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DESASTRES Y VULNERABILIDAD

antropogénicos o tecnosociales; puede estar sujeta a sismos o inundaciones por razón de un emplazamiento espacial observable a nivel medio o macro, y al mismo tiempo puede guardar toda una gama de riesgos industriales de micro y meso localización o hasta del orden nuclear. La gestión social sobre esos riesgos puede involucrar, entre otras cosas, una mala administración medio ambiental, agotamiento de recursos, tensiones políticas.

Otro contexto toca lo relativo a la oposición entre una perspectiva unitaria global y varias perspectivas fragmentadas locales, lo cual induce a una discusión muy interesante sobre escalas y organización espacial. Me parece entonces que la base del análisis espacial puede ofrecer interesantes aportaciones para la comprensión de estos complejos.

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Recientemente escuché una exposición del Dr. Jorge Cervantes en el auditorio del CENAPRED, donde presentó una carta de riesgos de la Ciudad de México, de base geomórfica pero que contempla algunos asuntos de distribución demográfica y de instalaciones peligrosas. Sin duda ése es un poderoso instrumento para el diseño de estrategias preventivas parciales, pero toca aún experimentar mayores provechos en la medida en que a través de esa herramienta se pueden identificar las áreas centralizadoras de riesgos, para operar interacciones con los pobladores, referentes a la asimilación de los propios riesgos y a las medidas alternativas individuales y grupales que serían capaces de realizar. El análisis espacial del riesgo-desastre no tiene como meta última la realización de cartas o mapas, por lo menos ésa no debería ser su etapa concluyente. Pero sí, como vemos, es una herramienta sumamente valiosa para trascender con mayor celeridad la comprensión global del riesgo-desastre.

Me parece necesario indicar, finalmnete, que una contribución para ese avance es iniciar esfurzos en la construcción de pequeños atlas o conjunto de cartas regionales enfocados a identificar en esos ámbitos, pero con juegos de escalas mayores (es decir, que cubran áreas menores), la conjugación e interconexión de factores de riesgo así como la organización espacial de la población regional y local para poner de relieve no sólo los diferentes rangos del peligro-riesgo sino las posibles evoluciones de esos rangos. Esos serán instrumentos valiosos para la administración de los riesgos,pero también lo serán para el ordenamiento estratégico de la investigación.

Pueden verse discusiones al respecto en las siguientes obras: Mitchel, J.K., "Hazards Research". En: Gaila, G. y C. Willmott, Geography in America, Merrill Publishing, Columbus, Ohio, 1989. Oliver-Smith, A., "Introduction: Disasters Context and Causation: An Overview of Changing Perspectives in Disasters Research". En: Studies in Third World Societies, No. 36, Universidad de Florida, 1986. Calvo, F., "La geografía del riesgo". En: Geocrítica, No. 54, Barcelona, 1984. Rojas, I., Proposición metodológica para el análisis de la geografía del riesgo, tesis de licenciatura, UNAM, México, 1988. Jackson, E. L. e I. Burton, "El proceso del ajuste humano al riesgo sísmico". En: Terremotos. Evaluación y mitigación de su peligrosidad, Blume, Barcelona, 1980, pp. 257-277. Cfr. Mitchel, J. K., op. cit., p. 415. Pérez de León, J. M., Colima en el siglo XVIII, Ms. Rosenblueth, E., Predicción e ingeniería sísmicas en China, Instituto de Ingeniería,

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UNAM, México, 1977. Macías, J. M. y C. Serrat, "Dimensión social de la crisis de los desastres". En: Memorias del XII Congreso Nacional de Geografía, II, SMGE, Tepic, 1989, pp. 811-817. Cfr. Mitchel, J. K., 1989, supracit. Ibid. Cicero, Rl, "Origen y clasificación de los desastres". En: Seminario Nacional de Protección Civil. Memoria, CENAPRED, México, 1990, pp. 53-66. Ibid. Anderson, W., Disaster and Organizational Change: A Study of Long-term Consequences in Anchorage of the 1964 Alaska Earthquake, University of Delaware, Disaster Research Center, Book and Monograph Series, No. 6, 1969. Macías, J. M. y C. Serrat, supracit. Testimonio en videograma 1990, A los héroes. Terremoto de San Francisco, E. U. A. de 1989. Cfr. supra. Mitchel, J. K., p. 413. Quarantelli, E. L., Inventory of the Disaster Field Studies in the Social and Behavioral Sciences. 1919-1979, University of Delaware, Disaster Research Center, Book and Monograph Series, No. 20, 1984. Cfr. Quarantelli, E. L., op. cit.; también los trabajos del equipo de C. White, "La investigación de los riesgos naturales". En: Chorley, R. (comp.), Nuevas tendencias en geografía, I. de E. en Admon. Local, Madrid, 1968, pp. 281- 315. Véase Calvo, F., op. cit.; los trabajos de Gelman, O. y S. Macías, por ejemplo: "Los desastres vistos bajo el enfoque sistémico". En: Memorias del simposio Los asentamientos humanos en la falla de San Andrés, Tijuana, México, 1979, pp. 149-153; las propuestas del Grupo Herodote: Foucher, Ml, "Esquisse d'une Géographi Humaine des Risques Naturelles". En: Herodote, No. 24, Paris, 1982, pp. 42-67; y el compendio de Drabek, T., Human system responses to disaster, Springer Verlag, Nueva York, 1986. Por ejemplo, el reporte de F. Bates sobre los programas de emergencia de alimentación generados a raíz del sismo de Guatemala de 1976 (Bates, Fl, W. Timothy y J. Glittenberg, Emergency Food Programs following the Guatemaln Earthquake, Special Report, No. 13, U. de Geografía, 1977. Me refiero otra vez a lo señalado por J. K. Mitchell, supracit. Entre otros se pueden citar los de Gelman, O. y S. Macías, Desastres provocado por la erupción del volcán Chichonal. Estudio de campo, Instituto de Ingeniería, Series No. 465, UNAM, México, marzo 1983, y las nueve ponencias del simposio sobre el Chichonal de la VI Convención Geológica Nacional de la SGM, publicadas en 1983 por el Instituto de Geología de la UNAM bajo el título: El volcán Chichonal. Por ejemplo, Jorge Cervantes en el Instituto de Geografía de la UNAM, y varios proyectos de la Facultad.

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VULNERABILIDAD Y MITIGACIÓN DE DESASTRES

Andrew Maskrey

Agradecimiento

Quisiera agradecer a los participantes en el taller Community Base Hazard Mitigation, particularmente a keith Ford, de Jamaica (coordinador adjunto); Daniel torrealva, de Perú (secretario); y además a Scott Luther, Babar mumtaz y Marsha Mckay, por sus contribuciones a las ideas expresadas aquí.

Introducción

El objetivo central de este documento es analizar la mitigación de los desastres desde la perspectiva de las poblaciones vulnerables de América Latina y proponer algunas recomendaciones y criterios para la facilitación futura de procesos de mitigación de desastres. La metodología que hemos utilizado para cumplir con este objetivo ha sido fundamentalmente el análisis de la experiencia real acumulada en mitigación de desastres hasta la fecha.

Nuestro documento propone como estrategia la mitigación popular, que definimos como esa mitigación de desastres realizada con y desde la población y sus organizaciones. En realidad, a pesar de que, en nuestra opinión, la mitigación 'popular' ofrece tal vez la mejor posibilidad de reducir riesgos en la mayoría de los países de América Latina, hay todavía poca experiencia en este campo, y menos aún procesos exitosos bien documentados. Nuestro trabajo, por lo tanto, utiliza en gran medida ejemplos derivados de experiencias peruanas, además de algunos casos que hemos podido identificar en la bibliografía disponible.

Los funcionarios y oficiales de gobiernos que desean encontrar recetas estandarizadas para la implementación de programas de mitigación van a encontrarse tal vez decepcionados con la lectura de nuestro documento. Quizás su principal conclusión sea que, precisamante debido a que este tipo de mitigación se gesta en base a la población y sus organizaciones, tiene que ser muy sensible a la diversidad de contextos totalmente diferentes de vulnerabilidad y riesgo que existen. La mitigación 'popular', para darle un nombre aunque sea no apropiado y poco científico, es un proceso que tiene sus raíces en la población y sus organizaciones. Por lo tanto, cualquier intervención externa debería partir de un gran respeto hacia la gestión local y hacia la capacidad creativa de la población y sus organizaciones para procesar sus propios problemas y concebir soluciones adecuadas a ellos.

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