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50ta años de la galería más antigua en Puerto Rico: Guatíbiri

Entrevista a su director y fundador: Rubén Darío Malavé

Isamar Kristina Anzalotta Especial Para En Rojo

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nunca he sido amante del dinero, son otras cosas las que me dan satisfacción. Así que estuve 14 años haciendo producciones en actividades culturales en la Universidad de Puerto Rico. Le dimos lustro a la universidad con esas cosas que hacíamos.

Que bien. Esto a manera de un resumen de tu “background” porque imagino que debe haber muchas más historias ahí de tu trayectoria. Pero entonces ¿Cómo nace la galería Guatíbiri? ¿Y por qué en Río Piedras?

Bueno es que para ese tiempo todas las galerías estaban ubicadas en Viejo San Juan y en el Condado, entonces era como de “élite” y yo como que no soy mucho de élite y decía si el arte lo hace la clase media para abajo porque no se lo devolvemos a ellos mismos. Entonces yo quería hacer esta galería de manera que estuviera a servicio del pueblo. Yo nunca he cobrado comisión y las personas me preguntan cómo una galería que no cobra comisión se sostiene. Y yo les explico que la entrada de nosotros siempre es y ha sido a través de la enmarcación.

Y a manera de explicación para las personas que nos leen; Rubén a las y los artistas que vienen a exponer nunca les ha cobrado comisión y esa dinámica es parte de su propuesta en su proyecto con Guatíbiri y también lo que lo distingue de muchas otras galerías en Puerto Rico.

Sí, yo sostengo la galería es decir la renta, el agua y la luz a través de los marcos.

Isamar

Kristina Ansalota: Muy buenos días nos encontramos en la galería Guatíbiri ubicada en Río Piedras, Puerto Rico y nos acompaña Rubén Malavé, su fundador, a quien le estaremos realizando una serie de preguntas acerca del proyecto galería Guatíbiri, ya que se aproxima la celebración del 50ta aniversario de la Galería y taller de enmarcación. ¿Rubén yo no sabía que tú eres Rubén Darío? ¡Me tomó eso por sorpresa! (risas)

Rubén Darío Malavé: Mira lo que pasa es que cuando yo era jovencito, me vacilaban en la escuela y me decían “Ah el poeta” entonces yo le escondí el “Darío” y nadie sabía que yo era Rubén Darío. ¿Pero creo que ahora me pega verdad? (risas)

IKA: Si, me estuvo curioso que tengas nombre de poeta. Esta chévere. ¿De qué parte de Puerto Rico eres Rubén?

RDM: Soy nacido, criado y embotellado en Yauco, Puerto Rico la capital Taína.

Súper. Oye Rubén tengo una serie de preguntas aquí, pero quería comenzar preguntándote ¿Cómo te vinculas con la disciplina de las artes plásticas y visuales?

Pues mira, yo tuve la dicha a mis 12 años de estudiar con Carlos Marichal, un baluarte, aunque no puertorriqueño, pero se convirtió puertorriqueño después y tuvo que ver con los artistas Carlos Raquel Rivera y Tufiño, entre otros. Entonces a los 12 años yo te- nía ya unas nociones de lo que era el arte, además que cuando yo vivía en Nueva York, tendría como 18 años por ahí, pues, yo era un vagabundo de las galerías y los museos. Siempre estaba pululando por ahí, por ejemplo, el Guernica de Picasso yo iba a verlo casi todos los días y Los Girasoles de Van Gogh también, es decir estaba bien relacionado y cercano con el arte.

Que bien, desde joven ya tenías un interés y te llamaba el arte de alguna manera u otra.

¡Si! Además, yo siempre dibujaba en la escuela, tú sabes los dibujos que a veces se hacen en las pizarras, los maestros me enviaban a mi hacerlos y pues eso siempre estuvo ahí, pero la verdad lo mío era más el cine. Yo quería ser actor, para bien o para mal (jaja) eso fue una de las razones por las cuales me fui a vivir a Nueva York. Pero yo nunca había actuado ni en la escuela ni en ningún lugar. A mí me fascinaba el cine y para aquellos tiempos era Marlon Brando y Paul Newman, entonces yo iba al cine todos los días con mi abuela. Y crecí en el cine. De lo más que sé es de cine.

Entiendo entonces el cine también fue un estímulo inicial para acercarte al arte.

¡Si! y la música, porque mi tío desde que se levantaba ponía el radio con música y la vitrola que él tenía, así que yo crecí con la música también, además tuve la oportunidad de ser productor de conciertos en la universidad de Puerto Rico y lo hice por 14 años y luego en Cuba. Yo era el que traía los artistas de Cuba para acá y viceversa, fue una experiencia bien linda, lo hacíamos de corte cultural, porque yo

¿Entonces siempre lo pensaste como galería? ¿O la idea del taller de enmarcación también estaba? Porque son dos cosas distintas que a la vez convergen y se complementan una de otra.

Si, pues mira es que yo tenía un gran amigo, Miguel Fronteras, que me decía “Rubén si pones un taller de enmarcación eventualmente tú vas a vivir del taller de enmarcación” y santas palabras, desde ese entonces he vivido del taller de enmarcación. Y es que yo no puedo vivir del trabajo de los demás ni de lo que hace otra persona, por eso es por lo que yo no cobro comisión.

Entiendo. Entonces tú un día andabas por Río Piedras, viste este espacio…¿Cómo fue que llegaste acá?

Si, yo estaba pasando por aquí en Río Piedras y de pronto alguien me dijo que este lugar estaba abandonado hacia como 8 años porque el dueño había fenecido, entonces tuve la oportunidad de hablar con la viuda y ella me dijo para entrar a ver el espacio. Luego yo entré, vi las posibilidades porque esto era un apartamento de 5 cuartos, pude escudriñar e imaginar a través del lío que había aquí y vi que habían posibilidades de montar una galería si tumbaba alguna pared, entre otras cosas, así lo convertí en este espacio.

Un espacio que de alguna forma se ha hecho grande.

Si porque también era un hogar y todavía se siente como un hogar. Era un espacio familiar y la gente se siente bien estando aquí y yo pues les dejo que se sientan bien. No es un espacio impersonal es un espacio personal.

Si eso esta bueno que se mencione, porque se siente en esta galería que a pesar de que en términos de espacio es “pequeña” en realidad cuando entras se siente grande y ahí está la magia del espacio, de la energía también de como uno lo va construyendo.

Si, Antonio Martorell el artista, desde el principio me decía que esto era una galería “sabrosa” que el entraba y sentía una galería sabrosa.

Esta linda esa palabra para describirla y coincido con él. Y hablando de Martorell, sé que has tenido una relación con muchos artistas a través de este proyecto y no solo artistas experimentados y con trayectoria como Martorell, por ejemplo, si no también has ayudado a los jóvenes y los que están comenzando su camino en el arte. ¿Cómo se da esa relación tuya con los artistas?

Si son muchísimos artistas que han pasado por aquí. A mí me interesa más que todo las relaciones humanas, más que la cuestión del dinero. Mi mayor satisfacción es tener muchas amistades, porque les hago como parte de mi familia a todo el que pasa por aquí, pues entramos en esa relación de alguna forma íntima. Entonces desde el principio fue como desde la gestoría, y yo siempre les he dado la confianza de cuando tengan problemas, si necesitan algún consejo, lo que sea estoy yo a su disposición y a partir de eso se ha formado una gran familia. Muchos están aquí otros ya han fenecido, pero se ha formado una gran familia y a eso yo le llamo la familia Guatíbiri y pues eso se siente, ¿Tú lo sientes verdad?

¡Claro que sí! Definitivo

Pues para mi esa es la magia de Guatíbiri.

Que lindo escuchar eso y viene a mi mente que aparte del trabajo de la galería con el arte visual y el trabajo de enmarcación, Rubén también ha hecho un trabajo de gestión cultural porque aquí en Guatíbiri hemos venido a actividades culturales, donde se crea como tú dices una comunidad, se exponen las obras y se conocen los artistas unos con otros.

Sí, Guatíbiri no es una galería comercial, aquí yo he hecho muchas cosas que no solo son exposiciones. Por ejemplo, cuando hicimos el homenaje a Francisco Matos Paoli el poeta puertorriqueño que fue nominado para premio Nobel de literatura, aquí hasta cerramos la calle. Hicimos una actividad diferente, es decir que aquí hemos hecho cosas que se salen de una mera exposición de arte, como lo que tú también hiciste aquí que fue una instalación y performance, tú sabes son cosas que son combinaciones y yo dejo que las y los artistas se expresen, no me meto en eso, que cada cual haga lo que quiera y eso le da una libertad pues aquí se pueden hacer actividades que no solo son la cosa comercial de vender las obras si no de expresarse de otras maneras.

Si, tal cual. Entonces Rubén también quería preguntar a partir de esto ¿Cómo crees que has podido aportar desde tu trinchera al movimiento indepen- dista del País?

Si como no, yo siempre he cooperado con eso, con el periódico CLARIDAD también siempre por años, sin buscar el lucro de ninguna forma, yo si soy independentista, crecí en una familia de estadistas, pero yo siempre he sido independentista. Antes era más activo, ahora estoy un poco más pasivo pero ese ideal siempre lo llevo en mi mente y corazón, así que en lo que yo siempre haya podido contribuir ha sido desde esta trinchera.

¿Oye Rubén y tú eres el galerista más viejo en Puerto Rico?

¡Ay no me dijo viejo! (risas)

Bueno… El más veterano digamos mejor.

Si yo creo que sí, ¡imagínate 50 años! En 50 años yo he visto muchas galerías abrir y cerrar y nosotros seguimos aquí dando la batalla, porque tú sabes por los embates que ha pasado Río Piedras y el país en general, la pandemia, los huracanes, y no ha sido fácil subsistir a todos esos embates de la vida. Pero aquí esta Guatíbiri todavía en pie y es por la SOLIDARIDAD del público que me apoya, porque yo dirijo a Guatíbiri, soy el director, pero esto se debe a mucha gente que te repito, algunos están presentes y otros ya no están, están en otro plano, pero son muchas las personas que han contribuido a que Guatíbiri todavía este en pie y se los agradezco infinitamente, Guatíbiri se les debe a ellos, yo la dirijo, pero ellos son los Guatíbiri.

Sí y añado a eso, las estudiantes y quienes llevamos tiempo residiendo en Río Piedras sabemos por todas las que ha pasado esto aquí y yo diría que también desde ese contexto ver que esta galería siempre está ahí, es como un pulmón en Rio Piedras, casi como ese rayito de luz en la oscuridad, porque una camina y ve el deterioro con el tiempo, pero esta galería siempre abre, dentro de todas las altas y bajas que ha habido en Río Piedras.

Si eso es la consistencia. Y mucha gente admira Guatíbiri por eso mismo que tú estás diciendo. Pero emmm, jum… No ha sido fácil tú sabes, yo he tenido que fajarme. Hay veces que económicamente el dinero no ha entrado y yo he tenido que hacer malabares. Pero entonces esa es como mi aventura y yo siempre tengo consiente que eso me fortalece, me da animo me da brío, me REJUVENECE. ¿Entiendes? Esa lucha de mantener a Guatíbiri. Y espero que estemos 50 años más aunque yo no esté, porque algún día me iré pa’ otro plano y yo espero que este proyecto lo sigan todos estos individuos que hemos criado aquí, que puedan seguir con este proyecto y que no se vaya conmigo.

Así será Rubén. Y háblame de los 50 años que se van a celebrar, ¿En qué fecha es la actividad?

Si, el 50 aniversario será el jueves 23 de marzo 2023 de 5pm a 10pm. Vamos a tener el placer de tener al grupo Plenarium de plena, Majestad Negra de bomba y de rumba a Yuba Iré. Vamos a realizar la actividad al frente de la galería, vamos a cerrar este previo de la calle para albergar a toda la gente que viene, que yo creo que va a venir mucha gente. Así es que todos serán bienvenidos y que sepan que Guatíbiri es de ustedes no mío.

Y aquí estaremos para celebrar esos 50 años que en definitiva no son cualquier cosa. Gracias Rubén, para mi es un honor poder entablar y tener esta conversación contigo pues respeto y admiro mucho, tanto a ti como a la galería Guatíbiri. Muchas gracias nuevamente.

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