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El paso firme de las marcas hacia las metas de sustentabilidad en empaques
El paso firme de las marcas hacia las metas de sostenibilidad en empaques
Con el impulso de iniciativas voluntarias y regulaciones precisas en América Latina, marcas, consumidor y gobiernos son protagonistas fundamentales del cumplimiento de las hojas de ruta a 2025 y más allá, para avanzar en sustentabilidad de empaques.
LILIÁN ROBAYO PÁEZ • Directora de Medios para América Latina de PMMI
En la cruzada mundial que se ha emprendido por la gestión responsable de los residuos, como partícipes de la industria del empaque tenemos todos un rol fundamental que cumplir. En distintos foros y análisis de la industria del empaque se evalúan las medidas adoptadas para abordar la crisis de los residuos y se presentan los resultados de su implementación.
Precisamente, una convergencia de puntos de vista sobre el tema de la sostenibilidad y los empaques se dio recientemente en Ciudad de México durante la feria EXPO PACK México 2022. Como parte del programa académico Keynotes, se reunieron en el panel especializado Una mirada de 360° a la Economía Circular y la Sustentabilidad en empaques: Trazando la ruta hacia 2025 y más allá cinco actores clave de la industria del empaque, expertos en temas de normatividad ambiental, producción y consumo sostenible, desarrollo sustentable de bienes empacados, y liderazgo en el desarrollo de soluciones de reciclaje y reutilización.
Un compromiso común
La inminencia del cumplimiento de las metas de sostenibilidad de las empresas ha venido impulsando no solo los esfuerzos por responder a los objetivos ya establecidos, sino que además ha creado la necesidad de establecer acuerdos internacionales más inmediatos. La decisión de 175 países de firmar el pasado 2 de marzo durante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNEA-5, en Nairobi, una resolución para lograr un acuerdo jurídicamente vinculante antes de finalizar 2024, que considere el ciclo completo de vida de los plásticos, es una muestra contundente de este sentido de apremio que existe hoy. “Hay una urgencia que nos lleva a promover soluciones disruptivas como esta y a ver las situaciones de manera diferente”, opinó durante el panel en Ciudad de México la Dra. Nydia Suppen, consultora especialista en Circularidad y Consumo y Producción Sostenible de la ONU Medio Ambiente México y Fundadora del Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable de México, CADIS. “La perspectiva de los impactos que hemos generado por el consumo desmedido de muchos elementos en nuestra vida diaria es lo que nos llevó a firmar este convenio de impacto mundial durante UNEA-5”, añadió Suppen.
El plástico, bajo un tipo de uso y ciclo de vida, en sí mismo no es un contaminante, dijo durante la conversación, pero cuando llega a los mares adquiere una categoría de alto impacto ambiental, que demanda soluciones rápidas. “Soluciones mancomunadas, que comprenden cambiar los hábitos de consumo y la búsqueda conjunta entre empresas y gobiernos de una mejor gestión que evite que ese material específico llegue a los sistemas acuáticos”, expresó Suppen.
Una acción muy concreta en ese sentido es, por ejemplo, la Nueva Ley General de Economía Circular de México, legislación que integra en su cumplimiento a los consumidores, a las empresas y a los recolectores. Nydia Suppen explicó
FOTO GETTY IMAGES.
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Como parte del programa académico Keynotes, se reunieron en el panel especializado “Una mirada de 360° a la Economía Circular y la Sustentabilidad en empaques: Trazando la ruta hacia 2025 y más allá” cinco actores clave de la industria del empaque.
cómo la ley integra elementos muy importantes: como la medición de las acciones implementadas por las empresas para conocer con certeza los avances en la circularidad, y el impacto ambiental considerado a través de la reducción de las huellas de agua y de carbono de los productos.
Consumidores mucho más conscientes
El conocimiento que tengan los consumidores de lo que utilizan y de los materiales empleados para fabricar los empaques constituye un paso esencial para alcanzar la circularidad de los mismos.
Desde la óptica de los productores de bienes empacados, su participación activa en la creación de esta consciencia la facilita su contacto cercano con los consumidores de sus productos y, unida al diseño de fórmulas innovadoras, puede generar impactos altamente positivos.
Juan Pardo, director de Asuntos Corporativos y Creación de Valor Compartido de Nestlé México, explicó en el panel la necesidad de encontrar maneras de coadyuvar a la implementación de soluciones al tema de los empaques. No se trata tan solo de la sustitución de materiales, expresó, sino de ayudar a los consumidores a conocer el trasfondo de estos y las formas en que pueden cambiarse los paradigmas. En su explicación de las estrategias de Nestlé, Pardo explicó una iniciativa que la empresa está implementando: una aplicación denominada Trashlator que funciona como el traductor de Google, pero en este caso utilizando la cámara de un teléfono celular para detectar las características del material de un producto o empaque e informar al usuario qué debe hacer para darle una segunda oportunidad de uso.
Los consumidores son también más estrictos hoy en cuanto a las propiedades de los empaques y envases de los productos que utilizan, aunque con algunas diferencias entre categorías. En el agua embotellada, explicó Sofía Díaz, gerente de Economía Circular y Abastecimiento Sostenible de Danone México, la exigencia de muchos consumidores es que el envase sea reciclable y haya sido fabricado con contenido reciclado. Díaz señaló, además, la dificultad que
Consultora especialista en Circularidad y Consumo y Producción Sostenible de la ONU Medio Ambiente México y Fundadora del Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable de México, CADIS.
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Juan Pardo, director de Asuntos Corporativos y Creación de V alor Compartido de Nestlé México.
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afrontan las marcas para lograr que un número creciente de consumidores conscientes decidan pagar un poco más por envases y empaques más sustentables. “En ese sentido tenemos un reto muy importante para las empresas y nuestros proveedores: ver cómo el costo del empaque entra en la ecuación económica”.
Por su parte, Walmart México tiene diseñadas estrategias para generar consciencia entre los consumidores de sus productos y facilitarles el proceso de reciclaje. Viridiana Hernández, gerente Divisional de Estrategia Ambiental, Social y de Gobernanza y Sustentabilidad de la cadena, explicó la manera como la empresa está contribuyendo al proceso de selección y recolección de los empaques. “En las etiquetas de nuestros productos vamos a incluir lo que llamamos ‘índice de reciclabilidad’”, señaló. “En una lata de mango en conserva, por ejemplo, les diremos a los clientes que el envase es de hojalata, que lo pueden reciclar, que lo deben enjuagar y dejar secar, y que la etiqueta es de papel y que hay que separarla”. Con estas indicaciones comienza a superarse la primera resistencia y se elimina el pretexto del desconocimiento para que los consumidores comiencen a reciclar, explicó Hernández.
Cambios de alto impacto
Las oportunidades de mejorar la gestión de los empaques son muchas y llegan desde todos los frentes. Las iniciativas de Walmart en este campo son de gran alcance e impacto. Para los empaques de los productos que esta cadena comercializa, lo mismo que para sus más de cuarenta marcas propias, la empresa tiene definidas metas claras y precisas. Las tres primeras consisten en hacer que en 2025 la totalidad de sus empaques sean reutilizables, reciclables o compostables; que contengan al menos un 20% de material reciclado posconsumo, y que se suprima de estos todo el material innecesario o difícil de reciclar. La empresa se encuentra también dedicada a reducir el consumo de 3.000 toneladas de plástico virgen, una meta que espera cumplir determinando la composición de los empaques de los más de 5.000 productos que vende en sus tiendas y trabajando en conjunto con cerca de 400 proveedores que, orientados por consultores expertos, contribuirán con el cumplimiento de ese propósito.
La valorización ha sido también un importante impulsor del reciclaje de materiales plásticos como el PET, que en México cuenta hoy con grandes avances en su recolección y acopio. Para Nestlé, la reducción en el uso y la neutralidad frente al plástico son pasos en el camino a la circularidad. En 2021 la compañía decidió este camino de la neutralidad y hoy lo han cumplido, recolectando todo el material equivalente al que sacaron al mercado. Pero las intenciones van más allá: “Para mí, lo mejor que se puede hacer y donde está la solución es en la valorización de los materiales plásticos; se verá entonces cómo cambia la situación, porque todos vamos a sentir que ya no se trata de basura sino de dinero”, explicó Juan Pardo en su participación en el panel. En Nestlé, el 98 % de los materiales utilizados son reciclables y se diseñan y fabrican siguiendo pasos precisos de reducción de materiales, reuso, reciclabilidad, educación de los consumidores e inversión en infraestructura de reciclaje.
Bajo la filosofía One Planet, One Health, que busca brindar salud en un planeta saludable, Danone México gestiona sus empaques siguiendo los principios de diseñar para la circularidad: reusar, reciclar o compostar; y persigue también preservar los recursos naturales con el uso de biomateriales o de contenido
Sofía Díaz, gerente de Economía Circular y Abastecimiento Sostenible de Danone México.
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Sofía Díaz, gerente de Economía Circular y Abastecimiento Sostenible de Danone México, habló de la exigencia de muchos consumidores hoy porque el envase sea reciclable y haya sido fabricado con contenido reciclado. Díaz señaló, además, la dificultad que afrontan las marcas para lograr que un número creciente de consumidores conscientes decidan pagar un poco más por envases y empaques más sustentables.
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Viridiana Hernández, gerente Divisional de Estrategia Ambiental, Social y de Gobernanza y Sustentabilidad de Walmart de México y Centroamérica.
reciclado. Las consideraciones de la empresa al momento de implementar sus parámetros incluyen la elección de los materiales, evaluando las posibilidades que existen para ser recolectados, acopiados y reciclados.
El trabajo colaborativo se traduce en el mundo del empaque en cambios de gran impacto. El caso de Walmart con su proyecto Gigatón es muy significativo. El objetivo central de esta iniciativa consiste en reducir en 1.000 millones de toneladas la emisión de gases de efecto invernadero de las cadenas de valor de la empresa en todo el mundo. En ese propósito participan sus proveedores, independientemente de su tamaño o categoría, estableciendo metas en aspectos como manejo de residuos, formas de desarrollar la agricultura o consumo de agua y energía. La respuesta obtenida es muy satisfactoria: en el último año se han incorporado al proyecto Gigatón 700 proveedores, 470 de ellos con metas claramente definidas, explicó Viridiana Hernández.
De vuelta al sistema
En la medición de la huella ambiental de los empaques, un factor esencial es la determinación del uso para el cual están destinados, considerando particularmente la manera en que sus materiales pueden regresar al sistema, “cómo hacerlo circular desde la perspectiva del consumidor: ahí está la clave”, señaló Nydia Suppen durante el panel. Las alternativas para avanzar en este propósito son diversas, entre ellas el uso de monomateriales, que por su facilidad de reciclaje estimulan los procesos previos de selección y recolección. Aunque aún no han sido aplicados de manera extensiva por los productores, su utilización avanza en muchas de las empresas para el empaque de bienes de consumo, que han desarrollado soluciones con las características necesarias para preservar todas las propiedades de los productos.
Pero quizás donde más énfasis se ha hecho es en el reciclaje, incorporado en las leyes de muchos países como un componente importante para avanzar hacia la economía circular, junto con otros elementos como el reuso y el rediseño. Sofía Díaz respondió a una pregunta sobre el papel que juegan los recolectores en la circularidad y la respuesta fue muy aclaradora: se estima que en América Latina el 1 % de la población tiene como su base de sustento la recolección de residuos y en países como México, el 90 % de los materiales recolectados provienen de su trabajo. “Una parte de la economía circular es la recuperación de los materiales para que puedan ser preparados, reusados, reciclados, entre otras aplicaciones, pero el consumidor desde casa no lo está haciendo, y le estamos pasando la responsabilidad a los recolectores. Ellos son un actor principal que debemos dignificar y reconocer algún día en América Latina. Otros países nos llevan ventaja; se reconoce su actividad como profesión y están protegidos por legislaciones. En México, con la nueva Ley de Economía Circular, ya empieza a existir el reconocimiento a este sector”, explicó la gerente de Economía Circular y Abastecimiento Sostenible de Danone México.
El papel esencial que tiene el reciclaje en el avance hacia la economía circular adquiere ahora nuevas dimensiones con la opción de sumar a los métodos mecánicos la alternativa química —o pirólisis, como se denomina científicamente—. Carlos Ludlow Palafox, fundador y CEO de Enval, una empresa que ofrece soluciones de reciclaje químico para materiales de difícil reciclabilidad, lo explicó de manera muy clara. La pirólisis es un proceso mediante el cual un material empieza a calentarse,
Educación e inversión son ejes que Carlos Ludlow Palafox señaló como esenciales para avanzar en circularidad. En la consolidación del reciclaje químico será necesario convencer a la industria petroquímica de su presencia, escalando su capacidad y creciendo con inversiones para romper los paradigmas y las estructuras actuales, afirmó el fundador de Enval.
Carlos Ludlow Palafox, fundador y CEO de Enval
dando lugar a una alta vibración de sus moléculas, y, en un momento dado, esa vibración hace que las moléculas se rompan. “En el caso de los plásticos, las moléculas se convierten en pequeñas cadenas de hidrocarburos que se parecen, más o menos, a lo que algún día fue el material original. Es petróleo y la mayoría de los plásticos vienen de este recurso. Cuando se rompe ese material creamos unidades parecidas a las que encontramos en el petróleo crudo. En el caso del plástico, se forma un aceite similar al petróleo, y ese aceite puede ir de regreso a la cadena de valor, a la industria petroquímica, para convertirlo nuevamente en plástico. Eso es el reciclaje químico”, resumió Ludlow, ingeniero químico de la Universidad Iberoamericana y Ph.D. en Ingeniería Química de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.
La aplicación de este método de reciclaje es hoy una realidad en el Reino Unido y en México, donde Enval, en conjunto con Greenback México y Nestlé, adelanta un proyecto para instalar varias plantas de reciclaje químico en el país y ofrecer alternativas de circularidad para empaques flexibles grado alimentario. El modelo de Enval comprende la instalación de una planta cerca de donde se encuentran en mayor volumen los materiales que van a reciclarse y hacer allí el tratamiento pirolítico. Bajo este esquema se ahorran costos muy importantes de transporte y se optimiza el proceso de generar y mover el aceite producido, con grandes beneficios ambientales adicionales. “El proyecto sigue adelante, la planta está siendo probada actualmente en Inglaterra mientras se construye en Cuautla, estado de Morelos, la nave en donde se va a instalar; hay que ver qué se concluye más rápido, si la planta en Inglaterra o la nave en Cuautla para traerla y empezar a funcionar, ojalá para finales de este año”, informó Carlos Ludlow Palafox sobre el desarrollo de esta iniciativa.
Circularidad en la mira
Los programas, compromisos y metas que muchas empresas se han trazado para 2025 y más allá, para avanzar hacia la economía circular permiten vislumbrar un escenario de optimismo. Los desafíos son grandes y así lo manifestaron los participantes en el panel en EXPO PACK México 2022. La insuficiencia de materiales, el precio de los empaques sostenibles, que muchas veces no los hace costeables, y las inconsistencias en la estandarización son, para Viridiana Hernández de Walmart México, algunos de los retos en los que se debe trabajar con decisión.
Para Sofía Díaz de Danone México, el incremento del acopio, la inserción de los recolectores en la cadena de valor y la educación de los consumidores son puntos para enfatizar en los esfuerzos e iniciativas; en tanto que la valorización de los materiales, la velocidad de implementación de los proyectos y el escalamiento son los puntos que deben abordarse de manera prioritaria, en opinión de Juan Pardo, de Nestlé.
Educación e inversión son ejes que Carlos Ludlow Palafox señaló, por su parte, como esenciales para avanzar en la circularidad. En la consolidación del reciclaje químico será necesario convencer a la industria petroquímica de su presencia, escalando su capacidad y creciendo con inversiones para romper los paradigmas y las estructuras actuales, afirmó el fundador de Enval.
Realizar transformaciones inmediatas y la promoción de estilos de vida sostenibles fue, por su parte, la recomendación de Nydia Suppen, cambiando hábitos en áreas como la alimentación, la vivienda, el transporte, el ocio y el consumo excesivo. Con un enfoque de circularidad y una mirada de 360 grados, las acciones de cada persona pueden respaldar los esfuerzos que hacen los gobiernos y las empresas. Juan Pardo resumió, finalmente, las expectativas y el espíritu colaborativo frente a la circularidad, señalando que es un propósito común, “se tr ata de colaboración, de buscar soluciones y de que quienes las tengan las puedan compartir para acelerar su aplicación y generar beneficios para todos”.
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