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Donde no llegan las palabras

LAS 6 DE XIXÓN | CNT ASTURIES

Cuando conocimos la sentencia desfavorable en la Audiencia Provincial, tuvimos claro que este caso requería tomar mayores dimensiones y pasar del ámbito regional al nacional. Tras una petición al comité confederal de la CNT, se empezó a trabajar en una campaña de movilización y visibilidad que arrancó con la creación de un grupo de trabajo en el que se iban planteando ideas, se iban desarrollando, se definían tareas y se buscaba responsables de ejecutarlas, un grupo al que se iban uniendo cada vez más compañeres que, a su vez, trasladaban la información a sus respectivos sindicatos para que todes pudiesen aportar algo. Un trabajo que sin duda supuso un gran esfuerzo y que volveríamos a hacer una y otra vez porque derivó en una jornada inmejorable de lucha y convivencia, porque en ningún momento se calmaba la rabia que nos da ver a nuestras compañeras en esta situación, pero los abrazos, los gestos de cariño y sentirse arropadas hacen que la rabia que de ser una angustia que te come por dentro a un rebrotar de fuerza que te mantiene firme y con la cabeza alta, que nos hace sentir orgullosas de la organización de la que formamos parte y que materializa cada una de sus consignas.

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Ya el viernes íbamos llegando algunes a Madrid, podías encontrarte a les compañeres en los locales de CNT pintando pancartas y banderines, organizando la venta de camisetas para el día siguiente, preparando la cena e incluso en la estación de tren o aeropuerto, con la pancarta recién pintada, recibiendo a les que iban llegando, ya estaban imbuidas del ambiente de lucha y encuentro, el jueves habían tenido una jornada donde, bajo el título «Reflexiones feministas», algunas compañeras nos contaban la situación en la que se encuentran las mujeres que deciden plantar cara ante los abusos que sufren y, de este modo, calentaban los motores de cara a la manifestación.

El sábado iban llegando los autobuses de distintas partes del estado y compañeras que se desplazaban por sus propios medios, muchas ya nos iban informando a lo largo del trayecto de cómo estaba siendo el viaje, algunes hasta comentaban «en cuanto acabe la guardia civil de verificar que no somos terroristas, retomamos el camino». Era una sensación muy agradable ir encontrándote con gente a la que hacía tiempo no veías y conociendo a compañeres nueves. Todo transcurrió según lo previsto e iniciamos la marcha en el horario establecido, no podía ser de otra manera, nuestras compañeras habían calculado todo al milímetro, distribución de la mani, grupo de seguridad, zona de cuidados, recorrido, tiempos, atención a prensa, mitin y actuación final, cada cuestión gestionada por las personas que habían asumido la responsabilidad y que demostró que cuando nos organizamos entre iguales, de forma horizontal y donde cada aportación es valorada y tenida en cuenta, somos realmente eficaces. El resto de miles de personas que nos acompañaban también cumpliendo su cometido, gritar lo más alto posible y sin cesar que «si tocan a una, respondemos todas».

Con las pilas cargadas a tope y a la vez con la pena de tener que despedir a las compañeras que salían de vuelta a sus casas en los respectivos autobuses, empezamos a pensar en todo lo que faltaba y que es una de las señas de identidad de nuestra organización, los actos culturales, que al igual que la manifestación, estaban perfectamente diseñados y que no dejaban de recordar, a pesar del buen ambiente que se vivía, por qué estábamos allí.

Disfrutamos de poesía, juegos infantiles, teatro y terminamos la jornada una vez más con lágrimas en los ojos, ya no solo por la emoción de la jornada, si no por el profundo acuerpe que este día nos transmitió.

Cuando eres niña descubres que hay muchas cosas que solo existen al nombrarlas. Las palabras se convierten en un juego en el que vas creando mundos en instantes. Eso es lo que ocurrió este primer sábado de otoño en Madrid. Eso que no se ve, pero se siente, E igual que a les niñes se les hace difícil encontrar las palabras para expresar la rabia, la frustración, la injusticia o el enfado, no encontramos las adecuadas para dar las gracias a tantas, por tanto: por el calor, por la militancia, por el compromiso, por el acompañamiento en el cansancio y en los kilómetros a cuesta de cinco largos años de proceso judicial. Ahora toca seguir dando continuidad a la campaña, seguir trabajando y haciendo que no haya una sola persona que no conozca el caso y a las 6 compañeras que quieren encarcelar. Un caso absurdo del que ya hemos hablado y del que seguiremos hablando y unas compañeras que hicieron de la militancia que, no nos vamos a engañar, puede ser dura, una actividad deseable, aportando lo mejor que puedes dar en tu organización, en tu entorno y en tu día a día: responsabilidad, compromiso, cariño, sentido común, que eran el buen rollo de nuestro sindicato, por las que vamos a hacer lo que tengamos que hacer y con las que vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. Ni el agotamiento, ni el miedo van a conseguir el abandono. En Gijón ya sentimos el calor de muchas, en Madrid no hubo ausencias. Y si siguen intimidándonos en cada etapa seremos más, resistiendo, y lograremos darle la vuelta a esta situación injusta, caminando todas juntas. Son días extraños los que nos han tocado vivir, y a veces hasta confundimos lo esperpéntico con la esperanza, pero mientras no nos rindamos seremos eternas.

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