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Narcotráfico y sendas estratégicas

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JOAQUÍN ANALISTA

JOAQUÍN ANALISTA

El tráfico de drogas en el sudeste de los Estados Unidos de América ha alcanzado proporciones enormes. La DEA, Drug Enforcement Administration (U. S. Department of Justice). O sea, Administración Ejecutora de las Leyes de Drogas, es la agencia del Departamento de Justicia de los EE. UU., dedicada a la lucha contra el contrabando y el consume de drogas en esa nación. Posee jurisdicción con la Oficina Federal de Investigación (Federal Bureau of Investigation, FBI); en el ámbito interno. Es la única agencia responsable de coordinar y perseguir las investigaciones antidrogas en el extranjero.

El Bureau of Narcotics and Dangerous Drugs, BNDD), fue el predecesor de la DEA, fundada el 1 de julio del 1973, con base al plan de reorganización 2, del 1973; en la presidencia de Richard Milhous Nixon. Dicho diseño proponía la creación de única agencia federal que asumiera las competencias en materia de drogas, así como consolidar y coordinar las actividades gubernamentales en el control de los psicotrópicos.

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Este organismo ha emprendido una lucha total y sincronizada para combatir el contrabando, los resultados han sido espectaculares. Hay que destacar un equipo de la DEA llamado CENTAC, Grupo Táctico Central que se ha empleado a fondo en contra del destructivo mal de las drogas. Cuando se ha usado esa agrupación ha tenido un efecto devastador del tráfico de estupefacientes.

Destaco, que a menos que se haga algo pronto, es posible que la marihuana y la cocaína lleguen a corromper la economía de Florida, y que tengan un efecto grave sobre todo los Estados Unidos de América. Un futuro menos alienante, más humano y justo para todos. ¿Cómo no denunciar la estolidez (falta de inteligencia) del consumo por el consumo y el fetichismo (ídolo y objeto de culto) del capital que genera una sociedad dividida entre la opulencia de los menos y la miseria de los más?

Nuestra región es un crisol gigantesco en el cual se han forjado naciones de diversos orígenes y características. Nos afanamos de tener lo mejor de muchos mundos: innumerables aportaciones de nobles culturas aborígenes, la gran civilización ibérica, la herencia africana y los ideales europeos de libertad y justicia para todos. Así es nuestra América Latina. Y, a pesar de nuestras diferencias, perseguimos ciertos objetivos que compartimos. El crecimiento económico, la estabilidad política y la democracia.

Hemos presenciado la formación de agrupaciones económicas regionales y sub-regionales, como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y otras en América Central, el Caribe y la región andina. Cada vez son más los programas transnacionales conjuntos para la industria, minería, energía y agricultura.

La senda histórica de Iberoamérica, se ve con claridad en la región, que es esencialmente democrática y pacífica. La iglesia, lo mismo que las fuerzas armadas, los intelectuales, los periodistas, los profesionales y los estudiantes, forman parte de la base institucional de la región. Todo segmento de la vida de una nación tiene que participar en el mejoramiento del conjunto social humano. En general, la iglesia ha contribuido extraordinariamente a la civilización, al saber de nuestro hemisferio y a nuestro bienestar político, económico y social.

Por tanto, Bolivia, Ecuador, México, Trinidad y Tobago, y Venezuela, disponen de petróleo en cantidad suficiente. Lo que significa virtualmente toda su energía. Por ese motivo, el aumento en los precios del petróleo ha afectado a Iberoamérica con más severidad que a cualquier otra parte del mundo. Dependemos del petróleo y del gas para una población de ochenta por ciento (80%) de nuestra energía.

La fuerza hidroeléctrica ha estado ocupando un ámbito creciente en toda la región, pero deben buscarse opciones para evitar el agotamiento de nuestros recursos hidroeléctricos. Tampoco podemos soslayar, los sectores nucleares pequeños y medianos. Igualmente, Colombia, Chile, México y Venezuela participan en programa de gasificación y coquización (carbón poroso, residuo de la calcinación de la hulla en la fabricación de gas).

“El problema de la población es grave en algunos países, pero no en otros. Donde existe el inconveniente de la sobrepoblación se hace necesaria la educación acerca de ese hecho. Pero, las decisiones que afectan la vida de una sociedad las debe abrazar la sociedad misma en el nivel nacional. Esas decisiones no son internacionales, son justamente autodeterminante.”

No pueden imponerse las soluciones desde el exterior, porque no serían estables, con mayor participación de la gente en la solución de los problemas se es más afectivo. Con ello, especialmente, mayor progreso hacia la independencia regional -política, cultural, social y económica- en toda América. Poseemos la mayor porción de material virgen y de recursos de energía y agricultura que existe en el mundo. Hemos contemplado el adelanto fenomenal que los europeos han alcanzado. ¡No hay motivo alguno por el que los pueblos de América no puedan lograr lo mismo! Al mismo tiempo, ¡desarrollo y progreso continuados!

Asimismo, miles de millones de dólares en utilidades obtenidas de las drogas se transfieren de cuentas en Miami o bancos en las Bahamas, las islas Cayman y Panamá. Otro tanto, se queda en los EE. UU. para invertirlo en negocios para el “blanqueo” o “lavado” del dinero producto de operaciones ilegales.

La corrupción ha infectado a un amplio sector de la población de Florida. Los propietarios de algunas casas en las costas alquilan rutinariamente sus muelles a contrabandistas por la suma de hasta 100,000 dólares por cargamento. Algunos directivos bancarios aceptansupuestamente- sobornos del dos por ciento en grandes depósitos en efectivo, a cambio de falsificar informes de transferencias monetarias internacionales.

Al sur norteamericano, entra a su territorio el tráfico de cocaína y marihuana que ingresa a los EE. UU. desde Sudamérica, distante unas cuantas horas de vuelo de Colombia. Sus sitios de aterrizaje son por lo general aislados trechos de playa o caminos desiertos. Los contrabandistas aéreos conocen a menudo las frecuencias de radio que usan la DEA y la aduana, y así logran eludir las fuerzas del orden público.

Mi reflexión, concluyente, es que los Estados Unidos de Norteamérica siempre han sido vigilantes permanentes contra el uso, abuso de las drogas o psicotrópicos ante la grave problemática mundialista del narcotráfico.

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