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amqueretaro.com

Domingo 30 de junio de 2013 / Querétaro, Querétaro

Sección H

El Gran Hermano vela por ti Christopher Dickey

privacidad

Guerra en Siria: relato de las víctimas indefensas ›› El número de muertes en el conflicto sirio, que

›› Los civiles, en su mayoría ajenos a la lucha, se

comenzó hace tres años, ha llegado a 100 mil personas ven atrapados entre el fuego de ambos bandos

Ayman Oghanna

siria

El doctor se cubre las orejas, mis manos comienzan a temblar, y ambos nos tiramos al piso. La entrevista ha sido interrumpida. Obuses caen directamente en el pueblo de of Khan Assobl, y la guerra trastoca la calma de un apacible hogar rural. Khan Assobl es un lugar entre muchos otros. Un pueblo en el norte de Siria localizado en una rústica provincia llamada Idlib. Mientras que el país transitaba entre una revolución a una guerra civil estancada, este antiguo paisaje de altas crestas y arboles torcidos fue orientado hacia un nuevo uso, excavado tanto por civiles y los soldados rebeldes para crear refugios subterráneos que los protegieran de los bombardeos y la artillería de los puestos de avanzada del Ejército Sirio. Si existió algún tiempo cuando la guerra pudo haber pasado a través de Khan Assobl, el territorio reclamado por ambos bandos, ese tiempo se terminó.

Ahora, la guerra jamás se va. Los rebeldes lanzan ataques de artillería sobre las posiciones gubernamentales, mientras que el régimen ataca todo lo que puede—en su mayoría áreas civiles como Khan Assobl. El Dr. Safah comienza a levantarse; el aturdimiento causado por las bombas comienza a desvanecerse, y sus deberes vuelven a manifestarse. Alguien podría estar lastimado por aquí. Mahmood, el conductor de ambulancias, ya se encuentra en la puerta. Fuego de artillería constante continúa mientras él se apresura abordar su vehículo, atravesando una densa capa de humo, tierra y pequeñas piedras recién destruidas. El motor comienza su marcha lastimosamente. Las luces se encienden, las sirenas comienzan su ulular, y la sayyarat issaaf—“el carro de la emergencia”— se pone en movimiento, sus puertas traseras abiertas de par en par. “Cuando salimos a una misión, esperamos morir”, dice Mahmood. “Es una buena muerte. Sí, una buena muerte, por qué la enfrento para poder ayudar a otros”. El Dr. Safah y yo seguimos la

ambulancia de Mahmood, dirigiéndonos hacia el lugar donde creemos que cayó la artillería. Esquivamos baches en un camino de terracería alterado por la presencia del conflicto. El pasado está aquí. Señalamientos nos indican la cercanía de las ruinas de Ebla, el Hotel Idlb, sitios para acampar. Todos son ecos de una vida anterior a la guerra. El presente está aquí también. Hay impactos de bala en las señalizaciones en el camino, con sus orillas oxidadas por el paso del tiempo. Durante los pocos momentos de calma, algunos niños pueden ser vistos en el camino montando a caballo y tocándose la cara al pasar uno, al igual que hombres viejos pastoreando ovejas y levantando sus cayados para saludarte con la antigua palabra otomana “Efendi”. Alcanzamos un pedazo de césped plano, a la orilla del camino, y miro al Dr. Safah. Él es un hombre alto, de complexión robusta, con anchos hombros, manos pesadas, y una larga barba Suní que contrastan con unos cálidos ojos que se llenan de lágrimas cada vez que un niño muere. Un niño ha muerto. Cuando

llegamos a una camioneta de carga de manufactura china donde cayó la artillería, podemos verlo. Su nombre era Hussein Safah. Tenía 6 años de edad. Encontramos a Hussein en la parte trasera de la camioneta, colocado ahí por los vecinos para ser llevado a un cementerio. Su cráneo está roto y hueco. Su cuerpo fue partido por la mitad. Un grupo de hombres con gorras de beisbol miran ensimismados, todos con la cabeza baja. Solo minutos antes, el niño jugaba en su jardín. Ahora hay sangre en la pared, un único zapato, y el olor de los explosivos. Envuelto en un tapete barato, Hussein es introducido en una de las decenas de tumbas abiertas que los pobladores de Khan Assobl tienen listas para sus familiares, vecinos y amigos. El niño es enterrado rápidamente para que su madre no pueda verlo en ese estado. Hay otra razón por la cual no habrá un funeral: el régimen bombardea los funerales—así pueden matar a más personas. Bombardeo de artillería indiscriminado y ordenado por el gobierno. Esto significa que, día tras día, los civiles se han visto

arrastrados contra su voluntad a un conflicto que no les pertenecía, víctimas de lo que parece ser un castigo colectivo de parte de un régimen que ataca a sus propios ciudadanos. Yo he visto la guerra antes, pero no puedo entender esta estrategia. Ciudadelas con fuerzas gubernamentales se encuentran rodeadas por valles de población rebelde, tanto combatientes como inocentes. Los rebeldes disparan artillería casera contra bases militares cercadas. Cuando el régimen contesta, sus disparos son erráticos, simplemente dirigidos hacia las personas, sin importar quienes sean.

EN ENERO DE 2010, en Haití, un terremoto mató a más de 200 mil personas, y muchos de los que sobrevivieron huyeron de la capital. ¿A dónde se fueron? Digicel, la empresa de telefonía celular más grande de Haití dio a los investigadores del Instituto Karolinska, basado en Suecia, la información de 2 millones de teléfonos. Los investigadores determinaron que 630 mil personas que se encontraban en Puerto Príncipe el día del terremoto abandonaron la ciudad para retirarse, en muchos casos, a las mismas aldeas donde pasan la Navidad. Mientras que la gente en Occidente tiembla al pensar en las implicaciones de que el gobierno acceda a sus datos personales para buscar terroristas, académicos y consultores privados extraen la información de billones de teléfonos celulares baratos del Tercer Mundo para rastrear enfermedades, hacer planes en caso de emergencias, y tratar de prevenir la violencia. Orange, la enorme multinacional de telecomunicaciones con base en Francia, recientemente liberó 2.5 mil millones de datos ‘anonimizados’ de 5 millones de personas en Costa de Marfil mediante un programa llamado ‘Datos para el Desarrollo’. Por su parte, Caroline Buckee, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, logro acceder a la información de 15 millones de teléfonos en Kenia. ‘Este es el futuro de la epidemiología’ declaró Buckee a la revista MIT Technology Review- “Si vamos a erradicar la malaria, esta es la forma en que lo haremos.”

EN NÚMEROS

información valiosa

›› La mayoría de los muertos en Siria son personas ajenas al combate, en varios pueblos pequeños y humildes.

›Pág.2

2.5

Mil millones de datos ‘anonimizados’ fueron liberados para ayudar al programa Información para el Desarrollo.

Querétaro

salud

Nuestro murciélago interior ›Pág.3

Éxito sin estudiar ›Pág.3

Jesús López

se buscan

Las dos caras de la migración

›Pág.4


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amqueretaro.com / Domingo 30 de junio de 2013

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La población civil siria: testigos de un conflicto estancado ›› Los ataques indiscriminados por parte del ejército del régimen de al-Assad recaen en contra civiles inocentes

›› La ciudadanía, que no mostraba predilección por ningún bando en específico, comienza a polarizarse

›viene de portada En medio de la mención de armas químicas, líneas rojas, y yihad, lo que se olvida es el hecho de que el mayor número de sirios que han muerto son personas ajenas al conflicto, en sus jardines, en pequeños pueblos como este. Nos encontramos ya en el tercer año de la matanza. De acuerdo a las Naciones Unidas, han sido 93 mil los muertos; Unos 120 mil, de acuerdo al Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. La verdad es que no sabemos cuántos, porque hay demasiados muertos, la mayoría civiles. “Los sirios se han convertido en simples números”, dice el Dr. Safah. Pero los números tienen nombres. Hussein es uno. Muerto por un obús, uno de 40, otro número más, lanzado en este lugar del campo una tarde, una cantidad insignificante en medio de los destrozos. ¿Cuantos números más habrá? Los sirios ya conocen la respuesta. “Mu muhem”, dice Mahmood. No importa. “Estamos solos”. Era mi tercer viaje a Siria desde que comenzó la guerra, y comenzó de forma difícil. Días antes, dos carros-bomba habían devastado el pueblo fronterizo de Reyhanli, en Turquía, matando al menos a 50, borrando los límites del creciente conflicto sirio. La única forma de entrar a Siria era a través de la provincia de Idlib, en el noroeste del país y habría que hacerlo de forma ilegal, a través de un contrabandista local. Abu Abdu era su nombre, y él agarró las correas de mi mochila cuando un guardia fronterizo turco nos persiguió con su rifle a través de unos campos lodosos. En la zona militar prohibida del lado turco de la frontera, saltamos por encima de un montón de tierra, nuestra caída amortiguada por agua pantanosa, antes de escalar una cerca. Las púas de la alambrada rasgaron tanto mis pantalones de mezclilla como las manos de Abu cuando intentábamos pasar a través de un agujero en suelo. “Burada tamam abi,” llamó Abu al guardia turco, 20 pasos más lejos que nosotros, una vez que habíamos cruzado al otro lado. “Estamos bien aquí hermano”. Siria. Tu jurisdicción se terminó. El turco levanto su arma y nos mantuvo apuntados mientras se alejaba. Yo esperaba que el aburrimiento, la malicia, y el hecho de que no había podido alcanzarlos no fueran razones suficientes para que jalara el gatillo. Conocí a Mahmood, el conductor de ambulancias, en un bungaló de bloques de cemento. Él tiene 28 años, con cautivantes ojos verdes, cabello rizado, y una cara que bien podría estar en la televisión. Él está poniéndole más capas de cemento a las paredes junto a otras dos personas; un radio está junto a él todo el tiempo, esperando una llamada. El radio es la línea vital entre los heridos y los hombres locales de los que dependen los primeros, su transporte, su vecino, y su amigo. Su ambulancia, estacionada varios metros atrás, se encuentra cubierta por una lona azul que la esconde de las aeronaves del régimen, las cuales atacan deliberadamente ente a las ambulancias, a los doctores y a los hospitales. Detrás de nosotros, el minarete de la mezquita de Khan Assobl apenas y se mantiene en pie, parcialmente destruido por los tanques del gobierno—un monumento destruido a un lugar anteriormente pacífico que ahora se encuentra bajo sitio. Khan Assobl es conocido por su piedra de gran calidad—arsali y abdini— y como la mayoría de los hombres en el pueblo, Mahmood trabaja en la construcción, sus habilidades siendo recientemente utilizadas en la elaboración de refugios temporales y el reforzamiento de casas. Su labor como el conductor de ambulancia para 10 pequeños pueblos no recibe ningún tipo de paga, al igual que los deberes de otros voluntarios del comité coordinador de médicos—un fisioterapeuta, dos farmacéuticos, una enfermera y el imán local (generalmente la persona que dirige la oración colectiva en el islam), quien aprendió medicina básica durante su sentencia de 23 años de cárcel por actividades antigubernamentales en la Hermandad Musulmana. Todos ellos son hombres simples, religiosos, diferenciados de sus vecinos rurales por su educación y su creencia en ayudar a aquellos que los rodean. Cuando inició la revolución, Mahmood se unió a las protestas y al Ejército Sirio Libre, hasta que encontró su vocación como conductor de ambulancias. Él dice que habían miles de combatientes pero sólo un conductor, y esa vocación solitaria le dio un sentido a sus acciones.

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›› Cuando se le pregunta si

recogería a un soldado del régimen en su ambulancia, Mahmood responde que sí: ‘Para dejarlo morir’.

La vida aquí está marcada por el sonido de la artillería que llega sin aviso alguno. El tiempo de las bombas es irregular, lo que incrementa las probabilidades de que existan heridos o muertos. Tu primera advertencia es la primera explosión. Si tiene suerte, la bomba habrá caído lejos, dándote suficiente tiempo para buscar refugio. Si no corres con suerte, mueres en donde te encuentras parado. Si tu condición es demasiado crítica para ser atendido en las clínicas que se encuentran dentro del territorio rebelde, eres llevado a la frontera turca a bordo de la ambulancia de Mahmood, donde guardias fronterizos indiferentes y los parámetros de seguridad pueden o no dejarte pasar. “Están forzando a las personas a odiar al Ejercito Sirio Libre. Es un castigo por apoyar a la revolución”, dice Mahmood. No lo están consiguiendo. La gente no odia la guerra, a los revolucionarios, o a sus aliados muyahidines islamistas. Ellos odian a Irán. Ellos odian a Hezbolá. Ellos odian a los chiitas. Y ellos odian a los estadounidenses por no hacer nada y dejar que todo esto suceda. Inocentes que podrían ser, por falta de un mejor termino, moderados se han polarizado. Y Mahmood los ve diariamente cuando se traslada al sitio de una bomba, viendo como la brutalidad del régimen endurece a cada vez más y más personas. Mahmood ayuda, pero sirve también como un símbolo para ambos lados del conflicto. “La ambulancia hace enojar al régimen—porque su artillería mata a las personas, y la ambulancia salva sus almas”. En Enero, Mahmood se encontró en el frente de batalla en la base militar rebelde de Wadi al-Deif, a 15 kilómetros de su hogar. Un soldado libio inconsciente, peleando por el Ejército Sirio Libre, se encontraba a bordo de su ambulancia, su pierna había sido arrancada por una explosión. Tras casi morir a causa de cohetes cerca del frente de combate, Mahmood se encontraba camino a la frontera turca cuando un helicóptero artillado comenzó a seguirlo, disparándole mientras lo hacía. Mahmood abandonó el caminó y se dirigió hacia una línea de árboles, dificultando la misión del helicóptero. Esperaron durante dos horas, mientras el libio se desangraba, antes de que el helicóptero se rindiera y Mahmood pudiera continuar hacia Turquía. El paciente logró sobrevivir. Pero la benevolencia de Mahmood había sido dañada. Al ser cuestionado sobre si recogería a un soldado del régimen en su ambulancia, Mahmood responde que sí: ‘Para dejarlo morir’. EL DESEO de vivir una vida normal se siente fuerte en Khan Assobl. Las tiendas permanecen abiertas, los campos son trabajados, y la llamada a la oración sigue congregando a los fieles. Aun así, el miedo de la muerte que llueve desde los cielos no cede. Aviones y helicópteros circulan la zona, y los ruidos de la artillería pueden ser escuchados en todos lados de manera diaria. Este año, de las 6 mil personas que quedaban en el pueblo, cerca de 30 han fallecido a causa de los bombardeos. Cerca de ahí, en la ciudad en ruinas de Maaret al-Numan, las cifras son mucho más altas. Gente local dice que el 10 por ciento de la población del pueblo ha muerto a causa del fuego de artillería. “Un pequeño obús puede ser demasiado, y puede matar a una familia entera”. Dice el doctor Safah. Es así que la búsqueda por la norma-

03 1 Cada casa puede convertirse en el frente de batalla. Los habitantes han construido refugios subterráneos para protegerse. 2 Fuerzas rebeldes disparan; cuando el régimen responde, normalmente ataca a civiles inocentes y a los rebeldes por igual. 3 De los 100 mil muertos contabilizados por grupos civiles sirios, un numero creciente de víctimas son civiles, entre ellos una alarmante cantidad de niños. /fotos: Narciso Contreras-Polaris.

lidad ha forzado a muchos, literalmente, a ir bajo tierra. Mahmood me lleva a conocer a Abu Alla. Sus vecinos lo tildaron de loco cuando comenzó a cavar en su jardín hace 18 meses. Cada día, armado con un martillo y un cincel, se le veía golpeando el terreno duro y lleno de piedras a fuera de su casa. Su extraño comportamiento, primero durante pocas horas al día, después durante jornadas completas, comenzó a poner presión sobre su relación familiar luego de que enlistara a sus hijos de 13 y 15 años para ayudarlo en su labor. El pueblo aún se encontraba bajo el control del ejército del régimen. Los enfrentamientos en el punto de control del ejército sirio a sólo metros de su casa lo dejaron plagado de una oscura y terrible visión del terror por venir. “Yo sé lo que es el régimen. Esperaba que utilizarían todos sus recursos para matar personas”, dice. Cuando comenzaron los bombardeos el año pasado, su miedos resultaron ciertos y le dieron mayor convicción a su idea: ponerse a cubierto. Abu Alaa y sus hijos comenzaron a cavar más rápidos. Después de un año de arduas labores, él había completado su tarea: un bunker anti-bombas bajo tierra en el cual proteger a su familia de los horrores que él creía estaban por venir. “Nadie me llama loco ahora; ahora todos los demás están locos”, dice en un tono de voz particular que demuestra su origen como albañil de pueblo. Una escalera de tierra lleva al refugio, mientras Scooby-Doo se transmite en una televisión en el salón subterráneo. Almohadones cubren el suelo fresco. Hay un repisa destinada para el teléfono y una habitación más al fondo para cuando los aviones y helicópteros sobrevuelan el área. La vida de la familia de Abu Alaa ha sido trasplantada bajo las piedras de su casa de un piso en la superficie. “¿Qué es esto, el Four Seasons?” dice un amigo de Mahmood mientras somos conducidos dentro de la cueva de Abu Alaa. Nos sentamos para tomar café, fumar cigarrillos y admirar su trabajo. Los sonidos de la artillería son un extraño confort. Son un recordatorio de lo que se ha obtenido con cueva: protección. “He podido poner a mis hijos a salvo”, dice Abu Alla. “Estoy muy feliz”. Muchos otros en el pueblo han seguido el ejemplo de Abu Alaa y comenzaron a vivir en cuevas recién excavadas. Si tie-

nen tiempo, dinero, o fuerza de trabajo familiar, pueden crear un espacio que asemeja a una casa, provisto de electricidad, teléfonos, televisiones y camas cómodas. Si no, por lo menos tienen un lugar donde esconderse cuando caen los proyectiles. Al otro lado de Khan Assobl, una excavadora puede ser vista haciendo grandes hoyos, esculpiendo la tierra para construir un refugio improvisado. Abu Bilal, otrora hombre prospero, construyó una cueva para su familia una vez que no pudo continuar viviendo en su casa. Un ataque aéreo del régimen mató a sus vecinos, dañó su casa y le costó la pierna a su hijo. La familia ahora pasa la mayor parte del tiempo en el refugió que está bajo las ruinas de su casa, una cueva haciéndose pasar por una casa. “La gente civilizada vuela a la luna, y nosotros los sirios vamos bajo tierra”. La noche desciende en Khan Assobl. Estamos en la casa de Mahmood para una cena con el Dr. Safah. Los cinco hijos de nuestro anfitrión juguetean alrededor de él mientras comen cerezas, el postre de una cena que incluyó espetos de cordero e hígado. Esta guerra, tan sucia como es, no ha logrado destruir la sincera hospitalidad siria. El Dr. Safah cuenta la historia de Waji Abdullah mientras tomamos un café helado que Mahmood aprendió a hacer mientras laboraba en Grecia. Es una de las miles de historias similares en un lugar donde los relatos sobre la guerra se han vuelto una conversación cotidiana en la mesa. Waji, de 60 años, estaba de visita en una aldea vecina cuando una emboscada rebelde atacó un camión del régimen que transportaba una batería de cohetes y otros pertrechos bélicos. La operación fue un éxito: el camión fue incendiado, lo cual causó que lanzara cohetes de forma errática por todo el campo circundante. Waji, quien había pasado 15 años en prisión por sus supuestas actividades antigubernamentales en los tiempos de Hafez al-Assad, padre del Presidente Bashar al-Assad, estaba petrificado. Recorrió los ocho kilómetros hasta su casa lo más rápido que sus viejas piernas se lo permitieron. Más tarde esa noche, Waji falleció, aparentemente a causa del miedo y el agotamiento. Cuando el primer proyectil de la noche cae, la hija más joven de Mahmood, de dos años de edad, observa alrededor de

la habitación para asegurarse de que todo está bien, todo esto a través de dos grandes ojos, uno de color rojo carmesí a causa de los daños sufridos por la metralla de un proyectil que cayó en la vivienda de Mahmood el año pasado. “No hay problema”, dice Mahmood. “Es uno de los nuestros, va hacia Qarmid” una base del Ejército Sirio a una docena de kilómetros de Khan Assobl. “Pero ellos dispararan después”, dice el Dr. Safah. Un humo negro se cierne sobre una fábrica de ladrillos en Qarmid, por lo que el ruido de Mahmood suena. “Shtaallit il nar, shtaallit il nar, shtaallit il nar.” Han iniciado un incendio. Y el régimen contraataca como se esperaba. La respuesta es furiosa, de nuevo el implacable castigo colectivo. Bajo un mosquitero en la casa del primo de Mahmood, no puedo conciliar el sueño, escuchando como los proyectiles caen cada vez más cerca. La televisión, transmitiendo el canal pro-revolucionario Oriente, muestra imágenes del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un uno de sus discursos mientras música dramática se escucha en el fondo. Yo pierdo la cuenta de los proyectiles que caen en la noche. Más tarde, un amigo me diría que él había dejado de contar después del número 150. Mañana. Mahmood recibe una de las ordinarias llamadas que cualquier chofer de ambulancia recibirá y, sin embargo, es una que él no se esperaba. Una mujer embarazada ha entrado en trabajo de parto de forma prematura; los bombardeos pueden haber sido la razón. Me dirijo a encontrarme con Mahmood en un hospital de campaña con un grafiti que dice “Sus manos limpias y corazones nobles producen nueva vida”. Hay otro doctor aquí; mientras nosotros charlamos, una lluvia de proyectiles interrumpe nuevamente la entrevista. Y otro niño pequeño, lleno de sangre, es cargado en brazos por alguien más. “El bombardeo se da diariamente y de forma aleatoria”, dice el doctor, pidiendo que tanto él como el hospital no sean identificados en el artículo, por el miedo de que los ataques aéreos del régimen lo maten a él y a sus pacientes. Él da grandes caladas de su cigarro, firmemente posicionado entre sus dedos pulgar e índice. Él se ríe, “Yo solo fumo después de una lluvia de proyectiles. Y antes. Fumo 30 cigarrillos al día”.


amqueretaro.com / Domingo 30 de junio de 2013

¿Para qué estudiar? Christopher Dickey

EDUCACIÓN

CUANDO LAS PERSONAS piensan en trabajos relacionados con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas−STEM por las siglas en inglés de cada una de estas disciplinas−, no suelen imaginarse a obreros o a personas que apliquen a estos puestos sin tener una educación universitaria. Pero un nuevo reporte de la Institución Brookings revela la existencia de una “Economía STEM desconocida”. Este informe estima que alrededor de 26 millones de empleos en los Estados Unidos requieren un alto nivel de conocimientos en alguno de los campos que comprenden el grupo del STEM, pero que al menos la mitad de estos trabajos pueden ser obtenidos por trabajadores que carecen de una educación universitaria de cuatro años. Los empleos se encuentran en las industrias de la manufactura, del cuidado de la salud, la construcción, el mantenimiento y la reparación y pagan en promedio unos $53,000 dólares al año, lo que le gana por mucho a ser desempleado y representa un 10 por ciento mayores ingresos que otros trabajos con requerimientos educativos similares. Además, este tipo de trabajos se encuentran extendidos por todo el país, no solo en los centros urbanos. Pero existe un problema: de los $4.3 mil millones de dólares que el gobierno federal gasta para estimular y mejorar la educación en las aéreas relacionadas con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas, sólo un quinto de este dinero es utilizado en la formación de personas que no obtendrán un título de licenciatura. Los colegios comunitarios están virtualmente ignorados de estos programas. La Institución Brookings aboga por la diseminación del conocimiento, al igual que la riqueza.

›› En los Estados

Newsweek

Unidos, los trabajos relacionados con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas suelen encontrarse en manos de personas que carecen de una preparación universitaria.

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Justicia ‘Bunga Bunga’ ›› La sentencia dictada a ‘Il Cavaliere’ polariza a los italianos, con muchos tomando partido por el ex Primer Ministro

Una lista con las campañas solidarias más creativas de todo el mundo, ha sido compilada por el FEM./foto: Newsweek

Los mejores y los más inteligentes Christopher Dickey

compendio

01 Barbie Latza Nadeau

escándalo

FUERON NECESARIOS 20 meses, 32 testigos y más de 50 audiencias para condenar a Silvio Berlusconi por haberle pagado a una bailarina exótica menor de edad, conocida como ’Ruby la Roba-corazones’, por tener relaciones sexuales con él, pero no todos están conformes con esto. El 24 de junio, el ex primer ministro, de 76 años de edad, fue sentenciado a siete años en prisión y se le prohibió ejercer cargos públicos por pagarle a Karima El Mahroug por sexo en 13 ocasiones, iniciando el Día de San Valentín del 2010, cuando ella tenía apenas 17 años de edad. También fue hallado culpable de abusar de su cargo al haber ordenado a la estación de policía en Milán que liberaran a El Mahroug de la cárcel cuando se encontraba detenida por cargos de robo, esto cuando él era Primer Ministro. Berlusconi está apelando ambos cargos. Para muchos, el caso nunca fue por el pago de relaciones sexuales o la explotación de una menor, sino que tenía que ver con lo que Berlusconi considera que es una persecución de 20 años por parte de magistrados de tendencias izquierdistas empeñados en avergonzarlo a cualquier costo. Tanto Berlusconi como El Mahroug niegan haber tenido relaciones sexuales, insistiendo que el pago de $80 mil dólares que ella recibió de parte del político estaba destinado a una máquina para depilación para un salón de belleza que ella tenía la intención de abrir. Pero el panel de jueces, conformado por mujeres en su totalidad, no mostró simpatía alguna por la bailarina, agregando un año más a la condena que la fiscalía solicitó para El Mahroug. En cambio, es muy poco pro-

Existen tantos proyectos, tantas buenas ideas (pequeñas y grandes) que buscan un mundo mejor. Las puedes encontrar en sitios como Spark News o TED Talks. Y ahora el abuelo de todas estas organizaciones, El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), ha comenzado una iniciativa llamada ‘Creatividad para hacer el Bien’, que une y muestra un desfile de las mejores campañas públicas de todo el mundo. La lista de 61 iniciativas, compilada en cooperación con el Consejo de Publicidad de los Estados Unidos, incluye una

animada campaña anti-tabaco belga y a una organización de la India que alienta a tocar el timbre de las puertas cuando escuchen violencia doméstica. En los Estados Unidos, el top diez de la lista incluye campañas para combatir la obesidad y programas para ayudar a aquellos que no son pobres a comprender la situación de los que sí lo son. Un juego online (Spent), por ejemplo, reta a los jugadores a sobrevivir un mes con tan solo $1000 dólares, recreando ‘las duras decisiones de la vida real, a las que se enfrentan las personas que no cuentan con un hogar’. Cuando haya un juego que nos enseñe cómo es vivir con menos de $1000 dólares al año, será entonces que realmente comencemos a comprender al resto del mundo.

El poder del lenguaje Christopher Dickey

metáforas

02 1 Silvio Berlusconi, el polémico es Primer Ministro Italiano, fue sentenciado a 7 años de cárcel por una corte italiana, aunque es poco probable que cumpla su condena. / foto: Newsweek 2 La bailarina exótica Karima El Mahroug, quien supuestamente fue pagada para tener sexo con Berlusconi a los 17 años, también recibió condena ./foto: Especial

bable que Berlusconi pise la cárcel. Para cuando sus apelaciones se hayan acabado, un proceso que puede tardar varios años, él será demasiado mayor para ser encarcelado de acuerdo a una ley italiana que prohíbe el encarcelamiento de octogenarios por crímenes no violentos. El caso ha causado una gran división, con muchos italianos tomando partido por Berlusconi. Se trata de un hombre que, a pesar de un apetito insaciable para las mujeres jóvenes y la aparente incapacidad de seguir ciertas reglas (también fue condenado recientemente por fraude fiscal), aun mantiene un fuerte apoyo. Su coalición de centro-derecha es la clave para la estabilidad política de Italia, por lo que podría fácilmente retirar su apoyo al líder del actual gobierno, Enrico Letta, causando un nuevo colapso del gobierno. “Este es un complot para ejecutarme po-

líticamente”, dijo después de la sentencia, en referencia a la pena añadida de estar vetado de por vida para ejercer cargos públicos. “Pero no podrán detenerme. Una vez más, buscaré resistir a esta persecución, porque soy absolutamente inocente, y nunca abandonaré mi batalla por crear una Italia que sea libre y justa”.

ESTUDIOS RECIENTES publicados en la revista Plos One concluyen que “las metáforas, encubiertamente, influencian el razonamiento”; las metáforas trabajan en nuestras mentes, aun si no nos damos cuenta o no recordamos con precisión cuales fueron. Por ejemplo, si hablas del crimen como una ‘bestia’, la gente piensa en castigo. Si en cambio hablas del crimen como un ‘virus’, tienden a pensar en las causas de éste. Y bueno, si esto es así, quizás la investigadora de la Universidad de Duke, Miriam Cooke, ha encontrado una metáfora que

nos puede llevar a una mejor comprensión de la manera en que el Medio Oriente funciona, especialmente las millonarias monarquías tribales del Golfo Pérsico, donde tantas culturas se encuentran sin mezclarse. La imagen que ella usa en su libro Tribal Modern se resume en la palabra arábiga barzakh, que se suele traducir como ‘barrera’ pero que en el Corán se utiliza para señalar un lugar donde el agua salada y el agua dulce se encuentran pero no se mezclan. Después de más de 50 años de contacto intensivo, ella dice, “lo tribal no se compromete con lo moderno, y lo moderno no anula lo tribal. ¿Es esto posible? Según la lógica aristotélica, no; pero de acuerdo al barzakh, sí.” Esta es la metafórica naturaleza de la razón en el poético Medio Oriente.

EN NÚMEROS caro silencio

4.5

Millones de euros es la cantidad que supuestamente recibió El Mahroug para no hablar sobre su relación con Silvio Berlusconi.

El poder que las metáforas tienen sobre el razonamiento humano es motivo de debate entre los especialistas./foto:Newsweek.

El murciélago que llevamos dentro Christopher Dickey

salud

Estudios recientes buscan desarrollar habilidades como la ecolocación, usada por los murciélagos, para los deficientes visuales./foto:Newsweek

NO, ESTE NO es otro cuento de vampiros, esto es ciencia. El Instituto de Investigaciones del Sonido y las Vibraciones de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, ha estado estudiando hasta qué punto los ciegos (o en algunos casos personas con los ojos vendados) pueden usar el eco para orientarse o para identificar objetos. Los murciélagos, por supuesto, son famosos por la manera en que emplean la ecolocación para navegar entre las copas de los

árboles y las cuevas cuando cazan insectos. Los humanos no pueden acercarse a ese tipo de precisión, pero sí que pueden hacer más de lo que uno puede imaginarse. La organización estadounidense World Access for the Blind entrena a la gente para usar chasquidos de la lengua para orientarse. Por ejemplo, la habilidad del presidente de esta compañía es tal que puede conducir una bicicleta en medio del tráfico. El objetivo de los investigadores en Southampton es el de encontrar maneras para desarrollar esta habilidad entre los deficientes visuales. Por ejemplo, han descubierto que los sonidos largos resultan mejores a una larga distancia, mientras

que los sonidos cortos ayudan a localizar objetos con más precisión conforme se acercan a este. Hugh Huddy del grupo británico Vision2020, espera que la investigación no sólo se enfoque en los murciélagos sino también en “una mejor comprensión de las asombrosas habilidades auditivas dentro de cada uno de nosotros”.

›› La organización estadounidense World Access for the Blind entrena a la gente para usar chasquidos de la lengua para orientarse.


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amqueretaro.com / Domingo 30 de junio de 2013

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Migración en Querétaro: Fenómeno de varios matices

›› Querétaro se encuentra entre las entidades del país con un ›› El paso constante por la entidad, tanto de connacionales alto grado de intensidad migratoria hacia los Estados Unidos Juan José Arreola y Fernando Casillas

población

La bonanza económica que se vive actualmente en el Estado no ha alcanzado a todos sus municipios, específicamente en la zona serrana, con localidades en las cuáles la mayoría de la población masculina se ve en la necesidad de emigrar a los Estados Unidos a falta de oportunidades laborales en su entidad. Mientras se habla constantemente de cifras millonarias en cuanto a inversión en los ámbitos automotriz aeroespacial, así como los empleos y ganancias que estas generan, tenemos la realidad de miles de queretanos que continúan con su vista puesta en los Estados Unidos y su promesa de una vida mejor para ellos y sus familias. Cifras oficiales confirman la importancia de la migración para las comunidades serranas, ya que en algunas localidades como Landa de Matamoros, 10 de cada seis habitantes se encuentran radicando actualmente en la Unión Americana la mayor parte del año para trabajar y enviar los dólares ganados. Con ello, la economía de la región mejora de manera sustancial, como es el caso de la comunidad de La Lagunita−a 200 km al noreste de la ciudad de Querétaro y que se encuentra localizada en este mismo municipio−en donde el dólar circula como moneda corriente a la par del peso. Estudios realizados por el Consejo Estatal de Población (Coespo) revelaron que siete de los 18 municipios queretanos decrecerán en habitantes a consecuencia del éxodo en busca de trabajo en otros países. Entre esos municipios están Amealco, Pinal de Amoles, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Peñamiller, Arroyo Seco y San Joaquín, aunque los de Jalpan y Landa son los de mayor pérdida, ya que registran un decrecimiento poblacional al año de 1.38 y 1.31 por ciento, respectivamente. Daniel Hernández Tapia, delegado municipal de Landa de Matamoros, indicó que la mayoría de los habitantes de La Lagunita se van a trabajar a Estados Unidos. “Lo fuerte de esa zona es que la mayoría de la gente que trabaja allá sostiene la economía por que manda dólares. Las finanzas lo-

cales se sustentan en dólares. El comercio recibe muchos dólares al año”, insistió. Los paisanos no se limitan a enviar efectivo, ya que también mandan ropa durante todo el año a sus familiares, quienes buscan comercializar estos productos de manera local para mejorar sus ingresos. Es así que a lo largo de dos calles de la avenida principal del poblado La Lagunita, en la carretera que va de Jalpan de Serra a Xilitla, se han establecido una docena de negocios que venden los productos enviados por los queretanos que radican en los Estados Unidos.

›› En municipios como Landa de Matamoros, 10 de cada seis habitantes radican en los Estados Unidos, enviando dinero y mercancías a sus familiares en Querétaro Economía dolarizada

La importancia que tiene el dólar estadounidense para los pobladores de la sierra puede observarse en el “Monumento al Dólar”, una escultura que se encuentra a la entrada norte de La Lagunita y que muestra a un migrante de regreso a casa: junto a él una maleta y extendidos los brazos para recibir a una niña que corre dejando atrás a una joven mujer cargando a un niño. Inaugurada el 28 de diciembre de 2009, durante la administración municipal de Norberto Jiménez Otero (2006-2009), la figura se creó en reconocimiento del ayuntamiento “a todas las personas que por su valentía, esfuerzo y dedicación contribuyen en el desarrollo de nuestro querido municipio, estado y país en general”, según indica la placa conmemorativa. El ex presidente municipal de Landa de Matamoros, Norberto Jiménez Otero, indicó que en localidades como ésta el dólar circula al igual que el peso mexicano “debido a que hay mucho migrante que regresa de Estados Unidos con mucho de ese dinero que los comerciantes reciben sin problemas”. Además, aseguró que en el municipio no hay una familia que no tenga por lo menos a un miembro de su familia como migrante. “De tres a cuatro miembros de una familia se van para Estados Unidos (…)”, reiteró.

como de extranjeros, comienza a rebasar a las autoridades

La otra cara de la moneda

Querétaro no solo tiene un importante f lujo de ciudadanos hacia los Estados Unidos y otros países, sino que también se ha convertido en un punto de paso para los miles de migrantes, mexicanos y de otras nacionalidades, que buscan alcanzar la frontera norte del país para de ahí continuar su recorrido hacia la Unión Americana. Historias de centroamericanos que encuentran a Querétaro en su ruta demuestran la odisea que tienen que pasar para conseguir su objetivo de llegar a los Estados Unidos. Pedro y Juan de 12 y 14 años de edad son hermanos; nacieron en San Pedro Sula, en Honduras. Junto con su tío y con el permiso de sus padres, decidieron dejar su pueblo natal para tratar de llegar a Estados Unidos, obtener “un buen” trabajo, ganar dólares y salir adelante. Después de pasar la Navidad en el Estado de México, al lado de otros 50 centroamericanos que viajan en esas fechas hacia los Estados Unidos, ellos y su familia pasaron Año Nuevo en Querétaro. Los dos “hondureñitos”, como les dice la gente a quienes se acercan para pedir dinero o comida, viajan acompañados de su tío Andrés, de 38 años de edad. Los tres dicen que tuvieron que salir de su país para tratar de conseguir un mejor futuro porque allá las cosas son difíciles: no circula el dinero y no hay opciones de empleo. Querétaro se ha convertido en una ciudad de tránsito para los migrantes que viajan de Centroamérica, sin embargo, 8 de cada 10 no son extranjeros sino que se hacen pasar por ellos. Su viaje a Estados Unidos fue autorizado por sus padres: su mamá, Ana, les dio la bendición y los dejó ir. “Mira que venimos en el tren pero nos agarraron los policías del tren aquí en Querétaro…unos de amarillo jefe…Nos bajaron y venimos a la ciudad a conseguir un taquito, porque ‘andamos’ de hambre, hermano”, dice Pedro, el menor de ellos. Luego de ser bajados del tren lograron evadirse de los elementos de vigilancia de la compañía ferroviaria hasta llegar a la ciudad. “Llevamos un día; llegamos en la madrugada y hemos viajado 18 días en el tren. Pasamos por Arriaga, por Coatza, Tierra Blanca…”vuelve a explicar el más pequeño de los migrantes. El tío de los niños explicó que

02 1 Las vías de comunicación que atraviesan el estado son utilizadas por los migrantes. Los que viajan hacia los Estados Unidos utilizan principalmente el tren, que abordan de manera ilegal en donde el tren hace paradas de rutina. 2 Algunos de los centroamericanos traen consigo billetes de sus países de origen, pero no los pueden utilizar, por ello se dedican a pedir dinero mexicano en los cruceros./fotos: Jesús López

tardaron casi un mes en llegar hasta Querétaro: nueve días les tomó llegar a la frontera de Guatemala con México, provenientes de San Pedro Sula. Después de eso, los 18 días en territorio mexicano. La falta de alimentos no los desanima de su objetivo, aunque todos coinciden que pasar hambre es algo por demás complicado. Pedro explica que les dieron de comer en un pueblo antes de llegar a Córdoba (Veracruz)… ”y en Querétaro, donde avanza despacito el tren, unos muchachos nos regalaron un poco de comida”. Un transeúnte les ofrece comida: “¿Qué quieren? ¿Tacos o pizza?” Los dos niños responden, casi al unísono: “¡Pizza!” y se la comen rápidamente después de un día sin alimentos. La Sociedad civil se involucra Ya sean queretanos dejando sus comunidades para llegar a los Estados Unidos o extranjeros pasando por Querétaro con el mismo objetivo, el fenómeno de la migración ha adquirido dimensiones importantes en la entidad, y en algunas ocasiones ha rebasado a las autoridades debido a los número de personas que se mueven dentro y fuera de Querétaro. La Internacionalista Claudia Stephany León Ang, quien labora en la “Estancia del Migrante

González y Martínez, A.C”, organización de la sociedad civil encargada en brindar ayuda humanitaria a los migrantes irregulares que vienen en tránsito a través del país y pasan por Querétaro, considera que la violencia y las constantes violaciones a los derechos humanos son los dos problemas más recurrentes de las personas que se encuentran de paso por la entidad.

›› Los mismos migrantes de Centroamérica se refieren a México como el “Cementerio de los Centroamericanos”, en especial por las penurias que pasan en el trayecto, ya que viajan encima de los vagones de carga del tren durante la mayor parte del viaje” indica León Ang. Otras vejaciones como extorsiones, secuestros y abusos sexuales son una cotidianidad para estas personas. Incluso, según la especialista, las autori-

dades y la misma sociedad civil tienen parte de la responsabilidad en estas situaciones, que van en detrimento de la calidad humana de los migrantes. León Ang asegura que la asociación civil a la que pertenece es la única en su tipo en la entidad y que hasta la fecha se han encontrado muy solos en sus labores, que van desde cubrir sus necesidades más básicas como lo son el alimento, agua, ropa, aseo y atención médica en casos de accidente, como la promoción, difusión y defensa de sus derechos humanos a través de la concientización y sensibilización de la población civil hacia este fenómeno. La Licenciada en Relaciones Internacionales, egresada del ITESM Campus Querétaro recomienda dotar de información sobre el tema a la población en general, con el objetivo de crear consciencia sobre el fenómeno migratorio−tanto de queretanos al extranjero como de migrantes extranjeros de paso− que vive la entidad. El acercarse al problema y conocer la labor de organizaciones que buscan el cumplimiento y la defensa de los derechos humanos de los migrantes es imperativo, ya que “Sí las violaciones a derechos humanos ocurren, es porque nosotros dejamos que sucedan”, finalizó.


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