Un mar de poemas. Escolma realizada polo Voluntariado bibliotecario

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C.E.I.P. Frian - Teis PDI A lingua sabe a mar Día da Poesía 2014

UN MAR DE POEMAS Escolma realizada polo Voluntariado bibliotecario


PRIMEIRO CICLO


NANA DEL BARQUITO Barquito de miel en mi corazón. Le canto a mi niño la nana del sol. La nana del sol del viento y del mar. Niño pescador bañado de sal. Bañado de sal que tira la red desde su chiquito barquito de miel.

Ana María Romero Yebra


No país das bolboretas hai un vello mariñeiro que do mar en vez de peixes cada día trae luceiros. No país das bolboretas vive un vello soñador que nas noitiñas de inverno muda o frío por calor. No país das bolboretas vive un vello reiseñor que entoa cada mañá do si la re mi fa sol. No país das bolboretas hai unha vella serea que se non está no mar a miúdo se marea. No país das bolboretas hai un soldado de chumbo que perdeu o seu fusil nun burato moi profundo. No país das bolboretas viven meigas despistadas que esqueceron os conxuros nunha noite ben xeada.

No país das bolberetas vive un vello capitán que cun canón de manteiga dispara bicos de paz. No país das bolboretas hai un pirata encantado que coa pata de pau pinta horizontes salgados. No país das bolboretas hai un gato con tres ollos, unha vaca que dá aceite e unha banda con dez piollos. No país das bolboretas vive un burro que é moi listo, vive un porco sen orellas e o crocodilo Evaristo. No país das bolboretas os dragóns están durmindo e as abellas folgazanas só traballan os domingos.

Antón García Teijeiro. Bolboretas no papel.


Vexo un veleiro fermoso sulcando as augas do mar. As s煤as velas de prata non cesan de parolar. Parolan co vento Parolan co sol Parolan cos peixes Parolan de amor.

Ant贸n Garc铆a Teijeiro. As catro estaci贸ns.


MANUELITA LA TORTUGA Manuelita vivía en Pehuajó pero un día se marchó. Nadie supo bien por qué a París ella se fue un poquito caminando y otro poquitito a pie. Manuelita, Manuelita, Manuelita dónde vas con tu traje de malaquita y tu paso tan audaz. Manuelita una vez se enamoró de un tortugo que pasó. Dijo: ¿Qué podré yo hacer? Vieja no me va a querer, en Europa y con paciencia me podrán embellecer.

En la tintorería de París la pintaron con barniz. La plancharon en francés del derecho y del revés. Le pusieron peluquita y botines en los pies. Tantos años tardó en cruzar el mar que allí se volvió a arrugar María Elena Walsh


¡MATA AL TIGRE! (cantar) En el fondo del mar. - ¡Mata al tigre, mata al tigre! En el fondo del mar hay un buzo entre la sal, y hay más: Hay perlas y corales, y también hay calamares; en el fondo del mar hay un buzo entre la sal. ¿Qué me vas a regalar? - ¡Mata al tigre, mata al tigre! ¿Qué me vas a regalar? - Un burrito de verdad. Allá por la carretera, Mambrú viene de la guerra; con él, cargado de coles, Facundo el de los faroles. En el fondo del mar hay un barquito enterrado; en el fondo del mar... ¡quién le pudiera salvar!

Gloria Fuertes. Doña Pito Piturra


AVERÍA EN EL MAR El mar se acaba en el mar, en su tejado de olas, que tienen forma de tejas y forma de caracolas. En los tejados del mar, adivinanza adivina, las brujas son los delfines y los gatos las sardinas. En los tejados del mar, cuando se rompe una teja, se sale el mar como loco y se asustan las sirenas; a esto lo llamo avería, otros lo llaman galerna. Y Dios es el albañil que baja a arreglar las tejas.

Gloria Fuertes. Doña Pito Piturra


CÓMO SE DIBUJA UN CANGREJO El cangrejo, pincha pero no se pincha, el cangrejo, sea jovencito o viejo, el cangrejo, tiene muy duro el pellejo - llamado caparazón y ahora empieza la función: Un cangrejo de la mar es fácil de dibujar: un redondel alargado y patas, patas y patas por un lado y otro lado. Las patitas delanteras son dos pinzas de primera, - dos alicates parecen con unos dientes que crecen -. Si te pican duelen mucho porque son como un serrucho. Es un animal extraño, si le quieres, ha hace daño. Él nada de roca en roca - tiene dientes en las patas y no los tiene en la boca -.

Camina de lado - como mareado haciendo zis - zas, anda para adelante y anda para atrás. Si quieres un buen consejo, no pises nunca un cangrejo.

Gloria Fuertes. Doña Pito Piturra


CÓMO SE DIBUJA UN BUZO Para dibujar un buzo... Se hace un muñeco vestido que resulta divertido. Espaldas anchas de atleta y en vez de botas aletas. Por el traje que es de goma sólo la cabeza asoma: No es pescador, no es marino - no tienen caña ni barca -. ¡Es cazador submarino! Gafas grandes de cristal y el tubo de respirar; burbujea burbujeante bajo el agua tan campante. Avanza bajo la ola en la mano una pistola. Ve jardines en el fondo y corales en lo hondo, ve perlas y calamares en el fondo de los mares.

Al buzo, como otras veces, le rodean muchos peces, son de colores brillantes y de formas elegantes. ¡Una raya como un rayo pasó veloz a su lado! Como era un buzo-poeta, no disparó la escopeta.

Gloria Fuertes. Doña Pito Piturra


Yo quiero reír. No quiero llorar. Yo quiero sentir el verde del mar. El verde del mar y el azul del cielo. Yo quiero, yo quiero tal vez navegar. Sí, sí, navegar arriba, en el cielo. Tratar de volar de espaldas al suelo. Un pájaro, un pez, yo quisiera ser y poder cruzar las nubes y el mar. Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


Se mueve una barca en medio del mar. La mecen las olas con suave compás. Cantan las sirenas. ¡Oigo su cantar! Rasgando la espuma de un mar de cristal la barca de plata se llena de sal.

Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


Un pájaro está cantando, cansado, cerca del mar. Su canción le pide al Viento ayuda para volar, porque los mares son grandes y es mucha su soledad. Los ecos de su canción resuenan en el lugar. La Nube lo está escuchando, atenta, sin respirar. La Niebla extiende su gasa, pero no le quiere hablar. El pajarillo se marcha... ¿Hasta dónde llegará?

Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


Mira cómo arrastra la niña su mantita sobre el mar. Mira cómo ríen las olas, esas olitas de sal. Mira cómo sufre la brisa, celosilla en su soplar. Mira cómo sueñan los peces, cansaditos de nadar.

o dice la m n ó Mira c

i ñ a

s en a m ar. m e m e dio del po Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


Suenan las campanas en la catedral. Duermen las palomas en el palomar. Brillan las estrellas en el arenal. ¡Cántame canciones que hablen de la mar!

Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


Ayer el viento decía, alegre, palabras de agua. ¡Qué frescor en sus decires y qué altos sobre los mares los sones de su garganta!

Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


LA ESTRELLA DE MAR Una estrella de mar mirando al cielo soĂąaba con nadar hasta la luna y dejar de vivir a ras del suelo en el fondo del mar. - Tienes fortuna - le susurra con voz de terciopelo un hermoso delfĂ­n de noble cuna -, la noche, de tu brillo, siente celos. Carlos Reviejo. Versos del mar.


EL CANGREJO CANTANTE Cantaba un cangrejo cantos de sirena sobre un casco viejo de un barco de vela. Con un aparejo y sus castañuelas llegaba muy lejos con la cantinela. Un día escuchaba sin querer Neptuno. y oyó que cantaba mejor que ninguno. Así que le dijo: - Si no te da corte, te nombro ahora mismo juglar de mi corte.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


EN EL FONDO DEL MAR - ¿Qué habrá en el fondo del mar? -preguntaba la gaviota a un anciano cormorán. - Hay infinidad de peces, arrecifes de coral, las llaves que no aparecen y una fábrica de sal. Especies de todo tipo. También hay barcos hundidos y otros que quitan el hipo que les llaman submarinos. - Me lo tienes que enseñar -le propuso la gaviota. - ¡Si tú no sabes nadar! - Es verdad, estoy idiota.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


LA MAR DE OLAS Para poder dormir, hay gente que cuenta ovejas viĂŠndolas ir y venir saltando sobre la verja. Yo, sin embargo, prefiero, para soĂąar sin demora, cerrar los ojos y luego dormirme contando olas.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


AMISTADES PELIGROSAS Ni Neptuno encuentra el modo de lograr que el pez espada se haga amigo del pez globo. Les pasa como al pez clavo, que cuando ve al pez martillo mira para el otro lado. TambiĂŠn se dan mucha guerra, si se encuentran, el pez remo con el curioso pez sierra. Son amigos, pero menos. Carlos Reviejo. Versos del mar.


DE MAR Y DE CIELO Al mĂĄstil de un barco hundido sobre un fondo de coral, una estrella se ha subido, para el cielo contemplar. Le han contado que allĂĄ arriba no son de mar las estrellas: son de cielo, y en ĂŠl brillan cuando la luna las deja.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


LA BALLENA Todos dicen que es un pez, pero la vieja ballena un gran mamífero es. Pesada como un camión y más larga que un tranvía, siempre causa sensación. Hoy su caza está prohibida porque casi ya no quedan: es especie protegida. Se dice que las ballenas son las reinas de los mares, con perdón de las sirenas. Carlos Reviejo. Versos del mar.


LA SIRENITA Y LA CARACOLA La sacaron del mar a la sirena, y al recordar su casa, llora de pena. Sentada en una piedra, hacia el mar mira; pero el mar está lejos, y ella suspira. Encontró caracolas en un arcón y al instante se alegra su corazón. Pues ya tiene el mar cerca, y oye sus olas cuando acerca a su oído la caracola.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


ENCUENTRO PELIGROSO Entre piedras y arrecifes, allรก en el fondo marino, el pez globo paseaba, y se encontrรณ al pez erizo, que le mirรณ con desprecio y erizรกndose, le dijo: - ยกPor muy gordo que te pongas, o te apartas o te pincho!

Carlos Reviejo. Versos del mar.


MAR GLOTÓN En la playa construí un castillito de arena, y vino el mar, con sus olas, y se lo llevó con ellas. Otro día, en la playa, dibujé un corazón, y vino otra vez el mar y al instante lo borró. No hagas castillos de arena, ni dibujes en la playa, porque el mares un glotón y se come lo que hagas. Carlos Reviejo. Versos del mar.


EN EL MAR DE LAS MENTIRAS En el mar de las mantiras, una ballena leía un periódico sin letras a la luz de una bombilla. Otra noche, a pleno sol, una tortuga volaba y una morsa hacía gimnasia en la arena de la playa. Y una vez, la caracola al otorrino le dijo: - Por favor, sáqueme el mar que dentro se me ha metido. En el mar de las mentiras, el agua ya no es salada, pues se llevaron la sal para hacer una ensalada.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


¿QUIÉN DESPERTARÁ AL MAR? Los coros de albatros durmieron al mar. ¿Quién, en la mañana, lo despertará? ¿Será la alta luna, que al alba se irá luciendo, de estrellas, al cuello un collar? ¿O el viento riendo, solo por jugar, que, sobre las olas, jinete vendrá? ¿O quizá sea el sol, que el día traerá, y que, entre bostezos, redondo saldrá? Al mar y a sus olas, ¿quién despertará?

Carlos Reviejo. Versos del mar.


DIANA Cuando el pez trompeta toca la diana, cien mil pececitos salen en pijama. Y detrรกs de ellos van diez mil doradas, dos mil caballits y ochocientas rayas. Con el sable al hombro, grita el pez espada: - ยกDeprisa, deprisa! ยกQue hoy toca gimnasia, y dentro de poco habrรก marejada! Carlos Reviejo. Versos del mar.


MARINA En los mares, muy pronto, despunta el alba. Entre luces despierta la madrugada. Por la tarde, en los mares, se pone el sol y se ti単en las olas con su arrebol. En la noche, en los mares, sale la luna, y les cubre a las aguas de plata pura.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


CABALLOS DEL MAR Caballos del agua, las olas del mar: caballos que vienen, caballos que van, caballos de espuma, caballos de sal. Caballitos blancos que vienen y van. Caballos del agua, las olas del mar.

Carlos Reviejo. Versos del mar.


EN EL FONDO DEL MAR En el fondo del mar tengo un tesoro: caballitos marinos y un pez de oro. Y mil rojos corales, y caracolas con rumores del viento y de las olas. Y collares de perlas y otros de plata que en un cofre de n谩car guard贸 un pirata. Carlos Reviejo. Versos del mar.


De ola en ola, de rama en rama, el viento silba cada mañana, De sol a sol, de luna a luna, la madre mece, mece la cuna. Esté en la playa o esté en el puerto, la barca mía la lleva el viento. Antonio García Teijeiro. Volando por las palabras.


SEGUNDO CICLO


GEOGRAFÍA Pintaba un mapa mi niño, ¡qué color azul de mar!, ¡qué verde tierno en los valles!, ¡qué montes color de pan!

y si sopla el viento cruel,

Pero mi niño ahora es bueno

Pintaba un mapa mi niño

sus labios llenos de sal

y se pone a dibujar

de un país... yo no sé cuál.

besarán las frías olas,

un collar de islas pequeñas

Vio que el mar era muy grande

naufragio en la soledad.

que ahora acaba de crear.

y casi se echó a llorar;

Si llegan a pisar tierra,

¡ ya podrán los marineros

¡oh los pobres marineros

de andar no se acordarán,

en las islas descansar!

sin un puerto do arribar!

como patos caminando

Pintaba un mapa mi niño

Días y días y días,

se burlará la ciudad.

de un país, yo no sé cuál!.

sin ver color terrenal, azules serán sus ojos de tanto mirar el mar.

Celia Viñas


¡Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¡Qué blancas tus manos, niña, que te vas sin suspirar! ¡Ay niña, no te las manche la tinta del calamar! ¡Qué blanco tu corazón y qué blanco tu mirar! ¡Ay niña, no te los manche la tinta del calamar! Rafael Alberti


PREGÓN SUBMARINO ¡Tan bien como yo estaría en una huerta del mar, contigo, hortelana mía! _ En un carrito tirado por un salmón, ¡qué alegría vender bajo el mar salado, amor, tu mercadería! _ ¡Algas frescas de la mar, algas, algas!

Rafael Alberti


Sol negro. De una mar, de una mar muerta, la empuj贸 un mal viento. Carabela negra, cargada, hundida de huesos. Mar negro.

Rafael Alberti


Si Garcilaso volviera, yo sería su escudero; que buen caballero era. Mi traje de marinero se trocaría en guerrera ante el brillar de su acero; que buen caballero era. ¡Qué dulce oírle, guerrero, al borde de su estribera! En la mano, mi sombrero; que buen caballero era.

Rafael Alberti


CARACOLAS MARINAS Escucha cuando estés entristecido, en el silencio de tus noches solas, estas maravillosas caracolas que de remotas playas he traído. Y oirás, entre el tumulto de las olas, cantar a las sirenas, en tu oído: ¡Ni bálsamos ni jugos de amapolas producen un tan inefable olvido! Te irás adormeciendo a sus canciones soñando con nereidas y tritones ... Y si algún día tu soñar despierta, en la playa verás, bajo una palma, la desnudez de una sirena muerta, ¡de la sirena que murió en tu alma! Francisco Villaespesa.


DIÁLOGO EN LA ORILLA ¿De dónde vienes, hermano? - Hermano, vengo del mar. - Y yo vengo de la tierra; de la tierra: de sudar. - La tierra vengo buscando. - Y yo voy buscando el mar porque en tierra he sido esclavo. - Yo he sido esclavo en el mar. - La tierra, hermano, te guarde. - Hermano, guárdete el mar.

Carlos Álvarez


Aínda que digan que non, tes a pucha mariñeira. Regaloucha meu avó unha noite silandeira. Pon a pucha, miña lúa. Pon a pucha sen tardar; que a vexan os mariñeiros e os que están na beiramar.

Antón García Teijeiro. Lueiro de papel.


Mar de escuma de prata de bruma. Mar teimudo esperto escuro Mar-biqueiro Mar-espello Mar-luceiro. Mar preguiceiro Mar pillabán ¡Mar do verán! Antón García Teijeiro. As catro estacións.


A choiva peitea as ondas do mar con peites de escuma e bicos de sal e pousa os orballos na face do mar.

Ant贸n Garc铆a Teijeiro. Chove nos versos.


Debuxa unha barca a choiva na area, non sei se unha dorna ou unha gamela. E chaman as ondas a barca pintada; queren arrolala ben lonxe da praia. Contenta sorrilles ás ondas sinxelas e pídelle ó vento que a leve con elas. No medio da escuma a barca da choiva semella unha fada, semella unha moza. Antón García Teijeiro. Chove nos versos.


LA MANCA Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballenero y el ballenero llegó a Gibraltar; y que en Gibraltar cantan pescadores: "Novedad de tierra sacamos del mar, novedad de un dedito de niña. ¡La que esté manca lo venga a buscar!" Que me den un barco para ir a traerlo, y para el barco me den capitán, para el capitán que me den soldada, y que por soldada pide la ciudad: Marsella con torres y plazas y barcos de todo el mundo la mejor ciudad, que no será hermosa con una niñita a la que robó su dedito el mar, y los balleneros en pregones cantan y están esperando sobre Gibraltar... Gabriela Mistral


CANCIÓN DE PESCADORAS Niñita de pescadores que con viento y olas puedes, duerme pintada de conchas, garabateada de redes. Duerme encima de la duna que te alza y que te crece, oyendo la mar-nodriza que a más loca mejor mece. La red me llena la falda y no me deja tenerte, porque si rompo los nudos será que rompo tu suerte... Duérmete mejor que lo hacen las que en la cuna se mecen, la boca llena de sal y el sueño lleno de peces. Dos peces en las rodillas, uno plateado en la frente, y en el pecho, bate y bate, otro pez incandescente...

Gabriela Mistral


Estudiei nun pupitre de auga gorda nunha escola onda o mar. E no recreo ía pescar luras na chalupa do meu avó. Aprendía a escribir nunha clase pequena, de persianas de sal. No encerado nacían peixes, e gamelas nos ollos do profesor. Os meus compañeiros eran xoubas e eu un tiburón. O mar anegaba as rúas da cidade e tiñamos que nadar para salvarnos ata que tocaba, sempre a tempo, o timbre do recreo.

Fran Alonso. Cidades.


YO EN EL FONDO DEL MAR En el fondo del mar hay una casa de cristal. A una avenida de madréporas da.

Me trae un rojo ramo de flores de coral.

Un pulpo me hace guiños a través del cristal. En el bosque verde que me circunda —din don... din dan— se balancean y cantan las sirenas de nácar verdemar.

Duermo en una cama un poco más azul que el mar.

Y sobre mi cabeza arden, en el crepúsculo, las erizadas puntas del mar.

Un gran pez de oro, a las cinco, me viene a saludar.

Alfonsina Storni.


LA BARCA SIN REMOS Mueve el viento la cuna en el mar del silencio y las olas, cansadas, nunca llegan a tiempo de cantarle una nana a ese niño tan serio que se duerme temblando con el frío del miedo. Y la cuna se mueve ¿está el niño despierto? No, sus ojos nos dicen que las nubes del cielo le pintaron de cal su carita de sueño. Mueve el viento la cuna en el mar del silencio. Duerme el niño tranquilo en la barca sin remos.

Nicolás Guillén


LA TORTUGA MARINA Con su cabeza de oruga oculta en el espaldar, aparece la tortuga por la arena o por el mar.

en un rictus atrevido o en la forma de mirar la memoria del olvido que recuerda, al recordar

Tiene los ojos rasgados y un brillo piramidal le recorre, con cuadrados, toda la espina dorsal.

las playas y los bajíos, los piratas y el coral y las islas y los ríos de su pasado ancestral.

Es un escudo con patas, una cerámica astral, un tesoro de piratas o una isla de coral.

Con su cabeza de oruga oculta en el espaldar, aparece la tortuga por la arena o por el mar.

Navega con ritmo lento, como conviene a su edad, y, más antigua que el viento, se encierra en su soledad. En su coraza la espuma dibuja olas, y el mar le pinta el carey de bruma con lápices de rotular. Es de color algo oscura, porque le gusta el disfraz y alarga la comisura de la arruga de su faz

Jaime Siles. El gliptodonte.


TERCEIRO CICLO


Ai, ondas que eu vin ver, si me saberedes dicer por que tarda meu amigo, sen min. Martín Códax

Polas ondas un navío levábame ó meu amigo. Bágoas enchían o mar. ¡Eu por el aquí a agardar! Mozo de loiros cabelos. Ollos tristeiros e cegos. Bágoas enchían o mar. ¡Eu por el aquí a agardar! As flores do meu amado cobren seu corpo salgado. Bágoas enchían o mar. ¡Eu por el aquí a agardar! Perdeuse quedo no tempo. Fiquei esperta co vento. Bágoas enchían o mar. ¡Eu por el aquí a agardar! Antón García Teijeiro. Na fogueira dos versos.


Aqueles tristes ollos que o tempo ten... Manuel Antonio

Cos ollos tristes latexa o tempo. Ouvea un can. Mar friorento. Tanguen campás. Latexa o tempo. Foxen as horas a sotavento. Latexa o tempo. Os mariñeiros en alta-mar gardan silencio. Vento e naufraxio. Latexa o tempo. Ondas agochan a un mariñeiro. Antón García Teijeiro. Na fogueira dos versos.


Tamén o mar, hoxe ten a ialma chea de madureza. Álvaro Cunqueiro

Ole prateado o vidro do mar. Ten ronseis de escuma a danza do mar. Soa o sal mariño o canto do mar. Vive noites nidias a calma do mar. Chama ós mariñeiros a frauta do mar. Perde o seu perfil o xogo do mar. Mar Mar Mar ¡Que preto e lonxe estás! Mar Mar Mar ¡Que sereno o teu bruar!

Antón García Teijeiro. Na fogueira dos versos.


Hai unha voz sen verbas A que todos ouvimos no silencio. Luz Pozo Garza

Voz sen verbas: silencio. Mar sen auga: deserto. Sol sen raios: misterio. Luz sen brillo: coitelo. Man sen man: un berro. Dor sen laios: o tempo. Eu sen ti: inferno.

Ant贸n Garc铆a Teijeiro. Na fogueira dos versos.


MAR ENTRE CASAS Y surge el mar, de pronto, -aún no se le esperabaal borde mismo de la mano. ¡Cómo saltó hacia mí, con qué alegría vino y me abrazó de azul! Y qué justo su abrazo entre el prisma seguro de las casas. Al borde mismo. Azul... ¡Y no se le esperaba!

José Luis Hidalgo. Poesía para niños.


SARDINERO (Santander) Sobre la arena nadie. Nadie sobre las olas. El faro de salitre pasaba ya sus hojas. El mar, a lentos golpes, borraba los perfiles y quitaba las huellas diluyendo los límites. La playa estaba sola: ni penas, ni alegrías, y la tarde muriéndose sobre la barandilla. Sobre las barandillas rectas en líneas puras, sin brazos y sin piernas que quiebren su hermosura.

Las olas saltarinas con vocación de comba, niñas sin pauta fija destrenzaban las rocas. La luz no se evadía saltando el horizonte: se dormía en el aire esperando la noche. Y Piquío, el Casino y el Hotel: fijas sombras pintadas sobre el verde crepúsculo en penumbra.

José Luis Hidalgo. Poesía para niños.


EL MAR

El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar? En sueños la marejada me tira del corazón; se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá? Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera; siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera!

Rafael Alberti


ELEGÍA DEL NIÑO MARINERO Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, qué fresco era tu pescado, acabado de pescar!

¡Qué negra quedó la mar! ¡La noche qué desolada! Derribado su cantar, la barca fue derribada.

Te fuiste, marinerito, en una noche lunada, tan alegre, tan bonito, cantando, a la mar salada!

Flotadora va en el viento la sonrisa amortajada de su rostro. ¡Qué lamento el de la noche cerrada!

Qué humilde estaba la mar! ¡El cómo la gobernaba! Tan dulce era su cantar, que el aire se enajenaba.

¡ Ay mi niño marinero, tan morenito y galán, tan guapo y tan pinturero, más puro y bueno que el pan!

Cinco delfines remeros su barca le cortejaban. Dos ángeles marineros, invisibles, la guiaban.

¿Qué harás, pescador de oro, allá en los valles salados del mar? ¿Hallaste el tesoro secreto de los pescados?

Tendió las redes, ¡qué pena!, por sobre la mar helada. Y pescó la luna llena, sola, en su red plateada.

¡Deja, niño, el salinar del fondo, y súbeme el cielo de los peces, y, en tu anzuelo, mi hortelanita del mar!

Rafael Alberti


DÍA DE AMOR Y DE BONANZA

Que eres loba de mar y remadora, Virgen del Carmen y patrona mía, escrito está en la frente de la aurora, cuyo manto es el mar de mi bahía. Que eres mi timonel, que eres la guía de mi oculta sirena cantadora, escrito está en la frente de la proa de mi navío, al sol del mediodía. Que tú me salvarás, ¡oh marinera Virgen del Carmen!, cuando la escollera parta la frente en dos de mi navío, loba de espuma azul en los altares, con agua amarga y dulce de los mares escrito está en el fiero pecho mío. Rafael Alberti


ELEGÍA DEL NIÑO MARINERO

Tendió las redes, ¡qué pena!, por sobre la mar helada. Y pescó la luna llena, sola, en su red plateada. [...] ¿Qué harás, pescador de oro, allá en los valles salados del mar? ¿Hallaste el tesoro secreto de los pescados? ¡Deja, niño, el salinar del fondo, y súbeme el cielo de los peces, y, en tu anzuelo, mi hortelanita del mar!

Rafael Alberti


MARINERO EN TIERRA

Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un barco bajel de guerra.

Rafael Alberti


HABLO CON EL MAR

Sentado en estas rocas, mar, te escucho. No entiendo tus palabras pero adivino a ciegas que algo quieres decirme mas no puedes llevarme adonde yo quisiera, ¡oh inmensidad sin centro! No te entiendo, madre-muerte, madre-amante, madre-amor, ¿O eres tú la que no entiende mi modo humano de hablar? ¿Hasta cuando tengo que seguir esperando mi retorno a tu origen, madre natal? Gabriel Celaya


Mar sin nombre y sin orillas, soñé con un mar inmenso, que era infinito y arcano como el espacio de los tiempos. Daba máquina a sus olas,

De pronto un pájaro errante

vieja madre de la vida,

cruzó la extensión marina;

la muerte, y ellas cesaban

¿Cojeé? ¿Cojeé?, repitiendo

a la vez que renacían.

su quejosa marcha iba.

¡Cuánto hacer y morir

Sepultose en lontananza

dentro la muerte inmortal!

goteando ¿Cojeé? ¿Cojeé?

Jugando a cunas y tumbas

desperté, y sobre las olas

estaba la Soledad.

me eché a volar otra vez.

María Enciso


Polos areais foxe unha ilusión co medo na pel de que digas non. Follas de coral Beixos de algodón van esmorecer se ti dis que non. Sílabas de luz Brisas de neón Soños que se van se ti dis que non. Meixelas de sal Risas de limón bótanse a perder se ti dis que non. Non, non digas non, moza, ollos de mel cántame a canción do paxaro aquel. Non digas que non. Teño moito frío O meu corazón chora aló no río.

Antón García Teijeiro. Palabras envoltas en cancións.


Navegaba pola sombra cara ó sol unha moza, negra pomba Corazón. Moza tenra, trala porta do solpor aniñara na memoria moita dor. A mar verde, mar de sombra mar-remol envolvía coidadosa no negror a unha moza, negra pomba Corazón. Pomba louca, moza tola por amor que rachara coa corda da prisión. Navegaba pola sombra cara ó sol unha moza, negra pomba Corazón Antón García Teijeiro. Palabras envoltas en cancións.


A todos os Peleriños do Mar que veñen a Compostela

Andivo todos os mares baixo o corazón da vela. Mariñeiro era por gala dos mariñeiros da terra, pescador nas outas augas onde aboian as estrelas, atal que brancas alfoias para enfeitar ás sereas.

Cicais fose por brincare, ou sería por envexa, o vento -lobo dos homesquixo arrabuñar na terra. ¡Ai! ¡onde irá o vento solto choutando pola ribeira? ¡Ai, o vento entolecido polo mar, coma unha besta!

El navegar, navegaba unha dorna mariñeira; nos ollos sempre un relanzo de escumas cantaroleiras, no corazón -¡Ai Dios Santo!no corazón unha arela.

(El gobernar, gobernaba unha dorna mariñeira.)

Os brazos eran de buxo, os remos, palmas lixeiras, o timón... ben semellaba asa de gueivota albeira. Onde él chegaba coa dorna iña a barileza nela, i o vento se lle aquedaba como unha pomba sinxela. Os peixes choutaban ledos polo albiscar na cuberta co seu mouro peito ispido, botando cantigas tenras. ¡Ai, él levaba, Dios santo, no corazón unha arela! Ela gardaba un segredo debruzada na fiestra, co mar metido na ialma, que era moito mar para ela. Os sargazos do cabelo enredábanlle na testa, porque o vento enredador tiña cobiza das rendas.

Ninguén escoitou a voce, acolá na noite pecha, co mar bruando arredor ladaíñas agoirentas: -¡Líbrame, Señor Sant-Yago, pescador da Galilea; meu Sant-yago, navegante en branca dorna de pedra ! Si me librares, Señor, irei verte a Compostela, descalciño dos dous pes, no meu peito unha vieira. Escoitar, ben o escoitara Sant-Yago feito de pedra. Vel ehí vai o peleriño polas valgadas da terra; sobor das cangadas costas a crus de remos lle beila. Nos ollos sempre un relanzo de escumas cantaroleiras; no corazón ¡ai Dios Santo!no corazón unha arela.

Álvarez Blázquez, Xosé M.ª, Poesía galega completa,Vigo, Edicións Xerais de Galicia, 1987.


OS MEUS TESOUROS Vou compartir contigo os meus grandes tesouros, pero se non valen un figo, se en euros son un cero, tes que entender que valen porque os quero. Un cabalo de mar, un hipocampo morto e resecado que pode esfarelar se o tocas sen coidado, mais eu soño que é un príncipe encantado. Unha vella baralla coa que xogaba ás cartas miña avoa. Desde que ela lle falla sentíase moi soa: o rei de ouros xa non ten coroa. Unha barca no mar, non ten leme nin remos, anda ao chou. ¿Quen a vai gobernar? O avó xa marchou: só as ondas a poden abalar.

Marica Campo. Abracadabras.


ADULTOS


VERDE - MAR 1 De tanto quererte, mar, el corazón se me ha vuelto marinero. Y se me pone a cantar en los mástiles de oro de la luna, sobre el viento. Aquí la voz, la canción. El corazón a lo lejos, donde tus pasos resuenan por las orillas del puerto. De tanto quererte mar, ausente me estás doliendo casi hasta hacerme llorar...

2 ¡Mar! Y es como si, de pronto, se hiciera la claridad. Ángeles desnudos. Ángeles de brisa con luz. Cantar del agua que danza una zarabanda de cristal. Islas, olas, caracolas. Grito blanco de la sal... Y el corazón, de latido en latido, dice ¡mar!

Meira del Mar


OYE,YO ERA COMO UN MAR DORMIDO... Oye: yo era como un mar dormido. Me despertaste y la tempestad ha estallado. Sacudo mis olas, hundo mis buques, subo al cielo y castigo estrellas, me avergĂźenzo y escondo entre mis pliegues, enloquezco y mato mis peces. No me mires con miedo. TĂş lo has querido.

Alfonsina Storni


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