DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
AÑO 1 - N°24
Págs. 2-3 El autor de fábulas y cuentos destaca las composiciones que invitan a soñar
La película El viaje de Paty acerca el lente de la cámara a una indígena en México
Exdirigente minero narra cómo la bandera del Partido Socialista 1 llegó a las minas
Págs. 4-5
Págs. 6-7
Págs. 8-9
FOTO: PIRICHUCHIO
Escritores y dibujantes van al rescate de seres fantásticos y sobrenaturales
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DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
ESCRITORES Y DIBUJANTES VAN A SU RESCATE PARA CREAR HISTORIETAS
Seres fantásticos e imaginarios
CACÓ
(Romaneth Zárate)
En el país, una de las más famosas recopilaciones es el Diccionario Mitológico de Bolivia, de Antonio Paredes Candia, y uno de los más completos el Diccionario de la Antropología Boliviana, de Henriette Szabó. Homero Carvalho Oliva Mientras en la racional y civilizada Europa el rescate de sus seres sobrenaturales ha tomado la literatura y el cine, en América Latina, en general, y en nuestro país, en particular, es un tema marginado por ciertos sectores intelectuales que lo consideran supersticiones baratas. Un tema de los sectores populares alejado de los cenáculos cultos.
DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria
EDITOR DE CRÓNICAS Oscar Alarcón Ticona
CORRECCIÓN José Maria Paredes Ruiz
Redes Sociales
EDITOR GENERAL Oscar Alarcón Ticona
COLABORARON: Homero Carvalho Oliva Víctor Montoya Claudio Sánchez Luis Oporto Ordóñez Melina Valencia Achá Estéfani Huiza Fernández
FOTOGRAFÍA Jorge Mamani Karita
www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587
JEFE DE REDACCIÓN Clayton Benavides Arteaga
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo
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COCA
(Romaneth Zárate)
A
cabo de leer el libro Animales fantásticos y dónde encontrarlos, cuyo autor es un tal Newt Scamander, pero en realidad está escrito por J.K. Rowling (ahí también está la magia), que ha vendido millones de ejemplares y que da cuenta, alfabéticamente, tanto de la fauna fantástica creada por la autora de Harry Potter como de los tradicionales seres de la mitología del viejo continente. Según Adolfo Colombres, escritor argentino y autor de Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina, tan mal nos ha ido a los latinoamericanos con la reivindicación de nuestros mitos que incluso al sabio Jorge Luis Borges se le olvidó incluirlos en su genial El libro de los seres imaginarios, dice Colombres: “Más que un dato curioso, El libro de los seres imaginarios viene a ser un producto paradigmático de ese falso universalismo con el que nos colonizaron. Trae allí la semblanza de los principales seres fantásticos de Europa y Asia, pero de Argentina y de toda América sólo cita a la ‘Chancha con cadenas’ a la que se refiere Coluccio en su célebre diccionario folklórico. En nuestro país una de las más famosas recopilaciones es el Diccionario mitológico de Bolivia, de Antonio Paredes Candia, y uno de los más completos el Diccionario de la Antropología Boliviana, de Henriette Szabó. En mi caso, en 2012, publiqué una primera edición de Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia que incluía a 80 de ellos y mucha gente me pidió que ampliara la cantidad porque querían conocer más de los nuestros.
Hice una nueva edición, ampliada y corregida, en 2014, gentilmente publicada por el Ministerio de Culturas y Turismo, en la que incluí a otros 30 seres sobrenaturales, mágicos o fantásticos de nuestro país de culturas tan diversas. En 2019 se publicó la tercera edición con el título de Seres fantásticos de Bolivia, en la que incluí a 120 entidades sobrenaturales. Debo reconocer que algunas de estas historias las han contado tanto que nos parecen familiares y otras es probable que no las recordemos ni las sepamos; además tenemos que tomar en cuenta que en la historia oral no existe la versión única, sino versiones de una misma historia. No existe el relato, existen los relatos. En mi caso los he descrito en pequeñas prosas poéticas para que el lector lea el libro de una sentada y cumplo conmigo mismo al dejar constancia de la huella mágica de nuestros pueblos indígenas y de la cultura popular, así como de su influencia en el imaginario colectivo nacional para seguir sembrando el diálogo intercultural. Que este libro sea la fogata que nos reúna para conversar sobre nuestros seres mágicos y sobrenaturales. Espero que su lectura les ayude a encontrar su propia q’amasa, la sombra del ajayu en forma animal que determina las cualidades de cada persona, en resumen, la personalidad y la vocación, que al estar representada por un animal reproduce en nosotros las características inconfundibles de ese animal. Al animal interior los mexicanos lo llaman nahual, espíritu que nace junto con nosotros y nos protege durante toda la vida. Muchos de nuestros pueblos creen que las buenas cualidades las hemos heredado de los animales.
SIRENA (Lara Sabatier)
Me complace ver que, desde hace una década, tanto escritores como dibujantes nacionales están rescatando estos legendarios seres, creando historietas, así como cuentos y novelas de una gran calidad estética. Hace unos meses salió a la luz Brevestiario, Antología de minificciones, compilada por Lilian Elphick Latorre, que reúne a decenas de escritores iberoamericanos contando acerca de sus bestiarios nacionales y sé que en unos meses se viene otra gran selección de leyendas latinoamericanas. Estamos rescatando lo nuestro.
DUENDE
(Romaneth Zárate)
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DE FÁBULAS Y CUENTOS
Las composiciones literarias escritas en verso y prosa invitan a soñar Aunque no tenga una enseñanza útil en el desenlace ni una moraleja al pie de página, es importante que al menos esté bien contada y en breve tiempo, porque la fábula es, ante todo, tiempo concentrado. Víctor Montoya En la capital de México, muy cerquita del Zócalo, en un kiosco de libros usados, adquirí a precio módico las ‘Obras completas’ del guatemalteco Augusto Monterroso, cuyas tapas amarillentas daban la impresión de haber pasado como el diablo por los dientes de un molino; un aspecto que, sin embargo, no le restaba su valor literario, tratándose de una colección fabulosa donde, por supuesto, estaba bien plantado su microcuento El dinosaurio, compuesto nada menos que de siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
L
a obra era completa porque, aparte de varios relatos dispersos, incluía La oveja negra y demás fábulas, que el autor escribió deslumbrado por la fauna del Jardín Zoológico de Chapultepec. Esa misma noche, en el vernissage de un pintor boliviano afincado en México, compartí momentos agradables con el periodista y poeta Coco Manto, quien, a modo de tomarle el pelo al autor de La oveja negra, escribió en su libro, Animalversiones (Zoopatología de ciertas bestias), un párrafo que, con ironía y gran sentido del humor, expresa: “Cuando despertó, el dinosaurio seguía allí... Éste es el cuento más corto, se dice. Lo escribió Tito Monterroso, aunque yo me sé uno más chiquito: había una vez truz...”. Como es natural, entre chiste y chiste, atiné a comentar su genial ocurrencia. Coco Manto se tragó la lengua, se hizo el despistado y esbozó una sonrisa como única respuesta. Cuando retorné a Suecia, con las obras de Esopo, Samaniego, Iriarte, La Fontaine y otros que se llenaron en la maleta, dejando afuera los suvenires y las botellas de mezcal, no hice otra cosa que enfrascarme en la lectura de las fábulas, a modo de refugiarme del espantoso frío escandinavo y olvidarme de la nieve a costa de leer historias ambientadas en la selva, hasta que una noche soñé que estaba tendido al pie de un árbol de follaje espeso.
¡QUÉ TERRIBLE ESADILLA!
Miraba el sol que incendiaba el manto azul del cielo, cuando la sombra de otro árbol, de tronco macizo y leñoso, cayó aplastándome la mirada. Intenté pararme, pero sentí que algo pesado se me precipitó encima; no era el árbol, tampoco la sombra, sino la pata de un elefante aplastándome el cuello. El elefante era inmenso y poseía un peso ni para qué les cuento. De pronto vi el sol descolgándose del cielo como pelota de fuego. Me quemó por dentro, como si el fuego se hubie-
Qué terrible la pesadilla que me gasté, ¿verdad? Eso me pasó por haber leído de manera obsesionada esas pequeñas composiciones literarias, escritas en verso y en prosa, cuyos protagonistas son animales con personalidad y voz propias, gracias al ingenio y la pluma de sus autores”.
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ENCIERRAN VERDADES ÉTICAS Y MORALES
se instalado en mi cuerpo. Me retorcí de dolor. Quise toser, pero no pude, hasta que el elefante me clavó los colmillos en las piernas, respirándome con su trompa rugosa y prensil. Agonizaba con la mirada tendida en la nada, mientras una bandada de buitres sobrevolaba alrededor del elefante, que rápidamente se retiró al trote, batiendo el rabo, las orejas y la trompa. Uno de los buitres, la cabeza y el pescuezo desplumados como el de los gallos de pelea, se me acercó a los ojos. Desplegó las alas y dio pequeños brincos en derredor, como cuando se disputa un trozo de carroña entre otras aves de rapiña. Yo permanecí aterrado y quieto, con el corazón golpeándome contra la caja del pecho. A ratos, mientras miraba al buitre con el rabillo del ojo, sentía que la respiración se me iba entre estertores de agonía. El buitre volvió a plegar las alas. Se detuvo a la altura de mi cabeza y, enseñándome una de sus garras fuertes y encorvadas, preguntó: –¿Sabes para qué sirve esto? –No –contesté con voz moribunda. –¿Así que no sabes? –dijo. Se subió sobre mi pecho, se movió tambaleándose y desplegó las alas. Luego insistió –: ¿Así que no sabes para qué sirven mis garras? –No...
–¡Si rven para deshacerte mejor! –dijo lanzando un graznido que me desgarró los oídos. Después hundió sus garras en mis ojos y me arrancó la carne a picotazos, hasta reducirme a un montón de huesos... Qué terrible la pesadilla que me gasté, ¿verdad? Eso me pasó por haber leído de manera obsesionada esas pequeñas composiciones literarias, escritas en verso y en prosa, cuyos protagonistas son animales con personalidad y voz propias, gracias al ingenio y la pluma de sus autores, quienes no solo tienen la capacidad de atribuirles dones humanos, sino también la capacidad de metamorfosearse en bichos inmundos como ocurre con Gregorio Samsa en la obra del atormentado Kafka.
El dinosaurio de Tito Monterroso
Las Animalversiones de Coco Manto, a diferencia de las fábulas de Monterroso, son una suerte de alegorías donde los humanos se confunden con los animales, o estos con sus hermanos racionales, pues el autor, quien se burla del poder corrupto de los politiqueros de levita y se rebela contra el despotismo de las dictaduras militares, tiene la habilidad de entretenernos con cuentos que encierran verdades éticas y morales, y con otras que, rayando en las expresiones de doble sentido o los chistes, dicen: “La vaca tomó al toro por las astas para que no le ponga cuernos”. Otro: “El loro le dijo al rey león que un burro quería ser burra. El sabio rey le ordenó: enciérralo con llave en la biblioteca para que se aburra”. Otrito más y listo: “El gallo es el palo del gallinero”. Aunque la fábula no tenga una enseñanza útil en el desenlace ni una moraleja al pie de página, es importante que al menos esté bien contada y en breve tiempo, porque la fábula es, ante todo, tiempo concentrado. ¡Ah!, quizás no tanto, pues como atinadamente advirtió Monterroso: “No se trata solo de suprimir palabras. Hay que dejar las indispensables para que la cosa, además de tener sentido, suene bien”, así como suenan las poesías del Coco Manto en la poderosa voz de Luis Rico, acompañado por la sonora Banda del Pagador, donde los platilleros, soplalatas y tamboreros, se parecen a los personajes de los fabulistas en Carnaval.
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EL CINE DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS
‘El viaje de Paty’
Claudio Sánchez
Existe un cine periférico que fue desterrado de las pantallas comerciales, también porque su interés mayor puede no estar relacionado con estos circuitos; sino más bien con otras formas alternativas de distribución y exhibición.
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se cine del que hablamos también fue “víctima” en su catalogación, como en las formas de su producción, de discursos antropológicos y sociológicos que lo pusieron al servicio de otros intereses. También esta fue una manera de menospreciarlo dentro de los códigos del género. El cine de los pueblos indígenas y campesinos es en América Latina uno de los territorios más fértiles para las búsquedas y construcción de narrativas. Sin embargo, a pesar de estos avatares, son cada vez más las pantallas que se abren a difundir estos contenidos. Los festivales siguen siendo espacios idóneos para que esto suceda. En la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara acaba de presentarse El viaje de Paty, una película del director Santiago Pedroche, quien acerca la lente de su cámara a Paty, una indígena mexicana, para con ella aproximarse a un momento sociopolítico muy particular. El viaje de Paty encuentra en 2018 su búsqueda anterior, el proyecto que se fue trabajando desde varios años antes, descubre su propio tiempo en un momento que parecía ser la bisagra de la historia política del México más contemporáneo. Es en 2018 que México se prepara para una próxima elección presidencial, la sorpresa entonces es la intención del Congreso Nacional Indígena de llevar un candidato a la contienda electoral. Se trata de María de Jesús Patricio Martínez, más conocida simplemente como Marichuy, quien debería ser la primera mujer indígena que postula al cargo de presidenta en México.
Estas formas que tiene el documental de hacerse parte de la vida de sus personajes, en las que el tiempo tiene otros valores, y que las búsquedas requieren separarse de las maneras más canónicas de hacer el registro de algo puntual, todo esto permite que se pueda entender un proceso social más allá de un gesto concreto. Y sin embargo, no es ni Marichuy ni la elección presidencial del 18 lo que aquí merece más atención, o es a partir de esto que más bien se puede tener una aproximación mayor a lo que representa el fenómeno social indígena mexicano de las últimas décadas. Paty es Paty, pero es todas las mujeres también, es Chevy (su hija), es Marichuy, es ella la propia deconstrucción del patriarcado, pero lo es más allá de la occidentaliza-
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En la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara se presentó El viaje de Paty, una película del director Santiago Pedroche, quien acerca la lente de su cámara a una indígena mexicana para aproximarse a un momento sociopolítico muy particular.
ción del discurso, y es aquí donde radica el valor de la película, en conseguir mostrar una cuestión compleja lejos del maniqueísmo propio de las ciencias sociales. Es Paty un personaje secundario dentro de la historia (la de México) pero no es un sujeto menor en caso alguno, más bien es a partir de este lugar paralelo dentro del proceso de reivindicación indígena que ella se hace grande en tanto se la descubre como parte del colectivo, que sin ella, o que sin ninguno de los otros personajes podría tener cuerpo y ser actor de la transformación y el cambio, o de la conquista final del gobierno. Hay una poética en el documental que dialoga con la propia cultura indígena en función de su reconocimiento universal, cada una de las imágenes de la luna, en sus
El viaje de Paty encuentra en 2018 su búsqueda anterior, el proyecto que se fue trabajando desde varios años antes, descubre su propio tiempo en un momento que parecía ser la bisagra de la historia política del México más contemporáneo”.
distintas fases, está proponiendo un diálogo con lo más propio de cada cultura, pero más allá de eso, lo está haciendo con la figura femenina que representa el satélite natural de la Tierra. Es en este gesto que la película también está poniendo en escena aquello que va exponiendo a lo largo de toda su extensión, la posibilidad de ser único y también ser común, es decir, ser uno y ser el otro. Esto también se lo hereda del zapatismo de las décadas pasadas, ese “para todos todo, para nosotros nada” por ejemplo, esas formas de ser uno mismo sin rostro, toda la poética del Subcomandante Marcos, pero vista ya desde la conciencia de la toma del poder, desde el instrumento del Congreso Nacional Indígena, un paso más allá, luego de haber sido hechos invisibles dentro del panorama más actual de la política masculinizada. Porque el machismo también se encuentra en estos gestos, mientras la conducción es del hombre esta es importante, cuando esto se altera entonces ya no es importante, por ejemplo. Coincide que El viaje de Paty llegue a las pantallas mexicanas este año, en el 20 aniversario de aquella histórica marcha del color de la tierra, un recorrido de más de tres mil kilómetros que comenzó con la luna nueva en febrero de 2001, y que llegó al Zócalo de México (por aquel entonces D.F.), pues entonces la comandante Esther fue la protagonista zapatista. Otra vez las esperas, así como las propias del documental, esta vez las de la historia. La relativización del tiempo, la luna como referencia del paso de los días, inexacta también, tan femenina, tan natural. (El autor ha sido parte del Jurado FEISAL en el XXXVI Festival Internacional de Cine de Guadalajara)
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JOSÉ MONTECINOS ALFARO SE FORJÓ EN LA DIRIGENCIA SINDICAL
Exdirigente minero cuenta cómo la bandera del PS-1 llegó a las minas El viernes se celebró la imposición de medallas de la Orden Parlamentaria al Mérito Democrático Diputado Marcelo Quiroga Santa Cruz, de la Cámara de Diputados, para los fundadores del Partido Socialista 1 por sus servicios al Estado Plurinacional. En ese acto participó el presidente Luis Arce Catacora. Luis Oporto Ordóñez La Orden Parlamentaria al Mérito Democrático Diputado Marcelo Quiroga Santa Cruz está destinada al reconocimiento del aporte a la consolidación del sistema y de los valores democráticos. En esta oportunidad, la condecoración se otorga a Wálter Vásquez Michel y José Montecinos Alfaro, en su condición de fundadores del Partido Socialista 1.
E
l PS-1 surge de la escisión de tres grupos: el Partido Socialista de Aponte Burela, el de Mario Miranda Pacheco y Alberto Bailey, y el que dirigía Marcelo Quiroga Santa Cruz y miembros del Grupo Faro, desprendido del Partido Revolucionario de la Izquierda Nacionalista (PRIN).
MINAS DEL CONSEJO CENTRAL SUR
El Consejo Central Sur aglutinaba a más de 6.000 trabajadores. “Se funda en 1946 como un bloque de sindicatos que aglutina a los trabajadores de la Compañía Aramayo Minas de Bolivia de las empresas de Chorolque, Quechisla, Nor Chichas, Sala Sala, Tasna, Telamayu y Caracoles” (Avisa, 2018). José Montecinos afirma que ahí conoció los cupos para sacar arroz, harina. En esas circunstan-
cias he visto cómo era el trato a los trabajadores mineros, de esa manera me meto al sindicalismo sin militar en ningún partido” (1955). A diferencia de Catavi y Siglo XX, Siete Suyos era virgen en política: “Para ser dirigente sindical no es cuestión de méritos: hay que tener preparación sindical y política. Formamos un bloque en la mina y hablamos de la situación política del país. Montecinos ya conocía la política del MNR y cómo manejaba a la gente: “Por entonces todos eran movimientistas, estaban en las milicias armadas”, recordó.
EL PARTIDO SOCIALISTA 1
Se formó políticamente muy tarde: “Tuve la suerte de tener en mi casa a Alberto Jara, el me preparó en gran parte y me llevó a ser parte del
La Cámara de Diputados y las autoridades nacionales homenajearon a los fundadores del PS-1.
9 PS-1” (1976). Es cofundador del PS-1, asistió a su congreso junto con Justo Pérez García, dirigente minero de Potosí, que alcanzó la diputación (1979), siendo los dos únicos obreros mineros en las filas de ese partido, “lo que refleja la voluntad del PS-1 de contar con parlamentarios del mundo laboral sindicalizado que hiciesen eco al discurso clasista enarbolado por la organización y diese voz al electorado obrero”. Montecinos relata: “Fui a la fundación donde estuvo Marcelo y Mario Miranda. Cuando salen al exilio, nosotros nos quedamos”. Recuerda que cuando Marcelo Quiroga Santa Cruz llegó a las minas, “la gente se encantó con sus palabras y todos se volvieron socialistas. El distrito, de minero apolítico (que era) se volvió simpatizante del PS-1. Conformábamos el frente Tierras Socialistas y Obreros Revolucionarios (Tesoro), un ala del Partido Socialista”. Llegó a la Federación de Mineros, elegido al CEN (Comité Ejecutivo Nacional), en el congreso de Matilde (1984) y fue parte de la Dirección Transitoria de la Federación, “nombrado en el congreso (de Corocoro) juntamente con los compañeros Cristóbal Araníbar y Víctor Valdivieso” (1988). Considera a la Federación de Mineros, una escuela de formación de los dirigentes y a los ampliados y congresos mineros la universidad: “Los compañeros de la Federación, Federico Escóbar, Noel Vásquez, Juan Lechín y muchos otros poseían un lenguaje político e ideológico extraordinario. Era gente que sabía y discutía y hacía que nosotros aprendamos temas políticos”, manifestó.
Marcelo Quiroga Santa Cruz en el Parlamento en 1979.
REPRESIÓN Y EXILIO
Su trayectoria política y sindical está forjada por represión y exilio. Contabilizó 1.300 días de perjuicio por esas causas: “Durante el gobierno de Barrientos se me juzgó de guerrillero y estuve en la cárcel un mes; en el gobierno de Banzer fui echado de mi trabajo y residenciado en Oruro; y con el gobierno de García Meza fui exiliado a la República de Panamá”. Como soltero, vivía en el mismo cuarto que ocupó Juan Lechín en el edificio de la Federación de Mineros. Después, “cuando ya era dirigente ahí vivía con mi esposa y con mi hija. Ahí tenía mi televisor, mi cama, mis cosas, mi comida, todo eso lo perdí. Más bien cuando ocurrió el asalto de García Meza (17 de julio de 1980) logré hacerle escapar a ella y a mi hija, y volví al combate. Mi esposa soportó todo eso, porque me conocía, porque nadie me obligó, fue voluntad mía, porque era mi vocación”. Estuvo presente cuando asesinaron al líder socialista. Después del golpe de Luis García Meza, la FSTMB hizo su primera reunión clandestina en su casa, “donde estuvo Óscar Salas, Édgar ‘Huracán’ Ramírez, Pablo Copa y algunos otros, después nos pusimos a buen recaudo”.
WÁLTER VÁSQUEZ MICHEL Wálter Vásquez Michel nació en Oruro, en 1930. Tuvo dilatada carrera política que se inició como diputado por Oruro en las filas de la Falange Socialista Boliviana (1966). Acompañó a Marcelo Quiroga Santa Cruz en el histórico juicio de responsabilidades contra el general René Barrientos Ortuño. Desde entonces apoyó a Quiroga Santa Cruz en el gobierno de Alfredo Ovando, que conmocionó al mundo político con la nacionalización de la empresa petrolera transnacional Shell (1969). Participó en la fundación del Partido Socialista 1, propiciado por Marcelo Quiroga (1971). Apoyó al gobierno del presidente Juan José Torres Gonzales, y actuó contra el golpe sangriento del coronel Hugo Banzer Suárez. Salió al exilio a Chile (1971) y, cuando cayó el presidente Allende, a Suecia (1973). Retornó a Bolivia y fue candidato al Senado por el PS-1 (1978), y fue electo diputado por Oruro en las elecciones de 1980 y 1985.
Se escondió en el campo hasta que Luis Antezana lo llevó al obispado: “El cardenal Julio Terrazas nos ocultó a mí y a Pablo Copa en su casa; de ahí nos fuimos a la Embajada de Panamá, estuvimos dos meses y no nos querían dar visa. Nos sacaron junto al compañero José María Palacios de la COB, salimos a Panamá, donde estuve nueve meses y regresé a Lima, ahí estuve tres meses”. Regresó clandestinamente “con otro nombre, con un nombre revolucionario y tenía carnet que sigo manteniéndolo, y de esa manera volvimos al país. Mi familia se quedó prácticamente desamparada, solamente Acnur les ha ayudado en algo y también nos ayudaron allá, conseguimos trabajo y mandaba el dinero acá, aunque mi familia no era numerosa, como tenía una sola hija, los dejé desamparados”, afirma en su testimonio. Luego de la relocalización (1985), emigró al barrio minero de Santiago II, en la ciudad de El Alto, donde se integró a la Junta de Vecinos “en la guerra del gas de 2003”. En octubre de 2018 cumplió sus Bodas de Oro. Tiene una hija a la cual adora y tres nietos que están estudiando en la universidad. En la actualidad sigue militando en el PS-1 y es miembro del Comité Ejecutivo en La Paz.
JOSÉ MONTECINOS ALFARO José Montecinos Alfaro nació en Tupiza el 7 de julio de 1935. Sus padres fueron José Montecinos Oros y Berna Alfaro Taborga. Su padre trabajaba en Oploca, Siete Suyos, una mina de la Patiño Mines, en el sur del país. A sus diez años vio un alzamiento de los trabajadores, un conflicto con dos muertos (1946). La Patiño cerró la empresa y despidió a los trabajadores: “De esa manera emigramos a Tupiza; ahí ayudaba a mi familia, vendía pan y estudiaba. También trabajé como rescatador de mineral. Mi niñez no fue fácil pero tampoco fue mala, porque me criaron con valores, que fueron educación, respeto y honradez”. Estudió en la escuela 7 de Noviembre, de Tupiza: “Era un estudiante sobresaliente, recibí reconocimiento, estudié allá y luego fui al colegio y llegué a la universidad”. Estudió dos años en la Universidad Tomás Frías, pero no logró egresar. Hizo su servicio militar en el batallón Chorolque Primero de Ingeniería (1954). Ingresó a la Empresa Minera de Quechisla como ‘alarife’, luego fue ‘muestrero’, ‘cañerista’ y ‘carrero’. Salí al exterior mina como ‘tarjetero’, ‘despachador de pulpería’ y ‘encargado de mercadería’”.
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SE RESCATA LAS CRÓNICAS COMO EL DE FRAY PEDRO SIMÓN
Muisca, la lengua que pasó a inmortalizarse en el cine El 9 de septiembre se estrenó en Colombia la primera película hablada en muisca, una lengua indígena declarada extinta hace siglos. Cuenta la historia de Tundama, un héroe que combatió a los conquistadores españoles. DW/ Ahora EL PUEBLO Una cinta animada sobre la épica historia de un héroe indígena boyacense llevó cuatro décadas de investigación científica sobre la lengua muisca hasta las pantallas de festivales de cine en Canadá, India, Indonesia, Japón y Estados Unidos.
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urante seis años, los hermanos Edison y Diego Yaya dieron forma al ambicioso proyecto audiovisual que los llevó a entrenarse en técnicas de animación 3D, así como a recorrer el altiplano colombiano en compañía de antropólogos y lingüistas. “La historia del indígena que se rebela se replicó a lo largo de Latinoamérica. Nos gustó Tundama por la cercanía que tenemos con la región donde él vivió. También nos llamó la atención que un hombre fuera capaz de reunir un ejército tan grande para defender su cultura y a su gente”, comenta Diego Yaya. Para Nicholas Ostler, presidente de la Fundación para lenguas en peligro, rescatar una lengua “es mantener el contacto con nuestro pasado, con eso que nos ha hecho lo que somos. Nos permite comprender los pensamientos y preocupaciones de nuestros ancestros”. En Colombia, el pueblo muisca nunca desapareció, sólo olvidó su lengua; según el censo de 2005, más de 14 mil personas se reconocen como muiscas. Si bien ya nadie habla la lengua de Tundama, el muisca moderno ya cuenta con sus primeros hablantes. Tanto los investigadores como los cineastas
que participaron en el proyecto ven en la película la posibilidad de inspirar el amor y la curiosidad por la herencia indígena. “Es muy grave el hecho de que alguien cometa un error o una tontería y le digan: ‘mucho indio’. Como si fuera algo malo”, comenta Edison Yaya. “Si en octubre un niño no se disfraza de Batman sino de Tundama, habremos cumplido nuestra meta, porque necesitamos reivindicar y engrandecer a nuestros héroes”, concluye. Daga Media es el nombre de la productora de los hermanos Yaya. Se trata de un estudio en donde habitualmente animan piezas de publicidad. La falta de apoyo económico los llevó a tener que usar sus ganancias para costear la realización de la película. “Hay una industria gigante que mueve muchísimo dinero y tecnología, mientras que nosotros no tenemos las mismas posibilidades. Sin embargo, el hacer esa película, resolviendo todos los retos que significó, es prueba de que todos tenemos un Tundama dentro”, comenta Diego Yaya. Recopilar información sobre un héroe del que no se sabe mucho y escribir un guion en una lengua extinta fueron otros desafíos que también enfrentaron los dos hermanos.
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MUYSC CUBUN O LA LENGUA DE LOS MUISCAS
TRAS EL RASTRO DE TUNDAMA
Tundama fue un cacique muisca que lideró la resistencia de su pueblo en contra de las fuerzas conquistadoras de Gonzalo Jiménez de Quesada y Juan de San Martín, quienes habían iniciado en 1536 un viaje desde Santa Marta, en la costa caribe colombiana. Se dirigían a las tierras altas del centro del país, donde hoy se encuentran ciudades como Bogotá y Duitama. El cacique Tundama era famoso, pues varios jefes de la región le rendían tributo, así que su fiera resistencia al avance español sólo aumentó su fama. Curiosamente, las únicas fuentes que se conservan acerca de su historia son las escritas por cronistas como Fray Pedro Simón. “Las crónicas hablan de las aventuras de los españoles en tierras colombianas, así que mencionan a Tundama brevemente, sólo cuando se les atraviesa en el camino. Sin embargo, queda claro que lo veían como a un bárbaro, malo y necio”, señala Edison Yaya. Las historias sobre el viaje de Jiménez de Quesada en su camino hacia Kihichá, hoy conocida como Bogotá, inspiraron otros muchos relatos acerca del cacique muisca. En este punto, el trabajo del antropólogo José Virgilio Becerra fue de mucha ayuda, pues recogió y catalogó cronológicamente los relatos acerca de Tundama. Gracias a él, los hermanos Yaya pudieron conocer de primera mano los lugares donde se libraron batallas decisivas y conocieron en mayor profundidad a sus personajes. “La película no es un documental. Respetamos la historia de lo que pasó con los muiscas, pero también le pusimos nuestro toque narrativo”, anota Diego Yaya.
Existe evidencia de que la lengua muisca desapareció poco antes de 1770. Hasta entonces, esta lengua había predominado en las tierras altas del centro de Colombia y por eso fue convertida en lengua general del Nuevo Reino de Granada. Es decir, según la cédula real expedida en 1580 por el rey Felipe II, una lengua que debía ser estudiada por los misioneros ya que su amplia difusión facilitaría la evangelización de los indígenas de la región. A diferencia de otras lenguas generales, como el náhuatl en México o el quechua en Perú, el muisca, también llamado chibcha, se extinguió. Su proceso de recuperación, iniciado durante la década del 70 por María Stella González de Pérez, ha hecho grandes progresos. Prueba de ello es que en la película Tundama se habla muisca, así como español. Mientras que González de Pérez analizó documentos coloniales para encontrar las palabras del muisca y buscó sus sonidos en lenguas vivientes, como el uwa, Nicholas Ostler hizo lo propio para recuperarla gramática de la lengua. “Ellos dos sentaron los cimientos para el estudio moderno del muisca. Sin sus aportes no habríamos llegado hasta aquí”, recuerda Facundo Saravia, lingüista responsable de la traducción del guión y la formación de los actores para la película. “Fueron necesarias décadas de investigación antes de poder reconstruir el muisca. Yo recogí y completé lo que ya existía. Sólo entonces pude poner todo ese conocimiento en formato pedagógico, porque no se puede enseñar lo que no se conoce”, agrega. Para Ostler, el método de enseñanza desarrollado por Saravia y el progreso de sus estudiantes puede ser el preámbulo para la consolidación de una comunidad de hablantes de muisca en Colombia.
Las crónicas hablan de las aventuras de los españoles en tierras colombianas, así que mencionan a Tundama brevemente, sólo cuando se les atraviesa en el camino. Sin embargo, queda claro que lo veían como a un bárbaro, malo y necio”.
María Stella González de Pérez, Nicholas Ostler (centro) y Facundo Saravia.
Tundama, cacique del pueblo muisca.
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LA ANOREXIA NERVIOSA ACABÓ CON SU VIDA
Karen Carpenter, sus canciones evocaban el amor que jamás conoció La década de los 70 comenzó agitada por la muerte de grandes artistas como Jimi Hendrix, Elvis Presley, el escándalo del Watergate y las dictaduras en Latinoamérica. En ese contexto comenzó a sonar Close to you (Cerca de ti), una melodía suave y relajada en todas las radios y en gran parte del mundo.
aren Carpenter nació el 2 de marzo de 1950 y aunque no fue un lunes, ni llovía, como dice en una de sus canciones, llevaba en sus cuerdas vocales una voz dulce e indescriptible. Con el tiempo se convertiría en el sello que caracterizaría a The Carpenters (Los Carpinteros). La pequeña Karen era una niña saludable, regordeta y rosadita. Su aspecto no le causó mucha molestia hasta que entró a la adolescencia. Fue también en esos años cuando junto a su hermano Richard decide armar una banda musical.
dictaduras en Latinoamérica, cambiarían el mundo. En ese contexto agitado y exasperante comenzó a sonar Close to you (Cerca de ti), una melodía suave y relajada en todas las radios y en gran parte del mundo. El tema que fue despreciado por varios intérpretes le pareció a Richard perfecto para la voz melancólica de su hermana, le hizo algunos arreglos y el resultado fue una pieza magnífica y exquisita. Varios críticos de la época calificaban al dúo de ridículo, ñoño y hasta infantil. Los Carpinteros representaban a ‘los niños buenos y perfectos’, esa imagen se consolidaría al ser invitados por el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, a la Casa Blanca para que brinden un espectáculo familiar. Pero a ese hecho se sobrepuso la voz inconfundible de Karen, sus melodías traspasarían fronteras y cruzarían continentes. A ese apelativo Richard respondió de forma tajante: “No hacemos música pop blanda y poco imaginativa. No copiamos grabaciones de otras personas. Somos más creativos que eso. Hacemos nuestros propios arreglos, nuestras propias orquestaciones. Tratamos de brindar nuestra propia interpretación a una canción”. Su talento y fama crecía de forma exponencial. Pero como en un sueño ambos hermanos comenzaron a tener problemas. Richard se hizo adicto a las pastillas para dormir y Karen tuvo problemas con su peso. La anorexia nerviosa la asechaba.
COMIENZOS Richard tomaba lecciones de piano en la infancia, gracias a su talento ingresó a California State University, Estados Unidos, mientras Karen aprendía a tocar la batería. Se presentaron juntos como dúo en 1965 y formaron un conjunto musical orientado hacia el jazz llamado Richard Carpenter Trio, después sería Spectrum y luego The Carpenters. Tocaba la batería con tanta gracia y habilidad que unos productores les aconsejaron abrir su propio programa. Así lo hicieron en 1975, el show conjugaba el humor y la música. En el espectáculo ambos hacían parodias de canciones clásicas; no tuvo éxito y decidieron dejar el proyecto. Pero Karen no abandonaría la batería incluso después de que alcanzara la fama. Comenzaba la década de los 70, el impacto por la muerte de grandes artistas como Jimi Hendrix, Elvis Presley, pasando por el escándalo del Watergate y las largas
ADIÓS AL AMOR La fama llegó a la vida de los hermanos Carpenter a temprana edad, el trabajo se les acumulaba y dedicaban sus tiempos libres a los ensayos. A Karen le preocupaba que pudiera caer en manos de un cazafortunas y su peso. “Estaba obsesionada, creía que debería perder más kilos, no se sentía segura, era fuerte, pero muy tímida”, contaba John Bettis, escritor de gran parte de sus canciones en un documental sobre la banda. En 1970, Los Carpinteros llegaron al estrellato con su segundo álbum Close to you, y aunque ella parecía feliz, en el fondo tenía problemas que no sabía cómo resolver. Como forma de ahogar ese dolor salió con múltiples hombres como Steve Martin y Tony Danza, hasta que finalmente, en 1979, creyó encontrar el amor en un agente de bienes raíces llamado Thomas James Burris, quien le robó su fortuna y ejercía violencia psicológica contra ella, al recriminar su enfermedad.
Estéfani Huiza Fernández Eran finales de los 60, el mundo todavía veneraba a los Beatles. En las radioemisoras el rock se posicionaba como el género musical predominante. En esa década comenzó el auge del terrorismo y una revolución tecnológica presagiaba el cambio inminente del planeta. Parecía que ese contexto no cambiaría hasta que una voz suave, dulce y melancólica despertaba nostalgia entre los oyentes, sus melodías evocarían al amor. Ése que jamás conoció.
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“(…) Sé que necesito estar enamorada/ Sé que he perdido demasiado tiempo/ Sé que pedir perfección en un mundo imperfecto es demasiado tonto como para pensar que eso es lo que voy a encontrar”, dice el estribillo de I Need To Be In Love que escribió Richard inspirado en las continuas decepciones amorosas de su hermana. TRÁGICO FINAL La mañana del 4 de febrero de 1983, Karen despertó, fue a la cocina a prender la cafetera, y luego regresó a su habitación. Su madre se levantó, pasaron los minutos y no había señales de Karen, así que subió a su habitación, donde la encontró inconsciente. En minutos llegó una ambulancia, que la llevó a la sala
de urgencias. Richard llegó a la clínica poco después. Luego de 30 minutos, el médico les informa: “Lo siento, Karen está muerta.” A la fecha su último disco Carpenters with the Royal Philharmonic Orchestra de 2018 fue certificado Oro con más de 100 mil copias vendidas en el Reino Unido. En su epitafio están escritas las siguientes palabras: “Karen tomaba 8 vasos de agua y comía alimentos sin grasa, impulsada por el comentario de un periodista que la llamó ‘una chiquita regordeta’. Muy ofendida Karen trató de perder peso. Su corazón quedó dañado por la malnutrición de tantos años. Murió a temprana edad de un paro cardíaco, a consecuencia de la anorexia nerviosa el 4 de febrero 1983”.