Vicente Marquieri fue encontrado muerto el 27 de agosto de 2004, en su casa de descanso <¡,; sobre su cama. Cuando revisaron sus pertenencias encontraron esta carta, dentro de un libro. Lista para ser enviada.
Es verdad, hijo mío, que las palabras son buenas, pero también es verdad que existen fuerzas que muchas veces no dejan que esas palabras lleguen a nuestro estado de -¿^ conciencia, por lo cual en los momentos que mas necesitamos de esas palabras como armas, para luchar o para defensa , se nos presentan inalcanzables, ajenas y lejanas. Todo esto es razón para fundamentar mi decisión de escribirte esta carta: Es mi deseo que las letras broten del papel como lumbreras en caminos oscuros, que ellas sean las alas que te transporten cuando estés en peligro. Daniel quiero que ellas te despierten cuando estés sufriendo en alguna pesadilla y que sean como tu madre pasando su mano en tu frente, diciendo todo va a estar bien. Sabes bien que estoy muy viejo ya, mi cuerpo no responde como cuando tenía tu edad, mis huesos están cansados, estoy pronto a ir a casa. Pero lo cierto es que a medida que el tiempo pasa y se lleva con el mi cuerpo, los órganos de mi espíritu renacen con fuerza día tras día, y yo soy un león joven, dispuesto, hambriento, desbordando vida. Soy un árbol plantado junto a un rio... pero no siempre fue así, hubo días en los que no había para mí sino muros, paredes, no Daniel no deberíamos techar nuestras casas tan pronto, pues nos perdemos las estrellas en la noche, como tampoco podemos despertamos acariciados por sol en la mañana. No hijo mío no siempre fui un león. Hay un plan pensado desde antes que nacieses del cual jornias parte, todos somos parte, cada uno una tuerca de esta gran maquinaria. Entonces piensas que es normal, pero es una pequeña parte de todo, con solo mirar un segundo, te darías cuenta, hay tantos edificios, tantas autopistas, mas y mas fábricas, sabe que en algún sitio hay mar y cielo. No es normal, siento mucho ser tan desordenado, aunque me he tomado un tiempo antes de comenzar esta carta, pero la verdad es que las palabras me desbordan. Mi mente, mi corazón, triunfan sobre mi mano. La cuestión es que te dan madera pero te piden que construyas con plástico, después de un tiempo, te dan plástico pero te piden que hagas con barro. Pero nadie puede salirse, Daniel nadie. El oxigeno no es real. Entonces comienzan con decirte quien eres y como eres, los sentimientos no son reales, te pierdes pero no hay tiempo, ya has pasado una parte mínima de la vida y en tu espalda sientes que ya estas acabado. Recuerda Daniel te dan plástico y te piden tierra, si por supuesto que no funciona, pero este es su orden, su correcto funcionamiento. La escuela, te califica, te enseña, te adoctrina. Escriben sobre pizarras que no se pueden borrar. Y hay acuerdos, estándares, ideales inalcanzables, calificaciones absurdas lastimosas, convenios. . . Daniel, cuando escuches que las matemáticas son importantes por favor no le des importancia, realmente no lo son, y cuando escuches que es necesario ciertos modales a la hora de compartir una mesa con alguien huye, huye rápido. No existe la lógica, no es real. No hay tal cosa como reglas ortográficas. Es todo parte de un dedo, que intenta tapar al
sol de la angustia de la existencia. En la noche y cuando nos lavamos los dientes, no hay buenos doctores, no hay grandes pintores. Al parecer este tiempo deja en nosotros marcas imborrables, si puedes memorizar las formas y las respuestas correctas habrás finalizado la primera etapa y estás listo para comenzar con una nueva. De repente empiezas a sangrar pero no duele. Te diré que no quiero aburrirte pero ahora recibes barro, es una de las partes más peligrosas de todas, y nada más que barro y te convences que solo existe el barro y las casas que construyes son de barro, pero Daniel hay madera, piedra, ladrillos, paja, puedes hacer mundos. Pero la universidad solo te da barro y no es lo único. Como sin quererlo empiezas a hablar y decir cosas que nunca habías pensado decir. El asunto es que crees que necesitas dedicar tu vida a un trabajo y entonces trabajas como mínimo 8 horas y duermes unas 6. Y al finalizar de todo recuerdas que más de la mitad de tu vida la dedicaste a dormir y a trabajar. El espíritu se atrofia. Oh hijo existe algo tan dañino y perverso que me atemorizo al contarlo, hay ciertos dogmas, teorías, normas, reglas, ritos, costumbres, tradiciones. Sabrás de ellas, pues la religión esta en todos los sitios, huye, no te enfrentes, huye, ellos se alimentan con culpa, y piden miedo. Quiero contarte tantas cosas, pero de repente te encuentras con una pequeña escalera para llegar a lo alto del universo. Se entumece el corazón. Pero hay un lugar, Daniel donde todo cobra sentido. Y es el todo mismo. Daniel nunca olvides la montaña. Huye a la montaña Daniel. Donde las alas pueden crecer, donde todo es claro, donde 40 días no es suficiente. Daniel la montaña. No hay mas Daniel, el oro no es importante. No hay razón para perder el tiempo existiendo la montaña. Ellos dirán muchas cosas para captar tu atención, pero una vez estando allí, sabes que no hay porque construir otro hogar. El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre Lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y Compró ese campo. Realmente quisiera poder ir a visitarte algún día, pero sabes que las cosas con tu padre no están bien. Deseo más que nada compartir un día con mi hijo y mi nieto antes de que llegue el próximo invierno, pero por el momento no encuentro la forma, espero que el mañana nos encuentre juntos, Como uno a los tres. Daniel estoy pronto a ir a casa, para no bajar de la montaña ya nunca más.
Te amo