pez con patas # 01 octubre/2015
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El pez salió del mar. Se arrastró por las rocas, una bahía de agua estancada, agua que demora en volver al mar. Protegiéndose de los picotázos de las gaviotas, de las picaduras de las moscas, de las vértebras puntiagudas escondidas entre la arena. Se arrastró por las piedras, las escamas muertas de sus pescados queridos endurecieron sus aletas. Hasta poder apoyarlas. Volvía a pisar tierra firme después de ¿siglos? ¿centauros? ¿billenas? Sintió la arena humeda entre las escamas y supo que había llegado a un nuevo lugar.
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Anzuelo Esto salió de acá. Buscando darle alguna vuelta a nuestros ojos de tal forma que se queden girando, atrapando al brillo antes de una pestaña. Esto salió del vino y todos sus sabores. De la sangre que el anzuelo hizo brotar en la parte interna del labio, del lenguaje que la calle hizo interpretar a nuestro cerebro, antes de hablar, antes de responder. Esto salió para hacer carne del dolor de este lugar. Del nuestro, sea cual sea; barrio, cuadra, vida; lugar y época que corre entre nuestros pies y que apenas, si tenemos suerte, llegamos a percibir, a identificar. ¡De la asfixia! ¡De la desesperación! Salió.
Y son marcas, como pruebas tétricas de una lucha por el aire, que dejan la sangre y las uñas. Rastro de los labios que buscan respirar pegados contra un vidrio. Esto salió de la ferocidad de nuestros peores momentos. De la tierra plagada de cruces que nuestros talones dejan atrás. Esto salió de la oscuridad. Y también de la luz. De los ojos, de los cuerpos, de los brazos. Del latido sostenido adentro del pecho, que el amor defiende por mantener con pulso. Pág. 3
Shanto Acá me ves, tenue pero claro, desconectado de todo y sin embargo con algo para decir. Llevo siglos mano a mano. Una cabeza a la vez propagó mi soliloquio. Lo hago para sobrevivir, fui poderoso dios, Hermes. Soy anécdota, secreto, una momia mística. No me quedan ambiciones de fama. Hoy soberano el tiempo es sólo tiempo perdido. Pero, a pesar del desierto, siguen escribiéndose como conjuros textos tirados al futuro. Troque Pág. 4
disertando en torno al abraZo (por mer¡) 1 ojaZo se dice que el ojazo sucede cuando dos horizontes se cruzan la mirada unx desde una orilla otrx desde otra se llaman sumamente la atención y cual imán óptico se atraen mutuamente las miradas se sostienen a la larga esto hace que los cuerpos se muevan a la búsqueda de esa especie de objetivo el ojazo puede desembocar no excluyentemente en algo que tiene que ver con la palabra no es un palabrazo porque es muy grotesco de manera que lo llamaremos así la palabra y puede ser este motivo o no de alguna otra disertación que ande en la vuelta..
2 cuerpaZo los cuerpos se acercan con la intención de unir los corazones van a buscar el otro ritmo y se toman el tiempo para escucharse la respiración los latidos el fluir de la sangre los ojos se cierran las mentes se apagan las ideas se integran los pies se elevan del piso este paso puede durar minutos.. horas.. he escuchado de casos que días 3 finalmente el abraZo la energía dispersa por todo el cuerpo se concentra en los brazos lentamente los cuerpos se despegan se deslizan recuerdan el origen unitario de todas las cosas brazos codos antebrazos muñecas manos se despiden solo quedan los dedos y en ese instante se abren los ojos se vuelan las mariposas y el horizonte otra vez en la lejanía indica el rumbo Pág. 5
PANSPERMIA (por Troque) Ellos fueron quienes fecundaron con su semilla nuestro océano primordial. Contaban edades celestiales y venían de un mundo líquido e infinitamente avanzado.
Entonces, regresaron. Su viaje por el cosmos profundo y lo relativo del tiempo, les habìa cobrado apenas un fragmento de sus vidas, por asistir a la evolución completa en la tierra.
En nuestro planeta la semilla se encontró con la superficie terrestre, puso un pie sobre ella, y dio el primer paso hacia una realidad plana, territorial y conflictiva.
Finalmente, al comprobar el venenoso mercurio en los peces de hoy, decidieron que su descendencia es inviable y que aún no es tarde para realizar un aborto global.
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4- aletaZo (por mer¡)
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el pez en su guarida lucha por permanecer en lo profundo pues allí se halla a sí mismx mas aunque se haya encontrado nota que no es todo lo que hay lo que está ahí hay un más allá dentro de su _in_ consciencia y también en su constancia de flotar hay un mar de dudas que no se le contestan en estado de nado ni nada entonces suelta sale salta rompe bolsa chorrea chapotea se estremece con el cardumen que asciende lo mira ríe quiere jugar ahí el aletaZo el encuentro la propiedad emergente que lx manda a ese otro nivel a esa otra dimensión el impulso se desgarra desde adentro y cuando quiere acordar la soledad no lx interroga y río arriba va
Movete, si ya estás en el cielo No caigas, no caigas bajo. ¡Movete! hacé chillar a esas uñas contra la humedad de la piedra alta, labio agudo del acantilado. No vayas a caer. ¡No todavía!
Caer bajo (Lù) El instante anterior a verte caí por un acantilado pedregoso, peligroso, pecaminoso. Mis manos y mis pies sintieron el aire frío. Mi cuerpo voló en picada furiosa rumbo al suelo. Gotas de vida destilaron los poros una a una salando la superficie. Lloran los ojos, fijan la atención en otros ojos, brillantes, anhelan lo profundo despiertan, brillantes, todo se enciende. De pronto el choque abrupto se abre la cabeza y se esparcen mis partes por doquier. Si ya estás en el suelo Dejalas a las raíces solo para tus manos cuando se entierren, solo para tus pies cuando se cansen. No vayas, ¡no todavía! a ir a mirarlas crecer. Pág. 9
TELARAÑA Donde vive la poesìa, donde habita... Siempre hay un eco. Fragmentos, en realidad, de un sonido que tarda en formarse; partículas de un latido que se va juntando y configura, con paciencia de araña, la imagen perlada que cuelga sobre un campo confuso. Crece desde el cuenco de nuestros ojos. Vive en las sombras, en la sospecha. Allí palpita. Pulsa. Hay que verla tomar forma. Hay que sentirla extenderse. Siempre se mantiene constante y engorda desde un mismo lugar. Vive en la demora, en los instantes previos, en los hilos del proceso. Dónde vive la poesía, dónde habita, sino en aquello que respira, madura y va tejiendo, con tensión negra, su arremetida hasta mostrarse y quedar colgando, como si nada, delante de nuestros ojos. Telaraña que arranca acà y no sè sabe dònde termina...
COMO UNA EXTRAÑA (POR LÙ) Quiero verme a través de la imagen sin saber más de lo que se ve. Sin huecos. Sin salientes. Sin luces. Sin sombras. Quiero verme a través de la apariencia sin saber más de lo que se ve. Sin luces. Sin sombras. Sin huecos. Sin salientes. Aunque esté ciega aunque no haya nada. Quiero verme sin saber más de lo que se ve. Pág. 10
LATIDO (POR VIKI) Dejarse caer al vacío. Desvanecerse de a moléculas en los brazos de la nada y renacer, en otro espacio, otro tiempo, otro mundo. Hundirse en los en los abismos del universo, involucionar con cada segundo hasta desintegrar la materia y no ser palabra ni pensamiento. Llegar a través del sueño etéreo a las costas del caldo primitivo; donde lo único semejante a nosotros son bacterias, células, que recorren el cultivo original de la tierra. Llegar a donde está el sonido, el verdadero, el del alma enmudecida. Sonido de vida y muerte. Música sin nota, sin estructura, que viene flotando de las orillas desoladas hasta rebotar con lo creado. La frecuencia original. El pulso húmedo y rojo que brota de un universo amarillo. La música del primer latido. Del último.
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La Ranita
-Dale, pelotudo. ¡Agarrala! -Pará, pajero, ¿no ves que no puedo?... se me resbala. -Dale, si ahí la tenés. Pág. 11
Entre cadaveres y sombras Los cadaveres exquisitos se forman desde el azar. Desde el disparador que genera la última palabra de una frase, de un verso. Se puede hacer entre dos, o cuatro o seis personas. Diez, doce, también sirven. Hasta cualquier número impar de gente. Cualquiera, menos el uno. Porque por más que se dispare desde el azar hay veces que, entre las persianas del humo, entre los ojos de la bruma, el anzuelo que se deja flotando por ahí recibe un tirón. Y se sucede una mirada, algo así como un ojazo que se queda quieto, antes de derretir la tinta y mutar un texto.
__________________________________________________________________________ -Ahí la agarré, la agarré, dale, ¡sacale! -No, tengo apagada la cámara. -Nuuu -Ah, pero sos bien tarado. -Qué pasó, le sacaste? Pág. 12
Cadáveres exquisitos. Noche de sábado Uh! La agonía de lo efímero que llega y se retira antes de asimilar el tac pretic cada día es más corto la conversación y pienso en serio en el servicio del vicio loco que me lleva a las alturas y me vuela el coco. Uhhh que bien loco!!! Loco, locomía chequepare cantaba reiterada e inevitablemente los sábados a la noche pasan cosas, caos, cascos, asco, de esto elijo no elegir. Ir viendo que va pasando. Tranqui sin apuro y fluir, necesidad intrínseca de todo líquido que los lleva a recorrer cualquier camino al infierno pensé que sea de esta forma es casualidad. Dos personas de dos mundos diferentes se encuentran y ríen.
Universo infinito del caos A veces parece muy difícil poder alcanzar las estrellas, que cuando tardan en aparecer siento como una cosa extraña dentro del pecho abierto pecho, roto pecho libre a volar, a sentir, a gozar, un poquito todos! Aquí y ahora todos! Qué hermoso saberme poner en mi centro, en mi propia existencia disociada, enredada, perdida y encontrada. Perdida o pérdida de esa que se tiene en vida vivida, sin nada para contar pero muchas veces puede parecer algo extraño y rio me sonrojo y lloro cuando ya no se quiere escribir más fue. Ahora comienza el momento del poder. Ufa! Siempre con tener que seguir adelante. Y aún, bajo la cruda lluvia cielo, estrellas, mundo, universo infinito del caos que viene cuando ya puedo con todo.
__________________________________________________________________________ -Ahora si, ¿la tenés pronta? -Ranita, ranita y zás. Te agarré. ¡La agarré! -Si, vos agarrala que yo le saco. -Acercala, acercala. Clic. Ahí está. -Ranita, ranita, ranita. -¿Le sacaste? ¿y, cómo quedó? -¿Qué te pensás, que va a venir si la llamás?
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-Que bien -Parece que la hubieras agarrado en el aire.
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arco
Blanco Puse mi carne en blanco Ella solo quería dormir. y yo que descansara Que bailara en los temporales del sueño hundida, de a poco en los huecos de mi carne Y puse mis ojos en blanco Ella quería dormir y yo que volara, enlasada por las cables de mis nervios Centro, vueltas negras en las pupilas de los huracanes. Y puse mis corazòn en blanco Quería dormir. y yo que bajara fràgil por los muros de barro y raìces que forman el pozo el cuerpo de mi pecho. Y puso, entonces su sueño en blanco. Nico
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Gris
(Tàrtaro)
negro
(mer¡)
Puedo poner mi cabeza gris en un momento Apagarme un instante O creer que estoy en Marte y saltar como un loco en medio de la calle. Puedo gritar con todo de alegría al saberme vivo. Vivo con todos sus colores y olores Vivo con dolores y pasiones. Puedo poner mi cabeza gris en un momento Y dejar que me gane una tristeza sin sentido O que una carcajada me saque del letargo Pueden pasarme y me pasan por arriba Contradicciones gigantescas Insoportables por momentos, Y divertidas casi siempre Puedo poner mi cabeza gris por un instante. Pero no quiero, La pongo verde, de esperanza, de plantas, De pino, o de pasto no más Roja, si me gusta roja porque es mas zarpada Y me encanta zarparme, Liberarme en cada arranque O azul, como el del cielo y así mezclarlo con el blanco de las nubes y entonces dejarme divagar. Pág. 17
Atrás del Arco
era una fija que se iba a complicar. Y yo que ya andaba pensando en retirarme quería irme a lo grande, llevarme la copa como sea y no queDon Vicente por Viernes Santo darme sólo con aquella que ganamo allá por el 98. Teníamos que ganar esa Nosotros habíamos llegado a la semi semifinal, no quedaba otra. Pero no de pedo. Pasamos por penales contra iba a ser fácil… El Musto, que no era la gran cosa; El partido se picò de arranque por pero los trolos estos venían de guaun par de patadones que estos culos pos, jugaban con zapatitos de colores rotos le habían pegado mal al Pery habían dejado afuera a La Curva, fume, y como Perfumito era un nene que ese año pintaba para campeón. todavía, se las aguantaba todas en el En ese momento tenían tremendo molde. El juez no cobraba una. Todo cuadro y encima habían fichado al el primer tiempo fue así: volaron Picante que andaba como los dioses. suelazos de todos colores, nos pegaPero se vinieron a garcar justo con los ron de lo lindo, ¡no nos salía nada, ni putos estos que ahora se nos venían una jugadita como la gente! agrandados. Así nos fuimos al descanso. El juez de ese día que no me acuerdo Sabía que se nos iban a venir y nos el nombre pero de la cara no me iban a meter abajo del arco de pesaolvido más. No nos cobraba una, lo do... En el entretiempo le quise hablar habían metido a él porque El negro a Tomás como pa calmarlo un poco. Jorge que era de lo mejorcito arbiTomás era el más sacadito siempre, y trando acá, en la liga, hacía la otra estaba jugando de 6 pero el pelotudo, semi de primera hora y a este hijo de completamente en babia, se había ido la madre que tenía un par de conoal alambrado a conversarse con la cidos en el otro cuadro seguro se lo novia que lo había ido a ver. tenían conversado, por eso cuando Arrancó el segundo y tal cual: se nos enteramos que lo dirigía él ya nos vinieron. El juez confirmaba las sabíamos que la mano venía complisospechas, el muy turro nos estaba cada: nos iban a cagar a patadas, y él flechando la cancha de a poquito. iba a estar a todo siga siga. Ellos tenían buenos jugadores, tenían al Bombón de 9 que además de esLa verdad que yo cagado no estaba, tar gigante el sorete, le encantaba el tenía mil campeonatos como éste chamuyo y hacer entrar a los rivales. arriba pero con lo del juez y este Nos estaban haciendo correr y no la cuadrito que venía de pecho inflado, agarrábamos. Empecé a mirar al resto Pág. 18
y las caras de cansancio lo decían todo. Pero no quería pensar en lo peor ni dudar si podíamos aguantar el empate, la cosa estaba cada vez más fea… Nos entraron a agarrar mal parados y en una de esas el 8 de ellos, que era bueno, pero bueno en serio, la agarró de aire, le metió un jopo al Chueco y no tuvo mejor idea que enganchar pa afuera y meterse en terreno de Tomasito. El fáu fue tan obsceno, tan obsceno que no se como el juez no lo rajó. El tiro libre era al borde del área casi al vértice. Me paré en la barrera al lado de Tomas para poder hablarle y mientras rezaba pidiendo el milagro para que no la cuelguen en un ángulo le dije: -Tomasito ¡mírame! ¿me escuchas? Tomasito, ¿podés oírme? No seas pajero! ¡Para qué mierda metés esa patada! Te van a rajar pelotudo, ¡encará! -Pasa que el chupaverga este del Bombón me estuvo comiendo la oreja todo el partido -No entrés pelotudo, sabés como es. -Está bien de vivo el turro, lo voy a fajar… “que tetas que tiene tu novia y no se que”, me encaja... ¡Me tiene podrido! En cualquier momento lo cuelgo del alambrado! -Tranquilo, tranquilo que falta poco. Mientras tanto, cuando yo rezaba y confirmaba lo que decía el Bombon: qué par de tetas, le grité:- Saltá!! Nos pasó casi rozando la cabeza, iba adentro, no lo quería ni ver pero me
dí vuelta casi en el aire y el milagro se dió. Se había ido afuera, a dos centímetros del palo. Cayó justo atrás del arco, donde siempre se paraba Vicente. Un veterano que dos por tres le escapaba a la cantina del Perro y se aparecía por la cancha, pa ver algún partidito de los nuestros… Fue a buscar la pelota y amagando con guardársela nos gritó: -Si van a seguir jugando así, ¿pa qué la quieren? Y nos la tiró… Nos miramos entre nosotros y lo único que se escuchó por unos segundos fueron los piques de esa pelota mientras regresaba. En el mejor momento había aparecido él. Faltaba poco para el final cuando de ese mismo saque de arco le cayó la globa al Chueco que le metió un pase justo, a lo más hondo de la defensa de ellos al Zurdito Maciel que no te miento, parecía tener un ventilador en el orto ese hijo de la madre, y metió un pique que dejó piantado al 4, llegó al fondo y lo vió entrar al Perfume, si, al Perfumito querido, que de un toquecito bajo se la cruzó al golero al segundo palo. ¡Fue un golazo! Estábamos en la final...
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Bajalo a tierra por Gogo El cuerpo sutil de las plantas No importa dónde esté, dónde viva, resida o se aloje, el cuerpo sutil de las plantas existe, aunque lo corten, procesen o transformen, siempre sobrevive. Alterado continuamente como todo lo que permanece. Podemos influir; las condiciones físicas de su residencia, el trato aplicado en los procedimientos, los pensamientos circundantes y otros aspectos secretos, para mí, son forjadores del devenir binario de sus espíritus. La perfección es posible con la presencia amable de los defectos. Es importante que aprendamos a convivir sin controlar obsesivamente. Más imprescindible que nada, la gratitud, si vamos a cultivar confiando en las bondades y sabiduría de los avatares de la naturaleza. ¿Don Vicente? Perdón, mijo ¿Usted es Don Vicente? Si, ¿en qué te puedo ayudar? Vengo de la revista PezconPatas, me dijeron que usted cultiva, ¿puede ser? Si, si, me gustan las plantas, tengo una huertita en el fondo. Ah si, no me diga, ¿y què tiene? Y, de todo. Tomillo, orégano, alguna albahaca, menta, tomate, y varias especies también.
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Ahi va, ¿y podremos hablar un rato, capaz que sacar alguna foto? Sabés qué pasa, botija, que ando medio apurado ahora, y además ya arranca el programa. No me diga, ¿qué programa? Esta trucha es mía. Y te diría que te vengas más tarde, pero me voy pa la cantina, viste, pa lo del Perro, que parece que hay jodita hoy. Uh, que macana. Queda pa otra entonces. Igual, perame un segundo... te puedo dar alguna cosa escrita por mi que tengo, pa no dejarte tirado. Tomà, el cuerpo sutil de las plantas se llama. En una de esas te sirve. Uh, Don Vicente, macanudo, còmo no me va a servir. Chàs gracias. Seguro, mijo, no hay de qué, merecee. Te dejo, que arranca Esta Trucha.
En simultáneo con Canal 415 de Rincón del Bonete, Canal Gama de Los Colones y TV 9 de San Luis Suárez. Damos paso a una nueva edición del programa más visto por los menores infractores y los adultos infelices, por las amas de casa adictas al kiwi floripondiado y por los bravos hombres de la Patria Muerta.
ESTA TRUCHA ES MÍA Bienvenidos, señoras, señores, al programa lider en desinformacion y bajada de linea. ¡Estaaa Truchaaa es Míaaaa! Con ustedes, con ustedas, el prisma negro de la televisión uruguaya, ser capaz de condensar el espectro del miedo, el odio, la hipocresia y el rencor de nuestros panelistas en un único, especito rayo de blanca y pura mala leche: Derrota de las Roooodrigueez. Segui vos, ¡vibora! Aaaamorcitos, amorzuelos, amorcetes, cómo les va, cómo les baila en el día de la fecha de hoy, un poco soleado, un poco nublado, un poco ventoso, también y con altas tormentas que se aproximan por todos los lados de la patria. Hoy tenemos un programa, ah, que es una delicia. Pero empecemos con música, con alegría y milonguita, porque como siempre nos acompaña el Guti, si, el Guti Gutierrez que nos viene a deleitar con alguna de sus hermosas piezas musicales. ¡Vamos contigo, Guti!
¡Rocanrol! Toma mi cuerpo con tus manos, jey, jey, jey como las mías en la guitarra -¡pa vos, Derro! Bueno bueno, gracias Guti, gracias por la música. ¡Algo pasará por mis venas...! Ya está bien, Guti. fuego y amor... quizás sea. ¡Tranquilo, carajo! Guti, ¿qué es lo que has compartido? Casa de huéspedes de Jesús Figueroa, guacha, el de Opus Alfa. Derro, viste que te la dedique pa vos, ahí cuando dije: pa vos, Derro. Si, lo noté, Guti. Pero decime, ¿es necesario que te frotes la entrepierna cada vez que hablas, cada vez que cantas, mi amor? Es que soy una bomba hormonal, Derro, está fuera de mi control. Vení, vení, dale. Mmm... capaz que después. Vení, guacha. ¡Ahora no, alzado! ¡Pito duro! Dejame seguir, bueno... ya está la música, Pág. 21
ahora solo nos falta la alegría. A ver, a ver esos reidores. Jota je, jejé. Jotajó. Ah, bueno... ¿y esto qué es? ¿Patrick? ¡Patrick! ¿Uno solo vino hoy, dónde están los otros? Y quién es éste, ah no, miralo, con la panza al aire. Bajate esa remera, asqueroso. Jotajó jotajó. ¿Y porqué se ríe así? Patrick ¡Patrick! Derro, ya estoy contigo... es el primo hermano del Almirante. Y ya sé lo que me vas a preguntar: quién es el Almirante. Cómo no voy a saber quién es el Almirante, pero mijo, por favor mi Patrick, si nos vemos seguido con él, intercambiamos anécdotes y aindamais. Un orgullo, un placer tenerte acá reidor primo hermano del Almirante. ¿Locutor? Qué querés, turra. Mirá como te miro, locutor, mirá como te miro. Es nuestro primer programa, ¡así que no me vengas con esta mierda! Tenés razón... sesrsassserse Qué, ¿qué murmuras? Nada, nada... sesrsasssereturraesresse. ¿Cómo? Nada, seseassseersviborassffesseeere, ¿qué querés? Quiero saber qué tenemos para hoy en el programa. Y... la verdad que no sé. Cómo que no sabes. ¡Patrick! Dónde está Patrick, se me fue de nuevo. Pág. 22
Acá estoy, acá estoy Derro. Decime. ¿Qué tenemos para hoy, Patrick? No mucho, ahora nomás ya empieza el fútbol. ¿Ah sí? ¿Hay partido hoy? Si. ¿Y quién juega, mi querido Patrick? Si querés ya establecemos contacto... ¡Quién juega, carajo! ...con nuestros compañeros, allí mismo en las inmediaciones de la cancha. ¿Te parece? Como quieras, Patrick, como quieras. No sabés ni quién juega. Vamos contigo... quién seas que estés ahí. Qué tal, què tal, què talll, muy buenas tardes a todos por allí en estudios, cómo andan. Los saluda Rinitis Pérez desde las afueras del field del Libertad Washington, esperando por el match entre El Calamar y El C.N.R. ExMusto. Acá ya podemos ver a algunos parciales acercándose a la cancha. Buenas tardes, muchachos... Ohhhh, te vamo a pescar... Calamar... Calamar... Te vamo a pescar. Ohhh... Rinitis, ¿me escuchas? Si, Derrota, mi amor, decime. Qué se juega: ¿una final? ¿un clásico ¿algún partido definitorio? No, no, ni ahí. Un partido por la segunda fecha de la Liga ColónLezica que se suspendió hace un par de semanas porque no había jueces, taban todos resfrìados.
cualquier otro trolito con plata. Ah, pero miren ese pañuelo, que distintivo, que elegante, que rosado. ¿Qué tela es, Guille? ¿Seda? ¿Cassshemira? ¿Algodón? Alpillera, Derrota, alpillera. Ah, no zi, no zi. Teñida con anhilina y con un proceso muy, muy nuevo que se está usando desde hace poco entre Mooovete! si ya estás en el cielo los sectores más altos de la ganadería mooooovete! si ya estás en el suelo. brasilera, de secado al sol con los Si tu quieres estar así -¡jey!nutrientes que brinda la bosta de nadie te lo puede impedir caballo macho, cojedor cojedor. Ahhh si tu quieres... no zi no zi. Comienzo de espacio publicitaro_________________ Que elegancia. Ya volvemos contigo, Guille. Quiero saber todo sobre ese proceso, eh. Bueno, a quién más tenemos, locu. panadería limpia si las hay. A quién más, Vibora, a quién más sino al jinete del apocalipsis arrablero, al varón traedor de plagas y enferLa inigualable pensión del viaducto con habitaciones de medades venéreas. Al único, al nunca cinco paredes, la mejor familia lituana que puede encontrar visto, al inigualableeee, ¡Aníballll en la cuadra y Mariela, una vecina manca venida desde la propia ciudad de Nuevo Berlín que ni se imagina, usté doña, Troilos! usté doño, el nazismo con el que te lava los pieses. La Potra, Hip y recuerde, no sea cuadrado. Ah no, mirá el pedo que tiene, no ______________________Fin del espacio publicitario puede ni hablar. Hip. Volvemos, volvemos, y sin más demo- ¿Anibal? ¿Anibal? ¡Estás bien? ... ras presentamos al panel. Locutor... ¿Anibal? Serseereatorrantassfsre ...hip. Dale, nene, no me la compliques. Bueno, seguimos, locutor, seguimos. Bueno, hoy estamos con Guillermito Venido desde el mismísimo Parque Del Grossi, domador de caballos Lecoq, el as del London Grill y las ebrios y cebras comatosas. Un vercantinas del mundo, el mejor jugador dadero salvaje de los campos que, como ustedes pueden ver, le da tanta de pool de toda la zona periferia que viene a estrenar su título de chamimportancia a la pinta como La segunda fecha de la liga del barrio. Por un partido de mierda me levantan el programa, yo no lo puedo creer. ¿Algo más, Rinitis? Por ahora eso sería todo, Derrota. Gracias, Rinitis, gracias por nada. Patrick, nos vamos a un corte. ¡Dale vos, Guti!
El Gallego
La Potra
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pionship, nuevito, nuevito. El más poronga, si si si, el Moooono! Uh, uh, a-a-a. Madre mìa. Y para finalizar, al mejor humorista de todos los tiempos difcíles, al nativo de las zonas más profundas del Pantanoso, hijo de la penuria, bastardo de la misma, el pobrecito infeliz con más culos cagados de risa, ¡el Peez coooon Paaatass! Resulta que iba el violador caminando por el bosque... Pará, pará. pará un poquito, Pezcon, no te apures, contame cómo estás, cómo andan tus cosas. Seas mala, Derro, hace dos horas que me tenés acá, !dos horas! Y por un chiste de mierda me traés, por uno solo. Te lo cuento y me voy a la mierda, a joder al otro. Perá, Pezcon, perá un cacho.... No, te lo cuento y arranco. Vamosnó, Mono, me voy pa lo del Perro que parece que hay jodita. Resulta que iba el violador caminando por el bosque... ...perá, perá que vamos a una pausa y volvemos enseguida. ¡Dale, Guti! Bueno, Derro, nos vamos con una de los Días de Blues. Vámonos al campo vamos a crecer juntos los doooos. Pág. 24
Comienzo de espacio publicitario________________
__________________Fin de espacio publicitario. Volvemos, volvemos y nos vamos chiquilín. Hip... Resulta que iba el violador, caminando por el bosque, con un botija chico de la mano. Jotajé jo jó. Todavía no terminé, pelotudo, no te rías. Hip. Gracias Aníbal. Uh, uh, a-a-a. Gracias, Mono. El violador, el botija, el bosque... Nos vemos, Pezcon, metete el chistecito en el orto. Adiós a todos, Patrick, ¡Patrick!, bueno, andate a la mierda Patrick. Se fue, turra, se fue pa lo del Perro que parece que hay jodita. Adiós, locutor, te voy a hacer echar hijo de puta. Sarserresfffees.
Jotajó jo jo. Jè. Adiós primo hermano del Almirante, abrazo fuerte y apretón de nalgas para tu tío. Adiós a todos, chaucito. ¡Rocanrol! Taluego, Guti, se quedan con La Previa. Y como dice la pibada ahora: ¡nos beisbol, meòn! Auspicia:
La Previa Con el equipo de ¡Mandala que es la última! Detrás de cámara-: ¡En cinco al aire! Siempre es lo mismo contigo bo, ¡me tenes podrido! No me sale gil, ya te dije que le estoy
dando con sintética y se me terminó el aguarrás, ¿qué mierda queres que haga? Pero mirá como venís sorete, ¡no te da ni vergüenza! Hace tres meses que mamá te pidió que le pintes esas rejas y vos te pones justo hoy que tenemos partido, la reputísima madre. Pero porque no te vas un poquitito a la recon... ¡Aire! ...cha de tu madre, oh, uh, hi, hola, si si, hooola, muy pero muy buenas tardes. Que alegría reencontrarlos amigos. Soy Rinitis Pérez y les digo, con absoluta certeza, que llegó el día, llegó la hora, llegó el momento, para que después de la suspensión de hace un par de semanas se puedan encontrar al fin, tet a tet, los equipo del C.N.R. ExMusto y el Calamar, y cómo iba a ser sinó con nosotros presentes. Por eso acá estamos, cubriendo cada cosita, cada detalle de lo que va a ser este partido, con toda la info que a vos te gusta, como tiene que ser. Así que hoy nos vinimos a las hermosas instalaciones del Libertad Washington donde el C.N.R. ExMusto hace las veces de local y recibe, ni más ni menos , al último noveno puesto del campeonato pasado, ¡si señor! El Calamar, dando así el cierre a la segunda fecha del campeonato que lleva el nombre de…y me emociona decirlo, el Viejo Sánchez. Un gran tipo, la verdad, que marcó toda una época con su estilo en el periodismo barrial. Más Pág. 25
que un colega se nos fue amigo, amigos. ¡Esto es pa vos, Sánchez! Así que para no flaquear con estas cosas me vine acompañado de otro amigo, mas bien de un hermano. Marcos, quien siempre pone un hombro en estos tiempos difíciles. ¡Oh! ¡qué placer! Hola Marcos te doy la bienvenida, ¿cómo estás? ¡Hola, hola, mi querido! Y cómo voy a estar con todo esto. Con todo lo que genera el fulbito del barrio. La expectativa intacta y mucho más con el marco que tenemos hoy. Qué decir de esta hinchada, por favor. Desde que llegamos se hacen sentir los cánticos desde los módulos al grito de… perá, perá que acerco el micrófono... escuchemos, eschuchemos. Ohhh te vamo a pescar Calamar Calamar Te vamo a pescar… Está precioso el entorno y esta divina la tarde que ya anda pisando casi los ocho grados centígrados, unos ocho grados que invitan, cómo no, a arrimarse vecino, vecina, a la cancha del Libertad. No se me quede…
Aunque te debo decir a ti, querido televidente, que desde mi punto de vista y con el termómetro que llevó acá, atrás de la oreja, habría un setentaytres por ciento de posibilidades de que el partido termine siendo una verdadera bosta, dado que ambos equipos se armaron hace muy poco y ésto, como bien dicen, es una moneda al aire… Más que una moneda, una chapita, o un corcho, porque el level de alcohol que se hincha en los cuerpitos que van a entrar a la cancha, está fuera de control. ¿Pero quién sabe como caerá? ¡Nadie, carajo! y por eso es que estamos aquí , para que te quedes tranqui, tomando ese whisquicito que tanto te gusta mientras la patrona se manda un tuquito y esperamos todos porque llegue la noche pa ir a lo del Perro, que parece que hoy hay jodita. Asi que mejor a quedarse en casa mirando la previa y enterándote de todos esos detallecitos que no le importan a nadie pero que vos, solo vos los sabes.
Coincido plenamente , y no quiero que se me mal interprete esto que voy a decir, pero ya sabemos todos que los arranques de campeonato, juegue quien los juegue, nadie quiere empezar perdiendo. Así que en estos casos estamos acostumbrados a ver partiQue bueno esto que contás Marquitos, dos que… qué querés que te diga, son que bueno. Me alegra la panza que una bosta, bosta de caballo hembra. la gente esté volviendo al fútbol del ¡Partidos de mierda, carajo! barrio, me alegra mucho de verdad. Pág. 26
Tal cual. Dios quiera que hoy podamos torcer la estadística y ambos equipos tengan una tarde brillante. Que se caguen a goles mejor dicho, porqué no. Nosotros igual estaremos aquí con nuestros ojazos de bicho a la espera de los abrazos que los cuerpazos que entren a la cancha, desaten en los costados de la cancha y también en los módulos del C.N.R. Hacemos una pequeñísima pausa y ya venimos con más previa de este partido fiero, fiero, que quedò postergado en el torneo más famoso de nuestro querido barrio. Nos vamos escuchando los cánticos que llegan desde el otro lado de la calle: Yyyy... te vamo a soazar con arroz... con arroz... y un poco de sal... Locutor comercial
Te estás por ir a la cancha y tu jermu te dice: Grodi Gordi! Me parece que se tapó la grasera... No pasa nada, para eso estamos nosotros! Cítrica, la barométrica que no se lava las manos! Tel: 099 66 35 14** / ** Si es usted ya un viejo choto y no puede ni bajarse a abrir el portón, haga como él! PeTeA la marca del Toto** / ** Vino Ariel, vino Germán y vino Sultán! El vasito de cada noche que le hace bien a tu cuore que sea Sultán! Ahora también en cajita de 330ml **
Fin locutor comercial
¡Aire! Regresamos. ¡Y atención! Atención
mis amigos porque hablando en la pausa, fuera de micrófonos, paramos la oreja y nos enteramos de un rumor que está circulando por todos lados y que afirma, que en la noche de ayer fueron vistos varios jugadores del Centro Nacional de Rehabilitación ExMusto, en el conocido boliche Lo de Perrone, lo del Perro querido, y qué decir, qué decir de este tipo de conducta, de este tipo de actividad. Sabiendo que hoy hay jodita, todos los muchachos se fueron pa ahí, empezaron a acomodar las mesas, las sillas, incluso se dice que trapearon el piso y tiraron las cadenas de los toilets. Qué decir... más que gracias, muchachos, gracias por su bonhomía de hombre. ¿No es así Marcos? Si, como vos decís, enormes gracias y nos vemos, nos vemos todos esta noche ahí en lo del Perro. Les cuento que el árbitro del partido será Carlos Caracubiertat. Las alineaciones aparentemente están confirmadas pero con toda esa pavadita de la estrategia, ninguno de los DT la quiso tirar así que nos cagaron la mitad del programa, y recién nos enteraremos cuando los equipos ingresen a la cancha. Ya sale el juez, mis amigos, a la cancha. Llegó el momento. Nosotros nos despedimos de esta hermosa previa para dar paso a nuestro no muy querido pero único relator del dìa. ¿Quièn? ni idea, todavìa no llegò. ¡Buenas tardes! Pág. 27
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ZAS Cuántos recuerdos tardará tu muerte en llegar Cuántas franjas de niebla deberá cruzar con su metal hasta alcanzarte... Al fin dicen que uno muere cuando muere en el recuerdo de los otros ...zas... ¡Cuánto más va a demorar en llegar entonces! la muerte con su metal si el mío ya le abrió la garganta a todos. Pág. 30
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MURDERABILIA Mercado de artículos de crímenes. Una nueva tendencia en coleccionables. Hace poco se vendió por unos u$s 250.000 el canguro y los lentes de El Unabomber, un tipo que ponía bombas en universidades. Y, aunque en algún punto puedo llegar a simpatizar con la causa de un loco que intentó salvarnos del avance tecnológico, me cuesta un poco más poder valorizar la matanza, y atesorar la desgracia ajena, mediante especulaciones económicas _______________________________________________________________________________________ (Acá va una visión alternativa de esta galería del morbo. Con un poco de humor negro, y otro poco no.)
Cuchillería tramontina. Para esta ocasión, el instrumental preferido en crímenes pasionales y de violencia doméstica. Destaca su hoja serrada en material flexible, lo que brinda la posibilidad de quiebre en la herida, resultando fragmentos y recuerdos punzantes
Escalera. Usada en fatal accidente laboral. En el primer caso plausible de configurar responsabilidad penal por parte del empleador, madiante la ley vigente desde el 2013. Realmente histórico, un nuevo tipo de asesinato quedó instaurado con esta escalera, pieza que cuenta, además, con la Intendencia de Montevideo como principal cómplice.
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Navaja suiza. Utilizada por Richard Dean Anderson para cortarse sus características chapas ochenteras, con la cual mató a la leyenda de Mc Gyver. Se dice que este artículo en particular guarda parte del alma del personaje, lo que permite un corte limpio del cabello, a la vez que provee la habilidad pertinente para fabricar una bomba con dos pilas, un sobre de manila y un boom de lubricante en gel.
Clavos de vía. ¿Y cuánto por un artículo del programa Desafío al Corazón? Cuánto por la pieza de un asesinato que dejó ocho mártires de la solidaridad abajo de un tren, a unos cuantos mutilados más, y a una impunidad absoluta sobre la conciencia de los responsables. El crimen perfecto ¿no? ¿Cuánto, entonces, por una pieza así?
Postal Navideña. ¿Y qué tal un recuerdo de navidad? Cuánto por un suvenir de la noche en que El Sapo y El Cosita le cortaron la cabeza a El Caramelero, en una celda del Penal de Libertad, antes de tirársela a los guardias ¿Cuánto por esta postal sangrienta de justicia infernal, escrita a mano?
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MATANDO SOLES Me levanto de la cama después de una noche dolorosa. Me levanto solitaria, sensación que acompañó a las largas horas de cansancio saciado, entre persianas grises, por donde muere el sol. ¡Sin nadie, contigo! Lloro, imploro que se vaya, quiero desaparecer, irme, de tu regazo enfermo. Lucho contra él en la cama. Mi cabeza empieza a sufrir dolores fuertes, mis dientes se empiezan a mover. Y decido abrazarte, decido matar el sol de afuera y al de adentro, que a veces aparece. Me dejo morir otro día. Me levanto de noche, cansada de ver pasar las horas. Los días. Los soles. Y veo de nuevo como me ha ganado la batalla. Como me convence de quedarme contigo. Otra vez.
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(por Viki)
La vida se va en horas inmóviles y nada, ya, la va a recuperar. El sol se va entre persianas inmóviles y nada, ya, lo va a hacer volver. Pero no, lo que no se va es el cansancio que me sigue que me empuja. Ya nada puede remediarse. Ya nada se va a recuperar. ¿Será que nunca voy a poder escapar de esta celda? ¿Será que voy a estar toda la vida atada a este sentimiento?... Pobre de mí -me digo-, si llega a ser así; porque sería no haber aprendido nada, sería que ya nada tiene sentido Sería que solamente, voy por ahí, matando soles… ____________________
1´s
(por Ari)
En el segundo que se desató la catástrofe ella quedó paralizada. Cualquier intento de raciocinio era inútil ningún movimiento cambiaría su estar,
quedó allí, inmóvil, detenida, suspendida en ese momento. Rondaba la quietud mientras en su interior la catástrofe arrasaba. _____________________________
NOCHE DE CRISTAL (por Tàrtaro) Como un gato enamorado, escondo mis ojos que acarician de antemano, con embriagado deleite, un eléctrico paisaje. Flota en el aire el sabor a peligro, en un fantástico crepúsculo de sangre, por Munch alucinado, y Pollock pintando.
Trae el viento una emoción animal, tarareando en blanco humo ancestral, melodías de juglares, sonando en arrabales. Se calma el puño a ritmo de suspiros, que vuelan ansiosos hacia el precioso bosque de rubíes rojos, largamente anhelados. Un manantial en llamas brota de la luna, y locos murmullos de misterios no faltan, al recordar lo soñado, en esta noche de cristal.
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PUTO EL QUE LEE I Por Betty Boom
¿Cuán puto estás dispuesto a ser? Una posibilidad en mil. Ser lo que quieras ser a disposición de tu propia decisión. Pero no, dejas de lado lo que puedas ser, por respeto a lo que está instituido, y te enmarcas en un rol, macho machote machirrin. Y no te percatas de cuánto reprimís tu hermoso esfínter anal, él, que te dá el goce primario de soltar toda la mierda que tu cuerpo ya no quiere aguantar. “Todos los hombres tienen un falo que les asegura un papel social; cada hombre tiene un ano, que solo le pertenece a sí mismo, en lo más hondo y en lo más escondido de su persona”.1 El falo, el centro de la sexualidad hetero-capitalista-patriarcal; ¿que contás de tus experiencias en la cama? Tal vez te parezca de lo más normal que el goce más pleno universal es la eyaculación de ese pene, y bueno, si la mujer queda frígida ahí, toda trancada, que finja gritando su placer inventado. El culo es territorio de los principales videos porno heterosexuales, y es la primera definición de hacerte puto. ¿Te paraste a pensar quién resolvió esta ecuación? Y te cuestiono, qué hace que ser macho sea sinónimo de poder, la posibilidad de penetrar? No son acaso también penetrables esos culos? 1 Guy Hocquenghem “El deseo Homosexual” Librairie Artheme Fayard, 2000
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Ningún sol por Nico
Siempre me vi soñando con miedo, abajo del sol.
Las uñas se hunden en el barro. Rascan las piedras del fondo del charquito. Siempre hubieron en mis manos pensamientos feos. Arrebatos que no podía evitar ni ver venir, que de repente me cruzaban, me mostraban, a mi, metido en el medio de escenas avergonzantes, culpables. Siempre me soñé a mismo con ganas de no ser, de no estar. Y siempre me soñé, víctima, de un pleno sol. Hay mediodías de verano lejanos que se quedaron colgados a la memoria, con palillos tristes, estancados en el aire como el polvo en el calor de aquellas tardes.
Los dedos mueven el agua marrón, se mueve la silueta negra que se recorta, reflejo del charco, adelante de los flashes de los rayos, rota sobre el asfalto gris. Hoy me pierdo la mitad de las mañanas. Y las que no, en las que estoy, me retuerzo como un rosario, me arrastro y pido la llegada de las nubes. Se agota el calor debajo de la tormenta. Piedritas, barro, tantean mis dedos hasta al fin encontrar el par de ojos caído. Los saco del charco, en tinieblas. Los limpio con saliva y me los vuelvo a poner. La claridad se platea. La tarde se vuelve verde, húmeda, bajo la tormenta. Terrible, hermosa.
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PUTO EL QUE LEE II Por Culo Roto
“Y te cuestiono, qué hace que ser macho sea sinónimo de poder, ¿la posibilidad de penetrar? ¿No son acaso también penetrables esos culos? “ 1 Me acordé de alguien cuando leí esto. De una mina que conocí hace algunos años. Una negra bembona que me chupó el corazón. Y demoró en soltarlo. Pero estaba un poco obsesionada, con mi culo estaba obsesionada. Yo, al arranque, me mostré un poco retisente, ¿no cierto?, pero con el tiempo y gracias a su experiencia y sus deliciosas habilidades, terminé por agarrarle el gustito. Digamoslé que fue la primera en llenarme el agujero, en meterme algo por el orto. Y la hija de puta me hacía temblar cuando quería. Me pegaba las paredes del estómago a los huesos, me sacaba el aire... El tema, es que creo que ella nunca lo llegó a disfrutar. No del todo, no como yo lo hacía. Para ella, mi culo, era una cuestión política. Si no solo fue eso lo que me llenó, también la cabeza, con sus palabras. Y para ella, meterme cosas por ahí era su forma de militar. Ella quería atrapar cuantos culos pudiera, y ensartarlos a todos. 1- Betty Boom “Puto el que lee I, ¿Cuán puto estás dispuesto a ser?” PezconPatas, 2015
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Oración a la Santa Madre Desvirgada por Letit
El valor de la vida empieza dentro de mi la pelota crece, engendra seres, sociedad hipócrita, inmunda... paf! me cierra los ojos... ah bueno, estás re puta, me dice tu cuerpo no es tuyo, no lo mires, no lo sientas, no lo vivas tu cuerpo es de otros, escondelo, tapalo, a ver? dejámelo ver! paja, paja, paja leche que salta en las caras caras azules, ahogadas no! vos no, nena, vos no podés guardá ese peluche mojado, acá, sábanas acartonadas son ley el valor de la vida termina en tus manos absurdas, morbosas, que revientan la cabeza contra la pared! y cerrás la puerta y la llave sangra. Desgraciadas, si! todas ustedes, desgraciadas! quedensé ahí sentadas, esperando su salvación bendita tu eres entre todas las mujeres, penetrada por la pija del padre, del hijo y del espíritu santo Amén Pág. 40
OMBLIGO Estas páginas son solo la mitad. La nueva comunicación nos hizo parte a todos. Es tan fácil decir algo, tan simple, que ni se precisa tener las ganas, los deseos de hacerlo. Si existe la necesidad de comunicar, de sacar pa afuera, termina por pasar desapercibida, hasta desubicada, entre toda la oferta chillona y barata del almacén virtual. Todo está a la mano. Al alcance de la panza. Y es en el porno, en la intimidad de mi ombligo puesta al descubierto, donde está mi respuesta. Consciente. Si la línea entre lo privado y lo público se ha ido borroneando, entre fotitos deformes, ropas pal crimen, es porque se quedó enterrada bajo todo el humo de los cuetes artificiales, las palabras vacías, los discursos por nada. Te doy setescientos millones de comentarios. Gratis. No nos tomamos un segundo, y es que no lo precisamos. A no ser que busquemos decorar la mentira que nos ponemos encima, esa que siempre nos revienta el elástico en la nuca. Ahí si, nos maquillamos, nos ponemos en pose; y si se nos dá por ser tan viles como podemos, vamos a mirarnos al espejo tantas veces como se precise hasta llegar a ver lo que nos gusta. Me cansé de mi historia, me cansé de la mentira. Y sobre todo de mi careta rea. Esto es lo que hay. Esto es lo que es. Y no las ilusiones infantiles, no las deformidades sucias del fondo de olla.
PORNO
por Nico Esto. Simple y directo, sin vueltas. Puesto de manifiesto através de una palabra visceral, desnuda y honesta y obscena, tanto como precise serlo; propia y profunda, la palabra de un nuevo porno. Ahí es donde está mi mensaje. Te pego un grito, que busca en el cielo el satélite que lo rebote y lo mande de vuelta, con ansias de espina, con ganas de clavarse en las carnes flacas. Atrás de un vínculo distinto entre unos y otros, crudo y honesto, ajeno a la triste comodidad de abrir una computadora para ponerse en acción. Atrás de un compromiso sanguíneo, bastardo de la facilidad actual de conectarse e hijo de nosotros. En busca de aquello que vuelva a unirnos, lejos de enlaces fragiles y cerca, atado con fuerza, a los nudos del alma. A la espera del soplo que las mueva, del grito que las mueva. Quedan estas páginas que son solo la mitad.
El mejor lugar para el porno es después de los gusanos, sin duda. Si ya llegaste a pasarle por quinta vez la lengua a la bolsa, si ya le hundiste el dedo al nylon hasta romperlo, es que las opciones se te reducen. Ya vienen siendo muy pocas. Si ya miraste el teléfono con un ojo, si junaste para afuera con el otro, viste como se moría por todos lados la noche. Ahí entra el porno. Cuando los instantes se entran a trancar, y tardan en trabarse lo que un clac con un clic, y hay un tic, que suspende el zumbido de un segundo, y hay un tac, seco que se cierra y vuelve a estirarse. Clic. Clic. Clac. Bastón blanco rebotando en los cordones... ¿cómo la ves? viejo ciego de mis árboles Si ya te remangaste hasta la frente, hasta el cuero cabelludo con todos los piojos. Si te mandaste hasta el último mosquito y te lo mandaste por si las dudas, en una de esas, se había ido a parar arriba de la merca y todavía le quedaba algo, algún restito, pegado entre las patas. Es porque te van quedando pocas opciones. Y se reducen. Ahí entra el porno. Cuando las moscas se frotan las manos sobre el recuerdo crujiente de una langosta. Bichos de mierda, estos, bo. ¡Ustedes!¿ De dónde salen? Pág. 41
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DISTOPÍA
por Troque
Cruzo el puente, y al tiempo de un paso abandono la carpeta asfáltica y piso adoquines. Más allá, al final de la subida aunque invisible, está la cárcel. Y en el medio un camino penoso que esconde un horizonte desesperante. En cuanto piso los adoquines entro en la boca de lobo. La luz parece haber abandonado este lugar igual que abandonan los ojos de dios. Voy todo vestido de negro y me envuelvo, cada vez más, de oscuridad fría y solitaria. Cuando entro en la boca de lobo me traga por completo la niebla. La que se hace más espesa, fría, ahí en el bajo. Apenas puedo ver las cosas; y es la imaginación la que llena el resto. Así es que las ramas se vuelven brazos, cuerpos los escombros, y las ratas los animan. Me traga la niebla y yo trago humo. Siento el sabor de la basura que se quema, son cientos, miles de montículos. El olor de los bichos muertos se apila, uno sobre otro, de forma angustiante. Algo en mi intuición se astilla de desolación mientras avanzo hacia mi destino. Me envolvió el humo de ayer, el humo de un porro. Todavía brillaba en mi mente aquel oscuro paisaje, y me hacía bruxar al instante la lección de la nuca: nunca vayas a cruzar el puente proverbial hacia Distopía.
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CAGANDO LECHES por Nico Cachetada latente de hospital… El cordón arrancado a la fuerza… En fin: el fin de la historia del semen que no se acartonó entre sábanas sucias. La pija de una sola piel con la cabeza en un agujero, que aquella vez como siempre se olvidó de todo, y vio llegar a un pendejo como una mala noticia. La ruleta de miserias se echó a rodar. Las piernas abiertas lo escupieron dejàndolo heredero de una mala fortuna. ¡Temblores!¡Augurios! Como mierda de pájaros negros. Su cambio de forma, su madurez se cubrió temblando con la frazada de la cunita. Allí, cuna quieta, cuna fría, donde el payaso cruel le fue a dejar su regalo, crudo y sin envoltorio, con cada fiesta. Allí, donde el llanto se fue apagando de a poco, masticado entre dientes, tragado un poco más con cada pausa cortada, cada jadeo, hasta bajar del todo por la garganta del silencio. Allí, donde el tiempo lo cruzó por primera vez y pareció quedarse quieto, no avanzar más. Lento, metiéndose, enterrándose, lento, al compás del tono de la voz con aliento a cuco, que se arrastraba por atrás de sus orejas. Y la noche, y los días, llegaron sin dejar atrás al anterior. En las tardes, dos por tres, si le daba por la siesta, o si justo iba por ahí cuando todos desfilaban en la hora de la escuela, se le daba a él también por hacerse una merienda, y a escondidas se metía y manoteaba en los cajones apilados del puesto, en las horas en que ya cerró. Y los días. Y la noche que fue una sola. ¡A la sombra fue a cagar sus leches y sus manzanas timadas al sol! Hoy tiembla la bombita que cuelga del techo. Se mueve, se sacude la bombita en el techo y en los ojos, que son charcos de miedo, que no se mueven y la miran. Allí tiembla también la luz, se apaga, se prende y no deja, nunca, de mostrar la película del pasado que corre entre los temblores de su mundo. Revienta las chapas la tormenta. Retumba en todos lados el ruido. Pero no entra. El oxígeno del cuarto se hincha, la presión de las moléculas empuja el límite; pero el ruido no pasa, no entra. Más acá del techo el peso del aire, el cuerpo condensado del aire... Nada entra, nada sale, nada lo puede abrir. Afuera el ruido de la tormenta choca contra una tensión dura y concentrada formada en el silencio, vuelta impenetrable, que nace y se cierra como un núcleo mudo, desde y hasta el fondo de su garganta. Y todo sigue, casi sin avanzar. Lento. A la espera de la aguja que marque la hora exacta, en el reloj de su aborto. Pág. 44
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Vaca_______________ Debí haber sospechado al ver esa vaca comiendo una baldosa, en la esquina de casa, que ese viernes no iba a ser como todos. Por supuesto que ya no lo era, uno no ve una vaca todos los días en Montevideo y menos dale que dale, con esa cara de boluda, masticando y masticando rompiéndose los dientes. Ya hacia como tres semanas que los viernes tenía que entrar antes al laburo. Las siete de la mañana no parecería mucho drama, pero viviendo en Lezica y tener que tomar el ciento setenta y cuatro, significa levantarse a las cinco de la matina, que para un noctambulo empedernido como yo, es demasiado. Igual a pura voluntad la venía llevando bien, lo que pasa es que hay cosas que superan todo. Uno puede aguantar que te paguen dos mangos, levantarse temprano, que al jefe le hayan hecho una lobotomía de gurí, todo macanudo, pero hay cosas que no. La saque baratisima porque solo me echaron y era para terminar en cana. En cuanto llegué me estaba esperando lobotomy boy, para decirme que se habían enfermando dos compañeros y que yo tenía que descargar los camiones solo, como fuera para ese día, sí o sí. Ni me toqué, hay veces que se complica y si se tiene que agachar el lomo, se agacha y listo. Pensé “ bueno se complicò la cosa, el laburo tiene que salir, toy más solo que el uno, no pasa nada, vamo y vamo”. Claro, a las dos de la tarde, todavía meta y ponga y sin haber comido, había descargado recién dos de los tres camiones. Venía dura la mano. El tema es que entré a junar que había un clima de fiesta, me di cuenta, un poco tarde, la verdad es que soy bastante lento para algunas cosas, porque a las doce y media mas o menos, vi que se habían juntado todos los que trabajaban en la parte administrativa para comer juntos, eran las dos y todavía seguían ahí. Los del taller no habían parado para comer, estaban en la maquina como yo y estos salames muy panchos, de sobremesa tranquilos faltaba que se prendieran un habano y pusieran los pies arriba de la mesa. En eso, veo al negro José con el Cabeza, levantando un motor, que debía pesar como cien kilos. Fue instantáneo, los veo haciendo fuerza como unos condenados entonces voy a darles una mano, lógica pura. Todavía me resuenan en la cabeza las palabras del descerebrado aquel, que al final lo echaron a la mierda, ¿se habrá avivado el dueño que era un monumento a la incapacidad ese tipo? “Pibe, mira que lo tuyo es acá con los camiones”. Me doy vuelta y ¿no lo veo al jil con un puro en la mano?, parecía joda. Me le acerqué muy despacio y en ningún momento se le noto algún tipo de gesto que pudiera hacerme pensar que la vio venir. Le llevaba dos cabezas más o menos, me le Pág. 46
acerque a unos diez centímetros más o menos, lo chape del cogote de una y con toda la fuerza de que soy capaz lo metí de cabeza en un tanque de doscientos litros, en el que se junta el aceite quemado de los motores de los camiones, lo metí y lo saque al toque, peligro, en sí , no corrió, pero quedo morenito el loco viejo. No me tome la molestia de decirle nada. Fui hasta donde estaban los mecánicos, que no dijeron ni hay, los ayude con el motor y cuando terminamos de colocarlo, les di la mano, les dije que había sido un gustazo trabajar con ellos y me fui bien despacio. Nadie dijo nada, tampoco le dieron una mano al jefe, quedo solo ahí con los brazos estirados sin saber como sacarse aquel enchastre.
_Botón_
Entre vacas y milicos
Ese día volvíamos como a las cinco de la mañana de la ciudad vieja, y cuando nos cruzamos con aquella vaca masticando una baldosa debimos saber que la noche no había terminado. Eramos cinco y estábamos todos borrachos. Nos tomamos un bondi de vuelta hacia los Colones, hacia las Lezicas, que no me acuerdo bien cuál era pero me suena que fue alguno directo, porque agarramos Agraciada y Garzón todo derecho. Pero también, y más que nada, me suena porque fue a la altura del Paso Molino donde se subió el botón. En el momento no me rescaté. Se habrá ido arrimando de a poco hasta el fondo del bote hasta que lo vi. El tipo estaba en otra. En unos de los bolsillitos, esos finos que hay en el brazo de la camisa, llevaba una lapicera. Y no se porqué pero me
entraron tremendas ganas de afanársela. Estuve con eso todo el viaje. Bobiando con que lo iba a hacer, arrimando de a poco dos deditos que la querían agarrar. Pero al final me cagaba. Pensaba que era muy difícil poder hacerlo sin que se diera cuenta. Hasta que se me prendió una lamparita: mi única chance era hacerlo cuando se bajara. Y para eso era fundamental que se bajara antes que yo. Así que me quedé ahí, dando la hora, haciéndome el que chiflaba. Cuando nos arrimábamos a los semáforos de Casavalle, ya entrado Garzón, el botón pegó la vuelta y se quedó enfrente de la puerta. Tocó timbre. Bajó un escalón. Más tarde me di cuenta de que ni siquiera miré el semáforo, que ni siquiera lo tuve en cuenta y que el bondi, cuando se puso de nuevo en marcha, se podía haber quedado en rojo, parado en la esquina esperando por seguir, a pocos metros de la parada. Pero no. Él botón bajó otro escalón. Supongo que cuando se abrió la puerta el aire fresco de la calle me habrá soplado la cara, cacheteado un poco y despabilado, justo Pág. 47
en ese momento, en el momento de la verdad. El botón bajó el último y yo me puse en el borde, nervioso. Fué a dar el paso hacia la vereda, una suela en el bondi y la otra a punto del suelo cuando me apuré y me la jugué... Demoró unos pasos en darse vuelta, y unos segundos más en entenderlo. El tipo volvía de laburar a las cinco de la mañana. Había venido distraido, con los ojos colgados, apenas, del aire de las ventanas. Sobre el avance difuso del paisaje, de las formas amonotonadas en los muros de la calle, había venido agarrado de un brazo, cansado en el vaivén del òmnibus. Demoró unos pasos, unos segundos más. Puso cara de extravío, de que no le cerraba cuando miró a la puerta abierta del bondi. Miró y me vió mirándolo. Sabía que algo había pasado, sabía que lo había sentido. Miró confundido, con cara de pescado hasta que le cayó la ficha. De las aguas del cansancio vi como salieron sus ojos y dejaron la confusión, de repente, al momento de entenderlo, de darse cuenta, y se llenaron desde abajo
con un líquido rojo, vivo y caliente. Le habían choreado la lapicera. Vi, en ese instante, el total de su deseo: querer con todas las ganas y a más que nada en el mundo, poder agarrarme, poder tenerme al lado y cagarme a piñas. Lo vi arder através de los ojos, con odio y rabia y hambre de responder, de actuar, de ponerme las manos. Lo vi todo através de sus ojos, hasta un segundo antes de que sus párpados pudieran más y cayeran. Y la dejadez le ganara a su impotencia. Y las ganas de querer matarme se quedaran, solo, en un: la concha de tu madre. Resignado. Bajó los hombros. Pegó la vuelta. Pero yo estaba seguro de que había visto, con el borde los ojos, el ancho de mi sonrisa y la burla de su lapicera, haciéndole chaucito desde mi mano. Me juré empezar a escribir con esa lapicera. Empezar y no dejar de hacerlo nunca. No me duró ni dos días. Lapicera de mierda. Solo me alcanzó para ésto.
_____________Milico
Yo en realidad lo que quería era cagarle la vida de alguna manera. Porque me joden los milicos en general, pero éste en particular. Un burócrata en un cargo que le queda grande, y haciendo guita currando, algo que no es novedad, pero la verdad es que me jodía profundamente, cada vez que lo veía tenía ganas de ahorcarlo. El hijo de puta tenía poder porque estába en un lugar de control, pero el gil pensaba que era intocable, no se daba cuenta de que era una persona, con todo lo que eso implica. Por eso se me ocurrió seguirlo unos días, para ver qué hacía, si tenía algún vínculo que le doliera perder. En tres días supe que tenía una hija de unos veinte años, no era linda pero tampoco lo suficientemente fea, mujer, amante y un par de sobrinos a los que se notaba Pág. 48
que quería. Lo primero que se me ocurrió, fue agarrar a la hija y no sé, darle éxtasis o alguna pichicata, garchármela hasta por la nariz, filmar todo, darle una copia del material al viejo y hacerlo circular por Internet. Pero me pareció muy poco, matarlo no quería, yo quería que sufriera el chupa verga. Divagando con estas cosas, tuve que ir a verlo justo que venía dándome manija hacía rato. Era por unos papeles que me avisaron que no me quería firmar y ya habíamos quedado en que estaba todo bien. Es raro porque la verdad, si me apuran ahora, en ese momento no estaba caliente ni nada, fui a su despacho, me estaba esperando. Cerré la puerta tras de mí y ahí se pudrió todo, porque cuando el hijo de puta extiende la mano para saludarme, ya lo bajé de una piña, tan, pero tan bien dada, que cayó redondo. La cagada ya estaba hecha, de ahí iba a terminar en cana derecho, entonces pensé, si se fue el balde, que se vaya la cadena y andá a la concha de lora. No me importó una mierda, lo arrastré hasta el baño, tapé el water con su propia cabeza y tiré la cadena empujándolo bien fuerte hacia abajo, se ve que logre tapar bien el agujero porque le quedó toda la cabeza hundida y ahora que me acuerdo se ve que habían cagado y no habían tirado la cadena, habría sido él mismo, mirá que bueno, murió en su propia mierda. En un momento empezó a moverse, pero un ratito nomás, sacudió las patas cuatro cinco veces y ta, quedó quietito. Lo que me salvó fue un chispazo que me vino como la misma reacción de la piña. Empecé a gritar ahí mismo, con el tipo agarrado del pelo en el water como un loco. -Nooooo!!!!!! Ayuda, alguien que me ayude por favor! Ambulancia, llamen a una ambulancia! Se llenó la oficina de milicos, en un segundo. Yo ya lo había sacado, estaba dándole respiración boca a boca y masaje cardíaco como desaforado (todavía siento el gusto a mierda), vino la ambulancia, se llevaron al tipo y los canas me felicitaban por la reacción que había tenido. Estuvo dos semanas en el el C.T.I del hospital policial. Fui todos los santos días a verlo, por suerte nunca se despertó. Pasó olímpico para el otro lado y yo quedé como un duque, con la mujer, la hija y hasta con los sobrinos. Me las vi feas, esas dos semanas corté varillas de ocho pero, al final salio redondita la joda, me terminé clavando a la hija y todo, pero bien, buena onda la pendeja, salimos como seis meses más y dos por tres nos seguimos llamando y todo. Fuimos todos pa ahí. Derrota, peces, pescados, bichos, había un mono, algún botón, algún milico también. Todos habían dicho lo mismo durante todo el día: parece que hoy hay jodita en lo del Perro. Pág. 49
La Jodita El PezconPatas se acercó al Mono. Apoyó el vaso en la madera del pool y esperó a que midiera entre dos dedos peludos a la bola roja, para decirle: Tengo un chiste. El Chimpancé soltó una bocanada, esperó y le dió suave, al medio de la bola, que se fue, silenciosa, entre el humo. Antes de ponerle tiza al taco se cambió el sombrero de lugar y le mostró al PezconPatas una oreja: Resulta que iba el violador, caminando por el bosque, con un botija chico de la mano. El chimpancé sopló la tiza azul, dejó el dado y miró el paño. El botija agarra, lo mira y le dice: Señor Señor, tengo miedo... tengo miedo. El Chimpancé se alejó un paso de la mesa y apuntó sobre el campo del pulgar, esta vez a la amarilla. No, botija, tranquilo. Miedo tengo yo que tengo que volver solo. Se detuvo un instante antes de darle a la amarilla y lo miró al PezconPatas a los ojos. No se pudo controlar. La carcajada le salió por los brazos como si fuesen tubos de nylon. U-u, a-a-a... no paraba. Se cachetaba una rodilla, quedaba desbocado contra el piso, se agarraba la panza, se le cagaba de risa al techo... a-a-a, u-u. Me hacés cagar de risa el orto, PezconPatas... Le dijo poniéndole una mano en el hombro. Me hacés cagar de risa el orto. Perro, servile una al PezconPatas. ¡Perro! Vení, vení. Llamame a la Lylián, dale. Vení, Perro, no te vayas... venì. U-u, a-a-a Hu-u, a-a-a, Uh, Pág. 50
COMO PUEDO
(por Nico)
Uno -Tenés que venir con la plata en la mano, cabecita -me dice el Riquito. Un guacho de quince años con la gamba enyesada que anda haciendo de esbirro. -Tenés que venir con la plata en la mano- Y yo que estoy perdido hoy. Pasado de todo. Busco sus ojos, espero a que miré a los míos para decirle: cabecita, hoy vengo como puedo... Yo había separado los billetes, guardado una plata extra para los puchos y el alcohol. Pero cuando se los fui a dar no los encontraba. Cuánto querés. Cuatro le dije, y me los puso en la mano. Yo, con la otra, buscaba entre los bolsillos. -Tenés que venir con la plata en la mano... La encontré y se la di. Le pedí que la contara pensando en que estaba justo, pero ya no lo sabía. Lo hizo, lo contó, me dijo que si con la cabeza y nos vemos, pero antes le ofrecí un trago, antes de irme, y me lo quedé mirando. Aunque me dijera que no, que no tomaba alcohol, me lo quedé mirando. Para que entendiera lo que le decìa, para que me viera y se diera cuenta. -Hoy vengo como puedo, cabecita. Como puedo.
Dos Ya no se nada, solo que hay algo que tengo que matar. Vuelvo, pasos atrás desde el Complejo, bajo los árboles de la noche. Busco una moneda en los bolsillos para meter y levantar. Tiembla la petaca pero no la agarro. Estoy borracho, pero quiero esperar a que baje la primer querusa. Remango. Tambaleo por el alcohol. Busco una moneda, abro la bolsa... Hay algo que tengo que matar. Algo bien agarrado adentro. Sigo adelante, esquina de los semàfaros, llego a mi casa. Empujo la puerta y me llena el alivio, el alivio de sentirme a salvo. A salvo de qué, no lo se. Pero sé que llegué a mi refugio, a mi casa y que ya estoy adentro. Acá puedo hacer lo que quiera, sin que nadie lo sepa, sin que nadie se meta en el medio. Acá puedo estar lejos, adentro, y poder buscarlo al bicho que vive ahì, que tengo adentro. Pág. 51
Vivo, tiemblo al pulso de la noche. Me doy cuerda para seguirla de largo, para no ponerme a dormir. Nafta que permita cruzar atravès de una luna que lastima, hasta lastimarme, presionando y presionando, hasta que las heridas se abran y convertirme en lo que sea, pero en otra cosa. Tomo solo, echo un bicho. Sigo despierto, para no frenar, para no dormir. Vivo, sufro de la noche. Para no morir, para seguir de largo, para no parar.
Tres Soy otra cosa cuando me levanto. Suena el despertador y sacude mi cabeza. La claridad, colada por los ojos de la
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persianas, delata el nuevo sol y me obliga a enfrentar el otro día. Soy otra cosa cuando me levanto, cuando me pongo a funcionar. Algo extranjero, irreconocido. Me levanto y arranco, envuelto en una bruma cargada de veneno. Me pongo encima eso que no soy yo. Eso alienado, confundido. Desterrado por completo de su propia carne. Me levanto y me lo pongo encima, lo tiro a la calle. A su suerte. A su rescate.
Cuatro A las cuatro de la tarde ya todos rogamos que sean las cinco. Sigo en marcha, con los ojos lastimados, el cuerpo ablandado y el lomo duro; pero sigo en marcha, como una buena y confiable mula. -Cuatro yumbo blanco -piden desde el camión. -Cinco extra rojo-, gritan después. Y yo pongo el hombro abajo de los cajones de huevo, sin pensarlo. Abajo de los huevos del dueño de alguien Cuatro, cinco, diez... y otros más; hasta que al final se termina. Ta pronto, dicen desde arriba. Ta hecho por hoy. Nada más que cargarle a la carne.
Cinco Cuando salgo a la calle el mundo no parece tan feo. Capaz que es el consuelo pobre del dolor y el deber cumplido. Pero lo cierto es que al salir respiro con cierto alivio, cierta libertad. Cansado como un muerto, tirado como un trapo, me arrastro lejos del depósito y de las horas de trabajo, horas que no son mías. Con las cuadras vuelvo a nacer, de a poco, lo suficiente como para volver a pensar y hacer planes, poder rematar de una buena vez la jornada. Pienso en comida, en una buena panzada, en reposo. Esos son los planes. Pág. 53
Planes que se alteran cuando vuelvo a mi casa, solo con un trago de cerveza sucia que quedó de ayer. Me acuesto después de comer y termino la botella. Apoyo la cabeza en la almohada, muerto por el cansancio, con los músculos secos. Pero tras los ojos no encuentro el sueño. Algo no me deja dormir, algo que pincha y me hace temblar. La marea se agita cuando parecía no haber nada más ahí, nada más que una renuncia, un viento negro empieza a soplar.
Seis Y es ahí cuando no hay freno. Es ahí cuando no puedo parar ni perder. Hambre de latir, con miedo a sucumbir y ganas de arder, de palpitar la noche, de pasarla de largo. Sufrir. Lastimar. Presa del filo de los dientes; lúcido, hecho un bicho, que se obliga a meter en la boca de las bestias. Ruego por que no se termine, por que no haya más mañana, ni aparezca, de nuevo, ningún sol.
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Arranco
Me quedo...
Cuando me pongo a pensar me pongo nervioso. Se me ocurre que ya no me alcanza el jugo que me llega, que me exprime el cerebro. Y preciso más. Por eso, cuando me pongo a pensar, cuando me pongo nervioso y el jugo que me dá el cerebro ya no me alcanza, termino, siempre, por no pensar más y seguir de largo.
echando humo, mirando el techo. Está medio roto; cuando llueve se llueve y ensancha un charco justo acá, donde estoy parado. Si le echo una bocanada ¿podré ver dónde está el agujero? ¿Se lo chupará al instante el agujerito y se lo llevará? Me pregunto cómo se verá de afuera, si saldrá el humo, finito, hasta deshacerse entre los frescos de la noche. ¿Habrá alguien mirando? Capaz que si. ¿Alguien que sepa la respuesta?
...parà, Perro, parà. No les sirvas màs. Dejala por ahì. .. Pág. 55
Pez es:
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