Martes 7 de septiembre de 2021
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Luego de 22 meses de paralización
Bolivia vuelve a producir urea y Arce anuncia segundo complejo industrial
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Es parte de la reconstrucción económica del país
// FOTO: ARCHIVO
Bolivia reanuda producción de urea y proyecta segunda planta industrial
Redacción Central El Gobierno reactivó ayer las operaciones de la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo, que estuvo paralizada 22 meses a causa de la mala administración del régimen de facto de Jeanine Añez, y anunció que el Ministerio de Hidrocarburos y Energías iniciará los estudios de factibilidad para la construcción de un segundo complejo petroquímico.
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l presidente Luis Arce Catacora fue el encargado de reactivar la producción de la planta industrial y manifestó que este hecho forma parte de la reconstrucción económica del país. La factoría está ubicada en el municipio de Entre Ríos, en la provincia Carrasco del trópi-
co del departamento de Cochabamba, fue adjudicada a la empresa surcoreana Samsung Engineering Co. Ltda., y le costó al Estado una inversión histórica de $us 953 millones, financiada mediante un préstamo del Banco Central de Bolivia (BCB). Fue puesta en operación en septiembre de 2017 por el entonces presidente Evo Morales. “Hay que ir pensando en una segunda planta de urea que hemos encomendado a nuestro ministro (de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina) que vaya preparando los estudios para determinar su factibilidad”, anunció el Jefe de Estado, quien dijo que la nueva factoría costaría unos $us 900 millones. Afirmó que la actual planta petroquímica será la base para la construcción de la nueva factoría y de ese modo continuar con la industriali-
zación del país con el objetivo de fortalecer la producción agropecuaria y la seguridad con soberanía alimentaria. Arce Catacora también abrió la posibilidad de convertir a la planta de Bulo Bulo en una empresa independiente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), tomando en cuenta el tamaño y agilidad que requiere el complejo industrial para llegar de manera oportuna a los mercados nacionales e internacionales a través de negociaciones comerciales, logística de transporte y otros. “También se hace necesario el estudio de independizar nuestra planta (de urea) de YPFB y que sea la base para nuestra futura planta de fertilizantes y agroquímicos para la producción agropecuaria propia con industria nacional e insumo nacional”, apuntó el mandatario.
590 MIL TONELADAS de urea es la producción estimada hasta septiembre del próximo año, tanto para el mercado interno como a Brasil, Argentina, Paraguay y Perú.
Aseveró que se debe industrializar el país y apuntó al complejo petroquímico de Bulo Bulo como la base importante para profundizar esta tarea estratégica. “Hoy (por el lunes), en el reinicio de operaciones de nuestra planta le decimos al mundo entero, nuevamente hay urea para Bolivia y para el mundo desde Bolivia”, dijo. PRODUCCIÓN Según Arce Catacora, antes de la implementación de la planta industrial, el productor agrícola llegaba a pagar $us 833 por la tonelada (t) de urea importada; sin embargo, una vez que fue implementada la planta, el fertilizante nacional se comercializaba en $us 400 por t, es decir “más del doble estaba pagando el agro boliviano por una urea importada”. De acuerdo con YPFB, en la actualidad el precio inter-
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Complejo industrial fortalecerá la Hidrovía Ichilo-Mamoré
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Autoridades del Gobierno, de YPFB, de Cochabamba inspeccionan la planta.
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nacional de la urea y su importación es de $us 800 por t, lo que encarece costos para quienes se dedican al agro. Una de las ventajas tangibles de la producción del fertilizante se sentirá en el bolsillo de los agricultores y agroindustriales, quienes se beneficiarán con precios más bajos. La expectativa es grande y prestigiosas instituciones como la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), el sector cañero, distribuidores, agroindustriales y pequeños y medianos productores, entre otros, manifestaron su interés a YPFB. Hasta diciembre de este año se estima que la planta de Bulo Bulo comercializará 150 mil t que se distribuyen en 25 mil t en el mercado interno y 125 mil t en el externo, con ingreso promedio por ventas de $us 22 millones mensuales. Hasta 2019, Bolivia exportaba el agrofertilizante a seis países: Brasil, Paraguay, Uru-
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El complejo petroquímico que fue inaugurado y puesto en marcha en septiembre de 2017.
guay, Argentina, Perú y Cuba, lo que demuestra su alta calidad y competitividad. REPARACIÓN Para el proceso de reparación y reactivación de la planta de urea participaron especialistas extranjeros altamente calificados de origen venezolano, europeo, chino, norteamericano, entre otros. El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, explicó que el daño
22 MILLONES de dólares mensuales prevé generar en ingresos económicos el complejo industrial de Bulo Bulo, que fue reactivado el lunes.
económico generado por la paralización de la producción y comercialización de la planta alcanza a $us 428 millones; sin embargo, este monto supera los $us 450 millones si se toma en cuenta costos financieros que significan intereses no pagados. La reparación de la planta implicó un gasto económico de $us 52 millones. El régimen de Añez causó destrozos en componentes como turbinas, sistema de generación de vapor y el turboexpander de nitrógeno. “Quiero mencionar y agradecer a todo ese equipo profesional de técnicos de YPFB que estuvieron trabajando día y noche”, sostuvo Molina. Agregó que con la reactivación de la planta se generarán 480 empleos directos y más de 2.000 indirectos en las comunidades vecinas, logística de transporte, servicios auxiliares y otros de la cadena productiva de industrialización de la urea.
El reinicio de operaciones de la planta de urea y amoniaco fortalecerá el transporte de carga como el fertilizante agrícola por la hidrovía IchiloMamoré a mercados del norte del país y la exportación a Brasil, destacó ayer el presidente Luis Arce Catacora. La hidrovía Ichilo-Mamoré, habilitada para el traslado de mercancía el 5 de julio de este año, comienza en puerto Villarroel (Cochabamba), pasa por puerto Siles, entre Yacuma y Mamoré (Beni); finalmente, concluye en puerto Sucre, en el municipio de Guayaramerín, en la frontera con Brasil. El Jefe de Estado mencionó que la hidrovía también permitirá llegar al norte del departamento de Santa Cruz,
una región con alta producción agropecuaria. “Esta planta de urea, y así lo habíamos pensado nosotros cuando planteábamos en nuestro plan de gobierno del año pasado al pueblo boliviano, va a fortalecer la hidrovía Ichilo-Mamoré, porque a través de esta hidrovía tenemos que llegar al norte cruceño, pero también al Beni y con la exportación hacia Brasil”, sostuvo Arce Catacora. Agregó que el complejo industrial tiene un enorme potencial exportador de urea. El Gobierno impulsa la construcción de la Red Vial Fundamental de Hidrovías en Bolivia que incluye a los ríos Beni, Madre de Dios, Iténez y Guaporé.
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Arce instruye identificar a los responsables
Daño económico al Estado alcanza a $us 450 millones Redacción Central El presidente Luis Arce Catacora instruyó al Ministerio de Hidrocarburos y Energías a seguir todos los procesos necesarios para identificar a los culpables por el daño económico al Estado de $us 450 millones por la paralización de la planta petroquímica de Bulo Bulo, Cochabamba, en el periodo del gobierno de facto.
A
firmó que el régimen golpista “nunca buscó el beneficio de los bolivianos y bolivianas, nunca le importó la salud, la educación”, sólo le interesaba el “asalto al Estado para pro-
70 por ciento del personal que trabajaba en el complejo industrial fue desédido por el régimen de facto, cuyos profesionales y técnicos fueron capacitados por el Estado para hacerse cargo de la operación de las máquinas, el mantenimiento y producción de urea.
curarse y redistribuirse todo lo que se había generado durante todos estos años”. “(Son) más de 450 millones de dólares que el país dejó de ganar en estos últimos 22 meses, ese monto nos hubiera servido para iniciar la segunda planta que cuesta 900 millones de dólares, ya hubiéramos estado por la mitad, con todos esos recursos, de una segunda planta (…) hemos instruido a nuestro Ministro de Hidrocarburos (Franklin Molina) que se sigan todos los procesos para determinar los culpables de todo esto”, apuntó. Mencionó que con el cierre de la planta también se despidió a cientos de profesionales que le había costado formar al Estado boliviano para la administración del complejo
petroquímico. Afirmó que el gobierno de Añez calificó “de terroristas” al personal extranjero que era parte de la transferencia tecnológica que requiere el país. Arce Catacora recordó que la planta fue utilizada políticamente por el régimen de facto, al intentar vincular la producción de urea como precursor de cocaína. En este marco, se refirió a las declaraciones del exministro de Hidrocarburos Víctor Hugo Zamora (hoy prófugo de la justicia), que en una publicación del 4 de febrero de 2020 señaló que “existe una denuncia formal de que la ubicación de la planta de urea, muy cercana al trópico de Cochabamba, obedece a intereses ilícitos”. En diciembre de 2020, YPFB y el Ministerio de Hidrocarbu-
ros y Energías formalizaron una denuncia penal ante el Ministerio Público en contra del exministro Zamora, el expresidente de la estatal petrolera Herland Soliz, y otros cuatro exfuncionarios, por los presuntos delitos de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, referidos al daño ocasionado a la planta de urea. El presidente de YPFB, Wilson Zelaya, indicó que el régimen de facto despidió al 70% del personal que trabajaba en el complejo industrial, cuyos profesionales y técnicos fueron capacitados para hacerse cargo de la operación de las máquinas, el mantenimiento y producción de urea. “La gente que quedó el año pasado, según los registros trazables que existen en la planta, intentaron dos veces arrancar la misma, de manera infructuosa, pero sobre todo provocando grandes daños”, afirmó. El gerente de Industrialización de YPFB, Henry Lapaca, dijo que el golpe de Estado intentó desmembrar la planta, dañarla, con el objetivo de que en el futuro no sea posible su reactivación. Mencionó que se despidió a más de 240 ingenieros que trabajaban en las operaciones de la planta; sin embargo, pese a las dificultades y gracias al esfuerzo del personal el complejo vuelve a producir la urea y amoniaco.
La gente que quedó el año pasado, según los registros trazables que existen en la planta, intentaron dos veces arrancar la misma, de manera infructuosa, pero sobre todo provocando grandes daños”.
La planta de urea y amoniaco volvió a operar luego de 22 meses de estar paralizada a causa de la mala administración en el régimen de facto.
Wilson Zelaya Presidente de YPFB