19 minute read
Iqra A dul Aziz Bawani
Reconstruir el pasado: explorar la cultura disidente y su impacto en la memoria cultural Iqra Abdul-Aziz Bawani
‘Se escribe porque se espera’ (En la ardiente oscuridad)
Empiezo con esta cita de Antonio Buero Vallejo, porque sintetiza el objetivo del movimiento intelectual en contra de la ideología franquista. Durante el franquismo, especialmente durante los años cincuenta y sesenta, las artes sirven como un medio para crear ‘una cultura clandestina de resistencia’ (Díaz, 284) Esta resistencia se concretó desde la forma de obras de teatro y poesía hasta el uso de flamenco como un medio de protestar contra la cultura hegemónica del régimen franquista. En realidad, el Franquismo no sólo dominó la política y la esfera pública sino que se impuso en la esfera privada y las normas sociales de la población y como resultado esta intrusión fomenta la reacción de los intelectuales a Franco. La reacción se manifestó a través de la literatura, especialmente el teatro y la poesía, para formar parte de un movimiento más grande de cultura disidente. Por consiguiente, esta cultura disidente forma parte de la memoria cultural sobre esta época. A travé´s de mi ensayo, voy a explorar por qué la cultura disidente emergió durante esta época, en que manera se manifestó y voy a examinar su impacto en la memoria cultural sobre el Franquismo.
27
He elegido escribir sobre la literatura específicamente porque para mí la literatura disidente utiliza técnicas convencionales para dar mensajes subversivos y discordantes. El teatro, en particular, puede tener un impacto más grande y estremecedor que otros medios porque la visualización de los personajes en el espectáculo puede conmocionar a la gente y forzarlos a reflexionar. La literatura que reta la cultura tradicional y hegemónica de Franco cambia la manera en que pensamos sobre el pasado y la época franquista. Además la literatura, como un método tradicional de creatividad artística, desafía las normas aceptadas del Franquismo y cambia nuestra memoria sobre esta época de sumisión a subversión. En adición, la lengua ‘is abused, tortured, distorted, in a way, to enforce ideological goals’ (Chomsky, 471) y la literatura disidente, de algún modo, funciona para reclamar la lengua para los oprimidos. Quisiera definir los términos claves de ‘cultura disidente’ y ‘la memoria cultural’ antes pasar adelante. Para el objetivo de este ensayo voy a definir la cultura disidente como un dispositivo que ‘challenges by individuals within a community to modernize, or broaden, the traditional terms of cultural membership’ (Madhavi 498). Es decir la cultura disidente es la realización de una cultura clandestina de resistencia y subversión. Para añadir, los autores dentro de la cultura disidente ‘assert a right to autonomy, choice, reason and plurality within culture, claims to cultural dissent render archaic traditional conceptions of culture as imposed, determined bounded and homogeneous’ (Madhavi, 499). Esta concepción de la cultura disidente es muy importante a este ensayo porque la sólo existe en relación y en contraste con la cultura impuesta i.e. la cultura franquista.
28
La memoria cultural se puede definir a través del trabajo de Jan Assman como una memoria colectiva de una época pasada y fija que se mantiene a través de objetos culturales e instituciones compartidas (Assman, 129). Assman subraya dos conceptos importantes para el objetivo de este ensayo. El primero es sobre ‘the power of cultural objectivation in the stabilizing of cultural memory in certain situations’ (Assman, 129) es decir que los objetos culturales tal como la literatura forman partes centrales de la creación y estabilización de la memoria cultural. El segundo es que ‘cultural memory works by reconstructing… it always relates its knowledge to an actual and contemporary situation’ (Assman, 130) que nos ayuda a relacionar el impacto de la memoria cultural durante y después de la época franquista.
La emergencia de a cu tura dissidente
La emergencia de la cultura disidente tiene dos explicaciones claves. La primera es la brecha generacional y la segunda es la liberalización de España en los años cincuenta como Barry Jordan y Elías Díaz mencionan en sus ensayos. Primeramente, voy a explorar la teoría de que la cultura disidente se causa por la brecha generacional durante la ‘generación del medio siglo’ (Jordan, 245). Su argumento, que se propone originalmente por José María Castellet, discute que los intelectuales jóvenes bien conocidos durante esta época eran niños durante la Guerra Civil y como resultado sufrieron trauma psicológico debido a la violencia del conflicto y la pobreza y condiciones graves después de la guerra. Esto resultó en la condena de la ideología franquista y
29
la generación mayor que luchó durante la guerra. En realidad estos niños eran ‘innocent spectators and hapless victims of a monstrous, bloody and damaging conflict… anxious to overcome the divisions created by the war, to heal the divide between winners and losers’ (Jordan, 246). Además Jordan subraya que la generación joven, especialmente los niños de los falangistas i.e. ‘los ganadores’ de la guerra, estaba convencida de a tomar responsabilidad para la desigualdad entre los ganadores, o la clase alta, y los perdedores, o clase baja. Jordan llama esto ‘mala conciencia or class guilt’ (Jordan, 246). Podemos situar a Alfonso Sastre y Jaime Gil de Biedma en este contexto. Sastre nació en 1926 y solo tuvo 10 años cuando la Guerra Civil empezó. Padeció la violencia y la pobreza de la Guerra para cumplir sus estudios en 1943. Sastre y sus colegas en el grupo ‘Arte Nuevo’ escribieron obras polémicas que criticaron la dictadura de Franco y además era un miembro del Partido Comunista de España. En 1956, Sastre fue encarcelado por su papel en las manifestaciones estudiantiles y otra vez en en 1974 en relación con un atentado de ETA en Madrid. Por lo tanto podemos concluir que sus creencias comunistas y antifranquistas vienen de su experiencia de la Guerra y el trauma que siguió. Similarmente, Jaime Gil De Biedma, nació en 1929 y viene de una familia de la alta burguesía. Aunque era un empresario, forma parte de la Generación de ‘50 y era un homosexual tapado. Experimenta con el marxismo pero fue denegado su afiliación al Partido Socialista Unificado de Cataluña. Gil de Biedma ejemplifica el caso de mala conciencia or class guilt’ como Jordan describe y también podemos situar sus creencias en el contexto de su identidad oculta.
30
La segunda razón para la emergencia de la cultura disidente en España a finales de los años cuarenta y los años cincuenta es la liberalización de España que provee ‘the appropriate conditions for the emergence of a dissenting intelligentsia and limited cultural renewal’ (Jordan, 247). Dentro de este contexto también vemos la emergencia del Posibilismo político, el cual voy a hablar luego. La apertura de España al final de los años cincuenta permite a los intelectuales criticar el régimen franquista sin censura tan estricta como el tiempo inmediatamente después de la Guerra Civil. La Alianza con los Estados Unidos durante la Guerra Fría legitimó el régimen de Franco debido a su reputación anti-comunista. Como resultado, Franco no necesitaba la censura estricta porque su posición era apoyada por los Estados Unidos y permitió, hasta un cierto punto, el crecimiento de la cultura disidente. Aunque muchos intelectuales continuaban utilizando métodos retóricos para evitar la persecución, la cultura disidente creció debido al influjo del comercio exterior y el crecimiento económico.
Un ejemplo bueno de esto es Antonio Buero Vallejo, quien era hijo de un militar, era un republicano durante la Guerra Civil y fue encarcelado durante seis años, de 1939 hasta 1946, por el régimen franquista debido a su participación en un grupo clandestino que pretendió derrocar a Franco. Buero Vallejo se beneficia de las reglas relajadas para publicar sus obras autocensuradas. Este vacío legal, aunque era pequeño, permite a Buero Vallejo a obtener popularidad como un autor disidente y propagar su mensaje antifranquista.
31
La iteraria disidente
Voy a empezar con ejemplos concretos de la disidencia dentro de la literatura. En En la ardiente oscuridad utiliza la alegoría de la ceguera para mostrar que para los estudiantes siempre hay oscuridad y asimismo, Buero Vallejo refleja la realidad de la población española bajo Franco, ciega a la tortura, la violencia y la brutalidad del régimen. A través de En la ardiente oscuridad , Buero Vallejo nos dice que hay esperanza para cambiar, si aceptamos la realidad de la situación política y estamos listos para actuar. El desencanto de Buero Vallejo hacia la política española y el estado de la disidencia antifranquista está claro en En la ardiente oscuridad . Al principio de la obra, Buero Vallejo cita ‘y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no comprendieron’ (dedicación) de la Biblia en la dedicación de la obra, que nos hace reflexionar desde el principio de la obra sobre estos dos lados contradictorios durante el franquismo. En la misma manera que las tinieblas no comprenden la luz, los franquistas representados por el centro y sus alumnos dirigido por Don Pablo y Doña Pepita no entienden el punto de vista del protagonista, Ignacio quien representa el republicanismo. En la obra En la ardiente oscuridad, podemos ver que las imágenes de la luz se representan a través del protagonista Ignacio directamente en contraste con las tinieblas de Carlos, Don Pablo y otros en el centro que ocultan su sufrimiento. Un ejemplo claro de esta comparación es en el tercer acto cuando Carlos confronta a Ignacio. Las imágenes de la luz rodean a Ignacio y en el intercambio, por ejemplo el dice: ‘siento gravitar su [las estrellas] dulce luz sobre mi rostro, ¡ y me parece que casi las veo!’98). Después, Buero Vallejo muestra una equivalencia de la luz con la
32
esperanza de un nuevo futuro que lleva Ignacio al centro, diciendo
IGNACIO. Y ésa es tu desgracia: no sentir la esperanza que yo os he traído CARLOS. ¿ Qué esperanza? IGNACIO. La esperanza de la luz. (98) Las palabras de Ignacio en este momento son muy poderosas y casi convence a Carlos. Sin embargo, Carlos rechaza las ideas de Ignacio, contestando ‘!Basta! Luz, visión… Palabras vacías. ¡Nosotros estamos ciegos! ¿Entiendes?’ (100). En este momento, Carlos rompe con la fachada del Centro, llamándoles a ellos mismos ‘ciegos’ en vez de ‘invidentes’ pero sus acciones al final de la obra en la muerte de Ignacio, nos demuestran que las tinieblas, siempre ganaran cuando hay gente que promulga las ideas que representan. Por otra parte, en las acotaciones durante la confrontación entre los dos muchachos, Buero Vallejo describe ‘la luz del escenario empieza a bajar’ hasta que ‘ el escenario está oscuro’ (100) que incluye la audiencia en los problemas de los jóvenes y como resultado nos hace pensar y reflexionar sobre la dura realidad y la ignorancia de los españoles a respecto a los problemas graves en la sociedad española. En la poesía de Jaime Gil de Biedma, podemos ver los mismos temas de desilusión a través el régimen franquista y la pobreza de la gente común a pesar del milagro económico Español en los años cincuenta. En su poema Años Triunfales, hace un dibujo trágico de la desigualdad y la oscuridad de la posguerra en España. En un giro irónico, los años triunfales para los vencedores o los falangistas resultaron en años desgraciados para perde-
33
dores, es decir los pobres y los republicanos. En particular Gil de Biedma se enfoca en el apuro de las mujeres en la posguerra, que sufrieron porque los hombres en sus familias estuvieron muertos o encarcelados. Como consecuencia tuvieron que llevarse la peor parte de esto y tuvieron que dedicarse a la prostitución mantener á sus familias porque no tuvieron otros oportunidades en la España de Franco. Gil de Biedma escriba: Y pasaban figuras mal vestidas De mujeres, cruzando como sombras, Solitarias mujeres adiestradas - viudas, hijas o esposasEn los modos peores de ganar la vida. (Años Triunfales)
En mensaje de este poema está claro – Gil de Biedma utiliza la suciedad y la mugre, que aún existe en los centros urbanos de Barcelona y Madrid, para hacer hincapié en el estado pobre y deprimido de la gente común y de la clase trabajadora en este momento en España. Aunque el gobierno alabó esta época como el milagro económico y su impacto en aliviar la situación de posguerra, el poema nos dice que en realidad nada ha cambiado para la gente común. Similarmente en su poema Asturias, Gil de Biedma expresa su remordimiento por el camino de España en los años sesenta. Utiliza el símil del silencio ‘como después de una detonación’ (Asturias, línea 1) para describir las acciones de los españoles tras las huelgas mineras en Asturias. Condena el silencio y la inacción de la población en hacerse el tonto a la brutalidad del régimen. Gil de Biedma describe el sentimiento frustrado del disidente hacia la política española como ‘desgañitarse contra el muro’ (Asturias, línea 5) porque nada está escuchando a su apuro
34
de los marginalizados. En el último párrafo Gil de Biedma imagina ‘un paisaje/ de vagonetas/en las bocaminas/y de grúas inmóviles’ por una huelga. Aquí, Gil de Biedma da un comentario sobre el futuro del país, atascado en las tradiciones del pasado y el conservadurismo de los valores franquistas. España, como los vagonetas va en dirección un agujero negro como las minas. Finalmente en la obra ‘La Mordaza’ (1954) de Alfonso Sastre nos muestra la dura realidad de la vida bajo Franco. La obra trata de la familia Krappo, cuyo padre Isaías es un déspota y asesino. Aunque todos saben que es el asesino del forastero, se atreven a decirlo al comisario por temor o respeto. Finalmente su nuera, Luisa, rompe la mordaza y dice la verdad al comisario sobre la muerte del forastero. Inmediatamente, las implicaciones del argumento están claras – aquí la figura de Isaías es amenazadora, conservadora y patriarcal, así representa a Franco y su imagen como el padre de España. Los liberales ,en particular la gente joven, se representan a través de Luisa, su nuera y la única persona con la confianza a decir la verdad. Hay una mordaza metafórica en la obra porque los miembros de la familia se atreven a decir la verdad por temor o respeto. De la misma manera, en la época franquista existe una mordaza inexpresada porque nadie se atreve a hablar en voz alta para denunciar ni el régimen ni sus acciones salvajes debido al temor de la repercusiones o porque apoyaban a Franco. Las tensiones entre la generación mayor y la generación joven, especialmente entre Luisa y Isaías, están claras desde el principio de la obra. A través de las acotaciones y los diálogos de Isaías, Sastre nos da un retrato de Isaías como la figura fuerte, conservadora y patriarcal que tiene los mismos va-
35
lores del Franquismo. Por ejemplo al inicio Isaías dice que muestra su actitud conservadora en su conversación con Luisa, cuando dice ‘No eres precisamente tú, Luisa, la más indicada para decidir cuándo se no desprecia o no’ (134) y después dice ‘Si Juan fuera un hombre, no hablarías como hablas, Luisa… Si tú [Juan] no eres capaz de sujetarla, algún día tendré que hacerlo’ (134) implicando el estado inferior y reprimido de las mujeres en la sociedad española en ese tiempo además del dominio de los hombres sobre las mujeres. Luego cuando Luisa admite que ha contado la verdad al comisario, Isaías dice: ‘Te dije que no hablaras. Te voy a matar (la golpea en la cara)’ (168). A través de esta escena, Sastre nos muestra que en la sociedad franquista no hay espacio para los disidentes pero también nos recuerda que el silencio también nos hace cómplices en las atrocidades del régimen. El personaje de Juan, el marido de Luisa que no la apoya en contra de su padre, ejemplifica esta idea de complicidad. Cuando Isaías la golpea, Juan defiende su padre diciendo;
JUAN. Padre, deje a Luisa. Déjela. LUISA. (Grita como loca) Es un asesino. ¿No los veis? Sería capaz de matarme aquí mismo’ JUAN. No, Luisa. Tampoco digas eso de nuestro padre. (168). Después, su hermano Teo comenta (a Luisa) que ‘Cuando Juan se dé cuenta de cómo era realmente nuestro padre y de hasta qué punto nos despreciaba a todos… Él es tan bueno, que todavía no lo sabe. Ya lo sabrá’ (Epílogo, 187). Teo subraya en la poca disposición a reconocer la verdad sobre su padre. Aquí, Sastre utiliza a Juan como un portavoz para criticar a la población es-
36
pañola que estaba silenciosa durante el Franquismo y no quería reconocer los problemas y la realidad de la época franquista y por consecuencia era cómplice con la violencia del régimen. El tono de La Mordaza es marcadamente más oscuro que En la ardiente oscuridad porque Sastre escribe para criticar la sociedad y el único rayo de esperanza es Luisa pero ya entonces sabemos que nada va a cambiar. Por lo tanto no nos da un mensaje esperanzador como Buero Vallejo que esperaba un futuro nuevo sin Franquismo, porque al final de En la ardiente oscuridad, la fachada del centro y Don Pablo están rotos, debido a la muerte de Carlos. En lugar de esto, Sastre es más escéptico sobre la posibilidad de cambio. Para él, el teatro disidente no existe para inspirar pero para sostener un espejo a la vida contemporánea y criticarla.
La formación de a memoria cu tura
Como he mencionado, la memoria cultural es la realización de una cultura clandestina de resistencia y subversión. La memoria cultural puede ser dividida en dos corrientes de pensamiento que he examinado juntas en este ensayo. La primera es que el presente da forma a la manera en que vemos el pasado y la segunda es que el pasado tiene influencia en nuestro comportamiento hoy en día. En el caso del Franquismo podemos discutir que las dos corrientes tienen validez. Treglown describe el primer caso en su trabajo, y describe la dicotomía entre los republicanos y los falangistas en crear la historiografía y la memoria cultural de la guerra civil y la época siguiente. Treglown describe esta dicotomía como una guerra de memoria y discute en contra del pensamiento popular de que los primeros dos décadas la
37
escena literaria y artística ‘eran años de un terrible silencio’ (Mangini, 16). En su lugar, Treglown propone que el periodo inmediatamente siguiente a la Guerra Civil hasta el fin de la censura durante la democracia, eran una etapa rica y llena de literatura y cine por ambos lados. Treglown escribe que muchas de las novelas que se publicaron en esta época contribuyeron a crear la historiografía distinta de la Guerra Civil, en contra del mito franquista de ‘la gloriosa cruzada’ a través de la que Franco justificó el golpe de estado y ‘in doing so they contributed to cultural memory, while remaining sceptical about its usefulness’ (Treglown, 152). Podemos situar ambos Buero Vallejo y Alfonso Sastre aquí por sus obras retan la imagen de la sociedad perfecta, religiosa y respetable. A través de su trabajo, ambos dramaturgos contribuyeron en crear una imagen más completa sobre la realidad del Franquismo y para que podamos oír las dos campanas de la época. Similarmente, Gil De Biedma ayuda a darnos una imagen del Franquismo en tres dimensiones que desafían la historia y la cultura ‘oficial’. Un debate grande entre Sastre y Buero Vallejo era sobre el posibilismo, es decir si los dramaturgos deberían estrenar sus obras. Buero Vallejo autocensuraba el uso de metáforas para su crítica del Franquismo para aprovechar los resquicios en la censura franquista para publicar sus obras y cambiar el sistema desde dentro. Buero Vallejo utilizaba la esfera pública para obtener reconocimiento– ganó el Premio de Lope De Vega en 1949 y el Premio Cervantes en 1986 – y lo aprovechó para promulgar pequeños cambios positivos y cambiar el pensamiento de la gente de su tiempo. Por otro lado, Sastre adoptó un método más radical porque pensó que el posibilismo fue una claudicación. Por lo tanto el teatro de Sastre no tiene tanto impacto, especialmente
38
durante el franquismo porque estaba prohibido y nunca fue representado fuera de grupos de intelectuales. Como resultado, Buero Vallejo forma parte de la memoria cultural ‘oficial’ y ha tenido un impacto más grande en la memoria de la gente sobre está época mientras que Alfonso Sastre se ha re-apropiado recientemente como parte de la intelectualidad disidente de la época y no tiene el mismo reconocimiento.
Además hoy en día, nuestras opiniones de la dictadura y la Guerra Civil están influidas por la democracia en que vivimos y hace hincapié en el problema que España enfrenta ahora, de la reconciliación de su pasado franquista con los ideales de nuestro mundo democrático de hoy, especialmente en la comunidad literaria. En esta manera el pasado puede afectar el presente. En particular, todavía existe una dicotomía entre la percepción de la comunidad internacional sobre esta época y la población español española, especialmente entre la generación mayor que reverencia a Franco que la generación joven para quien la figura de Franco representa un pasado oscuro, tiránico y dictatorial.
Conc usión
La cultura disidente existe en todas modos pero se manifestó en la literatura de una manera muy interesante porque los escritores utilizaban medios tradicionales como el teatro y la poesía para dar comentario importante sobre la realidad del Franquismo que discrepa con la narrativa ‘oficial’ de esta época. La cultura disidente tiene dos causas importantes –las experiencias de los autores y la situación sociopolítica y económica de España. Además, en el pasado, como Treglown
39
ha probado en su libro, no existe una homogénea vista de la cultura durante el franquismo y a pesar de la censura, todavía existen autores y artistas que retaban el régimen en sus obras y por lo tanto el argumento de la guerra de memoria sobre es más matizado de lo que pensamos. En realidad, existe un una dicotomía tanto generacional e internacional como ideológica sobre la memoria de la época franquista y el pasado ha afectado el presente tanto como el presente ha afectado la manera en que vemos el pasado. Sólo podemos reconstruir una imagen auténtica si consideramos todos los materiales desde las películas a las obras de teatro en nuestro examinación de esta época. Al fin y al cabo, necesitamos todos estos materiales para pintar un retrato justo, equilibrado y completo sobre el Franquismo.
Bi iografía
Fuentes primarias:
Buero-Vallejo, Antonio. En la ardiente oscuridad. Oxford: Oxbow Books, 2010. Impreso Gil de Biedma, Jaime. “Años Triunfales”. RTVE. 14 Septiembre 2010. http://www.rtve.es/alacarta/audios/imprescindibles/anos-triunfales/882692/ Acceso 8 Mayo 2017. Gil de Biedma, Jaime. “Asturias”. 2 Enero 2014. http:// aldeamoretexiste.blogspot.com/2014/01/asturias-1962. html. Acceso 8 Mayo 2017. Sastre, Alfonso. Escuadra Hacia La Muerte y La Mordaza. Ed. Farris Anderson. Madrid: Ed. Castalia, 1975. Print.
40
Fuentes secundarias:
Assmann, Jan, and John Czaplicka. “Collective Memory and Cultural Identity.” New German Critique, no. 65, 1995, pp. 125–133., www.jstor.org/stable/488538. Chomsky, Noam. Language and Politics. Ed. Carlos PeregriÌn Otero. Oakland: AK, 2004. Print. Díaz, Elías . “The Left and the Legacy of Francoism: Political Culture in Opposition and Transition.” Graham and Labanyi, pp 283-91 Graham, Helen and Jo Labanyi, editors. Spanish Cultural Studies. Oxford University Press, 1996. Jordan, Barry. “The Emergence of a Dissident Intelligentsia.” Graham and Labanyi, pp 245-255 Mangini. Shirley. Rojos y rebeldes: la cultura de la disidencia durante el franquismo. Barcelona: Anthropos, 1987. Impreso Sunder, Madhavi. “Cultural Dissent.” Stanford Law Review, vol. 54, no. 3, 2001, pp. 495–567., www.jstor.org/ stable/1229465.
Treglown, Jeremy. Franco’s Crypt: Spanish Cultureand Memory since 1936. London: Vintage, 2015. Impreso
41
42