El resultado del análisis plantea un panorama diverso. Por un lado, si bien la movilidad intergeneracional en la mayoría de países de la región, sigue siendo limitada: la educación y el nivel de ingresos de los padres todavía influyen en los logros de los hijos en una medida considerable, que parece ser mayor que en otras regiones. Por otro lado, la movilidad intergeneracional ha sido significativa. Se calcula que al menos el 40% de los hogares de la región han ascendido de “clase socioeconómica” entre 1995 y 2010.