Fotopalabres 2013

Page 1

FOTOPALABRES 2013 UN TRABAJO ESCOLAR

FOTOGRAFÍAS DE BERNARDO BUSTO

IES VÍCTOR GARCÍA DE LA CONCHA VILLAVICIOSA-ASTURIAS


LA NEÑA LOS ZAPATINOS AZULES Sapu: Sí, ¡de xuru ye la fonte´l mio deséu qu'en tantos suaños m’apaeciera! Neña: Esti probe sapín ye feu como un esperteyu. Nun toi verrionda, entós ¿ye pena lo que vivo? Na vida imaxiné ver bichu tan asquerosu mas esos güeyinos coloraos dan tanta pena … Sapu: A ver cómo lo faigo ensin que me dé vergoña. Neña: Nun m’importa meter los zapatos na folla. Total, ¡quédenme pequeños y fáenme angüeñes! Sapu: ¡Voi a da-y nel focicu un besu perprestosu! Y como nesta fábula les coses son como na vida real, la neña, per siempre, convirtióse na más guapa xaronca la llamarga. Moralexa: non por muncho madrugar, bona solombra t’acubixa.

Alejandro Pidal Costales


Yo tengo un campo enorme siempre lo mismo con un solo color ¡Qué modernismo! con nieves y con bienes ¿y tú qué tienes? Yo tengo un campo fértil de mil colores un campo de habichuelas fabes, beans, frijoles ¡Llámalo como quieras! disfruto de lo mismo de mil maneras. Tengo un equipo grande una enorme aventura multicolor a tope con mezcla de culturas y de lo que aprendemos, no sabes cuánto Tengo que soy feliz, ¿tú tienes tanto?

Belén Díaz Loza



YO Perennemente asentado en el pedestal frágil de la vida, desde el alba de la consciencia hasta la disolución definitiva, el yo trascendental se apresta a recibir sin alterarse apenas, ensimismado, el torbellino imparable de los mil rostros cambiantes que lo van componiendo siempre idéntico. Asumir ese mural de máscaras disponibles que se nos viene encima, para dar nuestra función ante el público del teatro del mundo: ahora la máscara del hermano, casi a la vez la del hijo, después la de la amiga, el celoso, la de la esposa, el parado, la vecina, risueño, furioso,

enfermo,

amante,

suegra,

profesional,

impaciente, desesperado… Eso es ir tejiendo, a trazos, por el sueño, el drama, la tragedia y comedia, de la propia biografía. Así va cargando cada uno su mochila con la obra maestra verdadera, la única obra maestra de toda persona-actor y autor: uno mismo. Ese eres tú. J.L. INFANTE


¡Saltar..., o no saltar, esa es la cuestión! ¿Qué hago yo aquí? ¿Encajo yo en esto? Aquí hay que ser blanco o negro, del Madrid o del Barça, del Sporting o del Oviedo... hay que marcar el mismo paso, seguir al de la derecha, decir lo mismo que el de la izquierda... ¡Todo está bien clasificado y dispuesto! Yo quiero ser yo, no quiero que piensen por mí, ya sé hacerlo. Pero... ¿y si me equivoco? Todo lo que conozco está aquí y los demás siguen ahí quietos. ¿Y si fuera del futbolín no es todo tan bueno? Quizá es más seguro quedarse aquí, estarse quieto, ir al ritmo de mis compañeros, no pensar, no decidir,... ¿Debería ponerme otra vez los tornillos? Yo ya no encajo, ya no me gusta que decidan por mí. ¡No tiene arreglo! Ya no me creo las reglas de este juego, he inventado las mías. ¡Ahora ni fuera ni dentro!. ¡Qué papelón! Ya me lo decían en el futbolín: ¡no pienses, que es peor!

Juana María Arribas Martínez


El suelo del baño es de lo más horrible que he visto en mucho tiempo y en las sujeciones del lavabo empieza a confundirse la mugre con el óxido. Y esos azulejos tienen más años que yo. En el cole, después de hacer Educación Física, nos obligaban a ducharnos. Puedo reproducir con nitidez en mi cabeza más de una imagen de aquellos vestuarios, sentir de nuevo el frío y oler, sin olfato, la mezcla de humedad y tabaco. Había un pequeño agujero en la pared y los chicos nos hacían de rabiar a través de él. Era imposible que viesen nada, pues no estaba a mucha altura y no tenía mucho más diámetro que una de nuestras pupilas. Pero nunca se nos ocurrió taparlo, ¿por qué?; tampoco nos chivamos nunca. Además, estábamos más ocupadas armando un alegre escándalo que preocupadas por que nuestros compañeros fuesen unos mirones. Ellos, tan panchos, porque más allá de su imaginación no habrá tres muchachas sorprendidas, ni siquiera mirando. Por eso, como siempre, miden sus fuerzas convencidos de que, seguramente, es cierto eso de que el tamaño importa.

Lucía Prendes



Cuando llega la inocencia del comienzo porque el reloj del tiempo está corriendo, y el despertar de los sentimientos arcanos desnudan las pulsiones de su dulce letargo… El cambio…la confusión del cambio. El final de una etapa…que algo se acaba. Y me aferro a mi niñez. No lo entiendo y pregunto el por qué: ¿Por qué la seguridad se transforma en duda? ¿Por qué la tranquilidad en turbulencia? ¿Por qué la ilusión en realidad? Y me refugio en mi niñez Allí donde me envuelven las cálidas historias de duendes , príncipes y hadas. Allí donde los recuerdos me arropan con risas y canciones: Una, dole, tele, catole. Cuentos infantiles, pececillos de colores, juegos en el parque, peluches encantados… una , dole , tele ,catole. Y me agarro a mi niñez. .........………… Shhh…) Pero yo te digo niña, que el tiempo no se detiene: el mundo se abrirá ante tus ojos; mirarás hacia el futuro, y avanzarás hacia lo nuevo, explorando sentimientos, sondeando emociones y rebuscando en los rincones hilvanarás mil experiencias con hilos de colores. Y yo te digo niña Que el tiempo no se detiene: Crecerás, y ya verás… amarás y te enamorarás.

Conchita López


A veces creemos que conocemos a las personas porque tienen una apariencia determinada, o porque tienen un comportamiento determinado. O nos formamos una teoría y luego nos fijamos en todo aquello que confirma nuestra teoría previa. Además, tenemos creencias e ideas preconcebidas sobre cómo son unos tipos de personas u otras. Por ejemplo las personas mayores, o la gente joven, o las mujeres o los hombres, o las personas que viven en las ciudades, o las personas que viven en los pueblos, o los que vienen de otros países, o los que tienen otra religión, o los alumnos y alumnas, o los profesores y profesoras,… A esto lo llamamos estereotipos. Y son generalizaciones que simplifican la realidad para hacérnosla más fácil de comprender, pero eso no significa que siempre sean verdad. Estaría bien ir más allá y dejar de lado los estereotipos para poder descubrir lo que cada persona tiene de especial y de particular. Si nos paramos de verdad a VER a la persona que tenemos delante descubriremos un montón de cosas que no encajan con nuestras ideas previas, que no son lo que parecen y que nos descubren de verdad a la PERSONA que tenemos delante.

María Caramés


La naturaleza dio cuernos a los toros, Le dio pezuñas a los caballos; A las liebres, patas veloces; A los leones, fauces amplias; A los peces les dio aletas Y alas a los pájaros. A los hombres dio, en cambio, la sabiduría ¡ a los hombres! ¿ y no a las mujeres? ¿Qué les confirió a ellas? ¡La belleza! ¡ la belleza! En lugar de todas nuestras lanzas, En lugar de todos nuestros escudos, Pues ante la belleza femenina No resisten ni el acero ni el fuego.

A las mujeres. ( Gottfried August Bürger 1747-1794) Noelia Ordíz


MIRADAS Sencillamente, “miradas”, aunque, ¿qué miradas? Cuánta expresividad en dos rostros que transmiten su alma en una mirada bizarra, que comunican. Descubren, manifiestan, dicen, expresan, … tanto. Gestos, pero, ¿qué gestos? Gestos que denotan un semblante genuinamente de Alberto y Javier –Javi-; si bien en el contexto de la imagen, reflejan la dicotomía de dos personalidades jóvenes, con una inmensa carga expresiva. Derrochan sinceridad y ternura, osadía e intrepidez, carácter y nobleza, simpatía y empatía. Dos miradas, dos gestos, dos chicos –estoy convencido- que, por su personalidad pasan desapercibidos; mas, mi osadía me lleva a afirmar que hay que tratarlos, conocerlos y, entonces…? Descubriréis lo que son, lo que hay, lo que veis, sin pliegues ni entresijos, sin doble faz. Sólo basta con mirarles a los ojos. Lo dicen todo, que no es poco. Fijaros en la sonrisa, pícara e inocente, insinuante y límpida, es un gesto; un gesto que emite y transmite la bondad que poseen. Un gesto, quizás, chulesco, por qué no? Pero, sin malicia, una sonrisa que evoca expresividad, nobleza, sencillez, emotividad, comunicación. En definitiva, NATURAL, que tanta falta nos hace.

Raúl Valerdiz González


El gotelé No hace falta ser especialista en bricolaje del hogar para saber que la técnica del gotelé consiste en pintar las paredes con un acabado grumoso, como de relieve, con objeto de ocultar esas imperfecciones que tiene una superficie pensada para ser lisa. No sé si lo inventaron los franceses, pero sí está claro que fueron los más listos y rápidos para ponerle el nombre. No hace falta tampoco ser un especialista en didáctica para saber que es muy difícil hacer de la ESO una pared lisa y firme si tenemos que andar juntando ladrillos adolescentes y efervescentes. Para que no se noten esas imperfecciones hay quien pone en práctica la pedagogía del gotelé; se adornan las paredes con grumos, pequeños relieves dóciles al tacto, protuberancias agradables a la vista, y conseguimos que el defecto constructivo de base pase desapercibido. Tiene algunos inconvenientes, pues si te entretienes mucho tiempo apoyado contra ese tipo de superficie te quedan las marcas. Por eso hay quien opta por el papel pintado, que es más caro pero se pone y (sobre todo) se quita rápidamente en cuanto te cansas de verlo. El gotelé es más difícil de quitar, consume mucho tiempo y mano de obra; hay que tirar de lijadora, y eso levanta mucho polvo, y emplastecer luego para tapar los inevitables desconchones que sufre la pared tras la batalla correctora. Y el colmo es que al final ves que la pared no es perfecta, que se le notan las curvas (las que no lucen), que ni el mejor albañil es capaz de seguir el dictado de su plomada, con lo fácil que parece. A veces pienso que es mejor rendirse; cuando sea mayor tendré una casa con paredes de pladur, esas planchas de yeso laminado tan iguales, tan rectas, tan industriales, tan perfectas… y tan artificiales, tan frías, tan huecas, tan sin vida.

Ángel Valle


¿Era real o motivo de mi imaginación? Llegar los lunes al trabajo, a las 8, casi de noche, es más una pesadilla; me acerqué despacio para ver si era mi sueño el que me jugaba una mala pasada, pero........... no ¡era real!. En el aparcamiento del Director se veía una bici de niño. Pensé si sería una broma del mundo paralelo. En nuestro mundo paralelo, un niño puede tener la sabiduría, el coraje, el mando, y las aptitudes de un director. Y el director, puede ser tirano, dependiente y cariñoso como un niño. ¿Nos habríamos adentrado ya en nuestro mundo paralelo sin darme cuenta? En nuestro mundo paralelo los niños, son los conocedores de toda la sabiduría, que se va olvidando con los años. Son ellos, los que tienen las profesiones más importantes para la sociedad; son los médicos, profesores, pintores, músicos, científicos, inventores, etc. En nuestro mundo paralelo todo camina al revés. Un sonido desgarrador, me despierta de mis pensamientos. Un timbre que me hacía caer de nuevo en el mundo real. Y como por encanto, decenas de cabecitas se asomaban a las ventanas para saludarnos y recordarnos que aún no estábamos en el mundo paralelo. Y yo, subo a mi clase pensando ¿Cuál de ellos viajará al mundo de la sabiduría y vivirá en ese otro mundo paralelo? ¿Cuántos aparcarán su bici en el aparcamiento del director? En el mundo paralelo.................

Teresa Pérez Vigil


LA ALUMNADOLOGÍA (1) La Alúmnada (1) de la que vamos a hablar aquí,

no es sino una sustancia simple que entra en los compuestos. Por simple queremos decir “sin partes”. (10) Es preciso incluso que cada Alúmnada sea diferente de otra cualquiera. Porque no hay nunca en la naturaleza dos seres que sean perfectamente el uno como el otro y en los cuales no sea posible hallar una diferencia interna o fundada en una denominación intrínseca. (11) De lo que acabamos de decir se sigue que los cambios naturales de las Alúmnadas se siguen de un principio interno, puesto que una causa externa no puede influir en su interior. (11)

José Antonio Cabo



Hay ingenio en las fotos y también algo de frivolidad, de provocación, … muy presente en determinadas expresiones artísticas. Despiertan pensamientos, reflexiones y eso es positivo. Lo negativo es no despertar nada. Hay tres fotografías que reflejan entusiasmo. Se las ve contentas, exultantes, … abrazan al peluche con firmeza. Si fuera un chico, les cortarían la respiración. Se las ve radiantes, terriblemente orgullosas y satisfechas. La vida les sonríe y eso se refleja en su rostro, Son chicas felices. Las sonrisas perfectas para un comercial de dentífrico. Es muy difícil contagiar pena, pero más difícil contagiar optimismo. Otras dos fotografías, optan por otro tipo de “muñeco”. Ya son mayores, han dejado atrás la niñez y nos muestran a sus “mascotas”, con las que más les gusta jugar ahora. Bueno, más que mostrar, exhiben a sus chicos. Por sus rostros, se aprecia que están satisfechas. Pero ojo y cuidado que los chicos no son muñecos. No siempre son dulces como los peluches, no siempre sonríen y no siempre tienen ganas de que los abracen. Por un motivo fundamental: también tienen sentimientos. Si en lugar de Villaviciosa, fuera el campus de East High School, serían Zac y Gabriella, los más populares del Instituto. En otro rostro se refleja que no está satisfecha con su situación. Ella quisiera a alguien de carne y hueso y músculo, mucho músculo. Ya no quiere jugar con muñecas. Y se percibe resignación, desencanto y apatía. Si lo que quería reflejar era eso, lo ha conseguido. ¡Excelente!. Hay otro rostro en que con la cabeza ladeada y la forma en que acerca la pata del peluche al rostro me hace pensar que le está mandando un mensaje a alguien que verá la foto.. Hay serenidad, hay calma, dulzura, sentimiento… pareciera que sueña, que piensa en alguien. Hay una gran interacción entre la modelo, el muñeco y el espectador. La instantánea habla con quien la mira. Le dices cosas. Me recuerda a los anuncios de perfumes que publican las revistas. ¡Muy buena! En otras tres fotos no se percibe gran intencionalidad. En una de ellas, hay que buscar el peluche. Ni siquiera se ve de un simple vistazo. Casi escondido entre la melena de la modelo. La verdad es muy poco achuchable. En otra, pareciera como si la chica pasara por allí y se topara con Goofy. Pero podría haber sido cualquier otro. Ella quiere acaparar protagonismo. El muñeco es la excusa. En otra se percibe cierta timidez, como si estuviera conteniendo la sonrisa. El muñeco bien la merece. La que más orgullosa está de su muñeco es –con todos mis respetos- quien más debería esconderlo. ¡Qué mezcla de colores, de texturas! ¡Un león amarillo, rosa, azul y verde! Pero ella le ve precioso y lo expone y lo enseña al mundo como cuando Rafa Nadal muestra su último Roland Garros. Lo eleva entre sus manos como en el inicio del Rey León cuando el mono enseña a la selva que ha nacido Simba. Y, por último, hay otra que es la única que introduce un elemento externo. Tal vez por casualidad, lo cierto es que llama la atención dentro de la composición. Incluso despierta cierta ternura.

Elena Fernández


Juego de espejos La vida es un juego de espejos. Nos

miramos

y

nos

miran:

tenemos diferentes caras. A veces unas se nos muestran y otras veces

las

escondemos.

Sin

embargo, ¿cuál es la real y cuál es “L´Oreal”? Observemos el juego entre estas tres imágenes: ¿son las únicas que se nos podían ofrecer de la protagonista? ¿Son aquellas en las que está más favorecida? ¿Reflejan

fielmente

su

personalidad a lo largo de los días? Ni siquiera frente a un espejo dos imágenes iguales nos resultan idénticas, como no hay dos sinónimos que signifiquen lo mismo. Desde luego todas guardan relación con la realidad, pero hay fotos que nos ofrecen realidades falsas como hay otras verdaderas que percibimos como falsas. ¿Con qué

ojos

receptor,

está

Vd.,

querido

mirando

estas

imágenes? ¿Qué ve en ellas?

Javier Serrano


Querida amiga: Si alguien se burla de una desgracia para contestar utilizando el lenguaje de los signos te ofrezco otras opciones: La higa o corte de manga, también conocido como enseñar el dedo, el dedo medio o el dedo vulgar, es un gesto manual que referencia la expresión "vete al carajo". Se originó como acto apotropaico para rechazar el mal de ojo. Es decir como mecanismo de defensa que la superstición utiliza para alejar el mal o proteger de una acción maligna. Por eso también se denomina higa al amuleto en forma de puño que antiguamente se colgaba a los recién nacidos para protegerlos del mal de ojo. Hay dos tipos de higas, la española y la anglosajona. La española consiste en alargar el brazo cerrando el puño y poniendo el dedo pulgar entre el índice y el corazón, de forma que asome fálicamente; en la anglosajona, por el contrario, se cierra todo el puño y se endereza el dedo corazón en señal de burla o de rechazo. También puedes sustituirlo por el siguiente deseo: ojalá las pulgas de mil camellos egipcios infecten el trasero de quien intente mofarse de ti y que sus brazos sean tan cortos que no pueda rascarse.

Luís Santamaría


Dicen d’ un mocín q’un día tan valiente s’encontraba que’n Tiananmien s’enfrentaba a tou el que gorgutía. ¿Habrá mexor cancios decía que los nuesos del Manín? ¿qué fai na Illesia del pueblu cantando’l Coro LLastrín? Armóse la de Corea ena Junta de Pekín y hasta los dinos del Muja salieron del so casquín. Apartóse xustu a tiempo cuando diben embestir y pa echá-y más sal al cuentu allistóse nel LLastrín.

Manuel Rodríguez de la Huerta


Sí, estamos en tiempo de recortes. Somos conscientes de que debemos reciclar. Y sabemos que la Medicina ha avanzado una barbaridad. Pero… ¿Un pie era la mejor solución? Al menos, ahora no tiene que preocuparse de si mete la pata; aunque debe ser una pesadilla encontrar zapatos. María Valdés


Una pequeña reflexión sobre el tiempo. Estos muchachos de la fotografía están empeñados de que el tiempo pase de prisa (tiran con fuerza de las manecillas del reloj) Con la juventud parece que el tiempo pasa despacio (no es cierto), y según pasa el tiempo todo parece fluir más deprisa. Los cursos académicos vuelan y, de repente, llevas más de veinticinco años de profesión (no es bueno que el tiempo pase rápidamente, parece que se te va de las manos) Hubo un tiempo, al menos en el mundo cristiano, en que el día y las estaciones estaban marcadas por las campanas de las iglesias. El tañir de las campanas marcaban los distintos quehaceres del día, y yo supongo que el discurrir del tiempo era distinto al de hoy. Desde que todos tenemos un artefacto en la muñeca estamos, absolutamente, PRISIONEROS DEL TIEMPO.

Javier Vírseda


Vivo o despierto muerto o dormido queremos verte otra vez mejor antes que después ¡Michael Jackson redivivo!

Apareces y desapareces no sabemos dónde estás tus ojos de plata luna Guadiana en oscuridad esconden bien tu verdad.

En esos días de mayo vestido con nuevo tallo camaleón de piel muda vuelve a esta maldita cuna con nuevo disfraz de mago.

Pues queremos verte otra vez mejor antes que después y ni muerto ni dormido ¡Michael Jackson redivivo!

Marili Lucio-Villegas Uría


Completamente enganchados al ping pong. Flipamos con el ping pong. Ya no solo los chinos son unos maestros del ping pong. Ya no funcionan los timbres, las clases comienzan cuando algún profesor viene a arrancar de nuestras manos la raqueta; ya no se lleva el fútbol, preferimos la intimidad de la mesa rodeada de aficionados, quizás esperando su turno; quién prefiere cortejar en un rincón si puede sentir la adrenalina que genera la velocidad impactada a la bola. Por cierto, ¿y la bola? Victoria Sanmiguel Lastra


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.