UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS FACULTAD DE HUMANIDADES
IMAGINARIOS EN SALUD Percepciones en los municipios de Achacachi, Tiwanaku, Charazani, El Alto y La Paz
La Paz, noviembre de 2013
Universidad Mayor de San AndrĂŠs Proyecto “Imaginarios en Salud: Programa de ElaboraciĂłn de EducaciĂłn de Adultosâ€? Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la EducaciĂłn Lic. RaĂşl Paredes Aranda Vicedecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la EducaciĂłn Dr. Rider Carlos Chuquimia Chuquimia Directora del Instituto de Estudios Bolivianos Dra. Laura Escobari de Querejazu Coordinadora del Proyecto “Imaginarios en Saludâ€? Lic. MarĂa Eugenia Pareja Tejada Co-Coordinadora del Proyecto “Imaginarios en Saludâ€? Dra. Filomena Miranda Casas Consultores Dr. TeĂłfilo Laymi Ticona Dra. MarĂa Eugenia Quiroga Arce Lic. Ernesto JuliĂĄn Yucra Siles Lic. Mario Marcelo Calle Arteaga Lic. Mirna Quezada Siles Lic. Gladys Miriam Quispe Aruquipa Auxiliares de InvestigaciĂłn Marisol Apaza Condori Cristhian Mario Aguirre Carlos Revollo SĂĄnchez Boris Angel Villarroel Miranda Karen S. Flores Quisberth Nelo Gonzales Marupa Airton Laureano Chambi OcaĂąa Rosa Tarrazona YaĂąez Patricia Alejandra MĂŠrida Siles EdiciĂłn y DiseĂąo HuĂĄscar Fernando Lozada SaldĂas Lic. Randy ChĂĄvez GarcĂa Artista Dibujante Wilson Guido Castillo Quintana CooperaciĂłn OrganizaciĂłn Mundial de la Salud y OrganizaciĂłn Panamericana de la Salud (OMS/OPS) Dr. Michel Thieren Lic. Hugo Ernesto Rivera MĂŠrida Colaboradores Lic. Gustavo Pareja Freddy Ayala Ramos (SEDES LA PAZ) Zenobio Cordero (FEDEMENAT) Estudiantes de MĂŠtodos de InvestigaciĂłn III (Carrera de PsicologĂa, 2012) DepĂłsito Legal NÂş 4-1-378-13 P.O. I.S.B.N. 978-99954-2-945-4 ImpresiĂłn:
PRESENTACIÓN Esta publicación reúne los elementos de mayor trascendencia de la investigación que responde a la necesidad de conocer y comprender los imaginarios en salud, a partir de los diferentes actores involucrados en el proceso, dada la necesidad de comprender las temáticas que surgen en un medio donde se cuenta con una rica tradición en medicina natural, que hizo que el territorio de la actual Bolivia sea conocida en el incario como el Kollasuyo, país de médicos y medicinas, donde actualmente debemos enfrentar un estado de salud con serias dificultades, aunque al sistema oficial de la biomedicina desarrolle un rol protagónico. Este es el compromiso que alentó este proyecto dentro de la Facultad de Humanidades de la Universidad Mayor de San Andrés. En la primera fase de la investigación se realizaron entrevistas estructuradas y semi-estructuradas, respecto a las percepciones, representaciones sociales y sistemas simbólicos referidos al proceso salud enfermedad. Por otra parte se analizaron las diferentes estructuras ideológicas en el imaginario de los sujetos, a cerca de los procesos de salud y enfermedad y tratamiento en los cinco municipios del departamento de La Paz: Achacachi, Tiwanaku, Charazani, La Paz y El Alto, los que presentan escenarios diferentes, aunque en todos continúa vigente en distintos grados la medicina tradicional que coexiste de distintos modos con la biomedicina. También se identificaron los diferentes sistemas médicos adoptados por la población y el tipo de relación que se establece entre éstos. Del mismo modo, se analizaron los datos y material obtenidos del trabajo de campo con un enfoque transdisciplinario, para comprender las diferentes representaciones sociales, percepciones y sistemas simbólicos del proceso salud y enfermedad de estas regiones. Los métodos utilizados, fueron principalmente el etnográfico y el analítico interpretativo. Por otro lado, se utilizó el instrumento del FODA, entrevistas y la observación directa in situ. En el trabajo de investigación, participaron profesionales de diferentes áreas de conocimiento, así como auxiliares de investigación pertenecientes a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés. La población con la que se trabajó fueron autoridades, representantes biomédicos, médicos tradicionales, representantes de diferentes instituciones religiosas, escuelas y población en general. También se realizaron encuentros con instituciones comprometidas con la salud, en los que participaron médicos tradicionales y biomédicos, con el objeto de dar a conocer los resultados obtenidos, así como ampliar y validar la información existente. El marco teórico se sustentó en la antropología estructuralista, el psicoanálisis, las políticas de salud y nutrición, la lingüística cognitiva y concepciones filosóficas referidas a la salud. En particular se muestra que los mitos, lejos de ser meras construcciones fantasiosas, constituyen verdaderos elementos de ordenación y clasificación, mediante los cuales las culturas que los sustentan pretenden dar sentido y explicación de todos los fenómenos que los afectan. Un aspecto a ser considerado, según los comentarios de kallawayas de Charazani, es que muchos de estos médicos tradicionales han tratado de ser asimilados, colonizados, utilizados, transformados, trasladados o extendidos por mecanismos y formas de dominación global.
Se constató que la representación social designa una forma de conocimiento específico, el saber del sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y funcionales, socialmente marcados; es decir, designan una forma de pensamiento social, a la vez de constituirse en un sistema de valores que les permite orientarse en un contexto social y material. Por su parte, las percepciones de los pobladores respecto a la biomedicina son aquellas que se centran única y exclusivamente en el funcionamiento de los órganos, dejando de lado la concepción holística del humano inmerso en un medio familiar, social y cultural. El trabajo en equipo desde su inicio tuvo que ampliar su perspectiva para abordar en conjunto nuevas temáticas que sobrepasaban el objetivo propuesto de la investigación. Un ejemplo claro fue la inclusión de una temática poco trabajada como es la salud mental, el análisis de mitos que surgían en cada una de las poblaciones y los respectivos análisis de metáforas. El equipo multidisciplinario realizó finalmente, el diseño curricular dirigido a la educación adulta de los municipios mencionados. Por último, en cuanto a los Imaginarios en Salud se pudo observar que si bien existen intentos de complementariedad entre los cuatro sistemas, éstos varían en los cinco municipios, dependiendo de las características y los alcances de los servicios de salud. Corresponde expresar nuestro especial reconocimiento a la OMS/OPS por su valioso apoyo que hace posible la publicación de los resultados de este trabajo. María Eugenia Pareja Tejada Coordinadora Proyecto IDH Imaginarios en Salud
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AGRADECIMIENTOS El presente trabajo investigativo, es el resultado del esfuerzo conjunto de profesionales e instituciones. Por ello, deseamos expresar nuestro más profundo agradecimiento a todos quienes contribuyeron en el desarrollo del Proyecto de Investigación: Dra. Laura Escobari de Querejazu, Directora del Instituto de Estudios Bolivianos (IEB). Sr. Freddy Ayala Ramos (SEDES – LA PAZ). Ministerio de Salud. Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad. Viceministerio de Educación Alternativa y Especial. Organización FEDEMENAT. Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). A las autoridades, biomédicos, médicos tradicionales y población de los municipios de Tiwanaku, Achacachi, Charazani, El Alto y La Paz. Por la invaluable colaboración. Muchas gracias a todos.
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ÍNDICE PAG. PRIMERA PARTE APROXIMACIONES TEÓRICAS DEL PROCESO SALUD - ENFERMEDAD
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INTRODUCCIÓN
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I. APROXIMACIONES TEÓRICAS 1. Conceptualización de sistema médico 2. El sistema biomédico 3. La medicina tradicional 4. Sistema médico religioso 5. Automedicación 6. Salud mental 7. Conceptos claves para la propuesta de investigación II. POLÍTICAS DE SALUD 1. En el incario del Tawantinsuyu 2. En la colonia virreinal 3. Políticas de salud en Bolivia a. En el Estado Republicano b. En el Estado Plurinacional de Bolivia
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SEGUNDA PARTE PERCEPCIONES DE SALUD Y ENFERMEDAD EN LOS MUNICIPIOS DE ACHACACHI, CHARAZANI, TIWANAKU, EL ALTO Y LA PAZ 1. Salud y enfermedad en el municipio de Achacachi 1.1. Aspectos socioculturales de Achacachi a. Reseña histórica de Achacachi b. Aspectos físicos y naturales c. Características sociodemográficas, productivas y culturales 1.2. Percepciones de sistemas médicos en Achacachi a. Sistema biomédico b. Medicina tradicional c. Percepción religiosa en salud d. Ejercicio de automedicación e. Prácticas en salud y enfermedad mental 1.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad a. Resultados según la aplicación de FODA b. Resultados según las entrevistas c. Alternativas de complementariedad de sistemas médicos 2. Salud y enfermedad en el municipio de Charazani 2.1. Aspectos socioculturales de Charazani a. Reseña histórica del municipio b. Aspectos físico naturales c. Características sociodemográficas, productivas y culturales
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2.2. Sistemas médicos en Charazani a. Percepciones en el campo del servicio biomédico b. Percepciones sobre el servicio médico tradicional c. Percepción religiosa en salud d. Ejercicio de automedicación e. Prácticas en salud y enfermedad mental 2.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad 3. Salud y enfermedad en el municipio de Tiwanaku 3.1. Aspectos socioculturales de Tiwanaku a. Reseña histórica del municipio b. Aspectos físico naturales c. Características sociodemográficas, productivas y culturales 3.2. Sistemas médicos en Tiwanaku a. Percepciones en el campo del servicio biomédico b. Percepciones sobre el servicio médico tradicional c). Percepción religiosa en salud d. Ejercicio de automedicación e. Prácticas en salud y enfermedad mental f. Representaciones sociales de la salud y enfermedad en Tiwanaku 3.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad a. Resultados en el orden de sistemas médicos b. Alternativas de complementariedad de prácticas médicas 4. Salud y enfermedad en los municipios de El Alto y La Paz 4.1. Caracterizaciones del municipio de El Alto a. Reseña histórica del municipio b. Aspectos físicos naturales c. Características sociodemográficas, productivas y culturales 4.2. Caracterizaciones del municipio de La Paz a. Reseña histórica del municipio b. Breve historia de la medicina en La Paz c. Aspectos físico naturales d. Características sociodemográficas, productivas y culturales 4.3. Sistemas médicos en El Alto y La Paz a. Percepciones acerca de la biomedicina y la relación con la medicina tradicional a.1. Entrevista al Dr. Daniel Castañón (Encargado de los especialistas SAFCI) a.2. Entrevista Dra. Claudia Valda (Responsable equipos móviles SAFCI) a.3. Entrevista a Sra. María Rasguido Coca (Directora General de Medicina Tradicional e Interculturalidad) a.4. Entrevista al Dr. Fernando Romero (Director de Carrera de Medicina UMSA) a.5. Sondeos a los biomédicos a.6. Entrevista a pacientes del CIES a.7. Entrevistas en el Hospital de Clínicas: Sección de Gastroenterología a.8. Entrevistas sobre la salud mental a.9. Sondeo sobre tratamientos médicos b. Análisis de las entrevistas realizadas a los agentes biomédicos 4.4. Resultados del estudio a. Resultados según las entrevistas a biomédicos b. Deducción de resultados en el orden de sistemas médicos c. Deducción de resultados en el orden de FODA 4.5. Investigación complementaria con participantes de médicos
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tradicionales y biomédicos de las ciudades de El Alto y La Paz a. Medicina tradicional y salud espiritual a.1. Médicos tradicionales a.2. Médicos naturistas a.3. Parteras(os) b. Crítica a los biomédicos c. Complementariedad de la medicina tradicional con la biomedicina IV. Análisis de la investigación sobre imaginarios en salud 1. Comparación de resultados de la investigación TERCERA PARTE DISEÑO CURRICULAR DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN SALUD 1. Fundamentación teórica del diseño curricular de capacitación de facilitadores en salud intercultural a. Concepto de currículo b. Fundamento filosófico c. Fundamento pedagógico d. Fundamento epistemológico e. Fundamento psicológico f. Fundamento biológico g. Fundamento antropológico 2. Enfoque intercultural del diseño curricular 3. Base legal en el marco del Estado Plurinacional 4. Diagnóstico y evaluación de la situación actual de la salud en municipios del departamento de La Paz a. Análisis del grado de aplicación y efectividad de la medicina tradicional y de la biomedicina b. Evaluación e interpretación de los resultados del diagnóstico c. Determinación de las decisiones 5. Modelo intercultural del diseño curricular de educación en salud, medicina tradicional y biomedicina 6. Objetivos y metas a) Objetivo general b) Objetivos específicos c) Metas. 7. Contenidos educativos en salud, medicina tradicional y biomedicina 8. Métodos, técnicas, estrategias y medios a. Métodos b. Técnicas c. Estrategias didácticas d. Medios educativos en salud 9. Perfil del facilitador 10. Plan de capacitación en salud, medicina tradicional (comunitario y regional) y biomedicina CUARTA PARTE PERCEPCIONES DE SALUD EN EL AYMARA DE LA PAZ Resumen 1. Introducción 2. Revisión bibliográfica 3. Consideraciones teóricas sobre la metáfora 3.1. La metáfora en lingüística cognitiva 4. Aspectos metodológicos 4.1. Corpus
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4.2. Unidades descriptivas de las metáforas conceptuales 4.2.1. Nombre conceptual 4.2.2. Expresiones 4.2.3. Dominios de la metáfora 4.2.4. Escena básica 4.2.5. Propiedades 4.2.6. Lógica esquemática 4.2.7. Correspondencias metafóricas 5. Descripción y análisis de las metáforas de salud 5.1. La salud es convivencia armoniosa 5.2. La salud es movimiento corpóreo 5.3. La salud es bailar ritualmente 5.4. La salud es comida sana 5.5. La enfermedad es abajo 5.6. El embarazo es una enfermedad temporal 5.7. El ajayu (psique) de una persona es un ovillo (de caito) 5.8. La enfermedad es una entidad maligna 5.9. La muerte es un viaje de retorno a un espacio (montaña) Palabras finales Bibliografía
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CONSIDERACIONES FINALES FUENTES CONSULTADAS ANEXO
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PRIMERA PARTE APROXIMACIONES TEÓRICAS DEL PROCESO SALUD - ENFERMEDAD
INTRODUCCIÓN El origen de los sistemas médicos responde al avance y el conocimiento adquirido en cada una de las culturas para mitigar el dolor, fundamentalmente aquellas aflicciones resultantes de la caducidad del cuerpo así como las enfermedades producidas por el desequilibrio del humano con las leyes de la naturaleza. La medicina, partía de una relación del conjunto de la humanidad consigo misma a través de un conocimiento vinculado al esoterismo. En los tiempos remotos, el arte de la medicina era transmitido en presencia del enfermo y los jóvenes aprendían estos conocimientos en el lecho del enfermo, generalmente en el domicilio del médico.
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Fue la medicina griega del siglo V, la que codificó los conocimientos adquiridos y fue después de Hipócrates que la medicina se redujo a un sistema que dejó de lado la observación introduciéndose en la medicina el conocimiento filosófico de la época. De acuerdo al avance cultural de cada pueblo, el desarrollo del conocimiento de la medicina ha creado formas de intervención y tratamientos para lograr el restablecimiento de la salud de sus pobladores. En el mundo andino, la concepción de salud estuvo fundamentada en determinar las causas de sus enfermedades y los remedios que utilizaban en su tratamiento, dentro del concepto de que los males eran de origen sobrenatural. La importancia de estos factores en la evolución de la medicina precolombina no es comprendida únicamente como un simple proceso biológico, sino como una interacción de componentes cósmicos, biológicos y culturales que determinaban la adaptación del humano al medio ambiente. Por tanto y en atención a la diversidad ambiental, geográfica y cultural de los pueblos existieron tantas medicinas como culturas hubieron. El continente americano no se ha quedado rezagado de las prácticas médicas, sino que allí se desarrollaron importantes conocimientos que dieron lugar a prácticas que determinaron la existencia de especialistas en diferentes ramas. La descripción realizada por cronistas y escritores, durante la conquista y colonia española, permite corroborar la vigencia de dichas prácticas. En occidente, la medicina ha perdido la consideración de la idiosincrasia de las concepciones espirituales de los pueblos y se ha limitado a la sintomatología de las enfermedades, dejando de lado los sistemas tradicionales de cada pueblo. En la actualidad, Bolivia atraviesa cambios en diferentes esferas político-sociales, la salud no podía ser la excepción. En la actual Constitución Política del Estado Plurinacional, se establece que la salud es un derecho primordial; el Estado debe proteger el acceso a la salud, incentivando políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida, respetando los usos y costumbres de los pueblos y naciones incluyendo la medicina tradicional, reconociendo su autodeterminación cultural, lingüística, política, territorial y religiosa. Respecto al derecho de Salud, la Constitución Política del Estado, en su artículo 42, afirma la necesidad de: “Promover y garantizar el respecto, uso, investigación y práctica de la medicina tradicional, rescatando los conocimientos y prácticas ancestrales desde el pensamiento y valores de todas las naciones y pueblos indígenas, originarios y campesinos”. En este sentido, la promoción de la medicina tradicional supone incorporar el registro de medicamentos naturales y de sus principios activos, así como la protección de sus conocimientos como propiedad intelectual, histórica, cultural y como patrimonio de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos. La política estatal en materia de salud instaura el modelo sanitario de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), mediante la que se promueve una atención integral en salud con participación de los médicos académicos, médicos tradicionales, la familia, la comunidad y sus organizaciones en todos los departamentos y sus municipios. De acuerdo con la Constitución y el modelo SAFCI, la salud en el departamento de La Paz deberá seguir los postulados de reivindicación del conocimiento de la medicina tradicional y su inclusión dentro de la medicina formal. Considerando la problemática de la salud en Bolivia, particularmente en el departamento de La Paz, se planteó el proyecto “Imaginarios en Salud” con la finalidad de efectuar una investigación centrada en la percepción de salud y enfermedad en diferentes contextos municipales, en los que los agentes biomédicos y médicos tradicionales juegan un rol importante. La investigación se justifica en tanto existe una pluralidad de sistemas médicos que tienen vigencia en un mismo espacio, donde sólo la atención biomédica cuenta con el respaldo de las políticas estatales.
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Desde la tares investigativa, todas las prácticas médicas vigentes en cada municipio juegan un papel importante para prevenir y curar enfermedades, la población acude a uno y otro servicio médico, sea al centro de salud u hospital, sea al servicio médico tradicional itinerante, sea a la práctica médica religiosa y donde también se recurre a la automedicación. El estudio contribuye a identificar el sistema de salud más utilizado, establecer el relacionamiento entre los sistemas de salud a partir de la descripción y análisis de sus espacios, actores, prácticas, discursos y representaciones. Explica cuáles son las principales características de los sistemas médicos, las percepciones de la población, las representaciones sociales y expresiones simbólicas de los sistemas médicos presentes en cada municipio. El estudio investigativo se realizó en cinco municipios del departamento de La Paz: La Paz, El Alto, Achacachi, Charazani y Tiwanacu. Los municipios indicados fueron elegidos porque cada uno, presentan diferentes particularidades, referentes a las prácticas médicas en su conjunto. Achacachi es un ejemplo en el sostenimiento de la práctica médica tradicional con sus distintas características y su relacionamiento con la práctica biomédica; se pondera que Charazani tiene una larga tradición en el campo de la medicina natural y el desenvolvimiento significativo de los médicos kallawayas asentados en la región donde los recursos naturales con propiedades medicinales son extraordinarios; se valora que Tiwanaku es la cuna del florecimiento del conocimiento y sabiduría andina en todos los aspectos, entre ellos está la medicina tradicional; asimismo se toman en cuenta los municipios de las ciudades El Alto y La Paz, sobre todo, por la mayor concentración de la población nativa y urbana de distintas provincias y del interior de Bolivia. De acuerdo a la naturaleza de la investigación cualitativa y sus objetivos establecidos, el procedimiento investigativo comprendió la aplicación de diferentes métodos y técnicas de estudio como el método etnográfico, el método comparativo y el método analítico interpretativo. Entre las técnicas e instrumentos se utilizaron entrevistas, análisis FODA, grupos focales, análisis del discurso, análisis de mitos y la observación directa. I. APROXIMACIONES TEÓRICAS En el propósito de abordar la problemática de los imaginarios en salud, se hace indispensable sustentar y orientar la investigación acerca de las percepciones y creencias en lo que se refiere a salud-enfermedad, que coalescen en actitudes de la población de determinadas culturas andinas, ubicadas en áreas urbanas y rurales del departamento de La Paz. Se parte de una base teórica de los sistemas médicos, es decir: el sistema biomédico, como ciencia y aplicación por redes de servicios; el sistema médico tradicional, como patrimonio de culturas ancestrales; el sistema médico religioso, con carácter holístico y espiritual, el sistema implica describir y analizar la relación de estas variables en torno al tema de salud-enfermedad y modos de atención; asimismo, implica considerar relaciones interculturales y de buenas prácticas médicas. Para el propósito, se trata de configurar un marco teórico de la investigación del proyecto ʺImaginarios en saludʺ, partiendo de la siguiente definición de lo que es la teoría: “una teoría es un conjunto de constructos (conceptos) interrelacionados, definiciones y proposiciones que presentan una visión sistemática de los fenómenos al especificar las relaciones entre variables con el propósito de explicar y predecir los fenómenos” (Kerlinger, 2002:10). 1. Conceptualización de sistema médico Previo a los lineamientos teóricos con relación a los tipos de sistemas médicos, es imprescindible tener claro lo que significan los términos «sistema» y «médico», considerando que estos se asumen con distintos significados en cada disciplina. A diferencia de otras disciplinas, en el campo del estudio médico, sea de orden de la medicina tradicional, sea en el campo biomédico, la expresión de sistema no es tan habitual, razón por la cual se requiere una definición precisa. El significado etimológico del término «sistema», proviene del griego σύστημα: conjunto y reunión; a partir del siglo XVIII significa una “serie de principios enlazados entre sí” (Corripio, 1979:438). En la primera mitad del siglo XX, surgió la llamada teoría general de sistemas en la concepción totalizadora de la biología «organicista», la que conceptualizó al organismo biológico como un sistema abierto en constante intercambio con otros
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sistemas circundantes. De acuerdo con Johansen Bertoglio, a partir de la concepción inicial del sistema biológico, surgieron dos líneas de pensamiento diferentes. La primera es la teoría general de sistemas, corriente iniciada en la segunda mitad del siglo anterior, por el biólogo y filósofo austriaco, Ludwig von Bertalanffy, con la finalidad de llegar a la integración de las ciencias. La segunda es iniciada por la investigación de operaciones bajo conceptos de ingeniería de sistemas o ciencias de sistemas, luego fue seguida por la administración científica y finalmente por el análisis de sistemas. Más allá de estas conceptualizaciones con distinta orientación, en la comprensión reciente, el término «sistema» “[…] refiere al conjunto de sistemas de «complejidad organizada» y al de sus subconjuntos –la organización en la cual vive, trabaja y juega el hombre” (Van Gigch, 2001:8). En términos de orientación hacia estudios administrativos, humanísticos y sociales, se afirma que “En general, podemos señalar que, ante la palabra «sistemas», todos los que la han definido están de acuerdo en que es un conjunto de partes coordinadas y en interacción para alcanzar un conjunto de objetivos” (Johansen, 1994:54). En cualquier caso, el término sistema marca un enfoque científico de toda investigación. En cuanto al término «médico», es de raíz latina medĭcus, a su vez, de medere: curar. Desde el siglo XV, el vocablo médico refiere a “Persona que ejerce la medicina” (Corripio: 1979:296). El significado connota, en primera instancia al que posee profesión de médico que cura, en una segunda es referida a la ciencia de la medicina, o bien, médico que aplica la medicina. Si el término médico se pospone al término sistema, tendríamos el concepto «sistema médico», esto es, en la perspectiva del estudio a nivel de la medicina, mucho más en términos de la investigación acerca de las diferentes prácticas médicas en un determinado pueblo, en el que se distinguen distintas culturas con distintas prácticas médicas. Al respecto, un equipo de antropólogos, quienes realizaron estudios sobre sistemas médicos en la Provincia Velasco del departamento de Santa Cruz, indican que: “Según varios autores, sistema médico es el conjunto organizado de saberes, prácticas, modelos explicativos, agentes y espacios al servicio de la prevención, conservación y restauración de la salud individual y colectiva” (Fischermann, 2010:26). Es una definición adecuada para explicar que todo sistema médico es parte de la cultura y de la sociedad, en las que se dan los cambios y las interrelaciones por componentes que comprende, por un lado, la relación entre el espacio o lugar de las prácticas curativas, los agentes de salud que las realizan, prácticas que consisten en prevenir la enfermedad y restablecer la salud, discursos y representaciones como formas de pensar y entender la salud y la enfermedad. Por otro lado, comprende la relación entre sistema biomédico, sistema médico tradicional, sistema de autoatención y sistema médico religioso. En consecuencia, se entiende que estos componentes interactúan. Según Fischermann, cada sistema médico tendría una manera de entender la salud y la enfermedad en función de eliminar el dolor, restituir la salud y prolongar la vida; asimismo, todo sistema médico sería parte de la cultura que, a su vez, estaría influenciado por aspectos socioeconómicos, sociales, educativos, familiares así como el idioma. A continuación se distinguen diferentes sistemas médicos con fines investigativos; pues, se considera que todo sistema médico es producto de un desarrollo histórico en una sociedad que lo justifica y lo valida en función del sostenimiento de la salud. 2. El sistema biomédico El concepto de sistema biomédico es reciente, ya que data del siglo veinte; sin embargo, sus antecedentes se remontan al desarrollo de la medicina como ciencia y arte. De acuerdo a las investigaciones arqueológicas y antropológicas, las prácticas médicas se iniciaron con los primeros seres humanos y en las sociedades primitivas. Posteriormente, el conocimiento médico se perfiló en el marco filosófico de la edad antigua, concretamente en el mundo griego; donde el estudio de la medicina era una parte de la filosofía. “Así sabemos que muchos que profesaron la filosofía, incluidos los más célebres, tales como Pitágoras, Empédocles y Demócrito, fueron peritos en medicina. Ahora bien, de todos cuantos han merecido el derecho a la memoria de los hombres, el primero que separó la medicina de la filosofía fue Hipócrates de Cos, discípulo, a lo que se cree, de Demócrito, no menos ilustre por su saber que por su elocuencia” (Celso, 1966:6). En aquel tiempo, el estudio de la medicina se dividía en tres partes: la dietética (alimentación), la farmacéutica (medicamentos) y la quirúrgica (formas de curación).
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A fines de la Edad antigua, surgió el médico (terapeuta) griego Claudio Galeno, quien tenía inspiración hipocrática, pero con rasgos místicos y experimentos con animales como cerdos y monos, influyó con dominio en la medicina europea en más de mil años. En la Edad Media de nuestra Era, en Occidente, la medicina como ciencia parecía estancarse al igual que otras ciencias, debido a que se conocía poco sobre las enseñanzas clásicas, y si bien se ejercía la medicina, ésta se mezclaba con prácticas mágicas, luego, se pudo orientar el estudio y la enseñanza bajo doctrinas eclesiásticas. Durante el Renacimiento, se acentuó la crítica a Galeno y se tendía al resurgimiento de las doctrinas de Hipócrates, como consecuencia de ello, surgieron nuevos médicos en distintos países al ritmo de nuevas investigaciones y descubrimientos sobre el funcionamiento orgánico del ser viviente, las enfermedades y tratamientos científicos. El médico, historiador y filósofo español, Pedro Laín Entralgo, en su Historia de la medicina moderna y contemporánea, describe que la medicina en la Edad Moderna, principalmente en el siglo XVII, dio avances en términos innovativos gracias a los nuevos descubrimientos astronómicos de Galileo en materia de astronomía, descubrimiento de la circulación de la sangre, la investigación de la anatomía del cerebro y del sistema nervioso, con los respectivos tratamientos patológicos. También se desarrolló de forma significativa la ciencia anatómica y se dieron grandes avances en el descubrimiento de principios anatomo fisiológicos y químicos, entre otros. El estudio se centró en la estructura y función del cuerpo humano, lo que dio curso al invento del microscopio, a su vez, permitió profundizar investigaciones en los aspectos biológicos de la enfermedad. En el siglo XVIII (edad contemporánea), con la introducción del método científico, la medicina iría a encaminarse bajo la investigación científica; en este sentido, entre las contribuciones de este periodo destacan el establecimiento de la patología por el anatomista y patólogo italiano Giambattista Morgagni; los estudios de fisiología experimental del naturista y biólogo italiano Lazzaro Spallanzani, quien refutó la doctrina de la generación espontánea; la investigación en fisiología neuromuscular del científico suizo Albrecht von Haller y los estudios de la tensión arterial del botánico, químico y fisiólogo británico Stephen Hales, entre otros. Entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, el desarrollo de los conceptos sobre agentes infecciosos e inmunidad condujo a una transformación del enfoque de los estudios médicos, lo que llevó a hacer énfasis en las fuentes ambientales de microorganismos y las formas de transmisión de las infecciones. En esta perspectiva surgieron nuevos descubrimientos y el surgimiento de la teoría de la evolución de Darwin, las teorías de Pasteur y Koch, así como el estudio de la bacteriología, cirugía y fisiología. Luego, con el surgimiento de la teoría microbiana en 1876, se reforzó la idea de que la enfermedad estaba determinada por aspectos medioambientales y, en este caso, por la acción de un agente externo de tipo biológico. En este orden, se considera que el hombre descubre la causa microbiana de la enfermedad, y con ella encuentra el origen de todos los procesos patológicos, luego se tiene el concepto de enfermedad como unicausalidad. Sin embargo, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, se empieza a observar un desplazamiento de la concepción biologista de salud hacia una idea de salud como un factor de desarrollo. El proceso biológico se empezó a mirar como un hecho ligado a las condiciones que rodean la vida humana, y la epidemiología se vio abocada a cambiar de la unicausalidad hacia la multicausalidad (Vergara, 2006:49-50). El sistema biomédico en la actualidad El historiador estadounidense y filósofo de la ciencia, Thomas Samuel Kuhn (1922-1996), en su artículo titulado “Segundos pensamientos sobre paradigmas”, señala que, con base en los estudios científicos diversificados, o bien, interdisciplinarios, acerca de la enfermedad y la salud centrados en lo biológico, de relaciones internas del ser orgánico y su interrelación con factores medioambientales, se desarrollaron tres paradigmas médicos: el anatomoclínico que plantea el origen de la enfermedad está en la lesión, el fisiopatológico que busca el origen de la enfermedad en los procesos alterados y el etiológico sostiene que la enfermedad proviene de las causas externas; dichos paradigmas derivan del modelo científico biologicista y con fundamentación filosófica en el positivismo de Comte. En el marco de aquellos paradigmas tendría lugar la biomedicina como ciencia de la medicina clínica experimental basada en los principios de las ciencias naturales como la biología, la biofísica, la bioquímica, entre otros. Según el médico psiquiatra y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Juan Carlos Stagnaro, el desarrollo significativo de la investigación biológica y de las técnicas provenientes
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de otros campos de la ciencia, marcan una influencia determinante sobre la constitución del paradigma médico contemporáneo; dicha constitución es un paradigma biomédico que contiene factores externos de tipo económico, político y cultural, tales como la industria farmacéutica, los sistemas de salud estatales, la comercialización de las prestaciones en salud, entre otros. “En efecto, entre las consecuencias del modelo biomédico también se debe contabilizar, paralelamente con la adquisición de una enorme potencia para entender y actuar sobre el substrato biológico de las enfermedades, una concepción de las mismas que paulatinamente recortó como esencial la dimensión biológica en detrimento de toda otra aproximación” (Stagnano, 2002:24). Aquí, el modelo biomédico sería criticable porque en el tratamiento médico de la salud y enfermedad, bajo la ciencia médica, se reduciría a lo biológico, poniendo al margen los factores históricos y socio-culturales. En el contexto boliviano, los puntos de vista de algunos investigadores respecto de la biomedicina muestran distintas posiciones. En criterio de la coordinadora del equipo de investigación sobre la “Ecología de los saberes en salud y nutrición”, Maric Palenque: “La medicina occidental o modelo biomédico imperante se caracteriza por ser organicista, curativa y especializada. Organicista, por cuanto el centro de interés gira en torno al cuerpo humano y a la representación de la enfermedad en los órganos y sistemas corporales. Curativa por cuanto la intención reside en el diagnóstico de las enfermedades y siempre en la búsqueda de su curación o control; los elementos preventivos siguen siendo escasos y poco efectivos. Es especializada, por cuanto la atención del enfermo se dirige a una visión estructuralista del cuerpo humano y surge un especialista para cada órgano, sistema o grupo de enfermedades” (Maric Palenque, 2010:85-86). No obstante, desde una óptica distinta, se afirma que “El sistema biomédico, es el que se conoce como «Medicina Científica» y está validado y reconocido por el discurso oficial y legal. Se ha establecido pretendiendo ser la única forma válida de hacer salud, ocupándose de la prevención de enfermedades, tratamiento de patologías y restauración del organismo, basada en conocimientos académicos” (Fischerman, 2010:29). Tomando en cuenta esta última aseveración, la biomedicina tiene importancia significativa no solamente en el campo de las investigaciones, sino que también en términos aplicativos se asume el concepto sistema biomédico. Los espacios en los que se desarrolla la biomedicina están enmarcados dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), donde convergen un conjunto de entidades, instituciones, organizaciones públicas y privadas, las que prestan servicios de salud, regulados por el Ministerio de Salud y Deportes, que abarcan tres subsectores: el público, el de seguridad social y el privado, incluido el de la medicina tradicional. Práctica de la biomedicina Las prácticas biomédicas son científicamente comprobadas y reconocidas a nivel mundial, es decir, por la mayor parte de los estados en los que se asumen como las únicas válidas. Según Maric Palenque, la medicina occidental posee una enorme variedad de herramientas de diagnóstico y tratamientos terapéuticos. Por una parte, son asombrosos los descubrimientos de sustancias medicinales, éstas se obtienen, mediante la biotecnología e ingeniería genética, a partir de los recursos naturales, en especial de las plantas y de los derivados del petróleo. Por otra parte, se emplean los avances en la anestesia y la cirugía, porque permiten extraordinarias intervenciones sobre el cuerpo humano, desde la resección de órganos, pasando por las reconstrucciones, hasta alcanzar a las operaciones de trasplantes de órganos. Siguiendo a Fischerman, las prácticas del sistema biomédico son numerosas y varían de acuerdo a cada especialidad. Al igual que en todos los sistemas médicos, con la práctica biomédica se procede en el siguiente orden: primero se diagnostica la enfermedad, se prescriben los medicamentos o los tratamientos adecuados, estos tratamientos se basan en las ciencias biológicas y fisiológicas. El diagnóstico y el tratamiento se centran en el paciente individual separado de la familia o de su comunidad, como también separado de la relación social, cultural y espiritual. En términos de Fischerman, dentro de las prácticas de este sistema, la consulta es el primer paso para diagnosticar la enfermedad, esto es, en función de los síntomas que muestra el paciente, luego se prescribe el tratamiento que debe seguir a la consulta y al diagnóstico , la que generalmente se realiza en los consultorios de un centro de salud o de un hospital; en casos excepcionales, cuando la enfermedad reviste mucha gravedad y el enfermo se ve imposibilitado de llegar al consultorio, el médico realiza la consulta en el domicilio del paciente.
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Agentes Los agentes del sistema biomédico son especialistas formados en instituciones académicas y que son reconocidos por el Estado; entre ellos están los médicos generales, médicos con especialidad en diferentes áreas, odontólogos, bioquímicos, licenciados en enfermería. “La estructura del sistema es jerárquica, así como la organización del personal de salud a cuya cabeza están los médicos” (Fischermann, 2010:39). El sistema público de salud del departamento de La Paz cuenta aproximadamente con 1200 médicos, 238 odontólogos, 533 licenciadas en enfermería y 1559 auxiliares de enfermería, de los cuales un 33% trabaja en el área rural y el 67% en el área urbana (Fuente: SNIS sede La Paz). Discurso Cabe señalar que el discurso de la biomedicina está avalado por el apoyo institucional de Estado Plurinacional de Bolivia, porque éste reconoce la hegemonía de la biomedicina sobre los demás sistemas médicos. La razón está en que el sistema biomédico tiene una presencia mayoritaria en los centros urbanos, a diferencia de los servicios médicos en el área rural, que tienen una menor cobertura. Se trata de un sistema considerado como el único científico, basado en conceptos de la ciencia desarrollada a partir del siglo XIX. En el marco de la biomedicina, la OMS define que la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social; mientras que la enfermedad es la alteración estructural o funcional que afecta negativamente al estado de bienestar. 3. La medicina tradicional Orígenes Desde la prehistoria, la medicina tradicional se desarrolló a partir de la necesidad del ser humano de explicar se acerca de lo que es la vida, la enfermedad y la muerte; luego buscó tratarse con ciertos remedios naturales y bajo ciertas creencias, en forma naturalmente saludable. Con las primeras civilizaciones y culturas humanas, por una parte, se dio curso a la práctica médica basada en el uso de las hierbas y, por otra, al empleo de la medicina mágico-religiosa. La medicina tradicional se gestó desde los orígenes del género humano: “La historia de la medicina tiene su origen en los albores de la humanidad, entendida ésta como el conjunto de los seres con raciocinio. El tratamiento de las enfermedades en la prehistoria del ser humano comenzó probablemente, en el íntimo contacto con la naturaleza, con la observación de las costumbres de otros animales y con la experiencia acumulada tras la ingestión accidental o provocada de algunas especies vegetales” (Cruz Suárez, 2007:2). Según estudios del Colegio Solar del Sur, que representa uno de los tres grandes colegios de la Gran Fraternidad Universal (GFU), se dice que la medicina salió de la antigua Astrología, la que se mezclaba con la Magia, como ciencia practicada por los Iniciados, con quienes se habría formalizado un «Magisterio» de enseñanza de diversas técnicas, principalmente, terapéuticas. Los antiguos consideraban a aquella enseñanza como la ambrosía de la vida, es decir, «Oro Potable»; dado que se difundían con restricción algunas disciplinas de acuerdo a algunas reglas naturales: vegetarianismo, abstinencia de alcohol, drogas y vida repartida entre el estudio, la meditación y las curas tanto psíquicas como físicas. El discípulo conocía el «Aurum Potabile» en términos de la «Piedra Filosofal» con un gran misterio alquímico, que luego devendría como la Medicina Universal. El que conocía y aplicaba aquella sabiduría era consagrado como Maestro en el arte de curar las enfermedades a base de terapias. “Al cierre de los últimos Colegios Iniciáticos, un velo espeso escondió las verdaderas ciencias durante todo el período (negativo) de la «Era de los Peces» (edad pisciana que sigue a la Era positiva de Aries, época del simbólico carnero). Después, la entrada en la Nueva Edad: la Era de Aquarius (la época donde el sol en su movimiento aparente recorre la constelación de Acuario, el signo del «Hijo del Hombre», se hizo sentir la necesidad de re-encontrar ese conocimiento de las Ciencias Sagradas y de ahí viene el re-descubrimiento del Viejo Saber” (Colegio Solar del Sur, 1980:23). En el transcurso del tiempo, antes y después de Cristo, la medicina tradicional evolucionó en distintas culturas como Mesopotamia, Egipto, China, India, entre otras, que permitió el surgimiento de la medicina como ciencia y técnica.
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Cosmovisión andina y medicina tradicional En la concepción andina, la medicina tradicional tiene su raigambre en el origen cosmológico y mitológico de Los Andes. Según estudios, se dice que en el principio fue la tempestad que elevó a los seres andinos por encima de las divinidades, hasta constituirse en Pacha como el orden cosmológico y con poder absoluto, esto es, el espacio y tiempo, en los que se gesta la tierra, los mares, las montañas y los seres vivientes. Luego, “Pacha es el señor del mundo, el dios cósmico de los Andes. Pacha, el gran maestro de las alturas, de las montañas y los ríos, engendró de sí al sol andino para desdoblarse en tres fuerzas fundamentales: «Pacha Kamac», el Creador de los seres y las cosas, «Kota Mama», madre de los océanos, «Pacha Mama», madre tierra. Los dioses de las fuerzas también son una trinidad: «Pacha», esencia universal, «Wira» energía que anima el mundo, «Kjuno», fuerza destructiva. Es decir, «Pacha Tata» es el señor del mundo inka; «Wira Kocha» es el poseedor de las aguas y las tierras y «Jacha Kjuno» es el gran destructor que ha descendido de las nieves” (Mesili, 1984:34). Remitirse a fuente primaria. Wiracocha habría mejorado la relación entre el hombre y la naturaleza el respeto entre seres humanos, animales, seres divinos y las cosas. Las primeras poblaciones, teniendo este orden establecido, tenían que sostenerse con veneración a la tierra, las montañas, el Lago Titikaka, los ríos, y otros lugares que consideran sagrada. De ahí que los Inkas, cuando surgieron y expandieron su poderío por encima de muchas poblaciones y culturas (chiripa, pacajes, carangas, wankarani entre otras), instituyeron ritos con actos ceremoniales y sacrificios en lugares sagrados, generalmente en honor a los cerros protectores, como también a los astros divinos como el Inti (sol) y Mama Qhilla (luna), tal como testimonian algunos cronistas; porque, bajo la concepción de vivir en armonía, tanto aymaras como los quechuas consideraban que las warawaras (estrellas) tenían mayor influjo en la vida terrenal y, por lo tanto, en el bienestar o malestar de los seres humanos; de ahí que “El modo de hacer oración al Viracocha, al sol y a las estrellas, era uno mismo: que es abrir las manos y hacer cierto sonido con los labios (como quien besa) y pedir lo que cada uno quería y ofrecerle sacrificio” (Polo de Ondegardo, 1916:6). Con relación a la vida, salud y enfermedad de las personas y de los animales, resultó imprescindible centrar la atención no sólo en las Wak’as (sitios sagrados como los cerros), sino también y sobre todo, a la divinidad Pachamamay las estrellas en el universo. Se consideraba que la fuente básica de la vida es la Pachamama, porque ésta produce alimentos para todo ser orgánico y por lo mismo era necesario rendirle tributo con actos rituales y sacrificios. “En este caso la Madre Tierra, recibía rogativas de fertilidad, purificación y preparación a fin de alejar a los «malos espíritus» que producen enfermedades y pestes…” (Ibarra Grasso, 1982:157). Como agradecimiento a la vida, se realizaban fiestas dentro de la comunidad; además, se garantizaba el surgimiento y el desenvolvimiento de los sabios y maestros en distintas áreas del conocimiento, especialmente en el campo de la medicina natural. Los sabios (yatiris) cobraban mayor mérito cuando, además de conocer los procedimientos rituales para que la Madre Tierra sea más fecunda, eran también conocedores de la astrología/astronomía y la medicina natural; fueron astrólogos en la medida en que solían predecir la producción agrícola y la vida, fueron astrónomos porque sabían de la constelación de estrellas y sus formas simbólicas representativas y significativas para determinar tipos de influjos y cambios espacio-temporales en el mundo andino y en los seres orgánicos, y eran médicos porque conocían diferentes elementos naturales para prevenir y tratar todo tipo de enfermedad. En el presente: “Los yatiris miran desde lugares especiales y en días y horas particulares el cielo para predecir si en tal año ha de resultar la buena siembra y producción agrícola” (De la Torre, El calendario del mundo andino, 2002:10). La observación se efectúa en lugares altos para rendir actos rituales, con el propósito de lograr protección de la vida, buena salud e incluso prosperidad en los negocios. La configuración de las estrellas en formas simbólicas andinas se distinguen por: Laika Pillu, con 13 estrellas que configuran la corona hechizada; Wara Wara Ttajha, es una constelación que semejaba un enmarañado de estrellas que significa el hilo del destino de los humanos; Ali Pakita, es el árbol desgajado que se relaciona con el calendario agrícola; Lajha Manta, es la entrada a la oscuridad que viene después de la muerte; Wiphala Wara Wara, es la bandera de estrellas del mundo andino; Uma Jalsu, es el riachuelo formado por nueve estrellas que significa salud y producción agrícola; Puma Yunta, es un par de pumas que representan a los animales; Wara Wara Q’urawa, es la honda de estrellas que refiere al mito del nevado Mururata; Qapu Wara Wara, es la rueca de estrellas que significa el hilado del destino humano; Qarwa Nayra, es el ojo de llama del camélido andino; Qutu Sank’a, es la brasa de fuego referido al calendario místico; y Wara Wara Qhawa, el poncho de estrellas que representa a los jefes guerreros (Ibídem).
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Por consiguiente, la práctica de la medicina tradicional andina marca su origen y desarrollo en la cosmología astrológica y mitología divina del mundo, puesto que los yatiris se inspiran bajo influencias de las fuerzas divinas influyentes de la naturaleza; se concibe y experimenta que entre esas fuerzas fluye la energía vital que es Wira, que hace posible el curso de la vida, el tratamiento de las enfermedades físicas, mentales y espirituales. Según ello, existen en cada cultura andina una variedad de agentes tradicionales inspirados de modo integral en conocimientos ancestrales, con prácticas curativas acompañadas de ritos y ofrendas a lugares sagrados. Cuando se trata de indagar sobre el surgimiento de la medicina tradicional en los Andes, resultan ilustrativas las investigaciones de Stieg Ryden, sobre la edad aproximada del «esqueleto kallawaya», encontrado en Niño Corin, que de acuerdo al método del radiocarbono 14 tendría una existencia de 1.100 años a.C. A partir de ello se deduce que los kallawayas habrían ejercido el rol de médicos antes y durante el tiempo de los Inkas. Actualmente, la región de esos famosos médicos tradicionales está en la región Charazani y Curva de la provincia Bautista Saavedra del departamento de La Paz. Louis Girault (1919-1975) Girault consagró más de veinte años de su vida a las culturas andinas del Perú y Bolivia. Sus estudios se centraron principalmente en los aymaras y quechuas: cerámica, música, textiles, rituales populares. Completaba sus investigaciones sobre los kallawayas cuando le sorprendió la muerte en el transcurso de una misión en La Paz. Sus investigaciones nos indican que los curanderos itinerantes kallawaya son oriundos de los valles de Charazani en los Andes Orientales, a medio camino del lago Titicaca y de la Amazonía en el territorio de un antiguo señorío pre-inca. Durante el período colonial y hasta hoy han difundido en los Andes primero desde Quito hasta Chile, después en todo el continente desde Panamá hasta Buenos Aires. Según el prologuista de la obra kallawaya de Girault, Jacques Soustelle (Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales): “Para entender bien la importancia de su labor, basta recordar aquí que esos kallawaya, oriundos todos de la región de Charazani y particularmente de seis comunidades, han constituido como lo dijo el propio Louis Girault, una «élite» indígena, nutrida de una tradición en la que se acrisola, estrechamente ligados, la magia y un saber concreto basado en la experiencia…” (Girault, 1987:14). Los kallawayas llamados a la cabecera de un paciente utilizaban técnicas de diagnóstico puramente mágicas. “Pero su terapéutica se vuelve científica cuando se aprovecha de una farmacopea vegetal sumamente amplia y muy a menudo eficacísimo” (Ibídem). Las encuestas de Louis Girault han cubierto toda la extensión del campo observable. En el campo de las técnicas su erudición es inagotable: hombres y naturaleza de las plantas, su utilización, todo eso recalcado por una serie de dibujos precisos; a lo largo se debe añadir los elementos de origen mineral, animal o humano que utilizan los kallawaya pasando prácticamente sin transición de la medicina a la magia. En el aspecto sociológico, los kallawaya son personajes respetados y temidos, porque emplean la magia que no está lejos de la magia blanca. Se distinguen por su lenguaje esotérico y por sus adornos de piedra de rayo, koillur rumi, que manifestaban su rango en la jerarquía de los yatiris. Pero los trastornos políticos y sociales, la «modernización» del país han empujado a los kallawaya hacia los negocios, el comercio, la administración. El lenguaje esotérico se va borrando (felizmente Louis Girault había recogido de él más de 4500 palabras). Las prácticas y el ritual se basan en: nociones «médicas» sobre las causas de las enfermedades tales como el «aire» o el «susto», representaciones tradicionales relativas a la acción mágica, fasta o nefasta, de tal o cual animal – insectos, serpientes, cóndores, patos– o de amuletos; sincretismo religioso en el que se enmarañaron temas del pasado precolombino y el aporte de los conquistadores europeos. Según Girault, los kallawaya no son faltos de imaginación, sobre todo cuando está destinada a aumentar su renombre: “En realidad el viaje más largo que hayan efectuado los kallawaya tuvo por destino la República de Panamá. Esto tuvo lugar en la época de la construcción del canal, llegando siete nativos del pueblo de khanlaya, luego de haber atravesado el Perú, el Ecuador, bordeando las costas colombianas a bordo de un navío a vapor, para al fin llegar a Panamá. Se quedaron allá algunos meses, prodigando su medicina a la gran mano de obra ocupada en esta gigantesca empresa” (Girault, 1987: 25-27).
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“En lo que concierne a la situación arqueológica de la zona atribuida a los kallawaya, podemos asegurar que pertenecen todos a culturas locales, con influencias incaicas y algunos elementos del Tiwanaku expansivo. Esto fue ampliamente demostrado por las investigaciones de Nordenskjöld y Bendelier y sobre todo por los de Carlos Ponce Sanjinés, quien dio a este tipo de cultura el nombre de Mollo” (Ibídem). Arte kallawaya del diagnóstico, está relacionado a conceptos mágicos, de los cuales se da lugar a la adivinanza: “Para ciertas enfermedades se recurre al cuy (conejo de indias), examinando sus entrañas para determinar el estado de gravedad y el remedio adecuado. Para otras se emplea el alun en rituales” (…) “Algunas enfermedades son determinadas con ayuda del plomo o del estaño en fusión, que se precipita en agua hirviente, según las figuras que formen estos metales, las causas y remedios son deducidos. Actualmente, los tipos de diagnóstico más evolucionados son el examen de las pupilas, los cabellos, las ingles, las uñas, etc. Procedimientos que son evidentemente elementales” (Girault, 1987: 29). Terapéutica kallawaya “A pesar de sus métodos empíricos de etiología y de diagnóstico, que son sobre todo en función de criterios sobrenaturales, es importante constatar que la terapéutica misma es de otro orden: es decir que puede ser semejante a una terapéutica que podemos calificar de científica” (Girault, 1987:29). Esto se deduce del examen sistemático de las aplicaciones de la farmacopea vegetal. “En lo relacionado a su farmacopea vegetal, los Kallawaya se revelan como sorprendentes expertos, tanto en el plano estrictamente farmacológico como en el botánico y ecológico” (…) “Sus áreas de aprovisionamiento son extensas y de las más variadas; conocen perfectamente las plantas medicinales del altiplano como las de la Cordillera y las de los Yungas. Conocen igualmente la flora medicinal de los valles de la región de Charazani, Sucre, Cochabamba y la de las regiones tropicales de la selva” (Girault, 1987:29). Mediante viajes al exterior de Bolivia, han incluido plantas específicas de la costa peruana o chilena, de la pampa argentina y las llanuras del Chaco. “Con éstas plantas y sus aplicaciones terapéuticas, han aumentado considerablemente su material farmacológico” (Girault, 1987: 29-30). El número de plantas conocidas por cada kallawaya oscila entre 300 a 350. Luego se hizo conocer más de 600 plantas diferentes. “Hay que considerar que estos curanderos, manipulando permanentemente estas plantas medicinales han podido conservar en forma íntegra una clasificación completamente desaparecida entre los Kechua” (Ibídem). Magia y religión “Aunque numerosos kallawayas se consideran buenos católicos y veneran a los santos en realidad en numerosos casos, continúan respetando primordialmente sus divinidades autóctonas. Como entre los aymara y los qechua, son los espíritus de los ancestros, la Madre Tierra, el Dios Rayo los cuales figuran en el panteón benéfico y diversas culturas maléficas del lado del mal” (Girault, 1987:30). Recolección de plantas medicinales “Las plantas destinadas a los remedios son utilizadas sólo durante un año y la recolección es efectuada en consecuencia; se considera, que pasado este lapso las plantas han perdido mucho de sus cualidades terapéuticas o mágicas” (Girault, 1987:35). En la Bolivia republicana, una definición sobre la medicina tradicional está dada en el Reglamento del Ejercicio de la Práctica de la Medicina Tradicional Boliviana, vigente a partir de la Resolución Ministerial N° 0231, de fecha 9 de abril de 1987, emitida por el Ministerio de Previsión Social y Salud Pública durante el Gobierno de Paz Estenssoro. Se trata de la Medicina Naturista-Tradicional de Bolivia, que señala: “Es la práctica nativa que utiliza algunos elementos de los tres reinos de la naturaleza; sin que hubieran sido sometidos previamente a manipuleos ó procedimientos que modifiquen su esencia, (vegetal, animal y mineral), aplicados por practicantes que han seguido su aprendizaje a través de generaciones tras generaciones por transmisión oral”.
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Posteriormente, según el reconocimiento mundial de la medicina tradicional de los pueblos indígenas desde las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define que: “la medicina tradicional es la suma total del conocimiento, habilidades, y prácticas basadas en las teorías, la creencia, y las experiencias indígenas en diversas culturas, sean susceptibles de explicación o no, utilizados en el mantenimiento de la salud así como en la prevención, la diagnosis, la mejora o el tratamiento de la enfermedad física y mental, prácticas trasmitidas de generación en generación, sea oralmente o por escrito”1. En esta definición se apoyan muchas organizaciones naturistas, yatiris y kallawayas, ya que no existen al parecer otras definiciones coherentes como fundamento consistente para el ejercicio oficial de la medicina tradicional. A partir de las definiciones mencionadas, convendría formular una definición más adecuada para la práctica de la medicina en términos de interculturalidad en el contexto de las distintas culturas, vigentes en Bolivia. Referencias históricas sobre la medicina tradicional en La Paz Alfredo P. Arias S., en su ensayo La ciencia en La Paz, publicado en la monografía “La Paz en su IV Centenario señala que los aymaras empleaban el método homeopático, que consiste en el modo de tratar enfermedades mediante el uso de las substancias naturales en dosis menores o mayores. El médico, mago a la vez, era el yatirikolla, que formaba el grupo selecto de los kollanas, predecesores de los actuales kallawayas de Curva y Charazani. Añade que: la ciencia médica del aymara, ha constituido uno de los factores poderosos de su civilización. Estaba basada casi exclusivamente en el uso de plantas medicinales. La fama que cobró la farmacología aymara hizo decir al escritor argentino Vicente Fidel López, que “la antigüedad ha producido dos escuelas clásicas: Hipócrates y los kollanas” (Arias, 1948:118). Se ha considerado que las propiedades de ciertas hierbas, como la chillca, el mancapaqui, entre otras, son elementos medicinales que se empleaban para las luxaciones y la soldadura de huesos fracturados. Bastaría recordar aquella cura maravillosa que refiere el Padre Bernardo Cobo en su Historia del Nuevo Mundo, realizada por un kolliriaymara en La Paz, para aliviar al hijo del cacique Alonso Quisimayta, quien padecía un proceso de infección, mediante el empleo de hoccohocco. Es posible que por este procedimiento se hubiesen anticipado en milenios al descubrimiento de la penicilina por el médico científico Alexander Fleming de origen escocés. Las culturas tiwanacota e inca habrían alcanzado un gran desarrollo en la anatomía y cirugía. Lo demuestran las trepanaciones craneanas realizadas a los guerreros para extraerles las esquirlas. Al respecto, Rigoberto Paredes, en su libro Mitos, Supersticiones y Supervivencias Populares en Bolivia, señala que los andinos “conocían las tres cavidades del organismo humano por donde hacían sus antisepsias”. La preparación de las chullpas (momias) constituye otra muestra de los progresos que habían alcanzado en las ciencias médico-quirúrgicas (Paredes, 1995: 220).En el ya mencionado artículo de Arias, se señala que los ancestros no desconocieron la kinesioterapia, curación basada en fricciones, masajes y otras formas parecidas, porque eran prácticas probadamente útiles, a veces, acompañadas de ciertas supercherías aparatosas, como la millucha, -utilizada en la milluchada o ahuyentamiento de todo lo negativo del ser humano–o la llumpakka, que equivale a una purificación del cuerpo y el alma. En el presente, la medicina natural tradicional, ejercida por agentes distinguidos por especialidades, ha merecido el reconocimiento oficial. A partir de ello, se tiende a establecer espacios de investigaciones no sólo en términos de recuperación, sino también en el propósito de avanzar y profundizar la medicina tradicional en Bolivia. Aquí corresponde considerar el concepto «Taki Onqoy», que tiene diversas connotaciones. Desde la visión andina de los aymaras y quechuas, es el camino de retorno desde la enfermedad a la vida sana; en términos de los sabios tradicionales significa encaminarse hacia la vida con salud sin enfermedad. De acuerdo con la perspectiva del gobierno actual del Estado Plurinacional de Bolivia, el «Taki Onqoy» implica un recorrido de recuperación y reconstrucción del saber y poder discriminado y hasta perseguido en la Colonia, expresada de 1 La cita es tomada de la página 6 de la fuente titulada Tratado de Medicina Tradicional Mexicana, del autor Mario Rojas Alba. Corresponde a la definición de la OMS en la version inglésa: Traditional medicine is the sum total of the knowledge, skills, and practices based on the theories, beliefs, and experiences indigenous to different cultures, whether explicable or not, used in the maintenance of health as well as in the prevention, diagnosis, improvement or treatment of physical and mental illness.
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la siguiente alegoría: “Las Wak’as (huacas) se metieron en los cuerpos de indígenas, luego se pusieron a temblar, bailar y cantar para recuperar el poder político-espiritual propio, en 1561-1572” A nivel de la salud-enfermedad en lo andino, el Taki Onqoy significa cantar y danzar en un horizonte de superación de las enfermedades y la perpetuación de la salud de todos en el curso del tiempo que sigue. Fundamentos teóricos acerca la medicina tradicional La fundamentación de la medicina tradicional radica en el conocimiento de la vida orgánica del ser humano, en la condición de salud y su contraste con la enfermedad, en el conocimiento de las propiedades medicinales de las plantas y animales, elementos naturales como el aire, el sol, la tierra, el agua, los minerales, así como otras influencias atribuidas al orden cósmico. Todos estos elementos constituyen fuentes de recursos medicinales para el tratamiento efectivo de las enfermedades, y a su vez, para el fortalecimiento de la salud humana. De acuerdo con el Dr. Mario Rojas Alba, autor de la obra Tratado de Medicina Tradicional Mexicana, desde miles de años existieron culturas elevadas con adelantos científicos en astronomía, medicina y diversas artes. Mediante los descubrimientos arqueológicos, se vino confirmando el valor de los conocimientos alcanzados por los toltecas, los inkas, los mayas y tantas otras culturas, en las que los métodos de curar con medios naturales marcó un desarrollo significativo en la historia de la humanidad. La medicina tradicional tenía un lugar especial porque era practicada por maestros quienes no sólo atacaban a la enfermedad, sino que también hacían preparación física, mental y espiritual en las personas. El estudio de la Medicina Tradicional se realiza bajo diferentes enfoques, disciplinas y objetivos. Al respecto, “Abundan las obras con enfoques antropológicos, etnológicos y sociales; menos frecuentes los de orientación psicológica y biológica. No podría ser de otra forma, fueron los antropólogos e historiadores los primeros en mostrar su interés en las diferentes prácticas y concepciones médicas e ideológicas de los diferentes pueblos del mundo” (Rojas, 2009:2). En el presente, si bien el estudio es asumido por los propios médicos tradicionales bajo una concepción holística, el interés de encaminar estudios con profundidad continúa vigente por parte de investigadores de diversos enfoques, con la variante de comprender los conceptos indígenas y, a la vez, con tendencia de establecer un marco teórico dialéctico que dé prioridad a las propias concepciones de las culturas indígenas, todo en aras de construir una concepción formal de la medicina tradicional con distintas competencias curativas. En buena parte, la fundamentación de la medicina tradicional boliviana se circunscribe en el orden cosmológico, religioso, psicológico y artístico. En lo cosmológico y místico, del el mundo andino, la comunidad, al sentirse gravemente amenazada por la naturaleza, relaciona la enfermedad con el lado positivo y negativo del poder máximo expresado por deidades como el Sol, la Luna y las estrellas en el universo. En la cosmovisión kallawaya, el sol se identifica por Pacha tata como dios Inti. “El Pacha tata, es el dios Inti; lo llaman también «Pacha qaman». Pacha tata gobierna en el cielo; las estrellas y los elementos se encuentran bajo su dominio” (Oblitas, 1978:133). En una relación con tales astros, están los llamados Apus, los que se aparecen con sorpresa a ciertas personas en tierras andinas; son divinidades de los cerros y colinas, los cuales tienen tres niveles de existencia.Los de primer nivel son aparentemente seres humanos que aparecen a los campesinos (hombres, mujeres y niños); habitualmente aparece como un niño mestizo de cabellos rubios, con vestido blanco y casco adornado. “A los ojos de los campesinos están estrechamente vinculados a la vez por los poderes que controlan y por sus caracteres” (Gow y Condori, 1982:38). Los de segundo nivel son Apus de la vida virtuosa, marcan suerte y fuerza vital con posibilidades de prosperidad. Y los del tercer nivel son los dioses todopoderosos por encima del entendimiento humano, que realizaban prodigios buenos y malos en la vida espiritual. ¿Cómo entender la existencia de los Apus si son realmente benéficos o malos? ¿Los yatiris hasta qué punto pueden explicar acerca de aquellos seres milagrosos?. Aparte de ello, es menester comprender que el planeta tierra, el cual se entiende por Pachamama (Madre Tierra), que se identifica con la diosa de la naturaleza, dado que es la fuente de la vida y la felicidad. “Pachamama se encuentra en todas partes, esto es, en toda la superficie de la tierra, así como en el subsuelo; los minerales, las piedras preciosas, las formaciones líticas, las arcillas, etc., constituyen su esencia. Los cerros, los lagos, los ríos, los montes,
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las flores, forman parte de su existencia” (Oblitas, 1978:54). Se sostiene que todos los elementos medicinales para curar daños corporales, mentales y espirituales se encuentran en la tierra que guarda equilibrio con los astros y dioses espaciales. En lo psicológico, la persona que pierde el sentido de la realidad y el juicio racional a diferencia de lo normal, implica una alteración mental debido al influjo de los espíritus malignos. En el incanato, se dice que Huarascca, que significó “atacado por el viento”, es la calificación de la alienación mental. Para algunos, un ejemplo del delirio megalómano fue Ollanta, guerrero humilde con intenciones de ubicarse en una posición alta para su origen, pues habría presentado un delirio sistematizado que se manifestaba en un temblor constante de su corazón. Cuando era necesaria la intervención craneal o trepanación en una persona, se la practicaba bajo la idea de que un espíritu maligno poseído en el paciente con demencia debiera ser expulsado y, por tanto, liberado del daño. También se trataba el “mal de susto”, que causaba la pérdida del ánimo que, a su vez, causaba dolencia o enfermedad; en algunas ocasiones, el susto provocaba la alienación mental, otras veces una desnutrición que conduce a la muerte. Los síntomas se distinguían en: palidez, adelgazamiento, mengua motora, negligencia; sed, y extenuación; estado de tensión, miedo y pánico, excitación psicomotora nocturna, sueño ligero y con sobresaltos. Según la concepción del médico tradicional Kallawaya, la pérdida del ajayu (ánimo) es mayormente por el susto; puede ocurrir si la persona anda por lugares desconocidos, accidentados, lugares con fuerzas malignas; como también por el susto ante la vista sorpresiva de una víbora, la caída del rayo, tropezón y caída, etc. “Si en el mismo instante el que se asusta no come un pedazo de tierra, el individuo se enferma, siente nauseas, le sobreviene vómitos, el corazón le palpita, le duele la cabeza, tiene fiebre, suele declararse el delirio y a veces la locura” (Oblitas, 1978:38). Por cualquier causa que el ajayu se aleje del cuerpo vivo, la manera de llamar o restituir es competencia del sabio o kallawaya; de lo contrario, la persona afectada puede correr el riesgo de muerte. En lo religioso-ritual, los incas practicaban el culto dirigiéndose a laswak’as como lugares sagrados donde se encontraba el poder sobrenatural de los dioses. Al respecto, Lastres (1946), describía templos donde los enfermos acudían para aliviar sus males, hacer sacrificios y obtener curación. Cuando se trataba de responder a enfermedades con ceremonias, los hombres indicados para el efecto tenían que ir armados por las calles del Cusco, agitando las hondas con fuego y amenazando para expulsar las enfermedades y pestilencias. Por ejemplo, esta práctica se daba con la celebración del coya raymi dedicada a la luna, previa expulsión de los forasteros, malhechores, deformes y enfermos; se celebraba en templos a los que acudían las mujeres y hombres. El Inca daba ofrendas de chicha en los templos, sacrificaba llamas y limpiaban las casas y las calles; luego, concluía con la procesión de las momias, agradeciendo a Viracocha por no permitir las pestes y, al mismo tiempo, pidiendo al Inti conservar la vida sana en el año siguiente. En lo que respecta al arte, implica representaciones de imágenes en cerámica, piedras y metales dúctiles; se trata de imágenes que representan salud, figuras o amuletos mágicos de amor, fertilidad y prosperidad, como también de protección para una buena salud. En consecuencia, por la necesidad de responder a los intereses de la salud de la población boliviana, en términos teóricos, corresponde tomar en cuenta la medicina tradicional en el plano de la fundamentación histórica, es decir, en el conocimiento del orden cosmológico, religioso, psicológico y del arte como representación social y ritual, considerando que en la actualidad, los médicos tradicionales mantienen y dan continuidad con las prácticas médicas desarrolladas en la cultura incaica. Salud y enfermedad Según la OMS, «la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social». Desde la posición de los médicos tradicionales en el departamento de La Paz, la salud, contempla no sólo lo físico y mental del organismo humano, sino también la parte espiritual, dado que las enfermedades en la cultura andina, especialmente en la cultura kallawaya, se distinguen y se aplican tratamientos en torno a los tres componentes. Con relación a la enfermedad, para los conocedores de la medicina tradicional, tanto de las culturas del mundo como del andino, violar las leyes de la naturaleza tiene efecto contraproducente, es la enfermedad que el ser
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humano padece en gran parte de su vida. La culpa radica en el mismo humano, ya que éste ha provocado la desarmonía por el uso y abuso de un cada vez mayor número de elementos artificiales o productos químicos nocivos. De allí que se afirma que la enfermedad es el fruto de transgresiones a las leyes de la naturaleza; como consecuencia de ello, se manifiestan toda clase de enfermedades, las cuales deterioran y alteran la naturaleza orgánica y su normal funcionamiento del organismo. A diferencia de este criterio, Fischermann y su equipo, indican que “Existen dos principios que causan la enfermedad. Por un lado, está originada por elementos de la naturaleza, y/o por fuerzas sobrenaturales del medio ambiente, que castigan infracciones referentes a este entorno. Por otro lado, la causa de la enfermedad se debe a violaciones a reglas de la buena convivencia, como sanción mediante el poder de los chamanes, conocidos en la zona como pijchareros y curanderos” (Fischermann, 2010:41). En la concepción andina de enfermedad, se entiende que robar, descuidar las ofrendas a las huacas y los lugares sagrados, cometer adulterio, corromper a una virgen, hablar malo desobedecer a un líder de la comunidad, en todo ello, el mal y la enfermedad acechan al que comete estas faltas y, por añadidura, a la comunidad. Asimismo, las enfermedades son también provocadas por deficiente nutrición, contagios e infecciones, consumo de alcohol y drogas y otros. Atender y curar enfermedades de toda naturaleza requería, en el pasado establecer la causa de los males recurriendo inclusive al poder de la magia; “[…] porque la aplicación de ésta, en último análisis, constituía el recurso final, necesario para pasar del estado de enfermedad (onqoy), al de kamasqa (salud)” (Von Hagen, 1961:119). Para comprender lo que es la salud y la enfermedad en el contexto andino, “Según la concepción callawaya, el hombre se compone de tres elementos vitales que son: al alma o athunajayo, el cuerpo astral o anímico que es el juchchuiajayo y el cuerpo material donde se hallan encarnados ambos ajayos” (Oblitas´ 1978:36-37). El cuerpo es materia que se compone por la carne, los huesos, la sangre, los órganos, etc.; el alma se distingue por jathunajayu2, es el espíritu derivado del divino pachaqama, el que transmite las facultades del pensamiento, la sensibilidad y el movimiento. Si el ajayu o el alma provienen del más allá, ello hace suponer que aquel puede alejarse o salirse del cuerpo en algún accidente. En lo que concierne al juchchuiajayu, éste es el fluido que da consistencia al cuerpo viviente sin causar malestar ni muerte, es el ajayu complementario. Como bien podemos notar en esta descripción, hablar de la salud humana y su enfermedad es compleja debido a las características de los componentes de la vida y su riesgo en una relación exterior con las divinidades espaciales y mundanas. De acuerdo con esto, el estudio no debe desmarcarse de este horizonte del conocimiento propiamente andino, aunque el tratamiento de la enfermedad sea, en algunos casos, apoyado con artes mágicas con empleo de piedras preciosas, así como el oro y la plata. Medicamentos naturales Los medicamentos naturales conocidos y aplicados son aquellos que tienen bondades curativas para distintas enfermedades, además de contener propiedades vitales para mantener y conservar la salud. Entre los medicamentos naturales tradicionales se destacan plantas, animales, minerales y elementos cosmológicos (el aire, el sol, el agua, la tierra). Acerca de estos elementos naturales empleados por médicos tradicionales, se han elaborado varios escritos. La obra titulada Medicina Tradicional Andina y Plantas Curativas, editada por el Ministerio de Salud del Ecuador, nos muestran diferentes recursos medicinales: Algunas plantas medicinales que se emplean en Los Andes son: achakana para gastritis, úlcera y cólico; el afilerillo para depurar la sangre y tratar la inflamación de próstata; el ajenjo (artemisa) para la acidez estomacal; el ajo de monte para sanar el desorden digestivo y presión alta; la alcachofa para hígado, bocio y cálculos biliares; la algarroba «Thaxo» para la vista, el raquitismo y debilidad de los nervios; la altamisa para epilepsia y retraso menstrual; la amapola para la laringitis, catarro y ronqueras; el amargón (diente de león) para el hígado, bilis, pulmón, riñones y la vejiga; el amay zapatilla del valle, útil para afecciones del corazón y fallos cardíacos; la árnica para el reumatismo, torceduras e inflamaciones; la aycaayca para apendicitis; los berros para tuberculosis, pulmonía y riñones; la kantuta para curar bronquitis, infección de la vejiga y tumores; la chaca kuma para inflamaciones intestinales, colitis, empacho, timpanismo y otros; la chaksataya para dolores de cabeza, huesos y torceduras; chuk’uchuk’u para contuzar heridas, llagas y camorreas; cola de ratón para derrame biliar; 2 El término «jatunajayu» se emplea en lugar de athunajayo de la cita textual. Nosotros empleamos en escritura como jatunajayu de acuerdo a las normas lingüísticas del idioma quechua.
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el escudo para hematomas, quemaduras, llagas e inflamaciones; flor de añaguoza para enfermedades de la vista y coque luche; helecho macho para toda clase de parásito, el jamillo para fracturas de huesos, luxaciones y reumatismo, entre varios otros. Algunos elementos de origen animal que se emplean con fines curativos son: la purina que se emplea para contrarrestar accidentes cardiovasculares como los aneurismas y el desequilibrio térmico de los nervios; la sangre y la carne del pájaro Teque Teque se emplea contra los dolores de los nervios y de la cabeza; AtojWira (grasa de zorro) que se aplica o se fricciona contra la mordida del murciélago que provoca rabia y locura; Yanakuchi (pelos negros de cerdo) para curar el enloquecimiento rabioso y enfurecido, entre otros. Algunos minerales que se emplean por sus propiedades medicinales son: el azufre o incienso, la sal de mar, piedras, yeso, zinc, oro, plata, etc. Cada elemento mineral contiene sustancias curativas y de protección a la salud; asimismo, algunos de ellos integran mesas u ofrendas en actos rituales y efectos mágicos de curación. Espacios de práctica de la medicina tradicional “El curandero de la cultura quechua/aymara, es llamado “yatiri”. Como es costumbre en la zona andina, atiende en su propia casa y en su habitación, donde se encuentran una cama que le sirve de asiento para realizar la consulta, una mesa y el asiento del paciente. En el mismo ambiente tiene los medicamentos que son hierbas que se encuentran en bolsas plásticas. Sobre la mesa tiene una serie de campanas de varios tamaños que sirven para llamar la suerte. También se puede encontrar en la mesa un pequeño aguayo de colores, llamado tari, en él están las cartas o baraja española. Por último, se encuentra en la habitación el elemento principal utilizado en el proceso de diagnóstico: las hojas de coca” (Fischermann, 2010:49). Habitualmente, la práctica médica tradicional se da en el domicilio del yatiri. En casos de que el paciente se encuentre en situación muy crítica, el médico tradicional se constituye en la casa de aquél, donde procede en presencia de sus familiares. Entre las prácticas curativas están las terapias con elementos naturales, la preparación de mesas con ofrendas a la Pachamama, así como actos rituales con waxt’as en lugares sagrados, la lectura de hojas de coca y otros. Agentes de la medicina tradicional Si bien la biomedicina cuenta con médicos generales y de especialidades diversas, paramédicos, enfermeras, laboratoristas, analistas, etc., en la medicina tradicional están los médicos tradicionales (yatiris, kallawayas, qolliris, curanderos, parteras y varios otros.); actualmente, ambos protagonistas son reconocidos por el Estado y forman parte del Modelo de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI), de reciente creación. “Los agentes de la medicina tradicional son aquellos que ejercen la práctica de prevención y curación de enfermedades corporales, mentales y espirituales; son también quienes estudian y experimentan las propiedades curativas de los distintos elementos naturales, así como proveen saberes y conocimientos de la medicina natural. “Los proveedores de medicina tradicional son numerosos; casi en cada comunidad rural o urbana marginal existe un proveedor de algunos de estos servicios (partera, curandero, yatiri). El sistema de salud está incorporando gradualmente a las parteras a las redes locales de atención. La demanda por estos servicios es amplia y suele combinarse con proveedores públicos y privados. Algunos kallawayas y otros conocedores y practicantes de la medicina tradicional fundaron en la década de los 80 la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (SOBOMETRA) y sus establecimientos han sido aceptados en distintas partes del país. Se estima que entre 20% y 30% de la población tiene graves dificultades para acceder a los servicios públicos y privados formales de salud por falta de oferta, inaccesibilidad cultural, económica, geográfica y funcional. Esta población recurre al autotratamiento y a la medicina tradicional” (OPS, 1998: 118). Según Pérez Mendoza y Fuertes Mamani, los distintos practicantes de en la medicina tradicional han sido clasificados debido a que no todos tienen la misma categoría de saber y ejercicio: “No todos los médicos tradicionales son capaces de tratar las diversas enfermedades, existe un proceso de especialización, el campo de tales conocimientos es vasto y amplio; sólo algunos mantienen una dedicación más intensiva llegando a dominar mejor las infinitas posibilidades de la naturaleza, siendo el caso más excepcional el de los kallawayas. Existe, a la vez, una variedad de especialistas, de acuerdo a las enfermedades y sus formas de curarlas, y cuyos nombres
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muestran profundas raíces en la práctica ancestral de su cultura” (Pérez, Fuertes, 2009:31-32). Sobre las distintas especialidades en medicina tradicional, tenemos las siguientes: • Aysiri. Médico tradicional espiritista, designado por la naturaleza y las deidades a través del rayo (el rayo le ha “llegado” tres veces), pone en equilibrio al ser (persona) en relación al espíritu grande (cosmos) y al espíritu pequeño de la persona respecto a su entorno. Responsable de los rituales (energía virtual) fundamentales del año calendario: los solsticios y los equinoccios. • Jampiri. Médico tradicional herbolario y ritualista que a través de la interpretación de la coca, así como el momento y el día en que se debe realizar la curación y los elementos a utilizar. Todo esto con autorización de las deidades y espíritus tutelares correspondientes (Pachamama, Achachilas, etc.). • Layq’a. Brujo. Es maligno y su oficio es hacer caer la maldición sobre determinadas personas, usan el arte de la magia negra. Moviliza el ajayu (ánima) desde lejos. • Qhaqori. Médico tradicional que, a través de los masajes y los ejercicios, determina la curación de la enfermedad de cualquier punto anatómico, considerando la integridad y la particularidad de cada uno de los órganos. • Yatiri. El sabio. Conocedor del futuro, analiza las causas de la enfermedad, las circunstancias a que han llevado a las personas a ser arrebatadas por los demiurgos, hace el diagnóstico aconsejando el medicamento o lo que debe evitarse o prevenirse, para no caer en enfermedad; destruye la maldición y libera al enfermo del hechizo que lo encadena. Es el que enseña el conocimiento profundo de la vida. • Kallawaya. Etimológicamente proviene de las voces aymaras qolla medicina y wayuña; llevar. Por esta razón, en el Incario, se denominó al actual territorio de Bolivia como Kollasuyu (país de la medicina), Médico tradicional herbolario itinerante que lleva sus conocimientos de curandero de comunidad en comunidad. • Q´pachaqira. El que ejerce la práctica del secado y molido de las plantas medicinales y se encarga de comercializarlas. Viene a ser el boticario dentro del mundo kallawaya. • Milluri. Especialista curandero del millu o mineral salitroso. Es benigno y cura las enfermedades de las vertientes. • Parteros/as. Generalmente son mujeres, encargadas de la atención y cuidado del embarazo, parto y puerperio en las comunidades. • Qolliri. Tiene un oficio idéntico al jampiri, utiliza la herbolaria y es oficiante de ritos mágicos más sencillos. • Llankhiri. Leedor de pulsos. • Yerbero. Médico tradicional con profundo conocimiento de las plantas medicinales, sus propiedades terapéuticas y correcta aplicación. • Huesero. Médico tradicional encargado de la curación y tratamiento de los huesos. Aparte de los mencionados actores de la medicina tradicional, está la chiflera (o): aquella o aquel que posee extraños y singulares conocimientos en materia de magia y de medicina; por lo general emparentada con brujos y adivinos, como también con kallawayas. El chiflero (a) conoce a fondo las propiedades de cada una de las hierbas y substancias y demás efectos que vende, pudiendo recetar correctamente el correspondiente remedio según la dolencia o la necesidad del cliente. Para comprar cualquiera de los elementos naturales, primero corresponde formular una consulta. El escritor paceño Jaime Sáenz escribió en Imágenes Paceñas ha escrito: “Hay una cosa cierta: la chiflera es una mujer que desde chica ha aprendido a curar y a ser bruja” (Sáenz, 1980:141).
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En el Incario algunos curanderos se identificaban como: Los Ccamamscas, que entraron a la práctica médica después de haberse sanado de una enfermedad; los Hacaricue que descubrían la naturaleza y la cura examinando las entrañas de los cobayos; los Villac que curaban haciendo sacrificios a los dioses y a las wak´as; los hechiceros de sueños, que interpretaban las enfermedades por los sueños; los yacarcaes o curanderos de fuego, que presagiaban la enfermedad escuchando las ‘palabras’ de las llamas y examinando las contorsiones del fuego; otros curanderos que chupaban los lugares doloridos del cuerpo y hacían sacrificios y sangrías para expulsar el mal. Entre éstos se distinguía dos clases: Los ichuri: hombres y mujeres confesores de las faltas, y los kallawayas curanderos itinerantes que tenían hierbas medicinales, como ya se ha descrito. La profesión era hereditaria, se iniciaba en la juventud con ayunos y penitencias para continuar junto a su padre o maestro. El curandero utilizaba la adivinación o la confesión del enfermo para llegar a conocer sus enemigos y las normas sociales violadas. Si el origen de la enfermedad afectaba a algún tabú, la participación de la comunidad en los ritos de curación constituía el recurso de mayor poder curativo. Tratándose de la curación ambulatoria o migración temporal de los médicos naturistas, estos actores, además de abocarse a la cura de enfermedades de toda naturaleza, participan en la comercialización de medicinas y elementos mágicos. “Una forma especial de migración periódica es la de los comerciantes de hierbas y la de los médicos ambulantes. Aún hoy se ocupan en este oficio tradicional 150 familias del valle de los kallawayas. Estas se han especializado en ciertos medicamentos, amuletos y métodos de cura (…) La mayor parte de los médicos kallawayas cuenta con un inventario de 20 a 30 plantas medicinales, aparte de tener un número similar de amuletos” (Schoop, 1984:45). Métodos de atención al paciente Para determinar los males de la salud, la prevención de la enfermedad y su tratamiento, los agentes médicos de distinta especialidad proceden con empleo de métodos, técnicas y estrategias, los que no siempre son bien conocidos ni descritos en las fuentes investigadas. Sin embargo, en cuanto se refiere al modo de curar de los médicos tradicionales, el procedimiento se basa en el uso de medicamentos naturales para actuar sobre la enfermedad y sobre el enfermo como un todo. Aquí podemos distinguir el tratamiento de orden metodológico en una relación de agente-paciente, agente-paciente-divinidad y agente-divinidad-paciente; en cualquiera de ellas, el proceso común son los actos rituales, las terapias, los rezos u oraciones de orden místico-espiritual y otros. Infiriendo de diversos estudios, como los de Oblitas Poblete, a continuación presentamos los tipos de procedimiento por relaciones entre agentes y pacientes. Relación agente-paciente-divinidad Hoy en día, la medicina científica ha llegado prácticamente a todos los rincones del mundo, pero su propia naturaleza, que conlleva una cierta deshumanización del trato entre médico y paciente, ha conducido a una revitalización de la práctica de la medicina tradicional. En este tipo de medicina se trabaja con objetos para curar al paciente o cambiar su entorno, y ello incluye los procedimientos manuales y el uso de hierbas o remedios caseros. También se recogen en este punto las invocaciones a las fuerzas mágicas tradicionales, a los santos y a los espíritus. Los objetos se manipulan siguiendo un ritual, deben tener un uso y un significado en la vida diaria del paciente y se combinan con objetos religiosos como cruces, agua bendita, que se agregan a ritualidades preexistentes como resultado del sincretismo religioso-cultural. Existen naturistas especializados en tratamientos con hierbas, pero siempre añaden a su modo de trabajar un toque de sobrenaturalidad o misticismo. Nivel espiritual Los yatiris y otros curanderos, se sumergen en un estado alterado de conciencia, durante el cual toman contacto con la energía del universo y acceden a mayores conocimientos, o permiten que los espíritus se comuniquen con este mundo, o dejan que los espíritus les iluminen. Este mundo espiritual es complejo, existe paralelamente al mundo real y en él los curanderos pueden adquirir conocimientos sobre cómo diagnosticar y cómo curar. Los espíritus son las almas de los muertos, y los curanderos el nexo de unión con el mundo de los vivos. En algunos casos, los curanderos son sólo un canal por el que actúan los espíritus, mientras que en otros, estos últimos controlan de alguna manera a los espíritus y les inducen a actuar. Cuando se trata de curar al enfermo
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ocasionado por el alejamiento de su espíritu (ajayu), el agente tradicional, primero se relaciona con el paciente, luego se relaciona con dioses para alcanzar algún pago en algún lugar de la tierra. “¿Por qué se paga a la tierra y los Machulas? Los callawayas explican que no solamente los seres vivientes tienen sed y hambre, también los espíritus de los muertos que se han convertido en dioses encarnándose en los cerros, en los lagos, en los montes, tienen necesidades, con la única diferencia de que la comida de estos espíritus consiste en ofrendas ligeras como la sangre de los animales” (Oblitas, 1978:59). Nivel mental Es la capacidad para canalizar la energía mental y con ello actuar directamente para modificar la condición física o mental del paciente. Así, el yatiri debe aprender a generar y canalizar vibraciones mentales hacia su paciente. El nivel mental usa procedimientos para curar muy semejantes a los que se describen en el apartado de los toques curativos. Los tres niveles –material, espiritual y mental– son áreas concretas de conocimiento y de conductas curativas y pueden no coincidir en un mismo curandero, ya que implican la posesión de distintas capacidades o dones, su desarrollo y perfeccionamiento, y no todos los individuos poseen igual potencial en su interior. Los tres niveles tienen en común el uso de formas de energía, diversas, pero energía al fin y al cabo. En el nivel material, de una u otra forma, se efectúan rituales de tipo religioso, con invocación de divinidades, santos, etc. En este nivel a menudo se practica un barrido ritual del paciente por medio de diversos objetos, con la finalidad de alejar de él las vibraciones negativas o de atraer hacia él las positivas. La naturaleza del objeto que se emplea para el barrido varía según el problema del paciente y de la dirección de las vibraciones. Debe tenerse en cuenta que el yatiri o curandero es una persona que vive en un entorno concreto, con el que se identifica y al que aporta sus capacidades. Buena parte de los éxitos en las curaciones, que carecen de explicación racional o mecanismo fisiológico reconocible, están basados en la fe del paciente y del curandero, en la que este último pone en práctica su propia capacidad de curar y su habilidad para activar las capacidades curativas del paciente. Tratándose de una fe que no es necesariamente religiosa, sino de una relación de confianza entre yatiri y paciente. En muchas ocasiones, el primer tratamiento que se aplica a un enfermo forma parte del saber popular, transmitido a lo largo de los siglos por sucesivas generaciones o por los propios curanderos; estos últimos constituyen la segunda línea de batalla contra la enfermedad, sea en el propio domicilio del enfermo, sea en sus consultas. Cabe señalar que los yatiris o curanderos tratan males arraigados en las creencias populares que no son contemplados por la medicina oficial, como el mal de ojo, cuya naturaleza es muy difícil de describir y de definir. En esta relación, el yatiri o curandero actúa como mediador entre los seres humanos y el más allá, el mundo invisible. Para ello puede viajar, abandonando su cuerpo al pasado y al futuro, al cielo y al infierno. Puede llegar a serlo por vocación espontánea, por herencia o por decisión propia. La conversión en yatiri se logra con pasar por una ceremonia de iniciación, que incluye la muerte y la resurrección del sujeto, tal como ocurre con las caídas del rayo. Por una parte, para la curación de los enfermos, este tipo de agente, debe viajar al más allá, donde van a parar las almas o ajayus de los enfermos, para recuperarlas y traerlas de vuelta al cuerpo, y de este modo sanar a la persona. Por otra parte, es necesario que el enfermo ponga algo de su parte para alcanzar la curación. Según ello, el agente toma contacto con otras doctrinas que buscan la curación de los enfermos a base de estimular la capacidad vital de los mismos, es decir, de potenciar la autocuración. Cuando se habla de otros mundos, lo que se quiere decir es que existen realidades o mundos entrelazados con el visible, donde se originan las causas de los efectos visibles. Para los kallawayas, por ejemplo, todo lo que existe en este mundo tiene un alma o espíritu, que confiere las propiedades y particularidades que podemos apreciar en un hombre, un árbol o un río. El espíritu se libera cuando la persona o el ser viviente muere, y puede existir individualmente o formar parte de otro mayor. Los ajayus pueden ser favorables u hostiles, traduciendo
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así los efectos de una naturaleza que, para el ser humano, unas veces es una ayuda para sobrevivir y otras ocasiona desgracias, e incluso la muerte. Sin embargo, el concepto de alma entre los agentes tradicionales es fundamental, ya que en sus viajes extáticos el alma abandona el cuerpo de una forma controlada, y viaja a diferentes puntos del pasado o del futuro. En la mayoría de las culturas andinas, la persona posee más de un alma: una puede viajar, mientras que la otra mantiene con vida al cuerpo. Si la primera no regresa, el cuerpo muere. De hecho, el sueño es una técnica que el yatiri controla para efectuar sus viajes. Un caso metodológico de curación se muestra con los kallawayas; esto es, con la pérdida y restauración del ajayu. “El Yatiri hace un envoltorio con todas las especies de la mesa sagrada, lo que se denomina k’into, luego le llena con su resuello y a las doce de la noche sale de su habitación llevando la paga hacia el lugar donde se asustó el enfermo, allí deja el k’into y llama a su ánimo dirigiéndose hacia los cuatro puntos cardinales, hace el ademán de atrapar el ánimo del enfermo con su ropa llevada exprofesamente, envuelve el ánimo atrapado cuidadosamente y regresa a la casa donde tiene lugar la ceremonia de la reencarnación; esta ceremonia consiste en desenvolver la ropa sobre la cabeza del enfermo ordenando el Yatiricon energía que vuelva a penetrar al cuerpo de su dueño…” (Oblitas, 1978:58). En este proceso, el kallawaya o yatiri actúa en libertad y en reserva para relacionarse primero con alguna divinidad para luego relacionarse con el paciente. Los espíritus no residen en nuestro mundo visible sino en otro al que el yatiri puede acceder para modificar las causas de lo que acontece en este mundo Tiene que saber cómo funciona el mundo en el que vive, cómo se relaciona con el mundo de los espíritus, y el funcionamiento de éste, para poder modificarlo y crear efectos positivos para la comunidad en la que reside. Pero toda esta actividad puede ocasionar dolores y males para el propio yatiri y para su entorno familiar inmediato, ya que este entorno es el que proporciona la energía necesaria. El poder del agente reside en su capacidad para controlar el estado de trance, a diferencia de otras culturas, donde son los espíritus quienes controlan la situación. Para ayudarse a obtener este control, el yatiri puede utilizar diversos medios, desde el uso de elementos mágicos hasta la ingestión de plantas y animales. 4. Sistema médico religioso Desde los albores de la humanidad, el problema de la salud, la vida y la muerte han ocupado un lugar fundamental en el imaginario de los pueblos lo que originó diferentes concepciones que fueron desde el control mágico hasta prácticas concretas, enmarcados en discursos de la anatomopolítica (dejar vivir y hacer morir) a la biopolítica (hacer vivir y dejar morir) en palabras de M. Foucault. Al respecto nos remitimos a concepciones y saberes de los pueblos considerando el aporte científico del Psicoanálisis. Freud, plantea que el Tótem “Por lo general es un animal comestible, ora inofensivo, ora peligroso y temido, y más raramente una planta o un fuerza natural (lluvia, agua) que se hallan en relación particular con la totalidad de un grupo. El tótem es, en primer lugar, el antepasado del clan, y en segundo, su espíritu protector y su bienhechor, que envía oráculos a sus hijos y los conoce y los protege aún en aquellos casos en los que resulta peligroso. Los individuos que poseen el mismo tótem se hallan, por tanto sometidos a la sagrada obligación, cuya violación trae consigo un castigo automático de respetar su vida y abstenerse de comer su carne o aprovecharse de él en cualquier otra forma” (Freud, 1989:1748). “La violación de esta prohibición, no es seguida de un castigo automático por decirlo así, de culpable, como lo son las violaciones de otras prohibiciones totémicas (la de comer la carne del animal tótem por ejemplo); pero es vengada por la tribu entera, como si se tratase de alejar un peligro que amenazara a la colectividad o las consecuencias de una falta que pasase sobre ella. …Teniendo en cuenta que también las aventuras amorosas anodinas, esto es, aquellas no seguidas de procreación, son idénticamente castigadas. Siendo el tótem hereditario, y no sufriendo ninguna modificación alguna por el hecho del matrimonio, es fácil darse cuenta de las consecuencias de ésta prohibición en el caso de la herencia materna” (Freud, 1989:1749).
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Por otra parte existe una relación intrínseca entre el Tótem y el Tabú de la concepción religiosa. El tabú presenta dos significaciones opuestas: “la de lo sagrado o consagrado y la de lo inquietante, peligroso, prohibido impuro… el tabú se manifiesta esencialmente en prohibiciones y restricciones”. En la Enciclopedia Británica citada en Tótem y Tabú, señala: “Los fines del tabú son muy diversos. Así: los tabú directos cumplen las siguientes funciones: 1° Proteger a ciertos personajes importantes-jefes, sacerdotes, etc. – y preservar los objetos valiosos de todo daño posible. 2° Proteger a los débiles –mujeres, niños y hombres vulgares-contra el poderoso maná (fuerza mágica) de los sacerdotes y los jefes. 3° Preservar al sujeto de los peligros resultantes del contacto con cadáveres, de la absorción de determinados alimentos, etc. 4° Precaver las perturbaciones que puedan sobrevenir en determinados actos importantes de la vida, tales como el nacimiento, la iniciación de los adolescentes, el matrimonio, las funciones sexuales, etc. 5° Proteger a los seres humanos contra el poder, la cólera de los dioses o de los demonios. 6° Proteger a los niños que van a nacer y a los recién nacidos de los peligros que a causa de la relación simpática que los une a sus padres pudieran éstos atraer sobre ellos realizando determinados actos o absorbiendo ciertos alimentos que habrían de comunicarles especialísimas cualidades. Otro de los fines del tabú es proteger la propiedad del sujeto-sus campos, herramientas, etc. –contra los ladrones” (Freud, 1989: 1759). Determinados peligros resultantes de la violación pueden ser conjurados mediante actos de penitencia y ceremonial de purificación. “Un tabú se supone emanado de una especial fuerza mágica inherente a ciertos espíritus y personas susceptibles de transmitirse en todas direcciones por la mediación de objetos inanimados. Las personas y las cosas tabú pueden ser comparadas a objetos que han recibido una carga eléctrica; constituyen la sede de una terrible fuerza que se comunica por el contacto y cuya descarga trae consigo las más desastrosas consecuencias para el organismo que la provoca no es lo suficientemente fuerte para resistirla” (Freud, 1989:1759-1760). “La transmisibilidad del tabú es probablemente lo que ha dado nacimiento a la creencia de la posibilidad de eludirlo por medio de ceremonias de expiación” (Ídem). “Los primitivos no intentan disimular, en efecto, el miedo que les inspira el posible retorno del espíritu del difunto y recurren a multitud de ceremonias destinadas a mantenerlo a distancia y expulsarle. El acto de pronunciar de un muerto les parece constituir un conjuro cuyo efecto no puede ser otro que el de provocar la presencia del espíritu del mismo” (Freud, 1989: 1784). “Tales pueblos primitivos pueblan el mundo de un infinito número de seres espirituales, benéficos o maléficos a los cuales atribuyen la causación de todos los fenómenos naturales y por los que creen animados, no solo el reino vegetal y animal sino también el mineral y la tierra en apariencia inerte” (Ibídem). “La hechicería se nos muestra esencialmente como el arte de influir sobre los espíritus, tratándolos como en condiciones idénticas se trataría a una persona; esto es, apaciguándola y atrayéndolos o intimidándolos, despojándolos de su poder y sometiéndolos a nuestra voluntad…La magia hace abstracción de los espíritus ,constituye la parte más primitiva e importante de la técnica animista…La magia responde a fines muy diversos , tales como los de someter los fenómenos de la Naturaleza a la voluntad del hombre, protegerlo de sus enemigos y de todo género de peligros y darles el poder de perjudicar a los que son hostiles” (Freud, 1989:1801). “La fase animista fue sustituida por la religiosa, y ésta, a su vez, por la científica… en la fase animista se atribuye el humano a sí mismo la omnipotencia: en la religiosa, la cede a los dioses, sin renunciar, pues se reserva el poder de influir sobre los dioses, de manera de hacerlos actuar conforme a sus deseos. En la concepción científica del mundo no existe ya lugar para la omnipotencia del humano, el cual ha reconocido su pequeñez y se ha resignado a la muerte y sometido a todas las demás necesidades naturales” (Freud, 1989:1803). El primero de los sistemas edificados por la Humanidad, o sea, el animismo, fue un sistema psicológico…Los espíritus y los demonios no son las proyecciones de sus tendencias afectivas. El primitivo personifica estas tendencias y puebla el mundo con las encarnaciones así creadas” (Freud, 1989:1805). “La forma más antigua del sacrificio, anterior a la agricultura y al uso del fuego, era pues, el sacrificio animal, en el que la carne y la sangre eran consumidas en común…Tales sacrificios constituía una ceremonia pública y una fiesta celebrada por el clan entero. La religión era en general, algo común, y el deber religioso, una obligación social. Los sacrificios y las fiestas coincidían en todos los pueblos, pues cada sacrificio comportaba una fiesta y no había fiesta sin sacrificio” (Freud, 1989:1833).
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Expone Robertson que: “el sacrificio sobre el altar constituía la parte esencial del ritual de las religiones antiguas… El sacrificio, el acto sagrado por excelencia no tenía, sin embargo, al principio la significación que adquirió en épocas posteriores, o sea la de una ofrenda hecha a la divinidad para aplacarla o conseguir su favor. Todo nos hace suponer que el sacrificio no era primitivamente sino un acto de camaradería social entre la divinidad y sus adoradores, un acto de comunión de los fieles con sus dios”. Ofrecían en sacrificio manjares y bebidas: el humano sacrificaba a su dios aquello de que él mismo se alimentaba: “carne, cereales, fruta, vino y aceite, no existiendo restricciones ni excepciones sino respecto con la carne. Los animales ofrecidos en sacrificio eran a la vez consumidos por el dios y por sus adoradores y únicamente las ofrendas vegetales se reservaban al dios, sin participación del humano” (Freud, 1989: 1832-1833). “El Psicoanálisis nos revela que el animal totémico es, en realidad, una sustitución del padre, hecho con el que se armoniza la contradicción de que estando prohibida su época en muerte en época normal se celebre como una fiesta su sacrificio y que después de matarlo se lamente y se llore su muerte” (Freud, 1989:1840). “Así pues, el tótem sería la primera forma de tal sustitución del padre, y el dios, otra posterior y más desarrollada en la que el padre habría recobrado la figura humana. Esta nueva creación nacida de la raíz de toda formación religiosa, o sea de la añoranza del padre, habría llegado a ser posible; una vez con el transcurso del tiempo sobrevinieron modificaciones esenciales en la actitud con respecto al padre y quizá también con respecto al animal. …De éste modo la hostilidad contra el padre que impulsó a su asesinato fue extinguiéndose en el transcurso de un largo período de tiempo para ceder su puesto al amor y dar nacimiento a un ideal del yo cuyo contenido era la omnipotencia y falta de limitación del padre primitivo combatido un día, y la y la disposición a someterse a él. La primitiva igualdad democrática de todos los miembros de la tribu no pudo ser mantenido a la larga, a causa de los profundos cambios sobrevenidos en el estado de civilización, y entonces surgió una tendencia a resucitar el antiguo ideal del padre, elevando a la categoría de dioses a humanos que se habían demostrado superiores a los demás” (Freud, 1989:1842-1843). “El Nombre–del–Padre3* es el lugar donde se debe reconocer el sostén de la función simbólica que desde los albores de la humanidad y los tiempos históricos identifica su persona con el nombre de la ley. Esta concepción nos permite distinguir claramente, en el análisis, los efectos inconscientes de esa función respecto de las relaciones narcisistas, e incluso respecto de los reales que el sujeto sostiene con la imagen y la acción de la persona que la encarna” (Lacan, 1955:195). “Se debe aceptar que la verdad se estructura como una ficción y la verdad de lo familiar (cultural) esta puesta en un discurso que contiene la ficción en tanto ominoso, mientras lo no familiar corresponde a lo siniestro, lo extraño, lo ajeno, lo exterior que nos habita. El Nombre-del-Padre se constituye en el significante primordial y soporte de la función simbólica, ante la falta de éste, se hace ausente la instauración en la cultura, en la palabra, la que produce como efecto todas las deformaciones en lo imaginario” (Lacan, 2000:1439). Para Freud, la realidad psíquica e individual fueron consideradas como una misma cosa, Lacan reformula esto señalando que es el modo en que la verdad entra en la vida de lo humano. El padre y la ley son requisitos para la instauración de la vida psíquica en tanto requisitos de subjetivación. El padre no solo es el nombre, sino también el que nombra, siendo el mismo innombrable. El Dios sin nombre se presenta como el que soy poniendo en evidencia la función nominativa de paternidad y no así la presencia material. En 1973, Lacan define “lo real como un abierto que se inscribe entre semblante y realidad, entre simbólico e imaginario. Así lo afirma, lo real: un abierto entre el semblante resultante de lo simbólico y la realidad tal como se sostiene en lo concreto de la vida humana” (Lacan, 1985:63). 3 Entiéndase por Nombre–del–Padre a la función simbólica representada por el nombre signada por un “guion” del en tanto representación impersonal y padre en tanto la representación de la ley.
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El oscuro sentimiento de culpabilidad que pesa sobre la humanidad desde los tiempos primitivos, y en algunas religiones se ha condensado en la hipótesis de una culpa primaria, de un pecado original, no es probable más que la manifestación de una culpa de sangre que el humano primordial echó sobre sí… Y si el pecado original fue una culpa contra Dios Padre, el crimen más antiguo de la Humanidad tuvo que ser un parricidio, la muerte del padre primordial de la primitiva horda humana, cuya imagen mnémica fue transfigurada en divinidad. Sistema médico religioso en el contexto boliviano Según Narciso Valencia (2004), se debe considerar que el pueblo andino es eminentemente religioso, pues en todos los elementos de su cosmovisión experimenta al Creador del universo, que se manifiesta en la historia, en la religiosidad vinculada a la vida y actividades diarias. “Al considerar su universo como una totalidad creada por Dios, lo sagrado es un dato irreductible, una realidad experiencial y vivida a través de lo psicológico. Es el encuentro con la “alteridad sorprendente”, el face-a-face con ese otro que espanta”. “Conocemos lo sagrado a través del hombre que lo define. En efecto, el sujeto expresa lo sagrado por medio de mitos, conceptos, acciones rituales y símbolos que ha ideado y organizado desde hace miles de años, y los expresa de manera personal, familiar y comunitaria” (Valencia, 2004:3). La práctica religiosa tradicional del pueblo andino es fruto de su propia experiencia ancestral-milenaria y de la influencia cristiana desde la evangelización colonial. Ambas tradiciones, después de encuentros y desencuentros, dieron lugar a una síntesis religiosa de cuño sincrético que, para los vencidos, significa una nueva forma de expresión religiosa; mientras que para los vencedores es considerada como un conjunto de creencias que aún hay que continuar con la doctrina cristiana en términos de purificación. Al respecto, Obed Caro (2011) postula que lo primero a tener en cuenta en la relación enfermedad-salud en el mundo andino es que existe una visión sacralizada del estado de salud, fuertemente aferrada en su cosmovisión. Entendiéndose que “la salud se pierde producto de un desequilibrio en la relación con las divinidades como: Achachila, Pachamama, entre otros, los cuales vigilan a los pobladores para guardar el estricto cumplimiento de los preceptos establecidos, siendo que el incumplimiento de los mismos genera las enfermedades, requiriéndose de la intervención de los especialistas para que se pueda recuperar la salud” (Caro, 2011:51). Según Federico Aguiló, citado por Lozada (2002), “el aymara y el quechua de nuestros días, al enfermarse cree que su estado de salud es resultado de un castigo que proviene de la Pachamama o de otra deidad por incumplimiento propiciatorio que debía ofrecer. Es la venganza que las deidades que acometen contra el hombre y la comunidad cuando no cumplen sus deberes de ofrenda ritual” (Lozada, 2002:14). Aguiló señala una enorme cantidad de deidades vengativas en el imaginario aymara-quechua: Sajra, Pujiu, Gloria, Chullpas, Tata, Rayo, Machu, Supay, Mallku, Tiu, entre otros. Estas deidades mantienen intrincadas relaciones simbólicas que complejizan las obligaciones de reciprocidad ritual, de forma que en relación a la enfermedad, los aymaras y quechuas de hoy realizan ritos preventivos o curativos; sin embargo, existen también circunstancias extraordinarias para provocar enfermedades. Para Aguiló, “los ritos de hoy tienen un carácter “sincrético” y otro “autóctono” respecto del cristianismo. Así, cabe referirse a las milluradas, la siyawra, la q’owarada, los sahumerios, la kacharpaya y las challas como ritos sincréticos en los que las invocaciones a deidades católicas son muy frecuentes” (Lozada, 2002:14). “Toda figura mítica o religiosa en los Andes, trasciende cualquier límite conceptual de carácter unívoco y maniqueo, adquiriendo una fisonomía ambigua, ocupando varios espacios y provocando en los hombres y la comunidad, efectos contrarios. Así, la enfermedad refiere una dimensión mágica sobre la cual es necesario obrar si se quiere restablecer la salud. Tal dimensión mágica es allanada, tanto preventiva como curativamente mediante asociaciones simbólicas que interpelen a las deidades” (Lozada, 2002:15). Por todo ello, la religión en el ámbito de la salud, ha pasado a ocupar un lugar destacado dentro de la Medicina, por ese motivo se le debe de prestar atención a su expresión individual y a su connotación comunitaria, pues, la presencia o no de las creencias y prácticas de este tipo, pueden contribuir a la modificación de las tasas de morbi-mortalidad, de la preservación de la salud e incluso la esperanza de vida (Gonzales, 2004:19-26).
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Según, Pargament (citado por Gonzales): “una estrategia de afrontamiento activo para superar mejor los problemas de la existencia, motivo por el cual, se debe considerar que las creencias religiosas han pasado a considerarse como un tema de interés de estudio en cuanto al mantenimiento y recuperación de la salud desde mitad del siglo XX y sobre todo en el último decenio” (Gonzales, 2004:20). “Según Nietzsche la práctica de la religión se debe básicamente a la debilidad humana; el hombre no puede vivir sin marco de orientación y sentido. La religión le alcanza al hombre tanto la normatitividad moral como un consuelo en su situación triste y aislada. El hombre no soporta la vida con un fin en la muerte y sin sentido, y por eso busca una vida eterna y un sentido trascendente a Dios, entonces es una construcción ideal de los débiles” (Estermann, 2000:136). 5. Automedicación Breve historia de la automedicación en el mundo y en los Andes Desde tiempos antiguos, en cada cultura, la automedicación siempre se ha practicado para prevenir cualquier enfermedad como también para contrarrestar los síntomas: “A lo largo de la historia de la humanidad, el autocuidado, decir, el propio tratamiento de los signos y síntomas de enfermedad que las personas padecen, ha sido la fuente de conocimiento de las técnicas o remedios existentes en cada entorno cultural, traspasando verbalmente dichos conocimientos a las sucesivas generaciones. Desde que existía constancia escrita, siempre ha existido un experto que acumulaba las habilidades y técnicas de sanar, al que se recurrió cuando el propio autocuidado no era suficiente para restablecer la salud…” (Baos, 2000:1-2). Según Aurelio Cornelio Celso, el que fue llamado «el Cicerón de la Medicina», refiriéndose a los griegos, señala que en la antigüedad, bajo el conocimiento de la medicina, comúnmente se practicaba la propia atención. “Así, en las picaduras del escorpión, el mismo animal es el mejor remedio. Unos lo machacan en vino y lo toman como bebida, y otros lo colocan sobre las brasas y dirigen el humo hacia la parte afectada, que mantienen rodeada con un trapo de modo que el humo no se esparza, y luego, cuando el animal ha quedado reducido a cenizas, aplican éstas sobre la herida. Se prescriben también beber vino, en el que se haya puesto semilla, o por lo menos hojas de hierba solar, oήλιοτρόπιου, heliotropo de los griegos” (Celso, 1966:63). De acuerdo a las investigaciones arqueológicas y antropológicas, los primeros seres humanos y las culturas primitivas en Los Andes practicaron la automedicación para prevenir cualquier enfermedad. Posteriormente, en el conocimiento popular, se perfiló en una práctica familiar y comunitaria, la cual se transmitió de generación en generación hasta la caída del último inca, Atahuallpa. En los primeros años de la colonia, los españoles para aliviar el dolor de las heridas, tuvieron que auto curarse con todo lo que encontraron. “Entregados solo a Dios y a sus santos los conquistadores no comprueban que sin el milagro de su salud habría sido imposible que hubiesen podido luchar y vencer. Bien pocos eran los recursos médicos, para prevenir dolores con los que contaban y estos eran tan miserables que tuvieron por fuerza que servirse de los recursos de la curandería indígena, para restañar sus heridas, combatir las fiebres y para neutralizar síntomas de resfrió. Es decir que el hombre hispano nada tenía que hacer con su arte de curar y no tenía más remedio que entregarse a la protección del cielo, agarrarse al clavo ardiente de la fe y curarse con lo que encontraba a sus alrededor” (Otero, 1975:86). Por ende, en todo el proceso colonial, el conocimiento de la automedicación era practicada no sólo por las familias populares de las comunidades rurales y áreas urbanas, sino que también aplicaban los colonizadores. Los principales elementos medicinales habitualmente empleados para la automedicación fueron: la coca que aliviaba el dolor de estómago de los indios mit’ayos, el eucalipto con el que se preparaba un mate para prevenir la tos, la phasa (cal) que se utilizaba para evitar el dolor de los dientes. En la época republicana de Bolivia, las prácticas de automedicación en las familias paceñas pervivieron. Se convirtieron en tres tipos de automedicación: la automedicación con fármacos, automedicación con remedios tradicionales y la automedicación con fármacos y plantas naturales. La automedicación con fármacos, las practicaron aquellas personas con síntomas de enfermedad; los medicamentos fueron adquiridos en la farmacia, luego utilizados para restablecer la salud. La automedicación con preparativos caseros tradicionales,
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las practicaron aquellas personas con síntomas de enfermedad, sometiéndose al recetario familiar de cómo aplicarse para restablecer la salud. La automedicación con plantas naturales, las practicaron aquellas personas con síntomas de enfermedad leve, tomando propiamente las plantas y hierbas medicinales para prevenir y aliviar las dolencias. Los tres tipos de automedicación se han mantenido en las familias de La Paz, conforme a las costumbres y conocimiento de medicinas naturales existentes en cada región. En el presente,“Algunos de los encuestados por FIDES, señalan que cuando jóvenes, adultos o niños siente los primeros síntomas de resfrío acuden a limonadas calientes, infusiones de canela, consumo de naranja con miel de abejas, vaporizaciones de eucalipto, además de acudir al consumo de medicamentos comerciales de sobre, cápsulas y comprimidos para combatir los síntomas de resfrío”4. La automedicación, como técnica de prevenir y sanar la enfermedad, cambia en el tiempo y en el espacio, esto es, en función de cambios en el modo de vivir en cada cultura. El cambio es debido a la adquisición de nuevos conocimientos sobre la enfermedad y uso de medicinas de toda naturaleza, aunque ciertas prácticas de automedicación comunes, como tomar mate de coca, se mantienen constantemente. Definición de automedicación La práctica de automedicación es comprobada por familias y comunidades; se tratan de prácticas propiamente dichas, que no son reconocidas a nivel de normatividad, tampoco en los ámbitos de servicios de salud oficial. Si bien la automedicación es entendida –en la versión de alguno que otro autor– como sinónimodeauto atención, auto cuidado, auto curación., estas últimas se expresan en referencia a la necesidad del cuidado de la salud, porque: “Son las prácticas y tomas de decisiones acerca del cuidado de la salud y el tratamiento de la enfermedad del enfermo dentro del grupo familiar y en su ambiente más cercano, sin la intervención de curanderos ni biomédicos, pero utilizando algunas prácticas de estos dos sistemas” (Fischermann, 2010:30). ParaMenéndez, la automedicación es lo mismo que autoatención en materia de salud y enfermedad; bajo cualquier concepto, en lo real se muestran diferentes maneras de aplicarse medicamentos en uno mismo y en los demás del entorno familiar y grupo social. Se tratan de “Las representaciones y prácticas que la población utiliza a nivel de sujeto y grupo social para diagnosticar, explicar, atender, controlar, aliviar, aguantar, curar, solucionar o prevenir los procesos que afectan su salud en términos reales o imaginarios, sin la intervención directa e intencional de curadores profesionales, aun cuando estos pueden ser la referencia de la actividad de autoatención” (Menéndez, 2002:14). Mientras que para el historiador Vicente Baos, la automedicación “[…] es el consumo de medicamentos, hierbas y remedios caseros por propia iniciativa o por consejo de otra persona, sin consultar al médico” (Baos, 2000:4-5). Deduciendo de las anteriores, la automedicación es la técnicade propio examen, prevención y curación de enfermedades mediante la obtención de medicamentos y sin la intervención del servidor biomédico ni médico tradicional. Consejos sobre la automedicación Por tradición, los consejos y recomendaciones para propios tratamientos fluyen en los ámbitos familiares de las culturas nativas. Hoy en día, los consejos no sólo recomiendan el uso de medicamentos naturales, sino que también se da curso al uso de medicamentos biomédicos. Según la colombiana Flor Ángela Tobón Marulanda, en su obra titulada Estudio sobre automedicación en la Universidad de Antioquia de C, indica que el comportamiento de la automedicación está profundamente influenciado por las condiciones socioculturales del usuario y la publicidad farmacéutica. Los principales factores que influyen en la automedicación son: la desprotección en servicios de salud de gran parte de la población; que la atención en salud depende en gran medida de la farmacoterapia tradicional, sin considerar la promoción del desarrollo humano integral y del bienestar mediante otras alternativas; la concentración de médicos en las grandes ciudades; la falta de elementos técnico-científicos actualizados. En las comunidades rurales y urbanas de cualquier país, considerando los consejos médicos de cómo prevenir ciertas enfermedades, al mismo tiempo cómo remediar propiamente las algunas dolencias, se practican la automedicación, lo cual quiere decir, medicarse con medicamentos obtenidos de la farmacia, o bien, plantas 4 http://4www.scielo.org.pe/pdf/12n4/v12n4ao3.pdf4 (Consulta: lunes 26 agosto 2013).
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o hierbas medicinales. La automedicación también puede darse sin necesidad de medicamentos. Así, por ejemplo, cuando se trata de controlar (prevenir o remediar) la presión arterial, el consejo médico nos dice: “Debería adquirir el hábito de tomarse usted mismo la presión. Esto permite seguir paso a paso la evolución de la hipertensión”. “Este seguimiento significa mucho más que un control del estado de salud: permite determinar y comprender la influencia de la dieta, los ejercicios y la medicación en el curso de la enfermedad. Además, puede ayudar a sobreponerse a la reacción que muchas personas experimentan en el consultorio del médico: se ponen tensos y la presión sube drásticamente” (Remedios caseros, 365). En cualquier caso, la automedicación se mantiene vigente en la población en general, pese a que se dan las recomendaciones en el sentido de no confiar en medicinas que carezcan de control y en la indebida utilización. Riesgos de automedicación en la actualidad Los motivos por los cuales los individuos se automedican son síntomas de enfermedades; según ello, las personas, en la mayor parte con escasos recursos, tienen la necesidad derecurrir a la propia medicación a partir de ciertos problemas de salud, entre los que se destacan, por ejemplo, son: “[…] el dolor de cabeza y el resfriado o la gripe, por ello los medicamentos más utilizados son los analgésicos y los antibióticos. Todos sabemos que la ingesta de un antibiótico sin una pauta posológica adecuada y controlada puede provocar que en próximas situaciones el antibiótico no actúe correctamente” (Alós, Carnicero, 1997, 88). En la actualidad, en los países de América Latina, la automedicación no siempre garantiza la prevención y la cura de enfermedad, porque con las inadecuadas aplicaciones, en algunos casos, se empeoran la situación de salud, inclusive se ocasiona hasta muerte. De ahí que se dice que la automedicación sin buen control tiene riesgos. “La muerte por auto medicarse inadecuadamente no dejan de cesar en el mundo, de acuerdo con las estadísticas que se publican periódicamente. El número de defunciones por sobre dosis de medicamentos se ha incrementado en más de 148%, según recientes estudios de la FDA y la Universidad de California (…). En Norte América se ha convertido en la primera causa de muerte accidental entre las personas de 45 a 54 años, sobrepasando el número de muertos por accidente de tráfico. Los datos a nivel nacional también muestran que casi 7 millones de estadounidenses abusaron de medicamentos recetados en el 2007 más que de todas las sustancias ilegales juntas. El uso de tranquilizantes se incrementó en un 3215 de 1995 al 2005. Por tal razón el ingreso nacional propuso en agosto del 2008 como el “Mes nacional de la conciencia sobre el abuso de medicamentos”5. En Argentina, de acuerdo al reporte del: “[…] Instituto de Argentina de Atención Farmacéutica (LADAF) la automedicación se triplicó en los últimos 4 años. Actualmente 3 de cada 4 adultos toman fármacos sin prescripción médica. Este problema genera el 55 de los internamientos hospitalarios y ocasionó cerca de 45.000 muertos en el año 2008”6. En Bolivia, según los datos encuestado por FIDES: “[…] 4 de cada 10 personas se automedica y no acude al médico en caso de resfrío […]. De acuerdo a estudios epidemiológicos realizados en ciudades como el Alto, se calcula que cerca de 4 de cada 10 personas no acude al médico a tratar su resfrío, e incluso se automedican con antigripales comerciales antes de acudir a consulta”7. En los centros urbanos, algunas personas, sólo cuando los síntomas resultanseveros, son obligadas a acudiralbiomédico, o también, al médico naturista, para consultar sobre dolencia y con la posibilidad de recuperación. Generalmente, la decisión de recurrir a otros sistemas médicos se da después de que las personas que se automedican no logran prevenir ni sanan alguna enfermedad, a fin de que la salud no se mantenga en mal estado ni se pueda agravar. Los conocimientos de automedicación, de acuerdo al avance cultural, han tenido un proceso diferente en distintos países. Por la poca información que existe sobre el tema y su correcto modo de empleo de los medicamentos naturales y bioquímicos, es obvio que algunas personas pongan en riesgo la vida.
5 http://4www.scielo.org.pe/pdf/12n4/v12n4ao3.pdf4 (Consulta: lunes 26 agosto 2013). 6 Ibid. 7 http://www. Fmbolivia. Net/noticia 13779-bolivia-4-de-cada-10-personas-se-automedica-y-no-acude-al-mdico-en-caso-deresfro.html (Consulta: lunes 26 agosto 2013).
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Espacios de auto atención El ejercicio de la automedicación no necesita espacios clínicos ni lugar del curandero, sino que el espacio del tratamiento propio del que padece con alguna dolencia es el entorno familiar, entorno de padres y parientes consejeros que proporcionan remedios caseros. Por consiguiente, el espacio de automedicación es “La casa de la madre, el hermano/a, cuñado/a, amigo, compadre, entre otros, es elegida para la curación, ya que estas personas conocen y recomiendan medicamentos, prácticas y terapias para la curación” (Fischermann, 2010:61). Agentes de automedicación “Los agentes curativos en este sistema son: el mismo enfermo o algún familiar cercano, que generalmente, por tener la experiencia, los conocimientos y las habilidades más desarrolladas se consideran capacitados para tratar la enfermedad, empezando por la madre, siguiendo la esposa/o, hermano/a, primo/a, compadre. Fuera de la familia también se consulta o se recibe los consejos de amigos, compañeros de trabajo o algún conocido” (Ibid). Prácticas de automedicación La práctica de la automedicación, que consiste en tomar uno o varios medicamentos, o bien seguir un tratamiento propio, al margen de la prescripción médica, se ejerce con personas individuales, en el entorno familiar y en las relaciones entre grupos comunales en una determinada población, tanto en el área rural como en el contexto urbano. Algunas prácticas de autocuración: “[…] se encuentran en el sistema biomédico, tradicional y religioso; como las oraciones, sobamientos o masajes, tratamientos con plantas, baños, infusiones, parches o emplastos y remedios farmacéuticos como tabletas para temperatura, dolor de cabeza, inflamaciones, alguna lesión o diarreas” (Fischermann, 2010: 62). En el marco del sistema biomédico, de acuerdo a los consejos otorgados, las personas y familias practican la automedicación justamente obteniendo los medicamentos biomédicos como las pastillas, aspirina, pomadas o ungüentos y otros. En el sistema tradicional, la práctica consiste en la propia aplicación, generalmente, con hierbas medicinales para ciertas dolencias. Y, en lo religioso, se procede con creencias, rezos, oraciones cristianas y otros. 6. Salud mental La salud mental tiene muchas definiciones de acuerdo a los autores que responden a diferentes perspectivas teóricas y contextos socio-históricos que predominan en una época determinada. Según, José Álvaro: “las concepciones sobre la salud mental varían según los enfoques teóricos u criterios de diagnóstico utilizados, las concepciones filosóficas, morales y psicológicas vigentes y los modelos médicos predominantes. El concepto de salud mental presenta una cierta ambigüedad en la medida en que dista de ser universalmente aceptado e incorpora en su definición aspectos valorativos” (Álvaro José, 1997:382). Asimismo Álvaro afirma “Que aun reconociendo que la salud mental es, en parte una construcción simbólica e históricamente determinada esta se puede concebir desde cuatro perspectivas diferentes, aunque complementarias. La primera como ausencia de malestar. La segunda como manifestación de un bienestar subjetivo. La tercera, como la manifestación de una buena calidad de vida y finalmente como la presencia de un conjunto de atributos individuales positivos” (Álvaro José, 1997:383). De manera sintética resumiremos estas cuatro definiciones: La salud mental como ausencia de síntomas: “los criterios utilizados en psiquiatría para el diagnóstico del deterioro en la salud mental (DSM III, DSMIV) incluyen la presencia relativa de síntomas, el funcionamiento no integrado y la duración de los síntomas. Este tipo de definición clasificatoria es sin embargo, insuficiente ya que excluye a numerosas personas que sin ser diagnosticadas, sufren un deterioro en su bienestar psicológico. Así, por ejemplo, la ausencia de síntomas es una condición necesaria, pero no suficiente para definir la salud mental” (Álvaro, 1997:383).
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La salud mental como bienestar físico emocional: “Esta forma de concebir la salud mental se refiere a un equilibrio positivo de afectos en el que las experiencias emocionales positivas predominan sobre las negativas. En la que la investigación psicosocial, cuando se estudia el bienestar subjetivo de la población, se toma como criterio la intensidad y frecuencia de los estados afectivos y, en particular el equilibrio entre afectividad negativa y positiva. Autores como Bradburn (1969, citado en Warr, Barter y Brown-Bridge, 1983) suponen que las dos dimensiones son independientes y tienen distintos correlatos, por lo que la relación entre ellas sirve como un indicador de felicidad o bienestar (Ryff, 1989). Una alta afectividad negativa estaría asociada a la ansiedad y al estrés, mientras que una baja afectividad positiva estaría asociada a la depresión, así como a déficits de refuerzo positivo y de interacción social (Wagner, 1988). Otros autores como Miroswski y Ross (1989), consideran que la afectividad positiva y negativa son los dos polos de un continuo que representa la misma dimensión emocional. De acuerdo con sus investigaciones, el bienestar se incrementa y los sentimientos negativos decrecen cuanto mayores son el nivel educativo y los ingresos económicos y menores los sentimientos de pérdida y las dificultades económicas” (Álvaro, 1997:384). La salud mental como calidad de vida: “La calidad de vida es un concepto difuso que se refiere tanto a aspectos objetivos del nivel de vida como al malestar y bienestar subjetivos, incorporándose en la definición aspectos sociales, físicos y psicológicos. Las dimensiones de la calidad de vida incluyen la salud física, la salud mental, la integración social y el bienestar general. Operacionalmente, se incluyen preguntas de satisfacción global con la vida, así como la satisfacción con dominios específicos de esta, como la vivienda, el ocio y el tiempo libre, el medio ambiente, la educación, el trabajo, las relaciones interpersonales” (Álvaro, 1997:384). “La satisfacción vital y la satisfacción de necesidades psicosociales son los ejes esenciales de la salud mental, desde la perspectiva de la calidad de vida. Además de las escalas de satisfacción vital, también se usan para medir la calidad de vida indicadores sociales o comunitarios como la las tasas de desempleo, suicidio, mortalidad infantil y criminalidad, el ingreso per cápita, el nivel educativo, la oferta de posibilidades de ocio e indicadores de contaminación ambiental. Las tasas de cambio o de evolución de los anteriores indicadores sociales también son útiles para establecer el nivel de bienestar social alcanzado por la población” (Álvaro, 1997:384). La salud mental como presencia de atributos individuales positivos: “los criterios clásicos de salud mental planteados por Jahoda (1958) tratan de describir e identificar los componentes de la salud mental. Según esta psicóloga social existen diferentes formas de concebir la salud mental: Dominio del ambiente, Autorrealización, autoestima, integración del yo, Autonomía y Adecuada percepción de la realidad. Jahoda considera la salud mental como el grado de éxito obtenido en diferentes esferas de la vida como son las relaciones interpersonales, el trabajo o la resolución de conflictos entre otros. De forma similar, psicólogos como Warr (1987) destacan el bienestar emocional, la competencia, la autonomía, la aspiración y el funcionamiento integrado como los principales componentes de la salud mental” (Álvaro, 1997:385). Desde una posición Latinoamericana, Arturo Campaña, en su libro titulado Salud mental: conciencia VS seducción por la locura, afirma que: “En definitiva la vida mental está atravesada por la vida laboral, y por los elementos del consumo (alimento, techo, vestido, descanso recreación, educación formal e informal, comunicación, acceso a diferentes servicios) y pasa por la mediación modeladora de la vida familiar de las redes comunitarias, de los movimientos sociales y de la organización colectiva” (Campaña, 1995:201). Según la investigación realizada por Porfirio Tintaya, Rodrigo Urioste y Maria Eugenia Pareja, sobre la “Problemática de la salud mental en las provincias de la Paz”, se define la salud mental a partir de dos perspectivas: La organicista y la comunitaria. “Desde la perspectiva organicista, la salud mental es el comportamiento normal del individuo adecuado a las normas del sistema social; es el equilibrio mental (subjetivo) o de satisfacción que el sujeto tiene consigo mismo. Esta dimensión psicológica de la salud mentalestá ligada a la salud física y correlacionada inmediatamente con los factores sociales, culturales, políticos y económicos. En consecuencia, el análisis y tratamiento de la salud mental no está al margen de los aspectos sociales que caracterizan a una comunidad o sociedad”.
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Además, “Desde el punto de vista de la salud comunitaria, la salud mental es la armonía que el sujeto establece en la comunidad en la que vive, mas propiamente, es el equilibrio y la armonía de la comunidad en la que vive el sujeto; es la salud en el sentido de la convivencia que tiene el sujeto, la relacionalidad, correspondencia y reciprocidad con cada uno de los elementos que conforman la comunidad, la capacidad de defender, producir, reproducir y conservar la vida. Desde esta perspectiva la salud mental no alude solo al equilibrio del estado afectivo-cognitivo o sólo a laarmonía social, sino a la armonía de la comunidad compuesta por la comunidad natural, humana y sobrenatural” (Tintaya, 2010:103). La salud mental en Bolivia La salud mental en Bolivia carece de políticas públicas que se traduzcan en leyes nacionales que vayan a prevenir y promocionar la salud mental de los bolivianos, la atención se reduce a hospitales de tercer nivel que están concentrados en el área urbana y a la consulta privada para todos aquellos que puedan pagar a especialistas en el tema como son psicólogos o psiquiatras. Según el Plan Nacional de Salud Mental 2009-2015, documento publicado por el Ministerio de Salud y Deportes, al referirse a la situación de la salud mental en Bolivia, se indica que: “La información estadística en materia de salud mental es una de las carencias más significativas en el sistema de salud pública en Bolivia. Los reportes hospitalarios sólo dan cuenta de lo que sucede en una pequeña porción de la población, pues los establecimientos especializados y de tercer nivel se concentran en las capitales departamentales”. El documento devela que, por un lado, los trastornos mentales repercuten negativamente en el entorno familiar o comunitario del enfermo, y éste es agravado por las condiciones de exclusión y pobreza en el que vive gran parte de la sociedad boliviana; por otro lado, persiste la carencia de políticas públicas en salud mental, lo cual demuestra un gran déficit en la atención, prevención y promoción de la salud mental en Bolivia. Situación epidemiológica de la salud mental en Bolivia La información estadística en materia de salud mental es una de las carencias más significativas en el sistema de salud pública en Bolivia. El año 2004 en base a datos de morbilidad hospitalaria según CIE-10 se realizó el análisis de los principales trastornos de hospitalización por unidades especializadas de salud mental de hospitales de tercer nivel y hospitales psiquiátricos de todo el país determinando como principales causas de internación a los trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de sustancias con 28,2% la esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas delirantes: 28% , los trastornos mentales orgánicos incluidos los sintomaticos,17,8% y los trastornos del humor afectivos con 13,5% (Plan nacional de salud mental, 2009-2015:11). Epistemología de la salud mental Desde la perspectiva de Michel Foucault, en su libro “Enfermedad Mental y Personalidad”, se realiza un estudio epistemológico de la concepción de este mundo enigmático llamado enfermo mental. Al respecto, señala que “debemos buscar la forma primitiva de la alienación en esa posesión que se ha visto, desde la antigüedad, el signo mayor de la locura, la transformación del hombre en otro distinto, el energúmenos de los griegos, o el mente captusde los latinos es aquel en quien actúa o se debate una fuerza venida de no se sabe dónde. Este mismo energúmeno es recogido por la tradición cristiana para denunciar al demonio que lo habita y ahuyentar mediante la palabra del espíritu impuro desencadenado en él. A partir de entonces, lo demoníaco desde siempre signo visible de lo oculto, se transforma en el mundo cristiano, en testigo y verbo de la luz: el gadareno que vivía noche y día en los sepulcros gritando y martirizándose con piedras; por orden de Jesús los demonios escaparon, “se vio al demoniaco sentado , vestido y en su sano juicio…Vete a tu casa, le dijo Jesús, ve con los tuyos, y cuéntales lo que el señor te ha hecho y cómo se apiadó de ti” (Marcos V,5-16) “Durante siglos el poseído forma parte del universo cristiano” (Foucault, 1991:88). “El endemoniado ilustra un combate eterno, y el pensamiento cristiano reconoce en él el drama del hombre aprisionado entre lo divino y lo satánico…Para Santo Tomás, la libertad es anterior a su alienación por el demonio poseedor, y ella permanece irreductible, impenetrable para siempre; solo en el cuerpo se deslizan los ángeles malos, impresionan a las facultades ligadas a nuestros órganos pero la impresión no llega hasta la voluntad porque ésta no depende, ni en su ejercicio ni su objeto, de un órgano corporal…el fuego liberará al espíritu de su cuerpo poseído, se quemará al insano por su salvación” (Foucault, 1991:81).
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“Después del Renacimiento, la posesión adquiere un nuevo sentido en el pensamiento cristiano. Ya no es más una perversión del cuerpo que deja intacta la libertad del alma, sino posesión del espíritu por el espíritu, abolición de la libertad, mientras que la naturaleza, obra divina permanece indiferente al tumulto del corazón… La esencia de la posesión, escribe el padre Surin a mediados del siglo XVII, consiste en una unión del diablo con el alma, gracias a la cual tiene derecho a actuar como si fuera el alma de la persona a quién posee…Ahora ya no se trata de destruir el cuerpo, sino evitar que sea el instrumento sin fuerza de un espíritu insano. En esta dirección se desarrollaron en el siglo XVII las nuevas prácticas hospitalarias, en las que el régimen de fuerza no tiene el sentido del castigo sino de la salvaguardia… La obra de los siglos XVIII y XIX es inversa: restituye a la enfermedad mental su sentido humano, pero aleja al enfermo mental del mundo de los hombres” (Foucault, 1991:90). En el siglo XVII: “la locura no es una superposición de un mundo sobrenatural al orden de lo natural, un añadido demoníaco a la obra de Dios, sino la desaparición de las facultades más altas del hombre: la locura no es más que privación; las alucinaciones y los delirios son efectos naturales de la ilusión, del error, de la incapacidad de reconocer lo verdadero; hay locos que ignoran la verdad física (la verdad de las sensaciones); son conciertos de ángeles; hay locos que ignoran la verdad moral: en ellos encontramos todos los defectos del espíritu. La ceguera se ha convertido en el rasgo principal de la locura; el insano ya no es un poseído; en todo caso es un desposeído” (Foucault, 1991:91). Pinel (1873) “libera a los encadenados de Bicetre y los deja vivir como hombres. Cabanis, pensando que los errores del espíritu pueden iluminar su camino hacia la verdad exige el estudio de las enfermedades mentales en la Facultad: La historia y el tratamiento de la locura es una parte de la medicina. Finalmente, Esquirol pide justicia para aquellos de aquellos que no eran tal vez diferentes del resto de los hombres…Y sin embargo de esta concepción humanista surgirá una práctica que excluye al enfermo de la sociedad de los hombres. Se ha abandonado la concepción demoníaca de la posesión, pero para llegar una práctica inhumana de la alienación” (Foucault, 1991:91). El enfermo mental en el siglo XIX “es el que ha perdido el uso de las libertades que ha conferido la revolución burguesa, se ha vuelto incapaz de administrar sus bienes y de educar a sus hijos, la anulación de su voluntad ha dejado en cierto modo, sin titular esos derechos de todo ciudadano, de todo padre de familia, que son garantizados al hombre” (Foucault, 1991:92). “Esta transferencia de la personalidad social se vuelve a encontrar en una práctica jurídica más tardía, de la internación voluntaria. Hasta 1883 se internaba de oficio a todos los infortunados que corrían el riesgo de perturbar la tranquilidad pública…Es decir, que se sustituye la voluntad del sujeto por la voluntad considerada como un equivalente, de su familia: se transfiere a otros los estrictos derechos de la libertad individual….Ha hecho de él un enajenado puesto que transmite a otros el conjunto de capacidades que la sociedad reconoce y confiere a todo ciudadano; lo ha cercenado de la comunidad de los hombres en el momento mismo en que en teoría le reconocía la plenitud de su naturaleza humana. Lo ha ubicado en una humanidad abstracta despidiéndolo de la sociedad concreta: esta abstracción se realiza en la internación” (Foucault, 1991:93). “Lo que se encuentra en la base de las formas patológicas es el conflicto en el seno de una sociedad, entre las formas de educación del niño en las que ella oculta sus sueños, y las condiciones que brinda a los adultos, donde se encuentran, por el contrario, su presente real, sus miserias” (Foucault, 1991:98). “Las relaciones sociales que determina la economía actual bajo las formas de la competencia, de la explotación, de guerras imperialistas y de lucha de clases ofrecen al hombre una experiencia de su medio humano acosada sin cesar por la contradicción. …El hombre se ha convertido para el hombre, tanto en el rostro de su propia verdad como en la eventualidad de su muerte” (Foucault, 1991:99). Según el plan nacional de salud mental 2009-2015, documento publicado por el Ministerio de Salud y Deportes al referirse a la situación de la salud mental en Bolivia, afirma: “Los trastornos mentales en el mundo, contribuyen de manera significativa a la morbilidad general, representan un obstáculo para la recuperación de cualquier dolencia y afectan severamente la dinámica familiar y comunitaria de los enfermos. En Bolivia la exclusión y la pobreza agravan el problema como determinantes de disfunciones psicosociales y finalmente la ausencia,
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por varios años, de políticas públicas en salud mental, información estadística confiable y de un punto focal con responsabilidad en la temática, en la estructura del Ministerio de Salud y Deportes (Plan nacional de salud mental, 2009-2015:11). El documento devela que los trastornos mentales repercuten negativamente en el entorno familiar o comunitario del enfermo el mismo que es agravado por las condiciones de exclusión y pobreza en el que vive gran parte de la sociedad Boliviana y finalmente la carencia de políticas públicas en salud mental, lo que demuestra que existe un gran déficit en la atención prevención y promoción de la e salud mental en Bolivia. La salud desde la mirada freudiana Tomando en consideración a Sigmund Freud, en su libro el Porvenir de una Ilusión (1927) señala: “La cultura humana muestra dos distintos aspectos. Por un lado, comprende todo el saber y el poder conquistado por los humanos para llegar a dominar las fuerzas de la Naturaleza y extraer los bienes naturales con que satisfacer las necesidades humanas, y por otro, todas las organizaciones necesarias para regular las relaciones de los humanos entre sí y muy especialmente la distribución de los bienes naturales alcanzables. Estas dos direcciones de la cultura no son independientes la una de la otra” (Freud, 1973:2960-2961). Es así que: “Se da en efecto el hecho singular de que los humanos, no obstante, serles imposible existir en el aislamiento, sienten como un peso intolerable los sacrificios que la civilización les impone para hacer posible la vida en común. Así pues, la cultura ha de ser defendida contra el individuo, y ésta defensa responde a todos sus mandamientos, organizaciones e instituciones, los cuales no tienen tan solo por objeto efectuar una determinada distribución de los bienes naturales, sino también mantenerla e incluso defenderla contra los impulsos hostiles de los humanos, los medios existentes para el dominio de la Naturaleza y la producción de bienes. Las creaciones de los humanos son fáciles de destruir, y la ciencia y la técnica por ellos edificada pueden ser también utilizadas para su destrucción” (Freud, 1973: 2961). En su enfoque respecto a la cultura y a la civilización, Freud hace hincapié en la función que cumple la Naturaleza: “La Naturaleza no impone a nuestros instintos y nos deja en plena libertad; pero, en último término posee también su modo especial de limitarnos; nos suprime, a nuestro juicio, con fría crueldad. Precisamente estos peligros, con los que nos amenaza la Naturaleza, son los que nos han llevado a unirnos y crear la civilización que, entre otras cosas, ha de hacer posible la vida en común. La función capital de la cultura, su verdadera razón de ser, es defendernos contra la Naturaleza” (Freud, 1973: 2967). Por lo tanto Freud señala que: “Existe los elementos que parecen burlarse de toda coerción humana: la tierra, que tiembla, se abre y sepulta a los humanos con la obra de su trabajo; el agua, que inunda y ahoga; la tempestad que destruye y arruinan y las enfermedades; está por último, el doloroso enigma de la muerte, contra la cual no se ha hallado aún el antídoto. Con éstas poderosas armas se alza contra nosotros la Naturaleza, magna, cruel e inexorable, y presenta una y otra vez a nuestros ojos nuestra debilidad y nuestra indefensión, a las que pretendíamos escapar por medio de la obra de la cultura. …Como para la Humanidad en conjunto, también para el individuo la vida es difícil de soportar. La civilización de la que participa le imponen determinadas privaciones, y a los humanos le infligen cierta medida de sufrimiento, bien a pesar de los preceptos de la civilización, bien a consecuencia de la imperfección de la misma, agregándose a todo esto los daños que recibe de la Naturaleza indominada a la que se llama destino. Esta situación en el humano ha de provocar un continuo temor angustiado y una grave lesión a su narcisismo natural” (Freud. 1973:2967). Freud, señala que: “La civilización toma a su cargo esta función defensora y la cumple por todos los métodos y para todos en igual forma, dándose el hecho singular de que casi todas las civilizaciones proceden aquí del mismo modo. No detienen su labor de defender al humano contra la naturaleza... Esta función toma ahora un doble aspecto: el humano, gravemente amenazado, demanda consuelo, pide que el mundo y la vida queden libres de espantos; pero, al mismo tiempo, su ansia de saber, impulsada, desde luego, por decisivos interese prácticos exige una respuesta” (Freud. 1973:2967).
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Consiste en humanizar la Naturaleza: “A las fuerzas impersonales, al destino, es imposible aproximarse; permanece eternamente incógnita. Pero sí en los elementos rugen las mismas pasiones que en el alma del humano, si la muerte misma no es algo espontáneo, sino el crimen de una voluntad perversa; si la Naturaleza está poblada de seres como aquellos con los que convivimos, respiramos aliviados, nos sentiremos más tranquilos en medio de lo inquietante y podremos elaborar psíquicamente nuestra angustia. Continuamos inermes, pero ya no nos sentimos, además, paralizados; podemos, por lo menos, reaccionar e incluso nuestra indefensión no es quizá tan absoluta, pues podemos emplear contra todos estos poderosos súperhumanos que nos asechan fuera los mismos medios de que nos servimos dentro de nuestro círculo social; podemos intentar conjurarlos, apaciguarlos, sobornarlos, despojándoles así de una parte de su poderío” (Freud, 1973:2968). Se indica que: “El humano no transforma sencillamente las fuerzas de la Naturaleza en seres humanos, a los que puede tratar de igual a igual –cosa que no correspondería a la impresión de superioridad que tales fuerzas le producen-, sino que las reviste de un carácter paternal y las convierte en dioses, conforme a un prototipo infantil, y también a un prototipo filogenético. Pero la indefensión de los humanos continúa y con ello perdura su necesidad de protección paternal y perduran los dioses, a los cuales se sigue atribuyendo una triple función: espantar los terrores de la naturaleza, conciliar el humano con la crueldad del destino, especialmente tal y como se manifiesta en la muerte, y compensarle de los dolores y las privaciones que en la vida civilizada en común le impone. Poco a poco va desplazándose el acento dentro de ésta funciones. Se observa que los fenómenos naturales se desarrollan espontáneamente conforme a las leyes internas, pero los dioses no dejan por ello de seguir siendo dueños y señores de la Naturaleza: la han creado y organizado de esta suerte y pueden abandonarla a sí misma. Solo de vez en cuando intervienen en su curso con algún milagro, como para demostrar que no han renunciado a nada de lo que constituía su poder primitivo….la función encomendad a la divinidad resulta ser la de compensar los defectos y los daños de la civilización, precaver los sufrimientos que los humanos se causan unos a otros en la vida en común y velar por el cumplimiento de los preceptos culturales, tan mal seguido por los humanos” (Freud, 1973:2970). Se puede decir que: “Las representaciones religiosas, han nacido de la misma fuente: defenderse contra la abrumadora prepotencia de la Naturaleza. Necesidad a la que más tarde se añadió el impulso a corregir las penosas imperfecciones de la civilización” (Freud, 1973:2971). Freud en “El Malestar en la Cultura” (1930), señala: “El sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo que, condenado a la decadencia y a la aniquilación, ni siquiera puede prescindir de los signos de alarma que representan el dolor y la angustia; del mundo exterior, capaz de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras, omnipotentes e implacables; por fin de las relaciones con los otros seres humanos” (Freud, 1973:3025). “Contra el temible mundo exterior solo puede uno defenderse mediante una forma cualquiera de alejamiento si pretende solucionar este problema únicamente para sí. Existe, desde luego, otro camino mejor: pasar al ataque contra la Naturaleza y someterla a la voluntad del humano, como miembro de la comunidad humana, empleando la técnica dirigida por la ciencia; así se trabaja con todos por el bienestar de todos” (Freud, 1973:3026). Las tres fuentes de sufrimiento del humano consideradas por Sigmund Freud refieren: la superpotencia de la Naturaleza, la caducidad del cuerpo y la insuficiencia de métodos para regular las relaciones humanas en la familia el Estado y la sociedad. En lo que a las dos primeras refiere, nuestro juicio no puede vacilar mucho, pues nos vemos obligados a reconocerlas y a inclinarnos ante lo inevitable. Jamás llegaremos a dominar completamente a la Naturaleza; nuestro organismo que forma parte de ella, siempre será perecedero y limitado en su capacidad de adaptación y rendimiento. Podemos al menos superar algunos pesares, aunque no todos; otros logramos mitigarlos: varios milenios de experiencia nos han convencido de ello. Muy distinta es nuestra actitud frente al tercer motivo de sufrimiento, el de origen social. Nos negamos en absoluto a aceptarlo: no atinamos a comprender por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar más bien protección y bienestar para todos. Sin embargo, si consideramos cuán pésimo resultado hemos obtenido precisamente en este sector de prevención contra el sufrimiento, comenzamos a sospechar que también podría ocultarse una ´porción de la indomable naturaleza, tratándose esta vez de nuestra propia constitución psíquica (Freud, 1973:3031).
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Al hacer referencia a la cultura y a las conquistas que logro el humano nos dice: “Diríase que es un cuento de hadas esta realización de todos o casi todos sus deseos fabulosos, lograda por el humano con su ciencia y su técnica, en ésta tierra que lo vio aparecer por primera vez como un débil animal y a que cada nuevo individuo de su especie vuelve a ingresar, como lactante inerme. Todos estos bienes el humano puede considerarlos como conquistas de la cultura. Desde hace mucho tiempo se había forjado un ideal de omnipotencia y omnisapiencia que encarnó en sus dioses, atribuyéndoles cuanto parecía inaccesible a sus deseos o estaba vedado, de modo que bien podemos considerar a esos dioses como ideales de la cultura” (Freud, 1973:3034). “Según Nietzsche la práctica de la religión se debe básicamente a la debilidad humana; el hombre no puede vivir sin marco de orientación y sentido. La religión le alcanza al hombre tanto la normatitividad moral como un consuelo en su situación triste y aislada. El hombre no soporta la vida con un fin en la muerte y sin sentido, y por eso busca una vida eterna y un sentido trascendente a Dios, entonces es una construcción ideal de los débiles” (Estermann, 2000:136). Antecedentes históricos Los antecedentes históricos de la salud mental o el tratamiento de ciertas enfermedades mentales se remonta a la época del incario. Según F. Guerra: “En el Imperio Incaico se concibió a la enfermedad como el resultado de fuerzas sobrenaturales que actuaban mediante la intrusión de un cuerpo extraño o un espíritu maligno; en otros casos la enfermedad estaba causada por la pérdida del alma, la influencia de un enemigo o un hechicero y al castigo de los dioses por haber infringido un tabú o por los pecados cometidos, en consideración a la diversidad de los agentes de la enfermedad y la variedad de tabúes y pecados, el curandero tenía que utilizar la adivinación o recurrir a la confesión del enfermo para llegar a conocer sus enemigos, las normas sociales violadas o los modelos de conducta personal y sexual infringidos”. Varias culturas precolombinas atisbaron el mecanismo de algunas enfermedades mentales como expresión de deseos insatisfechos que conseguían reflejarse en los sueños y otros canalizaron estos impulsos y reconciliaron los deseos en conflicto. Para aplacar el enojo de los espíritus que causaban el mal, hacían ofrendas y tenían ritos apropiados de cantos, danzas y sacrificios; el curandero recurría a la succión de la parte enferma para extraer el vector del mal, otras veces soplaba para ahuyentarla, y por lo general, el enfermo extraía su propia sangre como sacrificio a los dioses. Cuando el origen de la enfermedad afectaba a algún tabú, la participación solidaria de la comunidad en los ritos de curación constituía el recurso de mayor poder curativo (Guerra, 197-198). Asimismo, sobre los antecedentes históricos de la salud mental, Rodolfo López y colaboradores mencionan que: “En las culturas originarias, específicamente aymara y quechua, que habitan en América del Sur desde hace más de 10000 años, la evolución de la religión politeísta y con la marcada creencia en las fuerzas de la tierra y los astros tuvo como depositarios de la ciencia a los Kallawayas” (Rodolfo López, 2009:8). Quienes tienen su origen en la milenaria civilización andina, según López, algunos indicios sugieren su presencia antes del período incaico, durante la cultura del Tiwanaku en el siglo XI de nuestra era. Los kallawayas, al parecer estaban capacitados para curar parálisis, neumonías, heridas y dolencias mentales. Preparaban medicamentos equivalentes a la terramicina y la penicilina, a base de barro y frutas fermentadas, como el plátano… Según el estudio realizado por Laura H. Arraya y María Eugenia Pareja en “Saberes y verdades de la enfermedad mental y locura en el mundo andino” (inédito), donde se narran la relación que tenían los incas con la naturaleza, las expresiones de formas de alineación mental, las causas de la enfermedad mental, la curación y atención de los alienados mentales. Este estudio nos sirve para entender, en el marco de un contexto histórico, la salud y la enfermedad mental en el incario antes de la llegada de los españoles a esta parte del mundo. Los incas Divinidad principal Huiracocha, señor del mundo de la vida y de la salud, ahuyentaba la muerte. Creó, el sol (inti) y la luna (quilla), de cuya unión se engendró el primer inca. Viracocha, procreó a Imaimana, hijo mayor, conocedor de los frutos de la tierra, que servían de alimento y las hierbas para curar enfermedades. El culto incaico se dirigía hacia las huacas, lugares u objetos donde residía el poder sobrenatural de los dioses.
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Lastres (1946) describió templos donde los enfermos acudían para adivinar sus males, hacer sacrificios y obtener curación. El humano gravemente amenazado por la naturaleza relaciona al poder máximo expresado por el sol y es a la vez considerado el inca quién imponía privaciones, entre ellas está la imperfección manifestada a través de la enfermedad, que genera angustia y temor. Ceremonia inca La ‘citúa’ o ‘coiaraimi’, dedicada a la luna, se celebraba por todo el Tahuantinsuyo en el mes de septiembre. Previa a la ceremonia se expulsaban de los pueblos a los forasteros, contrahechos, deformes y enfermos, acudían las mujeres a los templos e invitaban a los hombres a la ceremonia. Estos armados iban gritando por las calles agitando las hondas con fuego amenazando a las enfermedades y pestilencias para que se fueran. El inca hacía ofrendas de chicha en los templos, se sacrificaban llamas. Luego limpiaban las casas y las calles. Concluían con una procesión de las momias de los incas, daban las gracias a Viracocha por haber pasado el año sin pestilencias, y pedían al sol conservar el año que comenzaba sanos. Por otra, se encontró en la cultura Moche, la existencia de perversiones sexuales como el: sadismo, zoofilia y homosexualidad, representados en cerámicas que se exhiben en los museos de Chicago y del Perú. También en los señoríos collas se halló representaciones de deidades, espíritus benignos y malignos que varían, ya sea como un hombre, animal, objeto o luces de varios colores que están presentes en vasijas, pinturas o tallados en piedra con formas animalescas o de calaveras. La asistencia de los alienados Una vez establecido el Imperio incaico, se estableció una legislación incaica acerca de los lisiados, sordos, mudos, cojos, tullidos, decrépitos y enfermos, en la que se exigía que fuesen alimentados con fondos públicos. Se consideraba al sordo y al mudo bajo la misma etiología que al idiota o imbécil, protegiéndolos del desempeño del cargo de bufón. La ley incaica llevaba consigo igualitarismo ya que no permitían que la sociedad olvide a sus enfermos, brindaba asistencia médico-hospitalaria en la “hospedería de indios”. Proceso salud- enfermedad en el incanato La unificación política y militar del Tahuantinsuyo (1470 d. C.) tuvo incidencia decisiva en la practicas médicas del incanato. Los conceptos de salud-enfermedad fueron incluidos a la religión oficial estructurada con dioses, sacerdotes, fiestas y templos, en cuya cúspide estaba el inca, quien por ser hijo del sol, tenía naturaleza divina. El culto se dirigía a las wak’as, lugares sagrados donde residían el poder sobrenatural de los dioses. Los métodos terapéuticos utilizados por los incas en el tratamiento de las enfermedades correspondían a conceptos mágicos religiosos de la enfermedad. Joseph De Acosta (1590), afirma que los incas decían que todas sus enfermedades y desgracias les venían por faltas que ellos mismos o sus antepasados habían cometido. Las faltas más graves eran matar violentamente, salvo en la guerra, robar. Descuidar ofrendas a las huacas y lugares de oración y dejar de celebrar sus fiestas, cometer adulterio, corromper a una virgen, hablar mal del inca o desobedecerle. La concepción de la enfermedad mental en el mundo andino Según Rodolfo López, en la cultura aymara, la etiología atribuida a la enfermedad mental manifiesta síntomas de esquizofrenia o trastorno afectivo, es considerada de origen externo, es decir, una combinación de factores personales de vulnerabilidad, además de una influencia externa, tal como la creencia en la pérdida del alma o ajayu, que sale del cuerpo posiblemente debido a un susto o una impresión fuerte. El ajayu es la fuerza de la vida. La medicina kallawaya se sumerge en la visión andina del mundo. Desde su perspectiva, el ser humano es la unión de tres elementos vitales: el athum ajayu, que significa fuerza divina que otorga las facultades de pensar, sentir y moverse, el juchui ajayu, cuerpo astral o anímico; y el cuerpo físico, donde se encuentran encarnados ambos ajayus.
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Además de sus relaciones sociales y con la naturaleza, el ser andino vive cotidianamente en su prodigioso universo sobrenatural. El athum ajayu es inmortal por eso, los espíritus protectores de los antepasados, los achachilas, moran permanentemente en las montañas, lagos y ríos otorgando a estos lugares rango sagrado. Entonces, la enfermedad aparece asociada a la pérdida del ajayu. Para restablecerlo y lograr su retorno. El kallawaya acude por igual a los recursos de la naturaleza y al mundo de los espíritus es decir los complementa. En el mundo andino, de acuerdo a diferentes investigaciones, existen tres manifestaciones de pena que influyen en el estado de ánimo de las personas: a) El “amartelo” provocado en los hijos por el abandono de los padres. b) El “Songo nanay purishan” que se manifiesta como una pesadumbre profunda y contagiosa acompañada de ideas suicidas. c) “Phustisga” ocasionada por desastres económicos, como la muerte del ganado o la pérdida de cosechas por heladas, inundaciones o robos. d) Khasco nanay y Pecho nanay, se relaciona con frustraciones amorosas o sentimentales con dolor de pecho, suspiros y falta de aire. Se descuidada el trabajo y la apariencia personal (Rodolfo López, 2009:12). Alienación mental en el mundo aymara De acuerdo a la investigación de Arraya y Pareja, en los vocablos aymaras, la definición de enfermo mental se relacionan con vocablos chuyma, haplla y espíritus malignos, y no con enfermedades del corazón. El vocablo demonio, relaciona al loco como persona furiosa que deambula por los cerros. El loco tiene múltiples interpretaciones, referidas con características subjetivas como estados de ánimo, depresión, soledad y manía, así como de ausencia de saber y conocimiento relacionadas con la inteligencia y memoria. Expresión de formas de la alienación mental Loco: Loqhue, tucucu, chuymanisa., Loco desatinado: Haplla, brauo., Locura: Loque cancaña, Loqhue, Tucucu: Tonto, loco frenético, Loqhueptatcha: Enloquecer, frenesí, Chuyma: Los bofes, se aplica al corazón, estómago y a todo lo interior del cuerpo. Perteneciente al estado interior del ánimo bueno o malo, virtud o vicio, Chuymanisa: Tonto, sin juicio, Chuyma aplla: Tonto sin seso. Chuyma chhaccasicha: Perder el juicio, no acordarse, Warmipat chuymachacayata: “Deprimido por su mujer”. Haplla: Bravo, arrebatado, Hapllasita: Embravecerse, salir de sí de pura cólera y braveza, Demonio: Supayo, alcohonata, Supayona allcomaata Haque: “Hombre endemoniado o como endemoniado, furioso, también lo llaman loquetiri haque y también suele andar por los cerros”, Huakana allcomata haque: “Un hombre a quien le habló el demonio o ídolo mandándole algo, enseñándole el modo de sacrificar, y otras hechicerías” (Bertonio, 1612). Seres causantes de la enfermedad mental El Anchancho Divinidad muy temida, hermano contrapuesto del Ekeko, que chupa la sangre del corazón hasta matar a la víctima o producir la enfermedad del “sojo” entendido como un estado de locura. El Achalay Ser que mora en los bosques vírgenes, se presenta a su víctima completamente desnuda y seductora. La persona que se encuentra con este personaje es hechizado, y al no poder sobreponerse encuentra la muerte o enloquece. Asillo o Jeke Jeke Es el ajayu de personas anormales o degeneradas que llegaron a mantener relaciones incestuosas. El encuentro con el asillo o jeke jeke, produce la muerte o la enajenación mental que termina en locura.
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El Pilulo o Concierto de Pilulos Aparece tocando pinquillo, bombo o charango, seduciendo a su víctima los arrastra hasta los cerros, los mata y si viven enfermarán de anemia y locura. Para la cura de todos los casos mencionados anteriormente se utiliza el seso del gorrión, el caldo del karachi que sirve como afrodisiaco y tónico cerebral. Ch’ini onqoy o Enfermedad del murciélago Cuando las personas duermen a la intemperie en el campo o en casas deshabitadas, son mordidas por el murciélago, dejando una herida, provocándoles la enfermedad de la rabia. Deja debajo de la piel una especie de granos de arroz, la persona mordida entra en un estado de locura. Curación La cura se da en el campo con “Atoj - Wira” que es la grasa de zorro; se hacen fricciones por todo el cuerpo y especialmente alrededor de la herida. Loqueasqa, enloquecido, enloquecimiento total. Hay dos clases de manifestación: uno el rabioso que grita, se enfurece. Otro, el manso que muestra una conducta turbada, camina y habla sin sentido. El origen del segundo es consecuencia de pensar mucho o pensar vanamente en querer engrandecerse; o es resultado de una gran pena. Generalmente no tiene cura. El muphasqa tiene que ser llevado a los yatiris que lo curan con: Q’onischikun -se humea con molle- cruz. Se utiliza como leña las cruces de molle que ponen en las casas; se quema el Yana kuchi chujcha, que son los pelos de cerdo negro, luego se hace un sahumerio con orín y todos estos elementos. Llajwarasqa loquito Etiología: Suele ser de nacimiento. Según el diagnóstico, hace cosas inesperadas que causan hilaridad, aunque también provocan la congoja en los familiares. Se los lleva a los yatiris, aplican los siwayrus, que son doce distintas clases de tierras de diferentes colores, molidas y sin sabor. Se les pone en doce distintas cascaras de huevo y se toma con agua. También los enfermos son introducidos en agua fría para provocar una reacción que los haga despertar. 7. Conceptos claves para la propuesta de investigación A partir de la configuración de una base teórica para la investigación de las percepciones sobre diferentes prácticas médicas que tienen que ver con el tema de salud, enfermedad y tratamientos, es imprescindible tener establecido algunos conceptos claves con el propósito de direccionar el estudio desde el recojo y procesamiento de la información empírica hasta la afirmación de la propuesta inicial de investigación del proyecto “Imaginarios en Salud”. Se trata de conceptos relevantes con sus respectivas definiciones, las cuales permitan no sólo una sistematización adecuada, sino también orienten construir un modelo de salud único en Bolivia en términos objetivos y con la visión de hacer prevalecer la salud por sobre todas las cosas. Imaginario en salud “El proceso mental consistente en revivir las imágenes sensibles producidas por las percepciones anteriores, es la imaginación creadora; y el proceso de combinar esas imágenes elementales en nuevas unidades, es la imaginación productora o imitativa” (De Gortari, 2000:230-240). A partir de la cita anterior se define que el imaginario en salud es el proceso mental de representación de imágenes de las percepciones de salud, enfermedad y tratamiento contenidas en la conciencia y que son reproducidas o expresadas para su análisis crítico y la mejora en los servicios médicos. Percepción “Hablando técnicamente, se define percept, es decir la representación mental de lo percibido, como un conjunto de sensaciones, más las imágenes que evoca la entrada sensorial. En un nivel más práctico, se trata de cualquier cosa que uno reconoce, aprecia, o de la que sepa algo. Cuando se dice que uno percibe algo, lo que en realidad quiere decir es: 1) que pueden recordarse los pasados contextos en los cuales apareció tal cosa y 2), que tiene uno ciertas
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expectaciones o esperanzas respecto a lo que este objeto o cosa vaya a ser en el futuro; o bien se quieren significar ambas cosas” (McConnell, 1978:199). Con base a esta cita, la percepción en materia de salud es la representación mental de un conjunto de experiencias, sensaciones internas, reconocimientos, apreciaciones y consideraciones médicas en función de sostener la salud y prevenir las enfermedades en diferentes contextos. Sistema médico Es el conjunto organizado de conocimientos y saberes en medicina, prácticas, modelos explicativos, agentes y espacios al servicio de la prevención, conservación y restauración de la salud individual y colectiva. Los principales componentes son la biomedicina, la medicina tradicional, medicina religiosa y automedicación. Sistema biomédico Es la medicina científica de experimentación basada en principios y leyes del conocimiento biológico (organicista, curativa y especializada). Es el sistema con validación y reconocimiento oficial bajo normas legales para responder en el orden de diagnóstico, evaluación, decisión e intervención; los cuales se traducen en la prevención de enfermedades, tratamiento de patologías y restauración de la salud humana. Medicina tradicional Es la ciencia natural nativa que utiliza algunos elementos de los tres reinos de la naturaleza como vegetal, animal y mineral. Es también la suma de conocimientos, habilidades y prácticas basadas en saberes ancestrales, experiencias indígenas en diversas culturas. En materia de salud, la medicina tradicional diagnostica, previene enfermedades y logra curar enfermedades corporales, mentales o espirituales. Sistema médico religioso Es la práctica de la fe o creencia en seres sobrenaturales y en Dios creador para hacer frente a la enfermedad supuestamente provocada por fuerzas malignas o diabólicas. Automedicación Es la práctica propia de tomar medicamentos naturales y bioquímicos para prevenir y curar enfermedades leves. Dicha práctica se asume en persona individual, como también a nivel familiar, sin necesidad de intervención del biomédico ni médico tradicional. Agente médico Es toda persona versada en el conocimiento de medicinas y su aplicación, responsabilidad en el servicio preventivo y curativo de enfermedades y deber de fortalecer la salud de la población. Es el agente médico con virtud de obrar por el bienestar de la vida de las personas de cualquier condición social. Se distingue entre el agente biomédico y el agente médico tradicional, el primero es especialista en alguna rama de la medicina científica experimental que con garantía profesional presta servicios en los hospitales y centros de salud; mientras que el segundo tiene una categoría de don especial con sabiduría y experiencia en el manejo de la medicina natural y tratamiento de enfermedades corporales, mentales y espirituales en un ambiente del mundo natural. Vida humana La vida en general es la acción de un sistema orgánico natural en movimiento, así tenemos el sistema solar y las galaxias en movimiento organizado que permite la existencia de los seres biológicos en general. La vida humana es la existencia orgánica natural compuesta de células y que se expresa en constante actividad psicológica en una relación medioambiental, social y comunitaria, con cualidades extraordinarias como la razón, la conciencia, la voluntad y el modo de obrar creativo y constructivo. Salud La salud es el estado normal de existencia humana en una relación de equilibrio con la naturaleza (medio ambiente y el cosmos). Es vivir naturalmente sano con buena nutrición, tanto físicamente, mentalmente y espiritualmente, sin enfermedades ni entorno contaminante.
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Enfermedad Es la alteración, desorden y lesión en el funcionamiento interno y externo de los órganos corporales y mentales de la vida humana. Es el riesgo de la vida salud por causa de enfermedades. Práctica médica Es la responsabilidad de los agentes médicos, sean estos biomédicos o médicos tradicionales, que tienen el deber de asistir, curar enfermedad y fortalecer la salud de las personas. Es la preferencia del paciente en decidir y acudir libremente al cualquier tipo de servicio médico, como también optar por la automedicación personal o en el ámbito familiar. Paciente Es la persona en estado pasivo por razones de accidentado y enfermedad. Es el sujeto receptor de un servicio de asistencia sanitaria en el hospital, en un centro de salud, en el consultorio del médico tradicional, en el domicilio donde es asistido por curandero y naturista. Interculturalidad en salud Es el respeto, la valoración y el intercambio de saberes y conocimientos sobre la biomedicina y medicina natural y sus aplicaciones en diferentes contextos de la población con demanda de salud. Es también la forma de convivencia entre distintos servidores médicos y expresiones culturales en diferentes municipios del departamento de La Paz. II. POLÍTICAS DE SALUD La política de salud, tanto en la pre-hispánica, colonial y en la Bolivia independiente, tiene que ver con la decisión comunal, poblacional, administrativa de regular los servicios de salud, a su vez, según los saberes y prácticas que se ejercen en función de la necesidad de tratar enfermedades de los seres humanos. En materia de salud y tratamiento de las enfermedades, se distinguen como responsables aquellos administradores, los médicos y curanderos, quienes rigen los destinos de la vida humana en cada período histórico y cultural, es decir, los gobernantes y los agentes médicos con deberes asignados. 1. En el incario del Tawantinsuyu Las prácticas de fortalecimiento de la salud y el tratamiento de las enfermedades, antes de los incas, fueron de diferentes poblaciones y culturas, quienes sostenían en un equilibrio y armonía con el medio circundante. O sea, en la Era del Tawantinsuyu (1438-1533), las técnicas curativas y de cirugía continuaban siendo las mismas de siglos y milenios anteriores, en los que, por costumbre y decisión política de los señoríos aymaras y otros, la cuestión de la salud no sólo se reducía a lo físico, sino que se tomaba en cuenta mucho la parte mental y moral; porque, con estas últimas, se trataba de conducirse la vida en forma armoniosa con la naturaleza. De ahí que resultaría la prehispánica con la política de buena salud. A pocos años de la ocupación del territorio Kollasuyo por los incas, fue importante enseñar las divinidades que protegen la salud de los señoríos del Tahuantinsuyo. Huiracocha era considerado como dios y señor del mundo de la vida y de la salud, porque ahuyentaba la muerte. Se dice que aquel dios: “[…] creó, el Sol Inti y la Luna Quilla, de cuya unión se engendró el primer inca. Viracocha, procreó a Imaimana, hijo mayor, conocedor de los frutos de la tierra, que servían de alimento y las hierbas para curar enfermedades” (Arraya, 2011:86). En el orden del proceso salud enfermedad, se dio la unificación política y militar del Tahuantinsuyo (1470 d. C.), la cual tuvo incidencia decisiva en la prácticas médicas del incanato. Los conceptos de salud-enfermedad fueron incluidos a la religión oficial estructurada con dioses, sacerdotes, fiestas y templos, en cuya cúspide estaba el inca, quien por ser hijo del sol, tenía naturaleza divina. El culto incaico se dirigía a los templos, a las wak’as y a lugares sagrados donde residía el poder sobrenatural de los dioses. Los enfermos debían acudir para adivinar sus males, hacer sacrificios y obtener curación. Asimismo, a la: “[…] ‘citúa’ o ‘coiaraimi’, dedicada a la luna, los hombres iban armados y gritando por las calles agitando las hondas con fuego […] amenazando a las enfermedades y pestilencias por todo el Tahuantinsuyo en el mes de
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septiembre” (Ibid). Según el cronista Guamán Poma de Ayala, en el mes de enero, los incas hacían sacrificios, ayunos y penitencias; también hacían procesiones en las estaciones de los templos del Sol y de la Luna. “En este mes mandaron los Ingas echar las enfermedades de los pueblos y las pestilencias de todo el reino, los hombres armados como si fuera a la guerra a pelear, tirar con hondas de fuego diciendo: salid enfermedad y pestilencia de entre la gente y de este pueblo, déjanos con una voz alta; en cierto rocian todas las casas y calles lo riegan con agua y las limpian; este ce hacia en todo el reino y otras muchas ceremonias para ehar taqui oncoe y, sara oncuy, pueyo oncuy pachapanta, chirapa oncy, pacahamaca, acapana, ayapcha, oncoycona” (Guaman Poma de Ayala, 1978:266). Los métodos terapéuticos utilizados por los incas en el tratamiento de las enfermedades correspondían a conceptos mágicos religiosos de la enfermedad. En la versión de Joseph De Acosta, en su obra titulada Historia natural y moral de las indias (1590), señala que: “En el Pirú tenían por opinión, que todas las adversidades y enfermedades venían por pecados que habían hecho, y para remedio usaban de sacrificios; y ultra de eso, también se confesaban vocalmente cuasi en todas las provincias, y tenían confesores diputados para esto, mayores y menores, y pecados reservados al mayor, y recibían penitencias, y algunas veces ásperas, especialmente si era hombre pobre el que hacía el pecado y no tenía qué dar al confesor; y este oficio de confesar, también lo tenían las mujeres” (De Acosta, 2006:290). En caso de las faltas más graves, como el de robar, eran matar violentamente, salvo en la guerra. De la misma manera habría sido por faltas de descuidar ofrendas a las huacas y lugares de oración y dejar de celebrar sus fiestas, cometer adulterio, corromper a una virgen, hablar mal del inca o desobedecerle. Atribuir que las enfermedades sean debido a toda maldad cometida y que el remedio no sería más que responder con sacrificios en lugares sagrados y adorables, también con recibir castigos severos, esto suena todo un tabú. Al respecto, según el médico neurólogo austriaco y padre del pscioanálisis, Sigmund Freud, en su obra Tótem y Tabú, se señala que: “Para nosotros presenta el tabú dos significaciones opuestas: la de lo sagrado o consagrado y la de lo inquietante, peligroso, prohibido o impuro. En polinesio, lo contrario de tabú es noa, o sea lo ordinario, lo que es accesible a todo el mundo. El concepto de tabú entraña, pues, una idea de reserva, y, en efecto, el tabú se manifiesta esencialmente en prohibiciones y restricciones”. En el fondo, los tabúes cumplen funciones de proteger a personajes importantes, o proteger a los débiles, o preservar al sujeto de los peligros o precaver las perturbaciones que puedan sobrevenir en determinados actos importantes de la vida o proteger a los seres humanos contra el poder o la cólera de dioses y demonios. La forma de transmitir un tabú va a depender del lugar que ocupa la persona en la estructura social. “La transmisibilidad del tabú es probablemente lo que ha dado nacimiento a la creencia de poder evadirlo por medio de ceremonias de expiación” (Freud, 1964:1760). En última instancia, se enlaza con los actos mágicos que sometidos a los fenómenos de la naturaleza, a la voluntad de los humanos, protegerlos de sus enemigos y de todo género de peligros; también los actos mágicos da el poder de perjudicar a los que le son hostiles. Formas de diagnóstico Algunas formas de diagnóstico de las enfermedades, de acuerdo a los estudios de D`Harcourt (1939), Lastres (1951) y Cabieses (1977), se señalan: El hampicamayoc examina a través del tacto exploratorio. Los socyac, curanderos adivinos que usaban montones de granos de maíz blanco o también hojas de coca y pronosticaban el mal. Los hacaricue, colocaban un cobaya sobre el cuerpo del enfermo, lo apretaban y lo rosaban contra él para que absorbiera el mal, luego lo sacrificaban, lo abrían y veían en sus entrañas si había una lesión o alguna anormalidad. Confesión oral o ichuri (Ondegardo, 1550) en curandero que confesaba tomaba un manojo de pajas, lo dividía en dos partes, si las pajas eran pares la confesión era completa, si eran impares se había ocultado algo y ello era una grave ofensa. Para realizar la confesión del enfermo debía ayunar. También se sacrificaban llamas como ofrendas para los diagnósticos augurales. D`Harcourt (1939) señala que existen 67 términos patológicos.
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Plantas medicinales Las semillas de huayruru se molían y se tomaban en chicha o en agua. La resina del molle se usaba contra la depresión y utilizaban para muchas otras enfermedades. La coca y sus efectos anestésicos fueron usados para aliviar el dolor y en ritos para restablecer la salud. Para las pulmonías o dolores de costado se usaban hierbas como ulluma, itapallo, chapichaqui. El conocimiento del herbolario inca, señala que también se conocían plantas venenosas, una de ellas es el chamico, cuyo efecto era el de alterar la mente y producir efectos insanos. Enfermedades precolombinas Leishmanianis, tripanosomiamis, amibiasis (disenterìa), tuberculosis, el carate, la verruga, el bocio, diversos parásitos intestinales, bronquitis, disenterías, Chagas, tifus exantemático, sarna o caracha, sífilis, helmintiasis (infección intestinal), artritis, etc. Leishmanianis: Espundia o Uta. Produce lesiones de la mucosa de la nariz, la faringe y la boca. Llamada Anti oncoy, es decir enfermedad de los Andes. Treponematosis. La pinta, la frambesia, la sífilis, la treponárida. La pinta afecta la piel con manchas. La frambesia aparece en forma de erupciones en el cuerpo con fisuras en las palmas de las manos y en la planta de los pies y lesiones óseas gomosas. Enfermedades principales La sífilis, causa lesiones óseas. Indicios de tuberculosis representación de los jorobados son indicios de tuberculosis vertebral. Tos con sangre. Los incas llamaban chaqui oncoy. Salmonelosis: Infecciones intestinales. Síndromes diarreicos. La salmonella se encontró en las heces de momias incaicas. Bartonelosis. Es la verruga, fiebre de oroya, transmitida por la pulga. Causaban dolor e impedimento. Son las enfermedades contagiosas. En la cultura precolombina, las cifras más importantes de morbi mortalidad fueron por padecimientos pulmonares y de digestión. Tifo exantemático: Flagelo temido por los incas. La citua era una medida preventiva contra el tifus. Retención de orina (rumi ispay), Heces sanguinolentas (yahuar qquchay); parásitos intestinales (cuycaitta onccoy); hemorroides (okoti onccoy; cataratas (Kuyru); catarro bronquial (llullu onccoy); pulmonía (llaqui); idiocia (ppanra); enfermedad del baile (probablemente corea taqui onccoy). A las epidemias se las llamaban ecolloy. Enfermedades congénitas Se conocieron malformaciones congénitas, representadas en la cerámica, identificándose pies planos (Eyzaguirre, 1939). Se encontraron el enanismo, labio leporino y pie zambo Lastres (1943). En momias incaicas conservadas se encontró un caso de hernia diafragmática del estómago Allison (1976). En cualquier caso de estas enfermedades, hubo creencia de responder con Ritos Profilácticos, con sacrificios de animales (restos encontrados). Cirugía incaica La cirugía incaica tuvo los mayores niveles de perfeccionamiento, dominaron: Amputaciones, escisiones, trepanaciones, vendajes, trasplantes óseos, cauterizaciones, entre otros. También la epilepsia e hidropesía. De acuerdo con Moodie (1929), los cirujanos eran llamados sirkak. El Kamiri se encargaba de la escisión de abscesos (chupu). Ismui, disección de la gangrena. Ppaquispa, inmovilización y tratamiento de las fracturas. Supullu, curación de las ampollas. Instrumental quirurgico Los instrumentos quirúrgicos eran de metal, de piedra, de madera y de hueso. Incluían agujas, punzones, cinceles, espátulas, cuchillos y tumíes de oro, plata y cobre. Los cuchillos, punzones, sierras y raspadores de sílex, eran muy duros y se utilizaban para operaciones óseas (tullu).
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Agujas, espátulas y martillos eran de madera; había agujas para suturar, tubos y espátulas de hueso. Los apósitos para suturar eran de malla de algodón fina y las ligaduras hemostáticas (cabuya) de cintas y cordones de pelo fino de llamas. Según Cobo (1625), para suturas también aplicaban aproximando los labios de la herida, las mandíbulas de algunos insectos. Procedimientos anestésicos Respecto a la anestesia, se especuló mucho. D’ Harcourt (1939) señala que fue posible la no utilización de anestesias y que realizaban las operaciones con efectos de alguna droga no especificada. Otros mencionan la coca como anestésica, aunque en la versión de Cobo (1551) es una anestésico local y no general, porque es utilizada para la extracción de muelas, perforación de orejas. Para esta última también se utilizaban la chicha. En los Yungas se potenciaba el efecto de la chicha agregándoles el palo de una fruta seca llamada espingo, luego resultaba una bebida llamada Yale que embriagaba rápidamente. Mutilaciones La mutilación se daba en la fiesta del sol o Inti Raymi; se perforaban los lóbulos de las orejas de los que iban a ser guerreros con agujas de oro, practicada por el mismo inca. Otras mutilaciones, correspondían a los ojos, la nariz, los labios y orejas. Guamán Poma de Ayala (1613) señala la enucleación del ojo en un prisionero con el uso de una pinza ad hoc. El sirak fue quien intervenía el pie, tejidos blandos y ligamentos de articulación, pero nunca en el hueso. Lo que se hacía en las llamadas amputaciones era desarticular la mano o el pie. La trepanación del cráneo La perforación de un agujero único que se iba agrandando progresivamente. Por un corte circular, ovalado o en huso, biselado hasta liberar una rodela oblonga. Por cortes cuadrangulares o poligonales se cruzaban y dejaban libre la pared ósea. Se hacía la perforación de una serie de pequeños agujeros, siguiendo un contorno circular, cuyos puentes se cortaban con un cincel o fracturaban por apalancamiento. Quevedo (1944) señala que la intervención se daba entre la interparietal, parieto-occipital. Weiss (1958) habló sobre las trepanaciones suprainianas de carácter ritual. Parto En el embarazo, las mujeres se confesaban y purificaban y hacían ofrendas a la Pachamama. Se practicaba la puquiasca que consistía en colocar un hueso sobre el vientre y lo hacían girar hacia la izquierda para evitar entuertos. Temían el parto de gemelos (chuchus). Calancha (1638) decía que se creía que un hijo era del padre y otro del rayo. Garcilazo de la Vega (1609) señala que después del parto iban las madres a un arroyo y lavaban al recién nacido; luego volvían a sus labores como si nunca hubiera parido. Tratamientos de algunas enfermedades Cobo (1653) dice que los males graves debidos al pecado (hocha) se curaban con la confesión oral ante el ichuri. Se asociaba ésta catarsis y limpieza espiritual con la limpieza corporal, por eso se utilizaba el baño durante estos actos de purificación, guardando períodos de ayuno, dieta sin condimentos y abstinencia sexual. El inca se confesaba en lugares aislados cerca de los ríos y declaraba sus faltas al sol, su padre. Como medio quirúrgico se hacía escarificaciones y sangrías de carácter expiatorio, y se utilizaban lancetas de obsidiana. Utilizaron medicamentos en soluciones y ungüentos para uso externo e interno, tanto por vía oral y por vía rectal, empleando tubos y jeringas para administrar enemas. Baldizan y otros (1922) identificaron cerca de 500 drogas utilizadas para el tratamiento de las enfermedades.
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Trabajo, salud y enfermedad bajo la legislación En el incanato existían los corapahuasi, lugares que acogían a los caminantes que se enfermaban y eran cuidados con todos los recaudos necesarios. “En cada ayllu había por lo menos un hampicamayoc (o curandero/médico) que conocía las manipulaciones mágicas y las yerbas, animales y minerales medicinales para las distintas enfermedades que también sabían diagnosticar” (Espinoza, 1997:172). En el capítulo XXVI de la crónica de Martín Morúa, Historia general del Perú (1615), los agentes médicos tenían reconocimiento oficial de ejercer responsabilidad de curar muchas enfermedades. “De todos los oficios necesarios a la vida humana tuvieron los indios, como el de médicos lo sea tanto también, los tuvieron señalados, que entendían en curar las enfermedades y darles remedio para ellas; y no sólo eran los tales hombres, sino con ellos había mujeres curanderas. A éstos llamaban camasca osoacoyoc. Para cualquiera cura y remedio habían de preceder sacrificios y suertes” (Morúa, 1962:403-404). Una vez establecido el Imperio incaico, existió una legislación incaica acerca de los lisiados, sordos, mudos, cojos, tullidos, decrépitos y enfermos en la que se exigía que fuesen alimentados con fondos públicos. La ley incaica llevaba consigo igualitarismo, ya que no permitían que la sociedad olvide a sus enfermos, brindaba asistencia médico-hospitalaria en la “hospedería de indios”. En la crónica de Garcilaso Vega, con relación a la población pobre, sea con salud y enfermedad, “La ley en favor de los que llamaban pobres, la cual mandaba que los ciegos, mudos y cojos, los tullidos, los viejos y viejas decrépitos, los enfermos de la enfermedad, y otros impedidos que no podían labrar sus tierras para vestir y comer por sus manos y trabajo, los alimentasen de los pósitos públicos” (Garcilaso de la Vega, 1972:90). También, “Otra ley llamaban casera, contenía dos cosas: la primera que ninguno estuviese ocioso; por lo cual, como atrás dijimos, aun los niños de cinco años ocupaban en cosas livianas, conforme a su edad; los ciegos, cojos y mudos, sin no tenían otras enfermedades, también les hacían trabajar en diversas cosas. La demás gente, mientras tenía salud, se ocupaba cada uno en su oficio y beneficio, y era entre ellos cosa de mucha infamia y deshonra castigar en público a alguno por ocioso” (Ibid). 2. En la colonia virreinal El estudio en esta parte se remonta al período de la colonia que data de 1532 a 1825. Con la invasión y dominio española, se carece de estudios acerca de las políticas de salud. Esto es probable porque la colonia no significó nada razonable mantener el buen estado de salud de los nativos. A pocos años de la ocupación del territorio americano por los españoles, fue preocupación de sus monarcas dictar disposiciones protegiendo la salud de castellanos y naturales del Virreinato del Perú: “en hospitales donde sean curados con diligencia: Carlos Ven 1541 dicto una RP encargado a virreyes, audiencia y gobernadores que proveyeran con especial cuidado la fundación de hospitales en su provincias y sus jurisdicción donde españoles y indios fueron curados, y ejercitándose en ellos la caridad cristiana; otras de 27 –X del mismo año recomendó la mayor prontitud y esmero para fundar asilos y hospitales en donde sean curados y socorridos los enfermos” (Barnadas, 2002:829). Fue el sentimiento religioso que impulsaba a los gobernantes evitar el despoblamiento de los territorios ocupados que disminuía la mano de obra tan necesaria para encomenderos y azogueros. “Por su parte Felipe II en 1573 expidió una RP que disponía: cundo se poblare o fundare ciudad, villa o lugar, se pongan los hospitales para pobres y enfermos de enfermedades que no sean contagiosas junto a las iglesias, y para los enfermos de enfermedades contagiosas en lugres y pates que ningún viento dañoso pasado por los hospitales vaya a herir en las poblaciones circundantes…” (Barnadas, 2002:829). A si también la religión había establecido santos que protegían de la enfermedad a los mismos. “Santa Ludvinael dolor de la cabeza, San Hugo los ataques epilépticos, Santa Gertrudis el mal de corazón, Santa Tecla la boca torcida, San Gregorio la enfermedad de los ojos, Santa Lucia la ceguera San Zacarías el mal de oído, San Alipio la epistaxis, San Blas la angina, Santa Lucrecia el asma, Santa Engracia el hígado, San Pantaleón las almorranas, San Antioco el sistema urinario, Santa Polonia el dolor de muelas, San Valentín el estreñimiento, Santa Agueda los partos difíciles, etc.” (Otero, 1975:87-88). Por tanto, las enfermedades como pandemias, epidemias, la gripe, la peste, la tabardilla y la viruela eran recibidas como castigo de Dios.
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Si bien habían ordenanzas –no políticas de decisión en las tierras conquistadas– desde la Corona para que se puedan crear hospitales en tierras colonizadas, con la finalidad de salvar almas, pero no en el sentido de prevenir enfermedades, menos para promocionar la salud de todos. Lo que más se podría determinar en la colonia, en materia de vida humana, son la proliferación de las enfermedades en los trabajos de explotación. Ante esta situación, se prescribían las leyes Indias y otras disposiciones administrativas, las cuales contenían contantes iniciativas para la fundación de hospitales para las comunidades indígenas y para la atención de los mitayos enfermos y heridos. “La obra social de la asistencia de enfermos en los hospitales en el siglo XVIII tuvo un eficacia innegable, aún dentro de la pobreza de médicos y de los rudimentarios métodos conocidos para aliviar el dolor” (Otero, 1975:91). Las leyes indias no reconocían a médicos kallawayas que vivían en la colonia, al contrario eran vistos como brujos, hechiceros e idólatras. Sin embargo, las peculiaridades de los kallawayas como médicos tradicionales se mantenían en reserva con prácticas de curanderismo y la hechicería, unidas al folklore indígena y a la religión católica. Mostraban algunas prácticas de cirugía, kineseterapia y ortopedia. Se valían con el empleo de medicamentos naturales, los cuales fueron extraídos de las regiones tropicales, próximas a su entorno de vivencia, una variedad de plantas y raíces medicinales, cuyo valor terapéutico está reconocido; al mismo tiempo, utilizaron piedras, cortezas de árboles y cueros de reptiles como amuletos, entre otros. Enfermedades en la colonia Un problema originado a raíz de las reducciones fueron las enfermedades europeas que trajeron los españoles, que devastó a pueblos enteros. En 1655 se fundó el primer hospital de Potosí que costó 600 pesos de plata, se utilizaron los propios fondos del “hospital de indios”, el cual, señala Escobari (2012), se trasladó a la Plaza Mayor, cuyo nombre cambió por el Hospital de Belén, donde se atendía tanto a españoles como a indios. La población nativa sometida al trabajo forzoso, especialmente en las mimas, estaba débil y presa fácil de las enfermedades que trajeron los conquistadores, desconocidas para ellos. Periódicamente la viruela, el tifus, el sarampión, la peste bubónica y la gripe atacaban a la población, disminuyéndola notablemente el número de vivientes. A ello se sumaba la separación que hacían los colonizadores de las familias indígenas: muchas veces marido y mujer vivían en lugares distintos y no tenían hijos. En la colonia se daba el tráfico de esclavos quienes eran los desvalidos, sometidos a abusos corporales y a las penas pecuniarias; se los explotaba, violentaban su dignidad, oprimían irracionalmente y hasta se aniquilaba la raza indígena. Todos estos tipos de castigos degradaban la condición humana. Los indios carentes de alma Colón decía, que los americanos nativos no eran hombres como los cristianos, sino simplemente bestias y que, por tanto, solo podían desarrollarse en el sistema de la esclavitud, debido a que estaban poseídos por demonios. Aquél conquistador llevó a España ejemplares de indígenas, sometidos a la esclavitud, del que les liberó la reina Isabel. Tribunales de la inquisición Las personas poseídas por el demonio, se decían que presentaban alucinaciones; fueron llevados a los tribunales de la inquisición para ser juzgados, luego torturados y algunas veces lanzados a la hoguera. Mujeres que estaban convencidas de tener dones proféticos, o decían recibir señales celestiales y visitas de los serafines, eran cruelmente castigadas. Enfermedad y minería La acción de la conquista, el azote de las epidemias y las nuevas condiciones sociales, incidieron en la disminución de la población indígena. Al finalizar el siglo XVI, en la Nueva España se habían extinguido cerca del 90% de la población originaria. La población natal siguió decreciendo de manera lenta pero constante, aun sin epidemias, debido a la desintegración de la economía nativa y a las malas condiciones de vida.
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Cubillo (1991:201) describe que los indios eran explotados, las condiciones de trabajo eran deplorables y que los largos recorridos por caminos abruptos y los cambios de clima fueron elementos que contribuyeron a que aumentara el número de muertes. Fray Toribio de Benavente, señala que entre las grandes plagas que azotaron a la población indígena, debía considerarse la de las minas, en donde los indios que hasta hoy en ellas han muerto no se podrían contabilizar (Benavente, 1971:26). En 1556 se construye el primer socavón, que se usa para ventilar el interior de la mina y, a la vez, conducir las aguas ácidas hacia el exterior, siendo las primeras enfermedades como el saturnismo o envenenamiento por plomo (permite separar la plata). La silicosis, la tisis, el saturnismo, el reumatismo y otras enfermedades diezmaron a la población. Al respecto no existen datos concretos, debido a que los españoles no registraron ni cuantificaron los casos de enfermedades (Periódico digital PIEB). Hospital betlemita era mantenidos por los mitayos A principios del siglo XVII, se fundó el hospital San Juan de Dios para españoles, siendo su primer médico el Lic. Francisco de Lerma. El título de médico era de gran prestigio y lo nombraba el Virrey en Lima, fuera de su salario recibía 14 indios de mit’a para que los hiciera trabajar en las minas. Barbero era el nombre que les daban a los cirujanos, conferido por el Virrey, ellos trabajaban en parroquias y rancherías de indios. Había tanta demanda de servicio de salud, considerando ello, Escobari señala que “hubieron muchas denuncias contra ellos, a quienes se les morían indios que venían del cerro heridos diariamente” (Escobari, 2012:65). Existía alta mortalidad de indígenas en la Villa Imperial. Muy aparte de enfermedades causadas por trabajos forzados, había epidemias de viruela, sarampión, color de costado, bubillas (inflamaciones de los ganglios linfáticos, tabardillo o erupción de manchas por estado tífico, probablemente hepatitis). En época de epidemias, todos los españoles que tenían indios en las minas, ingenios, beneficios, trajines, salinas y otros, debían dar una limosna de un peso por cada indio que tuvieran internado en el hospital. También colectas de uva y azúcar para dar a los indios en las rancherías; los cuales fueron: pan, chuño y papas a los enfermos de viruela. En ocasiones se congregaban los indios enfermos en determinadas parroquias para evitar contagio. Las rogativas de San Ignacio de Loyola, patrón de la villa para las enfermedades, eran frecuentes, encabezadas por procesiones del santo desde su Parroquia a la catedral” (ANB. CPLA. T 5 FF: 410. Citado en Escobari, 2012:65-66). Los hospitales en la colonia En la ciudad de Sucre, se funda el Hospital Santa Bárbara el 16 de Abril de 1540. En 1541, el Rey Carlos señaló que todos los Virreyes, audiencias y gobernadores deberían prever “que todos los españoles, indios de sus provincias y jurisdicciones funden hospitales, donde sean cuidados los pobres enfermos y se ejercite la caridad cristiana” (Calvo, 1992:6). “El personal en esos años son en orden de importancia, el administrador, capellán, médico, cirujano, barbero y enfermero y los yanaconas y esclavos ocupados de los menesteres más bajos como atender las necesidades fisiológicas de los enfermos y sin paga a diferencia de los anteriores” (Ídem, 9).
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En 1783 señala Calvo, la misión que debía cumplir el hospital, no es de precisamente curar, sino salvar almas, de ahí que el capellán ganaba más que el médico y el cirujano que es considerado como artesano. El financiamiento del hospital, desde su fundación está dado por el censo (obtener renta por el capital invertido) o el noveno y medio (renta que da la Iglesia para atención de hospitales) y las limosnas. En 1791 indica Calvo que muta el pensamiento del cuidado espiritual hacia el cuidado del cuerpo y la curación. Cuando los enfermos se reponían de accidentes, se mantenían en las mismas camas, hasta darles la ropa y se los despedía del hospital. 3. Políticas de salud en Bolivia Desde la posición de la mirada del proyecto “Imaginarios en Salud”, la política de salud tiene que ver con la decisión gubernamental de asistencia sanitaria a la población en general, desde luego, bajo un plan y programa con determinación de objetivos de prevenir y sanar enfermedades, alcanzar al buen fortalecimiento de la salud de los ciudadanos de toda edad, sobre todo, demarcando las prioridades y los valores en función de la asignación de los recursos para servicios. De manera que la decisión política se traduzca en reducir las desigualdades en salud y las tasas de morbi-mortalidad de los seres humanos, a su vez, en cambios reales del panorama social de un país, de una región, de un municipio y de una comunidad compuesta de familias y grupos humanos. La situación de la salud en Bolivia, al igual que la educación y la redistribución de los recursos, está relacionada directamente con la conformación de la estructura de la sociedad boliviana, configurada después de la colonia y desde los inicios de la República (al igual que los otros países de América Latina), a partir de la importancia atribuida a la raza blanca como motor de la civilización moderna en las regiones conquistadas. En la presentación de Fernando Rodríguez Ureña (Secretario Técnico del Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo) del documento “Derechos humanos y políticas de salud en Bolivia” (2006) –escrita por Ana María Maldonado Canedo– señala que tiene como condición satisfacer la demanda del consumidor con posibilidades económicas para acceder a la salud: característica del modelo neoliberal, donde la salud se convierte en una mercancía. Se agrega que: “Han de ser otros principios los que la hagan posible: la responsabilidad estatal que protege a la ciudadana y ciudadano, la solidaridad entre actores, la recuperación de un sentido del bien comunal, el respeto por el entorno natural y sus bienes, la recuperación de los saberes ancestrales capaces de curar no sólo el cuerpo sino también el alma…” (Fernando Rodríguez Ureña en Derechos humanos y políticas de salud, 2006:9). La investigadora Maldonado Canedo (2006), sostiene en su estudio que la: “Declaración de Alma Ata marca un hito histórico dentro de las acciones de promoción, educación y protección de la salud de todos los pueblos, priorizando a la población menos favorecida. La redefinición del proceso salud-enfermedad, se enmarca en la corriente de la «influencia de los factores sociales», que no sólo los considera importantes, sino determinantes. Ubica el problema de la salud en el contexto de las condiciones materiales de vida, las cuales son históricas y están ligadas al concepto de estructura socio-económica y clases sociales” (Maldonado, 2006:23). En Bolivia, no encontramos estudios relacionados con este tema. El ensayo de Maldonado inicia el cuestionamiento sobre la centralización del poder médico en la conformación de las estructuras sanitarias y en la decisión de políticas públicas de salud. Este estudio señala que conforme a la estructuración de la sociedad boliviana, la educación superior orienta el ingreso a las carreras conforme a la procedencia étnica y de clase social. De esta manera, en la formación médica ha existido una fuerte segregación de clase para ingresar a la carrera de medicina. Sólo los de clase media y media alta ingresan a esta formación, con escasos ejemplos de personas provenientes de las clases bajas que logran incorporarse a este grupo social; siendo más difícil el acceso para las mujeres de origen indígena. Se observa que la condición de clase del médico se refuerza en las casas de estudio, ya que éstas son funcionales al sistema político económico social, y sólo se ha preocupado en formar recursos humanos acordes con los intereses de los grupos dominantes; de allí que alcanzar altas especialidades sea el objetivo principal de sus egresados y, no precisamente, apoyar a resolver la problemática de la salud de la población excluida en Bolivia.
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“Los grupos que conforman los núcleos del poder médico se han convertido en tecnócratas que continuamente van rotando por los cargos de mayor importancia del Ministerio de Salud, conjuntamente van cambiando los partidos políticos y los gobiernos; de manera que el interés por mantenerse en el poder político prevalece a los intereses de la población. Todo ello deriva en una inadecuada formación y distribución de los recursos profesionales de salud, reconocida por los planificadores de las políticas; sin embargo, aunque la cuestionan repetidas veces, sólo toman medidas de forma y no de fondo para analizar con profundidad la situación y cambiarla” (Maldonado, 2006:39-40). En un panorama de esta naturaleza, el individuo enfermo se ha convertido en “el objeto de estudio” y en “el campo de trabajo” del biomédico, dejando de lado la consideración hacia la propia persona con cuerpo, mente, espíritu y cultura. Por las características de las especializaciones médicas, cada vez se manejan mayores recursos farmacológicos y tecnológicos, los cuales no son disponibles en las zonas y en áreas rurales donde vive la población pobre; consecuentemente, los médicos especialistas jamás se han acercado por estos lugares. Susanna Rance, en su obra Trato humano y educación médica, Investigación-acción con estudiantes y docentes de la Carrera de Medicina, señala que de la formación médica vertical y autoritaria puede derivar toda la estructura del sistema sanitario en general, especialmente las relaciones de poder establecidas entre el personal médico y los/as usuarios/as de los servicios. “Las políticas de salud exigen «trato humano», pero los profesionales de la salud no reciben una formación adecuada en esta materia. Siguen el ejemplo de sus maestros/as en cuya práctica se observa el hábito del maltrato endurecido por la negación de los derechos propios. (…) Las modalidades de la visita médica y las consultas combinadas con docencia son dirigidas primordialmente a la enseñanza de los/as estudiantes, internos/as y residentes, más que al beneficio de las personas atendidas” (Maldonado, 2006:42). El documento Fundamentos para la Política Nacional de Salud (1991) manifiesta que ha sido tradicional en el programa de formación de los recursos humanos mostrar fundamentalmente tres errores: La ausencia de un marco político, una gran irracionalidad y metodología de transmisión mecánica (Maldonado, 2006:44). Maldonado Canedo explica que el Servicio Social de Salud Rural Obligatorio en el internado rotatorio de las carreras de Ciencias de la Salud, debiendo los profesionales cumplir este servicio en el área rural durante tres meses en hospitales de segundo nivel y centros de salud de primer nivel, con infraestructura adecuada, resulta que es cubierto por el personal de apoyo en acciones de promoción y prevención de la salud y bajo la supervisión de los propios médicos de planta. Esta decisión favorable al Ministerio de Salud (por el ahorro de dinero para pagar a los profesionales) impide que los médicos profesionales jóvenes se interioricen de la problemática rural por más de tres meses para lograr una apreciación más profunda sobre estas regiones y su problemática de salud y enfermedad. Todo lo descrito nos permite afirmar que la formación de los médicos es utilitaria a la estructura de la sociedad boliviana y, por ende, al Sistema Nacional de Salud y a las políticas que derivan de este Sistema. Sin embargo, los informes del Ministerio de Salud se limitan a expresar las falencias de estos recursos humanos, sin que, en la práctica, y como ente rector del Sistema, haga muy poco para cambiar la situación de salud. Por consiguiente, tratándose de las políticas de salud, mucho tiene que ver con los recursos humanos que se promocionan para el servicio de salud de la población. Si la formación de nuevos médicos es encaminada con miras de posesionarse con criterio de jerarquía meramente administrativa, sin orientación hacia la investigación experimental y su consecuente servicio requerido por la población, ya sea desde el ámbito de los estudios universitarios, sea en los espacios del aparato gubernamental en el que la cuestión es simplemente aferrarse del poder central, entonces, en esta situación, la cuestión de abrirse al estudio objetivo en diferentes contextos en los que quedan asentados los ciudadanos, al mismo tiempo, la necesidad de fomentar los servicios de buena salud con profesionales con distintas especialidades, siempre será ignorada, o bien, echada por menos la demanda de atención en las zonas marginales y en las áreas rurales del país. Sin embargo, con el cambio político actual parece marcarse un nuevo rumbo en materia de salud bajo ciertos reconocimientos de orden legal y jurídica. Para determinar el grado de cambio a la que se orienta, es menester hacer una revisión de la política de salud boliviana desde la fundación de la República hasta el presente.
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a. En el Estado Republicano En el inicio de la vida republicana de Bolivia, no se tuvo medidas políticas de prevenir y curar enfermedades, razón por que la población indígena y mestiza se encontraba afectada con muchas enfermedades. Las primeras enfermedades con mayor impacto son: la viruela en toda la república; la tuberculosis en la zona minera, y Paludismo en el trópico. A parte de estas, había muchas otras enfermedades. Viruela La viruela azotaba a toda la república por lo que el Mariscal Andrés de Santa Cruz, en enero de 1830, dio orden estricta de utilizar la vacuna que era traída de Lima o Buenos Aires y responsabilizó a los sacerdotes que se ocuparan de la vacunación previa capacitación de los facultativos. La mortalidad por viruela afectó a un 50% entre 1888 y 1889. El Instituto Médico de Sucre inició la elaboración de la vacuna el año 1900, en base a una cepa traída del Instituto Pasteur de París. En 1902, el presidente constitucional de Bolivia José Manuel Pando, sancionó la ley que establecía la vacunación obligatoria para todos los habitantes del país. La vacuna boliviana fue la única que dio el 100% de éxito, luego vino la Suiza con un 75%, las demás en menor proporción. Paludismo Otra de las enfermedades que más preocuparon fue el paludismo, chucchu o fiebre terciana. Se consideraba que en toda zona cálida había esta enfermedad, causaba menor número de fallecimientos que la viruela, pero inutilizaba a más habitantes predisponiéndolo a contraer otras enfermedades. La única indicación preventiva y curativa era el uso de la corteza de quina. La Paz era considerada como la capital mundial de la quina. Tuberculosis y fiebre amarilla Hasta el año 1880, la tuberculosis era desconocida. En los años 1876 y 1877 se dieron los primeros casos de tuberculosis en indígenas de extrema gravedad. El mismo Libertador cayó víctima de la tuberculosis que fue diagnosticada por su médico Reverand y comprobada por la autopsia. En 1856, una epidemia de fiebre amarilla se dio en las provincias Muñecas, Omasuyos y Larecaja, causando y haciendo estragos con altas cifras de muerte, calculándose 20.000 defunciones en nuestro país. Neumonía y cólera En 1887, se registraron 1410 defunciones en la ciudad de Cochabamba, 228 casos eran de NEUMONÍA y 114 de congestión pulmonar. En 1886 y 1887, el país fue amenazado por una epidemia de CÓLERA, ésta también azotó a los países de Argentina, Chile y Perú, razón por la que se prohibió toda comunicación con la Argentina excepto por vía telegráfica. Difteria y enfermedades eruptivas y enfermedades venéreas Difteria. La primera epidemia fue en junio de 1888 en Tiahuanacu. Fue necesario enviar una comisión médica para estudio y atención. Enfermedades eruptivas. Todas las enfermedades eruptivas, excepto la viruela, eran conocidas con el nombre de escarlatina o alfombrilla. Cuando una de estas enfermedades aparecía, era inevitable el contagio. Enfermedades venereas. Durante el siglo XIX, no se dictó ninguna disposición para combatir estas enfermedades. Este silencio puede explicarse por los escrúpulos que tenía la sociedad al ser conservadora o porque no existían tratamientos efectivos. Era una enfermedad considerada como de la juventud pecadora. Tifus o fiebre tifoidea Las enfermedades gastrointestinales no contaban con una distinción clara, tan solo se las distinguía por el estado en el que se encontraba el enfermo. Se decía tifus cuando los casos eran graves y fiebre tifoidea para los casos leves.
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Los médicos que participaron en la guerra del Pacífico señalaron que se observaron numerosos casos; una fuerte epidemia de tifus presentaba en el enfermo numerosas manchas en todo el cuerpo y estado de inconciencia. El tifus también se lo llamó la enfermedad de la guerra. Recuento histórico de la política de salud En su recuento histórico sobre la salud, Maldonado Canedo indica que Bolivia se funda como República independiente en 1825. La política de salud se inicia con la creación de un organismo encargado de proteger la salud de la población en el año 1906; dicho organismo es la Dirección General de Sanidad. “En 1936 se instituye el Departamento Nacional de Higiene y Salubridad, el cual en 1938 pasa a convertirse en el Ministerio de Higiene y Salubridad. El año 1970 se convierte en Ministerio de Previsión Social y Salud Pública. En 1994 funciona como Secretaría Nacional de Salud, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano. En 1997 retoma su categoría de Ministerio de Salud y Previsión Social, manteniéndose con este nombre hasta el año 2003 en el que se constituye como Ministerio de Salud y Deportes. A esta institución se le asigna la responsabilidad de planificar, ejecutar y evaluar políticas para la protección de salud de la población” (Maldonado, 2006:54). “La Constitución Política del Estado (CPE) de 1938 señala por primera vez el reconocimiento de la obligación del Estado de proteger la salud de la población. Se confieren al Estado las atribuciones de regular el Seguro obligatorio de la fuerza de trabajo, la protección de la salud y la vida de los trabajadores, la defensa de la salud física, mental y moral de la familia” (Ibid). Algunos artículos de aquella Constitución que refieren al tema de salud en la fuente citada: “Artículo 122. La Ley regulará el Seguro obligatorio de enfermedad, accidentes, paro forzoso, invalidez, vejez, maternidad y muerte, los desahucios e indemnizaciones a empleados y obreros, el trabajo de las mujeres y de los menores, la jornada máxima, el salario mínimo, el descanso dominical y el de los feriados, las vacaciones anuales y puerperales con goce de salario, la asistencia médica e higiénica y otros beneficios sociales y de protección a los trabajadores. Artículo 124. El Estado dictará medidas protectoras de la salud y de la vida de los obreros, empleados y trabajadores campesinos; velará porque estos tengan viviendas salubres y promoverá la edificación de casas baratas, velará igualmente por la educación técnica de los trabajadores manuales. Las autoridades controlarán, asimismo, las condiciones de seguridad y salubridad públicas dentro de las que deberán ejercer las profesiones o los oficios, así como las labores en el campo y las minas”. Artículo 134. Es deber primordial del Estado la defensa de la salud física, mental y moral de la infancia. El Estado defiende los derechos del niño al hogar; la educación y a la amplia asistencia cuando se halla en situación de abandono, de enfermedad o de desgracia. El Estado recomendará el cumplimiento de lo dispuesto en este artículo a organismos técnicos adecuados” (Maldonado, 2006: 54-55). Bajo estas prescripciones de la Constitución de 1938, el Departamento de Higiene y Salubridad se habría convertido en el Ministerio de Higiene y Salubridad, posteriormente fusionado con el Ministerio de trabajo, lo que daría lugar al Ministerio de Trabajo, Previsión Social y Salubridad. Con este ministerio se ponen en funcionamiento los hospitales civiles y militares, los servicios de vacunación, el saneamiento de las regiones y las campañas sanitarias contra las enfermedades. Asimismo, servicios de defensa de la madre, el niño y la atención de manicomios. “Se le responsabiliza también de formar y organizar las instituciones y organizaciones de Asistencia, Seguro y Ahorro Social, dirigir y desarrollar los barrios y viviendas obreras, instalar casas de abasto y droguerías populares para el consumidor de acuerdo con el Ministerio de Economía Nacional, y la defensa del trabajador en sus salarios, salud física y cultura general” (Maldonado, 2006:55). Si bien, la Revolución del año 1952 produjo cambios importantes en la sociedad boliviana, con la Nacionalización de las Minas, la Reforma Agraria y el Voto Universal; en relación a la salud, la voluntad política se encamina a brindar más atención, en caso de enfermedad, a los trabajadores mineros, quienes son del sector productivo más importante de la época y con mayor fuerza política y social (Maldonado, 2006:59).
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Aparentemente resultó que: “Los servicios médicos de COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia) se constituyen en una organización gigantesca, con infraestructura física, de recursos humanos suficientes y exclusivos para los trabjadores y familiares de las minas nacionalizadas, quedando la población indígena de los alrededores de los centros mineros sin acceso a estos servicios. Los derechos a las prestaciones sanitarias son posibles de ejercicio en tanto la población esté comprendida en el sector productivo de la economía” (Maldonado, 2006:60). Sin embargo, dichos servicios eran reducidas no más a la cura de enfermedades, al margen de la necesidad de promocionar la salud, esto es, sin tomar en cuenta la buena nutrición y salubridad en el interior de las minas y en los campamentos mineros. De ahí que la vida de los trabajadores mineros fue concebida con vida reducida de 40 años, inclusive niños de 12 y 13 años que después de trabajar en las minas suelen morir prematuramente. En cambio, en otros sectores productivos como YPFB, los bancos, las corporaciones y otros, los servicios eran deficientes y traducidos la mera medicina asistencial. El Plan de Salud para las Américas 1971-1980 en las dictaduras militares En la época del apoyo de la OMS/OPS, UNICEF, dentro de la epidemiología aparece la corriente ecologista (o multicausal), la que define el proceso salud-enfermedad como un equilibrio entre el individuo y su medio ambiente y el reconocimiento de la influencia de condiciones socio-económicas de la vida humana. “Con esta nueva concepción sobre la salud y la enfermedad, el Ministerio de Salud, propugna por primera vez convocar a la participación de la comunidad. A esta concepción corresponde los llamados «Programas de Proyección a la Comunidad»” (Maldonado, 2006:61). En este sentido se fueron elaborando propuestas de atención en salud rural bajo convenios interministeriales de integración de salud, saneamiento básico y seguro social campesino. También se han construido infraestructuras en algunas áreas rurales; a diferencia de ello, en las ciudades capitales de departamentos se inicia la construcción de servicios especializados y de investigación. En la III Reunión de Ministros de Salud se definieron metas y directrices para desarrollar estrategias de mejoramiento de la salud de las poblaciones. “Siguiendo estas directrices, con apoyo de la OPS/OMS y financiamiento externo, se trazan planes y programas dirigidos a controlar las enfermedades transmisibles, a educar a las madres en el cuidado de la salud y nutrición de sus hijos/as y proporcionando a segmentos de la población raciones de alimentos. Todo esto con una vasta burocracia médica instalada en ambientes físicos especiales alrededor del Ministerio de Salud, dedicada a planificar programas que se ejecutan a medias o se interrumpen por cambio de responsables y/o por falta de presupuesto. Así tenemos: Plan Nacional de Salud (1971-1975), Plan Operativo de Acción (1972), Plan Nacional (1973-1978) y Plan Nacional de Salud (1977- 1980)” (Maldonado, 2006:62). En este período, con apoyo externo se fomenta la construcción de infraestructura sanitaria; sin embargo los estudios de los años 80 establecen que del total de 653 establecimientos de salud en el área rural, sólo el 34.15% habrían tenido buena infraestructura y adecuada, pero sin el personal ni suministros suficientes. Las políticas del gobierno democrático y popular, 1983-1985 “Con la recuperación de la democracia en 1982 se inicia un nuevo periodo, cuya característica básica está dada por el ascenso del movimiento popular. Es en este período que el Gobierno incorpora las bases políticas y metodológicas de Alma Ata, las que se plasman en el documento: Bases para las Políticas de Salud del Gobierno Democrático y Popular. En este documento se encuentran conceptos de clara definición ideológica, identificada con el carácter popular del Gobierno” (Maldonado, 2006:63). No obstante, según el estudio acerca de la situación institucional de la salud, se reconoce la desarticulación, la insuficiencia, baja cobertura y pésimo rendimiento de los servicios. La razón estaría en que las decisiones políticas y sus aplicaciones se han orientado “por un criterio biologicista de la salud y no han jerarquizado la causalidad de los principales daños que la afectan, como tampoco han desarrollado acciones en defensa de la salud colectiva” (Maldonado, 2006:64). Plan de Acción Inicial, 1983 Frente a la situación anterior, se formula el Plan de Acción Inicial, el que señala la directriz política de aumentar el nivel de salud de la población, disminuyendo el riesgo de enfermar y morir, luego contribuyendo a mejorar las condiciones y el nivel de vida, a través de la coordinación intra e intersectorial integrada a la acción popular
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organizada. En función de ésta, se crean los comités populares de salud, los centros infantiles populares, los centros infantiles de leche, las unidades de rehidratación oral URO. Además, se amplían las campañas de vacunación nacional entre otros. En 1985 se produce el cambio de Gobierno, esto es, con la llegada del MNR al poder, con el que se implementó la nueva política económica, como medida obligada para frenar la hiperinflación en que quedaba sumida Bolivia, pero sus repercusiones tuvieron que desembocar en un alto costo social. En el marco de aquel cambio político, las políticas de salud se han expresado en el documento: Plan Global de Salud 1985-1989, con un contenido tecnocrático autocalificado como “movilizador y participativo”. Luego se reorganiza el Sistema de Salud, se crean nuevas áreas programáticas, líneas de fuerza y estrategias. De manera que según el Plan se puede ver que cambia el concepto de la participación: ya no es “popular”, sino, “participación social” (Maldonado, 2006:70). Después del primer año de gobierno del MNR, con una economía fuertemente deprimida y por la dramática situación de salud por la que atravesaba el país, obligaron a ejecutar acciones de efectos inmediatos al menor costo posible. El “Plan de Acciones Inmediatas” de 1986 plantea como objetivos a corto plazo: 1) impulsar el desarrollo institucional, 2) la consolidación de los Comités Populares de Salud, 3) la mayor participación de los organismos no gubernamentales y 4) el mejor aprovechamiento de la solidaridad internacional. Se reforzaron las estrategias del Plan Global en relación a la Atención Primaria en Salud; sin embargo, después de siete años de Alma Ata no se encontraba una puesta en práctica uniforme. La apertura programática se basaba en el desarrollo institucional y los programas para control de enfermedades, considerando que con el desarrollo armónico de dichos programas se lograría como resultado la extensión de la cobertura de servicios de salud y la reducción de las enfermedades de la población. “Al siguiente año se formula el Plan Trienal de Salud 1987-1989. Nuevamente este Plan propone fortalecer la estructura institucional y la participación popular, procediendo a la reorganización administrativa y la regionalización que establecen las pases la atención por niveles. A esta etapa se denomina Desarrollo de los Sistemas de Salud” (Maldonado, 2006:71). Los resultados con los planes y programas estratégicos, especialmente con los Comités Populares de Salud y la apertura del Ministerio de Salud hacia la comunidad, no habrían tenido impactos en la población, pues no se dieron soluciones efectivas a los problemas de salud. Debido a esta situación se debilitó el sector popular en salud, mucho más con la burocratización administrativa, falta de dirección y propuestas con objetivos claros respecto a las políticas de salud. Plan Nacional de Supervivencia, Desarrollo Infantil y Salud Materna, 1989-1993 En el período de gobierno MIR-ADN, se continúa con el modelo económico establecido por su antecesor. El diagnóstico de la situación de salud del país expresado en el documento Fundamentos de la Política Nacional de Salud (1991), refleja las malas condiciones de vivienda, educación, servicios básicos y asistencia sanitaria en que se encuentra la población. Bolivia continúa entre los países con más alta mortalidad general y maternoinfantil. “El documento señala que si bien con la participación de la comunidad en las movilizaciones populares, especialmente en los centros urbanos, se ha logrado atacar a los daños como la poliomielitis, el sarampión, diarreas y otros; la red de servicios se mantuvo desarticulada. No obstante de haberse incrementado los servicios de primer nivel, éstos no se articulaban con los niveles secundario y terciario” (Maldonado, 2006:74). Los aspectos restrictivos para encaminar el desarrollo horizontal de los programas de salud fueron la deficiencia en el sistema de información, la infraestructura física y de personal, sobre todo, la excesiva centralización operativa a nivel de direcciones nacionales. Subsanar esta situación requirió definir políticas de salud en el Plan Nacional de Supervivencia, Desarrollo Infantil y Salud Materna; con dicho plan nuevamente había que cambiar la estructura organizativa del Ministerio de Previsión Social y Salud Pública (MPSSP), a su vez, el replanteamiento de la agrupación de las áreas geográficas de salud en Distritos de Salud. En cualquier caso, los efectos de mejoramiento en los servicios de salud no fueron de buena trascendencia.
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Plan Vida, 1993. Se aumenta el gasto en burocracia y se repiten los ensayos El nuevo gobierno que se inicia en 1993, liderizado por Sánchez de Lozada, intenta reformas y transformaciones en el sector de salud. Se produce un nuevo cambio en la estructura organizativa, tanto de los niveles centrales del ministerio, como regionales y locales de prestación de servicios, para adecuar el Sistema de Salud a las leyes de Descentralización y Participación Popular. El gobierno del M.N.R. cambia su estructura y el MPSSP baja de categoría y se convierte en Secretaría Nacional de Salud, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano. Se crea un Nuevo Modelo Sanitario de gestión compartida para ofrecer servicios de salud entre la Secretaría Nacional de Salud, los Municipios y las Prefecturas. “Se transfiere a los gobiernos Municipales la estructura de salud, la administración y control del equipamiento, mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura transferida, la dotación de equipamiento, mobiliario, insumos y suministros incluyendo medicamentos y alimentos. Los recursos humanos de salud pasan a depender de las Prefecturas con fondos del Tesoro General de la Nación. La gestión médico administrativa se mantiene en la Secretaría Nacional de Salud” (Maldonado, 2006:77). Con el propósito de poner en práctica aquel modelo, se reestructuran las Redes de Servicios y Los Directorios Locales de Salud, se crean una serie de Decretos Supremos e instancias administrativas. Crecen las Direcciones Nacionales, los Programas y Proyectos con diferentes nombres y un vasto aparato burocrático financiado por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), BM (Banco Mundial) y el TGN (Tesoro General de la Nación). Se multiplican las capacitaciones al personal de salud y se elabora una gran cantidad de material instructivo e informativo para el mismo personal, a fin de llevar adelante los nuevos programas y planes de salud pública. El Plan Vida, 1994-1997 En el mismo período del gobierno movimientista, considerando que los cuatro años de gestión es insuficiente para poner en práctica y con resultados el Sistema Público descentralizado, se opta por presentar el “Plan Vida”. Se trata de un Plan Nacional orientada a la reducción acelerada de la mortalidad materna, perinatal y del niño, el cual es sostenido en el contexto de las políticas de “desarrollo sostenido”, con el que se pretende incorporar a la sociedad civil en los procesos de toma de decisiones y en el mejoramiento de la eficacia del Estado, a través de la “Capitalización” y la “Participación Popular” (Maldonado, 2006:78). Plan Estratégico de Salud, 1997-2002. Crece la burocracia y no se resuelven los problemas de salud Un nuevo cambio de gobierno y un nuevo plan de salud, esta vez se trata del Plan Estratégico de Salud. De acuerdo con Maldonado, se dice que, al igual que en las anteriores, se continúa mostrando un diagnóstico de la situación de salud de la población y del sector institucional, indicando que todavía Bolivia presenta altas tasas de mortalidad infantil y materna y una alta incidencia de enfermedades transmisibles, como Chagas, Malaria y Tuberculosis. Se señalan bajas coberturas de atención institucional del parto y una baja utilización de los servicios de salud por insuficiente capacidad resolutiva y por la existencia de barreras de acceso, como las económicas, culturales, geográficas y de calidad de vida. Política Nacional de Salud, 2003 En el segundo período de Sánchez de Lozada, se elabora otra vez un diagnóstico sobre la situación de salud de la población. Se reconoce que ésta se debe sobre todo a los niveles de inequidad por la marginación y exclusión en la que vive buena la ciudadanía boliviana, y se responsabiliza a los planificadores de políticas de salud. Como alternativa de salida se propone la Nueva Política de Salud, con la que se encamina el funcionamiento de los Distritos Locales de Salud (DILOS). Bajo esta política, “Se reconoce que la salud es un derecho y que depende más del desarrollo económico y social que de lo que puedan hacer los servicios médicos por sí solos. El impacto de los programas y estrategias ha sido reducido por su enfoque elitista y autoritario” (Maldonado, 2006:90). Y, en el peor de la situación conflictiva se dio curso al nuevo cambio de gobierno transitorio. Política Nacional de Salud, 2004 El documento Política Nacional de Salud, como los anteriores, muestra la preocupante situación de salud de la población y del sector institucional encargado de proteger la salud de la población.
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El análisis sobre el sector institucional expresa que: “… el Sistema de Salud atraviesa por un momento crítico que puede determinar su colapso en el corto plazo y se manifiesta de manera general en una grave situación de exclusión en salud…” (Ministerio de Salud y Deportes, 2004:33). En términos de Maldonado, la nueva propuesta política marcaría una débil rectoría, la fragmentación del Sistema de Salud, la escasa capacidad de gestión, la escasez e inadecuación de los recursos humanos, la inexistencia de un modelo de atención intercultural y el bajo alcance del Seguro Universal Materno Infantil. “Sin embargo, la nueva Política Nacional de Salud, aparte de enunciar reformas técnicas al interior del sector salud para fortalecer el Sistema, no plantea una propuesta política para desarrollar un Proyecto Nacional de Salud integral que revierta la situación actual de inequidad y exclusión” (Maldonado, 2006:91). La Reforma de los Servicios de Salud, 1997-2005 En la versión de la investigadora Maldonado, en 1997, después de casi un siglo de ensayos y contradicciones, se ha mostrado el crecimiento frondoso de la burocracia institucional. Si bien el MPSSP fue apoyada por las Agencias Internacionales de Cooperación, empero, estas mismas son las que han asesorado permanentemente al Ministerio, sin que pueda superarse la existencia de un “contexto adverso” en el Sistema de Salud. Al respecto, los motivos serían los siguientes: • Debilidad en la gestión administrativa con excesiva centralización, con un vacío en la generación de políticas públicas en salud para acompañar el proceso inminente de descentralización hacia los municipios. • Existencia de una gestión exclusivamente basada en la ejecución de presupuestos para la evaluación del desempeño. • Tendencia de cada vez menor asignación de recursos del Tesoro General de la Nación al sector de salud. • Población desprotegida de aproximadamente 30%. • La salud no forma parte de las principales prioridades de la población. • Ausencia de una estrategia sostenible, pensada para la incorporación de la población con bajos recursos y marginada del acceso a servicios de salud. FUENTE: Ministerio de Salud y Previsión Social. Informe de gestión 1997-2002. La Paz, 2002. p. 103. Derechos humanos y políticas de salud De acuerdo con los contenidos de las políticas de salud en distintos gobiernos, los cuales se detallan en la obra titulada Derechos humanos y políticas de salud en Bolivia (2006), de la autora Ana María Maldonado Canedo, profesional en salud, comunicadora y feminista de nuevo tipo, hace notar que en el recorrido realizado por las políticas de salud formuladas en casi 100 años de vida republicana, y a la luz de los principios y características de los derechos humanos y el compromiso de obligación de cumplimiento del pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), “el Estado Boliviano violó permanentemente el derecho a la salud de la mayoría de la población boliviana” (Maldonado, 2006:98-99). Ante esta situación, corresponde dar orientaciones para determinar los alcances de las políticas de salud en función de los derechos humanos. Los componentes de las políticas deben ajustarse a los siguientes principios: • Universalidad. • Interdependencia e indivisibilidad. • Carácter individual y social.
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• Progresividad e irreversibilidad. • Irrenunciabilidad. • Igualdad. • Accesibilidad. • Gratuidad. • Equidad. Además, los alcances de las políticas de salud en relación a los Principios de Obligación de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales deben ser: Reconocer: los derechos humanos, sus principios y características. Respetar: la plena realización de los derechos. No fomentar la discriminación. Priorizar: los derechos humanos en todas sus actividades, políticas y presupuestos. Precautelar: adoptar medidas básicas que aseguren a su población el pleno disfrute de sus derechos. Proteger: la población en contra de violaciones de los derechos por actores privados. Participación: promover una participación eficaz en la realización de los derechos por medio de la educación, transparencia e información sobre los derechos y oportunidades concretas de participación. Remedios: proveer remedios eficaces a las violaciones de los derechos humanos. Responsabilidad: el Estado debe asumir la responsabilidad en el cumplimiento de los derechos humanos. b. En el Estado Plurinacional de Bolivia La actual política de salud en Bolivia Plurinacional –en el gobierno de Evo Morales Ayma– se conoce por el modelo de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI). Esta política, más allá de las consideraciones de los derechos fundamentales de la vida, la salud y seguridad de las personas de cualquier condición social y cultural, inclusive más allá del reconocimiento de las prácticas médicas de los pueblos indígenas, en el fondo postula la decisión de desarrollar la relación y articulación entre las diferentes medicinas y sus aplicaciones, esto es, la articulación de la biomedicina con la medicina tradicional de los indígenas originarios del mundo andino y de los afrodescendientes. La configuración de aquella política ha sido posible a partir del reconocimiento mundial de los derechos de los pueblos indígenas en materia de servicios y medicina tradicional, como es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual está vigente desde el año 1989 y que en 1991 ha sido ratificado y sancionado en Bolivia como Ley N° 1257. En el punto 2 del Artículo 25 de esta ley se señala que: “Estos servicios deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales”. También el derecho indígena –en este caso de los andinos nativos– de ejercer la buena salud con la práctica de la medicina tradicional se sustenta en el Artículo 24 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la que se aprobó el 13 de septiembre de 2007 y que se elevó en Bolivia al rango de Ley N° 3760 en fecha 7 de noviembre de 2008, donde textualmente se indica: “Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas indígenas también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios sociales y de salud”. En concordancia con los artículos citados del Convenio 169 y la Declaración sobre los derechos indígenas, el punto I del Artículo 42 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, vigente desde 7 de febrero de 2009, señala que: “Es responsabilidad del Estado promover y garantizar el respeto, uso, investigación y práctica
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de la medicina tradicional, rescatando los conocimientos y prácticas ancestrales desde el pensamiento y valores de todas las naciones y pueblos indígena originario campesinos”. Para entablar la práctica de la medicina natural/tradicional con la práctica de la biomedicina, se aprueba en Consejo de Ministros del Estado Plurinacional el Decreto Supremo N° 29601 en fecha 11 de junio de 2008, donde indica que en Bolivia se implementa un modelo único de servicio en salud, se trata de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI). En el Artículo 2 de aquel Decreto dice más claramente:“El objetivo del Modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural es contribuir en la eliminación de la exclusión social sanitaria (traducido como el acceso efectivo a los servicios integrales de salud); reivindicar, fortalecer y profundizar la participación social efectiva en la toma de decisiones en la gestión de la salud (buscando la autogestión); y brindar servicios de salud que tomen en cuenta a la persona, familia y comunidad; además de aceptar, respetar, valorar y articular la medicina biomédica y la medicina de los pueblos indígenas originarios campesinos, contribuyendo en la mejora de las condiciones de vida de la población”. La necesidad de articulación de dos sistemas médicos se traduce en un sistema único de salud en Bolivia, lo cual está expresado con precisión en el punto II del Artículo 35 de la CPE, que a la letra dice: “El sistema de salud es único e incluye a la medicina tradicional de las naciones y pueblos indígena originario campesinos”. A partir de la vigencia de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, se garantiza el acceso al seguro universal de salud para todos los bolivianos y bolivianas, donde se elimina la exclusión social; además, el Estado asegura la participación de la población organizada en la toma de decisiones y en la gestión de todo el sistema público de salud. Asimismo, en términos de los derechos de las naciones y pueblos indígenas originariocampesinos, en el punto 9 del Artículo30 constitucional, señala aquellos tienen derecho a que sus saberes y conocimientos tradicionales, su medicina tradicional, sus idiomas, sus rituales y sus símbolos y vestimentas sean valorados, respetados y promocionados. En el marco de esta legislación boliviana: “El gobierno elaboró el Plan Nacional de Salud. Su objetivo principal es eliminar la exclusión social en salud, a través de la aplicación del Sistema Único Comunitario Intercultural de Salud. Su principio es la participación social en la toma de decisiones en todos los niveles de gestión y la atención de la salud de bolivianos y bolivianas, como un derecho fundamental garantizado por el Estado” (Defensoría del Pueblo, 2010: 96). En la versión del Ministro de Salud y Deportes, Dr. Juan Carlos Calvimontes Camargo, el cambio político en salud a efectivizarse mediante un Plan supone un giro. Pues, “El Estado Plurinacional de Bolivia, en el proceso de transformación social, político, histórico y particularmente en lo cultural, por voluntad de los movimientos sociales, los pueblos indígenas originarios campesinos, tiene la finalidad de eliminar la exclusión en salud y la reducción de barreras culturales que separan a los servicios de salud de su población, proyectando hacia el Sistema Único de Salud y el modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural – SAFCI. Este giro de políticas en salud se fundamenta el Plan Nacional de Desarrollo para «Vivir Bien» y en el Plan de Desarrollo Sectorial PDS 2010-2020, movilizados por el derecho a la salud y la vida” (Ministerio de Salud y Deportes y Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad, 2012:5). Desde el Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad (VMTI), se hizo esfuerzos de construir un documento basado en las necesidades de la implementación de la política SAFCI que consiste en llevar adelante la articulación y complementariedad de la medicina tradicional con la biomedicina en todos los servicios de salud. Como uno de los resultados de este esfuerzo se tiene el documento de “Lineamientos Estratégicos de Medicina Tradicional e Interculturalidad” (LEMTIS) 2012-2016, en el que el objetivo general consiste en “Fortalecer y articular la Medicina Tradicional en todas las redes integrales de salud para brindar a la población boliviana, servicios de calidad y calidez en el marco del Sistema Único de Salud, eliminando las barreras socioculturales a partir de la formulación de políticas, normas, regulaciones y la ejecución de programas nacionales” (Idem, 30). El documento estratégico pondera y orienta el desarrollo y posicionamiento de la medicina tradicional e interculturalidad en los establecimientos de atención en salud a través de los programas y proyectos de fortalecimiento de las organizaciones de médicos tradicionales, formación o capacitación de los agentes interculturales, sensibilización y sistematización de conocimientos de medicina natural y sus aplicaciones.
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En consecuencia, los planes de la política de SAFCI están en curso en el actual Estado Plurinacional en el sentido de relacionar los conocimientos médicos y el ejercicio de las prácticas médicas en un sistema único, en el que debe expresarse la complementariedad de servicios, diálogo, intercambio cultural, todo en función de la necesidad de mejorar y sostener la buena salud de la población. De manera general, todas las políticas de salud, desde el reinado de los incas hasta nuestros días en que nos encontramos en un nuevo Estado Boliviano Plurinacional, se traducen en las decisiones de cómo responder a las demandas de prevenir y tratamiento de las enfermedades, como también a las demandas de mejora y bienestar de la salud de la población. Las decisiones políticas de salud y sus aplicaciones en la historia de Bolivia, mayormente se canalizan mediante determinaciones de leyes, planes, programas y proyectos, los cuales, en cada paso del tiempo, son replanteados y sustituidos por otros nuevos. Es así, este curso de cambios de decisiones políticas puede continuar sin fin, mientras los problemas de salud y enfermedad, como también el problema de los servicios médicos, tengan expresión preocupante para todos, peor cuando los mismos resulten en aumento. De todas maneras, bajo la nueva política de SAFCI, se podría esperar como buena alternativa en sus resultados; para que lo sea, la investigación que realizamos, centrada en distintas visiones o percepciones, puede servir de buen aporte para comprender los problemas más complejos de salud y enfermedad, al mismo tiempo para dar pautas de respuestas más adecuadas y consistentes.
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SEGUNDA PARTE PERCEPCIONES DE SALUD Y ENFERMEDAD EN LOS MUNICIPIOS DE ACHACACHI, CHARAZANI, TIWANAKU, EL ALTO Y LA PAZ
Conforme a las bases teóricas acerca de los diferentes sistemas médicos y consideraciones de las políticas de salud, especialmente, del actual Estado Plurinacional de Bolivia, la investigación efectuada bajo el proyecto “Imaginarios en Salud”, tanto en la primera fase (de estudio empírico de recolección de la información de percepciones, observaciones, opiniones, apreciaciones, impresiones y otros acerca de los servicios de saludenfermedad y modos de tratamientos en los cinco municipios de Achacachi, Charazani, Tiwanaku, La Paz y El Alto), como en su segunda fase (de ampliación y profundización del estudio mediante talleres y encuentros con buena participación de los diferentes actores médicos y representantes estatales y privadas), lo que corresponde es configurar la relación de percepciones dadas por los médicos tradicionales, biomédicos, pacientes y población observante. Para el efecto, es menester tener en claro los significados del vocablo percepción, o bien, de percibir, entendiendo que este es el concepto común que significa una forma de sensación interior a partir de una impresión captada de algo real mediante los sentidos y la posterior comprensión racional.
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No obstante, para el autor del diccionario etimológico y del diccionario de ideas afines, Fernando Corripio, en primera instancia nos indica que percibir es del latín percipĕre = recoger, que desde el siglo XII fue atribuido con significados como notar, advertir y cobrar. En el sentido más amplio y actual del término, en función de nuestra tarea investigada, es asumible los siguientes significados de percepción: “Sensación, sensibilidad, noción, sentimiento, capacidad de impresión, efecto, emoción, imagen, apreciación, hiperestesia, perceptividad, descubrimiento, intuición, conocimiento, observación, vista, mirada, reconocimiento, discernimiento, comprobación, captación, identificación, recuerdo, evocación, memoria, […]” (Corripio, 1985:808). Pues, con estos significados se tiene que comprender distintas formas de percepción en cada sistema médico, es decir, en el campo del servicio biomédico, servicio médico tradicional, servicio médico religioso, prácticas de automedicación y de salud mental. En los municipios de Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz, la expresión de percepción de salud y enfermedad –con diversos significados– será vista y entendida no sólo desde los propios médicos y practicantes, sino también desde el paciente y las personas observantes. 1. Salud y enfermedad en el municipio de Achacachi 1.1. Aspectos socioculturales de Achacachi a. Reseña histórica de Achacachi Realizar una breve historia de Achacachi no es simplemente narrar sus acontecimientos políticos, sociales y culturales, sino que se trata de describir, de modo resumido, sus orígenes y los cambios transcurridos en el tiempo y espacio. En este sentido, corresponde indagar sobre el significado etimológico de Achacachi. Al respecto, “El nombre del pueblo proviene de las palabras aymaras, hacha grande y kkachi punta, sin duda por encontrarse establecido al pié de la colina denominada Surukkachi, que es el punto terminal de la serranía que viene del poniente” (Paredes, 1955:22). A partir de ello, modernamente, se entiende que Achacachi quiere decir «punta grande», porque el nombre original deriva de dos raíces aymaras: Jach’a = grande y Q’achi = puntiaguda. Tiene que ver con el lugar donde se encuentra la alta serranía puntiaguda. Por consiguiente, el nombre Achacachi significa peña grande puntiaguda. La población aymara Achacachi habría existido desde antes de los Inkas, tal como testimonian las descripciones arqueológicas y las tradiciones orales recogidas por las crónicas españolas y mestizas. Originariamente la región habría sido ocupada por las poblaciones nativas como los urus y puquinas (cultura Chiripa), luego fue dominada por los aymaras. Con respecto a este último, el historiador de la Universidad de Columbia en New York, Herbert S. Klein, nos indica: “Achacachi fue la Capital del señorío Pacase o Qulla (Colla) de la región umasuyu (del aymará “uma”, ‘agua’ y “suyu”, ‘lado’, ‘parcialidad’). Los señoríos son resabios del imperio de Taipik’ala (Tiwanaku). Este señorío pacase o qulla estaba ubicado al Este del lago Intikjarka (Titicaca) en el altiplano peruano-boliviano” (Klein, 1982:34). Cuando los aymaras fueron invadidos por los incas, los pobladores de Achacachi, que formaron parte de la parcialidad umasuyos organizados por ayllus, resistieron al embate. Es por eso que aún se habla en la región el idioma aymara (jaya mar aru = lengua de los años lejanos, lengua antigua). Del mismo modo: “Durante la conquista española, «Jach’a k’achi» se conocía con diferentes expresiones como Cahatarche, Achacache, Abacachi” (Mamani, 2004:109). En la lengua castellana se expresó por Achacachi, luego fue conocida por «Villa Lealtad de Cáceres» en honor al primer apellido del encomendero en la población que lleva el mismo nombre. Achacachi resultó centro poblado colonial de la región de umasuyus convertido en haciendas. “Durante la colonia proliferaron en la provincia numerosas haciendas pero que, sin embargo, encontraron resistencia en la misma población indígena. No obstante, no en todas las regiones de la provincia la hacienda adquirió notoriedad, este es el caso de Warisata. Por el contrario, las comunidades de la región del norte (entre ellas Belén), fueron las más apetecidas por los terratenientes, fundamentalmente porque tenían riego” (PDM Achacachi, 2006-2010:27). Además, en la región de Achacachi, en 1779, se fundó el pueblo de Santiago de Huata en términos de mestizaje cultural, pues, se puso primero el nombre del apóstol Santiago, luego el nombre del lugar «Huata». Este último, es de raíz puquina Coata, que quiere decir deidades protectoras; en aymara se dice Wat’a, con el significado de pies metidos (internados) en el lago Titikaka (ver artículo de portada en: http://www.achacachi.gob.bo). Después de la creación de la República de Bolivia, Achacachi se constituyó en capital administrativa de Umasuyos el 24 de enero de 1826. Luego, fueron los pobladores de Umasuyus quienes la inscribieron como provincia
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mediante la Ley General del 23 de enero de 1826, la que fue firmada por el Mariscal Antonio José de Sucre, asignándole jurisdicción colonial a la provincia Omasuyos. Desde 1955, prestó servicios de salud el dispensario “Materno Infantil Omasuyos”, ubicado en la plazuela El Carmen, más conocido con el nombre de “Sanidad Pública para la Atención de Primeros Auxilios”. En 1976, se empezó la construcción del Hospital de segundo nivel en el lugar denominado UJIKALPATA de la zona Ch’urupampa, impulsado por el Capitán del Ejército de Bolivia, Juan Uriona Suarez. La obra en su totalidad fue ejecutada por la Prefectura del Departamento de La Paz en 1979. A su conclusión fue entregado a la población de Achacachi, como aporte al servicio de sanidad rural, por la Honorable Junta Militar de Gobierno, encabezado por el Gral. David Padilla Arancibia. Actualmente, la infraestructura presenta todas las instalaciones hospitalarias: Salas de medicina, Pediatría, Maternidad, Salas de consulta, Farmacia, entre otras, con un total de 20 camas para los pacientes, las mismas cuentan con un equipamiento regular y ambulancias para la atención de emergencias. En 2001, se hizo la remodelación y ampliación del Nosocomio financiado por el fondo de inversión productiva social y Banco Mundial A.I.E., el cual fue ejecutado por la empresa constructora EMULGRAN, durante el gobierno del Ing. Jorge Quiroga Ramírez. Finalmente, en 2008 se mejoró el reordenamiento técnico administrativo y mejoramiento de la infraestructura financiada por el gobierno municipal de Achacachi (ver artículo de portada, 10 de diciembre del 2012 disponible en: http://www.achacachi.gob.bo). En el presente, Achacachi se mantiene como Primera Sección Municipal de la Provincia Omasuyos del departamento de La Paz. Es el municipio donde los servicios de salud están basados en el conocimiento de la biomedicina y la medicina tradicional milenaria. La capital de este municipio lleva el mismo nombre (Achacachi) y se encuentra a una distancia de 96 kilómetros desde la ciudad de La Paz. Se trata de una ciudad intermedia, con 15.000 habitantes distribuidos en siete zonas. Las primeras zonas (precoloniales) habrían sido Arasaya y Masaya, durante la colonia y la república, de acuerdo al crecimiento de la población, se sumaría con otras cinco zonas: Villa Lealtad, Villa Esperanza, Ch’urupampa y Calacala. b. Aspectos físicos y naturales El municipio de Achacachi se ubica en un marco geográfico con medio ambiente altiplánico, en el que resaltan la Cordillera Real de Los Andes, el lago Titikaka, las montañas, colinas y planicies. Se distinguen dos zonas. La primera es la puna altoandina y el altiplano, con dos estaciones marcadas en el año: época seca, en los meses de abril, mayo; temporada de helada, en junio, julio, agosto; parte seca y templada, en septiembre; época húmeda, inicia en octubre y se extiende hasta el mes de marzo. La segunda tiene que ver con la zona lacustre. “En el área lacustre, existe la particularidad de la presencia de microclima, así las temperaturas se elevan en un 2.5° a 3°C con respecto a otras regiones con condiciones similares. Las temperaturas normales diurnas están alrededor de 20°C, sin embargo en zonas abrigadas y con bastante vegetación estas alcanzan a 23° C. Las temperaturas mínimas registradas en invierno alcanzan a -8° C” (PDM Achacachi, 2006-2010:18). En cuanto a la flora y la fauna, en el municipio existen distintas variedades. Con relación a la flora, se conocen más las siguientes especies nativas: alfilerillo, cebadilla común, chiji negro, cola de ratón, diente de león, garbancillo, huaylla, ichu, kora, layu layu, muni muni, sehuenca, sik’i, sillu sillu, sicuya, yawuara, paja brava, chílliwa, graminea siempre viva, q’uwa. Buena parte de estas especies son empleadas como medicinas naturales. En lo que se refiere a la fauna, existen las siguientes especies animales en diferentes ecosistemas: lagarto, liqi liqi, liebre, águila, allqhamari, codorniz, pisaqa, huallata, qhuru kutu, paloma, pato silvestre, perdiz, ratón, shuqha, zorrino, trucha, mauri, suche y otros. Algunas de estas especies son utilizadas como alimento y medicina. Con relación al agua como sustancia líquida vital, proviene de cinco fuentes: 1) agua cristalina de las nevadas del Illampu, que se distribuye por ríos; 2) se provee agua de los ríos Qeqa, Corpa, Tambo, Ventilla y Jach’a Jahuira; 3) precipitaciones pluviales; 4) lago Titikaka; 5) vertientes; 6) pozos. El agua se emplea para el riego agrícola, animales domésticos, alimentación y servicio sanitario.
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c. Características sociodemográficas, productivas y culturales En el panorama geográfico y medio ambiente natural, la vida del municipio achacacheño se desenvuelve en términos de relaciones sociodemográficas, productivas y culturales. En lo sociodemográfico, la población mayoritaria es de origen kolla de habla aymara, se estima en un 95 % y otros, son considerados como mestizos en un 5%. La relación sociológica se expresa en familias, parentescos, organización por comunidades rurales y organización vecinal por zonas en el área urbana de Achacachi. En cualquier condición social, sean artesanos, agricultores, comerciantes, profesionales, autoridades municipales y otros, se convive en una relación social, comúnmente por el uso de dos idiomas: aymara y castellano. Por lo tanto: “La población en su conjunto es de origen Qulla (colla) y hablan el idioma aymara, cuya fuerte presencia identitaria y de organización tradicional persiste hasta la fecha. Esta característica hace que Achacachi se erija como uno de los espacios sociales y culturales más interesantes de estos últimos tiempos; además que es conocido por mantener vivas sus organizaciones ancestrales, en la mayoría de los casos convertidos en sindicatos agrarios pero administrados ancestralmente; y por último la fama de tradición combativa y guerrera traducida en los “Ponchos Rojos”; que no es más que la identidad y cultura viva plasmada en la fuerza y simbología de la vestimenta de las organizaciones tradicionales” (PDM Achacachi, 2006-2010:33). La forma de organización social consiste en: sindicato agrario, con base a los usos y costumbres propias de las comunidades; organizaciones vecinales, en los centros poblados; organizaciones territoriales de base, que representan al conjunto de las sociedad; organizaciones de productores, como lecheros, pesqueros, etc.; y la organización administrativa municipal, estructurada por el Concejo Municipal, Alcalde Municipal, Dirección Administrativa y Financiera y de Planificación, agentes municipales y sub-alcaldías en distritos. En lo que se refiere a los datos estadísticos de la población, según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001, la primera sección municipal de Achacachi, contaba con un total de 70.503 habitantes; de este dato global, el 4.205 se encontraban en el umbral de pobreza; el 28.851, en pobreza moderada; el 33.179, en la indigencia; el 2.417, en marginalidad y el resto en mejores condiciones de vida. Además, del número de población total indicado, el 1.403 se encuentra en viviendas colectivas y otras; el 69.100, en viviendas particulares o propias. Con base a toda esta información en materia de salud, las personas habrían presentado una inadecuación de servicios en las comunidades o zonas, con una baja proporción de mujeres atendidas por médicos, enfermeras o auxiliares de enfermería (atención por personal capacitado que puede ser institucional o fuera de los establecimientos de salud). Sin embargo, posterior a la fecha del censo, se crearon nuevas secciones municipales al interior del municipio de Achacachi, razón por la que, en el presente, no se tiene datos precisos sobre la población, el índice de pobreza, alcance y demanda de servicios en salud, entre otros. Actualmente, de acuerdo al Censo de 2012, Achacachi tiene 46.058 habitantes. En lo que concierne a la producción, por tradición se distinguen agricultores, ganaderos y artesanos. El trabajo agrícola en las comunidades se centra en terrenos colectivos y parcelados. El uso de terreno colectivo se basa en el manejo rotativo de aynuqas; los parcelados son individualizados por familias. Se producen principalmente papa, cebada, cebolla, haba, oca, quinua, tarwi, papaliza, avena, trigo, izañu y otros. Para el trabajo pecuario, el terreno de pastoreo es colectivo y familiar, se cría mayormente ganado vacuno (por la leche y sus derivados), ovino y porcino (por la carne). Se complementa con productores artesanos de metal mecánica o cerrajeros, carpinteros, confeccionistas de vestimentas y otros. En cuanto a las costumbres y formación cultural, las primeras tienen que ver con las manifestaciones festivas y religiosas, mientras que las segundas están relacionas con la educación. “Entre las costumbre populares de Achacachi, llama la atención la manifestada en la fiesta de San Pedro, patrono del pueblo” (Paredes, 1955:25). En el centro urbano y fuera de éste, también se expresan otras fiestas, en especial, en los días de carnaval. En cualquier situación festiva, los danzantes participan con mucha emoción y fe. A parte de ello, en las comunidades se mantienen las tradiciones y creencias religiosas en honor al Inti (Sol), Pachamama (Madre Tierra), achachilas, montañas (surucachi y pachjiri), peñas, cuevas y ríos en los que se cree que habitan las divinidades.
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A nivel educativo, la población de nuevas generaciones está encaminada al estudio por distintos grados, es decir, que existen en cada zona urbana y en las comunidades escuelas y colegios fiscales de primaria y secundaria, distribuidos por distritos y núcleos. Para la parte de la educación superior, existen las escuelas (antes normales) de Warisata y Santiago de Huata, en las que se forman profesores de enseñanza primaria y secundaria. También tiene aperturada la dependencia de la Universidad Pública del El Alto (UPEA) con carreras de Derecho y Ciencias de la Educación. Por tanto, la población de Achacachi mantiene relaciones sociales y comunitarias sobre la base territorial con recursos naturales, con trabajos productivos, expresiones culturales y la formación de nuevas generaciones. 1.2. Percepciones de sistemas médicos en Achacachi La investigación efectuada en el municipio de Achacachi sobre percepciones de salud, enfermedad y tratamientos, además del empleo de conceptos en el imaginario de las personas, permite comprender y exponer una diversidad de afirmaciones, opiniones y pareceres en torno a prácticas biomédica, servicio médico tradicional, percepción religiosa y espiritual de la salud, ejercicio de la automedicación y salud mental. Se trata de una variedad de apreciaciones, criterios de juicios e impresiones con posiciones divergentes y convergentes, los que son expresiones directas y no resultado de lecturas teóricas de ciertas fuentes, ya que la investigación se pudo desarrollar siguiendo el método etnográfico de describir las costumbres y tradiciones de las comunidades, así como con procedimientos de observación participativa. Para centrar en la obtención de la información, con relevancia se ha empleado la matriz FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades amenazas) y las entrevistas a diferentes habitantes del municipio. a. Sistema biomédico Según la aplicación de FODA Para determinar las percepciones con respecto al servicio biomédico, en una primera instancia se empleó la matriz FODA, según la cual tenemos las ideas y opiniones sintetizadas en este orden: Fortalezas Con relación al servicio biomédico, la población de Achacachi expresa que en el hospital resulta efectiva la atención y la curación de ciertas enfermedades, sobre todo, por razones de que la aplicación médica se basa en experimentos científicos comprobados y que no se da lugar a especulaciones. Los precios de algunos medicamentos son módicos, porque se encuentran al alcance de todo bolsillo, a diferencia de otros medicamentos que son costosos y no son accesibles para algunos pobladores que carecen de recursos necesarios. Oportunidades En cuanto a oportunidades recabadas, el cuidado de salud depende de tres aspectos esenciales que demuestran la accesibilidad de acudir a centros de rehabilitación: centros de salud equipados con material necesario, ambulancias a disposición y precios económicos de los medicamentos. También se considera importante, la comunicación que tiene la comunidad con la ciudad para adquirir los medicamentos. Debilidades La población concibe que en el hospital y centros de salud no existan suficientemente especialistas para la atención de algunas enfermedades; por ejemplo, no hay la especialidad de cardiología ni un especialista cardiólogo. Esta situación hace que los comunarios de la población recurran a la ciudad de La Paz en busca de especialistas. El horario de atención es inadecuado, por las pocas horas que involucra el mismo. A este respecto, un poblador participante señaló: “sólo atienden cuatro horas por día”. Se carece de personal médico, porque son muy pocos comparado al número de pobladores. En ciertos casos, se presenta la falta de ética profesional por parte de algunos médicos. En los servicios de algunas especialidades, el costo de atención es elevado, lo que limita a que muchos clientes se inhiban de recurrir al hospital. En cuanto a la atención personal, muchas veces, las enfermeras maltratan verbalmente al paciente, regañándolo por no mantener el debido cuidado en su salud. Por último, no hay equipos médicos dentro del hospital, razón por la que también se trasladan hasta la ciudad de La Paz en caso de necesidad.
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Amenazas Consideran los lugareños que una de las problemáticas en cuanto a la medicina biomédica es la falta de información sobre la ingesta de medicamentos, es decir, se los permite adquirir sin previa prescripción médica. La compra de los medicamentos no está inspeccionada. El mal uso de los mismos genera dependencias y hasta la muerte en las personas. Otro factor negativo son los inadecuados desechos de las medicinas, tanto del hospital y las postas de salud. Pues, muchos de estos desechos son arrojados en botaderos donde los niños y animales están expuestos a contraer enfermedades de consideración. Se menciona que la negligencia médica genera la muerte en algunos lugareños. Según la aplicación de entrevistas Acerca de la salud, enfermedad y tratamientos se hicieron entrevistas a distintas personas en el municipio de Achacachi, tanto a funcionarios biomédicos como a pobladores y pacientes. Las respuestas implican apreciaciones, los criterios de juicio y opiniones en general, sobre los que se presenta en el siguiente orden: Con relación al hospital los entrevistados mencionan que: “Al hospital vamos cuando tenemos alguna enfermedad, sobre todo para mejorarnos en cuestión de salud, también para recabar información acerca de algunas enfermedades que no conocemos”. “La clínica Salvador es bien nomás, bien te tratan y bien te atienden. De aquí (de Achacachi) no sé, allí nomás mando a mis queridos. La gente, para cuidar su salud, tiene que cuidar su alimentación. Cuando era joven, iba donde el doctor, ahora que tengo 55 no voy”. “Aquí en Achacachi hace frio; mucho frio en invierno. Por el frio siempre se enferma la gente. Sí. Más que todo por el frio, como se llama ah reumatismo le llamamos a esa enfermedad”. “En la provincia Omasuyos no hay enfermedad porque digamos más. Cuando son chiquititos, estos toman leche que fortalece al ser humano, porque alimenta a los huesos; también consumen aquí quinua y así no se enferman por este tiempo”. “¡Hartas enfermedades! Puede ser alguno cuando se enferma se daña la parte de un núcleo, digamos de un dolor de cabeza, es enfermedad; también sería de las cosas que se enferman en distintas partes del cuerpo”. Con respecto a la biomedicina los entrevistados relatan: “No voy al hospital porque los médicos, sin preguntar ya nomás te están cortando, por eso decimos los «mata sanos»”. “Sería bien, porque en algunos casos no es necesario la intervención del médico para la operación; sino que es suficiente intervenir con medicinas naturales. Por ejemplo, la bilis se puede curar con yerbas y puede sanarse la persona, luego vivir como antes. Pero, no es así cuando la operan en el Hospital; la persona operada ya no puede trabajar como antes, porque ya está cortada el estómago, y la fuerza nace del estómago”. El administrador del hospital manifiesta “Los adultos mayores vienen por enfermedades gastrointestinales, los niños vienen por resfríos y, un buen porcentaje, viene por contusiones y fracturas”. “Constantemente vienen aquí. Son raros los casos que hacen nacer en casa, siempre se quedan dos a tres días aquí, tenemos un buen número de población que asiste. Por día tenemos de dos a tres partos, hay buena aceptación en ese aspecto”. “Tenemos, mediante la Oficialía Mayor de Desarrollo, de promocionar nuestros programas de salud en las especialidades que tenemos”. “Existen campañas, como ahora estamos con lo de las vacunas, donde los auxiliares y los mismos médicos que están de turno y que en su programa anual tienen van a las comunidades”. “Ellos (auxiliares y médicos) salen afuera a brindar un apoyo, porque tenemos diferentes centros de salud en las comunidades”. “Tenemos, todo lo que es el equipo quirúrgico, tenemos especialistas, anestesiólogos y cirujanos”. Con respecto al servicio psiquiátrico, el administrador indica que “No, no tenemos psiquiatría, lo más cercano al aspecto social, tenemos trabajo social”.
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Fotografía: Realización de FODA con organización de mujeres en Achacachi.
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FotografĂa: Feria dominical en Achacachi, donde se venden diferentes productos de medicina tradicional.
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Salud y enfermedad Respecto a la salud y enfermedad los entrevistados expresan distintas definiciones: “La salud es la vida integral de la persona, es tenerse completamente sano”. “Salud es estar bien, estando bien una persona trabaja, viene al pueblo a comprarse los alimentos para mantenerse bien”. Sobre la salud se señala: “Bueno, se entiende por salud el bienestar en lo físico: cuando puedes realizar diferentes trabajos, cuando se está activo”. Lo que por enfermedad se dice: “Enfermedad es cuando una persona no puede realizar trabajo; se mantiene en estado latente, o sea, está en reposo forzoso”. “La enfermedad es lo contrario de la salud, una persona enferma no puede hacer las cosas bien, no puede trabajar, entonces se siente mal, encogido por no moverse”. “La manera de vivir la realidad de la enfermedad y salud tiene un reflejo de cosmovisión en las pobladores adultos, pero en los jóvenes es el reflejo de los cambios socio-culturales y políticos que vive Achacachi por la cercanía con la sede de gobierno”. Agentes biomédicos Según el administrador del Hospital de Achacachi, Capitán Juan Uriona Suarez, el personal está conformado por 49 personas. Entre los que se encuentran doctores, enfermeras auxiliares, administración, farmacia y personal de servicio. En el mejor de los casos, se trata del gerente, administrador, médicos generales, médicos especialistas, odontólogos, técnicos de laboratorio, bioquímicos y farmacéuticos, radiólogos, enfermeros (as), entre otros. Además se cubre con programas de salud como el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), Programa Mujeres en Edad Fértil (MEF). Con todo, se marcan buenas potencialidades, por las cuales las bondades de los médicos radican en el servicio de salud, bajo el conocimiento experimental bioquímico y farmacológico. Mientras que en cada centro de salud de primer nivel existen menos número de funcionarios y de menor jerarquía. Práctica de parto biomédico El enfermero del hospital se ocupa del parto tradicional bajo conceptos de interculturalidad. Según la entrevista a una mujer que se hizo dar parto con cesárea en el Hospital de Pucarani, relató lo siguiente: “Mi guagüita menorcita ya tiene 14 años, en mi embarazo me ha dado hemorragia, entonces he ido a la posta de Pukarani, de ahí me han mandado a mi seguro. De mi vagina me han puesto (algo) con eso han detenido la hemorragia. En mi seguro me han controlado cada mes, a los nueve meses me han operado. He ido a hacerme ver nomás. Sin preguntar, me han metido (como a una menor de edad) me han carneado (como a una ovejita). Una semana he estado ahí, me he aburrido mucho. ¡Hoy me iré, mañana me iré¡ Así nomás sabía estar diciendo”. “Me han operado, luego me he levantado, el doctor sabe asustarse, yo también se he asustarme. ¿Qué ha pasado, te has levantado? Ambos nos sabemos asustar. Luego me he recuperado, no me dolía nada, pero me han dejado una herida, no siempre ha sanado bien. Ya no puedo manejar cosas pesadas, yo tengo la culpa por manejar cosas pesadas. Así nomás una se queda de la cesárea. Así no más me saben sacar la guagua”. “En la casa es bueno tener siempre la guagua, en el hospital no hay caso de cuidarse. En el hospital te da el frío; además, hay muchas cosas en el hospital (enfermedades). La guagua recién nacida llora, nadie le alza, en la casa los parientes la alzan, la madre y las visitas. A mí no es necesario que me velen (cuiden), tres días velan, el maligno puede entrar dicen. El cordón umbilical amarran a una pierna y la placenta sale rapidito”. b. Medicina tradicional Según el empleo de FODA Las percepciones de los participantes que proporcionaron comentarios, apreciaciones y opiniones sobre la práctica de la medicina tradicional, se recogieron mediante el empleo FODA y se resumieron en el sigue orden: Fortalezas Se tiene mayor información sobre la medicina tradicional, porque la población, tanto en Achacachi como en las comunidades, se encuentra relacionada con medicinas naturales existentes, pues, tienen acceso directo para el tratamiento preventivo y cura de ciertas enfermedades. Se habitúa el uso de plantas medicinales porque, según
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los factores culturales de la población, su aplicación ayuda a una efectiva recuperación de salud, sin necesidad de adicionamientos de otra índole, asimismo, valoriza las costumbres ancestrales. Los curanderos no sólo saben curar enfermedades, sino también saben las verdaderas necesidades del pueblo en materia de salud, puesto que forman parte de la cultura y convivencia comunal, hablan el mismo idioma (aymara) y se mantienen en una relación más próxima con las familias y miembros de la comunidad y del municipio. Oportunidades La medicina tradicional se pone vigente con curanderos, con buena expectación de resultados. La puesta en práctica de la medicina tradicional es compartida entre comunidades de Achacachi y otras, lo que marca una oportunidad de adquirir conocimiento nuevo y diverso que siempre emerge de la comunidad. Una persona recurre a la medicina tradicional cuando sufre de ánimos (ajayu), susto, ataques como la epilepsia, muyu, muyu y algunas enfermedades de las wawas, los cuales sólo pueden ser curados y sanados por yatiris y curanderos. Debilidades La medicina tradicional a veces no resulta eficiente para determinar con precisión la enfermedad y sus causas. A este respecto, algún comunario expresa: “quedó atrás con nuestros abuelos”. Actualmente, la mayor parte de los pobladores de Achacachi, recurren al hospital considerando que algunas enfermedades no son curables para la medicina tradicional. Los curanderos no diagnostican de forma precisa la enfermedad, esta es la razón por la que se recurre a la biomedicina. Los tratamientos no son efectivos con algunas pomadas naturales. La toma de mates no resulta efectivo para la mejoría de la salud, en algunos casos provoca empeoramiento. Algunos yatiris y curanderos venden más caro los medicamentos naturales (pomadas, mates, hojas específicas y demás), habiéndolos adquirido de otras comunidades, pueblos y/o ciudades. Amenazas Los pobladores del lugar mencionan que el uso excesivo de plantas medicinales podría generar inconvenientes en la salud. El exceso y uso indebido de plantas medicinales provocan abortos y adicciones. Para evitar daños y complicaciones, los participantes sugieren que debe haber una guía del curandero para la correcta aplicación o ingesta de plantas. Según la aplicación de entrevistas En la medicina tradicional, la salud y la enfermedad se asumen fenómenos vitales bajo una visión integral y no fragmentada del ser humano, donde los componentes principales que lo conforman son el cuerpo, el espíritu y la mente. Cuando estos elementos están en equilibrio, la persona goza de salud; sin embargo, si alguno de ellos no funciona en su estado normal, el ser humano entra en desequilibrio, es decir, se enferma. Los factores sociales y económicos influyen de forma determinante en este proceso de salud-enfermedad. Los curanderos, al concebir la enfermedad “mental” o “emocional”, como parte de un complejo fenómeno de salud, impiden que este tipo de padecimientos se traten de forma aislada o separada, por lo que se evita que los enfermos sean estigmatizados; entonces, se amplía la gama de posibles tratamientos y se incrementan las esperanzas de curación. Algunos entrevistados hacían referencia a la aparición, funcionamiento y declinación de la institución denominada Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (SOBOMETRA). El portero del Hospital de Achacachi, indicó: “Los soldados del cuartel construyeron un espacio físico cerca el hospital para la atención de la medicina tradicional, pero el proyecto no se llevó acabo”. “Todo se ha quedado en proyecto no más, para eso se necesitan recursos, pero todo se ha quedado ahí. Hemos tenido colaboración del cuartel, pero todo quedo así. Ellos nos han colaborado con la mano de obra y, hasta, hemos tenido que destruir una pared”. Asimismo, nos dio su opinión sobre la medicina tradicional relacionada con Sobometra, y recordó un caso de parto: “Ella ha tenido en el piso, ya hace siete años que practicamos estos partos, aquí está un poquito más equipado, aquí tenemos el aguayito, el colchón en el suelo, también tenemos la cocina para que sus familiares puedan hacer calentar la comida que traen de sus casas, la hacen calentar o algún mate que puedan tener, pero siempre y cuando
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con nosotros coordinando para que no haya una infección, todo es su decisión, aquí les brindamos el ambiente, y duermen como en su casa”. “Cuando estamos embrujados buscamos a los curanderos, cuando no estamos embrujados estamos bien, no pasa nada”. Saxra (maligno y mala energía) y achachila Un poblador de Achacachi, relató sobre el maligno «saxra»: “Un tío me ha contado. Ese maligno (energía negativa) había llegado a una casa dice. Tal vez habrá llegado con alguna persona, qué será! Dijo que nadie sabe. ¿Cómo puede llegar el maligno? Había (el tío) ido a curar. Yendo a curar… más o menos a las siete de la noche, habían arrojado certeramente, a la casa de calamina y a la casa de paja, con piedras. Al escuchar los arrojos habían dicho: parece cierto, vayamos a ver, quién está arrojando? Pero, no había nadie. Señaló que la piedra venía de abajo hacia arriba. ¿De dónde viene? Vas a ver. Te vas a comprar las yerbas para maligno, con esa yerba los días martes y viernes te voy a lavar (limpiar). ¡De dónde vendrá la piedra, ahí voy a poner la mitad y la otra mitad voy a llevar al cerro! Lavando tres veces, el maligno ya no ha vuelto. He lavado al hombre, a la mujer y a las guaguas. Para que no haga enfermar hay que ofrendar al maligno, dicen; dicha ofrenda hay que llevar al lugar donde habitan los malignos, ahí también hay que ir a echar (el agua de yerbas para malignos)”. “Hay que comprar de las chifleras…, hay la medicina para los malignos, hay yerbas para los malignos, esa mesa negra tienen hojitas negras, también está el k’ili”. La persona que ve al saxra, “puede volverse loco, dice. No se puede saber de qué está enfermo, así nomás puede entrar a la cama, así no más le encuentra la muerte. Así se había enfermado una mujer, ya no se había levantado de la cama, ya no comía, tampoco ya salía de la casa, dice. Curada con la medicina de los malignos se ha recuperado, dice. Tampoco nadie ha arrojado con piedra de la calamina dicen. Así no más había pasado en mi pueblo”. Con relación al achachila como maligno “Hay lugares por los que no hay que ir porque tiene maligno, pues, éste aparece en algún horario (en la noche desde las siete). Quién ve al maligno estando sólo, se vuelve loco o loca, porque se asusta”. “Si la persona resulta enloquecida, eso hay que hacer ver con un ch’amakani. Hay personas especialistas, ellos dicen como curar eso, hay que pagar a los parajes donde uno se asusta. Hay que ofrendarlo con ritual que hace el maestro ch’amakani, él tiene que ofrendar. A mí me ha pasado. Se ha enfermado mi esposa. Por Villa San Antonio, el cementerio judío, está detrás del Hospital Obrero, por ese camino sale el río a Pampajasi, ese camino va hasta Villa de la Cruz, ese camino tiene maligno, había sido un camino de los achachila. Yo iba borracho (a mi casa) y mi esposa salía a verme de rato en rato. Ahí había estado parado el achachila, ella la había mirado y aquél se lo quería comer, o sea quería su alma. Ahí vivíamos en la casa de mi cuñado. Esa casa lo han vendido, habían comprado con mi suegra a mitades, pero el cuñado nomas ha recibo la plata de la casa vendida”. “A mi esposa enferma han curado los yatiris de Sorata y Tacacoma. Mi señora me decía: ¡He venido a mirarte y tú no aparecías¡ De pronto se ha enfermado. Yo también soy maestro ch’amakani, pero no me meto mucho con esos curanderos. Mi esposa se ha recuperado por poco tiempo, igualito se enfermaba, ha estado así como dos años. Ha salido de eso, otra vez se ha enfermado, el Tiyu la había agarrado. Sus síntomas, mi señora decía: se me oscurece y mi cuerpo se adormece como si estuviera borracha, luego se tiraba a la cama”. “Entonces, yo mismo he sanado a mi esposa con copal e incienso, se mejoró un poco. La hice curar con otros maestros, en ese proceso de sanar, mi esposa me hizo maestro porque recibí ese don de realizar esas sanaciones. Fui a pedir permiso a Pachjiri con otro maestro que aún vive, él me ha ayudado. He invocado al achachila del lugar donde se ha asustado mi esposa; el achachila no quería soltarla porque había invadido su camino y en su hora”. “Yo he recibido la orden de los achachilas. Estos achachila me decían: tú estás para servirnos. Por eso hasta hoy no debo fallar. Además, una achachila me ha dicho: cuando tú me prometes algo y no cumples, sólo me haces enojar. Por eso cuando hago algo tiene que ser seguro, cuando hago la ch’alla, yo ya sé y tiene que ser en un día y en un lugar determinado la ofrenda”. “Fuimos a Pachjiri con otro maestro, él dijo que le iba a dar un término al achachila que asustó a mi señora y la sane. El Achachila del lugar dijo que no quería que se sane, porque él no la había buscado, sino que ella solita nomás aparecía por su camino, su paraje en esa hora había caminado y lo había mirado, por eso se la iba a comer”. “Entonces invocando a los achachilas como Illimani, Pachjiri y otros, posibilitaron persuadir con firmeza que la soltara, de esa forma soltó su ajayu y se sanó mi esposa. Ella había sentido como se boca de perro la chupara, así salía el dolor de su cuerpo y hasta hoy en día no se ha vuelto a enfermar”.
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Agentes médico tradicionales y espacios de prácticas En el municipio de Achacachi, existen muchos agentes tradicionales, entre ellos están el yatiri, el curandero, el ch’amakani, el naturista, parteras, hueseros y otros. Los tres primeros, guardan un oficio con carácter litúrgico de operar por el bien de la salud humana con ritos en función de todo tipo de ajayus. La sabiduría en cada caso de los agentes es heredable, o bien, se aprenden por tradición familiar, enseñándose de padre a hijo o de abuelo a nieto. Yatiri es una palabra aymara que significa: “maestro, guía, chamán, brujo, sanador, gurú, sabio…” Así se les llamaba a los jefes de las comunidades aymaras desde hace miles de años. El mundo aymara está poblado por espíritus (ajayus). Según ello, los yatiris y ch’amakanis son especialistas en relacionarse no sólo con espíritus de los seres naturales, sino también con espíritus de los seres humanos, porque se considera que de los ajayus dependen la salud y la vida de los seres humanos. De acuerdo al estudio, la mayor parte de los ajayus vienen del rayo, de la tierra, de los lagos, los ríos o las montañas; también se conciben como los ajayus de los ancestros: los achachilas (abuelos) o awichas, o a veces awilitas (abuelas). Existen lugares sagrados (wak’as) en el paisaje andino aymara de La Paz, donde los espíritus se concentran y se les puede invocar y buscar la protección con prácticas rituales y ofrecimientos de hojas de coca, alcohol, incienso, cigarrillos, sullus u ofrecimientos más complejos. Puesto que los ajayus en cualquier lugar poseen energías especiales, por ejemplo, son los que “serenan los instrumentos musicales” y los unen espiritualmente con su ejecutante. En la labor de sanación, el yatiri trabaja con la parte espiritual de los vegetales y animales, del agua y la tierra. Las plantas pueden ser utilizadas en su estado natural como también en infusiones. A veces se trabaja sólo con sus espíritus, sin arrancarlas, en el mismo lugar donde éstas crecen. Una de las curas más habituales que practica el yatiri es la limpia, es decir, el alejamiento de la mala suerte o las malas energías que pueden merodear a ciertas personas. Esto significa que los yatiris son intermediarios entre los espíritus y las energías del universo. También tienen el oficio de liberar el “mal de ojo” de las wawas (los más pequeños), o cuando los espíritus de aquellas resultan atrapados por la tierra, el aire y el agua; en cualquier caso, debido a algún susto o sobresalto muy fuerte, por el que sus espíritus indefensos se pierden. Cuando la wawa está enferma por la ausencia del espíritu, pierde la alegría y/o la emotividad; ante esta situación, el yatiri debe dirigirse al sitio donde fue atrapado, luego deberá transar con el espíritu del lugar, esto es, llamando al ajayu perdido para que vuelva a encontrarse con su cuerpo. Según entrevistas realizadas en la localidad de Achacachi, se menciona: “Los yatiris señalan que: cuando cae un trueno a una persona, ésta no muere, sino que desmaya una media hora, luego muere y resucita. En vida resulta ya adivino, pesca a través de coca digamos algunas cosas que ya sabe el yatiri, ve cosas extrañas y, digamos, puede curar ciertas enfermedades no curables por cualquier médico”. El yatiri se relaciona con todo tipo de ajayus, de ahí que se caracteriza como sabio en predecir el futuro de la vida de una persona, familia o pueblo; mucho más cuando saben leer la suerte mediante la coca y cartas. Analiza las causas de la enfermedad, aconseja y aplica medicamentos para prevenir y curar enfermedades; destruye la maldición y libera al enfermo de la maldición que lo encadena. Su campo de acción práctica es el lugar de las familias, lugares sagrados. El curandero/a es la persona que ejerce prácticas curativas a base de medicamentos naturales de origen vegetal, animal, mineral y fuerza sugestiva. Tiene carácter terapeuta para sanar enfermedades en general curables. Su espacio de acción es su propia consultoría, hogar familiar del paciente y lugares sagrados en las comunidades. En las maneras de restablecer la salud, las mujeres en Achacachi atienden a sus pacientes en sus propios domicilios, son curanderas, parteras, lectoras en cartas, coca, entre otras. Hay predominancia femenina en el rol de la salud y enfermedad. El ch’amakani es un médico espiritual que entiende sobre fuerzas de la naturaleza, sobre todo, en términos de malignos como achachilas y saxras. Su espacio de accionar, tanto para atar y desquitar las ataduras entre espíritus humanos y espíritus sobrenaturales, mayormente son las serranías que tienen influjo positivo y
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negativo. En ciertos casos, el ch’amakani ejerce prácticas mágicas y supersticiosas, es decir, la brujería. Una entrevistada relató lo siguiente: “A mi brujería nomas me han hecho de mi papá su esposa. Porque mi papá se ha casado con otra señora; porque él se ha separado de mi mamá y nos ha dejado. A mí, cuando era chiquitita con mis tres años me ha dejado. Mi tío ha ido a preguntar al ch’amakani por qué me he enfermado, tres mujeres me ha dicho. Habían sido de mi papá su mamá, su hermana y su esposa; ellas toditas juntas me hicieron esa maldad. Al hospital nomás me han llevado. No me he caído, no me he hecho nada, sólo calentura nomás, era eso. Aparte una bolita me ha parecido en este lado, eso ha crecido y me han operado. También he ido donde el yatiri para hacer misa blanca luego así quitar el maleficio…” El naturista es un médico que atiende la salud humana con recetas de nutrición, cura las enfermedades con empleo de la medicina natural en general. Ejerce su función en domicilios de familias comunitarias y vecinales; también hace preparativos de remedios medicinales en el laboratorio artesanal convenientemente instalado. Práctica de parto tradicional Algunas pacientes del hospital mencionaron: “Yo bien nomás he dado a luz en mi casa. Mi marido es profesor, él siempre ha trabajado en lejos, entonces yo solita nomás siempre he dado a luz. A mi primera wawita ha hecho nacer mi mamá. He dado a luz como hoy día, como mañana ya me ha lavado, igualito nomás en mi casa ya sé estar caminando, no sé cuidarme. En mis últimas wawas de igual manera no me he cuidado”. “Como partera me doy cuenta del sexo del bebé; cuando es varón es bolita cuando es mujer es planito nomás”. c. Percepción religiosa en salud Desde una concepción andina, los cerros y montañas del paisaje del departamento de La Paz, son entes primordiales del universo religioso, donde se cree que habitan los espíritus (ajayus) a los que se ofician o se rinden actos rituales para garantizar la salud de la comunidad y, al mismo tiempo, prevenir enfermedades. Mientras que en la concepción evangélica cristiana, la práctica religiosa se expresa ante Dios y en función de la vida humana que requiere existencia sana. En términos de la medicina religiosa, en Achacachi parece tener más expresión la práctica cristiana de proteger la salud, sanar enfermedades mediante la fe y oraciones constantes. Según el empleo del FODA Se recogieron las percepciones acerca de la práctica médica religiosa mediante el empleo del instrumento de la matriz FODA, según la cual tenemos ideas y opiniones sintetizadas en este orden: Fortalezas En cuanto a factores de credo y religión, los pobladores consideran que es importante la espiritualidad ante la manifestación de la enfermedad y su posibilidad de curación. Para el efecto, se requiere solamente fe, pues, por medio de ésta se podría superar el problema de salud, sin necesidad de algún costo. Esta práctica es accesible para todos, sin discriminación. Oportunidades La ayuda espiritual y la fe es parte de la religión. El ejercicio de la fe tiene la colaboración de distintos países, ya que de este modo se trata de beneficiar a la salud de los comunarios. Debilidades En relación a las debilidades de la medicina religiosa, su importancia es mínima, porque son pocos los pobladores de Achacachi que recurren a la práctica de la fe religiosa. Un comunario mencionó que generalmente “la iglesia solo habla de Dios y Satanás”. Se interrumpe el cumplimiento de las reglas religiosas y divinas. Las normas establecidas en un principio, corren el riesgo de no ser cumplidas. Dentro de la población, algunos cristianos no aceptan a las personas que consumen bebidas alcohólicas; esto es reconocido por los mismos comunarios. Amenazas Los participantes en el municipio hicieron conocer que una de las problemáticas en cuanto a la medicina religiosa es que algunos lugareños acuden a la fe de forma negativa, porque proceden para maldecir a otras personas. Como consecuencia de ello, se generan grupos satánicos, que recurren a rituales para fines negativos. Se murmuran que algunos están sujetos a pruebas muy radicales, suponiendo que es para comprobar el grado de fe. Según algunos participantes, las prácticas o rituales pueden atentar contra la integridad de la persona.
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Según entrevistas Existen varias iglesias como la católica, evangélica, mormones y cristianas, en las que las personas adultas asisten con mayor frecuencia al culto, en espera de aprender buenas enseñanzas y orar por el bien y la salvación. En sus rituales combinan el aymara y castellano. En aquellas iglesias se trasmite el mensaje con relación a la salud: “Dios los protegerá de las enfermedades y el incumplimiento de las reglas y normas produce castigos con la enfermedad”. Al referirse a la parte espiritual que sana la enfermedad y por lo que muchos acuden a las iglesias, los entrevistados indican: “Bueno sí he visto, ellos se basan en la espiritualidad. Ellos sanan con eso, con las palabras y la fe, eso es lo que se ve; son libres de hacerlo, porque si hay personas que creen que pueden ser sanados por esa vía, entonces no somos quienes para coartarlos y sacar perjuicios”. “Como soy evangelista, comienzo desde que yo me he graduado del instituto bíblico de Achacachi. Durante cuatro años he estudiado la biblia, desde génesis hasta el apocalipsis. Todo he terminado. Yo he ido a Chacapa de la provincia Larecaja, cuando yo era joven de edad; una noche y dos noches caminaba, ese rato yo caminaba dos días a pie nomás, predicando. Hay una Iglesia. Somos seis iglesias, aquí tengo que mantener, predicar, instar y reprender a alguien que ha hecho mal. He ido un año después tengo que volver y hacer renunciar al Pastor, o pedir su cambio. Uno se va otro año. ¿Tú crees en las mesas? Yo ya no, todo he olvidado al señor altísimo. Solamente a Dios”. “Mi esposa se ha muerto, viudo soy, triste es, no sé cómo será lo que dicen los cristianos: que se ha ido al cielo, solamente el Dios nomás sabe, nosotros no sabemos”. “Según la religión evangélica, van al infierno los que no creen en Dios. Tenemos alma, cuerpo y espíritu, cuando estos se separan, entonces el espíritu vuelve a Dios y la carne vuelve a la tierra. El alma no sé dónde estará”. “Bueno mi religión es muy diferente, religión andina cósmica. Andina porque, nosotros venimos analizando biencito, solamente que la religión cósmica es propia y viene desde la antigüedad. Los abuelos antiguamente ch’allaban a la pachamama, al sol y a la luna, según ello les iba bien. Ahora, cuando han venido aquí con los curas, nos han sometido todo a su religión. Haber imagínate un hombre cochino ha traído a ese Francisco Pizarro”. Una entrevista al vendedor de chiflería, nos informó que era la única tienda, ya que los productos para mesas se compraban de las casas de las curanderas, es decir, no a la vista del público. “Una ofrenda para la salud se hace haciendo una misa a la Virgen o a Santiago”. “Para tener dinero se preparan variadas mesas; pero, la mesa que se prepara aparte es diferente, por ejemplo, esta es la calavera y chancho, son para la chullpa, porque más antes vivía el chullpa”. “El maestro pone nombre para cada uno, no es así nomás, se le habla, por ejemplo, al Illampu y se le dice «Vos que tienes oro y plata», entonces el curandero va a preparar para Santiago que bendecirá, luego el curandero pone nombres uno por uno”. Representación social expresada con ritos y ofrendas Se considera que el guardián de Achacachi es el cerro protector llamado Surucachi, donde se encuentra el calvario donde se realizan ceremonias de toda naturaleza. En este lugar se hacen ofrendas para recuperar la salud, asimismo, una yuxtaposición de las creencias tradicionales con la religión católica. Hay una pequeña iglesia católica y una serie de piedras a lo largo del camino de subida al calvario, con inscripciones de salmos de la biblia. Cerca de aquellas piedras los agentes tradicionales efectúan ofrendas a sus dioses para restablecer la salud. Inclusive, al frente de la iglesia existe una piedra grande, donde se observa que se han sacrificado animales. Los días martes y viernes corresponden a los ritos negativos o ritos negros; mientras que los días lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo se realizan los ritos positivos y de augurio para una buena salud. Los personajes, como los yatiris, se encuentran en el mismo cerro para pagar por el costo de la ofrenda. Con respecto a las ofrendas ofrecidas, mencionan los entrevistados: “Solo en agosto le damos ofrendas a la Pachamama para que nuestros sembradíos no se enfermen y puedan dar buenos frutos y buenas cosechas”.
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El cerro Pajchiri es otro cerro protector, sobre todo de los gemelos, donde hay dos huacas a las que se brinda ofrendas, de la misma manera que al cerro Surucachi, en el que concurre mayor participación de personas de otros pueblos. En una entrevista se hizo notar que se trata de dos cerros, que al parecer están partidos por el impacto de un rayo. Esto quiere decir que inicialmente se trataba de un solo cerro. Ahora, los cerros gemelos de Pajchiri tienen poderes de sanación para todo tipo de enfermedades. Allí hay una gran influencia de las almas de los gemelos muertos, los que pueden descansar sólo con la muerte del otro gemelo, por lo que se debe hacer una serie de ritos de protección a las enfermedades del gemelo vivo. Por la concurrencia de la gente, se encuentran varios personajes de la medicina tradicional, quienes realizan sus actividades en el cerro Pajchiri, donde corresponde sanar y recordar a los gemelos. Al respecto, los entrevistados indicaron: “Ella había nacido mujer y varoncito; se dice que el varoncito se habría muerto, y de ahí se enfermaría la par mujercita Ispa. Estaba creyendo ella con yatiri, se habría hecho curar, pero nada, hay que pagar cada año, no sé con qué pagaría, pagar al fantasma de su hermano, no sé qué cosa será su pago, ese ispa hay que pagar en el cerro Pajchiri y un ispa”. “Enfermedad Espiritual es Ispa, no sé qué significará. Se dice ispa cuando nace la wawa de dos gemelitos, eso es ispa”. “Yo tengo dos hijos. Mi papá que vivía aquí me dijo: que llevara a Pajchiri a mis mellicitos. Entonces fuimos con mi esposo, con una caja de cerveza cargada, yo y mis hijitos. En Pajchiri había dos piedras grandes bien sebosas. La gente que iba le ponía velas. Las piedras tenían la forma de lagarto y la otra en forma de sapo y de pronto granizaba. Yo pregunté al yatiri ¿por qué ha granizado? Él me responde diciendo: tú no has venido con fe y tu marido ha venido con fe. A ti no te va ir bien, me dijo el yatiri. Después de que pasaron años, mi vida no cambió, pero, tampoco empeoró. Yo siempre digo a dios: papá dios! no me hagas faltar nada; pero él no me va arrojar dinero del cielo, nos es verdad. Yo tengo que trabajar. Esa vez, cuando fuimos a Pajchiri, veía que allí van todos porque hasta papeles de juicios se veían, es pedir una bendición para que le vaya bien y más si uno tiene mellizos tiene la obligación de ir para que le vaya bien; y si no va al lugar, le va ir peor no”. Vida y muerte Los entrevistados en Achacachi se sorprendieron por las preguntas sobre el significado de la vida y la muerte. Cabe resaltar, las respuestas sobre la muerte como el destino final, estar aquí y allá; mientras que la vida, es movimiento, trabajo, calor, energía, nutrición y coraje; esta última característica es la imagen socio-cultural de los pobladores. Los jóvenes no hacen una relación en cuanto a los orígenes de la cosmovisión para interpretar el significado de la vida y de la muerte. Viven en el presente y miran al futuro, sin tomar en cuenta el significado de las tradiciones ancestrales. Para ellos, lo más importante de lo tradicional es el baile. Sin embargo, los pobladores adultos tienen un concepto sobre la vida y la muerte de manera integral, porque reflejan su cosmovisión donde la vida y la muerte es un continuo, sin separación en lo superior e inferior, es decir, del más allá las almas vuelven con su significado de animismo y es parte de la vida cotidiana de los pobladores. De acuerdo a las entrevistas efectuadas sobre la vida y de la muerte humana, se presentan las siguientes versiones: “De la vida y de la muerte hay una confianza, los abuelos antiguamente habían sabido curarse con los medicamentos antiguos, ellos ya sabían para que sirve esta yerba, esa vez habíamos tenido muchas bilis”. “Vida tenemos todos nosotros los que vivimos, porque Dios nos da vida”. “La muerte es cuando dejamos de vivir, la muerte nos quita todo y si eso pasa no podemos hacer nada más”. “Vida es cuando una persona goza del bienestar total de la vida es cuando una persona se mantiene activo y puede trabajar”. “La muerte es la cesación de la vida, es cuando una persona ya no existe; ya no existe una persona”. “Algo que tiene sentido es algo que está vivo, algo que tiene un ciclo; desde que uno nace tiene vida y de pronto muerte, es parte de un ciclo”.
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“Por vida digamos vivimos; significa vivir sanos, como vivir de un ser humano, digamos, cuantos años vive”. A qué se debe vivir más años? “Bueno, porque no conocían refrescos y otros, lo que ahora nos han mostrado. Antiguamente comían quinua cañagua, tauri, cereales. Nuestro cuerpo necesita todo tipo de alimentos. Imagínate, los abuelos antes vivían 120 años; pero, ahora apenas se vive de 50 hasta los 76 años, imagínate tan rápido se acaba”. Se entiende que la vida tiene fin y comienzo, se trata de un ciclo. “El fin de ese ciclo es el mismo”. A veces hay creencias para decir: “Uno muere cuando tiene su destino”. d. Ejercicio de automedicación Respecto a la automedicación con empleo de hierbas y plantas medicinales, los entrevistados manifiestan en referencia a la prevención y cura de enfermedades, lo siguiente: “El sol tiene también enfermedad, es solamente tos, como si fuera calentura. Si vas a tomar agua o helado, entonces el cuerpo en normal funcionamiento se destempla. A esto es lo que le llaman resfrío. No te vas a solear, porque te puedes enfermar, así saben decir siempre”. “Por eso, no te das cuenta, como un resfrío, el cuerpo se calienta y luego se enfría, eso no más había sido la enfermedad de la tos”. “Para este resfrío es bueno el mate de eucalipto y el pino normal. Ahora hay otra clase de pino, antes tenía tallo negro y raíces negras, es medio negro, también hay un pino blanco eso había sido extranjero. El que crece aquí es bueno”. “El (pino) que es nuestro siempre hay que hacer quemar; una vez quemado, hay que meter al agua hervida, hacer reposar cinco minutos, después se saca escurriendo agua de infusión. A esta agua se tiene que colocar miel como dos cucharillas, también hay que agregar jugo de medio limón, luego se toma. Eso te tomas calientito para dormir, después ya en la cama empiezas a traspirar, eso te va ir equilibrando (el cuerpo). Al día siguiente haces los mismo, y así ya estás bien en los días sub-siguientes”. Los agentes peruanos que comercializan con medicamentos naturales, con relación a la automedicación, refieren: “Esto es para la matriz, por las mañanas y las noches hay que sentarse en el vapor. Eso es medicina natural, hoja de boldo, chanca piedra. Todo completo hay que poner en un litro de agua hervida. Para quitar la borrachera, no he traído tía. Estas medicinas naturales son para todo, es para el ajayu, para el rayo, para reumatismo, para tener dinero, para vender, para maligno, para ataque, para los que enloquecen, para maldición”. “Llévate los medicamentos caserita. Hay para riñones, hígado, próstata. Aquí está hoja de bolo, hoja blanca, chanka piedra, raíz de la china, todo completo (una bolsita con todas las yerbas secas mencionadas). En una jarra con medicina natural, hechas con agua hirviendo, luego lo pasas por la coladora y tomas”. Un paciente recuperado dio su testimonio ante el vendedor de medicamentos naturales: “Voy a volver. Estaba mal de los ojos. He debido terminar como 25 botellitas, eso siempre me ha hecho mejorar. Vas a cerrar bien los ojos, me ha dicho. Ahora estoy mal del cuerpo. Me han dicho que estoy embrujada, para eso hay también medicinas. Voy a volver y luego te voy a comprar”. A su retorno se diría que: “Entonces hubieras enceguecido, con esto te vas a lavar, vas a cerrar bien los ojos”. “Eso te cura. Aquel otro es para el rayo, maldición, también he comprado. La persona que me ha hecho embrujar él nomás se ha enfermado”. “Esto también es para maldición, la maldición no falta, a causa de ello queremos irnos, morirnos. La maldición también cae a nuestros animalitos que más queremos, a nuestro querido hijo, hay de todo. ¿Cómo hay que curarse? Hay que orar para los que nos maldicen y con esto hay que friccionarse los días martes y viernes, frotarse de las manos u orar. En nombre de Jesús te sanarás”. “Esto también es para rayo, aire, mal de corazón, dolor de cabeza. Cuando es afectado por el rayo, los pies arden, da asma, salen unos granitos en la piel y escuece mucho. Da mucha fiebre. De aire se hincha la cara, los oídos están parados y se lagrimea. En cuanto a la enfermedad de aire, se manifiesta de muchas formas. Así es la enfermedad, llévate esto”. “Un remedio bien preparado es suficiente, tiene que dar resultados. Si no da resultado hay que probar con otros
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(medicamentos), considerando que el preparado no debe ser para tal enfermedad. Cuando llega el rayo a uno, le da todo malestar, ¿no ve? La maldición viene de la gente y para eso también hay medicina”. “También en mi casa cuando tengo dolor de estómago, hinchazón, me curo con plantas medicinales antes que ir a la farmacia, con mate de coca lo calmo; pero, si me sigue molestando, en este caso, recién voy donde el doctor”. Estos conocimientos y tratamientos propios de prevención y cura de toda enfermedad, generalmente son realizados por las mujeres, de una manera no pública, ya que sus prácticas de saneamiento la ejercen dentro de sus hogares. Para el efecto, suelen adquirir medicamentos de toda clase en la feria de Achacachi, donde se exponen puestos de chiflería, herbolaria y productos de auto-curación traídos por peruanos aparentemente naturistas. e. Prácticas en salud y enfermedad mental Desde el conocimiento biomédico local, se ejerce una importante influencia en la manera que se percibe y expresa la enfermedad mental, en cómo se entiende ésta y en las respuestas que suscita. Así, termina moldeando la enfermedad misma, sistematizando los síntomas, las interpretaciones y la forma como se procura asistencia, siguiendo patrones de comportamiento que difieren según las características de los pobladores y de las comunidades. Los curanderos no se enfrentan directamente con la ansiedad, depresión o manía, sino con las creencias culturales que las recubren. La queja que presentan los pacientes trata sobre los nervios, la pérdida del alma, el susto o el embrujo; los que, a diferencia del primero, son incomprensibles para la ciencia médica y, por tanto, sin posibilidad de responderlas. En materia de salud mental y enfermedad, se realizaron más entrevistas a los comunarios y pobladores de Achacachi, ya que ellos tienen conocimiento y experiencias del tratamiento respecto al bienestar y malestar de la mente de las personas. Si se trata de la enfermedad mental, la que no siempre se identifica con la “locura”, se busca su cura mediante una sopa de cabeza de perro de color rojo o negro. Al respecto, los pobladores mencionan que es preferible un cachorro. En el momento de que el paciente tiene que tomar la sopa, los familiares participan junto a él. Respecto a los problemas espirituales de los pobladores de Achacachi, los (as) curanderos (as) trabajan con las enfermedades relacionadas con el alma. La idea de alma o espíritu proviene de las antiguas creencias mesoamericanas y se define como la fuerza vital de la naturaleza, la energía dinámica, vivificante e indestructible de todos los seres humanos, animales y plantas. Según la deducción de las entrevistas, se dice que el género humano posee el alma o espíritu, innato, por el que expresa su carácter psicológico y social. Con relación a la locura o enfermo mental, los pobladores explican que se trata de un loquito y loquero, el cual requiere una atención especial: “Sí, aquellas personas que tienen problemas de convulsiones y epilepsia, a ellos se les conoce por anormales y se los llama loquitos”. Cuando se trata de atender con fines curativos, “algunos llevan al hospital y otros con el curandero no más”. En muchos casos, el problema de locura mental no es determinable con exactitud, razón por la que los comunarios y pobladores no pueden explicar con claridad: “Ni idea, pero creo que los mismos afectados con locura hacen conocer sobre el tipo de enfermedad, eso porque se les entro el diablo o algo así, es para sacarles”. El examen y el tratamiento se efectúan en el domicilio del afectado: “En su hogar nomás. No los sacan Porque pueden tener algún problema”. ¿Qué es la locura? “La locura es un mal de cabeza, por ejemplo, un jovencito había visto a una mujer desnuda en el río y eso le puso mal de la cabeza; esta locura se la puede sanar comiendo sopa de perro rojo, especialmente el cerebro de este perro, y se sana”. “La locura es el desequilibrio emocional. Este problema puede producirse cuando una persona vive sola y aislada,
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también cuando una persona estudia demasiado o por ver cosas endemoniadas a altas horas de la noche”. “Bueno, una vez me contaron que un joven se enfermó de la cabeza porque había estudiado demasiado de día y de noche, eso lo hizo mal a la cabeza”. Cuando se entrevistó a un comunario, éste relató: “Yo soy de Chahuira pampa, una comunidad cercana aquí (Achacachi). En Chahuira he visto a quien está mal de la cabeza, al que llaman loquita. Si la gente sabe que hay loco, se la conoce por loco nomás; pues, no le curan, ni le dan tratamiento. Aquella persona loca es solo nomás, porque no tiene familiares. Parece que sólo los martes y viernes se loquea, busca mujeres, tiene sobrinos que son hermanos o cristianos; pero ella no tiene hijos, es solterona nomás. Sus familiares no se acuerdan de ella”. Varios comunarios arguyen sobre el problema de locura: “Cuando uno estudia mucho, de tanto pensar se vuelve loco, en el campo hay eso. En la noche camina quien ha muerto, perro rojo aparece, por la noche se aparece. A mí se me ha presentado; pues, una noche el perro me ha ladrado, luego yo me he enfermado; me dolía la cabeza y ya no tenía fuerzas ni ganas. Con curandero nomás me he hecho curar. El curandero me ha hecho curar con curandero. El perro que me atacó debe de ser saxra, diablo dicen, contra eso me han curado. Quien está enfermo como loco, lo hacen cambio con perro, conejo. Mi papá estaba enfermo y como muerto; para curar lo han agarrado a un perro rojo, lo han carneado, le han amarrado al espaldar; después, como jackonta hemos cocinado y a mi papá le hemos servido para curarle. Mi papá hablaba por su cuenta. Pero, cuando yo me he enfermado, mi padre sabía quién iba a llegar, y nos decía que cuidemos de que el perro rojo no le ladre, él sabe”. “Con perro se cura a los loquitos. Tiene que ser perro wawita sin abrir el ojo. Hay que sacar la sangre del perrito y poner copal para curar a los loquitos. La sangre del perrito es negro, eso es mal espíritu, por eso se vuelven loquitos, cuando están solitos a los jovencitos les pesca el maligno. Si la familia lo lleva al médico, éste no sabe nada de locos, entonces es preferible acudir al médico tradicional, el que sabe curar con el perrito. Eso se cura estando en su casa, amarradito en su cuarto, eso solo se cura con animal”. “Hay personas a quienes les sale el tumor en la cabeza, igual pueden enfermarse de la cabeza. Si son loquitas, me imagino que debe ser pus. Por algo me han dicho hasta de amor se vuelve loco un joven. Me imagino que no han sido correspondidos con claridad, o como será otros. Yo conocía a un loquito en La Paz, siempre lo veía cargado de una maleta grande, a quien le decían porque él era estudiante. Tanto estudiar se habría vuelto loco”. “La locura surge de distintas fuentes de problemas, puede ser por cuestión de amor, por estudiar mucho. Hay distintas formas por estudiar; si uno estudia aislado y no tiene amigos. Digamos al día siguiente tiene examen y le duele la cabeza, un mareo, se vuelve loco y actúa raro”. “Tocado se dice al loco, endemoniado es pues”. Causas y consecuencias de las enfermedades En el municipio de Achacachi se encuentra vigente la sabiduría cultural, las estructuras familiares, los sistemas populares de atención a la salud y los servicios biomédicos. Efectivamente, cada estrato social genera diversas respuestas y estrategias para contrarrestar y prevenir las enfermedades. Se recurre a múltiples tradiciones en el arte de sanar, no solo para atender las enfermedades mentales y los problemas psicosociales, sino también para analizar y buscar sus causas y organizar respuestas personales y comunitarias. De acuerdo a la investigación realizada en base a entrevistas a los pobladores, la mayoría de las enfermedades son del aparato respiratorio, también por contagios y frustraciones, debido al clima frio de Achacachi. Sin embargo, muchas prácticas que realizan los (as) curanderos (as) están comprendidas por una realidad simbólica, en la que se producen estilos de vida propios, formas específicas de relación social y conceptos culturales sobre el cuerpo humano y la enfermedad. Gran parte de la eficacia y valor de estas prácticas descansa en el hecho de que están profundamente enraizadas en una tradición cultural. Siguiendo la categorización propuesta en los párrafos anteriores y a partir de la información recabada a través de las entrevistas sobre las posibles causas o padecimientos de tipo emocional, agrupamos las enfermedades relatadas por los curanderos en cuatro grandes grupos. Estos agrupamientos no son excluyentes, sino más bien complementarios: enfermedades de los nervios que son causadas por razones de obstrucciones y escasa actividad corporal en ambientes cerrados y otros; problemas emocionales, sentimentales o morales, que son enfermedades de causa psicológica; problemas espirituales causadas por elementos místicos; y enfermedades provocadas por operaciones mágicas y supersticiosas.
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Fotografía: Investigadora del Proyecto “Imaginarios en Salud” en entrevista en el mercado de Achacachi.
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FotografĂa: Venta de plantas medicinas tradicionales en la feria de Achacachi.
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Se puede resaltar que una de las entrevistas realizadas fue a la encargada de la funeraria en Achacachi, la que nos dio índices sobre estos problemas emocionales que los jóvenes padecen. Nos refirió que una de las causas que se presentan con mayor frecuencia de muerte es el suicidio por desilusiones amorosas y fracasos escolares. Otro motivo de problemas emocionales es el embarazo no deseado de las mujeres y para abortar utilizan la planta o producto khari khari, lo que produce hemorragia. Cuando es usado con exceso, aquel producto provoca mucha hemorragia, hasta ocasionar la muerte inesperada. Aquella planta se la vende en gran cantidad y sin control en la feria, lo cual es un índice de su uso. En la medicina tradicional existe una clasificación de enfermedades de causa psicológica, éstas son producidas cuando la persona experimenta una emoción intensa; en los medios urbanos generalmente estas emociones son causadas por problemas maritales o situaciones de trabajo, también se pueden presentar por quebrantar las normas impuestas por la comunidad o sociedad. Respecto a las otras enfermedades, las respuestas a las entrevistas refieren que hay mucha sífilis, debido a la inmigración de los pobladores de Achacachi; sobre todo, por parte de los comerciantes quienes transportan dicha enfermedad. Las enfermedades más frecuentes que llegan al hospital son de obstrucción intestinal, pero como muchos pacientes no quieren la intervención quirúrgica por miedo de operarse, a consecuencia de esto existe un porcentaje de mortalidad. En otros casos, cuando algunas parejas o familias matrimoniadas sufren la separación a causa de muchas influencias, especialmente por el factor económico, las consecuencias recaen en el detrimento de los hijos, pues éstos sufren hasta contraer neurosis histéricas, siendo llevados al hospital a consecuencia de éstas. A parte de todo lo descrito, la causa del malestar de la salud radica en lugares sagrados (wak’as), por los que si alguien pasa sin darse cuenta, o bien, por falta de conocimiento, es atrapado su ajayu. También cuando los espíritus de los sitios sagrados salen para entrar en movimiento en ciertas horas, luego alguna persona inocentemente atraviesa por el camino donde se mueven otros espíritus, entonces el susto llega a un grado alto. Como efecto de este proceso, la persona resulta perturbada y posiblemente pueda acabar loca. “Hay lugares por los que no hay que ir porque tiene maligno. Ya que en su hora aparece, quién lo ve, se vuelve loco o loca, porque se asusta”. El problema de salud provocada por algún maligno (saxra o diablo, achachila) es la loquería. Este problema sólo puede ser curado por un curandero, un ch’amakani o también por los comunarios. Algunos medicamentos naturales empleados en la cura de enfermedades mentales Acerca de los medicamentos naturales, tanto de origen vegetal, animal y mineral, se versan de varios tipos. Se mencionan algunos de ellos conforme a las respuestas dadas a las preguntas de los comunarios en el municipio. Para curar la enfermedad mental conocida como loquería, el remedio que se usa es el caldo de perro: “Ah… bueno eso ya antiguamente habían sabido curar a los locos, hacer reparar una buena comida, pero de los perritos chiquititos. Dicen Rojito es el perro. Su cabeza se corta, le matan y la hacen cocer bien en una olla; preparan su cabecita y le hacen tomar su sopita y listo. Varias veces he visto curar con eso, pero otros, los médicos, no entienden”. “Una de las plantas vendidas con mayor frecuencia es el karikari, es usado cuando el niño, a una cierta edad, no logra hablar. Karikari es un fruto que produce hemorragia en el paladar; en la lengua produce la estimulación para que el niño hable. El nombre de karikari, etimológicamente proviene de karisiri que significa saca sangre o saca grasa”. Se pudo observar en la feria de Achacachi la venta de productos de medicina tradicional: hierbas, grasa de llama para la preparación de ungüentos, venta de productos tradicionales elaborados en Perú para la automedicación, preparados de jarabes de productos naturales, productos medicinales preparados por agentes femeninos, quienes se ocupan de las enfermedades causadas por el frio de Achacachi.
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La venta pública de productos de chiflería solamente puede ser realizada por las mujeres que no son del mismo pueblo, porque las del pueblo venden éstas mercancías dentro de sus casas y directamente a los que las necesitan para la curación de enfermedades. Sobre la medicina tradicional, los entrevistados señalan: “La naturista me ha vendido una medicina para el reumatismo, un jarabe que es para el frio y para las wawas; hierbas de diferentes tipos, kullanak aljiri dicen a la persona que vende hierbas”. “La gente se enferma por frio, por aire, por rayo. Cuando la persona se asusta y se enloquece, se hace curar con el curandero, con una misa que el curandero sabe. La persona que vende ingredientes de mesa, aquella sabe para qué vende. La preparada guinda es bueno para los hombres, si estos tienen mal de próstata. Khata es para el frio; agus es para el kutu – kutu, es lo que se conoce por bocio, es un mal que da porque en la mañana salimos sin desayunar. El ajo de monte es bueno para la piel, también está el guano del Lari – Lari, se compran para el riñón y para las piernas, el frio y otros”. Los problemas de inflamaciones del estómago y dolores de huesos se pueden curar, comprendiendo: “Mayormente viene de gastritis o de los huesos, eso se da porque no se purga el estómago; con las hierbas y preparados hay que tratar, como el aceite de huampo, la kalahuala y la raíz de la china, los cuales son usados para curar la gastritis. El tratamiento con estos medicamentos naturales dura tres meses. El paciente tiene que evitar el ají, gaseosas, condimentos y otros prohibidos; todo ello con el fin de curarse. Para el reumatismo preparamos ortiga blanca y negra, atapilla lo llaman, con eso preparamos también uña de gato”. “Para los huesos están el aceite de caimán, pomada de lagarto y de víbora, chillka y chakatalla, estas hay que macerar por un mes en alcohol y el aceite de lagarto. Los dolores de huesos también se pueden curar con la millucha. Para el aire ponemos vapor en la nuca”. Radio: un medio para propaganda y promoción de medicinas En la población se pudo observar que existen dos emisoras: la radio Fides y la radio Comunitaria. Por estos medios de comunicación, el Gobierno Municipal difunde programas de prevención y auspicio sobre los dos sistemas médicos: biomedicina y medicina tradicional. En general, en las entrevistas realizadas en el pueblo manifiestan que su preferencia es por la biomedicina; respuestas que están influenciadas por la importancia que las autoridades locales le dan a la funcionalidad y agradecimiento a la infraestructura del nuevo hospital y el rol que los medios de comunicación tienen, como ser la radio Fides y Patria Nueva, en sus programas sobre salud, incluye una invitación para tener mayor confianza en la biomedicina, sin descartar los valores y saberes de la medicina tradicional. Respecto a los medios de comunicación, los entrevistados señalan: “Escucho la radio RED PATRIA NUEVA, allí tiene un programa de la medicina natural en aimara”. “Se difunde sobre la medicina natural por los diferentes medios de comunicación, como ser la televisión, radio FIDES y la radio red PATRIA NUEVA con programas en aimara”. “Nosotros pagamos por la propaganda en la radio Pachacamac, radio Taypi, para que anuncie sobre nuestros puestos, de cada, tanto médicos como nosotros”. “A veces lo emiten por la radio. Hay un canal de la Alcaldía donde trasmiten a toda la población de Achacachi, dicen: si están mal de salud, compren estas yerbas y aconsejan a toda la población”. 1.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad Los resultados de la investigación en el municipio de Achacachi se pudieron lograr, por una parte, mediante la FODA empleada, más que una técnica, como una metodología de estudio de la situación de diferentes prácticas médicas y sus características internas, a efectos de determinar, justamente, las fortalezas, las oportunidades, las debilidades y las amenazas en los diferentes servicios de salud; por otra parte, de manera abierta, en el estudio se procedió con las entrevistas, con el propósito de obtener la buena parte de la información referida a las percepciones. En este orden de la investigación, se recogieron la información de las percepciones de
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la población (servidores médicos, pacientes y personas observantes) con relación a diferentes sistemas médicos que tienen que ver con la práctica biomédica, ejercicio de la medicina tradicional, práctica médica de orden religiosa, práctica de automedicación y de salud mental. En cada caso, el tema central ha sido la salud, enfermedad y formas de tratamientos. a. Resultados según la aplicación de FODA El municipio de Achacachi está conformado por una población diversa y sustentadora de costumbres, tradiciones, modos de vida social y económica. En este contexto, según la aplicación de FODA, cada práctica médica muestra su efectividad en cuanto se trata de responder a la demanda social de salud y en las maneras de contrarrestar las enfermedades persistentes, como también muestra las deficiencias por distintos factores. En materia de servicios de salud, la población cuenta con servidores biomédicos, médicos tradicionales, entes religiosos y conocedores de salud y enfermedad mental. Acerca de todo ello, los participantes nos proporcionaron distintas versiones, de las que deducimos resultados relevantes como parte de la investigación. En el ámbito del sistema biomédico, lo resultante, en términos de fortalezas, son las instalaciones del hospital de segundo nivel en Achacachi y centros de salud públicos, en los que los servicios responden con efectiva curación a ciertas enfermedades, por la razón de que se aplican conocimientos basados en experimentos científicos. Si los servicios biomédicos son efectivos en condiciones infraestructurales, entonces hay oportunidad de acceder a dichos servicios, sobre todo, cuando los medios están disponibles, la ambulancia, el equipamiento sanitario y medicamentos con precios económicos. Sin embargo, en el aspecto negativo, se muestran muchas debilidades. Por falta de especialistas en cardiología no hay posibilidad de curar enfermedades del corazón. El horario de atención es reducido a cuatro horas. Es insuficiente el número de personal biomédico para una población numerosa; algunos biomédicos, especialmente enfermeras, actúan sin ética profesional, o bien, tratan verbalmente mal a las (os) pacientes. El costo de servicio en algunas especialidades es elevado. El hospital y los centros de salud carecen de equipamientos modernos. Asimismo, no existe información o instructivo sobre el uso de medicamentos, ni la venta de medicamentos tiene inspección, lo que es riesgoso para la salud. Los medicamentos desechados son arrojados en botadores de basura, en los que rondan niños y animales; cuando eso es así, el contagio y las enfermedades proliferan. Con respecto al sistema médico tradicional, según las versiones de los participantes, se identifican los aspectos positivos y negativos. Entre los positivos resaltan las fortalezas de la práctica médica tradicional y las oportunidades de mejor atención en las comunidades. Mientras que los negativos son cuestiones de debilidades y amenazas en términos restrictivos de competencia para responder a ciertas enfermedades. Como fortalezas tenemos: en las comunidades hay relación directa con el uso de la medicina tradicional y natural para prevenir y sanar enfermedades; por costumbre y tradición, se da mayor confiabilidad en los medicamentos naturales; los curanderos forman parte de la comunidad y la expresión cultural, en esta condición, responden por la buena salud de las familias y comunidades. Como oportunidades comprenden: los curanderos adquieren conocimientos y ponen en práctica vigente la medicina tradicional, sea a base de compartimientos de saberes entre comunidades del municipio, como también en una relación con otras comunidades; las enfermedades del susto (alejamiento del ajayu), la epilepsia, el muyu muyu y otros, son curadas por yatiris y curanderos. En lo que concierne a debilidades en el sistema médico tradicional son: algunas enfermedades no son curables mediante la aplicación de la medicina natural, porque los médicos tradicionales no muestran efectividad en la determinación exacta de las enfermedades y sus causa; los curanderos no aplican buen diagnóstico de la enfermedad de las personas, según ello, la aplicación de medicamentos naturales, incluida las pomadas y otros, no resultan efectivas en cuanto se trata de sanar dolencias y fortalecimiento de la salud. Por último, como amenazas se muestra no más que el uso desmedido de plantas medicinales, lo cual provoca inconvenientes en la salud de las personas y efectos de aborto inesperado y adicciones en las mujeres madres. Los resultados del estudio con FODA acerca del sistema médico religioso, muestran sus fortalezas y oportunidades en una menor dimensión, porque resalta la parte débil y el aspecto negativo como amenaza. De manera que las fortalezas se expresan no más que con la fe y la práctica de la religión evangélica, dado que por este medio se considera que es posible sanar las enfermedades que surgen en las personas; esto marca buena oportunidad de alcanzar los beneficios para la salud de algunos pobladores. En cuanto a las debilidades, poca
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gente ejerce la fe religiosa centrada en Dios para sanar enfermedades y fortalecer la salud; es peor cuando se incumplen las reglas y principios religiosos. Como amenazas se indican los siguientes: algunas personas asumen la fe religiosa de manera negativa o para maldecir a algún prójimo; surgen grupos satánicos que recurren a prácticas rituales con influjo negativo; el grado de ejercicio de la fe con fines curativos son distorsionados con murmullos que con pruebas para demonstrar. En la investigación sobre el ejercicio de la automedicación, prácticas en salud y enfermedad mental, se prescindió de aplicar la FODA, más por tratarse de prácticas menos frecuentes y poca posibilidad de servicio médico. No obstante, el resultado del estudio está basado en informaciones que provienen de las respuestas a las entrevistas realizadas y que se demostrarán más adelante. En síntesis, con la aplicación de la metodología FODA, apoyada con el método ZOOP «Zielorientierte Projektplanung» (Planificación de Proyectos Orientada a Objetivos), se logró integrar la información recolectada acerca de la salud en el marco de los sistemas biomédico, tradicional y religioso; pues, en torno a la cuestión de la salud, se versan las percepciones de lo que son las enfermedades y los tipos de servicios médicos con relativo resultado positivo y limitaciones que ponen en desventaja la salud de la población. Dicha información comprende una serie de elementos perceptivos expresados por quienes radican en el municipio de Achacachi. b. Resultados según las entrevistas Los resultados de investigación con base a la aplicación de entrevistas sigue el mismo orden descrito en el caso anterior, con la única diferencia de que se ha cubierto la mayor parte de las temáticas con cierta amplitud y profundización. En el campo del sistema biomédico, la población paciente, en condición de enfermedad, acude generalmente al Hospital de Achacachi. Aunque allí complican la situación de un paciente con intervención quirúrgica u operación. La persona operada resulta ya no con la fuerza de trabajar. A este respecto, los médicos y otros dieron el criterio de que sería bueno que el servicio de la medicina natural esté presente en el Hospital. De acuerdo a la pregunta ¿qué es la salud?, los entrevistados proporcionan las siguientes definiciones: la salud es estar completamente sano. Es estar bien para trabajar y trasladarse de un lugar a otro por necesidad. Si se toma leche desde pequeño y buena alimentación con quinua, la enfermedad casi no se contrae. Esto se notaría más en la población joven, con la excepción de que los niños son afectados con resfríos. ¿Qué es la enfermedad? A esta interrogante se responde: la enfermedad es lo produce dolor en cualquier parte del cuerpo. Estar enfermo significa estar en reposo y encogido, sin posibilidad de ninguna actividad. Los adultos mayores contraen enfermedades gastrointestinales; como también por el frío, adquieren reumatismo, una enfermedad común. Otras enfermedades son por contusiones y fracturas. Con relación al parto en el hospital, se atiende de 2 a 3 partos normales por día. Cuando se presentan complicaciones, se hace necesaria la intervención quirúrgica en la que se realiza una incisión del abdomen y del útero produciéndose el nacimiento transabdominal del feto. Según el testimonio de una madre, cuando se complica la situación de dar a luz por naturaleza, se procede con cesárea en el hospital. Sin embargo, después de la operación uno podría quedar con alguna infección, por eso mismo no habría garantía de estar seguro para vivir y realizar tareas. En el municipio se programan campañas de vacunación a cargo de médicos y auxiliares, en distintos centros de salud que cubren las comunidades. Tratándose del campo médico tradicional, lo que mayormente resaltan son tratos de enfermedades causadas por influjos malignos de toda naturaleza. Para combatir la influencia del maligno (saxra o yanqha) se requieren hierbas para lavaje en los días martes y viernes, además, ofrenda en el lugar de los malignos. Uno que ve al saxra se enloquece casi de inmediato; mientras no se atienda con la curación especial, la muerte es segura. El que tiene competencia para curar la enfermedad del maligno es el médico tradicional yatiri o curandero, que tiene contactos con espíritus (ajayus) de los seres extraños que provienen de sitios malignos o sagrados.
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Cuando una persona invade el camino de un achachila, además ve a este que anda en un horario determinado de noche, entonces, aquella persona se asusta y, luego, resulta enloquecida, porque fue despojada del ajayu (alma y espíritu). El que tiene competencia para resolver este problema es el ch’makani, quien, haciendo preparativos, procede a ch’allar y ofrendar en un lugar sagrado (en este caso, recurre al lugar del cerro Pajchiri u otro). Sólo con este tipo de procedimiento se podría sanar a la persona afectada por los achachilas que resultan como espíritus de los cerros elevados. Entre los agentes médicos resaltan los yatiris, los curanderos y ch’amakanis, quienes son respetados por tener cierto nivel de sabiduría y poder sobrenatural para salvar vidas humanas afectadas por seres malignos. A nivel de la representación social, los que guían ritos y ofrendas son yatiris y curanderos, porque la práctica de la medicina tradicional acompañada de actos rituales, actos mágicos y supersticiosos, supone una forma de representación social, que es puesta en manifiesto en dos lugares considerados sagrados: cerro Surucachi como calvario y el cerro Pajchiri. Socialmente se rinde con ceremonias y ofrendas; en el lugar de Surucachi se procede para que la Pachamama dé buena producción; en cambio, en Pajchiri, es para evitar todo daño en las siembras, también para recibir bendiciones del bienestar y prosperidad para todos los pobladores y comunarios. Referente al parto tradicional, habitualmente, las parteras (os) atienden en la casa de la madre gestante; a veces, algunas mujeres proceden a dar a luz por sí mismas, sin cuidado alguno ni con la atención de una partera. De todas maneras, se considera que el parto bajo el servicio médico tradicional no tiene riesgos de infección, en ese caso hay mayor seguridad y confianza. Dentro el sistema médico religioso, se hace referencia a las prácticas evangélicas protestantes. Asisten personas adultas con mucha fe a las iglesias religiosas para estar bien de salud. Confían en que Dios protege la salud y castiga con la enfermedad cuando se peca incumpliendo normas divinas. Hay libertad de asumir con fe las palabras bíblicas para sanar enfermedades, sin confundir con actos rituales de los no cristianos. Se afirma que aquellos que no creen en Dios se enfermaran e irán al infierno, mientras que el espíritus de los creyentes irán ante el Ser Celestial. En sentido contrario, de acuerdo a la religión andina cósmica, sincretizada con la religión católica, se practican actos rituales con mesas preparadas para ofrendar a chullpares y lugares sagrados como el Illampu, también misa a la virgen u algún santo. Respecto al ejercicio de automedicación, la población en su mayoría asume la manera de tratarse propiamente en la prevención y cura de alteraciones de salud, especialmente las enfermedades leves como la tos, el resfrío y la calentura. Generalmente, el remedio es tomar mates de eucalipto y de pino normal o del lugar, en cada caso agregando miel y limón. Para sanar la matriz, se recomienda sentarse sobre el vapor de hierbas naturales como el boldo y la chanca piedra. Para riñones, hígado y próstata, se sugiere tomar mate preparado de plantas medicinales. Para mal de los ojos se recomienda lavar con mate de hierbas medicinales; asimismo, tomar medicina natural para contrarrestar el efecto del rayo y el embrujo. Cuando se trata de la maldición que viene de la gente, aquella se cura a través de las oraciones en nombre de Cristo, como también con toma y lavaje de medicinas naturales. Concerniente a las prácticas en salud y enfermedad mental, por deducción se puede indicar que en las comunidades, la salud mental se entiende como estar normalmente en la convivencia familiar y social, sin dolores de cabeza ni loquería (palabra popular que indica locura). En cambio, la enfermedad mental trata de una situación crítica y convulsionada, que se traduce en problemas de loquería, cuyas causas son de diversa índole. Por una parte, los influjos de seres malignos ocasionan el malestar y perturbaciones mentales, como son el saxra o diablo, aparentado por perros y otros, los achachilas, espíritus de los muertos. Los problemas mentales ocasionados por aquellos entes malignos e incomprensibles no son posibles de curar por los biomédicos, pero sí por los médicos tradicionales. En buena parte, son los curanderos y yatiris los indicados para sanar la loquería provocada por seres extraños, porque aquellos guardan comunicación con diferentes tipos de espíritus, según ello, uno de los elementos medicinales es el caldo de cabeza de perro rojo. Por otra parte, la enfermedad mental y la consecuente expresión de loquería son producidas por problemas de amor, excesiva dedicación al estudio y por trastornos. La cura de esta enfermedad es de competencia psiquiátrica y otros de orden biomédico.
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Referente a las causas y consecuencias de las enfermedades, las primeras tienen que ver con el ambiente altiplánico, problemas amorosos decepcionantes e influjo de los malignos y las consecuencias son la manifestación de todo tipo de enfermedades. En este orden, el ambiente frío de Achacachi hace que las enfermedades respiratorias sean frecuentes; la frustración en los estudios y la desilusión amorosa da curso al malestar de la salud de las personas, en su mayoría jóvenes, inclusive induce a la muerte por suicidio; seres extrañamente malignos causan enfermedades mentales traducidas por loquerías. Sobre los medicamentos naturales para curar enfermedades existe una gran variedad de elementos naturales de los tres reinos: vegetal, animal y mineral. Entre los que se mencionan son el producto kharikhari como medicina efectiva para hacer hablar al niño mudo; preparativo con diferentes elementos naturales, como los ungüentos, los jarabes, las mesas, aceite de huampu, kalahuala, raíz de china, ortiga blanca y negra, atapilla, aceite de caimán, chillka y chakatalla, entre otros. Por consiguiente, en el municipio de Achacachi se ejercen diversas prácticas médicas, que se clasifican en dos grandes sistemas: el sistema biomédico con una variedad de especialidades y uso de medicamentos químicobiológicos y el sistema tradicional también con distintas especialidades y empleo de medicamentos naturales. El primero tiene ventaja infraestructural como el hospital y los centros en los que el equipamiento es regular para recibir y aplicar tratamientos a pacientes, pero con la limitante de que los especialistas biomédicos en distintas ramas no tienen potencialidad en el hecho de curar a locos o enfermos mentales. El segundo, carece de medios materiales o centros de atención y que sólo se ejerce en las comunidades y poblaciones de acuerdo a las demandas de pacientes, con mayor posibilidad de curar muchas enfermedades, al mismo tiempo, con potencialidad de los yatiris que entienden sobre los ajayus (espíritus) para sanar a enfermos mentales. La población y los pacientes se mueven en ambos sistemas, con relativo valoración y consideraciones positivas y negativas. Para la parte de la automedicación, se emplean medicamentos de ambos sistemas. A diferencia de ello, en la parte religiosa no se utilizan medicamentos médicos, pues, resalta más el empleo de oraciones evangélicas basadas en veros bíblicos para contrarrestar las amenazas y cura de algunas enfermedades, con el único requisito de la fe en Dios. c. Alternativas de complementariedad de sistemas médicos Considerando que en el municipio de Achacachi, la población del área urbana y del área rural acude a todos los servicios médicos, aunque en la práctica no todos se encuentran enlazados en un modelo sanitario de acuerdo a la política de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI). En términos objetivos, a pesar de las contradictorias críticas desde los biomédicos hacia los médicos tradicionales y viceversa, hay una mínima aproximación de valoración intercultural entre la biomedicina y medicina natural tradicional. Los puntos de interrelación en el sentido complementario se notan en la atención de parto en el hospital y centros de salud, también en el ejercicio de la automedicación de la gente fuera de los servicios de salud. Para sentar una buena alternativa de complementariedad entre diferentes servicios médicos y prácticas en salud, abordadas en la presente investigación, se requiere superar ciertas barreras que tienen que ver con la conducta de los servidores médicos que, por un lado, se resisten a no dar curso al compartimiento de la aplicación de los conocimientos y saberes en los espacios concurridos por los pacientes. Por otro lado, se dan expresiones indirectas de sobreponer o descalificar las bondades de la medicina tradicional. Además, de parte de los pacientes ante los biomédicos tienen impresiones de malos tratos. Con respecto a todo ello que refleja obstáculos de la posible complementariedad de los sistemas médicos, hacemos conocer expresiones que provienen de los entrevistados. “Me gustaría que los médicos nos traten bien, porque cuando no entendemos algún diagnóstico que nos dan y preguntamos: ¿Qué es eso? Los doctores y los licenciados ya no más se enojan y, hasta nos gritan. Frente a ello, nosotros discutimos ¿Por qué no me quiere explicar? ¿No comprendo lo que me dice? Por favor explíqueme”. “Los médicos tienen que poner cariño, tienen que tratar bien a los pacientes; bien atiende pero carito nomás cobra”. “Que nos pongan más atención; que tengan más amor a la profesión. Me imagino que estarán cansados de tanto paciente, pero hay médicos que se creen los dioses, pues cuando se le pregunta se enojan. Si uno viene aquí,
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ahí afuera leía sobre cuáles son las obligaciones del médico y cuáles son los derechos del paciente. Es cierto que tenemos derechos; en cambio, los médicos tienen obligaciones como también derechos. Pero cuando se les formula preguntas, uno que otro tiene que enojarse, se enojan con las enfermeras, a su vez, éstas igualmente; por más que se les diga de buena forma, ellos arguyen que no tiene tiempo”. Tomando en cuenta la manifestación de los entrevistados, los biomédicos prescriben y otorgan recetas de medicamentos que no se encuentran en la farmacia del hospital, lo que significa la dificultad de adquirir los mismos y mayor costo económico para los pacientes quienes cuentan con seguro médico estatal. Esta situación hace que los enfermos puedan dirigirse a la ciudad de La Paz en busca de medicamentos recetados, o simplemente, renunciar al tratamiento médico. Algunos entrevistados manifiestan que la medicina tradicional parecería estar aislado frente al sistema biomédico, lo cual haría que los pacientes tengan más preferencia de asistir al hospital. Empero, en los hechos se muestra importancia a la medicina tradicional, principalmente de parte de las personas mayores y, en buena parte, mujeres quienes fungen como agentes de salud denominándose curanderas. “Los jóvenes y las señoritas mayormente quieren curarse en el hospital; los padres y los abuelos, ellos sí mayormente quieren yerbas, porque ellos saben cómo curarse comúnmente, eso porque ya han vivido en el tiempo con experiencias probadas”. Si las diferentes prácticas de prevención y curación de enfermedades son requeridas por la población, entonces tiene que haber una conciencia de reconocimiento de todo tipo de medicamentos y sus aplicaciones efectivas. En este sentido, algunos participantes del municipio en el proceso de la investigación hicieron sus recomendaciones que orientan la alternativa de complementariedad de los servicios médicos. Recomendación del administrador del hospital: “Bueno de acuerdo a lo que tengo conocimiento, ahora que estamos en la interculturalidad, nosotros respetamos esa situación y evidentemente somos parte de eso. Somos parte de nuestras costumbres, porque la medicina tradicional es parte de nuestras costumbres. Alguna vez, mi persona también lo ha practicado, sobre todo, con mis abuelos. Para tener la confiabilidad de las personas sería bueno e interesante que lo hagan un poco más técnico, pongámoslo así; porque, si hoy en día, los curanderos, y los Kallawayas ya se están capacitando para practicar esa tradición, eso es muy importante, es bueno y muy saludable para la población. Todos tenemos derecho al trabajo, y también tenemos derecho a desempeñar lo que más nos gusta. Ante esta situación, no podemos coartar a nadie nada y todo es bienvenido. Por lo menos para mi persona y para algunos miembros del hospital no vamos en contra de eso, está bien. Siempre y cuando sea la decisión de la persona que lo haga”. Recomendaciones de la población de Achacachi: “Sería necesario facilitar que las cirugías sean realizadas en el hospital, que los pacientes tengan un buen trato humano en el tiempo de espera y cordialidad por parte del personal biomédico, que se proporcione la información clara y precisa, con cordura y nivel educativo, tanto en el curso del diagnóstico médico como en las intervenciones”. Algunas personas sugirieron que de la misma manera como se ha incorporado en el hospital de Achacachi el parto tradicional, en el parto humanizado se requiere agregar aspectos positivos de la medicina tradicional, para que así los conceptos de integralidad se tomen en cuenta, por ejemplo, los aspectos espirituales y emocionales que ayuden al enfermo, de este modo se obtendrían mejores resultados en los tratamientos biomédicos con complemento tradicional. En cuanto al sistema médico religioso, no se descarta la fe cuando contribuye a la sanación de enfermedades, siempre que no excedan en los conceptos de castigo divino o de la prédica de la presencia del diablo que puede ocasionar en algunas personas enfermedades emocionales, espirituales y mentales. De todas maneras, se las deben respetar las buenas prácticas religiosas en función de la salud. Los religiosos también tendrán que respetar las costumbres locales en materia de salud.
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Cuando se presenta una enfermedad conocida «infección gastrointestinal», que consiste en la invasión y multiplicación de los virus o bacterias en un ser humano y que a consecuencia de ello se muestran síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y anorexia, el biomédico tendrá un modo de curar en base a medicamentos químico-biológicos; mientras que el médico naturista o tradicional tendrá otra forma de tratamiento a base de plantas medicinales y otros elementos naturales. La cuestión trata en saber cuál de ellos responde con mayor efectividad. Con esto podría entablarse una competencia entre el biomédico y el médico tradicional. No obstante, cuando se trata de curar una enfermedad cardiovascular, el curandero o yatiri podría no tener competencia y sólo el biomédico puede encargarse del caso; a la inversa, una enfermedad mental provocada por seres malignos puede ser curada por el curandero, y no así por el agente de la ciencia médica. Considerando estas versiones de competencia o no, la respuesta de un entrevistado indica: “A los curanderos, al parecer, se desprecian, ya que un médico va tener otra forma de curar, y un curandero va tener distinta forma de curar una enfermedad. Si el doctor, como dicen, muestra tanta negligencia médica ante un problema de salud, ahí estaría bueno que el curandero atienda”. “Sería muy bueno que la medicina natural esté presente en el hospital, hay cosas o enfermedades que no requieren la intervención del médico. A veces, una enfermedad se puede curar con las hierbas naturales o con cosas naturales”. De todo ello, podemos inferir que en función de las necesidades de sostener la salud de la población, distintas aplicaciones médicas tienen su aceptación y sólo requiere articularse en términos de valoración de conocimientos y saberes y el reconocimiento de los agentes biomédicos, tradicionales, religiosos y otros. En esta perspectiva, la complementariedad de los servicios médicos puede definirse a base de competencias de responder en la cura de una variedad de enfermedades en el contexto del municipio de Achacachi, que en última instancia podría traducirse en una expresión intercultural de los servicios en salud. 2. Salud y enfermedad en el municipio de Charazani 2.1. Aspectos socioculturales de Charazani a. Reseña histórica del municipio El significado del término Charazani, al parecer, no se encuentra en las crónicas ni en los estudios recientes. Sólo hay menciones en el sentido de que el nombre se habría adoptado en la época colonial en honor al franciscano San Juan de Charazani. La cultura Charazani se encuentra íntimamente ligada al proceso histórico de los kallawayas y de la ubicación de asentamientos humanos que hacen de eslabón entre los departamentos de Beni y de La Paz. En los siguientes párrafos veremos los aspectos más relevantes de la historia de aquella cultura. Período prehispánico En tiempos anterior a los inkas, los estudios demuestran que las zonas altas y valles del territorio andino formaron parte del Imperio Tiwanakota de habla pukina. Con el advenimiento de los señoríos aymaras, los tiwanacotas fueron sometidos al dominio de aquellos. Posteriormente, cuando los incas incursionaron en aquellas zonas con el fin de extender el territorio del Imperio Tawantinsuyu, desde las llanuras que bordean al océano Pacífico hasta las estribaciones orientales de los Andes, los kallawayas, si bien no fueron sometidos por los inkas, resultaban portadores de la litera imperial. Porque: “[…] los Callahuaya encontraron un camino que permitió al inca la conquista de los enemigos hereditarios del pie de monte, los terribles indios de la selva llamados «salvajes» (Chunchos)” (Saignes, 1984:116). Por esta situación, especialmente, en tiempos de guerra, los kallawayas de Charazani habrían sido favorecidos por los incas. Ya que “[…], el jefe Ari y luego su hijo abrieron un pasaje hacia el valle de apolo y de allí hacia las sabanas de la ribera izquierda del Beni. Por este servicio prestado, el inca acordó al señor Callahuaya el privilegio de ser llevado en andas por cuarenta indios” (Expedientes ANB, 1657-5:54). A diferencia de ello, en la parte alta, bajo el dominio incario, los señoríos aymaras resultaban sometidos, de la misma manera los chunchos, lecos, tacanas y otros en tierras bajas caracterizadas por montañas y serranías. El señorío kallawaya formaba parte del Collasuyo, cuando toda la zona fue incorporada al imperio incaico. Los pueblos que formaban parte de esta región fueron: hatun colla, puquina, cola, uro colla, cana pacaxi poma canchu, quispi llacta, kallawaya, charca chui y chiriguana (Gisbert, 1984:76). Los habitantes de la región de Charazani hablaban el pukina, un idioma antiguo que tenía relación con el arawak. Los pobladores de Charazani,
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principalmente los entendidos en medicina tradicional, habrían forjado la llamada «lengua secreta» (lengua combinada de pukina y quechua). Sin embargo, a fines del siglo XVI, los tres idiomas: aymara, qechua y el pukina, se hablaba por igual en la vertiente oriental. Período colonial Durante la colonia española, el territorio kallawaya resultó fraccionado con fines de recaudación tributaria indígena, al mismo tiempo, para sujetar los trabajos forzosos de la mit’a en las minas de Potosí, lo que supone la subordinación que hubo mediante diferentes instituciones como las encomiendas, corregimientos, reducciones, distritaciones, mandos eclesiásticos y otros. Con todo ello, no sólo se redujeron y expropiaron las tierras en la región, sino también se entremezclaron gente de diversas regiones, proceso llamado «reducciones multiétnicas». Luego, se dio la transformación en parroquias de reducciones, con plena autonomía fiscal y religiosa. “En 1596, Charazani forma una parroquia, Moco Moco otra, Carijama y Camata se reúnen en la misma, Umanatta debe unirse a los indios canchis de Usadca para formar la nueva reducción y la parroquia del Italaque” (AGI, Indiferente General 532). Además, “[…] las unidades domésticas Callahuaya se encuentran repartidas en diferentes jurisdicciones (urbanas, provinciales, aldeanas, eclasiásticas) que no coincidían, lo que fue fuente de múltiples conflictos de competencia y de límites” (Saignes, 1984:118). Entonces, las autoridades, sobre todo, españolas (cacique-gobernador, alcalde mayor, cura, lugarteniente de corregidor), ejercían una tutela abusiva sobre los indígenas en detrimento de sus lazos con su comunidad de origen. Las reducciones de toda índole dieron lugar a muchos conflictos, ya sea entre los déspotas coloniales o subyugados, todo, por aspirar a puestos de dominación. En tal sentido: “[…] el descendiente del último señor Kallawaya disputó el título de «Cacique-gobernador», del cual un aspecto de la disputa fue la legitimación a partir de los diferentes criterios de sucesión hereditaria (tradiciones aymara, tío-sobrino, quechua –pariente más capaz e hispano– romano primogénito)” (Plan de Desarrollo Municipal “Charazani”, 2004:51). Esta disputa, se tradujo en el poder social, político, económico, los que tenían mayor expresión en las tierras del Alto Perú. A parte de ello, en el siglo XVIII, los abusos de los funcionarios locales se expresaban en las ventas forzadas de mercaderías a los indígenas, como ropas y mulas. Esta situación provocó protestas de las autoridades indígenas. “En 1760, otro conflicto opuso al cura de Charazani con cacique Juan Miguel Serena en el cual intervinieron en favor de este último los habitantes de Curva y de Amarrete armados de palos y hondas” (Saignes, 1984:1219). Periodo republicano Con la fundación de la República de Bolivia, la región de Charazani se dividió en dos provincias: Carabaya, que se incorporó al Perú; y Larecaja, que formó parte de Bolivia. Larecaja abarcaba una buena parte de la actual provincia Bautista Saavedra; sin embargo, la región sufrió más divisiones, como el caso de Curva, que logró salir del control de Charazani, formando un cantón propio en 1826 (actual segunda sección municipal). El mismo año, la provincia Larecaja sufrió la separación de la parte de Charazani y Moco Moco, para conformar la provincia Muñecas. Años más tarde, en 1908, una parte de los antiguos ayllus como Moco Moco, Italaque y Umanata, se separaban para formar parte de la nueva provincia Camacho. De igual forma: “Con todos estos movimientos de desmembración, el 27 de febrero de 1947, Enrique Oblitas Poblete y Alipio Valencia Vega, presentaron el plan de creación de una nueva provincia, provocando el entusiasmo y amplio apoyo de los vecinos de la población de Charazani y designaron a Héctor Pasten Oblitas como Presidente del comité de creación, sin embargo el anhelado deseo se hizo realidad un año después en 1948, cuando Charazani y Amarete se separaron de Muñecas, para conformar la provincia Franz Tamayo” (Plan de Desarrollo Municipal “Charazani”, 2004:52). Actualmente, Charazani, bautizada con el nombre del Gral. Juan José Pérez a mediados del siglo XX, marca una identidad kallawaya de medicina tradicional, como tal, es la primera sección municipal de la provincia Bautista Saavedra del departamento de La Paz. b. Aspectos físico naturales Según el Plan de Desarrollo Municipal de Charazani (2004), los aspectos físicos naturales del municipio de Charazani se describen en el orden geográfico y características del ecosistema.
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El municipio tiene una extensión territorial de 1.616 km2, abarca el 64 % de la superficie de la provincia Bautista Saavedra. Forma parte de una zona heterogénea compuesta por la cordillera de Apolobamba, con características propias de dos grandes conformaciones de serranía; presenta lugares frígidos y calurosos debido a diversos pisos ecológicos. Es la región territorial con una variedad de interacción del clima, caracteres topográficos, étnicos, producción y otros. Se encuentra en altitudes que oscilan entre 1000 y 5400 sobre el nivel de mar (IGM, 1999). La relación de la naturaleza espacial y su uso se distingue por zonas ecológicas. Zona Sub Nivel: la ocupación poblacional y el uso es mínimo, porque buena parte está conformada por afloramiento de rocas cubiertas de nieve con relieve quebrado. Puna Alta: se caracteriza por la predominancia de amplios pastizales naturales, donde pocas familias nativas crían camélidos y ovinos. Puna Baja: la topografía es levemente plana, ondulada, con espacios quebrados; la población reducida dedica a la crianza de ovinos y bovinos, a la producción de tubérculos (papa, oca…). Cabecera de Valle: es un relieve accidentado, con limitadas tierras cultivables; a pesar de ello, la población produce fomenta la producción agrícola de tubérculos y gramíneas. Valle: muestra un relieve accidentado, con disponibilidad de tierras cultivables por la rivera de los ríos y pendientes; la población logra productos agrícolas como maíz, tubérculos, frutales; asimismo, se crían animales pequeños como los conejos y gallinas. Sub Trópico: es la zona más baja del municipio, con una topografía bastante accidentada y más extensión de tierra, donde se cultivan los plátanos, locotos, café, frutales de pepita. De acuerdo con las investigaciones de Schulte (1998), las corrientes de humedad provenientes de los yungas y la zona alta dan por efecto la principal variación de humedad que se relaciona con la humedad horizontal y vertical de los gradientes. La gradiente de humedad horizontal provoca que las comunidades ubicadas en la ladera oriental del río Charazani (Chullina, Khasu, Kallurwaya, Curva, Pajan y otros) obtengan mayor cantidad de humedad en forma de lluvia y niebla. Estas gradientes son también influenciadas por el régimen de vientos que traen o llevan humedad hacia las comunidades expuestas al lado más soleado (Charazani, Chajaya, Caata, Niño Corin y otros). Entre las especies de flora o de vegetación –nativas e introducidas– que existen en la región, son varias que se señalan: ichu, pasto pluma, pilli, sank’ayu, kanlli, sillu sillu, kunkuna, paco paco, itapallo, keñua, kiswaya, caustillo, zapatilla, muña, tacarcaya, manca paqui, papa jamillo, algarrobo, ceibo, molle, aliso, mutulo, guapi uppa, falsocoto, azahar, sauco, quirusilla, kuri, pino de monte, chijllu, lloquena, thurumani, kellu kellu, yummo, waycha, uva de monte, orko caralawa, chirimolle, tara gargatea, chuacataya, cupechico, lugu lugu, jacaranda tarso, taco, pasacana sitigura, ulala velo airampu. Casi todas estas especies contienen propiedades medicinales y, según ello, son utilizados con fines curativos. No obstante que aquellas especies son afectadas en el sentido de reducción con la ampliación de las actividades agrícolas. En otras palabras, se da una forma de degradación vegetal, mayormente en la zona de cabecera de valle. En la zona de puna se observan pastizales de gramíneas que forman extensas pampas y prados relativamente densos, que son alternados con otras especies vegetales. En la zonas de valle y trópico, los recursos forestales que existen y están explotados son el eucalipto, ciprés, kiswara, molle, laurel y el pino de monte. Estos árboles son requeridos para madera y, a su vez, comercialización indebida. Sin embargo, con esta explotación se pone en riesgo el medio ambiente natural y la erosión de la tierra. Referente a los recursos de fauna, en el municipio existe diversidad de animales domésticos y silvestres. Los camélidos como la llama, alpaca, vicuña, guanacu, entre otros, son animales domésticos. Mientras que los animales silvestres son: el oso andino, viscacha, cóndor, murciélago, comadreja, águila, lorito andino, lechuza, hornero, chancho del monte, ciervo andino, anta, ardilla, gato montés, juchi pintao, loro, mono, perdiz, tatú, tejón, capibara, víbora. Asimismo, existen especies de peces como la trucha, el maure, la boga, el ispi y el karachi. La mayor parte de estos animales son aprovechados, principalmente, por la población de Charazani. Con relación a los recursos hídricos, existen distintas fuentes de agua. Por una parte, se provee de agua mediante las precipitaciones pluviales desde septiembre hasta el mes de abril; como producto del deshielo de la Cordillera de Apolobamba, se forman ríos Caalaya, Chari y Charazani. Para el municipio es importante el río Charazani. La
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disponibilidad del agua abastece durante el año, con cierta disminución de caudal en la temporada seca que comprende entre los meses junio, julio y agosto. Por otra parte, hay una red hidrográfica que pertenece a dos cuencas: cuenca endorreica del lago Titicaca, a través del río Suches, de tipo dendrítico, con densidad media de agua que se emplea en el riego de las praderas alto andinas; también existe la cuenca del Amazonas, a través de los ríos principalmente de Charazani, Yuyo y Pelechuco, que tiene su naciente y afluente desde la cordillera de Apolobamba, con dendrítico de densidad media y baja que corre por los ríos Tuichi, Yuyo y Mapiri. En el municipio se dio importancia a la actividad minera desde 1985. Muchas familias y comunarios se dedican a la explotación de oro, plomo, estaño, antimonio, plata. Otros recursos no metálicos son las calizas, arcillas, azufre, fosfatos, yeso. Todo ello, casi en su totalidad, con fines comerciales. El municipio se mantiene en un entorno ambiental, al mismo tiempo con ciertos riesgos ambientales. A nivel de buen ambiente natural, se da un equilibrio del hábitat de la población y especies existentes, sobre todo, por sostener los sistemas de producción agropecuarios ancestrales como las terrazas, rotación de cultivos y la utilización de abonos orgánicos. A diferencia de ello, con la apertura de caminos vecinales se genera la erosión y desfertilización de suelos y sus consecuencias; mucho más con sobrepastoreo de animales domésticos. El agua de consumo humano, captado de vertientes y norias, resulta contaminado, pues, provoca enfermedades gastrointestinales. La contaminación parece darse más con la falta de un eficiente alcantarillado y tratamiento de aguas servidas que se despachan a ríos, arroyos y tierras de siembra. El aire es relativamente puro en la región, entre los meses junio y julio aparece mucho humo por la quema de vegetación en áreas agrícolas y ganaderas del distrito sub tropical, que genera enfermedades oculares y respiratorias, por tanto, es una amenaza para la salud. A ello se suma el arrojo de basura doméstica en los pueblos de Charazani y Amarrete, la que origina contaminación que da curso a la proliferación de vectores o microorganismos patógenos. c. Características sociodemográficas, productivas y culturales De acuerdo al Censo de 2001, el municipio de Charazani cuenta con 9.262 habitantes, de los que 625 quedan asentados en el área urbana (pueblo de Charazani), que representa el 6.71% de la población municipal; mientras que 8.637 habitantes residen en el área rural, en un 93.29% del total poblacional del municipio. Se presenta en el siguiente cuadro la distribución de población por distrito. CUADRO N° 1 POBLACIÓN POR DISTRITO DISTRITO
POBLACIÓN Total
SEXO
Porcentaje
VARON
MUJER
Amarete*
3483
37.61%
1891
1878
Caata
1033
11.16%
530
503
Chullina
911
9.84%
486
428
Charazani
1183
12.78%
642
541
Chajaya
510
5.51%
257
253
Chari
582
6.29%
288
294
Sub Trópico
572
6.18%
351
221
Suni Alpaqueros
984
10.63%
491
494
Total
9264
100.0%
4936
4612
Fuente: Según datos del INE (Censo, 2001).
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* Amarete = En la población de Amarete en la distribución de habitantes está incluido la comunidad de Huato con población total de 286 habitantes. De acuerdo al Plan de Desarrollo Municipal de Charazani, se muestra una distribución de la población por distrito, comunidades y por número de familias. CUADRO N° 2 POBLACIÓN POR DISTRITO Y COMUNIDADES N° DISTRITO
COMUNIDAD
TOTAL HABITANTES
HOMBRES
MUJERES
N° de FLIAS.
1088
1151
448
AMARETE 1
Amarete
2234
2
Jotahoqo
102
47
55
20
3
Moyapampa
249
129
120
50
4
Tacachillani
189
96
93
38
5
Sorapata
75
43
32
15
6
Atique
219
111
108
44
7
Vicachani
101
54
47
21
8
Carpa
53
37
16
10
9
Sayhuani
191
94
97
39
10
Saphi Churupata
65
42
23
13
11
Huato
286
150
136
58
123
DISTRITO SANTA ROSA DE CAATA 1
Caata
615
320
295
2
Niño Corín
266
126
140
53
3
Lunlaya
152
84
68
30
DISTRITO SAN MIGUEL DE CHULLINA 1
98
Chullina
531
287
244
106
2
Khasu
176
89
87
35
3
Kallurwaya
108
56
52
21
4
Mataru
99
54
45
18
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DISTRITO CHARAZANI 1
Charazani
501
293
208
100
2
Chuquipo
134
69
65
25
3
Inca Roca
242
72
70
46
4
Quiabaya
101
49
52
20
5
Silij Playa
50
24
26
8
6
Sacanacon
105
57
48
15
7
Jatichulaya
150
78
72
37
DISTRITO GENERAL RAMOS GONZALES 1
Chajaya
257
139
118
51
2
Chanlaya
104
50
54
21
3
Huata Huata
70
30
40
15
4
Pampa Blanca
79
38
41
16
DISTRITO CHARI 1
Chari
171
90
81
100
2
Caluyo
196
96
100
38
3
Chacapari
215
102
113
43
1
Carijana
DISTRITO SUBTRÓPICO 187 94
93
37
2
Siatha
101
56
45
20
3
Manhatan
65
44
21
13
4
Florida
32
23
9
6
5
Sotopata
65
51
14
13
6
Ñecos
26
22
4
5
7
Pauje Yuyo
96
61
35
19
IMAGINARIOS EN SALUD
99
DISTRITO SUNI ALPAQUEROS 1
Apacheta
310
152
158
62
2
Llachuani
151
73
78
30
3
Chollumpini
153
81
72
31
4
Altarani
43
18
25
7
5
Huancarani
140
69
71
28
6
Moroqarqa
105
50
48
21
7
Qollpani
83
48
42
17
FUENTE: Plan de Desarrollo Municipal, Charazani (PDM), 2004, 55. La distribución de población por sexo muestra una predominancia del sexo masculino sobre el femenino, especialmente en las comunidades de valle y yungas. Según el último Censo (2012), el municipio de Charazani suma 13.023 habitantes. Con este dato estadístico, la distribución poblacional por distrito y comunidades serían diferentes a las indicadas en los cuadros anteriores. Dinámica poblacional De acuerdo a la información del PDM, en Charazani existe un crecimiento poblacional regular, debido a la inmigración de habitantes asentados en el área urbana, de los que residen el área rural, de quienes inmigran del interior del país (en especial de La Paz) al sector minero de los yungas. En los últimos años, la migración se da desde las comunidades de la provincia de Larecaja, por fuentes de trabajo y alternativas para mejorar la calidad de vida. La salida de habitantes de la región a otras ciudades del país, oscila entre 15 y 21 años de edad, se trata de jóvenes de ambos sexos, quienes emigran a las ciudades del interior del país, con el objetivo de proseguir estudios y/o concluir los de formación profesional, como también por cuestiones de tratamiento de enfermedades a personas y familias en otras regiones. La inmigración se realiza con gran afluencia a las ciudades de La Paz, Cochabamba y zonas mineras de los yungas. En cuanto a la tasa de natalidad, según las proyecciones del INE de 2001, 49 nacen por mil habitantes, y 56 de acuerdo a los datos de la Dirección Distrital de Salud. La tasa de crecimiento poblacional a nivel provincial es 0,92%, que sería casi similar a nivel municipal. La esperanza de vida se tantea igual a nivel provincial, que es en promedio 55.9 años. Características económicas productivas De acuerdo a las personas del lugar, en los últimos años, la principal actividad productiva de Charazani es agropecuaria. En ésta se centra la población económicamente activa, seguida del comercio informal. En la mayor parte, los espacios de trabajo agrícola y ganadera permiten no más que la autosubsistencia y no una prosperidad requerida. El parvifundio (finca) es donde trabajan los hombres y mujeres. Cuando estos últimos son jóvenes y terminan sus estudios escolares, se dedican al partifundio, de tal manera que dejan de lado sus estudios superiores. A diferencia de aquellos, los niños se dedican a las actividades de apoyo como el pastoreo y cría de gallinas. Los lugares donde se desarrolla la actividad agropecuaria son pequeños espacios de terreno sembrables y espacios de pastoreo, mayormente cerros pendientes y elevados. La actividad productiva es aprendida por los hombres desde pequeños y en las mujeres ocurre lo propio, especialmente con las labores domésticas. Los principales productos de agricultura y ganadería son: maíz, papa, oca, arveja, trigo, cebada, zapallo, yuca, locoto, café, especies, durazno, manzana, palto, chirimoya, naranja, mandarina, limón, llama, alpaca. Otras actividades económicas que complementan es el comercio de productos de la agricultura y ganadería, artesanías, medicina kallawaya. También se encuentran productos de diversos lugares, como los pantalones,
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camisas, zapatos, frazadas, libros, utensilios de cocina y otros, así como abarrotes, instrumentos y herramientas de construcción. El comercio, sea formal como informal, se efectúa en diversas ferias: Charazani, Qallaqallan, Amarete, Cotapanpa, Wancasaya, Wilkala. Además, se dedican al trasporte, trabajo en hoteles (Residencial Charazani, Residencial Inti Wasi, Residencial Akamani), restaurantes, servicio turístico que posibilita acudir a los nevados, montañas, quebradas e inmensos pajonales con pasturas nativas y cultivadas. Asimismo, como atractivos turísticos que centran actividad económica donde existen aguas termales utilizadas como balnearios naturales, caminos preincaicos y sitios sagrados que están localizados en diferentes comunidades de la provincia. Para el turismo se cuenta con casas de techo de paja y paredes de piedra, donde se puede apreciar que el tiempo en estas comunidades no ha trascurrido y más bien está detenido. Características socio culturales El municipio de Charazani tiene una cultura basada en su rica historia. Ciertos indicios encontrados en toda la región demuestran que los habitantes con cultura andina kallawaya, son descendientes de los tiwanacotas y en la zona oriental son descendientes de los lecos y chunchos (Apolo). En ese ámbito existe una mezcla de etnias, relacionada con las diferentes incursiones de otros pueblos a la región, entre las que se destacan los incas, los que se juntaron su historia con los nativos y mezclaron su sangre con las familias de caciques locales en particular. En la época de la colonia, con el dominio de los españoles sobre los incas, se inició un proceso de mestizaje dentro de la sociedad, habiendo quedado este grupo como el más considerable de la región. Los idiomas que se hablan con mayor frecuencia son el quechua, aymara y castellano. En la parte del valle, los pobladores se caracterizan por el habla quechua, seguido del castellano. En las comunidades asentadas en la parte de la puna, se caracteriza el idioma aymara, también seguida del castellano. A diferencia de estos, el puquina es un idioma en proceso de desaparición, pues, solamente lo hablan los médicos kallawayas itinerantes. Con relación a las expresiones religiosas, las creencias nativas se mantienen muy bien conservadas, se tratan de los aspectos que se reflejan en los diferentes ritos y ceremonias que se practican en las festividades y fechas específicas como en las temporadas de siembra y cosecha. A estas últimas, la cultura kallawaya aporta con muchos elementos, por ejemplo con el culto a los cerros, principalmente a Akamani y Callinsani, con el motivo de pedir buena producción. Paralelo a la práctica religiosa nativa, también se asumen otras religiones como la católica y la evangélica. La que influye con creencias mayormente en muchas fiestas es la religión católica, que se mantiene con buena aceptación y combinación con las creencias locales y formas espirituales relacionadas con la ch’alla, prestes, bendiciones, entre otros. Mientras que con la iglesia cristiana evangélica es en menor dimensión. Cultura kallawaya En Charazani resalta la cultura kallawaya con su medicina o farmacopea tradicional herbolaria de gran reputación, que existe desde antes del imperio de los incas hasta el presente. A partir de la colonia, se enmarca en la cosmovisión andina de tres mundos: alax pacha (espacio de las alturas), taypi pacha (tierra territorio) y manqha pacha (mundo subterráneo y subjetivo). La relación de estos componentes constituye la naturaleza armónica para la vida en equilibrio. Se trata de la relación dual y tridimensional, la primera supone relación dual bueno-mala, sagrado-maligna, vida-muerte, etc., la segunda es relación de los tres mundos. En el marco de la relación armónica, se ha desarrollado el conocimiento de la medicina tradicional y espiritual para responder a distintas enfermedades, con el fin de sostener la buena salud de la población. En este orden se ha configurado el nivel anímico que tiene que ver con la personificación de los objetos y fenómenos naturales (cerros, ríos, lagos, viento, entre otros). Se cree que existen entes sobrenaturales que habitan en diferentes lugares, un ejemplo claro es Viracocha o el ente superior que ordena toda la existencia y da la vida. El rayo que impacta a alguien es una señal del poder superior de Viracocha desde el Alax pacha (lo no terrenal y superior). La persona que sobrevivió a la caída de un rayo recibe cualidades curativas en tanto es capaz de entablar relaciones con la naturaleza.
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De acuerdo a estudios, los kallawayas aman y veneran a Tutuyamanwin, que es el origen de todos los seres, por lo tanto, veneran a los astros y a la naturaleza. Según ello, sus prácticas consistían en una mezcla de procedimientos empíricos y de prácticas mágicas: “Los Kallawayas pertenecían a la categoría de seres marcados por un signo irrecusable, anomalía física o de cualquier otra eventualidad de la existencia tal como el hombre tocado por el rayo” (Revista Tradicional, 1951:156). El conocimiento de las enfermedades fue ampliamente cultivada por los kallawayas, quienes ejercían el poder sobre las enfermedades a través de la medicina natural, así como la realización de ritos que aseguraban la armonía de la vida humana con la naturaleza. Cuando alguien ofendía a la Pachamama o caía en un lugar sagrado, el ente sobrenatural arrebataba el ajayu o ánimo de la persona, entonces se le aplicaba una medicación específica y una ofrenda al ente ofendido, de lo contrario entraría en desequilibrio. Esto se puede observar en las organizaciones de los ayllus, que aún son vigentes. Los kallawayas habrían reunido una variedad de conocimientos sobre las características de las enfermedades. Por ejemplo, sabían que una persona podía enfermarse en el plano físico y también en el plano espiritual o anímico (alma). Comprendiendo esta situación, se debe proceder con el tratamiento de la enfermedad mediante la milluchada, porque así se aleja a los espíritus extraños que se apoderan de la mente, así como la alineación del poseído. Conocían acerca de cómo se comporta el Qati Qati que es una cabeza humana que flota por el aire chorreando sangre y pidiendo castigo para los homicidas, aquello que produce un ruido parecido al chirriar de una puerta. Se dice que aquella cabeza persigue a las personas y cuando se apega ya no se desprende. El Qati Qati se llama también Umaphawa. Se hace presente en las noches, se posa en los techos de las casas de los hombres malos, adúlteros o incestuosos. Cuando el kallawaya es amenazado de muerte, él contesta que el Qati Qati se encargará de castigar las muertes, por lo que se entiende, al parecer, que es la justicia divina que se erige dentro del corazón humano y así es capaz de torturar al criminal. El Qati Qati persigue a los malhechores arreándolos al precipicio para provocarles la muerte. A parte de ello, se habla del supay kallawaya, como genio del mal que está en constante lucha con la Pachamama y los mochula, las personas que ven bailando al supay mueren a consecuencia de la caída de un rayo o enloquecen. De acuerdo con Juan Manuel Balcázar, estudioso de la medicina en Bolivia, se señala como dato importante el tratamiento medicinal musical que empleaban los kallawayas a la hora de espantar a los espíritus de las enfermedades (en especial las nerviosas). Las diversas expresiones musicales son los Qhantus que se interpretan en bandas de flautas de pan andinas, con melodías y ritmos muy peculiares; están acompañados de varios bombos y el empleo del triángulo que va marcando un compás ceremonioso y marcial, lo que los diferencia mucho de otros ritmos y estilos musicales andinos afines como los de Italaque y los sicuris aymaras. Patrimonio cultural En el municipio de Charazani, como parte de la expresión cultural resalta la cultura kallawaya. Sin embargo, esta realidad fue ignorada en Bolivia y en el extranjero. Por la iniciativa de algunos profesionales de la región, en octubre de 2002, se postuló para que esa cultura fuera declarada patrimonio por la UNESCO. De esta manera, se reconoce la Cosmovisión Andina de la cultura kallawaya, que fue declarada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad el 7 de noviembre de 2003: “La distinción se obtuvo sobre la base de un documento y no a una representación, la investigación se realizó en diversos campos del conocimiento Kallawaya, asesoradas por profesionales muy connotados. Para cumplir con las exigencias del documento de la UNESCO, se trabajó contra el reloj, sin pausa, durante los dos últimos meses antes de la presentación del documento consistente en un texto en español y francés, video, fotografías, grabaciones de su música y lengua” (PDM Charazani, 2004:63). Toda forma de expresión cultural está ligada con la educación estatal en el municipio de Charazani. Pese a los problemas de población dispersa y distante para acceder a las unidades educativas, la población escolar (primaria y secundaria) se forma con profesores, aunque no todos son buenos profesionales. La enseñanza y aprendizaje se desarrolla en los seis núcleos educativos (Moyapampa, Amarete, Chullina, Caata, Charazani, Chari). En la mayor parte de ellos, el estado y calidad de la infraestructura escolar es regular en 33 establecimientos (73,34%); mientras que en los otros, es decir, en los 4 establecimientos (en un 8.89 %) son buenos y en los 8 establecimientos (17,78%) son malos.
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Hasta 2004: “La dotación de servicios básicos por establecimiento, como el agua potable, energía eléctrica y baños sanitarios reflejan la situación general del Municipio. Son pocos los centros escolares que cuentan con una pileta pública bien diseñada, ya que la mayoría está improvisado mediante sistemas de captación de agua de los ojos y vertientes naturales existentes sin tratamiento alguno” (PDM Charazani, 2004: 70). Después del estudio secundario, muchos que quieren seguir cursos superiores migran hacia las ciudades, en algunos casos, sin necesidad de retornar al lugar del nacimiento y, por lo tanto, sin posibilidad de continuar con las expresiones culturales del municipio. 2.2. Sistemas médicos en Charazani El presente estudio fue realizado en la provincia Bautista Saavedra, principalmente en el municipio de Charazani. El trabajo investigativo ha considerado a esta región por ser un espacio con gran riqueza en el conocimiento médico, sobre todo la tradicional, puesto que los kallawayas fueron los médicos del incario, extendiéndose en la actualidad su importancia y reconocimiento de la población en prácticas preventivas y curativas. Es fundamental señalar que este conocimiento fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por su cosmovisión y saber. De acuerdo al trabajo de campo efectuado en el municipio de Charazani sobre percepciones de salud, enfermedad y tratamientos, además el empleo de conceptos en el imaginario de las personas, permiten comprender y exponer diversidad de afirmaciones, opiniones y criterios en torno a prácticas biomédica, servicio médico tradicional, percepción religiosa y espiritual, salud mental, además formas de automedicación que se ejerce comúnmente. Se trata de variedad de apreciaciones, criterios de juicios e impresiones con posiciones divergentes y convergentes, los que son expresiones directas y no resultado de lecturas teóricas de ciertas fuentes, dado que el trabajo se ha desarrollado siguiendo el método etnográfico de describir las costumbres y tradiciones de las comunidades; asimismo, con procedimientos de observación participativa. Para centrar la obtención de información con relevancia, se ha empleado la matriz FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades amenazas) y entrevistas a diferentes personas del municipio. a. Percepciones en el campo del servicio biomédico El municipio de Charazani cuenta con centros médicos de primer nivel (Hospital “Boris Banzer”, “Chullina” y Amarrete” – Hospital Kallawaya), con personal médico y paramédico, a las que asisten los pobladores de la región. Según la aplicación de FODA La información recogida acerca del servicio biomédico se pudo lograr mediante la aplicación de la FODA, según la cual tenemos una variedad de percepciones expresadas en los siguientes cuadros.
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FORTALEZAS • • • • • • • • • •
Implementación y trabajo conjunto con la medicina tradicional en algunos casos. Preparación del personal médico y paramédico adecuada para cualquier tipo de emergencia. Manejo de canales endémicos con notificaciones diarias (sarampión, accidentes) semanales y mensuales El centro de salud cuenta con algunas especialidades. El personal del centro de salud tiene un amplio conocimiento sobre la región de Charazani. Trabajo de interculturalidad con respeto a las costumbres de la región. Derivación de casos médicos respectivamente entre médicos y kallawayas. Atención aproximada de 150 pacientes mayores de 5 años y 100 niños menores de 5 años al mes. Atención personalizada al paciente (trabajo con la persona, la familia y el contexto). Atención a domicilio.
DEBILIDADES
• • • • • • •
OPORTUNIDADES • • •
La iniciativa de implementar un consultorio kallawaya dentro del centro de salud. Intento de logros comunes entre kallawayas y médicos. Nuevos cimientos en construcción.
Infraestructura deteriorada. El centro de salud carece de cimientos seguros. No cuentan con acreditación Escasa atención en cuanto a especialidades. Personal reducido. Falta de medios de comunicación. División dentro las asociaciones de médicos tradicionales.
AMENAZAS
• •
La diarrea y la desnutrición de la población. Trabajos en partos de riesgo (derivados).
*Datos proporcionados por el Responsable Municipal de Salud y Director del Centro de Salud de Charazani. La aplicación FODA en la población respecto al sistema biomédico arrojó las siguientes percepciones:
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FORTALEZAS • • • • • • • • •
Cuenta con profesionales titulados en la universidad. Atención de emergencias. Se cuenta con un hospital y centros de salud. Cuenta con una farmacia con algunos medicamentos esenciales. El centro de salud cuenta con algunas especialidades. Atiende a la población infantil en casos de diarreas y desnutrición. Atención de partos con complicación. Refiere casos complicados a Hospitales de la ciudad de La Paz. Atención a domicilio en raras ocasiones.
DEBILIDADES • • • • • • • • • • •
OPORTUNIDADES • • •
Funcionamiento regular del consultorio kallawaya dentro del centro de salud. Construcción de un moderno hospital con infraestructura adecuada. Política SAFCI que orienta hacia la interculturalidad en salud.
Infraestructura deteriorada. Se cuenta con un consultorio en el hospital de medicina tradicional que siempre está cerrado. No cuenta con ítems para médicos tradicionales. Desconocimiento de plantas medicinales. Desvalorización de la medicina tradicional. Desconocimiento de una nutrición sana. Atención deshumanizada. Trata con el paciente, no le da explicación sobre su enfermedad. No trabaja con familia y la comunidad. Escasa atención en cuanto a especialidades. Personal reducido. AMENAZAS
• • •
La diarrea y la desnutrición de la población. La distancia para acceder a hospitales de tercer nivel. Falta de medios de comunicación local y nacional.
Descripción de espacios biomédicos Se considera que la biomedicina en Bolivia se basa en las políticas estatales dictadas por el Ministerio de Salud, el que plantea el manejo integral de la salud, donde participan autoridades del sector salud, la población y otros sectores, generando hábitos de protección. Se reconoce el derecho a la salud y la seguridad social, garantizada por la Constitución Política del Estado, que en su artículo 35, parágrafo I menciona que: “El Estado, en todos sus niveles, protegerá el derecho a la salud, promoviendo políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso gratuito de la población a los servicios públicos”. En ese marco, existe un establecimiento con capacidad de internación. Se trata del Hospital Boris Banzer, ubicado en el municipio Juan José Pérez de Charazani, que cuenta con 24 camas. Del mismo modo, existe nueve centros de salud, dispersos en diferentes comunidades dentro la jurisdicción de la mancomunidad a la cual pertenecen. La red de servicios de salud tiene una infraestructura deficiente, la distribución de los ambientes y el espacio en algunos puestos principales es insuficiente, el equipamiento de la misma manera es precario, las mismas necesitan ser mejoradas a corto plazo. El hospital ubicado en Charazani es una institución que centraliza y coordina actividades con los otros centros de salud dispersos en las comunidades. En el hospital se brinda atención de lunes a viernes de 8:30 a 12:30 de 2:30 a 6 de la tarde.
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Ofrece los siguientes servicios: Medicina General. Odontología, enfermería Servició de ecografía. Servicio de laboratorio Según la aplicación de entrevistas Para distintos servicios, el hospital no cuenta con el personal necesario: “No hacemos intervenciones quirúrgicas, porque no tenemos cirujanos, los que tenemos aquí son los médicos generales, licenciados en enfermería, auxiliares en enfermería y una laboratorista…Sí, pero no tenemos Obstetra, no tenemos Cirujano, tampoco” (Dra. hospital). Los problemas más frecuentes atendidos en el centro de salud son problemas respiratorios, del mismo modo los relacionados a diarreas. Otras enfermedades que también se atienden, según el doctor Palli, son: “La diarrea, las IRAS y la desnutrición principalmente son preocupantes para la población. A parte de ellos también tenemos la atención de parto. Es un centro de salud de contención, con odontología se trabaja con laboratorio, resfríos y EDAS”. Los partos atendidos en el centro de salud son los que no presentan complicaciones, ya que al no contar con el equipo y el personal necesario son derivados a los hospitales más cercanos, ya sea al Municipio de Escoma, a la ciudad de La Paz o El Alto. Por otro lado, si se presenta una complicación como una epidemia o accidentes, los médicos dicen: “Creo que para epidemias no estamos preparados, ni siquiera el país creo que está preparado para una epidemia, pero casos de accidentes de mediana magnitud, sí” (Dr. Palli). Cuando surge una contingencia de trascendencia, los médicos afirman que cuentan con una ambulancia la cual sirve para evacuar a los pacientes a otros nosocomios que estén mejor preparados. En cuanto a la relación entre médico-paciente que se encuentra normado en las políticas estatales, en las que se plantea el manejo integral de la salud, los médicos del hospital de Charazani mencionan que: “La relación que tiene el personal del hospital con los pobladores es de manera continua, porque cuando está planificado el parto se va a buscar a las mujeres para brindarles consejería” (Dra. Hospital). Esta relación también se manifiesta en las diversas campañas de salud impulsadas desde las instancias públicas y son replicadas desde el hospital, pues la respuesta de la población no es lo suficientemente contundente como para tomar conciencia del trabajo en salud biomédica. “Ah… bueno eso ha sido, en los años que yo he estado, ha sido un poquito difícil, al principio, en realidad se limitan en cuanto al tiempo, no son tan participativos como uno quisiera en las actividades de prevención, promoción en salud, sin embargo existe respuesta de la población, no como uno quisiera, pero existe” (Dr. Palli). En una tierra que es conocida por su fuerte relación con la medicina tradicional, se hace urgente la inclusión de la misma en el campo de la salud formal, conforme a lo que se menciona en la Constitución Política del Estado; se hace urgente coordinar actividades de salud entre los representantes tradicionales y los biomédicos. Las acciones tomadas en el hospital son trabajadas de la siguiente manera: “Aquí tenemos un Consultorio Kallawaya, pero que hasta el momento no funciona. Primero porque el personal es escaso, porque en realidad los verdaderos Kallawayas, están como quien diría, en extinción, los pocos que nos quedan no pueden trabajar gratis, brindar sus servicios de forma gratuita” (Dr. Palli).
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Esta se convierte en una limitante para poder entablar un diálogo horizontal entre ambas medicinas, porque no se puede coordinar actividades que permitan brindar mayores opciones a los pacientes, respetando los usos y costumbres tradicionales. Pero la relación biomédica y tradicional no solo se adscribe al problema de infraestructura, sino que los pacientes eligen en función de determinadas enfermedades a acudir a la medina tradicional, tal como ocurre cuando se presenta la enfermedad producida por el llamado Kari Kari: “¡Exacto!, que cuando identifican esa situación ya ni nos avisan. Hacen el tratamiento y todo lo que tengan que hacer el paciente, con el Kallawaya” (Dra. Hospital). Según cuenta la profesional médico, este tipo de enfermedad es derivada por los familiares del paciente al médico tradicional. Según su creencia, se indica que si bien intervienen los biomédicos, causarían la muerte del paciente, es en ese sentido que no permiten que sean auscultados y se los mantiene incluso en secreto para que reciban el tratamiento kallawaya, el que no debe tardar más de tres días en ser aplicado caso contrario el paciente estaría condenado. El uso de la biomedicina está supeditado al grado de dolor que sienta el paciente o el nivel de avance que tenga la enfermedad, ya que asisten al médico, “Cuando te sientes muy mal pues” (estudiante de colegio). Esta respuesta es muy frecuente, ya que el médico se convierte en la última opción, después de que se han probado la utilización de conocimientos propios y la atención del servicio médico tradicional sin resultado de curación de alguna enfermedad. b. Percepciones sobre el servicio médico tradicional En la actualidad, la población de Charazani se encuentra en un contexto de avance, vale decir, que se halla en buena posibilidad de desarrollo tanto a nivel de la salud como de educación, con apoyo tanto del gobierno central, como también de parte de algunas organizaciones privadas. La educación y los saberes ancestrales El Concejo Municipal, tiene como proyecto concretar una escuela de kallawayas. De esta manera, se garantizará el aprendizaje de saberes por los jóvenes y permitirá la perpetuación de la medicina tradicional, consolidándola identidad kallawaya, como afirma el presidente del Concejo Municipal: “El proyecto educativo Kallawaya, es de largo aliento, en este momento está en proceso de elaboración, del mismo modo aún no cuenta con un plan curricular. Lo que se espera del proyecto es contar con personas formadas en el conocimiento tradicional con calidad y que transmita seguridad a la población local en el campo médico”. Desde el 2004, la población de Charazani va ampliando su grado de enseñanza, debido a que existen 50 escuelas distribuidas en toda el municipio, incluyendo a las distintas comunidades de los alrededores y que, a su vez son dependientes de la Dirección Distrital de Charazani. En el PDM fechado en el año 2004, se corrobora que la tasa de analfabetismo alcanzó a un 22,5%, esta cifra en la actualidad se ha reducido drásticamente. “Pero existe otro tipo de analfabetismo no solo aquel que no sabe leer y escribir castellano es analfabeta, sino también aquellos que ignoran sus conocimientos y saberes locales andinos” (Alcalde de Charazani). El espacio para la producción de las plantas medicinales debe ser consensuado, tomando en cuenta que existen zonas protegidas donde se recolectan esas plantas y que su uso indiscriminado afecta a estas áreas, así lo menciona uno de los guarda parques de la región: “Nosotros (los guarda parques) necesitamos una certificación para entrar en acuerdo con los Kallawayas y los guarda parques para buscar zonas de área de cultivo de las plantas medicinales, y necesitamos saber que plantas pueden también ser usadas”.
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Actualmente, existen intentos por formalizar la educación tradicional, tal es el caso de la escuela kallawaya en la población de Chajaya cercana a Charazani, pero esta necesita apoyo e incentivo para un mejor desarrollo, caso contrario seguirá los pasos de la institución “AYNIKUSUN”, que en tiempos previos fue de gran apoyo a la población local, pero la llevaron a su decadencia por la administración deficiente y falta de solvencia económica. Ello es algo que se debe evitar, tanto con la educación escolar como en la educación kallawaya. El Director Distrital de Educación de Charazani señala que la educación no debe limitarse a un pensum en base una imposición conductista, sino que este debe enmarcarse en la educación inter e intracultural y también enseñarse los saberes y costumbres kallawayas a los niños y jóvenes de la región: “Está en ese camino, son cosas que no exigen, por ejemplo en algunas comunidades como Curva que conocen más sobre la medicina tradicional; entonces agregamos ahí, los saberes ancestrales, después será en Chajaya, Chujima a través de las materias como ciencias sociales y ciencias naturales. Estamos en ese camino, porque eso nos exige la ley y hay que hacer currículum diversificado todavía, así entraría la intra interculturalidad y ahí estamos apuntando y eso queremos implementar”. De la misma forma, el Presidente del Concejo Municipal expresa: “Sería bueno hacer talleres y clases aquí en Charazani en convenio con la universidad mayor de San Andrés y el concejo municipal, para que salga en claro nuestro trabajo”. Los pobladores de la provincia Bautista Saavedra, más específicamente de la población de Charazani y alrededores, tanto jóvenes como adultos, pueden educarse para consolidar una conciencia del saber y de la riqueza cultural del que son herederos, teniendo educación ciudadana de calidad otorgada por la educación formal, así como del afianzamiento de los talleres o cursos sobre la medicina tradicional en todas sus especialidades, enmarcada en una educación ecológica, respetando las áreas protegidas e incentivando el cultivo de plantas medicinales; todo ello, para seguir el lema del “vivir bien” en lo social, cultural y ecológicamente. Medicina tradicional en el municipio La medicina tradicional es la suma total de conocimientos, técnicas y procedimientos basados en las teorías, las creencias y las experiencias indígenas de diferentes culturas, utilizados para la conservación de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas y mentales. Al respecto, hablar de medicina tradicional en el municipio Juan José Pérez es hablar de los kallawayas que se hallan en la memoria de los comuneros, que mantienen vivo el recuerdo de su pasado y refuerzan considerablemente la conciencia de su identidad histórica y cultural. A pesar de que en el incario, una etnia y un señorío bien delimitado, sufrieron un divisionismo por las particiones territoriales del siglo XVI. Definición de kallawaya El kallawaya es entendido como el médico itinerante que recorre con sus conocimientos y medicinas por diferentes lugares, compartiendo su saber y cura. Tiene una identidad propia llena de misterio (Baixeras: 271). El idioma hablado por ellos en sus ritos es el machaj juyay, reconocido en la constitución Política del Estado Boliviano. Trabaja tanto en el campo físico como en el espiritual, maneja la herbolaria como la sanación del ánimo. El conocimiento kallawaya no es manejado por cualquier persona, sino que aquello es transmitido a personas elegidas. Prácticas kallawayas Según Ina Rösing y otros, en el libro Diálogos con divinidades de cerros, rayos, manantiales y lagos: oraciones blancas Kallawayas, cobra gran importancia las oraciones blancas, como forma de curación, existiendo 10 atributos: 5 de contenido, 3 categorías relacionales y dos que caracterizan a la oración kallawaya en el siguiente orden:
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Instancia de invocación La desgracia: Circunloquios y origen. Mal o desgracia que ha llevado a esa curación. Ofrecimientos y promesas. Además de pedir también se debe ofrecer algo, haciendo hincapié en lo que ofrece, la oferta es reforzada con promesas de futuro. Peticiones y conjuros. En primera instancia ofrece para luego pedir el bien del paciente y de la colectividad. Quiere alejar el mal que haya perdón para la deuda sacrificial. Se conjura todo lo bueno de este mundo y también valores y bienes a la medida del paciente, de su situación y el motivo de su curación, se formula el mundo de deseos en su conjunto, el universo de lo que en esa cultura representa el bien. “Fórmulas mágicas” individuales y colectivas, intensidad de la rítmica que se logra mediante la repetición. Fuera de eso cada Kallawaya desarrolla sus fórmulas, respetando el orden de perdón, favor, rogamiento repetido una y otra vez. Reciprocidad, entre ofrecimientos y promesas con peticiones y conjuros. Diálogo entre las instancias de invocación, la desgracia y circunloquio y origen y las fórmulas mágicas individuales y colectivas. Trinidad y lugares sagrados. Expresa una relación dentro de la categoría de contenido de las instancias de invocación. La trinidad es la representación del mundo católico. La configuración de la mesa, las preparaciones rituales presentan una visible separación de los mundos que se entremezclan en una yuxtaposición de las instancias de invocación. Existe una vinculación de trinidad y lugares sagrados. Lugar de oración. Empieza a orar cuando comienza la oración y termina de orar cuando la curación termina. Relación con la acción ritual. Se tiene que orar en todas la formas de ch’alla, todos los participantes son convocados a ch’allar y los hacen orando. La mesa es un conjunto de distintos platos sacrificiales pequeños. La mesa blanca consta de doce platos de algodón. Se la realiza con una challa introduciendo hojas de coca característica del kallawaya. Todos los participantes elevan oraciones con riqueza de contenidos, los ritos se reproducen con diferentes variantes. Ahora bien, considerando la trayectoria y las características de la cultura kallawaya en el municipio de Charazani, se pudo hacer un recojo de información consistente en percepciones de la población en general acerca de la medicina tradicional, salud, enfermedad y tratamientos, mediante el empleo de instrumentos como la FODA, entrevistas, diálogo y observaciones. Según el empleo de FODA De acuerdo a la utilización del instrumento FODA, aplicado a la población referente a la medicina tradicional kallawaya, tenemos la siguiente información descrita en un cuadro.
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FORTALEZAS • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
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Cuentan con plantas medicinales con grandes propiedades curativas que en otra región no se pueden hallar. El aspecto geográfico es favorable para el crecimiento de plantas. Cuentan con plantas como el caricari que quitan la tartamudez. Los kallawayas no desaparecerán porque es hereditario. El kallawaya podría ser considerado como psicólogo. Ven el lado bueno de la vida. Los kallawayas curan el alma. Tiene relación espiritual con los pacientes. Gozan de buena alimentación. Gozan de buena salud y por eso viven aprox. Hasta los 100 a 120 años. Tienen su propia lengua. Herencia de saberes de sus antepasados. Son catedráticos de la vida. Tiene conexión con la naturaleza por tanto tienen una purificación. Siempre están preparados ya que llevan con ellos su bolsa llamada “la farmacia kallawaya”. Su bolso concentrado de energías tiene altos poderes curativos. Consumen comida natural. La manzanilla de Charazani tiene el triple efecto curativo que las manzanillas de La Paz. Se adaptan a la religión católica ya que se puede encontrar la misma representación en los dioses naturales. Los kallawayas con solo mirar saben qué enfermedad tiene el paciente. Charazani es un lugar sagrado. La producción de la tierra contiene nutrientes y proteínas. Producción de maíz y quinua que es adecuada para la nutrición.
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OPORTUNIDADES •
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Cuentan con más apoyo con la inauguración del nuevo centro de salud que tendrá un espacio para la medicina tradicional. Encuentros internacionales de kallawayas. Formación de asociaciones de kallawayas en el país. Apoyo departamental para la siembra de plantas para evitar su extinción. Apoyo internacional para la elaboración de medicamentos. Concientización a las nuevas generaciones sobre la importancia de las plantas curativas y el contacto y necesidad de vivir en equilibrio con la naturaleza. Declaración de la UNESCO como Patrimonio Intangible Cultural de la Humanidad.
DEBILIDADES
AMENAZAS • •
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Reducción de plantas medicinales. Las plantas ya no tienen el mismo efecto curativo que antes. La mayoría de la gente quiere ser dueño de la naturaleza y no quiere convivir con ella. Los jóvenes se olvidaron de valorar la medicina tradicional. Extinción de plantas por la contaminación. Mala alimentación con comida chatarra. No se implementa el conocimiento de la medicina tradicional en los centros y hospitales dependientes del Estado. Pese a la implementación de la SAFCI, no se considera la cosmovisión y los saberes andinos. El conocimiento y la forma de vivir se están extinguiendo.
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Uso indiscriminado de la palabra kallawaya. La producción de coca, chaqueos y basura afecta a la región con la extinción de plantas medicinales. Los alimentos transgénicos se han apoderado de la tierra. Posible desaparición de la cosmovisión kallawaya. Intromisión de culturas e investigadores foráneos en la apropiación de sus conocimientos. Extranjeros que patentan en el exterior las plantas utilizadas por los kallawayas. Proliferación de enfermedades de transmisión sexual. Ser humano se aparta cada vez más de la naturaleza. El individualismo desvaloriza la cultura. Los gobiernos neoliberales del exterior se apoderan de los descubrimientos de los kallawayas. El ingreso del azúcar blanco disminuye el consumo de miel y daña la salud de los pobladores. El consumo de coca cola disminuye el consumo de refrescos y mates naturales.
*Datos proporcionados por la Asociación de Kallawayas y población en general. Según la aplicación de entrevistas Transmisión de saberes de los kallawayas Para acceder a los conocimientos y sabiduría sobre la medicina tradicional, la persona debe haber sido elegida, ya sea por el maestro kallawaya o por fenómenos naturales. En el primer caso, como mencionan los kallawaya, el conocimiento es transmitido a la siguiente generación, este dato se corrobora en parte de la entrevista realizada a los hermanos Ticona: “Un padre tiene a su hijo, sino algún parentesco. Para salir al exterior con cualquiera de ellos, lleva compañía, luego permite ver al Kallawaya. Los Kallawayas son muy diferentes, no enseñan, sino que a la pareja, a la persona que le acompaña, ese tiene que aprender, solamente viendo qué está haciendo, lo que el Kallawaya cura y todo, y el que le está acompañando solamente tiene que ver cómo le está curando, tiene que aprender, el que aprendió, aprendió y el que no aprendió, no aprendió”. “El padre o el abuelo le lleva al nieto, a su lado llevan, y así tiene que ver al otro que es el Kallawaya que nunca le enseña. El que quiere ser Kallawaya solo viendo a su abuelo o a su papá tiene que aprender, después una vez de que el Kallawaya nota que su hijo está aprendiendo algo le dice: «vos anda por un camino, yo voy por un camino, a ver si curas a alguien»(…)“de este modo se forma y viene el Kallawaya, de la propia voluntad, de por sí”.
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Es así, que el kallawaya hace su recorrido en compañía de su aprendiz, quien va recogiendo información sobre el conocimiento a partir de la observación directa que hace al maestro y la manera cómo prepara los materiales para sus curaciones. El kallawaya, inicialmente, en su formación es ayudante, como relatan los hermanos Ticona: “Para ser Kallawaya primero tiene que trabajar como ayudante, acompañarle al maestro…Se escogen como un ayudante; pero ese ayudante tiene que ser también elegido por las bases, tiene que hacerlo conocer el maestro a su ayudante, después ya conoce la gente, ya sabe de quién su ayudante es. Entonces empiezan con él, andan bien si hacen bien; hay algunos ayudantes también hacen mal, porque el ayudante es el que tiene que estar preparando todo, lo que prepara, le pasa al ayudante”. Una vez terminada la formación, el aprendiz es evaluado por el maestro antes de tomar su propio camino: “También examina el maestro, ¿vas a poder? Así le dice primero. Dos, tres pruebas tiene que hacer, y así observa el maestro qué está haciendo el otro; ahora si hace bien, ya le dan su mano, luego ya está trabajando”. Otra manera para optar a los conocimientos tradicionales de medicina, se relaciona con los fenómenos naturales, como el hecho de tener hijos mellizos que los convierte automáticamente en kallawayas, tal como menciona Nicasio Ticona: “El padre de los mellizos tiene que ser así y los mellizos tienen ya esa ley ya, los dos tienen esa ley de trabajar ya, para eso ya han nacido ellos”. El fenómeno de la naturaleza juega un papel preponderante con el rayo que, según el pensamiento andino, tiene mucha influencia en el nacimiento de los mellizos y otros fenómenos. Se menciona que el rayo, al tocar físicamente a personas, las vuelven sus servidores. Asimismo, los tocados por el rayo aprenden a hablar con los diablos, con los cerros, son el rayo mismo, las almas y la Pachamama (Bouysse-Cassagne, Harris, 1987:46). Cuando sucede este fenómeno –como bien describen los hermanos Laime–, se otorga la facultad de ejercer la profesión de kallawaya: “Por ejemplo, un Kallawaya, en tiempo de lluvia está caminando, por ahí el trueno revienta, entonces muchas veces en el campo uno cae desmayado, tres veces el trueno lo hace revivir, la persona muerta revive, ya esa persona tiene algo de por sí, esa persona hace algo, hace como un milagro y resulta bien, de ahí es donde empieza el Kallawaya. Otro Kallawaya que empieza también es cuando el padre le enseña, más que todo ese Kallawaya cuando le pilla el trueno, sabe cómo mirar la suerte, más que todo”. Nicasio Ticona, también menciona que los verdaderos kallawayas tienen un signo en la mano, que son las tres cruces: “… por naturaleza tiene que estar señalado, tienen un signo en la palma de la mano, ahí tiene que llevar los signos y eso controlan los viejitos «haber trae tu mano, préstame» -dice– y a veces no se dan cuenta que está trabajando como conocedor (…) Son cruces que deben ser seguiditas, por ejemplo, en mi mano dos cruces nomas tengo, en cambio, otros inclusive cuatro tienen, así juntitos”. Especialidades del kallawaya y la medicina herbolaria Los kallawayas tienen diferentes especialidades, no se clasifican en un solo grupo. Tanto los hermanos Layme como Nicasio Ticona, indican que los kallawayas tienen sus propias especialidades como ser: rituales, lectura de la suerte, hierbas y otras. “Cada quien tiene que ser así porque no pueden llevar uno solo toda la información, cada quien tiene igual como los profesionales que tienen carrera” (Sr. Ticona). “Un Kallawaya tiene su especialidad, como los médicos tienen, igual también tienen su especialidad. Un Kallawaya hace simplemente rituales, otro Kallawaya cura a la gente mediante hierbas y otro Kallawaya que cura mediante la vena que identifica a uno y le dice: si te vas a morir o no te vas a morir, o te has caído en alguna parte, o te has asustado” (Hnos. Layme). “Una persona se cae en alguna parte, se asusta, después esa persona se enferma, entonces eso ya es otro Kallawaya” (Hnos. Layme).
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FotografĂa: Encuentro de autoridades en la inauguraciĂłn de un centro de medicina tradicional en Charazani.
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FotografĂa: Entrevista a kallawayas de Charazani.
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Dentro la especialidad kallawaya existen subespecialidades, pero toda la sabiduría hace la integralidad kallawaya. Entre ellas, está la medicina herbolaria, que se trabaja con hierbas y plantas principalmente, obtenidas directamente de espacios silvestres, recolectados. Aunque en los últimos tiempos se ha visto la posibilidad de la producción mediante la siembra y cosecha en espacios específicos como en algunas comunidades, como se aprecia en Chajraya, como menciona la señora Layme: “Se usa aquí, por ejemplo, yo me crio la retama que es para alejar el mal que otros te pueden hacer, para las maldiciones no ve”. Las plantas medicinales son utilizadas para curar diferentes afecciones, no solamente las maldiciones. Es así que se encuentran diversas enfermedades y malestares como el dolor de estómago o la tos “otra es las raíces del amuca que usan para la tos, para darle al bebé pequeñito, para la wawita. El maticum se usa para el dolor de hueso, otro también es la mulla que se usa para hacer mate, para dolor de estómago no ve, otro también es la huacatalla que se usa igualito para el dolor de estómago”. Pero los remedios a base de plantas no se limitan a curar, también tienen un uso estético: “Otro que se usa es el romero para hacer crecer el cabello sirve, para que sea largo, como el mío pues, yo me hecho crecer en un rato, otro es la sábila que sirve para lavarse, para la caspa que te sale en el cabello”. Pero la variedad de plantas medicinales no se limita a las anteriormente mencionadas. Entre otras conocidas se encuentran: La coca (erythroxylon coca) considerada como la hoja sagrada forma parte de la alimentación, medicina y religión, ocupando un lugar importante en los rituales. Sus propiedades son múltiples: calma el dolor de estómago, ayuda a resistir el hambre, la sed y la somnolencia. Es utilizada para combatir el mal de altura y otras dolencias. El clavel (diantuscaryphyllus) es utilizada en rituales y ceremonias religiosas. En infusión fría tonifica el sistema nervioso y sirve para lavar ojos irritados. Las hojas hervidas calman la tos, el enfriamiento y los cólicos. Algodón salvaje (gossypiumraimondiulr.sp), qhiya (en aymara). Es la “lana” del algodón, utilizada en rituales y representa el primer nivel ecológico. Las semillas asadas y reducidas a polvo sirven para preparar una pomada contra los golpes y los moretones. Sus fibras secan, cicatrizan las heridas. Las hojas de la planta, asadas durante largo tiempo y luego preparadas en infusión, se aplican como cataplasmas para los dolores musculares. El humo de la planta quemada debe ser respirado por los enfermos para el mal de la altura. Hediondilla Andrés Waylla. Nombre utilizada para el insomnio (infusión). En tratamientos de herpes, heridas e hinchazones (cataplasma). Purifica la sangre, hígado y riñón, se utiliza para lavar los oídos inflamados. Jayajaya o sawila, es utilizada para lavar el cabello. Purifica el estómago y el intestino. Cura heridas, hinchazones (lavado). Se aplica en casos de sífilis. Purifica la sangre y calma el dolor de cabeza. Sikallu warraqu o espina colorada, es utilizada en cataplasma para dolores de cabeza, dolores de muela, hinchazones, tumores (ch’upu), fracturas y golpes (en parche). Estas son algunas de las plantas medicinales utilizadas por los kallawayas, con las que se hacen diferentes ritos de sanación. Análisis e interpretación de entrevistas a kallawayas En las entrevistas realizadas a kallawayas, se puede considerar que la presentación pone en manifiesto el lugar de autoridad que se atribuyen en cuanto dicen: “Soy Aurelio Ortiz, soy una autoridad en mi comunidad, cargo casi político en mi comunidad, como Mallku, pero también soy médico kallawaya, he estado recorriendo casi todo Sud América, también Europa, es el conocimiento de nuestros abuelos que llevamos adelante. Ellos son también autoridades kallawayas”.
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El médico kallawaya se presenta como portador de la ley, expresa su potencia enunciativa, se da a conocer como objeto revestido de un símbolo de autoridad que traspasa fronteras. La autoridad muestra la interiorización de un Superyó, en tanto el mecanismo doble de proyección, ello debido a la referencia “es el conocimiento de nuestros abuelos que llevamos adelante” e identificación “ellos, los abuelos también autoridades kallawayas”. Respecto a la estructura kallawaya, se observa que no está plenamente establecida, sin embargo en la entrevista a uno de los principales exponentes kallawayas de la región de Charazani, señalaba que: “La región kallawaya tiene 64 comunidades, y son organizaciones, dentro de estas comunidades vivimos familias kallawayas, es decir no todos son kallawayas, somos familias kallawayas, todos, tanto el hombre como la mujer” (entrevista al sr. Ortiz). El hecho de ser kallawaya, se constituye en un significante primordial, el desarrollo del individuo persigue la agregación de ese individuo a la masa humana, y el proceso de la cultura apunta a la constitución de una unidad colectiva “somos familias kallawayas, todos, tanto el hombre como la mujer”. Habrá entonces homogeneidad entre los medios empleados y los fenómenos suscitados. “Una cosa es hacerse Kallawaya y otra cosa es nacer Kallawaya. Ya desde el vientre de la madre ya somos señalados para ser Kallawayas, también las fuerzas naturales pueden darnos señales para ser médicos Kallawayas” (entrevista al sr. Ortiz). Aquí se establece la relación con el objeto primordial que es la madre: “Ya desde el vientre de la madre ya somos señalados para ser Kallawayas” el inconsciente es el discurso del Otro, el lugar desde el cual se puede plantear la cuestión de su existencia: entendida ésta como aquello que baña al sujeto con sus significantes, lo sostiene, lo invade, incluso lo desgarra, “también las fuerzas naturales pueden darnos señales para ser médicos Kallawayas”. La madre se constituye en la primera protección contra los peligros que amenazan desde el mundo exterior, en la primera protección ante la angustia. La madre en este caso también protege la secuencia hereditaria de la medicina kallawaya, ella no permite que este conocimiento desaparezca. En cuanto a la estructura social que sostienen los kallawayas, señalan que: “cuando se ha declarado el Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad entonces hemos comenzado a conformar asociaciones con fines de fortalecer; antiguamente nuestros abuelos cuando recorrían todo sud América han llegado hasta el canal de Panamá, ahí estaban construyendo este canal había mucha gente enferma de malaria, muchas enfermedades, desde aquí han llevado medicinas allá, para ayudar, aquí tenemos muchas plantas, la región, los microclimas todo esto tiene que ver mucho”. Esta consecución de declaración Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad, corresponde a un legado de generaciones anteriores, que fueron sostenidas a lo largo del tiempo por varias generaciones, se puede decir que estas representaciones han nacido de la misma fuente que todas las demás conquistas de la cultura, de la necesidad de defenderse contra la abrumadora hiperpotencia de la naturaleza, “había mucha gente enferma de malaria, muchas enfermedades, desde aquí han llevado medicinas allá, para ayudar, aquí tenemos muchas plantas, la región, los microclimas todo esto tiene que ver mucho”; además del impulso a corregir las penosas imperfecciones de la civilización: “antiguamente nuestros abuelos cuando recorrían todo sud América han llegado hasta el canal de Panamá, ahí estaban construyendo este canal había mucha gente enferma de malaria, muchas enfermedades”. Algo que permite ver la organización kallawaya es el aspecto paterno filial, trasmisión del saber kallawaya a través de relaciones de dependencia familiares. Para el psicoanálisis el saber está en el campo del lenguaje, en la articulación significante, al respecto Foucault también circunscribe al saber en el orden discursivo desde una perspectiva de: “un conjunto de elementos formados de manera regular por sus prácticas discursivas y que son independientes a la constitución de una ciencia, aunque no están necesariamente destinados a darle lugar. Existen saberes que son independientes de la ciencia,
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pero no existe sin una práctica discursiva definida; y toda práctica discursiva puede definirse por el saber qué forma” (Foucault, 1996:308 -309). En este sentido, haber logrado quela región sea considerada Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad, demuestra que existe un saber sostenido por una práctica discursiva definida, reconocida por la Organización de la Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Si la experiencia presente, supone la reminiscencia, y si la reminiscencia viene de la experiencia de las vidas anteriores, es menester que dichas experiencias también hayan sido conducidas con la ayuda de una reminiscencia. “En estos últimos tiempos hay una relación espiritual donde por ejemplo han llegado muchos machis de la cultura mapuches así como amautas aymaras hay encuentros internacionales que se están llevando que se llaman el círculo de abuelas y abuelos que esto ha empezado en Perú con la visión de que los militares saben unirse, los políticos saben unirse, entonces nosotros como maestros como hombres espirituales cuando nos vamos a unir con esa visión de poder de ayudar a la humanidad los planteamientos son: c la conexión que el ser humano con la madre naturaleza, otro es la purificación deberíamos purificarnos, otro es la alimentación” (entrevista al sr. Ortiz). Un saber es el campo de coordinación y de subordinación de los enunciados en que los conceptos aparecen, se definen, se aplican y se transforman; en fin un saber se define por posibilidades de utilización y apropiación ofrecidas por el discurso. “La conexión, la purificación y la alimentación son las conclusiones de estos encuentros internacionales que hemos empezado en Cuzco, luego en Charazani- Bolivia que ha sido la sede, después en el Ecuador y en el Brasil”. Aquí se puede ver una muestra de que este saber funciona y supoder se ejerce a través de una organización , que pese a los avatares del tiempo se mantiene vivo, desafiante, establece sus propios conceptos, propone conceptos que van más allá del saber oficialista marcado por la occidentalización del conocimiento. “...y por ciertas situaciones políticas no se ha llevado en Chile porque hay todavía un gobierno medio cuadrado que no acepta a los pueblos indígenas muchos mapuches y machis han sido encarcelados perseguidos acusados de guerrilleros, algo penoso en Latinoamérica que podemos ver todavía esta situación” (entrevista al sr. Ortiz). Esta es una muestra de la lógica del Estado que se fundamenta en la subordinaciónde la razón al ejercicio de la fuerza, constituyéndose en el paradigma ideal de dominación. Una sociedad donde el poder lo es todo y éste exige que los subordinados se comporten dócilmente; una sociedad en la que nadie defiende a los subordinados, en la que la sanción y culpabilidad está preestablecida de antemano, que expresa una posición de autosuficiencia con una visión destructiva y de desvalorización total del supuesto enemigo, en tanto le rompe esquemas fríamente establecidos, es ahí donde se manifiesta una postura de odio pero al mismo tiempo de triunfo. Según los comentarios de los kallawayas de Charazani, muchos de éstos médicos tradicionales han tratado de ser investidos, colonizados, utilizados, doblegados, transformados, trasladados, extendidos por mecanismos cada vez más generales y por formas de dominación global. Se debe mostrar cómo estos procedimientos se trasladan, se extienden, se modifican, pero por sobre todo, como fenómenos globales se los envisten y se los anexionan y, como poderes generales los intereses económicos pueden insertarse en juego de esas tecnologías de poder relativamente autónomas e infinitesimales (Foucault, 1996:180). Por otra parte, se puede ver que existe de alguna manera la demanda de institucionalizar la medicina kallawaya, pero que ésta institucionalización debe ser certificada por el pueblo conjuntamente las instituciones; esto puede verificarse cuando los hermanos Layme, kallawayas de Chajaya indicaba que: “todo Kallawaya debe salir bajo una institución, bajo una certificación, así no se desvía” y ante la pregunta de quienes certifican, respondió: “Y eso tiene que hacer el pueblo y las instituciones tienen que certificar que evidentemente esta persona sabe curar y si se está equivocando tienen que quitarle su credencial, así también nosotros manejamos, todo esto últimamente queremos profundizar, para que haya más responsabilidad. Por ejemplo la semana anterior, del Ministerio han llegado, querían dar certificado, pero por ellos todo certifican, ahí nosotros, no, no se puede certificar, debemos
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dar examen, si sabe curar o no, si ésta persona sabe los rituales, no puede generalizarse, el que hace ritual, de ritual tiene que tener su credencial, y si es de hierba, de hierba tiene que tener su credencial de especialidad” (hermanos Layme). Este es un aspecto que demuestra una intencionalidad de unir la creencia y las significaciones simbólicas, a través de una mirada que cobre características de cientificidad bajo criterios centrados en el principio de realidad confiriendo la producción del espíritu humano. “Los médicos nos han querido prohibir hace años, había un congreso provincial, y en ese congreso provincial se ha resuelto que ya como médicos deben compartir, más antes no había nos han querido prohibir y mientras tanto también nos han prohibido, nos están tratando de hacer a un lado, tal vez nosotros cuando curamos le quitamos por eso están casi contra nosotros, algunos médicos que llegan a Charazani” (hermanos Layme). Es una nueva muestra de dominación y desconocimiento, sin embargo existe una confluencia de un saber basado en la observación empírica principalmente de la herbolaria que fue transmitida de generación en generación, así como deducciones lógicas y por otra parte se fundamenta en principios religiosos ya que se nos dice que deben ser aceptados porque los antepasados los creyeron ciertos, además se aduce pruebas que han sido transmitidas por generaciones. Para la mirada médica, rechaza la tesis del patrimonio cultural, en tanto podrían aclarar los enigmas del mundo y reconciliarnos con el dolor de la vida, alegando que este conocimiento no ofrece garantías. Aquí nuevamente nos vemos frente a la confrontación del conocimiento biomédico con la medicina tradicional, ampliamente aceptada por los pobladores de la región. Frente a la concepción del médico kallawaya de la enfermedad, se responde que el kallawaya es un psicólogo, quién utiliza como criterio diagnóstico el mirar para saber cuál es la enfermedad que aqueja ese cuerpo o por otros medios complementarios como ser la lectura de la coca y la lectura de naipes. Una primera observación es aquella que para el diagnóstico utiliza la mirada, la lectura de coca, planta nativa, las hojas de coca característica del kallawaya y por otra parte también utilizan los naipes que fueron traídos en la colonia y por lo tanto tienen una significación ideológica diferente. “El Kallawaya es un psicólogo”, partiendo desde una posición humanista y existencial, podría reflejar una posición creativa, de autorrealización, persona que intenta vivir en armonía con la cultura, que valora si espacio, comprometida con los valores más nobles de la humanidad, como ser la solidaridad, la reciprocidad, la justicia, el compromiso con los más desposeídos, asignándole un papel central a los factores ético-morales en la historia donde no hay cabida ni para la injusticia, ni la indiferencia. Si analizamos ciertas propuestas van dirigidas a la conservación humana: “como no vamos estar enfermos si comemos sardinas, comemos comida chatarra, ahora el cáncer de la mama fácil de responder la mujer moderna ya no hace mamar a su bebe por situaciones de trabajo, la mujer debería hacer mamar a su bebe hasta los dos años y así él bebe está sano y la mujer evita el cáncer, no ve? Eso produce el cáncer ahí está la respuesta” (hermanos Layme). Señalan que: “la enfermedad puede ser encontrada o buscada por las malas energías del pasado que pueden provocar una enfermedad o una desgracia”. Por otra parte se dice que: “lo importante es que el humano debería comer alimento natural, lo que producimos nosotros, la tierra, tiene más nutrientes más proteínas, algunos yuyos silvestres nos hace fuertes, nuestros abuelos han vivido 120 años, y nosotros comiendo y tomando esto 8hace referencia a la Coca Cola), discúlpenme la frase, nosotros decimos a la coca cola la sangre del imperialismo, la sangre del imperialismo, entonces la alimentación es muy importante, el ser humano es lo que come, muchas veces a mis compañeros en reuniones utilizan mucha azúcar, el azúcar blanca es veneno para la salud, pero cuando hablas eso a veces te dicen que debes estar loco hasta
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en la familia, debes ser tacaño por eso no usas azúcar pues, pero cuando han muerto vienen a mi consultorio me dicen ya no estoy usando azúcar” (hermanos Layme). Según J. Baudrillard, en su libro De la Seducción: “en la actualidad la destrucción va más allá, es decir hacia la destrucción de su espacio simbólico, y específicamente de cualquier ilusión vital, las de las apariencias, de las ideas, de los sueños, de las utopías, de las proyecciones ideales pero también la de los conceptos y de las representaciones, entre ellas la de la muerte y la del cuerpo que va desapareciendo cada vez más. Destrucción por actualización incondicional, de todo lo que hasta ahora no era más que un sueño, un mito, una idealidad, una apariencia y que, destinada o no a permanecer así, formaba parte del equilibrio simbólico de la vida y la muerte” (Baudrillard, 1989:73). Ante la pregunta si existen formas de curación responden: “Pero claro, hay un dicho que mi abuelo me decía antes de morir porque él tenía 120 años y me decía todo es bueno nada no es malo sino que tu mente hace que las cosas se vuelvan malas, todo es bueno, así como una plantita la coca es una planta medicinal, pero cuando abusas se vuelve droga, veneno para el ser humano, toda planta cuando abusas puede volverse mala pero quien hace eso es la mente verdad? Entonces el kallawaya cura el alma no el bolsillo” (hermanos Layme). Hoy en día muchos jóvenes se están olvidando de tejer, claro es la bolsa kallawaya, esa es la farmacia kallawaya, representan todos los símbolos, a la tierra tres mundos el Alax pacha, el Manq´pacha, los tres mundos que es el mundo espiritual kallawaya entonces esa es la farmacia kallawaya, en eso llevamos nuestra medicina, ahí están muchas cosas. Isaac: “Por ejemplo en esto que llevamos medicamentos una wawa está enferma se le hace sentar y se la mete y la wawa se sana porque en esos tejidos aquí toda la energía se está concentrando”. Según Ina Rösing y otros, en el libro, diálogos con divinidades de cerros, rayos, manantiales y lagos: oraciones blancas Kallawayas, cobran gran importancia las oraciones blancas, como forma de curación, existiendo 10 atributos: 5 de contenido, 3 categorías relacionales y dos que caracterizan a la oración kallawaya. Instancia de invocación La desgracia: Circunloquios y origen. Mal o desgracia que ha llevado a esa curación. Ofrecimientos y promesas. Además de pedir también se debe ofrecer algo, haciendo hincapié en lo que ofrece, la oferta es reforzada con promesas de futuro. Peticiones y conjuros. En primera instancia ofrece para luego pedir el bien del paciente y de la colectividad. Quiere alejar el mal que haya perdón para la deuda sacrificial. Se conjura todo lo bueno de este mundo y también valores y bienes a la medida del paciente, de su situación y el motivo de su curación, se formula el mundo de deseos en su conjunto, el universo de lo que en esa cultura representa el bien. “Fórmulas mágicas” individuales y colectivas, intensidad de la rítmica que se logra mediante la repetición. Fuera de eso cada kallawaya desarrolla sus fórmulas, respetando el orden de perdón, favor rogamiento repetidas una y otra vez. Reciprocidad, entre ofrecimientos y promesas con peticiones y conjuros. Diálogo entre las instancias de invocación, la desgracia y circunloquio y origen y las fórmulas mágicas individuales y colectivas. Trinidad y lugares sagrados. Expresa una relación dentro de la categoría de contenido de las instancias de invocación. La trinidad es la representación del mundo católico. La configuración de la mesa, las preparaciones
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rituales presentan una visible separación de los mundos que se entremezclan en una yuxtaposición de las instancias de invocación. Existe una vinculación de trinidad y lugares sagrados. Lugar de oración. Empieza a orar cuando comienza la oración y termina de orar cuando la curación termina. Relación con la acción ritual. Se tiene que orar en todas la formas de ch’alla, todos los participantes son convocados a ch’allar y los hacen orando. Otro comentario que cobra importancia para la investigación es aquella que hace referencia a la relación del humano con la naturaleza. Uno de los kallawayas, señala que: “el ser humano es una partícula de la tierra, somos tierra y por ende la challamos a la Pachamama, porque es nuestra madre y como nosotros somos hijos de la Pachamama, hay veces no nos entienden, el ser humano nunca va a ser dueño de la tierra, somos hijos de la tierra. La relación con la Pachamama, con los cerros, con el viento con el agua es una relación que deberíamos mantener, pero lamentablemente el ser humano se ha apartado de la madre naturaleza y al distanciarse hay desequilibrios, el ser humano no se siente como hijo de la madre tierra, se siente dueño quiere ser dueño de todo, ya quién sabe hay personas que quieren ser dueños hasta del sol, hasta del calor pero estamos mal tenemos que convivir con la naturaleza, conectándonos con la madre naturaleza” (hermanos Layme). Al respecto, una característica propia del conocimiento kallawaya está en la curación y esta cobra la significación a partir de la relación de la curación se desprende del concepto de deuda sacrificial en tanto concepto central de la región andina. Numerosas divinidades andinas, protegen y acompañan y hacen el bien, dentro de la reciprocidad, lo que las divinidades quieren recibir es veneración (oración) como también bebida y comida (ofrendas) si no reciben las divinidades y dan unilateralmente y los humanos quedan en deuda sacrificial. Los dioses son innumerables y no se sabe cuáles son y donde habitan, pues esta deuda sacrificial se constituyen en la causa principal de toda enfermedad y de toda desgracia. El lugar en que cae el rayo se constituye en un habitáculo de una divinidad del rayo y debería dar una ofrenda, pero como es posible que no se sepa, entonces adquiere una duda sacrificial. La curación blanca compensa esa deuda sacrificial, así como aquellas que podría adquirirse en el futuro. En Agosto el cielo y la tierra están abiertos por ello se dan ésta curación como medio profiláctico anticipatorio al hecho. La curación blanca especial, particular, íntima, personal, es más restringida motivada por una enfermedad, un conflicto en la familia, para construcción, viaje, trabajo, llamada del alma. Se trata de compensar todas las deudas sacrificiales. En los rituales muchas cosas se dicen sin decir, en las oraciones. Desde ésta perspectiva que todo humano, al nacer, se encuentra cargado de deudas, por un lado la deuda con la enfermedad y la muerte y por otra es acreedor con los dioses, con los antepasados, pero de ésta situación de endeudamiento en la que el humano está encerrado de entrada, solo se conoce la identidad de algunos acreedores, otros no se dan a conocer sensorialmente “El lugar en que cae el rayo se constituye en un habitáculo de una divinidad del rayo y debería dar una ofrenda, pero como es posible que no se sepa, entonces adquiere una deuda sacrificial”. También se conoce el medio de satisfacerlos y que es invocándolos a través de la oración blanca y luego haciendo sacrificios con mesas blancas, también se conoce a otro acreedor que son los antepasados, convirtiéndose él mismo en padre.
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El término deuda tiene un sentido técnico perteneciente al léxico de la economía y designa la obligación de restituir un bien tomado en préstamo o su equivalente, pero aquí nos encontramos en una paradoja, hay una deuda sin préstamo previo, o por lo menos sin consciencia del hecho (cuando cae un trueno o se pasa por un lugar sacrificial desconocido), por lo tanto las connotaciones de la deuda sacrificial no pueden ignorarse, y se forman contextos, en el interior del discurso kallawaya , en los que las nociones de falta y deuda. Frente a esta situación que genera reacciones de paranoia, existe una alternativa y ella es la oración blanca y por consiguiente la mesa blanca que permite la liberación de esa deuda. Quién puede aliviar esa deuda sacrificial es el kallawaya. Dos rasgos en procesos curativos, la oración se da al inicio y al final de toda la oración. A continuación se adjunta una síntesis de oración blanca kallawaya: La mesa es un conjunto de distintos platos sacrificiales pequeños. La mesa blanca consta de doce platos de algodón. Se introduce con una challa introduciendo hojas de coca característica del kallawaya, todos los presentan oraciones y con riqueza de contenidos, los ritos se reproducen con diferentes variantes. Sirve: Curación de agosto para personas y ganados. De una curación blanca en general. Con la licencia de ustedes. Licencia dirige a todos los presentes, con la licencia de Dios, perdón, favor. (Esta parte siempre es chijwani ¿no? Chijwani (nombre propio de la región). Ahora bien me vas a perdonar (el destinatario de ésta súplica es a la tierra por alguna deuda sacrificial). Chijwani de oro, Chijwani de plata. Chujwanimachula, (abuelo) debes ser tú el que me ha hecho llamar, mallku Esqani, Mallku Kallinsani, (cóndor macho), forma de dirigirse a lugares sagrados. doce cumbres del Tuwana, MallkuIllimani,(12 cumbres el tuwana es la montaña sagrada más importante de la región) ahora me vas a perdonar patio de oro, patio de plata de este lugar, (la casa , el patio también es sagrado dueño del patio Pachamama de este lugar, tierra de este lugar ahora me van a recibir de la mejor manera, Oscollo de oro, oscollo de plata, (gato montés, animal sagrado) para oro es, para plata de las minas de Tipuani y Mapiri a este lugar me has llamado. Frente al cuestionamiento de la convivencia entre el cristianismo y la religión kallawaya se nos dio la siguiente respuesta: “Yo en Cuzco, como maestro en la plaza y una señora me pide mis servicios, y me dice maestrito vamos a mi casa necesito de sus servicios, entonces yo voy, entramos a su casita, me hace entrar, me hace sentar y ahí estaba su virgencita de Copacabana estaba t bendecida y me pide challar y pues yo no me hago problema y yo challo porque la virgen representa a la Pachamama, no es como los amautas aymaras, no quiero hablar mal de nadie se oponen a eso, como challar un estuco además virgencita han traído de España etc., etc. Nosotros los Kallawayas somos diferentes, no , nos hacemos problema de esto porque representa a la Pachamama al igual que el Santiago representa al dios rayo no, entonces hay ese, podemos decir que la virgen no es virgen que viene de otro lado sino que representa a la Pachamama, es lo propio estamos ahí nomás no es cierto”. Respecto a la invocación que hacen los kallawayas podemos señalar que hacen al mundo de arriba Alax pacha, en el mundo de la tierra y en el mundo oscuro Manqha pacha.
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Arriba, están los Santos Católicos, se les hace las fiestas patronales. “Hacemos oraciones en kallawaya, a Dios Jesucristo” Dios está investido con una función sagrada para la cultura Kallawaya y es él el que deba hacer cumplir su palabra, constituyéndose en el padre que deba hacer cumplir su palabra el Kallawaya es laico y es religioso. En el terrestre, lugar cuna y a los que se invoca por su nombre. La Pachamama es la más importante de invocación, feto de llama como símbolo de la inocencia; el oscollo. Jawari igual a alucinación, fantasmas. Pachaje igual a ser del mundo oscuro. Tuwanero, ritualistas. Chullumpi, palabra ritual para llama. Ancari, viento mensajero. Jaramat’a, enfermedad que se contrae cuando se contempla el fuego sacrificial, puede ser erupción nocturna. T’alla princesa, manantial. Almacuna, almas. Del mundo oscuro están las awila, y los machulas, los antepasados. Esta es una muestra de que tanto la cultura occidental, como la cultura kallawaya cohabitan en una imbricación de culturas que se sobreponen. Sin embargo, marcan diferencia con los amautas que rechazan a los iconos hechos de arcilla y creen cuestionan a los dioses españoles y por otra parte también marcan sus diferencias respecto al manejo económico que hacen en la práctica curativa y apropiación desvirtuada de los conocimientos kallawayas. “Yo no quiero hablar mal de los hermanos amautas aymaras, porque yo conozco a muchos amautas hay muchos muy respetados pero también quiero mencionar que hay muchos amautas aymaras que se hacen pasar por kallawayas haciendo quedar mal a nosotros a los kallawayas que somos los genuinos que humildemente hacemos nuestros servicios curando a alma y no curando al bolsillo”. Sin embargo argumentan que el amauta aymara tiene formas de curar diferente “es decir es un solo árbol con diferentes ramas”. Otro aspecto a ser considerado es la lengua, entendida ésta como el momento inaugural donde el deseo se humaniza, lugar donde se prolonga y “eterniza” la expresión de su deseo. El Inconsciente tiene la estructura radical del lenguaje. Al llegar al lenguaje, el sujeto estará totalmente dominado y constituido por el orden simbólico. El sujeto está constituido por la trama del lenguaje. En la posición Lacaniana, el habla es el conjunto de los significados que re actúa históricamente sobre la red de los significantes el código de la lengua. La asunción por parte del sujeto de su propia historia está en la medida en que está constituida por la palabra dirigida al otro. El Inconsciente es el capítulo de la historia que está señalado con un blanco u ocupado por una mentira: es el capítulo censurado. Pero la verdad puede ser reencontrada; la más de las veces se encuentra ya escrita en otra parte: A saber: En los monumentos: y esto es el cuerpo, el núcleo histórico. En los documentos archivados: y estos son los recuerdos de la infancia, tan impenetrables como aquellos cuando su proveniencia es desconocida. En la evolución semántica que responde al acervo y a las acepciones del vocabulario que es propio, así como al estilo de vida y de carácter. En las tradiciones, hasta en las leyendas que en forma heroica transmiten la historia. En las huellas que inevitablemente conservan las distorsiones de la verdad, impuesta por el ajuste del capítulo adulterado con los capítulos que lo enmarcan y cuyo sentido la exégesis (interpretación) podrá restablecer. Respecto a la afirmación que realiza el kallawaya Layme referente a la lengua, señala: “que la población conoce la lengua Kallawaya, pero que no la usa cotidianamente y que se la utiliza solo cuando hay que curar. También, hablamos nosotros entre curanderos, entre Kallawayas. Se está olvidando, pero estamos tratando de recuperar, hay unos cuatro o cinco que hablan perfectamente, entonces estamos recuperando” (Hermanos Layme).
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“En idioma Kallawaya Jallalla es muerte. El idioma Kallawaya nosotros hablamos mezclado asnuywañurqun (mi burro a muerto) en idioma kallawaya chhamathuyjallallan (mi burro ha muerto), el caballo en Kallawaya es laqnu” (hermanos Layme). “En este lugar somos quechuistas pero también respetamos todas las lenguas, nosotros en la provincia Bautista Saavedra nuestros niños nacen con palabras quechuas” (Ortiz). Los incas tenían un conocimiento de curanderos y los curanderos hablaban su idioma kallawaya, entonces los quechuas ahí están los incas dominan la quichua dentro de eso de su reinado habían personas especiales que se comunicaban en palabra kallawaya habían personas especiales que se comunicaban en kallawaya para curar no para otra cosa, entonces nos han hecho llamar desde esa provincia, hasta los incas nos han dicho ven tú, ellos han trabajado en el reinado pero cuando han llegado los españoles han vuelto a sus lugares, por eso la palabra kallawaya no está definido completamente, pero aymara es muy diferente al quechua dentro de ese quechua hay una palabra puquina entonces más o menos con eso es igual. “Complementando con lo que dice mi colega obviamente nosotros aquí los Kallawayas tenemos nuestro propio idioma que se llama machajjuyay y que está reconocido en la Constitución del Estado Plurinacional, que gracias a la Pachamama recién ponen no? En Bolivia nunca han dado importancia los anteriores gobiernos nunca se dio importancia a nuestra cultura, es más siempre nos han tratado de brujos, nos han perseguido entonces ésta región ha dado nombre al Collasuyo la tierra de la medicina entonces Kallawaya sería médico, portador de la medicina. Collasuyo es parte de Collasuyo gracias a esta región” (hermanos Layme). El kallawaya lleva cultura incaica en su vestimenta, en su manera de hablar, son parecidos a los cuzqueños, entonces esta es la provincia Bautista Saavedra dentro de eso es como una islita que ocupa a cinco provincias que hablan quechua, nos podemos dar cuenta dentro del mapa. Los kallawayas señalan un aspecto importante respecto a la cosmovisión: “Volviendo a la parte ritual la cosmovisión Kallawaya, el Kallawaya es un mediador” nomás, obviamente te van a sanar las montañas sagradas, el Kallawaya está al medio, es un mediador como intermediario, como puente, por eso es muy importante que el ser humano esté conectado con la comenzamos madre naturaleza cuando más distanciado cada vez estamos más aparados de la madre naturaleza, entonces hay desequilibrio a pelear en la casa, en la familia, en la sociedad, entonces es síntoma de desequilibrio. Para volver al equilibrio hay que volver a convivir con la madre naturaleza, una forma de convivir es respetando y no contaminar el agüita, siempre convivir con la madre naturaleza” (kallawaya Ortiz). “El discurso inconsciente, es como los manuscritos sobre los cuales se ha borrado un primer texto para cubrirlo con otro. El Yo (mío) inconsciente, tiende a regular, a moderar las pulsiones instintivas que no son reconocidas por la consciencia. Distribuye en una medida aceptable las energías pulsionales experimentadas como peligrosas (la angustia) o prohibidas (el sentimiento de culpa). Si no llega a esta normalización, su fracaso consiste precisamente en la formación de un síntoma o signo enigmático de un conflicto Inconsciente…Pero los síntomas, la mayoría de las veces, son compromisos en el sentido de que una pulsión que ha forzado la barrera del inconsciente – en un temor, por ejemplo, o en un rito- recibe, mediante cierta gratificación o alivio de su tensión” (Lacan, 1984:53). Se podría señalar que la: “metáfora definida por la implantación en una cadena significante por otro significante y que el significante suplantado cae dentro de la categoría de significado y como significado latente perpetúa en ella el intervalo en que puede insertarse otra cadena significante” (Ibídem, 708). Es así que el significante Pachamama “madre naturaleza” se constituye en el significante que ocupa el lugar de la verdad y el kallawaya, en tanto intermediario ocupa el lugar de agente, en palabras de Lacan ocupa el lugar del Nombre-del-Padre, pone en manifiesto la ley de la naturaleza, pero a la vez la controla, hace que la vida se detenga en un cierto límite frente al goce, ya que el camino hacia la muerte no es nada más que lo que llamamos el goce, logra establecer el equilibrio que lo hace a través del retorno a la madre naturaleza que se
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levanta cruel e inexorable, para lograr que ésta se aplaque hay que invocarle, hay que pedirle permiso, hay que pedirle perdón, hay que hacerles ofrecimientos y promesas. El kallawaya se encarga como mediador de pedirle que aleje el mal y que haya perdón para la deuda sacrificial. Cada vez estamos más apartados de la madre naturaleza, entonces hay desequilibrio a pelear en la casa, en la familia, en la sociedad, entonces es síntoma de desequilibrio. Para volver al equilibrio hay que volver a convivir con la madre naturaleza, una forma de convivir es respetando y no contaminarla siempre convivir con la madre naturaleza. El ser humano es una partícula de la tierra, somos tierra y por ende la ch´allamos a la Pachamama, porque es nuestra madre y como nosotros somos hijos de la Pachamama, a veces no nos entienden, hacemos rituales a la Pachamama, mayormente en quechua, por eso estamos en cargo entonces nuestras costumbres culturales siempre tenemos que llevar, y cuando llueve es cuando han hecho mal, por ejemplo ha nevado y a las papas por ejemplo están secas por la nevada, entonces no han hecho bien, entonces tienen que verificar las cosas, en donde y nosotros fuimos a verificar y habían hecho un ritual donde no debían hacer por eso helada ha venido, porque el lugar también está acostumbrado, entonces todas esas cositas es. “El ser humano nunca va a ser dueño de la tierra, somos hijos de la tierra” La relación con la Pachamama, con los cerros, con el viento, con el agua, es una relación que deberíamos mantener, pero lamentablemente el ser humano se ha apartado de la madre naturaleza y al distanciarse hay desequilibrios, el ser humano no se siente como hijo de la madre tierra, se siente dueño quiere ser dueño de todo, ya quién sabe hay personas que quieren ser dueños hasta del sol, hasta del calor pero estamos mal tenemos que convivir con la naturaleza, conectándonos con la madre naturaleza. Hay que volver a la pacha, a la madre tierra, entonces solo así vamos a hacer que de aquí a cien años, porque disculpen la palabra, seguimos jodiendo a la madre tierra que vamos a hacer, sus hijos de estos jóvenes que están para sus hijos que va a quedar, la futura alimentación donde va, eso tenemos que ver, lamentablemente los gobiernos anteriores neoliberales nunca dieron importancia me decías que vamos a escribir un libro que interesante hay que hacerlo antes que la cultura kallawaya solo se quede incógnita una leyenda para que nuestros hijos así habían sido nuestros abuelos, no ahora la cultura Kallawaya es una cultura viva, aquí estamos presentes los kallawayas, estamos viviendo, entonces que van a estudiar, estúdiennos a nosotros estamos presentes, estamos vivos, vamos a hacer que la Pachamama nos dé más fuerza. “Para terminar quiero decirles, quiero darles un mensaje, así como mi abuelo maestro me ha enseñado, decirles que el ser humano nuestro propio sufrimiento es nuestro propio deseo, nuestro propio sufrimiento es nuestro deseo, yo sé que vas a sufrir, un ejemplo yo sé que vas a sufrir para comprarte un auto vas a seguir auto pero seguirás sufriendo, seguramente vas a querer comprar una casa, pero vas a seguir sufriendo con casa con auto, seguirás sufriendo porque es tu deseo, entonces para terminar este mensaje que el tiempo no pasa está ahí, nosotros somos los pasajeros, cuando han visto a la luna con cabellos blancos o al sol con barba blanca, agachaditos salir, nosotros hemos sido niños un día, vamos a ser ansíanos, pero el sol seguirá saliendo reluciente cada mañana entonces nosotros somos los pasajeros”. Pero el concomiendo kallawaya no se restringe a la relación de deuda sacrificial, también realiza la lectura de la naturaleza: “...Nosotros creemos hasta en el gorrión, Por ejemplo ese gorrioncito canta, eso quiere decir que es alegría, el día va a estar bien, cuando en otra forma canta de noche a partir de las 6 de la tarde, es de mal ahuero, cuando tu estas viajando por ejemplo, y tengo que retornar estas diciendo, lo piensas, y empieza a cantar el pajarito, se ríe sí, no canta, al día siguiente es en vano o llegas a Charazani en vano, es un pajarito, a veces decimos mal ahuero, mal anuncia, y a veces cuando el pajarito está coradito, un visitante va a llegar con algo que nos va a dar y cuando un pajarito llega así medio opito también, triste no canta, va a ser un visitante con malas noticias. Eso los Kallawayas creemos en estas cosas, ósea que más estricto nosotros somos. En otras cositas dice no, por ejemplo, en el matrimonio no tiene que bailar, entonces cuando se da la vuelta así baila mala señal es eso. Si te encuentras en el camino si te ha cruzado hacia abajo es fracaso, si te ha cruzado hacia arriba es buen augurio, si el zorro de frente ha venido, ya no vas a volver a ese lugar, todo eso es costumbre del Kallawaya, Kallawaya cree en todo eso” (hermanos Layme).
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En la cosmovisión se maneja el concepto de dos espíritus que están intrínsecos al ser humano, la primera relacionada con los sentimientos que la denominan alma pequeña, y la segunda la relacionada con la vida: “El ser humano para los kallawayas tenemos dos almas, una pequeña y otra grande, cuando la pequeña alma sale del cuerpo carnal del cuerpo material ya sea por susto o emoción, no solo por susto, amor los síntomas son dolor de cabeza, no quieren hablar con nadie, quieres estar solo y finalmente hasta te puedes volver loca, cuando ha salido el alma pequeña, has perdido tu pequeña alma, incluso tiene nauseas, lo que el médico no puede curar, entonces hay que hacer un ritual y llamar el alma y devolver al cuerpo carnal. Y el alma grande cuando sale del cuerpo carnal la persona muere, deja de existir”. El pensamiento kallawaya no se reduce a un mero conocimiento, está fuerte mente ligado a la forma como se concibe la naturaleza, y la relación de equilibrio que existe con los seres que habitan el cosmos, es así que en su concepción toda acción promueve una reacción, ya sea desde la alimentación hasta el pago que se realiza . Alimentación y conservación humana Si analizamos ciertas propuestas, van dirigidas a la conservación humana: “cómo no vamos a estar enfermos si comemos sardinas, comemos comida chatarra, ahora el cáncer de la mama fácil de responder. La mujer moderna ya no hace mamar a su bebé por situaciones de trabajo. La mujer debería hacer mamar a su bebé hasta los dos años y así él bebe estará sano y la mujer evita el cáncer, no ve? Eso produce el cáncer ahí está la respuesta” (hermanos Layme). Señalan que: “la enfermedad puede ser encontrada o buscada por las malas energías del pasado que pueden provocar una enfermedad o una desgracia”. Por otra parte se dice que: “lo importante es que el humano debería comer alimento natural, lo que producimos nosotros, la tierra, tiene más nutrientes más proteínas, algunos yuyos silvestres nos hace fuertes, nuestros abuelos han vivido 120 años, y nosotros comiendo y tomando esto hace referencia a la Coca Cola), discúlpenme la frase, nosotros decimos a la coca cola la sangre del imperialismo, entonces la alimentación es muy importante, el ser humano es lo que come, muchas veces a mis compañeros en reuniones utilizan mucha azúcar, el azúcar blanca es veneno para la salud, pero cuando hablas eso a veces te dicen que debes estar loco hasta en la familia, debes ser tacaño por eso no usas azúcar pues, pero cuando han muerto vienen a mi consultorio me dicen que ya no estoy usando azúcar” (hermanos Layme). Según J. Baudrillard, en su libro De la Seducción: “en la actualidad la destrucción va más allá, es decir hacia la destrucción de su espacio simbólico, y específicamente de cualquier ilusión vital, las de las apariencias, de las ideas, de los sueños, de las utopías, de las proyecciones ideales pero también la de los conceptos y de las representaciones, entre ellas la de la muerte y la del cuerpo que va desapareciendo cada vez más. Destrucción por actualización incondicional, de todo lo que hasta ahora no era más que un sueño, un mito, una idealidad, una apariencia y que, destinada o no a permanecer así, formaba parte del equilibrio simbólico de la vida y la muerte” (Baudrillard, 1989:73). Ante la pregunta, si existen formas de curación los médicos kallawayas entrevistados responden: “Pero claro, hay un dicho que mi abuelo me decía antes de morir porque él tenía 120 años y me decía todo es bueno nada no es malo sino que tu mente hace que las cosas se vuelvan malas, todo es bueno, así como una plantita la coca es una planta medicinal, pero cuando abusas se vuelve droga, veneno para el ser humano, toda planta cuando abusas puede volverse mala pero quien hace eso es la mente verdad? Entonces el Kallawaya cura el alma no el bolsillo” (hermanos Layme). “Hoy en día muchos jóvenes se están olvidando de tejer, claro es la bolsa Kallawaya, esa es la farmacia Kallawaya, representan todos los símbolos, a la tierra tres mundos el Alax pacha, el Manqha pacha, los tres mundos que es el mundo espiritual Kallawaya entonces esa es la farmacia Kallawaya, en eso llevamos nuestra medicina, ahí están muchas cosas”.
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Isaac: “Por ejemplo en esto que llevamos medicamentos una wawa está enferma se le hace sentar y se la mete y la wawa se sana porque en esos tejidos aquí toda la energía se está concentrando”. Otro comentario que cobra importancia en la investigación es aquella que hace referencia a la relación del humano con la naturaleza. Uno de los kallawayas, señala que: “el ser humano es una partícula de la tierra, somos tierra y por ende la challamos a la Pachamama, porque es nuestra madre y como nosotros somos hijos de la Pachamama, hay veces no nos entienden, el ser humano nunca va a ser dueño de la tierra, somos hijos de la tierra. La relación con la Pachamama, con los cerros, con el viento con el agua es una relación que deberíamos mantener, pero lamentablemente el ser humano se ha apartado de la madre naturaleza y al distanciarse hay desequilibrios, el ser humano no se siente como hijo de la madre tierra, se siente dueño quiere ser dueño de todo, ya quién sabe hay personas que quieren ser dueños hasta del sol, hasta del calor; pero estamos mal, tenemos que convivir con la naturaleza, conectándonos con la madre naturaleza” (hermanos Layme). Al respecto, una característica propia del conocimiento kallawaya está en la curación, ésta cobra la significación a partir de la relación del tratamiento de la salud con la divinidad, la que se desprende del concepto de deuda sacrificial en tanto concepto central de la región andina. Numerosas divinidades andinas, protegen, acompañan y hacen el bien, dentro de la reciprocidad, lo que las divinidades quieren recibir es veneración (oración), como también bebida y comida (ofrendas). Si no reciben las divinidades o que sólo se ofrecen unilateralmente, en tal caso, los humanos quedan en deuda sacrificial. Los dioses son innumerables y no se sabe cuáles son y dónde habitan, pues esta deuda sacrificial se constituyen en la causa principal de toda enfermedad y de toda desgracia. El lugar en que cae el rayo se constituye en un habitáculo de una divinidad del rayo y debería responderse con una ofrenda, pero como es posible que no se sepa, entonces adquiere una duda sacrificial. La curación blanca compensa esa deuda sacrificial, así como aquellas que podría adquirirse en el futuro. En el mes de agosto, el cielo y la tierra están abiertos, por ello se da la curación blanca como medio profiláctico anticipatorio al hecho. La curación blanca especial, particular, íntima, personal, es más restringida y motivada por una enfermedad, un conflicto en la familia, por preferir alguna construcción, viaje, trabajo, llamada del alma. Se trata de compensar todas las deudas sacrificiales. En los rituales muchas cosas se dicen sin decir en las oraciones. Desde esta perspectiva, todo humano, al nacer, se encuentra cargado de deudas. Por un lado, la deuda con la enfermedad y la muerte y, por otra, es acreedor con los dioses, con los antepasados. La situación de endeudamiento en la que el humano está encerrado de entrada, solo se conoce la identidad de algunos acreedores, otros no se dan a conocer sensorialmente: “El lugar en que cae el rayo se constituye en un habitáculo de una divinidad del rayo y debería dar una ofrenda, pero como es posible que no se sepa, entonces adquiere una deuda sacrificial”. Se conoce el medio de satisfacerlos y que es invocándolos a través de la oración blanca y luego haciendo sacrificios con mesas blancas, también se conoce a otro acreedor que son los antepasados, convirtiéndose él mismo en padre. El término deuda tiene un sentido técnico perteneciente al léxico de la economía y designa la obligación de restituir un bien tomado en préstamo o su equivalente. Aquí nos encontramos en una paradoja, hay una deuda sin préstamo previo, o por lo menos sin consciencia del hecho (cuando cae un trueno o se pasa por un lugar sacrificial desconocido), por lo tanto, las connotaciones de la deuda sacrificial no pueden ignorarse, y se forman contextos, en el interior del discurso kallawaya, en los que las nociones de falta y deuda son o deben ser correspondidos. Frente a esta situación que genera reacciones de paranoia, existe una alternativa y ella es
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la oración blanca y por consiguiente la mesa blanca que permite la liberación de esa deuda. Quién puede aliviar esa deuda sacrificial es el kallawaya. Dos rasgos en procesos curativos, la oración se da al inicio y al final de toda la oración. Frente al cuestionamiento de la convivencia entre el cristianismo y la religión kallawaya se recogió la siguiente respuesta: “Yo en Cusco, como maestro en la plaza y una señora me pide mis servicios, y me dice maestrito vamos a mi casa necesito de sus servicios, entonces yo voy, entramos a su casita, me hace entrar, me hace sentar y ahí estaba su virgencita de Copacabana que estaba tan bendecida; luego me pide ch’allar y pues yo no me hago problema, yo challo porque la virgen representa a la Pachamama, no es como los amautas aymaras, no quiero hablar mal de nadie, se oponen a eso, como ch’allar un estuco, además virgencita han traído de España, etc., etc. Nosotros los kallawayas somos diferentes, no nos hacemos problema de esto, porque representa a la Pachamama al igual que el Santiago representa al dios rayo no; entonces hay eso, podemos decir que la virgen no es virgen que viene de otro lado sino que representa a la Pachamama, es lo propio estamos ahí nomás no es cierto”. Respecto a la invocación que hacen los kallawayas podemos señalar que hacen al mundo de arriba alax pacha, en el mundo de la tierra aka pacha y en el mundo oscuro manqha pacha. Arriba, están los santos católicos, se les hace las fiestas patronales. “Hacemos oraciones en Kallawaya, a Dios Jesucristo”. Dios está investido con una función sagrada para la cultura kallawaya y es Él el quien se constituye en el padre que debe hacer cumplir su palabra. El kallawaya es laico y es religioso al mismo tiempo. En el terrestre, lugar cuna y a los que se invoca por su nombre: la Pachamama es la más importante de invocación; feto de llama como símbolo de la inocencia; el oscollo; jawari igual a alucinación, fantasmas; pachaje igual a ser del mundo oscuro; tuwanero, ritualistas; chullumpi, palabra ritual para llama; ancari, viento mensajero; jaramat’a, enfermedad que se contrae cuando se contempla el fuego sacrificial, puede ser erupción nocturna; t’alla princesa, manantial; almacuna, almas. Del mundo oscuro están las awilas y los machulas, los antepasados. Esta es una muestra de que, tanto la cultura occidental como la cultura kallawaya, cohabitan en una imbricación de culturas que se sobreponen. Sin embargo, marcan diferencia con los amautas que rechazan a los íconos hechos de arcilla; aquellos, por una parte, creen y cuestionan a los dioses españoles y, por otra parte, reflejan sus diferencias respecto al manejo económico que hacen en la práctica curativa y apropiación desvirtuada de los conocimientos kallawayas. “Yo no quiero hablar mal de los hermanos amautas aymaras, porque yo conozco a muchos amautas, hay muchos muy respetados; pero también quiero mencionar que hay muchos amautas aymaras que se hacen pasar por Kallawayas, haciendo quedar mal a nosotros a los Kallawayas que somos los genuinos, que humildemente hacemos nuestros servicios curando el alma y no curando al bolsillo”. Sin embargo, argumentan que el amauta aymara tiene formas de curar diferente, es decir, “es un solo árbol con diferentes ramas”. Otro aspecto a ser considerado es la lengua, entendida ésta como el momento inaugural donde el deseo se humaniza, lugar donde se prolonga y “eterniza” la expresión de su deseo. El inconsciente tiene la estructura radical del lenguaje. Al llegar al lenguaje, el sujeto estará totalmente dominado y constituido por el orden simbólico. El sujeto está constituido por la trama del lenguaje. En la posición Lacaniana, el habla es el conjunto de los significados que re-actúa históricamente sobre la red de los significantes, el código de la lengua. La asunción por parte del sujeto de su propia historia está en la medida en que está constituida por la palabra dirigida al otro.
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El inconsciente es el capítulo de la historia que está señalado con un blanco u ocupado por una mentira: es el capítulo censurado. Pero la verdad puede ser reencontrada; la más de las veces se encuentra ya escrita en otra parte: A saber: En los monumentos: y esto es el cuerpo, el núcleo histórico. En los documentos archivados: y estos son los recuerdos de la infancia, tan impenetrables como aquellos cuando su proveniencia es desconocida. En la evolución semántica que responde al acervo y a las acepciones del vocabulario que es propio, así como al estilo de vida y de carácter. En las tradiciones, hasta en las leyendas que en forma heroica transmiten la historia. En las huellas que inevitablemente conservan las distorsiones de la verdad, impuesta por el ajuste del capítulo adulterado con los capítulos que lo enmarcan y cuyo sentido la exégesis (interpretación) podrá restablecer. Respecto a la afirmación que realiza el kallawaya Layme, referente a la lengua, señala: “que la población conoce la lengua kallawaya, pero que no la usa cotidianamente y que se la utiliza solo cuando hay que curar. También hablamos nosotros entre curanderos, entre kallawayas. Se está olvidando, pero estamos tratando de recuperar, hay unos cuatro o cinco que hablan perfectamente, entonces estamos recuperando” (hermanos Layme). “En idioma kallawaya Jallalla es muerte. El idioma kallawaya nosotros hablamos mezclado asnuywañurqun (mi burro a muerto) en idioma kallawaya chhamathuyjallallan (mi burro ha muerto), el caballo en kallawaya es laqnu” (hermanos Layme). “En este lugar somos quechuistas pero también respetamos todas las lenguas, nosotros en la provincia Bautista Saavedra, nuestros niños nacen con palabras quechuas” (hermanos Ortiz). “Los incas tenían un conocimiento de curanderos y los curanderos hablaban su idioma kallawaya. Entonces los quechuas ahí están; los incas dominan la quichua dentro de eso, de su reinado, había personas especiales que se comunicaban en palabra kallawaya. Habían personas especiales que se comunicaban en kallawaya para curar no para otra cosa; entonces nos han hecho llamar desde esa provincia, hasta los incas, nos han dicho ven tú, ellos han trabajado en el reinado. Pero, cuando han llegado los españoles, los kallawayas han vuelto a sus lugares, por eso la palabra kallawaya no está definido completamente. Mientras que el aymara es muy diferente al quechua; dentro de ese quechua hay una palabra puquina entonces más o menos con eso es igual”. “Complementando con lo que dice mi colega, obviamente nosotros aquí los kallawayas tenemos nuestro propio idioma que se llama machajjuyay y que está reconocido en la Constitución del Estado Plurinacional, que gracias a la Pachamama recién ponen no? En Bolivia nunca han dado importancia los anteriores gobiernos, nunca se dio importancia a nuestra cultura, es más, siempre nos han tratado de brujos, nos han perseguid. Esta región ha dado nombre al Collasuyo, la tierra de la medicina, entonces Kallawaya sería médico, portador de la medicina. Collasuyo es parte de Collasuyo gracias a esta región” (hermanos Layme). El kallawaya lleva la cultura incaica en su vestimenta, en su manera de hablar, son parecidos a los cuzqueños. Entonces, la provincia Bautista Saavedra es como una islita que ocupa a cinco provincias de habla quechua, observable dentro del mapa. Un aspecto importante respecto a la cosmovisión, los kallawayas señalan: “Volviendo a la parte ritual, la cosmovisión Kallawaya, el Kallawaya es un mediador nomás, obviamente te van a sanar las montañas sagradas. El Kallawaya está al medio, es un mediador como intermediario, como puente, por eso es muy importante que el ser humano esté conectado con la que comenzamos madre naturaleza. Cuando más distanciados estamos, cada vez estamos más apartados de la madre naturaleza, entonces hay desequilibrio a pelear en la casa, en la familia, en la sociedad, esto se vuelve síntoma de desequilibrio. Para volver al equilibrio hay que volver a convivir con la madre naturaleza, una forma de convivir es respetando y no contaminar el agüita, siempre convivir con la madre naturaleza” (kallawaya). “El discurso inconsciente, es como los manuscritos sobre los cuales se ha borrado un primer texto para cubrirlo con otro. El Yo (mío) inconsciente, tiende a regular, a moderar las pulsiones instintivas que no son reconocidas por
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la consciencia. Distribuye en una medida aceptable las energías pulsionales experimentadas como peligrosas (la angustia) o prohibidas (el sentimiento de culpa). Si no llega a esta normalización, su fracaso consiste precisamente en la formación de un síntoma o signo enigmático de un conflicto Inconsciente… Pero los síntomas, la mayoría de las veces, son compromisos en el sentido de que una pulsión que ha forzado la barrera del inconsciente – en un temor, por ejemplo, o en un rito recibe, mediante cierta gratificación o alivio de su tensión” (Lacan, 1984:53) Se podría señalar que la: “metáfora definida por la implantación en una cadena significante por otro significante y que el significante suplantado cae dentro de la categoría de significado y como significado latente perpetúa en ella el intervalo en que puede insertarse otra cadena significante” (Lacan, 1984:708). Es así que la Pachamama “madre naturaleza” se constituye en el significante que ocupa el lugar de la verdad y el kallawaya, en tanto intermediario, ocupa el lugar del agente. En palabras de Lacan ocupa el lugar del Nombre-del-Padre, pone en manifiesto la ley de la naturaleza, pero a la vez la controla, hace que la vida se detenga en un cierto límite frente al goce, ya que el camino hacia la muerte no es nada más que lo que llamamos el goce, logra establecer el equilibrio que lo hace a través del retorno a la madre naturaleza que se levanta cruel e inexorable. Para lograr que aquella se aplaque hay que invocarle, pedirle permiso y perdón, hacerles ofrecimientos y promesas. El kallawaya se encarga como mediador para alejar el mal y que haya perdón para la deuda sacrificial. Cada vez estamos más apartados de la madre naturaleza, entonces hay desequilibrio en la casa, familia y sociedad. Para recuperar al equilibrio hay que volver a convivir con la madre naturaleza, una forma es respetando y no contaminarla. El ser humano es una partícula de la tierra, por ende challamos a la Pachamama, porque es nuestra madre: Entonces nuestras costumbres culturales siempre tenemos que llevar, y cuando llueve es cuando han hecho mal, por ejemplo, ha nevado y las papas están secas por la nevada, porque no han hecho bien. Entonces tienen que verificar las cosas, en dónde corresponde hacer acto ritual. Nosotros fuimos a verificar y habían hecho un ritual donde no debían hacer, por eso helada ha venido, porque el lugar también está acostumbrado, entonces todas esas cositas es: “El ser humano nunca va a ser dueño de la tierra, somos hijos de la tierra”. La relación con la Pachamama, con los cerros, con el viento con el agua es una relación que deberíamos mantener, pero lamentablemente el ser humano se ha apartado de la madre naturaleza y al distanciarse aurgieron los desequilibrios. El ser humano no se siente como hijo de la madre tierra, se siente dueño, quiere ser dueño de todo; pero tenemos que convivir con la naturaleza, conectarnos con la madre naturaleza. “Hay que volver a la pacha, a la madre tierra, entonces solo así vamos a hacer que de aquí a cien años, porque disculpen la palabra, seguimos jodiendo a la madre tierra, qué vamos a hacer, sus hijos de estos jóvenes que están para sus hijos, qué va a quedar. La futura alimentación dónde va, eso tenemos que ver. Lamentablemente, los gobiernos anteriores neoliberales nunca dieron importancia. Me decías que vamos a escribir un libro, qué interesante, hay que hacerlo antes que la cultura Kallawaya solo se quede incógnita, una leyenda para que nuestros hijos así habían sido nuestros abuelos. No! Ahora la cultura Kallawaya es una cultura viva, aquí estamos presentes los Kallawayas, estamos viviendo. Entonces que van a estudiar, estúdiennos a nosotros que estamos presentes, estamos vivos, vamos a hacer que la Pachamama nos dé más fuerza”. “Para terminar quiero decirles, quiero darles un mensaje, así como mi abuelo maestro me ha enseñado, decirles que el ser humano es nuestro propio sufrimiento, es nuestro propio deseo, nuestro propio sufrimiento es nuestro deseo; yo sé que vas a sufrir, un ejemplo, yo sé que vas a sufrir para comprarte un auto, vas a seguir; comprar auto, pero seguirás sufriendo, seguramente vas a querer comprar una casa, pero vas a seguir sufriendo con casa y con auto, seguirás sufriendo, porque es tu deseo. Entonces, para terminar este mensaje, que el tiempo no pasa está ahí, nosotros somos los pasajeros, cuando han visto a la luna con cabellos blancos o al sol con barba blanca, agachaditos salir, nosotros hemos sido niños un día, vamos a ser ansíanos, pero el sol seguirá saliendo reluciente cada mañana; entonces nosotros somos los pasajeros”. Pero el concomiendo kallawaya no se restringe a la relación de deuda sacrificial, también realiza la lectura de la naturaleza: “Nosotros creemos hasta en el gorrión, por ejemplo, ese gorrioncito canta, eso quiere decir que es alegría, el día va a estar bien, cuando en otra forma canta de noche a partir de las 6 de la tarde, es de mal ahuero, cuando tu estas viajando por ejemplo, y tengo que retornar estás diciendo, lo piensas, y empieza a cantar el pajarito, se ríe sí,
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no canta, al día siguiente es en vano o llegas a Charazani en vano, es un pajarito, a veces decimos mal ahuero, mal anuncia. Y a veces cuando el pajarito está coradito, un visitante va a llegar con algo que nos va a dar; cuando un pajarito llega así medio opita también, triste no canta, va a ser un visitante con malas noticias. Eso los Kallawayas creemos en estas cosas, o sea que más estricto nosotros somos. En otras cositas dice no, por ejemplo, en el matrimonio no tiene que bailar, entonces cuando se da la vuelta así baila mala señal es eso. Si te encuentras en el camino si te ha cruzado hacia abajo un zorro, significa el fracaso, si te ha cruzado hacia arriba es buen augurio. Si el zorro de frente ha venido, ya no vas a volver a ese lugar, todo eso es costumbre del Kallawaya, Kallawaya cree en todo eso” (hermanos Layme). En la cosmovisión se maneja el concepto de dos espíritus que están intrínsecos al ser humano, la primera relacionada con los sentimientos, que la denominan alma pequeña, y la segunda la relacionada con la vida: “El ser humano, para los Kallawayas tenemos dos almas, una pequeña y otra grande, cuando la pequeña alma sale del cuerpo carnal del cuerpo material, ya sea por susto o emoción, no solo por susto, sino también por amor, los síntomas de uno son dolor de cabeza, no quiere hablar con nadie, quieres estar solo y finalmente hasta te puedes volver loca. Cuando ha salido el alma pequeña, has perdido tu pequeña alma, incluso tiene nauseas, lo que el médico no puede curar, entonces hay que hacer un ritual y llamar el alma y devolver al cuerpo carnal. Y el alma grande cuando sale del cuerpo carnal, la persona muere, deja de existir”. El pensamiento kallawaya no se reduce a simplemente un conocimiento, está fuertemente ligado a la forma como se concibe la naturaleza y la relación de equilibrio que existe con los seres que habitan el cosmos, es así que en su concepción toda acción promueve una reacción, ya sea desde la alimentación hasta el pago que se realiza. c. Percepción religiosa en salud En el municipio de Charazani, la religión kallawaya cree en la naturaleza de las cosas existentes como la tierra, los cerros o montañas, los vegetales, ríos, animales y otros. Asimismo, se cree y se relaciona con elementos cósmicos: el viento, agua, luz solar, aire, entre otros. El ser humano tiene creencia en todo ello con el fin de mantenerse en equilibrio y en buena salud, evitando desequilibrios que daría lugar a enfermedades. Con relación a la tierra que sostiene la vida de todos los seres orgánicos, aquella es considerada como madre tierra, es la Pachamama que sostiene y genera la vida, por lo que los humanos deben considerarse como hijos de ella. En esta condición, lo que corresponde es adorar a la Pachamama con ritos, ch’allas, waxt’as, de modo que así se podría mantener el equilibrio de la vida entre el ser humano y la naturaleza. La falta de actos rituales por parte de los humanos provoca un desequilibrio en la naturaleza y la vida en general. Esta situación, justamente daría lugar a muchas enfermedades. La cura de estas enfermedades se hace con actos rituales y ofrendas, los cuales permiten restaurar el equilibrio con la naturaleza. Esto quiere decir que el ser humano tiene que entrar en una relación con las divinidades de la naturaleza, como las wak’as, montañas, ríos, la Pachamama, entre otras; pues, aquellas divinidades son las que acompañan, protegen y fortalecen la vida, en la medida en que sean atendidas con rituales, ofrendadas y veneradas con rezos y oraciones. Para la cura de una enfermedad humana o de un animal, se emplea la mesa blanca, también se emplea como ofrenda el feto de llama como símbolo de inocencia y otros rituales dirigidos a espacios infinitos. Los kallawayas hacen oraciones a Dios y a Jesucristo, con la creencia de que están investidos con una función sagrada y poder curativo. d. Ejercicio de automedicación La población de Charazani vela por la salud, ya sea aplicando medicinas naturales que remedian muchas dolencias y enfermedades. Si la salud es afectada por el calor o el frío, se curan con recursos naturales, sin necesidad de acudir a algún médico especialista (clínico o tradicional). Al respecto, algunas percepciones nos indica: “…de todo uno se enferma, del calor, del frio, para el frio es bueno la muña, phiticu, coca eso tomamos” (Sra. Mamani).
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Para aliviar los síntomas producidos por el calor (temperatura alta que presenta el paciente) o el frio, muchos utilizan diferentes recetas, sin tener que asistir a un especialista. Por ejemplo, se dice que: “…janapaku no es tan picante, hay que hacer mate, es bueno para el calor, para la calentura; otro es bueno el huevo batido, hay que poner a las axilas, en papel calentado, hay que ponerle en la barriga, en la espalda y en la planta de los pies... La gente no encuentra medicina por eso se enferma, más que todo del calor, la calentura mata a la gente, no te da ganas de comer, los labios se secan y revienta, ampollas aparecen, de eso mueren, pero la gente no cree. Para curar se hace el huevo batido, nosotros lo llamamos sucumbe ahí le ponemos petcola, es decir, a la clara se hace como lawa verde eso hay que tomar, ese rato te hace dar hambre” (Sra. Mamani). Las curaciones que realizan a partir del propio conocimiento de la población, también incluyen dolencias articulares como reumatismo o dolores musculares que, según los participantes, son ocasionados por la forma de vida que es parte de la rutina, ya sea cargando peso o trabajando la tierra. La manera de curar en términos de automedicación, es con: “…romero, alcohol, sal, wajea, muña, ladrillito una astillita, aspa, nada más, en la olla se caliente, por la noche, a la hora de dormir en la olla caliente hay que poner los pies descalzos hay que aguantar el vapor, hay que tapar con cama no tiene que salir el vapor, con eso toda la enfermedad se sale, no es bueno el mentisan, en el hospital no calman esta enfermedad, yo me curado con eso el año pasado estaba enfermo, a mi hijita también he curado ahora está sano” (Sr. Tapia). El dolor de hueso se cura con ch’illkha. Hay que colocar en la rodilla amarrando, luego se baña con agua caliente de matico. Para dolor de corazón se aplica la ch’illkha del monte. Se toma en ayuna como té. e. Prácticas en salud y enfermedad mental De acuerdo al descernimiento de la información adquirida mediante el trabajo de campo en Charazani, en la concepción kallawaya, el ser humano tiene dos almas (o ajayus en aymara), uno pequeño y otro grande. Cuando la pequeña alma sale del cuerpo, sea por susto o por amor muy afectuoso hacia alguien, la persona afectada tiene que sufrir un dolor de cabeza, hasta el extremo de caer en la locura. Se trata de la salud mental afectada y, por tanto, enfermedad mental. ¿Cómo se cura? El kallawaya especialista en estos casos tiene que proceder con un acto ritual por el cual se hace posible el retorno del alma al cuerpo. También, cuando se trata de recuperar el ánimo o ajayu separado del cuerpo de una persona, lo que se requiere es saber llamar con rezos a las doce de la noche. En el caso del ajayu del niño, la llamada se hace a las cinco de la tarde; se llama moviendo el clavel o la ropa y el sombrero del afectado. Según la cosmovisión de las personas, cuando sucede el llamado “susto” es el ánimo (espíritu pequeño), que es detenido en el lugar donde ha sucedido este acontecimiento. En estos casos, se recurre a conocimientos tradicionales para buscar una solución: “Para muchas enfermedades es bueno llamar el ánimo con clavel, o sombrero, porque le gusta a los niños las flores, vente mi hijito, mamita diciendo se llama, vamos a la casa, el Satanás no te llevará. Si se siente que viene, hay que llevarle al cuarto donde hay poca luz, hay que echarse a su lado darle mamadera, también la tierra hay que hacerle tomar con la tierra, hay que recoger haciendo tres cruces y del medio se recoge la tierrita. Y después se mejora” (Sra. Mamani). Cuando el alma grande se aleja del cuerpo de una persona, ésta muere definitivamente. 2.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad De acuerdo a la investigación realizada mediante metodologías y técnicas como la FODA, entrevistas, diálogo y otros, de las percepciones descritas se deducen los resultados en dos partes: una primera, referida al sistema biomédico en los centros de salud de Charazani y, una segunda, respecta a la práctica de la medicina tradicional en la cultura kallawaya de la misma región mencionada.
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Resultados de la investigación sobre el sistema biomédico La medicina formal resulta como la más trabajada en el municipio de Charazani, pues, su efectividad se muestra mayormente a nivel de la población infantil, es decir, la atención a niños menores de 5 años con problemas de desnutrición, a niños y personas mayores a los 5 años de edad en quienes se presentan los casos de resfrió común; también se presta atención a mujeres embarazadas, sobre todo con el servicio de parto en una relación con las costumbres de la comunidad, de la que resalta una forma de atención integral, donde se puede decir que se trabaja a nivel del núcleo familiar y comunitario. Cada centro de salud se rige bajo las políticas estatales de SAFCI, poniendo en práctica el trabajo integral en campañas de prevención al interior del núcleo familiar. Además de existir en el municipio canales académicos con notificaciones diarias, semanales y mensuales, respecto a las enfermedades o accidentes que se podrían producir, a diferencia de otros municipios, los centros de salud cuentan con personal de diferentes especialidades, que a partir de estas se destaca la importancia del manejo adecuado de la interculturalidad y las costumbres de la región, para que de tal manera se pueda brindar un servicio adecuado a toda la población (niños, adolescentes, adultos y ancianos). Los agentes biomédicos que prestan servicio cuentan con algunas especialidades en odontología, ecografía, laboratorio de análisis, enfermería farmacia. Pero, en sentido contrario, en el municipio de Charazani los centros de salud no sólo quedan deteriorados, sino, sobre todo, carecen de un servicio adecuado, dado que los ambientes en los que el personal de salud trabaja no son ordenados por tipos de servicios, por ejemplo, la sala de parto también puede ser para la atención quirúrgica. En casos de complicación de estos últimos, se derivan a hospitales de la ciudad de La Paz. Se pone en relieve el hecho de que el personal de salud es reducido, porque para atender a toda la población los especialistas resultan pocos. En una relación paciente-médico existe una marcada diferencia del habla quechua y castellano, lo cual no permite que el paciente tenga confianza en los centros médicos, ya que la falta de comunicación fluida en lengua nativa limita a entender, comprender y responder efectivamente a los problemas de salud de la población. Resultados sobre medicina tradicional en la cultura kallawaya En la cosmovisión andina y kallawaya se manejan visiones y concepciones sobre las que se mueven los saberes, que en algún punto han sido acomodados a la evangelización con la llegada de la conquista. La población del municipio de Juan José Pérez cuenta con una riqueza de la medicina tradicional que data desde antes de la colonia, en este sentido se mueve entre dos mundos, el occidental y el autóctono, las personas se manejan entre la opción biomédica, la opción tradicional y los conocimientos aprendidos. El kallawaya como médico tradicional y médico del alma trabaja en dos niveles, el físico y el espiritual (o mental). En el aspecto físico, trabaja con la medicina herbolaria principalmente: con las plantas o hierbas se curan infinidad de dolores y enfermedades corporales. La forma de curación con medicina natural se ha propagado con mayor fuerza en los viajes itinerantes de los kallawayas, quienes lograron llegar a diversos lugares, llegando incluso a Panamá durante la construcción de su canal, donde se aportó con conocimientos de la cultura kallawaya y la cura de la malaria con efectividad. En el campo espiritual, el poder curativo se muestra en sanar la locura, o bien, el tratamiento de la enfermedad mental a base de medicina natural de los tres reinos; además, se configura el equilibrio de la naturaleza y la relación con los tres espacios (alax, aka y manqha) que maneja la cosmovisión andina, donde incluso se practica el intercambio de necesidades con el pago que debe hacer, ya que cuando solicita un favor o solo cuando cumple con la ritualidad acostumbrada está pagando una deuda plasmada en un sacrificio. Existen espacios en la naturaleza que están controlados por diferentes entes estrechamente relacionados al manqha pacha, como en el caso de los chullperíos, estos espacios si son profanados por las personas ajenas o del lugar, trae consigo, falta de lluvias, por lo tanto sequías que ponen en riesgo la vida de la población en su conjunto.
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FotografĂa: Pomada Reumasan elaborada por los kallawayas de Chajaya y Chari de la provincia Bautista Saavedra.
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FotografĂa: Escuela de medicina kallawaya, ubicada en Chajaya de la provincia Bautista Saavedra.
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El kallawaya como experto en salud dentro la comunidad, mantiene un status de dominio frente a los demás. Este poder se da al interior del núcleo familiar principalmente, donde el conocimiento médico tradicional es transmitido a sus hijos y nietos elegidos por él de acuerdo al interés que muestre el aprendiz. Una forma encontrada para romper esta hegemonía de poder es la lectura que se hace de la naturaleza con los fenómenos que suceden y que abre el espacio al aprendizaje y reconocimiento de otras personas como los curanderos. Estos últimos son marcados por un rayo o que tienen hijos gemelos quienes acceden al poder curativo. Otra característica del kallawaya, aparte de su conocimiento en medicina y el manejo de ritualidad, están ligados a la lectura de la naturaleza y la lectura del futuro bajo diferentes técnicas, una de ellas es la lectura en coca para predecir el futuro del paciente. El kallawaya, por toda la definición indicada, no sería considerado una cultura, es más bien una especialidad dentro el grupo social que detentan pocas personas y son reconocibles por los miembros de su grupo, aunque en los últimos tiempos han sufrido el plagio de su identidad por personas que se dedican a lucrar utilizando el denominativo de kallawaya, que afecta a los verdaderos conocedores y depositarios de estos saberes, ya que ellos, según su percepción, se forman para servir y compartir sus conocimientos sin esperar una retribución monetaria especifica. Alternativas de complementariedad En este marco de posibilidades, las políticas implementadas por la municipalidad, en concordancia con la organización no gubernamental Medicusmundi Aragón (España) y las orientaciones en términos de aplicabilidad y concretización del eje de salud que se tiene en el área rural de La Paz, Charazani es una de las poblaciones que forma parte del eje articulador de este tratamiento mutuo de medicina tradicional y occidental, a la par también se refleja el avance en las poblaciones de Amarete, Curva y Chari. Un aspecto a destacar del municipio de Charazani, respecto a la biomedicina, es que está en estrecha relación con la medicina tradicional, puesto que la población en general acude a ambas para lograr la curación requerida, desde los resfríos comunes (tos, gripe) hasta los dolores del cuerpo (dolor de estómago, dolor de cabeza, etc.), sean aquellos ocasionados por enfermedades o accidentes fortuitos. Existen establecimientos en Amarete donde se ha implementado el centro intercultural, así como en Kalaya y en Curva, en los cuales se han instaurado centros biomédicos con la incorporación de la medicina tradicional; en el mismo sentido está en proceso de construcción e integración en Soto Pata que queda en tierras bajas. Un caso resaltante se muestra en el hospital de Amarrete, donde dos kallawayas trabajan, siendo uno el herbolario y otro el espiritual, ambos al servicio de la población local. No obstante, esta convivencia no es pacífica, tanto el Concejo Municipal como los representantes de Medicusmundi aceptan y reconocen que existe cierto recelo y desconfianza desde la mirada de los médicos tradicionales contra los biomédicos y viceversa. De todos modos, la base de un trabajo cooperativo y consciente de mutuo apoyo debe darse en conformidad a la nueva política de salud, según la cual, tanto médicos tradicionales como biomédicos, son servidores públicos que velan por la salud física y espiritual de las personas. Con la creación de centros interculturales, tanto en la localidad de Amarrete como en Chari y recientemente en Charazani, el recelo y la desconfianza entre dos prácticas médicas tiende a superarse con la buena voluntad de biomédicos y médicos tradicionales. Para el efecto, se toma en cuenta el Plan de Desarrollo Municipal de Charazani de 2004, que en su acápite de la medicina tradicional (C 6. 2) hace constar que el 90% de la población del municipio de Charazani y el 100% de la población de las comunidades colindantes de otros municipios son conocedoras y practicantes de la medicina tradicional en sus formas naturales. Lo cual significa que la municipalidad, al promover el conocimiento y saberes ancestrales indígenas, tiene gran apoyo de la misma población, debido a que la ésta creció y vive hasta el presente con la medicina tradicional y que sólo se acude al hospital cuando las enfermedades se agravan. En el PDM se observó que existe un cuadro de enfermedades que, por así decirlo, son comunes en el contexto donde se desenvuelve la medicina tradicional para evitar la proliferación endémica, que por ello el municipio incentiva proyectos de capacitación de futuros médicos, tanto para tradicionales como para los biomédicos.
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Por consiguiente, en el municipio de Charazani, la población participante señala que hay un trabajo conjunto y valoración intercultural de conocimientos de la biomedicina y la medicina tradicional a partir del intercambio entre biomédicos y kallawayas. La enfermedad de susto no es curable por el biomédico, entonces se deriva al médico tradicional de competencia. Alguna enfermedad no curable por el tradicional se pasa, o bien, se recomienda que el biomédico pueda encargarse. Considerando esta situación, es necesario encontrar la interculturalidad entre dos tipos de medicinas para el beneficio común de la comunidad. Mitos de Charazani El mito es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios. Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología. Cuanto mayor número de mitos y mayor complejidad tiene una mitología, mayor es el desarrollo de las creencias de una comunidad. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo. Desde que en la Antigüedad la palabra mito se cargó en ciertos contextos de un valor peyorativo, llegando a utilizarse de forma laxa como sinónimo de patraña, creencia extendida pero falsa. Según Mircea Eliade, el mito es una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un tiempo primigenio, en el que el mundo no tenía aún su forma actual. Los acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente se explican como consecuencia de los sucesos narrados en el mito. Según Lévi-Strauss, todo mito tiene tres características: 1. Trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la muerte, el nacimiento y similares. 2. Está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres o bien contra mal. 3. Proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia. Por su parte Bronislaw Malinowski afirmaba que los mitos son narraciones fundamentales, en tanto que responden a las preguntas básicas de la existencia humana: razón para existir, razón de lo que lo rodea, entre otras. Malinowski también aclaró que el mito pertenece al orden de las creencias y que si bien es una explicación, no es una explicación racional, sino cultural. El mito además tiene tres funciones esenciales: explicativa, de significado y pragmática. 1. La función explicativa se refiere a que los mitos explican, justifican o desarrollan el origen, razón de ser y causa de algún aspecto de la vida social o individual. 2. La función pragmática del mito implica que los mitos son la base de ciertas estructuras sociales y acciones, así, un mito puede marcar una línea genealógica y determinar quiénes pueden gobernar o no. Gracias a esta función, los mitos especifican y justifican por qué una situación es de una manera determinada y no de otra. 3. La función de significado se refiere a que los mitos no son sólo historias que brindan explicaciones o justificaciones políticas, también otorgan un consuelo, objetivo de vida o calma a los individuos, así sucede con mitos que hablan de la muerte, el sufrimiento o la victoria, por lo tanto, los mitos no son historias alejadas de la persona, sino que funcionan como un asidero existencial, un motivo, de acuerdo al psicoanalista estadounidense, Rollo May las tres funciones se suelen combinar de manera constante.
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El mito en poblaciones como Charazani juega un papel importante ya que en el imaginario de las personas los cuentos cumplen una función social ligada incluso a la prohibición. A continuación se describen diferentes historias y cuentos que son conocidos y compartidos en la región y que explican incluso determinados comportamientos. Mito de la hoyada “Existe una hoyada que cuando entra uno se escucha que habla el burro y canta el gallo y eso te hace desvariar, puede volverte hombre. Las lagunas también son lugares donde las personas no pueden pasar de noche porque aparece animales, arde fuego, son lugares que hacen mal de noche” (Sr. Ticona). “Otro también es una hoyada antes ahí decía pues que andaba pura mula y caballo y burro y de este lado no había nada y cuando dormían los viajeros ahí dice que se volvían mujer, que cuando despertaban querían ser mujer siempre pues, ósea su cara era de hombre pero ellos se creían mujeres, se volvían como locos se creían mujer” (Sra. Ramírez). Interpretación La sustitución de un significante por otro significante constituye a la metáfora, en este mito se da entre los significantes hoyada y forastero. Se consideran a la hoyada como un hueco como una depresión donde se escucha hablar a un burro (el burro no habla), siendo un sinónimo de burro la ignorancia y el cantar de un gallo, encontrándose como sinónimo de gallo, presumido fanfarrón, brabucón por lo tanto un presumido ignorante lleva al desatino, al desvarió, dando lugar al cambio de identidad: (hombre – mujer; foráneo – originario; viajero – lugareño). El significante forastero está representado por significantes animalescos (mula, caballo y burro) animales traídos de Europa en la colonia. La mula se constituye un hibrido que simboliza a la infertilidad, como como consecuencia del trastrocamiento delas leyes naturales, simbolizando la torpeza y la brutalidad. El caballo como animal foráneo, extranjero y exótico para el lugar y como sinónimo de rocín simboliza lo tosco, lo torpe, lo grosero. El burro como animal traído de la colonia que simbólicamente representa a la persona obtusa, necia, ignorante y torpe. En tanto en lado de los lugareños “de este lado no había nada”, de brutalidad, torpeza e ignorancia. Los viajeros (forasteros) cuando dormían se volvían mujer y al despertar perdían el equilibrio psíquico y se trastornaban. Mito de la mujer del cerro “Mi padre fue el que me conto, incluso que me dijo que se encontró con una mujer joven que se encontró en el cerro, se comunicaron un poco y luego desapareció, mi padre se volvió loco, le hemos tenido que hacer curar” (Sr. Ticona). Interpretación La metáfora expresa el rompimiento de un tabú expresado por los significantes mujer joven y cerro como profanación de lo sagrado, la maternidad y la muerte. El padre como portador de ley y del saber, profana el espacio prohibido, sagrado, maternal de protección, provocando un encuentro, un contacto un acercamiento con la falta, con una mujer joven, expresión de lozanía, frescura y virginidad. La desaparición repentina e inexplicable de la mujer joven, produce la perdida de la realidad, en tanto no hay ley que sostenga; el otro (tesoro de significantes, lugar de la cultura) resulta ser el lugar trastornado de una voluntad que somete al padre Kallawaya a los caprichos de un goce contra el cual no puede levantar muralla alguna. No está en condiciones de hacer frente al vacío que le produce un desencadenamiento que provoca la alucinación inducida por el pánico de un encuentro siniestro. Es el rompimiento del tabú que le provoca la locura. El entorno próximo busca la cura del padre para restaurar esa pérdida de realidad para pacificar el goce y restaurar su lugar de identidad como Kallawaya. Mito de la carretera “A mí también me ha pasado algo, una vez que nos recogíamos de una fiesta con mi señora hemos ido por la parte de abajo, por la carretera, ella no quería ir por ahí y me estaba riñendo pero igual le he insistido que vayamos aunque es pesado pasar por ahí, he sentido estando ahí algo que me ha hecho presión en el pecho y mi señora igual se ha callado, nos hemos asustado. Igual cuentan que en ese lugar unos cuentan que vieron a un policía bañándose y otro que vio a un hombre desnudo que se entró a la tierra” (Sr. Ticona).
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Interpretación Los significantes que hacen a la metáfora de este mito son abajo y muerte, que se desplazan en los significantes de presión, susto, y silencio. “…hemos ido por la parte de abajo, por la carretera”, el significante abajo está relacionado con la representación inexorable de la muerte con la aparición de un policía como autoridad bañándose que significa el cuidado del cuerpo, a la vez de ver un hombre desnudo que ingresa a la tierra, la desnudez representaría la carencia o privación de defensas ante la finitud del cuerpo que en un determinado tiempo es cuidado pero que al final como consecuencia de la muerte vuelve a ser parte inalterable de la tierra. Mito del bote del Lago “Si dice pues que en el lago dice que la gente se muere harta gente se muere, es frontera con el Perú no me acuerdo su nombre, pero dice que del lago sabe salir un bote de la nada y se vuelve a entrar tragando a la gente que está cerca, la gente que ve ese bote se ahoga dice pues, que será que les llama pero dice que se hunden con el bote pues” (Sra. Ramírez). Interpretación El lago es el escenario donde se proyecta el límite, “frontera” entre la vida y la muerte, el significante frontera es el parte aguas entre la existencia y la desaparición, el bote es un objeto siniestro de exhibición de aparición impredecible que seduce a través del acto de mirar escoptofilico, cual si fuera una trampa que devora a las personas, “llama a la gente” por desafiar la magnificencia de la muerte. Mito del agujero “Hay una agujero grande, dice que hace años cayó una estrella a dentro es, pero cuando venían los peruanos de Perú, enfermos que no se podían curar, venían y entraban ahí, entonces sacaban de ahí tierrita y tomaban dice con eso se sanaban” (Hermanos Layme). Interpretación La génesis de Charazani considerado como un lugar mítico, consagrado a la salud y a la vida en su origen según el mitos está considerado y representado por el significante “agüero grande”, cuyos sinónimos son la oscuridad, lo incertidumbre y el desconocimiento. Pero al caer una estrella se ilumina dando luz vida y conocimiento es por esto que acuden enfermos de otros lugares que no pudieron encontrar cura y al tomar la tierra de este agujero iluminado reaccionan y se incorporan nuevamente a la vida y recuperando su equilibrio. Haciendo una analogía de la génesis de Charazani con la práctica kalawaya, el Kallawaya ha recibido sus dones al haber sido marcado por el rayo quien le hizo depositario de su energía y le dio los poderes para convertirse en medico itinerante que recorre diferentes territorios portando plantas y realizando rituales y oraciones para sanar a todos aquellos que requieren sus conocimientos. Mito del ojo de agua “Cuando un forastero venía de cualquier enfermedad, no hay harta agua, poquita es como leche, sacaba un poquito, tomaba y se sanaba, en el cruce había un ojo de agua, en ese ojo de agua, poquito, muy raro es ese lugar, entonces salía un poquito de agua” (hermanos Layme). Interpretación En este mito el significante forastero representa al recién llegado a la vida como un extraño, cargado de incógnitas genéticas como producto de un parto que es considerado en las culturas milenarias como una enfermedad. Es la madre quien se encarga de instaurarlo en su deseo y le provee el alimento que brota de su cuerpo (ojo de agua) en su justa medida para que reacción, se fortalezca y entre en equilibrio con la naturaleza para enfrentar los avatares de la vida.
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En el significante ojo del agua reina la ley del símbolo, lo que es manifestado en el mito como “muy raro es ese lugar” por que brotaba agua con características de leche, constituyéndose ésta en un escudo, resguardo que sana cualquier mal y enfermedad . Mito de las chullpas “Aquí hay varios chulperios, los más visibles son donde están las antenas, se supone que antes han enterrado a las personas con todas sus pertenencias, su comida, sus riquezas, por eso mucha gente que ha venido a destapar esos chulaperías y ellos piensan que están haciendo algo que les va a beneficiar pero eso no sirve de nada, tal vez para una gente extraña sea una novedad, para nosotros del lugar es lo más terrible que nos puede pasar, lo dejan un lugar abierto una tumba de esas y no llueve, entonces los comunarios tenemos que ir con música y tapar para que venga la lluvia porque si no tenemos sembradíos, eso ha pasado hace dos años, entonces esas cosas nos perjudican, es un daño colectivo” (Sra. Rodríguez). Interpretación En el mito se manifiesta un poder y un contrapoder, el poder lo ejercen los muertos (chullpas) que fueron enterrados con sus patrimonios y un contrapoder expresado por el significante “gente extraña” que viola a la muerte en busca de su beneficio profanando las tumbas con el objetivo de robar o simple curiosidad. La desprotección de las chullpas se manifiesta con castigo a través del daño en la producción “no llueve” poniendo en riesgo la vida de los comunarios, para enmendar el hecho de haber dejado a las chullpas desprotegidos, indefensos y desamparados. Frente a esta irresponsabilidad de la comunidad se busca enmendar con “tapar” los lugares profanados y llevar manifestaciones festivas como acto de reducir y pagar la culpa. El poder no fenece con la muerte hay un más allá cuya responsabilidad del cuidado recae en los vivos. 3. Salud y enfermedad en el municipio de Tiwanaku 3.1. Aspectos socioculturales de Tiwanaku a. Reseña histórica del municipio El nombre Tiwanaku proviene de dos términos: tiay del verbo reflejo tiacui que significa sentarse, y el huanacu refiere a un ágil rumiante muy parecido a la vicuña, “siéntate huanacu” (Mamani, 2004:541). Fundada con los primeros asentamientos humanos desde mil años antes de nuestra era (a.C.). Época prehispánica El actual territorio del municipio de Tiwanaku fue escenario de importantes episodios en la larga duración de su historia. Es así que nos remontamos a la época prehispánica que marca los períodos formativo o pre-clásico, clásico, postclásico e incario. De acuerdo al estudio establecido en el PDM del Gobierno Municipal de Tiwanaku, la relación histórica de los períodos se describe en el siguiente orden. El período formativo va aproximadamente desde 1.200 AC hasta 133 DC, aparentemente se inicia con la aparición de las primeras comunidades sedentarias dedicadas mayormente a la agricultura y, en un menor grado, a la ganadería; se distinguen entre Tiwanaku I y II en el altiplano. El período clásico va desde el 133 hasta el 1.200 DC, que se divide en tres horizontes culturales: Tiwanaku III u horizonte Tiwanacota (133 a 375 OC); Tiwanaku IV o de pre-madurez (375 a 715 OC) y Tiwanaku V o de expansión (715 a 1200). En este período se desarrolla 1a agricultura intensiva y el riego. Paralelamente, se intensifica el comercio; la sociedad se estratifica y el Estado se organiza en poblados mayores, con una estructura gubernamental y religiosa. Se desarrolla la artesanía, la alfarería y la construcción viviendas, como también la construcción de templos y castillos fortificados. En el período de madurez, la cultura Tiwanaku llegó hasta Ayacucho en el Perú y hasta Arica y Atacama en Chile; en el período de expansión llegó hasta el norte del Perú y hasta el noroeste de Argentina. Sin embargo, esta cultura desapareció entre 1150 y 1200 DC, posiblemente por problemas de sequía que asoló a la región. El período post-clásico o post-Tiwanaku va desde el 1.200 al 1.430 DC, corresponde al período de los reinos locales, representado en el altiplano por la cultura o civilización Kolla o aymar, la cual se extendió hasta el Cuzco
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en el Perú y Chuquisaca en Bolivia. Las culturas más importantes en el altiplano fueron: pacajes, que abarcó a lo largo del río Desaguadero; charkas, ubicada al noroeste del lago Poopó; lupakas, que se encuentra entre Puno y el Desaguadero; y Carankas, que está en el actual departamento de Oruro. El período incaico va desde 1430 hasta 1532, período en su mayor parte dedicado a la conquista de la civilización colla por los incas, que se extendió hasta finales del siglo XV, abarcando Chuquisaca y Tarija. Posteriormente, Huayna Capac colonizó el valle de Cochabamba. Los incas explotaron la riqueza minera de la región, así como los criaderos de llamas y alpacas, de las que se proveía la lana para sus vestidos. En los tiempos inmediatamente anteriores a la conquista española, existía en la región una población indígena organizada en comunidades, porque al interior de las cuales la mayor parte de las actividades agrícolas y pecuarias se desarrollaban comunitariamente. Aunque, según los cronistas españoles, la población no era muy numerosa, había grandes áreas explotadas en pastos, donde se criaban rebaños de llamas y alpacas destinados a la producción de fibra, mientras que la agricultura se iba desarrollando del mejor modo con sistemas de riego en la región lacustre. Época colonial El espacio territorial de Tiwanaku y su población fueron colonizados por los españoles, quienes no entendieron lo que era la cultura andina, por lo que destruyeron los valores de la civilización y el complejo arquitectónico; asimismo, obligaron a los aymaras a aceptar otra cultura y saber de acuerdo a la geografía occidental. Bajo el dominio de la colonia española, la población de Tiwanaku fue despojada de sus tierras, además forzada a trabajar como mitayos en las minas de Potosí, como sirvientes y esclavos en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz. Para la vida colonial española, el Papa Alejandro Sexto (judío español degenerado porque se acostaba con su hija Lucrecia Borgia, y ésta con su hermano y con todos los cardenales del Vaticano), sostenía que la religión católica es única y verdadera para el mundo, porque se representa a un Dios único y verdadero, a quien se debía adorar en todas partes. A pesar de todo, Tiwanaku no era solo un territorio histórico colonial, sino también productivo, pues, proveía a la ciudad con productos como quinua, ullucu (papalisa), cañagua, haba, tola y otros que eran trasportados en llamas y mulas, junto con taquia que se utilizaba como combustible. Un estudio de Herbert Klein muestra cómo estaban compuestas las comunidades de Bolivia a fines del siglo XVIII y el siglo XIX, entre las más resaltantes fue la comunidad conocida por Tiwanaku. A lo largo de todo el periodo colonial y como consecuencia del sistema de opresión sobre la población originaria, sucesivos levantamientos indígenas se desencadenaron en diferentes regiones de la audiencia de Charcas (actual territorio boliviano), tal el caso del “cerco de La Paz” liderado por Julián Apaza (Túpac Katari), natural de Ayo Ayo, quien logró en 1781 controlar las provincias de Sica Sica, Carangas, Pacajes, Yungas, Omasuyos, y Chucuito al mando de 40.000 hombres y mujeres. Se trata del acontecimiento histórico que, después dará lugar a la independencia y nacimiento de Bolivia. Época republicana Después de la Guerra de la Independencia, se forjó la República de Bolivia, que significó la vida de una nueva nación, que en los inicios trascurrió bajo el mandato del Mariscal Antonio José de Sucre, luego con el Mariscal Andrés de Santa Cruz, quien gobernó entre 1829 y 1839, intentando consolidar una confederación de naciones junto con la nueva República del Perú, hecho que no se logró concretar por la influencia de distintos intereses políticos. Durante la segunda mitad del siglo XIX, la principal problemática boliviana fue la tenencia de la tierra, porque las políticas de entonces tomaron diferentes rumbos que, en última instancia, afectaron a los originarios. Durante la administración de Melgarejo, se produjeron varias revueltas contra el gobierno, siendo la más destacada la de noviembre de 1870, que duró hasta enero del siguiente año bajo el mando de Agustín Morales y Casimiro Corrales. En este transcurrir republicano, Tiwanaku –que en el período colonial resultaba reducido a una mera comunidad– pasó a constituirse en municipio. A principios del siglo XX, la mayor parte de las tierras estaban declaradas como propiedades de los terratenientes de la elite paceña: Sara Beldoso, “Ismael Montes, Benedicto Goytía, Jorge Machicado, Ignacio Loyola de Zapata, Mariano Gisbert, Nicanor U. Oviedo, Fermín Prudencio, Jorge
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Zalles, Gustavo Stumpff, Vicente Ascarrunz” (S. Rivera, 1978:207-208). Posteriormente, el sistema de hacienda, entonces vigente, se alternaba con las extensas propiedades de algunos ayllus y tierras comunales. Consecuentemente, con la fundación de la República de Bolivia, los pobladores de Tiwanaku resultaron repartidos en “pueblos mayores más permanentes, con tierras fijas y continuas que pudieran ser administradas y gravadas con mayor facilidad” (H. Klein, 1982:62). Luego, con la promulgación de la Ley de Participación Popular de 1994, la población de Tiwanaku fue reconocida como Tercera Sección Municipal de la provincia Ingavi del departamento de La Paz. Por contener la riqueza arquitectónica, en el año dos mil, Tiwanaku fue declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que influyó a que los habitantes originarios recuperen nuevamente sus terrenos con la finalidad de aprovechar el turismo internacional y nacional. Tal categoría turística se mantiene en el marco del actual Estado Plurinacional. La capital del municipio lleva el mismo nombre (Tiwanaku), que tiene una altura de 3.825 metros sobre el nivel del mar y está ubicada al sureste del lago Titikaka, a 70 kilómetros de la ciudad de La Paz. b. Aspectos físico naturales El pueblo de Tiwanaku presenta una urbanización de tipo colonial. En la plaza se encuentra la iglesia católica y los sitios públicos como la alcaldía. Alrededor de la plaza se encuentran ubicadas las viviendas organizadas en manzanos, las casas en su mayoría son construidas de adobe con techo de calamina, a diferencia de las construcciones de habitaciones de adobe y techo de paja en las comunidades rurales. Generalmente, las viviendas en el campo son dos o tres cuartos que tienen diferentes usos, uno de estos ambientes es destinado a la cocina, habitualmente no existe un baño, solo una pileta que está ubicada en el patio. En las afueras de la casa, generalmente, existen un horno y corrales para las ovejas o chanchos; algunas viviendas cuentan con espacios especiales para almacenar trigo o maquinaria (Gutiérrez, 2011:3). c. Características sociodemográficas, productivas y culturales Conforme a los datos del Censo de 2001 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el municipio de Tiwanaku tiene 11.309 habitantes. A diferencia de ello, conforme al Censo de 2012, Tiwanaku tiene 12.189 habitantes. De manera general, un 90% de la población es aymara hablants y el resto bilingüe. El municipio está conformado por 23 comunidades, distribuidas en cuatro zonas: por el Este, las comunidades de Caluyo, Ayllu originario San Antonio de Chusicani, Ayllu originario Pircuta, Ayllu originario Corpa y Causaya; por el Centro, Tiwanaku, Ayllu Yanamani, Ayllu Guaraya Originario, Ayllu Originario Achaca, Ayllu Originario Huancollo, Ayllu Kasa Achuta y Ayllu Originario Chambi Chico; por el Oeste, la comunidad Achuta Grande, Ayllu Originario Chambi Grande, Ayllu Originario Yanarico, Comunidad Rosa Pata, Ayllu Originario Suriri, Ayllu Originario Umamarca, Pillapi San Agustín y consejo de Ayllus y comunidades originarias Pillapi; por el Norte, Huacullani, Ayllu Originario Queruni, Comunidad Huacuyo, Comunidad Centro Huacullani, Comunidad Capiri y Comunidad Huari Chico (Gutiérrez, 2011:3). Para llegar a la localidad de Tiwanaku se tiene el transporte público, tanto los micros como minibuses que salen de la zona del cementerio de la ciudad de La Paz y de la zona de Chacaltaya de la ciudad de El Alto. Los transportistas están organizados en dos asociaciones, los que brindan servicio todos los días, desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche (Ibídem, 2011:2). En los últimos años, como efecto de los cambios políticos que está experimentando Bolivia, se ha dado un proceso de restitución de las organizaciones políticas tradicionales macro; los antiguos ayllus y markas, es decir, del tiempo de los señoríos aymaras, hoy son restituidos como parte del proceso de descolonización (Gutiérrez, 2011:1). Vocación productiva La agricultura es la actividad principal de la población en general, los comunarios tienen derecho a la tierra individual y colectiva, según sus usos y costumbres. Cada unidad doméstica o familia tiene bajo su tuición pequeñas parcelas de tierras heredadas de los padres. La agricultura conlleva varios riesgos como la baja inversión en maquinaria y los efectos de las heladas (Gutiérrez, 2011:4).
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La mayoría de las comunidades producen cereales por lo que dependen de la época de lluvias. En el caso de las comunidades aledañas al lago Titicaca, las tierras son más fértiles y existe mayor abundancia de agua, lo que permite sembrar, producir y cosechar los siguientes productos: Papa, Cebada, Haba, Oca y Quinua. La tecnología para producir en las sayañas es el arado a buey. Se observa el modo rotativo de cultivos como característica propia que permite el uso adecuado de tierras (alternancia de uso y descanso de tierras productivas). La mayor parte de la producción es destinada al autoconsumo familiar, por que la economía campesina del aymara de la región de Tiwanaku es de auto subsistencia. Según Felipe Paredes: “el total de parcelas familiares del terreno cultivable alcanza a 17.283,46 hectáreas distribuidas en superficies variables entre 3.467 familias, existiendo 223 familias sin tierra, manifestándose una acentuada parcelación de la tierra provocado por la sucesión hereditaria y la venta de parcelas de terreno” (Gutiérrez, 2011:34). La producción agrícola se desarrolla mediante un proceso que se inicia con el preparado de la tierra, abonado, siembra, aporque, cuidado del crecimiento de las plantas, cosecha, almacenamiento, deshidratación y comercialización. Si bien, la producción se desarrolla en el ámbito familiar, los lazos de parentesco y los principios comunitarios hacen que se utilicen mecanismos de producción, basados en la cooperación o ayni. Los productos que son destinados al mercado son comercializados en el pueblo de Tiwanaku o la ciudad de El Alto (Ibídem, 2011:1). Desde los años 80 del siglo XX, algunas comunidades, como Pillapi y Tiwanaku, han empezado a producir utilizando tecnología de camellones, de los que resultan productos con mayor rendimiento. Como parte de la actividad económica complementaria, los comunarios de la zona se dedican a criar ganado ovino. Para algunas familias, esta actividad es la fuente principal de sus ingresos, ya que obtienen leche y se especializan en la venta de lácteos y sus derivados. La cantidad de ganado bovino era 15.942 cabezas, de raza criolla mejorada Holstein. Según F. Paredes, existen asociaciones de productores lácteos, quienes muestran la vocación productiva ganadera. La leche es vendida en la ciudad de El Alto, a la PIL Andina, “con un promedio de 3500 Lts. /día”. Otra parte de la producción es destinada a la elaboración de yogurt casero y queso, que son comercializados en el pueblo de Tiwanaku o la ciudad de El Alto (Gutiérrez, 2011:4). A aparte e ello, el municipio de Tiwanaku se caracteriza por que tiene una serie de atractivos turísticos, que pueden ser clasificados de la siguiente manera: Atractivo, Tipo de atractivo y Lugar de ubicación: • • • • • • • • • • • • • • •
Iglesia colonial, Histórico cultural, Pueblo de Tiwanaku Tradicional. Fiesta de San Pedro y San Pablo Cultural – autóctono. Pueblo de Tiwanaku Tradicional. Festival de música autóctona, Cultural, Pueblo de Tiwanaku Tradicional. Fiesta de Exaltación Cultural – folklórico. Ex hacienda de Pillapi. Histórico cultural, Pillapi Tradicional. Uxusiris, Religioso, Huacullani de aventura. Willkakuti, Religioso, Ruinas de Tiwanaku Tradicional. Museo ceramista, Arqueológico, Ruinas de Tiwanaku Tradicional. Puma Punku, Arqueológico, Ruinas de Tiwanaku Tradicional. Quimsa Chata, Religioso, Cordillera frente a Tiwanaku de aventura. Kalasasaya, Arqueológico, Ruinas de Tiwanaku Tradicional. Camellos, Paisaje natural, Pueblo de Tiwanaku Tradicional. Centro artesanal, Cultural, Pueblo de Tiwanaku Tradicional.
Cada uno de estos sitios tiene su atractivo y son visitados anualmente por miles de turistas nacionales y extranjeros.
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FotografĂa: Entrevista de los investigadores del proyecto a un mallku del municipio de Tiwanaku.
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FotografĂa: Entrevista del equipo de investigaciĂłn a una comunaria en Wancollo del municipio de Tiwanaku.
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Consiguientemente, el municipio de Tiwanaku se configura por diferentes aspectos históricos, físicos de la naturaleza altiplánica en la región del lago Titicaca, relación poblacional, modos de producción agropecuaria y, sobre todo, atracción turística por construcciones arqueológicas y todo tipo de expresiones creativas. 3.2. Sistemas médicos en Tiwanaku Con el objetivo de conocer las percepciones y representaciones sociales que tienen los pobladores del municipio de Tiwanaku acerca del proceso salud, enfermedad y los sistemas médicos existentes, se procedió investigativamente a recolectar información y datos relevantes mediante los medios instrumentales como la FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) y las entrevistas semi estructuradas, los cuales nos han permitido obtener buena información acerca de las diferentes percepciones, las apreciaciones, las críticas, entre otros. A su vez, nos han permitido conocer, describir y analizar distintas versiones en el orden de: espacios de servicios, agentes médicos, prácticas, discursos y representaciones de cada sistema médico. a. Percepciones en el campo del servicio biomédico Aplicación de FODA a biomédicos Los datos de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del sistema biomédico se obtuvieron con la participación del personal médico y paramédico del Centro de Salud de la población de Tiwanaku. Los datos del sistema tradicional fueron obtenidos mediante la entrevista a los pobladores y médicos tradicionales de las comunidades del municipio. FORTALEZAS
DEBILIDADES •
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El municipio de Tiwanaku cuenta con médicos, odontólogos, enfermeras, laboratorista y auxiliares de enfermería. Se brinda medicación biomédica, pero también se acepta que la persona paralelamente siga tratamiento con plantas medicinales. La medicina biomédica tiene cortos tratamientos. La consulta es accesible por tener costos económicos. Atiende los 365 días del año. Tienen 3 ambulancias que están disponibles las 24 horas del día. Existe una sala de partos y la mujer elige la posición para tener al bebe, además se permite que estén los familiares en la sala del gestante. El centro de salud se beneficia con ítems de SEDES y del Gobierno Municipal de Tiwanaku.
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En el puesto de salud existe solo un auxiliar de enfermería. Solo existen cuatro puestos de salud en el municipio para 23 comunidades. No pueden curar enfermedades como el mal de ánimo, lo que la medicina natural sí puede curar. Las personas acuden primero al médico kallawaya, si este no puede curar la enfermedad, recién acuden a un centro de salud. En el caso de cirugías mayores se deben remitir a la ciudad de La Paz. El municipio de Tiwanaku cuenta con un centro de salud, pero no existe un hospital de segundo nivel. Ya no existen los Responsables Populares de Salud (RPS). Dentro de su forma organizativa existe un mallku a cargo de velar la salud de su comunidad, pero este está solo por el período de un año y en el siguiente tiene que asumir otro. Por este cambio, el esfuerzo de la capacitación por parte del personal médico es en vano, no existe continuidad en el cargo de velar la salud. El centro de salud atiende a 15.000 personas del municipio.
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OPORTUNIDADES
AMENAZAS •
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En el caso de violencia familiar o alcoholismo, hay coordinación con el SLIM. El Kollacamani es el responsable de salud de las comunidades para encaminar la aplicación de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Funciona el Directorio Local de Salud (DILOS) para la planificación y ejecución de políticas locales de salud.
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Las enfermedades se manifiestan cuando las personas no tienen hábitos de higiene, o bien, por falta de agua y de conocimiento de buena alimentación. Existe desnutrición en las personas jóvenes, quienes no asisten al centro de salud. Las enfermedades prevalentes en los adultos son la gastritis, ulceras, artritis, diarrea y traumatismos. A nivel de salud mental se da más la violencia familiar y el alcoholismo. Los trámites son burocráticos en la alcaldía de Tiwanaku.
Análisis de FODA Fortalezas Las fortalezas de la biomedicina consisten en el apoyo institucional que tiene por parte del Estado y del Gobierno Municipal de Tiwanaku, para cubrir los ítems de los profesionales médicos y paramédicos. Otras fortalezas son la atención a la población los 365 días del año, los recursos materiales necesarios y las tres ambulancias para aquellos enfermos de gravedad que requieren ser trasladados a hospitales de la ciudad de El Alto o La Paz. Oportunidades Las oportunidades de la biomedicina están en la posibilidad de coordinar políticas de salud a nivel del municipio con el Directorio Local de Salud (DILOS). En casos de alcoholismo y violencia familiar, la coordinación se la realiza con el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM). Los médicos del centro de salud consideran pertinente reconocer las prácticas de la medicina tradicional, luego coordinar con el Qulla Kamani de las comunidades, con el responsable de salud de cada comunidad, que ahora cumple las funciones que antes cumplían los Responsables Populares de Salud (RPS). Debilidades Las debilidades que tiene el sistema biomédico es que cuenta con dos médicos de planta para cubrir una población de más de 17 mil habitantes que tiene el municipio y que están repartidos en 23 comunidades. Según la percepción de la gente, la biomedicina no puede curar algunas enfermedades como, por ejemplo, la pérdida del ajayu, lo que la medicina tradicional sí puede curar. También, como debilidad, no cuenta con un hospital de segundo nivel, por lo que todos los enfermos graves deben ser derivados a hospitales de la ciudad de El Alto o La Paz. Finalmente, la capacitación dada por parte del personal médico del centro de salud a los Qullakamanis de las comunidades es insulsa, pues, no se toma en cuenta que aquellos fungen sólo como autoridades temporales en salud comunitaria y permanecen apenas un año en sus cargos. Entonces, la capacitación centrada Qullakamanis es insuficiente para llevar a cabo políticas de salud sostenibles en el tiempo. Amenazas Existe una permanente incidencia de enfermedades como IRAS y EDAS en la región, los cuales tienden que manifestarse –según el personal médico– por la falta de hábitos de higiene y alimentación deficiente de la población. Se ha detectado problemas de desnutrición en los jóvenes, quienes no acuden al centro de salud. Existen problemas de alcoholismo en la población, porque todo acontecimiento social esta mediado por bebidas alcohólicas. Con relación a los trámites ante la alcaldía para el equipamiento del centro de salud, los procedimientos son muy burocráticos, lo que no favorece al buen funcionamiento del centro de salud y, por tanto, afecta negativamente a los pobladores de la región.
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Aplicación de FODA a la población Para determinar las percepciones con respecto al sistema biomédico, en el municipio de Tiwanaku también se aplicó la matriz FODA a diferentes actores de la población compuesta por comunarios, vecinos, profesores, alumnos y algunas autoridades, de quienes se recogen los siguientes resultados: Fortalezas Las fortalezas de la biomedicina según la percepción de parte de la población radican en que existe una cierta confianza en los profesionales médicos por experiencias en las que hubieran sido tratados y sanados con la medicina científica. Asimismo, tienen la plena convicción que aquellas enfermedades que no pueden ser tratadas por la medicina tradicional, pueden ser curadas por la biomedicina, como es el caso de operaciones quirúrgicas y la atención de personas accidentadas, para los que se cuenta con medios necesarios como el personal médico de auxilio y ambulancias en caso de traslado a hospitales de la ciudad de La Paz o El Alto. Oportunidades La oportunidad, según la percepción de parte de la población, consiste en el acceso que tienen los pobladores al centro de salud, porque el mismo cuenta con profesionales médicos, infraestructura adecuada y equipamiento básico para la atención bajo precios económicos de las consultas y la adquisición de fármacos esenciales para el tratamiento de enfermedades como las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS) y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS). Debilidades Una de las principales debilidades en la percepción de la población, respecto al sistema biomédico, es la falta de médicos especialistas, por lo que, en ocasiones, cuando la enfermedad de un paciente no puede ser tratada por los médicos del centro, es remitido a hospitales de la ciudad de La Paz o El Alto. También, los constantes cambios del personal médico del centro de salud y la falta de dominio de la lengua originaria aymara para comunicarse empáticamente con los pacientes. Asimismo, la relación médico-paciente llega a ser muy fría y distante, por ejemplo, muchas veces no le explican con propiedad la enfermedad que padece ycuando lo hacen usan términos técnicos que son desconocidos para la mayoría de los pacientes. Otra debilidad es cuando los médicos recetan medicamentos que no tienen en la farmacia del centro de salud, ya que los mismos tienen que ser comprados en farmacias privadas a precios altos. Amenazas Las amenazas, según la percepción de la población respecto al sistema medico, es que en algunos casos puede haber negligencia médica hacia los pacientes, quienes son atendidos en el centro de salud. Otra de las amenazas consiste en las distancias largas entre algunas comunidades, centro de salud y hospitales de La Paz y El Alto. Debido a esta situación, muchas veces los pacientes, como en el caso de partos en riesgo, pueden llegar tarde y morir en el trayecto. Información mediante entrevistas Según los datos obtenidos mediante entrevistas, la estructura de salud del municipio de Tiwanaku está conformada por un centro de salud y cuatro puestos de salud, que prestan servicios en diferentes comunidades. En lo que concierne a espacios de servicios, prácticas biomédicas, agentes y otros, las respuestas de las entrevistas implican diversas percepciones sobre salud y enfermedad. Espacios El pueblo de Tiwanaku cuenta con un centro de salud, donde el servicio de internación es temporal y los tratamientos son cortos. La atención de medicina general ofrece los siguientes servicios: atención prenatal, partos y post natal, atención dental, atención de enfermería inyectables, curaciones, suturas y sueros, vacunas, control de peso y talla a niños en general, orientación en salud, planificación familiar y análisis de laboratorio. Sus horarios de atención son de lunes a viernes, en las mañanas de ocho y treinta a doce y treinta; en las tardes de catorce a dieciocho y treinta; los sábados y domingos de ocho a quince horas. En tanto que la atención de emergencias se da en las veinticuatro horas.
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En cuanto a los puestos de salud, se encuentran en las siguientes comunidades: Pillapi, Caluyo, Huacullani y Achaca. Los servidores en estos puestos de salud son generalmente auxiliares de salud, mientras que las enfermeras y médicos generales son de servicio eventual. De acuerdo con el Dr. Chávez, responsable del centro de salud a nivel de municipio de Tiwanaku, manifiesta que, como efecto de la ley de descentralización, el municipio es dueño de la infraestructura hospitalaria: “Las actividades administrativas que se realizan en estos establecimientos son delegadas por el municipio, por la descentralización. El municipio, se diría, es el dueño de los establecimientos de salud, y para cuidar los bienes y el manejo económico se contrata personal que son cancelados por su POA. Nosotros como personal técnico, o sea, profesionales que dependemos del SEDES, que es la parte operativa de todo lo que es salud”. El municipio de Tiwanaku pertenece a la red de salud Nº 9, que está conformada por los municipios de: Guaqui, Desaguadero, Jesús de Machaca, San Andrés de Taraco. Dicha red de salud depende, tanto técnica y administrativamente, del Servicio Departamental de Salud (SEDES) y del Directorio Local de Salud (DILOS) (Fuente: entrevista Dr. Chávez responsable del centro de salud de Tiwanaku). Por consiguiente, en el municipio de Tiwanaku, el sistema biomédico tiene espacios de servicios distribuidos en cuatro puestos de salud, los cuales, en términos de coordinación y administración central, dependen del Centro de Salud, a su vez, este guarda relación con el Hospital Los Andes, Hospital Holandés, Hospital del Niño y Hospital de Clínicas. Prácticas Las prácticas dentro del sistema biomédico están dirigidas a prevenir y tratar las enfermedades en función de restablecer la salud. De acuerdo a la investigación seguida a través de las entrevistas a profesionales médicos y paramédicos del Centro de Salud de Tiwanaku, se ha determinado que las enfermedades recurrentes en el municipio de Tiwanaku son las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS) y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS). En la versión del Dr. Chávez, acerca de ciertas enfermedades predominantes, señala: “Alguna enfermedad respiratoria puede ser desde gripe, laringitis, meningitis, neumonía… Todo lo que es respiración, pulmones, y por los hábitos que se tienen, por la contaminación, por falta de saneamiento, se enferman de diarreas, los menores de cinco años hasta los doce años, se enferman de parasitosis”. Asimismo, se reconoce que en los jóvenes existen problemas de desnutrición que son pocos con relación a la población total de la población joven; mientras que en los adultos, se presentarían otras enfermedades. “Los adultos ya se enferman de gastritis, se enferman de infecciones urinarias, se enferman de úlceras, accidentes que tengan, traumatismos, violencias intrafamiliar, más que todo alcoholismo. En cambio, los adultos mayores de sesenta años ya se enferman de reumatismo y úlceras, también padecen de várices, enfermedades osteo articulares, vista, oído… Esas son las principales enfermedades con las que uno se choca”. En el marco de las prácticas de la biomedicina en Tiwanaku, en función de prevenir enfermedades, el personal médico realiza periódicamente ferias de salud dirigidas a la población; pero, de acuerdo a la observación directa, la población presta la atención necesaria a las explicaciones y a la información que brindan los médicos sobre el tema; sin embargo, cuando la información y la explicación requerida no se le imparte en el idioma que habla la población, el esfuerzo no es asimilable ni comprensible. Este fenómeno puede ser atribuido a la barrera comunicacional a nivel del idioma, ya que los médicos no hablan aymara ante la mayoría de la población. Como ejemplo de lo mencionado se produjo, cuando se realizaba una feria de salud en la plaza central de Tiwanaku, en la que el tema de prevención del cáncer de cuello uterino fue dirigida a mujeres; no obstante, aquellas no se interesaban por el tema. A este respecto, la Dra. Sheila Rivero, la que es responsable interna del centro médico mencionó:
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“Estoy haciendo un trabajo sobre Papanicolaou, pero ellas no vienen, principalmente por tres causas: tienen miedo que se las lastime porque no conocen la mecánica de hacer el Papanicolaou, también por el pudor que tienen y es por eso que nosotros recomendamos a que vayan a nuestro centro, porque la mayoría somos mujeres, y tercero, porque no están muy informadas, hemos visto que no se conoce en el Municipio. Entonces, ahora estamos promocionando en la comunidad”. Si bien, el objetivo de las ferias de salud son la de promocionar y prevenir las enfermedades, en los hechos no llega a sensibilizar a la población, es por eso que las ferias de salud deben ser reorientadas y con el objetivo de cumplir efectivamente con la función de sensibilizar a la gente acerca de las diferentes enfermedades que se presentan en la región. La práctica de la biomedicina, como en cualquier otro centro de salud u hospital, está mediada por la consulta que hace el paciente con el profesional médico, quien, en primera instancia, a partir de un examen clínico, hace su respectiva valoración, diagnóstico y tratamiento en base a recetas de medicamentos. En caso de que la enfermedad del paciente resulte de gravedad y que requiera intervención o de una cirugía, el mismo es remitido a un hospital de segundo o tercer nivel en la ciudad de La Paz, de acuerdo a convenios establecidos, de lo contrario no habrían posibilidades para atender a los pobladores del municipio. En cuanto a las consultas de mujeres embarazadas, el servicio es gratuito, porque es cubierto por el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI). Para las personas de la tercera edad, el servicio también es gratuito, porque aquellas personas son atendidas por el Seguro de Salud Para el Adulto Mayor (SSPAM). La consulta para personas que no cuentan con beneficios de seguros anteriormente mencionados, primeramente se tiene que pagar un monto de veinte bolivianos, luego son atendidos por el médico del centro de salud. De acuerdo a la observación, se pudo comprobar que el día más concurrido al Centro de Salud de Tiwanaku por parte de los pacientes es cada domingo, porque es feria y que los pobladores de las comunidades, aparte de ofrecer o hacer comercio con sus productos propios del lugar, aprovechan consultas y servicios de salud. Discurso El discurso de los biomédicos está en relación a la comprensión de la enfermedad y la salud. Al respecto, el responsable del centro de salud, Dr. Chávez, afirma: “Bueno, en realidad, uno se puede enfermar hasta cuando se está mal en su sociedad, uno se preocupa y uno se puede enfermar con úlcera, con estrés, con gastritis; uno cuando está desesperado, estresado, empieza a tomar demasiado y su estómago es el que sufre más, o su vesícula, no? Entonces…si somos médicos ya no es el punto de vista de salud o enfermedad, sino el punto de vista no es solo curar la enfermedad, sino curar al paciente, su entorno, si tiene agua, si tiene luz, si su ambiente es adecuado, si su sociedad que le rodea está conforme… Por eso, desde hoy en día, la salud está vista desde un punto de vista holístico, o sea, todo vendría a ser salud”. La aseveración del médico sobre la enfermedad responde a la concepción que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), entendiendo salud como el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad; o también, como menciona Jesús Rodríguez, al analizar este concepto: “En esta definición aparecían explícitamente, por primera vez, como componentes de la salud dos áreas relevantes del ser humano: la psicológica y la social, que se sumaban a la biológica dando lugar al concepto integral de salud” (Rodríguez-García, 1997:354). Asimismo, el autor mencionado enfatiza que la salud implica factores personales, grupales, sociales y culturales que son determinantes, tanto en el origen y mantenimiento, pronóstico de una determinada enfermedad. Agentes de salud De acuerdo a la recopilación de los datos, el personal médico y paramédico que trabaja en el municipio de Tiwanaku y los puestos de salud de las comunidades se distribuye de la siguiente manera:
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Personal de salud que trabaja en el pueblo de Tiwanaku: • • • • • • • • • • •
1 Médico responsable del centro de salud. 1 Médico de planta. Odontóloga de planta. Lic. Enfermera de planta. Lic. de laboratorio. Lic. Enfermería y nutrición. Odontóloga (a contrato). Auxiliar de enfermería. Encargada de farmacia. Interno de medicina. Interno de odontología.
Personal administrativo: • • • • • •
Medico gerente. Estadístico. Administrador. Un cajero. Conductores. Cocinera.
Personal paramédico en los puestos médicos: • • • •
Auxiliar de puesto de salud Pillalpi. Auxiliar de puesto de salud Caluyo. Auxiliar de puesto de salud Huacullani. Auxiliar de puesto de salud Achaca.
Fuente: Información proporcionada por el responsable del Centro de Salud de Tiwanaku. El Centro de Salud de Tiwanaku cuenta con 23 personas entre personal médico, paramédico y administrativo, los que, en su mayoría, dependen del Servicio Departamental de Salud (SEDES) y de la alcaldía municipal. Todos aquellos profesionales que trabajan están a contrato por un tiempo determinado. El centro atiende a 23 comunidades del municipio de Tiwanaku, que en su conjunto tiene en la actualidad 15.000 habitantes. “Estamos repartidos, tenemos una población de 15.000 como municipio, después Tiwanaku tiene que atender a 5.000 habitantes y después los demás puestos se distribuyen el resto de la población. De los puestos vienen, pues, los compañeros aquí, porque este es el más equipado” (Entrevista a Hugo Quiroga auxiliar enfermero). El Centro de Salud de Tiwanaku corresponde al primer nivel, que según el documento didáctico, técnico y estratégico SAFCI, se constituiría: “En la puerta de entrada al Sistema de Salud Familiar Intercultural y cuya misión principal es la de mantener y mejorar la salud de la población, enmarcándola en el cuidado de la salud física, mental, social, económico, espiritual, cultural y ambiental con implementación de procesos de educación en salud, promoción de la salud, prevención y tratamiento de enfermedades, prestación de servicios integrales e interculturales (en la familia en la comunidad y en el establecimiento) de tipo ambulatorio, de internación de tránsito, de medicina tradicional, con servicios básicos complementarios de diagnóstico, articulados a la medicina originaria campesina y otras y a los otros niveles mediante el componente de referencia y retorno” (Documento didáctico, técnico y estratégico SAFCI, 2011:39).
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Si bien, la misión que debe cumplir un centro de atención médico de primer nivel, como el de Tiwanaku, está establecido en el modelo de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI); pero no es aplicado en toda su dimensión. El claro ejemplo es que el centro médico de Tiwanaku no tiene espacios con adecuación intercultural para los partos, tampoco existe articulación con la medicina tradicional. En la parte de promoción y prevención de la salud, los profesionales médicos y paramédicos del centro médico realizan periódicamente ferias de salud sobre diferentes enfermedades, los cuales, lamentablemente, no despiertan interés por parte de la población para asistir e informarse y prevenir enfermedades. Por otra parte, no se ha observado consultorios particulares de médicos en la localidad de Tiwanaku, solamente se constata un consultorio odontológico particular, lo que puede explicarse por la atención gratuita a niños menores de seis años, madres y adultos mayores en los centros de salud del Estado. También es importante mencionar a los Responsables Populares de Salud (RPS), que son personas capacitadas para realizar la promoción de la salud y que los mismos, en caso necesario, deriven a los enfermos a los centros de salud u hospitales, puesto que su papel fundamental reside en que son el nexo entre la comunidad y la biomedicina. A este respecto, el auxiliar de enfermería del centro de salud de Tiwanaku indicó: “Antes, cuando había Plan de Padrinos, existían pues los RPS que así se llamaba, pero actualmente el sistema SAFCI del gobierno está tratando de reorganizar a nivel de los Mallkus. El kollakamani es el responsable. Kollakamani quiere decir el mallku de medicina, tiene un tiempo de ejercicio que dura un año. En todo el año le hemos enseñado, le hemos dado cursos en vano; cuando ha terminado el año, otro lo reemplaza, luego, de vuelta hay que enseñarle. Así no vale” (entrevista a Hugo Quiroga, auxiliar de enfermería). Tomando en cuenta el papel importante que cumplen los Qullakamanis (antes responsables populares de salud), seria substancial que ellos puedan quedarse en sus cargos por un período mayor a un año, para que no se gaste insulsamente tiempo y recursos por parte del Estado en tareas de capacitación en salud y enfermedad. A través de las entrevistas a la población, se evidenció que la mayoría recurre al centro médico de Tiwanaku para tratar sus enfermedades, aunque también acuden a los médicos tradicionales y al uso de plantas medicinales para tratar distintas enfermedades. “Normalmente aquí acudimos al Centro de Salud, también nos curamos con hierbas, conocimiento tradicional que tenemos de nuestros abuelos que nos han enseñado con eso también nos curamos, hay ratos también que no está la enfermera en el centro y cuando esta la enfermera nos atiende también” (entrevista a Daniel Quispe Huanta). Otros entrevistado afirman: “Recurro a ambos (médico tradicional y biomédico), porque, digamos, ahorita el curandero es más autoridad, lo heredamos de nuestros abuelos; nos curaban antiguamente con hierbas, hoy en día ya no conocemos. Mi persona maneja las dos cosas, a veces, ya no dan los mates; pero yo accedo a los centros de salud” (entrevista a Venancio Quistes). “Mayormente se recurre al centro hospitalario, cuando uno se enferma y necesita operación se la lleva a la ciudad de La Paz, porque acá no se tiene acceso” (entrevista Julio Apaza). “Cuando la fiebre es demasiado, se acude al centro de salud” (entrevista Enrique Alanoca). “Primeramente al médico, la medicina tradicional a ratos no da bien” (Entrevista Eusebio Huanca). Considerando esas respuestas de los pobladores de Tiwanaku, se puede identificar que la gente transita entre el sistema tradicional y el biomédico, porque primero utilizan, de acuerdo al conocimiento propio, plantas medicinales para curarse de alguna enfermedad, y cuando los medicamentos naturales no son efectivos para la dolencia u enfermedad, en este caso, recién recurren al centro médico. Con ello, se reconoce la limitación de la medicina tradicional en el tratamiento de las enfermedades.
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De acuerdo a la mayoría de los entrevistados, se afirma que las enfermedades que resultan más prevalentes son las infecciones respiratorias agudas (IRAS). “Aquí, la enfermedad que agarramos es el resfrió, otras enfermedades hay también como las epidemias, pero más en la comunidad agarramos resfrió” (entrevista Daniel Quispe Huanca de la comunidad de Wancollo). Lo manifestado por los pobladores, en cuanto a las enfermedades prevalentes, coincide con lo manifestado por los médicos del centro de salud de Tiwanaku, pues, las personas en su mayoría se enferman de infecciones respiratorias agudas (IRAS). b. Percepciones sobre el servicio médico tradicional Según el empleo de FODA
FORTALEZAS
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Medicina natural/tradicional cura enfermedades como los males psíquicos y otros, los que no son curables por los biomédicos. Combina prácticas de la biomedicina y la medicina tradicional. El objetivo de la medicina natural se enfoca en el ser espiritual y físico. Los medicamentos que prescriben son elaborados a base de plantas naturales. La medicina natural es preventiva. Los saberes de la medicina tradicional se transmite de generación en generación Conocimiento de la fisioterapia. Conocimiento de la nutrición balanceada. Armonía con la naturaleza, equilibrio con la vida. Reforzamiento del sistema inmunológico del paciente a través de la medicina natural como prevención de las enfermedades. Debe existir confianza del paciente para que la cura sea efectiva.
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DEBILIDADES • • • • • • • • •
Entre los naturistas no existe un conocimiento estandarizado de la medicina naturista. El precio de los medicamentos naturales es más elevado que los biomédicos. Desunión del grupo naturista debido a regionalismos que existe entre ellos. Existe infraestructura de un centro de medicina tradicional, pero necesita de fondos económicos para funcionar. El proceso de preparación de los medicamentos dura más debido a que es elaborado manualmente. Los tratamientos naturales duran más a comparación de los biomédicos. No existe una institución que financie la medicina natural, no existen reuniones ni capacitaciones. Existen enfermedades que la medicina natural no puede curar y la biomédica si cura. El precio de la consulta es más caro que de un hospital público.
OPORTUNIDADES •
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Los médicos naturistas adquieren más conocimiento a partir de la capacitación que reciben, siendo está a nivel nacional como internacional. Existe reconocimiento de los biomédicos hacia los médicos naturistas. Reconocimiento del Estado a la medicina tradicional por la constitución política y la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) como política del Estado Plurinacional. Existe coordinación entre naturistas yatiris y kallawayas. Utilización de exámenes como medio de diagnóstico y tratamiento. Existen instituciones que contratan a los médicos naturistas para enseñar a otros. Mejora la calidad de vida a través de sus tratamientos.
AMENAZAS
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Existencia de proliferadores (impostores) que desprestigian a los médicos naturistas. No existen algunas plantas medicinales porque no son propias de la región. Gasto económico elevado por conseguir plantas que no son propias de la región. Cambio de autoridades en el viceministerio de medicina tradicional, desfavoreció a los médicos naturistas debido a que ahora no se brindan fondos para este sector. Desaparición del conocimiento naturista debido a la falta de interés por parte de los jóvenes para seguir el conocimiento de la medicina tradicional.
Análisis de FODA del sistema de la medicina tradicional Fortalezas Las fortalezas del sistema de la medicina tradicional radican en que la misma curaría enfermedades y males que no son remediables para la biomedicina. En el sistema tradicional, se combina con ciertas prácticas propias de la biomedicina para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, enfocándose no solo en la parte física, sino también en la parte psíquica del ser humano, con tratamiento a base de plantas medicinales. Fundamentalmente, se centra en el reforzamiento del sistema inmunológico de la persona, lo que supone en la prevención de las enfermedades. Los saberes y prácticas de la medicina tradicional ancestral son transmitidos por generaciones familiares con tal de mantener a los médicos tradicionales. Oportunidades Las oportunidades estarían en función de la capacitación que reciben los médicos tradicionales en cuanto a conocimientos y saberes por parte de las instituciones estatales y privadas. Esto se da con mayor proporción, a partir del reconocimiento de la medicina tradicional por parte del Estado Plurinacional, lo que está expresado en la Constitución Política del Estado y la nueva política pública oficial del Ministerio de Salud y Deportes del actual gobierno, como es la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Esta política se va implementando a nivel nacional y, en función de ello, existe la coordinación entre naturistas, yatiris y kallawayas. Los tradicionales utilizan ciertas prácticas de la biomedicina, como los exámenes de laboratorio (ecografías, radiografías) para orientar un buen diagnóstico y tratamiento. Todo ello, tiene repercusión positiva en la salud de los pobladores del municipio de Tiwanaku. Debilidades Las debilidades detectadas en el sistema médico tradicional son: la no existencia del conocimiento estandarizado en el diagnóstico, tratamiento y prescripción de medicamentos, frente a los pacientes que recurren a la medicina tradicional; no se cuenta en la región con un centro de salud u hospital de medicina tradicional, menos el apoyo económico de parte del gobierno nacional o municipal para fomentar aquello. La preparación de medicamentos naturales es más costosa que los del sistema biomédico, porque los mismos son preparados de
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manera artesanal y para uso individual; asimismo existe la percepción de que los tratamientos con la medicina tradicional tienen mayor duración, a diferencia del tratamiento biomédico que son más cortos y menos caros. Los médicos tradicionales no están unidos en un gremio como para que gocen de credibilidad ante la sociedad, simplemente porque existen diferencias regionales y experiencias variadas, por lo que no existen capacitaciones en la actualización de conocimientos por parte de instituciones gubernamentales y privadas. Amenazas Dentro de las principales amenazas detectadas se encuentra la proliferación de falsos médicos tradicionales que hacen quedar mal y desprestigian a los auténticos. Algunas plantas naturales medicinales no se pueden conseguir en cada región, en especial, en el altiplano; para obtener hay que hacer viajes, con gasto de dinero y tiempo en traerlos de otras zonas del país. También es visto como amenaza el cambio de autoridades en el Vice Ministerio de Medicina Tradicional, lo que habría impedido cierto apoyo económico, por lo que se tendría que coordinar actividades de capacitación y otros para recobrar lo desarrollado. La falta de interés en el conocimiento de la medicina tradicional se mostraría de parte de los jóvenes; si esto continúa así, sería un riesgo y pérdida de la sabiduría médica propia. Aplicación de la FODA a la población Las percepciones con respecto al sistema médico tradicional, en el de Tiwanaku, a diferencia de la anterior dirigida a biomédicos, se aplicó la matriz FODA a diferentes actores de la población que comprende comunarios, vecinos, profesores, alumnos y algunas autoridades. Como resultado tenemos lo siguiente: Fortalezas Con relación a las percepciones de las fortalezas del sistema médico tradicional se menciona la revalorización de la medicina natural ancestral; la población acude a esta medicina en un 50%, porque muchos males, como la pérdida del ánimo, sólo puede ser atendido y tratado por los médicos tradicionales. Asimismo, se valora el poder curativo de la medicina natural, concebido desde la tradición y su puesta en práctica de generación en generación, a nivel familiar y comunal o cultural. Oportunidades Según la percepción de la población, los médicos tradicionales se mantienen en contacto con los comunarios, porque forman parte de ellos y, además, son conocidos por los miembros de la comunidad. Entre médicos tradicionales y comunarios hablan y comparten el idioma materno; de ahí que los curanderos y naturistas no son vistos como personas extrañas, sino como miembros que forman parte de la comunidad. Debilidades Una debilidad de la medicina tradicional, según la percepción de los pobladores, radica mayormente en tratamientos largos y costosos. Algunas veces no se logra el resultado esperado de sanar la enfermedad y el mejoramiento de la salud, lo cual hace que los enfermos recurran a la biomedicina. Amenazas Según la percepción de la población, una de las amenazas de la medicina tradicional es que, muchas veces, los que ejercen pueden ser impostores y charlatanes, y en vez de mejorar la salud de las personas éstas pueden empeorar. Otra de las amenazas, consiste en que los jóvenes, principalmente estudiantes, tienden a desvalorizar la medicina tradicional. Consideraciones acerca de la medicina tradicional Según Fischermann: “El sistema médico tradicional son los saberes y prácticas de la salud de cada una de las culturas ancestrales de acuerdo a su cosmovisión que es la forma particular de entender, clasificar y ordenar el mundo, siendo su característica principal y que lo distingue de los demás sistemas es que su concepto de las causas de la enfermedad y la curación tiene que ver con dependencia de los elementos de su medio ambiente y con su correspondencia con los seres vivos” (Fischermann, 2010:29).
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En Bolivia, la medicina tradicional es reconocida por la Constitución Política del Estado, los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones, esto es conforme al Art. 42, punto I, donde se señala que es responsabilidad del Estado Plurinacional comunitaria, financiar económicamente a los pueblos originarios, para garantizar el respeto, uso, investigación y práctica de la medicina tradicional, revalorizando los conocimientos y practicas ancestrales, desde el pensamiento y valores de todas las naciones y pueblos indígenas originario campesinos. En tanto que el modelo de atención de la Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) establece que las actividades de los médicos ancestrales que poseen dones naturales y espirituales reconocidos por sus comunidades, consiste en trabajar de manera conjunta con el médico facultativo, siempre y cuando la comunidad los decida aclarando que: “Trabajar con los médicos tradicionales no significa necesariamente incorporarlos al establecimientos de salud, darles un horario de trabajo. Trabajará con ellos significa: coordinar, referir, contra referir o atender conjuntamente a las personas, familia y comunidad” (Documento didáctico técnico estratégico SAFCI, 2011:53). Observaciones y entrevistas Según la versión de los comunarios, hace años existió en la comunidad de Wancollo –ubicada a cinco kilómetros del pueblo de Tiwanaku– un centro de medicina tradicional, que en la actualidad la infraestructura del mismo viene funcionando como un albergue para los turistas que visitan la región. Pero, habría la posibilidad de que vuelva a aperturarse el centro de medicina tradicional en los próximos años. A partir de la observación directa en la localidad de Tiwanaku, se ha podido constatar que si bien los pobladores manifiestan que acuden a la medicina tradicional, la misma esta invisibilizada, porque no tiene presencia a través de consultorios o centros de medicina tradicional, donde ofrezcan sus servicios. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan atención en salud, si no que los médicos tradicionales atienden en sus casas, que, generalmente, se encuentran en las 23 comunidades del municipio de Tiwanaku. Las personas que han admitido que alguna vez recurrieron a la medicina tradicional, lo hicieron con naturistas y yatiris en sus comunidades o en la ciudad de El Alto. Esto se debe a que Tiwanaku está a solo 70 kilómetros de la ciudad de El Alto y, por lo tanto, la gente viene trasladándose permanentemente por motivos de comercio o trabajo. Según Gerardo Fernández: “En las ciudades de La Paz y El Alto, la atención sanitaria ofrece múltiples posibilidades. Las clases populares, tanto mestizas como indígenas, no dudan en conjugar las formas de terapia tradicionales con la consulta médica convencional” (Fernández, 1999:85). Esta situación nos permite explicar por qué en la población de Tiwanaku no está visibilizada la medicina tradicional, ya que las personas que quieren ser tratados con la medicina tradicional lo hacen en la ciudad de El Alto. Agentes de salud Los agentes de salud de la medicina tradicional del departamento de La Paz son diversos, como los kallawayas, yatiris, chamakanis, naturistas y parteras. Por referencias de vecinos de la población de Tiwanaku, existirían en la región tres personas que estarían ejerciendo como médicos tradicionales, pero solo se ha podido contactar con Víctor Nina de 57 años, quien viene ejerciendo como naturista desde hace más de 27 años en la comunidad de Wancollo. Se podría considerar este naturista como experto por su larga trayectoria indicada. Al respecto, según Fischerman considera que: “Los naturistas son expertos en el tratamiento y elaboración de remedios con plantas y animales de la zona, elaboran sus remedios gracias a conocimientos ancestrales” (Fischerman, 2010:47). De acuerdo al testimonio del naturista Víctor Nina, los conocimientos sobre la medicina tradicional son transmitidos por generaciones a través de los familiares, pero también es adquirido por el intercambio de saberes con otros médicos tradicionales de otros países y a través de cursos de capacitación.
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“… en muchos lugares hemos tenido cursos de capacitación, intercambio de conocimientos, de sabidurías, hasta el final, hemos tenido que estar intercambiando los conocimientos con chinos, cubanos, americanos; me ha sorprendido que, realmente, no sabía por qué mejoraba, y gracias a las instituciones, también hemos tenido capacitaciones con los médicos académicos en el estudio de la anatomía humana, biología, osteología, los signos vitales. Eso me ha ayudado mucho, aunque en esta edad no se capta mucho, pero la práctica hace al maestro...” (entrevista a Víctor Nina). Prácticas Las prácticas de la medicina tradicional, según el naturista Nina, están de acuerdo al diagnóstico de las enfermedades, para lo cual se recurre al uso de plantas medicinales, baños de vapor, masajes, dieta o la combinación de las mismas. Por ejemplo, en el tratamiento de enfermedades deformantes, como la artritis, el naturista Nina menciona que se hace el tratamiento de acuerdo a las siguientes prácticas: “Con baños a vapor, más que todo, la dieta después la greda, con combinación de terapias, han mejorado varios que tenían artritis deformante. Tiene cura en la medicina natural, en la medicina occidental ya no. El tratamiento de la artritis deformante es un tratamiento largo…” Asimismo, se ha podido establecer que dentro de las prácticas de curación, el naturista recurre a tecnologías de la biomedicina para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. “…con el avance de la ciencia, por ejemplo en gastritis, una ayuda es para mí cuando traen la endoscopia, negativo, positivo… es una ayuda. También en las escoliosis, lordosis, sifosis; si tiene rayos equis, aquí en el área rural, muchos no pueden acudir debido a recursos económicos, pero en la ciudad, ellos mismos traen, ven y evalúan”. Por ejemplo, para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales el naturista señala: “En el tratamiento de la vesícula tenemos fórmulas, pero cuando no están los cálculos formados, se puede prevenir con matecitos, entonces se puede diluir, digamos. Muchos médicos dicen que no puede diluir…. en un tratamiento se ha visto bajo ecografía que sí se puede diluir los mismos…” El naturista Nina, considerado como uno de los mejores de la región, no da varios elementos para poder entender lo que es actualmente la medicina tradicional en su especialidad. Desde el principio, este médico tradicional, asume el rol de naturista sin negar a yatiris y kallawayas, más bien, con aquellos coordina cuando los problemas son de orden psicosomático. En ese sentido, reconoce que él no tiene ese don que tienen los yatiris y kallawayas y que, en cambio, el conocimiento que aprendió lo realizó a través de la transmisión de sus familiares y cursos de capacitación con otros médicos naturistas, como cubanos, chinos y americanos. Con ellos, comprendió la naturaleza y el tratamiento de ciertas enfermedades. Por tanto, la adquisición y sabiduría de conocimientos de la medicina tradicional no está dada exclusivamente por el don, sino por la permanente capacitación y el conocimiento de saberes de la medicina académica. Discursos El proceso salud – enfermedad en la medicina naturista, de acuerdo al análisis de la entrevista, no está solamente en relación a romper el equilibrio con la naturaleza o con las deidades, sino, tiene que ver con una serie de factores, entre ellos está la alimentación, educación y condiciones sociales de vida de la gente. “Cuando uno no tiene nada, va pensando y no te llega el sueño, es una enfermedad; también de la preocupación, debido a eso, ya no se asimila bien el alimento que consumes, y de ahí comienza la debilidad y baja el sistema inmunológico, y ahí puede acumularse los tóxicos...” (entrevista a Victor Nina). “Bueno, hablando de la naturaleza de la enfermedad, sería la ignorancia en la alimentación nomás, porque no sabemos alimentarnos, debemos comer todo lo que necesita nuestro cuerpo, no exagerar, hay a veces nos olvidamos eso y lo que haya comemos” (Ibídem).
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El médico naturista reconoce limitaciones del sistema biomédico y tradicional, en cuanto al tratamiento de ciertos males que son asistidos exclusivamente por kallawayas, yatiris y médicos académicos. Ellos recurren a saberes de la biomedicina para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, en ese aspecto no se cierran sólo a los conocimientos de cada quien, sino que existe una apertura a la tecnología de la medicina académica. Espacios Los espacios de la medicina tradicional, en los que se llevan a cabo las prácticas, no están visibilizados en la localidad de Tiwanaku. Por la simple observación, se ha podido constatar que no existen consultorios de médicos tradicionales. Sin embargo, las personas que requieren los servicios de salud tienen que recurrir a la casa del médico tradicional, que se encuentra en cada comunidad del municipio. Generalmente, el espacio utilizado para el tratamiento de las enfermedades es una habitación, que es parte de la casa donde vive el médico tradicional. Es un espacio que cuenta con una cama, una caja que es utilizada para los baños de vapor y preparados de diferentes hierbas medicinales, a su vez, para los respectivos tratamientos de los pacientes que acuden a consultar y a realizarse diferentes terapias de curación. Otro espacio de prácticas curativas son las casas de los propios pobladores, quienes llevan al naturista a sus comunidades y hogares. c). Percepción religiosa en salud El sistema religioso en Tiwanaku está presente a partir de la presencia de la iglesia evangélica y católica. De acuerdo al pastor de la iglesia cristiana evangélica, los creyentes, desde niños, jóvenes y adultos, asisten a reuniones en una cantidad de cincuenta y cinco personas los días domingos (en diferentes horarios). En dichas reuniones, las expresiones y manifestaciones religiosas se las realiza en idioma aymara. La iglesia católica se encuentra a la cabeza de un sacerdote, quien realiza misa el día domingo para todos aquellos que profesan la fe. Asisten a la misa más de cien personas, con las que se realiza el acto en idioma aymara. Agentes de salud Los agentes de salud en el sistema religioso de Tiwanaku son el pastor evangélico y el sacerdote católico. Espacios Los espacios donde se dan las prácticas curativas a través del sistema religioso en Tiwanaku, son las iglesias evangélica y católica, a las que recurren sus creyentes. Prácticas La práctica a la que recuren para la sanación de las enfermedades son la oración y el ayuno. De igual manera, el cura de la iglesia católica manifestó que él mismo sanó a un niño desahuciado a través de la oración y de la consagración con aceite. Según el diácono católico, referente a la sanación de enfermos a partir de su experiencia, señala: “Sí, curé muchas enfermedades; una vez trajeron un niño enfermo que estaba agonizando, me dicen padre, mi hijo se va a morir, me resigno pero quiero que se muera como hijo de Dios. Yo resé, después de una semana el niño estaba jugando. Y así tuve muchas buenas experiencias con los enfermos, se curan mediante la fe. Yo los consagro con el aceite”. Discurso El discurso de la sanación en la iglesia evangélica, como de la católica, tiene como eje principal la fe, ya que los pastores y los padres se consideran simples siervos de Dios, siendo Él quien realmente restituye la salud. El pastor de la iglesia cristiana de Tiwanaku, refriéndose a la sanación de personas, arguyó que algunos enfermos no hubieran sido sanados por la medicina académica ni tradicional:
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“Ultimadamente, unos años atrás, vino una hermana, una señora que luego se apartó y estaba en cama postrada por su enfermedad, ni el médico, ni el cura habían podido acudir a ella, entonces era peor la situación. Vino a la Iglesia, oramos y ha sido sanada; no podía levantarse de los pies, era un dolor que no entendía nadie, pero ha sido sanada mediante Dios. En eso consiste la fe; no es solamente decir Dios sana, sino la fe, la voluntad, el aceptar a Dios. Esto es un paso que Dios utiliza para los siervos a que ayudemos de esa manera”. d. Ejercicio de automedicación El sistema de autoatención es transversal entre los sistemas biomédico y médico tradicional. Así, los pobladores manifiestan: cuando adolecen de alguna enfermedad, por ejemplo, con la “tos”, se curan con mates preparados por ellos mismos, realizado a base de yerbas, como el eucalipto o la wira-wira. Para curarse de la vesícula, toman aceite de oliva con limón, según consejos de familiares y amigos.. De acuerdo a la información del farmacéutico de la única farmacia que existe en Tiwanaku, se reconoce que un 40% de las personas compran medicamentos sin receta médica y un 60% con receta médica. Generalmente, las personas que acuden a la farmacia con el objetivo de automedicarse, lo hacen por consejo de sus familiares y amigos, a quienes curó un determinado medicamento. Espacios Generalmente, el espacio para la autoatención es la propia casa de la persona que siente o que tiene alguna dolencia física, por la que siguiendo consejos de familiares y amigos, recurre a remedios naturales o medicamentos, que se encuentran en la farmacia o en la feria del pueblo, si es que se trata de plantas medicinales. Agentes Los agentes, en el caso de automedicación, en primera instancia son los mismos enfermos; en segunda, son los familiares y amigos cercanos al enfermo, quienes recomiendan a partir de sus propias experiencias exitosas, un medicamento o remedio casero para tratar la dolencia. Prácticas Las prácticas dentro del sistema de autoatención están dadas generalmente, porque son las mismas personas que se automedican a partir del conocimiento de ciertas plantas medicinales o de medicamentos como analgésicos u otros, aplicadas por recomendación de familiares o amigos. Como ejemplo, se recoge el testimonio de una vecina de la población de Tiwanaku: “Yo cuando estoy mal de salud, a veces tomo mate. Aquí hay una plantita, qhanapacu se llama, eso con limoncito tomo y eso me hace calmar. Ahorita no estoy operada de la vesícula, solo estoy operada de la matriz; como tengo nueve hijos, dos fracasos nomás tengo, después estoy bien nomás, luego tomo paracetamol y estoy tranquila nomás”. De esta versión, se deduce que en la práctica de la autoatención se combina medicamentos de los sistemas médico tradicionales y biomédicos. La persona se automedica con medicinas tradicionales, como los mates a base qhanapacu, asimismo con medicamentos propios de la biomedicina como el paracetamol, como indica el testimonio de doña Tomasa. De acuerdo a la información del farmacéutico de la población de Tiwanaku, el 60% de las personas acude a su farmacia para comprar medicamentos con receta médica; mientras que el 40% se automedica. “Acá estoy trabajando 2 a 3 meses. Las enfermedades más comunes son artritis y reumatismo y enfermedades de transmisión sexual; esas dos son más resaltantes. Aquí tenemos medicamentos para tratar dichas enfermedades, de acuerdo al alcance del bolsillo también. Algunas personas se auto medican, otras no, digamos un 60 por ciento no se auto medican y un 40 por ciento solo se auto medican porque quizás a algún pariente le ha hecho bien y vienen con la misma receta”.
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Fotografía: Mallkus en una ceremonia bautismal católica en la iglesia de Tiwanaku.
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FotografĂa: El equipo de investigadores multidisciplinarios del proyecto en la poblaciĂłn de Tiwanaku.
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Discurso El sistema de autoatención se basa en la confianza, en los saberes y conocimientos de la gente con distinta cultura. Si no se tiene el conocimiento, entonces se lo adquiere por medio de la tradición familiar y de la vida. De ahí que, principalmente, el discurso se basa en la experiencia de vida (Fischermann, 2010:62). En este sentido, un vecino de Tiwanaku manifiestó: “Aquí utilizamos para la tos el eucalipto, con una combinación de plantas, se mezcla con el té y la cebada, con eso resulta más santo remedio. Para el dolor de estómago, lo que manejamos mayormente es el payqui, que es muy chiquitito; también mayormente lo que manejamos es la Coa caliente, eso calma el dolor de estómago…” e. Prácticas en salud y enfermedad mental Sobre la situación de la salud mental en el municipio de Tiwanaku, se entrevistó al psicólogo del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM), quien afirmó: “Yo diría que es complejo porque, es decir, uno no puede ponerse a hablar de diagnóstico, de cuadros clínicos en base a manuales internacionales, sino que el aymara por naturaleza es distinto, es decir, el ambiente, la geografía, sus costumbres, su forma de ser incluso. Entonces, es un poco complicado determinar qué tipo de enfermedades mentales hay, pero lo que si…he podido observar es que son muy desconfiados”. Lo mencionado por el psicólogo del municipio de Tiwanaku, se corrobora con lo que señala Álvaro: “las concepciones sobre la salud mental varían según los enfoques teóricos u criterios de diagnóstico utilizados, las concepciones filosóficas, morales y psicológicas vigentes y los modelos médicos predominantes. El concepto de salud mental presenta una cierta ambigüedad en la medida en que dista de ser universalmente aceptado e incorpora en su definición aspectos valorativos… los conceptos de salud y de enfermedad mental son tanto la expresión de problemas de tipo emocional, cognitivo y comportamental como realidades simbólicas construidas cultural e históricamente en la propia interacción social” (Álvaro José, 1997:382). Lo encontrado por el psicólogo aludido, como problemas de salud mental y sin recurrir a manuales como Diagnósticos de Salud Mental Internacionales, es que existe en el hombre aymara tendencias a la suspicacia que se traducen en extrema desconfianza hacia el otro, lo que se denomina “paranoia”. De la misma manera, se caracteriza a los pobladores de Tiwanaku como personas muy unidas, guiadas por “el qué dirán”, pero a la vez, cuando hay problemas entre ellos, se manifiesta con conductas desconfiadas. “Hay casos donde se ha visto, en donde empiezan a crear ciertas fascinaciones, empieza a ver a sus propios compañeros como enemigos; o sea, empieza a decir él está haciendo esto, me está haciendo brujería, por eso me está yendo mal, es decir, andan bien preocupados por el que dirán yo diría que hay más en cierta naturaleza, la paranoia y la desconfianza”. Otro de los problemas de salud que se presenta en los pobladores de Tiwanaku, es la violencia familiar. Desde mayo de 2011, se habrían presentado los siguientes casos de violencia: “Se presentaron 112 casos de violencia, violencia física 33, violencia psicológica 25, y violencia física y psicológica 33, si no me equivoco, el 2011”. El problema del alcoholismo está presente en las 23 comunidades del municipio de Tiwanaku, ya que la bebida es socialmente aceptada y forma parte de sus festejos, fiestas patronales y eventos deportivos. “Las mismas comunidades tienen sus canchas, después de jugar futbol, ganan o pierden, siempre beben, esto es… como te puedo explicar…cada vez que se presenta un acontecimiento social, ahí si beben alcohol. Lastimosamente, las autoridades originarias, los mallkus, cada vez que aquí hay un inicio de una obra, entrega de obras, apertura de eventos, ferias, cuando vienen empresas a inaugurar, siempre ponen cajas de cerveza, es como si se hubiera vuelto típico de aquí”.
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Desde la prevención de la violencia, han sido vanos los intentos de realizar terapias a las personas que generan o a las víctimas de la violencia intrafamiliar, porque la cotidianeidad y las actividades laborales y productivas en las comunidades, están regidas por otra lógica, diferente al mundo urbano. “Se ha tratado de encontrar el común de las mujeres vengan y hagan una especie de terapia colectiva, pero la mayoría de ellas no vienen, ya sea porque tiene que encargarse de su ganado, tiene que estar en casa, cocinar, los hijos...entonces esos casos casi no se dan por esas razones”. Arturo Campaña, menciona: “La vida mental está atravesada por la vida laboral y por los elementos del consumo (alimento, techo, vestido, descanso, recreación, educación formal e informal, comunicación, acceso a diferentes servicios) y pasa por la mediación moderadora de la vida familiar de las redes comunitarias, de los movimientos sociales y de la organización colectiva. El proceso salud-enfermedad está ligado a la historia socioeconómica y cultural” (Campaña, 1995:200). Según la observación del psicólogo, en el municipio y las comunidades de Tiwanaku, existe la violencia “psicológica encubierta”, o si se quiere “simbólica” hacia la mujer. Lo que no figura como parte de las estadísticas, pero está presente dentro de las formas organizativas y de convivencia de las comunidades aymaras. “Podemos decir que la violencia es parte del aymara, porque sus mujeres casi no son tomadas en cuenta, incluso eso mismo se ve en su forma de caminar, el hombre va delante y la mujer siempre está atrás, y cuando hay sus reuniones, digamos, cada 30 se reúnen, tienen su sede aquí, KAKOT, se llama. Se reúnen los mallkus y van con sus mujeres, con sus mama t’allas, pero los que tienen derecho para hablar, se podría decir, son los varones, casi las mujeres no dicen nada, no opinan nada” (entrevista a psicólogo). Por otra parte, la salud mental en el municipio de Tiwanaku, también es abordada desde la medicina tradicional. Cuando las personas están estresadas o en estados ansiosos y depresivos, se recurre a ciertas plantas medicinales, como la raíz de valeriana, la manzanilla o el toronjil y a masajes en la columna vertebral. La causa de la enfermedad mental es atribuida a factores sociales, como la falta de bienes materiales. “Mediante masajes hay que activar los nervios en la columna vertebral. Hay ciertos puntos vitales. En la parte psíquica, en el área andina recurren a los yatiris, la wajta y la milluchada. Si muere alguien o algún familiar en la casa, contratan a unos dos o tres yatiris que son maestros, quienes realizan la yaqui tacaña. La retama, Panty, panty… la raíz de la valeriana…hay otras plantas así….la manzanilla misma, toronjil que tranquiliza. Cuando uno no tiene nada, viene la preocupación, el sueño; nuestro cuerpo ya no asimila la alimentación, ahí viene la debilidad y baja el sistema inmunológico y ahí se acumula los tóxicos” (entrevista al Sr. Nina). Según la experiencia del médico tradicional Víctor Nina, tuvo la oportunidad de tratar a un individuo que presentaba trastornos mentales, denominada como loca. Esta persona logró recuperarse de esta enfermedad, mediante un tratamiento a base de baños de vapor y masajes. “El tratamientos a las personas loquitas se los hace a base de baños de vapor y masajes, había una loca que le trajeron amarrado con wiskas, pariente mío era, después de mejorar en el tratamiento de dos meses ha llorado grave diciendo: a mí me decían loca, cada viernes y cada martes al catre, así amarrado me han hecho dormir. Ahora ya tiene su marido, y a veces me agradece todavía” (entrevista al Sr. Nina). En conclusión, el abordaje de la salud mental en Tiwanaku, se lo hizo desde dos sistemas médicos. Queda claro que, desde la medicina tradicional, quienes son expertos en este tema son los yatiris, aunque también la salud mentales tratada desde el naturismo. Los conocimientos de la psicología occidental, reflejada en los manuales de diagnóstico de enfermedades mentales, no son aplicables a la población aymara de Tiwanaku. Por tratarse de un contexto social y cultural muy diferente a los países de donde provienen estos manuales. Lo que hace pensar que se debe construir nuevos modelos teóricos y terapéuticos para abordar y comprender la salud mental de esa población.
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f. Representaciones sociales de la salud y enfermedad en Tiwanaku Según, Serge Moscovici, las Representaciones Sociales son: “Conocimiento espontáneo, ingenuo socialmente elaborado y compartido, constituido a partir de nuestras experiencias informaciones y modelos de pensamiento, que recibimos y transmitimos a través de la tradición, la educación y la comunicación social, son proceso y producto de construcción de la realidad de grupos e individuos en un contexto histórico social determinado” (Maric, 2011:30). Bajo esta premisa, preguntamos a los pobladores del municipio de Tiwanaku, qué entendían ellos por las palabras enfermedad, salud, vida y muerte. Sus respuestas fueron las siguientes: Representación social de la salud en los pobladores de Tiwanaku Pregunta
¿Qué es la salud?
Respuesta de los pobladores • • • • • • • • • • • •
Es una alegría para mí. Implica muchas cosas, gracias a Dios estamos bien. Cuidado de nosotros mismos. Cuidarse de enfermedades y la alimentación. Bienestar que una persona tiene que goza.r Cuidarse bien, alimentarse bien. Es la familia contenta. Es la alimentación. Es tomar infusiones o mates. Es sentirse bien de la vida. Es muy importante la salud. Es querer estar sano.
De acuerdo al análisis descriptivo de las Representaciones Sociales de la salud que tienen los pobladores de Tiwanaku, el mismo está relacionado a sentimientos como: sentirse bien, bienestar, felicidad y alegría y prácticas como el alimentarse bien y tener cuidado ante las enfermedades. Estos ejes de sentimientos y prácticas conforman la representación social de salud en los pobladores del municipio de Tiwanaku. Representación social de la enfermedad de los pobladores de Tiwanaku Pregunta
¿Qué es la enfermedad?
Respuesta de los pobladores • • • • • • • • • • • • • •
Etapa Difícil de Superar. Es una cosa que nos daña el cuerpo. Algo que no tiene cura. Es una caída, un perjuicio. Qué provoca daños a la Persona. Es que uno no puede trabajar. Perjuicio que no deja trabajar. Cosa que altera el funcionamiento del cuerpo y la mente. Es una pena, estar deprimido, la depresión. Es estar mal. Tomar mates y medicación. Es la tristeza, la desesperación. Es una cosa muy triste. Cuando uno no puede trabajar, no puede estudiar.
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De acuerdo al análisis descriptivo de las Representaciones Sociales de la enfermedad que poseen los pobladores de Tiwanaku, está relacionado a sentimientos como: tristeza, desesperación, depresión y como etapa difícil en la vida. Lo indicado, tiene una implicación directa con el daño al cuerpo que como consecuencia podría dejar de trabajar, producir y/o estudiar. Por lo que es visto como un perjuicio a la vida del ser humano; pero, a la vez, es también percibido como algo que tiene cura, que no significaría, en sí mismo, la fatalidad como producto de la enfermedad. Representación social de la vida de los pobladores de Tiwanaku Pregunta
¿Qué es la vida?
Respuesta de la población • • • • • • •
La vida es dada por Dios, un regalo. Es vivir bien. Es trabajar, producir. Es una cosa natural. Según lo que nacemos, de repente es su destino. Nos da Dios para disfrutarlo. Todos en esta vida vamos a morir.
De acuerdo al análisis descriptivo de las Representaciones Sociales de Vida que tienen los pobladores de Tiwanaku, está relacionado a creencias de religiosidad. La vida sería un regalo de Dios para el disfrute del ser, el vivir bien, así como también está referido a las actividades de trabajar y producir. Y la vida como la certeza de la muerte. Representación social de la muerte de los pobladores de Tiwanaku Pregunta
Respuesta de la población • • • •
¿Qué es la muerte?
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Es algo natural que a todo ser humano le pasa. Es lo que no tiene solución. Es un dolor para los familiares. Es cuando deja de existir, pierde la vida, queda inmóvil. Es para toda la vida, todo se acaba. Es totalmente seca, no hay curación. Peor que puede existir, fin de trabajo. Es Natural. Ausencia de la vida, cesación de todo. Es una cosa natural que a todos nos llega. Aunque seamos joven (es) morimos pues.
De acuerdo al análisis descriptivo de las Representaciones Sociales de la muerte que poseen los pobladores de Tiwanaku, éste está relacionado al ciclo vital de la persona que nace y muere, como una cuestión natural que llega todo ser humano, joven o viejo. Por lo tanto, la muerte también significa el fin del trabajo, la no existencia e inmovilidad total; no tiene cura o remedio, solo existen sentimientos de dolor en los familiares.
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3.3. Resultados del estudio y alternativas de complementariedad a. Resultados en el orden de sistemas médicos Biomedicina • Los resultados de la investigación han demostrado que la población de Tiwanaku recurre principalmente al sistema biomédico, debido al apoyo estatal que utiliza ese sistema de salud, a través del gobierno y el municipio. Es conforme a las políticas de salud que viene implementándose, tales como el seguro materno infantil y el seguro de vejez, la participación institucional de la alcaldía mediante la Dirección Local de Salud (DILOS) con competencia de planificar y coordinar políticas de salud locales, además con apoyo al centro médico con la contratación de profesionales, como médicos, odontólogos y enfermeras, con fondos económicos del municipio. •
Las enfermedades prevalentes son las IRAS y EDAS, que a decir del personal médico las primeras se deben básicamente a la época invernal; en tanto que la segunda se debe a los malos hábitos en la alimentación y en la higiene personal, especialmente en los niños.
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Los médicos del centro de salud de Tiwanaku, reconocen a la medicina tradicional y sus prácticas, entendiendo que son efectivas para el tratamiento de enfermedades que no pueden ser tratadas por la medicina académica. Así, por ejemplo, la pérdida del ánimo sólo puede ser atendida por los yatiris. Los médicos, reconocen la medicina tradicional por su carácter preventivo de evitar enfermedades.
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El personal médico del Directorio Local de Salud de la población de Tiwanaku, tiene la posibilidad de participar directamente en la planificación y ejecución de políticas locales de salud.
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En el municipio de Tiwanaku existen solamente dos médicos para quince mil habitantes. No existen especialistas, razón por la que los pacientes que padecen o requieren de cirugías, tienen que ser derivados a la ciudad de El Alto o La Paz. Si bien, la biomedicina tiene que aplicar el modelo sanitario SAFCI en la localidad de Tiwanaku, en los hechos no se efectiviza su integridad, ya que en el centro de salud se carece, por ejemplo, de salas de parto con adecuación cultural ni la coordinación con los médicos tradicionales para referir o contrareferir a los pacientes.
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No existen responsables populares de salud, porque los mismos han sido sustituidos por los kollakamanis, quienes tienen la responsabilidad de velar por la salud de sus comunidades. No existe continuidad en la gestión de aquellos, porque el período de responsabilidad subsiste apenas un año, lo que limita a que el plan de salud pueda ejecutarse a mediano, corto y largo plazo.
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La población en su mayoría, de acuerdo al análisis de las entrevistas, asiste al centro médico y a las postas sanitarias del municipio de Tiwanaku, aunque también se reconoce que, primero, acuden a curarse con las plantas medicinales.
Medicina tradicional • La medicina tradicional está presente en el municipio de Tiwanaku, pero la misma no recibe apoyo del Estado ni del municipio. Por esta situación, la presencia tradicional no está visibilizada, pese a que se accede a sus servicios por referencias de los vecinos del lugar. •
Un cincuenta por ciento de los entrevistados manifiesta que en alguna oportunidad se ha recurrido a la medicina tradicional.
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La medicina tradicional, con su rama de medicina natural presente en Tiwanaku, es combinada con conocimientos y técnicas de la medicina académica. Por ejemplo, para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, se recurre a pruebas de laboratorio como ecografías, radiografías y otros.
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Existe la predisposición de los agentes de la medicina tradicional intercambiar conocimientos con la medicina académica; sin embargo, tal posibilidad no se efectúa por falta de apoyo del gobierno y de la universidad.
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Hay demanda de sistematizar todo el conocimiento de la medicina tradicional, para que los médicos tradicionales actúen en consecuencia.
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Es de profunda necesidad que el Ministerio de Educación o la UMSA certifique las competencias de los médicos tradicionales, a fin de evitar la proliferación de impostores que deslegitimen el trabajo de éstos.
Sistema religioso y autoatención • El sistema religioso, como forma de curación y sanación de enfermedades en el municipio, no reviste mayor importancia, porque no se encontraron, a diferencia de manifestaciones en las ciudades, grandes campañas de sanación que involucre a pastores y la difusión de programas en los medios de comunicación locales. Los objetivos de las iglesias católica y evangélica se basan en función de realizar rituales dominicales y diferentes sacramentos. •
Mientras tanto, la autoatención es transversal a los sistemas médicos y tradicionales, puesto que los pobladores manifiestan que cuando se encuentran en mal estado de salud, recurren a las plantas medicinales para curarse, como también a la farmacia en busca de un antídoto.
Salud mental en Tiwanaku • Existen altos niveles de ingesta de alcohol en los pobladores del municipio de Tiwanaku, que no es percibido ni considerado como un problema de salud mental. La simple razón es que las bebidas alcohólicas son socialmente aceptables y forman parte de los festejos, fiestas patronales y eventos deportivos. •
Como consecuencia de los problemas de alcoholismo, en los diferentes hogares se genera violencia intrafamiliar y comunal, que en su mayoría, no son reportados al Servicio Legal Integral Municipal (SLIM). Por esta situación, el psicólogo que presta sus servicios en aquella institución, no puede hacer el seguimiento necesario ni brindar apoyo psicológico a las víctimas que sufren de violencia intrafamiliar.
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Existe una violencia psicológica encubierta de los mallkus hacia sus esposas, el propósito consiste en no dejar que las mismas participen activamente en sus reuniones y también se las acosa políticamente por algún acto malo, sobre todo cuando están en función de autoridad municipal.
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La desconfianza y la envidia entre comunarios se expresan en provocaciones, sobre todo por razones de mejoras desiguales, es decir, se producen cuando unos surgen y prosperan económicamente y otros no. Esto hace que muchos de ellos recurran a los yatiris para saber si alguien está maldiciendo o procesando con brujerías, saber quiénes son los contrarios y declararlos enemigos.
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Los manuales de diagnóstico de enfermedades mentales occidentales, no se aplican a la realidad de la población de Tiwanaku, por que responden a un contexto urbano diferente, que nada tiene que ver con la cosmovisión aymara.
b. Alternativas de complementariedad de prácticas médicas De acuerdo a las entrevistas realizadas a biomédicos y médicos tradicionales de Tiwanaku, se considera factible la complementariedad de ambas medicinas y que, de alguna manera, se estaría poniendo en práctica, a partir de algunas experiencias con pacientes. Pero, de acuerdo a la observación directa, en el centro de salud no existe aún la sala de parto humanizado o denominado intercultural, como en otros municipios del departamento de La Paz, entre los que se encuentran Achacachi y Patacamaya.
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Entrevista al Dr. Miguel Álvarez, médico del Centro de Salud de Tiwanaku ¿De alguna manera, coordinan ustedes para atender a los pacientes con la medicina natural? “La perspectiva es tratar de fomentar la medicina tradicional, es bastante importante, más que todo, desde el punto de vista preventivo, como los kallawayas que curan al paciente; desde el punto de vista psicológico, o sea eso de hacer sahumerios, matar un cuy, que se yo, eso psicológicamente le esta curando al paciente, yo te voy a curar dicen y el paciente confía y hay muchas enfermedades que se curan así”. ¿En el centro de salud de Tiwanaku, permiten que los pacientes se atiendan en ambas medicinas tradicional y académica? “Yo por lo menos les receto y después las recomendaciones caseras con medicina tradicional, pero, eso es de mí parte, porque los otros colegas siguen medicina y medicina, así nos forman en las facultades la medicina como tal. En cambio a la medicina tradicional no, así son en mi caso, yo he estudiado en SOBOMETRA, he sido parte de eso, he sido docente de medicina tradicional, entonces mis recetas tienen que estar acompañadas con esa parte preventiva, pero eso es mi caso”. ¿Entonces en este caso usted da apertura a los yatiris? “Claro, hay respeto a los yatiris, la interculturalidad es, sobre todo, respeto muchos médicos dicen hay que complementar, los yatiris saben cómo curar; nosotros también sabemos cómo curar, hay cosas que no sabemos curar, hemos intentado de todo, hacemos como una transferencia. Entonces, tú no puedes curar, digamos el susto, otras cosas que no podemos curar nosotros, el Kari Kari, por ejemplo; científicamente podemos describir, pero no podemos curar. Entonces, la medicina tradicional tal vez pueda curar y se respeta, no? Cuando atendemos un parto a los pacientes les damos la placenta y les recomendamos que devuelvan a la pachamama, el cordoncito que les sirve para poder llamar su ánimo, entonces matecito de anís estrella, hay una serie de medicamentos tradicionales que podemos utilizar. Pero falta que pase el tiempo que la gente se acostumbre a combinar ambas medicinas, la idea es que se mejore el paciente, no solo con la medicina occidental sino también con la tradicional”. Entrevista a la Dra. Seyla Rivera, médica interna del Centro de Salud de Tiwanaku ¿Conoce de personas que primero recurren a la medicina tradicional y luego a la biomedicina? “Hay muchas personas que primero toman yerbas y recién vienen al hospital, como mitad y mitad han utilizado primero, pero no dicen que no ha funcionado, sino que dicen me ha calmado, luego vuelven al hospital”. ¿Qué opina de la medicina tradicional? “Es buena hasta cierto punto, se puede hacer una combinación de ambas; está en sus creencias que eso les puede mejorar y luego recurren a nuestra medicina científica, pero se puede hacer una combinación sobre todo en esos lugares en donde tienen esas creencias”. ¿En qué consistiría esa combinación? “Por ejemplo, en el centro de salud, cuando nosotros les damos medicamentos nos preguntan si pueden seguir tomando sus matecitos, entonces nosotros le decimos que sí, porque en algunos casos nosotros conocemos como la coca que ayuda calmar infecciones estomacales; siempre decimos que es un poco mejor recurrir a la medicina científica, porque ya conocemos los componentes, mecanismo de acción y, en algunos casos, siempre dar consejo de que se haga algo natural primero; porque también a veces mucho medicamento arruina el estómago, por eso me refiero a la combinación”. ¿Ustedes los médicos ven como positivo incluir la medicina tradicional en los hospitales? “En los hospitales es bueno, por ejemplo, para mi es bueno dar orientación sobre eso, porque de algún modo todos hemos usado hierbitas, matecitos; por mi parte no tengo objeción de que eso se puede juntar, podemos hacer una agrupación y hacer una combinación de ambos y para que la gente quede más satisfecha, porque a veces se quejan de que esto no me ha hecho nada y tener más alternativas es mejor”. En el caso de la medicina tradicional, a partir del análisis de la entrevista realizada al médico tradicional Víctor Nina, se ha encontrado que este naturista complementa su diagnóstico de enfermedades gastrointestinales o de traumas con técnicas que son propias de la medicina académica, como son las endoscopias, ecografías y los rayos X.
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Entrevista al médico tradicional Víctor Nina ¿Por qué utiliza tecnología de la medicina académica? “Claro, con el avance de la ciencia, por ejemplo gastritis, una ayuda es para mí cuando traen la endoscopia, negativo, positivo. Es una ayuda. También en las escoliosis, lordosis, sifosis…se tiene rayos equis… Aquí en el área rural, mucho no pueden acudir los pacientes debido a escasos recursos económicos, pero en la ciudad, ellos mismos traen, o sea evalúan”. ¿Ha visto que la medicina académica se acerca a la medicina tradicional? “Va acercándose ya, porque siempre algunos clientes que han salido del hospital, han dicho que tome mate de manzanilla. Hay algunos que ha habido, gente profesional de la COSMIL, que charlando con el paciente han dicho, lo que dice ese naturista, que cumpla nomás”. ¿Qué debería hacer el gobierno para ayudar a los médicos tradicionales? “Actualmente, hay el Viceministerio de Medicina Tradicional, eso ya debía funcionar bien, parece que es muy difícil, necesita un fondo. Por ejemplo, si hay actualizaciones, por lo menos mensualmente debíamos reunirnos, lo que pasa es que tenemos que ir con nuestros pasajes, estadías, como nos ganamos al día porque nuestros hijos están estudiando. Entonces, muchas veces, a todo dar hacemos todo lo posible, les fallamos, a veces y no vamos. Entonces, en esos encuentros, las organizaciones no gubernamentales han hecho lo posible, aunque a veces han sido del Ministerio, nos han apoyado, pero no para pasaje en esas capacitaciones, a veces hemos tenido que aumentar un 20 por ciento eso necesitaría”. ¿Y desde la universidad, qué le pedirían a la Universidad Mayor de San Andrés, en este caso? “Como ustedes son de la universidad, tendríamos que tratar de integrar ambas medicinas realmente y practicar y tener intercambio de conocimientos, y dentro de eso seleccionar también a los naturistas, porque hay muchas personas que se hacen pasar por naturistas y nos hacen quedar mal”. En síntesis, a nivel de complementariedad, los biomédicos reconocen con cierta eficacia a la medicina tradicional, en parte otorgándole la validez cultural; pues, creen que lo tradicional tiene carácter preventivo y de eficacia en el campo psicológico. Reconocen su utilidad para actuar en el área rural por razones culturales. Asimismo, el médico reconoce las limitaciones de la biomedicina para curar ciertas enfermedades o males, como la pérdida del ánimo que no puede ser tratada por la medicina científica. Por tanto, recomienda a sus pacientes acudir a un yatiri para curar este mal. Lo que demuestra reconocimiento y respeto a la medicina tradicional, en el entendido de que el objetivo principal es lograr el bienestar de la persona. También, resaltan las propiedades de la medicina tradicional en el campo “natural”, haciendo énfasis en el bienestar que causan estos productos en comparación a los posibles “perjuicios” de un exceso en la medicación otorgada por la biomedicina. 4. Salud y enfermedad en los municipios de El Alto y La Paz En anteriores acápites se presentaron los resultados de la investigación realizada en los municipios rurales de Achacachi, Charazani y Tiwanaku, en los que las percepciones de salud y enfermedad indican, de modo relevante, términos de potencialidades y limitaciones referentes a los servicios de salud en los sistemas médicos. En el caso del sistema biomédico, las potencialidades consisten en la infraestructura de los establecimientos de salud estatal con equipamientos y el personal de servicio. Sus limitaciones se marcan en carencia de especialistas en distintas ramas médicas, ya que debido a esta situación, no siempre es efectiva la atención y cura de muchas enfermedades persistentes en cada región municipal. En el caso del sistema médico tradicional, sus bondades radican en la disponibilidad de la medicina natural, su aplicación y curación directa de enfermedades, especialmente la espiritual y mental. Entre sus limitaciones se notan en la falta de espacios de operaciones experimentales solventes para los médicos tradicionales, lo que no permite el mejor desenvolvimiento progresivo de la práctica médica, es por eso que los tradicionales sólo ejercen funciones de modo itinerante según la solicitud de los pacientes. En ambos casos y en los tres municipios estudiados por separado, las experiencias médicas, sus efectos positivos y negativos son expresados en el
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imaginario de la gente, ya se en condición del agente, administrador, paciente, observador y crítico. De modo general, podemos decir que la buena parte de las opiniones recogidas provienen de la población concentrada y dispersa de cada región. A diferencia de la investigación realizada en los municipios rurales y urbanos (El Alto y La Paz), el estudio – que no resultó fácil– se centró en ciertos puntos o zonas en las que se encuentran hospitales y centros de salud, donde se contactó a servidores, responsables y administradores, como también a los pacientes y sus familiares, con el propósito de obtener información de percepciones, ideas, juicios de valoraciones, entre otros. La información también fue lograda, de manera complementaria, con la programación de eventos, como cursos taller y encuentros de biomédicos y médicos tradicionales, en los que los participantes fueron representantes de organizaciones particulares y estatales, tanto de la ciudad de El Alto como de La Paz. Esto quiere decir que el trabajo investigativo no fue realizado por separado, sino en relación de participantes de ambas ciudades, así como de los representantes de los municipios de las provincias distantes. De acuerdo a la naturaleza de la investigación efectuada en los municipios urbanos, presentamos a continuación los resultados de la misma, previa descripción de las caracterizaciones correspondientes. 4.1. Caracterizaciones del municipio de El Alto a. Reseña histórica del municipio El marco regional del municipio de El Alto presenta una planicie altiplánica. El territorio de esta urbe marcó importantes episodios históricos. Época prehispánica de Bolivia De acuerdo con el historiador José Fellman Velarde, el altiplano es el territorio de extensa planicie que abarca más de 100.000 kms2. En tiempos pasados fue habitado por las culturas Wankarani y Chiripa (período formativo), y más tarde por las culturas de Tiwanaku y Huari. Estas últimas, tuvieron amplia influencia cultural que se expandió hasta el norte del Perú y la puna de Atacama en el sur. Luego del ocaso, principalmente de Tiwanaku, por razones aún no establecidas, grupos de habla aymara tomaron el control del territorio, organizados en forma de señoríos locales. Uno de ellos fue el señorío Pacajes, que ocupó bajo la lógica de bipartición el sur del lago Titicaca y tomó el control geográfico en base a la vocación de sus pobladores: pastores y llameros en Machaca y Caquiaviri; en tanto que los agricultores y pescadores ocuparon el este de Pucarani, Sicasica y Ayo Ayo, incluyendo la zona alteña, cuyo territorio fue escenario de importantes episodios en la larga duración de la historia altiplánica. Otros señoríos con influencia en el área altiplánica circunlacustre fueron los lupacas, quienes ocuparon la orilla oeste del lago o Urcusuyo y los collas que controlaban ambas orillas: Urcosuyo y Umasuyo, de donde deriva el nombre de la actual provincia de Omasuyos. En el siglo XV, los incas, bajo el mandato de Pachacuti Inca Yupanqui, emprendieron la conquista del territorio ubicado al sur del Cusco, llamado Collasuyo, en referencia al señorío Colla, compuesto por diferentes grupos de habla aymara. Los incas no lograron consolidar su dominio en esta primera campaña, sino bajo el mandato del sucesor Tupac Inca Yupanki, tras férreas resistencias de los aymara hablantes que perdieron el dominio del territorio, pero mantuvieron la cultura, el idioma, costumbres y tradiciones. Testimonio de ello, son las torres funerarias, llamadas también chullpas, utilizadas para enterrar a sus muertos y marcar su presencia en el territorio. Al respecto, Mercado de Peñaloza, escribió: “…las sepulturas eran fuera del pueblo, cuadradas y altas, a manera de bóveda y el suelo empedrado, y por aribe cubiertas, y por unas losas y por de fuera pintadas con algunos colores” (Condarco, 1985:15). Durante la colonia El señorío de Pacajes fue descrito por diferentes documentos coloniales, entre éstos se encuentra la crónica de Pedro Mercado de Peñalosa, escrita en 1586, en la que figura la “Relación de la provincia de los Pacajes”, donde se indica que la provincia estaba dentro de la jurisdicción de La Paz, con cinco departamentos: Callapa, Caquingora, Caquiaviri, Machaca y Tiwanaku. El corregimiento paceño, incluía dos pueblos de la provincia Omasuyos: Guaqui y Viacha: “[…] dicho corregimiento tiene de circuito más de cincuenta leguas, de ancho
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veintisiete leguas y de largo veintidós leguas” (Gobierno Municipal de El Alto, 2003:10). Se asume que la actual planicie alteña estaba inscrita dentro del área referida. La conquista española del Collasuyo –al que llamaron Collao– inició en 1534, cuando las tropas de Almagro cruzaron el río Desaguadero del Altiplano, aunque el control militar se hizo efectivo con la presencia de los hermanos Pizarro en 1538 (la joven ciudad de El Alto está emplazada en el centro de este territorio). Antes de la fundación de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, Francisco Pizarro visitó la zona para tomar posición de su repartimiento. El conquistador venía acompañado de varios vecinos de Lima, entre ellos Pedro Valdivia, futuro conquistador de Chile. Por tanto, la zona de El Alto está ligada a la fundación de La Paz, por el paso obligado entre el sitio de su fundación original, Laja, y el territorio de su asentamiento final, el valle de Chuquiawu. Hacia 1675, La Paz tuvo una población de 12.600 habitantes, buena parte de ellos atraídos por los lavaderos de oro de los ríos Choquiyapu y Orkojahuira. La ciudad se ubicaba estratégicamente entre el Cusco y Potosí, además de su cercanía a los Yungas, como zona productora de coca, especialmente para el trabajo minero. Entonces, El Alto fue un sitio estratégico, única puerta de acceso a la ciudad desde las tierras altas, un nudo de distribución de viajeros en dos diferentes sentidos, el más importante hacia Lima –sede del virreinato del Perú–. Que partía de la actual Garita de Lima, con una primera posta en el “Alto de Lima”, actual zona de Alto Lima del distrito 6 de El Alto. Otro camino importante de la Audiencia de Charcas, también pasaba por El Alto, en dirección a Oruro y Potosí, con ramal al puerto de Arica, a través del que se movía la mayor parte del mineral proveniente del Cerro Rico de Potosí, que era enviado a España. A lo largo del periodo colonial y como consecuencia del sistema de opresión sobre la población originaria, se desencadenaron sucesivos levantamientos indígenas en diferentes regiones de la Audiencia de Charcas (actual territorio boliviano), como el caso del “Cerco de La Paz”, liderado por el indio Julián Apasa (Túpac Katari), natural de Ayo Ayo, quien logró controlar las provincias de SicaSica, Carangas, Pacajes, Yungas, Omasuyos y Chuchito en 1781, al mando de 40.000 hombres y mujeres. En aquel entonces, El Alto no era sólo un terreno estratégico, sino también tierra productiva, porque proveía a la ciudad de La Paz con productos alimenticios, como quinua, ullucu (papalisa), cañagua, haba, tola y otros, así como taquia utilizada como combustible, trasportadas en llamas y mulas. Un estudio de Rossana Barragán, muestra cómo estaba compuesta la población de la parroquia-comunidad de San Pedro en 1792, que se extendía hasta El Alto y comprendía San Roque y Allpacoma (actual distrito 1), zona conocida como “Antenas”, por estar instaladas en este lugar las emisoras radiales que cubren visualmente la sede del gobierno. Período republicano Después de la Guerra de la Independencia, la vida de la emergente República trascurrió bajo el mandato del Mariscal Antonio José de Sucre, posteriormente del Mariscal Andrés de Santa Cruz, quien gobernó entre 1829 y 1839, intentando consolidar una confederación de naciones con la República del Perú, hecho que no se logró concretar por influencia de distintos intereses políticos. Durante la segunda mitad del siglo XIX, la principal problemática en Bolivia fue la tenencia de la tierra. Las políticas adoptadas afectaron a los originarios. En la administración de Mariano Melgarejo, se produjeron varias revueltas contra el gobierno, siendo la más destacada la de noviembre de 1870, tal revuelta persistió hasta enero del siguiente año, bajo el mando de Agustín Morales y Casimiro Corrales. Más de 20.000 comunarios asediaron La Paz desde El Alto. El desenlace, trajo una guerra civil, que terminó con la huida de Melgarejo al Perú. Marco local: surgimiento de la urbe El Alto marcó el tránsito de la zona rural a la suburbana, desde el siglo XIX hasta el presente. A principios del siglo XX, la mayor parte de la tierra se encontraba en propiedad de terratenientes de la élite paceña: Adrián Castillo Nava, Raúl Jordán Velasco, Francisco Loza, Jorge Rodríguez Balanza, Vicente Tejada, Julio Téllez Reyes y la familia Zalles (Sandoval y Fernández, 1986:8). Bajo el sistema de hacienda, entonces vigente, aquellas
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extensas propiedades alternaban con algunos ayllus y tierras comunales, como “Charapaqui, Qullpani, Yunguyo, Ingenio, Kupilupaka, San Felipe de Seque y Jicchu Sirka” (Quispe, 2004:9); además, se intermediaban con algunas instituciones estatales y privadas. El ferrocarril le dio una nueva fisonomía a El Alto. En 1900 se autorizó la construcción de la vía férrea Guaqui – La Paz, con fondos provenientes del estanco de alcoholes y el impuesto a la goma. Tres años después, entró en servicio el tramo Guaqui – El Alto, y en 1906 el tramo El Alto – La Paz con tracción eléctrica. La historia de la aviación boliviana está relacionada con El Alto, donde se fundó en 1923 la Escuela de Aviación para la formación de pilotos, técnicos, mecánicos y especialistas en bombarderos y ametralladoras. En 1933 se construyó en El Alto los depósitos de combustible de la Petrolera Standard Oil, cuyos bienes fueron nacionalizados en 1936, como resultado de la Guerra del Chaco, transfiriéndose dichos depósitos a la empresa estatal Y.P.F.B. En cuanto a la economía, los ingresos fiscales del país estuvieron tradicionalmente basados en la exportación de minerales, entre los cuales el estaño alcanzaba el 70% del valor neto exportado hacia 1940. Entre 1935 y 1950, la empresa minera británica “Fabulosa Mines Consolidated Inc”, con un capital autorizado de 4 millones de dólares americanos explotaba, entre otras, las minas “Unión”, en el macizo Huayna Potosí, y Milluni, en el cerro Chacaltaya, dentro del actual distrito 9 de El Alto. El gran crecimiento Mediante Decreto Ley de 24 de octubre de 1945, el gobierno de Enrique Peñaranda fijó el nuevo “Radio urbano de la ciudad de La Paz”, con la incorporación de “El Alto de Lima” (actual distrito 6), “El Alto de Potosí o Cruz Pata” (actual distrito 1 y 2), además de Obrajes con sus cuatro jurisdicciones: Calacoto, Irpavi, Seguencoma y Villa Hugo Zalles. En 1950, se creó oficialmente la zona “16 de julio” (actual distrito 6), al aprobarse la planimetría sobre terrenos del hacendado Jorge Rodríguez Balanza (Gobierno Municipal de El Alto, 2003:16). El crecimiento de los centros urbanos de El Alto se dio por las migraciones del campo a la ciudad. El 9 de abril de 1952, estalló la Revolución en La Paz, dando curso a una serie de cambios estructurales, como la Reforma Agraria, la Nacionalización de las Minas, el Voto Universal y otras medidas significativas. El nuevo régimen vio a El Alto como área de expansión de la ciudad de La Paz, además su utilidad para dotar de terrenos a grupos que jugaron el papel preponderante en la revolución, como es el caso de “Santa Rosa”, que fue loteada para funcionarios del Servicio de Tránsito, y “Rosas Pampa”, para miembros de la influyente Policía Nacional y a otros miembros del partido. A nivel de dirigencia, en 1963, se creó la Sub Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE), que en 1979 cobró gran importancia por estar muy ligada con los hechos trascendentales de El Alto. En 1970, empezó a funcionar la Sub Alcaldía de El Alto y a fines de esa década los barrios y villas eran cerca de 140. El periodo de mayor desarrollo urbano en El Alto se dio a partir de 1980, cuando se incrementó el flujo migratorio desde el altiplano y los centros mineros hacia La Paz. Es interesante analizar el vertiginoso crecimiento que tuvo la población alteña en relación al número de habitantes de la hoyada en 1950. La Paz tenía 321.063 habitantes, sólo en la hoyada; en cambio, El Alto contaba con 11.000 (3.43%) habitantes. Para 1992, la relación porcentual entre ambas ciudades fue de 56. 84%. Según el Censo de 2001, La Paz tenía 789.585 habitantes y El Alto, 647.350 habitantes, 81.99 % en relación a la primera. Ante la falta de desarrollo industrial y la escasa capacidad de los gobiernos para crear empleo, la vocación principal se orientó hacia el comercio, artesanía y servicios expresados en gremios, entre los que se destacó el trasporte. Creación de la ciudad alteña Las causas principales para la “creación” de la ciudad fueron dos. Una de ellas fue el empuje que dieron los pobladores desde el propio origen hacia un desarrollado sentimiento de solidaridad de clase, acción comunal
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e intereses zonales, frente a la dramática realidad de marginalidad urbana en que se vivía. Por otra parte, se dieron esfuerzos progresivos y de desarrollo ante un agudo sentimiento de abandono por parte del Estado centralista, porque el gobierno trasmitió el mensaje de que los servicios básicos y la seguridad pública sólo se darían cuando se habrían satisfecho las necesidades de la hoyada. En 1994, por disposición del Papa Juna Pablo II se creó la diócesis de El Alto, con una amplia jurisdicción que comprende las provincias Los Andes, Ingavi, Manco Cápac, Omasuyos, Camacho, Muñecas y parte de Murillo. Con ello, El Alto cobró importancia a nivel provincial, sobre todo, por mostrase como cabecera espiritual de un territorio con población aymara. En el presente, El Alto es la segunda ciudad más grande del departamento de La Paz, es la cuarta sección municipal de la provincia Murillo, bajo su creación aprobada en el Congreso de la República el 6 de marzo de 1985. Asimismo, el 26 de septiembre de 1988, el Congreso promulgó la Ley 1014, mediante la cual se elevó a El Alto al rango de ciudad. Un hecho importante que reforzó los vínculos de solidaridad entre la población alteña y que sirvió como elemento aglutinador de la población, fue la creación de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en 2001. b. Aspectos físicos naturales Los límites del municipio de El Alto son los siguientes: al norte limita con el cantón Zongo, capital de la tercera sección de la provincia Murillo; al oeste con el municipio de Laja, provincia Los Andes; al suroeste con el municipio de Viacha de la provincia Ingavi; al sureste con el municipio de Achocalla, provincia Murillo; y al este con el municipio de La Paz. El municipio de El Alto se caracteriza con un variado panorama geográfico (en su generalidad planicie). De acuerdo al Plan de Desarrollo Municipal (PDM) del Gobierno Municipal de El Alto, se presenta una descripción de aspectos físico naturales en términos de orografía, geología, hidrografía y clima. Orografía La ciudad está ubicada en el altiplano, unidad fisiográfica cuyo nombre hace referencia a su extrema altitud y escaso relieve, que se ubica entre las cordilleras Oriental y Real de los Andes. Se estima que todo el altiplano, longitudinalmente abarca el territorio que se extiende desde el Abra de la Raya al sur del Perú (14°30), hasta ingresar a la Puna de Atacama, en el territorio de Chile (21°50); su longitud máxima es de 835 kilómetros y el ancho máximo es de 128 kilómetros. Dentro de esta área se encuentra el municipio de El Alto. Son referentes geográficos los pisos nevados de la Cordillera Oriental, que son visibles desde la mayor parte de la ciudad de El Alto: Condoriri (5850 msnm), Huayna Potosí (6.088 msnm), Chacaltaya (5395 msnm), Mururata (5869 msnm), e Illimani (6402 msnm). Este panorama orográfico caracteriza la naturaleza del municipio alteño, más allá de la colindancia con la ciudad de La Paz. La ciudad de El Alto se encuentra a una altitud de 4.000 msnm, lo que la caracteriza como la ciudad más alta del mundo. Geología El altiplano, en su totalidad, forma una enorme cuenca originada por un movimiento diastrófico que fracturó la corteza terrestre en diferentes bloques, con amplitud continental. Al respecto se dice que desde fines del Mezosoico se habría extendido hasta el Plioceno. El suelo geológico del municipio de El Alto se encuentra con rellenos de sedimentos sueltos del Cuaternario (de medio a superior), con gran acumulación de material sedimentario volcánico, ignimbritas, tobas y coladas de lava de todo tipo. Existe también presencia del basamento precámbrico. A consecuencia, el territorio de El Alto es más planicie, suelo estable que permite una vida tranquila sin riesgos de sismos. Hidrografía El Alto aporta con sus aguas a dos grades cuencas. Por un lado, recibe cursos de agua proveniente de la Codillera Oriental, a través de los ríos: Seco, Hernani, Seque y Negro, los que desembocan en el río Desaguadero, que
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forma parte de la sub-cuenca Catari, es decir, de la cuenca interna. Por otra parte, el sector sureste del municipio alteño confluye sus aguas a través de los ríos Achocalla y Achachicala, de éstos pasa al municipio de Achocalla, a su vez, hacia el río La Paz, afluente del río Amazonas. Para la salud humana de El Alto, se provee de agua de los nevados como el Huayna Potosí y Chacaltaya. En una mínima proporción, se extrae el líquido de los pozos. Clima Según la clasificación de Köppen, El Alto tiene clima de tundra y está condicionado por la altitud, por el efecto de los vientos húmedos de la Cordillera Oriental y la influencia del lago Titicaca. La temperatura ambiente media es de 8,8°C, siendo las extremas 0,0°C en invierno y 15,0° C en verano. La variación estacional baja de solo 3°C a 4°C entre el invierno y verano. Comparativamente, mientras El Alto registra una temperatura de promedio 5,8° C, el centro de la ciudad de La Paz registra 11,8° C y la zona sur paceña de 13,2° C. Los datos de temperatura permiten determinar las condiciones favorables o desfavorables para equilibrar con buena salud la vida humana. c. Características sociodemográficas, productivas y culturales El Alto es la tercera ciudad de Bolivia en expansión y población, y de gran importancia en el área andina altiplánica por su proximidad de los mercados de consumo del oeste de Bolivia, sur del Perú y el Océano Pacifico. En este acápite, a diferencia de las características sociodemográficas, se trata de describir el proceso económico comercial y productivo mayormente a partir de las percepciones y observaciones de índole investigativa; casi en el mismo tenor se ha de mostrar con relación a cuestiones culturales. Características sociodemográficas El municipio de El Alto es una urbe habitada por migrantes del altiplano paceño, del interior y exterior del país. De acuerdo al Censo de 2001, los alteños (entre hombres y mujeres) sumaron en total 649.958 habitantes. Según el Censo de 2012, se cuenta con 848.840 habitantes. Como es de esperar, el 99.57% de los censados declararon que residían en la ciudad alteña. Son muy pocos los que están de paso, que viven en otros lugares del país o el exterior. Los departamentos que presentan mayor presencia de población en la ciudad de El Alto, sumados a los que se encuentran de paso, son de Oruro, Cochabamba y Potosí. El 27% de los que están de paso son orureños, vale decir, solo el 0.11% de los censados. El 21% son cochabambinos, que son el 0.09 % de los censados. Los habitantes de Santa Cruz, están de paso por El Alto con el 18%, que equivale al 0.08 % de los censados. También tiene importancia Potosí, que cuenta con el 12 % de potosinos que se encuentran de paso por la urbe alteña, es decir, sólo representan el 0.055 de los censados. Migración rural-urbana El censo de Población y Vivienda de 2001, no captó convenientemente la migración provincial. En lo que respecta a los flujos de movilización demográfica desde las provincias, resultan vinculadas al desplazamiento de las ferias, ciclos agrarios, complementariedades comunitarias, ámbitos de relaciones de reciprocidad y circuitos comerciales. Se trata de migraciones eventuales, permanentes o por etapas. El flujo de migrantes atraviesa capitales de provincias, ciudades intermedias, luego llega a las grandes urbes. Esto no solamente está relacionado con la movilidad social de un pueblo a otro, ni por la demanda de necesidades y expectativas de bienestar, sino también por las formas de ocupación y conformación de las sociedades y los territorios andinos. Hablamos de la ocupación temporal del territorio y de la territorialización en el tiempo del imaginario colectivo andino. Pues, siempre se dieron los desplazamientos. Por ello, se dice que, en la colonia, fueron captados los migrantes mediante las visitas y las revisitas dadas entre las gestiones del Virrey Toledo (1575) y el Virrey de la Plata (1683). Mucho más habría sido, cuando se evidenció la modificación de la composición institucional tributaria de las comunidades. De la mayoría de los considerados originarios se pasó a una proporción significativa de forasteros.
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Desde entonces, hasta la fecha, se siguen percibiendo estos desplazamientos de corta y mediana duración, que hoy en día tiene que ver con estrategias comunitarias de asentamientos en las ciudades, con el objeto de establecer distintos puntos de residencia, en un intermitente circuito de movimientos demográficos y ocupaciones espaciales. La población de la ciudad de El Alto, marca una configuración en el contexto demográfico urbano de Bolivia, sobre todo, en relación al resto de las ciudades capitales departamentales. Por el crecimiento de la población estable, se sitúa en tercer lugar de las secciones geográficas más pobladas del país, es decier es la tercera ciudad más poblada, después de Santa Cruz de la Sierra y La Paz. Su densidad demográfica es superior a la capital valluna de Cochabamba. En el siguiente orden presentamos la relación numérica poblacional de las ciudades capitales: Bolivia, población de ciudades y participación demográfica: Ciudad Población % Sección Capital La Paz 793293 20,20% Cuarta Sección El Alto 649958 16,55% Capital Sucre 215778 5,49% Primera Sección Cochabamba 517024 13,16% Sección Capital Oruro 215660 5,49% Sección Capital Potosí 145057 3,69% Primera Sección Tarija 153457 3,91% Sección Capital Santa Cruz de la Sierra 1135526 28,91% Sección Capital Trinidad 79963 2,04% Sección Capital Cobija 22324 0,57% Total 3928040 Fuente: INE. Censo de Población y Vivienda, 2001. La ciudad de El Alto se encuentra en la articulación de dos carreteras a nivel interdepartamental y provincial: una conduce a Oruro y a ciudades del eje como Cochabanba y Santa Cruz; la otra es parte de la red Panamericana que conduce a Copacabana y de ésta al Perú. Con esta articulación carretera se intensifica la urbanización alteña, con intenso tráfico y flujos de movimientos comerciales, que da curso a un acelerado crecimiento demográfico. El Alto es una ciudad comercial e industrial además de que percibe los flujos migrantes del altiplano, preponderantemente aymaras. Es una urbe proletaria por la cantidad abrumadora de trabajadores que la habitan, convirtiéndola en su morada. Debido a la crisis económica de la gente, El Alto se ha convertido en una ciudad que cobija un sin número de actividades informales, además de contener a la extensa y plural micro empresa. Quizá sea una de las ciudades donde mejor se han organizado socialmente los vecinos. Se habla de la más grande cohesionada y estructurada Junta Vecinal, además de las organizaciones gremiales, los sindicatos conformados en la Central Obrera Regional (COR), entre otros. Se trata también de un espacio urbano, donde las iglesias se disputan la colonización de las subjetividades sociales. Católicas y evangelistas pelean, palmo a palmo, en los varios espacios de influencia de las familias y la población distribuida por zonas y distritos. En medio de la sociedad alteña no deja de manifestarse la presencia de prácticas de ritos andinos, fuertemente vinculadas a las curaciones espirituales, realizadas por yatiris, curanderos y kallawayas, quienes están asentados a lo largo del antiguo paso del ferrocarril alteño y en otros espacios. Los centros kallawayas se distribuyen en puntos estratégicos, además están los chamacanis o brujos, que ayudan a influir en otras personas y en las modificaciones parciales del destino humano.
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Fotografía: Productos aromáticos, alfeñiques y otros para la preparación de mesas rituales (Ceja de El Alto).
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FotografĂa: Chiflera vendiendo sus productos en la Ceja de El Alto.
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Características económicas En cuanto se refiere a las características económicas y productivas, la principal actividad de los alteños es el comercio. Hay muchos puestos de venta en las ferias, donde trabajan el 27.02% de la población. Hombres y mujeres, especialmente cuando terminan su educación escolar, se dedican al comercio y dejan de lado los estudios superiores. De igual forma los niños se dedican a esta actividad los fines de semana y en las vacaciones. Niños y jóvenes se dedican a esta tarea por el ingreso económico. Los lugares donde se desarrollan estas actividades comerciales son las ferias de la Ceja de El Alto y de la 16 de Julio. Para ser integrante de una feria, no se necesita mucha experiencia ni, en algunos casos, afiliación. Hay dos vías para ser parte de esta actividad: primero, capital para adquirir productos comerciales; y segundo, vender los productos obtenidos. Los hombres participan del comercio de “cachibache”, que consiste en tener capital para comprar artículos y después venderlos. Otra forma en que el hombre trabaja, es vendiendo artículos para varones: peines, medias, cansolcillos para varones, entre otros. Otras actividades económicas que complementan el comercio en el municipio alteño, son la industria manufacturera, servicio a los hogares o doméstico, educación, administración pública, defensa, seguridad social, servicios inmobiliarios, empresariales, alquiler, intermediación financiera, trasporte, almacenamiento, comunicaciones, hoteles, restaurantes, comercio al por menor y mayor, construcción, electricidad, gas, agua, pesca, agricultura, ganadería, caza y silvicultura, entre otros. De manera análoga, se cultiva papa, haba, alverja y se cría ovejas, conejos, gallinas. De estas actividades se ocupa el 2.85% de alteños. En la industria manufacturera, la Cervecería Boliviana y la Industria de Producción de Madera, se ocupa el 21.84% de alteños. Los servicio en hogares y doméstico están con el 2.88% de alteños. En los servicios educativos se encuentra el 5.22% alteños. En la administración pública, defensa, seguridad social, está el 2.91% de alteños. En los servicios inmobiliarios, empresariales y alquileres, el 0.33% de alteños. La intermediación financiera ocupa el 0.33%. El trasporte, almacenamiento y comunicaciones el 9.83%. Los hoteles, restaurantes y construcciones el 7.79%. De la electricidad, gas y agua se ocupa el 0.29%. En el comercio de pesca está el 0.02%. Sin declaración de ocupaciones se encuentra el 10.68% de los alteños. ¿Cuánto por ciento estarían ocupados en el servicio de salud? Al respecto, no se han encontrado datos. Características culturales Mario Rodríguez Ibáñez, describe en su libro titulado Interculturalidad en la ciudad de El Alto, la confluencia de identidades que conforman la identidad alteña, que de ninguna manera es uniforme. Es una identidad fuertemente aymara, pero con cierta importancia poblacional de quechua. Las migraciones mayoritarias provienen del altiplano paceño y sur peruano, de las minas y de muchas otras regiones del país. Tiene población de primera generación, en el que también está presente el mestizaje y criollaje paceño. La ciudad de La Paz y El Alto influyen recíprocamente en la identidad de sus habitantes. Por ejemplo, los desfiles escolares con bandas de guerra y guaripoleras se presentan de manera muy similar en ambas ciudades. Por la complejidad de este tema, es difícil definir la cultura que sea característica de toda la ciudad de El Alto y del mundo andino en su conjunto, dado que la mayoría pertenece a un sector determinado. El Alto es escenario propicio para defender los derechos culturales de la alimentación, vestidura, costumbres, religiosidad, idioma, artesanías, concepción de la muerte, modos comerciales y la manera de vivir. En todo ello, existen varios elementos comunes con el resto del mundo andino. El Alto destaca el orgullo de toda forma de expresión cultural y su promoción. Festividad de la Virgen del Carmen La más importante fiesta patronal de El Alto es la festividad de la Virgen del Carmen, que se conmemora anualmente el 16 de julio. Esta celebración ha sido declarada Patrimonio Cultural de la ciudad de El Alto. En la fecha festiva se muestra la participación masiva de los habitantes alteños; tiene mucho en común con otras fiestas, por ejemplo con la festividad religiosa del Gran Poder, que es una de las principales celebraciones de la ciudad de La Paz. Sin embargo, también podemos encontrar diferencias y particularidades.
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En 2012, se presentaron 60 fraternidades, que en su mayoría interpretaron danzas mestizas de tipo urbano. Semejante a otras fiestas andinas, se presentaron diferentes danzas: 10 morenadas, 8 tinkus, 6 kullawadas, 4 Sikuris, 3 Moseños, 3 Qena Qenas, 2 Tobas, 1 Waka Tintis y otras. La particularidad es la presencia de fraternidades de comunidades campesinas cercanas a la ciudad de El Alto. Se trata de una entrada, en la que la morenada tiene mucho parecido con las que se presentan en el Gran Poder, ya que bailan con gran desprendimiento, como es el caso de las fraternidades Revelación Fanático y Invasión Intocables. Pero, como ya se dijo, la gran diferencia con otras fiestas es la masiva participación de las fraternidades provinciales y bailes autóctonos que representan al altiplano circundante. En la fiesta se reproduce la identidad del barrio vecinal, en general, de la ciudad de El Alto, caracterizada por la convivencia entre el mundo urbano mestizo y el rural aymara. Otras festividades: referencias históricas Otras danzas están presentes en cada festividad en la ciudad de El Alto, son la expresión cultural de toda Bolivia. Su concepción y referencia histórica nos parece útil, ya que forma parte activa del patrimonio inmaterial andino (que no solo se refleja en la ciudad de El Alto) y se convierte en un espacio privilegiado para su reproducción y recreación. Características del sistema educativo La configuración del sistema educativo en la ciudad de El Alto ha estado marcado en los últimos 15 años por el desarrollo de leyes fundamentales: la Ley de Reforma Educativa, Ley de Descentralización (1995) y la Nueva Ley de la Reforma Educativa (2011). Como resultado de la descentralización, el Gobierno Municipal de El Alto asumió la responsabilidad de la infraestructura educativa en base a recursos de participación popular, destinadas a la inversión en educación de acuerdo al número de habitantes. El GMEA cuenta con recursos de cooperación externa. Por la Ley de municipalidades, los edificios escolares y equipos están a cargo y al cuidado del Gobierno Municipal. La responsabilidad de los recursos humanos, docentes, directores y técnicos, como producto de la citada ley, continúa bajo la responsabilidad del Ministerio de Educación, a través del Servicio Departamental de Educación (SEDUCA), del que dependen las direcciones distritales de educación, que son los órganos desconcentrados. El servicio educativo tiene dos modalidades: a) estatal o fiscal, sostenida y administrada por el estado, y b) convenio, cuando es administrada por organizaciones sin fines de lucro, iglesias u otras instituciones. Educación pública La educación pública gratuita constituye la red más amplia de servicios educativos en la ciudad de El Alto, lo que representa la oferta más ventajosa, con renovación pedagógica docente desde los últimos 15 años. La ciudad de El Alto cuenta con 30230 unidades educativas públicas, distribuidas en diferentes niveles: inicial, primaria y secundaria. Aparte de éstas, existen 274 centros de Educación de Adultos. También, desde 1998, sigue en marcha el “Plan Nacional de Alfabetización para la Vida y la Producción”. Al nivel superior de la educación, corresponde la capacitación laboral, formación técnico profesional y la educación universitaria. El Alto cuenta con la Universidad Pública de El Alto (UPEA), que presenta 19 carreras: Ciencias del Desarrollo, Trabajo Social, Comunicación Social, Ciencias de la Educación, Medicina, Enfermería, Veterinaria Odontología, Derecho, Contaduría Pública, Economía, Administración de Empresas, Ing. Electrónica, Ing. de Sistemas, Ing. Civil, Ing. Agronómica, Arquitectura, Lingüística e Historia. 4.2. Caracterizaciones del municipio de La Paz a. Reseña histórica del municipio La historia de la ciudad y recientemente denominada municipio de La Paz, no sólo data desde la época colonial, sino que su orígen se remonta al período pre-inka, cuando los aymaras dominaron políticamente casi todo el territorio andino y que, en aquel entonces, se habría llamado Chukiyapu dentro la jurisdicción del señorío de Pakaje: “Esta se aprecia tanto a través de los restos arqueológicos como por la documentación del siglo XVI, la cual
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registra que en Chuquiago se hablaba por lo menos tres de las lenguas andinas más importantes: aimara, quechua y puquina” (Medinacelli, 2009:83). Por consiguiente, de acuerdo a estudios: “El nombre aimara de la actual ciudad de La Paz es «Chuquiago» o «Chuquiapu», nombre que toma del río que cruzaba el poblado. En el período inca, pero probablemente desde antes, era un importante asentamiento humano que se conoce como una marka, es decir, un centro que articulaba varios otros poblados más pequeños” (Idem: 84). La etimología de Chukiyapu tiene dos versiones; por una parte, el nombre deriva de dos raíces: chuki significa pepa de oro que se encontraba en el río que nace de los deshielos de Chacaltaya y apu = señor, noble, por otra parte, ch’uqi refiere a la papa (tubérculo andino), mientras que yapu al sembradío, de ambos vendría a llamarse ch’uqiyapu, con el significado de sembradío de papa. Actualmente, en lugar de decir La Paz, en aymara se dice Chukiyagu o Chukiyawu. Según, Ximena Medinacelli, Chukiyagu estaba asentada sobre el territorio de Pakaje, pues, se encontraba bajo el dominio inka a la llegada de los españoles. En el inkanato, dentro de aquel territorio estaban ubicados los mitimaes (colonos) llevados por los inkas de distintas partes del Collasuyu. Los mitimaes y los originarios de los ayllus fueron obligados al trabajo en las minas, agrícola y pastoreo, además se establecieron caciques mayores y menores como supervisores del Estado Inka. Cuando los españoles llegaron al Tawantinsuyu en 1532, conquistaron el Imperio Inka tras una heroica resistencia, luego se dividieron el territorio andino. Lo que hoy se conoce como la región paceña le correspondió a Diego de Almagro, quien entró en guerra con Francisco Pizarro, amigo y aliado en la conquista. Después de la derrota a Almagro, Pizarro fue el primer español en visitar Chukiagu a mediados de 1538, luego se interesó por la fama del valle como lavadero de oro. “Más que con el oro, Pizarro acrrecentó su riqueza con el tributo de miles de indios aimaras que formaban parte de su nuevo repartimiento (comunidad de indios asignadas a una persona), en el que estaban pueblos como Chuquiago, Achacachi, Calamarca, Guaqui y Yanacachi, entre muchos otros que formaban parte de la poblada región aimara de collao, cuyo centro principal era el lago Titicaca” (Cajías, 2009:15). Posteriormente, después de la guerra por el poder y la riqueza entre los conquistadores, el enviado de la corona española, Pedro de la Gasca, cuando este tuvo el cargo de presidente de la Audiencia de Lima y atribuciones de Virrey, tuvo la potestad de fundar ciudades y nombrar corregidores. “Así, a inicios de septiembre de 1548, encargó al capitán Alonso de Mendoza la fundación de una nueva ciudad, con el nombre de Nuestra Señora de La Paz” (Cajías, 2009:20). La razón del nombre se debió al tiempo de paz que siguió después de tantas guerras. Inicialmente, se fundó la ciudad en Laja, en fecha 20 de octubre, pero después de tres días se decidió su reubicación al noreste del río Chukiyapu, conocido por Chiquiago Marca (Crespo, 1998:10; Mesa, 2012:15). “La disposición que mandaba el acta de fundación de trazar y asentar la ciudad en el lugar más conveniente, recién se cumplió tres días después, el 23 de octubre de 1548. En esta fecha, conocida como la «segunda fundación», se escogió el imponente valle de Chuquiago […]” (Cajías, 2009:23). La consolidación de la ciudad estuvo ligada al desarrollo de la agricultura y el comercio. Los primeros vecinos de La Paz fueron principalmente encomenderos españoles servidores de la corona española, quienes estaban a cargo de un determinado número de indígenas que tributaban cierta cantidad de productos y dinero. A medida que fue declinando la minería potosina, La Paz fue creciendo de tal modo que llegó a convertirse en el mercado de consumo del Alto Perú. El principal mercado se desarrollo alrededor de la plaza central, donde se vendía carne, frutas, verduras, entre otros. Con el incremento del comercio, los tambos pasaron a formar parte de las actividades comerciales de la ciudad española. “El primer establecimiento de telares para la fabricación fue instalado en 1553, por los vecinos Hernando Chirinos y Juan de Rivas, en un lugar conocido con el nombre aymara de Sayllamilla…” (Money, 1983:8). Con los años, se instalaron varias fábricas en las haciendas y especialmente en los obrajes, siendo las más conocidas las jesuitas. Lo que se producían en estos telares eran compradas generalmente por los indios y los estratos más pobres de la ciudad. Hasta 1781, las cifras de población de la ciudad de La Paz crecieron de 1586 a 1675 habitantes, con movimiento comercial que resultó superior al Cusco, en su rol de abastecedor de coca a Potosí y Oruro. Medio siglo después de estallada la gran rebelión de los caudillos Amaru – Katari (1780-1782), los criollos hicieron burla de las masas vencidas, en alianza con un sector de las capas altas mestizas, que más tarde fueron las aspirantes a formar parte de las oligarquías triunfadoras en la lucha por la independencia de las nuevas repúblicas. En La Paz: “El procesos económico, empero, continuó regido por cánones coloniales y por las palpitaciones de los circuitos de mercado
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interno que habían quedado vivas gracias a la circulación de la moneda feble estable, expansión demográfica y comercial de las primeras décadas de vida republicana” (Mitre, 1986:10). Después, llegaron los inventos de la Revolución Industrial, como las películas, el ferrocarril, las líneas telefónicas y otros. El crecimiento de La Paz fue notable desde los años ‘20, convirtiéndose en el mayor centro urbano del país. Surgieron los primeros rascacielos, se construyeron nuevas vías y la autopista, el estadio más grande de Bolivia; hasta que en los ’80 empezó a poblarse la altiplanicie, que ahora es la ciudad de El Alto. De tal modo, la expresión de la vida citadina y cultural del municipio de La Paz denota un sincretismo de la tradición andina aymara, mestizo y blanco en el modo moderno. A pesar de la característica sincrética, la identidad aymara tiene mayor predominancia. En el presente, la ciudad de La Paz, de acuerdo a las normas oficiales, fue declarada municipio autónomo, con determinada extensión territorial que comprende áreas urbanas muy pobladas, así como áreas protegidas y rurales cercanas y distantes. “Tiene diversos pisos ecológicos y se ubica a lo largo de una cuenca excavada del altiplano. Es la sección capital de la Provincia Murillo del departamento de La Paz, limita al Norte con el Municipio de Guanay, al Noreste con el Municipio de Caranavi, al Este con los Municipios de Coroico y Yanacachi, al Sureste con el Municipios de Palca, al Sur con los Municipios de Mecapaca y Achocalla, en tanto que al Suroeste limita con el Municipio de El Alto y al Oeste con el Municipio de Pucarani” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:14). b. Breve historia de la medicina en La Paz Alfredo P. Arias S., en su ensayo La ciencia en La Paz, publicado en “La Paz en su monografía centenario 15481948”. Señala que los aymaras empleaban el método homeopático, que es el modo de curar enfermedades con substancias en dosis mínimas, pero que en mayores cantidades produciría síntomas iguales o peores a los que se puede combatir con dosis moderadas de medicinas. El médico era el yatiri kolla, que formaba el grupo selecto de los kollanas, predecesores de los actuales kallawayas de Curva y Charazani. Añade que la ciencia médica del aymara, ha constituido uno de los factores poderosos de su civilización. Aquella ciencia se habría basado casi exclusivamente en el uso de plantas medicinales. Por la fama que cobró la farmacología aymara, el escritor argentino Vicente Fidel López, mencionó que “la antigüedad ha producido dos escuelas clásicas: Hipócrates y los kollanas”. Se considera que las propiedades de ciertas yerbas, como la ch’illkha, el mancapaqui y otros, se empleaban para sanar las luxaciones y aún para la soldadura de huesos fracturados; dichas formas de curar eran muy conocidas. Bastaría recordar aquella cura maravillosa que refiere el Padre Bernardo Cobo en su Historia del Nuevo Mundo y que la efectuó un kolliri aymara en La Paz, el hijo del cacique Alonso Quisimayta, para los procesos de infección, empleando el hoccohocco. Es posible que por este procedimiento, los kolliris se hubieran anticipado en milenios al descubrimiento de la penicilina hecho por el doctor Fleming. La anatomía y cirugía alcanzaron un gran desarrollo, demostrables en las trepanaciones craneanas realizadas a los guerreros que debían extraerles las esquirlas de los huesos. Según Rigoberto Paredes, en su libro Mitos, Supersticiones y Supervivencias Populares en Bolivia, se indica que los prehispánicos “conocían las tres cavidades del organismo humano por donde hacían sus antisepsia”. La preparación de las chullpas (momias), constituye otra muestra de los progresos que alcanzaron en las ciencias médico quirúrgicas. En un artículo, Arias, señala que no se desconocía la kinesiterapia, curación basada en fricciones, masajes y otras formas parecidas. Tales prácticas, probadamente útiles, van, a veces, acompañadas de ciertas supercherías aparatosas, como la millucha –utilizada en la milluchada: auyentamiento de todo lo negativo del ser humano– o la llumpakka, que equivale a una purificación del cuerpo y el alma. Según el mismo autor, en la época de la colonia, el conquistador trajo los conocimientos de la época: “Junto a sus mesnadas, soldados más o menos ignorantes, vinieron también el hombre letrado, el sacerdote que pondría una nota de humanidad al drama cruento, el estudioso, el investigador”. No obstante, la ciencia aplicada a la que más se dedicaron los conquistadores fue la metalurgia, base de la economía colonial. El estudio indica que los primeros años de vida independiente, transcurrieron en un panorama de ignorancia y fanatismo. Las innovaciones pedagógicas y científicas que quisieron implantar los venezolanos, fueron vistas con malos ojos, pues pesaba aún la herencia colonial.
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En el comienzo del siglo de las ciencias, cuando las universidades europeas descubrían leyes y formulaban hipótesis, preparando el terreno para el siglo industrial, los escasos centros culturales de Bolivia todavía enseñaban los principios aristotélicos y la metafísica era el tema de las discusiones. Sólo a partir de 1832, después de un año de fundación de la Universidad Mayor de San Andrés, puede decirse que se inició en La Paz una verdadera etapa de cultura e investigación. El desarrollo de la ciencia de la medicina en La Paz, vino parejo con el de la Escuela de Medicina, institución que desde sus orígenes dio al país los mejores profesionales. De acuerdo al Dr. Ernesto Navarre, en su “Monografía Histórica de la Facultad de Ciencias Biológicas”, señala que cuando no existía aún la Universidad de La Paz, funcionaba un instituto particular con el nombre de Colegio de Medicina a cargo de José Carrillo y médicos extranjeros. El Mariscal Andrés de Santa Cruz dotó a La Paz de un verdadero centro de cultura, la universidad. Junto a ésta, el Colegio General de Medicina (Ley del 31 de octubre de 1833). Por tanto, la historia de la medicina en La Paz tiene un recorrido desde la medicina natural de los aymaras y quechuas, con interrupciones durante la colonia, hasta la configuración del sistema médico oficial, la biomedicina. No obstante, no por ello deja de ser vigente la medicina tradicional, sino más bien, que ahora se reconocen los dos grandes sistemas médicos, porque la población demandante acude a los mismos. c. Aspectos físico naturales Según el Dossier Estadístico 2000-2005, el municipio de La Paz tiene una superficie total de 2.012 Km2, de los que 180 Km2 corresponde al área urbana, con un 8.95% y 789.585 habitantes (99,53%). En cambio, al área rural corresponde 1.832 Km2, con 91,05% y 3.707 habitantes (0,47%). La geografía del municipio comprende cinco zonas importantes. Zona 1, área urbana hacia el sur, ocupa la cuenca del río La Paz; Zona 2, Hampaturi, es la llanura de altura, en la que nacen los ríos que conforman la cuenca; Zona 3, Valle de Zongo, está estructurada a lo largo del río, que nace en la Cordillera Real y corre hacia el norte; Zona 4, Parque Nacional Cotapata, en la cuenca del río Zongo, es la zona declarada área protegida y con proyección del corredor bioceánico Pacífico y Atlántico; Zona 5, Zongo Tropical, comprende tierras bajas de alto valor ecológico y ambiental de bosques y abundantes vegetales y animales. En los Andes, el municipio de La Paz está ubicado en el borde noreste del altiplano, al pie de la Cordillera Oriental. Los terrenos que afloran se presentan en tres grandes categorías: terrenos superficiales que corresponden a depósitos contemporáneos con la erosión de la cuenca de La Paz, terrenos sedimentarios que configura el altiplano y terrenos antiguos tectonizados. En este panorama geográfico, el clima también es variado, debido a los fenómenos atmosféricos ligados a procesos energéticos. Por una parte, la cuenca del valle de La Paz, de acuerdo a su altitud en la zona tórrida ecuatorial, tiene un grado de radiación elevada. Por otra parte, la Cordillera Oriental caracteriza el paisaje alto con un clima frío con heladas durante todo el año, por lo que se observa una estacionalidad marcada por inviernos secos y veranos nevados. En los valles y los yungas, la humedad y la temperatura oscila por temporadas, en el día y la noche, según los fenómenos y las corrientes de aire altiplánico. Por tanto, el clima de La Paz es de tipo tropical de alta montaña, porque: “Las características de circulación atmosférica global producen un desplazamiento de la Zona de Convergencia Intertropical, originando en el territorio paceño un invierno seco, en ausencia de lluvias, esto provoca que la humedad durante los meses de mayo y octubre sea menor” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:14). Con relación a la vegetación y flora, se distinguen plantas en el área urbana y vegetación en el rural. En lo urbano, por un lado, las plantas corresponden a las siguientes categorías: las que son plantadas y se mantienen sin protección; las que permanecen durante la estación favorable; las que se tienen en lugares protegidos; y las que aparecen en terrenos baldíos y otros. Por otro lado, existen plantas espontáneas que se desarrollan bajo condiciones adversas como son: altas concentraciones de nitrógeno en el suelo por contaminación orgánica, pisoteo y su efecto en la compactación del suelo; recubrimientos del suelo natural con asfalto y otros; vertido de sustancias o materiales de desecho; corte y pastoreo ocasionales. “La cubierta vegetal natural o seminatural, se encuentra degradada por acción de la actividad humana cada vez más intensa” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:17).
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El estrato arbóreo en la ciudad corresponde a especies cultivadas como ornamentales en parques, jardines y calles. Entre una variedad de plantas, sólo tres especies arbóreas se dan sin cultivo: molle, keñua y kiswara. En el área rural del municipio paceño, se muestran los siguientes grados de degradación de los ecosistemas y sus formaciones de vegetación: pastizales altoandinos y de páramo degradados por quemas y sobrepastoreo; matorrales riberiños degradados por extracción de leña; pastizales y matorrales de reemplazo en ceja de monte y bosque nublado; pastizales y matorrales de helechos xeromorfos en reemplazo de bosques nublados y bosque húmedo de los yungas; pastizales y cardonales en zonas rocosas degradados por quemas; bosques secundarios y barbechos en zonas cultivadas del valle; bosques secundarios y matorrales bajos por quemas extendidas en épocas secas, vegetación herbácea y arbustiva en zonas erosionadas. Concierne a la fauna, en los valles interandinos existen mayormente las siguientes especies animales: ratones, vizcachas, cuyes, tojos (conejo de cerro). En la región de desiertos helados, praderas altoandinas y páramos se encuentran animales como el cóndor, taruca o venado andino, titi o gato andino, zorro, vizcacha, jucumari u oso andino, puma y pato de los torrentes. En cejas de monte y bosques nublados están las especies: jucumari, venado enano, ciervo, mono araña, mono Martín o silvador, tigre o jaguar, tigrecillo, llapa (roedor de gran tamaño), pava de copete, lucero o guachano, perdiz, loro, entre otros. En cuanto al recurso agua, este elemento vital se obtiene de distintos sistemas hidrográficos: “El Municipio de La Paz pertenece al área de influencia de los sistemas hidrográficos del río La Paz hacia el Sur y del río Zongo hacia el Norte, separados ambos por la Cordillera Real; el río La Paz desemboca en el río Bopi y luego en el río Alto Beni, para confluir finalmente en el río Beni, afluente del amazonas” (PDM La Paz, 2007:13). Generalmente, los ríos nacen de deshielos de los nevados de la cordillera y se emplea para plantas hidroeléctricas y servicio básico domiciliario. Según el Plan de Desarrollo Municipal, en las áreas rurales sólo el 10,5% de las viviendas se satisfacen de servicios básicos. En Hampaturi se abastece la población con el 10% de agua por cañería, el resto toma de las vertientes y pozos; mientras que en Zongo, en un 23% de las viviendas se abastecen de agua por cañería de red, otros 23% por pileta pública y el resto de las vertientes y pozos. En el área urbana, es decir, en la ciudad, el servicio de agua cubre casi en todas las viviendas; el abastecimiento de agua potable se cubre mediante dos sistemas. El Sistema Achachicala, que se provee de las siguientes fuentes: la cuenca Milluni, la laguna de Janko Khota y la cuenca de Choquiyapu para períodos de estiaje. Asimismo, el Sistema Panpahasi, que se provee de las fuentes Incachaca y Hampaturi. d. Características sociodemográficas, productivas y culturales De acuerdo a la geografía y diversidad ecológica del municipio paceño, la vida social es multicultural y pluricultural. En la ciudad, las familias y grupos sociales tienen distinto origen, en su mayoría aymara, mestizos, quechuas, entre otros, y una minoría migrante e inmigrante del interior y exterior de Bolivia. A diferencia de ello, en el área rural están las comunidades o grupos étnicos mayormente de origen aymara. Se produce una migración masiva desde las áreas rurales del país hacia la ciudad de La Paz; en cambio, los paceños emigran a otros lugares y países: “La emigración de los paceños se da esencialmente a zonas de colonización; mientras que la inmigración se da principalmente de las zonas quechua de alta pobreza y en La Paz de las zonas aymaras cercanas al lago” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:66). Según datos del Dossier Estadístico del Municipio de La Paz 2000-2005, la distribución sociodemográfica se define por macrodistritos: Max Paredes, con 20,74%; Periférica, con 20,06%; San Antonio, con 14,58%; Cotahuma, con 19,375; Sur, con 16,04%; Hampaturi-Zongo, con 0,47%; Centro, con 8,10%; y Mallasa, con 0,64%. Cada macrodistrito está dividido por número de distritos, a su vez, cada distrito está organizado por juntas vecinales. Si nos remitimos al Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001, la población total del municipio de La Paz ascendía a 793.293; con base a esta referencia, en el área urbana residían 789.565 habitantes (99,53%); en cambio, en el área rural vivían 3.728 habitantes (0,47%). Del número total de población comprendida entre hombres y mujeres de toda edad, 203.972 se encontraban en el umbral de la pobreza; 201.346 en pobreza moderada; 61.430 en indigencia; 1.007 en marginalidad y el resto en mejores condiciones de vida.
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Actualmente, según el Censo de 2012 efectuado en el gobierno de Evo Morales Ayma, los resultados del número poblacional del municipio de La Paz ascienden a 764.617. De este dato, no se tiene aún la nueva distribución poblacional por áreas urbana y rural, macrodistritos y subalcaldías. Con respecto a la organización administrativa del municipio paceño, ésta tiene carácter descentralizado, con una estructura de gestión pública municipal desconcentrada y capacidad de gestión de las subalcaldías urbanas y rurales. Esta forma de administración, en la que rigen las autoridades, como el alcalde, subalcaldes, oficiales mayores, directores, jefes de unidad y otros, está enlazada con la participación ciudadana bajo normas. En este caso, la estructura de participación es la sigueinte: la asamblea del municipio, consejos macrodistritales, consejos ciudadanos sectoriales, designación de subalcaldes, audiencias públicas, mecanismos de información, oficinas del concejo en los macrodistritos y distritos, apertura de la red de comunicación social y otros. En cuanto a la actividad económica, La Paz se caracteriza por ser un potencial económico, porque cuenta con servicios financieros, comerciales, representaciones diplomáticas y sede administración gubernamental, en torno a los que se concentra mayor población y formación de pequeñas y grandes empresas productivas, centros turísticos, mercados internos y externos, hoteles, entre otros. “En ese sentido, industrias importantes tienen sus instalaciones en el municipio, tal es el caso de la Cervecería Boliviana Nacional, un porcentaje importante de plantas de la industria farmacéutica, fábricas de alimentos (Venado, Irupana, Molineras, de Panificación, etc.), fábricas de muebles, fábricas de plásticos, plantas de metalmecánica y otras” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:287). Asimismo, para mayores actividades económicas y productivas: “El municipio de La Paz, ofrece la infraestructura necesaria para desarrollar cualquier tipo de actividad económica, conexiones de energía eléctrica, telefonía nacional e internacional, conexiones de fibra óptica y una red parcial de gas natural; sin embargo un problema preponderante es la limitación en la disponibilidad de terrenos para habilitar zonas de producción industrial o comercial” (Idem, 285). En consecuencia, las actividades productivas se desenvuelven en función del movimiento comercial. Más allá de las costumbres urbanas y rurales, la educación es un elemento central para el desarrollo de la cultura y la actividad económica. Sin embargo, los niveles educativos varían debido a condiciones socioeconómicas y medios infraestructurales no tan favorables. En este orden, de acuerdo al estudio municipal de las gestiones anteriores, el nivel de cobertura en educación primaria es alto: “En secundaria la cobertura es más baja que en primaria, se llega a cubrir casi siete de cada diez adolescentes” (PDM 2007-2011 Jayma, 2007:225). A nivel de educación superior, los espacios de formación profesional son las escuelas de formación de maestros, universidades (Universidad Mayor de San Andrés como pública y varias otras privadas) y los institutos, de los que se promociona poca gente con cualidad profesional. La Paz concentra empleos públicos y privados a profesionales de distintas áreas, científicos e intelectuales, técnicos y profesionales de apoyo, oficinistas, servidores en distintas ramas, vendedores del comercio, agricultura, pecuaria y pesca, industria extractiva, constructiva, manufactura, operadores de instalaciones y maquinarias. Además, se encuentran los trabajadores no calificados, que contribuyen con producción intelectual, investigaciones, propuestas novedosas, entre otras. Desde el municipio y el gobierno central, se fomenta la vida cultural con publicaciones, feria de libro, promoción de arte, ferias dominicales y exposiciones. Se abren al público en general los museos, galerías y centros culturales. Por costumbre se celebra la feria de Alasitas con muchos valores y tradiciones; también las prácticas deportivas y de salud, y otras festividades que constituyen expresiones culturales. A consecuencia, el municipio de La Paz entabla una infinidad de expresiones y relaciones sociales, demográficas, actividades comerciales, formación educativa, servicios de competencia y toda forma de expresiones culturales. 4.3. Sistemas médicos en El Alto y La Paz En los municipios de El Alto y La Paz, la investigación realizada sobre las percepciones de salud, enfermedad y tratamientos en los distintos sistemas médicos, requirió más observación y entrevistas a expertos en salud, a partir de las que se logró acumular información para el correspondiente análisis y deducción de resultados expresados en el orden de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. De manera que, el procedimiento metodológico de la investigación, no es el mismo como en el caso de los municipios de Achacachi, Charazani y Tiwanaku. La razón de esta forma de estudio es por la complejidad poblacional concentrada y en constante flujo
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de movimiento en dos urbes de mayor magnitud territorial, asimismo por la existencia de excesivos servicios públicos y privados en materia de salud (biomédica, tradicional y otros). Las percepciones recogidas a través de las entrevistas, se refieren a distintas prácticas médicas que se presentan a continuación. a. Percepciones acerca de la biomedicina y la relación con la medicina tradicional a.1. Entrevista al Dr. Daniel Castañón (Encargado de los especialistas SAFCI) 1. ¿Qué hacen los especialistas SAFCI? R. Los especialistas SAFCI están asignados a un municipio y su principal tarea es la identificación de determinantes de salud y contribución y generación de proyectos comunitarios orientados a la mejora de la calidad de vida. En este accionar, la otra parte de su trabajo es fortalecer lo que es la atención integral en salud, a través de la generación de procesos de adecuación intercultural dentro de los establecimientos de salud, brindando un enfoque diferente a la forma de trabajo clásica. Este trabajo lo realizan a través de las visitas familiares, que no es exclusivo de los especialistas SAFCI, pero que brindan el asesoramiento técnico para lograr los resultados esperados. También contribuyen a efectuar vigilancia epidemiológica a través de la sistematización y el análisis de lo que se llaman salas situacionales, que es donde se resume la situación de salud de todas las comunidades del municipio que participan. Para ello, se sistematizan las carpetas familiares. ER: que son un instrumento de trabajo vital para aplicar la política SAFCI. 2. ¿Los especialistas SAFCI ¿tienen conocimiento o realizan algún tipo de prácticas en lo que se refiere a la medicina tradicional? R. Sí. Uno de los grandes temas que se realiza en la residencia SAFCI es precisamente la interculturalidad, en el sentido de que tenemos que aprender a respetar las formas de pensamiento y de accionar de las personas y, más bien, integrarnos, colaborarles a través de esa lógica para que solucionen sus problemas de salud. Entonces existe una fuerte carga de actividades para que los médicos SAFCI puedan identificar la dinámica cultural de la zona donde han sido asignados y puedan integrarse con los médicos tradicionales o con las prácticas de medicina tradicional que pueda haber en esas áreas. Siendo que cada municipio es diferente, entonces éstos deben abordarse de forma diferente. Es por eso que no se ha establecido un estándar. Pero la idea de los médicos es más o menos aplicar algunos principios etnograficos, donde el etnógrafo logra formar parte de la comunidad sin modificar sus actitudes y forma típica de vida; integrarse hasta identificar cuáles son las personas con las que tiene que interactuar para generar alguna movilización o articulación. A través de ello, empezar a cambiar algunas determinantes. Otra parte del trabajo etnográfico que realiza el médico SAFCI es justamente la de identificar a los médicos tradicionales. Trabajo complicado porque los médicos tradicionales tienden a esconderse dentro de las comunidades y no es una labor que se realiza de la noche a la mañana. Sólo la convivencia con las personas hace que se pueda identificar al verdadero médico tradicional y establecer formas de trabajo conjunto. Se han dado buenas experiencias en las que los compañeros han trabajado de la mano con el médico tradicional, asistiendo juntos a las visitas familiares, en las que uno comenzaba a charlar con las personas, mientras el otro completaba algunas otras cosas. Se hizo una dinámica de trabajo provechosa y bastante interesante. Sin embargo, en otros lugares, se produjeron casos a exigencia de la comunidad, que sacó al médico tradicional de su sitio y lo llevaron al centro de salud. Tal vez no fue lo más correcto, pero se produjo en beneficio de la comunidad esa forma de trabajo. En otros lugares, por ejemplo en Patacamaya, tenemos la experiencia de los partos interculturales: las personas pueden escoger dónde o cómo quieren que sean atendidos sus partos. Yo creo que la experiencia de muchos médicos está proporcionando un sentido mucho más consistente en el trabajo de interculturalidad en salud.
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Fotografía: Seminario Taller “Encuentro entre la Biomedicina y la Medicina Tradicional”, realizado en el Paraninfo Universitario de la UMSA.
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Fotografía: Reunión de coordinación del proyecto.
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3. ¿Usted cree que con el apoyo de los especialistas SAFCI pueda existir una relación conjunta para la atención médica entre la medicina tradicional y la biomedicina? R. Bueno, así como ha habido luces, también ha habido sombras. En algún momento, alguna asociación de médicos tradicionales estaba queriendo ver a los especialistas SAFCI, como a un grupo de médicos que querían apoderarse del conocimiento que ellos tenían. Entonces de cierta manera esa apertura, ese primer paso que se dio con la generación de un grupo humano de médicos que no repriman lo que es la medicina tradicional, sino que la reconocían como válida, real, una práctica médica científica, yo creo que es un primer paso. El siguiente paso es que no solamente ese grupo los reconozca, sino que el resto del personal de salud lo asimile. Si nosotros queremos ver a una persona sacándola del medio en el que vive, difícilmente vamos a comprender cómo es su situación en salud. Esa forma de pensar y esa forma de trabajo es la que, de cierta manera, puede llegar a tener más éxito para interactuar con los médicos tradicionales o con la medicina tradicional. Pero todavía falta bastante, falta que estructuremos nuestros procesos y todavía somos poquitos, somos 214 médicos SAFCI en todo el país. Quisiera que podamos ser más para ir generando un cambio en la forma de pensar del resto del personal de salud, pero, bueno, es un puente. 4. ¿En el área comunicacional ¿qué mecanismos comunicacionales ustedes utilizan para hacer la transmisión de sus mensajes? Como especialistas SAFCI ¿ustedes utilizan la radio, la televisión, prensa, charlas dentro de cada municipio para informar a la población de que los médicos SAFCI están ahí? R. Bueno es una estrategia bastante variada, diferente en cada municipio, ya que no hay municipios iguales. En algunos lugares el principal medio de comunicación, para que la comunidad conozca al médico y el médico conozca a la comunidad, es la visita familiar. A través de ella hay una interacción más próxima con las familias y con las comunidades. Uno sabe cómo viven, cómo son y todo lo demás. La otra parte fuerte de un especialista SAFCI es que tiene que participar de lo que son las asambleas. Entonces, en las asambleas no solamente se informa cómo está trabajando la posta o el centro de salud, sino que se habla de estos problemas de salud que se hayan identificado. Entonces, ahí estamos estableciendo medidas, tanto preventivas como promocionales en salud. Los otros medios de los que nos valemos es que algunos compañeros han logrado tener programas radiales en los municipios, en el que comentaban los temas que consideraban prioritarios. En cuanto a spots publicitarios y todo lo demás, recién hemos estado comenzando a sacar cuñas radiales para que la comunidad sepa que hay un médico SAFCI. Pero esencialmente el medio más efectivo, y creo que mejores resultados nos ha dado, son las asambleas y las visitas familiares. 5. ¿Tiene algún detalle de las radios o canales televisivos en los que se ha difundido estos mensajes? R. Lamentablemente no, esto lo maneja el área de comunicación; pero puedo darle una copia de los spots que se han hecho. a.2. Entrevista Dra. Claudia Valda (Responsable equipos móviles SAFCI) 1. ¿Qué son los Equipos Móviles SAFCI? R. Los equipos móviles SAFCI son equipos multidisciplinarios conformados por un odontólogo y un equipo auxiliar de enfermería; los cuales están distribuidos a nivel nacional en siete departamentos: Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí. Éstos están financiados por los recursos del TGN. También tenemos en Pando y Beni, están financiados por la Cooperación Francesa. Son los que nos coadyuvan en el tema salarial. 2. ¿Los Equipos Móviles SAFCI ya están posicionados en todos los centros hospitalarios? R. No. Los Equipos Móviles SAFCI, tenemos siete equipos móviles en cada departamento, los cuales intervienen en determinado municipio, pero de ese municipio agarran un establecimiento de salud que tienen sus comunidades. Entonces ellos abarcan todas las comunidades y pasan a otro establecimiento de salud. Prácticamente no estaríamos abarcando la totalidad o sea que es mínimo el porcentaje de población que agarramos. 3. ¿En cuanto se refiere a medicina tradicional los equipos móviles ¿apoyan a la medicina tradicional en relación con la biomedicina en los mismos centros hospitalarios; trabajan en coordinación con los médicos y la medicina tradicional?
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R. Claro. Ellos, al realizar las visitas domiciliarias, hacen la identificación de lo que son los médicos tradicionales. Por ende tienen que también lograr la articulación de la biomedicina con la medicina tradicional. Entonces, tampoco se dedican tan exclusivamente. Como están de paso no tienen mucho tiempo de lograr esa articulación. Pero está dentro del trabajo que ellos deben desarrollar, identificar y lograr esa articulación entre el personal de salud y los médicos tradicionales. 4. ¿En el área comunicacional ¿ustedes tienen algún sistema de comunicación como Equipos Móviles SAFCI? R. Actualmente, por el tema económico no los tenemos. Lo que sí tenemos es una cooperación externa de Francia. Una partida que es un recurso mínimo con el cual pretendemos, de aquí a poco tiempo, poder lograr los afiches, trípticos y banners. Pero actualmente no tenemos ningún material de difusión, ni como equipos ni como proyecto de implementación. 5. ¿Cómo hacen conocer a la población que los Equipos Móviles SAFCI existen? R. Lamentablemente no tenemos nada. Prácticamente, los únicos que pueden difundir el trabajo que están realizando son ellos mismos, dentro de las áreas en las cuales se está interviniendo. Entonces, cuando hay asambleas, reuniones, eventos, talleres ahí la gente se va enterando que existen los médicos móviles, los especialistas SAFCI. El mes de octubre sacamos un spot publicitario que salió en dos canales de televisión, si no me equivoco, y cuñas radiales en ciertas emisoras. Pero es lo único que hemos difundido en el tema de quipos móviles y especialistas SAFCI. 6. ¿Esta difusión se la hizo con su propio presupuesto o con presupuesto externo? R. Presupuesto externo. Lamentablemente, el presupuesto que se nos asigna al proyecto de implementación no es mucho; entonces no nos da para poder adjuntarlo en ciertas partidas que tenemos para comunicación. Para el año, sí hemos trabajado en nuestro POA para tener cierto recurso económico y con el cual podamos elaborar este material de difusión y darnos a conocer; ya que es importante el trabajo que hemos ido realizando, como equipos móviles desde el año 2008. a.3. Entrevista a Sra. María Rasguido Coca (Directora General de Medicina Tradicional e Interculturalidad) 1. ¿Cuál es la función de la dirección general de medicina tradicional? R. La misión y visión de la Dirección es justamente fortalecer, promover la medicina tradicional, según la Constitución Política del Estado, los cuatro artículos que hay que promover y fortalecer. O sea que quiere decir mover y transmitir. Lo que nosotros siempre hacemos es recoger a todos los médicos tradicionales en todas sus diferentes especialidades, como: el sabio amauta, la partera, el naturista que sabe de la colección de plantas medicinales para diferentes patologías de enfermedad, la preparación en pomadas, en jarabes, en la preparación de mates para diferentes enfermedades. Entonces, eso es lo que nosotros trabajamos con ellos. Hacemos también intercambio de los diferentes saberes de experiencia. Cuando hacemos talleres, exponen toda su sabiduría. Eso creo yo que es para poder conocer y diagnosticar, digamos, cuál médico tradicional o cuál partera tiene más conocimiento y una especialidad más grande. Eso pensamos: que en el futuro puede fortalecer con esa carrera y enseñar a los demás. Porque la medicina tradicional está queriendo perderse, porque creo que algunos indígenas ya no quieren saber lo que es la medicina tradicional ni hablar en su propio idioma. Tienen vergüenza. Incluso, estamos haciendo algunos manuales de funciones y no simplemente hacer un intercambio de saberes. Lo que hacemos es llegar a todos, de rincón a rincón, en todos los departamentos que existen, recogiendo a todos los médicos tradicionales en sus diferentes especialidades. Hay hueseros que arreglan huesos rotos con parches y con diferentes medicamentos. Porque también son de diferentes especialidades. La medicina tradicional no existe en la yerba. Existe en los tres pisos ecológicos que son: los minerales, las aves y las plantas. Por eso que nosotros siempre trabajando con ellos, recogemos todas esas especialidades y haciendo un documental de estrategias de comunicación de la medicina tradicional. En eso estarán todos los informes de la gestión que nosotros hemos asumido. En este cargo se puedan transmitir todo lo que hemos avanzado. Entonces, nos evaluarán las autoridades y, evidentemente, es justo y necesario lo que se está avanzando. No todo es según los conocimientos que nosotros hemos tenido y tenemos que desarrollar en todos los trabajos que se tiene, pese a que nosotros no prevenimos de un monto x, en la Dirección de Medicina Tradicional. Sin
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embargo, estamos haciendo gestión. Estamos transmitiendo esto a todos. ¿Y por qué no transmitir a nivel mundial? Porque Bolivia es un país rico que ha mantenido todas sus culturas. También se tienen que dar los conocimientos y las riquezas en Bolivia, para que otros países puedan recopilar todos sus conocimientos y hacer un esfuerzo por la salud más que todo. Porque, en realidad, todo lo que es medicina tradicional es natural de la tierra. Lo que no ha dado la naturaleza para toda curación. Entonces esa es nuestra meta. En el tema del parto: es prevenir la muerte materna y de los recién nacidos. También cuidar y darles algunas capacitaciones a las parteras para prevenir la muerte materna donde no hay médicos (prevenir la muerte y salvar vidas). Una de las dificultades que también tenemos está en el punto presupuestario, porque algunos nos tienen como si fuéramos médicos particulares, porque no tenemos la ley de la medicina tradicional; esta ley está en camino ya se ha elaborado. Pero hay algunas falencias, porque algunos viceministerios se oponen y esperamos que cuando tengamos la ley en mano vamos a exigir poner en marcha la articulación de las dos medicinas. Porque si no entran también los médicos tradicionales no hay un sistema único de salud. Para eso justamente tenemos que articularnos ambos sea profesional o no y trabajar en conjunto. Hay una ideología diferente a los saberes y culturas que tenemos en los pueblos indígenas originarios. Porque diferente será que debemos ambientarnos a todo esto nosotros y podernos comprender: las dos partes trabajarían en conjunto para salvar vidas. También hay que reconocer que en la parte académica hay también cuatro patologías de enfermedad y en la tradicional también son cuatro. Entonces hay que ver de que previene la enfermedad, del frio del calor y otras falencias que existen, por eso hay que hacer un análisis y hay muchas cosas que hay que hablar. Antes de la existencia de la medicina académica, los médicos tradicionales sabían cómo curarnos; incluso han ido a Panamá a curar la enfermedad de la malaria. Ahora es recopilar todos esos conocimientos para que nuestra juventud no se olvide y en las futuras generaciones aprendan lo que ha sido la cultura. 2. ¿Cuáles son las cuatro patologías que identifica la medicina tradicional? R. Las cuatro que existen son por el tema del frio y calor y las más relevantes son dolor de estómago por la mala alimentación, también por el tema del ajayu: cuando el humano pierde parte de su alma, que amerita una enfermedad. Porque el humano no quiere comer, solo dormir. Su organismo no funciona bien. Su cuerpo se enfría. También por el tema de ser agarrado por unos malignos donde se trauma la persona y se debilita. Por eso el humano se vuelve loco, porque no está completo; por eso el médico tradicional debe curarlo. Como dirección y viceministerio debemos hacer normas de diferentes patologías. El año pasado hicimos la atención de los pacientes, el costeo. Cuanto de aquí a un tiempo se articule ¿cuánto será el costo de la atención de cada patología, de la enfermedad de los médicos tradicionales? Esto ya se ha hecho pero no se publicará hasta que se apruebe la ley. Necesitamos gente que tenga conocimientos para que pueda ayudar a hacer estos documentos. 3. ¿Anteriormente habló de un documental ¿cuándo cree que pueda salir ese documental y cuál es el objetivo? R. De las estrategias comunicacionales tengo un consultor que está elaborando los avances: desde el momento que hemos asumido y algunos afiches. Un libro que va a salir y se va a transmitir por medios radiales -Cadena A- para que la población de los nueve departamentos se entere: qué es lo que está haciendo la dirección y el viceministerio. Lo que hay que transmitir de las enfermedades patológicas que hay en la población y cómo se realiza la curación de los médicos tradicionales. Creo que a mediados de febrero ya estará. Nuestra meta es utilizar el internet para publicar al exterior y que conozcan qué estamos haciendo, esa es nuestra meta. 4. Hasta la fecha ¿qué métodos de comunicación ha utilizado la dirección para dar a conocer a la población el material que se ha elaborado? Como afiches, spots, transmisión de mensajes por la radio… R. Realmente no se ha transmitido por cuestiones de recursos económicos, porque esto cuesta. Pero la OPS ya ha creado un internet para poder transmitir. También nos ha ofrecido PRODECO (Proyecto de Desarrollo Comunitario, trabaja solo en Sucre), que ya tiene un internet que nos va a permitir publicitar -en una página webtodo lo que estamos avanzando. Esperamos que se haga realidad en los canales TV y radios nacionales, para que la población se entere de todo lo que es la medicina tradicional.
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5. Hasta el momento ¿no se ha publicado nada? R. No, no se ha publicado nada. Estamos apagados como si no hubiéramos hecho nada. Pero es poco tiempo. Porque si vemos la medicina académica cuántos años tiene, y a la medicina tradicional, se han olvidado y la han puesto en un rinconcito. Más bien que se ha creado este viceministerio. Desde que yo entré este viceministerio tenía que cerrarse. Más bien las organizaciones sociales y el presidente han recordado que podemos trabajar. Esta dirección es de la Confederación Nacional Bartolina Sisa. 6. Esta dirección ¿realiza ferias, asambleas, reuniones referentes a la medicina tradicional para buscar cooperación internacional? R. Hacemos ferias nacionales complementando la medicina académica. También hacemos ferias departamentales, como en Potosí participaron los 40 municipios. Entonces los alcaldes, SEDES y la prefectura ya tienen presupuestado en su POA para la medicina tradicional, para promover y fortalecerla. 7. ¿En algunos hospitales ya están posicionados los médicos tradicionales y trabajan conjuntamente con el biomédico? ¿Qué opina usted de eso? R. Tenemos 10 parteras que están articuladas en los centros de salud. En Sucre tenemos tres parteras que trabajan como consultores. En Pelechuco tenemos por el municipio donde trabaja una partera, un naturista y un médico tradicional. En El Alto también tenemos parteras que están trabajando ad honorem o sino a veces paga el paciente y no el Estado. En Patacamaya también cuatro parteras que tampoco cobran. Yo creo que si las parteras estarían distribuidas, sería para la posibilidad de disminuir la muerte materna. Esto es porque ellas saben hablar en sus dos idiomas. Es ganarse la voluntad del paciente. Conocemos sus usos y costumbres y preguntamos la manera que quieren ser atendidas. Algunas no quieren ir al hospital porque dicen que los médicos parecen almas que siempre están vestidos de blanco y que van a morir. Las parteras ya están cansadas de trabajar gratis y ya no quieren ir a atender a los pacientes. En realidad se arruinan los ojos. Cuando atiendes el parto la sangre que fermenta y, cuando nace, te quema y te vuelves ciego con el tiempo. 8. ¿Usted que ha tenido experiencia como partera? ¿Tuvo algún caso serio que implicaba muerte? ¿Qué hizo? ¿Llevó a la paciente al hospital o cómo la curó? R. Antes no había hospitales cercanos, entonces salvaba a lo que yo podía. En caso de retención de placenta, la recomendación es no hacer quemar la comida, ni planchar, ni cargar comidas quemantes. Porque la placenta se cuela como plancha. Entonces, por ese motivo, las pacientes se hacen hacer raspajes y demás. Entonces hay que prevenir y dar educación a las embarazadas. 9. ¿Cómo deben cuidarse? R. No deben manejar cosas pesadas, no hacer quemar la comida. Porque si se quema la comida la placenta también se quema. La placenta en la espalda y, por retención de placenta, se tiene que hacer raspaje. 10. ¿Cómo da las indicaciones prenatales? R. Desde el mes de embarazo les doy indicaciones y que la persona es muy frágil. Y que ella es como tierra virgen, porque es el primer fruto que va a tener. Entonces tiene que alimentarse, comer cosas nutritivas: sopa y líquido. Cada mes ver cómo está el niño, si crece o no. Y qué dificultades tiene el niño además de alimentarse con la comida de la región. Alguna vez me ha tocado varios partos hasta de muertos. Una vez, por el susto, me ha tocado atender a una señora que estaba el niño muerto. Y después que yo fui a tocar las venas de la paciente, le hice tomar mates para que se caliente y poder meter la mano por abajo con guantes y sacarlo al niño. Gracias a Dios, la paciente no ha muerto. Nosotros tenemos secretos para hacer votar toda la placenta y no hacer raspaje, sino hacer votar todas las astillas que quedan de la placenta. Porque si se queda, puede tener carne viciosa y cáncer. Este secreto no transmitimos, es secreto y de la naturaleza.
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11. ¿Cuáles son los proyectos que tienen como Dirección Nacional de Medicina Tradicional para el siguiente año? R. Tenemos proyectos: la Guía de Atención de las Parteras/os Tradicionales del Embarazo, Parto y Post-Parto. También un manual de función para parteras. Además de un cuadernillo de registro, tenemos la Sistematización de Información sobre Iniciativas y/o Experiencias de Capacitación en Medicina Tradicional y Diseño de una Propuesta y Herramienta de Capacitación para Parteras Tradicionales. Todo esto hay que normar. También tenemos la estrategia de comunicación, la articulación de medicina tradicional con ambas medicinas, que vamos a hacer imprimir al año. También lo que es la interculturalidad. La profesionalización de los médicos tradicionales para que tengan más conocimiento, con el Ministerio de Educación. También para que los hijos de los médicos tradicionales puedan tener más capacidad que ellos, con una escuela de intercambio de saberes que está postergado hasta el próximo año. En el tema de Saberes Ancestrales queremos que exista una escuela, para que este conocimiento pueda ser transmitido de generación en generación. 12. ¿Toda esta parte comunicacional -afiches, textos, libros y manuales- va a ser con su presupuesto o cooperación internacional? R. En realidad la dirección no tiene presupuesto. Lo que buscamos son los cooperantes que ponen su granito de arena para ayudarnos. 13. La unidad de asesoría de comunicación ¿respalda de alguna manera a la dirección de medicina tradicional en cuanto a mensajes comunicacionales? R. No, ellos no nos ayudan en eso. Nosotros solitos buscamos a los cooperantes para que nos ayuden. a.4. Entrevista al Dr. Fernando Romero (Director de Carrera de Medicina UMSA) ¿La facultad implementará la materia de medicina tradicional dentro del pensum del siguiente año? R: Al año, el 2013, tendremos el rediseño curricular de la carrera: vamos a incorporar todo lo que ayude a formar mejor a nuestros estudiantes; tenemos una medicina alternativa fuerte, es cultura nuestra. Entonces nuestro plan es que se incorpore como temas de debate y análisis y que la incorporemos como parte de nuestro plan de estudios. 2. ¿Entonces todavía no hay una garantía de que al año ya vayan a pasar la materia de medicina tradicional? R: El rediseño curricular sigue un proceso, tiene un diagnóstico de ver cómo está el estudiante, qué perfil tiene su formación. El rediseño también tiene que ver el mercado laboral, tienen que verificar las condicionantes sociales, culturales, políticas. Es un trabajo muy intenso, va a tomar unos meses; porque, a diferencia de cambiar materias y asignaturas, esto va mucho más allá. 3. ¿Elaboración de contenidos? R: Sí y justificar sobre todo el proceso, el porqué, el para qué. El nuevo plan tiene que ir a muchas instancias para que se apruebe en la universidad. A cada instancia hay que explicarles, porque incorporamos medicina alternativa o fisioterapia del dolor. Todo sigue un proceso y el año que viene vamos a estar atascados en ese proceso. 4. ¿En el aspecto comunicacional, cómo harán para que los nuevos estudiantes sepan que ya está implementada esa materia en la carrera? R: En la primera fase trabajamos en condición de todos los cursos, donde estudiantes y docentes harán un análisis, aportes y consideraciones al respecto. Luego de que se apruebe naturalmente, por obligación tenemos que explicarles a todos los cursos cuál es el nuevo plan. Esto incluye medicina alternativa. Ese es el sistema de difusión interna que tenemos. 5: ¿Y para la selección de los docentes? R: El docente viene de acuerdo al contenido de la asignatura. No tenemos docentes de medicina alternativa en este momento. Entonces se dirá: “Esto vamos a enseñar”. El docente tiene que tener ciertos requisitos. Entonces se da una convocatoria pública abierta y vendrán los docentes nuevos que trabajen con nosotros.
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a.5. Sondeos a los biomédicos Respuestas a la pregunta ¿Qué opina de la medicina tradicional? Dr. Eduardo Sagárnaga (Reumatólogo) Me parece un retroceso creer en la medicina tradicional en estos tiempos, tanto avance de la ciencia y querer volver a las hierbas y los ritos que no ayudan en nada a los pacientes, es un retroceso. Con esta supuesta “medicina” no se diagnostica enfermedades y menos se las puede curar. Digamos que los alimentos naturales pueden ser complementarios en la dieta, pero de ahí a ser un medicamento, para nada. En el caso de las enfermedades que veo en mi especialidad, existen algunas hierbas y medicamentos que son paliativos pero en una mínima proporción puesto que la real cura se la da con medicamentos que son analizados científicamente. No se puede “experimentar” con el tratamiento al diagnosticar una enfermedad y la medicina tradicional cae muchas veces en eso justamente. Dr. Joseph Mendoza (Médico general) Dentro la teorización de la biomedicina se lleva medicina tradicional como parte de la historia de la medicina general. Desde mi punto de vista, creo en los atributos de la medicina tradicional, sin embargo, por mi formación académica no la recomendaría ni la reemplazaría por la biomedicina. En todo caso pasaría a segundo plano. La medicina tradicional en Bolivia, sobre todo se la aplica en el altiplano, donde existe rechazo a la biomedicina y muchas creencias antiguas. En esos lugares, como Curva – Charazani, primero acuden a un médico tradicional o se automedican y si no da resultado recién van al médico occidental. Muchas veces se dan complicaciones o retrasos en el tratamiento de una enfermedad y los médicos tradicionales terminan derivando con urgencia a sus pacientes a otro médico. Los médicos tradicionales son autodidactas generalmente y no hacen muchos estudios científicos; sin embargo, se debe hacer una introspección de sus inquietudes. En todo caso, su mayor aporte está en el campo psicológico, porque dan al paciente seguridad, tranquilidad y le quitan el estrés de la enfermedad, pero las patologías en sí, no pueden manejarlas muy bien. Dr. Mario Sánchez (Psiquiatra) Sinceramente, en cuanto a la medicina tradicional tengo el siguiente criterio: no es medicina en sí y no tiene utilidad en temas biológicos pero sí en temas funcionales y mentales, donde no priman mucho las investigaciones científicas y no hay otras bases como las sugestiones. Mucho también depende de su importancia de acuerdo a los valores culturales o el influjo en ese tipo de problemas más profundos como los neuroquímicos. Los resultados de la medicina tradicional no siempre son muy buenos en los diferentes tipos de intervención, algunos pueden ser de utilidad en función a la enfermedad que tiene el paciente. La formación que tienen los que practican esta medicina sirve para hacer intervenciones psicológicas. En algunos casos dan resultados, pero en otros son necesarias la intervención terapéutica de los médicos y también la aplicación de medicamentos. En cuanto a la salud mental, yo creo que la medicina tradicional tiene mejor resultado debido a los aspectos psicológicos. Actualmente, la psiquiatría comunitaria, por ejemplo, está siendo incorporada en diversos lugares como el Brasil, porque se han dado cuenta en las personas que los rituales y otras formas de sugestiones son útiles en la curación, la rehabilitación y la reinserción social. Sobre el hospital kallawaya, me parece un exceso y no es cuestión de llegar a un reduccionismo. La medicina tradicional sí puede ser un agregado. Puede ser incorporada para que sea complementaria, siempre y cuando se comprueben los atributos de los medicamentos y tratamientos. En síntesis puedo decir: no creo en la medicina tradicional, pero la respeto. Dr. Eduardo Imaña (Cardiólogo) Tengo dos criterios al respecto:
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Existen medicamentos que se elaboran en base a yerbas y otros compuestos que tienen buena acción en los pacientes. Los médicos tradicionales se aprovechan de la ignorancia del pueblo para lucrar, porque un medicamento no puede servir para tantos órganos y enfermedades. La medicina tradicional es útil en algunos casos para quienes no tienen acceso a la biomedicina, pero también existe un gran riesgo, porque no tienen base científica. Existen médicos que tienen mucha experiencia, pero no es lo mismo que contar con una formación académica y sólo actuar en base a los instintos, costumbres o tradiciones de las personas. La incorporación de médicos tradicionales en los hospitales es un tema contradictorio, de repente sería aceptable en los lugares, donde no se tiene acceso a la biomedicina, pero trabajar juntos es complicado en el sentido en el que no se puede hacer una interconsulta. Dr. Augusto Saavedra (Ginecólogo) La medicina tradicional para mí tiene su valor, pero muy limitado. Tiene valor, porque una parte de los fármacos que usamos se extrae y se los fabrica en base a plantas como la digoxina que es un cardiotónico. Se utilizan también plantas como la “Andrés Waylla” y se hace un emplasto con las hojas que se ponen a la piel como acción antiinflamatoria. La otra parte se debe a la acción física que a veces es benéfica para algunas dolencias, por ejemplo, usar un lagarto para heridas o dolores, porque el calor del reptil ayuda a ciertas mejorías. La medicina tradicional tiene un efecto limitado, porque si bien hay “profesionales” que tienen la farmacopea amplia en pócimas y hierbas que curan un poco de todo, los pacientes no resultan curados en gran parte y terminan asistiendo a los médicos occidentales. La medicina tradicional tiene un gran puntal en la autosugestión y los médicos que la practican y tienen como principal característica una gran habilidad verbal con la que crean sobre el paciente una especie de dominación con lo que convencen. La medicina moderna ha superado con creces a la tradicional que está más ligada a países tercermundistas y todo depende además del nivel cultural, tradiciones y costumbres de la gente. La biomedicina hace pruebas científicas con animales de laboratorio y de ahí salen los medicamentos que se califican y clasifican con requisitos y pruebas en personas para atraer efectos colaterales, la medicina moderna es la comprobada y es la que vale. En cuanto a enfermedades mentales, la medicina moderna sintetiza medicamentos que se ocupan del funcionamiento de la mente. No creo que existan medicamentos de la medicina tradicional que puedan incursionar para incursionar en la patología mental. Dr. Marcelo Castro (Urólogo) La medicina tradicional es una alternativa, porque toma recursos de la naturaleza como plantas, se debe tomar en cuenta como parte de un tratamiento, ya que el efecto farmacológico de las plantas sí existe pero no es definitivo. Considero que los médicos tradicionales están bien en algunas patologías, pero que no tengan procedimientos invasivos, porque como no tienen la suficiente formación se les puede ir de la mano, con eso me refiero a las cirugías. Sucede que la biomedicina está científicamente comprobada o sea desde administrar inyectables, algo que puede resultar peligroso con los médicos tradicionales. Creo que debería haber una institución que norme o sea… hasta qué punto pueden ir de la mano ambas medicinas. La biomedicina resulta ser menos riesgosa porque advierte de los efectos colaterales, en cambio en la medicina tradicional se va más a los poderes mágicos. En cuanto a la salud mental existe el efecto placebo con la medicina tradicional, porque mentalizan a los pacientes. Dr. Jorge Tejerina (Pediatra) La medicina tradicional tiene cosas buenas y malas, pero tiene más malas, porque el uso de las plantas sin
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ningún respaldo científico y los esquemas terapéuticos pueden ser sumamente peligrosos y hay algunos que podrían ser sancionados, porque no existe ciencia de por medio para ver los riesgos y beneficios. En el caso de la salud mental, ocurre lo mismo, se piensa que se dan curaciones, pero no existe asidero científico para los rituales o ceremonias que practican los denominados médicos tradicionales y recetan medicamentos, como la valeriana que no tiene ningún aval científico. Los que practican la medicina tradicional, capturan seguidores o pacientes porque aplican la sugestión y las personas que tienen fe en determinadas acciones y actitudes hacen caso a las recomendaciones de los curanderos; sin embargo, tarde o temprano se dan cuenta que los resultados no son beneficiosos. Dr. Jorge Carreón (Ginecólogo) Pienso que mientras la medicina tradicional no tenga base científica, sólo es tradición y puede ser peligrosa, porque sus resultados pueden afectar a las personas en lugar de curarlas. También, es peligrosa porque existen muchas enfermedades que requieren de mayor estudio y atención especializada, no solo actuar en base a conjeturas o realizar ritos que sirven para todo y nada. Los médicos tradicionales pueden tener aciertos en cosas muy simples, pero no tienen bases científicas y eso demuestra que sus acciones pueden resultar poco útiles para la gente. Los instrumentos, las plantas y los ritos que utilizan para las curaciones, pueden empeorar a los pacientes y, en lugar de ser un paliativo, suman males y generan complicaciones en cualquier enfermedad. Dr. Luis Requena (Traumatólogo) Como profesionales en medicina, si bien “toleramos” el uso de hierbas y otros medicamentos, estamos conscientes que mucho tiene que ver con los mitos, por ejemplo el uso de plantas como la manzanilla que es antiinflamatorio y puede resultar en muchos casos; sin embargo, mucho más allá de ello, también tenemos experiencias con otras plantas como la “chirca”, que, en el caso de traumatología, causa muchos perjuicios porque su uso puede ocasionar lesiones dérmicas y como profesionales que tenemos base científica no podemos aceptar esto. La biomedicina está basada en la evidencia y, por ejemplo, si existe una fractura, tendremos una conducta ortopédica similar con la medicina tradicional; además nuestra cultura e idiosincrasia nos lleva a acudir primero a lo natural y después recién al médico. Sin embargo, de allí a permitir que un médico tradicional se haga cargo de esto sería una falta de responsabilidad. Adicionalmente, no se puede crear dualidad de funciones. En El Alto vemos muchos médicos tradicionales, incluso hay lugares donde los partos los ven médicos tradicionales con la asistencia de médicos ginecólogos, eso parece estar bien, en algunos casos. En el caso de traumatología y suponiendo un caso de fractura es imposible que tratemos con hierbas, tenemos otros tratamientos y medicamentos. Rodolfo Dorado (Neurólogo) Podemos encontrar en experiencias y libros datos que parecen avalar el uso de determinadas técnicas de la medicina tradicional, como ser la acupuntura, yoga y otras técnicas que llegarían a ser en todo caso complementarias a la biomedicina, pero en ningún caso podemos hablar de una sustitución. La biomedicina está basada en la certidumbre, porque se hacen pruebas científicas, que garantizan la seguridad en cuanto a calidad y buenos resultados. En cambio, la medicina tradicional se basa en la fe de los que la tienen o sea convicción que algo puede resultar. En el caso de la neurología y otras especialidades no se puede jugar o adivinar y algunos medicamentos pueden ser dañinos o mortales si no se tiene una asistencia adecuada.
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Los países aún en desarrollo, usan medicamentos y técnicas alternativas tradicionales que ayudan, pero no es algo completo. En todo caso, habría que pensar en algo complementario que se integre, aprovechando conocimientos de ambos sectores. a.6. Entrevista a pacientes del CIES Los pacientes entrevistados indican que el servicio de salud bajo la medicina occidental, en su mayoría es bien atendida, ya que los doctores explican la enfermedad y que se debe asistir a tiempo para mejorar la salud y no a última hora. En cuanto al espacio terapéutico, los pacientes afirman haber consumido plantas medicinales obtenidas en el herbolario; se trata de tomas medicinales en infusiones para los males simples como son los dolores de estómago, tos, fiebre, etc. Manifestaron que conocían la medicina tradicional por la familia o recomendaciones de algunos familiares. Los pacientes señalan que no les agrada estar enfermos, esperan recuperarse pronto, ya que sin enfermedades complicadas tratan de establecerse lo mejor posible con sus familias y las personas. Consideran que la enfermedad –en la cosmovisión andina– no es atribuible a eventos naturales. Todos los pacientes tienen conocimiento de la medicina tradicional no más que referida a la herbolaria. De ahí que no estén bien informados sobre el personaje kallawaya, aunque sí escucharon hablar de él y saben de su existencia. Ellos acumularon conocimientos del uso de algunas hierbas, en su mayoría, gracias a sus antepasados. Hoy, reproducen la práctica de tomar medicina natural en algunas infusiones, también dan a conocer que es buena y que cura algunas cosas y en otras solo las calma. Los entrevistados atribuyen sus enfermedades a la contaminación ambiental y pobreza en alimentos; así como al stress o factor genético. Ninguno de los pacientes menciona que la enfermedad es por hechicería, pérdida del ajayu, susto u otro similar. Los pacientes manifiestan su agrado hacia la medicina natural (herbolaria), pero, con respecto a los yatiris no. El 80% de aquellos acudirían a la herbolaria y, en contraste, el mismo 80% más el 10% no asisten a yatiris, curanderos, etc. La población estudiada hace notar que tiene una percepción más ligada a la medicina occidental, porque la considera buena, efectiva e importante. Seguir un tratamiento ordenado es lo más óptimo, aunque sea costoso. En cambio, la medicina tradicional es valorable hasta cierto punto para aliviar la enfermedad, sobre todo, por su bajo costo. Los entrevistados arguyen que las personas de ahora no tienen mucho conocimiento acerca de la medicina tradicional; si bien consumen mates de hierbas, esto no es más que por influencia de los familiares. A pesar de ello, la gente joven prefieren farmacia y auto medicarse con medicamentos occidentales; mientras que la gente mayor acude más a la herbolaria. a.7. Entrevistas en el Hospital de Clínicas: Sección de Gastroenterología De acuerdo a las entrevistas efectuadas a enfermeras, los conceptos que se manejan en enfermería no dejan de llamar la atención: por una parte hay coincidencia en expresar que cierta tendencia es a favor de la automedicación bajo los consejos familiares. Por otra parte, se cree en la medicina tradicional como herencia cultural de los abuelos y padres. No obstante, en casos de la enfermedad avanzada y no curable por la medicina natural, la gente acude a la atención de la biomedicina o medicina occidental. Además, las entrevistadas señalan que el curandero es el brujo que se encarga de curar las enfermedades con rituales, en tanto que el naturista sana con plantas medicinales. En consecuencia, se afirma que generalmente se cree poco en los médicos tradicionales.
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Los estudiantes de medicina, residentes del Hospital gastroenterología, consideran que la medicina tradicional a veces es buena, barata y fácil de conseguir; pero, aclaran, que aquella no cuenta con tratados basados en la evidencia. A diferencia de ello, la biomedicina implica mayores costos, pero es más confiable, porque cuenta con muchos estudios y se basa en protocolos que posibilitan que se pueda confiar en sus prácticas. Lo negativo de la biomedicina, estaría en el hecho de que muchas personas abusen de los medicamentos y, a pesar de las recetas médicas, la utilización de éstas en otros casos similares que eluden la consulta médica. El personal de limpieza señala que se acude a los hospitales o centros de salud para recibir la atención en casos de enfermedades, sobre todo, porque se cuenta con seguro médico y, en consecuencia, pueden cubrir los costos. A partir de esta situación, expresan no confiar en los curanderos, pese a que tengan herencia y tradición familiar. En lo que concierne a sondeos a los pacientes, estos indican que, en casos de algún malestar o enfermedad, inicialmente recurren al auxilio de la medicina tradicional, porque sostienen que es “más sana y económica”. En segunda instancia, acudirían a los hospitales o centros de salud con el fin de recuperar la salud con el empleo de la biomedicina, aunque la mayoría no comprende las explicaciones científicas que brindan los médicos sobre la enfermedad. Según la entrevista a los médicos del Hospital de Clínicas, los mismos indican que primero recurren a la automedicación, luego al tratamiento médico. Si bien, aceptan que una mayoría de los medicamentos derivan de alguna forma natural, ejemplo, los digitalices de la digital purpurea –planta herbácea de la familia de las escrofulariáceas, cuyas hojas se usan en medicina–, aún se insiste en que los medicamentos sintéticos son mejores que los otros. Con relación a los métodos naturales, estos serían considerados efectivos por parte de los pacientes, pero desconocidos por la biomedicina. Se constata que una mayoría de los biomédicos no está de acuerdo con la aplicación de la medicina natural, pues, se sostiene con firmeza que la intervención de la biomedicina es muy necesaria, sin importar su elevado costo. Sin embargo, los familiares de algunos médicos se curan con el apoyo de la medicina natural. Los biomédicos están conscientes de que la herbolaria –parte de la botánica aplicada a la medicina– contribuye de forma admirable al esfuerzo del ser humano para lograr su supervivencia, puesto que gran parte de las plantas que se utilizan no sólo son curativas, sino también alimenticias y purificadoras del cuerpo humano y el medio ambiente. a.8. Entrevistas sobre la salud mental A nivel departamental, la salud mental no tiene la importancia que debería tener, por ejemplo, de parte del Servicio Departamental de Salud (SEDES) no se promueve campañas de promoción y prevención de la salud mental. A nivel del municipio paceño, con la creación de los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIMS), donde trabajan abogados, trabajadores sociales y psicólogos, los principales problemas que se atienden tienen que ver con la violencia intrafamiliar, psicológica y sexual. Con relación a estos problemas, los profesionales de la psicología trabajan principalmente de contención y relevamiento de informes ante autoridades judiciales. Gabriel Rolón, psicoanalista argentino, en su libro Encuentros el lado B del amor, afirma: “En la antigua disputa existente entre el cuerpo y la mente, la salud parecía haber quedado exclusivamente del lado del cuerpo, en tanto que el sufrimiento psíquico había sido desplazado al territorio de la soledad al «arréglatelas como puedas»”. Por un lado, eso de “arréglatelas como puedas”, parece estar sucediendo en nuestro país, ya que no existe una política nacional de salud mental que beneficie a la mayoría de la gente que, según datos de la OMS, más del 25% de la población mundial padece algún trastorno mental o conductual, afectando en mayor o menor medida a la dinámica de su entorno familiar, social y comunitario. Por otro lado, toda persona que sufre de una enfermedad o trastorno mental en nuestro medio, corre el riesgo de ser discriminado y estigmatizado como loco, debido a la insuficiente información y falta de promoción por parte de las autoridades en materia de salud.
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Los establecimientos de salud mental que cuentan con profesionales, como psicólogos y psiquiatras, están en el eje central del país y que corresponden a un tercer nivel de atención al público. Al respecto, podemos mencionar que, en la ciudad de la Paz y El Alto, existen la Caja Nacional de Seguridad Social (CNS) y el complejo hospitalario de Miraflores, más conocido como Hospital de Clínicas. De acuerdo a la información proporcionada por Ximena Castro, psicóloga del Policonsultorio 9 de Abril, trabajan en las diferentes dependencias de la Caja Nacional de Seguridad Social de la ciudad de La Paz cinco psicólogos: “Trabajamos cinco psicólogos dentro de los que es la caja el materno infantil, este policlínico (9 de abril), el hospital Luís Uria, el geriátrico y el psiquiátrico de la caja también tenemos actividades de interacción en colegios, empresas y ferias”. Según la entrevistada, los problemas que presentan la mayoría de los pacientes derivados al consultorio tienen que ver con problemas relacionados a la depresión y ansiedad, seguido de parafilias y de trastornos de adicción y dependencia. Asimismo, señala que la mayoría de los pacientes que asisten a la consulta, no lo hacen por voluntad propia, sino porque son referidos por los médicos del policonsultorio. “Existe todavía una aversión al psicólogo porque la gente piensa que al psicólogo solo asiste el “loquito” así que en su mayoría no asisten por cuenta propia, ya que también nosotros nos manejamos bajo notas de transferencia, el paciente debe portar su hoja de transferencia para que pueda ser atendido por la misma burocracia con la que se maneja la caja, Por otro lado debes tomar en cuenta que los médicos que derivan al psicólogo son los más jóvenes porque existe una apertura, mientras que los más antiguos no nos consideran en cuanto a nuestra intervención, perdón la palabras pero si los antiguos nos derivan es como que piensan más que todo con los ancianos mucho jode le derivare al psicólogo digamos… pero como te digo con los médicos jóvenes si existe apertura a derivar o transferir al psicólogo”. Según Castro, otras actividades que realizan los profesionales psicólogos en la CNS, tiene que ver con la prevención y promoción de la salud mental. “Desarrollamos actividades de capacitación como cursos de prevención en los diferentes pisos con los pacientes en espera más que todo para promocionar lo que es el área de salud mental, Con el colegio Perú de aquí de la Aspiazu hemos tenido talleres tanto con los alumnos como con los padres y en las ferias que se realizan dos veces al año también bajo las temáticas de depresión, ansiedad, violencia familiar, etc”. Estas actividades que realizan los psicólogos de la CNS, responden a iniciativas propias de la institución, pues favorecen a los asegurados y beneficiarios de la Caja y algunos colegios de la ciudad de La Paz, sobre todo, mediante la realización de talleres dirigidos a las familias. Percepciones de psicólogos y psiquiatras sobre las prácticas de la medicina tradicional en salud mental Para conocer las percepciones de los profesionales de la salud mental sobre los agentes y prácticas que tiene la medicina tradicional en el tratamiento de las enfermedades mentales, se realizó entrevistas con psicólogos y psiquiatras que trabajan en establecimientos de salud en la ciudad de La Paz. Según la entrevista realizada al psicólogo, Lic. Urquidi, sobre estas prácticas, nos proporciona las siguientes respuestas: “Hemos visto pacientes que han pasado por el chaman, por el brujo, el yatiri, del campo, de la selva, del monte, los cuales, sin conocer la estructura ni el tipo de personalidad, han realizado algunos rituales que han aumentado la productividad delirante, y psicótica del paciente a tal punto de que ha sido un tanto complicado controlarlos, en otros casos han generado otro tipo de conflictos sociales y familiares, hay casos en que se piensa que el retraso mental y la epilepsia seria causado por posesiones demoníacas, entonces eso también son pensamientos que la gente genera, pensando que la medicina tradicional puede liberar a estas personas de esa posesión demoníaca, hacen algunos rituales que más que ayudar han aumentado el cuadro. Pero no vamos a descartar que haya que darle un beneficio de la duda a algunas cosa”.
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“Muchas veces han venido pacientes, después que tuvieron tratamientos con perro muerto, gato muerto…les han…mantenido amarrados en el campo, fundamentalmente en las áreas tropicales de La Paz; a tal punto que han venido acá totalmente desorientados, casi al borde…ya no solamente de una enfermedad mental, sino ya al borde de una enfermedad crónica, física”. Por otra parte, de acuerdo a la entrevista efectuada al psiquiatra Rodolfo López, sobre la fusión de la medicina tradicional con la biomédica en el tratamiento de las enfermedades mentales expresa: “Depende de qué tipo de enfermedad, por ejemplo, en esquizofrenia, no creo porque muchas veces ya han ido a los curanderos, han hecho una serie de cosas, han gastado mucho dinero y no ha habido resultado, luego, recién vienen acá. Algunos médicos tradicionales, algunos como yatiris y curanderos, les dicen: esto no es para mí, es para el hospital, vaya al médico. En algunos casos, cuando ya está grave, ya no se puede fusionar, excepto en trastornos psicosomáticos, los trastornos nerviosos, leves, los cuales pueden responderse con valeriana, yerbas, a tés, mates y cosas para dormir”. Según otro psiquiatra, el Dr. Mario Sánchez, con relación a la medicina tradicional y salud mental, nos proporciona las siguientes opiniones: “Los resultados de la medicina tradicional no siempre son muy buenos en los diferentes tipos de intervención, algunos pueden ser de utilidad en función a la enfermedad que tiene el paciente. La formación que tienen los que practican esta medicina sirve para hacer intervenciones psicológicas. En algunos casos dan resultados pero en otros son necesarias la intervención terapéutica de los médicos y también la aplicación de medicamentos”. “En cuanto a la salud mental, yo creo que la medicina tradicional tiene mejor resultado debido a los aspectos psicológicos. Actualmente, la psiquiatría comunitaria por ejemplo está siendo incorporada en diversos lugares como en el Brasil, porque se han dado cuenta que en las personas los rituales y otras formas de sugestiones son útiles en la curación, la rehabilitación y la reinserción social. En síntesis puedo decir: no creo en la medicina tradicional, pero la respeto”. a.9. Sondeo sobre tratamientos médicos Según el sondeo que se llevó en la ciudad de El Alto, bajo el tema: “Análisis de Salud Biomédica, tradicional y espiritual por la Técnica ZOOP y FODA”, la información se traduce en términos de escala porque “se ha formado alianza entre los tres tipos de salud”, es decir, en ascendente (o de pirámide) de salud biomédica (base), tradicional (punto medio) y espiritual (cúspide). Esta escala resulta un tanto contradictoria en su orden desde el punto de vista de los pacientes que tienen la oportunidad de utilizar la biomedicina. Los pacientes apelan a la biomedicina, como también a la medicina tradicional. Al respecto, tenemos las siguientes versiones: “Sólo en caso de dolor insoportable o malestar se recurre ante el médico clínico, cuando la medicina tradicional ya no hace efecto”. Además, se añade: “Sin embargo ninguno de los participantes expresa total confianza en el tratamiento, muchos aluden al tamaño reducido de la tableta como un factor que le quita credibilidad al supuesto efecto de esta”. En cuanto a la internación de los pacientes, varios sostienen que: “(…) no cambia mucho el panorama, siendo que el maltrato se intensifica con la falta de información apropiada o la falta de sensibilidad de los médicos al comunicar algo importante, sumándose a esto el maltrato de las enfermeras y la incomodidad de los ambientes y la mala alimentación”. Más aún: “Por otro lado, se ve en peligro en el sentido de que los médicos no ofrecen un buen trato y discriminan a los adultos mayores; en este aspecto, se mencionan también el mal uso de medicamentos, caducos e ineficaces, la existencia de buenos tratamientos y las carencias económicas que dificultan la buena salud”. En ese sentido, se agrega que los adultos mayores manifiestan su preferencia por la medicina tradicional, con el consumo de infusiones de hierbas, el masticado de hoja de coca: “y, en última instancia el uso de animales” (brujerías y maleficios). “En otros casos no se acude al médico ni directamente a naturalistas que recomiendan estos productos”.
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También cita la proliferación de personas que ofrecen remedios naturales, pajpakus, sólo para embaucar a los pacientes. “La cúspide de las pirámide jerárquica se enfoca principalmente al aspecto de la fe; siendo ésta la que determina el éxito o fracaso en cualquier alternativa en tratamiento por la que se opte. Este plano espiritual es motivante y esperanzador incluso para iniciar un determinado tratamiento, depositando ya sea en una pastilla o en un mate un fuerte componente efectivo-emocional, por tanto psíquico”. Otro rasgo, se menciona el pecado y la pena como causante de una enfermedad o factor que exacerba la misma: “pero el plano espiritual es a la vez consolador, ya que se atribuye cualquier procedimiento negativo, pérdida o empeoramiento a una entidad superior que se halla fuera del control de uno mismo lo que pueda reducir la culpa o sufrimiento y jugar un papel importante en el duelo”. “La jerarquía y las alianzas se fundamentan en el hecho de que los adultos mayores proponen crear tratamientos donde trabajen de manera conjunta tanto los médicos tradicionales como los naturistas que utilizan hierbas, haciendo una diferencia en que existen buenos médicos tradicionales, por lo general de sexo femenino, que pueden realmente tratamientos efectivos para obtener la salud”. También se menciona el “conocimiento del cuerpo”, la autoestima y lo espiritual como factores favorables a la buena salud. “Imaginarios en Salud Mental Hospital Holandés” es otro trabajo dirigido a recoger el pensamiento de pacientes con relación a la atención sobre salud, sus preferencias y confianza adquiridas en ello. Una mayoría de las personas conoce la medicina tradicional y la biomedicina, escogiendo ésta última por ser más efectiva para su curación. Sin embargo, expresan que utilizan las plantas medicinales cuando sienten molestias estomacales, biliares o fiebres, porque los gastos económicos (entre 3 y 10 Bs) les permiten acceder. Cuando el nivel de confianza es reducido en los medicamentos naturales, se da preferencia a la consulta con un biomédico (con gastos de 30 a 100 Bs), que les recetará medicamentos más respaldados y seguros. De acuerdo a los puntos obtenidos con el método ZOPP, las problemáticas planteadas por el grupo de trabajo fueron la mala infraestructura, apatía, atención inadecuada y negligencia médica. Estas fueron las que más repercutían en la población, se englobaron dentro de lo que fue la atención inadecuada por personal médico y mala infraestructura. En cuanto a las relaciones humanas, el personal de los hospitales no atiende con calidad humana y hace que se genere una mala imagen de quienes se suponen deben velar por la salud de la población. Por lo que se debe mejorar la atención y reducir la negligencia médica, ya que los errores humanos producen graves consecuencias, sea por una mala praxis, debido a la formación deficiente en el área de salud, sea por mala infraestructura y carencia de equipos que son necesarios para brindar una atención adecuada, incluso por falta de recursos económicos que provoca grandes deficiencias, hace que personas de escasos recursos no puedan acceder a una atención de calidad. En consecuencia, bajo el análisis del ZOOP, la problemática gira en torno a lo que es una mala infraestructura carente de recursos y la falta de personal capacitado. La cuestión está en proponer cómo se tiene que brindar una atención de buena calidad y la necesidad de una formación integral del personal médico, tomando en cuenta la visión de cambio y mejora en lo que se refiere a los servicios de salud y la buena vida humana. b. Análisis de las entrevistas realizadas a los agentes biomédicos Teniendo la información de respuestas dadas mediante las entrevistas realizadas a distintas personalidades médicas, representantes institucionales, al mismo tiempo información derivada de ciertas observaciones directas de las prácticas médicas, lo que corresponde es entablar un análisis de los diversos elementos que tienen relación con las percepciones acerca de la salud, enfermedad y tipos de tratamientos médicos. A partir de ello, se trata de dar curso a los resultados del estudio y, a la vez, a las posibilidades de complementariedad de distintas prácticas médicas.
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Primeramente, es pertinente considerar la funcionalidad de la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI), ya que ésta es la instancia que promueve nuevas alternativas de beneficiar a la salud de la población, en el sentido de articular conocimientos biomédicos y saberes tradicionales en medicina natural, además de relacionar funciones de sus agentes médicos en determinados espacios y contextos socioculturales. De acuerdo a muchas expresiones, los especialistas que, en su mayoría, son biomédicos de SAFCI, constituyen el personal de planta de los establecimientos de salud. De tal manera, tienen la posibilidad de convivir con la población y relacionarse con las prácticas de la medicina tradicional de cada municipio. En esta condición, los biomédicos respetan los usos y costumbres de la medicina tradicional y tratan de interactuar con ella en beneficio de la comunidad. Por lo tanto, se podría decir que en los municipios de El Alto y La Paz, en los que actúan los agentes, se está dando relaciones de aplicación de conocimientos y saberes, sobre todo, en los diagnósticos y tratamientos de la salud y enfermedad. Los medios de comunicación que utilizan en la actualidad son las asambleas informativas, organizadas por los municipios, debido a que no cuentan con otro soporte, básicamente por falta de presupuesto. Mediante las asambleas se programan o anuncian los recorridos con la atención médica, por lo que es importante la visita a la familia, donde el médico conoce a la comunidad y ésta al médico. En cuanto a los Equipos Móviles SAFCI, dependientes del Ministerio de Salud y Deportes, actualmente cuenta con médicos denominados consultores en línea, los que no tienen un soporte comunicacional televisivo, radial o escrito en los distritos u poblaciones, donde se desempeñan. El único método de comunicación con el que cuentan es “verbal”, expresado en asambleas, reuniones, eventos, talleres, organizados por las autoridades. Los equipos móviles tienen un rango de acción domiciliario, por lo que sí tienen un contacto directo con las prácticas de la medicina tradicional utilizada en el área y en los domicilios donde se hacen las visitas biomédicas. Para el año 2013 y posteriores, se tiene previsto una reestructuración en el Presupuesto Operativo Anual para que se incorpore una partida comunicacional y se pueda dar a conocer la labor médica que realizan, respetando siempre las prácticas, costumbres y saberes de la medicina tradicional. En lo que refiere a la Dirección Nacional de Medicina Tradicional, esta instancia no cuenta con una unidad comunicacional, tampoco posee presupuesto para esta área. Para la elaboración de materiales y organización de eventos informativos, esta dirección hace gestión ante la cooperación internacional. A la fecha, se han elaborado dos textos “El Rol de las Parteras Tradicionales en el Sistema Único de Salud” y “Mapeo de Normas Sobre Salud Materna y Factores Culturales en Bolivia 1994 – 2010”, los que son utilizados como guía de ciertos procedimientos de los usos y costumbres de la medicina tradicional en Bolivia. El Rol de las Parteras Tradicionales en el Sistema Único de Salud, es un texto elaborado el año 2011 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con el apoyo de Salud Intercultural, Interculturalidad, Parteras Tradicionales, Medicina Tradicional, Salud Materna y Neonatal, Estadísticas, Políticas de Salud, Encuesta Nacional de Demografía y Salud Bolivia. Este documento tiene como objetivo, informar sobre el trabajo que desempeñan las parteras tradicionales y cómo han sido reconocidas o invisibilizadas a lo largo de los años en las políticas de salud de nuestro país. Este documento proporciona elementos de reflexión sobre la realidad en que viven la parteras en las comunidades alejadas, donde la inexistencia o limitada existencia de insumos médicos, tecnología adecuada y personal de salud, hacen que sea la única opción para las mujeres embarazadas en un momento tan especial en su vida, como es el parto, en el que cuidan de ellas, sus hijos, hijas y su familia. En este sentido, se espera aportar a la recopilación de las principales prácticas tradicionales, relacionadas con las actividades que desempeñan las parteras durante los períodos de embarazo, parto y post parto. La partera tradicional utiliza saberes que son transmitidos de generación en generación y están muy ligados a lo simbólico. Por ser parte de la comunidad, la partera, conoce, practica y respeta los valores culturales de su contexto.
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El Modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) prioriza la complementariedad entre la medicina tradicional y la académica. En este marco, las parteras, al igual que los médicos tradicionales, juegan un rol muy importante en la mejora de la salud materna. El texto Mapeo de Normas Sobre Salud Materna y Factores Culturales en Bolivia fue elaborado el año 2011 por el Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad, dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, con el apoyo técnico y financiero del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y Family Care International (FCI BOLIVIA). Este documento es un registro de la normativa de salud materna, basado en un informe analítico sobre los avances realizados y un anuncio de los aspectos que quedan pendientes. Sin embargo, es necesario indicar que el estudio se constituye en una evaluación de la efectividad que tienen los procesos normativos implementados. Las evaluaciones en el marco normativo, junto a los indicadores y estándares de calidad con enfoque intercultural, forman parte del proceso de complementación intercultural de los sistemas de salud. Es producto de un proceso constructivo realizado en base a las experiencias de prácticas de atención de salud materna, consultadas con profesionales de diversas áreas del Ministerio de Salud y Deportes, entre otros (ONG´S y Fundaciones), con miembros de la Mesa de Maternidad y Nacimientos Seguro y representantes de organizaciones de mujeres indígenas de Bolivia, que tienen el compromiso de contribuir entre todos a la construcción de un Sistema Único de Salud Familiar Comunitaria Intercultural. Comunicacionalmente, se tienen proyectados otros textos que serán socializados en todos los departamentos del país, además de la impresión y producción de materiales informativos referentes a los usos y costumbres de la medicina tradicional. Aquí se trata de la (a) Sistematización de Información sobre Iniciativas y/o Experiencias de Capacitación en Medicina Tradicional y Diseño de una Propuesta y Herramienta de Capacitación para Parteras Tradicionales; (b) Guía de Atención de las Parteras/os Tradicionales del Embarazo, Parto y Post-Parto, y (c) Documental informativo y de orientación, afiches y trípticos. Actualmente, no cuentan con ningún tipo de material comunicacional, sólo se utilizan el medio único que es la transmisión de mensajes de persona a persona. En cuanto a la Facultad de Medicina de la UMSA, en una primera instancia se está re-diseñando la malla curricular de la Carrera de Medicina para que la asignatura de Medicina Tradicional, denominada Medicina Alternativa, pueda ser incorporada desde el presente año, una vez que los contenidos y la justificación sean aprobadas por las instancias correspondientes de la Facultad. Para dar a conocer la incorporación de una nueva materia en la malla curricular de la Facultad de Medicina, inicialmente se trabaja al ritmo de difusión interna con los estudiantes y docentes, haciendo conocer que esta asignatura ya es parte de la carrera. En la Asesoría de Comunicación del Ministerio de Salud, luego de repetidas solicitudes a esta unidad y, lamentablemente, por el constante cambio del personal responsable, no se pudo contar con la información requerida. Inicialmente, se encontraba a cargo el Lic. Fernando Aramayo, quien fue sustituido por la Lic. Jaqueline Rojas, la que fue reemplazada por el Lic. Bruno Sandino. Este acontecer, en el momento dado de requerir información, derivó en la comunicadora Vane Araoz Doria Medina, la que no pudo brindar la información solicitada referente a la medicina tradicional. Esta información, podría contemplar planes de medios, publicaciones, notas periodísticas, eventos, si existiesen elementos comunicacionales en radio y TV, en apoyo al uso de la medicina tradicional en los centros médicos y hospitalarios. Si es que existe algún informe sobre los usos y costumbres, en contraposición a la biomedicina (medicina occidental), cualquier otro elemento comunicacional que el Ministerio de Salud y Deportes haya publicado sobre la medicina tradicional, en tal caso se supondría que cuenta con datos sobre la producción o emisión de algún material al respecto. No obstante, tras haberse realizado un monitoreo simple de medios de comunicación en La Paz y El Alto, se constató que muy pocos destinan espacios para la difusión de la medicina tradicional, es decir, no hay programas ni suplementos. Ante la consulta realizada a los biomédicos científicos profesionales, con respecto a su opinión sobre la medicina tradicional, una primera reacción coincidente fue que la biomedicina está basada y respaldada con pruebas científicas que arrojan resultados comprobados respecto a la utilización de medicamentos para cada caso. A diferencia de ello, la medicina tradicional está basada en el uso de yerbas y ritos que actúan por sus efectos psicológicos y de autosugestión: pueden brindar alivios en el paciente, tranquilidad y hasta su mejoramiento,
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pero son más paliativos. De ninguna manera, garantizan una curación total y comprobable. En ese sentido, los biomédicos arguyen que son muy frecuentes los casos de personas enfermas que, al no alcanzar su curación vía medicina tradicional, acuden a los servicios de biomedicina en estados de enfermedad muy avanzados que dificultan más aún su curación. En conclusión, para los biomédicos, la medicina tradicional no acostumbra realizar diagnósticos precisos de enfermedades ni su curación total y definitiva; por el contrario, pueden poner en mayor riesgo la vida de los enfermos tratados. Para el tema “Percepción sobre medicina tradicional”, con respecto al tratamiento de enfermedades mentales, se efectuaron entrevistas a pacientes, biomédicos y personal del Hospital de Clínicas, Área de Salud Mental –Psiquiatría–. De acuerdo a los primeros apuntes recogidos, los pacientes “se abocan” más a la religión católica o cristiana (evangélica), son partícipes de las tradiciones e inicialmente acuden a ellas para su curación; posteriormente, apelan a las consultas con biomédicos. De ello se desprende –según el personal del hospital– que la medicina tradicional “podría llegar a empeorar la situación” del paciente. Otro de los apuntes cita como antecedentes el hecho de que los pueblos primitivos –quechuas, aymaras y tribus del oriente boliviano– atribuían las enfermedades mentales a “un castigo de los dioses o como una sanción del demonio”, son percepciones que persisten, en cierta medida, en la actualidad. Por ello, la influencia de los hechiceros, adivinos y curanderos se encuentra “profundamente enraizada” en las zonas marginales y comunales. De todas maneras, la terapia que utilizaban aquellos se basaba en la hidroterapia, sangría y trepanación del cerebro, por lo que muchas momias encontradas en chullpares (tumbas incaicas) presentaban trepanaciones cerebrales y lesiones o signos en la cabeza, atribuibles a derrames cerebrales y otras lesiones similares. La terapéutica que se utilizaba, se hallaba en base a hierbas de propiedades sedantes o excitantes, la que se ejercía desde épocas pretéritas. Hoy la práctica terapéutica sigue siendo utilizada principalmente en el grupo de médicos herbolarios denominados kallahuayas de la región de Curva y Charazani de la provincia Bautista Saavedra. Como conclusión, de los análisis consignados en cada entrevista, se desprende que los pacientes inicialmente creyeron y se apoyaron en la medicina tradicional, pero posteriormente acudieron a la biomedicina. Los biomédicos coinciden en señalar su respeto a las creencias e inclinación de los pacientes hacia la medicina tradicional, pero rescatan el hecho de que luego recurran a la búsqueda de su atención en centros y hospitales, aunque, a veces, lo hagan con la enfermedad en estado avanzado. 4.4. Resultados del estudio a. Resultados según las entrevistas a biomédicos Desde hace más de una década, se lleva adelante un acercamiento entre la biomedicina y la medicina tradicional. En los últimos seis años, se realizaron programas con miras a un intercambio y complementariedad de conocimientos. Algo que comienza a ser palpable: el Modelo de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI) en plena ejecución y que en las últimas semanas es objeto de mayor difusión –a través de medios de comunicación– respecto a sus objetivos, acciones y avances. Si bien, es evidente que es limitado aún el intercambio de saberes entre médicos y personal de ambos tipos de medicina, comienza a rescatarse resultados de las experiencias de coordinación de la atención médica, entre miembros de la medicina tradicional y comunitaria y la biomedicina, en algunos hospitales y centros de La Paz y El Alto. Las personas que cuentan con seguro de salud y biomédico, lógicamente asisten a esos establecimientos y, más aún, cuando se trata de enfermedades de gravedad. La medicina tradicional encuentra más recepción en las ciudades de La Paz y El Alto (lugares donde se la valora), por el origen de la mayoría de los habitantes, el conocimiento y divulgación respecto a sus bondades. Puede alcanzar mayor preferencia, inclusive de acuerdo a una mayor difusión de esos conocimientos y experiencias. Mediante la tradición oral se transfiere principios, conocimientos y sabidurías sobre la medicina natural. La biomedicina y su divulgación se traducen en sensaciones de mayor seguridad en las personas que se apegan a sus bondades. Se está avanzando en la incorporación de la medicina tradicional y su coordinación con la biomedicina en los centros de salud, sobre todo, en El Alto y el área rural. Si bien, los biomédicos aceptan el acercamiento y la coordinación con la medicina tradicional, no dejan de emitir su incredulidad y hasta rechazo.
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FotografĂa: Tiendas y puestos de venta de comerciantes chifleros en la calle Linares de La Paz.
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FotografĂa: Comerciante chiflera en la calle Santa Cruz de la Sierra de La Paz.
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No se conoce la existencia en ejecución de un plan amplio y completo de medios de comunicación. La falta de difusión en los medios de comunicación, tanto de las bondades y ventajas de la biomedicina como de la medicina tradicional, recae negativamente en el aprovechamiento de ambas por parte de la población en general. De acuerdo al estudio, se muestra una escasa cobertura de los eventos y actividades relacionadas con la medicina tradicional. Se asiste a la inauguración, pero no se hace el seguimiento necesario o entrevistas a profundidad, tampoco se difunden sus conclusiones o avances. Los medios de comunicación ceden poco o ningún espacio a la medicina tradicional, además no existen programas específicos al respecto. Es notoria la falta de elaboración de productos comunicacionales audiovisuales e impresos para la difusión de la medicina a la población en general. Esta situación concuerda con la falta de continuidad e inestabilidad en miembros del equipo de comunicación del Ministerio de Salud, que generan percepciones como consecuencias negativas. En las ciudades de La Paz y El Alto, se conoce las virtudes y propiedades de las plantas medicinales, ya que de acuerdo a la percepción de los entrevistados, se acude a ellas, en primera instancia, en casos de molestias, dolores o lastimaduras. Se considera que la medicina tradicional es conocida y está enraizada en las familias, debido a las tradiciones que se ponen vigentes, también como herencia cultural. La población acude a los remedios caseros o a la medicina tradicional, sobre todo, por el costo que implica y porque se señala que “daña” menos o afecta mínimamente el estado de salud de las personas. Esta realidad, no es difundida por los medios de comunicación masivos. b. Deducción de resultados en el orden de sistemas médicos Un sistema de salud –según la OPS– engloba todas las organizaciones, instituciones y recursos, cuyo principal objetivo es llevar a cabo actividades encaminadas a mejorar la salud. La mayoría de los sistemas de salud nacionales comprenden al sector público, privado, tradicional e informal. Las cuatro funciones principales del sistema de salud se han definido como: la provisión de servicios, generación de recursos, financiación y gestión. Para los fines de este trabajo –en Bolivia– sobre las ciudades de La Paz, El Alto y poblaciones cercanas – Tiahuanaco, Achacachi y Curva-Charazani–, optamos por señalar como sistemas de salud: 1. Biomédico o científico, 2. Sistema Tradicional o naturista, 3. Sistema Religioso o basado en la fe y 4. Sistema de Autocuración o Automedicación. Sistema Biomédico En las ciudades de La Paz y El Alto: Se cree más en el sistema biomédico, sobre todo cuando se trata de enfermedades que no tienen cura. Se confía más en el sistema biomédico, porque transmite mayor seguridad en las cirugías o tratamientos especializados de enfermedades. Se sostiene que los médicos formados científicamente son más creíbles que los médicos tradicionales, sobre todo por el desprestigio que arrastran muchos de los que se hacen pasar por yatiris y kallawayas, que luego son denominados pajpakus. Sistema de medicina tradicional Se confía en la medicina tradicional, pero no para las enfermedades que son incurables. Se acude a la herbolaria en primera instancia para curar males. Se cree relativamente en kallawayas y yatiris, siendo que una minoría acude a ellos, porque tienen cierto desprestigio debido a los biomédicos y además que algunos hicieron negocio (pajpakus). Sistema religioso En las ciudades de La Paz y El Alto la fe es muy importante en materia de salud, que se acude a lo religioso con frecuencia.
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La gente que practica la fe católica asiste con oraciones a los enfermos o le dan los santos óleos cuando la persona está por fallecer, pensándose en el alma. En el caso de las personas que son seguidores de los evangélicos o cristianos, como el caso de Eklesía –u otras iglesias evangélicas– que preparan algunos de sus miembros para asistir espiritualmente a los enfermos al interior de los diferentes centros asistenciales zonales. Sistema de automedicación Las personas buscan autocurarse o automedicarse cuando sienten los primeros síntomas o dolencias lijeras de alguna enfermedad o malestar. Acuden al conocimiento transmitido por sus padres, abuelos u otras personas; de no tenerlos, recurren a los consejos de otros familiares o amigos. Cuando no logran mejoría de salud o sienten un empeoramiento, acuden en pos de los servicios de los biomédicos hasta alcanzar su curación. c. Deducción de resultados en el orden de FODA En el sistema biomédico • Como fortalezas: Se encuentran los seguros de salud; algunos médicos ejercen su profesión con buen trato a los pacientes; la cura y tratamientos efectivos y tecnología –ecografías, entre otros– que ayudan a determinar orígenes de enfermedades o dolores. Otros biomédicos tienen actitudes contrarias y, por ello, resultados negativos. • En oportunidades: Puede citarse la Renta Dignidad como apoyo para que algunos de sus beneficiarios puedan acudir a servicios médicos privados. Las mujeres médicas brindan atención de mejor aceptación, con buenos métodos que permiten la curación de enfermedades. También, hay hospitales privados con profesionales eficientes, que brindan muy buena atención. • En debilidades: Se encuentra la falta de medicamentos; la biomedicina no cura muchas enfermedades; mala atención en los hospitales; atención lenta y sin interés de los biomédicos; inestabilidad de los médicos; medicamentos que ocasionan peores malestares; también, casos de negligencia médica. • En amenazas: Las personas no quieren volver a los hospitales; falta de recursos de los adultos mayores; medicinas caras solo para gente pudiente. En el sistema tradicional y biomédico Fortalezas – Variables identificadas: • La medicina tradicional cuenta con personas que conocen mucho la materia y otros profesionales que la apoyan. • Existe la predisposición de la población para aceptar a los médicos tradicionales en un trabajo conjunto con los biomédicos. • Existen médicos tradicionales con amplia experiencia, capaces de absolver consultas, emitir informes e incluso emprender tratamientos. • La medicina tradicional permite desarrollar espacios de participación social. Fortalezas – Incidencia en la determinación de objetivos: • Contar con médicos tradicionales profesionales y especializados permitirá que la población tenga mejores percepciones sobre la medicina tradicional.
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• Posibilidad de afrontar mejor los tratamientos de forma conjunta. • Posibilidad de mejorar la comunicación de esta medicina. • Establecer mejores recomendaciones para mejorar la medicina tradicional. Oportunidades – Variables identificadas: • Necesidad de difundir la normativa sobre medicina tradicional como la CPE. • Fuerte posicionamiento de la medicina tradicional ante la población, mediante los medios de comunicación. • Interés de la población para estar informada sobre medicina tradicional y las nuevas posibilidades de medicinas sanas y seguras. Oportunidades-Incidencia en la determinación de objetivos: • Campañas educativas y de difusión más intensas. Mayores posibilidades de acercamiento al público. • La población confía en la medicina tradicional, consulta, solicita colaboración respecto a sus problemas de salud. • Ciudadanos correctamente informados sobre la medicina tradicional. Debilidades – Variables identificadas: • No se cuenta con información sobre la medicina tradicional. Poco conocimiento sobre las bondades de cada planta medicinal y los médicos tradicionales. • Poco relacionamiento social y funcional entre médicos tradicionales y biomédicos. Debilidades- Incidencia en la determinación de objetivos: • Los medios de comunicación difunden muy poco al respecto. • Necesidad de mayor divulgación de información. • Necesidad de aclarar funciones y atribuciones de biomédicos y médicos tradicionales, para lograr un trabajo conjunto y en equipo. Amenazas – Variables identificadas: • Riesgos en el trabajo conjunto de biomédicos y médicos tradicionales. • Que no se logre compatibilizar los conocimientos de ambos tipos de medicina. • Que no se dé cobertura al tema en distintos medios de comunicación social. Amenazas – Incidencia en la determinación de objetivos: • Necesidad de extremar acciones a fin de minimizar riesgos en trabajos conjuntos de atención a pacientes. • Necesidad de revisión y reajuste normativo y procedimental.
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4.5. Investigación complementaria con participantes de médicos tradicionales y biomédicos de las ciudades de El Alto y La Paz Respecto a la investigación efectuada en los municipios de El Alto y La Paz, la que fue en la primera fase correspondiente al último trimestre de 2012, en la presente gestión se da continuidad al estudio en su segunda fase, que marca la profundización, ampliación, análisis y sistematización de la información, especialmente, concerniente a la medicina tradicional. Dicho estudio se hizo en muchas reuniones y eventos, con la participación de los representantes de distintas entidades estatales (Ministerio de Salud y Deportes, SEDES La Paz, Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad, OPS, Programa SAFCI del Ministerio de Salud y Deportes, Viceministerio de Educación Alternativa), representantes de entidades privadas como del Médicus Mundi, así como de varias organizaciones de médicos tradicionales (amawtas, kallawayas, naturistas, curanderos, parteras/os, terapeutas y otros). El estudio compartido resaltó en tres eventos con relevantes. El primero, fue realizado el 18 de junio de 2013, en el Salón “Marcelo Quiroga Santa Cruz” de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), donde el equipo de investigación del proyecto “Imaginarios en Salud” expuso los primeros avances del diseño curricular, con el objetivo de recoger criterios y observaciones en función de orientar de manera más adecuada el trabajo curricular. El segundo evento, fue efectuado el 9 de julio de 2013, nuevamente en los ambientes de la UMSA y con las mismas representaciones mencionadas. En la jornada del curso taller, en el que se entabló el diálogo sobre la salud, enfermedad y tratamientos en el campo de la medicina tradicional. Con respecto ello, se dieron propuestas de definiciones, formas de hacer diagnóstico, métodos de tratamiento de enfermedades, críticas y posibilidades de complementariedad entre la biomedicina y medicina tradicional, a partir de los agentes que juegan el rol de sostener la salud de las personas en diferentes contextos del departamento de La Paz. El tercero, fue el de mayor trascendencia, preparado y organizado por el equipo de investigación del proyecto mencionado. Se trató del encuentro de biomédicos y médicos tradicionales, que se realizó en dos jornadas completas en el Paraninfo de la UMSA, los días jueves 8 y viernes 9 de agosto de 2013, con el objetivo de generar el intercambio de conocimientos, saberes, experiencias médicas, problemas y posibilidades de complementariedad en términos de la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). El segundo evento fue una jornada de curso taller, en el que se recogió buena información acerca de la medicina tradicional y salud espiritual. Dicha información procesada, significa un estudio investigativo complementario en el orden de definiciones y descripciones acerca de la salud, enfermedad, diagnóstico, tratamiento, y alternativas de complementariedad entre la biomedicina y la medicina tradicional. La metodología del estudio participativo consistió en el diálogo, intercambio de experiencias y análisis correspondiente. A continuación, presentamos los resultados de este estudio. a. Medicina tradicional y salud espiritual Definición de medicina tradicional La medicina tradicional es un sistema de conocimientos basados en elementos naturales y prácticas de las diversas culturas del mundo andino. Se sustenta en la relación armónica entre el ser humano y la naturaleza; se apoya en la cosmovisión andina, proceso histórico-social con creencias sanitarias y valores de orden moral. Los agentes se distinguen en médicos tradicionales, naturistas y parteras(os) de salud; expresan el sentido holístico de la vida, asumen el rol como un don especial; basan su intervención en la restitución del equilibrio de la vida de las personas, con actos rituales, con empleo de plantas, animales, fuentes minerales, terapias. Tiene por finalidad prevenir y mantener el bienestar de la vida humana. a.1. Médicos tradicionales Definición de médico tradicional El médico tradicional es el que tiene mayor rango. Nace predestinado con un don innato, alivia de inmediato el dolor con solo tocarlo, presenta señales (le cayó rayo o nació de pie, o tiene seis dedos, o dos coronas, o estrellas en la nuca o en la frente, o es mellizo). Los médicos tradicionales son amautas (leen en coca, son líderes, sabios, sabe cómo llamar al ajayu y ve las energías), yatiris (sabios, líderes espirituales, predicen el futuro), kallawayas
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(trabajos espirituales, físicas, manejan el reino animal, mineral y vegetal), hueseros (osteólogo, dolores musculare, fracturas), curanderos, lectores en plomo, chifleras(os), masajistas, qhapachaqueras, jampiris, aysiris y otros. Existen once especialidades. Ejercen la curación simbólica (curación ritual), incorporan este ritualismo en el espacio vital de los humanos, a través de la relación con sus dioses, manejando conceptos de salud, enfermedad y curación. Los kallawayas, son médicos itinerantes, se denominaron “médicos del alma”. Utilizan rituales de curación blancos, grises y negros; se realizan en el contexto familiar, rituales colectivos con la participación de toda la comunidad o con representantes. Utilizan la oración que contiene temas religiosos y rituales, identificando las instancias de invocación, destinatarios de las ofrendas y dioses de la religión andina. Rituales kallawayas Ritual blanco: Produce hechos positivos como la salud, alimentación, bienestar, lluvia en el momento que se necesita, éxito en el trabajo comunitario colectivo y otros. También, tiene carácter profiláctico y la curación blanca especial puede ser dirigida a la reincorporación del alma perdida, la curación del rayo. Rituales negros y blancos. Rituales de purificación. Definición de salud y enfermedad Salud: Completo bienestar físico-mental y espiritual. La salud es vivir bien, suma qamaña. La salud se ve de manera integral. Consiste en mantener el equilibrio con el aire, agua, sol y la tierra; entonces es vivir en armonía con el cosmos. Es mantener la armonía y el equilibrio con la pacha y, para ello, se debe dar waxt’as, preparar mesas, oraciones y rituales. Enfermedad: Es quebrantar la armonía con la naturaleza. Desequilibrio de sentimiento en uno mismo, en la familia y la comunidad. La enfermedad pasó por el fetichismo, animismo y otros; son las malas vibraciones de los malos espíritus y que para evitar se debe dar waxt’as. La enfermedad se manifiesta por el comportamiento con la cosmovisión espacial: alax pacha, aka pacha y manqha pacha. Se distinguen dos clases de enfermedades: una es del susto o por mala nutrición; la otra, es aquella cuando se malogran los órganos. Se deben ver los dos casos para seguir el tipo de tratamiento. Formas de diagnóstico Para determinar un tipo de enfermedad y el tratamiento requerido, primero se debe identificar la causa. Algunas formas de conocer las causas de las enfermedades son: Susto: La pérdida del ánimo es considerada como una causa predisponente de cualquier enfermedad. Unas veces cae en la alienación mental; otras en desnutrición que conduce a la muerte. Los síntomas: Palidez, adelgazamiento, mengua motora, negligencia, sediento, asustado y extenuado. Estado de tensión y miedo, pánico, crisis de terror, excitación psicomotora nocturna, sueño ligero y con sobresaltos. No duerme, no deja dormir, grita, tiene fiebre y mareos. Diagnóstico mediante lecturas en coca y en plomo para determinar el tipo de enfermedad. Radiografías con cuy, con millo que es una piedra volcánica (hembra y macho). Toque de venas; apariencia física causada por Khari Khari y otros. El tirisiya o amartelado por pérdida de un ser amado, tristeza excesiva. Los síntomas son ojos amarillos, pérdida del apetito y enflaquecimiento. El ariwatu o arrebato, se presenta en personas adultas por enojo y en lactantes por tomar leche materna, cuya madre habría sentido ira en exceso. Los síntomas se manifiestan en dolores en el cuerpo, escalofrío, e hinchazón de vientre. Khakhatita tartamudo por susto o nacimiento, es el jap’isca o agarrado de la tierra.
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El llajwarasca, es aquel loco de nacimiento. La epilepsia o el sonko – nanay, presenta cuatro aspectos: enfermedad de la muerte, mal del corazón originada por la pena, y los ataques se deben al “viento de la muerte”. El shucaque, se produce por vergüenza y preocupación. Los síntomas son: las cefaleas, decaimiento y falta de ánimo, irritabilidad y vómitos”. Métodos de tratamiento Se procede con mesas y oraciones, lectura en plomo para descubrir el Limpu. Coachada, limpieza para ver los síntomas y verificar enfermedades. Se emplean hierbas, misas y oraciones. Para la epilepsia, el tratamiento tiene significado simbólico, con utilización de piedras, productos animales y hierbas. Mal de Susto y separación del ánimo. Sus métodos de cura consisten en rituales y prácticas para llamar al ajayu. Para los delirios febriles denominados rupa. Se trata con vegetales como el paico, por la balneoterapia y aeroterapia. Los remedios para todos los males son: la dieta, purga, masajes, emplastos, sangría con una lanceta. La coca detiene vómitos y hemorragias, pone fin a la diarrea y a los cólicos, seca las ulceras. El caldo de cóndor joven es utilizado para el tratamiento de la locura. Los kallawayas utilizan la atropa belladona para disipar sus penas y evitar la impresión dolorosa de los sueños tristes. Para la anemia y la locura se utilizan el seso del gorrión y el caldo del karachi que sirve como afrodisiaco y tónico cerebral. Para la mordida de murciélago, la cura se da con “atoj – wira”, que es la grasa de zorro; se hacen fricciones por todo el cuerpo y especialmente alrededor de la herida. Para el enloquecimiento total, la comprensión y curación indica: 1º generalmente no tiene cura y 2º el muphasqa tiene que ser llevado a los yatiris que lo curan con q’onischikun. Se humea con molle – cruz. Se utiliza como leña las cruces de molle que ponen en las casas. Se quema el yana kuchi chujcha, que son los pelos de cerdo negro. Luego se hace un sahumerio con orín y todos estos elementos. Según, Chávez Velásquez (1977), por sus virtudes medicinales se identificaron cerca de 500 drogas utilizadas en el incanato. Existen sustancias minerales que por su contenido de arsénico, azufre, mercurio y otros se emplearon en el tratamiento de las heridas, sarna, leismaniasis cutánea y otras enfermedades externas. Las drogas más utilizadas de origen vegetal, principalmente, son purgantes y vomitivos como la euphorbia penicillata, la jatropha gossipiifolia y el schinus molle. El bálsamo del Perú myroxylon periferun se utiliza como cicatrizante y el bálsamo de tolú myroxylon touiferum como expectorante. a.2. Médicos naturistas Definición de médico naturista El médico naturista posee conocimientos ancestrales, utiliza métodos propios de la biomedicina a través de cursos de formación en institutos, seminarios talleres, entre otros. Por tanto, tiene conocimientos científicos y está capacitado para realizar tratamientos. El médico naturista asume la alimentación natural. Los naturistas cuentan con consultorios y tienen laboratorios artesanales, investigan los principios de las plantas, elaboran medicamentos, utilizan productos naturales para la curación y hacen pomadas con grasa de vaca y pájaros.
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En sus comunidades visten con ropa tejida de lana de oveja, llama y pantalón de bayeta, para que no les penetre ni el frio ni el calor. Se capacita en el conocimiento del funcionamiento del organismo. Valoran los análisis, radiografías y ecografías. Tienen siete (7) especialidades, por las que realizan diferentes terapias. La diferencia entre el médico tradicional y el naturista es que el último no tiene el don innato. Comprende al médico naturista, herbolarios, nutricionistas, hueseros, yerbateros, terapeutas, promotores, materas y agricultores de plantas medicinales. Definición de salud La salud es estar en completo bienestar físico, mental y espiritual. Consiste en encontrarse en equilibrio con el medio ambiente. Para tener buena salud se debe cumplir con las leyes de la naturaleza y respetar las funciones vitales, por ejemplo, dormir, comer, beber. Para tener salud es importante vivir naturalmente y sin enfermedades, en contacto con remedios naturales (sol, agua, aire, tierra, descanso, etc.). También, para tener salud es importante una buena y sana nutrición, con el uso de alimentos naturales y orgánicos. Definición de enfermedad Según el médico naturista, la enfermedad es la alteración físico-mental, con enfoque tradicional y biomédico. El ser humano cuando nace, lo hace sano y con el pasar del tiempo va adquiriendo malos hábitos, como en la manera de consumir alimentos. Los longevos se alimentaron con productos naturales. La enfermedad es la trasgresión de las leyes naturales, por heredarse de la sociedad los malos hábitos y mala alimentación. El sistema digestivo es complejo, al igual que los animales herbívoros y no así de los animales carnívoros. Nosotros no somos carnívoros, somos herbívoros, por lo tanto tendremos tarde o temprano alguna enfermedad. Diagnóstico 1ª Se realiza anamnesis. 2º Se observan los signos vitales. 3ª Se ven los signos y los síntomas a través del rostro, el iris del ojo, la planta de los pies, se ve las uñas, se tocan las venas, la palma de las manos y la lengua, a veces se ve en los cabellos, posteriormente los orines y vómitos. Se complementan con los análisis clínicos: los resultados de análisis, ecografías y radiografías. Los diagnósticos dependen según los pisos ecológicos y el clima. Se identifican dolores de cabeza, pies, temperatura, como también khulli para la tos y pulmonía. Tratamientos Se tiene un amplio conocimiento de las propiedades de las plantas medicinales para el tratamiento de las enfermedades. Restablecer el equilibrio térmico. Se utiliza las plantas medicinales. Se ocupa de establecer aspectos alimentarios y nutricionales. Se procede con la aplicación de terapias. Para limpiar la sangre se utiliza la hidroterapia, masajes. Ve las características de su entorno y espacio donde el enfermo habita. Se ocupa de aspectos psicológicos fundamentalmente en la audición. a.3. Parteras(os) Definición de partera(o) Las parteras(os) son responsables de asistir a la madre y al recién nacido antes, durante y después del parto. Atiende el parto respetando el uso y las costumbres, viendo la necesidad de cada familia. Se diferencia la forma de atención de parto en las áreas urbana y rural. La partera debe ser considerada como parte importante de la familia. En el parto debe estar presente toda la familia.
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Existen dos clases de parteras: las capacitadas que realizaron cursos, prácticas en centros y hospitales, y las tradicionales empíricas que mantienen el conocimiento de sus antecesores. La salud La (el) partera(o) cuida la salud física y espiritual de la madre y del recién nacido, lleva paz, tranquilidad, da las indicaciones con armonía y con amor. Tiene responsabilidad por la madre y el nuevo ser que está viniendo, debe velar para que el parto sea normal y no tenga riesgo, así como la salud del recién nacido. En etapa de gestación, se debe cuidar el tipo de trato en la familia para que la madre no transmita los conflictos al niño que está en su vientre. Las parteras(os) cumplen un papel importante como consejeras de las primerizas, especialmente, de las madres solteras. Descuido y enfermedad La madre que se descuida puede hacerse dar el sobreparto. El embarazo y el parto no son enfermedades. Los síntomas y signos son temporales. La madre durante el embarazo no debe descuidar su alimentación. Cuando se desembaraza, el sobreparto es una complicación y eso sí es enfermedad. Diagnóstico Las parteras(os) ven el tiempo de suspensión de la menstruación. Mirando a los ojos de la mujer, pueden saber si hay embarazo, porque los ojos se ponen amarillos y aguanosos, también a través del pulso, a partir de los 15 días de embarazo. En la mujer embarazada se ven los síntomas, nauseas, dolor en los pezones, riesgo de pérdida por anemia o hinchazón. Se puede diagnosticar la posición del feto, tocando la vena y también se puede saber si es mujer o varón, además de pronosticar la fecha de nacimiento y el riesgo de eclampsia o sangrado. En el caso de sobreparto, se identifican los escalofríos, hinchazón o debilidad física. Cuando hay riesgo, se reporta al centro médico. Conocen las causas de aborto, señalando la matriz baja o útero infantil. Tratamientos Se hace trabajo y control prenatal. La partera se transforma en un familiar más, porque se gana la confianza. Mes a mes trata de acomodar al nuevo ser hasta su nacimiento, luego realiza la atención al niño. El tratamiento que se da a la parturienta es ofreciéndole un caldo o un mate de chhijchipa; se la abriga, no se abre la puerta para evitar el enfriamiento y se le ofrece una alimentación especial. En caso de sobreparto, que el médico también llama infección, se le da tratamiento especializado como ser: corte del cabello, corte de las uñas de la mano, entre otros, que se los quema, y se prepara un mate con chhijchipa. Se respeta la placenta, se coloca en un lugar adecuado. b. Crítica a los biomédicos Maltrato a los médicos tradicionales, naturistas y parteras. Maltrato a los enfermos, porque no dan confianza y las consultas son rápidas. No hay consideración a las personas ni por cultura, ni por edad. En los hospitales, lo que les preocupa es el factor económico, aún siendo pacientes que llegan de emergencia. Falta de respeto a la cultura ancestral milenaria. Se descalifica la toma de mates. No respetan el tiempo de las personas, porque las esperas son prolongadas. Mal humor del personal en los hospitales. En la pre-colonia, no hubo mayores enfermedades y muertes como ahora. Falta de sensibilización a los métodos tradicionales y naturales. Falta de respeto a los pacientes y sus familiares. No respetan la política estatal en lo que refiere a aspectos de calidad y calidez, tampoco reconocen las prácticas
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tradicionales y sus medicamentos. No se cumple la articulación de la descolonización y despatriarcalización. Los médicos se encuentran enmarcados en el modelo neoliberal. En las universidades no se cuentan con formación de médicos tradicionales y naturistas. Se debe cambiar la formación y mentalidad en las universidades. Discriminación en el parto, porque no se considera la importancia de trabajar conjuntamente entre biomédicos y parteras, debido a las diferentes características culturales. No hay explicacióna las primerizas en el momento de parto. Realizan indiscriminadamente cesáreas. No quieren dar el bono Juana Azurduy a las personas que atienden partos no institucionalizados. El personal médico no responde en aymara y quechua. En la colonia han separado el cuerpo y el alma, luego se ha olvidado lo espiritual relacionado con la Pachamama y el cosmos. c. Complementariedad de la medicina tradicional con la biomedicina El proceso salud – enfermedad, no es único, lleva a una complementariedad entre los distintos sistemas de salud. En contados centros se realizaron cartillas de referencia y contra referencia en ambas medicinas, que tratan desde el lugar de su conocimiento, en igualdad de derechos e igualdad de autoridad. La idea es trabajar en provecho de la salud del pueblo para reducir los índices de morbi – mortalidad. Es importante incorporar los saberes orales de la medicina tradicional para lograr una sistematización. Los especialistas en función del gobierno, actúan bajo la política de SAFCI, que consiste en articular y relacionar distintas práctica médicas. Hay inclinación de agentes médicos por ejercer la interculturalidad a nivel de conocimientos y de acciones de integración y colaboración recíproca para fortalecer la salud de la población paceña urbana y rural. Los biomédicos y médicos tradicionales son dos partes que trabajan para salvar vidas. A nivel de estudio, la Carrera de Medicina de la UMSA, considera pertinente articular el estudio de la biomedicina con la medicina natural tradicional; para el efecto, se estaría rediseñando un nuevo currículo, en el que se incorporaría la medicina tradicional como medicina alternativa. La medicina tradicional puede ser incorporada como complementaria en la medida que se comprueben los atributos de sus medicamentos naturales y formas de tratamientos. Se debe contar con espacios y ambientes adecuados para la práctica de ambas medicinas en todos los centros de salud y hospitales. Se debe construir infraestructuras para el servicio de la medicina tradicional. Asimismo, se debe proyectar una visión integral respecto al proceso salud-enfermedad. En la visión occidentalizada sólo se ve la enfermedad y no la salud desde la biomedicina. En cualquier caso, no se tiene que desvirtuar la salud. Al contrario, se trata de ampliar la prevención y la promoción de la salud. En la construcción del sistema único de salud, aún están fuertemente presentes muchos obstáculos que deben ser abordados y discutidos. La población no debería morir de enfermedad sino de vejez. Para el efecto, se debe tomar en cuenta al Artículo 35 de la CPE para el sistema único de salud. Para la articulación de dos sistemas médicos, tendrían que crearse ítems para médicos tradicionales. En las provincias, cuando se carece de medicamentos, los biomédicos no pueden ejercer el servicio. En cambio, los médicos tradicionales responden constantemente. Enfatizar la prevención de la enfermedad y promocionar la buena salud para la comunidad y la sociedad. La visión tiene que ser la prevención y preferencia de vivir más años.
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IV. Análisis de la investigación sobre imaginarios en salud En este capítulo, por una parte, corresponde realizar un examen de los resultados de la investigación efectuada en las dos fases, es decir, estudio de campo realizado en los tres últimos meses de 2012 y el estudio de ampliación y profundización de 2013; pues, aquellos resultados se distinguen en el marco de los diferentes sistemas médicos, en los que se da el uso o la aplicación de medicinas en beneficio de la salud humana, el rol de los agentes biomédicos y médicos tradicionales, la población paciente que acude a diversos servicios de prevención y curación y la población observante que muestra ciertos criterios de juicio con relación a la salud, enfermedad y formas de tratamiento médico. Con todo ello, en el fondo, se trata de configurar una cadena de proposiciones que tiene que converger con la proposición de la investigación formulada y la consecuente demostración a seguir. Por otra parte, en base al análisis de los resultados y la consiguiente afirmación de una propuesta central, ha de ser pertinente, de modo interpretativo, establecer relaciones de una diversidad imaginaria de percepciones, opiniones, apreciaciones, observaciones, expresiones culturales, identificaciones, visiones, entre otros, en el sentido de dar significado a cada uno de los sistemas médicos y el comportamiento requerido de los agentes en función de la vida de las personas en determinados contextos. Considerando la naturaleza de la investigación de corte cualitativa participativa, en el que los resultados obtenidos no son medibles ni expresables, básicamente en términos numéricos que concierne al tipo de investigación cuantitativa, lo que corresponde es examinar la información de las percepciones, opiniones, criterios y otros acerca de la salud, enfermedad y tratamientos, que son puestos en práctica en una relación fundamental agente-paciente en diferentes sistemas médicos y en cada contexto municipal, con excepción de la automedicación en el que no se puede dar relación alguna. Los resultados de la información cualitativa implican tópicos conceptuales, simbólicos, normativos, culturales y sociales, según los cuales son traducibles o deducibles en afirmaciones o proposiciones lógicamente comprensibles, demostrables e interpretables. Pues, en este orden es posible arribar a las alternativas de articulación y perspectivas de complementariedad de distintas prácticas médicas, que de hecho tienen que responder por la vida sana de la población. El examen de los resultados de la investigación se centra en aspectos relevantes en materia de salud, que contempla temas de enfermedad y formas de tratamientos médicos. Previamente, es menester presentar un cuadro de comparación de aquellos resultados, con el propósito de distinguir las versiones concordantes y divergentes, que son expresiones de la población participante compuesta de bomédicos, médicos tradicionales, pacientes de toda condición social, trabajadores del campo y del área urbana, entre otros. 1. Comparación de resultados de la investigación Bajo este subtítulo no se trata de comparar las explicaciones teóricas ni las políticas de salud, sino que se trata de mostrar la relación de percepciones de imaginarios en salud más relevantes, aquellas que se han logrado recoger mediante metodologías participativas como la FODA, diálogo, entrevistas y ZOOP «Zielorientierte Projektplanung» (Planificación de Proyectos Orientada a Objetivos). Esta relación comparativa se presenta en un cuadro, por orden de sistemas médicos y por municipios en los que se hizo la investigación. En cada caso, se distinguen los aspectos positivos y negativos deducidos de la matriz FODA y todas las percepciones son sintetizadas a partir de las distintas versiones recogidas mediante entrevistas y diálogos. En el cuadro de comparación de resultados, no se toma en cuenta –para nada– el criterio y observación del investigador, así como las referencias bibliográficas.
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Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - Salud es estar sano para trabajar por necesidad. - Enfermedad es padecer dolor y estar inactivo. - El parto en el Hospital, cuando se complica se procede a la cesárea con posible infección y riesgo posterior.
SISTEMA BIOMÉDICO Aspectos positivos: - Conocimientos biomédicos basados en experimentos científicos. - Atención médica de salud abierta, con equipamiento, medicamentos y medios disponibles como la ambulancia. Aspectos negativos: - Faltan especialistas en cardiología. - Se carece de equipos médicos modernos. - Personal biomédico reducido no cubre a toda la población. - Falta de ética profesional en el trato a pacientes. Percepciones de salud y enfermedad: - Los yatiris y curanderos son competentes para curar enfermedades ocasionadas por seres malignos como saxra y yanqha. - Con ritos y ofrendas en Surucahi y Pajchiri se logra curaciones y suertes requeridas. - El parto tradicional en el hogar del gestante es más garantizado.
Aspectos positivos: - Los yatiris y curanderos portan conocimientos sobre medicina tradicional y natural. - En las comunidades hay relación directa con la medicina natural en la que se confía. - Epilepsia y muyu muyu son curables. Aspectos negativos: - No se aplican buen diagnóstico de las enfermedades. - Se muestra el uso desmedido de los medicamentos naturales, lo cual provoca inconvenientes en la salud de los pacientes, también provoca abortos inesperados.
SISTEMA MÉDICO TRADICIONAL
Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - Los adultos tienen mucha fe religiosa en Dios para esta bien de salud. Bajo la religión andina cósmica se practican actos rituales en lugares sagrados.
Aspectos negativos: - No toda gente asume la fe en Dios para sanar enfermedades. - A veces, la fe se asume en prácticas rituales de maldecir a alguien.
Aspectos positivos: - Resalta la fe religiosa para sanar ciertas enfermedades.
ACHACACHI SISTEMA MÉDICO RELIGIOSO
Percepciones de salud y enfermedad: - La salud mental es no tener dolores de cabeza ni loquería. Es encontrarse en la convivencia comunitaria, familiar y social. - La mente afectada por seres malignos y otros se traduce en locura. La enfermedad mental se cura con medicina natural, muchas veces con caldo de cabeza del perro rojo.
SALUD Y ENFERMEDAD MENTAL
COMPARACIÓN DE RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN
Percepciones de salud y enfermedad: - Las enfermedades leves como el resfrío, la tos y otros se cura uno mismo, con hierbas en infusión, también con pastillas de farmacia biomédica. - Se emplean plantas medicinales y preparados para calmar dolores de la matriz, de riñones, hígado, vista. Se usan hierbas para restar maldiciones.
PRÁCTICA DE AUTOMEDICACIÓN
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Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - No se hacen intervenciones quirúrgicas por falta de cirujanos. - Se trabaja con laboratorio de odontología, resfríos e IRTs. - El servicio biomédico no está preparado para epidemias, sólo para casos de accidentes y de contención. - Algunos biomédicos se ponen celosos y prefieren prohibir el actuar de los kallawayas.
SISTEMA BIOMÉDICO Aspectos positivos: - Los biomédicos cuentan con varias especialidades. - La atención médica es personalizada, inclusive a domicilio. - Por mes, se atiende a 150 pacientes mayores de 5 años y 100 niños menores de 5 años. Aspectos negativos: - Los centros y postas de salud están deterioradas. - No existe buen servicio por especialidades con personal reducido. - La diarrea y la desnutrición es persistente. Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - Hay consultorio kallawaya que no funciona por falta de personal solvente. - El verdadero médico kallawaya nace con ese don, no enseña el saber, sino el que acompaña y tiene relación con fuerzas naturales aprende viendo cómo curar enfermedades, de este modo se perfila como kallawaya. - La persona impactada tres veces con el rayo revive para hacer milagros en la curación.
Aspectos positivos: - Conocimiento de plantas medicinales con grandes propiedades curativas. - Los kallawayas (agentes tradicionales) tienen competencia para curar la locura, el mal estado del alma y el espíritu. Aspectos negativos: - Las plantas naturales no tienen el mismo poder curativo como antes. Además, están en extinción por contaminación. - Los amawtas se hacen pasar por kallawayas. - El azúcar resta el consumo de miel y mates naturales.
SISTEMA MÉDICO TRADICIONAL
Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - Los adultos tienen mucha fe religiosa en Dios para esta bien de salud. Bajo la religión andina cósmica se practican actos rituales en lugares sagrados.
Aspectos negativos: - No toda gente asume la fe en Dios para sanar enfermedades. - A veces, la fe se asume en prácticas rituales de maldecir a alguien.
Aspectos positivos: - Resalta la fe religiosa para sanar ciertas enfermedades.
CHARAZANI SISTEMA MÉDICO RELIGIOSO
Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - El ser humano tiene dos almas. - Cuando la pequeña alma sale del cuerpo, por susto y amor, la cabeza duele como para volverse loca. - Con el ritual se llama al alma para que retorne al cuerpo. - Cuando el alma grande se aleja del cuerpo de una persona, ésta muere.
SALUD Y ENFERMEDAD MENTAL
Percepciones de salud, enfermedad y tratamiento: - La salud afectada por el calor y el frío se cura con medicamentos naturales, sin necesidad de acudir a algún médico especialista. - Las dolencias articulares, musculares y el reumatismo se cura con el vapor del agua caliente de la olla en el que contiene romero, alcohol, sal, wajea, muña, astilla de ladrillo y aspa. - Enfermedad es padecer dolor y estar inactivo. - Qhulumuni es hierba buena para el resfrío. Se pone en agua tibia para el baño que permita respirar, luego dormir.
PRÁCTICA DE AUTOMEDICACIÓN
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- El uso de la biomedicina está supeditado al dolor elevado y al nivel de avance de una enfermedad. - El biomédico diagnostica con preguntas y observaciones. - El parto en el hospital, cuando se complica se procede a la cesárea con posible infección y riesgo posterior.
- Se lee la palma de la mano para saber el tipo de señal de la persona. - Los kallawayas tienen especialidades para tratar distintas enfermedades. - Se prioriza la conexión del ser humano con la madre naturaleza, la purificación de salud y la alimentación natural. - Los kallawayas que quieran certificación deben ser examinados por especialidades. - Kallawaya como tal es psicólogo. - La enfermedad se produce por malas energías. - El bolso con medicamentos es la farmacia kallawaya. - En el bolso del kallawaya el bebé se sana porque contiene energía concentrada. El bolso es símbolo de tres mundos: alaxpacha, akapacha y manqhapacha. - La lengua kallawaya se usa sólo cuando hay algo que curar. Esto se está recuperando. - En la cosmovisión kallawaya, el agente kallawaya es mediador entre la vida humana y la naturaleza. En esto consiste el equilibrio, que el ser humano esté conectado con la madre naturaleza. El que cura son las montañas sagradas. Los seres humanos son hijos de la tierra, no dueños. - Según la cosmovisión se dice que hay dos almas (espíritus), uno pequeño que por susto puede alejarse del cuerpo y provocar enfermedades, otra alma es grande que se mantiene, pero si se aleja la muerte sería seguro. - Se cree en pajarito gorrión que canta. El médico tradicional hace el diagnóstico, en parte, mediante la lectura de la coca sobre la salud y la enfermedad de una persona. - Para recuperar el ánimo o ajayu (espíritu) de la persona, hay que llamar rezando a las doce de la noche. Para los niños se llama a las cinco de la tarde. Se llama moviendo el clavel en movidas, también moviendo la ropa y el sombrero del afectado.
- Para la calentura es bueno el huevo batido. Hay que poner a los sobacos en papel calentado, en la barriga, en la espalda y en la planta de los pies. - El dolor de hueso se cura con ch’llkha. Hay que colocar en la rodilla amarrando, luego se baña con agua caliente de matico. - Para dolor de corazón se aplica la ch’llkha del monte. Se toma en ayuna como té.
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SISTEMA BIOMÉDICO Aspectos positivos: - Los biomédicos, principalmente los odontólogos, enfermeras, laboratorista y auxiliares, brindan atención a pacientes con buen trato y en corto tiempo. - Hay tres ambulancias disponibles las 24 horas del día. Aquellas se emplean para auxiliar a los accidentados, también para enviar enfermos a hospitales de El Alto y La Paz. - Hay sala de parto adecuado donde el gestante da a luz en presencia de los familiares. - Qullakamani es el que asume la responsabilidad de la SAFCI. - La población confía en los medicamentos biomédicos en el tratamiento de IRAS y EDAS. Aspectos negativos: - Los biomédicos no pueden comunicarse con pacientes en idioma aymara; no pueden curar el mal de ánimo. - No existen especialistas por lo que las cirugías mayores no son tratados. - Se muestra la negligencia y mal trato a pacientes. - Hay escasos auxiliares. Aspectos positivos: - La población asume la medicina natural en 50%. - La medicina tradicional cura el mal psíquico. - Se revaloriza la medicina natural y tradicional porque cura muchas enfermedades y por el objetivo de sostener el ser espiritual y físico. - La potencialidad de la medicina tradicional radica en fisioterapia (empleo de medios naturales como el aire, el agua, la luz y otros), alimentación balanceada, equilibrio y armonía entre la vida y la naturaleza, prevención de enfermedades. - Hay coordinación entre naturistas, yatiris y kallawayas. - Los médicos tradicionales están en contacto con las comunidades. - Se hace diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Aspectos negativos: - El costo de medicamentos naturales y las consultas son muy costosos. - Los tratamientos son de larga duración. A pesar de ello, a veces, no se curan las enfermedades. - Entre médicos naturistas varían conocimientos y maneras de tratar la salud; además, entre aquellos son regionalistas.
SISTEMA MÉDICO TRADICIONAL
Percepciones de acuerdo a entrevistas e intercambio de ideas: - Los agentes médicos religiosos son pastores evangélicos y sacerdotes católicos. - Algunas enfermedades son curables mediante la oración y el ayuno. - Mediante la fe, el rezo y la consagración con aceite se cura al niño enfermo. Mediante la oración en la iglesia cristiana se cura la persona con dolor de los pies que no permite levantarse.
TIWANAKU SISTEMA MÉDICO RELIGIOSO
Percepciones según entrevistas: - En el mundo aymara es complicado determinar tipos de enfermedades mentales. - Alguno que otro, cuando es afectado mentalmente suele decir que algún enemigo le hizo brujería para esta mal. - En el municipio hay más violencias en el ambiente familiar: física y psicológica. - Hay exceso de alcoholismo en fiestas, acontecimientos sociales, eventos deportivos, ferias. - La violencia es parte del aymara: el hombre anda adelante y la mujer le sigue, en la reunión sólo habla con derecho el hombre y no así la mujer. - El estrés y la depresión se cura con raíz de valeriana, manzanilla y el toronjil; se acompaña con masajes en la columna vertebral.
SALUD Y ENFERMEDAD MENTAL
Percepciones según entrevistas y diálogo: - Para automedicarse, un 40% de las personas adquieren medicamentos de farmacia sin receta. Otras 60% sí obtienen con receta médica. - La tos se cura con mate de hierbas como el eucalipto, wira wira. También en combinación con el té y cebada. - La enfermedad de vesícula se cura con aceite de oliva y limón. - El agente médico es el mismo enfermo en su propia casa; es también algún familiar y amigo cercano. - La automedicación se asume con medicamentos naturales y biomedicinas.
PRÁCTICA DE AUTOMEDICACIÓN
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Percepciones según entrevistas y diálogo: - Las enfermedades como respiratorias, pulmonía, meningitis, laringitis son provocadas por la contaminación y falta de saneamiento básico. - Los adultos padecen de gastritis, infecciones urinarias, úlceras, traumatismo, reumatismo, várices, osteoarticulares, mal de vista y sordera. - Las mujeres tienen temor a Papanicolaou por falta de información. - La salud es considerada desde el punto de vista holístico. - La población acude más al Centro de Salud de Tiwanaku porque es equipado y muy poco a postas de salud. - Con la política de SAFCI se organizan y capacitan a qullakamanis compuestos de mallkus, quienes ejercen apenas un año. - Cuando la fiebre y el resfrío afectan demasiado se acude al centro médico.
- Es persistente en la población muchas enfermedades (gastritis, ulceras, artritis, diarrea, traumatismo) por falta de higiene y desnutrición. - Persiste el alcoholismo y la violencia familiar.
Percepciones según entrevistas y diálogo: - El centro de Medicina Tradicional de Wancollo no está en funcionamiento. - Los médicos tradicionales atienden a domicilio en las comunidades. - Algunos comunarios se capacitan mediante cursos, intercambio de conocimientos con chinos, cubanos y americanos. - Se adquiere también capacitación con los médicos académicos sobre la anatomía humana, biología, osteología y signos vitales. - La artritis deformante se cura con baños a vapor, dieta y aplicación de greda. - El problema de vesícula sin cálculos es curable a base de mates. - La preocupación y la falta de sueño no permiten la asimilación de alimentos, esto induce al debilitamiento y enfermedad.
- El Centro de Medicina Tradicional no funciona por falta de recursos. - Proliferan falsos naturistas y charlatanes quienes desprestigian a los verdaderos médicos tradicionales. - En el municipio de Tiwanaku no existen algunas plantas medicinales. - El conocimiento naturista tiende a desaparecer por falta interés de las nuevas generaciones.
- Para la parte psíquica se requiere atención de los yatiris, quienes proceden con waxt’a y milluchada. - La pena por la muerte de algún ser querido se tranquiliza o se desquita con retama, panty pant, raíz valeriana, manzanilla y toronjil. El tratamiento a personas locas se hace con baños a vapor.
- Las enfermedades como artritis, reumatismo e infección de la piel, gastritis y otros son automedicables. El dolor de estómago se remedia con mate de payqui y de coca.
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SISTEMA MÉDICO TRADICIONAL
Aspectos positivos: - La medicina tradicional se vale de tres poderes de la naturaleza: vegetal, animal y mineral. - La medicina tradicional permite la participación social. - Los médicos tradicionales tienen distintas especialidades para curar enfermedades: amawta, yatiri, curandero, terapeutas, nutricionista, huesero, herbolario, matera (o), partera (o), qapachaquera, qakuri, lectores en plomo, chiflera (o) y otros. - Los médicos tradicionales curan las siguientes enfermedades: loquería, malaria, susto, alejamiento del ajayu (espíritu), fiebre, dolor corporal, dolor de cabeza, hinchazón de pies y manos, sarna, sangrados, enflaquecimiento, piel amarilla, ojos hundidos, uñas amarillas, etc. - El buen aporte de la medicina tradicional se nota en el aspecto psicológico, porque se da al paciente, confianza, tranquilidad y seguridad de despejar tensiones. - Hay mayor confianza en la medicina natural.
SISTEMA BIOMÉDICO
Aspectos positivos: - Se acude al servicio biomédico en condición de asegurado. - Incorporación de médicos tradicionales (especialmente parteras) en algunos hospitales y centros de salud. - Algunos médicos ejercen su profesión con buen trato a los pacientes. - Las mujeres médicas brindan servicio con buenos métodos que permiten la cura de enfermedades. - Algunos hospitales privados trabajan con profesionales eficientes que brindan buen servicio. Aspectos negativos: - La biomedicina no cura muchas enfermedades. - Se carece de medicamentos requeridos. - El servicio es lento y con mala conducta de ciertos médicos. Según ello, algunos pacientes ya no quieren atención. - El tema económico no permite difusión y promoción de salud a través de medios de comunicación. Según algunas percepciones: - La población creyente recurre a las iglesias y campañas evangélicas para con el fin de lograr limpieza y curación de enfermedades no curables mediante la intervención de la biomedicina y la medicina natural. - Con la asistencia de los cristianos ante el paciente o enfermo se logra cierto efecto curativo. El efecto surge con las oraciones y rezos a nombre de Cristo y Dios todopoderoso.
EL ALTO Y LA PAZ SISTEMA MÉDICO RELIGIOSO SALUD Y ENFERMEDAD MENTAL
Aspectos positivos: - La automedicación es resultante para pequeñas dolencias, siempre que los medicamentos que se usen sean efectivas o recetadas. Aspectos negativos: - La automedicación es riesgoso, hasta puede ocasionar complicación y muerte, dependiendo del tipo de dolencia a la que se asiste propiamente. - No hay seguridad ni confianza en los medicamentos sin recetas o desconocidos.
PRÁCTICA DE AUTOMEDICACIÓN
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Percepciones según entrevistas: - En la versión de algunos biomédicos, pensar en la medicina tradicional supone retroceder a prácticas de hierbas y ritos que no siempre ayudan a pacientes que anhelan la buena salud; además, significa estancar el avance de la ciencia biomédica. - Los medicamentos biomédicos son más efectivos que los medicamentos naturales. - No se puede pretender que la biomedicina quede en un segundo plano.
- En el altiplano hay cierto rechazo a la biomedicina por malos tratos que hacen algunos doctores. - Se da mal trato a los pacientes, sin importar la edad y cultura; como también mala conducta hacia las parteras y médicos tradicionales.
Percepciones según entrevistas: - La medicina tradicional es útil en algunos casos de la población que tienen limitaciones para acceder a la biomedicina. - Los tradicionales tienen experiencia larga sin estudio científico, por eso actúan con base a la costumbre y tradición. - Los riesgos de aplicación de la medicina natural no son previsibles. - Para pequeñas dolencias se acude la herbolaria. Pero, rara vez a los curanderos. - La salud se ve de manera integral (físico, mental y espiritual) y en equilibrio con la naturaleza.
Aspectos negativos: - Con la medicina tradicional, a veces, se complican y alargan mucho el tratamiento de una enfermedad. - Los médicos tradicionales suelen aprovechar la ignorancia del pueblo no más que para lucrar. - La práctica tradicional tiende a reducirse cuando la población indígena ya no da importancia y hasta tiene vergüenza de hablar el propio idioma. - Los médicos tradicionales no tienen estudios científicos de la salud, enfermedad y tratamientos. - Mucha crítica hacia los biomédicos.
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- La medicina natural sólo puede ser un agregado. - Pretender trabajar junto con los médicos tradicionales en los hospitales y centros de salud sería complicado, porque no se podría hacer una interconsulta. - La biomedicina se basa en experimentos científicos, ya sea con plantas, con animales de laboratorio. A partir de ello se elaboran medicamentos validados y clasificados para tipos de enfermedades. - Las plantas tiene efectos farmacológicos, pero no son definitivos. - La biomedicina es menos riesgosa en la cura de enfermedades, con advertencia de los efectos colaterales. Mientras que la medicina tradicional es más riesgosa, porque no tiene advertencia, sino que se alude a poderes mágicos en la cura de enfermedades. - Lo tradicional no tiene base científica. - La biomedicina está basada en la evidencia. A una enfermedad, por ejemplo la fractura, se atiende con mucha responsabilidad y con la seguridad de alcanzar a buenos resultados. Aspectos negativos: - Con la medicina tradicional, a veces, se complican y alargan mucho el tratamiento de una enfermedad. - Los médicos tradicionales suelen aprovechar la ignorancia del pueblo no más que para lucrar. - La práctica tradicional tiende a reducirse cuando la población indígena ya no da importancia y hasta tiene vergüenza de hablar el propio idioma. - La enfermedad es causada por el susto, por mala nutrición y por maltrato externo o debilitamiento de los órganos.
Según entrevistas: - En el tema de enfermedad mental, la medicina tradicional muestra un resultado positivo en términos psicológicos. - La psiquiatría comunitaria estaría siendo incorporada en diversos lugares como en Brasil, porque los procesos rituales y otras formas de sugestiones serían útiles en la curación, la rehabilitación y la reinserción social. - La medicina moderna sintetiza medicamentos aplicables a la patología de la mente, sobre todo, para el buen funcionamiento de la mente. - Existe el efecto placebo con la medicina tradicional, porque se mentalizan a los pacientes. - La salud mental se responde con Servicios Legales Integrales (SLIMS) y Caja Nacional de Seguridad Social; pues, en estas instancias se trabaja con psiquiatras, abogados, trabajadores sociales y psicólogos, quienes tratan la violencia familiar, psicológica, y sexual, las parafilias, trastornos de adicción y dependencia, la depresión y la ansiedad. Aspectos negativos: - Persona que sufre trastorno o enfermedad mental es discriminado y estigmatizado por loco. Los médicos tradicionales, cuando se trata de curar enfermedad mental, consideran que se trata de la locura provocada por fuerzas malignas y demoníacas, lo cual sólo podría ser curado mediantes actos rituales en lugares extraños.
Percepciones según entrevistas: - La gente joven prefiere farmacia y se automedica con medicamentos occidentales. - La gente mayor muestra preferencia de automedicación mediante el uso de los medicamentos naturales. - Algunos médicos manifiestan que primero recurren a la práctica de la automedicación, luego al tratamiento médico. - Las personas buscan autocurarse cuando sienten los primeros síntomas o dolencias sencillas. Practican la automedicación de acuerdo a las recomendaciones de los padres, abuelos y amigos o parientes.
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ALTERNATIVAS DE COMPLEMENTARIEDAD DE SISTEMAS MÉDICOS
- En los municipios de El Alto y La Paz, los especialistas en función del gobierno, actúan bajo la política de SAFCI, que consiste en articular y relacionar distintas práctica médicas. Hay inclinación de agentes médicos en ejercer la interculturalidad a nivel de conocimientos y de acciones de integración y colaboración recíproca para fortalecer la salud de la población paceña urbana y rural. Los biomédicos y médicos tradicionales son dos partes que trabajarían para salvar vidas. A nivel de estudio, la Carrera de Medicina de la UMSA considera pertinente articular el estudio de la biomedicina con la medicina natural tradicional; para el efecto, se estaría rediseñando un nuevo currículo, en el que se incorporaría la medicina tradicional como medicina alternativa. La medicina tradicional puede ser incorporada como complementaria en la medida en que se comprueben los atributos de sus medicamentos naturales y formas de tratamientos. Para el desenvolvimiento de la medicina tradicional, a la par de la biomedicina, se requiere propia infraestructura en los municipios, donde los médicos tradicionales cuenten ítems para trabajar de forma sostenible.
- En el municipio de Tiwanaku, desde el punto de vista preventivo se ve necesario incorporar la práctica de la medicina tradicional en espacios biomédicos. Desde el punto de vista psicológico, los pacientes confían en los médicos tradicionales, ya que es importante manejar recetas biomédicas y naturales. Hay que considerar que los yatiris y los biomédicos saben cómo curar, cuando en ambos casos se da algo que no se puede curar, puede ser derivado de uno al otro; aquí se tendría que practicar la interculturalidad. El tratamiento biomédico al paciente puede ser apoyado con el consumo de mates. Contar con alternativas es mejor en la versión de algún biomédico. Para toda posibilidad de articulación o complementariedad de prácticas médicas, el apoyo es necesario desde el gobierno. Desde la Universidad Mayor de San Andrés, se debe tratar de integrar el conocimiento de la biomedicina con el conocimiento de la medicina natural; también generar intercambio de sus agentes médicos.
- En el municipio de Charazani, la población participante señala que hay un trabajo conjunto y valoración intercultural de conocimientos de la biomedicina y la medicina tradicional a partir del intercambio entre biomédicos y kallawayas. La enfermedad de susto no es curable por el biomédico, entonces se deriva al médico tradicional de competencia. Alguna enfermedad no curable por el tradicional se pasa o se recomienda que el biomédico pueda encargarse. Considerando esta situación, es necesario encontrar la interculturalidad entre dos tipos de medicinas para el beneficio común de la comunidad.
- En el municipio de Achacachi, las versiones indican que tiene que haber respecto, valoración e intercambio de prácticas médicas en función del tipo de enfermedad a ser curada. El parto, por ejemplo puede ser tratada por biomédicos en el hospital, con participación de las (os) parteras (os). Según las competencias médicas tienen que reconocerse; si el biomédico no puede curar la locura, el tradicional sí la curaría; en cambio, si el tradicional no es competente para curar una enfermedad cardiovascular, el biomédico puede curarla. La gente de cualquier edad tiene preferencias para acudir al servicio biomédico, servicio médico tradicional, fe religiosa y autoatención; en cualquier caso, se trata de asegurar la salud.
Las percepciones acerca de la posibilidad de una buena complementariedad de las distintas prácticas médicas son opiniones y sugerencias de los biomédicos, tradicionales, pacientes, observadores especiales y población en general.
FotografĂa: Hospital de Charazani.
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Fotografía: Iglesia de Tiwanaku.
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FotografĂa: Centro de reuniones de Tiwanaku.
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TERCERA PARTE DISEÑO CURRICULAR DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN SALUD
A partir de la Resolución del Honorable Consejo Universitario N° 006/2012, que determinó el financiamiento del proyecto “Imaginarios en Salud: Elaboración de Educación de Adultos” y con el apoyo del Instituto de Estudios Bolivianos (IEB) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), se efectuó la investigación sobre el servicio de salud ejercido por biomédicos y médicos tradicionales en los cinco municipios del departamento de La Paz: Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz. En estos municipios, se pondera la percepción de la gente acerca de la salud-enfermedad y su tratamiento, sobre todo, en términos de fortalezas, debilidades y bajo la perspectiva de cómo contribuir en el fortalecimiento y sostenimiento de la salud en la población paceña.
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La primera fase de investigación fue realizada entre octubre, noviembre y diciembre de 2012, período en el que el trabajo resalta en la revisión bibliográfica sobre la salud-enfermedad, recojo de información empírica del tratamiento de la salud física, mental y espiritual en los municipios del área rural y urbana. En base a la investigación realizada, se considera imprescindible dar continuidad a una segunda fase, para profundizar y ampliar el estudio mediante seminarios, talleres, encuentros y cursos de capacitación entre médicos naturistas y biomédicos, luego traducirlos en un estudio sistemático, con posibilidad de difusión y aplicación en la tarea de sensibilización familiar comunitaria e intercultural. En este orden, el primer paso consiste en diseñar el currículo de capacitación de facilitadores en salud intercultural; el segundo paso radica en elaborar cartillas educativas bilingües; y el tercer paso es la sistematización final de la investigación para su publicación y difusión en los municipios trabajados y en otros. En lo que se refiere al diseño curricular, se trata de elaborar la relación lógica de componentes en el orden consecutivo, es decir, iniciando con la parte de la fundamentación teórica y dando continuidad con el tipo de enfoque curricular, sustento legal, diagnóstico, objetivos, contenidos, metodología, perfil de facilitadores, plan curricular y su forma de aplicación y, finalmente, la evaluación correspondiente. 1. Fundamentación teórica del diseño curricular de capacitación de facilitadores en salud intercultural a. Concepto de currículo En primera instancia, corresponde establecer un concepto adecuado de currículo en función de la necesidad de articular la aplicación de la medicina natural y biomedicina en materia de salud. Tomando en cuenta muchas definiciones generales y particulares acerca de lo que es currículo, asimismo considerando el currículo base, currículo regionalizado y currículo diversificado del Sistema Educativo Plurinacional, y también de acuerdo al proyecto “Imaginarios en Salud” y su programación de actividades, por lo que se propone la siguiente definición de diseño curricular: “el currículo de capacitación de facilitadores en salud intercultural es la relación ordenada de proposiciones de objetivos, contenidos por unidades, metodología de aplicación y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje para orientar el servicio integral en salud”. Para sustentar la elaboración de un tipo de currículo educativo de adultos en el tema de salud, es imprescindible establecer algunos fundamentos teóricos, de acuerdo al estudio previo realizado y la necesidad de contribuir en la toma de conciencia de la población para contrarrestar los índices de morbi-mortalidad en los municipios del departamento de La Paz. b. Fundamento filosófico Ciertos conceptos filosóficos universales acerca de la vida en torno a la salud humana, desde los griegos –Platón y Aristóteles– se identificaron en función a los atributos del ser humano, éstos son principalmente, la materia como cuerpo y la mente como alma, ambos en una relación. En el cristianismo de la Edad Media se adoptó la relación cuerpo y alma, haciendo muchos dogmas teológicos; se consideró que el primero sólo puede tener vida temporal en función del alma inmortal, y éste considerado como principio vital inmortal que caracterizaría el aliento e inteligencia. Sin embargo, la vida es un concepto radical para toda reflexión y análisis filosófico; pues, en función de la vida es posible obrar y constituir el bienestar con buena salud en cualquier contexto cultural y social. En la actualidad, la filosofía no sólo procede con reflexión, análisis, síntesis, crítica, lógica, interpretación, entre otros, sino también marca modos de producir, reajuste armónico en la integridad humana mediante la filosofía de la educación, porque: “la filosofía constituye, a la vez, una formulación explícita de los diversos intereses de la vida y una propuesta de puntos de vista y de métodos mediante los cuales pueden efectuarse en equilibrio mejor de los intereses” (Dewey, Democracia y educación, 2002:278). Con todo, la filosofía marca el sentido de la vida y sus finalidades mayormente previstas en el avance del conocimiento en cualquier contexto de la realidad humana. En el transcurso del tiempo, la vida ha permitido el desarrollo de conocimientos aplicables, entre ellos están los medicamentos naturales y biomédicos disponibles para la defensa de las funciones orgánicas de la vida humana. Esto significa el desarrollo de la buena vida por el propio esfuerzo humano en determinados contextos de la naturaleza, expresión cultural y cultivo de pensamientos y conocimientos, puesto que cada individuo en una relación familiar y social se desenvuelve de acuerdo a dichos contextos y en función de su propia existencia.
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Según Dewey: “El vivir saludablemente no es otra cosa que haya de conseguirse por sí misma, con independencia de las otras maneras de vivir. Un hombre necesita ser sano en su propia vida, no con independencia de ésta, ¿y qué significa la vida sino la suma de sus actividades y de sus tareas?” (Dewey, La reconstrucción de la filosofía, 1970:231). Para marcar fines, lo que: “el hombre necesita es vivir saludablemente, y que esta consecuencia afecta de tal manera a todas las actividades de su vida, que no puede proclamarse como un bien aislado e independiente” (Dewey, 1970:232). De ahí que se dice que en el mundo natural y mundo humano se exploran formas mejores de existencia y coexistencia, lo que se traduce en experiencias de la vida para la misma vida con buena salud, pero, siempre en una relación de todos y de coexistencia. Porque: “A lo largo de la cadena de los individuos va surgiendo la experiencia general de la vida. Con la recurrencia regular de experiencias singulares, se va acumulando en la coexistencia y sucesión de los hombres una tradición de expresiones que va cobrando con el transcurso del tiempo una exactitud y seguridad mayores” (Dilthey, 1954:113). Esto quiere decir que la experiencia humana, en condiciones seguras de vida mejor, no sólo tendría una mera existencia con particular experiencia, sino, sobre todo, generaría conocimientos universales basados en leyes generales de la naturaleza. “Si no hubiera leyes generales, el conocimiento de todo hombre se limitaría a que él mismo ha experimentado” (Russell, 1992:344). Cuando se trata de conocimientos en salud y medicinas, las personas vivas tienen la potestad de contribuir, mediante la educación y estudios investigativos, con la exploración y desarrollo de saberes y conocimientos. El concepto de seguridad relacionada con la vida da lugar a la sana salud. En este sentido, algunos pensadores y científicos expresan definiciones como éstas: “Una persona sana es aquella que puede vivir sus sueños no confesados plenamente” (Moshé Feldenkrais, 1904-1984); “La salud es principalmente una medida de la capacidad de cada persona de hacer o de convertirse en lo que quiere ser” (René Dubos); “La salud es el equilibrio dinámico de los factores de riesgo entre el medio y dentro de ciertos parámetros” (John De Saint). Estas conceptualizaciones de orden filosófico marcan cierto sentido para sostener la salud humana en general, mucho más para respaldar el diseño curricular de educación en salud orientado al mundo andino, porque aquellos conceptos no resultan algo extraño a la concepción de vida y la demanda de la buena salud en las culturas aymara y quechua. De acuerdo con el fundamento filosófico establecido para el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional, se indica que las experiencias y prácticas culturales diversas de las naciones y pueblos indígenas originarios deben asumirse con criterio educativo para vivir bien en armonía con la Pachamama y el cosmos. Porque: “Se busca aprender a educarse en las relaciones complementarias y regidas por los ciclos de vida de los seres humanos, plantas, animales y Cosmos, promoviendo desde esta dimensión, el encuentro de perspectivas holistas para el abordaje de la salud, la educación, el trabajo y la organización social y comunitaria” (Ministerio de Educación, 2012:17). La concepción de complementariedad en materia de currículo significa tomar en cuenta no solamente conocimientos propios de salud y educación, sino también conocimientos y prácticas del mundo, considerando que lo fundamental es forjar la convivencia entre todos, procurando garantizar la buena salud a través de la educación. En el sentido de una visión más amplia e investigativa, el currículo educativo en materia de salud intercultural debe configurarse en un conjunto de saberes, habilidades, competencias y actitudes para el desempeño profesional en salud basada en la medicina natural o tradicional y biomedicina, en el mundo real del ser humano (concebido como vida orgánica en una relación cuerpo-mente-espíritu) con identidad y modo de ser en el contexto de los Andes. c. Fundamento pedagógico Siguiendo las líneas de fundamentación del currículo base del sistema educativo plurinacional, el diseño curricular de educación en salud requiere fundarse, más allá de los modelos y tendencias teóricas del mundo occidental, en una forma de proceso educativo de carácter comunitario, lo que supone que la enseñanza y el aprendizaje requieren un desenvolvimiento desde la comunidad. Porque: “… la comunidad es el nudo central desde el cual la formación y el aprendizaje tienen sentido y pertinencia” (Ídem, 20). La forma de aprendizaje tiene que ser dialogada con conocimiento y creativamente en una relación comunitaria e intercultural. El horizonte pedagógico para la educación de adultos en salud necesita una construcción teórica y reflexiva para sentar las bases conceptuales que den curso a la generación de modos de enseñanza que corresponde
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al maestro o facilitador y modos de aprendizaje de los miembros de la comunidad. Se trata de un proceso educativo en el orden de la relación práctico-teórico-valorativo-productivo. Lo productivo es recuperación y construcción de conocimientos propios, y éstos son, en última instancia, el resultado de los espacios productivos de enseñanza y aprendizaje, sea en cursos de aula, talleres, centros experimentales y en los entornos sociocomunitarios. A su vez, los resultados pueden traducirse en la perspectiva de nuevos aprendizajes y nuevas formaciones e investigaciones, con actores médicos (académico-científicos y tradicionales), que encaminen el proceso educativo en salud basados en conocimientos del mundo andino y universal, de generación en generación en el tiempo indefinido. Por lo tanto, el trabajo pedagógico contemplado en el diseño curricular debe sostenerse en principios de educación comunitaria y participativa, considerando que: “La educación comunitaria es un proceso de convivencia con pertinencia y pertenencia al contexto histórico, social y cultural en que tiene lugar el proceso educativo” (Ídem, 25). Dicho proceso no tendrá que reducirse en mera transmisión de saberes y conocimientos probados; mucho más que esta tarea, se requiere marcar un avance progresivo y constante en cuanto se trata de desarrollar la enseñanza-aprendizaje de carácter intercultural. d. Fundamento epistemológico El conocimiento de la medicina natural-tradicional se puede sostener a nivel de ciencia médica tomando en cuenta su grado de aplicabilidad y la demostración de sus resultados. Si esto es posible, entonces corresponde establecer el fundamento epistemológico que no sea en el sentido gnoseológico. Este último es entendido más como teoría del conocimiento, donde el objeto de estudio radica en la relación sujeto-objeto, en torno al cual giran distintas corrientes gnoseológicas como realismo, idealismo, racionalismo, empirismo, criticismo, etc. “La Epistemología, en cambio, si bien no se ocupa directamente de los contenidos del saber científico, sin embargo, para evaluar y dar razón de algunas reglas metodológicas fundamentales de una ciencia debe tener presente el tipo de objetos de los que ella se ocupa” (Rea Ravello, 1993:23). Para formular un diseño curricular educativo en salud, la epistemología como teoría de la ciencia con principios y leyes, tiene que dotar de dirección al estudio en el orden educativo, sosteniendo la necesidad de validación del conocimiento de la medicina tradicional a nivel experimental, tal como se procede con el conocimiento biomédico. Desde la perspectiva del Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional, el nuevo modelo educativo se fundamenta en el pluralismo epistemológico, entendiendo por ello la articulación y complementariedad, sin jerarquía de distintos tipos de saberes, conocimientos, ciencia y sabiduría de las culturas andinas. En materia de salud y medicina tradicional, la tendencia es recuperar en primera instancia todo conocimiento propio que tenga efectividad en su aplicación, luego orientar su estudio a nivel de ciencia experimental. De este modo, el llamado conocimiento universal de salud y biomedicina –que no siempre responde con efectividad en la cura de ciertas enfermedades– no sea considerada con un predominio unilateral, sino, más bien, forjar la alternancia con el conocimiento del mundo andino, es decir, la medicina natural y tradicional. La ciencia moderna, por ejemplo, puede ser muy importante para muchas actividades humanas, pero no abarca todas las dimensiones de la vida, sino sólo aspectos cuantificables, medibles, de lo “real” que no es toda la realidad. Por tanto, el conocimiento no se agota con la ciencia biomédica tecnologizada, lo que hace necesario complementar con la ciencia médica natural-tradicional que incluye la relación espiritual humana con la naturaleza del mundo y del universo. e. Fundamento psicológico De manera general, la psicología es el estudio del comportamiento humano y los procesos mentales. “La psicología es una ciencia nueva. Se desarrolló en parte de la medicina y de la biología, y en parte de la física y de la química, y también de la sociología, de la filosofía y de la religión” (McConnell, 1978:4). El estudio psicológico conceptualiza lo que es la percepción, atención, motivación, emoción, función del cerebro, inteligencia, personalidad, etc. Para configurar el diseño curricular de educación en salud, la fundamentación psicológica debe marcarcuatro áreas: psicología educativa, que orienta al análisis de las formas de aprender y de enseñar, además, conocer los factores que intervienen en el desenvolvimiento de las potencialidades humanas en diferentes contextos; psicología socio-comunitaria, que orienta trabajar sobre saberes y prácticas culturales en tema de salud
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en comunidades urbanas y rurales; psicología andina ancestral, que tiene que ver con la manera de vivir en equilibrio y armonía dentro de una concepción holística e integral con la naturaleza; psicología clínica, que se ocupa de la investigación de las estructuras psíquicas (de cualquier condición social y cultural) en tanto causales de sufrimiento humano, y la comprensión de los mismos en el diario vivir; y psicología de la salud, que promueve el mantenimiento de la salud, promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Estas áreas tienen que sostenerse en una relación, donde la psicología educativa es común e implícitamente más relacionada con la propuesta curricular de educación. En lo socio-comunitario, lo que resalta es el diálogo social comunitario y comportamiento entre interlocutores sociales en el campo del desarrollo y aplicación de la política de salud comunitaria; el diálogo social, incluida la acción social, da lugar a la psicología social. De acuerdo con el psicólogo social del Departamento de Psicología de Salud de la Universidad de Alicante de España, Jesús Rodrigues: “La psicología social de la salud es la aplicación específica de los conocimientos y técnicas de la psicología social a la comprensión de problemas de salud y al diseño y puesta en práctica de programas de intervención en ese marco” (Rodríguez, 1996:352). La conducta relacionada con la salud y la enfermedad se aprende y se realiza en un contexto social por lo que un abordaje puramente individual probablemente ofrecería una perspectiva muy limitada de las relaciones entre conducta y enfermedad. Según Huici y Rodríguez-Marín –citado por Jesús Rodríguez–, la influencia del contexto sociocultural de los grupos sociales sobre el campo de la salud-enfermedad estaría determinado por la familia como unidad básica de comportamientos de enfermedad y salud; tiene por ejemplo un papel relevante en la interpretación de los síntomas del enfermo, en la prescripción de determinados tratamientos en el hecho de automedicaciones, en la decisión de buscar o no ayuda profesional y de cumplir o no un tratamiento y en la práctica de conductas preventivas de toda enfermedad. Cuando se trata de sostener la salud, la respuesta de la gente es: sin salud no hay nada”, entendiendo que la salud es la base para cualquier actividad social, económica, deportiva y cultural. En suma, con respecto al binomio salud-enfermedad, la conducta del hombre sano y la conducta del hombre enfermo no pueden comprenderse si se las separa de su circunstancia sociocultural en la que se vive formando parte de grupos y comunidades. Con relación a la psicología andina ancestral, se expresa una concepción dual del espacio en el que se encuentran en una relación de complementariedad y de opuestos: hombre – mujer, arriba – abajo, lo familiar – lo siniestro, lo íntimo y lo ajeno, la alegría – tristeza, lo animado – lo inanimado, etc.; se tratan de relaciones con diversos matices en la concepción del mundo andino, por lo tanto la ambivalencia termina por coincidir con su antítesis. A nivel de existencia entre comunarios de distintas culturas andinas, el retorno de la muerte provoca el miedo, porque éste es concebido como un peligro, del que siempre se procura protegerse. El retorno del muerto es el paradigma de la posibilidad horrorosa de convertirse en objeto del goce de otro, en tanto que el muerto no está sometido a ninguna ley. A nivel de interpretación de la concepción del mundo andino se hace importante considerar lo inconsciente, como mediador entre el “yo” y el “otro”, lo subjetivo y lo objetivo que se vinculan dialécticamente, y hacen referencia al campo donde lo individual y lo colectivo, lo objetivo y lo subjetivo, lo anormal y lo normal tienen su espacio común en el inconsciente en tanto sistema donde lo social y lo individual encuentran su determinación. Por ello la psicología originaria se conserva mejor en las regiones andinas donde se percibe cierta resistencia a la influencia de la cultura occidental. “Los valores culturales autóctonos al ser rechazados de la vida social por una civilización impuesta de súbito, se convierten en resistencias al progreso”. Con respecto a la enfermedad, en el imperio incaico era concebida como resultado de fuerzas sobrenaturales que actuaban mediante la intrusión de un cuerpo extraño o un espíritu maligno; en otros casos la enfermedad era causada por la pérdida del alma, la influencia de un enemigo o un hechicero y al castigo de los dioses por haber infringido un tabú. La cultura milenaria del imperio incaico fue conservada a través de las creencias, tradiciones, rituales, practicas medicinales y sociales, que hoy en día siguen vigentes en distintas regiones de nuestro país y que se están intentando recuperar y revalorizar en el marco de una red de normas que dan lugar a la práctica comunitarias.
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En este marco, la salud mental tiene por si misma su influencia ya que se busca el “bien estar de la comunidad y de la persona”, a través de la armonía consigo misma, con su entorno y la naturaleza. De manera que se pueda disfrutar de una mejor calidad de vida a través de la complementariedad, de la forma en la cual el sujeto puede llenar la falta que le produce angustia. En esta dirección se debe considerar que, para la psicología, la salud no solamente es la ausencia de enfermedad (física o mental), sino que también es el encuentro con un tipo de armonía, de bien estar que da lugar a una mejor calidad de vida a través del encuentro con el “otro”, el que puede aliviar la angustia producida por la falta. f. Fundamento biológico Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico, social y NO únicamente la ausencia de enfermedad; es una definición positiva y comprehensiva (bio-psicosocial). El médico, historiador y filósofo español, Pedro Laín Entralgo, para establecer una definición adecuada de salud, supone decir a alguien que está sano, es indispensable tener en cuenta varios criterios objetivos y uno subjetivo. De acuerdo al primer criterio objetivo, se considera lo morfológico, es decir, que no exista lesión anatómica, celular, subcelular o bioquímica. Como discutiremos alguna vez en el futuro, la separación entre lo estructural o morfológico y lo funcional, que ya era complicado, se ha hecho difícil en los últimos tiempos con el progreso de las ciencias morfológicas, especialmente con la aparición de la microscopía electrónica y la histoquímica. Sin embargo, nosotros reservaríamos el criterio de ausencia de “lesión bioquímica” de Peters para la sección de lo funcional. Un segundo criterio objetivo considerado por Laín Entralgo es el etiológico, es decir, que no se encuentren en el sujeto examinado causas primeras, externas o internas de enfermedad. En este aspecto, también nos permitimos disentir con el planteamiento del autor, porque encontrar un agente etiológico, v.g., un virus o una bacteria, en el organismo de un sujeto, lo que no quiere decir que ese sujeto esté necesariamente enfermo. Podríamos mencionar varios ejemplos de los justamente llamados “portadores sanos” de microoganismos potencialmente patógenos. El tercer criterio considerado objetivo es el funcional. De acuerdo con este criterio, sano sería el ser humano cuyas constantes vitales muestran un valor reputado normal, y cuyas diversas actividades orgánicas se hallan cualitativamente y cuantitativamente dentro de los límites que definen la norma funcional de la especie. Entonces, estar sano equivaldría a estar normo reactivo. Finalmente, otros dos criterios objetivos son el utilitario o érgico y el comportamental o conductual. En el primer caso, será sano el individuo capaz de cumplir sin fatiga excesiva y sin daño aparente, lo que la sociedad a la que pertenece espera de su vida. En el segundo caso, será sano aquel cuyo comportamiento se atenga a las pautas que se estiman normales en la sociedad a que pertenece. En cuanto al criterio subjetivo, se considera el sentimiento de estar sano. Este sentimiento, precisa el autor Laín, es complejo porque en él se funden varios motivos psicológicos: la táctica conciencia de la propia validez, o lo que es lo mismo, de poder hacer lo que se desea; la sensación de bienestar psico-orgánico. En la sensación, difícilmente puede ser perfecto en la básica seguridad de poder seguir viviendo, o de ausencia de alguna amenaza vital. Una notoria libertad respecto del propio cuerpo, es decir, que el cuerpo no puede obligar a actuar en determinado sentido o a fijar constantemente la atención en su existencia y actividad; sin embargo, se da la relación de sensación en la semejanza vital con los demás seres humanos y la posibilidad de gobernar en la cotidiana relación de convivencia, en el juego vital de la soledad y la compañía (Laín E., 1986: 179-180). g. Fundamento antropológico La fundamentación del diseño curricular se basa en las conceptualizaciones que tienen una orientación en el marco de la antropología médica, la que se relaciona más con la salud de la vida humana en diversas culturas. La antropología cultural tiene su realce aplicativa en los trabajos de corte etnográfico de carácter holístico: “ocupados en estudiar las formas en que la cultura afecta la experiencia individual, o en ofrecer una visión global
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del conocimiento, de las costumbres y de las instituciones de un pueblo” (Barfield, 2001:43). Dentro de las instituciones que forman parte de la cultura de los grupos humanos se hace presente la medicina, que nace a partir de los problemas que afectan a la comunidad en el campo de la salud. La Antropología médica estudia los problemas de salud humanos y los sistemas terapéuticos en sus contextos sociales y culturales más amplios. El trabajo de la antropología médica se fundamenta en sus diferentes enfoques como el “enfoque etnomédico”, que Fábrega define como: “estudio de qué piensan los miembros de diferentes culturas acerca de la enfermedad y cómo se organizan para recibir tratamiento médico, así como la propia organización de este” (Barfield, 2001:89). Esto es con referencia a los conocimientos e imaginarios que van acumulando y son compartidos por el grupo. “Los estudios etnomédicos se centran en la CLASIFICACIÓN y significado cultural de la ENFERMEDAD (somática y mental), los comportamientos de los enfermos en busca de salud y las teorías, el adiestramiento y las prácticas de los sanadores” (Barfield, 2001:89). En perspectiva, la concepción sobre salud que manejan los diversos pueblos, la DECLARACION DE ALMA-ATA: “reitera firmemente que la salud, estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud” (Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978). En este sentido, los grupos sociales que se asientan en el departamento de La Paz, manejan sus propios conceptos en los que no se separa lo biológico y lo espiritual: “El nivel físico es el soporte de la vida espiritual, que representa a la vez la vida relacional de una persona con su entorno. Tras una enfermedad y sus causas fisiológicas, se buscará siempre la causa original del mal en el orden social” (Michaux en Fernández, 2004:112). Desde la participación antropológica se: “puede cooperar facilitando la comprensión por parte del médico acerca de los conceptos de salud enfermedad que posee cada grupo étnico, sugiriendo métodos particulares en cada caso” (Aracena, 1987:236). Entonces, se debe tomar en cuenta que cada grupo o composición social tiene una forma propia de visionar y dar explicación a los fenómenos y acontecimientos. Siguiendo al autor Aracena, es imprescindible tomar en cuenta la idiosincrasia de uno u otro pueblo para sostener la salud bajo programas educativos beneficiosos en el área. 2. Enfoque intercultural del diseño curricular El concepto “Interculturalidad” refiere a toda relación de dos o más expresiones culturales, de personas o grupos sociales. Por extensión se puede llamar también interculturales a las actitudes de personas y grupos de una cultura en referencia a elementos de otra cultura: “Algunos hablan también de interculturalidad, en términos más abstractos, al comparar los diversos sistemas culturales, como por ejemplo la cosmovisión indígena y la occidental. Pero éste es un uso derivado del anterior, sobre todo desde una perspectiva educativa” (Albó, 2004:18-19). Tomando en cuenta el significado de relaciones de culturas y la necesidad de sostenimiento de buena salud a base de buena alimentación y el grado de aplicación de conocimiento de la medicina natural y tradicional en cuestiones de toda enfermedad, corporal orgánica, mental y espiritual, la tarea investigativa debe continuar bajo la perspectiva de no sólo recuperar teóricamente los conocimientos y sabidurías médicas andinas, sino también bajo la visión de articular el ejercicio médico tradicional con el ejercicio biomédico. Para el efecto, los resultados de la investigación efectuada en los cinco municipios del departamento de La Paz, tiene que traducirse en un plan curricular intercultural objetivamente aplicable a nivel educativo, con orientación en distintas prácticas de promocionar, prevenir, diagnosticar, curar, sanar y fortalecer la salud de los seres humanos, especialmente en el mundo andino. Si los conocimientos y sabidurías acerca del uso de la medicina tradicional andina es variado en sus valores y conocido en distintas lenguas, o bien, diversificado de acuerdo a distintos contextos culturales, como también médicos nativos con distinta categoría como qulliri (curandero), yatiri (el sabio que identifica problemas de
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salud), kallawaya (maestro en salud y medicina tradicional andina), ch’amakani (maestro en la aplicación de fuerzas naturales y sobrenaturales), entonces es obvio asumir un enfoque intercultural en materia de salud y el servicio de la medicina tradicional. Mucho más cuando se trata de complementar con la práctica de la biomedicina vigente. El enfoque intercultural en materia de salud, a diferencia del enfoque multicultural propugnada por Norteamérica y Europa, consiste en la reivindicación de diferentes conocimientos y sabidurías de los pueblos indígenas (en el caso andino, tiene que ver con aymaras, quechuas y otros) para sostener la k’umar jakawi (vida sana) en diferentes ámbitos culturales. Se trata del enfoque intercultural porque en el territorio de los Andes se identifican diversas prácticas médicas reconocidas entre distintas culturas, también porque diversas prácticas son asumidas en cada contexto cultural. Es más, frente a las prácticas de la ciencia biomédica con algunas limitaciones, la práctica de la medicina tradicional andina demuestra cierta prueba de efectividad para fortalecer no sólo la salud física, sino también la salud espiritual. A partir de ello, según el médico peruano, Dr. Oswaldo Salaverry, se afirma que la interculturalidad en salud implica un cambio de paradigma del ejercicio médico, pues se recupera la práctica de la medicina tradicional de los andinos. “La incorporación de la interculturalidad en la salud se toma así en un tema de doctrina médica…” (Salaverry, 2010:90). En otras palabras, la interculturalidad en términos de salud y uso de medicamentos tiene que alternarse entre la medicina natural-tradicional y la biomedicina. La práctica de la medicina tradicional andina debe inducirse a nivel educativo bajo el mismo enfoque intercultural. En este caso se trataría de un enfoque de educación intercultural en salud, bajo el que se debe considerar la herencia cultural de los pueblos andinos (indígenas), explorar y reconocer los aportes en conocimientos, técnicas, valores, etc. Cuando corresponda complementar entre conocimientos andinos y universales en materia de salud y medicamentos, en el diseño curricular de educación de adultos en salud, el enfoque intercultural se asumirá en el sentido de cómo constituir las relaciones de objetivos, contenidos, aplicaciones y formas de evaluación, considerando que el currículo debe ser expresado en tres idiomas (español, aymara y quechua) para la adecuada aplicación en diferentes municipios del departamento de La Paz. De tal manera que en la práctica educativa se pueda dar curso a la reconstrucción de propios conocimientos y nuevas investigaciones acerca de la interculturalidad en salud. Tomando en cuenta lo anterior, el aporte del proyecto “Imaginarios en Salud”, adopta un enfoque transdisciplinario en tanto contribuye desde diversas disciplinas con sus propios objetos de estudio, la comprensión del proceso salud-enfermedad. 3. Base legal en el marco del Estado Plurinacional Para sostener la salud basada en medicina tradicional andina, en términos de derechos de los pueblos indígenas, se entabló un reconocimiento de servicios de salud y medicina tradicional a partir del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), vigente desde el año 1989 y que en 1991 ha sido ratificado y sancionado en Bolivia como la Ley N° 1257. En el punto 2 del Artículo 25 de esta ley se señala: “Estos servicios deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales”. También el derecho indígena –en este caso de los andinos nativos– de ejercer la buena salud con la práctica de la medicina tradicional se sustenta en el Artículo 24 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada el 13 de septiembre de 2007 y que se elevó en Bolivia al rango de la Ley N° 3760 el 7 de noviembre de 2008, donde textualmente se indica: “Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas indígenas también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios sociales y de salud”. En concordancia con los artículos citados del Convenio 169 y la Declaración sobre los derechos indígenas, el punto I del Artículo 42 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, vigente desde el 7 de febrero de 2009, señala: “Es responsabilidad del Estado promover y garantizar el respeto, uso, investigación y práctica de la medicina tradicional, rescatando los conocimientos y prácticas ancestrales desde el pensamiento y valores de todas las naciones y pueblos indígena originario campesinos”.
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Para entablar la práctica de la medicina natural-tradicional con la práctica de la biomedicina, sobre todo, para plantear un diseño curricular de educación de adultos en salud, corresponde un sustento legal. En este sentido, la normativa se basa en el Decreto Supremo N° 29601, vigente desde el 11 de junio de 2008, donde indica que en Bolivia se implementa un modelo único de servicio en salud, se trata de Salud Familiar Comunitario Intercultural (SAFCI); en el Artículo 2 de aquel decreto, se indica más claramente: “El objetivo del Modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural es contribuir en la eliminación de la exclusión social sanitaria (traducido como el acceso efectivo a los servicios integrales de salud); reivindicar, fortalecer y profundizar la participación social efectiva en la toma de decisiones en la gestión de la salud (buscando la autogestión); y brindar servicios de salud que tomen en cuenta a la persona, familia y comunidad; además de aceptar, respetar, valorar y articular la medicina biomédica y la medicina de los pueblos indígenas originarios campesinos, contribuyendo en la mejora de las condiciones de vida de la población”. También el sustento legal es de carácter constitucional, conforme al punto II del Artículo 35 de la CPE, que establece: “El sistema de salud es único e incluye a la medicina tradicional de las naciones y pueblos indígena originario campesinos”. En el orden educativo, la formulación curricular debe ser regionalizado, esto es tomando en cuenta el punto 1 del artículo 70 de la Ley de la Educación N° 70 “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, vigente a partir del 20 de diciembre de 2010: “El currículo regionalizado se refiere al conjunto organizado de planes y programas, objetivos, contenidos, criterios metodológicos y de evaluación en un determinado subsistema y nivel educativo, que expresa la particularidad y complementariedad en armonía con el currículo base del Sistema Educativo Plurinacional, considerando fundamentalmente las características del contexto sociocultural y lingüístico que hacen a su identidad”. Todo ello constituye un marco legal sustentable para un diseño curricular de educación de adultos en salud intercultural, diseño que debe tener carácter de aplicabilidad en distintos contextos de la población del departamento de La Paz. 4. Diagnóstico y evaluación de la situación actual de la salud en municipios del departamento de La Paz Para el diseño de currículo de educación en salud intercultural, el punto de partida es el diagnóstico, en el que se deben determinar los problemas de salud, las necesidades de solución o alternativas de curación y evaluación correspondiente. Sin embargo, en la primera fase de investigación del proyecto “Imaginarios en Salud: Elaboración de Programas de Educación de Adultos”, el estudio se muestra más en términos cualitativos, razón por la que se requiere tomar en cuenta de modo complementario algunos datos generales en el orden cuantitativo acerca de la situación de la salud y tasas de mortalidad en ciertas fuentes de instituciones públicas y privadas. Esto es para tener un referente razonable que nos permita trazar alternativas de respuestas también racionales. El especialista en Salud Pública y actual profesor del Departamento de Salud Pública de la UMSA, Dr. Oscar Lanza Van Don Berghe, en el Foro de Análisis y Propuesta “El Sistema de la Salud Pública en Bolivia”, evento que se realizó en el Paraninfo de la Universidad en fecha 3 de mayo de 2012, hizo notar que el Sistema Nacional de Salud (SNS) estaría en crisis debido a que faltan medios tecnológicos de atención y de investigación, además carencia de recursos económicos para el buen servicio de los médicos, por tanto no habría un efectivo servicio a la población mayormente en situación de pobreza. Del mismo modo, hizo notar que hay cinco causas principales de morbi-mortalidad: infecciones respiratorias agudas, diarreas agudas, desnutrición, traumatismos y complicaciones gineco-obstétricos. Se tratan de enfermedades que afectan a más del 63% de la población boliviana. Considerando los problemas mencionados y otros, el Dr. Van don Berghe nos indica algunos datos generales preocupantes: Esperanza de vida: 62 años entre varones; 67 años entre mujeres. Tasa de mortalidad general: 8.05/1000 habitantes. Tasa de mortalidad materna: 229/100.000 nacidos vivos. Tasa de mortalidad infantil de 54.58/1000 nacidos vivos. Mientras en otros países, este indicador es de 10.28 en Costa Rica, en Brasil 30.66, en Japón 3.28, en Alemania 4.2. Tasa de mortalidad en menores de 5 años de 63 por 1000 niños.
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Tasa de incidencia de tuberculosis de 61.9/100.000 habitantes. Porcentaje de niños menores de 5 años con desnutrición crónica de 21.8%. Porcentaje de niños de 6 a 59 meses con anemia de 61.3%. Según algunos indicadores estadísticos del Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz, hasta la gestión 2012 el servicio médico cuenta con 730 establecimientos para la población total de 2.923.118 (50.53% mujeres y el 49.47% hombres). La cantidad de establecimientos están distribuidos por áreas urbana y rural. El área urbana de la ciudad de La Paz cuenta con 148 (20.3%) establecimientos de salud para una población de 864,671 (29%); a su vez, se distribuye por niveles: en el primer nivel, con 113 centros de salud; en el segundo, con 20 hospitales básicos; y el tercer, con 5 hospitales generales y 10 institutos especializados. El área urbana de El Alto cuenta con 89 (12.2%) establecimientos para una población de 988.743 (34%) que, a su vez, se redistribuye también por niveles: en el primero, con 79 centros de salud; el segundo, con 9 hospitales básicos; y en el tercero, con 1 hospital general. El área Rural cuenta con 493 (67.5%) para 1.069.700 (37%) de habitantes y sólo se redistribuye en dos niveles: en el primero, con 302 puestos de salud y 175 centros de salud, y en el segundo, con 16 hospitales básicos. En cuanto se refiere a sectores que prestan servicios en salud: “El sector publico atiende al 53% de los oferentes de los servicios de salud en la ciudad de La Paz, al 52% en la ciudad de El Alto y el 97% en el área rural. En contraste sólo tiene el 36% de Centros de Salud con médicos y enfermeras. En tanto que la Seguridad Social cuenta con 7% de establecimientos del total en la ciudad de La Paz, 5% en la ciudad de El Alto y tan sólo el 1% en el área rural. Las ONGs tienen cobertura con sus establecimientos del 21% en la ciudad de La Paz, 15% en la ciudad de El Alto y el 0% en el área rural. La iglesia cuenta con el 10% en la ciudad de La Paz, 5% en la ciudad de El Alto y 1% en el área rural. Este escenario deja percibir claramente que el más deprimido en atención en salud sigue en manos del sector público de manera predominante y en el área rural prácticamente en su totalidad, una perfecta desigualdad” (SEDES La Paz, Memorias del Perfil Epidemiológico, 2012:15). Se estima que del total de los establecimientos de salud, un 50% están ubicados en la región altiplánica, el 40% en los valles y el trópico, y en la región amazónica apenas habría un 10% de establecimientos de salud. Esta información porcentual acerca de las tasas de mortalidad, servicios de salud y cobertura por área y región significan algunos datos generales aproximados, los que nos permiten determinar la necesidad de mejorar los servicios, sobre todo, en la prevención, tratamiento de las enfermedades y mejoramiento de la salud de las personas de toda condición cultural y social. Si bien, la información estadística corresponde más al tipo de estudio y servicio biomédico, la cuestión es que, de manera general, casi no se cuenta con información contabilizada con relación al servicio de la medicina natural-tradicional y que sólo se podría obtener información relevante bajo el estudio en el tema de salud por municipios, tal como se hizo en la primera fase de investigación. A continuación, se realiza una breve descripción y análisis acerca del estado actual en que se encuentra la salud en los cincos municipios mencionados anteriormente. a. Análisis del grado de aplicación y efectividad de la medicina tradicional y de la biomedicina Considerando los datos generales sobre la atención en tema de salud y la persistencia de muchas enfermedades y tasas de mortalidad provocadas por distintas causas, en el caso de los municipios (Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz), en los que se realizó la investigación empírica, se determinan distintas formas de prevención, curación de enfermedades y mejoramiento de salud. Se identifican en cada contexto cultural y regional, desde la percepción de la población acerca de la práctica de la medicina natural-tradicional y la aplicación de la biomedicina, datos relevantes acerca de cómo explorar la enfermedad, mejorar y fortalecer la salud corporal y mental, entre otros. Municipio de Achacachi Achacachi es capital y la primera sección municipal de la provincia Omasuyos del departamento de La Paz. La expresión de la vida cultural en el pueblo de Achacachi denota un sincretismo de la tradición andina aymara y
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el modo moderno derivado de la civilización mundial. A pesar de la característica sincrética, la identidad aymara tiene mayor predominancia. Según el Censo de 2001, el municipio de Achacachi contaba con 70.503 habitantes; sin embargo, posterior a la fecha del padrón se crearon nuevas secciones municipales, las que restaron población, por lo que se estima que tendría 38.000 habitantes. Debido a los cambios producidos, es difícil establecer con precisión indicadores en cuanto al número de servicios médicos y número de población que demanda la atención en salud, mucho más si todavía no se tiene información actual del Instituto Nacional de Estadística acerca del Censo de 2012 por municipios. Con base a la situación anterior del municipio de Achacachi, de la población total indicada, 4.205 se encuentran en el umbral de pobreza, 28.851 en pobreza moderada, 33.179 en la indigencia, 2.417 en marginalidad y el resto en mejores condiciones de vida. De acuerdo a la naturaleza cultural, la cuestión de la salud y todo tratamiento se basa tanto en el conocimiento biomédico formal y de la medicina natural y tradicional. La práctica y la aceptación de distintos conocimientos de la salud se ejercen por agentes biomédicos y médicos naturistas en el sentido de atención preferida por la población que se encuentra en un 93% de pobreza. Conforme a la Estructura de Establecimientos de Salud, Red Rural –SEDES La Paz– 2010, en el municipio de Achacachi, el servicio biomédico tiene un hospital de segundo nivel denominado “Cap. Juan Uriona Suarez”, que cuenta con salas de medicina, pediatría, maternidad, salas de consulta, farmacia, buen número de camas para pacientes, ambulancias de emergencia; tiene seis (6) centros de salud de primer nivel, y catorce (14) puestos sanitarios distribuidos en diferentes cantones. El sistema de salud cuenta con los siguientes funcionarios: gerente, administrador, médicos generales, médicos especialistas, odontólogos, técnicos de laboratorio, bioquímicos y farmacéuticos, radiólogos, enfermeros(as), etc. Además se cubre con programas de salud como el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), Programa Mujeres en Edad Fértil (MEF). Con todo, se marcan buenas potencialidades, según las que las bondades de los médicos radican en el servicio de salud bajo el conocimiento experimental bioquímico y farmacológico. Sin embargo, en el sentido contrario se muestran las siguientes limitaciones: falta de ítems para los centros médicos, falta de especialistas en cardiología, insuficiente equipamiento, falta de medicamentos, falta de mantenimiento de los centros de salud, persistencia de la mortalidad y desnutrición infantil, ausencia de los servidores en los centros de salud e inaccesibilidad (horario reducido, malos tratos y altos costos de medicamentos) a los servicios requeridos. En la práctica de la medicina tradicional, existen no centros hospitalarios de salud, sino agentes tradicionales conocidos como yatiri y curandero. Según el Plan de Desarrollo Municipal de Achacachi para el período 20062010, los agentes asumen la cosmovisión sanitaria de las comunidades del municipio. A pesar del desprecio y marginación del saber ancestral en la cura de enfermedades: “La medicina tradicional en el Municipio es representada por curanderos, hueseros, hierberos y parteras; quienes cubren las demandas de atención de salud de una mayoría de la población, principalmente por dos factores positivos (i) su accesibilidad y (ii) la forma integral de ver y tratar la salud” (Gobierno Municipal de Achacachi, 2006:44). Se considera que la población mayoritaria posee mayor información sobre la medicina natural o tradicional, debido a que es confiable y efectiva en su aplicación; aunque al acudir a los centros de salud gubernamental, la práctica de la medicina tradicional es tomada con poca importancia, mucho más cuando, en algunos casos, se observa que los curanderos no hacen diagnóstico adecuado ni la cura efectiva. De acuerdo al trabajo de campo realizado bajo el proyecto “Imaginarios en Salud”, el yatiri es aquel maestro chamán sabio, especialista en el modo de relacionarse con ajayus (espíritus). Por una parte se señala que la buena salud y la vida de los seres humanos dependen del ajayu, y éste proviene de distintos fenómenos naturales como el rayo, tierra, lago, río, montaña; en este caso, se distinguirían varios tipos de ayajus, los que se concentran en sitios sagrados o wak’as del mundo andino. Por otra parte, cuando se trata de curar ciertas enfermedades, el yatiri trabaja con ajayus de vegetales y animales, también empleando los mismos para ofrendar a la Pachamama en lugares sagrados. Cuando se trata limpiar o desquitar energías de mala suerte, el yatiri procede a intermediar
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con actos rituales entre espíritus, energías del universo y vida humana. En casos extremos, el yatiri no sólo sana la salud, sino que puede embrujar si logra captar los espíritus (ajayus) de las personas a quienes se dirige. Mientras que el curandero es aquella persona que realiza prácticas curativas, porque sana enfermedades y dolencias a base de hierbas y empleo de fuerza sugestiva. Se considera que el verdadero curandero ejerce función mayormente en las comunidades, mientras que algunos están en el pueblo de Achacachi, donde actúan más por factor económico. El verdadero curandero (hombre o mujer) es de carácter terapeuta, porque tiene conocimiento de saberes ancestrales y métodos de cómo sanar las enfermedades; procede con fórmulas mágicas de brebaje, oraciones o rezos, cera bendita, modo de empleo de manos, manejo correcto de hierbas medicinales y manejo de libros sagrados; es aquel que sana las quemaduras, heridas, insolaciones y mal de vista, luxaduras y roturas de huesos, dolores reumáticos. Más allá de la asistencia en salud, sea por parte de los biomédicos como también por parte de los yatiris y curanderos, en el municipio de Achacachi, persisten ciertas tasas de mortalidad, especialmente en los niños de 0 a 4 años de edad. Según la información de Redes y Municipios SEDES La Paz – Gestión 2012, nos muestra el siguiente detalle de tasas de mortalidad dentro y fuera del servicio médico: 1 muerte materna fuera de servicio; 6 muertes del recién nacido antes de siete días dentro del servicio; 6 muertes de niños menores de un año dentro del servicio y 1 muerte fuera de servicio; cero (0) muerte de niños menores de 5 años por diarrea, 0 neumonía, 0 desnutrición aguda grave, 6 muertes por otras causas dentro del servicio y 1 fuera del servicio; 2 muertes mayores de 5 años dentro del servicio y 40 fuera del servicio. Las causas más frecuentes son: resfrío común (Rinofaringitis aguda) en un 44%; diarrea y gastroenteritis con 20%; desnutrición proteicocalórica con 9%; neumonía organismo no especificada con 18% y otros (odontalgia, trastornos del sistema urinario, artritis reumatoides, trastornos de los tejidos blandos, herida de la cabeza, infecciones agudas de las vías respiratorias, el alcoholismo, virus no identificado) con 9%. Municipio de Charazani (Juan José Pérez) Charazani es la primera sección municipal de la provincia Bautista Saavedra del departamento de La Paz, está dividida en siete cantones en un panorama de altura, valle y subtropical. Su capital de sección, que lleva el mismo nombre, Charazani, es la población con cultura relevante en medicina tradicional. De acuerdo al Censo de 2001, el municipio de Charazani tiene 9.262 habitantes, de los cuales el 82,10% son quechuas y un 18% aymaras. Esta población, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), tendría en promedio como esperanza de vida 55.9 años. “Dentro del Municipio, debemos indicar que el 70% está dispersa, lo que significa un total de 6.046 habitantes y el resto está ubicado en las principales poblaciones de las comunidades en forma concentrada, lo que equivale aproximadamente del 30%” (Gobierno Municipal de Charazani, 2004:57); la mayor parte de la población está distribuida en el área rural y la menor parte se encuentra concentrada en centros urbanos. La expresión de la vida cultural en general se enmarca en la cosmovisión andina de tres mundos: alax pacha (el espacio de las alturas), taypi pacha (tierra y territorio) y manqha pacha (mundo subterráneo y subjetivo). La relación de estos componentes constituye la naturaleza armónica para la vida en equilibrio; porque en dicha relación tendrían expresión los elementos en términos de dualidad como lo bueno y lo malo, sagrado y maligno, vida y muerte, hombre y mujer, etc. En este orden de relación armónica se tiene desarrollado el conocimiento de la medicina natural y espiritual para responder a distintos tipos de enfermedades y con el fin de sostener la buena salud de la población, aunque desde la segunda mitad del siglo XX hasta el presente, se ha fomentado el servicio de la biomedicina mediante centros hospitalarios. De manera que el tema de salud y todo tratamiento se basa tanto en el conocimiento biomédico formal como en el conocimiento de la medicina natural y tradicional, que son ejercidos por los médicos correspondientes, con la única diferencia de que la práctica de la medicina tradicional es sostenida por escasos kallawayas, es más preferida en un 90% de la población en situación de pobreza en distintas comunidades. Para el servicio biomédico se cuenta con tres centros de salud de primer nivel: Hospital de Charazani “Boris Banzer”, Centro de Salud “Chullina” y Centro de Salud “Amarrete” (Hospital Kallawaya de “Amarrete”). El Centro de Salud “Boris Bánzer” tiene equipamiento y buena infraestructura, cuenta con personal administrativo, tres médicos, una enfermera y tres auxiliares, dos odontólogos y un farmacéutico. En el presente, se brinda
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servicios en medicina general, enfermería, odontología, ecografía y laboratorio. El municipio de Charazani también cuenta con cinco puestos de salud: “Qutapampa”, “Caata”, “Florida”, “Huato” y “Sotopata”. De manera general, el servicio en salud en distintos establecimientos resulta regular; por una parte, el personal biomédico muestra cierta potencialidad para curar enfermedades físicas y, por otra parte, el servicio biomédico no logra cubrir con todo, debido a ciertas enfermedades y causas que son frecuentes como la diarrea, la IRA, la desnutrición y epidemias (para las que los médicos no estarían preparados), inclusive no se responde a enfermedades mentales y espirituales. Esta situación implica que el servicio biomédico tiene limitaciones para contrarrestar las enfermedades de toda naturaleza. En cuanto al servicio de salud bajo la práctica de la medicina tradicional, no existen centros hospitalarios, sino escasos kallawayas móviles-itenerantes, que son herbolarios y sabios en todo tipo de medicamentos. De ahí que el nombre kallawaya significa “portar medicina natural”. La sabiduría del kallawaya radica en cómo curar las enfermedades de distinta naturaleza, sea corporal o espiritual. Los kallawayas especializados en la cura de enfermedades corporales son distinguidos como curanderos; mientras que los kallawayas especializados en la cura mental y espiritual son conocidos como yatiris; en cada caso, a su vez, se distinguen por subespecialidades. Los curanderos, incluidos parteros (as), son médicos naturistas que curan las siguientes enfermedades: diarrea con cáscaras de naranjo y de guayabo, susto y quebranto con hojas de piñón y rezo, fiebre con té de anador, amebas con leche de majo y raíz de motacú, pasmo con raíz de motacú y caré, arrebato con baño maría y sangre de grado, bronquitis con paja cedrón y miel de abeja, vómito con malva y cáscara de tipa, dolor de estómago con té de hierba buena y huacatalla, mal de vista con té y orín, sarna con balsamina, malaria con té de raíz de limón y té de quina quina, dolor de hueso con maticum. En la concepción de los kallawayas, es significativo creer en la vida ultraterrestre o bien en la reencarnación y achachilas. Cuando alguien muere, sigue viviendo en espíritu, porque se rinde culto a la divinidad de las montañas (“mochulas” en quechua y “achachila” en aymara). Los gobernantes y jueces se reencarnan en cerros de menor tamaño, en lagos o en árboles; mientras que los hombres malos, déspotas, incestuosos, ladrones y blasfemos son convertidos en anchancho uhariuri o lari lari. Los kallawayas yatiris son aptos para sanar la salud espiritual y mental, además predicen el futuro, o bien, el destino de las personas. Es extraordinaria la sabiduría que comulgan los yatiris; una de las razones, se produce cuando el trueno o illapa (rayo) cae por primera vez sobre una persona, ésta resulta desmayada, con la segunda caída revive y en la tercera se convierte milagrosamente con poder de sabiduría para determinar diferentes secretos y predicciones. El procedimiento que permite descubrir y dar lectura a cuestiones incomprensibles, radica en el empleo de actos rituales relacionados con el uso de distintos elementos naturales, como también la forma psicológica de echar miradas a seres vivos, especialmente cuando se trata de sanar la parte espiritual de los comunarios. Para el efecto, los yatiris están relacionados con la energía cósmica y relación dialógica con divinidades de los cerros, rayos, lagos y manantiales. La relación dialógica fundamental consiste en la oración de invocación, fórmulas mágicas y ofrecimientos, con los que expresa rituales dirigidos a los tres mundos, como alax pacha, akapacha y manqha pacha. Por medio de la práctica ritual, el yatiri sana enfermedades espirituales como el dolor de cabeza incurable por los médicos, la pérdida de alma o la separación del ajayu y el cuerpo. Ahora bien, las limitantes para sostener el buen servicio de los kallawayas consisten en que estos médicos naturistas y espiritistas resultan cada vez más reducidos por la imposición del servicio biomédico, sin lugar de ubicación ni medios infraestructurales, por encima de todo sin posibilidad de trabajar gratis en las comunidades y centros poblados. Pese a los dos tipos de servicios en salud física y espiritual, las enfermedades prevalecen en el municipio de Charazani; en el peor de los casos, todavía se presentan muertes prematuras. Las principales causas son desnutrición infantil en un 55% y deficiencia alimentación de la población mayoritaria, enfermedades cardiovasculares, infecciones respiratorias agudas, diarreas agudas, malaria, fiebre tifoidea, traumatismos, parasitosis, gastroenteritis. Municipio de Tiwanaku Tiwanaku es la tercera sección municipal de la provincia Ingavi del departamento de La Paz. Según el Censo de 2001, el municipio de Tiwanaku tiene 17.231 habitantes; 388 se encuentran en el umbral de pobreza, 4.350 en pobreza moderada, 11.071 en indigencia, 926 en marginalidad y el resto en buenas condiciones de vida. De
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manera general, un 90% de la población es aymara hablante y el resto son bilingües. Está distribuida en cuatro zonas: Este Corpa, Centro Yanamani, Achuta Grande y Centro Huacullani. En cuanto a la situación de salud, el municipio cuenta con los siguientes establecimientos de servicio de salud de primer nivel: “Centro de Salud Tiwanaku”, “Puesto de Salud Huacullani”, “Puesto de Salud Caluyo”; “Puesto de Salud Pillapi” y “Puesto de Salud Achaca”. La red de estos establecimientos está cubierta con el médico gerente, estadístico, administrador y de servicios medios, odontólogos, enfermeras de planta, laboratoristas, encargados de farmacia y auxiliares en salud; estos servidores responden con reversión de las enfermedades curables, incluida los servicios de ecografía y radiografía. Se complementa con programas como el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), que atiende las consultas de mujeres embarazadas; mientras que el Seguro de Salud Para el Adulto Mayor (SSPAM), cubre servicio a personas de la tercera edad. Los servicios de salud están en una red, dependiente –técnica y operativamente– del Servicio Departamental de Salud (SEDES) y del Directorio Local de Salud (DILOS). Más allá de la responsabilidad biomédica, los establecimientos de servicios de salud, en buena parte, carecen de equipamiento en los espacios regulares de infraestructura; o sea, faltan escritorios, sillas, mesas, etc. Con respecto a los servicios básicos, presentan problemas permanentes en la dotación de agua y limpieza. “De acuerdo a las manifestaciones realizadas por los participantes en los talleres Regionales señalaron que la calidad del servicio que prestan los puestos de salud es deficiente…” (Gobierno Municipal de Tiwanaku, 2009:79). Los problemas más preocupantes consisten en la insuficiente dotación de medicamentos, inexistencia de personal permanente en los puestos de salud, biomédicos que no hablan aymara y maltrato a pacientes. Asimismo, cuenta con el servicio de medicina tradicional impartida por curanderos, naturistas, yatiris y parteras. Estos médicos tradicionales son de domicilio y móviles, porque carecen de consultorios especiales con equipamiento. A diferencia del servicio biomédico, la medicina tradicional responde a curar enfermedades comunes, enfermedades mentales y espirituales. Entre las enfermedades mentales curables se encuentran: estrés y depresión con raíz de valeriana y hierbas manzanilla y toronjil, además con masaje en la columna vertebral, con waxt’a y milluchada por yatiris, pérdida del ánimo ocasionados por seres malignos con actos rituales y waxt’a, trastorno mental o loquería con baños de vapor y masajes. A parte de ello, se muestran formas de sanar algunas enfermedades en los espacios evangélicos mediante la fe, la oración y el ayuno, como también en los espacios católicos mediante la oración, agua bendita y consagración con aceite. Al margen de todos los tipos de servicios médicos, se ejerce la automedicación en ámbitos familiares, sin la necesidad de recurrir a ningún servicio existente. La mayor causa de las enfermedades que requieren atención médica es la pobreza en la población (económica, alimenticia, servicios básicos y pésimas condiciones ambientales y sociales de vida). Con relación a las causas de morbilidad y mortalidad, según la información del año 2009, correspondiente a la Dirección del Centro de Salud Tiwanaku, se describe el siguiente orden: infecciones respiratorias agudas, diarreas, patologías dermatológicas y gastroenterológicas ocasionan morbi-mortalidad a los niños menores de cinco años; infecciones urinarias, bulbo vaginitis e infecciones respiratorias agudas causan morbi-mortalidad a mujeres embarazadas; patología genitourinaria, infecciones respiratorias agudas, patologías gastroenterológicas y patologías dermatológicas producen morbi-mortalidad en mujeres no embarazadas menores de 45 años de edad; traumatismo y contusiones, infecciones respiratorias agudas, patologías dermatológicas y patologías neurológicas y gastroenterologías causan morbi-mortalidad a hombres adultos de 20 a 59 años; infecciones respiratorias agudas, patología genitourinaria, patologías dermatológicas y gastro-enterológicas ocasionan morbi-mortalidad en adolescentes mujeres de 14 a 19 años de edad; infecciones respiratorias agudas, patologías dermatológicas y neurológicas causan morbi-mortalidad en adolescentes varones de 14 a 19 años de edad. En cuanto a las principales causas de mortalidad infantil se encuentran: enfermedades diarreicas agudas (EDA) en niños menores de cinco años (37,88%), infecciones respiratorias agudas (IRA) en niños menores de cinco años (10,4%), nacimiento con bajo peso (1,71%) y prevalencia de desnutrición global en menores de dos años de edad (1,87%).
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Municipio de El Alto El municipio de El Alto surge con la creación de la cuarta sección de la provincia Murillo, aprobada en el Congreso de la República el 6 de marzo de 1985. El 26 de septiembre de 1988, el Congreso promulgó la Ley 1014, mediante la cual fue elevada a rango de ciudad. Considerando que en la mayoría de los hogares los ingresos económicos son reducidos, la existencia de desnutrición se incrementó en un 2 por ciento en los niños menores de seis años, como también en edades mayores, de acuerdo a estudios anteriores. Esta afirmación fue ratificada por la directora de la Unidad Desconcentrada de Salud El Alto (UDSEA), Dilma Musquiva, quien reveló los alarmantes índices de desnutrición en los menores de edad en la ciudad más joven y más pobre de América Latina. De acuerdo a las declaraciones, en 2001, el nivel de desnutrición advertido en la población infantil habría ascendido al 28 por ciento y actualmente al 30.9 por ciento. Una de las causas que produce desnutrición, no solamente en los niños, sino también en los padres que habitan en la ciudad de El Alto, es la alimentación “hidrocarburoide”, que es característica en miles de familias de esta urbe. Este tipo de alimentación contiene solamente carbohidratos, en su mayoría papa, chuño, arroz, fideo y pan, por lo que puede afirmarse que los padres de familia sustituyen las proteínas, vitaminas y calorías por aquellos productos que puedan saciar el hambre a un costo mínimo de acuerdo a sus ingresos. Musquivar, afirmó que la alimentación debe ser equilibrada entre carbohidratos, proteínas, vitaminas y grasas, es decir, un 60 por ciento de una ración debe corresponder a papa, chuño, fideo, arroz o pan en el desayuno, y en un 40 por ciento a una combinación equitativa de proteínas y vitaminas, como leche, huevos, queso, legumbres, frutas y ensaladas. El municipio de El Alto cuenta mayormente con centros de salud y en un menor porcentaje hospitales de segundo nivel. Los centros y hospitales que prestan servicios son públicos, privados, de ONG y de las iglesias católica y evangélica. Se complementa con programas de Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) y Seguro Escolar de Salud Obligatorio (SESO). Los adultos mayores acceden a servicios del Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM). Según SNIS/SEDES La Paz de 2010, el servicio de salud en El Alto tiene una estructura de seis (6) redes de establecimientos. La Red Boliviano Holandés comprende doce (12) centros de salud de primer nivel y un hospital de segundo nivel. La red Senkata cuenta con siete (7) centros de salud. La red Corea agrupa veintidós (22) centros de salud de primer nivel y dos hospitales de segundo nivel. La red Los Andes comprende diez y siete (17) centros de salud de primer nivel y tres (3) hospitales de segundo nivel. La red Lotes y Servicios concentra quince (15) centros de salud de primer nivel. La red de Cajas de Seguro comprende un centro de salud, caja CORDES, Caja Petrolera, Policlínico de Especialidades y Policlínico El Alto; todos estos establecimientos son de primer nivel. La accesibilidad a los servicios de salud por grupo etario en 2012, muestra: Mujeres: Edad Fértil (beneficiadas con SUMI). Mujeres: Etapa de gestación hasta los seis meses posteriores al parto. Niños: Hasta los 5 años. Adolescentes entre los 6 a 21: Que se encuentren en una unidad educativa de la ciudad de El Alto son beneficiados con las atenciones que brinda el SESO. Adultos mayores de 60 años: Beneficiados con los servicios del SSPAM. En cuanto a la accesibilidad por grupo poblacional, las mujeres acceden al SUMI, al igual que los niños menores de cinco años. Los adolescentes entre 6 y 21 años, que pertenecen a una unidad educativa de El Alto, acceden al SESO y finalmente los adultos mayores acceden a servicios del Seguro de Salud para el Adulto Mayor (SSPAM). Los servicios que presentan estos seguros son diversos y están en relación con las necesidades de la población asegurada, en el caso del SUMI cubre cirugías, rayos x, laboratorios y servicios odontológicos. En el caso del SESO cubre laboratorio, rayos x, odontología, medicina general. En el caso del seguro para el adulto mayor, cubre laboratorio, rayos x y odontología.
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Por todo lo descrito, la situación de pobreza y deficiente alimentación en la población alteña hace que las enfermedades de toda índole tengan expresión con ciertos riesgos, pese a los servicios de salud (biomédica en su mayor parte y tradicional en una menor dimensión). Municipio de La Paz La Paz es la capital del departamento que lleva el mismo nombre y es la sede de gobierno de Bolivia. En términos de administración jurisdiccional, La Paz es un municipio autónomo. De acuerdo al censo de 2001, este municipio cuenta con 793.293 habitantes, de los cuales 203.972 están en el umbral de la de la pobreza, 201.346 en pobreza moderada, 61.430 en indigencia, 1.007 en marginalidad y el resto en mejores condiciones de vida. En los años recientes, el municipio de La Paz ha protagonizado varios enfrentamientos entre la población y la policía, debido a los conflictos provocados por la privatización de las empresas estatales, el desencadenamiento de convulsiones traducidas en la guerra del gas de 2003, la declaración cruceña de autonomía, la elaboración y puesta en vigencia de la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional, con la que el departamento de La Paz se caracteriza como autónomo. En materia de salud, la medicina natural nació junto al hombre y se vino a practicar desde los egipcios, caldeos y otros. Cuando se deteriora la salud humana, se buscan formas de alejar las dolencias a través de la medicina adecuada que ofrece la naturaleza: el aire, luz, tierra, agua, sol, vegetales, todo para mantener y recuperar la salud, sin necesidad de aplicación de productos artificiales elaborados por el hombre. En la antigüedad el filósofo Hipócrates afirmaba que: “la naturaleza es la que cura, o sea, todos los elementos de la naturaleza que existen en la tierra son los remedios que curan el cuerpo humano” (Lazarte, 1977:7). Sin embargo, la salud y los elementos medicinales naturales en la ciudad de La Paz no son tan diferentes a las “culturas” europeas. Las diferentes formas de hacer salud que conviven en el municipio de La Paz, se remontan a diversos periodos de la historia de Bolivia. En primer lugar, la medicina precolombina fue ejercida por los pueblos indígenas de las tierras altas (Boero, 1980:15), especialmente en La Paz; luego los conceptos acerca de la salud se vino implementando con la conquista española y, por último, con diferentes sectas religiosas que surgieron con prácticas como el culto de oración y ritos para la recuperación de la salud. La medicina tradicional indígena y la medicina moderna europea convivieron por un tiempo prolongado, debido a que sus nociones acerca de las causas de la enfermedad y de la curación no se diferenciaban mucho en sus principios básicos. De esta manera, ambas buscaron el bienestar del organismo corporal con esencias extraídas de la flora y fauna, con invocación a seres sobrenaturales, como la Pachamama en el caso de los aymaras, o Dios en el caso de los europeos. Se trata de convivir en una región, un mismo medio ambiente y el interrelacionamiento de grupos y personas portadores de diferentes concepciones del mundo y la práctica de buena salud en el territorio de los Andes. En el presente, los servicios de la medicina tradicional son sostenidos por naturistas, terapeutas, curanderos, yatiris, parteras(os), entre otros, quienes quedan ubicados en zonas marginales y que son móviles en la urbe de La Paz. La mayor parte de los servidores naturistas y tradicionales están agrupados en asociaciones, aferrándose en los postulados constitucionales y el modelo SAFCI, que tiende a desenvolver la articulación de la medicina tradicional con la biomedicina y que, según ello, se hacen demandas de espacios de trabajo con medios infraestructurales, al igual que los biomédicos. En cuanto a la estructura de establecimientos y el servicio de salud en el municipio de La Paz, se encuentra concentrada en tres redes. La red 1, corresponde al suroeste de la ciudad, con 27 centros de salud de primer nivel, con 2 cajas de primer nivel (Caja de Caminos y Caja Petrolera de Salud), con Hospital Policial V de Copacabana de segundo nivel, con 2 policlínicos de primer nivel y 6 clínicas de segundo nivel. La red 2, corresponde al noroeste, con 14 centros de salud de primer nivel, 1 policlínico de primer nivel, 2 hospitales de segundo nivel, Centro Médico Suma Warmi de segundo nivel y Clínica Urkupiña de segundo nivel. La red 3, corresponde al norte central, con 24 centros de salud, 1 banca privada de primer nivel, CORDES, 4 policlínicos de primer nivel, 1 caja bancaria estatal de segundo nivel, 1 clínica prosalud de segundo nivel y el Hospital Arco Iris de segundo nivel. A los tipos de servicios médicos se complementa con programas como el SUMI, el SESO, el SSPAM y otros, los que son administrados desde el Ministerio de Salud y Deportes (MSD), el municipio y sectores privados.
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El sistema de salud cuenta con los siguientes funcionarios: gerente, administrador, médicos generales, médicos especialistas, odontólogo, técnico de laboratorio, bioquímico y farmacéutico, radiólogo, enfermeros(as), entre otros. En este orden se marcan buenas potencialidades, según las cuales las bondades de los médicos radican en el conocimiento experimental bioquímico y farmacológico. Sin embargo, en el sentido contrario se muestran las siguientes limitaciones: falta de ítems para los centros médicos, falta de especialistas en cardiología, insuficiente equipamiento, falta de medicamentos, falta de mantenimiento de los centros de salud, persistencia de la mortalidad y desnutrición infantil, ausencia de los servidores en los centros de salud e inaccesibilidad (horario reducido, malos tratos y altos costos de los medicamentos) a los servicios requeridos. Mientras que el servicio de salud basado en la medicina natural-tradicional está casi desapercibido, puesto que los curanderos, kallawayas y otros no tienen un determinado lugar de atención oficial, ya que escasa población acude a este servicio. Si bien, existe la Dirección Nacional de Medicina Tradicional, no cuenta con una unidad comunicacional, debido a la falta de presupuesto, y sólo se busca cooperación internacional para la elaboración de materiales y organización de eventos informativos. A la fecha, se han elaborado dos textos “El Rol de las Parteras Tradicionales en el Sistema Único de Salud” y “Mapeo de Normas Sobre Salud Materna y Factores Culturales en Bolivia 1994 – 2010”, los que son utilizados como guía de ciertos procedimientos sobre los usos y costumbres de la Medicina Tradicional en Bolivia. De acuerdo a los resultados de la encuesta realizada por el Gobierno Municipal de La Paz, que están reflejados en el Plan de Desarrollo Municipal de La Paz (PDM) 2007-2011, la población que concurre a distintos servicios de salud se encuentra en el siguiente orden: 167.630 habitantes (21.1%) acuden al hospital público; 233.952 (29.5%) habitantes a centros de salud; 32.839 habitantes (4.1%) a puestos de salud; 142.947 (18.0%) habitantes a cajas de salud; 131.357 (16.6%) habitantes a clínicas particulares; 27.044 (3.4%) habitantes al consultorio médico; 16.956 (2.1%) habitantes a la farmacia; 2.576 (0.3%) habitantes recurren a curanderos, kallawayas y yatiris; 23.181 (2.9%) habitantes no va a ningún lugar y se cura en casa; y otros 14.810 (1.8%) habitantes no requieren asistencia médica. En cualquier caso, las enfermedades y tasas de morbi-mortalidad se dan en las familias paceñas con extrema pobreza. b. Evaluación e interpretación de los resultados del diagnóstico En los municipios de Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz, los datos varían dependiendo de las características y los alcances de los servicios de salud. Sin embargo, de acuerdo al estudio realizado, lo relevante radica en la percepción de la población acerca de las distintas prácticas de salud. En este sentido, corresponde una valoración de dichas prácticas en términos de potencialidades y limitaciones. En primer lugar, se toma en cuenta la práctica de la medicina tradicional como un servicio libre y móvil, en la que los agentes naturistas son de distinta categoría, como los yatiris, kallawayas, curanderos y parteras, quienes saben prevenir enfermedades, tienen lugares determinados, o también determinan espacios, para realizar prácticas curativas con el fin de mantener y restablecer la salud de las personas. Las potencialidades de la medicina tradicional consisten en: el rol positivo que juegan los agentes tradicionales; conocimiento de los medicamentos naturales (vegetal, animal, mineral, etc.); lectura de la naturaleza cósmica relacionada con los fenómenos que acontecen (el impacto del rayo, por ejemplo); conocimiento de las enfermedades corporales, mentales, psicosomáticas y espirituales; tratamiento efectivo de algunas enfermedades; manejo adecuado de los actos rituales. Entre sus limitaciones tenemos están: costo alto de algunos medicamentos naturales que no existen en cada región; reducción de médicos naturistas tradicionales especialistas en las comunidades del área rural, debido al poco interés de la población joven; falta aplicación de SAFCI en los centros de salud; consulta elevada sobre complejas enfermedades; falta de apoyo económico desde las autoridades estatales, y carencia de sistematización del conocimiento de la medicina tradicional para la efectiva práctica de los médicos naturistas. En segundo lugar, se ejerce la práctica de la autoatención o automedicación en los ámbitos familiares y comunales en los que se emplean los remedios caseros y biomedicina, que es más a nivel de prevención y tratamiento de ciertas enfermedades leves; además, práctica de oraciones contra diversos tipos de maldiciones. Entre las potencialidades se cuenta con el conocimiento y uso de plantas medicinales en cada comunidad, ayllu, marka
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y municipio; uso de medicamentos farmacológicos por recomendación de familiares y otros. Sus limitaciones consisten en la aplicación de elementos naturales no siempre confiables para la cura de toda enfermedad; el empleo de medicamentos de farmacia en un 40% sin receta médica. En tercer lugar, la práctica de la cura mental y espiritual se atribuye al kallawaya o persona dotada de sabiduría, en quien se marcan las siguientes potencialidades: conocimiento de las energías positivas y negativas; saberes de los diferentes secretos y elementos naturales combinables para la cura mental y espiritual; comprensión del dolor de cabeza, locura, paranoia, alcoholismo, violencia familiar y psicológica; práctica ritual en el marco de la concepción andina para resolver la separación entre el ajayu (alma, espíritu) y el cuerpo; forma de curar la enfermedad mental con métodos propios. Sus limitaciones radican en que hay escasos especialistas en el conocimiento de la enfermedad mental y espiritual, falta de recurso económico para ejercer la práctica. En algunos municipios, como en Tiwanaku, la práctica espiritual es de orden de la fe religiosa frente a un paciente incurable por la biomedicina y la medicina tradicional, porque es acompañada con la oración del pastor evangélico y la oración y consagración del sacerdote católico. En cuarto lugar, el servicio biomédico, en diferentes centros hospitalarios, responde con la prevención y tratamiento de las enfermedades, atención prenatal, partos, post natal, atención dental, vacunas, suturas, control y orientación en salud, planificación familiar y análisis de laboratorio (ecografía, radiografía, etc.). Entre las potencialidades del servicio médico resaltan: infraestructura de los centros hospitalarios; funcionarios como administrativos, médicos con distinta formación o especialidad, enfermeras(os) y auxiliares; diagnóstico de salud; aplicación de la biomedicina para sostener la salud física. Entre las limitantes están: falta de equipamiento en los centros de salud; falta de especialistas en distintas áreas médicas; carencia de comunicación en idiomas aymara y quechua que hablan los pacientes y que los médicos sólo prefieren entender en español; servicio médico que no cubre la parte mental y espiritual; horarios limitados y trámites burocráticos. Desde cualquier punto de vista del servicio, el propósito de la práctica médica es el sostenimiento integral de la buena salud, y ésta implica el bienestar biológico, físico, mental, espiritual y socio-cultural. Los pobladores que demandan servicio de salud, mayormente del área rural, transitan entre el sistema tradicional y el sistema biomédico; esto quiere decir, cuando la aplicación de la medicina tradicional no es resultante en algunos casos, es obvio la necesidad de acudir a un centro médico y si en este último no se logra restablecer la salud, entonces se recurre al servicio natural. De manera general, la población de los cinco municipios recurre en forma mayoritaria al servicio del sistema biomédico sostenido por el gobierno central y municipal. A pesar de las diferentes prácticas médicas, entre los principales la biomédica y la medicina tradicional, prevalecen las enfermedades conocidas por IRAS y EDAS, ya sea por cambios temporales o temporada invernal, por falta de buena alimentación, malos hábitos alimenticios e inadecuada higiene. La causa principal para correr riesgo de enfermedades y hasta la muerte indebida es la pobreza de la gente determinada por carencia económica, falta de servicios básicos y medio ambiente contaminado; como consecuencia se manifiestan los problemas persistentes como la desnutrición infantil y familiar, mala convivencia entre miembros de la comunidad y el entorno natural, tasas de morbilidad y mortalidad. Por lo que presentamos algunos datos del Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz, correspondiente a la gestión 2012.
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0
0
Tiwanaku
1
1
0
Gral. J.J. Pérez 0 (Charazani)
Achacachi
6
10
El Alto
0
17
Dentro
La Paz
Total
1
1
0
16
17
Dentro 0
6
0
99
204
Fuera 0
0
0
10
12
Total 0
6
0
Fuera
0
6
1
0
1
1
44
368 27
Dentro
109 145
216
Total 0
7
2
189
395
0
0
0
9
7
0
0
0
7
2
Total 0
0
0
16
9
0
0
0
11
27
Dentro
Fuera
Dentro
Fuera
0
0
0
7
2
Total 0
0
0
18
29
Neumonías
Fuera
Por diarreas
0
0
0
0
7
Dentro
Redes de salud y municipios
0
0
0
0
0
Fuera
Por desnutrición aguda grave
0
0
0
0
7
Total
Muertes niños menores de 1 Año
0
6
1
151
388
0
1
1
44
25
Total
Otras muertes mayores de 5 años
0
7
2
2
2
0
195 330
413 2.214
Otras causas
Dentro
Muerte recién Muertes maternas nacido antes de 7 días
Fuera
Muertes en niños < 5 años
Dentro
Redes y Municipios SEDES La Paz - Gestión 2012
12
40
5
659
957
Fuera
MORTALIDAD DENTRO Y FUERA DEL SERVICIO
14
42
5
989
3.171
Total
c. Determinación de las decisiones A partir del tipo de diagnóstico (análisis y evaluación) con respecto a las prácticas de salud, se adoptan ciertas decisiones. En una primera instancia corresponde responder, bajo programas educativas, con la tarea de socializar y sensibilizar la necesidad de vinculación y articulación entre los sistemas biomédico y medicina tradicional, generalmente, en las mismas comunidades de los municipios. En la segunda instancia, se considera que mantener y mejorar la salud de la población es una necesidad de primer orden en los municipios, por lo que es imprescindible promover educativamente que los servicios médicos se asuman de modo integral e intercultural en la promoción, prevención y tratamiento de una infinidad de enfermedades, con base al empleo alternado, o bien, complementario entre la medicina tradicional y biomedicina. En la tercera instancia, la decisión es materializar o viabilizar la formación y promoción de facilitadores en la educación intercultural de adultos en salud, que los agentes de los sistemas médicos (tradicional y biomédica) puedan coordinar y prestar atención en el hogar de cada familia y comunidad en las que se requieran sanar enfermos. Una de las medidas para encaminar hacia la vinculación y articulación entre los servicios biomédico y tradicional es un diseño curricular de educación intercultural de adultos en salud, el que debe ser aplicado en los municipios en los que se realizó la investigación empírica, en coordinación con las organizaciones de la medicina tradicional e instancias gubernamentales en salud. 5. Modelo intercultural del diseño curricular de educación en salud, medicina tradicional y biomedicina Considerando la necesidad de fomentar un tipo de educación de adultos en medicina natural y biomedicina en términos complementarios, comunitario e intercultural, asimismo tomando en cuenta el interés y el conocimiento previo de las prácticas médicas que poseen los miembros de la comunidad, se idea un modelo pedagógico de diseño curricular aplicable en distintos contextos municipales del departamento de La Paz, en el que se contempla componentes esenciales que se relacionan lógicamente para un proceso educativo de carácter investigativo y estudio teórico-práctico. La aplicación del mencionado modelo dará por resultado la orientación del buen servicio médico integral, con efectos reales de fortalecimiento de la salud humana de todos, sobre todo, contribuir en la tarea de reducción de las tasas de morbi-mortalidad en los distintos municipios a los que responderá el diseño curricular de educación en salud intercultural.
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Modelo del diseño curricular de educación intercultural de adultos en salud
ENTIDADES GESTORAS EN SALUD
COMPONENTE TEÓRICO Y LEGAL Fundamentación del Diseño Curricular Enfoque Intercultural
INSTITUCIONES GUBERNAMENTALES
INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS Y OTROS
-Ministerio de Salud y Deportes. -Viceministerios de Medicina Tradicional e Intercultural. -Viceministerio de Educación Alternativa. -SEDES - La Paz.
-Facultad de Medicina. -Carrera de Nutrición y Dietética. - Facultad de Humanidades. -Facultad de Ciencias Sociales. -OPS, ONG’s, iglesia.
Base Legal para Diseño Curricular
COMPONENTES DEL DISEÑO CURRICULAR EN SALUD INTEGRAL
DIAGNÓSTICO
Toma de desición interinstitucional, interdisciplinaria y transdisciplinaria
CONTEXTO DE DEMANDA EN SALUD
Objetivos y metas
Municipios del departamento de La Paz
Contenidos de Capacitación Metodología Perfil de Facilitador
FORMACIÓN Y PROMOCIÓN DE FACILITADORES INTERCULTURALES EN SALUD PLAN DE FACILITADORES
APLICACIÓN CURRICULAR
EVALUACIÓN
IMAGINARIOS EN SALUD
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6. Objetivos y metas Entre los objetivos del diseño curricular de educación en salud intercultural se distinguen por el general y los específicos; mientras que las metas se indican en términos de alcances de la aplicación del diseño. a) Objetivo general Desarrollar, fortalecer y complementar los sistemas biomédico y tradicional en las redes integrales de salud para brindar servicios de calidad y calidez en el marco del Sistema Único de Salud, que contribuya a la reducción de la tasa de morbi-mortalidad en la población rural y urbana del departamento de La Paz, mediante la formación de facilitadores comunitarios que permitan dinamizar la articulación entre ambos sistemas de salud. b) Objetivos específicos • Fomentar los procesos de enseñanza – aprendizaje de la medicina tradicional y la biomedicina a fin de asegurar su fortalecimiento y consolidación en los cinco municipios del departamento de La Paz. •
Formar facilitadores(as) interculturales para los servicios de salud, con liderazgo de impulsar la medicina tradicional en diferentes escenarios.
•
Capacitar a hombres y mujeres de distinta cultura para generar intercambio de saberes y conocimientos en materia de medicina natural y biomedicina.
•
Establecer redes de salud basados en medicinas a través del diálogo con el personal de salud y médicos tradicionales. Realizar talleres y encuentros para viabilizar la complementariedad entre la medicina tradicional y la biomedicina en los municipios, contribuyendo a la sensibilización e intercambio de conocimientos y saberes.
•
•
Sistematizar guías y procedimientos de medicina tradicional y biomedicina en forma participativa y cuyo producto se traduzca en la elaboración de cartillas educativas en salud integral.
•
Promover el Comité Técnico en Salud Intercultural y Medicina Tradicional en los médicos tradicionales, profesionales en ciencias humanísticas y sociales, ciencias de la salud, salud pública, agencias de cooperación, organizaciones sociales y otros.
c) Metas La aplicación del diseño curricular tendrá la cobertura en los cinco municipios (Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz) del departamento de La Paz, con mayor relevancia en cuanto a la formación de facilitadores de médicos tradicionales, casi en igualdad de proporción entre hombres y mujeres. Entre los facilitadores interculturales promocionados con nivel de liderazgo, asumirán la responsabilidad de hacer réplica y servicio de atención en salud en otros municipios. 7. Contenidos educativos en salud, medicina tradicional y biomedicina De acuerdo a los objetivos trazados, corresponde organizar los contenidos del diseño por unidades temáticas (ver el punto 10, Plan de capacitación en salud). 8. Métodos, técnicas, estrategias y medios a. Métodos Método analítico-sintético. Es un procedimiento continuo en el avance del desarrollo del tema en concreto en un curso de capacitación. Los pasos importantes son: partir de la identificación de diversos conceptos y criterios acerca de un estudio, por ejemplo, las características del ajayu, luego arribar a la síntesis o concepto objetivo racional; continuar de la síntesis conceptual al relacionamiento con casos especiales o testimoniales; seguir desde el análisis de cuestiones especiales hacia la configuración del conocimiento objetivo y experimental.
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Método inductivo y deductivo. El método inductivo es un procedimiento racional que consiste en obtener, de los juicios o criterios acerca de los hechos particulares y singulares, conclusiones generales probables. Es una inferencia de lo concreto a lo abstracto. Los pasos a seguir son: partir de la observación o el experimento, establecer relaciones de conceptos en función del objeto observado, reconstruir los procesos observados, emitir juicios particulares para lograr la conclusión objetiva y demostrable. En cambio, el método deductivo consiste en obtener una conclusión válida a partir de la relación de varias afirmaciones o proposiciones. Comparativo. Es un procedimiento que consiste en fijar entre dos o más objetos o experiencias médicas para descubrir sus relaciones, diferencias y aplicaciones. Los pasos principales son: ubicar dos o más conceptos o casos reales sobre el servicio de salud, describir sobre cada uno, conceptualizar y relacionar, dar una valoración correspondiente entre los conceptos o casos comparados. Interpretativo (hermenéutico). Consiste en interpretar las experiencias médicas mediante el discurso o comunicación eficaz de la persona que posee consciencia de lo dado, con el propósito de comprender distintos horizontes del conocimiento y saber. Los pasos son: se centra en un determinado contexto e instante histórico de algún suceso, se configuran los juicios vertidos, se constituye una memoria del suceso, de la comprensión de la memoria abrir nuevos horizontes de comprensión, reconocer lo distinto de la situación con respecto a las teorías, luego obtener una experiencia de la verdad del suceso. b. Técnicas Mapas conceptuales. Es una técnica que se emplea para representar gráficamente la relación de conceptos esenciales de un conocimiento. Es una red de conceptos que permiten el aprendizaje significativo de los participantes. Expositiva. Es la técnica mediante la cual el capacitador presenta en forma oral un tema para generar conocimientos por medio de la información. El capacitado se mantiene pasivo y que sólo podrá intervenir cuando el capacitador lo interroga. El orden expositivo es: presentación o introducción al tema de estudio, desarrollo del tema en partes lógicas y la síntesis de lo expuesto. Diálogo de saberes. Es la técnica que consiste en intercambiar ideas, experiencias del saber sobre el tratamiento de la salud. El intercambio hace posible la ampliación de la información y adquisición de nuevas ideas y saberes. El diálogo se entabla entre el capacitador y los participantes, o sólo entre participantes, como también entre capacitadores. Discusión dirigida. Técnica con la que el capacitador trata un tema previamente definido al conjunto de capacitados. Se anota en la pizarra o se muestra en diapositiva las preguntas que cada participante dé, a fin de que al término de la exposición se logren conclusiones consensuadas. Lectura comprensiva. Consiste en que el capacitador solicita a cualquier participante o cursante a que en voz alta dé la lectura de un texto, contenido breve de una cartilla, etc., luego también se solicita expresar lo comprendido, al igual que a los otros participantes. Se trata de una técnica que permite centrar la atención en la enseñanza y el aprendizaje de un tema. c. Estrategias didácticas Teatralización. Presentación de una escena sobre dos tipos de atención médica a un paciente, con representación de personajes quienes deben asumir los siguientes roles: biomédico, kallawaya o curandero y enfermo (hombre o mujer). En la escena se tiene que resaltar la complementariedad de la biomedicina con la medicina tradicional. Demostración didáctica. Consiste ejecutar una actividad que hace el facilitador, mostrando sus procedimientos y las normas técnicas que los participantes necesitan aprender. Terminada la demostración, los participantes tienen que repetir con creatividad el proceso bajo la supervisión del facilitador, hasta lograr autonomía y calidad en su desempeño.
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Exposición participativa. Es la forma oral de describir y explicar el contenido del tema para que sea asimilado por los participantes. Incluye preguntas y respuestas, expresión de dudas, opiniones y diálogo. Juego de roles. Es una representación en la que los participantes asumen diversas funciones o roles para simular una situación o hecho de la vida real, o bien, algo novedoso que se requiere fomentar en lo real. En esta actuación, los participantes realizan acciones, muestran actitudes y gestos, expresan o hablan lo que piensan y sienten en la situación representada. Se requiere seguir la siguiente secuencia: asignación de un tema de salud, preparación y realización, reflexión colectiva, análisis y conclusiones. Es recomendable emplear esta estrategia antes de iniciar el estudio de un tema programado. Trabajo grupal. Se forman grupos con tareas correspondientes. Deben participar todos en cada grupo, analizar y discutir para elaborar tareas, o mejor, resolver problemas. Se concluye con un plenario con tareas o respuestas dadas. Lluvia de ideas. Consiste en solicitar a los participantes opinar y comentar acerca del tema que se aborda en el curso de capacitación. Es proporcionar un conjunto de ideas para arribar a la síntesis, conclusiones o acuerdos. Actividades de réplica. Es la estrategia didáctica para las fases no presenciales de la capacitación. Consiste en realizar la réplica de actividades que les corresponde a los facilitadores, la que supone generar el efecto multiplicador de los aprendizajes entre participantes, en una relación familiar, relación comunitaria y organizaciones sociales. d. Medios educativos en salud Data show. Guía del facilitador. Diagramas y cuadros. Cartillas de capacitación en salud intercultural. Papelógrafos y marcadores. Fichas de dinámicas educativas. Videos educativos en salud. 9. Perfil del facilitador En materia de educación intercultural de adultos en salud, el facilitador, sea naturista, yatiri, kallawaya, curandero y biomédico, es la persona que tiene conocimientos acerca de la salud, uso de medicamentos y tratamiento de las enfermedades. Para dirigir, orientar y desarrollar cursos o talleres de salud intercultural en términos complementarios, el facilitador debe ser capaz de demostrar la aplicación de medicamentos tradicionales y químico-biológicos. Opcionalmente, se establecen tres tipos de facilitadores: kallawaya, naturista y biomédico. Es recomendable que, en cada curso taller para capacitadores y/o facilitadores en salud intercultural, los conductores sean entre dos, es decir, un médico tradicional y un biomédico; ambos deben poseer cualidades de sensibilización y de socialización, considerando que la política de la SAFCI marca la importancia de valorar y articular la práctica de la medicina biomédica y la medicina de los pueblos indígenas. El perfil del kallawaya debe tener un don especial con las siguientes funciones relevantes: saber distinguir entre el influjo de las fuerzas buenas de la naturaleza y fuerzas espirituales malignas con relación al ser humano; describir el destino de las personas y adivinar lo que puede ocurrir en el mundo real y humana; curar los problemas mentales y espirituales con elementos especiales acompañados de actos rituales, milluchadas y waxt’as; manejo de habilidades de enseñanza a nivel teórico y práctico acerca de cómo se debe mantener la salud plena de los seres humanos. El perfil del curandero o naturista (hombre o mujer) requiere contar con buenos conocimientos acerca de la medicina tradicional (hierbas, agua, greda, aire y otros) y forma de tratamiento de las enfermedades comunes; vocación y dominio en sahumerios y masajes en distintas partes del cuerpo; conocimiento de cómo prevenir
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enfermedades mediante la nutrición equilibrada y dietas de limpieza de la función orgánica; tener práctica de partero(a) y huesero(a); habilidad educativa para ejercer el liderazgo en salud y empleo de medicamentos naturales. Perfil del biomédico (a) consiste en la formación académica, conocimiento de biomedicinas y enfermedades curables y no curables; voluntad de buen servicio y cualidad de agente activo en el proceso sanitario frente al agente pasivo, que es el paciente; vocación de recuperar y mantener la salud humana mediante el diagnóstico y forma de tratamiento de las enfermedades; capacidad de dar respuestas acertadas y rápidas a problemas de salud; inquietud de actualizarse en conocimientos prácticos de la biomedicina, a través del ejercicio educativo y la investigación empírica para brindar buen servicio. Los tres tipos de perfiles de capacitadores y/o facilitadores constituyen un componente del currículo educativo en salud intercultural, el que debe aplicarse en los cinco municipios (Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz), en los que se realizó la investigación bajo el proyecto “Imaginarios en Salud”, así como en otros municipios que se requieren cursos o talleres de compartimiento de conocimientos y prácticas de medicinas, esto es, en términos interculturales de manejo efectivo de elementos curativos para sostener la buena salud. De tal manera que, en este sentido, los facilitadores pueden tener el común denominador de planear, aplicar y evaluar eventos de capacitación, compartir sabidurías y experiencias en un ambiente de enseñanza-aprendizaje con posibilidad de promoción de nuevos facilitadores interculturales en salud y medicinas. El perfil del facilitador capacitado para la educación de adultos en salud intercultural será aquella persona natural de una comunidad o perteneciente a un determinado municipio, que cuente con conocimientos, habilidades y actitudes, capacidades y competencias en el uso, manejo y transmisión de las prácticas de la medicina tradicional y conocimiento biomédico, para responder en la familia y en la comunidad. Es la persona con cualidad de replicador que apoya técnicamente y gestiona los medios necesarios para que los equipos de trabajo se desarrollen de la mejor manera posible en el cumplimiento de los objetivos y metas del proyecto de “Imaginarios en Salud: Elaboración de los Programas de Educación de Adultos”. Dicha persona debe ser de la comunidad y poseer las siguientes cualidades: Que sea una persona que resida en la comunidad, que conozca las fortalezas y debilidades, las oportunidades y amenazas sobre los servicios de salud en el municipio al que corresponda. Se espera que tenga la capacidad de análisis de su realidad, con amplios conocimientos en el área de la salud (aunque no cuente con un título profesional). Que posea actitud positiva, que respete las diferencias de género, expresión cultural y prácticas sociales en distintas comunidades del municipio. Que sea un líder en salud intercultural para promover la vinculación y articulación de las prácticas médicas tradicionales y biomédicas, mediante la gestión y dirección de cursos de socialización y sensibilización en la comunidad y en el municipio; además, posea capacidad de liderazgo para dar solución a problemas y conflictos relacionados con la salud. Que tenga la capacidad de trabajo en grupo y habilidades sociales para el trabajo con la población en general. Que sea capaz de planear, aplicar y evaluar eventos de capacitación, compartir sabidurías y experiencias en un ambiente de enseñanza – aprendizaje colaborativo y recíproco, teniendo en cuenta la posibilidad de promoción de nuevos facilitadores interculturales en salud y medicinas. 10. Plan de capacitación en salud, medicina tradicional (comunitario y regional) y biomedicina El plan de capacitación en salud intercultural es una programación de curso-taller, con contenidos de carácter complementario e intercultural, con propuesta de temas de saberes tradicionales en salud y medicina natural y conocimientos biomédicos aplicados en centros hospitalarios. Constituye la estructura organizada de contenidos analíticos para la formación de los facilitadores y/o capacitadores interculturales en salud y conocimiento de medicinas. El mencionado plan, con rasgo de currículo oculto, está abierto y flexible para ejecutarse directamente en los cinco municipios indicados anteriormente, luego en otros municipios.
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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN PROYECTO “IMAGINARIOS EN SALUD ELABORACIÓN DE EDUCACIÓN DE ADULTOS” PLAN DE CAPACITACIÓN Duración Característica de estudio Nivel Coordinación a cargo Facilitadores Lugar de aplicación Fecha de aplicación
: 3 días (6 ciclos) : Talleres con dinámicas : Educación de adultos en salud : : Miembros de la comunidad participante : Achacachi, Charazani, Tiwanaku, El Alto y La Paz :
I. OBJETIVOS 1. Objetivo general Socializar y sensibilizar de modo teórico-práctico y participativo la Educación Intercultural de Adultos en Salud, con el propósito de distinguir las cualidades médicas de orden natural y académico-experimental, para posteriormente arribar a ciertas conclusiones que orienten respuestas objetivas a múltiples problemas de salud y tasas de morbi-mortalidad en el contexto andino de los municipios. 2. Objetivos específicos Proporcionar a los responsables de capacitación los elementos conceptuales y metodológicos para planear y efectuar cursos (tipo talleres) de sensibilización y socialización en salud intercultural, considerando la demanda de necesidades de atención en salud de la población rural y urbana. Elaborar programas específicos de capacitación con base en la metodología establecida, tomando en cuenta los recursos humanos, materiales y otros. Ejecutar los programas específicos de capacitación de conformidad con los lineamientos establecidos, incluyendo la forma de evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje. II. INDICADORES DE LOGRO 1. Preencuesta 2. Postencuesta III. PROGRAMA DE CONTENIDOS MÍNIMOS 1. Introducción: Percepciones de salud y reseña histórica de salud en diferentes municipios 2. Proceso, salud-enfermedad en la historia 3. Modo de vida familiar, comunitaria y social 4. La biomedicina y la salud mental 5. Medicina tradicional y salud espiritual 6. Alimentación integral y nutrición 7. Ética y moral
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DÍAS
Unidad II: Proceso, salud-enfermedad en la historia Proceso, salud-enfermedad en la época prehispánica. Proceso, salud-enfermedad en la época colonia. Proceso, salud-enfermedad en la república boliviana. Promoción de salud Bolivia Plurinacional.
Percepciones de salud. Reseña histórica en diferentes municipios.
CONTENIDOS Unidad I: Introducción
Conocer el progreso de la aplicación de medicina natural y biomedicina en los Andes y en Bolivia.
Describir la evolución de la medicina tradicional y la biomedicina.
OBJETIVOS
IV. CRONOGRAMA DE DESARROLLO DE CONTENIDOS ANALÍTICOS
Diálogo.
Exposición y explicación sobre la salud y el tratamiento de la enfermedad.
Analítico-sintético Interpretativo
MÉTODOS Y TÉCNICAS
Diálogo de saberes.
Mapa conceptual.
Teatralización.
ESTRATEGIAS Y MEDIOS
De 16:30 a 18:00
De 15:00 a 16:30
De 10:30 a 12:00
De 09:00 a 10:30
TIEMPO DE SESIÓN
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Unidad V: Medicina tradicional y salud espiritual Definición de medicina tradicional. Médicos tradicionales (definiciones, especialidades, concepción de saludenfermedad, diagnóstico y tratamiento). Médicos naturistas (definiciones, especialidades, concepción de saludenfermedad, diagnóstico y tratamiento). Parteras/os (definiciones, especialidades, concepción de salud-enfermedad, diagnóstico y tratamiento). Crítica a los biomédicos. Complementariedad de la medicina tradicional con la biomedicina.
Unidad IV: La biomedicina y la salud mental Definición de la biomedicina y sus especialidades. Definición de salud mental y sus especialidades. Políticas de salud. Prevención de enfermedades. Promoción de salud. Atención en salud.
Unidad III: Modo de vida familiar, comunitaria y social La familia en el incario, la colonia y la república. Formas de convivencia en salud comunitaria. Ejercicios de poder y saberes sometidos en salud. Liderazgo en salud intercultural.
Describir y explicar los rasgos característicos de la medicina tradicional y de la salud espiritual en el marco de la concepción andina.
Describir y explicar el estudio de la biomedicina y de la salud mental.
Determinar los rasgos característicos de la vida familiar, comunitaria y social en las comunidades rurales y centros urbanos.
Lluvia de ideas.
Inductivo y deductivo.
Analítico-sintético.
Diálogo de saberes.
Discusión dirigida.
Video educativo en salud.
Papelógrafo y diapositivas.
Interpretativo.
Analítico-sintético. Comparativo.
Juego de roles
Comparativo.
De 16:30 a 18:00
De 15:00 a 16:30
De 10:30 A 12:00
De 09:00 a 10:30
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EVALUACIÓN DE PLAN DE CAPACITACIÓN EN SALUD
Unidad VII: Ética y moral Razón determinante y razón subordinada. Voluntad de actuar y subordinación. Conciencia moral de buena salud. Salud deteriorada y salud virtuosa. Juicio moral acerca de los servicios de salud. Deber ético en salud. Educación de salud basada en valores.
Unidad VI: Alimentación integral y nutrición Nociones básicas de la alimentación y nutrición. Alimentación por grupos etarios y estados fisiológicos. Rescate y valoración de los alimentos nativos por región. Alimentos biológicos y transgénicos. Dietoterapia.
Identificar aspectos positivos y negativos del aprendizaje según la aplicación del plan.
Conocer la relación estructural de las facultades razón, voluntad y conciencia para entender el sentido de los servicios en salud.
Conocer y saber acerca de la importancia de las distintas formas de alimentación y nutrición en las comunidades rurales y urbanas.
Analítico-sintético.
Diálogo.
Inductivo y deductivo. Comparativo.
Explicativo. Comparativo.
Valoración a participantes.
Lectura comprensiva.
Discusión dirigida.
Mapas conceptuales.
Video educativo en alimentación.
De 18:00 a 19:00
De 16:30 a 18:00
De 15:00 a 16:30
De 10:30 a 12:00
De 09:00 a 10:30
11. Evaluación del Plan de capacitación y su aplicación a) Identificación de criterios especiales de evaluación. b) Evaluación de los resultados de aplicación curricular. c) Evaluación de la enseñanza y aprendizaje en salud, medicina tradicional y biomédica. d) Modalidad de evaluación del plan curricular efectuado. e) Emisión de juicios de valor. f) Recomendaciones y sugerencias.
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FotografĂa: Entrevista de los investigadores del proyecto a un mallku.
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Fotografía: “Encuentro del Cóndor y el Águila, Guías Espirituales del Continente”.
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CUARTA PARTE PERCEPCIONES DE SALUD EN EL AYMARA DE LA PAZ1 Filomena Miranda Casas2
Palabras clave: Cultura aymara, salud, enfermedad, sanación, equilibrio, desequilibrio, energía positiva y energía negativa.
Resumen En este trabajo se desarrollan concepciones de la comunidad andina-aymara referente a las percepciones de salud, enfermedad–sanación y vida-muerte. Se abordan, también, las nociones de equilibrio, desequilibrio, energía negativa y energía positiva analizando las metáforas conceptuales de salud en la cultura aymara. 1 El presente trabajo es parte del artículo: “Percepciones de salud en el aymara de La Paz. Se ha ampliado con ejemplos de las zonas de estudio, municipio de Achacachi y el municipio de Tiahuanacu. 2 Docente Investigadora del IILP, Carrera de Lingüística (filomiranda15@yahoo.es).
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1. Introducción La salud es un concepto biológico, normativo, social y cultural. En el contexto pluricultural y multiétnico del Estado Boliviano, es importante comprender las visiones y las prácticas de sanación tradicional que coexisten junto a la biomedicina. Cada cultura tiene su forma de concebir y entender, desde su propia cosmovisión, aspectos sociales, económicos, educativos, de género, de salud, etc. En este último, diversos aspectos culturales relacionados a percepciones sobre la salud generan su propia idiosincrasia de concebir los conceptos referentes a salud-enfermedad-sanación-vida y muerte en los pueblos originarios, en este caso, en el pueblo aymara. El trabajo de investigación del proyecto “Imaginarios en Salud” se realizó en cinco espacios: la ciudad de La Paz, la ciudad de El Alto, el municipio de Charazani, el municipio de Tiahunacu y, finalmente, el municipio de Achacachi; sin embargo, este trabajo se concentra en los dos últimos municipios; espacios de donde se han recogido entrevistas con pobladores y se han dialogado con sanadores o curanderos tanto mujeres como hombres (qulliri, yatiri, qhaqhiri, usuyiri y otros). En estos contextos, la biomedicina coexiste con la medicina tradicional y la medicina popular proveniente del Perú. En la cultura aymara, la salud es concebida como una bendición de los seres tutelares o deidades andinas representados por los elementos de la naturaleza, en cambio, la enfermedad es concebida como un castigo debido a la infracción de normas de la comunidad derivándose en enfermedades colectivas (catástrofes climáticos como las sequías, granizo, diluvio, etc.); por lo mismo, el cuidado ceremonial periódico del entorno natural, la reflexión permanente sobre la naturaleza de la persona y su variada composición anímica y biológica son creencias que pueden prevenir padecimientos; en el caso de sufrir una enfermedad, esta puede ser sanada con rituales, brebajes ofrecidos a los achachila y la pachamama. En esta línea, nuestro estudio trata sobre la comprensión de las percepciones de salud en el aymara de La Paz; es decir, sobre la cosmovisión de la cultura aymara con conceptos relacionados a la salud, enfermedad y sanación. Así, se abordan las concepciones de equilibrio, desequilibrio, energía negativa y energía positiva. La presente investigación se inscribe en el enfoque de la lingüística cognitiva y utiliza el análisis metafórico conceptual como una alternativa al análisis cultural. Metodológicamente, los conceptos metafóricos nombran realidades abstractas en términos de otras más concretas como resultado de las expresiones metafóricas que están agrupadas de acuerdo a una unidad conceptual básica. Los datos son analizados en base a las experiencias propias y la revisión de otros autores que han trabajado sobre la temática que tratamos, como Ulpian López, Maura K. López y otros (1998); Soria (2000); Arnold y Yapita (1999). 2. Revisión bibliográfica El restablecimiento de la salud en las comunidades aymaras ha sido abordado en trabajos etnográficos. Así, Bandelier (1910), Tschopick (1968) y La Barre (1948), citado en Huanca (1989), estudian al yatiri dentro del contexto ritual religioso de la cultura aymara, con la limitante de que estos estudios no se realizan a partir de la lengua aymara. El trabajo de Tschopick, denominado “Magic in Chuito”, observa la magia y religión entre los aymaras de Chucuito; identifica a especialistas en salud nativa del área de estudio: Paqu ‘mago’, Qullasiri ‘médico’, Yatiri ‘adivino’ Thaliri ‘Quiropráctico’, y Usuyiri ‘partera’. Estos personajes comparten el poder de curar. Los Paqu y Layqa tienen aptitudes de curar enfermedades causadas por espíritus y demonios. El Qullasiri trata enfermedades naturales y las aflicciones del alma. El Thaliri se encarga de cuidar las afecciones que involucran los órganos internos. La Usuyiri se encarga de la asistencia médica durante el parto de la mujer. El yatiri, según Tschopick, diagnóstica las enfermedades y da un pronóstico de la efectividad del tratamiento recibido. Este autor yuxtapone a los ch’amakani y luqtiri, provenientes de las regiones Aymara de Bolivia, con el Paqu de Chukuito. Según Huanca (1989), esta separación implica la división entre los que tienen relación con el bien y el mal y, además, practican la magia “negra y blanca” ; sin embargo, esta separación mantiene una visión superficial. Bandelier (1910), a través de la información secundaria, supo sobre la existencia de los layqa y los yatiri, quienes utilizan la hoja de coca para diagnosticar enfermedades. Establece que ambos practican ritos benévolos y malévolos. Este autor se basa en el señor Manuel Mamani, quien era considerado el Layqa principal de la isla de Ch’alla y también era cuidador de la casa de hacienda Unsayiri. Huanca indica que Bandelier se contradice
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cuando relata que Mamani oficia un ritual antes de las excavaciones arqueológicas en la isla del sol junto a la participación de los comunarios, debido a que los layqa no participan en la vida de la colectividad porque son temidos, odiados y viven fuera de los mojones de la comunidad. Por información indirecta, Bandelier supo que habían tres lugares principales en lago Titicaca (Ch’alla, Sampaya y Waychu) donde vivían los brujos jerárquicamente organizados como los Layqa, Yatiri y Ch’amakani. Los primeros ejercían una gran influencia sobre la población, el último estaba relacionado con los búhos. La Barre (1948) dividió a los practicantes de medicina en nueve categorías por grupo: Los Qullawayu considerados como practicantes de la medicina natural; los Amawt’as vistos como practicantes de magia buena; los Layqa y Tala como brujos; los Milluchiri, Q’uwachiri y Kukat uñiri como adivinos diagnosticadores; los Ch’amakani como contrarestadores de la brujería –llamando a las serpientes, búhos y a otros animales parecidos–; los Luqtiri como los que realizan ofrendas; los Sirk’aqamani y Qullaqamani calificados como curanderos; los Chuymaqaquri, Trukaqiri, Lumpaqiri y phichhaqiri clasificados como los quiroprácticos; finalmente, otros grupos que clasificó eran los Yatiri, Qamiri, Thaliri, Jamp’iri y Qamili. Los Qullawayu fueron reconocidos por La Barre como el grupo famoso en los Andes. Los Ch’amakani utilizan su poder para la prevención y curación de casos extremos. Carter y Mamani (1982) –en su estudio realizado en Irpa Chico de la provincia Ingavi– describe al yatiri como una persona respetada en la comunidad. De acuerdo a sus especialidades, puede ser conocido como uñiri, luqtiri. El yatiri en función de uñiri –lector de la hoja de coca– adivina y sugiere que el oficiante-enfermo tome ciertos brebajes recomendados para su sanación; en función de Thawiri –acepción que presenta una connotación negativa porque describe un comportamiento propio de animalidad– tiene la particularidad de localizar a objetos u animales embrujados por alguna maldición; en función de Pasayiri, se ocupa de dirigir el ritual de agradecimiento a las deidades mediante las ofrendas. Los autores mencionados también indican que los layqa son considerados como magos que dañan y embrujan a la gente y el ch’amakani se relaciona con el mundo de los espíritus. Carter y Mamani concluyen visibilizando tres agentes relacionados al proceso de sanación: el yatiri (adivino o mago), el Qulliri ‘herbolario’, y, finalmente, la Usuyiri ‘partera’. Para Huanca (1989), los Yatiri o sanadores espirituales se inician por marcas en el cuerpo, por el impacto de rayo, o por herencia. Ellos ejercen su rol al pasar por un periodo de aprendizaje bajo la tutoría de otros yatiri con experiencia, legitimando su saber; por este hecho, ellos están insertos en sus comunidades y gozan de respeto y prestigio. Los yatiri tienen el manejo de los patrones culturales y los envuelve a una ideología multifacética basada en su medio cultural. Ellos integran, crean, reformulan e interpretan el sistema sociocultural como un todo. Se los considera como reorganizadores e intérpretes permanentes de la visión cosmológica aymara y, por otra parte, la habilidad de realizar o desempeñar estos “roles” explica su vigencia permanente en las comunidades aymaras. Huanca analiza la formación morfológica de la acepción yatiri ‘el que sabe’, lo relaciona con Amtaña. La primera noción refiere al conocimiento y la segunda a recordar y planear. A partir de ese análisis concluye que el yatiri es como una persona cuyo conocimiento viene desde su interior. Su conocimiento cultural deviene de la experiencia acumulada por la familia, de la tutoría, y de las tradiciones de la comunidad, lo cual complementa al conocimiento anterior. A estas formas de adquisición se debe añadir el término uñiri que indica su capacidad y posesión de un tipo de conocimiento para leer las hojas de coca e interpretar la lectura en un contexto de las relaciones simbólico rituales. En noviembre y diciembre de 2012 se recogieron entrevistas con pobladores, sanadores tradicionales y personal de salud tanto en el municipio de Achacachi como el municipio de Tiahuanacu. En el presente trabajo sólo nos enfocaremos con las entrevistas realizadas a pobladores, comunarios y médicos tradicionales de ambas zonas. En Achacachi nos relataron sobre la existencia de los yatiri, layqa y ch’amakani, quienes son consultados por los oficiantes. Los yatiri gozan de prestigio y respeto por parte de las comunidades Aymara. Los layqa son considerados como personas que embrujan y causan daño a pedido de los oficiantes que perjudican a sus oponentes, las rivalidades puede surge en el seno familiar, en la comunidad por la tenencia de tierras, casas u otros bienes. Para este propósito utilizan la ropa, la foto o el cabello de la víctima y lo amarran junto a un animal como sapo, gato, y otro animal que quiere la entidad maligna. Nos relataron que a causa de los embrujos mueren las víctimas. Los ch’amakani son vistos como invocadores a los espíritus de las personas fallecidas
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por causas de asesinato. Al invocarlos descubren a los culpables de su muerte y también realizan otros ritos para que él o ella pague por su crimen, para tal situación cambian su suerte estable a otra detestable. Los tres conocen el manejo de la coca, los yatiri la utilizan para leer y realizar diagnósticos dar sugerencias al oficiante o familiares de éste. Los yatiri tienen ciertas especialidades, existen los que son expertos en el manejo de yierbas, por ejemplo nos indicaron que curan las picaduras de los animales que ocasionan que se reviente partes del cuerpo y esto se trata con yerbas y ofrendando un rito. Esto se dio a consecuencia de que se lastimó o mató a un animal silvestre. En el municipio de Tiahuanacu, de acuerdo a los pobladores, nos indicaron que existen los amawt’a, quienes utilizan yerbas, agua, tierra, barro, arcilla, metales, el frío y el calor para tratar a los enfermos. En el municipio de Achacachi entrevistamos a un médico naturista, quién nos manifestó que era oriundo de la región del Lago, fue ayudante de un importante yatiri, posteriormente estudió medicina, por lo general él combina en sus tratamientos terapéuticos con hierbas y técnicas de la biomedicina. Otro sanador tradicional considerado como médico naturista nos manifestó que utiliza yerbas, agua, tierra, barro, arcilla, metales, animales como el perro, palomas, el calor y frío para realizar tratamientos de las diferentes dolencias. Este tratamiento también combina con acciones rituales como el cambio con animales. Las qulliri dicen que distinguen cuando se trata de una afección que no pueden sanar ellas y derivan al hospital. En Achacachi la señora manda al enfermo a la posta u hospital. Por el contrario, el médico del hospital de Achacachi deriva a los enfermos con las qulliri para que inicie el proceso de recuperación. 3. Consideraciones teóricas sobre la metáfora Para abordar el trabajo sobre las percepciones de salud utilizamos la metáfora, para este propósito revisamos el enfoque de la lingüística cognitiva. Esta concepción difiere significativamente de las perspectivas desde las cuales se ha estudiado tradicionalmente la metáfora. Como señalan Lakoff y Johnson (1995), la metáfora, para la mayoría de la gente, es un artificio de la imaginación poética y la ornamentación retórica, algo que pertenece al lenguaje extraordinario. Sin embargo, la metáfora, más que pertenecer a un tipo de lenguaje excepcional es parte del pensamiento y la acción cotidiana expresada a través de expresiones metafóricas que estructuran conceptos metafóricos. Estos conceptos están relacionados con la forma como vivimos y concebimos los conceptos de salud, educación, género y otros. Los postulados de este enfoque comienzan a desarrollarse a mediados de la década de los ochenta en Estados Unidos, en la Universidad de California en Berkeley. Uno de los representantes más notables de la corriente cognitivista es George Lakoff, quien en forma individual y en coordinación con otros investigadores ha producido una significativa bibliografía con relación al tema. 3.1. La metáfora en lingüística cognitiva En Lakoff y Johnson (1995), se señala que la metáfora es un tipo de concepto, es decir, una estructura en que está organizado el conocimiento. Cada concepto es el resultado de una proyección desde un dominio conceptual a otro dominio conceptual, desde el dominio de origen (concepto generalmente más concreto) al dominio meta (concepto abstracto). Un apareamiento es un conjunto de correspondencias entre el dominio origen y el dominio meta; es decir, la metáfora nos permite conceptualizar la realidad y comprender conceptos abstractos. E. Rivano (1997:20) indica que lo que constituye la metáfora es el entramado de correspondencias que “son la base desde donde emergen las distintas expresiones lingüísticas que realizan la metáfora”. Así, una expresión metafórica (palabra, frase u oración) es una realización (superficial) de este entramado que es la metáfora. Entonces, la metáfora, como parte de nuestro sistema conceptual, está latente en todas las formas del pensamiento y acciones de los seres humanos plasmados a través de expresiones lingüísticas, articuladas por un conjunto de correspondencias y la lógica concreta que existe para cada metáfora. En términos lingüísticos, la metáfora es la estructura proposicional expresada mediante una oración declarativa. Los conceptos metafóricos estructuran lo que percibimos, el modo en que actuamos en el mundo y la manera en que nos relacionamos con otras personas; por consiguiente, como señalan Lakoff y Johnson (1995:45), “nuestro sistema conceptual desempeña un papel central en la definición de nuestras realidades cotidianas”.
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Los conceptos metafóricos estructuran lo que percibimos, el modo en que actuamos en el mundo, la manera en que nos relacionamos con otras personas; por consiguiente como señalan Lakoff y Johnson (1995:45), “nuestro sistema conceptual desempeña un papel central en la definición de nuestras realidades cotidianas”. Consideramos que una descripción de metáforas que se fundan en la experiencia física y cultural, lo cual, nos permite aproximarnos a la concepción de salud. Foucault, dice que la enfermedad no es solo un fenómeno químico-biológico, sino que responde en gran medida a una construcción cultural. Por lo mismo es importante el dialogo entre la medicina tradicional y la biomedicina, pues en los hechos en las comunidades Aymara coexisten ambas formas de tratar la enfermedad. Entre los pobladores de los dos municipios nos manifestaron que no tienen confianza a la biomedicina, porque sólo les receta “pastillas”, que solamente hacen calmar el dolor y además traen consecuencias al organismo. También que la atención, aunque mejora aún es de mucha espera. 4. Aspectos metodológicos Este estudio empírico-descriptivo de las metáforas de salud está basado en la variedad del aymara de Omasuyus e Ingavi del departamento de La Paz. De acuerdo a la clasificación de Briggs (1993), estas variedades pertenecen a la norteña. Entre ambas zonas existe poca variación, en todo caso, estas variaciones son conocidas por los hablantes de ambas zonas. En este trabajo empleamos el método descriptivo propuesto por Best (1978:91), que parte de la interpretación o demostración de los hechos, tal cual se presentan en la realidad. En este sentido, estudiamos los hechos lingüísticos del aymara, referidos a expresiones metafóricas de salud. Por su parte, Ary y otros (1986) señalan que el método descriptivo se interesa por las condiciones o relaciones existentes, las prácticas que predominan, las creencias, los puntos de vista, las actitudes vigentes, los procesos que se suceden, los efectos de sentido y las tendencias que están desarrollándose. Es este entendido, observamos y recogemos la diversa gama expresiva en el nivel metafórico relacionado con las percepciones de salud en contextos comunicativos concretos – como eventos culturales, como la feria–, contextos de conversación cotidiana y otros contextos comunicativos. En el marco de la lingüística cognitiva, consideramos el trabajo de Kövecses (1990:3), para quien gran parte de nuestro sistema conceptual puede ser descubierto a través de un estudio detallado de la diversa gama expresiva lingüística que fluye en las interacciones cotidianas. Estas expresiones, de orden metafórico, están relacionadas con un concepto particular. En este trabajo recogemos un corpus que da cuenta del conjunto de expresiones metafóricas, en torno a las concepciones de salud. Estas expresiones no se encuentran aisladas en la lengua, sino que responden a una estructura conceptual coherente. Siguiendo a Kövecses (1990:44), “es una propiedad metodológicamente importante que las expresiones vienen en sistemas”. El corpus de nuestra investigación está compuesto por expresiones verbales cotidianas que, como ya señalamos, lejos de estar aisladas, provienen de sistemas metafóricos altamente productivos, de los que pueden surgir expresiones inéditas, pertenecientes al mismo dominio conceptual. El dominio de los conceptos de salud, en aymara, se manifiesta de diversas formas en la vida cotidiana de los individuos. Por esta razón, contamos con fuentes tanto orales como escritas. Recurrimos también a nuestro conocimiento como hablante de aymara para la incorporación de expresiones al corpus, dada la naturaleza conceptual y productiva de los sistemas metafóricos. De acuerdo a Kövecses (1990:3), gran parte de nuestro sistema conceptual puede ser descubierto a través de un estudio detallado de las expresiones relacionadas con un concepto particular. Se recopila un corpus lingüístico en torno al domino conceptual SALUD, ya que no se encuentran aisladas en la lengua y que responden a determinados conceptos relativos a este dominio. Kövecses (1990:44) señala que “es una propiedad metodológicamente importante que las expresiones vienen en sistemas”. Estos sistemas describimos en presentación, sistematización, interpretación y análisis de los datos, el mismo que se trata más adelante.
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4.1. Corpus El corpus está compuesto por el registro de expresiones verbales cotidianas que, provienen de sistemas metafóricos altamente productivos, de los que surgen expresiones inéditas, pertenecientes al mismo dominio conceptual. El dominio conceptual en salud se manifiesta de diversas formas en la vida cotidiana de los individuos pertenecientes al municipio de Achacachi y el municipio de Tiahuanacu. Por esta razón, se cuenta con fuentes, tanto orales como escritas. Se recurre también, al conocimiento de la investigadora como hablante del aymara para la incorporación de expresiones al corpus, en vista de la naturaleza conceptual y productiva de los sistemas metafóricos. 4.2. Unidades descriptivas de las metáforas conceptuales El análisis de la metáfora, desde la perspectiva cognitivista, se fundamenta en la premisa de que todo uso de lenguaje es expresión de un concepto; por tanto, es posible reconocer estructuras conceptuales comunes en un conjunto de formas lingüísticas (Lakoff, 1986). En palabras de Osorio (2002), en este enfoque, la metáfora se ubica en el plano cognitivo y su estructura subyace al plano de la expresión lingüística. De esta forma, la adecuación descriptiva se logra agrupando un conjunto de expresiones bajo la lógica esquemática del concepto metafórico subyacente. En este sentido, existe un alto poder explicativo de la ocurrencia de formas lingüísticas, aun cuando sean consideradas aisladamente. El material léxico, fraseológico y oracional es susceptible de ser agrupado en “núcleos metafóricos”, como conjuntos de expresiones que comparten aspectos comunes de significación metafórica. Por ejemplo, las expresiones metafóricas “le hierve la sangre cada vez que lo ve”, “estar caliente”, pueden estructurar los conceptos metafóricos EL DESEO SEXUAL ES CALOR o LA IRA ES CALOR, pues estas emociones se exteriorizan físicamente mediante el aumento de las pulsaciones, de la presión sanguínea y de la temperatura, síntoma expresado. Por otra parte, en el aymara, la expresión metafórica: “wayna tawaqunxa wilaxa wallaqiwa”, en los jóvenes (hombre-mujer) les hierve la sangre‟, los jóvenes son vigorosos‟, como observamos, la sangre caliente hace referencia al vigor, es base para la metáfora EL VIGOR ES UN FLUIDO CALIENTE. Otra expresión: “ninaw chuyma manqhat aqitu”, que en su traducción literal es, ‘mis pulmones arden en llamas’, en su traducción metafórica, ‘me siento muy enferma’ es base para la metáfora LA ENFERMEDAD ES TEMPERATURA ELEVADA. El enfoque cognitivista sobre la metáfora, sustentado por Lakoff (1986), Lakoff y Johnson (1995), Gibbs (1994) y otros autores han sido desglosados por E. Rivano (1999) en un modelo de descripción de metáforas, cuyas entradas, se utilizan en el presente estudio, pasamos a resumir: 4.2.1. Nombre conceptual Para Rivano (1999), esta entrada en la descripción se refiere al nombre que le damos al concepto metafórico sobre la base de las expresiones metafóricas. Este autor plantea el establecimiento de las unidades conceptuales de las metáforas. Agrupamos las expresiones metafóricas sobre la base de unidades conceptuales, se refiere a una etapa inicial en la que vemos en la variedad lingüística cierta afinidad que sugiere un conocimiento conceptual de fondo. 4.2.2. Expresiones Nuestra intuición, como hablantes de aymara, nos indica que las expresiones recogidas en el corpus general pueden agruparse en términos de una unidad conceptual. Según Rivano (1999), existe un conocimiento de base que “explicaría el hecho de que entendamos estas expresiones en forma unificada y que produzcamos expresiones dentro de esta misma conceptualización. 4.2.3. Dominios de la metáfora Un dominio puede concebirse como un concepto plurivalente que se puede caracterizar en función de aspectos estructurales particulares, algunos de los cuales son complementarios. Un dominio corresponde a un ámbito de experiencias que tiene un estatus cognitivo, de manera que puede delimitarse en contraste con otro dominio.
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Son dominios de experiencia, por ejemplo, el amor, los estados emocionales, los procesos mentales, el tiempo, la política, la economía, el trabajo, el sexo y las relaciones de género, la salud. Estos conceptos abstractos se manifiestas por medio de conceptos concretos. Así, dada una expresión como “él es muy recto”, en oposición a “él es un tipo chueco”, podemos inferir la metáfora compleja LO MORAL ES OBJETO RECTO-LO INMORAL ES OBJETO TORCIDO. La metáfora en cuestión aparea el complejo conceptual RECTO-TORCIDO, como dominio de origen, con el complejo MORAL-INMORAL, como dominio meta. Las metáforas propuestas se escriben en VERSALES siguiendo con la convención vigente. 4.2.4. Escena básica La escena básica es una esquematización semántica basada en roles o valores semánticos, dependientes directamente del concepto implicado. En una escena se visualizan participantes y acciones de estos participantes, es decir, nos permite identificar la relación que da origen a la estructuración del caso. E. Rivano (1999: 45) señala que “esta escena-tipo nos ofrece un marco elemental para extraer elementos y relaciones que eventualmente importan en la metáfora del caso”. Por ejemplo, la metáfora LA CRIANZA DE LOS HIJOS ES TEJER, postulamos una escena básica de TEJER (Miranda, 2009). – T1 [tejedora en telar prepara las herramientas para tejer] – T2 [tejedora en telar prepara los caitos para tejer] – T3 [Tejedora en telar dispone de un tiempo para tejer] – T4 [Tejedora en telar se dispone a tejer] La escena básica puede contener momentos sucesivos, así distinguimos T1, T2, etc. Una metáfora puede caracterizarse por distintas escenas; además, una misma escena puede tener sus variantes. En el caso de una variante escénica, se mantienen los tiempos iníciales y los participantes de la secuencia, pero cambian los momentos finales o hay un resultado negativo. Así, describimos, por ejemplo, la varíate 1 de Escena Básica 1 de TEJER, la variante 2 de la Escena Básica 3 de TEJIDO, etc. 4.2.5. Propiedades E. Rivano (1999: 45) señala que el análisis metafórico debe contemplar el nivel de identificación de propiedades elementales que están en la base de relaciones lógicas ulteriores y pueden importar en el análisis del material lingüístico en forma directa. El criterio que guía este nivel de identificación está vinculado con el conocimiento de los hablantes y el analista que construye la metáfora conceptual. Este conocimiento incorpora tanto la experiencia inmediata, como aquella que proviene de otras fuentes. Las propiedades que se consignan se desprenden de los participantes y las acciones que conforman la escena básica de la metáfora. 4.2.6. Lógica esquemática Lakoff (1986: 143) y E. Rivano (1999: 46) indican que la lógica esquemática es una unidad descriptiva en la que se identifican las relaciones elementales de la escena básica, es decir, sus principios inferenciales y leyes básicas. 4.2.7. Correspondencias metafóricas La metáfora conceptual es definida como un entramado de correspondencias. Cada correspondencia existe en virtud de un proceso de proyección de la lógica del dominio origen sobre el dominio meta. De acuerdo con E. Rivano (1999: 48), las correspondencias son “las relaciones que de hecho importan en el apareamiento conceptual. De ellas derivan la expresividad que se manifiesta, el hecho de que podamos producir y comprender las expresiones metafóricas del caso”. Las correspondencias pueden ser ontológicas o relacionales. En el primer caso, el apareamiento es entre entidades (seres, objetos, animales, etc.). En el segundo caso, las correspondencias relacionadas están fundadas en ciertas implicaciones básicas que surgen del conocimiento general del dominio de origen; asimismo, involucran procesos y estructuras más complejas en las que intervienen las entidades.
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Veamos un ejemplo de correspondencias de la metáfora LA MENTE ES UN CONTENEDOR. En las expresiones “no me cabe en la cabeza”, “no me entra en la cabeza”, “no me encaja en la cabeza”, se refleja la relación de correspondencia entre el contenedor, elemento del dominio de origen, y la cabeza, elemento del dominio meta. Asimismo, se implica que hay objetos que entran en el contenedor, lo que corresponde a las ideas, en el dominio meta. 5. Descripción y análisis de las metáforas de salud Este estudio se desarrolla en el entendido de que la metáfora es una red de conceptos en la que entran múltiples elementos participantes. Una vez identificadas las expresiones metafóricas, éstas son agrupadas en dimensiones conceptuales de acuerdo a sus afinidades lógicas, sobre la base del conocimiento intuitivo que tenemos como hablante de la lengua aymara. 5.1. La salud es convivencia armoniosa La convivencia armoniosa se entiende como un vínculo con uno mismo, con el entorno familiar, social y fundamentalmente con la naturaleza en un ambiente de respeto y afecto. Veamos las siguientes expresiones metafóricas que instancia el concepto metafórico que tratamos: 1. “Jakawinxa askinjamawa qamart’asiña3” En la vida hay que convivir bien. En la vida hay que convivir en armonía (con uno mismo y los demás). 2. “Utar sart’iriruxa umasa waxt’añapiniwa” A las visitas por lo menos hay que invitarles agua. A las visitas por lo menos hay que ofrecerles agua 3. “Anuruxa manq’axa waxt’añawa, killisiriwa” Al perro hay que darle de comer, porque dicen que sabe arrodillarse (y orar llorando). Al perro siempre hay que darle de comer, porque dicen que uno también consigue lo que necesita (dinero, bienes, trabajo, etc.) 4. “Jamp’aturuxa janiwa jiwayañakti, ch’upusiriwa” Al sapo no hay que lastimarlo, porque dicen que sabe picarse. Al sapo no hay que lastimarlo, porque a uno le salen llagas en el cuerpo. 5. “Jalsur phuch’utxa janiwa umañakiti, juykhuytayasiriwa” No hay que beber de la vertiente, porque dicen que uno puede volverse ciego. Hay que cuidar y racionalizar el agua que es un recurso vital. Valoración cultural: La salud se conceptualiza en términos de convivencia. Pues, la convivencia se da en un espacio y un tiempo. En la cultura aymara el concepto qama en su primer sentido expresa habitad, y en su segundo significado refiere a convivencia. Así el verbo qamaña, se entiende como convivir con la familia y los demás, tal como enuncia el ejemplo 1. Por otra parte, Reyes (2012) define la palabra qamaraña como convivir entre todos en el sentido de descansar; qamart’asiña con el significado de convivir colectivamente y tiene mucho de camaradería. Entonces, Qamaña también tiene el sentido de convivir respetándose a uno mismo y respetando a los demás; los demás son los familiares, amigos, congéneres, compañeros de trabajo, etc.
3 La primera traducción corresponde al significado literal modificado. Este tipo de traducción tiene el mismo significado de la lengua original, pero expresado en la forma natural de la lengua receptora. La segunda traducción corresponde al significado metafórico. La traducción metafórica o idiomática utiliza las formas naturales de la lengua receptora, tanto en las construcciones gramaticales como en la selección de sentido de los vocablos (Larson, 1986: 13).
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También se incluye la flora, la fauna, al agua y todo lo que existe en un habitad. Para esto es necesario percatarse sobre las necesidades vitales o necesidades de otra índole del otro, esta visión se manifiesta en los ejemplos 2 y 3. En el primer caso nos percatamos de las necesidades vitales que tiene la visita; en el segundo caso del perro que forma parte de una familia por lo que es importante velar por sus necesidades vitales como la alimentación, el agua, afecto que debemos darle. En la expresión 4 se sugiere que debemos ser respetuosos de los animales silvestres. El sapo cumple una función importante en las chacras al comerse los mosquitos que son una plaga. Este animal también es parte de un ritual para pedir agua en épocas de sequía. En este sentido, ayuda al hombre para que se provea de este elemento vital. Por otra parte la expresión ch’upuña que es un verbo, presenta el significado de picar. Si se manosea al sapo, éste puede orinar y escupir a raíz de eso se cree que en el cuerpo sale granos grandes que se llenan de pus y pueden reventar y dejar cicatriz en la piel. Para su tratamiento, en el municipio de Achacachi nos dijeron que se consulta al yatiri con especialidad en hierbas. El yatiri consulta en coca para ver si él u otro yatiri puede curar esta afección, si es para él, inicia el tratamiento es a base de yerbas como la ch’illka, una planta anti inflamatoria. Primeramente, lava el lugar de la afección bien y luego le coloca emplasto de ch’illka caliente y mantiene así el lugar, desinflama y la piel recupera su normalidad. En complementación oficia un ritual de perdón y esto como una lección para el enfermo, quien y los presentes tendrán en cuenta el respeto que se debe tener por los animales silvestres. La expresión 5 refiere al cuidado que debemos tener en el uso del agua que es un recurso agotable o cualquier otro recurso de la naturaleza. El agua como elemento vital de importancia es objeto de ritos. La convivencia en respeto con la Pachamama o naturaleza donde coexistimos personas, flora y fauna en la cultura aymara está expresada por los topónimos o nombres de lugares. Por ejemplo: Jamp’aturi ‘lugar donde viven los sapos’. Nombre de una sub-alcaldía de la ciudad de La Paz. Este nombre está formado por la palabra jamp’atu cuyo significado es sapo y el sufijo –ri que marca lugar. Parina Arriba y Parina Abajo son dos comunidades que se encuentran en el municipio de Jesús de Machaca de la provincia Ingavi. El vocablo parina refiere al flamenco. Los nombres se deben al hecho de que estas aves viven en los dos lugares en las praderas fangosas y a orillas del río Desaguadero. P’isaq uma, bebedero de la perdiz, esta expresión se forma de dos palabras: p’isaqa ‘perdiz’ y uma ‘agua’. T’aqachi > Vino Tinto Tacachi. Nombre de una zona de La Paz. Esta formado por las voces t’aqa- raíz del verbo t’aqaña ‘romper’ y el sufijo locativo –chi ‘lugar’, nombre de un ritual que se realiza para alejar maldiciones, equilibrar la salud y llamar el ajayu. Por ejemplo, el ritual para alejar las maldiciones está preparado en base a yerbas aromáticas, semillas, minerales, tierra y lana de llama de color negro y blanco torcelado a la izquierda, la misma que es rota por el yatiri como señal de alejar las maldiciones y crear un campo magnético para proteger al oficiante del ritual. En las mesas de salud se utiliza lana de llama de color blanco, para llamar el ajayu o espíritu se usa lana bicolor. Estos topónimos nos hacen dar cuenta que el hombre aymara es respetuoso del espacio que ocupan la fauna, la flora, el agua y otros elementos de la naturaleza. 5.2. La salud es movimiento corpóreo El movimiento corpóreo en la cultura aymara está en relación con la ocupación que debemos tener en cada momento de nuestra existencia. Para tener la salud física, espiritual se debe estar siempre ocupados. Presentamos los siguientes ejemplos: 6. “K’umar jakañatakixa sarnaqañawa” Para vivir saludablemente hay que caminar. 7. “Inakasinxa qalaxa ch’iwit lupirusa irkatañawa, lupit ch’iwirusa iraqañawa” Estando libres hay que llevar del sol a la sombra las piedras; de la sombra al sol. Hay que estar siempre ocupados. 8. “Waynakasaxa jalkir jamach’isa katuñawa” Siendo hombre joven hay que cazar al pájaro en vuelo. Siendo hombre joven hay que ser ágil.
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9. Tawaqusinxa p’amp’acht’asisawa jalaña” Siendo mujer joven hay que caminar al trote aplanando la tierra. Siendo mujer joven hay que ser ágil. 10. Wayna tawaqutakixa qullusa pampa, pampasa qulluwa” Para los jóvenes (de ambos sexos) el cerro es pampa, al igual que la pampa es cerro. Los jóvenes (de ambos sexos) son ágiles. 11. Yuxch’axa, nayraqatxa uma kanastaruwa taykch’itaki waytanirapi” La nuera acarrea agua en una canasta para la suegra. La nuera es ágil y diligente. 12. “Warmix q’ipis q’ipt’ata, wawasa paltxatata, qapt’asis p’itasisa sarnaqiriwa” La mujer está acostumbrada a caminar cargada de bulto y su bulto sobrante que es la guagua, además camina hilando o tejiendo. La mujer es hacendosa. 13. “Chachanxa jalkir khuchhis kapsuñawa” En el hombre hay que capar al chancho en trote. En el hombre es ágil en sus actividades cotidianas. Modelo cultural: En la cultura aymara, la importancia del movimiento corpóreo está reforzada por expresiones metafóricas que hacen referencias a las diferentes etapas de la vida; la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la vejez en sentido de que se debe estar siempre ocupado, pues la flojera en contextos de comunidad es una conducta reprochable. La expresión 6 fue expresada por una anciana de nombre Luisita, de aproximadamente de 90 años, procedente de la comunidad de Putuni del municipio de Achacachi. Cuando se le preguntó como se mantenía saludable, ella contesto lo siguiente: 14. “K’umar jakasiskaraktwa, sarnaqaktwa. Pampajata marka utaruwa sarta, marka utatxa markaruwa mantta, ukatxa ukhamarakiwa kuttt’awayxta”. Vivo saludable aún, porque camino. De mi pradera voy (de a pie) a la casa del pueblo, de la casa del pueblo voy a la plaza, vuelvo de la plaza a mi de pueblo, de ahí retorno de a pie (a mi comunidad). (Achacachi, 18-11-12). Esta respuesta enfatiza que caminar es el mejor ejercicio para mantenerse saludables. La expresión 7 está dirigida a los niños, quienes deben estar siempre ocupados. Los niños en el contexto de la comunidad ayudan a los abuelos y a los padres en los quehaceres de la casa, la chacra y otras actividades. En la casa son responsables de dar de comer a los animales de casa como las gallinas, conejos, al perro y otros animales domésticos. De la misma forma llevan agua en pequeños cántaros de barro a la chacra para proveer a los que trabajan en ella. También van a la escuela. Los abuelos suelen decir que los niños deben ser hacendosos, pues ellos aprenden oyendo, viendo y haciendo. Para este propósito desde pequeños las madres de familia les asignan ciertas tareas. Una de las actividades es hacer tejidos a mano, con esta actividad desarrollan el sentido de la responsabilidad, la creatividad y la agilidad mental. Los tejidos tienen ciertos diseños fáciles, pero requiere concentración y dedicación para realizarlos. Las expresiones 8, 9 y 10 referidos a la agilidad de los jóvenes de ambos sexos. Los jóvenes pueden desplazarse en un espacio abierto; es decir al interior de la comunidad, en pueblos y ciudades. Se dice que ellos pueden recorrer grandes distancias en poco tiempo, avanzar al trote y subir rápidamente las montañas. Los hombres jóvenes ejecutan instrumentos de viento, ayudan en los cargos de menor jerarquía, son bailarines en grupos de danza y van al cuartel. Por su parte, la mujer joven teje aguayos para su vida casada, cuida los animales de dote, participa como danzarina en bailes que se organizan dentro de la comunidad y puede salir de la comunidad para trabajar en las ciudades temporalmente como trabajadora del hogar o vender.
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Una vez que los jóvenes contraen matrimonio, los machaq jaqi ‘pareja nueva’ asumen cargos de menor jerarquía: yapu-uywa kamana y chaski kamana. Para realizar las actividades propias de estos cargos se requiere de resistencia física y agilidad, puesto que la autoridad tiene que desplazarse en el ayllu para controlar la reproducción saludable del ganado de las diferentes familias, así como el crecimiento regular de las plantas. Además, estas autoridades tienen que ascender a las colinas, para observar los cambios climáticos adversos, como la llegada de granizadas o heladas, para cuyo alejamiento realizan rogativas inmediatamente a nombre de los cerros locales considerados como deidades naturales, según se cree, controlan estos fenómenos climáticos adversos. De la misma forma, estas autoridades notifican por zonas, casa a casa sobre la convocatoria a las asambleas generales ordinarias y extraordinarias que se llevan en la comunidad. La expresión 10 refiere a la nuera nueva. En contextos de comunidad las mujeres cuando se juntan o contraen matrimonio generalmente se van a la casa del esposo. La nuera emprende su aprendizaje junto a la suegra, ella entrena la agilidad y diligencia para posteriormente atender las labores de su casa y apoyar en las actividades de los cargos de autoridad al esposo. Las expresiones 12 y 13 referidos a las personas adultas hombre – mujer. Las mujeres caminan a paso rápido, siempre llevando bultos y haciendo alguna actividad, ya sea hilando o tejiendo. El hombre también es ágil en su caminar, además camina cargando bultos. 5.3. La salud es bailar ritualmente 15. “Qina qina thuqht’asaxa chuymasa phuruqt’iwa” Bailando qina qina hasta los pulmones producen un ruido corporal. Bailando qina qina hasta las entrañas vibran. 16. “Wayna tawaqunakaxa luriway thuqht’asaxa nuksus nuksusawa irpsuwayxapxi” Los jóvenes de ambos sexos se retiran (a la casa del hombre) bailando luriwaya. Los jóvenes de ambos sexos se enamoran bailando luriwaya y luego se casan. Valoración cultural: La salud se vive y se expresa por medio del baile y la alegría, en complementación con la ejecución de instrumentos de viento. En el mundo andino, aymara la danza y música está relacionada con el hombre-naturaleza en un espacio y tiempo. El espacio en la visión andina se divide en dos parcialidades, la parcialidad de arriba o aransaya es considerada como masculino; el espacio de abajo o masaya es vista como femenino y el taypi ‘centro’ el que media entre los dos espacios. El espacio dividido en tres partes constituye y es conceptualizado como una unidad familiar. Por otra parte, el tiempo se divide se divide en dos ciclos; en jallu pacha ‘época de lluvias’ y awti pacha época seca’. De acuerdo a cada época se interpreta y baila una determinada música y danza. La mohoseñada, conocida con el nombre de Luriwaya en la provincia Omasuyos, se baila en la época de jallu pacha ‘época de lluvias’. La música y baile de la mohoseñada-luriwaya es de carácter ritual en la comunidad, se la hace en tributo a la Pachamama ‘madre tierra’, se vincula con la fertilidad y productividad. La música y el baile expresa la satisfacción y alegría por la madurez que alcanzan los frutos, la madurez sexual reproductiva de los jóvenes. La mohoseñada, al igual que otras músicas y danzas con acompañamiento de instrumentos de viento se pierde debido a la prohibición o la influencia de otras formas musicales más prestigiosas como la banda, así como nos cuenta el abuelo Constantino Mamani Comunidad Apuraya- Provincia Omasuyos (febrero de 2012): “Patrun pachanxa janiwa phusañanakaxa phusasxanati, uka thuqhunakaxa utjxanati. Jupaxa murinada thiyat pasayapxitu, ukatakixa patrunaxa mä jawa alkula, kuka, pitaña churapxitana, ukat luriwayaxa riphurma agraria qhipawa uñstxi, ukat ch’utarakiwa chhaqtayxaraki. Jichhax kimsa luriway t’aqawa utjapxitu, uka sarayasisipktwa”
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“En Apuraya, la música y bailes con instrumentos de viento fueron prohibidos en la época del Patrón. Él obligaba a pasar prestes de la morenada. A los pasantes nos daba una java de alcohol, coca y cigarrillos, por eso la luriwaya reapareció después de la reforma agraria, pero después también ha sido sustituida por la ch’uta que se baila con banda. Actualmente la comunidad mantiene la luriwaya, tenemos tres conjuntos”. El baile y la música qina qina se celebra en la época seca. En las comunidades de Tiahuanacu se baila en abril. En cambio en Jesús de Machaca se lleva a cabo en la fiesta del Rosario, este año (2013), fue el 18 de octubre. Participan las autoridades que llevan su vestimenta de los cargos que desempeñan dentro de la comunidad. El qina qina se baila para agradecer a las deidades naturales por los beneficios recibidos en la regularidad de las lluvias, la reproducción del ganado y el abastecimiento de los frutos. De acuerdo a la comunicación personal del señor Saturnino T’ola (2013) el qina qina se bailaba en la plaza principal de Jesús de Machaca con la participación de doce ayllus; seis procedentes de arax suxta ‘parcialidad de arriba’ y seis procedente de manqha suxta ‘parcialidad de abajo’. En la actualidad participan 20 comunidades por la aparición de nuevos municipios en las provincias. 5.4. La salud es comida sana La actividad COMER presenta dos perspectivas que estructuran la metáfora La primera es instintiva, que responde a la necesidad de sobrevivencia de los seres vivos. La segunda responde a la convencionalización social. En la cultura andina-aymara existen ciertos productos importantes, tales como la quinua, papa, pito de cañahua, pito de cebada y otros víveres que son parte de la dieta alimentaria. Veamos los siguientes ejemplos: 17. “Kun manq’añasa yatiñawa” Hay que saber qué comer. Hay que comer lo sano. 18. “Juphaxa nayra chhukhkiriwa qhatiyasiña”. La quinua hay que cocinar como ojitos saltones. La quinua (se refriega, se lava de agua en agua hasta que salga la sapolina y las piedrecillas), de manera que se cuezan sueltitas. 19. “Juphaxa ch’amanchasir juyrawa” La quinua es un alimento que da fuerzas. La quinua es un alimento nutritivo. 20. “Challwax p’iqitak wali askiwa” El pescado es bueno para la cabeza. El pescado es saludable para la memoria. “Usutaxa janq’u manq’ak manq’asiñapawa” El enfermo tiene que comida blanca. El enfermo tiene comer dieta blanda y blanca. 21. “Ch’uqixa manq’ak manq’aruxa mantapiniwa” La papa se cocina en todas las comidas. Dominios: La metáfora en cuestión presenta el concepto COMIDA como dominio de origen y SALUD como dominio meta. Propiedades: presentemos algunas propiedades sobre el concepto COMIDA: - La ingestión de comida puede proporcionar elementos nutritivos. - La ingestión de comida puede proporcionar elementos nocivos - La ingestión de comida genera energía para el funcionamiento del organismo. - El consumo excesivo de comida provoca malestar.
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- La ingestión de la comida puede darse de distintas formas (succionar, masticar, tragar) - La comida tiene sabores, aromas, colores. Lógica básica: La lógica básica que presenta la metáfora que tratamos son las siguientes: Mientras más abundante la comida, mayor es la satisfacción del apetito. Mientras más abundante la comida, mayor es la cantidad de energía que se obtiene. Si los aromas, sabores o colores de la comida son atractivos, más agradable es la ingestión. Correspondencias: La ingestión de comida se corresponde con generación de elementos nutritivos para el cuerpo. La preparación de la comida se corresponde al proceso asimilación de los nutrientes en el cuerpo. La comida provechosa o satisfactoria se corresponde a tener cuerpo sano. La importancia de la comida sana se corresponde al equilibrio corporal e espiritual. Valoración cultural: Otro factor importante para llevar una vida saludable es la ingestión de comida sana, como enuncia la expresión 17. Las expresiones 18 y 19 refieren a la quinua, el pescado y la papa como alimentos nutritivos. Estos productos son base de la dieta alimentaria andina y aymara. La quinua es un cereal milenario, de acuerdo a los entrevistados nos indicaron que existen variedades de quinua reconocidas por el color y el tamaño. Hay q’illu jupha ‘quinua amarilla’; janq’u jupha ‘quinua blanca’; ch’iyar jupha ‘quinua negra’, wila jupha ‘quinua roja’ y otros. Por el tamaño, existen los granos grandes, medianos y pequeños. La quinua es base para la preparación de diferentes platos y alimentos. Por ejemplo los siguientes platos: p’isqi; phisara y muk’una. Como galletas se prepara la k’ispiña en forma de q’aphi, japhu y qarasiña. Como harina existe la ullpa ~ aqallpu. También hay el aku o pito y el jamp’i o tostado. Para cultivar este grano aún en algunas comunidades de Jesús de Machaca de la provincia Ingavi utilizan la takisa, k’uphaña y liwkhana; las dos primeras son herramientas que se usan previo a la siembra y la última en la cosecha. En las comunidades de Tiahuanacu y Achacachi la quinua se siembra en un terreno preparado, se utiliza la yunta. La cosecha se realiza con el hoz u en otros caso se arranca con las manos. En la actualidad la quinua es reconocida como un alimento funcional digestivo, bueno para la diabetes. La quinua contiene calcio, hierro, potasio y riboflavina. También tiene varias vitaminas como el complejo B, magnesio, zinc, cobre y otros. 5.5. La enfermedad es abajo Dominios: En la metáfora que describimos, el dominio de origen es el concepto espacio de abajo, y el dominio meta está constituido por el concepto enfermedad. Esta metáfora se instancia en las siguientes expresiones metafóricas: 22. “Qala kayitarakisa mama Istikitaxa, janiwa sartxiti” La señora Estela está totalmente caída, ya no puede caminar. La señora Estela está totalmente enferma, ya no puede caminar. 23. “Chachapaxa waynpachaw usurnukstawayi” Su marido, joven mismo ha caído con la enfermedad. Su marido, joven mismo ha enfermado crónicamente. 24. “Jusiy yuqallax kimsaqall maraniwa such’urnukstawayi” El muchacho José se ha caído en la parálisis cuando tenía ocho años. El muchacho José ha enfermado con parálisis cuando tenía ocho años. Lógica esquemática: La metáfora LA ENFERMEDAD ES ABAJO presenta la lógica esquemática siguiente: El concepto ABAJO se vincula con la enfermedad que tiene su base en la experiencia física y cultural. Una postura caída o estar postrado en la cama revelan la gravedad y precariedad en la salud.
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Valoración cultural: La metáfora LA ENFERMEDAD ES ABAJO presenta ciertas valoraciones culturales, donde la connotación abajo y quietud del cuerpo revela enfermedad. En la lengua y cultura aymara, la enfermedad se designa con la expresión usuña ‘enfermar’, también existen matices de significado en los siguientes conceptos: usutaña ‘estar enfermo’; usuntaña ‘enfermar gravemente’; usurnukstaña ‘enfermar crónicamente’. El término usuntaña, designa una enfermedad de cuidado. La restitución de la salud puede darse en base a dietas, tomando ciertas plantas medicinales y acudiendo al yatiri, quién por medio del rito, llama el ajayu del enfermo y restituye su salud. Las personas que padecen enfermedades crónicas, denominado usurnukstaña ‘enfermarse crónicamente’, son consideradas como agentes sancionados por las deidades naturales debido a algún accionar negativo. El castigo, a veces, puede ser heredado por tres generaciones; por esta razón, las abuelas dicen que se debe equilibrar el carácter para relacionarse en un ambiente de afecto, respeto y tolerancia con los miembros de la familia, con las amistades, los vecinos y las personas en general. Asimismo, se debe cuidar los elementos de la naturaleza, respetar a los animales, racionalizar los alimentos, así por ejemplo no se deben pisar ni botar los alimentos. En el aymara existen los siguientes refranes que constantemente aparecen como recomendaciones de parte de los mayores: “jach’at jisk’aruwa yäqasiña” ‘hay que respetarse mutuamente’; “achachil awichanakana sarnaqawipaxa yäqañawa” ‘hay que respetar las costumbres de los ancestros’; “janiwa juyraxa jachayañakiti” ‘no hay que hacer llorar a los productos’, referido a que no hay que echar a perder los alimentos, en el sentido de racionalizarlos. El proceso de sanación de las enfermedades jaktayaña se da con la participación del yatiri, agente de salud espiritual, quién restablece la salud de la persona enferma sobre la base de una relación de confianza y de respeto. Su asistencia permanente por medio de ritos influye positivamente en la psiquis de la persona y su restablecimiento en la salud. 5.6. El embarazo es una enfermedad temporal 25. “Mama Istikitaxa jisk’a usutakiskiwa” La señora Estela tiene un embarazo pequeño. La señora Estala tiene pocos meses de embarazo. 26. “Uka tawaq warmixa jach’a usutawa” Esa mujer joven está enferma grandemente. Esa mujer joven tiene un embarazo avanzado. 27. “Mama Manuchaxa ususxiwa” La señora Manuela ya se ha enfermado. La señora Manuela ya ha dado a luz. Valoración cultural: El embarazo se concibe como una enfermedad temporal, así se dice usut jaqi, ‘mujer embarazada’, también puede referir a ‘cualquier persona enferma’. El embarazo requiere de ciertos cuidados en la alimentación, en la vestimenta y en el desplazamiento espacial. La mujer embarazada debe usar ropa que permita desarrollar el crecimiento del feto en el útero y por ende el abultamiento del vientre. Por otra parte no puede alejarse de su casa, no puede ir a parajes solitarios ni ver animales o personas muertas, pues el bebé puede nacer susceptible a desarrollar enfermedades o la madre gestante puede asustarse. Cuando la mujer da a luz sin complicaciones se dice qhispiyasiwa ‘se ha salvado’. Pues, el embarazo y el parto conllevan ciertos riesgos para la mujer. Si se presenta un parto complicado en la casa, esto conlleva riesgo de muerte. El embarazo como una enfermedad temporal se instancia por las expresiones 26 y 27 que conceptualiza al embarazo como enfermedad temporal, además embarazo pequeño, es decir de pocos meses y jach’a usuta de embarazo grande o embarazada de ocho o nueve meses.
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5.7. El ajayu (psique) de una persona es un ovillo (de caito) La metáfora tratada aporta una lógica básica que exporta las propiedades de un ovillo (de caito)4 a las personas enfermas del ajayu. En este caso, las personas enfermas se encuentran en estado vulnerable debido a la ruptura del equilibrio entre el cuerpo y la psique (ajayu). Cuando nace una guagua se corta su cordón umbilical con piedra, si es varón, para que tenga fortaleza. El resto del cordón se guarda. Cuando el niño enferma gravemente de susto, se prepara un mate donde se pone una pizca del cordón umbilical ya seco requemado. Se dice que este brebaje puede restablecer la salud del niño o niña. 28. “Wawaxa sustjatawa, ajayupaw khiwt‟aña” La guagua está asustada, hay que envolver (el ovillo de caito) que es su ajayu La guagua está asustada, hay que equilibrar su psique y cuerpo 29. “Tira mama pajatapxtawa, antutjama ajayupa” Madre tierra ya estás pagada, suelta (el ovillo de caito) que es su ajayu. Madre tierra, ya estás pagada, suelta su espíritu. 30. “Achanchun uñkatatawa, jach‟a ajayu apaqatawa” El anchancho le ha mirado y le ha arrancado (el ovillo de caito) que es su ajayu grande. La entidad maligna le ha mirado y le ha hecho enfermar mortalmente. 31. “Mulla phallat wawaruxa ch‟ankha kururupawa umt‟ayaña” A la guagua, con la hiel reventada hay que hacerle tomar un mate con la hebra de caito que es su cordón umbilical”. A la guagua asustada hay que darle de tomar un mate preparado con su cordón umbilical. Dominios: La metáfora que describimos tiene como dominio de origen OVILLO DE CAITO y como dominio meta el AJAYU, psique, espíritu, alma, hálito de vida, ánimo. Correspondencias. Podemos establecer las siguientes correspondencias: – El ajayu de una persona enferma corresponde a un ovillo de caito. – El caito de un ovillo enredado corresponde a la persona enferma. – La entidad natural corresponde a una persona que ejerce control sobre el ajayu de una persona enferma. Lógica esquemática: La metáfora EL AJAYU ES UN OVILLO DE CAITO presenta la relación agente-paciente. La entidad natural personificado en agente realiza la acción de quitar el ajayu (concebida como ovillo de caito) a la persona vulnerable que es paciente. – La entidad natural agente puede devanar la hebra de caito con facilidad – El caito de un ovillo puede enredarse en proceso de la envoltura – El caito de un ovillo puede romperse. – La punta del caito de un ovillo puede enredarse y perderse La metáfora EL AJAYU DE UNA PERSONA ES UN OVILLO (DE CAITO) conceptualiza la relación de agentepaciente, sobre la base de la manipulación de uno de los participantes en la relación. Las expresiones descritas sugieren que así como los objetos son asibles, de igual forma las personas enfermas son conceptualizadas como objetos asibles o manejables. Un objeto es controlable sólo hasta que lo sostengamos en nuestras manos o hasta encontrar un punto desde el cual manejarlo. En este sentido, cuando una persona está a merced nuestra decimos que “está en nuestras manos”. 4 Caito. Es la hebra de oveja, alpaca o llama.
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La acción de “sostener” requiere una capacidad de resistencia mayor. Por ejemplo, la persona enferma, conceptualizada como ovillo de caito es agarrada o manipulada por la entidad natural que tiene el control y puede desenvolverlo, cortarlo, romperlo, e incluso soltarlo. En el último caso, implica la liberación de la enfermedad. Filomena Miranda Casas Valoración cultural: Desde la visión aymara, la persona tiene ajayu, espíritu o hálito de la vida, qamasa ‘carácter y coraje’, janchi ‘cuerpo’, y ch’iwi ‘sombra’. Si hay un desequilibrio entre cuerpo y espíritu puede quebrantarse en la salud mental, espiritual o física. Entre los miembros de las comunidades consultadas se dice que el ajayu transmite al ser humano la energía, movimiento, las facultades de pensamiento y sensibilidad. La persona tiene jach’a ajayu ‘ajayu grande’, y jisk’a ajayu ‘ajayu pequeño’. Cuando se pierde el jach’a ajayu sobreviene la muerte porque este componente irradia la vida. La expresión 3, por ejemplo, enuncia la muerte de la persona, sin embargo, su destino puede ser cambiado con la vida de animales (gallo rojo, perro negro, conejo de color marrón) que deben ser sacrificados como pago a la entidad natural en un ritual para dejar libre al ajayu de la persona enferma. Complementariamente a este rito el yatiri también ofrece un plato ceremonial preparado con yerbas aromáticas, dulces, hebra de llama blanca que es rota y amarrada nuevamente como símbolo de romper las malas energías y restablecer la energía positiva, equilibrando la salud de la persona enferma. Otro ritual complementario es un baño preparado con otros implementos denominados sarxa qulla ‘medicina para los espíritus malignos’ que tiene semillas, yerbas y como base un poco de tierra levantada del lugar donde se produjo el susto. Este baño se realiza por tres veces, los días viernes por la noche, luego el agua se arroja al camino sin que nadie lo vea. Por otra parte, el jisk’a ajayu puede salir del cuerpo, voluntariamente o por un susto. Se considera que cuando una persona duerme, el espíritu sale del cuerpo y regresa al momento de despertar; en el caso de no regresar, sobrevienen malestares al cuerpo, tales como el dolor de cabeza, temperatura, etc. Las personas adultas mantienen control de su ajayu; en cambio, los niños no logran desarrollar tal conexión y son vulnerables a los sustos, causando la pérdida del ajayu. En estos casos, la madre puede llamar al ajayu con alguna prenda de vestir que se utilice en la cabeza del niño. Llamar el ajayu con una prenda, el ofrecimiento del plato ceremonial, y el colocado de un caito de colores en la muñeca derecha son señal de que el ajayu ha regresado y nuevamente restablece la salud del enfermo. 5.8. La enfermedad es una entidad maligna 32. “Yanqhan uñkatatawa, q’ala usuntatarakisa” El maligno lo ha mirado, por eso está muy enfermo. La entidad maligna le había aparecido, por eso está enfermo. 32. “Mä jach‟a janq‟u turuwa uñstatayna, ukat usuntatayna” Un toro grande blanco le había aparecido, por eso se había enfermado. Una entidad maligna con forma de toro grande blanco le había aparecido, por eso se había enfermado. 34. “Mä kunturiwa muyupayatayna, ukat chuyma chhaqhatawa” Un cóndor había revoloteado alrededor suyo, por eso tiene los pulmones perdidos. La entidad maligna convertido en cóndor había revoloteado alrededor suyo, por eso ha enloquecido. 35. “Mä jach’a janq’u anuwa uñkatatayna, jach’a ajayu apaqatayna” Le había aparecido un perro grande blanco, luego le había quitado su ajayu grande. Le había aparecido una entidad maligna convertido en perro blanco, por eso se había asustado de muerte. Dominios: La metáfora que tratamos presenta el concepto ENFERMEDAD como dominio de origen y el concepto ENTIDAD MALIGNA como dominio meta.
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Valoración cultural: Los elementos de la naturaleza tales como la tierra pachamama, los cerros nevados o cumbres achachilanaka y los parajes solitarios con energías negativas yanqhani son considerados entes con rasgos de ser humano; por ende, pueden realizar acciones benéficas o maléficas hacia las personas. En el caso de estar enojados por algún accionar que rompa con el equilibrio natural, social o espiritual, son capaces de sancionar con enfermedades, o incluso la muerte. Así, el castigo puede manifestarse en forma de enfermedad. Por ejemplo, cuando la persona se asusta en un paraje solitario, suele aparecerle un toro blanco o un cóndor. Esta aparición simboliza que la persona está destinada a padecer una enfermedad crónica que podría llevarle a la muerte, para evitar aquello, en aymara suelen decir la expresión jaktayña, revivir; entonces, el yatiri debe realizar un ritual para cambiar la vida de la persona enferma por la de algún animal. El maligno se convierte en un animal (cóndor, zorro, serpiente) y personas. Se dice que cuando los hombres amanecen en parajes solitarios, cuando es un varón le aparece una joven mujer hermosa, cuando mujer le aparece un hombre apuesto y galán. La infracción de las normas naturales y sociales, los conflictos en el núcleo familiar y la comunidad, derivan en enfermedades colectivas (catástrofes, como las sequías, granizo, diluvio, etc.), por lo mismo es importante la convivencia en equilibrio con los miembros de la familia, la comunidad, la naturaleza y los animales. Las abuelas suelen decir “achachil awichanaka waliki qamt’añäni” ‘abuelos y abuelas convivamos en equilibrio’, refiriéndose a las entidades naturales. Desde esta visión, los cerros nevados son considerados como “achachilas tutelares mayores” que visten con ponchos blancos, los cerros locales como “achachilas tutelares menores”. Los caminos son considerados thakhi mallku ‘camino autoridad masculina’, thakhi t’alla ‘camino autoridad femenina’; jawir mallku ‘río autoridad masculina’ y jawir t’alla ‘río autoridad femenina’. 5.9. La muerte es un viaje de retorno a un espacio (montaña) 36. “Tatamaxa p’amp’achataxiwa” Tu papá ha sido enterrado (junto a la superficie de la tierra). Tu papá descansa junto a la madre tierra. 37. “Jan llakinikiwa p’amp’acht’apxitata” Me van a colocar sobre la superficie de la tierra sin penas. Me vas a enterrar sin penas junto a la madre tierra. 38. “P’amp’achxñatakixa wakt’ayxañawa” Para poner el cuerpo sin vida junto a la madre tierra hay que preparar (el equipaje de retorno) . Para enterrarlo hay que preparar su equipaje de viaje de retorno. 39. “Jiwir jaqi chiqak sarxañapatakixa ch’uqt’asiñawa” Para que los muertos se vayan directamente a su espacio hay que cubrirse la cabeza con un manto negro. 40. “Mama Elsa sarxiwa” La señora Elsa ha partido (de viaje). La señora Elsa ha fallecido. Dominios La metáfora en cuestión presenta el concepto MUERTE como dominio de origen y el concepto RETORNAR A UN ESPACIO como dominio meta. Este concepto implica viaje. Lógica esquemática El concepto retornar a un espacio implica viaje, viajero y un lugar. A continuación desarrollamos la lógica esquemática de viajero. El viajero emprende viaje hacia una meta en el camino.
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El viajero recorre el camino en compañía de una llama y un perro. El viajero emprende viaje a la cumbre de una montaña. El viajero asciende a la montaña. El viajero llega a la montaña. El espíritu del viajero mora en la montaña. El viajero visita a sus seres queridos. Valoración cultural En la concepción aymara la muerte es considerada como algo natural y no es algo negativo. Una persona que ha vivido hasta la vejez ha cumplido su ciclo. De la vida terrenal no se pasa a la vida infernal o vida celestial, sino a la vida natural del cosmos; es volver a la naturaleza y morar en ella. Se cree que se puede reencarnar en un animal que forma parte del habitad. Los abuelos y abuelas suelen decir: “Cuando ya no esté, voy a ser un pajarito y te voy a acompañar donde tú vayas”. La palabra p’amp’achaña ‘enterrar’ implica realizar ritos funerarios para ayudar al alma del muerto a realizar su viaje de retorno al espacio de la montaña. El cuerpo queda en descanso junto al seno de la madre tierra, y el alma o ajayu emprende el viaje. Para ayudar a ello, primeramente se lava el cuerpo inerte con infusión de romero hembra y romero macho como símbolo de purificación; luego se lo viste con las mejores prendas; se coloca su khumunt’a ‘carga’ ‘equipaje’, consistente en la merienda, alimentos, ropas para mudarse, abrigo, algunos utensilios y accesorios. Entre los alimentos está el huevo, el mismo que simboliza la deuda que no alcanzó a pagar en vida. Los dolientes también deben cubrirse la cabeza con un manto negro, para darle sombre al ajayu de la persona muerta. Por eso suelen decir: 41. “Sarxiritakixa p’iqixa ch’uqt’asiñapuniwa” Para los que parten, hay que cubrirse la cabeza (con un manto negro) para darle sombra. El velatorio se realiza por dos días, al cabo de estos, se lo traslada al p’amp’achawi o cementerio, allá descansará el alma. Los alimentos que se envían son de uso inmediato y de larga duración. Los objetos y el abrigo son para que no pase frío ni necesidades. Para el transporte de los alimentos, ropa y el abrigo se sacrifica una llama macho fuerte de color negro, aún vigente en Oruro; en las comunidades de La Paz, en su lugar se cocina la 1 k’ispiña con forma de llama y se coloca en el ataúd, según la tradición, el viajero transporta sus alimentos y accesorios sobre este animal. Se dice que el perro de la familia ayuda a cruzar el río, el lago o lamar quta, océano, espacios por donde caminó en vida el muerto. Este recorrido que hace el alma se realiza en ocho días, en el lapso de este tiempo los familiares realizan un ritual donde el yatiri lee la hoja de coca e indica que el ajayu llegó a su destino final o si aún vaga, para ayudarlo a recorrer el camino lo ayudan enviando otros implementos necesarios que son quemados al cabo de ocho días. La expresión 43 concibe LA VIDA COMO VIAJE, las personas somos viajeros, llegamos a un espacio, ahí construimos nuestras relaciones afectivas, familiares y sociales. Algún día emprendemos el viaje de retorno, es decir nos afrontaremos a la muerte. Cuando una autoridad se ausenta de su comunidad, delega sus funciones a la esposa. Cuando muere un padre, los hijos heredan prestigio y cargos de autoridad en la comunidad. El hijo o hija mayor puede asumir el cargo que le sucedía al padre y también se inicia asumiendo cargos de menor rango para su responsabilidad propia como persona jaqi. El ajayu del padre y la madre que han partido, se constituyen en protectores de sus hijos. En Todos los Santos visitan y en memoria de ellos se ofrendan con alimentos. Palabras finales Para terminar, consideramos necesario comprender el imaginario, la visión del mundo, en este caso la visión de salud que construye el pueblo aymara. Subrayar además el rol del discurso en la construcción de los imaginarios en salud y sobre todo el abordaje de estudios en una línea interdisciplinario y transdiciplinario. La coexistencia de la práctica de la medina tradicional plantea la necesidad de desarrollar políticas de salud intercultural, es decir la incorporación a los pueblos que tienen diferente cultura y lengua, es este caso hablamos del pueblo Aymara. Es necesario asociar a los Aymara, en el caso que nos ocupa para que puedan trabajar en
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la gestión de su propio sistema de salud acorde a la propia concepción del mundo que tienen, tal como dice la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia. Esta investigación nos permite confirmar la importancia de las percepciones de salud en la cultura aymara y la presencia significativa de metáforas en las expresiones cotidianas de aymaras monolingües y aymaras bilingües, en la zona de estudio. A través de estas metáforas se pueden comprender las concepciones de salud y enfermedad. Se ha descrito y analizado nueve metáforas conceptuales sobre la base de 44 expresiones metafóricas en el dominio de salud-enfermedad. La visión del mundo, en cuanto a la salud-enfermedad, es distinta a la visión andina y proviene de una cultura ancestral arraigada que aún se encuentra en la práctica cotidiana de las comunidades, por lo que es importante acercarse a la compresión de sus percepciones y emociones. Las enfermedades son a causa del frío, calor, aire, alimentación y algunas causas mágicas, la pérdida del ajayu y otras causas sobrenaturales que son tratadas por el yatiri ‘agente de salud espiritual’. La sanación se da por medio de la restitución emocional, el alivio del dolor mediante el uso de plantas y prácticas rituales. La medicina occidental ignora los imaginarios de salud y sus clasificaciones, por lo que conocer estas concepciones permite tener una relación de respeto y confianza entre el personal de salud y los pacientes provenientes de las comunidades andinas. Por otra parte es importante reorganizar la atención de salud con la participación de los agentes de salud. En el conocimiento de los saberes andinos intervienen la emotividad y la razón, como un todo que genera el conocimiento y la práctica cotidiana debido al contacto en actividades agrícolas, actividades ganaderas, actividades artesanales, rituales familiares, comunales, festividades, etc. No se toman decisiones frías, generalmente se ve el aspecto social, humano, ritual y natural. Así, es importante consultar a los ancianos que tienen experiencia, los yatiri. Ellos pueden ayudar a interpretar los sueños, a equilibrar la salud física, psíquica y espiritual. Bibliografía ALBÓ, Xavier. 2000. Iguales aunque diferentes. La Paz: CIPCA, UNICEF y Reforma Educativa. ARNOLD y YAPITA. 1999. Vocabulario aymara del parto de la vida reproductiva de la mujer. La Paz: FHI e ILCA. ARY Donal, CHESER Lucy y RAZABIEH Asghar. 1986. Investigación Pedagógica. Interamericana: México. BERTONIO, Ludovico. [1612] 1984. Vocabulario de la lengua Aymara. Edición Facsimilar. Xavier Albó. CochabambaBolivia: CERES. BEST, John. 1978. Cómo investigar en educación Madrid: Morata BRIGGS, Lucy Therina. [1976] 1993. El idioma aymara: Variantes regionales y sociales. Cochabamba-Bolivia: ILCA Lingüística: España CARTER W. y MAMANI. 1982. Irpa Chico: Individuo y Comunidad en la Cultura Aymara. Ediciones Juventud: La Paz. GARCÍA YEBRA, Valentín. 1982. Teoría y práctica de la traducción. Madrid: Gredos. HARDMAN, Marta y otros. 1983. Compendio de Estructura fonológica y gramatical del idioma aymara. La Paz: ILCA. HUANCA, Tomás. 1989. El yatiri en la comunidad aymara. Ediciones Cada: La Paz. KOVECSES, Zoltán 1999. “Metaphor: Does it constitute or reflect cultural models?” Metaphor in cognitive
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CONSIDERACIONES FINALES Las percepciones y experiencias están sometidas a la prueba de una necesidad de coherencia interna singular, como también a la prueba del juicio de la unidad y de la diferencia. Ello, nos conduce a señalar que no existe una percepción homogénea respecto de los imaginarios en salud, muestra clara es que los sujetos entrevistados en la investigación no comparten una misma visión acerca del proceso salud-enfermedad, sino que hacen uso de los distintos sistemas de salud presentes en el contexto donde habitan. El sujeto posee una capacidad ilimitada para recibir percepciones nuevas que van a constituirse en huellas mnémicas producto de la memoria histórica y cultural, transmitida de generación en generación. Es el examen de la realidad que hace la selección y deciden el rechazo o la aceptación de las percepciones que llegan a la conciencia. La población que histórica y culturalmente estuvo adscrita a la medicina tradicional, con la llegada de la Colonia, incluye nuevas percepciones de salud, produciéndose imaginarios diferenciados, a saber: sujetos que rechazan la medicina tradicional, sujetos que mantienen los conocimientos ancestrales y sujetos que se sitúan en ambos sistemas. También la Colonia trajo consigo la religión católica, y con el transcurrir del tiempo los nativos incluyeron al dios occidental a sus prácticas curativas para defenderse contra la supremacía de la naturaleza y corregir las penosas imperfecciones de la civilización cuya consecuencia y producto del desequilibrio del humano con la naturaleza trajo consigo a la enfermedad. La percepción de la población en relación a los sistemas de salud, de acuerdo a su hábitat, presenta sus similitudes y diferencias. En el área urbana La Paz - El Alto, recurren principalmente a las prácticas de la biomedicina, a diferencia del área rural donde se manifiestan diferentes percepciones. En Achacachi y Tiwanaku existe una apertura a los conocimientos occidentales y por otra parte mantienen su adherencia a la medicina tradicional, mientras que la percepción de salud en Charazani, se centra fundamentalmente en la valoración de los saberes ancestrales. Por otra parte, la automedicamentación es una práctica asociada a ambos sistemas que se transmite entre los miembros de la comunidad y a través de los medios de comunicación que publicita diversos medicamentos que produce la industria farmacéutica nacional y transnacional induciendo al consumo indiscriminado y no controlado de fármacos. La transmisión del conocimiento de la herbolaria lleva al consumo de plantas medicinales. La percepción de la población en general es que las plantas, al ser naturales, no son tóxicas y no produce efectos colaterales. Asimismo, existen numerosos puestos callejeros donde se expenden estas plantas medicinales sin ningún control sanitario. También dentro de los imaginarios de salud se debe considerar los procesos identificatorios, entendidos no sólo como la simple imitación sino como un proceso en el cual el sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo del Otro representado por la cultura, en tanto tesoro de significantes que hace posible una identidad. Existe una identidad clara y definida en la cultura kallawaya en tanto mantienen sus saberes a lo largo del tiempo, pese a las constantes prácticas occidentales de sometimiento y desvalorización de sus conocimientos, cosmovisión y formas de vida. Por su parte, la biomedicina promueve el estudio del cuerpo y la anatomía humana, dejando de lado la visión holística e integral del ser humano, centrando su interés en la manifestación sintomática sin considerar las causas que originaron la enfermedad.
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La biomedicina se asimila por un lado a la imitación de prácticas importadas y se identifica con un saber cerrado, reduccionista e individualista propio de la cultura occidental postmoderna donde prima la comercialización de la salud y la enfermedad. Claro ejemplo es la proliferación de hospitales y clínicas privadas. En cuanto a la religión, la indefensión del enfermo frente a las prácticas de la medicina tradicional y la biomedicina que no alivian su dolor y al verse desahuciado, recurre como última instancia a un pensamiento mágico y omnipotente de lo divino como única vía para conjurar a la enfermedad y la muerte. Desde la religión, todo humano al nacer, por el hecho mismo de nacer, se encuentra de entrada cargado de deudas, e incluso que esas deudas lo definen tan estrechamente que “él es deuda”. Por un lado, deuda con la muerte y, por otro lado, deuda con un los acreedores: los dioses, los antepasados, los “hechiceros” que transmitieron a los hombres la palabra sagrada. En efecto, el humano satisface a los dioses ofreciéndoles sacrificios, a los antepasados convirtiéndolos en padres, a los curanderos y kallawayas enseñándoles rituales y prácticas curativas, para que la tradición no se interrumpa, ni se pierdan sus saberes en el tiempo. En el mundo kallawaya, el elegido para realizar prácticas curativas, sostiene que está señalado por fenómenos naturales que pusieron en riesgo su vida y le enfrentaron a la muerte, como es el ejemplo de la caída del rayo, o nacimientos atípicos que ponen en peligro de muerte a la madre durante el alumbramiento. Se observa que la muerte está presente y que cada sujeto es deudor de una muerte a la naturaleza y debe estar preparado para pagar esa deuda. Esto se manifiesta con claridad en la cosmovisión del kallawaya, cuando realizan ritos, oraciones, mesas y ofrendas a la madre tierra. Particularmente, cuando una persona pasa sin saber por un lugar sagrado o donde cayó un rayo y no realizó ofrenda alguna, la consecuencia es la enfermedad y más aún, si no es tratado con oraciones y mesas blancas realizadas por el kallawaya, se expone irremisiblemente a la muerte. Al analizar las prácticas naturistas de los curanderos, yatiris, hueseros, entre otros, se confirma un sincretismo entre las creencias andina con la religión cristiana. El procedimiento que éstos realizan, se inician con oraciones católicas o cristianas para luego realizar ofrendas a los lugares sagrados pidiendo perdón y de esta manera liberarse de la culpa del pecado original y todas las transgresiones cometidas contra la naturaleza, a la vez de recurrir a técnicas diagnósticas propias de la medicina occidental. En cuanto a la presencia de la religión cristiana y su relación con la biomedicina, se observa que en los espacios hospitalarios y centros de salud existen capillas, imágenes religiosas, además de la presencia de pastores, sacerdotes y creyentes que realizan oraciones con el afán de aliviar sus enfermedades y consecuentemente mitigar sus culpas. En tanto que el personal médico y paramédico se muestra indiferente a estas prácticas espirituales, denotando una actitud escéptica, producto de su formación científica asumiendo una postura de autosuficiencia y sobrevaloración. Consideraciones finales sobre la medicina tradicional En la percepción del médico tradicional, se concibe que el conocimiento de la medicina natural es ancestral y valorable de generación en generación, porque su aplicación en casos de enfermedades tiene efectos preventivos y curativos en el tiempo y el espacio. Aquí, el poder curativo no radica en el agente médico, sino en la medicina natural asumida a nivel de conocimiento empírico. Por una parte, se distinguen fuerzas positivas y negativas provenientes de la naturaleza, las cuales, cuando se mantienen en una relación integral con todas las cosas y seres vivientes, permiten la vida en equilibrio y, por tanto, la buena salud está vinculada al entorno que compone todos los elementos de la naturaleza cósmica; por otra parte, el concepto de salud tiene que ver con el equilibrio entre fuerzas internas (ajayus o ánimos) y externas (el rayo, las wak’as). Según la percepción de la población participante, principalmente los pacientes, se considera que la aplicación de la medicina natural sólo puede mostrar efectos curativos en casos de enfermedades leves, ya que las enfermedades muy complicadas no tienen demostraciones curativas. Asimismo, los agentes tradicionales tienen limitaciones en cuanto se trata de responder con operaciones quirúrgicas.
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La medicina tradicional es aquella que se construye a partir de los conocimientos propios de cada cultura y grupo social, la misma que no está desarrollada sistemáticamente para su transmisión académico formal. Si bien tiene su reconocimiento a partir de la promulgación de la Constitución Política del Estado, aun no tiene una ley de ejercicio del médico tradicional en la que pueda especificarse las competencias, los deberes, las responsabilidades, las obligaciones y los campos de acción propiamente dichas. La medicina tradicional se ubica y actúa en dos esferas del conocimiento: lo físico relacionado a los males y dolencias que se manifiestan por la sintomatología que presentan los pacientes, y la esfera espiritual relacionada a problemas ocasionados por energías y descompensaciones del humano con la naturaleza. El conocimiento tradicional se asume de dos modos: práctica común en herbolaria, el saber especializado en rituales y el manejo de medicamentos naturales. De acuerdo a las similitudes y diferencias encontradas en la investigación, en Achacachi, el yatiri, que significa “la persona que sabe”, es un término general y común con referencia a un especialista que lee hojas de coca y pasa mesas rituales a las achachilas (ancestros masculinos) y a las Awichas (ancestros femeninos) para conseguir salud, buena suerte, buenas cosechas y prosperidad; en concreto, se ejecuta rituales de curación y limpieza. El idioma utilizado en sus rituales es el aymara, cuyo campo de acción se circunscribe a la prevención, diagnóstico y cura de enfermedades, y su cosmovisión se encuentra relacionada con las deidades originarias andinas. Inicialmente, el trabajo del yatiri no tenía precio, empero, en el presente se observa la mercantilización de este oficio. Otro dominativo es el layqa, que literalmente significa el “brujo maligno”, cuyo ritual es llevado a cabo en la lengua aymara y su campo de acción se remite a la realización de mesas negras para atraer el mal y la enfermedad, trabajando en el campo espiritual con energías negativas, y su trabajo tiene remuneraciones económicas establecidas. El trabajo del layqa tiene remuneración económica. También se encuentra el denominativo ch’amakani, que significa literalmente “dueño de la oscuridad” y se dice que está en “otro camino ritual”, diferente al del yatiri. En las sesiones nocturnas, el ch’amakani convoca a espíritus conocidos como aphallas, aquellas que se apoderan de su cuerpo y su voz. Esos espíritus hablan a través del ch’amakani emitiendo mensajes del “otro lado”. Por su relación con la oscuridad, infunde respeto y hasta miedo y suele ser confundido con el layqa; realiza ritos en aymara, trata casos extremos y contra males provenientes del layqa. En consecuencia, la cosmovisión del ch’amakani está centrada en deidades andinas, y no ponen precio al trabajo realizado. En la percepción de la población de Tiwanaku, el médico tradicional reconocido es el médico naturista, quien realiza prácticas rituales en aymara, utilizando técnicas espirituales y la herbolaria, a la vez, combina con otras técnicas alternativas y conocimientos biomédicos. Generalmente, se coloca al rango de los amawt’as, es decir, al puesto más alto de la jerarquía de especialistas con denominación de Amawt’a traducible como “sabio” o “filósofo”. En el municipio de Charazani, es indiscutible el reconocimiento del médico Kallawaya, quien realiza prácticas rituales en su propia lengua llamada Machajjuyay, que trabaja con oraciones y mesas blancas, grises y negras, herbolaria, alimentación, nutrición y, fundamentalmente, se encarga de mantener en equilibrio a los humanos con las fuerzas naturales. No se pone precio al trabajo médico tradicional, porque se mantiene alejado de todo tipo de mercantilización de la salud y la enfermedad. La forma de transmitir el conocimiento como médico tradicional dentro de la comunidad hace que exista una hegemonía de poder entre los que tienen conocimientos frente a los que no tienen. Pues, el conocimiento natural del kallawaya dentro el núcleo familiar muestra un estatus identificable para los miembros de la comunidad. Sin embargo, existen formas de romper aquella hegemonía, este es caso determinados fenómenos naturales que hacen que algunas personas puedan constituirse con un don especial curativo: cuando dentro de una familia nacen mellizos o gemelos, la caída del rayo que despierta “atributos sensoriales”. Estos casos son interpretados como una elección natural para que el padre o los hijos puedan tener acceso al conocimiento de la medicina tradicional y poder curativo de distintas enfermedades.
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Sobre el sistema religioso en los municipios de Achacachi, Tiwanaku, Charazani, La Paz y El Alto El origen de la religión se suscita ante la impotencia y la indefensión humana que le produce la magnificencia inexorable e incontrolable de la naturaleza que se manifiesta a través de poner en evidencia la fragilidad y caducidad del ser humano. Dios es una superación del padre y la necesidad de una instancia protectora – la nostalgia de un padre- que es la raíz de la necesidad religiosa. Y más aún frente a la caducidad del cuerpo, la religión promete una vida después de la muerte, todo lo bueno hecho en vida encuentra su recompensa y todo lo malo su castigo. La muerte, desde la concepción religiosa, no representa un aniquilamiento sino el principio de una nueva existencia donde desaparecen todos los terrores, los sufrimientos y asperezas trayendo consigo la perfección buscada y anhelada por el humano en vida, la muerte viene a ser parte de una evolución superior. El sistema religioso debe ser entendido desde dos contextos: El primero ligado al cristianismo que se manifiesta en los diferentes cultos e iglesias existentes en las poblaciones estudiadas. El segundo, está ligado a la cosmovisión de los pueblos originarios, donde se hacen presentes diferentes deidades a las que se rinde culto o se invoca en determinadas ceremonias. La aplicación del sistema religioso cristiano, pasa por la creencia en un ser superior que dicta las reglas que deben ser seguidas para mantener el equilibrio corporal, caso contrario sobreviene un castigo, en este caso la enfermedad. La enfermedad, por tanto, se puede definir desde el punto de vista religioso como castigo divino frente al incumplimiento de las reglas establecidas. La protección divina se consigue mediante la fe, la obediencia y la prohibición del goce. De acuerdo a la religión, cuando la enfermedad se presenta, la sanación es un acto de fe expresada en oraciones y sacrificios como el ayuno. Por tanto, la salud se constituye en una bendición del ser supremo como recompensa a la obediencia de los mandamientos que impone las sagradas escrituras. El sacerdote o el pastor en el cristianismo, asume una posición de omnipotencia en tanto mediador terrenal entre el ser divino y el enfermo para conseguir la sanación. El mediador utiliza diferentes estrategias sugestivas como las oraciones y rezos, o la imposición de manos para transmitir energía divina. Sin embargo, el sistema religioso no sólo está ligado a los cultos como el católico o evangélico, sino también en la medicina tradicional y la cosmovisión andina que se expresan y manifiestan en una estructura sincrética. Esto se advierte cuando el curandero invoca a un ser superior que en un momento puede estar ligado al cristianismo y a la vez a deidades propias de su cosmovisión, invocando, solicitando permiso y agradeciendo a la naturaleza por darle el don de la sanación. En este sentido, es ilustrativo el testimonio de uno de los kallawayas representativos de la región de Charazani: “…Arriba están los santos católicos, se les hace fiestas patronales. Hacemos oraciones en kallawaya a dios Jesucristo. Dios cumple una función sagrada para la cultura kallawaya y es él que debe hacer cumplir su palabra….al igual que el Tata Santiago representa al dios rayo, podemos decir que la virgen no es virgen que viene de otro lado, sino que representa a la Pachamama. Finalmente el sistema religioso occidental transversaliza ambas prácticas médicas, con mayor incidencia en las área urbana de La Paz y El Alto. Sobre la biomedicina en los municipios de Achacachi, Tiwanaku, Charazani, La Paz y El Alto La biomedicina tiene la misión fundamental de conservar el bienestar de la población en general, con la utilización de instrumentos y recursos tecnológicos y bioquímicos con la finalidad de promocionar, prevenir e intervenir en el tratamiento de las enfermedades. Al respecto se realizó un análisis comparativo de los resultados obtenidos en la investigación de campo, llegando a las siguientes conclusiones: Se corrobora que la biomedicina, no establece en su praxis una adecuada relación entre paciente y médico debido a diferencias culturales, lingüísticas y socioeconómicas.
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Los cinco municipios considerados en la investigación, cuentan con atención biomédica en diferentes niveles, aunque no de manera equitativa, ya que en las ciudades de La Paz y El Alto existen centros y hospitales de primer segundo y tercer nivel, mientras que en áreas consideradas rurales y poblaciones intermedias como Achacachi, Tiwanaku o Charazani se cuenta únicamente con centros de salud de primer nivel. Es necesario resaltar que en Achacachi existe un hospital de segundo nivel en funcionamiento y otro en construcción. La deficiencia que presentan los centros de salud sobre todo en las áreas rurales es la falta de equipamiento, infraestructura y personal médico especializado. Cada municipio cuenta por lo menos con una farmacia ya sea particular o dependiente de los servicios de atención de los centros de salud. Según los entrevistados y usuarios, muchas de las farmacias en el área rural presentan deficiencias en el stock de medicamentos, lo que dificulta continuar los tratamientos, además de no existir el mínimo control en la venta de productos farmacéuticos que repercuten en la práctica de automedicación de las personas. La biomedicina sigue los lineamientos de políticas de salud del Estado, coordinando su accionar con el Servicio Departamental de Salud (SEDES), los Gobiernos Municipales de cada región a través de los Directorios Locales de Salud (DILOS). En resumen la biomedicina cuenta con el apoyo institucional desde los diferentes niveles del Estado, tanto nacional, departamental y municipal. Como parte de estas políticas están las campañas de vacunación, la realización de ferias de salud y prevención con temáticas específicas, donde se pudo observar la poca participación e interés de las personas por informarse. Asimismo, los programas de salud gratuitos para la población como el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), y el Seguro de Salud Para el Adulto Mayor (SSPAM), sólo cubren una parte de la población, excluyendo a una gran mayoría que no está dentro ambos seguros, sin embargo son personas económicamente activas. Los casos que son atendidos con mayor frecuencia, son las enfermedades Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS) que son consideradas enfermedades de la pobreza y se encuentran entre las cincos causas de mortalidad en el mundo según la OMS y el UNICEF. En los centros de salud de Tiwanaku, Charazani y el Hospital de Achacachi se atienden casos de emergencia, primeros auxilios y partos normales, pero no se atienden casos de mayor dificultad como intervenciones quirúrgicas, por la falta de equipo y personal especializado, teniendo que transferirse a los pacientes a hospitales de tercer nivel de otros municipios, principalmente de El Alto y La Paz. Si bien la biomedicina está presente en los diferentes ámbitos, también cuenta con el respaldo estatal y se rige bajo normas y políticas que le atribuyen una sobrevaloración respecto a los demás sistemas médicos y no cubren las expectativas de los usuarios, por no estar adecuadas a las necesidades y demandas de la población. Sobre el sistema de automedicación en los municipios de Achacachi, Tiwanaku, Charazani, La Paz y El Alto Al analizar las prácticas de automedicación en las diferentes regiones del departamento de La Paz con relación a nuestra investigación de campo se puede decir; que los sistemas médicos: biomédico. religioso y tradicional están entrelazados con el sistema de auto curación, este último sistema recurre a medicinas del sistema biomédico de manera clandestina sin el control del sistema sanitario, de la misma manera hacen uso de las medicinas tradicionales, herbolaria sin requerir del oficio de un agente de tradicional, en cuanto al religioso es la fe y las oraciones que en sí mismas las personas depositan en sus creencias para su auto curación; por estas razones que se considera a la auto curación como el eje de las propias decisiones de los actores sociales sin necesitar de agentes profesionales es decir que automedicación no requiere de los diferentes terapeutas que operan en la comunidad, sino son aquellos tratamientos que se pueden dar en el ámbito familiar a través del conocimiento de hierbas, preparaciones caseras, masajes, oraciones. Se ha observado que en las diferentes regiones del departamento de La Paz son las madres en sus hogares las que tienen un rol de genero predominante en el sistema de auto curación a excepción de Charasani donde el Kallawaya masculino interviene en sus propios hogares colaborando activamente con su esposa; podremos
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ver como las madres entienden de una manera integral psico-sociocultural las enfermedades, abordando la auto -curación por sí mismas, en la atención de la salud familiar; son las madres de familia que deciden como diagnosticar, como solucionar el padecimiento de sus familiares, explican atienden, controlan y previenen los procesos de salud y enfermedad, en este proceso intervienen sus representaciones sociales, ya sea estas imaginarias o reales; la connotación de las enfermedades y su significado lingüístico, varía según a que religión pertenecen: evangélica, católica, cristiana, pentecostés, otras sectas religiosas de origen extranjero; también cambia si hay una influencia de trasmisión oral de generación en generación de auto-curación con denominaciones de la medicina tradicional, esta última tiene contenidos y conceptos que están integrados en conceptos holísticos ,integrales que evidencian su cosmovisión andina. Con relación al cuidado en el parto, el esposo tiene un rol participativo del mismo modo, las vecinas y parientes comparten con el principio de reciprocidad andina. En los hospitales donde se ha integrado el parto tradicional o llamado parto humanizado, se incorporan elementos del sistema de auto cuidado; como ser el tipo de comida que pueda producir más leche, los masajes y el cuidado del cuerpo. En las familias son las madres, las abuelas, las suegras, las tías, las vecinas, los hijos quienes intercambian recetas y sus experiencias realizando una interrelación sociocultural donde algunas veces la interculturalidad, la transculturalidad entra en los hogares, especialmente con la presión de los jóvenes que prefieren la automedicación que es favorecida por la farmacéutica, donde se compra los remedios sin receta y sin prospecto donde el paciente no tiene posibilidad de información sobre los efectos secundarios, se venden los medicamentos de manera indiscriminada sin tomar en cuenta el peligro que estas inciden en su salud. En Bolivia los medicamentos son vendidos al cliente por unidad, es común que el farmacéutico sustituya al médico y dé recetas por su propia iniciativa, no hay un control del sistema sanitario ni control del Ministerio de salud sobre las actividades ilícitas de las farmacias; los pacientes de bajos recursos que no tiene dinero o no confían en los hospitales son los que más recurren a la auto medicación. Existe un comercio de remedios extranjeros a mercado negro especialmente peruanos, remedios caseros sin patente sin control científico, no hay control de la aduana en el ingreso a nuestro país, ni de la municipalidad, que permite la venta de estos remedios clandestinos en las ferias de los distintos regiones, remedios largamente usados en la auto medicación, vendidos por grandes oradores extranjeros, clandestinos que usan la persuasión sobre las madres de familia incidiendo en los índices de mortalidad. Cuando el paciente no tiene recursos económicos muchas veces cae en la red de farmacias clandestina que se encuentran en mercados populares: de remedios sin patente o remedios vencidos que favorece a una auto medicación no controlada; medicamentos que son recaudados con recetas falsas entre los remedios de muestras gratis o remedios en donación. La manera de nombrar los padecimientos en la automedicación, no es solo una cuestión semántica sino que significa un cambio en el tratamiento del sufrimiento, en el modo de enfrentar y aguantar la enfermedad. Es muy significativo y difundido en nuestra región el hecho de aguantar, tiene connotaciones de la personalidad andina relacionado a la resistencia del esfuerzo que significa sobrevivir en un sistema de exclusión al derecho a la salud. El sistema de auto-curación comprende una serie de ritos religiosos y tradicionales, prácticas de protección, de augurar salud a los miembros de la familia; entre estas prácticas se colocan hierbas u objetos que espanten a los ladrones o almas malignas. Las madres usan la oración para invocar protección espiritual o para superar la enfermedad. Para el diagnóstico de las enfermedades muchas veces se usan los sueños que las madres interpretan, hay objetos con los que las personas se sueñan y que tiene un significado común a la comunidad con principios tradicionales que permiten orientar el curso de la enfermedad.
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Entre el diagnóstico de las madres terapéuticas tradicionales usan la lectura de la coca o de las cartas para orientarse en sus propias curaciones, este desarrollo de la intuición no hay que descartarla, junto con el rescate de los valores y saberes de la medicina tradicional es el camino de la auto medicación como base de nuevos descubrimientos. En conclusión del sistema de auto medicación de los pobladores de las regiones en observación; nos pueden indicar que el factor socio económico, los bajos recursos de la población hacen que este sistema sea predominante en su uso y que influye en el tiempo que el enfermo llega al hospital, y cuando estos acuden al hospital en un estado grave y acusan al sistema biomédico de ser inútil. Sobre locura y salud mental en los municipios de Achacachi, Tiwanaku, Charazani, La Paz y El Alto El problema de la salud mental en el mundo andino reflejado en tres Municipios rurales (Tiwanaku, Charazani, Achacachi), resulta ser un problema de indefensión frente a la naturaleza que se presenta cruel e inexorable, la naturaleza es entendida como la madre naturaleza, la cual genera angustia, en tanto existe la imposibilidad de dominarla y la impotencia de enfrentar la naturaleza que estaría personificada en la crueldad del destino, en la muerte. Las fuerzas de la naturaleza hacen perder los caracteres humanos y ante la inclemencia de la naturaleza, los grupos sociales se pueden someter por el horror que les puede producir. El tabú también contiene dos significantes opuestos uno es lo sagrado y el otro es lo inquietante, lo peligroso e impuro, además de un temor al castigo a partir de no realizar las ofrendas en los lugares sagrados, desencadenando el castigo del culpable, por lo que se tiene que recurrir a actos ceremoniales de ofrenda. Lo individual se vuelve colectivo, con el fin de aminorar la culpa, además de que la naturaleza y los seres sobrenaturales y los humanos están en constante asecho y por lo tanto se trata de no irritarlos y es ahí donde interviene el medico tradicional como mediador para evitar las desgracias. Existe un temor también hacia la madre tierra (Pachamama) a que se irrite por la falta de ofrendas y el medico tradicional como agente frena a través de los rituales toda la furia de la madre tierra. Las enfermedades en general conllevan la violación e irrelevancia constante de las leyes de la naturaleza, entonces, aparece la enfermedad o la desgracia por no haber pagado una deuda sacrificial. La definición de la deuda sacrificial, se basa en ideas animistas de los espíritus de la naturaleza que dominan las creencias telúricas como el fundamento de salud enfermedad. La consecuencia de la violación de espacios sagrados conlleva a castigos que se plasman en, problemas depresivos y melancólicos categorías que en el cosmovisión andina es entendida como el “susto” incluso llegando en muchos casos a problemas mentales cono la locura. La deficiencia mental también está relacionada con la locura, debido a que se maneja en los diferentes pueblos, en que los llaman tontos, sonsos, personas furiosas, esto por la pérdida de juicio, de saber, de olvido y de saber. Existen características subjetivas como el estado de ánimo, depresión, soledad y frenesí y además relacionan como ausencia de saber y de conocimiento. La forma de curación en los problemas mentales está relacionada con la oración, sahumerios, ritos con objetos simbólicos, herbolaria, y la utilización de animales que permite devolver a la persona afectada el equilibrio mental y físico con el entorno. En consecuencia la investigación nos conduce reflexionar sobre el proceso de la salud y la enfermedad dentro de ambas prácticas las mismas que responden a ideologías, concepciones filosóficas y epistemológicas diferentes, por su parte la biomedicina responde a una concepción occidentalizada de la salud y la enfermedad, de la vida y la muerte reduciendo al humano a un cuerpo biologizado, anatomizado y parcelado considerándolo como un
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montón de huesos, carne, órganos , sangre, dejando de lado la espiritualidad, las relaciones sociales en las que se circunscribe y los procesos simbólicos culturales en los que se estructura. Desconoce al cuerpo como pizarra simbólica donde se inscriben los avatares del tiempo y las urgencias de la ley. La formación de los médicos en los ámbitos académicos de la medicina se orienta a la comercialización y la mercantilización de la salud y la enfermedad. No es extraño observar que los médicos en hospitales y centros de salud estatales prestan poca atención a los enfermos marginales, económicamente empobrecidos, mientras que en los centros privados la atención, la prestación de servicios es de mayor calidad y confort. En la sociedad postmoderna se vive dentro de un sistema asimbólico, individualista, donde la cultura y el tesoro de los significantes ya no interpelan al quehacer del humano en el compromiso, la lealtad y la reciprocidad con el otro, todo se reduce al consumo, a la desechabilidad, la precariedad y la inestabilidad. Se ha perdido la potencia enunciativa del derecho a la salud y la vida. Mientras la llamada medicina tradicional responde a una cosmovisión de equilibrio del humano con la naturaleza, respeta y acciona para mantener viva la cultura, rinde culto a las fuerzas y fenómenos naturales, es preventiva porque hace énfasis en la ingesta de alimentos que brinda la tierra y desecha como práctica el consumismo. El mundo es para el médico tradicional un terreno de juego local, es parte de su propiedad, de su heredad, no explotan a los recursos naturales en beneficio de un sector privilegiado, respetan a la madre tierra y viven en armonía con ella. Se preocupan tanto por lo eterno como por la vida cotidiana. Existe conciencia del mal uso predatorio de los recursos comunes del planeta y la amenaza que supone el modelo egocéntrico de la vida postmoderna. No ha perdido el sentimiento de intimidad con los objetos de pertenencia, y mantienen sus ideales de justicia, armonía y dignidad. La sociedad postmoderna ha engendrado sus propias enfermedades debido al desequilibrio con las fuerzas naturales y su visión consumista, mientras que la medicina tradicional asume una posición crítica frente a la desenfrenada depredación y saqueo de los recursos naturales. Cada modo de producción reproduce las relaciones de producción imperantes y por lo tanto crea condiciones para el desarrollo de determinados males que aquejan a la población, por lo tanto la política vigente de salud, pretende la complementariedad de dos sistemas opuestos con posiciones epistemológicas diferentes, donde el sistema de salud predominante pretende soslayar el valor de sus saberes y cultura, excluyéndolos directa o indirectamente del sistema de salud. Los enunciados propuestos en la política actual de salud SAFCI se limitan a intentos de articular y complementar dos concepciones filosóficas opuestas y en el imaginario de los actores de salud tradicional existe la intención de ser parte del sector médico institucionalizado, lo que conduciría a perder su identidad y transformarse en las condiciones actuales en un apéndice de la medicina occidental. Esta política refleja una contradicción y consiguientes limitaciones, puesto que no define las competencias propias de cada uno de los sistemas y pretende señalar que es suficiente la apertura de consultorios de médicos tradicionales en espacios exclusivos de la biomedicina, que en la práctica permanecen cerrados por la falta de ítems para su desempeño. Asimismo, es notoria la incomprensión por parte del sistema oficial de salud acerca de la lógica en la atención y tratamiento de la enfermedad por los médicos tradicionales, quienes por lo general continúan prestando sus servicios a la población como lo hicieron durante siglos. Se ha constatado a lo largo de la investigación, la demanda que tienen los médicos tradicionales de realizar estudios superiores, pero el sistema educativo no ha creado mecanismos que permitan el acceso de éstos a convalidar y completar su formación profesional. Es necesaria la sistematización de los saberes tradicionales en el campo de la salud y la vida, así como rescatar y poner en valor además las prácticas y conocimientos de la medicina tradicional, que continúan siendo valiosos en el escenario de la salud nacional.
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Por lo expuesto, es inútil seguir insistiendo con la complementariedad de ambos sistemas, por las siguientes razones: La llamada medicina tradicional ha sobrevivido a diferentes momentos históricos difíciles para su desarrollo y pese a ello mantiene su vigencia y reconocimiento en la percepción de los habitantes y por lo tanto, de la población, que ha reconocido y validado estos saberes. La medicina tradicional desde sus inicios no se adscribe a la práctica comercial y deshumanizada de la medicina. La orientación filosófica e ideológica de la medicina tradicional se contradice en su esencia a la reducción fisiologisista y mecánica del cuerpo y por lo contrario asume a la salud y a la enfermedad como responsabilidad compartida de la familia y la comunidad. La práctica tradicional se ha conservado independientemente de las instituciones estales. En lugar de buscar la subsunción del sistema tradicional al sistema biomédico, se debería optar por la transdiciplinariedad, donde cada sistema sea respetado y mantenga su propio ámbito de aplicación. Las universidades deberían crear espacios de formación que respeten la cosmovisión y la independencia de los saberes que fueron construidos a lo largo de siglos dedicados al cuidado de la salud y la vida. El Estado debiera optar por una posición responsable creando y promoviendo espacios donde se desarrollen los saberes tradicionales y culturales respetando su independencia de conocimiento bajo una estructura holística y creativa propia de sus valiosos conocimientos.
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ANEXO Significado del Encuentro entre biomédicos y médicos tradicionales Como parte de la investigación y estudio de profundización y ampliación del proyecto “Imaginarios en Salud”, la coordinación y el equipo de investigadores realizó distintas actividades para entablar el diálogo, intercambio de percepciones, ideas de solución a problemas de salud, posibilidades de estudio académico de la medicina natural y otros. Entre las actividades de mayor relevancia son aquellas que se centran en reuniones, curso-taller y encuentro entre biomédicos y médicos tradicionales. La primera actividad consistió en una reunión de intercambio de ideas acerca del diseño curricular para capacitadores en salud intercultural, la cual se realizó en fecha 18 de junio de 2013, en el Salón “Marcelo Quiroga Santa Cruz” de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSA, en la cual, de parte del equipo de investigación del proyecto “Imaginarios en Salud” y, en presencia de los representantes de distintas entidades estatales (Ministerio de Salud y Deportes, SEDES La Paz, Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad, Médicusmundi, OPS/OMS, Programa SAFCI del Ministerio de Salud y Deportes, Viceministerio de Educación Alternativa) y representantes de varias organizaciones de los médicos tradicionales, se expuso los primeros avances del diseño curricular, con el objetivo de recoger criterios y observaciones en función de orientar, de manera más adecuada, el trabajo curricular para la educación intercultural en salud. La segunda actividad se realizó en fecha 9 de julio de 2013, en la misma dirección indicada y con las mismas representaciones mencionadas en la anterior. El evento fue una jornada de curso taller, en el que se entabló el diálogo sobre la salud, enfermedad y tratamientos en el campo de la medicina tradicional. Con respecto a todo ello, se dieron propuestas de definiciones, formas de hacer diagnóstico, métodos de tratamiento de enfermedades, críticas y posibilidades de complementariedad entre la biomedicina y medicina tradicional a partir de los agentes que juegan el rol de sostener la salud de las personas en diferentes contextos del departamento de La Paz. La tercera actividad fue de mayor trascendencia, el cual fue preparada y organizada por el equipo del proyecto “Imaginarios en Salud”; se trata del Encuentro de biomédicos y médicos tradicionales. El evento se realizó en dos jornadas completas en el Paraninfo de la Universidad Mayor de San Andrés, los días jueves 8 y viernes 9 de agosto de 2013, con el objetivo de generar el intercambio de conocimientos, saberes, experiencias médicas, problemas y posibilidades de complementariedad en términos de la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). En el Encuentro hubo buena participación de los representantes biomédicos, médicos tradicionales, autoridades estatales y privadas, autoridades universitarias y la población en general. Los resultados de este magno evento consisten en aportes de propuestas de orientar la relación intercultural y complementaria de los conocimientos y el ejercicio de las prácticas médicas en beneficio de la población urbana y rural. A continuación, como parte de la conclusión del trabajo de investigación, del Encuentro realizado presentamos sintéticamente los aportes y sugerencias dadas. En la primera jornada, el inicio se dio con la ch’alla de autoridades, representantes de los biomédicos, representantes de los médicos tradicionales; todo para efectuar la Waxt’a en el Atrio de la UMSA, en honor al Tata Inti, Pachamana, Illimani, Kuntu Mamani. Luego, se procedió a la presentación de participación abierta de ideas, críticas y propuestas de reconocimiento de los médicos tradicionales, construcción de la política de buen servicio médico para la población paceña y boliviana, sin discriminación alguna. En la parte de las exposiciones, en la primera y segunda jornada, han participado tanto los biomédicos como los tradicionales. En primer lugar, el Responsable Departamental de Medicina Tradicional e Interculturalidad de SEDES La Paz, el Naturista Freddy Ayala Ramos, presentó un resumen de 763 médicos tradicionales registrados en la gestión 2012 para su reconocimiento oficial, los cuales están distribuidos en asociaciones por municipios y por región; asimismo presentó 30 listas de plantas medicinales autorizadas para su aplicación, 20 laboratorios artesanales para elaborar medicamentos naturales, de los cuales 5 tienen registro y 15 sin registro. En segundo lugar, la Dra. Ángela Mendoza Guachalla, Técnica en Redes Rurales de SEDES La Paz, expuso sobre el Estado actual del proceso salud-enfermedad en el departamento de La Paz. Algunos datos relevantes tienen que ver con la mortalidad infantil: neonatal y niñez hasta los dos años. Las causas son la diarrea, la IRA y la incidencia
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de desnutrición aguda. A este respecto, se recomienda incentivar la nutrición hasta los cinco años de edad. Con relación a la maternidad, se da la mortalidad por problemas sociales, económicos y familiares; la mayor causa de la muerte de las madres se da en el período de puerperio. En el área rural serían mayores las muertes que en las ciudades. Para prevenir la muerte materna a partir de los cinco meses de embarazo se requiere mínimamente cuatro controles médicos. Como sugerencia se dijo que en los hospitales y centros de salud necesitan recursos y más médicos para responder con buen servicio a la población; además, hay que proteger el agua para evitar la contaminación y las infecciones, y no sólo pensar en la salud humana, sino también en los alimentos nutritivos. En tercer lugar, el Responsable de Movilización Social de SEDES La Paz, Dr. Víctor Daniel Mayta Cabrera, expuso sobre la Biomedicina y su aplicación. Los aspectos más resaltantes son la historia de la biomedicina que vino a marcarse desde la tradición hipocrática hasta el desarrollo de la genética forjada por Gregor Johann Mendel; que la biomedicina es el estudio de los aspectos biológicos de la medicina, con el objetivo de investigar y determinar por qué producen las enfermedades y cómo se debe hacer el diagnóstico, el tratamiento con medicamentos e intervenciones quirúrgicas. En términos de conclusión, la biomedicina agrupa a las ciencias biológicas sustentadas en el conocimiento científico de la medicina. En cuarto lugar, el Responsable del Instituto SELADIS de la UMSA, Dr. Roger Carvajal Saravia, hizo la presentación sobre la Valoración biomédica de la Medicina Tradicional. Se destaca que hay dos conocimientos médicos, uno occidental de corte académico y otro tradicional; los dos no se reconocen para establecer el vínculo bajo la política de salud del gobierno. La tradicional está conformada por un cuerpo de conocimientos, habilidades y destrezas, conducen a un manejo holístico en el ámbito rural para un tratamiento efectivo de la enfermedad, lo cual es reconocido y valorado por la población indígena y campesina, población urbana en Bolivia, Europa y Estados Unidos. La posibilidad de avance del conocimiento de la medicina académica puede darse junto al avance del conocimiento tradicional. El conocimiento científico viene de la investigación a lo largo de miles de años; en cambio, el conocimiento ancestral viene de los ancestros, del Ayahuasca del Norte de La Paz y el Sur peruano, consiste en identificar a través del sueño el conocimiento de lo que es una enfermedad y lo que es una planta, luego la obtención de medicamentos tiene que ver con el cultivo agrícola de plantas medicinales. Considerando todo ello, la relación de ambos conocimientos y las prácticas médicas no se darían desde el uno y el otro, sino en la Universidad donde el conocimiento médico científico tiene estudio de laboratorio, preparación de jarabes, cremas, etc., mientras que el conocimiento tradicional tiene que indagar miles de plantas medicinales. Inducir el avance de ambos conocimientos en una relación y práctica compartida es posible con la propuesta de un modelo basado en medicina tradicional y etnomedicina. En quinto lugar, el Representante de Medicusmundi, Dr. Antonio Saravia Valle, abordó sobre Las experiencias de articulación de la Medicina Tradicional con la Medicina académica, la cual se habría dado en los municipios de Charazani, Curva y Sacaca del departamento de Potosí. Se mencionó si no se tiene el agua segura no se puede pensar en la sana salud. En el marco de la política SAFCI, se necesita lograr la atención integral a nivel individual, familiar y comunitario, es decir, aplicación de la medicina tradicional junto a la medicina científica. En una sociedad coexisten varios conceptos y prácticas alrededor de la salud-enfermedad en constante retroalimentación; a partir del cual se propone una multiconcepción incluyente de carácter procesal y multidimensional. Tiene que haber un intercambio de médicos a partir de los pacientes que demandan servicio, también la articulación e integración para el cuidado de la salud y la vigilancia epidemiológica. Este trabajo requiere de la participación de la comunidad, porque la salud es de todos y no sólo los médicos pueden trabajar en el tema de salud. Las intervenciones verticales tienen que convertirse en intervenciones horizontales de promocionar, prevenir, curar y rehabilitar la salud de las personas. La cuestión está en pasar de la intervención biomédica a la multiplicidad de caminos a seguir. En efecto, hay que reformular la formación y la gestión del personal de salud, con el propósito de desarrollar ambos procesos y competencias para una integración de conocimientos y prácticas acerca de la salud. Aquí, la pertinencia pone el acento en la persona, apela a la visión dialogada e implica que existe complementación entre conocimientos, sabidurías y prácticas de los diversos actores (institucionales y comunitarios). La cuestión es ver cómo mejorar la salud en familia, después identificar las enfermedades por edades, o mejor, saber por qué se enferman las personas y en su tratamiento es preferible guardar el respeto mutuo entre diferentes actores en medicinas.
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En sexto lugar, en representación de médicos naturistas del municipio de Tiwanaku, el médico tradicional Naturista Jorge Quispe Yujra, originario de Huancollo, expuso sobre las experiencias de trabajo de la Asociación Integral Agrosalud durante 28 años. Entre los aspectos sobresalientes comprenden: formación de farmacias de medicina natural; práctica de baños de vapor para operaciones, lavaje de estómago, cursos de capacitación en tema de salud, enfermedad y formas de sanación; práctica de actos rituales en varias comunidades, esto es la wilancha y waxt’a con productos agropecuarios a seres divinos como la Pachamama, achachilas y otros; los médicos naturistas tradicionales planifican el servicio no sólo para responder a los pacientes del municipio, sino también, para atender a los turistas en instalaciones de un Hospital de medicina tradicional en Huancollo. Para recobrar los saberes y conocimientos acerca de la medicina natural se trabaja en los tres pisos ecológicos: altiplano, valle y yungas. En Tiwanaku se habla aymara y no quechua, esto hace ver que los originarios de allí no serían descendientes directos de los incas. En el pasado había Kallawayas que recurrían por comunidades portando medicinas naturales, actualmente se trabaja con ellos. Se considera que la medicina tradicional se asume con carácter social y comunitario en Markas y Ayllus. Los médicos tradicionales, los yatiris, naturistas y otros, primeramente son examinados para dar curso al ejercicio de la competencia en el tratamiento de las enfermedades de los pacientes. Para cada tipo de enfermedad, como el Katja y el osteomilitis, el tratamiento varía, por eso los médicos tradicionales requieren buena práctica y experiencia. La medicina natural que se emplea son mayormente de origen vegetal, las cuales, hasta la fecha, quedan registradas 125 tipos y clases de plantas medicinales. En séptimo lugar, en representación del municipio de Charazani, el Kallawaya Fredy Quispe, expuso sobre la Ciencia y tecnología de los Kallawayas en el tiempo y espacio. Los puntos resaltantes son: que los kallawayas son hijos de Akhamani y Tutojanawin, hijos de la madre Pacha enmarcada en el tiempo y espacio; los kallawayas crearon ceremonias mágicas y curativas, tanto para el camino de la paz, como para el equilibrio y armonía, por ello son considerados como científicos anónimos; no se mantienen estables en las comunidades, sino que se mueven por diferentes lugares; tienen una concepción de que el cosmos es íntegra y tiene vida, donde la Pacha es un concepto articulador de tiempo, espacio y situación, lo cual quiere decir que es ordenador de la vida. Bajo principios de la Pacha se representa la Chakana con cuatro partes que son el munay, yachay, atiy, ruway. El territorio del Ayllu es el primer espacio y tiempo, desde el cual se proyecta hacia el cosmos, con sabiduría; luego se entiende que Pacha es la totalidad que nos rodea y mantiene en equilibrio. En este marco, corresponde hacer práctica ritual que consiste en hacer Mesa a Pachamama; los que practican y enseñan son los kallawayas, porque estos tienen dones de magia y poder curativo de las enfermedades, son doctos en medicinas naturales de distinto origen, astrología y en ceremonias de culto. En octavo lugar, las mujeres parteras de La Paz, bajo la coordinación de Ana Choque, presentaron un sociodrama de un caso de parto tradicional. En la escena se expresaron algunas ideas: a la madre que da luz a un hijo se le debe cuidar, se tiene que alcanzar caldo de cordero sin llagua; la partera tiene que seguir atendiendo después del parto. Al margen del programa del encuentro, se dio la oportunidad de participar a la Ex Ministra de Salud, Dra. Nila Heredia, quien destacó sobre las políticas de SAFCI en el marco de las normativas constitucionales y planes programáticos en salud. Con relación a la medicina tradicional, se consideró que es admisible dentro el sistema único de salud, como un reconocimiento de conocimiento y sabiduría en medicina natural de los pueblos indígenas y originarios. En noveno lugar, el Oficial en Desarrollo de Recursos Humanos en Salud, Derechos, Salud de Pueblos Indígenas e Interculturalidad OPS/OMS, Lic. Hugo Ernesto Rivera Mérida, presentó la exposición sobre la Salud de los Pueblos Indígenas e Interculturalidad en Salud. De entrada se indicó que las Naciones Unidas apoya y reconoce la medicina natural de los pueblos indígenas, porque las enfermedades pueden ser prevenidas y curadas con la práctica médica de los indígenas que hablan su propio idioma. Con los indígenas se ejerce la interculturalidad en diferentes ámbitos, entre padres e hijos, entre ricos y pobres. En el campo del servicio médico, todavía no queda claro cómo se expresaría la interculturalidad. ¿Cómo tendrían que trabajar entre biomédicos y médicos tradicionales? ¿Atenderían ambos a una enfermedad? ¿Actuarían juntos en los centros de salud y hospitales? Estas interrogantes requieren respuestas. Los curanderos son especialistas locales, trabajan en campo abierto con plantas, con espíritus, etc. A pesar de ello, en el mundo indígena persiste el alcoholismo, la violencia contra la mujer y niños, mortalidad infantil y materna, niñas y niños en malas condiciones de saneamiento básico y desnutrición en un 80%. El criterio
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de interculturalidad en salud tendría que orientarse a un equilibrio entre diferentes conocimientos, creencias y prácticas culturales con respecto a la salud y enfermedad, a su vez, tendría que tender a superar los altos índices de morbi-mortalidad en la población, principalmente indígenas. Los profesionales biomédicos versados en la medicina convencional tienen que tomar en cuenta la importancia de la medicina natural y reconocer el ejercicio efectivo de los médicos tradicionales. A partir de ello se puede encaminar hacia la práctica complementaria de responder a los problemas de salud en diferentes contextos, mucho más con la ayuda de cursos de capacitación y formación de recursos humanos en la comunidad, en la academia y en lo político administrativo. El desafío es superar la desigualdad que existe al interior de los pueblos indígenas; para el efecto, se requiere entablar trabajo conjunto para la construcción de sociedades equitativas con vida digna sin discriminación. En este sentido, en las universidades se requiere trabajar sobre el desarrollo complementario de servicios médicos. En décimo lugar, el representante de la Federación Departamental de Medicina Natural (FEDEMENAT), Naturista Zenobio Cordero, manifestó que dentro de la medicina tradicional hay una medicina occidental y otra natural; sin embargo, esto no es un problema, lo que vale es Suma Jakaña entre todos, sin importar de qué credo y cultura seamos. Hay que asumir el Suma Pacha para vivir con tres pachas: alax, aka y manqha. Las culturas prehispánicas han sabido construir las pirámides en las que se muestra la existencia de la medicina tradicional; luego, los médicos nativos sabían destapar siete veces el cerebro. A diferencia de ello, los biomédicos son como niños porque no saben operar el cerebro destapando como en el pasado andino. Bajo conocimientos occidentales se atiende con engaños en tema de salud y enfermedad; de ahí que se dan contagios, empeoramiento de la salud física, mental y espiritual. Mientras que bajo la medicina tradicional hay confianza y cura efectiva de las dolencias y enfermedades de todo tipo. El fin de todo servicio médico es convivir bien entre todos. En onceavo lugar, el Vice Ministro de Medicina Tradicional e Interculturalidad, Sr. Alberto Camaqui Mendoza, presentó expositivamente acerca de los Lineamientos Estratégicos de Medicina Tradicional e Interculturalidad en Salud. Los aspectos relevantes son: se enfatiza la necesidad de complementariedad de la medicina tradicional con la biomedicina, esto es, en el marco de la normatividad, planes y programas que postulan y encaminan el sistema único de salud. La idea es responder a los problemas de mortalidad, desnutrición y exclusión de los pueblos indígenas en materia de salud. En las comunidades se mantienen conocimientos tradicionales y practican para tener buena salud, sin embargo, los indígenas no tienen autoría, sino que los estudiosos médicos académicos se apropian de todo conocimiento tradicional sin necesidad de acudir y pasar semanas y meses por las comunidades. La medicina clínica, en algunos casos, en vez de sanar, lo complica; en cambio la tradicional es más confiable. Si bien aparecen postas sanitarias de medicina tradicional, la población no sabe quién es el verdadero naturista o Kallawaya. En el Hospital tiene que abrirse urgente para el servicio médico tradicional, sin necesidad de inducirse por el camino de la confrontación. La cuestión está en reconocer las dos prácticas médicas, es decir, reconocer la biomedicina y la medicina natural en los centros de atención. Para que tenga efecto la aplicación de la medicina tradicional, es importante no permitir el tráfico de medicinas con los peruanos y la gente del interior, quienes hacen negocio negro como en la feria 16 de julio de la ciudad de El Alto, porque dicho negocio se hace a nombre de asociaciones de médicos tradicionales. Al margen de la programación también se dio la oportunidad de participar a la Dra. Filomena Miranda, docente de lingüística aymara, quien expresó, en resumidas cuentas, que la especialización en medicina tradicional está tanto en la cultura aymara como en la cultura quechua. El concepto de salud es convivir con respeto, no hacer daño al otro, es movimiento para estar bien. La UMSA ya no reproduce la colonización, sino que da apertura al desarrollo de los conocimientos del mundo andino, en el caso nuestro ahora es la salud. Los del Viceministerio tendrían que censar a todos los médicos tradicionales, luego convocarlos y probarlos si realimente conocen y saben aplicar correctamente los medicamentos naturales. La alimentación es la base de la salud, inicia en la cocina, porque las personas somos producto de lo que comemos. En doceavo lugar, el Responsable del Programa SAFCI del Ministerio de Salud y Deportes, Dr. William Valencia Nina, presentó la exposición sobre la Complementariedad de la “Biomedicina” con la Medicina Tradicional. Los puntos sobresalientes son en el orden que sigue. Existen biomédicos habladores y tradicionales p’axp’acos. El origen de las peleas viene desde la conquista impositiva, es decir, con Cristóbal Colón. Nos han metido la creencia de que si estamos con Dios o estaríamos por el camino del castigo. En la cultura de los pueblos andinos, se practicaba la vida comunitaria, la reciprocidad, etc. Ahora, con la política de SAFCI se quiere complementar dos prácticas médicas. Se distingue entre la matriz civilizatoria eurocéntrica (individualista, competitiva, verticalista, mercantilista, excluyente) y matriz civilizatoria de la cultura de vida. En la concepción de salud ancestral, cada objeto es divino; la espiritualidad tiene que ver con lugares sagrados, wak’as, achachilas, otros. Estos tienen
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relación pluriversal, con cosmos, wara waras y la infinitud. En 1551 se dio el primer Congreso Limense para quemar y destruir los ídolos. En 1564 estalla el movimiento Taki Unquy (Ayras) que pregonó el retorno de los dioses andinos. En 1570 se dio Reformas toledanas que prohibía las figuraciones en piedra, cerámica y textil. Posteriormente las creencias se sincretizaron, es decir, la Virgen María se asociaba a la Pachamama y al Cerro de Potosí, San Bartolomé con Thunupa, Santiago con el Illapa y Pachaqamax con el Señor de los Milagros. En la precolonia, la Salud ancestral era holística. Muchas enfermedades fueron traídas por los europeos, el sarampión es uno de ellos. Se fomentó la alienación: redimir al indio, impartir educación. Cuando los médicos tradicionales hacían trepanaciones, las personas intervenidas no morían, seguían con vida. En cuanto al parto, en lo ancestral, la madre tiene que dar a luz en la posición de sentada, no así de echado; porque de echado el bebé, al momento de salir, aplastaría las venas y otros órganos de la madre. ¿Cómo hacer la complementariedad? El Decreto 21601 lanza retos y desafíos: pensamiento crítico e investigativo, reflexiones, proposiciones. Se orienta al cambio de paradigmas. En el Hemisferio nos guía la chakana, no necesariamente el Norte. Hay que ir hacia el Sur según los principios y valores en la CPE. La constitución se hizo con base a saberes y conocimientos. En treceavo lugar, el Consultor en Medicina Tradicional, Dr. Oscar Velasco Hurtado, expuso sobre Medicinas Tradicionales en Bolivia. El trabajo en el área médica convencional en distintas regiones ha permitido tomar contacto con los médicos tradicionales: aymaras, quechuas, chipayas, yamparas; también contacto con médicos tradicionales del oriente: tacanas, esejjas, los baures. Ha llegado algún momento en que se genera alguna capacidad para observar el estado actual de la medicina tradicional en Bolivia. Se trata de medicinas tradicionales, porque en Bolivia, habiendo 37 grupos culturales, no podía haber una medicina tradicional. Cada uno de estos grupos ha desarrollado su propia medicina. Los quechuas han desarrollado su medicina tradicional, los aymaras han desarrollado su medicina tradicional; gente que estaba muy cerca, los uru-chipayas han desarrollado su propia medicina tradicional. En el oriente, no podrían hacer la medicina tradicional como la hacen en Los Andes, y han desarrollado su propia medicina tradicional. Por lo tanto, era necesario brindar un derecho a la salud con el reconocimiento de medicinas tradicionales. Ocurre que los médicos y los auxiliares de enfermería están en sus puestos de salud; pero, no tienen movilidad para salir a las comunidades y, por lo tanto, cuando hay un parto, ellos esperan que vengan a llamar para ver si pueden llegar o no a la casa. Entonces, quién está en la comunidad, está la partera, la usuyiri, ellas sí están dispuestas a servir adecuadamente. Las medicinas tradicionales están vigentes mayormente en el área rural. Se incluye a muchas medicinas alternativas (chinas, indús, etc.). “Chuymaw usutu” significa el dolor por la enfermedad de otro ser. No se refiere al órgano corazón, sino que se refiere a la preocupación de algo. Hay una estrategia transversal que atraviesa las dos prácticas médicas, es la interculturalidad; la conjunción de servicios médicos se daría en función del enfermo, al margen de complejos. En Ecuador tiene su lugar en el Hospital, no permanece porque está abocado al trabajo, pero si se solicita se constituye para el servicio. En el Hospital de Iquique hay el parto aymara. Hay que juntarse porque hay distintas formas de ver. Cada medicina responde a un modelo cultural diferente. Se basa en enfoques distintos y define la salud y enfermedad con base a una cosmovisión. La biomedicina se desarrolló con el método científico, en cambio, las medicinas tradicionales se basan en un modelo cultural más concreto y restringido, responden a sus determinantes étnicas. Cuando una persona está con el problema de la médula, un Aysiri puede responder con actos rituales. Por lo tanto, las presentaciones y exposiciones de biomédicos y médicos tradicionales en el magno Encuentro, en el que –con participación crítica del público– se ha mostrado un impacto muy significativo para encaminar el destino de buena salud de la población, porque en el fondo se expresó la necesidad de superar las limitaciones, las discordancias y que todos los actores, con apoyo de las autoridades políticas en salud, se pretenda configurar la alternativa intercultural de salud, con reconocimiento y respeto, convivencia armónica dentro los espacios de prácticas médicas, con un horizonte que efectivamente reste la proliferación de las enfermedades y las tasas de mortalidades.
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I M AG I NA R IO S E N S A LU D
Fotografía: Seminario Taller “Encuentro entre la Biomedicina y la Medicina Tradicional”, realizado en el Paraninfo Universitario de la UMSA.
Fotografía: Seminario Taller “Encuentro entre la Biomedicina y la Medicina Tradicional”, realizado en el Paraninfo Universitario de la UMSA.