EL REGALO DE LA NAVIDAD Había una vez, una familia que esperaba el día de la Navidad. Por fin llegó el día. Todos celebraban esa fiesta porque vendrían los Reyes Magos. Todos los niños esperaban sus regalos. Todos tuvieron unos cuantos, menos un niño que estaba en una esquina de la habitación. Él no había recibido su regalo. Era el hijo de la vecina, se llamaba Jaime. Era una familia pobre y a pesar de que Jaime nunca tuvo su regalo, él lo deseó. Él quería algo que tenían casi todos los niños del pueblo, un trineo. Todos sus compañeros tenían uno. Ellos lo compartían con los que no lo tenían, pero nunca con él. Esa noche Jaime estaba seguro de que tendría su trineo debajo del árbol de Navidad. Todos se fueron a dormir y él seguía dándole vueltas a la idea del trineo: pensaba en el color que lo quería, el azul su color favorito. A la mañana siguiente despertó y fue corriendo justo al rincón donde se encontraba el árbol de Navidad. Allí, escondido, había un gran regalo, lo miró y ponía su nombre: Para Jaime. Lo abrió rápidamente y que se encontró..... ¡El regalo en que siempre estaba pensando, un fabuloso trineo de color azul! Era el más bonito de todo el mundo. Jaime pensaba que aunque no fuera el niño más rico, el que fuese mejor vestido o el que tuviese muchos juguetes, él sabía que tenía algo que los demás niños no tenían, él era el más feliz del mundo entero.
Tania Parra Moya
El VIEJECITO QUE NO CREIA EN LA NAVIDAD En un pueblecito pequeño vivía un viejecito que no creía en la Navidad. Él nunca adornaba su casa ni celebraba nada, estaba siempre enfadado en esas fechas. Ese año, días antes de la Navidad llegó a la casa de al lado una familia con dos niños. Empezaron a adornar la casa y el jardín, los niños se acercaron al viejecito a preguntarle por qué no adornaba su casa y el jardín. El anciano enfadado, de mala manera, les cerró la puerta; pero los niños insistieron. Al final el viejecito les abrió la puerta y los niños le explicaron lo bonito que era la Navidad y que era la fecha en la que había nacido el niño Jesús y eran días de alegría y no había que estar triste. Ellos le propusieron que iban a ir a su casa a por adornos y le iban a ayudar a decorar su casa y su jardín. El viejecito al ver su casa y su jardín tan bonito se emocionó mucho y se puso muy alegre. Los niños le dijeron que cenaría con ellos en Nochebuena y el aceptó. La Nochebuena cenó con ellos y le dieron un regalito y él se sintió tan bien y tan contento que nunca olvidaría esa noche tan especial. Desde esa noche el viejecito comprendió que la Navidad era una fecha muy bonita e importante y ya nunca más se enfadaría y adornaría su casa como todo el mundo.
Mireia Rodríguez Sánchez
EL MUÑECO DE NIEVE Erase una vez un pueblo llamado Aspen. Vivían dos hermanos, una niña llamada Mary que era la hermana mayor y su hermano pequeño llamado Paul. Un día estaban jugando en el bosque con la nieve. Mari dijo: Paul ¿Quieres hacer un muñeco de nieve? y Paul dijo: Claro. Paul fue a su casa a buscar un zanahoria, un sombrero, una bufanda y varios botones de colores. Cuando llegó al bosque dejó las cosas en el suelo. Mary y Paul hicieron tres bolas: la primera la más grande, la segunda mediana y la última pequeña. Luego empezaron a montar el muñeco con las bolas, de la más grande a la más pequeña. Mary cogió dos ramas y se las puso de brazos, Paul le puso el sombrero, la bufanda, la zanahoria de nariz y los botones de ojos y boca. Cuando terminaron de hacerlo ya era de noche y se fueron a su casa a cenar y a dormir. Paul estaba acostado cuando vio una estrella fugaz y le pidió que el muñeco de nieve cobrara vida. Por la mañana Paul se levantó pronto y fue corriendo al bosque. Cuando llegó vio que no estaba el muñeco de nieve. Oyó un ruido y se dio la vuelta y allí estaba el muñeco de nieve, andando. Paul del susto que se llevó se desmayó y cuando despertó estaba en su cama y todo había sido un sueño. Fue al bosque y solo quedaban las cosas que él había llevado, el muñeco de nieve se había deshecho.
NEREA TREVIÑO RODÍGUEZ
Las primeras Navidades de Ruf
Santa Claus dio unas pequeñas vacaciones a su reno Rudolf para que pasara unos días con su familia y su recién nacido cervatillo. Él y su novia decidieron hacer un viaje de no más de dos días para que el pequeño Ruf no se cansase. Emprendieron el camino y el pequeño Ruf siempre se quedaba detrás, y, tanto Rudolf como su novia tenían que estar muy pendientes de él. A mitad de camino decidieron hacer un descanso, tiempo que el pequeño Ruf aprovechó para jugar. Sin darse cuenta se fue alejando de sus padres y llegó hasta la orilla de un pequeño río. Lo cruzó y fue a parar a una casa que a él le pareció gigantesca, aunque sólo fuera una pequeña cabaña. Vivían en ella un trampero, su mujer y sus dos hijos. Los niños estaban jugando por la parte donde había cruzado Ruf el río y los niños al verlo fueron corriendo hacía él. Jugaron con él un buen rato y como lo vieron solo, decidieron quedarse con el cervatillo sin decírselo a su padre. Los niños, en su cuarto, le hicieron una cama con algo de ropa. A la hora de cenar, mientras la niña ayudaba a su madre a lavar los platos, el niño se llevó algo de leche para Ruf. A la madre no le pareció normal y decidió ir tras él. Cuando entró en el cuarto se llevo una sorpresa. Cuando vio al reno tan pequeño sintió mucha pena por él, y les hizo comprender a sus hijos que el cervatillo también tendría unos padres que ahora le estarían buscando desesperadamente. La madre decidió llevar a los niños y a Ruf al bosque sin que su marido se diera cuenta y entre los tres empezaron a buscar a Rudolf y a su novia. No tardaron mucho, ya que ellos también estaban buscando a Ruf y se acercaban a la casa. Ruf los vio enseguida y salió corriendo hacia ellos. La mujer y los niños se quedaron detrás de unos árboles, viendo cómo Ruf se acercaba a sus padres y cómo los ciervos se ponían muy contentos. El cervatillo les contó todo lo que habían hecho por él los niños. Ese año los niños del trampero tuvieron numerosos regalos, ya que Rudolf llevó a Santa Claus hasta su casa.
Salvador Romero Moreno
LA PEQUEÑA NAVIDAD DE PEPE Había una vez un niño que se llamaba Pepe, un niño que nunca había celebrado la Navidad, ya que sus padres habían nacido en malos tiempos en África y no le habían inculcado nada de pequeños. Hacía poco tiempo que Pepe había venido a España , un día en el colegio le preguntaron sus amigos que si iba a poner un belén y un árbol de navidad, Pepe se quedó asombrado cuando vio que sus amigos le preguntaron eso. Pepe no supo que decirles, entonces le pregunto a sus amigos: -Para qué voy a poner eso en mi casa, además yo no puedo plantar un árbol en el salón y un belén ¿que es eso? Uno de sus amigos le dijo: -La Navidad es un evento muy emocionante donde recordamos el nacimiento de Jesús en Belén, que se celebra el 25 de diciembre. Otro niño añadió: - Ponemos un belén que es un pesebre en el que se colocan las figuras de San José, la Virgen María y el niño Jesús, también se pueden colocar a una mula y un buey. Después otro dijo: -El árbol es donde los reyes magos nos dejan los regalos el 5 de enero por la noche cuando todos los niños están dormidos. Pero no hay que plantarlo, sino poner uno para decorarlos con adornos. Pepe se quedó asombrado al oír la explicación que le habían dado sus amigos. Cuando llegó a casa Pepe les preguntó a sus padres que si podían poner un árbol, para decorarlo con bonitos adornos, y un pequeño belén con tres o cuatro figuritas. Sus padres no supieron que decirle, ya que, no sabían nada de la Navidad. Al día siguiente mientras que Pepe estaba en el colegio sus padres fueron a comprar a un centro comercial, donde vieron montones y montones de árboles preciosos. Pasaron a una pequeña tienda en la que había un montón de figuritas para el belén muy bonitas, cogieron unas muy sencillitas, pero a la vez preciosas. Más tarde pasaron a otra tienda más grande que estaba repleta de árboles, cogieron un árbol de tamaño medio, era particular ya que tenía unas hojas pintadas de un verde muy original. Cuando Pepe llegó a su casa vio a sus padres sacando un árbol y unas figuras, se emocionó mucho. Les dio un abrazo y un beso a sus padres y les dio las gracias de corazón. De pronto se dio cuenta de que a sus padres se les había olvidado comprar adornos para el árbol, rápidamente fueron a por ellas. Por la tarde del día siguiente Pepe, con su familia, terminó de montar el árbol y el belén, lo pasaron mejor que nunca, en familia y con muchísimo cariño y amor. Al día siguiente Pepe, en el colegio, les contó a sus amigos lo bien que lo pasó montando el belén con su familia. Fue un momento que nunca olvidará Lucia Serrano Serrano
NEVADO, EL PEQUEÑO RENO
Unos días antes de Navidad un pequeño Reno llamado Nevado que soñaba con convertirse en uno de los renos de Papa Noel y ayudarle a repartir los juguetes a los niños de todo el mundo, se encontró con uno de los renos de Papa Noel, era Rudolph. Nevado le pregunto: - ¿ Qué haces aquí? - Me caí cuando yo y mis compañeros estábamos practicando para la noche de Navidad y me perdí. - Yo te puedo ayudar –le dijo Nevado -¡Eso sería genial! Entonces emprendieron el camino para llegar al lugar donde estaba Papá Noel. Estuvimos días caminando hasta llegar a un pequeño río. No sabían como cruzar pero vieron un tronco y lo utilizaron como puente. Vieron una pequeña cueva, corrieron por ella y cuando llegaron al final se encontraron con Papá Noel a punto de irse pero necesitaba a Rudolph. Él ya estaba allí e invitó a Nevado a unirse a ellos y así Nevado cumplió su gran y deseado sueño. Ana Marilia Parra Gabaldón
EL NIÑO AVARICIOSO Erase una vez un niño que pedía todos los años muchos regalos para Papa Noel. Ese año pidió más todavía y él estaba tan ilusionado con sus regalos pero sus padres le dijeron que no podían comprarle tantos y él se puso a llorar en su habitación . Tres días antes de Navidad el niño estaba dormido y se levanto a media noche porque oyó ruidos y fue a donde los escuchaba y vio a Papa Noel, y le dijo : -¿Es que existes? Y Papa Noel dijo : – Si, si que existo -Pues yo creía que no -Nadie cree que existo, pero si Entonces el niño le dijo : -Me vas a traer muchos regalos -Si -¡Bien!- contestó el niño. -Pero no van a ser para ti– puntualizó Papa Noel -¿Por qué? -Por qué eres muy avaricioso Y entonces Papa Noel le explico el significado de la Navidad y es: La navidad no es para recibir sino para disfruta y regalar tú a otras personas que lo necesitan más que tu. Y entonces el niño dijo: -Pues todo los regalos que me traigas los voy a repartir por las casas. -Muy bien. Y así paso. El niño repartió por todas las casas de su barrio todos sus regalos, y al día siguiente Papa Noel volvió a su casa y le dijo: -Ahora si mereces tu regalo, y le dejo lo que el mas quería, un perrito de juguete. Francisco Romero Serrano
DESASTRE EN NAVIDAD Un día en la noche de Navidad un grupo de seis niños vieron algo en el cielo. -¿Qué es eso? - pregunto uno de los niños. -No lo sé– dijo otro niño. Era Santa Claus que se había estrellado. Los niños se acercaron y Santa dijo… -Repartir los regalos a los niños. Pero uno de ellos dijo. - ¿Cómo? Santa dijo: - Ir al almacén de juguetes de vuestro pueblo y os encontrareis a mi gente. Los niños dijeron: -Y tú ¿nos acompañaras?-No- dijo Santa—yo me iré a reponerme en mi cabaña del Polo Norte. - Bueno no te fallaremos– contestaron los niños- nosotros repartiremos los juguetes. Y fueron al almacén. Todo estaba lleno de elfos, muñecos de nieve y juguetes. Los niños saludaron y vieron a un elfo que venía a darles la bienvenida. Dijo: - Nos han informado de lo de Santa y os hemos preparado el equipo de elfos y los regalos, los renos alimentados y los trineos encerados. Os dividiréis en equipos de dos y repartiréis los regalos a los niños de esta ciudad. En las otras ciudades lo harán los grupos de allí. Los niños no dijeron nada y se montaron en los trineos. Los renos les miraron con simpatía. Salieron, y cuando solo les quedaba una casa, vieron que era la de un granjero cascarrabias que les quitaba las pelotas de futbol cuando jugaban. Y les preguntaron los elfos que ocurría pero los niños recordaron la promesa que le hicieron a Santa y dieron el regalo antes de salir el sol. Santa los estaba vigilando y sonrió. Los niños lo dejaron todo en el almacén y se fueron corriendo a su casa se metieron en la cama y se durmieron. Iván Rodrigo
EL RENO QUE NO PODÍA ESPERAR HASTA NAVIDAD
Al reno Relí le gustaba mucho la Navidad y no podía esperar hasta el 25 de Diciembre para reunirse con Papa Noel, asique se fue hasta el Polo Sur. Iba muy asustado y se encontró un oso polar que se llamaba Pol. Ellos vieron la casa de Papa Noel y su máquina de los deseos que estaba estropeada por el duende negro. Cuando supieron lo que había pasado el reno y el oso fueron a atrapar al duende malvado y lo encontraron por el desfiladero de la Navidad. - Lo hemos atrapado ¡que bien! - dijeron– ahora ya podremos arreglar la máquina de los deseos y Papa Noel podrá dar los regalos. Papá Noel les dio las gracias por pillar al duende.
David Caldaras
¿ Y LOS REGALOS?
Pablo es un niño muy ilusionado con la Navidad, pero sobretodo con los regalos. La noche de antes de Navidad un montón de familiares fueron a visitar a Pablo, pero Pablo solo se interesó por los regalos que traían, ni siquiera les dijo hola. A la mañana siguiente Pablo no encontró ninguno de sus regalos. ¡Habían desaparecido! Pablo comenzó a llorar y llorar ¡No paraba! Sus padres le dijeron que la culpa era de Papa Noel y tuvo una idea: ¡viajaría al Polo Norte para reclamar a Papa Noel! Enseguida partió a su destino. Cuando llegó, Papa Noel le explicó que la Navidad no eran solo regalos y que también era tiempo de estar con la familia. Desde entonces Pablo valoraría más a la familia y no a los regalos.
Luis Rubio Román
PAPA NOEL ES VISTO Había una vez un niño que no creía en Papa Noel y gracias a que era un niño muy inteligente, un buen día fabrico una cámara grabadora que se hacía invisible cuando alguien estaba cerca. El 25 de diciembre colocó su cámara en el árbol de Navidad y gracias a un dispositivo podía ver todo lo que ocurría. Entonces se fue a la cama. Esperó y esperó hasta que en el dispositivo vio a un hombre gordo y vestido de rojo y se dijo : - ¿Será Papa Noel de verdad o solo es porque llevo mucho tiempo sin dormir? ¡ A ver si estoy soñando!. De repente dio un salto y fue al salón donde se encontraba el árbol, pero cuando llegó no había nada ni nadie. Se volvió a meter en la cama, y estaba tan cansado que se quedó dormido en menos que canta un gallo. A la mañana siguiente se despertó rápidamente y fue al salón, revisó su cámara y….¡Ahí estaba Papa Noel grabado por primera vez!. Dijo muy fuerte: - ¡Sí, lo he conseguido, he grabado a Papa Noel!. Pero sus padres no se lo creían, asique su hermana dijo. - ¡Ponlo en la tele y así lo podremos ver! Pero cuando lo puso, en la tele no salía nada. Se veía todo negro. Aún así los regalos estaban bajo el árbol. A la noche siguiente solo se preguntaba: -¿Qué he hecho mal? Luego llegó alguien y le dijo : - ho ho ho. Soy Papa Noel. ¿ Por qué no crees en mí?. Yo soy una persona normal, como tú. El niño que no podía ni hablar por lo sorprendido que estaba, se quedó con la boca abierta y al cabo del rato dijo: - ¡Eres Papa Noel en persona, eres tú de verdad! Desde ese momento el niño no volvió a desconfiar de Papa Noel y todos los 25 de diciembre espe raba despierto hasta que su buen amigo le trajera los regalos. Guillermo Salazar
Un Papa Noel desastre Erase una vez un Papa Noel que tenía muchos regalos ya comprados para todos los niños del mundo y no había puesto todavía las etiquetas y solo le faltaban 6 días para tener que entregar los regalos de navidad a todo el mundo. El reno le dijo que si lo iba a ordenar. Papa Noel le dijo que sí, pero que no le metieran prisa, que todavía tenia que poner las etiquetas en todos los regalos que iba a repartir a todo el mundo. Entonces Papa Noel se espero al siguiente día para ver como se estaban portando los niños a los que les iba a llevar regalos. Todos, menos uno, se estaban portando bien, porque ese niño siempre estaba gruñendo y pegando a su madre. Entonces Papa Noel decidió que a ese le iba a traer pocos regalos, y ese día poniéndole etiquetas a los regalos vio que el niño se estaba portando muy bien: que hizo la cama al levantarse que ese día, que ayudó a su madre a poner el árbol de navidad, el belén de navidad y le estaba ayudando en las tareas de casa y a hacer la comida. Pues pensó: - Mmm, a éste le traigo más regalos de los que le iba yo a traer. Y al cabo de dos días ya tenía todas las etiquetas. Solo quedaban 3 días para que Papa Noel fuera a entregar todos los regalos, pero el día que iba a salir, se le olvidaron los regalos de aquel niño. Cuando terminó el día el niño no tenía regalos, pero el niño reconoció que ese año no se había portado nada más que regular, asique dijo: -No pasa nada, otro año que me porte mejor será de otra manera. Pero Papa Noel lo oyó y volvió a donde se había dejado los regalos. Fue a la casa de aquel niño le dio los regalos y además le dijo: - Eres muy honesto chico, tu comportamiento al ver que no tenías regalos ha sido bueno, el próximo año te traeré muchos mas regalos.
Andrés Caro Gómez
HISTORIA DE NAVIDAD Había una vez en Nazaret una mujer llamada María que estaba embarazada y tenía un marido que se llamaba San José. María iba a dar a luz y se fueron a Belén y nació el niño Jesús. Los pastores vinieron al portal de Belén para darle la bienvenida al nuevo salvador y los Reyes Magos le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Guillermo Serrano
EL FALSO PAPA NOEL
Había una vez un hombre que todas las Navidades se ponía en una plaza de una pequeña ciudad vestido de Papa Noel y ayudaba a la gente a llevar las compras de Navidad a casa. Pero entonces aprovechaba para robarles. Cuando la dueña de la casa quería darse cuenta, ya le había robado y el “Papa Noel” se había esfumado. Nadie todavía lo había podido pillar “in fraganti” para que la policía lo pusiera entre rejas. Siempre conseguía escaparse y puede que todavía siga en alguna ciudad.
Amanda Castro