La escena del crimen: Las mujeres que se prostituyen en Plaza Once la definen como un campo de concentración. Lo que allí sucede está a la vista y ha dejado heridas imborrables, como la de Cromañón. Ésta es una crónica de lo que allí hacen y no hacen prostituyentes, policías y fiscales. Pero también es un llamado de atención sobre lo que todas y todos podemos decir o callar al respecto. ¿Un modelo del concepto del espacio público para la dictadura del libre mercado? ¿O una postal de las batallas de la modernidad? Aquí, dos posibles respuestas: la de la boliviana María Galindo y la del norteamericano Michael Hardt.