RUMBO AL BICENTENARIO: LA PRENSA, EL LENGUAJE POLITICO Y LOS ESPACIOS PÚBLICOS EN LA INDEPENDENCIA

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Revista digital de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario

Rumbo al Año 2. Nº 3 - Febrero 2019


Revista elaborada por la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú en colaboración con la Oficina de Comunicaciones del Congreso de la República COLABORAN EN ESTE NÚMERO: Daniel Morán Marissa Bazán Díaz Miguel Ángel Angulo Giraldo Ana Victoria Gonzales Ccopa Diseño de imagen de portada: Diana Mora Diseño y diagramación: Paola León Corrección de estilo: Ana Bardales Cáceres Edición general: Claudia Neyra Nuñez Mesa Directiva del Congreso 2018 – 2019 Daniel Salaverry Villa (presidente) Leyla Chihuán Ramos (primera vicepresidenta) Segundo Tapia Bernal (segundo vicepresidente) Yeni Vilcatoma de la Cruz (tercera vicepresidenta) Si desea colaborar con algún artículo para la revista o tiene alguna sugerencia, escríbanos a: bicentenario@congreso.gob.pe


ÍNDICE 0 3 Presentación

Humberto Morales Ramírez

0 4 Los rostros de la plebe. Balance y nuevas perspectivas rumbo al Bicentenario Daniel Morán

0 8 Los rumores de la rebelión. Discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812 Marissa Bazán Díaz

1 2 Reflexiones sobre el Bicentenario

Entrevista a la congresista Maritza García Jiménez, representante por Piura

1 5 “Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”: el rol de las identidades a través de la prensa de Lima (1811–1814) Miguel Ángel Angulo Giraldo

2 0 Reflexiones sobre el Bicentenario

Entrevista al congresista Francisco Petrozzi Franco, representante por Lima

2 4 Discursos en construcción: las mujeres en el proceso de la Independencia Ana Victoria Gonzales Ccopa

2 7 Efemérides del mes

Hechos históricos de febrero durante el proceso de la independencia y los inicios de la representación política en el Perú (1780–1826)

3 2 Actividades realizadas en relación al Bicentenario


P R E S E N TA C I Ó N En el Perú, la conmemoración de la Independencia se ha tratado de manera especial en algunas fechas: en la celebración de los 10 años (Andrés Reyes); en 1871, al cumplirse los 50 años (José Balta); en 1921, con motivo del centenario (Augusto Leguía), y en 1971 a razón del sesquicentenario (Velasco Alvarado). El bicentenario conmemora un rico proceso de independencia: el grito de emancipación de Túpac Amaru (1780), la proclamación de la Independencia (1821), el Congreso constituyente (1822) y las batallas de Junín y Ayacucho (1824) que sellan la independencia del Perú y Latinoamérica.

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Presentación

Creemos que el reto del bicentenario es aprender de la hazaña histórica del “otro Perú”, olvidado y discriminado, pobre, rural, serrano y amazónico. Debemos popularizar la Independencia y el bicentenario de la mano con las múltiples iniciativas. De no ser consideradas como iniciativas de ese “otro Perú”, como el gran protagonista del bicentenario, no será el Estado quien conmemore y celebre el Bicentenario, lo hará el “desborde popular” a su manera. Rumbo al Bicentenario es una iniciativa de la Comisión Bicentenario del Congreso de la República que pretende llegar a la ciudadanía, esta vez a cargo de cuatro historiadores. Daniel Morán hace un balance sobre el carácter excluyente de cierta historiografía más preocupada en las élites que en los problemas sociales y su enfoque Lima centrista, y sugiere “popularizar la independencia”. Marissa Bazán escribe sobre discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812. Miguel Ángel Angulo narra acerca de los “otros subalternizados” (los negros, los indios y los otros indios), las llamadas naciones bárbaras, a través de la prensa de Lima. Ana Victoria Gonzales escribe sobre la construcción del imaginario femenino de las primeras décadas del siglo XIX. Este número también rescata las reflexiones sobre el Bicentenario a cargo de los congresistas Maritza García Jiménez (Piura) y Francisco Petrozzi Franco (Lima).

Humberto Morales Ramírez Miembro de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú


LOS ROSTROS DE L A PLEBE EN LA INDEPENDENCIA. BALANCES Y NUEVAS PERSPECTIVAS RUMBO AL BICENTENARIO.

La próxima conmemoración oficial de la independencia de nuestro país en julio del 2021 marca el punto de llegada de una agenda bicentenario en donde el Estado, la sociedad civil y los diferentes actores del proceso actual representarán las efemérides de la construcción nacional y el fortalecimiento de la identidad. Precisamente, el reconocimiento de los grupos campesinos, la comunidad afrodescendiente y las sociedades originarias forman parte de esta agenda de reivindicación social que tiene que buscar la presencia también política de estos actores clave en los cambios de la historia peruana. En ese sentido, si hoy resulta importante el análisis de estos grupos y sus vinculaciones con el Estado, más urgente es indagar la perspectiva histórica de ese punto de llegada; en otras palabras, a partir de una realidad actual, buscamos responder la problemática en el estudio del pasado con el objetivo de proponer cambios en el futuro inmediato del bicentenario. La interrogante sugiere advertir los rostros de estos grupos sociales en la coyuntura precisa de la independencia y a través de esta identificación ofrecer algunas ideas clave sobre la participación de los mismos en estos tiempos turbulentos. Además de indicar ciertas propuestas para comprender su protagonismo en el contexto del bicentenario (Morán & Carcelén, 2018; Arrelucea, 2018; Bazán, 2017; Bonilla, 2010).

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Acuarela “Cuadrilla de negros festejando el 28 de julio 1821”, pintado por Pancho Fierro.

Los rostros de la plebe. Balance y nuevas perspectivas rumbo al Bicentenario

Daniel Morán Universidad San Ignacio de Loyola Universidad Nacional Mayor de San Marcos


Las premisas de análisis

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Los rostros de la plebe. Balance y nuevas perspectivas rumbo al Bicentenario

Lo primero que debemos reconocer es que la sociedad colonial fue una sociedad estratificada. En otras palabras, una sociedad en donde los diferentes grupos sociales tenían intereses divergentes de acuerdo a su ubicación dentro de la pirámide social que evidencia la huella innegable de los casi trescientos años de dominación virreinal. Esta fragmentación social explicaría esta diferenciación de motivaciones para participar de la guerra de independencia e intentar quizás una revolución popular. Estas diferenciaciones lo apreciamos en los documentos de la época:

…estos servicios no son mirados con atención por los soldados milicianos de aquellos lugares, porque los insultos y atropellos que con repetición sufren ellos [los indios] son intolerables pues pasan a la esfera de crueldad. Juzgan estos hombres [los milicianos] que los indios no son iguales a ellos, sino de peor condición, que los negros esclavos, para que cumplan sus mandatos de servidumbre en lo general y si no lo verifican les infieren toda suerte de vejaciones con execrable abuso de sus facultades, y de la debilidad e ignorancia de los naturales. He dicho de peor condición que los esclavos, porque estos solo son mandados por sus amos, cuantos milicianos hay que han de hacer sus mandatos justos, o injustos sin pagarles cosa alguna, como es público y notorio, y se expusiesen por menor los acosos que se hacen sería molestar la atención de V.S. (Archivo General de la Nación del Ministerio de Cultura, 1819, f. 1-2.). En segundo lugar, esta sociedad tuvo una imagen contradictoria de la plebe justamente a causa de su heterogeneidad. El pueblo estaba compuesto por indios, negros, mestizos, castas e incluso españoles y criollos empobrecidos. Las mujeres, por su condición de subordinación, también entrarían en esta ecuación del mundo plebeyo. En palabras de la época, a estos sectores plebeyos se les denominaba como la chusma, el populacho, el bajo pueblo, la

canalla, la turba, etc. Estas significaciones denotan el carácter excluyente en el discurso político de la época plasmado en los discursos y en la prensa peruana de las Cortes de Cádiz hasta el protectorado del general San Martín. Por ejemplo, en una arenga de Dávalos difundida por La Gaceta de Lima en 1815, a poco de haber sucumbido la rebelión del Cusco, se señala lo siguiente:

El pueblo es de ordinario una masa inerte y ciega que necesita el primer impulso para obrar, pero cuyo movimiento es casi siempre precipitado y violento; debemos pues todos por un principio de amor al soberano y por nuestro verdadero bien, contribuir en cuanto sea posible a dar a esta máquina inmensa la dirección más conveniente a su propia utilidad. Deben los genios superiores dotados de aquel instinto político que prevé los acontecimientos, manifestar a esos infelices el daño incalculable, los funestos desastres y la terrible efusión de sangre que siempre ocasionan una tumultuosa y siempre estúpida anarquía (Dávalos, 1815, pp. 3-4).

En tercer lugar, es útil advertir en forma simultánea la presencia constante del actor político plebeyo en las páginas de la prensa; es decir, la recurrencia a las imágenes y representaciones de los sectores populares. En palabras sencillas, la constante inserción del fenómeno popular en los impresos ejemplificaría la importancia de la plebe en la configuración social y política de esta coyuntura histórica. Así, el miedo a una revolución popular estuvo siempre latente: en 1812, en Huánuco; en 1814, en el Cusco, y en 1821, en Lima. Por ello, las élites criollas y la nobleza peruana prefirieron el ingreso del ejército de San Martín y una transmisión pacífica antes que una revuelta social de indios, negros y castas: lo que podríamos denominar una independencia negociada. Al respecto, la cita de este viajero es evidente:


Se escribió una carta breve a San Martín, invitándolo a entrar a la ciudad, para protegerla contra los inminentes peligros que la amenazaba. No era solamente de los esclavos y de la plebe que se tenía miedo, sino, con más razón, de la multitud de indios armados que rodeaban la ciudad, quienes, aunque bajo las órdenes de oficiales de San Martín, eran tropas salvajes e indisciplinadas y podrían entrar a la plaza en masa tan pronto como evacuasen los españoles (Núñez, 1971, pp. 227-228).

Ni todos los esclavos son negros, ni todos son de una misma índole, ni todos tienen una misma idea del cautiverio, ni en todos obra unos efectos mismos, porque son distintos en educación, colores y costumbres, y hay muchos de ellos con bienes, con esclavos que los sirvan, y no se quieren libertar por un motivo de conveniencia que han sabido adoptar sin alucinarse (Rico y Angulo, 1813, p.3).

Finalmente, estas características nos permiten advertir que estos sectores populares avizoraron ciertos resquicios del rompimiento de la legitimidad del poder y el surgimiento de una conciencia política primigenia que supuso el negociado de intereses y privilegios en un contexto de guerra y revolución (Morán & Carcelén, 2018). Un análisis más amplio del comportamiento y la participación política de los sectores populares nos lleva a indicar la tesis principal que la historiografía de la independencia

actual propone: los grupos populares intervinieron en el proceso de la guerra utilizando diversas estrategias y juegos del poder político para justificar la defensa de sus intereses locales y regionales antes que nacionales. Antes que una ideología de la independencia o una conciencia política de los sectores populares, llegaría a existir una pugna por la legitimidad política como consecuencia de un proceso de adecuación al interior de la nueva configuración del poder y de la sociedad.

La agenda bicentenario Para Jorge Basadre, el Perú de los inicios de la República fue un problema y a la vez una posibilidad. En esa perspectiva, la promesa de la vida peruana anduvo postergada o como señalara Heraclio Bonilla el siglo XIX, desde la independencia hasta la guerra del guano y el salitre, sería un siglo a la deriva. La idea en este bicentenario es repensar en estas aristas de análisis planteadas en relación con los sectores populares y sugerir una agenda de investigación y reivindicación de los olvidados de la historia. Primero, debemos reconocer el carácter excluyente de cierta historiografía más preocupada en las élites, que en los problemas sociales, y en su enfoque de Lima centrista, lo cual impide una visión más amplia del tema. De igual manera, tenemos que priorizar el análisis regional porque actualmente se encuentra desconectado de la capital y viceversa. La historia es la suma de todas las historias posibles y no solamente la historia de unos pocos afortunados o de grupos que manejan el poder político. Tenemos que popularizar la independencia y el papel que cumplieron cada uno de los sectores sociales inmersos en ella. En ese sentido, en el bicentenario, el combate contra la discriminación y el racismo

Los rostros de la plebe. Balance y nuevas perspectivas rumbo al Bicentenario

guerra de intereses en conflicto y la participación popular implicaron un aprendizaje constante que devino en ciertas relaciones horizontales antes que verticales de los grupos sociales: la plebe, en el proceso de guerra, tomó conciencia de su papel y de su importancia fundamental. En este sentido, tenemos la siguiente opinión:

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En cuarto lugar, debemos advertir que estos sectores plebeyos no fueron masas inertes sin objetivos ni intereses particulares. Durante el proceso de la independencia, estos grupos populares se insertaron en la guerra con conocimiento de ciertas prerrogativas que fueron defendiendo y negociando a lo largo de este ciclo revolucionario. Entonces, el reconocimiento de esta


debe partir por acabar con el olvido de la historiografía por estos grupos populares. Además, las instituciones del Estado no solamente deben preocuparse coyunturalmente del pueblo actual, sino que deben armar una agenda política de inserción real de todos en la configuración política del poder, porque sin acceso al poder no existen ciudadanos en la República. La premisa de Carlos Iván Degregori de que sabemos que somos diversos, pero que el principal problema es que nos cuesta reconocerlo, debe problematizarse.

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Los rostros de la plebe. Balance y nuevas perspectivas rumbo al Bicentenario

Segundo, y a tono de lo anterior, se tiene que reivindicar los movimientos sociales claves en esta nueva perspectiva de análisis, como el de Huánuco (1812) y la del Cusco (1814-1815). Si bien sus bicentenarios ya pasaron, esto no deja de lado que, ante el olvido de casi todos, sea importante repensarlos y plantear nuevas interrogantes y miradas de investigación como lo ha venido realizando una joven historiografía en el libro Las guerras de independencia en clave bicentenario. Problemas y posibilidades, editado por Daniel Morán y Carlos Carcelén el 2018. En otras palabras, lo que se necesita es descentralizar la independencia y dejar de mirarnos el ombligo limeñista y, también, que las propias regiones dejen de encerrarse en sí mismas y que más bien tiendan puentes de diálogo, debate e investigación. Tercero, a puertas de las celebraciones, es importante financiar investigaciones serias sobre estos grupos sociales y otros temas vinculados a ellos, y establecer diversas aristas de profundización y reflexión que relacionen tanto a los sectores populares con los grupos de poder. La historia no puede ser únicamente la historia de las élites políticas, pero tampoco solamente la historia del mundo plebeyo. Un sesudo análisis de las relaciones de todos los actores sociales y políticos de la independencia es crucial como lo es también, en la actualidad, el conocimiento y la investigación de los movimientos sociales y el papel de la ciudadanía en acción en muchos de los acontecimientos que han venido acaeciendo. Entonces, la investigación es prioridad en tiempos de bicentenario. No son suficientes los eventos y las celebraciones de efemérides, sino están acompañados de investigaciones serias y minuciosas. Es imprescindible pensar en el bicentenario con nuevas miradas, teorías, metodologías y una reflexión meditada de nuevas fuentes para poder ofrecer así nuevas interpretaciones y, así, crear una paulatina conciencia política e identidad nacional. Cuarto, pensando en los imaginarios y representaciones, es importante mantener una posición crítica de los discursos políticos que se han creado sobre los sectores populares; por ejemplo, en la prensa de Lima de la época de la independencia como en las representaciones y estereotipos de estos grupos en la historia reciente. Posición vigilante, porque la marginación no es solamente en la vida política, sino que también la podemos advertir en los medios de comunicación, en las esferas académicas y en la vida cotidiana. Debemos aprender a mirar a los otros como a un “nosotros”, y reconocer que el Perú oficial tiene que convivir con el otro Perú, en palabras de José Matos Mar. Finalmente, y en esto se resume nuestra reflexión general, el estudio de los sectores populares sus características, comportamientos, sus rostros y su intervención en la guerra y en la revolución de la independencia tiene que comprender sus intereses locales antes que los nacionales. Al respecto, se deben tomar en cuenta sus motivaciones en un contexto de crisis y reconocer que estos grupos no fueron una masa inerte y sin objetivos. En efecto, las investigaciones hasta el momento han demostrado su activa participación en este proceso histórico fundacional de la República peruana. Por lo tanto, si estas nuevas aristas están desarrollándose sobre actores sociales de hace casi doscientos años, con mucha mas razón debemos preocuparnos por la vida del mundo popular en la actualidad. No debemos ni podemos pensar en la independencia como en un escenario de incas indios no (título sugerente de Cecilia Méndez) ni tampoco en ser estudiada historiográficamente, pero políticamente incorrecto de ser insertados en la nueva configuración política del poder del Estado y la nación peruana. El bicentenario tiene que marcar un punto de quiebre entre lo que tanto hemos marginado y olvidado y lo que estamos dispuestos a cambiar, y todo en beneficio no de unos pocos y afortunados, sino de todos aquellos que nos llamamos peruanos y pensamos que aún podemos establecer la diferencia en tiempos de globalización.


Plaza de Huánuco. Imagen: Heraldo 21.

Los rumores de la rebelión. Discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812

Marissa Bazán Díaz Universidad de Lima

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LOS RUMORES DE LA REBELIÓN. DISCURSOS, ESPACIOS Y REDES DE CIRCULACIÓN EN HUÁNUCO DE 1812


Los rumores de la rebelión. Discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812

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La rebelión de Huánuco de 1812 estalló durante la fiesta del carnaval, treinta años después del levantamiento de Túpac Amaru II. Su principal causa fue el conjunto de disposiciones procedentes de Lima de índole económica que prohibieron la venta del tabaco y de los productos agrícolas, que afectó a los criollos e indios, así como al favoritismo político de los lugareños, es decir, de los europeos (Dunbar, 1971, p. XXXVIII; Glave, 2008, p. 392). Antes de iniciarse dicho levantamiento, circuló una gran cantidad de rumores con la finalidad de denunciar los abusos de las autoridades, y de generar miedo al anunciar el inminente desborde de violencia, pero principalmente de reclutar a la población para el alzamiento. Esto permitió la participación de miles de indios que junto a otros grupos sociales tomaron el puente de Huayaupampa y realizaron saqueos en Huánuco, Ambo, Llata, entre otros pueblos (Peralta, 2012, p. 321; Varallanos, 1959, pp. 474-475). Aunque el resultado fue el fracaso de la causa rebelde, tras apenas un mes de su inicio, esta insurrección mostró parte de las expectativas políticas propias de dichos pueblos.

Juan José Crespo y Castillo, miembro del Cabildo de Huánuco, tenía 65 años durante la rebelión de 1812.

Discursos, espacios y redes de circulación Hacia 1812, en Huánuco, Panataguas y Huamalíes, pertenecientes a la intendencia de Tarma, pululaba un discurso que denunciaba los abusos de las autoridades, la consideración de la aplicación de disposiciones arbitrarias contra comerciantes criollos e indígenas, y los privilegios de los europeos, sobre todo la ausencia de intenciones de mejorar el descontento popular. Frente a esta situación se buscaron alternativas de solución. Así, el alzamiento fue una salida para resolver dichos conflictos (Tilly, Ch., Tilly, L. & Tilly, R., 1997, pp. 331-333). Dicho descontento propició optar por el camino de la violencia con la aspiración de lograr un cambio y mejorar la situación imperante. Esta lógica, probablemente, tuvo como aliento el éxito parcial del alcance de algunas exigencias que lograron las insurrecciones dieciochescas. Al respecto, no olvidemos que con la rebelión de Túpac Amaru se eliminó la figura del corregidor y se estableció la Audiencia del Cusco (Walker, 1991, pp. 138-139). En estas circunstancias, fue necesario contar con un discurso capaz de brindar esperanza de cambio y que al mismo tiempo fuera convincente. Estaría dirigido sobre todo al sector popular, por ser este el brazo bélico principal, al cual habría que convencer tomando en cuenta sus creencias, intereses y particularidades. Divulgar un mensaje de esta naturaleza no constituía una tarea muy difícil, ya que había una gran incertidumbre o ambigüedad debido al vacío del poder provocado por la ausencia del rey Fernando VII. Justamente, esta fue una de las primeras noticias que fue llevada a la población en general mediante los rumores, y de la cual se enteraron ágrafos y no ágrafos en lugares públicos como las plazas y puertas de las parroquias (CDIP, Tomo III, Vol. 2, p. 59). Ahora bien, el poder de los rumores era muy claro entre las personas de esta época, por ejemplo, la Junta de Buenos Aires encargó a Castelli que enviara emisarios a las provincias del Perú -como Cuzco, Puno, Arequipa y Tacna- con la idea de que “hay que siempre tener a la indiada de su lado”, y señaló claramente que el público principal que se buscaba captar era el andino (Chassin, 2013, pp. 408-411).


1 Para profundizar respecto a la imagen del inca en la rebelión, la cual va más allá de “Castell Inca”, revisar: Bazán, 2017.

Los rumores de la rebelión. Discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812

En Huánuco, se aplicó dicha lógica por todos los participantes -criollos e indios- interesados en llevar adelante la rebelión, quienes dieron paso a la activación de las redes de circulación y se convirtieron en los “seductores rebeldes” o difusores de los mensajes por diversos espacios que permitieron el objetivo de la convocatoria discursiva (Bazán, 2018 b, pp. 47-60). Con estas intenciones, uno de los rumores más evocados fue que pronto iba a llegar a Huánuco “el Rey Castel, el Rey Inca”, lo que produjo de manera peculiar la asociación del recuerdo andino del inca con el famoso líder rioplatense Castelli1, figura tradicional que no se limitó solo a este personaje, quien en el momento de esta rebelión ya había sido derrotado por las fuerzas monárquicas, pero que muestra una expectativa política interesante de la época (Peralta, 2012, p. 323). El testigo de la época, Manuel Carrillo, vecino de Huánuco y comerciante español, indicó:

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Juan José Castelli líder rioplatense que integró la Primera Junta de Gobierno en Buenos Aires a favor de la emancipación de los pueblos. Imagen: Wikimedia.


Si bien algunos supieron de la derrota de este personaje, quiero destacar la declaración de este testigo quien señaló que fueron los indios los que mencionaban mucho dicho rumor, el cual circulaba en espacios como las casas de los lugareños, lugar conveniente quizás porque era proclive a albergar personas de confianza. En ese sentido, don Tomas Nalvarte declaró: “que siempre que Antonio Espinosa el Limeño concurria á casa de Calamaco conversaba de que venía Casteli matando chapetones, y a favorecer a los Criollos” (NCDIP, Vol. 2, p. 540). Por otro lado, según declaraciones de Manuel Carrillo, el sargento Castañeda y el carpintero José Beraun, conocido como Cañapa, el último día de carnestolendas, en la casa de doña Simona Fierro o Goñi, a la cual llamaron “tía”, se reunieron varios personajes que luego actuaron como piezas claves en la rebelión de Huánuco, entre los cuales destacaron Antonio Espinoza, el Limeño, y Manuel Carrillo, a los que se agregó Fray Marcos Duran Martel y otros (CDIP, Tomo III, Vol. 2, pp. 153; 179-180). En dicho espacio, se comentó acerca de los contenidos de los pasquines de aliento contra los chapetones, las décimas que se estaban difundiendo por la ciudad y la llegada de Castelli para matar a los europeos. Es muy interesante constatar como las plazas y las casas contribuyeron a la organización de la insurrección a través de estos discursos como parte de las redes de circulación al lado de los difusores de los mismos. La llegada de Castelli, supuestamente como inca, no fue el único rumor que se esparció, también se señaló que en la casa del subdelegado don Diego García se había presentado un supuesto capellán de un navío inglés con varios cuadernos en los cuales informaba “que ya venía toda la nación Bretánica a sogusgar a Huánuco y su territorio” (CDIP, Tomo III, Vol. 1 p. 258). Además, este discurso subversivo fue difundido a través del uso de versos que habían sido cantados en espacios públicos como las fiestas (Bazán, 2018 a, pp. 115-121), en las cuales se esparcieron varios rumores: la supuesta muerte de Fernando VII, la necesidad de no apoyar a la soberanía de la Junta de Regencia, propiciar la derrota de los chapetones –que dio pie a la imagen de América separada del dominio español , exaltar los hechos revolucionarios de Buenos Aires, Tucumán, Chile y el Alto Perú, e informar que Santa Fe y Caracas se habían sublevado por lo que un hecho similar ocurriría en el virreinato del Perú respaldado por el del Río de la Plata. Estos rumores fueron difundidos, principalmente, por los curas criollos (Dunbar, 1971, pp. LIV-LV)2. De esta manera, indios y criollos utilizaron estos discursos en diversos espacios para dar cabida a su circulación, y eran conscientes de que dichos rumores eran instrumentos mediante los cuales podían lograr sus afanes durante el proceso de independencia, ya que mostraban su cultura política.

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Los rumores de la rebelión. Discursos, espacios y redes de circulación en Huánuco de 1812

…que solo dos veces ha conversado sobre casteli, primero ahora cinco meses poco mas o menos con don narciso bracamonte, por haverle contado este, que el señor goyeneche lo había derrotado a dicho casteli, embiado las banderas a lima, y celebrado misa en gracias, a que le contexto con alegría que estaba bueno, cuya conversación se ofreció en casa del finado don agustín pérez. segunda con josé beraun a quien le dixo, que havia oído decir que venía casteli por mainas, expresándole que era un disparate semejante noticia, lo que adquirio de oídas entre indios, y responde (cdip, tomo iii, vol. 2, p. 152).

2 Para profundizar lo que estaba ocurriendo en esta época en el Alto Perú, consultar: Glave, Luís Miguel (2008). Cultura política, participación indígena y redes de comunicación en la crisis colonial. El Virreinato Peruano, 1809-1814. Historia mexicana, Vol. LVIII, Núm. 1. Julio-setiembre, pp. 169-426 y pp. 380-387. México: El Colegio de México.


Reflexiones sobre el Bicentenario

Imagen: Archivo Fotográfico del Congreso de la República

Entrevista a Maritza García Jiménez, congresista de la República, representante por Piura

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Reflexiones sobre el Bicentenario


Maritza Matilde García Jiménez nació en Tambo Grande en la provincia de Piura del departamento de Piura. Es de formación abogada, y fundadora del Estudio Jurídico García Jiménez y directora del Centro de Conciliación Laborumius de la ciudad de Piura. Su historia está marcada desde su nacimiento, hace cincuenta años. En esa época, vivía en una zona deprimida, en un hogar humilde, carente de recursos. Sin embargo, desarrolló valentía y coraje para poder superarse dentro de una sociedad altamente machista y violenta, y así lograr estudiar y tener acceso a la educación. Fue madre a temprana edad, y esto no solo le cambió su vida, sino que la hizo más fuerte para luchar y sacar adelante a su familia, dar grandes batallas y dejar huella imborrable en sus hijas. Ella es un ejemplo para miles de mujeres que se encuentran reflejadas en su historia. Afirma que la idea de la mujer débil y cobarde es una de las construcciones del patriarcado y del machismo que debemos desterrar para el bicentenario. Se debe liberar a las mujeres de la marginación, promover en ellas la igualdad y el empoderamiento para que se constituyan en actores de la lucha contra su propia pobreza.

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Reflexiones sobre el Bicentenario

Está convencida de que la enseñanza y la igualdad en el acceso a la educación al 2021 deben conllevar a los peruanos por el camino de la libertad y de la construcción de una ciudadanía activa, responsable y conocedora de sus derechos para consolidar una gran nación. Nos concedió la siguiente entrevista: ¿Qué significado tiene para usted la celebración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país? El Perú, dentro de dos años, cumplirá 200 años de independencia el 28 de Julio del 2021. Esta celebración tiene un profundo significado, ya que nos permite analizar la historia y el avance logrado para construir una agenda del país, que permita lograr nuestro desarrollo económico, social y descentralizado con equidad y justicia, y orientado a consolidarnos como una gran nación competitiva y moderna.

¿Cómo trasmitir el sentido del Bicentenario a los peruanos? En mi calidad de mujer y representante del departamento de Piura, vengo emprendiendo acciones y talleres para que en el año 2021 logremos una mejor calidad de vida para todas las piuranas y piuranos. Así, se aspira a que la mujer pueda competir en igualdad de oportunidades en todos los cargos públicos y privados. De esta manera, podrá trabajar en las zonas más deprimidas de Piura para que nuestros niñas y niños tengan acceso a una educación y salud de calidad. ¿Qué programas y estrategias deben incluirse desde el escenario político? Desde el escenario político, se debe mejorar la calidad del servicio de agua y saneamiento en Piura. Para ello, es necesario trabajar de la mano con los principales actores, potenciar las EPS, los gobiernos locales y los representantes de las comunidades para aprovechar oportunidades de financiamiento que permitan la recuperación y sostenibilidad de los ecosistemas en las cuencas altas, donde nacen las fuentes de agua para toda la región. Al respecto, hay que tomar en cuenta que la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, y reafirmó el hecho de que la existencia de agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. El derecho a la salud es el derecho humano a gozar, sin distinción alguna, del más alto nivel de salud que permita a cada persona vivir dignamente. Por ello, consideramos como un reto, que para el 2021 deben encontrarse en plena ejecución los proyectos de construcción del Hospital de Alta Complejidad de Piura y del Hospital Nivel II-2 de Sullana, que permitan crear las condiciones necesarias que aseguren a todas las personas asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad física y mental. La agricultura en Piura tiene un gran potencial, pero deben implementarse políticas de fortalecimiento y prevención para facilitar la continuidad de este crecimiento. La recuperación de suelos y el buen mantenimiento de los


Foto: Diario El Regional de Piura

ecosistemas hacen posible la existencia de condiciones favorables para el desarrollo de esta industria, ya que se enfocan en el desarrollo de las capacidades de los agricultores para fomentar una agricultura sostenible utilizando tecnologías ancestrales y modernas. En su opinión, ¿cuáles serán los retos que afrontarán los jóvenes líderes peruanos para el próximo tercer siglo de nuestra República?

¿Cómo evalúa la relevancia de Piura para la consolidación de la Independencia? Piura fue una de las primeras regiones que se sumó a la causa libertadora un 4 de enero de 1821 en el atrio de la Iglesia San Francisco. Fue una gesta encabezada por los próceres José de Lamas, Tomás Cortés, Baltasar Taboada, los hermanos Seminario y otros. En tal sentido, la participación de Piura y del norte peruano fue decisiva para la consolidación del proceso separatista en el Perú. Asimismo, Piura es la cuna de Miguel Grau Seminario, exdiputado por la provincia de Paita en 1876, y quien, en su función congresal, pidió permiso al Congreso para participar en la guerra con Chile, donde murió gloriosamente en el combate naval en Angamos en 1879. Es considerado el héroe máximo de la nación peruana. Él nos deja un hermoso legado a seguir que, hoy más que nunca, debe tener plena vigencia: “Al servir a mi Nación, no he seguido por cierto mis propias conveniencias, ni los intereses de mis hijos a quienes, si no les dejo una fortuna, mañana les dejaré a lo menos un nombre modesto pero limpio”.

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De cara al bicentenario, considero que el reto más grande está en la integración. Los jóvenes deben construir una mirada compartida de país y entender que la consolidación de sus derechos de igualdad, educación de calidad, participación son el camino para un desarrollo sostenido y equitativo.

Reflexiones sobre el Bicentenario

Los jóvenes deben afrontar el desarrollo social con un enfoque de género, que les permita facilitar la promoción de oportunidades tanto para hombres como para mujeres, de tal forma que se eliminen barreras y estereotipos que limitan el crecimiento y generan desigualdad entre ellos.


“Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”

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“NACIONES BÁRBARAS”, “INDÍGENAS AMERICANOS” Y DESCENDIENTES DE “PADRES AFRICANOS”: EL ROL DE LAS IDENTIDADES A TRAVÉS DE LA PRENSA DE LIMA (1811–1814) Miguel Ángel Angulo Giraldo Universidad Nacional Mayor de San Marcos – UNILA


“Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”

16 | Las pulperías fueron espacios de interacción social y de ideas a inicios del siglo XIX. Imagen: Acuarela “Pulpería” de Pancho Fierro.


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“Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”

Entre 1808 y 1814, la crisis de la monarquía española se vivenció tanto en el territorio de la madre patria como en los virreinatos y capitanías de la América hispana. La población española se organizó mediante las juntas provinciales (desde 1808) y las Cortes de Cádiz (1810 y 1814) hasta el retorno al poder de Fernando VII (marzo de 1814). En ese contexto, los debates en ambos lados de la “patria española” buscaron reorganizar las redes de poder en detrimento de los intereses de los grupos contrarios. Esto se evidenció también en los debates de las Cortes de Cádiz, en los cuales los representantes de la América hispana exigían principalmente la igualdad de derechos de los americanos frente al acceso a los cargos públicos y la equidad en la representación. En las sesiones en Cádiz, los principales representantes peruanos fueron Ramón Feliú, Vicente Morales y Dionisio Inca Yupanqui, y uno de los decretos de mayor relevancia promovidos fue la libertad de imprenta (1812), cuyo antecedente era el Decreto IX de las Cortes (10 de noviembre de 1810). En el Perú, la proliferación de nuevas publicaciones y nuevos debates se evidenció con el incremento de las publicaciones políticas (en 1808 se publicaron treinta y cinco documentos y en 1809, veintisiete) y con la aplicación formal del ideal de la libertad de imprenta (18 de abril de 1811). Las redes de comunicación, es decir, los espacios de difusión de mensajes e interpretaciones de los sujetos y los grupos de poder recorrían por completo los territorios de la América hispana. Dentro de esa red, sin embargo, Daniel Morán, en su libro Batallas por la legitimidad. La prensa de Lima y de Buenos Aires durante las guerras de independencia, indica lo siguiente: “el poder político fáctico y los medios de prensa tenían una función relevante” (Morán, 2013, p. 89). Como parte de la consolidación de esta red de comunicación, el rol de los intelectuales letrados, el poder político y social que estos ejercían, así como su acceso privilegiado a la difusión de ideas determinaron su posición estratégica frente a un contexto en crisis. Desde un conjunto de esquemas ideológicos -desde marcos de pensamiento constituidos a

partir de imágenes, ideas, sentimientos y otros constructos mentales-, los intelectuales letrados que escribían o dirigían las redes de comunicación eran conscientes de la necesidad de crear un espacio público que permitiera formar y manejar una opinión capaz de influenciar en las mentalidades y acciones de los sectores populares. En la disputa por la difusión de las ideas y la distribución de las interpretaciones, los diarios publicados en Lima entre 1811 y 1814 tuvieron gran relevancia para moldear conductas, construir imaginarios, interpretar sucesos externos y legitimar el orden establecido. En este ensayo, recurrimos a los diarios El Peruano (1811-1812), El Verdadero Peruano (1812-1813), El Satélite del Peruano (1812), El Semanario (1814) y a los debates aparecidos en los Diarios de sesión de las Cortes de Cádiz (1810-1813). Estos documentos evidencian cómo, en la construcción de identidades sociales, los sujetos están siendo posicionados discursivamente para ejercer un lugar dentro de la estructura social y política. Sin embargo, en tanto participantes de diversas redes de ideas y mensajes, estos mismos sujetos se ven atravesados por un conjunto desigual de ideas que los constituyen a partir de múltiples identificaciones. Al construir los límites de una homogeneidad identitaria grupal, se le asigna a cada casta determinados roles a realizar, un motivo por el cual defender el statu quo y una utopía por la cual luchar. Principalmente, en este contexto, la utopía a defender seguía siendo la patria española como una identidad colectiva de la cual todos –en diferentes condiciones- podían participar; no obstante, en términos materiales, no todos participarían de la misma forma en el mismo constructo político. Los “otros subalternizados”: bárbaros, negros e indios Las tres clasificaciones que referimos en este ensayo se generaron a partir del análisis de los documentos citados líneas arriba y nos muestran las características asignadas a cada una de estas identidades grupales que buscaban determinar los roles y las funciones de los sujetos sociales en el contexto de crisis que se vivía.


Sobre los negros, las referencias de los diarios y los debates de las Cortes de Cádiz reflexionaban sobre su origen, de forma que, a partir de la determinación de la naturaleza de su procedencia, era posible imaginarlos como integrados a la nación española. Son los negros catalogados como inferiores, basados incluso en una base religiosa como se expresa en El Semanario. En dicha edición de este diario, la reflexión sobre los negros incide en la descendencia desde Caín (manchados por el asesinato), por lo cual sus características fisiológicas serían un castigo divino: “Dios le acható la nariz y ennegreció la piel para imprimir en su figura una señala capaz de hacerlos conocer por descendientes de un asesino” (N° 17, viernes 21 de octubre de 1814). De igual forma, Ramón Feliú y Morales Duárez, en sus participaciones ante las Cortes de Cádiz, referían que, aunque los negros no nacieron en España y no participaron en la fundación de la patria española, su participación es resaltante en una segunda formación de la misma mediante sus fatigas y su sangre; es decir, como parte de los ejércitos que defenderán a la monarquía española en las batallas. La población del virreinato peruano hacia 1795 estaba compuesta principalmente por indios (56,9 %), mestizos (22,8 %), blancos (12,7 %) y negros (3,7 %); sin embargo, el número de castas

El objeto de incluirlos como parte de esta idea de nación española difundida mediante los diarios y en el debate público era que los “negros” pudieran servir en los ejércitos españoles por la defensa de la monarquía española, y sentirse así parte de esa identidad de nación o patria española. La normalización de los “otros” para incluirlos como parte de la idea de nación o patria españolas llevó también a reconstruir los márgenes de las llamadas “naciones bárbaras”, es decir, de la diversidad de poblaciones de la Amazonía, de la selva central o que habitaban más allá de los límites geográficos del virreinato, todos los cuales fueron catalogados en este contexto principalmente por las necesidades de obtener más recursos económicos en esos territorios o utilizarlos a ellos como mano de obra para solventar a la monarquía española. Ramón Feliú indicó, ante las Cortes de Cádiz, que se perdía más en el enfrentamiento contra los habitantes de estas regiones, por lo cual era preferible generar medidas que permitieran incluirlos, de forma que no se gastara más dinero en la guerra y se aprovecharía el comercio para generar más ingresos. No obstante, estos grupos siguen siendo vistos como salvajes o “naciones bárbaras” que son feroces por las influencias del clima y las características de los territorios donde habitan (El Verdadero Peruano. N. VI, 29 de octubre de 1812). Por ello se hace necesario hacerlos entrar en razón mediante la religión cristiana. Finalmente, las caracterizaciones identitarias de los indios son las de mayor presencia en las redes de comunicación en este contexto, principalmente, porque conformaban la mayor parte de la población peruana. En efecto, hacia 1812, según datos aproximados de Bruno Semanario, en El desarrollo de la economía peruana en la era moderna desde 1700: precios, demanda y producción, cerca del 60,8 % de la población del Perú era indígena (2016, p. 461),

“Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”

Sin embargo, si bien estas castas tenían un trato diferenciado en términos político-jurídicos desde el Virreinato y la monarquía española, las relaciones entre ellas en el espacio social superaron los límites de índole racial: la plebe urbana limeña y peruana se caracterizó por relaciones de contacto entre castas donde, además del matrimonio y las redes de clientelaje y patronazgo, existieron “redes de solidaridad cotidiana” que se vivenciaron en los espacios de interacción social como el barrio, las pulperías y el trabajo (Cosamalón, 1999, p. 157).

como negros libres, esclavos, mulatos, zambos y otros era importante en Lima y, en general, como mano de obra. Por ejemplo, se recuerda su participación en el ejército del virreinato del Perú en 1780 contra la rebelión de Túpac Amaru (El Peruano, 17 de marzo de 1812).

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Es necesario precisar que, en el espacio social, cada una de estas categorías reunía a un conjunto de individuos que tenían en común una clasificación cultural, costumbres, características fenotípicas, además de una posición subalternizada frente a las estructuras del poder.


conformaba la base del sistema económico virreinal y se disputaba en las Cortes de Cádiz la eliminación del tributo indígena.

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“Naciones bárbaras”, “indígenas americanos” y descendientes de “padres africanos”

La principal característica que se le asignaba era la de ser sujetos pasivos, cuyas acciones siempre serán juzgadas en relación con un “otro”. Este “otro” es un sujeto activo que sirve como el modelo a seguir positivamente o como agente de corrupción, quien ha mellado o generado la pasividad del indio. El tributo indígena, además de ser una realidad social que le otorgaba al indio su condición de subordinado, también fue una práctica social discursiva dentro de la estructura de violencia sistemática y estructural contra el indio. Asimismo, fue importante para clasificar a los indios como sujetos pasivos. Aquel indio que no tributaba sería rebelde y perezoso, incluso podría llegar a volverse un alcohólico y desobediente ante el trabajo. Esta “holgazanería” vista como la desdicha a la que está condenado el indio que huye del trabajo se juzga como inadecuada y limitante. La construcción de una ausencia de valor, de una carencia de virtud, intenta justificar la crudeza del trato hacia los propios indios, de forma que estos no caigan en las prácticas señaladas. Otra forma de forzar a los indios a no incurrir en prácticas erradas fue la de intentar modelar su carácter a través de la difusión de una forma

correcta de ejercer sus prácticas y sus costumbres, de forma que en las actividades diarias, ellos pudieran superar además los efectos del clima que influían en la formación de su personalidad. Al respecto, el conde de Buffon y otros autores de la época juzgaban a los habitantes de América a partir de la concepción de “inmadurez” que atribuían al continente americano. La prensa, como parte de una red de mensajes, contribuyó a difundir las virtudes de los indios tanto como sujetos históricos y de la imagen del “ser indio”. Estas ideas son puestas en evidencia con el fin de buscar incidir en los sujetos desde su forma de vivir en sociedad, el acercarse a la racionalidad o las luces, la producción económica o una mayor cantidad de trabajo (tributo). Todo ello, bajo la dirección y organización del extranjero, del español o el criollo que conoce y debe dejar de corromper al indio pasivo para guiarlo. En ese escenario, la prensa intentó reconstruir los márgenes identitarios, de forma que las castas debían restringirse a un conjunto específico de opciones dentro del cual los indígenas siempre estaban subordinados a la decisión de una clase social determinada (los criollos) que buscaba adecuar su conducta moral, guiar su espíritu y modelar su cuerpo. Además, le otorga una nueva identidad de nación o de patria por la cual debe luchar y atreverse a morir.


Reflexiones sobre el Bicentenario

Imagen: Archivo del Congreso de la República

Entrevista a Francisco Petrozzi Franco, congresista de la República, representante por Lima

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Reflexiones sobre el Bicentenario


Francesco Petrozzi nació en la provincia constitucional del Callao el 13 de diciembre de 1961. Posteriormente, cuando se encontraba estudiando en la universidad, el tenor decide postular a una beca del Gobierno alemán para instrucción musical en Europa. En Alemania, cursó estudios de canto y música en la Musikhochschule de Würzburg con el maestro Hanno Blaschke y, posteriormente, en la Escuela Superior de Canto de Madrid, con la soprano española Ana Higueras. En 1996, después de un corto periodo como profesor de canto en la Universidad de Western Ontario (Canadá), consiguió su primer contrato lírico en Alemania, y debutó en la ópera Aufstieg und Fall der Stadt Mahagonny de Kurt Weill. En 1997, debuta en el Aalto Theater (Alemania) con el papel de Rodolfo en la ópera de Puccini La Bohéme. Así, ejerció una profesión que lo llevó a exhibirse ante públicos exigentes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Japón. Desde su debut, inició una carrera internacional en casas de ópera y salas de concierto de los cinco continentes, tales como Opernhaus Zürich, Oper Frankfurt, Bayerische Staatsoper Múnich, Concertgebouw en Amsterdam, BunkaKaikan en Tokyo y Staatsoper de Praga, entre otros. En el 2016, fue elegido congresista de la República por la ciudad de Lima, y, luego, fue designado presidente de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural en los períodos 2016-2017 y 2018-2019. A través de dicho cargo, ha logrado impulsar diversas leyes históricas que están cambiando el panorama artístico y cultural del Perú. ¿Qué perspectivas atribuye a la celebración de este acontecimiento? La celebración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país, si es que lo celebramos como tiene que ser, es la certificación de que hemos tenido éxito como nación y de que no han pasado 200 años en vano, y de que se han terminado taras virreinales, como la discriminación, la violencia, la explotación, la falta de derechos para ciertos sectores de la población, y la desunión entre pueblos, razas y lenguas que siempre caracterizaron los primeros años de la etapa republicana del Perú. Celebrar el Bicentenario no solamente es el nombre. Celebrar el Bicentenario, para mí, significa no solo que nos hemos convertido en una nación donde predomina la diversidad -la existencia de diferentes pueblos, etnias, lenguas, credos, sexualidades, tendencias políticas-, sino también en una nación en la que la gente se quiera y se respete por el solo hecho de ser eso: peruanos, la nación peruana.

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Reflexiones sobre el Bicentenario

¿Cómo extender la significancia de los 200 primeros años de nuestra Independencia? Transmitir el hecho del Bicentenario a los peruanos es una de las tareas más importantes que tiene el Estado, el Gobierno y el conjunto de los poderes del Estado. Te explico por qué: porque a través de la historia del país hemos experimentado traumas muy grandes. En efecto, el primer trauma que nos agarró desunidos se produjo cuando se perdió la guerra del Pacífico. En ese entonces, el Perú no era definitivamente una nación, era un virreinato con ganas de convertirse en una república, pero los vecinos del sur sí tenían claro qué cosa era lo que querían y a qué apuntaban. Perdimos esa guerra, ¡gran trauma! Nadie se preocupó de unificar a la nación después de la derrota que ha marcado la historia del Perú por cien años. ¿Por qué es importante que la gente esté concientizada para celebrar el Bicentenario? Esto se justifica también porque tenemos otro trauma más reciente y terrible. Me refiero al trauma del terrorismo, de la época de violencia como le llaman algunos. Sea como sea, independientemente de cómo se los llame, ambos constituyen traumas y han generado un cisma en la población del Perú que, hasta el día de hoy, en pleno siglo XXI, mantiene al país en peligro de dividirse. La celebración del Bicentenario es una oportunidad de oro para entender que si bien tuvimos un conflicto armado, un movimiento terrorista criminal que prácticamente desactivó al Estado peruano, también se puede crear conciencia en la población de que con unión y dedicación lograremos superar este trauma. Sin embargo, el problema radica en el hecho de que ninguno de los Gobiernos que se instalaron después de esta etapa de violencia tuvo una política clara y acertada. Solamente hubo ataques de un


lado al otro porque hubo víctimas en la población y también en las Fuerzas Armadas. Así, unos sostienen que el Estado defendió mal a los pobladores del Perú, por lo que se ha llegado incluso a nombrar a un terrorismo de Estado, que particularmente condeno desde todo punto de vista; sin embargo, no se ha llegado a entender la situación en la que se encontraban las Fuerzas Armadas. Por eso, es importante una educación posconflicto, y el Bicentenario nos da la oportunidad una vez más la historia nos da la oportunidad de unirnos como nación y de superar juntos esto que a todos nos afectó.

El segundo reto enorme que tiene el Estado peruano es la cultura. Desconozco cuáles son los intereses por los cuales los sucesivos gobiernos de esta nación no han querido que el pueblo sea culto. Quizá para llevarlo a votar por lo que los políticos y los partidos deciden, y eso me parece deleznable. El ciudadano culto es capaz de discernir y de decidir su voto, y no solamente su voto sino su futuro y el de sus hijos. A eso tiene que apuntar el Estado peruano. Esos son los retos.

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En nuestra historia hemos tenido -como toda nación- fracasos y éxitos. Sin embargo, en los últimos años del siglo XX, hemos logrado éxitos económicos importantes: se estabilizó la moneda y se venció a la inflación, que fueron flagelos que nos azotaron durante una década: la de los 80. Estos éxitos son producto de políticas de Estado continuadas. La economía debe crecer, la paz debe mantenerse, pero hay un primer reto que nadie ha considerado todavía: necesitamos una verdadera reforma de la educación. La última reforma en la educación la realizó el gobierno del general Velasco, desde los últimos años de los 60 hasta los primeros de los 70, y aunque procedía de un gobierno dictatorial debo decir -como hombre de la educación y de la cultura- que ha sido la más importante reforma educativa en mis 57 años de vida. Fui partícipe de esa reforma de la educación e ingresé a la universidad prácticamente sin esfuerzo, porque la base del aprendizaje que uno obtenía en el colegio era tan grande que salías prácticamente preparado para enfrentar un examen de ingreso a la universidad. No obstante, actualmente, la educación se ha convertido en el Perú en un comercio de colegios y universidades privadas apoyados, algunas veces, -y lo digo con mucha vergüenza- por el Estado peruano cuando la educación es uno de los derechos fundamentales del ser humano y tiene que ser un tema estatal. Los colegios y las universidades estatales tienen que ser estandartes, y los privados tienen que existir para quienes no quieran ir a un centro estatal, porque la enseñanza impartida por el Estado solo puede darse en un país donde esta se aprecie mejor que la del sector privado.

Reflexiones sobre el Bicentenario

Desde su campo de acción, ¿qué retos resultan altamente necesarios para contribuir con el fortalecimiento de nuestra Independencia?


Las nuevas generaciones tienen un rol protagónico en este proceso. ¿Qué desafíos considera usted como los más relevantes? Los jóvenes peruanos afrontan grandes retos. Les estamos entregando muchas cosas ya hechas; pero, y lo repito -porque lo contesté también en la segunda pregunta-, les estamos entregando un país traumatizado por una etapa de violencia espantosa que dejó miles de muertos. Eso no está solucionado. Los jóvenes tienen el reto de solucionar, de manera sostenida, que se acabe la violencia en la sociedad, que se acabe el odio entre peruanos, que la discriminación nunca vuelva a existir. Estoy convencido de que los muchachos de hoy son mejores de lo que fuimos nosotros y de que son más abiertos, más tolerantes y más comprensivos. Sin embargo, existe un flagelo que se originó a partir del “deseo de tener”, es decir, cuando el Perú empezó a conseguir cierta prosperidad. Desde ese entonces, a los jóvenes solamente se les enseñó que lo importante en la vida es tener, comprar, poseer y desear; pero todo esto son bienes materiales, la parte espiritual está abandonada. A nuestra juventud, les aconsejo que sean profundos, que lean, que aprendan y que entiendan que lo único que vale en un país, la columna vertebral de un país, son sus habitantes y la base espiritual y cultural de estos. El consumismo no es la solución a ninguno de nuestros problemas.

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Reflexiones sobre el Bicentenario

¿Cuán preponderante fue el papel de su región en el proceso emancipador? La importancia de Lima en la consolidación de la Independencia es una importancia nomina porque no olvidemos que Lima era la capital española en América del Sur y no estoy hablando del Perú, estoy hablando de América del Sur, del virreinato del Río de la Plata, de la Capitanía General de Chile, del virreinato de Nueva Granada, de la Capitanía General de Venezuela. La capital de ese continente era Lima, entonces, no es difícil imaginar que fuimos los últimos en independizarnos, porque los virreyes y los españoles pensaban que mientras tuvieran Lima, no habían perdido la joya más preciada de la Corona. La independencia del Perú se sella con movimientos que venían del sur y del norte hacia el interior, y luego se proclama la Independencia en Lima, pero las batallas se sellan en el interior, es decir, en Pasco, en Junín, en Ayacucho y la lista es muy larga. Así es como se logra la libertad del Perú. Llama mucho la atención -y por eso lo quiero resaltar- que nosotros, aparte de Túpac Amaru que dio el primer grito de protesta contra el yugo español en Sudamérica, no tenemos un prócer de la Independencia como Sucre, como O´Higgins, como el generalísimo San Martín, como Simón Bolívar, porque aquí en el Perú, el habitante de Lima estaba muy conforme con ser parte de un virreinato. Por ello, no se creó en la población del Perú ese deseo ferviente que apareció en la actual Venezuela, Argentina, Chile y Colombia. Aquí tuvieron que venir de afuera a traernos al Ejército libertador y eso es algo que no hay que olvidar y de lo que hay que aprender, ya que como nación tenemos que solucionar solos nuestros problemas y con la conciencia de que lo peruano tiene que valer más que nada. El Perú primero: primero lo nuestro y después el resto.


Obra perteneciente a la colección del Museo de la Nación. Foto: Robert Laime

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DISCURSOS EN CONSTRUCCIÓN: LAS MUJERES EN EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA

Discursos en construcción: las mujeres en el proceso de la Independencia

Ana Victoria Gonzales CCopa Universidad Nacional Mayor de San Marcos


El estudio de diferentes tópicos relacionados con el proceso independentista en América del sur ha sido en los últimos años el espacio de trabajo de los historiadores, quienes han destacado en sus investigaciones a los personajes subalternos. A esos que no tenían voz, los acallados durante décadas, aquellos a quienes la composición social virreinal intentó esconder y que, durante las primeras décadas de la República, se les negó la posibilidad de ser parte de los documentos oficiales, pero que sin lugar a dudas fueron parte importante del proceso de independencia. La presencia de los indios, los niños o las mujeres hacen que todos los procesos tengan ese otro ángulo a partir del cual podemos realizar un análisis más completo de la realidad del pasado. Así, en las primeras décadas del siglo XIX, los moldes de las mujeres estuvieron en debate en los periódicos de la época, pues estos eran el vehículo para la exposición y la discusión de la imagen que se quería proyectar de ellas para la época republicana: madres creadoras de buenos ciudadanos.

Durante los procesos de independencia de América del Sur, se intentó organizar los espacios en naciones, las cuales le dieron forma al territorio que había dejado de lado la dominación española. Para visualizar ello, tomaremos la teoría de Benedict Anderson3 quien expone que la construcción de las naciones como la nuestra es de manera imaginada, pues es una nación de actores que no se conocen, ni lo harán en algún momento (Anderson, 1989). Con respecto a la nación, Anderson señala lo siguiente:

…es imaginada por que aun los miembros de esta, por más pequeña que sea, no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión (Anderson, 1989, p.23 ).

En la misma línea de Anderson, analizaremos la construcción de la nación peruana. Así, proponemos que el Perú independiente sería construido por un grupo de personas que imaginan cómo debería ser el Perú a través de su concepción ilustrada del desarrollo, que para la época era sinónimo de modernidad. En este contexto, se crearon modelos de todos aquellos que deberían participar en la nación. Estaban allí los indios y las mujeres, principalmente, aquellas de corazones sensibles que con su amor innato deberían moldear ciudadanos que se desprendiesen de la causa del rey y que forjaran una república independiente4. Los hombres de la construcción Estos hombres de los que venimos hablando dirigían la llamada prensa doctrinal, la cual apareció en Lima a finales del siglo XVIII y se consolidó en los primeros años del siglo XIX. Así, constituyó el espacio desde donde se distribuyeron las ideas modeladoras del imaginario femenino. Los periódicos estaban en manos de aquellos hombres que formaban parte de la elite, los cuales podían costear la producción de sus ideas sin el mayor número de suscriptores. Esta es la razón por la que muchos periódicos de la época solo emiten algunos números y desaparecen.

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Discursos en construcción: las mujeres en el proceso de la Independencia

Nuevos modelos

3 Ha sido por mucho tiempo la teoría usada para el análisis de las naciones hispanoamericanas. 4 Esta forma de construcción femenina no está aislada, pues se puede notar que en el caso América, en el Rio de la Plata, también existe la misma construcción del estereotipo, como lo podemos apreciar en el texto de Daniel Morán, Las "jacobinas de la revolución". Imágenes y representaciones de la mujer en la prensa de Buenos Aires (1810-1816).


El uso de la ciencia La teoría higienista, procuraba mujeres que cuidaran sus cuerpos, el de sus hijos y, por anexión, el de la nación. La idea era clara: proteger al nuevo ciudadano. La mujer tendría ahora una tarea o rol, que sería el mantener la mente y el cuerpo de los nuevos ciudadanos en óptimas condiciones para poder formar una sólida nación. A través de los periódicos, el discurso de los médicos se refería a las mujeres, y demostraba que estos "sabían" más que ellas sobre sus cuerpos. Analizaron la anatomía femenina y leyeron en ella su destino: debían cuidar su cuerpo y el de sus hijos. Sin embargo, había que prepararla para esta nueva tarea que se le encomendaría. Ahora, la mujer debía conocer de higiene para adquirir un comportamiento racional, disciplinado, cuidadoso del cuerpo y de la moral. A través de sus artículos, los médicos apoyaron "la ilusión de identidades masculinas y femeninas eternas" (Bolufer, 1998, p. 212), y dieron argumentos científicos a la nueva división de los espacios entre sexos. Conclusiones Podemos asegurar que la construcción del imaginario femenino de las primeras décadas del siglo XIX no constituyó grandes cambios para la vida de las mujeres, pero sentó las bases de su pensamiento y el reconocimiento de que ellas eran importantes en la construcción de la nación. Este fue el germen del surgimiento de mujeres escritoras en la segunda mitad del siglo XIX. Mujeres como Clorinda Matto de Turner o Mercedes Cabello, quienes serán las nuevas voces constructoras de la imagen femenina después de la guerra del Pacífico.

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Hermanas de Lima: mujeres amables, sexo encantador: vosotras que amáis deliciosamente nuestra sociedad y nuestras conversaciones. ¿Queréis tener esposos felices, ricos y distinguidos con empleos? ¿Queréis que vuestros hijos sean bien educados, y que tengan destinos en que ejercitarse con honor y utilidad? Pues exige siempre de vuestros esposos y apasionado que os lleven algún papel importante de nuestra revolución: y que os juren todos sacrificarse por la libertad de Lima. Haced que en vuestras tertulias no se trate de otra cosa que de nuestra reunión a un solo fin, y de imitar a los americanos que por todas partes nos rodean, nos piden, nos instan, nos estrechan, a que sigamos sus heroicos pasos. ¿No será mejor para vosotras que gobiernen en Lima vuestros propios paisanos, que no un godoista, o un francés? Suscribíos a mi diario graciosas limeñitas, y todas las lindas que habitáis esta ciudad, haciendo que vuestros conocidos lo copien y lo lean, de la propia suerte que todos los demás papeles, que respiren el dulce fuego de la libertad. Tened presente, que en el nuevo gobierno, vosotras habréis de tener también una gran parte, pues la naturaleza os ha concedido los mismos derechos en la sociedad que a los hombres (Rosas Lauro, 2005, p. 112).

Discursos en construcción: las mujeres en el proceso de la Independencia

Con respecto a las publicaciones referidas a las mujeres-madres, estuvieron comprometidos miembros de la elite intelectual quienes daban sustento de las notas escritas a las mujeres. En este sentido, eran la expresión de un nacionalismo criollo, cuyas raíces se hundían en el siglo XVIII. En cada uno de los periódicos, se puede vislumbrar un discurso sobre la mujer como el siguiente:


EFE MÉRI DES

HECHOS HISTÓRICOS OCURRIDOS EN FEBRERO EN EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA Y LOS INICIOS DE LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA DEL PERÚ (1780 – 1826)

1 7 8 7

1 7 8 5 3 El Real Convictorio de San Carlos de

Lima, semillero de los principios revolucionarios a favor de la libertad, designa como su vicerrector a Toribio Rodríguez de Mendoza, abogado y teólogo chachapoyano, precursor de la Independencia.

13

Nace en Huamachuco José Faustino Sánchez Carrión, diputado por los departamentos de Puno y La Libertad, secretario del primer Congreso Constituyente, secretario y ministro del Libertador Simón Bolívar, ministro plenipotenciario de Relaciones Exteriores e impulsor de los ideales republicanos.

1 7 9 5 3 Nace en Venezuela el gran mariscal de

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Efemérides

Ayacucho, Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, héroe durante el proceso de la independencia latinoamericana.

Imagen: El reportero de la historia


1 7 9 8

1 8 1 0

10 Muere en Londres el jesuita arequipeño

2 Por real decreto se instala el Consejo

Juan Pablo Viscardo y Guzmán, autor de Carta a los españoles americanos, dedicada a los criollos americanos para fomentar la lucha contra la opresión española.

de Regencia en reemplazo de la Junta Central. El Consejo se encargó de convocar a elecciones a los representantes suplentes en América para las Cortes de Cádiz.

Juramento de las Cortes de Cádiz, obra de José Casado del Alisal. Imagen: Wikimedia

1 8 1 2 20 El Consejo de Regencia de España

designa a José Baquíjano y Carrillo como consejero de Estado.

14 El Consejo de Regencia publica un

manifiesto y una real orden dirigida a los americanos españoles con el fin de tener representación en las Cortes.

1 8 1 1 1-27 Aparece el Diario Secreto de Lima:

9 Las Cortes declaran que tanto los los a

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españoles europeos como americanos tienen derecho representación en las Cortes.

Efemérides

periódico liberal, anónimo y clandestino que difundía las ideas de emancipación. Fue redactado y editado por Fernando López Aldana.

Imagen: Wikimedia


1 8 1 3

1 8 1 5

22 Por decreto, el tribunal de la Inquisición

18 Se dieron acciones militares en

cesa en sus funciones y es reemplazado por los tribunales protectores de la fe. Posteriormente, las Cortes declaran que los bienes de la Inquisición pasen a propiedad del Estado.

Rucumachay (Huamanga). Fuerzas realistas vencen a las patriotas, cabe destacar la participación de Pablo Basilio Auqui, jefe morochuco y mártir de la Independencia.

Imagen: Diario Uno. Auto de fe de la Inquisición, obra de Francisco de Goya.

1 8 1 8

1 8 1 9

26 La escuadra chilena, al mando de

5 Se firma un tratado entre los Gobiernos de

Thomas Cochrane, bloquea el Callao e impide el ingreso de buques españoles.

1 8 2 1

Efemérides

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las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile para el envío de una expedición auxiliar a los habitantes del Perú y expulsar al Gobierno español.

12 José de San Martín promulga el

Óleo: Toma de La Esmeralda, por el artista Ernest Charlton.

Reglamento Provisorio de Huaura donde se determina que el territorio libre se divide en cuatro departamentos: Trujillo (Trujillo, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huamachuco, Pataz y Chachapoyas); Tarma (Tarma, Jauja, Huancayo y Pasco); Huaylas (Huaylas, Cajatambo, Conchucos, Huamalíes y Huánuco) y de la costa (Santa, Chancay y Canta).


1 8 2 2

1 8 2 3

12 Inicia sus sesiones la Sociedad

14 Culmina la primera expedición a

Patriótica de Lima, que debatió la forma de gobierno que más convenía al Perú.

23 Inicia sus sesiones la Sociedad Patriótica de Lima, que debatió la forma de gobierno que más convenía al Perú.

puertos intermedios debido al ataque realista de Pedro de Olañeta al ejército libertador del sur en Iquique. Cabe destacar las acciones del teniente coronel Pedro de la Rosa y del sargento mayor Manuel Taramona.

Óleo: General José de San Martín, obra de Gil de Castro.

28 Aparece la primera edición peruana

de la Carta dirigida a los españoles americanos, del jesuita Juan Pablo Viscardo y Guzmán, que instaba a los hispanoamericanos a independizarse de la corona española.

1 8 2 4

27 El ejército patriota marcha de

Miraflores a Balconcillo y da el primer golpe de Estado a causa de la derrota del ejército patriota en la expedición a los Puertos Intermedios. Esto ocurre así: en el Motín de Balconcillo, los jefes militares, liderados por Santa Cruz, piden el cese de la Junta Gubernativa.

28 El Congreso Constituyente elige a

28 El Congreso Constituyente otorga

plenos poderes a Simón Bolívar como autoridad política y militar.

13 Simón Bolívar designa a Antonio José de Sucre comandante general Ejército Unido Libertador.

Mapa de 1839 de Samuel Augustus Mitchell, donde se aprecian los llamados "puertos intermedios".

del

José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, como el primer presidente de la República peruana. Fue el primero en portar una banda presidencial bicolor; sin embargo, pocos meses después, es destituido por el mismo Congreso que lo designó. Efemérides

29 Las fortalezas del Callao son

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tomadas por los españoles y Simón Bolívar bloquea el puerto del Callao y ordena al general Mariano Necochea que ponga un impuesto forzoso de 100 000 pesos para recuperar dicha plaza.

Imagen: Wikimedia


1 8 2 5 10 El Congreso Constituyente ratifica a

Simón Bolívar el mando supremo político y militar del Perú.

10-12 El Congreso celebra a Bolívar por sus triunfos en las batallas de Junín y Ayacucho con honores y medallas.

24 Simón Bolívar, delega su mando

político y militar a un Consejo de Gobierno presidido por José de la Mar y los vocales José Faustino Sánchez Carrión e Hipólito Unánue, debido a un viaje hacia los departamentos del sur del Perú.

Composición: Comisión Bicentenario

25 Por un decreto ley se establece el

escudo de armas, pabellón, bandera, estandarte y escarapela de la República.

Retrato de Simón Bolívar, obra de Gil de Castro.

10 El Congreso Constituyente concede a Antonio José de Sucre el título de gran mariscal de Ayacucho.

12 El Congreso Constituyente concede

como recompensa a Simón Bolívar un millón de pesos; sin embargo, declina a favor de la educación pública del país.

Efemérides

15 Simón Bolívar sustituye la denominación original de Huamanga por el departamento de Ayacucho.

Escudo Oficial de 1826

1 8 2 6 12 El Congreso aprueba recompensas

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para Bolívar y el ejército libertador, y se reconoce a José Faustino Sánchez Carrión como ministro general.

Imagen: Huamanguina.com


T I V I D A D E S L I Z A D A S E N L A C I Ó N A L E N T E N A R I O

Actividades realizadas en relación al Bicentenario

C A E C

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A R E R B I


PRIMERA REUNIÓN CON ESTUDIANTES DE HISTORIA

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Actividades realizadas en relación al Bicentenario

El presidente de la Comisión, Juan Sheput, se reunió con los alumnos de la especialidad de Historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú con la finalidad de conocer sus perspectivas y propuestas de cara al Bicentenario. Esta misma dinámica se realizará próximamente con estudiantes de historia de otras universidades a nivel nacional.

Archivo de la Comisión Bicentenario


DECIMOTERCERA SESIÓN ORDINARIA DE LA COMISIÓN MULTIPARTIDARIA DEL BICENTENARIO

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Archivo del Congreso de la República del Perú

Actividades realizadas en relación al Bicentenario

El 16 de enero, se realizó la decimotercera sesión ordinaria de la Comisión con la presencia de sus miembros: Juan Sheput, Jorge del Castillo y Carlos Tubino. Se contó con la presencia del alcalde de la Municipalidad de Pueblo Libre, Stephen Haas, quien expuso sobre el Proyecto Gran Parque del Bicentenario. Asimismo, entre los acuerdos aprobados destacan los siguientes: oficializar ante la Junta de Portavoces la incorporación de Tania Pariona Tarqui, de la bancada de Nuevo Perú, a la Comisión Bicentenario , e incluir a los expresidentes del Congreso de la República como miembros honorarios de la Comisión.


VISITA A LA QUINTA HEEREN

Juan Sheput junto con Manuel Pardo y Daniel Camargo durante la visita. Imagen: Archivo de la Comisión Bicentenario.

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Actividades realizadas en relación al Bicentenario

Durante la semana de representación, el 24 de enero, el congresista Juan Sheput, presidente de la Comisión, realizó una visita a la Quinta Heeren, casona histórica, ubicada en Barrios Altos, que es considerada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco. Dicho inmueble, viene siendo recuperado con los propios recursos de los propietarios y quienes a su vez solicitan que su puesta en valor se considere con motivo del Bicentenario de la Independencia. Estuvieron presentes Manuel Pardo D´Ornellas, propietario de la casona y Daniel Camargo Espinoza, administrador del predio.

Imagen: Archivo de la Comisión Bicentenario.


REFERENCIAS LOS ROSTROS DE LA PLEBE EN LA INDEPENDENCIA. BALANCES Y NUEVAS PERSPECTIVAS RUMBO AL BICENTENARIO. Archivo General de la Nación del Ministerio de Cultura (1819). Campesinado. Derecho Indígena. Leg. 37, c. 769, f. 1-2. Dávalos, J. M. (21 de junio de 1815). Arenga que en el besamanos del 30 de mayo de 1815 tenido en celebridad de los felices años de S. M., pronunció en nombre del colegio de San Fernando D. José Manuel Dávalos, maestro de dicho colegio y catedrático de materia médica de la Real Universidad de San Marcos. La Gaceta del Gobierno de Lima, N° 52. Rico y Angulo, G. (1813). “Proyecto relativo al comercio, suerte y servidumbre de los esclavos, inclinado a su transición oportuna a libres, durante el tiempo que debe continuar la introducción en territorios españoles”. Cádiz: Imprenta Tormentaria, 1813-Biblioteca Nacional del Perú. Arrelucea, M. (2018). Sobreviviendo a la esclavitud. Negociación y honor en las prácticas cotidianas de los africanos y afrodescendientes. Lima, 1750-1820. Lima: IEP. Basadre, J. (2000). Perú: problema y posibilidad, Lima: Fundación M. J. Bustamante de la Fuente. Bazán, M. (2017). La participación política de los sectores populares en la rebelión de Huánuco, 1812: saqueadores, seductores e incanistas. (Tesis de maestría, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú). Bonilla, H. (ed.) (2010). Indios, negros y mestizos en la independencia. Bogotá: Grupo Editorial Planeta-Universidad Nacional de Colombia. Degregori, C. (2003). Perú: Identidad, Nación y Diversidad Cultural. En Oliart, P. (ed.), Territorio, Cultura e Historia. Lima: IEP, p. 1-7. Matos Mar, J. (2012). Perú. Estado desbordado y sociedad nacional emergente. Lima: Editorial Universitaria-Universidad Ricardo Palma. Méndez, C. 2000). Incas sí, indios no: apuntes para el estudio del nacionalismo criollo en el Perú. Lima: IEP. Morán, D. & Carcelén, C. (ed.) (2018). Las Guerras de Independencia en Clave Bicentenario. Problemas y posibilidades. Lima: Grupo Gráfico del Piero.

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LOS RUMORES DE LA REBELIÓN. DISCURSOS, ESPACIOS Y REDES DE CIRCULACIÓN EN HUÁNUCO DE 1812

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Referencias Bibliográficas

Paniagua, V. (2003). Los orígenes del gobierno representativo en el Perú. Las elecciones (1809 – 1826). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.


MIEMBROS DE LA COMISIÓN JUAN SHEPUT MOORE Presidente de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Lima Metropolitana del partido político Peruanos Por el Kambio (PPK).

J O R G E D E L C A S T I L L O G Á LV E Z Vicepresidente de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Lima Metropolitana del partido político Partido Aprista Peruano (PAP).

E D W I N D O N AY R E G O T Z C H Secretario de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Lima Metropolitana del partido político Alianza Para el Progreso (APP).

VÍCTOR ANDRÉS GARCÍA BELAÚNDE Miembro de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Lima Metropolitana del partido político Acción Popular (AP).

MARÍA URSULA LETONA PEREYRA

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Miembros de la comisión

Miembro de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista electa por Lima Metropolitana con la agrupación política de Fuerza Popular (FP).

HUMBERTO MORALES RAMÍREZ Miembro de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Ayacucho del partido político Frente Amplio Por Justicia, Vida y Libertad (FA).

CARLOS TUBINO ARIAS-SCHREIBER Miembro de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú. Congresista por Ucayali del partido político Fuerza Popular (FP).



C O M I S I Ó N M U LT I PA R T I D A R I A D E L

E S P E C I A L C O N M E M O R AT I V A

B I C E N T E N A R I O

I N D E P E N D E N C I A

O F I C I N A

D E

D E L

D E

L A

P E R Ú

C O M U N I C A C I O N E S


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