SISTEMA SOLAR
Júpiter y sus grandes lunas
ESPECTÁCULO EN EL CIELO DEL INVIERNO 01 Mariano Ribas
Autor: Lic. Mariano Ribas, Planetario de la Ciudad de Buenos Aires Galileo Galilei.
El pasado 20 de agosto, el planeta más grande del sistema solar se ubicó a su menor distancia a la Tierra en todo el año: 600,4 millones de kilómetros. En torno a esa fecha, Júpiter alcanzó una impresionante magnitud visual de -2,9 y un diámetro aparente de más de 49” (49 segundos de arco); valores excepcionales que permitieron verlo en todo su esplendor, tanto a simple vista como con telescopios.
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ás allá del espectáculo que representa el propio planeta visto en el ocular de un buen telescopio, con sus clásicos cinturones y bandas gaseosas, la Gran Mancha Roja y otros detalles menores de su atmósfera, hablar de Júpiter es hablar de sus cuatro lunas principales: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto (en orden de distancia a partir del planeta). Son los satélites descubiertos por el gran Galileo a comienzos de 1610, y que cualquiera de nosotros puede ver con un simple binocular. Esos “puntitos” de luz cambian de posición, hora tras hora y noche tras noche, a medida que recorren sus respectivos derroteros orbitales. Sus danzas gravitacionales,
precisas y predecibles, dan lugar a configuraciones de lo más variadas y, muchas veces, sumamente curiosas: ocultaciones, eclipses y hasta tránsitos por delante de Júpiter que vienen acompañados, antes, durante o después, de sus propias sombras proyectadas como puntos negros sobre el disco del planeta. En esta oportunidad hemos elegido algunas imágenes que dan cuenta de diferentes configuraciones de los cuatro grandes satélites (imágenes 01 y 04) y de la propia y veloz rotación de Júpiter (imagen 02). Una situación particularmente curiosa de la que fuimos testigos (y pudimos registrar fotográficamente) ocurrió el 12 de agosto entre las 2:08 y las 2:13 de la madrugada. 48