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Vista panorámica de Sástago desde su mirador
Sástago: a la vera del Ebro Más del 90 % de nuestro cuerpo está compuesto por agua. Y la pequeña localidad de Sástago, en la provincia de Zaragoza, no es una excepción.
odríamos pensar que la vida es como
la mayoría, pero no olvidadas. La del Monas-
un río. Nunca es constante. A veces
terio de Rueda, por fortuna, todavía sigue en
está más llena, y otras, su caudal disminuye.
pie. Majestuosa, dominante, colosal. A tes,
En ocasiones se desborda. No siempre lleva
regadío de huertas. Ahora, un reflejo del pa-
el mismo ritmo. No siempre lleva el mismo
sado. De un pasado árabe, de un pasado me-
cauce: le da demasiadas vueltas a las cosas.
dieval. Un pasado unido al presente.
Va, viene, salta. Nace, crece, desemboca…
El Monasterio está desierto, está vacío. El
muere. Separa caminos. Los junta. Abraza.
silencio está ausente. El Ebro llena con sus
Como abraza el Ebro con sus meandros a la
susurros las arcadas del claustro. Los pozos
pequeña localidad de Sástago, en la provin-
son sus voceros. Parece mentira que su altar
cia de Zaragoza.
mayor, hecho completamente de alabastro,
Es un lugar modesto, a pesar de que sus ca-
esté al otro lado del Ebro, en Escatrón. La
lles estén llenas de historia. Historia que gira,
desamortización de Mendizábal, en el año
de una forma u otra, en torno al río Ebro.
1836, dejó una pequeña historia que contar
Atraviesa Sástago de una punta a otra y
siglo y medio después. “Esto pasa como los
desemboca en el “espartidor”. Vengas de Al-
bienes de La Franja”, me dice Antonio Cla-
borge, Cinco Olivas, Zaragoza o Escatrón, el
vero, “que por un error en los papeles…”.
Ebro se asoma para darte la bienvenida a Sástago. De eso se dieron cuenta, aunque de eso ha-
Ya desde tiempos remotos, el monasterio se ha atribuido erróneamente al pueblo de Escatrón. Y aunque las funciones del Juez de Paz
ce ya mucho, los árabes. Por más que pasen
ya no sean las de antaño, Antonio Clavero
los años, su huella seguirá intacta por las ca-
tiene que impartir justicia. Tratar de solucio-
lles de Sástago, desde el Castillo de la Palma,
nar las disputas entre vecinos. Incluso si él es
en lo alto de la colina, hasta los antiguos azu-
el vecino.
des del Ebro y los sistemas de regadío que
Su sombrero de ala ancha le hace una ligera
aprovechan sus saltos naturales. Como las
sombra en sus facciones. Sin embargo, se
norias. “¡Son obras faraónicas! ¡Traídas des-
distingue cómo sonríe al remover en sus re-
de la misma Persia!”, dice Antonio Enfeda-
cuerdos. Tiempo atrás entró en una tienda
que con los ojos bien abiertos.
para decirle a los dueños que estaban mal
A día de hoy, están prácticamente desaparecidas, entre vegetaciones y rocas. Derruidas
informados. Que ese cartel con la fotografía del Monasterio de Rueda, no era de Escatrón,
Texto e imagen, Beatriz Jericó
Vista del meandro del Ebro desde el mirador de Sástago
La noria del Monasterio de Rueda, reconstruida en 2003, permanece en la región desde hace más de 600 años.
sino de Sástago. Pero eso, es otra histo-
antes que ahora. En el pasado. Antaño.
ria. “La real, cruda y verdadera, y no la
A partir de 1970, una familia sastagui-
que te ponen en los libros”, como relata
na arrastró a otra. Y así, alrededor del
Simón Ordovás, cigarro en mano.
90% de la población emigró a Cataluña.
“Llegó el Don Jaime tras la reconquis-
El resto, hacia Zaragoza. Los 70 marca-
ta y le dijo al otro ‘¿Cuánto quieres?’, y
ron el inicio de una nueva era, marcada
este ¿Cuánto me das?, y le respondió
por la tecnología, por la innovación, por
‘Pues hasta que coja este caballo y re-
los cambios.
viente’. Y así, entre que el uno se casaba
¿Y ahora? Apenas hay 900 personas. Y
con tal y hacía apaños con el otro… el
de lunes a viernes, 800. Maestros, mé-
territorio del Conde de Sástago era la
dicos, guardias civiles y bomberos. La
leche”.
mayoría son de fuera. Y es que desde
33.000 hectáreas. Nada más y nada
que la era de la informática llegó, los de
menos. 500 hectáreas para la huerta. Al-
mantenimiento se han ocupado de llevar
rededor de 3 en montes de cultivo. Por-
las fábricas hidroeléctricas. De las tres,
que Sástago ha sido una localidad prin-
la última que queda en funcionamiento.
cipalmente agricultora e industrial. Más
Parece desierta:
De izquierda a derecha y de arriba abajo: 1. Obras “faraónicas”; 2. El Ebro, en su salto natural; 3. La entrada al Monasterio; 4. Las ventanas, de alabastro. A día de hoy, el monasterio es un complejo turístico, con hotel y restaurante
regalos de reyes.
no puede llevar el negocio. Sus hijas no traba-
Apenas saben hablar. ¿Cuáles serán sus sue-
jan en él.
ños, de aquí a un futuro? ¿Qué harán? ¿Qué
Y la maquinaria agrícola se ha modernizado.
expectativas tienen sus padres sobre ellos? ¿Se Sin embargo, tal y como demuestra, “estas marcharán como muchos o permanecerán co-
máquinas tan viejas están en buen estado.
mo unos pocos?
Funcionan, son muy buenas. Apenas he tenido
José Piñol Piñol. 66 años. Los mismos vi-
que cambiarlas”. Todavía conserva vitalidad.
viendo en Sástago. Le gusta pasear en bicicle- Está fuerte. Es fuerte. Y sonríe, tras un largo ta por la ribera. Y hablar con su amigo, que
rato, al mostrar una de sus patentes: una pren-
tiene la huerta justo al lado del puente. Ahora
sa que guarda, con mucho cariño, en su gran
que está jubilado, pasa sus mañanas cerca de
almacén, ahora prácticamente vacío.
su antiguo taller de reparación de maquinaria
Vacío. Como los casones medio derruidos de
agrícola, “Taller J.Piñol”. Un taller cerrado,
los campos de cultivo. Simón conduce con
un taller que no usa, un taller por el que toda-
rapidez y soltura por la angosta carretera de
vía paga impuestos. Y la crisis no ayuda. Él ya tierra mientras cuenta que normalmente pasa
De izquierda a derecha y de arriba abajo: José enseña su tesoro, su patente, sus antiguas maquinarias y el pequeño huertecito que tiene tras el almacén. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1. ¿Habéis visto al pajarito Pinzón?; 2. Antonio Enfedaque, el “relaciones públicas”, posa junto a la foto familiar en una de las norias ya “desaparecidas”; 3. Luis Felipe, José González, Antonio Clavero y Enfedaque conversan en la Asociación de la tercera edad de Sástago; 4. Antonio Clavero, Juez de Paz, observa a la Ermita de Montler, en lo alto de la colina.
“Atención. El concurso de Belenes ha
Caspe. Desde hace apenas un año y me-
sido suspendido por falta de participan-
dio, lleva el único centro de Escuela In-
tes. Así mismo les recordamos que Sus
fantil de la localidad. “Escuela Infantil,
Majestades Los Reyes Magos de Orien-
que no guardería”, explica, “aquí no
te llegarán al pabellón municipal para
‘guardamos’ a los niños”, ya que sus
darles los regalos a los niños”.
actividades van enfocadas a niños de entre 1 y 3 años.
Es la voz de un megáfono, un eco va-
Pone las manos en jarra. Mira a los
cío y triste. El Ebro ruge con fuerza en
niños. A cinco de sus doce tutelados.
su salto natural. Solitario.
“Fue un logro que se consiguiera una
Río arriba. Río abajo.
escuela infantil tal y como están las co-
“Ahora el coche y para Zaragoza”,
sas”, dice. Los niños juegan y miran por
cuenta Simón en un suspiro, “aquí tra-
la ventana buscando sus sueños. Bus-
baja mucha gente que no es de aquí y se
cando y observando atentamente en bus-
marcha”. Como Isabel García, que es de
ca del pajarito pinzón. Soñando con sus
el día entero allí arriba. Después baja a
porque los del Valle de Ansó y Hecho se
cenar a casa. Y sus compañeros de la
ocupan del negocio.
cooperativa lo acompañan en algunas me- El pasado observa desde lo alto de las coriendas y comidas. Tienen motivos para
linas, colinas viejas y cansadas por el
celebrar el año. La cooperativa de agricul- viento y la mano del hombre en busca de tores, la cual dirige Simón, contabilizó el
alabastro. El Castillo musulmán de Palma,
pasado ms un total de 16.000 kilogramos
ahora en ruinas, cuenta la trágica historia
de mercancía, siendo lo normal 2.000 ki-
de una mora; las antiguas caballerías de la
los. El clima ha sido bueno. El trigo, está
Guerra Civil montan guardia desde la otra
creciendo. Como siempre lo hizo, en tie-
colina; la ermita de Montler se distingue
rras de secano. Como siempre lo hizo, a la lejana, pero no solitaria. vera del Ebro.
Sin embargo, hay cosas que nunca cam-
Incluso el agua llegó hasta aquellas altu-
biarán, como la peregrinación el 25 de
ras. Las salinas, ahora prácticamente se-
abril a la Ermita de Montler. O el empeño
cas, lo demuestran.
de los sastaguinos por conservar su histo-
Las cosas han cambiado. Ya no se hacen
ria intacta.
los cuchillos de Sástago con margaritona,
Las últimas investigaciones apuntan que
ahora extinta. Ya no se pasan las horas
Colón era aragonés, familia de los Condes
jugando en la calle con lo primero que se
de Sástago. Quién sabe sí, de no tener esta
encontraba. Ya no se va al Cine Moderno, relación con Sástago, hubiera llegado a que descansa inmóvil en la Plaza de los
descubrir América. Pero tan solo son su-
Arcos. Ya no se va a la pista de baile,
posiciones. La historia se escribe sola. La
ahora casi en ruinas. Ya no se fabrica el
historia, lo escriben sus gentes. Y la de
sombrero de Sástago en el mismo Sástago, Sástago, la completa el Ebro.
Subiendo por las colinas se encuentran los terrenos de cultivo de Simón. En las imágenes se puede apreciar la amplitud de los terrenos, una pequeña hoja de trigo creciendo y las antiguas residencias temporales de los agricultores, que en tiempos de cosecha se subían alrededor de 6 meses a trabajar la tierra.