Una de las puertas principales de ingreso a Huánuco Pampa —importante centro político administrativo incaico—.
Anuncio durante el carnaval rebelde:
¡Vuelve Castelli Inca!
En Huánuco, durante el pujllay (carnaval) se generó un importante movimiento insurreccional independentista que involucró, al menos, a unos 15.000 indígenas y a los poco más de 3.000 habitantes de este importante centro de poder administrativo de la época incaica. La lista de las demandas era larga: tierras enajenadas, repartimientos, prohibición de comerciar, extorsiones, encarcelamientos y castigos corporales.20 La insurrección estalló en un momento de vacío de poder en España resultante del exilio de Fernando VII en Francia y, durante el Congreso de las Cortes de Cádiz. La existencia de un cabildo suponía una base interna de legitimidad, diferente de la que gozaba el curaca (jefe político andino). Estaba conformado por dos alcaldes ordinarios (cuatro, en el caso de las ciudades) a quienes los regidores elegían a comienzos de cada año y les entregaban el signo 20 Nieto Bonilla 2013 y Nieto Bonilla 2014; Chassin, 1990, 2008; Lozada, 2006; César Espinoza, 2011.
de mando: la vara. Los varayoc (alcaldes de comunidades originarias) presidían los pueblos y ejercían poderes judiciales y administrativos en los que se mezclaban las tradiciones originarias y las españolas. Este reemplazo de los curacas —elegidos por filiación— por los varayoc —designados por elección— generó la formación de nuevas elites dentro de estas comunidades. En la época de las rebeliones del siglo XVIII —precedentes a la de Huánuco—, con el apoyo de clérigos y de criollos se imprimieron varios pasquines en quechua y/o en castellano con contenidos que incitaban a la rebelión: Pueblos del partido de Huamalies, hace más de trescientos años que los chapetones [españoles] os tienen esclavizados y usurpado este reyno, después de haber asesinado cobardemente a nuestro Inca Atahualpa. Ellos solos os dominan y se hacen dueños de la plata de los indios. Preparaos con vuestras hondas y vuestras riwikuna [boleadoras] para el alzamiento que nos hará libres.21 21 CDIP, 4: 554, 557-558.
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