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La mortalidad de la idea confederal

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LA MOR TA LI DAD DE LA IDEA CON FE DE RAL.- La falta de fuerza y de continuidad en el

partido favorable a la Confederación es otro de los factores históricos que el crítico debe tomar en cuenta. Si solo la violenta in ter vención chilena la echó por tie rra ¿Por qué no volvió ella a exhibir más tarde un victorioso movimiento en el Perú o en Bolivia? Cabe sostener que la tenaz vi gi lancia de los tres gobiernos duran te va rios años para impedir el re greso de Santa Cruz contri buyó bastante al infortunio en la vida posterior de este caudillo. Pero, desde las luchas por la independencia, se sabía demasiado bien que dentro de las limitaciones entonces operantes sobre la maquinaria del Estado, la fuerza costreñía o aplazaba los ímpetus populares; pero no los ahogaba ni impedía su ulterior estallido. Los adeptos del Protector llegaron en Bolivia a obtener la deposición de Velasco bajo el nombre de "Regeneración"; sin embargo, ello fue por corto tiempo y para dar lugar al surgimiento de un nuevo caudillo, Ballivián, con ambiciones, intereses y banderías propias, aunque también le sedujo el señuelo de Arica. En el Perú totalmente anarquizado en 1841 y 1842, en cambio, nadie proclamó abiertamen te a Santa Cruz como je fe supre mo. He aquí una entre las muchas sugerencias que la historia narrativa ofrece a la historia genética. La verdad es que, con sus ac tos, nadie in ten tó escarbar en la tumba de la Con fe deración para re sucitar su cadáver hasta el precario y ocasional y, al mismo tiempo, retórico episodio de 1880 durante la guerra con Chile. Sin embargo, hubo, como veremos, algunos que, sobre papeles, insistieron en los mé ri tos de ella sin que fuesen escuchados por los gobiernos, los partidos o la opinón pública.

En resumen, Santa Cruz y su empre sa halla ron más admirado res lejos de Amé ri ca del Sur que dentro de ella. Para los europeos, sobre todo los ingleses y los norteamericanos, simbolizó el anuncio de una administración eficaz y lúcida, favorable a los intereses extranjeros. Su derrumbe llegó a ser interpretado por dichos sectores como una verdadera calamidad.

San ta Cruz y Ga ri bay. Santa Cruz presenta así una extraña falta de balance en su significado histórico. Aparece como figura fuerte, administrativamente, como que a mucho de su obra en ese campo se volvió más tarde; y, a la vez, como figura débil desde el pun to de vista político al extremo de que su ideal no tuvo continuadores.

Tan contradictorias influencias hicieron de la Confederación Perú-boliviana un experimento paradojal. En el folklore católico hay una curiosa historia acerca del alma atribulada del pobre Ga ri bay. Para él no se abrie ron jamás las rojas puertas del infierno; y solo desde afuera pudo oír los himnos y plegarias celestiales. Santa Cruz ha venido a resultar una especie de Garibay, mirado en su época, como excesivamente peruanófilo en Bolivia y como boliviano de origen y de tendencias en el Pe rú. Y tal vez como reacción fren te a las circunstancias que lo ro dea ron, su alma tortuosa pasó por contradictorios avatares. Primero, durante la guerra de la Independencia hasta su candidatura pre sidencial de 1827 –que era la más con ve nien te y más ló gi ca y, a pesar de ello, quedó mar gi nada ya que el Con greso Constitu yen te incu rrió en el error de pre fe rir a la Mar–, se sintió peruano. Luego en 1828 –cuando lo llama ron a la Presidencia de Bo livia y cuando desde 1829 su antiguo amigo, aliado o cómplice, Gamarra, persiguió a sus partidarios, y vinieron las amenazas de gue rra entre 1831 y 1833– se convirtió en boliviano. En esa época llegó a acari ciar la idea de se gregar el sur del Pe rú o por lo menos de incorporar Ari ca y Tarapacá a Bo livia.

la Confederación por muerte o derrocamiento de Santa Cruz en fecha posterior a 1839 habría habido intereses creados resueltos a mantener esa entidad política y hasta anexarla a Bolivia. Ese fue el punto de vista de Juan Gualberto Valdivia en el periódico El Yanacocha. No quedó solitario. Santa Cruz se inclinó a dicha fórmula cuando encontró dificultades en el norte. En una investigación efectuada en Inglaterra, Celia Wu L. ha hallado en archivos británicos pruebas de que el cónsul británico Belford Brading Hinton Wilson, gran amigo de Santa Cruz y aparentemente partidario de la Confederación, no lo fue en realidad, "Cree, en cambio, dice Celia Wu, que la unión del Sur-Perú y Bolivia, por los vínculos entre esas regiones, sería deseable, así como por la unión de Nor-Perú con Ecuador" (Celia Wu L., Introducción al estudio de sir Belford Hinton Wilson, tesis doctoral. Universidad Católica, Lima, 1965). Es muy factible la probabilidad de que la consolidación del Estado Sur Peruano hubiera, a la larga, llevado al Perú a un proceso de desintegración similar al de América Central después de su breve experiencia unionista. setiembre 1825 [ perú ]25 LA InTERVEnCIÓn san martín creó DE CHILE nO fuE la primera TEMIBLE SInO DE bandera en el LOS MISMOS puerto de pisco, PuEBLOS DE LA poco después de COnfEDERACIÓn. llegar al perú. la AunquE SAnTA hizo oficial el 21 CRuz HuBIESE de octubre de 1821, VEnCIDO En mediante un YunGAY, HABRíA decreto en el que SuCuMBIDO también disponía MáS TARDE O, que ésta debía ser POR LO MEnOS, de seda o lienzo y HABRíA medir 8 pies de SuCuMBIDO largo por 6 de ancho. Su SuCESOR.

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