ESPECIAL SOMOS DEMOCRACIA

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Domingo 21 de Marzo de 2021

ESPECIAL

Testimonios Inéditos de las masacres de

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ó SIENTE IMPOTENCIA PORQUE NO PUEDE AYUDAR COMO ANTES A SU FAMILIA

REDACCIÓN CENTRAL / BOLIVIA

Jorge Mamani

Cipriano: “No soy el mismo desde el 19 de noviembre” Ese día fue a comprar alimentos para su hogar, pero le llegó una bala en el brazo izquierdo y al llegar a un centro médico buscando atención fue maltratado. antes, porque nos mataron en vida, ya no somos los mismos que éramos antes, mi familia dice eso”, agregó. El 19 de noviembre de 2019, la intervención de la Policía y de los militares en la zona de Senkata, de la ciudad de El Alto, dejó un saldo de 10 personas muertas y decenas de heridos.

LIDIA PATTY

Archivo

El 19 de noviembre fue un día negro para muchos ciudadanos de El Alto, sobre todo en la zona de Senkata, donde fueron reprimidos por la Policía Boliviana y militares por órdenes del gobierno de facto, ese día Cipriano Chapetón no pensó que cambiaría su vida. Chapetón, de 43 años, inicia su relato de lo sucedido en esa jornada. Esa mañana, al ver que en su casa no había nada para comer, salió en busca de alimentos, ya que con los conflictos que se suscitaron después de las elecciones de octubre y la renuncia del entonces presidente Evo Morales, las verduras, frutas y carnes escasearon y no llegaban a La Paz. Al salir de su hogar se dirigió a la Ceja de El Alto y esperanzado pensó que podría encontrar alimentos para llevar a su familia, pero ese día no llegó a su destino, no llevó nada y tampoco retornó; fue solo al hospital, ya que al pasar por Senkata recibió una bala de la Policía. “Me balearon, pensé que me arrojaron con piedra o con un palo, como si me hubieran empujado sentí y luego vi mi mano, estaba colgando. Tuve que agarrarla con mi otro brazo y fui a la clínica de Villa Dolores, estaba enojado, todos me querían ayudar, pero me fui, en la calle por donde iba goteaba la sangre”, dijo Chapetón. Los policías hirieron a muchas personas, quienes fueron al hospital de Villa Dolores para después ser derivados al Hospital Holandés, donde según las declaraciones de Chapetón fueron maltratados y en algunos casos castigados. “En vez de curarnos y auxiliarnos recibimos insultos de parte de las enfermeras y doctores, que nos reclamaban a que habíamos ido. ‘Seguro eres uno de los vándalos, un terrorista, se irán directo a la cárcel’, me dijeron”, recordó Cipriano, quien contó que al escuchar eso muchos de los heri-

Tanquetas militares en Senkata, en El Alto.

dos, en las piernas, manos y cuerpo, prefirieron escapar y buscar otro lugar para ser atendidos. Lamentablemente, ese día cientos de personas en la ciudad de El Alto sufrieron discriminación, al punto de que eran insultadas, golpeadas y amenazadas. Pero él se quedó en el lugar

Cipriano contó su historia en el set de Bolivia TV.

porque no pertenecía al grupo de personas que estaban protestando, por lo que reclamó que se le atendiera, pero ello conllevó a que los galenos lo tacharan de malcriado, por lo que recibiría su castigo. Al entrar a tomarse los estudios de rayos X, se evidenció una bala en su brazo, le pidieron que se quedara en ese nosocomio, que lo atenderían bien, porque él ya estaba decidido a irse de allí, y su esposa, que llegó poco después, le dijo que todo estaba cerrado y que si le dijeron que le ayudarían, se quedara. Aceptó quedarse y ser tratado allí, pero grande fue su sorpresa cuando le pusieron un cartón para sostener su brazo con un huato que pasaba por su cuello, lo que provocó que en las siguientes dos semanas su herida se infectara gravemente al punto de no aguantar el dolor.

“Escuche, ya cumplió con su castigo, ya tiene que comprarse una férula, y me dijeron ‘tienes que hacerte comprar porque se está infectando’ y me hicieron comprar una placa y unos huesos sintéticos”, relató. Una vez que comenzó a utilizar una férula el dolor fue disminuyendo. Para poder comprar lo que necesitaba, para su tratamiento y operación, tuvo que gastar el dinero que había guardado para los estudios de sus cuatro hijos, pero además tuvo que prestarse dinero, deuda que continúa pagando. Ahora las consecuencias para Cipriano son duras, debido a que tiene pesadillas, por las noches le dan ganas de llorar debido a la impotencia que siente de ya no poder ayudar como antes en su hogar, siendo que al ser albañil ya no puede ejercer esa profesión, porque es un trabajo muy pesado. “Ya no soy el mismo que era

“Muchos están llorando. Han baleado en Senkata, en Sacaba; por eso hice la denuncia”, afirmó Lidia Patty, la exdiputada que puso en el banquillo de los acusados a Jeanine Añez, de quien dijo que se autoproclamó presidenta saltando los pasos exigidos para la sucesión constitucional. “Por ese delito la están juzgando”, agregó, durante una entrevista en el programa Somos Democracia, difundido por Bolivia TV el lunes mediante una alianza de los medios estatales, según la ABI. Patty hizo un recuento de los días previos al golpe de Estado, las restricciones para ingresar al Legislativo, las violaciones a la Constitución, los atropellos sufridos por los diputados y el sufrimiento de las víctimas del golpe de Estado. El 26 de noviembre de 2020, la exdiputada presentó una acusación formal contra Añez y varios de sus colaboradores que instauraron el Gobierno de facto por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración. La exasambleísta aseguró que obra en defensa del pueblo boliviano. Indicó que ella, varios diputados y senadores fueron impedidos de ingresar a la Asamblea Legislativa Plurinacional por los policías que atropellaron a los legisladores y hasta les produjeron varios moretones. “Jeanine Añez dice que es cristiana, pero en la Biblia indica que no se debe matar al prójimo. Ahora va a tener tiempo para leer la Biblia”, dijo Patty, quien insistió que el pueblo pide justicia por los asesinatos que se cometieron.


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ó El 19 de noviembre los policías y militares, dejaron un saldo de 10 personas muertas y decenas de heridos. ó SU HERMANO RECIBIÓ UN IMPACTO DE BALA POR PARTE DE LOS MILITARES

Gloria: “Querían esconder los cuerpos de fallecidos por bala” Captura

Los familiares de las víctimas de Senkata rechazaron la indemnización que ofreció el gobierno de facto y eligieron buscar justicia. Gonzalo Mamani, víctima de la masacre de Senkata.

ó LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NO REFLEJARON NADA

Mamani fue herido por defender la wiphala BOLIVIA

En noviembre de 2019, Gonzalo Mamani, víctima de la masacre de Senkata, salió de su casa en defensa de la wiphala porque le dio coraje cuando vio a los policías cortar la bandera de sus uniformes y quemarla. En entrevista con el programa Somos Democracia, relató que al intentar ayudar a una mujer de pollera que fue agredida por hacer ondear la wiphala y una bandera blanca recibió disparos por parte de la policía. “A mi compañero y a mí nos dispararon, me dieron en la espalda, me caí y no podía levantarme. Había muchos heridos, pero ningún medio de comunicación hablaba de eso, pero ese día nos han disparado, nos han acribillado”, dijo Mamani.

Nunca pensó, dijo, que los policías actuaran con tanta violencia disparando a todos los que transitaban en el lugar. Acudió a un centro de salud en El Alto con la esperanza de seguir con vida porque su esposa estaba embarazada. “Tardé cuatro meses en recuperarme, mi pareja se hizo cargo de los gastos. En la pandemia nació mi hija, no tenía ni para el pañal. Fui a trabajar con ella de albañil, pero se enfermó, necesitaba una cirugía, no había ni un médico que la atienda y murió”, contó con lágrimas. Ahora sólo espera que se haga justicia por todas las vidas destruidas en la masacre. Mamani es la primera vez que se presentó a un set de televisión para contar su historia.

SU ESPOSO MURIÓ POR UNA BALA EN EL CORAZÓN María Cristina Quispe Mamani perdió a su esposo, Juan José, porque recibió un impacto de bala en el corazón durante la represión militar y policial en Senkata, El Alto. “Que paguen todo el daño que nos han hecho, nos han destrozado la vida”, exclamó en el programa Somos Democracia, de la red de medios estatales. Aquel día, su esposo salió a cobrar su sueldo por trabajos de mecánica y nunca retornó a su casa. “Ha sido una bala que le llegó al corazón, le reventó el corazón”, contó entre sollozos. Pasó un calvario para encontrar el cuerpo que estaba en el templo de Senkata.

“Entro a la iglesia y había seis cuerpos tendidos en las bancas y ahí estaba mi esposo, no lo podía creer, no sabía qué hacer, en ese momento todo se me destrozó, lo único que pensaba era en mi bebé, y al mismo tiempo sentía rabia e impotencia”, siguió relatando. Recuerda que esa noche los helicópteros seguían dando vueltas por la zona, vigilantes, y cada vez llegaban más cuerpos. María expresó que ni con el encarcelamiento de los asesinos le devolverán la vida de su esposo. “Añez decía que estaba pacificando el país, pero quería pacificar matando a personas humildes”, concluyó la entrevistada.

Acongojada y con lágrimas, Gloria Quisbert manifiesta que hasta ahora no puede olvidar el momento en que vio a muchos jóvenes fallecer en la masacre de Senkata, entre ellos su hermano Antonio Ronald Quisbert Ticona. Desde el 19 de noviembre de 2019 es la presidenta de los familiares de las víctimas de Senkata, en El Alto, contó en el programa Somos Democracia, de la red de medios estatales. Ese día su hermano salió de su casa para cobrar su sueldo, pero lo encontraron tendido sobre una banqueta de la iglesia de Senkata ya muerto, tapado con una wiphala. “Estábamos rodeados de militares toda la iglesia, querían sacar los cuerpos para esconderlo, llegaron dos minibuses para llevarlos a la morgue, nosotros no lo hemos permitido”, recordó. Su hermano recibió un impacto de bala al igual que otros 10 jóvenes que fallecieron en el hospital por falta de atención médica oportuna. “Los mismos médicos decían que éramos masistas, que no nos merecemos estar en el pueblo y dejaron morir a esos jóvenes que tenían la vida por delante”. El 21 de noviembre, los familiares de las víctimas y los vecinos se organizaron para ba-

Captura

BOLIVIA

La presidenta de los familiares de las víctimas de Senkata en Bolivia TV.

jar al centro de La Paz cargados de los ataúdes a demandar justicia; en esa oportunidad también fueron violentados y gasificados. La plaza Murillo estaba rodeada de tanques militares. “Muchos decían que los ataúdes estaban vacíos, pero no fue así (...) Yo no quería separarme de mi hermano, pero los de la UTOP me han empujado hasta dejarme inconsciente y me llevaron hasta el Hospital de Clínicas, donde también me querían hacer desaparecer. Recién reaccione el 22 (de noviembre)”, recuerda Quisbert derramando lágrimas.

Lamentó que la expresidenta de facto ofreciera dinero por los muertos mediante un decreto supremo de indemnización que no cumplió. “No aceptamos ese decreto, nosotros presentamos varios puntos para exigir justicia y juicio de responsabilidades contra los asesinados de nuestros familiares y heridos, pero ellos (exautoridades) no querían aceptar, lo eliminaron (...) Pero tampoco cumplieron ese documento”, dijo Gloria, quien señaló que desde el primer momento exigieron justicia para las víctimas y siguen en la lucha.

Jóvenes de Yapacaní piden justicia por hechos de 2019 ABI

El presidente de las Juventudes de Yapacaní, Santa Cruz, Wálter Sauma, dijo que en 2019, por el golpe de Estado, al menos una persona fue asesinada a balazos y otras 33 fueron arrestadas de manera ilegal. Las declaraciones del dirigente se produjeron este martes en el programa 180, de radio Patria Nueva, a propósito de las secuelas del régimen de Añez. Dijo que el joven asesinado recibió impactos de bala

mientras se encontraba en el puente de Yapacaní. Explicó que luego se detuvo a 33 personas de forma ilegal y se las acusó de terroristas, pese a que no tenían ninguna prueba al respecto. “Ahora pedimos justicia para las víctimas”, solicitó el dirigente de Yapacaní, quien lamentó que en el balance de las vulneraciones cometidas en ese periodo no se mencione con frecuencia a los caídos en esa región.

El dirigente dijo que los jóvenes están dispuestos a marchar hacia la ciudad de Santa Cruz para defender la democracia y contrarrestar las amenazas vertidas por los dirigentes cívicos y políticos cruceños, en sentido de querer repetir el golpe de Estado de 2019. Las protestas se suman a las de las familias de las víctimas que están en la ciudad de La Paz exigiendo justicia por los fallecidos durante los lamentables sucesos de 2019.


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ó FUE HERIDO POR IMPACTO DE BALA

Víctima de Senkata cuestiona a Carvajal Damiana Quispe en el programa Somos Democracia.

ó FALLECIÓ EN LOS CONFLICTOS DE SENKATA

Damiana Quispe pide justicia para su yerno BOLIVIA Gonzalo Jallasi

Con hondo pesar y con lágrimas en los ojos, Damiana Quispe pidió justicia por su yerno Clemente Eloy Mamani Santander, quien falleció producto de un impacto de bala que terminó con su vida en los confl ictos registrados en Senkata en el gobierno de facto de Añez. “Yo quiero justicia para mi yerno, mi hija ha quedado sola, mi yerno no estaba haciendo nada, me lo han matado, tenía una vida por delante y queremos que se haga justicia”, pidió. La señora Quispe relató que ese noviembre de 2019 su yerno salió de su casa con su esposa para que se haga el control prenatal y al observar que había gente que pedía auxilio, se dirigió al lugar (Senkata) para tratar de soco-

Jesús Callocusi, una de las víctimas de la masacre de 2019.

Jesús Callocusi Pinto, víctima de los excesos estatales en Senkata, cuestionó la actitud de la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, quien, a juicio suyo, debería ser imparcial y no tener inclinación por quienes fueron responsables de la masacre de 2019. En entrevista en el programa Somos Democracia de la red de medios estatales, Callocusi manifestó que la señora Carvajal debe defender también a los humildes, a los pobres que sufrieron tortuBOLIVIA

Acongojada y con lágrimas, María Cusi, madre de José, de 34 años, relató cómo su hijo perdió la vida en los confl ictos que se registraron en la localidad de Senkata en noviembre de 2019, cuando el gobierno de facto de Jeanine Añez apoyado por los militares ordenó disparar contra gente inocente. Todavía con mucho dolor, Cusi señaló que un martes, mientras hacía su ruta hacia Senkata para llegar a su trabajo, su hijo recibió un impacto

ras y detenciones y no a los ricos que con plata pueden conseguir todo e inclusive estar en mejores condiciones en las cárceles. Aseguró que nadie de las víctimas y los familiares de los fallecidos en noviembre de 2019 están dispuesto a negociar; al contrario, exigen que los verdaderos responsables que dispararon a mansalva vayan a la cárcel. “Esta masacre no se negociará, nosotros queremos a los verdaderos culpables, saber quiénes dispararon, sabemos quién firmó el Decreto Supremo 4078 para masacrar a la gente campe-

sina, por lo que exigimos justicia”, puntualizó. Callocusi recordó que mientras filmaba aquel 19 de noviembre de 2019 cómo los militares disparaban del interior de Yacimientos de Senkata, una bala impactó debajo de su mentón y salió por el hombro. Señaló que la lucha de mujeres y hombres fue en defensa de la democracia y el respeto a la whipala, pero por sobre todo por la identidad de los pueblos que el gobierno de facto no quiso reconocer y al contrario los discriminó en todo momento.

María exige justicia por la muerte de su hijo en 2019 de bala que cegó su vida. Ese día María recibió la llamada de un hombre, quien le informó que su hijo estaba accidentado y que lo trasladaron hacia el Hospital Japonés. Se dirigió inmediatamente al lugar y cuando llegó José ya estaba sin vida. Desesperada quiso llevárselo a su casa para velarlo, pero la gente trasladó el cuerpo a la iglesia de Senkata, donde se encontraban otros cuerpos inertes, cuyo am-

biente parecía una morgue. En el lugar realizaron la autopsia y entre sollozos la madre de José aun no entendía que pasó realmente. “Me supliqué, ¿dónde está mi hijo?, dije, y una enfermera me pidió que no gritara. No había nada que hacer, pues estaba seco, estaba muerto, la bala le destrozó el rostro, no sabía qué hacer”, afi rmó. Después de dos años de lo ocurrido, María aún no supera

Gonzalo Jallasi

BOLIVIA

rrer a las personas que caían al suelo producto de las balas que disparaban los militares. En ese momento fue cuando le dispararon y cayó al piso, la gente lo trasladó hasta el Hospital Japonés, pero ahí no querían atenderlo y lo llevaron al nosocomio Corazón de Jesús, donde los doctores le pidieron a los familiares que compraran unidades de sangre y cuando llegaron les informaron que había fallecido. La señora, acongojada por lo vivido, contó que tras la muerte de su yerno trataron de quitarle a su nieta cuando nació por el sólo hecho de que el papel que extiende el hospital de nacido vivo no tenía la fi rma del padre. Damiana señaló que su hija aún no puede superar la pérdida de su esposo y ya no es la misma de antes.

María Cusi, madre de José.

la muerte de José, a quien lo recuerda con mucho cariño, pues era la persona que unía a su familia, tenía grandes sueños para ser algo en la vida. Ahora pide justicia no sólo por la muerte de José, sino por todas aquellas personas que fallecieron en noviembre de 2019, y asegura que Jeanine Añez no debe beneficiarse con detención domiciliaria, sino con una condena de 30 años de cárcel.


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ó El 19 de noviembre los policías y militares, dejaron un saldo de 10 personas muertas y decenas de heridos. ó SE SIENTE IMPOTENTE PORQUE YA NO PUEDE SUSTENTAR SU HOGAR

ó EXIGE JUSTICIA

Pacheco: Un impacto de bala me dejó discapacitado

FSUTC de Potosí demanda que se investigue la quema de su sede

BOLIVIA

Óscar Pacheco Quispe, albañil de ocupación, fue otra víctima de la zona Sur, donde le dispararon perdigones y balas de fuego en sus piernas y le destrozaron una de sus extremidades inferiores, y a partir de ello nunca más volvió a ser el mismo. Pacheco recordó cómo sucedieron los abusos del gobierno de facto, ese martes de noviembre de 2019, cuando se dirigía a su casa y luego de quedarse un tiempo en las movilizaciones, los policías saltaron de las camionetas como si estuvieran en la guerra y comenzaron a disparar a quema ropa. Asustado logró escapar del lugar, cuando de pronto sintió que algo le chorreaba y era la sangre, se desvaneció y cayó al suelo, fue arrastrado por los efectivos que en ese momento gasificaban a la gente. “Un policía joven dice: ‘Le han disparado en la vena, hay que hacerle un torniquete, sino se va a desangrar’, y me suben a la patrulla y me llevan al hospital Los Pinos, pero no ingreso por la puerta de entrada, sino por la parte posterior y me dejan en el semisótano abandonado”, señaló. En el lugar, una enfermera lo atiende y los médicos lo

llevan a la sala de curaciones, donde lamentablemente pierde el conocimiento por el insoportable dolor. Aseguró que si no hubiese sido por la presencia de su esposa, los médicos nunca lo hubiesen atendido, además su caso era grave porque no había circulación de sangre en su pierna. Los vecinos juntamente con su esposa lo trasladan a otro nosocomio particular, donde los galenos intentaron amputarle su pierna al necrosarse. Hoy el señor Pacheco quedó discapacitado a causa de que no tuvo una atención inmediata y debido a la negligencia de los galenos. “Se ha empezado a necrosar y me tuvieron que retirar todos mis músculos, me han hecho dos injertos y el segundo comenzó a cicatrizar en el hueso y caí en terapia intensiva y toda mi internación y mi deuda se hizo un total de 95 mil bolivianos”, contó. Dijo que en un momento pensó en suicidarse por la situación en que se encontraba. Ahora ya no es la misma persona después de su recuperación, pues es imposible que pueda volver a trabajar en lo que hacía antes porque se necesita la fuerza.

MAMANI: LOS POLICÍAS ME DISPARARON David Mamani retornaba a su casa después de trabajar, cuando policías de la UTOP apoyados de civiles con chalecos negros lo increparon en inmediaciones de la Unidad de Transito de la ciudad de El Alto y le dispararon dos veces. Al ver que aún seguía con vida, lo golpearon y obligaron a arrodillarse. Fue el 11 de noviembre de 2019 cuando los balines rompieron su clavícula y encima los uniformados lo golpearon en la cabeza con sus armas hasta dejarlo

casi inconsciente. Tomando fuerzas de donde no tenía, se fue caminado y unos manifestantes que se encontraban en la 16 de Julio lo auxiliaron, lo trasladaron a la clínica San Salvador, donde lo atendieron y curaron sus heridas. Pero como no había una sala de quirófano, deciden llevarlo hasta otro hospital para que sea atendido por los galenos, pero lamentablemente ellos en vez de hacer su trabajo como corresponde lo discriminaron aseverando que era masista.

Gonzalo Jallasi

Después de lo ocurrido en noviembre de 2019, Óscar Pacheco nunca mas volvió a ser el mismo. Ya no puede trabajar debido a que ahora usa muletas para sostenerse.

La pierna inservible de Pacheco es el producto del gobierno de Añez.

BOLIVIA

Dirigentes de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Potosí piden justicia por las víctimas de Senkata y Sacaba, además que se identifique a los responsables de la quema de su sede social y otros atentados a instituciones públicas, ocurridos en 2019. Sabino Ventura, ejecutivo máximo de dicha entidad sindical, demandó que la justicia sea para todos y principalmente para quienes cometieron las masacres no sólo en Senkata y Sacaba, sino en el resto del país. El secretario de Organización Marcelino Garnica dijo que si bien en Potosí una persona fue víctima de estos abusos cometidos por los militares y policías, es necesario que los sectores sociales se encuentren unidos y solidarios para que se haga justicia por todos los abusos a los que fueron sometidos los bolivianos que buscaban recuperar la democracia. “Como organizaciones sociales estamos pidiendo justicia, esto no es persecución política como lo manifestaron, pues en ese tiempo nos discriminaron por el solo hecho de venir de una mujer de pollera y vulneraron nuestros derechos con actos violentos”, señaló Ventura.

Joel de 22 años perdió la vida por un disparo BOLIVIA

En una entrevista en el programa Somos Democracia, que se difunde en Bolivia TV, Apolinar Colque narró cómo su hijo de tan sólo 22 de años fue víctima de los incidentes que se registraron en noviembre de 2019. El padre relató que su hijo de nombre Joel vivía en Santiago de Llallagua, estudió en el colegio Calama y salió bachiller en 2016 y después dos años estuvo en el cuartel prestando su servicio militar y estudiaba en Infocal la carrera de metal mecánica.

Sin embargo, al no tener los recursos necesarios para seguir sus estudios, el joven decidió trabajar, pero nunca pensó que ello lo llevaría a perder la vida, pues cayó en la extranca de Senkata producto de un impacto de bala cuando retornaba a su casa. Al conocer la noticia, el progenitor se trasladó de su pueblo en lo que pudo hasta La Paz, llegó a Senkata y le dijeron que el cuerpo de su hijo se encontraba en la iglesia juntamente con otros 10 fallecidos.

“Era una pena, nunca pensé que Joel moriría, así perdí a mi hijo, yo lo saque y me lo llevé a mi pueblo para enterrarlo”, dijo. Con la voz entrecortada, el padre pidió justicia porque su hijo no fue ningún animal por la forma como falleció en ese noviembre de 2019, producto de un disparo de arma de fuego por las fuerzas del orden. Ahora lo recuerda con mucha nostalgia, porque cuando llegaba a su pueblo llevaba a su padre a la iglesia, pues era cristiano y le gustaba tocar el saxofón.


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Fotos: Gonzalo Jallasi

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Alison muestra las radiografías de su esposo en el programa Somos Democracia. BOLIVIA

Entre sollozos y con una pena muy honda en el corazón, Alison Ramírez Avendaño, esposa de Calixto Guanaco, de ocupación costurero, recordó aquel oscuro martes 19 de noviembre de 2019, cuando su compañero salió de su hogar para comprar material de costura y alimento para su familia porque ya no había qué comer debido a los confl ictos, y nunca más regresó. Esa mañana, Calixto se sentó a tomar desayuno con su familia, jugó incluso con sus hijos y cuando se aprestaba a salir de su casa su hijo mayor que en ese entonces tenía seis años lo abrazó y no quiso que salga. Como si estuviera despidiéndose de su familia, Calixto besó a su mujer, le dijo lo mucho que la quería y que no la dejaría jamás. Pasaron más de nueve horas desde que él salió de su casa y no volvía, Alison llamó insistentemente al celular de su esposo, hasta que contestó un médico, quien le informó que Calixto fue herido en la cabeza y nadie quería atenderlo. En ese momento su mundo se derrumbó. No sabía qué hacer, llamó desesperada a su padre para pedirle ayuda, pero vanos fueron sus esfuerzos, ya que era imposible que se trasladara a su hogar, puesto que todo estaba boqueado. La mañana siguiente salió muy temprano de su casa, con sus wawas, y vio cómo gente que tenía celulares en la mano era golpeada sin piedad por los policías en la ciudad de El Alto. “Parecía un infierno, no podía creer lo que estaba pasando, mi hijito lloraba y no pude consolarlo. Con mucho esfuerzo llegué al hospital donde se encontraba mi es-

Fotografía de Calixto en una cama de hospital.

ó UN IMPACTO DE BALA LO MATÓ EN SENKATA

Calixto fue otra víctima inocente de los luctuosos hechos de 2019 La bala le destrozó parte del cerebro y estuvo tres días entubado. Como una vela se fue apagando y falleció dejando en orfandad a tres sus hijos. A dos años de lo sucedido, aún lloran su partida.

Ella suplica justicia por su esposo

Represión militar policial en Senkata con varios muertos como resultado.

poso y el médico me informó que una bala le había destrozado el cráneo y que no se podía hacer nada”, relató. Le suplicó al galeno que hicieran lo imposible para salvar la vida de Calixto, pero tenía muerte cerebral y lo mantenían con vida a través de unos tubos. Al tercer día falleció y desconectaron los aparatos médicos que lo mantenían vivo. “Se apagó como una vela, como un foquito. Mi hijito se enteró que su padre falleció por los medios de comunicación y ni siquiera tuvimos ayuda psicológi-

ca. Mi hijito andaba agarrado de la fotografía de mi esposo y no paraba de llorar, eso me partía el alma como madre, pues no podía hacer nada, me sentía impotente”, señaló Alison. Desde ese día su vida y la de su familia cambió, pues dejó de vender chamarras y se dedica ahora a vender aretes en la Ceja de El Alto para mantener a sus hijos.

RECIBIÓ MALOS TRATOS DE LOS MÉDICOS Alison con impotencia asevera que los galenos que aten-

dieron a su esposo no demostraron humanidad alguna, toda vez que cuando le informan que su esposo estaba muerto y que debían desconectar las maquinas, la llevaron al lecho de Calixto, le abrieron uno de los ojos e inclusive desconectaron los aparatos para que se convenciera de que no reaccionaba a nada. Entre lágrimas, manifestó que esa actitud del médico fue muy dolorosa y que no pudo soportarla y pidió que lo dejaran, porque ella pensaba que estaba dormido y que algún momento despertaría.

Hoy, a más de dos años, Alison clama justicia debido a la muerte de su esposo, porque asesinaron a un hombre inocente, destruyeron una vida, la de su familia y los sueños de sus hijos, que aún no encuentran consuelo por la muerte de su padre. Afirmó que no descansará hasta encontrar al responsable de la muerte de su esposo porque no fue un maleante, un borracho. Es una agresión y un insulto decir que los alteños se mataron entre ellos mismos, como lo dijeron los ministros del gobierno de facto de Jeanine Añez. “Lo que yo pido es justicia por mi esposo. Todos lo confunden con lo que pasó. Fue masacre, violaron sus derechos, él tenía derecho a la vida. Yo llegaré adonde sea con mi verdad porque no tengo miedo de decirle al asesinó que mató a Calixto, por qué lo hizo, quiero que me explique y me diga cuál es el motivo para segar su vida”, puntualizó Alison, entre sollozos.


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ó El 19 de noviembre los policías y militares, dejaron un saldo de 10 personas muertas y decenas de heridos. ó CINCO DECRETOS SUPREMOS FUERON EMITIDOS POR EL GOBIERNO DE FACTO PARA APLICAR EL TERROR

Inca: Añez y su gabinete son los culpables de hechos en Senkata Esperan el informe de la Comisión de Expertos para ratificar quiénes son los responsables de las masacres y represión en la ciudad de El Alto.

Los responsables de las masacres de Senkata, Sacaba, Betanzos, Montero, Pedregal y Ovejuyo son quienes fi rmaron al menos cinco decretos durante el régimen de Jeanine Añez, dijo David Inca, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de la ciudad de El Alto. El representante fue entrevistado en el programa Somos Democracia, difundido por Bolivia TV, mediante una alianza de los medios estatales, donde manifestó: “Ni perdón ni olvido, justicia” para las víctimas de las masacres. Inca mostró copias de los decretos supremos que sustentaron, de manera directa e indirecta, las matanzas ocurridas en 2019. Explicó que ese régimen preparó las normas jurídicas para blindarse antes de reprimir las manifestaciones de protesta. Esas normas fueron firmadas por las autoridades de entonces, quie-

BTV

BOLIVIA

Entrevistados en el programa Somos Democracia.

nes serán sometidas a juicio. Citó el Decreto 4076, que designó nuevos jefes policiales y militares; la norma 4077, que nombra otras autoridades; y el Decreto 4078, que determina impunidad para policías y militares

REMEDIOS SUPLICA JUSTICIA POR SU HERMANO “Sólo pedimos justicia”, exclamó Remedios Zenteno, hermana de Milton Zenteno, un joven de 24 años que falleció luego de tres días de permanecer en estado de coma por el impacto de un proyectil que recibió en la cabeza durante la masacre de Senkata. La hermana del fallecido explicó que se debe investigar lo sucedido, porque todos los familiares de las víctimas sufren aún por la tragedia. “Todos están marcados”, sentenció. La joven indicó que su hermano fue una víctima inocente y relató que recibió el impacto cuando regresaba a su casa para recoger material de estudio, ya que cursaba su tercer año en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Mayor de San

Andrés (UMSA) de La Paz. No sabemos lo que sucedió”, lamentó conmocionada por el recuerdo. La entrevistada dijo que fue testigo también de la violencia desatada en Senkata, en la avenida 6 de Marzo, que evidenció cuando volvía de sus clases en la Facultad de Medicina de la UMSA. Recordó el reproche de ciudadanos a policías y militares, a quienes exigían respuestas por haber disparado en contra del pueblo.

que reprimieron en los conflictos a nombre de la pacificación. Otras disposiciones jurídicas mencionadas por Inca son el Decreto 4082, que dispone el uso de Bs 30 millones para la compra de armamento militar y policial.

También citó la norma jurídica que dispone un pago a los familiares de las víctimas a cambio de que éstas desistan de iniciar juicios a los responsables. Este decreto fue rechazado por los familiares.

Condori pide cárcel para verdugos de 2019 BOLIVIA

Aquel noviembre de 2019 nunca será olvidado por Reynaldo Javier Condori, un joven que fue víctima de la masacre en Senkata, donde militares y policías dispararon a quema ropa contra la gente que protestaba por los abusos que cometían los uniformados. Condori cuenta que cuando filmaba con su celular, vio cómo los militares desde el muro caído de la planta de Senkata disparaban a las personas sin piedad y en ese momento recibió un impacto de bala en el maxilar superior, cerca de su nariz. Cayó al piso ensangrentado, la gente que se encontraba en el lugar movilizada lo ayudó y lo llevó hasta una esquina del Banco Unión, donde lo dejaron junto a otra persona que tenía un disparo en la cabeza.

“Sentí que me ahogada porque me salía mucha sangre. Creo que llegó una ambulancia o un camioncito, me subieron y me trasladaron a un centro de salud, todo era un caos, había gente fallecida y herida que gritaba”, dijo. Los médicos pidieron el número telefónico de su casa para informar a su familia. Su madre que se encontraba vendiendo en su pequeño negocio quedó sorprendida e inmediatamente recogió lo que pudo de su mercadería y se dirigió al hospital Corazón de Jesús, donde estaba su hijo. En el hospital le indicaron que necesitaba de inmediato una cirugía y pidieron un adelanto económico para que lo operaran, la madre entregó lo que tenía en ese momento e ingresó a la de operación para ser intervenido quirúrgicamente.

ó PEDREGAL, ZONA SUR

Familiares y heridos relatan cómo vivieron las represiones BOLIVIA

Las víctimas de las represiones en la zona Sur relatan cómo sufrieron ese noviembre de 2019, cuando los policías, los cascos amarillos y los blancos cometieron actos de violencia hasta provocar la muerte de varias personas. Frida Conde contó que su hermano perdió la vida con siete impactos de bala y fue imposible encontrar su cuerpo, porque los policías, junto con los llamados pititas, quisieron esconderlo, los verdugos dijeron que nadie había fallecido en las movilizaciones de ese 11 de noviembre en Pedregal. Después de indagar con todas las personas que estaban ese día en el lugar, pudieron rescatar el cuerpo de su hermano, que se encontraba en medio de arbustos envuelto en yutes de color celeste. Enterados los vecinos, lo trasladaron a una sede, donde una persona que estudiaba Medicina trató de salar la vida del hombre, pero no pudo. La hermana en su lecho de muerte le prometió en su última morada que no descansaría hasta encontrar justicia por sus hijos que hoy se quedaron sin padre. José Pillco Tunca, también víctima de las represiones de los militares y policías, contó que cuando se dirigía a su trabajo recibió ocho impactos de balín en su cuerpo, mientras las personas que defendían sus domicilios eran gasificadas por los uniformados. Uno de los balines le llegó en el abdomen y le ocasionó la perforación de uno de sus intestinos. Fue trasladado hasta el hospital Los Pinos gracias a la ayuda de los vecinos para que sea atendido, pero en el lugar los bomberos comenzaron a interrogarlo e inclusive lo golpearon en la herida y lo abofetearon sin piedad para luego instruir a las enfermeras que no lo atendieran.


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domingo 21 de marzo de 2021

ó VARIAS PERSONAS FALLECIERON Y FUERON HERIDAS DE BALA POR EXIGIR TRABAJAR

Víctimas de Montero exigen justicia por represión en 2019 Fotos: Gonzalo Jallasi

Piden igualdad y justicia para todos sin importar la condición y los cargos por los vejámenes que se cometieron en el golpe de Estado. BOLIVIA

María Condori cuenta cómo su hijo perdió la vida en Senkata.

ó EL PROYECTIL IMPACTÓ EN LA FRENTE Y SE QUEDÓ EN LA NUCA

Un impacto de bala siega la vida de Rudy Vásquez BOLIVIA

Rudy Cristian Vásquez Condori era un joven de 23 años, tenía toda una vida por delante para cumplir sus sueños de llegar a ser un general de policía, ayudar a su familia y su madre, pero falleció el 19 de noviembre de 2019 por un impacto de bala en la masacre de Senkata. Todo sucedió la tarde de aquel 19 de noviembre, cuando el joven se dirige a ver a su tío y en ese momento es impactado por una bala en la frente. Los vecinos del lugar lo trasladan de inmediato a una posta sanitaria para que los médicos puedan salvarle la vida, pero llega sin signos vitales. La madre, María Condori, quien se encontraba vendiendo en su pequeño negocio, se entera de la noticia a través de sus vecinos e inmediatamente se dirige a la posta sanitaria. Enorme congoja sintió al ver a

su hijo todo ensangrentado. Rudy es trasladado en una ambulancia del Hospital Holandés a una clínica particular, pero los galenos no quisieron atenderlo por falta de especialista y luego de peregrinar por más de una hora logran llevarlo hasta el Hospital General, donde quisieron salvarle la vida pero ya era tarde, porque había fallecido en el trayecto. María relató que una enfermera gritó: “Que hace aquí este terrorista, este sedicioso, a qué vinieron aquí”. Esas palabras le colmaron de bronca y quiso responder, pero sus familiares le impidieron hacerlo. Acongojada todavía por lo sucedido, María con lágrimas en los ojos dijo que su hijo dejó una gran deuda bancaria que ahora ella se hace cargo, ya que quedó sola debido a que su esposo también falleció en las mismas circunstancias que Rudy.

“Pedimos garantías para las víctimas de octubre y noviembre de 2019, porque tenemos miedo por nuestras familias y por todos quienes ahora piden justicia por todo lo ocurrido en Santa Cruz”, manifestó la representante de la Asociación de Víctimas del Golpe de Estado de 2019 en Montero. Rompiendo el silencio y dispuesta a dar a conocer lo que verdaderamente sucedió en esa región, Vanesa Lisa Arteaga, representante de dicha asociación, en entrevista en el programa Somos Democracia que se difunde en Bolivia TV, a través de la red de medios estatales, pidió que también se investiguen los vejámenes que cometieron los miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, los policías y militares que estuvieron amparados por la expresidenta golpista Jeanine Añez. “Estamos aquí porque queremos que se construya una memoria histórica nacional, que creo que es lo justo, queremos que se mencione a Santa Cruz, ya que las vísperas del intento de golpe de Estado se da en este departamento a partir del 25 de octubre, comenzando con un paro de 21 días, donde se prohibía salir a trabajar”, manifestó. Vanesa relató que tres de sus hermanos fueron perseguidos

Representante de la Asociación de Víctimas del Golpe de Estado en Montero.

con órdenes internacionales, uno de ellos aún se encuentra detenido y los otros dos recibieron impactos de bala que permanecen todavía en sus cuerpos. Acongojada indicó que el 26 de octubre la gente llama a un cabildo pidiendo el derecho al trabajo, libre tránsito y no a la discriminación, donde el barrio Cofadena participa masivamente. A partir de ese momento comienzan las amenazas y ataques de la Unión Juvenil Cru-

ceñista que de forma diaria rodeaba el barrio, disparando y quemando viviendas. Cuando venían a acechar al barrio, los vecinos e inclusive las autoridades municipales apagaban sus celulares por temor a lo que les podría pasar y el 30 de octubre se da el desenlace fatal, cuando las fuerzas del orden arremetieron con balas de fuego a todo el mundo, cuando falleció el periodista Facundo Morales, y sus dos hermanos resultan heridos.

Madre pierde a su hijo en conflictos de Montero BOLIVIA

Sonia Soto en el programa Somos Democracia.

Sonia Soto Miranda, quien radica en Tarija, llegó a la ciudad de La Paz para informar cómo falleció su hijo Robert Ariel Calisaya de tan sólo 20 años en las represiones que se registraron en Montero, Santa Cruz, en octubre de 2019. Con lágrimas en los ojos, Sonia señaló que su hijo se fue a Montero para buscar una mejor vida y siempre mantenía contacto con su familia, pero el 13 de noviembre cae en la ca-

lle por un disparo de arma de fuego, a quema ropa. “He callado por más de un año y la verdad tengo miedo, me armé de valor para venir aquí y contar mi verdad de lo ocurrido en Montero, pido justicia y que se hable también de este lugar”, dijo entre sollozos. Una llamada telefónica le informó sobre la muerte de su hijo y las fotos que estaban en las redes sociales, donde se observaba al joven tirado en el piso. La madre peregrinó para llegar a Mon-

tero y cuando estuvo en el lugar el cuerpo de Robert estaba siendo velado en el mercado. Horas antes, los vecinos y comerciantes del lugar molestos por esta muerte deciden trasladar el cuerpo del muchacho en un ataúd hasta la Policía, pero los uniformados patean con saña en cajón y en la intención de defensa, la prima de Sonia es disparada con balines por los policías que usando gases lacrimógenos logran disipar a la gente que exigía justicia.


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