




Tras cuatro jornadas durante todo el año, el Campeonato Estatal de Salto Ecuestre del Estado de Querétaro conoció a sus campeones, dejando un buen sabor de boca por el nivel mostrado y el arrastre que en cada edición consigue entre el público
Texto: Carlos Curiel
Foto: Armando Vázquez
El Hípico del Club
Campestre del Estado de Querétaro se vistió de gala al ser la sede de la emocionante final del Concurso de Salto a Caballo, una de las competencias más esperadas del año, organizada por Fomento Ecuestre del Estado de Querétaro (FEEQ) y Eventos Ecuestres del Bajío.
Durante el evento, los asistentes fueron testigos de una increíble muestra de habilidad, técnica y dedicación por parte de los competidores, quienes se habían preparado durante todo el año para alcanzar esta meta. El campeonato constó de cinco pruebas de distintas alturas: 1.20 m, 1.10 m, 1 m, 90 cm y 75 cm, desafiando tanto a jinetes como a caballos en un despliegue de precisión y destreza.
LA PARTICIPACIÓN DE NIÑOS DE CASA HOGAR
Un momento especial fue la participación de tres niños de la Casa Hogar ¡Vivan los Niños! de Morelia, Michoacán, dependiente del DIF estatal. Adrian K. y Osmar C., de 9 y 10 años respectivamente, compitieron en el Training de 40 cm y en la prueba de 60 cm,
mientras que Juan Diego N., de 15 años, destacó en el Training de 40 cm. Estos pequeños atletas, entrenados durante cinco meses en el Club Hípico PIMAD bajo la guía del entrenador Abel Piña y la terapeuta Carolina Escobedo de la Asociación CRECE
Equinoterapia, demostraron no solo sus habilidades sino también su amor por el deporte ecuestre. Su desempeño emocionó a todos los presentes y resaltó su fortaleza frente a los retos que enfrentan día a día.
UN EVENTO
LLENO DE EMOCIÓN
A lo largo de cuatro jornadas, los binomios se esforzaron al máximo, dejando momentos inolvidables tanto en la pista como entre el público, que no dejó de animar a sus favoritos. El ambiente estuvo lleno de camaradería y celebración, reflejando el entusiasmo por el mundo ecuestre que sigue creciendo en Querétaro. Este campeonato no solo representó un triunfo deportivo, sino también una muestra del impacto positivo que el deporte tiene en la comunidad, promoviendo valores como la dedicación, la inclusión y el trabajo en equipo. Una jornada inolvidable para el estado de Querétaro y el mundo ecuestre en México.