DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
AÑO 1 - N°26
El archivo y biblioteca de campaña del Comandante
Págs. 6-8 ¿Por qué pensamos que el pasado fue mejor? ‘Crónicas’ intenta una respuesta
El artista plástico Enrique Arnal vivió aferrado a los recuerdos
Adela Zamudio cuestionó los roles de género y el adoctrinamiento
Págs. 2-3
Págs. 4-5
Pág. 12
FOTO: CARLOS V. ESCÓBAR LAMBERTÍN
El Che llevaba libros en su mochila y los guardaba en cuevas junto a las armas
2
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
EL INDIVIDUO ES TEMEROSO DE SU DEVENIR
¿Por qué pensamos que el pasado fue mejor?, lo “nuevo” desde lo viejo La incertidumbre de no saber qué depara es coincidente con el parafraseo a una cita del francés Alejandro Dumas: “No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor”. Huáscar Adrián Cajías Cueto (*) Hace días en las redes sociales salió una interrogante que aparentemente es común y que hace referencia a la incertidumbre cuya expresión es contrastante a otras de carácter optimista como: el presente y el futuro nos pertenecen, mañana es otro día y nuevas oportunidades, siendo ambas llamativas y que se esbozarán ahora.
I
LA FOTOGRAFÍA
Al finalizar el siglo XIX, donde la permanente porfía de mantener congelado el tiempo evocó la costumbre funeraria, ahora macabra, de hacerse una fotografía familiar en compañía del reciente extinto miembro, con la finalidad de conservar en la memoria mediante el papel fotográfico una imagen de “aparente vida” antes que la corrupción acabe con el cuerpo físico de aquel ser querido que partió a mejor vida.
LA VESTIMENTA
nicialmente, las exclamaciones de certidumbre ocultan sensaciones pesimistas que normalmente no se exteriorizan, es latente en la naturaleza humana la premisa que los eventos que ocurran sean igual o mejor que algún suceso pasado exitoso; es decir, mediante los recuerdos se busca que el imaginario predetermine alguno futuro. Es indudable que sin ellas también nos desvaneceríamos en el pozo del pesimismo y que desembocaría en situaciones de extrema definición. Empero lo evidente, como estipula la probabilidad, un determinado evento ocurrirá o no, si es igual a 0 o a 1 respectivamente, es decir, el devenir es un dilema. Un amigo melómano referencia con particular confianza una frase que es propicia para los que viven en el pasado; “Descubrir es vivir”, contrario al tradicional “Recordar es vivir” que puede ser amalgama de otra manera, en esta época de la Covid-19, “éramos felices y no lo sabíamos”, siendo ambas un ancla que sujeta en el puerto del pasado a los individuos.
La cultura tiene antecedentes más vistosos sobre el pasado y que fue evocada a través de las modas; las que se refiere al movimiento del Swinging London en la Carnaby Street en la Inglaterra de mediados de los 60, corriente bastante particular donde las boutiques de prendas de vestir y accesorios recolectaba ropa con más de 4 décadas de antigüedad y que pertenecía, entre otros, a individuos que habían perecido durante los sucesos bélicos de la primera y segunda guerra mundial y adoptada por la generación Baby Boomer, es parte de ella, militante de la subcultura mod, cuyas prendas tan características, como ser las chaquetas cortas, sacos de doble cola, sombreros de copa y colores vistosos corresponden al armario de inicios del siglo XX para estar “en la última” moda.
Elvis Presley
alguien se le ocurrió que lo revival era una forma de traer frescura a los nuevos tiempos, la añoranza trajo a los 50 con atuendo de cuero y ataviado como Marlon Brando en la película Wild One surge el retorno de un vigoroso rey del Rock Elvis Presley en 1968 cantando viejas canciones que no las interpretaba por estar sujeto a las presiones comerciales de las tediosas películas durante la década del 60. Así también apareció una corriente de músicos interesados en revisar los antecedentes del rock como la Creedence Clearwater Revival, cuya construcción armónica cavernosa era semejante al del primigenio rock, la banda revolucionó las listas de éxitos
LA MÚSICA
Al finalizar la década del 60 existía en el ambiente una constante pregunta: ¿por qué nos volvimos tan sofisticados? cuando la moda, la música, la sicodelia y la experimentación estaba muy en boga entonces. A
DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria
EDITOR DE CRÓNICAS Oscar Alarcón Ticona
CORRECCIÓN José Maria Paredes Ruiz
Redes Sociales
EDITOR GENERAL Oscar Alarcón Ticona
COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez Homero Carvalho Oliva Huáscar Adrián Cajías Cueto Claudio Sánchez Víctor Montoya Melina Valencia Achá
FOTOGRAFÍA Jorge Mamani Karita
www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587
JEFE DE REDACCIÓN Clayton Benavides Arteaga
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo
3
LA PAZ Y SUS RUIDOS La cultura tiene antecedentes más vistosos sobre el pasado y que fue evocada a través de las modas”.
Jimi Hendrix
También los eventos locales son parte de este juego con nuestro pretérito inmediato y lugares particulares en instantáneas del pasado y que se depositan en espacios virtuales como: “La Paz Antigua” o “La Paz en el recuerdo”, donde se mira el pasado con fascinante admiración. Lo futbolístico, inherente al genoma de lo boliviano, y la epopeya de clasificación al mundial de USA 94 es de recurrente revisión, como fue antes el triunfo de la Copa América el año 63, no es extraño debido a los escasos triunfos de nuestra insufrible selección, la afición tiene una necesidad imperiosa de volver a los tiempos de triunfos y que se aprecia revisando la caja de postales. Desde inicios de los años 80 una emisora de Amplitud Modulada difundía un programa de música llamado “Ídolos” que conducía un agradable señor con apellido Manrique y que cada tarde, con reprise en las noches de lunes a jueves, deleitaba con audiciones de música de mediados de los 50 hasta la primera mitad del 60; desde Estela Rabal y los Cinco Latinos, Tin Tops, Cesar Costa, Palito Ortega, la vorágine del denominado “Club del Clan” y la llamada “Nueva Ola” eran parte del menú acostumbrado. Además, había otro denominado “El cofre de los recuerdos”, un surtido de vals, boleros y Tangos. En ambos casos de radiofonía, los adultos del entorno, y fuera de él, ensalzaban a “la mejor música” que era de esa época y descalificaba a los “drogadictos” The Beatles, Queen o Michael Jackson, es decir, el volver al pasado para esa generación también fue representativa. Ahora existe una estela similar que añora el rock y
con cinco discos fundamentales. Además, la estética hizo carne con exponentes como Sha Na Na y un cuerpo de baile que hacía gala de la gomina en el cabello y de clara referencia en la película de los 70 Grease. Los propios The Beatles, luego del viaje circense de Sargent Peppers y el minimalista The White Álbum llegan a las sesiones en pos de un futuro trabajo, cuyo título provisional era Get Back (Volver), más tarde Let It Be. La idea era clara, retomar las giras, la última se realizó el 29 de agosto de 1966 y abrazar las raíces como evidencia las perlas One After 909 o Maggie Mae, canciones de la época Cavern Club en su Liverpool natal. El propio John Lennon en 1975 haría un disco revival titulado Rock and Roll, una compilación de viejos temas de la década
The Beatles
el pop que “fue mejor” que la música que ahora se escucha, descalificando al reggaetón u otras expresiones que se consideran vulgares o machistas olvidando que el hard, el heavy metal y variadas cosas del pop también contenían letras con evidente misoginia, no por nada estaba la etiqueta de moda de advertencia sobre el contenido letrístico en las placas de entonces. Sólo hace unos meses los propietarios de una emisora, que difundía canciones retro de las décadas 70, 80, 90 y en alguna medida del inicio de este siglo, decidieron hacer la última emisión en el éter en frecuencia modulada, dada la migración masiva del público al streaming. Apenas la noticia fue anunciada la movilización virtual de oyentes fue masiva, solicitando que no se cierre la radio, con exclamaciones como: “la música de mi vida no puede acabar acá” o “desde mi primera novia, mi matrimonio, mis hijos siempre estuviste conmigo”, fue tan evidente los cientos de mensajes que el propietario anunció que la emisora saldría vía streaming, resignando de alguna forma los reclamos de los nostálgicos oyentes. En retrospectiva desde que tengo uso de razón la premisa de lo viejo fue y es una constante. Para retomar la cuestión inicial cabe una pregunta: ¿por qué la necesidad de volver atrás?, la respuesta parece simple; el individuo es temeroso de su devenir, es decir, la incertidumbre de no saber que depara es coincidente con el parafraseo a una cita del francés Alejandro Dumas: “No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor”. (*) Huáscar Adrián Cajías Cueto es melómano y economista
del 50 editado bajo la batuta de otro productor revival como Phil Spector, creador del llamado muro del sonido, quien años más tarde sería el mago, con punta de pistola, para The Ramones, una banda que aparecía ataviada en cuero como los Teddy Boys de la década del 50. Bandas con sonido claro de proto metal como Blue Cheer recordaban a Boddy Holly, asimismo The Stooges, la banda de Iggy Pop, así como los menos prolijos New York Dolls tenían aproximación al futuro punk, mientras los más vendedores durante los 70, Led Zeppelin, en su cuarto álbum erigían Rock and Roll que demostró una necesidad imperiosa de volver a ese viejo rock de los 50 similar al Cocodrillo Rock de un más suave Elton John.
Los 80, en un contexto de la denominada iniciativa guerra de las estrellas de Ronald Reagan, lo retro no fue excepción y en plena efervescencia del new wave y el rockabilly, Phil Collins aparecía ataviado como un cantante de mediados de los 50 y lo “antiguo” se impuso nuevamente, siendo el Rhythm and Blues constante en esa otra década prodigiosa. Y cómo olvidar en los 90 al grunge que recurrió al punk del 70 y cuya mixtura, en blanco y negro, en el videoclip de In Bloom de Nirvana muestra entre sus imágenes reminiscencias a las presentaciones en Ed Sullivan Show; mientras Weezer recordaba la serie Happy Days, realización de los 70, que desempolvaba los años 50 con un joven Ron Howard.
4
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
CATAVI SEGUIRÁ SIENDO LA CUNA DE SU NACIMIENTO
Enrique Arnal, pintor de recuerdos y soledades Vivió aferrado a los recuerdos atesorados desde la infancia hasta el día en que falleció, tras una larga enfermedad, en la ciudad de Washington, Estados Unidos, lejos de su tierra natal, el 10 de abril de 2016. Víctor Montoya El artista plástico Enrique Arnal Velasco nació en el centro minero de Catavi, al norte del departamento de Potosí, el 19 de marzo de 1932. Su padre Luis trabajó como jefe de contabilidad en la planta administrativa de la “Patiño Mines”, donde el niño Enrique descubrió su vocación de pintor de la mano de su madre Emma, quien también trazaba líneas y coloreaba imágenes en sus tiempos libres.
Testimonio, óleo, lienzo 150 x 150 cm, 1972.
S
i nos referimos a Arnal es porque la mayoría de los pobladores cataveños desconocen su existencia y su invalorable aporte a las artes plásticas del país y el mundo. En consecuencia, es necesario que se lo conozca y reconozca en la tierra que lo vio nacer, ya que fue una estrella que brilló, con méritos y luz propia, en la constelación de los artistas que dedicaron su vida a la creación de obras que, además de formar parte del patrimonio cultural de un valeroso pueblo, son la caja de resonancia de su fuero interno, irradiándose a través de formas y colores distribuidos armónicamente en los lienzos cual si fuesen discos cromáticos encajados en un gigante caleidoscopio. Arnal, acostumbrado a los torbellinos de polvo y los gélidos silbidos del viento, reflejó en sus obras pictóricas sus vivencias de infancia, que dejaron imborrables huellas en su memoria de niño nacido entre los cerros agrestes y mineralizados del altiplano, donde aprendió a gatear y dar sus primeros pasos, cayéndose sobre el tupido césped de uno de los chalets situados cercas de la Casa Gerencia, sede de la poderosa “Patiño Mines & Interprises Consolidated (Inc.)”, que por entonces era la mayor proveedora de estaño del mundo y el centro neurálgico de la economía nacional. Quienes lo conocieron en persona, lo describen como un “hombre de vigoroso físico, tímido y reservado, determinado, determinante y de opiniones lapidarias”. Nunca admitió que el arte estuviese controlado por los sistemas de poder, tampoco se vinculó a ninguna corriente ideológica ni partido político, pero siempre tuvo presente su compromiso con los más necesitados y marginados de
la sociedad, quizás debido a la vieja amistad que mantuvo con Marcelo Quiroga Santa Cruz, a quien conoció en el Instituto Americano de La Paz.
ESTÉTICA INTROSPECTIVA
Una vez que concluyó sus estudios secundarios decidió dedicarse a las artes plásticas en la que fue un auténtico autodidacta, pero con una vocación natural para el dibujo, el grabado y la pintura, en la que destacó como uno de los mejores artistas plásticos de su época. Así fue que tras 12 años de actividad dedicada íntegramente a la creación pictórica obtuvo una beca de la Fundación Simón I. Patiño, que le permitió estudiar en París entre 1966 y 1967. Más tarde obtuvo otra beca del Programa Fulbright para realizar estudios en Virginia, Estados Unidos. Arnal, lejos de los compromisos políticos y sociales de la revolución nacionalista de 1952, desarrolló su obra en la soledad y en series temáticas, que proyectaban su mundo interno, sus experiencias oníricas y su inquietud por crear una pintura con estética introspectiva y estilo personal, aunque en una parte de su producción se nota una marcada influencia del cubismo, sobre todo en su representación del mundo pétreo del altiplano y otras temáticas nacionales. Desde 1954, año en que tuvo su primera exposición individual en el Cusco, Perú, a sus 22 años de edad, exhibió sus obras en diferentes ciudades sudamericanas, Estados Unidos y Europa. Participó en numerosas exposiciones colectivas, eventos y concursos nacionales e internacionales. Fue el tercer artista en ser galardonado con el Gran Premio “Pedro Domingo Murillo” en 1955. Desde entonces se hizo merecedor de numerosos galardones en mérito a la gran calidad de sus pinturas hechas con fuerza expresiva y sentido ético.
5
FUE GESTOR CULTURAL Y DOCENTE EN LA UMSA Zampoñas y Charangos, óleo, lienzo, 112 x 135 cm, 1955.
SERIE INSPIRADA EN EL APARAPITA
EL CÓNDOR MARTÍN
Era un hombre de carácter solitario y meditabundo. Algunos de sus colegas lo consideraban “el pintor del silencio y de la soledad del hombre, tanto andino como universal”. Podía estar días enteros recluido en su estudio, sin otra compañía que la música clásica y obsesionado en convertir sus ideas en obras de arte, vinculadas a una vida espiritual y temperamento creativo. Su soledad de artista fue confirmada por su hijo Matías Arnal, quien, en una entrevista, manifestó: “Tengo tantos recuerdos de mi padre, desde mi primera memoria siempre en su estudio, cuando vivíamos en Bolivia, quedaba en el altillo de nuestra casa y él con su pincel y con música clásica. Él armaba un hermoso entorno. Tenía paz y armonía, y se dedicaba plenamente al arte”. El artista agrupó sus obras en series temáticas, que iban desde la figura humana solitaria hasta los animales domésticos y silvestres, pasando por los paisajes sintéticos y pueblos pétreos, como todo artista interesado en universalizar lo local, lo cotidiano y lo vivencial. En sus cuadros no están ausentes las montañas andinas, la tragedia de los mineros, la naturaleza muerta, los bodegones, la represión política y otros que formaban parte del mundo de su memoria, como cuando realizó una serie de pinturas testimoniales de la época en que fue perseguido y preso político, en las que plasmó las sesiones de interrogatorios y atropellos a la dignidad humana, que tenían lugar en las mazmorras de la dictadura militar de los años 70. Su honda sensibilidad lo llevó a pintar una serie inspirada en el “aparapita”, ese cargador de los mercados de abasto de las ciudades que, con el lazo o mantón al hombro y su indumentaria de ser marginal, quedó retratado, de cuerpo entero y el rostro velado, en los cuadros pintados al óleo sobre lienzo, donde predominan pocos pero efectivos colores, como son los matices oscuros, los tonos tierra acompañados de grises y negros, que parecen haber sido elegidos de manera consciente para ajustarse a la lóbrega realidad del “aparapita”.
Enrique Arnal.
Una de las pasiones de Arnal fue pintar animales: toros, caballos, gallos, perros, bisontes y, sobre todo, cóndores, inspirado en los recuerdos de su infancia, un periodo de su vida en que tuvo un contacto directo con el ganado vacuno y caballar, los asnos y las mulas, animales que eran empleados en el transporte del mineral. En una de las fotografías del álbum familiar, captada en blanco y negro en el patio de una de las viviendas que ocupaban los técnicos de la “Patiño Mines”, se lo ve posando entre dos terneros y al lado del Cóndor Martín. La fascinación por el ave de carroña, longeva y de gran envergadura cuando está con las alas desplegadas, estaba vinculada a sus vivencias de niñez, cuando conoció y acarició a un cóndor que sobrevolaba por las poblaciones mineras del norte de Potosí. El Cóndor Martín, que lo impactó decisivamente en su infancia, fue el que inspiró esa serie de aves, de plumaje negro-azabache y pico terminado en gancho, que se aprecian en sus magistrales cuadros que actualmente están dispersos en instituciones culturales y colecciones privadas.
“MITOLOGÍA MINERA”
Es evidente que los recuerdos de su infancia marcaron la temática de su obra hecha a grandes brochazos, porque junto a los paisajes del entorno andino y los animales que lo sedujeron en sus primeros años, está el mundo minero con su energía mítica y telúrica. Se trata de una serie de obras pintadas con gran sensibilidad y visión muy particular, que él denominó “Mitología Minera”, con oscuros socavones, aislados de la superficie expuesta a luz del sol, donde los obreros trabajaban en condiciones infrahumanas, peleándose con las rocas de la montaña, que escondía en sus entrañas los yacimientos de estaño y se tragaba la vida de los mineros para que unos pocos se hagan millonarios y vivan a cuerpo de rey.
Enrique Arnal se desempeñó también como gestor cultural del arte. Creó la Galería “Arca”, que estuvo activa en la ciudad de La Paz entre 1968 y 1970. Posteriormente, gestionó con Mario Mercado Vaca Guzmán la creación de la Galería de Arte Emusa en 1974, un espacio donde podía exhibirse obras de manera profesional y permitía hacer otras actividades artísticas y culturales. Ejerció como docente en la carrera de Artes Plásticas de la Universidad Mayor de San Andrés, de 1978 a 1980, dos años en los que muchos estudiantes se beneficiaron de la experiencia y la capacidad didáctica del maestro Enrique Arnal. Además, uno de sus importantes aportes fue la obra de investigación “Breve diccionario biográfico de pintores bolivianos contemporáneos” (La Paz, 1986), que contó con la colaboración de Silvia Arze y fue editado por INBO; un compendio en el cual se reunió información sobre los pintores bolivianos del siglo XX. Arnal Velasco vivió aferrado a los recuerdos atesorados desde la infancia, hasta el día en que falleció, tras una larga enfermedad, en la ciudad de Washington, DC, lejos de su tierra natal, el 10 de abril de 2016. Desde luego que su muerte nos privó de un artista plástico de enorme potencialidad, quien supo plasmar su ingenio creativo en obras imperecederas para el patrimonio cultural boliviano y el mundo entero. No obstante, estamos seguros de que, en su tránsito por los senderos de la muerte, Catavi seguirá siendo la cuna de su nacimiento, el territorio donde transcurrió su infancia y el centro minero que inspiró su obra pictórica que, en medio de un torbellino de pinturas, paletas, pinceles, rodillos y espátulas, fundió el imaginario popular y las experiencias personales con sus nobles sentimientos hechos de pura sensibilidad e inconmensurable fuerza creativa.
No cabe duda de que Enrique Arnal reprodujo, en gran parte de su obra pictórica, los sucesos que le impactaron mientras él crecía en el centro minero de Catavi. Por eso mismo, en varios de ellos, los paisajes, unos abstractos y otros más realistas, corresponden a ese entorno geográfico, donde pasó los primeros ocho años de su niñez, contemplando la realidad social y la tragedia humana. No en vano en los años de 1980, tras una larga ausencia del país, pintó la serie denominada “Mitología Minera”, que condensan los recuerdos que marcaron su pasado, ya que en las galerías de su memoria se mantuvieron intactos los rasgos físicos de los obreros y los socavones que conoció de la mano de su padre. En el centro minero de Catavi, el artista tuvo una infancia llena de gratos momentos y travesuras inolvidables, que compartió con su mejor amigo Cirilo, hijo de un trabajador minero, con quien osaba aventuras como eso de colgarse de los vagones de los andariveles que transportaban la granza de la planta de concentración de mineral, a través de maromas tendidas de un punto a otro, hacía los denominados “desmontes”, donde Enrique Arnal y su amigo, lejos del control de los padres, jugaban ensuciándose las ropas con el polvo y la “copajira” de los relaves.
6
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
ERA UN HOMBRE ILUSTRADO, UN LECTOR EMPEDERNIDO
El Archivo y Biblioteca de Campaña del Comandante Ernesto Che Guevara Se interesó en la historia y la cultura de América y Bolivia, desde la prehistoria al siglo XX. No descuidó tratados de física y medicina. Y por supuesto literatura. También leyó a los clásicos del marxismo, además de obras de filosofía y ciencia histórica. Luis Oporto Ordóñez Puerta original de la escuela de La Higuera
El 15 de octubre de este año se hizo un viaje a dos destinos subyugantes: Vallegrande y La Higuera. Las incidencias de esa experiencia motivan esta nota.
FOTO: CENTRO DE LA CULTURA PLURINACIONAL
E
rnesto Guevara de la Serna, el Che, es una de las figuras más representativas del siglo XX. Nació el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, y visitó Bolivia en 1953. En México ingresó como médico a la guerrilla de Fidel Castro (1955), participó en la invasión de Cuba con la expedición del ‘Granma’ (1956), en enero tuvo su primer combate, en junio fue jefe de la cuarta (o segunda) columna rebelde (1957); el 31 de diciembre participó en la toma de Santa Clara (1958); el 7 de febrero es declarado ciudadano cubano por nacimiento (1959); en noviembre asume la presidencia del Banco Central de Cuba y firma los billetes como Che. El 3 de noviembre de 1966, el Che llega a Bolivia y el 7 inicia su campaña guerrillera. Once meses más tarde, el 8 de octubre, sostiene un último encuentro con ‘Rangers’ del Ejército boliviano, en el que cae herido y es apresado. Trasladado a una de las aulas de la escuela de La Higuera, es interrogado por militares y un agente de la CIA. Desde La Paz se transmite la orden de su ejecución, tarea que se cumple el 9 de ese mes, por orden superior un suboficial que dispara una ráfaga sobre el cuerpo indefenso del Che, asesinado a sus escasos 39 años, aunque vivió como si tuviera cientos. Con su asesinato se pretendía sepultar el recuerdo del guerrillero, pero el resultado fue inverso, pues se convirtió en un modelo para la juventud de todos los países del mundo. “Sus ideas, su retrato, su nombre, son banderas de lucha contra la injusticias entre los oprimidos y los explotados, y suscitan interés apasionado entre los estudiantes y los intelectuales de todo el mundo”, afirma Fidel Castro. Cada año, el 9 de octubre, se realiza una romería que reconstruye la ruta del Che, pasando por la quebrada del Yuro (o Churo), sitio en el que cayó herido, desde allí se trasladan hasta la escuela de La Higuera, donde fue asesinado. Los restos de esa hueste fueron trasladados a Vallegrande donde fueron sepultados en fosas comunes.
EL ARCHIVO DE CAMPAÑA DEL CHE
El mismo día que se incorpora a la guerrilla, el 7 de noviembre de 1966, el comandante Che Guevara comienza a escribir su diario en el cuaderno anillado. Empieza con la página n° 1, que trae la primera anotación del Che (incidencias del 7 de noviembre); se interrumpe en el n° 30, que corresponde al 31 de diciembre de 1966 (última anotación de ese año). La paginación continúa en el reverso, con el n° 31 (primer mensaje cifrado; sin fecha) y se prolonga hasta la página 81 (mensaje n°. 39 del 26.08.1967), suscrito por Ariel, enviado a Ramón, seudónimo del Che). El cuaderno rojo tiene doble finalidad, pues además de servir para las anotaciones del Diario, en el reverso contiene los códigos de los mensajes cifrados que recibe, los mensajes que envía, un esquema que muestra una “cueva” y
Sus ideas, su retrato, su nombre son banderas de lucha contra las injusticias entre los oprimidos y los explotados, y suscitan interés apasionado entre los estudiantes y los intelectuales de todo el mundo”.
7
FOTO: CARLOS V. ESCÓBAR LAMBERTÍN
Con su asesinato se pretendía sepultar el recuerdo del guerrillero, pero el resultado fue inverso, pues se convirtió en un modelo para la juventud de todos los países del mundo”.
FOTO: RRSS
FOTO: CENTRO DE LA CULTURA PLURINACIONAL
un “camino”, los comunicados 1, 2, 3, 4 (“Al pueblo de Bolivia”), 5 (“A los mineros de Bolivia”) todos con el epígrafe de “Ejército de Liberación Nacional”, un comunicado enviado por Inti Peredo, Comisario Político de la Jefatura del ELNB (Ejército de Liberación Nacional de Bolivia). En el último mensaje, Ariel, a tiempo de informar a Ramón (El Che) escribe con sentimiento acumulado: “OLAS constituyó Victoria, días revolucionarios. Delegación de Bolivia fue una mierda. Sostuvieron posiciones contrarios intereses guerrilla”. En la hermosa agenda alemana, el Che escribió el 1 de enero: “Por la mañana, sin discutir conmigo, Monje me comunicó que se retiraba y que presentaría su renuncia a la dirección del partido el 8/1 (...) Se fue con la apariencia de quien se dirige al patíbulo”. El 7 de octubre de 1967, escribió su última anotación: “Se cumplieron los 11 meses de nuestra incorporación guerrillera sin complicaciones, bucólicamente, por las 12.30, hora en que una vieja, pastoreando sus chivos, entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apurarla […] El Ejército dio una nueva información sobre la presencia de 250 hombres […] La noticia parece diversionista”. El diario y los escritos del comandante Ernesto Che Guevara, “son anotaciones, no escritas para la publicación, [que] le servían como instrumento de trabajo para la evaluación constante de los hechos, las situaciones y los hombres”, como señala Fidel Castro, fueron considerados por ello como botín de guerra, así como sus relojes “Rolex”.
“ULTRA SECRETO”
Los manuscritos fueron centro de atención del Gral. René Barrientos Ortuño y de la inteligencia norteamericana. En una acción audaz el ministro de gobierno, Antonio Arguedas, entregó una copia en microfilm al gobierno de La Habana. Al poco tiempo, Fidel Castro presentaba la edición cubana del Diario del Che, con una introducción de su autoría. Los manuscritos fueron custodiados celosamente en los archivos del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, declarados como “Ultra Secreto”, hasta que la Casa Sotheby’s de Londres anunció el remate del Diario original de Ernesto Che Guevara, por encargo del dictador Gral. Luis García Meza Tejada, sobre la base de US$ 350.000. Luego de intensas negociaciones, fueron recuperados y a su retorno fueron entregados al Banco Central de Bolivia, para que sean custodiados en sus bóvedas de alta seguridad. Con motivo de conmemorar los 40 años de su asesinato, el gobierno mandó imprimir una edición facsimilar del Diario del Che Guevara, con un prólogo escrito por el presidente Evo Morales Ayma y la célebre Introducción a la edición cubana de Fidel Castro, que anteceden a los facsímiles, tarea encarada por un comité –conformado por Rafael Bauzá, Mercedes de Armas, Antonio Peredo y Carlos Soria— presidido por el Ministro de Culturas Pablo Groux. Constituye una verdadera obra de arte pues reproduce, exactamente, en los mínimos detalles los dos manuscritos.
8
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
FOTO: CENTRO DE LA CULTURA PLURINACIONAL
LA BIBLIOTECA DE CAMPAÑA DEL COMANDANTE
UNA INCÓGNITA
FOTO: CENTRO DE LA CULTURA PLURINACIONAL
El Che era un hombre ilustrado, un lector empedernido. En la agenda encontramos en la sección final (“Notizen”) una lista de 46 títulos; seguida de otra, antecedida por fechas (día y mes) y la entrada principal por título. La lista nos permite aproximarnos con cierta certeza a sus libros de cabecera. Entre los libros aptos para la formación ideológica, leyó a clásicos del materialismo histórico y el marxismo. También se interesó en obras de filosofía y ciencia histórica. Selectos títulos estaban destinados a su formación intelectual, y digamos para enriquecer sus ‘conocimientos generales’. Se interesó en la historia y la cultura de América y Bolivia, desde la prehistoria al siglo XX. No descuidó tratados de física y medicina. Y por supuesto literatura. José Roberto Arze, en su artículo ‘Lecturas del Che’ (1988), hizo una clasificación de la lista de libros consignada por el Che, agrupándolas por materias. Carlos Soria Galvarro, en su ‘Los libros: Compañía inseparable del Che’, acota que “Del total de 106 títulos consignados, 23 son específicamente literarios, tres de ellos de poesía. De autores bolivianos o referidos a Bolivia son 22 títulos”.
El destino de la Biblioteca de Campaña de la Guerrilla es una incógnita. El Cnl. Diego Martínez Estevez afirma en su obra La Guerrilla del Che (2013) que el Che levantó un inventario de las existencias del campamento guerrillero, que “se refiere exclusivamente a documentos como ser: hojas sobre partes de sus hombres u órdenes del Che a aquellos, libros, libretas de notas, hojas sueltas donde se leen direcciones de contactos o enlaces, tablas de claves destruidos”; entre esos está la Libreta Roja y la Agenda que corresponden al Diario del Che. El Diario de Campaña de Marcos, mensajes cifrados y descifrados remitidos por Ariel (el cubano Juan Carretero); nota manuscrita de Benigno a Fernando (segundo nombre de guerra del Che); pasaporte a nombre de Carlos Suárez González (nombre falso); carta dirigida a Fidel Castro Ruz (11.01.67), firmada por Mario Monje M., Jorge Kolle C y Humberto Ramírez C.; carta manuscrita dirigida a “Querida Lidia” y firmada por “Ernesto”.
El Cnl. Martínez señala que cuando cayó preso el Che, sus captores encontraron en su mochila cuatro libros: Crítica de la Economía Política, de Carlos Marx; Historia Económica de Bolivia, de Luís Peñaloza; Geometría Analítica, de Philips; Ensayos sobre el Capitalismo Contemporáneo, de S.L. Vigotsky”. Afirma que la Biblioteca de Campaña del Che superaba los 106 títulos y que los “más de 500 libros fueron expuestos en una biblioteca rudimentaria de Campamento Central, tuvieron que ser escondidos junto a otros documentos cuando la fuerza guerrillera comenzó a abandonar su base a fines de marzo”. La formación de la Biblioteca de Campaña de la Guerrilla fue encomendada a los guerrilleros cubanos Harry Villegas (Pombo) y Carlos Coello (Tuma): “Luego de arribar a la ciudad de La Paz en junio de 1966 para organizar el aparato guerrillero, se dieron a la tarea de recolectar libros de los kioskos de venta de libros usados. Reunieron alrededor de 500 libros; otros compañeros también trajeron consigo algunos ejemplares de distintos países”.
“NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE”
En agosto de 1967, los libros fueron encontrados por dos compañías: el Toledo y CITE-2 y remitidos al Comando de la 4ta. División, pero en el decurso de los años y al no disponer de un bibliotecario expresamente designado mediante ítem, los ejemplares fueron desapareciendo, hasta que a finales de los años 90 no quedó nada en los estantes”. Carlos Soria Galvarro sostiene que la Biblioteca de Campaña estaba distribuida en las mochilas de los otros combatientes. “Preguntamos a Pombo qué hacían con tantos libros cuando las urgencias supremas eran conseguir alimento y agua y sortear los ataques del ejército boliviano, asesorado, entrenado y pertrechado por los Estados Unidos. “No sólo de pan vive el hombre, chico”, nos contestó a tiempo de confirmar que el Che llevaba libros en su mochila y repartía algunos otros en las mochilas de los guerrilleros, además de que en las cuevas donde ocultaban el armamento, las vituallas y medicinas también se guardaban libros”.
9
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
ESTÁ DISPONIBLE EN SIETE IDIOMAS
Click to pray 2.0, la línea directa para orar con el Papa Es una herramienta para todas las generaciones. Ha llegado a más de 2 millones y medio de personas en todos los continentes. Sputnik Mundo / Agencias El Vaticano dispuso la aplicación Click to pray 2.0, disponible en Android y iPhone, que permite a los fieles católicos una variedad de propuestas para orar en coordinación con el papa Francisco.
C
on funciones en siete idiomas, la app permite a los usuarios intercambiar experiencias y calendarios de oración, además de que brinda notificaciones y contenido que estimula la oración, explicó su encargada, Bettina Raed. Click to pray ha alcanzado hasta ahora más de 2,5 millones de usuarios de todos los continentes, mientras que unos 400.000 creyentes han acompañado la agenda de oraciones de Francisco, de acuerdo con el Vaticano. La iniciativa forma parte de la red mundial de plegarias del papa, dirigida por el padre Frederic Fornos, y tiene como intención aplicar el criterio de Francisco de que el corazón de la misión de la iglesia es la oración, expuso Roma.
Click to pray 2.0 es una aplicación que da seguimiento a una iniciativa similar de oración digital que lanzó la iglesia católica en 2019. “La cultura digital tiene mucho que ofrecer (para) alcanzar y acompañar a hombres y mujeres donde quiera que se encuentren, incluidos aquellos que puedan hallarse en periferias geográficas y existenciales”, reconoció el secretario del Dicasterio de Comunicación, monseñor Lucio Ruiz. El funcionario eclesiástico, además, sostuvo
que las redes sociales del papa Francisco han aumentado enormemente su número de seguidores en los últimos dos años. El lanzamiento de la aplicación se realiza cuando el líder mundial de la iglesia católica hizo un llamado a los países poderosos a cesar agresiones, bloqueos y sanciones unilaterales contra cualquier país, como los que sostiene Estados Unidos contra Venezuela y Cuba. El papa estimó que los conflictos internacionales deben resolverse en foros multilaterales como las Naciones Unidas. También llamó a los medios de comunicación a terminar con la postverdad, la desinformación, la mentira, la difamación y lo que llamó una obsesión enfermiza por el escándalo y lo sucio.
REDES SOCIALES: INSTRUMENTOS DE COMUNIÓN “Debemos destacar la importancia de las redes sociales del Papa para llegar al corazón de la gente, allí donde están, para acompañarlas en su caminar”. Lo dijo monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación al mencionar las cuentas de Twitter, Instagram del Papa, además del perfil de oración del Papa en Click To Pray, iniciativa que se hace en colaboración con Vatican News. El prelado vaticano, en su intervención, subrayó la importancia de incorporar, como Iglesia, lo que la cultura digital tiene de bueno para poder llegar y acompañar al hombre de hoy, especialmente, en medio de los grandes desafíos que se han presentado con la pandemia de Covid-19. “Click To Pray se nos presenta —afirmó— como un instrumento bueno y oportuno para esta comunión porque propone un espacio de comunidad y apoyo en y para la oración”.
10
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
FRANCIA ES PIONERA EN EUROPA
Los agricultores cosechan el doble con energía solar El cultivo de frutas y hortalizas bajo paneles solares puede resultar doblemente rentable para la agricultura, así se constata en una granja alemana donde está dando sus frutos. DW / Ahora El Pueblo Fabian Karthaus creció con la energía solar. “Mi padre montó la primera instalación fotovoltaica sobre el granero y se vio que funcionaba”, recuerda. Hoy hay dos grandes plantas solares en la granja, y bajo una de ellas crecen frutos rojos.
E
l campo solar ayuda a mantener la granja en funcionamiento. Hace cinco años, Karthaus, de 33 años, se hizo cargo de la granja de su padre, cerca de Paderborn, y la dirige paralelamente a su trabajo como director de productos de electrónica agrícola. Afirma que no puede alimentar a una familia solo con los ingresos del cultivo de 80 hectáreas de habas, cereales, colza y maíz. El calor y las sequías han provocado un considerable descenso del rendimiento en los últimos años. “Mi mujer y yo nos planteamos cómo seguir gestionando la granja de forma sensata”, cuenta Karthaus. De ahí surgió la idea de cultivar frutos del bosque bajo un techo solar con módulos translúcidos. “Pensamos qué tipo de bayas se adaptarían a cada luz y sombra. Los arándanos y las frambuesas son frutos del bosque, así que funcionan muy bien”. La primera cosecha del año pasado fue buena. Normalmente, las bayas se cultivan al aire libre o en invernaderos. Pero los veranos calurosos se han convertido en un problema creciente para las plantas también en Alemania. La sombra bajo las placas solares puede aumentar el rendimiento. Los techos solares modulares ahorran agua porque disminuyen la evaporación, según Karthaus. “Lo medimos aquí una vez. La evaporación es aproximadamente una cuarta parte si la comparamos con la planta al aire libre”.
ELECTRICIDAD ARRIBA, BAYAS ABAJO
Además, los módulos suministran electricidad, la segunda cosecha del campo solar. Con 750 kilovatios de potencia, la planta genera unos 640.000 kilovatios hora (kWh) al año, lo que equivale a las necesidades de electricidad de 160 hogares. Karthaus recibe algo menos de seis céntimos por kWh por alimentar la red. Quiere emplear parte de la energía solar para poner en marcha sus propios sistemas de refrigeración y liofilización. Si tuviera que comprar la electricidad al proveedor de energía, le costaría unos 25 céntimos por kWh. La energía respetuosa con el clima no sólo aporta ingresos adicionales al agricultor: “Es una situación en la que todos salimos ganando. Podemos generar electricidad verde localmente, de forma descentralizada, donde se consume la energía”, explica.
ENORME POTENCIAL EN TODO EL MUNDO
En Alemania, este método de cultivo se recomienda especialmente para los frutos rojos, las manzanas, las cerezas, las papas y las hortalizas, como los tomates y los pepinos. En otras regiones del planeta, podrían ser más adecuadas otro tipo de plantas y construcciones de módulos. Max Trommsdorff explica qué plantas crecen mejor en cada lugar. Trommsdorff es experto en agrofotovoltaica en el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar de Friburgo, en el sur de Alemania. Él y sus colegas asesoran a gobiernos de todo el mundo y recientemente han organizado una conferencia internacional sobre este sector. Dependiendo del lugar, hay que calcular las condiciones óptimas de luz para las plantas, así como la demanda local de electricidad, según Trommsdorff. “Hay grandes diferencias regionales. Depende de lo que se cultive, de las zonas climáticas y de las estructuras rurales”.
El gran reto, dice, es la comprensión mutua: “¿Qué puede hacer la fotovoltaica? ¿Qué necesita la agricultura para integrarse con éxito?”. Trommsdorff y sus colegas ven un enorme potencial para esta actividad en todo el mundo. Ya hay algunas plantas agrofotovoltaicas en Europa, también en Mali, Gambia y Chile, pero la gran mayoría se encuentra en Asia. La mayor planta del mundo, con una superficie de 20 kilómetros cuadrados y una capacidad de unos 1.000 megavatios, está situada en el borde del desierto de Gobi, en China. El cultivo de bayas de goji bajo los techos modulares tiene como objetivo que el suelo seco vuelva a ser fértil. En Japón, los agricultores ya cosechan en más de 2.000 sistemas agrofotovoltaicos. “El objetivo es apoyar el cambio estructural, detener el éxodo rural y crear perspectivas para la población rural”, dice Trommsdorff. En Europa, Francia es pionera, sobre todo en la viticultura. Allí, las subvenciones estatales para los techos modulares están destinadas a proteger las viñas. “Muchas variedades de uva reciben demasiado sol y calor debido al cambio climático”, explica Trommsdorff. “La sombra puede aportar algunos beneficios”.
NUEVAS PERSPECTIVAS PARA LA AGRICULTURA
Fabian Karthaus tiene previsto ampliar su campo solar en el futuro. De momento, sus bayas crecen bajo 0,4 hectáreas de paneles solares. “Me gustaría ampliarlo a una superficie de ocho o diez hectáreas para que merezca realmente la pena”. Sin embargo, Karthaus tendrá que ser paciente. Hasta ahora, sigue habiendo muchas trabas legales para la creación de este tipo de plantas en Alemania, pero espera que eso cambie pronto. Mientras tanto, aconseja a otros agricultores que “empiecen definitivamente a tratar el tema”, incluso si todavía tardan en aplicarlo en sus propios campos.
11
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
ESLABÓN DEL CINE BOLIVIANO
El novio de la muerte La película, rodada en gran parte en la ciudad de Santa Cruz, narra desde la ficción un hecho histórico. Claudio Sánchez ‘Los novios de la muerte’ es el nombre con el que se conoció a un despiadado grupo paramilitar que actuó en complicidad con las dictaduras bolivianas de los años setenta y ochenta. Encabezados por Klaus Barbie, conocido Jefe de la Gestapo a quien se lo llama ‘El carnicero de Lyon’, fueron quienes se encargaron de crímenes como la tortura y desaparición de militantes de la izquierda en el país. Entre sus más sangrientos actos se encuentra el secuestro y asesinato de Luis Espinal Camps y la desaparición de Marcelo Quiroga Santa Cruz, entre otros.
C
on imágenes de archivo de lo que fuera el entierro de Espinal en La Paz empieza la película dirigida por Marcos Malavia —reconocido actor, director y dramaturgo—, que se lanza a la pantalla grande para narrar la historia de Luis Camps, sobrino de Espinal, que llega a Bolivia para profundizar las averiguaciones de la muerte de su tío, luego de que el papa Francisco hubiera hecho público su reconocimiento del martirio al sacerdote jesuita en marzo de 1980. Rodada en gran parte en la ciudad de Santa Cruz El novio de la muerte narra desde la ficción un hecho histórico y proyecta su alcance incluso más allá de lo que queda determinado por una época (las dictaduras) para llegar hasta los años de la democracia, cuando los protagonistas de la represión se reciclaron en las redes del narcotráfico que ya desde los años ochenta habían coqueteado con el poder en Bolivia. Con dos historias en paralelo al principio, la del sobrino de Espinal, un periodista español y la de una maestra francesa que trabaja en Santa Cruz, mientras se propone escribir una novela sobre Klaus Barbie, la película avanza hasta que ella se incorpora al equipo de investigación de Camps que está conformado por otros tres bolivianos, quienes están interpretados por Antonio Peredo, Ariel Vargas y Carlos Ureña.
PAPEL PROTAGÓNICO
Esta es una película de actores, tal vez por el origen del director que proviene del teatro, por eso también hay ciertos encuadres que recuerdan insistentemente el artificio teatral, pensando la pantalla como un escenario con escasos movimientos de cámara y mucho peso en el texto. Y sin embargo esto no resulta en caso alguno una desventaja a la hora de llevar al espectador hasta la profundidad de los diálogos, más bien la economía de lenguaje audiovisual acentúa el drama en su propuesta más formal. Reynaldo Yujra es el novio de la muerte. Reconocido por su papel protagónico en La nación clandestina (Sanjinés, 1989), el actor interpreta a uno de los integrantes del grupo paramilitar. Su papel, que recuerda al que hiciera en la película La cacería del nazi (Laurent Jaoui, 2008), en la que encarna al guardaespaldas del Klaus Barbie, merece particular atención, ya que Yujra consigue con su fotogenia y una correcta dirección actoral dar vida a este sujeto atormentado por su pasado del cual se siente orgulloso y al que en medio de borracheras lo celebra. En una de las escenas más sólidas, el personaje de Yujra que recuerda cómo llegó a formar parte de “los novios de la muerte” deja ver el gran trabajo de investigación que tiene por detrás el guion de la película, cuando devela algo que suele decirse y que pocas veces trasciende, se trata de la participación de personas que formaban parte de la lucha libre en los años setenta, quienes fueron reclutados para ejercer con saña las órdenes de los superiores.
IDENTIDAD E IMAGINARIO COLECTIVO
Escena de la película filmada en Santa Cruz.
La opera prima de Malavia contó con el apoyo del Programa Intervenciones Urbanas (PIU), que permitió que la película se realizara. Esto, que no es un detalle menor en tanto se demuestra la urgencia de fondos estatales para producción audiovisual boliviana, da a lugar algo que resulta importante resaltar y es la necesidad de ganar mayor experiencia en la práctica del oficio. Puede considerarse El novio de la muerte una obra menor dentro de la filmografía contemporánea, pero no por ello menos importante. Se puede reconocer la consagración de Ariel Vargas como uno de los mejores actores de la actualidad, por ejemplo, o la propia ratificación de la excelente labor en la Dirección de Fotografía de Guillermo Medrano (con una larga experiencia dentro del audiovisual), pero también se deja ver la intención de un director que todavía tiene mucho por mostrar y decir. Es esta una película que se convierte en eslabón del cine boliviano, con asiento en Santa Cruz, para lo que pueda significar una nueva tentación de seguir haciendo películas que en un futuro retraten la historia (sí) pero también los anhelos y búsquedas de quienes ya están en el camino como de aquellos que están por venir. Siempre ver en la pantalla una realidad local contribuye al fortalecimiento de la identidad y los imaginarios colectivos. Por eso mismo, El novio de la muerte promete, más allá de su propia existencia, la posibilidad de seguir haciendo, de continuar descubriendo y sobre todo está la opción de demostrar que se puede hacer un cine que dialoga con la realidad desde su propia puesta en escena.
12
DOMINGO 24 DE OCTUBRE DE 2021
CUESTIONÓ LOS ROLES DE GENERO Y EL ADOCTRINAMIENTO RELIGIOSO
La violencia de género en los cuentos de Adela Zamudio Las mujeres saben que, a lo largo de la historia, sus victorias fueron producto de sus propias luchas, nada les ha sido regalado y ahora están en las calles otra vez. Homero Carvalho Oliva Vivimos una época en la que la violencia contra la mujer ha activado las luchas feministas, las acciones se realizan en todo el planeta ya sea como reacción a feminicidios, violaciones, abusos sexuales, pedofilia, discriminación y acoso laboral, así como también por la despenalización del aborto. Las mujeres saben que, a lo largo de la historia, sus victorias fueron producto de sus propias luchas, nada les ha sido regalado y ahora están en las calles otra vez acompañadas tanto de megáfonos, pañuelos verdes, pancartas, coraje, así como por la reivindicación de insignes figuras feministas y la producción de literatura sobre los desafíos del momento.
Adela Zamudio
L
as mujeres siempre estuvieron a la altura que las circunstancias les han obligado, por eso me encantó leer el trabajo de fin de grado que presentó la boliviana Ángela Gabriela Zambrana Berbetti, para optar al título de Filología hispánica, en la Universidad de Salamanca, España. La tesis se titula “Líneas silenciosas: Imbricación textual de la violencia en los cuentos de Adela Zamudio”, es un extraordinario trabajo de apenas 27 páginas, extensión que debe llamar la atención de nuestras universidades que imponen a sus egresados pesadas, largas e inútiles tesis en las que los obligan a tener más de cien páginas y una abundante bibliografía que, por lo general, el egresado se inventa solamente para satisfacer al comité de evaluación.
LE “QUITE LA CORTINA”
En una entrevista, sobre su tesis, que Lucía Carvalho, joven poeta y militante feminista, le realizó a Ángela Z. Berbetti , señala que en este trabajo se demuestra como “Adela cuestionó no solo los roles de género, sino también el adoctrinamiento religioso en las escuelas y visibilizó la violencia silenciosa o invisible” que se vivía a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Ángela nos explica su acercamiento a esta figura tan importante para la literatura nacional y para el feminismo internacional: “Zamudio como personaje histórico siempre estuvo presente en mi educación y/o formación. No obstante, me di cuenta de que al irme a estudiar al extranjero se me borraba la oportunidad de leerla y estudiarla a profundidad. Conocía su poema “Nacer hombre”, algo había hecho por la educación y también sabía que la habían excomulgado. Pero no le presenté nunca la debida atención a su producción. En el colegio no la leímos. Como les pasa a muchos, y los investigadores de Zamudio siempre apuntan, mi acercamiento era mínimo y casi más biográfico que literario. Después de la investigación la cosa se volcó de manera casi “extrema”. Le “quité la cortina” por metaforizarlo de alguna manera. Todo porque hablamos sobre mujeres escritoras del siglo XIX en una clase de Literatura Hispanoamericana del siglo XIX en la universidad. Me extrañó que no habláramos de ella, que no la conocieran en España. Y ahí me puse a leerla y a elaborar un trabajo que se convertiría en mi trabajo de fin de grado. Su narrativa me pareció potente, llegaba de manera extraordinaria a reflejar una serie de males sociales que además podrían considerarse actuales. Elevaba una voz en la literatura boliviana a la que se le da mucho nombre pero pocas líneas de análisis. Era contemporánea a muchas otras mujeres escritoras del siglo XIX en Hispanoamérica y gracias a eso me empecé a cuestionar lo que es el “canon” de escritores. Para mí Zamudio siem-
pre fue canon por su repercusión histórica, pero de sus letras y la terrible actualidad de las mismas poco se hablaba”.
SEÑUELO DE LA VIOLENCIA
En esa misma entrevista explica que en su análisis enuncia la violencia sistémica como el marco en el que se insertan los dolores morales materializados en los cuentos de Zamudio: violencia contra la mujer y maltrato infantil, luego aclara que: “A partir de las fuentes que consulté sobre casos de maltrato y/o violencia reales pude darme cuenta de que ninguno de ellos se había erradicado. En Bolivia diría que todavía persiste esa jerarquía familiar donde el padre, como el padre de Taruca en “Noche de Fiesta”, ejerce un rol autoritario y a veces violento ligado a la carga por considerarse el único sostén de la familia”. Ya en el trabajo mismo Ángela reconoce que consultó otros trabajos precursores, destaca los nombres de Willy Muñoz, Virginia Ayllón y Leonardo García Pabón, como un modelo de trabajo crítico sobre escritores y escritoras; sin embargo, advierte que Adela Zamudio (1854 - 1928), pasa en muchos estudios sobre escritoras hispanoamericanas del siglo XIX como un nombre que figura apenas entre unas breves notas al pie de página y se pregunta: “¿Y sobre la literatura boliviana, qué sabemos exactamente? Tras un periodo de revisión bibliográfica al respecto he llegado a la conclusión de que la pregunta correcta quizá debería ser: ¿Y sobre la literatura boliviana, por qué se exporta tan poco de lo que sabemos realmente?”. Buena pregunta, tarea para la casa. Nuestra joven filóloga recurre a varios paradigmas para explicar su tesis: “A su vez, de entre las múltiples disertaciones existentes en torno a la definición y orígenes de la violencia consideramos la propuesta de Slavoj Žižek (2008) como aquella que se amolda mejor a la reflexión social propuesta por Zamudio. Žižek propone distanciarnos del señuelo de la violencia visible y atender a los márgenes a través de los cuales se origina ese estallido violento que interpretamos erróneamente como “irracional”. Los cuentos de Zamudio, como intentaremos demostrar con el análisis, atienden a esos márgenes precisamente porque rehúyen a la textualización de lo visible”.
VIGENCIA DE SU DENUNCIA SOCIAL
Y luego enfrenta a los demonios de la época mostrando que Zamudio era reconocida como poeta, pero que le negaban ese reconocimiento cuando escribía narrativa o ensayo, los hombres consideraban que la poesía se avenía muy bien con el espíritu femenino: “Resulta también pertinente señalar que en la época el ejercicio literario del género narrativo, sobre todo el de la novela, acarreó a Zamudio duras críticas de sus coetáneos en más de una ocasión, tal y como ocurrió simultáneamente a contemporáneas suyas como la peruana Mercedes Cabello”. Ángela elige tres cuentos para su análisis: “Noche de fiesta”, “Rendón y Rondín” y “A Buenos Aires”, concluye brillantemente: “Por último, no podemos dejar de señalar como conclusión final que, al menos en los textos escogidos, el propósito de denuncia en Zamudio puede verse más que satisfecho, además que la profundidad de análisis permitida por estos delata de su literatura un trabajo que trasciende la cronología de su época. Adela Zamudio prueba con estas narraciones la calidad literaria de su producción cuentística más allá del historicismo que acarrea la mención de su recuerdo. Por otro lado, la vigencia de su denuncia social queda como reflexión actual que nos concierne a los que en tierra permanecemos vivos”.