419 MAYO 2015
VII época - Donostia 1,50 Euros
AIT P E R I O D I C O.C N T. E S
SINDICAL PÁG. 6
SINDICAL PÁG. 9
ECONOMÍA PÁG. 10 Y 11
CNT DENUNCIA A CABASC POR SUS PRÁCTICAS LABORALES
MARTIN PARADELO ASUME UNA CNT VOLCADA EN SU XI CONGRESO CONFEDERAL
EL SISTEMA FINANCIERO FLOTA EN SU PROPIA BURBUJA
Carlos Martín
ÓRGANO DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO
PÁGINAS 3, 4 Y 5 UN AÑO MÁS, LA CNT SALE A LA CALLE EL 1º DE MAYO PARA REIVINDICAR DERECHOS LABORALES Y SOCIALES
EL ANARCOSINDICALISMO EXHIBE SU FUERZA EL 1º DE MAYO EN TODOS LOS TERRITORIOS La enseña roja y negra estuvo presente en las calles y plazas de un país que conmemoró el 1º de Mayo dando la espalda a los sindicatos adictos al Sistema. El desaliento que parece cundir en la clase trabajadora no contagió a los militantes de un modelo sindical habituado a la pelea y a la constante lucha por mejorar la vida de
los trabajadores y por dar empleo a esos más de cinco millones que no encuentran un trabajo digno. Han pasado 125 años desde que el 1º de Mayo entró en la Historia como el día en el que los obreros exhiben su fuerza ante una patronal de látigo y represión. Transcurrido ese tiempo, han sido bastantes las cosas que han cambiado;
pero, otras muchas, lo han hecho a peor. Este retroceder en la emancipación de la clase trabajadora no solo se denunció en la calle. Han sido muchos los sindicatos que aprovecharon la jornada para cobijar debates, charlas, proyecciones de películas o conciertos musicales. El 1º de Mayo es algo más que un pasacalles.
El gobierno griego de Syriza deja un agrio sabor entre los más desfavorecidos PÁG 20
Las mentiras sobre Fukushima, cuatro años después de la tragedia en la central nuclear La enérgica presión ejercida por el gobierno japonés y la propietaria de la planta siniestrada, TEPCO (Compañía de la Energía Eléctrica de Tokyo), han logrado
que lo ocurrido realmente en la central de Fukushima haya sido rigurosamente ocultado a la ciudadanía, a quien se le ha transmitido un mensaje de seguridad
y confianza. El nivel de radioactividad existente en la capital nipona tras el siniestro ha llegado a ser 25 veces superior al máximo tolerable. PÁG 12 y 13