito es señalar que no estamos de acuerdo con políticas basadas en la transformación de recursos de la oferta pública (universidades públicas) en subsidios a la demanda (mediante diversos mecanismos) que luego se le transfieren al sector privado.
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Ana Milena Gualdrón Díaz, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Carlos Arturo Morales Vallecilla, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • David Hernández García, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • Carlos Alberto Palacio Tobón, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edwin Carvajal Córdoba, Decano Facultad de Comunicaciones • Luquegi Gil Neira, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Jesús Francisco Vargas Bonilla, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •Ruth María Agudelo Cadavid, Decana (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Ángela María Franco Cortés, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • David Hernández García, Secretario General. Invitados: Álvaro Franco Giraldo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Luis Alfonso Escobar Trujillo, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Ana María Gutiérrez Giraldo, Directora de Gestión Logística y de Infraestructura • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
Implicaciones de la actual política de educación superior —Comunicado del Consejo Académico Nº 15—
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l Consejo Académico de la Universidad de Antioquia, consciente de su responsabilidad con la sociedad colombiana en lo relativo a educación y a equidad social, después de un análisis general de la política actual de educación superior, llama la atención de la opinión pública y en particular de la comunidad académica del país, de los organismos de gobierno y de otros decisores políticos sobre las limitaciones e implicaciones en su implementación por parte del Ministerio de Educación Nacional. Hoy, en concreto, nos referimos a algunos aspectos que inciden notoriamente en la financiación de la educación superior y en el incierto futuro de las universidades y de otras instituciones de educación superior (IES) de carácter público. Iniciativas específicas de esta política, como “Ser pilo paga” y “Becas crédito”, así como el modelo de financiación a la demanda, llaman la atención sobre este cambio de enfoque que derivará en la desfinanciación de la educación superior pública, trasladando la responsabilidad del financiamiento a los propios estudiantes y a sus familias. De manera simultánea, se incrementan los gastos de funcionamiento de las universidades. El programa “Ser pilo paga” se ha vuelto un controvertido componente de la actual política, no solo por la transferencia de recursos públicos al sector privado, sino por el encarecimiento de la formación universitaria, al desaprovechar la oportunidad para un mayor incremento de cobertura vía oferta estatal. Por su concepción y por la forma de asignación, este componente central de la actual política de educación superior del Gobierno despierta muchas preocupaciones sobre el futuro universitario y el de la propia formación superior. Las universidades públicas no pueden competir hoy por esos recursos; para hacerlo tendrían que ceder en sus rigurosos procesos de admisión. La consecuencia es obvia: ya no es necesario privatizar las universidades públicas, es más fácil privatizar el proceso educativo y así ellas languidecerán, limitando la responsabilidad del Estado con sus propias instituciones a ser garante del derecho fundamental a la educación. En la misma lógica financiera se inscribe la transferencia de recursos que por la reforma tributaria (Ley 1819 de 2016) se destinaban a la educación superior, correspondientes al 40% de medio punto de lo que se recaudará por el IVA, con los cuales ya contaban las universidades públicas y que ahora, mediante otro proyecto de ley de adición presupuestal del Ministerio de Hacienda, irán, en gran proporción, al Icetex para alimentar de nuevo los subsidios a la demanda, desfinanciando la oferta institucional. Por su parte el Sistema nacional de educación terciaria —SNET—, como se ha planteado, es parte de esta política, y el modelo propuesto en dos pilares (formación universitaria y formación profesional), más allá de la discusión académica que este amerita, también amenaza la sostenibilidad de las universidades públicas, que se verían obligadas a compartir sus recursos futuros con un sistema paralelo. Como si fuera poco, otros recursos para ciencia y tecnología, provenientes de regalías, también son cambiados de destinación y ya no servirán para reforzar este campo de educación e investigación de las universidades. Si a esto le sumamos las exigencias de masificación de la universidad, la problemática sigue en aumento, pues la inversión del Estado no cubre, entre otras, las necesidades en bienestar estudiantil y de planta profesoral, ni responde al aumento de cobertura evidenciado por la universidad pública en la última década. Así las cosas, las universidades públicas han debido destinar los escasos recursos del erario para gastos de funcionamiento básico, viéndose obligadas a descuidar sus objetivos misionales. Nuestro principal propósito es señalar que no estamos de acuerdo con políticas basadas en la transformación de recursos de la oferta pública (universidades públicas) en subsidios a la demanda (mediante diversos mecanismos) que luego se le transfieren al sector privado. Es un contrasentido, en términos sociales de la educación superior, porque es la educación pública la llamada a liderar procesos de transformación social, cimentados en la consolidación de la paz, la inclusión, la equidad y la justicia. Solo mediante la financiación estatal de la educación superior pública se garantiza la integridad del derecho fundamental a la educación. Es urgente afianzar en la agenda política la sostenibilidad de la educación superior y que exista una política integral, diáfana y específica, pensada en función de la financiación de las universidades públicas, que resuelva la deuda histórica con estas entidades estatales. Habría que plantearse complementariamente una política de financiación de ciencia y tecnología que refuerce el funcionamiento de las universidades, que les permita la transferencia de recursos adicionales para pagos de investigadores, fomento de la publicación y la productividad, con incentivos claros para la investigación, la innovación y el desarrollo científico. La amenaza de la privatización de la educación superior pública compromete la creatividad intelectual que contribuye al devenir humano y, con este, la posibilidad de que la producción académica nacional florezca en beneficio tanto del conocimiento científico como de la calidad de vida de los colombianos. Consejo Académico Medellín, mayo 25 de 2017
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Plan de Desarrollo UdeA 2016-2017
Los docentes en las comunidades académicas Por LUIS CARLOS PADILLA B. Periodista del PDI
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n el documento del Plan de Desarrollo Institucional 2017-2016, PDI, que fue revisado en abril y recomendado por el Consejo Académico al Consejo Superior Universitario, CSU, se plantea, respecto al ciclo de vida de los profesores en la Universidad de Antioquia, “fomentar la permanencia profesoral con estímulos en las diferentes funciones misionales con el fortalecimiento de las condiciones académicas, sociales, políticas y culturales para el ejercicio de las responsabilidades, y con el aumento en la participación de redes de conocimiento y comunidades académicas”. Dado el planteamiento, es importante analizar –a la luz de lo consignado en la construcción colectiva del PDI– algunos de los factores que atañen a la situación de los profesores de la Universidad de Antioquia de cara a la aprobación del Plan, previa consideración del CSU en las sesiones de mayo y junio. El lineamiento 7 del segundo objetivo, en el tema estratégico 2, Ciclos de vida de la comunidad universitaria, estipula “comunidades académicas y redes de conocimiento consolidadas para el desarrollo del ejercicio profesoral”. Para María Cecilia Plested, profesora titular de la Escuela de Idiomas y vinculada a la UdeA desde hace 41 años, una comunidad académica es un grupo de expertos (colegas, estudiantes y coequiperos) que se integra a través de su interés, motivación y capacidad de analizar y compartir el conocimiento para transformarlo. “No es monodisciplinaria, sino transdisciplinaria, pues lo que nos une es el conocimiento y el objeto de estudio. Si tuviéramos el respaldo de la estructura académico-
Hoy el 70 por ciento de los cursos de pregrado en la UdeA se dictan en la modalidad de cátedra. En 2016 se invirtieron 60 mil millones en contratos cátedra para docencia. Según cifras de la Rectoría, actualmente la Universidad tiene cerca de 5.000 contratos de hora cátedra, 400 profesores ocasionales y 1.500 plazas de docentes de planta. Para los próximos 10 años se busca revertir la pirámide, de manera que el 65% de la planta profesoral que sirve los cursos de pregrado esté vinculada a la institución. En las sedes y seccionales de la UdeA en Antioquia hay 61 plazas de docentes y 2.619 contratos de cátedra. En las regiones solo hay un docente vinculado de tiempo completo en la Seccional Urabá. El 42 % del total de docentes en la Universidad tiene título de doctorado. Entre los profesores de tiempo completo en la institución, el 53% son doctores, según cifras de la Rectoría y la Dirección de Desarrollo Institucional.
administrativa sería fácil conformar comunidades académicas”, dice. Y señala que se necesitan unas condiciones más flexibles, puesto que los profesores en muchos casos están ocupados en asuntos administrativos y se ven impedidos para desarrollar sus actividades en estas comunidades. “La Universidad no son procesos administrativos, sino académicos”, enfatizó Plested. El rector, Mauricio Alviar Ramírez, subraya la necesidad de que los profesores se dediquen a las labores de docencia, investigación y extensión y, por ello, la estrategia es evaluar la estructura administrativa de las unidades académicas donde los profesores han tenido mayor carga. “Estamos trabajando para disminuir al máximo las actividades administrativas que tengan los profesores”, observa.
Según la Dirección de Regionalización, en la actualidad la UdeA cuenta con 62 profesores en las regiones de Antioquia, de los cuales solo una profesora está vinculada de tiempo completo (seccional Urabá). El director de Regionalización, Luis Alfonso Escobar, señala que el objetivo es contar con 200 profesores en 2026. Para el Rector, el reto es lograr que “sean plazas para profesores de planta por medio del concurso público de méritos para las regiones”, lo que propiciaría las condiciones para generar comunidades académicas en las sedes y seccionales de la UdeA en el departamento. Escobar plantea que una de las estrategias es que la Universidad considere a sus egresados en las regiones para la construcción de
esas comunidades académicas. “Debemos captar en las regiones a los egresados que han ido adquiriendo la experiencia y facilitar por vía de becas y diferentes estímulos la formación posgradual”, explica. Otra posibilidad —añade— es buscar profesores que, teniendo gran experiencia en asuntos que atañen a cada región en particular — como la Oceanografía en Urabá—, traigan esa experticia a la Universidad, aunque no sean propiamente egresados de la Alma Máter. Otro de los puntos que establece el objetivo 2 del tema 2, es la necesidad de “fortalecer la formación integral de los profesores hacia la construcción de comunidad universitaria”. Al respecto, Edgar Ocampo, coordinador del Programa de Desarrollo Docente, señala que la noción de integralidad va muy de la mano con la tradición de la formación, ya que esta es un referente que parte del sujeto, el cual busca alcanzar ideales personales y necesarios para él, los cuales logra integrándose a una comunidad que comparte ciertos principios. Se trata de “una apuesta en la cual el docente puede encontrar un desarrollo profesional exitoso para él y para la comunidad educativa a la cual se dirige”, explica. Esto quiere decir que el profesor sea formado en materia pedagógica y didáctica, pero también en herramientas de reflexión desde lo humano para la mediación de conflictos, a fin de afrontar situaciones que en la vida laboral y cotidiana son complejas. En la misma línea, el rector Alviar Ramírez expresa que el profesor que la Universidad y la sociedad necesitan ha de ser una persona culta, integral e íntegra, que sea un modelo para sus estudiantes y les hable de arte, cultura e historia, más allá de su propia área de formación. “Que tenga —dice— un nivel educativo tal que sus estudiantes lo vean como un ejemplo a seguir, porque los jóvenes de hoy necesitan referentes”.
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Opinión / Análisis
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Críticas y autocríticas universitarias sobre las negociaciones de paz Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ Periodista de Relaciones Públicas elizabeth.canas@udea.edu.co
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on un llamado a que los universitarios asuman el proceso de paz e incluyan dentro de las agendas el tema de la pacificación de los territorios, presentó el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, Víctor Currea de Lugo, su visión sobre la gestión de paz en Colombia. Durante el foro “El panorama de la negociación con el ELN”, que tuvo lugar en la Universidad de Antioquia, argumentó que las universidades públicas se han ausentado sobre el asunto histórico más importante de la vida política colombiana. “La universidad está de espaldas a la paz y han sido las universidades privadas, no las públicas, las que han aportado a la discusión y el debate de un asunto tan fundamental”, aseveró. Currea de Lugo lamentó que los procesos como la negociación con las FARC y el ELN se hayan reducido, debido a la incapacidad para plantear un modelo de participación adecuado, de lo cual parece derivarse que “la paz no tiene pueblo y en vez de discusión nacional sobre los temas a negociar, salgan a flote las contradicciones en los medios de comunicación, pero no en
la mesa; las posturas centralistas y no plurales de los colombianos; los discursos ideologizados y se ponga evidencia tanto el clientelismo como el miedo a la democracia”. En su opinión, la falta de músculo político de la que adolece el país, incidió en la negociación con las FARC, instancia que se convirtió en “una mesa mediática” y de la cual, dijo, es una experiencia que no deberá repetirse en las negociaciones con el ELN. Especialmente “porque —aseguró— se va a sentir el peso de una extrema derecha en 2018, de un régimen tan brutal que va a terminar dándole la razón a los radicales del ELN para no firmar la paz”. A las críticas formuladas por el profesor universitario se sumaron las realizadas por Luis Emil Sanabria Durán, presidente colegiado de Redepaz y vocero de la Mesa Social por la Paz, quien señaló que no obstante la buena voluntad, se requiere aprender de la experiencia y generar consenso real, así como un proceso asambleario para acuñar a la paz y evitar que se repitan realidades como las que ocurren en la zona de Urabá, “donde la paz no se aclimata”. En el foro, quedó claro la necesidad de que todos hablemos bien de la paz, que esta nos convoque a pesar de que todavía hay muchos asuntos por afinar y el proceso presenta incertidumbre. En esta vía el exmilitante del ELN y actual gestor de paz, Carlos Velandia Jagua, dijo
que “lo peor es que la paz no es la prioridad de los colombianos, porque son las preocupaciones como la corrupción del sector público y privado, el bajo salario, los impuestos, la inseguridad, los asuntos relacionados con Trump las que inquietan y, de último, está la paz en Colombia”. Con escepticismo, criticó el silencio conventual y el régimen draconiano que en su opinión caracterizaron al proceso de negociación con las FARC y frente al cual comparó el que adelanta el ELN para argumentar que avanzar con este grupo es más complejo, porque se trata de “un proceso asimétrico y un tanto tardío, en el que además pesará mucho el agravamiento de la situación debido a las condiciones en Venezuela”.
Cambio de paradigma Desde una visión menos radical y más propositiva, la exmilitante del Movimiento M19, Vera Grabe Loewenherz, en la cátedra pública Héctor Abad Gómez “Aciertos y desvaríos para la paz”, señaló la necesidad de que el país asuma con entereza una visión no culposa, pero sí de responsabilidades para lograr la paz, porque aún se trabaja desde los prejuicios. “Se requiere una verdadera cultura política y el problema no son los guerrilleros, sino qué va a pasar con las víctimas. Es un asunto que pasa por entender la memoria no para polarizar Continúa en la página 5
En memoria de nuestros mártires universitarios Por GRIMALDO OLEAS LIÑÁN Profesor jubilado grimaldo.oleas@gmail.com
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as postrimerías de la década de 1970, así como la siguiente, se caracterizaron por la represión y el desarrollo de múltiples acciones tendientes a la desarticulación de las organizaciones sociales que luchaban por el respeto a los derechos en nuestro país. Los movimientos profesoral y estudiantil no escaparon a los efectos de esa arremetida. En 1978, ¡sólo un mes después de posesionado!, el presidente Turbay, al amparo del Estado de sitio expidió el nefasto Estatuto de seguridad, con el objetivo de coartar los derechos de expresión y movilización de las organizaciones sociales que en el año anterior protestaban contra las directrices económicas gubernamentales y exigían mejores condiciones de vida. La Universidad de Antioquia fue víctima de los efectos de esta política. En el año 1979, seis años después del asesinato del estudiante Fernando Barrientos, el profesor Leonardo Betancur
Todos estamos condenados al polvo y al olvido [...]. Sobrevivimos por unos frágiles años, todavía, después de muertos, en la memoria de otros, pero también esa memoria personal, con cada instante que pasa, está siempre más cerca de desaparecer. (Héctor Abad Faciolince: El olvido que seremos) Taborda, cofundador de la Escuela Nacional Sindical, acusado de “favorecer a guerrilleros en su consulta médica”, fue detenido y recluido en la cárcel de Bellavista, en donde sufrió torturas durante cuatro meses. A finales de la década de 1980, la ofensiva de los grupos paramilitares, escudados en el combate a las guerrillas, segó la vida de profesores, estudiantes y líderes de la defensa de las libertades. Particularmente en el año 1987, en Medellín muchos líderes, políticos y activistas defensores de derechos humanos, cayeron asesinados; otros fueron secuestrados, desaparecidos y torturados. En un intento de contrarrestar esta ofensiva criminal, en Medellín se multiplicaron las marchas de protesta. Una de ellas, en favor de la vida, realizada el 13 de agosto de 1987, partió de la Universidad de Antioquia, con centenares de estudiantes, profesores y empleados de la Alma Máter, y maestros sindicalizados. El acto estuvo presidido por los directivos del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en Antioquia, los profesores Carlos Gaviria Díaz, Leonardo Betancur Taborda, Héctor Abad Gómez, Pedro
Luis Valencia Giraldo, y los líderes del magisterio antioqueño. Esa marcha masiva exacerbó los ánimos de los enemigos de la libre expresión. Menos de 24 horas después, en la mañana del 14 de agosto, sicarios irrumpieron violentamente en la residencia del profesor Pedro Luis Valencia Giraldo, por la época senador de la República, y lo asesinaron en presencia de sus dos hijos. Sólo transcurrieron once días para el recrudecimiento de la acción criminal contra los adalides de las libertades. En la mañana del 25 de agosto fue asesinado el profesor Luis Felipe Vélez, presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia. Ese día en la tarde, en el mismo sitio en donde ocurrió el homicidio, y cuando acudían al velorio de su amigo, fueron acribillados los médicos y profesores de la Escuela Nacional de Salud Pública y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur Taborda. El 18 de diciembre del mismo año 1987, fue asesinado el abogado, antropólogo, humanista, Continúa en la página 5
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Fricciones en la máquina de la paz
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o para re-escenificar la historia (…) para que la paz no sea un producto, y le demos sentido para la propia vida”. Ese lugar que, según la actual directora de la Corporación Observatorio para Paz, debe tener el proceso, debe ser coherente y demanda la transformación de las lógicas actuales, pero insistió en que “falta pedagogía, cultura política y ante todo condiciones para ejercer ciudadanía, sin la cual no es posible el cambio político”. Desde esa perspectiva, otra voz que se hizo sentir, fue la de Lucía González Duque, quien al participar en la sesión “Memoria y olvido para la construcción”, también en la cátedra pública Héctor Abad Gómez, convocó a recuperar la compasión y a profundizar reconocimiento y valoración del otro, para que este tenga un espacio de implicación”. La gestora cultural y social para la paz relacionó la necesidad de fijar nuevos paradigmas y establecer pedagogías que permitan desde los universitarios hacer contribuciones reales, tangibles, operativas para apoyar un proceso vital para la país y reducir los efectos de lo que calificó “una nación desmemoriada; inmersa en el olvido como estrategia del poder y como medio para para mantener los privilegios, las exclusiones, las historias, los responsables y que ha facilitado las injusticias y la muerte”.
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teólogo, filósofo y profesor de la Facultad de Derecho de la Alma Máter, Luis Fernando Vélez Vélez, quien había asumido la presidencia del Comité de Defensa de los Derechos Humanos, cargo que había quedado vacante por el crimen de Héctor Abad Gómez. La lista de los caídos en ese año se acrecentó con las muertes violentas de los profesores Darío Garrido Ruiz y Carlos López Bedoya, y de los estudiantes Edison Castaño Ortega, José Abad Sánchez Cuervo, Yowaldin Cardeño Cardona, José Ignacio Uribe Londoño, John Jairo Villa Peláez, Gustavo Franco Marín, Rodrigo Guzmán Martínez, Orlando Castañeda Sánchez, Marina Ramírez, Francisco Gaviria. Hoy, 30 años después del sacrificio de estos líderes, ninguna persona ha sido detenida, juzgada o condenada como autora material o intelectual. Los asesinatos de estos luchadores populares y defensores de los derechos humanos, se mantienen en la impunidad. Los sobrevivientes de aquella terrible época debemos rendir homenaje a nuestros héroes, para no permitir que el recuerdo de ellos desaparezca por la fragilidad de nuestra memoria, e invitar a las nuevas generaciones a que, a pesar de no haber sufrido en directo los estragos de la represión, conozcan este capítulo de nuestra historia para que no se vean condenados a repetirlo.
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Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO Profesor del Instituto de Estudios Políticos german.valencia@udea.edu.co
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defender el proceso. Recordemos cómo desde antes de iniciar la fase de las negociaciones, en octubre de 2012, se habían dado fricciones que pusieron en vilo la continuidad del proceso. En la etapa de conversaciones exploratorias, por ejemplo, el abatimiento de Alfonso Cano, máximo comandante de las Farc, el 4 de noviembre de 2011, fue un duro golpe para la guerrilla, y tal vez el suceso más representativo de la guerra, lo que hacía pensar que estaba muy lejos el inicio de una salida negociada al conflicto. Luego, durante la fase de negociaciones ocurrieron otra serie de fenómenos que paralizaron los diálogos, entre ellos la retención por quince días del General Alzate, junto a otras dos personas, en Chocó, el 17 de noviembre de 2014 (ver recuadro). Sin embargo, los interesados en que el proceso continúe han sabido afrontar estos hechos. Han tomado en sus manos herramientas para cambiar piezas, aceites para afinar la maquinaria y fuerza para retirar los elementos que hacen tambalear el proceso de paz en Colombia. Por eso, no es raro que en la tarea de la construcción de hoy en adelante continúen presentándose fallas en la máquina de la paz. En la fase actual de implementación se ha criticado mucho el proceso de paz por la manera como se han realizado las tareas de desarme por la Comisión de seguimiento, impulso y verificación del proceso de paz o la forma como han operado los diversos asuntos relacionados con las zonas veredales transitorias de normalización. En esta lógica, debemos esperar que las fricciones en el proceso de paz con las Farc sigan apareciendo. Lo más seguro es que en la fase de la implementación, que durará más de una década, continuarán dándose los malentendidos y conflictos; habrá fricciones que perturben el proceso y no permitan que todo marche como se ha planeado; vendrán fallas que generan demoras y produzcan descomposturas. Como ha pasado en este primer semestre, luego de la firma del Acuerdo final, debemos reconocer que en el proceso político y jurídico del Estado colombiano participan muchos actores y estos pueden no operar armoniosamente. Pero esperamos que estas fallas en el proceso de nuevo sean afrontadas con responsabilidad por los interesados en la paz. Que en el posconflicto se logre un armonioso programa de desarme, desmovilización y reintegración, y sobre todo que las reformas como la rural integral y al sistema político, que por tantos años he esperado la sociedad, se lleven a cabo.
as ciencias exactas y naturales tienen una forma muy especial de analizar sus fenómenos: invitan al observador a situarse en una posición privilegiada, a pensar el mundo como una especie de gran máquina, donde los procesos mecánicos se desarrollan en un ambiente sin perturbaciones, ni fricciones, donde los cuerpos se mueven en perfecta armonía. Las ciencias sociales y humanas, por el contrario, invitan al observador a poner los pies sobre la tierra, pensando lo social como una máquina que, a diferencia de la del mundo ideal, ostenta muchos problemas: son artefactos que en su funcionamiento cotidiano están sometidos a continuas fricciones, que reducen la marcha, producen perturbaciones e incluso fallas que pueden impedir el objetivo deseado. Aunque las dos miradas ofrecen ventajas considerables, sin duda, la segunda es la que mayor utilidad práctica puede brindar al analista social. Oliver Williamson —uno de los científicos más reconocidos hoy—, por ejemplo, ha mostrado una especial predilección por la idea del mundo social como una máquina imperfecta; considera que las fricciones son la norma en la realidad social, que se generan de forma indisoluble en todas las actividades. El sistema social presenta toda clase de problemas y se desenvuelve en un contexto donde la incertidumbre y el riesgo son la constante. Así lo social como artefacto en ocasiones tiene piezas que no encajan, presenta fisuras que generan fugas innecesarias o pérdidas de energía y pueden hallarse elementos externos que dañan todo el proceso. Esta metáfora de máquina imperfecta tiene un gran potencial en el análisis de la realidad política, sobre todo si se utiliza para comprender las dinámicas del proceso de paz con las Farc. De forma constante se puede observar cómo en la coyuntura nacional se despliegan fenómenos que distorsionan la marcha planeada del proceso. En el mes que acaba de finalizar, por ejemplo, dos fallos de la Corte Constitucional —uno asociado a la prohibición del Congreso de modificar los proyectos de ley que propone el Gobierno y que obliga a la votación en bloque, y otro que deroga el Decreto 298 de 2017 con el que se amplía la Ciclo Fricciones que han afectado el proceso de paz planta de personal de la Unidad Las Farc anuncian ‘pausa’ para analizar la propuesta de Santos de un referendo, Nacional de Protección— evi13º pues su propuesta es una Asamblea Nacional Constituyente (23 de agosto de 2013). dencian la manera como se afecta el proceso de paz y como Acción militar de las Farc a la estación de Policía del municipio Inzá, Cauca, dejando 17º varias víctimas, en su mayoría, civiles (7 de diciembre de 2013). hace que la máquina que este representa merme su marcha o Presidente Santos suspende el proceso de paz luego de conocerse la retención del 30° General Rubén Darío Alzate, junto con dos personas más (17 de noviembre de 2014) genere fallos.
Superar escollos Lo positivo es que los fallos han sido afrontados y resueltos de forma oportuna en cada momento por los interesados en
35° 43° 47°
Las Farc matan a 11 soldados y dejan 17 más heridos en acción militar en Buenos Aires, Cauca. Santos reanudó bombardeos (15 de abril de 2015). Polémica por propuesta de las Farc sobre asignación directa de curules en el Congreso de la República, al menos en dos periodos, así como en asambleas departamentales y concejos municipales (7 de noviembre de 2015). Polémica por reunión de cúpula de las Farc en el corregimiento de Conejo, municipio de Fonseca, Guajira (18 de febrero de 2016).
Opinión / Análisis
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Reforma política: una oportunidad para la democracia
Por FERNANDO VALENCIA RIVERA Director regional de Viva la Ciudadanía y miembro de la plataforma SEPA, Seguimiento político en Antioquia
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esde el 14 de febrero el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, anunció ante el Congreso de la República la intención de impulsar la transformación del sistema electoral. Desde entonces el asunto se ha vuelto polémico por la diversidad de criterios e iniciativas, no obstante lo cual no logra ser de interés para el grueso de la ciudadanía y permanece en círculos especializados, por lo que se hace necesario insistir en su comprensión para dar un lugar amplio a la ciudadanía en este debate. Lo primero es advertir que este proceso de reforma se está tramitando en tres espacios o niveles: 1) Los ajustes necesarios para garantizar la participación política de la nueva organización que surge de los acuerdos con las FARC y la ampliación de la participación territorial, tales como la creación de las nuevas curules en el Congreso, las circunscripciones electorales especiales y la adopción del nuevo partido político de los excombatientes; 2) El régimen de transición política, pensado para dos períodos de gobierno, que contiene reformas para todo el sistema electoral y de partidos; y 3) los ajustes necesarios para que las nuevas condiciones que surjan de la implementación de los acuerdos de paz no afecten los derechos adquiridos por las organizaciones políticas minoritarias, sobre los cuales se ha venido trabajando desde hace varios meses por parte del gobierno nacional, la Comisión de seguimiento, impulso y verificación a la implementación (CSIVI) del acuerdo de paz, y estos partidos y movimientos. La necesidad de adoptar una profunda reforma a nuestro sistema electoral se sustenta, entre otras cosas, en los propósitos de fortalecer los partidos; posibilitar el ingreso de nuevas fuerzas y de nuevos territorios a la representación política; disminuir la abstención; controlar la financiación de las campañas; fortalecer la autoridad electo-
ral, y evitar la entrega de avales a corruptos y a personas con inminente inhabilidad para ocupar los cargos, lo cual se traduce en revocatorias y destituciones que desde 2015 le han costado al erario público aproximadamente 8.000 millones de pesos, representados en la realización de elecciones atípicas. Un ajuste tal del sistema político se convino por parte del gobierno y las FARC mediante la conformación de la Misión Electoral Especial, que en marzo pasado presentó en Cartagena su propuesta “Reforma electoral en Colombia”, cuyo contenido puede resumirse en las siguientes recomendaciones: • Fortalecer la institucionalidad que gobierna los procesos electorales y vigila las organizaciones políticas, conformando un sistema con tres instituciones: Registraduría, Consejo Electoral y una Corte Electoral, con las siguientes características: —La autoridad electoral debe ser independiente, autónoma y descentralizada. El Consejo Nacional Electoral tiene reparos respecto a su origen político al ser escogido por los propios partidos representados en el Congreso; de autonomía, por depender económicamente de la Registraduría, y de cobertura territorial por funcionar exclusivamente desde Bogotá. —La justicia electoral debe ser oportuna y especializada. Si bien esta función la cumple la Sección Quinta del Consejo de Estado, sus fallos tardan demasiado y no apuntan a la responsabilidad integral de los partidos, toda vez que se limita a hacer control judicial a decisiones de orden administrativo en materia de elecciones. —La Procuraduría no debe tener facultades para destituir a quienes hayan sido elegidos por votación. Su competencia debe llegar solo hasta investigar y acusar ante la respectiva autoridad judicial, que por demás contaría con 6 tribunales regionales. • Implementar la modalidad de listas cerradas, incluso para las elecciones territoriales de concejales y diputados. • Aumentar el número de representantes a la Cámara, de 166 a 200, de forma tal que se garantice una participación más equitativa, y que ningún departamento tenga menos de 3 curules.
• Aumentar la financiación estatal de campañas y adoptar criterios diferenciales de equidad, haciendo a los partidos responsables de su administración, en lugar de al candidato. • Respecto a la participación de las mujeres, establecer un sistema de incremento que tienda a la paridad, alternancia y universalidad. • Promover la participación ciudadana con facilidades para el acceso y labores pedagógicas para la comprensión del ejercicio democrático. Las reacciones a estas iniciativas han sido múltiples, pero en términos generales puede decirse que han suscitado una gran polémica. Como era de esperarse, ninguna de las instituciones cuya transformación se propone se ha mostrado de acuerdo con la Misión. Los partidos políticos mantienen una enorme desconfianza a lo que resulte en los detalles, tal como lo han manifestado las organizaciones políticas minoritarias; o se muestran abiertamente en oposición como en el caso del Centro Democrático. Tal vez una de las mayores objeciones a la conformación de la instancia de juzgamiento está en que pretenda integrarse por magistrados elegidos por el sistema de cooptación y postulación de las altas cortes, cuando en la reciente Ley de equilibrio de poderes se les quitaron a éstas las facultades nominativas. Mientras se agota el tiempo del fastrack legislativo y avanzan las campañas políticas disminuye el poder del gobierno nacional para sacar adelante esta reforma, porque se hace cada vez más costosa la negociación con los partidos políticos. Al igual que en otros temas estructurales del proceso de paz, como lo son los de desarrollo rural y garantías para la participación ciudadana, los cambios serán inocuos. La reforma electoral en manos de quienes históricamente han corrompido la política y la vida institucional parece una causa fallida. La única esperanza está en la ciudadanía, en la acción de personas y colectivos que se informan y se posicionan frente a este tema; porque está claro que los mismos responsables del déficit de democracia y de justicia no van a implementar los cambios necesarios, pero también que el problema no radica sólo en ellos sino fundamentalmente en la pasividad e indiferencia de nuestros sujetos políticos.
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de la sustitución pensional por el fallecimiento del señor ANTONIO JOSÉ RENDÓN VERGARA, quién falleció el 18 de julio de 2012. Se ha presentado a reclamar la señora LUZ CELINA DUQUE de RENDÓN en calidad de cónyuge. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de la sustitución pensional por el fallecimiento del señor CONRADO DE JESÚS GÓMEZ BERRÍO, quien falleció el 22 de marzo de 2017. Se ha presentado a reclamar la señora DORALBA DE JESÚS GAVIRIA de GÓMEZ en calidad de cónyuge. Las personas que se consideren con igual o mejor derecho, deberán presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación, en el bloque 16 oficina 106.
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Nuevos decanos El Consejo Superior Universitario, en la sesión del 30 de mayo de 2017, designó como decano de la Facultad de Ciencias Agrarias al profesor John Jairo Arboleda Céspedes, en reemplazo de Luis Guillermo Palacio Baena, a quien se le termina el periodo estatutario de tres años. También designó como decano de la Facultad Nacional de Salud Pública al profesor José Pablo Escobar Vasco, en reemplazo de la profesora Ruth María Agudelo Cadavid, quien estaba en encargo. John Jairo Arboleda Céspedes es magíster en medicina tropical de la Corporación de Ciencias Básicas Biomédicas y médico veterinario de la Universidad de Antioquia. Ostenta la categoría de Profesor Asistente. Ha sido John Jairo docente de la UniArboleda Céspedes versidad de Antioquia desde 1994 (de cátedra, ocasional y vinculado desde 2000). En la institución se ha desempeñado como jefe del centro de investigaciones agrarias de la Facultad de Ciencias Agrarias, director de Regionalización, vicerrector de Investigación, rector encargado, director de Bienestar Universitario en funciones, vicerrector General, y vicerrector de Extensión en funciones.
*** José Pablo Escobar Vasco es magíster en entomología de la Universidad de Panamá, magíster en salud pública de la Universidad de Antioquia y médico y cirujano de la Universidad Pontificia Bolivariana. Profesor vinculado de meJosé Pablo dio tiempo, desde Escobar Vasco 1999 hasta la fecha, en la Universidad de Antioquia ostenta la calidad de Profesor Asociado. También se desempeñó como profesor de cátedra en la Universidad Pontificia Bolivariana. Ha sido médico director en la Unidad de Salud de Amalfi, jefe en el Laboratorio Departamental de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, coordinador de proyectos ambientales en la Dirección de Salud Ambiental, coordinador del proyecto “Sistemas de Vigilancia Epidemiológico – Proyecto Hidroeléctrico Porce II”, y jefe de la Sección Académica del Centro de Extensión de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.
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La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea, Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. • http//Asoprudea.udea.edu.co
¿Administrar por procesos en una cultura y estructura piramidal? Por CARLOS ARTURO MORALES VALLECILLA Representante Profesoral al Consejo Superior Universitario Universidad de Antioquia carlos.morales@udea.edu.co
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n la actualidad, y en consonancia con las teorías y prácticas administrativas de los últimos tiempos, es evidente que la gran mayoría de organizaciones privadas y estatales han migrado o vienen migrando al establecimiento de estructuras organizacionales que permiten trabajar por procesos. Y lo han hecho tanto las empresas productoras de bienes materiales (factorías), como aquellas dedicadas a los servicios. En este contexto, la Universidad también ha sido interrogada sobre sus formas de estructura organizacional, con la particular condición de que sus entradas y salidas (de las que habla la teoría de sistemas, refiriéndose a un sistema abierto) son sui generis, dado el tipo de bienes materiales e inmateriales que por ella circulan: sociedad, formación, cultura, ciencia e innovación, como elementos continentes de las diversas actividades que desarrolla la Universidad en el mundo del conocimiento y de las redes de pensamiento. Esta condición, por cierto, es de imprescindible consideración, al momento de diseñar su estructura organizacional, si de verdad se quiere preservar la esencia y la autonomía universitaria. A mi modo de ver, es indudable la necesidad de trabajar en la materialización de una arquitectura organizativa que se aboque de manera total a una gestión por procesos. Pero eso sí, adecuada a las particularidades de los atributos sui generis de la Universidad antes dichos, y sobre todo adjetivada como pública, que la diferencie, además, de la concepción puramente empresarial, sin que ello obste para hablar de conceptos como eficiencia, eficacia y calidad, entre otros. Siempre referidos, insisto, a sus entradas y salidas connaturales, que además se desarrollan con un propósito que supera la simple prestación de un servicio y se adentra en la satisfacción de un derecho constitucional: la educación. Pero esta tarea se hace imposible si no cambiamos nuestra cultura organizacional, imbuida de pensamientos y prácticas administrativas burocratizadas, jerarquizadas, piramidales, funcionales, y no pocas veces autoritarias. A propósito, permítaseme decir que muchas de las problemáticas que hoy se generan en nuestra universidad, y que deterioran el denominado clima laboral, tienen su origen en la persistencia de dicha estructura mental. A veces pareciera que seguimos condicionados por una sicología derivada de una estructura administrativa propia de la universidad napoleónica, que buscó en su momento, por un lado, satisfacer la necesidad burocrática de un Estado que empezaba a surgir bajo nuevos paradigmas y que requería de cuadros directivos para la administración del
mismo (servicio público) y, por otro, enfatizar en la formación profesionalizante. Lejos estamos de aquellas épocas; hoy requerimos nuevas formas de gobierno y administrativas, especialmente por la irrupción de las disciplinas y la investigación, y la Constitución de 1991, que nos define como un Estado social de derecho. Porque este asunto, además, también pasa por el meridiano de la democracia. En las tres últimas sesiones del Consejo Superior Universitario, CSU, de la Universidad de Antioquia, se presentó y se inició la discusión de la propuesta “Adecuaciones a la estructura administrativa central”, por iniciativa del equipo rectoral y con la participación del representante del sector productivo en el CSU. La propuesta incluye la reforma de algunos artículos del Estatuto General y para la próxima sesión de este Consejo está agendada para ser votada en segundo debate, en junio. El primero se cumplió el pasado 30 de mayo. Desde la primera presentación de esta propuesta (por cierto incompleta, dado que los proponentes no incluyeron el articulado del Estatuto General a reformar), ocurrida en la sesión del 28 de marzo, la representación profesoral al CSU ha manifestado reparos a la misma, y se resumen así: 1) la adecuación que se pretende es parcial y no se aboca a la implementación integral de una estructura organizacional sistémica que permita trabajar por procesos; al parecer se pretende solucionar un problema estructural con adecuaciones solamente funcionales referidas a divisiones o cargos; dichas adecuaciones, además, no aparecen sustentadas en términos de costos; 2) en la justificación apenas se menciona, pero no se profundiza con datos, sobre la estructura administrativa bajo la cual funciona actualmente la Universidad, después de que la propuesta de la pasada administración del rector Alberto Uribe no fuera implementada en su totalidad, por cuenta de las críticas y la oposición que recibió de parte de estamentos y gremios de la Universidad; de hecho, la actual administración habla de una implementación de apenas el 19%; 3) con las adecuaciones que ahora se proponen no se soluciona el híbrido que aún persiste, en donde se mezclan de forma inadecuada una estructura piramidal con algunas adecuaciones que apenas insinúan trabajar por procesos; y 4) dado que en este momento se adelanta la discusión sobre el Plan de Desarrollo Institucional, no resulta sensato disociar los temas estratégicos que este defina, de la estructura administrativa que se pueda implementar; no es entendible por tanto la premura en sacar adelante estas adecuaciones, sin dicho análisis. Además de las propuestas que se pueden inferir de los reparos antes anotados, sería conveniente que este tema se discutiera, de verdad y a fondo, con todos los estamentos de la Universidad, entre ellos con los expertos en administración, pues resulta ser un contrasentido y un muy mal comienzo, adecuarnos a una administración sistémica desconociendo estos aportes.
Opinión / Análisis
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Fotos: Matthias Kopp
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Visita de los académicos e investigadores de la Universidad de Antioquia, municipio de Dabeiba
La UdeA aportará a la construcción de paz en zonas de concentración Por JENNIFER RESTREPO DE LA PAVA Periodista de comunicación institucional prensa@udea.edu.co
e Idiomas—, visitó el municipio de Dabeiba, la zona transitoria de concentración de las Farc en la vereda Llago Grande y algunas poblaciones aledañas.
Necesidades
D
espués de la visita de un grupo interdisciplinario de la UdeA a la zona transitoria de las Farc en Dabeiba, la Institución concreta un plan de apoyo basado en las necesidades de los distintos actores y víctimas del conflicto. La visita fue una prueba piloto con la que la Alma Máter pretende llevar un programa de prácticas a las cinco zonas en Antioquia y una en Córdoba. Acorde con su rol de contribuir a educar y transformar la sociedad, la Universidad de Antioquia continúa sumando esfuerzos por la construcción de la paz en Colombia. Con la Mesa Universitaria por la Paz, en 2015 inició una serie de espacios de discusión y de reflexión para aportar desde la academia a las negociaciones entre el Gobierno y las Farc. Y más recientemente, en abril de 2017, un grupo interdisciplinario de la Institución —integrado por 23 profesionales de las facultades de Ciencias Sociales y Humanas, Artes, Educación, Comunicación, Derecho y Ciencias Políticas, del Instituto de Estudios Políticos, del Instituto de Estudios Regionales, INER, y de las escuelas Interamericana de Bibliotecología
Después los acercamientos con las comunidades, miembros del grupo insurgente y representantes de la administración local, el equipo de la UdeA identificó una serie de necesidades sin resolver, que se convierten en obstáculos para la implementación de los acuerdos de paz con las comunidades, las víctimas del conflicto y los excombatientes. De acuerdo con el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y líder de la iniciativa, Hernando Muñoz Sánchez, las principales necesidades de las comunidades son habituales en la mayoría de zonas rurales del país: acceso a servicios de salud,
mayor cobertura en la educación, oportunidades de empleo, implementación de nuevas unidades productivas basadas en las principales fuentes de producción para la sustitución de cultivos ilícitos, y restitución de tierras. “En Dabeiba —explicó Muñoz Sánchez— son comunes los cultivos de maracuyá, con los cuales es posible tener nuevas líneas productivas transformando ese producto en mermelada, postres y otros derivados, por ejemplo, y hacer lo mismo con otros productos como el fríjol, el café”. Para el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, dada la presencia histórica de grupos guerrilleros y paramilitares en el municipio, es fundamental que los habitantes de Dabeiba se empoderen políticamente y participen a través de organizaciones sociales, con un enfoque de reconciliación en torno a la paz.
“Falta fortalecer las relaciones entre la comunidad y las Farc; no ha sido un proceso cercano, la comunidad tiene muchas dudas debido a la rapidez del mismo. No tienen claro qué hacen en los campamentos, cuáles son sus rutinas y dinámicas, cómo será la reincorporación a la vida civil”, destacó el académico. Por su parte, la docente del Instituto de Estudios Políticos y participante del proceso, Irene Piedrahíta Arcila, agregó que la principal preocupación que manifestaron los comandantes de las Farc en esa zona transitoria, es que los guerrilleros rasos reincidan por no encontrar alternativas. “Para evitarlo —dijo—, ellos (los comandantes) insisten en la importancia de proporcionarles apoyo para el proceso de reintegración a la vida civil. Sería muy interesante levantar un diagnóstico territorial para saber con qué se cuenta — capacidad instalada— y fortalecer lo que ocurre allí en función del proceso de paz y el posconflicto”. Los integrantes de las Farc también tienen necesidades como alfabetizarse, aprender artes, orientación vocacional, aprovechar sus conocimientos sobre los territorios, botánica y demás, para crear unidades productivas y oportunidades de negocio. Tales son algunos de los planteamientos que presentan los líderes de los 250 excombatientes que allí se congregan. Con respecto a las autoridades locales, el grupo interdisciplinario identificó que la institucionalidad necesita acompañamiento y asesoría en la Mesa de Víctimas, la
Investigación
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Medellín, tan cerca y tan lejos del mar
Foto: Jenny Leal
Por LINA GALLO BENÍTEZ
Secretaría de Gobierno, la Personería y demás actores que velan por los derechos humanos de los habitantes de la zona. Ante este sinnúmero de necesidades, los profesionales presentaron una propuesta a la Rectoría y la Vicerrectoría General de la Universidad de Antioquia, basada en tres ejes: un programa de prácticas, para llevar profesionales en distintas áreas a las zonas transitorias, cabeceras municipales y sectores aledaños; capacitaciones y formación a los distintos actores y diplomados en derechos humanos para los comités del Estado u otras entidades que estén a cargo de funcionarios y, por último, apoyo en el desarrollo rural.
Pacto por la salud y la paz “Ya hay docentes trabajando en la propuesta para que el programa de prácticas inicie en el segundo semestre de 2017; además, esperamos que en esta fecha empiecen las visitas a las demás zonas de concentración de Antioquia y la que está ubicada en Tierra Alta, Córdoba. La Vicerrectoría General de la UdeA está gestando un pacto por la salud y la paz con otras universidades del país como la Nacional, Del Valle, del Rosario, Santo Tomás y la Industrial de Santander. Para llevar actividades de promoción y prevención en todas las áreas de la salud y garantizar el acceso a este derecho fundamental de las comunidades”, confirmó el vicerrector General Álvaro Franco Giraldo. Cómo acoplar la Universidad a las zonas transitorias de las Farc y sus alrededores, para la construcción de la paz en los territorios articulada con entidades gubernamentales y no gubernamentales, es la premisa de este año de la Alma Máter en su búsqueda por aportar desde la academia al posconflicto.
Periodista de la Corporación Académica Ambiental comunicacionesambiental@udea.edu.co
“
Todos estamos conectados por el mar, así no lo veamos”. Con esta premisa la profesora Jenny Leal, coordinadora del Doctorado y la Maestría en Ciencias del Mar y del Grupo de investigación en sistemas marinos y costeros de la Corporación Académica Ambiental, invita a la programación académica que varias instituciones organizan para conmemorar el Día mundial de los océanos. “Por estar en una ciudad como Medellín, muchas personas ven el mar como algo ajeno, pero no es así: el aire que respiramos se lo debemos en buena medida al mar. Si el Amazonas es el pulmón del planeta, el mar es el corazón que bombea vida al planeta”, dice la investigadora, y recuerda que el encuentro académico incluye conferencias de expertos internacionales y locales el miércoles 7 de junio en Medellín, y el 8 y 9 de junio en Turbo. Según los investigadores, los océanos cumplen un papel fundamental en la vida humana y demás, ya que generan la mayoría del oxígeno que respiran los seres vivos y moderan el clima mundial a través de los diferentes ciclos biogeoquímicos. La celebración, que en 2017 tiene el slogan “nuestros océanos, nuestro futuro”, busca “movilizar y unir a la población mundial en torno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos, ya que son una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte esencial de la biosfera”.
El mar de Antioquia La costa antioqueña en el Golfo de Urabá es la segunda más ex-
tensa de Colombia sobre el mar Caribe. Razón de más para que instituciones como la Universidad de Antioquia, la Universidad CES y la Corporación CEMarin de la mano de la Comisión Colombiana del Océano, conmemoren el Día Mundial de los Océanos y motiven la reflexión sobre la necesidad de proteger a los océanos de amenazas derivadas de la actividad humana como la pesca ilegal, las prácticas de acuicultura inapropiadas, la contaminación marina, la destrucción de hábitats en los ecosistemas marinos y costeros y la introducción de especies no nativas, factores a los que se suman el cambio climático y la acidificación de los océanos, que generan un impacto negativo sobre todo el planeta. “Para Urabá vienen una serie de proyectos muy importantes y necesarios, como es el caso de los proyectos portuarios; debemos estar preparados como región para ese desarrollo, no podemos equivocarnos con el medio ambiente», alerta la investigadora Jenny Leal. “De nada nos sirve un desarrollo económico si en unos años o décadas el ambiente se vuelve hostil para la vida humana, y esto es algo que ya está sucediendo en algunas partes de los océanos”, afirma y subraya que “los océanos moderan el clima mundial y al acabar con ellos nos quedamos también sin qué respirar”. Frente a los desafíos de la región de Urabá y en especial de su vida marina y costera, la Universidad cumple un rol vital, no solo desde la oferta de programas de pregrado y posgrado, proyectos de investigación y extensión, sino también propiciando espacios de diálogo entre los diversos actores. La presencia de grupos de investigación de la Universidad en Urabá, al igual que los trabajos de los estudiantes de pregrados como ecología de zonas costeras, ocea-
nografía, ingeniería oceanográfica y posgrados como el Doctorado y la Maestría en Ciencias del Mar han evidenciado, por ejemplo, la presencia de microplásticos en las columnas de agua del mar del golfo de Urabá y de metales pesados como mercurio y plomo en los sedimentos y peces, así como el aumento del nivel del mar y la erosión costera. “Con estos hallazgos no queremos decir que las problemáticas sean nuevas, sino que ya las estamos estudiando y visibilizando”, explica Leal. Ecosistemas, biodiversidad y manejo de los recursos marinocosteros, oceanografía e ingeniería oceanográfica, hacen parte de las temáticas incluidas en la programación en el marco del Día mundial de los océanos. Además, el Proyecto Lopegu tendrá un espacio para presentar los resultados más valiosos de cada uno de sus componentes. Lopegu —Lineamientos prioritarios para la formulación de un ordenamiento pesquero del Golfo de Urabá—, es propuesto y ejecutado por la Universidad de Antioquia y la Gobernación de Antioquia - Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural - Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías, con el apoyo de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, las comunidades de pescadores y las entidades locales. Entre los conferencistas invitados están los expertos Rodolfo Silva Casarin, de la Universidad Nacional Autónoma de México; Reginaldo Durazo Arvizu, de la Universidad Autónoma de Baja California; Arnoldo Valle Levinson, de la Universidad de Florida; Jacobo Schmitter Soto, del Colegio de la Frontera Sur y Joseph Luis Pellegri. También se llevará a cabo el foro “Sociedad, biodiversidad y desarrollo costero”.
Investigación
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Agroecología, una manera de hacer ciencia Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO Periodista del Departamento de Información y Prensa angela.agudelor@udea.edu.co
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Hacia una teoría
Fotos: Luis Fernando Gómez Echeverri
a agroecología propone una nueva manera de hacer ciencia. Sin embargo, su caso “es similar a muchos otros de la historia de la ciencia: lo más común es un nombre o una denominación, pero más allá de ello, lo que sería lo fundamental, a saber, los métodos y el objeto de estudio, no son compartidos”, dice el profesor Jorge Antonio Mejía Escobar, del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Hace la observación a propósito de la tesis “El programa de investigación científica de la agroecología”, de Luis Fernando Gómez Echeverri, estudiante del Doctorado en Agroecología de la Facultad de Ciencias Agrarias, que demuestra este fenómeno. “La unidad de denominación genera el espejismo de la unidad efectiva y la tesis advierte claramente sobre este equívoco”, sostiene Mejía Escobar, al destacar de la tesis calificada con méritos la “revisión amplísima de libros, capítulos y artículos de revistas con la ayuda de métodos computacionales para poder clasificar las principales convergencias y los contenidos cognoscitivos que las constituyen”.
A propósito de su trandisciplinariedad, la agroecología no separa la producción agronómica y la pecuaria, pues su producción es con seres vivos.
Propuesta de solución Con esta base —resalta el profesor de Filosofía— Gómez Echeverri “analiza cuál sería la solución de esta disparidad y para ello, acude a la filosofía de la ciencia. En esta parte estudia varias posibilidades: una solución según el modelo de Thomas Kuhn, con la unificación por medio de un paradigma, y otra con una unificación menos rígida que considere a la agroecología como un ‘programa de investigación científica’ de acuerdo con el modelo de Imre Lakatos”. De este modo, el investigador articula una propuesta de contenidos de la agroecología como programa de investigación científica. “Este es un segundo aporte importante que busca que la propuesta de Gómez Echeverri llegue a ser ampliamente
conocida y crezca su aceptación; pero esta parte no depende de él sino de una discusión muy amplia, que no es solamente de índole académica, sino que está mediada también por intereses políticos, económicos y de reconocimiento individual, como ha sucedido a través de la historia en muchos casos de la ciencia y la técnica”, agrega Mejía Escobar. Con su investigación, Luis Fernando aporta a la teoría de la agroecología como ciencia en construcción; para ello, parte de qué es una ciencia desde la filosofía y la sociología, pues “estamos siendo muy pragmáticos —dice—; no estamos pensando las cosas, sino que lo importante es hacerlas”. En su tesis, sostiene que las
investigaciones empíricas en agroecología reflejan la falta de una madurez teórica, así como una ambigüedad en el término agroecológico. “El 28.8% de los artículos analizados se refieren a zonas agroecológicas, un concepto enmarcado dentro del paradigma de la ciencia convencional. Por otro lado, sólo el 16.9% de los artículos parten de un enfoque sistémico, criterio que se podría considerar básico para establecer la pertenencia de una investigación dentro del campo de la agroecología”. Esta investigación teórica, basada en el análisis de 117 artículos originales, encontró que no obstante ser el objeto de estudio de la agroecología, solo 12 de esos artículos se ocupaban de la sostenibilidad.
Gómez Echeverri propone siete principios básicos de la agroecología: el principio sistémico de la agroecología, el principio de biomímesis, el principio de la especificidad o particularidad de los agroecosistemas, el principio de sostenibilidad, el principio de biodiversidad, el principio de gobernanza de especies, y el principio de gobernanza de ecosistemas. Afirma que el objetivo de esta ciencia es diseñar, evaluar o llegar a sistemas de producción agraria sostenibles, pero “uno puede terminar haciendo cosas que no son, por esa falta de claridad de qué es lo que en verdad hace la agroecología”. Ingeniero químico e ingeniero de sonido, con maestría en medio ambiente y desarrollo, y recién doctorado en agroecología, Gómez Echeverri sostiene que cada ciencia va construyendo su propio universo discursivo y dentro de esos conceptos específicos hay unos conceptos estructuradores. “Si uno parte de la creencia de que la agroecología tiene que partir de unas bases distintas, tenemos que entrar a evaluar si sí se está cumpliendo o no”. Agrega que “los científicos miran mucho; arrancan y trabajan en una ciencia, pero esas partes fundamentales, algo filosóficas del asunto, terminan como descuidándose”, no obstante que son igual de importantes, porque “permiten mirar si sí estamos yendo en esa dirección”. En opinión del profesor Jorge Antonio Mejía Escobar, la tesis de Gómez quiere contribuir a producir una convergencia de la comunidad científica. “Los retos de la agroecología en relación con los fines que debe cumplir exigen reconciliar la eficiencia en la producción de alimentos y el cuidado del medio ambiente; y la relación que tienen con la tesis es que para lograr esta reconciliación, la comunidad científica requiere prácticas convergentes”, concluye.
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UdeA creó el Laboratorio integrado de medicina especializada Por ANDRÉS MAURICIO GARCÍA PATIÑO Periodista Parque de la Vida andresgarcia1191@gmail.com
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a Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, en alianza con la Fundación Universidad de Antioquia y la IPS Universitaria, se propuso construir el Laboratorio integrado de medicina especializada, Lime, donde estarán, en principio, los laboratorios de pediatría, hematología, farmacología, toxicología, genética y el Centro especializado de infecciones respiratorias, Cedir. El Lime ofrecerá, entre otros servicios, el servicio de farmacogenética, con el que espera convertirse en el laboratorio de referencia del país por la atención personalizada de pacientes que necesiten conocer la efectividad de los medicamentos antes de la prescripción. Este nuevo espacio, ubicado en la sede Prado de la IPS Universitaria, permitirá optimizar los procesos de investigación académica en un área polifuncional, que integrado con los servicios que ofrece el Centro de información y estudio de medicamentos y tóxicos, Ciemto, será la plataforma para desarrollar estudios clínicos ambulatorios sin precedentes en el campo científico de Medellín y Colombia. De igual forma, será una plataforma para articular la investigación, la docencia y la extensión de la Facultad de Medina. El decano Carlos Alberto Palacio Acosta señala que el Lime “integrará muchas unidades para optimizar el recurso humano, con procesos de alta calidad, que lleven a la consolidación de una propuesta histórica de un laboratorio médico único; pero también permitirá fortalecer los procesos de formación e investigación”. Con una inversión cercana a los mil 200 millones de pesos, provenientes del Sistema General de Regalías y de las instituciones cooperantes, el Laboratorio integrado de medicina especializada operará en el bloque B de la sede ambulatoria de la IPS Universitaria. No obstante, el coordinador de Ciemto, Andrés Felipe Zuluaga, estima que se requieren dos mil millones de pesos más para el desarrollo del proyecto. “También se calculó lo que se aporta en especie, en equipos y en personal, aunque no está cuantificado el conocimiento, que es muy importante. La inversión podría estar entre 4.500 y 5.500 millones de pe-
Lime. Visualización 3D exterior laboratorios
Lime. Visualización 3D interior counter sos”, agrega Zuluaga, quien precisa que el Lime se encuentra en la etapa de diseños arquitectónicos, con el desarrollo de los planos para las redes de energía, aguas, telecomunicaciones, y que en el segundo semestre de este año pueden comenzar las adecuaciones del espacio.
Primer laboratorio de farmacogenética El laboratorio será pionero en Colombia en medicina personalizada, al contar con un equipo de genetistas, farmacólogos, oncólogos, químicos, entre otros, para la atención de pacientes que requieran saber si, por sus carcaterísticas genéticas, pueden recibir o no un determinado medicamento antes de la prescripción médica. Mediante la farmacogenética será posible que los usuarios puedan modificar su práctica farmacológica, toda vez que la medicina personalizada le permitirá al paciente tener una medicación adecuada y pertinente, señala el decano Palacio Acosta.
Banco de antídotos para Antioquia De acuerdo con el Programa Internacional de Seguridad Química, los países en desarrollo presentan dificultades para el abastecimiento de antídotos, situación que según la Organización Mundial de la Salud, OMS, ocurre por consideraciones científicas y económicas, reglamentación y trámites administrativos y condiciones geográficas; no obstante, la guía técnica para el manejo de antídotos señala que los centros de atención toxicológica de cada país deben estimular la creación de redes de abastecimiento de antídotos en cooperación con las autoridades locales y las entidades de salud. Por las consideraciones de la OMS, la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia decidió que el banco de antídotos de Ciemto, ubicado en el Laboratorio integrado de medicina especializada, se proyecte como un servicio farmacéutico para garantizar el abastecimiento continuo y eficiente de los medicamentos o antídotos
requeridos en Antioquia, así como para tratar ataques de serpientes o intoxicaciones por agentes externos. Será imprescindible un trámite con el Invima para gestionar la autorización de ingreso de antídotos vitales no disponibles en el país, y en conjunto con la Gobernación de Antioquia y el Ministerio de Salud, se desarrolle el sistema de micro-bancos regionales para la dispensación oportuna en lugares alejados de la ciudad.
Laboratorio integrado y diferenciador Entre las particularidades del portafolio de servicios del Laboratorio integrado de medicina especializada se encuentran procedimientos que anteriormente eran objeto de estudio, de forma individual, en cada área, pero con la fusión de los seis laboratorios será posible que se articulen procedimientos de hematología para adultos, enfermedades infecciosas, genética, biología molecular, farmacología, toxicología, entre otros.
Investigación
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Censuras y anatemas Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO
Asistentes al acto conmemorativo de los 20 años de la CAEPT
Transdisciplinariedad en la ciencia
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a Universidad de Antioquia necesita avanzar hacia un modelo transdisciplinar de investigación, propuso el profesor Pablo Javier Patiño, a propósito de la conmemoración en mayo de los 20 años de la Corporación académica para el estudio de patologías tropicales de la Universidad de Antioquia. El ex vicerrector de Extensión resaltó que “la investigación tiene que tener beneficio público; o sea, debe llegar a la sociedad realmente, impactarla”, y dijo que el reto es focalizar, para lo cual se podría empezar por la salud, como componente integral del desarrollo humano en el que la Universidad ha desarrollado capacidades importantes de investigación. “Cada vez más se necesita de respuestas a las preguntas en esa área. Hay gran inequidad en el acceso a los servicios de salud; o sea, hay una oportunidad de mejorar esa inequidad”, dijo. La Corporación reúne a 11 grupos de investigación: Biología y control de enfermedades infecciosas, Pecet, Ecología microbiana y bioprospección, Programa de Ofidismo/escorpionismo, Grupo interdisciplinario de estudios moleculares, Sustancias bioactivas, Genética molecular, Unidad de genética médica, Parasitología, Infección y cáncer, e Inmunomodulación, cuyos hallazgos han contribuido al control y prevención de innumerables problemas de salud pública. No obstante, en el conversatorio con exdirectores de la Corporación, se insistió en la necesidad de lograr una mayor integración entre los grupos de investigación. Según Omar Triana Chávez, que fue director entre 2012 y 2016, “necesitamos pensar que tenemos opciones distintas a las que vemos actualmente, para que podamos llegar a ese gran reto que es presentar proyectos colaborativos entre los distintos grupos”. La actual directora, Sonia del Pilar Agudelo López, reconoció que aún hay mucho por hacer en la Corporación, pues “realmente no se ha dado un trabajo colaborativo”. El profesor Pablo Patiño habló de la urgencia de constituir un círculo o ciclo virtuoso en el que se pueda aplicar el conocimiento y, de esta manera, generar riqueza y bienestar social, para que “haya un retorno lo suficientemente grande para hacer la inversión que se necesita en dos elementos fundamentales: formación de calidad a todos los niveles y volver a empezar los procesos de generación de nuevo conocimiento”. Resaltó la necesidad “en un entorno tan adverso como el que tenemos en este país para la ciencia y la tecnología, de encontrar las vías y las rutas para poner en marcha este tipo de propuestas”; e insistió en que para poder hablar realmente de una economía basada en conocimiento, el sector productivo debe entender el valor del conocimiento y, por lo tanto, “hacer procesos de investigación y desarrollo para dar origen a lo que llamamos innovación”. Sugirió aprovechar la potencialidad de estrategias basadas en genómica y biotecnología, que se pueden apropiar y cuyo desarrollo tecnológico es cada vez más asequible, eso sí, a partir de la nueva ciencia de la convergencia, que parte fundamentalmente de las ciencias de la vida.
Foto: Ángela Agudelo
Periodista del Departamento de Información y Prensa angela.agudelor@udea.edu.co
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La ciencia tiene futuro? Esta fue una de las preguntas que respondieron los profesores Jorge Iván Zuluaga y Jorge Mahecha, de Astronomía y Física, respectivamente, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, a propósito del foro “La ciencia en crisis”, que convocó el grupo de estudiantes “Juntos”, en mayo. “Siempre va a haber una crisis en la ciencia; porque a diferencia de lo que sucede con cosas que son naturales al homo sapiens, el deporte, el arte, lo social, los espectáculos, la ciencia siempre va a tener esa situación marginal y dura. Pero no creo que estemos en una posición de decir que esto se va a acabar y que hay una crisis mundial que va a terminar haciendo desaparecer o convirtiendo la ciencia en otra cosa”, dijo Zuluaga. “Yo podría ser optimista diciendo que los nuevos medios de comunicación han bajado de su pedestal muchos saberes y a muchas personas, y han abierto la posibilidad de que cualquier ser humano, si aplica sistemáticamente, puede llegar a enterarse de cosas y a participar incluso en la creación. No soy creyente en profetas y en revelaciones, sino que en la medida en que hay más posibilidades para que grandes grupos de personas de la población participen en cosas científicas, me parece que eso es factible y está a la orden del día”, expresó, por su parte, el profesor Jorge Mahecha.
Espíritu abierto Mahecha, quien es doctor en ciencias físicas, observó que al escritor Fernando Vallejo, a propósito de su libro “Las bolas de Cavendish”, se le aplicó el concepto de censura motivada por atreverse a cuestionar, a referirse a verdades incuestionables como la Ley de Newton o las teorías de Darwin. “La crítica tan dura que recibió Vallejo de su libro en varios comentarios de prensa se me parece como una excomunión, algo que no va con lo que es el espíritu de la ciencia, que es un espíritu abierto y tolerante”, dijo. Citó a Salman Rushdie, autor de “Los versos satánicos”, para quien “la misión del poeta es nombrar lo innombrable, denunciar el engaño, tomar partido, iniciar discusiones, dar formas al mundo e impedir que se duerma”, y “algo andaba mal con la vida espiritual del planeta… Demasiados demonios dentro de personas que clamaban creer en Dios”; pues, dijo, sus planteamientos se aplican al trabajo de Vallejo. Según Mahecha, el escritor colombiano plantea una problemática, cual es la relación de los hechos con las teorías o los modelos. “En lo único en que todos los seres humanos deberían estar de acuerdo es en las observaciones experimentales rigurosas; en aquellas que al repetirse el experimento tienen una confianza de, por ejemplo, seis sigma, es decir, una posibilidad de fallo del 0.00034%”, precisó. Para él, la ciencia tiene que ver con una actividad humana espiritual, de entendimiento, de comprensión y de goce por utilizar el arte, la literatura, el trabajo creativo en general, pero también como una actividad al servicio de las corporaciones, “algo bastante polémico y que no es evidente”.
Ciencias duras Tanto Mahecha como Zuluaga se refirieron a la orden del Ministerio de Educación según la cual el 10% del contenido académico de las carreras científicas deberá ser humanístico. “Mi propuesta sería, para ser justos, que el 10% de los créditos electivos de la carrera de Derecho, por ejemplo, fueran científicos: matemática, biología, física… básicas, para que los abogados entendieran también lo que nosotros intentamos entender de su mundo”, expresó el investigador de astronomía. Mahecha se mostró en desacuerdo con que “la administración por vía puramente administrativa, por medio de un decreto, obligue a que todas las personas deben estudiar determinadas cosas”. “En países como Japón, como Finlandia, por ejemplo, hay unos espacios para que los muchachos, los niños, hagan lo que les dé la gana; eso suena a un anatema en nuestro medio, pero un niño en la escuela debe hacer lo que le da la gana”, agregó el investigador. “Yo respeto al individuo. No considero que las personas sean unos infantes; es más, un bebé es una persona que tiene una gran capacidad, una gran creatividad, y no debe menospreciársele”, insistió. Zuluaga resaltó, por su parte, la diferencia en los afanes de los investigadores de la física, la biología, en contraste con los de sociales y las ciencias humanas. Estos últimos, explicó, deben responder a problemas mucho más grandes como la paz, la convivencia, la segregación… “Eso hace que las escalas en las ciencias humanas sean mucho más largas, y no comprendamos que una investigación puede tomar 50 años”, dijo.
Gestión y resultados sociales 2016
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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El 26 de mayo, en la Sede de Investigación Universitaria, SIU, las directivas de la Alma Máter, en cabeza del rector Mauricio Alviar Ramírez, convocaron a los universitarios y a la comunidad a la audiencia de rendición de cuentas, una oportunidad para dar a conocer los aportes con los que la institución contribuye y retribuye a la sociedad, mediante la formación de pregrado y de posgrado, la investigación y la extensión. El espacio, en el que los directores y vicerrectores presentaron los principales logros de la gestión universitaria en 2016 e interactuaron con los universitarios a través de las frecuencias de la Emisora Cultural en las sedes y seccionales regionales y el canal Youtube, fue la oportunidad para mostrar los mejores indicadores del periodo, pero también para señalar los déficit y las dificultades en el bienestar universitario, las relaciones internacionales, la expansión en la infraestructura, la regionalización, el financiamiento y las áreas propiamente misionales de la Universidad. Déficit y dificultades que se traducen en desafíos para continuar consolidando el principal proyecto educativo y cultural del Departamento, la Universidad de Antioquia. En este especial de ALMA MÁTER los lectores podrán encontrar a manera enunciativa, algunos de los principales logros institucionales en 2016.
Gestión y resultados sociales 2016 El 2016 fue un año de intensa actividad académica en la Universidad de Antioquia. Gracias a la normalidad y la tranquilidad que se vivió en todos los espacios de la Universidad, tanto en Medellín como en las regiones, no solo se pudo adelantar y culminar los dos semestres de forma regular, sino que unos 5.000 estudiantes tuvieron la oportunidad de avanzar en sus programas con cursos intersemestrales. El dato es uno entre muchos otros que destaca el rector Mauricio Alviar Ramírez, extractado de los hechos y realizaciones que cosecharon los universitarios el año anterior, como parte del balance que entregó a propósito del Informe de gestión y de resultados sociales 2016 y de la audiencia de rendición de cuentas que se llevó a cabo el 26 de mayo en la Sede de Investigación Universitaria, SIU, de Medellín. “Aparte de esa situación de normalidad, de tener dos semestres regulares, la Universidad de Antioquia también puede decirle a la sociedad que avanzó enormemente en investigación, con más de 1.400 proyectos en ejecución durante 2016”, dijo. En ese mismo frente, destacó el registro de más de 1.000 publicaciones en ISI, que es una de la bases de artículos más importantes del mundo, y alrededor de 1.200 artículos en Scopus, lo que también da una idea de la producción científica y la visibilidad internacional de la Universidad. En diálogo con los periodistas, Alviar Ramírez habló no sólo de las ejecutorias en docencia, investigación, regionalización, proyección a la sociedad y demás áreas del quehacer de la Universidad, sino también de los desafíos y de las dificultades que encara la institución en el futuro inmediato.
Rector, hablemos de los logros, los retos y las dificultades de la Universidad —Indudablemente, el financiero fue uno de los retos más grandes de la Universidad durante 2016. Tanto en la ley de presupuesto nacional como en la reforma tributaria, el rector tuvo un papel muy importante en el Congreso de la República en nombre de todas las universidades públicas del país, o sea, del Sistema Universitario Estatal, haciendo gestión para mejorar los ingresos de las universidades. Yo estoy seguro de que lo que se consiguió con la reforma tributaria —en este momento está en discusión justamente el proyecto de adición presupuestal— vamos a tener unos recursos, aunque no como los esperábamos para 2017, pero sí empieza un proceso de despeje de esos nubarrones negros sobre la inviabilidad financiera de la educación superior pública. ¿Cuánto es el déficit? —El déficit está concentrado fundamentalmente en funcionamiento. Si tomamos la productividad de los profesores, que es el faltante que el Gobierno nacional no ha reconocido a las universidades públicas, estamos hablando de unos 800.000 millones de pesos acumulados en los últimos 12 años para el Sistema de Universidades Estatales. ¿Ya está definido cuánto van a recibir las universidades por recursos del IVA? —No. Justamente esta semana y la próxima los rectores del SUE tendremos reunión con el Ministerio de Educación, en la que se va a definir la fórmula para distribuir esos recursos que van a llegar. La semana entrante también va a ser decisiva para el Congreso de la República aprobar la ley de adición presupuestal con los recursos de IVA para la educación superior pública.
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Logros, aciertos y desafíos de la Universidad ¿A cuánto pueden llegar los recursos del IVA? —Según la propuesta de adición presupuestal del Ministerio de Hacienda, son 339.000 millones de pesos para todas las universidades públicas. Nosotros con lo del IVA, lo del impuesto de renta y los excedentes de las cooperativas (tres artículos de
la reforma tributaria), esperábamos para este año un aproximado de 900.000 millones de pesos para todas las universidades. Pero según las proyecciones del Ministerio de Hacienda, lo del IVA son 339.000 millones, en este momento en discusión si todo va para el Icetex o una parte va para las universidades.
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Aspecto de la audiencia de rendición de cuentas en la SIU Esperamos que ojalá todos los 339.000 millones de esta adición del IVA lleguen a las universidades; yo no esperaría menos del 30% para las universidades. ¿339.000 millones para cuántas universidades? —Las universidades públicas como tal somos 32 universidades, pero la cosa es más grave porque somos 62 instituciones educativas de carácter superior públicas. O sea que esos recursos hay que repartirlos entre 62 instituciones. Las universidades tradicionalmente hemos recibido aproximadamente el 85% de los recursos públicos para educación superior. O sea que para las instituciones técnicas y tecnológicas de carácter público es un 12% o un 15% de participación. No alcanzaría para nada… —Alcanza para muy poquito,
pero de todas maneras se abre una ventana de posibilidades para ir cerrando el déficit de manera gradual. Uno quisiera tener los 800.000 millones para tapar ese hueco de funcionamiento; pero eso tiene que ser gradual también por la situación fiscal del país. ¿Cómo fue la oferta de programas y la cobertura estudiantil? —Ahí también tenemos un balance muy positivo. Se crearon en 2016 y ya este año empiezan a funcionar tres programas nuevos para las regiones. En el caso de la Seccional de Oriente tenemos Ingeniería Aeroespacial y Ciencias Culinarias; en Urabá tenemos Ingeniería Civil como un nuevo programa que se ofrece. Hemos dado un paso muy importante en el fortalecimiento de la Universidad en los territorios; empezamos a desarrollar
un piloto para la sede de Urabá, que consiste en un proceso de descentralización y mayor autonomía académica y administrativa en esa región, un modelo que se podrá ir replicando en las otras sedes y seccionales. ¿Qué proyectos está planteando la Universidad? —El proyecto más retador en este momento es lograr la aprobación del Plan de Desarrollo de la Universidad de Antioquia para los próximos 10 años; luego de haber desarrollado una metodología muy importante que contenía las mesas de interlocución, ya cuenta con el aval del Consejo Académico y entra a consideración del Consejo Superior Universitario. Ese es un punto de partida muy interesante para estos próximos diez años, con un nuevo plan de desarrollo, con unos retos muy grandes en todo lo que tiene que ver con la construcción de paz, los temas de medio ambiente, la innovación. Y también como resultado del Plan de Acción Institucional y del propio Plan de Desarrollo, la Universidad va a emprender un proceso de crecimiento de su infraestructura física, pero sobre la base de un modelo académico. Yo he insistido mucho en que no se trata sólo de hacer edificios, sino que los edificios tienen que tener contenidos, en nuestro caso académicos, para que esas nuevas infraestructuras respondan a lo que quiere la Universidad en su plan de desarrollo. ¿Qué nueva infraestructura se plantea? —Vamos a empezar ese proceso por el área de la salud en un proyecto que se ha denominado “El complejo de la salud”; estamos evaluando un grupo de arquitectos y académicos las posibilidades de hacerlo a todo el frente de la Ciudad Universitaria, en los predios que van desde
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el Edificio de Extensión hasta Ruta N. Ya hay un lote de 7.000 metros cuadrados, que es de propiedad de la Universidad, y el proyecto se empezaría a construir ahí. La parte arquitectónica está marchando, pero lo más importante en este momento es lograr el consenso de las unidades académicas del área de la salud para que sea un proyecto construido entre los académicos y los arquitectos. ¿Y de dónde sale la plata, si hay déficit? —Sí. Eso es importante aclararlo. El déficit de la Universidad, como lo decía ahora, es de funcionamiento. Para las obras de infraestructura, la Universidad tiene otros recursos que vienen de Estampilla; del impuesto de renta que el Gobierno nos transfiere para precisamente obras de infraestructura; de un proyecto de venta de una serie de inmuebles que tiene la Universidad que no usa para su función, pero que es un buen momento para convertirlos en efectivo y financiar estas obras, y también de un componente de crédito de Findeter apalancado en la Estampilla, que nos permitiría pensar en esas obras. Y hay que seguir buscando espacios porque realmente la Universidad, a 50 años de celebrar la construcción de la Ciudad Universitaria, necesita mejorar su infraestructura física. ¿Y cuánto sería la inversión? —Podríamos estar hablando de unos 200.000 millones de pesos. El proyecto que tenemos en mente es para las áreas de salud pública, odontología, enfermería, nutrición, ciencias farmacéuticas y alimentarias, y microbiología. La Facultad de Medicina hace parte del proyecto en lo académico; no necesariamente en espacio físico porque ustedes saben que la Facultad de Medicina tiene su espacio, por cierto declarado monumento.
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Docencia
a Vicerrectoría de Docencia y las unidades académico - administrativas —facultades, escuelas e institutos— adelantan actividades, programas y proyectos orientados a mejorar la calidad de los pregrados y a renovar la oferta académica, acorde con las demandas del entorno. Una muestra enunciativa de las realizaciones en 2016 en ese propósito son los siguientes logros: Creación de la Unidad de Currículo y la Unidad de Calidad Académica orientadas a la asesoría y el acompañamiento a las unidades académicas.
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Puesta en marcha del Curso de Lengua de Señas Colombiana —niveles I al III— para favorecer la inclusión y la diversidad.
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Creación del Centro de Lectura, Escritura y Oralidad —C.L.E.O. U. de A.—.
Fortalecimiento del proceso de acompañamiento a los estudiantes mediante tutorías, para asegurar la permanencia y el logro académico.
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Creación de la estrategia de acompañamiento a estudiantes recién ingresados pertenecientes a grupos étnicos, a la cual se suma la iniciativa “Ser capaz: educación con equidad para estudiantes con discapacidad en la Universidad de Antioquia” y el diseño de 17 espacios de formación intercultural en torno a la paz, la discapacidad, la cultura y la sociedad, los géneros y las sexualidades, el pensamiento indígena, raizal y afrodiaspórico, tales como los seis cursos de lenguas ancestrales (minika, ye´pá mha´sã, wayuunaiki, gunadule, êbêra chamí y kriol).
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Como institución acreditada de alta calidad, hoy la Universidad cuenta con 38 programas de pregrado con acreditación vigente.
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Al finalizar 2016 la Universidad registra una población de 37.347 estudiantes matriculados en pregrado, el 55% perteneciente a los estratos 1 y 2.
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En 2016 la institución entregó a la sociedad 3.918 nuevos profesionales, 720 especialistas, 487 magísteres y 80 nuevos doctores en las distintas áreas del conocimiento.
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Mediante el programa Vamos para la Universidad, la Universidad contribuyó con la formación precedente al brindar formación en lectoescritura, matemáticas e inglés a 42.877 jóvenes de los grados 10° y 11° en más del 90% de los municipios de Antioquia.
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Como aporte a la cualificación del relacionamiento entre la Universidad y la sociedad, 12.097 estudiantes realizaron prácticas solidarias apoyando proyectos comunitarios, de desarrollo social, el sector educativo y el sector de la salud, entre los que resaltan 17 profesionales en formación que se desplazaron a diferentes zonas del territorio nacional para vincularse al programa “Manos a la paz”, liderado por la Alta Consejería para el Posconflicto y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia -PNUD-.
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Los estudiantes tuvieron el mejor desempeño en los 20 años del Concurso Nacional Otto de Greiff, pues de los 14 trabajos de grado postulados por la Universidad —entre los 85 trabajos de las 9 universidades del país participantes— 4 obtuvieron el primer puesto.
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Posgrado La Universidad de Antioquia tuvo 3.220 estudiantes de posgrado matriculados en 2016.
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En las sedes y seccionales la UdeA incrementó en 2016 el número de posgrados ofrecidos: 13 programas de maestrías y especializaciones.
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Durante 2016 se logró la acreditación de calidad del Doctorado de Ciencias Farmacéuticas y de la Especialización en Toxicología Clínica. En la vigencia llegó a 23 el número de posgrados acreditados. g
Con fondos propios, la Universidad financió en estudios de posgrado a 1.004 estudiantes . La cifra corresponde al 31% de la población matriculada. g
En 2016 el Consejo Superior expidió el Acuerdo Superior 438, que incluye un nuevo descuento del 10% de los derechos de matrícula para los egresados. La medida comenzó a aplicarse en el primer semestre de 2017.
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Regionalización
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n 2016 la Universidad de Antioquia dio pasos significativos en la tarea de transformar el proceso de regionalización y de consolidar un nuevo modelo, tras veintiún años de presencia en las subregiones del departamento como factor de equidad, con educación superior pertinente, de calidad y desde los territorios. Consolidación de programas específicos para la región, como Tecnología Biomédica y la obtención de registros calificados por parte del Ministerio de Educación Nacional para los nuevos pregrados de Ciencias Culinarias, Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Energética, ofrecidos en la metodología presencial en la Seccional Oriente, El Carmen de Viboral. g
En 2016, los estudiantes de pregrado matriculados en las sedes y seccionales en 66 programas activos suman 5.955. Mientras que con corte al semestre 2016-2 en las regiones se llegó a un total de 7.596 egresados.
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El Programa Nivel Cero registró 454 admitidos en 2016. Es una estrategia de la Universidad para fortalecer las competencias de los aspirantes a los programas ofrecidos en las regiones.
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Diseño e implementación de “Arte Antioquia, diálogos de arte y territorio” (antes Bienal Regional de Arte en Antioquia), proyecto que posibilitó la realización de laboratorios de arte para la creación en los municipios de Jericó (Suroeste), Santa Fe de Antioquia (Occidente), Entrerríos (Norte), Remedios (Nordeste) y Caldas (Valle del Aburrá Zona Sur). g
Oferta de 22 semilleros artísticos y dos semilleros deportivos regionales en las seccionales y sedes universitarias, con una participación aproximada de 670 integrantes.
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Realización de 14 conciertos de
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música en el marco del Programa Conciertos Didácticos “Maestra Teresita Gómez”, en las seccionales de Oriente, Bajo Cauca, Occidente, Urabá y la sede Yarumal. En las diferentes actividades convocadas por los Comité UniversidadEmpresa-Estado, capítulos regionales, en 2016 se alcanzó una participación de 634 asistentes en Oriente y de 740 en Urabá.
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A la Décima Segunda Convocatoria de Proyectos de Extensión Regional con la temática de “Construcción de paz” se presentaron 55 proyectos, de los cuales 42 fueron evaluados. En selección final, a 10 proyectos se le asignó un presupuesto máximo de $20.000.000 a cada uno.
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Durante 2016, 11 municipios se beneficiaron del Programa de Inducción a la Vida Universitaria —PIVU—, una opción de mejoramiento que brinda la Universidad en áreas de lengua materna, razonamiento lógico, orientación vocacional y metodología de estudio, competencias fundamentales para la transición de los estudiantes del grado 11° a la educación superior. En total participaron 1.421 estudiantes.
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En infraestructura en las regiones la Universidad invirtió un monto cercano a los $34 mil millones, fvinanciados con recursos de estampilla y el impuesto sobre la renta para la equidad -CREE-. g
Implementación del servicio de alimentación para los estudiantes en la Sede de Estudios Ecológicos y Agroambientales y la adecuación de espacios deportivos y camerinos en Carepa. Asimismo, por primera vez, varias sedes y seccionales cuentan con sicólogo, profesionales de deporte y coordinadores de bienestar. g
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Investigación g
En la vigencia 2016 la Universidad de Antioquia registró 1.145 proyectos activos de investigación en todas las áreas del conocimiento. g
La investigación estuvo en todos los niveles de la educación durante 2016. 938 estudiantes de pregrado hicieron parte de estas iniciativas, al igual que 545 estudiantes de posgrado. En cuanto a los docentes, 747 integraron equipos que adelantaron todo tipo de proyectos investigativos. g
La inversión en investigación tuvo una inversión muy significativa. El valor total de los proyectos alcanzó los $ 319.509 millones de pesos. De esta cifra la Universidad aportó $ 138.648 milllones, los recursos externos alcanzaron los $ 180.861 millones, y los aportes internacionales se dieron por un monto de $11.901 millones. g
En 2016 la Universidad de Antioquia continuó creciendo en producción científica. La presencia en las principales bases de datos a nivel internacional alcanzó 775 menciones en ISI y 1.086 más en Scopus, lo que permitió aportar al conocimiento en todas las latitudes.
Extensión En 2016, 95.948 personas se inscribieron en 2.098 actividades de educación no formal ofrecidas por la Universidad de Antioquia. La oferta contó con la participación de todas las unidades académicas de la Institución.
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El Programa Gestión Tecnológica suscribió 14 contratos de investigación aplicada e innovación por $ 5.700 millones de pesos. g
Se realizaron 4.167 actividades culturales en las que participaron cerca de 360 mil personas entre universitarios y público en general. El Departamento de Extensión Cultural y el Museo Universitario se destacaron en las iniciativas. g
Un total de 6.616 consultas fueron atendidas por el Consultorio Jurídico de la UdeA. En servicios de salud al menos 50 mil pacientes fueron atendidos en Antioquia en servicios como laboratorio clínico, citología y banco de sangre.
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Bienestar Universitario Los programas recreativos y las actividades de formación deportiva beneficiaron a 14.242 estudiantes durante 2016. De igual manera 1.416 empleados disfrutaron de las iniciativas recreodeportivas ofrecidas por Bienestar Universitario.
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En total, 14.625 estudiantes fueron atendidos en actividades grupales de formación en temas como adicciones, sexualidad, afectividad, salud mental y apoyo psicopedagógico.
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El arte y la cultura también hicieron parte del ejercicio de Bienestar durante la vigencia 2016. Fueron 2.731 los integrantes de la comunidad universitaria que hicieron parte de cursos de formación en estas áreas; 110 eventos y presentaciones de grupos culturales se realizaron en este periodo.
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El servicio de alimentación para estudiantes y empleados se fortaleció con un nuevo sistema de evaluación que mide las condiciones de calidad e indaga por la percepción de los usuarios beneficiados.
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Fueron 9.075 las becas ofrecidas y coordinadas por Bienestar Universitario durante 2016. En ellas se destacan el programa Solidaridad en Acción, las entregadas por el Fondo EPM y por el programa Ser Pilo Paga. Fueron 18.511 las exenciones de matrícula para estudiantes en estratos 1 y 2 durante 2016.
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Relaciones internacionales g
Durante 2016 se movilizaron 1.019 profesores de la Universidad a realizar diferentes actividades académicas como asistencia a eventos y conferencias o participación como ponentes, realización de estudios de posgrado y estancias de investigación. g
La inversión en movilidad de estudiantes de pregrado alcanzó en 2016 los $148 millones; 240 estudiantes se beneficiaron de diferentes programas académicos, intercambios y diversas actividades académicas y científicas. g
Un total de 617 profesores extranjeros visitaron la Universidad; entre ellos se destacan 487 como ponentes, conferencistas, jurados de tesis o profesores invitados. g
Fueron 70 las delegaciones internacionales que visitaron la Universidad de Antioquia en 2016. Las representaciones provinieron de universidades, centros de excelencia, gobiernos y misiones diplomáticas. g
La Universidad recibió 219 estudiantes internacionales, de los cuales 149 pertenecían a programas de pregrado y 70 a programas de posgrado. g
El programa De país en país, que en 2016 contó como invitado especial a Holanda, realizó 75 actividades académicas, científicas y culturales en todas las sedes de la Universidad.
Informe financiero El total de los ingresos ejecutados de la Universidad durante 2016 sumó 1 billón 148.388 millones de pesos. Estos ingresos estuvieron constituidos por rentas propias en un 38%, los aportes de la Nación y el Departamento en un 35%, los recursos de capital por un 15% y las transferencias intrauniversitarias por un 12%.
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Durante la vigencia 2016 hubo un aumento del 10% en los costos y gastos operacionales de la Universidad. La situación se atendió con el excedente no operacional —ingresos extraordinarios— que llegó a los $334.216 millones. g
La situación deficitaria de la Universidad, que en 2016 alcanzó $37.995 millones de pesos en el fondo presupuestal de Administración General, se alivió durante la vigencia con los excedentes de otros fondos presupuestales de la Institución. g
Para la realización de proyectos de infraestructura, vitales para darle continuidad a la dinámica institucional, la Alma Máter contó en 2016 con los recursos de ingresos especiales representados en el dinero obtenido por la Estampilla Universidad de Antioquia.
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La Universidad dispuso en 2016 de los recursos para atender sus obligaciones laborales pendientes al finalizar la vigencia 2016. Se destacan el pago de la prima de servicios y el auxilio de cesantías con los correspondientes intereses.
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A diciembre 31 de 2016 el endeudamiento de largo plazo de la UdeA llegó a $ 58.212 millones. La amortización de la deuda se atendió con los recursos de Estampilla. La Alma Máter refleja una capacidad favorable en materia financiera para responder a los compromisos adquiridos.
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Gestión y resultados sociales 2016
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Infraestructura 1. Obras de Infraestructura Proyectos 2016
1.2 Obras de adecuación ejecutadas año 2016 DependenciaP
Descripción
Área (m²)
Valor total
Obras de nueva infraestructura ejecutadas año 2016
9.847
$22.571.226.576
Obras de adecuación ejecutadas año 2016
1.913
$1.485.592.953
1.1 Obras de nueva infraestructura ejecutadas año 2016 Dependencia Facultad de Ciencias Agrarias Dirección de Regionalización
Proyecto
Área (m²)
Laboratorio de Calorimetría Hacienda La Montaña
133
Laboratorio San José del Nus
140
Dirección de Regionalización
7.200$
Dirección de Regionalización
Laboratorio Pargo Microalgas Sede Carepa
Dirección de Bienestar Universitario
Canchas de tenis de campo Ciudad Universitaria TOTAL9
93 2.281 .847
Valor $138.503.723 $348.731.821
20.829.420.820
*$22.571.226.576
*Estos valores incluyen obra, interventoría y mobiliario
Área (m²)
Facultad de Ingeniería
*Laboratorios: SISTEMIC, HIDROBIOLOGÍA *Sala Cómputo 18-305 y 18:213, 311-313-315
392$
Escuela de Nutrición y Dietética
Laboratorio de Alimentos
73
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
*Laboratorios: COLOIDES,7-221 *Subestación Eléctrica Bloque1
Facultad de Medicina
Biblioteca Médica3
Instituto de Estudios Políticos
Adecuación puesto de trabajo
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
164$ 50 6
Valor 260.323.343
$174.537.218 449.912.860 $167.675.085 $1.847.880
214
$162.943.972
Dirección de Regionalización
*Amoblamiento sala magistral Ciencias del Mar *Amoblamiento bloque admin. Ciencias del Mar
376
$111.381.237
Vicerrectoría de Extensión (Museo U)
*Auditorio - Sala Colección de Historia *Adecuación piso 4 Museo Universitario
279
$153.871.358
$89.806.434 $1.164.763.778
royecto
Vicerrectoría de Investigación
17
$600.000
Dir. Gestión Logística y de Infraestructura
42
$2.940.000
TOTAL
1.913*
$1.485.592.953
*Estos valores incluyen obra, interventoría y mobiliario
Regionalización
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Encuentro Departamental de Semilleros de Investigación Cerca de 1.500 jóvenes de 41 instituciones de educación superior y secundaria participaron con 595 proyectos de investigación en el XVI Encuentro Departamental de Semilleros de Investigación que se llevó a cabo del 18 al 20 de mayo en las facultades de Medicina, Odontología, Enfermería y Salud Pública, la Sede de Investigación Universitaria de la UdeA y el Parque de la Vida. El encuentro, que giró en torno de la investigación, la innovación y el emprendimiento, tuvo lugar en las sedes de la Universidad de Antioquia, institución donde en 1996 comenzó el movimiento de semilleros de investigación en el país, como una estrategia extracurricular para fomentar la investigación como función básica de la educación superior. A su turno, la Red Colombiana de Semilleros de Investigación —RedCOLSI— creó el encuentro interdisciplinario como un espacio para la socialización, aprendizaje y discusión desde el intercambio de conocimiento, a través de proyectos, talleres, minicursos y actividades de formación, para estudiantes y docentes investigadores. Este año, los estudiantes participaron en cinco modalidades: proyecto de investigación (propuesta, proyecto en curso y proyecto terminado); proyecto de desarrollo empresarial; proyecto de innovación o desarrollo; experiencias de formación y realización de talleres. Uno de los incentivos para los participantes consistió en que los proyectos presentados por las instituciones de educación del Nodo Antioquia que alcanzaran mínimo 90 puntos en su evaluación, representarán al Departamento en el XX Encuentro Nacional de Semilleros, con la posibilidad luego de asistir al XIV Encuentro Internacional de Semilleros de Investigación.
Integrantes del grupo Cinemágora
Foto: Diego Jaramillo
En las regiones la investigación aflora con los semilleros Por DIEGO JARAMILLO GIRALDO Comunicador de la Dirección de Regionalización
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l cineclub Cinemágora, de la seccional Suroeste, representará a las sedes y seccionales regionales en el Encuentro Nacional de Semilleros de Investigación que se cumplirá en octubre en Barranquilla, tras una larga travesía que inició con la participación junto a 70 proyectos universitarios y más adelante junto a 356 propuestas en el nivel departamental. Tanto en el encuentro universitario como en el departamental los nueve miembros del cineclub Cinemágora dieron a conocer su proyecto denominado El cine como estrategia de formación ciudadana para la construcción de paz, una iniciativa que busca, a través de la enseñanza del lenguaje cinematográfico, crear espacios para la cultura, la reflexión y la crítica de la realidad social del territorio en el Suroeste antioqueño. De manera específica, Cinemágora contribuye al propósito mediante la capacitación a jóvenes en lenguaje cinematográfico, proyección de productos fílmicos en
espacios municipales y la formación a docentes de instituciones educativas. En el segundo semestre de 2016 Cinemágora se consolidó como un semillero de investigación, motivado por la idea de generar proyectos que aborden problemáticas de la región y el territorio. Así, los integrantes del cineclub desarrollaron un grupo de estudio comprometido con la formación académica de la comunidad universitaria bajo una mirada interdisciplinar: está conformado por estudiantes de Comunicación Social, Contaduría Pública, Administración de Empresas y Psicología de la seccional Suroeste. “Nosotros pensamos que a través de la literatura, a través de la danza, de todas las manifestaciones y todas las expresiones que recoge el cine se puede construir algo diferente y esa fue nuestra principal inspiración para llevar adelante esta idea”, observa la líder del proyecto, la comunicadora socialperiodista y candidata a doctora en educación Diana Ramírez. Ramírez, quien en la actualidad es profesora ocasional de la seccional Suroeste, explica que hace un tiempo han venido dialogando con los docentes de los programas académicos para que articulen su trabajo de aula con las actividades
de Cinemágora. Así, por ejemplo, han propuesto ciclos de cine sobre temáticas específicas de los programas académicos como estrategia de reflexión y análisis de diferentes realidades, que le permitan a los estudiantes ampliar su mirada sobre los objetos de estudio. Adrián Ignacio Ríos hace parte de Cinemágora, estudia comunicación social-periodismo y actualmente cursa séptimo semestre. Considera al cine como un diálogo de saberes y una herramienta para construir y deconstruir conocimiento. “Nuestra propuesta de investigación es algo que le llega a los jóvenes y está enfocada a la formación ciudadana para la paz como un modelo pedagógico a través de la realización, la apreciación y una estrategia que hemos denominado formador de formadores que implementan los docentes en el aula de clases”, explica. En total 10 proyectos surgidos en el seno de los semilleros de investigación regionales participaron en el encuentro universitario; de ellos, dos fueron seleccionados para el departamental, Cinemágora y el Semillero de lenguas extranjeras de la seccional Oriente con su proyecto “Reconociendo las diversidades en la Escuela a partir de la experiencia de una estudiante indígena”.
Admisión
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Universidad de Antioquia admitió 5.275 nuevos estudiantes para el semestre 2017-2
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l próximo semestre, la Universidad de Antioquia contará con 140 nuevos estudiantes pertenecientes a comunidades negras, afrocolombianas, raizales o palenqueras y 89 miembros de comunidades indígenas. También harán parte de la UdeA tres estudiantes con discapacidad motriz, quienes lograron cupo en los pregrados de Sicología (Sede Universitaria de Apartadó), Ingeniería de Sistemas en modalidad virtual y Licenciatura en Humanidades Lengua Castellana (Medellín), y un estudiante con discapacidad visual admitido a Administración de Empresas. Ellos hacen parte de los 5.275 estudiantes admitidos para iniciar estudios a partir del segundo semestre de 2017, tras aspirar a ingresar a la Universidad entre los 35.390 inscritos que presentaron las pruebas en razonamiento lógico y comprensión lectora el 2 de mayo en las sedes de Medellín y en las sedes y seccionales regionales de Antioquia. Justamente, del total de admitidos, 1.314 adelantarán sus estudios en las sedes y seccionales en las que la institución hace presencia en todo el Departamento. Los datos del Departamento de Admisiones y Registro, vicerrectoría de Docencia, indican que el 60.2% de los admitidos en el proceso 2017-2 pertenece a los estratos 1 y 2, y el 33.1% al estrato 3. El 74% de los admitidos proviene de colegios públicos, mientras que el 26% restante proviene de instituciones educativas privadas. El 48% son mujeres y el 52% hombres. Resalta también que de los 1.223 aspirantes inscritos como víctimas del conflicto armado, 128 lograron cupo en la Universidad. Asimismo, Ingeniería Aeroespacial, uno de los nuevos programas académicos que la Universidad de Antioquia impartirá en la seccional de Oriente,
lideró los resultados de este proceso de admisión con un puntaje de corte de 86,13; es decir, que el último de los 30 admitidos a este programa obtuvo tal puntaje. Entre tanto, un aspirante a Ingeniería Industrial en modalidad virtual obtuvo el puntaje más alto en todo el examen, 97.838 sobre 100. Los aspirantes que no fueron admitidos a alguno de los 24 programas académicos que hacen parte del Programa de educación flexible, porque no alcanzaron el puntaje de corte, pero ganaron el examen de admisión en más de 53 puntos, podrán ser admitidos como estudiantes especiales de la Universidad, cursar algunas asignaturas de los primeros semestres de los programas de pregrado (con la posibilidad de ser reconocidos como créditos válidos del plan de estudios), acumular y homologar créditos y concursar por un cupo como estudiante regular del Alma Máter. Quienes aprueben 16 o más créditos y obtengan los mejores promedios en cada programa académico, podrán ser promovidos a estudiantes regulares, de acuerdo con el número de cupos disponibles por deserción en cada facultad, escuela o instituto, sin que tenga que presentar un nuevo examen de admisión. Esos programas académicos son: Administración de Empresas, Antropología, Bioingeniería, Biología, Contaduría Pública, Economía, Física, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Civil, Ingeniería de Materiales, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería de Telecomunicaciones, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química, Ingeniería Sanitaria, Ingeniería de Alimentos, Matemáticas, Química, Química Farmacéutica, Regencia de Farmacia, Sociología y Trabajo Social. Los resultados de la prueba de admisión se dieron a conocer desde el 17 de mayo a través del portal web www.udea.edu.co Admitidos por estrato socioeconómico 2017-2
Colegios públicos con más de veinte (20) admitidos en el semestre 2017-2 Colegio
Municipio
Puntaje máximo
Puntaje mínimo
Total admitidos
Centro Formativo de Antioquia CEFA
Medellín
92,89
53,12
124
INEM José Félix de Restrepo
Medellín
90,26
44,71
90
Institución Educativa Liceo Caucasia
Caucasia
88,62
50,44
38
Instituto Técnico Industrial Pascual Bravo
Medellín
95,15
54,01
31
Institución Educativa La Paz
La Ceja
85,03
51,45
28
Institución Educativa Concejo de Medellín
Medellín
91,23
54,16
27
Institución Educativa Lola González
Medellín
89,11
59,84
26
Institución Educativa Escuela Normal Superior Maria Auxiliadora
Copacabana
92,04
46,50
22
Institución Educativa La Paz
Envigado
91,86
62,55
21
Institución Educativa Josefina Muñoz González Rionegro
87,69
50,44
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Institución Educativa Fray Julio Tobón B.
88,17
53,12
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Carmen de Viboral
Colegios privados con más de quince (15) admitidos en el semestre 2017-2 Colegio
Municipio
Puntaje máximo
Puntaje mínimo
Total admitidos
Liceo Salazar y Herrera
Medellín
92,60
55,93
31
Bachillerato Femenino de la Universidad Pontificia Bolivariana
Medellín
88,53
53,82
20
Instituto Ferrini
Medellín
87,82
45,26
19
Colegio Empresarial
Medellín
88,45
57,69
19
Liceo Salazar y Herrera
Medellín
91,33
54,16
18
Bachillerato Masculino de la Universidad Pontificia Bolivariana
Medellín
91,23
61,16
16
Colegio Parroquial Nuestra Señora de Chiquinquira
Bello
89,32
57,68
16
Colegio La Salle
Bello
89,60
69,34
15
Admitidos por género 2017-2
Admitidos por tipo de colegio 2017-2
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Foto: Cortesía
Sebastián Gómez Acostumbrado a puntajes altos Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA Estudiante de Periodismo aleja2779@hotmail.com
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ebastián Gómez llegó desde el Oriente antioqueño a presentar el 2 de mayo el examen de admisión de la Alma Máter buscando su ingreso a Ingeniería Industrial bajo la modalidad virtual. Al terminar de responder las preguntas media hora antes del tiempo límite, nunca sospechó que su resultado sería uno de los más destacados con un puntaje de 99,512 en la prueba de razonamiento lógico y 96,164 en competencia lectora, para un total de 97,838. “Tuve dos ventajas a la hora de presentar el examen, la primera, el buen nivel de formación académica que me ha permitido desarrollar las competencias que se evaluaban en el examen de admisión; la segunda es que siempre he sido muy tranquilo a la hora de presentar este tipo de pruebas. De hecho, me
gusta la idea de poner a prueba mis conocimientos”, explica. Gómez tiene 24 años y a sus 22 se graduó como Ingeniero de Petróleos de la Universidad Nacional. Vive en el Carmen de Viboral; eso, sumado a que en la actualidad trabaja como contratista para la Administración Municipal, lo llevó a tomar la decisión de hacer su segundo pregrado en modalidad virtual, pues le permite mayor facilidad para distribuir el tiempo y cumplir con sus labores. “En esta modalidad he realizado algunos cursos y estoy convencido de sus bondades. Quise entrar a ingeniería industrial por su importancia y versatilidad; es una carrera que aporta en todos los campos, pues todas las industrias tienen procesos esperando para ser mejorados. He tenido contacto con varios profesionales de esta área, también los he visto en acción, y gracias a ello estoy convencido que su labor es muy importante y apasionante”, manifiesta. A largo plazo, el ingeniero se visualiza como un consultor reconocido por sus amplios conocimientos y la exitosa aplicación de los mismos tanto en la industria como en la academia. Considera que un buen profesional no debe
quedarse con el conocimiento para sí mismo sino que debe impulsar a las nuevas generaciones de profesionales y no hay mejor lugar para cumplir con eso que la universidad. El examen de admisión no fue la única oportunidad en la que Gómez logró un resultado superior, también quedó en el tercer puesto a nivel nacional en la pruebas Icfes. Así, obtuvo el mejor lugar que había conseguido un estudiante hasta ese momento en el municipio; por eso, tras conocerse la noticia, el ingeniero recuerda que fue muy ovacionado por los carmelitanos. Estudió en la Institución Educativa Técnico Industrial Jorge Eliécer Gaitán en el Carmen de Viboral, de donde se graduó como bachiller técnico en mecánica industrial. Para él, sin dudas el colegio influyó de manera significativa en su formación académica. “Suele hablarse de que el nivel de los colegios públicos no es tan bueno, pero tuve la suerte de estudiar en una institución que contaba con excelentes profesores y un nivel muy alto, lo cual fue fundamental para desarrollar los conocimientos que me permitieron posteriormente pasar a la universidad”, explica. Además del conocimiento, Gómez está convencido de que la
autoconfianza es un factor fundamental para tener éxito en cada prueba. “Creo que lo más importante es la confianza en sí mismo, he conocido personas brillantes que tuvieron muchos problemas a la hora de pasar a la universidad porque la presión del examen les sentaba muy mal. Aprender a controlar los nervios y la ansiedad es vital para superar este tipo de pruebas”, asegura. Es un apasionado por la música. Hace especial énfasis en su gusto por el rock con sus múltiples vertientes y géneros afines. No importa si está estudiando o trabajando, siempre está acompañado de bandas como Led Zeppelin o AC/ DC. Disfruta mucho el fútbol y el tenis, pero dice ser mejor viéndolos que jugando, de ahí que uno de sus hobbies sea asistir al estadio y ver jugar a Nacional cuando tiene oportunidad de viajar a Medellín. Otra actividad que disfruta en pleno es la lectura. Sus gustos literarios varían. Lee cuentos, novelas, poesías o trabajos científicos cuando son sobre temas que le interesan. Lo único que no soporta son los libros de autosuperación o religiosos. Sus escritores favoritos, aunque diferentes entre sí, son Dostoievski y Bukowski.
Perfil
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“Entre vecinos”
Tejido social y violencia Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA Estudiante de Periodismo aleja2779@hotmail.com
Encuentro de educación matemática EDUMATH 20 años, estado actual, perspectivas y proyección Teatro Universitario Camilo Torres, 14 y 15 de junio de 2017 —Inscripciones hasta el 12 de junio de 2017
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on el fin de explorar el carácter íntimo y vivencial del conflicto armado en Colombia, Keren Marín González, politóloga de la Universidad de Antioquia y en la actualidad estudiante de la maestría en antropología de la Universidad de los Andes, realizó la investigación “Entre vecinos: lógicas de la victimización horizontal en la guerra colombiana. Estudio de caso Sierra de la Macarena 2000-2016”. El trabajo, merecedor del Premio Nicanor Restrepo Santamaría a la investigación social entregado por Proantioquia, problematiza el concepto tradicional de victimización y evidencia cómo los civiles en medio del conflicto pueden ser a su vez espectadores, víctimas, victimarios y sobrevivientes. “Mi interés era indagar sobre las realidades del conflicto en la ruralidad, específicamente en zonas de histórica presencia guerrillera y tradición política radical. Sin embargo, fue a partir del texto Política de vida y muerte: etnografía de la vida diaria en la Sierra de la Macarena, de Nicolás Espinosa, que me interesé por explorar aquellas relaciones sociales que se tejen y reconstruyen alrededor de la violencia política. Ante todo, mi trabajo es una búsqueda por comprender cómo la vida privada, en un contexto de guerra, se politiza violentamente”, explica Karen. La Sierra de la Macarena es una región del Meta habitada por campesinos. Marín González, a través de la etnografía como estrategia metodológica, se acercó a la comunidad de esta región haciendo trabajo de campo durante doce meses en los que logró conocer las prácticas cotidianas de sus habitantes. Allí pudo constatar cómo a través de la guerra, los conflictos privados e íntimos se sobreponen a las dinámicas de la violencia política y encuentran en estos espacios modos violentos de resolución. “Durante este proceso, entendí que las redes de confianza y solidaridad sólo pueden tejerse cuando el investigador también tiende puentes con las comunidades compartiendo sus experiencias y
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La estudiante Keren Marín González en la recepción del premio otorgado por Proantioquia, que preside el exrector de la UdeA Rafael Aubad López. miedos. Es cuestión de reciprocidad y entrega”, expresa. Uno de los hallazgos más valiosos de la investigación es la comprensión de la forma en que los miembros de la sociedad civil pueden convertirse en victimarios en un contexto de guerra. Esto se da —explica— cuando los actores armados terminan involucrándolos en el conflicto a través de políticas contrainsurgentes e incentivos económicos. “Ejemplo de ello es la red de informantes, el programa de desmovilización, los soldados campesinos, etc. Estas políticas consolidaron una estructura de incentivos adecuada para la instrumentalización civil de la violencia armada, pues a través de ellas los civiles encontraron la posibilidad de obtener beneficios económicos a cambio de información. Esto produjo un aumento en la entrega de información falsa así como un incremento en el número de civiles desmovilizados que no pertenecían ni colaboraban con grupos insurgentes. Ante la ausencia de procedimientos institucionales para verificar la información suministrada por los civiles, estos encontraron bajo las políticas contrainsurgentes espacios propicios para tramitar sus conflictos personales”, indica la joven politóloga. La mayor dificultad de Marín González para realizar su investigación fue ser reconocida y escuchada como académica mujer. Por eso, al principio estuvo únicamente en la cocina, el lugar donde podía expresarse con libertad y entablar diálogos con otras mujeres. En las reuniones de junta o debates políticos de la comunidad, se sentía excluida porque eran espacios exclusivos de participación
masculina. Según cuenta, fue un reto tanto para ella como para los campesinos, porque tuvieron la posibilidad de reconocerse y ser reflexivos en torno a las relaciones de género que se construyen en la cotidianidad. El objetivo del trabajo fue establecer qué papel pueden cumplir las instituciones comunitarias como las juntas de acción comunal o los comités de conciliación en los escenarios de victimización en el posconflicto. En el marco del proceso de paz con las Farc, la investigación resulta útil para replantear los modelos de entendimiento sobre los procesos de victimización y las estrategias de recomposición social constituidas por el Estado. “La guerra es más que un escenario a blanco y negro, por eso queda la posibilidad de entrever las zonas grises e implementar políticas adecuadas para su trámite. Creo que investigaciones de este tipo nos permiten ampliar nuestro horizonte de comprensión sobre la guerra en Colombia y plantear soluciones más acordes a las realidades del país, reconociendo la resistencia de las comunidades y sus apuestas políticas”, observa Marín González. Y recuerda que durante la socialización de la investigación, don Antonio, líder comunitario y campesino de la región, planteaba que el perdón podía provenir aun de quien ha sido sujeto de señalamientos y ofensas como él, que ha vivido en medio de la guerra, pues comprende que el deseo de supervivencia en tales circunstancias se lleva todo por delante, incluidos los demás. Para Karen, la opción del perdón es un llamado a soñar con un mundo diferente.
En el marco de la celebración de los 20 años del grupo de investigación Educación Matemática e Historia-Edumath de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, se llevará a cabo el “Encuentro de educación matemática Edumath 20 años, estado actual, perspectivas y proyección”, los días 14 y 15 de junio de 2017 en el Teatro Universitario Camilo Torres. El encuentro busca divulgar la producción académica y experiencia investigativa que se los maestros y grupos de investigación del ámbito local, regional y nacional han venido realizando en los últimos años. En este sentido, Edumath ha diseñado una agenda que abre una amplia perspectiva para dar reconocimiento a la actualidad de la educación matemática en nuestro país. Se abordarán temas de enseñanza de las matemáticas a nivel superior, básica y media, formación de profesores de matemáticas, educación matemática y tecnología, evaluación en matemáticas, entre otras, que están siendo actualmente discutidas por la comunidad de educadores e investigadores. Informes e inscripciones Centro de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, teléfono 2198647.
Internacional
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Por ANDREA QUINTERO CARDONA Asistente de comunicaciones de la Dirección de Relaciones Internacionales comunicacionesinter2@udea.edu.co
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l rol de las universidades en la formación de maestros es común en Iberoamérica, ya que insisten, de diversas maneras, en alimentar las mentes de quienes quieran apropiarse y divulgar el conocimiento. Los programas de pedagogía y licenciatura de la región son fuentes de preguntas y respuestas, de motivos para compartir y dialogar, para investigar, diseñar, pensar y, por supuesto, para ponerse a prueba en la práctica: encontrar en las comunidades su razón de ser, formando criterios para la convivencia y la vida buena (Facultad de Educación). La Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, consciente de estos valores y de los múltiples retos que enfrenta la educación superior de la región, y considerando su internacionalización como una prioridad para el desarrollo de políticas educativas de última generación, ejecuta desde 2015 el proyecto Paulo Freire Freire de movilidad académica para estudiantes de programas universitarios de formación del profesorado. Financiados por este proyecto que adelanta un convenio con la Universidad de Antioquia, 18 estudiantes de distintas escuelas normales de México llegaron desde abril a la Facultad de Educación para participar, hasta junio, en proyectos de extensión y cursos de pregrado y posgrado. Jóvenes con un rendimiento académico destacado en sus instituciones de origen, quienes hacen parte de programas de licenciatura en primaria, prescolar y educación especial. Entre las muchas facetas que implica su rol en la formación de docentes, las universidades iberoamericanas tienen la labor de acercarse a las instituciones educativas de las comunidades, como las escuelas de educación básica, para conocer cómo enseñan los conocimientos específicos y cómo acompañan los procesos de comprensión y producción de sus alumnos. Según Rubén Hurtado Vergara, profesor de la Facultad de Educación e integrante del programa educativo Palabrario y Numerario, entre los objetivos de las universidades durante estas intervenciones está darles a los maestros nuevos elementos pedagógicos y ofrecer-
Foto: Cortesía
Normalistas mexicanos, de intercambio en la UdeA les una reflexión cualificada de su práctica que fortalezca su poder de creación e innovación. Un diálogo que le permite también a las universidades repensar su pensum y, en general, su formación de maestros. Por medio de Palabrario y Numerario, que por 11 años ha educado maestros de prescolar y primaria en escritura, lectura y matemáticas, tres mexicanos asisten a clases en escuelas primarias de Envigado e Itagüí, y presencian talleres con familiares, profesores, directivos y bibliotecarios.
¿Normalistas investigando? En el mundo existen diversos tipos de instituciones dedicadas a formar a los maestros, y en el caso de México, donde en 2014 había más de un millón y medio de docentes, las escuelas normales son las instituciones más elegidas por los candidatos a licenciados. El estudiante Julián Muñoz Higuera, del estado mexicano Baja California Sur, comenta que las normales se caracterizan, en primer lugar, por ser un sistema muy organizado que les exige ir a diario, con horario fijo (a veces funcionan como internados), con uniforme
y ver clases solo con jóvenes del mismo programa y semestre. Así mismo, estas instituciones buscan formar maestros que acompañan a un grupo de niños hasta por dos años, y son responsables no solo de las asignaturas sino de hacerles un seguimiento a sus desarrollos cognitivos, emocionales y personales. Colombia no es extraña a esta formación de normalistas, y la Universidad de Antioquia cuenta con diversos convenios académicos para trabajar junto a este tipo de escuelas en el departamento. La diferencia radica en que, buscando fortalecer sus ejes misionales, la educación que brinda la Alma Máter está transversalizada además por un componente investigativo que pretende que los estudiantes no solo experimenten y se apropien de estrategias, sino que tengan la capacidad de reflexionar, innovar y crear. “Yo estoy asistiendo al curso Teorías curriculares y contextos educativos, y nos hacen reflexionar sobre qué enseñamos y por qué. Veo un pensamiento muy crítico en estos chicos que están leyendo y pensando sobre lo que están estudiando y lo que les dice la realidad,
además de que están considerando desde ya cuál va a ser su aporte”, dice la estudiante Carmenlly Degollado López, de Ciudad de México. Los estudiantes visitantes también participan en clases de pregrado, un seminario de la Maestría en Pedagogía, un diplomado de la Escuela Interamericana de Bibliotecología y el proyecto piloto de la Facultad Los niños tienen derecho a aprender, que se propone conocer los factores nutricionales, cognitivos y socioculturales que rodean a aquellos niños que obtienen malos resultados al presentar las Pruebas Saber en tercero de primaria. Cursos y proyectos que ratifican la apuesta de la Universidad de Antioquia por el análisis y transformación de las prácticas de enseñanza, como lo hace también su participación en el proyecto Paulo Freire Freire para mejorar la calidad de la educación y el reconocimiento de buenas prácticas, por medio de la integración cultural y la preparación de maestros en un mundo globalizado. A su vez, en 2016, 7 de los 30 estudiantes de pregrado de la Facultad que realizaron movilidades internacionales, viajaron a México.
Posgrado
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¿Para qué una maestría en músicas de América Latina y el Caribe? Por DANIELA MARGARITA RAMÍREZ OZUNA dmargaritaramirez@udea.edu.co Periodista UdeA Noticias
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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ómo suena el continente americano o cómo se expresan los músicos en este lado del mundo son preguntas que guían la Maestría en Músicas de América Latina y el Caribe, posgrado inédito que ofrece la Facultad de Artes y al que se refiere Carolina Santamaría Delgado, su coordinadora. ¿En qué consiste la Maestría? —Este es un programa particular. Por lo general cuando se habla de programas de formación en posgrado en música se asume muchas veces que se trata de continuación de la misma formación que viene de la tradición del conservatorio, construida alrededor de los repertorios de música académica occidental. Un estudiante que pasa por ese sistema está acostumbrado a cierto tipo de repertorio clásico, muy ligado a lo que llamamos la práctica común, y al aprendizaje de músicas para orquestas o bandas. Estamos pensando en una formación donde los estudiantes tengan la posibilidad de mirar otro tipo de repertorios que no están dentro de las escuelas de música. Buscamos quienes quieran explorar esas otras músicas que están en el medio: populares, académicas, exploraciones un poco más vanguardistas, incluso expresiones musicales indígenas. Queremos que tengan propuestas creativas y los acompañaremos en su construcción, pero el horizonte estético lo pone cada estudiante. Realmente esta maestría es para ayudarnos a construir esa idea de qué es la música de América Latina y el Caribe. ¿Por qué decidieron ofrecer este programa? —Estamos en una institución diferente y seguimos manteniendo algunos elementos de la formación de conservatorio, porque es como se ha enseñado durante mucho tiempo la música. Sin embargo, la Universidad de Antioquia está pensada para ofrecer formación pertinente para la región y en ese sentido desde hace mucho tiempo nos venimos preguntando desde el punto de vista de la música qué es lo que necesita el medio local.
Hemos pensado que quizás los aspirantes no solamente vienen con intereses de tocar estos repertorios clásicos, sino que tocan otras cosas y no siempre se le ha dado ese espacio en las instituciones de educación superior a la formación y a la expresión de otros tipos de música, que también son importantes para la región y el país. ¿Cómo se concibió? —El trabajo que viene haciendo el grupo de investigación Músicas regionales es unos de los pilares para el diseño de este proyecto. Instituciones como el conservatorio o el museo muchas veces se consideran lugares de legitimación de las artes, donde se dice qué es lo que es música y las expresiones tradicionales han tenido dificultades para entrar a estos espacios. Hay expresiones artísticas que no tienen estas características y no por eso son menos legítimas. Ese espacio lo ha venido abriendo Músicas regionales desde hace 25 años. ¿Quiénes serán los profesores? —En principio son todos los que hacen parte del Departamento de Música de la Facultad de Artes. Es posible que lleguen personas con intereses particulares, entonces podremos acudir a otros profesores que no estén en el equipo nuestro. La mayoría de los nuestros tienen formación clásica pero se han enfrentado en algún momento a estas discusiones, por ejemplo,
cuando piensan en repertorios para guitarra donde los más importantes son latinoamericanos, pues este instrumento es relativamente nuevo en el conservatorio. El saxofón es otro un instrumento del siglo XX y ¿dónde se han construido sus repertorios? Pues muchos en este hemisferio. Entonces, estas preguntas están en el trabajo de los profesores porque son parte de pensar la riqueza musical desde donde estamos situados. ¿Qué programas similares existen en América Latina? —Hay maestrías que tienen programas de formación en música pero son un poco más clásicas. En la Universidad del Bosque se ofrece una en músicas colombianas, hay otra en la Universidad Nacional de Cuyo en Argentina donde se ofrece una en interpretación de músicas latinoamericanas del siglo XX; otra en musicología latinoamericana de la Universidad Central de Venezuela y otra en la Universidad Alberto Hurtado en Chile. ¿Qué es lo que distingue a esta maestría? —Vamos a tener dos líneas: profundización e investigación. En la primera se desarrollarán proyectos de investigación-creación de nuevos repertorios a través de la práctica musical; la de investigación se ofrecerá a partir del próximo año y estará centrada en música y territorio, porque queremos empezar a explorar estas relaciones entre expresiones musicales y lugares.
Esto nos permitirá adentrarnos en las músicas desde lo creativo, pero también desde lo investigativo. ¿Un programa como este puede ayudarnos a entender mejor a América Latina? —El autoreconocimiento es uno de los elementos clave que queremos resaltar. Dónde están otros tipos de expresiones que no son las que nos vienen de la tradición occidental. Este tipo de programas se pregunta por cómo reconocer esas otras expresiones estéticas que no han pasado por estos espacios de legitimación pero que son importantes y valiosos. Un egresado nuestro sale a tocar a veces en una orquesta sinfónica pero también en clubes, en bares; les enseña a niños a través de programas como la Red de Escuelas de Música, es decir, estamos relacionados con un medio que nos exige tener respuestas diferentes y precisamente queremos profesionales que sepan cómo buscar esas respuestas. ¿Qué reto representa explorar las músicas de Centro América, que a veces parece perdida en la enseñanza sobre América Latina? —Es un reto y podemos tomar dos vías: como sabemos poco, no lo hagamos; o como sabemos poco, hagámoslo. Ahí está el reto, aceptar que no lo sabemos todo pero a través de la maestría podremos conocer más, pues este programa se concibe como un lugar de exploración.
Publicaciones y literatura
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Escritura La noche, como un animal dejó su vaho en mi ventana por entre las agujas del frío miro los árboles y en el empañado cristal con el índice, escribo esta efímera palabra
XIV éste es un país de sol y viento de acres montañas como en los frescos antiguos la piel cuarteada de las mujeres calladas y duras que paren de rodillas sus hijos Foto: Guillermo Melo
José Manuel Arango, un poeta digno de recordar Por LUIS GERMÁN SIERRA J. Coordinador cultural del Sistema de Bibliotecas german.sierra@udea.edu.co
E
l pasado 5 de abril se cumplieron 15 años de la muerte del poeta antioqueño José Manuel Arango (Medellín, 2002), quien había nacido en el municipio de El Carmen de Viboral el 5 de octubre de 1937. Es decir que también este año se cumplen ochenta años de su nacimiento. Aunque es un poco aburrido, y aunque al mismo J.M.A., muy probablemente, no le hubiera gustado este recuerdo (fechas fatídicas donde hace su aparición la muerte y fechas de involuntarios nacimientos, en números redondos, casi siempre; él esquivó los homenajes y nunca buscó el reconocimiento de su obra, aunque amaba a sus lectores), es también un tanto inevitable por tratarse de quien se trata. Y él era un gran poeta, sin ninguna duda. Fue profesor de filosofía de la Universidad de Antioquia y de ella recibió el Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento en 1988. Y fue autor de unos pocos libros de poesía, suficientes para hacerse un lugar en los afectos de sus lectores: Este lugar de la noche (1973), Signos
(1978), Cantiga (1987), Montañas (1995) y En la tierra de nadie del sueño (2002, póstumo). Los demás libros, no pocos, que se han publicado de su obra son antologías y poemas reunidos. Un gran poeta con una obra corta. Heredero, si se quiere, de la poesía norteamericana en la cual predomina el simbolismo y donde el lenguaje no es una catarata de imágenes o de figuras literarias. La contención de su poesía es equiparable al silencio que, en últimas, quería guardar. Era un hombre callado, más bien hermético, a quien le gustaba más mirar que hablar. Lo fascinaba el mundo, su música y hasta su bullicio, pero lo que más amaba de él eran las palabras. Por eso, sin duda, las acariciaba (como a su perro con la mano o a las montañas con sus ojos, según dice en un poema), casi hasta angostarlas. Y usar las necesarias, las que decían más, pero pocas. Casi herméticas, como él. No indescifrables (ninguno de los dos), sino precisas. Sus poemas, a la larga, son claros como el agua. Nítidos como corresponde a una gran obra. Y sencillos, aunque exigen un buen lector. Uno que entienda de espacios en blanco; de silencios; de exaltaciones que no abren casi los labios; de misterios inherentes a la vida; de presencias de la muerte que no incluyen esa palabra; de la poesía altamente erótica, carente
de nimiedades. Del canto sonoro, pero apaciguado, del poema. No se debe olvidar cómo la van de bien el silencio y la poesía, y cómo la van de mal el poema y la hojarasca, la palabrería. No eran prolijos los poemas de José Manuel Arango, como era dilatado el tiempo que se demoraba para publicarlos. Fue traductor —también muy buen traductor, al decir de los entendidos— de varios poetas norteamericanos: Denise Levertov, EzraPound, Emily Dickinson, Walt Whitman. En ellos y en poetas colombianos como José Asunción Silva y Aurelio Arturo (pero, además, en Wallace Stevens, en Epifanio Mejía, en León de Greiff… Como buen poeta, era un gran lector) encontró la palabra que canta, la palabra que dice mucho, aunque no sea abundante. Y lo que dijo en sus poemas nos pertenece, como la piel. Recordar a un poeta es volverlo a leer. O es propagar la noticia de que es muy bueno leerlo, aunque no sea uno de los tantísimos poetas que escriben para endulzar el oído. O para agradarles a los lectores que no tienen tiempo de leer. Aunque sea, pues, un poeta un tanto difícil de leer; pero decir, por ejemplo, que en esa dificultad debe encontrarse un determinado placer. Y que todo verdadero poema enseña a vivir. Sobre todo eso.
por las rocas acechan pumas sin sombra y al fondo canta el mar, nacido de una calabaza Acaso el hueso Acaso el hueso sea furia una furia callada sin grito así se dan los días la fruta la boca se dan al tiempo tragón también el girasol es un encono íntimo una boca una herida (quiero decir la voz de los amantes enronquecida por el amor como por una oscura rabia) Página en blanco Escribo y la mirona, por sobre mi hombro, escruta lo que escribo. Siento en la espalda el tacto de sus manos calizas, adivino la mueca de su ironía silenciosa. Escribo y la mirona, por sobre mi hombro, lee y al leer borra lo que escribo. (Tomados de Poemas reunidos, Editorial Norma, Bogotá, 1997)
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Los árboles se toman la ciudad El proceso de modernización y la transformación del paisaje en Medellín, 1890-1950* Por DIEGO ALEJANDRO MOLINA FRANCO
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stán en todas partes. En los polos, debajo del agua, viajando en el aire a través de semillas y esporas, y en las ciudades: son las plantas. El espacio, pensado como un gran contenedor, está parasitado de vegetales que desde el mismo momento de su aparición sobre la tierra lo han modificado constantemente. Al salir del agua ayudaron a la formación del suelo que vendría a convertirse en la piel de la tierra; geodermis que sirve de sustento a millones de especies. Esa interface que nos separa de la primigenia roca quebrada y meteorizada de la geología, acogería a los seres humanos, que a través del continuo proceso de domesticación formalizaría una relación indisoluble con un vasto número de especies vegetales. Así, plantas de buen sabor, con propiedades para curar enfermedades o de bellos colores y formas se convirtieron entonces en alimenticias, medicinales y ornamentales. La relación entre los seres humanos y los vegetales se manifiesta más allá de un usufructo de los primeros con respecto a los segundos, en un proceso que puede ser considerado como coevolución. Y es que es innegable que las plantas están inmersas en la cultura, por lo que la apropiación y el uso que cada una de las sociedades da al espacio por ellas habitado no puede ser pensado sin estos actores; las plantas se configuran, de este modo, como un material maleable que modificado, así mismo, a través de la mano del ser humano y sus diversas técnicas y tecnologías, sirve como elemento transformador del paisaje. Sin ellas nuestra labor de artesanos de la tierra se reduciría a las modificaciones realizadas sobre los elementos propios de la corteza terrestre, develando y transformando los vestigios de antiguos plegamientos tectónicos. Al asumir a las plantas como constituyentes del paisaje, es conveniente aclarar que este —
más allá de la gran cantidad de metáforas que se han usado para tratar de abordarlo, que van desde las enraizadas en las obras de arte del siglo xvi en Florencia hasta las que lo entienden como un texto1 o como un mensaje por descubrir2— puede ser pensado en su relación con las ideas y, a la vez, en su relación con el poder; esto convierte las ideas y los conocimientos en protagonistas de la modelación y construcción del espacio, cuya consecuencia directa es que el paisaje y los elementos que lo componen (en este caso, las plantas) se vuelvan un símbolo, producto de las relaciones dialécticas de poder tatuadas en él. A partir de sus dimensiones actuales, el paisaje urbano adquiere un papel preponderante como espacio donde habitamos más de la mitad de los individuos del planeta; de esta forma, la historia de nuestro hábitat urbano se configura, de alguna manera, como la historia del ser humano contemporáneo. Con respecto a la naturaleza de la ciudad, aunque esta pueda parecer artificiosa a los ojos de algunos biólogos y ecologistas, más allá de esas concepciones que separan desde su propio espacio habitable al ser humano del entorno, es un hecho que los urbanitas convivimos a diario con animales y plantas, que responden a una concepción específica de la naturaleza. La ciudad no es un espacio de exclusión de elementos naturales, pues en ella se integran de muchas maneras gran diversidad de especies, que van desde las alimenticias hasta las ornamentales; estas últimas, protagonistas de la investigación de la que se deriva este texto deben su importancia a la transformación que se dio en las ciudades de Latinoamérica entre mediados del siglo xix y mediados del xx, en el periodo de nuevos equipamientos urbanos y nuevos cuerpos, denominado modernización. Al analizar la historia de la naturaleza en la ciudad se puede afirmar que a pesar de la constante pre-
sencia de elementos vegetales en la urbe, representada, por ejemplo, en los árboles sembrados en el paseo de la Academia en Atenas3 o en los jardines públicos que durante la Edad Media europea fueron espacios de escape ante las hacinadas ciudades,4 solamente cuando las ideas ilustradas fueron aceptadas y rotuladas con la etiqueta de modernidad, los árboles y jardines se integraron verdaderamente a lo que se conocería como espacio público urbano. […] A la transformación del espacio en las urbes del mundo le subyacen ideas que, por una u otra razón, se valen de elementos vegetales para modificar el paisaje de la ciudad, pero más allá del simple efecto visual y anímico que pensaban sus promotores, parece haber un vacío en cuanto a la relación de estos parques, arboledas y jardines con la urbe y sus habitantes. La naturaleza, bajo estos enfoques urbanistas, en la mayoría de las ocasiones es tomada como un elemento abstracto y general, casi sin forma; los espacios con alguna representación de lo vegetal son considerados zonas verdes, pero detrás de estas existen especies: plantas, animales y personas que
se desarrollan e interactúan con ese entorno distinto, primero en medio de calles macadamizadas y luego en las periferias de las autopistas donde el automóvil es el que reina.5 Después de los procesos de independencia suscitados en Latinoamérica, sus élites, siempre dependientes, dejaron de mirar al modelo de configuración espacial de la metrópolis española y fijaron sus ojos en Francia, primero, y en Estados Unidos, luego; de esta forma, Buenos Aires, Lima, Ciudad de México y las ciudades de Latinoamérica en general importaron las ideas sobre los espacios urbanos y sus árboles como elemento creador del espacio público. Esta importación se dio a través de las élites con facilidades de desplazamiento por el Atlántico y de urbanistas europeos encargados de borrar de las ciudades la huella hispánica; ejemplo de esto son las intervenciones urbanas de Jean Claude Nicolás Fostestier en Buenos Aires, Hubert Donat Agache en Río de Janeiro o Karl Brunner en ciudades de Chile y Colombia.6 Con ellos se implantaron parques y se sembraron árboles en vías y plazas. […] Las ciudades coloniales y de principios de la era republicana en América se veían carentes de vegetación. Así, al caminar por las calles estrechas de algunos pueblos colombianos que mantienen su estructura típica colonial, como Mompox o Santa Fe de Antioquia, se aprecia que entre sus plazas empedradas y sus vías de aceras angostas, los árboles y, en general, toda manifestación simbólica de una naturaleza, se encuentra ausente. No existen zonas que hubieran sido parques; no están presentes los árboles en ringlera que se levantan, de alguna u otra forma, en las ciudades de hoy. Dada esa evidencia que aún hoy se mantiene en pie, se puede decir que cuando esas ciudades se construyeron, la relación de los ciudadanos con la naturaleza se circunscribía a las
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Las revistas científicas * como escuelas Por DEICY HURTADO GALEANO Directora de la Revista Estudios Políticos
dinámicas del espacio privado; así, huertas y solares con sus respectivas plantas y animales se encontraban tras las puertas de los hogares. No había nacido el espacio público tal y como hoy lo conocemos. La naturaleza de puertas hacia afuera parecía no tener importancia. ¿Cómo fue entonces que los árboles se tomaron las calles?, ¿cómo se estableció una relación que, prolongada, modificaría el paisaje urbano y vendría a configurarse como un ícono (algunas veces ignorado) de la sociedad moderna? Estas son las preguntas que se analizan en este libro. Para ello se toma como modelo a la ciudad de Medellín y se muestra cuáles fueron las ideas y las acciones, hijas de estas, que se ejercieron (o no) sobre el espacio urbano en el periodo que va desde finales del siglo xix hasta mediados del xx.7 […] Notas 1 James S. Duncan, The city as text: the politics of landscape interpretation in the Kandyan Kingdom, Cambridge, Cambridge University Press, 2005. 2 Lawrence D. Berg, James S. Duncan y Denis Cosgrove, “Cosgrove, D. 1985: social formation and symbolic landscape. Totawa, NJ: Barnes and Noble”, Progress in human geography, 29 (4), 2005, pp. 475-82, DOI:10.1191/0309132505ph565xx. 3 Plinio El Viejo, Historia natural, 2.a ed., España, Visor, 1999, p. 572. 4 Richard Sennett, Carne y piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental, Madrid, Alianza, 2007. 5 Solo desde hace poco tiempo, con las ideas actuales del ecologismo, los urbanistas y paisajistas han comenzado a trabajar de la mano de biólogos y ecólogos, tratando de construir ciudades sostenibles o sustentables. 6 Hofer Andreas, Karl Brunner y el urbanismo europeo en América Latina, Bogotá, El Áncora Editores, 2003, pp. 60-63. 7 En este punto es importante resaltar que el ejercicio de periodizar presenta cierta dificultad por la naturaleza continua de las acciones humanas sobre el espacio.
*Fragmento de la Introducción de la obra Los árboles se toman la ciudad. El proceso de modernización y la transformación del paisaje en Medellín, 1890-1950 (pp. xiii-xvii), publicada por la Editorial Universidad de Antioquia®.
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uiero empezar por ofrecer un afectuoso saludo al Vicerrector General Álvaro Franco, al director del Instituto de Estudios Políticos Juan Carlos Vélez y al profesor Fabio Giraldo. Agradezco muy especialmente al doctor Humberto de la Calle por haber aceptado acompañarnos en esta conmemoración de los 25 años de la Revista Estudios Políticos. Y, por supuesto, agradezco a la comunidad universitaria que aceptó venir a un emblemático espacio de discusión y deliberación como es el Teatro Comandante Camilo Torres para celebrar como nos gusta: hablando de política y esta vez de PAZ. Una paz a la que urge hacerle un lugar en la vida institucional colombiana y, sobre todo, en nuestra cultura política. Hace 20 años el profesor William Restrepo en la 10ª edición de la Revista hacía un llamado a la academia para decirle que se encontraba ante una “exigencia ética y política de dimensión histórica: la transformación intencional del esfuerzo explicativo de la guerra por la preocupación comprensiva, funcional y constructiva de la paz, como una alternativa histórica para la solución del conflicto que nos absorbe y nos domina en el presente”. Y agregaba que dada “la introyección de la violencia” durante tantas décadas, se requerían “soluciones en la larga duración, que desbordaban el ámbito de acción inmediata del modelo de negociación aplicado o adoptado. Sólo así podría salirse de ese proceso envolvente y global de violencia y construir un orden social que involucrara a los individuos como importantes gestores de la paz” (Riaza, 1997). Una tarea en la que la Universidad tiene un gran compromiso. Pero dejemos este tema a quienes enseguida nos deleitarán con sus intervenciones y su conversación. Muchas son las razones por las que una revista celebra su arribo al primer cuarto de siglo: que la clasificación y los
... yo quiero celebrar estos 25 años de Estudios Políticos por el denodado esfuerzo realizado en la construcción de una comunidad académica comprometida, desde sus primeras páginas, con la comprensión de los fenómenos políticos que han agobiado la vida diaria de los colombianos. Tarea nada fácil en un país que poco invierte en educación, en ciencia y, menos aún, en ciencias sociales.
rankines, que la exogamia y la internacionalización, que los impactos y las citaciones. Pero más que ocuparme de esas cosas, yo quiero celebrar estos 25 años de Estudios Políticos por el denodado esfuerzo realizado en la construcción de una comunidad académica comprometida, desde sus primeras páginas, con la comprensión de los fenómenos políticos que han agobiado la vida diaria de los
colombianos. Tarea nada fácil en un país que poco invierte en educación, en ciencia y, menos aún, en ciencias sociales. Es oportuno celebrar también porque LA REVISTA ha sido una escuela para quienes en los últimos años han dirigido al Instituto y para quienes en él han llevado en sus hombros las responsabilidades de la investigación y de la docencia, porque cada uno de ellos ha sido parte de este proyecto editorial escuchando y leyendo a los maestros (William Restrepo, María Teresa Uribe, Fabio Giraldo), transcribiendo manuscritos, corrigiendo ortografía y gramática, revisando pruebas de imprenta, en fin... Porque antes de ser directores/a del Instituto, coodinadores de investigación o de posgrado o directores de la Revista (Adriana, Manuel, Juan, William), todos tuvieron algo que hacer, qué aprender y qué legar a la Revista. Ha sido una escuela igualmente para los asistentes editoriales y auxiliares que a lo largo de todos estos años han realizado esa cuidadosa artesanía que implica la publicación de una revista semestral que cada vez llega a públicos de otras latitudes. Ha sido una escuela para nuestros estudiantes de pregrado y posgrado que han encontrado en la revista una valiosa fuente bibliográfica para sus trabajos de grado, y muchos han ensayado allí sus primeras letras. Finalmente, es una escuela en la que seguimos aprendiendo de la mano de los integrantes de nuestro comité científico, de los autores y de los árbitros que con sus contribuciones y evaluaciones nos muestran la importancia de la rigurosidad de los argumentos cuando de analizar la política se trata. Y en esta idea de una revista científica como ESCUELA, queremos rendirle un homenaje a un maestro ... a quien estuvo en la gestación de la Revista cuando apenas era una idea, un proyecto. Al profesor Fabio Giraldo. *Intervención en la celebración de los 25 años de la Revista Estudios políticos, el 22 de mayo de 2017.
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La fuerza de la sangre
Una denuncia de siglos* Por JUDITH NIETO Profesora de la Facultad de Medicina judithnieto48@gmail.com
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ntre las páginas para volver a leer en estos tiempos, en los que las niñas colombianas están expuestas al abuso y hasta a la muerte, se encuentran las Novelas ejemplares, escritas por don Miguel de Cervantes. Los textos, prolijos en situaciones propias de la época, como aventuras, raptos y violaciones, muestran a un autor que anticipa tiempos difíciles para las sociedades proclives a la decadencia, por medio de la denuncia y del rechazo expuesto desde la palabra. Así, el conjunto de la obra de Cervantes está cruzado por un contenido de realidad perenne; es lo que caracteriza a La fuerza de la sangre, una de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, quien en esta obra expone, además de su calidad estética y la sencillez que concede claridad a la composición, la brevedad para exponer el asunto —un rapto y una violación de una joven de dieciséis años—; un dilema de los tiempos de su creador y de épocas posteriores. El presente no escapa para nada a la denuncia que cuatrocientos años atrás hiciera, desde el dictado de su creación, quien también fuera sensible a los niños y a sus frágiles vidas expuestas a la agresión, al abuso y, finalmente, a la muerte. La novela, bastante breve, permite leer de manera clara y simple la forma como Cervantes pasó a la ficción un hecho de violencia sexual. Si el autor viviera hoy, quizá se extrañaría de los artefactos y “comodidades” que rodean la actualidad, pero no vería ninguna novedad en discursos y sucesos sobre el frecuente abuso sexual del que son objeto hoy especialmente las niñas y jóvenes, en cualquier geografía, pero particularmente en Colombia. En los últimos meses han sido frecuentes los más horrendos abusos y violaciones; varios de ellos cometidos sobre niñas que apenas cuentan con pocos años de vida o, aun peor, sobre recién nacidas; crímenes en que la infancia es asaltada por ese otro que somete, que rapta, que abusa, que viola, que martiriza, que mata. Todo esto, a los ojos de una sociedad que difícilmente reacciona ante las agresiones de las que son objeto los niños. Una sociedad a la que
el sangriento conflicto la ha dejado muda y maniatada por el miedo. La fuerza de la sangre consigue una creación empujada por el horror del rapto y de la violencia sexual cometidos por Rodolfo contra Leocadia, la hija de una honrada familia toledana. Es un relato conseguido gracias a la influencia de cuatro actores, que anuncian su contenido dialéctico, trabajo que muestra uno de los frutos que el autor ya venía cultivando desde tiempos atrás. Son ellos: dos hombres, Rodolfo y su padre; y dos mujeres, Leocadia y la madre del violador, doña Estefanía. Otro rasgo antinómico del cuento descansa en las diferencias sexuales, sociales y de edad visibles en los protagonistas, sin dejar de lado el temperamento de unos y otros; impulsivo el de los hombres, en tanto que el de las mujeres está regido por el sentido común e intervenciones inteligentes. Al lado de los protagonistas, que dialogan desde sus declaradas oposiciones, hay una figura inadvertida, casi borrosa en la novela, pero que emerge con afirmaciones inteligentes que obligan al lector a detenerse, a pensar en la actualidad del contenido de las palabras del padre de Leocadia, quien tal vez en el momento de mayor aflicción causado por el rapto de su hija, dice: “Siempre los ricos que dan en liberales hallan quien canonice sus desafueros y califique por buenos sus malos gustos” (Cervantes, 2015, p. 346). Ningún otro retrato mejor que el sentido de estas frases para saber que el progenitor es Miguel de Cervantes, afanado siempre por dar cuenta de su misión axiológica, expuesta en las críticas a lo social e ideológico tan propias de sus obras. Calificar por buenos los malos gustos, afirmación que cobra vigencia en el ámbito nacional, en estos tiempos en los que son consuetudinarias las noticias de exclusión y de agresión contra las niñas. Con toda razón, La fuerza de la sangre trae implícito el presente al que hoy asistimos los lectores de Cervantes, para quien los niños y sus vicisitudes también fueron importantes para la creación literaria en la que don Miguel dio a conocer el carácter siniestro que asiste a la humanidad. El mismo que está exacerbado en estos días. Una versión más amplia de este texto fue publicada en la Agenda Cultural Alma Máter, en abril de 2016, pp. 9, 10. Referencias Cervantes, M. de (2015), La fuerza de la sangre (Novelas ejemplares), Bogotá, Penguin Random House.
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Fecha límite para postular trabajos: 30 de junio de 2017 Consulte las bases en www.udea.edu.co
Cultura
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Por LUIS VIANA Coordinador del 11° Premio Nacional a las Artes, modalidad Danza*
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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Qué aventura fantástica mirar el espacio que habitará mi esfuerzo; asombrarme cuando me detengo al borde de él para atravesarlo danzando, descalzo, con mi mirada de advenedizo! Al ocuparnos, espacio y cuerpo, no deseo salir de los encantos del quehacer laborioso y ensimismado de las rutinas que configuran la escena. La simulación de lo otro, la maña técnica y la ineludible exposición de los gestos hechos gerundios, aún me sorprenden. Es ahora cuando la melancolía y la decadencia hacen nido en mi cuerpo de intérprete en ocaso... La experiencia del cuerpo, aprendida de memoria, me cuenta como pasajero. Es quizás por eso que procuro un refugio, desde el gesto que enseño, a la necesidad de danzar como una reflexión dinámica y plena desde el movimiento. Como maestro, no promuevo relatos de fácil desmontaje, y, sobre todo, de abultados presupuestos para decir siempre lo mismo. Creo que esas iniciativas se arriesgan al olvido. La danza y la farándula, que nos distraen y confrontan por igual, comparten parcialmente la fisicalidad del entrenamiento; sin embrago, no logran encontrarse en la visión del mundo que propone relacionar la singularidad con la diversidad que somos. La danza, la que es expresión de sí, sigue apostando a contar su experiencia de mundo a través del diálogo entre las oposiciones que nos habitan. Aquellas que siempre la danza supo acoplar sobre su cuerpo amasado por la insistencia. Apuesto a entre-tener a otros. La dimensión estético-artística del movimiento es otro umbral para comprender lo que disponemos como lo propio y lo ajeno. Esta dimensión define, prepara y ejecuta “lo otro” en nuestra experiencia sensible de mundo. Una experiencia basada en el uso y recreación de gestos concertados para las relaciones con lo ajeno. La sensualidad y su instrumento de comunicación y registro, el lenguaje de la danza, hacen posible la recreación simultánea del entorno que apreciamos como espectadores y que forjamos
En otras palabras, la danza como creadores. Representación hecha a nuestra escala, a nuestra justa medida e interpretada en presente continuo, como advertí antes. La representación que hace la danza sobre la realidad, cualquiera que se configure como tal, no es más que la cosificación de una frontera hecha cuerpo, un ejercicio de degustación y un protocolo de asimilación. El cuerpo-frontera, que siendo más que borde deviene en invitación a la ocupación, se perfila como un cuerpo en conflicto, contradicción. Su íntima
relación con el sujeto (y la compleja interacción entre sus elementos: impresiones y huellas); su manifestación inesperada (expresividad: el cuerpo como monumento en expansión. Cuerpo itinerante); y su pretensión de perdurar en el tiempo (el cuerpo como obra de arte fugaz e irrepetible), la despliega como manifestación física más allá del gesto. Manteniéndose frontera, este cuerpo encendido de la danza, coexiste con la recreación de valores fundacionales tales como el espacio y tiempo. Pero la danza es
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mucho más que sus valores técnicos constitutivos, por supuesto. Es también, como lo es el resto de las manifestaciones artísticas, una sumatoria de insumos que nos gusta pensar como necesidades expresivas del individuo en una sociedad más civilizada por la labor instigadora de su oficio. Uno de estos componentes es la rebeldía a lo indeleble y, contradictoriamente, el otro es la militancia en una tradición que la define como práctica rigorurosa y formalista. Es decir, como libertad y como costumbre. La danza resulta ser una suerte de artesanía hecha de cuerpo exaltado, encarnado como lo otro; una duración en el espacio. El cuerpo del Rey Luis XIV se tornaba brillante como un sol de aristas doradas; era un ser sobrehumano, divino. La recreación de esta metamorfosis no podía más que representarse con el esplendor de gestos humanos coreografiados, es decir, cultivados por el dominio absoluto del hombre conciente de su imagen pública, pero también cultivados en la tradición que con tantas ataduras populares sirvió de aglutinante entre los sectores más apartados de la escala social. Al final, el sol brilla para todos. El cuerpo, preparado para la exhibición, inició sin querer un viaje sin retorno. El viaje hacia su intimidad: La intimidad está ligada al arte de contar la vida (y no, como suele creerse, a la astucia de no contar nada, no sea que luego vayan contando por ahí…), que, dicho sea de paso, es sin más, el arte. Porque el arte de contar la vida (de darse cuenta de la vida, de tenerla en cuenta) no es más que el arte de vivir. Vivir con arte es vivir contando la vida, contándola, paladeando sus gustos y sinsabores. Y, desde luego, se puede vivir sin arte, sin contar nada, sin contar para nada ni para nadie, sin contar con nada ni con nadie y sin que nadie cuente para uno mismo. Se puede vivir sin intimidad (y quizás, según la hipótesis, es así como tenemos que ir aprendiendo a vivir), porque la intimidad no es imprescindible para vivir. La intimidad sólo es necesaria para disfrutar de la vida. José Luis Pardo, La intimidad (Pretextos, Valencia, 1996. Pág. 29-30) *El 11° Premio Nacional a las Artes, modalidad Danza hace parte de la 49° versión de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, cuya convocatoria en 2017 también incluye el 16° Premio Nacional Universidad de Antioquia a las Artes y las Letras; el 35° Premio Nacional de Literatura, modalidad Ensayo Literario, y el 13° Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad Cortometraje.
Cultura
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Cerámica, arte e historia Por ÁREA DE COMUNICACIONES MUUA
Las exposiciones En la actualidad el maestro Pablo Jaramillo exhibe en el Muua la que es, en sus palabras, su última exposición, La magia de la cerámica, que recoge la visión global de un artista que se aproxima a todas las técnicas en una mirada totalizante. El artista, de 79 años, destaca el convenio que permitió traer sus obras desde el museo que lleva su mismo nombre, en Sonsón, Antioquia. En cuanto a sus procesos artísticos, él cree que el dibujo se configura como el elemento primario que da origen a todo lo que el artista crea y reproduce en cerámica. “Si yo no supiera dibujar, yo no podría
Fotos: MUUA Museo Universitario
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l Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, Muua, en un esfuerzo por devolverle a la cerámica su valor artístico e histórico, exhibe las obras de la artista Juliana Vélez y del maestro sonsoneño Pablo Jaramillo. Se trata de poner en discusión la historia de la cerámica en Antioquia. La obra del maestro Pablo Jaramillo habla de una visión del mundo de la cerámica aplicada en el arte a partir de la segunda mitad del siglo XX; y la obra de la artista Juliana Vélez, según Mauricio Hincapié, curador de la Colección de Artes del Muua, plantea un discurso sobre la aplicabilidad de la cerámica artística en el lenguaje contemporáneo, posibilitando rescatar esta expresión que aparentemente ha entrado en desuso. En su exhibición, Juliana habla del espíritu de lo femenino en nuestra sociedad, a partir de vasijas que dialogan entre lo lleno y lo vacío y se mantienen estables. La cerámica es considerada por el maestro Jaramillo como la más noble entre las técnicas. No obstante, el profesor Hugo Ceballos piensa que “los ceramistas han reducido la cerámica a pura artesanía, porque es un proceso de repetición de lo mismo”, desde la cerámica española. Ceballos hace una diferenciación entre los artistas que utilizan la cerámica como un medio para expresarse y los ceramistas que se dedican a la reproducción en serie de obras. Y cree que la cerámica siempre está en un proceso circular de creación y destrucción, ya que “los ceramistas lo que hacen es sepultar la cerámica como práctica artística; y los artistas, cuando incursionan en la cerámica, lo que hacen es destruir la cerámica como técnica porque no toman en cuenta los procesos cerámicos ni los manejos de materiales ni tampoco el manejo de herramientas”.
Cóncavo y convexo: El ritmo sutil de lo terreno. Juliana Vélez llegar a mostrar lo que estoy mostrando; el dibujo es pues la verdad. Merced al dibujo soy capaz de llegar a la realidad y eso es lo que van a ver en esta exposición”, dice. El escultor también es uno de los muralistas más destacados del país. Ha explorado distintas técnicas para configurarse como un artista íntegro. Por eso, para Mauricio Hincapié, Jaramillo es un artista con un recorrido enorme, un sabio en el uso de la cerámica, del dibujo y de la escultura. En palabras de Juliana Vélez, lo que genera su exposición “es una sensación, si bien cada pieza individual tiene una forma a la cual yo trato de llegar, esas formas yo las hago para generar en el espectador un momento de meditación, de tranquilidad y si ves, el mismo ritmo de las obras te lleva a ello, lleva a un estado más tranquilo donde quieres observar, acariciar los bordes con los ojos, entonces lo mío va más allá de llegar a una pieza, de llegar a una forma”. A propósito del trabajo de Vélez, el curador del Muua plantea que “la búsqueda de lo femenino en nuestra sociedad también simboliza un acercamiento a lo masculino; se trata de un doble cuestionamiento de algo que todos percibimos pero que nadie ha podido expresar”. Hasta el próximo viernes 30 de junio los espectadores pueden visitar en el Museo Universitario las exposiciones de los dos artistas que, si bien son diferentes por sus estilos, tienen la misma intención: llegar a un público que se sienta conmovido por su arte y reflexionar.
La magia de la Cerámica en las manos de Pablo Jaramillo
Actividades relacionadas con las exposiciones —Conversatorio La magia de la cerámica Participan: Juliana Vélez y Pablo Jaramillo Modera: Mauricio Antonio Hincapié Acosta, Curador Colección de Historia Fecha: 6 de junio • Hora: 4:00 p.m. • Lugar: Auditorio Luis Javier García Isaza, tercer piso MUUA —Café en el Museo Fecha: todos los miércoles de junio • Hora: 1:00 p.m. • Lugar: Museo Universitario Universidad de Antioquia