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EDITORIAL
Gobernabilidad y Derecho a la
Comunicación
L Betty Tola
Secretaria Nacional de Gestión de la Política
Llaktayukta Pushaypak, Willaynakuypak Hayñi Willanakuyka runapak ruray sapimi kan; ñawpa kawsay, chikankay, pakta kana illakpi ñakay tiyaymanta yuyayta hapinkapakmi willayka mitsashpa kamashka kana kan. Mushuk wakipakka, willanakuy hayñika sapan shuk alli yuyarishpa paktashpa rimanami. Shinapash rimaywan killkaywan ima ninaka, llakichik, saruk, wakchayachik, warmita llakichikkunapakmi kashka. Chay tukurichunmi, Willaynakuy Kamachika ñawpa, kunan, minchapak ima kashkata willana. Mamallakta kamachika ima yuyashkata rimashkawan rikuchinaka runapak hayñimi ninmi, chashna paktayashka llaktayukka pushaypaklla kachun. Willanakuyka sapan shuk kawsayta, ayllullaktata, uku-kanlla kawsayta willakmi Sumak Kawsayman paktankapak; Mamakamachi (Art. 16-20) rikuchin, aynik, yaykuchik, tawka kawsaypura tantanakuyta mirachik, willay rurana ankikunapash charikkunapalla ama kachun.
a comunicación es una acción humana fundamental que nos permite tener conciencia de la vida, de la historia, de la diversidad, de conflictos como de injusticias y, por tanto, debe ser preservada y defendida por esa misma sociedad. En las sociedades modernas, concebir a la comunicación como un derecho posibilita que cada individuo que vive dentro de un grupo humano pueda hacer uso responsable, reflexivo, de la palabra en toda su dimensión social. Esto quiere decir que la palabra hablada, escrita, no siempre estuvo a disposición de todos: recordemos que administrar la palabra, la palabra de los otros, fue el baluarte para que unos pudiesen oprimir a otros y así ahondar la dominación, la miseria, la exclusión, la violencia de género. Por eso es necesario reflexionar antes, durante y después de una Ley de Comunicación ya que la mejor garantía de efectividad de una ley es que la sociedad entera la internalice, tome consciencia de que para una mejor gobernabilidad social es necesario que el Estado garantice a su sociedad ese derecho inalienable. Una gobernabilidad social, profunda, partici-
pativa e incluyente, exige que todos y todas valoremos muy positivamente las dimensiones de la comunicación, la cual no se reduce a producir y consumir información, solamente. La comunicación atraviesa a los individuos, a las comunidades, lo íntimo, lo privado, lo público, por eso el derecho a una comunicación responsable es el mejor camino para una sociedad que busca el Buen Vivir. Una sociedad animada a construir su Buen Vivir. Una gobernabilidad social, integradora, plurinacional e intercultural exige un ejercicio ciudadano activo que busque incesantemente el reconocimiento de la diversidad. No debemos olvidar que nuestra Constitución (art. 1620) consagra el derecho a una comunicación inclusiva, participativa que fomente la pluralidad y la diversidad; un acceso a las frecuencias en igualdad de condiciones; no permitiendo el oligopolio o monopolio en la propiedad de los medios, porque así se garantiza que el uso de la información genere procesos comunicativos en los cuales prevalezca el interés colectivo. Reflexionar la información y la comunicación desde distintos actores y voces nos nutre y nos hace partícipes de una gobernabilidad encaminada en los designios del Buen Vivir.
www.politica.gob.ec Betty Tola Bermeo Secretaria Nacional
Coordinación editorial: Dirección de Comunicación comunicacion@politica.gob.ec
BOLETÍN Nº3 2013 Quito Ecuador
Fotos: Presidencia de la República, Ministerio de Cultura y SNGP.
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LO COTIDIANO
Medios y Estado hoy Carol Murillo Ruiz* cmurilloruiz@yahoo.es
Lo que más se ha debatido en los últimos tiempos, no solo en Ecuador sino en varios países de América Latina, es la relación que han tenido los medios de comunicación privados y el Estado, y en concomitancia, la emergencia de medios públicos en las agendas nacionales. Y los debates no se han visto restringidos a ámbitos académicos -en los que priman algunas teorías de la comunicación modernas-, por el contrario, se han abierto a los espacios de la política y de los comunicadores en ejercicio. Y estas dos últimas vertientes han definido, para bien o para mal, el curso de semejante discusión.
*Carol Murillo Ruiz: Socióloga. Comunicadora. Magíster en Relaciones Económicas Internacionales y Magíster en Literatura Hispanoamericana. Ha publicado ensayos sobre temas culturales, políticos y literarios, y un libro de poesía. Ha ejercido la cátedra en la Universidad Central del Ecuador y en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Actualmente es Consejera de Asuntos Culturales y Académicos de la Embajada del Ecuador en México.
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o es extraño porque el campo de la política, hoy en día, no se explica sin los flujos y contraflujos de las posiciones que ahí se expresan. Algunos creen, en una operación analítica reduccionista, que los vínculos entre la política (o los políticos) y los medios privados (o los dueños de esos medios) traducen intereses específicos y que los segundos sirven de manera incondicional a los primeros. Sin embargo, cuando se mira detenidamente a los unos y a los otros, notamos que al interior de esa relación haya tensiones de todo orden, y no solo las concernientes a la ideología que sí comparten. Pero claro, esas tensiones se resuelven cuando aparece un “enemigo” externo que desnuda que el cordón umbilical que los une en última instancia: el sustrato liberal. Y ese enemigo ha sido precisamente el tema de debate que resume el fin de la hegemonía de los medios privados: la aparición de
los medios públicos. Al principio parecía que la oposición de los medios privados a los públicos se debía a que éstos le quitarían una porción del mercado/audiencias, es decir, a un temor puramente económico. Hoy sabemos que el temor era otro: la pérdida de la tutoría del relato comunicacional vigente. Unos años después vemos, además, que las prácticas periodísticas no han cambiado mucho en los medios privados y que en los públicos, que no son tantos y no en todos, persiste la idea de contradecir ciertas noticias o titulares, antes que hacer un periodismo de otro tipo. Sin embargo, esto no obsta para que constatemos que el escenario de la comunicación en Ecuador cambió sustancialmente desde que el debate de las funciones (sociales, políticas, comunicacionales, culturales, económicas, educativas…) de los medios privados ocupó la atención y el análisis profundo de académicos, periodistas, políticos, artistas, comunicadores y todo aquel que sabe que en el proceso de la comunicación todos son actores de una manera o de otra. Habría que anotar, además, que los medios (y aquí sí los privados y los públicos) son mediadores políticos aunque esa no sea su función medular. ¿Cómo? En Ecuador, a partir de la caída en desgracia de los partidos políticos tradicionales de la segunda mitad del siglo XX, algunos medios asumieron posiciones estratégicas solo atribuibles, en otras condiciones, a los sujetos políticos. Hace poco más de cinco años la orfandad política de algunos grupos de poder y, lo que es peor, de algunas individualidades cuasi
esos medios para catapultar y sembrar en la opinión pública una manera de pensar y actuar; o sea, una forma de control social expresada en una matriz informativa, en unos casos; y, o en enlatados de diversión, en otros casos. Pero todos dispuestos para cultivar, con impecable lucidez, además, la aparente pluralidad de los medios. Hoy pareciera que no hemos superado esa etapa. Pues una parte de los medios privados, es decir, aquella que se encarga de construir los aparatos informativos de su programación, no han hecho ningún esfuerzo de autocrítica. Por el contrario, con un espíritu de cuerpo corrosivo, se ufanan que el periodismo que ejercen es bueno, bonito y profundo. Y que quienes lo “fiscalizan” son simplemente enemigos de la libertad de expresión. Esa simpleza es lo que ha ocasionado que desde el otro lado crezcan adhesiones y que, sin querer, surjan en la ciudadanía los elementos medulares de todo debate público: la duda y la comparación. Difícilmente hoy un “usuario” de noticieros y diarios se cree a pie juntillas lo que se dice o se publica. En ese orden está, por supuesto, el modo en que se construyen las agendas de los medios. Cuando se empezó a criticar a los medios privados lo primero que saltó a la vista no fue una crítica a la propiedad de éstos, ¡no! Lo que saltó fue: ¿por qué los medios privados trazan la agenda de los hechos públicos? Responder esta pregunta era tan básico como peligroso. Y esto hacía referencia, sobre todo, a la exposición mediática de la agenda política de la administración del Estado. Los
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esotéricas de la politiquería local, hizo que una mayoría de medios plegara a la necesidad de crear una vocería (se entiende que política) que alertara sobre el estremecimiento social que estaba incubando el fenómeno llamado Rafael Correa. (Para entonces aún no se hablaba de populismo y menos de autoritarismo). Ese fenómeno entonces -en varios casos- hechizó a algunos comunicadores, por el simple hecho –corroborado en otras circunstancias- de que aupar a un candidato nuevo es una inversión a corto y mediano plazo, inversión en términos políticos y mediáticos quiero decir. Pero el fenómeno, por ser tal y no por otra cosa, se salió de todas las manos que querían atrincherarlo en las viejas normas del trampolín mediático: “me debes mucho, me debes todo, me perteneces”. Todos sabemos en qué terminó ese deseo: desnudando la operación de chantaje. Y lo que ha seguido: la necesidad de batallar y disputar la tutoría del relato comunicacional. En ese escenario, la discusión de la Ley de Comunicación se convirtió en lo más sustantivo y trascendente. Porque de su aprobación dependía que el país asumiera otros referentes para contrapesar el poder que los medios privados usufructuaban sin ningún control y crítica. ¿Se puede decir que antes del 2007 había una crítica sostenida y dura frente a los procedimientos de hacer información y las posturas editoriales de los medios privados? Lo que había era esa vieja diatriba contra la propiedad de los medios, pero ninguna a los diferentes recursos que tenían
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medios privados diseñaban nuestra comprensión del manejo de lo público. Y pasamos varias etapas: nuestra idea de lo que es una dictadura, nuestra comprensión de por qué volvemos a la democracia, nuestra débil filiación y militancia política, nuestro rechazo a un Estado lento, nuestra simpatía por el modelo neoliberal, nuestra indignación por la corrupción estatal, nuestro asco por los diputados, nuestra anuencia para tomar medidas que reduzcan el Estado, etc., etc., etc. Incluso cuando la peor crisis económica de fines del siglo XX nos llegó, nos quisieron convencer de que era un asunto de un presidente corrupto y unos banqueros malos. Lo micro por lo macro. Volvamos a la pregunta: ¿por qué los medios privados trazaban la agenda de los
hechos públicos? Si lo público, es decir, la administración del Estado, lo político, es una cuestión que atañe a la sociedad entera, ¿por qué una porción de ella marca la intensidad y la hondura del tratamiento de los hechos políticos que determinan el sendero de un país? La Ley de Comunicación ha sido la respuesta a estas y otras tantas preguntas. Es la señal de un antes y un después de las agendas mediáticas unívocas. Hoy la agenda debe ser trazada por diversos actores: medios (privados, públicos, comunitarios) y ciudadanía (distribuida en partidos políticos, movimientos sociales, etc.). Es el momento de modificar tareas y deberes para que a través de las relaciones políticas (legítimas) entre los diversos actores sea viable construir un país diferente.
Ankukuna kunan Mamallaktapash
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Kay watakuna Ecuador llaktapi, Americalatinapika shukllapak ankikuna Mamallaktawan ima shina apanakuy tiyaymantami yuyay chimpapuray tiyashka. Chay chimpapurayka mana willanakuy hawachu, kapaktukukamay hawa, willashpa llamkakkunamantami. Shukpaklla ankikunaka imata chaskinkapakmi kapaktukkamayukwanka apanakuy illakpipash apanakuk laya kashka. Chashna kay alli tukushka, kanllamanta “piñanakuk” rikurikpi, shukpaklla ankikuna tiyanata tukuchishpa, tukuypak ankikuna tiyanata kallarikpi. Chaypika kutin, yuyay willaykunata kichunakushka. Willakpura kayka mana chashnachu kashnami ninakushpa. Ankikunapak rurayka willana kakpipash, tawkakunami kikin rimakta churashka, Rafael Correa shuti shuktakyay rikurimukpika. Ankikunaka kutin kullkishpa charikyakushkalla Willaypak Kamachi rimanakuypi yaykunkakama; chay ñawpamankarin, mamallakta apuk rurakunka kashnallami, chashnallami nishpa willakpi, llaktayukkunaka huchachishka, piñashka; kullki kamak wasikuna urmakpikarin, mamallakta apuk shuwakpimi chashnan yuyashkakuna. Shukpaklla ankikunaka mamallakta apuk, llaktata pushakkuna imata rurak mana rurakta mana willak kashkamantami, Willay Kamachika kaykunata llaktayukkunaman riksichinkapak wiñarin, chaymi shukpaklla – tukuypak anki kashpa, kapaktukukamayuk, tantarishka kuyuy kashpa, shuk llaktayukkunapash tantanakun. Kashna tantalla llamkaymi mushuk mamallakta rurayman paktachinka.
Análisis de coyuntura
El 30S y la Prensa:
Imaginarios en disputa David Barzallo
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l 30 de Septiembre de 2010 marcó un antes y un después en la vida política ecuatoriana. Muchos fueron los actores de esa jornada: la tropa policiaca, que olvidó su juramento de servicio y se entregó a una vorágine de caos azuzada por unos cuantos nostálgicos del viejo orden gutierrista que se encargaron de confundir y atemorizar a los uniformados con especulaciones e información sesgada sobre sus derechos laborales; la clase política de oposición, que aprovechando la tensión desbordada, no solo evitó condenar los hechos y a los responsables políticos y policiales sino que, de forma irresponsable, se dedicó a desviar la atención de lo que ocurría pidiendo amnistías anticipadas e inclusive la renuncia del Presidente; el sector empresarial, que condenó los saqueos y el descontrol que desembocó en situaciones dramáticas sobre todo en ciudades como Guayaquil, pero que olvidó condenar a los responsables del desorden; la sociedad civil, que sobre todo en Quito, pero también en otras ciudades, salió a las calles a defender la democracia pese al ambiente de incertidumbre que se vivió; y finalmente la prensa, cuya cobertura de los hechos del 30S puso en evidencia la disputa de sentidos y de significados que el Presidente Correa despierta y representa. En ese día, sobre todo en la jornada de la tarde, luego de que el presidente fuese retenido en el Hospital de la Policía, el despliegue periodístico fue amplio en los medios de cobertura na-
cional. La labor de los reporteros, camarógrafos y demás equipo “de campo” fue arriesgada y plausible. Los periodistas de a pie -no los ejecutivos de las empresas de comunicación- vivieron en carne propia los sucesos, arriesgando su integridad física. El país se conmovió con las dramáticas imágenes del rescate presidencial. La muerte, transmitida en vivo y en directo, del cabo Froilán Jiménez fue el corolario trágico de una jornada que nunca debió ocurrir. Sin embargo, en las semanas posteriores al 30S la cobertura periodística del tema, sobre todo por parte de los medios de comunicación privados, fue adquiriendo un matiz de oposición que aún ahora resulta complejo de entender. Deslindes, un boletín académico del Instituto de Altos Estudios Nacionales que analiza la construcción de los discursos mediáticos, publicó en octubre de 2010 una edición especial con motivo del 30S en la que se examina detalladamente cuál fue el comportamiento periodístico, el tratamiento de la información y los enfoques de opinión que los 6 principales periódicos de circulación nacional -públicos y privados- tuvieron con respecto a la revuelta policial, el posible intento de golpe de Estado y el posterior rescate del Presidente de la República. Los resultados de dicho análisis muestran que la prensa se enfocó en responsabilizar al Presidente, en primer lugar, y en un segundo plano a la Asamblea Nacional de los hechos ocurridos, sin profundizar en una investigación sobre los sectores de la Po-
David Barzallo, escritor, ex profesor universitario, investigador en temas de Género, Culturas y Desarrollo, Director de Análisis Político de la SNGP.
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licía y de las Fuerzas Armadas que encendieron la mecha de la insubordinación. Pese a los indicios de que se trató de una revuelta planificada (coordinación entre varias ciudades para detener el patrullaje, incidentes con la escolta legislativa que impidió la entrada de asambleístas del oficialismo, toma violenta del canal público, etc.) la tesis que parte de la prensa manejó fue la de una protesta espontánea tratada irresponsablemente por parte del mandatario y su equipo, que devino en un rescate de innecesaria violencia. Los indicios de un posible golpe de Estado fueron descartados y el apoyo internacional (amplio y firme) al presidente Correa pasó prácticamente inadvertido en algunos medios. Incluso se puso en cuestionamiento la declaración de Estado de Excepción durante parte de la jornada (algo evidentemente necesario ante la gravedad de las circunstancias) y se aprovechó tal coyuntura para poner en tela de duda la libertad de expresión en el país. Desde luego los medios de co-
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municación no tienen la obligación de advertir la realidad desde el punto de vista del poder. De hecho parte de su trabajo es cuestionar la construcción de dicha realidad. Pero, si es una responsabilidad de los medios el brindar información oportuna y contrastada que permita tener una visión objetiva de los acontecimientos. Hay quien cuestiona la naturaleza política de la Comunicación Social, como si no existiese una relación directa entre generar opinión pública y construir sentidos políticos. Con su cobertura periodística de la jornada 30S, la mayor parte de la prensa escrita mostró que su lectura de la realidad ecuatoriana está determinada no tanto por la objetividad periodística como por la animadversión al presidente Correa. Por eso, más allá de las disputas simbólicas, retóricas y propagandísticas que en estos tres años se han generado en torno al 30S, queda pendiente un debate sobre el rol de los medios de comunicación en la construcción de los imaginarios políticos de una sociedad.
30S, Killkashka Willak: Yuyashkakuna kichunakuy 30 Kuski 2010 punchamantami Ecuador kapaktukukamaypika shuk ñawpa shuk kati rikurin. Chaypika kay tukuykunami chakrurirka: chapakunaka imata ari nishkata kunkashpami gutierismo rurashkaman kutirichun llaktayuktaka musparirka, kikin hayñi hawa nik tukushpa. Mamallakta apukta mana nikkunaka kutin, llaktayukkunata ashtawan muspachinkapakmi, Mamallakta Apuk pushaymanta llukshichun mañarka; chay punchaka yanka huachachinakuy llakimi karka; kapaktukukamayta mitsashpa kamak llaktayukkuna ñanman llukshirka; Llakta Apuk Correamantami kay llakika tiyan nik shinami ankikunaka willarka. Chay puncha chishiyanta, mamallakta apuk Chapak Hampirinawasipi wichkashka tukukpika, tiyak ankikunami shamurka; willayta allichikkunaka wañunalla manyapi kashpapash, mamallakta apukta ima shina chaymanta llukshichiktami rikukman, uyakman, killka katikman willakurka, chashnakunpimi Froilán Jimenez awkaka rikukuyta wañuchiska tukurka. Chashna tukushka katik punchakunaka, kay 30S hawa shukpaklla ankikunapi willayka shuktak layami karka, chashna willayta paykuna munashka laya katik killakuna rurashpa katishkami kunankama musparina tukushka. IAEN Hatun Yachay ukumantami, kay hawa yuyachikuk shuk killkata rurashka, chaytaka Wayru 2010 willachishka; chay killkapimi, 30S hawa willak mamallakta ukumantak chayak ankikunapi ima shina Mamallakta Apukta llukshichinapak ñawpamanta allichishka kaypak kashkataka rikuchishka. Chay shina yuyay hapishkapika, willak ankikunaka Mamallakta Apuk, Mamallakta Tantarishkamantami chashna tukun nishpa huchachishkami rikurishka, chashnallatak, chapak awka kuskakuna imata rurashkata mana sapikama taripashkapash. Chaymanta katillatakarin, kishpik rimaytami mamallakta apukka mana sakisha nin nishpami paykunallatak huchachinata kallarishka. Willak ankikunaka mamallakta apukkunata kayta chayta ruranami alli nipakmi, shinapash Ushay imata rurakumantaka mana yalli sustarinachu kan. Paykunapak llamkayka, willayta allichinkapak kaymanta chaymanta taripashpa, kashkallata willanami. 30S ima tukushkata paykuna willashkapika, mamallakta apuk Correata piñashpa llukshichishun nishkami rikurirka. Chaymanta, 30S yallishkamanta kay kimsa watapika kaymi chaymi nishpa yanka nikunapak rantika, willak ankikuna waki kapaktukukamay yuyashkata rurankapak, ima shina yuyayta chimpapurachinapak allichirina illashkami rikurishka.
Análisis de coyuntura
La nueva ley de Comunicación Romel Jurado Vargas
Para entender el alcance de los cambios y garantías que introduce la nueva Ley de Comunicación es necesario entender la problemática estructural de la comunicación en Ecuador y desde esa perspectiva valorar los objetivos y alcance que tienen los cambios normativos que impulsamos como ciudadanos y ciudadanas libres.
Romel Jurado Profesor y consultor en temas de derechos humanos y comunicación. Doctor en Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador; Diploma Superior en Ciencias Sociales con mención en Derechos Humanos y Seguridad Democrática, FLACSO-Ecuador; Maestría en Derecho Constitucional por la Universidad Andina Simón Bolívar y en Derechos Humanos por la Universidad Carlos III de Madrid. Ha trabajado en varios procesos de incidencia social en Ecuador y España, y es el jurista responsable de la elaboración del Anteproyecto de Ley Orgánica de Comunicación que desarrolló el Colectivo Ciudadano por los Derechos de la Comunicación desde CIESPAL.
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n ese sentido, quisiera recordarles que el debate de fondo consiste en el alcance jurídico y político que diferentes actores sociales, políticos y económicos le atribuyen a la noción de libertad de expresión instituida a partir de la Declaración Universal de Derechos. Al respecto, creo que hay al menos tres opciones, la primera es recrear y perpetuar la ideología jurídica liberal que ha colonizado a estos instrumentos jurídicos y en más de un sentido los ha deformado; la segunda es inaugurar un discurso jurídico sobre los derechos de la comunicación absolutamente innovador y que elimine todo rastro de esa ideología liberal, como si el mundo empezara hoy, lo cual es ignorar ciertos valores democráticos desarrollados históricamente y cuya trascendencia e importancia reconozco y respeto; y la tercera, es reconocer el enorme valor y la importancia histórica y política de la libertad de expresarse formulada en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pero añadir lo que nos hace falta, lo que nos ha faltado desde siempre: una serie de oportunidades y servicios para que tal libertad realmente esté al alcance de todos y todas, para que deje de ser un privilegio que solo disfrutan los mejor situados en nuestra sociedad. Esta es, desde mi perspectiva, la opción del socialismo democrático respecto de los derechos de la comunicación: libertad con oportunidades para vivirla cotidianamente, libertad con responsabilidad, democratización de la comunicación y de sus medios así como fortalecimiento de la pluralidad democrática. Es desde esta visión jurídico-política que les presento a
continuación lo que considero las innovaciones más importantes que esta Ley contiene para enfrentar los problemas estructurales de la comunicación en Ecuador: a) Sobre el enfoque jurídico-político de la legislación Frente al enfoque tecnomercantil que plantea la Ley de Radiodifusión y Televisión así como la Ley de Telecomunicaciones, la Ley Orgánica de Comunicación se edifica a partir de un enfoque de derechos. Este cambio sustancial se demuestra tanto en el objeto y ámbito de la ley, que literalmente señala “Esta ley tiene por objeto desarrollar, proteger y regular, en el ámbito administrativo, el ejercicio de los derechos a la comunicación establecidos constitucionalmente”. En ese sentido se reconocen y protegen los derechos a la comunicación en cuatro secciones específicas en la Ley, cuyos títulos son: Derechos de libertad, Derechos de igualdad e interculturalidad, Derechos de participación; y, Derechos de los comunicadores. b) Sobre la precarización laboral de los periodistas. Ante la precarización laboral que los empresarios de la comunicación hacían de sus trabajadores pagándoles salarios por debajo del que corresponde al trabajador en general, no afiliándolos al Seguro Social, no reconociéndoles los pagos por horas extras de trabajo, no reconociéndoles sus derechos a vacaciones o a participar de las utilidades de la empresa, exponiéndolos a coberturas de riesgo sin medios ni protecciones suficientes, ésta Ley prevé y apuntala los derechos de estos trabajadores
estableciendo lo siguiente: “Art. 44.- Derechos laborales de las y los trabajadores de la comunicación.- Las y los comunicadores, las y los trabajadores de la comunicación tienen los siguientes derechos: 1. A la protección pública en caso de amenazas derivadas de su actividad como comunicadores; 2. A remuneraciones de acuerdo a las tablas salariales fijadas por la autoridad competente, a la seguridad social y demás derechos laborales, según sus funciones y competencias; 3. A ser provistos por sus empleadores de los recursos económicos, técnicos y materiales suficientes para el adecuado ejercicio de su profesión y de las tareas periodísticas que les encargan tanto en la ciudad, como donde habitualmente trabajan, o fuera de ella; 4. A contar con los recursos, medios y estímulos para realizar investigación en el campo de la comunicación, necesarios para el ejercicio de sus funciones; 5. Al desarrollo profesional y capacitación técnica; para lo cual, las entidades públicas y privadas y los medios de comunicación darán las facilidades que fueran del caso; 6. A los demás derechos consagrados en la Constitución de la República y en la ley.” Complementariamente, quiero recordarle al pueblo del Ecuador que el Gobierno Nacional, a finales de 2012, implementó, a través del Ministerio de Relaciones Laborales, la tabla salarial para trabajadores de la comunicación, por la cual se equiparó la categoría profesional de los pe-
riodistas con la de los profesores del sector público. De esta forma, un comunicador titulado no podrá ganar menos de 800 dólares, mientras que uno que no tenga estudios de tercer nivel debería percibir como mínimo $600, en tanto que con anterioridad a este cambio de política salarial se pagaban a los periodistas sueldos inferiores a $ 318 dólares, que es el salario básico unificado del trabajador en general. c) Sobre la concentración de las frecuencias de radio y televisión Cabe señalar que la Ley de Radiodifusión y Televisión establecía la posibilidad de que una misma persona, natural o jurídica, pueda tener hasta 96 frecuencias de radio y televisión; y teniendo en consideración que existen 1649 concesiones de frecuencias, lo que resulta es que 17 personas podrían concentrar, con cobertura legal, la totalidad de concesiones de frecuencias de radio y televisión. Frente a este escenario la Ley Orgánica de Comunicación establece con claridad la prohibición de concentración en los siguientes términos: “Art. 113.- Prohibición de concentración.- Está prohibido que las personas naturales o jurídicas concentren o acumulen las concesiones de frecuencias o señales para el funcionamiento de estaciones matrices de radio y televisión. La autoridad de telecomunicaciones no podrá adjudicar más de una concesión de frecuencia para matriz de radio en AM, una frecuencia para matriz de radio en FM y una frecuencia para matriz de televisión a una misma persona natural o jurídica en todo el territorio nacional. Quien sea titular de una concesión de radio, ya sea en AM
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o FM, puede participar en los concursos públicos para la adjudicación de no más de una frecuencia de onda corta. En una misma provincia no podrá concesionarse una frecuencia para el funcionamiento de una matriz de radio o televisión a familiares directos de un concesionario con el que tengan parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad y segundo de afinidad.”
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d) Sobre la vinculación de los medios de comunicación a grupos financieros y empresariales. Inicialmente el Proyecto de Ley de Comunicación contempló una norma específica que desarrollaba la prohibición establecida en el primer párrafo del Art. 312 de la Constitución (reformado por la consulta popular del 11 de mayo de 2011), que señala: “Art. 312.- Las instituciones del sistema financiero privado, así como las empresas privadas de comunicación de carácter nacional, sus directores y principales accionistas, no podrán ser titulares, directa o indirectamente, de acciones o participaciones, en empresas ajenas a la actividad financiera o comunicacional, según el caso. Los respectivos organismos de control serán
los encargados de regular esta disposición de conformidad con el marco constitucional y normativo vigente.” Sin embargo, las normas relacionadas con esta prohibición fueron suprimidas del Proyecto de Ley Orgánica de Comunicación e incluidas en la recientemente aprobada Ley Control del Poder de Mercado en la vigésimo tercera disposición reformatoria, que en resumen establece que ninguna persona que tenga más del 6% de las acciones en un medio de comunicación de carácter nacional, puede tener al mismo tiempo acciones o ser propietario de entidades financieras u otras empresas. e) Sobre las frecuencias de radio y televisión obtenidas ilegalmente Al respecto la Ley tiene principalmente dos disposiciones que posibilitan la reversión de frecuencias ilegalmente obtenidas que fueron identificadas por la Comisión para la Auditoría de las Frecuencias de Radio y Televisión: “Disposición transitoria vigésima primera.- Todas las concesiones de frecuencias que hayan sido obtenidas ilegalmente volverán a la administración de la autoridad de telecomunicaciones una vez
que ésta haya realizado el debido proceso. En todos los casos en que se declare judicialmente la ilegalidad de una concesión, el Estado, a través de la Procuraduría General del Estado, reclamará obligatoriamente la reparación integral de los daños causados y la devolución al Estado de todos los beneficios económicos generados por el usufructo de una concesión ilegalmente obtenida. El incumplimiento de esta obligación será causal de juicio político de la o el Procurador General del Estado. Los terceros afectados por las transacciones ilegales realizadas con frecuencias para el funcionamiento de estaciones de radio y televisión podrán reclamar por la vía judicial a quienes los perjudicaron”. “Disposición transitoria DÉCIMA.- De conformidad con el informe presentado el 18 de mayo de 2009 por la Comisión para la Auditoría de las Concesiones de las Frecuencias de Radio y Televisión, creada por disposición constitucional las frecuencias de radio y televisión que no hayan sido otorgadas por autoridad competente; las que no han iniciado la operación en el plazo señalado en el contrato de concesión; las que no hayan pagado las tarifas de uso de concesión duran-
te seis meses consecutivos; las que se hayan arrendado por más de dos años o transferido bajo cualquier modalidad el uso de la frecuencia a terceros; y, las que han convertido estaciones repetidoras en matrices o viceversa, serán revertidas al Estado por la autoridad de telecomunicaciones, aplicando el debido proceso establecido en el Reglamento que para estos efectos dicte la autoridad de telecomunicaciones”. f) Sobre el monopolio mediático y las restricciones al desarrollo de medios de comunicación públicos y comunitarios. Sin duda el cambio más importante que realiza la Ley Orgánica de Comunicación es la redistribución de frecuencias a favor de los medios públicos y comunitarios, por dos razones. La primera es que modifica sustancialmente la estructura de propiedad y acceso a los medios de comunicación que usan frecuencias del espectro radioeléctrico; y la segunda es que amplia, pluraliza y diversifica el número de actores sociales que podrán obtener concesiones de radio y televisión para fundar sus propios medios de comunicación. Desde esta perspectiva se transcribe dos de las disposi-
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Análisis de coyuntura 14
ciones más importantes que el Proyecto de Ley tiene sobre este tema: “Art. 106.- Distribución equitativa de frecuencias.Las frecuencias del espectro radioeléctrico destinadas al funcionamiento de estaciones de radio y televisión de señal abierta se distribuirá equitativamente en tres partes, reservando el 33% de estas frecuencias para la operación de medios públicos, el 33% para la operación de medios privados, y 34% para la operación de medios comunitarios. Esta distribución se alcanzará de forma progresiva y principalmente mediante: 1. La asignación de las frecuencias todavía disponibles; 2. La reversión de frecuencias obtenidas ilegalmente, y su posterior redistribución; 3. La reversión de frecuencias por incumplimiento de las normas técnicas, jurídicas para su funcionamiento o fines para los que les fueron concesionadas, y su posterior redistribución; 4. La distribución de frecuencias que regresan al Estado conforme a lo dispuesto por la ley; 5. La distribución equitativa de frecuencias y señales que permitirá la digitalización de los sistemas de transmisión de radio y televisión. En todos estos casos, la distribución de frecuencias priorizará al sector comunitario hasta lograr la distribución equitativa que establece este artículo”. “Art. 86.- Acción afirmativa.- El Estado implementará las políticas públicas que sean necesarias para la creación y el fortalecimiento de los medios de comunicación comunitarios como un mecanismo
para promover la pluralidad, diversidad, interculturalidad y plurinacionalidad; tales como: crédito preferente para la conformación de medios comunitarios y la compra de equipos; exenciones de impuestos para la importación de equipos para el funcionamiento de medios impresos, de estaciones de radio y televisión comunitarias; acceso a capacitación para la gestión comunicativa, administrativa y técnica de los medios comunitarios. La formulación de estas medidas de acción afirmativa en políticas públicas son responsabilidad del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación y su implementación estará a cargo de las entidades públicas que tengan competencias específicas en cada caso concreto. El Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación elaborará un informe anual acerca de las medidas de política pública adoptadas por el Estado, destinadas a la conformación o consolidación de los medios comunitarios; informe que será obligatoriamente publicado en su página web”. g) Sobre la Censura previa La Ley de Comunicación establece una reforzada protección a expresarse libremente e impedir la censura previa por parte de autoridades y funcionarios públicos; así como por los dueños, directores y anunciantes de los medios de comunicación. Al respecto el artículo más importante de esta Ley es: “Art. 18.- Prohibición de censura previa.- Queda prohibida la censura previa por parte de una autoridad, funcionario público, accionista, socio, anunciante o cualquiera otra persona que en
ejercicio de sus funciones o calidad revise, apruebe o desapruebe los contenidos previos a su difusión a través de cualquier medio de comunicación, a fin de obtener de forma ilegítima un beneficio propio, favorecer a una tercera persona y/o perjudicar a un tercero. Los medios de comunicación tienen el deber de cubrir y difundir los hechos de interés público. La omisión deliberada y recurrente de la difusión de temas de interés público constituye un acto de censura previa. Quienes censuren previamente o ejecuten actos conducentes a realizarla de manera indirecta, serán sancionados administrativamente por la Superintendencia de la Información y Comunicación con una multa de 10 salarios básicos unificados, sin perjuicio de que el autor de los actos de censura responda judicialmente por la comisión de delitos y/o por los daños causados y por su reparación integral. h) Sobre los cambios a la institucionalidad Una de las cuestiones problemáticas que se había señalado en relación al Consejo de Regulación y Desarrollo de la Comunicación es que sus atribuciones le daban competencias para desarrollar políticas públicas y la reglamentación para lograr la aplicación de la ley, pero al mismo tiempo dicho Consejo tenía la responsabilidad de sancionar los incumplimientos o violaciones a la ley y a los reglamentos que emitiese. Eventualmente, esto podría implicar un conflicto de intereses. Para garantizar que el procesamiento administrativo de un reclamo ciudadano sobre el ejercicio de uno o más de-
rechos de la comunicación goce de total independencia, se ha introducido la creación de una Superintendencia de la Información y Comunicación cuyas funciones serán: “Art. 56.- Atribuciones de la Superintendencia de la Información y Comunicación.- Serán atribuciones de la Superintendencia de la Información y Comunicación: 1. Fiscalizar, supervisar y ordenar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias sobre los derechos de la comunicación. 2. Atender, investigar y resolver las denuncias o reclamos formulados por las personas naturales o jurídicas, a través de sus representantes, en materia de derechos de la comunicación; 3. Requerir a los ciudadanos, instituciones y actores relacionados a la comunicación, información sobre sí mismos que fuere necesaria para el cumplimiento de sus atribuciones; 4. Aplicar las sanciones establecidas en el marco de esta Ley y de la regulación que emita la autoridad reguladora; y, 5. Las demás establecidas en la ley.” i) Otros cambios importantes La Ley no solamente contribuye a que los ciudadanos conozcan y ejerzan sus derechos sino que amplía el espectro de protección de las personas en relación a las formas contemporáneas en que los medios de comunicación pueden vulnerar sus derechos en ese sentido, se introducen los siguientes cambios: En el artículo 22 se establece el derecho a recibir información de relevancia pública,
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veraz, especificando que esta debe cumplir con las características de verificación, contrastación, precisión en los datos, debida contextualización, y adecuada referencia a las fuentes. En el artículo 25 se prohíbe que los medios de comunicación asuman una posición institucional sobre la inocencia o culpabilidad de los sometidos a juicio, para evitar que la mediatización de la justicia. En el artículo 26 se establece la figura del linchamiento mediático para evitar que se desprestigie o se reduzca la credibilidad de las personas mediante la difusión concertada y reiterativa de información con tal propósito. En el artículo 27 se establece el deber de los medios de comunicación de darles a todas las partes que intervienen en un proceso judicial la oportuni-
dad de expresar sus argumentos de forma equitativa. En los artículos 95 y 96 se establecen reglas para que la publicidad que realicen tantos instituciones públicas como empresas o personas privadas no sólo se asigne a las grandes cadenas de los medios de comunicación, sino que también se entregue publicidad a los medios rurales, locales y comunitarios. En el artículo 97 se establece que los medios de comunicación audiovisuales tendrán en su programación diaria al menos el 60% de producción nacional lo cual no es un gran incentivo para los realizadores nacionales sino para que nuestros rostros, nuestras ideas, nuestras costumbres, nuestros proyectos sociales, en fin, nuestra visión del mundo tenga un lugar en los medios de comunicación que todos y todas vemos cotidianamente.
Willaypak Mushuk Kamachi
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“Willay Kamachi ima mushuk allita apamukrikta hamuktankapak, maykaman paktakrikta rikuy ushankapakka, Ecuador llaktapi willay ima llakita chariktarakmi hamuktana”. Chaymi, kishpikay rimaymanta Mamapacha Hayñikuna Nikun shina yuyayta chimpapurana wankurikawsay, kullkikamay, kapaktukukamaykunawan paktari kapaktukukamayman chayankapak. Ashtawanka kay kimsakunatami alli rikuna: a) Kishpishka patari yuyayta sapiyachishkami alli paktarikunataka llakichishka, mapayachishka. b) Willay hayñita sinchiyachik paktari rimaytami mushukta kallarichina, ñawpa kishpishka paktarita anchuchinkapak. c) Achkatami chanichina kishpishka rimayka, karu llaktakunawan shuk yuyay tukushka hayñi nishka shina paktachun. Ecuador willay kamachika, paktapurari llaktushaywan, kishpikaywan, tukuypak willay kana paktariwan- kapaktukukamaywanmi sinchiyarina kan. Kamachipuypak paktari-kapaktukukamay hawa; willashpa llamkak llamkaypi llakichishka: Art. 44 nishka shina mitsarina, Llamkay Kamayukwasi payllay mashna nishkata yachana. Rikuchik uyachik ankikunata shukllapi tantachishka: Anki Kamachika, ankikuna shukpaklla ama kachun harkanmi. Anki uyachikkunata paktarimanta chikan chaskishka: anki uyachikkunata paktarimanta chikan chaskishkataka, kullkintikmi tikrachinka. Ayllullaktapak, tukuypak ankikuna ama tiyachun shukpaklla ankita wiñachina: Willay Kamachika uyachikkunata ayllullakta ankikunaman, tukuykunapak ankikunaman kushpaka allitami ruran. Ñawpaman alli rikuna: willay kamachika, ima killkapash ñawpaman alli yachashka riksishka kachunmi sinchiyachin. Mamakamachiwan mana shukllayarita mushukyachina: Kayta Rikukwasi Kunak Tantarishkaka, willay kamachi paktachun, pipash chaskipaklla kachunmi rikun, chaypakmi Hatun Willay Hamuktak wasi wiñarichun nishka. Sapiyashka shuktak mushukyaykuna: tukuripika imallawan willaykunata sinchiyachina tawka yuyaykunami, tawka artículo nishkakunapi rimakun.
PERFILES
derecho
Testimonios sobre el a la comunicación La comunicación, desde la óptica de los derechos, ha alcanzado hitos fundamentales en el Ecuador de los últimos tiempos: El marco constitucional alcanzado en Montecristi, gracias a la carta magna del 2008, ligado al trabajo político de la actual Asamblea, al aprobar la vigente Ley orgánica de comunicación, ofrecen puntos y testimonios concretos en el camino hacia la democratización de los medios y de una nueva ética en la comunicación social.
S
on variados los actores de estos cambios, y han sido de larga data las luchas que han logrado estos procesos; basta examinar la histórica y escandalosamente mínima lista de dueños de los medios de comunicación en Latinoamérica, y en nuestro país, para darnos cuenta de quién, y en contra de quiénes, se “tramaban” los temas públicos y, por ende, se direccionaba el quehacer político. Y de ahí la lucha de pensadores, radialistas, cineastas, lingüistas, gente de barrios y comunidades quienes no sentían que su voz era escuchada, ni valorada: la invisibilización de opiniones que diferían del modelo mercantilista era la regla común. Y en ese escenario, adverso al ejercicio de la libertad del pensar y del sentir, se podía resumir así el esquema: las condiciones
objetivas debían ser controladas por el sistema financiero y las condiciones subjetivas, por los medios de comunicación masiva. Visto así, resulta evidente el rechazo desde las oligarquías y de los grupos reaccionarios a las normativas implementadas por este gobierno: nada más revolucionario que devolver la voz a la gente y, por tanto, resarcir la condición de seres humanos, de ciudadanos y ciudadanas interlocutantes, a nuestros compatriotas. Es por ello que hemos diversificado, en esta mínima muestra testimonial, los momentos y voces de esta lucha a favor del derecho a la comunicación como sustento de la participación y de la consolidación de nuestra ecuatorianidad en democracia.
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Perfiles “Willayka shuk hayñi kashkata hamuktana” Pablo Obando Willayka shuk hayñi kashkata hamuktashkami kana kan. Kishpishka yuyashkata, yachaywawan shuk yuyay tukushkata rikuchinami, shinapash chayka manarak paktanchu. Shukpaklla ankika katunata sustarin, tukuypak ankika mamallaktapuk nishkata willanata. Willay Kamachika uyachikkunata kuna nin, shinapash ankikunata kunapashmi. Chashna tukukunpika rimaypash, willaypash kichunakuy chawpipimi. Willay yachana Hatun Yachay wasipimi shuk yuyay tukuna, yachashkakunalla willakrin mana kashpaka pikunapash. Imata willanapash, llaktayukpuramanta shuk akllashka rikushkami kana kan.
“La comunicación debe ser concebida Pablo Obando como un derecho” Estudiante de Comunicación Social
“La comunicación se la debe concebir como lo que es: un derecho. También debemos ver hasta qué punto tenemos la libertad para decir lo que uno piensa o qué posición tiene frente a determinado tema. Este derecho también pasa por el acceso que tenemos a los diversos medios de comunicación, a las diversas tecnologías. Creo que en la actualidad todavía no se cumple eso. Aún no hay las posibilidades ni las condiciones para llegar a eso. Hay restricciones en los medios privados e incluso en los públicos. Los medios privados defienden sus negocios particulares y los públicos también defienden los intereses del gobierno. El tema de la repartición de frecuencias que se propone en el proyecto de ley es complejo. No solo es está por la repartición del espec-
tro radioeléctrico, sino por la propiedad de los medios. Mientras los medios estén en el control quienes defienden intereses privados, la palabra y la comunicación estarán sometidas a esos intereses. Creo que en la Universidad hay que profundizar el debate. Hay sectores, principalmente los vinculados a la comunicación, que están de acuerdo con la profesionalización, otros sectores no están de acuerdo porque están haciendo comunicación directamente en las comunidades, en espacios sindicales (…) y consideran que sería una forma de exclusión. Con respecto a la regulación de contenidos, considero que la instancia que debe realizar este control debe ser integrada por delegados de la ciudadanía y no por gente de los sectores privados ni del gobierno.
La oposición feroz de los medios a la nueva Ley de comunicación Mauro Cerbino
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Catedrático
El debate sobre la necesidad de una nueva ley de comunicación que se ha dado en el país ha sido reducido. No se logró involucrar en su totalidad a la sociedad civil, sino que se mantuvo en una confrontación entre los proponentes de la ley y los propietarios de los medios de comunicación privados, quienes desde un primer momento hicieron una campaña en contra, boicotearon cualquier
forma de debate y discusión. Estos sectores asumieron desde un primer momento que la mejor ley es la que no existe, haciendo caso omiso de que una Ley de Radiodifusión ya existía, desde 1975, aprobada durante la dictadura. En 1995, en pocas horas y sin ninguna discusión parlamentaria, se introdujeron reformas que favorecieron la conformación de conglomerados de medios y la alta con-
centración de audiencias que en buena sustancia se mantiene hasta el presente. Los propietarios de los medios de comunicación centraron su oposición en torno a que se trataba de una ley para controlar a los medios de comunicación. Sin embargo, aunque tiene que ver con los medios, la propuesta legal promueve una mayor participación ciudadana, otras formas de comunicación y no solo a través de los medios tradicionales. En ese contexto, introduce y posibilita la aplicación de un principio constitucional que es la redistribución por tercios de las frecuencias radioeléctricas para los sectores público, privado y comunitario. Se trata de una innovación muy significativa para la democratización de la comunicación. Porque hay que tener muy en claro la distinción que existe entre el derecho a la libertad de información con respecto al derecho a la libertad de acceso a la información, el uno hace referencia al derecho de generar contenidos y el otro al de acceder a ellos. Así como muy distintos son el ejercicio
del derecho de libertad de expresión del de libertad de prensa. El primero se puede ejercer siempre y cuando existan las condiciones para que un mayor número de sujetos pueda producir contenidos diversos. Y esto es muy diferente al derecho de tener acceso a la información, que es un derecho de sujetos “pasivos” que acceden - en el mejor de los casos - a una información útil y relevante. Si se retoma la discusión del proyecto de Ley de Comunicación, habrá que tratar de incluir a la mayor cantidad de actores. La Ley debe favorecer a la sociedad ecuatoriana en su conjunto, ampliar las condiciones que hacen posible la comunicación y que la sociedad tenga mejores niveles de desempeño real de la democracia. Lamentablemente, los medios se han limitado a hacer una oposición feroz al proyecto de ley manteniendo una actitud corporativista, desvirtuando una discusión necesaria que habría significado una mayor participación ciudadana sobre temas que indudablemente son de relevancia pública.
Si se pierde la lengua se pierde el corazón de una cultura Sacha Rosero
Presidente de la Asociación Cultural Runa Pacha
Lastimosamente las lenguas autóctonas están en un proceso de pérdida, en un proceso crítico de desaparición. La UNESCO en el 2009 puso al quichua como una lengua en proceso de extinción. ¿A qué se debe eso? Hay diferentes formas de medir la fortaleza de una lengua, la más crucial es que ya no
existe la transmisión intergeneracional de la lengua: los padres quichuas ya no están hablando en quichua a sus hijos, y eso se debe a la denigración de la lengua, del háblame en cristiano, lengua de campesinos, y los padres creyendo que hacen bien les hablan en español. Entonces los jóvenes, de quince años para
Mushuk willay kamachita ankikuna hiritsata harkan Mauro Cerbino Mushuk willay kamachita ruranapika mana tukuy llaktayukkunata tantachishkachu. Shukpaklla ankiyukkunawan kamachita rurayta yuyarikkunawanka piñanakushkami. 1975 wata Uyachik Anki Kamachita pakishpami, 1995 watapi shukpaklla ankikunapak alli kana kamachita rurashka. Kay kunan kamchiwanmi 19 shuktak laya willanakuyta ruray tukuna mirarin. Uyachik chayakkunata, tukuypak, shukpaklla, ayllullakta ankikunaman rakinapash kunanmi chayamushka. Imata ninapak hayñi ima kakta, chay nishkata chari tukuypak hayñi ima kaktapash allimi yachana. Willaypak kamachi chashna nikukpipash, shukpaklla ankiyukkunaka kullkina tukurimukpimi, mushuk willay kamachitaka hiritsata harkachishun nishpa katishka.
Perfiles Shuk rimay chinkarishpaka chay kawsaypak shunkumi chikarin Sacha Rosero 2009 watapimi UNESCO tantarishkamanta kichwapash chinkarikrinmi nishka yayamama wawawan mana rimakushkamanta; cristianopi rimayri nishpa asikkuna tiyakpimi wawakunaka wasipi, yachay wasipi kichwata mana uyan ni riman. Chay hawapi uyana, rikuna ankikuna castellanollapi ruraykatikunata kun, kichwa ashtawan chinkarishpa katichun. Allpa pacha tukuy kawsaykunapak kikinyari shunkuka rimaymi kan, rimay chinkarishpaka chay kawsaypak shunkumi chinkarin. Latinoamérica llaktapika kikinllatak mana chanirik kashpami, yurak runakunata, karu llakta 20 takishkata, churaykunata, kaytaksi katinalla sumak nishpa kawsankuna. Kay unkuyta hampikapakmi kichwa rimayta sinchiyachina. Yanka runa ayllu rimayllami nishka kanaka ashata anchushkami, Mamallakta Apuk kichwapi rimashpa rikuchikukpi; shinapash kichwata sinchiyachik yachana wasikunata ninchik, chaypakka mamallakta ukumanta yanapay kullkitami mutsunchik.
abajo, y los niños, en la casa no han escuchado quichua, y en la escuela tampoco, entonces se va perdiendo. Luego, los medios de comunicación han invisibilizado al quichua. Y con las otras doce lenguas que tenemos en Ecuador, la situación es mucho más crítica. Nosotros, estamos intentando hacer con el programa de quichua en Imbabura es revertir ese proceso de pérdida. En todas las culturas del mundo, el centro de una cultura es la lengua porque transmite la expresión, la vivencia, el pensamiento de cada una de esas culturas. Nosotros no pensamos igual que los chinos, que los alemanes. Si se pierde la lengua se pierde el corazón de una cultura. Solo existen el resto de elementos culturales que quedan como elementos únicamente de folclor. ¿Y el ecuatoriano? Nosotros pensamos que todo lo de afuera es mejor, que lo blanco es mejor. que lo extranjero es mejor. Lastimosamente en Latinoamérica el proceso colonialista que hemos tenido nos ha legado la falta de identidad y la falta de autoestima, y eso viene desde la pérdida de la lengua nuestra. Nosotros estamos siguiendo un proceso de revitalización lingüística para lenguas minorizadas, es un proceso científico que ha sido probado con el catalán, el euskera, el hawaiano; son procesos de revitalización comprobados y probados que funcionan. Y en eso hay algunas ramas, como la educación: nosotros no creemos en la educación bilingüe, después de veinte años de educación bilingüe no has aprendido bien, la educación es tan mala que los
niños no pueden entrar ni al colegio y no están hablando quichua. La enseñanza que nosotros tengamos en quichua ha de ser de excelencia, con maestros militantes de la lengua, que hablen la lengua, sepan enseñar la lengua, y que lleven en el corazón a la lengua. mínimo maestría o doctorado en nuestra lengua: si no hablas tu lengua, no nos sirve de nada. Pero es necesario el apoyo del Estado, el soporte del Estado, porque es competencia del Estado. Ahora mismo estamos hablando de los brotes verdes, empezando desde el presidente. El prestigio que le da a la lengua que un presidente hable esa lengua, ya deja de ser la lengua de los campesinos, la lengua que no sirve. La Constitución ahora mismo es prolenguas, aunque aún no hay organicidad. Luego, en los medios de comunicación están saliendo cuñas exclusivamente en quichua, eso es generar esa necesidad en los no quichua parlantes de preguntarse qué dirán. Se ha creado el Instituto de Idiomas, Ciencias y Saberes del Ecuador que es el que va a velar por todas las lenguas, pero no hay presupuesto para ello. Es necesario el soporte del Estado porque, estamos trabajando por que se incluyan en la Asamblea los temas referentes a las lenguas autóctonas del Ecuador. Aún, en los medios, somos 125 000 personas que estamos obligados a oír radios en español, lo mismo que vinieran los rusos y estuviéramos obligados a oír todos emisoras en ruso. Es por eso que estamos trabajando por los derechos lingüísticos.
La libertad de antena: comunicación y ética desde los medios comunitarios José Ignacio López Vigil
Coordinador del centro “Radialistas Apasionadas y Apasionados”
En alguna ocasión usted ha mencionado que las tres armas que tienen los dictadores son: el silencio, el miedo y la división. ¿Cómo, en el marco del derecho a la comunicación, podemos establecer alertas para que ninguna institución o gobierno caiga en estas malas prácticas? Creo que el derecho a la comunicación es el que rompe el silencio, el miedo, la culpa; que rompe mecanismos de represión. Sin embargo, el derecho a la comunicación no es tan sentido en la sociedad ecuatoriana, es un derecho que todavía se siente distante. Aquí en Ecuador, por una formación social, ese derecho es el derecho a hablar y a ser escuchado, el derecho a ser visto y a ver, no se siente como un derecho primario, siendo, como es, piedra angular de todos los demás derechos. Medios comunitarios ¿se cumple o no el refrán de que “el que paga la fiesta pone la música”? Muchas veces, en la compresión de estos medios, se entiende que deben ser subsidiados por el Estado. Pero, si el Estado subsidia, si las iglesias subsidian, si una agencia de cooperación con condicionamientos subsidia… acabarán poniendo la música; porque, a ver, un medio comunitario es un medio que no está ni dentro de la órbita del Estado ni dentro de la órbita del mercado: es comunidades, organizaciones, movimientos,
jóvenes, mujeres: sociedad civil. Si el Estado, por una deuda histórica, que la tiene, da la frecuencia, que es su obligación, no su dádiva, y da, como un subsidio, eso sí, para la compra de equipos, podría ser el pago de una deuda histórica con sectores que han sido secularmente marginados del derecho de la comunicación. A partir de ahí, creo que es indispensable que los medios comunitarios aprendan a producir, a vivir, a tener ingresos propios, a no ser hijos mantenidos, que sepan emprender, como buenos emprendedores, como una empresa social que no tiene fines de lucro pero que tampoco tiene fines de pérdida, pero sí requiere tener ingresos propios. Entiendo que sería sumamente peligroso que el Estado tenga que subsidiar el agua, la luz, y los discos y los salarios de los medios comunitarios. Esto sería poco menos que suicida para los medios comunitarios. Incluso en el proyecto de ley orgánica se habla de que tiene que haber una acción afirmativa desde el sector más desfavorecido, en capacitación, en exención de impuestos. Una vez que tú tienes instalada, digamos, esa radio comunitaria, hay que capacitar no solo en producción de radio, sino en gestión, en sostenibilidad, en que ese grupo de compañeros y compañeras aprendan a convertir la radio en un medio sostenible. En Venezuela, en Bolivia, hay
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Perfiles Kishpishka chaskik: ayllullakta ankikunamanta ima willay, ima kashka ruray 22 José Igancio López Vigil Willay hayñika tukuyta ushak manchachita, upallachita, huchachishka, llakichiska tukukuyta pakishpa anchuchikmi. Rikunapak, rikushka kanapak, rimanapak, rimashkata uyanapak wasichina sapi rumi shina, kay willay hayñi kashpapash, Ecuador llaktayukkunapakka ima mana kashka shinami.
unas experiencias que van de cabeza al fracaso, por ejemplo en Venezuela iban a pedir permiso y a pedir el Money, entonces el guión es preestablecido. Y lo que necesitamos en una democracia participativa, y este gobierno la quiere, es, exactamente tener voces plurales, voces críticas: el mejor amigo es ese que te dice –hermanito, eso no va por buen camino–, la crítica tiene que ser parte fundamental de la democracia, así como la felicitación. Aquí todavía no se comprende lo que es un medio comunitario, se entiende, algunos asambleístas con quienes he conversado, entienden que un medio comunitario es poco menos que un vocero del gobierno, ¿cómo que del gobierno? Un medio público lo pagamos todos los ciudadanos, por lo tanto tiene que responder a la pluralidad de la ciudadanía, igual que un medio comunitario se debe a la comunidad que lo administra. Cuéntenos, ¿cómo conciliar, desde el gobierno lo que usted define como libertad de antena? Nos referimos -art. 16 y 17 de la Constitución- al acceso igualitario a las frecuencias de radio y televisión. En este país si tú dices: atentado a la libertad de expresión, ¿en qué piensa la gente?, le pegaron un tiro a un periodista, le cerraron un programa… y no se recuerda el atentado más grave de todos que se comete en Ecuador desde hace décadas con la concentración de frecuencias. ¿De quién es el espectro radioeléctrico? Esas frecuencias de radio y de televisión son de la comunidad ecuatoriana. Esa acumulación de frecuencias en manos de muy pocas familias, en Ecuador está muy concentrado en muy pocas manos. Hasta antes de este gobierno el
96% era de empresas con fines de lucro y prácticamente de ocho o diez familias. El derecho a la libre expresión implica el derecho al soporte a través del cual yo puedo tener una voz y una imagen pública; eso se traduce en papel para el periódico, frecuencias de radio y de tv, espacios públicos para hacer teatro… para ejercer todas las formas de comunicación pública. Cuando hablamos de derecho a la comunicación estamos hablando de comunicación pública. Si la sociedad civil no tiene frecuencias de radio y de televisión no puede ejercer ese derecho. Cuando hablamos de libertad de antena nos referimos expresamente a la redistribución, redistribución porque ya fueron distribuidos de forma ilegal e ilegítima, y con la feria de frecuencias. Redistribución supone repensar en un plan de frecuencias equitativo de radio, de televisión; de frecuencias analógicas y de frecuencias digitales. Y en el proyecto de Ley de Comunicación, el art 122, dice que para lograr esa distribución equitativa hay que incluir las frecuencias digitales, entre todos los sectores de la sociedad; y cuando hablamos de todos los sectores nos referimos a movimientos, organizaciones sociales y con otras que no comulgan. De cara a nuestra ley de comunicación, ¿Cómo aterrizar el siglo de los derechos colectivos y copyright a nuestra realidad ecuatoriana? Fíjate que hemos peleado tanto por la libertad de antena, por la libertad de prensa, por la libertad de expresión, y se nos ha olvidado pelear por la libertad de cultura: por la libertad de los contenidos. Este es un tema nuevo en Ecuador. Ecuador ha estado y
sigue estando avasallado por el copyright hasta tal punto que el Estado financia el Estado. Hay una cosa previa a todo esto: ningún producto cultural es un hecho individual, son siempre hechos colectivos. Cuando Mario Vargas Llosa escribe la Guerra del fin del mundo, el escribe la historia de los campesinos del nordeste del Brasil. Todas las cosas son fruto de la colectividad y a la colectividad se debe devolver. Hay que pelear por los productos culturales libres: la cultura no se reserva, se comparte, la cultura que se reserva es una cultura perversa y egoísta. Fíjate: pirata es el que roba lo ajeno. Si yo compro un disco de música que la quiero oír y me van a cobrar 30 dólares, yo bendigo a quienes sacan copias y te la dejan a un dólar porque esos no son piratas, esos son facilitadores de la cultura libre. Si las casas disqueras le dan el 4% a los autores y se zampan el 96% ¿ah, y yo tengo que pagarles a las casas disqueras? Si yo le pagara al autor, feliz de la vida, si me dice, ponme cinco dólares pa’ seguir cantando, yo, encantado de la vida. El copyright es un truco capitalista que tiene que ser cuestionado en el Ecuador. ¿Con qué herramientas, o indicadores se puede identificar a los excluidos? ¿cómo superamos esa invisibilización que podrían padecer algunos grupos sociales de parte de la instituciones públicas? Creo que es en el sector público, y en el sector comunitario donde se puede superar la exclusión, porque fíjate que la primera exclusión, antes de ser económica, fue la palabra: A Tupac Amaru le cortaron la lengua para que no hablara, después lo descuartizaron. En
este país estaba prohibido hablar quichua. La prohibición cultural es previa a todas las demás y la inclusión cultural pasa por recuperar esos espacios donde haya voz, donde haya imagen, donde haya cultura libre y liberada. Creo que la primera inclusión pasa por nuestra palabra: Somos porque hablamos, y somos incluidos porque hablamos en público. ¿Cómo potenciar la voz a esa gente que, culturalmente, quizá por una forma de cultura andina es callada? Bueno, venimos de una sociedad en que si tú mirabas cara a cara al patrón te daban foete, en que estaba prohibido hablar, estaba prohibido hasta mirar. La primera vez que yo vine al Ecuador me impresionó tanto, amigos que no podían mirarte de frente, aunque estuviese permitido, pero ya había un hábito cultural… El diminutivo, tan ecuatoriano, es tierno por un lado pero es humillación por el otro. Estamos todavía en una cultura jerárquica, vertical y autoritaria. En medio de eso, la palabra democrática es exactamente la que rompe eso. Todavía en Ecuador hay mucho temor a hablar, pero no es el temor al policía, sino es una cosa cultural. Necesitamos romper esa timidez histórica que está relacionada con no sentir la comunicación como un derecho mío. Creo que el primer indicador es el silencio, es el miedo a la autoridad, es el falso respeto a la autoridad. Aquí hay una cultura de silencio, el temor a la protesta, el temor a reclamar mis derechos. Esa ley de comunicación no es una dádiva del gobierno, es un derecho humano. La forma de romper esa invisibilización será cuando en Ecuador florezcan por todo el país, en todas las provincias,
Ayllullakta ankikuna, kay ankikuna uyarishpa katinapakka paykunalla23 takmi kullkita llukshichina, mamallakta kuchunka mana shuyanachu kan, chaymi ankipi llamkak mashikunataka, ruraykatichita yachachishpawan, maymanta kullkita llukshichinatapash yachachina. Mamallaktaka tayta mama shina kullkita mana kukunalla kanchu. Llamkakkunami kullkitaka mashkana kan anki ñawpakman katichunka.
Perfiles
en cantones, en parroquias, en grupos de jóvenes, medios verdaderamente comunitarios. ¿Radialistas Apasionados? Brindar microprogramas de cultura libre, de derechos compartidos, para fortalecer la programación de emisoras prioritariamente comunitarias. Hay muchas emisoras pequeñas, locales, comunitarias que aprovechan los contenidos, que los agradecen. ¿El llamado cuarto poder? ¿Y quién vigila a los vigilantes? La autorregulación es el colmo de la arrogancia, en la declaración de Chapultepec se habla de que nosotros, periodistas, somos responsables ante nosotros mismos ¡y nadie más! Por eso Ramonet habló, y con mucha justeza del quinto poder, el de la ciudadanía, que vigila al segundo, al tercero y al cuarto, por supuesto a ese mal llamado cuarto poder. El derecho a comunicación no es el derecho al zapping: yo no debo cambiar de canal, el canal es el que debe cambiar de programación. Todos los poderes y los medios tienen que ser vigilados y supervisados y regulados no por el estado, no por el gobierno, ni por las iglesias, ni por
cuatro locos, sino por una ciudadanía organizada a través de observatorios de medios. Pero cómo nosotros hacemos para tener una ciudadanía crítica que lee el periódico y dice “yo voy a pensar por mi propia cabeza”. Es decir, necesitamos una ciudadanía consciente, pero tenemos tal domesticación mental. No señor, lea y piense con su cabeza, como en la escuela no nos enseñaron a pensar sino a repetir, como en la casa nos mandaron a callar y no nos permitían hablar, como en la iglesia éramos corderitos y el padrecito decía estupideces, pero era el padrecito, entonces… y la ciudadanización es tener un pensamiento propio, y no de una forma autárquica, sino pensar colectivamente. Todos somos responsables de eso. Aquí no se hace campañas educativas. Los medios de comunicación deberían ser avanzadillas, vanguardias, de una educación ciudadana y no lo son. En los medios privados no hay consciencia de esa responsabilidad social y los medios públicos y los comunitarios son un poco tímidos en campañas que deberían hacer.
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Kunan willay kamachiwanka wayrapi uyachikkunaka ñami tukuyman kushka kanka, shinapash imakunata ankipi nina yachay yuyaykunami kunkashka sakirikun. Ñawpa watakunaka Ecuador llaktayukkunaka ama rimachun upallachishkami karka, chashnami wakinka kunankama willay kamachi ña tiyakkpipash upalla sakirin. Mushuk willay kamachika, ayllullakta ankikuna, tukuypak ankikuna, llaktayukkuna imata nisha nishkata willachun yanapakkunami; chay yanapaywanmi ñawpa watakunaman upallachishka llaktayukkunaka imata yuyashkata, imata mañashun nishkata, imawan mana shuk yuyay tukushkata, ima shuktakkunatapash rikuchi tukunka.
“Ejercer la soberanía y revalorizar lo nuestro” Entrevista a Paco Velasco, Ministro de Cultura Las regulaciones contenidas en la Nueva Ley de Comunicación beneficiarán directamente a la cultura nacional, sobre todo a la música, los audiovisuales y la producción publicitaria. Esto sin duda generará un gran impulso a la cultura nacional.
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iendo cultura y comunicación dos fenómenos incomprensibles por separado, ¿cuál fue la más grave distorsión que le hizo al país el modelo neoliberal? Como lo ha expresado el Presidente de la República, el neoliberalismo fue una “larga y triste noche”, ¿en qué sentido? En primer lugar, los intereses corporativistas y mercantiles devoraron las expresiones culturales nacionales, lo que derivó en la conformación de una sociedad ecuatoriana que sabe más sobre lo que ocurre en otras latitudes y desconoce sobre lo que ocurre en su propio país. Una sociedad que pretende valorar lo extranjero en desmedro de las expresiones
culturales originarias. Y en esta línea, la comunicación era apenas un vehículo. Los poderes mediáticos se han corporativizado para controlar los procesos comunicacionales en regiones enteras como Latinoamérica. Pero no es solo eso. Estas corporaciones lograron colocar sus intereses de grupo en las agendas nacionales. Así se consolidaron sus privilegios por sobre las demandas y necesidades de las mayorías. Hoy hemos revertido esta situación, y en un ejercicio pleno de respeto a los derechos humanos, entre ellos el derecho a la libertad de expresión, todos los ciudadanos pueden no solo ejercer su derecho sino también
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exigir las réplicas cuando sus derechos son vulnerados. La Revolución Ciudadana enfrentó esas circunstancias y otras. Con el apoyo del pueblo ecuatoriano que validó las decisiones políticas en las urnas, está desmontando el modelo neoliberal para recuperar nuestra expresiones, identidades y sentido de pertenencia a fin ejercer la soberanía y revalorizar lo nuestro, lo ecuatoriano, lo nacional. En definitiva, lo que hemos hecho en estos seis años es recuperar la Patria, la dignidad y la esperanza. ¿Cómo está contemplada la comunicación en el marco de la Revolución Cultural? Cultura y comunicación están íntimamente ligadas. No hay revolución cultural que no incluya a la comunicación como elemento substancial, pues de nada sirve motivar a los gestores culturales para que participen en la construcción de una sociedad incluyente y diversa, si finalmente esos esfuerzos son ignorados por el conjunto de la población ecuatoriana. Buscamos formar ciudadanos activos, inteligentes, que valoren lo nuestro para consolidar nuevas identidades. El rol del ministerio en este momento es el de liderar el fortalecimiento de un nuevo modelo de gestión, en el que las agendas que se armen participativamente sean conocidas dentro y
fuera del país, para que quien quieresaber del país sepa todo lo que ocurre en el país. Que se conozca quiénes hacen cine, teatro, danza, cultura y patrimonio. En fin, convertirnos en pivotes que movilicen la cultura como las velas de un barco. Las regulaciones contenidas en la Nueva Ley de Comunicación beneficiarán directamente a la cultura nacional, sobre todo a la música, los audiovisuales y la producción publicitaria. Esto sin duda generará un gran impulso a la cultura nacional. La redistribución de frecuencias contenida en el Art. 106, obliga a que un 34% de ellas se destine a radios comunitarias y un 33% a medios públicos. Esto permitirá visualizar la diversidad de voces y acentos del Ecuador y que la verdadera libertad de expresión puede ser ejercida por todos los ciudadanos. ¿Qué instancias convoca a crear o reformular, la nueva Ley de Comunicación al interior del Ministerio de Cultura? Nos obliga a ser fundamentalmente más eficientes. Por eso estamos creando un Sistema Nacional de Cultura en el que no se dupliquen funciones, sino que instancias como las direcciones provinciales de Cultura y los Núcleos de la Casa de la Cultura trabajen de forma dinámica, sin duplicar funciones y de un modo articulado. El efecto de la Ley de Comunicación supera lo institucional y llega a lo público, lo que obliga a buscar nuevos mecanismos de fomento a la producción nacional; por ello, el Ministerio de Cultura acompañará de cerca este proceso que marcará un antes y un después. El Ecuador tiene capacidad suficiente en sus creadores para ocupar esos
espacios con producciones de calidad. Otra parte importante es la generación de audiencias -comunidades virtuales y colectivos ciudadanos y culturales- que demanden siempre de producción nacional al más alto nivel y en horarios adecuados. Por ello, el Ministerio trabajará también para que se cumpla el Mandato Constitucional de contar con una nueva Ley de Cultura, que creará el Sistema Nacional de Cultura, a través del cual se articulará toda la institucionalidad del país que recibe fondos públicos. Si la ley incidirá en la calidad de la comunicación, implica calidad en productores, en mensajes y en audiencia, ¿cómo promover calidad en los productores de cultura? Fortaleciendo capacidades y generando mecanismos de fomento a las industrias culturales, en este caso, al sector audiovisual y musical. Ese acompañamiento implica facilitar los espacios para
la creación, la producción, la promoción y difusión de la obra de nuestros artistas. El 1 x 1 ya lo están aplicando algunas radios privadas y públicas en todo el país. De lo que conocemos, los resultados hasta ahora son muy provechosos, pues se ha levantado un velo: el considerar a la producción nacional como escasa y sin estándares. Nada más falso: hace poco estuvimos en la premiación del Fondo fonográfico, en trece categorías a nivel nacional, y conocimos de cerca varias propuestas musicales de gran calidad. Todo esto implica, además, aprovechar al máximo la infraestructura existente, capacitar a productores y arreglistas, estimular la formación de nuevos creadores, compositores e intérpretes, hacer más participativas las redes de distribución y circulación de bienes culturales y también fomentar el desarrollo del pensamiento crítico que permita tener públicos exigentes que demanden cultura de calidad.
Francisco Velasco Andrade Quito, 1958 Actual Ministro de Cultura y Patrimonio, Licenciado en Comunicación Social. Ha sido Asambleísta Nacional, director general de Radio la Luna, Docente Universitario, Coproductor Radiofónico. Distinciones: Primer Lugar en el Concurso Periodístico “Merck Sharp and Dome” 1999. Primer Lugar en la Bienal Latinoamericana de Radio “Universidad del Claustro Sor Juana Inés de la Cruz” 1998. Primer Lugar en el Concurso Nacional de Periodismo “Símbolos de Libertad” en el año 1994.
“Kikinllayta rurana, Ñukanchikpakta kutin chaskina” Kawsaysapi Kamayukwasi Paco Velascota tapushka Kawsaypiwan willaywanka mayta mana chikanyaymi. Mushukkishpi nishpa Rafael Correa riksishkaka “llakilla uni amsa tutami”. Katuywan kullkiyuk kanallata yuyakkunaka, kikin kawsaysapita wakllichishpami, kikin mamallakta ima tukukuktaka mana yachashkakuna, karu llaktakuna yuyaylla kashkamanta. Ankikunapash Latinoamaericapitakmi imata willanata rikurashkakuna. Chashna llakitami Llaktayuk Sinchihatarika hapirka. Chay llullak mushukishpitaka allimanta llukshichishpami, kikin llaktata, kawsayta, takita, churayta kuyashpa Mamallaktatak kikinyarichun tikrachikun. Kay ruraypika Kawsaysapiwan – Willaywanka tinkishkami. Kawsaysapika willay illakpika, pi mana yachashka pakashkami sakirin. Willayka runaylluta, yanata, mistita mana karkushpa tantallata alli kawsayman apakmi. Chayta sinchiyachichunka, kikinllatak chanirik yachaysapa warmi karitami mashkanchik. Kay kamayuk wasika ima shina kikinkayman tikranatami ñawpachikun, chayka kay mamallaktapi, karu mamallaktakunapimi riksishka tukunka. Mushuk willay kamachika, kimsa chunka chusku ankikunaka ayllullaktapak, kimsa chunka kimsaka tukuypak ankipakmi, llaktayukkunatak ima yuyashkata willay tukuchunkuna. Kay wasillatakmi, ankikunapi imata nina, imalla rimayta yallichina, pikuna rimakrina chaytaka rikukun, chay laya llamkaywan kallarinkapakka uyana, rikuna, killkana ankikupi ruraykati rurakkunawan, killkakkunawanmi llamkanka.
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Las radios comunitarias
Potenciando la voz de nuestros pueblos “No teníamos ni siquiera la opción de saludar a nuestros hermanos en idioma wao”. Elizabeth Alvarado, técnica de Wao Apenninka 91.1 FM (Radio Waorani, en español)
“Wao rimaypi ñukanchik turi ñañakunata mana napayllapash tukurkanchikka”.
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l igual que los Waorani, la mayoría de pueblos y nacionalidades del país no tenían ninguna posibilidad de comunicarse utilizando medios tecnológicos, en su idioma y según sus tradiciones. Por esta razón, desde el 2010, el Gobierno Nacional inició un proceso de implementación de radios comunitarias, como respuesta a una necesidad y como forma de pagar una deuda histórica. Este proyecto se plasmó en un proceso denominado “Creación de Redes de Medios Comunitarios, Públicos y Privados Locales”, cuyo principio es democratizar el acceso a los medios de comunicación. En una primera etapa, esta red enlaza y fortalece a catorce emisoras para 13 nacionalidades, considerando a futuro conseguir una meta de 54 estacio-
nes adicionales que se asignarán para pueblos afroecuatorianos, montubios y otras organizaciones comunitarias. El 10 de mayo de este año, en Puyo, se entregaron equipos de transmisión, consolas de sonido, antenas y otros implementos para las emisoras de cuatro de las 14 nacionalidades: Andwa 95.9 FM, de la nacionalidad Andwa; Sápara 92.7 FM, de la nacionalidad Sápara; Tarimiat 93.5, de la nacionalidad Shiwiar; Wao Apeninka 91.1 FM, de la nacionalidad Waorani del Ecuador; emisoras con sede en la provincia de Pastaza. En esta misma fecha se entregaron las emisoras de las nacionalidades Tsáchila en Santo Domingo de los Colorados, Awa en la provincia de Imbabura y Carchi y los Cofanes en la provincia de Sucumbíos.
Las siete restantes están concluyendo su instalación definitiva en el mes de noviembre de este año y están asignadas a las nacionalidades Siona en Sucumbios; Kichua de Loreto en Orellana y de Arajuno en Pastaza, Chachi de Esmeraldas, Epera de Borbón, Shuar en Pastaza y Achuar en Morona Santiago. Otro hito se dio en la capital, con el Seminario Taller de Programación y Ley de Comunicación en el que participaron los representantes de las radios comunitarias, presidentes de las nacionalidades, invitados de organizaciones afines a nivel nacional e internacional y funcionarios de la Secretaría Nacio-
nal de Gestión de la Política y de la Secretaría Nacional de Comunicación. Esta fue la oportunidad de delimitar horizontes de trabajo, reconstruyendo, en algunos casos, y construyendo, en otros, los proyectos comunicativos a fin de potenciar las voces de pueblos y nacionalidades. En ese sentido, Samuel Añapa, Director de Radio Chachi de Esmeraldas, mencionó: “La radio nos fortalece, es un instrumento poderoso que implica también un reto para cada uno de los directores aquí presentes y un compromiso para nuestras comunidades”. Con este proyecto sostenido y de acompañamiento se ha logrado evidenciar avan-
La radio nos fortalece, es un instrumento poderoso que implica también un reto para cada uno de los directores aquí presentes y un compromiso para nuestras comunidades”. Samuel Añapa, Director de Radio Chachi de Esmeraldas
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“La misión de la radio es crear espacios donde sean los miembros de la comunidad los que reciben y dan mensajes, de acuerdo con sus necesidades. Comunicamos la forma en la que vive la gente andwa...” Angélica Dawha, Directora de radio Andwa 95.9FM
ces, como lo indica Fernando Nihua, de la comunidad Wao: “Acá tienen voz todas las personas: jóvenes, niños, adultos, pero espacialmente nuestros ancianos, pues ellos nos transmiten su sabiduría. Antes, nosotros no teníamos acceso ni siquiera a saludar en nuestro idioma a nuestros vecinos”. Gracias al equipamiento y a las capacitaciones financiados por el Gobierno, a través de la Red, se han logrado avances en beneficio de la comunidad, tal como lo testifica la Directora de radio Andwa 95.9FM, Angélica Dawha: “La misión de la radio es crear espacios donde sean los miembros de la comunidad los que reciben y dan mensajes, de acuerdo con sus necesidades. Comunicamos la forma en la que vive la gente andwa. Hemos estructurado una programación en la que se prioriza el relato oral. Estamos re-
cuperando mitos, como el de la luna, el del tigre, o el de la importancia de la boa dentro de la nacionalidad”. Por su parte, Rafael Mashumbra, Director de la radio Sápara, sostiene que la radio les fortalece: “Vamos a enseñar a niños y jóvenes en nuestra lengua. Como nacionalidad es fundamental que mantengamos esa identidad que corre el riesgo de desaparecer”. Con el esfuerzo de la población y el apoyo del Estado las radios comunitarias ayudan a desconcentrar el poder de los medios de información tradicionales, fortaleciendo el ejercicio del derecho a la comunicación de otros sectores comunitarios como las nacionalidades y pueblos indígenas, los pueblos afroecuatorianos, los pueblos montubios y las organizaciones sociales, tal como lo contempla la Ley de Comunicación.
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Ayllullakta ankikuna ñukanchik llaktayukkunapak rimayta sinchiyachikun Waoranikuna shinallatakmi, shuktak kawsaymarkayukkuna, llaktarunakunapash pakchiyachaywan, kikin shimipi ankimantaka mana rimay tukuk karka. Chaymi Mamallakta Apukka 2010 watamanta ayllullakta ankikunata wiñachikun. Kallaripika, Tantachik Ayllullakta Ankikuna ruraykatiyukka chunka chuskumi, llaktushayta sinchiyachinkapak, kipallataka yanarunakunapak, yunkarunakunapakmi pichka chunka chusku ankiwan wiñachinka. Kaykamaka tawka ankikunata ñami kushka, 54 ankikunata kunkapakmi allichikun, kawsaymarkayukpak, llaktarunapak rimayta sinchiyachinkapak; ruraykati yachaytapash kunmi. Kay yachayta chaskikkunaka, ankika ushayta chariktami rikun. Chaymi Fernanda Nihua (WaoApininkamanta) “kunanka maltakuna, warmikuna, yuyakkuna ankimanta yachayta rakin, ñawpa kawsay hawa riman maltakuna yachachun…”, nin. Angélica Dawha (Andwa), “mamallakta apuk ayllullakta ankikunata kushpaka allikaytami kun, kashnami kikin ayllullakta kawsaywan, rimayta sinchiyachishpa katinchik” nishka. Rafael Mashumbra (Sápara), ankika chanimi ñukanchikpakka paktapurarishka kankapak. Imatapash ñukanchik kikin shimipi willashpami, sápara rimay ama chinkarichun sinchiyachikun”, nishkami.
Fuente: Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (SENATEL), 2013.
Visor
Distribución de medios y frecuencias en el Ecuador
Medios de comunicación de radio y televisión a nivel nacional
TOTAL: 851
Medios de Comunicación Comerciales Privados
TOTAL: 742 Fuente: Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (SENATEL), 2013.
Medios de Comunicación de Servicio Público Fuente: SENARTEL
TOTAL: 91 Fuente: Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (SENATEL), 2013.
Personas que trabajan en los medios de comunicación
Concesiones de frecuencias El informe de la Auditoría de las concesiones de las frecuencias de radio y 31 televisión descubrió casos ilegales de concentración de frecuencias como: 4 concesionarios (TC, Teleamazonas, RTS, Ecuavisa) concentran estaciones de televisión en al menos 21 provincias, 7 concesionarios (Sonorama, JC Radio, Kiss, Radio María, BonitaFM/Canela, Caravana y Radio Colón) concentran estaciones radiales en al menos 10 provincias. 90% de las concesiones pertenecen al sector comercial, por sobre el público y comunitario. 6 grupos económicos (Grupo Eljuri, Grupo Isaías, Grupo Egas, Grupo Mantilla, Grupo Pérez, Grupo Martínez) concentraron su poder en medios de comunicación a nivel nacional. 11 grupos familiares menores (Aguilar Veintimilla, Almeida Morán, Andrade Díaz-Andrade Quiñónes, Berborich, Costta García y Alarcón Costta, Czarninski, Gamboa, Herdoíza, Montero Rodríguez, Nussbaum–Freund-Ruf, Piedra – Cardoso y Yánez) concentran las frecuencias de medios de comunicación a nivel nacional, principalmente radiales. Estas familias, en su mayoría, han adquirido las concesiones a través de influencias políticas, y haciendo uso de las frecuencias, las han transferido, arrendado o vendido. Fuente: Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (CONARTEL).
Nuevas instituciones para el desarrollo y control de la comunicación Atribuciones: 1. Fiscalizar, supervisar y ordenar el cumplimiento de las disposiciones legales y
Con la Ley Orgánica de Comunicación, se elabora el marco legal para delimitar el funcionamiento de la Superintendencia de la Información y Comunicación. El Art. 55 de dicha ley dice: “es el organismo técnico de vigilancia, auditoría, intervención y control, con capacidad sancionatoria, de administración desconcentrada, con personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa, presupuestaria y organizativa; que cuenta con amplias atribuciones para hacer cumplir la normativa de regulación de la Información y Comunicación. Si bien, antes hubo normativas, esta es la primera ocasión que se institucionaliza la ley a través de una Superintendencia con estructura propia: intendencias, unidades, divisiones técnicas y órganos asesores.
Carlos Ochoa, primera autoridad de la nueva Superintendencia, durante su posesión en Asamblea Nacional.
Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación
reglamentarias sobre los derechos de la comunicación. 2. Atender, investigar y resolver las denuncias o reclamos formulados por las per-
sonas naturales o jurídicas, a través de sus representantes, en materia de derechos de la comunicación; 3. Requerir a los ciudadanos, instituciones y actores relacionados a la comunicación, información sobre sí mismos que fuere necesaria para el cumplimiento de sus atribuciones; 4. Aplicar las sanciones establecidas en el marco de esta Ley y de la regulación que emita la autoridad reguladora 5. Las demás establecidas en la ley Proteger y a la vez dar voz a la ciudadanía es, ahora, una iniciativa con instrumentos y procedimientos concretos. Es entonces necesario vincularse a estos novísimos procesos de democratización de la comunicación a través de la atenta vigilancia ciudadana, en pro de que sean firmes los comienzos y que su institucionalidad democrática, por el bien de todos, sea fortalecida. Carlos Ochoa
Visor
Superintendencia de la información y comunicación
Licenciado en Ciencias de la Información, con 28 años de experiencia en medios de comunicación. Trabajó en diario y la radio El Mercurio, después en radio La Voz de Tomebamba. En televisión inició en 1985 en Teleamazonas, luego en TC Televisión fue jefe de información. En Ecuavisa llegó a ser productor ejecutivo. En 2008, estuvo en EcuadorTV como director de noticias. En el 2009 como director del noticiero de GamaTV. Asesor de Comunicación de Doris Soliz, cuando fue ministra de Turismo en el gobierno de Alfredo Palacio.
El Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación es un cuerpo colegiado con personalidad jurídica, autonomía funcional, administrativa y financiera, cuyo presidente ejercerá la representación legal, judicial y extrajudicial de esta entidad (Art. 47) Atribuciones:
Integración del Consejo: 1. Un representante de la Función Ejecutiva, quien lo presidirá (Patricio Barriga). 322. Un representante de los Consejos Nacionales de Igualdad (Tamara Merizalde). 3. Un representante del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Hernán Reyes). 4. Un representante de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (Roberto Wohlgemuth). 5. Un representante del Defensor del Pueblo (Paulina Mogrovejo).
SÍGUENOS:
1. Establecer los mecanismos para el ejercicio de los derechos de los usuarios de los servicios de comunicación e información; 2. Regular el acceso universal a la comunicación y a la información; 3. Regular la clasificación de contenidos y franjas horarias; 4. Determinar mecanismos que permitan la variedad de programación, con orientación a programas educacionales y/o culturales; 5. Establecer mecanismos para difundir las formas de comunicación propias de los distintos grupos sociales, étnicos y culturales; 6. Elaborar y expedir los reglamentos necesarios para el cumplimiento de sus atribuciones y su funcionamiento; 7. Elaborar estudios respecto al comportamiento de la comunidad sobre el contenido de los medios de información y comunicación; 8. Elaborar el informe vinculante, en los casos previstos en esta Ley, para la adjudicación o autorización de concesiones de frecuencias del espectro radioeléctrico para el funcionamiento de estaciones de radio y televisión abierta, y para la autorización de funcionamiento de los sistemas de audio y video por suscripción; 9. Formular observaciones y recomendaciones a los informes que le presente trimestralmente la autoridad de telecomunicaciones en el proceso de aplicar la distribución equitativa de frecuencias establecida en el Art. 106 de esta Ley; 10. Elaborar el informe para que la autoridad de telecomunicaciones proceda a resolver sobre la terminación de una concesión de radio o televisión por la causal de incumplimiento de los objetivos establecidos en el proyecto comunicacional; 11. Crear las instancias administrativas y operativas que sean necesarias para el cumplimiento de sus funciones; y, 12. Las demás contempladas en la ley.