colección portada ALFREDO VALERO

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Alfredo Valero nos explica que en Z-YBER ha creado algunos looks que te sorprenden, de esos que te hacen girar la cabeza y admirar a las personas

que los lucen. Es cierto: su nueva colección impacta, pero también encuentra un gran equilibrio con estilos más comedidos. Hablamos con él sobre su colección de portada, la inspiración y el trabajo técnico detrás de sus potentes imágenes

Alfredo Valero para Goldwell

Defines tu estilo como ecléctico, friki y otaku, entre lo británico y lo japonés. En Z-YBER, notamos esas reminiscencias del manga y del anime mientras te zambulles en la moda de la Generación Z. ¿Nos puedes explicar cuáles han sido tus influencias más directas sobre esta colección? (Risas) ¡En boca de otros sueno bastante trastornado! Mi inspiración ha sido por completo poder observar la moda general de la Generación Z. Esta gente, a pesar de lo que puedan pensar muchos, va a salvarnos… Es una generación súper abierta de mente, preocupados por lo general y no tanto de lo individual; se podría decir que van bastante a su bola en cuanto a lo que puedan pensar los demás mientras ellos se sientan cómodos y a

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“He tratado de imaginar una nueva versión de los primeros punks británicos bañados por la moda, el color y la divergencia de la cultura nipona”

gusto. Además, son una generación que está recuperando el manga y el anime y ya no son “contenidos de raros”.

El manga japonés, por lo general, no hace distinciones estéticas entre hombre y mujeres. Presenta a los personajes con colores y cortes de pelo diferentes sin importar el género. Sucede algo similar con la moda. Se sigue la moda de Harajuku, el barrio de compras más popular de Tokio, a la vez que sirve como punto de encuentro para los jóvenes de diferentes tribus urbanas, quienes cada domingo se reúnen y exhiben estilos de moda únicos y de vanguardia no aptos para todos los públicos. Por otro lado, la tienda Cyberdog es uno de los grandes referentes de la moda cyberpunk desde Camden Market, en Londres, para el mundo.

Se podría decir que en esta coctelera de ideas he tratado de imaginar una nueva versión de los primeros punks británicos de los 70 bañados por la moda, el color y la divergencia de la cultura nipona. Si tengo que poner nombres a mi inspiración, diría que músicos como Sid Vicious o Billy Idol han marcado bastante la estética capilar de esta colección, así como las series de anime Jujutsu Kaisen, Tokyo Ravengers y Akira.

Expresas de forma clara esa búsqueda de ser uno mismo y has creado personajes fuertes con cada look. ¿Qué querías transmitir con las imágenes de Z-YBER?

Básicamente es eso: la individualización de cada uno. Hemos tratado de abandonar el automatismo de la sociedad, el seguir todos una norma. Me he dado cuenta de que esta generación sigue y cree más a los “micro influencers” (cuentas con entre 10K y 30K) que a los grandes influencers mundiales. Se busca la pertenencia a un grupo menor, el formar parte de algo único y real.

En un mundo controlado por completo por el Gran Hermano que llevamos en nuestros bolsillos, ellos prefieren dejar de ser autómatas y tener un espectro de observación más crítico. Si ves los looks encontrarás desde algo muy comercial y comedido, sin renunciar a los detalles, hasta ese look que sabes que hace girarse y mirar a todo el mundo, unos con

productos, producción, maquillaje GOLDWELL | DAVID ARNAL | foto ALFREDO VALERO asistido por GOLDWELL EDUCATION TEAM |

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admiración y otros… En fin, con “miedo a lo diferente”.

¿Qué destacarías a nivel técnico? ¿Qué retos te has encontrado?

El reto estaba en contemplar todo el espectro en una misma colección: el look más comercial y el más atrevido sin perder un nexo de unión. Para ello, todos los cortes y colores debían tener algo que les hiciese únicos, con colores antagónicos a priori, cortes desconectados, bloques de color… Lo más difícil era pensar en poder llegar a todos los públicos y plasmar cada uno de los look en el salón para hacerlos realmente comerciales y visibles. Hacer fluir a modelos con estilos tan dispares no fue fácil y diría que fue nuestro mayor reto. Además, con cada look pretendíamos mostrar, al menos, dos caras de la misma moneda. Uno no es el mismo por la mañana, recién levantado, en el trabajo, independientemente del que sea, o saliendo de marcha en plan “destroyer”, cuando parece que uno baila sin que nadie esté observando ni juzgando.

La coloración juega un papel muy importante en Z-YBER. ¿Cómo la has trabajado?

La coloración tenía que ser Elumen, no podíamos obtener esa imagen sin esta línea: es el color que más representa a estas nuevas generaciones. Queríamos mostrar lo que denomino “los rubios del futuro”. Yo imagino un mundo en el que los colores normales, refiriéndonos a los rubios, serán los colores en alturas 10, no necesariamente rubio, vainilla, beige o ceniza. Los rubios del futuro serán azules, turquesas, amarillos, rosas, verdes, naranjas… Serán colores tan normales en nuestra sociedad como los citados anteriormente. Hemos tratado de contemplar el color desde lo cálido hasta lo frío, con grandes bloques cromáticos que rompan o enmarquen la línea de corte. Lo importante era dirigir la mirada a puntos concretos de la imagen.

A BOCAJARRO...

Tu primera colección fue… Circus. En tu tiempo libre… Me olvido de todo y se lo dedico a mis hijos. ¿Qué te gusta más de la peluquería? Poder crear arte único y efímero con cada cabello. ¿Qué cambiarías del mundo de la peluquería? La educación: se necesita una mayor profesionalización del sector. Tu herramienta de peluquería preferida. Una tijera de precisión de 5” y un peine de corte de carbono. ¿Qué espectáculo recomendarías? Ver trabajar en directo a Sam Villa es algo imborrable y digno de vivir. Es un genio. Un recuerdo imborrable. Estudiar en Sassoon en Londres. Tus mejores maestros de peluquería. Vidal Sassoon, Ana Barroca y Paul Stafford. Un rasgo que te define como profesional. Siempre deseo trabajar con los mejores para poder crecer, mejorar y sacar el máximo partido a cada trabajo que realizo en el salón. Mejorar, mejorar y mejorar para no dejar de crear. ¿Qué valoras más de tu equipo? Su juventud, entusiasmo, pasión y profesionalidad. Ellos me inspiran y me ayudan a mejorar. Tu próximo reto. Crear una escuela con mi filosofía y método Salir en C&C Magazine… No solo aparecer, sino hacerlo en la portada acompañado de profesionales que admiro, es algo impactante que me obliga a mejorar en mis próximas colecciones.

¿Cómo ha sido el trabajo como Goldwell Expert y junto al equipo de la marca? ¿Qué otras gamas habéis utilizado y qué aportan?

Trabajar con el equipo de Golwell es una de las experiencias más fáciles que se puede tener: son súper currantes, adaptativos y saben trabajar en equipo. Para mí, fue complicado poder dirigir y liderar libremente a gente a la que conozco relativamente poco, no me gusta ser protagonista y ellos lo hicieron todo fácil, fluyendo todo en armonía. La marca es muy familiar y te hacen sentir muy a gusto desde el primer momento: no existe el ego y se nota, existe el compañerismo y el compartir. Te aseguro que no es lo normal en este sector.

Aparte de Elumen, trabajamos con Colorance, Elumen Play y las decoloraciones son maravilla pura. Además, el styling es una autentica pasada, ¡yo no puedo abrir mi salón sin ciertos productos! (Risas) Creo que todo el mundo debería tener en su casa un botecito de Dry Boost, Dust Up, Surf Oil y Matte Rebel. Con estos cuatro pequeñines y la laca Magic Finish puedes crear el look que necesites con total seguridad.

Sin sus colores, esta colección no habría sido posible porque no hay nada igual en el mercado, pero el producto de acabado te ofrece una seguridad apabullante. No puedo dejar de agradecer a Goldwell su trabajo y su confianza en mi proyecto, pero sobre todo al súper equipo de trabajo, estilismo, maquillaje, fotografía, vídeo… Sinceramente, creo que sin ellos mi trabajo no habría merecido tanto la pena. ¡Gracias infinitas a vosotros!

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AURÉLIE CAILLETON Brand Manager de Goldwell

Hablamos con Aurélie Cailleton para descubrir cómo Goldwell ha trabajado junto a Alfredo Valero para crear esta impactante colección

Z-YBER Collection requiere de una coloración perfecta y muy intensa, ¡no es fácil alcanzar estas tonalidades y que resulten tan vibrantes! ¿Cuáles han sido las gamas o productos que se han utilizado?

Alfredo Valero ha utilizado Elumen, nuestra coloración permanente sin oxidación ni amoniaco, así como Elumen Play, lo que le ha permitido conseguir la máxima versatilidad de resultados y, sobre todo, unos colores intensos, puros y con un brillo único. Además, para la preparación previa del cabello, Alfredo ha realizado las aclaraciones con Oxycur Platin de LightDimensions y las neutralizaciones con la línea de coloración demipermanente Colorance.

Alfredo Valero es Goldwell Expert y colabora en la formación de la firma. ¿Qué supone trabajar juntos en una colección tan ambiciosa como esta?

Es un placer poder colaborar con Alfredo: su visión creativa y vanguardista, su pasión por la educación y su cercanía son la combinación perfecta para inspirar y motivar a los estilistas Goldwell.

A nivel de salón y del día a día del profesional, ¿qué aprendéis todo el equipo de este tipo de experiencias y cómo se aplica en vuestros productos? ¿Y en las formaciones?

Crear y realizar una colección de peluquería no es sencillo, pero es extremadamente enriquecedor, permite desmarcarse y crecer profesional y personalmente. Implica salir de la tu zona de confort y encontrarte con su carácter y personalidad.

Por ello, desde Goldwell hacemos lo posible para ayudar a nuestros clientes en este sentido animándolos a dejar fluir su imaginación y mostrar todo su talento.

En cada una de nuestras formaciones, y siempre que lo necesitan, acompañamos a nuestros clientes durante su proceso creativo: dando herramientas y soluciones, compartiendo conocimientos y habilidades técnicas y, sobre todo, inspiración para que se animen a crear sus propias colecciones y a presentarse a la emblemática competición internacional de Goldwell, los Global Creative Awards.

Colecciones como las de Alfredo Valero y los Global Creative Awards son para nosotros una inspiración y motivación extraordinaria, una prueba de que se puede. 

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