Sarah Pink nos propone un rol para la investigación etnográfica en un mundo y vida cotidiana donde compartimos con Data. En el fenómeno de Big Data, las prácticas de su producción, análisis y representación parecen, a primera vista, muy lejos y hasta incompatibles con las técnicas etnográficas. Sin embargo, el creciente interés por Big Data que demuestran las organizaciones, las empresas, los políticos, y las mismas universidades en las cuales trabajamos nos supone una oportunidad a los etnógrafos. La experiencia en la práctica de la etnografía digital y sensorial permite entender lo qué es y qué significa vivir rodeados de Big Data y Small Data.
¿Cómo se da la experiencia de vivir con datos? ¿Qué sensaciones afectivas y sensoriales son las que experimentamos al interactuar con nuestros datos personales? ¿Cual será nuestra futura relación con Data? Pink nos invita a plantearnos estas preguntas a partir del caso de dataethnographies.com y un estudio etnográfico con self-trackers.