Photobook Juan Pablo Restrepo

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Reservados todos los derechos © Juan Pablo Restrepo © María Alejandra Gómez Primera edición: 2020 Número de ejemplares: 1 Impreso y hecho en Colombia Sello Editorial D & H Coordinación diseño y edición: Diana Herrera Teléfono: 316 864 6652 Santiago de Cali, Valle del Cauca Corrección de estilo: Santiago Nieto y Alejandro Restrepo Portada: Juan Pablo Restrepo Impresión: Santiago de Cali, Colombia.


J.P RESTREPO 2020



La fotografía ha cobrado diferentes significados durante el tiempo que he estado familiarizado con este arte. Al inicio era simplemente una forma de entretenimiento, después se transformó en un modo de documentar mi vida, hasta que, en este momento, se ha vuelto un medio para expresar una necesidad alrededor de un concepto o de un sentimiento que exige visceralmente ser extrapolado en una pieza visual. Al igual que mi aproximación al concepto ha variado, también lo ha hecho el estilo con el que me identifico. Sin embargo, lo que permanece de todo esto es la búsqueda de crear ambientes nostálgicos, misteriosos y con presencia.

J.P Restrepo



La simplicidad en ocasiones es mucho más que suficiente, y esto se refleja claramente en esta fotografía. Me fascina la manera en que resaltas un objeto aparentemente normal y no atractivo, convirtiéndolo en un elemento casi que sublime, al jugar con el color, la luz y la sombra. Tu capacidad de convertir lo convencional en piezas visuales armónicas y llenas de color, además de tu destacable cuidado por el detalle, son las características que más admiro de tu estilo. Lo más lindo de ver tus fotografías es reconocer que cada vez te conviertes en un mejor fotógrafo en el proceso. Por eso, no te atrevas a detenerte, y sigue cultivando, aprendiendo, experimentando, y sobre todo compartiendo tu arte, porque estoy segura que vas “es para arriba” y quiero seguir siendo cómplice y audiencia fiel de eso. Nathalia Henao Comunicadora Multimedia.


Al primer encuentro con esta fotografía tuve la sensación de que ésta me devolvía la mirada. Quería decirme algo, o tal vez ya me lo estaba diciendo; yo no entendía nada. Después de compartir nuestros silencios un rato, me susurró su historia: “Soy un reflejo” Comprendí entonces que la foto en realidad no se trataba de sí misma. En ella habitaba una tenue actitud de recibimiento frente al cosmos. Un estado de serenidad apasionada, la cual a su vez era lo mismo que se le exigía a quienes se propusieran admirar la obra. La persona que se encuentre observando la foto, es por un inevitable momento, la misma persona que está en la fotografía. “Soy tu reflejo”, repitió. Y entendí que si bien en la vida uno se encuentra con muchas fotos, son raras las fotos que lo encuentran a uno. Juan Pablo Méndez Músico.




Esencial como un corazón que permite la vida de una fotografía. Intangible como la sensación de lograr capturar un momento que te ha hecho vibrar y que te llena de emoción cada parte de tu cuerpo. Radiante como el brillo que resalta en tus ojos cuando brincan nuevas ideas en tu cabeza; y pura como la pasión que le tenés a este arte (Zane Lowe entrevista ‘Fine Line’). Monique Gonzalez Script.



Decidir hacer arte de la vida, entregarse a aquello que el alma quiere producir, es pararse bajo un foco para que aquellos que te conocen puedan juzgar eso que se lleva adentro. Decidir hacer arte es desnudar el ser y montarle una luz para que quien quiera lo pueda ver. En eso es en lo que pienso cuando veo esta foto, y en eso es en lo que pienso cuando veo tu trabajo: tus pasiones, tus amores, aquello que te duele y que te cuestiona. Gracias por ponerte bajo una luz, y dejarnos ver qué hay dentro tuyo. María José Castellanos Literata.


En el escenario siempre se plantea una dinámica especial entre los presentes. Un enfrentamiento, quizás. Una reunión de desconocidos clasificables en dos grupos: están los que se miran de frente, unos tocando y otros escuchando; y los que miran, en unísono, a los que tienen los instrumentos encima. En el segundo grupo algunos cantan, otros bailan, unos cierran los ojos y a otros les resbalan lágrimas por las mejillas. Algunos vienen acompañados, y se alcanza a ver el sutil movimiento de las manos que se posan sobre otras, ajenas; brazos que se estiran para rodear el torso, del otro; y algún que otro beso. Depende, claro, de qué música estén tocando los tipos subidos en la tarima. Pero por encima de eso siempre están los animales solitarios, de los que fácilmente se distinguen tres: el que se limita a escuchar con los brazos entrecruzados, el cantante, que aunque exprese sus penas y glorias en voz alta está solo, consigo mismo; y el fotógrafo, cazador que desaparece y aparece por entre los cuerpos del resto para apuntar con su arma y capturar, para siempre, lo más parecido a lo que vieron sus ojos: la soledad. Santiago Nieto Músico, Comunicador y Escritor.



Observar esta fotografía evoca de inmediato una sensación donde la temporalidad parece extenderse, ampliarse, fragmentarse; y esto se evidencia por la exposición de la luz: una temporalidad expuesta a la inmanencia de lo fugaz. Por otra parte, la composición adquiere un ritmo que sostiene y reafirma el movimiento del tren y su huella, pues guía la atención del espectador en dirección recta donde las líneas dan la impresión de un camino, como si la vista de éste debiera seguir aquél rastro o barrido de luz. Al ser una fotografía de larga exposición no sólo muestra la gran disposición técnica que requiere, sino que consigue, además, situar una fractura en la temporalidad del espectador, pues convergen elementos estáticos y móviles bajo una misma imagen. Incluso parece evocar lo que Walter Benjamin afirmaba sobre la capacidad de reproducción técnica de las obras de arte, es decir, la tendencia por superar la singularidad de las cosas en su reproducción, la aspiración por acercarlas espacialmente, aumentando así la posibilidad de exhibición de la obra. Juan David Jaramillo Filósofo y Politólogo.




Esta fotografía es una de mis preferidas. Hay algo en el ángulo de la imagen que llama la atención, como los pequeños detalles de la escena, el reflejo en las gafas y la forma en que cada color es protagonista. Todo junto logra equilibrar la toma con la posición de la modelo. Además, creo que uno de mis aspectos favoritos de la toma es la capacidad para mantener la textura del fondo, así como los aspectos que rodean a la modelo. Me encanta. Malale Diseñadora de Comunicación Visual.



TOQUE DE QUEDA “Quédate, le dije. Y la toqué” - Omar Lara. Cuando ví la foto no pude evitar pensar en eso, en aquel instante en que se da un “toque” con otra persona. En cómo un simple roce puede estar tan cargado de emoción como cuando tus labios se rozan con los de otra persona por primera vez, o también de miedo cuando te dejas llevar por lo desconocido. Ese roce previo al toque es lo que evoca esta imagen, ese frenesí que se siente cuando se sabe que está a punto de pasar algo que te va a mover hasta el alma. Aquí es cuando te das cuenta de la capacidad que tiene una imagen para llevarte a lugares extraordinarios, sin siquiera tocarte. Diana Herrera Diseñadora y Editora


Creo que no es posible hablar de la medida del gusto. El buen sentir va más allá de las categorías o principios con lo que queramos explicar el mundo, y el espectador usualmente está inmerso en la sublimidad que enfrenta mediante el arte. Incluso cuando se quiere materializar una experiencia a través del impulso creativo, nos damos cuenta de que la mano del artista va más allá de la simplicidad y cotidianidad de los hechos, por lo que exacerba la belleza y moldea un elemento digno de contemplar. A veces me siento asediada por los atardeceres; todos parecen listos para ser registrados en una imagen, sin embargo, al final todos resultan viéndose igual. Al ver esta fotografía me es posible entender que mi poca fascinación hacia las puestas de sol obedece a mis limitados recursos creativos, pues la imagen resulta ser tan inmensa y singular que me hace contemplarla en su totalidad, sobre todo ligada a sus mediaciones. María Paula Díaz Politóloga y Filósofa.




“La cámara es un útero fecundado por un rayo de luz” - Fernando Savater El fotógrafo busca la luz y con ella la sombra. Y con estas crea escenas donde las líneas, las formas, el color se mezclan para producir sentido y goce. Del interior, de la sensibilidad del fotógrafo, nace el impulso para obturar y dibujar con la luz los elementos que percibe en el exterior. Entonces, nace su obra para seducir al espectador y despertarle sentimientos. Y de vez en cuando, dibuja su propia imagen y deja ver su alma, para recordarse a sí mismo que él es obra y creador a la vez. James Triviño Comunicador social con Magister en educación.


Uno de los mayores retos para un fotógrafo, y para todo aquel que desee sumergirse en las frías y turbias aguas del arte audiovisual, es el poder retratar un sentimiento. Los sentimientos, a pesar de ser algo que hemos tratado de encasillar y objetivar, son tan cambiantes y personales, como el individuo experimentándolo. Un sentimiento que puede ser extremadamente claro para el fotógrafo, fácilmente puede resultar confuso para el espectador. Los sentimientos son difíciles de capturar, de decir, de experimentar… Sin embargo, en ésta foto se logra hacer todas las anteriores. Se siente la expectativa y el anhelo de la navidad, de vivenciar la única noche en el año donde casi parece ilegal sentirse triste, donde todos parecen tener un acuerdo de tregua, donde todas las cosas que están mal en el mundo parecen desaparecer. Se siente casi una melancolía y cierto desespero de cumplir con las expectativas puestas en esa noche. María Camila Monge Profesional en Cine.




Creo que ya lo he dicho más de una vez, pero no me cansaré de repetirlo: te admiro muchísimo por todo lo que has logrado trabajar fotografiando a otras personas. Me parece un talento increíble que puedas convencerlas para dejarse tomar fotos, sobre todo por la manera en que generas confianza, así no se trate de una persona que conozcas desde hace años. Este retrato es fantástico y créeme que me ha inspirado a enfrentar mis temores, por más cliché que suene, porque de verdad que yo no me siento capaz. Sin embargo, al verte hacerlo me digo a mí mismo “yo también podría”, y por eso debo decir que me encanta tu trabajo y espero que nunca lo abandones. La manera en que la ubicas a ella, con esa iluminación tan llamativa a manera de “Golden hour”, con ese manejo de sombras y color tan increíble, dan cuenta de tus capacidades creativas, porque sabes usar lo que tienes alrededor para crear una buena foto. Eres simplemente genial, créelo.

Daniel Camargo Comunicador audiovisual


La representación visual del rock espacial y la ciencia ficción en un instante congelado en el tiempo. Lo que más me gusta de esta fotografía es que te permite sentir cierta nostalgia sobre vivencias futuristas de un espacio que personalmente no hemos visitado aún. Su contraste marcado, colores intensos y posición simétrica de los elementos te hacen sentir como si estuvieras percibiendo un fenómeno superlumínico frente a tus ojos, y como si fueras capaz de tocarlo con tus propias manos, todo en el instante perfecto. Isabella Moreno Artista e Ingeniera Multimedia






Equilibrio entre felicidad y tristeza, sin llegar a materializar ninguno completamente. Contraste tanto de la luz y las sombras, como juego entre colores fríos y cálidos. Una composición simétrica, junto a un buen foco. Y si bien es una imagen conceptual, un vistazo superficial no oscurece su belleza. Fue tomada durante la cuarentena, y si logras algo así en este tipo de contextos, no hay duda de las incontables posibilidades y oportunidades que hay para el fotógrafo más allá de esto. En pocas palabras, diría que esta fotografía es demasiado creativa, es arte. Diana Vélez Editora


Juego y fotografía comparten necesidades: mirar, tocar, experimentar, imaginar, aprender, comunicar, crear. También comparten cierta espontaneidad e incertidumbre, ya que se desconoce hasta dónde se puede llegar. El buen jugador disfruta más allá de perder o ganar; disfruta el camino que lo lleva a ello. Así mismo, el fotógrafo encuentra el deleite al experimentar una y otra vez para obtener una imagen que logre plasmar su intención. Pero sobretodo, juego y fotografía comparten mucho de suerte. Suerte definida como el encuentro perfecto que une preparación y oportunidad. James Triviño Comunicador Social con Magister en Educación






Unos tennis que quedan paralizados en el tiempo, interrumpiendo el espacio ambiguo sobre el cielo nublado. Se planta con firmeza la sugerencia de que esos cables se extienden más allá de del encuadre y conducen a algún lado que se conecte con el suelo. Hay, entonces, una invitación agresiva a pensar qué hay más allá de los límites de la fotografía. Esta me habla en silencio y me pregunto ¿quién colgó los tennis ahí? ¿cuánto tiempo llevan abandonados?. Con una paleta de colores fría y sobria, la foto se basta a sí misma pero a la vez se proyecta fuera de ella, como diría Cortázar, y me lleva inevitablemente a los factores externos y extemporales a la foto: las ausencias, las causas, el ángulo que trazó Juan Pablo con la cámara para realizar la captura y el ruido del lugar, que (solamente a él) le sirve de contexto para la foto. El resto es todo interpretación imaginativa por parte de nosotros. No se necesita una explosión de luces, tonos y sombras para crear imágenes poderosas, y eso el autor lo sabe muy bien. Ahí entra el juego de “lo que está pero no se muestra”, en el que él tiene poder absoluto. Santiago Nieto Músico, Comunicador y Escritor.


La fotografía de Juan Pablo es una apropiación de los detalles. Es quizás, como diría Sontag, “una ampliación de lo que merece la pena mirar”. Un atardecer puede ser insignificante hasta que los colores que él escoge le dan una nueva vida y mirada al mismo cielo que otros cientos de turistas intentan capturar. Para los que están familiarizados con su trabajo, se darán cuenta de que una mano, un reloj, un mapa o un lapicero pueden convertirse en obras artísticas, y siempre es capaz de remontarnos a lo más esencial e importante de la fotografía: saber mirar.

Juan José López Fotógrafo y Videografo




La propuesta de Juan Pablo es una composición que se caracteriza por su minimalismo. Encuentro un placer inmenso en la sencillez del barquito sobre el agua. La creación flotante. Es una foto excelente porque sabe exponer su cámara y entender una de las propiedades que adopta la luz sobre el agua: su reflejo. Esto le permitió que, con un retoque muy simple, su fotografía luciese de maravilla. Lo cierto es que transmitir placer visual con lo sencillo es un logro que Juan Pablo alcanza no solo con este ejemplar sino con todo su trabajo. Juan José López Fotógrafo y Videógrafo



Hay un rasgo en particular de esta fotografía que vale la pena resaltar: la manera como aquellas columnas sirven de soporte y lienzo para obras artísticas. Jacques Rancière afirma que el acto estético configura la experiencia al permitir la gestación de nuevas formas de la subjetividad política. Esto es, que el arte es al mismo tiempo actividad y actitud política, cuando define la constitución a la vez material y simbólica de un determinado espacio/ tiempo al reconfigurar la realidad misma. El arte es político por la manera en que divide ese tiempo y puebla ese espacio, como diría también Ranciere. Tal es la impresión que dan los murales pues permiten convertir un espacio urbano en una exposición de arte. Así es como la idea de museo puede ampliar su sentido cultual, deslocalizar su presencia en movimientos cotidianos como los que la fotografía reúne. La ciudad, sus calles y puentes, la potencia para construir sentidos y habitar espacios son algunas de las virtudes que recoge el fotógrafo en esta obra.

Juan David Jaramillo Filósofo y Politólogo


Solía no apreciar lo suficiente el valor de la fotografía hasta que entendí la valía de comunicar, a través de una imagen, emociones; la valía de congelar en el tiempo un momento, una anécdota, un recuerdo. Esto se traduce un sinnúmero de veces en el retrato de una historia, de personas, de olores, colores y sabores y, en muchos casos, de espacios o lugares en los que viviste, reíste y hasta amaste la vida. Lograr, entonces, encontrar el momento y el lugar perfectos para ser inmortalizados, requiere de un dote especial. Que en las hermosas calles de la ciudad se encuentre la capacidad para apreciar la arquitectura, retratada en una hermosa fotografía. Mostrar las perspectivas que evocan el espacio; ese en el que se decidió detenerse al menos por un instante, para observar -no mirar- lo que otros solo ven. Valeria Villamil Arquitecta y Diseñadora




Los egipcios veneraban un dios en forma de lobo que permanecía en el ‘mundo’ de los muertos, al cual llamaban Upuaut o «el que abre los caminos», y quien era el encargado de guiar la barca del sol en su desplazamiento nocturno. Cuando los humanos invocaban al dios lobo, este los conducía a través de varias pruebas hasta llegar al camino de los Bienaventurados, donde Osiris los acogía y compartía sus enseñanzas. Recordé este fragmento de la mitología ancestral con la sola aparición de esta imagen, pues perturba la sensibilidad del espectador al enseñar al gran dios lobo en su forma más natural y libre. Ni los antiguos egipcios ni los artistas contemporáneos dejan de apreciar, con total delicadeza del gusto, los contornos y movimientos que evidencian su fuerza en la misma apropiación del espacio.

María Paula Díaz Politóloga y Filósofa


Las perspectivas son fundamentales en una imagen, son lo que le dan sentido a lo que se desea mostrar, su intención. En esta fotografía el horizonte transmite una agradable sensación de armonía y plenitud a través de colores bien equilibrados y, al mismo tiempo, retoma el caos de la vida humana al ejemplificar todo el movimiento que circula en un día cotidiano. Este contraste entre orden y desorden, sumado al hermoso cielo infinito, te hacen desear haber estado ahí; y te hacen darte cuenta de lo pequeño que es cada ser humano en el mundo frente a aquel profundo horizonte que se postra ante nosotros. Juan Sebastián Florián Ilustrador y Diseñador




De todos los universos posibles, él se encuentra en este. Encima suyo, un inmenso cielo azul que lo abruma y lo inquieta. Se detiene y observa: es un día especial. La pesadez de la rutina y la congestión de la gran ciudad se interrumpen por el fino volar de nueve aves de metal, que con simetría divina hacen del cielo su lienzo. Él sonreía. De todas las coordenadas y tiempos posibles, estaba en ese lugar y en ese momento. Ahí, la vida pareció detenerse un instante con la ambiciosa pretensión de que el artista al otro lado del cristal la hiciese inmortal. Laura Corrales Abogada


A partir de un contraste entre colores primarios, luz y sombra, así como de diferentes posiciones de un mismo objeto, esta fotografía logra ser increíblemente alegre y dinámica. Características resaltadas por la llamativa diferencia de velocidades presentes: la lentitud y serenidad del movimiento de las nubes vs. la velocidad que evidencian las estelas de los aviones canadienses. Sin duda esta imagen demuestra un ojo atento por parte del fotógrafo, así como la suerte de estar en el momento indicado. Allison del Río Internacionalista y Artista Amateur




Qué bonito sentimiento es la nostalgia. Saber que en el mundo existen millones de personas alejadas de ti, que viven sus vidas y tienen problemas propios; que viven lejos y ni se imaginan lo que puede estar pasando dentro de ti. Saber que hay instantes que se pueden volver eternos, que hay pensamientos que es mejor tener en ese mismo momento porque no habrá otro igual. Que bonita capacidad la tuya de captar en una imagen un instante, y con ella un sentimiento. María José Castellanos Literata


El cielo azul, casi eléctrico, y el contraste de las nubes que apenas dejan su rastro, combinan perfectamente con la torre que emerge en el firmamento. Los colores vivos dialogan complementariamente, y hacen de una escena cotidiana un paisaje singular. Más de un transeúnte se sentirá pequeño frente a la torre que casi toca el cielo, y se preguntará cómo sería estar en la punta de aquella edificación. Posiblemente se vea el mundo entero, y la idea de que somos solo un granito de arena inevitablemente lo haga sentir la finitud de su propia vida. Hay una gran belleza en todo esto; en retratar la posibilidad de estar más cerca de las nubes que de la tierra. Gabriela Torres Politóloga y Artista Amateur




El trabajo de Juan Pablo es admirable y, desde que lo conozco, su progreso ha sido increíble. Esta foto es una representación de algo que hace mucho tiempo me dijo él que le gustaba de una fotografía: el minimalismo; expresado en la simplicidad de la montaña rusa y en el azul saturado que logró con la edición. Solo espero que continúe con su trabajo y que siga buscando su propio estilo como artista. Camila Lizcano Camarógrafa


PASIÓN. Eso es lo que me transmite y me hace sentir ese momento que capturaste, es el reflejo de tu amor por la fotografía y el baloncesto. Los colores me hacen pensar en la inspiración que debiste sentir al tener al frente lo mejor de dos mundos. Esta fotografía está llena de alegría y paz. Se nota que lograste perderte y alejarte de la distracción de tu alrededor para capturar y guardar ese instante. Te admiro y me inspiras. VCG Productora




El arte es hermoso cuando puedes sentirlo, cuando notas que se ha adentrado en tus recuerdos y pensamientos, cuando te das cuenta de que, sin quererlo, ya es una parte de tí. Esta fotografía me recuerda a los amaneceres que aparecen, las amistades que se siembran y los amores que florecen. Me recuerda a que el ser humano siempre se mueve hacia la luz, sin importar dónde esté plantado. Me recuerda a esos momentos dorados donde te das cuenta de que todo encaja. Y es que en esta fotografía, todo encaja. El amarillo del girasol contrastando el cielo azul con nubes tenues, el verde del tallo y la hoja conectando la fotografía a la tierra, la composición perfecta que enfoca lo necesario, sin derrochar la belleza de la naturaleza en frente. Hay cierta intensidad en la forma en que el autor posiciona al girasol, centrado y mirando fijamente al lente, invitándonos a ver los nuevos amaneceres y los tiempos mejores que, sin duda, están por venir.

Isabella Moreno, Artista e Ingeniera Multimedia


En este mundo globalizado en el que todos somos espectadores y en donde la vida no solo se vive sino que se actualiza, descarga y automatiza, la fotografía se ha convertido en una práctica cotidiana de nuestra rutina. Bajo esta lógica, atreverse a reivindicar esta disciplina, en un escenario en el que se ha popularizado al punto de poner en cuestión el valor artístico que entraña, representa para mí un acto de resistencia. Cada vez que una persona hace de la fotografía su disciplina, se impregna de ella, la medita y construye en ella un paralelo de su vida; está realizando un acto de resistencia. Esto pasa cuando el fotógrafo deja de limitarse a la captura de la realidad o a la documentación de momentos, y materializa la intención de su mirada en una pieza visual. También en el instante en el que percibe a la fotografía como el arte de la observación, y reconoce belleza en aquello que a ojos mundanos es completamente banal, insignificante o efímero. Lo mismo sucede cuando hace de la cámara su cuaderno de bocetos, su instrumento para la intuición y la espontaneidad; o cuando deja una parte de sí mismo en cada obra que crea… Es en este punto en donde el trabajo de Juan Pablo adquiere mayor trascendencia, pues sus fotografías son arte, y al mismo tiempo, expresiones de resistencia.

María Alejandra Gómez Politóloga






Juan Pablo Restrepo Cali, Colombia, 1998. Actualmente es estudiante de Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, y se está especializando en el énfasis audiovisual que ofrece su carrera. Ha participado en diferentes grupos estudiantiles entre los que se destacan Sintonía Javeriana y la revista Pasá la Voz, en la que asumió el cargo de Editor Gráfico. Además, ha hecho parte de diferentes proyectos audiovisuales de los cuales vale la pena mencionar sus dos filminutos titulados Fábrica de Realidades y Retratos del Olvido, así como el cortometraje ¿Qué Podría pasar? en el que participó como camarógrafo. En este momento está trabajando en un nuevo cortometraje de su autoría que se desarrolla dentro del campo de la ciencia ficción. Finalmente, su amor por la fotografía se remonta a su adolescencia, y desde aquel entonces la dedicación que ha dispuesto para aprender nuevas cosas dentro de este arte, lo ha perfilado como alguien que no conoce sobre límites cuando se propone algo. Superarse constantemente es su normalidad, y este libro es evidencia de ese progreso lleno de esfuerzo y crecimiento.



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