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ESPECIAL LACTANCIA

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Instauración de la lactancia: sus etapas y dificultades

El pecho de la mujer cobra un protagonismo especial después del nacimiento, durante la lactancia. Este artículo se centra en el cuidado del pecho, las complicaciones que pueden ocurrir durante el amamantamiento y sus respectivas soluciones.

Gloria Colli Lista

Pediatra, autora del libro “Tu lactancia de principio a fin” y del blog www.gloriacolli-pediatra.com

Que la lactancia materna es la mejor forma de alimentar al bebé nadie lo pone ya en duda. Sabemos que implica múltiples ventajas para la salud del niño y de la madre y también para la sociedad en su conjunto. Y no solo en términos de salud, también incluso de economía. Aunque la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé y continuarla junto a otros alimentos hasta los 2 años o hasta que la madre o el niño decidan, estos objetivos difícilmente se consiguen. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2008 el 84% de las madres tiene intención de amamantar al nacimiento. Al mes lo han conseguido el 70% pero a los 3 meses solo continúan el 25% de las madres. La duración media de la lactancia materna es de solo 3 meses y medio. Muchas mujeres abandonan la lactancia antes de lo que les gustaría generalmente debido a falta de apoyo social, por malas recomendaciones, por sensación de hipogalactia o por dificultades para conciliar la lactancia con el trabajo. Está demostrado que el apoyo del profesional sanitario aumenta la incidencia y la duración de la lactancia pero la información inconsistente puede llevar a un destete prematuro. El papel del farmacéutico puede ser muy importante en los momentos iniciales, detectando los primeros indicios de que algo no va bien en una lactancia reciente. Un padre que acu-

de a la farmacia buscando una leche artificial para un recién nacido. Una madre que pesa a su bebé cada día, preocupada por el peso. Una abuela buscando un sacaleches, una crema para las grietas o unas pezoneras pueden estar indicando que una madre necesita ayuda con su lactancia. Para poder dar unas recomendaciones adecuadas y ayudar a resolver los problemas de forma efectiva es necesario tener unas mínimas nociones sobre la fisiología de la lactancia.

Fisiología de la lactancia

Ya durante el segundo trimestre del embarazo la glándula mamaria empieza a producir el calostro. Pero no es hasta que nace el niño y tras el alumbramiento de la placenta cuando la caída de las hormonas propias del embarazo permitirá que se produzca el pico de prolactina que activará el mecanismo de producción de la leche. Durante los primeros días la mamá segregará el calostro. Un líquido amarillento y espeso que tiene menos calorías que la leche madura porque contiene menos grasa y lactosa, pero más proteínas, sobre todo inmunoglobulinas, fundamentales para fortalecer la inmunidad del recién nacido. El volumen del calostro es muy reducido, entre 3 y 20 ml por toma, pero es suficiente para esta primera etapa. Al tercer o cuarto día se produce la subida de la leche y aparece una leche de transición que irá cambiando sus componentes hasta alcanzar la composición definitiva de la leche madura alrededor de los 15 días del posparto. Además de estos cambios a lo largo del tiempo, la leche materna también va cambiando a lo largo de la toma. Al principio contiene más agua para saciar la sed y al final la grasa que produce sensación de saciedad. Si permitimos que el niño se amamante a demanda, tomando las veces que precise y soltando el pecho cuando se sienta saciado, podemos estar prácticamente seguros de que tomara una cantidad suficiente, aprovechando todos los componentes de la leche.

“Durante los primeros días la mamá segregará el calostro. Un líquido amarillento y espeso que tiene menos calorías que la leche madura porque contiene menos grasa.”

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Sensación de hipogalactia

Durante los primeros días puede haber sensación de falta de leche y es una de las preocupaciones más frecuentes de las madres recientes. Esto es normal, ya que el calostro es un líquido muy escaso, pero es suficiente durante los primeros días de vida. Esto permite que el pequeño pierda algo de peso y no es necesario ni conveniente suplementar salvo que la pérdida sea superior al 10% del peso al nacimiento. La producción de leche se activa por la succión y el vaciado del pecho. A mayor succión, mayor liberación de prolactina y mayor secreción de leche. A mayor vaciado de la mama, mayor producción para la siguiente toma. Es como si la glándula funcionara respondiendo a la ley de la oferta y la demanda: a mayor demanda, mayor producción. Para ello se debe ofrecer lactancia materna exclusiva, sin suplementos ni nin-

La sensación de falta de gún otro alimento o líquileche es una preocupación do que pueda interferir

de las madres recientes.

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La madre ha de ser capaz de identificar las señales de hambre de su hijo.

“Muchos fallos en el establecimiento de la lactancia se deben a una falta de confianza de la madre y del entorno en su capacidad de amamantar.”

con este mecanismo de regulación. Ni siquiera agua o infusiones. La hipogalactia verdadera es muy infrecuente. La mayoría de las veces se trata de una sensación subjetiva de la madre de que tiene poca leche o de que el bebé se queda con hambre. Un bebé que mama 2 ó 3 minutos y se duerme probablemente volverá a despertarse con hambre a los pocos minutos. Pero eso no significa que la madre no produzca suficiente leche, sino que el bebé no fue capaz de extraer mucha leche en la toma anterior. Muchos fallos en el establecimiento de la lactancia se deben a una falta de confianza de la madre y del entorno en su capacidad de amamantar, desembocando en una lactancia mixta y finalmente un fallo de la lactancia. Para saber si la lactancia se está estableciendo adecuadamente existen algunas estrategias que nos permiten valorar si la producción de leche es adecuada y si el bebé se está alimentando correctamente. Lo primero es cuantificar aspectos objetivos como el peso y el número de micciones y deposiciones. Durante los primeros días de vida el bebé puede perder hasta un 10% de su peso al nacimiento. Generalmente recuperan lo perdido durante la segunda semana de vida. Hacia el tercer día la pérdida de peso debería estabilizarse y a partir del quinto día se considera normal una ganancia de peso entre 20 y 35 g al día. El número de micciones va a ir aumentando durante los primeros días y se considera normal una micción por cada día de vida durante la primera semana y luego 7-8 pañales mojados al día. A partir del segundo día, una vez expulsado el meconio, lo normal es que el bebé haga unas 3 deposiciones al día, que serán de color amarillento a partir del quinto día. También es necesario valorar el estado general del bebé y la actitud de la madre para saber si la lactancia se está desarrollando adecuadamente. La madre debe ser capaz de identificar las señales precoces de hambre, cuando el bebé empieza a moverse, saca la lengua, se lleva las manos a la boca o emite sonidos suaves. El llanto es una señal tardía de hambre y a veces dificulta el enganche y el inicio de la toma. Hay que verificar que sabe colocarlo en una posición correcta: el abdomen del bebé en contacto con el cuerpo de la madre y la barbilla tocando el pecho de forma que la nariz quede libre, como intentando hacer contacto visual con la madre. En esta posición veremos un brazo y una pierna por encima del cuerpo y los otros por debajo. La madre debe notar que el bebé engancha el pezón con la lengua, no con la encía. Si el bebé se engancha adecuadamente, los labios del bebé estarán evertidos y la areola será menos visible por debajo de la barbilla que por encima. Si la postura es buena, la succión no debe producir dolor y si el bebé se está alimentando correctamente la deglución se ve y se escucha. El bebé succiona de forma rítmica y se encuentra relajado.

“Para el tratamiento de las grietas existen varias opciones, como parches de glicerina, cremas con lanolina o el uso de pezoneras. Ni la ESPECIAL LACTANCIA glicerina ni la lanolina han demostrado que mejoren la percepción del dolor.”

Si todo marcha bien el bebé se suelta del pecho espontáneamente tras la toma, se relaja y se duerme. La madre nota un ablandamiento de la mama, se siente relajada y puede tener sed y sueño Si la posición no es adecuada las mejillas se hunden, la succión no es eficaz y se nota un ruido como un chasquido. Además de impedir que el niño se alimente correctamente, puede producir dolor y favorecer la aparición de grietas y otras complicaciones.

Dificultades durante la instauración de la lactancia

Dolor

Si la posición y el enganche son correctos puede haber un poco de dolor al principio de la toma pero éste debe ir disminuyendo hasta desaparecer. Si el dolor persiste será necesario corregir la postura y verificar el agarre. El estímulo doloroso inhibe la salida de la leche e impide que el bebé se alimente adecuadamente y una posición incorrecta o un mal enganche favorecen la aparición de grietas. Si las grietas ya se han producido, lo primero es corregir la postura y el agarre con ayuda de un profesional experto. Para el tratamiento de las grietas existen varias opciones, como parches de glicerina, cremas con lanolina o el uso de pezoneras. Ni la glicerina ni la lanolina han demostrado que mejoren la percepción del dolor o aceleren la curación de las grietas y pueden crear una falsa sensación de seguridad y demorar las medidas realmente eficaces como son conseguir una buena postura y agarre. Las pezoneras pueden ser un buen recurso para disminuir el dolor durante la toma, pero implican menor contacto de la boca del bebé con la zona de la areola. Esta zona es muy rica en terminaciones nerviosas que se estimulan en contacto directo con la boca del bebé liberando oxitocina y favoreciendo la eyección de leche. Si se utilizan se debe recomendar a la madre que las retire en cuanto sea posible. Mientras las grietas cicatrizan, el dolor se puede y se debe tratar con analgésicos habituales.

Ingurgitación

Cuando la producción de leche supera la capacidad de extracción del bebé también se pueden producir problemas. En estos casos se produce un relleno exagerado de la mama o una ingurgitación de los tejidos intersticiales de la glándula que bloquean los conductos de salida y es muy difícil para el bebé engancharse y extraer adecuadamente la leche. En este momento es importante vaciar el pecho mediante un masaje o el uso de un sacaleches. La elección del mejor sacaleches dependerá del uso que se le vaya a dar posteriormente. Si únicamente se precisa descongestionar y ablandar un poco el pecho puede ser suficiente con una sencilla mamadera. En éste caso, por cuestiones de higiene, la leche no se podrá utilizar si ha entrado en contacto con la goma de la peri-

Cuando producimos mucha leche podemos conservarla.

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La mastitis se produce por una inflamación de la mama.

lla. Si se pretende utilizar la leche extraída, que es lo más habitual, se precisan sacaleches algo más sofisticados que permitan conservar la leche extraída en condiciones seguras.

Mastitis

La mastitis es una inflamación de la mama acompañada o no de infección. Además de los signos inflamatorios como calor, enrojecimiento y dolor de la zona, se puede acompañar de fiebre y síntomas pseudogripales. A veces solo se manifiesta como pinchazos o un dolor sordo durante las tomas. Suele asociarse a la presencia de grietas y dificultades con la lactancia. Muchas veces se pueden diagnosticar por simple inspección y el tratamiento fundamental es no interrumpir la lactancia. El vaciado del pecho es fundamental para conseguir la resolución de la mastitis. La succión del bebé es la mejor manera de vaciar el pecho, pero hay que estar seguros de que la posición es adecuada para que no se produzcan más grietas y dificultades con la extracción por mal agarre. Inicialmente la mastitis se puede tratar con reposo, antiinflamatorios y la extracción frecuente de la leche, a ser posible por el bebé. Si no mejora es posible que sea necesario utilizar antibióticos. En este caso se utilizan antibióticos compatibles con la lactancia como la amoxicilina clavulánico o la cloxacilina, que son activos frente al Staphylococcus aureus, germen más frecuentemente responsable de las mastitis infecciosas. Se ha propuesto que la administración de los probióticos Lactobacillus fermentum y Lactobacillus salivarius, presentes naturalmente en la leche materna, podrían resultar útiles en la prevención y tratamiento de las mastitis, sin embargo los estudios publicados hasta la fecha no son concluyentes.

Suplementos

Si es realmente necesario ofrecer suplementos, porque hay una pérdida de peso superior a la fisiológica, hay riesgo de hipoglucemia o deshidratación o cualquier otra causa que lo justifique, es importante administrar el suplemento sin interferir con la técnica de succión del bebé. La posición de la lengua y de la boca del bebé cuando mama del pecho es diferente de la posición que adoptan con las tetinas o chupetes. Si succiona del pecho como lo haría con la tetina, puede producir dolor durante el amamantamiento y finalmente grietas y fallos en la lactancia. Si es necesario suplementar durante los primeros días de vida se deben utilizar relactadores, jeringuillas o vasitos de lactancia. fv

“Inicialmente la mastitis se puede tratar con reposo, antiinflamatorios y la extracción frecuente de la leche, a ser posible por el bébé.”

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Nutre y calma.

Relaja al bebé y le induce a la succión. Formulado para nutrir, reparar y aliviar los pezones sensibles o agrietados de forma segura tanto para la mamá como para el bebé. Al aplicarlo, aporta sensación de alivio a la madre e induce al instinto de succión al bebé. No hace falta retirarlo antes de la siguiente toma de leche.

COMPOSICIÓN

Fórmula con ingredientes 100 % de origen natural y con certificado ecológico. Destaca el aceite vegetal de argán, que le aporta un efecto nutritivo, y el hidrolato de manzanilla romana, que le confiere la acción calmante.

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Regenera la protección Una loción corporal formulada natural especialmente para las de la piel. necesidades de la piel sensible y seca, que proporciona 24 horas de hidratación. Restablece sus defensas naturales, mejora su resiliencia y reduce su sensibilidad. De rápida absorción, se aplica a diario con un masaje suave.

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