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El amor en los tiempos antiguos (parte 1) Por Marcel Gustavo Alamán Zárate
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n la cultura occidental desde la antigüedad hasta hoy todo lo que se refiere al amor releva de lo más íntimo, se aísla, se retrae en el seno de lo más privado. Es por eso que mirando a nuestra historia podemos encontrar escenografías convencionales de amor y sexualidad, porque sí, el amor y la sexualidad muchas veces vienen demasiado juntos como para discernir entre uno u otro; todas escenografías creadas por textos literarios, artes visuales, poemas, novelas, frescos o canciones, todo oropel, nada de corazón (valga la expresión).
Contrario a lo que suele pensarse los poemas árabes del siglo XVII que están dirigidos a varones, en realidad fueron inspirados en mujeres, pero debido a las limitaciones sociales tuvieron que ser disimulados.
Es por esta razón que hay que adivinar lo que no se dice (pudor), hay una parte inevitable de subjetividad en el asunto, hoy sabemos por ejemplo que detrás de los poemas de los siglos XII y XIII, el amor de una bella ocultaba una realidad homosexual, caso contrario los poemas árabes del S. XVIII que se dirigen a entes masculinos, son en realidad heterosexuales, pero como no se podía dar tal valor a una mujer, pues se ponía en su lugar un varón. Entremos en tema, en El Banquete de Platón, en palabras atribuidas al poeta cómico Aristófanes:
“Primero no había dos sexos, sino tres, el tercero participando de los dos otros, no tiene nombre, era andrógino, ea pues que Zeus los dividió en 2 partes, cada uno de los hombres y mujeres actuales es la fracción de un ser humano andrógino y cada uno no cesa de buscar a su fracción complementaria. Todos los que alguna vez fueron andróginos aman 1
hombres sin son mujeres y mujeres si son hombres. Las mujeres que son parte de las mujeres primitivas no gustan de los hombres y los hombres que son parte de los machos primitivos persiguen hombres” Es muy interesante la explicación de los distintos apegos que genera el amor; cuando logramos encontrar nuestra mitad complemento, nos invade una impresión extraordinaria de amistar, parentesco y amor; y no aceptamos separarnos de ella, estas parejas pasan su vida juntos, no pueden siquiera decir lo que espera el uno del otro, nadie pensaría en unión sexual, el alma de cada uno quiere algo más, algo que no puede expresar. La primera pareja Movámonos por el Mediterráneo y pensemos en la primera pareja, es por el Génesis que se tiene la imagen de una primera pareja, la imagen esencial de nuestra raza representada en la vieja aventura de Adán y Eva, ríos de tinta corrieron por más de 20 siglos para defender la literalidad de esas palabras y discurrir sobre la mujer1 como un sobrenumerario del hombre, todo se proclamaba histórico, para fortuna nuestra, aprendimos a darle su lugar a la Biblia, analizando la parte narrativa de los primeros 6 libros, esto es del Pentateuco hasta Josué, la parte más famosa viene de aquí; en la parte inicial Dios crea el Universo y todo lo que en él existe, los grandes y pequeños conjuntos que lo componen, gestáltico de veras, al final crea a las especies humanas y la especie humana, se avistan las cosas de una idea de la primera pareja, Adán y Eva por el manera muy ingenua, más antropocéntrica La famoso ilustrador Gustave Doré. que nada.
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NO SE PIERDA EL ESPECIAL DEL MES DE MARZO, UN ESPECIAL SOBRE LAS MUY AMADAS Y POCO COMPRENDIDAS MUJERES.
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El cosmos es un jardín (el marco de vida de un campesino, es una civilización campesina la que escribe la Biblia), luego con arcilla modela a un hombre único y sólo (es una tierra do hay arcilla, donde se escribe la Biblia), para que no se quedara solo se modelan los animales, pero ninguno fue capaz de dar al hombre el complemento necesario (¡de nuevo una idea de complemento!) necesario para romper su soledad y propagarse, entonces Dios edifica a la mujer, que saca del cuerpo del hombre, legitimando así la recomposición de un solo cuerpo, el apareamiento en toda pareja(se repiten algunos conceptos, quizá arquetipos) . En el momento de la Biblia, se plantea a la primera pareja a semblanza de la civilización, obviamente campesina, la falta cometida por la pareja primígena tiene efectos desproporcionados para un acto de gula o curiosidad.
El primero en pensar en un delito de índole sexual fue el teólogo Filón de Alejandría, seguido por Clemente de Alejandría, lo cierto es que la teología cristiana jamás dio importancia a una interpretación tan inocente, en su suma teológica Tomás de Aquino, el mayor de los teólogos católicos, Filón de Alejandría, según un grabado establece que el hombre podía hacer uso medieval, en la imagen leemos Philo iudeus (Filón judío), el primer teólogo en considerar natural de su sexualidad; recordemos que los el pecado original como de índole sexual. filósofos antiguos no tenían las mismas aprehensiones y censuras sobre la sexualidad y su ejercicio, como nosotros, porque nosotros somos herederos del descrédito en que el cristianismo ha mantenido la sexualidad, en Israel como en Babilonia, “hacer el amor” a condición de no hacer daño a nadie, era una actividad sana, alegre y enriquecedora. Entonces lo esencial de la falta es la trasgresión de la voluntad divina para intentar alzarse arriba de la condición que nos ha sido asignada, para ser como Dios, capaces de discernir el bien del mal, ya que a
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los ojos de los semitas antiguos, conocer no solo es ver y discernir; sino participar en lo que se conoce.
Por las riveras de Babilonia. Ahora historia real, no mito, como siempre todo comienza en Babilonia, por la sencilla razón de ser el país más viejo en escribir (nos dejaron aproximadamente medio millón de tabletas), en ellas encontramos indicios de su vida sexual y amorosa, es la primera civilización compleja y refinada, digna del epítome de civilización; sin embargo aún en su correspondencia no encontramos la menor declaración de amor, ni siquiera de ternura, con dioses antropomorfos; las capacidades amorosas estaban tradicionalmente canalizadas a la presión colectiva, para garantizar, lo que se consideraba era el núcleo del cuerpo social, la familia. Hay que garantizar la continuidad, la vocación de cada hombre y de cada mujer, su destino era el matrimonio, normalmente monogámico, muy temprano arreglado por padres, en la infancia o incluso antes de nacer; la mujer se interna en la casa paterna del marido hasta la muerte, o a menos que fuera estéril, incapaz de cumplir con su función esencial, el marido tenía el derecho de repudiarla; la unión hombre-mujer estaba sujeta a la constitución de la familia, procreación, educación de los hijos, sobrevivencia de la comunidad, pero ¿amor? Nada.
Entonces hay que seguir buscando, quizá debamos ampliar los horizontes y pensar en el amor como un fenómeno más cercano al Gesamwetsen de Scheler, que a una cuestión meramente terrena, sin embargo independientemente de la idea que tengamos del amor, sin duda es eudémonica. Regresando a las riveras babilónicas, cada hombre
Mesopotamia se ubicaba en una región muy fértil entre 2 ríos, Eufrates y Tigris, de ahí su nombre (del griego entre dos ríos). En la imagen vemos una representación artística de la famosa Torre de Babel, que se cree fue un zigurat gigantesco en Babilonia.
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podía tomar concubinas, en los manuales de casuística jurisprudencial, encontramos casos de hombres que se echan en plena calle sobre mujeres para seducirlas, violarlas o tener relaciones, sean casadas o no, con riesgo de ser sorprendidos por algún testigo incómodo; encontramos infidelidad femenina, mujeres que abandonan hasta 8 veces su hogar en la noche, mujeres que mandan matar a sus maridos, nada nuevo como se puede leer. Todas las faltas anteriores eran severamente castigadas por los jueces, a los hombres en medida a los daños a terceros que causaban y a las mujeres en función del daño a la unidad y cohesión familiar.
Observamos una cultura patriarcal, el hombre es dueño de la mujer, así como es dueño de sus animales, tierras u esclavos, algo común aún hoy en los semíticos. Sin embargo este aparente machismo estaba atenuado en Mesopotamia por una concepción más liberal de la condición femenina, heredada de los sumerios, los dioses mesopotámicos actuaban Relieve de la “Diosa de la Noche”, de igual manera hacía el amor. Aún cuando los relacionado con Lillith y Nana-Ishtar, eran siervos por necesidades como muchas diosas asociadas con la humanos feminidad, ella se asocia al planeta Venus, sociales, había lugar para el “amor libre” no en el alto relieve notamos el amalgamiento de simbolos, aro y cuerda necesariamente heterosexual, había en las manos, corona, el león símbolo de Fortaleza, los búhos símbolos de oscuridad especialistas, profesionales de ambos sexos, su (más relacionado a Lilith), los brazaletes, desnudo frontal, pies de búho, en cuanto a oficio tenía coloraciones religiosas , su diosa las alas generalmente se asocian las alas patrona y modelo era Nana (sumerio, no estoy plegadas a Ishtar que representa una sexualidad, fertilidad y domino sobre la hablando ni del naturalismo ni de Emile Zolá) o naturaleza. De naturaleza compleja paz y Ishtar si preferís el nombre acadio; la llamaban violencia, animal y humana. la “prostituta natural”, entre los hombres algunos travestis usaban nombre de mujer, se juntaban en templos de Nana y eran marginados. Un giro interesante pero aún no hay amor.
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Al principio de la gran epopeya de Gilgamesh, vamos ésta si es famosa, leemos sobre su futuro amigo Enkiduh, él nació y creció en las estepas, con los animales salvajes, luego descubre el amor verdadero, es decir con una mujer, ya no con las bestias, fue una prostituta que le fue mandada para “afinarlo” dice el texto: “Dejo caer el velo y reveló su vulva, lo besó en la boca [de hecho lo describe de forma muy romántica, literalmente dice: le tomó el soplo], él se acostó sobre ella y ella enseño a ese salvaje, lo que una mujer puede hacer”
Ok, ok, ya pueden respirar, después de seis días y siete noches (recuerden la importancia del Shamhat sacerdotisa de Nana-Ishtar, usa sus habilidades amatorias para humanizar Enkiduh y llevarlo a Uruk a número 7 en el pensamiento enfrentar a Gilgamesh. En la imagen vemos a Enkiduh a la semítico, 7 es perfección) él salvaje izquierda y a Shamhat a la derecha. se sintió completamente subyugado a seguirla a done sea, entonces ella le hizo dejar su estepa natal y a sus compañeros animales y lo llevó a la ciudad, donde “gracias a ella, él se volvió un hombre cultivado y civilizado”. Epifanía, hemos descubierto algo, el amor lo llevó de la naturaleza a la cultura. Para Babilonia “hacer el amor” era una actividad natural, culturalmente ennoblecida (como la cocina ennoblece el comer), eso era aceptado, mientras no perjudicara a terceros o algunas tradiciones, por ejemplo estaba prohibido hacer el amor el 6 del mes de Tashrit que caía entre septiembre y octubre (mes lunar, memento); fuera de eso no había problemas de conciencia y los mismo dioses contribuían con entusiasmo.
Había rezos y ejercicios para favorecer el amor entre varón-varón, mujervarón, pero no existía alguno para mujer-mujer, ósea era tolerada la homosexualidad masculina, pero la femenina ni siquiera era considerada que existiera; esto muestra hasta qué grado el placer sexual y el sentimiento 6
religioso eran compatibles. En esta sociedad machista, en el amor la mujer era igual del hombre, una compañera ni objeto ni instrumento; existen referencias homosexuales, pero no aluden al uso de la boca para el placer, ni felación ni cunnilingus (de hecho existía una aversión), aun cuando por esas épocas los egipcios ya tenían uso y conocimiento de ello, en cambio la sodomía era común, se usaba como practica contraconceptiva , a este cuadro hay que agregar que a la vida sexual normal existían las relaciones íntimas sacrílegas: con mujeres reservadas a los dioses, o incestuosas, mujeres embarazadas y se mencionan además enfermedades del coito (¡faltaba más!). Pero la más sobrecogedora de las enfermedades, es la explicación del “mal de amor” : “cuando alguien sufre de este mal, se siente deprimido, sin ganas de comer o beber”; el texto que si bien inicia hablando exclusivamente sobre los varones al final agrega que concierne a ambos sexos.
Representación del culto del matrimonio sagrado,
Esto nos introduce por fin al campo del amor, el amor sentimiento, los poemas de amor profano son raros, el único texto casi completo es de ca. 1750 A.C. un diálogo entre amantes, en él no existen alusiones sexuales o erotismo, ella sospecha que él la engaña, muestra sus celos, él se defiende, aunque no muy hábilmente, al final se reconcilia y vuelve con ella; el poema exalta el amor desinteresado, la brillantez de ella, la torpeza de él. Los dioses están imaginados a imagen humana, pero hay una personalidad excepcional como antes se mencionó, NanaIshtar , totalmente independiente, sin relación conyugal, sin relación maternal, únicamente dedicada a sus solas pasiones, inspiradora de cantos y relatos; existe el episodio de 7
amor a Dumusi o Tammuz, en el relato se ve el paso de ternura a pasiรณn, de dulzura a voluptuosidad, se traducen las pasiones mรกs terrenales.
Los mesopotรกmicos oponen el verdadero amor, desinteresado y noble a la ruidosa pero frรกgil embriaguez de la pasiรณn, entendieron que los grandes amores siempre acabaran mal.
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