REVISTA DEBATES N° 41

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MAYO — AGOSTO/2005

REVISTA

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

No. 41

Contenido 3

¿Quién es dueño de nuestras semillas?

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Por Víctor M. Quintana S.

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La biopiratería humana como espectáculo

El devenir de una generación Por Fabio Zuluaga Ángel

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Por Silvia Ribeiro

Efectos de la Ley 100 sobre la institucionalidad de la salud en Colombia Por Rubén Darío Gómez Arias

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La realidad de las maquilas Por Christian Sellés

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Por José Ramiro Galeano Londoño

La degradación ambiental amenaza los Objetivos de Desarrollo del Milenio 55

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¡Alerta 2005! Conflictos, derechos humanos y paz

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convivencia ciudadana

Por Jaime Álvaro Fajardo Landaeta

Comunicación y organización, Palabra y vida

Relaciones entre educación y cultura Por Gabriel Jaime Arango Velásquez

17 Construcción del tejido social y la

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Las Facultades de Educación ante una nueva oportunidad de florecimiento

Internet, software libre, brecha digital y analfabetismo informacional: una reflexión y discusión pendiente en la Universidad Por Alejandro Uribe Tirado

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Título robado Por Verónica Echeverry Alvarán

Por Luz Marina Restrepo U.

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La ilusión del progreso Por Dagoberto Acevedo Vergara


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Desvelar aspectos de la realidad que no tocan los medios de comunicación convencionales El mundo está dividido hoy, de manera radical, entre quienes publicitan bienestares como consecuencia del comercio sin talanqueras (defensores del dogma “la economía es regida por la ‘mano invisible’ del mercado”), y quienes se han propuesto descifrar los intereses ocultos de las recetas neoliberales. Los primeros encuentran pista de aterrizaje despejada en los medios masivos comerciales de prensa y en los grandes auditorios donde se aloja el poder-poder. Los segundos abren el camino para sus opiniones e informaciones en medios alternativos con una audiencia creciente y atenta. Entre estos últimos se encuentra la Agencia de Información Solidaria (AIS), “un centro de comunicación social sin ánimo de lucro formado por periodistas, profesores de universidad y miembros de ONG con el objetivo de concienciar a la sociedad y a los profesionales de la información en temas de pobreza, derechos humanos, salud, medio ambiente, infancia, conflictos armados, etc.” Coincidentes con los propósitos de AIS, la Revista DEBATES y el Periódico ALMA MATER de la Universidad de Antioquia ofrecen a sus lectores en cada número una selección de textos de actualidad mundial, los cuales ‘desvelan aspectos de la realidad que no tocan los medios de comunicación convencionales’, ‘aportan perspectivas inéditas’ y ‘destacan informaciones de países o sectores sociales que pasan desapercibidas para las grandes agencias’. Esta edición de DEBATES prosigue en la línea de suministrar argumentos para la comprensión del rumbo al que está siendo arrastrado el sector agrícola, y para entender quién es el dueño de las semillas, qué se busca con la biopiratería, cuál es la realidad de las maquilas y hasta dónde está llegando la degradación ambiental. También se ofrecen artículos sobre la conflictividad en el orbe; sobre cómo construir tejido social y convivencia ciudadana; y sobre los efectos casi siempre negativos de la Ley 100, entre otros asuntos concernientes al interés de la comunidad universitaria colombiana y de la opinión ciudadana.

Respuesta al anhelo de estudiantes y profesores de disponer de una publicación que sea canal de expresión de las disposiciones y puntos de vista de los universitarios.

Alberto Uribe Correa, Rector - Ana Lucía Herrera Gómez, Secretaria General

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Editores: Alberto González Mascarozf, agonzale@arhuaco.udea.edu.co Luis Javier Londoño Balbín, jalondo@arhuaco.udea.edu.co Corrector: Carlos Alberto Mejía Walker Diseño original: Saúl Álvarez Diagramación: Juan Camilo Vélez Rodríguez Impresión y terminación: Imprenta Universidad de Antioquia Departamento de Información y Prensa – Secretaría General - Ciudad Universitaria, Bloque 16 oficina 336. Medellín. Teléfonos 2105023 y 2105026. Fax 2331627. E-mail: almamater@arhuaco.udea.edu.co Consulte DEBATES en almamater.udea. edu.co/debates El contenido de los artículos que se publican en DEBATES es responsabilidad exclusiva de sus autores y el alcance de sus afirmaciones sólo a ellos compromete.

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No. 41

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¿Quién es dueño de nuestras semillas? Por Víctor M. Quintana S. Analista informativo@attac.org

El sistema agroalimentario dominante es una compleja red planetaria de insumos, producción, procesamiento y mercadeo de bienes agroalimentarios dominada totalmente por empresas trasnacionales. Once de ellas, entre las que se destacan Cargill, Nestlé, Monsanto, Unilever y ConAgra, controlan esta red y manejan un valor combinado de ventas de 293 mil millones de dólares al año, mayor que el Producto Interno Bruto de la gran mayoría de los países latinoamericanos.

Es falso que la economía globalizada esté acabando con la agricultura. Está acabando con los agricultores. La agricultura como actividad multifuncional, generadora de bienes públicos, de satisfactores, de recreación de la vida, de producción de comunidades y de cultura, está batallando enormidades. Pero florece como generadora de mercancías y de ganancias. Y esto se debe, en gran parte, a que los actores de la agricultura están cambiando: se desplaza a los más, a los pequeños, a los pobres y se fortalece a los poderosos, a los pocos: las corporaciones trasnacionales agroalimentarias. Por estos días se ha reunido en Londres un grupo de investigadores, de activistas, de dirigentes campesinos de todo el mundo convocados por la red Agribusiness Accountability Initiative: iniciativa para exigir a las corporaciones agroalimentarias la rendición de cuentas. Ponen en común su información y sus análisis sobre la concentración del

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Lo que más preocupa es que ya no son los propios productores campesinos, ni siquiera los gobiernos, quienes están tomando las decisiones fundamentales de qué sembrar, cómo sembrarlo, cómo y a quién venderlo. Son las corporaciones que dominan el sistema agroalimentario global...Ante ellas no hay negociación posible, sólo desatar la creatividad para idear nuevas y múltiples formas de defensa y de resistencia.

poder en la cadena agroalimentaria para diseñar estrategias de resistencia y de defensa. El sistema agroalimentario dominante es una compleja red planetaria de insumos, producción, procesamiento y mercadeo de bienes agroalimentarios dominada totalmente por empresas trasnacionales. Once de ellas, entre las que se destacan Cargill, Nestlé, Monsanto, Unilever y ConAgra, controlan esta red y manejan un valor combinado de ventas de 293 mil millones de dólares al año, mayor que el Producto Interno Bruto de la gran mayoría de los países latinoamericanos. Este sistema es altamente dinámico, montado en los adelantos de la economía informatizada, las telecomunicaciones y la biotecnología. No únicamente transforma las economías; también las prácticas productivas, el paisaje, las comunidades rurales e incluso los hábitos alimenticios y la vida cotidiana de las personas. La concentración en el sistema agroalimentario dominante se hace de dos formas: horizontal, es decir, al interior de una de las fases del proceso agroalimentario. Y vertical: formando conglomerados –clusters– de varias empresas que manejan varias o todas las fases de este proceso: desde los genes hasta el anaquel del supermercado. La concentración horizontal se da en todas las fases del proceso: provisión de semillas, agroquímicos, procesamiento de comidas, manejo y comercialización de granos, venta al menudeo. Los especialistas señalan que cuando cuatro corporaciones controlan más de 40 por ciento del mercado en una de las fases, dicho mercado ya no es competitivo. Y en todas las fases la concentración excede dicho porcentaje. Las corporaciones dominantes: en semillas, Monsanto, Bayer, Syngenta

y Dupont. En fertilizantes: la noruega Yara y Cargill. En alimentos procesados: Nestlé, Unilever, Kraft; en granos: Archer Daniels-Midland, Bunge, Cargill; en distribución al menudeo: Wal-Mart, Metro y Carrefour. Pero lo más nuevo es la concentración vertical, la formación de clusters a lo largo de todas o varias fases del proceso agroalimentario. Así, Cargill, el gigante de los granos, fertilizantes y alimentos de ganado, se une con Monsanto, el amo de los transgénicos, y con Krohger para la distribución al menudeo. ConAgra, gran procesador de comida, hace empresas conjuntas con Dupont. Y otro de los amos de los granos básicos, Archer Daniels, se alía con la gran controladora de innovaciones fitogenéticas, Novartis. El procesador número uno de oleaginosas en el mundo, Bunge, emprende aventuras comunes con la japonesa Zen-Noh, filial de Mitsubishi. La dinámica de concentración del poder agroalimentario plantea grandes problemas a los productores campesinos o familiares, tanto de los países del norte como del sur. Sobre todo los primeros muchas veces no tienen otra alternativa que comprar sus semillas e insumos a las corporaciones y comercializar a través de ellas. Por otro lado, las cooperativas de agricultores y ganaderos tienen enormes dificultades para enfrentar a las corporaciones gigantes. En Estados Unidos se desintegra la cooperativa Farmland’s y la de productores de leche, DFA, está en aprietos, al punto que se plantea la pregunta: ¿qué tan efectivo es organizarse en cooperativas ante la fuerza de las corporaciones? Lo que más preocupa es que ya no son los propios productores campesinos, ni siquiera los gobiernos, quienes están tomando las decisiones fundamentales de qué sembrar, cómo sembrarlo, cómo y a quién venderlo. Son las corporaciones que dominan el sistema agroalimentario global. Y, lo que es peor, ya ni siquiera la decisión de cómo conservar su tierra, su agua y sus recursos naturales se está dejando a los campesinos. Se está imponiendo por las potencias del agronegocio. Ante ellas no hay negociación posible, sólo desatar la creatividad para idear nuevas y múltiples formas de defensa y de resistencia. Greenpeace acaba de dar un buen ejemplo de las primeras al lograr que se haga público el estudio que demuestra que el maíz transgénico MON683, de Monsanto, causa severos daños a la salud de las ratas. Hay que multiplicar acciones como éstas.

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La biopiratería humana como espectáculo Por Silvia Ribeiro Investigadora Grupo ETC (antes RAFI) redaccion@argenpress.info

La genómica está de moda. No porque vaya a resolver los problemas de salud de la gran mayoría de la gente –provocados fundamentalmente por la mala alimentación, falta de agua limpia y otros factores producto de la explotación y marginación en que viven, y no por sus genes– sino por las enormes ganancias que las trasnacionales farmacéuticas esperan conseguir al patentar nuevas drogas derivadas de la ‘farmacogenómica’ (drogas diseñadas según la composición genética de los pacientes). Este es el contexto del anuncio del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), en el que informaba que el 27 de junio comenzaría el muestreo de la población de Yucatán, para ‘elaborar el mapa del genoma de los mexicanos’. Claro, los mayas ya deberían tener experiencia en el tema: su información genética se ven-

de a 85 dólares en Internet. Yucatán, junto con Oaxaca, son las entidades federativas con mayor porcentaje de población indígena. Desde hace un par de décadas, investigadores de universidades de países del norte se dedican a la caza de genes humanos, fundamentalmente de poblaciones indígenas, discapacitados y grupos geográficamente aislados, para descubrir diferencias mínimas en sus genomas que pudieran indicar tendencias a resistir –o a ser más propenso– a ciertas enfermedades. Lejos de ser proyectos altruistas para atender los problemas de salud de esos grupos, quienes tienen la tecnología y medios para usar esta información son poderosas trasnacionales, farmacéuticas o relacionadas con ese campo, que esperan encontrar nuevos medicamentos best-seller, y monopolizarlos por medio de sus patentes. No necesariamente como medicinas: la mayor fuente de ingresos de la industria farmacéutica son las drogas para gente sana. Por ejemplo, se investiga con el pretexto de atender la diabetes, pero el resultado se vende 10 veces más como droga para reducir de peso. Las empresas ni necesitan muestrear a la gente. Desde hace años, muchas universidades han investigado, aislado y colocado a la venta en Internet líneas celulares o genes humanos ‘para la investigación’ genómica. Por ejemplo, en el banco de células humanas del Instituto Coriell, de los Institutos de Salud de Estados Unidos, se puede comprar ADN de indígenas de muchas partes del mundo. Significativamente, comprar material genético de ‘México-americanos’ de Los Ángeles, garantizada su ascendencia indígena en tres generaciones, cuesta 3.800 dólares, mientras que muestras de ‘indios mexicanos’ se consiguen por 200 dólares, y las de ‘indios mayas’ de la península de Yucatán al módico precio de 85 dólares.

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Al mismo precio se puede comprar células humanas de indígenas huorani del Ecuador, de quechuas de los Andes, de Karitiana y Suruí de la Amazonia en Brasil, de Guyana, Venezuela, Puerto Rico y el Caribe, entre muchos otros africanos, asiáticos y hasta algunos europeos. Los Karitiana y Suruí han protestado enérgicamente y están en un proceso contra la venta de estas células, apoyados por el estado brasilero. Por ahora, sus células siguen a la venta. Probablemente muchas de estas muestras provienen del Proyecto Diversidad Genética Humana (HGDP, por sus siglas en inglés), proyecto de varias universidades iniciado a principios de los años 90, que se proponía buscar las diferencias genéticas –llamadas SNP, también por sus siglas en inglés– en 722 comunidades en todo el mundo, muchas de ellas grupos indígenas definidos ‘en peligro de extinción’. El HGDP pretendía ‘conservar el material genético para la investigación’ antes que desaparecieran. No conservar la gente, sino solamente el material genético. Los muestreados no sabían para qué fines fueron utilizados y la información fue colocada en Internet y en bancos similares al del Instituto Coriell, dando origen posterior a muchas patentes sobre ellas, de empresas y universidades. Gracias a las denuncias de RAFI (ahora llamada Grupo ETC), junto a pueblos indios del mundo, el Proyecto Vampiro, como se le llamó, tuvo que diluirse, pero nunca dio cuenta de las muestras obtenidas. Un lavado de cara y el vampiro ataca de nuevo, aplaudido como espectáculo, con un despliegue mediático de enormes proporciones. Ahora es el proyecto Genographic (Genográfico), patrocinado por la multinacional IBM y la revista National Geographic. Siguen tras el ADN de los pueblos indios, diciendo que solamente será para ‘investigación’, y otra vez, para el bien de toda la humanidad: esta vez para establecer genéticamente los orígenes y migración de la especie humana. Luigi Luca Cavalli-Sforza, principal impulsor del HGDP, preside ahora el consejo de asesores del proyecto Genográfico. Spencer Wells, director del programa, es uno de sus discípulos. Otro proyecto similar, de recolección de muestras de grupos indígenas, está en marcha desde hace dos años: el Proyecto Internacional HapMap, financiado por fuentes públicas y privadas para tomar muestras de poblaciones de Estados Unidos (y ‘México-americanos’), China, Nigeria y Japón. Entre los financiadores privados del HapMap se encuentra el SNP Consortium, integrado por AP Biotech, AstraZeneca, Aventis, Bayer, Hoffman La Roche, Glaxo Wellcome, Novartis, Pfizer,

Searle, SmithKlineBeecham, Wellcome Trust, Motorola... y otra vez, IBM, cuyas tecnologías digitales están en el centro de la farmacogenómica. Tanto el proyecto HapMap como el Genográfico dicen que no patentarán los genes que consigan, y que todo estará en Internet, a disposición del público. Pero, ¿qué público? El ‘público’ altamente privado de quienes tengan las tecnologías (todas patentadas) y los recursos para usarlas, o sea, las mismas compañías. Las reglas de acceso a esta información genética dicen que no se puede patentar en la misma forma en que se las obtiene, pero cualquier mínima modificación es suficiente para solicitar una patente. Pese a eso, las empresas cuentan también con la participación oficial de los gobiernos y recursos públicos para el saqueo de genes. En Brasil, pese al supuesto apoyo a los Karitiana para impedir la venta de sus células, el propio Estado está promoviendo la participación de los indígenas en el Genográfico. Incluso, uno de los centros regionales de toma de muestras del proyecto, está justamente ubicada en Brasil. Para facilitar la colaboración de los pueblos indios y prevenir protestas, han rebautizado el emprendimiento como ‘Proyecto Gente’. En México, el informe 2003-2004 del Instituto Nacional de Medicina Genómica incluye en sus actividades la preparación del ‘proyecto del HapMap entre los mexicanos’. Varias de las empresas del SNP Consortium financian al instituto. IBM diseñó especialmente la computadora que usarán para la secuenciación de los indígenas mexicanos. Los medios celebran el espectáculo. De los indios sólo se espera que pongan su sangre. Gracias a IBM, ahora hasta parece que sabrán de dónde vienen. Debra Barry, indígena paiute de Estados Unidos, directora del Consejo de Pueblos Indios contra el Biocolonialismo, nos recuerda: ‘Nuestras historias de la creación y lenguajes nos informan sobre nuestra genealogía y nuestros ancestros. No necesitamos pruebas genéticas para saber de dónde venimos’. Para esta organización, el Genográfico es solamente una máscara para conseguir lo que les faltó con el HGDP, por lo que ya han iniciado una campaña contra el proyecto, a través de su sitio en la red www.ipcb.org

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Las multinacionales trasladan sus empresas en busca de mayor rentabilidad

–más de un millón–, trabaja en las más de cuatro mil maquilas situadas en el país. En Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, Panamá y República Dominicana son más de medio millón las personas que trabajan en este tipo de fábricas, en condiciones muy precarias y con multitud de derechos recortados como la libertad sindical o de negociación.

La realidad de las maquilas

La economía prima sobre la persona

Por Christian Sellés*

En las décadas de los sesenta y setenta, muchas empresas estadounidenses iniciaron una reubicación de sus industrias a pocos kilómetros de distancia de su lugar de origen, situándose sobre todo en Centroamérica. El auge de esta nueva localización llegó hacia los años noventa cuando empresas europeas y asiáticas, conscientes del fenómeno globalizador de la economía y de la liberalización del comercio internacional, trasladaron sus inversiones de capital a estos países. Estas fábricas se denominan maquilas, término árabe que hace referencia a la porción de grano que le corresponde al molinero tras la molienda. En México, una cuarta parte de los trabajadores del sector industrial

Los principales sectores que se benefician de esta situación son los que requieren de un mayor uso de mano de obra. Así, las industrias textiles, de montaje de productos eléctricos, de muebles o de juguetes, deciden traspasar sus fronteras buscando una mayor rentabilidad a costa del pago de salarios bajos.

Los principales sectores que se benefician de esta situación son los que requieren de un mayor uso de mano de obra. Así, las industrias textiles, de montaje de productos eléctricos, de muebles o de juguetes, deciden traspasar sus fronteras buscando una mayor rentabilidad a costa del pago de salarios bajos. En Estados Unidos, hace siete años, un trabajador percibía por una hora de trabajo aproximadamente diecisiete dólares; por el mismo trabajo, en México, país vecino, un trabajador percibía alrededor de un dólar y medio. Por ello, empresas como Mattel Toys, Chrysler o Ford Motor Company decidieron establecer fábricas allí. Los gobiernos de los países centroamericanos consideraron a las maquilas la solución ante la falta de empleo y la pobreza que padece el sesenta por ciento de los más de treinta millones de centroamericanos. Por ello, facilitaron su asentamiento a través de la creación de las llamadas zonas francas, áreas sometidas a controles aduaneros y fiscales especiales para fomentar las inversiones de las multinacionales. En muchos casos los gobiernos dejan totalmente exentas del pago de impuestos a estas empresas. Si estas situaciones cambian, las empresas trasladan las maquilas importándoles muy poco lo que dejan atrás. La principal excusa que interponen los gobiernos para justificar la instalación de maquilas en sus territorios es que contribuyen a la modernización e industrialización del país y favorecen el desarrollo económico de la nación.

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Esta afirmación se ha demostrado que no es real. En primer lugar, el sector textil es una de las ramas con menor desarrollo industrial. Para la labor que se realiza en estas fábricas de Centroamérica, la maquinaria no es necesaria. Lo son más las manos de las personas que trabajan en la cadena, ya que para coser botones o bolsillos se requiere de mano de obra, no de tecnología de punta. Es la parte de la confección más sencilla, la que no necesita formación ni alta mecanización. El desarrollo económico tampoco va ligado a las maquilas. Los gobiernos centroamericanos se jactan de sus guarismos de exportación de bienes y consideran a las maquilas las responsables. Pero la realidad se presenta de manera sesgada. Las maquilas deben importar todos los insumos de los países de origen de las empresas multinacionales y no emplean materias primas nacionales, salvo madera o productos agrícolas. Además, su grado de reinversión en el país es prácticamente nulo. Hasta hace pocos años, las importaciones de insumos y las exportaciones de productos elaborados no se registraban en la balanza comercial de los países. Por recomendaciones del Fondo Monetario Internacional se han incorporado, generando un espejismo de industrialización y desarrollo económico inexistentes. Si el limbo fiscal en el que se encuentran y los sueldos ínfimos fueran poco, otras de las características que las marcan son la precariedad laboral y la supresión de derechos elementales de cualquier trabajador como la libertad sindical o de negociación.

Siempre pierden más las mujeres Otra de las particularidades de las maquilas es la primacía de la contratación de mujeres: en torno a un ochenta por ciento del total de los maquiladores centroamericanos. Los empresarios buscan a chicas, de entre quince y veinticinco años, sin hijos y sin experiencia laboral. Al ser chicas tan jóvenes y en muchos casos proceder de zonas rurales, no tienen formación en lo referente a las legislaciones laborales ni derechos que deberían tener. Ellos consideran que de esta forma la mano de obra es dócil, paciente y disciplinada. Además, al dedicarse en muchos casos al sector textil, dan por hecho que son prácticas que dominan ya que también las deben realizar en sus tareas domésticas. En todo el mundo las mujeres trabajan y tienen a su cuidado a sus respectivas familias. Pero también sucede que el trabajo, aunque sea idéntico al de los hombres, es considerado menos importante y se les paga menos por ello. Las mujeres centroamericanas trabajan por varias razones, pero la fundamental es la

económica: las casadas no tienen dinero suficiente para atender a sus familias con el dinero de sus maridos o porque ellos no trabajan; las madres solteras tienen que mantener a sus hijos; y las solteras, necesitan ayudar a sus familias porque con el dinero de sus padres no pueden vivir. Una de las condiciones que debe tener una trabajadora de una maquila es que no esté embarazada. Para ello se realizan de forma rutinaria pruebas de embarazo. La organización Human Rights Watch (HRW) denunció esta práctica en determinados países como la República Dominicana a pesar de estar prohibida por varios tratados internacionales de derechos humanos. Una de las encuestadas por HRW, Sergia Báez, declaró que “me hicieron la prueba de embarazo, que es lo más importante para ellos”. En caso de dar positivo, la trabajadora es despedida en el momento. Además de las horas extras no pagadas, los salarios denigrantes o las largas jornadas de trabajo, hay otros hechos más graves como las denuncias presentadas por la violencia de los empresarios o supervisores con las trabajadoras. Se ejerce en todas sus vertientes, desde la física, hasta la sexual. El hecho de que las mujeres trabajen en horarios nocturnos facilita en algunos casos los abusos sexuales. Las condiciones en las fábricas no facilitan el trabajo ya que no son las apropiadas. No se respetan las legislaciones medioambientales y tampoco las sanitarias. En las galerías hace demasiado calor, las maquiladoras trabajan durante horas de pie, sin tiempo para tomarse un descanso. En el caso de tener que asistir a consultas médicas, los permisos para tomarse unas horas brillan por su ausencia. Y la seguridad laboral es una utopía, sobre todo en lo referente al manejo de productos químicos, a causa de lo cual en algunos países han acaecido intoxicaciones masivas Las maquilas son una forma “legal” de explotación. Las condiciones en las que se encuentran sus trabajadores, especialmente las mujeres, son indignas. Como decía Ken Loach en una de sus últimas películas, a través de la voz de una de las trabajadoras protagonistas: “queremos pan, pero también queremos rosas”. El trabajo, el pan, con salario ridículo, no es lo único que requieren estos países víctimas de esta práctica. Los derechos laborales y mejores situaciones de trabajo, las rosas, deben ser igualmente importantes.

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*Periodista Agencia de Información Solidaria www.infosolidaria.org infosolidaria@infosolidaria.org


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La degradación ambiental amenaza los Objetivos de Desarrollo del Milenio

Más del 60 por ciento de los recursos que permiten la vida sobre la tierra, y que forman los ecosistemas, como el agua dulce, la pesca, el aire o el clima, «se están degradando peligrosamente» o se utilizan de forma insostenible, según revela el estudio ‘Evaluación de los Ecosistemas del Milenio’, elaborado por Naciones Unidas y presentado en varias ciudades del mundo. Los autores del informe advierten que las consecuencias perniciosas de esa degradación «pueden aumentar significativamente en los próximos 50 años». «Cualquier progreso que se alcance en la consecución de los objetivos de erradicar la pobreza y el hambre, mejorar la salud y proteger el medio ambiente, probablemente no será sostenible si la mayoría de los recursos de los ecosistemas de los que depende la Humanidad continúan degradándose», señala el Informe de Síntesis de esta Evaluación, elaborada por más de 1.300 expertos de 95 países. Según los resultados obtenidos, la degradación actual de los recursos de los ecosistemas es un obstáculo muy importante para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados en la cumbre de Naciones Unidas en 2.000.

El informe llega a cuatro conclusiones principales, entre ellas que en los últimos 50 años los seres humanos han cambiado los ecosistemas de manera «más rápida y extensa que en cualquier otro periodo de la historia», debido a la necesidad de satisfacer las crecientes demandas de alimento, agua, madera, fibra y combustible.

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Aunque las pruebas no son «irrefutables», los cies silvestres sino también a asegurar el suministro expertos están en condiciones de afirmar que la de- de agua y a reducir las emisiones de carbono y gases gradación que se está produciendo en 15 de los 24 contaminantes. recursos naturales que se encuentran en los ecosis«La conclusión primordial de esta evaluación es temas analizados, tienen el riesgo de sufrir cambios que las sociedades humanas tienen el poder de re«potencialmente abruptos» que tendrían una reper- ducir las presiones que estamos ejerciendo sobre cusión «muy seria» sobre el bienestar humano, como los recursos naturales del planeta, al tiempo que la aparición de nuevas enfermedades, cambios en la continuamos utilizándolos para alcanzar un mejor calidad del agua, aparición de ‘zonas muertas’ en las estándar de vida para todos», señala este informe en costas, colapso de las zonas pesqueras, o cambios en el anexo titulado ‘Estamos gastando más de lo que los climas regionales. tenemos: capital natural y bienestar humano’. Para El informe llega a cuatro conclusiones principales, lograrlo, sin embargo, se requieren «cambios radicaentre ellas que en los últimos 50 años los seres huma- les» en la manera en que se trata a la naturaleza «en nos han cambiado los ecosistemas de manera «más todos los niveles de la toma de decisiones», y nuevas rápida y extensa que en cualquier otro periodo de la formas de cooperación entre gobiernos, empresas y historia», debido a la necesidad de satisfacer las cre- sociedad. cientes demandas de alimento, agua, madera, fibra y El Informe de Síntesis también concluye que son combustible. los países más pobres los que más sufren las conLos expertos afirman que esto ha llevado a una secuencias de los cambios en los ecosistemas. Las significativa pérdida de la diversidad de la vida en el regiones con problemas más serios de degradación planeta, en gran parte «irreversible», y a que entre el son el África subsahariana, Asia central, algunas re10 y el 30 por ciento de los mamíferos, las aves y los giones de América Latina, y partes de Asia surorienanfibios estén ahora en peligro de extinción. tal y meridional, que son también las que encuentran Estos cambios han permitido hacer progresos más dificultades para alcanzar los Objetivos del muy importantes en materia de bienestar humano y Milenio. desarrollo económico, pero han implicado un coste Este documento es el primero de una serie de cada vez más alto en lo referido a la degradación de siete informes de síntesis y resúmenes y cuatro volúotros recursos naturales. menes técnicos que evalúan el estado de los ecosisLa pesca, por ejemplo, ha sobrepasado «con temas del mundo y su repercusión sobre el bienestar creces» los límites de su capacidad de satisfacer la humano. demanda actual, y por supuesto la demanda futura. El trabajo ha sido respaldado por 22 de las instituLos expertos afirman que estos problemas «harán ciones científicas más importantes del mundo, como disminuir significativamente los beneficios de los la Royal Society británica. El trabajo de la evaluación que gocen las futuras generaciones». es supervisado por un consejo directivo de 45 miemEn las condiciones de futuro ‘verosímil’ analizadas bros co-presidido por el científico jefe del Banco por los autores del informe, se prevén progresos en Mundial, Robert Watson, y el director del Instituto cuanto a la eliminación del hambre, pero a un ritmo de Estudios Avanzados de la Universidad de Nacio«mucho más lento» que el que se necesitaría para nes Unidas, A. H. Zakri. reducir a la mitad el número de personas que sufren hambre para 2015, que es Objetivo del Milenio establecido. Los expertos advierten que los cambios en los ecosistemas, como la deforestación, tienen una Fuente: www.pobrezacero.org influencia sobre el número de agentes patógenos, CONGDE como los de la malaria y el cólera, y también sobre el riesgo de aparición de nuevas enfermedades. El informe hace referencia a las opciones que existen para conservar o mejorar los recursos, entre ellos, la protección de los bosques naturales, por ejemplo, que no sólo ayudaría a conservar las espe—10—


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¡Alerta 2005! Conflictos, derechos humanos y paz* En cuanto a los indicadores de desarrollo, y a pesar de pequeños avances en algunos de ellos, la situación general muestra los profundos desequilibrios existentes en el planeta y la perduración de la pobreza y la marginalidad en un número importante de países.

“¡Alerta 2005!: Informe sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz” es un estudio que anualmente realiza la Unidad de Alerta de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona, y que sintetiza el estado del mundo al finalizar el año a partir del análisis de varios indicadores. La Unidad de Alerta también edita semanalmente un boletín con información sobre la actualidad internacional, “Semáforo”, que a su vez es analizada trimestralmente en la publicación “Barómetro”. En el informe “¡Alerta 2005!” se han utilizado 37 indicadores, agrupados en 10 grandes apartados, a saber: conflictos armados, situaciones de tensión y disputas de alto riesgo, procesos de paz, rehabilitación posbélica (acompañamiento internacional), crisis humanitarias, militarización y desarme, derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario, desarrollo, dimensión de género en la construcción de paz y comportamiento ante la sociedad internacional. La descripción y el análisis de lo que ha ocurrido en el mundo a lo largo del año a través de estos indicadores, puede ayudarnos a conocer mejor los avances, los retrocesos y las dinámicas de diversa índole que afectan al conjunto de la humanidad. La mayoría de estos indicadores, una vez entrecruzados, pueden ayudarnos también a comprender las influencias de unos factores sobre otros. La comparación de estos datos con los

*Informe de la Unidad de Alerta de la Escola de Cultura de Pau, Universitat Autònoma de Barcelona, España —11—


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de años anteriores da al informe un carácter de alerta violaciones del alto el fuego, las disidencias en los grupreventiva sobre algunas tendencias generales o sobre pos armados, el fracaso de varios procesos de desarme la situación de determinados países, lo que sin duda y desmovilización, las disputas electorales, la falta de puede resultar útil, entre otras cosas, para el rediseño gobernabilidad y la consideración de la población civil de las políticas exteriores, de cooperación al desarrollo, como objetivo militar. y de control de las transferencias de armas, así como Varios de estos factores se manifiestan también en para elaborar políticas concretas de prevención de con- las situaciones de tensión y disputas de alto riesgo, que flictos armados, que permitan consolidar los procesos han pasado de 52 en diciembre de 2003 a 58 a finales de paz y los contextos de rehabilitación posbélica. de 2004, aumentando las registradas en el continente La atención de los medios de comunicación y de la africano (de 21 a 25) y en Oriente Medio (de dos a opinión pública ha estado muy centrada durante todo cinco). África es, de lejos, el continente que acumula el año 2004 en los sucesos, atentados y polémicas mayor número de situaciones de este tipo (el 43% del vinculadas con la intervención en Irak y los intentos total), frente al 28% que acumula el continente asiátifallidos de estabilizar el país. A finales de ese año, ade- co, aunque con tendencia a la disminución. A escala más, el tsunami que afectó mortalglobal, un tercio de las situaciones mente a más de 250.000 personas analizadas están en proceso de La preocupación de los Gobiernos para escalada o agravamiento, cuando de varios países, en particular del hacer frente a determinadas expresiones un año antes este porcentaje no continente asiático, desvió la atención sobre otros acontecimientos del terrorismo y entender su naturaleza, sobrepasaba al 13% de los contexy dinámicas importantes que ocuha llevado a que Naciones Unidas tos de crisis. Es igualmente signifirrían en paralelo. En este sentido, sugiriera una definición del terrorismo cativa la aparición, en 2004, de 7 “¡Alerta 2005!” pretende recupenuevas situaciones de tensión, 4 como...“cualquier acto destinado de ellas en África. rar esa visión global sobre cuanto a causar la muerte o lesiones ha sucedido durante todo el año. Durante todo el año se producorporales graves a un civil o a jeron diversos actos terroristas en En relación al conjunto de los conflictos armados que existen un no combatiente, cuando el varios países, siendo los ocurridos en el planeta, el año finalizó con propósito de dicho acto, por su el 11 de marzo en la ciudad de un total de 25 conflictos, dos más naturaleza o contexto, sea intimidar Madrid y la masacre de la escuela que en diciembre de 2003. 10 de de Beslán, en Osetia del Sur, ala una población u obligar a un gunos de los que causaron mayor ellos están localizados en el congobierno o a una organización número de víctimas e impacto en tinente africano, y diez más en el asiático. A pesar de la finalización internacional a realizar un acto o la comunidad internacional. Otras de los conflictos de Indonesia abstenerse de hacerlo”. masacres, sin embargo, como las (Irian Jaya) y del sur del Sudán ocurridas en Darfur (Sudán) o en (con el SPLA), durante el año se el campo de refugiados congoleabrieron hostilidades armadas en 3 nuevos escena- ños de Gatumba (Burundi), no han recibido siquiera el rios: Haití, Nigeria (centro y norte), y Tailandia, y ha apelativo de terroristas, a pesar de que las víctimas han quedado pendiente el logro de un acuerdo de paz en sido mayoritariamente población civil desarmada e inSri Lanka. Como en años anteriores, la característica defensa, evidenciando así la extrema manipulación de esencial de estos conflictos armados es su carácter este fenómeno a través del mismo lenguaje. intraestatal, aunque con una evidente repercusión reLa preocupación de los Gobiernos para hacer frente gional en muchos de ellos. En cuanto a la naturaleza de a determinadas expresiones del terrorismo y entender dichos conflictos, son frecuentes los enfrentamientos su naturaleza, ha llevado a que Naciones Unidas sugiintercomunitarios, la lucha por conseguir mayores riera una definición del terrorismo a través del grupo cotas de autonomía o por los recursos naturales, y los de alto nivel sobre las amenazas, los desafíos y el enfrentamientos por conseguir el poder político o man- cambio, en cuyo informe final proponen definirlo como tenerse en él. “cualquier acto destinado a causar la muerte o lesiones En el año 2004, además, han hecho acto de presen- corporales graves a un civil o a un no combatiente, cia otros factores, todos ellos frecuentes en los conflic- cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o tos armados de los últimos años, como las numerosas contexto, sea intimidar a una población u obligar a un —12—


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gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”. La lucha global contra el terrorismo y La lucha global contra el terrorismo y la introducla introducción de leyes antiterroristas ción de leyes antiterroristas en numerosos países, sin en numerosos países, sin embargo, embargo, ha erosionado de una manera general el respeto de los derechos humanos. Así lo han adverha erosionado de una manera general tido organismos internacionales y organizaciones no el respeto de los derechos humanos. gubernamentales dedicadas a los derechos humanos, Así lo han advertido organismos señalando que bajo la excusa del fortalecimiento de internacionales y organizaciones no los mecanismos gubernamentales de lucha antiterrogubernamentales dedicadas a los rista, se ha incrementado la censura, se ha deteriorado la libertad de expresión en varias democracias, se ha derechos humanos... reprimido o juzgado como terroristas a personas, grupos y etnias acusadas de realizar actos de violencia, se han dado facultades judiciales a fuerzas militares, se ha generalizado la tortura, los abusos, las detenciones arbitrarias y los malos tratos a los detenidos por — El control de materiales peligrosos y la protección terrorismo, se ha reintroducido la pena de muerte en de la salud pública. algunos países, y se ha demonizado y estereotipado a Como contrapunto al aumento de los conflictos comunidades enteras, particularmente la musulmana. El descubrimiento de los abusos cometidos sobre los armados y a las numerosas situaciones de tensión, prisioneros iraquíes por parte de las fuerzas de ocu- 2004 fue un año especialmente interesante por lo que pación, no obstante, ha servido como toque de alerta al desarrollo de procesos de paz se refiere, destacando sobre la imperiosa necesidad de replantear la estrategia la incorporación de 10 nuevos procesos de negociación de “guerra contra el terrorismo”, a fin de no generar o intentos exploratorios a lo largo del año. El balance nuevas situaciones que alimentan precisamente el pro- final es que en diciembre de 2004 existían 30 procesos pio fenómeno terrorista. En este sentido, el informe de de negociación abiertos (nueve más que en diciembre Naciones Unidas antes mencionado recomienda una de 2003), de los que 17 corresponden a conflictos nueva estrategia promovida por la propia organización, armados y 13 a conflictos que al finalizar el año no esbasada en 5 elementos: taban en fase armada, pero tampoco estaban resueltos. — La disuasión, que procuraría remediar las cau- Estos datos indican, por tanto, que prácticamente en sas del terrorismo o los factores que lo facilitan, entre 2 de cada 3 de los conflictos armados que hay en la otras cosas con medidas para promover los derechos actualidad existen procesos de negociación en marcha sociales y políticos, el Estado de Derecho y la reforma o en fase exploratoria, un porcentaje pocas veces alcandemocrática; poner fin a la ocupación y atender a las zado y que invita a reforzar las diplomacias de paz que principales reivindicaciones políticas; luchar contra la apuestan por abrir diálogos. violencia organizada; reducir la pobreza y el desempleo Es de señalar también que en los últimos meses y evitar la desintegración de los Estados. del año se iniciaron intentos de negociación en 2 — Medidas para contrarrestar el extremismo y la conflictos sumamente complejos: el palestino y el intolerancia, entre otras cosas mediante la educación y ugandés. El conflicto del Sudán (SPLA) ya no figura en la categoría de “armados”, en razón a la ausencia de la promoción del debate público. — El desarrollo de mejores instrumentos de coope- enfrentamientos significativos a lo largo de todo el año ración mundial en la lucha contra el terrorismo, dentro y por el acuerdo alcanzado el último día de diciembre, de un marco jurídico que respete las libertades civiles y por lo que ha sido catalogado en la categoría de “no los derechos humanos, en particular en las esferas de la resuelto”, a la espera de una próxima implementación aplicación de la ley; el intercambio de información confi- del acuerdo de paz. También se ha retirado de este dencial, cuando sea posible; las medidas de interdicción, apartado el caso de Chipre, ya que a mediados de año el Secretario General de la ONU consideró que de cuando corresponda, y los controles financieros. momento ya no eran necesarios sus buenos oficios, al — El fortalecimiento de la capacidad estatal para imno tener éxito sus propuestas. Al finalizar el año, y sin pedir las actividades de reclutamiento y las operaciones contar los tres procesos en fase exploratoria, un 37% de grupos terroristas. —13—


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de las negociaciones funcionaban relativamente bien, un 44% con dificultades, y un 19% funcionaban mal. En “¡Alerta 2005!” se incluyen, por primera vez, unas figuras que muestran la evolución de los procesos de paz africanos y asiáticos, mostrando la “temperatura” de los mismos, las oscilaciones habituales en el transcurso de dichos procesos y las tendencias generales en cada continente. Respecto a los países que se encuentran en una fase de rehabilitación posbélica, se analizan 19 países, 10 de los cuales se encuentran en el continente africano. Los principales problemas a los que deben hacer frente estos países son las tensiones derivadas por la manipulación de los procesos electorales, la corrupción y la falta de transparencia (con frecuencia vinculada a la gestión ilícita de los recursos naturales), y al clima de inseguridad imperante. También suelen producirse problemas con relación a los procesos de desarme, desmovilización y reintegración (DDR), la configuración o sometimiento de las fuerzas armadas al poder político, la falta de fondos para llevar a cabo los programas de rehabilitación, la falta de colaboración con los organismos internacionales de justicia, o las disputas internas a nivel gubernamental, entre otros factores que muestran la fragilidad de la mayor parte de los países que se encuentran en esta fase. El tsunami de final de año ha relegado injustamente a un segundo plano la situación de 44 países que a lo largo del año han padecido crisis humanitarias, el 64% de los cuales son africanos, lo que ha motivado múltiples llamamientos desde la ONU y otros organismos para no olvidar las otras catástrofes naturales o de origen humano. En 2004, nada menos que 41 países, de nuevo africanos en su mayoría, han estado en situación de emergencia alimentaria, como consecuencia de los conflictos armados, los desastres naturales, el VIH/ SIDA o la marginación. Un total de 48 países han vivido situaciones que han motivado desplazamientos internos masivos, y 69 países han presentado movimientos de personas que han buscado refugio en el exterior, aunque con una cifra notablemente inferior a la de 2003. Antes del tsunami de diciembre, Naciones Unidas había hecho un llamamiento consolidado para recaudar 1.700 millones de dólares para asistir a 26 millones de personas de 25 países, 23 de ellos africanos, recogiendo sólo algo más de la mitad de la cantidad solicitada. En aquellos momentos, las prioridades eran Palestina, La RD del Congo y muy especialmente la región sudanesa de Darfur. Esta última crisis humani-

taria, que se inició en febrero de 2003, es una muestra palpable de la falta de prevención sobre muchos contextos de crisis humanitarias, pues no se empezó a actuar hasta abril de 2004, cuando el conflicto ya había producido 800.000 personas desplazadas. De la misma manera, si se hubiera actuado con celeridad ante las primeras observaciones de la plaga de langostas que ha asolado parte del continente africano, su coste no habría superado los siete millones de dólares, mientras que la dejadez y la falta de reacción han supuesto que, para finales de año, el coste de combatir dicha plaga haya ascendido a 600 millones de dólares, esto es, 85 veces más. Durante el año 2004, y como consecuencia de las divergencias entre EEUU y varios países europeos por la ocupación de Irak, se realizaron numerosos intentos para reconstruir las relaciones transatlánticas e impulsar el multilateralismo. También es de señalar el refuerzo del papel de la UE en misiones de mantenimiento de la paz, particularmente en Bosnia y Herzegovina y Afganistán. Como contrapunto, hay varios aspectos contradictorios en las dinámicas de militarización y de desarme en el conjunto del planeta. Así, los gastos militares aumentaron un 11% en el año 2003, alcanzando los 956.000 millones de dólares, esto es, 2.620 millones de dólares diarios (más de 109 millones de dólares por hora), de los que la mitad corresponden al gasto estadounidense. Quince países, además, han tenido un gasto militar superior al 6% de su PIB. Rusia y EEUU han sido de nuevo los principales exportadores de armas, aunque Brasil y China les han acompañado en el “ránking” de vendedores de armas ligeras. En el ámbito de la estrategia militar, es de señalar igualmente la prioridad estadounidense de convertir el espacio ultraterrestre en campo de batalla, la priva-

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Tanto Naciones Unidas como los organismos no gubernamentales dedicados a la promoción y vigilancia de los derechos humanos han coincidido en señalar que estamos atravesando uno de los momentos de mayor deterioro en los últimos cincuenta años, tanto por el impacto negativo de las políticas antiterroristas, como por las graves violaciones de derechos humanos que se producen en muchos países, y las restricciones al derecho de asilo y refugio.


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tización cada vez mayor de la seguridad a través de la contratación de mercenarios (especialmente en Irak), y las numerosas alianzas que EEUU ha realizado con países musulmanes para la lucha antiterrorista. Como aspecto positivo en el campo de desarme, es de destacar que desde la adopción del Tratado de Ottawa, el uso de las minas ha caído drásticamente, aumentando en un 80% los fondos destinados al desminado, con lo que el número de víctimas también ha descendido. Tanto Naciones Unidas como los organismos no gubernamentales dedicados a la promoción y vigilancia de los derechos humanos han coincidido en señalar que estamos atravesando uno de los momentos de mayor deterioro en los últimos cincuenta años, tanto por el impacto negativo de las políticas antiterroristas, como por las graves violaciones de derechos humanos que se producen en muchos países, y las restricciones al derecho de asilo y refugio. Según estos organismos, en 59 países se cometen abusos respecto al derecho a la vida y a la seguridad de las personas de manera sistemática y generalizada, en 108 países se practica la tortura y en 43 países se da una situación general de violación de los derechos humanos (45 en 2003). La pena de muerte continúa extendida en muchos países, y China, Irán, EEUU y Vietnam han sido responsables del 84% de las ejecuciones. Como aspectos positivos podemos señalar que la Comisión de Derechos Humanos ha aprobado el establecimiento de un experto independiente sobre la lucha antiterrorista y los derechos humanos, y que durante el año se desarrollaron varias iniciativas para vincular los derechos humanos al ámbito empresarial, particularmente a través de una demanda creciente de mayor transparencia en la gestión de los recursos generados por las industrias extractivas. En cuanto a los indicadores de desarrollo, y a pesar de pequeños avances en algunos de ellos, la situación general muestra los profundos desequilibrios existentes en el planeta y la perduración de la pobreza y la marginalidad en un número importante de países. 16 de ellos todavía tienen unos gastos militares superiores a los de educación y salud juntos (22 en el año anterior), 32 presentan serias deficiencias de gobernabilidad (33 en el 2003) y 54 no alcanzarán los Objetivos de Desarrollo del Milenio previstos para 2015 si persisten las tendencias actuales; otros 19 presentan un Índice de Desarrollo Humano inferior al que tenían en 1990, siendo los más afectados los de África Subsahariana (fundamentalmente por el impacto del SIDA) y los de Europa Central y Oriental (por el derrumbe económico en la etapa de transición).

Es actuando frente a las situaciones de tensión y de conflicto, yendo a las raíces más profundas de los mismos, actuando preventivamente, apuntalando los instrumentos multilaterales de desarme y derechos humanos, reduciendo la vulnerabilidad de las sociedades y posibilitando su desarrollo, y haciendo realidad el diálogo de civilizaciones, como se construirá un mundo más seguro, con menos desigualdades y con mayores oportunidades...

Un grupo de 49 países presentan un índice alto en cuanto a la desigualdad de ingresos, mostrando el aumento de la brecha entre los sectores de la población más rico y pobre del planeta, así como la concentración de la riqueza. Nueve países tienen una deuda externa superior a su PIB (12 en 2003), y 53 pagan más en concepto de servicio de la deuda que lo que reciben de Ayuda Oficial al Desarrollo. Como aspecto positivo se señala que la concesión de microcréditos en los últimos años está aumentando a un ritmo del 25 al 30% anual. Por primera vez, “¡Alerta 2005!” recoge 2 indicadores medioambientales para mostrar algunos aspectos ecológicos del desarrollo. En este sentido, 26 países presentan una tasa anual de deforestación superior al 1% en el conjunto de la década de los noventa (siete de ellos con una tasa superior al 3% anual), afectando especialmente al África Subsahariana y al Sudeste Asiático. El informe señala también que 8 países tienen unas emisiones de dióxido de carbono superior a las 10 Tm por persona, y otros 6 con una tasa superior a las 15 Tm. En cuanto a la salud, preocupa especialmente que durante el año casi 5 millones de personas se hayan infectado con el VIH/SIDA (en su mayoría mujeres) y que 3 millones más hayan muerto a causa de dicha enfermedad. Los organismos internacionales calculan que en el año 2010 podría duplicarse el número de huérfanos a causa de la enfermedad, que actualmente asciende a 14 millones de niños y niñas, una orfandad equivalente a toda la población de Bélgica y Países Bajos, o a la suma de los habitantes de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia. Como se habrá advertido, en muchos de estos in-

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dicadores puede hacerse una lectura distintiva desde una perspectiva de género. Una década después de la Cumbre de Beijing, los indicadores que muestran la dimensión de género en la construcción de la paz advierten que la situación de la mujer es especialmente grave en al menos 35 países, que persisten las dificultades para que las mujeres participen en los procesos de paz y que la perspectiva de género sea incorporada en dichos procesos, incluyendo la fase de desmovilización y reintegración de excombatientes. Durante el año, y una vez más, la violencia sexual ha sido utilizada como estrategia de guerra, evidenciando el fracaso de los sistemas de protección actuales. Como apunte innovador y esperanzador, de las 17 operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, en 10 de ellas ya hay algún componente de asesoría de género; estas mejoras, no obstante, se han visto empañadas por los casos descubiertos de explotación sexual y de abusos protagonizados por soldados y personal humanitario. Con relación al comportamiento ante la sociedad internacional, cabe mencionar que sólo 68 países han ratificado los 7 instrumentos jurídicos seleccionados de la Declaración del Milenio. Falta todavía que un centenar de países ratifiquen el Estatuto de la Corte Penal Internacional, más de 50 lo hagan con el Tratado de Ottawa, y más de 60 con el Protocolo de Kyoto, habiendo de celebrar que Rusia lo haya hecho ya durante el año con este último tratado. Nueve países, incluidos EEUU, Irán e Irak, han ratificado menos de la mitad de dichos instrumentos. En cuanto a la protección de los derechos humanos, 28 países han ratificado menos de la mitad de los 7 principales instrumentos sobre la materia (30 al finalizar 2003), entre los cuales figuran 4 países asiáticos: Indonesia, Malasia, Myanmar y Pakistán. Como aspecto positivo, cabe señalar que la ONU está debatiendo varios nuevos instrumentos, relacionados con la prevención de la tortura, los derechos de los pueblos indígenas o la protección contra las desapariciones forzadas. Respecto a la transparencia financiera, el informe da cuenta de la existencia de 38 paraísos fiscales, uno menos que hace un año, y de los que 5 son no cooperativos con las directrices de la OCDE; otros 6 países están señalados por blanquear capitales (9 al finalizar 2003), entre los cuales figuran Filipinas, Indonesia, Myanmar y Nigeria. Finalmente, y en relación a la seguridad militar, 48 países no han ratificado alguno de los 3 acuerdos existentes de no proliferación (49 en 2003), destacando Israel, que no ha ratificado ninguno.

Este país y EEUU, además, han votado en contra de la mayoría de las resoluciones de la Asamblea General de la ONU sobre temas de desarme, evidenciando las contradicciones entre sus exigencias de desarme sobre otros países y su actitud nada colaboradora en el reforzamiento de los mecanismos multilaterales. Como aspecto positivo en estos temas, durante el año 2004 se procedió al desmantelamiento de las armas de destrucción masiva de Libia, continuaron las conversaciones para la desnuclearización de la RPD de Corea e Irán, no exentas de dificultades, y Siria reconoció poseer armas químicas y biológicas, lo que ha de permitir un proceso de desarme de dichos arsenales. En diciembre de 2004, el Secretario General de la ONU señalaba ante la Asamblea General de dicho organismo, que los próximos años serán críticos para que tanto Naciones Unidas como la sociedad internacional sean capaces de afrontar la nueva globalización de las amenazas, como por ejemplo el VIH/SIDA, la proliferación nuclear, el genocidio o el terrorismo, añadiendo que ninguna amenaza podrá ser abordada con eficacia si al mismo tiempo no se actúa sobre el resto de las amenazas. Frente a la visión miope, unilateral e interesada de quienes sólo perciben como amenaza los desafíos derivados del terrorismo global, los datos que aporta el informe “¡Alerta 2005!” dejan entrever por el contrario la multiplicidad de factores y dinámicas de todo orden que interrelacionan negativamente entre sí. Es actuando frente a las situaciones de tensión y de conflicto, yendo a las raíces más profundas de los mismos, actuando preventivamente, apuntalando los instrumentos multilaterales de desarme y derechos humanos, reduciendo la vulnerabilidad de las sociedades y posibilitando su desarrollo, y haciendo realidad el diálogo de civilizaciones, como se construirá un mundo más seguro, con menos desigualdades y con mayores oportunidades, multiplicando las numerosas iniciativas internacionales, estatales y de la sociedad civil que ya han aportado éxitos en la lucha contra la pobreza, la exclusión, la guerra, la degradación medioambiental y otras expresiones de violencia.

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Construcción del tejido social y la convivencia ciudadana Por Jaime Álvaro Fajardo Landaeta Asesor de Paz Gobernación de Antioquia

La construcción del tejido social y la convivencia ciudadana se fortalece con el estímulo de la participación ciudadana. Las comunidades del País, del Departamento y de los distintos municipios, basadas en su inteligencia colectiva y en la pluralidad, pueden generar alternativas de solución a las violencias que nos aquejan. El alcance de la paz es un esfuerzo multilateral, diverso y original, no es exclusivamente un acuerdo entre actores enfrentados militarmente.

Tal y como lo plantea el Plan de Desarrollo de Antioquia 2004-2007 «Antioquia Nueva, un Hogar para la Vida», en su Cuarta Línea Estratégica, el concepto de tejido social en su acepción más simple, se refiere al conjunto de relaciones, reglas e intercambios que realizan el universo de organizaciones sociales en un territorio determinado y su capacidad para crear “puentes” de interlocución y de transacciones políticas, culturales, económicas y sociales útiles con otras esferas del orden social donde se concentran las decisiones de poder político y económico. La existencia de un número elevado de organizaciones, aunque es condición indispensable, no garantiza por sí misma la construcción de tejido social; se requiere fundamentalmente que éstas desarrollen las capacidades necesarias para articular sus intereses y recursos mediante la construcción de redes sociales. El tejido social por lo tanto, es un concepto íntimamente ligado al de trabajo en red. El tejido social fortalece la autorregulación ciudadana y la civilidad, entendida ésta como los patrones generales de comportamiento que posibilitan el orden social. A mayor resquebrajamiento y fragmentación social, menores posibilidades para establecer consensos y tramitar pacíficamente los conflictos y diferencias.

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El tejido social implica el desarrollo de una so- factores que a su vez contribuyen al establecimiento de ciedad civil madura, con capacidad de formar orga- las redes sociales. nizaciones autónomas con el objetivo de proponer Es así como se enmarca y se hace relevante la y defender causas sustentadas en el bien común y instauración, consolidación y ejercicio de un “Buen realizar contrapeso ciudadano en la estructura social, Gobierno” que actúe con eficacia, transparencia y elemento indispensable del sistema democrático. en proceso continuo de formación y aprendizaje. Un El tejido social está constituido y afirma los valo- buen gobierno se evidencia básicamente en la capares de la participación y el empoderamiento ciudada- cidad de generación de gobernabilidad democrática. no, la organización y la articulación, la democracia, la cultura y el capital social. Gobernabilidad democrática Las redes y el tejido social juegan un papel priEl Plan de Desarrollo de Antioquia 2004-2007 «Anmordial en los procesos de formación de cohesión tioquia Nueva, un Hogar para la Vida», en su Cuarta social, identidad colectiva, solidaridad, recipro- Línea Estratégica, plantea que la gobernabilidad decidad y corresponsabilidad. La cohesión social mocrática no es sólo producto de la capacidad de los hace referencia a los procesos gobiernos para definir los asuntos de acumulación de sentimientos de lo público y convocar a sus ciuLa existencia de un número de confianza, solidaridad y de dadanos para sus propios atributos elevado de organizaciones, expectativas compartidas sobre la (transparencia, eficiencia, buena aunque es condición manera en que debería operar el imagen), sino de la capacidad de indispensable, no garantiza orden social. todos los actores políticos para por sí misma la construcción establecer reglas de juego para Los valores fundamentales que la concertación y pactación de lo de tejido social, se requiere se afianzan con la construcción público, para la definición de pode tejido social son los que confundamentalmente que éstas líticas públicas como ejercicio de forman el capital social, elemento desarrollen las capacidades concertación con actores sociales sin el cual no es posible hablar de necesarias para articular sus y políticos, para que la acción púdesarrollo humano integral. intereses y recursos mediante la blica articule los esfuerzos de la El capital social consiste en el sociedad y sus instituciones tengan construcción de redes sociales. conjunto de recursos relacionales un impacto apropiado y sostenible, El tejido social por lo tanto, es un (compartidos) que pueden ser sin crear incertidumbre en el conutilizados por los miembros de concepto íntimamente ligado al de junto de la sociedad. una comunidad o grupo social trabajo en red. Igualmente, «la gobernabilidad para mejorar las posibilidades de democrática no es sólo el producéxito de sus apuestas y proyecto de la capacidad de un gobierno tos, al estar articulados a una red. para ser obedecido por sus propios atributos (transEl desarrollo y la acumulación de capital social parencia, eficiencia, buena imagen), sino de la capaen un país o región, presuponen también un nuevo cidad de todos los actores políticos estratégicos para ciudadano; formado para el ejercicio y control demoverse dentro de determinadas reglas de juego: mocrático, organizado para la tramitación de las deuna especie de concertación sin amenazas constanmandas y diferencias y con un claro sentido de emtes de ruptura que siembren la incertidumbre en el poderamiento para fortalecer la esfera de lo público. conjunto de la sociedad» (Rojas Bolaños M, La goOtro componente preponderante para la construcbernabilidad en Latinoamérica, 1995). ción de tejido social es el papel de la institucionalidad Desde esta perspectiva, la gobernabilidad democrápública, en la medida en que las instituciones formales tica tiene diversos atributos: es participativa y transpadel Estado y sus reglas y procedimiento, pueden ser rente en el proceso de toma de decisiones y dispone consideradas como fuentes de capital social, en la de mecanismos para la exigencia de responsabilidades medida en que contribuyan a modificar estructuras sopor parte de la sociedad; es eficiente en la utilización ciales, normas y creencias compartidas, con base en la de los recursos para lograr los fines previstos; es equilegitimidad y la transparencia, elevando así el nivel de tativa y promueve el Estado Social de Derecho. confianza y credibilidad ciudadana y la actuación cívica, —18—


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Las redes y el tejido social juegan un papel primordial en los procesos de formación de cohesión social, identidad colectiva, solidaridad, reciprocidad y corresponsabilidad. La cohesión social hace referencia a los procesos de acumulación de sentimientos de confianza, solidaridad y de expectativas compartidas sobre la manera en que debería operar el orden social.

Construcción de tejido social y competencias ciudadanas

• Convivencia y paz • Participación y responsabilidad democrática • Pluralidad, identidad y valoración de las diferencias

Seguridad democrática Como lo plantea Luis Jorge Garay, en el texto «Repensar a Colombia» (2003): «El país debe transitar al desarrollo de un concepto de seguridad democrática en el carácter estricto de bien público fundamental, que trascienda la conceptualización de seguridad entendida exclusivamente como defensa y seguridad. La seguridad democrática no se basa esencialmente en la aplicación de la capacidad de coacción, de intimidación o de penalización por parte del Estado sobre el resto de la sociedad, sino que se fundamenta cada vez más en el perfeccionamiento de una cultura de convivencia ciudadana, en términos de tolerancia, solidaridad, respeto a las diferencias y en un ambiente crecientemente igualitario en el que prevalezcan criterios, postulados y principios básicos de justicia distributiva». Para ello partimos de las reflexiones realizadas en el marco de la definición del problema de Antioquia, “deterioro de la convivencia y de la seguridad democrática en un contexto de inequidad, exclusión, violencias y conflicto armado, rural y urbano”, y de la definición sobre seguridad democrática de los Talleres del Milenio organizados por Naciones Unidas (ONU), que comprende: —Seguridad individual: garantías para la vida, la dignidad, la integridad y la libertad personal. —Seguridad colectiva: garantías para el mantenimiento de todos los bienes públicos, infraestructura y equipamientos institucionales y sociales. —Seguridad institucional: condiciones que garantizan la existencia y la estabilidad de las instituciones públicas. —Seguridad social: referida a la satisfacción de las condiciones de existencia de la población. Los Talleres del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-PNUD), definen la gobernabilidad democrática como la condición en la que diversos grupos, comunidades y organizaciones sociales consideran que hay un ambiente idóneo para la convivencia ciudadana sin que exista peligro del poder de intimidación y amenaza o de daño grave por parte de grupos criminales y de ataque por grupos armados, en el que prima el respeto de los derechos económicos, políticos y sociales como lo

La construcción de tejido social presupone el fortalecimiento de las organizaciones del sector social, pero también de los escenarios de deliberación y concertación. Igualmente, su articulación con otras organizaciones e instituciones para el trabajo en red, así como la implementación de procesos sistemáticos de formación en competencias ciudadanas. El Gobierno Departamental actualmente impulsa el programa «Para una sociedad participante». En él se expresa la voluntad política de entregar poder efectivo a los ciudadanos y ciudadanas para intervenir en la toma de decisiones y consolidar una cultura de prácticas democráticas. Se espera que con ello se eleve el nivel de gobernabilidad democrática de las comunidades, es decir, su capacidad para participar en la solución de los problemas colectivos y de mejorar la convivencia. Para el ejercicio democrático se requiere que los ciudadanos desarrollen diversas competencias, entendidas éstas como el conjunto de conocimientos y habilidades cognitivas (capacidad para realizar diversos procesos mentales), emocionales (las habilidades necesarias para la identificación y respuesta constructiva ante las emociones propias y las de los demás) y comunicativas (para establecer un diálogo constructivo con las otras personas), para actuar de una manera constructiva en la sociedad democrática. Para la formación en competencias ciudadanas es preciso trabajar en tres dimensiones fundamentales: —19—


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El desarrollo y la acumulación de capital social en un país o región, presuponen también un nuevo ciudadano; formado para el ejercicio y control democrático, organizado para la tramitación de las demandas y diferencias y con un claro sentido de empoderamiento para fortalecer la esfera de lo público.

pregonado en un Estado Social de Derecho y en el que no se presentan inseguridades políticas, sociales o económicas suficientemente riesgosas para la estabilidad del sistema, de tal manera que sientan que pueden actuar libremente en búsqueda de su propio desarrollo humano y de su progreso colectivo como una sociedad moderna y democrática.

Convivencia pacífica y seguridad democrática La violencia y la guerra no son herramientas legítimas e idóneas para construir órdenes democráticos, por el contrario nos han llevado al empobrecimiento general y a la supresión de las libertades. La convivencia se recupera generando y socializando reglas de juego para el tratamiento de las diferencias y la transformación no violenta de los conflictos que puedan surgir frente a diferentes temas de real interés para la comunidad. Lo que se necesita en primera instancia para salir del colapso y de la sociedad violenta es precisamente la construcción de nuevos sujetos sociales y políticos que sean capaces de redefinir las reglas para edificar una convivencia pacífica y ampliar las fronteras de bienestar y equidad. Así pues, la participación, la democracia y la solidaridad, no son estrategias para la paz sino parte de su esencia.

Convivencia y Paz Incluyente y Participativa La Quinta Línea Estratégica del Plan de Desarrollo 2004-2007 «Antioquia Nueva, un Hogar para la Vida», busca superar los problemas de convivencia y seguridad humana de la población antioqueña, profunda-

mente afectada por la agudización del conflicto social y armado interno, que atenta no sólo contra la calidad de vida de los antioqueños y antioqueñas, sino que genera impedimentos de diversa índole para el desarrollo humano integral. El Gobierno Departamental será garante, en forma permanente, de la defensa y aplicación de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y la protección a los ciudadanos, fortaleciendo y destacando el papel de la institucionalidad como propósito fundamental para el logro de la paz. En el camino de hacer de Antioquia un hogar para la vida, esta línea recoge los principios orientadores y el resultado del proceso del Plan Congruente de Paz que inició la administración “Una Antioquia Nueva”, e integra la convivencia ciudadana como el bien democrático de mayor importancia para una vida civilizada. “Un buen gobierno y una sociedad participante”, que apeló a las comunidades territoriales y a los diferentes sectores y grupos poblacionales, para abordar la encrucijada de la construcción de la convivencia y la paz, y la solución de los conflictos a la luz de la filosofía de la no violencia. La paz como una política de Estado, que garantice su sostenibilidad en el tiempo, independiente de los cambios de gobierno. Si la paz es una política de Estado para una sociedad en conflicto armado, todas las instancias del Estado deben propender por la convivencia ciudadana de manera sistemática y permanente. A partir de estos pilares se busca aplicar en Antioquia un tratamiento integral al conflicto social y armado, reconociendo la complejidad de sus manifestaciones en las diferentes localidades y territorios, y la necesidad de que el respeto a la vida, la dignidad, integridad y libertad de todas las personas, sean ejes que propicien condiciones para la convivencia y la paz. Cobra importancia en este aparte el concepto y la fuerza de la movilización social por la paz. En efecto, durante los años 2001 y 2003, la Gobernación de Antioquia realizó en 113 municipios del Departamento la identificación en primera instancia de los problemas que afectan la convivencia y la paz, y se formularon las agendas municipales que propiciaron la construcción de la Asamblea Constituyente de Antioquia, como el espacio de deliberación ciudadana, que definió el Gran Pacto Social por la Convivencia y el Desarrollo para una Paz Incluyente y Participativa. Esta iniciativa reafirma los principios constitucionales referidos al reconocimiento de Colombia como Estado Social de Derecho y como República Unitaria y los consagrados en los Títulos I y II, especialmente lo referente al carácter inviolable de la vida.

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Los resultados del Pacto Social resultan fundamentales para atender los problemas ligados a la construcción del tejido social y la convivencia ciudadana, especialmente aquellos relacionados con los ejes del conflicto social preferencialmente y el armado interno. Por lo anterior, el Plan de Desarrollo de Antioquia 2004-2007, enfoca la realización de operaciones que se derivan de los cuatro componentes orgánicos del Pacto Social: • Fortalecer la gobernabilidad con participación democrática. • Contribuir a la búsqueda de la solución política del conflicto armado interno bajo el marco y las directrices del Gobierno Nacional con participación de la institucionalidad y la sociedad civil, haciendo de Antioquia un territorio de convivencia y de paz. • Promover una educación y una cultura de convivencia y paz en Antioquia. • Emprender la construcción e implementación de un modelo de desarrollo a escala humana integral, sostenible, sustentable y diverso. Como lo decíamos en la primera parte de esta exposición, es necesario actuar frente a la baja gobernabilidad y participación democrática; y frente a la prolongación del conflicto armado interno y la falta de garantías de la población para habitar en paz. Esto exige el establecimiento de nuevas relaciones horizontales y permanentes de interlocución, respeto y cooperación con la nación; el fortalecimiento de los municipios; la resolución del conflicto armado interno y el establecimiento de una cultura de convivencia, retos que quiere asumir esta administración, para hacer realidad el pacto suscrito por la Asamblea Constituyente en el sentido de hacer de Antioquia un territorio de convivencia y de paz. En este sentido, la Quinta Línea del Plan de Desarrollo de Antioquia 2004-2007, se concibe como transversal a todo el plan, en tanto el conjunto de operaciones y acciones consideradas en las demás líneas estratégicas, contribuyen al propósito de la convivencia, la paz y el desarrollo humano. Igualmente confluyen en ella los pactos que han sido suscritos en el Departamento: Visión Antioquia Siglo 21, Plan Estratégico de Antioquia y Asamblea Constituyente de Antioquia.

Antioquia, un territorio de convivencia y de paz Todos los conceptos teóricos que arriba hemos expresado encuentran desarrollo material y práctico. Expongo de manera general las acciones, operaciones

Como lo plantea Luis Jorge Garay, en el texto «Repensar a Colombia» (2003): «El país debe transitar al desarrollo de un concepto de seguridad democrática en el carácter estricto de bien público fundamental, que trascienda la conceptualización de seguridad entendida exclusivamente como defensa y seguridad. La seguridad democrática no se basa esencialmente en la aplicación de la capacidad de coacción, de intimidación o de penalización por parte del Estado sobre el resto de la sociedad, sino que se fundamenta cada vez más en el perfeccionamiento de una cultura de convivencia ciudadana, en términos de tolerancia, solidaridad, respeto a las diferencias y en un ambiente crecientemente igualitario en el que prevalezcan criterios, postulados y principios básicos de justicia distributiva».

y programas que la Gobernación de Antioquia, a través del Plan de Desarrollo, está realizando para la construcción del tejido social y la convivencia ciudadana, para hacer de Antioquia un territorio de paz: 1. Creación en los municipios de Centros de Entrenamiento para la Democracia (CED). Con el nombre de CED, la Secretaría de Participación Ciudadana de la Gobernación de Antioquia, denomina genéricamente cualquier escenario de participación ciudadana donde se definen y defienden los intereses públicos, donde se promueve la convivencia pacífica y la seguridad democrática, donde se forma a la sociedad civil y sus organizaciones, escenario en el cual se logra el empoderamiento y la educación ciudadana, donde se logra desarrollar la solidaridad, la concertación pública y privada,y el control social de la gestión pública. 2. Impulsar las Asambleas Constituyentes y/o Comunitarias Municipales. Entendidas como formas y expresiones de los Centros de Entrenamientos para la Democracia, son reuniones extraordinarias de un grupo relativamente grande de ciudadanos, que actúan por sí mismos o como delegados de otros. Pueden

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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Construcción del tejido social y la convivencia ciudadana

estar acompañados o no por la administración pública del municipio. En ellas se adoptan algunas decisiones –generalmente relacionadas con la vida municipal y la forma de incidir en todo aquello que la afecte–. Por lo general en estas reuniones se nombra un grupo coordinador para que gestione las decisiones adoptadas. En algunas se ha tomado la decisión de convertirse en Asamblea Permanente; incluso se autoconvocan, así que no dependen, por ejemplo, de una decisión de la administración municipal para volver a reunirse. Así pues, las asambleas son ejercicios de soberanía popular y autonomía territorial, de reconocimiento a la diversidad étnica, cultural y geográfica, de carácter democrático, incluyente y transparente, de planeación, concertación y control social entre la ciudadanía y el Estado, para facilitar la transformación social e institucional, la gobernabilidad democrática, la promoción de la convivencia pacífica y la construcción de confianza en el territorio. 3. Organización de un Sistema de Control Social de la Gestión Pública. El Estado debe actuar como una institución social por excelencia: legítima, transparente, responsable y abierta al permanente escrutinio, ficalización e intervención por parte de la ciudadanía. El control social supera la simple fiscalización posterior a la inversión y se constituye en proceso de inclusión permanente de los ciudadanos y organizaciones en los diferentes momentos del proceso de gestión pública; y para esto se está promoviendo la celebración de pactos de transparencia, rendición pública de cuentas y veedurías ciudadanas. 4. Contribuir a la disminución de la intensidad del conflicto armado, político y social y a la consolidación de la convivencia pacífica, la seguridad y la protección ciudadanas. Para lograr este objetivo estratégico, la política de seguridad democrática integral del Gobierno de Antioquia trabaja en función de: a) Fortalecer la capacidad del Estado Departamental para garantizar los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Es evidente, necesitamos aumentar la capacidad de respuesta institucional y social para disminuir la criminalidad en todos sus aspectos y lograr el respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, especialmente la atención a la población en condición de desplazamiento y a las víctimas de la violencia. Para esto debe realizarse: • Promoción, prevención, protección y respeto de los Derechos Humanos y promoción del acatamien-

Los procesos de participación ciudadana en la búsqueda de la paz y la convivencia, han mostrado la pertinencia de orientar y apoyar a los actores sociales, institucionales y empresariales de las subregiones para desatar procesos sostenibles de desarrollo local y regional como laboratorios de paz, sobre la base del aprovechamiento de sus potencialidades y recursos. Por tanto, la creación y puesta en marcha de laboratorios y observatorios de paz, en las subregiones de Antioquia, son tareas centrales en la implementación de la política de seguridad de Antioquia.

to a las normas del Derecho Internacional Humanitario en Antioquia. • Desarrollar acciones de atención integral a la población desplazada, emplazada, bloqueada y otras víctimas afectadas por la violencia en Antioquia. b) Realización de programas de apoyo institucional a las entidades territoriales y comunidades organizadas, en donde se destacan las siguientes acciones: • Promoción de acuerdos y acercamientos humanitarios en zonas afectadas por los actores del conflicto armado interno, para el respeto y la protección de la población civil. • Impulso y consolidación en el Departamento del Programa Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos: Conciliadores en Equidad y Jueces de Paz. • Prevención de accidentes por minas antipersona, municiones sin explotar y “remanentes de guerra” e implementar mecanismos de atención integral a las víctimas. • Apoyo al Programa Nacional de Reincorporación a la Vida Civil y otros que tiendan a la desmovilización de los actores armados ilegales y a la reconciliación. Así mismo, mantendremos el programa de apoyo a los procesos de resocialización de la población carcelaria y penitenciaria del Departamento, y para esto

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se realizará una amplia estrategia de formación en la filosofía de la Noviolencia. 5. Contribuir al fortalecimiento de la autonomía y de los procesos de descentralización y de la capacidad política del Estado en lo local, subregional y departamental, para el logro de la paz, la convivencia, el desarrollo y la solución negociada del conflicto armado, político y social. Es necesario crear un sistema interinstitucional de apoyo a la participación y la movilización ciudadana orientada a atender los factores del conflicto y a mitigar los efectos de la violencia sobre la población civil y las administraciones municipales. Para lo anterior nos proponemos: • La promoción del mejoramiento de la capacidad de gestión de las instituciones públicas locales, subregionales y departamental, en materia de convivencia y desarrollo para la paz. Se articulan aquí los instrumentos del programa «Departamentos y Municipios Seguros»: Consejos de Seguridad Departamental y Municipales (Decreto 2615 de 1.991); Comités de Orden Público (Decretos 2615 de 1.991 y 2093 de 1.993); Fondos de Seguridad de las Entidades Territoriales (Decretos 2615 de 1.991 y 2093 de 1.993, Ley 418 de 1.997; Ley 782 de 2002) y los Planes Integrales de Seguridad y Convivencia. • La organización de redes de experiencias de participación para enfrentar colectivamente y de manera coordinada la construcción de condiciones para la convivencia y el desarrollo para la paz. 6. Fortalecer la capacidad social e institucional de las subregiones para impulsar los Laboratorios de Paz como procesos sostenibles para el desarrollo local y el logro de condiciones para la convivencia. Los procesos de participación ciudadana en la búsqueda de la paz y la convivencia, han mostrado la pertinencia de orientar y apoyar a los actores sociales, institucionales y empresariales de las subregiones para desatar procesos sostenibles de desarrollo local y regional como laboratorios de paz, sobre la base del aprovechamiento de sus potencialidades y recursos. Por tanto, la creación y puesta en marcha de laboratorios y observatorios de paz, en las subregiones de Antioquia, son tareas centrales en la implementación de la política de seguridad de Antioquia.

• Integración de la filosofía y metodología de la Noviolencia, paz y convivencia en los procesos de educación y formación ciudadana. En este sentido se apoyará la construcción de los manuales de convivencia en los centros educativos. • Difusión masiva de la filosofía y metodología de la Noviolencia y otras estrategias y mecanismos alternativos de resolución pacífica de conflictos para la paz y convivencia. Debe mencionarse en este aparte la interesante labor que la Policía Antioquia ha realizado con la formulación del Código de Convivencia. • Impulso y acompañamiento a iniciativas de movilización noviolenta en Antioquia.

A manera de conclusión Para ofrecer a nuestros conciudadanos posibilidades de vivir en paz, Antioquia debe comprometerse con ímpetu y a plenitud en avanzar en los procesos de construcción de tejido social a través de la seguridad democrática integral, basándose para ello en la promoción de la participación ciudadana, el respeto a los derechos individuales y en brindar garantías a los ciudadanos y ciudadanas para el ejercicio real de los mismos. La búsqueda de la paz tanto en lo estratégico como en el corto plazo exige emprender y promover un camino de transformación cultural que permita interiorizar conductas noviolentas y solidarias para la convivencia pacífica. En ese proceso de transformación cultural avanzamos con la implementación de programas de pedagogía ciudadana que permitan a la gente tramitar y resolver sus conflictos sin necesidad de acudir a la violencia. Por último, la construcción del tejido social y la convivencia ciudadana se fortalece con el estímulo de la participación ciudadana. Las comunidades del País, del Departamento y de los distintos municipios basadas en su inteligencia colectiva y en la pluralidad pueden generar alternativas de solución a las violencias que nos aquejan. El alcance de la paz es un esfuerzo multilateral, diverso y original, no es exclusivamente un acuerdo entre actores enfrentados militarmente.

7. Promoción de una cultura de paz en Antioquia mediante el fortalecimiento de la noviolencia y otras estrategias de resolución pacífica de conflictos como patrón de convivencia y estrategia de movilización ciudadana. —23—


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Comunicación y organización, Palabra y vida

epistemológicos, significa adentrarse en la problemática central del acto de comunicar para así construir una definición en la que no sólo está implicado el sujeto mismo de la comunicación, sino todo cuanto le ayuda a construir un conocimiento que involucra la palabra y el lenguaje, permitiendo así la puesta en común de saberes, culturas e intersubjetividades, porque como dice Joan Costa “las palabras son herramientas del espíritu para la acción”.

Por Luz Marina Restrepo U. Asistente y Comunicadora Programa de Egresados*

Palabra y lenguaje

En momentos en que la Universidad de Antioquia se plantea el diseño de su Plan Estratégico para los próximos diez años, cobra vigencia el debate en torno a los aspectos centrales de la comunicación, que implica adentrarse en conceptos tales como palabra, lenguaje, comunicación y participación. En esta medida es necesario hacer un recorrido por dichos conceptos para llegar a establecer acuerdos en torno a las características básicas que debe contener el acto humano por excelencia: la palabra, y con ella la comunicación, en el horizonte de un diálogo de saberes a partir del cual los hombres se reconocen y concretan acciones en el mundo de la vida. Avanzar en la perspectiva lingüística implica así mismo decantar algunos conceptos en términos

La palabra como medio para construir conocimiento hace parte de las posibilidades de entendimiento mutuo que el lenguaje brinda a los hombres, sobre esta base se hacen acuerdos que trascienden la vida cotidiana a las esferas de lo social, lo político, lo económico y lo cultural; en tanto la palabra, hablada como escrita, permite acercamientos entre los individuos en el mundo de la vida, los cuales siempre están mediados por el lenguaje. En esta perspectiva, el lenguaje está referido al conjunto de símbolos, signos y ritos que son comunes a una comunidad que lo requiere para su cotidiano devenir, donde la palabra a la par que instaura sentidos se juega al azar de los acontecimientos, proponiendo encuentros o desencuentros con esos significantes que van a quedar articulados al ser de cada individuo, permitiéndoles construir tanto una realidad individual como colectiva. Sin embargo, tener la capacidad de la palabra no hace a los seres humanos mejores o peores que el resto de especies vivientes en el planeta. Por eso resulta muy interesante la definición que el pensador Georges Gusdorf en su libro La palabra1 plantea de hombre como “animal que habla”, porque en ella se vislumbra un matiz que acerca al humano con la bes-

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tia que anida en su alma, que espera el menor descuido para salir y trastocar todo lo que de bueno, noble y bello nos ha enseñado durante milenios la cultura. Hombre y lenguaje son las posibilidades en las que se inscribe la vida; por eso, la palabra como mediadora de la acción puede ser la propuesta para que entre ambas se construya mundo, donde la palabra se ponga en evidencia, se juegue su destino de ser para una comunidad de hablantes que la requieren para intercambiar sus sentidos de vida, en un movimiento de búsqueda recíproca. Se hace necesario entonces reconstruir el concepto de comunicación, y en esta medida pensar la palabra como ligada a la vida de los hombres, más allá de cualquier teoría, donde lo cotidiano sea un campo privilegiado de estudio para el ejercicio del lenguaje en un mundo concreto, histórico y socio-cultural, en el que prevalezcan las representaciones del pensamiento y del sentido común. La palabra se abre camino en el pensamiento, hablar es construir sentido, es abrir una posibilidad para el encuentro entre los seres humanos, es reconciliación de mundos y miradas donde cada quien va asumiendo su verdad a partir de lo que el lenguaje está convocando desde sus diversas manifestaciones. Por eso, en la comunicación se abre paso el encuentro de conciencias, de humanidades que se reconocen en sus múltiples semejanzas y desemejanzas. Con el lenguaje el hombre accede a la facultad de simbolizar, de representar lo real con un signo, y además de comprender e interpretar ese signo como parte de la realidad. En esta medida el sujeto construye sentido para su vida, se abre a la vida, deviene ser para otro ser que lo nombra y lo inscribe de esta manera en el mundo de la vida con sus múltiples relaciones y posibilidades. Para Barthes en el Grado cero de la escritura2, las palabras producen una suerte de continuo formal del que emana poco a poco una densidad intelectual o sentimental imposible sin ellas; la palabra es entonces el tiempo denso de una gestación más espiritual, durante la cual el pensamiento es preparado, instalado poco a poco en el azar de las palabras. Pensar es adentrarse por los laberintos del conocimiento humano, es buscar qué se esconde detrás de cada saber, es dejarse atrapar por la palabra que sugiere un ir más allá de lo que a simple vista se ofrece, para ir aproximando pensamiento y palabra a la cotidianidad donde habita el hombre contemporáneo, sin verdades preestablecidas pero con el propósito de

Sin embargo, tener la capacidad de la palabra no hace a los seres humanos mejores o peores que el resto de especies vivientes en el planeta. Por eso resulta muy interesante la definición que el pensador Georges Gusdorf en su libro La palabra1 plantea de hombre como «animal que habla», porque en ella se vislumbra un matiz que acerca al humano con la bestia que anida en su alma, que espera el menor descuido para salir y trastocar todo lo que de bueno, noble y bello nos ha enseñado durante milenios la cultura.

ir acercándose a un entendimiento recíproco que no necesariamente implica ponerse de acuerdo en todo.

Palabra y escritura Para acceder a la escritura, la palabra se ha depurado en la conversación más trivial y en la lectura más erudita. Borges decía “que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me enorgullece las que he leído”. Por eso no es de extrañar que para escribir antes haya que pasar por el nacimiento de la lectura, dejarse llevar por los miles de mundos que ella convoca, perderse en sus laberintos para al final encontrar la palabra que restituya al mundo de la vida. La palabra va haciendo el texto, se va grabando en el alma y en el cuerpo de los hablantes, se vuelve realidad que nombra otra realidad donde los sujetos del lenguaje van recreando su pensamiento, van poniendo en común sus saberes para acceder a otro mundo, donde lo simbólico se cruza con el habla que da nombre al acontecimiento. De esas conversaciones surge luego el texto de la escritura, donde cada quien tendrá que vérselas con sus fantasmas más voraces, es decir, consigo mismo. Barthes3 decía que la escritura es solo un momento, pero ese momento es uno de los más explícitos de la historia, en el que se entrecruzan la unidad de la escritura clásica con la pluralidad de sentidos que nombra la escritura moderna.

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La palabra también es morada, donde la escritura se encuentra antes de volverse alimento que colma la necesidad de un decirse para otro, decirse que es a la vez escucha y habla, constructor de un discurso que viene de fuera de él, pero al que contribuye a elaborar a partir de su propia experiencia en el mundo de la vida. Barthes dirá que la escritura en la actualidad es la anticipación de un estado absolutamente homogéneo de la sociedad, donde la mayoría comprende que no puede haber lenguaje universal fuera de una universalidad concreta, ya no mística o nominal, sino del mundo civil.4 Así la escritura va encontrando su lugar en el espíritu de los tiempos, se va edificando pedazo a pedazo a partir de la multitud de voces que la reclaman para decir de la vida y de cuanto en ella acontece. No en vano han surgido símbolos, imágenes y ritos que convocan un lenguaje más allá de la palabra pronunciada o escrita, en la cual se pueda significar su posibilidad creadora de sentidos. La palabra hablada o escrita conlleva un compromiso para quien la pronuncia, que en muchos casos va más allá de su propia humanidad. Por eso, la ética de la palabra como la plantea Gusdorf,5 en la experiencia cada día renovada, expresa una exigencia de verdad. El hombre de palabra no paga con palabras sino con su propia persona. De ahí que siguiendo a este pensador el paisaje cultural de la humanidad está hecho de palabras instituidas, palabras dadas, palabras sostenidas o palabras deshechas. Ese encuentro de la palabra con el pensamiento fue mediatizado por el lenguaje, de ahí surgió un diálogo de saberes que aún se sigue edificando, en el que la humanidad se juega su más caros anhelos de supervivencia. Por eso, ahora cuando la guerra parece ser la única alternativa, la palabra surge como posibilidad para tender puentes y propiciar acercamientos entre los rivales, instituyendo un universo en el que los hombres no están solos, donde las palabras no tienen el peso terrible de las cosas, porque la palabra siempre es encuentro con el otro. Solo en la medida que la palabra se articula con el lenguaje puede crear y recrear mitos, ritos y significantes para los hombres inscritos en el horizonte de un tiempo dado, allí cobra sentido lo que dice Georges Gusdorf en su libro La palabra, cuando plantea que el paisaje cultural de la humanidad está hecho de palabras 6, a lo que es preciso agregar que ellas son en últimas la expresión de la vida y las que tienden el puente entre los sujetos y las organizaciones sociales en donde inscriben su accionar.

La comunicación Para comenzar, es necesario intentar un acercamiento a la palabra comunicación desde la perspectiva etimológica, así encontramos que comunicar viene del latín comunicare, que significa hacer o poner en común, un salir del yo al encuentro con el otro para compartir saberes, sentimientos, palabras, experiencias, todo eso que el lenguaje permite compartir para la construcción e instauración de sentido entre los sujetos que por esta vía trascienden su condición de soledad y apartamiento del resto de sus semejantes. Avanzar en un planteamiento de comunicación organizacional requiere retomar la palabra como elemento sustancial de todo acto comunicativo, y en esta medida reconocer la palabra que instaura sentidos, cumpliendo una función mediadora para la acción, donde una comunidad de hablantes la requieren para intercambiar sus sentidos de vida. Así, la palabra trasciende el mero marco instrumental y se enlaza con el lenguaje. En este orden de ideas, se hace necesario explicar los factores que intervienen en la comunicación organizacional, lo que requiere aclaraciones en torno a lo que es la comunicación y su papel en las organizaciones sociales. En tal sentido, se hace necesario plantear algunos aspectos generales acerca de la comunicación y su importancia para el desarrollo de las personas y los grupos a los cuales pertenecen, donde realizan su labor cotidiana. Por ello, la comunicación se abordará como un proceso multidireccional para la interpretación de realidades, construcción de sentidos e intercomunicación de subjetividades en un horizonte de tiempo determinado.

Comunicación y participación Si se parte del criterio de que la comunicación es la puesta en común de ideas, valores, sentimientos, sensaciones y pensamientos, podemos afirmar que ella es por excelencia un acto afirmativo de un individuo y de un grupo en un espacio y tiempo dado, para fortalecer su identidad y capacidad de gestión con los demás. Joan Costa en su libro La comunicación en acción afirma: “El paradigma de todas las formas que adquiere y adquirirá la comunicación es el modelo originario de la comunicación humana: el diálogo, la relación y la vida en común. La matriz por excelencia es, pues, la comunicación interpersonal entre individuos y pequeños grupos, que intercambian expe-

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La palabra se abre camino en el pensamiento, hablar es construir sentido, es abrir una posibilidad para el encuentro entre los seres humanos, es reconciliación de mundos y miradas donde cada quien va asumiendo su verdad a partir de lo que el lenguaje está convocando desde sus diversas manifestaciones. Por eso, en la comunicación se abre paso el encuentro de conciencias, de humanidades que se reconocen en sus múltiples semejanzas y desemejanzas. riencias e ideas y comparten una misma cultura”.7 Desde esta perspectiva la comunicación se entiende como un proceso multidireccional que requiere conocer la dinámica e interacción de los distintos elementos que en él intervienen (emisores, perceptores, códigos, canales, medios, mensajes, contexto, formación social y cultural). De esta manera, el proceso se da por participación de los seres humanos en una situación específica, dentro de tensiones sociales, producto entre otras de relaciones de poder. Se puede decir entonces que la comunicación es el resultado de un proceso horizontal, de puesta en común y entendimiento, que facilita la interdependencia de las partes del sistema total, y que a su vez cumple como mecanismo de coordinación y armonización de la organización con sus partes. En esta medida Costa plantea que en las organizaciones y su relación con el entorno, los actos y las comunicaciones son objeto de gestión, en las cuales se involucran los individuos. No obstante, una comunicación que se diga participativa y se proponga ir más lejos en su trabajo en una organización dada, debe permitir a los diversos actores sociales involucrados en ella, realizar un proceso continuo de exploración, diseño, conocimiento y codificación de la realidad y de su entorno, con el propósito de actuar de manera estratégica y coordinada para transformarla. De lo anterior se desprende que la comunicación es un proceso intencional de intercambio de sentidos, que en las organizaciones contribuye a dinamizar las relaciones entre los sujetos que en ella intervienen, movilizando ideas, conceptos, propuestas y acciones para

el logro de los propósitos institucionales y personales; donde proceso y sentido contribuyen a demarcar el ámbito en que se lleva a efecto la acción comunicativa. Por eso, una parte fundamental de la comunicación que marca la diferencia con la información es la posibilidad de retorno, de respuesta por parte del receptor, abriéndose así la posibilidad de un diálogo a partir de la identificación de un código común conformado por los mismos símbolos. De esta manera, se crea y recrea el lenguaje que da vida y pone en movimiento las palabras como propiciadoras de encuentros entre los seres humanos. Más allá de las funciones específicas de la comunicación como informar, persuadir, motivar, interpretar, educar, socializar, entretener y recrear, ella reúne, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y creencias de los grupos sociales que interactúan. En últimas, es la percepción que toda sociedad tiene de sí misma, su información, sus imágenes de futuro y su posibilidad de actuación. De esta manera se puede llegar a la conclusión de que la comunicación es un proceso activo que permite a las personas, a través de referentes comunes, hacer construcciones colectivas para el desarrollo de la sociedad; lo que a su vez brinda la posibilidad de acceder a la cultura como proceso generador de relaciones e interacciones, gracias al intercambio de mensajes y actos para la convivencia. 8

Comunicación participativa y organización La participación es la clave para dinamizar el quehacer de una organización, ella es la que convoca a la acción integradora de los individuos en torno a las propuestas institucionales, brindando posibilidades de formación tanto personal como grupal, donde el énfasis está dado por el respeto y la valoración de las competencias individuales que permitirán el desarrollo organizacional. El auge de la comunicación en los últimos tiempos ha llevado a que cada vez haya más publicaciones sobre administración o gerencia que se ocupen de ella, donde la comunicación se plantea como una de las grandes alternativas para poder obtener resultados en el campo de las organizaciones. De esta manera, la comunicación ha pasado de ser considerada como los medios o instrumentos de la publicidad, a la comunicación como apoyo al crecimiento de las organizaciones. Como lo plantea Annie Bartoli, la comunicación en las organizaciones

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está referida a los actos más o menos estructurados a partir de los cuales se dinamiza el quehacer de la institución, porque de ella depende en buena medida que la información circule en el ámbito laboral, permitiendo la interacción entre los sujetos para el logro de los propósitos tanto grupales como individuales. 9 Estos planeamientos hacen pensar que al fin se está empezando a superar el esquema tradicional de las comunicaciones que las reducían a fuente, emisor, mensaje, código, señal, canal, receptor, ruido y retroalimentación; para avanzar hacia la construcción de un concepto en el cual se integran otros elementos, que ponen el énfasis en la interpretación de realidades, construcción de sentidos, intercomunicación de subjetividades y negociación de conflictos. La comunicación en las organizaciones debe contribuir como medio de motivación, a la vez que trabaja el concepto de la información en términos de funcionalidad (descendente, ascendente y lateral), articulada como un sistema tanto de información como de procedimientos y coordinación. De igual manera, la comunicación debe ser activa, o sea que comprometa la vida interna de la organización, permitiendo intercambios informales entre sus distintos integrantes y, debe ser coherente con la imagen que proyecta al entorno.10 En tal sentido, la comunicación que se impone en la actualidad es aquella que parte de la vida misma para su desarrollo, para su comprensión y para su aplicación. Es por esto que cuando se habla de comunicación están implícitos los conceptos de libertad y participación, pues sin estos dos elementos no se puede pretender una verdadera comunicación. Múltiples estudios sobre la problemática organizacional se han centrado en demostrar que ésta se deriva, en un alto porcentaje, de aspectos humanos por encima de situaciones técnicas, que parten del simple hecho de aprender a escuchar, de convertirse en oyentes activos, o sea, alguien que escucha de manera comprensiva. A este nivel se plantea la inquietud de ¿cómo pretender realizar una comunicación participativa si no se sabe escuchar? Escuchar activamente implica escuchar con todos los sentidos y con el corazón. No basta con entender el significado de las palabras, se requiere además comprender los elementos no verbales que en ella están implícitos; por eso se dice que escuchar implica interpretar el sentir del otro. La comunicación efectiva, como interacción permanente e interdependiente, requiere la habilidad de identificar y reconocer las influencias mutuas dadas

por el lenguaje, los símbolos, los gestos y las motivaciones, entre otras. De ahí que sea preciso entender la comunicación como una necesidad básica de todo individuo, y en tanto es una demanda individual también es un requerimiento de existencia social que permite usar los recursos comunicacionales con el objeto de compartir e interactuar con otros. En este proceso de interacción social democrática que propicia la comunicación, los seres humanos comparten voluntariamente experiencias en condiciones de acceso, diálogo y participación libre y democrática. Un valor esencial a la comunicación es la educación, por cuanto más que informar o transmitir conceptos descontextualizados de la realidad, la comunicación debe buscar en los sujetos fomentar una actitud crítica, donde el individuo aprenda a aprender y sea capaz de razonar por sí mismo. En este sentido, la comunicación debe contribuir a forjar una pedagogía que fomente la creatividad, la comprensión y la participación social. Para Gusdorf el valor de la palabra no está dado por las palabras mismas sino por el propio sujeto, que a su vez implica reciprocidad, es decir, que es necesario cederle la palabra al otro, formalizar el diálogo, impidiendo con ello caer en el monólogo. Aceptar la palabra del otro implica además tomarla en el mejor de los sentidos, sin reduccionismos ni banalidades, sino encontrándole su valor original. De esta manera, puntualiza Gusdorf, al ayudar al otro a manifestar su propia voz, se le incitará a la vez, a descubrir su más secreta exigencia; tal es la tarea del maestro, cuando al ir un poco más allá del monólogo de la enseñanza, sabe llevar la obra educativa hasta el auténtico diálogo en que se descifra la personalidad. Gran educador por lo tanto, es aquel que esparce a su alrededor el sentido del honor del lenguaje, como una muestra de probidad en su presencia ante el mundo y ante sí mismo. 11 Las comunicaciones así entendidas pueden participar como garantes del desarrollo ciudadano a ser escuchado y a ser informado, y se establece la función social de los medios como vehículo de la formación de una conciencia esencialmente humana, como mecanismo de participación y democratización en la toma de decisiones, lo que conlleva el empoderamiento de grupos sociales a la par que se da el reconocimiento de otras formas de hacer comunicación en las organizaciones que van más allá de los medios llamados institucionales. La comunicación horizontal permite que se gesten procesos de cohesión grupal, de organización y

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de participación. Mediante ella es posible clarificar y El texto en mención observa que la concepción adoptar pautas y líneas de acción, rescatar tradiciones funcionalista de la comunicación (Bartoli entre otros) y manifestaciones culturales, entender la historia y está ligada a la organización, y presupone por lo tanel papel que tanto el individuo como la organización to la concepción behaviorista de la comunicación, pueden cumplir en los procesos de transformación de en la medida en que a determinados estímulos cola sociedad. rresponden determinadas conductas o respuestas. Al respecto, Joan Costa plantea cómo el mecanismo En esta misma línea se inscribe también la comunique sustenta todo el proceso de comunicación es la cación empresarial centrada en el mercado, donde interactividad, la cual se basa en los mecanismos de el mercado de los productos pasa a convertirse en retroacción como acción de retorno o feedback, en el el mercado de la comunicación, y la “publicidad cumplimiento del ciclo que va del emisor al receptor en institucional” está sustentada en una concepción un continuo crear y recrear el sentido y la acción, donde persuasiva de la comunicación, porque de lo que actos y mensajes son mutuamente determinados –porque se trata es de enviar información (mensaje como no hay acción en estado puro sin contexto ni significado, proyecto de empresa) en forma unidireccional desmás aún, no hay mensaje funcional que no implique una de un emisor (empresa) a un receptor (entorno y consumidores). acción sobre la psicología o la conducta del individuo–. 12 Según Costa, la comunicación Concepción dialéctica del debe ser entendida desde la persSi se parte del criterio de que proceso comunicativo pectiva sistémica, que asume la la comunicación es la puesta comunicación como opuesta a En oposición a estas concepcioen común de ideas, valores, las viejas doctrinas conductistas y nes, los autores acogen una visión sentimientos, sensaciones y reduccionistas, que consideran al superadora de la comunicación pensamientos, podemos afirmar individuo como receptor exclusique integra las mediaciones y los vamente desde una faceta reactique ella es por excelencia un procesos participativos 14, donde va o mecanicista. En tal sentido, el concepto de comunicación soacto afirmativo de un individuo Costa propone una comunicación cial aplicado a las organizaciones, y de un grupo en un espacio y dialéctica, donde el receptor no denota un sistema peculiar de tiempo dado, para fortalecer su es un simple receptor pasivo ni excomunicación en el que el interidentidad y capacidad de gestión clusivamente receptor; y donde el cambio de expresiones entre actocon los demás. emisor es también receptor. res colectivos (como emisores las organizaciones y como receptores En este sentido, Costa afirma que sus públicos o audiencias) se sola relación entre emisor y receptor no es un contacto puntual ni un proceso lineal como mete a los procesos de producción y consumo de un fue concebido por el esquema clásico de una comu- servicio convertido en mercancía profesional. nicación dogmática e imperativa, sino que es una Dicho servicio, sostienen los autores, consiste relación circular, equilibrada y continua entre la orga- en facilitar (por el intercambio de datos codificados nización y su público. y decodificados por los actores-agentes sociales) Al respecto, el documento Comunicación en insti- la reproducción de conocimientos a propósito del tuciones y organizaciones: una aproximación teórico acontecer social que compromete a la organización. analítica a su diversidad conceptual 13, parte de hacer Tales conocimientos constituyen un universo de un análisis crítico a las distintas concepciones impe- objetos de referencia frente al cual los miembros de rantes en la comunicación organizacional, y que van la organización y de la colectividad social necesitan desde el enfoque funcionalista, que otorga a los inter- ajustar sus conductas como agentes y como sujetos locutores importancia en la medida en que responden con aspiraciones sociales y materiales. al logro de los objetivos institucionales, asignándole Es innegable la función mediadora de la comua la comunicación un rol persuasivo basado en los nicación entre el entorno y los sujetos o actores efectos que ella tiene en la adaptación del individuo de la comunicación, sostienen los autores, quienes al sistema, hasta llegar a un enfoque dialéctico, en el reconocen que no sólo se provee información sobre que se destacan criterios de mediación y procesos el acontecer social sino que también se transmiten participativos en la comunicación. significados sociales; al respecto, llaman la atención —29—


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Comunicación y organización Palabra y vida

en las acciones que desarrollan los departamentos de comunicación de las organizaciones en su afán Se puede decir entonces que la por relacionar éstas con sus públicos. En tal sentido, comunicación es el resultado de un manifiestan que esta concepción de la comunicación proceso horizontal, de puesta en mediada y mediadora trabaja las relaciones dialéccomún y entendimiento, que facilita ticas que se establecen entre los diferentes componentes, subsistemas y sistemas involucrados en las la interdependencia de las partes del formaciones sociales históricas. sistema total, y que a su vez cumple Avanzar en el enfoque dialéctico, según los autocomo mecanismo de coordinación y res, implica hablar de la comunicación educativa instiarmonización de la organización con sus tucional (Pedro Avejera), entendida como el conjunto partes. En esta medida, Costa plantea que de fenómenos, actividades y/o procesos cuya finalidad en las organizaciones y su relación con el implícita o explícita es la de generar, inducir, producir, conservar y/o transformar los conocimientos, actituentorno, los actos y las comunicaciones des, sentimientos, habilidades y/o destrezas de las son objeto de gestión, en las cuales se personas, grupos, colectividades, sectores y/o clases involucran los individuos. sociales que constituyen su población meta. Se vislumbra así la noción de proceso comunicativo con un carácter dinámico, sin adjudicarle una finaLos autores sostienen que hablar de las actividalidad persuasiva con relación a los intereses organizades de comunicación en respuesta a necesidades, cionales, como lo hacen los autores que se inscriben problemas y demandas de las poblaciones meta en el enfoque conductista y funcionalista; acciones (Avejera), remite a un modelo comunicativo partide comunicación que desde este enfoque se pueden cipativo y dialogal, donde no se trata solamente de llamar información pública, extensión, relaciones púenviar información desde una institución fuente a blicas, prensa y difusión, orientación al usuario, etc. sus destinatarios. En esta medida, el reconocimiento Sin embargo, tales actividades constituyen un ser- de las demandas de los públicos y la posibilidad de vicio al público meta que desde el área específica de participación otorgada a los mismos en los procesos cada institución (gobierno, obras y servicios públicos, de comunicación, determina la figura de los intereducación, salud, trabajo...) responde a las necesida- locutores del proceso más que de los emisores y des, problemas y demandas de las poblaciones meta; receptores. Así, se entiende que las actividades de y donde tales demandas, manifiestas o no, pueden comunicación son aquellas que se construyen en la caracterizarse como un conjunto de conocimien- práctica cotidiana de relaciones entre los miembros tos, actitudes, sentimientos, habilidades y destrezas de la institución y sus públicos meta. cotidianos necesarios para establecer, consolidar y De esta manera, interacciones, intercambio recíproco desarrollar estrategias de sobrevivencia y desarrollo y co-determinado y procesos participados, son concepeconómico, político y cultural en los planos personal, tos (empleados por Avejera) que remiten a un modelo familiar, comunitario, regional y de sector social. dialéctico y dialogal de la comunicación, donde la oferta Para este enfoque de comunicación (dialéctico), y la demanda son dos polos en permanente interacción dichas actividades son servicios de comunicación y recíproca influencia del proceso de comunicación educomplementarios a los bienes o servicios especícativa. La institución ofrece y los públicos demandan; ficos que brinda la institución y que coadyuvan a la oferta de comunicación entonces se constituye en su mejor prestación u oferta, su ausencia o déficit función de las demandas comunicativas de sus públicos. contribuye a la alienación de las relaciones con los La concepción dialéctica del proceso comunicatipúblicos meta. Estas acciones pueden ir desde el vo parte del criterio de que en un principio la comumero acto de brindar información unidireccionalnicación es un encuentro dialéctico, un proceso de mente, de modo esporádico o eventual, pasando por intercambio, ya que emisor y receptor forman parte interacciones más o menos regulares de intercambio de una actividad conjunta donde el enunciado de recíproco y co-determinado con cierta finalidad, o uno se apoya sobre el enunciado del otro, situados estableciéndose de modo permanente, regular y en un contexto que influye a cada uno de los composistemático en procesos debidamente planificados, nentes y a su vez influenciado por ellos. Se destaca evaluados y participados por ambas partes. —30—


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así la importancia de la función articuladora entre los diferentes niveles de la organización; la misma tiende a asegurar que los miembros poseen la información necesaria para desempeñar sus funciones y lograr los objetivos personales e institucionales. En los procesos comunicativos, la visión dialéctica permite que los interlocutores participen en tanto sujetos/actores sociales, y los medios e instrumentos intervengan en función de su condición de medios de producción y de las relaciones que se generan a partir de su apropiación y uso. Ninguno de los componentes de los procesos comunicativos puede desligarse o apartarse de la condición y/o significación que le otorga su propio origen y los factores que intervienen en el entorno en el cual se desarrollan e interactúan. Por su parte, los mensajes son importantes en la medida que ejercen influencia en las normas, pautas, valores culturales y sociales y las organizaciones. Por último, el modelo participativo y dialogal (propuesto por Avejera) centra el proceso comunicacional en prácticas cotidianas entre la organización y el público, siendo el eje de esa relación las demandas y necesidades de las personas que integran los públicos de la institución. Otro rasgo distintivo de este modelo es la posibilidad de participación en simetría entre público e institución en los procesos de comunicación, referidos en lo fundamental a la posibilidad de intercambiar roles, permitir la intervención de los públicos en la producción de los mensajes, en la elección de su temática y en el reconocimiento de sus derechos a la información y a la comunicación. Vale destacar cómo este modelo introduce a los procesos educativos, soportados por los de comunicación, en el marco de la educación permanente, que le asigna al proceso su potencialidad de generar, inducir, producir, conservar y/o transformar los conocimientos, actitudes, sentimientos, habilidades y/o destrezas, necesarios para el desarrollo de las personas. Así mismo, incorpora la noción de desarrollo humano integral en el marco de una construcción social, institucional e individual, en la que confluyen imágenes, valores, principios, expectativas, etc., que solo se pueden explicar desde una visión dialéctica de las formaciones sociales históricas.

la reflexión y a la acción de lo que se enseña y se aprende. Por eso, un valor esencial de la comunicación es la educación, que busca ante todo formar a los sujetos en actitudes críticas, donde cada quien aprenda a aprender y sea capaz de razonar por sí mismo, fomentando valores como la solidaridad, la participación social y el compromiso ciudadano.

Desde esta perspectiva, la construcción del Plan Estratégico de la Universidad debe incluir a la comunicación como propiciadora de los cambios, donde la misión institucional, a partir de la docencia, la investigación y la extensión, sirve a la búsqueda del conocimiento, que está ligado a —31—

* Filósofa y Especialista en Comunicación Organizacional de la Universidad de Antioquia

NOTAS 1 GUSDORF, Georges, La palabra, traducido por Horacio Crespo, Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1971, p 10

BARTHES, Roland, El grado cero de la escritura, Traducción de Nicolás Rosa, Bogotá: Editorial Siglo XXI, 6ª. edición en español, p 19

2

3

Ibíd., p 25, p 87

4

BARTHES, Roland, El grado cero de la escritura, Op. Cit., p 88

5

Gusdorf, Georges, La palabra, Op. Cit, p 99

6

Ibíd., p 101

COSTA, Joan, La comunicación en acción, Barcelona: Editorial Paidós, 1999, p 57

7

MÚNERA URIBE, Pablo Antonio y otro, Comunicación empresarial, Medellín: Colección Hermes AICE, 1ª. edición mayo de 2003, p 73

8

BAROLI, Annie, Comunicación y organización, Traducción de Stella Maris García, Barcelona: Editorial Paidós, 1ª. edición, 1992, p 71

9

10

Ibíd., p 71.

11

Gusdorf, Georges, La palabra, Op. Cit. p 69

12

COSTA, Joan, La comunicación en acción, Op. Cit. p 63

Los autores del texto son Dionisio Egidos y Lilian Paéz, profesionales argentinos expertos en temas de comunicación. Texto bajado de Internet, que se puede encontrar en la siguiente dirección electrónica: http://www.ull.es/ publicaciones/latina/argentina2000/16egidos.htm

13

14 Esta visión que los autores llaman dialéctica tiene dos grandes exponentes, en primera instancia está José Piñuel Raigada y su enfoque de mediación dialéctica de la comunicación. El otro enfoque es el sostenido por Pedro Avejera y su noción de proceso comunicativo dialéctico de carácter dinámico y formativo; participativo y dialogal.


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El devenir de una generación Los devenires son lo más imperceptible. Son actos que no pueden ser contenidos sino en una vida y expresados en un estilo. DELEUZE

Por Fabio Zuluaga Ángel Profesor Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Antioquia

Aunque cada generación emprende sus propias luchas y escoge sus propias banderas, ¿no será posible llevarlas a cabo sin que toda lucha conduzca irremediable e inexorablemente a la parálisis de la Universidad? ¿En estos tiempos del Neoliberalismo Económico y de privatización de las empresas del Estado, hasta cuando podrá resistir y ser sostenible este proyecto social, científico y cultural llamado Universidad de Antioquia, frecuentemente paralizada?

La generación de estudiantes que ingresó en el año sesenta y cinco al por entonces, recién creado, Instituto de Estudios Generales de la Universidad de Antioquia, protestó contra el imperialismo norteamericano por la invasión de los marines a República Dominicana. La manifestación fue repelida por la Policía, y el Instituto, localizado en las que habían sido las vetustas instalaciones y calabozos del antiguo Tránsito Municipal de Medellín, donde ahora funcionan las torres Marco Fidel Suárez, fue rodeado y allanado después de dos días de sitio, por orden del rector de la época, el doctor Ignacio Vélez Escobar, y con la autorización del gobernador, Mario Aramburo Restrepo. Los muchachos y muchachas fueron desalojados a bolillo y detenidos por la fuerza pública. El hecho fue considerado como un grave acto de violación de la autonomía universitaria y generó un movimiento universitario a nivel nacional que paralizó la Universidad pidiendo la salida del rector, y liderado por la FUN, Federación Universitaria Nacional. Una tarde hubo manifestaciones públicas en las principales capitales del país, pedreas, enfrentamientos con la Policía y resultó muerto en Bogotá el estudiante Jorge Useche. Fue tal la gravedad de los desórdenes que el gobierno decretó el Estado de Sitio y el propio presidente conservador, Guillermo León Valencia, intervino para solicitar la renuncia al rector Vélez Escobar. El rector destituido se ocupó de la Oficina de Desarrollo de la Universidad y desde allí continuó liderando la gestión de la actual ciudadela universitaria,

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a cuya encomiable labor se debe su construcción y la abolición de los organismos de dirección del mola transformación de la vieja Universidad rumbo a la mento y la creación de otros donde participen estumodernidad. Al médico Vélez Escobar lo sucedió el diantes y profesores, elegidos democráticamente (El abogado Lucrecio Jaramillo Vélez. cogobierno de la Universidad). Se pelea por espacios Vientos revolucionarios soplaban por toda América de poder al interior de la Universidad y como reafirLatina que activaban las hormonas de los jóvenes de mación de la autonomía universitaria, en contra del aquella época, al influjo del triunfo de la Revolución imperialismo norteamericano presente, incluso, en Cubana y de las tesis del padre Camilo Torres, entre los cursos de inglés. otros, y quien por entonces vino a la ciudad y durante De nuevo ocurren enfren-tamientos con la fuerza una de sus visitas se parapetó en una de la mesas de la pública y la Universidad es allanada, los estudiantes cafetería del Instituto de Estudios Generales y expuso son golpeados, detenidos, la Policía entra incluso a sus tesis revolucionarias y luego dictó una conferencia los laboratorios de química y arremete a bolillo conen el interior del Paraninfo de la Universidad, analizan- tra el material docente, causando grandes destrozos do el ciclo revolucionario de los líderes estudiantiles materiales y no queda beker ni tubo de ensayo con y señalando que a medida que iban avanzando en cabeza. De nuevo la Universidad es paralizada y el sus estudios se iban despojando de la barba (uno de movimiento termina exigiendo libertad para los detelos símbolos revolucionarios de la época, junto con la nidos e investigación de los hechos. mochila.) y que finalmente terminaban absorbidos por Para el año setenta y tres ya algunos de los muel mercado laboral y olvidándose de los ideales que chachos de la generación del sesenta y cinco se han defendieron como estudiantes. Por entonces el padre graduado, se vinculan como profesores de tiempo Camilo no se había emboscado en el monte. completo y entran a formar parte de la joven AsociaEl movimiento que empezó por móviles políticos ción de Profesores en cuyo seno dan la lucha contra transnacionales se convirtió en un problema interno, el Estatuto Docente que intenta implantar a espaldas con repercusión a nivel nacional, que paralizó la Uni- del profesorado el rector de entonces, Luis Fernando versidad y a todas las agrupadas bajo la FUN, y terminó Duque Ramírez. Hay marchas de protesta. Prestigioconvirtiéndose en un movimiento contra el Rector de sos profesores pertenecientes a la Asociación son la de Antioquia y se volvió problema de orden público expulsados por el rector. El 8 de junio es asesinado con heridos, detenidos y muerto incluido. el estudiante Luis Fernando Barrientos, de la FaculEl ideal del Instituto de Estudios Generales, de tad de Economía, cuyo cadáver es llevado al Salón formar un profesional humanista, crítico, pensante, de los Consejos en momentos en que el rector está solidario, con visión universal y conciencia social, ausente. El bloque administrativo arde en llamas. que contribuyera a la solución de los grandes proble- En este agitado período las universidades públicas mas del país, se iba formando en estos escenarios de son cerradas durante varios meses por el presidente agitación, y cursos como el de Historia del Arte y el Misael Pastrana y a esta ciudad universitaria entra la de Geopolítica dictado, entre otros, por el profesor soldadesca y toma posesión de los predios, y a esa generación le toca aguantarse la reapertura y el reiniFabián Orozco, contribuían a ese ideal. Años más tarde, esa misma generación protestó cio de clases entre fusiles y cascos de combate. Llega el nuevo Gobierno, el del doctor Alfonso Lóy paralizó la Universidad en contra de la Ordenanza 36 de la Asamblea Departamental, que obligaba a los pez Michelsen, hay cambio de rector, se reintegran estudiantes cuando terminaran la carrera a devolver los profesores expulsados y se reanudan las actividalos dineros que la Universidad hubiera invertido en des académicas. su formación profesional. En el marco de ese moviHacia el año setenta y cinco con la decisión del miento hubo de nuevo enfrentamientos con la fuerza gobierno del doctor López de ampliar los cupos en pública y parálisis de la Universidad. El movimiento las universidades públicas, se lleva a cabo una vinlogra que se derogue la polémica norma. culación masiva de profesores, seleccionados en los Llegan los años setenta y esa generación enfrenta consejos normativos de la época, dominados por El Plan Básico de la Educación Superior, en el que profesores politizados y gremialistas, con criterios se refleja la penetración imperialista; se propone políticos y no académicos. Al solo Departamento de en cambio El Programa Mínimo de los Estudiantes Química ingresan de una vez más de veinte profesoColombianos en el que se exige, entre otras cosas, res de tiempo completo que es la modalidad de con—33—


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA El devenir de una generación

tratación de profesores en esta época. La lucha enfila baterías contra la ampliación de cupos sin el correspondiente aumento de presupuesto, pretendiendo aumentar el número de estudiantes por grupo y la carga académica. Al final se pacta entre doce y catorce horas de docencia directa por semana, como parte de la carga normal del profesorado y se fija en cincuenta el tope máximo de estudiantes por grupo que en general hasta hoy se respeta en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales e Ingenierías, para los cursos en Ciencias Básicas. Con la vinculación masiva de profesores en el año setenta y cinco, otro tanto de los de la generación del sesenta y cinco se vincula, y desde el seno de la Asociación de Profesores continúa la lucha por reivindicaciones gremiales, salariales, y por la financiación adecuada de la Universidad. Hay pugnas internas entre los grupos políticos en que se mueven profesores y estudiantes, debates por todo, lo político es lo esencial, lo académico no cuenta, la Universidad no puede ser formadora de cuadros para la clase dominante, reina gran confusión, estallan bombas, petardos, muerte a la cultura burguesa, se lanzan bolsas llenas de tinta contra el monumento El hombre creador de energía, del maestro Rodrigo Arenas Betancur, y contra la valiosa pintura mural El hombre ante los grandes descubrimientos de la física, del maestro Pedro Nel Gómez, quien manifiesta durante la concentración de reinauguración de la obra que él no entiende que se atente contra un patrimonio de todos ustedes y de la humanidad. Al lado del acto, y mientras el profesor Luis Fernando Vélez pronuncia el discurso de desagravio, explota un petardo pero los asistentes siguen ahí sin desbandarse. En este período los estudiantes forcejean por la repetición automática de exámenes, cuando la norma dice que sólo se repiten si se concluye que el examen estuvo mal elaborado por el profesor. Se presiona por la declaratoria de semestres especiales, lo cual significa ni más ni menos que ningún estudiante puede salir de la Universidad por bajo rendimiento académico, pues, después de todo, lo académico no importa sino la fuerza política del movimiento estudiantil y profesoral. Mientras los estamentos universitarios se descuartizan y se sacan los ojos en su torre de Babel, la Universidad de Antioquia experimenta un gran desprestigio social y político, es vista como un antro de subversivos y desalmados que son capaces hasta de quemar a una monja. Una institución del Estado muy costosa, que nada aporta a la sociedad y que sólo

sirve para quemar buses y alterar el orden público y el tránsito vehicular por la calle Barranquilla. Llega a ser una suerte de desprestigio ser estudiante o profesor de la Universidad de Antioquia. La institución misma y la generación que debía encarnar el ideal del Instituto de Estudios Generales, de formar el profesional culto, pensante, crítico, transformador de la realidad, pagaban su propio barcaje, su precio, en desprestigio propio y en desestabilización de la institución que lo formó. Nadie es culpable de nacer en un tiempo, en un lugar, en una época y bajo el influjo de los agitados vientos o las serenas aguas de los tiempos. Son los tiempos, Señor, dice un personaje en Pedro Páramo, para explicar lo que está pasando en ese momento.

Lo luminoso de los oscuros ochenta La década de los ochenta se inicia con una Universidad desprestigiada y en luchas internas entre los estamentos, y es cerrada durante un año por el entonces rector Jesús Arturo Aristizabal Guevara, para aplicar el Decreto 80 de reforma de las universidades públicas. De paso expulsa al presidente de la Asociación de Profesores, Antonio Restrepo, con el argumento de que no tenía legalizado el título profesional. Pero llega lo luminoso de los oscuros ochenta, el ochenta y cuatro. La Universidad hace un alto en el camino durante la administración del economista Santiago Peláez Valdés, pero esta vez para repensar la Universidad, revisar en lo que se ha caído, replantear el quehacer de la Institución. De esta profunda reflexión llevada a cabo por el profesorado a través de los claustros sale el acuerdo de que la gran misión de la Universidad de Antioquia, la que le da su razón de ser en la sociedad, es la excelencia académica, investigativa y de extensión. Por primera vez desde el sesenta y cinco se pone lo académico por encima de lo político y partidista. Pero llegó lo oscuro de los ochenta, el año ochenta y siete, el de las muertes de estudiantes y profesores como Pedro Luis Valencia, Leonardo Betancur (Leo), el doctor Héctor Abad Gómez y Luis Fernando Vélez. La Universidad se ve obligada a hacer un alto en el camino para enterrar y llorar a sus muertos y para que los que corren peligro por estar en la negra lista de muertes anunciadas se vayan a otras ciudades o al exterior, mientras pasa la borrasca siniestra. ¿Quién seguirá? era la enloquecedora pregunta del momento. El proyecto de Universidad de excelencia académica, investigativa y de extensión se va poco a poco

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consolidando durante las administraciones posteriores, y en la Rectoría de Rafael Aubad López se enfrenta el problema del pasivo pensional, el relevo generacional sistemático y se crea la estampilla Universidad de Antioquia, cuyos dineros no podrán ser utilizados para gastos de funcionamiento sino para inversión. El Ministerio de Hacienda gira a la Universidad para resolver el problema pensional trece mil millones de pesos de los de la época, cifra que sería la cifra jamás vista por algunos de la generación del sesenta y cinco, allegados a la administración del rector Rafael Aubad. La Universidad continúa consolidándose hasta llegar a ser la primera en grupos de investigación de excelencia, y la construcción de la SIU, durante la administración del rector Jaime Restrepo Cuartas, marca un hito en la historia de la Universidad de Antioquia en las postrimerías del siglo veinte, comparable a la construcción de la Ciudad Universitaria realizada por el rector Ignacio Vélez en la segunda mitad del mismo siglo. En palabras del ex presidente de la República, Alfonso López Michelsen, en reciente visita en el mes de marzo, la SIU es una de las cosas más grandes que le ha podido pasar a Colombia. Y alguno de los de la generación del sesenta y cinco dijo, contemplando el enorme hueco que abrieron para hacer las cepas: jamás había visto en mi vida un hueco tan grande. Era tan ancho como una manzana de cuadras a la redonda y tan hondo que los trabajadores allá abajo en lo profundo parecían muñequitos entre el pantano. Otro respondió: yo si había visto uno muy grande en mi época de muchacho: el de la torre Coltejer, donde sepultaron el teatro Junín para construirla. Pero no más grande que éste, replicó el otro asustado.

Una constante en los movimientos estudiantiles Una mirada de pájaro a los movimientos de estos últimos treinta años revela que ha habido un esquema común: empiezan contra una causa externa o interna y terminan en enfrentamientos con la Policía en los que resultan estudiantes heridos o muertos y detenidos, el movimiento se transforma en movimiento de solidaridad con los estudiantes damnificados que termina paralizando la universidad, y el objetivo inicial pasa a segundo plano. Es como si los movimientos necesitaran sangre para fortificarse. Después de un tiempo de parálisis se reanudan las actividades académicas y siguen normales durante un tiempo hasta que se presenta una nueva parálisis. Además, puede afirmarse que las parálisis de los

últimos treinta años fueron generadas desde adentro, con la única excepción de la parálisis del año ochenta y siete que fue generada por causas externas: las muertes vinieron desde afuera.

Las batallas La generación del sesenta y cinco luchó contra el imperialismo norteamericano en todas sus formas, fuera y dentro de la Universidad. Luchó contra la injusticia social y creyó en la panacea socialista para resolver todos los males. Luchó por la autonomía universitaria y protestó cuando la consideró golpeada (Movimiento contra el doctor Ignacio Vélez). Luchó por acabar con las formas de gobierno vigentes en la Universidad y crear nuevos espacios con su participación por libre elección (cogobierno) Protestó contra la bota militar en los predios universitarios y contra rectores autoritarios y policías. Como profesores, esa generación peleó por reivindicaciones del gremio profesoral, dentro de la Asociación de Profesores que acaba de cumplir cuarenta años de fundada, por la adecuada financiación de la universidad pública, por estatutos docentes concertados y discutidos, por aumentos salariales y cargas académicas.

Una mirada a las banderas Hoy ya el imperialismo norteamericano se campea con todo su poder por el mundo. El ideal socialista se vino a pique. ¿Quién iba siquiera a imaginar que se derrumbaría el imperio ruso? La pobreza y la miseria y la concentración de capitales en pocas cuentas se incrementaron. ¿Por qué cabeza pasó el advenimiento del Neoliberalismo y la apertura económica decretada por el gobierno del presidente Gaviria y que de un plumazo sumió a todo el mundo en la miseria y acabó con la industria y el empleo? La lucha por abrir espacios de participación los abrió, pero esta conquista como que no interesa a las nuevas generaciones y ni siquiera es problema para ellas o es una actitud política no participar en estos espacios. En el consejo de Instituto de Química hace años no hay representante estudiantil. Hace poco se robaron y quemaron las urnas en las elecciones para representante estudiantil al Consejo Superior, y los votos que se lograron contar estaban todos en blanco; total que no se ha podido elegir representante estudiantil. Es simpático que lo que para una generación fue una conquista arrancada a sangre y lágrimas, para la otra no importa, pero esto puede estar hablando de lo relativo que son las valoraciones de una generación y de otra.

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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA El devenir de una generación

El destino de los líderes En el transcurso de estos últimos treinta años la generación del sesenta y cinco vio formar grandes líderes estudiantiles. ¿Qué se hicieron, a dónde han ido? Algunos harían parte de administraciones posteriores de la Universidad, incluyendo la actual del 2005. Otros murieron en la horrible noche del ochenta y siete. Uno muy importante presta hoy en día sus especializados servicios técnicos y políticos al Partido Liberal. Otro trabaja en la oposición al Gobierno Nacional. De muchos otros no se volvió a saber nada. De los que se quedaron como profesores la mayoría ya están jubilados y en este momento muchos deben estar asoleando a sus nietos, sacando a orinar el perrito, o cantando en el coro de Asoprudea (Asociación de Profesores Jubilados de la Universidad de Antioquia, fundada por jubilados de la generación y para su propio recogimiento), es decir, disfrutan de la vida del retiro como cualquier jubilado del Estado, en completa paz. Otros ya pasaron papeles porque no ven la hora de jubilarse, y si corrieron a hacerlo fue para que no los cogiera la recién aprobada reforma pensional del gobierno Uribe. Evitaban así no perder la mesada catorce que afectaría ostensiblemente el salario pensional. Podría decirse, como conclusión, que la mayoría de aquellos fogosos muchachos siguieron el ciclo anunciado por el padre Camilo Torres, aquella tarde remota en que se parapetó en la mesa de la cafetería del recién creado Instituto de Estudios Generales, a cuyo ideal de profesional culto y crítico debe la generación del sesenta y cinco lo que fue, lo que hizo, lo que hace y lo que es.

Lo igual, lo distinto y lo único del movimiento del 10 de febrero Los recientes acontecimientos del 10 de febrero de 2.005 se inician en el marco de las protestas contra el Tratado de Libre Comercio, TLC, se presentan enfrentamientos con la Policía y posteriormente ocurre una explosión que produce heridos graves y ocho días después dos estudiantes de la Nacional muertas. El movimiento se convierte en un movimiento de solidaridad con los presos y los heridos, que paraliza la Universidad desde ese día. Esto es lo igual de este movimiento con los movimientos de los últimos treinta años en la Universidad; y lo distinto de este movimiento es que, por primera vez en estos últimos treinta años, los heridos y los muertos y aún los detenidos no son resultado de los enfrentamientos directos con la fuerza pública: son

consecuencia de la explosión ocurrida en el interior de la Universidad. Pero lo único y sui géneris de los acontecimientos del 10 de febrero y que puede estar hablando de una nueva cultura en los movimientos es que, por primera vez en estos últimos treinta años, una manifestación pública de estudiantes, acompañada de la fuerza pública con antimotín incluido, no termina en enfrentamientos. A la generación del sesenta y cinco le tocó incluso recibir clases con el Ejército al interior de la ciudad universitaria y con soldados custodiando la entrada a los salones. Finalmente el viernes 20 de mayo, hacia las tres de la tarde, la asamblea multitudinaria de estudiantes, que había empezado en las horas de la mañana, abandona el Teatro Camilo Torres con la anormalidad levantada. En pocos minutos la UdeA volvió a ser lo de siempre: un reguero de muchachos y muchachas sentados en las gradas de las plazoletas, en el suelo de cemento y en las sillas de las cafeterías. Hacia las cuatro de la tarde irrumpió el concierto de guitarras que se prolongó hasta entrada la noche bajo una carpa de hule rojo patrocinada por Pilsen Cervunión. La U recuperaba la normalidad perdida desde el diez del segundo mes.

El ayer desde hoy Mirando desde hoy el ayer es como si la historia direccionada por los más poderosos del Planeta, siempre impusiera su aplastante pezuña, sin importarle nada ni nadie. Es como si a la larga las luchas políticas contra los poderes económicos y políticos se perdieran o rindieran muy poco dividendo. Es como si todo transcurriera como afirma la frase del escritor Saramago: La realidad es como es no como uno quiere que sea. Si uno analiza la evolución del mundo desde aquella época hasta nuestros días puede concluir que, en su conjunto, el mundo sí ha cambiado pero ha cambiado para mal e independientemente del deseo individual y de las luchas colectivas y generacionales. Hoy hay mayor desempleo, hambre y miseria, más dolor en el mundo, se han deteriorado más la salud y los sistemas de salud con la Ley 100. El Planeta en su conjunto está más contaminado y parece que ya lo enloquecimos: veranos más extremos, inviernos más rigurosos, inesperados fenómenos como el tsunami. Hoy más que antes es más fuerte la sensación de impotencia ante la avasalladora fuerza de los poderes económicos y políticos mundiales.

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Desde un lugar de la vida

La Universidad de Antioquia es una institución muy frágil y cualquiera puede paralizarla. Es tan vulnerable como un adolescente enamorado. Contrariamente a lo que muchos piensan, el verdadero poder de la Universidad, demostrado en los últimos años, lo ha conseguido no a través de la actividad política sino por el arduo camino de la excelencia académica e investigativa, reemprendido desde el año ochenta y cuatro.

Desde un lugar de la vida donde no están presentes las exuberantes hormonas de la juventud que hacen sentir, creer, pensar a quien las posee que se puede cambiar el mundo y que lo que se siente por esa hermosa muchacha que marcha al lado tiene visos de eternidad. Desde la atalaya de la vida en que otras hormonas permiten entender que hasta el amor es fugaz, se puede plantear algunas inquietudes: ¿Tiene realmente la universidad pública, y más paralizada, la fuerza política para contener semejantes avalanchas de la historia? La Universidad de Antioquia es una institución muy frágil y cualquiera puede paralizarla. Es tan vulnerable como un adolescente enamorado. Contrariamente a lo que muchos piensan, el verdadero poder de la Universidad, demostrado en los últimos años, lo ha conseguido no a través de la actividad política sino por el arduo camino de la excelencia académica e investigativa, reemprendido desde el año ochenta y cuatro. ¿Se justifica que paralice la Universidad cada generación de muchachos y muchachas que llega con renovado ímpetu hormonal a formarse y a alcanzar la plena madurez humana y profesional antes de continuar a su destino final?

cesivas generaciones, en la cultura de La Universidad Funcionando a pesar del conflicto social y político del momento? ¿No es un absurdo, una contradicción ontológica, corear la defensa de la Universidad Pública y propiciar la parálisis? Hoy más que nunca se debe tomar como un principio filosófico, político, religioso, humanitario, democrático, o como se le quiera calificar: La Universidad funcionando por el bien de todos. Una nueva consigna en las marchas debería ser: Viva la U....Viva la U...no la dejes pa-ra-li-zar ¿Hasta cuando seguiremos encarnando la frase del poeta T.S. Eliot, en su obra: Tierra baldía? No sabemos mucho del futuro Excepto que generación tras generación Las mismas cosas se repiten una y otra vez. Y mientras aprendemos a manejar los conflictos sin que la Universidad se debilite, ponemos en peligro la validez del proyecto social, científico y cultural más grande de Antioquia en toda su historia y único lugar en el que todo se permite pensar y al que los menos favorecidos de la fortuna todavía pueden ingresar, pero del que muchos también tienen que partir durante las parálisis.

¿Se justifica tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta sangre humana derramada, tanto daño ocasionado a la Universidad Pública y a tantas generaciones de estudiantes de la ciudad y de otras partes, los desplazados de los movimientos estudiantiles, que tienen que abandonarla en las parálisis, conseguirse un trabajo o regresar a sus lugares de origen sin haber podido culminar el sueño de poder decir algún día, a boca llena: soy egresado de la de Antioquia? En la sola Facultad de Ciencias Exactas y Naturales la mortandad académica estudiantil en tiempos normales es actualmente del cuarenta y cinco por ciento y en épocas de crisis este valor se dispara, y en toda la Universidad aumenta, debido a la deserción pero nadie, que se sepa, la ha cuantificado. Aunque cada generación emprende sus propias luchas y escoge sus propias banderas, ¿no será posible llevarlas a cabo sin que toda lucha conduzca irremediable e inexorablemente a la parálisis de la Universidad? ¿En estos tiempos del Neoliberalismo Económico y de privatización de las empresas del Estado, hasta cuando podrá resistir y ser sostenible este proyecto social, científico y cultural llamado Universidad de Antioquia, frecuentemente paralizada? ¿Tendrá que educar la misma Universidad a las su—37—

Nota: Para detalles y ambiente social y político de los movimientos de los últimos treinta años, ver el libro: Universidad de Antioquia. Historia y presencia, coordinado por la profesora María Teresa Uribe de Hincapié.


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Efectos de la Ley 100 sobre la institucionalidad de la salud en Colombia* Por Rubén Darío Gómez Arias Profesor Facultad Nacional de Salud Pública Universidad de Antioquia

Si nos centramos sólo en la Ley 100 de 1993, quedamos atrapados en sus elementos formales y perdemos de vista otros elementos de la política que influyen aún más en la salud; este enfoque nos haría pensar, erróneamente, que basta con modificarla para resolver muchos de los problemas que afectan la salud de la gente, sostiene el investigador del Grupo de Epidemiología, quien, en cambio, enfoca su análisis en la institucionalidad, la respuesta social y las características de los efectos que la racionalidad de la actual política sanitaria de Colombia imponen a la respuesta social. “Una racionalidad perversa –en su concepto–, que constituye un excelente negocio para los inversionistas, pero no resuelve los problemas públicos en salud”.

La ley 100 no es más que una de las expresiones de la política pública que afecta la salud. Aunque la noción de política pública es todavía objeto de controversia entre los expertos, los enfoques predominantes en la literatura técnica han sido el producto de una corriente institucionalista heredera de la revolución francesa y la ideología liberal, que cree en el Estado como instancia de concertación de los asuntos públicos y como espacio apropiado para el contrato social. La corriente institucionalista define las políticas públicas como las grandes decisiones que el Estado impone al colectivo en relación con un asunto público y que se expresan en la asignación de los recursos. Pese a su difusión y aceptación, este enfoque tiene problemas para dar cuenta de la realidad, pues las grandes decisiones que definen los asuntos públicos no siempre se encuentran de forma explícita en las acciones del Estado y con frecuencia son impuestas por actores privados, directamente o a través del Estado. Miremos ahora en qué consiste analizar una política pública. Cuando uno quiere analizar una política pública debe tener en cuenta que estas se expresan por lo menos en cuatro dimensiones: a) en la normatividad jurídica (Constitución, leyes, decretos, ordenanzas y acuerdos); b) en los planes, programas y proyectos; c) en los contratos establecidos por el

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Estado para enfrentar problemas públicos y d) en los en los análisis de políticas públicas; sin embargo, es cambios de comportamiento que se incorporan en la necesario considerar que su estructura y su función población en calidad de norma de conducta frente a han sido objeto de cambios sustanciales a lo largo un asunto público. de la historia. El Estado colombiano de hoy no es el Estas expresiones de la política son complemen- mismo de hace 20 años. tarias y determinan el éxito de la norma frente al En principio, el papel del Estado ha sido desde problema público que pretenden resolver. En este sus orígenes, mantener y reproducir el control de sentido, explicar una política pública es algo más los grupos dominantes sobre los agentes producque analizar un documento legal. Walt propone que tores de riqueza. Es muy importante reconocer al considerar una política, el analista debe dar cuenta que el Estado es en esencia un aparato político al por lo menos de cuatro aspectos íntimamente rela- servicio del poder; aunque algunos enfoques se cionados entre sí: a) el contenido de la política, b) el empeñen en verlo como un ente supranatural, neucontexto en que ésta se formula, tral, conformado por personas c) los actores interesados e invoy estructuras sin ningún interés La fragmentación de los agentes lucrados en el problema y en su y guiado sólo por los principios y de los procesos es una de las solución y d) el proceso implifilosóficos del bien común. En características más notorias de cado en la formulación y puesta diferentes momentos el Estado la política sanitaria en Colombia; en marcha de la directriz. Según ha desempeñado otras funciones esta condición es especialmente la autora, este proceso, más que que varían con el grupo que está técnico, es siempre un proceso en el poder. Desde la Revoluimportante en tres lineamientos político, en el sentido en que se ción Francesa, por ejemplo, el de la política que con frecuencia refiere al ejercicio del poder para Estado moderno ha pretendido son también el núcleo de modificar la voluntad de otros. mantener un orden basado en profundas incoherencias al Los expertos insisten también en lo que los dueños del capital que las políticas responden más interior de la norma: la separación consideran que son deberes y a intereses de grupos específicos de competencias, la segmentación derechos de los ciudadanos: acque a una racionalidad científica, tuar libremente en el mercado, de la clientela y la diferenciación y que la clave para comprender garantizar que haya mano de de los paquetes. una política pública radica en la obra disponible, garantizar que haya consumidores, garantizar identificación y valoración de los que el inversionista conserve su intereses que la promueven y propiedad..., etc. Uno de los mecanismos utilizados respaldan. Precisemos ahora la noción de institucionalidad. por el Estado para cumplir con las funciones que se La “institucio-nalidad” no se agota en la estructura le asignan es la gestión de las políticas públicas. Habiendo precisado el punto de partida de esta predel Estado, pues en un sentido amplio se refiere a un sistema relativamente estable de vínculos y relacio- sentación podemos entrar en materia. nes entre los miembros de una sociedad, que comprometen también la cotidianidad y que en el caso La política colombiana en materia de salud de la salud configura la respuesta de la sociedad a sus problemas prioritarios. Una sociedad desarrolla 1. Aspectos formales de la política múltiples mecanismos para enfrentar sus problemas. El análisis de los diferentes aspectos involucrados El Estado, la gestión de las políticas públicas, los sis- en una política puede ser complejo, sin embargo temas de prestación de servicios y los mecanismos esta tarea puede facilitarse si el analista comienza de participación social son algunas de las expresio- por los aspectos formales de la norma, pues estos nes de la institucionalidad. Las instituciones sociales son más explícitos y evidentes. En este punto sí es pueden ser muy complejas y cambiantes y si quere- muy importante revisar los contenidos formales mos hacer un buen análisis debemos estar dispues- de la Ley 100 y sus decretos reglamentarios. Fortos a reconocer y dar cuenta de estos cambios. malmente la política sanitaria desarrollada por el En relación con la institucionalidad, el Estado jue- gobierno colombiano desde la década de los 90, ga un papel prioritario que no puede desconocerse tiene como objetivo mejorar la equidad y extender la —39—


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cobertura, facilitando el acceso a la atención médica y desarrollar mecanismos para atender a los pobres. Esta política se fundamenta en los siguientes principios: • La competencia regulada de los agentes estatales y privados que participan en el sistema. Una competencia que debe darse para mejorar la calidad, reducir los costos y lograr la satisfacción de los usuarios, en el marco de una regulación estatal. • El pluralismo estructurado, desarrollado por Frenk y Londoño; más que un modelo para explicar la compleja situación sanitaria de una población, este planteamiento es una propuesta organizativa de los recursos basada en cuatro funciones: –La modulación estatal de las reglas de juego entre la gente y las instituciones. –La articulación de las transacciones entre los miembros de la población, las instituciones, las agencias financieras y los prestadores de servicios, con el fin de facilitar el flujo de los recursos hacia la producción y consumo de los servicios. –La búsqueda de fuentes alternativas de financiación y –La organización de la oferta con criterios de mercado. Los análisis formales suelen ser muy pobres si uno se queda en la descripción fenomenológica de la ley o el decreto, pero constituyen un buen punto de referencia para la contratación de otros análisis.

2. El contexto de la política Muchas políticas no son más que el producto de cambios en el contexto socioeconómico y sólo se entienden a la luz de estos procesos. Por eso es importante analizar el contexto en que se desarrolló la política sanitaria del país.

hacia la infraestructura y eso también le conviene al mercado. Este modelo europeo es lo que los analistas denominan “Estado de bienestar”. Los estados de bienestar constituyen un momento importante en la historia del capitalismo; en contra de lo que podría pensarse, el papel protagónico del Estado frente a las necesidades sociales no respondía a la generosidad del capitalismo sino a su necesidad de sobrevivir a una de sus continuas crisis. El mecanismo reactivador funcionó por varios años. Pero el mercado siempre busca nuevas fuentes de enriquecimiento, y a mediados de los 80 encontró en los servicios públicos un área inexplotada. Pero los servicios públicos eran ofrecidos por el Estado bienestarista que tenía el monopolio de escuelas, hospitales, hidroeléctricas y acueductos. Un Estado que ya había cumplido su función estabilizadora, se convierte ahora más en un obstáculo que en un mecanismo útil. Desde la escuela de Chicago, Milton Friedman la emprende contra el Estado, desacredita su eficiencia, y cuestiona su honestidad para manejar bienes y servicios; propone en cambio que el mercado es mucho más eficiente para resolver las demandas de la gente y que debe promoverse la iniciativa privada. Los beneficiarios directos de los planteamientos de Friedman son los dueños del capital y los grandes inversionistas que están a la espera de los futuros contratos y negocios en comunicaciones, educación y salud. Con el respaldo de estos grupos, el modelo neoliberal se expande rápidamente y genera una serie de “reformas” dirigidas a facilitar la internacionalización y libre flujo de los capitales, la expansión de los inversionistas al ámbito del mercado de servicios, el desmonte de controles nacionales mediante el debilitamiento de los estados periféricos, el cambio de la cooperación internacional por el empréstito y la reducción del gasto público que ahora se reorienta al pago de la deuda.

En Colombia, la reforma sanitaria es una política Reformas de primera generación de segunda generación subordinada a la política eco(socioeconómicas) nómica (reforma de primera generación). La historia de este proceso es larga pero vamos a retomarla sólo Las primeras políticas de la reforma socioeconódesde la posguerra europea. En una Europa destrui- mica se orientaron a la liberalización de capitales, da por la guerra, sin vías, sin comunicaciones, sin la transformación de la cooperación internacional infraestructura para la producción, habitada por una en el negocio de los empréstitos y la reducción del población en la miseria y sin capacidad adquisitiva, Estado en los países periféricos. En realidad no es sumida en una crisis social y económica de una mag- correcto decir que el modelo neoliberal se propone nitud enorme, el Estado sale en ayuda del mercado: debilitar el Estado. Es comprensible que el mercado en cumplimiento del plan Marshal, el Estado euro- y los inversionistas necesitan sacudirse los controles peo invierte en servicios para la gente y mejora su estatales; de ahí que apoyen el debilitamiento de los capacidad de consumo; canaliza la inversión social —40—


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estados en la periferia; pero la liberalización de los mercados implica riesgos que los grandes inversionistas mundiales no van a correr sin el respaldo de estados fuertes en el núcleo. El mercado no puede prescindir completamente del Estado y sus aparatos, pues requiere de ellos para poner en marcha sus políticas; un ejemplo típico de ello es el papel nuclear que jugó el Ejecutivo en la transformación de la política sanitaria colombiana, como veremos más adelante. En América Latina las reformas socioeconómicas se propusieron a mediados de los 80 como la solución para superar las condiciones de pobreza. Paradójicamente los estudios sobre el desarrollo social y económico de América Latina muestran que el modelo fracasa sistemáticamente. En concepto de Stiglitz, (1) las reformas aumentaron la exposición de los países al riesgo sin acrecentar su capacidad para enfrentarlos; las reformas macroeconómicas han sido desequilibradas pues se centraron en la inflación y prestaron poca atención al desempleo y el crecimiento, y las reformas impulsaron la privatización y el desarrollo de sistemas privados, pero dieron escasa importancia al desarrollo del sistema público. El informe del Banco Mundial de 2.000 reconoce que en esta materia Colombia ha regresado al nivel de 1.988 (World Bank Group) y no es gratuito que recrudezcan la violencia, el crimen y los desplazamientos forzados; para 2.004 el mismo Banco Mundial estimaba que el 10% de la población más rica obtiene el 46.5% del ingreso total del país mientras el 20% más pobre sólo tiene el 2.7% (BANCO MUNDIAL, mayo 12 de 2.004).

Las reformas de segunda generación Las reformas de segunda generación se refieren al sector social y sus servicios. En relación con los sistemas de servicios de salud, las reformas se originan en dos frentes ideológicos diferentes. Desde los años 80, la Organización Panamericana de la Salud impulsó en América Latina la descentralización de los servicios como una estrategia para flexibilizarlos y acercarlos a las necesidades de las comunidades. (2) Paralelamente, la escuela de Chicago, asumía que los sistemas instalados en los estados de bienestar eran ineficientes y que los modelos de mercado resuelven mejor los problemas públicos y promovía otro enfoque; en vista de la ineficiencia de los servicios a cargo del Estado proponía desmontar su monopolio y sustituirla por servicios privados. En

Estimulados por el principio de utilidad financiera, que es en el fondo el verdadero principio filosófico que mueve el sistema, las administradoras incursionaron en el negocio de la prestación de los servicios y mediante un hábil manejo de la integración vertical instalaron sus propios servicios de salud desde donde realizan las actividades de mayor rentabilidad y contratan con las otras agencias los servicios donde la tasa interna de retorno es menor. Colombia este principio hizo carrera y la justificación de la reforma sanitaria en la ineficiencia del Sistema Nacional de Salud es un lugar común entre los analistas. (3) Varios análisis de la época coinciden en mostrar las fallas del viejo Sistema Nacional de Salud; lo más posible, sin embargo, (como lo demostró posteriormente el desarrollo del modelo) es que la verdadera justificación de la reforma se apoyara más en los intereses económicos en juego que en la intención de mejorar la salud pública.

3. Intereses en la reforma Más que un proceso técnico, la reforma sanitaria colombiana es producto de un movimiento global que, en el campo de la salud, refleja los intereses económicos de los inversionistas nacionales e internacionales en el mercado de los servicios sanitarios. Desde este punto de vista la reforma es un proceso político que responde a intereses económicos en controlar el negocio de los servicios médicos. En nuestro país, la reforma sanitaria fue impulsada por el gobierno de Gaviria, en seguimiento de las políticas del Banco Mundial y con el apoyo de la élite económica del país.

4. El proceso de la reforma En Colombia, la gestión de la política nacional frente a la salud fue propuesta desde la élite política en el gobierno, con base en estrategias y principios muy similares a los que aplicaron la reforma de primera ge-

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En la racionalidad del administrador, si el servicio no es una obligación expresamente citada en la ley no se brinda al usuario, aunque de acuerdo con el criterio médico el servicio sea indispensable para la vida. La gran contradicción de este lineamiento radica en su profunda inequidad pues siendo precisamente los más pobres quienes mayor necesidad tienen de ayuda, reciben un paquete más restringido.

neración, y con poca participación de otras agencias. (4) La Ley 100 de 1.993 es expresión concreta de una tendencia internacional en el campo de la reforma de la seguridad social, que estuvo expuesta a un contexto particular y que sucede a un complejo proceso de reforma política donde se habían dado ya otros momentos cruciales: “La descentralización de la administración pública y la transferencia de responsabilidades y recursos a los municipios; la descentralización de las instituciones de salud (Ley 10 de 1.990); la Asamblea Nacional Constituyente (Enero–Junio de 1991); la Comisión de Seguridad Social establecida por la nueva Constitución para definir los puntos básicos de un proyecto de seguridad social (Julio–Diciembre de 1991); la formulación del proyecto de reforma (1992); el debate en el Congreso con sus diferentes etapas: comisiones, sesiones plenarias, y el proceso de conciliación (1993); la redacción de la entidad regulatoria de la reforma (Enero–Agosto de 1.994); los decretos de transición (1.995) y el proceso de implementación”. (5) En este contexto, el Gobierno se propuso varias estrategias dirigidas a promover la reforma, que algunos investigadores han agrupado en tres: (4) • Formular nuevos esquemas de relación • Promover la creación de nuevos actores en el

sector • Transformar los viejos actores. Al igual que en otros países de América Latina, el proceso en Colombia estuvo a cargo de un “equipo de cambio” reclutado por el gobierno, técnicamente competente en economía, con fuertes vínculos verticales con oficiales de alto rango en el Gobierno y con vínculos horizontales entre sí y con otros núcleos decisores de la política económica (el Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional). Desde esta perspectiva el hecho de que el Ministerio de Salud se haya entregado a un economista no responde a un capricho del Presidente. Tampoco lo es que los altos cargos de dirección del sistema a nivel nacional, departamental y municipal se hayan entregado a profesionales con más interés en las finanzas que en salud pública. Desde la Universidad de Harvard, González y Bossert han estudiado los procesos de reforma en México, Colombia y Chile, encontrando grandes semejanzas entre ellos; específicamente en el caso de Colombia, los investigadores han destacado el papel de este pequeño grupo para liderar la reforma en salud en el país. De acuerdo con su investigación, este grupo estaba constituido por jóvenes que habían participado en reformas económicas de primera generación y que eran ajenos al sector de la salud pública, cuyo éxito estuvo relacionado con varios factores: a) su capacidad para desarrollar argumentos técnicos que dieran a la reforma un soporte de datos confiables y creíbles; b) su gran capacidad de cabildeo ante el Congreso y las élites económicas que veían en la reforma una jugosa fuente de utilidades y c) su aislamiento durante la etapa de formulación de las políticas, para que pudiera generar un paquete único y coherente.(4) “El aislamiento fue en parte por la premura del tiempo, pero también fue una estrategia deliberada dirigida a retener el control sobre la reforma” (5), aislar a grupos de interés adverso y limitar la influencia de actores que se oponían a la propuesta.(6) Sin embargo, durante la implementación de la reforma fue necesario involucrar otros sectores que inicialmente tuvieron menor capacidad de influencia. Al hacer énfasis en la regulación, los gestores de la reforma tanto en Chile como en Colombia suponían que los actores nuevos y las nuevas reglas del juego para el sector iban a forzar un cambio en la institucionalidad, sin necesidad de una confrontación directa en este campo; la reestructuración de las instituciones estatales correspondería a una segunda fase. (7). Hay que reconocer

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que acertaron en su estrategia y que la regulación desencadenó otros cambios, mucho más profundos, sobre la respuesta social. En la práctica durante la implementación, el debilitamiento de los hospitales y de la capacidad rectora de los organismos estatales de salud no sólo hacen más fácil su reestructuración sino que se esgrime como argumento para liquidarlos, fusionarlos o reformarlos. Durante la implementación, las instituciones privadas también cambiaron y refinaron notablemente su capacidad para obtener utilidades. En poco tiempo las aseguradoras se consolidaron como uno de los sectores económicos de mayor desarrollo, fortalecieron su poder financiero, traspasaron su negocio inicial e incursionaron en la prestación directa de los servicios con lo que mejoraban sus ganancias. Diez años después de la reforma se han convertido en el poder hegemónico del sistema. Una vez aprobada la ley, la fase de implementación de la política ha estado dominada por las EPS que en poco tiempo controlaron los recursos financieros y tienen en la actualidad un poder enorme sobre los demás actores y sobre el mismo gobierno. El poder político de las aseguradoras depende de su poder financiero y sus vínculos con las élites políticas y económicas del país. Los investigadores consideran que “fuera del Congreso existen otros grupos que intervienen en el proceso de desarrollo de políticas tales como asociaciones de productores, sindicatos, institutos privados de investigación, los medios, y grupos particulares que son afectados por decisiones sobre políticas. Aunque todos tienen cierto grado de influencia en ciertas etapas del proceso, son más vulnerables a la agenda del Estado por su falta de representación, la fragmentación en su interacción con los funcionarios públicos, y los mecanismos deficientes para afectar la formulación de políticas”. (8) Las organizaciones sociales han cambiado a lo largo de la historia. A decir verdad, la participación social en el viejo Sistema Nacional de Salud, nunca pasó (con honrosas excepciones) de una presencia instrumentalizada en comités institucionales con poca capacidad para incidir en las decisiones públicas. Es posible afirmar entonces que los usuarios han jugado un papel muy pobre en la formulación e implantación de la reforma; fuera de la acción de tutela y la movilización popular, los usuarios tienen muy pocos mecanismos efectivos para influenciar la política pública; no existe un defensor del enfermo y muchos de ellos no tienen la suficiente información

sobre sus derechos. (9) En cada una de las etapas que ha recorrido la formulación y puesta en marcha de la política, hubo un juego particular de intereses que se ha incorporado a la normatividad de manera explícita o implícita. Las tensiones dieron origen a dos tendencias: los grupos promercado, defensores del modelo neoliberal, y los grupos estatistas, defensores de un Estado Social fuerte y activo en el campo de lo público; las controversias más marcadas se dieron acerca de las ideas de solidaridad y eficiencia, y los roles del Estado y el mercado. Los intereses no sólo exigían que la ley incluyera explícitamente una frase, como que no la incluyera o la dejara insinuada. Los grupos promercado sustentaron su influencia en su cohesión interna, su competencia técnica en microeconomía y finanzas, los vínculos verticales y horizontales con los núcleos de poder del gobierno y las élites económicas, y el apoyo de agencias internacionales como el Banco Mundial y la Universidad de Harvard, el acceso a información crítica que manejaron a discreción, y el control selectivo sobre la participación de otros grupos.(3) (10). La argumentación económica se constituyó en un mecanismo que limitaba de hecho la participación de otros actores. (11) Por su parte, los grupos proestatistas, muy débiles durante el período de formulación de la política y sin respaldo político ni internacional, han actuado de manera desarticulada, y su poder para influenciar la política se ha relacionado más con la capacidad de movilizar

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Gran parte de las acciones de promoción y prevención que se realizan en el país son ejecutadas por el sector privado con base en contratos que poco o nada tienen que ver con un plan territorial de salud. Por su parte, las agencias privadas realizan sus planes con un criterio de utilidad institucional cuya relación con los planes gubernamentales está mediada por la conveniencia particular.


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a los gremios afectados y a la opinión pública. Por diferentes razones, las universidades colombianas y sus académicos han tenido en este proceso un papel muy pobre.

Un indicador de la calidad del servicio proviene de los reclamos de los usuarios. En este sentido, las acciones de tutela también son un indicador de la calidad. Entre 1.999 y junio de 2.002 se resolvieron más de 500.000 tutelas y la cuarta parte de ellas se interpuso para reclamar servicios de salud.

Cambios en la respuesta social Los cambios que la reforma ha introducido en la respuesta social frente a la salud, son también muy complejos. Yo me voy a detener sólo en algunos aspectos: 1. La fragmentación de las estructuras y los procesos del sistema. 2. La desinstalación del sistema de información. 3. La desarticulación del sistema de planeación. 4. El deterioro en la calidad de los servicios. 5. La tergiversación del principio de eficiencia. 6. La desintegración de los sistemas populares. 7. La reinterpretación de los valores y principios de la atención médica.

1. Fragmentación de las estructuras y los procesos del sistema La reforma ha fragmentado profundamente el sistema de atención sanitaria. Antes de la reforma política, el prestador del servicio era responsable de controlar el problema de salud integrando las acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y control de los determinantes en la comunidad. En contraste con lo anterior, la fragmentación de los agentes y de los procesos es una de las características más notorias de la política sanitaria en Colombia; esta condición es especialmente importante en tres lineamientos de la política que con frecuencia son también el núcleo de profundas incoherencias al interior de la norma: la separación de competencias, la segmentación de la clientela y la diferenciación de los paquetes. •Separación de competencias. La separación de pagadores, proveedores y reguladores se propuso con la idea de que las administradoras privadas hicieran una mejor administración de los recursos de la que hacía el viejo Sistema Nacional de Salud, y se encargarían específicamente de asegurar los riesgos y hacer una gestión eficiente de los recursos. Por su parte, los prestadores debían dedicarse a atender los enfermos con la máxima eficiencia y calidad, y los entes territoriales, exentos del engorroso trámite de la administración podían encargarse de controlar el sistema. En la práctica ninguna de estas premisas

se cumple. Estimulados por el principio de utilidad financiera, que es en el fondo el verdadero principio filosófico que mueve el sistema, las administradoras incursionaron en el negocio de la prestación de los servicios y mediante un hábil manejo de la integración vertical instalaron sus propios servicios de salud desde donde realizan las actividades de mayor rentabilidad y contratan con las otras agencias los servicios donde la tasa interna de retorno es menor; este caso ilustra una forma muy especial de concebir la eficiencia para beneficio de la empresa pero no del sistema. Por su parte, las instituciones que prestan servicios de salud, públicas y privadas, se mueven en función de sus contratos, de sus facturas y de sus descuentos por pronto pago; esta es la atmósfera que ahora se respira en los hospitales donde los médicos se limitan a prestar aquellos servicios que puedan facturar de acuerdo con el contrato. Los entes territoriales, a quienes la Constitución y la Ley les asignan la función de garantizar la salud, están también atrapados en un sistema donde no tienen ningún poder efectivo sobre las transacciones que hacen los administradores con los prestadores. Los entes territoriales argumentan que no tienen ni mecanismos ni recursos para realizar un control efectivo y menos para sancionar las anomalías. A esta condición debe sumársele el bajo perfil que los últimos gobiernos nacionales y regionales han dado al Ministerio de Salud, reduciéndolo a la condición de viceministerio y a las direcciones de los entes territoriales. La capacidad técnica y política del Estado

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para orientar la salud pública se ha deteriorado notablemente. Mucho de la memoria técnica en gestión de proyectos de salud pública se perdió después de la reforma, como lo sugieren los estudios de Arbeláez y de Kroeger sobre el control de la tuberculosis y la malaria respectivamente. •Segmentación de la clientela. La segmentación de la clientela es otra de las características del modelo, que fragmenta la población según su capacidad de pago en tres regímenes: contributivo, subsidiado y no asegurado. Se necesita hacerse el de la vista gorda para no percibir la profunda contradicción entre esta segmentación y los principios de universalidad e integralidad que defiende la misma ley. No se puede seguir afirmando que las directrices de la política son la universalidad, la integralidad, la equidad y la solidaridad, cuando la misma norma reconoce a unas personas un derecho y a otras no. •Diferenciación de los paquetes de servicios. Algo similar debe decirse de la diferenciación de los paquetes de servicios (Plan Obligatorio de Salud –POS–; POS Subsidiado, POS Parcial y PAB) organizados por el sistema según la capacidad de pago del cliente. Esta es otra incoherencia que exige muchos malabares éticos para ajustar la práctica a los principios. Quiero llamarles la atención sobre el término “obligatorio”, que en la práctica se ha convertido en plan mínimo. En la racionalidad del administrador, si el servicio no es una obligación expresamente citada en la ley no se brinda al usuario, aunque de acuerdo con el criterio médico el servicio sea indispensable para la vida. La gran contradicción de este lineamiento radica en su profunda inequidad pues siendo precisamente los más pobres quienes mayor necesidad tienen de ayuda, reciben un paquete más restringido. Consecuencia: desintegración de las intervenciones. La fragmentación de competencias, la segmentación de la clientela y la fragmentación de los paquetes de servicios, deterioran el ejercicio médico pues llevan a: • La desintegración de las intervenciones de prevención, diagnóstico y tratamiento que pretenden controlar la enfermedad. • La discontinuidad de los procesos asistenciales. • La desarticulación entre las actividades individuales y colectivas. En la actualidad, unos hacen el diagnóstico, otros el tratamiento y otros la visita domiciliaria, y cada

uno debe limitarse a lo que diga el contrato. El albañil tuberculoso tiene quimioterapia mientras esté asegurado; cuando pierde el trabajo pierde el seguro y la droga. Los pacientes con VIH saben que, aún con tutela, un mes tienen tratamiento y el otro no. Para cualquier médico es muy difícil hacer un buen trabajo en estas condiciones y el perjudicado es el enfermo. Aunque la desintegración del sistema es uno de sus aspectos más notorios, paradójicamente ha sido poco documentada. Muchas veces el mismo paciente no está en condiciones para captar esto. En Colombia hay muchos estudios en relación con la reforma pero pocos en salud pública. Algunas investigaciones, sin embargo, han puesto en evidencia la dinámica del deterioro. Un estudio sobre el control de tuberculosis –TB– en la reforma, elaborado por la doctora Arbeláez y otros investigadores (12) de la Facultad Nacional de Salud Pública, encontraron un franco deterioro en las acciones de control de la tuberculosis reflejado en la disminución de dosis aplicadas de BCG, la reducción en la búsqueda de casos y en la identificación de contactos, las bajas tasas de curación, las altas proporciones de pérdida en el seguimiento, la ruptura entre las acciones individuales y colectivas de control y la desintegración del sistema de información; el estudio concluye que la competencia regulada en Colombia ha mostrado un efecto negativo en el control de la tuberculosis debido a la dominancia de la racionalidad económica y al debilitamiento del liderazgo estatal. El estudio sobre el control de la malaria realizado por Kroeger y colaboradores (13) encontró que varias de las deficiencias del viejo Sistema Nacional de Salud no han sido resueltas, mientras algunas de sus fortalezas como la capacidad instalada, la planeación y la supervisión de las actividades se han perdido en el nuevo modelo y que estos cambios han llevado no sólo a una reducción en las acciones de control sino también a un aumento de los casos de malaria. Los investigadores conceptúan que reconstruir el control de la malaria implicará en la actualidad un esfuerzo aún mayor que el que pudiera anticiparse hace unos años.

2. Deterioro del sistema de información Antes de la reforma había en Colombia un sistema de información que condicionaba la transferencia de recursos a la documentación de las variables críticas. Después de la reforma este sistema ha

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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Efectos de la Ley 100 sobre la institucionalidad de la salud en Colombia*

presentado un marcado deterioro. La información sobre mortalidad sale con cuatro años de retraso y en algunas regiones el subregistro puede superar el 10%. Desde 1.998 no hay registro de contactos en TB. El problema no es solo falta de información sobre aspectos críticos. Actualmente las agencias del sistema recogen un volumen enorme de información que nadie procesa; no existe un proceso definido para la utilización de las bases de datos del SISBEN y de los RIPS que se recopilan más en cumplimiento de un requisito que para la toma de decisiones. Más grave aún, las agencias estatales y privadas son muy celosas con información que puede comprometer su gestión y retienen la información crítica sobre el funcionamiento del sistema dándole un manejo confidencial. Este deterioro en el sistema de información no es un lamentable subproducto de la reforma, sino el reflejo del desinterés de los actores por evidencias que demuestren el resultado de la gestión.

3. La desarticulación del sistema de planeación La política vigente durante el Sistema Nacional de Salud se fundamentaba en el subsistema de planeación y condicionaba también el flujo de recursos al cumplimiento de los planes territoriales. Había una subordinación de los planes municipales al departamento y de estos a la Nación. El valor de la planeación ha cambiado mucho en los últimos años. Los inversionistas y en general el mercado liberal responden mal a los límites que les impone la planificación; se sienten incómodos ante planes que les obligan al cumplimiento de metas; saben que en cualquier momento puede presentarse una oportunidad más rentable y que los planes centralizados pueden atraparlos en obligaciones que ya no son rentables. El mercado cree más en la flexibilidad de los proyectos que pueden elegirse por conveniencia o pueden liquidarse y abandonarse cuando dejan de ser rentables. Pese a los esfuerzos de algunos organismos de control, los planes de los entes territoriales han perdido mucho de su fuerza indicativa y se han convertido en nichos para incubar contratos con el sector privado. Gran parte de las acciones de promoción y prevención que se realizan en el país son ejecutadas por el sector privado con base en contratos que poco o nada tienen que ver con un plan territorial de salud. Por su parte, las agencias privadas realizan sus planes con un criterio de utilidad institucional cuya relación con los planes gubernamentales

está mediada por la conveniencia particular.

4. Deterioro en la calidad de los servicios Otro de los objetivos formales de la política sanitaria es el mejoramiento de la calidad. En el campo de la salud, la evaluación de la calidad es un serio problema aún no resuelto; los expertos coinciden en que la calidad presenta dos dimensiones independientes: la calidad técnica, relacionada con las condiciones de seguridad, efectividad, eficiencia y oportunidad, y la calidad percibida, relacionada con las experiencias previas, los conocimientos, las actitudes y los valores culturales. La primera es relativamente más fácil de establecer. Interesados por establecer el impacto de las reformas sobre la calidad técnica, un estudio realizado por funcionarios de OPS en 14 países (14) evaluó cinco indicadores: la disponibilidad de medicamentos esenciales, la incidencia de infecciones intrahospitalarias, el porcentaje de pacientes a quienes se entrega un informe de alta, el porcentaje de hospitales con comités activos de calidad y el porcentaje de establecimientos de primer nivel con comités activos de calidad. Aunque los investigadores no identifican los países, los hallazgos fueron desalentadores; sólo un país superaba la prueba. En relación con la calidad percibida, el problema es más serio y radica en la validez de los métodos utilizados; hacer una evaluación de la calidad percibida es algo más que hacer una encuesta de satisfacción; los investigadores (14) estudiaron cinco indicadores: la posibilidad de que el usuario seleccione libremente el prestador, independientemente de su capacidad de pago, el porcentaje de instituciones con programas activos para mejorar el trato al usuario, el porcentaje de establecimientos con procedimientos específicos de orientación al usuario, el porcentaje de instituciones que exploran sistemáticamente la percepción de los usuarios, la existencia de comisiones de arbitraje y la satisfacción de los usuarios. Podemos estar de acuerdo en lo difícil que es evaluar la calidad en salud. Pero un indicador de la calidad del servicio proviene de los reclamos de los usuarios. En este sentido, las acciones de tutela también son un indicador de la calidad. Entre 1.999 y junio de 2.002 se resolvieron más de 500.000 tutelas y la cuarta parte de ellas se interpuso para reclamar servicios de salud. Esta reclamación, que refleja la insatisfacción de los usuarios frente la calidad del servicio de salud es vista por las administradoras

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como una amenaza para sus ingresos. En una declaración de diciembre de 2.004, la directora de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social consideraba que el 62% de las tutelas en Colombia se refieren a la seguridad social y son un peligro para el equilibrio financiero del sistema.

5. Reinterpretación del principio de eficiencia Uno de los argumentos más socorridos para impulsar la reforma sanitaria fue la ineficiencia del viejo Sistema Nacional de Salud. En honor a la verdad, muchas de las críticas fueron perfectamente válidas y reflejaban bien la dinámica de un sistema que en sus 15 años de existencia tuvo muchos aciertos y muchos errores. En relación con la eficiencia es importante tener en cuenta tres situaciones: La reforma ha tenido mucho más dinero, sin mostrar mejores resultados. Efectivamente, nunca hubo en Colombia tanto dinero para salud; en 10 años el PIB destinado a salud ha aumentado de 1,7% a 9%, y el sistema dispone ahora de cuatro veces más dinero que antes de la reforma. Pocos países en América Latina invierten tanto dinero en salud, y sin embargo los indicadores de salud de la gente no muestran mejoría. El indicador de cobertura con aseguramiento es engañoso; no refleja un beneficio real para la población; un seguro no es un bien por sí mismo; un seguro sirve si me protege del daño o me atiende cuando se me presenta la inevitable contingencia; afirmar que el aseguramiento pasó del 20% al 54% sólo indica que antes se cobraba cotización al 20% de la población y hoy el negocio ha mejorado notablemente. El aseguramiento no refleja la atención efectiva a los usuarios. De acuerdo con Ascofame, la atención en salud sólo llega al 54% de los colombianos (Ascofame, agosto 24 de 2.005). Aunque en teoría el término eficiencia se asume como un tecnicismo, en la práctica es un concepto muy contaminado ideológicamente, y en la política sanitaria de Colombia se ha convertido en una herramienta de las administradoras para aumentar su rentabilidad institucional. Cuando las aseguradoras contratan por volumen, solicitan descuentos o contratan a destajo, están aumentando sus utilidades, pero a costa del esfuerzo de los prestadores y trabajadores de la salud. Es una eficiencia ficticia... Otros hacen el esfuerzo para ellas, pero este ahorro no revierte en el beneficio del sistema. Este es un manejo muy amañado del término que escon-

de la inutilidad de la intermediación y justifica la subcontratación. La política sanitaria colombiana incentiva la subcontratación entre diferentes intermediarios generando una cadena de “costos agregados” que no necesariamente están respaldadas en un valor agregado. Yo me pregunto, ¿en qué consiste el servicio que cobra una aseguradora cuando subcontrata por capitación y responsabiliza del riesgo a la institución hospitalaria? En esta cadena de intermediaciones gran parte del dinero no llega al usuario. De acuerdo con el reporte de Planeación Nacional en septiembre de 2.004, de 25 billones de pesos destinados por el Estado a los subsidios, 9 billones no llegan a la población más pobre. Otro uso amañado del término eficiencia se relaciona con la contención de costos. La eficiencia puede relacionarse con la contención de costos, pero no puede hacerlo a expensa de costos de operación que reflejan la obligación de la empresa frente a los derechos de los usuarios. La eficiencia del sistema debe valorarse también en función de la corrupción. La encuesta de Confecámaras de agosto 4 de 2.001 estimaba que la corrupción en la contratación en salud asciende anualmente a 10-13%, equivalente a 250.000 millones de pesos y el Ministro de Protección Social considera que la corrupción es el principal problema del sistema. Comparto parcialmente este concepto del señor Ministro y creo que debería profundizarse en su análisis. Uno de los supuestos del modelo neoliberal es que el sector estatal corrupto no hace un buen manejo de los recursos. Esta es una concepción ideologizada y muy superficial de la corrupción. Yo no conozco una agencia estatal que corrompa a otra; en cambio, en el 100% de los casos de corrupción está involucrada una institución privada o un funcionario que obra como agente particular. Esta concepción amañada de un problema tan serio como la corrupción exime de responsabilidad al sector privado y nos lleva a pensar que la fiebre está en el Estado, cuando las comisiones y pagos por el cabildeo de contratos pueden ser una regla de juego implícita en el modelo de mercado. En este contexto, no extraña que algunas aseguradoras generen utilidades de $58.000 millones de pesos anuales y que algunos de sus directivos perciban salarios de 61 millones de pesos mensuales, mientras los hospitales estatales se encuentran en quiebra y un médico de tiempo completo, que adi-

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cionalmente hace tres turnos nocturnos por mes, gane menos de 2 millones de pesos.

6. Desintegración de los sistemas populares La reforma también ha desarticulado los recursos de promotoras rurales y promotores de saneamiento que, con gran esfuerzo, se habían integrado a lo largo del país para controlar los determinantes de la salud y movilizar las organizaciones populares hacia el autocuidado. Hoy son pocos los municipios que, por su cuenta y sin el respaldo del sistema, mantienen esta estrategia. Como es muy difícil facturar el servicio de una promotora, no cabe en el modelo.

7. Reinterpretación de los valores y principios de la atención médica Para terminar, voy a referirme a un asunto, ciertamente intangible y que no figura explícitamente en la ley, pero que en mi opinión refleja un cambio crucial en la política sanitaria; es la reinterpretación de los valores y principios que inspiran la comprensión y atención de la salud. El énfasis de la política sanitaria en el modelo de competencia ha impuesto un cambio en los patrones éticos del sistema, donde la rentabilidad económica de los inversionistas, la competencia por los recursos y el afán por sobrevivir en el mercado se consideran más valiosos que la solidaridad, la equidad y el derecho a la vida. Este, a mi modo de ver, es el núcleo del cambio que ha experimentado la política nacional en salud. La actual política sanitaria de Colombia impone a la respuesta social una racionalidad perversa que en lugar de contribuir a amortiguar las enfermedades y defunciones y controlar sus determinantes, supedita el beneficio público al beneficio de los inversionistas. Los intereses del mercado se han impuesto también a la ética social y quieren hacernos creer que el pretendido derecho de los inversionistas a la rentabilidad predomina sobre el interés de la gente por sobrevivir. Es en este punto donde algunos no estamos dispuestos a ceder.

* Ponencia presentada en el seminario internacional “El derecho a la salud en Colombia y la reforma al sistema de salud”, que promovió la Facultad Nacional de Salud Pública el 9 y 10 de marzo de 2005 en Medellín.

Referencias (1) Stiglitz J. El rumbo de las reformas: Hacia una nueva agenda para América Latina. Revista de la Cepal 2003 Aug;80:7. (2) Vásquez M, Siqueira E, Kruze I, Da Silva A, Leite I. Los proecesos de reforma y politica social en América Latina. Gac Sanit 2002;16(1):30-8. (3) González-Rossetti A, Mogollón O. La reforma de salud y su componente político: Un análisis de factibilidad. Gaceta Sanitaria 2002;16(1):39-47. (4) González-Rossetti A, Mogollón O. La reforma de salud y su componente político: un análisis de factibilidad. Gaceta Sanitaria 2002;16(1):39-47. (5) González-Rossetti A, Bossert T. Mejorando la Factibilidad Política de la Reforma en Salud: un análisis Comparativo de Chile, Colombia y México. [36]. 2000. Iniciativa Regional de Latino América y el Caribe para la Reforma en Salud. Ref Type: Serial (Book,Monograph) (6) Ibid (7) Ibid (8) Ibid (9) Varela A, Carrasquilla G, Tono T. Asimetría en la información: Barreras para la implementación d ela reforma en Colombia. Colombia Médica 2002;33(3):95-101. (10) Op. cit. (11) Op. cit (12) Arbeláez M, Gaviria M, Franco A, Restrepo R, Hincapié D, Blas E. Tuberculosis control and managed competition in Colombia. Int J Health Plann Mgmt 2004;2004(19):S25-S43. (13) Kroeger A, Ordoñez-Gonzalez J, Aviña A. Malaria control reinvented: health sector reform and strategy development in Colombia. Tropical Medicine and International Health 2002;7(5):450-8. (14) Ross A, Zeballos J, Infante A. La calidad y la reforma del sector salud en América Latina y el Caribe. Rev Panam de Salud Pública 2000;8(1:2):93-8.

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Las Facultades de Educación ante una nueva oportunidad de florecimiento Por José Ramiro Galeano Londoño*

“Aprender es, simplemente, una nueva forma de trabajar” (De la Rica E. 2002)

En el último decenio, con el auge del capital intelectual como uno de los recursos intangibles que confiere mayor valor a la sociedad, con el ingreso en un nuevo siglo, a la sociedad del conocimiento, a las universidades se les ha comenzado a exigir producción del conocimiento, es decir, hacer el tránsito del conocimiento tácito al explícito, del conocimiento enraizado en el individuo, desde sus paradigmas, técnicas e ideas subjetivas, al conocimiento de forma verbal, escrito y expresado a través de códigos, para dar cuenta de una universidad investigadora por excelencia. Dar este cambio en la universidad es tocar la estructura mental de estudiantes y profesores, para la creación de conocimiento y la reconversión del recurso humano que trabaja en la universidad. Que existan planes de formación con acreditación de calidad, informes sobre el crecimiento de grupos investigaciones, planes de

*Profesor Titular Departamento de Pedagogía Facultad de Educación Universidad de Antioquia

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desarrollo. Bienvenido el florecimiento de los grupos de investigación en la universidad, como indicador de cambio, pero ante todo como demostración del paso del aprendizaje individual al grupal y camino al aprendizaje organizacional, para el cambio institucional.

El discurso académico convencional, por lo demás oficial que ostentan los grupos que no renuevan sus paradigmas y que forman discípulos dentro de él, tiende a oscurecer el proceso de creación y gestión del conocimiento cuando sólo lo hacen por el afán de mostrar productos, sin revisar y propiciar los cambios; para algunos grupos lo más importante es escribir para los evaluadores de artículos de revistas, para entregar informes de investigación, de gestión o el balance social, para la publicidad o la simple y natural búsqueda de reconocimiento a fuerza de aparecer en revistas y periódicos.

Expertos y emprendedores Pero hay que tener un especial cuidado. El discurso académico convencional, por lo demás oficial que ostentan los grupos que no renuevan sus paradigmas y que forman discípulos dentro de él, tiende a oscurecer el proceso de creación y gestión del conocimiento cuando sólo lo hacen por el afán de mostrar productos, sin revisar y propiciar los cambios; para algunos grupos lo más importante es escribir para los evaluadores de artículos de revistas, para entregar informes de investigación, de gestión o el balance social, para la publicidad o la simple y natural búsqueda de reconocimiento a fuerza de aparecer en revistas y periódicos. Una parte de la esencia de la investigación está en cuanto se aprovecha para renovar, para ascender del aprendizaje individual al organizacional y esto necesita algo más que informes, requiere de la reconversión de los individuos, para hacer que exploren nuevas formas del conocimiento mientras se explota lo aprendido, es decir, “mientras la intuición del experto ilumina los procesos importantes de reconocimiento de los patrones, la intuición del emprendedor tiene que ver más con la innovación y el cambio” (Ibídem, 2002: 68). Son los emprendedores los que exploran nuevas conexiones, perciben nuevas y emergentes relaciones como aspectos clave de su intuición. Los emprendedores se guían por la interpretación, la integración y la creación del conocimiento. Quedarse en la explotación del conocimiento, en el haber sido, que ya no es, ser esencialmente tradicionalista, conservadurista, seguir viviendo de las glorias pasadas, es el comienzo del fin. Esta tensión entre la explotación y la exploración del conocimiento en los procesos de aprendizaje organizacional para la excelencia en la universidad de hoy, implica un esfuerzo en tres sentidos: en primer lugar, hallar, de una parte, el equilibrio entre la práctica de explotación del conocimiento, la práctica de creación; segundo, hacer el cambio del aprendizaje individual al organizacional con la mediación de los grupos de investigación para que lo investigado pueda permear inicialmente los individuos del gru-

po; y tercero, entender la gestión de una facultad, escuela, instituto o universidad como gestión del conocimiento en tránsito de un aprendizaje individual al organizacional, dentro de un Plan de Desarrollo y un Proyecto Educativo y no como simples informes de actividades.

Universidades privadas y oficiales Hoy, más que nunca, la universidad debe insertarse en la sociedad a través de los procesos de creación, transferencia y acumulación de conocimiento, participando en actividades y programas de desarrollo local, ingresando en las dinámicas de los nuevos tiempos, aportando sus productos a la sociedad, egresados de excelencia, y conocimiento en sus diferentes formas de circulación: revistas, libros, impresos, periódicos, CD-ROM, DVD, videos, etc.; aportar lecturas sobre la realidad en este mar de incertidumbre. La universidad ha ingresado en los cambios técnicos y en los diseños curriculares y de gestión por la aplicación a estrujones de la normatividad últimamente impuesta por el gobierno, acreditación y registro calificado, pero también ha ingresado en una integración epistemológica, esto es, entró en una reforma al pensamiento universitario, de la cultura universitaria, las modernas teorías de la educación,

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el currículo, la pedagogía, la didáctica, las metodologías de investigación y del mismo uso cotidiano de las modernas tecnologías de informática y comunicaciones; es decir, no es sólo rediseño de planes de formación. La universidad ha iniciado el paso del aprendizaje individual de profesores y estudiantes al aprendizaje organizacional como bien lo muestra el florecimiento de los grupos de investigación, sobre todo el de aquellos que han entrado en la integración de teorías curriculares como mediación entre el pensamiento y la acción en la búsqueda de la excelencia en la universidad. Y, aunque parezca extraño para algunos plantearse la existencia de un currículo posmoderno, sin éste no sabríamos cómo dirigir la innovación y el cambio, las posturas epistemológicas de los profesores en su desempeño docente, los paradigmas que orientan su metodología de desarrollo de la clase y de la investigación, la interpretación que hacen de los cambios en los planes de formación, su participación en el diseño de un proyecto colectivo de universidad y la acción de los grupos de investigación y de los comités de currículo, los comités de carrera y los colegios académicos en la dirección de la reforma al pensamiento en cuanto a la gestión del conocimiento y a la creación del mismo en la universidad. La velocidad a la que se producen los cambios, la facilidad de acceso a la información, los nuevos productos y servicios, la globalización de la economía, la política, la cultura, la información, la música, los nuevos mercados y los nuevos competidores hacen ver el modelo de universidad deseado en la búsqueda de una ventaja competitiva, entendida ésta como la superioridad o mejoría respecto a otra, “determinando cómo somos percibidos por el cliente. En estas circunstancias, aprender más rápido que nuestros competidores puede ser la única ventaja competitiva sostenible en el tiempo” (De la Rica, E. 2002:1).

La integración de voluntades La teoría para la transformación a partir de la interpretación de las normas que viene expidiendo el Gobierno Nacional, no surge de forma espontánea; las teorías y tendencias curriculares surgen a partir de la dimensión teleológica y de la dimensión pedagógico-curricular, didáctica y de nuevas tecnologías de informática y comunicaciones que se sustentan en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y no es suficiente como conocimiento tácito, sino como

conocimiento explícito de aprendizaje individual, grupal y posteriormente organizacional, como visión compartida de universidad. Sobre estos documentos puede ocurrir una de estas opciones: identificar los elementos más pragmáticos como proceso instrumental para seguir haciendo lo mismo, aunque se diga que se tiene la acreditación, o hacer la reflexión filosófica como proceso creativo, en donde aprender es el camino hacia las organizaciones inteligentes (Ibídem, 2002: 3). Es aceptado que al sistema educativo superior colombiano le falta calidad, por ello la normatividad aplicando la reforma, pero poco avanzamos mientras las viejas concepciones epistemológicas del currículo se sigan apoderando de lo que podrían ser el nuevo sentido para la universidad de comienzos de milenio. La calidad de la educación superior, así sea un término polisémico, está íntimamente relacionada con la concepción epistemológica y el desempeño integral de los docentes, estudiantes y docentes directivos. En este momento, después de la acreditación de calidad, lo más importante es la realidad curricular como cultura universitaria, como pensamiento epistemológico de los profesores, es decir, el currículo concebido a partir de un proyecto político y cultural de facultad, de universidad, de ciudad, de región y de nación en la globalización, en un espacio de singularidad y de identidad dentro de la diversidad. Habrá cambio si la época de los objetos epistémicos únicos y eternos queda atrás para abrir campo a una concepción interdisciplinaria, de integración epistemológica pero sobre todo de integración de voluntades. “La mesa está servida para que el docente elija el menú, pero falta una pregunta: ¿estamos preparados para saber hacer las combinaciones de un buen gourmet y no tener problemas de indigestión?” (Torres G., José A. 2002). ¿Para conjurar el malestar que ha creado la nueva normatividad en la cultura universitaria? Se trata en este caso de integrar sinérgicamente las teorías en un proceso que reconcilie lo académico con lo cotidiano, lo filosófico con lo científico, el pensamiento racional con el pensamiento extrarracional, lo divergente con lo convergente, lo global con lo local. El discurso curricular posmoderno debe recuperar la voz de los históricamente marginados, los alumnos, para que puedan contar sus propias historias. Toda esta dinámica no se produce en el vacío, viene envuelta en una concepción epistemo-

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La universidad ha iniciado el paso del aprendizaje individual de profesores y estudiantes al aprendizaje organizacional como bien lo muestra el florecimiento de los grupos de investigación, sobre todo el de aquellos que han entrado en la integración de teorías curriculares como mediación entre el pensamiento y la acción en la búsqueda de la excelencia en la universidad.

lógica como marco político y cultural, del que se suelen tomar referentes, teorías, enfoques, valores, como un sistema abierto y complejo de donde resultan las llamadas concepciones o tendencias curriculares necesarios de explicitar, en donde la teoría curricular posmoderna se empieza a ver como la integración de paradigmas epistemológicos y saberes, pero ante todo de voluntades para un cambio concertado y planeado. La actividad pedagógica admite dos formas de actuación: enseñar y educar. Mientras la enseñanza implica simplemente exponer conocimientos, por lo común de tipo conceptual y procedimental y de carácter casi siempre científico o técnico dirigidos a formar trabajadores, la educación conlleva una actividad más compleja, pretende el desarrollo de todas las capacidades de la persona, incluidos los valores y las actitudes, capacidades que se consideran necesarias para desenvolverse como ciudadanos con plenos derechos y deberes en la sociedad en la que viven y esto es lo que debe hacer la universidad.

Las concepciones epistemológicas Las concepciones epistemológicas más representativas en la tradición crítica del pensamiento contemporáneo son: el empirismo, el racionalismo, el pragmatismo, el positivismo, el materialismo dialéctico, el pensamiento histórico-hermenéutico y el crítico social, en relación con la pedagogía están los empírico-positivistas y los constructivistas, con

el currículo, los técnicos, prácticos y críticos, y en relación con la didáctica están los tradicionales y constructivistas. Cada una hace un enfoque del conocimiento de singular importancia para los educadores universitarios en su desempeño como proceso de gestión del conocimiento en la universidad. Estos enfoques epistemológicos influyen en los tipos de práctica que se presentan en la formación de normalistas superiores, licenciados, nutricionistas, bacteriólogos, ingenieros, abogados, médicos y en los posgraduados, etc. ¿Cuál de estos enfoques podemos recomendar a las Facultades de Educación que forman los educadores, si reconocemos que las concepciones epistemológicas de los profesores son básicas para interpretar el currículo? Poco más de tres décadas lleva el currículo de hacer presencia en nuestro medio, pero es en este nuevo milenio cuando ha comenzado a formar parte del lenguaje del profesorado no sólo de los niveles infantil, básica y media, también en el nivel universitario y desde entonces ha evolucionado hasta dar cuenta de distintas teorías y tendencias, prevaleciendo en nuestro medio la teoría técnica. Esta teoría es la que ha venido sirviendo de enfoque al currículo, aún en estos procesos de acreditación, como tránsito del currículo tradicional al técnico. Centra toda su atención en el objeto de conocimiento (ciencia, tecnología, técnica, artes), pero a la vez se ha hecho una apertura importante al currículo de interés histórico hermenéutico al considerar el desarrollo integral del individuo (ético, moral, social, político, emocional), y al comenzar a responder a los requerimientos sociales, las necesidades y problemas del contexto: (políticos, sociales, económicos, culturales e históricos) se ha dado también una apertura a la teoría crítica. Los avances del currículo se han venido incorporando paulatinamente en los cambios de mejoramiento de la calidad de la educación superior, aunque en muchos casos queda oculto bajo el ropaje del lenguaje, se dice pero no se hace, o abiertamente se orienta desde el interés técnico negando su avance y desconociendo su desarrollo como una práctica compleja; esto obliga a un necesario desentrañamiento como posibilidad de adentrarnos en un lenguaje nuevo. Y es así como los estudiantes se resisten a cambiar, a abandonar sus paradigmas y cambiarse al paradigma que el profesor les ofrece; también el profesor se niega a cambiar los propios, y

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sin un aprendizaje individual nuevo, no llegaremos al aprendizaje grupal para avanzar hacia un aprendizaje organizacional. Los empiristas representan la filosofía que acompaña al currículo técnico, el cual se orienta desde la teoría empírico-analítica. Los racionalistas son los que sustentan la primacía de la razón en el desarrollo del conocimiento, afirman que la experiencia no puede proporcionarnos todo el potencial para el conocimiento, en particular las ideas normativas y los principios por cuyos medios razonamos. Los pragmáticos se basan en la experiencia práctica, tanto del individuo mismo como de otras personas, de las cuales toman recomendaciones de una importancia teórica directa, en donde se ha dado ese cambio, como muestra de que sí es posible. Los positivistas dicen que el espíritu humano es incapaz de conocer la naturaleza y las causas reales de las cosas. Dicen que la prudencia exige contentarse con el establecimiento de las leyes concebidas en sucesión constante y que el filósofo se debe ocupar de la realización de la síntesis de esas leyes (filosofía positivista). Lo que propiamente niega el positivismo es el método reflexivo; quiere construir la ciencia del hombre sin el hombre. Sólo reconoce a la presencia inmediata de los objetos, hacer del cambio una reingeniería de los objetos, sin una reingeniería humana. Los materialistas por su parte consideran que el conocimiento del estudiante no puede separarse, ni en lo más mínimo de la práctica; repudian todas las teorías que niegan su importancia o separan de ella el conocimiento, dicen que hay que tener presente la unidad concreta e histórica de lo objetivo y de lo subjetivo, de la teoría y de la práctica, del saber y del hacer. En una interpretación más explícita de la pedagogía, los empirico-positivistas afirman que enseñar es transmitir conocimientos, que para enseñar no es necesario tener en cuenta lo que los alumnos ya saben, porque enseñar es exponer de manera clara los contenidos. En tanto que los profesores constructivistas parten de lo que los alumnos ya saben, crean un ambiente en el cual las reelaboraciones y nuevas elaboraciones de los estudiantes son sometidas a discusión y al juicio del grupo, en una posibilidad continua de creación de conocimiento. En el campo del currículo los técnicos solo precisan lo que exige la norma, los prácticos interpretan y los críticos transforman; en tanto que los didácticos hacen del aprendizaje una transmisión o creación del conoci-

Son los emprendedores los que exploran nuevas conexiones, perciben nuevas y emergentes relaciones como aspectos clave de su intuición. Los emprendedores se guían por la interpretación, la integración y la creación del conocimiento. Quedarse en la explotación del conocimiento, en el haber sido, que ya no es, ser esencialmente tradicionalista, conservadurista, seguir viviendo de las glorias pasadas, es el comienzo del fin.

miento por medio de la investigación según el enfoque epistemológico que adopten. La metodología de enseñanza guía el trabajo en el aula, pues no se concibe la educación descrita como una instrucción basada en la transmisión o la acumulación memorística del saber, sino mediante la construcción personal del conocimiento por parte de cada alumno que aprende. Por eso se afirma que sin el profesorado no es posible ninguna innovación en la enseñanza y en el aprendizaje. Esto significa que la educación, en todos los niveles, ahora más que nunca, requiere educadores profesionales capaces de tomar decisiones con autonomía y rigor, no en forma individual sino desde los comités de currículo, los grupos de investigación, los colegios académicos, los núcleos curriculares interdisciplinarios, como lugares en el camino hacia el aprendizaje organizacional, hacia el cambio institucional.

Un nuevo florecimiento de las Facultades de Educación Esto nos lleva a reconocer la importancia de las concepciones epistemológicas en la formación de los profesores, su aprendizaje individual, pues de estas concepciones depende la gestión del currículo, del conocimiento y no solamente de los documentos escritos; es desde estas concepciones que los profesores interpretan el currículo y determinan sus prácticas, los cambios, las

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innovaciones. Es desde el aprendizaje individual como se puede generar el cambio pasando por el aprendizaje grupal hasta llegar al aprendizaje organizacional y esta es una tarea para las Facultades de Educación, la formación, reconversión y actualización de docentes para responder no sólo a esta dinámica de la acreditación si no también a las exigencias de los nuevos estatutos docentes expedidos para acompañar esta reforma educativa, los decretos 1278 y 1279 del 2002. De conformidad con esta dinámica y estas normas, las mismas Facultades de Educación necesitan una actualización de su profesorado, una tarea que habrá de iniciarse por los comités de currículo, asesorando los consejos en los perfiles de docentes deseados y abriendo seminarios de actualización del profesorado, de conformidad con los nuevos planes de formación diseñados para vincular a esta reconversión a los docentes de las Normales Superiores e instituciones acreditadas con ISO 9000 y a los profesores de la universidad; apoyando los grupos de investigación, generando semilleros de docentes y estudiantes en los conocimientos nuevos. Vinculando los doctores que están regresando después de varios años en el extranjero, a generar liderazgo para abrir en la universidad el mismo programa recibido; es decir, estamos ante una oportunidad para un nuevo florecimiento de las Facultades de Educación como la que se dio ante la expedición de los decretos 2277 de 1979 y 080 de 1980. Las Facultades de Educación deberán abrir diplomas, especializaciones, maestrías y doctorados en las disciplinas propias de la educación: la pedagogía, el currículo, la didáctica, las didácticas específicas, la formación en nuevas tecnologías aplicadas a la educación, para la reconversión y actualización de los docentes que demanda la actual reforma educativa tanto de la universidad con docentes de tiempo completo, medio tiempo, ocasionales y de cátedra que sólo tienen pregrado, y los que tienen maestría para que realicen el doctorado; y las mismas Facultades de Educación al fijar los perfiles para las nuevas convocatorias de docentes, debe ser coherente con los planes de mejoramiento después de la acreditación. De los nuevos profesores se espera mucho más que un aprendizaje individual, se necesitan liderando procesos para hacer que las instituciones educativas acreditadas entre ellas la misma

universidad, toda en su conjunto, pueda ascender del nuevo aprendizaje individual al aprendizaje organizacional, dar el paso de la inteligencia individual a la inteligencia colectiva del profesorado para seguir el camino en la búsqueda continua de la excelencia universitaria.

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BIBLIOGRAFÍA Galeano Londoño, José Ramiro, 2004. Cómo gestionar la calidad en la educación. Facultad de Educación, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. 296 páginas. López Gómez, María, 2002. La Gestión del conocimiento en la universidad. En: Revista Tecnología Administrativa, Vol. XV N°36. Julio, diciembre. Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Sacristán, Gimeno, 1997. Comprender y trasformar la enseñanza. Madrid: Morata. De la Rica, E. 2002. Caminando hacia las organizaciones inteligentes. En: primeras jornadas de gestión del conocimiento: investigación y transformación. Vicerrectoría de extensión Universidad de Antioquia, Agosto 26. Gallego B. Rómulo, 1999. El problema del cambio en las concepciones epistemológicas, pedagógicas y didácticas. Universidad Pedagógica Nacional. Torres González, José Antonio, 2002. ¿Existe un currículo posmoderno? De las teorías curriculares de la modernidad al currículo posmoderno. En: Revista Innovación Educativa N° 12. Universidad de Santiago, España.


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Relaciones entre educación y cultura Por Gabriel Jaime Arango Velásquez*

Este texto corresponde a la conferencia de marzo/2005 de la CÁTEDRA ABIERTA Universidad, Cultura y Sociedad, coordinada por el Departamento de Extensión Cultural (Vicerrectoría de Extensión) de la Universidad de Antioquia.

Al reflexionar sobre la dimensión social de la cultura, lo que en verdad buscamos es una oportunidad para agudizar la comprensión de los procesos culturales, mediante los cuales el Hombre y la Sociedad definen y logran el pleno desarrollo de su ser individual y comunitario. Comprensión que a su vez posibilita nuestro compromiso con el desarrollo educativo y cultural de la sociedad. Para el logro de este propósito consideramos una de las variables que mejor explica esa dimensión: la relación existente entre educación y cultura.

Educación Sea lo primero precisar qué es la educación y cuál es su función social, o lo que quizá sería mejor, cómo es que la organización social determina la educación. Al nacer, el hombre encuentra establecidas, y en buena medida, las condiciones físicas, naturales y culturales en las cuales ha de realizar su existencia. En el mundo cada individuo encuentra desde su origen, en forma más o menos organizada, al hombre que lo ha precedido, y frente a él se le presentan como primeras alternativas el acercamiento, la integración y la socialización. Por ello se ha dicho, y con razón, que por naturaleza el hombre es un ser social. Si bien es cierto que desde su más temprana edad el hombre inicia el proceso específico que le permite adquirir la cultura de su grupo e interiorizar sus normas, buscando que su conducta comience a tener en cuenta las experiencias y las expectativas de los otros,

*Subdirección Educación, Cultura y Bibliotecas Comfenalco Antioquia

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también lo es, que la organización social imperante no le permite ni le deja a libre elección o arbitrio la dirección de ese proceso, ya que prácticamente se lo señala, regula y obliga como una necesidad imperiosa, que a su vez le promete o garantiza, como resultado, la propia subsistencia. La acción de la sociedad en el individuo y de éste en aquella es lo que da consistencia al proceso educativo, que entendido en la forma señalada nos permite verlo en relación con la sociedad como una aplicación del antiguo principio “El ser tiende a permanecer en el Ser”. “Toda sociedad necesita unidad en el espacio –cohesión– y unidad temporal –tradición–. La necesidad primera de la sociedad, luego de ser una, es conseguir individuos que la prolonguen y continúen integrándola para mantener la comunidad, para lograr que el grupo se mantenga idéntico así mismo aunque sus miembros cambien o desaparezcan”1. La forma o el proceso especial con el cual la sociedad cuenta para inculcar y orientar en cada hombre, como individuo, los valores, las actitudes y el comportamiento que espera de él, y la cultura que lo identifica con el grupo, ha sido, desde muchos años atrás y hasta nuestros días, la educación, entendida como sistema. De ahí que la educación sea identificada como un proceso y un producto social e históricamente condicionado, que implica la relación entre un agente educador o regulador y un sujeto que se educa en condiciones determinadas. La educación no está dada en sí por una sociedad en abstracto, ni habilita en sí para la sociedad en general, sino por y para una determinada sociedad. 2 Este doble proceso: aporte por parte de la sociedad de ciertos ingredientes culturales propios y asimilación por parte de los individuos de aquellos que les permite convertirse en socios, es lo que se denomina educación y lo que históricamente nos muestra el ”fenómeno” educativo en toda cultura. De acuerdo con lo expuesto, la comprensión y desarrollo de la educación exigen un marco social y no puede ser considerada como un acontecer individual e independiente, sino como una función social con este fin: adaptación o ubicación crítica del individuo en la sociedad de la cual forma parte. Así se expresa Krieck: “El sentido de toda educación es...en una palabra, incorporarlos como miembros de una comunidad». Educación se presenta, hasta ahora, como socializar, convertir al hombre en socio permitiéndole la integración al grupo”.3

Por tales motivos podemos deducir que el individuo es un producto que para su comprensión reclama en primer término el estudio de las condiciones sociales imperantes y concretas en las cuales llega a la vida y en las cuales vive, condiciones sociales que no son para todos los hombres las mismas ya que en todas partes y en todos los tiempos suelen presentarse particularidades que devienen y cambian con relativa facilidad. En su época, Platón lo vio claro desde la educación: “...La educación, decíamos, consiste en traer y conducir a los niños al principio que la luz enuncia como justo, y cuya rectitud reconocen de común acuerdo las personas más virtuosas y de más edad, en virtud de su experiencia».4 En consecuencia, concluimos que la educación es un proceso axiológico –referido a valores–, teleológico –dirigido a unos fines determinados–, social, cultural e histórico, a través del cual, en forma dialéctica y positiva, el hombre y la sociedad logran el pleno desarrollo de ser. En Colombia, según la Constitución Nacional, artículo 67, “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura”, y agrega: “La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente”. En el mismo artículo se afirma que: “El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo un año de preescolar y nueve de educación básica”, disponiendo que “La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos”; señala además que “corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo”. Y concluye mandando que “la Nación y las entidades territoriales participen en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la Ley”...

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En la Ley General de Educación, 115 de 1994, la educación se definió como “un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes“.

Cultura

...la cultura no tiene “nada de enciclopedismo muerto, nada de catálogos de nombres y fechas de batallas y nombres de montañas, es la viviente y conmovedora hazaña del hombre en su lucha contra las potencias de la naturaleza y las frustraciones físicas y espirituales. No es información sino formación”.

En segundo lugar y por conveniencia de procedimiento, definamos el concepto de cultura, en el cual apoyamos la relación que tratamos de establecer y de cuya materialización surgen en buena medida las identidades individuales y colectivas. El dinamismo humano, expresado en la cultura, contiene la más alta dimensión que debe tenerse en al mundo de la naturaleza, surgió a mediados del siglo cuenta para la concepción de la identidad. Sin sus XVI y designaba ante todo un refinamiento intelectual referencias culturales no es posible pensar al Hom- que el ser humano podía adquirir, lo que le permitiría bre, ya que es en la cultura donde éste fundamenta alcanzar su plenitud, abrirse al mundo y distinguirse. Desde comienzos del siglo XIX el concepto ha cosu ser y expresa su totalidad. La cultura es el ámbito propio de la existencia humana. El Pontífice Juan brado un nuevo sentido: es, además, el conjunto de Pablo II lo señaló en su discurso ante la UNESCO en signos por el cual los miembros de una sociedad se 1.980 cuando afirmó: “El Hombre vive una vida ver- reconocen mutuamente y se diferencian, al mismo tiempo, de los extranjeros. En esta acepción designa daderamente humana gracias a la cultura”. La cultura significa todo aquello que el ser humano el ser profundo de una colectividad, su mentalidad y ha conquistado o está en condición de adquirir por su su estilo de vida. La concepción contemporánea de la cultura debe triple capacidad de pensar, de actuar y de sentir. “En mucho al antropólogo británico E. B. Tylor quien la ella se agrupa el conjunto de los comportamientos define como un todo complejo que comprende los propios de una determinada sociedad. Por lo tanto, conocimientos, las ciencias, el arte, la moral, las leyes, se tomará necesariamente conciencia de que la caraclas costumbres y todas las demás disposiciones y háterización cultural constituye la especificidad de un bitos que el ser humano adquiere por ser miembro grupo, su razón de vivir y, por este hecho, su razón de .5 de una sociedad -“Primitive Culture”, 1.871. ser respetado y eventualmente protegido” Otra definición más reciente, y que también La cultura como cualidad fundamental de ser, la adopta una perspectiva antropológica, es la de Klucdescribe Ernesto Sábato en su totalidad “como una aventura del hombre, como la fascinante aventura khohn (1.951), quien considera que la cultura es un de su pensamiento, su imaginación y su voluntad; conjunto de formas de pensar, sentir y reaccionar, desde la invención de la rueda y del plano inclinado que se adquieren y transmiten sobre todo mediante hasta la filosofía, desde el invento del fuego hasta símbolos7 y confieren a las colectividades humanas la creación del lenguaje, desde las danzas primiti- un carácter distintivo. Comprende asimismo los vas hasta la música de nuestro tiempo”. Para él la productos y objetos que esas colectividades fabrican cultura no tiene “nada de enciclopedismo muerto, y que son encarnación de esas mismas formas. Sin nada de catálogos de nombres y fechas de batallas embargo, el principal núcleo de cultura lo constituy nombres de montañas, es la viviente y conmove- yen las ideas y sobre todo, los valores tradicionales dora hazaña del hombre en su lucha contra las po- que van unidos a ellas; ideas y valores que las colectencias de la naturaleza y las frustraciones físicas y tividades han producido y adoptado a lo largo de la historia. (Citado en A. Little, “Understandig Cultuespirituales. No es información sino formación”. 6 re: a precondition for effective learning”, 1990) “.8 Los Griegos designaban con la palabra “PAIDEEn la Conferencia mundial de la UNESCO celebrada en LA” la educación y la cultura, y en su origen latino el término “COLERE” significaba “conservación” y México en 1982 sobre Políticas Culturales, se concluyó en entender la cultura “como el conjunto de rasgos distintambién cultivo del espíritu. La palabra cultura, aplicada al ámbito humano y ya no tivos, espirituales y materiales. Intelectuales y afectivos —57—


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que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las Artes y las Letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”. En esta definición la expresión “rasgos distintivos” no se deberá interpretar como una negación a percibir los rasgos compartidos por culturas por lo demás diferentes. Ninguna cultura, o casi ninguna de ellas ha vivido en total autarcia. En la obra Minorías Culturales y Alternativas Cosmopolitas, el profesor Jeremy Waldron, de la Universidad de Chicago, señala “en realidad, entre culturas se produce un gran número de intercambios. Las culturas se han influido tanto unas a otras que no tiene sentido decir dónde termina una cultura y empieza otra”. Como observación a lo aquí consignado y atendiendo a la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales en Europa, convocada también por la UNESCO en Helsinki, en 1972, es importante anotar que “la cultura no es ya sólo una acumulación de obras y de conocimientos que una minoría selecta produce, recoge y conserva para ponerlos al alcance de todos, o que un pueblo rico en pasado y en patrimonio ofrece a todos como un modelo del que les habría privado su historia; que la cultura no se limita al acceso a las obras de arte y a las humanidades, sino que es al mismo tiempo adquisición de conocimientos, exigencia de un modo de vida y necesidad de comunicación; que no es territorio que ha de conquistarse o poseerse sino una manera de comportarse consigo mismo, con sus

Si bien es cierto que desde su más temprana edad el hombre inicia el proceso específico que le permite adquirir la cultura de su grupo e interiorizar sus normas, buscando que su conducta comience a tener en cuenta las experiencias y las expectativas de los otros, también lo es, que la organización social imperante no le permite ni le deja a libre elección o arbitrio la dirección de ese proceso, ya que prácticamente se lo señala, regula y obliga como una necesidad imperiosa, que a su vez le promete o garantiza, como resultado, la propia subsistencia.

semejantes y con la naturaleza, que no es solamente una esfera que conviene todavía democratizar, sino que se ha convertido en una democracia que es necesario poner en marcha”. Antes, Carlos Marx había hecho la síntesis diciendo que la cultura es “la conciencia social”, es decir la comprensión acumulada y valorativa de todo aquello que el hombre es y hace. Recientemente Guillermo Bonfil, avanza sobre esta idea y nos introduce en la concepción de la cultura como un fenómeno social, en la medida en que es el conjunto social quien dispone las formas de control sobre las decisiones de los individuos. En términos sociológico, suele hablarse de cultura societal para indicar la cultura que proporciona a los miembros de una sociedad formas de vida significativas a través de todo el abanico de actividades humanas, entre las que se incluyen vida social, educativa, religiosa, recreativa y económica y los desempeños en las esferas pública y privada. Dichas culturas tienden a concentrarse territorialmente y se basan en una lengua compartida, gracias a lo cual se dispone de las tradiciones y convenciones que sirven de base a las prácticas institucionales. Para el profesor Ronald Dworkin, de la Universidad de Harvard, (1985) “Comprender el significado de una práctica social requiere por tanto que comprendamos este “léxico compartido”; es decir, comprender la lengua y la historia que componen dicho léxico. Que una línea de conducta tenga algún significado para nosotros depende de si –y cómo– nuestra lengua nos hace ver claramente la importancia de esta actividad, y la manera en que el lenguaje nos representa claramente estas actividades está conformado por nuestra historia, por nuestras tradiciones y convenciones. La comprensión de estas narrativas culturales es una condición previa para hacer juicios inteligentes sobre cómo dirigir nuestras vidas. En este sentido, nuestra cultura no sólo nos proporciona opciones, sino que también “nos proporciona las pautas mediante las cuales identificamos el valor de las experiencias”.

Relaciónes Educación-Cultura Con los anteriores presupuestos veamos entonces las relaciones entre Educación y Cultura: La educación, en cuanto acción de educar a alguien, no es un proceso directo sino indirecto, ya que se realiza a través de un contenido. No es el educador quien se traslada y penetra en la conciencia del educando, sino el contenido educativo que aquel le formula y le presenta para su discernimiento. Educar y —58—


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La educación, en cuanto acción de educar a alguien, no es un proceso directo sino indirecto, ya que se realiza a través de un contenido. No es el educador quien se traslada y penetra en la conciencia del educando, sino el contenido educativo que aquel le formula y le presenta para su discernimiento. Educar y ser educado son acciones posibles gracias a la mediación del contenido denominado cultura. ser educado son acciones posibles gracias a la mediación del contenido denominado cultura. La tradición cultural en una sociedad determinada se constituye, sin duda alguna, en un elemento que definitivamente incide en lo que la educación es en sí y en lo que significa para ella. La cultura es un resultado que en la práctica da estricta cuenta de las acciones realizadas por el Hombre para llegar a la comprensión de la realidad, a la superación de las condiciones naturales de existencia y a la expresión de sus máximos valores. La cultura se vuelve tradición al conservar, reproducir y transformar todos los precitados posibles de la vida del ser humano, sus obras y sus pensamientos. De la tradición cultural dan cuenta la mitología, la religión, la filosofía, la ciencia, la tecnología, la ideología, las costumbres y el arte en todas sus manifestaciones: literatura, pintura, escultura, música, arquitectura, teatro, danza, etc., pero de manera especial deberían hacerlo los currículos del sistema educativo formal y no formal, ya que la Ley General de Educación los concibe como “el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías, y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos y físicos para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo institucional”. (Artículo 76). “Las maneras de actuar y de pensar que los hombres encuentran preestablecidas, le son transmitidas por diversas vías, pero fundamentalmente por la Educación”9 a través del currículo, que generalmente expresa una selección cultural intencionalmente formulada, con el propósito de alcanzar los fines socialmente deseados. Dado que el hombre no sólo vive sumido en el presente, sino que vive el presente desde el pasado,

que tiene historia y que vuelve el rostro hacia atrás para aprender a vivir hacia adelante, que tiene como su más grande e importante tarea la responsabilidad de hacerse a sí mismo y de desarrollar completamente el proyecto de vida que es, la educación que socialmente se establezca tiene que llegar a dirimir el conflicto que se le presenta entre la tendencia específica y declarada de convertirse en adaptación –con lo que supone de conservación de la cultura tradicional– para llegar a convertirse en instrumento de liberación y superación de ese mismo orden, generando las condiciones propicias para un salto cualitativo de la sociedad y el individuo. Se concluye así que “Conciencia Social” y “Toma de Conciencia”, esto es cultura y educación, respectivamente, se corresponden una a otra en el interior de la sociedad y en la definición esencial de lo que cada una es. Por lo que son y por lo que pueden llegar a ser, educación y cultura han de pensarse y elaborarse juntas. ... “La toma de conciencia del proceso social que se vive, con las contradicciones que lo determinan y constituyen, prefiguraría acaso, la cultura en la libertad. La toma de conciencia debería significar inmediatamente la intervención en el proceso y, por tanto, la aceleración voluntariamente asumida de las contradicciones”.10 En el caso específico de Colombia la relación entre educación y cultura tiene un fundamento explícitamente reconocido y consignado desde la Constitución de 1.886, en cuyo artículo 41, se leía: ... “Se garantiza la libertad de enseñanza. El Estado tendrá, sinembargo, la suprema inspección y vigilancia de los institutos docentes, públicos y privados, en orden a procurar el cumplimiento de los fines sociales de la cultura y la mejor formación intelectual, moral y física de los educados”. Con la Constitución Política de 1.991, se inició en Colombia un proceso de transformación y reorganización de sus instituciones, pero lo que desde entonces puede afirmarse, de manera más trascendente, es que el país adquirió el compromiso de repensar y redefinir su propio ser, es decir su identidad como pueblo, como comunidad nacional y como Estado.

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Identidad Cultural: condición y fin de la educación La creación permanente de la identidad nacional,


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como un propósito de atención prioritaria por parte de los colombianos y como un deber de ineludible compromiso para el Estado, aparece, como un mandato del pueblo soberano, en el artículo 70 de la Carta, el mismo que define la cultura, en todas sus manifestaciones, como el fundamento de la nacionalidad y que concibe la educación como el medio más apropiado para garantizar a todas las personas el acceso a la cultura.11 De ahí que los educadores y los artistas, como trabajadores de la cultura que son, las instituciones públicas y privadas, las administraciones municipales y departamentales, y los medios de comunicación, deban asumir ahora, con mayor conciencia que nunca, el papel que tienen como agentes educativos y culturales. Con el mayor esfuerzo laboral del que sean capaces y con los recursos económicos que dispongan, deben dedicarse al fomento de las acciones que permitan a sus comunidades participar activamente en los procesos de creación, depuración, enriquecimiento, conservación, transmisión y evolución de las culturas locales, regionales y nacional, pues no puede haber identidad sin un sólido enraizamiento del hombre en su propia cultura y en el conocimiento de su propia historia. Pero ¿tiene vigencia hablar hoy de la identidad cultural como un valor fundamental de la sociedad, cuando el reconocimiento del multiculturalismo de los países, el relativismo cultural, la conectividad mundial y la hibridación de culturas, parecen tener una mayor dinámica que el compromiso con la definición y el fomento de las identidades individuales, comunitarias y nacionales? A nuestro juicio el tema es históricamente vigente, socialmente necesario, culturalmente ineludible y políticamente apremiante en los tiempos que transcurren. La responsabilidad que recae sobre los agentes educativos y culturales debe lograr que la discusión sea pertinente, superando las connotaciones decimonónicas que algunos argumentan para desautorizarlo y que se dé en un contexto actualizado de carácter filosófico, antropológico, sociopolítico, vivencial y de conveniencia práctica para el entendimiento y la interacción entre los distintos Individuos, Pueblos, Estados y Naciones del Mundo. Como una respuesta al interrogante planteado es importante no perder de vista el testimonio de Constantín Von Borloewen: “el ser humano no puede vivir sin identidad, ni como individuo ni dentro de la colectividad nacional o cultural. La identidad le confiere una genuinidad que lo legitima para recla-

¿tiene vigencia hablar hoy de la identidad cultural como un valor fundamental de la sociedad, cuando el reconocimiento del multiculturalismo de los países, el relativismo cultural, la conectividad mundial y la hibridación de culturas, parecen tener una mayor dinámica que el compromiso con la definición y el fomento de las identidades individuales, comunitarias y nacionales?

mar un derecho vital propio… La identidad cultural determina el modo en que alguien contempla la vida, tanto la propia como la ajena”

Identidad Cultural: más que un concepto, una necesidad vital La identidad cultural de los seres humanos, que en principio se inicia con el reconocimiento y la aceptación de la igual dignidad que a todos asiste por el sólo hecho de ser humanos, no sólo se define por el arraigo en las filiaciones grupales o en la tradición nacional, sino que implica el sentimiento de identificación mutua entre los ciudadanos, acuñado en unas fuentes comunes; la devoción y lealtad a las ideas, a los valores y a los ideales compartidos; la conciencia de existir “en concreto y en la inmediatez”, esto es en un espacio y en un tiempo, condiciones que hacen posible la concepción del sí mismo que cada uno es. El amplio conocimiento de los rasgos distintivos que caracterizan a cada persona y comunidad, la capacidad de reconocerlos, comprenderlos y apreciarlos críticamente, la aceptación de ese “sí mismo” que cada uno es, el sano orgullo de ser lo que se es, o lo que se está en condiciones de “volverse”, el desarrollo del sentido de pertenencia, la capacidad de superarnos mediante la apertura al “otro” o al “distinto”, y las expectativas o vivencias que se tengan, son las condiciones que posibilitan y definen la identidad, aquella que Carl Frankestein ha definido como “la permanencia esencial del yo... y el yo como el centro de coordinación y de síntesis de la conciencia”, conciencia que de corromperse conlleva a la pérdida de la identidad.

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Al respecto, téngase en cuenta la frase de R. J. Collingwood en la entrada al Museo Nacional de Escultura de la Ciudad de Valladolid, en la que se lee: “el arte es la medicina de la comunidad para la peor enfermedad del espíritu: la corrupción de la conciencia”. La construcción de la identidad obedece a un proceso permanente en el que se elabora la conciencia de lo que somos y a la vez de lo que no somos. Implica el desarrollo de la capacidad de acercarnos a otros sin alejarnos definitivamente de nosotros mismos. Definir la identidad significa elaborar pensamiento autónomo y generar la dinámica necesaria para expresarlo como voz y no como simple repetición o eco de voces que no son las propias. Es encontrarle sentido a la vida individual y colectiva, tener una razón para existir y ocupar conscientemente el lugar que nos corresponde en el mundo. “La identidad es la fuente de sentido y experiencia para la gente”. Como escribe Calhoun:12 “No conocemos gente sin nombre, ni lenguas o culturas en las que no se establezcan de alguna manera distinciones entre yo y el otro, nosotros y ellos. […] El conocimiento de uno mismo –siempre una construcción pese a que se considere un descubrimiento– nunca es completamente separable de las exigencias de ser conocido por los otros de modos específicos” Manuel Castells dice: “Por identidad, en lo referente a los actores sociales, entiendo el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales, al que se da prioridad sobre el resto de las fuentes de sentido. Para un individuo determinado o un actor colectivo puede haber una pluralidad de identidades… Ello se debe a que la identidad ha de distinguirse de lo que tradicionalmente los sociólogos han denominado roles y conjunto de roles… Las identidades son fuentes de sentido para los propios actores y por ellos mismos son construidas mediante un proceso de individualización”.13 Para este profesor Barcelonés lo esencial en relación con la construcción de las identidades es saber cómo, desde qué, por quién y para qué es que se construye, y al respecto señala: “La construcción de las entidades utiliza materiales de la historia, la geografía, la biología, las instituciones productivas y reproductivas, la memoria colectiva y las fantasías personales, los aparatos de poder y las revelaciones religiosas. Pero los individuos, los grupos sociales y las sociedades procesan todos estos materiales y los reordenan en su sentido según

las determinaciones sociales y los proyectos culturales implantados en su estructura social y en su marco espacio – temporal”.14 Bajo el supuesto que la construcción social de la identidad siempre tiene lugar en un contexto marcado por las relaciones de poder, el mismo autor propone una distinción entre tres formas y orígenes de la construcción de la identidad así: “Identidad Legitimadora: introducida por las instituciones dominantes de la sociedad para extender y racionalizar su dominación frente a los actores sociales… Identidad de Resistencia: generada por aquellos actores que se encuentran en posiciones y/o condiciones devaluadas o estigmatizadas por la lógica de dominación, por lo que construyen trincheras de resistencia y supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan las instituciones de la sociedad… Identidad Proyecto: cuando los actores sociales, basándose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que define su posición en la sociedad y, al hacerlo, buscan la transformación de toda la estructura social…”15

La Educación en la hora actual de Colombia En la hora actual, Colombia busca y desea una corrección substancial a su devenir histórico, anhela un mejor porvenir por la niñez y la juventud, y para ello la Nación confía plenamente en el poder cualificador de la educación. En la educación está depositada la confianza de la sociedad para el diseño de un futuro más promisorio que el presente. De ahí que en la Ley General de Educación se haya consignado entre los fines de la educación “El estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad”. Tiene entonces razón Eduardo Galeano cuando se pregunta “¿Cómo va a convertirse en protagonista de la historia, haciendo la historia en lugar de padecerla, un pueblo que ignora su identidad?, y la base de ella: su cultura. En consecuencia, es a lograr los fines sociales de la cultura, a lo cual se debe encaminar, por excelencia, el trabajo educativo. A la educación da esencia y especificidad la cultura cuando se le concibe y entiende como la fuerza capaz de: - Cohesionar y aglutinar intelectual y moralmente a la comunidad, para que participe en los grandes proyectos

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Finalmente, y como resultado de la relación que procuramos establecer debemos afirmar, que los fines y objetivos de la educación en una sociedad determinada no son posibles de alcanzar sino en la medida que toda la sociedad se lo proponga. de desarrollo humano y social, convirtiéndose así en el más importante recurso de integración nacional. - Fundamentar la identidad nacional, regional o local de los Colombianos. - Posibilitar y explicar al individuo el sentido de pertenencia social, histórica, territorial y nacional. - Definir los grandes proyectos de superación individual, grupal y social. - Acuñar los códigos de comunicación y expresión entre los hombres y de las comunidades entre sí, facilitando su interacción. - Recoger y transmitir la experiencia creadora de los pueblos. - Incentivar y desarrollar la capacidad creadora y transformadora del hombre frente a la naturaleza y la sociedad. - Descubrir a los individuos la multiplicidad de opciones y formas preexistentes para el desarrollo de su proyecto de vida personal, habilitándolos, mediante los procesos educativos, para enfrentar los desafíos de su realización personal, grupal y comunitaria. - Dotar de contenidos al sistema educativo, cargando de sentido y significación los acumulados de la ciencia, la tecnología y el arte. - Caracterizar los grupos humanos y los modos de vida, que constituyen la sociedad, como condición indispensable para explicar y prospectar las prácticas sociales. - Jerarquizar los valores y esclarecer el devenir o el comportamiento de los grupos sociales. - Impedir la desintegración moral de los pueblos, convirtiéndose en un activo factor de resistencia a los procesos de colonización y dominio. - “Estimular la capacidad creativa, es decir esa actitud de pensar, querer, hacer y soñar que define la naturaleza humana” (Guillermo Bonfil Batalla).

- Hacer posible el proceso de apropiación inteligente y crítico, de todos aquellos aportes científicos, tecnológicos, políticos y artísticos de otras sociedades y culturas, para lo cual se requiere siempre la acción de una matriz cultural propia. - “Promover las búsquedas conceptuales y creativas a través de las cuales cada sociedad se renueva” -Néstor García Canclini-. - Ampliar el horizonte de lo posible, en la forma que lo pensaron los estudiantes que participaron en el movimiento de 1.968, en Francia, cuando se expresaron así: “Seamos razonables. Pidamos lo imposible”. - “Ser fundamento de los movimientos de liberación. De esa lucha, que es en sí un acto cultural y un factor de cultura, ya que sólo pueden movilizarse y luchar los pueblos que conservan su cultura” -Amílcar Cabral. Héroe de la Independencia de Guinea y de las Colonias Portuguesas del África-. Finalmente, y como resultado de la relación que procuramos establecer debemos afirmar, que los fines y objetivos de la educación en una sociedad determinada no son posibles de alcanzar sino en la medida que toda la sociedad se lo proponga. Al ser “la educación una actividad humana en el orden de la cultura y la cultura uno de los elementos fundamentales que constituyen la identidad de un pueblo”, como bien lo expresara el Pontífice Juan Pablo II en su visita a la ciudad de Medellín, la suerte de la educación y el desarrollo de la cultura no pueden ni deben ser una responsabilidad que se delegue simplemente al Estado para que sean los gobiernos quienes exclusivamente se ocupen de ellas, ni tampoco el monopolio de los especialistas o los educadores. Por el contrario, debe y tiene que ser una responsabilidad asumida en su plenitud y conciencia por la totalidad de las fuerzas sociales. Igualmente, así lo entendió y confirmó la Asamblea Nacional Constituyente, cuando en la Carta Fundamental de 1.991, refiriéndose a la educación, consignó en los artículos 44 y 67, respectivamente, que “la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos”, y que “el Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación”. Lo dicho anteriormente puede más fácilmente asimilarse y aceptarse como axioma si compartimos con el profesor Rafael Flórez, que “el nivel cultural de una sociedad no se mide por la cantidad de bienes y de riqueza material y espiritual creada en ella, sino sobre todo

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por el grado de asimilación creadora de esa riqueza por parte de los individuos que la componen, por el tipo de personas individuales que esa misma sociedad está generando, por las dimensiones de la personalidad humana que caracterizan a sus individuos en relación consigo mismos, con el colectivo social presente y futuro y con la naturaleza, con su propio cuerpo e incluso por el mismo modo de vida de esas personas, por su grado de humanización en el pensamiento, por sus necesidades y valores en su vida cotidiana, en su trabajo, en el tiempo libre, en el vivir, etc.” Esto es lo que nos indica el nivel de cultura de una sociedad y estarán ustedes de acuerdo en que todas estas preocupaciones son el propósito fundamental en el trabajo educativo.

Implicaciones La concepción en nuestros alumnos y en nuestra población de una auténtica cultura de la libertad y el logro en nuestro medio de la libertad social y personal, que por esencia debe fundamentar la “cultura de la verdad”, como búsqueda permanente a la cual aspiramos, no sin sacrificios, es uno de los principios en los cuales deberíamos afianzar los educadores de hoy la tarea pedagógica. Para que en Colombia se conserve y desarrolle armónica y positivamente su cultura, la niñez y la juventud están reclamando, sin compás de espera, que los educadores e intelectuales, hombres de ciencia y tecnólogos, artistas, filósofos, teólogos y políticos, y en fin todos sus trabajadores, cierren filas y formen un frente común de trabajo por la autonomía y la defensa de nuestra soberanía cultural, pues sin ella no existe nacionalidad y la Patria se diluye. Sólo con su cultura la Patria se identifica, se define, se siente, se ama. Sin, ella el Hombre termina por extraviarse en su propia tierra.

económicos, las posiciones ideológicas, las alternativas del poder político: definir y arraigar en los colombianos su identidad nacional, que no es otra cosa que el autorreconocimiento, la autovaloración o autoestima y el sentido de pertenencia y amor a la Patria, bien puede lograrse, y de hecho lo estamos haciendo, con los proyectos de formación individual y el sistema social de ideas, valores, conocimientos, sentimientos y hábitos, que se expresan y forman a través de la educación y la cultura. Relacionar en la práctica social la educación y la cultura, posibilita reafirmar, en torno a la investigación cultural, al humanismo, al saber, a la ciencia, a la tecnología, al arte y en fin, a la producción intelectual y material, nuestro propósito de afianzar la identidad cultural, que redime y supera a los pueblos cuando la tienen, o que los deforma y pierde cuando no la enriquecen, la dejan alinear o enajenar. “La ideología occidental, bautizada como ciencia es tenida por principio como punto de referencia.... He aquí la explicación más adecuada de las razones del colonialismo y del neocolonialismo y de todo lo que falsea las relaciones con el llamado tercer mundo, es decir con un mundo no occidental, entre el cual, desde hace quinientos años, se ha venido cometiendo todo lo cometible desde el pillaje de sus riquezas y la destrucción de sus estructuras sociales, hasta la negación de su cultura, con el fin de detener su propio desarrollo”. 16

Retos para el Estado frente a la cultura y las actividades de promoción cultural - Incorporar la Cultura, como un componente

Actualmente sabemos que en muchos de nuesPara que en Colombia se conserve y desarrolle tros estamentos, algunos piensan que la sociedad armónica y positivamente su cultura, la niñez y la colombiana se deshace inevitablemente a causa juventud están reclamando, sin compás de espera, de sus múltiples contradicciones y conflictos, pero que los educadores e intelectuales, hombres de se advierte fácilmente que no es la mayoría. Esta ciencia y tecnólogos, artistas, filósofos, teólogos parece coincidir en la idea de estar contribuyendo y políticos, y en fin todos sus trabajadores, cierren y asistiendo, mediante grandes esfuerzos, luchas y temores, a la formación y al nacimiento de una filas y formen un frente común de trabajo por nueva Colombia, más justa, equitativa y soberana. la autonomía y la defensa de nuestra soberanía Por ello, ahora más que nunca, requerimos de un cultural, pues sin ella no existe nacionalidad y la proyecto global que cohesione e impulse esa fuerza Patria se diluye. Sólo con su cultura la Patria se social creadora con un propósito de superación y identifica, se define, se siente, se ama. Sin, ella el engrandecimiento, y qué mejor causa para lograrlo, que la que nos brindan la educación y la cultura? Hombre termina por extraviarse en su propia tierra. Lo que por Colombia no han hecho los modelos —63—


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“El derecho de cada hombre a la cultura no está asegurado sino se respeta la libertad cultural. Con demasiada frecuencia la cultura degenera en ideología y la educación se transforma en instrumento al servicio del poder político y económico. No compete a la autoridad pública determinar el tipo de cultura. Su función es promover y proteger la vida cultural de todos, incluso la de las minorías”.

esencial y estructural, en la concepción jurídica del Estado y la Nación colombiana y en consecuencia, en los planes de desarrollo y en las relaciones del Gobierno con la comunidad, tal como lo manda la Constitución Política en sus artículos 339 y 340. - Considerar la cultura como una variable de obligada presencia en la investigación, concepción, definición y aplicación de los proyectos socio-económicos con los cuales se propende por el desarrollo nacional, buscando que en verdad, éste sea integral. - Definir, desde el Ministerio de Cultura, sin menoscabo de la originalidad y creatividad de las personas y de las comunidades, una política coherente de identificación, reconocimiento, valoración, conservación y desarrollo de las culturas regionales del país, en la cual se apoyen e informen las acciones de los diferentes estamentos administrativos y operativos del Estado, tales como los Departamentos, los Ministerios, Institutos Descentralizados y Empresas Estatales, y que a la vez oriente el sector privado de la producción y la economía, con el fin de lograr que la Cultura ejerza o se convierta, según el caso, en la fuerza de cohesión e identidad que el Estado y la sociedad requieren para su supervivencia y mejoramiento. - Destinarle a la cultura, por la función social que ella cumple, una continua y proporcional participación económica en la distribución anual del Presupuesto Nacional. - Reconocer en la cultura y por consiguiente en el trabajo intelectual, artístico o material que propende por su desarrollo, que es ella, por excelencia, el factor de reordenamiento social con el cual puede contar el país para reencausar su destino.

- Así como el desarrollo del sector educativo exige la planeación y prospección del mismo, el crecimiento y enriquecimiento de la cultura obliga, a que las acciones estatales encaminadas al fomento, a la promoción y al desarrollo de ella, sean objeto de investigación, estudio, divulgación, financiación e incorporación a la práctica educativa cotidiana. Para ello deben crearse en las secretarías territoriales de Educación, dependencias cuyo objetivo básico sea propiciar condiciones para el mejoramiento de la calidad de vida y la identidad cultural de los ciudadanos, dinamizando los procesos de investigación cultural e histórica; organización social para la participación comunitaria en el quehacer cultural; creación, fomento y divulgación del arte, el folclor, la recreación, el deporte, los servicios de información y documentación cultural y museos, de acuerdo con las políticas y los programas señalados en los diferentes planes gubernamentales del desarrollo. - Elaborar, en consecuencia con los planes de desarrollo socioeconómico, planes específicos para el sector cultural, estableciendo y precisando en ellos la debida y estrecha relación que debe existir entre los fines y objetivos de la educación y la cultura nacional. - Diseñar y dirigir la creación de un subsistema educativo, de cobertura nacional, para la educación artística. - Establecer políticas y programas de formación y capacitación de animadores, promotores y agentes de desarrollo cultural comunitario. - Propiciar condiciones materiales favorables para el mejoramiento de la calidad de vida y la identidad cultural de los colombianos, cooperando a su crecimiento espiritual y a su dignificación y humanización social. - Dirigir y organizar con un mayor rigor y profesionalismo administrativo las instituciones y las actividades estatales requeridas para el fomento y desarrollo de las culturas regionales y de la cultura nacional y en consecuencia, formular políticas, estrategias, planes, programas, objetivos y criterios para su planeación y evaluación, con el fin de efectuar los reajustes y correcciones que periódicamente se consideren necesarios para el logro de los objetivos de las comunidades regionales y nacional. - Organizar y mantener, a través del Sistema Nacional de Cultura y de los organismos propios del sector, la debida coordinación para la ejecución de los planes y programas de investigación, creación, fomento y desarrollo cultural auspiciado por la Nación a través de sus organismos y recursos.

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- Articular de manera coherente y efectiva la Red Nacional de Medios Masivos de Comunicación al proyecto de desarrollo socio cultural del país, exigiendo que estos cumplan con la alta responsabilidad que les es inherente en la concepción y construcción de una sociedad pluralista y democrática, ya que son, por esencia, medios de formación y educación permanente para la comunidad. - Finalmente, y como reto para el Estado, es importante conocer la voz de la Iglesia, en cuya instrucción sobre “Libertad Cristiana y Liberación”, el Pontífice Juan Pablo II escribió: “Las desigualdades, contrarias a la justicia, en la posesión y el uso de los bienes materiales, están acompañadas y agravadas por desigualdades también injustas en acceso a la cultura. Cada hombre tiene un derecho a la cultura, que es característica específica de una existencia verdaderamente humana a la que tiene acceso por el desarrollo de sus facultades de conocimiento, de sus virtudes morales, de su capacidad de relación con sus semejantes, de su aptitud para crear obras útiles y bellas. De aquí se deriva la exigencia de la promoción y difusión de la educación a la que cada uno tiene derecho inalienable para cuyo ejercicio, dice él, la condición primera es la eliminación del analfabetismo (p. 136). Por último, dice el Papa: “El derecho de cada hombre a la cultura no está asegurado sino se respeta la libertad cultural. Con demasiada frecuencia la cultura degenera en ideología y la educación se transforma en instrumento al servicio del poder político y económico. No compete a la autoridad pública determinar el tipo de cultura. Su función es promover y proteger la vida cultural de todos, incluso la de las minorías”. (p. 137).

CASSIERE, Ernst. Antropología Filosófica; introducción a una filosofía de la Cultura. Tr. Eugenio Imaz. 5ed. México, Fondo de la Cultura Económica, 1968. Las Ciencias de la Cultura. México: Fondo de la Cultura Económica , 1982. 191 p. CASTELLS, Manuel. La Era de la Información Economía, Sociedad y Cultura -. Vol. II. El Poder de la Identidad. Tr. Carmen Martínez Gimeno. México, Siglo XXI Editores, 2000. CHAVES Z., A Patricio, Castro Gregoio A. Metodología para la Evaluación de Proyectos Sociales y sus Impactos. UNESCO - URSHSLAC. CIRIGLIANO, Gustavo F. J. Filosofía de la Educación. 2ed. Buenos Aires. Humanistas , 1979. COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA. Constitución Nacional 1991. COLOMBRES, Adolfo. et. al. La Cultura Popular. 4ed. México; Premia Editora, 1984. 147p. CONSEIL DE LA COOPERATION CULTURELLE. Programme Europeen D’Evaluation: La Polítique Culturelle de la Francia. París: La Documentation Francaise, 1988. CRISIS DE VALORES Y POLÍTICAS CULTURALES. Bogotá: Informática Librería, 1987. 187 p. DANCE, F. R. Técnicas de Formación del Personal de Comunicación. París: Unesco, 1979. 134 p. FRANCE. MINISTERE DE LA CULTURE ET DE LA COMUNICATION. Economie et Culture: Culture en devenir et volonté publique. París. La Documentación Francaise, 1988. V. 2. 325 p. Este volumen hace parte de las ponencias correspondiente a la 4ª. Conferencia Internacionale Sur 1 Economie de la Culture. Avignon. 12-14 mai 1986. GARAUDY, Roger. Palabra de Hombre. Tr. José María de Llano. Madrid. Cuadernos para el diálogo, 1976. GARCÍA CANCLINI, Nestor. Et. Al. Políticas Culturales en América Latina. México: Grijalbo, 1987. 217 p. HERRERA, Felipe. El Escenario Latinoamericano y el Desafío Cultural. Secretaría Ejecutiva Convenio Andrés Bello. Editorial Gente Nueva. Santafé de Bogotá. 1989 KYMLICKA. Will. Ciudadanía Multicultural. Ediciones Piados Ibérica – S.A. Traducción Carmen Castells Auleda. Barcelona, 1996. LENIN, Vladimir Ilich. La Cultura y la Revolución Cultural. Moscú. Progreso. 192 - 272 p. MÉXICO. Dirección General de Culturas Populares.

BIBLIOGRAFÍA BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO / UNESCO. El Valor de la Cultura. Documento de posición para el Foro Desarrollo y Cultura. París, 1999. BARLOEWEN, Constantin. Latinoamérica: Cultura y Modernidad – Tecnología y Cultura en el Espacio Andino - Tr. Daniel Najmías y Juan Navarro. Barcelona: Galaxia Gutemberg, 1995. CARRIZOSA ALAJMO, Alberto. et. al. Las Políticas de Comunicación en Colombia. París: Unesco, 1976. 50 p. —65—


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Metodología para la Realización de Diagnósticos Socioculturales. 1986. 77 p. ______ . ______. Programa de trabajo: 1986 1988. En: Boletín Informativo. (Oct. 1986). NUSSBAUM, Martha C. Los Límites del Patriotismo. Identidad, Pertenencia y “Ciudadanía Mundial”. Compilador Joshua Coben. Tr. Carmen Castells. Barcelona, Paidós Ibérica, S.A, 1999 PAZ, Octavio. “Tiempo Nublado”. Edit. Biblioteca de Bolsillo. Barcelona, 1986. 136 p. PÉREZ DE CUELLAR, Javier y Otros. Nuestra Diversidad Creativa. Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo. París, Ediciones UNESCO, 1997 UNESCO. “La Cultura y el Futuro”. 27 p. UNESCO. Culturas. Volumen VI No. 1 1979. Los Valores Culturales. Dimensión Cultural del Desarrollo. UNESCO. Conferencia Internacional de Educación la Contribución de la Educación al Desarrollo Cultural. 43ª Reunión Ginebra 1992. UNICEF, CIEPLAN. Desarrollo Social en los 90. Los Casos de Chile, Costa rica y México. Editor Crisóstomo Pizarro. Impreandes Presencia S.A. Santafé de Bogotá. 1996.

NOTAS 1 CIRIGLIANO, Gustavo. F.j. Filosofía de la Educación. P.14 2 KARL Monnhein destaca esta nota como fundamental: “La educación no moldea al hombre en abstracto sino dentro y para una determinada sociedad. 3 CIRIGLIANO, Gustavo. F.J. Filosofía de la Educación. P. 14 4 Platón. Las Leyes o la Legislación. Libro II 1299.559 C/660d. 5 CONFERENCIA DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES CATÓLICAS. 1989. “La cultura Camino de un desarrollo Solidario”. Ginebra, 1989. Pág.14. 6 SABATO, Ernesto y Carlos Catancia. Entre la Letra y la Sangre. Editorial Planeta. Bogotá. 1989. Pág. 88. 7 Nota Aclaratoria: Se llama símbolos a aquellos signos en los que prima la función significativa en detrimento de la función señalizadora ... para significar

“objetos o relaciones” .... simbolizar es ser capaces de representar, materialmente o de palabra (imagen, figura o divisa) un concepto moral o intelectual, por alguna semejanza o correspondencia que el entendimiento percibe entre este concepto y aquella imagen. Huserl. El símbolo es el modo de expresión natural del mito, de lo sagrado pero también de lo social, de lo político, de lo económico, en resumen de toda actividad humana en la medida en que no es puramente objetiva”. Georges Thines y Otros. Diccionario General de Ciencias Humanas. Págs. 8 -29 . 8 UNESCO: “Conferencia Internacional de Educación 43ª Reunión. La Contribución de la Educación al Desarrollo Cultural, Ginebra, septiembre 14-19 de 1992. Pág. 3 . 9 GARCÍA RUÍZ, Enrique. La Descolonización de la Cultura. P. 22 10 GARCÍA RUÍZ, Enrique. La Descolonización de la Cultura. P. 67. 11 República de Colombia. Constitución Nacional, Artículo 70:... “El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional. La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación”. 12 CALHOUN, Craig. (ed.) (1994): Social Theory and the Polities of Identity, Oxford, Blackwell. Citado en Manuel Castells, La Era de la Información – Economía, Sociedad y Cultura. Vol. II, El Poder de la Identidad. Pág. 28. 13 CASTELLS, Manuel. La Era de la Información – Economía, Sociedad y Cultura, Vol. II El Poder de la Identidad. Siglo XXI Editores, México, D.F. 2000. Manuel Castells define sentido como la identificación simbólica que realiza un actor social del objetivo de su acción y advierte la necesidad de diferenciar la identidad individual de la identidad colectiva . Pág. 29. 14 Ibidem 15 Ibid. Pág. 29 16 GARAUIDY, Roger. Palabra de Hombre. Cuadernos para el Diálogo. Traducción José María de Llanos. Madrid, 1976. Pág. 132.

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Internet, software libre, brecha digital y analfabetismo informacional: una reflexión y discusión pendiente en la Universidad Por Alejandro Uribe Tirado*

Quienes nos suscribimos a la quimera de la justicia queremos creer que sí es posible un nuevo orden internacional de la economía y la información, más incluyente y equitativo, porque, como lo señalara Pablo VI, las realidades de hoy suelen ser las utopías de ayer… además, compartimos con Paulo Freire la convicción de que lo utópico no es lo idealista inalcanzable sino lo dialéctico que denuncia la estructura deshumanizante y anuncia la humanizadora. Luis Ramiro Beltrán El sueño en la nevera Revista Chasqui No.70

Si se hace una investigación sobre cuáles son algunos de los términos que más auge o crecimiento en su uso están teniendo en la sociedad actual, específicamente entre los medios de comunicación, tanto masivos como especializados, bajo sus diferentes modalidades (impresos o electrónicos, textuales, hipertextuales o hipermedia), con seguridad estarían los términos Internet, software libre, brecha digital y analfabetismo informacional. Dicho auge y crecimiento no es de extrañar, pues la Internet y sus herramientas (servicios y software especializados) son las que han permitido dar el impulso

*Comunicador Social Docente Escuela Interamericana de Bibliotecología Universidad de Antioquia

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final para que esta actual sociedad, entre el conflicto de lo local y lo globalizado, tenga una denominación común en diferentes ámbitos (académico, científico, político, comercial, etc.), y lenguajes (especializados o naturales), pues quién no ha oído la expresión “sociedad de la información y el conocimiento” o sus diferentes modalidades que identifican una semejante transformación y realidad dependiendo del campo conceptual o posición social desde la que se le mire 1. Internet y sus herramientas han posibilitado el acceso a una información globalizada y enorme –que años atrás nadie hubiera imaginado–, además de una “democratización” de la publicación de información hacia públicos “masivos”. Sin embargo, esta misma ventaja con el paso del tiempo y su crecimiento exponencial2, ha propiciado sus principales desventajas: • Exceso de información, “infodiluvio”, y poca calidad de la información, “asimetría de la información”: ”La información que tenemos no es la que queremos. La información que queremos no es la que necesitamos. La información que necesitamos no está disponible”. Maureen Malanchuk3

”Ya no es la información lo que hace falta al ciudadano, sino una clasificación, una selección, una opción, la que convenga con precisión a lo que cada uno busca en función de sus actividades, sus convicciones o su identidad”. Ignacio Ramonet4

• Acceso sólo para algunos dependiendo del desarrollo del país, la región, la localidad y de particulares condiciones generacionales, educativas, culturales, económicas y tecnológicas que ocasionan una nueva forma de discriminación social, causa y efecto de otras ya existentes, “brecha digital”; a lo cual se le suma, la poca formación dirigida a permitir la adquisición de habilidades y conocimientos para un uso eficiente de la Internet y sus herramientas especializadas, además de otras tecnologías, para así lograr una mejor recuperación de información, “analfabetismo informacional - alfabetismo informacional”: … ”la brecha digital no debe ser medida sólo por la infraestructura (por ejemplo, el número de máquinas que tengamos conectadas), sino por la capacidad que hayamos desarrollado para transformar la información

disponible y las relaciones existentes en la Internet en conocimientos provechosos para mejorar nuestras condiciones de vida y nuestras relaciones de apoyo mutuo [alfabetismo informacional”. COMUNIDAD VIRTUAL MÍSTICA. Documento colectivo. 2002. http://funredes.org/mistica/castellano/ciberoteca/tematica/

Frente a esta situación, las universidades colombianas, y específicamente la Universidad de Antioquia, no ha estado ajena, pues todos los que aún estábamos o pasamos por ella en la última década como docentes, investigadores, empleados o estudiantes, recordamos lo maravillados que nos sentíamos cuando a mediados de los 90´s comenzamos a utilizar la Red, pensábamos que ahora ya sí teníamos toda la información que necesitábamos, que las bibliotecas se quedaban cortas e incluso se oía hablar del “fin de la biblioteca y sus profesionales”; no obstante, con el paso del tiempo, entre más navegábamos y publicábamos (nosotros y todos los “otros” alrededor del mundo), esa visión maravillosa cada vez se hacía menos clara, hasta llegar a esta situación actual: quién no se ha quejado al hacer una búsqueda en Internet y encontrar millones de páginas sobre un tema y casi siempre con información de otro tipo a la que uno realmente buscaba (comercial y pornográfica) o de poca calidad y dudosa autoridad académica y científica; o quién no ha conocido a alguien que se siente en inferioridad, que pierde oportunidades o que no puede rendir igual que sus compañeros de trabajo porque él no tiene acceso frecuente a Internet o no sabe utilizar ciertas herramientas; o más grave aún, que se esté atrasado en su plan de estudios o no pueda presentarse a determinado pregrado o posgrado nacional o internacional porque no tiene acceso y/o conocimientos para cursarlo bajo la modalidad “virtual” o porque gran parte de la información y los intercambios entre compañeros de estudio y profesores se soporta en diferentes herramientas de Internet. Todo lo anterior, aunque ya cotidiano, desafortunadamente no ha generado una reflexión y discusión amplia en nuestra Alma Máter, ni en muchas otras universidades, pues no se trata de caer en análisis y posiciones simplistas que tiendan a la tecnoutopía5 (véase además a Negroponte, Toffler, o Gates) o que caigan en la tecnofóbia6 (véase además a Roszak, Bloom, Postman, Stoll), sino en generar espacios y prácticas que permitan tener una posición clara, crítica, alternativa y proactiva frente a todas las implicaciones de las nuevas tecnologías, específicamente Internet, que permita aprovechar al máximo todas sus ventajas pero haciendo frente en forma directa a sus desventajas de acuer-

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Según estudios de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones, el DANE y Planeación Nacional, el promedio entre las universidades colombianas es de un computador por cada 11 estudiantes mientras que en la Universidad, considerando los datos del Departamento de Cómputo, estaría alrededor de un computador por cada 21 estudiantes.

do a las características de cada contexto universitario: generacionales, educativas, culturales, económicas y tecnológicas. Para el caso de la Universidad de Antioquia, todos sabemos que en el Alma Máter siempre ha habido temas de gran trascendencia que discutir, máxime cuando a nuestras actividades de docencia, investigación, extensión y administración, con sus respectivos conflictos y problemáticas –propios del pensamiento y la práctica universitaria–, se le suman situaciones de orden público y presupuestales causadas por actores externos, que nos desbordan y afectan todo nuestro quehacer; pero el hecho que siga pasando el tiempo y ejecutándose acciones y proyectos sin discutir y hacer investigaciones de campo sobre las implicaciones de la Internet en la Universidad es una gran amenaza que a futuro generará situaciones conflictivas, y por consiguiente, respuestas reactivas entre los diferentes estamentos. Algunos hechos y datos actuales que dan pie a esta amenaza son7: • Según estudios de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones, el DANE y Planeación Nacional, el promedio entre las universidades colombianas es de un computador por cada 11 estudiantes mientras que en la Universidad, considerando los datos del Departamento de Cómputo, estaría alrededor de un computador por cada 21 estudiantes. Además de estos promedios, al caso de las sedes regionales, se le agrega los graves problemas de conexión que no permiten muchas veces ni enviar un correo electrónico. En la Ciudad Universitaria, a finales del año anterior, con el aumento del ancho de banda habilitado para conexión a Internet y la adecuación y consecución de servidores

se ha logrado una mejora considerable, pero como ocurrió hace algunos años, si no se amplía periódica y proporcionalmente al aumento de la comunidad universitaria y a los nuevos requerimientos que ésta va teniendo, los problemas de demora, pérdidas de mensajes de correos electrónicos o imposibilidad de acceder a los sitios web de la Universidad desde fuera de ciudad universitaria reaparecerán. • En Colombia la población que tiene un computador propio y acceso permanente a Internet se concentra en los estratos 4, 5 y 6; en la Universidad, según datos de Admisiones y Registros, alrededor del 88% de los estudiantes pertenece a los estratos 1, 2 y 3. (Este porcentaje de pertenencia a dichos estratos, aunque puede no ser muy exacto por los fraudes que se presentan en los papeles que se entregan a esta dependencia de la Universidad, no cambiarían mucho la tendencia, como mínimo las 2/3 partes de la población estudiantil pertenecen a dichos estratos). • Según las clasificaciones y datos de la Unión Internacional de Comunicaciones –UIT– y de otras entidades, Colombia a pesar de los logros de diferentes programas de e-government o conectividad (Agenda de Conectividad, Computadores para Educar, Colombia Aprende, etc.) no alcanza en conectividad sino el 7.91% de la población, lo cual nos ubica como un país de acceso medio bajo a las TIC8; además, es uno de los países latinoamericanos donde el acceso a Internet es más costoso para los ciudadanos debido tanto al valor cobrado como a que para dicha conexión se hace un doble pago: a las empresas proveedoras de conexión a Internet y a las empresas de teléfono (en otros países es un solo pago); por ende, dichos estratos 1, 2 y 3 difícilmente tienen capacidad económica para pagar dichos costos. • Estudios latinoamericanos evidencian que para un adecuado desempeño académico e investigativo de un estudiante universitario son necesarias más de 8 horas semanales de acceso a Internet, en el caso de la Universidad si las salas de computadores se utilizaran al máximo y sólo para Internet (no para digitar trabajos ni para dictar algunas asignaturas) nuestros estudiantes tendrían como máximo aproximadamente 3 horas de acceso, y siendo a su vez estas salas, su única posibilidad de acceso. • Según datos de los Departamentos de Cómputo y Organización y Sistemas, la Universidad sólo en el programa de Campus Agreement con Microsoft gasta 300 millones de pesos anualmente, sin contar los costos de otros software y plataformas como Oracle y Olib, que

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casi triplicarían esa cifra. Sin embargo, en diferentes universidades latinoamericanas, y en forma especial en Brasil y Venezuela, todas las universidades públicas han comenzado el proceso de trabajar sólo con software libre, lo cual les ha permitido excelentes resultados en lo tecnológico e invertir todos esos recursos en más hardware y redes para facilitar el acceso a Internet a toda la comunidad universitaria o utilizarlos en otros rubros estratégicos de la institución. Además, es una gran contradicción que la Universidad gaste grandes recursos económicos en software comerciales mientras que otras organizaciones están aprovechando los conocimientos de estudiantes y profesores de la Universidad para crear aplicaciones basadas en software libre y lograr economizar grandes recursos. • Si retomamos los resultados de la investigación sobre usuarios realizada por el Sistema de Bibliotecas el año anterior (algunas variables relacionadas con necesidades de capacitación en Internet y sus herramientas o la opinión sobre esta formación mediante cursos “virtuales”, e-learning, o “semivirtuales”, blended learning), y los logros en capacitación y creación de cursos basados en nuevas tecnologías obtenidos en los últimos 5 años por parte del Centro de Capacitación de Internet –CCI–, al hacer proyecciones simples, da como resultado, que a pesar de los esfuerzos y buen trabajo de estas dos dependencias de la Universidad por hacer frente al analfabetismo informacional, específicamente en lo digital, actualmente requerirían esta formación alrededor de 15.000 miembros de la comunidad universitaria, pero con los recursos humanos, técnicos y locativos vigentes sólo se alcanzarían a capacitar alrededor de 2.500 personas. Como evidencian estas cifras, aún parciales y que necesitan estudios más amplios e interdisciplinarios9, esta situación amerita un trabajo de reflexión y discusión constructiva, creativa e integradora entre todos los estamentos, pensando en un camino y destino compartido, pues si aún no hay la Infoestructura Informacional para acceder efectivamente a la Internet y sus herramientas, mucho menos se tendrá la Infocultura Informacional10 para que la información y el posterior conocimiento que ésta genera por su adecuado uso, además de las posibilidades y ventajas reales de la educación mediante nuevas tecnologías; se conviertan en una herramienta que nos facilite mejorar nuestros niveles académicos, investigativos, profesionales y culturales, que permitan finalmente, aprovechar estas tecnologías como fuente para disminuir nuestro subdesarrollo, y anteriores y nuevas realidades de desigualdad e

inequidad (Socioestructura informacional)11, como ya se está haciendo en diferentes proyectos en el ámbito mundial (Centro y sur américa, África, países del este de Europa, etc.)12, sino por el contrario, lo aumentarán, con sus respectivas consecuencias. Reflexión y discusión que nos lleva a buscar alternativas efectivas, entre las cuales podrían estar, como ya lo han planteado algunas instancias de la Universidad en otros momentos, o como nuevas opciones complementarias y no excluyentes entre sí mismas: • Destinar un porcentaje fijo y creciente año tras año del presupuesto de fondos comunes de la Universidad, que facilite el no quedarse sólo en la actualización de los equipos aprovechando los recursos de estampilla, como lo hacen actualmente las facultades, escuelas e institutos, pero sin opciones locativas para aumentar las salas de computadores y puntos de acceso a Internet. • Crear convenios con empresas prestadoras de servicios de acceso a Internet o telecentros privadosmixtos como se llaman en otros países (Café Internet, Salas de Internet de Cajas de Compensación Familiar y de Bibliotecas, etc.) para que los estudiantes de la Universidad tengan tarifas preferenciales. • Incrementar los recursos de las dependencias que actualmente están realizando esas labores de conectividad y alfabetización informacional-digital. • Crear un modelo pedagógico para la formación por internet (educación “virtual”, e-learning) surgido de una reflexión amplia en este ámbito, no determinada por la plataforma tecnológica que se vaya seleccionando cada cierto tiempo y que responda a las características de los diferentes estamentos que conforman la comunidad de la Universidad de Antioquia. • Crear una asignatura permanente y obligatoria en todos los currículos, en cuanto al uso de herramientas que permiten el acceso a información de calidad y su evaluación crítica (Cátedra de Formación en Información) como se ha logrado en la Facultad de Medicina o mediante diferentes temáticas en distintas asignaturas de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, con excelentes resultados, la cual se estructuraría en diferentes niveles según los conocimientos previos de los estudiantes, profesores y empleados. Esta cátedra sería similar a la que ya se está realizando en Formación Ciudadana o la recientemente aprobada en Formación Legal propuesta por la Facultad de Derecho, la cual además del Centro de Capacitación de Internet –CCI– y el Sistema de Bibliotecas, debería estar avalada y

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apoyada académica y logísticamente por la Escuela Interamericana de Bibliotecología y el Departamento de Ingeniería de Sistemas. Estas son sólo algunas posibles alternativas, pero las verdaderas y efectivas sólo se lograrán si se comienza y facilita un espacio de reflexión y discusión entre todos los estamentos de la Universidad, siempre con una perspectiva constructiva, creativa e integradora, conscientes de nuestras capacidades y posibilidades humanas, técnicas y económicas, pues sólo así estaremos preparados como Universidad y miembros de la misma, para hacer frente a la llamada Sociedad de la Información y el Conocimiento: “En efecto, la capacidad o falta de capacidad de las sociedades para dominar la tecnología, y en particular las que son estratégicamente decisivas en cada periodo histórico, define en buena medida su destino, hasta el punto de que podemos decir que aunque por sí misma no determina la evolución histórica y el cambio social, la tecnología (o su carencia) plasma la capacidad de las sociedades para transformarse, así como los usos a los que esas sociedades, siempre en un proceso conflictivo, deciden dedicar su potencial tecnológico”. Manuel Castells13

“Las TICs no son positivas ni negativas en sí mismas; pero tampoco son neutras. Dejándolas a la deriva, terminan por reproducir y profundizar las desigualdades existentes en la sociedad”… “ Sally Burch y Osvaldo L.14

Apóstrofe, 1993. CASTELLS, Manuel. La era de la información: economía, sociedad y cultura, Madrid: Alianza editorial, Vol. 1-3, 1998 2 El ritmo de difusión de la Internet, comparado con el alcanzado por innovaciones previas del campo de la información y la electrónica, es sencillamente asombroso: los Estados Unidos tardaron 38 años para que 50 millones de personas estuvieran conectadas a la radio como sistema de transmisión de información, 13 años para que el mismo número de personas estuvieran conectadas a la televisión, 16 años para que 50 millones de consumidores tuvieran un computador personal y sólo cuatro años para que ese mismo número de personas estuvieran conectadas a la Internet, contando desde el momento en que se abrió al gran público. MEEKER, M.; PEARSON, S.. Knowledge societies: information technology for sustainable development, Oxford (Reino Unido), Oxford University Press. 1998 3 MALANCHUK, Maureen. Información: habilidades para organizarla y mantenerla. México: PretinceHall, 1997. 4 RAMONET, Ignacio. El nuevo orden Internet. En: Le Monde Diplomatiquè, edición española, enero 2004. 5 La sociedad actual de la información y el conocimiento es el producto del desarrollo de las sociedades anteriores en las cuales siempre la tecnología ha cumplido un papel determinante que las caracterizó y a su vez, su transformación, dio origen al nacimiento de otro paradigma de sociedad. “Con cada generación técnica se reavivará el discurso salvífico sobre la promesa de concordia universal, democracia centralizada, justicia social y prosperidad general. Cada vez, también, se comprobará la amnesia respecto de la tecnología anterior. Del telégrafo óptico al cable submarino, del teléfono a la Internet, pasando por la radiotelevisión, todos estos medios, destinados a trascender la trata temporoespacial del tejido social, reducirán el mito del reencuentro con el ágora de las ciudades del África”. MATTELART, Armand. Historia de la sociedad de la información, Buenos Aires: Paidos, 2002.

NOTAS 1 Alvin Toffler la considera un segundo estadio económico, posterior al estadio industrial, en el cual la información y el conocimiento aplicado son la base de las economías. Este concepto se aproxima igualmente al de Peter Drucker, de sociedad poscapitalista, que se basa en la información y el conocimiento como base de las relaciones económicas y culturales. Manuel Castells la denomina en términos generales como sociedad informacional o informacionalismo la cual está constituida y se subdivide en “… una nueva sociedad dominante, la sociedad red; una nueva economía, la economía informacional/global; y una nueva cultura, la cultura de la virtualidad real” TOFFLER, Alvin. La Tercera Ola. Barcelona: Plaza & Janés, 1980. DRUCKER, P.F. La sociedad poscapitalista. Barcelona:

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6 “…En la edad digital nuestro quehacer se reduce a pulsar botones de un teclado. Así vivimos sin ningún contacto auténtico con la realidad, con el mundo real. La ´hipermediación´(es la tesis de Gehle, 1990) nos priva de experiencias nuestras, experiencias de primera mano. Lo cual tiene graves consecuencias. Pues cada uno de nosotros sólo comprende de verdad las cosas sobre las que tiene una experiencia directa, una experiencia personal”. SARTORI, Giovanni. En Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Tauros, 1998. 7 Datos resultado de la investigación: “Acceso, conocimiento y uso de las herramientas especializadas de Internet entre la comunidad académica, científica, profesional y cultural de la Universidad de Antioquia. Etapa 1: creación del modelo para recopilación y análisis de información”. Especialización en Gerencia de Servicios de información. 2004 (Mención de honor): http://docencia.udea.edu.co/investigacionInternet/ 8 Informe sectorial de Telecomunicaciones. Comisión de Regulación de Telecomunicaciones. 2004 . (Basado en datos


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de la Unión Internacional de Telecomunicaciones –UIT–) http://www.crt.gov.co/documentos/biblioteca/ Informe_semestral_2004.PDF [Consultado en febrero de 2005]. 9 Esta sería la etapa siguiente de la investigación: “Acceso, conocimiento y uso de las herramientas especializadas de Internet entre la comunidad académica, científica, profesional y cultural de la Universidad de Antioquia” para la cual se buscará este año la financiación por parte del CODI y otras instancias de la Universidad, con el apoyo del Centro de Investigaciones en Ciencia de la Información –CICINF– de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia. 10 La Economía de la Información o Infraestructura Informacional: •Una fuerte industria informática y de telecomunicaciones •Un adecuado nivel de acceso en telecomunicaciones y redes para todos los ciudadanos. •Bajos costos en servicios de telecomunicaciones •Innovación tecnológica en hardware y software La Cultura de la Información o Infoestructura Informacional: •Un sistema educativo formal y no formal que tenga como objetivo enseñar a aprender (Metacognición). •Un sistema ciencia-tecnología que aproveche la capacidad creativa de los ciudadanos y la transforme en nuevos productos y servicios competitivos en los mercados mundiales. •Un sistema legal que pueda responder a los retos que impone la velocidad de desarrollo de las tecnologías. •Una base de contenidos que haga posible que las actividades de ciudadanos y organizaciones en la era de la información sean más fáciles. •Un entorno fiscal que facilite el surgimiento, y el crecimiento, del sector información autóctono. CORNELLA, Alfons. En la sociedad del conocimiento la riqueza está en las ideas. En: El profesional de la información,

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marzo 1999 (Fuente Académica. Base de datos de revistas a texto completo EBSCO). 11 Conceptualización propia resultado de la investigación mencionada anteriormente. Este concepto sería un complemento al trabajo de Alfons Cornella y busca responder a la pregunta: Qué tipo de sociedad de la información y el conocimiento requiere América Latina? Respuesta: Una sociedad de la información y el conocimiento con equidad y sostenibilidad pues se comparte en este sentido la visión de Álvaro Cuadra: “la noción de brecha digital es indisociable del concepto de desarrollo... los países en vías de desarrollo están atrapados en la contradicción de la red. Por una parte, el hecho de estar desconectados o superficialmente conectados a Internet supone la marginación del sistema reticular global. El desarrollo sin Internet sería equivalente a la industrialización sin electricidad durante la era industrial. Por ello aducir, como suele hacerse, que es necesario comenzar por “los problemas reales del Tercer Mundo”, o sea, la salud, la educación, el agua, la electricidad y otras necesidades, antes de plantearnos el desarrollo de Internet, revela un profundo desconocimiento de las cuestiones que realmente importan hoy día. En efecto, sin una economía y un buen sistema de gestión basados en Internet, es prácticamente imposible que un país sea capaz de generar los recursos necesarios para cubrir sus necesidades de desarrollo, sobre una base sostenible, o sea, económica, social y ecológicamente sostenible”. CUADRA, Álvaro. La brecha digital... [Documento electrónico] Santiago: IHEAL / CEPAL / Universitè de Paris III. Agosto 2003 http://www.labrechadigital.org/ [Consultado el 27 de julio de 2004]. 12 Asociación para el Progreso de las Comunicaciones. Internet y TIC por el Desarrollo y la Justicia Social http://www.apc.org/espanol/index.shtml 13 CASTELLS, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 1-3. España: Alianza Editorial, 1998. 14 RED MÍSTICA (Metodología e Impacto Social de las TIC en América Latina y el Caribe), SOMOS@ TELECENTROS (Red Latinoamericana de Telecentros), FUNDACIÓN ACCESO. www.acceso.org.cr


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Título robado Por Verónica Echeverry Alvarán Estudiante de Comunicación Social-Periodismo Universidad de Antioquia

Sea dicho desde el principio que no me agrada escribir sobre barbaries de la humanidad, pero que se le va a hacer. Al parecer, éstas siempre han hecho parte de nuestra historia, y no será preciso eludirlas. Además, son estos ‘gajes del oficio’ (el de vivir). ¿Cómo? ¿Dice usted que el mundo es un pañuelo? Claro que sí. No puede perderse uno, viviendo en este planeta, de un despliegue de grandiosos avances e innovaciones que abren el telón a una función estelar que no deja de asombrar –señor, cierre la boca que no conviene que alguna baba caiga sobre su zapato–: redes, circuitos, satélites, conexiones, luces, cámara, acción, pareciese que estuviésemos entrando a una nueva dimensión. Ha ocurrido una revolución fenomenal, los medios de comunicación insisten en acortar las distancias, en ‘hacer el mundo más pequeño’, (y a pesar de tanta insistencia se siente uno a veces tan lejano..); como sea, tal parece que dicha obstinación ha dado resultados, pues se aprecia hoy en día que esta gente de los medios ‘cuenta con un control de la

información increíble, quizá nunca antes imaginado’, las noticias van de aquí para allá, llegan y se van; unas para vencer el olvido, otras para quedarse en un lugar donde no haya memoria, y en ese ir y venir no se puede alzar las manos e intentar siquiera atrapar una: son así de veloces. ¿Pero están ahí? Sí señor, están ahí, y las imágenes también, que a donde quiera que se mire se encontrará usted con una lluvia intermitente de juegos de colores y de formas. Una buena sombrilla habrá de conseguirse; convendría también mantener los sentidos bien despiertos y un buen colador, pues a velocidades fantásticas vuelan por el espacio letras, aes, ies, efes; palabras, mu dice la vaca, mamá, cielos, pink panter; buenas nuevas y no tan buenas, que de todo hay en esta vida. Siendo todos humanos no hemos de ignorar la materia de la que estamos hechos. Con lo que se me ha permitido estar de pie en este planeta he podido observar y reconocer en otras gentes, y en mí misma, rostros de espanto, de miedo... Y no es miedo únicamente a fantasmas, brujos, espantos y hechicerías, a la oscuridad, a mortales enfermedades, a la selva con sus bestias o al misterioso océano; es miedo a todo, a la condenación, a violar las reglas, a ser castigado, a ser herido (no sólo en la piel), a perder el control de la vida (si es que lo hay), a perder seguridad, a que se desvanezcan los sueños, a morir... a desvanecerse de repente, a que la vida sea arrebatada, quién sabe dónde, quién sabe pensando qué cosas; de pronto todo es un vacío... ¡pum! ¡zaz! Ya no existes más. (Y esta no es la única forma de matarlo a uno, pues perder un sueño también es gran herida). El miedo es fibra constituyente del tejido social mundial; tenemos miedo de todo, no se confía en nadie, no

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se le cree a nadie. El miedo al otro es un miedo cultural que persigue como una sombra. ¿Quién hay detrás de cada rostro? ¿Qué oculta esta piel, esta máscara? ¿Quién es el enemigo? CONTEO FINAL: cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero.

Identificar al enemigo público Venimos a un mundo que convive con estados de guerra constantes y estados de miedo también. Pareciese que nuestro mundo propicia una burbuja perfecta para el temor. Para todo hay una regla, una ley, nos condicionan desde antes de nacer, y entonces hay que buscar una aguja para estallar esa pompa y escapar. No le ha bastado al hombre el conocimiento de la historia para darse cuenta de que las reglas son generadoras de rebeldía (o talvez sí se ha dado cuenta, pero lo disimula), ha de reconocerse que su naturaleza le impulsa a rebelarse contra el orden establecido. El caos le es inherente. Thomas Hobbes una vez observó: “al dar una mirada sobre el hombre, sobre su naturaleza, sobre la condición de ser mortal, le encontraremos con derechos naturales, es verdad; pero también con deseos y pasiones, con odios y amores, con temores y esperanzas, con ánimos de competencia y con propósitos de gloria y honor, en suma, un ser común, un cuerpo pasional lleno de deseos que compite por ellos con otros hombres iguales a él y que por tanto desean y temen las mismas cosas”. Y, como deseos y temores andan bajo las suelas de nuestros zapatos como chicle mal pegado, habrá que coger una tapita y despegarlos, pues se ha sabido por palabras de Aung Sans Kyi que “el poder no es lo que corrompe, sino el miedo: el miedo a perder el poder para los que lo tienen, el miedo de los que el poder oprime y castiga”. Somos un mundo corrupto. Habla Hobbes acerca del miedo como artífice del Estado (del Leviatán), pues éste, logrando intervenir en el desorden propiciado por pasiones humanas, introduce un principio de orden social, mando y obediencia, apoyándose en el miedo que incline a los hombres razonablemente hacia su intervención (la del Estado). Yo hablo de que las imposiciones del Estado y las reacciones a las que conllevan son todo un desorden. Hay un orden natural en el universo: los planetas giran alrededor del sol, las lunas giran alrededor de los planetas, la fuerza de gravedad nos mantiene con los pies en la tierra (aunque hay quienes gustan de andar en las nubes), los mares tienen su límite, los días y las noches saben cuándo es tiempo de aparecer

y de desaparecer... el orden para la humanidad parece inexistente. Inexistente también está el respeto a la vida, gente torpe y ciega atenta contra la humanidad, (que de nada sirven diplomas y tenerse por señor para ser inteligente, aunque de astucia sí se sepa). La presencia terrorista viene de tiempo atrás. Es en los siglos XVIII y XIX, a partir de la Revolución Francesa, que cobra fuerza dada la propagación de ideologías y nacionalismos. Con esto ha tenido la humanidad que presenciar terribles masacres como las perpetradas por los regímenes de Hitler y los países comunistas, además de otros absurdos llevados a cabo por sectas como el Ku Klux Klan, sin dejar de lado la persistencia hoy de constantes enfrentamientos entre protestantes y católicos en Irlanda y el problema sinfín de los países del Medio Oriente, (lo anterior sólo un sutil pincelazo, que de barbaries los humanos somos expertos propagadores y conocedores); ni qué decir de las bombas con auge en los 90’s y de los bomber-men o kamikazes, y más recientemente de los aviones secuestrados que chocan contra edificios. Y se deshace, todo se deshace, la humanidad se esfuma... Pero para no cansarle, señor, con tanta palabra, pasaré a decir que es cosa seria lo que se ve en el mundo. No se sabe cuánta vida queda ante los ojos. SEÑAL/ imágenes devastadoras, confusión, pánico, estupefacción, esto es lo que se vive en estas calles, en estos muros. SEÑAL/ INFORMANDO PARA EL PLANETA/ CORRESPONSAL EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO. Allá se abre el telón y está el drama, aquí se abre el telón y está la tragedia. “El terrorismo es un acto violento que se concibe de forma específica para atraer la atención, y entonces, a través de la publicidad que ha generado, comunica su mensaje. Para conseguir impulsar el cambio político, los terroristas deben alcanzar el máximo potencial de influencia, y esto sólo lo pueden hacer difundiendo el terror y violencia a un público lo más amplio posible”. Unos dentro de la pantalla, otros frente a ella. El terrorismo es noticia tanto en el contexto nacional como en el internacional, es un boom, es un acontecimiento de dimensiones extraorbitales, tendría por ello que tratarse, con sensatez. Y actuando los medios de comunicación como conformadores de la opinión pública, no hemos de ignorar entonces la percepción, justamente pública, que se tiene sobre el terrorismo y los terroristas, por demás, la manera en

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Título robado. De qué habla señor, ¿Qué título nos ha sido robado? No ha de ser el de la paz, ¿verdad? Pues la paz quizá sea un sueño equívoco del hombre. No, no es de ese del que hablo. Hablo del título de LA VIDA, que ésta sólo es una, al menos aquí en la Tierra.

que su transmisión afecta esta opinión. “Puede que la gente no acepte el terrorismo igual que no acepta el asesinato, pero está claro que siente curiosidad por ellos”. (Acto por naturaleza dramático, suscita interés, las voluntades se mueven, los ánimos se encuentran, la contradicción despierta estados de desilusión, de rabia, de desaliento...). Ante tanta curiosidad ¿qué se hará? Respondiendo a la ‘demanda del consumidor’, la información, en especial la televisada, se trivializa y realza aspectos de las historias con las que se pueda identificar una audiencia más amplia en lugar de desarrollar un análisis y proporcionar una comprensión de los antecedentes de un determinado asunto. Que no sea convertido el terrorismo en una especie de ‘perverso espectáculo’, que no se caiga en la ‘insensatez gaga y los excesos de emoción’, que no sea preocupación única para las cadenas dar una noticia, sino que exista una posición seria frente a las consecuencias que sus acciones podrían tener ante la toma de decisiones políticas. Y es que se ha acusado a los medios de haberse convertido en un amplificador más o menos consciente, y en ocasiones consciente, de la campaña de publicidad de los terroristas. Benjamín Netanyahu mantiene que los atentados terroristas sin cubrir por los medios serían como el dicho del árbol que cae en el bosque y nadie lo oye. Luego no habría tanta conmo-

ción, y como se dice por ahí, los terroristas quedarían ‘mirando para el techo’, y de su mensaje sólo se oiría en algunas tierras, que para tanto mundo talvez no sea nada; quizá tanta infección de terror y tanto afán por conseguir cambios ‘a la brava’, ‘a las malas’ se iría desvaneciendo. Pienso que tendría que haber otra forma de acceder al mundo (o de desacceder del mundo). Bueno... pero no le demos campo a la confusión que de confusiones ya tenemos bastante. Veamos mejor, la contrapartida: aunque por un lado Laqueur critique a los medios por su ligereza en el tratamiento del terrorismo, por el otro, reconoce que ello no ha producido actitudes públicas más favorables hacia los terroristas o sus causas. Curiosidad sí se ha asomado, pues anda ésta sorprendiendo al espíritu de vez en cuando. Y esta es una ocasión. Pero no se hable de lo que se ha dicho renglones atrás. Fascinante es que se crucen fronteras, que tengamos noción de lo que les sucede a las gentes del mundo. La responsabilidad del periodista supondría el dar a conocer los hechos de manera objetiva con una pizca de lo subjetivo. Una pizca. Que no es buena la noticia desabrida como tampoco lo es la que con exceso de condimentación se encuentre. El público recibiendo una visión ha de construir la suya propia aprendiendo a asumir la realidad con todas sus sazones y desazones. Tarea difícil. “La felicidad en esta vida no consiste en el reposo de una mente satisfecha porque no hay ese ‘finis ultimus’ (fin último) ni ese ‘summus bonnus’ (sumo bien)... y no puede vivir un hombre sin deseos, como tampoco puede vivir aquel cuyos sentidos e imaginaciones se han detenido”. Pero este no es un asunto de felicidad, así que, dirijamos nuestra mirada hacia el impacto que causan las transmisiones de actos violentos, infames y terroristas en la toma de decisiones políticas. Eso de la competitividad es bien serio. Tal parece que ésta cada vez toma más fuerza, no sólo en lo que a los medios respecta, sino en toda una atmósfera cultural, social, política... Se sabe hoy del llamado ‘Síndrome CNN’ de peculiar slogan ‘todas las noticias, todo el tiempo’ y al parecer tal ocurrencia ‘pone los pelos de punta’ a los dirigentes, especialmente cuando atentados de tipo ‘horrorista’ suceden. El ex primer ministro británico, John Major, da su comentario acerca del impacto del citado ‘Síndrome’ en la toma de decisiones de gobiernos: “Creo que es malo para el gobierno.

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Creo que la idea de que tienes que tener, de forma inmediata, una política para cada cosa antes de que esa cosa ocurra, y que tengas que responder a las cosas antes de que hayas tenido la oportunidad de evaluarlas, no es sensato”. Lloyd Cutler, consejero del presidente Carter durante la crisis de rehenes de Irán de 1979-1980, explicaría: “Si se informa en la televisión sobre un siniestro acontecimiento extranjero, el presidente y sus consejeros se ven obligados a tener una declaración preparada para el siguiente informativo”. No sólo se precipita el debate, sino que este se apura rápidamente y luego se trunca con la misma facilidad, privando de esta manera a los políticos y a los militares del tiempo necesario para analizar a fondo temas de importancia, llegar a decisiones bien reflexionadas, elaborar respuestas coherentes y actuar con una confianza basada en la exhaustiva deliberación. ¿Qué decir pues ante esto? Digo que los medios y los gobiernos tendrán que actuar con cautela evitando la manipulación los unos y la precipitación los otros. (Que de tontos ninguno ‘tiene un pelo’). El peligro acechante seguirá sintiéndose pero como dice Jean Paul Aron “Será necesario inmunizar el cuerpo y el espíritu contra las incertidumbres y el peligro”. Esto suena como a Misión Imposible, pero debe haber una forma... Título robado. De qué habla señor, ¿Qué título nos ha sido robado? No ha de ser el de la paz, ¿verdad? Pues la paz quizá sea un sueño equívoco del hombre. No, no es de ese del que hablo. Hablo del título de LA VIDA, que ésta sólo es una, al menos aquí en la Tierra.

La ilusión del progreso Por Dagoberto Acevedo Vergara Estudiante de Trabajo Social Universidad de Antioquia dagoacevedo@gmail.com

La apropiación de conocimiento depende de muchos factores. Ya sea en la escuela (cuando digo escuela me refiero a un término que abarca la educación de manera global: primaria, secundaria, superior) donde a través de distintas actividades bien sean audiovisuales, de multimedia, de lectura, etc. se expone una serie de datos e información que el individuo retiene y asimila, o a través de actividades extracurriculares donde se estudian comúnmente temas de interés personal. Aunque en la actualidad algunas universidades han logrado establecer programas de divulgación científica y cultural como es el caso del programa radial “Historias de la ciencia” de la Universidad de Antioquia, o los parques temáticos que existen hoy en la ciudad de Medellín, para nuestro contexto social el mejor medio para la apropiación de conocimientos es la lectura. Primero que todo, para que la ciencia tenga el impacto que se necesita en nuestras ciudades y deje de ser una mera cátedra que se queda en la escuela debemos crear una conciencia crítica a través de la lectura y por consiguiente con la socialización de aquellos conocimientos adquiridos. Para obtener estos

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conocimientos es necesario recurrir al libro, como medio para alcanzar las metas. ¿Por qué el libro? En un país como el nuestro que intenta igualarse a los mejores países y aplicar las tecnologías de las mejores ciudades del mundo, nuestros dirigentes no han caído en cuenta de un pequeño detalle: ¿Cómo se pretende adaptar a las nuevas tecnologías a ciudadanos que ni siquiera tienen unas habilidades básicas en la comprensión de textos? Mientras las bibliotecas públicas tienen los mismos libros viejos que en la actualidad son básicamente obsoletos, se dotan de varios computadores que en algunas ocasiones ni siquiera el bibliotecario es capaz de manejar. Si bien es cierto que los sistemas audiovisuales son benéficos para el desarrollo de la lectura hay que observar que no todas las personas tienen acceso a un computador para continuar en sus hogares con las labores escolares, además que genera un gran cansancio visual. En el año 2.004, la Presidencia de la República sacó el programa “Leer libera” con el propósito de fomentar la lectura como medio de distracción, crecimiento cultural y aprovechamiento del tiempo libre. Pero en una situación donde la mayoría de las familias tienen que replantear cada mes sus prioridades (o se paga servicios o se compra comida), es casi que imposible pretender que se incluyan libros en la canasta familiar. Otro caso similar es el llamado que se hace a no comprar libros piratas, pero un libro original de literatura cuesta alrededor de 30.000 pesos, lo que cuesta un mercado familiar básico. También es doloroso el caso que se presentó con Gabriel García Márquez al ser el primer autor que cobra en una biblioteca por leer un libro suyo. Si no se crean las condiciones no podemos progresar. Caso contrario fue el programa que surgió hacia 1.992 llamado “El furor de leer”, que se realizaba a fines de año y en el que se hacían actividades recreativas, tardes de lectura, se obsequiaban libros y se fomentaba la lectura en niños y jóvenes. En el programa “Leer libera” si los libros son la libertad, ¿dónde están? ¿Se pretende que una mera frase cumpla con el objetivo? Sí, tampoco podemos decir que seamos los mejores lectores y que pidamos libros a gritos, pero existe una explicación histórica para el bajísimo nivel de lectura en Colombia: “una encuesta reciente indica que unos cuatro millones de personas leen de vez en cuando el periódico, y aunque quienes leen ocasionalmente libros son más, el público verdaderamente lector en Colombia no supera los tres o cuatro millones de personas. El resto tiene un dominio elemental de la lectura y pro-

Mientras en Europa una gran parte de la población se había acostumbrado a usar el libro para educarse, informarse o divertirse, y al llegar los medios audiovisuales pudo conservar buena parte de sus hábitos de lectura, en Colombia la gente se acostumbró a informarse y divertirse mediante el radio o el televisor, sin que se desarrollaran la infraestructura cultural y los hábitos de uso del tiempo libre ligados al libro

bablemente aprendió a leer después de haber tenido acceso a la radio y en años recientes, a la televisión. En vez de haber pasado de un predominio de la comunicación oral a una cultura con fuerte presencia del texto, sobre la cual se impusieron gradualmente los medios de comunicación audiovisual, como fue la secuencia europea, en Colombia pasamos directamente de la voz viva a la radio y la televisión. Mientras en Europa una gran parte de la población se había acostumbrado a usar el libro para educarse, informarse o divertirse, y al llegar los medios audiovisuales pudo conservar buena parte de sus hábitos de lectura, en Colombia la gente se acostumbró a informarse y divertirse mediante el radio o el televisor, sin que se desarrollaran la infraestructura cultural y los hábitos de uso del tiempo libre ligados al libro”1. Aunque tengamos una razón para nuestra mediocridad como lectores, han pasado décadas y nuestra situación sigue igual, el mismo conformismo, la misma pereza mental de siempre. Es cierto que un pueblo sin educación es más fácil de controlar pero ¿el control debe ser pagado con un precio tan alto? ¿Cuántos niños mueren por una enfermedad tratable como es la diarrea, solo porque sus padres no saben leer las indicaciones del suero oral y de otros medicamentos, o el alarmante crecimiento demográfico ya que las personas no conocen los métodos anticonceptivos, o los que se permiten ultrajar porque no conocen sus derechos? ¿El orden de un país debe ser establecido por medio de la ignorancia colectiva? ¿Es el saber un arma tan destructiva como para impedirnos el acceso a él? En primer lugar hagamos una distinción entre lo que es saber y lo que es conocimiento: “El conocimiento goza de la legitimidad de

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que le da el ser sancionado oficialmente con títulos. Podemos hablar incluso de una organización social del conocimiento. En torno al conocimiento, prima en nuestro medio una concepción muy europea que lo ubica como un proceso de construcción y de acceso a un saber mucho más elaborado que goza de gran validación y reconocimiento social. El saber, en cambio hace mas referencia a un fenómeno diverso en el que encontramos saberes populares, saberes específicos y saberes de disciplina científica. Desde nuestra concepción, los procesos del saber son diferentes entre sí y se encuentran ligados de manera especial a los fenómenos de la cultura. A diferencia del conocimiento, su validación está en la práctica”2. Después de esto podemos ver lo que sucede en nuestro entorno, en nuestra universidad: se produce mano de obra calificada y en grandes cantidades, pero ¿cuántos de ellos poseen saberes aplicables a nuestra sociedad? ¿O son sólo recipientes llenos de datos que ven la realidad como un laboratorio donde se aplican las teorías pero a nivel práctico no poseen ningún interés por comprender lo que hacen sino simplemente hacerlo? Con este tipo de condiciones es prácticamente imposible realizar investigaciones que lleven a conocimientos innovadores, a formular nuevos conceptos respecto a nuestro contexto, tecnologías que se adapten a nuestras regiones, que se encarguen de fomentar el empleo, no a acabarlo; teorías de las ciencias humanas que sean aptas para nuestras problemáticas sociales, en fin, crear ciencia para nosotros, dejar de consumir lo que otros descubren sin aportar también el granito de arena. En estos momentos, no sólo se mide el capital de un país según sus bienes materiales sino que también se habla de un capital intelectual o de economía del conocimiento. Dicho capital está condicionado por el nivel educativo de sus habitantes, la cantidad de conocimiento que genera un país, sus principales innovaciones tecnológicas y sociales, etc. Si nos paramos a evaluar el nivel de capital intelectual presente en Colombia debemos verificar también el índice del PIB que se destina al I+D (Investigación y Desarrollo.) “En los países industrializados se sabe que el conocimiento científico es altamente retributivo y se invierten porcentajes muy significativos de su PIB, del orden del 4%, en investigación y desarrollo, inclusive en algunos temas de investigación básica que no ofrezcan perspectivas a corto plazo de aplicación práctica...El modestísimo papel, si hay alguno, que desempeña la ciencia en la industria colombiana se ve reflejado en la casi simbólica participación del rubro de investigación y desarrollo

en el presupuesto nacional, del orden del 0.2% del PIB...El día en que el presupuesto de investigación y desarrollo del país se aproxime, por ejemplo, al de la industria publicitaria, cercano al 2% del PIB en el 2002, o al de defensa, que para el presente año (2003) será del orden del 5% del PIB, empezaremos a ver cambios significativos en nuestra situación”3. Es bien sabido que un incremento en la investigación provoca un mayor avance industrial, y en ocasiones se generan productos sin ninguna utilidad con el solo objetivo del consumo, pero, como planteaba anteriormente, es posible elegir el tipo de crecimiento acorde a nuestro contexto social. Si se encaminara la investigación por ejemplo, a desarrollar nuevos tipos de complementos alimenticios a partir de alimentos con altos niveles de proteína que prevengan la desnutrición y que tengan un margen de descomposición bajo, se podría orientar a solucionar los niveles de hambre y desnutrición generados por el rápido crecimiento demográfico. Nuestro mayor defecto es que no damos prioridades a solucionar los problemas que tenemos, en lugar de importar tecnologías que solo benefician a las clases altas, aumentan el desempleo o contribuyen al fortalecimiento de la guerra. Después de todo esto la pregunta es: ¿realmente queremos progresar?

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NOTAS 1 MELO, Jorge Orlando. Mas libros y menos maestros. En: El malpensante. #42. (Nov 01-Dic 15 2002); p 73-85 2 MEJIA, Marco Raúl; AWAD, Miriam. Pedagogías y metodologías en educación popular. La Paz: Editorial Cebiae, 2000. p 117-118 3 PINEDA GAVIRIA, Guillermo. La ciencia de este mundo. Medellín: Universidad de Antioquia. 2003. 29p.


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