52-CUENTOS

CUENTOS Luz, cámara, acción.

Sobre el escenario muchos actores interpretan diferentes personajes. Un solo protagonista

EL AMOR. Volver a ser niños El anciano preguntó: « ¿Quién se acuerda de haber jugado de niño con Dios?»

Por la cabeza de aquel hombre cruzó la idea en ese momento de que de niño uno no piensa en Dios. De niño Él es la tierra con la que uno se divierte, está en los colores de la naturaleza, es el campo verde, las montañas donde se pierde jugando alegremente.

De niño Él es la arena del mar desde donde creamos nuestro propio universo, dando formas a castillos o bolas de arena, es el mismo mar que canta incansablemente a través de las olas.

De niño Él es la protección de papá y mamá que representan todo su Amor, porque de niño no hay distancia entre Él y yo. Él es todo lo que miro y toco, lo que soy.

Este es el juego permanente en el que se crece soñando hasta quedar dormido y volver a despertar niño.

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Qué grande es Dios que creó este mundo en mí, qué grande, pues, a pesar que olvidé soñando a mis compañeritos de juego (mis hermanos), hoy puedo volver a jugar, a re-encontrarlos en cada mirada que desentrañe la gracia de volver a jugar amando.

Diploma / cia

El joven estudiante buscaba al embajador porque quería saber más sobre el negocio que él representaba. Llegaba cada día con las ansias de aprender más, llegaba inquieto y no paraba de hablar, buscando sorprender a éste con un nuevo conocimiento.

Un día éste le dijo: «El aprendiz es quien siempre busca enseñanza, nunca deja de ser un principiante mientras está en ese curso insaciable de conocimiento; a más cree saber, menos sabe. El discípulo es quien pone en práctica lo que aprende, llegando a trascender la misma enseñanza hasta el nivel de la fe, cuando recibe directamente de la sabiduría.

Esta se parece a una abeja sobre la cabeza, la cual no quieres dejar ir, sabes que está, pero no la puedes ver, por eso tu respirar es suave y tranquilo para que permanezca contigo, percibiendo tan solo la sutileza del cuerpo.

Busca comprender, comprobando lo que la experiencia te enseña en la suave calma que genera el profundizar más y mejor dentro de ti mismo hasta conseguir el diploma que te acredite como un Embajador del Reino, una Presencia Presente. » ¿Quién Soy?

Nos miramos unos a otros. La súbita llamada nos dejó perplejos a cada uno. No había duda que no lo esperábamos. « ¡Que cada uno tome sus propias decisiones!» - fue lo último que se escuchó por el auricular; esto era en referencia clara a que quien lo fuera a visitar, debía hacerlo por sí mismo y no por la influencia de los demás.

Llegamos hasta el hotel y frente a la habitación esperando mientras se abría la puerta, quedé convencido que había ido por mis propios pies. Saludos, abrazos y sonrisas alegres, mientras nos acomodábamos en la pequeña sala de la habitación que muy pronto se convertiría en nuestro universo.

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Escudriñó con su profunda mirada a cada uno en absoluto silencio como desentrañando el motivo oculto y preguntó: « ¿Quién soy yo?»

Sentí que mi atención aterrizaba de un largo viaje por el espacio sideral y tocar tierra era pesado. Escuché varias respuestas, mientras me atrevía a decir lo que tenía que decir, mas, una de estas respuestas despertó mi curiosidad.

«Tú eres yo y yo soy tú» Después de escuchar tan intrépida declaración, me atreví a responder recibiendo a su vez la siguiente aclaración: - «Tú eres mi hermano porque me diste la mano.»

- « ¿Yo? Yo nunca te di la mano, tú me la pediste.» ¡Oh, sí! Existe una gran diferencia que en aquel instante comprendí en aquellas palabras sabias. El que tiene sed, buscará y encontrará el Agua de la Vida.

La Verdad

En cierta ocasión, dos hombres se pusieron de acuerdo para hacer algo juntos. Para que todo estuviera en orden, decidieron llamar a Dios y así hacer un plan en común con Él. Definieron metas, trazaron una ruta y con el ánimo al tope se hicieron al camino.

Desde los primeros días la convivencia comenzó a ser difícil; eran como dos caras de una misma moneda. Cuando uno decía negro, el otro decía blanco y así, en todo, eran completamente opuestos.

El más joven se comenzó a preguntar cómo podría ser posible, habiendo estado de intermediario el mismo Dios, que todo se estará echando a perder. « ¡Cómo! Si Dios me ha dicho que él sería mi maestro. Y no puedo encontrar nada en el que sea acertado para aquello que nos propusimos.»

Con todo esto llegó a feliz término la compañía y regresaron al punto de partida, donde se encontraron con Dios. Los puso frente a frente y preguntó al más joven: 857

« ¿Qué piensas de él?»

A lo que el muchacho respondió, desahogando todo aquello que había sido para él un mal momento. Así comenzó a decir cada cosa que no gustaba de él, a lo que Dios respondía una a una: «A ti qué te importa, a ti qué te importa» Se fueron agotando todas las críticas hacia él y entonces Dios habló: «Debes aprender a cerrar los ojos a lo que no es verdad y buscar esta verdad con valentía en lo más profundo de tu hermano. Lo que no es, lo falso es fácil de ver, pero la verdad está oculta en el interior del alma. Si logras extraerla del corazón del hermano por medio del amor, habrás ganado un amigo para siempre que te acompañará más allá de la ruta que han caminado.»

Nidia

Cuentan que las rosas no son de este mundo, cuentan que fueron traídas de otra esfera para ayudar en la evolución de las almas. En un lugar lejano vi crecer a una, solitaria entre el musgo y las piedras de una tierra árida, la vi solitaria y me dirigí a ella para contemplarla.

Ella me dijo: «He de morir y volver a nacer; seré el aroma en un atardecer que extrae el recuerdo de un nuevo amanecer.»

Me dijo que con los años perdía el encanto de su primera vez cuando atraía la atención de los que pasaban por el lugar. Le dije de su fortuna al posar serena y calma toda la sabiduría de la creación; le dije que no moriría en la memoria de quienes la amaban y ella me explicó que no sería despojada de aquel cuerpo, sería absorbida por la vida.

Fue una larga tarde que pasó en un segundo; el tiempo que dura una vida.

Será difícil de olvidar su frágil, pero a la vez poderosa presencia en aquel lugar, a donde había llegado para encontrarme con ella y conocerla para no olvidar jamás lo que me dijo ese día: «Dios hace al hombre recto, como un rayo de luz que desciende y asciende hasta el Origen. Dios hace al hombre recto para que camine 858

erguido, mirando de frente sin perder de vista el propósito que le guía, sin perder el ritmo del siguiente paso, la decisión consciente de un Orden Superior que armoniza toda la Creación. En esta relación tan íntima con Él, se realiza una verdadera digestión, una entrega donde se es comido y en donde Él se va manifestando; en ese momento se llega a la nada, un vacío, como una puerta abierta que nadie puede cerrar.»

Me dijo A-Dios, prometiéndome que pronto nos encontraríamos en el recuerdo siempre presente de un nuevo amanecer, el despertar en la Luz, y este encuentro será para siempre en la Gloria del Amor.

El Sano Juicio

Aquel buen hombre había perdido el sano juicio, en más de treinta años protestando por la mala situación de todo lo que acontecía en el país. Claro que siempre habían nuevos culpables a quienes hacer responsables; tenía el coraje para enfrentar cualquier peligro, tenía la osadía de proclamar consignas contra sus oponentes en fuertes discursos con elocuencia sagaz, pero había perdido el rumbo, poniendo toda la atención en los efectos.

Ahora sólo veía defectos y se enfrascaba en una lucha que consumía toda su energía, consumía su alma que gemía en la pena de una gran ignorancia.

«Es un alma buena» - dijo el ángel que lo miraba con atención acompañado de otros dos - «es una alma buena que no conoce la causa que genera el mal y todo porque no se conoce a sí mismo.

Debemos hacer algo por él.»

«Pero si no podemos interferir en los asuntos de nuestros custodios. ¿De qué manera podríamos advertir a nuestro amado del peligro, del verdadero peligro que amenaza su mundo?» pregunto su compañero.

El tercer ángel que hasta el momento no pronunciaba palabra alguna se animó a decir - «cambiaremos la letra de uno de sus mensajes, apareceremos en sus sueños, seré su reflejo en el espejo.»

Así estuvieron por un rato tratando de encontrar la manera hasta que se abrió una voz en el cielo y dijo: 859

«Ni un cabello sobre la cabeza de este hombre se moverá sin el amor del Padre que puede tocar su corazón y abrirlo hasta transformar todo lo que no es verdad, ni un solo cabello se perderá en la cuenta final de todas sus faltas cuando este hijo mío recupere el sano juicio.

Así fue como aquellos bien intencionados servidores del Reino comprendieron que debían transmitir tan sólo en los canales internos y que esto debía de tener mucho que ver con otra parte que complementase a este hombre para amar y ser amado.

El amor no interfiere en las decisiones que el individuo debe tomar; el amor realiza su obra como una mano siempre dispuesta que se extiende cuando es solicitada. Está siempre presente, aunque deba pasar mucho tiempo y algunas experiencias antes de ser solicitado, antes de ser declarado por la voluntad del individuo como el único camino.

Familia Universal

El bus estaba ahí parado sin poder avanzar por un inconveniente del camino, que a su vez nos permitía conocernos mejor. Qué curioso... ¿no? Algo tiene ocurrir para que nos miremos unos a otros.

La señora puso su atención en mí, no sé por qué causa y dijo: «Hola. ¿Adónde te diriges?»

«Voy a la ciudad que sigue para encontrarme con un miembro de mi familia» - respondí.

Claro que a donde me dirigía no conocía a nadie que estuviese ligado al pequeño círculo que se le llama familia, pero no era en eso en lo que estaba pensando cuando le respondí. Estaba pensando en la Familia Amor. « ¿Ah, usted tiene familia por allá?»

«Sí» - le dije « ¿Y después a dónde irá?»

«A visitar a otro miembro de mi familia» «Su familia es muy grande» - afirmo con asombro, mientras se recostaba sobre su asiento, descansando su asidua curiosidad.

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La miré pensativa, como reflexionando las pocas, pero extrañas palabras que había escuchado hasta que se animó de un súbito golpe a decir: « ¿Usted pertenece a alguna religión?»

«Pertenezco al mismo Padre, al mismo Amor de todas las criaturas bajo el mismo cielo y aún más allá, en el Infinito.»

Un poco contrariada, mirando con recelo dijo: « ¿Usted me está tomando el pelo?»

«No, yo sólo le he tomado la palabra.»

El Bodegón

Nada resultaba diferente en aquel viejo y desordenado salón al que asistía ceremoniosamente cada fin de semana para cumplir con la responsabilidad del trabajo. Este me deparaba alguna ganancia que más que buena, era necesaria para el sustento de cada día; esto lo convertía en una pesada rutina en la cual no había nada que fuese interesante, a no ser por el misterioso visitante que parecía venir de otro mundo o de otro tiempo, que podría ser el futuro, de mi futuro, si como decía él, comenzaba a preparar el día para convertirme en un hombre, no cualquier hombre si no en un varón de Dios, un Hijo de la Luz. Escuchaba sus pies cansados de caminar, casi arrastrando el peso de un cuerpo gastado por los años y mientras lo miraba acercarse, me preguntaba: « ¿Qué me traerá hoy?»

Conocía el alimento que portaba aquel que sustentaba a mi alma y su anhelo. Así llegaba y comenzaba recogiendo una a una las mismas cosas que en visitas anteriores había puesto en su lugar; lo hacía lentamente, con paciencia, manteniendo un profundo silencio mientras lo hacía. Después buscaba el mismo lugar donde sentarse hasta donde yo lo seguía para escuchar con atención lo que decía: «La armonía es cuando todas las cosas de un conjunto están en orden.

Una pequeña habitación puede ser muy armoniosa, un inmenso palacio 861

puede ser tan poco armónico como para no soportar estar en él y al final en uno u otro está el reflejo de quien mora en él.»

Estiró su mano para tomar un poco de agua y continuó: «Prepara un Templo donde permanezca encendida la Llama; a su debido tiempo llegará la sacerdotisa que oficiará el Divino Ceremonial del Amor.»

Muy pronto mi corazón comenzó a palpitar con cada visita y esperaba con ansiedad verlo aparecer de la nada o del Todo, de donde aparece la verdad que libera. Pero como todo lo bueno se da a probar, poco a poco para que vuelva a buscar, sus visitas comenzaron a mermar y quedé mirando al ser amado que mientras más se alejaba físicamente, más estaba en el corazón porque es de ahí de donde nunca se irá, donde estará para siempre: «Ahora ya sabes, no existe ninguna cualidad más grande que el Amor. Puedes obtener todas, mas si careces de amor aún no estarás listo para el máximo encuentro, la Obra Magna. Desarrolla éste de la naturaleza divida por medio de tu voluntad y prepárate.

Nos volveremos a ver de seguro, seguro y seremos recogidos por abrazo protector del Poderoso Amor. Hasta donde hemos llegado es una estación donde nos encontramos para convertir este pequeño oscuro y desordenado bodegón en un lugar de Dios.»

El Precio Justo

Había escuchado mucho de Él, pero ese día cuando lo conoció no escuchó su nombre.

«Y qué importa» - pensó - «si cuando le traté de explicar que había venido a conocerlo, me dijo que a quien yo buscaba estaba muerto.»

Entonces pensó decirle que lo muertos no hablan, pero Él continuó diciendo - «si me dices qué buscas, tal vez te pueda ayudar.»

Para aquel joven todo aquello era el principio de algo nuevo, el país, las personas que conocía y sobre todo aquella mañana en la que estuvo frente a Él.

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- «En un lugar lejano, vive una princesa que espera a su príncipe azul, pero tú no eres príncipe, ni azul; además, ¿qué le puedes ofrecer?»

- «Tengo un camión y sé de negocios.»

- «Ah sí, bueno te ofrezco un trato. Yo te doy una compañera y tú me das tu camión.»

- «No señor, no conozco a la persona de la que usted habla.»

- «Bueno, yo no conozco tu camión.»

Todo quedó hasta ahí por un momento, mientras Él seguía hablando de un Ser que esperaba a su otra parte, una parte que le complementara en el camino, un camino donde lo que los une es algo en común. De pronto, interrumpió en la sala la voz del joven diciendo: - « ¿Cómo se llama?»

- « ¿Para qué deseas saber?»

- «Para conocerla si voy por allá.»

Reventó en fuertes carcajadas hasta quedar en silencio, mirándolo cuidadosamente. « ¿Conocerla? Pobre iluso que pretende conocer a una mujer. ¿Acaso puedes conocer en una vida la extensas Amazonas, contar las estrellas de una noche de luna, o los misterios de todos los mares? Te daré un secreto por el cual aún no has pagado... no intentes conocer a una mujer, deja que ella te conozca.

Un día conocerás a una muchacha que te dirá ‘quiero ir contigo’ y tú le preguntarás ‘por qué’. Ella te dirá ‘porque sí’. Un día ella te dirá ‘quiero un hijo’ y según lo que tú decidas, le dirás ‘yo soy tu hijo’. Puede ser que ella te diga ‘lo deseo de ti’ y de igual manera, según tu decisión, tú le dirás que siga su camino, pues no es el mismo. La oportunidad es el Hijo Luz, éste nacerá del único Amor, del Amor al Padre, lo que une en común acuerdo a un hombre y una mujer, mas esta es una decisión de libre voluntad de parte de cada uno Ahora tú estás como aquella persona que espera el bus; de pronto se da cuenta que no trae el pasaje, entonces se devuelve a casa para traer el precio justo que vale.»

El precio de lo que anhelamos está muchas veces ligado a un apego material; no es que la riqueza esté mal, si no el amor a ésta, pues encadena el alma.

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Regresar a casa fue lo que finalmente decidió aquel joven y en su regreso se dio cuenta que aquello era nuevo para él, era nuevo en el propósito inspirador del valor justo de todas las cosas.

Fortuna I

Dos amigos que estudiaron juntos, pero que especializaron en diferentes campos, se despidieron tomando diferentes rumbos.

Uno se estableció a la orilla del mar, desde ahí guardó para su propio beneficio lo que sabía, acumulando grandes riquezas materiales, mas con los años sintió el peso de una gran soledad y el temor a perder lo que poseía, lo consumía una gran tristeza.

El otro llevó su enseñanza al campo donde desde un principio intentó transmitir lo que sabía a un lugareño, encontró grandes obstáculos en lo ya establecido, pero fue valiente y siempre supo hacerlo sin amoldarse a lo viejo, pero sin destruir lo existente lo completo, lo esclareció e iluminó. Fue un reformador de viejos conceptos, que elevó a mejores niveles lo conocido por los campesinos. Así no sólo transmitió lo que sabía, también cultivó su propia experiencia en el intercambio.

He de añadir a esta anécdota que lo único que nos pertenece es lo que hemos dado, no importa qué sea, es nuestro tan solo en la medida que sea entregado a otro. Esta es la verdadera fortuna de un hombre, su capacidad de dar algo bueno y útil a los demás y si no es así, de qué sirve.

En este punto, todos tenemos la misma oportunidad en diferentes condiciones, pero en buenas cuentas la misma oportunidad. Unos la aprovechan, otros no y esta elección es lo que hace a un hombre afortunado.

Fortuna II A lo largo de la historia siempre hay hombres y mujeres que toman la decisión de buscar la verdad interior; dedican tiempo e invierten en la experiencia de comprobación de este mundo interior.

Las épocas cambian y se avanza en diferentes campos, mas el verdadero desarrollo está ligado al legado de estos Seres que trasmiten su experiencia. Las épocas cambian y aparecen gran cantidad de maestros o buscadores de conocimiento que se pierden en difusas teorías, pero ahí están los que son de verdad, silentes, libres, transparentes, dispuestos a trasmitir lo que han comprobado a lo largo de la experiencia a todo aquel de buena voluntad que está listo a recibir el pan, el Alimento de la Vida.

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Aquel ocupado empresario había hecho un pequeño espacio en su agenda para tomarse un café con aquel hombre a quien consideraba su amigo.

«Qué difícil lo que usted hace, mantener libre su tiempo de compromisos, libre de un programa establecido por un implacable sistema, qué difícil mantenerse con lo indispensable» - dijo.

A lo que su compañero de mesa respondió: «Es aún más difícil lo que usted hace. Se limita a una lista de citas, la mayoría ligadas a intereses personales, poseer cosas y mantener casi toda la atención en mantenerlos o expandirlos. Yo diría que un propósito en tu experiencia te ayudaría a no confundir el medio con el fin, te haría conocer tu fortuna en el gozo de cada día, aprendiendo a invertir tus ganancias materiales en el desarrollo de tu capacidad interior, llevando así a buen fin cada cosa que realices. Hacer un tiempo es ganar un espacio para tu crecimiento.

Finalmente serás un vencido del amor, la entrega será una realidad y el triunfo del poder transformador estará plasmado en cada partícula de tu Ser.» Así llegó a feliz término aquel día en un encuentro más de un buscador y el Dador de la Verdad y como cada vez que esto ocurre, se produjo un esclarecimiento de algo nuevo, producto de aquel encuentro.

*** Todo mi agradecimiento al Ser de este país en la vibración de cada uno de sus hijos bajo este cielo. Puedo decir con toda seguridad que fui suministrado con lo necesario para lo requerido.

El esclarecimiento de puntos importantes es vital para dar un paso más, siguiendo la Guía sin perder el ritmo.

Aquí dejo plasmado mi testimonio como una muestra clara de la decisión que día a día tomo. Confrontar mis temores, conciliar los conflictos me libera y me eleva a un plano de la conciencia donde la verdad tiene expresión. Ahí me identifico con el deber, un motivo inspirador que purifica la energía.

Sé que hay mucho por hacer, mucho y me preparo a partir de hoy, pues si hago mi parte estaré más y mejor preparado para lo que está por venir.

Gracias hermano por el esfuerzo sostenido en cada decisión, la constancia alcanza su logro en el recto camino, la ejecución del plan, la Gran Obra.

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Soy consciente en alguna medida de la oportunidad que tengo y digo en alguna medida pues nunca es suficiente ni demasiado en la búsqueda de este despertar.

Hoy más que nunca debo llevar nota de lo que pasa por la mente, revisar, indagar sobre los puntos más importantes, desentrañando lo aquí dormido.

Esto me lleva a darme cuenta que no es necesario tomar líneas alternas que no conducen a ningún lado, que sólo son más de lo mismo; tampoco discuto que otros lo hagan, pero si tuviera que dar un consejo, diría que la conexión interna y directa es la máxima aspiración que un Ser pueda tener. Diría que contemplo esta oportunidad como un continuo discernimiento, tomando decisiones concientes del por qué y para qué, decisiones que buscan la guía de un propósito. Diría que en la libre elección de cada uno, está la decisión final, un destino en el Universo, Universo que está en nosotros mismos, regido por Leyes y Principios que manifiestan un Orden Perfecto.

A TODOS Y CADA UNO, GRACIAS.

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