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MAQUINARIA | SIEMBRA Nada es más importante

UN DOSIFICADOR Y UN MONITOR NO PUEDEN REEMPLAZAR A UNA BUENA SEMBRADORA, CON DISEÑO Y PESO ADECUADOS. ESTE SIGUE SIENDO EL PRINCIPIO DEL TRABAJO, QUE LUEGO SE PERFECCIONA CON MECATRÓNICA APLICADA.

La Argentina tiene muy buenas sembradoras, sumamente adaptadas a nuestro uso con diseños de cuerpos y pesos adecuados a nuestros suelos y rastrojo.

Estamos asistiendo a una oleada de incorporación de dosificadores y monitores de precisión. Determinan y vigilan el flujo de semilla y fertilizante -que cambia según la condición del lote-, y aseguran una población de semillas sin fallas ni dobles, lo que contribuye a una mayor uniformidad espacial, que es la distancia necesaria para que cada semilla desarrolle todo su potencial, especialmente en cultivos como maíz y girasol. Ahora bien, ¿cuándo conviene invertir en estas tecnologías, que suelen agregar costo y complejidad extra a la sembradora? Fundamentalmente cuando hacemos maíz en cantidad y calidad, tales que esa inversión se repague en un tiempo razonablemente corto, ya que las tecnologías se ponen viejas muy rápido. Además, en la siembra de soja los desafíos son otros.

UN BUEN FIERRO Como fuere, no conviene perder de vista que

un dosificador y un monitor no reemplazan

a una buena sembradora con un cuerpo de

siembra con diseño y peso adecuados. El corte del rastrojo, el surcado sin fratachar la tierra, la profundidad controlada y la semilla en contacto con la tierra y adecuadamente tapada son prestaciones fundamentales, para que luego un buen dosificador nos ayude a subir los rindes. Entre los resultados logrados con un buen cuerpo de siembra, se puede destacar el nacimiento parejo de las plantas. Es lo que se llama “uniformidad temporal”, tan importante en maíz, la cual se logra con una profundidad de siembra pareja, producto de cuerpos diseñados para no “rebotar” en el lote (largo, peso, paralelas, resortes, diseño).

MUY PAREJO Ahora se ven equipos nuevos que ayudan mucho a lograr uniformidad temporal en las sembradoras. Por ejemplo, Precision Planting ofrece su desarrollo Delta Force con celdas de carga que miden la presión del cuerpo en el suelo y apunta a conservar la profundidad

constante.

Algunas sembradoras líderes del mercado ya adecuaron sus diseños a este sistema sumando el sensor de carga a sus cuerpos, con la posibilidad de adaptar ese equipo a sus modelos de grano grueso. Por cierto, hay una opción de origen nacional llamada Twin Force, desarrollada por Baratec junto a Agrometal y testeada por el INTA Manfredi. Básicamente cumple dos acciones: presión y amortiguación. Con esta herramienta se controla la carga del cuerpo de siembra desde la cabina del tractor y se la mantiene constante a pesar de la oscilación del cuerpo hacia arriba y hacia abajo, conservando invariable la profundidad de siembra. Además cuenta con un amortiguador por sur

co, que evita los saltos del cuerpo a pesar de

los desniveles del terreno. Así, la profundidad de siembra se mantiene constante. Ello permite, también, aumentar la velocidad de siembra sin el riesgo del salto de los cuerpos, tan perjudicial para la uniformidad temporal del cultivo.

PULMÓN PRECARGADO

En el caso de Twin Force, es la única opción en el mercado que es independiente del tractor y funciona con un pulmón precargado, sin consumir combustible. Una garantía del mantenimiento de la carga del surcador y de la uniformidad de germinación.

Actuador de doble cámara, una de ellas neumática de presión regulable, que imprime una fuerza constante sobre el cuerpo de siembra.

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