SUPLEMENTO - LA TRINI

Page 1

REVISTA CULTURAL I Año 1 I Número 2 I 10 DE ABRIL DE 2022

TEATRO: UNA LUZ SOBRE LA DUDA

CONOCE A LOS AMIGOS DEL MURO

La obra se presenta esta noche en el Teatro Nuna de La Paz

PÁG. 2-3

PÁG. 4

UNA LECTURA DE LOS HIJOS DE GONI EDWIN GUZMÁN: POESÍA Y SILENCIO RUMBO AL FESTIVAL DE LA CANCIÓN DE PUNTA DEL ESTE


2 BOLIVIA BUSCA REPRESENTANTE PARA EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA CANCIÓN PUNTA DEL ESTE 2022 Compositores, intérpretes y cantautores(as) bolivianos(as) pueden ser parte del Festival Internacional de la Canción Punta del Este, inmejorable vitrina de nuevas posibilidades de expansión para su música, además de la generación de redes de trabajo y colaboración entre artistas de diferentes partes del mundo. Amalia Canedo, directora nacional del Capítulo Bolivia, se encarga de generar las acciones y actividades que conducen a la selección de la canción inédita que representará esta gestión a Bolivia en Uruguay, en un festival internacional que actualmente cuenta con 14 direcciones nacionales de países de América. Bolivia tuvo presencia desde su primera edición en 2012. Reproducimos fragmentos de convocatoria, de cierre próximo:

la

La convocatoria del pre selectiva del Capítulo Bolivia se extiende hasta el 11 de abril a las 00:00. Los postulantes deberán solicitar su ficha de inscripción al correo electrónico ficcapitulobolivia@ gmail.com; una vez llenado el formulario de inscripción, deberán enviar al mismo correo: - La canción grabada en home studio o estudio de grabación en formato mp3 - Letra de la canción en formato pdf - Registro en Senapi y/o Sobodaycom (puede ser recepción sellada de la solicitud) - Carta de respaldo del/la compositor(a) en caso de que sea solo intérprete - Formulario debidamente llenado, firmado y escaneado, convertido a pdf Aclaraciones: - No se excluye ningún género musical - La duración de la canción no debe exceder los 5 minutos - Nacionalidad boliviana del intérprete y del compositor - Tener 18 años cumplidos al 1 de octubre de 2022 - Está prohibido el contenido político - En caso de ser menor de edad, el participante debe tener carta de permiso del tutor responsable y ser

acompañado en todo el proceso por el/la tutor. - Solo participa del evento el cantante y/o intérprete. La convocatoria se divide en 3 etapas: 1. Apertura de convocatoria para postulación de canciones inéditas (hasta el 11 de abril) 2. Preselectiva por jurado para: Cochabamba, Sucre, Potosí, Oruro, Santa Cruz, Beni y Pando. Preselectiva con evento presencial La Paz, con jurado (28 de abril) y Tarija, (6 y 7 de mayo).

Con una exposición que se inauguró el miércoles 6 de abril en la Sala 1 del Espacio Simón I. Patiño de La Paz, la artista brasileña-boliviana actualiza el avance de su proyecto de largo aliento: Amigos del Muro. Esta vez presenta nuevos diseños y estudios de algunos de los personajes principales del proyecto, ilustrados en acuarela, pintura digital y collage, además de otros “modelados en tela” con estructuras hechas con materiales reciclados que permiten su movilidad y delicados detalles de costura. La muestra asimismo incluye la proyección de videos de pruebas de movimientos y bailes en animación y el proceso de creación del escenario principal de la historia. La exposición –abierta hasta el 22 de abril– invita al público a ser partícipe del proceso creativo del universo y contenido que propone este proyecto que perfila convertirse en una serie animada.

3. Gala Final, que se celebrará en Tiquipaya, Cochabamba, el viernes 20 de mayo en instalaciones del Centro Cultural Ollantay. De la etapa preselectiva llegarán a la final 10 canciones inéditas escogidas en cualquiera de estos tres espacios, en la final los 10 cantantes serán evaluados por un cuerpo de jurado, de este evento saldrá la única canción que representará al país en diciembre en el Festival Internacional de la Canción Punta del Este, Uruguay. Del premio al primer lugar: 1. Estatuilla de primer lugar otorgado por el Capítulo Bolivia del Festival Internacional de la Canción Punta del Este. 2. Partitura para Orquesta de Cámara para que en Uruguay la Orquesta de Maldonado (Departamento donde está el municipio de Punta del Este), interprete la canción. 3. Gestión de pasajes para su llegada hasta Montevideo, Uruguay. 4. Gestión y apoyo económico para la realización del videoclip de la canción ganadora. Por parte de la organización general del Festival Internacional de la Canción Punta del Este, el(la) intérprete ganador(a) obtendrá: Alojamiento por una semana en hotel de cinco estrellas, alimentación cubierta, prensa internacional y un evento de tres noches de gala donde el/la representante cantará su canción acompañado(a) por una Orquesta de Cámara y también podría obtener premios en las categorías de: intérprete más votado, mejor videoclip, mejor composición o mejor canción inédita.

Alexandra Ramírez (Brasil-Bolivia). Arquitecta, ilustradora, máster en Animación y docente en la Unifranz. Fue presidenta de Viñetas con Altura, es directora de la Escuela Carne Bolivia y de la Editorial con Altura. Representó a Bolivia en festivales de Historieta y Animación en Perú, Chile, Colombia, Francia, y España. Actualmente es parte de organizaciones artísticas como: Artistas x Artistas, Viñetas con Altura y la Red de Animadores Bolivianos.

Es una producción de Parque Astral Comunicaciones Dirección: Vadik Barron Rollano Diseño Gráfico y Redes: El Gato Fantasma Artes Visuales Colabora en este número: Martín Zelaya y Edwin Guzmán contacto: la trinicultural@gmail. com facebook: LaTrini


3

ALEXANDRA RAMÍREZ

(RE)PRESENTA A LOS AMIGOS DEL MURO

ha proyecto “El , pero empezado en 2004 rente. era demasiado dife que Hice solo un muñeco día y me mostró que po ser... que me gustaba co ba y ya antes dibuja rieta, empecé con la histo rrió entonces se me ocu mis hacer muñecos de os”. personajes dibujad

Fotografías. Valeria Reznicek

total a t c a d autodi iempre s “…fue s o c e muñ l materia pues los de i modos fueron d e m o, y omo c n o reciclad s s a rar piez busca n e para log , í m s para s ejercicio ores estructura ej n de las m ue permitan u q internas ion”. t o m p o buen st

“…est udié en Es años pa y lueg o con ña 2 Anima tio el The (Dinam n arca) 3 Workshop doy cl años. ases de an Ahora perfec imació ci n, para q ono la técnic ue pue a d direcc ión de a encarar l a mi pro . yecto” .


4

Luz sobre La Duda

Con una puesta en escena pensada por el director, actor, dramaturgo y gestor cultural, Freddy Chipana, y a cargo de la productora Macondo, se presentó una versión hecha en Bolivia de La duda, la aclamada obra de John Patrick Shanley. En esta conversación Chipana habla sobre los desafíos de la dramaturgia, del sector teatral –en particular– y cultural –en general–, y del oficio del teatro.

¿Cómo se trabajó la adaptación de la obra de John Patrick Shanley? - Creo que es fundamental llevar la obra a nuestro contexto, para que sea válida para nuestro público. Es una apatación libre, pues cortamos textos que no eran necesarios para lo que queríamos contar y afrontar; también cambiamos los nombres de los personajes y aumentamos textos en formato de monologos que ayudan a aclarar los universos de los personajes. Todo para que la obra sea más universal y boliviana a la vez. ¿Qué características tiene esta nueva puesta en escena? - Yo vengo de la imagen, la metáfora y el simbolismo. Creo necesario poner en conflicto el humor y el drama, por lo que nuestra creación escénica no es textocéntrica. Hemos buscado reinventar esta historia, hacerla nuestra; visualmente es muy fuerte, la temática tiene una estructura dramática potente y controversial, ya que de alguna manera sucede el conflicto en un colegio católico. Hemos tenido mucho cuidado con la fe, con el respeto a las creencias, pero nos interesa abordar este tema, por lo que lo afrontamos de manera poética, es decir que en la dureza de las situaciones se encuentran imágenes muy hermosas y reflexivas.

La Duda – Ficha técnica Dirección - Freddy Chipana Asistencia - Carmen Tito Producción - Macondo Art Asistencia de producción María Mamani Escenografía - Angelo Valverde Elenco: Leonel Franzesse Claudia Gaensel Luna León Joaquina Revollo

En tu criterio, ¿cuál es el papel del arte a la hora de poner en escena estas temáticas de impacto social y generar debate y reflexión? - A mí, particularmente, me gusta hablar de lo que veo, siento y vivo. No creo en el arte por el arte o en el arte para el artista, nosotros trabajamos para el público. Por eso creo vital crear para los que nos van a ver, es importante hablar de nuestro tiempo, de lo que nos sucede, de aquello con lo que no estamos de acuerdo. Es necesario un teatro de este tiempo, un teatro urgente y útil para el sentimiento. No vamos con una verdad; creo que nuestro arte debe ser un espejo donde el publico se refleje a sí mismo dentro de lo que le estamos contando, que viaje con nosotros y vuelva a su existencia. Para eso la calidad y profundidad es importante… El público es el verdadero testimonio de nuestra existencia, para él trabajamos. ¿Cómo ves el panorama actual del teatro en Bolivia? Es complicado, porque después de esta pandemia y los cambios de gobierno estamos más olvidados, más mutilados.

Hemos logrado durante años avances y a veces las nuevas autoridades destrozan los logros; sin embargo, no me preocupa tanto porque nuestras condiciones las conocemos, creamos arte donde no es posible crear, por eso nuestras creaciones son autogestionadas. Hemos crecido en calidad, antes solo había un par de experiencias y formas escénicas, ahora hay muchas estéticas, grupos, compañías, sindicatos, espacios alternativos y teatros. Hay mas lugares para formarse. Cada año varios grupos y artistas hacen presentaciones fuera del país, sin ningún apoyo. El teatro boliviano es reconocido como un buen teatro en Latinoamérica, gracias a que hace ¿En qué proyectos y planes estás trabajando este año? F- Por ahora todo está centrado en La duda, gracias a una invitación de Claudia Gaensel y Leonel Franzesse de Macondo Art, que me propusieron hacer la dirección. Debo confesar que estoy muy contento con este proceso, ya para más adelante estamos viendo otras propuestas.


5 Por otro lado, con Altoteatro, grupo que dirijo, estamos cumpliendo 20 años y en octubre vamos a realizar nuestro Festival 20 años de Altoteatro con grupos hermanos con los que trabajamos, tanto de Bolivia como de afuera. También vamos a estrenar una nueva obra llamada Basura, que será una de nuestras más grandes producciones.

“creo vital crear para los que nos van a ver, es importante hablar de nuestro tiempo, de lo que nos sucede, de aquello con lo que no estamos de acuerdo…”

Freddy Chipana

De 2014 a 2019 trabajó como director

Freddy Chipana. Actor, director, dramaturgo y gestor cultural. Inició su carrera en 1990 con el Teatro Ojo Morado de La Paz, en 1997 fue invitado a ser parte del Teatro de los Andes. En 2002 fundó el Espacio de Arte Altoteatro, grupo que actualmente dirige. Como actor y director se ha presentado en Perú, Argentina, Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, El Salvador, Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, España, Portugal y Suiza.

y dramaturgo con compañías de Chile, Argentina y Bolivia en las obras: Dime que me amas, Homo Sapiens, Respiro, Uz, El pueblo, Deja vu, Eterna, Cae el sol, Monumentos, Hambre, Reflejos, Suspiros de ausencias, La niña libélula y el secreto del colibrí y Mar (junto a Teatro de los Andes).

Obras dirigidas en Altoteatro: Plegaria (2003), Pacto Telúrico (dirección compartida con Frederic Servant e Iván Nogales, 2004), Cuéntame abuelo (2005), Las apariencias engañan (2008), Mario armario (2008), El árbol infinito (2008), Un país en sueños (2008), En sus marcas (2009), Quién entiende (2009), Explotando ideas (2010), En hora buena (2010), En una plaza (2010), Solo con esto (2011), En una burbuja (2012), Peligro (2013), Batucada Altoteatro (2017) y Ratas (2018).

“Es una obra de profunda reflexión” Claudia Gaensel La actriz y productora, destaca “la gran convocatoria de público” que tuvo la obra, que ha volteado taquilla en las cuatro funciones que albergó el Teatro Doña Albina (La Paz) y evalúa la respuesta de la audiencia: “las repercusiones van de un extremo a otro, es una obra que, a la gente, o le encanta o no le gusta para nada. De estas piezas que causan estas percepciones tan distintas siento que la gente sale afectada para bien o para mal. No solo los personajes sino también los espectadores están todo el tiempo conviviendo con la duda, en algunos momentos se ponen de un lado de la balanza y en otros del otro. Es una obra de profunda reflexión más en estos tiempos en que es tan difícil mantenerse al margen y en que es tan fácil acusar, desprestigiar, sin tener prueba en la mano”.

En cine trabajó en las películas El hijo del Choqueyapu, de Miguel Torricos; Pacha, de Héctor Ferreyro; Carga sellada, de Julia Vargas; Juana Azurduy, guerrillera de la Patria Grande, de Jorge Sanjinés; La batalla de Suipacha, de Germán Monje; Out souled out, de Vanesa Arguedas; Averno, de Marcos Loayza; Los jukus, de Rubén Pacheco; Zeta, de Verónica Córdova; La entrega y Muralla, de Gori Patiño; Nuestro precio, de Rodrigo Urriolagoitia y Mirando al sol, de Catalina Razzini. Hizo coaching de actores en las películas Dos viejos soldados, de Jorge Sanjinés; Utama, de Alejandro Loayza y Perros, de Vinko Tomicic (Chile). Loayza y “Perros” de Vinko Tomicic (Chile).


6

Mirar, oír, palpar, imaginar EDWIN GUZMÁN ORTIZ

MARCELA ARAÚZ ¿Cuáles son las consecuencias de su debilidad para quien cede a la fascinación?

G. Bataille Con frecuencia silenciosa, pero no ausente. Navegando por rincones siderales, lamiendo los secretos del mundo. Fecundando los pedazos de la ausencia. Metiéndose en los ojos y en la piel. Diciendo desde un lenguaje tangencial al olvido. Calzándose las fulguraciones de un espejo. Dándole oxígeno al mundo. Infidente de lo sagrado. Pulsando las cuerdas del corazón. Traficando las visiones de la muerte. Limpiando la lengua soberbia de los dioses. Multiplicando los ángulos del cuadrado. Púrpura o reticular. Erguida o caída –qué más da– la insobornable poesía. Y de pronto, un reflejo oracular te devuelve al mundo. Los pies sobre la tierra, el incierto destino de las calles, el cuerpo entre el gentío. La cabeza colmada de citas y citas de las citas, papeles de por medio. El mundo en su más elemental versión más las simulaciones de la urgencia. El celular, un corazón que late en cuerpo ajeno. Calles y edificios y yo en medio. Yo ausente de mí, y yo en medio. Cabecean las dudas en el escritorio, entre el calendario y bajo la sombra de unos fluorescentes que pulsan una luz lechosa. Informes y contarinformes, la retórica del laberinto. La máquina y el ritmo titubeante del pensamiento sobre unas teclas ausentes desde una pantalla cómplice, acaso desde textos que hunden su veleidad en la funeraria del infolio. Acaso un diario poético. La reproducción no de los acontecimientos cotidianos, sino su sentido más recóndito, de aquel resplandor que debiera acompañarles y que la opacidad de cada día esconde. ¿Palabras de la lejanía?, de la perplejidad, ¿de lo que la vida no es y quisiera ser? Pasos por el perímetro. Sustracción de la sumatoria. Redes lanzadas a un horizonte trunco, donde escribir no sea otra cosa que llenar los pobres agujeros de la existencia, o el hiato que se abre soberano entre las horas. En el fondo todo es un tránsito. Abrir las puertas y cerrarlas. Las puertas de la imaginación, las rutas de la transgresión, el chasqueo de dedos: el poema. Y así caminamos hacia lo inconocido. La búsqueda de la certeza trepándose a lo más alto del cuerpo. “La buena salud de todos depende de la enfermedad de algunos”, escribía Artaud. Y, qué difícil es llegar a la sinceridad, a la evidencia, cuando apenas se dispone de metáforas, al choque de astros en las manos, al ritornello de la resurrección, al matrimonio del cielo y el infierno. Al anochecer, al retorno, otra vez la biblioteca. Recomponer la sintaxis de las obras, la danza equinoccial de los autores. Aquellos que trabajan la cordura y la locura, indistintamente. La baba sobre el Heráclito que celebra y combate a la vez –toda celebración es agonal– el terrible poder del lenguaje para engañar, para degradar, para burlarse, para sumergir un merecido renombre, en la oscuridad del olvido. Acaso, la fascinación y el traspatio de la poesía que danza sobre zancos, entre charcos de la sombra. Y la luz, fugitiva, gramática secreta de la sombra. Es cierto, en torno a la vela zumban las miradas, el brillo de los ojos

chispotea. Habitar el animal que huele su muerte, la onerosa faena de cerrar los ojos, de abandonar el cuerpo a la avidez del pico y la garra de teologías de la carroña. Sin embargo, toda degradación ilumina, e invita a sacar del fondo del alma naves renovadas obligadas a pulsar su timón de niebla, en hondos viajes de pensamientos que nos piensan, de cabezas que desovan filosofías fragilísimas, capaces de atravesar de puntillas las cribas místicas del no, el jadeo clarificante del deseo. Y, como si nada, uno se levanta, se pone los pantalones, la vieja camisa. Gesticula frente al espejo, ensaya la máscara inteligente, guarda tímidos abismos en la mochila. Enciende el aparato, y el fluido King Crimson arruga la luz que se cuela por las cortinas. Opalescente y venial, resucitado y frugal, alisto el paso. Por mi cuerpo asoma un santuario llameante, un meteoro inminente a punto de atravesar la calle. Sin embargo, lo más importante, sobrevivo contra inauditas procesiones, contra el roído resplandor de la jeta pública. Solo, a solas, escarmenando la luz que regurgita un arco iris. El mediodía no existe, apenas la fauna humana bebiendo extravíos entre inflamadas hablas. Dibujos y diptongos se agolpan entre los árboles y las calzadas. El dibujo de la muerte intermitente escala hacia las faenas del quicio, hacia las emanaciones de un aura sagrada. La verdad es una aventura oscura, pabellón que la saliva no sacia de alimentar entre los grumos del cerebro. Hociqueo sobre el tiempo en la conspiración de la humareda. El coro de la noche para nacer y mirar las asfixias de la piedra, las memorias quebradas y fosilizadas del museo. Espejos que los ciegos oyen, crisálidas que iluminan los antecedentes de la muerte. Toda hora es hora de la redención, la encarnación en los dioses crocantes tallados desde el deseo. Así, el poema encalla en la razón y se yergue, y continúa zumbando a pesar de la razón, con sus manos toscas, con el esperma disparado a diestra y siniestra, con el gordo trazo de un lápiz que se abre paso entre el parpadeo del silencio.


7

TODO LO QUE USTED SIEMPRE QUISO SABER SOBRE EL ALTO Y TEMÍA PREGUNTAR

MARTÍN ZELAYA

Una lectura de Los hijos de Goni (Sobras Selectas, 2022), libro de crónicas de Quya Reyna. “La historia todos la conocen, Goni quería vender el gas de Bolivia a Estados Unidos, la vía sería Chile y es por ello que varios alteños estaban molestos: ¿por qué? Porque el gas era lo único, pensaba yo, que le daba algo de comodidad a varias familias, perder el gas justificaba un enojo colectivo”. (15) Este tipo de verdades se filtran en las páginas de Los hijos de Goni, libro de crónicas de Quya Reyna que acaba de editar Sobras Selectas. “Los que no jugaban con el pan, las que llevaban medias impares remendadas o con algún encaje viejo. Yo los entendía. Luchábamos para no convertirnos en hijos de Goni”, agrega en el texto que da título a este libro. Entre anécdotas e historias personales que todos tenemos, que todos contamos y que a veces escribimos en Facebook –de hecho, ese es el origen de algunas de estas piezas–, la autora alteña filtra –y ahí está la riqueza– situaciones y contextos que todos sobreentendemos o intuimos, pero que pocos conocemos de primera voz y menos en carne propia. La honestidad y valentía –casi nunca presentes en la mentada red social– hacen no solo llevadero, sino valioso y necesario este libro narrado en primera persona, matizado de realidades y lindante, si se quiere, con la buena autoficción (tan injustamente denostada en estos días, solo por la abundancia de libros malos). Y es que Los hijos de Goni es un libro de crónicas que bien puede ser un buen libro de cuentos o, mejor aún, es una novela redonda. Esto no quiere decir que se desmerezca o ponga en duda la veracidad de lo contado y el propósito de la autora de presentar las historias como crónicas. Simplemente vale advertir que el conjunto cobra coherencia y valor estético. Yo creo que un hombre de El Alto no es nada si no es más que su vecino, por eso los adornos coloridos en las bicicletas y minibuses, por eso

las fachadas bien llamativas de los nuevos edificios, por eso la línea del pantalón casimir bien marcada, por eso los aretes de oro, por eso el bailar en la fraternidad más grande, la mejor. Por eso, nada más que por eso, porque no se puede vivir sin decirle a tu vecino: tu envidia es mi bendición. (22)

Huicho” y “El arte del khamaneo” se prueba que, aunque los alteños pasan por mil oficios –carpinteros, minibuseros, agricultores…– son esencialmente comerciantes, lo llevan arraigado y se dedican a ello casi instintivamente.

“El Alto y los alteños desde adentro. Sin barniz, sin sociología barata, sin chauvinismo ni maquillaje”.

¡Vivimos de la caca, deberías lamer el suelo donde hay caca, deberías besar el poto de todas las personas!, le dio una vez el Huicho a su hijo cuando él, ya cansado del olor a excremento que aguantaba cada noche, se quejaba por ser quien siempre tenía que limpiar los baños antes de terminar la jornada de trabajo. (21)

El Alto y los alteños desde adentro. Sin barniz, sin sociología barata, sin chauvinismo ni maquillaje. Entiéndase esto último como genuino; genuino incluso en los aciertos de la edición/ no edición que no interviene, que no “corrige” ciertos “errores” que no lo son. Hay que saber escribir la oralidad. Hay también –y hay que decirlo– momentos en que no se deja salir la espontaneidad reinante en el grueso del libro. Prima también en varias páginas el “estilo Facebook”: confusión en el manejo de voces y priorización de algunas escenas y momentos taquilleros, generadores de likes. Los primeros cinco de los nueve relatos son los más logrados, aunque las historias restantes no desmerecen el todo. Es más, el cierre con “La ‘ciudad’”, donde Mari, la protagonista y narradora vuelve a ser una niña, refleja una necesaria circularidad y refuerza la idea de leer el libro como una novela. En los primeros cinco textos, no obstante, se concentra la fuerza y originalidad. “Los hijos de Goni” cuenta el dilema identitario de los alteños: campesinos e hijos de campesinos, la mayoría, en una gran urbe que aún no termina de ser ciudad, pero que a la vez tiene una fuerza e impronta de pocas otras. En “El

“El Huicho ganaba al día, solo del baño, por lo menos unos quinientos pesos. Me consta porque alguna vez trabajé atendiendo su negocio”, cuenta Quya respecto a su tío.

“Un fiambre” y “La ratera” –con los que se cierra esta primera mitad del libro– y también “La ‘ciudad’”, muestran a los alteños desde adentro, en primera persona: vivencias de niñez, privaciones, descubrimiento del mundo que los rodea, interacción con los demás, pero siempre desde la realidad que los precondiciona. Es que no hay receta cuando se trata de preparar tu fiambre y, menos mal, no hay reglas cuando los dejas en el apthapi; no hay asco cuando usas tus manos para levantar aquello que puede ser lo único que comas en el día (…pienso que por eso los alteños y alteñas no necesitan tener mucho para recibir más de esta ciudad. Es que no hay receta para ser como somos (…) quizás sí pues, eso es el alteño: un plato sin receta, uno que se construye desde lo que hay en casa, desde lo que se cosecha, dependiendo la temporada. (35-36)


8

LUNES / 4 / 04 / 2022

8

www.ahoraelpueblo.bo


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.