PERRO FANTASMA FANZINE
LA CALLE
NÚMERO 1
FANZINE DE LITERATURA Y ARTE VISUAL OAXACA- MÉX
SEPTIEMBRE 2021
"LA CALLE ERA UNA ESTRUCTURA PLANEADA PARA RATAS Y HOMBRES Y TENÍAS QUE VIVVIR Y QUE MORIR EN ELLA" ESCRITOS DE UN VIEJO INDECENTE CHARLES BUKOWSKY
PERRO FANTASMA
FANZINE
E D I T ORIAL Número 1 / La calle.
P E R RO FANTAS M A F A N Z I N E FANZINE TRIMESTRAL
A R T E VISUAL Sebastián ríos-México Sara Fernández-México Monserrath (Monse ó dany) Adán Herrera-México Juan Muciño Díaz-México Fer acosta - Argentina
C R E ACIÓN LIT E R A R I A Karla Hernández Jiménez-México Alejandro Peña Arroyave-Colombia Montserrat Ruiz - México Amelia Apolinario- Cuba Michielle Almaraz- México Zauriel Martinez - México Manuel Ospino - Colombia Kozzobi Sampedro- México Ottoniel Herso - México
GRATUITO ELABORADO EN LA CIUDAD DE OAXACA. AÑO 2 - NÚM 1 - SEPTIEMBRE 2021
DIRECCIÓN Y EDICIÓN : IVÁN RAMÍREZ LÓPEZ EDICIÓN DIGITAL: REBECA TOLEDO AQUINO E IVÁN R.L DISEÑO EDITORIAL: ROCIO TOLEDO AQUINO. EDICIÓN DE IMAGEN Y FOTOGRAFÍA: RACHEL SANCHEZ DISTRIBUCIÓN: JESUS MILLAN Y LUIS CHAVEZ GUERRERO. PORTADA: FER ACOSTA
SUGERENCIAS E INFORMES: coyoteremington133@gmail.com
PERRO FANTASMA |
EDITORIAL En este segundo año pandémico, seguimos tratando de reapropiarnos de una normalidad trastocada. Entre las muchas renuncias a las que nos vimos obligados a ceder, se encuentran los espacios públicos, los centros recreativos y de encuentro. Los puntos de interacción social en las que día con día se articula el tejido y el ritmo de nuestra sociedad permanecen alterados. El largo e insostenible confinamiento se desquebraja con los costos que ello implica en términos de salud física y mental, economía, política y por su puesto cultura. Por ello, para este primer número del fanzine nos abocamos al abordaje de LA CALLE como punto de encuentro y de partida de los individuos con sus comunidades y contextos. Consideramos, tal como lo menciona el filósofo y escritor Miguel de Unamuno La calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos Los textos, imágenes y fotografías que conforman este número dan muestro de las diversas perspectivas desde donde puede mirarse, interpretarse y reapropiarse de los espacios exteriores a partir de una crisis compartida como lo puede ser una pandemia o las peripecias de la vida cotidiana. Iván Ramírez López Editor Perro Fantasma Fanzine
NÚMERO 1
LA CALLE
LA CALLE ADÁN HERRERA
Adán Herrera (1992). León, Guanajuato, México. He publicado en la Revista Enchiridion y en los fanzines Patíbulo y Escrófula.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
EL CONTRATO KOZZOBI SAMPEDRO
Vlas llegó ebrio en la madrugada a su casa. Estaba
—Vlas, por favor cálmate, tomaste mucho. Sólo dime en
emocionado y una voz gutural le cerraba la garganta
dónde dejaste el carro y yo iré por él. Pero calma ¿Tienes
ahogando sus palabras. Las charlas y tragos después del
las llaves?
concierto de cada semana se extendieron y las peroratas de orgullo colmaron el ego del que las escuchara. Las oraciones eran magnéticas y el líquido proponía una mecánica popular que abochornaba el salón. —¡Es muy buena, de verdad que firmamos contrato y ya la hicimos! —¿En dónde dejaste el carro Vlas? —preguntó Lidia con un deje de pena y cansancio —¿Dejaste de nuevo el carro con los instrumentos y el equipo adentro? Vlas ya estoy harta, esos instrumentos nos dan de comer. Si haces eso al menos véndelos y consigue un trabajo decente. —Te recuerdo que tengo uno, vendo carros pinches a gente altiva que me desprecia por el color desteñido de mis camisas y la tinta que busca disimular los años en mis zapatos— Vlas dejó escapar un sonido suplicante y su mirada se perdió. Lidia dejó a un lado de la comida seca sus recibos atrasados. La casa oscurecía y el aire resultaba pesado. Vlas dejó salir unas amargas lágrimas, cayó de un golpe al sillón y con las manos en la cara comenzó a berrear y gritar febrilmente. Las promesas, halagos y palabras al aire escuchadas horas antes en el salón no le permitían pensar.
LA CALLE 2
ADÁN HERRERA
LA CALLE
La voz de Vlas se hundía en balbuceos. Un olor agrio
La criatura regresó a la oscuridad de su cuarto, llenó
hizo retroceder a Lidia y ella comenzó a hurgar en los
una mochila de sus cosas más importantes con las
bolsillos en busca de las llaves. Los manotazos de Vlas
manos temblorosas por los fuertes latidos de su corazón.
entorpecieron la búsqueda, pero se quedó tendido en el
Cerró su mochila y alcanzó a su madre afuera de la casa,
sillón al poco tiempo.
ella esperaba un taxi y sólo veía los guiños de fotones
—Mañana mismo firmamos contrato y todo arreglado-
burlones al final de la calle que chocaban entre ellos. No
repetía Vlas entre balbuceos e infructuosos destellos de
había taxis. Brincó cuando sintió la sudorosa y helada
emoción que resultaban patéticos sumergido en aquella
mano de la criatura.
precariedad hogareña en la que se abultaban recibos
—Vamos mamá, traigo lo importante en la mochila, no
pendientes.
tengas miedo, te acompaño.
El
mínimo
talento
de
Vlas
se
había
extinguido en el alcohol: no practicaba más y se limitaba a canciones repetitivas.
Lidia vio en el brillo de esos pequeños ojos el gesto ínfimo del valor. Retrocedió un paso.
La casa era pequeña. Una puerta se abrió en el pasillo
En su memoria los recuerdos se volvían nítidos y el
de los cuartos y una mirada tímida se asomó desde el
presente le resulto de ensueño. Lidia le respondió que en
corazón de la casa, un rectángulo de luz iluminó la parte
ese caso partirían de inmediato, encontrando en esa
izquierda de la cara de la criatura que enterraba sus uñas
pequeña mirada el revuelo de un futuro en el que se
a la madera de la puerta. Sus manitas sudaban y hacía
acumulaban todos los deseos reprimidos. La mirada de
rechinar sus dientes. Vio a su mamá hurgar con
Lidia se enterneció y comenzó a caminar en busca de un
desesperación los bolsos de su padre, las llaves sonaron y
taxi.
su madre apresuró sus movimientos. Lidia se limpiaba las
Vlas despertó en la mañana con la boca agria y los
lágrimas mientras se dirigía a su cuarto por una
músculos entumidos. Se incorporó
chamarra y su bolso.
para tomar un vaso de agua y vio en la mesa la comida seca y los recibos pendientes.
Kozzobi Sampedro. Estudiante de Letras Hispánicas en la Universidad Autónoma Metropolitana. Es parte del Colectivo Avispero. Publica sus escritos en su blog: https://elfarragodeletras.blogspot.com/
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
OJO PÚBLICO MONSERRATH
Monserrath es una humana que recorre los caminos del collage, con las ideas dispersas, los sentires alborotados y algunos fragmentos de revistas busca construir un espacio para estar, con ella, con otrxs. instagram: @emeonse.collage
LA CALLE
OTRAS NOCHES ALEJANDRO PEÑA ARROYAVE
Flavio Jiménez empacó los libros que cada noche amontonaba junto a los trebejos de otros vendedores en el centro de Medellín. Silbando a Perro alzó el costal sobre su espalda. Palpó las monedas de la única venta de esa noche (Humillados y Ofendidos); una sopa caliente que compartiría con Perro. Caminaron. Flavio miró al cielo para adivinar el clima. Arriba, luminoso, con un ruido como batir de alas primitivas, el último tren de la noche se hundía en la estación. Adormecido, Perro le aguardaba junto a la estatua de siempre.
Alejandro Peña Arroyave. Licenciado en Filosofía y Letras. Actualmente doctorando en Filosofía. Docente e investigador. Tengo diversas publicaciones académicas en Filosofía y literatura así como en poesía y microrrelato.
Imagen: Fer Acosta_Argentina
parte para alcohol y la otra para una
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
SENSORIALIDAD POST-MORTEM OTTONIEL HERSO
Habito en un árbol, no bajo su sombra ni acurrucada en
A pesar de tener esta sensorialidad, que es más fuerte
el recoveco que adorna su base. Permanezco entre sus
y amplia que cuando estaba viva
fibras, mi forma se diluye en su materia y abarca cada
texto que analizas mejor después de haberlo leído—
raíz, cada rama, cada hoja que nace y se marchita. Aquí
tengo mayor afinidad hacia cierto tipo de sucesos, en
puedo ver a mi madre pasar casi a diario, con su andar
especial a aquellos similares al de mi muerte. Las calles,
lento, una mirada que cae al pasado, mientras sus pasos
por donde transitan los vivos, a pesar de estar repletas de
adoloridos, por inercia van hacia el frente. No puedo irme
escaparates luminosos, de fachadas coloridas, a pesar de
de este lugar por un motivo de carácter completamente
ser transitadas por gente que ríe, que mira al doblar las
sentimental. El recordar que mi madre caminaba por
esquinas hacia una infinidad de oportunidades que les
esta calle, frente a este árbol, fue mi último pensamiento
depara el futuro, huelen a sangre, a sal de lágrima.
antes de ser asesinada, y eso me ató aquí. Los domingos sale de casa desde muy temprano, para ir a visitar mi tumba. Hago crujir las ramas de este árbol que ahora también soy yo, para hacerle recordar que aquí fue donde encontraron mi cuerpo, ya sin vida, rígido como el sentimiento que te otorga ser consciente de la muerte. Me gustaría que viniera a este gigante de madera a regalarme las flores que en vida tanto me fascinaban, no al cementerio, porque ese es un lugar edificado para la lo más posible el recuerdo de una persona, mientras que de los muertos se acumula solo la materia putrefacta, carne perene, cuerpos que dejan de ser después de la vida Al morir perdí mi forma, porque morir es disolver las barreras de lo definible. A pesar de estar atada aquí, puedo sentir más de lo que soy. En las iglesias, puedo escuchar el lejano aleteo de los pájaros que duermen en mis ramas por la noche. Puedo incluso sentir el movimiento ondulante de los gusanos que habitan las macetas en el jardín de mi madre, perforando el suelo con sus cuerpos vermiformes.
ARCHIVO -PERRO FANTASMA // Ganarse el pan
conglomeración de los vivos, que quieren mantener tibio
—como si fuese un
LA CALLE
El asfalto, el concreto que edifica las ciudades, está
Huelo el miedo en las mujeres que por la noche
impregnado de vibraciones que solo él y algunos
regresan del trabajo hacia sus casas, mirando de esquina
cobardes
gritos
a esquina el peligroso panorama que son las calles,
desesperados, de quienes piden ayuda, de quienes
repletas de farolas que emiten una luz que no ahuyenta a
lloran en silencio, de quienes viven de manera
los monstruos. Huelo la excitación de aquellos quienes se
disimulada una vida llena de violencia.
esconden entre las sombras y esperan a su próxima
escuchan,
vibraciones
de
víctima. Siento como se esfuma el calor de los cuerpos recién asesinados, y ni así la noche deja de ser fría. Aquí puedo ver a mi madre pasar casi a diario, con su andar lento, una mirada que cae al pasado, mientras sus pasos adoloridos, por inercia van hacia el frente. Se encuentra, uno que otro día con mi asesino, se dicen hola con amabilidad, debido a que entre buenos vecinos no se pueden perder los modales, por supuesto, puede perderse la vida, pero no los modales. Nadie sabe que mi asesino, esta noche, planea saciarse con el cuerpo de una chica de la misma calle, Violeta. Ella llegará cuando el sol se haya apagado, su vida perecerá, como perecen las más bellas flores, y nadie sabrá quién le quitó la vida, quién opacó el brillo en sus ojos, porque quien decide sobre la muerte del otro, desde antes ha decidido su silencio.
Ottoniel Herso del Estado de México. Estudio Biología y me fascinan también la poesía y la literatura de terror.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
FORÁNEO LOCAL JUAN MUCIÑO DÍAZ
LA CALLE
Juan Muciño Díaz 1996, Distrito Federal, México Mi línea de trabajo se basa en la interdisciplina y los procesos. Entiendo sus proyectos como intenciones que requieren medios siempre distintos para llegar a sus últimas consecuencias; a un concepto y materialidad específicos e individuales. Me interesa hablar de la individualidad en colectivo, de sus implicaciones éticas, psicológicas y emocionales; del cotidiano perdido y del gran formato pequeño, de la imagen, su contenido y lo que significa hoy en día.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
EL LLAMADO AL BIEN-ESTAR JANU
Bogotá, capital que ha sido expuesta como la Atenas
Me mantengo de píe unos metros atrás de él, el
de Latinoamérica; la ciudad 2.600 metros más cercana a
nubarrón abraza la montaña y mientras los vientos guían
las estrellas; la nevera llena de oportunidades. Ella,
las tenues gotas; percibo al señor levantarse y sentarse de
esconde en estos anuncios una latente inequidad
forma frenética -un movimiento ya naturalizado- exhala
sistémica, la cual arremete de manera fugaz la
al levantarse y suspira al sentarse. Ambos gestos parten
emocionalidad de sus habitantes, dejándonos detalles
de diferentes emocionalidades, uno guiado por la
de ¿bienestar y conformidad?
expectativa y otro presa de la desesperación. Suspiro
Salí de la casa apurado …tengo un compromiso al otro lado de la capital …mientras revisó el celular- maña antes de partir- notó
Después
de
unos
10
minutos
4
buses
y
que me quedan 50 minutos para llegar con tiempo… el
aproximadamente 8 repeticiones- manotea- pelea con el
del clima menciono una posibilidad de lluvias; pero en
aire y vuelve a su asiento, cuenta las bolsas que quedan,
esta ciudad esa certeza es ambigua.
mira al horizonte con expectativa y de vuelta al cielo tormentoso.
-el bus siempre se demora más con estos climasMi bus no se veía al horizonte, pasaron alrededor de 20
Entre los pasos precipitados y el constante suspiro,
minutos, sigo el mismo recorrido que él y de repente -
observó, que compito con un cúmulo de nubes grises;
impresionado-veo como se aclara el panorama; la lluvia
ambos llegaremos a la montaña, ambos esperamos
parece que cede y me invade una sensación de alivio.
descansar en ella. Sorprendido
Inhalo Estoy a un cruce de calle de resguardarme en el
Diviso la silueta de una sonrisa, notó la excitación del
paradero. A esa distancia miró a un señor sentado en un
hombre -apresurado- corre detrás de un bus, el chofer le
bolardo
abre la puerta y él empieza su monologo. Seguido, en
-es más cómodo esperar en la banca del paradero-
medio de los autos veo como se aproxima el mío.
Lleva una maleta grande -gastada- color verde, una gorra de color amarillo; y una bolsa azul llena de bolsas
-Oportunidad-
negras.
JANU Entiendo la escritura como un proceso donde realzar los detalles de la rutina tiene sentido.
LA CALLE
LA CALLE SARA FERNÁNDEZ
Sara Fernández, activa desde el 2017, comunicóloga y artista de medios varios entre ellos la fotografía documental, de retrato, la ilustración, la redacción de textos creativos, rewievs de eventos de entretenimiento y cultura. Formada en la Universidad Metropolitana de Monterrey.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
CAICEDO Y EL LADO OSCURO DE LA MÚSICA ZAURIEL MARTINEZ HERNANDEZ
Hace unos años estaba leyendo Guerra Mundial Z antes
Al acompañar a Carmen a través de las rumbas, nos
de que se estrenara la película (ey, bien mamador); en
encontramos con alguien que poco a poco va perdiendo
uno de los capítulos, un grupo de soldados se enfrenta en
la esperanza en todo, la familia, el cine, la amistad, ella
el desierto contra oleadas de zombies al más puro estilo
misma, hasta que solo le queda la música: “Yo soy la
Call of Duty, llegado un punto, uno de los militares pone
fragmentación. La música es cada uno de esos pedacitos
en su grabadora la rola de The Trooper – Iron Maiden,
que antes tuve en mí y los fui desprendiendo al azar. Yo
hice lo mismo al leer esa parte y numaaaa, al final del
estoy ante una cosa y pienso en miles. La música es la
capítulo me quedé de “alaburguer”, escuchar lo que los
solución a lo que yo no enfrento”, “Una canción que
personajes de la novela hizo que la lectura de ese
nunca envejece es la decisión universal de que mis
capítulo tuviera otro ritmo, uno más inmersivo.
errores han sido perdonados.”
incluyen
La violencia y el degenere son elementos comunes en
referencias a la música entre sus páginas, pero en ¡Que
esta novela, alguien asesina a sus padres durante las
viva la música!, Andrés Caicedo la convirtió en algo más
primeras páginas, los personajes están constantemente
que un complemento narrativo para que pasase a ser
consumiendo perico entre otras sustancias locochonas y
parte de la columna vertebral de su novela.
en un constante desosiego hedonista.
Muchos
libros,
como
el
mencionado,
***
La narración empieza de la siguiente manera: “Soy
Ayer no alcancé a terminar; aparte de escribir feo
rubia. Rubísima. Soy tan rubia que me dicen: “Mona, no
también toco guitarra feo y canto feo, pa comer y eso, a
es sino que aletee sobre mi cara y verá que me libra de
veces, tocando en la calle uno se junta con otros músicos
esta sombra que me acosa”. No era sombra sino muerte
que se va encontrando por ahí; el punto es que anoche
lo que le cruzaba la cara y me dio miedo perder mi
hubo una tocada y me lancé con un compa, llamémosle
brillo.”,
la
Pepe, fumamos un poco antes de salir, nos echamos una
protagonista, nos narra sus rumbas y andanzas por el Cali
microdosis de ácido, llegamos, tocamos, este wey se
de los 70´s desde el día que decidió faltar a sus reuniones
medio desconectó (orqueó, como dice la chaviza) y
de estudio para irse a fiestear.
empezó a decir lo que al inicio parecían puras
a
partir
de
aquí,
María
del
Carmen,
incoherencias, le dije que se sentara y que si estaba bien, “Simón, wey, nomás que todo el mundo habla con todo el mundo, menos yo, es como si no existiera”, me respondió. Al terminar el evento yo acompañé a una amiga a su casa y de regreso a la mía, me encontré a unos compas con los que a veces tocamos, estaban con
LA CALLE
un viejito, los saludé, uno de ellos moneaba con resistol amarillo y el otro miraba hacia ningún lugar, me
Hay ciudades que sacan lo más loco de la gente, en varios sentidos.
ofrecieron, les dije que ne, que iba de paso y el viejito dijo que él ya se iba también. Unos metros más adelante el don (ni idea de quien era) me contó: “Hace rato pasó tu amigo, el Pepe, traía su guitarra, les ofreció una madre blanca de una bolsita y el de la mona ¡zas!, ¡zas!, que le mete unos madrazos que porque se los iba a llevar la policía si los veían con cristal, el pobrecillo nadamás se echó a correr mientras el otro lo perseguía, como si a ese andar moneándose, pero ya ves cómo se pone la gente que se mete eso, no razona”. Al llegar a mi casa le mandé mensaje a mi compa: “Eh, ¿qué pedo, cómo estás?, me topé con el vato de la trompeta”; “Ah nmms, cáiganle”, fue su respuesta. ¡Que viva la música! se publicó en 1977, hace más de
PERRO FANTASMA // FLASHEADO
cabrón no se lo pudieran llevar de todos modos por
cuarenta años años, y nomás hemos cambiado el perico por el crico y las monas. La calle, la rumba y la noche siguen acompañando a las generaciones jóvenes. La decadencia no se crea ni se destruye, solo se transforma. LHace rato vino Pepe a recoger una ropa que había dejado en mi casa, le pregunté qué pedo, dijo que no había pasado nada, que seguro el viejito se ha de haber confundido. Tiene el ojo derecho hinchado.
Zauriel (2000) Autor de seis libros publicados en México y Argentina. Intento de poetoide maldito y novelista.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
OAXACA// CALLE CON HUMO SEBASTIÁN RÍOS
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
Sebastián Ríos Nacido en el sur de México, sus principales trabajos giran alrededor de la fotografía, el ensayo y el video documental.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
NIGHTMARE CITY KARLA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
Las luces de neón iluminaban tenuemente su cuerpo conforme avanzaba por aquel callejón abandonado y mugriento de camino a casa. Hacía muy poco tiempo que le habían instalado aquellos brazos biónico inteligentes con la esperanza de qué con ello pudiera recuperar la movilidad que había perdido durante las guerras galácticas. Jamás pensó que le ocurriría algo así durante su camino usual. Es cierto que viví en una zona peligrosa, pero aún así las cosas jamás habían estado tan mal. El callejón conducía hasta una avenida principal en donde las luces titilaban hasta perderse de la vista, pero era mejor que muchas de las otras colonias donde ni siquiera había alumbrado público. Mucho después de esa avenida, podían encontrarse enormes muros con graffiti que se habían erigido mucho antes de la época del gran cataclismo, exhibiendo en las paredes blancas las batallas de la humanidad por conquistar nuevos rincones de la galaxia. Quizás N. habría podido ver fácilmente todo eso junto al paisaje nocturno, pero ahora yacía en el piso, con sangre mezclándose en el suelo con el combustible y los brazos arrancados.
We Are Not Alone / Archivo PERRO FANTASMA
A los pocos días, los brazos aparecieron rematados en el mercado negro. Aparentemente, estaba de moda entre las bandas criminales robar la tecnología de los transeúntes para venderla entera como piezas. Nadie podía estar a salvo del reciente fenómeno. Sin duda alguna la vida no era fácil Neo México y mucho menos en Neo Tepito.
Nacida en Veracruz, Ver, México (1991). Licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica. Lectora por pasión y narradora por convicción, ha publicado un par de relatos en páginas nacionales e internacionales y fanzines como Página Salmón, Nosotras las wiccas, Los no letrados, Caracola Magazine, Terasa Magazin, Perro negro de la calle, Necroscriptum, El gato descalzo El camaleón, Poetómanos, Espejo Humeante, pero siempre con el deseo de dar a conocer más de su narrativa. Facebook: https://www.facebook.com/Karla.Hdz.09 Instagram: @KarlaHJ91
LA CALLE
DANZANTE IVÁN RAMÍREZ LÓPEZ
Oaxaca. (1990). Escritor, guionista. Parte de su trabajo esta publicado en revistas como Apócrifa Art Magazine, Saltapatrás, Revista de la UNAM, Universo de letras UNAM, entre otras.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
LAS CALLES MONTSERRAT RUIZ IBARRA
Un perro lleva una bolsa colgando en su hocico se la
pies de infantes que serán la generación de manos
arrebata un taquero que va pasando con cuidado de que
áridas, niños a los que el lobo se los tragó, marchitos ojos
no lo muerda su contenido son muchas bocas.
de los que venden chicles en las esquinas con la cara chamagosa, vendedores de caricia mixtos de colores
Calle: Escenario donde ocurren los milagros hay ojos en
como fruta del mercado, flores abandonadas en la
las banquetas en las esquinas llenas de taxis o prostitutas
basura esperando siempre la espera de quién siempre se
que esperan la esperanza, sus ojos son perros salvajes
espera pero que nunca llega y que en la espera termina,
lejos de cal viva casi siempre a medio morir de amor, de
besos en esquinas que encierran entre piernas un secreto
hambre, de dolor en el águila tricolor. Los perros
a voces, olores en desfile desde sexos dulces hasta el más
románticos que aullan en las azoteas a altas horas de la
caro perfume, la adornan los zapatos desde los más
noche y que a media acera tal como sucede a veces el
sucios, descosidos, vetustos hasta los que cuestan ocho
amor uno se encomienda al acto según su duración el
veces la vida de cualquiera, coloridos de calabaza con
precio casi siempre es el dolor. En ellos el parir a sus
miel, tacos de bistec recién nacido, nieves de garrafa
cachorros que vivirán salvajemente en el enraizado
sabor aguacate, nieves raspadas de cola coca, duros con
cemento tratando como nosotros de sobrevivir a veces
sal, limón, cueritos, cacahuates, pozole con chile verde ,
impulsados por un no sabemos que absurdo, a veces por
barbacoa con olor a cacahuate, rodillas de fieles
el amor, aveces por la simpleza de concretar las cosas,
peregrinos, bicicletas jacaranda que donde pasan tiran
cuando ese Cronos tierra fue vencido por el Zeus del
flores, ratas, señores ratas, burócratas loncheros, albañiles
pavimento su cicatriz de batalla fue dejarle mudo con
color ámbar, políticos zapeadores de la nación, vírgenes
garganta sin voz ni labios, por eso las calles no son
pupilares estrenadas una y mil noches la calle alberga a
escuchadas
la
sus hijos como el Edén al hombre corriendo a su estirpe
constelación de Ganímedes se alinea con la de Sagitario
del paraíso es lo que nos queda a nosotros los nobles,
en polaridades opuestas y una voz prestada por el azar
pobres, ricos y todos enjutos devorados como larvas
habla, las palabras tienen que estar bien pensadas deben
tiradas en las calles exponiendo de nuestras entrañas
de ser gratas al dios lerdo o no las escuchará por el
sueños e ilusiones.
se
dice
que
cada
cierto
tiempo
contrario podría dejarle mudo por mucho más tiempo o podría en venganza lastimar su extenuante piel de tabiques de piedras enjarradas ella tiene amantes los hay de todos desde los que esperan en un café los labios que les guarden el frío hasta los que esperan la muerte sentados en las bancas mirado a las palomas, Montserrat Ruiz Ibarra. Activista social, co-coordinadora del colectivo Crearte, columnista en la Coyotl, conductora en Podcast de cine "Toma dos"
LA CALLE
NEUROSIS / EL ALIEN AMELIA APOLINARIO
NEUROSIS
EL ALIEN
—Un día dijo no poder tragar y su familia, al verla así,
Para mezclarse, el alien imita a un hombre que fuma
tampoco pudo. Contagió de tanto hablarle de lo
en una esquina. Como el original, descansa la suela de
mismo a su psiquiatra, quien se lo transmitió a amigos
un zapato en la pared, silba cuando una muchacha
y pacientes. Se desconoce cómo se expandió esta
bonita pasa y suelta más y más humo. Después de un
neurosis por todo el país, menos aún se explica cómo
rato el alien tose y cae muerto, el fumador sigue su
invadió al resto del mundo, exterminando a la especie
camino.
—después de tres horas impartiendo la conferencia, la profesora de Humanología hace una pausa, abre sus tres ojos y busca apoyo en el escritorio: se le ha
ARCHIVO PERRO FANTASMA // CRUCE
atorado lo que en La Tierra llamaríamos saliva.
Amelia Apolinario (Cuba) Narradora y poeta. Egresada del XX curso del Centro Onelio Jorge Cardoso.
PERRO FANTASMA | NÚMERO 1
ILUSIÓN
MICHIELLE ALMARAZ
Son las doce en punto. El camión está apunto de llegar,
Comienzo
a
imaginar
¿Cómo
sería
si
ya
nos
no puedo evitar sentir vértigo en el estómago. Sé que en
conociéramos? Te hubiera recibido con el cumplido de
cualquier momento, darás vuelta en la esquina, vas a
que te ves muy bien. En respuesta creo que dirías algo
aproximarte a la parada del camión y, si tengo suerte, te
sólo para devolverme el cumplido. Procuraría continuar
formarás junto a mí.
con la conversación preguntando si descansaste bien o si estarás desocupado el fin de semana para ir comer.
Miro con algo de desesperación la avenida, observo a los carros detenerse y seguir su camino, algunas personas
En ese momento me tocas el hombro, regreso a la
ir y venir. De entre todo ello apareces tú. Advierto que
realidad, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Te miro
buscas algo en tu mochila, te detienes un momento y
con algo de temor. Tengo la sensación de que sabes qué
finalmente te acercas a la fila. Mi corazón comienza a
era lo que estaba pensando. Sin embargo, sólo me haces
palpitar al compás de tus pasos, late tan fuerte que
una seña para que avance.
siento el palpitar en mi cabeza. Me siento vulnerable. Agacho la mirada y busco pensar en otra cosa. Sé que si no llega alguien más te formarás justo detrás de mí. El aire comienza a impregnarse de tu perfume y cada vez el aroma es más fuerte. Cierro los ojos. El vértigo invade mi estómago. Me muerdo los labios. La tentación me gana. Miro de reojo. Estás junto a mí, no puedo evitar comenzar a jugar con mis uñas para intentar controlar mis emociones. Alzó la mirada y, con la mayor naturalidad que puedo, volteo a verte. Únicamente pienso en que te ves muy bien, te favorece la camisa negra y el pantalón de mezclilla. Por un momento me contemplas y esbozas una sonrisa, siento como se me sube el color al rostro. Vuelvo mi rostro hacia el frente.
LA CALLE
Abochornada me subo al camión. Me siento en la
Tú atisbas sin ninguna expresión en particular y yo
parte trasera del lado derecho. Recargo mi cabeza en
sonrió tímidamente. Te observo leer y procuro hacer lo
la ventana y cierro los ojos. Siento como alguien se
mismo, pero no puedo, mi mente se revuelve con mil
acomoda junto a mi. Volteó, eres tú. Un sudor frío
escenarios y preguntas imaginarias. Me encantaría
recorre mi piel. Acomodas la mochila en tus piernas y
preguntarte: ¿qué es lo que más te ha gustado del libro?
sacas cuidadosamente un libro, la pasta dice “La
o ¿qué otro autor es de tu agrado? Pero detengo la
mujer rota” Simón de Beauvoir. Me siento sorprendida,
fantasia, miró el borde de tu mano sobre el libro y acepto
abro rápidamente mi bolso y saco mi ejemplar. Me
mi realidad: Me da pavor hablarte. Me vuelvo hacia la
levanto ligeramente del asiento y me acomodo con la
ventana, y comienzo a ver el mundo a través de esa
finalidad de que voltees, y te des cuenta de que
pequeña vitrina. Observo todo minuciosamente, a las
estamos leyendo el mismo libro.
personas caminar con prisa, tratando de ganarle al reloj, otras, más relajadas, al teléfono o platicando. Miro el borde de las hojas de mi libro y finalmente me convenzo de que no puede ocurrir ninguna tragedia sólo por preguntarte tu nombre, es más si tengo suerte puede ser que
me
des
tu
número
telefónico.
Lo
decido
tajantemente, en cuanto lleguemos al paradero te voy a hablar. ARCHIVO PERRO FANTASMA// CALLE DE OAXACA
Ambos descendemos del camión, pero tú te echas a correr, yo trato de alcanzarte, pero la multitud hace que por un momento te pierda de vista. Después de unos minutos te encuentro, estás recargado en los torniquetes del metro. Me arreglo el cabello y comienzo a pensar cómo te abordaré. Discurro hacia ti y cuando estoy más cerca comienzas a aproximarte hacia mi. Abres los brazos como si fueras a abrazarme, yo tal vez por impulso los abro también. En ese momento exclamas con voz aguda: —¡Mi amor, por fin llegas! Miro a mi costado, un joven me rebasa y se aproxima con paso veloz hacia ti. Te veo abrazarlo y besarlo. Cierro los brazos. Siento un impacto profundo. Los múltiples escenarios
que
había
creado
en
mi
mente
se
desmoronan conforme voy caminando. Tu voz delgada y Michielle Almaraz nació en la ciudad de México. Estudió la licenciatura de Creación literaria por parte de la UACM y p. Anteriormente ha publicado cuentos en otras revistas como: Palabrijes, Sibilante, Doble voz y La revista inexistente.
efusiva retumba en mi mente. Todo lo que quiero es que la escena quede sepultada por el mar de gente.