Agroquímicos sin control - Los desprotegidos del Elqui

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Agroquímicos sin control:

Los

Desprotegidos

Elqui

del

Hace poco más de 20 años este místico valle de la IV Región comenzó a verse invadido por agroindustrias, que con el objetivo de logar la uva perfecta, han optado por un cultivo basado en la utilización de plaguicidas. El impacto de este cambio se hace cada vez más notorio entre sus habitantes que se han beneficiado con mayores oportunidades de trabajo, pero a cambio deben soportar una nube de agrotóxicos. Algunos han optado por callar esta realidad por temor a las represalias económicas, aunque lentamente aumenta la fuerza de aquellos que luchan contra su situación, la cual se ve acrecentada por una escasa presencia de fiscalización a las normas agrícolas y sanitarias.

Por: 200611300S054


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Desde su escritorio en la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico (Falmed), el doctor Sergio Rojas, primo de Wilson, cuenta que toda su familia vive en el Valle del Elqui. Agrega que le llamó la atención que su primo se pusiera amarillo después del trabajo, y que incluso su tractor quedaba con ese color luego de aplicar el herbicida. Tras una estadía de un mes en el Hospital de Vicuña, el doctor Ro-

Fuente: Elqui Sustentable

Hortensia quedó viuda a los 40 años, con tres hijos y una familia devastada, luego de sufrir la lenta y dolorosa enfermedad de su marido. La muerte de Wilson Rojas se debió por la irrupción fulminante de un linfoma no Hodgkin, un cáncer que su médico tratante atribuyó a la reiterada exposición a los plaguicidas.

Sin un diagnóstico claro, Sergio Rojas le realizó una biopsia, la cual reveló que existía una “lesión pre cancerigena secundaria a tóxicos”. A pesar de esto, Wilson se reintegró a su trabajo. “Le dije a mi primo que tenía que irse del valle, porque estaba contaminado, pero para ellos es desterrarlo de su tierra, no saben hacer otra cosa que labores agrícolas”, señala el médico. Después de la muerte de Wilson en Santiago, la familia Rojas comenzó a verse afectada por presiones: Recibieron ofertas de diferentes abogados para patrocinar un juicio contra el fundo. El doctor señala que en su casa de veraneo en el Valle del Elqui, veía a su primo y otros compañeros, trabajar sin su equipo de protección personal. Sin embargo, y a petición de su familia que aún vive en la zona, Sergio Rojas desistió de realizar la demanda, y es que Hortensia, sin un sueldo estable, recibió la oferta de trabajar para el Fundo El Cerrito.

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Wilson Dagoberto Rojas Volta era tractorista del Fundo El Cerrito, ubicado en el pueblo Pisco Elqui de la comuna de Paihuano. Por más de 20 años dedicó su vida a manejar su tractor, recorriendo las más de 100 hectáreas bajo el aplastante sol del Valle del Elqui, donde debía convivir con un calor seco, a veces insoportable, y con una nube tóxica de plaguicidas, que de a poco, degradó su organismo. Todos los días llegaba cansado, más aún cuando comenzó a notar lesiones rojas en su piel, planas y múltiples, además de fuertes dolores de cabeza, y un perseverante mareo, que no se fue hasta su muerte cuatro años después.

jas lo trasladó al Barros Luco en Santiago, donde se le detectó un hematocrito de 14, debido a una destrucción masiva de glóbulos rojos, que en términos médicos se conoce como hemólisis.

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uando Hortensia recuerda a su marido Wilson Rojas, baja la voz, su mirada se va hacia el suelo y acerca sus manos hacia su pecho, como si todavía le doliera el alma, como si aún el recuerdo de un amor que duró 24 años, estuviera tan presente como ese día de otoño en que se conocieron en Vicuña, IV Región.


ab producían los más variados cultivos. Hace 20 años, llegaron grandes empresarios a asentarse en enormes fundos, para producir uva, integrándose así a un sistema de explotación agrícola de tipo internacional.

Wilson tenía cuatro hermanos. Uno de ellos, de 40 años, trabaja como administrador del Fundo Miraflores y comenzó con molestias. Sergio Rojas, lo trajo a Santiago para realizarle una biopsia. Presenta lesiones similares a las de Wilson, pero a nivel gastrointestinal. Actualmente sigue un chequeo Rodrigo Esquivel, de la oficina del mecada seis meses. Su primo dio ambiente del Centro de señala que “tanto el, como Salud de Paihuano, señala ‘‘Es increíble, pero todos los Rojas del Valle del que en la comuna existe un les dan un vaso Elqui, no tienen capacidad promedio de 20 intoxicade reclamo, finalmente no de leche después ciones agudas graves por les conviene alegar. Es increíaño, donde el 80% son trade las faenas para ble, pero les dan un vaso de bajadores agrícolas como desintoxicarse, leche después de las faenas aplicadores, tractoristas o para desintoxicarse, así de encargados de hacer la mezasí de burdo es el burdo es el sistema”, confiesa cla. El 20 % restante corressistema”. el doctor. ponde a gente aledaña a los fundos, debido a un arrastre En el Valle del Elqui, los trabajadores del contaminante. En lo que va de este año, agrícolas tienen un pasado de tradición fami- en toda la IV Región existen 31 intoxicaciones liar. Sus pequeñas chacras eran cosechadas agudas por plaguicidas según señala dicha por ellos mismos, a su modo, a su tiempo. Seremi. Desde 1991, año donde llegaron la mayoría de las agroindustrias, los elquinos comenA nivel nacional se han notificado, zaron a conocer las pulverizadoras, las nu- según la Red Nacional de Vigilancia Epidebelizadoras y las más excéntricas máquinas miológica de Intoxicaciones Agudas por Plade aplicación de plaguicidas. ¿Alguien les guicidas (Revep), hasta el mes de septiembre enseñó?, y es que esa responsabilidad recae de 2010, 379 casos, de los cuales el 67,3 % exclusivamente en el empleador. Realizar corresponde a origen laboral, cifra superior a capacitaciones para quiénes manejan agro- los casos reportados a la misma fecha durantóxicos y conviven con pesticidas es un acto te el 2009, con 340 intoxicaciones. voluntario, donde el SAG tiene la única faculPesticida o plaguicida tad de firmar las credenciales. La vida en este Cualquier sustancia, mezcla de ellas o agente destinado a ser aplicado en el medio ambiente, personas, animales o plantas con el objeto de valle, ubicado a 90 kilómetros de La Serena prevenir, controlar o combatir organismos capaces de producir daños y a 500 de Santiago, está cambiando. Atrás a personas, animales, plantas, semillas u objetos inanimados. quedaron esas minúsculas parcelas, donde se Fuente: Revep

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Un monocultivo debe producirse rápido, de manera eficiente, y de la forma más barata. ¿La solución? : El uso de agroquímicos. Así, fundos como El Cerrito, propiedad de Andrónico Luksic; Bella Vita, de Jorge Errázuriz y Agrícola La Herradura, de Gregorio Bustamante, han cambiado el tranquilo estilo de vida que por años se ha llevado en el Elqui.

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“Llamé a la viuda que es prima mía política y le dije Tencha, tengo esto, pero el tema es tuyo, tu vives allá. Esto te va a producir un problema grande, probablemente no vas a poder seguir trabajando, tienes una posibilidad de ganar, que quedes con indemnización y ella me dijo que no, que en realidad no quería más peleas”, denuncia el doctor.


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El uso y manejo de plaguicidas es fiscalizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Ministerio de Salud y por la Inspección del Trabajo. En Chile, actualmente están capacitados 176 inspectores del SAG, quienes realizan alrededor de cuatro mil cuatrocientas fiscalizaciones al año. Son 320 mil unidades productivas a lo largo de todo el país, por lo tanto, como señala el Jefe del Subdepartamento de Plaguicidas y Fertilizantes, Ignacio Figueroa, “puede ser un número demasiado reducido de inspectores, si se toma en cuenta la amplia cantidad de fundos y sumándole además, todo lo que hace el servicio en las acciones asociadas al registro de un producto, toda la evaluación que se realiza, y al tiempo necesario para efectuar esa tarea”. Estos inspectores se concentran en las regiones con mayor número de unidades productivas, como la VI, VII y RM. El Valle del Elqui posee un equipo fiscalizador de tres personas, para una zona que comienza en la salida de La Serena y que termina en Horcón. El diputado (PS) del distrito 7, Marcelo Díaz, quien además vive en la zona del Elqui, expresa que “para

El parlamentario argumenta que una de las principales falencias en el uso y manejo de plaguicidas, está en que Chile tiene una baja fiscalización laboral. “Como se presentan deficiencias en las inspecciones, hay también problemas de coimas y de corrupción, y además una indolencia empresarial. Como los mismos trabajadores saben que hay un débil control, terminan aceptando incluso el trabajo infantil, que es consentido por lo padres”, manifiesta Díaz, quien agrega que un factor importante recae en que las multas a las empresas, que esporádicamente son fiscalizadas, tienen un valor demasiado bajo. “El castigo debe tener una proporción al tamaño de la empresa, porque en general son las pequeñas compañías las que están dentro de la norma, debido a que son las que más temor tienen al impacto económico de la sanción, pero las grandes agroindustrias pagan y pagan, porque el monto de la multa es irrisorio”, asegura el diputado.

A través del etiquetado de plaguicidas y acorde a la Resolución Exenta N° 2195 de 2000, el SAG ha reglamentado el formato y contenido de información que las etiquetas de plaguicidas deben tener, de modo de entregar al usuario información completa respecto a recomendaciones de uso y especificaciones técnicas, precauciones y medidas de seguridad a seguir, previo, durante y después del uso de estas sustancias. Esta información constituye una norma, por lo cual debe ser cumplida a cabalidad por los usuarios. Fuente: SAG

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En la Seremi de Coquimbo expresan que se han hecho esfuerzos por difundir la gravedad de una intoxicación por plaguicidas, pero que factores culturales hacen imposible que trabajadores vayan de manera voluntaria a un centro asistencial.

todo el sector existe una camioneta, que además todos la conocen. Los trabajadores la ven venir y se ponen su equipo de protección personal, o se comportan de la manera adecuada.”

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Sin embargo, estos datos serían inferiores a la realidad de los trabajadores agrícolas del Valle del Elqui. Como es el caso de Carmen, que actualmente está casada con un aplicador de plaguicidas del Fundo Bella Vita. Señala que su marido se ha intoxicado en dos oportunidades durante este año. Nunca ha pedido licencia médica, nunca ha ido a un doctor. Y es que el temor a perder su trabajo, a que su puesto sea ocupado por otro, es una constante que no permite la enfermedad ni menos la recuperación.


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La importación y producción de agroquímicos en Chile ha presentado un aumento substancial. Se fabrican 34 mil toneladas, mientras que se importan alrededor de 17 mil. El uso de los plaguicidas es regulado, sin embargo, su comercialización es libre, donde el distribuidor no debe obedecer recomendaciones técnicas en cuanto su venta. A esta situación se le suma la falta de capacitación en cuanto a su uso, riesgos y baja fiscalización,

Adriana Muñoz cuenta que costó ocho años para que el proyecto se concretara, el cual se convirtió en ley en 2008. La parlamentaria expresa que la propuesta central fueron dos puntos: por un lado realizar un reordenamiento constitucional, articulando en un ente único las funciones de seguimiento, y en segundo lugar, coordinar tanto las leyes del Ministerio de Salud, de Agricultura y del Trabajo.

La diputada asegura que se deben aprovechar redes sociales como Facebook y Twitter para empoderar a la comunidad con información acerca de la norma.

Todo esto nació del hecho que a principios de 1998, la diputada de la IV Región comenzó a recibir denuncias de mujeres quemadas, con vómitos, mareos y se contactó con la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, Anamuri, y con el Observatorio

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La historia de los plaguicidas en el mundo comenzó hace unos 75 años, cuando entre 1930 y 1940 surgieron como resultado de investigaciones enfocadas al desarrollo de armas químicas, que originariamente fueron probadas en insectos. El primer compuesto creado fue el diclorodifeniltricloroetan ( DDT), utilizado por primera vez en la Segunda Guerra Mundial, para proteger a las tropas norteamericanas contra enfermedades transmitidas por vector. Así se juntaron dos importantes factores: Los intereses económicos de los grandes productores de plaguicidas y la necesidad de controlar químicamente las plagas, comenzando una fabricación y comercio de estos productos agrícolas a escala mundial.

En este sentido, la diputada Adriana Muñoz (PPD) junto a los entonces diputados Juan Pablo Letelier y Antonio Leal, entregaron a la Comisión de Agricultura del Senado en 2000, una iniciativa de ley que modifica diversos cuerpos legales, cuyo objetivo fue establecer normas destinadas a la protección de los trabajadores y a la comunidad respecto de la utilización de agroquímicos.

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Congreso y plaguicidas

convirtiendo así a los plaguicidas en un peligro para la salud y el medio ambiente, puesto que independiente de los beneficios comerciales que trae el uso de agroquímicos en la agricultura, los plaguicidas son sustancias químicas altamente tóxicas.

Fuente: Terra

Respecto a la labor que realiza el SAG en cuanto a regulación, el servicio expresa que “nosotros esperamos que a través de la etiqueta podamos plasmar y transmitir todo lo adecuado que se debe hacer con un plaguicida y obviamente lo que no se debe hacer”. En relación a la cantidad de fiscalizaciones que recibe una unidad productiva, señalan que el muestreo es al azar, y que no se puede establecer a quiénes se les inspecciona, pero si se visita por segunda vez a los predios que cayeron en un incumplimiento de la norma.


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El proyecto, cuyo objetivo fue prohibir la importación, producción y comercialización de estas categorías de plaguicidas, establecido en el decreto ley Nº 3557 de 1981, fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados, pero el 30 de junio de 2009, en el Senado, fue rechazada la idea de legislar, decisión que fue ratificada por la Comisión Mixta. Marcelo Díaz señala que la iniciativa legal quedó frenada en la Comisión de Agricultura del Senado, en ese entonces, presidida por el senador Juan Antonio Coloma, y agrega que le llama la atención que una ley tan importante no sea aprobada. “Yo tengo la impresión que hay lobby, intereses privados detrás de la tramitación del Senado. Quise conversar con Coloma, incluso traje a gente a hablar con él, pero ni siquiera pudimos conseguir una audiencia, lo que me hace pensar que francamente lo que hay es la penetración de intereses económicos en la indiscriminada utilización de plaguicidas”, asegura Díaz. Fuente: 200611300S054

En 2007 el diputado Marcelo Díaz notó que en el Valle del Elqui, un valle angosto y profundo, el pueblo y la zona agrícola se emplazaban de manera contigua, situación que afecta ahora no sólo a los trabajadores, sino que también a los vecinos de los predios. Según el parlamentario, las quejas de familias que colindan con las agroindustrias van en aumento. Es que hechos tan cotidianos como colgar la ropa para secarla, trae consecuencias graves en la salud humana, pues el contaminante puede ingresar por la piel, y desarrollar

Díaz enfatiza que Chile está retrasado en cuanto a lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda desde 1975, en materia de regulación de agrotóxicos. La OMS manifiesta la supresión de los plaguicidas de categoría 1a, extremadamente tóxico, y 1b, altamente tóxico. “Lo que nosotros propusimos fue acoger esta recomendación, y actualizar al país en dicha normativa, porque en general, estamos por debajo de los estándares que la propia OMS señala”, expresa el diputado.

En el Valle del Elqui los predios colindan con las zonas residenciales.

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Con dos años de funcionamiento de ley, la diputada del distrito 9 expresa que “la verdad es que creo que estas leyes se transforman en letra muerta, porque al final quien aplica la ley son organismos públicos. Nosotros dimos un mandato, un marco jurídico que se demoró ochos años, y por algo pasó tanto tiempo. Porque hay resistencias culturales y económicas a que esto cambie”, asegura.

profundas quemaduras.

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Latinoamericano de Conflictos Ambientales. “Me di cuenta de la precariedad del sistema, no existen resguardos a los empleados, me comencé a meter en las patas de los caballos, con los intereses de los grandes exportadores”, señala Adriana Muñoz.


ab En Chile, se encuentran manifiesta Figueroa. La doctoEn cuanto a los plaguicidas registrados alrededor de 420 ra Clelia Vallebuona, encargada involucrados en los casos de principios activos, contenidos en Revep, señala que “es cierto que intoxicaciones agudas, según Revep, estos corresponden 924 marcas comerciales, de los no cubrimos todo, pero contien primer lugar a los inhibicuales 41 pertenecen a la catenuamente trabajamos en la nordores de la colinesterasa con un 44 %, le sigue el grupo goría extremadamente tóxico y mativa para irla perfeccionando. “otros” con un 30% y luego, 29 corresponde a los altamente Toda regla es mejorable, pero la los piretroides con un 17%. Respecto a los plaguicidas tóxico. En este sentido, fue que que existe hoy en día es bastante con clasificación toxicológica definida por la OMS como a principios de 2010, los senadoefectiva”. tipo 1 (a y b), los casos llegan res Ximena Rincón (DC) , Jaime a un 23%, mientras que los del tipo II a un 29%, los de Quintana (PPD), Jorge Pizarro categoría III a un 8,4% y los (DC), Ignacio Walker (DC) y Padel tipo IV a un 28%. tricio Walker (DC), apoyaron el proyecto de ley que prohíbe plaguicidas de elevada peligrosidad, aludiendo que “la intoxicación de temporeros ha aumentado de manera sistemática desde 1997. Según cifras de la Revep de 2008 se registraron 849 casos, los cuales superan las cifras de La historia de Gloria y su marido Rober2007, con 727 casos.” to refleja una realidad que muchos trabajadores, como el fallecido Wilson Rojas, deben En la sesión, el senador Guido Girardi vivir día a día en el valle de la IV Región. Este (PPD) advirtió que dicha determinación es lo matrimonio cambió el frío y la belleza del río peor de los mundos. “Con esto Chile se pueCalle Calle en Valdivia, por el místico Elqui de transformar en el maravilloso paraíso de hace 16 años. Motivados por conseguir tratodos los plaguicidas rechazados en los paíbajo, se trasladaron a Montegrande, donde ses desarrollados, que cuidan la salud de sus nacieron sus cuatro hijos. Por recomendación habitantes y entienden que es preciso comde un amigo de la familia, Roberto comenzó patibilizar el medioambiente, la vida, los nea desarrollarse como obrero agrícola, hasta gocios y la prosperidad económica”, asegura que fue contratado como temporero en el el senador. Fundo Bellavista de Gregorio Bustamante.

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Sin embargo, el agrónomo del SAG Ignacio Figueroa, precisa que como departaRoberto es delgado y mide no más de mento llevan diez años de servicio, y que en un metro 70 centímetros. Los pocos pelos general, su normativa de su cabeza están invadidos es estricta. “Han existi“Es cierto que no cubripor canas que las tapa un viejo do varias intenciones sombrero de gamuza café. Su mos todo, pero contide modificar la norma, piel está seca y arrugada, como nuamente trabajamos apuntando a que en si le faltara hidratación, como si en la normativa para irla Chile todavía hay un pidiera a gritos agua. Su día coperfeccionando. Toda mal uso de plaguicimienza a las seis de la mañana. regla es mejorable, pero das. Sería ideal que la Camina junto a su mujer cuatro gente sea obediente y kilómetros hasta Pisco Elqui. Ahí, la que existe hoy en día que cumpliera con lo Gloria llega a su trabajo de mues bastante efectiva”. que señala la etiqueta”, cama en un exclusivo conjunto

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Trabajadores en peligro


ab de cabañas y Roberto continúa el viaje hasta Bellavista. A sus 46 años asegura estar cansado. El calor lo tiene agotado, pero por sobre todo, un agudo dolor abdominal lo tiene casi postrado. Los domingos y los días libres, Roberto yace en su cama, sin moverse, sin ganas de nada.

tiza en el sistema previsional, y recurren a los servicios de asistencia médica de los organisLos plaguicidas pueden ingresar mos públicos en condición de al organismo por vía oral, respiratoria, dérmica o mucosa, y en indigentes. En cuanto a la mano todos los casos puede producir de obra infantil que laboran en algún grado de intoxicación. Sus principales síntomas son dola agricultura, no hay cifras. La lor abdominal, náuseas, mareos, realidad es que esta actividad dolor de cabeza, vómitos, visión borrosa, sudoración y picazón. laboral es mayoritariamente inLas intoxicaciones vinculadas a exposiciones a corto tiempo, formal. Entre un 40 % a un 50 % pueden producir efectos agudos de los trabajadores temporeros en la salud. Sin embargo, las que son en bajas dosis por un largo Gloria cuenta que su no tiene firmado su contrato de período, producen efectos crómarido nunca ha pedido licentrabajo. Esta situación se da en nicos, como daños en el sistema reproductivo, nervioso, respiracia por las veces que ha llegado gran medida porque tanto los torio o inmunitario. con diarreas o vómitos después intermediarios laborales, subFuente: ACHS de un día de aplicación de placontratistas o enganchadores, guicidas, y que menos ha ido al en un alto porcentaje no se reCentro de Salud de Paihuano. El miedo a per- gistran, dificultando así la identificación y der su trabajo, lo obliga a no enfermarse, y a control de los empleadores, lo que precariza demostrar que está bien. aún más este tipo de empleo. Efectos de exposición a plaguicidas

La norma indica que los trabajadores de temporada no son los que debiesen aplicar plaguicidas, sin embargo, por lo general realizan estas labores o sufren directamente los efectos de las intoxicaciones. Quienes ejercen este trabajo deben contar con un certificado el cual es entregado por el SAG. César “Nosotros no saMuñoz es el encargado del Servicio Agrícola y Ganadebíamos de las conro Sector Elqui de realizar secuencias que fiscalizaciones. Señala que a través del Comité Regiotraería el trabajo de nal de Plaguicidas se busca mi marido. Antes, y mejorar el uso y manejo de aunque suene ridícu- agrotóxicos, y por sobre todo, informar a la comunilo, ocupábamos los sobre los efectos nocirecipientes vacíos del dad vos que puede traer su mal herbicida que sobra- uso. Una de las actividades ba, para dejar agua del Comité son visitas de u otra cosa. Es que fiscalización conjunta SAG nadie nos enseñó”. – Salud y Dirección del Tra-

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Según la Dirección del Trabajo, en Chile laboran alrededor de 400 mil trabajadores agrícolas de temporada, de los cuáles más de el 50 % son mujeres. Del total, un 31,2 % se encuentra en situación de pobreza y el trabajo agrícola de temporada, constituye la única vía para el sustento familiar. Sin embargo, uno de los puntos donde más se ven vulnerados, está en que sólo el 68 % de ellos co-

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“Nosotros no sabíamos de las consecuencias que traería el trabajo de mi marido. Antes, y aunque suene ridículo, ocupábamos los recipientes vacíos del herbicida que sobraba, para dejar agua u otra cosa. Es que nadie nos enseñó”, asegura Gloria, con una fingida sonrisa.


Fuente: SAG

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Los trabajadores agrícolas deben aplicar el plaguicida con su equipo de protección personal. Su no uso es multado por el SAG.

La diputada Adriana Muñoz asegura que la precaria situación de los aplicadores de plaguicidas se debe comparar con las condiciones de la minería, donde sólo por casos extremos, la gente se atreve a denunciar. “ Yo viajo mucho al Valle del Elqui, y veo una situación de abuso, casi de impedimento de que los trabajadores luchen por sus propios derechos, por la necesidad extrema que tienen de sus sueldos, porque no sólo trabaja el marido, sino que toda la familia, incluso los hijos se salen del colegio”, señala la parlamentaria. Agrega que unos de los principales obstáculos en un buen uso y manejo de plaguicidas, está en que los mismos aplicadores no se atreven a reclamar en sus trabajos, porque cada persona está identificada, todos se conocen y eso obstaculiza aún más un posible reclamo al empleador, pues las presiones de un eventual despido aumentan. “Esta situación hace que los trabajadores acepten cualquier condi-

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En cuanto al trabajo que realiza Salud en esta materia, la doctora Clelia Vallebuona de Revep asegura que la IV Región es una de las que posee menos registros de intoxicaciones. Y no porque no existan, sino porque no hay un equipo encargado de realizar este trabajo. Mediante una solicitud efectuada a través de la Ley de Transparencia, la Seremi de Salud de Coquimbo señala que “efectuada las averiguaciones en la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez, le informo que no es posible, a través de las licencias médicas, determinar cuáles de éstas corresponden a temporeros y a causa de plaguicidas”.

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bajo a los predios agrícolas de toda la región, y aunque su principal función es educativa, puede también aplicar multas si las infracciones son muy evidentes. Muñoz expresa que una de las principales falencias está en los residuos peligrosos, que corresponden a envases vacíos sin triple lavado, que se encuentran en los fundos.


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Valle en resistencia Hace años que la situación en la Escuela Gabriela Mistral de Montegrande, dependiente de Paihuano, cambió. En 2007, los niños de este establecimiento no soportaron más cómo los agrotóxicos se convertían en un compañero más en sus salas de clases, y decidieron salir a las calles con máscaras antigas y pancartas, para reclamar y así, dejar de sentir-

La Escuela Gabriela Mistral limita con el Fundo Bella Vita del socio fundador y vicepresidente de Celfin Capital, Jorge Errázuriz. Son cerca de 100 alumnos que se ven afectados por las máquinas pulverizadoras que arrasan con todo el sector durante seis meses en el año. Desde septiembre, los niños presentan síntomas de intoxicaciones, como diarreas, vómitos, cefaleas y somnolencias. Clases de inglés, computadores, e incluso el mismo terreno que ocupa la escuela fueron donados por el Fundo Bella Vita, un lugar donde se puede ver cómo los aplicadores vierten el líquido en tractores, y vuelven al poco rato a las faenas, no respetando el período de reingreso, mientras el líquido aún está activo, ni menos la temperatura del lugar que debe ser inferior a los 20° C, y tampoco la velocidad del viento, que no debiese superar los 16 Kms / hora, según lo señala el SAG y el Ministerio de Salud. Los años han hecho callar a algunos, después de recibir donaciones que vienen directamente de Errázuriz. María de los Ángeles Pinto es inspectora de la escuela. Señala que “en el fundo se han portado un siete, son muy atentos y la verdad es que no tenemos nada que alegar”. Sin embargo, Claudia, apoderada de dos alumnos del establecimiento manifiesta que los niños continúan con molestias. Su hijo agrega que “a mi la otra vez me salieron unos granos en la cara, me mareo, da mucha picazón, una vez fue tanto que uno no podía abrir ni consumir alimentos porque estaban contaminados también, y tuvieron que suspender el desayuno y nos fuimos al consultorio a comer”. Las agroindustrias situadas en el Valle del Elqui, sin duda están en la mira de los vecinos del sector. Jorge Errázuriz señaló en el

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El Manual de Buenas Prácticas Laborales Para el Sector Agrícola realizado por la Dirección del Trabajo, señala que las principales demandas referidas al uso de plaguicidas por lo temporeros está en prevenir e informar sobre sus riesgos, modificar la actual legislación en materia de fiscalización y control de ingreso de agrotóxicos, realizar exámenes periódicos de sangre y orina a trabajadores expuestos, regular el control de enfermedades derivadas de este tipo de contaminación y capacitarlos en el uso adecuado de equipos para la prevención de riesgos, garantizar los implementos de seguridad, además de los derechos reproductivos de las temporeras basado en el alto índice de malformaciones congénitas y finalmente capacitarlos en el uso y manejo seguro de plaguicidas.

se mal. Frases como “queremos vida, no más pesticidas”, envolvían a todo el Valle del Elqui.

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ción laboral, de semi esclavitud, de jornadas laborales extendidas y no asociadas a mejores remuneraciones”, manifiesta la diputada, que agrega que la solución es empoderar con información sobre la normativa a la comunidad, ya que los trabajadores no se atreven a alegar, pero que una ciudadanía informada puede sacar la voz. “Cuando la ley se hace algo habitual, pierdes el pánico a los empresarios, y ya no resulta una situación dramática”, asegura Muñoz.


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Fuente: Elqui Sustentable

diario La Nación hace tres años, cuando los alumnos de la Escuela Gabriela Mistral, rodeada por los parronales del empresario, salieron a reclamar por sus derechos; que trabajaría por mejorar la convivencia con los apoderados y Elqui Sustentable, ONG a la que pertenecen varios vecinos. Las relaciones con miembros de la escuela, comenzaron a cambiar, luego que trasladaran la bodega donde almacenaban plaguicidas, tras ser multados en 2005 por el SAG. Sin embargo, Elqui Sustentable no ha callado su lucha contra las fumigaciones que realizan empresarios agrícolas.

y Ganadero expresa que en zonas de riesgos tales como escuelas, casas, consultorios, establos y fuentes de agua, se debe aplicar el plaguicida por vía terrestre considerando una franja de seguridad de al menos 100 mts. La situación en el Valle del Elqui es tan precaria en materia de uso y manejo de pesticidas, que el mismo Departamento de Plaguicidas y Fertilizantes, manifiesta que un grave problema en el desplazamiento en el aire de la nube de agrotóxicos hacia un lugar no deseado, conocido como deriva, se debe a que los aplicadores no saben usar las máquinas. En el caso del fundo de Jorge Errázuriz, se utiliza el sistema de pulverizado, que debiese estar prohibido, ya que al quedar al lado de una escuela, se debe aplicar el producto con bomba espalda. No obstante, el SAG señala respecto a la técnica utilizada, que “es una forma de aplicación desordenada. El trabajador pasa con la máquina y tira contaminante para todos lados. En este tipo de aparatos puedes poner más de mil litros, y con un pulverizado podrías abarcar más de una hectárea, pero la verdad es que el aplicador baña todo”.

Cientos de personas se reunieron en la Marcha por la Vida este 7 de agosto

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Fuente: 200611300S054

En la ocasión, Errázuriz señaló a La Nación que acepta no ser un santo ni un mecenas, pero que han provocado un cambio en el nivel de vida de la gente. El Fundo Bella Vita, propiedad del empresario, tenía plantadas en un comienzo 19 hectáreas, hoy son 50, en las que trabajan 50 personas de planta y hasta 200 en temporada. Por su parte, los vecinos afirman que poco ha hecho el SAG en materia de fiscalización, puesto que el mismo Servicio Agrícola

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Hace tres años, los 98 alumnos de la Escuela Gabriela Mistral junto a profesores y apoderados salieron a protestar por la deriva del contaminante Fuente: Elqui Sustentable


Es por esto, que toda la comunidad del Elqui, caminó más de 30 kilómetros el siete de agosto pasado, hasta llegar a la intendencia de La Serena, en lo que han catalogado como

“En el Valle del Elqui está lloviendo veneno” ¿Qué poema escribiría Gabriela Mistral si viera en lo que se ha convertido su valle?”.

La deriva de los agrotóxicos se produce porque se aplican plaguicidas en condiciones climáticas desfavorables, como por ejemplo, mucho viento, poca humedad y altas temperaturas. Porque el equipo aplicador está en malas condiciones. Por exceso de velocidad del tractor cuando va en la pulverizadora o por mala calibración del equipo nubelizador, generando gotas de tamaño muy pequeño que se las lleva el viento fácilmente. La deriva se puede prevenir avisando a los trabajadores, y a los vecinos la fecha y la hora de aplicación y fijando una franja de seguridad de escuelas, consultorios y viviendas. Fuente: Ministerio de Salud

“Marcha por la Vida”. Cerca de 300 personas se reunieron provenientes del Valle del Elqui, Andacallo, La Higuera y Coquimbo, para protestar por las termoeléctricas, mineras y el uso indiscriminado de plaguicidas. Hace dos años tanto apoderados como docentes de la escuela de Montegrande decidieron actuar. A través de Elqui Sustentable se contactaron con Felipe Betancourt de B&V Abogados. En la ocasión se presentó un recurso de protección. “Esta escuela está absolutamente rodeada por lo parrones y se utilizan pulverizadores con mil litros de plaguicidas que son expulsados a unos 150

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“En el Valle del Elqui está lloviando veneno. Esta zona es demasiado angosta, y si calculas dos tractores por la gran cantidad de fundos que existen, saldría un número descabellado. Acá hay muchísima gente con sinusitis crónica, asmas y afecciones a las vías respiratorias, siendo el valle un lugar seco, por lo que no debiesen padecer de estas afecciones. ¿Qué poema escribiría Gabriela Mistral si viera en lo que se ha convertido su valle?”, enfatiza Blau.

Justin Blau con su cámara captando el trayecto desde el valle hasta la intendencia de La Serena

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En el Valle del Elqui aseguran no aguantar más esta situación y menos la indolencia de las autoridades. Hace cinco años comenzaron a agruparse, a manifestarse y luchar por lo que han catalogado como una vergüenza y una injusticia. Todos concuerdan en que esta organización comenzó, cuando hace cerca de diez años llegó al valle Justin Blau. El recorre todos los días con su cámara filmadora el Elqui entero, buscando imágenes para crear mini documentales que reflejan la vida que hoy llevan debido a la contaminación por plaguicidas. Justin Blau Carey proviene de una familia inglesa. Estudió en el Colegio Southern Cross, y luego en la Universidad Diego Portales. Es conocido y admirado por todos en el valle. Es la cara y voz de Elqui Sustentable, una ONG creada por él y su mujer Constanza Herrera, que lucha por un Chile libre de transgénicos y agrotóxicos.

Fuente: Elqui Sustentable

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El promedio 2009 del establecimiento comparado con el obtenido en la evaluación anterior

se mantuvo

El promedio 2009 del establecimiento comparado con el promedi nacional 2009

más bajo (28 puntos)

más bajo (57 puntos)

más bajo (-44 puntos)

Si hubiera 100 e stablecimientos c on c ondiciones socioeconómicas s imilares a este, el e stablecimiento se ubicaría aproximadamente en la posición

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Sin embargo, en los Tribunales de La Serena la iniciativa no fue acogida, aludiendo que debiese efectuarse en un juicio ordinario. Betancourt manifiesta que hubo muchos conflictos de interés y que a pesar de que Errázuriz reconoce haber cometido errores, lo sigue haciendo. El Valle no quedó conforme, y con el mismo equipo de abogados inició otra acción legal en Pisco Elqui contra el Fundo Bellavista de Gregorio Bustamante, de la Agrícola La Herradura. Esta es una acción ordinaria indemnizatoria con daño a la calidad de vida, en la que 90 vecinos, que en su mayoría están relacionados con aplicadores, como ex trabajadores, decidieron demandar, pidiendo $100 millones cada uno. “Acá pasa lo mismo, los tipos aplican los plaguicidas, éstos decantan y caen en los patios de las casas, produciendo niños con cefaleas, vómitos y alergias, sobre todo por las ropas, cuando éstas las cuelgan a secarse en el patio y se contaminan”, argumenta Betancourt. En B&V Abogados señalan que es muy difícil entablar acciones legales en el Valle del

Elqui, ya que muy pocos se atreven a hablar. Una de las que sí lo hizo fue Yolanda. Ella pertenece a una de las 90 personas que demandó al fundo de Gregorio Bustamente. Asegura que su nieto de tres años nació con una intensa alergia a la piel, debido a que su casa limita con el predio, y que además su hija trabajó mucho tiempo en Bellavista. Felipe Betancourt manifiesta que el uso de plaguicidas es un sistema perverso. En uno de sus tantos viajes al Elqui, le hablaron, entre otras cosas, de productos con etiquetas cambiadas, los que son prohibidos en Chile. “Me contaron incluso de un mercado negro asociado con Argentina, ya que hay productos mucho más baratos allá y que en ese país están permitidos y en Chile no, y acá los pasan a la mala”, asegura el abogado. Actualmente la demanda se encuentra en una etapa de prueba, y aunque la tramitación ha sido lenta, Betancourt expresa que creen que ganarán el juicio, puesto que hay responsabilidades que se deben acreditar. Afirma que su intención no es la eliminación total de agroquímicos, sino que se haga una aplicación resguardando los intereses de las personas. Agrega que probar el nexo causal de una intoxicación o daño a la salud de las los habitantes del Valle del Elqui es difícil, es por esto que han enfocado la demanda desde el punto de vista de calidad de vida, como no poder respirar aire limpio, presentar cefaleas, vómitos y otros síntomas.

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km/hora. De hecho la sala cuna está a cinco metros de donde se aplican los agrotóxicos”, señala Betancourt, quien agrega que estas condiciones han traído serios problemas en la concentración de los niños, y que incluso atribuye a la baja en los resultados del Simce 2009.

bajó ( -54 puntos bajo (-36 puntos)

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PROMEDIO SIMCE 2009

Comprensión del Medio Natural

Fuente: Simce

Lectura

Educación Matemática


ab Sandra es un testigo más de la situación que se vive en el valle. Trabaja en el restaurante de la Hacienda Miraflores y asegura ver, cuando va dejar a su hijo al colegio, cómo los tractores dejan por todos lados un líquido azul. Es que ese tipo de hechos, de tener que convivir cotidianamente con los contaminantes, ha colmado la paciencia de los vecinos del Elqui. Álvaro Jiménez, del departamento de Desarrollo Rural de Paihuano, señala que desde septiembre comienza a recibir más de diez reclamos al día de los vecinos que argumentan que no se respeta la velocidad del viento ni la temperatura en la aplicación de plaguicidas. Sin embargo, su trabajo se remite a mediar entre la empresa y la persona afectada. Afirma que lo que pide la gente es que se termine con el sistema de pulverizado y con la deriva del contaminante.

problemas ambientales hoy en el mundo, hay que tener claro que éstos no existen desde el punto de vista tecnológico. Los ingenieros respondieron a todas estas inquietudes entre 25 y 80 años atrás. Cuando existe una dificultad ambiental, lo que en realidad tenemos es un problema de rentabilidad capital”, expresa Roberto Molina. Y es que son muchos los empresarios que han optado por establecer negocios en el sector. A Jorge Errázuriz, se le suma el nombre de Andrónico Luksic, quien no tiene buena fama en el Valle del Elqui, y menos el Fundo El Cerrito de su propiedad. A la entrada de Pisco Elqui, comienzan sus 102 hectáreas de parronales, cuidados por pastores alemanes y por un guardia reacio a hablar. Porque al parecer, trabajar para el empresario no cae bien. El hombre, tras pensarlo un rato, acepta que el fundo le pertenece a Luksic.

El Cerrito nació en 1991, y desde ahí ha debido lidiar contra los intereses de un verdadero ejército ambientalista que lucha por un valle libre de agrotóxicos. En el fundo, señalan que a través de la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), han enmendado la relación con los vecinos, y que sumado a la eliminación total del Clorpirifos -un insecticida legal, pero altamente tóxico- la situación va en franca mejoría. En el fundo se realizan dos capacitaciones al año, donde se informa

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Son 102 hectáreas en la entrada de Pisco Elqui

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En el Valle del Elqui hay más El rol de Conama está vinde 35 agroindus- culado a la aprobación trias, dedicadas ambiental de proyectos en su mayoría, de aplicación de plaguicidas. Las agroindustrias a la producción están obligadas a realizar pisquera y uva un estudio de impacto de mesa. Rober- ambiental. Conama no to Molina de Co- fiscaliza. nama, señala que hace unos 30 años, la zona estaba llena de pequeñas parcelas, donde se producía distintos cultivos. Sin embargo, hoy la zona se dedica sólo a la producción de uva. Agrega que el cambio trae dos importantes consecuencias. Por un lado hace perder la calidad del suelo y en segundo lugar, aumenta la necesidad de rentabilizar el uso de la tierra, con fertilizantes químicos y agrotóxicos. Enfatiza que el grave problema en la utilización de plaguicidas está en la necesidad de aumentar el capital invertido. “Cuando se habla de

Fuente: 200611300S054

Los propietarios del valle


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En Conama comparan la situación del aplicador agrícola con la minería. Afirman que al minero, se le entregaba la totalidad de su equipo de protección, el que incluía una mascara que impide que respiren polvillo de carbón que es lo que provoca la silicosis. Pero lo primero que hacían al entrar a la mina, era sacársela. ¿El motivo?, ocuparla significaba poca hombría, y sería objeto de burla entre sus compañeros.

Pero sí concuerdan en algo las autoridades fiscalizadoras y las agroindustrias. Ambos, afirman que un factor importante en el disgusto de los vecinos del Valle del Elqui en cuanto a plaguicidas, se debe a diferencias en las percepciones. Agregan, que muchos de ellos confunden un olor desagradable con intoxicaciones o nubes tóxicas. Sin embargo, frente a estos dichos, la coordinadora nacional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL), María Elena Rozas, señala que la solución más fácil es aludir histeria colectiva, pero que los daños están, son reales y afectan directamente a personas. Agrega, que aunque la industria agrícola cumpla con la normativa, lo hace con una regla que es permisiva y que adolece de varios vacíos, como en el etiquetado de plaguicidas, que no señala los riesgos crónicos que puede traer su utilización. La constante lucha entre vecinos y agroindustrias parece no acabar en el Elqui. Respecto a la disputa que ha encabezado Justin Blau, de la mano del abogado Felipe Betancourt; en el Fundo Bellavista del empresario agrícola Gregorio Bustamante, señalan que han aplicado todo conforme a la ley chilena, y que es imposible probar que son ellos los causantes del daño, debido a la gran cantidad de agrícolas ubicadas en el sector.

El encargado de controlar el uso de equipos de seguridad y elementos que impidan riesgos en la utilización de plaguicidas, Sin embargo, y a pesar de que las es el SAG. Ignacio Figueroa, jefe del Subdeagroindustrias aplipartamento de Plaguicidas y Ferti“Si hay algo que esté permitido en quen conforme a la ley, en B&V Abolizantes, manifiesta el ordenamiento jurídico y si lo hago, gados, señalan que que la relación con las agroindustrias causa daño, no es una excusa. Eso es “si hay algo que en general, no es la responsabilidad legal, y ésta se hace esté permitido en el ordenamiento del todo buena. “Al valer por Tribunales”. jurídico y si lo hago, ser un ente regula-

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El hermano de Catalina trabajó por años para Luksic. Cuenta que nunca le dieron guantes, ni menos mascarilla. Debido a esta situación, comenzó a notar quemaduras en su piel, por lo que decidió, junto a su familia, cambiar el trabajo agrícola y optar por nuevas opciones laborales en Coquimbo. Sin embargo, en el Cerrito, señalan que los aplicadores se han dedicado a este tipo de faenas por años, y que aceptar el equipo de protección personal es mal visto entre sus pares, pero que de todos modos, la empresa se los proporciona.

dor, obviamente que no nos quieren mucho. No creo que les guste nuestra presencia, pero lo que hace el servicio es en pro de toda la comunidad”, asegura.

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a los aplicadores de plaguicidas y temporeros sobre los riesgos de agrotóxicos y sus modos de uso. En el predio, señalan que las capacitaciones muchas veces no sirven, debido a factores culturales que rodean a los trabajadores agrícolas, que rechazan los equipos de protección personal que son entregados por el empleador.


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Andrés, quien prefiere mantener oculta su identidad y el nombre del fundo que administra, reconoce que en el Valle del Elqui conviven dos realidades. Por un lado está Paihuano, que es una de las comunas de mayor índice de desarrollo de la región y del país, por lo que hay buena calidad de vida para sus residentes, y por otra parte hay predios agrícolas altamente intensivos en la utilización de plaguicidas, que colindan con escuelas, con consultorios y con el pueblo en general. “Yo diría que el gran problema del Elqui, es que no existe la autorregulación, que va más allá de las fiscalizaciones que hacen las autoridades”, asegura Andrés.

María Elena Rozas de RAPL-AL, señala que los agrotóxicos se usan en Chile en forma masiva e indiscriminada, y que la gravedad del asunto está en el poco conocimiento de las características de los plaguicidas. Agrega, que la compleja situación de estos productos aumenta, ya que existen problemas en todo su ciclo, desde el registro, hasta la disposición final de residuos. En Chile, entran alrededor de 100 solicitudes al año de nuevos plaguicidas. Para conseguir la resolución de autorización, se debe pasar varias etapas. Primero, entregar una serie de informes respecto al nuevo producto, como toxicidad y ecotoxicología, es decir, sus efectos en el hombre y en el ambiente. A partir de esos documentos, el SAG cita a reunión técnica para realizar un acta de acuerdos. Una vez que se está conforme con toda la evolución, se trabaja en la etiqueta, que pasa a ser un documento legal, fiscalizado por el SAG. Todo este proceso, parte con una serie de muestras experimentales que debe realizar la empresa, para una superficie máxima de cuatro hectáreas. En cuanto los plaguicidas autorizados en Chile, para el cultivo de la vid se utilizan 22 principios activos, los cuales se comercializan en distintas fórmulas y nombres de fantasía. Diez de ellos, corresponden a insecticidas y siete son fungicidas. Mientras que el resto se compone de dos herbicidas, dos acaricidas y un regulador de crecimiento

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En cuanto a la agrícola de Jorge Errázuriz, el administrador del Fundo Bella Vita, Ricardo Aguilera, manifiesta que no les convence hablar, debido a la complejidad de la situación. “No nos parece una buena opción referirnos tanto al recurso de protección que se nos interpuso hace unos años y tampoco al escenario actual. La verdad es que nos sentimos muy comprometidos y es un tema demasiado sensible”, manifiesta el encargado de Bella Vita. La misma opinión comparten en Araya & Compañía Abogados, estudio jurídico que asesora legalmente a empresas productoras y exportadoras agrícolas, como Agrícola Cochiguaz, El Cerrito, Compañía Pisquera de Chile y Bella Vita. Señalan que tanto políticas de derecho de medio ambiente y derecho laboral agrícola para temporeros y aplicadores de plaguicidas, constituye información confidencial, imposible de mencionar.

El inicio de un plaguicida

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causa daño, no es una excusa. Eso es la responsabilidad legal, y ésta se hace valer por Tribunales”.


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La alternativa orgánica El cultivo de productos agrícolas a través de la utilización de plaguicidas, no es la única opción. El agricultor que decide controlar las plagas con medidas naturales, sin usar productos químicos, está realizando una producción orgánica. Este sistema de elaboración es más lento, sus costos son más elevados, sin embargo, apuntan a un nicho fiel, y que está creciendo. ¿Pero, porqué crece la agricultura orgánica si el proceso demora más, hay mayores costos, y además hay que pagar una certificación anual, de alredor de los mil dólares?. El gerente de la Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile (AAOCH), Ligio Alarma, asegura que esta situación se da únicamente porque existe un consumidor leal, que está dispuesto a pagar más por un producto orgánico, totalmente inocuo y libre de químicos.

Pero a pesar de las virtudes y falencias del registro de un plaguicida en Chile, las intoxicaciones aún persisten. Fren“La utilización de plaguicidas te a este escenario, Carlos Merino por parte de las agroindustrias manifiesta que esse debe a una opción netatas situaciones se mente comercial. Es hacer vista producen por mal manejo de los progorda e ignorar los problemas y ductos. En DowSno escuchar. Usar agroquímicos ciences prohibieron es la solución más fácil y simple. la fabricación de paEs apretar el botón y listo”. ratión, por ser altamente tóxico, pero

Señala además, que producir orgánicamente trae también beneficios para el consumidor, los trabajadores agrícolas que manipulan agroquímicos y para la gente aledaña al cultivo, lo que trae como consecuencia, mejor

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Además, en el mercado de plaguicidas existen los productos genéricos. “Es como en el sector farmacéutico. Ahora, el genérico tiene que cumplir con las mismas exigencias que el producto nuestro. Lo que nosotros hemos alegado, como compañías multinacionales, es que no están claros algunos detalles, como impurezas en los productos, las que además, no quedan registradas en los análisis”, asegura Merino.

agrega que todos los productos se pueden usar en la medida que se sigan las instrucciones de la etiqueta y hoja de seguridad. “De todas maneras ha habido malos usos, pero el producto en sí, en la medida que tu lo manipules bien, es seguro. Esa es la posición de la industria”, aclara el agrónomo.

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Carlos Merino es agrónomo de DowSciences, compañía multinacional de plaguicidas, insumos agrícolas y de biotecnología. Por años estuvo a cargo del registro de nuevos productos. Señala, que el proceso que realiza el SAG en general es serio, sin embargo sufre de importantes falencias. Una de ellas es que Chile, a diferencia de otros países, debe registrar el formulado, el producto final. En Estados Unidos y en Europa, se reconoce en primer lugar el ingrediente activo, y una vez aprobado, se puede hacer distintas formulaciones. Otro problema es que fácilmente se puede engañar al SAG. Esta situación generalmente es realizada por empresas chicas, ya que el análisis del producto puede no determinar una serie de elementos que sí puede descubrir, por su mayor cantidad de recursos, instituciones como la EPA y la Unión Europea.


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Fuente: Cavas del Valle

Raymundo Piracés es dueño de la viña boutique Cavas del Valle, ubicada al interior del Valle del Elqui. Hace 14 años tuvo la idea de hacer un cultivo orgánico, en una zona cuyas condiciones climáticas permiten este tipo de producción. Debido a la sequedad de la zona, en la viña sólo se ocupan pesticidas naturales como el azufre en polvo y aceites provenientes del petróleo. Mientras que para el control de las malezas, se liberan ovejas. Asegura que haber optado por una producción orgánica, le ha significado tener una mejor relación con sus trabajadores. “Si yo usara por ejemplo, el dormex o cianamida, que usan la mayoría de las viñas de exportación, creo que

Motivados por fomentar la producción limpia, como respeto al medio ambiente y a las personas, es que el director de Indap Región Coquimbo, Alex Madariaga, manifiesta el total apoyo al cultivo orgánico por parte del Instituto de Desarrollo Agropecuario. Expresa que se trata de una opción comercial que la pequeña agricultura debiese abordar ya que se puede implementar en explotaciones reducidas. “Es necesario continuar trabajando con quienes deseen integrarse a esta opción productiva, pues los estudios muestran la contaminación que puede llegar a provocar la excesiva aplicación de fertilizantes, pesticidas u otros, así como de químicos en la elaboración de alimentos”, señala el director de Indap. Sin embargo, la utilización de plaguicidas en el Valle del Elqui es la primera opción. Son pocos los que han preferido un cultivo libre de agrotóxicos, o capacitar a sus trabajadores en cuanto a un empleo responsable de este tipo de productos. La zona goza de una escasa fiscalización por parte del SAG, Salud y la Inspección del Trabajo. Es una realidad de la cual son testigos trabajadores y pobladores, quienes han sido callados, en algunos casos exitosamente y en otros no, por predios agrícolas con donaciones, o con tan sólo ofrecerles un sueldo a vecinos del Elqui que no saben otra cosa que trabajar la tierra. La situación del valle dista de otras realidades, como es el caso de la VI Región, que posee el mayor desarrollo de la agricultura industrializada, junto a la VII y RM, debido a su calidad de suelos e irrigación. Posee una producción diversificada, en una superficie cultivada de 1.570.000 hectáreas. Como con-

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El gerente de AAOCH asegura que en épocas de crisis la agricultura orgánica crece un 9 %. “Esto, porque el llamado consumidor sustentable, deja de pagar por placeres especiales, pero prefiere gastar un poco más en su alimentación básica, porque es un consumidor conciente y más educado, y de ahí se crea esa lealtad con su producto orgánico”, afirma Alarma.

generaría un estrés en la relación con los temporeros, y pasaría a ocupar el casillero de los malos. Nosotros tenemos bastante conciencia en ese sentido, y además existe una presión ambiental fuerte”, señala Piracés.

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calidad de vida para la población rural. Alarma agrega que “la utilización de plaguicidas por parte de las agroindustrias se debe a una opción netamente comercial. Es hacer vista gorda e ignorar los problemas y no escuchar. Usar agroquímicos es la solución más fácil y simple. Es apretar el botón y listo”.


ab secuencia de esta concentración de industrias agrícolas, ha existido en el sector un masivo e intensivo uso de plaguicidas, convirtiéndola en una de las zonas más estudiadas respecto a esta situación. No obstante, presenta también el mayor número de fiscalizaciones, en cuanto al uso y manejo de agrotóxicos. El SAG, realiza alrededor de 200 inspecciones al año en la región, que posee cerca de 40 mil unidades productivas. Señalan además, que estos controles se efectúan de manera aleatoria, recorriendo una amplia cantidad de agroindustrias.

carretera, tu sabes que no puedes superar los 120 km/hora porque puede haber un carabinero en cualquier parte. Pienso que es importante entrar a los sectores que están menos regulados”, asegura Merino.

Respecto al uso de plaguicidas, el SAG considera 29 puntos como incumplimiento de la norma, algunos son: - Bodega sin acceso restringido -Almacena Plaguicidas junto con equipo de protección personal (EPP) - Almacena plaguicida prohibido - Aplica plaguicida sin EPP - Dosis mayor a instrucciones de uso - Aplica con viento generando deriva a predios vecinos no respetando instrucciones de etiqueta - Los residuos de plaguicidas se vierten en cursos o masas de agua - No respeta período de reingreso al área tratada, de personas o animales - No realiza triple lavado a los envases - Reutiliza envases vacíos

En este sentido, el diputado Marcelo Díaz señala que el sistema de fiscalización en Chile, en general, es deficiente. Usualmente, existen dos tipos de control en el mundo. Por un lado, poco contingente fiscalizador, y alto valor de multas, o bajas sanciones y un número importante de personal de inspección. Díaz asegura, que el país, está en medio de estas dos realidades.

Los elquinos poco se atreven a hablar por el temor fundado en la dependencia a sus trabajos. Un número reducido de obreros agrícolas conoce sus derechos y los riesgos que implica realizar este tipo de faenas. Un peligro que aumenta más aún, viviendo en una suerte de olvido por parte de las autoridades, que poco pueden hacer frente a grandes agrícolas, que cumplen por algunas horas la normativa.

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“Esto se convierte en campo fértil para un relajo en el modo de trabajar. Yo creo que todavía, un importante sector empresarial de Chile, cree que la matriz de rentabilidad a todo precio incluye también una exposición de los empleados a riesgos superlativos. Si se considerara a los trabajadores como un aliado estratégico, no los expondría a ese tipo de riesgos”, asegura Díaz.

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En este contexto, el agrónomo Carlos Merino, quien además es propietario de un fundo agrícola en la VI Región, manifiesta que la fiscalización es más fácil en esa zona, debido a que es más intensiva que otras. Agrega, que en sectores como el Valle del Elqui, donde las distancias entre agrícolas son más largas, las inspecciones disminuyen, lo que trae como consecuencia lógica, peor manipulación de agrotóxicos. “Yo creo que la situación de los plaguicidas se regula siempre y cuando tengas a alguien controlando. Es como en la

María Elena Rozas de RAP-AL afirma que en el valle, la gente está pasando del silencio a la acción, ya que no tienen otra opción frente a la inoperancia de las autoridades fiscalizadoras, quienes a través de infructuosos acuerdos, han conversado con las empresas para que tomen medidas a modo de resguardar la seguridad de toda la población.


ab En el Valle del Elqui, un alto porcentaje de los trabajadores señala no conocer la norma, además de solicitar más capacitaciones a modo de cumplir las exigencias que indica la etiqueta de estos productos, y la necesidad de ocupar el equipo de protección personal en la aplicación de agroquímicos. En este sentido, el SAG admite que se debiese formalizar una política de apertura a la comunidad más intensa y urgente, tomando en cuenta el bajo porcentaje de personas que conocen la normativa. Esto incluiría inspectores en terreno, quienes aportan el 50 % del conocimiento acerca de los procesos, y además por medio de otras actividades como seminarios, talleres y medios de comunicación.

En la ocasión, el presidente Sebastián Piñera señaló que las cosas cambiarían. “¿Cuánta gente tiene que sufrir trabajando con agroquímicos en la agricultura? Esto debiese darnos una lección. La vida es sagrada”, manifestaba el mandatario, cuando era escuchado mundialmente tras el histórico rescate. Era oído además, por un valle que al que muchos consideran el lugar más idílico para pasar una estadía, pero que hoy se está convirtiendo en un verdadero infierno para sus habitantes.

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El 14 de octubre de 2010 salía el último de los 33 mineros luego de una estadía 700 metros bajo tierra. 33 hombres volvían

al mundo después de 70 días de sufrimiento, debido a las malas condiciones laborales en las que trabajaban. ¿El responsable? ¿Las autoridades fiscalizadoras o los propietarios de las minas, que debiesen resguardar la vida de sus trabajadores, a pesar del poco control?



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