47 Ulrika revista de poesía
ediciÓN
20
1992-2012
fundadores
Festival Internacional de Poesía de Bogotá
ulrika 47 |
1
Ulrika
revista de poesía DIRECTOR Rafael Del Castillo
Ulrika Editores Licencia Mingobierno No 00918 ISSN 0120-7669
CONSEJO EDITORIAL Luis Fernando Afanador, Jotamario Arbeláez, Miguel Silva, Luz Mery Giraldo, Juan Gustavo Cobo Borda, Fernando Linero, Samuel Jaramillo, Gonzalo Mallarino, Isaías Peña, Robinson Quintero, Federico Díaz-Granados, Gustavo Adolfo Garcés, Evelio José Rosero, Pedro Badrán, Juan Felipe Robledo, Jorge Cadavid, Joaquín Mattos Omar, Armando Rodríguez Ballesteros, John Fitzgerald Torres y Rafael Del Castillo. COLABORADORES COLOMBIA Miguel Méndez Camacho, Dario Jaramillo Agudelo, Pedro Alejo Gómez, Órinzon Perdomo, Armando Orozco, Eugenia Sánchez Nieto, Luz Ángela Caldas, Sara Del Castillo, Gloria Luz Gutiérrez, Fabio Jurado, Maruja Vieira, Gabriel Arturo Castro, Rafael Berrío, Ernesto Duran Strauch, Giovanni Gómez, Juan Carlos Acevedo, Roberto Puentes, David Reinoso, Darío Sánchez Carballo, Dufay Bustamante y Julio César Rodríguez Bustos. ARGENTINA Rodolfo Alonso, Paulina Vinderman, Marcos Silber, Daniel Samoilovich, Jorge Ariel Madrazo. BRASIL Ledo Ivo. COSTA RICA Rodolfo Dada, Oswaldo Sauma, José María Zonta, Norberto Salinas, María Montero y Nerina Carmona. CUBA Pablo Armando Fernández, Efraín Rodríguez Santana, Cesar López. CHILE Eduardo Llanos, Jaime Quezada, Tomás Harris, Teresa Calderón, María Inés Zaldívar. ECUADOR Edwin Madrid, Iván Oñate, Iván Carvajal. ESPAÑA Luis Miguel Madrid, Jesús Munarriz, Esther Zarraluki, Rodolfo Hasler, Eduardo Moga, Sergio Laignelet, Juan Pablo Roa. ESTADOS UNIDOS Armando Romero, Juan Carlos Galeano, Eduardo Chirinos, Mercedes Roffe. MÉXICO José Emilio Pacheco, Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva, Margarito Cuéllar. PERÚ Antonio Cisneros, Ricardo Silva Santisteban, Luis La Hoz, Enrique Sánchez Hernani. URUGUAY Washington Benavides, Rafael Courtoisie. VENEZUELA Juan Calzadilla, María Antonieta Flores, Enrique Hernández D’Jesús, Leonardo Padrón, Luis Alberto Crespo. diseño Gustavo Del Castillo M. CONSEJO DE REDACCIÓN Luz Eugenia Sierra y Leonardo Cano IMPRESIÓN: Digitos & Diseños Ltda.
Precio al público: $20.000.oo Los trabajos firmados se publican bajo la responsabilidad de sus respectivos autores, sin implicar necesariamente a la revista o a cualquiera de sus colaboradores
El pasado y el futuro de Colombia en dos libros del presente Letra a Letra Teléfono: (57-1) 341 05 09 • Carrera 3A No. 26B-43, piso 2 Barrio La Macarena • 110311 Bogotá luzeugeniasierra@letraaletra.co
LIBRERÍA
LIBROS VIEJOS, RAROS Y CURIOSOS Visítenos en nuestra casa, Ofrecemos asesoría editorial: La cita está en el cauce…
Calle 65 No. 10-20, Teléfonos: 2487175 y 313 4187544, Bogotá puentesdeniebla2000@yahoo.com.ar ulrika 47 |
3
contenido
-9-
5 Y SU ENCUENTRO CON LA ACADEMIA 7 EL JohnENCUENTRO Fitzgerald Torres Sanmiguel canción apenas Fernando Linero Montes 10 Una sobre la línea: ¿masculino o femenino? 14 Decir Luz Mary Giraldo INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ Y LA POESÍA ÉTNICA 20 ELMIGUELFESTIVAL ROCHA VIVAS RELÁMPAGO EN LA MÉDULA DEL SOL 22 UN HELLMAN PARDO de poesía y las nuevas generaciones 24 elAndrésFestival Céspedes Márquez de poesía en el marco de una experiencia universitaria 26 ElJuanFestival Carlos Grisales y Leonardo Cano VERSUS VIOLENCIA 29 cULTURA Guillermo Linero Montes un juego cruzado 32 Homenajes, José Ángel Leyva iberoamericano: ARGENTINA Y EL FESTIVAL 40 Periplo Marcos Silber EN LA MEMORIA 41 ULRIKA Pablo Armando Fernández CON LA POESÍA: BOGOTÁ AGOSTO 1992 44 ENCUENTRO Jaime Quezada EMOTIVO 47 RECUENTO Luis Miguel Madrid pata de perro en el festival de poesía de Bogotá 50 Un Margarito Cuéllar LA POESÍA Y LA MEMORIA 54 BOGOTÁ, Enrique Sánchez Hernani RÉCORD EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO 59 UN EDWIN MADRID cumple veinte años 62 ElJuanFestival Gustavo Cobo Borda QUIEN INTERESE 62 AJOTAMARIO ARBELAEZ del Festival 63 Perfiles José Luis Díaz-Granados a dentelladas 63 AEveliopulso, Rosero LOS LEGADOS DE UN FESTIVAL editorial
editorial
LOS LEGADOS DE UN FESTIVAL
-9-
La poesía no se vende, porque no se vende
La poesía es también, y sobre todo, un forma del disentimiento y de la crítica y por ello precisamente hay quienes han querido reducirla a su sesgo más cómodo y doméstico: el canto inocente a lo bello. Los aplausos y los vivas se quedan allí, porque se venden… Pero el verdadero poeta sabe que “la poesía no se vende porque no se vende”, y actúa en consecuencia…
E
l mal poeta es como el mal caudillo, mientras que éste apela a la demagogia, aquel opta por “cantar” en forma aduladora y parcial a la realidad. Ambas
posturas son políticamente correctas y, por lo mismo, efectivas y peligrosas. El Festival Internacional de Poesía de Bogotá, pese a caminar en contravía, cumple 20 años generando en ese tránsito una serie de movimientos y ejercicios encaminados a la difusión de la poesía en general y de la escrita en nuestra lengua en particular. Infinidad de publicaciones a lo largo de Iberoamérica se han alimentado del diálogo que todos los años, durante de más de una semana, se mantiene en el desarrollo del Festival. Existen publicaciones y proyectos muy afines al nuestro, y por lo mismo se mantiene una rica interacción sugiriéndose poetas de todas las latitudes para su vinculación a los eventos por emprender, promoviendo la obra de quienes han pasado por los previos, aplaudiendo esas voces, reflexionando sobre el rumbo, las maneras y los temas de la poesía que signa y que persigna al hombre de nuestros días. La poesía como alternativa de vida, como respuesta, como compromiso, como perfil ético y humanístico, como canción que sugiere otras opciones en medio de los brotes imparables de la mezquindad, la injusticia, la violencia y la crueldad. Pensamiento, admonición, abrazo… Esta revista quiere ser un homenaje a quienes nos impulsaron en esos años inaugurales. A los vivos y a los muertos. En consonancia con ello, entidades como el Instituto Caro y Cuervo, el Gimnasio Moderno, La Universidad de Nuevo León, Letra a Letra, Con las Uñas, y un cálido grupo de amigos e instituciones harán viable celebrar la ocasión como corresponde a la poesía y a sus cultores. Desde esa perspectiva se lanzarán obras como la antología poética Homenajes (1992-2012), en cuyas páginas se vuelve sobre lo más reconocido de la lírica colombiana: 20 años, 20 poetas y una buena parte de lo que podríamos llamar nuestra
ulrika 47 |
5
educación sentimental, en todos sus tonos y facetas. No en vano aparecen allí autores como Mario Rivero, Fernado Charry Lara, Juan Manuel Roca, Jotamario Arbeláez, María Mercedes Carranza, Juan Gustavo Cobo Borda, Álvaro Rodríguez o Alvarado Tenorio. Propuestas divergentes, incluso, pero que no se acallan entre sí; confluencias que no implican un conceso coral, nuestra poesía desplegada… Aparecerán también De nuestros muertos dedicado a aquellas voces que hoy sólo podemos escuchar repitiendo sus versos; Fundadores, antología o muestra de poetas iberoamericanos que ayudaron a consolidar el Festival en sus primeros años y, por esa misma senda, una serie de propuestas y caminos para que la poesía camine… o la Antología Personal del poeta caleño Raúl Henao, a quien le corresponde este año el homenaje de nuestro certamen… En este contexto nos compete, por último, intentar una relación de las repercusiones de estos 20 años de trabajo en diversas instancias de nuestro ámbito vital y cultural: en los recintos de la academia, frente a la música, en el ejercicio de los talleres literarios, para los jóvenes y desde la voz de las mujeres, como constancia de la diversidad étnica y cultural, desde la crítica, como saludo, como gesto de amor y otra vez, como aplauso…
Como un saludo de reconocimiento a los 20 años del Festival Internacional de Poesía de Bogotá, nuestra editorial ha preparado esta delicada relación poética de los autores que, habiendo leído de viva voz sus versos en el marco de este emblemático certamen, hoy lo hacen desde un ámbito en el que son eternos: el corazón del lector. Calle 51 No. 17-14 • Teléfonos: 7506085-3003331813 • Bogotá, Colombia • geclu@hotmail.com
EL FESTIVAL Y SU ENCUENTRO CON LA ACADEMIA
-9John Fitzgerald Torres Sanmiguel Poeta, ensayista y profesor universitario Fundador del Festival Internacional de Poesía de Bogotá y miembro del comité editorial de la revista
D
esde su fundación, en abril de
veleidades peligrosamente infecciosas que
1992, el encuentro de Poesía
parecían serle propias.
de Bogotá comprendió la im-
A manera de indicador y para ofrecer
portancia de llevar a la poesía iberoame-
una ilustración sobre el panorama de aquel
ricana y a sus poetas a los escenarios
tiempo, en lo que hace a la formación en
académicos, más desde una perspectiva digamos
estudios literarios, para ese año escasamente se
vivencial, que propiamente erudita o analítica.
contaba en el país con dos programas de pregrado
Es decir, reconociendo la debida importancia
universitario, un joven posgrado que estaba aún
a los estudios literarios e incluso al empleo de
en las definiciones de convertirse en doctorado o
la literatura como herramienta pedagógica, los
en mantenerse como especialización (y que a la
organizadores del encuentro, que perseguía en
postre, derivaría en maestría) y una reputada es-
últimas la secularización del disfrute y el cono-
pecialización de corte filológico de una entidad no
cimiento de la poesía, intuyeron en las aulas y
universitaria. Se contaban con los dedos de una
los auditorios de las instituciones educativas, en-
mano. Eran sí más numerosos los talleres literarios
tornos también propicios para que, especialmente los lectores jóvenes, se iniciaran en el trayecto del verso los meandros de la imagen y las circunvoluciones de la metáfora, y
Hay que reconocer los invalorables aportes que por remozar este paisaje hizo en su momento la gerencia de cultura del Banco de la República a través del poeta Darío Jaramillo, así como los de la Casa de Poesía Silva.
se contagiaran de su vigencia y su vitalidad.
asociados a las universidades; sin embargo, para
Porque hasta ese entonces, era poco menos
ser francos, en términos de calidad y permanen-
que cautelosa la mirada que las instituciones edu-
cia, muy pocos conseguían destacarse. Estaban
cativas y los profesores arrojaban desde sus dinámi-
más cerca de ser iniciativas entusiastas de lecto-
cas disciplinadas y sistemáticas, sobre el acontecer
res que, episódicamente, compartían sus gustos y
de un asunto tan informe y poco sujetable como
apetencias literarias, sin responder a contenidos
la creación poética, temiendo por demás todas las
programáticos o a derroteros concertados.
ulrika 47 |
7
En los programas académicos de los colegios,
de iniciado este encuentro, por fortuna, iniciati-
cuyo alcance llegaba apenas hasta los poetas del
vas similares empezaron a concebirse en otras ciu-
grupo Mito (basta revisar cualquier libro de texto
dades del país, aireando con la poesía la atmósfera
de entonces), difícilmente se superaba la idea de
aletargada de nuestra academia.
que la poesía y los poetas eran apenas algo más
En lo que se refiere al Festival de Poesía de
que referencias para ilustrar un género literario
Bogotá, la insistencia en esta voluntad permane-
bastante en desuso y por demás inofensivo, que
ció indeclinable durante veinte años, así como
por décadas había recaído en manos de curiosos
el eco que ella ha encontrado en instituciones
personajes más o menos pintorescos y socialmen-
como, es más que justo mencionar, la Universi-
te inhábiles. Era, por decirlo breve, una antigua-
dad Nacional de Colombia, la Universidad Pe-
lla estética superflua y marginal, cuando no, el
dagógica Nacional, la Universidad Javeriana, la
producto de extrañas manifestaciones del ocio de
Universidad Externado de Colombia, la Univer-
gentes altamente ilustradas o de trovadores po-
sidad Central, el Politécnico Grancolombiano,
pulares próximos a la ignorancia.
el Colegio Reyes Católicos, el Gimnasio Moder-
Hay que reconocer los invaluables aportes que
no, el Liceo Cervantes, la Biblioteca Luis Ángel
por remozar este paisaje hizo en su momento la ge-
Arango, el Instituto Caro y Cuervo, la Bibliote-
rencia Cultural del Banco de la República a través
ca Nacional y las demás incluidas en la Red de
del poeta Darío Jaramillo, así como los de la Casa
Bibliotecas Públicas, entre otras en Bogotá. Una
de Poesía Silva, que había empezado sus labores
resonancia que cada vez ha sido acogida también
pocos años antes, disputándose el apoyo institu-
por instituciones educativas de ciudades como
cional y la vieja vivienda del poeta convertida en
Medellín, Cartagena, Valledupar, Neiva, Ibagué,
inquilinato.
Villavicencio, Manizales, Pereira y Cali.
Cómo no entender las dificultades que hace veinte años suponía entrar oficialmente en los salones de clase con palabras rutilantes y versos discontinuos, y con perso-
En lo que se refiere al FESTIVAL de Poesía de Bogotá, la insistencia en esta voluntad ha permanecido indeclinable durante veinte años, así como el eco que ha encontrado en las instituciones universitarias.
najes sin más aura de vates que sus propios versos en caliente y su deseo de compar-
Hoy por hoy, a estas alturas del empeño, la
tirlos con los jóvenes aprendices de cualquier
programación de recitales, conversatorios, con-
cosa menos de literatura.
ferencias, talleres y charlas informales suele
No obstante, firme en su propósito de invadir
constituir un pilar muy vigoroso del evento, y ha
todos los escenarios de la realidad local y nacional,
sido incorporada en varias ocasiones al devenir
en el marco del encuentro se concibieron progra-
formal de varios cursos de literatura concentra-
maciones especiales en los salones, auditorios y
dos en la lírica y su estado actual. Además, como
plazoletas de colegios, universidades y bibliotecas,
consecuencia directa, se han derivado activida-
previa persuasión de sus directivos y profesores, e
des que fomentan y difunden la creación de los
intentando conjurar la extrañeza de los estudian-
jóvenes vinculados a las diferentes institucio-
tes indiferentes y los lectores solitarios. Después
nes, como las Jornadas Universitarias de Poesía
8
| ulrika 47
Re vi sta
C a sa S ilva No. 24
–que ya se encuentran por su cuarta versión o las revistas especializadas y las publicaciones seriadas financiadas por aquellas mismas. De igual forma, en varias universidades se han propiciado intercambios con instituciones de diferentes países en los que los protagonistas
Revista
Ca sa Silva No.24
son los poetas vinculados a procesos formales de educación, o bien han sido invitados por aquellas para participar como profesores en el desarrollo de programas formales de pregrado y posgrado. De hecho, muchos de estos autores fueron invitados por primera vez a Colombia por cuenta del encuentro y su obra halló difusión entre nosotros a partir de entonces. No cabe duda de que este vínculo entre academia y creadores fomentado cada año por el encuentro significa proveer aires nuevos y
De venta librería Casa Re ven istala Ca sa Silva No .2 4 Silva y en otras librerías de Bogotá
matices insospechados a los ambientes académicos que a menudo padecen de una modorra sonámbula parecida a la inmovilidad. El esfuerzo por mantener este vínculo año tras año, resuena de tal manera que su contribución ha sido decisiva en la configuración de una panorama académico en el que se multiplican los talleres literarios de calidad en cabeza de poetas y gestores culturales; de igual
de venta en la librería Casa Silva y en otras librerías de Bogotá Librería calle 12 C No. 3-41 - Teléfono 286 44 14
forma se da comienzo a programas de pregrado y de posgrado que cuentan cada vez con más estudiantes convencidos de la trascendencia del quehacer poético, y se avanza en la investi-
De venta en la
librería Casa Silva
alle 12C No. 3-41 - Teléfono 286 44 14 gación juiciosa en torno a la poesía, sus mani-L i br e r í a c y en otras librerías de Bogotá festaciones y su impacto; y la obra de nuestros
poetas, y no me refiero sólo a los colombianos, recibe de parte de los académicos la lectura, el análisis, la valoración y el reconocimiento que sin duda merece. Marzo de 21, 2012. Librería calle 12 C No. 3-41 - Teléfono 286 44 14
Una canción apenas De las relaciones de los ulrikos con la música
-9-
Sin música será un error sin música es un error... Rafael Del Castillo
Fernando Linero Montes Poeta y músico colombiano. Miembro Fundador del Festival Internacional de Poesía de Bogotá y de esta revista.
S
in poesía no hay música. Sin mú-
dad en la música provienen de la poesía.
sica no hay poesía. Esta relación
Todos logramos apreciar cómo el habla,
es indisoluble, así indistintamente
incluso la más cotidiana, tiene una musi-
cada una de estas manifestaciones tenga su
calidad que está en la plataforma misma
espacio propio. Entre los griegos no existía
en la que se origina la música de una can-
ninguna diferencia. Es algo ya dicho repetidas ve-
ción. Bueno es citar algunas alusiones que nos
ces. De hecho es común que los críticos y los teóri-
muestran cómo algunos filósofos, humanistas e
cos del arte cuando quieren explicar la poesía, por
incluso místicos, han expresado su interés por
lo general se remiten a expresiones con un vocabu-
esta cuestión.
lario que nos recuerda el universo particular de la
Se dice de Sócrates que tocaba la cítara, y que
música. En los inicios de la civilización la canción
en la última etapa de su vida se dio a la tarea de
contribuyó a fijar en la memoria de los cofrades del
musicalizar las fábulas de Esopo, esto porque su-
clan, las calidades éticas, los prototipos y criterios
puestamente, en un sueño repetido, Apolo le orde-
que ayudaron a instaurar la vida y la concordia.
naba dedicarse a la composición musical.
Tal vínculo ha sido entendido desde siempre por
Platón, a pesar de haber desterrado a los poetas
el hombre. No gratuitamente surgieron en su ima-
de la República, manifiesta en uno de sus diálogos
ginario los mitos de Orfeo –hijo de Apolo, dios de
(Fedro) que únicamente con la intermediación
la belleza, y Calíope, musa de la poesía, quien bajó
de la música y la poesía es posible que los sabios
a los infiernos y con su canto neutralizó todos sus
puedan recuperar virtudes quasi divinas extravia-
horrores– y de Anfión, del cual dice el mito que en
das por su relación con los asuntos terrenales; y
la construcción de las murallas de Tebas, en la que
en otro (El Cratilo) sugiere que sean los poetas los
participó al lado de su hermano, bastaba con que
que procuren a las cosas innombradas los nombres
tocara su lira para que las piedras le siguieran y se
apropiados.
acomodaran en el lugar correspondiente.
En su Arte poética española de 1592, Juan Díaz
El poeta ha estado atento a ese parentesco, a
Rengifo declara que: “Es la poesía buena para en-
esa parcería, sabemos que las repeticiones, alite-
señar y mover, porque en ella se pueden decir ver-
raciones, rima y juego de palabras provienen de
dades y dar avisos y consejos saludables; los cuales
la música y así la estética, la metáfora y la breve-
por ir en aquel estilo se quedan mejor en la memo-
10
| ulrika 47
ria y se imprimen en los corazones y más aún cuan-
cantidad de poetas y músicos –Leonard Cohen,
do algún buen músico los canta”. Por igual época
Bob Dylan, Federico García Lorca– establecien-
Gaspar de Aguilar hablando de lo mismo se refiere
do una especie de comercio entre uno y otro gé-
así: “El soberano don de la poesía es propiamente
nero, hasta el punto de que hay momentos en
una música de palabras cuyo acento hiere el alma”.
que es difícil discernir sobre cual fue primero en
Por su lado, Paul Valery exploró con curiosi-
ese camino a la canción. Así mismo hay los que
dad sobre la relación sonido/sentido, acaso obli-
escuchan un fondo de rock ácido en la obra de
gado por esa leve tonadilla de pueblo que alguna
Edgar Allan Poe.
inadvertida tarde lo atrapó y que no pudo dejar de tararear nunca jamás.
La tendencia a distanciar la palabra poética de la música es una ocurrencia nueva, está claro que
Y en una de sus cartas Stephane Mallarmé
los modos más antiguos de poesía invariablemente
manifiesta: “Yo hago música, y llamo así no a lo
fueron cantados. Ives Bonnefoy –poeta francés–
que se pueda obtener del acercamiento eufónico
no habla de una relación, sino de “la alianza”, y así
de las palabras, esta primera condición va de por
para él es revelador tener claro que “la palabra de
sí; sino al más allá mágicamente producido por
la que un significado ha tomado posesión, es tam-
ciertas disposiciones de la palabra, donde esta no
bién un sonido”.
queda en el estado de medio de comunicación material con el lector como las teclas de un piano”. Los místicos no se han quedado atras: “los or-
En Ulrika no hemos sido ajenos al fenómeno de la palabra cantada y sus trazas culturales, su condicionamiento histórico y social. Aquí la can-
bes mismos celebran al Criador cantando” dice San Agustín y a su vez San Isidro dice “tan torpe cosa es no saber música como no saber letras, pues, qué música hay sin poesía, si la
En los inicios de la civilización la canción contribuyó a fijar en la memoria de los cofrades del clan, las calidades éticas, los prototipos y criterios que ayudaron a instaurar la vida y la concordia.
poesía es el alma de la música”. El Libro de los salmos de la Biblia, es por com-
ción siempre ha entrado como Pedro por su casa,
pleto otra buena muestra: Ruega a él con sonidos
nunca ha tenido la necesidad de tocar a la puerta
de trompetas / con laúd y arpa / con tambores y
y siempre ha estado a flor de labios apropiándose
danzas / con cuerdas e instrumentos de viento / con
del sentir de los poetas que en torno de ella se
címbalos sonoros / con metálicos cémbalos. (Salmo
han congregado gracias al azar. Nuestra aventura
150)
ha estado acompañada de músicos: 1280 almas,
Así también tenemos bastantes ejemplos de
Victoria Sur, el maestro cubano Chiqui Tamayo,
cómo deliberadamente poetas y músicos han de-
el Cuarteto Linero y no hay época de la revis-
sarrollado proyectos puntuales en colaboración.
ta que no esté ligada a una canción desde las,
Por citar algunos recordemos a Joan Manuel Se-
ahora ya lejanas, de Janis Joplin y las agresivas
rrat y Mario Benedetti; Bono, el líder de la ban-
de Tom Waits, hasta las frívolas y encantadoras
da U2 y el escritor Salman Rushdie, Jorge Luis
de Cold Play, todas alumbradas por las candelas
Borges y Astor Piazzola sociedad ésta que no aca-
del aguardiente y de la marihuana. Escuchando
bó en buenos términos. Y así es innumerable la
canciones, deteniéndonos en la lucidez de las le-
ulrika 47 |
11
APÉNDICE No podemos olvidar a Gustavo Adolfo Garcés y su palo palo palo palo bonito palo e´; o a Armando Rodríguez intentando Gavilán o paloma y queriendo tocar el saxo; o a nuestro querido Robinson Quintero –el zorzal de Caramanta– cantando tangos con la energía de Joe Cocker; o a nuestro narrador estrella Evelio Rosero arrostrando, acompañado de una guitarra, ese allá viene el policía muerto / de risa muerto de risa / si es que tiene sus amores / porqué no avisa / porqué no avisa; o a Joaco Mattos empecinado en poner por enésima vez una canción de Bob Marly; o a Guillermo Martínez pidiendo el bolero de Bobby Capó Porqué ahora; o a Rafael Del Castillo embebido en la Joplin; o a mí mismo buscando dónde estará / la melodía...
12
| ulrika 47
herederos de Orfeo, que extravió su felicidad recién conseguida, nos enseña con dolor de la brevedad del gozo y así vamos por los salones de la fiesta con nuestra descorazonada entrega. Y es ello mismo lo que fundamenta el papel del arte sobre la tierra. Pero también tenemos claro, con nuestro amigo Margarito Cuéllar, que el que canta celebra. /El que celebra sana las heridas del mundo / con astillas de luz, porque la canción es un remedio maravilloso para purgar el ánimo. Ya lo sabía Fray Luis de León,… todo lo demás es lloro. Creemos con los místicos que una de las cosas primeras creadas por Dios fue su camarilla de músicos y poetas celestiales, que habrían de acompañar con su arte la creación del resto del mundo y también que Dios sostiene a este mundo con su canto y que somos la expresión de su canto. Y así a la luz de la filosofía de Ulrika, en su espacio creativo la música ha sido protagonista. Un buen ejemplo de ello lo constituye el álbum El poeta canta dos veces que reúne las voces de ulrikos como: Robinson Quintero, Joaquín Mattos, Guillermo Linero, Rafael Del Castillo, Evelio Rosero, Gustavo Adolfo Garcés, Fernando Linero, pero también las voces de poetas de otros ámbitos: Darío Jaramillo, María Mercedes Carranza, Efraín Medina Reyes y Olga Malaver. La música como la poesía restituye la realidad Fernando Linero al piano, su hijo Daniel con el saxo y el baterista Germán Chavarriaga, tocando desde la poesía…
por eso queremos reiterar que seguiremos acogiéndonos a sus doce sonidos, como a los doce meses, como a las doce horas del día y de la noche, como a las doce parcelas que sospechamos tiene el alma;
tras y en las formas melódicas, aprendimos que
que entendemos perfectamente al que dijo que
los dones –de la palabra y de la música– concedi-
todo arte aspira a la condición de la música. Y que
dos por los dioses o por la naturaleza, tienen un
quede claro que lo que simplemente hemos soñado,
alto precio que resignadamente pagamos siendo
con palabras de nuestro querido poeta Quessep, es
poetas de un país sin certidumbres; que ser los
una canción apenas.
ulrika 47 |
13
Decir sobre la línea: ¿masculino o femenino?
-9Luz Mary Giraldo
Poeta, ensayista, crítica literaria y profesora universitaria colombiana. Miembro del comité editorial de Ulrika y colaboradora de su Festival
A
l revisar algunos ejemplares de
como obligándola a percibir la existen-
los más de cuarenta números
cia de la página, diciéndole: “Yo –existo,
publicados por la Revista de Poe-
¿y tú?”. Estas reflexiones de la reconocida
sía Ulrika, y relacionarlos con las distintas
poeta, o, mejor, poetisa, si lo decimos sin
convocatorias al Festival Internacional de
temor a identificarla con algo negativo e
Poesía de Bogotá, es notorio el interés por destacar
insignificante, son comunes en cualquier creador
las voces de poetas hombres y mujeres, lo que, sin
(masculino-femenino u otro), pues equivale a una
lugar a dudas, aporta tanto al intercambio entre
necesidad: ser a través de su creación.
unos y otros como a la divulgación de la poesía no
El escritor, la escritora, es a través de la escritu-
sólo de Colombia sino de diversas latitudes. Entre
ra, porque en ella y con ella revela su propia exis-
ellos, los homenajes a quienes se reconoce tanto su
tencia, su relación con la realidad y la fantasía, con
trayectoria como la calidad de su trabajo poético,
los otros, con las palabras, como cuando el artista
permiten el diálogo fructífero ante la comunidad
plástico llena de líneas, de formas o de colores un
internacional que en cada festival tiene como in-
lienzo o un espacio, o como cuando el compositor
vitados a autores de un determinado país. Es claro
organiza las notas musicales en el pentagrama para
que el festival y la revista han sido “incluyentes mas
que salgan sonidos del instrumento pulsados por
no permisivos”, como lo afirmara Rafael Del Casti-
alguien que entra en comunicación con ese texto
llo, alma y promotor de los mismos, al celebrar los
y las haga volar expresando una manera de estar en
respectivos veinticinco y quince años de apostarle a
el mundo, una emoción, un contexto. Cuando la
esta quijotada. Estos lustros responden a un proyec-
argentina Tununa Mercado se refiere a ese maravi-
to que ha acogido, pues, diversidad de tendencias y
lloso acto de crear con las palabras, no solamente
preocupaciones poéticas. Revisando algunos de es-
habla de su yo como mujer que se expresa y bus-
tos materiales, repito, llego a la reflexión que sigue.
ca ser, sino de esa trasposición de yoes que hay en
Decía Marina Tsvietáieva, que siendo muy
cada cual, masculino o femenino, que se vuelcan
niña sentía “hambre de papel en blanco. Un gri-
en el papel: “Yo pulso las teclas y digo yo sobre la
to disimulado. Más una mirada que un grito”. Ya
línea, pero casi instantáneamente ese yo es otra u
adulta, ante una hoja de cuaderno similar, reco-
otro depositado en una persona escrituraria –yo, tú,
nocía sentir “algo así como un estremecimien-
ella, él– y todavía otro más en la materia escrita y
to sagrado” que la llamaba a llenar el vacío, una
separada o salvada de esos desdoblamientos, apari-
suerte de “reproche vivo” que la incitaba a existir,
ciones y desapariciones. No son dos, nada menos
14
| ulrika 47
binario que ese acto en redondo sobre la instancia de escribir”.
Hay enfoques que apuntan hacia la necesidad de una crítica feminista, desde la cual se leería me-
La escritura vuelca la vida sobre el papel y es un
jor la escritura de las mujeres, y así entender formas
cuerpo hablante y existente que transmite memo-
de conocimiento de sí misma y de la propia tra-
ria e identidad, ser y existir. Así se entiende, tam-
dición, que han llevado a determinadas autoras a
bién, que cuando Juan Gelman recibió el Premio
romper esquematismos y arquetipos. Otros, desde
Cervantes, vuelve sobre las palabras de Tsvietáieva
la certeza de la particularidad de cada voz, llaman
que resuenan en él, y las pronuncie de manera con-
la atención sobre la necesidad de diluir las fronte-
tundente afirmando con ella que “no se vive para
ras entre lo femenino o lo masculino, invitando a
escribir sino se escribe para vivir”.
los autores a escribir más allá de los estereotipos y a
Aunque sepamos que “El cuerpo del escritor
las mujeres a dejar de reclamar o de insistir en la fe-
son su manuscritos”, como decía la escritora rusa,
mineidad en sus creaciones. En muchas ocasiones
es notable la larga la polémica alrededor de la lite-
los análisis están determinados por enfoques que
ratura escrita por mujeres. Durante largo tiempo se
no siempre dejan ver los enunciados sino el lugar
la ha enfocado desde la necesidad de buscar reco-
de los mismos, así como se soslayan condiciones
nocimiento y legitimidad, y, en muchas ocasiones
estéticas o de producto artístico. Es claro que toda
se la confronta con la de los escritores hombres y el
creación hace memoria y en ella están la identidad
balance no es siempre positivo. Vale recordar que
de quien crea y el espíritu de la época. En últimas,
al dar inicio a su ensayo sobre autoras mexicanas,
el manuscrito como cuerpo que habla.
Señas particulares: escritora (1987), Fabienne Bradu, sostiene que al abordar la búsqueda de identidad en la obra de autores de cualquier género, se evidencia de manera particu-
El escritor, la escritora, es a través de la escritura, porque en ella y con ella revela su propia existencia, su relación con la realidad y la fantasía, con los otros.
lar en las autoras que la identidad se presenta “como un vacío, una interrogación, una
En el caso colombiano, aunque no es privati-
angustia, que la escritura resarciría de una manera
vo de las mujeres, hay quienes se han inquietado
más o menos satisfactoria”, y se refiere a la pági-
por el debate frente al ser y quehacer de la mujer
na en blanco que compara con el espejo en el que
en la vida social, cultural y artística, reflexión útil
se mira o refleja todo escritor, señalando que en
para tomar conciencia de diferentes realidades. No
el caso de la mujer corresponde a “un narcisismo
sobra recordar que hasta mediados del siglo XX la
no triunfante”, determinado en ese querer ser, más
participación de la mujer fue discreta y de escasa
allá de querer expresarse o decir, como sería el caso
aceptación, especialmente en el campo de la narra-
de las escrituras de quienes ya han legitimado un
tiva, aunque en el de la poesía su reconocimiento
territorio. El símil espejo es análogo a página, lo
no es mayor y mucho menos en el de la dramatur-
que coincide con lo afirmado por Tsvietáieva, para
gia, la crítica o el ensayo. ¿Qué han contado, cuá-
quien no existe el fracaso o la ausencia de triunfo
les han sido sus temas de interés, cómo ha sido su
sino esa potencialidad de ser que se trasmite en el
escritura, que función han cumplido con este ejer-
manuscrito.
cicio? Más hacia el presente, con el campo abierto
ulrika 47 |
15
y abonado por antecesoras de diferentes latitudes,
do el siglo XX, redundando en la responsabilidad
la pregunta regresa: ¿Qué narran las escritoras de
de la mujer de conservar y preservar las normas,
hoy y cómo lo hacen? Y desde el lenguaje poético
las costumbres, las emociones y los afectos; como
de antes y de ahora: ¿cómo cantan o han cantado,
quien dice, de ellas depende el legado fundacional
cómo entonan, cuál es su respiración, cuáles sus
que se había completado con la adopción en el si-
temas y formas, cuáles sus preocupaciones litera-
glo XIX de otros modelos europeos como los de
rias y vitales?
Francia o la Inglaterra victoriana, que destacaron
Si bien la tradición ha sostenido que las muje-
una vez más la función histórica de los varones, su
res son líricas y los hombres épicos, lo que aún es
carácter aventurero, su disponibilidad para hacer
vigente en muchos lugares cuando se afirma que
del universo su mundo, mientras frente a las muje-
el campo de acción de la mu-
res se fomentaba una certe-
jer es el de la vida doméstica
za más reducida y entonces
mientras el del varón es el de
no
la conquista del mundo, estas
el universo a su casa. Esto,
coordenadas han cambiado.
desde luego, determinaba
Ya no es tan fácil afirmar que
una condición introvertida
“las mujeres son de la casa y
frente a una de extroversión,
los hombres de la calle” o, en
que seguramente contribuye
palabras más sugestivas, que
también a esa convicción de
“las mujeres hacen de su casa
aventura épica para ellos y
el universo y los hombres ha-
de repliegue lírico para ellas.
cen del universo su casa”.
Seguramente, esto con-
el nuevo sistema de valores y
se prolongó hasta avanzado
problemática:
reducir
Piedad Bonnett, una de las voces más reconocidas de la Hoy son otras las dinámicas: poesía colombiana del momento. dujo a un largo repliegue que
de concepciones ha llevado a intercambio de roles,
el siglo XX, reflejado en el cultivo de la mujer de
lo que refleja experiencias e intereses que difieren a
su “espiritualidad” de diversas maneras: en la Co-
los de años anteriores, por no citar el pasado remo-
lonia, las que lograban optar por la vida monacal
to, aunque evidentemente ese cambio se ha dado
o tenían que hacerlo, accedían a los libros, a la re-
de manera larga y penosa. No debe olvidarse que
flexión y a la creación, mientras las otras cuidaban
desde la Conquista se establecen unos parámetros
el calor y el orden del hogar, sitio de llegada del
que se afianzan en la Colonia, basados concepcio-
marido y de formación de la prole; durante el siglo
nes europeas signadas por los principios cristianos
XIX, sin dejar de ser amas de casa, leer poesía y
del feudalismo, que moldearon los roles sociocul-
autores clásicos, interpretar un instrumento, hacer
turales y las formas de expresión, la sensibilidad, la
“trabajos manuales” (pintar, bordar, tejer, preparar
manera de participar de la vida social, los espacios
galletitas y confituras) era complemento y adorno
propios de cada sexo, los oficios, imponiendo a la
de la personalidad. Sólo a mediados del siglo XX la
mujer el rol fundamental de ser guardiana del ho-
escritura de poesía y de cuento o novela e historia
gar y de los principios religiosos y morales. Dichos
se convierte para algunas autoras en motivo de in-
roles se conservan durante el siglo XIX y avanza-
quietud y de apropiación del mundo, y a finales del
16
| ulrika 47
mismo, acceder al ensayo, a la crítica o a la drama-
papel en blanco para darle forma a su sensibilidad
turgia se convirtió en un reto de sensibilidad y co-
y pensamiento y buscar la manera de expresarse y
nocimiento. En términos generales, anteriormente
ser (como sí fue el caso de Sor Juana).
la creación o la reflexión se asumían como parte de
La dedicación del oficio de escritora en la mu-
su “gracia” o encanto personal, no como un oficio
jer es un hecho tardío y generalmente no de tiem-
y mucho menos como una posibilidad profesional.
po completo, como en este caso también lo es el de
No cabe duda de las frustraciones que debie-
escritor (los rigores de la vida diaria no lo permiten
ron vivirse. Si los hombres tenían el derecho y el
sino a quienes cuentan con apoyos económicos su-
poder sobre muchas cosas, aún el de la creación y
ficientes). El carácter sumiso o silencioso de la mu-
expresión a través de formas artísticas que ponían
jer colombiana frente al determinante masculino
al servicio de los otros mediante publicaciones en
se impuso durante largo tiempo y la conciencia de
periódicos y revistas, las mujeres debían reducir,
tener algo por decir y decirlo bien se abre como
como ya se ha dicho, su expresividad al cuidado
perspectiva, seguramente con cierta perplejidad
del hogar, a los primores de sus tejidos y bordados,
en el medio de su momento. Es desde la segunda
a las delicias culinarias y al amor por el esposo y
mitad del siglo XX, que en Colombia algunas auto-
los hijos. Algunas de las clases altas –cuando con-
ras encuentran en la narrativa su tono para hablar,
taban con alguna preparación– podían acceder a
indagar, cuestionar, es decir, pronunciarse. Escri-
la lectura silenciosa de las obras que llegaran a sus
toras de diferentes regiones y espacios sociales,
manos y hubo casos de mujeres cuyo refinamiento
generalmente formadas en espacios universitarios
y sensibilidad les permitiría escribir furtivamente versos o cuadros de costumbres que leían o presentaban en las tertulias familiares, gracias al reconocimiento de sus esposos, quienes
Ya no es tan fácil afirmar que “las mujeres son de la casa y los hombres de la calle” o, en palabras más sugestivas, que “las mujeres hacen de su casa el universo y los hombres hacen del universo su casa”.
asociaban sus expresiones a esa belleza interior que debía tener toda mujer, y sólo unas
o con participación amplia en la cultura, revelan
pocas eran publicadas en revistas de la época.
sus búsquedas y formas de conocimiento, y reflejan
Siglos atrás, en plena Colonia, la mujer escri-
en sus textos situaciones que van más allá de lo
tora se daba sustancialmente en el seno del con-
femenino: la historia, la tradición, la violencia, la
vento que se convertía en el hogar para la lectura
condición humana, la sensualidad, el erotismo y el
y la realización artística, como pudo ser el caso de
cambio de valores. Más afianzadas en los últimos
la mexicana Sor Juana Inés de la Cruz o el de la
lustros, tanto ellas como las narradoras o las poetas
colombiana Francisca Josefa del Castillo, monja
más recientes, son mujeres que cuentan y cantan
de clausura que escribía sus versos, afectos y con-
desde referentes culturales que permiten ver tan-
fesiones para cumplir penitencia por los pecados
to la época a la que pertenecen, como a su propia
cometidos en sus sueños o pesadillas. Su creación
sensibilidad. Contestarias, amorosas, erotizadas,
literaria no era más que parte de su manera de pur-
testimoniales, líricas, dramáticas, tradicionales o
gar sus culpas y de liberar sus angustias; una ur-
rebeldes, la poesía escrita por mujeres fue buscan-
gencia distinta de liberación. No se enfrentaba al
do un camino y un sentido.
ulrika 47 |
17
Hay que reconocer que “género no garantiza
trabajo cumplen o han cumplido una labor que
nada”, como afirma Angélica Gorodischer, refi-
asegura su existencia, como así mismo se eviden-
riéndose a masculino o femenino, pues la calidad
cia, en los años de la revista Mito, con Magdalena
no radica en el sexo de quien crea sino en la per-
Fetty de Holguín, quien contribuyó con sus cuen-
fección de la palabra capaz de comunicar tanto el
tos y poemas a dar “una decisiva experiencia de
ruido como el silencio. Sin embargo, la poeta ha
escritora”, como afirmó Hernando Téllez, al reco-
sido en Colombia una voz poco integrada a gene-
nocerla como escritora que dice y deja “subsistir
raciones o promociones, lo que quizá corresponde
lo esencial de la música y lo esencial del pensa-
más que a su calidad, a la fijación de un canon.
miento”. El investigador tiene que “escarbar”
En nuestra historia literaria se han dado muchos
para encontrar su papel o su escritura en aquellos
olvidos e injusticias poéticas:
tiempos. Cabe recordar que
el canon reconoce como au-
muy recientemente, Jiménez
tores letrados de la Colonia
menciona a Ayarsa y a Del-
entre los poetas a Juan de
mar como poetas de los años
Castellanos y Hernando Do-
de Mito, reconociendo en la
mínguez Camargo, y muy re-
primera su cuidadosa y fina
cientemente se “descubre” y
escritura tradicional, y en la
reconoce a la madre del Cas-
segunda la fuerza expresiva
tillo, por ejemplo. Así mis-
de un solo poema: “Testa-
mo, una larga lista de poetas
mento”.
y próceres muestra a los cul-
A tenor de los cambios
tores de poesía del siglo XIX
mundiales vividos con los
destacando entre las mujeres María Mercedes Carranza, en una foto emblemática.
movimientos
solamente a Silveria Espinosa
de los años sesenta, la ur-
estudiantiles
de Rendón y Josefa Acevedo de Gómez. En el siglo
gencia de compromiso individual o colectivo se
XIX la poesía era muy cercana al poder político de
sumaba a los replanteamientos ofrecidos por el
clase y de género y, como reconoce David Jiménez,
existencialismo y al afán crítico o determinado
en los últimos cien años es más heterogénea y mu-
escepticismo, a los efectos del feminismo en su
cho menos oficial.
poética y su política y a la gestión creativa de la
Adelantado el siglo XX son muchos los auto-
mujer que fue ganando espacios, hasta mostrar en
res que figuran entre cuadernícolas, piedracielistas,
la década del setenta que podía formar de parte
de cántico o el grupo Mito, por ejemplo, y sabemos
de una generación poética, la última reconocida
que en los estudios de poesía, las historias y los
como tal hasta la fecha, conocida como Genera-
análisis, no siempre se tiene en cuenta a pione-
ción sin nombre, de Golpe de dados, o Desencantada.
ras como Emilia Ayarza, Matilde Espinosa, Meira
Fue después del reconocimiento de la existencia
Delmar, Maruja Viera o Dora Castellanos, autoras
de dicha generación, que se incluyó única y ex-
con una particular voluntad de construcción de
clusivamente a María Mercedes Carranza, aunque
mundo y de estilo, con una urgencia de expresar-
otros tienen en cuenta a la uruguaya de origen y
se al margen del hogar, de mostrar y divulgar su
colombiana por adopción, Martha Canfield. Estas
18
| ulrika 47
inclusiones están relacionadas con ese lenguaje
por otro Quijote, el poeta Miguel Méndez Cama-
poético que transmite una sensibilidad acorde con
cho, el carácter inclusivo reporta un promedio de
las urgencias de autor que expresa con suma ironía
quince voces femeninas, algunas ampliamente
o lirismo el espíritu de la época que les correspon-
conocidas y otras con dominio del género que ya
dió vivir. ¿Son voces femeninas? Sí. Pero hablan
definen su propia voz. Sin embargo, siempre surge
esencialmente en lenguaje poético. La lista se
la pregunta: ¿Por qué tan pocas mujeres? El vacío
amplía y más allá de quienes en los inicios for-
se llena en el controvertido encuentro anual de
maron parte de la generación mencionada (Juan
mujeres poetas de Roldadillo, que desde hace más
Gustavo Cobo Borda, Augusto Pinilla, Darío Ja-
de veinte años cumple rituales poéticos, talleres,
ramillo Agudelo, Álvaro Miranda, Henry Luque
concursos y publicaciones en sus ediciones Emba-
Muñoz, José Luis Díaz-Granados, David Bonells,
laje. El llamado a este evento cumple una especie
Elkin Restrepo, además de Giovanni Quessep y
de consigna: la mujer tiene la palabra, y demues-
Jaime García Maffla). Hoy se incluyen a muchos
tra que muchas autoras buscan un lugar para ex-
de los nacidos entre las décadas de los cuarenta o
presarse, un sitio donde se oiga lo que tienen que
un poco antes y comienzos de la de los cincuen-
decir o por decir.
ta. De ahí que puedan tenerse en cuenta a Miguel
Tsvietáieva, reivindicando su derecho de es-
Méndez Camacho, Raúl Gómez Jattin, José Ma-
critora, afirmaba que “cuando una mujer escribe,
nuel Arango, Harold Alvarado Tenorio, Juan Ma-
escribe para todas las que han callado –mil años,
nuel Roca y Piedad Bonnett, entre otros. ¿Por qué
y callan todavía– y callarán”. Rosario Castellanos
no? Son poetas que elaboran mundos líricos muy personales, tan de hoy como de nuestra tradición. Si bien desde fines de los ochenta hasta la fecha, la creación poéti-
el canon reconoce como autores letrados de la Colonia entre los poetas a Juan de Castellanos y Hernando Domínguez Camargo, y muy recientemente se “descubre” y reconoce a la madre de Castillo.
ca no puede reconocerse por grupos generacionales ni por promociones, las antologías
habla de la “hazaña de convertirse en lo que se
y selecciones, la divulgación lograda en los des-
es” a través de su escritura. No importa el género,
aparecidos magazines o suplementos literarios, la
vale repetirlo, interesa la voz que resuene contra
participación en festivales nacionales o interna-
el silencio. Masculino o femenino, la voz que debe
cionales de poesía, algunos premios nacionales
ser tenida es la que exprese y sea razón de vida. Es
o internacionales, las lecturas poéticas en ferias
esta la consiga del Festival Internacional de Poesía de
o entidades públicas, las publicaciones universi-
Bogotá, que ha permitido el encuentro de voces tan
tarias que responden al cierre de publicación del
diversas con los países y autores o autoras invitados.
género en las grandes editoriales, proliferan crea-
Gracias a este festival yo, personalmente, como sé
dores en todos los campos y la cantidad de mujeres
que también ha pasado con otros, he podido oír
que le apuntan es significativa. De los casi ochen-
poesía de alta calidad, y conocer poetas de Cuba,
ta números publicados por la revista El Malpen-
España, Chile, México, Guatemala, Argentina y
sante y el Externado de Colombia, en esa sugestiva
tantos otros países, con los que gozo de su amistad o
apuesta llamada “Un libro por centavos”, creada
de su palabra.
ulrika 47 |
19
EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ Y LA POESÍA ÉTNICA
-9MIGUEL ROCHA VIVAS
Profesor de literatura, estudioso de las poéticas indígenas de América vinculado a la Universidad Javeriana
E
l Festival Internacional de Poesía
Jamioy (camëntsá, Colombia), Miguel
de Bogotá ha realizado un aporte
Ángel López (wayuu, Colombia), Gonza-
esencial a las lenguas y literaturas
lo Gómez Cabiativa (muisca, Colombia),
del mundo, y se ha convertido en escenario
Fredy Chikangana (yanakuna, Colombia).
clave para importantes poetas en lenguas
Del 6 al 8 de mayo de 2011 se realiza el Pri-
indígenas. En la década del 2001 al 2011, los dos
mer Encuentro Nacional de Escritores/as en Len-
más importantes encuentros de escritores y escrito-
guas Indígenas en el marco de la Fiesta de las Len-
ras indígenas en Colombia se relacionan con este
guas durante la Feria Internacional del Libro de
festival. En el año 2001, Primer Encuentro de Poe-
Bogotá, con sedes alternas en la Universidad Pe-
sía Étnica, organizado en la Universidad Nacional
dagógica y la Universidad Externado de Colombia.
de Colombia con la coordinación de Rafael y Ma-
Coordina: Miguel Rocha. Participan Jorge Cocom
riela Del Castillo, es de suma importancia para la
(maya yucateco de México); Humberto Ak´abal
literatura indígena nacional y continental, pues
(maya k´iche´ de Guatemala); Leonel Lienlaf
convoca a varios de los principales escritores indí-
(mapuche de Chile); Jaime Huenún (mapuche
genas del momento. Además es el primer encuen-
de Chile); Abadio Green (kuna-tule de Panamá);
tro internacional de poesía indígena que se realiza
Francelina Muchavisoy (inga); Fredy Chikan-
en el país. Entre las múltiples lecturas y actividades, que incluye una visita de los escritores a la mítica laguna de Guatavita, se lleva a cabo un recital y una publicación en la revista
En el año 2001 Primer Encuentro de Poesía Étnica es de suma importancia para la literatura indígena nacional y continental pues convoca a varios de los principales escritores indígenas del momento.
de la Casa de Poesía Silva. Asistentes: Natalio Hernández (nahua, México), Briceida
gana (yanakuna mitmak); Miguel Ángel López
Cuevas Cob (maya, México), Humberto Ak´abal
(wayuu); Yöche (andoke); Hugo Jamioy (camënt-
(maya, Guatemala), José Miguel Cocom Pech
sá); Bárbara Muelas (misak-guambiana); Estercilia
(maya, México), Elicura Chihuailaf (mapuche,
Simanca (wayuu); Efrén Tarapúes (pasto cumbal);
Chile), José Ángel Fernández (wayuu, Venezuela),
Aldemar Ruano (pasto colimba); Anastasia Can-
Francelina Muchavisoy (inga, Colombia), Hugo
dre (okaina-uitoto); Vicenta Siosi (wayuu); María
20
| ulrika 47
Arriba izquierda Elicura Chihuailaf (mapuche, Chile). Arriba derecha Humberto Ak Abal (maya, Guatemala) Derecha Freddy Chikangana (yanakuna, Colombia).
Clara Juajibioy (caméntsá) en representación de
así como la presentación y entrega gratuita de los
su fallecido padre: Alberto Juajibioy; Gloria Jusa-
Libros al Viento: Pütchi biyá uai, antología mul-
yú (wayuu de Venezuela) en representación de
tilingüe de la literatura indígena contemporánea
su fallecido padre: Miguel Ángel Jusayú; y Uriel
en Colombia, Precursores (Volumen I) y Puntos
Cassiani, poeta afro de Palenque de San Basilio.
aparte (Volumen II). Miguel Rocha Vivas (com-
El encuentro se abre con un taller de escritura en
pilador).
lenguas indígenas a cargo de Jorge Cocom, alterna al día siguiente con un recital de poetas del mundo en el Festival Internacional de Poesía de Bogotá, y se cierra con el himno misak-guambiano,
El texto anterior contiene Fragmentos del libro Palabras mayores, palabras vivas, Miguel Rocha Vivas, Premio Nacional de Investigación en Literatura 2009.
ulrika 47 |
21
UN RELÁMPAGO EN LA MÉDULA DEL SOL Opinión de uno de los poetas más activos de los talleres y grupos literarios
-9HELLMAN PARDO
Poeta, ensayista e ingeniero de profesión colombiano. Coordinador de talleres y miembro del grupo La raíz invertida
L
a nitidez de la imagen escrita y
rita y Gonzalo Rojas, de Chile; y un sin fin
el lenguaje secreto, el significado
de voces iberoamericanas cuyas evocacio-
de las tardías escisiones en la his-
nes hemos advertido por cada recodo de
toriografía literaria colombiana, el diálogo íntimo y sus múltiples voces que nos visitan
la ciudad. Así mismo, el FIPB eslabona, de
de tanto en tanto, han recobrado su cauce natural:
manera lúcida, a los mayores protagonistas de
la poesía. Tal como denominara Derrida Esa intru-
nuestro carácter lírico. Mario Rivero, Giovan-
sa más intrusa que la muerte, la poesía, mantiene su
ni Quessep, Rogelio Echavarría, Juan Manuel
constancia de sobrevivir pese a todo. Y es aquí, en
Roca, Álvaro Miranda y Jaime García Maffla,
esta perdurabilidad, en la persistencia de fulgurar
son sólo algunos de los escritores colombianos
los malos siglos, donde comienza el Festival Inter-
invitados, hacedores de una delgada evolución
nacional de Poesía de Bogotá.
en la transparencia literaria, sin alejarse del todo
Se cumplen veinte años de reconocimiento a
de las raíces cardinales en el ámbito poético. Me
una labor titánica. Corpoulrika, entidad organiza-
detengo entonces como afortunado observador,
dora del festival, su director, Rafael Del Castillo,
primero, e invitado al festival, después, en las
y sus más cercanos colaboradores –el apreciado
dos últimas figuras anteriormente nombradas:
poeta Federico Díaz-Granados desde el Gimna-
Miranda y García Maffla.
sio Moderno, por ejemplo–, conocen de cerca los
Álvaro Miranda, excelso poeta y novelista,
periplos de semejante hazaña, nada fácil en un
creador de la obra La risa del cuervo –elogiada por
país distante de la palabra esencial. Por el festival,
Germán Arciniegas–, conmovió en 2009 a los
que año tras año atiza a esta médula del sol que es
asistentes del FIPB, siendo él su figura central, con
Bogotá, han transitado importantes poetas de re-
la potencia, no sólo de su voz sibilante, sino de la
nombre internacional: los mexicanos José Emilio
vitalidad particular de su lenguaje. De corte atípi-
Pacheco, Eduardo Lizalde y Margarito Cuéllar; los
co en las estructuras poemáticas del país –en no
españoles Luis Antonio de Villena y Luis García
pocas composiciones líricas, sus títulos logran ser
Montero; Juan Calzadilla, Rafael Cadenas y el su-
más extensos que los mismos poemas–, es un escri-
blime Eugenio Montejo, por Venezuela; Raúl Zu-
tor que ironiza ávidamente las orillas del mundo.
22
| ulrika 47
Gran acierto del festival homenajearlo aquel año,
nizadores en vincular a los creadores emergentes.
con Venezuela como país invitado, y con la música
Este año, y en la celebración de dos décadas
sugestiva, conmovedora, de Victoria Sur.
de incesante compromiso, Rafael Del Castillo
En 2011, Jaime García Maffla se llevaría los
ha nombrado la edición como “1992-2012, Fun-
aplausos de los participantes a los diferentes en-
dadores”, y como poeta homenajeado, al caleño
cuentros, charlas y recitales. De una hondísima per-
Raúl Henao.
cepción al estremecimiento humano, el poeta caleño asume la búsqueda interior como representación única de la razón. Es, además, uno de los escritores más queridos y admirados de Colombia. Pero si acaso situamos al FIPB como un sonajero más de la memoria, en palabras de Franco Volpi al referirse a los festivales de poesía, estaremos ante un insalvable equívoco. El festival no sólo contempla recitales, o encuentros con el autor. Se realizan talleres en escritura creativa para jóvenes; diálogos literarios; conversato-
Leidy Bibiana Bernal, nueva voz femenina que se destaca.
rios especializados que llegan a otros lugares itinerantes, como Valledupar, Cartagena, Pereira, Villavicencio, o Fusagasugá, entre otros; presentaciones de libros; lecturas en espacios no convencionales; homenaje a poetas y exposiciones, por nombrar algunos de los eventos. Sin embargo, y a pesar de que estos encuentros serían suficientes para catapultar al FITB a nivel universal como uno de los más significativos e incluyentes hoy día, son las voces nuevas, los resuellos de los jóvenes poetas, quienes se advierten con
Giovanny Gómez, Joven poeta, director del Festival Internacional de Poesía de Pereira.
insistencia en cada edición. Nombres como Giovanny Gómez, Tania Ganitsky, Jorge
El relámpago continuo de la poesía, que re-
Valbuena, Jenny Bernal, Sandra Uribe Pérez,
construye los sentidos desde los ámbitos más aje-
Henry Alexander Gómez y Bibiana Bernal, refle-
nos, persistirá en horadar, y que así sea, las calzadas
jan la visión atenta e imperecedera de los orga-
de la capital colombiana.
ulrika 47 |
23
el Festival de Poesía y las nuevas generaciones
-9Andrés Céspedes Márquez
Estudia música en la UPN. Miembro del Taller de Poesía y del periódico literario Aldabón de la misma universidad
B
ogotá, como tantas otras ciuda-
rodea, puede tener otras maneras de ser in-
des del mundo, cuenta con múl-
terpretado o percibido, es decir, favorece la
tiples escenarios culturales desti-
creación de nuevas formas de ver y sentir
nados a promover e incentivar el desarrollo
nuestro propio entorno, estimulando así el
de las artes; en el caso de la poesía, nuestra
desarrollo de la creatividad y el gusto por
ciudad tiene el privilegio de contar con el Festival
las artes. Asimismo, constituye un escenario peda-
Internacional de Poesía de Bogotá, un evento que
gógico ideal, en el cual el conocimiento se presen-
a lo largo de los años se ha consolidado como uno
ta como una experiencia poética significativa; en
de los más importantes en su género, siendo en la
este sentido, supone un importante aporte cultural
actualidad referente vital para las nuevas genera-
que puede llevar a los individuos a la re-afirmación
ciones de poetas y aficionados a la poesía. Gracias
del sentido de su propia existencia, de sus valores,
al festival, que este año llega a su 20a edición, la
así como contribuir a mejorar su calidad de vida, a
ciudad ha contado año tras año con la valiosa pre-
construir una sociedad mejor, más justa, donde los
sencia de algunos de los poetas hispanoamericanos
seres humanos sean verdaderamente conscientes
más importantes y queridos por el público y con
de su verdadero papel transformador en la comuni-
ellos la oportunidad única de disfrutar de lo más
dad. La poesía nos brinda la posibilidad de pensar
variado y selecto del arte poético de nuestro tiem-
por nosotros mismos, de llevar nuestra propia vida
po. Las tendencias y corrientes literarias actuales,
a niveles más elevados de la cotidianidad.
recitales en diferentes puntos de la ciudad, franjas
El Festival es una iniciativa que contribuye a
diversas, música y los mejores poetas son sólo al-
la creación de espacios para la literatura, en espe-
gunas de las cosas que hemos podido apreciar a lo
cial para la poesía, así como la interacción entre
largo de estos veinte años.
poetas consagrados y las nuevas generaciones de
El Festival constituye en sí mismo un hecho
jóvenes poetas que empiezan su trayectoria en este
artístico que contribuye a enriquecer el conjunto
interesante arte. La riqueza poética que hemos te-
de vivencias o experiencias de los individuos que
nido la oportunidad de apreciar a lo largo de todos
integran la sociedad, especialmente de los jóve-
estos festivales, se acerca por momentos a la diver-
nes, puesto que es una práctica que puede estar
sidad misma del género humano: el hecho poético
relacionada con su propio crecimiento como seres
puede ser de géneros diversos y estar determinado
humanos. Es un acontecimiento que nos brinda
por los múltiples y variados contextos en los que
la posibilidad de descubrir que el mundo que nos
pueda tener lugar; en tal sentido, el festival pue-
24
| ulrika 47
de definirse como un lugar de encuentro de todas
pectiva menos consumista y por consiguiente más
las dimensiones del quehacer poético, es decir de
realista? y ¿de qué manera el Festival Internacional
todos los factores o aspectos que integran y deter-
de Poesía de Bogotá puede constituir algo así como
minan la experiencia poética del público (facto-
una luz al final del túnel en un mundo hostil don-
res de orden cultural e ideológico, psico-social, y
de ni el individuo, ni la propia juventud importan
biográfico, entre tantos otros) la cual no depen-
más que como pobres e inertes sujetos producti-
de exclusivamente de uno u otro de estos factores
vos? Para algunas personas la juventud actual se
sino de todos, es el festival en todo su conjunto, la
encuentra cada día más alejada de la literatura y
posibilidad de re-encontrarnos con esos seres sor-
en especial de la poesía, y no sin razón; las nuevas
prendentes que son los poetas, de alguna manera,
tecnologías y formas de comunicarnos así como del
nosotros mismos.
aislamiento: teléfonos celulares, correos electróni-
En la actualidad son muchas las personas que
cos, redes sociales, internet, en muchos casos ab-
siguen considerando la poesía como un arte her-
sorben gran parte de la vida de las personas y de los
mético y aburrido, un hobbie si se quiere, inútil
jóvenes en general, quienes pasan frente a la pan-
desde todo punto de vista, del cual, pensar siquiera en la posibilidad de
tendencias y corrientes literarias actuales, recitales en diferentes puntos de la ciudad, franjas diversas, música e importantes poetas son sólo parte de lo que se Ha vivido a lo largo de estos veinte años.
convertirlo en profesión, puede parecer una idea loca o ridícula; arte para bohemios o aprendices de bohemios, arte para los que se la quieran tomar
en serio y tratar de plasmar los mundos así resulten
talla del computador, del teléfono o del televisor
pobres o estrechos, melancolía egocentrista de los
la mayor parte del tiempo leyendo únicamente efí-
docentes, y arte para los consumidores, esos seres
meras conversaciones de chat y publicaciones en
entusiastas del poema que suelen aplaudir al final
el muro de Facebook, aprendiendo de una manera
de los recitales, son sólo algunas de las consignas.
ferviente el manual del consumidor optimista. La
En lo personal, pienso que son cosas que poco tie-
verdad es que cosas como el festival de poesía y la
nen que ver con la poesía; la poesía es un arte
poesía en general, pueden constituirse como nue-
como cualquier otro y siempre habrá personas que
vas formas de conocimiento de nosotros mismos
se dediquen a ejercerlo, pero entonces cabría la
y de experimentación de la propia realidad, una
pregunta ¿puede la poesía jugar un papel real en
excelente manera de desarrollar la sensibilidad y la
la formación de los jóvenes de hoy desde una pers-
intuición.
ediciÓN
20
1992-2012
fundadores
Festival Internacional de Poesía de Bogotá 14 a 19 de mayo
Evento concertado:
El Festival de Poesía en el marco de una experiencia universitaria
-9-
Si en el principio era el verbo, en los inicios de la poesía era la oralidad: juglares que iban de pueblo en pueblo compartiendo las historias de otros reinos, las victorias y las derrotas, los amores y desamores, casi siempre en medio de plazas, a la espera de los aplausos o... de las monedas. Jesús Alejo, México
A
Juan Carlos Grisales
Leonardo Cano
Narrador oral, actor, gestor cultural, vinculado a la Universidad Pedagógica Nacional
Docente, Departamento de Lenguas / Centro de Extensión Cultural, Universidad Pedagógica Nacional
parte de compartir aunque sea como
Cultural de la UPN, celebra este año una versión
simples testigos, esta misiva constituye
más en medio de los avatares y las adversidades que
una exhortación a que continuemos to-
implican muchas veces la renuencia administrati-
cando puertas en la conciencia social a fin de re-
va y las políticas imperantes en su momento. En
cordar que nuestra voz y nuestras palabras siguen
efecto, y no se trata de cualquier celebración, pues
teniendo eco. Hermandad y solidaridad constitu-
son 20 años de trajinar por hacer llegar la palabra
yen apenas algunos de los inherentes y explícitos
y la voz de los poetas a aquellas almas gemelas que
acicates que pueden propiciar un encuentro entre
buscan un paliativo para ofertarles una esperanza
poetas y enamorados del arte poético en sus distin-
a sus aflicciones y desventuras. Esfuerzo que va de
tas voces. Y, evidentemente, un acontecimiento
la mano de la revista Ulrika, organizadora y funda-
que aglutina esos conceptos, prácticas y formas de
dora del Festival, que dedicará sus páginas a seguir
ver y actuar en el mundo, no puede sino irradiar
la herencia del certamen en los escenarios más
una convivencia fraternal y plena entre iguales.
recónditos de la vida cultural y afectiva tanto en
Por ello, el Festival Internacional de Poesía de Bo-
Colombia como en Iberoamérica. Evento al cual
gotá, inserto en el proyecto de Extensión Cultural
se suma el Instituto Caro y Cuervo, entidad que
que se adelanta en la Universidad Pedagógica Na-
editará una antología con los poetas homenajea-
cional, se ha constituido en uno de sus ejemplares
dos a lo largo de las 20 ediciones del Festival, y que
más representativos de Política Pública en Cultu-
se lanzará en el marco de la XXV Feria Internacio-
ra, no sólo para las entidades educativas del país
nal del Libro de Bogotá en la presentación oficial
sino en general para las entidades públicas cuyo
del Festival.
objetivo es el fomento del arte y de la cultura.
En esa misma medida, a partir del ejercicio es-
El Festival como experiencia cultural, articu-
tético propuesto y articulado con todo nuestro pro-
la en la universidad un marco general de acción
yecto pedagógico, sea ésta la ocasión para recordar
que, mediante la gestión del Centro de Extensión
la relevancia de otros lenguajes en la interacción
26
| ulrika 47
disciplinar que implican las prácticas artísticas en medio del trajinar académico de la Universidad, que sirven de ventana para mostrar la diversidad universal de formas líricas y literarias asociadas a la expresión poética universitaria con presentación de textos propios, tal como lo han hecho miembros de su comunidad como José Domingo Garzón, quien propuso la Licenciatura en Artes Escénicas en la UPN, cuyo punto de partida fue el trabajo de Grupo con el Teatro Torreón. Él, a la par del trabajo pedagógico, logra formas dramatúrgicas permeadas por la poesía –fruto del análisis de los problemas del sujeto en la sociedad colombiana actual–, un contacto con la sensación vívida de la Nación. Por otra parte, y muy en consonancia con los temas actuales, el poeta huilense Orinzon Perdomo, también miembro de nuestra comunidad universitaria, enfatiza desde su creación –Ceremonial de las ausencias– otra puesta en escena en la cual articula el teatro, la música y la poesía alrededor del desplazamiento social, desde una perspectiva autobiográfica, elemento que sirve para consagrar
Conozca los programas de
la sensibilidad individual al reconocimiento de los desangres que han relegado el proyecto de Nación, también sufrido por la Universidad. Por todo ello, volver a la fiesta de la poesía para mostrar esa forma literaria con la tenacidad que nos caracteriza, es consolidar ese logro, el de presentar a la Universidad Pedagógica Nacional como la casa que recibe con beneplácito las diversas expresiones y lenguajes que permean nuestra vida en bienestar. Este evento, al igual que otras expresiones afectadas por la estética como la teatralidad, la narración y, en general, el escenario pedagógico, implica intentar el arte de lo cotidiano hecho poema o la puesta en escena integradora, lo cual nos permite augurar el cambio social
Participación, calidad y compromiso en la gestión cultural
que se avecina desde la Universidad en perspectiva de Extensión Cultural.
ulrika 47 |
27
Sea éste el momento de igual modo para se-
tre cada año: en el mes de abril Festival de Salsa
ñalar orgullosamente una vez más la envergadura
y Pop Dance, en mayo encuentro universitario de
estética que presenta el proyecto del Centro de
cuenteros Narrando Ando y Festival de Tango, en
Extensión Cultural, denominado Participación,
agosto Pura Palabra Internacional y Encuentro
Calidad y Compromiso en la Gestión Cultural,
Universitario de Teatro, en septiembre Festival
el cual alberga semestre a semestre aproximada-
de percusión Suena mi Tambo y Festival Inter-
mente mil estudiantes como beneficiarios y par-
nacional de Poesía, en Octubre Festival de Danza
ticipantes en los grupos de proyección artística
Folclórica y en noviembre cierre anual con el en-
institucional. El fomento a prácticas artísticas
samble artístico Geografías e Imaginarios Cultura-
redunda en la creación de 18 grupos representati-
les UPN como evento congregante en destacados
vos como muestra del trabajo en las áreas de artes
escenarios de la ciudad. Geografías e Imaginarios
escénicas, visuales, plásticas, musicales, literarias,
Culturales UPN constituye el ensamble artístico
círculos de estudio en idiomas, cultura, diversidad
en el cual participan todas las voces y expresiones
sexual y étnica, política, tecnologías aplicadas a la
descritas. La obra interartes vincula a 215 artis-
pedagogía; al igual que espacios de programación
tas en una sola puesta en escena que evidencia la
permanente como los jueves del Teatro Torreón,
Universidad Pedagógica Nacional que realmente
viernes de Sostener la Caña (narración oral) y
somos, ésa que no sale a diario en los medios de
múltiples intervenciones de espacios públicos me-
comunicación. La Universidad Pública nutrida
diante alianzas con entidades interesadas en mos-
por la energía juvenil que practica el arte para re-
trar el producto de la pedagogía aunada al arte y a
crear la vida, que mejora al país desde las aulas, el
la cultura. El cimiento de nuestro proyecto cons-
movimiento estudiantil desde el cuerpo y su auto-
tituye la historia misma de los grupos, tales como
rreconocimiento para ser pedagogos.
Proyección Folclórica que cumple en el presente
Este proyecto de Extensión Cultural ha cons-
35 años de trayectoria artística, igualmente el gru-
truido un lugar neutral que valora a los miembros
po de salsa Clave y Fusión que ha sido merece-
de la comunidad a partir de la aceptación de la
dor de reconocimientos a nivel local, nacional e
diferencia, el espacio que posibilita la cabida de
internacional y el Teatro Torreón que fue punto
todas y todos con sus diversidades sexuales y cul-
de partida para la constitución de la Licenciatura
turales, donde sólo es necesario querer para hacer
en Artes Escénicas. La organización de eventos de
cultura pedagógica, y donde evidentemente quie-
carácter internacional, tales como Pura Palabra
nes transitan nuestras geografías y viven nuestros
Festival de Cuenteros, viabiliza el encuentro de la
imaginarios culturales encuentran la institución a
comunidad universitaria con la pluralidad cultural
su disposición sin distingo adicional al de perte-
de nuestra América Latina y Europa. Asimismo,
necer a nuestra comunidad universitaria inclusi-
la prolija evidencia del ánimo juvenil por el arte
ve siendo familiar de estudiante o empleado. Esta
permite ofertar a la comunidad universitaria y/o a
ventana constituye una invitación para que la
la ciudadanía en general, una agenda de eventos
ciudad y el país conozcan mejor lo que realmente
ininterrumpidos durante primer y segundo semes-
somos.
28
| ulrika 47
Palada del crítico
CULTURA VERSUS VIOLENCIA
-9GUILLERMO LINERO MONTES
Pintor, narrador, poeta y crítico literario colombiano
H
ace un poco más de veinte años,
revista, sí, de lo que el azar, y la simple
colaboré con la revista Ulrika,
lógica de los efectos, producen cuando hay
encargándome de la sección
encuentros entre artistas con el objetivo
de artes plásticas, y escribía también una
de intercambiar experiencias (obvio que
columna titulada “Sólo palabras”, sobre
de vida, pero también de estética). De tal
asuntos actuales de la literatura. Ambos proyectos
suerte, que puesto a visualizar la memoria de estos
se fueron a pique por los “modos y maneras” del
proyectos, encuentro que está cundida de persona-
poeta Rafael Del Castillo, director por entonces de
jes, protagonistas de la poesía internacional y na-
la revista Ulrika, y luego fundador y director, como
cional, por los que tendría muchas cosas que decir.
aún lo sigue siendo, del Festival Internacional de
Con todo, prefiero referirme desde mi experiencia
Poesía de Bogotá.
de pintor, o mejor de crítico de arte, a cómo sus
Hoy luego de esos años, se conmemora la pri-
organizadores han tenido presente que la poesía
mera veintena de dicho festival, para lo cual se me
liga con las demás artes, y en el caso de su alianza
ha invitado a participar dando un concepto o ex-
con la pintura, los resultados son de incuestiona-
presando un simple comentario acerca de lo que ha
ble factura. Así, se han cuidado, los organizadores
sido en términos de acción cultural su desempeño.
del festival, de acompañar cada encuentro con
Y no podría negarme a eso, porque es una realidad
imágenes (afiches promocionales e ilustraciones
histórica de a puño, al menos en nuestra experien-
para la revista) de artistas de la talla y dignidad
cia nacional literaria, que la revista Ulrika y el Fes-
de Fernando Oramas, Edgar Negret, Humberto
tival, por encima de los “modos y maneras” de su
Giangrandi, Augusto Rendón, Hernando Carri-
director, hacen parte del registro de las expresiones
zosa, David Manzur, Vladdo y Fernando Uhía, en-
creativas de las últimas tres décadas: casi todos sus
tre otros. No podría decirse que los haya movido
colaboradores inmediatos –muy jóvenes entonces–
un criterio estético puntual, pero en asuntos del
ocupan un lugar de prestigio en el campo específico
arte, se sabe que todo no puede ser producto de
de su arte, y un apreciable número de las buenas
preconceptos.
noticias literarias sucedidas en el país en esta últi-
A mi juicio por útil o inútil, que hayan sido
ma veintena, están conexionadas con la existencia
los festivales –no sólo el de la revista Ulrika, sino
del festival.
también sus homólogos de Medellín, Manizales,
Y no podría negarme, tampoco, porque he
etc.–, no hay nada peor que si no hubieran sido.
sido testigo de primera fila, si no de las finalidades
En efecto, lo que permite a una ciudad o a una
personalísimas de quienes dirigen al festival y la
nación el logro de manifestaciones creativas,
ULRIKA 47 |
29
dignas de mostrar, casi siempre ha respondido a
La experiencia formativa del arte, cuando de
situaciones nada previsibles. Así, al surrealismo,
culturizar se trata, se da y es completa, sólo cuando
por ejemplo, lo conformaron artistas disímiles a
el arte ocurre: el arte para profesarse sólo requiere
los que unió una sola afinidad: huir de las gue-
de su misma existencia. Nadie espera, por ejemplo,
rras civiles de sus países de origen. Y a los poetas
que en la ciudad de Medellín, los centenares de hu-
y artistas de la generación Beat, verbigracia, los
mildes hombres comunes y corrientes, que asisten
relacionaba el mundo hippie, que para la pacata
a las programaciones del festival de poesía, muchos
sociedad norteamericana de mediados del siglo
de ellos con sus hijos y mujeres, en vez de ponerlos
XX, sus expresiones de irreverencia eran, entre
a escuchar poemas a viva voz –a veces incluso en
todo lo no poético, lo menos poético. Tampoco
ajenos idiomas–, por el contrario, se les ponga a es-
los referentes, sobre alianzas funcionales entre
cuchar elucubraciones acerca de cómo ser mejores
la poesía y la pintura, más representativas de la
ciudadanos, o así fuera el caso, hasta mejores poetas
historia del arte, fueron producto de conscientes
o pintores. Desafortunadamente, a los que gustan
acuerdos estéticos. Me explico: Tolouse Lautrec
de estos prototipos de expresa formación, hay que
no tenía por qué coincidir estéticamente con los
subrayarles, una y otra vez, cómo la mejor forma de
artistas (bailarines, músicos y poetas) del Moulin
profesar el arte, es exhibiéndolo, permitiendo que
Rouge para componer sus afamados afiches pro-
ocurra. Por ello, y ante tanta noticia de corrupción,
mocionales. Ni Andy Warhol y los demás pinto-
en todos los niveles del país administrativo, hay
res de su época, al realizar sus posters al servicio
que hacer eco de la importancia de estos eventos
de un ideal pop, estuvieron obligados a coincidir
que, hablando en términos económicos, son ape-
con sus líneas de diseño. Aún así, llama la aten-
nas microproyectos, y hacer votos para que sigan
ción que los pintores del realismo social latino-
ocurriendo, porque hablando en términos de bene-
americano, que sí pusieron sus obras al servicio
ficios culturales, son macroproyectos.
de campañas sociopolíticas puntuales, festivales
De no existir en una nación festivales artísti-
para la defensa de los oprimidos, igualmente se
cos, conciertos musicales, conferencias de intelec-
diferenciaban formalmente, aunque hoy, por el
tuales, presentaciones teatrales, eventos folclóri-
ámbito minúsculo de su verbo, cargado de con-
cos, en fin, manifestaciones de la cultura, sin duda
signas repetitivas, aparecen todos como una sola
reinaría el caos, al que por desgracia nuestro país
y aburrida unidad compacta.
atiza con la violencia y la corrupción política, y
Por tales razones, considero plausible la exis-
muy poco contrapeso le hace, auspiciando even-
tencia de estos eventos que, sin importarnos cómo
tos que favorezcan espacios de sana convivencia y
se manejen al interior administrativamente –eso
de armonía social. Por eso, personalmente consi-
es asunto de los entes de control– nadie puede de-
dero, que a estos festivales y eventos culturales, no
cir que no insuflan aires de renovación y acción
sólo debe apoyárseles económicamente, sino ade-
creativa, entre quienes se ejercitan o quieren ha-
más buscar fórmulas para que amplíen su cobertu-
cerlo, en el azaroso oficio del arte; ni puede ne-
ra, y, de la misma manera, o parejamente, buscar
garse tampoco, cuánto modifican, positivamente,
mecanismos que constaten la concreción efectiva
el talante cultural de quienes directa o de manera
de los compromisos.
indirecta acceden a estos programas.
30
| ULRIKA 47
Santa Marta, abril, 2012
IV Jornadas Universitarias de poesía Ciudad de Bogotá Octubre 15 a 19 de 2012 direccion@poesiabogota.org www.poesiabogota.org
dirección@poesiabogota.org • www.poesiabogota.org
Corpoulrika
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ
Homenajes, un juego cruzado
-9-
V
einte años de poner en práctica un ejercicio tal en torno a la poesía y/o a los poetas (el homenaje), más el hecho de haber gestionado con bien la edición de este libro, nos obligan a detenernos para explicar breve, concisamente, semejante licencia. Queremos, en principio, que se sepa, que queden bien claro el hecho de que –para bien y para mal – los homenajes no son un premio en contante y sonante. Que nuestros cumplidos son, más bien, el emotivo saludo de reconocimiento al insólito ademán de apostar la vida por la poesía. Y es también la manifestación de una certeza: la salud de un idioma descansa en el trabajo delicado, crítico y constante con la palabra. La diferencia y el concierto; la disensión y el aplauso cálido. En fin, la conciencia plena y valerosa de que una lengua es ante todo la más contundente invitación al diálogo. La riqueza del ser y su cifra, la poesía. El origen del gesto, además, se basa en el eco que devuelven treinta años de editar una revista (Ulrika) o acaso veinte de convocar un Festival Internacional de Poesía en Bogotá. De todo ello viene puntual
José Ángel Leyva
la repercusión debida y natural, sin saberse a ciencia cierta de dónde ni a través de qué canal: ¿De los lectores del género, de la Academia, de las patibularias prácticas políticas, del porfiado ejercicio de tratar de enamorar de la poesía a los seres humanos a partir de los versos de los demás y de alguno que otro propio desde las llamadas “cátedras” universitarias, desde la penumbra o el ruido de las calles, desde el silencio de las bibliotecas, desde la soledad de las oficinas o de los hospitales, desde la Soledad…? No lo sabemos a “ciencia cierta” – ni falta que nos hace– , pero la verdad es que en los últimos veinte años ese eco nos ha dictado al oído nombres como éstos: María Mercedes Carranza – quien nos aceptó el abrazo en casa, nunca en público –, Mario Rivero, Fernando Charry Lara o Matilde Espinosa, para mencionar tan sólo a los que nos han dejado ya, a sabiendas de que “nunca será polvo, quien vio su vuelo o escuchó ese canto…” Los demás, por fortuna, todavía están con nosotros, recibiendo con reticencia (o pudor) este nuevo homenaje… Rafael Del Castillo
de la periferia, de la marginalidad, del habla popu-
Poeta, ensayista, narrador y periodista cultural mexicano. Director de la revista La otra y coordinador de las colecciones de libros de poesía y eventos que en torno a la misma se derivan. El texto publicado a continuación es el prólogo al libro Homenajes (1992-2012). Editado por el Caro y Cuervo con el apoyo del Gimnasio Moderno, Corpoulrika y Letra a Letra, con motivo de los 20 años del Festival de Poesía
lar: “tenaz”. Tenaz en sí, en su origen, en su pertinaz
ay palabras que en cada sociedad ad-
todo, se descoloca de su sentido original para otor-
quieren sentidos particulares. En Co-
garle el propio. Entre los numerosos colombianis-
lombia, donde se suele afirmar que se
mos que conozco, es éste quizás el que mejor respon-
habla el mejor castellano por su dicción y por su
de a mi idea de la cultura y en particular de las letras
fidelidad a los sentidos originales –algo que desde
colombianas, pero sobre todo de su poesía: tenaz.
H
andadura que logra legitimar nuevas acepciones y representar a la comunidad que la emplea. Para un colombiano, tenaz es sinónimo de intenso, enérgico, valiente, duro. El significado no está exento de perseverancia, de porfía, de resistencia, pero se opta por la metonimia, se manipula desde la parte por el
mi punto de vista carece de susten-
Homenajes es un libro que reúne
to en una lengua dinámica, pujante,
en su idea original a los 19 poetas
creativa, plural, renovadora como es
celebrados a lo largo de 20 años del
el español–, se rompe la estrechez
Festival Internacional de Poesía de
“del Castilla” –como suelen decir los
Bogotá. A esa lista se suma la pre-
indígenas mexicanos para referirse al
sencia de alguien a quien no se de-
idioma o quizás al carácter dominan-
dicó edición alguna, pero se tuvo la
te, colonizador del término–, con
intención de reconocerla en vida,
uno de esos vocablos provenientes María Mercedes Carranza. Bogotá, 1945-2003 María Mercedes Carranza. Ulrika y
32
| ulrika 47
su festival han servido para generar
zaría en la reciente década entre
vínculos y redes entre las comunida-
ambas comunidades culturales. No
des de poetas de habla hispana. Mi
podemos pasar por alto la relevan-
conocimiento de la poesía colom-
te presencia en México de figuras
biana se incrementó gracias a esos
como Gabriel García Márquez,
lazos y sin duda a las gestiones del
Álvaro Mutis, Fernando Vallejo,
propio Rafael Del Castillo, director
Laura Restrepo, por citar las más
fundador del festival. Podría pare- Mario Rivero. Envigado 1935 – Bogotá, 2009
notables, que no sólo habitan sino
cer intrascendente la referencia a
forman parte de la vida intelectual
estos hechos casi personales si no
de este país sin perder su colombia-
fuese porque a partir de ellos se han
nidad. De manera semejante lo es
abierto cauces para el actual inter-
también la figura emblemática de
cambio literario-poético entre Mé-
Porfirio Barba Jacob.
xico y Colombia. Dos realidades,
El número referido de Alforja
dos sociedades, emparentadas por
es la piedra angular de una relación
numerosos referentes culturales de Fernando Charry Lara. Bogotá, 1920 – Nueva York, 2004
que se fue extendiendo desde 1992
orden popular y por la tragedia, por
hasta la fecha. Un ejemplo sólo de
el drama de la violencia que deja
lo que ha sucedido también con los
una marca sangrienta en sus respec-
colectivos de otros países. Para en-
tivas historias. No pueden soslayar-
tonces ya habían transcurrido nue-
se las circunstancias sociopolíticas a
ve ediciones del Festival de Poesía
la hora de asomarse a la escritura de
Bogotá, una menos que el Festival
diversas generaciones involucradas,
de Poesía de Medellín, nacido en
afectadas o por lo menos conmo- ROGELIO ECHAVARRÍA. Santa Rosa de Osos vidas por los sucesos de una época, (Antioquia), 1926
1991, y seis años del nacimiento de Casa de Poesía Silva, inaugurada en
por las corrientes de pensamiento que nacen en su
1986. Margarito Cuéllar titulaba su nota de presen-
interior o por las que vienen de fuera.
tación “Muestrario de alzados en almas. Poesía co-
En el otoño del 2001 apareció en la revista
lombiana hacia el siglo XXI”. Con evidente admi-
mexicana Alforja una muestra de poesía colom-
ración, Cuéllar revelaba a los lectores de Alforja la
biana, cuyo texto central lo firmaba Henry Luque
existencia de una poesía que se imponía al dolor y
Muñoz: “Generación sin nombre: la modernidad
al desencanto de la guerra, más allá de la mera con-
como pasión”; otros dos ensayos eran de Gui-
signación del sufrimiento y la denuncia de un fuego
do Leonardo Tamayo y del mexicano Margarito
cruzado, que de manera brillante expone la nove-
Cuéllar, quien había vivido una estancia de tres
la Los ejércitos de Evelio Rosero (Tusquets, 2007).
meses auspiciada por el Programa de Intercambios
Una virulencia social, por cierto, insospechada aún
entre nuestros respectivos países. No fue, en efec-
en tierras mexicanas. Margarito ubicaba con mu-
to, la primera experiencia de vasos comunicantes
cho tino el lema “Alzados en almas” para aludir,
entre la poesía mexicana y la colombiana, pero sí
pues no lo nombraba, el sentimiento de esperanza
un referente del trasiego cultural que se dinami-
y determinación de construir la paz no por la fuerza
ulrika 47 |
33
de las armas sino de la cultura, de la
Muñoz (1944), Álvaro Miranda
inteligencia, de las palabras, desde
(1945) y Augusto Pinilla (1946)”1.
la tribuna de Casa de Poesía Silva,
A partir de esa justificación,
dirigida por la poeta María Merce-
Henry Luque comienza a interro-
des Carranza.
garse sobre la validez del término generación para clasificar, agrupar
Henry Luque Muñoz centraba
o identificar a un número de poetas
su atención en la “Generación sin nombre” y desgranaba una nómina
Jotamario Arbeláez. Cali, 1940
que “facilitaba un entorno nervioso,
en su mayoría desconocida para
actuante, en el que se cruzaban el
nuestros lectores. Juan Gustavo
escepticismo crítico y la inmersión
Cobo Borda era quizás el nombre
lírica desvelada (…) Así las cosas,
más familiar por sus frecuentes
la Generación sin nombre fue un
apariciones en foros mexicanos.
grupo en el marco de una genera-
Un colectivo “marcadamente he-
ción más amplia: la constelación
terogéneo”, relataba Luque Muñoz
de poetas colombianos nacidos en
para acentuar el azar y un tanto José Manuel Arango. Carmen de Viboral, 1937 los años cuarenta”2. Para el crítico, – Medellín, 2002 la necesidad de autoafirmación
juez y parte de dicha colectividad,
cuya presencia quedaba registrada
el nacimiento, más que la publica-
en una foto publicada en Madrid
ción de las obras, determinó más
en 1969. En esa generación sin
adelante otro adjetivo-sustantivo,
nombre cabían autores de diver-
“desencantada”, y en tiempos más
sas poéticas y de distintos ámbitos.
recientes “Generación de Golpe de
Una especie de “azar concurrente”,
Dados”, por estar ligados algunos de
como mencionó Lezama Lima al referirse al grupo que se congregó
Nicolás Suescún. Bogotá, 1937
ellos a la revista con dicho nombre. A la primera lista de la foto, Lu-
en torno a la revista Orígenes, pero sin los factores
que comienza a sumar autores a quienes consideraba
aglutinantes de los cubanos, es decir, sin ser grupo
compañeros de viaje de la generación: María Mer-
y sin ser generación. Sí el deseo, sí la necesidad de
cedes Carranza (1945), Juan Manuel Roca (1946),
intercambiar búsquedas y lecturas que los confor-
Miguel Méndez Camacho (1942), Jaime García
mara de algún modo como referente generacional,
Maffla (1944), Álvaro Miranda (1945), Augusto
pero sin tener en realidad mayor justificación que
Pinilla (1946), Elkin Restrepo (1942), Giovanni
haber nacido en un periodo más o menos cercano.
Quessep (1939), William Agudelo (1942) y Ha-
“La Generación sin nombre se desgajó de
rold Alvarado Tenorio (1945). Ninguno de estos
aquella aparición inicial capitalina y se trasladó
esfuerzos taxonómicos convencía a Luque Muñoz
a una fotografía publicada luego en la revista es-
en el mencionado ensayo y señala en todo caso una
pañola La estafeta literaria. De izquierda a derecha:
fuente de inspiración para la mayoría de los poetas
Darío Jaramillo Agudelo (1947), David Bonells
colombianos no involucrados directamente con el
Rovira (1946), José Luis Díaz-Granados (1946),
nadaísmo de Gonzalo Arango: Morada al sur, de
Juan Gustavo Cobo Borda (1948), Henry Luque
Aurelio Arturo (1906-1974). Es este autor y esa
34
| ulrika 47
obra lo que parece en realidad her-
vestigios de una poética emocional
manar a la poesía colombiana de los
y localista, provincial, escasamente
poetas nacidos en los años cuarenta
humorosa, irónica, inteligente. En
y me atrevería a sostener que esa
parte también como una acepta-
influencia alcanza a los nacidos en
ción de nuevos tiempos en los que
los años cincuenta y a algunos de los
la comunicación genera puentes,
años sesenta. Es la lectura, el reconocimiento
Darío Jaramillo Agudelo. Santa Rosa de Osos redes, colectividades que trascien(Antioquia), 1947 den la estrechez de los localismos y
de sus poetas clásicos y la asimila-
los nacionalismos.
ción de otros provenientes del ex-
Es oportuno referir ese ejer-
terior lo que destaca Luque para se-
cicio de esclarecimiento y determi-
ñalar que poco o nada los identifica,
nación autocrítica de Henry Luque,
pero sí el deseo de saber, de conocer
pues nos sitúa en el fin de las gene-
en contra de la espontaneidad y la
raciones como Mito, Piedra y cielo,
apariencia que para él, ¿y para ellos?
o el movimiento Nadaísta, para
representaba el Nadaísmo. Así, Ál- Juan Manuel Roca. Medellín, 1946 varo Mutis, León de Greiff, Luis
observar la perspectiva de autores
Carlos López, Luis Vidales y José
lo, ejercen una visión renovadora
Eusebio Caro, serían algunos de
de la tradición y de la búsqueda,
los poetas más significativos, junto
sin desechar y sin someterse a pa-
a otros extranjeros con quienes se
radigmas oficiales o impuestos por
hermanaban y reconocían como
la inercia de concebirse a sí mismos
Francisco Cervantes, Octavio Paz,
como la periferia.
Jaime Sabines, José Carlos Becerra, José Emilio Pacheco, por mencio-
Giovanni Quessep. San Onofre (Sucre), 1939
que, sin pretenderlo y sin postular-
Tiempo después me enteré que Luque Muñoz había expuesto
nar a los mexicanos. La búsqueda común era la re-
ya esas ideas en su antología Tambor en la Som-
novación del lenguaje, el alejamiento de consignas
bra, Poesía colombiana del siglo XX, que publicara
y la individual vocación por elegir su discurso.
en México en la editorial Verdehalago, en 1996.
Es muy interesante el texto de Henry Luque
Sobre esta obra el académico Tito Pérez Martínez,
pensando en un público más allá del colombia-
profesor de lenguas de la Universidad Pedagógica
no, pues identifica la vaciedad de los esfuerzos
Nacional de Colombia, escribió:
clasificatorios en un país que, como la mayoría de
“123 voces, que van desde los consagrados por
América Latina, padece un centralismo pernicio-
la crítica, hasta los autores que aparecen por vez
so para la cultura y, en el caso específico de Co-
primera, así como en haber realizado un itinerario
lombia, una diáspora que hizo mella en todos sus
por la memoria, y una exploración entre las nue-
estratos sociales.
vas concepciones poéticas, los autores muchos de
Desentimentalizar la poesía colombiana fue, al
ellos inéditos, buscan con sus universos poéticos,
parecer, otro de los rasgos distintivos de la lírica
sus temáticas y estilos alcanzar un sitio dentro del
Sin Nombre, en parte como una renuncia a los
campo poético colombiano”.
ulrika 47 |
35
Dos años después, por cierto,
al padre, a la patria, etcétera, tam-
en 1998, Rogelio Echavarría daría
bién las hay con objetivos claros de
a conocer su Antología de Poesía co-
canonizar a generaciones, grupos,
lombiana, publicada por el Ministe-
movimientos e individualidades.
rio de Cultura.
A menudo, como bien lo apunta Darío Jaramillo, se repiten los
¿Antologías y antojologías en Colombia?
mismos poemas, los nombres, los Miguel Méndez Camacho. Cúcuta, 1942
argumentos y los antólogos. Mu-
Conozco varios ejemplos de
chos poemas y poetas se vuelven
antologías canónicas en Colombia
populares a base de la insistencia,
y muchas más que pretenden des-
pero el problema de fondo sigue
tacar diversos aspectos del queha-
siendo el mismo en sociedades con
cer poético; pocas en cambio que
altos índices de analfabetismo to-
aspiren a sintetizar la historia lírica
tal o funcional. Eduardo Jaramillo
de un país por medio de ensayos de
Zuluaga y Juan Gustavo Cobo Bor-
variada factura, como lo es Historia Harold Alvarado Tenorio. Buga (Valle del Cauca), 1945
da ponen el dedo en la llaga en su
de la Poesía Colombiana (Ediciones
ensayo “Modernismos” (Historia de
Casa Silva, 1991). En la introduc-
la poesía colombiana) al preguntarse
ción, a manera de advertencia o
lo que significaría para José Asun-
de justificación, María Mercedes
ción Silva: “En el Bogotá de 1884
Carranza reconoce la poca fortuna
(cuando Silva conoce a Sanín
de la poesía escrita por los colom-
Cano), esta situación debía ser aún
bianos en los periodos anteriores a
más precaria, y no sólo porque el
José Asunción Silva, la impronta
analfabetismo afligía a casi todos
Matilde Espinosa. Tierradentro (Cauca), 1910 – renovadora de Aurelio Arturo y la Bogotá, 2008
sus 98.000 habitantes, como por
transición que representó Mario Rivero entre el
que, además, la ortodoxia custodiaba la imagina-
Nadaísmo y Golpe de dados.
ción de los escasos lectores”. También mencio-
En dicha obra Darío Jaramillo Agudelo hace
nan a Jean Franco, quien cita el comentario de un
una exhaustiva revisión de las antologías en Co-
contemporáneo de Darío que lamentaba que en el
lombia. Llama la atención de manera particular
Buenos Aires de su época, con todo y sus 600.000
en la proliferación de estos productos editoriales
habitantes, no hubiese cien lectores para un libro
a partir de los años sesenta con las convocatorias
de poemas. Si bien las ciudades han experimenta-
de concursos de libros de poemas, de las revistas,
do explosiones demográficas que nos hacen hablar
suplementos culturales en los periódicos y en el
de millones de habitantes, en todo un país es raro
nacimiento posterior de las casas de poesía. Si
encontrar más de mil lectores para un poemario,
bien las antologías pretenden acercar al lector lo
trátese de una obra individual o de una antología.
más representativo, la más selecto de los autores,
¿Cuál es entonces el sentido de esta compi-
también las hay temáticas, que abarcan los me-
lación de 19 poetas homenajeados –más uno rei-
jores poemas de amor, los dedicados a la madre,
vindicado– en el marco de los 20 años de existen-
36
| ulrika 47
cia del Festival Internacional de
Será muy difícil, al menos para
Poesía de Bogotá? Evidentemente
mí, conocer las políticas o funda-
esta obra editorial no es en rigor
mentos que llevaron a los organiza-
una apuesta por 20 poetas consa-
dores del Festival de Poesía de Bo-
grados, no responde a un propósito
gotá a colocar en el centro de cada
académico o crítico, tampoco es
una de sus ediciones el nombre y
un inventario de poéticas personales o de grupos, es simplemente
la obra de estos 19 poetas y a posMaruja Vieira. Manizales (Caldas), 1922
poner la inclusión de otros. Podría
una compilación celebratoria de
pensarse que la argumentación se
esa larga trayectoria de Ulrika y su
encuentra en los discursos dispen-
festival de poetas. No obstante, en
sados en su momento a cada uno de
ese propósito de registrar la voz de
los poetas homenajeados.
quienes han sido reconocidos en
Ningún antologador o compi-
cada edición anida una intención
lador escapa del riesgo vivido por el
canónica, con los riesgos propios
Volodia Teitelboim, quien a sus 19
de una antología que incluye y ex- Juan Gustavo Cobo Borda. Bogotá, 1948 cluye sin remedio. No es una anto-
años de edad se lanzó a la aventura
jología, como las llama el ensayista
Chile excluyendo olímpicamente a
Samuel Gordon, no al menos en
la profesora Gabriel Mistral. A ella,
sus criterios de selección inmedia-
que en 1945 daría el primer Premio
tos, pues se trata de una reunión
Nobel de Literatura a su país y a
de nombres elegidos en cada edi-
América Latina. Volodia llevaría
ción por razones diversas, en cir-
hasta sus últimos años el peso de
cunstancias y bajo las opiniones de los sucesivos equipos de cada
de clasificar a los grandes poetas de
esa decisión visceral o de su juvenil José Luis Díaz-Granados. Santa Marta, 1946
ignorancia.
año. Dicho tamiz no está al margen de motivos
Es ésta, Homenajes, una compilación que inevi-
extraliterarios, aunque esgrima sobre todos los de
tablemente se verá como antología, es decir, como
orden poético. Se entroniza a unos pero se que-
una propuesta de lectura y de clasificación emer-
da en deuda con muchos otros que no viven en
gida de las entrañas de Ulrika. Tarde o temprano
Colombia o no son habitantes de Bogotá, o qui-
vendrá la academia a diseccionar el conjunto y a
zás tampoco sean próximos a los gustos o las filias
buscar explicaciones. Largo periodo de incubación
de los organizadores. Son referentes, eso sí, de la
de motivos para conformar un catálogo de poesía
poesía que se hace en Colombia. Ello obliga a la
colombiana localizada en tiempo y en espacio, em-
revisión crítica de cada uno de los poetas elegidos
patando o confrontando poéticas y personalidades.
y del conjunto, que viene a reforzar la visión de
Dos decenios en los que no es intrascendente la
Henry Luque Muñoz acerca de la libertad en que
rivalidad entre algunos de sus protagonistas, parti-
se mueve la creación poética en Colombia, con
cular beligerancia de la comunidad de poetas co-
un sentido menos local, más cosmopolita y menos
lombianos, inmersos, por otro lado, en un extenso
sentimental en medio de una realidad dolorosa.
episodio de terror. No es tampoco trivial el hecho
ulrika 47 |
37
de tratarse de un Festival de Poesía
ficativa de la poesía indígena en
de la capital y no de Medellín, de
Colombia, y fuera de sus fronteras,
Cali, de Tunja, Cartagena, Pereira,
por tratarse de comunidades que
Santa Marta, o de cualquier otro
hablan y escriben, recientemente,
centro urbano del país.
en sus propias lenguas. O agrupar,
Colombia no es ajena a la rea-
como lo hizo Fernando Herrera, a
lidad que se vive en otros grandes e importantes centros culturales
los poetas nacidos en los años cinÁlvaro Miranda. Santa Marta, 1950
cuenta dejando en claro que lo
de América Latina donde las ter-
único que los une es haber nacido
tulias, los grupos, las revistas, se
en un mismo decenio: Antología
atomizan y se interconectan, se
modelo 50, Universidad de Antio-
retroalimentan e intercambian ex-
quia, 2005.
periencias y proyectos, se despla-
Es importante mencionar la an-
zan con mayor facilidad en la esfe-
tología de la colección 20 del XX,
ra virtual que en el espacio físico,
Poetas colombianos, que han hecho
pero lo primero suscita encuentros Álvaro Rodríguez Torres. Bogotá, 1948 reales entre comunidades cada vez
Samuel Vásquez y Santiago Mutis,
más dinámicas y audaces no sólo
Una apuesta donde el estrecho lími-
en el mundo de habla hispana sino
te causa vértigo.
publicada bajo el sello de La Otra.
en otros idiomas. El tráfico de una
Los 19 de 20 y los 20 de 19
poesía cada vez más cosmopolita y menos parecida a sí misma, es de-
Si partimos de que en Ulrika se
cir, a lo que se espera que sea una
han publicado ya ejercicios antológicos como Panorama Virtual de la
poética nacional. En la medida en que se im-
Jaime García Maffla. Cali, 1944
Nueva Poesía Colombiana. Poetas
pongan los nativos cibernéticos a la mentalidad
nacidos entre 1950 y 1980, aceptaremos que hay
de los migrantes cibernéticos los poetas serán me-
aspiraciones antológicas. Una muestra que em-
nos importantes que sus poemas. El viejo sueño de
pieza “con Álvaro Rodríguez Torres, rompiendo
la poesía anónima está cada vez más cerca. Lo ur-
nuestros propios parámetros (él nació en 1948)”,
gente es vencer la indiferencia, la escasez de lecto-
dicen los compiladores en el citado documento
res de poesía ante la cada vez más abultada cifra de
reconociendo que es posible ampliar los límites
escritores de poemas. Conozco antologadores co-
para incluir y hacer excepciones. Ahora, en Ho-
lombianos de vocación como Robinson Quintero
menajes, la incorporación de María Mercedes Ca-
Ossa, Federico Díaz-Granados, Fabio Jurado, Juan
rranza responde a un acto de justicia y de gratitud.
Manuel Roca, Santiago Mutis y el propio Rogelio
La directora de Casa de Poesía Silva, coherente
Echavarría, que reúnen poetas y poemas en torno
con su ética, rechazó la propuesta de Rafael Del
a ópticas particulares. Nada de ello es ocioso, pues
Castillo de homenajearla, pues la institución que
aporta diversas perspectivas del mismo fenómeno,
dirigía participaba de manera directa en la orga-
como puede ser la presencia cada vez más signi-
nización y patrocinio del Festival. Como sea, se
38
| ulrika 47
practica un ejercicio de corrección
parafraseando a Dylan Thomas, no
y nuevamente de excepción.
tendrán señorío.
La selección de los poemas
No puede dejar de reconocer-
publicados en Homenajes estuvo a
se en ese esfuerzo, en ese grano de
cargo de Luz Eugenia Sierra y Ra-
arena, la valiente timidez de Rafael
fael Del Castillo, con el apoyo de
Del Castillo. El sacrificio que hace
Melibea Garavito (María Mercedes
un poeta para ocultar su miedo y su
Carranza, Federico Díaz-Granados Raúl Henao. Cali, 1944
dolor ante la necesidad, la urgencia
(Mario Rivero y Juan Gustavo Cobo Borda) y
de elevar la piedra cada año hasta la cima de la
Guillermo Bahena (José Manuel Arango). Supon-
gestión cultural, para soportar, como suele referir
go una curaduría con afanes de mostrar al lector
Víctor Sandoval, uno de los promotores culturales
los mejores ejemplos de la obra de cada uno o los
más respetados en México, interminables antesa-
textos más representativos de su o sus poéticas. El
las y negativas arrogantes, necias burocracias que
rango cronológico de los autores compilados abarca
no ven, no escuchan ni sienten el fuego cruzado
de los nacidos en los años 20 a los nacidos antes de
sobre sus cabezas.
1950. Sus lugares de nacimiento son diversos, pero
Partí de la evocación de Henry Luque Muñoz
la mayoría son o fueron residentes de Bogotá. Tie-
por el significado que tuvo para mí y para muchos
nen en común ser colombianos, haber visto correr
lectores su claridad sobre la poesía colombiana y la
el siglo XX y ejercer un mismo oficio: poetas.
realidad de su contradictorio país donde, como él
Los poemas de unos y otros atienden a esté-
mismo afirmaba, obliga a que el poeta “se refugie
ticas diversas, aunque haya entre pocos ciertas
activamente en la memoria, la memoria cruzada
afinidades, pero en conjunto es un muestrario
de la edificación y de la ruina, en aras de forjar un
ecléctico de autores que pertenecieron o no a ge-
piso metafísico y una visión real”. Ahora concluyo
neraciones o grupos ya mencionados al inicio del
esta nota a manera de prólogo, citando a la única
texto. Hay, podría decirse, para todos los gustos y
poeta no homenajeada, la excepción del catálogo,
exigencias.
que en uno de sus poemas resume la idea de un
Lo más importante de Homenajes está en la lectura que pueda hacerse detrás de este registro de poetas y poemas. La perseverancia, la permanencia y la utilidad para la poesía y la cultura de Colombia de iniciativas y esfuerzos como el Festival Internacional de Poesía de Bogotá en contextos históricos difíciles, cambiantes. Su modesto aporte a la transformación espiritual y mental de una sociedad, su papel en la exportación de otros valores contrarios
sentimiento que la poesía colombiana, en su afán de desentimentalizar, incluye.
Tengo miedo Nada me calma ni sosiega: Ni esta palabra inútil, ni esta pasión de amor, ni el espejo donde veo yo mi rostro muerto. Oídme bien, lo digo a gritos: tengo miedo. María Mercedes Carranza
a la imagen impuesta por los medios en la escena internacional. A Colombia la pone a salvo la cultura, la coloca al alcance de los sueños, de una memoria diferente donde el horror y la estupidez,
1. “Poesía colombiana del siglo XX. Generación sin nombre: la modernidad como pasión”, en Alforja, núm. XVIII, otoño de 2001, p. 13. 2. Ibidem.
ulrika 47 |
39
Periplo Iberoamericano
-9-
La mirada que se tiene del Festival, como sus colaboradores, está centrada en diversidades y consensos, en complicidades y afectos, en experiencias que se derivan de prácticas y compromisos comunes. Las páginas siguientes están dedicadas a dar cuenta de tales aristas, aportando una crónica no exhaustiva del periplo iberoamericano que ha permitido este certamen…
ARGENTINA Y EL FESTIVAL
L
reivindicatorio, como revelación legitimadora de la unidad del ser con el quehacer. No resultó poco asumir esa inesperada dignidad. El otro suceso, con memoria de perpetuidad, se refiere a la visita a la
Marcos Silber
Casa de Poesía Silva y el encuentro con la siem-
Poeta y escritor argentino. Considerado uno de los Fundadores e impulsores en su país del Festival Internacional de Poesía de Bogotá
pre querida para siempre; María Mercedes Carranza. Casa, en verdad, de gobierno de la poesía del mundo. Bolsa de valores donde sólo se cotiza lo imposible de traficar. Donde nada vale más que
a asistencia al Festival Internacional de Poe-
la palabra, ésa, de cara a la historia, a la vida, a la
sía en Bogotá impone a los poetas argenti-
humana condición. Caja de seguridad que atesora
nos señalamientos impostergables. Por todas las
la voz de los poetas; la supervivencia de la pala-
razones. Allí vivimos, más allá de la convivencia
bra; la vida perpetuada. En la última visita a La
fraternal y el enriquecimiento literario, situacio-
Candelaria descubrí un cartel que le da el nombre
nes inéditas, asombrosas, que por su intensidad
de María Mercedes Carranza a una calle. Impacto
emocional y valor calórico conceptual nos acom-
de luz en mi cabeza, y un tsunami en el corazón.
pañarán toda la vida. Va lo anecdótico –muchas
La reencontré a ella en Cajamarca. Sería la última
veces, más atendible que el relato periodístico o
vez. Me quedo con su lastimada risa, me guardo el
el ensayo pertinente. Vale la vivencia personal
sol de sus ojos. Colombia, para los poetas argenti-
como representativo de más plurales historias. En
nos es el “allí”, donde sucede la poesía, la geografía
la conserjería del hotel –en Bogotá– debía com-
donde –situación límite– pediríamos refugio poé-
pletar la clásica ficha de ingreso. El empleado de
tico. Entonces, la palabra amenazada” se sentiría
la recepción, mientras yo iba a la pesca de los an-
socorrida, amparada, protegida, segura, como en
teojos entre las profundidades de algún bartulo, se
casa materna.
hizo cargo. Con reposada naturalidad. Colosal mi asombro cuando, en Oficio: apuntó: Poeta. Repen-
Nota personal
tino el sacudón emocional; súbita la sorpresa, el
Sobre la relación de los poetas de nuestros
reconocimiento de una identidad hasta entonces
países, digo que el y los puentes están firmemen-
poco menos que clandestina. El suceso operó como
te instalados. El Festival que presides desde hace
40
| ulrika 47
20 años se ha ganado un más que merecido pres-
llos momentos definidores de nuestro destino, que
tigio. Tanto que en cuanta propuesta hacemos por
aún no hemos logrado conocer. Uno de ellos ha
aquí lo citamos como modelo. Viajes, encuentros
conducido mis pasos al punto que he de alcanzar,
y publicaciones de uno y otro lado (con envidiable
y en su búsqueda estoy.
ventaja a favor de los colombianos) son expresión
En plena adolescencia en Nueva York conocí
insoslayable de una relación tan firme como rica.
una dama mayor que, al verla, supe de inmediato
Pruebas del ahora: sobre fines del mes de mayo se
que me hallaba ante alguien a quien me sentía
presentará en la Biblioteca Nacional Colombia en
íntimamente ligado en cuerpo y alma. Ignoro qué
la poesía colombiana, en una espléndida edición de
me impuso decirle que la conocía. Su amable res-
Robinson Quintero Ossa y Luz Eugenia Sierra. Esa
puesta afirmó mi sentir. “Es probable que hayamos
misma semana se presentará en el Centro Cultural
coincidido en algún sitio”. Pude haberle dicho que
de la Cooperación esa otra publicación donde 32
en un sueño vi sus manos tratando de ayudarme,
poetas colombianos responden al mismo Quinte-
impidiendo una caída. Pero una sortija espléndida,
ro Ossa que los interpela. La editora de nuevo es
donde el dorado y el azul permanecían deslumbran-
Luz Eugenia Sierra. Se me ocurre, en complicidad
tes, fue lo que fijé en mi mente y corazón.
entre mi invencible fiebre soñadora y la voluntad
Ese sábado inolvidable se mantiene en mí
constructiva, la realización de un Festival conjunto
como una dádiva de la Luz. Mirarla era como ver
propiciado y organizado por los poetas argentinos y
a mi madre acompañándome. Me sentía de regreso
colombianos que fundamos el Festival de Bogotá.
a casa. A partir de ese reencuentro, todos los mo-
¿Donde? Ya veremos. Igualmente la publicación de
mentos que lograba liberar de mis días agitados los
una muestra también conjunta anual. Estimo que
compartía con ella. Disfrutaba escucharla hablarme
la solidez del vínculo cultural y la intensidad de la
de su país, de sus escritores, músicos y artistas; de la
relación afectiva lo merecen…
riqueza y el esplendor natural en sus diversas zonas, entrelazadas a dos océanos, Pacífico y Atlántico, y
ULRIKA EN LA MEMORIA Pablo Armando Fernández Poeta, narrador y maestro cubano. Figura fundamental del Festival. Sin duda alguna uno de sus Fundadores y colaboradores más constantes
L
de las cordilleras, sus montes y ríos, flores y frutos. Yo me adentraba en sus mundos y me sentía una hojita en vuelo que al caer se entrega al suelo acogedor. Colombia devino mi segunda Patria. Vivía en Nueva York y ocultaba a las personas más cercanas a mi espíritu qué me condujo allí. Temía confesar que desde muchos años atrás escribía, en inglés, unos textos que di por llamar “Gestos”. Anita, mi madre espiritual colombia-
a memoria suele exigirnos mantener activos
na, poseía una variada colección de libros. Entre
ciertos hechos que permanecen inextingui-
ellos, inspeccionaba aquellos de poesía, para hallar
bles, pese al posible olvido en el tiempo transcu-
las voces de algunos poetas que mi hermano Al-
rrido. Vivencias que no permiten ser desatendidas,
fredo, poeta también, y sus amigos, leían en voz
pues han prestado a nuestro ser atención y ayuda.
alta, cuando se encontraban en casa los sábados
A veces, es tal su exigencia que nos asaltan aque-
por la tarde. Retrotraído a esos momentos, llevaba
ulrika 47 |
41
a mi habitación una antología de poesía colombia-
En unos de mis viajes a La Habana, en 1952,
na para leer “Una noche”, de José Asunción Silva.
mediante el poeta Emilio Ballagas, que me condu-
Como el poema, yo repetía una y otra vez: “...y era
jo a casa de Cintio Vitier y Fina García Marruz, co-
una sola sombra larga”…
nocí a los poetas de la revista Orígenes, dirigida por
Ese libro me dio a conocer a otros poetas: Ra-
José Lezama Lima, que me publicó tres poemas. Ese
fael Núñez, Miguel Antonio Caro, y me sorpren-
gesto amplió mi mundo cultural en la literatura, la
dió con un poema de Jorge Isaac: “Río Moro”.
música, las artes plásticas. Conocí a escritores y ar-
Isaac había influido poderosamente en mí; sumé
tistas de mi generación, confraternicé con ellos de
su novela María a Cumbres borrascosas de Emily
tal modo que extendía mis visitas a Cuba. En 1953
Brontë, cuya lectura ha trazado mi destino hasta
apareció en La Habana mi primer libro de poemas:
el presente. Me placía aunar sus personajes, ya que
Salterio y lamentación. Verlo en las manos de Anita
ambas suelen ser las más importantes muestras del
era verlas amparándome para evitar la caída. Mi
romanticismo en la novela universal. Con Anita
segundo cuaderno de versos: Nuevos Poemas, con
asistí por primera vez a una ópera: Carmen, y des-
un prólogo de Eugenio Florit, lo publicó, en Nueva
pués vi otras, siempre con ella.
York, Las Américas Publishing Co., librería donde
“Porque el miedo y la duda, / son males que
yo me empleaba.
padecen los adultos / y ella quiere que yo sea su
Por fortuna, cuando Anita partió hacia la Luz,
niño…” Versos de mi poema “Parábola”. Afortu-
me dejaba felizmente acompañado por Maruja, mi
nadamente no he dejado de ser el niño de mi madre
esposa. Ella, convencida de que mi destino me
que me dio a la luz, del suelo natal que me recibió,
dirigía hacia las letras, apoyó mi regreso a Cuba,
de la poesía que mantiene sus puertas abiertas para
ya entonces con nuestra niña María Angélica.
alojarme aquí, donde estoy ahora, y en mi segunda
Los años dedicados a la subdirección de Lunes de
Patria, la tierra de Anita Arbeláez, Colombia. A
Revolución, a la revista Casa de las Américas, a su
ella confesé los males que dañaban el ánimo y la
Concurso Literario Latinoamericano, enriquecían
tranquilidad espiritual que yo en silencio dedicaba
mi contacto espiritual y humano con mi segunda
a la poesía, y ella alejó de mi ser miedos y dudas,
Patria. En 1966 fui, con Jorge Zalamea, jurado del
hizo que regresara a Cuba y obtuviera una visa de
Premio de Poesía. Ya antes había conocido a Luis
residente permanente en Estados Unidos.
Emiro Valencia, y ambos habían obtenido el pre-
Ya en Nueva York, mi vida se fue trasfor-
mio en Ensayo.
mando tan prodigiosamente como mi encuentro
Mas tuve que esperar casi dos décadas para al-
con Anita. Siempre recurro a esos momentos de
canzar la realización de mi sueño por cumplir. En
misteriosos cambios trascendentes. Conocer a
1988, Luz Elena Zabala, de Antioquia como Anita,
Carson McCullers y recibir su generosa atención
logró que un grupo de escritores cubanos llegára-
me devolvió a reconocerme cubano y aceptar mi
mos a Bogotá para asistir a la Primera Feria Interna-
verdadera identidad familiar y humana. Ella me
cional del Libro. Eliseo Diego y yo leímos poemas
convenció de que aquellos “Gestos” eran poemas,
en la Casa Silva. Ese encantamiento luminoso nos
algo que yo no aceptaba como tal, no obstante
condujo a Santa Marta, Barranquilla, Aracataca y a
escribí uno en español y mi vida se orientaba al
Cartagena de Indias. Recorrer esas tierras, seguir su
regreso a casa.
historia y cultura fortalecían mi espíritu.
42
| ulrika 47
En pleno cumplimiento de mis sueños y anhe-
tranquilo, sosegado, en sus predios, donde Ulrika
los, en 1993 conocí Medellín, donde participé en
nos recibe, y ahí ya estaba Efraín Rodríguez Santa-
el glorioso Festival de Poesía. Esa noche que llegué
na esperándome y yo atiendo a lo que utiliza para
a Bogotá fui recibido por Rafael Del Castillo, José
que se me acoja: “Pablo Armando Fernández me
Mario Echeverri, Gustavo Adolfo Garcés, John
ha confesado que crear un poema es como un jue-
Fitzgerald Torres, Armando Rodríguez y Nubia Ste-
go de afectos, que apenas es escribir, que la poesía
lla Cubillos, dedicados a la revista Ulrika. El viaje
sale sola, emanada de una profunda cordialidad y
a Colombia lo compartí con Marilyn Bobes, poeta
comunicación: se toma la hoja en blanco y ya está.
y narradora nuestra de alto reconocimiento. Por la
Se canta entonces a las personas y a lo circundante.
mañana salimos para Medellín. Fue el inicio de una
En más de una ocasión nos ha retado a seguir su
nueva etapa de mi vida en esta existencia. Todas
camino y no hemos podido”; y expone poemas que
las personas que se me acercaban afectivamente cor-
en los últimos años he leído en Cali, Valledupar,
diales estaban, sin dudas, espiritualmente vinculadas
Barranquilla, Manizales, Villavicencio y Tunja.
a mí. Desde aquel momento sublime he conservado
El Festival de Poesía y su memoria, Ulrika, han
relaciones familiares con ellos y los que desde enton-
de conservar su acogida a la obra de sus partici-
ces hasta ahora he sumado a mi mente y corazón.
pantes. Entre nosotros, cubanos: Alberto Rodrí-
En Medellín, me sentía acompañado por las manos
guez Tosca, César López, Nancy Morejón, Sigfredo
de Anita, y allí estaba el poeta Fernando Arbeláez,
Ariel y Jorge Timossi.
quien de regreso a Bogotá me llevó a su casa.
Mi primera visita a Cali la hice con María Mer-
En Bogotá se encontraba Efraín Rodríguez
cedes Carranza, organizadora de “La Poesía tiene la
Santana, Secretario de Redacción de la revista
palabra”. En 2003, Amparo Sinisterra organizó un
Unión, que yo dirigía. Efraín había contribuido a
programa en homenaje a nuestro eminente, excel-
mi viaje a Medellín, y en ese mismo año simbólico
so compositor Harold Gramatges, que me incluía
que iniciara mi continua relación con mi segunda
como poeta, y a otro músico ejemplar: Guido López
Patria, el 22 de octubre llegué a Bogotá, esta vez
Gavilán. Leí poemas en Proarte, y en la Universi-
invitado por su Festival Internacional de Poesía.
dad del Valle con Armando Romero, a quien debo
Enumerar los momentos maravillosos en los que
la traducción al inglés de algunos de mis poemas.
reafirmaba mi convicción de conocer esos prodi-
Andar por la ciudad con Harold y su esposa Ma-
giosos lares, que otorgaban una continuidad a mi
nila Hartman, era una respuesta a mi inquietante
existencia en sus pasadas evoluciones, se me haría
investigación de saber quién era y soy. Ella conser-
difícil. Recorrer Bogotá, sus universidades, centros
vó por treinta y cinco años, poemas escritos en mi
artísticos culturales y bibliotecas, viajar a Cali, To-
juventud que permanecían inéditos y que aparecen
luca, Medellín, entregado a la comunicación más
en el libro El pequeño cuaderno de Manila Hartman,
plena, sincera, noble, con quienes me ofrecían el
publicado en Santiago de Cuba, en 2000.
modo fraternal de volver al punto donde en un
De esa numerosa familia colombiana recurro a
momento la Luz alumbró mi andar y allí me espera.
momentos vividos en sus casas, donde me he hos-
Hablemos de la casa que hospeda la palabra
pedado. Una mañana, al despertar en casa de Cla-
y sus esencias para que se esparzan en el corazón
ra Nieto de Ponce de León, descorrí la cortina de
humano. Acudo a mi memoria para acomodarme
la ventana y al mirar hacia los cerros fui asaltado
ulrika 47 |
43
por un doloroso llanto, que no reconocía en mí. Clarita abrió la puerta, entró y algo alarmada me preguntó qué me ocurría. Respondí que ignoraba la causa de tanta angustia, pero al ver el múltiple y variado verde sentí que recorría entre ellos sen-
ENCUENTRO CON LA POESÍA: BOGOTÁ AGOSTO 1992
deros conocidos.
Jaime Quezada Poeta, profesor universitario, ensayista e investigador chileno. Colaborador permanente de la revista Ulrika. Fundador del Festival Internacional de Poesía de Bogotá
Hay hechos que pueden ser juzgados como supersticiosos, no obstante, necesito referirme a uno. En una de mis estancias en Bogotá, el doctor Piotrowski Bogdan, que conocí en casa de nuestra muy querida Flor Romero, me invitó a dictar una conferencia sobre mi obra en la Universidad de la Sabana. Flor y Clarita me acompañaban. Hablaba sobre algo inmerso en
P
rotegida por el verde y neblinoso cerro de Monserrate, Bogotá se extiende en la in-
mensa sabana colombiana en sus muchos metros
mi memoria: la seducción por conocer cuáles de
de altura, que llegan casi a tres mil. Esa altura en
esos paisajes urbanos y rurales se hallaban en mi
el bello paisaje de lo geográfico y en lo impecable
mente. De pronto, una dama, pidiendo excusas
de su poesía que durante una semana convocó a
de pie, me dijo que yo en mi anterior encarna-
más de una treintena de poetas de la América, en
ción había nacido en Inglaterra y que de allá
este año de los cinco siglos del Nuevo Continen-
emigré a Colombia y aquí había muerto. Tal fue
te. Una manera creadora y dialogante también de
la impresión que causó en nosotros que la invita-
reverse a la luz esmeraldina de Colombia en nues-
mos al almuerzo. Allí, ella nos comentó que en
tras identidades y de países literarios en busca de
el siglo XIX algunos científicos habían tratado
vertebración. Una misma lengua, sin duda, en su
de conocer las diferencias en intuición y voca-
mismísimo español con sus sonoridades, acentos,
ción entre hermanos. No encontraron apoyo en
giros y modos de decir nuestras costumbres y rea-
sus incursiones y las sepultaron.
lidades, en nuestra filológica y lingüística idiosin-
Los Festivales de Poesía en Medellín y Bogotá
crasia americana.
han entrelazado en vida y obra a múltiples y va-
Los muros de Bogotá y de otras ciudades co-
riados grupos de poetas de Nuestra América y
lombianas se cubren de atractivos y artísticos
del mundo en lecturas compartidas. El tiempo y la
carteles que anuncian e invitan a las lecturas y
distancia no han impedido que mantengamos una
recitales del I Encuentro de Poetas Hispanoame-
relación familiar y amistosa que la poesía fortalece
ricanos de Fin de Siglo: presencia viva de la poesía
y conserva.
en lengua española (Agosto, 1992). Y, a su vez, un
Los tiempos que vivimos nos conducen a un
hacer cierto el fundamento de su convocatoria:
renacer por mejorar el mundo que nos acoge, al
“Los poetas del fin del milenio evitan todo aisla-
mantener en continuidad perpetua las lazos que la
miento o dispersión cultural y tratan de afianzar
poesía otorga a la palabra. Hagamos de Ulrika un
una literatura, una actitud poética que nos ayude
sitio permanente.
a habitar nuestro tiempo, cargando las palabras de La Habana, 2 de abril de 2012
44
| ulrika 47
nuevos registros significativos”. La poesía estuvo
así en las calles, en las bibliotecas, en las universi-
Ahora este lugar –la Casa de Poesía Silva– mí-
dades y en los principales centros literarios y cul-
tico, sagrado, poético, es el centro literario impor-
turales de la ciudad capital, o Santafé de Bogotá
tantísimo de Bogotá y, en este agosto, sede princi-
como se le llama ahora, recuperando su nombre
pal de las lecturas y diálogos del Encuentro. Una
fundacional cuando el granadino Gonzalo Jimé-
gran fotografía del hermoso rostro adolescente del
nez de Quesada la hizo capital del Reyno de Nue-
poeta preside la sala de conferencias en la tarde-
va Granada, por 1538.
noche que leo mis poemas ante un público que me
En un instante todos los siglos se reúnen en
acoge entusiasmado. Se diría que la iluminada y
esta multánime ciudad de tanta historia precolom-
memorial imagen de José Asunción Silva cae sobre
bina, colonial y moderna. El Chorro de Quevedo o
mí como “un rayo de plata”. El presidente Belisa-
la iglesita de la Candelaria retratan toda una época
rio Betancur fue uno de los más fervorosos funda-
de empedradas calles y blancas casas de amplios
dores de esta Casa, y ahora está aquí, en la primera
aleros coloniales. Todo el esplendor de una arqui-
fila de este público, escuchando mis cotidianos,
tectura viva de lección y memoria en los techos de
naturalistas y apocalípticos poemas. Junto a él otro
teja o en los balcones de geranios y jazmines. En
ex mandatario, Alan García, del Perú, que no deja
una de estas nobles casas nació José María Vargas
de conmoverse cuando cito a César Vallejo en ho-
Vila (1860-1933), el novelista y polemista colom-
menaje a su centenario de nacer para la fundadora
biano que tantos admiradores tuvo en la juventud
poesía de nuestro continente.
americana de su tiempo, y a quien nuestra Gabriela
No sólo la poesía para los poetas. También
Mistral consideraba, por 1907, “mi maestro y al que
aquí los hombres públicos en un saber escuchar a
profeso una admiración fanática, un culto ciego,
los poetas de esta Latinoamérica de hoy. Por un
inmenso como todas mis pasiones”. Después lo lla-
instante pienso y hago mías las palabras liminares
maría “el floripondioso Vargas Vila”, aludiendo a lo
de Rubén Darío, saludando a esta América: “Y a
retórico y adornado de su prosa.
un Presidente de República no podré saludarle en
A menos de dos cuadras de la casa natal de este
el idioma en que te cantaría a ti. Si hay poesía en
maestro colombiano, vivió y murió –en otra me-
nuestra América, ella está en las cosas viejas; en
morable casa– José Asunción Silva (1865-1896), el
Palenke y Utatlán, en el indio legendario y el inca
poeta de los sonetos, madrigales y nocturnos. Sobre
sensual y fino, y en el gran Moctezuma de la silla de
todo estos últimos, tan de música de alas, tan llenos
oro. Lo demás es tuyo, demócrata Walt Whitman”.
de perfumes, tan de murmullos y de sombras. Esta
En esta presencia viva de la poesía en lengua
sombra “fina y lánguida” invade mágica e impresio-
española salen a flote las preocupaciones, proble-
nantemente todavía su casa. En sus patios interio-
mas y necesidades literarias de los poetas del con-
res escribió sus inspiradas poesías y sus líricas pro-
tinente. Los mismos afanes en Colombia, México,
sas. Aquí también puso término a su joven vida. Lo
Argentina, Nicaragua, Chile, Perú. Cierto estado
mató el spleen, la angustia, la ansiedad, el dibujo
de dispersión cultural aqueja hoy por hoy a los
de bala-corazón en la desnudez de su pecho. Tenía
países de Iberoamérica. Hay un interés, afectivo
treinta años y su arte poética o su artículo de fe es-
y efectivo, de aunar esfuerzos entre los creado-
taba en estas líneas: “El verso es vaso santo; poned
res y reflexionar efectivamente sobre los desafíos
en él tan solo / un pensamiento puro”.
y posibilidades de la poesía actual. Las lecturas,
ulrika 47 |
45
mesas redondas y conferencias estuvieron siempre
creyeron que hablaba del cada vez más destaca-
orientadas en este sentido de acercamiento mutuo
do narrador y poeta colombiano Álvaro Mutis.
e integracionista. Pero la poesía de esta América
Mi palabra iba, entre poema y poema, al rescate
tiene su esplendor como las piedras esmeraldinas,
de aquel “varón muy célebre” (como lo llamaría
preciosas y únicas, que se guardan en los sótanos
Carlos Linneo) que se pasó su vida investigando
de este Banco de la República, en cuya moderna
sus cattleyas orquidáceas, sus passifloras y sus cen-
Biblioteca Luis Ángel Arango se leen las ponen-
tonias mutisiis.
cias y se abre el diálogo al aroma y la cordialidad del café color café.
No sólo Bogotá tuvo a los poetas por una siempre significativa y reveladora semana. También
También la poesía en Bogotá está en un tiem-
otras ciudades fueron parte del Encuentro y la poe-
po que permanece en sus museos. Todo el genio
sía se extendió por todo el territorio. A mí, además
de los aborígenes que habitaron este territorio a la
de mis días intensos y fervorosos de poesía bogo-
llegada de los españoles queda de testimonio en
tana, me llevaron luego al mismísimo valle del
las veinte mil piezas que se exhiben rebrillando en
Cauca, donde Jorge Isaacs (1837-1995) escribió
el Museo del Oro: la orfebrería tayrona, tumaco,
su lacrimosa María, de tanta merecida celebridad
quimbaya en su delicadeza y arte de siglos, en la
en las letras de nuestro continente. Valle que me
precolombina belleza de sus máscaras, collares e
recorro por sus cañaverales, cafetales y algodonales
ídolos: “orfebrería milagrosa en un relámpago de
combatiendo el punzante calor al sabor fresco de
oro”, dice Neruda, pidiendo un cuenco para llorar
un jugo de maracuyá o de espumosa guanábana. El
lágrimas de oro. No es el oro, sin embargo, lo que
alcalde de este dorado territorio, escritor Gustavo
me deslumbra en estos idolillos y collares y másca-
Álvarez Gardeazábal, me declara “Huésped de Ho-
ras, sino la orfebrería de ese hombre precolombino,
nor del Municipio de Tuluá”, distinción que sólo
en su gota de sudor, en sus siglos de orígenes, en sus
la poesía puede buenamente recibir y agradecer en
edades tan remotas y tan perdurables. “América es
este Valle del Cauca, o tierra de Cali, que vive aun
la casa”, diría nuestro Gonzalo Rojas, celebrando
la evocadora estampa de las páginas de María, esa
esos orígenes y porvenires.
novela de la emoción y de la belleza, de la nostal-
Pero también la naturaleza. Cómo me mara-
gia y de la felicidad perdida.
villa la viva flora bogotana en las muchas y colo-
El I Encuentro de Poetas Hispanoamericanos de
ridas variedades de azaleas, orquídeas, begonias y
Fin de Siglo: presencia viva de la poesía en lengua es-
buganvillas. Y mi vocación naturalista sale aquí a
pañola, permitió, además de nuestras propias poé-
flote en el poeta y botánico que soy, y que ahora,
ticas lecturas, diálogos y conversaciones a la luz de
gracias a este vivencial Encuentro de Poesía, me
lo público y lo privado, un mirar y remirar nues-
reencuentra nada menos que con José Celestino
tras identidades de poetas de este continente en
Mutis, el naturalista que por el siglo XVIII anduvo
una misma unidad latinoamericana y en un mismo
herborizando en este Reyno de Nueva Granada
“buenos días” o gesto de conciudadanía natural
para bien de las ciencias botánicas. Cuando pro-
que no nos hizo extranjeros en una Colombia es-
nuncio su nombre en el Auditorio Marta Traba,
meraldina.
de la Universidad de los Andes, reafirmando mi
El Mercurio, Santiago de Chile,
interés por su Real Expedición Botánica, muchos
Domingo 30 de agosto de 1992
46
| ulrika 47
RECUENTO EMOTIVO
por el simple hecho de ser unos despistados propagadores del Festival poético de Bogotá. Allí nos instalamos para escucharle a él todo lo que tenía guardado mientras se nos nublaba el cielo a base
Luis Miguel Madrid
de ron y algo de hielo. Afortunadamente, para
Poeta, ensayista, periodista cultural español. Director de Babab.com. Gran difusor y amigo del Festival de Poesía de Bogotá y de la nueva poesía colombiana. Uno de los pilares de nuestro proyecto en España
corresponder teníamos a Humberto Ak-Abal, el
l pintor Carlos Santos acudió a los dos últi-
tres veces cada barrio hasta encontrar una guitarra
mos recitales del Festival de Poesía de Bogo-
para que nos hipnotizara a base de rancheras. Por
tá en Cartagena de Indias en dos mil nueve. La
la noche insistió y triunfó tanto que tuvimos que
noche segunda se acercó Santos a saludar, charla-
devolverle a hombros al hotel donde nos alojába-
mos, le regalé un ejemplar del libro que acababa de
mos.
E
genio maya-quiché que nos acompañaba. Lo hizo con sus versos más seductores y también con seis cuerdas y su voz bolera. Ese mismo día, habíamos tenido que recorrer
presentar, nos despedimos y me marché al bailongo
Me miran asombrados los amigos cuando les
de clausura en la planta segunda del Quiebracantos.
retrato mis estancias en Colombia. Me escuchan
Cuatro horas después, volvió Santos y me mostró
hablar de La Candelaria, La Casa Silva, el Gimnasio
el libro que yo le había entregado.
Moderno, el Quiebracantos o La Casa de Citas como
- ¡Toma, toma!, dijo Carlos.
si se tratara de las paredes de mi domicilio.
- Hombre… ¿tan poco te ha gustado?
Y llevan razón.
-Mira, por favor.
En Colombia, mi domicilio es amplio y abar-
-Vale, pero te advierto que no pienso devol-
ca desde la 19 en Bogotá hasta Cartagena pasando
verte el dinero, le dije mientras tomaba el libro y
por Cali, Villavicencio, atravesando Manizales y
lo iba abriendo.
desembocando en Valledupar.
La visión era grandiosa, cada una de mis cua-
Por ejemplo.
renta y tres composiciones estaban ahora comple-
Y mucho más. Ocupa sobre todo los impor-
tadas con cuarenta y tres maravillosas ilustracio-
tantes ratos de poesía regalados por el montón de
nes matizando poéticamente lo que la prosa de mis
amigos que enganché por allí.
versos habían dibujado.
Además añado con simpleza metalúrgica que
Esta es una de las historias más entrañables
en cualquiera de los trozos colombianos que he
disfrutadas en las 5 ediciones del Festival en las
visitado me he sentido bien. Será porque predomi-
que he tenido el placer de participar.
na el carácter plácido y transigente, que la cultura
Otra comienza con un señor grande de brazo sonoramente desbocado gritando en la noche cerrada del centro de Valledupar: -¡Poetas, poetas! Era el propietario del Bar La Plaza ofreciendo su terraza y barra libre de agasajos y bebercios
gusta, y la conversación, y se aprecia el arte de escuchar y se practica con gracia la delicadeza. Será por sus gentes. Veo también la cara oscura, imposible no mirar. Pero ahora, aquí, prefiero sentir que estuviera clareando.
ulrika 47 |
47
Y aceptar la suerte de los bobos, que me ha
rodeó de libros, rincones y relatos no explicables.
sido fiel desde el día que aparecí por primera vez
También me presentó a su gato Borges. Cuando
bajo las nubes de Bogotá para estar en su festival
regresó a España le correspondí presentándole a mi
internacional de poesía tras una invitación forma-
perra Isidra. Mi afecto por Harold es grande y dis-
lísima de su formal director.
fruto cuanto puedo del placer de su sabiduría tan
Rafael Del Castillo Matamoros, inventor y
ajena al mundo conocido.
promotor incansable del evento y de la hermosa
Se me confunden los años, afortunadamente,
Ulrika, me recibió en la planta sexta del antiguo
pero no se me despistan los acontecimientos ni
Hotel Bacatá con una bolsa blanca llena de chu-
me olvido de los gestos. Por ello sé, con las dudas
ches poéticas y un abrazo tan entrañable como si
cronológicas pertinentes, que en alguno de esos
nos conociéramos desde la primera comunión. A
ratos conocí a Mauricio Contreras, poeta noc-
Rafael, que es un gran poeta, le ayudaban en el tra-
támbulo, sarcástico y sibilino al que saludan con
siego de colocar, aplacar y organizar poetas otros
la misma cordialidad los directores de banco y las
poetas novedosos. Por allí se las ingeniaban Darío
señoras que recogen en un carrito los cartones.
Carballo, Jairo Bernal o Rafael Berrío para convertir
Con él recorrer los entresijos bogotanos a las horas
en anécdotas cada uno de nuestros despistes. Luego
raras es como acudir al parque al atardecer. Pero
llegaron otros trapecistas: Fernando Linero, Paola
arrumbadamente.
Cadena, John Junieles, Liliana Gastelbondo, Anto-
Otro de esos días coincidí con Carlos Pachón,
nio Castaño o Federico Díaz-Granados, añadiendo
narrador, poeta, editor, ganadero y charlador de
voz y dedos a todos los ya puestos en unos festivales
conciencia contundente, movimiento amable y es-
pensados para compartir, para aprender, para sentir
píritu relajado. Me ofreció su casa en Villavicencio,
la poética como si fuera una bandeja paisa.
en su editorial El Zahir se publicó uno de mis libros,
Se me despistan los años, pero no se me olvi-
El cine de las sábanas blancas, que él mismo corrigió.
dan los versos: los del mago Ledo Ivo, el fonam-
Ahora, seguimos charlando a menudo en la distan-
bulista Quessep, el astrovolador Roca, el alqui-
cia del “chat”, trata de emborracharme cada vez
mista Cisneros y otras diez medias docenas más
que nos vemos y nos damos abrazos de verdad.
de poetas chapeldún. Ni la presentación poético-
Se me emborronan las fechas. No puedo evi-
cartográfica de Pedro Alejo Gómez, director de La
tarlo. En una de ellas volví a ver a Blanca Andreu,
Casa Silva. Me acuerdo mucho de ellos, de los
desaparecida para mí desde una mañana de junio
recitales pobladísimos, del respeto por todas las
en la clase de literatura medieval en la facultad de
variantes poéticas y me acuerdo sobre todo del ca-
Filología. En otra conocí a Carmen Nozal, meji-
lor, la cercanía y el valor que se le da a las palabras
cana de Asturias, entrañable y querendona. Ella
en la ciudad de Bogotá.
me presentó “de oídas” a Guadalupe Elizalde, la
Me inflé oyendo a gente buena, a poetas im-
maravillosa ranchera que bordó “Sinestesia”. Con
borrables. Como Harold Alvarado Tenorio, poeta
quien tuve el lujo de cartearme durante años (por
grandísimo y director enorme de la prestigiosa Ar-
e.m., claro) hasta conocernos en un almuerzo tan
quitrave. Coincidimos en ganar en años seguidos el
intenso que se alargó hasta dos horas después de
mismo premio literario –el Arcipreste de Hita– en
cenar en la misma mesa. El asunto del reencuentro
España y sin conocernos me recibió en Bogotá y me
es un anhelo próximo a realizarse.
48
| ulrika 47
De los fogones sale también la razón sinuosa
tante calamitoso en mis recuerdos de aduana. Yo
de Esther Zarraluki o las evidencias pardas de Popo
intento entenderlo… Un tipo solo, con ojeras de
Dada, un buenazo de mirada ancha que mostraba fo-
una semana y tanto libro acumulado entre las ca-
tos de la entrada a su estupenda casa con un pasadizo
misetas no debe ser muy fiable. Me suelen destrozar
de tablas flanqueado por caimanes ...aunque “no
la maleta, me pinchan la suela de los zapatos, me
había problema porque a los caimanes no les gus-
palpan, me huelen y me aburren cada año.
ta comer gente”. Y el “performance” que montaba
El día anterior a uno de estos rituales de vuel-
Antonieta Villamil con su poema “Bacatá” a grito
ta, conté en la comida esta reiterada curiosidad y
pelado o las declamaciones portuguesas de Carlos
pareció hacer gracia. Sobre todo a Jotamario Ar-
Almeida (cariñosamente, el Zampón) en la época
beláez, al que se le ocurrió regalarme sus Antime-
que se iba ganando merecidamente su epíteto.
morias con una dedicatoria alusiva: “A LMM, para
Desde una perspectiva más amplia, miro la pre-
que le encuentren este libro escondido cuando le
sencia española en el festival y la veo bien cuidada,
registren en el aeropuerto”. Por supuesto, me regis-
la organización ha estado bien atenta a lo que en
traron en el control del aeropuerto y rebuscando,
España ha habido, desde la primera edición de hace
éste fue precisamente el único libro que miraron,
veinte años, inaugurando el festival con el entra-
leyendo una y mil veces la dedicatoria mientras me
ñable José Agustín Goytisolo hasta la penúltima
preguntaban mil y una veces sin hablar, sólo con
del año pasado, homenajeando antes que nadie a
gestos, qué significaba aquello.
Carlos Edmundo de Ory, fallecido en 2010, tan sólo
Aquel año me tuvieron asediado una larga
unos meses antes. Un montón de ediciones en las
hora y otros larguísimos tres cuartos. Hicieron
que la poesía ibérica ha tenido una representación
lo que quisieron con el contenido y continente de
cuidada, mezclando la variedad con el prestigio.
la maleta, y aunque no terminaron de descifrar el
Pero como el color de los pasaportes poco im-
“criptograma” de Jotamario, un oficial “filocurioso”
porta, prefiero seguir nombrando detalles queren-
decidió regalarse un ejemplar que por allí andaba
dones: el traje azul con corbata a rayas y flequillo
de mi último poemario y con extraño interés co-
con dos olas de Esteban Moore bajo los 43 grados
menzó a hojearlo.
de Valledupar, las risotadas “crucigramáticas” de
A punto de pasar por fin al túnel de embar-
Víctor Nuñez, los tonos “moderatos in crescendo”
que, el oficial me reclamó a gritos. Entre mis carnes
de Alejandro Luque, la afectividad “plusquampoé-
cundió el espanto cuando me cerraron el paso.
tica” de Antonio Castaño, la gracia pajarera de
Miré al oficial que sujetaba mi libro y me mi-
Humberto Ak- Abal, la sonrisa “tiernoblícua” de
raba fijamente, con algún tipo de extraña indig-
Stephanie Alcántar, la pausa “pseudocondescen-
nación.
diente” de Álvaro Mata o el exuberante humor de
Con voz solemne aclaró el entuerto:
Jordi Virallonga, que gasta una risa tan recono-
-¡Estos dos versos no se entienden!
cible como sus versos tan reconocibles como los
-¿A ver? Dije con la mitad de un cuarto de mi
mismos Pirineos.
voz. Miré lo que me señalaba y aunque no sé qué
Pero no todo es tan bueno. De hecho, los re-
le contesté, recuerdo que en ese momento yo tam-
gresos suelen ser terribles. La tristeza de la despedi-
poco entendía esos dos versos ni los otros doce que
da suele estar acompañada por un surrealismo bas-
les acompañaban.
ulrika 47 |
49
Finalmente la historia no terminó mal, de he-
El firmante puede afirmar, más allá del gozo de
cho quedó el asunto adosado a mi memoria como
estar presente en tres festivales, que ahí inició sus
un detalle más de lo integrada que está la poesía
días de pata de perro, pues ahí conoció a Alexis Gó-
entre los colombianos .
mez Rosa, poeta dominicano que lo invitó años des-
Esto me ha sucedido y más. Pero tengo que
pués a la Feria del Libro de su país, a Aníbal Beça,
ocultar nombres e historias para otras veces. Me
que se nos fue en 2009, quien incluyó a un servidor
han advertido que sólo contara un poco, que nom-
en la lista de invitados al I Encontro Amazônico
brara como mucho un tercio de lo acontecido y
de Poetas da América Latina A Poesia se Encontra
que de momento esquivara las cuestiones picajosas
na Floresta, celebrado en Manaus en 2000 y al que
adyacentes. Ya llegará otra ocasión y nuevos ani-
no asistí porque habiendo documentado fui presa
versarios. Ahora, enhorabuena a Rafael Del Casti-
de un temor pueblerino y me salí del aeropuerto
llo y a todos y cada uno de los implicados.
dejando mis maletas en el avión. Aníbal diría más
Ahora, gloria al XX Festival de la Poesía de Colombia.
tarde que no llegué a ese festival porque se me atravesó una cantina mexicana donde me emborraché hasta que me dejó el avión.
Un pata de perro en el festival de poesía de Bogotá Margarito Cuéllar Poeta, narrador, responsable de muy serias antologías de poesía hispanoamericana, profesor universitario nacido en México. Bisagra indiscutible entre la poesía colombiana y la mexicana. Fundador del Festival de Poesía de Bogotá
S
Ahí conocí a Juan Carlos Galeano, quien me invitó a su casa en Tallahasse, Florida, en EU y a leer en su Universidad. A otros poetas colombianos con los que he mantenido amistad y se han tendido puentes a prueba de grupos literarios y de enemistades poéticas. Conocí también a Iván Oñate, poeta y semiólogo ecuatoriano que me hizo adoptar a Ecuador como mi tercera patria, y que me llevó, junto con Magdalena, su mujer, mar adentro en busca de las ballenas jorobadas, que se han de haber asustado con los asustados visitantes pues una de ellas salió
upe del Festival de Ulrika en el verano del
a flote, lanzó un bufido que hizo estremecer el mar
99 durante mi estancia en Bogotá como be-
y el cielo y dejó una estela blanca de espuma y agua
neficiario del Programa de Residencias Artísticas
que se diluyó en cuestión de segundos.
México-Colombia. Este conejillo de indias cono-
Leí en ese festival por primera vez en Casa Silva
ció a Rafael Del Castillo en una cena organizada
el 26 de agosto de ese aciago 1999, junto al chileno
por María Mercedes Carranza en la Casa de Poesía
Diego Maqueira y al ecuatoriano Pablo Salgado, des-
Silva. Con seguridad la querida María Mercedes
pués de leer poemas ante estudiantes del Politécnico
me vio cara de malandrín y le encargó al director
Grancolombiano al filo del mediodía; Pablo dirigía
de Ulrika y animador del Festival que se hiciera
Eskeletra en su país y tenía un programa de radio al
cargo del poeta mexicano. Aunque muy pronto fui
cual me invitó a leer poemas en 2002.
yo quien le mostró al autor de aires viciados los giros negros de su propia ciudad.
50
| ulrika 47
En el bello espacio donde el poeta José Asunción Silva se disparó al corazón con un rifle horas
después de que un médico le dibujara la parte exac-
gulo de polvo blanco de los senos a la Cueva de
ta del corazón, debí haber vertido, un día antes,
Dios y un bazuco que en vez de tumbarla la ponía a
un par de ideas en el seminario “La poesía de cara
gritar de euforia y a pelearse con unos espectros que
al próximo milenio”, dentro del VIII Encuentro
sólo a ella se le aparecían.
Internacional de Escritores que organizaba Rafael
Finalmente aterrizamos en El Dorado horas
Del Castillo, entonces arropado en la Corporación
después de la clausura del Festival con las cancio-
Cultural Artes y Letras de América. Hicieron lo
nes de Aníbal Beça.
propio durante tres días los poetas Francisco Pérez
Recuerdo en ese festival a Alexis Gómez Rosa
Perdomo Giovanna Pollarollo (Venezuela), Ánge-
(Dominicana), a Alberto Rodríguez Tosca, un cu-
la Ball (Estados Unidos), Óscar Acosta (Hondu-
bano que vivía entonces en Bogotá, a los colom-
ras), Aníbal Beça (Brasil), Carlos Moneta y Daniel
bianos Juan Carlos Galeano, Armando Rodríguez
García Helder (Argentina), Jeannette Amit (Cos-
Ballesteros, Fernando Linero y Jotamario Arbeláez.
ta Rica) e Iván Oñate (Ecuador). Para el 27, bajo la guía de Juan Pablo Roa, ya estábamos en Villavicencio leyendo poemas en el Auditorio del Banco de la República.
s Tarde pero volví. El asesino siempre vuelve al lugar del crimen y yo reincidí en 2007 durante el
Atrincherados en el Hotel Bacatá de calle
XV Festival Internacional de Poesía Bogotá, del
19 con carrera 5ª. salíamos en grupos de cinco y
29 de abril al 5 de mayo, dedicado a Juan Gusta-
seis personas, ya al homenaje a Darío Jaramillo, a
vo Cobo Borda. De nuevo gente maravillosa en la
quien se le dedicó el festival ese año, ya a la Biblio-
edificación de puentes del futuro: el guatemalteco
teca Nacional Aurelio Arturo, ya a la Universidad
radicado en México, Carlos López, con más de 30
Pedagógica.
años como editor independiente y que publicó en
En Villavicencio quedamos atrapados en un
2011 mis aforismos en un libro miniatura bellísimo
aguacero feroz. Llovía más que en las novelas de
(salvo la foto del autor, que no ayuda en nada, pero
García Márquez, la carretera se averió y era impo-
tampoco se pueden hacer milagros) bajo el título
sible regresar a la clausura del Festival, programa-
de El sueño de la sombra & Spondylus. Con él, Cobo
da en el Parque Independencia a las 4 de la tarde
Borda y con el hondureño Rigoberto Paredes, un
del sábado 28. Nos consiguieron un vuelo en un
tipazo y gran poeta, leímos en Casa Silva un miér-
avión pequeñísimo, pero Jeny, no tenía cédula de
coles 2 de mayo a las 6 y media de la tarde. A ese
identidad, estábamos en zona con influencia de la
festival fueron el inolvidable Adriano González
guerrilla y el avión no despegaba mientras la lluvia
León y Alexis Romero (Venezuela), el argentino
no amainara. Finalmente, alzamos el vuelo: debió
Jorge Ariel Madrazo, la mexicana Thelma Nava,
durar 30 minutos y tardó una eternidad de más de
el italiano Carlos Bordini; Vince Fasciani de Suiza,
una hora. Jeny, quizá fatigada por sus maniobras
Guadalupe Grande y Fernando Villena de España,
eróticas, se durmió como si no tuviera cuentas pen-
Pablo Armando Fernández de Cuba, Luis La Hoz
dientes con la ley y yo creí que nunca saldríamos de
de Perú, Wolfang Ratz de Austria, Francisco Ruiz
aquella selva lluviosa en la que no se veía nada. Los
Udiel (Nicaragua), la ecuatoriana Maruja Vieira,
malabares eróticos de Jeny incluían: vigilia total,
Francisco Morales Santos (Guatemala) y Graig
botellas de cerveza en sus zonas sagradas, un trián-
Arnold de EU. Por el país anfitrión estuvieron
ulrika 47 |
51
Federico Díaz-Granados, Nicolás Suescún, Fer-
–En la bolsa de cierre– contesté.
nando Herrera, de nuevo Jota, Juan Carlos Ace-
La abrieron, me arrojaron el documento y se
vedo, Gustavo Adolfo Garcés, Fernando Gaona,
perdieron calles arriba, en la parte más oscura de
Mauricio Contreras, Samuel Jaramillo, Manuel
la Candelaria.
Pachón, Sergio Laignelet y John Fitzgerald.
Ya en Casa de Citas, con aguardiente y tequi-
Esa vez hubo lecturas, algunas de ellas apoteó-
la, una mezcla nada recomendable, por cierto, el
ticas, otras caóticas, en Corferias, colegios, en Fu-
corazón volvió a su ritmo normal y los boleros y
sagasugá, el auditorio León de Greif de la UNC, en
el piano de Fernando Linero debieron fluir toda la
Ciudad Bolívar donde leímos ante un público de
noche, porque ya no me acuerdo de más, y a estas
desplazados y donde participaron también poetas
alturas de la vida ya no sé si lo soñé, si lo viví o me
de ahí. Hubo una clausura formal en la Fundación
lo contaron.
Gilberto Alzate Avendaño. Leímos un poema cada
Recuerdo que en el colegio Gonzalo Arango
uno de los invitados y se lanzó el cuaderno editado
había un ajedrez enorme, del tamaño de los alum-
pro Caro y Cuervo Bogotá en verso. La clausura in-
nos. Dicen colegios y uno piensa que son escuelas
formal estaba programada en Casa de Citas a las
preparatorias, o de perdido secundarias. Nada, pu-
8:30 pm. Incluía un saludo a Cobo Borda, quien
ros chavitos de entre 9 y 12 años. Según yo, para
no fue, pues ya alguna enfermedad lo corroía len-
entretenerlos, escogí puros poemas sobre animales.
ta, pero certeramente, y una ofrenda en el altar del
El poeta Alexis Romero me comentó en otra lec-
bolero. Terminada la lectura en la Fundación sali-
tura que me estrangularía si volvía a leer otro poe-
mos en fila india hacia la otra clausura. Con alguna
ma de animales, así es que cambié de tema. Pero
brújula mágica me había localizado Jeny y estaba en
el guatemalteco Francisco Morales estuvo peor en
primera fila en el auditorio central de la Gilberto
Fusagasugá. Como los estudiantes no ponían aten-
Alzate. La lectura debió estar un poco aburrida o
ción los formó y los puso a cantar el himno nacio-
salimos a caminar por el Chorro de Quevedo, en-
nal de Colombia, y aquello fue un caos.
filando hacia Casa de Citas. Recuerdo a dos chicos
En 2008 México fue el país invitado. De nuevo
jugando fútbol (aquí sí con acento), a una madre
reincidí, esta vez del 26 al 31 de mayo. El homenaje
angustiada sacarlos apresuradamente de la cancha
fue a José Luis Díaz-Granados. Había una expo-
y a un par de sardinos de no más de 17, que salie-
sición de fotos de poetas mexicanos en el Centro
ron de la nada y ya uno de ellos me arrebataba la
Cultural Gabriel García Márquez a cargo de Enzia
mochila y el otro me ponía un cuchillo tembloroso
Verduchi, titular entonces de literatura del INBA.
en el cuello al ritmo de “no se mueva o lo chuzo”. -Usted hágase a un lado, gamina –dirigiéndose a Jeny.
La inauguración no pudo ser más apoteótica. A las 8 y media de la mañana abordamos el tren turístico de la Sabana rumbo a la Catedral de la
Yo me quedé apendejado un momento. Cuan-
Sal de Zipaquirá. Al filo del mediodía la voz de
do corrían con mis pertenencias me acordé que el
trueno de nuestro tigre mayor, Eduardo Lizalde, se
regreso a México era al día siguiente. Les grité:
dejó escuchar ante un extasiado auditorio. Inclu-
-Mi pasaporte, mañana regreso a México.
yó en su lectura un poema de Cada cosa es Babel,
-¿Dónde está –dijo el que llevaba mi mochila,
dedicado a un poeta joven mexicano. El joven
deteniéndose.
52
| ulrika 47
poeta era yo, que acababa de cumplir 52 años un
mes antes y que en el trayecto México-Bogotá le
de 2010, el poeta homenajeado fue Álvaro Rodrí-
comentó extasiado que Delia Garda, actriz y la
guez Torres. Gonzalo Rojas no llegó, pero ahí estu-
mejor directora de teatro que ha tenido Monte-
vieron Jame Quezada y Tamym Maulen de Chile,
rrey, me rebeló los secretos de Cada cosa es Babel
Ledo Ivo de Brasil, jovial y entusiasta como un
(una edición de 1966 publicada por la Universi-
quinceañero, los mexicanos Marco Antonio Cam-
dad de Guanajuato) cuando yo tenía 17 años, y
pos, José Ángel Leyva y otra vez un servidor; de
que desde entonces sigo las huellas del felino.
Uruguay, Ida Vítale y Enrique Fierro, de España no
Con Lizalde volví a leer poemas en la Funda-
llegó Luis Eduardo Aute, sólo Antonio Porpetta,
ción Santillana, junto a José Ángel Leyva, Antonio
de Cuba Pablo Armando Fernández, de Venezue-
del Fabio Morábito, Luz Mery Giraldo y Hernando
la Juan Calzadilla, Ernesto Román Orozco y un
Cabarcas. En Chía, Yohana Jaramillo, Leyva y yo,
Rafael Cadenas silencioso pero siempre con el co-
junto a Marcos Silber (Argentina), Gerardo Ciancio
mentario inteligente y la flecha envenenada para
(Uruguay), Celedonio Orjuela, Fernando Linero,
Hugo Chávez. De Costa Rica-Colombia Armando
Fernando Herrera y Tatik Carrión, en ese entonces
Rodríguez Ballesteros, Carlos Clará de El Salvador
Martha (Colombia) fuimos testigos de cómo Jota-
y Oswaldo Sauma.
mario, profeta del Nadaismo, estafeta entregada di-
La sede central fue el Gimnasio Moderno,
rectamente por su fundador Arturo Arango, es capaz
aunque hubo actividades en el Colegio Reyes Ca-
de mantener extasiado a un auditorio de más de mil
tólicos y el Fondo de Cultura Económica, así como
personas en una plaza pública. Antes de esa lectura
en Cartagena, Valledupar, Cali e Ibagué.
tuvimos una comelitona en un lugar, corregido y au-
Fue en uno de esos festivales en los que cono-
mentado de alguna novela de García Márquez, un
cí a gente fabulosa como Carolina Calvo y Robert
macondo cercano a Bogotá donde no sólo la comida
Uribe. Carolina me dejó plantado en el aeropuer-
es maravillosa sino el ambiente de barroquismo que
to con un enorme ramo de girasoles que tuve que
rebasa lo real maravilloso: Andrés Carne de Res.
arrojar a un cesto de basura, pues el avión estaba a
Con Pablo Mayre (Chile), Xavier Oquendo,
punto de partir sin mí. Mientras el avión despega-
que años después organiza en Quito el Encuentro
ba sin despedirnos llené mi libreta con “Memoria
de Poesía Paralelo Cero (incluyendo a este loco
del girasol, serie de sonetos de la cual cito uno, que
como uno de sus invitados en 2011), Yohana, Víc-
por cierto no sigue todas las reglas:
tor Cabrera y Marcelo Báez (Ecuador), armamos tremenda rumba que amenazaba con prolongarse la noche entera, de no ser porque a los vecinos de habitación les molestaba nuestro escándalo. Nada del otro mundo: bebimos vino tinto, aguardiente, cerveza y Oquendo se puso a imitar al Chavo del Ocho y al Chapulín Colorado. De México, además de Yohana y Víctor, Carmina Estrada y Raúl Renán, estuvieron también Efraín Bartolomé y Francisco Javier Alvarado. En el festival número 18, del 24 al 29 de mayo
El girasol se enciende si lo tocas: color su fuego, su signo el abandono. Seca, su forma no sirve ni de abono y vaga por ahí a tientas y a locas. Cómprale una corbata de perdido, llévalo a Montserrate, cuéntale un cuento, y si te cansa arroja su contento a los contenedores del olvido. Invítale un bareto por la noche y que sea tu chofer por la mañana;
ulrika 47 |
53
preséntalo a tus padres y a tu hermana y luego, sin motivo de reproche, arrójalo a la turba aletargada. Quién le manda ser flor, es decir, nada.
BOGOTÁ, LA POESÍA Y LA MEMORIA Enrique Sánchez Hernani Poeta y periodista peruano. Promotor de la revista Ulrika y del Festival en su país. Asistente al primer Festival se le tiene como uno de sus Fundadores, por derecho propio
Robert me invitó luego a publicar en Sin Fundamento, revista de filosofía de la Universidad Libre y fui su conejillo de indias en la Editorial con las Uñas, donde aparecieron en 2011 Pata de perro (poesía) y Eclipse de sol (cuento). Llegó el 2011 y un tratamiento médico me ató a mi ciudad, Monterrey, y a mi país, México. Ese año, tanto el festival de poesía de Bogotá como el
D
e Lima a Tumbes, la ciudad fronteriza con el Ecuador, se apila en una larga serpiente de
asfalto, sobre uno de los desiertos más inclemen-
de República Dominicana tuvieron que esperar.
tes del mundo, la nada despreciable cantidad de
No me han dado de alta, pero en cuanto me sentí
1,259 kilómetros. Desde esta misma ciudad, pero
bien tomé en enero pasado un vuelo a Bogotá, y
por un territorio que ya nos indica que estamos en
con el pretexto de coordinar el simposio de cine
las puertas del Trópico —por lo verde y vistoso—,
y literatura dentro del Encuentro Internacional de
hasta Quito, hay 619 kilómetros. De Quito a Bo-
Cine Bogotá, organizado por los hermanos Javier y
gotá hay otros 730 kilómetros o quizá más, pues
Alejandro Rey, recorrí con el ánimo de un sobre-
todos estos cálculos están hechos en línea recta,
viviente mis antiguas calles bogotanas y comencé
trayecto que es imposible de cumplir para ningún
a beberme nuevamente el mundo a tragos con la
viajero, salvo que obviemos la cordillera, las que-
complicidad de mis hermanos Rafael Del Castillo,
bradas, la diferentes alturas entre valles y mesetas,
Jotamario Arbeláez, Mauricio Contreras, Fernando
y otra buena cantidad de accidentes geográficos y
Linero, Juan Manuel Roca, Fabio Jurado, Javier
humanos.
González, Juan Felipe Robledo, Darío Jaramillo,
Bien. Kilómetros más, kilómetros menos, en-
Federico Díaz-Granados y Carlos Pachón, que
tre Lima y Bogotá existen 2,608 kilómetros de
desde su trinchera de El Zahir le dio altura a Mi
distancia. Y a nosotros, los poetas Luis La Hoz,
cuaderno para celebrar. Y cómo olvidar a los amigos
Aída Alonso y quien esto escribe, inexpertos en
de Luvina, a Marcela Sánchez, a Álvaro Miranda,
los trayectos off road, sin habernos preparado ni en
a Celedonio Orjuela, a Mario Rodríguez, a Carlos
los Boy Scouts, se nos ocurrió que podíamos hacer
Almeida, a Tatik y menos la hermosura curativa
el trayecto por tierra, embutidos en buses interna-
de Zaira Valenzuela. Por ellos, por la paciencia de
cionales. Sálvenos Dios. Al otro lado, el destino
Ana, por mis hijos y la Terrible, decidí esta vez no
era la tierra prometida: el I Festival Internacional
darle gusto a la putilla del rubor helado, como lla-
de Poesía de Bogotá. Cierto que eso ocurrió hace
mara José Gorostiza a la indeseable.
veinte años y teníamos esa cantidad de tiempo me-
Decía Maiakovski que la poesía debe gritarse. Larga vida al festival de poesía de Bogotá. Monterrey, México, abril 4 de 2012
54
| ulrika 47
nos en el cuerpo, las glándulas acomodadas en su sitio, los músculos más duros, los nervios admisiblemente templados.
–Ese trayecto es facilito– me convenció el
lices. Salimos sólo para buscar algo de comer, pero
poeta La Hoz, con esa propensión que tenemos los
inmediatamente recaímos en otro bar, el Rumors,
peruanos de usar diminutivos por quítame estas
un sótano sumido en las penumbras, desde donde
pajas. –Además descansaremos en dos puntos de
escapaba música de Led Zeppelin. En ese bar, y en
la ruta.
esa noche, la poeta Aída Alonso demostró la teo-
Me convenció. Los dos puntos de tregua los
ría pitagórica de que siete tequilas te hacen feliz,
fijamos en Tumbes y Quito, con una breve pasca-
doce te llevan al delirio y quince al dormitorio.
na en Pasto, para estirar las piernas. Lo que nos
Salimos en trance de dormir.
ocurrió en Tumbes y en Quito, solamente, da para
Cuando volvimos a subir al bus y bajamos en
varias crónicas. Baste decir que Tumbes es (o, por
Pasto sólo pensamos que detrás de esas montañas
lo menos, era) lo más parecido a un pueblecito del
ya se avistaba Bogotá, y que nuestra peripecia de
Far West, en esas películas donde blandía sus pis-
casi tres días de marcha iba llegando a su fin. El
tolones de utilería el rudo vaquero John Wayne,
trasbordo de bus lo hicimos en plan de sobrevi-
pero que se salva porque hay algunos restaurantes
vientes. Ni Indiana Jones había empolvado tanto
que expenden una delicia local: cebiche de con-
sus botas como nosotros lo habíamos hecho en ese
chas negras, un molusco (Anadara tuberculosa o
tramo donde, aplastados en el bus, tuvimos que es-
Black Ark) cocido en jugo de limón y ají, que, así
cuchar música que jamás oíamos, comer platillos
preparado, llena de vigor hasta a los pusilánimes
que nunca nos imaginamos y sufrir algunos empe-
y endereza la voluntad de los hombres que han
llones dignos de mejor causa. Arrepentirse de ha-
perdido la esperanza de hacer felices a sus mujeres,
ber viajado por tierra a Bogota, a estas alturas, ya
gracias a sus propiedades, dicen, afrodisíacas. Por
no tenía remedio. La luz de la poesía suele ser muy
cierto, Tumbes no es famoso por las calles circun-
fuerte como para entusiasmar a cualquier prójimo,
dantes a la estación de buses, sino por sus magní-
y hacia allá nos dirigíamos como se dirigieron al-
ficas playas de arena blanca, mar azul y sol todo el
guna vez a Belén los tres Reyes Magos, siguiendo
año. Pero por allí no recalan los buses; nosotros
la estrella, aunque Aída era, por cierto, más una
fuimos por otra parte.
reina que un reyezuelo de carretera.
En Quito, es necesario anotarlo, nos inmovilizó la avenida Amazonas con sus persuasivos bares
s
donde expenden licores por botellas, acompaña-
En el momento que llegamos a Bogotá, can-
dos por unos baldecitos llenos de hielo y una mon-
sados del viaje, con la espalda en la maleta, por
tañita de limón. Nosotros, habituados a los bares
no hablar de partes menos nobles del cuerpo hu-
limeños, donde sólo venden trago por trago, y a
mano, nos dirigimos inmediatamente al hotel
precios nada gentiles, celebramos la bondad de los
donde habríamos de hospedarnos, y que hasta
hermanos ecuatorianos y sólo salimos de un lugar
hoy guardamos en la memoria. Nada más saber
llamado El Rinconcito Chileno cuando ya era de
que estábamos en el punto cenital de nuestro
noche. Recuerdo que habíamos ingresado al me-
destino, tras más de tres días de viaje, se nos ca-
diodía, pero el sol, la pereza, la alegría de haber
yeron las lágrimas. Por fin podríamos ver a nues-
cumplido sobradamente el tramo más largo de
tros pares venidos de varias partes de América y
nuestro viaje a Bogotá, nos puso inmensamente fe-
comprobaríamos que los poetas no éramos esos
ulrika 47 |
55
maniáticos que van emborronando cuartillas por
y lo atendían en otros minuciosos quehaceres, ha-
no hacer otra cosa mejor, y a los que con mucha
ciéndoles entender que de los seres humanos eran
levedad de juicio se les acusa en el Perú de ser
una variante excelsa, se nos cayó el asombro al
perezosos y pobretones, cuando no de faltas ma-
piso sólo de ver tanto respeto. ¿Por qué no había
yores: borrachos consuetudinarios, seductores de
algo así en el Perú? ¿Por qué siempre los poetas
muchachitas, vendedores de ilusiones, hechice-
terminábamos siendo los hijos lisiaditos, los in-
ros catecúmenos y algunas otras cosas peores. Por
quilinos incómodos, los buenos-para-nada, los
eso en el Perú los poetas cultivan prolijamente
mentecatos, los loquitos terminales, los atacados
un hábito que es de su entera propiedad: morirse
por la inhóspita enfermedad de la ensoñación?
en la más absoluta pobreza, solos e inatendidos,
En ese momento casi dejamos nuestros pasapor-
para que después la conciencia nacional reha-
tes peruanos en la mesa y solicitamos la urgente
bilite su culpa poniéndole el nombre del occiso
nacionalidad colombiana, pero cuando nos dimos
a alguna calle que, seguramente, el tiempo mal
cuenta que el cariño de los poetas anfitriones ya
iluminará, y donde otros prójimos suyos se irán
nos había regalado todo el amor del mundo y, me-
derrumbando para engrosar la fila de poetas que
jor, el amor de toda Colombia, no nos quedó más
murieron sin merecer nada en este mundo, salvo
que contener otra lágrima y abrazarlos y abrazar-
el abrazo de los amigos y los besos robados a dos
nos nosotros mismos por haber hallado una raza
o tres musas.
de poetas digna de llevar los laureles, ésos que
s
otrora habían dignificado a ilustres antecesores como aquel Homero o el Dante.
Esto de lo pobreza rutinaria de los poetas pe-
Ésta no fue la única diferencia que encontra-
ruanos tiene que ver con algo que después nos ad-
mos en Colombia. De los amigos y los sucesos del
miraría en Colombia. En el Perú de hace veinte
festival, contaré líneas abajo. Otra cosa. Los pe-
años, se esperaba que los poetas no sólo escribie-
ruanos nos pasamos el tiempo jurando que somos
sen sus versos, sino que también los publicasen
amables, cariñosos, hospitalarios. Eso es cierto.
por cuenta propia, trabajando como caballos para
Pero en Colombia nos dieron una lección mayor
ganarse los frejoles diarios, pero igualmente la
a la que estábamos acostumbrados, sobre todo
gloria de ser reconocidos, gracias a que publica-
considerando que éramos poetas, y que en el Perú
ban con su peculio. No existía ninguna editorial
ese es un oficio que debe confesarse con pudor,
que arriesgase algunos centavos en publicarle un
arriesgándose a las sonrisitas burlonas, a las pal-
libro a los pobres poetas. Por eso uno del gremio,
maditas en las espaldas.
el poeta Manuel Morales, fundador de la retórica
Fue en Colombia, lo revelo, el primer país de
del setenta, callejero y amante de la noche, solía
América donde no confesé mi oficio en voz baja.
decir: “Ser poeta en el Perú no se lo recomiendo
Para mí fue lo más raro del mundo que la gente se
ni a Supermán”.
nos acercase llamándonos “maestros”. Allí reparé
Cuando nos enteramos que en Colombia los
en que eso era cierto. El título que nos escatima-
recitales se pagaban y existía una Casa Silva de
ban en nuestro país, nos lo daban los hermanos
Poesía, donde al poeta lo cobijaban, le imprimían
colombianos. Porque ser poeta no sólo es sentir el
sus revistas, le buscaban alumnos para sus talleres,
rapto de la inspiración y sacar unos versitos de la
56
| ulrika 47
nada, como un mago de circo pobre, no señor. Es
los pacientes de diabetes. Pero estos zamarros son
un oficio como todo otro, donde hay que traba-
muy distintos a nosotros y no hay que confundir.
jar duro, donde hay que leer hasta quemarnos los
No, señor.
ojos, escribir hasta que nos duelan los dedos, y ser muy críticos, además de sensibles e inteligentes.
s
La historia literaria no perdona si nos comporta-
La primera vez que visité al poeta Rafael Del
mos de otra manera. Entonces, ¿acaso esto no me-
Castillo, me parece que me recibió en su departa-
rece el título de maestro, que solo se les suele dar
mento, en un edificio que ahora no sabría precisar.
a quienes siguen estudios académicos, y nunca a
Era de noche e iba con el poeta Luis La Hoz. Esa
quienes labramos, libro a libro, a brazo partido,
noche aprendí que los bogotanos tratan a todos
una incansable vocación autodidacta?
de “usted” y que cultivan una finísima cortesía
Otro hecho asombroso fue que en Bogotá, y
que envuelve a los forasteros, como nosotros en
en las provincias que nos hicieron visitar, los reci-
ese momento, en la intensa llama de la amistad.
tales se llenaban de gente, de seres atentos a cada
Rafa tuvo la gentileza de invitarnos una botellita
palabra que pronunciábamos y que, cuando lo di-
—¿o fueron varias?— del extraordinario aguar-
cho valía la pena, soltaban una salva conmove-
diente Cristal, que nos acompañó con hidalguía
dora de aplausos. En el Perú —y no porque hable
hasta bien avanzada la noche. Conversamos de
mal de él, porque en otras cosas somos prodigiosos,
todo aquella noche, de nuestro oficio, de lo mucho
benévolos, espléndidos— ser poeta es, además, un
que se parecían los sueños en Lima o en Bogotá,
oficio clandestino. Salvo los recitales que hubo
del trabajo monumental que había sido organizar
alguna vez durante los años sesenta y setenta, las
ese I Festival Internacional de Poesía a puro pulso
lecturas de poesía convocan, a lo mucho, dos o
y devoción viva, de los poemas que pensábamos
tres decenas de despabilados y tenaces amantes de
escribir, de los amores perdidos, de los amores re-
la poesía. Y siempre son los mismos.
conquistados, de la ciudad que nos amaba y nos
Los libros tienen tirajes languidecientes y los
odiaba con igual intensidad y de tantos otros temas
mayores poetas peruanos no llegan a vender más
que se me alejan en la memoria. Fuimos capaces
de quinientos ejemplares, salvo, claro está, pro-
de ser amigos. Lo reconocí esa misma noche. La
digios como César Vallejo, que en el Perú ya no
conversación fue tan amable que me hizo recordar
es sólo un poeta, sino una estatua brillante que
a mi casa. Y en ese momento me invadió el can-
cada peruano tiene metida en la cabeza. Por eso,
sancio de todo el viaje hecho por tierra y el sueño
ver los abigarrados recitales colombianos era algo
me venció como una pesada piedra. Cuando me
que, otra vez, nos hacía saltar las lágrimas. Que,
desperté, Rafa y Luis seguían bebiendo mientras
además, nos reconociesen en la calle, nos hacía
velaban mi sueño. Me sacudí, me puse los zapatos
pensar que nuestras carreras se unían, por breves y
y salí a la calle. En ese instante me sentí como un
dichosos momentos, con el destino de las estrellas
ángel callejero. Esa visita a Bogotá me había hecho
del rock.
crecer alas, las alas de la poesía.
En Bogotá nos dimos un baño de multitud y
El vate Armando Rodríguez Ballesteros fue
casi, casi, comprendimos a los políticos que ne-
quien nos recibió a nombre del Festival la noche
cesitan de semejantes bálsamos, como la insulina
que llegamos a Bogotá. Los poetas ya presentes ha-
ulrika 47 |
57
bían tenido una ardua jornada vespertina y cena-
daba nacimiento al universo y me emocionó estar
ban, como Jesús y sus discípulos, en el Getsemaní
orbitando en él.
del hotel donde nos alojaríamos, bebiendo un tinti-
De todas las otras sorpresas que me dio el fes-
co en sus santos griales. Me hizo gracia que Arman-
tival, que han llenado mi vida todos estos años, de
do, al contrastarnos –una poeta rubia, un poeta mo-
tan intensa manera que estos primeros veinte han
rocho y un criollo indefinible, también poeta, o sea
transcurrido como si fuesen apenas veinte minu-
yo–, no supiese distinguir cuál era la raza peruana.
tos, quiero señalar uno de los encuentros decisivos
Cuando le explicamos que el crisol racial peruano
que tuve aquella vez. Le tocaba leer al poeta La
era más grande y que incluía a casi todas la razas del
Hoz en el íntimo y cálido local del Saint Amour, al
mundo, optó por sólo vernos a través de los ojos.
cual acudimos con un grupo de poetas de distintas
Los poetas, finalmente, nos parecemos en el mismo
nacionalidades. Cuando éste hubo dado cuenta de
latido que agolpa nuestra sangre y nos inflama el
su lectura, no regresó a la mesa que compartíamos.
rostro y las manos y los corazones. Esos días íba-
En eso veo que, desde el otro lado del local, alzó
mos a descubrirlo los tres peruanos que veníamos
el brazo y con una mano me llamaba. “Mira quién
allende la cordillera de los Andes. Los poetas, nos
está acá”, me soltó apenas me tuvo a tiro de pala-
lo hicieron saber los hermanos colombianos, somos
bra. En la mesa, un caballero con mirada y barba
una misma raza. Todos nos parecemos.
de apóstol rocanrolero me sonreía desde el fondo
John Fitzgerald Torres Sanmiguel era el más
del alma. Yo, casi salté sobre el mobiliario. Nunca
callado de los poetas amigos, que junto al hermo-
lo había visto personalmente, pero reconocí quién
so equipo de la revista Ulrika, habían levantado
era al recordar la foto que había en un libro suyo, y
ese edificio de puro amor que fue el festival. Casi
que yo que había leído con pasión y furor: Mi reino
no hablaba, pero sus ideas se entendían en un cu-
por este mundo. Era el poeta Jotamario Arbeláez.
rioso lenguaje instintivo que no requería de las
Nos abrazamos intensamente y hablamos de todo
palabras. Por lo menos eso me pareció a mí. En
y con todo: boca, manos, pies, cabeza, pelos, uñas.
la oficina del hotel donde ordenaba y desordena-
Fue como asistir al back stage de una megaestrella
ba papeles, en medio de una jungla de cables de
del rock’n roll. Ahora sé que soy amigo de Jota-
teléfono, junto a los otros muchachos que apo-
mario para siempre, hasta que vuelva a estallar el
yaban la logística del evento, volaban palomas,
universo, o sea para toda la eternidad.
chisporroteaban estrellas fugaces, se desprendían cataratas sonoras de las paredes, aparecían arcos
s
iris fugaces, se formaban auroras boreales, nació
El viaje de regreso a Lima, nuevamente por
una supernova y un tropel de bellísimas mucha-
carretera, fue lento y muy pesado. El sol se iba opa-
chas miraban a los poetas con la mayor bondad
cando a nuestras espaldas. Pero estábamos llenos de
que recuerdo haber sentido en toda mi vida. ¡Qué
poesía, inundados de recuerdos. El efecto nos duró
lindas eran esas muchachas! Era un espectáculo
hasta muchos meses después —a mí por muchos
bellísimo y yo, embobado, me quedaba mirando
años más—, como un perenne latigazo de LSD. Y
esa sucesión de querubines y serafines que orde-
ahora volveré a Bogotá luego de veinte años. Pude
naban el mundo, manejados sabiamente por John
venir antes; me disculpo, pero las molestas circuns-
Fitzgerald. En esos días y noches entendí cómo se
tancias y la vida miserable de estar atado a un tra-
58
| ulrika 47
bajo remunerado me fueron adversas. Pero ahora
de la radiante y prolífica poesía colombiana. Fene-
sí regreso y no pienso abandonar Bogotá jamás: le
cidas las editoriales mencionadas, ¿quién se atreve a
tengo reservado todo el aeropuerto de mi corazón.
hacernos conocer a más poetas colombianos? Creo
Lima, 28 de marzo de 2012
que, desde el otro vector, la poesía peruana también se ha hecho más conocida en Colombia. Fue feliz la
POST SCRIPTUM. La estela de los congresos interna- publicación de la obra completa del peruano Jorge cionales de poesía celebrados en Bogotá ha rozado
Eduardo Eielson por Norma, a quien, hace veinte
con su polvo de estrellas a otros creadores. En estos
años, muy pocos conocían en Bogotá. Me consta.
veinte años el Perú ha sido un país que ha actuado
Sería importante que hoy alguna editorial colom-
como un invitado frecuente. La celebridad de sus
biana, sobre todo de sus universidades, que publican
encuentros es, ahora, parte del repertorio de los poe-
poesía, algo que no es frecuente en el Perú, pueda
tas peruanos que han asistido a leer en Bogotá y los
antologar a más poetas peruanos para ser leídos allá.
que no han podido viajar aún, conocen de su impor-
El Perú cuenta con generaciones de poetas que cree-
tancia. Su ejemplo también se ha multiplicado en
mos son importantes y que bien valdría la pena ser
Lima. Precisamente este año se celebra el I Festival
leídos fuera de nuestras fronteras. Firmo esto al pie.
Internacional de Poesía de Lima (FIP Lima), evento
Publíquese y difúndase.
inédito que sólo ha contado con dos congresos previos, pero organizados por la Universidad de Lima
conocimos en Bogotá. Y este año llegan para el FIP
UN RÉCORD EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO
Lima Fernando Herrera, Jotamario Arbeláez, Luis
EDWIN MADRID
Eduardo Rendón y Ramón Cote. La celebridad de la
Poeta y gestor cultural ecuatoriano. Indudablemente uno de los mentores de este proyecto
y circunscritos a esa universidad. A éstos vinieron, por ejemplo, los poetas Jotamario Arbeláez y Juan Manuel Roca, y otros poetas latinoamericanos que
poesía colombiana también se ha estelarizado entre los lectores peruanos de poesía. Todos quienes alguna vez viajamos a Bogotá hemos traído al Perú libros de poetas colombianos, y como tiene que ser, los hemos difundido. Antes, en Lima, las editoriales Oveja Negra y Carlos Lolhé Editores habían divulgado
S
e dijo que la delegación de poetas ecuatorianos que iba a participar en el I Festival
Internacional de Poesía de Bogotá, sería de un
algunos títulos de poesía colombiana, como Mi reino
autobús repleto de poetas. Una institución de
por este mundo de Jotamario u Obra Negra de Gon-
Quito iba a facilitar el vehículo para que los poe-
zalo Arango. La colombiana Tercer Mundo también
tas llegaran a tiempo. Pero faltando unos días
trajo al Perú Los poemas de la ofensa, del poeta X-504,
hubo muchos contratiempos. Como suele suce-
Jaime Jaramillo Escobar, cuando aún no se sabía el
der, la institución suprimió, de un plumazo, su
nombre real del emboscado aeda. Álvaro Mutis es
compromiso de poner a disposición el autobús, y
un inquilino frecuente de las estanterías limeñas y
hasta allí llegó todo afán de cuanto poeta ecua-
lo fue José Asunción Silva, traído por la Editorial
toriano dijo iría a participar en el I Festival In-
Norma. Pero el lector peruano necesita conocer más
ternacional de Poesía de Bogotá organizado por
ulrika 47 |
59
la Revista Ulrika que dirige el poeta Rafael Del
del continente, que por primera vez nos reuníamos
Castillo Matamoros.
e intercambiábamos libros direcciones, teléfonos,
Corría 1992, pero tiempos antes había leído
diálogos. Pero además, fue un lugar donde éramos
Canción desnuda, el primer poemario de Rafael Del
asediados por la prensa colombiana para captar en-
Castillo, y sabía que era mi par colombiano, porque
trevistas o impresiones del país y tomarle el pulso
en 1988, fui a Bogotá deslumbrado por encontrar
a la poesía latinoamericana. Fuimos tratados como
la mítica Casa de Poesía Silva, a la que llegué, leí y
estrellas de rock. Las lecturas en salas, bares, par-
conocí a su directora la poeta María Mercedes Ca-
ques, barrios, cárceles, bibliotecas, universidades,
rranza tanto como a Rafael y a los poetas del grupo
etc., eran abarrotadas por un público que escucha-
que hacían la Revista Ulrika. Desde entonces, los
ba en silencio, como si la palabra del poeta hubiera
poetas de Bogotá se convirtieron en mis hermanos
llegado para consagrar a las almas descarriadas. Este
de la poesía y eso es para siempre. Por eso, no los
Festival Internacional de la Poesía de Bogotá, para
podía fallar en su I Festival. Así que ya estaba de-
mí fue fundacional porque a partir de él, construí,
cidido, mi esposa, la poeta Aleyda Quevedo y yo
sin internet, una red de amigos poetas con los que
partiríamos dos días antes de la inauguración. A
con el paso de los años se ha ido convirtiendo en
pocas horas de tomar el autobús que nos llevaría de
una hermandad, pues donde quiera que nos encon-
Quito a Ipiales, la ciudad de frontera entre Ecuador
tramos volvemos a ponernos al tanto de nuestras
y Colombia, a Aleyda le dio una crisis de nervios,
cosas. Algunos, lamentablemente, nos han aban-
no era para menos, íbamos a realizar un viaje de 30
donado, repentinamente, como Manuel Ulacia,
horas subidos en Transportes Bolivarianos, por una
exquisito poeta mexicano o la querida y extraor-
carretera que cruza por los abismos de Los Andes y
dinaria poeta María Mercedes Carranza de quien
con la posibilidad que el autobús sea detenido en
guardo el recuerdo de su amistad como el tesoro
los retenes de la guerrilla o de la guardia de Colom-
más preciado, ya que siempre que llegaba a la Casa
bia, sin saber qué nos podía pasar. Aleyda no logró
Silva me hacía sentir como en mi propia casa. Sin
reponerse y, a pedido de ella, saqué sus cosas de la
embargo, la amistad y complicidad con casi todos
maleta y salí de Quito solitario rumbo a Bogotá.
los poetas de ese primer festival, estos años, 20 ya,
s
se han venido fortaleciendo y eso me ha hecho mirar que la poesía es inútil para muchos cosas pero
En Bogotá, había gente con carteles del fes-
para ganarse verdaderos amigos es un lazo tan fuer-
tival y mi nombre, esperándome. El resto, lo que
te que impulsa a seguir escribiendo. Aquel festival
viví, del 10 al 17 de agosto de 1992, fue una gran
tuvo todo tipo de vivencias con la poesía, tal vez
fiesta de la palabra, la poesía y la fraternidad. Los
la que más recuerdo, porque es una muestra de que
organizadores de esto eran los poetas: Rafael Del
la poesía no se junta con la política fue la lectura
Castillo, John Fitzgerald Torres y Armado Rodrí-
que compartimos una noche, precisamente, en la
guez Ballesteros, anfitriones y gestores impecables.
Casa de Poesía Silva; la mesa se conformaba con el
El Hotel Dan Colonial, en pleno corazón del barrio
chileno Jaime Quezada, el argentino Marcos Silber,
colonial de La Candelaria, se convirtió en un ver-
el peruano Luis La Hoz y yo.
dadero cuartel general de poetas, un laberinto de la
La Casa estaba a reventar, la gente se des-
lengua latinoamericana, con poetas de todas partes
parramaba por los pasillos y ventanas, tenía un
60
| ulrika 47
movimiento inusual, habían cerrado la calle y la
La lectura y el saludo ocurrió sin la presencia
policía rodeaba el local. Como era costumbre de
del poeta peruano y, la verdad, yo también hubiera
la directora, María Mercedes Carranza, antes de
reaccionado de la misma manera que el Niño Lu-
empezar invitaba a los poetas a su oficina, brinda-
chito si, por ejemplo, en vez del expresidente pe-
ba un aguardientico mientras nos mencionaba el
ruano hubiera sido el expresidente Jamil Mahuad,
orden en el que íbamos a leer y nos recomenda-
el mismo que provocó la crisis bancaria de 1999
ba el tiempo para cada uno. Esa vez, además, nos
en Ecuador, por la que tuvieron que salir del país
dijo que estaban dos expresidentes en primera fila,
millones de ecuatorianos. Pero a pesar de nuestras
que habían llegado para saludarnos y para escu-
miserias de políticos y banqueros por suerte está la
charnos. Se trataba de Belisario Betancourt y de
poesía que puede hacer cosas increíbles, como lo
Alan García. Al enterarse de esto, el poeta Luis
demostró este grupo de poetas de la Revista Ulrika,
La Hoz se negó a leer, en un acto de pulcra dig-
que jalonados de la mano de Rafael Del Castillo,
nidad, dijo que él, no se atrevería dar la mano a
logró reunir a más de 40 poetas de otras partes de
alguien que había sumido en la miseria a su país.
América que junto a los colombianos dieron tes-
“Caballo Loco” se hallaba 1992 exiliado en Colombia timonio estado vivo de la poesía latinoameri- 2012 •Veinte añosdelde poesía tras haber sido enjuiciado por actos de corrupción
cana. Voces que con el paso de estos años, se han
en su gobierno.
convertido en ineludibles referentes de la poesía
ulrika 47 |
61
de esta parte del mundo pero que fueron conoci-
la vez urgida que expresa el deseo, la comunicación
das y aclamadas en ese primer festival. Este éxito
verbal y musical, que reconcilia y convoca.
de 1992 sólo comprometió, a ese grupo de poetas
También Rafael Del Castillo ha tenido el acier-
colombianos a preservar el Festival Internacional
to de realizar, en cada festival, homenajes a los poe-
de la Poesía de Bogotá y a desarrollarlo año tras
tas colombianos destacados, al recoger sus aportes
año, como una testarudez digna de alabarse, pues ya
en cuidados cuadernos de justa tipografía. Quizás
va en su vigésima edición para el bien de la poesía
así figuras como Fernando Charry Lara y Mario
latinoamericana y del mundo. Son tantos y tantos
Rivero se sintieron menos solos en la impúdica al-
los poetas que han pasado por allí, entre los que se
garabía que nos aturde. En la actitud reflexiva con
cuentan a los ecuatorianos: Jorge Enrique Adoum,
que el silencio concede el nacimiento de un verso.
Ulises Estrella, Margarita Laso, Iván Oñate, Ale-
Por ello debemos reconocer el Festival y a Rafael
yda Quevedo, Fernando Balseca y otros. Por eso,
Del Castillo como un cruzado terco en pro de la
larga vida al festival y a sus organizadores.
conquista de una Jerusalén imaginaria: allí donde
Quito, abril del 2012
El Festival cumple veinte años
se esconde el sepulcro lleno de vida de la poesía.
A QUIEN INTERESE JOTAMARIO ARBELAEZ Poeta, publicista y periodista colombiano. Fundador del movimiento Nadaista que representó uno de los momentos más dinámicos y polémicos de la poesía colombiana
Juan Gustavo Cobo Borda Poeta, ensayista y editor colombiano. Gran conocedor de la poesía iberoamericana y uno de sus principales difusores a través de reconocidas antologías. En 2007 fue el poeta homenajeado del Festival Internacional de Poesía de Bogotá
D
esde la soledad del restaurante o del bar, des-
C
ertifico que Rafael Del Castillo Matamoros, boyacense identificado con cédula de ciuda-
danía extraviada, es uno de los mejores poetas de
de la marginalidad incómoda de la fiesta, en
Colombia, y si no es aún el primero, que podrá ser-
el rincón oscuro de la casa, la figura del poeta que
lo, es por haberse dedicado por espacio de 30 años a
Rafael Del Castillo encarna en sus poemas, surge
la carajada de sostener una revista, Ulrika, y a partir
como un NO crítico en contra de una sociedad des-
de ella, durante otros 20, el Festival Internacional
concertada, entre la pobreza extrema y el consumo
de Poesía de Bogotá, que ha importado a más de
(a crédito) excesivo. Pero desde allí mismo, desde
600 bardos del extranjero, a compartirnos oralmen-
la herida y la carencia, se han tendido los puentes
te sus visiones y el privilegio de su presencia.
del diálogo y la reconciliación: 20 festivales inter-
Muchos poetas piensan que son muy buenos
naciones de poesía en Bogotá, que han convocado
por lo que escriben, y que hasta allí llega su com-
a los más destacados escritores del continente y de
promiso. Pero la labor del verdadero poeta no es
España e innumerables ediciones de la revista Ulrika
sólo la de versificar sino la de probar que a través
que han dicho Sí, en las bibliotecas publicas, en los
de la poesía el mundo puede ser más cercano y más
colegios, en las cárceles, a una palabra dubitativa y a
amable y más justo. Eso ha realizado Rafael, con-
62
| ulrika 47
tra viento y mareos, y son muchos los poetas que
nocimiento unánime por parte del público ávido de
ha homenajeado en su evento. He sido uno de sus
escuchar las comunicaciones del asombro y las pa-
elegidos, no sé con cuánto merecimiento, pero en
labras del estremecimiento, sino que ya comienza a
todo caso con excesiva festividad, a la manera de
convertirse en uno de los santo-y-señas perdurables
los antiguos bardos que coronaban con el laurel de
de la capital de Colombia.
la parodia –que aún todavía se estila en Caldas en sus juegos florales–, como hicimos en Andrés Carne de Res. El Festival Internacional de Poesía de Bogotá, puedo decirlo después de haber estado en los principales del mundo, no será el más ostentoso
A pulso, a dentelladas Evelio Rosero
o pomposo, pero puedo declarar que es el más lleno
Novelista, cuentista y poeta. Llamado a ser el más importante narrador colombiano de nuestros días, como lo demuestra el reconocimiento que le merece su obra en todo el mundo
de afecto y el más divertido.
Perfiles del Festival José Luis Díaz-Granados Poeta, narrador y cultor de la literatura para niños; nacido en Colombia. Promotor de la obra tanto de sus contemporáneos como de las nuevas generaciones
A
C
elebremos los 20 años del Festival de Poesía de Bogotá como uno de los encuentros no
sólo de poetas sino de auténtica poesía más importantes de Iberoamérica. Importante, sobre todo, porque ha logrado erigir y consolidar sus objetivos a pulso, a dentelladas, sin que lo patrocinen exorbi-
lo largo de estos últimos veinte años, he sido
tantes aportes empresariales, y sin el respaldo siem-
invitado en variadas ocasiones al Festival In-
pre interesado de la cultura oficial. Rafael Del Cas-
ternacional de Poesía de Bogotá, unas veces como
tillo es el pionero. Nadie más indicado que un poeta
lector de poemas, otras como oferente del homena-
para encauzar todo este maremágnum de la poesía,
je a un poeta cercano a nuestros afectos, y una, muy
y destinar las voces distintas de Iberoamérica a su
especial en 2008, como el escogido para recibir los
público –y no sólo con la voz viva de cada poeta, o
vítores y aplausos principales del público y de los
de cada pueblo, sino con las sucesivas publicaciones
poetas asistentes. Gracias a este festival –maravi-
que conforman las memorias del Festival. En estas
lloso evento, selecto y entusiasta–, y desde luego
Memorias del Festival de Poesía de Bogotá se pue-
a su fundador y director Rafael Del Castillo y a su
de seguir paso a paso, desde hace 20 años, lo más
avezado equipo de asesores, he podido estrechar
depurado de nuestras palabras. Como un barco me-
amistad con autores muy admirados de mi país, lo
tido en tempestades, pero siempre tocando el puer-
mismo que con notables poetas de otras geografías.
to seguro de los corazones hermanos, el Festival ha
El hecho de ganar la amistad de un poeta de nues-
sabido ganarse el cariño de los lectores, amantes de
tra entraña cautiva resulta un caudal permanente
la palabra. Albricias para los poetas que lo jalonan
de riqueza y alegría invalorables. En veinte años
desde hace dos décadas. Que los veinte años que se
de continua actividad, el Festival Internacional de
cumplen, cumplan otros tantos, para vida y esplen-
Poesía de Bogotá, no sólo se hace acreedor del reco-
dor de la poesía iberoamericana. Que así sea.
ulrika 47 |
63
Hugues Leclère
Abril 18 - julio 16
Exposición
piano (Francia)
Gotthard Schuh
Curaduría: Peter Pfrunder Museo de Arte del Banco de la República, piso 3
Biblioteca Luis Ángel Arango
Lunes a sábado 9 a.m. a 7 p.m. (cerrado todos los martes) Domingo10 a.m. a 5 p.m.
Conversatorio
Mayo 22 (martes)
Actividad previa al concierto que ofrecerá Hugues Leclère
Entrada gratuita, cupo limitado
Sala de Audiovisuales
6:30 p.m.
Entrada gratuita
Mayo 22 (martes)
Concierto
Hugues Leclère Programa I - Retratos de un compositor: Claude Debussy El Primer libro de preludios para piano de Debussy, en diálogo con obras de Narboni, Hersant, Ades, Bacri, Girard, Beffa, Louvier, Choveaux, Dubugnon, Leroux y Wintle. Sala de Conciertos
7:30 p.m.
Boletas: $20.000
Mayo 23 (miércoles)
Taller con Hugues Leclère
Actividad dirigida a intérpretes del piano, en modalidad de activos y observadores. Sala de Conciertos
10:00 a.m. a 12:00 p.m. Informes e inscripciones en el teléfono 343 1342
Mayo 23 (miércoles)
Concierto
Hugues Leclère Programa II - Retratos de un compositor: Claude Debussy El Segundo libro de preludios para piano de Debussy, en diálogo con obras de Dufourt, Durupt, Mantovani, Amy, Escaich, Pesson, Giraud, Dupin, Thilloy, Levinas y Durieux. Sala de Conciertos
7:30 p.m.
Mayo 8 y 22 (martes)
Boletas: $20.000
Club de Poesía
Para mayores de 16 años
Biblioteca Luis Ángel Arango, Sala de Conferencias
3 a 5 p.m.
Entrada gratuita, previa inscripción en literaturablaa@banrep.gov.co Con el fin de ofrecer un espacio para leer, disfrutar y discutir sobre poesía la Biblioteca Luis Ángel Arango abre este Club para todos los amantes de la poesía. Mayor información: www.banrepcultural.org/blaa/club-de-poesia
www.banrepcultural.org
C
ada lectura, si es lectura cabal, se nos presenta como acto único; el lector verdadero se entra en ella, paradójicamente, llevando en sí todos los beneficios derivados de sus experiencias lectoras anteriores, pero sin que en modo alguno le obsten para sentirse como si estuviera estrenándose virginalmente en el leer. Por mucho que se repita, ni se mecaniza, ni debe mecanizarse nunca la actividad lectora. No sería pertinente alegar aquí mi propio caso; pero en los de muchos de mis amigos de alta marca intelectural, es cosa confesada que con el más y más leer se aprende a leer más despacio, no más a la carrera; y se disfruta de esa lentitud, por las delicias que deja. En defensa de la lectura PEDRO SALINAS (Madrid, 1891 – Boston, 1951)
CALLE 12 # 31-203 • TEL (4) 266 2160 • MEDELLÍN - COLOMBIA
DECANATURA CULTURAL
Concursos Nacionales Universitarios
crónica
convocatoria abril-julio
cuento corto y poesía convocatoria junio-septiembre
oratoria
convocatoria octubre
COLECCIÓN
UN LIBRO POR CENTAVOS
Colección de circulación nacional e internacional gratuita, con ochenta poemarios en nueve años y edición de diez mil ejemplares
www.uexternado.edu.co